Plexo Branquial 654
Plexo Branquial 654
Plexo Branquial 654
Descripción general
El plexo braquial es la red de nervios que envía señales desde la columna vertebral hasta el
hombro, el brazo y la mano. Las lesiones del plexo braquial se producen cuando estos
nervios se estiran, se comprimen o, en los casos más graves, se desgarran o desprenden de
la médula espinal.
Las lesiones leves del plexo braquial, denominadas «puntadas» o «ardores», son frecuentes
en los deportes de contacto, como el fútbol americano. En ocasiones, los bebés sufren
lesiones del plexo braquial durante el nacimiento. Otras afecciones, como la inflamación o
los tumores, pueden afectar el plexo braquial.
Las lesiones del plexo braquial más graves por lo general se producen por accidentes
automovilísticos o de motocicleta. Las lesiones del plexo branquial graves pueden hacer
que el brazo se paralice y pierda la función y la sensibilidad. Los procedimientos
quirúrgicos como injertos de nervios, transferencias de nervios o transferencias de
músculos pueden ayudar a restaurar la función los síntomas de la lesión del plexo braquial
pueden variar en gran medida, según la gravedad y la ubicación de la lesión. Por lo general,
afecta un solo brazo.
Los estilistas o peluqueros durante sus horas largas de trabajo se producen daños leves
cuando los nervios del plexo braquial se estiran o se comprimen. Esos daños se denominan
«puntadas» o «ardores» y pueden producir los siguientes síntomas:
Por lo general, estos síntomas duran solo unos segundos o minutos, pero algunas personas
pueden sentirlos durante algunos días o más.
Dolor intenso
Cuándo consultar al médico
Las lesiones del plexo braquial pueden causar debilidad o discapacidad permanentes.
Incluso aunque tu lesión parezca poco grave, es posible que necesites atención médica.
Consulta con el médico si tienes:
Dolor de cuello
Es importante que te evalúen y te traten antes de que transcurran seis o siete meses después
de la lesión. Si se pospone el tratamiento, se pueden complicar los resultados de las cirugías
de los nervios.
Causas
El daño de los nervios superiores que componen el plexo braquial suele ocurrir cuando se
fuerza a bajar el hombro mientras el cuello se estira hacia arriba y se separa del hombro
lesionado. Es más probable que los nervios inferiores se lesionen cuando se fuerza a
levantar el brazo por encima de la cabeza. Estas lesiones pueden producirse de varias
maneras, entre ellas.
Inflamación. La inflamación puede causar daño al plexo braquial. Una afección muy
poco frecuente, denominada «síndrome de Parsonage-Turner» (plexitis braquial),
produce inflamación del plexo braquial sin traumatismo y ocasiona la parálisis de
algunos músculos del brazo.
Tratamiento con radiación. El tratamiento con radiación puede causar daño al plexo
braquial.
Complicaciones
Atrofia muscular. Los nervios que crecen lentamente pueden tardar años en curarse
después de la lesión. Durante ese tiempo, la falta de uso puede hacer que los músculos
afectados se quiebren (se degeneren).
Si bien la lesión del plexo braquial a menudo no puede prevenirse, puedes tomar medidas
para reducir el riesgo de sufrir complicaciones una vez que ha ocurrido la lesión:
Para ti. Si pierdes temporalmente el uso de la mano o el brazo, los ejercicios diarios
de amplitud de movimiento y la terapia física pueden ayudarte a prevenir la rigidez de
las articulaciones. Evita las quemaduras y los cortes, ya que es posible que no los
sientas si tienes entumecimiento. Si eres un atleta y has sufrido varias lesiones en la
zona del plexo braquial, el médico podría sugerirte que uses una almohadilla
específica para proteger la zona mientras practicas deportes.
Con suficiente tiempo, muchas lesiones del plexo braquial, tanto en niños como en
adultos, se curan sin dejar daño permanente. Pero algunas lesiones pueden provocar
problemas temporales o permanentes:
El insomnio es una enfermedad que se define como dificultad para iniciar o mantener el
sueño y puede manifestarse como dificultad para conciliar el sueño (insomnio inicial),
despertarse frecuentemente durante la noche o despertarse muy temprano por la mañana,
antes de lo planeado (insomnio terminal).1 Según la duración del problema también puede
dividirse en insomnio agudo si dura menos de 4 semanas, sobajado cuando tiene una
duración de entre 4 semanas y 6 meses, o crónico si dura más de 6 meses. La queja más
frecuente asociada al insomnio es la somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad
para sentirse activo durante el día. El insomnio puede deberse a muchas causas, entre ellas
insomnio primario, estrés, trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión,
insomnio relacionado con alteraciones del ritmo circadiano ciertos Anticonceptivos. En la
actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del
insomnio, sin embargo el tratamiento farmacológico debe evitarse durante periodos de
tiempo prolongados, y es conveniente en ciertos casos de insomnio crónico el uso de otras
técnicas, como la terapia conductual, cognitivo-conductual. Es importante el uso de
medidas generales o higiene del sueño, entre ellas seguir un horario lo más regular posible
CAUSAS DEL INSOMIO
Insomnio secundario: aparece como consecuencia de diferentes causas, tales como una
enfermedad, un trastorno mental, el consumo de ciertas sustancias o medicamentos o la
existencia de problemas ambientales (ruido, temperatura) o sociales (problemas
familiares y laborales, cambios de horario por trabajo o viajes)
Según su duración, se puede distinguir entre el insomnio transitorio o agudo (dura
menos de 4 semanas), el insomnio a corto plazo o subagudo (más de 4 semanas,
pero menos de 3-6 meses) y el insomnio a largo plazo o crónico (más de 3-6 meses)
PREVENCION
Algunas de las pautas profilácticas recomendadas para quienes tienen predisposición a las
dificultades para conciliar el sueño son:2
depresión
dificultades de concentración
somnolencia diurna
cansancio constante
accidentes de tráfico y laborales
irritabilidad
dificultades de memorización
desorientación existencial
conflictos