Caso Paula

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A estos criterios los vamos a ir viendo junto al caso Paula, de 7aaños 4 meses

(Nivel sociocultural medio-alto) 


1-      Elección de juguetes y de juegos
a)      Modalidad de aproximación: Aquí se analiza el modo en que el niño llega a los
juguetes y comienza a jugar con ellos. Las autoras señalan que puede ser de la
siguiente forma:
-          de observación a distancia (sin participación activa)
-          dependiente (a la espera de indicaciones del entrevistador)
-          evitativa (de aproximación lenta o a distancia)
-          dubitativa (de tomar y dejar los objetos)
-          de irrupción brusca sobre los materiales
-          de irrupción caótica e impulsiva
-          de acercamiento, previo tiempo de reacción y luego poder desarrollar la
actividad.
En relación a este indicador, se observa que Paula una vez que ingresa al
consultorio, se dirige hacia la caja con curiosidad, y mientras la psicóloga
verbaliza la consigna, la niña observa con gran atención los juguetes. Luego
comienza a sacarlos. Es decir que su modalidad de aproximación es de
acercamiento a los objetos, previo tiempo para reaccionar y poder desarrollar su
juego.
b)     Primer juguete elegido: Es importante también analizar cuál es el juguete
elegido por el niño para establecer el primer contacto, y si este es acorde a su
momento evolutivo y qué tipo de conflicto trata de vehiculizar a través de él.
El primer juguete elegido por Paula es una figura humana, quien ya nos introduce
a su conflictiva, relacionada con el lugar que se le adjudica desde su familia: ser
grande. Problemática que remite al nacimiento de su hermana menor.
En relación a lo evolutivo, sabemos que de acuerdo a los Estadios descriptos por
Piaget, la niña estaría en la etapa intuitiva, hacia el estadio lógico concreto. De
allí, inferimos que el juguete elegido por Paula, y lo verbalizado por ella, es
acorde a su edad cronológica.
     c) Observar si el juego tiene principio, desarrollo y fin, si es una unidad en sí
misma y si los juegos organizados a lo largo de la sesión corresponden al estadio
de desarrollo intelectual correspondiente a su edad cronológica.
-          A los 3 años: juego egocéntrico, centrado en sí mismo. Puede pedir ayuda o
hacer preguntas al entrevistador acerca de los objetos, pero en general, no toma
al psicólogo como participante activo en el juego. Su juego no sigue ningún plan
previo, es espontáneo y lábil. Pasa de un juego a otro sin terminar ninguno. La
atención se centra principalmente en la investigación del objeto, en sus
funciones y en el placer que le proporciona el ejercicio y el manipuleo de los
mismos. Restringido sentido de la realidad.
-          De los 4 a los 7 años: hay una mayor aproximación a lo real, con creciente
preocupación por la veracidad de la imitación. Reconoce al otro como
copartícipe del juego, pidiendo al psicólogo que tome un rol activo en su juego.
-          De los 7 a los 11 años: Comienzan los esbozos de reglas. Atribuye y asume roles
cercanos a la realidad (vendedor, maestra, etc.)
En general los juegos de Paula no tienen un comienzo, desarrollo y final, sino que
todos son más bien "flashes", momentos de un juego, pero que no concluye nada.
Esto se obseva cuando juega con la plastilina, quiere hacer un caracol, pero
luego puede ser un tronco de árbol o un panqueque. La única excepción es el
dibujo. Si se observa, en cambio, preocupación por imitación de la realidad.  
Asimismo, en cuanto  a la pregunta que realiza si Mariana (Secretaria) es de mi
misma edad, teniendo en cuenta el tamaño, se observa que aún la niña está en el
período concreto, ya que piensa la edad en función del tamaño.
A lo largo de la hora de juego, utiliza gran variedad de elementos. Usa aquellos
de tipo escolar (felpas, plasticolas, etc.), que nos muestra su ingreso a la
escolarización; también utiliza muñecos (diferenciando grandes de chicos,
varones de mujeres: "el muñeco es varón", "la chancha es mujer porque tiene
tetas") que nos remiten a su necesidad de realizar diferenciación sexual y de
edad, propio de la etapa fálica, por la cual se encuentra atravesando desde la
evolución psicosexual.  También es capaz de usar elementos inestructurados,
como la plastilina, pudiendo armar con ellos algo con sentido (pato, pasto,
tronco de árbol), como así también elementos estructurados con manifiesto
contenido agresivo (pistola) o vincular (muñecos).
 En cuanto al rol que hace jugar a la entrevistadora, Paula más bien atribuye el
rol de interlocutora, pero no solicita que desarrolle un  papel más activo en el
juego.
El uso que hace del lenguaje es acorde al juego que va desarrollando y a su
memento evolutivo. La niña es capaz de expresar la conflictiva a través de
verbalizaciones, a lo largo de toda la hora, utilizando como soporte los
diferentes elementos.
2- Modalidad de Juego. Creatividad:
A través del juego, el niño pone de manifiesto su capacidad simbólica. Cada niño
estructura su juego de acuerdo a una modalidad que le es propia. Entre dichas
modalidades , podemos detectar las siguientes:
a)      Plasticidad: es cuando el niño expresa distintas situaciones con un criterio
económico. Esta plasticidad puede expresarse de distintas maneras:
1-      Expresa la misma fantasía o defensa a través de distintos mediatizadores.
2-      Expresa varias fantasías con varios mediatizadores
3-      Manifiesta gran riqueza interna a través de pocos elementos; es decir que un
mismo objeto puede cambiar de función para vehiculizar diferentes fantasías.
b)     Rigidez: Es opuesta a la anterior. ES cuando se adhiere a ciertos mediatizadores
en forma exclusiva  para expresar la misma fantasía. Esta modalidad tiene como
fin evitar la confusión y la desorganización de la personalidad. Es un juego
monótono y poco creativo.
c)      Estereotipia y perseveración: Es una modalidad más patológica. Aquí se
manifiesta una desconexión con la realidad y la única finalidad del juego es la
descarga pulsional. Se repite una  y otra vez y no hace lazo social. Es típico en
niños psicóticos y débiles orgánicos.

Creatividad: Crear es unir o relacionar diferentes elementos o elementos


dispersos en una estructura nueva y distinta. Esto supone un yo plástico, abierto
a nuevas experiencias y tolerante a la inestructuración del campo. La nueva
configuración tiene una connotación de sorpresa o descubrimiento para el niño, y
se acompaña de un sentimiento de placer. La creatividad es promotora del
crecimiento y un incremento en la capacidad de aprendizaje. El hecho de ser un
proceso deliberado y al servicio del yo, diferencia a la creatividad de la
originalidad del psicótico.
 
El juego de Paula se caracteriza por su plasticidad, que pone de manifiesto su
riqueza de recursos yoicos para expresar distintas situaciones con diferentes
elementos. Si bien en general Paula utiliza distintos mediatizadores para
expresar una misma fantasía, en otros momentos puede canalizar otras
necesidades.
El tema recurrente durante su juego está relacionado con el ser grande - ser
chiquita, que nos remite a la rivalidad con su hermana menor. Otras fantasías
presentes son aquellas relacionadas con la diferenciación sexual y con la muerte,
ésta última si bien es enunciada, no es profundizada por la niña.
En cuanto a la creatividad, se puede inferir que Paula tiene capacidad creativa,
lo cual se evidencia en el manejo de un elemento inestructurado como lo es la
plastilina, a partir del cual logra producir numerosos y nuevos objetos con buenas
formas. La plasticidad también se pone de manifiesto cuando, ante la
imposibilidad de usar las plasticolas, las abandona sin problema (tolerancia a la
frustración), para dirigir su atención hacia otra cosa. Asimismo, ante la
imposibilidad de hacer caracoles, comenta "puede ser un tronco de árbol o un
panqueque". 

3- Capacidad Simbólica. Personificación:


            El juego es una forma de expresión de la capacidad simbólica, y una vía
de acceso alas fantasías Icc del niño.  El niño logra a través del juego la
emergencia de sus fantasías, por medio de objetos suficientemente alejados  de
la situación originaria (elaboración secundaria). Estos objetos cumplen la función
de mediatizadores.
            En la capacidad simbólica no vamos a evaluar sólo la capacidad del niño
para utilizar símbolos, sino también la significación que se desprende de esta
simbolización. Para ello, es importante tener en cuenta, que si bien existe un
significado universal para algunos símbolos, estos siempre deben ser
interpretados dentro de la situación global del proceso y dentro de la historia
personal de cada niño.
            También sabemos que a medida que el niño crece, la distancia entre
símbolo y lo simbolizado va aumentando. Esto se da por la ganancia del principio
de realidad sobre el principio de placer, por lo cual las fantasías primarias
tienden a ser cada vez más postergadas. Así, es muy distinto el juego de un niño
de dos años, que aún sigue las leyes de los procesos primarios, con el de ocho,
con predominancia del proceso secundario.
            Este indicador nos permite evaluar:
1-      La riqueza expresiva: capacidad del niño de buscar en su entorno elementos que
permitan vehiculizar su problemática.
2-      La capacidad intelectual. Evaluar si manifiesta manejo de la realidad acorde a
su edad evolutiva.
3-      La calidad del conflicto: Aquí se evalúa el contenido de la simbolización. Los
símbolos usados por el niño nos remiten a la comprensión del estadio psicosexual
por el que atraviesa. El niño puede vehiculizar fantasías de tipo oral, anal, fálica
o genital. Asimismo se debe indagar la intensidad del conflicto, siendo un índice
importante la reiteración de una determinada fantasía o de la forma de
expresión.
A lo largo de la sesión se puede inferir que la niña manifiesta capacidad de
simbolización, ya que es capaz de utilizar símbolos y expresar a través de ellos su
conflictiva.
La fantasía subyacente en su juego está vinculada principalmente a la rivalidad
con su hermana menor, siendo esta expresada a través de la problemática ser
grande - ser pequeño.
Otra característica en su juego es la constante bipolaridad: ser grande- ser
pequeño; ser fuerte- ser débil; ser varón - ser mujer. Otro tema que se expresa
en la hora de juego es la relación de pareja, unido al tema de la diferenciación
sexual.
A través del juego, inferimos que la niña intenta elaborar su situación familiar.
Manifiesta su agresividad y rivalidad frente a su hermana, pero aparece también
el temor. Siguiendo las conceptualizaciones de M. Klein, sobre el Super- yo
temprano sádico, vemos que en Paula se observan impulsos agresivos. Una parte
de estos se revelan a través de la actitud hostil hacia su hermana, evidenciado
esto en los disparos del revolver con el propósito de asustar a Laura.  La otra
parte de los impulsos agresivos, permanecen en ella, provocando gran ansiedad,
ante la cual el yo se ve precisado a movilizar sus defensas. En este caso, Paula
proyecta la agresión hacia los objetos externos, los cuales devienen, de este
modo, peligrosos. Este mecanismo vendría a explicar los terrores nocturnos de
Paula, de los que nos cuenta su madre en la entrevista. Síntoma que no es otra
cosa sino el sentimiento de culpa frente a la propia agresividad del Súper-yo.
Por otra parte, Freud nos dice que en el origen de toda conducta agresiva
encontramos una frustración. Así, en este caso, la agresividad que manifiesta
Paula hacia su hermana Laura, podría explicarse también a partir de la
frustración que le generó a Paula el nacimiento de su hermana, y con ello, el
desplazamiento del lugar de la única y de ser el centro de las atenciones.
Tensión agresiva del doble,  según Lacán.
También puede observarse el temor a la castración, propio de la fase psicosexual
por la que atraviesa la niña. Esto se manifiesta a través de diferentes indicadores
a lo largo de la hora de juego: El dibujo de la figura del niño, al comienzo es
realizado sin manos. Y  luego realiza un comentario sobre su hermanita que no
puede hacer manos. Luego, hace las manos y de un tamaño grande. Esto podría
significar que la niña ha interiorizado la castración, pero aún no la aceptado
completamente.

Personificación:
            Es la capacidad de asumir y adjudicar roles en forma dramática,
capacidad que en cada momento evolutivo adquiere características diferentes.
a)      En niños pequeños se expresa de un modo inmediato, la realización de deseos.
Asume el rol de otro haciendo suyo el personaje temido o deseado.
b)      En una etapa posterior la personificación se enriquece con figuras imaginarias
(hadas, monstruos, cucos), disociando y proyectando en estas figuras sus
diferentes imagos. El niño así, se somete, domina, ataca, es perseguido, etc. por
estas figuras. 
c)      En la latencia el niño comienza a personificar roles más definidos socialmente,
con menor expresión de la fantasía en función del incremento de la represión.
Tiende a jugar, por ejemplo al ladrón y al policía, a la maestra, al doctor, etc.
d)     En la pre.pubertad, se ve una fuerte represión de la capacidad de
personificación, por su posibilidad de concretar sus fantasías.
e)      En la adolescencia vuelve a resurgir la capacidad de adjudicar y asumir roles.
            En general, la personificación posibilita la elaboración de situaciones
traumáticas, el aprendizaje de roles sociales, la comprensión del rol del otro y el
ajuste de su conducta en función a ello.
El análisis del contenido de la personificación, nos permitirá evaluar la
calidad e intensidad de las identificaciones, el equilibrio entre el Super-Yo, yo y
ello.
Si durante la hora de juego el niño nos pide que asumamos determinado rol,
debemos pedirle que nos explique con claridad las características del rol
adjudicado, para que responda a sus propias fantasías.
En el juego de Paula no son las personificaciones las que lo caracterizan. Si
bien aparecen en la hora, son más bien escasas o están escondidas atrás de los
muñecos. La personificación explícita que encontramos es cuando ella toma el
revolver y dispara contra Lauri, "para que se asuste". Situación que nuevamente
nos remite a su especularidad con la hermana.

4. Motricidad:
            Este indicador nos permite ver la adecuación del desarrollo motriz del
niño con la etapa evolutiva por la que atraviesa. En cada período hay pautas
esperables, que responden al grado de maduración y desarrollo neurológico como
así también a factores psicológicos, sociales y culturales. Ya que consideramos
que un manejo adecuado de las posibilidades motoras permite un mayor dominio
del mundo externo, es importante observar cuando este desarrollo se detiene o
presenta dificultades. Para ello vamos a registrar lo siguiente:
1-      Desplazamiento geográfico del niño
2-      Posibilidad de encaje
3-      Alternancia de los miembros
4-      Lateralidad
5-      Movimientos voluntarios e involuntarios
6-      Ritmo del movimiento
7-      Hiperkinesia
8-      Hipokinesia

En relación a Paula, y siguiendo la línea de Gesell, se espera que un niño de 5


años manifieste equilibrio y control de actividad corporal. Pauta que se observa
claramente en Paula.
Asimismo, y observando el gráfico de la niña, se infiere que la coordinación
visomotora es adecuada a su edad, y hasta podría decirse que es superior a su
edad cronológica.
Con respecto a lo verbal y lo gestual, se observa que hay coherencia entre ambos
tipos de lenguaje.

5. Tolerancia a la frustración. Adecuación a la realidad:


            Esta se detecta a través de la aceptación de la consigna, con las
limitaciones que esta propone: la puesta de límites, la finalización de la tarea. Y
en el desarrollo del juego, en la manera de enfrentarse a las dificultades
inherentes a la actividad que se propone realizar. Evaluar este indicador, nos
permitirá hacer importantes inferencias diagnósticas, pero sobre todo inferencias
pronósticas. Por ello es fundamental observar dónde pone el niño la fuente de
frustración: si deriva de su mundo internos (dibujar algo que no está a su alcance
madurativo) o en el mundo externo (desear algo que no está presente), así como
la reacción frente a ella: encontrar elementos sustitutivos (buena adaptación) o
desorganizarse, ponerse a llorar (actitud negativista).
            Esta capacidad de tolerar la frustración está íntimamente ligada a la
adecuación a la realidad, es decir de adaptarse plásticamente a la realidad que
le propone. Lo primero que debemos observar aquí es la capacidad del niño para
desprenderse de la madre, para entrar al consultorio, demostrando comprensión
y aceptación de la consigna. Esto también nos permite evaluar posibilidades
yoicas.
Con respecto a Paula, observamos que si bien en un primer momento la niña no
quiere entrar sola, luego del aval del padre (quien le da seguridad), logra entrar
al consultorio sola. Aquí se observa buena adecuación a la realidad, y tolerancia
a la frustración, ya que acepta los límites que impone la consigna y supera la
primera dificultad.
Esto también se observa cuando no encuentra el cuchillo que necesita, o cuando
las plasticolas "están duras", ante lo cual, no se desorganiza, sino que
rápidamente encuentra otros elementos con los cuales seguir jugando. Sin
embargo, observamos aquí, que pone la fuente de frustración en el exterior, y no
resuelve la situación; más bien "se la saca de encima", evitando la frustración.
Esto se vincularía con lo expresado por la madre, cuando señala que es muy
exigente consigo misma y no tolera sus propios errores.
Al finalizar la sesión, se observa al comienzo también dificultad para concluir,
aunque luego de recordarle el próximo encuentro, lo hace sin desorganizarse.
En síntesis, se observa en Paula adecuación a la realidad, y actitud de evitación
frente a las frustraciones, poniendo en el mundo externo la fuente de sus
frustraciones, motivo por el cual, no busca resolverlas. Se defiende así de tolerar
la frustración.

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