Unidad 3. Lo Que La Noción de Verdad Nos Legó (Imprimible)

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Unidad 3. La filosofía hoy.

Lo que la noción de verdad


nos legó…
Apunte de Cátedra

Gastón G. Beraldi (Comp.)

En este texto queremos retomar el problema de la “verdad”, pero ahora en la actualidad, un


siglo después del anuncio de la “muerte de Dios”, un siglo después de la caída de los relatos
unificadores y de toda fundamentación universalista. El objetivo es evaluar algunas de las
consecuencias de este acontecimiento. Por ello, una pregunta fundamental a la hora de hablar
de la verdad es preguntarse ¿quién habla? Es decir, ¿quién es aquél que se arroga la facultad
de decir la verdad? Es decir, nuevamente, ¿qué intereses hay detrás de esa “verdad”? Y
quienes hoy más se muestran en tensión en esa relación entre verdad e intereses son los
medios de comunicación. Por eso abordaremos el problema de cómo los mass media
construyen o reelaboran la realidad, la producen. No la trasparentan, al contrario, la opacan.
No aclaran, oscurecen. Son los medios quienes también han colaborado con el fin de la
modernidad, con el fin de los relatos unitarios. Y en su producción reproducen un estándar
según los parámetros dominantes, según los parámetros del poder. Por eso, los mass media
tienen una importante presencia en la política. Sirven para sostener y patrocinar a algunos
gobiernos, o también para hundirlos y hacerlos caer. En este sentido no se puede decir que los
medios no tengan ideología.

Por otro lado, el problema de la verdad, una vez caído todo fundamento absoluto, condujo a la
denominada “posmodernidad”, que no fue sólo lo que vino después de la modernidad, no
significa eso en términos temporales, sino que ese “pos” hace referencia a cómo pensar el
tema de la verdad, que se supone universal, cuando ya no hay un fundamento universal.
Entonces, ¿cómo podemos seguir pensando el mundo hoy sin caer en un relativismo pero, al
mismo tiempo, sin la necesidad de volver a los discursos esencialistas, universalistas y
fundamentalistas de una verdad única y absoluta? Discursos que han conducido a los relatos
identitarios racistas y a los totalitarismos políticos del siglo XX, y que hoy nos vuelven a
acechar.

Si vinculamos el tema de los mass media con la política y con la posmodernidad, el cóctel es
fatal: llegamos al problema de la “posverdad”, que no es otra cosa que un fenómeno del
poder, y donde las redes sociales la reproducen a escala planetaria. Pero aquí una pregunta
para pensar: ¿es lo mismo la noción de “verdad”, que la de “interpretación” y que la de
“posverdad”? Algunxs tienden a emparejar las últimas dos y diferenciarlas netamente de la

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primera. Nosotrxs no. “No hay hechos, sino sólo interpretaciones”, la famosa sentencia
nietzscheana, en ningún caso se acerca a la noción de “posverdad”.

Por último, este texto recorre otras tantas “verdades” en crisis: la de la democracia como una
verdad moderna, y la del patriarcado –y con ello el debate sobre el género– como una verdad
ya ancestral para Occidente. Aquí, nos preguntamos, ¿hasta dónde hay democracia si hay una
tendencia a la uniformidad del pensamiento, si hay una tendencia –consensuada o forzada– a
incluirnos bajo un único modelo de pensamiento, el hegemónico? Si la democracia actual
supone diálogo y consenso, ¿hasta dónde hay diálogo cuando hay países que “mandan” y otros
que “obedecen”? En este escenario, el rol que jueguen en los próximos años algunxs actores
políticxs será vital para ver si el mundo se dirigirá a ser un uni-verso, donde haya un único
camino en torno a una “única y verdadera” forma de vida ciudadana (política), y donde el resto
de lxs actores mundiales, o bien se plieguen a esa forma o bien sean subsumidos por ella, o
bien sean excluidxs; o si, por el contrario, nuestro mundo se dirigirá hacia un pluri-verso,
donde sin imposición política o cultural, la libertad de elegir el propio modo de vida sea la
regla. Para ello será vital comprender que el disenso es un ingrediente fundamental de las
democracias. Sin disenso no hay dos opciones, sino una única.

La otra pregunta, ¿hasta dónde el género y el sexo son dados por “naturaleza” –como han
venido insistiendo “los interesados”– y no construcciones histórico-sociales atravesadas por
intereses? Y si hay intereses en “construir” el sexo y el género según ciertas jerarquías,
¿quiénes son los interesados? ¿A quiénes benefician estas jerarquías? ¿Por qué producen esas
jerarquías y no otras? ¿A quién hay que hacer entrar en el modelo estándar? ¿Quiénes son los
que hablan, y las que no deben hablar?

1. La pregunta fundamental, ¿quién habla?

[…] Fuera de los parámetros del positivismo y sus cánones de objetividad y neutralidad para
los lenguajes científicos, es relevante la pregunta que planteó Nietzsche: “¿Quién
El discurso habla?”, queriendo indicar que todo análisis del lenguaje presupone tomar en
del poder.
cuenta una actividad que es ya una construcción social, encarnada y atravesada
por valoraciones y creencias. Un “quién habla” que se constituye, con Foucault,
en el discurso del poder, el que habla es el poder hegemónico que se configura como el
discurso tradicionalmente aceptado. El discurso sobre el conocimiento es un discurso sobre el
poder y desde el poder, donde la tan ansiada verdad a la que tanto ilustrados como
positivistas pretendían arribar para el mejoramiento de la vida, queda atravesada como
discurso por quien detenta el poder. (Ambrosini y Beraldi, 2015, 107)

2. Los medios de comunicación

Un medio de comunicación, en otras palabras, es una institución que produce y reproduce


una realidad pública y con ella, el foco y el escenario para los actores y una cierta mitología
social con sus elementos y agentes concretos de producción: especialista en lenguajes
escritos con sus máquinas de escribir, técnicos y profesionales de los lenguajes audiovisuales
con máquinas fotográficas, filmadoras, cámaras de montaje, etc. Todos los instrumentos –
materiales e intelectuales– en manos expertas conforman el arsenal productivo de un medio
de comunicación.

Estos especialistas […] pueden transformar cualquier hecho real en la materia prima de un
mensaje-noticia, en un producto-mensaje, que a su vez pasa a alimentar el circuito de la

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información que enciende la chispa de la imaginación colectiva en millones de seres humanos


(el tan mentado cuarto poder). (Vizer, 1986)

Según Baudrillard, una sutil transformación ha ocurrido en nuestro mundo, un cambio casi
invisible ya que, como dijo Marshall McLuhan, […] todo lo que nos es inmediato es de alguna
manera invisible. […] A la manera de un cuento de ciencia ficción, podríamos afirmar con el
filósofo que “nadie sabe por dónde ni cuándo comenzó esta metamorfosis, pero desde
entonces nada es igual”: los acontecimientos son lejanos y sólo tenemos de ellos versiones
(lo que una agencia informativa dijo a un diario y que a su vez fue interpretado por un
locutor radial o televisivo, por ejemplo), los gobiernos se manejan con estadísticas para
conocer lo que piensan sus ciudadanos y en la masa se pierden de vista las necesidades y
diferencias individuales. El sistema ofrece mercancías, incesantemente, según el mismo
principio estadístico, general y anónimo. En ese estado hasta las relaciones
Los medios
construyen o personales y los valores se tornan equívocos, vacíos, y dan lugar a lo que
reelaboran la Baudrillard llama “el simulacro o la hiperrealidad”, la reinvención de esos
realidad. valores y acontecimientos que, en general, adoptan escenografías
fastuosas y grandilocuentes con el solo objeto de llenar ese vacío.

Los medios de comunicación tienen una función principal en este efecto: no es que sean la
causa, […], pero sí se puede decir que son su forma de expresión y el lugar donde ocurre la
reelaboración de la realidad. “Un acontecimiento se transforma inmediatamente en su relato,
no hay casi distancia entre un hecho y un ‘hecho masmediático’”, dice el filósofo. Es más, el
modelo que imponen los medios está antes que el acontecimiento y según este modelo van a
ser captados los hechos. Entonces podríamos decir que los mass media son el lugar
estratégico donde se “invierte la realidad”. (Andrade, 1989)

Estamos hoy ante unos programas en los que se mezclan de modo indisoluble
Información y
ficción. información y ficción y donde no importa que el público pueda distinguir
entre noticias “verdaderas” e invenciones ficticias. Aun admitiendo que se
esté en situación de establecer esta distinción, ésta pierde valor respecto a las estrategias
que estos programas llevan a efecto para sostener la autenticidad de un acto de
enunciación. Hacer y decir,
como si…
Con este fin, tales programas ponen en escena el propio acto de enunciación a
través de simulacros de la enunciación, como cuando se muestran en pantalla las cámaras
que están filmando lo que sucede. Toda una estrategia de ficciones se pone al servicio de un
efecto de verdad.

El análisis de todas estas estrategias revela el parentesco que liga los programas
informativos con los de entretenimiento. […]

Nos encaminamos, por tanto, hacia una situación televisiva en que la relación entre el
enunciado y los hechos resulta cada vez menos relevante con respecto a la relación entre la
verdad del acto de enunciación y la experiencia de recepción por parte del
Los programas de
receptor.
información:
Crisis de la Producción de
[…] Entra así en crisis la relación de verdad factual sobre la hechos, producción
“verdad de los
hechos”. que reposa la dicotomía entre programas de información y de realidad.
programas de ficción, y esta crisis tiende cada vez más a
implicar a la televisión en su conjunto, transformándola de vehículo de
hechos (considerado neutral) en aparato para la producción de hechos, es decir, de espejo de
la realidad pasa a ser productora de realidad.

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[…] Entonces, ¿la televisión ya no muestra acontecimientos, esto es, hechos que ocurren por sí
mismos, con independencia de la televisión y que se producirían también si ésta no existiese?

[…] Desde los principios de la televisión, se sabe que incluso el directo presupone una
elección, una manipulación. En mi lejano ensayo “El azar y la intriga” (ahora en Obra abierta)
traté de mostrar cómo un conjunto de tres o más cámaras que transmiten un
partido de fútbol […] opera una selección de los hechos, enfoca ciertas Una
acciones y omite otras, intercala tomas del público en menoscabo del juego y perspectiva.

viceversa, encuadra el terreno de juego desde una perspectiva determinada. En


suma, interpreta, nos ofrece un partido visto por el realizador del programa y no un partido
en sí. (Eco, 1986, 209-213)

Consumir a trozos, consumir trozos: el consumo televisivo no es


Criterio del comunicativo, sino escópico, gira todo él en torno a un
El deseo audiovisual
discurso determinado deseo visual. del espectador
televisivo: condiciona a las
Satisfacer el
Hacer comprensible un fenómenos social y semiótico de emisoras a realizar
programas de su
deseo del esta envergadura exige algunas consideraciones a la vez gusto.
espectador económicas, sociológicas y epistemológicas: el discurso
medio. ¿Será tan así, o será a
televisivo, tal y como existe en las sociedades que se
la inversa, o un poco
autodenominan “democráticas” conoce sólo un criterio para de ambos?
la elección de los materiales –los fragmentos– que lo articulan: la
satisfacción del deseo audiovisual del espectador medio.

Ahora bien, tal deseo audiovisual posee una bien precisa inscripción económica, en la medida
en que de él depende la reproducción económica de las instituciones emisoras.

Hoy las instituciones televisivas configuran sus programaciones atendiendo a


Criterio un único criterio que es, además, un criterio propiamente económico:
principal para
la producción garantizar la máxima rentabilidad, maximizar beneficios. El valor de cambio –
televisiva: cifrado sobre el deseo audiovisual del espectador medio– se manifiesta así
maximizar las como el único valor realmente reinante en el discurso televisivo dominante.
ganancias.

[…] La industria de la comunicación, dada su inmensa magnitud, sólo equiparable, probablemente,


con su coetánea, la industria armamentística, se nos descubre hoy como un sector productivo
dotado de una dinámica económica propia ante la que los estados nacionales carece de capacidad
de maniobra: sólo les queda, como viene sucediendo en Europa a lo largo de los últimos años,
intentar subirse a su tren y, si esto es posible, ocupar los vagones preferentes.
El Estado se ve
Por ello, las prioridades económicas terminan una y otra vez sobrepasado por
Los mass media
como por imponerse sobre las sociales e ideológicas en un la “industria” de la
comunicación.
generadores de campo en el que, sin embargo, constituye hoy uno de los
cultura. ámbitos cruciales donde se genera la cultura contemporánea.

De ahí la ingenuidad –cuando no la hipocresía– de las políticas de protección cultural que, –


olvidando que en nuestra sociedad electrónica el patrón cultural lo impone la televisión en la
misma medida en que esta absorbe y devora progresivamente todos los
Los medios no espectáculos tradicionales– sólo se ocupan de los campos de la cultura
son plurales,
sino que tradicional (teatro, música clásica, cine…), y apelan a criterios económicos
reproducen neoliberales para dejar la televisión en manos de la ciega lógica del beneficio.
una tradición. (González Requena, 1988, 52-53)

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En 1971, en EE.UU., veinte millones de espectadores de televisión asistieron a una


experiencia insólita de TV verdad. Se trataba de un documental de trescientas horas de
filmación realizado en el hogar de una familia norteamericana. Esa familia gozaba de un nivel
económico superior al medio. Su casa californiana tenía tres garajes y estaba
magníficamente decorada. La familia estaba compuesta por una pareja con sus cinco
hijos. Se colocaron cámaras de televisión en toda la casa. Durante el tiempo
que duró la filmación se pretendía que la familia siguiera viviendo como si Los reality
show
“nada anormal estuviera aconteciendo”, es decir que se pretendía que
¿Una nueva
ignorasen las cámaras. Ante esos ojos electrónicos comieron, jugaron, vieron
forma de
televisión, durmieron, hablaron, disfrutaron y pelearon. Sobre todo pelearon, sacrificios
porque esta familia, que hasta aceptar el desafío de la televisión pasaba por humanos?
ser una familia armónica, terminó destruyéndose al finalizar el rodaje.

¿Qué pasó? ¿Qué mediación fatal se dio en aquella casa para que la TV verdad les revelara
una verdad que ellos mismos desconocían? Esta familia se sometió a un tipo de verdad que la
condenó a muerte como familia. Tal vez al aceptar el desafío ya eran conscientes de que no
todo estaba en su lugar en la familia, o tal vez ni siquiera lo sospechaban. El caso es que fue
suficiente la frialdad despiadada de la cámara televisiva para descubrir una verdad que antes
estaba oculta o semioculta. Esta familia quiso jugar al juego de la verdad y el juego les
reveló una verdad más real que la realidad en la que ellos creían vivir. La perversión de una
mirada despiadada sobre sí mismos destruyó lo que se había creado en las semipenumbras.
Semipenumbras en las que siempre se tejen nuestras relaciones.

El filósofo francés Jean Baudrillard, refiriéndose a este tema dice: “Esta familia representaba el
modelo de vida de la sociedad norteamericana y es la heroína de esta forma de vida. Esta familia
fue escogida, como en los sacrificios antiguos, para ser exaltada y morir entre las llamas de los
medios masivos de comunicación. Pues el fuego divino ya no cae sobre las ciudades corrompidas,
ahora es el objetivo de una cámara de televisión el que recorta la realidad como un rayo láser y la
mata. El sacrificio fue ofrecido como espectáculo a veinte millones de norteamericanos”.
¿Asistimos, acaso, a un drama litúrgico de la sociedad de masas? ¿La sociedad contemporánea
necesita, como las sociedades antiguas, tener sus ritos purificatorios? ¿Cuál es el sortilegio operado
por la frialdad de una cámara televisiva para que altere con su superrealismo lo que se mantenía
armónico en el realismo opaco de la mera cotidianeidad? (Díaz, 1988, 26-27)

[…] Queremos estar informados y ejercer nuestro derecho a estarlo, aún a


sabiendas de que se trata, nada más y nada menos, que de uno de los mitos
El mito de que
La información: profanos de nuestro siglo XX. Pero este mito, como la noticia, podemos estar
un mito. tiene un sentido y una función que se ha hecho totalmente
informados
imprescindible como vínculo social e intersubjetivo que
genera una
permita reunir la pluralidad cultural de los miembros de una comunidad, y identidad en la
generar una historia común, una identidad y un discurso propio en el que que nos
puedan reconocerse. La noticia, cuando es presentada fuera de su contexto, reconocemos.

desvinculada de cierta explicación o interpretación, es como el discurso de un


esquizofrénico: nos habla de cosas, pero la realidad y el sentido se desvanecen en hilos
incoherentes. […]
Los medios, o no Pocas veces se han analizado –a tiempo y preventivamente– los grandes
informan o lo
hacen tarde y problemas de la actualidad constante –aun los económicos, políticos y
mal. culturales– de nuestra realidad argentina, latinoamericana o internacional.

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Si se lo ha hecho, fue generalmente fuera de contexto, tarde y mal, después o durante una
crisis, […] Si nuestros medios de comunicación contabilizaran más el servicio que el éxito
económico y de público de un programa, podríamos enterarnos de diez mil maravillas que
están sucediendo actualmente en el mundo, o de las mil maneras en que diferentes
comunidades intentar resolver problemas tal vez no demasiado diferentes a los nuestros.
(Vizer, 1986)

[…] [El] final de la modernidad, no surge sólo de la crisis del colonialismo y del
El fin de la imperialismo europeos; sino que es también, y quizá en mayor medida,
modernidad resultado del nacimiento de los medios de comunicación de masas. Estos
también es medios –periódicos, radio, televisión, y en general todo
producto del
surgimiento de
aquello que hoy se denomina telemática– han sido La sociedad de los
medios masivos
los medios determinantes para el venir a darse de la disolución de no es una
masivos. los puntos de vista centrales, de aquellos a los que un sociedad más
filósofo francés, Jean François Lyotard, llama los grandes instruida.
relatos. […] La sociedad de los mass media, […] es todo lo contrario de una
sociedad más ilustrada, mas «instruida» […]; los mass media, que teóricamente harían
posible una información «auténticamente a tiempo» sobre todo lo que
sucede en el mundo, podrían parecer, […] una especie de realización
Los medios masivos
concreta […] de la perfecta autoconciencia de toda la humanidad por que teóricamente,
simultaneidad de lo que acontece, la historia y la conciencia del transparentarían la
realidad como una
hombre. […] [Sin embargo] la liberación de las muchas culturas y las
única, no lo hacen y
muchas Weltanschauungen [Cosmovisiones], hecha posible por los muestran antes bien
mass media ha desmentido, al contrario, el ideal mismo de una lo contrario.
sociedad transparente […] De hecho, la intensificación de las posibilidades
de información sobre la realidad en sus más diversos aspectos vuelve cada vez menos
concebible la idea misma de una realidad.

[…] En general, el intenso desarrollo de las ciencias humanas y la intensificación de la


comunicación social no parecen producir un incremento de la autotransparencia de la
sociedad, sino más bien incluso, funcionar en sentido contrario. […] Si nos hacemos hoy una
idea de la realidad, esta, en nuestra condición de existencia tardo-moderna, no puede ser
entendida como el dato objetivo que está por debajo, o más allá, de las imágenes que los
media nos proporcionan. […]

[…] Quizás este sea el destino […] de la Aufklärung, […]: que la autotransparencia de la
sociedad, haciéndose efectivamente posible desde el punto de vista de la disponibilidad
estrictamente técnica, se revela, por un lado, como ideal de dominio y no de emancipación,
tal como muestra, sobre todo, la sociología crítica de Adorno, mientras que por otro –lo que
Adorno, sin embargo, no veía– se desarrollan, en el interior mismo del sistema de la
comunicación, mecanismos (el «surgir de nuevos centros de historia») que terminan, en
definitiva, por volver imposible la realización de la autotransparencia.

[…] En lugar de avanzar hacia la autotransparencia, la sociedad de las ciencias humanas y de


la comunicación generalizada parece orientarse a lo que de un modo aproximado se puede
denominar «tabulación del mundo». Las imágenes del mundo que nos ofrecen los media y las
ciencias humanas, aunque sea en planos diferentes, constituyen la objetividad misma del
mundo y no sólo interpretaciones diversas de una «realidad» de todos modos «dada».
(Vattimo, 1990, 78, 80-81, 104-105 y 107-108)

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2.1. La video-política

La televisión hace circular todo lo que puede convertirse en tema: desde las costumbres
sexuales a la política. Y también reduce al polvo del olvido los temas que ella no toca: desde
las costumbres sexuales a la política. La primera imagen que trasmitió la
televisión argentina […] fue una foto de Eva Perón. Sucedió el 17 de octubre
de 1951, durante una transmisión experimental a la que, poco después, La TV elabora su
propia
siguieron las emisiones regulares. No es sorprendente la elección de este
metafísica:
primer ícono televisivo (aunque haya sido la imagen de alguien que no transmite como
llegó a vivir en la era de la televisión): Evita era la política bajo su forma valor un ideal,
un modelo, un
sexualizada y su fotogenia era apropiadamente televisiva. Con la imagen
arquetipo, nada
de Evita, la televisión argentina suscribió su primer manifiesto: todo lo que real.
pase por una pantalla debe estar tocado por un aura. La imagen de Evita
unía el aura del carisma a la de la juventud y la belleza. De allí en más, el
camino hasta la actual política televisiva sería largo y sinuoso, pero en su origen tenía un
gesto que, sin proponérselo, había sido doblemente fundador.

Hoy, la política es, en la medida en que sea televisión. […] La televisión inventó, hace años,
un personaje femenino, llamémoslo Doña Rosa, 1 que sintetizaba hasta la
Doña Rosaexageración hiperrealista, este deseo. A Doña Rosa no le importa cómo se
como alcanzan sus objetivos; no le importa lo que otros padezcan como
aparato
consecuencia de la atención de sus reclamos; no le importa los valores en
ideológico de
difusión dejuego, excepto cuando coinciden con la moral miniaturizada que profesa. Por
ideas. eso doña Rosa niega la política que, precisamente, puede oponerse a este
primitivismo darwiniano, propio de quien está en condiciones de sustentar con
más fuerza y persistencia sus derechos (o lo que considera sus derechos).

Para doña Rosa la política deliberativa-institucional es un obstáculo y no un medio. Por eso,


ataca a los políticos, desconfiando no sólo de sus intenciones, sino, más radicalmente, de su
existencia misma. Los políticos separarían a los sujetos de la materialización
de sus necesidades. La política, por otra parte, es artificial, Representante
Prioridad: del sentido
los derechos frente a los deseos de los sujetos que son considerados
común liberal.
individuales. naturales. Doña Rosa participa de un sentido común que
sólo por exageración paródica podría denominarse liberal: según ella, es
ilegítimo cualquier sistema que no ponga en primer lugar la realización
de lo que considera derechos individuales indiscutibles. Doña Rosa Para Doña Rosa, quien
paga más impuestos,
tiene una relación brutal con el Estado y sus instituciones. Piensa, en tiene más derechos.
primer lugar, que el hecho de pagar impuestos la faculta para ser juez
en la asignación de partidas del presupuesto nacional. Ha visto
demasiadas series norteamericanas en las que los ciudadanos afirman su derecho no por
pertenecer a la comunidad nacional sino en su carácter de fuente de recaudación impositiva.
Esta concepción fiscalista de la ciudadanía, en el límite, se contrapone a toda idea de
igualdad: los que más pagan tendrían más derechos a reclamar y los que menos pagan
deberían aceptar la capitis diminutio [disminución de la capacidad de derechos] de su
situación. Doña Rosa entiende poco de esto y además no le interesa. En realidad, su idea de
ciudadanía está vinculada a lo económico más que a lo civil y político; está definida por el
uso y no por el ejercicio; está centrada en los derechos, no en los derechos y deberes.

Doña Rosa sólo puede vivir en un mundo de política massmediatizada (aunque tiene abuelas
entre la pequeña burguesía de las novelas realistas del siglo XIX). La política que le interesa
está construida por los comunicadores, el orden del día propuesto por los noticieros de

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televisión, la confiabilidad sustraída de los representantes para ser administrada por los
líderes de los mass-media. A la cultura de la discusión parlamentaria, que Doña
El mensaje de Rosa aborrece porque acusa al Parlamento de dilaciones insoportables, le
Doña Rosa: sucede la de la mesa redonda televisiva donde los periodistas dictan cátedra
“todos los
(liberal, progresista, democrática o reaccionaria) a los políticos y los políticos
políticos son
corruptos”. quieren pasar por menos inteligentes de lo que son, cuando son inteligentes;
y por más honestos de lo que son, porque saben que el público ha aprendido
con Doña Rosa casi una sola verdad: que los políticos son siempre corruptos.

Si hoy es imposible imaginar política sin televisión, se puede, sin embargo, imaginar
cambios en la video-política: no hay ningún destino inscripto en la televisión
Hacer al político
atractivo para del que no pueda escaparse. No es inevitable creer que los políticos son en
lxs televidentes. sí mismos poco interesante y, por consiguiente, deben convertirse al estilo
televisivo si desean, en primer lugar, aparecer en pantalla, y en segundo
lugar hablarles a sus conciudadanos como ellos quieren ser hablados. Dicho sea de paso,
sería bueno que los políticos fueran los primeros convencidos sobre el punto, para que luego
convenzan a sus asesores de imagen quienes, diligentes siervos-patrones, les indican a los
políticos cómo, cuándo y qué decir en radio y televisión.

La identidad de los políticos no se construye sólo en los medios. Los políticos, entregándose
del todo al llamado de la selva audiovisual, renuncian a aquello que los
Construcción
constituyó como políticos: ser expresión de una voluntad mass-mediática
Los medios más amplia que la propia y, al mismo tiempo, trabajar en de la imagen.
señalan los
problemas y las la formación de esa voluntad. Precisamente porque en la
“soluciones”. política hay poco de inmediato y mucho de construcción y de imaginación,
puede decirse que es la política la que debe hacer visibles los problemas, la
que debe arrancar los conflictos de su clausura para mostrarlos en una escena pública donde
se definan y encuentren su resolución. Ahora bien, si los conflictos no son presentados por la
política, los medios toman su lugar señalando otros caminos prepolíticos o antipolíticos para
resolverlos. […] Si algunas cuestiones que son importantes para amplias mayorías se
convierten en objeto solamente massmediático, el sentido de la política y de los políticos no
aparecerá evidente para nadie. (Sarlo, 1994)

2.2. El rol político de los medios: ¿medios sin ideología?

Los medios de comunicación son a la democracia lo


que la propaganda es a la dictadura.
Noam Chomsky

“Sin transparencia en el ejercicio del poder, transparencia que exige una prensa libre e
independiente, no hay democracia. La libertad de prensa es el símbolo mismo, el signo
exterior más significativo de la realidad democrática de un país”, así lo afirmó Simone Veil,
presidenta del Parlamento europeo.

Refiriéndose al tema “El poder de la política y los medios de comunicación”, la parlamentaria


sostuvo que el poder político “no ha esperado el desarrollo del escrito para sentirse
amenazado por la libertad de expresión y para intentar amordazar aquellos cuya influencia,
a través del discurso, corriera el riesgo de atentar contra su prestigio y autoridad.”

“En los propios países democráticos”, dijo, “lo escrito está sujeto a ciertos controles; ley
sobre difamación, ultraje a las buenas costumbres, ofensa a los jefes de Estado, perjuicio
contra la seguridad exclusiva del Estado, que permiten perseguir a un autor y prohibir su

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publicación, o prever la supresión de ciertos pasajes de un artículo, y de obtener llegado el


caso un juicio por daños y perjuicios”, agregó Veil.

Por otra parte, señaló que “la prensa, mucho más que el libro, debido a su especificidad,
resultante de su periodicidad, de su costo módico, de su rol de informador, y de su amplia
difusión, debió ser desde su origen el blanco de ataques preferidos por el poder. Nacida con
los auspicios de la desconfianza y de la restricción, la prensa no ha cesado de suscitar
reacciones complejas y contradictorias, que se explican por su influencia y por el temor que
esta inspira.”

Es por esto que “incluso los países democráticos, muy difícilmente escapan a la tentación de
ejercer más o menos sutilmente ciertas presiones, o de preservar para sí ciertos medios de
influencia. Para los poderes autoritarios”, añadió “o totalitarios el control de la prensa
constituye un arma mayor.”

Además, sostuvo que “el desarrollo de la prensa ha demostrado progresivamente que en


este ámbito la libertad formal, la de publicar y la de difundir, no son suficientes para existir,
para vivir; para estar informada, la prensa debe disponer de medios de todo orden.”

Al referirse a la radio y a la televisión, Veil afirmó que “tratándose de bienes inmateriales


cuya singularidad les da valor, el poder está tentado de usarlo incluso de abusar de aquello
que considera como un instrumento de poder.”

[…] La parlamentaria francesa admitió que cualquiera que fueran los principios
que se invoquen y los sistemas adoptados, existe para el poder la
Del ideal de la
libertad de prensa al tentación de asegurarse el máximo apoyo por parte de los medios más
hecho de que la influyentes. “Incluso en los países democráticos”, agregó, “es en
prensa esté dirigida nombre de intereses nacionales de orden superior, de la moral y de la
por los poderes
concentrados, y a protección de la juventud, o incluso de una noción más difícil de definir,
ser ella misma un en nombre de la objetividad, que el poder se manifiesta por las vías
poder condicionante legales, o por presiones amistosas“. (Veil, 1987)
para los Estados.
Hace algunos años, el periodista Paschos Mandravelis
resumía la situación de la siguiente manera: el
El poder
funcionamiento de los medios de comunicación griegos no se inscribe en el económico
marco de un mercado de la información, sino en el de un “mercado de la concentrado se
política”. De hecho, la proximidad entre estos dos mundos se hizo evidente convierte en un
actor político
en noviembre de 2011 cuando el director del periódico Ta Nea, Pantelis partidario
Kapsis, dejó su cargo para unirse al gobierno de Lukas Papademos, un ex formal.
banquero. Sin embargo, […] la familia Kapsis no abandonó la prensa: Manolis,
hermano de Pantelis, “aparec[ía] todas las noches en el noticiero de Mega Channel, donde,
como comentarista político, sosten[ía] a ese mismo gobierno”.

[Hoy] la prensa está agonizando. Uno de los principales diarios –Nea, afín al partido
socialista griego (Pasok)– apenas vende dieciocho mil ejemplares por día. Otro periódico
histórico, Eletherotypia, desapareció al comienzo de la crisis. La difusión de semanarios cayó
de más de un millón y medio de ejemplares a alrededor de seiscientos mil. La mayoría de las
empresas de prensa escrita es deficitaria y la mitad de las ventas de los diarios
La influencia depende de la promoción de la semana: cupones de descuento, sorteos con
política de premios de millones de euros, entre otros.
ser dueño de
un grupo de En estas condiciones, los propietarios –pertenecientes a las grandes fortunas
medios.
del país; principalmente armadores, que no pagan impuestos– no esperan

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obtener ganancias de sus inversiones. En cambio, ser dueño de un grupo de prensa les
otorga la influencia política necesaria para ganar licitaciones públicas. El grupo Pegasus, por
ejemplo, que publica los diarios Ethnos y Proto Thema, [es el] principal beneficiari[o] de los
contratos de obras públicas de los últimos veinte años.

Desde que comenzó la crisis, los medios de comunicación se aliaron con las elites políticas
para ayudar a maquillar la realidad económica del país –siguiendo la tarea
realizada por la banca de inversión Goldman Sachs– y disimular la amplitud Los medios
de la corrupción. Apoyaron fuertemente el programa de austeridad como sostén y/o
impuesto por la “troika”, puesto que gran parte de las medidas como
debilitadores de
preconizadas coincidían con sus preferencias. “El grupo DOL [Lambrakis los gobiernos.
Press Group] fue uno de los primeros en implementar una de las principales
medidas impuestas por la “troika”, a saber, la supresión de los convenios
colectivos por sector, para reemplazarlos por convenios de empresa. Así logró imponer a sus
empleados una rebaja salarial del 22%” […]

Todo lo que podía llevar a desacreditar el programa de Syriza encontraba un


El valor amplio eco. En 2013, por ejemplo, las grandes cadenas de televisión
político de la
edición de difundieron un video en el que un dirigente de la coalición antiausteridad
una nota. explicaba: “¡Vamos a abandonar el euro!”. El resto de su truncado discurso
precisaba: “si y sólo si [la canciller alemana Ángela] Merkel nos echa”. Syriza
tuvo que amenazar a los canales con iniciar acciones legales para que interrumpieran su
difusión. Todas las encuestas lo indican: la mayoría de los griegos no quiere abandonar la
moneda única. (Kaimaki, 2015, 189)

En la recepción de las oficinas del semanario Junge Freiheit (“Joven Liberad”), en un barrio
acomodado del oeste de Berlín, un friso exhibe una alegoría de la historia alemana por
medio de una veintena de personajes en marcha: campesinos y reyes, soldados y mujeres
camino al éxodo. Está incluso Karl Marx y, en un extremo, un manifestante antinuclear. Pero
ningún nazi. La única huella de los doce años de dictadura nacionalsocialista es una bandera
de la cruz gamada, tirada en el suelo, arrugada y pateada. Dieter Stein, fundador y jefe de
redacción del periódico, adornó la pared de su oficina con un retrato del conde de
Stauffenberg, el oficial de la Wehrmacht que organizó el atentado fallido contra Hitler el 20
de julio de 1944.

“Hay una corriente, no demasiado importante en números, pero tradicionalmente presente


en Alemania, que alimenta un sentimentalismo por el III Reich. No es la nuestra”. Stein, de
50 años, quiere ser claro sobre la línea del semanario que creó en 1986, cuando todavía era
un estudiante secundario: nacional conservadora, pero sin vínculo con la formación neonazi
[…]

En sus treinta páginas de gran formato, […] el Junge Freiheit consagra líneas benevolentes
al movimiento de los identitarios (30 de septiembre de 2016) y hace suya la expresión “gran
reemplazo” forjada por el escritor francés Ranaud Camus (16 de diciembre de 2016). En sus
columnas recibe regularmente –y esto desde 1994– a una de las figuras intelectuales del
conservadurismo revolucionario francés, Alain de Benoist.
Los medios… ¡a
la derecha! Pocos reportajes se leen en este periódico que se presenta como un
“semanario de debate”, pero sí muchos análisis políticos y comentarios
plagados de referencias históricas y filosóficas, […]. El semanario sigue los hechos menores
y los vivos debates internos de Alternativa para Alemania [AfD] […], el partido de extrema
derecha creado en 2013 con un discurso antiinmigración, antieuro, antifeminista y

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

ultraliberal. En las legislativas de 2013, el AfD se hacía de una constelación de medios


amigos provenientes del ámbito cultural de la extrema derecha alemana. Esta ya había
obtenido un aumento de visibilidad en 2010 […] En ese momento, una publicación mensual
conspiracionista, Compact, “revista para la soberanía” publicaba su primer número. La
difusión del Junge Freiheit se disparó […]

Compact y Junge Freiheit organizan también conferencias y distribuyen sus propios libros o
los de editoriales ideológicamente afines. Suscitan el interés de simpatizantes del
movimiento de los “Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente” que, como el
AfD pero de manera institucionalizada, pretende combatir la hegemonía política de los
partidos de gobierno. Convocadas por el movimiento, miles de personas desfilaron semana
tras semana contra la “islamización de Alemania” en las calles de Dresde, en
¿Qué motiva a el otoño de 2014; una parte de los manifestantes repetían eslóganes
los medios?
Afinidades
hostiles a la “Lüngenpress” (la prensa que miente). Compact y Junge
políticas e Freiheit se presentan como los garantes del pluralismo frente al resto de la
intereses prensa supuestamente uniforme […]
económicos.
[…] De la ola inmigratoria presente en Alemania desde 2015, el Junge Freiheit
se hizo eco únicamente bajo el ángulo de la amenaza: terrorista, de
Los medios
delincuencia, de agresiones sexuales. Poco importa que esta sea real,
como
potencial o imaginaria. Las afinidades políticas se entrecruzaban con los ¿influencer?
intereses económicos. “Hemos pegado un salto en materia de ventas y, sobre
todo, de visitas a nuestro sitio de Internet cuando Merkel abrió las fronteras”, informa el Jefe
de redacción. […] El periódico combate también contra el feminismo, el derecho al aborto, la
educación sexual en las escuelas y los trabajos sobre género. […] En las páginas de cultura
se destacan los libros de historia consagrados a las civilizaciones desaparecidas, a los
emperadores, a las guerras del siglo XIX. La crónica de cine puede detenerse en la edición en
DVD de un film del más célebre realizador nazi, Veit Harlan, sin mencionarlo como tal, y
evaluando su talento a la luz del juicio que Joseph Goebbels tenía sobre él (6 de enero de
2017). […]

[…] El lector tipo de la Junge Freiheit es un hombre (el 90%), de edad (más de la mitad de
los lectores son mayores de 60 años), acomodado y culto (el 46% posee título universitario)
[…] Encontramos una muestra de ello, a fines de marzo de 2017, en la Biblioteca del
Conservadurismo, una estructura creada por el jefe de redacción […] Ese día, el lugar es
sede de una conferencia sobre “El calor social del capitalismo y el frío social del Estado de
Bienestar”. El conferencista del día, ferviente discípulo del pensador de la economía
neoliberal Friedrich Hayek, se burla del principio de redistribución y se jacta del capitalismo
que habría “permitido” –en particular a las mujeres– tener máquinas de lavar más bien que
tener que hacer el lavado en el río, lo que sin duda era romántico”. (Knaebel, 2017, 28-29)

2.3. Los medios y el saqueo de información para su uso político

Desde hace treinta meses, Julián Assange, paladín de la lucha por una información libre,
vive en Londres, refugiado en las oficinas de la Embajada de Ecuador. Este país
latinoamericano tuvo el coraje de brindarle asilo diplomático cuando el fundador de
WikiLeaks se hallaba perseguido y acosado por el Gobierno de Estados Unidos y varios de
sus aliados (el Reino Unido, Suecia). El único crimen de Julián Assange es haber dicho la
verdad y haber difundido, vía WikiLeaks, entre otras revelaciones, las siniestras realidades
ocultas de las guerras de Iraq y de Afganistán, y los tejemanejes e intrigas de la diplomacia

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

estadounidense.
Persecución Como Edward Snowden, Chelsea Manning y Glenn Greenwald, Julián Assange
política.
forma parte de un nuevo grupo de disidentes que, por descubrir la verdad, son
ahora rastreados, perseguidos y hostigados no por regímenes autoritarios sino por Estados que
pretenden ser “democracias ejemplares”…

En su nuevo libro, Cuando Google encontró a WikiLeaks […] Julián Assange va más lejos en sus
revelaciones, […]

Todo parte de una larga conversación que Assange sostuvo, en junio de 2011, con Eric Schmidt,
presidente ejecutivo de Google. Este vino a entrevistar al creador de WikiLeaks para un ensayo
que estaba preparando sobre el futuro de la era digital. Cuando se publicó el libro, titulado The
New Digital Era (2013), Assange constató que sus declaraciones habían sido tergiversadas y que
las tesis defendidas por Schmidt eran considerablemente delirantes y
Los espías del megalomaníacas. El nuevo libro del fundador de WikiLeaks es su respuesta a esas
siglo XXI:
las redes elucubraciones del presidente de Google.
sociales.
Entre muchas otras cosas, Assange revela cómo Google –y
Google,
Facebook, y Amazon, etc.– nos espía y nos vigila; y cómo transmite informante de
esa información a las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Y cómo la Estados Unidos.
empresa líder en tecnologías digitales tiene una estrecha relación, casi estructural,
con el Departamento de Estado. Afirma también Assange, que hoy, las grandes empresas de la
galaxia digital nos vigilan y nos controlan más que los propios Estados.

[…] Nos explica Assange, como Pulgarcito, vas sembrando rastros de ti mismo y de tu vida
privada que algunas empresas, como Google, recogen con sumo cuidado y archivan
secretamente. Un día, las utilizarán contra ti…

Ignacio Ramonet: El corazón de tu nuevo libro –Cuando Google encontró a WikiLeaks– lo


constituye un encuentro tuyo, en junio de 2011, con Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de
Google. En un momento, decís: “Google es la compañía más influyente del mundo”. ¿Qué
entiendes por “más influyente”?

Julián Assange: Lo que intento decir es que el mundo está viviendo un cambio muy profundo, y
Google es la entidad que más influencia tiene sobre la esencia de ese cambio y tal vez también
sobre la velocidad de ese cambio. Podríamos preguntarnos incluso si Google no es la empresa más
influyente en términos absolutos. De esto no estoy seguro. Hay varias mega empresas que
podrían ocupar esa posición, la de ser la más influyente en términos absolutos. Pero al menos, de
entre las empresas de comunicación, sí, es la más influyente en términos absolutos.

Google, un
[…] Google está en evolución constante; ha duplicado su valor bursátil entre
superpoder. 2011 y este año, pasando de 200.000 millones de dólares a 400.000 millones…
Y su penetración en la sociedad global, en términos de interacción con los
individuos, ha aumentado más que la de cualquier otra empresa de gran tamaño.

IR: ¿Más que las empresas financieras…?

JA: Sí, no hay duda.

La muerte de
IR: Escribís que “el avance de la tecnología de la información, Hacia un
la privacidad. encarnada por Google, anuncia la muerte de la privacidad para la mundo
autoritario.
mayoría de las personas y reconduce el mundo hacia el
autoritarismo”. ¿No eres demasiado pesimista?

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

JA: No creo que se pueda mirar el mundo y decidir si uno quiere hechos optimistas o pesimistas.
Los hechos son como son. Hay otros fenómenos que se están produciendo y podemos
considerarlos como optimistas, pero no lo que Google está haciendo. Se trata de otros procesos
que están ocurriendo.

IR: Hablaremos de esos procesos más adelante. Por ahora quería Silicon Valley, un
preguntarte: ¿en qué te basas para afirmar que “las tecnologías de Silicon miembro de
“El Pentágono”.
Valley son un instrumento al servicio de la política exterior de EE UU”?

JA: De varias maneras, que describo en el libro. En primer lugar, la larga historia de colaboración
entre el complejo militar-industrial de las fuerzas armadas de Estados Unidos y el Silicon Valley.
Cualquier persona que haya investigado sobre el Silicon Valley sabe que eso es así. Noam
Chomsky ha denunciado con contundencia lo que ocurría en Silicon Valley en las décadas de 1970
y 1980. […]

La idea que la gente se hacía del superpoder de las computadoras está reflejada en películas
como Colossus. En todo caso, los militares en esa época comandaban el desarrollo del
Estado: ayudando a llegar a la Luna, ayudando a construir armas atómicas, ayudando a
diseñar misiles ICBM, ayudando a acelerar la velocidad de los submarinos nucleares,
ayudando al Servicio de Impuestos Internos a verificar la fiscalidad de cada persona… Todo
eso cambió cuando Silicon Valley, en los años 90, empezó a desarrollar un mercado de
consumo, a poner los avances de la tecnología informática al alcance del gran público. Fue
entonces cuando se empezó a crear una “burbuja de percepción” que presentaba a las
empresas de Silicon Valley como “amigas” de la gente, “amigas” del consumidor. Apple,
Google, Amazon y más recientemente Facebook han estimulado ese aspecto y se han
beneficiado de ello. Y todo eso ha creado una ilusión… Que permitió obliterar la visión
previa, negativa, que había al respecto, y que la mayoría de los académicos tenía con
relación a Silicon Valley, aquel Silicon Valley que colaboraba con los militares.

En segundo lugar, estas nuevas compañías, como Google, […] establecieron una estrecha
relación con el aparato de Estado en Washington, en particular con los responsables de la
política exterior. Esa relación es una evidencia ahora. La tienen los más altos ejecutivos de
Google, Eric Schmidt, Jared Cohen… Tienen ideas políticas semejantes y comparten una
idéntica visión del mundo. Y finalmente, esta asociación tan estrecha y esta visión del
mundo compartida entre Google y la Administración estadounidense están al servicio de los
objetivos de la política exterior de Estados Unidos.

IR: Precisamente, en esa misma línea, escribís que cuando Eric Schmidt visitó
Operaciones
encubiertas de China, Corea del Norte y Birmania, en 2013, era evidente que estaba llevando a
Google. cabo una operación de “diplomacia encubierta” para Washington. ¿Qué pruebas
tienes de ello?

JA: Hablo basándome en mi experiencia. Pudimos demostrar que cuando había un flujo de
información entre Eric Schmidt y yo, inmediatamente esa información llegaba a los niveles más
elevados del Departamento de Estado. Y cuando Eric Schmidt utilizaba a Lisa Shields2 como canal
para contactar conmigo, se producía con anterioridad un flujo de información en sentido contrario,
del Departamento de Estado a Eric Schmidt… Respecto a este y su diplomacia encubierta con
Corea del Norte y con algunos países con los que Washington no quiere ser visto manteniendo
comunicaciones de forma directa, no soy yo quien lo afirma, yo simplemente repito y reproduzco
las afirmaciones que otras personas han expresado. Pero yo, como te acabo de decir, tuve una
experiencia concreta respecto a su función de informador del Departamento de Estado; y otras
personas también supieron evaluar lo que Schmidt hizo en Corea del Norte y en otros países.

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

IR: Hace unos meses, Eric Schmidt estuvo en Cuba ¿creés que también era para llevar a
cabo una “diplomacia encubierta”?

JA: Sí, eso creo.

[…]
Reclamamos que
el Estado deje de IR: Decís que muchos ciudadanos critican el espionaje y el control ejercidos
controlarnos pero
no hacemos lo por el Estado, pero sin embargo notas que son muy pocos los ciudadanos
mismos respecto que critican la vigilancia ejercida por las empresas privadas. ¿Es tan
de las empresas peligrosa esta como la de los Estados?
privadas.
JA: ¿Estás presuponiendo que hay una diferencia entre el
Políticas de
Estado y las grandes empresas privadas? [risas] financiamiento para
la defensa interior y
IR: Te hago la pregunta… Tengo mi opinión… [risas] exterior: el mayor
presupuesto es
JA: Esta división está desapareciendo en la mayor parte de los países de
destinado a
Occidente. Pero la complicidad es más clara en Estados Unidos donde, por empresas privadas.
ejemplo, el 80% del presupuesto de las agencias de seguridad nacional va a
la industria privada. Incluso la agencia de inteligencia más secreta de Estados
Unidos, que forma parte del núcleo más protegido del Estado, destina el 80% de su
presupuesto a las industrias del sector privado.

Por lo tanto, es interesante preguntarse por qué ha habido más investigaciones sobre el espionaje
del Gobierno que sobre el espionaje de las empresas privadas. Creo que están ocurriendo dos
cosas. En primer lugar, una ley general: cuando aumenta el grado de abstracción de un problema
disminuye el número de personas que pueden entender esa abstracción.

[…] Y segundo, especialmente en Estados Unidos, está el aspecto ideológico. Por un lado, tenemos
a la izquierda norteamericana… Casi toda esa izquierda liberal está en el seno del Partido
Demócrata, en un sistema clientelista y, por lo tanto, no está ejerciendo un examen
adecuado de lo que está sucediendo con los excesos del Gobierno, incluida la
El sector
privado privatización generalizada. Y, por otro lado, tenemos la parte libertaria del Partido
como Republicano que dice que sólo el Gobierno es el problema, y que el sector privado
conductor
jamás es el problema. Sin embargo, el sector privado es quien dirige, en gran
del Estado.
parte, al Gobierno. Y algunas megas empresas, como Google o Goldman Sachs, con
su enorme tamaño y sus monopolios, están dirigiendo los servicios centrales del Estado como si
fueran el propio Gobierno… Son mega empresas privadas que tienen una cifra de negocios anual
superior al PIB de Nueva Zelanda o de muchos otros Estados.

[…]
Muchas ONG y
IR: ¿El concepto de “sociedad civil” es una fábula? Fundaciones son
financiadas por el
JA: El concepto no es una fábula, pero la práctica sí lo es. Porque la mayoría
Estado o por
de las organizaciones de la llamada “sociedad civil” están financiadas para ser megaempresas.
agentes del Estado o de las empresas más poderosas. […]

La New America Foundation, por ejemplo, en Washington, ¿quién la financia? La respuesta es: Eric
Schmidt personalmente, y Google como compañía, y el Departamento de Estado, y Radio Free
Asia, y varias entidades más, pero las que he mencionado son las principales patrocinadoras. Y su
directora general, Anne-Marie Slaughter, había trabajado anteriormente como asesora muy
cercana a Hillary Clinton en el Departamento de Estado, y sigue siendo una asesora actual del
Departamento de Estado. Y es profesora en Princeton, al mismo tiempo. Por lo tanto, aquí los
tenemos a todos juntos: Eric Schmidt como individuo, Google como compañía, el Departamento

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

de Estado como parte del Ejecutivo de EE.UU. Igual ocurre con Radio Free Asia, y con el mundo
académico representado, en parte, por Anne-Marie Slaughter.

Eric Schmidt es miembro de la Junta de muchas de estas fundaciones, junto con directivos de
Facebook. Aunque, desde lejos, parece que Google y Facebook están en competencia, en realidad,
a nivel social, no se oponen entre sí, cooperan en fundaciones, y también trabajan con el Estado,
como en el caso de la New America Foundation. […] Es como el “hogar político” de Eric Schmidt en
Washington. Aunque él y varios ejecutivos de Google están involucrados también en otras
fundaciones que pretenden encarnar la “sociedad civil” …

Los medios de IR: Decís que “detrás de la fachada de la democracia lo que hay, en
comunicación como realidad, es un poderoso deseo de controlar a los ciudadanos”. ¿En qué te
aparato de control.
basas para escribir esto?

JA: ¿Tiene que ver tu pregunta con esta falsa “sociedad civil” …?

IR: Sí, es la idea. Lo que llamamos ‘democracia representativa’, en realidad, escondería, según
afirmas, un gran deseo de controlar a la gente…

JA: Ya veo… Seguramente conoces la famosa afirmación de Noam Chomsky: “Los medios de
comunicación son a la democracia lo que la propaganda es a la dictadura”.

IR: Sí, dos maneras de manipular.

JA: Es una parte necesaria del sistema de control.

[…] (Ramonet, 2015, 22-24)

2.4. Los sujetos virtuales en la comunicación y su rol político

Al decir “sujeto”3 me estoy refiriendo al término filosófico cultural que se comenzó a


El sujeto
elaborar específicamente en la modernidad. Se trata de la instancia social que somos
virtual.
cada uno de nosotros, en tanto estamos constituidos por un aspecto del orden del yo
[…] y un aspecto del orden del sujeto, que es comunicatorio, epocal, compartido por quienes
somos contemporáneos y pertenecemos a una misma cultura. […]

Si bien es cierto que la noción de sujeto en sentido fuerte surge en la modernidad, también
es cierto que se pueden encontrar vestigios de este concepto en la Grecia clásica. Aristóteles
define al hombre como “animal racional”. La idea de racionalidad, predetermina, en cierto
sentido, la idea de subjetividad. Luego, en la primera modernidad, con
Descartes, el yo es “una cosa que piensa”, un ser pensante. En este caso, La
descorporización
lo fundamental es la idea de alma. Pero más tarde, en la adultez
del hombre
moderna, durante la Ilustración, y especialmente en Kant, se asiste a la (sujeto).
consumación de la idea de sujeto moderno: el sujeto trascendental. Un
sujeto que es forma pura, un sujeto que ha perdido el cuerpo, un sujeto que es solamente
estructuras vacías de contenido.

[…] Pero en el siglo XIX el sujeto recuperó –o adquirió por primera vez– el
Siglo XIX, la
recuperación cuerpo, tanto desde la filosofía como desde las ciencias sociales y la
del cuerpo.
biología. Marx sostiene que son las prácticas sociales y concretas las que
determinan la conciencia y, por lo tanto, al sujeto. Para Freud, el sujeto es el
producto de una historia, fundamentalmente familiar, pero también social. Para Darwin, el
“sujeto” (ahora entre comillas) recibe sus predeterminaciones del medio en que vive. En
estos tres pensadores tenemos ya la pauta de que el sujeto, que Kant había concebido como

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

forma pura, se está llenando de contenido.

Nietzsche se pregunta “¿tengo un cuerpo o soy un cuerpo?”, y concibe al sujeto desde las
luchas de poder y las estrategias discursivas. […]

Entonces, hasta mediados del siglo XIX el sujeto se comprende como una entidad lingüístico-
social que además tiene cuerpo, traspiración, sangre, olor, aliento […] Sin Nueva
embargo, con el acaecer de las nuevas técnicas […] el sujeto se está descorporización.
desmaterializando nuevamente, pero en otro sentido.

El sujeto que surgió desde la crítica a la modernidad […] es discurso, pero


Un sujeto discurso sostenido a partir de las prácticas concretas. Es un sujeto que
cuyo discurso
puede ser el contiene volumen, superficie corporal, textura […]; en fin, es un sujeto real.
de cualquiera. En cambio, el sujeto que comienza a constituirse a partir de la década de
1990 con la intensificación de los intercambios informáticos es un sujeto virtual
[…] se constituye mediante señales electrónicas.

El sujeto virtual […] en tanto subjetividad sigue conservando un discurso, pero –al menos
para quien se comunica con él– no garantiza identidad. La identidad puede ser azarosa y
cambiante. Chateando puedo ser quien realmente soy o puedo ser otra persona. […] Las
mentiras y las verdades se suceden sin solución de continuidad. O no, pero no existen
garantías para quien se comunica a través de las señales luminosas de la pantalla.
(Díaz, 1999, 108-110)
Los trols y el
espejismo […] Subestimado bajo el mote de “Call center Pro”, “oficina de los trols” o
digital. “subsecretaría de redes sociales”, la estructura de comunicación digital es algo
que el gobierno se toma con absoluta seriedad. Liderada por el jefe de Gabinete,
Marcos Peña, y el subsecretario de Vínculo Ciudadano, Guillermo Riera, […] unas setenta
personas integran el web team de Cambiemos que trabaja desde la Casa Rosada […] y el ex
edificio de Somisa […] El equipo se encarga de generar contenido y de mantener las redes
sociales macristas […]. Además, monitorea cada palabra que se dice sobre ellos
[…] Todo se mide. Todo se reporta. […]
¿La estrategia
[…] Como dice Manuel Castells, la política se juega en el terreno de la digital de los
partidos, o la
comunicación. Y uno de esos terrenos son las redes sociales, […] Si la política como
política está en el bolsillo de la gente, si los jóvenes de 14 a 30 años se estrategia
informan principalmente por internet, si las redes permiten llegar a digital?

audiencias segmentadas, y si además “lo que se dice en las redes” hoy nutre a
los “medios tradicionales”, no tener una estrategia digital es condenarse al fracaso.

[…] ¿Eso también significa manejar ejércitos de los tan temidos trols, instalar temas,
noticias falsas o desvirtuar debates? Mal que les pese a nuestras almas puras, la respuesta
es un rotundo sí. […] Sucede en Argentina y más allá: tuiteros argentinos ofreciéndose
masivamente como voluntarios para romper una huelga docente o denostando al Conicet,
trols a sueldo de Peña Nieto inundando de spam el hashtag #YaMeCanse en reclamo del
esclarecimiento de la masacre mexicana de Ayotzinapa, WikiLeaks y Trump (¿y Putin?)
revolviendo mail de Hillary Clinton que “prueban” que es adoradora de Satanás.

Entonces irrumpe el pánico moral. ¿Es que internet, ese espacio de democratización de la
verdad que nos iba a llevar al progreso, también tiene un costado oscuro, plagado de
mentiras y noticias falsas? De repente, políticos y analistas parecen sorprendidos de que el
digital también sea un territorio con una ética débil o carente de ella. “El auge de las noticias
falsas” se convierte en la explicación de todos los males, incluso de los problemas de la

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

misma democracia.

[…] Pero esta explicación es reduccionista. Y olvida un factor crucial: un capitalismo digital
concentrado que hace hiper rentable producir y distribuir información falsa.

La internet en la que hoy navegamos y consumimos noticias está dominada por un puñado
de empresas. Bajo el “capitalismo del like”, la circulación de la información depende de las
máquinas de Google y de Facebook, que ordenan lo que vemos en función de su negocio:
cuantos más clics, más dinero para ellas. […] (si eso ocurre con un contenido que es
“verdad” o “mentira” escapa a la ecuación).

[…] Bajo este esquema económico de las redes, producir y publicar noticias falsas se volvió
un trabajo rentable para pseudo-periodistas, para campañas y equipos políticos, y para
La rentabilidad cualquiera que quiera dinero rápido, incluso para grupos de odio y
de la mentira extremistas. Para ello, contribuyen otros factores –que ya conocíamos
desde la opinión pública pero que se agudizaron con las redes sociales– por
ejemplo, que tendemos a reproducir las informaciones o noticias que confirman nuestro
propio sesgo y que nuestra curiosidad nos hace más proclives a “comprar” novedades antes
que a profundizar en los matices de lo “viejo”. Como consecuencia, internet también
encontró un negocio en la mentira.

Así funcionó durante años hasta que comenzó a ser cuestionado en 2016, especialmente
después del triunfo de Donald Trump. […] Su campaña presidencial, […] ¿l[a] hizo con
información verdadera? Claro que no. Su equipo compartió encuestas propias haciéndolas
pasar como sondeos serios, retuiteó informaciones falsas y nunca desmintió la mentira que
más circuló: que el papa Francisco apoyaba su candidatura.

Tras las elecciones Ipsos publicó una investigación contundente: […] los usuarios habían
considerado ciertas el 75% de las noticias falsas y las habían compartido. En ese punto, la
alerta llegó hasta para Wall Street y Silicon Valley […] Mark Zuckerberg se hizo cargo del
La información problema y anunció una serie de medidas para reducir las mentiras en su
falsa afecta a la red. […] Sin embargo, la cooperación todavía es un proyecto.
democracia.
Mientras los acuerdos llegan y la economía del capitalismo digital no cambia
su esquema, en el camino quien más pierde es la política. Más precisamente, uno de los
pilares cruciales de la democracia: la información plural y suficiente para tomar decisiones.

La información falsa y los trols no son de nadie y son de todos. Las redes están llenas de basura
y manipulación.4 Sus responsables son todos los que detentan algún poder (funcionarios,
oposición, medios y empresas). […] Y la indignación general (de uno y otro lado) culpa a las
fake news [noticias falsas] y a las “peleas en las redes” como las responsables de otro debate
que se oculta o se niega: el origen económico de los problemas y la corrupción del poder.
Entonces, el espejismo digital funciona como una distracción, mientras la concentración de
medios (online y offline) avanza. (Zuazo, 2017, 6-7)

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

3. El fenómeno de la posverdad: un fenómeno del poder

[¿Qué es la posverdad?]

No importa si las fuentes,


Una palabra para definir “el mundo al revés” de la política.
las estadísticas, las
evidencias, los fallos En eso se ha convertido la “posverdad”.
judiciales, etc. dicen “A”.
Yo siento que es “no A”, ¡y Fue la palabra del año, según el prestigioso diccionario de Oxford.
punto! “No A” es verdad.

[…] Oxford la define como el fenómeno que se produce cuando “los


hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que
los que apelan a la emoción y a las creencias personales”. […]

Pero, ¿de dónde viene la posverdad?

“El mundo cambió después de 2008”, dice Grayling. Tras la crisis financiera, la política ha
sido definida por un “tóxico” crecimiento de la desigualdad de ingresos.

Así como creció la brecha entre ricos y pobres, también aumentó un profundo sentido de
disconformidad en la clase media, la que ha enfrentado un gran estancamiento en sus
ganancias.
Las redes sociales
Con una corriente de resentimiento económico desatada, no es difícil
reproducen la
“exaltar” las emociones sobre temas como la inmigración y sembrar la “posverdad” a
duda sobre los políticos establecidos, dice. escala planetaria.

Otro ingrediente clave en la cultura de la posverdad han sido las redes


sociales, asegura Grayling. En ellas una opinión fuerte puede acallar evidencia.

“Todo el fenómeno de la posverdad es sobre: ‘Mi opinión vale más que los hechos’. Es sobre
cómo me siento respecto de algo”, explica el filósofo. […] “Todo lo que necesitas ahora es un
iPhone”, prosigue Grayling. “Y si no estás de acuerdo conmigo, me atacas a mí, no a mis
ideas”.5

[…] Las “noticias falsas” se pusieron de moda tras la elección de EE.UU., luego
Las fake
news. de que el presidente electo acusara directamente a medios de publicarlas. […]
“Si pones las palabras ‘existió el...’ en Google, lo primero que te saldrá es
‘holocausto’ y los vínculos te llevarán a versiones de que no ocurrió”.

[…] Pero el filósofo argumenta que ha habido un vuelco significativo, más allá de las
fronteras de la rotación electoral, hacia algo fundamentalmente diferente. Lo ve desde una
perspectiva histórica, explicando que el escenario internacional se parece a la era volátil e
intolerante de los años previos a la Segunda Guerra Mundial. “Hay varias similitudes
incómodas con los años 30”, comenta. “Esa gente se dio cuenta de que no necesitas hechos,
simplemente puedes mentir”. (Coughlan, 2017)

Post-truth (posverdad): Relativo o referido a circunstancias en las que los hechos


objetivos son menos influyentes en la opinión pública que las emociones y las creencias
personales.

Esta es la palabra del año para el Diccionario Oxford, que ha constatado un incremento en su
uso “en el contexto del referéndum británico sobre la Unión Europea y las elecciones
presidenciales en Estados Unidos”, hasta convertirse en un término habitual en los análisis
políticos.

Según Oxford, el término se usó por primera vez en un artículo de Steve Tesich publicado en

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

1992 en la revista The Nation, en el que hablaba de la primera Guerra del Golfo. Tesich
lamentaba que “nosotros, como pueblo libre, hemos decidido libremente que queremos vivir
en una especie de mundo de la posverdad”, es decir, un mundo en el que la verdad ya no es
importante ni relevante.

Oxford cita un artículo del Independent, publicado antes de las elecciones estadounidenses,
en el que se apuntaba que tras las elecciones hemos pasado a vivir en la sociedad de la
posverdad: “La verdad se ha devaluado tanto que ha pasado de ser el ideal del debate
político a una moneda sin valor”. También otro de The Economist, titulado “El arte de la
mentira”, en el que se dice que “Trump es el principal exponente de la política de la
posverdad, que se basa en frases que ‘se sienten verdaderas’, pero que no tienen ninguna
base real”.

En EL PAÍS, Soledad Gallego-Díaz escribía a finales de septiembre un artículo titulado “La era
de la política posverdad”, en el que recordaba que “una cosa es exagerar u ocultar, y otra,
mentir descarada y continuadamente sobre los hechos”. La posverdad no es exclusiva de los
políticos británicos y estadounidenses, recordaba. Rajoy “ha negado en muchas ocasiones
hechos sobre los que existía total certeza”.

En la discusión política no se tiene en cuenta la realidad, sino que se escogen


unas ideas y se buscan los argumentos que mejor las defiendan. Da igual Los discursos de
posverdad no se
que se hayan desmentido con anterioridad: una vez se dice algo, se presentan como
mantiene hasta el final. Hay que recordar que no hablamos de opiniones o interpretaciones,
interpretaciones, sino que estos discursos se presentan como relatos de sino como
verdades de
hechos. Como, por ejemplo, que Obama fundó el ISIS. En el peor de los hechos.
casos, siempre se puede decir que era sarcasmo. Y luego añadir: “Pero no
tanto”.

Este comportamiento no se limita a las campañas electorales. Trump sigue con el mismo
tono. Por ejemplo, el domingo publicó un tuit en el que decía que el New York Times estaba
perdiendo suscriptores por la cobertura errónea de la campaña.

El diario contestó en otro tuit, en el que se decía que había pasado justo lo contrario: las
suscripciones estaban creciendo. ¿De dónde había sacado Trump esa información? Daba
igual: la había considerado digna de compartirse en un tuit porque se correspondía con su
visión de la realidad o, al menos, con la visión que quiere que los demás tengan.
(Rubio Hancock, 2016)

En la larga historia de la desinformación, el brote actual de noticias falsas ya se


La verdadera ha asegurado un lugar destacado gracias a Kellyanne Conway, asesora
historia de las
personal del presidente Donald Trump, quien llegó a inventar una masacre en
noticias falsas.
Kentucky para reivindicar la prohibición de ingreso a viajeros de siete países
musulmanes. Pero la mezcla de hechos alternativos no es rara, y es posible hallar
el equivalente de los sueltos y los tuist venenosos de hoy en día en la mayoría de las épocas
históricas, remontándose hasta la Antigüedad.

Procopio de Cesarea, el historiador bizantino del siglo VI, produjo una gran cantidad de
información dudosa conocida como Anécdota, que mantuvo en secreto hasta su muerte, con
el fin de manchar la reputación del emperador Justiniano luego de haberlo idolatrado en sus
historia oficiales. Pietro Aretino trató de manipular las elecciones pontificias de
El pasquín.
1522 escribiendo sonetos malintencionados sobre todos los candidatos
(excepto el favorito de sus mecenas, los Médici) y pegándolos en el busto de una estatua
conocida como Pasquino, cerca de la Piazza Navona, en Roma, para que el pueblo los

19
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

contemplara. La “pasquinada” se convirtió luego en un modo común de difundir noticias


ofensivas, en su mayoría, falsas, sobre figuras públicas.

Aunque las pasquinadas nunca desaparecieron, en el siglo XVII fueron sucedidas por un
género más popular, el canard, un tipo de noticias falsas difundidas en las calles de París
durante los siguientes doscientos años. Los canards eran volantes impresos que a veces
incluían grabados destinados a captar la atención de los crédulos. […] Durante la Revolución
Francesa, los grabadores insertaron la cara de María Antonieta en las viejas placas de cobre
y el canard adquirió una nueva vida, esta vez como propaganda política intencionalmente
falsa. Aunque no es posible medir su impacto, contribuyó desde luego al odio patológico a la
reina, que llevó a su ejecución el 16 de octubre de 1793.

[…] La producción de fragmentos de noticias falsas, semifalsas o verdaderas pero


comprometedoras alcanzó su apogeo en la Londres del siglo XVIII, cuando los periódicos
empezaron a circular entre el gran público. En 1788, Londres tenía diez diarios, ocho periódicos
que salían tres veces por semana y nueve semanarios, y sus noticias solían consistir en un solo
párrafo. Los “parrafistas” recogían los chismes en cafés, garabateaban algunas frases en un
pedazo de papel y entregaban el texto a los editores-impresores, que solían ubicarlos en el primer
espacio disponible que encontraba en una columna de tipografía durante la maquetación. Algunos
parrafistas recibían un pago; otros se contentaban con manipular la opinión pública a favor o en
contra de una figura pública, una pieza teatral o un libro.

En 1772, el reverendo Henry Bate […] fundó The Morning Post, un periódico que
amontonaba párrafo sobre párrafo, cada uno un recorte separado de noticias, en buena
medida falsas. […] Bate, que llegó a ser conocido como [Reverendo Matón] fundó luego un
periódico sensacionalista rival, The Morning Herald, mientras que The Morning Post contrató
a un editor aún más desagradable […] conocido como [Dr.Víbora]. […] Los dos clérigos, el
Reverendo Matón y el Dr. Víbora, compitieron ente sí en sus periódicos y establecieron un
estándar de escándalo que hace que la prensa de Rupert Murdoch parezca inofensiva.

[…] Por supuesto, gran parte de estos escándalos se referían a poco más que los pecadillos
sexuales de los poderosos, pero algunos tenían implicancias políticas, igual que hoy, como
en el caso de las noticias falsas sobre supuestas orgías que involucraban a Hillary Clinton. El
destino de María Antonieta es el ejemplo más espectacular de cómo una calumnia similar
podría tener consecuencias desastrosas, pero había otros casos. […] La circulación de
rumores mentirosos, muchos de ellos en canciones y poemas tan breves como los tuits de
hoy, llevaron a la caída del ministerio del conde de Maurepas y transformaron el panorama
político en abril de 1749.

Aunque las noticias de este tipo podían alborotar la opinión pública, los lectores sofisticados
habían aprendido a no tomarlas literalmente. La mayoría eran falsas, a veces abiertamente.
Una nota al pie de un artículo escandaloso en Le Gazetier Cuirassé decía: “La mitad de esta
nota es verdad”. Quedaba a criterio del lector decidir qué mitad. (Darnton, 2017, 14-15)

Hasta hace poco, era progresista ser posmoderno, colocarse más allá de la modernidad;
situarse en una línea después de una frontera política o de una moda intelectual, suponía
estar a la vanguardia de las vanguardias, acampando en territorios de un futuro incierto. Lo
que no previeron los profetas de la posmodernidad es que, al abrir confiadamente las
puertas a “lo que viene después”, toda esperanza de emancipación podía ser víctima de su
propia abertura y terminar barrida por sucesivos e incontrolables “post”, donde “lo que
aparenta ser verdad es más importante que la propia verdad”.

20
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

¿Pero, qué entendemos por pos-verdad? Por pos-verdad se entiende lo


“relativo a circunstancias en las que hechos objetivos son menos influyentes Los posverdad, el
en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la ejercicio de una
voluntad
creencia personal”. Tendremos entonces que preguntarnos si la pos-
autoritaria y
verdad es sólo un mero eufemismo para definir una verdad aparente o demagógica.
que, quitado este maquillaje, se encuentra una voluntad autoritaria y
demagógica decidida a disfrazar la verdad en la forma de la mentira.

Frente a esta amenaza, resuena lo que dijo Solzhenitsyn: “Nada disfraza la violencia más
que la mentira, y la única manera a través de la cual puede sostenerse la mentira, es
mediante la violencia. La violencia demanda también de sus víctimas el
Posverdad
= vasallaje a la mentira, la complicidad con la mentira”. Cuando una mentira
Mendacidad se entreteje con otras, ese entramado adquiere carácter de sistema. La
mentira organizada e institucionalizada se llama mendacidad.

No se trata de mentiras aisladas y ocasionales, sino de un conjunto de falsedades


deliberadas, perseverantes y articuladas. La mentira organizada es un insumo vital para
edificar, y mantener en pie un régimen totalitario. Sin embargo, las democracias no son
indiferentes al uso de “mentiras útiles”, al menos, para la autoridad que las fabrica y las
distribuye.

He aquí lo que los filósofos estuvieron lejos de imaginar: que aquella onda “post” de los años
’90, no sería desalojada por un progresismo acentuado, sino por el más explícito y duro
anuncio del cataclismo conservador lanzado por Trump. Fue Trump con su mensaje que,
durante la campaña electoral, abrió al advenimiento de la era de la pos-verdad y terminó por
legitimar aquella palabra que el prestigioso Diccionario Oxford acaba de elegir como la
palabra del año 2016.

“Los políticos siempre han mentido. ¿Tiene importancia si dejan la verdad atrás por
completo?”, se pregunta el semanario británico The Economist, en un artículo en el que
plantea que estamos entrando en una nueva era política: la de la pos-verdad. Que los
políticos a veces mientan, no es ninguna novedad —explica The Economist. Lo novedoso es
que, en esta nueva etapa, la verdad no es sólo puesta en duda o falsificada, sino que pasó a
tener una importancia secundaria. Se toman como ciertas las aseveraciones que “se sienten
verdad”, sin importar los hechos.

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, es uno de los


principales exponentes de la era de la política de la pos-verdad, aunque no es el único, como
lo demuestra la campaña por la presidencia argentina y algunos políticos europeos. La
desfachatez de Trump no ha sido castigada, sino tomada como evidencia de su voluntad de
enfrentarse a los poderes de la elite.

No sólo la exitosa campaña para que Gran Bretaña deje a la Unión Europea advirtió sobre
hordas de inmigrantes que resultarían del acceso inminente de Turquía a la Unión. A su vez,
los políticos turcos claman que los perpetradores del reciente golpe frustrado actuaron en
base a órdenes de la CIA.

Si alguna vez, el propósito de la mentira política era crear una visión falsa del
La posverdad
refuerza los
mundo y de lo que vendrá, las mentiras de hombres como Trump no tienden
prejuicios. a convencer a las elites, en quienes sus votantes no confían
Mendacidad
ni los quieren, sino a reforzar prejuicios y crear esperanzas. Vs.
Si Trump encarna la nueva política de la pos-verdad, a su vez, la candidata Manipulación
demócrata Hillary Clinton es un exponente de una era anterior, en la que la

21
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

mentira política consistía en la manipulación de los hechos, generalmente para esconder una
falta o incompetencia ante la opinión pública.

En la última década, creció la preocupación de la creciente “mendacidad” conservadora. Paul


Krugman, en un artículo del New York Times de 2015, criticaba abiertamente la retórica de las
campañas presidenciales americanas, que reflejaban una evidente política de la pos-verdad. […]

Sin embargo, el hecho de que los mismos progresistas afirmen que vivimos en la era de la
pos-verdad, es novedoso, aunque denuncien el respeto cada vez menor por la verdad y el
crecimiento de los medios que apoyan las mentiras y la política de la pos-verdad, así como
los medios sociales y blogs actúan como un eco de las discusiones públicas, […]

[…] Raimon Panikkar, […] insiste sobre la polisemia, la ambigüedad, la abertura, que puede
favorecer la conciencia de libertad que necesitamos, por encima de la servidumbre racional y
racionalizante y de la mentira institucionalizada. Es cierto que nuevas perspectivas abren a nuevas
dudas, pero también a nuevas esperanzas, más allá de la obsesión de la
La pluralidad de certidumbre y del imperio de la realidad. La capacidad de tener en cuenta una
perspectivas no multiplicidad de perspectivas –sugiere Panikkar– debería abrirnos a nuevas
es sinónimo de
alternativas, capaces de dar una respuesta a los problemas que nos aquejan,
relativismo, ni de
falsedad. sin necesariamente -añadimos- conducirnos al relativismo ético y a la no-
verdad.

[…]El posmodernismo y la pos-verdad trajeron una proliferación de puntos de vista, en la


declinación de la autoridad tradicional. Sin embargo, la pluralidad de puntos de vista
constituye un desafío para la resolución de muchos problemas contemporáneos; una
multiplicidad de perspectivas puede impulsarnos a la adopción de alternativas posibles, hacia
nuevas interpretaciones de hechos y resolución de problemas […]

Si la modernidad había declarado cerrada la época de la confianza en un progreso ilimitado,


acompañada por la idea cristiana de salvación, marcando el fin de toda visión unitaria y compacta
de la filosofía de la historia, dotada de sentido, el fin de la modernidad abre a una nueva fase, de
abertura a y de comunicación con otras culturas, que debería –como propone el imaginario del
pos-modernismo– abrirnos a una visión más tolerante y pacífica de la convivencia humana.

Quizás, desde esta lógica, la pos-verdad no sea necesariamente un


La pluralidad de visiones
obstáculo a la acción común […], sino la pos-verdad sea considerada
del mundo, e incluso la
meramente como un aspecto permanente de nuestra democracia. posverdad, debería ser
Podríamos hasta llegar a imaginar que esta proliferación de una oportunidad para
repensar nuestro
sistemas de creencias y plurales visiones del mundo –incluyendo a
mundo y nuestra acción
la pos-verdad– abra nuevas oportunidades para el desarrollo en él.
humano […]. (Bianco, 2017)

De cómo la posverdad
no significa
“interpretación”, sino
que pretende ser una
forma de dominio.

https://www.youtube.com/watch?v=BQn7EZTLhgM

22
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

3.1. ¿Verdad en sí o construcción de sentido? El conflicto actual entre las nociones de


“verdad”6, “posverdad” e “interpretación”

7 [60] Contra el positivismo,7 que se queda en el fenómeno8 «sólo hay hechos»,9 yo diría,
no, precisamente no hay hechos,10 sólo interpretaciones.11 No podemos
No hay hechos constatar ningún factum «en sí»: quizás sea un absurdo querer algo
“puros”
(positivismo), ni hay así. «Todo es subjetivo»,12 decís vosotros: pero ya eso es
hechos más allá de la interpretación, […]
experiencia
(noúmenos). Sólo En la medida en que la palabra «conocimiento» tiene sentido, el
hay “lo que mundo es cognoscible: pero es interpretable de otro modo, no tiene un
llamamos hechos”.
sentido detrás de sí, sino innumerables sentidos, «perspectivismo».13

Son nuestras necesidades las que interpretan el mundo: nuestros impulsos y sus pros y sus
contras. Cada impulso es una especie de ansia de dominio, cada uno tiene su perspectiva, que
quisiera imponer como norma a todos los demás impulsos. (Nietzsche,
2006, 222) Lo que llamamos “hechos”
están atravesados por
2 [149] Una «cosa en sí», algo tan equivocado como un intereses, valores, teorías,
«sentido en sí», un «significado en sí». No hay un «hecho» en costumbres, acuerdos
sí, sino que siempre tiene que introducirse primero un sentido tácitos, y por nuestro
lenguaje. Eso constituye el
para que pueda haber un hecho […]14 (Nietzsche, 2006, 122) sentido previo a todo
sentido, a todo hecho.

“Cómo el ‘mundo verdadero’ acabó convirtiéndose en una fábula”15

Historia de un error16

1. El mundo verdadero, asequible al sabio, al piadoso, al virtuoso, -él vive en ese mundo, es
ese mundo.
1. El “mundo
verdadero” (en (La forma más antigua de la Idea, relativamente inteligente, simple,
sí) es un convincente. Transcripción de la tesis “yo, Platón, soy la
trasmundo sólo
verdad”).17
accesible al 2. El “mundo
sabio…
2. El mundo verdadero, inasequible por ahora, verdadero” (en sí) es un
trasmundo sólo
pero prometido al sabio, al piadoso, al virtuoso (“al
accesible (como
pecador que hace penitencia”).18 consuelo) al penitente
tras la muerte.
(Progreso de la Idea: esta se vuelve más sutil, más capciosa, más
inaprensible, -se convierte en una mujer, se hace cristiana…).

3. El mundo verdadero, inasequible, indemostrable, imprometible, pero ya en cuanto


pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.

3. El “mundo verdadero” (En el fondo, el viejo Sol, pero visto a través de la niebla y el
(en sí), es inaccesible al escepticismo; la Idea, sublimizada, pálida, nórdica, 4. El “mundo
conocimiento humano. verdadero” (en sí),
Pero es fundamento de königsberguense).19 no se puede
la moral. conocer. Por eso,
tampoco consuela
ni obliga. “Sólo hay
4. El mundo verdadero —¿inasequible? En todo caso, hechos”.
inalcanzado. Y en cuanto inalcanzado, también desconocido. Por

23
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

consiguiente, tampoco consolador, redentor, obligante: ¿a qué podría obligarnos algo


desconocido?

(Mañana gris. Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del


Positivismo).20
5. El “mundo
verdadero” (en sí) es 5. El “mundo verdadero” —una Idea que ya no sirve para nada, que
una idea ya refutada, no
ya ni siquiera obliga, —una Idea que se ha vuelto inútil, superflua,
tiene sentido. Hay que
eliminarla por consiguiente, una Idea refutada: ¡eliminémosla!
definitivamente.
(Día claro; desayuno; retorno del bon sens [buen
sentido] y de la jovialidad; rubor avergonzado de
6. Al eliminar el mundo
Platón; ruido endiablado de todos los espíritus libres). 21 verdadero (en sí)
también eliminamos el
6. Hemos eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo ha aparente (el
quedado?, ¿acaso el aparente?... ¡No!, ¡al eliminar el mundo fenoménico), porque
verdadero hemos eliminado también el aparente! son pares opuestos. No
hay uno sin otro. ¿Y qué
(Mediodía, instante de la sombra más corta; final del error más hay? Creación de
sentidos.
largo; punto culminante de la humanidad; INCIPIT ZARATHUSTRA
[comienza Zarathustra]. 22 (Nietzsche, 1998, 57-58)

4. ¿Capitalismo y neoliberalismo como única verdad?: el pensamiento único

Pensaba en un verso francés incluido en una obra de Racine. Es una frase bella, muy bella.
[…] “Fue durante el horror de una profunda noche”. Tal vez Racine estaba pensando en la
elección de Donald Trump. Fue durante el horror de una profunda noche. Y entonces es
obligación para mí analizar este tipo de acontecimiento. […]

[…] Es necesario pensar […] la situación actual, la situación del mundo actual en la que algo
así es posible, que alguien como Trump se convierta en el presidente de Estados Unidos. […]

Comenzaré con una visión general. ¿En qué mundo de hoy es posible un hecho de este tipo?
Creo que, para empezar, el punto más importante es la victoria histórica del capitalismo
globalizado. Debemos enfrentarlo: desde los años ochenta del siglo pasado hasta hoy, […]
se ha producido el triunfo histórico del capitalismo globalizado. Esto se explica por varios
motivos. En primer lugar, naturalmente, el fracaso de los Estados socialistas –Rusia, China–
y, más en general, el fracaso de la visión colectivista de la economía y de las leyes sociales.
Este punto no es menor. Es realmente un cambio no sólo en la situación objetiva del mundo
actual, sino quizás también en el nivel de la subjetividad. Durante más de dos siglos
convivieron dos modos de relación con el destino de los seres humanos. Podemos decir que,
hasta la década de 1980, aproximadamente, siempre había en el nivel general subjetivo dos
posibilidades respecto al destino histórico de los seres humanos. Primero, el camino del
liberalismo en su sentido clásico. “Liberal” tiene muchos significados, pero lo tomo en su
sentido primitivo, es decir, fundamentalmente a partir de la idea de que la propiedad privada
es la clave de la organización social, incluso al precio de enormes desigualdades. En
definitiva, para el liberalismo, la propiedad privada debe ser la clave de la organización
social. Frente a esto se abría el camino socialista en su sentido abstracto, es decir, que el fin
de las desigualdades debe ser el objetivo más importante de la actividad política humana,
aun al precio de la revolución violenta.

24
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

Entonces, de un lado, una visión pacífica de la historia como la continuación de algo muy
antiguo, es decir, la propiedad privada como clave de la organización social. Y,
del otro lado, algo nuevo, que probablemente comienza con la Revolución ¿Hemos
llegado al final
Francesa, que es la proposición de que existe otro camino, la idea de que, de de, al menos,
algún modo, la continuidad de la existencia histórica de los seres humanos dos visiones
debe aceptar una ruptura entre una secuencia muy larga en la cual las del mundo?

desigualdades, la propiedad privada, etcétera, son la ley de la existencia


colectiva, y otra visión en la que lo más importante es la cuestión de la igualdad y
la desigualdad. Este conflicto entre liberalismo en su sentido clásico y esta nueva
concepción, que aparece bajo nombres diferentes –anarquía, comunismo, socialismos,
etcétera–, es el conflicto más significativo del siglo XIX y también de buena parte del siglo
pasado.

Desde hace casi doscientos años existe una alternativa estratégica, que concierne no sólo a
los acontecimientos políticos locales, los compromisos nacionales y las guerras, sino también
al destino histórico de los seres humanos como tales, el destino histórico de la construcción
de la humanidad como tal. En algún sentido, nuestro tiempo, desde los años ochenta hasta
hoy, es el tiempo de la desaparición aparente –aparente, por supuesto– de esa alternativa.
Hoy existe de hecho la idea dominante de que no hay alternativa global, de que no hay otra
solución Esas fueron, literalmente, las palabras de Margaret Thatcher: no hay otra solución.
No hay alternativa al neoliberalismo. Y esto es central, porque Thatcher no está diciendo que
esta alternativa sea muy buena. Ese no es el problema. El problema es que es la única
solución. Por eso el argumento principal de la propaganda contemporánea no es que el
capitalismo globalizado es excelente, porque está claro que no es así. Es evidente que las
horrendas desigualdades no pueden ser una solución para el destino histórico de los seres
humanos. El argumento es que es la única posibilidad real. Por eso, lo que
define nuestro tiempo es el intento de imponer a la humanidad, a escala Una única vía.
mundial, la convicción de que hay un único camino. ¿No hay
escapatoria?
Ahora bien, ¿cuáles son los efectos de esta concepción en la vida política?
¿Cuáles son las consecuencias de esa visión dominante de un mundo en el que sólo es
posible encontrar un camino? En primer lugar, todos los gobiernos deben
El pensamiento aceptar también esa visión: en el mundo de hoy no se puede dirigir el
único: el Estado sin aceptar la idea de que hay un único camino. No hay gobierno en
capitalismo
globalizado. el mundo, si se mira con atención, que proponga algo distinto. Si
examinamos la postura del gobierno “socialista” francés, la de la dictadura
del Partido Comunista de China o la del gobierno de Estados Unidos, el de Japón o el de
India, todos coinciden en que el capitalismo globalizado es la única vía para la existencia de
los seres humanos. Todas las decisiones políticas están hoy en una estricta dependencia de
lo que llamo un “monstruo”: el capitalismo globalizado y sus desigualdades. En algún
sentido, no es cierto que en la actualidad un gobierno sea una entidad totalmente libre. Está
dentro de la determinación global y debe afirmar que lo que hace depende de ese estar
dentro de la determinación global. Pero además el monstruo es cada vez más monstruoso.
La concentración del capital alcanza niveles extraordinarios. En la
Hoy 264 personas
actualidad, 264 personas concentran una propiedad equivalente a la que
concentran una
poseen otros 3.000 millones de personas. Hoy la desigualdad es mucho propiedad
mayor que en cualquier otro momento en la historia de los seres equivalente a otros
3 mil millones.
humanos. Y entonces esa suerte de monstruo histórico, que es también

25
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

el único camino para la existencia de la humanidad, avanza hacia cada vez más
desigualdades, y definitivamente no avanza hacia cada vez más libertad.

La consecuencia es que, progresivamente –y esto es lo más importante


La existencia de un en relación con la elección de Trump–, la clase política se transforma
pensamiento único y
dominante, coarta la en un mismo grupo a escala mundial. Un grupo de personas cuya
libertad, incluso la de división es sólo abstracta: republicanos y demócratas, socialistas y
pensar nuevas liberales, izquierda y derecha. Todas esas divisiones son hoy
alternativas.
puramente abstractas porque todos se encuentran dentro del mismo
contexto económico y político. (Badiou, 2017, 12-13)

Una democracia que funcione correctamente exige el vibrante enfrentamiento de las


posiciones políticas democráticas. Si esto se omite, existe el peligro de que
esta confrontación democrática sea sustituida por una Una verdadera
El rechazo a la confrontación entre otras formas de identificación democracia
confrontación necesita del
colectiva […] Un énfasis en el consenso, unido al enfrentamiento de
política conduce al
abandono de la rechazo a la confrontación, conduce a la apatía y al opciones.
participación. distanciamiento respecto de la participación política.
(Mouffe, 2003, 117)

En una democracia pluralista, los desacuerdos respecto de cómo interpretar los principios
ético-políticos compartidos no solo es legítimos, sino también necesarios.23
Permiten que existan diferentes formas de identificación ciudadana y En una democracia
constituyen la esencia de la política democrática. Cuando [las diferencias] es necesario el
se ven obstaculizadas por la falta de formas democráticas de desacuerdo, sino
no hay un pueblo
identificación, [cuando hay una única dirección política y hegemónica que que expresa sus
elimina las diferencias o pretende hacerlo] entonces no se diversas ideas.
Pretender les puede dar a las pasiones una forma de expresión
eliminar las
diferencias
democrática. De esta manera se sientan las bases para
conduce a la diversas formas de políticas articuladas en torno a identidades
violencia. esencialistas de tipo nacionalista, religioso o étnico, así como también para la
multiplicación de confrontaciones en torno a valores morales no negociables,
con todas las manifestaciones de violencia que dichas confrontaciones
acarrean.
Si hay un único
[…] Deberíamos ser conscientes de que concebir el objetivo de la política modelo, no hay
disenso, y en
–ya sea a nivel nacional o internacional– como el establecimiento de un consecuencia, no
consenso en torno a un único modelo elimina la posibilidad de un disenso hay democracia.
legítimo, creando de esta manera un terreno favorable para el surgimiento
de formas violentas de antagonismo. (Mouffe, 2014, 27 y 37-38)

La interpretación típica del pluralismo es la siguiente: vivimos en un mundo en el cual


efectivamente existen diversos valores y perspectivas, pero –debido a
La utopía de la limitaciones empíricas– nunca vamos a lograr adoptarlos a todos; sin
síntesis de embargo, al unirlos, podrían constituir un conjunto armonioso y no
visiones en un
todo armonioso, conflictivo. […] Este tipo de perspectiva, que es
El objetivo
niega lo político, el dominante en la teoría política liberal, debe negar lo truncado de
conflicto. político en su dimensión antagónica a fin de prosperar. Platón, conjurar la
De hecho, uno de los principios centrales de este tipo de fortuna.

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

liberalismo es la creencia racionalista en la posibilidad de un consenso universal basado en la


razón. […]

Como ya he sostenido, la negación de “lo político” en su dimensión antagónica es lo que


impide a la teoría liberal concebir la política de una manera adecuada. No es posible hacer
que desaparezca la dimensión antagónica de lo político simplemente negándola, o deseando
que desaparezca.

Este es el típico gesto liberal, y tal negación solo puede llevar a la impotencia que
caracteriza al pensamiento liberal cuando se enfrenta al surgimiento de antagonismos y
formas de violencia que, de acuerdo con su teoría, pertenecerían a otros tiempos en que la
razón aún no había logrado controlar las pasiones, supuestamente arcaicas. Esto constituye
la raíz de la actual incapacidad del liberalismo para comprender la naturaleza y las causas de
los nuevos antagonismos que han surgido a partir de la Guerra Fría.

El pensamiento liberal también es ciego respecto de lo político


Lo político es Lo político:
colectivo, no debido a su individualismo, que le impide comprender la nosotros vs.
individual. formación de las identidades colectivas. Pero lo político está Ellos.
relacionado desde el principio con las formas colectivas de
identificación, ya que en este campo siempre estamos tratando con la formación de un
“nosotros” en oposición a un “ellos”. Aquí el problema principal del racionalismo liberal es
que […] no puede reconocer que solo puede haber una identidad cuando es construida como
diferencia, y que toda objetividad social se constituye mediante actos de poder. […]

Considero que una vez que hemos comprendido que toda


La identidad es identidad es relacional y que la afirmación de una
relacional: se diferencia es una precondición de la existencia de “Nosotros vs.
construye con ellos” no significa
cualquier identidad –es decir, la percepción de un necesariamente
otro o frente a
otro, es decir, en “otro” que constituye su “exterior constitutivo”–, antagonismo, sino
la diferencia, no podemos entender por qué la política, que siempre posibilidad de
en la mismidad. antagonismo.
trata con identidades colectivas, tiene que ver con la
constitución de un “nosotros” que requiere como su condición
misma de posibilidad la demarcación de un “ellos”.

Esto no significa, por supuesto, que esta relación sea necesariamente antagónica. De hecho,
muchas relaciones nosotros/ellos son meramente una cuestión de reconocer las diferencias.
Pero significa que siempre existe la posibilidad de que esta relación “nosotros/ellos” se
convierta en una relación de amigo/enemigo. Esto ocurre cuando los otros, que hasta el
momento eran considerados simplemente como diferentes, comienzan a ser percibidos como
cuestionando nuestra identidad y como una amenaza a nuestra existencia. A partir de ese
momento […] toda forma de relación nosotros/ellos –ya sea religiosa, étnica o económica–
se convierte en el locus de un antagonismo.

Lo que resulta importante aquí es aceptar que la condición misma de posibilidad de la


formación de las identidades políticas es, al mismo tiempo, la condición de imposibilidad de
una sociedad libre de antagonismo.

Permítanme recordar brevemente el argumento que


La imposibilidad
Fin de la democracia: elaboré en La paradoja democrática. Allí afirmé que,
apaciguar los del consenso sin
antagonismos, no cuando admitimos la dimensión de “lo político”, exclusión alguna.
eliminarlos. comenzamos a darnos cuenta de que uno de los

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

principales desafíos para la política democrática liberal pluralista consiste en tratar de


apaciguar el antagonismo potencial que existe en las relaciones humanas. Desde mi punto
de vista, la cuestión fundamental no reside en cómo llegar a un consenso

logrado sin exclusión, ya que esto exigiría la construcción de un “nosotros” que no tendría su
correspondiente “ellos”. Esto es imposible, pues –como acabo de señalar– la
El problema condición misma de constitución de un “nosotros” es la demarcación de un
central: ¿cómo “ellos”. La cuestión central es entonces cómo establecer esta distinción
hacer para que nosotros/ ellos, que es constitutiva de la política, de manera tal que sea
los antagonismos
no degeneren en compatible con el reconocimiento del pluralismo. El conflicto en las
violencia? sociedades democráticas liberales no puede –ni debería– ser erradicado, ya
que la especificidad de la democracia pluralista es precisamente el
reconocimiento y la legitimación del conflicto. Lo que requiere la política
democrática liberal es que los otros no sean percibidos como enemigos a Una posible
ser destruidos, sino como adversarios 24 cuyas ideas pueden ser solución: que los
“enemigos“ se
combatidas, incluso encarnizadamente, pero cuyo derecho a defender esas vean sólo como
ideas no sea cuestionado. En otras palabras, lo importante es que el adversarios.
conflicto no adopte la forma de un “antagonismo” (una lucha entre
enemigos) sino la forma de un “agonismo”25 (una lucha entre adversarios).

De acuerdo con la perspectiva agonista, 26 la categoría central de la política


La lucha democrática es la categoría del “adversario”, el oponente con quien se
agonista no escomparte una lealtad común hacia los principios democráticos de “libertad e
una lucha de
antagonistas, igualdad para todos”, aunque discrepando en lo relativo a su
de enemigos, interpretación. Los adversarios luchan entre sí porque quieren que su
sino de interpretación de los principios se vuelva hegemónica, pero no ponen en
adversarios.
cuestión la legitimidad del derecho de sus oponentes a luchar por la victoria
de su postura. Esta confrontación entre adversarios es lo que constituye la “lucha
agonista”, que es la condición misma de una democracia vibrante.

[…] Una sociedad democrática liberal requiere un debate sobre alternativas posibles. Debe
ofrecer formas políticas de identificación en torno a posiciones democráticas
El consenso debe claramente diferenciadas. Aunque el consenso sin
ser conflictual, una No puede haber
duda es necesario, debe estar acompañado por consenso sin disenso.
integración en
lucha. el disenso. Es preciso que exista consenso sobre Sin disenso, sólo hay
las instituciones que son constitutivas de la autoritarismo.

democracia liberal y respecto de los valores ético político que deberían


inspirar la asociación política. Pero siempre va a existir desacuerdo en torno al significado de
esos valores y al modo en que deberían implementarse. Este consenso siempre será, por lo
tanto, un “consenso conflictual”.
¿Podríamos […] Considero que sólo cuando reconocemos “lo político” en La democracia no
hablar de puede ser la
su dimensión antagónica es posible plantear la cuestión “superación” de las
democracia si
en el Congreso central de la política democrática. Esta cuestión, mal que oposiciones, sino el
hubiera una les pese a los teóricos liberales, no es cómo negociar un Parlamento, donde
única voz, conviven
acuerdo entre intereses enfrentados, ni cómo llegar a un oficialismo y
aunque sea de
distintos consenso “racional” –es decir, totalmente inclusivo, sin “oposición”, no
partidos? ninguna exclusión–. A pesar de lo que muchos liberales tendría sentido.
quieren creer, la especificidad de la política democrática no es la

28
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

superación de la oposición nosotros/ellos, sino la forma diferente en que esta se establece. La


tarea principal de una política democrática no es eliminar las pasiones ni relegarlas a la esfera de
lo privado con el fin de establecer un consenso racional en la esfera pública. Por el contrario,
consiste en “sublimar” dichas pasiones movilizándolas hacia proyectos democráticos mediante la
creación de formas colectivas de identificación en torno a objetivos democráticos.

[…] Mi modelo agonista fue elaborado en el contexto de un régimen político específico: la


democracia liberal pluralista. Sin embargo, pienso que algunas de sus
ideas –por ejemplo, la importancia de ofrecer la posibilidad de que los
Rusia o China podrían
conflictos adopten una forma “agonista”, a fin de evitar el surgimiento convertirse en serios
de conflictos antagónicos- pueden resultar útiles en el campo de las adversarios de
relaciones internacionales. Aunque las cosas están empezando a Estados Unidos y la
Unión Europea. Eso
cambiar, desde el fin de la Guerra Fría hemos vivido en un mundo en abriría paso al
gran medida unipolar. La ausencia de alternativas reconocidas al cuestionamiento de
orden hegemónico dominante ha impedido que aquellos que han un modelo único y
hegemónico.
intentado resistir ese orden encuentren formas legítimas de expresión.

[…] El hecho de reflexionar sobre los peligros de “percibir el mundo como un


universo” me ha llevado a criticar a los teóricos que, […] han defendido el
Un mundo establecimiento de una democracia cosmopolita. Mi principal objeción al
cosmopolita, o bien enfoque cosmopolita es que, […] postula la posibilidad de un mundo
es sólo un ideal o
bien requiere de la más allá de la hegemonía y más allá de la soberanía [un mundo global
subsunción de unos y globalizado], negando por lo tanto la dimensión de lo político.
en otros. Además, generalmente se basa en la universalización del modelo
occidental, y por lo tanto, no deja lugar para una pluralidad de
alternativas. […]

Considerar lo político en su dimensión antagónica exige aceptar que el mundo


El mundo como es un pluriverso, no un universo. Esto suscita el siguiente
pluriverso interrogante: si aceptamos […] que todo orden es un La alternativa:
frente al mundo orden hegemónico, y que no existe la posibilidad de un muchos poderes
como universo.
orden “más allá de la hegemonía”; y si también enfrentados
como
reconocemos las consecuencias negativas de un mundo adversarios.
unipolar organizado en torno a la hegemonía de un hiperpoder, entonces,
¿cuál es la alternativa? Mi sugerencia es la que única solución reside en la pluralización de
las hegemonías. Considero que, abandonando la esperanza ilusoria de una
unificación política del mundo, deberíamos abogar por el establecimiento de Ni unipolar,
ni bipolar,
un mundo multipolar. Este orden mundial debería denominarse “agonista”
multipolar.
en el sentido de que reconocería una pluralidad de polos regionales,
organizados en función de diferentes modelos económicos y políticos sin una autoridad
central [sin un poder dominante que “ejerza” como autoridad] […] Estoy convencida de que
de esta manera es menos probable que los conflictos adopten una forma antagónica que en
un mundo en el que un solo modelo económico y político es presentado como el único
legítimo, y es impuesto sobre todas las partes en nombre de su racionalidad y su moralidad
supuestamente superiores. (Mouffe, 2014, 21-28, 37 y 39-40)

[…] La paz es buena, cuando a favor de ella se trama otra guerra, la guerra incruenta de las
ideas, de las opiniones, de los sentimientos, pero si la paz amenaza
La uniformidad
limita la llevarnos a una concordia soñolienta, a la concordia de una sociedad
libertad. mercantilizada para la que no hay otra ocurrencia que la economía,

29
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

entonces la paz es mala, muy mala.

[…] Por mi parte, hay un ideal que me repugna y es el de un régimen que imponga una
cierta uniformidad […]

[…] El hecho de que transcurra un largo período histórico sin


La ausencia de
motín, o revuelta o revolución, no es, por sí mismo, prueba de conflictos no
adelanto civil, y puede muy bien serlo, por el contrario, de necesariamente implica
progreso político.
retroceso.

Esa tranquilidad pública, que a las veces se parece tanto a la paz de los sepulcros, suele
argüir no pocas veces incivilidad.

[…] En estos días he leído un folleto de G.K.Chesterton, el famoso escritor paradojista inglés,
que en alguna de sus partes me ha producido muy honda impresión. […]
Proteger
nuestras Injerta estas palabras que suscribo y que se me figura como si las hubiese
disputas. escrito yo. Dicen: “Contra este absurdo advenedizo prusiano tenemos que
proteger no sólo nuestra unidad; tenemos que proteger
El pensamiento
también nuestras disputas. […] Tiene que haber siempre católicos que único -prusiano-:
sientan que jamás podrán perdonar a los jacobinos. Tiene siempre que la uniformidad a
haber viejos republicanos que sientan que nunca podrán soportar a un inicios del siglo XX.
cura. Y, sin embargo, hay algo cuya sola vista ha de unirlos a ambos en una
instantánea alianza. No tiene, sino que mirar al norte y ver esa tercera cosa que se cree
superior a ambas: […] que se cree que puede hacer a ambos semejantes a él y permanecer,
sin embargo, superior a los dos.”

Sí, yo también digo con Chesterton que tenemos que proteger no sólo nuestra unidad, sino
también, y ante todo, nuestras disputas, nuestras disensiones, nuestras querellas intestinas,
[…] Esa horrenda disciplina con la que sueñan nuestros reaccionarios sería cien veces peor
que la más desenfrenada discordia.

[…] Si algo me parecería horrible habría de ser un pueblo en que repugnaran las disputas
políticas y religiosas, en que se las considerase ridículas o del mal tono o perniciosas, y
nadie atendiese sino a lo que se llama el negocio. 27 Sin esas discusiones, sin esas disputas,
sin esas facciones, no concibo una vida que valga la pena ser vivida. 28 (Unamuno (1915),
1971: IX, 1272-1273)

Hillary Clinton y Donald Trump están en el mismo mundo; son muy diferentes,
pero muy diferentes en el mismo mundo. Durante las primarias, la
Clinton y Trump
eran lo mismo,
verdadera contradicción se plantó entre Trump y Bernie Sanders. […] La
la alternativa
era Sanders contradicción era esa, porque la propuesta de Sanders incluía algunos
puntos que están más allá del mundo tal como es. Y no había algo así en la
propuesta de Hillary Clinton. La contradicción entre Sanders y Trump era de
hecho el principio de la posibilidad de una contradicción verdadera, es decir, una
contradicción entre el mundo y algo que está más allá de él. Trump expresa la subjetividad
popular reactiva y oscura y se sitúa en el mundo tal como es; Sanders
expresa una subjetividad popular racional, activa y clara, orientada más La contradicción
no debe ser
allá del mundo tal como es. […] devaluada, como
lo fue en casi
Hoy, contra Trump, no podemos aspirar a una figura como Clinton.
toda la historia
Debemos buscar un retorno, si es posible, a la verdadera contradicción: de la filosofía.

30
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

esa es la lección de este acontecimiento terrible. Debemos proponer una


El pensamiento orientación política que vaya más allá del mundo tal como es, incluso
anticontradictorio
afirma: “esto o lo si al comienzo la manera no es completamente clara. […] No se trata
otro”. Sólo hay una sólo de resistir, de negar. Debemos empezar algo que implique un
retorno a la verdadera contradicción, a una elección
alternativa verdadera.
real, a una elección estratégica real respecto a la El pensamiento
orientación de los seres humanos. Debemos reconstruir la idea de que procontradictorio
afirma: “esto y lo
contra las desigualdades monstruosas del capitalismo presente, […] otro”. Hay muchas
es posible crear una vez más un campo político con dos orientaciones alternativas.
estratégicas y no sólo una. […] No una orientación, sino dos. La creación
de un nuevo retorno a una nueva alternativa fundamental es la esencia misma de la política.
De hecho, si existe sólo una vía estratégica la política desaparece progresivamente y Trump, en
algún sentido, es el símbolo de esa desaparición. Porque, ¿cuál es la política de Trump? Nadie lo
sabe. Es algo así como un personaje y no una política. Entonces, el retorno a la política es
necesariamente el retorno de la existencia de una alternativa real. […] (Badiou, 2017, 14-15)

5. El género en disputa

El hecho de que las formas de sexualidad estén


construidas desde intereses o desde conflictos
de intereses significa que el sexo es político.

Cristina Molina Petit

Merlí Episodio 07 (2da temporada) “Judith Butler”: Fragmentos 1, 2 y 3

5.1. La actitud “natural” ante el género

Lo que puede denominarse una “actitud natural” hacía el género, que


compartiría cualquiera a primera vista, implica una serie de creencias La actitud natural: sólo
como las siguientes: existen sólo dos géneros (masculino y existe femenino
(hembra=vagina) y
femenino); el sexo corporal-genital es el signo esencial del género;
masculino
la dicotomía macho-hembra es “natural”; todos los individuos (macho=pene). Lo
pueden (y deben) ser clasificados como masculinos o femeninos y otro=lo enfermo, lo
desviado, lo perverso.
cualquier desviación al respecto, puede ser calificada como juego o
como patología.

31
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

[…] Etimológicamente, la palabra “género” procede del verbo latino generare que significa
engendrar. La raíz del término castellano, francés e inglés es la misma: genus-generis que
remite, por un lado a raza, y por otro, en un sentido más amplio, a clase, El sustantivo
“género” recoge las dos acepciones; una que apunta a la genealogía –tanto en su sentido
físico con su referencia al sexo, a la procreación, como en su sentido simbólico como linaje–.
Y la otra acepción apunta a una elemental taxonomía de raza, clase o especie. A veces,
ambos campos de significados se entrecruzan en el mismo lenguaje cotidiano como en el
ejemplo de las modistas cuando hablan de “buen género” refiriéndose a una tela de calidad
en la medida en que es de buena clase y (porque) está bien hecha (bien construida, bien
tejida, bien engendrada.) desde buenas materias primas (de buen linaje).

Este entrecruzamiento de los sentidos de procreación y clase que confluyen en el género ha


dificultado, en buena medida, la diferenciación entre “sexo” y “género”
Género y sexo.
aún en los discursos científicos. Donna Haraway hace notar cómo, de Entrecruzamiento
manera progresiva, en el presente siglo, los significados médicos de para la dominación.
“sexo” se acumulan en los de “género” en el ámbito de la lengua inglesa y
cómo la unión de estos dos términos ocultaba un interés de dominación por el procedimiento
de naturalizar el género haciéndolo coextensivo al sexo de las personas y, por lo tanto,
incuestionable.

Una primera fractura en la unidad sexo-género se manifiesta ya en la lingüística donde el género


tiene su protagonismo inicial. “Género” se usa, en principio, como una categoría lingüística para
denotar un sistema de subdivisión dentro de una clase gramatical. El género –
El género como
masculino, femenino o neutro– marca la distinción primaria y los acuerdos
categoría
lingüística. gramaticalmente necesarios (concordancias) entre los nombres, artículos y
adjetivos. Pero esto no sucede en todas las lenguas: en primer lugar, hay
lenguas que toman otros criterios de clasificación. […] Por otra parte, el número de géneros no es
igual en todos los lenguajes. Los estudios etnometodológicos de Greville a partir de doscientas
lenguas revelan que “el número de géneros no está limitado a tres; cuatro es lo
común y veinte, son posibles”. El género es una
construcción
Esta versatilidad del género gramatical llama la atención de las cultural.
feministas. Se había descubierto, desde la lingüística, que el género es
una construcción cultural, que no tiene que entenderse sólo como una oposición binaria,29
que no está ligado al sexo cromosómico ni al cuerpo... (Molina Petit, 2000, 257-258)

Razón para usar la @

En un principio, me decidí por usar la ‘@’ cuando empezaba a acercarme a la senda del
movimiento y la realidad queer. La @ la creí inclusiva, pero actualmente no
El uso de los considero que lo sea. El signo @ se utiliza en los casos en los que nos
géneros lingüísticos queramos referir a mujeres y hombres en igualdad de condiciones. Si
en el habla bien, es perfectamente válido el querer referirnos a hombres y mujeres,
cotidiana y sus
implicancias esta denominación excluye a todas las personas que no se sientan
políticas. únicamente hombres o únicamente mujeres (bigénero, intergénero,
genderqueer…). Es decir, esta denominación será válida cuando nos
queramos referir a hombres y mujeres de forma igualitaria, pero no será el término de
elección en las situaciones que queramos hablar y referirnos al conjunto de la población. Ej:
Mi asociación está formada por 8 hombres y 9 mujeres. Son tod@s muy guap@s. En este

32
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

ejemplo estamos suponiendo que conocemos sus identidades de género.

Razón para usar la X

Tras haber utilizado durante un tiempo la @, empecé a escuchar rumores de que este
símbolo era ‘machista’ por contener una A encerrada en una O más grande. Considero este
argumento realmente absurdo, puesto que es un símbolo principalmente utilizado para un
lenguaje técnico en cuestiones de informática y progresivamente usado en los escritos
feministas y queer. Pero, basándonos en el anterior argumento del refuerzo a un binarismo
impuesto, podríamos proceder a la utilización de la X. Ej: no me pareció demasiado listx,
más bien… curiosx y atrevidx.

El principal argumento para utilizar la X es la activa supresión de todos los géneros


impuestos en el lenguaje, ya sean binarios o no. De este modo, siempre que se utilizase
cualquier tipo de lenguaje (en castellano), resultaría inclusivo. Desde mi punto de vista, los
argumentos para la utilización de la X son contundentes y perfectamente válidos. Puede que
yo, en la lectura, estudio y trabajo del activismo LGTB+ y queer esté más sensibilizado al
uso del lenguaje sin percepción de género y por ello me resulta más favorable utilizar estas
formas de inclusión, resultándome además igual de sencillo el uso y la comprensión de
palabras con la terminación de la X. A pesar de ello, hay inconvenientes como la dificultad
de la comprensión lectora para quienes no estén habituadas a este tipo de textos.

Razón para usar los artículos originales

Volviendo al tema principal del artículo, tras un tiempo de reflexión, defiendo de nuevo la
utilización de los artículos llamados “de género masculino y femenino”. Cuando yo, como
cuerpo parlante y pensante, hablo en “masculino”, lo hago en base a la realidad de que
todos somos seres humanos. Cuando yo, como cuerpo parlante y pensante, hablo en
“femenino”, lo hago en base a la realidad de que todas somos personas. […] Por mucho odio
y vergüenza que exista hacia la diversidad, dentro y fuera del colectivo LGTB+, debemos
respetar y exigir respeto en base a que somos seres humanos, somos personas en igualdad
real y absoluta con el resto de la sociedad. (Marcgolab, 2015).

La distinción entre sexo y género o cuerpo sexuado y


La distinción entre Las raíces de la
género iba a proporcionar a las teóricas feministas una
sexo y género opresión femenina
como refutación al base sólida para contestar al determinismo biológico son culturales,
determinismo del "ser mujer" como si la anatomía fuese destino. construidas, no
biologicista. biológicas.
Así, las raíces de la opresión femenina no podían
situarse ya en la biología (por ejemplo, en el hecho de que la
mujer pariera los hijos) sino en formas culturales (por ejemplo, en la obligación y la
costumbre de que las mujeres fueran las únicas cuidadoras de los hijos y, por extensión de
los viejos y los enfermos, lo que les incapacitaba para la vida pública)

El dictum de Simone de Beauvoir, “una no nace mujer sino que se hace” (1949), fue
reformulado por las teóricas de los años sesenta en términos de un construccionismo social
para salir al paso de los ataques que, desde discursos psicológicos, científicos y sociológicos
se articulaban contra un nuevo feminismo emergente, hablando de las diferencias biológico-
genéticas en habilidades entre niños y niñas que fundamentaban una división entre los roles
sociales de hombres y mujeres. Al pretendido factum de esta diferenciación natural entre “lo
masculino” y “lo femenino”, el discurso científico social del funcionalismo americano

33
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

imperante desde los años cuarenta, le añadió una dimensión prescriptiva: los roles han de
ser así para un buen funcionamiento de la sociedad.

[…] Poco a poco, en estos primeros discursos feministas, empezó a demarcarse el sexo como
una categoría biológica, determinada por los cromosomas y expresada en un cuerpo con
características genitales de macho o hembra, mientras que el género se entendería por una
serie de características, expectativas, comportamientos y valores que definirían lo que, en
cada cultura, se entiende por “masculino” o “femenino”. (Molina Petit, 2000, 258-259)

La tarea de la filosofía: cuestionar la “actitud natural”

Las feministas van a poner en cuestión esta “actitud natural” ante el género, analizando por
separado las categorías de género, sexo y cuerpo, por el procedimiento de situarlas en el
contexto histórico de su aparición en orden a desvelar los supuestos epistemológicos y los
intereses ideológicos en la construcción de esas categorías y en la identificación de unas con
otras. (Molina Petit, 2000, 257)

Las preguntas que se formulan en [los estudios feministas] tienden a examinar cómo se
regula el género, cómo se imponen dichos reglamentos, cómo se incorporan y cómo se viven
por parte de los sujetos sobre los cuales se imponen. Pero regular el género no consiste
simplemente en someter el género a la fuerza exterior de un reglamento. Si el
género preexistiera a la reglamentación, entonces podríamos tratarlo El género no
como un tema y proceder a enumerar los diversos tipos de reglamentos preexiste a las
a los cuales estamos sujetos y las maneras en las que se da la sujeción. reglas, entre ellas,
a las del lenguaje.
Sin embargo, el problema es más complejo. Después de todo, ¿hay un
género que preexista a su regulación?, o el caso es más bien que, al estar
sometido a la regulación, ¿el sujeto del género emerge al ser producido en, y a través de,
esta forma específica de sujeción?

Al tratar de la sujeción y de la regulación es importante tener en cuenta al menos dos


advertencias derivadas del pensamiento de Foucault: 1) el poder regulador
La regulación crea no sólo actúa sobre un sujeto preexistente, sino que también labra y
subjetividades,
forma al sujeto; además, cada forma jurídica de poder tiene su efecto
“hace/produce” a
alguien con una productivo; y 2) estar sujeto a un reglamento es también estar
subjetividad subjetivado por él, es decir, devenir como sujeto precisamente a través
particular.
de la reglamentación. Este segundo punto se desprende del primero en
la medida en que los discursos reguladores que forman al sujeto del género
son precisamente aquellos que requieren e inducen al sujeto en cuestión.

[…] La idea de que el género es una norma requiere una mayor


elaboración. Una norma no es lo mismo que una regla, y tampoco es lo Las normas operan
en las prácticas
mismo que una ley. Una norma opera dentro de las prácticas sociales
sociales
como el estándar implícito de la normalización. […] Las normas pueden normalizando.
ser explícitas; sin embargo, cuando funcionan como el principio
normalizador de la práctica social a menudo permanecen implícitas, son difíciles de leer; los
efectos que producen son la forma más clara y dramática mediante la cual se pueden
discernir.

Que el género sea una norma sugiere que está siempre tenuemente incorporado en
cualquier actor social. La norma rige la inteligibilidad social de la acción, […] La norma rige la
inteligibilidad, permite que ciertos tipos de prácticas y acciones sean reconocibles como tales

34
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

imponiendo una red de legibilidad sobre lo social y definiendo los parámetros de lo que
aparecerá y lo que no aparecerá dentro de la esfera de lo social. La cuestión de qué significa
estar fuera de la norma plantea una paradoja al pensamiento, porque si la norma convierte
el campo social en inteligible y normaliza este campo, entonces estar fuera de la norma es,
en cierto sentido, estar definido todavía en relación con ella. No ser lo bastante masculino o
lo bastante femenino es todavía ser entendido exclusivamente en términos de la relación de
uno mismo con lo «bastante masculino» o lo «bastante femenino».

[…] El género es el aparato a través del cual tiene lugar la producción y la


El género como normalización de lo masculino y lo femenino […] Asumir que el género
dispositivo de
implica única y exclusivamente la matriz de lo «masculino» y lo
producción y
normalización de lo «femenino» es precisamente no comprender que la producción de la
M y lo F. coherencia binaria es contingente, que tiene un coste, y que aquellas
permutaciones del género que no cuadran con el binario forman parte del
género tanto como su ejemplo más normativo. Fusionar la definición de género con su
expresión normativa es reconsolidar, sin advertirlo, el poder que tiene la norma para limitar
la definición del género. El género es el mecanismo a través del cual se producen y se
naturalizan las nociones de lo masculino y lo femenino, pero el género bien podría ser el
aparato a través del cual dichos términos se deconstruyen y se desnaturalizan. […] Mantener
el término «género» aparte de la masculinidad y de la feminidad es salvaguardar una
perspectiva teórica en la cual se pueden rendir cuentas de cómo el binario
Si el género es una
masculino y femenino agota el campo semántico del género. Cuando nos
construcción socio-
referimos a «el género en disputa o problematización del género» cultural, entonces
(gender trouble) o a la «mezcla de géneros» (gender blending), ya sea puede desplazarse
más allá del binario
el «transgénero» (transgender) o el «cruce de géneros» (cross-gender),
M/F.
estamos ya sugiriendo que el género tiene una forma de desplazarse más
allá del binario naturalizado. La fusión del género con lo masculino/femenino,
hombre/mujer, macho/hembra, performa30 así la misma naturalización que se espera que
prevenga la noción de género.

Así pues, un discurso restrictivo de género que insista en el binario del hombre y la mujer
como la forma exclusiva para entender el campo del género performa una operación
reguladora de poder que naturaliza el caso hegemónico y reduce la posibilidad de pensar en
su alteración. […] (Butler, 2006, 67-70)

5.2. La norma como forma de disciplinamiento y de producción de subjetividades

Cuando Foucault afirma que la disciplina «produce» individuos, no sólo quiere decir que el
discurso disciplinario los dirige y los utiliza, sino también que activamente los constituye.

La norma es una medida y una forma de producir un estándar común, pero convertirse en
un ejemplo de la norma no es agotarla totalmente, sino más bien estar sujeto a la
abstracción de la comunalidad. […]

Ewald busca una definición más ajustada de la norma con el fin de abarcar tanto su
capacidad de regular todos los fenómenos sociales como los límites internos que acotan
cualquier reglamento de este tipo […]
La norma: un
¿Qué es exactamente una norma? Es la medida que simultáneamente principio de
individualiza, posibilita la individualización incesante y hace posible las comparación.
comparaciones. La norma es lo que hace posible la indefinida localización de

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

espacios que se distancian y reducen cada vez más, y al mismo tiempo asegura
que estos espacios nunca encierren a nadie de tal forma que se cree una
naturaleza específica para él, ya que estos espacios individualizadores no son más
que la expresión de una relación, relación que tiene que ser vista de forma
indefinida en el contexto de otras relaciones. ¿Qué es entonces una norma? Un
principio para la comparación, una medida común que se instituye como mera
referencia del grupo consigo mismo, cuando el grupo sólo tiene relación consigo
mismo, sin una referencia externa y sin verticalidad.

[…] Según la noción de norma que acabamos de exponer, se puede decir que el campo de la
realidad que crean las normas de género constituye el telón de fondo sobre el cual aparece
el género en sus dimensiones idealizadas. Pero ¿cómo debemos entender la formación
histórica de dichos ideales, su persistencia a través del tiempo y su lugar como una compleja
convergencia de significados sociales que no parecen tratar del género directamente? En la
medida en que las normas del género son reproducidas, éstas son invocadas y citadas por
prácticas corporales que tienen también la capacidad de alterar las normas en el transcurso
de su citación. […]

Entonces, un sentido importante de la reglamentación es que las personas son reguladas por
el género y que este tipo de reglamentación funciona como una condición de inteligibilidad
cultural para cualquier persona. Desviarse de la norma del género es producir el ejemplo
aberrante que los poderes reguladores (médico, psiquiátrico y legal, por nombrar algunos)
pueden rápidamente explotar con el fin de reforzar las razones fundamentales para la
continuidad de su propio celo regulador. Por tanto, la cuestión fundamental sigue siendo qué
desviaciones de la norma interrumpen el proceso regulador mismo. (Butler, 2006, 80-81 y
83-84)

Formas de “normalizar” el género: los medios del “buen encauzamiento”

Consideremos la oposición intersexual a la extendida práctica de realizar cirugía coactiva a


los neonatos y niños con anatomías sexualmente indeterminadas o hermafroditas con el fin
de normalizar sus cuerpos. Este movimiento ofrece una perspectiva crítica sobre la versión
de lo «humano» que requiere morfologías ideales y la constricción de las normas corporales.
Al resistirse a la cirugía coactiva, la comunidad intersexual hace un
Los patrones de
llamamiento para que se comprenda que los niños de condición intersexual
“enfermedad” y
son parte del contínuum de la morfología humana y que deben ser “salud”: otro
tratados desde el supuesto de que sus vidas son y serán no sólo viables, binarismo
sino también ocasiones para su florecimiento como personas. Así pues, las dicotómico.

normas que gobiernan la anatomía humana idealizada producen un sentido de la


diferencia entre quién es humano y quién no lo es, qué vidas son habitables y cuáles no lo
son. […]

Una concurrencia de operaciones de normas de género puede


observarse en la diagnosis del DSM-IV sobre el trastorno de identidad Una paradoja:
de género. Esta diagnosis, que, en su mayor parte, se encarga de diagnosticar la opción
de género como una
monitorizar los signos de homosexualidad incipiente, asume que la enfermedad, posibilita
«disforia de género» es un trastorno psicológico simplemente la reasignación de sexo,
porque alguien de un determinado género manifiesta atributos de el cambio de estado
legal, etc.
otro género o el deseo de vivir como otro género. Esto impone un
modelo coherente de vida de género que rebaja las formas complejas
mediante las cuales se elaboran y se viven las vidas de género. Sin embargo, el diagnóstico
es crucial para muchos individuos que requieren apoyo de los seguros para la cirugía de

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

reasignación de sexo o el tratamiento hormonal, o para quienes buscan un cambio legal de


estatus. Como resultado, los métodos diagnósticos mediante los cuales se atribuye la
transexualidad implican una patologización, pero sufrir este proceso de patologización
constituye una de las más importantes vías para satisfacer el deseo de cambiar de sexo. La
cuestión crítica se convierte así en: ¿cómo puede el mundo ser reorganizado de manera que
mejore este conflicto?

[…] Las personas transgénero y transexuales31 están sujetas a la patologización y la


violencia, que, […] aumenta en el caso de personas trans de comunidades de color. La
persecución que sufren aquellos que son «leídos» como trans32 o que se descubre que son
trans no puede ser subestimada. Es parte de un contínuum de violencia de género que
arrebató las vidas de Brandon Teena, Mathew Shephard y Gwen Araujo. Debe entenderse
que estos asesinatos están conectados con los actos coactivos de «corrección» sufridos por
los neonatos y por los niños intersexuados que a menudo dejan sus cuerpos mutilados para
toda la vida, traumatizados y físicamente limitados en sus funciones sexuales y sus placeres.

[…] Los cuerpos producidos a través de dicho forzado cumplimiento regulatorio del género
son cuerpos que sufren, que llevan las marcas de la violencia y el dolor. Aquí la idealización
de la morfología del género se hace incidir literalmente en la carne.

[…] Un reglamento es aquello que regulariza, pero también, siguiendo a Foucault, un modo
de disciplinar y vigilar dentro de las formas modernas del poder; un reglamento no se limita
a constreñir y negar y, por lo tanto, no es una mera forma jurídica de poder.

En la medida en que los reglamentos operan a través de las normas, se convierten en


momentos clave en los cuales se reconstituye la idealidad de la norma; su historicidad y su
vulnerabilidad quedan temporalmente fuera de escena. Como operación de poder: la
regulación puede tomar una forma legal, pero su dimensión legal no se agota en la esfera de
su eficacia. (Butler, 2006, 17-18, 20, 84 y 87)

5.3. ¿Los cuerpos albergan una “verdad” innata sobre el sexo? Deshaciendo el
género

Que las mujeres fueran sexo dominado era designio de la naturaleza,


Las mujeres como sexo
orden inalterable, condición prepolítica, para cumplir la cual también
débil, inferior…” una
era útil que se les impidiera el acceso a la educación y se les cuestión de
prohibiera el ejercicio de toda profesión. (Valcárcel, 2000, 116) naturaleza”.

De-construir el género El fin [es] de-construir aquella “actitud natural” hacia el


género que “postulaba el sexo como determinante de una identidad
genérica que surge espontáneamente en la forma natural de la Dos categorías a de-
heterosexualidad y que ordenaba ciertos racionales roles genéricos, construir: género y
sexo.
aceptados felizmente por individuos con identidades uniformes de
género”.

[…] En las distinciones […] entre “sexo” y “género” se comprobó como “sexo” se refiere bien
a una serie de características biológicas como la carga cromosómica u hormonal o bien a los
órganos reproductores.

[…] En las primeras formulaciones sobre la distinción sexo-género la


categoría de “cuerpo” (sexuado) aparecía como un medio pasivo La sexualidad también
es una construcción
que preexistía a la construcción del género. La conveniencia teórica
cultural.

37
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

–y estratégica– de distinguir nítidamente entre (cuerpo) “sexo” y “género” y asimilarlos al


par naturaleza-cultura, no permitió, de momento, un análisis que descubriera las
dimensiones históricas e ideológicas en la categoría de cuerpo sexuado.

La aparición de la obra de Michel Foucault Historia de la sexualidad (1976) ejerció una gran
influencia en las feministas a la hora de de-construir las categorías de cuerpo y sexo como
algo dado en la naturaleza. La tesis de Foucault, expresada en el primer volumen de la obra
citada, es que la sexualidad –que en una "actitud natural" se consideraría como un impulso
natural, privado e íntimo– es construida totalmente en la cultura, de acuerdo con los
objetivos políticos de la clase dominante.

[…] [A partir de esto] el cuerpo, pues, no puede considerarse como un instrumento pasivo
que expresa contenidos culturales a través de gestos, posturas o vestidos, sino como una
construcción cultural en sí mismo y ello no porque se obvie la fisis33, sino porque ésta viene
marcada desde el principio con ciertas significaciones. Y la primera marca del cuerpo
sexuado es la del género. El cuerpo aparece configurado –en sus gestos, movimientos,
vestidos y actuaciones– según las normativas de lo que una cultura determinada entiende
por “femenino” o “masculino”.

La obra colectiva de 1985 El cuerpo de la mujer en la cultura occidental recoge importantes


aportaciones de autoras feministas americanas y europeas sobre lo
La cuestión: detectar a
que ha sido la construcción cultural de lo que es (o debe ser) un
qué intereses responde
cuerpo femenino. Desde la tendencia a asociar lo femenino con lo la construcción del
patológico que lleva a medicalizar el cuerpo de las mujeres, hasta la género en M/F.
definición del cuerpo femenino como "cuerpo maternal" […]

[…] Desde una perspectiva feminista, la importancia de ese tipo de estudios [estriba en]
detectar a qué intereses responden estas construcciones y así, reconocer contra qué se está
luchando en cada momento. Para Naomi Wolf, por ejemplo, autora de un libro de éxito
popular El Mito de la Belleza (The Beauty Myth, 1990), los actuales imperativos de la moda
que impone cánones de belleza femeninos imposibles (siempre jóvenes, delgadas y
atractivas) lo que lleva a someter el cuerpo de las mujeres a continuas dietas y a la violencia
de la cirugía tiene como objetivo (patriarcal) en este momento de reacción contra el
movimiento feminista, el desestabilizar la confianza en sí mismas que las mujeres habían
adquirido en las últimas décadas con su incorporación masiva al trabajo y con su nuevo
protagonismo social.

[…] De acuerdo a los análisis de Foucault, el sexo –la sexualidad– aunque parezca un
impulso natural o salvaje es construido totalmente en la cultura y ello desde unos intereses
de poder, teniendo en cuenta que la sexualidad es muy fácil de manipular –y se ha
manipulado– desde instancias religiosas, médicas o políticas:
No hay que describir la sexualidad como un impulso reacio, extraño por
naturaleza e indócil por necesidad a un poder que, por su lado se encarniza en
someterla y, a menudo fracasa en su intento de dominarla por completo.
Aparece ella, más bien como un punto de pasaje para las relaciones de poder,
particularmente denso: entre hombres y mujeres, jóvenes y viejos, padres y
progenitura, educadores y alumnos, curas y laicos, gobierno y población. En
las relaciones de poder, la sexualidad no es el elemento más sordo,
sino más bien, uno de los que están dotados de la mayor
Nuestros
instrumentalidad: utilizable para el mayor número de comportamientos
maniobras y capaz de servir de apoyo, de bisagra, a las más sexuales: una herencia
variadas estrategias (Foucault, versión original, 1976. Vers. de la Ilustración.

38
UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

castellana, Siglo XXI, 1995: 126).

Nuestros comportamientos sexuales son, según Foucault, herederos del siglo XVIII en el que
la burguesía, atenta a conservar sus privilegios hegemónicos, elabora ciertos discursos
{clasificaciones, mediciones, evaluaciones...) en torno a “cuatro grandes conjuntos
estratégicos que despliegan, a propósito del sexo, dispositivos específicos de saber y poder”
(Foucault, 1976: 121). Estos grandes conjuntos estratégicos son para Foucault: 1) la
histerización del cuerpo de la mujer que es “analizado –calificado y descalificado– como
cuerpo íntegramente saturado de sexualidad”; 2) la pedagogización del sexo del niño,
“definidos como seres sexuales liminares, más acá del sexo y ya en él”; 3) la socialización de
las conductas procreadoras, en virtud de su valor social y 4) la
psiquiatrízacíón del placer perverso o la consideración de cualquier El sexo: una
construcción de las
conducta sexual anómala como “desviada”. disciplinas: medicina,
psicología, etc.
El sexo, según Foucault es, pues, construido desde la medicina, la
psicología, la demografía y la economía y lo es a través de sus discursos, es decir, a
través de la forma en que se dibujan y se narran las cuatro figuras que se corresponden a
aquellos cuatro “grandes conjuntos” de objetos privilegiados de conocimiento en esta época.

[…] [Sin embargo] Lauretis [lo que quiere señalar] como algo obviado por Foucault es el
aspecto genérico de la construcción de la sexualidad. La sexualidad femenina ha sido
invariablemente definida tanto por un contraste cuanto por una relación respecto a la
masculina.

[…] La sexualidad femenina, definida desde el varón, es un producto discursivo atento a


servir a los intereses de la reproducción. Ello, a juicio de Butler, resulta opresivo para las
mujeres en general –que se esfuerzan por definir su sexualidad autónoma– y
particularmente para las lesbianas que se sitúan fuera de la economía reproductiva
heterosexual y son, por ello, calificadas de perversas. La heterosexualización del deseo es
para Butler como para Lauretis una construcción cultural que se produce por discursos y
prácticas regulatorias sobre las conductas de los individuos y que instituye la oposición entre
“masculino” y “femenino”. (Molina Petit, 2000, 261-265)

[…] Los términos que configuran el propio género se hallan, desde La configuración del
el inicio, fuera de uno mismo, más allá de uno mismo, en una género no es individual,
sino social.
socialidad que no tiene un solo autor (y que impugna radicalmente
la propia noción de autoría).

[…] El movimiento intersex sostiene que el género debe ser establecido a través de la
asignación o la elección, pero siempre sin coerción, premisa que
No puedo
comparte con el activismo transgénero y transexual. Este último se
autodeterminarme como opone a formas no deseadas de asignación de género y, en este
M, F, Trans, etc., si no es sentido, reclama un mayor grado de autonomía, una situación
sujeto a normas previas
que ya me predeterminan a
también paralela a las reclamaciones
elegirme como M, F, Trans, intersex. Sin embargo, a ambos Otra paradoja: la
etc, o que son surgidas del movimientos les resulta complicado autodeterminación (que
consenso de otros actores
establecer el significado preciso de la debería ser individual) es
minoritarios. social.
autonomía, ya que escoger el propio
cuerpo implica, ineludiblemente, navegar entre normas que son
trazadas por adelantado y de forma previa a la elección personal o que son articuladas de
forma concertada con la agencia de otras minorías. Efectivamente, los individuos dependen
de las instituciones de apoyo social para ejercer la autodeterminación con respecto a qué

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

cuerpo y qué género tienen y mantienen, de manera que la autodeterminación se convierte


en un concepto plausible únicamente en el contexto de un mundo social que apoya y
posibilita la capacidad de ejercitar la agencia. A la inversa (y como consecuencia), resulta
que cambiar las instituciones a través de las cuales se establecen y se mantienen las
elecciones humanamente viables es un prerrequisito para el ejercicio de la
autodeterminación. En este sentido, la agencia individual está ligada a la crítica social y la
transformación social. Sólo se determina «el propio» sentido del género en la medida en que
las normas sociales existen para apoyar y posibilitar aquel acto de reclamar el género para
uno mismo. De esta forma, para tomar posesión de sí mismo el yo debe ser desposeído en la
socialidad.

[…] Comprender el género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido
como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su
continua reforma, y que la «anatomía» y el «sexo» no existen sin Qué es lo femenino y qué es
un marco cultural (como el movimiento intersex ha demostrado lo masculino tiene una
historia social, y sus
claramente). La atribución misma de la feminidad a los cuerpos significados varían de acuerdo
femeninos como si fuera una propiedad natural o necesaria tiene a las culturas y lugares.

lugar dentro de un marco normativo en el cual la asignación de la


feminidad a lo femenil es un mecanismo para la producción misma del
género. Términos tales como «masculino» y «femenino» son notoriamente intercambiables;
cada término tiene su historia social; sus significados varían de forma radical dependiendo
de límites geopolíticos y de restricciones culturales sobre quién
Los términos para designar
el género están en
imagina a quién, y con qué propósito. Que los términos sean
continuo proceso de recurrentes es bastante interesante, pero la recurrencia no indica
reelaboración. una igualdad, sino más bien la manera por la cual la articulación
social del término depende de su repetición, lo cual constituye una dimensión
de la estructura performativa del género. Los términos para designar el género nunca se
establecen de una vez por todas, sino que están siempre en el proceso de estar siendo
rehechos.

[…] Se podría decir, entonces, que, en cierto sentido, la sexualidad nos traslada fuera de
nosotros mismos; estamos motivados por algo que se halla en otra parte y cuyo sentido y
propósito no podemos capturar plenamente. Esto sucede porque la sexualidad es una
manera de transportar significados culturales tanto a través de la operación de las normas
como de los modos periféricos mediante los cuales son deshechas. La sexualidad no es
consecuencia del género, así que el género que tú «eres» determina el tipo de sexualidad
que «tendrás». Tratamos de hablar de manera llana acerca de estas cuestiones, afirmando
nuestro género, revelando nuestra sexualidad, pero, sin darnos mucha cuenta, estamos
atrapados en las espesuras ontológicas y las dudas epistemológicas. ¿Soy yo un género
después de todo? ¿«Tengo» una sexualidad?

¿O resulta que el «yo» que debería soportar su género se deshace al estar siendo un género,
que el género siempre proviene de una fuente que está en otra parte y que está dirigida
hacia algo que está más allá de mí, constituido en una socialidad cuya autoría no es
totalmente mía? Si éste es el caso, entonces el género deshace el «yo» que se supone que
es o que lleva el género, y este deshacer es parte del mismo significado y de la
comprensibilidad de este «yo». Si yo afirmo que «tengo» una sexualidad, entonces parece
que la sexualidad está ahí de manera que yo la puedo llamar mía, que se puede poseer
como un atributo. Pero ¿y si la sexualidad es el medio por el cual se me desposee? ¿Qué
pasa si es investida y animada desde otro lugar, aunque sea mía precisamente? ¿No se

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

puede concluir, entonces, que el «yo» que «tiene» su sexualidad se deshace mediante la
sexualidad que afirma tener, y que esta misma afirmación ya no puede ser hecha
exclusivamente en su propio nombre? Si otros me reclaman cuando me afirmo, entonces el
género es para otro y proviene de otro antes de convertirse en el mío; si la sexualidad
conlleva cierta desposesión del «yo», esto no implica el final de mis afirmaciones políticas.
Sólo significa que cuando se hacen estas afirmaciones, su alcance es muy superior al del

sujeto que las formula. (Butler, 2006, 13, 21, 25 y 33-34)

Las jerarquizaciones como formas de dominación

[…] Rubin asume que la sexualidad es construida en la sociedad y en la


La carga
historia y no biológicamente determinada y, así, puede asumir formas
semántica del
El sexo como variadas. Lo que llama la atención en la construcción de la sexo…
valor social. sexualidad es la carga de significación que se le da al sexo en
nuestra cultura […] Y es que las sociedades occidentales modernas toman las
actividades sexuales de acuerdo a un sistema de valores sociales.

El sexo “está organizado en sistemas de poder qué premian y promueven algunas


actividades e individuos mientras castigan y suprimen otros” (Rubin, 1985: 309). En la
cúspide de este sistema jerárquico que describe Rubin está la sexualidad marital
reproductiva monógama/que es el comportamiento más valorado y el considerado más
normal, sano e incluso “santo”. Bajando en la escala de valoración estarán las parejas
heterosexuales no casadas; más abajo, los heterosexuales promiscuos; gays y lesbianas
ocuparán puestos más bajos en la escala de consideración y valoración social en una
sexualidad ya tachada de mala, perversa, anormal y pecaminosa para concluir con los que
Rubin llama “trabajadores del sexo” (prostitutas, travestís...) situados en el lugar inferior de
este sistema.

Este sistema jerárquico es coercitivo no sólo en el sentido moral, apoyando


Escala de
una ideología del “buen sexo” desde la religión, la psiquiatría y los media, valoración sexual:
sino refrendando la peligroidad de ciertos comportamientos por leyes 1º sexo marital
civiles y criminalizando ciertas conductas inocuas al representarlas como heterosexual
monógamo;
amenazantes para la salud pública, para la familia y para la misma 2º sexo no marital
civilización. De este modo, la libre elección de la sexualidad se convierte heterosexual
en un problema y, a veces, en una cuestión de heroicidad o en una monógamo;
3º sexo
decisión de automarginación. heterosexual
promiscuo;
[…] En este sistema jerárquico, la sexualidad también está organizada y
4º sexo
producida como heterosexualidad con el fin de orientarla al matrimonio homosexual;
que es la forma básica de intercambio. Así, la obligatoriedad heterosexual 5º sexo pago.
es considerada por Rubin como un dato fundamental en la opresión de las
mujeres y en el entendimiento del género como
La escala de valoración sistema jerárquico […]
sexual coerciona,
normando La importancia concedida al papel de la heterosexualidad en la
ideológicamente. Por eso opresión de las mujeres se entiende desde la situación de las mismas
la libre elección de la
sexualidad se torna un en relaciones de objetualización (como don, como símbolo, como
problema. artículo de consumo, como objeto erótico, etc.), situación que en sí
misma, es una operación de género, en la medida en que supone una
relación jerárquica donde existe un sujeto capaz de convertir a alguien en objeto (o de adscribirle

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

las características y las expectativas de un objeto). De este modo, el posicionarse fuera de la


economía heterosexual del matrimonio, fue considerado por Rubin y las autoras citadas como una
poderosa arma política para deconstruir la figura de “la mujer domesticada” (o la mujer definida
por y para los otros) que era la principal característica a la que apuntaba “lo femenino” como
género construido bajo un interés de dominación. (Molina Petit, 2000, 266 y 268).

5.4. El Patriarcado: la construcción histórica e interesada de una “verdad”

El período de la «formación del patriarcado» no se dio «de repente»


¿A qué intereses
sino que fue un proceso que se desarrolló en el transcurso de casi
responde la
2.500 años, desde aproximadamente el 3100 al 600 a.C. E incluso clasificación M/F? Los
en las diversas sociedades del mismo antiguo Próximo Oriente se intereses del
produjo a un ritmo y en una época distintos. patriarcado.

Además, parecía que las mujeres poseían un estatus muy diferente en distintos aspectos de
su vida de manera que, por ejemplo, en Babilonia durante el segundo milenio
La formación
del a.C. los hombres controlaban totalmente la sexualidad femenina y aun así
patriarcado. algunas mujeres disfrutaban de una gran independencia económica,
numerosos derechos legales y privilegios, y ocupaban cargos de importancia en
la sociedad. Me quedé desconcertada cuando averigüé que las evidencias históricas
relacionadas con las mujeres carecían casi de sentido si las juzgaba con los criterios
tradicionales. Al cabo de un tiempo empecé a comprender que debería centrarme más en el
tema del control de la sexualidad femenina y la procreación que en las cuestiones
económicas de rigor, así que comencé a indagar las causas y consecuencias de dicho control
sexual. Cuando lo hice, las piezas del rompecabezas empezaron a encajar. No había podido
comprender el significado de las evidencias que tenía ante mí porque miraba la formación de
clases, tal y como se aplica a hombres y mujeres, desde el presupuesto tradicional de que lo
que es cierto para los hombres tiene que serlo para las mujeres. Cuando empecé a
preguntarme en qué se diferenciaba la definición de clase para las mujeres de la de los
hombres al comienzo mismo de la sociedad de clases, las evidencias que tenía ante mí
cobraron sentido. Voy a desarrollar en este libro las siguientes propuestas: a) La apropiación
por parte de los hombres de la capacidad sexual y reproductiva de las mujeres ocurrió antes
de la formación de la propiedad privada y de la sociedad de clases. Su uso como mercancía
está, de hecho, en la base de la propiedad privada. b) Los estados arcaicos se organizaron
como un patriarcado; así que desde sus inicios el estado tuvo un especial interés por
mantener la familia patriarcal. c) Los hombres aprendieron a instaurar
la dominación y la jerarquía sobre otros pueblos gracias a la práctica Del dominio de las
mujeres al dominio de
que ya tenían de dominar a las mujeres de su mismo grupo. Se los pueblos y la
formalizó con la institucionalización de la esclavitud, que comenzaría esclavitud.
con la esclavización de las mujeres de los pueblos conquistados. d) La
subordinación sexual de las mujeres quedó institucionalizada en los
La legalización de la
subordinación sexual primeros códigos jurídicos y el poder totalitario del estado la
de las mujeres. impuso. A través de varias vías se aseguró la cooperación de las
mujeres en el sistema: la fuerza, la dependencia económica del cabeza
de familia, los privilegios clasistas otorgados a las mujeres de clase alta que eran
dependientes y se conformaban, y la división, creada artificialmente, entre mujeres
respetables y no respetables. e) Entre los hombres, la clase estaba y está basada en su
relación con los medios de producción: quienes poseían los medios de producción podían
dominar a quienes no los poseían. Para las mujeres, la clase estaba mediatizada por sus

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

vínculos sexuales con un hombre, quien entonces les permite acceder a los recursos
materiales. La separación entre mujeres «respetables» (es decir,
La mujer: en la
ligadas a un hombre) y «no respetables» (es decir, no ligadas a un
mitología y en la
hombre o totalmente libres) está institucionalizada en las leyes pólis imperialista.
concernientes a cubrir con velo la figura femenina. f) Mucho después
que las mujeres se encontraran sexual y económicamente subordinadas a los hombres, aún
desempeñaban un papel activo y respetado al mediar entre los humanos y los
dioses en su calidad de sacerdotisas, videntes, adivinadoras y curanderas. Separación de
El poder metafísico femenino, en especial el poder de dar vida, era la sexualidad
de la
venerado por hombres y mujeres en forma de poderosas diosas mucho
procreación.
después que las mujeres estuvieran subordinadas a los hombres en casi
todos los aspectos de su vida terrenal. g) El derrocamiento de esas diosas poderosas y su
sustitución por un dios dominante ocurre en la mayoría de las sociedades del Próximo
Oriente tras la consolidación de una monarquía fuerte e imperialista. Gradualmente, la
función de controlar la fertilidad, hasta entonces en poder de las diosas, se simboliza con el
acto de unión, simbólica o real, del dios o el rey divino con la diosa o su sacerdotisa. Por
último, se separa la sexualidad (erotismo) y la procreación con la aparición de una diosa
distinta para cada función, y la diosa madre se transforma en la esposa o consorte del
principal dios masculino. h) El resurgimiento del monoteísmo hebreo supondrá un ataque a
los numerosos cultos a las distintas diosas de la fertilidad. En el relato del Libro del Génesis
se atribuyen el poder de creación y el de procreación a un dios todopoderoso, cuyos epítetos
de «Señor» y «Rey» lo identifican como un dios masculino, y que asocia toda sexualidad
femenina, que no sea con fines reproductores, al pecado y al mal. i)
La mujer en las Con el establecimiento de la comunidad de la alianza, el simbolismo
religiones monoteístas
básico y el contrato real entre Dios y la humanidad dan por hecha
y en la filosofía antigua.
la posición subordinada de las mujeres y su exclusión de la alianza
metafísica y la comunidad terrenal de la alianza. Su única manera de
acceder a Dios y a la comunidad santa es a través de su papel de madres. j) Esta
devaluación simbólica de las mujeres en relación con lo divino pasa a ser una de las
metáforas de base de la civilización occidental. La filosofía aristotélica proporcionará la otra
metáfora de base al dar por hecho que las mujeres son seres humanos
incompletos y defectuosos, de un orden totalmente distinto a los Estas construcciones
hombres. Es con la creación de estas dos construcciones históricas condujeron a
ver como “natural” la
metafóricas, que se encuentran en las raíces de los sistemas subordinación
simbólicos de la civilización occidental, con lo que la subordinación femenina.
de las mujeres se ve como «natural» y, por tanto, se torna invisible.
Esto es lo que finalmente consolida con fuerza al patriarcado como una realidad y como una
ideología.

[…] Si miramos la Historia de la sociedad que se ha escrito como si de dicha obra se tratara,
caemos en la cuenta de que el relato de las representaciones dadas durante miles de años
ha sido escrito sólo por hombres y contado con sus propias palabras. Han fijado su atención
principalmente en los hombres. No es de sorprender que ni se hayan dado cuenta de las
acciones emprendidas por mujeres. (Lerner, 1990, 25-27)

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

Patriarcado y capitalismo

Las feministas socialistas piensan que la situación de la opresión de la


Responsables de lamujer responde no sólo a su posicionamiento en un sistema social
desigualdad social de
jerárquico de sexo-género (al que prefieren llamar “patriarcado”) sino
las mujeres:
patriarcado y a las condiciones materiales en las cuales las mujeres viven y
capitalismo. trabajan, es decir, a las relaciones de explotación económica que la
mujer sufre como trabajadora (relaciones que fomenta el omnipresente
capitalismo). Así, la organización social responsable de la situación de desigualdad de las
mujeres no sería sólo el sistema de sexo-género (o patriarcado) sino también el sistema

capitalista. (Molina Petit, 2000, 269)

Durante un breve período, a partir de la década de 1970 hasta mediados de 1980, la


cuestión de la relación estructural entre el patriarcado y el capitalismo fue objeto de un
acalorado debate entre las corrientes teóricas y activistas
pertenecientes al feminismo materialista francés y al feminismo El debate patriarcado-
capitalismo.
marxista. Las preguntas fundamentales que se plantearon giraban
en torno a dos ejes: 1) ¿El patriarcado es un sistema autónomo respecto al capitalismo? 2)
¿Es correcto utilizar el término "patriarcado" para designar a la opresión de género y la
desigualdad?

[…] En la última década, varios teóricos feministas han seguido


Tres hipótesis acerca trabajando en estas cuestiones, […] Junto con la crisis económica y
de la relación de
patriarcado y social también estamos viendo un retorno parcial, pero significativo,
capitalismo en el de la atención sobre la relación estructural entre el género y la
debate de género. opresión capitalista. […] ¿Cuál es el principio organizador de esta
relación? […]

Hipótesis 1 : La teoría de los sistemas dobles o triples

Podemos resumir la versión original de esta tesis en los siguientes términos: El género y las
relaciones sexuales constituyen un sistema autónomo que se combina con el capitalismo y
da nueva forma a las relaciones de clase, sin dejar de ser al mismo tiempo, modificado por
el capitalismo en un proceso de interacción recíproca. […] Una variante
alternativa de esta hipótesis, sin embargo, es la que ve en las 1ª H:
relaciones de género un sistema de relaciones culturales e A) el género y las
relaciones sexuales son
ideológicas producto de los modos de producción precapitalistas y
autónomas, pero se
formaciones sociales independientes del capitalismo, que interviene modifican con el
en las relaciones capitalistas, dándoles una dimensión de género. capitalismo.
B) las relaciones de
(Arruza, 2016, 1)
género son producto
[…] del capitalismo.

La teoría del Sistema Dual (o Doble Sistema) puede formularse, en


términos generales, del modo siguiente: capitalismo y patriarcado son dos sistemas
paralelos que definen la opresión propia de la mujer. Así como la explotación bajo el capital
se basa en la apropiación de la plusvalía34 que genera el trabajador (trabajadora) en el
modo de producción capitalista, bajo el sistema patriarcal, la opresión de la mujer se basa
en el modo de reproducción –que implica la familia, los hijos y una sexualidad "femenina"
concebida y orientada a estas labores– En el “modo de reproducción” es el hombre particular

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

el que resulta beneficiado del trabajo de la mujer en la medida en que es el receptor de los
servicios personalizados que ésta le presta, quedando él liberado de unos trabajos
(domésticos) que ni siquiera se computan como “trabajo”. Capitalismo y patriarcado se
refuerzan y se maridan de alguna forma si se tiene en cuenta que, en última instancia, el
capitalismo sale beneficiado por el trabajo doméstico de las mujeres, un trabajo que no se
paga y que, sin embargo, es fundamental para mantener al trabajador listo para seguir
trabajando. (Molina Petit, 2000, 270-271)

[…]

Hipótesis 2: El capitalismo indiferente

La opresión y la desigualdad de género son un remanente de los anteriores modos de


producción y formaciones sociales, donde el patriarcado organizaba directamente la
producción, dando como resultado una rígida división sexual del trabajo. El capitalismo en sí
es indiferente a las relaciones de género y podría funcionar sin la opresión de género hasta
tal punto que el capitalismo ha disuelto el patriarcado en los países
capitalistas avanzados y ha reestructurado radicalmente las relaciones 2ª H:
familiares. En pocas palabras, el capitalismo tiene una relación La opresión y la
desigualdad es
meramente instrumental con la desigualdad de género: lo refuerza
producto del
dondequiera que pueda serle útil y lo mina donde constituye un patriarcado, el
obstáculo. Esta posición tiene multitud de variantes. Oscila entre los capitalismo es
indiferente.
que sostienen que, dentro del capitalismo, las mujeres han
experimentado una emancipación sin precedentes en [diferentes] tipos de
sociedad y que esto demuestra que el capitalismo no es un obstáculo estructural para la
liberación de la mujer, al tiempo que sostiene que debe distinguirse con precisión el plano
lógico del plano histórico. Desde un punto de vista lógico, el capitalismo podría prescindir
fácilmente de la desigualdad de género, pero si pasamos del experimento mental a la
realidad histórica, las cosas no suceden del mismo modo.

Hipótesis 3: La teoría unitaria

De acuerdo con esta hipótesis, en los países capitalistas no existe un sistema patriarcal
autónomo del capitalismo. Otra cosa es que continúen existiendo
relaciones patriarcales pero no constituyen un sistema en sí mismo. 3ª H:
El capitalismo es un
Negar que el patriarcado no exista como sistema en los países
sistema que contiene,
capitalistas no es negar la existencia de la opresión de género, una produce y reproduce
opresión que impregna las relaciones sociales e interpersonales en formas de opresión.
su conjunto. No se trata de reducir cualquier aspecto de esta opresión a
una consecuencia mecánica y directa del capitalismo o explicarlos en términos puramente
económicos.

En resumen, no es de ninguna manera un enfoque reduccionista y economista, ni de


subestimación de la centralidad de la opresión de género. Otorga importancia a las
definiciones y conceptos que se utilizan para evitar la simplificación de un fenómeno
inherentemente complejo. En particular, la teoría que intentó desarrollar la teoría unitaria
niega que el patriarcado actual sea un sistema con reglas de funcionamiento y perpetuación
autónomas. Al mismo tiempo, hace hincapié en la necesidad de considerar el capitalismo no
como un conjunto de leyes y mecanismos de carácter meramente económico, sino más bien
como un complejo y detallado orden social, que contiene en su seno las relaciones de
explotación, dominación y alienación. Desde este punto de vista, la tarea consiste en

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

comprender cómo la dinámica de acumulación capitalista produce, reproduce, transforma,


renueva y mantiene las relaciones jerárquicas y de la opresión, sin entender este mecanismo
en términos estrictamente económicos y automáticos. […] (Arruza, 2016, 1-3)

Notas
1 “Doña Rosa” es un personaje ficticio creado por el periodista Bernardo Neustadt. Una ama de casa
imaginaria representante del arquetipo de clase media a la que solía dirigirse el periodista en sus
programas, sea ya para “preguntarle” cómo veía la realidad política del país o para “hacerla partícipe” de
“sus opiniones” sobre el rumbo político y económico. En términos actuales “Doña Rosa” pasó de ser un
personaje ficticio individual a uno mucho más amplio: “la gente” de Mirtha Legrand o “el laburante de a
pie” de Sergio Massa. En definitiva, un personaje ficticio que dice lo que los periodistas o políticos, desde
sus propias convicciones ideológicas, no se atreven a decir en términos personales, y que supuestamente
representa el pensar del ciudadano medio.

2 Vicepresidenta de comunicaciones del Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos.

3Para un abordaje más detallado sobre la noción de “sujeto” recomendamos se retome lo abordado en la
Unidad 2 Parte II: “La renovación filosófica de la modernidad” y “La radicalización de la razón”.

4 El lingüista estadounidense Noam Chomsky sintetiza las estrategias de manipulación mediática con diez
ítems:
1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la
atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y
económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones
insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público
interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la
neurobiología y la cibernética.
“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por
temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para
pensar; de vuelta a granja como los otros animales.”

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones


Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación”
prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que
se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u
organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y
políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un
mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo)
fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad,
flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que
hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”,
obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un
sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente.
Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá
mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para
acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad


La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación
particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más
se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué?
“Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de
la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también
desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión


Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis
racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro
emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos,
miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad


Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y
su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y
mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las
clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad


Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la
insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra
el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno
de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen


En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente
brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes.
Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un
conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha
conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la
mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor
que el de los individuos sobre sí mismos. Los nuevos filtros de contenido en internet así como empresas
que recogen y catalogan la información de los usuarios de los buscadores y redes sociales.

5 Esta forma de contrarrestar una afirmación mediante el ataque a una persona y no a la afirmación en sí
misma constituye una forma de argumentación falaz que se denomina “argumentum ad hominem”,
argumento contra el hombre o contra la persona. Se comete esta falacia cuando, en vez de tratar de
refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca al hombre que hace la afirmación. […] Se comete esta
falacia, cuando, por ejemplo, alguien sostiene que la filosofía de Heidegger debe ser rechazada (sólo) por
el hecho de que éste colaboró con el gobierno nazi de Alemania. Sería erróneo rechazar una línea de
pensamiento por los hechos realizados por la persona. Otro ejemplo similar consiste en decir que “la
filosofía de Bacon es indigna de confianza, ya que éste fue desposeído de su cargo de canciller por
deshonestidad”. Aquí, como en el caso de Heidegger, ¿por qué deberíamos desconfiar de la filosofía de
Bacon?, en todo caso, no confiaremos en Bacon como persona, pero no en su filosofía. Muy
probablemente los argumentos que él haya realizado para elaborar sus teorías sean muy correctos
lógicamente, aunque, él no sea una persona “correcta”. Así, esta falacia se comete porque el carácter
personal de un hombre carece de importancia lógica para determinar la verdad o falsedad de lo que
afirma o la corrección o incorrección de su razonamiento. Argüir que una proposición es inadecuada o una
afirmación es falsa porque es propuesta o afirmada por determinada persona con determinadas
características personales, es razonar falazmente y hacerse culpable de sostener un argumentum ad
hominem. (Ambrosini y Beraldi, 2015, 199-202)

6 Hagamos un breve repaso por la noción tradicional de “verdad” para luego poder evaluarla a la luz de
las nociones de “posverdad” y de “interpretación” que estamos trabajando en los textos.
Hay que distinguir la noción de “verdad” como se entiende en la antigüedad de cómo se entiende en la
modernidad. La primera identifica la noción de verdad en la correspondencia entre los enunciados y las
cosas. Así, por ejemplo, el enunciado “el pizarrón del aula 205 es verde” es verdadero si se corresponde
con el estado de cosa donde en el aula 205 el pizarrón sea de color verde. Esta concepción de la verdad
corresponde a la teoría de la correspondencia. Sin embargo, otra versión de la concepción de la verdad
hace corresponder a los enunciados ya no con las cosas mismas sino con nuestras representaciones de
las cosas. Es decir, como no podemos saber qué son las cosas en sí, sólo podemos saber cómo nos las

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

representamos en nuestra mente. En el mismo ejemplo, el enunciado “el pizarrón del aula 205 es verde”
es un enunciado verdadero si se corresponde con la representación que yo tengo en mi mente del color
verde del pizarrón del aula 205. En este sentido, se entiende que el conocimiento es objetivo, porque o
bien hay una correspondencia directa con el objeto o bien hay una correspondencia directa con
mi/nuestras representaciones del objeto.

7 El fragmento citado, para no ser tergiversado, debe contextualizarse. No sólo es un texto de fines del
siglo XIX sino que además, tiene un destinatario particular identificado: el postivismo. Con la calificación
de “positivo” Comte designaba lo real, lo fáctico, lo observable y cuantificable, en oposición a lo
suprasensible, especulativo y metafísico. (Cfr. Comte, 1984, 136)

8 Acá es necesario tener en cuenta la distinción kantiana entre fenómenos y noúmenos. Kant, en la
Crítica de la razón pura realiza un análisis de hasta dónde es posible conocer mediante la razón. Es decir,
examina los límites del conocimiento humano mediante la sola razón. La conclusión: el límite está dado
por lo fenoménico, es decir, aquellos entes que tengan contenido empírico. El examen de la razón enseña
que todo conocimiento comienza con la experiencia, a pesar que con esta sola no alcance para que haya
conocimiento objetivo. Sin embargo, con esta sola consecuencia se distingue entonces aquello que no
podemos conocer: lo metafísico, lo nouménico, lo en sí. De esta manera, el conocimiento de lo metafísico
es imposible, y sólo es posible el conocimiento de los fenómenos. Esta será una importante distinción que
aceptará y suscribirá el positivismo. Distinción que lleva a la concepción positivista a preocuparse sólo del
ámbito fenoménico, el ámbito en el cual, para éstos, se da el verdadero conocimiento, puesto que el otro
ámbito –el nouménico, el metafísico- no es inaccesible, e incluso el interés por éste ámbito pertenece a
una etapa ya superada de la historia de la humanidad, la etapa metafísica. No es un interés positivista.

9 ¿Qué se entendía por “hechos” en tiempos del positivismo decimonónico? Dentro de la corriente
empirista, que posibilitara en gran medida la emergencia de la filosofía positivista, casi doscientos años
antes del surgimiento del positivismo, Hume, uno de los máximos representantes del empirismo,
entendía por “hecho” aquello que se corresponde con una “impresión sensorial”, es decir, aquello que
podía ser captado directamente por los sentidos o por alguno de ellos. Este es el significado que adquiere
la noción de “hecho” por ese entonces y que luego servirá de base al positivismo.
Posteriormente, la concepción positivista estableció, para la elaboración de hipótesis científicas, una serie
de pasos. El problema que los científicos debían tratar era ¿cómo se llega a hipótesis adecuadas? La
respuesta del positivismo es: se llega a la formulación de hipótesis partiendo exclusivamente de los
“hechos”. Así, la observación se constituye en el punto de partida de la ciencia y la base segura del
conocimiento. Para esta concepción epistemológica, la observación cuidadosa y desprejuiciada está al
comienzo de todo proceso cognitivo. Los enunciados basados en la observación y la experimentación son
considerados “científicos” en oposición a otros enunciados basados en la autoridad, en la emoción, en la
especulación, en los valores, en la tradición o en los prejuicios.

10 La máxima positivista de ir a los hechos no sólo es cuestionada por Nietzsche a fines del siglo XIX, sino
que incluso será seriamente revisada ya en el auge del positivismo lógico del siglo XX y más tarde con el
racionalismo crítico popperiano, la epistemología de Hanson y, finalmente, con la nueva epistemología de
Kuhn.
En el esquema tradicional del método científico de la concepción positivista e inductivista (y se puede
encontrar todavía en manuales escolares y en folletos científicos) aparece expuesta la siguiente secuencia
a seguir por el investigador: 1- observación y registro de los hechos; 2- análisis y clasificación de éstos;
3- derivación inductiva de generalizaciones. Establecimiento de enunciados generales a partir de las
observaciones particulares; 4- contrastación empírica de las conclusiones. A ese esquema tradicional del
inductivismo, Hempel lo denomina concepción inductivista estrecha de la investigación científica. Las
críticas que Hempel realiza están centradas básicamente en la insostenibilidad e impracticabilidad de esta
secuencia. Destaca que este esquema es impracticable porque si intentáramos seguirlo ni siquiera
podríamos dar el primer paso, en la medida en que sería imposible observar todos los hechos que existen
en el mundo. Si nos ordenaran “ahora observe”, inmediatamente deberíamos preguntar: “¿observar
qué?” Si no existe previamente una idea o un criterio o una teoría que determine cuáles son los hechos
relevantes a observar para resolver un problema científico, ¿hemos de observar minuciosamente las
diferentes formas de las nubes, uno por uno todos los granos de arena que existen en el pla-neta,
¿cuántos gramos de polvo atmosférico hay ahora depositado sobre esta mesa? La idea de que el primer
paso de una investigación es la observación sin ninguna teoría o idea previa se autorrefuta por la propia
práctica científica, ya que toda observación se encuentra condicionada por diversos factores, teorías,
prácticas u objetivos. Con esto, pasamos entonces de la idea de la observación de datos para el
descubrimiento de una hipótesis a la noción de construcción (invención) y validación de hipótesis y
teorías científicas. Y con ello, el primer paso de una investigación no es nada aséptico, nada
desprejuiciado. La imposibilidad de superar el problema de la justificación de las hipótesis y teorías

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

mediante los métodos inductivos, condujo a la búsqueda de nuevos planteamientos y a una crítica ya no
sólo al positivismo del siglo XIX sino también al empirismo lógico del XX.
Para la formulación de una hipótesis los positivistas-inductivistas sostenían que debía comenzarse por la
observación de los hechos, expresada ésta mediante enunciados observacionales –por ej. “El metal X1 se
dilató con el calor, y lo mismo ocurrió con los metales X2, X3 y X4”-, y mediante una inferencia inductiva
se obtenían las leyes o teorías científicas –por ej. “Todos los metales se dilatan con el calor”-. Pero ya
dijimos que no podíamos observar sin saber qué.
Respecto del problema de los enunciados observaciones, es decir, los enunciados que describen hechos,
Hempel se refirió a estos como “fenómenos” que podemos observar directamente. Pero a inicios del siglo
XX se pudo constatar que entidades como, por ejemplo, las bacterias o los átomos, no eran directamente
observables, es decir, no teníamos una impresión sensorial de ellas. Ello llevó a que la idea de “hecho”
como mera “impresión sensorial” no pudiera seguir sosteniéndose con tanta facilidad. El problema aquí es
qué se entiende por observación directa: ¿el uso de un microscopio electrónico es todavía una
observación directa? ¿No estará esta observación cargada de teoría, la teoría microscópica? La
característica más sobresaliente es que el lenguaje observacional debe ser neutral, dado con
independencia del lenguaje teórico, y único, ya que así es la experiencia, y sólo así se garantiza la
verificabilidad de las teorías. Este requisito es realmente decisivo. Pero tampoco este requisito central
pareció fácil de cumplir. Críticos al empirismo lógico, como es el caso de N. R. Hanson, expuso
exhaustivamente lo que denominó “carga teórica de los hechos”. Más allá de los casos de ambigüedad
perceptiva estudiados por la psicología de la Gestalt, existe una dependencia del contexto de la
observación que es decididamente teórica. Advierte Hanson que, por ejemplo, un físico y un “profano” no
ven lo mismo al observar los rastros de una cámara de niebla. Se podría decir que el físico ve lo que
sabe. En el mismo sentido sostiene Stephen Toulmin que los hechos no sólo son seleccionados por una
teoría, sino que son definidos por ella (más aún, la teoría determina qué son “hechos” para nosotros).
Esta lectura crítica acerca del lenguaje observacional de una teoría cobrará un mayor relieve con el
postempirismo. Por otra parte, el propio Hempel reconoció, en 1971, la contextualidad de la observación,
en tanto consideró que cuando se habla de observabilidad habría que aclarar “para quién” se da. La
distinción está basada en la diferencia de aptitudes lingüísticas y conocimientos entre un científico y el
hombre de la calle (el “profano” de Hanson).
Luego de una serie de críticas comenzó a reconocerse que era difícil asignar un significado riguroso a la
palabra “observable” u “observacional”. A esta característica de “lo observable”, Popper fue uno de los
que llamó la atención sobre esta carga teórica de los enunciados observacionales, y esta carga teórica se
da porque todo lenguaje está cargado de teoría, al menos, una teoría de base, la lingüística. Es decir, por
ejemplo, el término “pantera negra” sería un término observacional que se correspondería con un
fenómeno, la cosa pantera negra, el animal. Pero ¿qué es una pantera negra? En tanto las teorías se
formulan mediante el lenguaje, el término “pantera” debe entenderse al menos desde la teoría del
lenguaje que lo define como “ser vivo, animal, mamífero, felino, de la familia de los jaguares, salvaje,
que vive en la selva, de pelaje negro…” De esta manera, el término observacional “pantera negra” está
cargado de teoría, al menos, de la teoría lingüística. Y así, si me encontrara en la selva con una pantera
negra sólo sería un hecho eso para mí porque ya previamente tengo el concepto de “pantera negra”, sino
no sabría qué es ni sabría a qué fenómeno refiere
En consecuencia, sabemos desde hace por lo menos un siglo que ya no puede hablarse lisa y llanamente
de una descripción de “hechos”, o de “enfrentarse a lo dado”, o de que los hechos produzcan una
respuesta a un problema, sino que, antes bien, las respuestas se plantean antes, como hipótesis, como
posibles respuestas y, después, en todo caso, los hechos la corroboran o falsan. Pero describir un hecho
ya no es como antaño, puesto que en la actualidad la propia noción de “hecho” es muy controversial, ya
que, tal como han señalado Hanson, Toulmin y Popper, los enunciados observacionales están cargados de
teoría. Incluso más recientemente, el filósofo estadounidense Hilary Putnam sostuvo que lo que
consideramos como un hecho depende del marco conceptual utilizado para el estudio. De esta manera,
no podemos determinar fehacientemente qué es la realidad, qué son los hechos, fuera de ese marco. Ello
ha sido clave para una revisión exhaustiva de la noción de “hecho”.
Pero esto no es todo. No sólo la noción de “hecho” es controversial y, como se ha señalado, está
impregnada de teoría, al menos porque sea que, lo que llamamos “pantera negra”, “animal”, “cuerpo”,
“muerte natural”, “asesinato” o lo que fuera, depende de una teoría lingüística que, bajo un sistema
clasificatorio define un término, y no una cosa, sino que porque, por otra parte, no sólo los hechos están
cargados de teoría, sino que las teorías y los hechos también están impregnados por valores, tanto
epistémicos -verdad, consistencia, etc.- como extra-epistémicos, es decir, valores morales, económicos,
políticos, etc. Así, por ejemplo, que la “verdad” sea considerada un objetivo de la ciencia constituye una
valoración, epistémica en este caso. Y que una teoría deba ser “bella”, como dicen muchos matemáticos,
también lo es. El término “debe ser”: verdadera, consistente, bella, moral, etc. constituye un juicio de
valor, el cual se distingue de un juicio de hecho. ¿Qué se entiende entonces por “juicios de hecho” y
“juicios de valor”? Un juicio de hecho es, en un sentido amplio, una proposición que describe un estado
de cosas del mundo. Así, por ejemplo, “las aves migran en septiembre” es un juicio de hecho. Por otro
lado, los juicios de valor son oraciones de tipo evaluativas, es decir, que hacen una valoración

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

(generalmente de orden moral, aunque no sólo de este orden) sobre algo. Por ejemplo, “Rodrigo es un
buen padre”. A este respecto, según señala Ricardo Gómez, el empirismo ha sostenido habitualmente
que los juicios de hecho son aquellos respecto de los cuales los hombres, en algún momento, llegamos a
un consenso definitivo para aceptarlos o rechazarlos. Mientras que los juicios de valor, por el contrario,
son aquellos respecto de los cuales nunca se puede afirmar definitivamente la existencia de un consenso.
Esta tesis es, para Gómez, absolutamente falsa, puesto que tampoco podemos llegar a un consenso
definitivo respecto de los juicios de hecho, y la filosofía de la ciencia del siglo XX ha mostrado que no
podemos alcanzar certeza ni acerca de los principios de una teoría ni acerca de las leyes científicas
(Gómez, 2014, 145). Puesto que como se vio se hace difícil definir qué es un hecho y qué es un valor, y
puesto que, según señalan algunos epistemólogos, los hechos están permeados por valores, podemos
entonces hablar de una imbricación hecho-valor. Putnam señala que esta imbricación no se limita ni a los
tipos de hechos que los positivistas lógicos reconocen como tales ni a los valores epistémicos. Hay
entonces una profunda imbricación entre hechos y valores. En este sentido, los hechos están
impregnados por valoraciones, tanto epistémicas (cognitivas) como extra epistémicas (religiosas, éticas,
políticas, económicas, etc.). Con ello, los valores son constitutivos de toda la práctica científica, y los
compromisos valorativos y los intereses están presentes y dan forma a las prácticas científicas en
cualquier investigación.

11 Es de esta primera parte de la cita desde donde se ha desprendido errónea y tergiversadamente, la


noción de “posverdad”. Al respecto, ya Nietzsche señalaba que el problema de las diferencias, de las
desarmonías entre hechos e interpretaciones está en el lenguaje, puesto que la forma racional de pensar
y conocer implica hacerlo en términos lingüísticos. El pensamiento racional es interpretar según
esquemas lingüísticos que no podemos desechar.
Este famoso aforismo de donde se extrae el dictum nietzscheano es, en parte, una crítica al objetivismo
positivista y, por otra parte, una crítica al subjetivismo idealista. Al primero porque sólo ve hechos
cuando, en realidad, esos hechos están permeados por un sentido previo dado y por una voluntad de
poder, es decir, por un instinto de conservación vital que los anima, que hace que los hechos no sean
más que interpretaciones. Ello es manifiesto. Pero otro pasaje nos permite aclarar otras cuestiones.
Nietzsche nos remite al “en sí” kantiano, aunque niega su existencia. Sin embargo, señala que, de
suponer el “en sí”, que es incondicionado, no lo podríamos conocer. El conocimiento de los hechos no es
el conocimiento de lo en sí, por eso este conocimiento empírico ya es una perspectiva, ya es una
interpretación mediada por un interés. Para que pudiera haber conocimiento de lo en sí, debería poder
abarcarse todas las perspectivas posibles del objeto, y eso no es posible, al menos desde el
planteamiento kantiano. En este sentido, si no hay verdad –en sentido correspondentista– es porque no
hay en sí, y si lo hubiera, en tanto es incondicionado, no lo podríamos conocer, puesto que si no dejaría
de ser incondicionado.

12 En el mismo sentido, si atendemos a que en Kant se establecen las condiciones de posibilidad de los
objetos, es decir, que los objetos son algo distinto y posterior a la materia bruta, a la “rapsodia de
sensaciones sin orden ni concierto”, Nietzsche va a señalar que no sólo los “objetos”, los “hechos” son un
añadido, sino también el sujeto. Esta es la segunda crítica. Antes de establecer estas dos categorías, no
hay ni objetos ni sujetos.
En los fragmentos del dictum las críticas no se dirigen únicamente al positivismo sino también al
subjetivismo del idealismo cartesiano. La crítica de Nietzsche a la subjetividad muestra que ni siquiera la
subjetividad del intérprete constituye un punto de referencia último, porque el sujeto es ya resultado de
una interpretación determinada por una energética, por un conflicto de fuerzas e intereses, tal como ya
señalaran Foucault y Ricoeur en su tratamiento sobre los maestros de la sospecha. Con ello, ni siquiera la
subjetividad del intérprete funciona como referencia última, porque el sujeto –en sus dos sentidos, como
concepto y como referencia a la res cogitans– ya es resultado de una interpretación. Es decir, que todo
sea una interpretación es ya una interpretación. Es, como señala Vattimo, una herencia de otras
interpretaciones inseparables de lo que se nos presenta como objeto.
Para Nietzsche, no basta entonces con rechazar el positivismo que, desatendiendo lo histórico, ha
privilegiado sólo lo objetivable, el pasado como simple presente. La superación del positivismo no puede
provenir de una restauración de la teoría clásica del conocimiento. Por eso mismo, también cuestiona el
idealismo cartesiano al dudar de la autotransparencia del cogito.

13 Pero aún hay más. No sólo, como se ha señalado, una hipótesis no proviene de los hechos, y no sólo
los hechos están permeados por valores, sino que además, hay una lectura simple y empobrecida de la
máxima nietzscheana. “No hay hechos, sino sólo interpretaciones” no significa otra cosa que lo que
entendemos por un hecho está determinado por nuestra manera de concebir el mundo, sea ya desde un
marco conceptual (teorías) o desde un marco histórico-cultural, el conocimiento con el que nos
enfrentamos al mundo desde nuestras tradiciones familiares, sociales, políticas, etc. (valores). Estos
marcos operan como condición de posibilidad de nuestros conocimientos, de nuestros sentimientos, de

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

nuestras “experiencias”, de los “hechos”, y están permeados por diversos tipos de valoraciones
procedentes de nuestras tradiciones y que funcionan como supuestos y/o prejuicios de diversa índole.
Por otro lado, “no hay hechos, sino sólo interpretaciones […] ya es una interpretación”, no un hecho.
Nietzsche no está propiciando una nueva verdad, sino poniendo de relieve el carácter interpretativo y
perspectivista del mundo puesto que parte de la hipótesis de que no sabemos qué es el mundo, no
sabemos qué es lo “en sí”, no podemos acceder a esto. El “en sí” sería, el conjunto total de las
perspectivas. Algo inaccesible. Con esto, sólo nos queda representarnos el mundo, tal como se nos
muestra (aspecto fenoménico) por medio del lenguaje, el cual condiciona o “determina” nuestra manera
de ver el mundo.

14 Como se ha señalado en las notas precedentes, por un lado, no podemos hablar de un “hecho en sí”,
puesto que, desde Kant, y para el positivismo, este ámbito de lo en sí, lo nouménico, está vedado al
conocimiento humano. Por otro lado, tampoco se puede hablar de hecho sin que esté mediado por una
teoría y/o por una valoración. Con lo cual, no se puede hablar ni, de hecho, ni de sentido, ni de
significado en sí porque en cualquier caso le precede un sentido determinado ya por una teoría y/o por
una valoración. Lo en sí supone algo que es verdadero en un sentido unívoco y universal. Es el encuentro
con la verdad. Pero como se señaló, para el positivismo, ese encuentro con lo metafísico nos está
vedado, y a lo único que podemos acceder es a lo fenoménico que, como vimos, depende de un marco
teórico, lingüístico, cultural, valorativo. Desde este punto de vista, no hay un sentido en sí sino un
sentido construido a partir de un marco, no hay un significado en sí sino un significado construido a partir
de una teoría lingüística, y no hay un hecho en sí sino un hecho construido a partir de un marco histórico,
cultural, teórico y lingüístico. Lo que entendemos por hecho nos vine dado. Pero no porque nos
enfrentemos al hecho en sí, sino porque nos es trasmitido como un hecho determinado por la tradición.
Cuando, por ejemplo, vemos mediante nuestros sentidos a una pantera negra cazando ferozmente a un
ciervo, eso no es un hecho, sino que es una interpretación, puesto que sabemos que es una pantera
negra gracias a un lenguaje que clasifica a los entes, en este caso, a un ser vivo, mamífero, etc.,
sabemos que está cazando y ferozmente porque también las teorías del lenguaje trazan en sus
clasificaciones una definición de “cazar” y de “feroz”, y sabemos que está cazando a un ciervo
nuevamente porque el lenguaje clasifica a ese ente como tal y no como otra cosa. ¿Podría ser distinto?
Claro. No sólo las denominaciones son arbitrarias y convencionales, sino que además existen otros
lenguajes que clasifican de diferente manera, como, por ejemplo, los lenguajes primitivos. O podríamos
tener un lenguaje que, donde nosotros vemos “caza ferozmente” otros vieran “se alimenta plácidamente”
o “se alimenta por necesidad”. Queda claro en estos ejemplos cómo el lenguaje está cargado también de
valoraciones: la primera, en general, negativa, la segunda, en algunos casos, positiva.

15 Este texto puede considerarse un resumen de la historia de la filosofía. Sin embargo, la contraposición
entre “mundo verdadero” y “mundo aparente” tiene como marco hermenéutico el lugar donde Nietzsche
pretende situar al lector, que es precisamente el de la historia de un error.
El filósofo prusiano pretende que cuando su lector aborde este texto lea la historia de la filosofía en clave
de la historia de un error. ¿Cuál es ese error? El error es lo que se ha considerado históricamente en la
filosofía “mundo verdadero”.
El texto está organizado en seis etapas. Cada uno de los momentos históricos referidos, especialmente
los primeros cinco, contienen algo común y algo que cambia. Lo que cambia es la máscara, mientras que
lo común es la valorización que se otorga a cada uno de los fundamentos: cambia el nombre, pero la
identidad ontológica persiste. En efecto, la metáfora nietzscheana de “máscara” es una noción que, como
las de “fábula” y “ropaje”, alude a un cambio apariencial sobre una permanencia sustancial o ideal.
“Idea”, “Dios”, “imperativo categórico”, etc., son todas nociones que en el fondo son lo mismo: todas
ellas representan una verdad absoluta, universal, trascendente e inconmovible y operan como
fundamento supremo. A todas ellas Nietzsche las denomina Theós, dado que operan como dioses. Theós
es entonces el nombre para el fundamento de todo sistema filosófico. Sin embargo, hay un cambio de
mascara que cada vez se va haciendo más sutil. Mediante nuevas ficciones se produce un alejamiento
cada vez mayor de lo real.
En Diálogo con Nietzsche, Vattimo indica que las distintas etapas de este proceso corresponden a la caída
de las ataduras, a la caída de los fundamentos, de los Theós, a la muerte de Dios. Se pregunta, ¿cómo
ha sido posible que el mundo verdadero, fundamentalmente el de las ideas platónicas, se convierta en
fábula? Esto ocurre porque desde el comienzo no era otra cosa que fábula. La crítica al concepto de
verdad como evidencia es uno de los cimientos más constantes y significativos de la especulación de
Nietzsche. En efecto, ya en su ensayo Sobreverdad y mentira en sentido extramoral, de 1873, define las
líneas fundamentales de su crítica al concepto de verdad como evidencia. La primera convención es creer
en la objetividad de los objetos; creer que, al conocer, el mundo se da como un espectáculo totalmente
traducible a esquemas lógicos. Pero en realidad lo que se llama verdad no es más que la adecuación de
nuestros discursos a ciertas reglas universales aceptadas en un determinado mundo. Que la claridad, dice
Nietzsche, deba ser un certificado de verdad es una ingenuidad. Habría que sospechar que la claridad, el

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UBA XXI – Filosofía – Apunte de Cátedra: Lo que la noción de verdad nos legó

orden y la simplicidad son justamente el signo de que estamos frente a algo falso, un puro producto de la
imaginación. (Beraldi, 2012, 277-278).

16 La lectura de este texto es vital para comprender cómo se puede leer el mundo y, en este sentido,
cómo se hace filosofía. Como la filosofía es una forma de leer. ¿Por qué? Porque como señalamos en el
primer texto donde nos introducíamos al problema de qué es la filosofía, problema que nos condujo al de
la verdad, observamos allí que lo que entendemos por “verdad” no es otra cosa que una lectura, una
interpretación hecha, interesada, desde ciertos valores. Y, en este sentido, puede haber otra lectura de lo
mismo realizada desde otra valoración, desde otra perspectiva. Por eso decíamos que Nietzsche, a partir
de su particular concepción filosófica, entiende el mundo humano como un mundo de
construcciones/ficciones lingüísticas y conceptuales, y por eso en este texto no hace otra cosa más que
releer o reelaborar una nueva historia de la filosofía. Es decir, en vez de construir un tipo de ficción –
como la que ha construido la tradición canónica de la filosofía occidental- construye otra. ¿Es una
verdadera y otra falsa? No. Al mostrar esta construcción de la historia al mismo tiempo muestra que la
historia tradicional también es una construcción, una elaboración humana, una ficción, y no una verdad
“revelada” ni científica. Y por eso señala que el “mundo verdadero” acabó convirtiéndose en una fábula.

17 La filosofía griega creyó colocar la verdad del mundo en un más allá metafísico, el mundo de las Ideas
de Platón que, con su precisión y estabilidad, debían garantizar la posibilidad de conocer rigurosamente
las cosas cambiantes y mutables de la experiencia cotidiana (Vattimo, 1996, 24). La posibilidad de acceso
al mundo verdadero (el topos -lugar-ámbito- inteligible) exige cumplir con ciertos requisitos, y sólo unos
los alcanzan; sólo el sabio, el piadoso y el virtuoso pueden acceder a la verdad, mientras que quienes no
los hayan alcanzado permanecerán en el mundo de las sombras, en el mundo de las apariencias, el topos
visible o sensible. Este “Mundo de las Ideas” es el ámbito de la verdad, de lo universal, de lo
incorruptible, lo imperecedero, lo absoluto. La Idea platónica toma, para Nietzsche, la figura de un Theós,
de un Dios, ya que pasa a ser una instancia suprema, superior y a regir la forma en que los antiguos se
debían dirigir en el mundo, su forma de actuar, sus costumbres. Esa Idea pasa a ser el centro de su vida
y de su valoración moral. (Beraldi, 2012, 281)

18 La Idea platónica se hace ahora más inalcanzable y más sutil: cambia de ropaje, de máscara. Ese
Theós llamado Idea pasa ahora a llamarse Dios. Se abre la fractura entre mundo ideal y mundo sensible
desde el momento en que el acceso a la verdad es una promesa al virtuoso y al sabio; se da sólo en un
ultramundo, en un trasmundo, de ahí que sea inasequible, inalcanzable. El ámbito de la apariencia se
degrada y desvaloriza. El acceso a la verdad es una cuestión de espera, de esperanza, porque es
prometido al sabio, al piadoso y al virtuoso, al que hace penitencia, y por ello es una esperanza
consoladora. De esta manera, el acceso a esa verdad, a ese “mundo verdadero”, se hace más
inaprensible aún, pues depende de haber accedido al reino de los cielos del cristianismo. (Beraldi, 2012,
281-282)

19 El descubrimiento kantiano de que el mundo de la experiencia está constituido por la intervención del
sujeto humano implica que sin las formas a priori de la sensibilidad y del entendimiento sólo hay una
“cosa en sí” de la que no sabemos nada, salvo que no podemos negar que exista. La Crítica de la razón
Pura de Kant marca el límite de aquello que es posible conocer, límite que está dado por lo fenoménico;
más allá de los fenómenos (phaíno: aparecer, mostrarse, verse) no es posible el acceso al conocimiento,
con lo cual, las ideas de Dios, Mundo y Alma, no son pasibles de conocimiento humano. Ya no es posible
alcanzar el conocimiento del mundo verdadero. Sin embargo, que dichas ideas no sean accesibles al
conocimiento, por corresponder a entes de carácter metafísico, no significa que no sea posible pensarlas.
Si bien no es posible conocer lo absoluto, tenemos un cierto contacto con él. Y ese contacto se da a
través de la conciencia moral, es decir, la conciencia de lo que debemos y no debemos hacer. La
conciencia moral es la presencia de lo absoluto en el hombre. En tanto es posible de pensar, obliga. La
ética kantiana funda su imperativo categórico en la conciencia del deber. Así, una vez más, Nietzsche
muestra como ese Theós cobra otra forma, otro nombre, y si bien no es demostrable, es obligante. Por
tal motivo, al final, entre paréntesis afirma: “…el viejo Sol, pero visto a través de la niebla y del
escepticismo…”. La figura del Sol en Platón se corresponde en el paradigma de la línea dividida con lo que
denomina el hijo del Bien. El Sol es en el topos visible lo que el Bien es en el inteligible, es decir,
fundamento ontológico, gnoseológico y teleológico. Aquí, el “imperativo categórico” kantiano cobra la
forma de un hijo de la Idea, de una sombra de la Idea, pero visto con ojos escépticos, por ello no es
demostrable, como sí lo era para Platón a través de la virtud y la sabiduría, y para el Cristianismo, a
través de la penitencia y la esperanza. Ahora, con Kant, sólo es pensable, pero en tanto pensable, posible
y obligante. Por ello, es la Idea, platónica, pero sublimizada. Un nuevo ropaje, un nuevo disfraz, puesto
ahora por el könisberguense (Kant). (Beraldi, 2012, 282)

20 Con este pasaje se ponen en duda todas las afirmaciones anteriores: la de la Idea como verdad, la de
Dios como verdad y la del imperativo categórico como verdad. La verdad (metafísica, absoluta,

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irrefutable, inconmovible, indubitable) no ha sido alcanzada aún y, declarada su incognoscibilidad, quizá


nunca se la alcance. Es el Positivismo el que viene a poner en duda la posibilidad de alcanzarla. Si bien
Nietzsche no hace expresa alusión al Positivismo de su fundador, sino al Positivismo en general, la ley de
los tres estadios de Comte (teológico, metafísico y positivo) permite mostrar los cambios de actitud
asumidos por el hombre en cada período histórico. La llegada al período positivo es la llegada a una fase
de renuncia a todo lo trascendente y que, como teoría del conocimiento, se niega a admitir otra realidad
que no sean los hechos y a investigar otra cosa que no sean las relaciones entre los hechos, profesando
su profunda aversión a la metafísica. El pensamiento toma conciencia de que lo que es verdaderamente
real es el hecho “positivo”, esto es, el dato verificado por la ciencia; pero como la verificación es,
precisamente, una actividad del sujeto humano, la realidad del mundo se identifica con aquello que viene
producido por la ciencia y por la tecnología. No hay ya ningún “mundo verdadero”, o mejor, la verdad se
reduce totalmente a lo “puesto” por el hombre. (Beraldi, 2012, 282)

21 La afirmación “El mundo verdadero” está ahora puesta entre comillas dada la duda que pesa sobre él
en la fase histórica anterior. En tanto ha sido abolido, queda en estado de suspenso. Es la consumación
del momento anterior. Este quinto momento no constituye sino un desarrollo del positivismo de la fase
precedente. Una vez desaparecido su carácter vinculante, el mundo verdadero se muestra superfluo. La
verdad (Idea, Dios, Imperativo Categórico) que la historia del pensamiento occidental profesaba, es una
verdad inútil, porque no sirve para nada, ni consuela, ni redime, ni obliga, y por lo tanto, hay que
eliminarla. ¿Qué queda ahora en el lugar vacío en que estaba el ideal? ¿Cuál es el sentido del mundo
sensible? Se vuelve necesario un último paso donde se culmine la tarea destructiva. (Beraldi, 2012, 283)

22 “Abolir el mundo aparente” significa eliminar el modo como lo sensible es visto desde la perspectiva
del platonismo, es decir, quitarle el carácter de apariencia, eliminar el malentendido platónico y abrir la
vía a una nueva concepción de lo sensible. Y esto no es hacer platonismo invertido sino salir del horizonte
del platonismo-nihilismo, de la dicotomía ontológica (Volpi, 2005, 62-63). En la misma dirección, en
“Historia de un error”, Derrida indica que Nietzsche parece proceder a una simple inversión que
consistiría en dar la vuelta a las proposiciones platónicas (Derrida, 1981, 182). Pero la oposición que se
prestaba a la inversión es suprimida: “¡al eliminar el mundo verdadero hemos eliminado también el
aparente!” dice el fragmento. La novedad no consiste en renovar el contenido de la jerarquía o la
substancia de los valores, sino en transformar el valor mismo de jerarquía (Derrida, 1981, 182); en otras
palabras: justamente porque no se puede hablar de un mundo verdadero superior al de las apariencias,
desaparece el aparente, dado que un fenómeno que no se contraponga a un noúmeno no es una
apariencia, sino que se constituye en referente último y ontológico de la realidad. En ese sentido, la
liquidación del platonismo y de toda la filosofía posterior hasta Kant, es una tesis que se sólo tiene
sentido en un marco positivista, tal como observa Ferraris (Ferraris, 2000, 21).

23 En Agonística Mouffe, sostiene que frente a la perspectiva del pensamiento único según la cual la
democratización del mundo necesita de la occidentalización, ella aboga en cambio por el establecimiento
de un mundo multipolar, un orden mundial que debería denominarse “agonista” (Mouffe, 2014, 40).
Desde aquí pone en cuestión el enfoque cosmopolita, generalmente basado en la universalización del
modelo occidental, que no deja lugar a la pluralidad, elimina la posibilidad de un disenso legítimo y crea
un terreno auspicioso para las formas violentas de antagonismos. Mouffe propone entonces rescatar -al
modo como lo hace y lo ha hecho el pensamiento trágico- la categoría de agonía (en la que el conflicto
deje de ser mal visto) para que pase a ocupar el centro de la escena política. La constitución de un
enfoque multipolar sería el paso hacia un “orden” agonista donde los conflictos tendrían menos
probabilidades de adoptar las formas del antagonismo, es decir, de la exclusión y exclusividad. Si la
lógica del antagonismo es la de la disyunción, la de amigo-enemigo, la del agonismo es, en cambio, la de
la conjunción contradictoria (Mouffe lo denomina “consenso conflictual”): esto y lo otro, el sí y el no. Es la
lógica de los adversarios, no de los enemigos, porque si el conflicto no asume una forma agonista puede
volverse un antagonismo peligroso. El objetivo entonces no consiste en consolidar una sola interpretación
del mundo, sino en que convivan adversarialmente y en tensión, una multiplicidad de interpretaciones
que reflejen la pluralidad democrática. La “solución” propuesta parece encarnarse en una pluralidad de
hegemonías, abogando así por el establecimiento de un mundo multipolar, de un pluriverso (frente a un
universo), de un “orden” agonista, instando a los intelectuales al rechazo de toda forma de universalismo
que postule la superioridad racional y moral de la racionalidad occidental. (Beraldi, 2017, 235)

24 Con el fin de evitar cualquier malentendido, quisiera destacar una vez más que esta noción de
“adversario” debe distinguirse en forma clara de la interpretación que hallamos de ese término en el
discurso liberal. De acuerdo con la interpretación de “adversario” propuesta aquí, y en contraposición con
el enfoque liberal, la presencia del antagonismo no es eliminada, sino “sublimada”. En realidad, lo que los
liberales denominan un “adversario” es meramente un “competidor”. Los teóricos liberales conciben el
campo de la política como un terreno neutral en el cual diferentes grupos compiten para ocupar las
posiciones de poder, siendo su objetivo desalojar a otros a fin de ocupar su lugar, sin cuestionar la

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hegemonía dominante ni transformar en profundidad las relaciones de poder. Se trata simplemente de


una competencia entre elites.
Sin embargo, en una política agonista, la dimensión antagónica está siempre presente, ya que lo que
está en juego es una lucha entre proyectos hegemónicos opuestos que nunca pueden ser reconciliados de
manera racional, y en la cual uno de ellos necesariamente debe ser derrotado. Se trata de una
confrontación real, pero que se desarrolla bajo condiciones reguladas por una serie de procedimientos
democráticos aceptados por los adversarios. (Mouffe, 2014, 27)

25La tesis central del “pluralismo agonista” fue elaborada con posterioridad en La paradoja democrática,
donde sostuve que una tarea clave de la política democrática es proporcionar las instituciones que
permitan que los conflictos adopten una forma “agonista”, donde los oponentes no sean enemigos sino
adversarios entre los cuales exista un consenso conflictual. Lo que me proponía demostrar con este
modelo agonista era que, incluso partiendo de la afirmación de la inerradicabilidad del antagonismo, era
posible concebir un orden democrático. (Mouffe, 2014, 16)

26 El concepto de “agonía” se remonta a la Antigüedad griega. El término “ἀγονἰα” (agonía), tiene como
significados originarios: lucha, combate, contienda; ejercicio gimnástico, certamen gimnástico. Las
derivaciones de “agonizar”, tomado del latín “agonizare” y éste del griego “ἀγονιζεσται” (agonizestai):
luchar, aparecen recién en nuestra lengua en 1588, lo mismo que “agonioso”, “agonista” y “agonístico”.
Los términos “antagonista” –utilizado por el poeta barroco español Pantaleón de la Ribera (1600?-1629)-
y “protagonista” también son derivaciones de la misma voz. El primero, tomado del latín “antagonista” y
éste del griego “ἀνταγονιστής” (àntagonistés). De aquí la familia de voces “antagonismo” y “antagónico”.
El segundo, compuesto de “protos” (primero) con “agonistes” (actor). Por último, la voz “agónico”,
derivada de “agonía” es referenciada recién en 1832.
Por otro lado, la voz “agonía” tiene como raíz “ago” (ἄγω) llevar, conducir, atraer, educar; de donde
provienen los términos “ágora” y “agón” entre otros. Sabemos que los griegos celebraban sus fiestas
fundamentalmente mediante competencias, certámenes de teatro, de poesía y también de deportes.
El agón era la fiesta en que los competidores se enfrentaban por un premio. Representaba para los
griegos la lucha, sobre todo en concursos, como los Juegos Olímpicos. Pero el término agón era usado
también en otros ámbitos. En efecto, la competencia estaba presente en las palestras, entre los atletas;
en los anfiteatros, entre los artistas; en el ágora, entre los políticos; y en la Hélade, entre las ciudades-
estado. Así, mientras “ágora” se utilizaba más bien para designar los lugares de reunión política, “agón”
se usó para denominar cualquier otro lugar de reuniones o asambleas, especialmente de fiestas
religiosas. Se llamaban agones los juegos que celebraban los antiguos griegos en ciertas fiestas, y que
consistían no sólo en luchas gimnásticas, sino también en oposiciones de música, poesía y danza. De allí
que “agón” (ἀγὠν), estrechando su significado, pasó poco a poco a designar sencillamente ‘lugar de
competición’ y a los competidores, a los luchadores, ‘agonistas’, al adversario, ‘antagonista’, y la
competencia como tal, el juego, la lucha, el combate, el enfrentamiento: ‘agonía’ (ἀγονἰα). Más adelante,
fundamentalmente a partir de los escritos de los Evangelios y de los Padres de la Iglesia que conciben la
vida cristiana como permanente combate, su significado es cargado semánticamente con el de angustia o
sufrimiento expectante respecto de la muerte. Así, actualmente esta voz está ligada a la imagen del
tiempo inmediatamente anterior a la muerte.
La temática del conflicto o del agón griego puede ser rastreada desde Hesíodo bajo la doctrina de los
contrarios, pero en la filosofía se remonta al polémos heraclíteo que, según Nietzsche en La filosofía en la
época trágica de los griegos (1873), es el agón griego convertido en principio rector de la naturaleza.
Desde Heráclito entonces hasta nuestros días, el agón ha sido fuente de inspiración de innumerables
doctrinas. Desde la tradición cristiana (especialmente a través de Pablo de Tarso y Agustín de Hipona),
ha pasado por Pascal, Hegel, Proudhon, Kierkeggard, Nietzsche, W.James, Unamuno, Heidegger,
Foucault, Arendt, Honig, Connolly, Vattimo y Mouffe. (Beraldi, 2017, 232-233)

27Con la expresión “atender al negocio”, una expresión común de la época, se hace referencia a “atender
cada cual a lo suyo”, a sus propios intereses.

28Esta expresión de cierre del texto rememora un pasaje de Sócrates en la Apología (21a) donde señala
que una vida sin examen, sin cuestionamiento no vale la pena ser vivida. En ese caso, Unamuno retoma
esa expresión para señalar que una vida sin disputas, sin posiciones encontradas, en definitiva, una vida
donde no tenga sentido el cuestionamiento, no vale la pena ser vivida. Y como en Sócrates, la concepción
agonista unamuniana, antes que social y política es también personal, individual, tal como señala en un
pasaje a continuación:

Es más, no la concibo sin que esas disensiones y disputas se reflejen dentro de uno
mismo, de cada uno de nosotros. Si dentro mío, […] no riñeran de continuo el liberal y el
reaccionario, el ortodoxo y el hereje, el dogmático y el escéptico, no sé cómo podría vivir
vida interior. Y si tuviese que acallar todo eso y no pensar esos pensamientos que me

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dividen a mí mismo y renunciar a la batalla íntima para dedicarme no más que a hacer
fortuna o a divertirme, entonces mejor la muerte. (Unamuno (1915), 1971: IX, 1273)

29 Actualmente, y sobre todo desde el inicio de la era de los sistemas computacionales, el binarismo se
entiende como un sistema de numeración que utiliza como cifras exclusivamente 0 y 1. Sin embargo, el
binarismo remite a cualquier afirmación o compuesto basado exclusivamente de dos elementos: si/no,
0/1, blanco/negro, racional/irracional, masculino/femenino. En cada caso, estos elementos se encuentran
en contradicción. O blanco (=no negro) o negro (=no blanco), o si (=no no) o no (=no si), o racional
(=no irracional) o irracional (=no racional), o 0 (=no 1) o 1 (=no 0), o masculino (=no femenino) o
femenino (=no masculino). En definitiva, o una cosa u otra, o se es una cosa o se es otra. Esta
caracterización procede, más allá del uso convencional, de la ontología lingüística aristotélica quien, a
partir de las leyes de identidad (A es A), no contradicción (No puede darse el caso que si es A sea B (=
no A) y tercero excluido (o es A o es B (=no A), construye una realidad en términos binarios y
dicotómicos. En este sentido, sabemos, desde Aristóteles, que las contradicciones no tienen lugar, ya que
su admisión conllevaría a la inconsistencia lógica. Estas formulaciones lingüísticas están, para Aristóteles,
fundadas ontológicamente. Con lo cual, no sólo se constituyen como principios lógico-lingüísticos, sino de
realidad. Como vimos, el principio lógico de Tercero Excluido es disyuntivo. O bien A o bien no A. Este
principio excluye cualquier tercera posición. Y la racionalidad del pensamiento y de las acciones se juzgan
bajo este principio. Desde una perspectiva socio-política, la exclusión marca un límite y divide lo lógico,
racional, calculable y dominable, de lo que queda afuera. La exclusión expulsa al tercero arrojándolo
fuera de los límites de la lógica, de los límites de la racionalidad occidental, puesto que en ésta reside su
sentido y fundamento. El excluido es el que no se adecua a esta lógica y a esta racionalidad.

30 Esta noción ha sido desarrollada exhaustivamente por Austin en Cómo hacer cosas con palabras
(1955), dando pie a numerosos estudios de ciencias sociales.

31 El transgénero se refiere a aquellas personas que se identifican con o viven como el otro género, pero
que pueden no haberse sometido a tratamientos hormonales u operaciones de reasignación de sexo. Los
transexuales y las personas transgénero se identifican como hombres (caso de los transexuales de mujer
a hombre), como mujeres (caso de las transexuales de hombre a mujer), o como trans, esto es, como
transhombres o transmujeres, ya se hayan sometido o no a intervenciones quirúrgicas o a tratamiento
hormonal; y cada una de estas prácticas sociales conlleva diferentes cargas sociales y promesas. (Butler,
2006, 20)

32 El término trans engloba los movimientos promovidos por personas transexuales, transgénero e
intersexuales. (Butler, 2006, 17)

33 El término “Physis” (fisis), en este sentido amplio utilizado, remite a la naturaleza, sobre todo
corpórea, física. Un mayor desarrollo y explicitación del concepto puede verse en la Nota Nº 8 del texto
“Los inicios de la filosofía”, correspondiente a la Unidad 2 Parte I.

34 La noción de “plusvalía” fue acuñada por Marx, pero como él mismo señala, la toma de un economista
clásico precedente: David Ricardo. Marx utiliza esta noción para discutir las teorías de los economistas
clásicos: Adam Smith y David Ricardo. El desarrollo de esta noción puede verse en El Capital, una de las
obras más importantes de Marx, y de la economía.

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