Alquinos
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Además de los factores económicos, políticos e ideológicos que influyen en su dinámica social, existen otros
fenómenos psicosociales que intervienen en la vida de las personas, éstos son: el estrés, la apatía, la
depresión, la ansiedad y la violencia. Los problemas psicosociales se definen como las situaciones de estrés
social que producen o facilitan la aparición, en los individuos afectados, de enfermedades somáticas, psíquicas
o psicosomáticas, lo que da lugar también a crisis y disfunciones familiares con graves alteraciones.
-Dormir excesivamente, mucho más que por el cansancio usual, que puede indicar depresión o abuso de
El suicidio es muy poco frecuente, pero los pensamientos sobre el suicidio (llamados ideación suicida) son más
frecuentes.
Los trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en chicas, son frecuentes y potencialmente mortales.
Algunos adolescentes realizan esfuerzos extraordinarios para ocultar los síntomas de un trastorno de la conducta
alimentaria, que puede consistir en reducciones sustanciales en la ingesta de alimentos, purga después de comer,
consumo de laxantes o práctica intensiva de ejercicio físico.
-Brecha salarial: según la OCDE, las mujeres ganan 34.2% menos de media que los hombres. A esta brecha
salarial se suma la falta de paridad en los cargos de liderazgo: la tasa de participación femenina en México es
una de las más bajas de la región.
-Inestabilidad laboral: el mercado laboral de México se caracteriza por la alta rotación de los colaboradores.
Precariedad laboral: desigualdad de salarios, inseguridad laboral e inestabilidad, entre otras.
-Violencia y discriminación laboral: todavía existen muchas conductas de acoso y violencia en el ámbito
laboral. Es esencial establecer planes de prevención para estos riesgos.
3. Trastorno de la Conducta
También conocido como trastorno disocial, este fenómeno psicológico se caracteriza por expresarse a través de una
tendencia a la agresividad y a transgredir las normas constantemente.
No se trata de una oposición a algunas leyes o reglas consideradas injustas, sino de una indiferencia generalizada ante
todas las pautas de comportamiento acordadas por la sociedad para vivir en harmonía y sin generar conflictos, a la que
se suma el uso de la violencia: peleas, amenazas, robos, etc.
4. TDAH
Normalmente, el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es diagnosticado durante la infancia, antes
de la llegada de la pubertad. Sin embargo, a veces este reconocimiento de los síntomas se realiza tarde, y en cualquier
caso en la mayoría de los casos el trastorno suele continuar durante la adolescencia.
Los síntomas de esta alteración psicológica están relacionados con la necesidad de buscar actividades de interacción
con el entorno que distraigan al niño o niña, y con los problemas a la hora de focalizar la atención en un mismo estímulo
durante varios minutos seguidos. Esto produce dificultades tanto en la escuela como en las relaciones sociales y en la
capacidad para cumplir las normas.
Tal y como hemos visto, durante la adolescencia suelen ganar importancia temas como la aceptación por parte de los
demás y la posibilidad de ser un miembro respetado dentro de un grupo social compuesto por los pares (jóvenes de la
misma edad que suelen estar en contacto día a día).
Además, la preocupación por la propia imagen también cobra protagonismo, y se asume que la apariencia es la carta de
presentación que implicará tener más o menos apoyo en estos grupos de adolescentes.
Esta presión por ofrecer la mejor versión de uno mismo, vuelve a los jóvenes, y especialmente a las mujeres, más
vulnerables a los trastornos de la conducta alimentaria, cuyos síntomas acostumbran a estar ligados a una necesidad
obsesiva de control del propio peso corporal.