Manual de Primeros Auxilios

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MANUAL DE PRIMEROS AUXILIOOS

MANUAL DE PRIMEROS
AUXILIOS
(MPA)

BOTICA
“FARMAPLUS”

HUANCAVELICA – PERU
ENERO - 2021

I. CONCEPTO DE PRIMEROS AUXILIOS.

Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones


BOTICA “FARMAPLUS”
MANUAL DE PRIMEROS AUXILIOOS

que realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el


accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la
llegada de personal especializado. Los primeros auxilios no son
tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para reducir
los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado.
Y esto último es lo que le concede la importancia a los primeros
auxilios, de esta primera actuación va a depender en gran medida
el estado general y posterior evolución del herido. Así mismo, son
una obligación moral.

Pero, ¿que es una urgencia?. ¿Y una emergencia?.

La American Hospital Association define la urgencia como


cualquier situación que en opinión del enfermo, los parientes u
otra persona que asuma la responsabilidad de llevarlo al hospital,
requiere intervención médica inmediata. La situación de urgencia
continua hasta que se ha realizado una evaluación y diagnóstico
médico.

En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos dos


tipos de primeros auxilios:

• Primeros auxilios emergentes o emergencias: en los


que existe peligro vital para la vida del accidentado, estas
son: una parada cardio-respiratoria, la asfixia, el shock, las
hemorragias importantes y los envenenamientos graves.

• Primeros auxilios no emergentes: en los que no existe


dicho peligro, por ejemplo: una fractura en un brazo, dolor
abdominal, etc.

Por tanto, una emergencia es una urgencia en la que existe una


situación de muerte potencial para el individuo sino se actúa de
forma inmediata y adecuada.

Concluyendo, en las urgencias (sean o no emergencias) los


primeros auxilios juegan un papel importante para el estado
posterior del individuo.

II. PRINCIPIOS EN LA ACTUACIÓN DE


PRIMEROS AUXILIOS.

PRINCIPIOS BÁSICOS.
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Todo socorrista en sus actuaciones debe conocer y aplicar


siempre en este orden los siguientes principios básicos:

1º. PROTEGER, en primer lugar, a él mismo y después a la


víctima. Podemos evitar nuevos accidentes, si señalizamos el
lugar del accidente. SÓLO si hay peligro para el accidentado se le
desplazará, manteniendo recto el eje cabeza-cuello-tronco.

2º. AVISAR, es decir dar el SOS, indicando: el número y estado


aparente de los heridos, si existen factores que pueden agravar el
accidente (caídas de postes eléctricos) y el lugar exacto donde se
ha producido el accidente. Saber que de la información que
nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la calidad
de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen.

3º. SOCORRER. Esta es la finalidad principal de los primeros


auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta
realizar la evaluación del herido.

PRINCIPIOS GENERALES

Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente.- Con


tranquilidad se da confianza a la víctima y a aquellos que se
encuentren cerca. Los testigos suelen tener miedo, con
frecuencia pánico o están sobreexcitados. El auxiliador ha de dar
ejemplo mostrando su tranquilidad.

Segundo: Hacer una composición de lugar.- Cuando se llega


al lugar del accidente no se debe comenzar a actuar curando al
primer herido que se encuentre. Pueden haber otros heridos más
graves y que, por tanto, necesiten atenderse en primer lugar.
Hacer, pues, un rápido examen del lugar. Debe intentarse saber
si existen heridos ocultos. Hay que darse cuenta también de las
posibles fuentes de peligros que aún existan: amenaza de
derrumbamiento, ruptura de canalizaciones de gas o de agua,
fuego, etc.

Tercero: Mover al herido con gran precaución.- Jamás se


cambiará de sitio al accidentado antes de cerciorarse de su
estado y haberle proporcionado los primeros cuidados. Además,
un herido grave, no debe ser movilizado excepto por estas tres
razones: 1) para poderle aplicar los primeros auxilios; 2) evitar el
agravamiento de sus heridas; y 3) protegerle de un nuevo
accidente.

Cuarto: Examinar bien al herido.- Investigar si respira, si tiene


pulso, si está consciente, si sangra, si tiene una fractura, si
presenta quemaduras, si ha perdido el conocimiento. Estar bien
seguros de no haber dejado escapar nada.

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Quinto: No hacer más que lo indispensable.- Si se intentan


hacer demasiadas cosas, se retrasará el traslado de la víctima. El
papel del auxiliador no es el de reemplazar a los servicios
sanitarios, sino que se ha de limitar a proporcionar aquellas
medidas estrictamente necesarias para un correcto transporte del
herido.

Sexto: Mantener al herido caliente.- Evitar, no obstante, un


calor excesivo, manteniéndole a una agradable temperatura. Si
hace frío, todo el cuerpo debe ser

Séptimo: No dar jamás de beber a un calentado; para ello lo


mejor será envolverlo en una manta. Persona inconsciente.- En
este estado no podrá tragar y existirá peligro de ahogarla al
penetrar el líquido en las vías aéreas. Si la víctima conserva la
consciencia y no presenta una herida profunda en el vientre, se le
puede dar de beber, lentamente, y solo a pequeños sorbos. No
darle alcohol, es preferible café o té caliente, sobre todo si hace
frío.

Octavo: Tranquilizar a la víctima.- El accidentado tiene miedo.


Hay que hablarle ya que está angustiado; el curso de su vida se
ha visto truncado bruscamente y padece por los que le
acompañan o por su familia. Hay que tranquilizarle, calmar sus
temores y levantarle el ánimo. Hay que decirle que hay gente
cerca que se ocupa de él, que los servicios de urgencias han sido
avisados y que vendrán pronto. No se le debe dejar ver su herida.

Noveno: No dejar nunca solo al accidentado.- El estado del


mismo puede gravarse en un corto espacio de tiempo.

III.- TERMINOLOGÍA CLÍNICA.

Antes de estudiar la forma de valorar el estado de un accidentado


es necesario revisar una serie de conceptos que se van a repetir
frecuentemente a lo largo de este curso. Estos son: signos,
síntomas, pulso, tensión arterial, respiración y coloración del
accidentado.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

SÍNTOMA: Manifestación de una alteración orgánica o funcional


apreciable solamente por el paciente. (P.ej., el dolor).

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SIGNO: Manifestación de una alteración orgánica o funcional


apreciable tanto por el paciente como por un observador. (P.ej.,
convulsiones, deformación de un miembro).

Esto es, los síntomas son subjetivos, mientras los signos son
objetivos. Ambos nos van a proporcionar información sobre el
estado del herido. Para conocer los síntomas es necesario recurrir
al interrogatorio, mientras que para los signos usaremos la
exploración, esto es, inspección y palpación. La inspección permite
apreciar mediante la observación el estado general del herido, el
color de su rostro, la deformidad de un miembro fracturado, la
importancia de una quemadura, etc. Por la palpación podemos
apreciar la frecuencia y regularidad del pulso, el dolor localizado en
una contusión, etc. Finalmente, ciertos datos de exploración
solamente podremos obtenerlos mediante el empleo de aparatos
auxiliares, tales como el termómetro, para medir la temperatura, o
el esfigmomanómetro, para la presión arterial.
LA RESPIRACIÓN.

La frecuencia respiratoria normal es de 16 a 20 R.P.M. (se cuenta


como una respiración la suma de inspiración y espiración). El
aumento de dicha frecuencia, o taquipnea se produce de manera
fisiológica tras el ejercicio o la excitación; igualmente, la
permanencia en alturas considerables o en grandes profundidades
acelera el ritmo respiratorio. La bradipnea, o disminución de la
frecuencia respiratoria, se presenta fisiológicamente durante el
sueño. Patológicamente lo hace en intoxicaciones por opio,
barbitúricos, alcohol, ácido carbónico, ácido cianhídrico; el estado de
shock, etc.

La disnea es la dificultad para respirar. Desde el momento en el


que la respiración deja de ser un reflejo inconsciente para
convertirse en un acto consciente empieza la disnea.

Dado que la respiración normal depende de muchos factores, son


muchas también las posibles causas de disnea: la falta de oxígeno
en el aire, la falta o escasez de hemoglobina en la sangre, la
obstrucción de las vías respiratorias, etc.

PULSO: MANERA DE APRECIARLO Y DATOS


QUE SUMINISTRA.

El pulso es la trasmisión a todas las arterias del organismo del


impulso cardíaco sistólico, esto es, durante la contracción del
corazón. Por ello, puede ser apreciado en cualquier parte del
cuerpo (Fig. 1) en que exista una arteria cerca de la superficie de
la piel y, mejor aún, si descansa sobre el plano duro de un hueso.

La arteria más utilizada para valorar el pulso es la radial, localizada


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en la parte externa de la cara anterior de la muñeca. También


puede explorarse en la carótida, a ambos lados de la garganta.
Otros puntos utilizados para valorar el pulso son las arterias
temporales, sobre las sienes; la femoral, sobre las ingles y la
poplítea, en el hueco de la cara posterior de la rodilla.

Por la facilidad de su localización y por su importancia, al


informarnos sobre la irrigación sanguínea cerebral, el pulso carotideo
es el que debemos valorar en una situación de primeros auxilios.
Éste se debe buscar a la altura de las arterias carótidas situadas
superficialmente a ambos lados de la linea media del cuello. El
auxiliador procederá de la siguiente forma:

- Se colocará al lado de la víctima;

- Situará los dedos indice y medio en la linea media


del cuello (a la altura de la laringe), deslizándolos unos
dos centímetros a uno de los lados y

- Presionará con los dedos suavemente, intentando


localizar el pulso.

Conviene señalar que NO se deben palpar ambas carótidas a la


vez, puesto que si se interrumpe o dificulta el paso de sangre al
cerebro, puede ponerse en peligro al herido.

Aunque tres son las características del pulso, a saber, frecuencia,


ritmo y amplitud; a nosotros nos interesa fundamentalmente la
primera. La FRECUENCIA normal del pulso es muy variable en un
adulto sano. En reposo suele ser de 60 a 80 pulsaciones por minuto,
con variedades de hasta 44 en individuos robustos y entrenados
(Miguel Indurain p.Ej.), y de 90 a 100 en sujetos más débiles o
nerviosos, así como en los niños.

El aumento de frecuencia se denomina taquicardia: de manera


fisiológica se presenta tras el ejercicio, la excitación nerviosa o las
comidas abundantes. De forma patológica la fiebre, shock
traumático, hemorragias, infarto de miocardio, entre otras causas
desencadenan la taquicardia.

El pulso lento se denomina bradicardia, fisiológico durante el


sueño y en atletas en reposo. Si es muy lento (inferior a 40 lpm)
debe hacernos pensar en una lesión cardiaca (sobre todo si el
individuo sufre desvanecimiento o disnea) o cerebral (en los
traumatismos craneoencefálicos).

PRESIÓN ARTERIAL: Información que aporta.

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La presión arterial, también conocida como tensión arterial, es la


presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias.
Depende de la energía de la actividad del corazón, la elasticidad
de las paredes arteriales y el volumen y viscosidad de la sangre.

La presión máxima se produce cerca del final del latido de


expulsión del ventrículo izquierdo del corazón, y se llama máxima
o sistólica. Esta refleja el volumen de sangre circulante. Su
descenso puede deberse a una pérdida de sangre masiva, caso
del shock. La presión mínima se produce en la parte final de la
diástole ventricular, y se llama presión mínima o diastólica. Va a
reflejar el diámetro de las arterias, su descenso se debería a la
dilatación de las mismas y viceversa.

A la hora de aplicar unos primeros auxilios no nos va a ser posible


medir la presión arterial debido a que se requieren medios
materiales de los que se van a carecer. En estas situaciones nos
interesará conocer aquellos signos y síntomas que nos van a
indicar su alteración en determinadas circunstancias.

SIGNOS SÍNTOMAS
Nauseas
Palidez
Mareo
Vómitos
Somnolencia
HIPOTENSIÓN Taquicardia
Calambres musculares
Dificultad para hablar
Visión borrosa
Sudoración fría
Sensación de "un
vacío en el estómago"
Dolor de cabeza
intenso
HIPERTENSIÓN
Mareo

COLORACIÓN DEL ROSTRO.


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Dentro de la normalidad existe una gran variación, de unos


individuos a otros, en la coloración de la cara y de toda la piel del
cuerpo. No obstante, en los estados patológicos, las alteraciones
de la coloración, apreciadas con objetividad, pueden sernos muy
útiles para el diagnóstico.

COLOR SOSPECHAR:
Piel y - Hemorragia interna (si se
PALIDEZ
mucosas presenta de forma súbita)
- Shock, lipotimia, sincope, frío y
Solo piel
emoción.
- Intoxicación por CO, gas del
alumbrado y el ácido cianhídrico.
ENROJECIMIENTO
- Insolación
CIANOSIS, desde rojo - Insuficiente
oscuro al amoratado oxigenación de la
ICTERICIA, desde el - Alteración del hígado o vías sangre
amarillo al verde oscuro biliares

IV.- VALORACIÓN DEL ESTADO DEL


ACCIDENTADO: VALORACIÓN

PRIMARIA (el ABC) Y VALORACIÓN


SECUNDARIA.

VALORACIÓN PRIMARIA

El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el


paciente que pueden ser de utilidad para facilitar la correcta
actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y
precisa. Entendemos dos formas complementarias y consecutivas
de valoración: la primaria y la secundaria.

En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de


cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha de caer
en este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos
y de su realización puede depender la vida del accidentado.

La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el


auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que
vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente
dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la
vida del individuo, resumidos en el ABC:

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A.- AIRWAY ----------> Permeabilidad de las vías


aéreas, necesaria para que el aire llegue a los
pulmones.

B.- BREATHING -----> Existencia de respiración


espontánea.

C.- CIRCULATION --> Existencia de latido cardiaco


y ausencia de grandes hemorrágias.

La alteración de estos tres puntos se da en la parada


cardiorespiratoria, que será tratada posteriormente.

VALORACIÓN SECUNDARIA

Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones


(reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc..), si las hubo, se realiza la
valoración secundaria.

Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a cabeza,


tanto por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han de buscar:

• fracturas de miembros o de la columna vertebral,


• Golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda
que puedan producir hemorragias internas,
• Lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.

Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando


obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se
anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los
siguientes datos:

• Nombre y apellidos

• Edad o constantes vitales (pulso y respiración) enfermedades que


padezca o halla padecido
• Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..)
• Alergias a algún medicamento
• Si lleva algún informe médico encima
• Localización del dolor
• Hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas
o actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del
paciente a ellas,
• SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen,
o SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo
desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.

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ƒ SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos,


cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.

ASPECTOS JURÍDICOS RELACIONADOS CON EL SOCORRISMO.

Las siguientes preguntas podrían resumir


las preocupaciones de los socorristas
responsables :

• ¿Qué ocurriría si al atender a un accidentado agravo


su situación?,
• ¿Qué ocurriría si fallece al trasladarle?,
•¿Qué responsabilidad asumo si el resultado de mi actuación
es desgraciado?,
• ¿Qué pasaría si no atiendo a la víctima?.

Para hallar la respuesta a estas preguntas, el


socorrista debe conocer algunos aspectos de la
ley penal.

Según al articulo 1 del código penal, "Son


delitos o faltas las acciones u omisiones
dolosas o culposas penadas por la ley".

Vemos que para que exista responsabilidad criminal


y por tanto delito, el ser humano debe haber
actuado con dolo o con culpa, o sea, con intención o
con imprudencia, respectivamente.

Deseo expreso de causar un mal, con


Intención: conciencia y voluntad, sabiendo lo que se
hace y queriendo hacerlo.

Culpa o el individuo realiza una acción sin intención,


imprudencia pero actuando sin la debida diligencia,
causando un resultado dañoso, previsible y
penado por la ley.

Según lo expuesto, para que el socorrista incurra en


delito, cuando actúa en funciones propias del
socorrismo, o bien deberá causar un mal con
intención de hacerlo, o causará un mal sin intención,
pero omitiendo aquellos pasos, aquellas atenciones
indispensables que debe conocer inexcusablemente.

Concretando, diríamos que los delitos en que


puede incurrir el socorrista serían los
siguientes:

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1.- Omisión del deber de socorro :

Este delito está previsto y penado en el art. 489 bis,


párrafo 30 del código penal, con el siguiente
contenido: "El que no socorriere a una persona que
se hallare desamparada y en peligro manifiesto y
grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni
de tercera, será castigado con la pena de arresto
mayor y multa".

En la misma pena incurrirá el impedido de prestar


socorro, no demandare con urgencia el auxilio ajeno.
Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el
que omitió el auxilio debido, la pena será de prisión
menor.

Según este artículo, el delito se cometería de tres


formas distintas.

1. Cuando el socorrista omita la prestación de


socorro a una persona que esta desamparada
y en peligro manifiesto y grave. No hace falta
que la persona fallezca a consecuencia de la
situación en que se encuentra, el delito se
produce simplemente por no ayudarla.
2. Cuando el socorrista no puede prestar
auxilio personalmente, por alguna razón y
se queda de brazos cruzados, sin buscar
auxilio ajeno.
3. Cuando la víctima lo es por accidente
ocasionado por el que omitió el auxilio
debido, el propio socorrista.

Estos deberes de solidaridad comunes a todas las


personas, lo son mas fuertes para aquellos que
voluntariamente o por contrato asumen la función de
socorrer a las personas. Del socorrista no solo se va
a demandar la actuación, sino también el intento de
evitar el resultado que pueda producirse, así el
socorrista que contempla como una persona se está
ahogando y no actúa, por determinados prejuicios, o
por conocer en aquella persona a un enemigo, por
ejemplo, incurrirá en responsabilidad agravada por
"comisión, por omisión" reservada para quienes han
contraído la obligación legal
de socorrer, o han asumido voluntariamente ciertas
obligaciones, o han creado ellos la fuente del
peligro. No solo se exige actuar, sino además,
intentar evitar la producción del resultado lesivo.
2.- Omisión del deber de impedir a denunciar
ciertos delitos:

Este es otro delito por omisión que también


pretende proteger ese bien que es la solidaridad
humana. Según el artículo 338 bis.: "El que
pudiendo con su intervención inmediata y sin riesgo
propio a ajeno impedir un delito contra la vida o que
cause grave daño a la integridad, libertad sexual,
libertad o seguridad de las personas, se abstuviese
voluntariamente de hacerlo será castigado con las
penas de arresto mayor o multa o con ambas".

En las mismas penas incurrirá el que se abstuviese


de poner en conocimiento de la autoridad o de sus
agentes en el plazo mas breve posible. los hechos
delictivo a que se refiere el párrafo anterior. Vemos
como en este caso, la
ley solo castiga la pasividad; el individuo ante una
situación delictiva tiene que intervenir para evitarlo
y si no puede intervenir, tiene al me nos la
obligación de denunciarlo. La ley exige intervenir,
solo cuando no hay
riesgo; no es delito abstenerse cuándo hay riesgo
propio o ajeno lo cual es lógico ya que no se puede
pedir a una persona ( en nuestro caso a un
socorrista ), que sea un "superman".
3.- Denegación de auxilio:

Esta figura jurídica esta pensada para aquellas


personas que ostentan la condición de funcionarios
públicos y por tanto tienen mayor obligación de
intervenir que un ciudadano corriente.

El artículo 371 del código penal establece en su


párrafo segundo: "..en iguales penas incurrirá el
funcionario publico que requerido por un particular
a prestar algún auxilio a que este obligado por
razón de su cargo para evitar un delito u otro mal,
se abstuviera de hacerlo sin causa justificada".

Podría darse el caso de que un socorrista fuese


funcionario publico, si estuviese incorporado a la
administración por una relación de servicios
profesionales y retribuidos como tal.

4.- Delitos imprudentes:

Señalábamos al comienzo de este apartado la


diferencia entre intención e imprudencia, y
conveníamos que la imprudencia se produce
cuando la acción carecía deintención, pero no
se había puesto en ella la debida diligencia y
por eso resultaba un mal.

La imprudencia temeraria es un delito recogido en


el art. 565 del código penal y la imprudencia simple
se considera una falta prevista en los artículos 586
bis y 600 del mismo texto legal.

La distinción entre delito o falta no se mide en este


caso por la mayor o menor grave dad del resultado
producido, sino por la mayor o menor falta de
prevención y diligencia del sujeto.

Un socorrista incurrirá en imprudencia, por


ejemplo, al manipular inadecuadamente a un
herido cuyos síntomas indican que pueden sufrir
lesión de columna vertebral.

5.- Lesión por accidente:

Si de la actuación de un socorrista, se derivase una


situación lesiva para la víctima, sin culpa ni
intención, y habiendo adoptado los medios
necesarios para evitar el daño, no existirá
responsabilidad penal.

AHOGADOS

OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA:

MANIOBRA DE HEIMLICH.

AHOGADOS

Ahogamiento por asfixia o por inmersión, se produce porque un


medio líquido obstruye el paso del aíre al interior de la vías
aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:

Ahogamiento seco: Se produce un espasmo de la


glotis por Iaringoespasmo, por lo que el agua no
llega al interior del árbol bronquial; también se
denomina ahogamiento blanco, por el aspecto
pálido de la víctima.

Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a


los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo,
por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia en el
centro respiratorio de la Inspiración; se denomina
ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro
de asfixia por inmersión.

Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión


puede ser por:

Agua de mar, que es hipertónica, lo que provoca


paso de líquido hacía los bronquios y los alvéolos,
dificultando el intercambio gaseoso, llegando a la
muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema
pulmonar.

Agua dulce, que es hipotónica y pasa rápidamente


desde el alvéolo al torrente circulatorio, produciendo
hipervolemia y hemólisis, lo que ocasiona la muerte
por fibrilación ventricular, hipoxia y edema pulmonar.

Ahogamiento en piscinas, que es igual al del agua


dulce, con el agravante del cloro que produce acción
tóxica en la pared alveolar.

Ahogamiento en aguas contaminadas, que


presenta dos problemas añadidos; la contaminación
bacteriana y la química.

En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es


la hipoxemia arterial.

Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa


del pánico inhibe su respiración mientras lucha y se agita
violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras
pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la
misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y
aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados en
relación a la ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente
desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra
pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la
parada cardiaca. Pero como anteriormente hemos descrito, existe
el ahogamiento seco, en el que el laringoespasmo no permite la
entrada de líquido y la muerte se produce por ausencia de
ventilación e hipoxia.

En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad,


un cierto grado de hipotermia, que en cierta forma protege al
cerebro de la hipoxia; esto es importante, ya que no se debe
abandonar la reanimación de un ahogado basándose en su
frialdad.

En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento


principal que precipita la Inmersión; a menudo coexisten lesiones
cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a
consecuencias desastrosas.

VALORACION, SOPORTE y ESTABILIZACION.

• SACAR DEL MEDIO ACUÁTICO


• PERMEABILIZAR VÍA AÉREA
• INICIAR VENTILACIÓN/OXIGENACIÓN
• SI P.C.R., INICIAR R.C.P.
• MONITORIZACIÓN E.C.G.
• CONTROL SEGMENTO CERVICAL
• CUIDAR LA HIPOTERMIA

Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del


ahogamiento e iniciar prontamente las medidas de reanimación.

La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto


temprana como tardía. Por tanto, el primer objetivo en la
resucitación es corregir la hipoxemia y establecer la circulación ya
en el lugar del accidente.

Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar,


mediante las respiración boca-boca o la administración de altas
concentraciones de oxígeno, si se dispone de él, incluso en los
pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria.

Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar


a una reanimación cardiopulmonar básica completa.

Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de
los ahogados durante la resucitación.

Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de


proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si
existiera lesión de la columna cervical.

También es muy importante tener en cuenta que en presencia de


hipotermia, el tiempo convencional de límite de resucitación (30
minutos) debe ser ignorado hasta que la temperatura central
supere los 30ºC. En niños los límites con respecto a la
resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de
ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser
sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se
logre actividad cardiaca. La hipotermia hace extremadamente
irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones,
múltiples choques para revertir la fibirílaci6n hasta que la
temperatura alcance los 33-35ºC. Por todo ello, la monitorización
electrocardiográfica es necesaria durante el calentamiento.
Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son
ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser
abandonadas porque pueden provocar el vómito o la aspiración.
OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN OBJETO.

Cuando un objeto compromete la permeabilidad de la vía aérea


compromete la vida. En la reanimación cardiopulmonar veremos
la forma de abrir las vías en el caso de una víctima
supuestamente inconsciente, donde será la propia lengua del
accidentado la que impedirá el paso del aire. En este caso, va a
ser un objeto el que va a entorpecer el paso del aire hacia los
pulmones, pudiendo la víctima estar consciente o no.

Antes de continuar, recordemos por un momento la anatomía de


las vías respiratorias. Estas se dividen en dos partes: vías
respiratorias altas y bajas. La boca, nariz , faringe y laringe
constituyen las vías respiratorias altas. Traquea, bronquios y
bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se
localizan en las vías altas con lo que obstrucción es total. Una vez
que el objeto pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el
objeto suele alojarse en el bronquio derecho, permitiendo la
ventilación del izquierdo.

La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño suele ir


acompañada por el estado de consciencia de la víctima y la
ingestión accidental de un cuerpo, bien comida u otros objetos,
causa de la asfixia. Si estamos presentes observaremos como la
víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de
atragantamiento y asfixia. Si no estuviéramos presentes en el
preciso momento del atragantamiento la observación del lugar
puede darnos una pista de vital importancia (p.ej. un niño
desmayado junto a un bote de canicas). ¿Qué hacer entonces?.

NIÑO < 4 Años

En un niño menor de un año realizaremos la MANIOBRA DE


HEIMLICH adecuada a esta edad (Fig. 2). Le colocaremos a
horcajadas en el antebrazo del auxiliador, quién le dará cuatro
golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño
sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones
sobre la parte anterior del tórax, en mitad del esternón.
NIÑO > 4 Años y ADULTOS

En un niño grande o en un adulto, realizaremos la MANIOBRA DE


HEIMLICH para estas edades (Fig. 2). Esta maniobra pretende
desalojar cualquier obstáculo de las vías aéreas mediante un
brusco aumento de presión intratorácica. La maniobra de
Heimlich tiene diversas modalidades según esté la víctima de pie
o acostada.

* Si la víctima está DE PIE: el socorrista se colocará detrás de


ella, colocando los brazos por debajo de los de la víctima.
Seguidamente cerrará la mano alrededor del dedo pulgar en
forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la
mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La
otra mano la colocará sobre el otro extremo del puño. En esta
posición tirará bruscamente hacia él comprimiendo el abdomen
en sentido ascendente varias veces seguidas.

* Si la víctima está SENTADA: el socorrista se colocará detrás de


ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más
correcta, y procederá como en el caso anterior.

* Si la víctima está EN EL SUELO: el auxiliador lo estira boca


arriba, colocandose a horcajadas sobre sus muslos, con la palma
de la mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera.
De esta forma comprimirá hacia abajo y hacia la cabeza
bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza
de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.
En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces
seguidas y acompañandose de la búsqueda y retirada de objetos
de la boca.

Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera


inconsciente o tomara una coloración violeta practicaríamos
varias insuflaciones con la intención de alojar el posible objeto en
las vías bajas permitiendo una ventilación parcial. Si tras extraer
el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P. (Que
estudiaremos a continuación).

II. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP).

La vida se ve comprometida en cualquier situación en la que


exista una obstrucción de la difusión de gases, fracaso de la
bomba cardiaca o inadecuado transporte sanguíneo de oxígeno a
los tejidos. En estos casos es necesaria la intervención urgente.
El ABC de la asistencia de emergencia y el objetivo prioritario en
la evaluación y tratamiento para evitar la muerte del sujeto, reside
en:

A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías


aéreas.

B.- BREATHING -----> La facilitación de la


respiración.

C.- CIRCULATION --> La conservación de la


circulación.

JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE APRENDER LA RCP.

En la actualidad, prácticamente el 50% de los fallecimientos se


deben a enfermedades cardiovasculares, mientras que un 30% se
deben a traumatismos. En el primer caso afecta a personas en las
edades más productivas de la vida, entre los 35 y 60 años de
edad. El traumatismo supone la primera causa de mortalidad para
los menores de 40 años.

El 40% de las muertes producidas por enfermedades


cardiovasculares podrían sobrevivir con una correcta
Reanimación Cardio-Pulmonar antes de los 4 minutos.

El 60-70% de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular


tienen lugar fuera de los centros sanitarios. En un estudio
realizado en Navarra por Seron y Arbeola, la mortalidad por
infarto de miocardio en dicha región se produjo en el 61,1% de los
casos en el domicilio y en el 5,4% durante el transporte.

Estos datos avalan la necesidad de enseñar la maniobra de la R.


C. P. entre la población general.

BREVE FISIOPATOLOGÍA DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR.

Una parada cardio-pulmonar puede estar producida, o bien por


una parada cardiaca, o bien por una pulmonar.

* PARADA CARDIACA. Esta puede estar ocasionada por un


FALLO PRIMARIO DEL CORAZÓN, originado en él mismo, o por
un FALLO SECUNDARIO, originado en otro/s órgano/s o
sistema/s y que afecta al corazón como un órgano más.

* PARADA RESPIRATORIA (apnea). Las causas de una parada


respiratoria pueden ser de tres tipos: Neurológicas, Musculares y
Mecánicas. De forma desarrollada las causas de Asfixia pueden
ser:

1.- Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por


humo, gases tóxicos, etc..

2.- Obstrucción de las vías aéreas por:

• Cuerpos extraños
• Lengua retraída hacia la laringe
• Edema de las vías respiratorias
• Laringoespasmo
• Aspiración de contenido gástrico por vómito

3.- Secreciones en las vías aéreas en los casos de


semiahogamiento o edema pulmonar.

4.- Interferencia con la respiración por traumatismo


torácico o depresión del centro respiratorio mediante
fármacos o drogas.

5.- Interferencia con la circulación en casos de:


• Shock eléctrico
• Infarto de miocardio
• Envenenamiento por monóxido de carbono

DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO.

Se define una Parada Cardio-Pulmonar como el cese brusco de la


circulación sanguínea con la consiguiente interrupción del aporte
de oxígeno a los tejidos.

Para determinar la existencia de una Parada Cardio-Pulmonar


diferenciaremos la parada cardiaca de la pulmonar.

*Diagnóstico de una parada cardiaca:

• Pérdida brusca de la consciencia.


• Ausencia de pulsos en las grandes arterias
(carótida, femoral, humeral, etc.)

Son signos adicionales:

• la presencia de apnea (ausencia de


respiración) o patrón respiratorio ineficaz,
• cianosis (coloración azulada de la piel, sobre
todo en labios y zonas distales
• frialdad en las extremidades y,
• dilatación pupilar.

*Diagnóstico de una parada respiratoria:

A) Completa: - Ausencia de paso de aire

- No se oye flujo

- Dificultad para insuflar aire

- incapacidad para toser

- Escasa o nula expansión torácica

- Tiraje supraclavicular e intercostal

B) Parcial: - Ausencia de ruidos respiratorios

- Ronquido (hipofaringe)

- Estridor (laringe)

- Sibilancia (bronquial)

- Gorgoteo (cuerpo extraño)


- Si existe, capacidad para toser
ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP).

La RCP es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una


parada cardio-respiratoria, evitando que se produzca la muerte
biológica por lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro).
Pretendemos obtener un flujo sanguíneo suficiente para evitar la
muerte cerebral.

El conjunto de maniobra denominadas como RCP pueden


dividirse en tres grupos:

1º.- RCP Básica: No requieren medios especiales y


puede ser realizada por cualquier persona
debidamente preparada.

A- Permeabilidad de la vía aérea

B- Respiración boca a boca

C- Masaje cardiaco

2º.- RCP Avanzada: Requiere medios especiales


y es realizada exclusivamente por personal
sanitario.

a) Uso de drogas, líquidos de infusión


intravenosa, etc..

b) Monitorización del
electrocardiograma.

c) Desfibrilación.

3º.- RCP en cuidados intensivos: Orientada a la


recuperación cerebral.

a) Evaluación del paciente y de su


función cerebral.

b) Cuidados intensivos.
La RCP Básica.

Como comentamos al principio el ABC de la asistencia de


emergencia y objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento
reside siempre en:

A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas.


B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración.

C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.

Sobre estos tres pilares vamos a explicar la reanimación cardio-pulmonar.

Airway) Mantenimiento de la permeabilidad de la vía


aérea.

a) Colocación de la cabeza. Si la persona está


inconsciente, es probable que la lengua obstruya la
vía aérea impidiendo el paso de aire. Para evitarlo se
pueden realizar una de las siguientes maniobras:

- Hiperextensión Frente-nuca

- Hiperextensión Frente-mentón

- Triple maniobra

Las dos primeras maniobras realizan la hiperextensión del cuello


usando la frente y la nuca o el mentón como puntos de apoyo. La
triple maniobra realiza la apertura de la vía aérea, dislocando la
mandíbula inferior. Esta última maniobra se utiliza ante la
sospecha de fractura cervical.

b) Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar


manualmente con el "dedo en gancho", buscando posibles
objetos causa de obstrucción (chicles, caramelos). Así mismo se
retirará la dentadura postiza si existiera. Limpiaremos además, las
secreciones que se hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda
de gasas, pañuelos, etc.

Si tras la realización de estas actividades no se hubiera obtenido


una vía aérea permeable, es decir, que permita el paso libre de
aire, se ha de sospechar la existencia de uno o más objetos en la
garganta. Para solucionarlo se realizará la maniobra de Heimlich.
Si no se consiguió con estas maniobras una respiración
espontánea se ha de pasar al siguiente punto.

Breathing) Respiración
artificial.

La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta los
pulmones del sujeto que se encuentra en parada respiratoria.
Tres son las técnicas de respiración artificial: "boca a boca" (Fig.
3), mediante el uso de un ambú y mediante ventilación mecánica.

Se considera que la respiración "boca a boca" es idónea para la


actuación de primeros auxilios por:

a) Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000


c.c. en cada insuflación.

b) Permitir apreciar en todo momento la distensión


del tórax del accidentado, lo que nos indica que la
inspiración es buena o, en su caso, la existencia de
obstáculos a la entrada de aire en los pulmones.

TÉCNICA

Para realizar la respiración "boca a boca" o "boca a nariz" el


accidentado debe estar tendido boca arriba. Hiperextender el
cuello colocando, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o
toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra
las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz")
con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos
dedos de su mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella
hacia arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa
suavemente sobre el pecho del accidentado.

En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su


boca la del accidentado y le insufla el aire. A continuación, retira
su boca para permitir el vaciamiento de los pulmones. Si existiera
agua en los mismos la cabeza de la victima ha de estar
lateralizada para facilitar la salida de la misma. En cada
insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: a)
la elevación y descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3
cm.); b) al oír y sentir como sale el aire al exhalarlo la víctima
pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en sus propias vías
aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse.
Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de
16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de la
respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso no
fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración
espontanea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada
cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente.

Circulation) Masaje cardiaco.

El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta


de pulso y del latido cardíaco. Esta técnica se basa en la
posibilidad de comprimir el corazón contra la columna vertebral,
ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón (Fig.). Con
ello obligamos al corazón, que se encuentra parado y con sangre
en su interior, a expulsar la sangre y a llenarse después,
alternativamente, como si se realizara una contracción activa.

Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se


tumbará al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El
socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado, localizará la
punta del esternón y colocará el talón de una de las manos dos
dedos por encima de la misma (Fig.). Colocará el talón de la otra
mano sobre la primera entrecruzando los dedos; las palmas de
las manos no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos
estarán rígidos, sin doblar. En esta postura el socorrista deja caer
el peso de su propio cuerpo comprimiendo el esternón de 4 a 5
cm. Haciendo fuerza solo y exclusivamente sobre el talón de la
mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión
para permitir que el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones
se realizarán de forma rítmica, contando "y uno, y dos , y tres, y
cuatro,..". Se continuará hasta que aparezca pulso.

Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje


cardiaco se realizarán ciclos de 15 compresiones, dos
ventilaciones, hasta un total de cuatro, momento en el que se
valorará la existencia de pulso carotideo. Intentamos obtener de
80 a 100 compresiones por minuto.

Secuencia de actuación

(¡AVISO! Contiene imágenesde diverso


tamaño)

CUANDO NO REALIZAR LA R.C.P.

- Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal


con salida de masa encefálica.

- Evolución terminal del paciente (medio hospitalario).

- Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la


parada cardiaca, a excepción de niños, ahogados, electrocutados
y accidentados hipotérmicos.

CUANDO SUSPENDER LA R.C.P.

- Cuando se obtenga respiración y circulación espontanea.

- Enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio


hospitalario).

- Confirmación de haber iniciado la R.C.P. diez minutos después


de la parada a excepción de niños, ahogados, electrocutados y
accidentados hipotérmicos.

I.- LIPOTIMIA O DESMAYO:

Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría de


las veces es producida por un descenso de la tensión arterial. Es
decir, la lipotimia se produce porque no le llega suficiente sangre
al cerebro.
Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza,
sensación de pérdida de conocimiento, malestar, vértigo, náuseas
o vómitos, visión borrosa, zumbidos de oídos, palidez y
sudoración fría.

Actuación:

• acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego sanguíneo


cerebral),
• aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc,
• si está inconsciente: NO darle NADA de beber,
• si no se recupera: traslado urgente.

II.- ATAQUES DE ANSIEDAD Y DE EPILEPSIA.

ANSIEDAD

La ansiedad es una emoción que surge ante cualquier situación o


sensación de amenaza o agresión a la identidad del yo personal.
Puede aparecer en gran variedad de circunstancias, desde la
normalidad a la patología. Según Freud (en 1926), la ansiedad
normal sería "la ansiedad en relación con un peligro conocido".

Los ataques de ansiedad o reacciones ansiosas agudas, son


reacciones de gran intensidad que surgen en relación con
circunstancias inusuales y muy traumáticas: catástrofes naturales
(terremotos, inundaciones), incendios, guerras, etc.

Los signos y síntomas que presenta el individuo que sufre el


ataque son: temblor generalizado, sudoración, taquicardia o
palpitaciones, disnea, mareo o sensación de inestabilidad.

Actuación:

- comunicarle a la persona que sufre de ansiedad


que no está sola y que le vamos a ayudar,
- cuando exista hiperventilación (respiración
superficial y rápida), es eficaz utilizar una bolsa de
papel para que la persona respire en su interior.
- estimular a la persona a que respire lentamente,
que cierre los ojos, durante al menos 15 minutos.
- si no cesa la crisis, convendrá trasladarle a un
centro médico.

EPILEPSIA

La epilepsia puede definirse como un trastorno transitorio de la conciencia o de


la función motriz, sensitiva o vegetativa, con o sin pérdida de la consciencia.
El cuadro clínico se caracteriza por la aparición repetida de crisis
cerebrales que van acompañadas de espasmos generalizados
(convulsiones) o limitados, o bien cursan sin espasmos. Estos
ataque suelen ir acompañados de amnesia (pérdida de memoria),
relajación de esfínteres y mucha salivación.

Actuación:

• dejar al paciente donde está, mejor echado,


• despejar la zona en la que se encuentra el sujeto de objetos con los que
pudiera hacerse daño (mesas, sillas, etc),
• NO sujetarlo si tiene movimientos convulsivos,
• si ya tiene la boca cerrada, NO intentar colocar un objeto entre sus
dientes,
• NO darle de beber,
• NO trasladarle en pleno ataque,
• NO intentar la respiración artificial y
• si se trata de un paciente que NUNCA ha padecido ataques epilépticos,
trasladarlo a un centro médico finalizada la crisis.

III.- HERIDAS.

III.I. MORDEDURAS Y PICADURAS

A. MORDEDURAS

DE
SERPIENTE
DE ARAÑAS
DE MAMÍFEROS

DE
PERSONAS
DE
PERROS
DE GATOS

B. PICADURAS

DE INSECTOS
PECES
VENENOSOS,
ERIZOS Y MEDUSAS
ESCORPIONES

III.- HERIDAS.
Se pueden presentar dos tipos de heridas: las cerradas o contusiones
(cardenal) y las abiertas, en las que existe rotura de la piel.

Las heridas se van a caracterizar por la aparición de dolor, que


dependerá fundamentalmente de la zona afectada y de la
extensión de la herida; o
de hemorragia.

Actuación:

• lavarse las manos,

• cortar la hemorragia (como


veremos posteriormente),

• limpiar la herida con agua y jabón o con


agua oxigenada, intentando extraer todos
los cuerpos extraños que puedan hallarse
en la herida,

• vendar la herida, mediante vendas, apósitos, y


si no se dispone de ellos, con trozos de
toallas, sábanas, procurando que estén lo
más limpios posible,

• dependiendo de la gravedad de la herida así


como del grado de suciedad, se le trasladará
o no al centro médico.

III.I. MORDEDURAS Y

PICADURAS. A. MORDEDURAS.

MORDEDURA DE SERPIENTE

Las mordeduras de serpientes en estas latitudes climáticas no son


venenosas, a menos que se trate de una víbora. Éstas son poco agresivas y
no muerden, a menos que se las moleste o pise.

Medidas de prevención y
tratamiento

El veneno es inoculado a la herida mediante los colmillos que son


huecos, extendiéndose rápidamente por el organismo. Estos colmillos
pueden ser fijos o retráctiles. El veneno que inoculan puede ser
hematotóxico o neurotóxico.

Veneno hematotóxico

Signos y síntomas:

o Dolor inmediato en la zona afectada.


o Edema (comienza tempranamente y puede abarcar toda la extremidad)
o Petequias y equimosis
o Posibles signos y síntomas sistémicos: debilidad y fiebre, náuseas, vómitos,
hormigueos y entumecimiento peribucal, ergusto metálico y fasciculaciones
musculares.
o Posible hipotensión, hemorragia extensa, choque y edema pulmonar.

Veneno neurotóxico

Signos y síntomas:

o No hay signos ni síntomas locales y el cuadro sistémico tal vez no aparezca


inmediatamente en caso de intoxicación grave.
o Los signos y síntomas posibles y que aparecen después de varias horas incluyen
aprensión, inquietud, disnea, náuseas, sialorrea, vómitos y debilidad.
o Parálisis bulbar, que aparece en 4 a 7 horas.
o Parálisis difusa, que surge en 1 a 2 horas.
o Los signos y síntomas evolucionan rápidamente y pueden ocasionar parada
respiratoria.

Actuación:

• El colapso es el peligro inmediato, sobre todo en los niños.


• El sujeto mordido debe evitar todo esfuerzo o movimiento, se le debe tender y
evacuar en posición horizontal.
• No dar nunca de beber (y menos alcohol).
• Valore a menudo el estado cardiovascular, respiratorio y neurológico del
individuo y mida sus signos vitales cada 15 minutos. Si entra en parada
pulmonar o cardiocirculatoria inicie la R.C.P.
• Mida la circunferencia de la herida periódicamente para detectar el edema en
aumento.
• Mida el pulso en todas las extremidades edematosas.
• Limpie la herida
• El uso del torniquete presenta grandes riesgos, es mejor no utilizarlo.
• Si la mordedura está localizada en un miembro, se puede colocar justo por
encima de la herida una ligadura ancha ligeramente apretada.
• Traslade a la víctima a un centro hospitalario.

El auxiliador no tomará la responsabilidad de poner él mismo una inyección


antivenenosa, a menos que se dé esta doble consición:

• es imposible recurrir rápidamente a un médico

• la persona mordida, diez minutos después de la mordedura debe ser


conducido a un hospital lo más pronto posible.

MORDEDURAS DE ARAÑA

La mordedura de araña en humanos se produce en el mayor número de ocasiones de


forma accidental y, frecuentemente, pasa desapercibida en un primer momento, ya que
el accidentado suele relacionarla con la picadura de algún insecto u otra causa
desconocida.
En nuestro país se estima que existen más de 1700 especies diferentes de
arañas, aunque sólo tres de éstas pueden considerarse peligrosas para el
hombre la "araña marrón" (Loxosceles rufescens), la "viuda negra" (Latrodectus
tredecimguttatus) y la "tarántula" (Lycosa tarentula fasciventris).

Identificación de la lesión

La mordedura suele situarse en extremidades superiores e inferiores e


incluso en genitales. Las señales que la identifican son dos puntos
separados menos de 6 mm. Estas dos micropunciones están enrojecidas,
a veces dolorosas y con picor.

Araña marrón Viuda Tarántul


negra a
EFECTOS LOCALES

Araña marrón Viuda negra Tarántul


a
Edema X X
Necrosis local X X X
Ulcera local X
Costrosa X
EFECTOS SISTÉMICOS
Hipermermia X
Mialgias X
Hemólisis
Coagulación X
Intravascular
Disemminada
Dolores en ganglios X
y adenopatía
Contractura X
s
musculares
Nauseas y vómitos X

Actuación:

Siempre que sea posible es importante identificar el ejemplar que


ha producido la lesión, para valorar si es venenoso.

• Tranquilizar a la víctima y acompañantes. Las picaduras tiene


tratamiento.
• Mantener a la víctima en reposo y en una postura cómoda.
Evitar movimientos innecesarios.
• Si es necesario por estados de angustia o nerviosismo
inmovilizar la zona afectada en posición funcional.
• Ante la tumefacción o edema del miembro afecto, elevarlo
• Si es posible, lavar la zona con agua y jabón.
• NO UTILIZAR desinfectantes o antisépticos QUE
COLOREEN la zona enmascarándola.
• Traslado a un centro sanitario.

b) MORDEDURAS DE MAMÍFEROS.

Las mordeduras de los animales (ser humano incluido) son peligrosas


por el riesgo de trasmitir enfermedades tales como la rabia, tétanos u
otras infecciones. Toda mordedura de animal se debe mostrar al médico.

Si se sospecha que un animal doméstico (perro, gato, caballo,


ganado, etc..) está afectado por la rabia, hay que esforzarse en
capturarlo vivo y llevarlo al veterinario.

Se puede haber cogido la rabia sin haber sido mordido: un simple contacto es
suficiente;
la lamida de una animal o la manipulación de su cadaver

pueden trasmitirla. MORDEDURAS DE PERSONAS:

Información general

o Son las más peligrosas de todas las mordeduras de mamíferos,


por las posibles complicaciones graves que son la consecuencia
de infecciones producidas por los microorganismos infectantes
que son habitualmente Staphylococcus y Streptococcus.
o Más frecuentes en las manos, porque son consecuencia de
peleas y luchas, y pueden causar desgarros profundos que
alteran aponeurosis, tendones y articulaciones. Si ocurren
cuando el puño está cerrado la piel desgarrada se retrae y
retorna a su posición original, y hace que la saliva penetre en
los planos profundos.
o Posible retraso a la hora de pedir ayuda sanitaria por

vergüenza. Signos y síntomas

ƒ Desgarro con cantidades importantes de tejido desvitalizado.


ƒ Formación de hematoma.
ƒ Posibles lesión por aplastamiento.
ƒ Posible amputación.
ƒ Posible infección, y entre sus signos tempranos están
enrojecimiento, calor, dolor al tacto, hinchazón y un exudado
grisáceo fétido.

Actuación.

• Limpie y lave la herida.


• Traslade al herido a un centro sanitario.
MORDEDURAS DE PERROS

Información general

o Más comunes en las extremidades, cabeza y cuello.


o Casi todas las mordeduras son por razas de gran tamaño, de forma que
son
frecuentes heridas graves.
o Por lo regular es bajo el índice de infecciones

concomitantes. Signos y síntomas.

ƒ Los signos y síntomas varían desde contusiones y desgarros


superficiales, hasta lesión grave por aplastamiento, heridas por punción
profunda, y pérdida de tejidos.

Actuación.

• Cohiba la hemorragia si es necesario.


• Sostenga e inmovilice las zonas lesionadas.
• Limpie la herida.
• Averiguar el estado vacunacional Si se desconoce y se ha inmovilizado
al perro llevarlo a la perrera para observación.
• Traslado de la persona mordida a un centro sanitario.

MORDEDURAS Y ARAÑAZOS DE GATOS


Información general

o Por lo general no son tan graves como las mordeduras de perros.


o Existe un 30% de posibilidades de infección.

Signos y síntomas.

ƒ En forma típica, heridas pequeñas, penetrantes y profundas que alteran


tendones y pueden llegar a espacios articulares. Los arañazos pueden
ser profundos.

Actuación.

• Limpiar la herida con jabón.


• Trasladar al herido a un centro sanitario.

Hay que estar alerta despues de la aparición de fiebre por arañazo de gato. Su
periodo de incubación es de 3 a 10 días y en la piel de la persona pueden
surgir pápulas dolorosas, con linfadenopatía dolorosa, cefalea, fiebre, malestar
y eritema. El cuadro no tiene tratamiento, pero desaparecerá en unos meses.
B. PICADURAS

PICADURAS DE INSECTOS

Las picaduras de insectos pueden llegar a ser graves debido a la reacción del
organismo al veneno, por la trasmisión de una enfermedad o por infección de la
herida, favorecida por haberse rascado. Es por ello que a las personas
alérgicas a los venenos de los insectos les puede ser útil llevar algún
medicamento autoinyectable prescrito por su médico, para evitar el shock.

PICADURAS DE ABEJA O DE AVISPA.

• Si el aguijón permanece en la piel (abeja sobre todo),


retirarlo con unas pinzas pequeñas (como las de depilar,
por ejemplo) y poner sobre la picadura una compresa con
amoníaco rebajado, hielo o vinagre. Si la región afectada se
hicha mucho o está muy
dolorida, llevar al sujeto al médico.

• Una picadura en la boca o garganta de una persona alérgica


puede dificultar la entrada de aire en los pulmones como
consecuencia del edema. En estos casos puede ser útil el
hacer chupar un cubito de hielo al accidentado durante el
traslado urgente al centro hospitalario.

• En los casos graves, se deben vigilar las posibles


alteraciones que se produzcan en las constantes vitales.

PICADURAS DE MOSQUITOS.
Los mosquitos deben ser eliminados o alejados mediante los medios
individuales (aerosoles, insecticidas eléctricos, etc.) y colectivos, ya que una de
sus especies propaga el paludismo. La protección colectiva consiste en el
secado de todo pequeño charco de agua estancada y en la desinsectación de
charcas. En el interior de la casa se pulveriza el techo con un insecticida
(aproximadamente 3 meses de eficacia).

PICADURAS DE PULGAS O DE PIOJOS.

Las picaduras de pulgas y piojos son peligrosas en los grandes


desplazamientos de la población, en donde las condiciones de higiene son
malas (guerra, éxodo). Pueden provocar enfermedades graves. Las pulgas
pueden transmitir la peste, y los piojos del cuerpo, el tifus.

Los piojos del cuerpo no viven en la piel, sino en la ropa; pulverizando los
vestidos se logra destruirlos. El frío mata los piojos.

Los piojos de la cabeza son frecuentes en los niños. Es por ello que se
aconseja inspeccionar minuciosamente el cabello de los niños, al menos una
vez por semana. Las liendres se ven fácilmente al utilizar un peine fino para
peinar el cabello.
PICADURAS DE PECES VENENOSOS, ERIZOS Y
MEDUSAS.

Las picaduras de ciertos animales venenosos, tales como los peces araña,
escorpenas, rayas, erizos o un simple contacto (medusa), son generalmente
muy dolorosas y pueden acarrear reacciones generales.

Los signos y síntomas que la persona puede presentar son: dolor, intenso
picor, eritema y edema de la zona afectada.

Actuación:

• Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión.


• Tranquilizar al afectado y acompañantes.
• Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda,
evitando movimientos innecesarios.
• Intentar retirar la espina, pincho, o restos de medusa (protegiéndose los
dedos)
que hubiesen en la piel.
• Lavar la zona afectada con agua de mar, jamás con agua dulce. Si
hubiera oportunidad se recomienda irrigar la zona con vinagre ( o
amoníaco rebajado en agua) o alcohol isopropílico al 60%. El agua
dulce y cualquier otra solución a excepción de las citadas, en caso de
picadura de medusa, puede producir la descarga de los nematocistos
clavados en la piel, por cambios en la osmolaridad
.
• Si fuera posible, aplicar frío, no directamente, durante al menos 15
minutos. Se podrá repetir la misma operación si no cediese el dolor,
otros 15 minutos.
• No frotar la zona con objetos ni tocarla con las manos.
• Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico.
• Se debe prestar especial atención a personas con antecedentes
alérgicos, con afectaciones cardio-vasculares o respiratorias, así como a
aquellas sensibilizadas anteriormente, debido a que pueden presentar
complicaciones importantes.
• Trasladar a un centro sanitario.

PICADURA DE ESCORPIÓN

Los escorpiones pertenecen al subreino de los


Metazoos
.

En nuestro país existen cuatro especies


diferentes de escorpiones, y de estas tan solo
una, el Buthus occitanus (esta especie se
encuentra en las siguientes regiones: norte de
África, sur de España, sur de Francia,
Turquía, Grecia y en algunas islas del Mar
Mediterráneo), se debe considerar peligrosa
en caso de picadura.

Este escorpión también llamado escorpión


amarillo o alacrán es de coloración pardo-
amarillenta, posee una grandes pinzas y la
cola es más larga que el resto del cuerpo..

En el resto de las especies su picadura tan


Buthus occitanus solo puede producir una reacción local y no en
todos los casos. Los escorpiones habitan en
lugares secos y pedregosos encontrándose en
prácticamente todo el país.
La picadura de escorpión en humanos se produce en el mayor número de
ocasiones de forma accidental en las extremidades superiores al levantar una
piedra o tronco caído, lugar donde suelen dormir durante el día al ser
animales de vida nocturna.

Identificación de la lesión

Las picaduras de escorpión se identifican mediante la existencia de una


micropunción con mácula o pápula eritematosa de unos 4 a 6 cm de diámetro
aproximadamente, con un punto central rasgado en el que puede aparecer un
foco necrótico con posterior formación de escara.

También aparece dolor de diversa intensidad que suele irradiarse, e incluso se


puede llegar a presentar parestesias (pérdida de sensibilidad). La duración del
dolor puede durar desde una horas a varios días. La inflamación suele
acompañarse de edema y tumefacción en el punto de inoculación y zona
adyacente. Algunas reacciones generales que pueden presentarse son:

Sudoración profusa X
Sialorrea (salivación X
profusa)
Hipotensión X
Taquicardia y/o X
alteraciones del ritmo
cardiaco
Vómitos X
Disnea X

Anteriores picaduras en un mismo sujeto pueden facilitar reacciones


de tipo anafiláctico.

Actuación:

• Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión.


• Tranquilizar al afectado y acompañantes.
• Valorar los signos vitales, frecuencia cardíaca, respiratoria, coloración,
etc.
• Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda,
evitando movimientos innecesarios.
• Mantener la zona afectada en posición funcional, inmovilizándola si
existen estado de angustia o nerviosismo.
• Lavar la zona afectada con agua y jabón.
• Es recomendable no utilizar desinfectantes o antisépticos que
puedan enmascarar la lesión con su color.
• Si fuera posible, aplicar paños con agua caliente a la temperatura
máxima que pueda tolerar el paciente.
• Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico.
• Ante tumefacción o edema, elevar la zona afectada.
• Trasladar a un centro sanitario.
IV.- HEMORRAGIAS Y SHOCK HIPOVOLÉMICO.

Se habla de hemorragia cuando se produce una salida de sangre


fuera de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de
los mismos, en cualquier parte del cuerpo.

Según sea o no visible la salida de la sangre, las hemorragias


pueden ser: externas (vemos salir la sangre de la herida) o
internas (no vemos salir sangre).

Actuación (hemorragia externa):

• aflojar la ropa,

• averiguar de dónde sale la sangre, quitando la ropa y


limpiando la sangre o suciedad,
• comprimir directamente la herida con un paño limpio,
y elevar el miembro afecto (si la hemorragia se
produce en el brazo o la pierna).

• si no cesa, buscar y comprimir la arteria de referencia,

• excepcionalmente, si la vida del paciente está en peligro,


debe colocarse un torniquete.

El Shock

La pérdida abundante de sangre (no siempre visible), el frío, el


miedo, golpes recibidos durante el accidente y ciertas
enfermedades, en particular las cardiacas, repercutirán en la
circulación sanguínea.

En cualquiera de estas situaciones el herido puede estar pálido,


tener frío, sus extremidades se enfrían (pies, manos, orejas,
nariz); está angustiado, tiene sed. La presión sanguínea se
reduce en las arterias, el corazón late más deprisa y con menos
fuerza; el pulso radial es débil y rápido (más de 100
latidos/minuto), imposible o muy difícil de palpar: es el SHOCK
(también conocido como choque o colapso).

Se define el shock como un estado de insuficiencia circulatoria


periférica aguda causada por la alteración de la regulación
circulatoria o pérdida de líquido circulante. Los signos y síntomas
(ya comentados) van a ser:

• la víctima está pálida (observar sobre todo la mucosa del interior de los
labios y el interior del párpado inferior);
• tiene frío, las extremidades se han enfriado (manos, pies, orejas, nariz)
y puede tiritar;
• el pulso está acelerado y es difícil de localizar a nivel de las
pequeñas arterias; si no se encuentra en la muñeca hay que buscarlo en
el cuello (carótida), o en la ingle si la víctima va poco vestida.

La observación de un solo signo de los mencionados


anteriormente debe hacernos actuar.

Actuación:

• tumbar a la víctima en posición horizontal (de espaldas si


está consciente, o en PLS si está inconsciente); en esta
posición la sangre circula mejor y puede aportar oxígeno al
cerebro;

• elevar las piernas al herido echado de


espaldas; buscar una hemorragia externa (oculta a
veces por la ropa, sobre todo en invierno o tiempo
frío) y detenerla;

• interrogar al herido o a los presentes (un golpe, incluso


poco violento, puede provocar una hemorragia interna); la
víctima puede verse afectada por una enfermedad
cardíaca y sufrir dolor torácico;

• arropar a la víctima y evitar cualquier movimiento;

• avisar a los servicios sanitarios, pues el tratamiento del


shock necesita cuidados médicos especializados. El
transporte debe hacerse bajo vigilancia médica;

• la colocación del herido en la camilla y el transporte del


mismo deberán hacerse siempre con la víctima en posición
horizontal.

I.- INTOXICACIÓN POR GASES.

Una persona puede envenenarse al inhalar algún tipo de gas


tóxico de los cuales, existen diferentes especies provenientes
cada una de diferentes fuentes. Pueden citarse, por ejemplo, el
gas de uso general, los refrigerantes (amoníacos, anhídrico
sulfuroso), los agentes anestésicos (éter, cloroformo, óxido
nitroso), solventes (tetracloruro de carbono, tricloroetileno),
monóxido de carbono, etc.

El monóxido de carbono es un gas letal que aparece como


resultado de la combustión incompleta de sustancias que
contiene carbono, y su peligro está en que no se huele, por lo que
no se detecta. Una concentración peligrosa de monóxido de
carbono puede producirse en el interior de una casa con
calefacción sin ventilación adecuada, en una cochera en la que se
ha puesto en marcha el vehículo. También en un edificio en llamas,
en el que la concentración de monóxido de carbono llega a tener un
nivel letal en tanto disminuye el oxígeno del aire.

Los síntomas vendrán dados por irritación de mucosas, tos,


ronquera, dificultad respiratoria, intranquilidad, ansiedad,
confusión, desorientación, trastornos de la capacidad de juicio,
coloración cutánea azulada, etc.

Actuación:

• tomar medidas de precaución como, por ejemplo, portar


máscaras con aporte de oxígeno, no llevar cerillas,

• ventilar la estancia, si es posible, nada más llegar, llevar al


intoxicado a un ambiente donde pueda respirar aire fresco y
desvestirle,

• acostar al accidentado sobre un lado (decúbito lateral), con


el tronco elevado unos 45º, y mantenerle en reposo
absoluto,

• si se posee equipo de administración de oxígeno,


administrarlo al 100% y a alto flujo,

• taparle con una manta,

• si parada respiratoria, efectuar respiración artificial,

• trasladar al accidentado al centro médico más cercano.

II. - QUEMADURAS.

Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos


calientes, productos cáustico, electricidad y por el sol.

Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres


tipos:

1. primer grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento),


2. segundo grado: aparecen ampollas en la piel, y
3. tercer grado: existe destrucción de los tejidos y la piel está
carbonizada.

Actuación en quemaduras de:

Primer grado

• refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una


temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados.
• beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de
las producidas por el sol durante el verano.
Segundo grado

Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en


una puerta de entrada para los microorganismos. Siempre se ha
de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5
minutos, posteriormente, según el estado de las ampollas se
actuará de una u otra manera.

Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño


limpio o compresa estéril.
Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar
antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la
piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una
cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección.

Tercer grado

• apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a


mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse,
• lavar la zona afectada con abundante agua durante al
menos 5 minutos,
• NO retirar los restos de ropa,
• NO se deben reventar las ampollas que aparezcan,
• NO dar pomadas de ningún tipo,
• envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o
sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua,
• trasladar al paciente con urgencia hasta un centro
hospitalario.

La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo


con el calor.

Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen


accidental, laboral o domestico, especialmente en niños.

Los principales orígenes son: Fuego

Líquidos

Químicos

Eléctricos

Radiaciones

Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en


otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo
térmico. Conociendo adecuadamente la etiología y la fisiopatología del
quemado podremos estar en capacidad de hacer un tratamiento preventivo de
las múltiples complicaciones y secuelas que pueden presentarse en estos
pacientes.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-
3 milímetros y es una barrera impermeable que también contribuye a la
termorregulación. Se compone de dos capas: epidermis y dermis. La primera
es la más externa; la segunda contienen tejido conjuntivo, vasos sanguíneos
que aportan los nutrientes para la epidermis, folículos pilosos, glándulas
sebáceas y sudoríparas y fibras nerviosas periféricas transmisoras del dolor.

Precisamente estas fibras son las que se estimulan en las quemaduras


superficiales, transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que se
produce y las que se destruyen cuando la quemadura es profunda,
desapareciendo por tanto dicha sensación dolorosa.

Como en el caso de todos los pacientes traumatizados, las prioridades son


mantener la permeabilidad de la vía aérea, asegurar el intercambio de gases y
restaurar el volumen intravascular. Una prioridad adicional en pacientes con
lesiones térmicas evidentes es detener el proceso de la quemadura,
representada por la eliminación de los vestidos, en particular los de fibras
sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados períodos de
tiempo después de haberse extinguido las llamas.

VALORACIÓN:

Se realiza en base a dos parámetros:

Extensión de la superficie corporal


quemada y

Grado de profundidad de la
quemadura.
EXTENSION: Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad
de una quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la
regla de los nueve de Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del
adulto en 11 áreas, cada una de las cuales supone el 9%, o un porcentaje
múltiplo de nueve, con relación a la superficie corporal total. De esta forma se
estima que:

Cabeza y cuello: son,


aproximadamente, un 9%

Cada extremidad superior: 9%

Cara anterior de tórax y abdomen:


18%

Espalda y nalgas: 18%

Cada extremidad inferior: 18%

Genitales: l%
En el niño la proporción es distinta y sé le otorga a la cabeza un 18% y a cada
extremidad inferior un 13%, siendo el resto igual.

Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano


supone un 1% de la superficie corporal total.

PROFUNDIDAD: Directamente relacionada con la temperatura del agente y el


tiempo de duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer,
segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad de tejido destruido.

Primer grado: destruye solamente la epidermis y se


expresa, típicamente, por un eritema que palidece a
la presión, es dolorosa y no se asocia con evidencia
de desgarro de la piel ni formación de ampollas.

Segundo grado: destruye la epidermis y un espesor


mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos
grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado
o rojo, con presencia de vesiculación de contenido
plasmático y tienden a una epitelización espontánea.
Son dolorosas.

Tercer grado: destruyen todo el espesor de la piel


y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen
posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto
es pálido y se aprecian pequeños vasos
coagulados. Son indoloras y no palidecen por la
presión.

En caso de duda entre el 2 y 3 grado, en las primeras existe dolor intenso y en


las otras anestesia local, por destrucción de las fibras sensitivas.

Para la evaluación de una quemadura también entran en juego otros factores


como la edad, el agente causante o zonas especiales, entre ellas la cara, los
pliegues, las manos y los genitales.
Dependiendo de la localización, profundidad y extensión se hace el pronóstico:

- Quemadura grave:

Hasta 25% de superficie corporal total


(SCT) de grados 2 o 3 grado, en
edades de 0 a 14 años.

Hasta 35% de SCT de 2 y 3 grado, en


adultos.

Quemaduras pequeñas con: lesiones


por inhalación, lesiones significativas
preexistentes, enfermedades previas
significativas, quemaduras profundas
que afecten a cara, ojos, periné, mano
y pie.

- Quemadura moderada:

Entre 15 y 25% de SCT de 2 grado, en edades


hasta los 14 años.

Entre 20 y 31% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.

Quemadura pequeña por alto voltaje.

Quemaduras térmicas o químicas limitadas al ojo.

- Quemadura leve:

Hasta 15% de SCT de 2 grado, superficial hasta los


14 años.

Hasta 10% de SCT de 2º grado, profundo y hasta


20% de SCT de 2 grado superficial en adultos.

Una vez calculada la extensión, profundidad, localización, zonas especiales y


algunos aspectos importantes dentro de la localización; como quemaduras
circulares de las extremidades, quemaduras faciales con compromiso de
mucosa nasal u oral, se llega al diagnóstico definitivo de la lesión anotando:

quemadura grado II o grado III.

agente causante.

localización: cara, cuello, tórax, extremidades.


zonas especiales.

riesgo de quemaduras respiratorias.

lesiones asociadas como fracturas, trauma, etc.

El pronóstico vital de un quemado se refiere a la posibilidad de supervivencia y


está directamente relacionado con la extensión y profundidad de la quemadura.
El pronóstico de secuelas está principalmente relacionado con la localización
de las quemaduras, por ejemplo, secuelas en cara, manos y pliegues, son más
incapacitantes que retracciones o bridas localizadas en otras zonas corporales.

SOPORTE VITAL

El tratamiento inmediato del quemado es muy similar al que se realiza con el


paciente politraumático, aunque con algunas peculiaridades que es importante
conocer ya que son totalmente específicas de este tipo de pacientes. Lo
primero que tenemos que hacer es parar el proceso de la quemadura, se
evacuará al paciente del lugar del siniestro, controlando todos los restos de
llamas que existan en sus ropas, procediendo inmediatamente a desvestirlo.
Aplicaremos agua sobre la superficie quemada, limitándose al empleo de agua
fría a pequeñas áreas durante periodos de tiempo no superiores a 5 o 10
minutos para evitar la hipotermia. A continuación manejaremos al paciente
como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la vía aérea y su estatus
ventilatorio.

Buscaremos signos clínicos de obstrucción de la vía aérea y/o de quemadura


inhalatoria, ya que el retraso en su detección hace que el manejo de la vía
aérea sea muy difícil o, a veces, imposible. A todo paciente con quemaduras
extensas o que se asuma que haya inhalado "humos" se le administrará
FiO2
45%. Si el paciente presenta pérdida de vello nasal, quemaduras faciales, de la
úvula, orofaríngeas, de la vía aérea superior y ha sido encontrado en área
cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación.

En cualquier persona con quemaduras extensas, que interesen el 30% de su


superficie corporal total, se establecerán inmediatamente medidas de soporte
hemodinámico. Se eligirán venas periféricas de calibre grueso en las
extremidades superiores, incluso si están afectados. Una medida prudente es
la colocación de una sonda vesical para medir la diuresis horaria y detectar la
presencia de mioglobina o hemoglobina en la orina.

La fluidoterapia se basa en la administración de solución Ringer-Lactato a ritmo


rápido, puesto que la pérdida de la cubierta cutánea desequilibra el medio
interno produciendo una gran pérdida de plasma, agua y electrolitos.

Otro aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación según la


valoración inicial. Se administra generalmente Meperidira o Morfina siempre por
vía parenteral. Xeperidina 1 amp. de 100 mgr diluida hasta alcanzar 10 cc.
Aplicar 20-30 mgr I.V. hasta control del dolor, si es necesario repetir 2 o 3
bolos. También se puede utilizar 1-3 mgr de Morfina I.V, que generalmente
produce analgesia y sedación. Si es necesaria una mayor sedación se puede
administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes muy ansiosos.

EVACUACION DEL FOCO TERMICO

PARAR EL PROCESO DE LA QUEMADURA

DESVESTIRLO

AGUA FRIA DURANTE 5-10 MIN. (Apósitos húmedos)

RINGER-LACTATO A PERFUSION RÁPIDA

OXIGENO 45% SI PRECISA

ANALGESIA / SEDACION SI ES NECESARIO


En quemados con afectación de más del 20% de su extensión corporal debe
prevenirse la presencia del shock.

Una vez estudiada las generalidades del paciente quemado, a continuación se


desarrollan las diferentes etiologias.
QUEMADURA INHALATORIA:

La quemadura inhalatoria representa un dato severo y significativo para el


paciente, sus signos característicos son :

PERDIDA DEL VELLO NASAL

QUEMADURAS INTRANASALES Y
HOLLIN EN LA BOCA

QUEMADURAS PERIORALES

CAMBIOS EN LA VOZ

TOS, DISNEA, ESTRIDOR, CIANOSIS

INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

SIGNOS DE OBSTRUCCION DE LA
VIA AEREA SUPERIOR

CARBOXIHEMOGLOBINA
SUPERIOR AL 15%

Se presentan generalmente asociadas con quemaduras en espacio cerrado


donde el aire a altas temperaturas produce lesión respiratoria; también
ocasionadas por la degradación de ciertos elementos sintéticos como plásticos.
Este tipo de lesiones, si están asociadas con quemaduras de pequeña
extensión, se catalogan como pronóstico es reservado debido a la alta
incidencia de morbilidad / mortalidad.

En su diagnóstico es importante el antecedente de lesión en espacio cerrado,


automóvil, etc., encontrándose siempre asociadas con los signos
característicos citados anteriormente. Pueden darse tres modalidades de
presentación :

Cuadro típico de intoxicación por monóxido de


carbono, el cual debe ser manejado mediante
administración de oxigeno humidificado a altas
concentraciones.

Lesión directa por aire o alta temperatura que


produce un cuadro de inflamación aguda con posterior
desprendimiento de la mucosa respiratoria y posibilidad
de infección, atelectasias y posteriormente focos bronco-
neumónicos.

Intoxicación respiratoria ocasionada por productos de


degradación de elementos sintéticos durante el incendio,
los cuales ocasionan un cuadro de gran irritación y lesión
de las vías respiratorias.

El manejo de estos pacientes depende del grado de obstrucción y de


insuficiencia respiratoria. Se discute acerca de la utilidad de los corticoides.

QUEMADURAS QUÍMICAS.

Se producen cuando la piel entra en contacto con sustancias químicas, como


ácidos y álcalis fuertes u otros materiales corrosivos. La gravedad de la lesión
producida por los productos químicos depende de : la duración del contacto, de
su concentración, y de la cantidad de agente que entre en contacto con la
superficie corporal. El manejo de estas lesiones se basa, fundamentalmente,
en retirar el producto químico del contacto con la piel de la víctima, tan
rápidamente como sea posible.

Las pautas de actuación son:

Iniciar cuanto antes el lavado generoso de la piel, con agua


abundante o suero biológico, pero no a presión.
Deben retirarse todos los objetos en contacto directo
con la piel: ropa, zapatos, relojes, pulseras, anillos y
otras joyas.

Hay que tener especial cuidado en no tocar la


sustancia química al manejar al lesionado. En este
caso, sería necesario lavar, igualmente, la zona
afectada.

Las quemaduras de los ojos deben lavarse al menos


durante 20 minutos.

Deben cubrirse las áreas quemadas con apósitos


estériles y húmedos.

Algunas sustancias químicas, como el fenol, no son


solubles en agua, debiendo utilizarse aceite como
elemento de limpieza.

Posteriormente, deben investigarse los signos y síntomas que puedan expresar


lesiones de órganos vitales, para iniciar las maniobras de soporte
inmediatamente.
QUEMADURAS ELÉCTRICAS

Se tratan en el apartado IV.- Electrocución.

III.-INSOLACIÓN (GOLPE DE CALOR),


TERMOPLEJÍA Y ENFRIAMIENTO GENERALIZADO.

Podemos definir la insolación como, la respuesta del organismo


a una agresión producida por el calor. La causa principal es la
acción directa y prolongada del sol sobre el organismo.

Los síntomas que presenta la persona que sufre una insolación


podrían ser: dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa,
náuseas y vómitos, respiración lenta, calambres musculares.

Actuación:

• colocarle a la sombra,
• mantenerle con la cabeza elevada,
• aplicarle paños mojados con agua fría por todo el cuerpo
• darle a beber agua en pequeños sorbos, si está consciente.
• restituir pérdidas con suero oral, que prepararemos
añadiendo a un litro de agua una cucharada de
bicarbonato y una de sal.
Definimos la termoplejía como la forma aguda y gravísima de
termolesión por hipertermia exógena, causada por un aporte muy
intenso de calor, a la vez que se impide la derivación del mismo.
Esta se puede producir, por ejemplo, en un bombero, durante la
extinción de un incendio.

Los signos y síntomas que se suelen presentar son :

• aumento repentino e intenso de la


temperatura corporal, hasta 44ºC (a partir de
41ºC puede ser letal),
• ligero aumento de la presión arterial,
• debilidad respiratoria,
• descompensación de la secreción
de sudor (sólo sirve para derivar el calor),
• hipercinesia extrapiramidal,
• parada de centros respiratorios
y circulatorios,
• parada cardiorespiratoria.

Actuación:

• sacar al accidentado de la fuente


de calor, lo antes posible,
• retirarle las prendas de vestir,
• mantenerle con la cabeza elevada,
• aplicarle paños mojados con
agua fría por todo el cuerpo,
• darle a beber agua en pequeños
sorbos, si está consciente, restituir pérdidas
con suero oral, que prepararemos añadiendo
a un litro de agua una cucharada de
bicarbonato y una de sal.

El enfriamiento generalizado se produce cuando la temperatura


corporal desciende a 33-34 ºC. La principal causa es la
exposición a temperaturas bajas sin protegerse con suficiente
ropa de abrigo. La persona en estas condiciones presenta:
temblor, apatía y obnubilación.

Actuación:

• abrigarle con mantas, ropa,


• mantenerle activo,
• darle a beber bebidas calientes (NO alcohólicas), si está
consciente.
IV.- ELECTROCUCIÓN.

La corriente eléctrica doméstica puede quemar y matar. Los


accidentes se producen cuando el cuerpo entra en contacto con:

1. los dos hilos conductores;


2. o más frecuentemente, entre un hilo conductor y un
material conductor (tuberías, vigas metálicas..), o que se
ha convertido en conductor por la humedad (suelo,
paredes..).

La humedad juega un papel muy importante en los accidentes


eléctricos; el peligro es pues mayor en las cocinas, baños,
bodegas y sótanos húmedos. Finalmente la piel del hombre es
mucho más conductora cuando está mojada (agua, sudor).

Los resultados de un accidente eléctrico sobre el organismo


pueden desencadenar una parada cardio-respiratoria,
contracciones tetánicas, cambios en el estado psíquico,
convulsiones, etc y producen quemaduras sobre la piel de
entrada, salida y por llamaradas. Como en todas las situaciones
de accidentes, la prioridad es el ABC, tras lo cual, se puede
trabajar sobre las quemaduras u otras heridas.

En caso de accidente eléctrico lo que no se debe hacer es:

• tocar a la víctima mientras esté en contacto con la fuente


de electricidad;
• utilizar materiales conductores o húmedos para apartar un
cable e;
• intentar apartar un cable de mediana o alta tensión que
haya caído cerca de una casa o cualquier lugar.

Lo que se debe hacer es:

• Cortar la corriente, bien desconectando el automático en


los domicilios, bien llamando a la compañía eléctrica.
• Prever la caída de un sujeto que estuviera pegado a un
cable.
• En caso de parada cardio-respiratoria iniciar la R.C.P.
cuanto antes y mantenerla hasta la llegada de los servicios
sanitarios. En estos casos el golpe precordial, esto es, dar
un fuerte y seco puñetazo sobre el tercio medio del
esternón, antes de iniciar la R.C.P. suele ser efectivo.
• Poner sobre las quemaduras un apósito limpio o
estéril.
• Poner bajo vigilancia médica a todo individuo que hubiere
recibido una fuerte descarga eléctrica, incluso si no
presenta trastornos inmediatos o presenta una simple
conmoción; estos pueden aparecer más tarde.
I.- ESGUINCES O TORCEDURAS.

Se produce un esguince o torcedura cuando los ligamentos que


unen una articulación se rompen o alargan, debido a un
movimiento anormal.

Como consecuencia la articulación se hincha y los movimientos


son muy dolorosos.

Actuación:

• elevar el miembro afecto y aplicar hielo,


• vendaje para reducir la movilidad de la articulación,
• acudir a un centro sanitario.

II.- LUXACIÓN O DISLOCACIÓN.

Se produce una luxación cuando los huesos que forman una


articulación se desplazan de su posición normal.

Como consecuencia se produce dolor, inflamación y deformación


en la parte afectada, quedando la movilidad de la articulación
reducida y anormal.

Actuación:

• inmovilizar la zona afectada, con ayuda de ramas de


árboles, pañuelos, trozos de tela,
• NUNCA intentar colocar los huesos en su posición normal,
• traslado urgente a un centro hospitalario.

III.- FRACTURAS.

Una fractura es la rotura de un hueso, pudiendo ser:

• Abiertas: cuando existe una herida porque el hueso roto


ha rasgado la piel, y
• Cerradas: cuando no existe herida.

Las fracturas se reconocen por presencia de dolor intenso,


imposibilidad de mover el miembro afectado, deformidad de la
forma y hematoma en la zona afectada. Cuando se sospecha que
puede haber fractura, debe actuarse como si se tuviera la
seguridad de que dicha fractura existe.

Actuación:

• inmovilizar el miembro afectado (abarcando las


articulaciones superior e inferior a la fractura producida),
usando tablillas, cartones, pañuelos, vendas, etc,
• NO mover la región afectada porque podemos producir
complicaciones,
• NO intentar colocar correctamente los huesos, ya que los
fragmentos óseos podrían provocar desgarros,
• NO colocar las inmovilizaciones demasiado apretadas,
• además en fracturas abiertas:

1. si existe hemorragia, intentar cortarla (como


se explicó en el apartado referente a las
hemorragias),
2. colocar un apósito sobre la herida, lo más
limpio posible, teniendo presente que la
herida se debe manipular lo menos posible,
3. NUNCA se deben aplicar sobre la herida
productos desinfectantes, ya que podrían
dañar el hueso.

IV- POLITRAUMATIZADO, TRAUMATISMO


CRANEOENCEFÁLICO E INCONSCIENCIA.

POLITRAUMATIZADO.

Se define como politraumatizado a todo individuo que sufre


traumatismos (golpes) de múltiples órganos (hígado, bazo,
pulmón, etc) y sistemas corporales (circulatorio, nervioso,
respiratorio, etc.), algunos de los cuales comporta, aunque sólo
sea potencialmente, un riesgo vital para el accidentado.

Los riesgos de morbilidad y mortalidad son grandes en los sujetos


politraumatizados, porque fácilmente pueden sufrir un shock. La
disminución de oxígeno en sangre (hipoxemia) y las hemorragias
que se suman a la lesión primaria, merman todavía más la
función de los órganos vitales y existe el peligro de insuficiencia
de diversos aparatos e infección generalizada. La insuficiencia
respiratoria y la parada cardiorespiratoria son dos complicaciones
muy probables.

Su alto porcentaje de complicaciones, anteriormente citadas,


determina serias dificultades en cuanto a la actuación de primeros
auxilios, la inmovilización y el transporte del accidentado. Estas
actuaciones dependerán del estado del accidentado, pero
siempre con el ABC como actuación prioritaria.

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO.

El traumatismo craneoencefálico (T.C.E.) es la lesión combinada


del cuero cabelludo, del cráneo y del cerebro. Su importancia
radica en que no sólo es la lesión que con mayor frecuencia se
produce en los accidentes de tráfico, sino también la más grave.

En un herido que ha sufrido un T.C.E., es posible observar:

• LESIONES Y HERIDAS EN LA CABEZA, LA CARA O EL


CUELLO, lesiones éstas que se caracterizan por un
abundante sangrado.
• HEMORRAGIAS EXTERIORIZADAS, es decir hemorragias
que tienen un origen interno, pero que se manifiestan
externamente (la sangre sale al exterior). Pueden aparecer
otorragias (salida de líquido por el oído) y/o epístasis
(salida de líquido por la nariz).
• INCONSCIENCIA. La actitud correcta del auxiliador ante un
herido inconsciente será: averiguar cuál es su estado
respiratorio y circulatorio, valorando así la necesidad de
practicar la maniobra de RCP (el ABC).
• HEMATOMA PERIORBITARIO. Hematoma (cardenal)
alrededor de uno o ambos ojos.

En un caso de T.C.E. no debemos mover al herido, sobre todo si


se encuentra inconsciente, por el riesgo de lesiones en la
columna vertebral cervical. Y se debe sospechar que existe una
lesión vertebral-medular si: está inconsciente y tiene señales de
golpes en la cabeza, es pasajero o conductor de una motocicleta
o ciclomotor, o manifiesta en algún momento no sentir o poder
mover alguna parte de su cuerpo.

Actuación:

• inmovilizar la lesión del cuello,


• si hubiese vómitos, colocarle en posición lateral, siempre
con la columna cervical inmovilizada,
• si lleva casco, no retirárselo ni permitir que alguien lo haga,
salvo que se encuentre en parada cardiorespiratoria, y
siendo imprescindible para reanimarlo (según
características del casco, como posteriormente veremos).

V.- INMOVILIZACIONES Y TRANSPORTE.


RAUTEK Y RETIRADA DE CASCO.

INMOVILIZACIONES

La inmovilización tiene como fin evitar movimientos a nivel de la


lesión (efecto antiálgico y relajante muscular) así como corregir el
desplazamiento de los fragmentos, de una forma definitiva o
temporal.
Existen dos tipos de inmovilización: interna y externa. Únicamente
nos vamos a ocupar de la segunda, ya que la primera es la que
los traumatólogos realizan en el quirófano.

Para realizar una inmovilización externa, en primeros auxilios,


podemos utilizar materiales tales como: mantas, pañuelos,
toallas, vendas, tablas de madera, palos, ramas de árboles, etc.
Es decir, todo aquello que tengamos a manos y que creamos que
puede sernos útil.

CÓMO INMOVILIZAR:

A. TRAUMATISMO DE COLUMNA (a cualquier


nivel):

• evitar lateralizaciones, rotaciones, y


flexoextensiones,
• colocar la cabeza en posición neutral,
manteniendo en todo momento una ligera
tracción,
• colocarle un collarín cervical homologado o de
construcción propia (con periódicos, cartón,
cordones, cinturones, etc),
• moverle en bloque,
• poner hielo sobre la zona contusionada.

B. TRAUMATISMOS DE HOMBRO , CODO


Y BRAZO:

• colocarle un cabestrillo con un pañuelo o


similar,
• inmovilizar el brazo, pegándolo al cuerpo (con
otro pañuelo),
• poner hielo sobre la zona contusionada.

C. TRAUMATISMOS DE ANTEBRAZO, MUÑECA O


MANO:

• poner el brazo en cabestrillo con la mano algo


más elevada que el codo,
• poner hielo sobre la zona contusionada.

D. TRAUMATISMOS DE CADERA Y
MIEMBROS INFERIORES:

• inmovilizar el miembro afecto, uniéndolo al


contralateral,
• a ser posible, transportar el miembro elevado,
• poner hielo sobre la zona contusionada.
TRANSPORTE

Antes de realizar cualquier maniobra de movilización a un


accidentado se han de tener presente siempre dos
consideraciones:

1. Nunca se moverá un herido cuando sólo haya un auxiliador. Al menos se


precisarán dos auxiliadores para mover adecuadamente a un herido.
2. Al herido hay que moverle como si fuese un bloque rígido. Es decir, hay
que impedir el movimiento voluntario de sus articulaciones. Evitar toda
flexión o torsión, transportándolo siempre recto como un poste, a fin de
proteger su médula espinal en caso de fractura de la columna vertebral.

Uno de los mejores métodos para la correcta movilización de un


accidentado (en ausencia de material de movilización especial:
camilla de tijera, colchón de vacío, etc), es el denominado de
"auxiliadores alternos", ya que es de los que más seguridad
dan. Pueden intervenir tres o más auxiliadores, precisándose que
la víctima esté en decúbito supino (acostado boca arriba).

Los socorristas se colocarán de rodillas a los lados del herido y


procederán así:

1. Un auxiliador colocará sus manos debajo de la cabeza-cuello y espalda


de la víctima;

2. Otro colocado al mismo lado del anterior, pondrá sus manos debajo de
los glúteos y rodillas;
3. El tercero, se colocará al lado opuesto y sujetará la espalda y
los muslos;
4. Enlazarán sus manos.
En la imagen se muestran dos formas de entrelazar las
manos.

5. Y a la vez, levantarán con suavidad a la víctima, cuando uno de ellos lo


indique con su voz.

RETIRADA DEL CASCO.

La gran eficacia preventiva del casco en los accidentes, no resta


el peligro que supone su retirada por personal inexperto. Este
peligro es el de producir en los accidentados con lesión en
columna vertebral, una parálisis definitiva. No debe retirarse
cuando ello suponga más peligro que el no quitarlo, es decir:

• si los socorristas no están entrenados en la técnica,


• si sólo hay un socorrista,
• si no se puede retirar por el método que describiremos,
• si el accidentado está consciente, respira sin dificultad y se sospecha
lesión de la columna vertebral. En este caso, el casco no se retirará
hasta la realización de un estudio radiológico en el hospital.
El casco debe retirarse cuando el accidentado se encuentre en
parada cardio-respiratoria, y siendo imprescindible para
reanimarlo (según las características del mismo: integral).

Si el socorrista no retira el casco tiene que:

• tranquilizar al accidentado,
• decirle que no mueva el cuello,
• abrir la visera del casco, para facilitarle la respiración,
• colocarle un collarín cervical (homologado o de construcción propia) y
• colocarle un rodillo de tela debajo del cuello, sin moverlo.

Para iniciar la retirada del casco, es preciso que la víctima esté


situada en el suelo en decúbito supino y con la cabeza, cuello y
tronco alineados. Si para lograr esta posición debemos moverle,
un socorrista deberá fijar manualmente la columna cervical.

A continuación se procederá a la retirada del casco, siguiendo los


pasos que se muestran:

RETIRADA DEL CASCO

El socorrista A mantiene alineados la cabeza, el cuello y el tronco. Sujeta el


casco con sus dos manos y tira ligeramente de él hacia atrás. Coloca sus
dedos en la mandíbula de la víctima para evitar que el casco se desplace
bruscamente. Riesgo que existe porque su correa puede estar floja.

El socorrista B, corta la correa de fijación o suelta su engache.


El socorrista B fija y tensa suavemente el cuello colocando una mano bajo la
nuca y la otra en la mandíbula. Lo que realizará sin mover el cuello.

El socorrista A retira el casco. Para ello lo sujetará lateralmente con ambas


manos, separando sus bordes para así facilitar su desplazamiento, mientras
tanto tirará suavemente de él. Si el casco cubre completamente la cara, para
poder pasar la nariz es preciso elevar ligeramente, parte anterior.

El socorrista B mantendrá el cuello fijo mientras A retira el casco.

Tras la retirada del casco, el socorrista A sustituirá al B en la fijación del cuello,


manteniendo el alineamiento de la cabeza, cuello y tronco, tirando ligeramente
hacia atrás.

El socorrista B colocará un collarín cervical. Pero al no garantizar la


inmovilización absoluta del cuello, el socorrista A mantendrá la fijación manual,
mientras que el B atiende al accidentado.

EL PARTO DE URGENCIAS.
INTRODUCCION.

Ante un parto de urgencia, los dos peligros principales son:

1. Asfixia del niño.

2. Hemorragia postparto de la madre.

SIGNOS QUE ANUNCIAN EL PARTO.


1. Inicio de contracciones del útero:

1º Débiles y espaciadas.

2º Fuertes,dolorosas y frecuentes.

2. Rotura de la "bolsa de las aguas" y salida del líquido al exterior de la vagina.

3. Sensación de descenso de la cabeza del niño.

4. Eliminación del tapón mucoso.


Ante un parto de urgencia, debemos VALORAR:

1. Espacio físico donde se produce el parto.


2. Situación geográfica, para valorar la distancia que hay hasta
un centro asistencial.
3. Estado general de la parturienta tanto físico como psíquico.
4. Material del que disponemos.
5. Momento del parto:
o Contracciones
o Feto coronado(se le ve la cabeza)
o Feto ya nacido.

AUXILIO ANTE UN PARTO DE URGENCIA

Actuación:

1. Tranquilizar a la parturienta.
2. Instalarla lo más cómodamente posible en un local
aislado y limpio.
3. Colocarla de la siguiente manera:
o Acostada de espaldas.
o Rodillas flexionadas.
o Muslos separados.
o Ponerla en una cama, camilla, banqueta o en su defecto, en
el suelo recubierto de varias mantas o de ropa.
o Colocar debajo de las nalgas una sábana o toalla
limpias. (Si no se dispone, colocaremos un vestido
o un papel limpio).
4. Decirle que respire tranquilamente, con la boca abierta y
que no empuje. (Esto se hace para ganar tiempo si hay
que hay que trasladarla al hospital).
5. El socorrista debe dejar actuar a la naturaleza:
o No tirar del niño.
o No apretar el abdomen de la madre.
o Lo que debemos hacer es sostener la cabeza y el cuerpo
del niño.
¿QUE HACER CUANDO EL NIÑO ESTA SALIENDO?

• Las acciones están dirigidas a limpiar las secreciones


bucales y nasales del niño cuando haya salido la
cabeza.
• Si el cordón está enrollado alrededor del cuello del niño,
deslizar por encima de la cabeza para no interrumpir la
circulación materno-fetal, ya que hay peligro de
estrangulación.
• Para ayudar a que la madre expulse al niño, colocaremos
ambas manos en los lados de la cabeza de Él, haciendo
una ligera flexión hacia abajo y pediremos a la mujer que
empuje.
• Realizamos flexión hacia arriba y liberamos el hombro inferior.
El niño sale sin dificultad al liberar ambos hombros.
¿QUE HACER CUANDO EL NIÑO YA HA SALIDO?

A. La placenta todavía está dentro del útero.

1. Acostar al niño entre los muslos de la madre para que no


pierda calor.
2. Si la boca está obstruida, limpiarla con un dedo recubierto
con un trozo de tela limpia.
3. Si no respira, limpiar la boca y practicar "boca-boca y nariz".
Labios alrededor de la boca y nariz del niño y soplar suavemente.
4. Esperar a que deje de latir y hacer una doble ligadura en el
cordón de la siguiente manera:
o A 10cm del ombligo del niño, hacer dos ligaduras
con hilo fuerte sumergido en alcohol 90º.
o (!OJO¡: Estar seguros de que la ligadura es
eficaz). El corte del cordón no es imprescindible
hacerlo en este momento.
5. Esperar a que salga la placenta.
6. No tirar del cordón porque podemos producir
roturas o desprendimientos.
B.- La placenta ya ha salido.

La salida de la placenta se produce en unos 30 minutos después de la salida

del niño. Los cuidados estarán dirigidos a la madre.

• No lavar al niño; Arroparlo con un paño limpio y luego con


una manta.
• Colocar al niño cerca de la madre con el fin de que no
pierda calor.
• Valorar el estado de la madre:
o cantidad de sangre perdida (posible shock).
o pulso, etc..
• Abrigarla, ya que tendrá frío por el esfuerzo y por las condiciones
del
ambiente.
• Trasladar a un centro asistencial.(Llevar también la
placenta porque puede aportar datos).
INFORMACION A TRANSMITIR POR LA PERSONA QUE REALIZA UN
PARTO DE URGENCIA.

1. Espacio físico donde se ha producido el parto.


2. Situación psíquica-física de la parturienta.
3. Desarrollo del parto.
4. Situación del niño al nacer.
5. Posibles desgarros producidos.
6. Cantidad de sangre perdida por la madre.
7. Descripción del parto y tiempo empleado.
HEMORRAGIA POSTPARTO.

Se considera hemorragia cuando la pérdida de sangre supera los 600 ml


durante las primeras 24h.

Hemos de tener en cuenta que las contracciones del miometrio detienen


la pérdida sanguínea.

Posibles causas:
• Retención de restos placentarios.
• Atonía (pérdida de tono muscular).
• Traumatismo uterino.
• Alteración de la
coagulación materna.

Factores de Riesgo que favorecen una hemorragia postparto:

• Paridad múltiple.
• Trabajo de parto
anormal hipotónico o
hipertónico.
• Traumatismos durante el parto.
• Complicaciones en la
segunda mitad del
embarazo.

¿Cómo valoramos el estado y la situación del útero?.

El útero debe estar debajo del ombligo y contraído de tal manera que al
palparlo en el abdomen, se note una masa dura y redondeada.
ACTUACION:

• Para palpar el útero.


• Mujer con piernas flexionadas.
• Si no está suficientemente contraído, aplicar masaje suave
y regular en el fondo uterino acompañado de ligeras
compresiones hacia abajo para eliminar coágulos.
• Colocar en posición horizontal, envuelta en mantas y
con los muslos apretados
• Masaje en aureola mamaria, para aumentar la
producción de oxitocina y facilitar así las
contracciones uterinas.

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