Rito de Entronización de Las Reliquias

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Padre Pedro María Ramírez

RITO DE ENTRONIZACIÓN DE LAS RELIQUIAS DEL PADRE


PEDRO MARÍA RAMÍREZ RAMOS

Antífona de entrada Cf. Sab. 10, 12

El Señor lo puso en un duro combate, para que venciera, pues la


sabiduría es más fuerte que todo.
se prosigue con la señal de la cruz.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

La asamblea responde:

Amén.
Presidente:
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla,
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y en muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.
Concédenos Oh Padre, sin medida,
y tú señor Jesús Crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.
Padre Pedro María Ramírez

Se traslada en procesión y se colocan las reliquias sobre el lugar dispuesto; se


inciensa y el presidente ora un momento en silencio, estará dispuesto el
reclinatorio.

ORACIÓN AL MÁRTIR:

Oh Dios, fortaleza de los débiles,


que diste a tu siervo Pedro María,
en su Martirio el don más excelso
y la prueba máxima de tu amor,
concédenos que,
siguiendo su ejemplo de perdón,
trabajemos sin descanso
en medio de tu pueblo,
por la reconciliación y la paz
que brotan del Evangelio.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo,


que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Una vez terminado se concluye con un canto

COMENTARIO INICIAL
Padre Pedro María Ramírez
Queridos hermanos, hoy con gran júbilo y alegría nos congregamos como Iglesia
para celebrar juntos la eucaristía; don infinito del amor y del perdón, en donde bajo
las especies del pan y el vino reconocemos y adoramos el sacrificio único y perfecto
de Cristo ofrecido por nuestra salvación y por la de toda la humanidad.

En esta celebración eucarística elevamos una sentida acción de gracias a Dios por
las maravillas de su amor al permitirnos celebrar la fiesta del Beato Pedro María
Ramírez, Sacerdote de Cristo, Quien siendo pastor según el corazón de Cristo y
coherente testigo del Evangelio derramó su sangre por amor a Cristo y a la Grey
que le fue confiada. Hijo de esta diócesis de (Garzón) y patrono de la comunidad
del segundo año de la Etapa configuradora, quien hoy en cabeza de su asesor el
padre Ricardo Crespo nos acogemos a su intercesión.

Conscientes de la unidad de nuestra iglesia, expresada en esta comunidad y


sintiéndonos hijo de Dios, amados y perdonados por el con gozo y alegría
continuemos esta celebración.
Padre Pedro María Ramírez
ORACIÓN DE LOS FIELES

PRESIDENTE: Oremos a Dios Padre todopoderoso, que quiere que todos los
hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Supliquémosle diciendo:

R/ Venga a nosotros tu reino, Señor.

1. Por la Iglesia santa de Dios, para que, movida por el Espíritu Santo, guie y
oriente al pueblo peregrino en esta tierra, hacia un encuentro vivo y personal
con la persona de Cristo. Roguemos al señor.
2. Por el papa Francisco, los obispos y sacerdotes, para que, mediante la
celebración de los sagrados misterios, reciban la gracia de lo alto para
continuar fieles en su misión. Roguemos al señor
3. Por todos los pueblos y naciones, de manera especial por los que sufren la
persecución y la guerra: para que no pierdan la esperanza en Cristo y su
recompensa sea grande en el cielo. Roguemos al señor.
4. Por los misioneros, para que, a pesar de las dificultades, no desfallezcan en su
labor de anunciar al mundo el Evangelio y sigan contagiando el amor que han
recibido de Dios. Roguemos al señor.
5. Por nosotros, aquí reunidos, por nuestras familias, por nuestra comunidad
seminario para que imitemos la valentía del Beato Pedro María y seamos
mensajeros de la paz y de la reconciliación en Cristo. Roguemos al señor.

PRESIDENTE: Escucha Dios padre todo poderoso, estas suplicas que te


presentamos, por mediación de tu hijo Jesucristo, que vive y reina en la unidad del
espíritu santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

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