Hermeneutica - 1

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INTRODUCCIÓN A

LA HERMENÉUTICA
BÍBLICA
¿QUÉ ES LA
HERMENÉUTICA?
Se dice que la palabra
Hermenéutica tiene su origen en
el nombre Hermes, dios griego
que servía como mensajero de
los dioses, transmitiendo e
interpretando sus
comunicaciones a sus
afortunados, o con frecuencia
desafortunados, destinatarios.
En su sentido técnico, se
define la hermenéutica
como la ciencia y el arte
de la interpretación
bíblica.
Se le considera ciencia porque tiene
reglas que pueden clasificarse en un
sistema ordenado. Se le considera
arte porque su comunicación es
flexible y, por tanto, pudiera
distorsionarse el verdadero sentido de
una comunicación si se aplican las
reglas de una manera rígida y
mecánica.
Para ser un buen intérprete de
la Biblia se deben aprender las
reglas de la hermenéutica así
como el arte de aplicar tales
reglas.
IMPORTANTE:
“Aunque aprendamos bien las reglas
de la hermenéutica (interpretación
bíblica), si no contamos con la ayuda
del Espíritu Santo de Dios nunca
podremos conocer con exactitud el
verdadero sentido del pensamiento
de Dios transmitido por medio de su
Santa Palabra.”
RECAPITULANDO:

LA HERMENEUTICA ES LA
CIENCIA Y EL ARTE DE
INTERPRETAR LOS TEXTOS
BÍBLICOS.
La hermenéutica no está
aislada de otras esferas del
estudio bíblico. Está
relacionada con el estudio del
canon, la crítica textual, la
crítica histórica, la exégesis y
las teologías bíblica y
sistemática.
1-Estudio del canon:
Es decir, el proceso de diferenciación
entre los libros que llevan el sello de la
inspiración divina y los que no lo llevan.
Es largo, pero interesante, el proceso
histórico por el cual algunos libros
llegaron a ocupar un lugar en el canon y
otros fueron excluidos. El Espíritu Santo
guió a la iglesia a reconocer que ciertos
libros tenían el sello de la autoridad
divina.
2-Crítica textual o baja crítica:

Es el intento de determinar las


palabras originales de un texto. La
crítica textual es necesaria porque no
tenemos los manuscritos originales,
sino muchas copias de los originales,
y dichas copias contienen variantes
entre ellas.
3-La crítica histórica o alta crítica:

Los eruditos de esa esfera del estudio


bíblico estudian la paternidad
literaria de un libro, la fecha de su
composición, las circunstancias
históricas que rodean su
composición, la autenticidad de su
contenido y su unidad literaria.
4-La exégesis:
La exégesis es la aplicación de los
principios de la hermenéutica
para arribar a una correcta
interpretación del texto.
5-Teología bíblica y teología sistemática.

Teología Bíblica: Es el estudio de la revelación


divina como está dada a través del Antiguo y Nuevo
Testamento.

Teología sistemática: Organiza la información de


manera lógica antes que histórica. Trata de colocar
junta toda la información sobre un tema dado (por
ejemplo, la naturaleza de Dios, el ministerio de los
Ángeles, etc.). De manera que podamos comprender
la totalidad de la revelación de Dios para nosotros
sobre ese tema.
La necesidad de la Hermenéutica.

Cuando interpretamos la Biblia, hay


diversos bloqueos a una
comprensión espontánea del
significado original del mensaje.
Primer bloqueo
Hay un abismo histórico
por el hecho de que nos hallamos
ampliamente separados en el
tiempo de los escritores y los
lectores originales
Segundo bloqueo
Existe un abismo cultural, pues
hay diferencias importantes entre
la cultura de los antiguos hebreos
y la nuestra.
Tercer bloqueo
Hay un abismo lingüístico.
La Biblia fue escrita en hebreo,
arameo y griego; tres idiomas que
tienen estructuras y modismos
muy diferentes de los nuestros.
Cuarto bloqueo
Existe un abismo filosófico.
Conceptos acerca de la vida, de
las circunstancias, de la
naturaleza del universo difieren
entre ambas culturas.
Opiniones alternativas sobre la
inspiración.
El punto de vista que un erudito sostenga
sobre la inspiración de la Biblia tiene
implicaciones directas para la
hermenéutica. La postura liberal típica
sobre la inspiración es que los escritores
bíblicos fueron inspirados de manera
semejante a Cervantes y otros grandes
escritores.
El punto de vista ortodoxo de la
inspiración es que Dios obró por
medio de las personalidades de los
escritores bíblicos de manera tal que,
sin suspender su estilo personal de
expresión o libertad, lo que ellos
produjeron era literalmente soplado
(inspirado) por Dios (2 Timoteo 3:16)
Problemas de controversia en la
hermenéutica contemporánea.

1-Validez en la interpretación
Quizás la pregunta más fundamental en
la hermenéutica sea: ¿Es posible decir lo
que constituye el sentido valido de un
texto, o hay múltiples interpretaciones
validas? Si hay más de una, ¿son algunas
más válidas que otras?
2-Doble paternidad literaria:
Una segunda controversia en la hermenéutica es la
cuestión de la doble paternidad literaria. La posición
ortodoxa de la Biblia es la de autoría confluente: es
decir, los autores humanos y el autor divino
trabajaron juntos (fluyeron juntos) para producir el
texto inspirado. Ese asunto origina estas preguntas
importantes: “¿Qué significado tenía en mente el
autor humano?” “¿Qué significado tenía en mente el
autor divino?” “¿El significado que procuró dar el
autor divino excedía al del autor humano?” Se ha
debatido durante siglos la cuestión de si el texto
bíblico tiene o no un sentido más amplio (sensus
plenior) que el que tenía en mente el autor humano.
3-Interpretación literal, figurada y
simbólica de las Escrituras.

¿La Biblia debe ser tomada de


manera literal, figurada o
simbólica?
4- Factores espirituales en el proceso de
percepción.

¿Puede una persona con tan sólo


entender las reglas de la hermenéutica
interpretar correctamente la Biblia,
aunque su vida espiritual esté afectada
por el pecado? ¿O ciertamente la vida
espiritual incide en nuestra correcta
interpretación de las Escrituras?
5-La cuestión de la infabilidad.

Los evangélicos conservadores creen que


la Biblia está totalmente sin error; los
evangélicos liberales creen que la Biblia
no tiene error cuando habla de asuntos
de salvación y de la fe cristiana, pero que
puede tener errores en asuntos históricos
y otros detalles.
Jesús y la Biblia.
En primer lugar, Jesús trató
consecuentemente las narraciones históricas
del A.T. como registros fieles de hechos.

En segundo lugar, muchas veces Jesús


escogió como base de su enseñanza las
historias que la mayoría de los críticos
modernos consideran inaceptables (por
ejemplo, el diluvio de Noé-Mateo 24:37-39,
Sodoma y Gomorra -Mateo 10:15, la Historia
de Jonás-Mateo12:39-41.
A través del tiempo han surgido
muchas herejías (doctrinas erradas)
por la incorrecta interpretación de la
Biblia. Han aparecido muchas
religiones extrañas. Si los fundadores
de esas religiones hubieran conocido
bien las reglas de la hermenéutica, es
probable que esas religiones falsas no
existieran hoy. Por lo tanto, es
importante conocer dichas reglas.
Muchos tuercen la Palabra de
Dios por no conocer las reglas
hermenéuticas; aunque también
sabemos que hay algunos que la
tuercen con una intención
maliciosa, a saber, de manera
conciente, para sacar provecho
personal.
Veamos algunos pasajes
bíblicos que nos instan a
interpretar sana y
correctamente las Escrituras.
“Recuérdales esto, exhortándoles delante
del Señor a que no contiendan sobre
palabras, lo cual para nada aprovecha,
sino que es para perdición de los oyentes.
Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de
qué avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad.”
2 Timoteo 2:14-15.
“Y tened entendido que la paciencia de
nuestro Señor (Jesucristo) es para salvación;
como también nuestro amado hermano Pablo,
según la sabiduría que le ha sido dada, os ha
escrito, casi en todas sus epístolas, hablando
en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como
también las otras Escrituras, para su propia
perdición.

2 Pedro 3:15-16.
“Porque yo les doy testimonio de
que tienen celo de Dios (los
judíos), pero no conforme a
ciencia.”

Romanos 10:2.
“Tenemos también la palabra profética más
segura (la Biblia), a la cual hacéis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en
lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el
lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que
ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo.”

1 Pedro 2:19-21.
“Entendiendo primero
esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación
privada, porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de
Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo.”

1 Pedro 1:20-21.
Satanás fue el primer intérprete
errático de la Palabra de Dios,
cuando tentó a Eva, en Génesis
3:4-5, tergiversando lo que Dios
había dicho.
“Entonces la serpiente dijo a la
mujer: No moriréis (una mentira);
sino que sabe Dios que el día que
comáis de él, serán abiertos vuestros
ojos, y seréis como Dios, sabiendo el
bien y el mal (una verdad).”
Génesis 3: 4-.5.

Mezcló la mentira con la verdad.


También, cuando tentó a Jesús en
el desierto, intentó tergiversar la
Palabra de Dios.
“Entonces el diablo le llevó a la santa
ciudad, y le puso sobre el pináculo del
templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
échate abajo; porque escrito está: A
sus ángeles mandará acerca de ti, y,
En sus manos te sostendrán, Para que
no tropieces con tu pie en piedra
(Salmo 91:11-12). Jesús le dijo:
Escrito está también: No tentarás al
Señor tu Dios (Deuteronomio 6:16).

Mateo 4:5-7.
En este caso Satanás tomó un texto
Bíblico de manera aislada, intentando
aplicarlo sin tomar en consideración los
demás textos de las Escrituras.

No se puede hacer doctrina con un sólo


texto, sin tomar en consideración los
demás textos que hablen sobre el asunto
que se está analizando.
Disposiciones o actitudes
necesarias para el estudio
provechoso de las Escrituras.
-Se necesita un espíritu respetuoso.
-Un espíritu dócil.
-Ser amante de la verdad.
-Ser paciente, esforzado y
constante en el estudio.
-Ser prudente (partir de lo más
sencillo y fundamental a lo más
difícil y complementario).
Regla Fundamental o
Básica de la
Hermenéutica.
“La Escritura es
explicada por la misma
Escritura. En otras
palabras, la Biblia es su
propio intérprete.”
Supongamos que nos viene un documento,
testamento o legado, que grandemente nos
interesa porque implica para nosotros una
fortuna, pero en cuyos detalles ocurren algunas
palabras y expresiones de difícil comprensión.
¿Qué haríamos para conseguir el verdadero
significado de tal documento o testamento? En
primer lugar, de seguro, le pediríamos
explicación a su autor, si esto fuera posible.
Pero si prometiera iluminarnos
con tal que trabajáramos,
escudriñándolo nosotros mismos,
lo más natural y acertado fuera,
sin duda, leer y releer el
documento, tomando sus palabras
y frases en el sentido usual y
ordinario.
Y en cuanto a las palabras oscuras
buscaríamos, por supuesto, su
significado y aclaración, en primer
lugar, a través de las palabras
unidas o contiguas a las oscuras,
es decir, por el conjunto de la
frase en que ocurren.
Pero si todavía quedáramos sin
luz, procuraríamos la claridad
mediante el contexto, es decir,
por las frases anteriores y
siguientes al punto oscuro, o sea
por el hilo o tejido inmediato a la
narración en que se halla.
Si el contexto no bastara
consultaríamos todo el párrafo o
pasaje en que ocurre la palabra
oscura, fijándonos de manera
especial en el objetivo, intensión o
finalidad a que se encamina el
pasaje.
Y si aun no nos resultase la
claridad deseada, buscaríamos luz
en otras partes del documento, por
si acaso hubiese palabras, frases o
párrafos semejantes, pero más
explícitos, que se ocuparan del
mismo asunto que la expresión
oscura que nos tiene confundidos.
En resumen, obraríamos de
manera que el documento o
testamento mismo fuera su
propio intérprete.
Recordemos la Regla
Fundamental:

“La Escritura es explicada por la


misma Escritura. En otras
palabras, la Biblia es su propio
intérprete.”
Antes de pasar a la Regla Número 1,
queremos enfatizar lo siguiente:

La Palabra de Dios es perfecta.


La Palabra de Dios no se contradice
a sí misma.
Todas las enseñanzas de la Biblia,
contenidas en sus diferentes libros
que la componen, poseen la misma
calidad y autoridad espiritual.
No se puede desechar ni pasar por
alto ninguna enseñanza de la
Escritura. Ningún versículo bíblico
en la Palabra de Dios está por demás.
Todo versículo bíblico tiene un
significado. Este significado no
puede contradecir el de otros
versículos. Mas bien, el significado de
un versículo muchas veces tiende a
complementar el de cualquier otro.
Cuando una enseñanza o un
pasaje bíblico parece contradecir
otra enseñanza o pasaje de la
Escritura, por lo general ambos
pasajes han de complementarse
entre sí para formar una idea más
completa o acabada.
Veamos algunos ejemplos:

La Muerte de Judas Iscariote.


Mateo 27:3-5._____Hechos 1:1:18.

El endemoniado gadareno.
Marcos 5:2-3._____Mateo 8:28.

La muerte de la hija de Jairo.


Mateo 9:18-19._____5:22-24.

David censa al pueblo de Israel.


2 Samuel 24:1._____1 Crónicas 21:1.
La Palabra de Dios es por
completo perfecta y santa. Es por
ello que hay gran peligro en omitir
o desechar cualquier parte de ella,
por el simple hecho de que no nos
agrade alguna enseñanza de la
misma, o ya sea porque no la
entendamos.
La Biblia misma establece en
Apocalipsis 22:18-20:

“Yo testifico a todo aquel que oye las


palabras de la profecía de este libro: Si
alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá
sobre él las plagas que están escritas en
este libro. Y si alguno quitare de las
palabras del libro de esta profecía, Dios
quitará su parte del libro de la vida, y de la
santa ciudad y de las cosas que están
escritas en este libro.”
Regla Primera:

“Es preciso, en cuanto sea


posible, tomar las palabras en
su sentido usual y ordinario.”
Por ejemplo, en Salmo 8:5-8,
dice así:
“Le has hecho poco menor que los
ángeles, y lo coronaste de gloria y de
honra. Le hiciste señorear sobre las obras
de tus manos; todo lo pusiste debajo de
sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, y
asimismo las bestias del campo, las aves
de los cielos y los peces del mar; todo
cuanto pasa por los senderos del mar.”
Hubo alguien que se imaginó que
las ovejas y los bueyes que se
mencionan en el versículo 7 eran
los creyentes, mientras que las
aves y los peces eran los
incrédulos, de lo que sacaba en
consecuencia que todos lo
hombres, quieran o no quieran,
están sometidos al poder de Cristo.
Pero es importante tener en cuenta que
no siempre las palabras o frases equivalen
a su sentido literal, es decir, no siempre
pueden ser tomadas al “pie de la letra”,
pues cada idioma o lengua tiene sus
formas peculiares de expresión, así como
el lenguaje bíblico tiene sus formas
particulares. Por ejemplo, en el lenguaje
bíblico abundan los “hebraísmos” y las
“figuras de retórica”.
Es completamente necesario saber discernir
cuándo una palabra, frase o expresión es una
figura de retórica (lenguaje figurado), y cuándo
dicha palabra, frase o expresión debe tomarse
en forma literal o al “pie de la letra”.

Cuando estamos familiarizados con las


Sagradas Escrituras, ellas mismas nos dan a
entender cuándo las palabras deben tomarse en
forma literal o al pie de la letra, y cuándo deben
tomarse como un lenguaje figurado o figura de
retórica.
Por esta razón es de suma
importancia familiarizarnos con el
lenguaje bíblico, conocer los
hebraísmos que acontecen en él y las
figuras de retórica que se dan en las
Sagradas Escrituras. Muchas de estas
cosas se pueden discernir si somos
diligentes y perseverantes lectores de
la Palabra de Dios.
Ejemplos
En Génesis 6:12, leemos:

“Y miró Dios la tierra, y he aquí


que estaba corrompida; porque
toda carne había corrompido su
camino sobre la tierra.”
Si tomamos los términos “carne” y
“camino” en forma literal, el texto pierde
por completo el significado.
Pero tomándolos en su sentido ordinario y
usual, viéndolos como figuras,
observamos que “carne” significa el ser
humano por completo (espíritu, alma y
cuerpo) y “camino” significa costumbre,
modo de vivir o proceder o religión. De
esta forma vemos que ya el texto posee un
significado lógico y preciso.
En Lucas 14:26 dice:

“Si alguno viene a mí, y no


aborrece a su padre, y madre, y
mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su
propia vida, no puede ser mi
discípulo.”
Si tomamos el texto de forma literal,
podríamos interpretar de manera errada
que tan pronto nos convertimos a Cristo
Jesús debemos odiar a nuestros padres,
familiares y amigos, y aun debemos
odiarnos a nosotros mismos. Pero es
necesario saber que esta forma de
expresión es un “hebraísmo” (forma
propia de la lengua hebrea).
Las palabras deben tomarse en su sentido
usual y ordinario, ya sea que se presenten
como figuras de retórica o lenguaje
figurado, o que se presenten con un
significado literal. Nunca debe dársele a una
palabra un sentido que no tiene, es decir, un
sentido antojadizo; mas bien hay que darle
el sentido que permita el lenguaje. Hay que
darle el sentido que realmente le
corresponde. A esto es lo que llamamos
tomar las palabras en su sentido usual y
ordinario.
Recordemos la Regla Primera:

“Es preciso, en cuanto sea


posible, tomar las palabras en
su sentido usual y ordinario.”
Regla Segunda:

“Es del todo preciso tomar las


palabras en el sentido que
indica el conjunto de la frase.”
Regla Tercera:

“Es necesario tomar las palabras


en el sentido que indica el
contexto, a saber, los versículos
que preceden y siguen al texto
que se estudia.”
Regla Cuarta:

“Es preciso tomar en


consideración el objeto o designio
del libro o pasaje en que ocurren
las palabras o expresiones
obscuras.”
Regla Quinta:

“Es necesario consultar los


pasajes paralelos.”

Paralelos de palabras.
Paralelos de ideas.
Paralelos de enseñanzas generales.

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