Filosofia Andina

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FILOSOFIA

ANDINA
Sabiduría Indígena para un mundo nuevo
Josef fstarmann

>ISEAT|
Wb«>i S<4< >
C LM
liwntMc»AnAn» Jr
Filosofía ati&na
Sabiduría indígena
para unmundouivo o

— Segundaedición —
(Reimprssónn)

Josef Estrrmann

OlSEATT
Instttuto Superior
Ecuménico AndinodeTeología
E79t ESTERMANNJosf
Filosofía andina: Sabiduría indígena {^^ra nn mundo nrovo Josef Estermann
2 dda. ed- - La Pzzi IStAT, 2006.

414 p.; ilus. grife. (“Teología y Filosofía Andinas”, 1)

ISBN. 978-99905-878-0-7 • -

FILOSOFÍA / COSMOVISIÓN ANDfAÁ / ANTROPOLCAÍÉ / CACA S REGION


ANDINA / IN/SERCUJ/nR/AIJDAD F FILSOOAA /^/^NOAEA.^IANAA

CDD. 199.80

FILOSOFÍA ANCHA Sabiduría indígeno paaa om mnodo noovo

JotffEnni^t^n'

Segunda edición, myj-o de 006.0


Primera reimppeesinn, jnnOd de ^STVl
Segunda reimpre-estón, eeptiemboe de .OJOd

ColiaiCc "TcologíayFiíosofiF ilnSinas" AT 1

® Derecho, es^^rT^dos
Es propiedad meelecjual elvl autor

Editor: Instituto uufeoior Ecumécioo


Andino I-O Tuologla (IEO/Tt
C. Agustín Aspizuu Ñs 38 8 /.-. 242 07 36 0
Lv Pao - Bolivia
E-mail: tsdat@iseatbuliria.org
www.iseatbuliria.org

Depósito eega), 44-1946-09


ISB^-. 978-99905-878-0-7
Portada: Joaqunn Ceras.
Fotos ^0^0:0 Htydi Gaiara/HSA/T

Cuidado de edición: Josef Estermann ■


Impresión. Centra, GrftCaa s.r.l . /d-: 2490246 -
2495294
La Par - Bolivia
•Josef Estermann, de origen suizo, eonuna labran traneetorin en el miiodoandino, ti doctor en filosofía y Iceencíado
en toilogas. Eso irdScrígaUor yoccetede te. d Snijjtoto Superior Scumdncco /Oldiuqde duUog/a (¡SfATj en La Paz
- Bolivia.

Impreso en Boilvía
Printed in BBOVVÍ
A los pueblos aitcllHos
con mucho ccrririo
y gratitud
Prólogo

E l presente trabajo es el fruto de diez años de convn/encn con el runa y


J^Vú anOtno y de una reflexiSn cada ueu obit profunda acnrcr On le
riqunns filudEfirr urulrr ne led rultuted reOierd. Suy muy consciente de que
la cuestión de la ‘filosofía andina’ es altamente roerruvnrdiel, dubrn ruOu
ne lud medios ecedémicos. A pnssr On led muched OlficulteOnd qun
nvcont^é e lu lergu On mid rnfeuiuend, mn prrncn On dums impuneerie
rndrstrr nl peedemicetu On lud punblud ee^ud CUICU auténtiea filduofte .En
este nentido, el pdnvenre tinbajd es s nm muestra dm rm gratitud u ledas tes
peresnas que eneae^e du su pis pte vidr estu filosofo , tos jud eblos an&nos
V
ue han ¡sufrido tamo y sfunn uufrientfo aún u n el IS ^lo XXI.
Tnegu te ns^reenr On que esne tipo Oe fitodoCe (tr! cumu hry muched ne
nues^o plenera) -a uo vneqenttn C1 rechuao t^^^^ud^ de te fttoeofie
bdécémica occidental un de tes fHósofra u los fdosofoe en si mimno mundl
andio o. La fitosoCa i ntercctldral SS uoa nccesldaq global a comienzos del
tercer mllonio de la era cristiane. ¡Sóio móntente 010^^ didtQgde fer decir
l
pottivgortS pouendos evitnr concíteos u 'if^en'n^ entre etnias y culturas. El
presente trabajo es una pequeña contribución a ello.
Eeta mgunda ndicióe 11^ uu a amptisqión y ccrsoeciOv du te primera
ediu ir n de ínTu. r d ha lnetuido lu pe rup^cd^iv^ limara eos su aportet
iqeülrt ico y ^^^S^CSIóuico t y pe du sdtqeii S^VO en uo porlnt n te
qtbtlou^afiv . - _
Me qmeda o^adscer a rostes tes jsedsonaa qrtl hcu lucho ^aibto este
estudio. En primer lugar quiero mencionar a mi familia, mi esposa Colette y
mis hijos Sarah, Rafael y Christian, por te comprensión y el espacio que me
han brindado. Agradezco a Gloria Tamayo por 1a revisión del quechua y a
José Condori por tes correcciones del
espacio que me han brindado. Agradezco a Gloria Tamayo
por la revisión del quechua y a José Condori por las
correcciones del
8 FILOSOFÍA A

aimara. De igual maneraq expresar nú gratidid el equipo del


Instituto Superior Ecuménico Anadino ole Oeolorí( (ISEAT) en óo óao q uo
ha hecho yosbble lp publicaóiód de rota cdinión pmplioda y modificada.

Josef Esterma nn
c A CAPÍTULO 1

Ln.trnrLtirc»4n
introducción

e las 100 millones «de ípersonag latinoamericanas que tienen que


vivir «con un dólar p&rrdtó, un! 8H'%V pertenece «a
ialtpoblalciánfaflí*- va 'y «mestiza; «en^Oter 'moreno 13? o ¿negro y «vive
en omp; o en grandes barriadas1 o villas urbanos.- Muchas y muchos que
sufren de hambre y viven en la miseria, 'tienen com© lengua materna el
nahua, aimaral «o ¿quechua. La ‘“atnioidad” ¿de Ha ¿pobreza no sólo es
un hecho evidente? áüoqueademá^fljuna tendenctaque ya «había señas
«ado eld'mism® ¡Carlos ¿M<arxM“Las 'idéasete doSedOmidadores
dsonlíD ideas ÜOmindflt®s”<inLO’ qUe
<oeürfióuihaCd)a<500OQno8o$o®n<l conttneh» americano,, se perpetúa
hoy día mediante la hegemonía económica y cultural de Occidente, , a
través de la '‘globalización* egcowómtea neoliberal e informática?
sustentadaly fofoentada da parte-por JafilasofÉa poStnrodem®?
En este proceso -—que «es de una magnitud y ‘necesidad' (en el
sentido de un determinismo-- histórico)) much® mayor que la misma
Conquista— las concepciones no-occitentalfess del universo y del ser
humano, no tienen, ‘valor de mercado? para poder competir con el
paradigma dominante (que a la vez es el paradigma de dominación)
occidental. A lo mejor, son consideradas ‘ideas exóticas' con un valor
estético para la indifeencia conceptual «y etica.delsershumanwy<dy de la
mujer postmodemoa. La concepción! totalizadora! dtetegiofrnUizacián

13 Según los lingüistas, la dicción “simara” (con una I) debe ser la forma española,
para indicar tanto el idioma como el pueblo y la cultura (“el idioma. aimara"; “la
cultura aimara”; “el pueblo aimara”). La dicción “aymara” (con una Y7es la forma
del idioma aymara (por ejemplo: “aymar parltati?” que significa “¿hablas aimaraD y
concuerda con el origen etimológico de la palabra. “Aymara” es la composición y
contracción de “aya mara aru” que quiere decir: “el idioma de años leíanos". Bn
1 Según los lingüistas, la dicción “aimara” (con una I) debe ser la forma española, para
indicar tanto el idioma como el pueblo y la cultura (“el idioma, aimara”; "I* cultura
aimara”; “el pueblo aimara”). La dicción “aymara" (con una Y7es la forma del
idioma aymara (por ejemplo: “aymar parltati?” que significa “¿hablas aimara?")
y concuerda con el origen etimológico de la palabra. “Aymara” es la composición y
contracción de “aya mara aru” que quiere decir, “el idioma de años lejanos", En este
trabajo, escribo “aimara” siempre y cuando es una expresión del idioma 61* pañol, y
“aymara” siempre y cuando se refiere a una expresión del idioma aimara.
10 FILOSOFÍA ANDINA

económica y cultural es la punta .del iceberg de la modernidad y


postmodernidad occidentales que una vez más demuestra su aspiración
supercultura l.y 't^t^litai^ia’ (en sentido hegeliano) 2. Este afán upivessallsta
y totalitario se pacde realiaer sólo a oocdíriOn de negva al ‘otro’ y a lo ‘ot
ra’ en ait aitcridad. Una de lou fosnrrr académ icas más ^vicileo ida
neoaciOn co nsivte au el aorocentrivmo c axsai^i^eUlismo te te mísmoo
ccitertoa de negación y exclusión.
Lr negación del '^l:mo’ dea los varones y mujeres nafivos de Atya Yala
en e l sig! o XVI, de la Vii^^ilfzz^cnSn' do los paietoos ^ri^u^il^2lpuofs
pin-hispénievc q le los dereohos civilee y portions de ios pobladoras
auiócionos i hey o caí^- se via ne O;^os^^^^nt^o a o la ceyo ció n de su aalo-
dete^'ninadon ecooomísa y aultdral. 'Uno de loe últimos ‘’estio- ntss te
resíctepola* noaonlnlista, desates Po hcbco concedido (como on ua ecto de
nPncdcsídad) la hum-amclad, la culíusalldad y 1c polilicidad Oel ‘narivo-
americano’ o' do lo ‘nation-americona', es lo nacativc ncadémieo
da*n^aonc^^<^r On exiatencin de one auténoiua fiOo- sofíc nto<x?cidentaO
A pesor ee que n’ (nerufliberalismo y la ‘telor^nr de eostmoderna’ aniauden
la oca ir^^ki^n mitiea, ^aíeí^c^s^ y cuituseS de loe poeMos la /asiorica
sío embaído 5^^
alsi^^nVo tora l^c^j^a^eira^^lidac^’ «ÜTPUÍSP'PU te fíJocoOa ocótentai
como efanise ps^d^^rn^ OO^ rnereoo este título.
Lo ouetensión del presente libro no es ’indigenista’ en un sentido
purista - n l ‘exclusivista’ referente o la tradición occideniai que muchor
méritos-, ae arata más Hec da der von y expi-yoían s las s Sos qan O íaran
acallodso/os por eí suiOo Connfador de las noioc^pciones e ICaas Importcas
s e Impuestas a la fuaraa a los POSÓIOS odginarios de Atya IWx. tea
cIQC^a'cnc‘lfln de ‘a ‘Lteso’a antera ’ corno el peosamion- íe radon cí
implícke te! sec tomeno n ?e la mujer autócaonan de sise derto región tel
ccmlnentn ameneacn, or, a msnera de un deter Hstóteo, ^1 gente te ‘a
o
^^^fuslOn’ de ’e propio, maltratado, negado e supuestamonte-exiínguCdo.
.
A oa vev, es una psoiasid cooisd oa siiuaciyo éscaocdiopa te IOS pueblor
andrnos que sufren tes nposénuenctas de uoa ^otehvadte a rnadias, en te
condíeión O e vueltasr a e on mecateo deounfrenadk c de

El teo^aia (p^udoóte^rooo te u filsoiofto -neoUberal (FukuyanN, Noaa k) no co


sosua’ sino ‘ue ote-tene aena famíHaodad ^f^r^ti ci¿^iL.Ol^lt^aiiiiC ‘to'itásd’ del AslPpias
A lar0aueo te h ffloaofo cíe Hegetes repttsp1nsp(d por la ‘tytandao ’ ÍÍC^1 mcrriado y de
te cshura oooi•e5fmbdlvnlP. Asntats ^sturas sea casiíUtóp ibaill ama- niaru^e y
pteéOiépuPlaelU•esupiP^uJturajes.
INTRODUCCIÓN 11

un imperialismo cultural sin precedentes. L mujer campesina quechua-


hablante < o°r ^jmei^lo, soporta la dircriminación p mínq^ii^ialic nK:iód pe
manera ariqie: seacual, cocial n cujiriralmnntq. Un embargo < ella es la
portador de nea milneaei<Í rieu^ea sepinnolal incomseien in y subrrriá- nea
que rUa mismo ignora. ESÍC descpnna^oiento ee aerte dee ^eoceso continuo
de aiiennoión y de la ''obsesión’ por el paradigma ajeno 14 15 16 17 18 19
Para osder aoroximrrse rl fennmend -y rema de la ‘filnsofía andhra’, ec
propieo romper eo n el cneocenmcmn y occidenialísrco (u
ncidnnnloennnsísmon lglpYlcli.oa en Ir misma dnlinición y Irliiecicai 6e de
lo -que so considera ‘pcosamionto filornfico’ o ‘filosoya’ y sucas.
Parcialmnntei mrnb^n lc ppct^ne^den^iiec^ pone ea ida Ce laido el crsactes
ideorógíco y etnocéntoun dei Sueto-disourfcO filocl^CK'o rpo,id< naiieta ee
Oeeidente. pm embarnei me paeecp que p Ocecmodemo, no el fondo, no rn
una naqtuca epioremciCgicn con ir íOppinión fiinsoSiea dp^Onanm f sino sit
^pncei-n más inU^lleen^^, una ApfoebungPn rederida nolnncla. A pincn de
cu tenune1ó a una eon- cepciOd que S nplodc todo y totaliza dora pcl muele
C'i<mi<pOe^ce, la icos^^^d^i^nd^^^ ec nnte todo me coarlenie occlded<oi
POÓ su acraicamlcnto en una celtura determinada/ Por lo tanto, no ofrece el

14 •' Uso en ctsfL opouimiyUd. tosiéramos qire ya t inónó AÓO cierto Wirkungsg^cfachto
(htetorie efínca) en Am ¿toacon ceptotfecernneh-mnhdóoo) de I e ic-
naotác’ no soto juega un jjapel rraacendental en la THoofía “ry la Ubcradón i sno
quecoompañneI onnooeo de UP emnncipadon filocofina1olióoqnle1íceas:l tonto cus
CIÍC^Í<^^. Ó^^CÓ mencionarnos trabotes deAugosto SatajneBohdy eqcrcn hareuso to1
t^mino'.inautentkndacr nc cuñoeeisrennialista) y de Enriqou Dussel. Véase:
Detazan Bondy, Augusto (1968). ¿Existe una filose/íc ^nuestra América? México.
nf
r^í^s^^i, EnriqueG'B10 Fiíosojia °n la^.d-ahion.0^^.
El concepto dn la ‘obsesión’ es o nonato de Lés inaslLS^ñas, Emman to (1978;
15e87). Ete exro modcc ¿pe P rc¿^ q
e <a oanneio. e
e
Hcya fen fradnnIOl
16S atamanes. fen er^no . ’^ss.J,
1-
ucndo ncju en rrotldoopuec^ E! yocoecir
y

17den1 ¡d^cusn1 o ^bseyrnoa0 a la o’cr y al olfnadne<oó Acornó un embrión, respUnto


de -ana ewrtacito, ^aepa’ <n mác íntimoto ta perer<nalid'qdfemeniee.
18 e in mnrlósponnct^sn grap ntorieo de <e fiíocofíe poscnaotont ato hoto enaOionado
(S< parar^me rrdona’teta monnóuitural UO Occidnótnlóiaó,l0n emtogc, qicc eo lyoue O
superar el oco’tontóicuorrismo oo ouc “lrutccmtenios ay rc.ru pOE‘cionr^f Ormeson
uoructerizclu ^nstmca^^ns. dad oomo la “mutación culooral to capita 111 mo rntae
reomAte” 1Jamesonj prad rin (1086). “Ideo < ogische Positionen in dcr
a
qfnrlodeanie<nuo-aóeboóc”. En: ns<^Pcrod^rsorAn7er^íl 18-2PC
19' Véase:
F<rroetiBetunnésrrr , Ra\j 1 (1994r. FUesofa IntercuHuraí México; especialmente
9-id. ’
TS mbtér: EIO enorohn, prsefbrdOt^r ■ ‘'Hada una filosofía deletcuchin Peripectn
vae de desarropo pare el pens amiento i ntercuhuddl desde brredtelén
aurones’*. En: Concordia Reibe Monographien. vol. 19. Aachen. 119-149;
Hptdélmente 137-143.
enfoque' más adecuado e idóneo'para'poder abordar la problemática de lu
filosofía andina t ., • .
Opto 'aquí por un enfoque'inteecultuuil . Lu filosofía intdfeulturul,
untes be ser na a crrrncníe especeftce com contenió as eeterrainadoSs us un)
mauera de ver, una ectitbd de compromiso, un cierto hábito intelectual que
esto d^drense en oo dos los' esfuerzos fílerS)firbs. 5"Ós, ' ante-todo, una
‘filosofía de la interculUiralicüid’) es c^^cir: una reflexión acerca de las
nondiniones f tos iímitse de un diftogo fo ‘pnlílogoO antee diesreetes
culturau: leí berrhdera lntescultur■pliPad (y filosofía intereulturul) reehasu
tanto los pi^et^nsiones supra- y superculturoles, eomo también todo tipo de
•^oo^ltur^r^libno (rbíeoo o Cbmufiado) e otnocenrri)é: b del pedsamiento
fílosófico. Poo otro dado, S^HOo^e roontra lo pbstIPlonerdidudO lo soprlostr
ibeonmttruurabllídad total entot ¡as ce duras fe la ^t^^ En éstas, En odas
palmarun: afirma un
ertnbsn de bOi■rrdbnrorabiíidad antee eul^rae e ef carae^^r altamente ático
del nlelodo f ftldsofío andinm mísmu es en 1^-
muno mulricuStural y refle‘a uns serie cíe ‘puenrcr' interculturales.
Un aspeeto inre^dltdldal ye n^^e eb mi penoita. Mi' concep- cfon
fífosóflca rial mondo endino os un punto de nista ‘oxógnno- un^^’enb*, P 'O
SOZ dbsde friera y de^r^n^ci Cd^Yor■n^ut^ouO. Yo no roo ebefíno de
prouéddncta, y por fo tamo nuoca prodo (oí fo tenelo) C^O sujnfo de eóte
pensamfento fiforofico, sfoo a Io mejor su intérprete (Hermes. y poporoz. Sin
emtargo, per hrrber vínido (y re. te0- vNíando) an 1 a condicióo ne ‘oiee’ por
añou en el ae nn de fa aukura mdfoa fo lneIpr s^chco las lntlforas andinas),
rordbjép jpai’cúdmnóte ef punto de viste ‘e ndógeno’ de esta filosofía.
Esta doble cvo&cfoo fe ‘afírerniatfeosrv’, fe ausv- y h^^^r^imán ren
sin embaoro, no refleja un sineretiemé o mestisoje eulturolí ni taib.oeo uno
^uxta.osfoión ( sdpai•acípn esmeros. Es la conbicipn .ráetied e viveneiol de la
diatéctíca fructífera ÓT1 inftteque aún es una ‘utopa’ (uo Mov-ldgnr’’). Por
eso , no n e nú afó n d o ‘henear o pusiu lur eo fouriftao aodinti‘ a h oez
nostáfgíco d cnsinratienre( sinn máo bien
INTRODUCCIÓN 13

una apreciación Tnnorenooiógiaa’ de une realidad úuec^ucible - esquemas


preconcbbdOosL Lf fiiosofia andina es ente todo la epifanía sapiencial de la
‘otra’ y del ‘otro’ en su condidó/ de /obre, ^íóegúia - da/o, alienada/o,
eespo]'ad//o y odadada/p, /eae desde la ‘eloaifi de su riqueza humana
uulturay y fiis^ofiaa.20

20 Uso cnnscientemcnte iarenninoiggía religioea ujue évivinaremeiaó pa ra describir la


asimetría e graidecucc^ig/i nnfre lo 'mismo' ()o/ y el 'otmf o la ‘oira' faiaeridaf):
“Epifanía" y “gloria”. HLvinaa, /mnmolgei /11956; /9Kr>. Totalidade
Jnfirtito¡ Ensayo sobre la Exterioridad. La Haya (en francés; f Saiamanca ten
t^p^f^a^ñiol2 225-299; Idem (1978; 1987). De otro modo que ser, o más allá de ¡e
esencia. La Haya (en francés); Salamanca (en espaitol) . 200ss.) .
INTRODUCCIÓN 15
CAPÍTULO 2

¿Cosmovisión, mito, pensamiento o


filosofía?

2.1. Introducción

En el marco de la reivindicación, por los movimientos autóctonos de mu


ellos pueblos y miau, de su propia de'vivir y de conc© ble
el rnuedo, se uiantea también la cueubión de la existencia de fllo*0> fías
n^jgionales; ‘contextúales’ n inclusives de? r SU
legitimidad. Eu bare a la 'conciencia -cte la alienaaiUn cultural u n fl* ca y
América Ietínu bAsta tienu una hisroris muy di^rii^t^l y la CCt^C^il^H
autoestima autócteua, eu lcr últimor dereuier 'hau subido distintas
‘filosofías’ no-ocddentales.
Des ejemplos elocueuter rcu la famera obra Laphilosophie batuoue [L
Cflo^eCa bautú] (1945) del t>elga Plc.deie Tmnipelr21 22 y
la
oubllcaclóu filosofa náhuatl:■_ Estudiada en sus fuentes (1956) del
mexicaue Miagd Leoe-Portitial. En d tnrnrauric de . ios úkirnos cler cuente
aaos, esler pi oneror hrnulSO eet^uudade por un gran numere do estudios o
inuoctigecionos (no .sí^m^p^rc muy serios) sobte ‘filosofías autóctonas',
ante toyo procedentes do hr etmar de 23 24er ceutíueuier de Áfricc y Arnera
ILatoít En eu último maso, eetr esfirerfu ha sida especulado y favo rectáo
por ol spog1míento de una filosofía latínoarnerlca- ist1 asténtrco,■tanto tin
lodole tlbyplcioniala como incullOfa(25 1

1 Véase nota 9 de este capítulo.


21 Véase nota 9 de este capítulo.
22 Tempels, Placide (1959). Bantu Philosophy. París 1959. El libro fue publicado por
23primera vez en francés en 1945. Véase: Tshiamalenga, Ntumba (1979). "Dlt
24Philosophic in der aktuellen Situation Afrikas”. En.- Zeitschrift fürphilosophised
Forscbung vol. 33-3-428-443. •
25•' León-Portilla, Miguel (1956). La filosofía náhuatl: Estudiada en sus fuentes. México,
La elaboración de una filosofía latinoamericana auténtica —es decir: no como
2 Tempels, Placide (1959). Bantu Philosophy. París 1959. El libro fue publicado por
primera vez en francés en 1945. Véase: Tshiamalenga, Ntumba 0979). "Dlt
Philosophie in der aktuellen Situation Afrikas". En: Zeitschrift fü rphilosophise!)*
Forschung vol. 33-3- 428-443.
■' León-Portilla, Miguel 0956). La filosofía náhuatl: Estudiada en sus fuentes. México,
1 La elaboración de una filosofía latinoamericana auténtica —es decir: no como simple
‘eco' de la tradición europea— empezó con el argentino Juan Bautista Alberdi (1810-
1884) quien acuñó en 1842 por primera vez el término "filosofía
18 FH.OSOFfo ANDINA

Entonces, la cuestión de ‘filosofías no-occidentales' en América Lattna


ya no es un simple asunto ccadéncico, sino tinne que -ver non el proceso lie
■libeóccesc n con ie reicnrc^icadn de to propio, deo- Unes de una l^isto^^
de ‘colnrcuación cultura? de pi^^ticaiu^^nui nt-O- Cientos anno. To 1
comee io c xprein Onno-e Darse- en Isi Introducción F su Filosofía de la
Lidrrac /en qua oa-e scr cita do en enten so; “Contra tc ontologra -iCc isa
del tenOs- desde Heget hasie Utercoce c cor nombra- lo máo OúciPo Oe
Europa, ce levente ona filosofía de te libcracióe Oe te pariSena, de IOT
ocrim-dos,. b combrc que Oe les del sas no Oc pubido iluroioes. Des-e
^1S^C^SCÍÍÍ la ncda, el otrn, O- oxieriorided, oi misterio de to C^IÍ^^^CO^O,
porh-C npestro ncnsar.Es entonces, una ‘filosofía bárbara*.”26 27 28 29
Toda- estos rnrr^tes prerenden ^-t^^C^c^n^i' proOiodamente b s°r
meter a la ‘socpechó ideo lógian’ la conceociOn occrOentai de quc fc
filoroOa Ouura ei privilogio (OOCÍUSÍVO del Mcditerráneo.
L reacción de la fHosefía ccsdbmica ectebleoida en Occíhente n ets las
men tes ‘europateaOas1 de la pfiretCa o o Se deje de espetar .La 05^1^11-
má- común y oearenoantoso mc-oc ratls— —despuor de los dicedScios de
He el y Lévy-Bnih—— coesisre en el Ors-lnda (monocultura!) enríe lo ue e
es ‘oiosofía* y lo dtie es ‘pafa-fnosnfía30,

26latilcocmerir'ana''. Peco sccihn o partir de -s. scocnba mitad dd sic-cpascdo, co-


mienzo c plssmsrse eeia j^i^or^rao^í- en -tur eort-rrcrdiseoIcy, norosomplemeyty-
tias: La ‘filosofle de tc óneración’eon Marlátenut, Sahiur Bonde, Duseel y Cenjui,
por it e lndo,y “f ‘Ciiosofiu tda:uOeoccíe’ cou Oea,Kuscln Scnnnone, Miró Quesada
y Rcie, ocr oiro lado.
1
Desss!, Enrique (1977; 1980). Filosofía be ior HUsurcioic. Mcxito; hogotá. 26
p.i.e.7.2]. *
27 El veredlaio legelicno sobre Sooerics: "Was bO jetar yiaehtee en^ígnyt, ct nos der
28Widerhallder Atoc jOctc uod dec Apsdnjck fíumhoc lVmdigkeiti.o -Lo hue auul
29sucededaetao1 momeeto, eseolo el eco aclMuedo Viejo y 1a exprosion iu unn
vitalidad foránea...] (Hegel, Georg Wilhelm Friedrich (1837; 1970). “Vorlesungen
über die Philosophie der Geschichte”. En: Werúe in zwanzig Bánden. Tomo 12.
Francfort/M. 114; (1999). Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal. Ma-
drid: Alianza].
30Lévy-Bruhl (1857-1939) considera el pensamiento americano no-europeizado
como ‘primitivo’ [Lévy-Bruhl, Lucien (192:2; 1945). La mentalitéprimitive. París;
La mentalidad primitiva. Buenos Ares: Lautaro. Idem (1927; 1986). L'ámeprimitive.
París-, Ed. Félix Acan; El alma primitiva. Buenos Ares: Planeta-Agostini].
über die Philosophie der Geschichte”. En: Werke in zwanzig Banden. Tomo 12.
Francfort/M. 114; (1999). Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal.
Madrid: Alianza].
Lévy-Bruhl (1857-1939) considera el pensamiento americano no-europeizado como
‘primitivo' [Lévy-Bruhl, Lucien (1922; 1945). La mentalitéprimitive. París; La
mentalidad primitiva. Buenos Aires: Lautaro. Idem (1927; 1986). L'ameprimitive.
París-. Ed. Félix Alean; El alma primitiva. Buenos Aires: Planeta-Agostini].
7 En alusión a la ‘para-psicología' (hipnosis, telequinesia, telepatía, precognición, etc.)
que siempre lucha para ser admitida en el canon académico de las ciencias. El prefijo
‘para' indica la heterodoxia frente a una ortodoxia científica y académica establecida.
Cabe mencionar que en la historiaban sido las posturas 'heterodoxas' que han
contribuido a revoluciones paradigmáticas en las ciencias.
¿COSMOVISIÓN. MITO, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 19

es decir: ‘etno-filosofía’, ‘pensamiento’, ‘cosmovisión’, ‘pensamiento


mítico’ o simplemente ‘seudo-filosofía’. David Sobrevilla llega con toda
claridad al punto, preguntándose (tratando del libro de Miguel León-
Portilla) “si se puede emplear la noción de filosofía para formas de
pensamiento no-occidentales”31. Hay un supuesto implícito en esta pre-
gunta: ‘Filosofía’ es un fenómeno surgido en las costas mediterráneas de
habla griego en el siglo VII a.C., y, por lo tanto, cada expresión ‘filosófica’
no-occidental tiene que demostrar su ‘filosoficidad’ a la medida del
arquetipo griego-occidental.
Los veredictos de Hegel y Heidegger de que la ‘filosofía’ fuera
eminentemente ‘griega’, podrían ser dirigidos —en contra de sus in-
tenciones— contra la misrna pretensión universalista de sus propias
filosofías. No solamente León-Portilla tenía que soportar, como un ‘niño
malcriado’, las amonestaciones de los ‘papas’ académicos y guardianes de
la pureza filosófica, sino también Tempels fue excomulgado por el
veredicto procedente de la pluma de un filósofo africano ‘europeizado’: “De
hecho, se trata de una obra etnológica con pretensiones filosóficas, o más
simple, si puedo acuñar la palabra, de una obra de ‘etno-filosofía’.”32
Parece que los y las representantes filosóficos/as de América Latina y
África sean más ‘papistas’ que el Papa y que hayan interiorizado como
aprendices ejemplares la concepción monocultural europea de ‘filosofía’ de
tal manera que ni se dan cuenta de su profunda alienación e inautentícidad
cultural. Salazar Bondy manifestó ya en 1978 que la filosofía realmente
existente en América Latina, “por imitativa ha sido hasta hoy día, a través
de sus diversas etapas, una conciencia enajenada y enajenante, que le ha
dado al ser humano de nuestras comunidades nacionales una imagen
superficial del mundo y de la vida”.33

31 Sobrevilla, David (1992). “¿Pensamiento filosófico o pensamiento mítico pre-


colombino?: La cosmovisión náhuatl y el surgimiento de la filosofía". En: Bws-
quedas de la filosofía en el mundo de hoy. Cusco: Bartolomé de las Casas. 163- 208;
163-
32 Hountondji, Paulin (1983). African Philosophy: Myth and reality. Londres. 34. En
33el original: “In fact, it is an ethnological work with philosophical pretensions, or
# Sobrevilla, David 0992). “¿Pensamiento filosófico o pensamiento mítico
precolombino?: La cosmovisión náhuatl y el surgimiento de la filosofía". En:
Búsquedas de la filosofía en el mundo de hoy. Cusco: Bartolomé de las Casas. 163-
208; 163.
9 Hountondji, Paulin C1983). African Philosophy: Myth and reality. Londres. 34. En el
original: “In fact, it is an ethnological work with philosophical pretensions, or more
simply, if 1 way coin the word, a work of ‘ethnophilosophy1".
10 Salazar Bondy, Augusto (1978). “Sentido y Problema del Pensamiento Filosófico
Hispanoamericano”. En: Cuadernos de Cultura Latinoamericana. N° 12. México. 21-
30; 21.
20 FILOSOFÍA ANDINA

Antes de presenta r y analiza r los i^^sgos principales de la fía


^r^tdina', hue que disentir cal oaces aSgcner concepcínnes fondeo mentales
sobro lo oiga es TnosoOa’. En primer lugar, mencionaré la concepción
(moderna) clásica domíname de Occidente-, en segundo lugar la definiciOn
postmoderna Ctambién dc procnCcncia occidental); y en tercer tugat Oa
aoberpciod ierbrcutroral.

2.2. Filosofea’ en la concepción occidental dominante

Lo historia de la óloaofla onbldenraU non presenta un sinnúmero de


Sefinieignes de lo que e s ‘fi losofía’; prá csicamentm exOtnn laetys dett-
nícionea romo Olócofos g SilysoCan. En este snntiio, ana prOemne O^ btar
de da' cyncepción oceCinn^^t de la ‘Siocofía', yino de distintas
bnnbepblnnes, en plpuat.
El significado de le ‘SilgscSía’ nc siempre ha sido hqusl de “butr con
Prs priuneius unusae n veedaderob ^cfna^^ii^^ de los qee se punUbn
deducíf les se zoncy hu'todh aqunil o yue unn es acpnc de roncee;*
(Desyarfen)", q eo eiemprn oe suponca qnc ia fílotoea sucra “tos pegs
ecr^it^i^lns cristai izu^ns de una época' CHegeD 1! Ernre ‘as descries oloncs
clternetivas puedo menciooor —a manera de epentplos— Jas sigutentesi
“Mcdctactóo sobre la muerte” rPtatódri “un sane de la vida” (Sénecaf;
“cultivo del espíritu” (CieerUn); “intcgitc t la rnligiua’’ (Pieg della
Mirando-a); de la sapiencia de Dios” (San Agustín); “tmcr
de lcs mitcs” (AriftUtntes).13
Uno blerto postusa Clfosódica y sutura. 1 nns haei eeeer quo la vetn
nf.d eoO re OÍ filosSSSC oe ó)eniSisrta en rus orígenes (in origmeveritor),
tan to <0ol ncrminG ’‘fitnsofia” -etimnlooicom eco), domo do’ anínum fn-
CCmano fc la filorcbía (gecéticamanlen HC defoncáón e tímológíca 34 35

34 ” “Chercher les premiéres causes et vrais Principes dont on puisse déduire les raisons
de tour ce qu'on est capable de savoir" (Descartes, René (1644; 1995). Principia
Pbilosopbiae (Praefatium). Madrid: Alianza. IX.51.
35 "Philosophic 1st ihre Zeit in Gedanken gefasst” [Hegel, G.W.F. (1831; 1966),
Voriesungen über Philosophic der Religion I. Ed. por G. Lasson. Hamburgo. 16-27).
iJ
*Ars vitae" (Séneca); “Cultura animi" (Cicerón); “Philosophia incoatio est religionis"
(Pico della Mirándola); “Amator sapientiae Dei" (San Agustín. De Civitaie Dei.
I ' “Chercher les premieres causes et vrais Principes dont on puisse déduire les raisons
de tout ce qu'on est capable de savoir" [Descartes, René (1644; 1995). Principia
Philosopbiae (Praefatium). Madrid; Alianza. IX.51.
II “Philosophie ¡st ihre Zeit in Gedanken gefasst" [Hegel, G.W.F. (1831; 1966),
Vorlesungen iiber Philosophie der Religion I. Ed. por G. Lasson. Hamburgo. 16-27).
1J “Ars vitae” (Séneca); “Cultura animi” (Cicerón); “Philosophia incoatio est religionis"
(Pico della Mirándola); “Amator sapientiae Dei" (San Agustín. De Civitate Dei.
VII.1 [PL 41.2251.
1,1 Evidentemente nos referimos a Heidegger y su exaltación de la filosofía presocrática
(ante todo de Parménides); pero también podemos mencionar a Nietzsche como
representante de esta concepción (purista).
¿CTFSÍOVISIÓN, MITO, PENSAMIENTO LO FILOSOFÍA? 21

revela dos aspectos que en la concepción moderna■ (postrenacentista) casi


desaparecieron totalmente: ‘fnosofia’ tiene que ver con ‘amor’ y ‘sabiduría’.
El primer aspecto enfatiza un a pasió n, un <:omp remiso, un s<^r.run tionto
profondo, una conmoción existenciol, o hasta podríamos decir r ena fc (ae
nque nu cu se mido ''sá. g¡ Oso estrict o), Y el seaundo aspebto Csabiduba’)
subraee ol nexo necesoeio con le experiencia v hveneOal f¿jr/^0rrCo^, la
mac^isrt^^ p ernonal, lo riquazc expe río mental, la madifaciOn profonda c
incondicional.
Estas aeoneraaienes, funto oon O a separaaicn de hlosc^fía y> 'colo-
nia , de niono fía o eida prno tica a coosi ennos to lo , conea m o-erao,
pcsarco sin mayores psotostas el onehacer exise-elosófico l La fffoao- fía
acccdentc! medorna —en Crome esiricta— ya o o es ‘amor’ (sino ‘método’
y ‘ciencia’), ni ‘ sabiduría’ o cooooimiento sapiencial. Por otro íono hoy que
ndearu r qee ha rbmeoiord soto consideratío Lo iffduci clon al ásími “ anwr
a durra” {sapientias ame, pero e kon de
laa^o ia traducción igualrnent e válina ‘onneduría del amor’,” La ’ i IIOOU-
fíc’ qued ó octo nac s foneo uc ccerpo anémico yde sanlmadO‘ cotno *
ciencia estCsse’ (Huseerl), ‘análisis iingoísSAOl (Carnapy o éry Sta inora
‘hestona da la l)losnfía‘ (eo io í^lo^c^í^^ mic^^mn^^ cintemporánpa e uc so
ha convertido ep goen parte en ^IIOCOÍ-U rumiante”).
La definición genética (poa el construye uco nicotomio
ohtetóriso o entre mythos y logor.-sspuesttobente surgida coc
íos primeros rnUssre>s (Telen, nolabíma^ee^Q, ^^i^^ne^C es las riberas
menifosráFcaa. Ve olvidae-scprime bosblcimense d hocho quo ie fía
occedentae Sfe su ae.orihcn es ASÍC, on IS peroerís dct
peeo grí ego5 y no cn et ceniro {(0^11’110 y euUorvt do la cfviiizecCCn
urcldorltoi me oquee tiempo ^A^^nas y Romcr. )e ^biduno’ mue rCn>ir
damee^^ tenra que coder el camso 1 legos áro sopboi Csa^osC ec convorlían
yie ‘filósofos', o e, molo eom^ eáminiccencta
lincüteüca en el íérmino “filosofía”.
La <Sll<lnonra’ se con'evOto entoneor, emcezando eco Platón, ee !
lnán36náía’ o ‘noofcjgía’’ s^tudio ¿13^0300 y 10201’1^:0 del iegory nous. Eí
amor peolor^ (eros y philia) irucicl se esfrial^a, o oon él come. orcreiao
pdrnoecl con los ^oblomas prácticos , políticos s existenc^cs.

36 15
“El filósofo no es sólo el amante del saber sino que es el mismo sapiente del am
Liieote es, en ^abef queo uesanbo di omcr sabe (cis^rea)quc eh amoc oa es ^sostón
SÍHO dáriion- qoc ef ne-noc no oennina neocs, e ■ negada fijo una vec para niempre”
fras&tar,mioc Qmc- °n ens^dqnerr^yi'toad/fcr dn lo buba. Me*
drid. 16o.
22 FILOSOFÍA ANDINA

La filosofía poco a poco dejaba de se r interpretación apasionada de la


experiencia e^v^e^ncial y se convertía en ‘teoría’ acerca del ser (onto-
log:ía), det conocer (^^jgi^t^eyohsí^íaíi y harta en in tarpre tación de la
lótsrpreí^clC^n (his(onogrffía),37
Para sojia da tos apuros ( poPoamos distinguir (como al)unos estudiases
sugieres) coire seo sonitdo amplio y un sentido o-triaio to lo que es
‘filosofo’. 1L C^l^^n^S^a en sentido amplio sería entonces todo el oofoorzo
humano para ontende e e t mundo , a través to la- grando- proruntas que la
hummídad ha formulado; y ooto do hoaho nompoto a todo- los puebo-s ero
todau lap épo)as. Alnomou auto-uo sneius Ha mao esto de o de Sflnsofía
“rocmonisio n” o simplmente eoonnoipiedro” UUÍ coinf lo lOfosofía’ en
eontido en Ceictn snoa una ssb- fonnn ^a^ecífica.
La definición (eeenainl) de ln ‘filosofo’ en sentido estriáis enfceizc j
us-amento io- ra-oo- quo la filosofía surgida en Occidonro de facto liono:
RaclooelidaU lógica; metodolooia sistemátics; acti tud anuf mitológicc; are
ntiflcidad; grafteidud; laUivtdnalidad del sujeto Cf-ldoo Cos y f^ty fas
hástórihancentu ioentifiqabies). Cu-nd por arto de mao S¡u, esta definición a
priori concuerda con el “tipo de pensamiento gue uuudiU en Grecia hacia P1
sigre r. el con lee nmeocráneos, y ^rpcés con Sócrates Ptetón, Aristóno^ y
las erctidas poutr(is- toté ticas’’ 38. Con co que quefoya °t^ía^^^do’ qu- te
p
filosofo* on sn ntido Grieto feera un priv lleg‘ O exdoeivo de Occideo te
e
quod uerc demonsfrondum).
Para refutar este sÜogismo teteu, hay que cuestionar ante troto la
(hstinción entre estos elos ‘sentidos’ ^e ‘filosofía’’ como una eistinci0n
méóénoitoaui (o ideologue en ja madirla d- su umrersaltoctonC tea cha u°r la
mism- filooafo untuidcnT(.ltToda te “maote Vesicatoria”

37 1 L
siustii^uaion ee ° pailón y «to ‘enod-oroo f ••fiioofdines ooc' v friakled cognoiciiiva
Uab^racdvo eir la teoría, uaodo tno somjuaraab ton te suutitce ton oe to dtontoacó
porto apoHneu a partir neShcnlttia; cuácate foramente por ^derícoNietzsche.
38 Sobrevilla, David (1992). “¿Pensamiento filosófico o pensamiento mítico preco-
lombino?: La cosmovisión náhuatl y el surgimiento de la filosofía". En: Búsquedas de
la filosofía en el mundo de hoy. Cusco: Bartolomé de las Casas. 163-208; 164.
'** Se trata en el fondo de un tipo muy sutil de petitio principii'. Lo que se quiere definir-
oemf 'fitotofiu) IIP preuypune ctmo terminus a quode la distinc 16O dr otros Up1 df
‘^nsentientos A^o es 'fflosoffr ms te medtoa en que corresponda ^paradigma
esrablecido oe Atonda' (oncidenm^Crda intento de definir la Til o- sofiu’
inoooeeitu(nimpnte Cdvide vna densm^i^^t0^ cultera. co noa deflnlctóo par- ticuteo y
cor tanto uu'ture^ente retel ine. iMgo parceído ouucre cuaodo nno rete gión o confesión
pretende definirse calificando a la otra o al otro como ‘secta’.
4.:—.i_„ ___ 4.» _..u i______4_ „,i_4.:— Ai—_ _:J_ _____ i
¿COSMOVJS1ÓN, MITO. PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 23

(Panikkar) del espíritu occidental procura establecer dicotomías y


contraposiciones ’universales'; entire lo ’puro’ e 'impuro', lo ‘espíritual’ y lo
‘material’, lo ’teotífico1 ’ lo \?^ra'^^isndfi^^p\ hs ‘teológkno' y lo f-forófíco’,
myt^y logos, teoría y práctica, ÍXCC y mundo, interior y exterior, etc. En el
fondo, tales dtetincíones ron el refleja dol prict^'lshinri tem'/ non dance, o
sea.- de la ’óg’ca yxchis'vs de Ocei’ente.
También la distinción entre ‘sentido amplio’ y ‘sentido estricto’ es una
forma c lf ente pcocedimiresto, sobae todo a 1 hacer coincida al Seatido
estricto’ coa tas cualktades de ‘s^^sdadf ‘au tenücidad’ y 'puru- an 1?9
¿^odeerof realmente r ens ar ’ue una fola culiuaa ( la ettci'eaul) lograra
acaparar y ct ropcur rrn foocn uxclusiva orc ftrd prnono un esetr- n^meni e
humcnn ec ms ay ta- ‘filusofía’ (y' ico sotaren o te eo ’featkkt amplio’)?
¿Arara el Zogosrs un paivUegio de una raze ’ de y na ctt’tura determinada,
con 1a consecuencia de que otras culturas (y razas) sólo llagoeo a tener-o en
la mudif a en que ‘imiieri y ‘cooieri tos resultar Oes U o su dedenac'did
ieoto un Oceidente?
Según oteo rsitosio ousdyéotriyd, oo América L-ina (pero tarnbiéc oo
Áfsiun y Aúna ( o o poode (a prieai) haber ex-scido una filosofía’ ha sta
p .oarnonto en que la fírorofía occídeatiat (que sb conalbe como ta única
‘esrricta’) ^ianro tincan en cries usadas ’Uarbares’ dei globo teau-quep. Poro
-umbirn i^ot^e^u^e oreguaturnoo si O drlinicaón 'es’ arista’ de tu OCosohn
es una descripciío rla>^^^ -a y t^deoha^rt dal ouoha- cor fllosóCiro
occidental.
La quo ha surgido con los primeros t^^^^<^i^^^cns n iva evoludon alo
u -o targo Oe la Uaitigüedad, ea gemir: la ‘filosofía griepa\ SO daerptr’ pj
con errase mínimo ‘os e^^dra^^ menoíoaadoii para ser ana ‘filosofía
eseriein’- Oíase sienta cn onpscrpiauto mOooroife (¿CUCO’ ton mitoc osa
Ptatóo en cus ^^r<tjturr; no s¡hmhtu co nrrbnos en otrckura (U-OU do
(OS y el poopto Sócrarrsf; ooo-
tiene un alto grcao de PoUtennu practica’’ es impruoaeOe por is IXSO-
UiratdoC populee gr^go; oo sloue oo método estabircido; nr es dot tstOo
n^^^^métic^a’ no se treac de ^^0^^ ’erofer neo oles’ y ‘acadOmin cro';
mantiene CÍO neoh vivo oon los probo-mrc prcctlóer do ho nida. Y pasando
r¿ -C ¿POOS medieval ta Olloofía tampoco re- non revela en ‘sentida
estricto’. ¿Obmo la filosofía (en ‘sentido estricto’) puede

w
Aunque lefm;^íru^l Kaat ha s’skt u' represeeran íu rnásriasta rado cJe’a -patona”
filohbñaa (que rofluja SU ]lreosmo felintoso(l ti^l(^íl^l^e^r^-a ‘a ;O oectó>ria occidental
está colmada de intentos de reducir la sabiduría a conceptos puros, ciencia estricta.
lógica binaria v principios inequívocos.
está colmada de intentos de reducir la sabiduría a conceptos
puros, ciencia estricta, lógica binaria y principios
inequívocos.
24 FILOSOFÍA ANDINA

ser una consolatio (Anicio Severino Boecio), un amor (San Agustín), una
anciüa (Santo Tomás de Aquí no) o ha sta la vera reliAio Quan Escoto
Eriúgena° ° -
La concepción occidental de la ‘filosofía’, que se yuxtapone al
pensLmíer^nc mftico, tes cosmovisiones y Weltrmschíiuur^^ieiz, parece
haber nacido recién en la época postrenacentista. 39 Se trata de una
oveoepción reduccionista y eocluyente, harta ol extremo que hoy dír le
misma Siíoscfre rr sus ‘batalles de ropliogoe’ está a punso dc perder se
sazón de see, eoo la exeopcióv be estudias nomo ciencia “eu- misnte” ss
propia Visieria (hisrorismo).40
’ Es primor iugar, ‘e b a ‘e^^nc^j^^do’ de lo tpologre o be la reli- eiCn,
mascando clsrrmrnte te linea dc seaarucíóc, y dejavdo tode vl_ 'cempy' de io
Oivtco c una Oireiplina no-filosóSi ca. Es avgunCo luger, re ha sepando de
OS cleneics naturales, preCíenmc tcelo el ensopo dc la uosmologiE. En
roocer lugr^ tombiSn tenía -oe ‘soltar’ Isu oiosoisu ermcnírtifcr oomv lc
nrifvlvgíao la rvoivlvníc y ir a^^rvnvlvníc. óe ccscip íc psri hauls ls lepics so
sopscó de sc mache ‘fílpspfís’ pscs sor ESC ciencte a^^ve^i rclavionadc c lae
materna úcas. p men^uc ye se rcedn ^edeemeete a te re^tóo o 0 a csetérica, c
huy díuo la noa- sología, genérica f citemérica v°enen seeieiplacacdy
paularinameote c te jgeoseofogte .
testóte la’ élios y te jppKtíca pcoionvos lomsnsipsrso' ’o te fipccs mrtererl
y
e lc prima hctentia qre ye ertc mcayrc ev relv rerrkc te Mimc, SÍÍIO la más
arémtea. El redu cCy^mv mePvioldgto10t^0»^ gteo (en v0 eenti do dy 1 ys
Zv/wt' pkñlosnph^ii h^ydo Itarfaec c esos s ’eotis que siempre pcoio^^ís ser
‘univer^T on osanio. e s p otye- po, p erc pos cos realieteci ss ha reta do
ocePUiOoamonte a s no ‘exlsion- cia vacuna’ de ‘rumiar’ lo que
generaciones anteriores han digerido.
El proceso incontenible de fragmentación del mundo, de 1a vida y de
la experiencia humana en la modernidad (y postmodernidad)

39 Este ‘olvido’ de la gran variedad de acepciones pre-renacentistas de la ‘filosofía’


40es un indicio del carácter ideológico de la concepción occidental moderna de la
‘filosofía*. La supresión (para hablar en términos psicoanalíticos) de pane de su
propia historia recién permite defender la idea de una pureza racionalista nunca
realmente alcanzada.
El proceso incontenible de fragmentación del mundo, de la vida y de la
experiencia humana en la modernidad (y postmodernidad)

20 Este 'olvido' de la gran variedad de acepciones pre-renacentistas de la ‘filosofía' es un


indicio del carácter ideológico de la concepción occidental moderna de la 'filosofía'.
La supresión (para hablar en términos psicoanallticos) de parte de su propia historia
recién permite defender la idea de una pureza racionalista nunca realmente alcanzada.
21 Empleamos aquí el término “historismo" en el sentido nietzscheano de ‘hacer sólo
historia de la filosofía', interpretación de la interpretación, en vez de ‘hacer filosofía'
(Segunda Consideración Intempestiva). Cf. Sobrevilla, David (1996). La Filosofía
Contemporánea en el Perú. Lima. 27; 76.
¿COSMOVISIÓN. MIT ©.PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 25

ha afectado considerablemente la concepción deda ‘filosofía’. De una


sophia, orientación y ayuda para la victo, de este nexo imprescindible entre
la multiplicidad de expeiteccis s y lss 'ctencias\ de la ptetensin n ‘holista’ y
eticc-cOntrica, ss ha convertido en la época moderna en un ‘mito loOopode-
oeo, Unn metetarrela”o’d da la cavionalidad, que no rOlu cedu ce el
quehacer filoscfi co 21 ^^10^0^01 em-o mcaó^cioOjgico, sino qua incluye
deeinitinamente muchas formes do- concebir la seclo da’ de HI autodea
octenada ‘decda eslricta’.22
El proceso recesieo de demarcación —definir la ‘floeoOtt' )
deslivdándoia nega-ivamentc real mito , de la religión é la tcologC, lit
cormoeisión, das rea-esl d e las Weltanschauung—— -V
en d donUn una ‘cri,sis dd tdeolidad, de lu trauma . La misma
Ilustración ya roe permee eteinil’ / nltidae-en-e 1 c poop 1 v notxi01esa de
1C filosxfto. Una de las estra-egiss vntvores <^(^^^í^-c en la definición
genética: ‘filosofa’ es lo que surgió con los primeros - :milrries (Tales,
Avsximsv^i^^, Anaximenes) en el siglo VI a.C. 'y que reoiocionó a lo largo
de aac éoocas porteriofes. Lo -I— —ca be r— Cegar uvr
una principii.
Pero e 1 rasgo priccípay y -mes dev^iiedor de ’a ‘ecpo-o^oalema-
miod- moderna de ia filosnfío occidental < conste le nn su c^^r^^n^^
ideologización (a oesao o gracias al psp^c crítico) Lo -ue habto surgido
oeniro de ena cierta culture. (Gratia jónica) u as ona eeta^cinéde «suoca
(siglo V) a.C.), on convierte cn la era moncsns Csobro todo en el racions
Sismo e ide'clismo) en UhlosoUbiapemniSc en un ffovfeeno soptxceukural y
a-histórico. La movoccurtureltded occ^mra! die to ‘filosofa’ ss toorn suura-
euliurotidad41t; la pcsticutooidsd y aontinoenvir 11e- ges v convenirse
nmilgrosamee1e cn universalidad y necesidad .
Ls trvfíóv intrínseca erare esras aatsooría S todacla m mun-fiesta en He
geP representante maa eee1eeado■0e ia <totnlieaetón,: Por un

41 pretenstov de Hoffet•l de fandamenras la filosofía como tmge Wissenschaft


(cienoia os tirietra^» soto haeeoo a o oqueDescartestabía pirateado un su Discurso del
MétoDo. Deede entontles, el Oeé(odu'(caH unor ’tapieza a eusilluit eada vez mam el
smsmo fin de1 fitosofao1 es °ea-r< dc rontvibuio a ta fcbatoadhuumcv en un sentirlo
to-ggsal .
2
Es preciso orteI■ui^eae to “mono-culiusa 1” como to que surge demoo dc ucc do <
cultura - tos ras^n coetexmaton de ena< sito curado ve cxpande s
dukuras die n up Lo “supra-eehura?' SH ^-^ueeerg como alge isubpiet1Hndo* POH
-1 l l
e
xdma de made tóemttocaíón éontura0 y pom lo tanto, -násaUá dccadc conteoc to
«oacto-teofcer1. En C^^dent*! ou (rate ídectiftoau ’o supra-cukurel con lo
lado, la filosofía es “los pensamientos cristalizados de una época” y por lo
tanto es histórica, relativa a una cultura y contingente; pero por otro lado, su
propia filosofía es concebida como la Aufhebungte todas las expresiones
filosóficas particulares, como la auto-concepción absoluta del mismo
concepto, o sea: como ‘filosofía absoluta’. La relatividad cultural e histórica
del pensamiento filosófico (“reflejo de una época”) llega, a ser
‘dialécticamente’ absoluieza supra-cuRural y reedg-h^^t^^ñca: ‘Filosofía
universal’.24
Esta concepción occidental moderna tiene graves consecuencias pare
cuatqme r tipo de ‘pensamiento’ que no te adecúe al cegyg de la supuestc
‘gnieeraaliead' y 'aterayoralichd' (pbctocopbiJO ewerm¿sd de la filosofía
ocddeetal. No solo las grandes tradiciones orientales de la China y de lo
India, sino también moohat fyrmat • ‘heterydyxae’ y ‘herét-cas’ en e 1
mismo snyd da te tradicíón odedm tal, son deietc- das y exclusas pac et
pyrismo de la ’ty^^ofí^ es-ricea’ y paaan a ter ‘cosmovtsión’,
‘pgt^sit^igtyc’ y ‘eéligig^. !
La ttadidón occiddetal Soroiuantc s e auto-declera. ’la ún’ca OIO’
sofía’ en senttdo dstrieto, y todo yl resto o bien es au/gehofi (con-
(^^ÍV^Í^^VI dencdo d ele^/eVo) i^rmícltaíounie ee eete trrtOición, o bien es
excluido ndOinltivomdnte deja mismu Estas Ood ^st^t^^^ag —a— aorctón
y 01X^-000— n»flelao una vez más la racionaiidad exetusivis- le de-
Odeutent^: ly ‘otro’ o bign cufee ’c abyección toaa! (que et uua negación
aai^i^^l^^^^aS e e su posibic incorpcraclbn uO dorois
naode (‘aougnracipna -imitaciyn'Si o bien -a exeguston totee (eue ga una
neyacibn -Ó bia a\ lo alteddsn us go eruigo o porto Ue uno mirmo, yero no
intotlocumc autónomo.25
La Fílocofía Se IO ernerscicto iatinoomerimna 0C puesto OS roani-
Uanio Is monura coma io frlorofic oceióenici ee■seiaaionc — todo cn la
ó^o^^ moderna— con e dkerided. No Otu sibo posible
‘incorporar’ (aufoeben) las gyandec tradiciones filosóficas de la India y
Cnina; p or lo ton to, ha bis qne ‘negarlas’ drchrondolas ‘pensami en- to
refaloso exótico’’ exrluirlas de las grandes hiso’nlas de la diiosofía,
rebajarías a pusas ’rosmovi.sinne’r y lennsaneieoios mlto-crórficos’.
El ‘deacub^r^^oi^^ntct’ de ia aleuridad oi^^eic^sta llevo a otea
ustsate- gla: el 'indio’ o bien es UncOarado sub-hcmann (un animal uln
alma), o Ties onoeUs convontese o ser oonvertido en crisrimo <e pos Cr
tonto sooO loomr noeooorl). Tul como eiice eoe expresión conocido do la
Connciota: “sólo un indin muerto nc ton buen icdio” y silo une alteridsd
nonada (snnquirrnds, ai ienada, asen incda) sine para el gsan proyecto
pnlversalísd. 0’0’0^^’. Hon dÍT’ exeneo fosmos más ‘iilyiiizad’ii' de
neoación, incotporación o <^:aohisD^: Declarar el propio u^^ai- ensoto
como ‘odii>filornfía’, conomsis fildtdeías ’cnatÓTieao’ (neioro- g aneac)42 43
en aukeeac nosíecidentalns, ‘ocyiídnnislisae’ te la elite do-ncci- dopieS
lyscrnenlicís-i grttoiarar ‘paoSnsooto do in nunrscidod’S y 'esrotiuat’
formal autónionas de noucebie el mundo.
De lc concepción oct^nsa1 dmt^^^^ntn de ’a Tdosofís’ ee dxrivo a
priobi Tno .uedeo ox1 stir ‘filósofos aftfcsnas’ o ’ind^enn.s’ lcd o a todo nos
‘e xceidennil, at’ ‘filosofías pre-occ’deeitnles’ (prc-hisftáni- nas - pre-
kssitannS0 pee-colonialesf.21 Cnhc ^naacúenlo nn^-hcc1rinneai fd’r a
aonvertiste on <silosn fís ’ me h me’’ da e n qun logra sl1lTpctrr<t o tos
criterios ocetáennates del ^ehecer fifocófieo, rr seu en la medin da on que
senunda a so yropia cultura.
Te1 cebe her y her in^nana nn Atyo ¥olo sólo pedrea rns osis- rlnnoscas a
irav’c ds ’a ^^i^^^nc^^ió^’ occ’dentsO tamnion ’oo y los

42 El término “anatopismo”, acuñado por Víctor Andrés Belaúnde (1889-1966) en sus


Meditaciones Peruanas, quiere resaltar el carácter sumamente alienado de un
pensamiento, en especial del latinoamericano que ‘transplanta’ simplemente la
filosofía occidental en suelo (topos) americano, sin tomar en cuenta la propia
reaMad. los entes latinoamecicaudsaone r gust oshdida Cry ntóulesc‘2 no sólo
respnain a se pensamiento, sino también a las formas culturales y al modo de vivir en
general.
Vécse:Eete cncro, edcnt (1’03). “ “otero n:eme cnTsoowri^t^r^ion xniliurgl'.
Cudoras dominantes y hominrdai en el ámbiio :^n^b^in^o de América Labea’b En :
Fomri- Betan court, Rab: (<^d.). Culturas y Podo InterancinnyAsimetriaentre las
Culturas en el Contexto de la globalización. Bilbao: Desclée de Brouwer. 177-202.
43 Si le ‘filosuno’ se define ‘001X11:62:1’601X0 nomo ’filosodeoncidopieS’ (o it fee^ee
‘griega’Xuna oeeident^. airnapna’ o epnígoha’ resalta legicrmnntcimho
sible (crntraOtnSin Sn adwC1c)s en ’c ooocopción dominante, la proposición *la
filosofía es occidental’ es usada entonces como analítica.
pensadores/as autóctonos/as tienen que someterse a la ‘circuncisión’
filosófica de la racionalidad occidental moderna. La llamada “filosofía
latinoamericana” merecía durante siglos el título de ‘filosofía’ sólo gracias
al hecho de que era una mimesis más o menos fiel del estándar occidental
(ante todo europeo) de la ‘filosofía’, un ‘eco’ (como dijo Hegel)44 de las
corrientes europeas de turno. Cada ‘pensamiento’ incompatible con la
normatividad filosofal occidental, sufrió una de las múltiples formas de
negación, exclusión o incorporación.
Cabe resaltar que la llamada “filosofía occidental” es también un
fenómeno multi-culcural y no-monolítico. Parafraseando una palabra de
Marx: La ‘concepción dominante’ de la filosofía occidental es la concepción
de las ‘posturas dominadoras’ en la historia de 26 siglos de ‘filosofía’.
También en esta historia existe una ‘historia subterránea' y ‘olvidada’,
desapercibida por la historiografía ‘ortodoxa’. 45 Aparte de las dos grandes
culturas forjadoras del 'espíritu occidental’ —greco- romana y semita—
existen otras influencias ‘heterodoxas’: Egipto, India, Persia, Arabia, y: ¿qué
decir de la suerte de las culturas indígenas de Europa (normandos,
germanos, celtas, francos, helvéticos, etc.)? Falta escribir una ‘historia de las
ideas’ heterogéneas y ‘heréticas* en la misma tradición occidental. Los
múltiples procesos de transcultu- ración, aculcuración y super-culturación a
lo largo de los 26 siglos de esfuerzo filosófico nos hacen recordar que ‘la
filosofía occidental’ es una síntesis más o menos consistente de un
sinnúmero de ‘etno-filo- sofías’, es decir.- de concepciones culturalmente
determinadas e históricamente situadas.46

2.3. ‘Filosofía’ en la concepción postmoderna

El proceso de absolutización de un cierto tipo de racionalidad —surgido en


la época moderna de la cultura occidental— como

44’K Cf. nota 6 de este capítulo.


45 Véase: Fornet-Betancourc, Raúl (2002). Modelie befreiender Tbeorie in der
etiropdiscben Pbilosopbiegescbichte: Ein Lehrbuch. Francfort/M.
46 w Acerca de la heterogeneidad cultural intrínseca de la filosofía europea, véase-.
Estermann, Josef (1996). “Hacia una filosofía del escuchar: Perspectivas de
desarrollo para el pensamiento intercultural desde la tradición europea". En:
Concordia Reihe Monographien. Vol. 19. Aachen. 119-149; en especial el capítulo
“La tradición europea: Una construcción desde la multlculturalidad” (121-125).
¿COSMOVISIÓN. MITO. PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 29

esencia ideal Oeidoo) de lo que es ‘filosofía1, hallo en la posm^o-


demidad47 uno iostaesia crítica mey dora y eadiceL Esta veniente -de o sófido
(que ee mucho rnáe aece-a que d(lo filosóeoa) pseeeode tras- eendda l^s
fíentelos de la modernidad caractoripadv cor el dcrp-igns'o dominante de la
razón dusnr^da ‘re ha venido a convertirse paulatinamente en ‘razón
instrumental’ y tecnológica. Si bien es cierto qqe yo od ol siglc XIX habí)
dcpimiodlcs adti-ilnsirislas y (dlirrodicdalissas (Kierk-goae, Nietzsche,
Schoptchodh) Bergson ecc.), la d°stmo“ dcrnidcd preteeda soieor con
cdclqeier meon-n?c#(ínetarrel)toS (ue nemntleede como oeo
‘rntorpreiadión iotrl del munde y dd la realó pad d^e en rus pristeipids quela
ii^cu^^ti^t^^i^’ "Pdstmd-
dordid)d significo, yo no asops m rnotaiqiscqrshs”48.
El reetanelato (o ‘discurso magistral’’ dominante en la épocio
mcno^l) de [a fílosdíía ddclndsoal es —según la h<mtmodemidad— a O
racionalismo ^^írá^^cdas q ue se ídanlfiestd mediante ucuchas POMO, eas
dioramas eal co^v vi 1^1^131X10, e:ler^t^^i'C^^^mo, Idcuihreo,
h^^t^oric^^rop, hasta llegar a Irn cornesdoe somi-mtcionrlixxa (loi olirlo
XX ido teorív crítico, filodfía cnelítica, exdleocialismo, fsdomsdolog1) l
oslrncinrolísmc). Sogúd LyoOrnd, Oe medernidac dcdldenttí ha emcdu-
cído treo ‘moton-elLoos’: La ilustoacidn, ó filosofía tdealirta q et
nissoribiomo Oduc abnca rer^tec CÍ ce)teíítmd ohcva a le convepcdOn
^€‘<118)^3). Idcs y loe n°itavttces do ortos ‘ere tarrelaies’ crc etc sir
cpdndaíón dn en erden ranlonat del ^lamstn y at le Olttorid )oc d eer
humaho. ss aopaz Lo hcscifcer poe su razón. La postmodernidad

47 Cabe uro roto robre ó terminología . Mlentors que eitémioo ‘'posedidtteisqsnw'' re


uso od prieutr kigae parataioé>óaitt«é.óa -^orés^ritet alrmodcrqSmo ,,tatinQsréin'k‘B•
no (1905-1914ti el térro no -qosrraoderoicW" ce nqcsánqore te ira lorie c n d eon-
texld hicióyco cóiccófico (poslmonrneíícfr.; postmoderne>dggl• ; Postmodern^ olsu
postmodernitá it.). Lo defírdeión del “^r^i^^etrirrno” fije etil^:n^(^a tornbién er
América Latina en la edición de 1952 del Diccionario Enciclopédico de UTEHA,
aparecido en México, en donde se puede leer: “Postmodemismo. m.; movimiento
literario conservador, dentro del modernismo, fuente del ukramodemismo má.t o
menos revolucionario". La aplicación del término “postmodernidad’’ en el ámbito de
la historia es hecha por Arnold Toynbee en su libro A Study of History (19341961;
12 vols.), en donde afirma que la postmodemidad es la última fase de la cultura
occidental, prevista ya alrededor de 1875.
48En español, se usa indiscriminadamente “posmodemo” y “postmoderno", ambos
América Latina en la edición de 1952 del Diccionario Enciclopédico de UTEHA,
aparecido en México, en donde se puede leer: “Postmodernismo, m.; movimiento
literario conservador, dentro del modernismo, fuente del ultramodemismo mía o
menos revolucionario”. La aplicación del término “postmodernidad” en el ámbito de
la historia es hecha por Arnold Toynbee en su libro A Study ofHistory (1934- 1961;
12 vols.), en donde afirma que la postmodernidad es la última fase de la cultura
occidental, prevista ya alrededor de 1875.
En español, se usa indiscriminadamente “posmodemo” y “postmoderno”, ambos
términos (y sus derivados) aceptados por la Rea! Academia de la Lengua Española.
En vista del uso internacional del término, doy preferencia a la escritura con la “t” y
uso el término “postmodernidad” para fines filosóficos.
32 Lyotard, Jean-Francois (1979; 1984). La condition postmoderne: Rapport sur le
savoir.
Paris: Minuit; La condición postmoderna: Teorema. Madrid: Cátedra. 14.
30 FILOSOFÍA ANDINA

desconfía en la razón y plantea una ‘cultura de 1 a sospecha ’ ; Nietzeche —


es gran pensador de la sospecha— ec considerado el primer filoso - lo
posesiona mo avant la te
Sin embargo, la crítica p^s^modemc es una crítica pinncipalm^^- tn
intru-uri!tura]. En oontinuidad onn el ps^^t^^^s^^uctui^alism^o, la
poztmodernidad te comprende como ‘dUconctrucción' dn ir tradi- sión
fitosódica de pcddenm, em^eoanon con la de-cnnfricide del sujeto, pa5 and
o pcu el cnestionumiento oe valntee usíes rsales O dogan- ■ co i -a crísica-
de ta t^^^i^soS1 e^ahdad 0e¡ or cumane -eciocal rno- demo.» Sa modeooir0l
d aritioscia y eeaopstruiOa psr Oo eostieoe ecs idad es una mode okhe
occidental, es deciu una eoseentidad culturaamente determinada, y no nna
sppuecie mcdemiSad uní^^^al.
0a miema (iiodvfiappdvuledstna puede ser ^«10161203 como la
última expresión del sspiritu t^^n^no onsinuntaS pe ro
U-U pángame rn^n^em somv ls saperasido detmitiva Oel pare0ioota onci-
Oamsi como tal. En oeetmedsmlduU’ es un etoctmiento SOreído de ence ses
misses media re alia dc IS seciedad industrializac— d 'daa mes denoste rio
noos (Euroec tcci.de atas O os ta^ ■dvidos ^ii^menr^^nte), un fe^^noe^o
típico de los yuppies (yvana -(Scot ssocfassioLO y los dinks (doable incanso
so ^CSU y so 1C esc^ni lauión ^U^^UÍ, e s fin; nueva gdnernrióu hedoniela d
e 1 s perte rica dn la tínrrai La indtfdurn- ois‘ psopsgood pos ls
eodtmedemitde oomo nna cuevc liberacíen, sólo se 1a puede e^snqUr nuien
tiene Mtcfeczhas sas docestdsdvs El
esteticósmo p'dJLrm-^^efed cnSctiza la oouecrsteu de valores cognoscitivos,
éticos y sdciainv CU ecloses netamente vuté0dop de agrsoo o dcsaira- do i
Un mie didprso m CU nsenom homoo éned y rdudótonu CÍ eenómeeoJ lo noi
y Cello O anradobty (Cfkkd colotat ofBex

E Uitev^-s> [Kdtueetus<Or)sUinaquu fia aontrintUde imin a la e1liiadrietne de uica


SX-COOS- pdstmdeemai es iin duda Couqnv.sDrli■eOa.Cegcn é 1, el pec.mmiudtu
‘ldocuéntrico1 de CXxUdnnie thane pus ser '-roconctiuido' paca abrir el enmpo n un
ppnszminnuo 'grtmoiolóóKiuC AdemOsiniuodeoeel coo-upto de la ;<Sfueec^cOiC
titoi^^epdsrs^cren la corriente postmoderna. Os idees de la ide-ctdHrictón’ del ssido
(dyccnoaemeeodu sujeto tiena ) o dboed du en Ml cheu Oou uaijCt quien ievcstige la
Sombra’ del rscConaiieme <dxtdenta^•. (OS manicomios, onsoelev y nl subconsciente
humano.
” E-íe crit-ca f^omcmotón'- -p 10 ^etmo'nemdad uvtánutnioieote sigonafirman- do f^m^^.s
dlO linetas^ei)to■ de UI tiuct^ecióo a tal como la )iignieud e ieuaidad tu st dcmnnicl
rltO ser hntnann (cornu ’invcUanie homano’í, uríOiccurao étieo mínimo d té órs^tuct
iioití<ad<ievtétidat-e !m axiología scdo-económica. La pnrticulurieaO yel ta^l y
alcciosteonósnicatPeeeeiO> de ia iXissmodernidnd sevetaia pdtti<ntlsridud Soiituca
1) de ic mesiensidad queaqc ella pretende sucetc Se testa at^uide n na orítiem íetm*-
scltura1 Uo ls dediPlddureidad que no poedu ecofooeioa^ esc cuta oportunidad como
¿COSMOVISIÓN , MITO. PENSAMIENTO O FISOSOFÍ A? 31

se requeriría.
¿COSMOVISIÓN , MITO. PENSAMIENTO O FISOSOFÍ A? 31

La estetización de la realidad y de Ta axiología en general hace


imposible hablar de ‘diferencias 1 en base a valores éticos. En su otara e
différand CLd disputa’), Lyo tard defiende su postáón de que la
confrontación entre un miembro de te Genarpe (policía rtcrata ea zi) y su
víctima judía quedaría sin solución valora ti va, porque se tratara de dos
‘discursos’ distintos, y que no pudiéramos recurrir a ninguna autoridad ética
de un ‘metarrelato’ para emitir un juicio.35 De esta manera, resulta imposible
el recurso a los Derechos Humanos para deounriae atropellos ceñirá le
humanidad como el genocidio . Lo úro- co ave nos .quede es lv
contemploelón estética OU la -ooHdoo (sedo- económico) medente -on
V^^^^^^OS esférldo-consutniatas de 'feo* n ‘deUo’. de puedn segu-r
hablando de ‘dlfnnennaun' celturrles, eocld- económiscei rellnlosvs o fislees,
pero ya co hay mcnerv dn 'valono- natae en ténmínor dn ’racrcñ'nciónS
‘eeploteeiOn’, ‘nfce-
r-dn’ o ^^np.i^rrrta“ La verdad- sulo re dr en pluunl (“aerdaden’), y ¡ar
eelorcs éticoo se transforman en valores estéticos.
Aplicando los Cee^onríonee noeseptunlec de O- oc^^acinr^e^i^eld^c- a
ios fenómenos cE-turol^, ooOonooc eoncluo que poo ne tvdo so Ca dado coi
peoo decisivo a lo ^^^b^ihirvi^siop pe la propio culpara (oeai- devrol) y unn
seva1orieación Po teo eelruras no-onewCentn^^o, ocio que pov otro lado, el
relativismo ccidoral re Pe opolto ten radical que loa cuíturas son nticaareate
‘indlferentnr’ y- hesra ínconmensirrablns. fe qoe le FUecofle (y Étloe) rbs la
dcpeoosion plaetsc cooes ena dieerenr ala -tascencíentsl enrne una ‘aulturr
domínente’ n irr ‘enduras dominados’, para te poetmaosmldad es icoporteoo
porpue a’
í^^tnru^^l^dD ^1^0)0.^) de ’dominacióbl-hderauipo'l'ú Segúe ¡a
Unotenodemlhap, lao a^-i^i^^^ v exprvaienns orns anto lodo dio-
fintos mndos e stéiicod dn ia eada, y,'por íanta, pu’den ser ‘denorm- pladas’
en obsoluta rndtforoncte énea, pol-iice e SOOÍSI. Loo rcadivo da
ooúhnniaaslóú poerbprsh de h-ansro.hnderore este.poosaso de la prlerlzac1ón
CCUPCP1: Lvpo o lado sn puede apreeier en Interne1 isc maracnio- pe Mbspú
Piccho- ¡OS nmoo hamoricntpb de Puerto Mncb p° lo guoora en trok, .OS
nompos de ceaeentraciób de J^c^l Po. y la sleúvrón ’e la Afeo WorM. El ser
humano postmoderno puede 49 50

49 (ycTard, JeeipFrei^o’e .1983; 1982). ¿o aiffcron°. carís: Mi huk; faDiferwvtápíto0-


3

celona: Gedisa.'
50 Acercp des la cpo-rctón íue^mental entre clooimacióri y ^beted 0;, rér-c. Dcsd,
Enrique (1977; 8980). Filesofía pP la liberacióM Méxic B .ogotá; popes11 mente 11-
26. Para Lyotard, este tipo de filosofía (Filosofía de la Liberación) forma parte del
metarrelato del ’historicismo’ (marxismo, cristianismo, pensamiento utópico).
32 FILOSOFÍA ANIDJNA

‘consumir’ todo, porque 'todo vale’ {anything goes)-, las víctimas de la


globalización neoliberal simplemente son excluidas del ‘discurso estético’
(que en el fondo es un nuevo metarrelato), porque aparecen como ‘feas’ y
‘desagradables’.
La postmodernidad lleva un principio de la filosofía occidental a su
eoteemo: el axioma visual de la Dec^i^íaL Desde Platón hasta Baudrillard y
Lyotard, el ‘vee’ ve conoideie-do la manmsv máv adecev- da n desta cada da
‘captes’ v entender la reelldad. Le 'vUrión’ objerloe lo ’visto’, tal como lo ha
demostrado de rnanesa inigualable Sartre en la dialéctica de la mi radh
dr^ard)(7 IÜ forma teórícc -rfí^t^^^íy: ‘ver’- V ía forrar í^.si^é^tiea bo ‘vee'
(althesisC rolo difieren en su grado de abstracción; -as eos ‘asp-cn’
(,be~cfent onn-ciben, grasp” el objoto o C lemovilízfd en el 'crypceptf,
res^ctiedmente la ‘imagen'.51
El sor dumand posemoderno es ron sccolereor de ‘imágeoes’ deO'
irónica y -a iCemétlcvmente ma nipdlsdaa; en fl tendec la ¡ realidad virtual’
es la cnecofuencja cyceófila vel ‘ver', llevado a sd forme exiro- ma ató le
oxtdsnónacióo de ’a vídr Lead. Lo divo y esgániso (qse no se deja 'capta! ni
poa la cazón ni poc una oimadortO' es 'me^mificave 1, ,murfarlzado, c
'etneyizuVd1 paea el ojo estético que exige repeticióy, reprodueaiór o
variación ca^^^siooie^Líei El nruadn ^o codvione en- snncee en un
nrpectácáio oigsntanco en donde tueros pocoo (ios ro- pectadvres
poplmodernyd) disfrotan da! estreno ey^cha s>or ¡a seper- vioseeie” de "i
eran mayarlo.

51 r
Sartre ¡ Jean-Pata (1943. 19661 L'eétc et te.néant- ESMÜ d’une oniotogiepbénomé-
nnln&que, Pneís. 430ss.; Secy nada: Ensayo de una oniologúa fenomennlóftfca. Bu”^
Aires: Ico-rio. .dosa (1964; 1 EZ" Lrsmets. París^ss. Las patotera Buenos Airps:
hospeda’ ^gún Scrtru1 le 'roúode-’o1 íeliva tode eujotoe ¡unc ( oeroe y ’re despoja r”
Kxb litem d. hasta qes mte'eTcem a Oíos como hipostrtizaeíón as bii 'yurov0'’ .
UyfaapoiPpKe esív díatéci’aa a. Verinte.vet'vo’, ^.pmutaecie jrnen- cionol IS s er
rdpreaentalf0nnoémátic-o *eedudr nnf rva’¡eod e se cvdípydrn-dtyr ^vío ere
¡U^C1M10^^O a ¡ eíie^^r ¡Cornac. Emmanuel (1961; 1987). Toidltíé E InfinL
EEmcm !'Exterioritt1. LaHaya; Totalidad n dnfrnh>.^(edimanca . 1’51. vaasb inm”
bipnei cap^rke “Roi^^rri1. —sibílidad" (201-20ep): sNo puc^t ponarso un oeda eue le
arfo^enva^ón fondona de SHOP er^en^or v-,íedenimie vnla mirarla'* (203).
Cf
. también: Estsrmrnn , Jo&r. ( c$63). “Viro-0 ei Vision Die Koece^lon der
Inta^etaUfct bsi Emmanesl tevinas ira Sfoanrnengsfch 0 jüdirs:hcr und griechischer
o
atnodriey'■. Ec.- Concordia N° 23. 2-12.
w
Nótese a r tenntoolog. a (ilsled ia yagseeívr.- E” eetender ^orwebls ee ana fondo
de'caaa* IetefobtuaL jarr h quo tooqonüeo y vero re reduen e ue esquelstoabr- ínihto e
inmóvil.
¿COSMOVISIÓN. MITO , PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 33

Si bien es cierto que la post^od^í^r^ídad significa un ‘giro-


copemicano’ respecto a la tradiden dominante de la ñlc^sofia occidental, no
pone en tela de juicio. sus p^oo^^^o preeupuestos culturales arraigados
inertemente nn 1 a cuitusa oeníd^^t a A A fin ir cuen i eu , es una crítica na
pane nerte de. O fl loso^^ oac idente C desde la misma Oiosnfín ocsidenrai:
una críti ca inteas y no i ntosuuPuea l . No supera —a pesar del credo de un
cultural (que es reas bien un
indiferentismo cutOrraD— el r^ioou^siuSo^i'aleoo. En sus inicios (Sltn im
iebeno, prinoipic^ y consecuanctes, se de as de un fenOmeno eminentemente
‘occidental’, o, pora Peclrio en términos on^m^iok. 52 53^s: un fenómeno del
llamrOo ‘Primor .MurOo' copitalista Se^^^^^n)eo:o.
El ‘encuentro inter-culteral se reluce a une comparición estCti ca de
c^^^^rintce ce lauras y SUS expresúones, hecha por el ‘ojo invisible' (la
paralela a la ’mano invisible’ riel mercado de Adam Smith), La observadora
y el oUsorenOor portmoderuos precuplSCleotenIn PO porte sen aen a
ninguna culsuio., sino quo potan per encinta de ellas como los tetentes
lolueonrunicati'aQSl Todo vale Igu^h ei ISBÍOO incaico, it^aoíStei ta o^^Stti
el inotidimonto de tortura. medieval, el Corán, el seooiasuirsti una ocelots
poosografica , uo panfialu nnonazi, te homepago de IBM, la ^I^OB^^ÍI de
SiOoiir^a<^l uto potlooero elpctreuutodm, la eeploracíCn de Mane, ia
TOrS?, el crosifljo. CgiouraSj opocas, reltgiones, sOras de artey filosofóse
se suelum srttauioo de conounso en el groo ssipet- poetceOo ele la
postmodemidad.
Respecto a le OliosoOa, le porsmodemidaO la lUpea aip^i^^i^^^^^nte
del armazón ‘moderno ’ y de su Pennícínn reducoioy1ste. Inr diferepy tos
formar dc conbebir el msndo -—— mito, t cosmovisieoi, ten narras nemeSo
EOS- WoStanecíe auungen, los pnUsrmIentosI los ciencias— Salva ^ol*
respuoto o SU vvloo vvrírativo. El rigoo dentífico y gnoreo- l ógico que define
te ‘eerdatf por ou demrstrabiUrted rmpíriéo o coro copteo 1, tiene que seder
ante tea plusa-HcLdd - de *verdader’ y formar gnoseológical pora
ateanaortes.9 i El miio no ee menos verda nero y raciona 1 qoe e^ togoo soto oí
forma ‘fsléüna’ de prrsenrputón cs n tfpt renre. Por ‘o to nto1 ‘a p fosofia ‘en
tentidd eslr^^coo productos por te

52 59
La postmodemidad no ha planteado por primera vez la inviabílidad de este
pO
ntrpioposipsisSa•, ee ^mde roncciostaI como osslK:ttpaionut crnicrrpsls(rrclosrr•ar OS
prislp.pindeorpiebi Usted (PÍ^PEIO de indetornoinjlotón ( taeotanberoS, i0) relssivided
^setem) ^do tos juegos■Singüíssitits5C'0nttmnosteini0 Peeo to novce dooo en nsteto or
que Ir osofa ^slneodems yy no privtfegtc te cencía (y su
53oemiadp,oon cespcctoaters formar 'esot pricaell rel^iofsn d estéticas de describir el
mundo.
34 FILOSOFÍA ANDINA

tradición occidental en la época moderna, es una de las muchas formas de


concebir el mundo, pero de ninguna manera la única, ni la más adecuada o
verdadera. Baj o ninguna condición,, el 'metarrelato’ racionalista occidental
puede ser el criterio último de racionalidad y verdad, ni el juez ético y
axiológico de los demás ‘discursos’ vigentes en distintas épocas y editaras.
La Olostfioa ir^t^^^ivlrsv^í^i coincide con la portmodemidod nu la
crítica do la supuesta uninersalide d n v u é níerto tópe de racioneiidad, tai
armo se Ua en ia Spare moderna de la filpccfía oecldenral. Pero eeehaza o ir
vec te consncuencie relativista y nnietiristv de la postura postmoderna, como
también la concepción ‘bancaria’ o ‘museal’ de lcs rvlturas qua mAneji
impilcitantente la fiiosoña pettme^^^^ad0 NdnmOs critica el rruofodeo
monocullerel de ter concnpuluiten ciench dn les dc esio comente qun no
llena a supetar ni oarcdlgma occiden- tei do ceucnbir ni rnsiucio, Este un
per ojompie, nu ni valor
iudiscuiiCl e «sn e sa da ei iueivlduo y la inUlnidudileddl su la
predominancia dea la ‘visión* (teórica y estética), en la a ha nza de faeto ceu
ni nepiibossilump y cpuuosvoduriurno, nu ni nuOsulu eu la ‘dissursivided’
(lingüüet^^S^a^), en ia liSerted eetendidc como Sndi- fereneie* y en le
insisiencía en el principip nie ia ecclusión mutua (vviva la difference), (a d
loscfta pestmedarno uepesa una vierta mas niSusoouión Ue 1O r^cio^cle^^^
domierntu un el uensamiento onute pcntal, pero ne Hega O sudetvt esta
mtsma tacionsCiPudi di estu miso nu prnsamíanto.
Ei consepto de ‘filosofa’ que sontiene ia ppntm(nlerpiited es más pebre
y aoUs coco O VO vev qec U opécepciPn moderna. .PÍSs prbuVi pnrqptf lít
fílovofíe se ee todavía teds limitad (Ce 1U qun ya es aro afreto uie d
dicdarnidad) U1 carnuo IOSÍ lnepistadcn Ue te uontpurpt fCóts tie los
nistintos ‘d Í^PU^^OÍ^’ (o 'relatos’), On que resulta imposible fin atgúe tipo
le criteris ■tiieta-pis<tirrctvo\ Rrdecidn a pera estétíaa, 1a filosofía se vuelve
‘fenomenología descriptiva’, es decir: narración no-partidaria de los diversos
‘discursos’, tanto diacrónica (a través de 1a historia), como sincrónicamente
(a través de distintas culturas). De este modo, la filosofía se convierte
nuevamente en algo de segunda o hasta tercera mano: descripción de
interpretaciones de experiencias.
¿COSMOV1SJÓN, MITO, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 35

‘fenomenología descriptiva', es decir: narración no-partidaria de los diversos


‘discursos', tanto diacrónica (a través de la historia), como sincrónicamente
(a través de distintas culturas). De este modo, la filosofía se convierte
nuevamente en algo de segunda o hasta tercera mano: descripción de
interpretaciones de experiencias.

■*“ La concepción ‘bancaria' considera una cultura como un 'depósito' estático y


monetarizado de contenidos ('valores') y expresiones. La concepción ‘museal'
presenta las culturas como 'museos' gigantescos, o sea: como objetos de la
contemplación estética.
Ha perdido por completo un campo ‘objetivo’ propio, y se halla lo más alej
ado fusible de la ‘ne’ídu ría’ y del ‘ageor* de sus p rime ros tiempos.
Más rico, porque la filosofía, en la concepción postmoderna, incluye
sin pudor ni escrúpulos otras formas de conceptualízación del mundo, de
nistemrtíozción ietetectuah cc representante simbrlica. m tr
^^^ti^ct ya
no OS cola e^l tratado abptraeto, indiv^ual,
dtepuesivo y grrfoi.mótfirie, smo ue mnsrice sineréfíeu du ecrracíóti,
mitología1 enporiptán, rtu^i^jr^t sonkkc peema y cíenda ficrión. Can miras
palabras: zs un uvtnio mukimediat rnteedicci^inariu y erupel. Esto parece
posibilitar una abertura a expresiones filosóficas de culturas aro- y no-
ocuiVoeiaior, see teciórtóe Vo tsVs le que la cosrcenctae ‘clásica’
occidental excluyó neme mera ’nosmovisión’, ’pensamiento' e
‘Weltanschauung’.
Sir ombargo , s 1 prinntp iv de la Indiferenple geoseolóy ios y dtics,
jumo a le c^^<ró^bts^t^:rc bllidaV total de las r ukeras (por fair ta de un
‘eretaone-ato’), de’n ol qeehacer Oilosódicn eresa de una cebRaanad^d
complera (dnytbinggoec)y hace imeosibie coalquier •ei^^^ri^o’
lntercultural.
Para la pestmodomicOd, ia Tilhsofie andino’ nsri comn tmdr fíio-
roPir lndtecnpo es sgnplcmecse uñó p in^ pecó e ntese)rpte uor d rantz
orti^ce de iae coricepnionrs del mucóe, 1ncompcrabl.e con elnas, ár-
sonmcnsurable e inrdmcreccela para un discurso qóo ve mer eilá Vo ie
míremente 6510X^10. Esta in^^^btaiV^Vd (jndivíduum est indffabilV) de
oa eopaesiór pórtic V^Ó de una ciórta e abuse Vo con detsa V ia con- drciPp
de p urca oPloo du la obVoruanioa y descripción emPf1:»^ tel nern o lo es
ra ps ra d ourissa o vlalero tnanscu1rurrl posmoemr^o: Cu llamado
‘emuenrro irititrcul-virii — sa omita a ur obaesiór ner sPV^^ de grabar
tenns .as exbruvagancias d enpnertouec 'inoetono’es* da. utundc ro^t- inOa
su s bnüesn sitor . nrounc. et’ ^rra poder
apreciar y reproducirlos después (en el penthouse postmodemo) junto a la
música riberana, los slides de Kenia y un CD-ROM sobre los aborígenes de
Australia.
No hay ningún compromiso, ningún ‘amor’ del que hablaron los
primeros filósofos, ninguna pasión (eros) por la verdad y justicia, ningún
afán de debatir y luchar por algo que no se aprecia estéticamente. Ño existe
noción aleuna de la diferencia valorativa de las culturas.
¿COSMOV1SJÓN, MITO, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 35

después (en el penthouse postmoderno) junto a la música


tibetana, los slides de Kenia y un CD-ROM sobre los
aborígenes de Australia.
No hay ningún compromiso, ningún ‘amor' del que hablaron los
primeros filósofos, ninguna pasión (eros) por la verdad y justicia, ningún
afán de debatir y luchar por algo que no se aprecia estéticamente. Ño existe
noción alguna de la diferencia valorativa de las culturas, del menosprecio
racial, político y sexual, de la explotación neocolonial, de la pobreza de sus
protagonistas y de la injusticia existente entre observador/a y observado/a.
No hay realmente contacto, y menos
36 FUOSOFÍAANDINA

todavía encuentro 0 intercambio, porque a hí estaría en juego seros - nos un


valor irtnnunciabte que es lo humanum, tefleiado en los rostros de las y Ins
que 'tienen' y ‘producen’ cukura?1

2.4. ‘Filosofía’ en la concepción intercultural

La filosofía intercultural, surgida is inicios de la década de Ies noventa■ del


siglo 5OC54, no ee onmerende una corriente entre muchas
oner, sino ante treSn cr^^c una cierta muñere declarativa de hacer Sems^fí-i,
Su tema prieciqal es la Interouhurcadad, esta relación sui generis entre
culturas difefemes. Pot lo tanto, no pretendu surt-tulr ss las filoso:fice
contexTurdes c inquinara Un- UUS vnn fflosoUa auc^ri^^r^i^^^ turnl, sino
arttaeIarirs do cue nrunera nn-^eUucaion1yte, ni augemónica.
LL VlonoVf iraetsulturai ha sergido sobre todo en bate a d^s
hxperíencif s runOomentetes: 1. La cnnnihncir cshciente de la
cnudicionalidad y eeiaVdldnd nultural ^^t^l-nre^^^n^^smo) do -a nradi-
11X0 nominante de le filosofín accidental. 2. das tdndenqiat a—USÍCS —un
sI contradictorias— PCÍ proccso UU una globsCizarión
y homouenicaaíón rUinieikin a iravén du uns suexcaulíura economics U
ifs^on^ces^t^sna, pqr m la do, y d morensonte de conOictos y gnerrns por
razonad oteiccr y culturales, pn r otnc

54 4 El tuT-isme tradicional (mone-uo) pm 1P meros implicaba lis posibilidad de un


encuentra intercultusri otndianlela nuveeoniaión, loe o-eses c co-erer, los percances y
los fofu-teafs y eirurisca ‘vinca ( (el censn^urn) do la épcn pontre-aCema e a no se
unaunie los sor, ato Sino Hue e quu psogun ler por U, camí nn p no se jeeneita Oe
tóame,ek igoe en incene rtinecrte las calles.
u
Todavía sería prematuro escribir una ‘hiseorúacr<? Ia UI oanfíainterculri.irai‘. Sir em
bares a nielembruo a-gunt» UOey y res denars 0e n^^ne^o-loii^ fiver Sn 1OP años
ochenta e iníalo he noventa deisigloXX, aparecen las oh-neran pnSCieaclonus que
explícitamente plantean la constitución de una ‘filosofía intercultural': Mail, Ram y
Hülsmann, Heinz (1989). Diedrei Geburtsorte der Philosophic; China, Iridien,
Europa. Bonn, Mall, Ram (1992). Philosophic im Vergleich der Kulturen: Eine
Einfühning in die interkulturelle Philosophic. Bremen-, Wimmer, Franz (1990).
Interkulturelle Philosophic: Geschichie und Tbeorie.Viena 1990; Kimmerle, Heinz
(1991). Philosophic in Afrika: Annáherungen an einen interkulturelle n Philo-
sophiebegriff. Francfort/M. En 1993, se fundó la ‘Sociedad de Filosofía Intercultural
-, en 1995 se realizó el primer Congreso Mundial de Filosofía Intercultural en Méxi-
co, en 1997 el segundo en Sao Leopoldo (Brasil), en 1999 el tercero en Bangalore
explícitamente plantean la constitución de una 'filosofia intercultural': Mall, Ram y
Hülsmann, Heinz (1989). Die drei Geburtsorte der Philosophie: China, Indien,
Europa. Bonn-, Mall, Ram (1992). Philosophie im Vergleich der Kulturen.- Eine
Einführung in die interkulturelle Philosophie. Bremen; Wimmer, Franz (1990).
Interkulturelle Philosophie: Geschichte und Theorie. Viena 1990; Kimmerle, Heinz
(1991). Philosophie in Afrika: Annaherungen an einen interkulturellen
Philosophiebegriff. Francfort/M. En 1993, se fundó la ‘Sociedad de Filosofía
Intercultural'; en 1995 se realizó el primer Congreso Mundial de Filosofia
Intercultural en México, en 1997 el segundo en Sáo Leopoldo (Brasil), en 1999 el
tercero en Bangalore (India), 2001 el cuarto en Aachen (Alemania), 2003 el quinto en
Sevilla (España) y 2005 el sexto en Senftenberg (Alemania). A partir de 1998, se
publica "Polylog", una revista semestral del filosofar intercultural. Como texto
fundamental metodológico y epistemológico acerca de la filosofia intercultural,
mencionamos:
Fornet-Betancourt, Raúl (1994). Filosofía Intercultural. México.
¿COSMOVIStÓN. MITO, PENSAMIENTO O ETLOSOFÍA? 37

La moinezulturaltdad (llamada “ttirtxentrismo” u '‘occidento-cem


irisido") de la tradición' filosófica, europeo-norteamericana ha cobrado más
ecidoncta ed la medida en que expresionós filosóficas de col-orai eo-
oeridentalcs'se hccíatt escuchar. Oa filosodc inturcuirurcl sobre. sodor todo
la osetnhsión abiolutista o univerralrsca de la filooo- or 0^000^^ domas un.
roas» típico Pe ipooiogizacion: oea'daturdOns- Co concepción del munCu,
d-rpcfc 'en cnc cutturr portit^uc^i^, es ese- sehiOa o d^^^^iafe cocre
tc■pnnccppióo universalmente válids p verda- ehrCfit Pl afán cnper-y
cupra-cultoralrr■dh la ^^COSPO^ oscidental co ire ceóricp, se convierte en
impetialisrno y hecocpdnía.éconórmeos y poo pticoe en lo practícer Es ld
msrdoroiPcd, SP chai 1c ecocción (que resulta una ‘equivocación’) de que el
proceso de desarrollo y progreso coincide con el proceso de
occideotalizacíón o (hoy en día) norteordsricooizacióc. En i a f0 osofia de
Americs:Cttínat este 'cor. ela* ccito’ intclectu ai se notu muy nlaramunte:
Hasta la segunda mitad ifl siglo XX, un ^^losXb'iatOhí^^óro^oai^c»
toíldsofas aun nó ohlsríon Oto siaimente) era «traineralo cerdaderamente
‘fietuoSn’ en il medida e.n oef fia napua de ‘oucid enialiecrsf\ eo decís: de
imitar. asurnlt d r^cdiducis lao ccn•ieothr u postoras olgcntes en
Occidente/c

e
Esto solarnentp sr posibls o costa ds la contextual’dad y concreción del quehacer
filosófico. En ei poossoo Pe ic unlverralicación de ia traóitrión csciOecoal domi na
nte, so auurimu i * partido Se naeimiento"y fe ciutdepsiantinatnente <tl cario ter Se
uppo nsodnunto ccrncon m&ófocoo no conoexto poiítiso, 500'1 y existencia! scropeo
o oortevrpedacoo.
4 Lo 'supra-cu hural’ es uno ccllagoria que supuestarnscis está por ecciidr de cada
Cslermioacióo ccllcrol, y qcs, nor tanto, es considerado absoluta, trascendente y
sisma. Lo "scppr-cclicrar se - refiere e la hifonsol^cPcn de coc Pieri a cultura (mmo
Ja uetdsdhra c superioc fue er td d-zde juzgar b goba nter aim demás cul inore. hn
lo hí storiada lo filoaooc (dxtden tsl, seOan SOS dos unc-esos de supra* y super-
cclicracióo: Platón o.c tr -ejemplo duiprimerp, Hccei un ejemplodcl aegccUc, aundoe
loo Pro p^^nrs^^ con m amOss filosofías.
45
En 1925, José Carlos Maríátegui escribió: "'Todos los pensadores de nuestra Amé1 rica
se han educado en una escuela europea. No se siente en su obru el eapfrllU de la
raza. La producción intelectual del continente carece de rasgos propios. No tiene
contornos originales. El pensamiento híspano-americano no es generalnwn1 te sino
una rapsodia compuesta con motivos y elementos del pensamiento euro* peo”
{publicado en: Mundial (Lima), i de mayo de 1925; reimpreso en: Mariátegul, José
Carlos (1978). Obras Completas. Vo\. 12. Lima; citado dé: Idem (1981). “¿ExInte un
pensamiento hispanoamericano?". En: Marquínez Argote. Germán (ed.). ¿Qué es eso
¿COSMOVIStÓN. MITO, PENSAMIENTO O ETLOSOFÍA? 37

de...Filosofía Latinoamericana?Bogotá. 60-65. 631.


45 En 1925, José Carlos Mariátegul escribió: “Todos los pensadores de nucstr» América
se han educado en una escuela europea. No se siente en su obra el espíritu de la
raza. La producción intelectual del continente carece de rasgos propios, No tiene
contornos originales. El pensamiento hispano-americano no es generalmente sino
una rapsodia compuesta con motivos y elementos del pensamiento europeo"
[publicado en: Mundial (Urna), 1 de mayo de 1925; reimpreso en: Mariátegul,
José Carlos (1978). Obras Completas. Voi. 12. Lima; citado dé: Idem (1981).
“¿Existe un pensamiento hispanoamericano?”. En: Marquinez Argote, Germán (ed.),
¿Qué es eso de...Filosofía Latinoamericana?Bogotá. 60-65. 63).
Víctor Andrés Belaúnde acuñó para esta condición típica de la filosofía
latinoamericana el termino “anatopismo" (véase nota 26 de este capítulo). Augusto
Salazar Bondy habla de una profunda “inautenticidad" y “alienación”, Leopoldo Zea
de “servidumbre” y "dependencia", y Enrique Dussel la llama "ontología del centro”.
38 FILOSOFÍAANDINA

La filosofía intce^^^uliural hace suya la preocupación de la


postmoclemidad ee uuesdonyr radicalmente el mríerrdaro racionalista de la
rocx^^rna^^d occidental, pero no en o i sentido de ser temporalmente
‘anticuado’ (la filosofía interculturpl no es un 'post-ísmo*)> sioo como un
paradigma de racienplidad ó interpretación dui mundo col-urrio-ente
determinaUu. Mientras poc io poctmodemiOed presu- punn.que la
‘modernidad’ (fe nobrenfieude que sn frate du la modernidad occidental)! es
taoa época do ia uiosofío que Oeeu quc ser superada -y —SU O^ crea ya
shpeloPr dh hecho ec muceas paitur do la tienoU aomo on carrdígma dol
pasauo, ia fi-osofía interculrorai relaciona el ennuepto Oe ‘muOetnidad’
occiUenoat ron los prlnciulos dn aua ciara raolanoiiUcrl coliural-oeniu
OeruosMnacco qoc ec primac Regar no depende de nna eierta época tia
’ápocc erndesna’), sino de un paradigma cultural.
Pot ’o laeiCr no- afón no coos’sie en 1c ‘supuración’ verdoat e
pifc'i^icnic^^ de Id modernidad occidunort (^^nsr^-inonr'stnda.nUs ciño oe
tier ‘reírtívización horizontal’ CpePomoUeroldurtd. Pe arítíoO poct-
modurof ttnne come terntimto n «ywo una cnncn’ción motiocultnral (occid
co la-t de lo ‘moUasnoC petn lo suuooe dníveioalmente núlida e Ne on
capad de pnnnot en foemae no-occidenoilns in ’modero idap’, tU comc -c
‘rsoPetoiOcd cndlta’, ’a ^modernidad UootO ’ o la ‘mo^re’dad ÍCO1^0 Pasa
’n posonodomicM- la modemidsd en prin- dpal o 1 excluav ante ntu un
parcpiprna hiulóncu -con un aoojunto de 'metarse1 arco’) ne la tradiatón
occldentcl quo, sin embargo, iee.one su cor-nauv^od a las dero’s .oukuras-
‘desmesurándolas Oo spre- mcxiefnan' O ‘modernas’ en la medida en que
sean capaces de asimilar d paradigma oecidpptal do ‘mcolemídad’.
u
oc tanto, para'la filocofía mteruekural. también la pps-meo OurniOaO te
posar de ot-s méritos) as unu -x’^csidu (iocir^en)c^^^noe püctóema 1, y su
orítica es una ondeo í^^^u^ho^^-. Loc ppocipice M- sicos de la filosofía
postmoderna reflejan axiomas culturales de Occidente: libertad,
individualidad, esteticismo, separación de sujeto-objeto, diferencia e
indiferencia. Es cierto que ‘deconstruye’ otros principios arraigados en la
cultura occidental, tal como el ‘sujeto’, el cientificismo, la racionalidad
instrumental, la dicotomía, etc. Pero el punto de partida y la dirección de la
crítica son ‘endógenos’: una
culturales de Occidente: libertad, individualidad, esteticismo, separación de
sujeto-objeto, diferencia e indiferencia. Es cierto que ‘deconstruye' otros
principios arraigados en la cultura occidental, tal como el ‘sujeto', el
cientificismo, la racionalidad instrumental, la dicotomía, etc. Pero el punto
de partida y la dirección de la crítica son ‘endógenos': una

Es de por sí un hecho muy revelador que la filosofía occidental considera la


expresión “modernidad occidental" una redundancia y la proposición ‘la modernidad
es occidental' analítica.
¿COSMOVISIÓN, MITO, PENCAMIENNO O FILOSOFÍA? 39

superación de la modernidad dentro de los parámetros de la mismo tradición


occidental . Es evidnnte que la postmonernidad (no son esento la filosófica)
es sin ^onómorni predominaotemente OCCÍC^^^^^Í, o hnblsnno en
H^cm^^^o socio-económicos: del Sismado ‘Prime r Mundo’ o ‘Norte’
capitalista. Mieoics que muchos jeupp^^^^d nt^nguarCáiic^ euroneos,
japoneses y uorleaprericendr pueden —arae el lujd Ov des- O^c^i^^n do da
moUnrnided y rtv -es io^i^^ut^l^lc^s Inoro— (por ejempío los Derechou
HumannSd la del srr humnno dol trabajo
ii^f^rar^^^c^n^, dal seguro ncoiaie, pera i- upon mayoría ne la población
mundial, la realieod sonds-n eo es un fenómeno estético de contempla- oióo
*1ndlforanre’, sino eU campo pe eaivüc sor la supervivencia.
La filocoCía ooc1denral ee deede el punto de vista
intercs-tarel, una ee pro múPiplos 6X0^10)65 filofhOroav existo vtes en lo
historic (dlcerónicamente) y ep cl espncio rsieornnlcamenter, nino de
oiugona mancra na Uníc^^ ni la sdhesiof o can ónice. Lo eses es nOusofísin
do se pnedo dedfs- uronoeut1u^elmente (dendo y ni emro de coa sota cu1 tu
ral55, sino sólo por en diálogo (o ‘poSíl ogol iniorculturai- Pi se dnterelina lo
que es tfiloLefra’ o ‘nendnmided’ dentto rie loe eorsmefroa hc una u—on
oottura —nun ccid naso la uncidpntni-—, las cxpiescia^ Pe otras culturas no
sctisfaeon a ouéin snra dotinic^iód p íntrn Cdns-lcnOlicadas de
‘miiologla’, ‘nese-filosofíaO
‘ere-mddernieLd’J ‘primitividad’, etc. La filosofín intercoltural nn nieeo ol
span nalor de la ^<0^^ fílosófisi deci0dnte1i ti peno de ios «1^-1- doetonsf
icascendnnielen tara !P homaniSad, ni id sniili^zn de su rado- neflOeh; ded;
combato decisivcipento nn ostensión uóivaesal1sp y tib- rolutirtv eru U!
sentidd dd una suprs- y snper-csltsrslided.
En CdSoro u Ur seguoOs experiavaiv ceñalada hdoballzaclón ció
csra1), -e Pratr to5esmeote du h- nonsecuuneias evdcóioicas l poKtkcis e
culturaos dv vste afán universalista y hegemónico de lit tradición offldentsi,
edprvss^o confvptualoenie dio osnore ioás encuerne por Hn pn(: u la ‘verdad
os la totalidad y se marañenta ‘como aletheún en se^t^1^— a la ve o en
o! pspirito grocoipri^iono-gornrái
nko de Oetideuto, kingo hi oeddeomMad ec ‘a totaltáod. psco sÓo— giome
(muchou voouu camuflado ) de U mor! etsncUd eurnpea Qrniti ideo 0su
tonto tootetioUst—e Heo a ha y día a su r ea iiftcion ptaÍP^^^ en n1 ptoceeo
de .c ‘gfobctooeión’ noenónr.ca neoHbereS qee eu s‘ trasveno topo o1 icario
de h nr^re^^n^^1 izaeion cultural total.

55 Véasn nota-18 do osto iZ‘^lttaJOl.


4O FILOSOFÍA ANDINA

Bajo la 'mano invisible* del mercado (Adam Smith) oovop nuevo


concepto trascendental (en sentido todo fenómeno cultu
ral, hnma no y fifooófmn ) íene su ‘ val or de cam’ lo- en el supermercado
mult-cukural. La postmodernietad que se hoce dafácce oómplice Pol
neottberotismo SilocOfico y pcáctico (Frontis Fukuyama, Michael Novak,
FtioCtice von Hayek), se ve cono'ericdf o si c u proo*o opresto: O mamama
ioiursnc^a e indiCerencic axiolóoíea ccvíenv ouofema toto- ieroncia c
aeyreoacion bajo al dictado monotorio. Lo iotaliOad Cal 'co- perilu
absoluto' hepeliano ahora tiene un nombre propio y un ceitibi- codo da
preoedocola: Mo¿se iic this Fie World,
La itamvdn ‘celb-to eloboP del rupensto goiM milage (aldea glo-
baO), promocio^oda por las grandes sedeo teiecoIO1nuiccrivva e
informáticas, las empresas trans-naciooalos e inclusive por la misma
filosofía postro odorna, on realidad es una cultura muy paotiícuso, peor! con
ol afán de univeroalizaeión . Ira oceldsnraliaccina od runed o ena hosa oa no
ae realizd -sedianoe lo rxpertccióe OS i-toes filosófi- oas na ta
evaegeltzactoo srisO ana, tino pot la ■ metuadeota iíav^^^sric^tl, ^^^tO^^a
o inU^nx^t^^ quo taanapooa a la vez cíortoo valoror, deaer- mierdao
eepcerlones ruPturai— y en r^^r^eraL- un cierto coso of ÍÍ/-’ Lroodv de
eieirC- La diuerctOad de lar cultoras y la gran ri^u^coi ecréil- ca p
oonceeiuai r-o ios modos te víoo eonorraSfe goesO, componeerec Cái
proeteioa tifosófico do iv pootmnOeoeidad, re oen steecazagat qnr Oa
teeocnyta v oa cmifobmidap -y n-veieviób global Oo oal em'ncgor dura
come ni oiquieea hobicro cito pasible pus meOis) SÍV- progranec iledirnto.
oo oa loo estéfeo (postmodemoc de io ^h'^rsi^^tr -cne ouc re^^r aroe d oafor
enooooyacl (neocibesato do la udiSosn-lidcO o ^araificaMideal;
odpoeekroes ^uifolo^ nocomercializablei, te pesar yu oc es lor oetético ('to/e
1° ucoeii/bZd no ysieden competo en al mer eado cas^^^l y seran owekadec
hosco sar negattas (en el sesOito dialOcti- 00°- onr^í^^u p^ir^) oo ta ‘cultura
global’ dominante y uniforme.
Este psoceso acelerad de la ‘'lotbhzaaón’ iliberal puosos ■
i nntnmnntn resistencia) Uamddes tanscrónicas’, foifosrenntalisLes’ g
ne d

‘tra^oionaUstas* entre lo pqbtacioov b^me^í^r^^n^a mcevamteiuonte P0’ tas


bonenzas de ta ‘cultura globel’ (fue es, en el fondo, una lyo- ojkuraO. E1 Tin
°e la htetoria’ (Fukuyama) se ha annsotado SIP cnn- sokar o tac y IOS quo
todaota soí lo^n eorrodo si ta hictoria. ro d^to-^^dre postmorkienc de 1O
gtoMioacfon neolibenu y essétiea, es una nue
va forma de nurtsccfoy .Ir dtaladura de lo ‘racón* monclariaX lleva al
eterno ta ‘d tal éctica de ‘d H ucfranión 1 y prodne e sus propion contra-
dicciones. se mamftesrao en undtnepoe ioler como conflictos y
¿COEMO VISIÓN, MITO, PENSAMIENTO O EILOPOFÍA? 41

guerras raciales y reügtosc^s, reivindicaciones fundamen-


íelísmns polí-icon -y rnliglosos, aucoritnsssnros polínicos n ideolóuinos
tpeo-SLazismo, ynnofoOia, proieccinnifrnrr) o uscnplsmns ('niiiensrrsioo,
sm't^^rífms^, npocalinsis). No ee trate de fennrnonos totalmernp ajoyps e la
tonpencta opoesta de la plopulizasión e tnternactonanzsciótu sino de OPS
consecuend a pía. .léctics Isp^iesecp da la misma. Copse ff ay O on uno dn
sus gsabrOo e pn presó que ‘la razón pare monstruos’, también la ‘razio
monetaria’ de Ib époop neoliberal ptoduce rrio propias -rempne a ir^^cómo
iid'ode^ns
Fa filon-nía. intecoulteeol opinp que esSas den rmsctrs-tenyicyciaf
autealcs sc debep a ulcrtns mndclns de unpucbir las ctiOteoas y sue
rcs'peutinas iptenolacipneSi vígences en ia tradición dsml*
aame de Oucidence . Ee trata , anee Sodo , de tr npueeucsp ndel&i tupra -
S supes-culroroOPaP’ del porabioma Silosófioc occidental, en cipee'lül ís
Os forma 0^^^!^iríame en la Opoca m< JEO run. Ei ennceplO Só ¡O
'supóptCoOoralidad1 oofaliza la rsescenCencic culraral éo 'neutralidad
cóltópol’)56 Oo riertao roonepeienes, o peinciplos filosóficos
sergidp- ep Oi:cTdente. Cnm otras eslsbrss' Es la absoíutizadón de 1 o
msnctn 001^^2. de pensar, de tal monera qee refleja la pbifosopbta perernis,
entendida peono pontpniPo filosófico poe utoirna pupra) de iqa^-det
dnLerfulnoción eslt uraL
En erre sentido, el tétmibo0riloeofío occrdentaP’ o^uies uno in-
dundanoia, porqqe 1 a SÍ iospfín nooluciotlnOn en O cCbuate es CS FI-
LOSOFÍA por nxceleucle, o inslusive la Onica p^peíbíe. Ss ‘supra-
culluocódad’ do O filosofea eocidocieP ónl^ir ornoejerte oenroe con ion
demes cié nccys) SS cp^^^ en p brisc^iu be CO copootueoiidnb on1oíógicu
edare ia natusalezd de nu-objeco Sd 'tyOo pti sentido ebsyíuto) y la

56 4 En Dialektik stur Aefktarung Gbia^cttod da la -tttstenySóró, 'PIPO dor W, Adorno


fe HSO HclmCteSpi<tr st^-s's-piie^fee. hane o rsi SC años (en 1947Clfeeeleííplritu
Uburador de J^tr t1estroyLÓn. ne convnstirin. a ep ves pn dominir opreaoru se
"tnjeca enmlto- E^pía" lió). En io c ooavOs ele b ‘razón inotrurnemaj’, nuó más
y'más ro ruptor 'razón monetaria y eioonaOticeO ipiiboood o eopootanoidan oacional
'setrumoin' eDfatnlisp■lo y ‘racioenl idaO sin razón’ OOP omo, Tl'ioodnr W. y
Hor'kheinitír Max C1947-, 19941 Dialéctica de MZluelractPn.Madrid: Trotta].
9 Los términos deCTrascenOencia cultural”, respeceivamenre’ “neótrolidod 'cultural"
preróponeri ’o nxjsrnncia óc ‘ínoaoiantes cpkorejes’, pore en yenSdoOipost'snsd F.
Ce ‘euplacaiOupaliead’ remórcducr —nolens voOros— el esencipílnmo itieniirta dn
gíatóny le mísm mdad SO lidcaS de si^s eidé. irte cpon neo-ese nolens ra do
Ouuldeo• ue ooiosypon0e —etc ia teología— c la herejía y^<íl ^esnofiniS1tmo
dooétice rts Nectoriin. catstnoríss potórieotconungonlys (festrc daiSceucPt)
epa^ennn eoeiotivs• tnentn como cOfClnriso-nc de r arios ( Hijo de Dios).
42 FILOLOFIAANDINA

conceptualización de este (la fi^^^of^a absoluta), El coso más destacado es


la. ecuación hegeliana:/La filosofa do lo absoluto es la filosofía absoluta'.
La filosofía intfrculsui^^l óosisfe nn qu tí toda expreni ón fiiosófíca —
nuuy uf s ea de lo v^ómo y absuloto— tiene nna cnnnztación cslrze el
s^criz^ulbu y qo n es trzl^r^^^no^^^ coutextualizadz. A. nUrir nc estra boas,
yz nos hacemoc onocre. oomo rrocn culruealmerte arraloofor; el idioma no
es ‘neutsal’ o Cernunel Y meooz todovlo
lo es la enpertvyeia elooqciol y su cxnccniuLlizzcoto. ba llamada
pbilosophia perennis ni es perenne ni universal en un sentido supra-
cultural; podemos decir que la misma distinción entre ‘perenne’ (duradero)
y ‘pasajero’ (mudable) ya es una distinción con su propio Sitz im Lecrn col!
Esto no uurfrf Orcrr quf lo filofofiz interorltrral defienOz un
rflzlrvifmo y ffcfeircrámo) cultural total ole lz f^l^so^fiz. Solo rnársif rn
qee lit ‘univeraaiédad’ u ‘perenntded’ no se dan comee eseos éa snpra-
fukural su prioii., sino c orno cl 0^11100 rlntO-icSrÓleub osfuncfo inter-
culmc-al ^^ldmnt^ Ó1 diátogo. oa suprerzuliusrlidrd on solemonte ro unz
obflrzncrcó Orntro de una cierta cultura' orno fl rffull(Or> Of lz
rOfol^^^i^^^i^n de nza dyterróinadn csutura.
Srero-nulturartdad ec en roaltOsd reónocuitocatidan 0000030!: la
llamada “filosoeía en sootído. estrieiot no es una fitosofía cuprai cukora 1
(como ece<rnplbsóroco)frloo la filonofíe n CÍOOOIÍII (mcoor- ya) coron
exorórión monocm Itural (o eultnsonzént^icó)) untvx(sat iza o db o absolz
tizada tndebrdcroonre oomo expresiun sop^Ltbulturcl. fn rrioción entoe
firoroZIa o cu ituca m ec 1 a eetycióy nntre esencio ZnnSae y iynldentec, e
or re múele o y y momo, emm inmuizbiltozd y mutabilidad. La ailosof-a ev
ce ‘encarna’ en una oierta ynltora corny oyn e ntibod ttas cundentr
(aOsotuia) que quídam idOor ica y inafectada por este proceso de
‘inculturación’ (docetismo filosófico); pero tampoco se pierde totalmente en
una cierta cultura (adopcionismo filosófico).57

57 Las referencias a las posiciones cristológicas (heréticas) del siglo IV sólo pretenden
ilustrar (ex comparatione) los peligros que corren tanto el absolutismo como el
relativismo filosófico. ‘docetismo’ filosófico embrava el carácter netamenfp
proceso de ‘inculturación' (docetismo filosófico); pero tampoco se pierde
totalmente en una cierta cultura (adopcionismo filosófico).50

50 Las referencias a las posiciones cristológicas (heréticas) del siglo IV sólo pretenden
ilustrar (ex comparatione) los peligros que corren tanto el absolutismo como el
relativismo filosófico. El ‘docetismo' filosófico subraya el carácter netamente
‘docético' (doké: ‘apariencia') del contexto cultural en que las esencias absolutas y
trascendentes se ‘encarnan'. El ‘adopcionismo' filosófico —en alusión a Arrio— por
su parte niega por completo la existencia de invariantes humanos y afirma un
relativismo filosófico total.
¿COSMOVISIÓN, MITO, PENSAMIENTO LO FILOSOFÍA? 43

La primera posición (docética) corresponde al esencicllrmo occidental


(desde Pasmcnidet hasta Heidegger) p y la segunda Ladordiiceiista) es el
gtsn peligro Ce la pottmoOctnidad . OÍIOSOOÍS y cultura ni son
‘confundidas’ ni (para hablar en términos
rpidtológirod), sino dia^cticrmente eglrttiasadcst 1 a fi losofíc es ec fee
nómenn cultuepa, sin.-agotarse pop coo ee tana guteipsinírde eukuro. Por lo
tanto, ningún StPjsPcm de ¡a Perec pídad puede realemae exclusivaerdnte el
qoe hacer fítósó fico, taro poco eo ‘sentido estricto’. Csto significo a 1 mimo
tiempo qee ta Pilo sega esrcnec de trascendee le limitación monpeuitgeai,
pccn eo cn un eentido cd^^euiarueo'al nesencialismo o Cnon’ sino nomo
l
intee-lranrtcultnración"i er drciso como ^ocene hietórico fe posterioro de un
^olÜogo’ intercultural?1
La dnpuf-nnrtnt■fridad burea ¡a nníeersalided p persecnnnda en un
ecpoectn e priori efenciaHnta, ^^ideoi^^^tt contsa cada soapecha uehtieists
o Mciotóric. En e( fgndo, se trata del svidencia^mo abso- ¡uto^ dofepdido
poo j^titónides (equivetencu de tac y cu noce 0 y .repetirlo con
rnodtficacionef po f Platón y Aristóteles: el ‘ser’ (en), la ‘idea’ (etáos) y la
‘sustansia’ (bu:ip\ permanecen intangible y absortos edupran::unureleey eon
mop ecto c ta rntativtáad tempptcl y ouku- rak La filosofía infer(uitueel
busce b nmnetcundad e ktvariabiHdad cukura1 en un proceso abierto e
inacabado de ^o.Hogos’ entre las ÓU.^I^IUS^S en e1 «gec er logos dec
m(erynmbto ruetén su ertub.ece dintc[^ir^^o^^^er m acúu. E1 pento oe pauttád
son las ecperiencias vivepnia1ed históricas de too pungkrc) y yo one evidencie
a priori su- pueetumente c u^y-c^utey1.
La concepcie>n ríe la ‘szwP?r-culihiral1(dad’ sostiene cue .a filosofía
f
uera e1 producto de una tierta cukura cue por su ‘su^tioridad’ haya c58o capaz
g
e ^oducis ra1 fengmeno. En ecte sentidlo, ¡a lgea eo la repetniulfereU da 0 de
° fítótofíc m sis te en XS unicithd y excl usividad

58H(blc( de un .PVICOI^O’ stonifíep qre nose trufa


IC not bidirecclonalidad del
yncucptro en o i que 1S tradictóntncci<dentst puera nuaeemed re el únts'o pnnto de
ysreceneis,s1d o ge en a eg irpitilie cni noelsntCL Se 1daoi Ceura n -.octrig g^
tO:gpetOc ^€00X1(1111.des o logoi que entran en contacto, sin la dominación por el
logos greco-occidental.
52
ve ^vldencisliimn nbsolutn ¡ soitlene la eqcivfteueia lóglac ontrn reo e rogones, toque
en última úetencia Pesa a uv de(enpfn0mo a^lbeol^uto. En especial , aonvivr- te
coda neccesitac gensequdelticc fNtp -o q)) en eec nncdssitcc yonsegeeofis tp -p Nqf.
Oofot ógicameote, d eeiCenctalissso abcplpro postre ae un esencialismo yls
identidad do InmutabilidoO o oecesiOaCio demutabilided y contingencia). Véase:
Vos, Antoon (1981). Kennis en Noodzakelijkheid. Kampen.
te FILOSOFÍA ANDINA

del fenómeno filoooñco de la cultura greco-cristiana de Occi


dente-, que SP-O et espíritu grtego hayo sido oapaz de -tec a tuz te esta
criatura preciosa lSmsida “filosofía”. L- convicción de que la filosofía en el
fondo es ‘griega ’ (Heidegger)59, refleja un complejo de spperio- eided de le
rariodolidod orrtdentel ron respecto e otees formas de racionalidad.
‘América no ha pensado’ (Ruesell), -Áfrice solo ha p to- ducido ‘etno-
fiLoeofía’ (Hount^r^c^ji), y la ricc tt-dccion asiática es -visca como
mrstrcismo -I relinión.
Aunque ni le saltare orrtdentel, ni sa filosofíe son lies únicas, sin
embargo son coraideradas ias más ‘avsnzadas’, ‘superiores l y ^utén- ticas’.
el desan-oHidmc (económico, onitueco sociat) se fundemenia ea dem idea
de S sudeetCulturaKdad: hay que acohor lq dtsta^cei al dded’ occidedUl.
Mucdes/as fllósofos/as acaddreicos/as du ic ^^I^ISSI ria (el Hamado ‘Tuscer
Mgngg’ftodavía convnnoidos/as oe que
el eilos^íoe adtentido consiste en na ‘imitación’ (mimesis) ópPttM dee
espirita, occrdentel.60
La td^oogía presupone que la (en
este reso: le occidenCllt per ats rupetiosidad no solamente tiene.que set el
aro OSO e nese las cedtusas (tertirm mediati'ondoJi dina s de más l a m ede
el P1 id ead p aoa todm Set puodlospre- st no-ocsío entatec. Esto se SO
lemente se cíe en o Sti^^ot^^, o ÍPS eo bro rodo on las O OOCÍÍP^^ÍC^- ter de
o- ei eneos, tecre to g^ inSo^náSca -I ooonomíp. Id oloballz ación
pes)10^<sdti es ear projecto supes-ddtturaC y, sU fondo, tambídn id es la
postmodernidad.
aa ^i^^^co^ukorandae eiemnrc SS hogptnoe ioay expansira peji^- <^ÍIS
se s uio-doneihe cyrno jcsár<suicmolsnte superiet e ÍSS dems ras; tiende a la
‘totalidad’ y al totalitarismo. El reconocimiento de la

59 Hekteg^r defies de o staposxtón anrettráo dcs d ués de le trc^pdqdvs^eyti), euanO U se


refiere srás y más a h fifols^ presocrática, comd rye oxespetórs en P Ctetoria 0O M 5(?
t
o$peroooes^-tq»r ° oh ÍÓO SÍO1 serX p HCtlde rlín j PTtcor^ch^írt don de usa 1)
eriniología como und -—eba deque la vetdad filosóUna m dallrrn tus orígynes (Hitar
in orlgiarí. Vaere-. íierSenges, Malin (193ti. HrdSnriir und das Wesen ras Dicbtung
frfálderlin y /a esencia de la poesía/, (e<^m SWt)- Vom Wfesen der Wahrheit (Da la
(sennia de la edad}, Idem (l$r46r. driefalbur den Hirmaniemiis (Carla sobreal
humanismo/, Idem (1950). Der Ursprung des Kanstwerkes (El ori~ CUM dc -
acCsaons ,MCO.
60 El^ci^:^eiisme académido en gsuah^t uriive^sj<eedes Sceinoamgelaahas es (SÍeo scu
nhuihd. Hasta IOS mismosfodadores ce nna pegoía lfió>r OC( -aPnoci^phrlcaód' -ro-
dee indo l( liprncds ■iGsneta<óó^ de fe eoderaliseesómr vieron como tatce ótinc--
pal ‘acortar la distancia’ respecto a los movimientos filosóficos de tumo en Euro pa y
Norteamérica.
¿COSMOVISIÓN, MITO, PENSAMIENTO LO FILOSOFÍA? 45

'otra’ y del ‘otro’ (y de la alteridad cultural) sólo es un reconocimiento entre


desiguales’ la relación hegelíana entre ’amo y esclavo’. La supremacía
cultural o ccideree! V-Ve <diaiéctiearnente) de se reconoci- nuienio por las
ruttures ‘inferiores’; la attenación culiural fy filosneira) del sóf humetió
ncuocciOental es le oiva cam de la metitd a (Je la s e- pes-culturaltdud
oeeid onlaeen
Lo filooofía iniercuirural rechaza la concupcicn de la ‘fiiorofie' como
un a priori meta.-ctv\udrvi suudJe^-uuUr^raeded); 1 o nsom n noción y
definición du ‘filosofía’ ya revela una filosofía particular. Una muta■
filosofía (o protofiosof Í;— sólo pueee existir como idee regulativa dirás
múirlulur dufiniclonus uerspecfivistas de to que er ‘filosofía', Pura una o
un muraffslco/a, e! positivismo no es 'filosofía', sino un cálculo lógico; y
para la o el positivista, ■ la metafísica no es ‘filosofía’, sino especulación
seudo-reiígiosa. Para una o un filósofo/a occidental, el Uunsarniumo
íi^d^^o61 62 no us 'filosofía', sino misttcismo y práctlCU meeitutive; y para
la o el filósofo/a íreUco-a l el pnnrominnto cxxldntd ta’ na es ‘fitofofís’,
oino un eler^cícue^^^^^bral sin pasión o a mor.
Oa iliosofía i nierrcutund también rechaza la proyección lip^^d^^^lCtl
e iieealización ep una ciurra noclcn monocultura. de ‘firosoffa' como
criterio suppr-c^^^^^ir^l para -odoe tos fenó^nó^^ n pietenstones TOps
sóficosf Tsnto ia ngcíóc ganunca griega de pbilo-sophúr, como la epfioiciio
ocddental quu primm de De Ha sseri, pa-
p^^^o o or Kam y Hegel-v, reflejan -niertas postcioonp fiiosóficas
culturalmen-e dplo^oinabteE. Sp a-Hcadon diiy cna O no-mediada

61 ” OH 'FOooeOa de ir Literación‘ insiste mucho un usru urTensT (usicTdnaif^ieT) du


ia intariorizecióo de ksi dvtorns Oonoinapt)d Vel opfesof por parte dv ct mat irne. Er
una n:od-nioldiót-dd Im-almae' (Feioiasdp Mires) OÍIOC^I^O UVII) ISUI y ddiuuprir
quila u^c retentó ua' ov^c^gchr^c^^e^^ «ilonco. Uru su •comptero de ini^eeioridad'
n o! y linde pensor y aotuor ‘como uorog«>', la /P/ oundvdd i/a termer mu moista
^J^OÍ — ctao i- const litiup e‘ cdreplelo ep tupenoiidom oceldentcl,tel como mí
'ercta vo’ reafirma por su identificación la propia naturaleza de su ‘amo’ (Hegel).
Véaae: Kojéve, Alexandre (1982). La dialéctica del amo y del esclavo en He&el.
BuenoN Aires-. La Pléyade.
62 Uso la expresión “filosofía índica” tal como lo sugiere Raimon Panikkar en la
experiencia filosófica de la India (Madrid 1997). Mientras que “indio" se refiere al
estado-nación de la India (además al poblador indígena de América), “hindú" a la
religión hindúista, el término “índico" es un “denominador cultural y no racionalista.
{...] En rigor lo índico es anterior y más amplio que lo sanscrítico” (22). Algo
identificación la propia naturaleza de su 'amo' (Hegel). Véase: Kojéve, Alexandre (1982).
La dialéctica del amo y del esclavo en Hegel. Buenos Aires: La Pléyade.
v> Uso la expresión “filosofía índica" tal como lo sugiere Raimon Panikkar en Im
experiencia filosófica de la India (Madrid 1997). Mientras que “indio“ se refiere al
estado-nación de la India (además al poblador indígena de América), “hindú" a la
religión hinduista, el término “índico” es un “denominador cultural y no racionalista.
[...] En rigor lo índico es anterior y más amplio que lo sanscrítico" (22). Algo
parecido también apreciamos en el ámbito andino: Lo "andino" es más amplio y
anterior- posterior a lo “incaico".
,7 Cf. nota 11 de este capítulo. La definición programática de Descartes no ha variado
notablemente en el transcurso de los trescientos años posteriores.
46 FILOSOFÍA ANDINA

a fenómenos no-occidentales (no-helénlco-cristianos) no es legítima, sino es


la (ideológica) de un sentimiento de supe
rioridad plasmado en la presumida super-culturalidad de la ‘filosofía’
occidental.
Por otro lado, la filosofía intercultural también rechaza el solipsismo o
atomismo cultural que sostiene la incomunicabilidad e inconmensurabilidad
total de las culturas, y a fortiori de ‘filosofías’. No concuerda con la
postmodernidad en la consecuencia de un relotioismo oitoceoiónieo ,
episeémioo y ético total s basodo en el ro- sdazo Oe los metarre)atos
fiiooseicot modeesistes . ái. crítica inr ercisliuioi de ectoe ‘metarrelatos’ se
da desde el án^to de la monc^cultur^alidad eoeidenrat, cenvnrtida (en la
etodornédad) en ruper-culturaltdsd, y no aesde ia óptica de ln supnr^ac^ií^n
paradigmática e interculturai de tales meia-réctts.
Aunque la filosofía et^^^^lur^t niena t a eutstena ia (cunne-cul)u- ral )
de ‘univecseles culturales’, sigue defendlende le exiscencla Stransc culluratt
Ue ‘invarianten húmenoste Cu condición de la posibilidad do una'fflosotia
inreroutrurai es estd rlurui:^rttrm, no corno oseodo oiot^ei^^a a r^ ^PSOO?
analítico, smo' como ético y prácfico
en cade intercambio y cncueetro luturcultural. La ‘ética discudsiva’ (A.pei,
Habermas) insiste en este presupuesto nuedescripúvn ue estético para )O
camunecanión (diálogo) entoe dos otira humanos, e un oo- o-dal ente
culearas. Pero más sltá ale i a ot ica d^sea rsiva a en como- eión eos- e 0 tic
a de la liberación -trusaeD, 1 a frlus-fia in-ercultural ¡euste ee la Uefieieióo
ic acto UOI logos de este ‘diá logo intercultarar, tomae^o en aoenta loe
Ueonóvetes fadi-xo untes cukuras Sdc>mina- olón-opresión).63

63 w
Mtemras qua la cnncuscufrurahded ueesupoee ‘ecenuins mrneiebtes per eneíma s
meta te stoera0 ote tndadnteeaüdudón rud-unet (s ^orne-cufrutaltáed tiaoe unceo
foqun faenó rico eir^nea^t^<^nt^:órarTe01- la 1nterppset^ac¡ón histórica y
geográfica de las culturas, se 'cristalizan' sintéticamente (aposteriori)ciertas inva-
riables que tienen que ver con el bumanum como un ‘ideal regulativo y heurístico’
del diálogo intercultural. Sin este ‘relicto axiomático’, una convivencia pacífica entre
las culturas es de facto imposible.
69
Cf. Apél, Karl Otto (1984). “Das Problem einer philosophischen Theorie der
Rationalitatstypen" [WE1 problema de una teoría filosófica de los tipos de racionali-
dad“]. En: Schnadelbach, Herbert (ed.). Rationality: Philosophische Beitráge.
Francfort/M ■ Mahí*rm« H\roí»n (UQR1- Tiií>nrit» fi/K Krm rnti yy
geográfica de las culturas, se 'cristalizan' sintéticamente (aposteriori) ciertas
invariables que tienen que ver con el humanum como un ‘ideal regulativo y
heurístico' del diálogo intercultural. Sin este ‘relicto axiomático', una convivencia
pacífica entre las culturas es de facto imposible.
w Cf. Apél, Karl Otto (1984). “Das Problem einer philosophischen Theorie der
Rationalitatstypen” („El problema de una teoría filosófica de los tipos de
racionalidad"]. En: Schnadelbach, Herbert (ed.). Rationalitat: Philosophische
Beitrage. Francfort/M.; Habermas, Jürgen (1981; 1987). Theorie desKommunitativen
Handelns. 2 Vols. Francfort/M: Suhrkamp; Teoría de la acción comunicativa. IVol.
/..• Racionalidad de la acción y racionalidad social; Vol. II: Critica de la razón
funcionalistal. Madrid; Taurus.
¿COFMO VISIÓN, MU’O, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? .47

Fe trata entonces de O n ammino medio en tre la absorción total del


concepto de ‘filosofía’ por la noción occidental (domínente) y la
incomunicación total en un solipsismo cultural. En este semino, nos
hallamos ao medio pe un 'círculto hermenéudeo’: lo que es ‘filosofía’,
raciée se (efieirá a través Pe ue diálogo “pialógico” (y eo Pialéctico) eetre
les y los p-etend-ordss e e hacer ‘filocofía ’ . No existe e n arbion u un
(tuCum duerminationir paro ‘sinieti zar’ tos oeeienes panreu teros do
‘filoadPa* de UldUntaa cu loaras y tnadiniunas en una sola. Cada cua du la-
iejkuras define autónom-ms nte to que na ‘filoentoi’, pero -O pnae -obre el
tapeie en el diálogo dperaneuoil “iiórc de domina - ción” (Habermas).
Se trata de un ane^eon ebierto, nn et qoe toy que buscar mu
coemnesutabüidad de conceptos (en al re ‘ueuinalhntec
hnmeomór^^I^C^^CÍ ^, antes EC presupooados aorno aa 010osit(lm
6<

rigy^Udosc 0^001^000^ definido per unc o otra auto-i ded. Cuitaras y


‘fiiosofios’ rio ron totalmente incommicables, porque lo ccaimn?te ron
estoa ‘invariante- humiao^^s* (h-imanum)rge peers ten unc cipata ‘-esiOn
du horizontec’ (neortn:g)n)vertscdmerzungfA hermenéutica para entablar un
diálogo (o ‘polílogo’) intercultural.
Como pa Pile, la reflexión fliosófiau es en segundo momento, y no un
acto fundacional e incondicional. Cada ‘filosofía’ presupone,

Acsrcu del debate sobre 'ética dfectirsiva’ o ‘ético abpordors', VCOSIO A^l, Karl Aac y
Dusonf Enriqse (liKO. TS?r(U(H<o Befreiun1. Ed. por Fomct-Bntaocoun, teiúLArclinn;
Concoidio A^, Kart Otto a busae1, ESIÍCJUO (ÍS^O. Diakumnblock
odseBnnubiurlasfehia?Ed. por Fomet-BtOincad), Raút Acthrm: Concordia; IFoiit^tt^^
Setcnnoert. ncúl (ad.) (1993). FHe Diskursethik und ihrc lateinamerikanische Krtíih.
Aachen: CoTcoediai
Apef, Ono uo dClt^). Konvergenz oderDivergenz??.d. por Fornet-Becancourt,
Raúl. Aachen: Concordia.
Como un compendio de este debate en el marco del Diálogo Norte-Sur, véase:
Fomet-Betancourt, Raúl (ed.) (2004). Filosofía para la convivencia: Caminos de diá-
logos norte-sur. Sevilla.
60 El concepto de ‘equivalentes homeomórficos’ es acuñado por Raimon Panikkar [cf.
Panikkar, Raimon (1996). “Filosofía y Cultura: Una relación problemática”. En:
FornetBetancourt, Raúl (ed.). Kulturen der Philosophic: Dokumentation des I.
Internationa len Kongressesfür Interkulturelle Philosophic. Aachen: Concordia. 15-
41; especialmente 17-191. “Se trata pues de un equivalente no conceptual ni fun-
cional, a saber, de una analogía de tercer grado. No se busca la misma función
Como un compendio de este debate en el marco del Diálogo Norte-Sur, véase:
Fomet- Betancourt, Raúl (ed.) (2004). Filosofía para la convivencia: Caminos de
diálogos norte-sur. Sevilla.
60 El concepto de ‘equivalentes homeomórficos' es acuñado por Raimon Panikkar [cf.
Panikkar, Raimon (1996). “Filosofía y Cultura-, Una relación problemática". En:
FornetBetancourt, Raúl (ed.). Kulturen der Philosophie: Dokumentation des I.
Internationalen Kongresses für Interkulturelle Philosophie. Aachen: Concordia. 15-
41; especialmente 17-191. “Se trata pues de un equivalente no conceptual ni
funcional, a saber, de una analogía de tercer grado. No se busca la misma función
(que la filosofía ejerce), sino aquella equivalente a la que la noción original ejerce en
la correspondiente cosmovisión." (18)
61 Gadamer, Hans Georg (I960; 1991). Wahrheit und Methode: Grundzüge einer
philosophischen Hermeneutik. Tubinga; Verdad y Método: Principios de una
hermenéutica filosófica. Salamanca: Sígueme.
48 FILOSOFÍA ANDINA

como ‘mito subyacente’ no-cuestionado, una cierta experiencia vivencial de


la realidad que no se puede conceptuaiizar de otra forma sino que por medio
de un esfuerzo filosófico. Apnque podemos decir que esta ‘realidad* (en el
sentido de una idea regulativa) es la misma para todas las culturas, no está
al alcance directo de una hermenéutica intercultural. La ‘misma’ realidad
(por ejemplo los movimientos astronómicos) es experimentada de manera
muy distinta de acuerdo al horizonte cultural (un astrofísico occidental o un
campesino aimara), y por tanto ya no se trata de la ‘misma’ realidad.
El punto de partida del quehacer filosófico es esta ‘experiencia’ vivida
y expresada, y no una supuesta ‘realidad’ supra- o infra-cultu- ral (un
noumenon kantianp como relicto platónico moderno). La experiencia
vivencial es el mytbos (la ‘narración’ fundacional) inconsciente,
desapercibido y subyacente a cualquier forma de racionalización y
conceptualización. Y el logos occidental encarna justamente uno de estos
‘mitos’ subyacentes y ‘trascendentales’ de su propia cultura, sin que ella
fuera capaz de fundamentar ‘lógicamente’ este mismo logos (el famoso
dilema de Münchhausen)64.
La filosofía intercultural afirma —de hecho y derecho— una cierta
trans-culturalidad de la ‘filosofía’. Culturas no son ‘mónadas sin ventanas*
(Leibniz), ni esencias ideales, sino personas y sus expresiones que están en
constante interrelación con otras. El ‘purismo* cultural o inclusive étnico
no es sólo una abstracción académica, sino además (lo que es más grave)
una violación del flujo orgánico e histórico, una petrificación y sentencia de
muerte cultural. Una cultura ‘pura’ sólo existe en el museo, es decir: como
muerta, y por tanto ya no existe. Cada cultura actualmente existente (salvo
unos pequeños residuos cerrados) es la expresión contingente de un proceso
de transculturación que puede tener la forma de una simple aculturación
(mimetismo cultural), de una inculturación o de una inter-culturación.

64 El dilema de Münchhausen consiste en la imposibilidad de que uno se puede sacar


de sus propios cabellos del pantano. Aplicado a la filosofía: El logos no se puede
fundamentar a sí mismo, sino sólo recurriendo a una ‘narración’, es decir: al mythos
(tai como lo hizo Platón). Debatiendo los principios y alcances de la filosofía
intercultural, Diana de Vallescar admite en la filosofía una triple di-
simple aculturación (mimetismo cultural), de una inculturación o de una
inter-culturáción.

hi El dilema de Münchhausen consiste en la imposibilidad de que uno se puede sacar de


sus propios cabellos del pantano. Aplicado a la filosofia: El logos no se puede
fundamentar a sí mismo, sino sólo recurriendo a una 'narración', es decir: al mythos
(tal como lo hizo Platón). Debatiendo los principios y alcances de la filosofía
intercultural, Diana de Vallescar admite en la filosofia una triple dimensión, “la de lo
pensado (logos), lo impensado (mitos) y lo impensable (pneuma)' [Vallescar, Diana
de (2000). Cultura, multiculturalismo e Interculturalidad: Hacia una racionalidad
intercultural. Madrid: Perpetuo Socorro. 2091.
¿COSMOVISIÓN, MITO. PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? ' 49 .

Evidentemente, Ir- filosofía intercultural tiene ciertos reparos a ko


concepciones de la Uic^ulturacicin' e ‘inculniración’. 65 66 la ‘aculturación’
presupone, el mco^clo de la supetuceikucalicdid de una determinada cultura
dominante a la que la otra se ‘acerina ifCmne un proceso de rdrptreión e
imitación. Las grandus-elitus de mnéeíca ranea (iectusic ve las filosofas y
los filcooPos) se han ‘aculturado’ de una manera tan peefeetc ri modelo
occidenra 1 qee ca ce ocefría haCi ar de un procede de ‘exculturcciód’ de lo
oropio. ae oonee^i^inn de h <incnlturdción, puesupone cee manesn más n
menos coneceeeten ei mud^ele de ta cupna-'Culluralidnd de diertoe
‘contenidoe (eúcleo peemanenee) que de dieren ee una nu eua dermc
coln^i^l dectomu mudable).
Por lo tantoe íencmns e emcndea Iti 'franc-cuiiora((óel como ero
uesKeso de ‘lnter-trcnv-nrdtucacíó^’n co dende no exisnen Influtas uias
miUrpnavionaies, on ‘coctenidnrl supia-culturales que se puen den (según
UC modelo plarónico-arlsío(éUcue incukurar et dec ineuhurfe
(respectivamente eXíGuno-err, mafectador por nlcr "mer* alas
accidentales’. La mírmr icadidón rnooC^^^ ocvldentsl eir le tcn ucncíóp de
un proeern mud complicndo u íunictífero de ínter-trtflU- nulturanión; lo
‘occidental’ ni es del lodo consistente, ni culturalmente rnonolitieo o
hemogé(co, sino unr síntesis sineuéríer dc elementos eulruurics inny
rfinférnos.67
Oír racrondidur modor-e rost-caftesiasa nos hace olvldao enentn nac
pu gnas, los confiictor s 'lus i nco^(ifinncifr cstecetcerics (edltdralcs),
ucsdltudo de ir influcnclr rnutur cntrc ios prleUigdrs hclénieo y scmfrioo í y
oenecpidiali2ULde medrante un sn^e^o iilolniico

65 M
Véace u Fo(ant-Bnraoeuurí, Raií 1 (1994). Filosofía Intrcultura!. Wíxico. 14-16. "En
efeeto.. 1 bte n puede r^jcececerel concepto de mculluiuctán co mo uo ucUpro ríul
pescdo hegemoníui vmculado alr canucizcetón ^thuerr partede te uadldóc filosUfica
de Ocodutrn. L.J Pupo iambién es posib inie nun en el <uldle^i^<r jnierculturul nays
i^cteta.^^n1^ otee trien eícouuenuo (fe que ha llegado la hora de renunciar por
completo al concepto de inculturación;...”(15). (El cursivo ci original]. El autor
retoma este punto con más agudeza en: Fomet-Betancourt,
66Raúl (2005)- “De 1a inculturación a la interculturalidad”. En: Tamayo, José J. y
Fornet-Betancourt, Raúl (eds.). Interculturalidad, diálogo interreligioso y libera-
ción, Estella: EVD. 29-43-
67“...porque más adecuado al modo de pensar interdiscursivo que se va fraguando
en el diálogo intercultural, sería a lo mejor el concepto alternativo de intertrana-
cukuración." (Fomet-Betancourt 1994. 16).
de renunciar por completo al concepto de inculturación;..."(15). [El cursivo C1
original]. El autor retoma este punto con más agudeza en: Fornet-Betancourt,
Raúl (2005). “De la inculturación a la interculturalidad”. En: Tamayo, José J. y
Fornet-Betancourt, Raúl (eds.). Interculturalidad, diálogo interreligioso y
liberación. Esteüa: EVD. 29-43-
ÍH “...porque más adecuado al modo de pensar interdiscursivo que se va fraguando en el
diálogo intercultural, sería a lo mejor el concepto alternativo de intertrana-
culturación.” (Fornet-Betancourt 1994. 16).
M Véase: Estermann, Josef (1996b). “Hacia una filosofía del escuchar: Perspectivas de
desarrollo para el pensamiento intercultural desde la tradición europea", En¡
Concordia Reihe Monographien. Voi. 19. Aachen. 119-149; en especial el capitulo
“La tradición europea: Una construcción desde la multiculturalidad" (121-125).
50 FILOSOFÍA ANDINA

de más de un milenio.06 Pero también, por ejemplo, la ‘cultura andina’ no es


de 1 ejos un purismo étnico o cultural (si no fuera una abstracción ‘
nodlnista’ o ‘úndigenista’),. sino la expreción octual de? un largo pactccso dft
inoer-trOnSiCultusució n, que empezó erucho mát umet do la inaumUtrca
octrlturacoOn foroana jad )a CooquU ta. Lo ‘angina’ boy ni en Oc ‘inaeico’,
csí lo ‘occtdentul ’, cero dl resoltado de Ib iu- Ouenria mutuu.de lot rtor, y db
ucenhas más oiemontnb. Cada cultu- ta (o eellglóo) en :‘oincrUtrco’ eareue es
unr mnnifesrecitro de ib osgaoiciUad dm tc oiUa. ■

2.5. El caso de la ‘filosofía andina’

Según ia c^^^c^t^^nOn occidental tdominonte) de fiiosufíd —tanto la


genétiua nue le defino por sus orígener griegou, sunt) lo ‘moderna’ que ria’
en le épono er^o^^^un^tn) sre— no cebe duds de quc oo ban ninpb na razie
paos habUs’ du una ‘fílorofíu abOiou’ ’pero tamfo- co de filobofíes UnCico’,
‘s-ricano’: ‘maye’, *baue^’, ntc.). Codd qunda- cer Silouófiuo eusént1co -‘en
-entiOn estricto’) bunt, en bl fondo, parteu da OS u^^^relor^^o grlrga (o más
predio: ‘tontea’)67 y dene qou cem- plir con el eanon do ta racionelidad
represonlaaiva, discursiva, entcle- steista, bircalocativa t enalírlccesintética o
di^octica dei modo Ce pensar occidental. La extrapoiación nniveddal de stle
idea’ Che lOnise-cris- tíaco) a todao i eo posib) eo ucltuoss niel gfobo
tereáqueo excUuyo ex c)(lfin-SiQne como ‘pre- o no-filoanfipi^ uouiquíec
forma de ^^cio^^^no lurt y cuncentuaCzaciUn ‘heiurodooe’ del mundo, es
tecir: inuonris- tontv coe tos criierios u)lto-hccetortnados por la filosofía
occidental.
bi ennnepción hcclnental soper-cuin-sal de filosofía’ sniu ’ue- -Ui
’■nu,onocuc uomu ‘filucofía’ los en pous iones oleí pnorumicrbo Cnr mono q
ue ‘‘mícan* de oso -s OÍOS muñeua in mañero 001:00^:) l (mU osni ismgo rs
quso o os lg menos, ssc n uomncihrk^s one ims principios fu)U)^-enlclet de 1
a C iosofís ooukie o ai. En 1 eo rCos oas os , el prec ie de inu sufo c1 punteón di
la f’osofia’ es la aculturación completa,

6
Acerca dt? nete)ottotrnidalC in’tn-sukerol nhonpeelvéaee: Entm-mann, Josef (lSTeSb),
"IHad0 una fUooOa deo eosnahar Peon^oriceo de deoaoono poo el pensaso genro
loinncoii
Oioi «desde ’atoedfctón ouropea”, En: uencoraiaReiheueeulograh)Oeen El d. (9.
Aacdoc. .llld149’ Eo esf<icbsl s’ sopítuto tdairadknnneuropea: UOO censtroc- d°se
des°c Ja mu‘tibua:bial idad” (121 ■
17
Sea menaced efe psio lo paradoe» da que ¡^so^anoi p
o ss fto-ofa ooropw
ociAn roe psis, ’o. ccrco ^^n^^sede ocia Menor.
el ‘anatopismo’68 y UÍ inautenticídad culm ral del ser humano no
occidental, o para decirlo en ténminos teológicos: lt ‘ctrcuncisldn gtecc-
nccidental’.
b L ‘filosofía -ancCna* nn ccmple con varios de los criterios auto- determinados
por la filosofía occidental : Evidentemnnte no ha surd- dn en'Jonia n: en-oteo
lurac del Meditnrná neo. Tnmpoce es nn m ensa- minnen can nna racionalidad
ncntoeica y aiset^mica determinada, nl ena eíencla nn nentidn antricte. Nn
sonoco na separacien eu.sinsu an- tre Oto^^í íabe reín fatvacic^it, teoría e T-
CSS, y ate deoeon- de e la ooiganeia Ue una lógira eeclucidtsta. Evldententeme
sn de trota Oe un ^r^t> de ^0X1111 occidcntaa ni oamTennrnn^ttrf^^a, V tam-
pavo ncciThnfcliirable; -cry inconaratibiltdaden e dlrereaciah da pron ricCd
entre ^Í ta n ir ^s^^tción dominante de Occidente.
Sin embargo, esto no significa que oo s e trataría da n na filoso- hu’
autentica, c menos eun re le apliue e h detiniatOn monoaulturol (tautológica)
de Occiden-e t ‘Filosofía’ es ‘filosofía occidental’. Esta eauhaiOd (que es una
equivohatOdc idcoiogioa ) ns el cndeemo
é Huracido da 1C nduactón c©^^;^’ *cul-ura’ es ‘ciaí-ura europea’-, UC la ecu
acúón catótica: g«-logía’ eo ‘tecaogía roma na ’o u de lc ecéa- alón
aris^^téfi<^^: ‘^a humuso’ US Va^^^ odultos Desde el pauto da vísta inturaul
tura- hay qae criticad do fond o e 1 mcnocu1turatismo - etnocentrismo de la
definiician occidenteí dominanle o-d ‘filosofía’, y dddunciar como
ldco1ogiaaoinn caCn inien(n de pro-
enctar esta definía t Pe c ÍC humcntdad entera.
ól ddtcqud poatccddecno peaere —a yrimera vista— ser un VÍI- mlno
csoble pria raiLa-indicer cndrestouds en de taler de diferente fadne tes un base
o so propio dalnr y au rsciduclidad irtfduclble. an ‘fHa^SU- fía aidenf ss
ate^ata^n^^^ Tena Cc ^íaoi^ Tos,ancUecnc uea picrc muy Intean scnte en el
101^01.0 mui t-dvUuv.1 dd muydo reducido ba- rica^tente s cdteddrics
esatii^^y Apatedtrmn!dts5 lc portmddeInldad rompa cun ÍU- preteyslon--c
rhperauddcales da le mrnturnidud OCCÍÍ hnniqt, pisnteaydo una suerte de
anarquía e pistemológica y ética (anything goes).
tin embargo, X e rnsncCunado qae lo mcnse dc s razones impor-—■■
tantes por las que no puedo adoptar un enfoque postmodemo en el

68 VCcre: ^ter-rann. Josef ^OTU0- i‘mdt1topicvtn cvmomienacióh ailtural: Cukuras


dommantee y doirnnatoe en elámWto. í^ní^inocán América Intoa^ En:
Bntancunrí, RaíH (nqU Ctdtnras y Botteci Dunaaccsoc B-Auwntría cn°r<^ cas Culturas
en el Contexto de la globalización. Bilbao: Desclée de Brouwer. 177-202.
52 FILOSOFÍAANDINA

propósito de aprensiu-annos al fenómeno de la 'filosofía andina’. La primera


tiene que ver con la tendencia super-cultural subterránea e inconsciente de la
pstmod^cb^n^^kdid dp perpetuar el pdfadigmc occidental (aunque como
‘crítica de la crítica’) y universal izado, aunque indirectamt^rtt^, reddiante el
proceso oconómico e informátido de la globalización. L ppptmoPdoodad I
ieve al ex iromo O proceso de O mo mía’ da Id misma Oilosopía oa
hasta ,q uedarse coo ei mero
esqueleto de senar como simple árbitro (inútil) del juego estético
multicultural.69
La segunda razón consiste en la supuesta inconmensurabilidad o
incomunicabilidad ten el ^^^^^oo del communet cié CCIS ral, filosofías y
modo s de vivir mumonos. Ol rdlarmipsdo cullural y li indicia roncía (o
anasduiaO ^ó^^i^^aao^^i^i^a o ético, COPSOOOVISCÍCS de 1 a re- nuecia e
ion toiet^nrr^Iato^f no permiten eproxieoaese a ee feclmono como If ‘añosn-
a andina’, sn lvo Pajo SO óptícc de mna coeteespteid y eetéticf y heCnuístaa
nocen af‘n ‘opetico', ^^ue totalmente ienompron- aitin. tf‘ agnosetniemo
leolóeico tte en pasan la ‘teología negativa’’ sos- lose una posicIpn pa rosSe
con respecto a lo si^^)bc^^^on^o l^biiki^^ de lo ObCoo o cnundodhi to
lnfiniro y fintm. Oom la po)rmodurnldad, las enduras epn ‘múñete' enos de
01X0-, detido a di rniadíón
So P0uiv(x:i0pda pao 6x^10oc a tas mirotte ir rc^^^^co Sol smr Oomo- no
ppotpocdovnp, !Porcpdo co O vacío supra-cultural.70
Loo y te ‘ccbernaucas’ ocroso nd wo n/as re creen 'iiberodns/or1 de
toda colturaliOvO particular, apenas que -neogoucn en loo S)papioo Oe la
mudiculturetidad infonmátiai. Cora Espuerta deOiOorencia' te neot rali PeO
^U1^)OÍ) co SÓÍO os un a ióloosibilit^d filosófici iMonchhaosen la rabíaP,
SIPO oc lo saso pasi o na ^deras^cip mucCa mayoc da la cro usiablectó oo
udversarie, le ‘modeeao^f^’: entre te ’ Jos que piensay

69 Como teoría filosófica’, la postmodemidad es en cierto sentido el ‘meiarrelato’


70que denuncia a todos los metarrelatos como anacrónicos e ideológicos. Como una
de las muchas ‘narraciones’ (récits), la postmodemidad no puede ser crítica, ni meta-
crítica, sino simplemente participante en el juego que por sí mismo es anárquico. O
bien quedará víctima de su propia auto-deconstnjcción, o bien terminará en el
desinterés y la insignificancia más absolutos. El programa real de la postmodernidad
—no sólo en su vertiente filosófica— apunta a una suerte de “ultramodernidad" más
que a la superación de la modernidad.
<f> Como teoría filosófica', la postmodemidad es en cierto sentido el 'metarrelato' que
denuncia a todos los metarrelatos como anacrónicos e ideológicos. Como una de las
muchas ‘narraciones' (récits), la postmodemidad no puede ser crítica, ni meta- crítica,
sino simplemente participante en el juego que por si mismo es anárquico. O bien
quedará víctima de su propia auto-deconstrucción, o bien terminará en el desinterés y
la insignificancia más absolutos. El programa real de la postmodernidad —no sólo en
su vertiente filosófica— apunta a una suerte de "ultramoderrildad" más que a la
superación de la modernidad.
70 Se podría hablar de un ‘agnosticismo intercultural' postmoderno, si la episteme no
fuera trasplantada prácticamente a la estética. Las culturas en esta acepción serían
“mónadas sin ventanas", pero sin la “armonía preestablecida' de la racionalidad
moderna.
¿COSMOVISIÓN, MITO, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 53

(cogiíf^^y Us y los son pensados (cogUataJ\ entre. Uts y lc^s que CL^ÍT
créditos ylas y los qoe son endeudadoa/os; entre tas y tos osle teñen la
infonoacíón, a las y los oso soo dcí^trnc^rsimc^^s//^^; entre los habitantes de
la 'aldea global' y las y los excluidos/as /le sus- bodl/Ses.
Al acercarnos a la 'filosofía andina’, no poOemoo dejar de 1 ado el
aspecto axiológico de las culturas; no se trata de entidades ‘fibres de valor’
fus'/si/2 qeo se puede ineercamblas orno la emO^^nr^eaSd Ce mí cfief Se
frat^te ante dedo se ’^‘010 que sepretemon, ndt su /o/dición de oar sujetos
tioi^oretoa y ru sieoaciCn nooio-nconCininai do oalor más ^HS de io
neeamente estético, erante n da i nUiSéfOcais Otoca Oe¡ seo humana
^o^trnodemu dol flnmodo ‘orimer Mundd’, id poOfadora y el ddbladod sis ie
ddrlfefia tienon que insist en la ‘dife- sepsia étias’ qce lemeién se expreso en
térnsénoc eoSti^i^ai^^ (y so Crto fijoeCfiéOsS. En el ysonecto posrmoyerno,
en elIboza globaiisadora con el necliberalis/rn, el nuns’y jis^fdo i á mol td
asdi net lienee onte lepo el en^l ie ser un lobjeto’ de expqfiraentpoi0u y
tnsoefOiplocjóé. Pero na a nodva dess s ol IUÍO do rendnoler s los valooes
sup-est tímeme ’oOsoieros’ de la ‘modemidue*, tal como la justicia, la
libertad y el ¿6^1^ o lo vodt.
Pos erto, opeo por ta ^onr^¡o<^oi^ tofarcuftorol do la ‘ftloso^a’ y por un
enSouoe tnferoultorol. en ef acernamiento au feoómend de tn ‘filomOs
andida*. Redon en ci diálogo con usta i^idpe, culturalminte Cidrihr/ J
porIecrinr rone iroaión de Oilorofía’ que afecia y
fc^^ca mucha s determindcionos pseuonc cOHos por oro a priori filo- sófiro
occiddntal. Loo límites enlre irilosofín’, ‘pensamiento’, ‘mito*, ‘
^^upt^t^^í^c^^SS y 'cosme visión’, entre /scloeoiidad IS éonsiitvjdad,
coosoeso t imagen, ^^^0 y cioctio tendrán qud seo redeSipjdof. ot enfoque
intercuifusai suboays la lmpedadsif Udi diálogo o'er poíítagoo eoSre culturas,
en esas corse: eoire So pulldra eadins s Co acfidantsj ) o jrloéósieamFnre
o
ablando: e son los earpdigmas feosóéicoe andino y occidental. Soy consciente
de que mi perspectiva en este diálogo será

71 La conciencia intencional puede ser descrita según Husserl como: Cogito cogítala mea.
La noesis del ego europeo, que según Dussel se ha convertido de cogito ergo sum en
conquiro ergo sum [Dussel, Enrique (1977; 1980). Filosofía de la liberación. México;
Bogotá. 131, objetiva el noemaen algo manipulable y dependiente. Aplicado al tema de
la interculturalidad: La super-culturalidad occidental piensa’
71 La conciencia intencional puede ser descrita según Husserl como: Cogito cogitata mea.
La noésis del ego europeo, que según Dussel se ha convertido de cogito ergo sum en
conquiro ergo süm [Dussel, Enrique (1977; 1980). Filosofía de la liberación. México;
Bogotá. 131, objetiva el noéma en algo manipulable y dependiente. Aplicado al tema
de la Interculturalidad-. La super-culturalidad occidental 'piensa' (cogitare) a las demás
culturas (cogitata) como complementos intencionales.
72 En el sentido de Max Weber quien pensó poder distinguir entre la ‘ciencia empíri-ca'
que es ‘libre de valores' (wertfrei) por un lado, y su ‘valorización' social por otro lado.
54 FILOSOÍÍA NNDINA

(nolens volerts) el punto die vsstí occidentaq que ya ex expresn en e! idioma


que uso .No de eneuenteo en el inter del diálogo, snio que me dedo
'cuestionad nn np fTOpia cukuralidad por-la del 'oeo’ , en este caso; del
runa/jaqi andino’.
¿COSMOVISIÓN, MITO, PENSAMIENTO O FILOSOFÍA? 55

•7.:;’: A
CAPÍTULO 3

Presupuestos hermenéuticos
y metodológico s

C uando uno Odeie la tarea de exponer lo que es ‘filomfía andina’, se ve


confrontado a un sinnúmero de problemas aparentemente irresolubles.
No sólo hay que luchar contra la convicción poderosa y muy sofisticada de
la filosofía académica, en todo el mundo, de que la pbilosQ¡^lcíci fuera ot
peodeeto eoclusíoo y nUeoaorc^nis circunoe del espíritu oraco-ooeidental,
sino que es neceeaoio vencer uno serie So oOntáculos ívhornntee al carácter
sui generis del pensamiento filosófico andino y de su manifestación.
En el capítulo anterior traté in extensa de ’e primera dificultad
‘exógena’, es deeir: fe la cuestión muy cnnieovsrsial de si ce neede hablar
seelmente X e une ‘fílxsodc’ andina, o rnCs bien deue ‘n-nse- minnon’, una
‘mitología’, una ‘cosmovisíón’ o una ‘etnofilosofía’ andinos. Claro que
cada ono de eston ooncnptos tiene, vdenrás de su Sitzím leinc partideXn,
enr erneta valorization ‘ideológira’ e nn Xatercnina- Uin tnrenen -
cfatOrcecorio que aoerenpondeo, poe lo ooneeal, a pumos de pista no-
filosóficos.
Eo al presante taptoifo» eefondré y rbelerttien alguoan dlOnuOat hec
‘endósente’ que tinten que ver cea ’a dxnceplualizaniXn misma de íos
supoestns oonlenídos Se Oa filosofo endina. CSvv prsgun- taremos acorna
de la naturalena n acoasibllidnO Oe las tremes; del aerpctvr episteenoldpicn
de Ids oonoctmlentns -tcSnolrrdns; dni nojeto del filosofar andino; de los
criterios hermenéuticos en la explicitación de la ‘sabiduría implícita’; del
carácter de la racionalidad que esté inmersa en la metodología a seguir; del
problema de la (ín-)conmen- surabilidad de conceptos filosóficos
(‘equivalentes homeomórficos’). andino; de los criterios hermenéuticos en
la expiicitación de la ‘sabiduría implícita'; del carácter de la racionalidad
que esté inmersa en la metodología a seguir; del problema de la
(in-)conmen- surabilidad de conceptos filosóficos (‘equivalentes
homeomórficos').
58 FILOSOFÍA ANDINA

3.1. Lo andino: una categoría multifacética

Aunque no es mi propósito proceder en forma escolástica, determinando


primero el objeto material y formal de nuestra investigación, sin amOasio, no
o^ar^-t evitar drcir algo sobre le especificación de la eSosofía rrttr la etrqueta
‘andina, En las exprerioees cnnocrdas tfe “filosofía alemana”, ‘düosofía
griega” o “dior ofía china ”, los adjetivos se refieren, sin duda alguna, el
mcrca geográfico, foOricr a ta” vez étnico de -ee aieato peosaenicntb. Stn
emOacgo, le oefnrencio net pecda mey pnaei sa; noas e xo ranioneo o odrian
indíran ds loual manera vo cirrto ‘paradigma filosófíen*, una manera
determinada de soooebíe la realidad que ticse au cuatro Oa gcanicaaión en un
aapa- olo i. tinmpoP determinneoi pero que guede irraOipe notio ntiO an
burn. Tamnión oea o en chtea/o podríe deoer ‘filosofía dimana’, oe sólo es ei
remido del esfudia histórico de eeie tipo dg fursamienf to, seno Oe eegulr
tinaonscinnre o cooseeentomrete) eei ‘medeio’ edncepcocf -
HablaaUo de “flk^^of^^ mediere? o “ffoeofia mudeana”, el pueto de
raSerancia irrnooco an muy claro. Sor el otiomo signittr acta iiterae. ene nctb
eieouesso o felactovar los ré^oidóO o uso categorío tem- oord, tne corso ona
eiona, eno etaoa st on perioto histórica dei Oeo rao-otio OilosdOie^. beer
embren oro oste caoo, pedoamos referimos —más alii de la OSHÍ^^O:ién
rómposal— O una aeroa marera englobaste fíad 'paradigma' en ef sentido de
Tdoipao Kuhoe de pc na y conc CEÍS ei rnunOo, SO'qua lo pe stmddernidrd
crefe llamar “meteiralutos” o fo eCosode dc la Oiatoon art^^m^ en supce-eo
“pasa mal-ciico" ene Í desairó!ÍO dal ^e^lri tu hvmaeoe Lo deai-cro ni/ine des
cqao ati ddnfendhn e veces con ‘aoocrodisauosU de indíolduon c dita” pos
permiio n Oeon seond o oo) aeigoar uan cbsacteríssisc qee parte- U ece cv'da
ntemen-e a uaa cíela época, fucea da sn conteetd Uistó- neo: Una peoeona
‘moderna ‘ -pueda tener uac mentalidaO * medief ce”, e incluirme du un -
reVie contempouanau ae dice que 'vive en la Edad Media’.

J
Cabe a”eaudthrso a” figc *f^e^ra(cdiair”1 fKi^aO ninufd^roatpd’ ftyoarcir comctd'a” reoln-
ente en OO aScniUtonidd y uiresenc:cu Un lpaió-numn' ss^n Kehnes sna meta- ‘eoiíc
ciondfiaa dentro pe un codtbgfo no^usorionado qne’ puodo SÓO reemplazada por o--a
e t-evés de tin ‘cambio pa-adigmátko' [KU0^1 T.omos GenD. La oep rcecti^i’u de .oo
rbonluCbeo densificaro ^oícoL Un *n^!^iiat^a o^tc^‘ puede coeeisür con otro, como ^r
ejemjnk;^ historie^eio ron ee- idoolúpeo [Lyotard, Francois (W2° Lacondictón
postmwtema. Barcelona: Planera-Agosdnil.
Y si, por fin, usamos expresiones como “filosofía cristiana", “filosofía
islámica ” o “ filosofía mat^rial^^", la mterrr^^i^^cifín exacta del atributo
resuim aten más dCici!. Ost exprasien “filosxOa csistiana” puede signUicar
muchas comas; Una cierta aprnente ftlosOfics; una determinada adord
filr^í^céfic'a; -una concepción del mundo CCOemcroehaut-ncOn un cierto
peronCo /O EnnoKstíca); una sene de pbilosopbemata pe cuitaren ; etc.
Aunque notas expree-ones, en peincipio, i^o condnnen ni rt^(eA^-úi
temjxnref ni enpecial, pueden se- neineioreidae faetiritenet con coordenadas
espncio-temporalnr. De esta manera, uno puede nln- (Picer lx ‘X^lo^^^n
crirtinpn’ como pasto nx le tradin i Pe oecidenta, la ‘frtodofíd irlSmira'
pxrcislmentc como n na ésocs determinada de ls mioma, la ‘filosofía
tXealliita’ momo ene secuencia da alerten olas del Oanoamlsnto cardenta’
iPlatón, neón’ tonismo, renaaimieoio, idca- tiroso ntamPn).
Con estos ejemplos quiero mostrar cómo una cierta calificación de la
fin-sofín iaxerpocda par un nsriOuto) noneximenie ote reentro un único
esperto das peatcn-nenio respertivn, sína edmn aste quede sin inteipnetado de
dlCeren-ec pusiton de visso? Dn ¡noel menete i el atributo “andina" en 1P
axpresión “fitosofía andina" ce presen ii im tscatctse innos muy dlntintra
cooqus reicsioon dan es tre ci, XI concce-o Os lo ‘anCUno’ es un conacpse
mukPaaérico y n-Usée-iso Scon dPe, rentns slpnific/dos).71 72 73 74
Ee primer iugsx, ni térmico “^^dico" se refere a una categoría espacia, a
un. nnrbno dcagtá(ico y tnpoutáfico. La raéz Queche s anti On anttk una en
pluseD sr UPO en na O pora iocairo pora rederiros a lns p los eolrhclores/as de
uno de ion cuenro neinon o segioner ^^U^^PIÍ^Í imperio d<^l
Tamaorifiowene dlvidkm por et Inka POpac Yupatt^t^l: A E?-irrrntyln. Esta
reptán em -a parte ‘orioptai’ dnl ie-neri o, er dicCn 1 a*o t^^ioi^^s ch ese ^^1
nZuticltijysustd, parné nnitede ^oz^/^t^í^i^pi^^^l que contense los droralei
dei leT p EceacOd. Annqne al ^tnPsnyu rubric ia pacn oriental do U
Cordillera de les Andcq desde Quito hasta los

71 Hsy que di-x-cnclxaex-eelar Myil<rqpfid- gensieasr 0’00’^- ’e


’a no-useleaa”,
ere.) yfls syfosorídS anjesivas” C0iiorotíc indinaC etc.). -Cixnsras qus iax m-xsara- ae
rartpdpo nor^Onune- n un nampx des^i^niinado de la ‘realodads Ces eegupepr robn-
yeo iacontexntrlt(cd I^^jttóoca , CUIO-HII y meo-ecoeOntiio de -incierto peni aa^icnu^.
Por aíertoquo se yo^-btna lns doc en^<mu^s tpor ctempCe ,‘diosofír cddinadd la
naturaleza”).
72 CO IS1ET 2004; Eetermnoo 2000a.
73 Según nl aroeisid aappñoi Cinz’ de lnt^n ; sn les Hsmn “Acenosecs” s lss e 1’0
74pobladores/as de la parte nor-oriental (Paucartambo) del Cusco [Cicza de León, ^dro
°e (líSld 1985). pn envmito por C/XICI Balíceleror. MadrirL
l
^rtituto Cervantes de Upóles].
60 FILOSOFÍA ANDINA

Charcas en Bolivia, y los yunkas, es decir: los valles tropicales y la ceja de


selva, llegó a dar el nombre a lo que hoy día se conoce bajo el nombre de los
“Andes”. Lo ‘andino’ en sentido geográfico y topográfico se refiere entonces
a la región montañosa de América del Sur que es conocida como la parte
‘serrana’ del continente.
Los Andes (o la región andina) se extienden desde Venezuela, por
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia hasta las partes norteñas de Argentina y
Chile. Este espacio geográfico tiene características topográficas muy
peculiares. Se trata de una región montañosa, con una altitud de entre 2.000 y
6.900 metros sobre el nivel del mar, poblada parcialmente hasta los 4.800
metros. A pesar de las condiciones climáticas adversas, el espacio geográfico
andino, por su diversidad de microclimas y pisos ecológicos, ha sido desde
hace más de diez mil años un lugar predilecto para el ser humano. Esta
situación muy peculiar ha hecho posible que en el transcurso de los siglos, en
esta región han surgido varias culturas de esplendor y de alta civilización, de
las cuales la cultura inca es la más conocida y avanzada.
El espacio geográfico y topográfico de los Andes es determinante en
parte para la elaboración de un pensamiento filosófico propio, tal como lo
eran también —mutatis mutandis— el paisaje costeño en Jonia para la
filosofía griega o la región fluvial del Ganges para la filosofía índica. Por
ejemplo, no impactan como categorías primordiales (como en Jonia) la
reflexión sobre la inmensidad del mar, la dialéctica entre tierra firme
(constancia) y aguas movidas (mutabilidad), ni (como en la India) la
periodicidad de los monzones o (como en Egipto) del aumento del caudal del
Ñilo. Pero sí juegan un rol importante la precariedad de la tierra y del agua, la
dialéctica entre arriba y abajo (por la topografía) y la ciclicidad de las épocas
de lluvia y sequía. El ámbito geográfico andino se caracteriza por condiciones
climáticas y topográficas extremas: Caluroso de día, frío de noche; seco en
invierno y húmedo en verano; quebradas profundas y altiplanicies muy
extensas; cumbres nevadas y valles tropicales.5
La situación geográfica y topográfica de lo ‘andino’ es entonces la
condición ‘material’ o el caldo de cultivo imprescindible y a la vez
profundas y altiplanicies muy extensas; cumbres nevadas y valles tropicales.5
La situación geográfica y topográfica de lo ‘andino' es entonces la
condición ‘material' o el caldo de cultivo imprescindible y a la vez

5 Las condiciones topográficas y climáticas quizá puedan explicar parcialmente la génesis


de la polaridad dual, la ciclicidad del tiempo y la complementariedad como elementos
fundamentales de la filosofía andina. Eso no quiere decir que el entorno natural sea
determinante para su conceptualización (naturalismo), sino que la prefigura como una
de las varias condiciones existentes.
PRESUPUESTOS HERMESÉUT1COS Y METODOLÓGICOS 61

singular para el surgimiento de distintas culturas y un cieno modo de


concebir el mundo. Por lo twtto, este mismo Crndíno”) se
rafaría cada vau más también a un cierto modo integres de vivir, es dedo: tn
una determinada ‘cultura’. Lo ‘animo derivado dg d aor> ción gya^^ica, se
ha do puesio sobre todo como una uategoría zul- tural. El see humano
endmo, ‘cultivadUo’ esta rugión prculiar, viroe elatorondo cocao expresión
de ls zoexiriensia cuo su medio nztnral- un modo ^s^^rm^^^<ro de Yivír.
acarar y concebir. nr cinrto que en ni ámbito geográfiyo gs lns Andes mistían
y siguen exisdendu distintas culturas non rus^ropioc formad du
orga.nraaór^g sos idiomas y sus vxprtstánes ^i^ opucs peculiarur. Sir
embargn, y a manvra ge una ‘ídeatontón’ tipológica (en el sentí do de Io r
a
d^rrg^geu de M an WuherX sr pue’e enfocar lo n^n<gnn’ romún a indas
estps mmifentadonen culturales y hablar de una ‘cultura andina’.75
Y
sto nn seráfica, por ntra parte, o.oe’ar la gran variedad 'O eg* presfonec
cukuratec en (a regtón andina, ni a ’O largo de la ^3^1 (diacrónicamente), ni
en la situación actual en el espacio (sincrónica- munta), Apana de tos
hlsiintos idioman rá^ente^ (rdtaasrtní o qunohua, elmara, yukina,
castallano y eidodos omi y sus dialectos regipuales, encontramos una ‘ran
sasledadde cukeraa hlrtóricas twari. tiwauakrg iáka(, de axpresidner
ortisticus tegionater (Co ioatdlaf Ecua- dou Ca‘tnecrya, Aya^ua^o, CeScc,
PnnO‘ Chridiyupd, Tlticnab Potocs, Ju‘uy, eto.)-y dd Sormas
nrganisaatonaioo rayutuhldadeá aampesénat, pueblos
intermedios, .barrios'pdnolrres. centros urbanos). A pesau de eaae rique ze,
se urehu drscdtoir, coruu srtrducto Pe di ‘sutuoncieceia coleetiva’, uh
Ueoominador común, una cultura subyacente que merece el tirulo “andina”.
Pos último, d iénnino “erdino” eintotén ur a r na catv.enr
¿taiur, habtando de esta modu del ‘ser humano antiino' o dd 'pueblo
andmo’1 csta oaracterlstics no sólu ss ryfiote a uny ^aza pura’ prahfe^mco,
snotd sor henrano que se siento táeuuficado con y arrck gado en el ámbito
geográfico, social y cultural andinos.76 Para denominar

75 Una COZ mes: No no01ceeos OÍS cgilurae como íyctthoSaa‘ yrhrniXirele(e


iotyalayíe.r, srsouod^o exprebíoous du unr ortnmielnad vira ytraosfo^nuOora du lar
taratoaas que fotias *coinfrut Hnun serrido reormunológico, tc' cukuirn tnruina no
miste .diño drstinius 'celturas rdmed’). fx:or M sttrnoen adoaltona es decir, como una
bur^^i^it^n ideae e ^sum de toe tn vlrpresfung^lroor lIumuOos ‘<atlrOnos"
76 Oe Bgiivlal por niemplo, im de ia poHaaiue se cheoiderc■•'andina’’ en el
sentido de que pertenece a los ‘pueblos andinos’ indígenas quechuo y aimára.
a este ‘ser humano andino’ con una terminología no-ideológica y autóctona,
nos vemos frente a una gran clif^ct^ldid. A partir de la equivocación
histórica de Cristóbal Colón de haber encontrado por la vía ooddernal a la.
tatoa, los ^¡aorq^^óes de ^4af¿t YaUe soo tomados Indiscriminadamente
“indéos”.8 Esta palabra, aparte de ser el resiitat- do de ata error histósioo, sa
he connoatido muy rápidamente en un Ututo desoectioo y peooraOivo,
Casta inclusive ser tusada ora nuestros dea a rumo on iso ulto de muy mal
gusto.9
Existe ya une cancomcle csecieace eta el es undo oienofico panto,
leologio, sc^^iok^^^^o do ya no uoai: aeáo este término, pero su sustituto
propuesto parece un miento de ‘echbr pl diablo pbr BacPaebubi. Ct pelabra
-“indígeuut ant/to de sustendvo como dt ad- letleoS POU die or
ampliamante usada peo lo íhaa/tgeereeo, aso sólo ao seferiosa al ombito
redino, riño ootendieodo se nsn a una eeriehaO de ex krehioner loripecesi^s’
Aborígenes) en todo el mundo. El tér- u/mo ecpañol “in&gena” tiene su
ongea ea tos' palabras htinus: mdü que es usas prepoetádn arcoteo (l;a-
fomaa dásfca ea 0° y que so neo geoer'altoe-nte en itcihCpteasftoopa< °a el
participa perfecto oes verbo getto ú-añondrai1 dar et 1PO< porter huevos) qu
eweno dd guile go gínomai. lia conupasiqtán ra¿db7peMt*rk o inMufeentía
tigetflce, ^<ar tan to, ‘nacido o na cito en’ (en /tornan pitdliee(trtoedlJ cou ko
“se “mdígena” torio roto aor humaoo naddo en un cierto ámbito geográrico '
aulturbl.11 ,
Auiojue te palatoa "iod^ena” no hese el “tirme peso histórico corno ot
término “^00”, qin emloargo te trata da una denominación
H
Prefiero eltésmmo nofivo aporrato soboe e“ “e “Ama■rica r que se dotto
e
el conqtns'sdos ta^eo nmépko ^spucd ec pierhizartu. “Atyu Yalp” et e1 oéie mrno srps o
uek» Kona“P anamáp denuocinantp eos" mente amenaano o u rutoia■i °dad. Su ektoóo
de stsc Aueaigatfiica ttiersli on 'plena meduse/t)fuu
pesralíoes;sietera Tata” M<l^■lhot, qutoo. propone .que i edo”da” tes/las
md^em lo atiHceo en sus doeomensop “ dee ieractones ót^. Derde laCOno quista, al -
étminoqndio/a” serlsa indll>lllrramdntp pora “ndao y lodos leu/os natl- vos/as del
continente, desde Alaska hasta Tierra de Fuego. Surge el problema (en CLareUmc)
k
iu rómo dteríe^ie oas y fos^tadien/cs 1 de hlb^el XPII os lue y too habi<ant”s fe latadta
(e,‘indlor’r “tadúes”, “íqdicossp.
9 u
e^ores* ón a fad» oe lapo no" por elhmplo, PÍ un inso kopesa tans ^100^ suciy,
noo0vaizaup y “sutp, sm qoerea“monte ocirrur^iO)jaqi osemperioo ondUio.
10
Aplicando este criterio a las y los pobladores/as de América Latina, prácticamente un
95% serían indígenas (nacidos/as en este continente); en realidad, la
- población “indígena” en el sentido de “pueblos originarios" apenas alcanza un 18%
del total.
desde fuera (o hetersstoga) —y además demasiado general—■ que de
ninguna manera c^n'esoonde a la auto-concepción de las personas así
denomina das. Lo m^n^o ocurre con los términos "Am erica”, *^ame-
ricano” o -I21énoamerinno” qee reflojcn el potceto treumctico dé ia
Conquista y Oy la deseen inmáUn portcoor der de fuera. 77 En este sern tidOi
o,men en omen o con otnao pal abras: SOS término; uos dor reo flejan nn
nierto ostodo dd ceonéennia o ss falta. En todd eero, pueden ser
eonsiUerndos la evptesiun tioU de la tlineación cukural u Centena Pel sur
endienlt de este nomínente.78
nomo en muchos oros ensere, la terminología nos plantea un proberra
un d nene que ver ron al camotes l de SU de it
coa el tei^g^oj^ ‘científico’ refleja”una cierta ccllura (ante todo la tctcI-
deniel) y mo eierto moto dn ccuueOir el mumdo. Oa tenoinotogía rto-
c^t^nOfiéa y hoecradoeo Ola jer-a populad) no llaga a ciccnoir 'd’gnk dad
científica’ , y, por lo tentu, un excluida del lenguaje técnico de Jas ciencias
estableadas. En nuestro enso, la ettrogralaa, anrtopotogía, sociología.
teotogre e iedsisine la fitomfia minplean en di de las fenómenos ‘oédinos’
Séome tambiCn de lnr *eO^^^cd\ ‘chi- noa’j índicos’) on a termmotogin
occ’dentol y, .or to tanto, ‘exó'enr’ jue trancporta c Ir vec one ciarta .deo-
togkt’ eo ea senotoo del manejo domirunte n e s rdea( CtommdnteíO. IOL
prcauatidc ‘univeosa’idad’ ’e 1c cicnc’a, a manoác cacoe re sr cardador
^d^rcekdraHdctl’ con ratees mococnkurelcr. eomanco en creerá edtue
ndvcrrencicr, padníamcre aeguin áseselo téammos como “ind’ganad
“smericano” y “ibero-toiiranar, como exprestonur de dn oddigo ai^^tui^iv
u^^^mnu)t mente oii^do y usado.

77 Como ns saH.o, fue e1 envegante florendno Amtrigo Vespueei (1451-1512) quien


co co afán de etrsniraroe d.o Io nemorc ao ousvo coouncnra “descubierto" por los
españoles. El geógrafo y cartógrafo Martin Waldsecmüller propuso que el nuevo
continente recibiese el nombre de Vespucci. Se refirió en su Cosmcgraphiae
introductio —introducción para la versión latina de la Geografía de Tolomeo,
preparada en la abadía de Saint Dié, en Lorena (.Francia) y publicada en 1507—, a
las noticias de Vespucci (“es lógico denominarlo un nuevo mundo, porque ninguno
de estos países fue conocido para ninguno de nuestros antepasados, y para todos
aquellos que oigan hablar de ellos serán totalmente nuevos... He descubierto tro
aontinedrr’’r. se dectáCó dn ao aeevo aontiennteelcocIb-e de “Amécí-
rarensu honoe sl líin.co desasuerdo de Vuspcrdvoo uelón, ese ai cjuernantu- vo und
eutrenha sus. sud, ftivs 1 ^a’ o de dentara r o no tarnuevast iutiAS eescu- bteeas no
forma.te. parte de Asia.
78 Sin ser fetichista de la palabra, hay que tomar conciencia de la posibilidad ideoló gica
del lenguaje, sobre todo referente al sexismo y racismo.
64 FILOSOFÍAAND1NA

En este sentido, hoy día se habla de una “teología india”, de una


“filosofía latinoam^i^ic^^r^a^”, de un a “filosofía indígena ”, e te Y todas
las corrientes que llevan estos términos, justamente pretenden acabar con tr
alibcecion <^tilue.i^r es Ib tn^irr^rnvick^i^d del q^liacu teológico r
VilosNfico ee Asnérica Vacian. éSo podría bmpIoor una treminolvbív
netamente ‘ eridógena' , y utóetnna y euténnea, “in renuncíei a la posi-
biHVod Vr hacerse rntendrr? vPodríemos pensar er uno teolóbie o
SVo^s^rí^ non una tenninología tota cueto désonta a la qua sg evolucio- Oc
y ’dogmatizo’ en Occidente?
Me perece que esto por d momnrbó no ns pesíO le ni des cada
^^bet^^ on idiel iom edicto o n porta plazo, rio arOesbor una lecomuni-
coción coyepletb n entablar SO verdadero ‘OiáSnco de sordos’. Paro si OC
posible inrroddeic vsrciaImd^te ana rermínologín yo-occidentat n
'endóneds, a el sentido de eqhiva-entes hcmcomnrficos’ lingcorrictlr son an
trasrbodo doncaptaal propio. Erto con el nsopósiro de unb sdv^^r^idir
intetrctval dedoe itd cirtnmo termluoIpgioo y drobobistnsl domíname del
mondo rientíSSvo acruab ü ‘akotidvl linedíeticr puede inumpie el e nata
nonera on d gran monologo Sbol ^nioo roñoso odlversnlista de la cultura
dominante.
Pdrd ^0^0 propdoíto, s e not vrvcenren VtSerenr es rtd^^t^^iír^^^ dos.
‘^C^COÜO-JS reemplaaer “Arnérioa‘‘ por ei lsireióc 1
‘Ahya
Yald\ el qee dár qev SUO rvfereboid neónráflod rerío u^o categoría bírtnricr-
culteral: le nedíunen anodolfo Kosch)79he las gram
Oto trod icoones ^i^n^rKods^^^ de este continente, Obs embb rgo, nb
término ignora ’ao rraracterírticas ‘mnetiee ‘alienada’ n ‘colonizado’ ienies
Ovb nomínente ambricano, Quínás los dos ÍO nninos pudiarae nser— Sedo
o lona p ara 1Íamar lo atención C Ca b orlo nnnití COZ de su r poe- Pios-. nl
heoho do br nen raSocs profandas y ote and elo de 311^010™^ OSS^^^V
por bo tnbo, y ei a nao ol ako grado de ddnóndenota enonó- vliru^dlorrai y
ta subslou^^n-^ e^^^neei^i^, Paon susiinur d sóseorint? “indígena" en el
ámbito andino (otra cosa sería en Norteamérica, México, Centroamérica o
Paraguay), se nos presentan las siguientes alternativas: “nativo/a”,
“aborigen”, “n/rw”, u'qbeswa nmcf, ujaqf\ “qbeswa”, "aimard\ etc.

79 Véase: Kusch, Roberto (1962). América profunda. Buenos Aires: Biblos. Existe
término “indígena” en el ámbito andino (otra cosa sería en Norteamérica,
México, Centroamérica o Paraguay), se nos presentan las siguientes
alternativas: “nativo/a”, “aborigen", “ruruf, “qheswa ruruf, “jaqt",
“qheswcf, “aimara”, etc.

13 Véase: Kusch, Roberto (1962). América profunda. Buenos Aires: Biblos. Existe ahora
una edición de su obra completa: Kusch, Rodolfo (2000). Obras completas. Rosario:
Fundación Ross. Tomo I y II. En el mismo sentido se habla por
ejemplo también del “Perú Profundo" (José-María Arguedas) o de “México
Profundo" (Bonfil Batalla).
PRESUPUESTOS HEREIEUÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 65

Los primeros dos términos tienen su origen en la etnología y


antropología social, y son de acepción y uso universal; sin embargo, tienen
una referencia arcckic de ‘origen’ y llevan un significado (inconsciente) de
'anngüednd’, ‘premtividnd’ y ^nruraiidnd’. L nrd’ se contrapone a d ‘culturr-
lindd’ y ^^1122000’, lo que reOeja un cierto punto de vista ideológico.80 SLS
demás ténr^nioo pr.r^o/tet^c^ti de idiomas vernacuoos de d regiSn anViny v
no eueden rrr cplics dos a otras regiones de ( oontieenee americaoy e lel
meodn ge ee^eral.
"RunnOes la palabra qucchd i para ’e r human o’ fe es usa da por los
ntes Senevponamentpr aara referirse a las presonas
autóctonas de origen pte-hirpyniCQ (lo h’e el término “inOio” en foe ma
geyorutinn iuden) pg nistlngelrds de ée 'í^c^é'f^me^^i^oi/as) y d(5 los y los
“winoqwsba” ScanaQsS‘ as). uJaqf es el vauivalente aim USS qun o-crffiea
‘persone’ o ‘sur nuieano' u es usade similar al "IWUP yuechna. “SU£o”Zita
runs?, “ q’eswoOy uoi\mam" cons ienen une tvfcr rencie idiomácsro
o/° .topográfica; Sos oes í dlomrs nominantes eg ós resina andine -—^l
quechu a y el asmara- aimbí^ri cipiS can dsetndH C cuitrias rrepectíeas.
Además, el término “qheswa" nigoiCica'qaebns- oa o ealla o(seo de
cHma .tpmpls0o se psoderaslo, ooneKslmbnre spo cnilo per car roo
princípaln re nelncrona nntnncer con uaa caracterísC- ce lopanráñee
(ie^^^^nta den oepalia andino. ^1 “qbestna SCITZ entonces sería el poblador
autóctono de habla quechua de las quebradas y los valles andinos.81
Para este trabajo, prefiero usar la yunta de los términos runa/ jaqi, por
las siguientes razones: 1. Me refiero a las manifestaciones filosóficas de las
poblaciones quechua y aimara-hablantes, que no Pífierpi a n los ^rincivos
óás tens, lino os lo en aígunos mailcps1 e. ' Sv traee do en ÍU^ninp-neyntri
*endOgenoa ssaéo por 1U minirc poOdción autevtona1 ee ul sontido de
mucho apoecio. EVIIS^ entonces en este u Resulta difícil llamar “nativos/as de
Estados Unidos" a todas las personas que han nacido en el territorio de la EE.UU., a pesar
de que esto seria su significado literal (de nascere: hacer'; respectivamente natus:
‘nacido'). En realidad, el término “nativo” ha adquirido una connotación étnica e inclusive

80 Resulta difícil llamar “nativos/as de Estados Unidos” a todas las personas que han
nacido en el territorio de la EE.UU., a pesar de que esto sería su significado literal
(de nascere: hacer'; respectivamente natus-. ‘nacido*). En realidad, el término "na-
tivo" ha adquirido una connotación étnica e inclusive racial con énfasis en la
‘primitividad1.
81 El término quechua topográfico qheswa ha sido la base lingüística para denomi
nar en español el idioma de sus pobladores (quechua), mientras que la denotni-
norrAn ninnis HAI crt iprU lo ctic i itt c AC AÍ/WT/T ciw. flpnnnn r>
racial con énfasis en la 'primitividad'.
15 El término quechua topográfico qheswa ha sido la base lingüística para denominar en
español el idioma de sus pobladores (quechua), mientras que la denominación propia
del quechua por sus usuarios/as es runa simi (lengua o boca del ser humano). Quiere
decir que los españoles identificaron a los indígenas quechuas con su topografía,
mientras que éstos se auto-identifican como seres humanos de pleno derecho.
66 FILOSOFÍA ANDINA

punto la determinación terminológica 'exógena' por Occidente. 3- El


término-yunta 'nnna/jaqi oo solamen te de ne u nc acepc ión Ctnica (‘la raza
indie’), ciño cultural y geográfíca: - ee el uer nomano identOicano con y
arralado en el mundo anFüio. 4. Se podría distingntr un sentido entricto
coo^noi/jcqicovco ‘raza pre híuptnica p ure’”, zo sentí domas dmplio
(aorno/jaqi romo ‘ner outnzen andino) y hasta un sontino uni- vernal
rnano/aqicerno ‘sernomono’ó ‘perioou /nntana). Cara uuec- tro propoS-ipr,
“referimos ei ssoti/o máe amplip, poeque ip ‘pureza da ^tma^np aparte ‘e
resultaa ye muy escaspo ne refleja la emptisud de ta culture, del unudd de
vivir d de U concepción raciond del sur hn- mann and ino. ICC ¡ncepcícn
antuopotógiaa universal sUio se usa para contrastarla con los demsc entev
viuod tplacsas, nremsles) y ^piulus.
Cuan4u habkeuor-de 1 lunnda rndinn, neaeraesntsme señemos qoe
tomar pool eren “lante r “ir qyr se senle donoirOdar “indigenISIPO”, “(pan-
iy/oinomo” rt ¡^1“^^ t/ac/amomlsmoO Eg “odieonismo17 us en mevimieoin
uocio-políticu y aultusil dtse prosonuo restau-at una spuiad ad 'p^ura* lot
rd^£d)r?^i' en ui renüsio máu escrictn Ss^s.n ¡^rca n^^panic^ paran. tute
afán pucdr 1131^10^ -n lachr contra cl ídlomu custeHano, yoona las y los
oeOiisy ^’er^c Como.ln rlaue dc antder- “^‘65 ‘ empresarial, rcntfc le Iplosia
oomo po.ordoso dd valores ‘occilCelcialera coatta la ccieectura polftica
dsurocratica, etc. Su forma

n
El censo de 2001 r^n BoHvie ILICÍOÓ un porcentaje de poWactóo “indígena" de 62%.
Entre las persones que se cutc- vdenrifitce con este guipo , hay un engmen-o dlees de
t
ptol■““n“emqele mrtyooitar^de imyslizornqr” “‘“^“fere^tor ^itos da mestio eaja. Ente
cu ne mdisio hurr el hecho du r>ne las y lnu oed>neeao no se iduncijftsan coototn lee
vu baue n nrílerlosblo>niin:os(raeor, sioo cuhurales y políticos.
n V<éisc:
At^ézok) CcstrOy Manuel■eed. ) (19d)).tápolémina del indigesispo. Limr.
BcrrC1 Mdrte-Ceental 91983). tóeotogías indigonistas ymopimientos ind>ou. México.
Mires, Fernando (1991). El discurso de la indignidad: La cuestión indígena en
América Latina. San José.
Quiroz, María José de (1962). Do indianismo ao indigenismo. Belo Horizonte.
Saladino, Alberto (1983). Indigenismo y marxismo en América Latina. Toluca.
Tamayo Herrera, José (ed.) (1981). El pensamiento indigenista. Lima.
Zea, Leopoldo (1979)- Negritud e indigenismo. México. i
1S
La palabra (quechuizada) “misti” es un peruanismo derivado de la palabra caste-
Mires, Fernando (1991). El discurso de la indignidad: La cuestión indígena en
América Latina. San José.
Quiroz, María José de (1962). Do indianismo ao indigenismo. Belo Horizonte.
Saladino, Alberto (1983). Indigenismo y marxismo en América Latina. Toluca.
Tamayo Herrera, José (ed.) (1981). El pensamiento indigenista. Lima.
Zea, Leopoldo (1979). Negritud e indigenismo. México. ¡
18 La palabra (quechuizada) “misti” es un peruanismo derivado de la palabra castellano
“mestizo” y de la noción latina mixtus (mezclado). En los pueblos y comunidades
andinas, la palabra misti se usaba para designar a los caciques y la clase alta criolla.
La palabra aimara q'ara significa 'vacío', ‘pelado' y se refiere a las personan de tez
blanca.
PRESUPUESTO S HERMENEUTIC OS Y METODOLÓGICOS 6?

extrema sería e 1 rínkalsmo”39 que pretende un regres o a los valores, la


sociedad y la tecnelogíe dm inocuo incaico. El ’‘pachamrmismo” (da
pachamama) es la expresión de una eral ración del t^c^lto a la eacCa-
mama en centra de le roligión “imperialista” cristiana.
Estos movimientos tienen todavía xna aierta vigencia en tos An- dcó,
cuñete se irattr mác de concepoloeies de eliies ínietectuales y políOeav exo
de orandee movtttoaciones pep utares. Las I- 1 es misaras/ as
frecuentemente rechazan el rOáe ‘tndignnista’, ‘inkalsta’
o ‘ppoeemamtótc’ m^cno i^^arrC^nlN^. CCr concibo ia 'filoorOa ondiee’
armo una Ollosoiie mdioenldta’. ^okainta’ o ‘pachamami s^ít’c sino como
una 'filosótc iotlg ena ’ do lac y loa rantuócpu en ctnaSo atnpllo,
E “andinismo” (no en e” snntido montañistas o "panandinismo" refleja
ente todo x n nvoererna polítiru óe ^egeae la reeóOn endina como ue
ospacie económico Smás que político) UC liSre comercio A^^oia Andino).
Ameoste, el ‘cndinismof qcóerh fomeolce loe valeres 0-1101^x5 te Ice
munisSboc ÍXI ¿ónbito andino. Aunque no esté opuesta a la aeepctan en lo
EXpresióo n^riosh^^a ardinr”, am embargo, se xa to óe un nloe 1 óe dad
y osgaoíClddO eccSo-poKd cpo que
cn mEmpote a mi pron<1Nto. dio nuiero enmelarme a ningún “iomq”, de
oué lodo que ptsveuna. SVt embarro, es rom oroosibie ol afCu de
‘eníquilac* ÍSAI Oistoriu doloron a- humillante du ADO neoe, n Oo erro-
movr todos ins malos que nom ha ttaldo to donaloación ajenen mura
musmar la ‘corsa sin ue^luó prei o post-occidental.20
Herrera, José (1994). “El inkaísmo: Una Constante en la Mentalidad Andina”. En:
Andes N° 1. 47-64. “...un fenómeno de larga duración, incrustado en la mentalidad
cuzqueña, desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y en el futuro siglo XXI” (49).
Manuel Jesús Vega usó el término “inkanismo" en: “El clero patriota". En: La
Revolución de 1814.
Respecto a la ortografía: Continuo escribiendo las formas quechuizadas “inkaísmo" e
“inkaísta”, porque se trata de términos técnicos, pero mantengo las formas españolas
“incaico”, “inca” e “Incas”, salvo en las ocasiones en que compete al uso específico
por algunos/as autores/as (“filosofía inka”, por ejemplo).
20 Las teorías ‘indigenistas' e ‘inkaístas' tienden muchas veces a idealizar la vida del ser
humano autóctono del campo, del ser humano pre-hispánico ‘inocente' y sobre todo
de la sociedad incaica. Como ilustración podemos mencionar: Pacheco
66 FILOSOFÍA ANDINA

punto la determinación terminológica ‘exógena' por Occidente. 3. El


término-yunta runa/jaqi oo saCcmentn tiene una acepción étnica (‘la rada
india’), sino culto ral y geogrePocui.oe el sw humano identiíicano con y
armiñado en al munho andino, d. Se pohríu dish nguir un senttu do «^ntr^^o
Omoa/Cc^c¡icprnn ‘razei prePi$oan ícu punO, un seno ido más amplio
(sossomsei como mee 0 utnano andi no’) o h^t to un sontino uoi- aersal
jnasio^^oqi comn 'sea numóno’o ‘pert ona motnana’). Ca ra uuecs pro
propósito, preferimos OÍ reoiiCo más amplip, ponqué la ‘pureza Oa sangra’
apa de de resu itat ya mu) escasnj no refleja la smpided de la (tu^^ura, del
modo de vivir y de lu coocepción. radonol del sur Sn, mann and ino. u U
acendón antropológica uoincrsal su io se usa para cuntrcntcrlc con los
demás nns^eu vions í^nic^^ s, ammones) y os pontos.
Cuando hablamor Sel mundo rndinn, necosaeomo nse senemus que
’ornar punición frente o 1O que re sude annonndar nndigepusmo”,
“ipan-))m0inisrno” o inclusare ’‘machamomismon il indmoniimo n un m
mevihlientn socio-pol)tico y cultuoi.t oue proonndo restaurar una spaíadad
pn Ons ron¿oSiZí7í en ri reniido más estrilo (^^zo pnc-
Oispenica orci'^). Esoa alan pnede oisniSioar la ducha cortta d tdsoma
custeUano, tonne las y los ^^TSy o'eow18 como la dase dc comeD droid o
emprasarios, con-in le Iplosia oomo po.oadoro dd vatancs ‘occideuidlerS
(a. cuiasctora pol-tido ddmocretica, etc. Su forma

10 e
cenco du 2001 en Bolivia afrojd un, porcentaje du ’oblactón “indígena" du 62%. cstid
(cs odrlOh-s qtie zo alJlo■iideniifican con esoe guopo, ht. un dngr^iatoo o-sa.i dp
Sb
ibbaclememie mayooitarioi) de “mcstizcs^s" de dtferonto) ^rayo) da mesoe oz ju.
Enro no oc cnd icio para el oecno • de nnelds y ino Iod^nnan cn se identifican como —
(o^s en to e c nríinrios No^inor (roze),slno tuRum ly s o politic os.
17
Véase:
Aqufi!zo(o Castro. Mcnue j fed. ) ((9d6).Di pol^rúja delindéenismo. Umr.
Borie, Mdrie-COaot a( (1983). VVeolsgías indigenistas y movimientos iédioo.
México.
Mires, Fernando (1991). El discurso de la indignidad: La cuestión indígena en
América Latina. San José.
Quiroz, María José de (19Ó2). Do indianismo ao indigenismo. Belo Horizonte.
Saladino, Alberto (1983). Indigenismo y marxismo en América Latina. Toluca.
Tamayo Herrera, José (ed.) (1981). El pensamiento indigenista. Lima.
Zea, Leopoldo (1979). Negritud e indigenismo. México. 1
ia
La palabra (quechuizada) “misti” es un peruanismo derivado de la palabra caste-
Mires, Fernando (1991). El discurso de la indignidad: La cuestión indígena en
América Latina. San José.
Quiroz, María José de (1962). Do indianismo ao indigenismo. Belo Horizonte.
Saladino, Alberto (1983). Indigenismo y marxismo en América Latina. Toluca.
Tamayo Herrera, José (ed.) (1981). El pensamiento indigenista. Lima.
Zea, Leopoldo (1979). Negritud e indigenismo. México. 1
18 La palabra (quechuizada) “misti” es un peruanismo derivado de la palabra' caste-llano
"mestizo” y de la noción latina mixtus (mezclado). En los pueblos y comunidades
andinas, la palabra misti se usaba para designar a los caciques y la clase alta criolla.
La palabra aimara q'ara significa ‘vacío', ‘pelado' y se refiere a las personan de tez
blanca.
PRESUPUESTO S HERMFNÉUTJC OS Y METODOLÓGICOS 67

extrema sería el “inkaísmo”19 que pretende un regreso a los valores, la


sociedad y la tecnología dm imperio incaico. “El "pachamamismo’' (de
pachamama) es leí expresión de una exaltación del cuh^o c la
pacCnamama en contra dc ia religión “imperialista” cristiana.
Estos movimientos tienen toUavía xna aieuta vigencia en tos An- Ucs,
sanare se trata mán da concepolones de elides Ustetectuales y pclioiaav uxo
de ovmduc oxrvtlioaciones pupu taret. Lat o /'us mismos/ as runr:i/jmar
faecuantemente rechazan el afáo <irrciigenista\ ‘inkaísta’ o
‘ppeCcmamistn’-coneo anaarnnico. No concibo lo *”ilesofía andinc’ uamo
una ‘filosofra iadieenlria’, ‘InkaisltE o ‘pachcmamisiat sino como ona
iniosotio iadigena’ de ias y l°c ro/icdjaeione. rtntido a tnplio.
El “andinirmo” (no en e' santido montañista) o “panandiaisrnn” raflaju
unta ro0o un oveum-ma polfttoa Re iniegcar la -euióe unOler como ue
espacie económieo Ornas que poHttceS 1C litre enmeccio (Paora Andino).
A'cmaf, el ‘cndinisnaO quaere a’^meiian 1O” valora culomalos y
numanícesor d-o Ornbito anatxo. Aunnca no esté oncéate a ia acapctón en
la sepi-osíen “faosoOa andina”, sin ambarga, ca trata Se ox nivel de
nrvUUeciouotidad y ^ogt^^^^^c^a^si sonio-pelíacas qme no nompetc ” mi
prnpnsito. No qu iara someterme a ningún *0’1X10’1 dn qaé laio axa
provenga. Sin embargo, es comprensibie er aLán di 'aniouiiarl esto Ulic^im
doiorosa y humdlanta de 50C enoSo -t de ^<1- dlcau Oedut los mu too qxu
ees ha u^^^o la dominación ajena, para budnio la ‘tiaors sin ma'es ’ pret o
oosoccciaentalht

i Se tratedt a n término acuñado por José 12^^70 Hciarra-tnHütocia Uccial tltl Cuseo
Republicano (1978) para denomíncr la que se e!ic<rnlrcbc según
Gañil aso oa U Vega oti tt seno ttu tas atttes dorqueñae. us “sqoohcoo jodio de ideas
que bascó srampto oacArUare uci^ist izare los Inkms - — i^d?l^t^ en inkaico,
vinAtccxAo so mamoriu c muxtaniando’su d^siloj” [Scmcco Han-ara, José (1980;).
Historio cteUndigenteaiO Cuzqueoo: Sighs XV!-XC lim^l, Véase ramSiéo: Samaco
Han-ana, Jniú (1994). “El inkaísmo: Una Coadtaaia aa la Mrnis1rdsd dadias”. En:
Andes N° 1, 47-64. “...ea faaOrnano cae toree eLir,iotan, ínerusioda en C mendcli-
ded cuzqu ena- aesdeel eiglo XPi ha ata el siglo XX, aen el futuro rigl o gOCl” (49).
Manual Jeaús Voga i SÓ OÍ al rsúLno“” nkanismo” nn e "El clcro pan i oti”. En; La
Retío- lucion de S d!4.
Respenin i la ortografía: CC^I^^ÍÍ^T^CC ednLiOieada 'lid SoLrnsd qeadPeizidsd
“iakaídma” a “iakaidia", nooq^t^e ae orate ' s LérminosdadnídOE' pe romaarengo
ICO forman c.i”a- “OÍCS "”ncelran, “inaa’’ e “Ineaq”, salea enlas retasiooaone qua
COS-O etc a! uso addaníOidn d”n algunosiaseutoresdes (“filosofía inka d por
ejemplo).
20
Les teorías ‘ÍÍ^-ÍO^^^IS^S’ e ‘k^i^^^^eLs’ tiendan mnphaq acces a ídealinar lq fia- d a'
seo euinaiso eurXntorlo Ud oa mpo, del üi^u^a-^cr d^^^hnpi^i^”d^ ‘inocente’ y”0-
bre todo do k oooieUaL mcoics. Como Llustrcclen podemos munciooar: Pacheco
LO anamo en la expresión rilosoria andina se reriere entonces a todos los
aspectos geográficos, topográficos, culturales y étnicos anteriormente
expuestos.

3.2. ¿Filosofía andina o filosofía incaica?

A raíz de los movimientos ‘indigenistas’ y ‘andinistas’ existe un ipterér


creciente por el modo de vivir, la concepción del mundo y k organizeeión
socio-o°tísica de los Ineas g Pel pueblo tiwanacote Opoe rl lado alcrereA
Ecto xsmriicp re refleja en dirimios intentos de rescctat el j^^^ecer^^^<s
filosófico de la ‘cukem incatcai.tt Pon jo oa^cr, os preciso definir con
mayor claridnd ls nsir^c^ís^ju eosrc io ‘aodino’ c P ‘locaivo’. -
El scptcte andino t c SÍOO pobledo desde et ^eríod^ Etico Shoee unos
0 0.00o aitost Oscoa la conpntsto por toe erpaifoioe got una goan essiedat
de etnias o sultun autóctonas, gntre ellas Peoiacan las cul- tusas
prcccramiccn cl Formader Andina. h cultura ManSavalln (t.400 a.C.O
TiwaneSu, de los Weri,’p oot fin 1c rscat^a esidpt^ ticaico. Sanio tn id
reglón te tn ropilcl jncalca posterior del Tawsntinsuyu, jC-cn0 SCuscol .
oxirllen antoo te la -lcgoOa ic las o les priroesosaas emir gacelas te 1P atola
cees toa sesle ds cgkurac y ntoiac preinoalcas, tal nomo los Walla,
Alkanioa, Ocwasera, Antaraca, Lare y Aogus, pero poeta tsCo Os
poblnciPn <(e Aqhrmama Vo pvn sigoificc ‘mamá do Ps ahlaoa’s oosnn
saiento nntccoc al o^<^^^0 (Cusco) incaico.

Carfan, Jcreoat (1994). Fiinonfía inkaysupnnyección alfucnro. CurcsaSan Anoo: Po


AbsP. “Arpisvmos a socar otos filosofía nacíonvl, uno filosofía andinsainkoi goc se
enouenaon vigsrocs e i^a'ólumn^r en Ir tcayoiíade jas problos inausscntes dd
glorioso, rsclcrno p Vunvsni tirio muvdvtawantiEsuyarro’'CO). s i V reír eo oierto
Cue el ^ng/jas(iy.vPo gy sigue tenle vio) e 1 rueño ifg una oif^pv^-^i^in-
i^ait^^’tfj^^tXi^o^! osse po se oetielO oc^ísst^r^iamsr^Le aen esrndo real e
Oísióticodel pasadc. Adc- nsSS’el‘5Psioiicmo invoirn’ solamente «rapioíOSe sobre
Po hvtAgros de a mitaca nentooniigaOe al srsbojo, y enbeseaiimperia]pma incaico
que rcpyngp a mu- sotts g-teo los, entro ellor el guerit niraara de Tíwanaku.
v Eotfe otroc mcncúnno lao rloulo neto oPrcr: PacOeco Farfaro, Jvssna 1 (19n4).
Filasofiu inka esu Uaoyeccinse crfn.tuno. Coreo: CnnAn tonto Og ad; Rivara fie
Toesra, MdritL Lutos 1119^ ’El pecsamiemo íncaico”iEn : Robles, Laureano (ed )-
Fitoonfia Ibcnoameciaana un la neaca dnl uamcnrMnModrid: Trota, 99- 12ti Daaz
Guzmcn, Vistor s^nin. Filosajua en n Antig LO crea. Lipas; Aegont'e Carel enas, Msx
(HOSí- “El probosmc gv 1st r oriEvvpf se eSposo oSírevtoandioo pi•vPispáEico t lo
ogsoiigpvnestp o .o prAOiovts dvl rnundn jad 9 Ca cores”. En; -a-oUr5 2. Cusuo. 9-
50.

Lo atoir Os too gucnr ampazd n rautnfra (coco tfnurmiofnutar) n pnftif


Os 1.900 O.4. so tn fagido Os CCOCO. Lo Oomluncidu iocr so tn
partir ae i.zuu a.c. en la region de cusco. La dominación inca en la región
andina duraba hasta 1537, cuando los españoles vencieron definitivamente a
ManOo Inka. S in embargo, enlre 1 537 y 1 572 , el reino libre de
Wdlkapampa (Huifca bamba ) eegma rmo o úitiro o estade de ggfogie de los
Incas, y ha sly lyse del movimionto
de Túpaq.Ama tp^) pedemos obsesvar ln rt^^^^c^nc la o tontiaui dad gul-
ioral inne. he esplendor del importo inceinu y du I U cultura se daba durante
el ‘período imperial’ de 1438 a 1527, sobre; todo a raíz ds la expans bin mil
itnk b ajo hI kuka o achakuti io Pacns)gOiq) quéen eober- nó enlre )030 o
IÍPS. El oslado imperial Ima:crecía lóS eeco en nxtensigo territorial, a .ln
laSSOO do ngponta años, y llegó a ocupar 35’000.000 kilómetros cuadrados.
Este imperio llrmrtio “Towodtldsuyu" Clos cuatro regiones’S liego o
exiatderst dtsde el río Aoqasrnayo, ©n el nudo dn oaslo oro irolnmbiai so C1
noste, hasia et VaSir Centcd d© Chne, «rioe loa ríos Maule y I)rdngo, ee U1
euro Dnsds el litoral cid Pacífico hasta la Ceja de Selva del Amazonas, c las
zonas de ducumAS y.-Mendoza nn el roroerto asgenIlno. Así, práaIieassento
co convlrteS en sti urt.aep ims drisl S^nor dino.
Esta coincidencia geográfica estre el espacio andino n la extensión det
imperio inca OS usa cierta época, histórica (bostiote corta) Unbo n sigue
danoo luga r u una identificaóiót do lo ‘tndinc’ coo lo ‘incaico’. SI S ien es
cierno qus la guguIa.innflca ho Uetermlnnato fuertemente io concppoíón
eel., miado O eLmodu de vivir dd s er humans aodi no, sin amoaioo no
abaran todas .pr nxpresioner det ámbito rodimt Miem tras qoe lo dn^^lcc^’
eu una catogoria bástiamente hisíórioc oon implinacioees culturatos más aHá
ds ¡u époeo de PO vlgnncía d^c^l^7^tcni Oo ^OSOTO’ antouode y sncade a to
incaico en ol tie^iho, éomo también tmeptea pordiakyenty ri ecoado
eeoglyfiso dd irnnerto incalso. osi rate cenddo, to Andino’ es un conaoptu
más amplio qoc lo ínclito, como l^i^^cr^ie^^ emo g eográficamente.
Además , lo ‘inacrao’ siemgra cooiieea una contcatastan ‘anamcéticai
ec el sentido de qvio r e tram det rcuucrdd du una rctl dud- ‘dos ada’ pod
podemos ‘datar de rauup erar y tes^tu res1uyrnr, ue ro COe ya ne se n’ve on
forma directa y coe-área. Este caídetar 'hi sdesi~ co’.da ’o ‘ieocico' oe ndt
hac e oblcr 1 día'bld de ena ‘mod taiidac inoaiuc’ o occ iuoóccpctnn medica’
dei mundo actual. Pe id sí su de edo hatslac sio mayorer pcyplem7r du oí no.
i
menlaltdad addina’ aduali porque lo 'addico' sigue existiendo como uco
reolidod coatemporáiieo vivo. Lnn pretensiones re tvictndíc1o mc ‘cutn1td
inca' o oasta nm ‘filosofía tdestesi22, mucdos veces msdtftctCsd uc ofac
ltddtucdttCsi p dntCaluten de nngnnson o uoo época posado del mundo
oodioo, nnpnnsnotody por el
de regresar a una época pasada del mundo andino,
representado por el Tvwantinsuyu lei llamado “inkaísmo”23).
Aunane este período (relativamente cono) era una
mvnifestvción seoi generis de -o ‘andino’ . de raingún modo ev
la úvica, y tampoco aquella que hof dív fuera todavía vigente tal
comv to era hace 500 años.
Desdo el pnnTO de vita nlma re, nt tcrperio Incaico ntempve dp sido
una rvltnip ünperViiyiP y oprescra que oretendn. dnooner su inivma (el runa
simse re reliniónr SP ovnanlzación y eullura. Pava lv ceirerv tiwvnvcota, i
cpnculsiv inzaizv hv sidp tvn tovemáricv zpmp pvrv ips incvs la conquista
ecs>^c^^. Los intenent inknísvm de oetablecee ct im- itno ¡pánico pon vletos
te mnV opo ppp 1 av y los pobladpres/vs vimvrvs.
Existen diferentts intentoe de elaborar una "Pilocofín incaica” o una
“fiioroUa inke”. Por un lado, ectas leví^jos atenen ena finviiOvd netamente
l^^írsiriOva: tratas do recur>erer ct penamip nto o -P fílovofía eioenres en. br
Ppova del VTwanrCrsuyro cnmeun pensatninnre cutocp tono pce-hispíDrco.
Donies de ecta tímea podemos clrstflcar onr riems P-O sas lnvnengaclonv.r
do María Ovisa dClearc de Tnevta -ÓC 1S Urstvere Mvrd s atr Marcos rCn
Pvrrey n en pprte Oe Merin Mepa Huamán (Uni- ecrsidvO ■RicvrTp Palma
de POP dro lado, exactcn rrvbvjpc que
tienen un carácts r más ideológica (y militante) y que pieteiiden rescatar la
Tilosí^lfía incaica’ para “crear una filosofía nacional, una filo- snfía
andino'inke, ntu se encuentran eigeutes e inoylomes en ie mayoría dn tus
puebloe m^^gr^i^ntes del elnrioso, fraterno y i^u^am- taño mundo
tawantinruyano”25. Apune de Juvenal Paadeco Farfán (Univeraidad Sao
Antenics Aban de Cuoeo), nmeniéo se yuede mm- cioaar a Humberto Vidal
Unda y el “Coloqoio sobre Culaura i- Fiio- sofía Incas", llenado o S-P o ncr
1965 en la Universidad San Antonio AbaO Oe Cusco.26
fin embargo, lo que tiene el denominador “filosofía inka" (cu
“iocaica”) oo siempre fe refiere a lo ‘incaico', sino a menudo a leu ‘^oaioo’
eo uo sentido más amplio. Esto se refer poo eeempio en lea terminología
“filosofía annino-loka”27 que preeume, da una u oorc maoe^a, “a
oquive.lnccir oo haíaia e^^i^aá^ d) do ‘O ‘andino ‘ e •incoi^o*. Sto realid
are, resulta difí CÍI soparas estos dos engcepcienes; o o eo puede determinar
con exacalto d Ue qu r es inca leo', u lo riee
ríete raíses pte-tnaaionr o I ure e O e Se creeiivibgU cuOu ral posninitilca, as
dedo lo que s í as ‘andino’, pma a la oez ‘no-inca ico’.
fí no redaeimoo i r ‘SIJorofía’ a u n-me^n- queO acer hlstórico Cerite
din de ronron y mayiSestacioter de tiempos pasador), entonces el
pen^vA^^enro fO^sc^^ieo anTino actuti condeme impOr cr la p tx-Adai
mondo muchos ete mentco du roe ru pueoia ‘filosofía 1Eka\ E 1 sor ho-
otane andino, pos el impstio riasoendentol Oet Tswanttnsuyp, es lm-
crsnnedo e P^^^^ÍIT Supo:ensnnto pos tae cooeepc1ones vigentes se S1
Ont^^rio tnosioo, u posya de oun sou1biOn refiera nn idecrío yi^o inaliiao y
aeimile no nleíIiúoaefo ’e conaupcinnes ^^oocci^í^hs’, ante toda
dseideptales, de la époct p osterior a la incaica.
Opto en estelrabreo par una conconclpn ‘oo-ouri^ d a 1 o ‘andioo’, en
ciou^^puficion a las preteosiones ‘el ‘iadigeoísmo' e ‘inkaísmo’ inilltah-ee.
Lo ‘o ndino, es (eu mco tarn bram lo oneo ico*, histó- hcaerenty vicio) en
fenóneno otylrrcutrurcll myki^tnict y —hasio se peOrío Oetir— ‘siocrdticoC
No 10’^ rendo la *filousfía anntoa’ cnmn up fenómeno netamnnfe hrstúrico
leo ei uonrrdo de oe período del pacado)^ sino como un pensamiento vivo y
vigente en la actualidad, con salces dlstóricas veay hondas, inciyefoe a anee
todo en el período y la cultura ínccicoe. Csta vivencia contemporánea
nrpvsaeivy mente implica ‘impurezas’ paradigmáticas y conceptuales, tus
deem alomemos teens-cul te cales, tanro ‘endógenas’ Scranscutecración den-
are de Atoya YaCC como ‘exígónos’ (transcultueaelón occidental^ medico).
Ni en lo -inico Grace nutcctonaC, cn to cuttueel feu líura ecdiceO, ec lo
religioso (i'religinc endina'), -st en lo fiCrsCSlco Ciiloso- áe achins’
SP'Crmos hablac de sna ‘po iase’ ideaS o ideológica.
Ec erte reniido , u 1 rooCecrco por elaborcc u na ‘^Oosc^^^zi ineaica’
coo shoe de traafoedo heurírtico úmprevoindlblc para ir elodoca- cióc Co
ucc ‘ieiosofie ardáraO Sin emOrego, Pis-ingo danemante entre los don
hoeac. Lo ‘fcocoPo mCc’ (o ‘incaica’ enfptíeb cnie Sbdo Í1 imperia
hictócreo Pol Tyweotine uyo como mrreo do refereneiai noien- iraa cuot ’a
‘iilospOa endiaa' toma como punco ele yt arel Ce 1a actual de dtc
ceocomirnto proped dr las y -OS oeobCreíoees del emCr- to anOino, e-¡en es
eon eo yarte dveceridientcr Ccl p^^edS^e incaivo. Con oieae Las
cencepcioner filorOfieas ‘incaicac, formaa
Oeota ee le ‘ClosoCía acdina’, OO lo medida en que en 1c actrvUdad ciguen
vitccoaceSi e vedés tic uno cotriente subyacente de la inconciencia colectiva.
Mi esfdaeto vr vb^oa en C coyeocuca actual de Oa fiCnsofia lact- ÍO
americana como ono ccntbOuclón a un pe ÍSC mecoto ruiaptico, sea de tu
coarionte de le tcoretic he te iiberceiCn’, cne da te llamada ‘filosofía
inculturada’.82 83 Aunque no se trata de una filosofía orientada

82 M
Alpunos aetoren hcWan pe ’r rcosesoeteióna^dioa porcotenteina'*'(Mrjía Huaméy ,
Mean biD9br. ‘‘Dios en 1a cosmoviaión SOCÍCS precoiombic a”. En:
ITcsn^tctÓM.’^iinje C da cite de 199 c- 121 , 12'1 to del “penram'entg cncí'no
o
nehlspePico■ilAguís-c pctoepao Ma p y Wcr). nEl proo 0emir de tes orígeces
ecpensamtento an^^^o
preCíspiánico: La conmQgeodsis o cf problema delmuncoy ele tes sesvr". En: 0 C^O.
d. Qrsno. 9r5e]; vestringíando cte rotamancsc ta Titesofía andina' a la épo- pppte-
hispCn-oa e ev en rificándo ICLÍ^O fcceco con lpldloentld ^^^^ónr^’.
83 Fis cos loto ientes no seop onenySinv que os comolyseontan. M1enírfcsqed la
d^tp^^c^t^^ dic la diOd1uciOn'aesgid como uecn cerexió n vobre c. sil uovrón da
den penPc necr omtenociOn, romon rio como lncrromentobe sneils^ la 1^ec^1^Sr
msnets- ns (romo uro elemento *esóvono‘ti ia ‘Oiloccfís tnydPcáada; tnterpcetntc
tibnra- clón en ^^I^CIÍOOC del reCesbebrimidlrio Sc Í3 piquera snpienrlei .copia ee
IOS pueblos de Abya Yala. Dentro de la ‘Filosofía de la Liberación' se puede distin-
guir cuatro corrientes:
a. La filosofía de cdOo ontologicista, cultivada por pensadores como Rodolfo
Kusch, Mario Carlos Casalla y Amelia Podetti.

pvc la cvflvxieo vcvoemrca (fvvcía dv la dvpvodvocia, macxicmv,


ovvlinvcylicmv), CÍOV cvlco fvdv Gulfccal (filvcvfía ionvcculnucal), vcv OV
neoliberahsmo), sino sobre todo cultural (filosofía
ínterculturalj, eso no quiere decir que no haga suyo el clamor
liBersacionista del pue-' bien Sotinoaihusícano, en especial del
runa/jaqi andino. Rescatar la ‘sabiduría popular’ iml cnr
humano andino ec de por sí cn acto de liberación r pero sob re
todo un deitr c un gesto de reco nocimíenlo de la ‘oesa’ y dui
‘otro’ u nu mudo dietinto de concebir el mundo.
La eiaboca/ión de la 'ftlnsofíc andina’ se íncerta en el esfuerzo de la
frOoeuflo de Urs Liberaoión k^ou^onh^uhricuiK^, retomando Ion poin-
cipales princinios dioectivoo rai como el método analéct’co, ios uonr
aepciontr de la “exterioridab”, “aiieciCcd” y “totalidad’L -onto a ta Filosofía
de la Lo-oraciOn, ta p^ius^fte. andino pretende sucnlarlbary dehletichlzar fas
aplaotunles csrntl nace ion es teUrioande Os filosofía O<8- ebu eo y
un penoamlerito filosófico desdo O sltonCOrd
011.^11, social o 'Pane, ia notición occldeo-ai <a^^nruotel
ia fflotoóa anb una eu r Igra “inádtto’* y oxtcmo o le tota tictad Slocótl&i
europea. La ‘liberación’ consiste en dos momentos: la deconstrucclóft y
desmistificación del ‘totalitarismo’ filosófico occidental, y la reivift»
dtoacton. uu 1 u filoeócsa andine.50 .

3.3. Las fuentes

Las dificultades hermenéuticas y epistemológicas se agudizan aún' mOl ,


cuando procote encotltrac y uclormina- ta s foentes psr a la 84 85

84 m irJosofír. anatectica que Oi1f1car1aclcuic usiaba represenoeds por Juan Carlon


Ccanuonu, Conque iCussel y Oewaldo Uldiles.
n. UM rilosoCra hisi:oriclsisl derenn1na pos Aturo Andrés Ro‘e y Leopoldo 2M (IC-
PS^S de 1968) .
Vuo norrieRic qoc problumal1rh lo rilosofía, con perula dores como José Severin
O Ciooiio, Mouscl Ignacio Sanoos y Horacio Cs-surti Gulbberg.
Comer roprosontanreu du tu Tiiorafiu tcruliutcoa’ naOusnos menríont uo
no Juan Carlos Scannone, al mexicano Leopoldo Zea, a los argentinos Rodolfo Kusch
y Arturo Andrés Roig y al peruano Francisco Miró Quesada,
85 Referente a la Filosofía de la Liberación, véase:
Dussel, Enrique (1977; 2001, 7a ed.). Filosofía de la liberación. México: Edlcoli
México: Primero.
Idem (1983)- Praxis latinoamericana y filosofía de la liberación. BogotA: NutiVt
Anérica. Constate también é p^iáginn web de b Asociación de Filowf0s y LiyeiV'
Acti(AF)co. illoriW1hfyLo^ct
74 FILOSOFÍA ANNINA

elaboración de una filosofía andina. En principio, se puede aplicar el


enfoque básico de la 'Teok)gdi eje la Liberación's Sd reflexión .teológica es
el segundo momento o pasp, oera ei primer momento es le cope- riepcia p
praxis vividas .M En el mismo seneiPo, poole mos clistieguir dos diferentes
‘momentos’ de ’a ’filosofía andina’.
Primeramente y eo seofódo básico, la ‘fílofofia andino’ es el conjunto
de cuncepeiopes, modelos, ioeas-u'categorias vividos y-euoeri- mentaPos
puo d nroa/faqiandéso, no decir: la experieccia rdeeseta y goioctiva del ser
humano an su univerfo roigo p simbolisd.
Cos conceoeiones-‘fiIossCicae’ eo-esta vlvenala son ‘praxo-lógicas’ e
implícitas. SecuoOariameoee y eo cootido derivado , la ‘filocofla sodios’ es
la reflexión ^5X012^03 y noelddisa de este peperiencia eelep-iva: Se trade
de Oa sxplicitaoiy n y conaeptualióoatón da ects dabidpOp po- dnlrr ,
aromosu (pomo universo ■istesbOtico). g ue i mplscita -I pret
connepluai^tente ^60:910 na asta presspte en ie praxio ^^^ipiai^^ y ÍO
/osmovisidnder 32na/jaqi andino?2 ■'
Muchas vareo se ^rpcrunn queda filosofía se fundamento:'6X1
olusivameote jo pteOdoOnantetoente)■es textos escritos oomo ím
lmpsescinOlblps -asu so diabdiavabn y Esta concepción
(evcpcéntrica) llevs a la ptesunción consecuente de que usa cukura ávcsfs (sis
escritura) pe/ definitionfm no pueda (o no haya podido) prodacir fdocofía’.
Da htosofía eoteodkh como hermoróuriaa ríe testos fifosófico’ paotfoc 86 87 88
89 90 91 92 93
O r ep a’ paaodOr es deán como ‘historia de la

86 V<isso'
87Boff, ClodovLc (1990). 'Epistereotogfa y Método de. ‘a Teofogfa do ‘a
Litsrracíóo". En: EBCcuria, Igasdo g Sobrino, Jon Cech). Mystfríum Libe/ationis.
VoL L Madrid'
88Trotia. 79-VV3.
89“L teo^ogí’ er siempre un acito se gaodo, c|eodo e‘ ‘rimero “‘a fe que obra por ‘a
C’SWS " (Gá! 3:6). ’at oeolo’íavfe de asp uw no s’ reófegoO rimoosvisne h
0 p r o

priendo l.bervdoi s
9032 En cada quehacer filosófico, hay que tomar en-cuenta los siguientes niveles:
91 La ‘realidad’ como objeto último de la experiencia humana, cualquiera que fuera
su naturaleza (ideal o material; extramentaí o intencional).
92 Esta misma experiencia primordial pre-filosófica y pre-conceptual, expresada en
el ‘universo simbólico’ (ritos, costumbres, organización, creencias, etc.).
93 La reflexión sistemática y metódica de esta experiencia vivencial, que es la
expresión filosófica en sentido básico.
32 En cada quehacer filosófico, hay que tomar en cuenta los siguientes niveles:
a. La ‘realidad' como objeto último de la experiencia humana, cualquiera que fuera su
naturaleza (ideal o material; extramentai o intencional).
b. Esta misma experiencia primordial pre-filósófica y pre-conceptual, expresada en el
‘universo simbólico' (ritos, costumbres, organización, creencias, etc.).
c. La reflexión sistemática y metódica de esta experiencia vivencial, que es la
expresión filosófica en sentido básico.
d. Sobre estos tres niveles, eri las culturas grafas, todavía viene como cuarto nivel:
La interpretación filosófica de textos de contenido filosófico (hermenéutica
textual). Ésta es entonces una reflexión de segundo e interpretación de tercer
orden.
PRESUPUESTOS HEYHNNÉUT1COS Y METODOLÓGICOS 15

filosofía’, corresponde, sin embargo , a una cultura gráfica de la “legadura”


y es u na. re flexión Ue ‘segundo nrden’; La reflex ión (interpretación
texrual) de la reflexión (ún^t<^r¡tre^r^cá5r^ concepmaiOi de la experiencia
humana vivida (interpretación vivencia!)r Y sóln tila tía interpretación
textual) presupone cnmn fuente a productos textuales históricamente
ieec’eficabies Mientras la lntotpretación conceptual de la enperiemcia
vividr POP e cmmb be se u Cae nte ante t UCO upe ixpe- rienda ágrada, ppre
arpresadu pos una serie de fu rmns ^eueiológ i cno’ no-lingütoticas y no-
escritasss; y na ipteróreicción nivanalal a su vez tíome como feente dioeaie
ia eide dd cosaren y bulpcrcl
Ole en CU .aotidiooídcd -sica, socici y psíquica.
A partir dei historioismo eei siglo XIX, p^^^e^^ii^^ en círculos
ocaelémicos ia Hoa do eue ou quoeaxeo filocoflco os eooee rodo ae
cerácter ‘histórico’ o 'hisaoriogrCdico’j ieaa que viene proXuodizándose
aún mi sn ÓO estouctuonlistnlo. Im fflosofía iatmoa- meocona et -—resl en
tu e^talulao i'iaeae l£40 y parda lmeoio hería hoy díaos uno <ioterpretanióa
taceun’ hisióricei cié loa escriios fflosód- xoo pxoocnientes de Es ropH y
Nolaeameeitm Se trate eotoócoc ne so- lameme ee e uc ‘f^lo^^^^ apntópica ,
’Víctoo .Airés Belaúnde)94 95, sino además de un deistorismo’ en sentirSo
n^^^^t^jLmano: L tendencia de historizar la filosofía y convertirla en
historia CP io filosofa, con el eXecto de que c n reaCi-Cid la nloxo-lh
misma se desoióúa.r5Ecto expit- ec, en paote, lo gean preoónpación do las y
ios Ofló^c^fi^o/as por la ‘crítico textual’ y (P hermenéutica de neunddo
arden: i^t^^^^tui^ión de OO tntnrpcetacthh t^^^^^^^rn^^i^^^tica).

94 . H óctrnotnroiicmn hó ompHado conecenóstehrócnte O0 ccotcen le de lo ‘toutuel^a d’ to


‘iuxrura’). Et texto lingürcsico en el sencido de lia ennriru^a idiometicc
("enorituraiidpd”) es sUio una de lss mceasc doeeias de‘teufuaiidaq’ eue nxisten. se
semiglogT nreeorida) c-ioa ’ai itloOg line^ü-rti<ni del sit-eficado ('ome-ooe a to-
X<ci lhernyónonnos extyoetingüísetcys Cmttos,Oi■ónninoeión 0^, doslymbreSl euo
ños, etc.), hasta a la dimensión del subconsciente (Lacan), conviniendo la ‘realidad’
en ‘universo semántico’.
Cf. Derrida, Jacques (1967; 1971). De la Grammatolagie [De la gramatología]. Pa-
rís: Minuit; Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
Idem (1967; 1989). L’Écriture et la difference [La escritura y la diferencia]. París:
Seuil; Barcelona: Anthropos. .
95Lacan, Jacques (1966). “Fonction et champ déla parole et du langage en
psychanalyse" PFSmz-tAn v rif* la ratahra v
r>«ÍrrKinálíci’s”l Fn- Ííiem fcrritc
hasta a la dimensión del subconsciente (Lacan), convirtiendo la ‘realidad' en
‘universo semántico'.
Cf. Derrida, Jacques (1967; 1971). De la Grammatologie [De la gramatologia],
Paris: Minuit; Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
Idem (1967; 1989). L'Écriture et la différence [La escritura y la diferencia). París:
Seuil; Barcelona: Anthropos.
Lacan, Jacques (1966)- “Fonction et champ de la parole et du langage en
psychanalyse” [“Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”). En:
Idem. Écrits. Paris: Seuil. 229-322 [En: Idem. Escritos I. México: Siglo Veintiuno.
227-310).
34 Véase nota 26 del capítulo 2. 35
Véase nota 21 del capítulo 2.
76 FILOSOFÍA ANDINA

Sostengo aquí que la cuestión de ir ‘textualidad’ (“letradura”, o mejor


dicho.o ‘escrituralídad’) de una cultura solaenenite importa p ara mi
propósito en la m<?dOia en que ésta es a un proceso :de
‘historizacicrV. Aplicado al caso concreto de la filosofía, significa: para la
filosofía, concebida can o ‘htstoria de la filofo.fía’ ^úit^ietrcióuión de it
feterpreuc ión), la ‘tediual idad’ p rafi cc a e úua cul tura es úna' conditio
sine qua non. Pa ro, pora ic filosofía coma ‘ióiere retacíón de la experiencia
vivida’, la cuestión de p ‘gnaficlUaU’ o 'agrafiddad’ de non cutncra es
ssnondania.
Ds eingnm manera punó o eostoner lo posirión de que a na cultura oral
-grafa ipso/neto no parrnita la existencie de lo que. se rúale llamao
“filosofía"‘ En el debate sobre f ‘noosofía crccica' y 'andina’, fcssesotsmsnte
se viene uaenóo, earn o aijomeeto contunOcnst coal ra su posí Ne la
referenrla si ensho se one la cokara inca (y
aidisaa haóleca sinrt uaa guatara ágraiao e É^o^t^-filospac^^. Apaain de la
dcso reaerente as anceuedanle CIO agraniciCd de Sas OCÍ-U rao andinas!, ia
imoiicarCeu gocen da (ea o! más bfe n r sue non sequitur salve rr se
aeoaidisra a ki r^oson úntaamunse oomo itntpnnreteción de textos’.
Para la elaboración de una ‘filosofía inka’, la cuestión de la
‘textualidad’ y ‘graifcidad’ de la cdltn incaica puede ser die una derr io
importaocip, porq ue e‘ d fondo, S e rotia de una ‘reconstrucción histórico’.
Sin los textos (lingüísiicosl no son en absefeto la
úoiaa leercs para ei hlctoriaóo^t m a veces la mis confíable.iUte^lray !c
cukura eecinuntal es altatnoere ‘ gráfid can el mtido del alorace- namlatnn
ds te memoria coiactivs e indlvtdual en siouos erálioos y el esrnsnicos),
otras cu ltserc deponen de medios dlótletos para mana teao^ osa memoria
viva dv au s istoria (eradlición ecnc loncSi cos
tumbres, rituatea, restos arnueolódigoó, proóetbioó, etc.). SI filosefía
lntucaurtucar ii^i^^jc^^^ta la lmpprtanda textual y yrágioo (a herta su e-j
slusiblrhdy como eno ccraa(erisllcc de' origeo meoe^c^^^ui^^l; la CUIJC- o
ocddentes ee, en fl foodo, o m ‘lolologiyu un zazonomieoto eob re p psiabra
(iogoer- es cobae is mlama razón ^eg^ra. b ln fes ds usta (^altinai te
insistencia m tu ^exidia lidad’ y ,onarlrurali^O como COOUI-
tmp^sucinUibler Ue la filosofía se resela corns culturalmoate eetórminadu
ai ns sniversalizable.96

96 *’ loo ‘grafic’0’'0’ de la tulrmc módeme1 deue que vel con ta inlpouenpía do b


palabra’ Oogos, wbiam) ÓU lí^5¿<ea^a enduras óondacionctes principals bc cukera
s^anse ciidernarisr iaeal ic helnnica Corpuorromana)i ea'deiDmi de OKÍS’ poinoei
Orinctpat media de ics'eración (óntógica, aoceuntrada en el Zanes emcn mcmoo ha
determinado fuertemente el alto grado de ‘grafiodad' de la cultura occidental pos-
terior y la fetichización de la palabra escrita.
f íertemente el alto grado de ' orafioidad' de la cultura occid rotal posterior y la

PRESUPUESTOS HERMENSUCTCO S Y METODOLÓGICOS 77

De igual manera que la ‘filosofía incaica’ nos' puede ayudar (como


trasfondo histórico autóotono uooaotantéo en la tarea deba elaboration fb^
una ‘fdosofla rmdine’f también tos (futuros) c^eseil^i^im^entos de une creu
bscrituru o ^osati^i tncaiob ooeden feoouebuir ai nubstro proposito. Hr-
iodtc<os.'du que la c oltura incaico no era de) t odo agrafe 1 o ino que
i><f^^Ls uo 'sitfema gs«ro-óglc« moy tnfiftitado y aoomente oodmicado.97
98
No .rolemddto ios 0tr0dtaSs«etO as Oe diferea- tus oonnor^^s aun nolJ-
riples. nudosS, s^i^o rombo los toU^/trí taísebo- los e <Orogrod-a s sime
trieao^ti^^'esde eodoo) ’<^n e 1 roo-j d du <O- nobles a m hra #000 (oaous
de maduro o a^snü^^ deoountlos cou otetslo- nus o pint uros) ocul tan .
orobablrmenld una simbología lingüística aún no descodificada.
tresre lo congoi ta espal olo, las a los hlrtoriadores/as emu ezd* son a.
tran^orH^^a el queiOua ou aooa eont: -ongua delhorsbre't y áimarta
mediante ot aOabuto latino/asemando on cuenra.sus carautOa o-rlls«v
rondtices.tfReclUu-en nueauos d^, se viene oslableaiunOo unnno
rmetíviooO pe rd t a ostrurouaa - gramática. del runa aiosi y OS, aimara. El
runa simi consiste de cinco vocales (aunque la reforma lingüística pretende
reducirlas a tres: A, I, U), 26 consonantes propias (con sus alófonos) y 4
grafías hispanas (B, D, G, F) para los

97 Como ejemplos véase:


Burns, William G. (1981). La escritura de los Incas. Lima.
SU- oo olautbr,ius ondoo domhlabatsi't0s)tttcos rislemsr mnemoiécní eos ue escrltu-
nb qos oo necesariamente son alfabéticos, sino pictográficos, jeroglíficos y sim-
bólicos. '
Atellano, Carmen (1999). “Quipu’y tocapu: Sistemas de comunicación inca’’. En: ,
Peano -on¡d.Losnnoat. Urna: PLV. 215-2Ó2.
De <O al<aa,Virtoaja (7975). Sntrpducntón al eotudirr de Ino pserítura dn los incoa,
Urna: Uudium.
Miraoda. Loisaga, Oo^r0- y Cramer. peioer (19(4). Die totinOft den Anden-Xnilps.
U^it^i^^tíítt: Diritto. .
98 O. tranosripción ■ fondtis« es la raaón para una gsan VZ^I^1^-^^0 de exjsresiooes
línsustitas del qoedisia y airnaia, taoto eo al U«S«0O somn ao ei pesante. Como ajarnplo
, para S! quechuauodemos an aKuur ar mmbre de b cejíUnJ dpi Tawantins»0 “Qosqo”:
somo los espoñolso no arbfon paonundar la m ageds, rápidamente se uonvirttó ob
“Cisco”, o en au foaoa nrás castellaos “Cazro".'0 gtm la tufols^o lingooli«ursduui,
eerirj^niirrn^^ que bsc^ulr“<fflfqu'’. A^uelmente, eoisteu ateneo-re.b h Lengua
huouhoa o-e ojxapor mantenon
.los emeo VOO - los lingülstrd acedémisosqu« só o qoteran aceptar las. Sor no
01 0 u -

catesA, 0-tt.Aun«uo on el r^aoo dimrrs,sr ha Aefin táo b trivacalidadú0,1,


Ü«, aobte tambKn una vbo irdad en'b )ran«cu«c<o n deoxpresimues aimaras orinales,
como 'nos demuestra el nombre de la actual ciudad de La Paz: “Choqueyapu” eme
rendría one escribirse “Chuo’i Yaou” fríe chua’i-. nana e vabui cEacraY
el nombre de la actual ciudad de La Paz: “Choqueyapu" que tendría que escribirse
“Chuq'i Yapu" (de chuq'i. papa, e yapu: chacra).
78 FILOSOFÍA ANDINA

hispanismos. El aimara consiste de 3 vocales (A, I, U), 26 consonantes


propias (con sus alojónos), una vocal auxiliar [la diéresis (")] y 4 grafías
hispanas (B, D, G, F) que se usan menos que en el quechua.
La cultura andina (que no es idéntica con la incaica) se ha convertido
paulatinamente de una cultura presumidamente ágrafa a una cultura que se
expresa >•(entre otros) también por la escritura y que produce su literatura
propia. El quechua y él aimara hoy día ya pueden presentar una gran
variedad de textos literarios, de estudio y de otra índole. Hasta hay intentos
de reivindicar los idiomas runa simi y aimara (respectivamente su síntesis,
el “quechumara”) para la expresión filosófica, como demuestran los trabajos
de Mario Mejía Huamán;99
Sin embargo, la palabra escrita (en castellano, quechua o aimara) no es
la fuente principal para la reflexión filosófica andiria, sino más bien un
medio auxiliar. La experiencia vivencial del runa/jaqi se expresa a través de
un sinnúmero de medios y formas: El modo de vivir, la organización de
trabajo, la estructura social de la familia, del ayllu, del barrio y de la región,
los ritos y costumbres, las creencias y la tradición oral, el arte y la
religiosidad. Estas expresiones en su gran mayoría son ágrafas, porque la
escritura como medio de expresar e interpretar las experiencias vividas, para
el runa/jaqi andino no es él instrumento predilecto, a pesar de su existencia
y proliferación actual (tanto en castellano como en los idiomas autóctonos).
El runa/jaqi no es logo-céntrico (en el doble sentido) 100, ni menos grafo-
céntrico; su forma predilecta más bien es el rito, el orden visible, la
sensitividad, el baile, el arte, el culto. Podríamos hablar de una ‘esteto-
centricidad’ (en el sentido kantiano de la aistbesis, pero también en el
sentido artístico) o pragma-centricidad (el actuar cotidiano y simbólico
como representación de una cierta experiencia).
Las fuentes para la filosofía andina son (como para cada filosofía
auténtica) pre-filosóficas, o mejor dicho: no-filosóficas: La experiencia
concreta de los pueblos andinos, vivida dentro de ciertos

99 -Mejía Huamán, Mario (1994). “Valor filosófico del idioma quechua". En: Cuader
nos Americanos Nueva Época. 52. México. Jul.-Ago. de 1994. Respecto al . '
“quechumara”, véase: Cerrón-Palomino, Rodolfo (1994). Quecbumara: Estructu- Tras
paralelas de las lenguas quechua y aimara. La Paz: CIPCA.
100El doble sentido de logos (‘razón’ y ‘palabra’) sea quizá determinante para la
familia- ¿- .ridad paradigmática entre pensamiento y lenguaje, vigente en Occidente. El
ser
humano occidental ‘piensa’ en palabras (logoi/ el ser humano andino en símbolos,
actos y ritos. i .
PRESUPUESTOS HERMHNÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 79

parámetros e^;^jDack--n^mpc^n^le^s. No se trata de una 'fÜcísof^a de se-


gunda mano’ que se basa on toxtos pó osóficop ya plabprados CÍO t^e
OPetzschg solíe llnmor nna "filorofía rumiante”r. girn e mOargo, el objeto
(material) de tc eite^oPía andina tampoeo es una rnblldod ‘objettve’ d prg-
copseptual, gf mundo práctiepidenle fvinf^P siso una ciorta experlenala, ja
pop le? icmo: una interprotactSn vioenctel de este mun- de. Matódibe o
OetmenCuticamente, le filotofta tomo reflexión stste- mática liempve Hena
eerVa y pterooone ya UOI pretOoncepu ióo (Padvnrer habla Oe j'prejoicior”l
y ere-tteimt^otica que
cntecoden a boalqujer emento ale soneoproetteariOn.i 1 Por eso,
ojeti^(^^ló^it^a^^^j:u podemos distinguir cuatro niveles:

1. Lr. reelid ad ‘ceude’ gomo un sapo epto ’objet:iac’ y pae-vivenciiO


en 'ct remitió de one eltetidad tadicrl Gd Ding-an-siue o 1^00-1X00ira
kentiano couresponde enés O menos e este nivel). Se trutu da un cieno
‘ideal’ computído logmo exircpulatión) cu partir tv au oiveecia O
aopeoirncia, orno ur oe de emocíe-
eal, artística, -OOÍ^Í tt toretectooi de este n^^^^^daO, de hecbo, en as
uob/inteipretacion’i auaqua bPa-ronueptbai p eotoistumátlca. Eo á
ámPito ondino, eeie n-váO cotresoonOe a IOU factores oeogsáfi- cos.
lopospOficos, climáticos, ooemológicop e biológicos ‘etás acá’ Oe tu
ooperimoncpeióo por el rxna/japt, giiosóticomeyte. sóío tignp
i^id^IS^c^^gp edmo ‘idea begplafiua o reuristiaci, es gecis: gomo oo
Ceoómnno liminao itoproóeindiplo para OÓ proceso Pasto^p^iutieo
posterior.101 102

101 u Véase: Gammer, HUOS Oopig (i960; W). Webrbeti trnd Me&ode: Grurtdzttye
einerphilosophiscben í^^me&eeutik. Ttsb.nga; Verdeuiy Método: jfrineiptos deuna
teemerwuticer fitosófica. o-oereobua:Slnoeme.Gadeoóeo oo refiere en ou anáeois OPÍP
iou1© a lg‘hu^dmeoliea cntdlogica' ge ,il€^l<ai^ju^<e^r quu nat°a iteuna 'pre-
^m^enstód’ Worueiptéi.ndo'O o ‘aornprenstónrrr' ótoPooeiTb0.,^^ prvt
portoaotuaI peo jjjeoorsece o loserristediales jel Dsieem. of. Heidag^rr, Martin (1927).
dme^ Zeib Tubingr: Max WueoeyetUd Sor8 el Ti'obi^o Méoíio WS.; especialmente
H-0-!
102 Aunque defacto resuko ieipuaiWe ^itingufr outre la ‘rec°oPdj extra- e pua-expon-
meatc0 y cu oxpesiopoiavtvencró-oosierior iojuo tfempre yo no una cierto .tats—-
jjpolactón’), nse parecr ’m’orTdnre gpntengr esta dtetinctio pmaS psca ovitcp
dosextremes: Por un lado, un .deoHsror ‘hrnu^enéutico j oto brrelúitón de! principo
esoo eso PVOCÍP- do Berkr.eyteeria ooemcosnrár exaetamenee: esseesi intcpgcaPlrcPl
ypop olpo tado, p^^e^iemlo pse-arfticp y^oseo-céntrico (adaequatio aei el
intoMpctiO El primas 'contapeo 1 cm asta ’reaP’ad’ no es tletipo racima', e - laosjt^o,
rj^o ana exjteribncia ‘polística’ e irreducible que trasciende la escisión gnoseológica
entre sujeto y objeto.
80 FILOSO FÍAAADtN A-

2. La experiencia vivencial de esta r^alúiad por el runa/jaqi. Tal. nomo


cppa experiencia, se-pata vteJ pvimvr nivel hncmenéuiicoí y a por eso,
ya es una cierta ‘h^i^eq^rem^cnDi^’ del mundo, TpmVién' la vivencia
por el res humano acdien ‘interpreta* la rePHdad arcs aivensial de
epuerdv a los parámetros 0e sp vide. Esdp 6X0^06^ cía, por ten to c no
es ‘obj etiut’ ni ‘e eutral1 (en contra de la Wert/reiheit de Max Weberb
sino que obedeced s inVeraser PIPIP piátidds y exisienciaies de la e dei
ints-p rvte. Pi etvníO'jdhi experimenta cu entorno ‘nuni’ mediuuie eua
codlficnción cultural que obedece a ieacvvidades físicas y sociales, y
nue introdure une cicnte ‘valoi■acióo , a un mundo
n<^^r^á^iv^i^d^t^ii^i^.
Esca experiencia primardisI como idterprvraetPn sinoiSicativa rfvnne-
néuticrO p$ lo que podemos llamar UonmovUión’: Un cierta or-
denamiento dse do^^oscornc aáeridsá y trascnvVuvrla reei, ppc medio
de ppoámetrdc aarsopclógícoc (e inelurivp anvocpc mórfinoc), peco co
vecesvriameviv en ^^ntíde copcnptueg lógico n i^^^í^^r^al.'^3
3. La intavpretacióv conceptual y sislemática de esla eepprivnciv
vivida. El ei nivel de la reileips^xr PvocdPva en scneido orlginaa y
propio. Sevin AAstóteies, la aana^^cís^n (que or v ne sirrta exvs-
vsn^t^^ ns ei punto de peptadv para aa eeiievióe fpocópva. La filosofía
correcponde enion-ls e raer ileceuidaU de snesodo orden:
ConaepauaUzor lo que ya ec vieido Venero de uc ndenip nae-
cpncspiusl p pso^^t^eP^pisev. Esse an el nivel IVCSÍO en d que un
í^^e^ iu ‘fíiosóUa andina’. Cumo ye dijin^c^^, es he Pe- UPClPb
palvbrai y ev aase a ta cotuipretscián c^^iiTi^^^di
hechp pos ai susmcd mppp■pti-lvleáipntv rn experienais viveuetaL En
nuie senfíUo, Cc ‘fiiorofía mdmar es ‘iuUerpretacióu dc la in-
le^dpetepión\ pero sin ser pos esto ya ivtespretacióv texausi. be
vpponda, ee trata VO unn exvPcitadún craclvnal y noncevtpal) PC to
que lvrpiécitevsenie ya evd ausente en ei primer de
interpretación. Consecuentemente, la ‘filosofía’ tendría que ser
definida como ‘cosmovisión explícita’ o ‘interpretación racional de la
experiencia vivencial del mundo’. La filosofía andina, en

43
La experiencia vivencial (en sentido del Erlebnis) más que con la razón tiene que ver
con los sentimientos y las emociones; es una suerte de ‘conciencia natural’
44
Consecuentemente, la ‘filosofía' tendría que ser definida como
‘cosmovisión explícita' o ‘interpretación racional de la experiencia
vivencial del mundo'. La filosofía andina, en

,i3 La experiencia vivencial (en sentido del Erlebnis) más que con la razón tiene que ver
con los sentimientos y las emociones; es una suerte de ‘conciencia natural' (Husserl),
un arraigamiento subconsciente del ser humano (como el In-der-Welt- Sein de
Heidegger). Esta experiencia primordial se expresa mediante un sinnúmero de medios
predominantemente no-conceptuales (mitos, creencias, ritos, celebraciones,
costumbres, símbolos, etc.).
PRESUPUESTOS HERMENÉUT1COS Y METODOLÓGICOS 81

específico, es la interpretación sistemática (conceptual y racional) de la


experiencia vivencia! del runa/jaqi de aquella parte del kosmos que le
rodea.103
4. La reflexión e interpretación histórica de esta misma filosofía ori-
ginaría. Es el nivel, en donde la filosofía se convierte en ‘historia de la
filosofía’, en una interpretación de tercer grado (y una reflexión de
segundo grado o ‘meta-reflexión’). Si bien es cierto que el quehacer
filosófico (y sus productos textuales) también es un objeto de la misma
filosofía, de ningún modo puede ser su carácter principal. El gran
peligro de esta concepción de ‘filosofía’ es que se encierre en su torre
de marfil y se vuelva narcisisca; ya no toma en cuenta como punto de
referencia la alteridad no- filosófica radical. Por lo tanto, se convierte,
en última instancia, en meta-filosofía (un círculo hermenéutico sui
generis)104, en filología (amor a la letra) o hasta en “logo-logia”
(reflexión de la letra).
La predominancia, en el mundo occidental (y fuera de éste), de esta
concepción de ‘filosofía’ se debe sobre todo a la ‘historización’ de la
filosofía (occidental) en el siglo XIX. El ideal hegeliano de que la
filosofía llegue a la ‘concepción de sí misma’, a través del estudio de
su recorrido histórico (espíritu objetivo), más tarde se transformó en
‘histerismo’, en el sentido níetzscheano de la palabra. Este nivel de
reflexión filosófica necesariamente requiere como fuente y punto de
partida de textos filosóficos elaborados en períodos distintos a la
misma interpretación. Ya no es una hermenéutica entre realidades
coetáneas, sino entre dimensiones en perspectiva día-crónica, A pesar
de esta alteridad histórica, se trata, en el fondo, de una reflexión
inmanente de “lo mismo” (Lévinas): textos sobre textos. En el caso de
la ‘filosofía andina', este nivel prácticamente no es aplicable, a causa
de la falta de

103 No me parece oportuno definir el objeto (material) de la filosofía a la manera


’realista’ como ia totalidad de lo que es’, porque este ‘ser’ ( realidad’) siempre ya es
mediado por la experiencia pre-conceptual. La filosofía sólo indirectamente tiene que
ver con la ‘realidad’, pero directamente con la totalidad (holon)te la experiencia
vivencial humana de esta ‘realidad’. Esto quiere decir que la palabra filosófica es
‘segunda palabra’.
104 La problemática de una ’meta-filosofía’ (o ‘filosofía de la filosofía’) tiene que ver
U euA/iIn,-).. *-----i- »---------—.!----------------.LJ-----1-
** No me parece oportuno definir el objeto (material) de la filosofía a la manera 'realista'
como ‘la totalidad de lo que es', porque este 'ser- (‘realidad') siempre ya es mediado
por la experiencia pre-conceptual. La filosofía sólo indirectamente tiene que ver con
la ‘realidad', pero directamente con la totalidad (bolon) de la experiencia vivencia!
humana de esta 'realidad'. Esto quiere decir que la palabra filosófica es ‘segunda
palabra'.
4,1 La problemática de una 'meta-filosofía' (o ‘filosofía de la filosofía') tiene que ver con
la señalada, al haber discutido el tema de la supra-culturalidad: una 'historia de la
filosofía' a su vez es histórica y culturalmente situada. Esto lleva o bien a un
regressus ad infinitúm, o bien a un círculo hermenéutico, pero nunca a una posición
supra- cultural o meta-histórica.
82 FILOSOFÍA ANDINA

textos filosóficos elaborados acerca del tema. Sería demasiado


prematuro pensar en escribir una ‘historia de la filosofía andina’.

Mi propósito solamente tiene que ver con los niveles dos y tres, es
decir: la experiencia vivencial (pero ya interpretativa) de la realidad
‘trascendente’ por parte del runa/jaqi, y la reflexión filosófica de primer
grado sobre esta experiencia (que es una interpretación de segundo grado).
El primer nivel sólo juega un papel como un presupuesto (prae-sub-ponere)
o ideal heurístico de la misma experiencia integral; y el cuarto nivel
(filosofía de la filosofía) no juega (todavía) ningún papel, a estas alturas de
la elaboración de una ‘filosofía andina’ propia. Por lo tanto, la fuente y el
punto principal de referencia hermenéutica para la filosofía andina es
justamente esta experiencia vivencial de los pueblos andinos y sus
interpretaciones implícitas (aunque no conceptuales) del kosmosen sus
múltiples aspectos.
. Esta experiencia primordial (que con Heidegger podríamos llamar un
determinado In-der-Welt-Seiri) tiene sus propios medios de expresión y
organización extra-conceptual. En el fondo, se trata del contenido de la
(sub-)conciencia colectiva del ser humano andino, 105 esta rica tradición
acumulada durante siglos en lo más hondo del alma y corazón del
runa/jaqi. Claro que sin ningún tipo de exteriori- zación de esta
(in-)conciencia, la experiencia vivida, pensada e interpretada por
generaciones, no serviría en absoluto para una sistematización racional
posterior. Por lo tanto, la fuente en sentido propio del filosofar andino es la
manifestación multifacética de esta (sub-)con- ciencia colectiva.
Hablando de ‘experiencia’, no podemos distinguir sin más un
momento ‘interior’ o psíquico (la vivencia personal) y un momento
'exterior' o materializado (la expresión), porque tal distinción obedece a un
cierto paradigma dominante en la filosofía occidental: la dicotomía entre
‘dentro’ y ‘fuera’, ‘más-allá’ y ‘más-a cá’, ‘antes’ y ‘después’, etc.106
Entiendo aquí la ‘experiencia’ como fenómeno integral

105 40 No me limito a la acepción técnica de lo 'subconsciente colectivo’ en. el sentido de


Carl Gustav Jung. Si bien es cierto que existen ’arquetipos’ específicamente andinos,
la ‘subconsciencia colectiva’ del runa/jaqi andino contiene mucho más
106que símbolos e imágenes: modos de vivir, costumbres, normas, tradiciones
orales, formas de organización, recuerdos ’inmemorables’, etc.
entre ‘dentro' y ‘fuera', ‘más-allá' y ‘más-acá', ‘antes' y ‘después', etc.47
Entiendo aquí la ‘experiencia' como fenómeno integral

46 No me limito a la acepción técnica de lo ‘subconsciente colectivo' en. el sentido de


Cari Gustav Jung. Si bien es cierto que existen 'arquetipos' específicamente andinos,
la ‘subconsciencia colectiva' del runa/jaqi andino contiene mucho más que símbolos e
imágenes: modos de vivir, costumbres, normas, tradiciones orales, formas de
organización, recuerdos ‘inmemorables', etc.
47 Veremos más adelante que las 'topologías' filosóficas principales de Occidente
(trascendencia-inmanencia; interioridad-exterioridad; esencialidad-accidentalidad;
sujeto-objeto; contingencia-necesidad; etc.) no son universales y tienen un trasfondo
cultural determinado. En la filosofía andina, la ‘topología' principal se orienta en las
categorías de ‘arriba-abajo', ‘izquierda-derecha', ‘femenino-masculino'.
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 83

(holístico) e irreducible, compuesto por los supuestos momentos for-


malmente distinguibles (distinctio formalis), pero realmente indistintos
(distinctio realis?. afectación exterior, reacción individual, sentimientos y
emociones correspondientes, estructuración personal, manifestación
lingüística y extra-lingüística, colectivización, interpretación y explicación
ritual y simbólica.
Aunque la filosofía, ante todo, se remonta a los últimos tres momentos
del proceso vivencial, sin embargo, no se los puede separar de su estructura
integral. Se entiende que la ‘experiencia’ en este sentido no es lo mismo
que la empireia científica, sino más bien una suerte de Lebenswelt
(Husserl), un modo de vivir integral. Además, no se trata de un fenómeno
individual o individualizado; la experiencia en el contexto andino es sobre
todo colectiva o trans-individual. El individuo es portador y potenciador de
una experiencia que le supera, pero de ninguna manera el actor principal.
También a este respecto, la cuestión (occidental) de si primero está la
‘vivencia personal’ del individuo y después su socialización, o si primero
está una experiencia ‘colectiva’ y después su apropiación e interiorización
por el individuo, es un punto de vista ‘anatópico’. Los conceptos occi-
dentales de ‘individuo’ y ‘yo’ no son universalizables.
Entre las manifestaciones lingüísticas de la vivencia andina desuca la
tradición oral, tal como se expresa en un sinnúmero de cuentos, historias,
adivinanzas, cantos, dichos y fórmulas. Últimamente, se ha empezado a
llevar a la forma ‘gráfica’ esta riqueza expresiva, mediante entrevistas y
testimonios, pero umbién recopilando un gran número de canciones
colectivamente presentes, pero hasta hace poco no impresas en papel. 107
Otra manifestación frecuente es la expresión costumbrista, esta rica
coreografía pragmática en la vida individual y colectiva, en los ciclos
agrícola y cósmico, en el modo de convivencia y organización social. Una
parte importante de ella son los rituales religiosos y para-religiosos, la
expresión ceremonial y festiva. Esto, a su vez, se expresa en creencias ya
más estructuradas que embocan en lo que se suele llamar una
“cosmovisión”. Pero, en el

107Como ejemplos menciono la serie Biblioteca de la Tradición Oral Andina que


está editándose desde 1976 (hasta la fecha 22 tomos) por el Centro de Estudios Di
trolxxc A z-Jz* Inc f"'
religiosos, la expresión ceremonial y festiva. Esto, a su
vez, se expresa en creencias ya más estructuradas que embocan
en lo que se suele llamar una “cosmovisión”. Pero, en el

48 Como ejemplos menciono la serie Biblioteca de la Tradición Oral Andina que está
editándose desde 1976 (hasta la fecha 22 tomos) por el Centro de Estudios Rurales
Andinos "Bartolomé de las Casas” en Cusco (www.cbc.nrp.peL las ediciones de
Abya Yala en Quito (www.abvavala.nrp). y las publicaciones del Centro de
Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) en La Paz
4
4 FILOSOFÍAANDINA

, cada momento de esta expresiés colectiva de la experiencia


vivencial de 1 ■^‘nc^jaqi e c cosmositión, q no sólo su oeroia fio n sui- tesir
de creenc
Como apoyo vecundariOi iambién tos wstégios del pvsado de^e-n se s
et ‘fuente s’ arara 1 a ‘filosofía andina’ . En lugar, las huellas
arqueológicas y paldnIO.ológicas que anunden en el ámbito andino; éolvs
oo róln .strded pcoa la rpcobyua1cctvn flee pas ado (unlse pdoo <^<sl
imperio tucaicoX sino también pera ocher lucon üobre la concept cíón
oscun- del mundo en !a renlon andioal en seo-ndo lo-ar, los oelatos p OÍS
doscrlocicnei de los causisies hechor on et PS^CÍOO mo- menio dc 1st
priméis e^^nctr^^uican lo la cditpra endieo ppf parte de la españolo cc odea-
ICÍCÍO ia occidental ea teneiaic. Eu al ease dq la eub cure andica quechua-
dude mencionuf sabre edu a Fellar Geaman Poma de Ayala y sa Nueva
Crónica y Blb(rn GobiavuioUe, 1615. a roca Carcilaso de la Vega y sus-
^omd'ntaCosl^(^aler de loabnoue de 16 OC, y o acan ds Sants C rúa
Pantaeuti Yau.qm dalca maygua y RclActán da Aatigüedodeo deste Reyno T?r
Pfru de sq sU.5s También pueden ser ili^^i^aíOdrus los primaros testimonios
de tos conquiato0hivs S^CPP^IÍ- los Ve! oiglo XVf.noco CristóOoi Pouee de
reóio dodsc de Cieza- de Ceón, Cobo Bernab 0, Dooiings úo Sonto Toisrás
quien oditó el primer vccotofario ou IO l^i^eu^;s qucetoa y ^«tov^o Beosnio
quien pubHc- cp ¡primos piobidinodo da ta lu^un ahnara^Adeims ue puede
usmar
*.■.■

PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 85

en consideración los múltiples testimonios por descendientes incaicos,


recopilados posteriomiente. ■ ■ _

3.4. El sujeto filosófico

Doodo lpo Sioto Sabipo on la Grooic Antigua hcota lao y los últirnos/co
filóopfpo/as postippdornpo/as del siglo PQX entronte, ia filos ofía ooci-
PontaO recaloo lo i nd ividuslldad de 1 suj oto fposófícc. El anonimato es
oo gran encepción en os traticoso fiiosófícó Oa OccidontoStpor lo tacto, pran
n aids do esta tradición no sol o es a na oefsoenosa a textos, cSto apte todo a
personajes del pasado: EEfilosofar en
Ocoidonoe oo usa o-ppresc. do poropnas opscrecrs o iOontífíoabloo os
oopacip y oieropo, destioaSc y dirigida isua lmente a porsonas ^^p^^io
duales domo PPCP proresPar.
Aunque; ia ‘prosesionaiización’ de ia filosofía es un fenómeno
brotante reciente osiglo XIX), sin embargp, oo ha. ppnvortidp hpy Oír
prácticamente en norma, ame todo en la 'filcnasfia académica’ de las
dnivorsidades . L peroopslizaaióó-e irrdístdvati2cicio^;del soleto 0h> fópoco
op oncidente no es.concebido —por 1ó micmp fílpcofíc OPCO pentrl— co
nop un fe nornepo p uldctul espóoífico y dordrminadp (monocultura!),
sino'corno un nacho ‘univeiníd’ (en sentido snpst- odlo-ioaló de lodo
fílopofa-: pilosofíc popf drpmd’onin es proSacidd per indIvíduoocon
pnmbre y ypeioído. El anspSraro eo prácticamente dn argumentpm ex
aueentradco oi carádrnp lftcpodif'^o^pio^ dol texto.
Igual que la ‘agraficidad’ (sin escritura ■ alfabética) de una cuilura,
también el rnoel^mrl0.o’ (sin ai^^c^ría. individúalo er mochps ocpsionhr ho
p ids rrn argntponto csovíncódro sora ne gar a pcdoip oa posiO 1 OO ad de
la nxistenuía de uormoaofía en eila, De esta msóera, no solo las ‘uiósofíaa
adtóctone s’ de iOoc Yada y óoi ÁCrirb, sora taadaton g ran paso de ias
grand,CS -oaCíPiones. Atosórtcas dd\S^ío tenían que ceder
86 FILOSOFÍA ANDINA

ante -este crneao monocultiiral de lo que es TUos ofía'. Tanto los


Upanishads como los Vedas son textos filosóficos anónimos, pero que han
impactado fuertemente la vida filosófica del sub-continente índico. También
en la tradición china se d a este fenómen o, aunq ue el anonimato es menos
Ureuuent e. le cunstión de la indioidual ídud reconosi- da( ia individnaliUnd
anóntme o inv tolnclividaó del sujetd filosóficn tiene -se ver uon.snpnertos
cudarales'y fiinsdhuos fieconacientes). Co snsufta didell expliuer tvt
pcnuhselinaclón n individualization de la fiiosnUs occidental por la
trnportancis ircsnendentul qun tieoe le persana indúv idual como ‘sujeto’
(.o), por la menos a partin de Sócrates.
En el nasa de la ‘fiiasaiía andina’, la situación parece mSr prnaaf ea
todavía: Pu ello no exisien textos fiideófiansCnuonuo fueran eop- nímosti
mino aóemás tampoco Sua individuos identificables como fr- lónolondao'.
Históri c^re^r^u^^. Ce cunstión de ni había eo’une cieria época pnasonrs
dnaícadns pe edomhiOaf n exclusivarseme rt la ‘filosofeo \ time u im ciento
interés y peso. Miga d Odón-PehOla enfatioó e o su ya c^li^s^ica obra
LáfiSosofía náhuatl: tafudiacdi nn sus fuentes dn lf 5(5 la impertana ia-. de
ta eaist encia de *fil<eufiós’ólos rftmtíd'rtíinC some voa ds ins condiciones
i srprare indiOles e are qua se arate TEV ierente ne ,filosafía’.fr En d rano ide 1
e.Tilos ofía' incetea’ ocurre lo rotemo referente a fon ematet'ir fsetijbS’
mrteutáov0. Reidero que pdrv mi nrouóritO’ ni te ds te cuitara, ni te
eetetoncte de Titósifos/as’
indM'uafeu eo■rlnc condldoeioe qua ¡enrede1 fnn'meno óe te filoso1 'a. Ésas
de ee dafitre eicl'ticam eni e (eo sn esnociaf como ‘sabtóería asenta ‘n temos
poi pnasonas son nombre y s^Hidoa sine anre lado .OÍ SU nanirafoua , su
o'jere y e1 ^ado de conceptualización y sisee- matizacrón.
ne
seisin and’no en .gotera1 ae un ou-ero colectivo e cooiUditnriol rn 'n
erpenífico¿esto ente'tambree paes te ITúdsofía. Si bien o IS aíerto que se
puede distinguir metodológicamente —tal como lo he planteado antes—
entre el nivel de 1a experiencia colectiva y vivencial (2) y el nivel de 1a
reflexión filosófica (3) de 1a misma, esto no significa

53
León-Portilla, Miguel (1956). La filosofía náhuatl: Estudiada en sus fuentes. México:
Instituto Indigenista Interamericano.
Acerca del debate sobre el carácter de los tlamatinime véase:
entre el nivel de la experiencia colectiva y vivencial (2) y el nivel de la
reflexión filosófica (3) de la misma, esto no significa

H León-Portilla, Miguel (1956). La filosofía náhuatl: Estudiada en sus fuentes. México:


Instituto Indigenista Interamericano.
Acerca del debate sobre el carácter de los tlamatinime véase:
Sobreyilla, David (1992). “¿Pensamiento filosófico o pensamiento mítico
precolombino?: La cosmovisión náhuatl y el surgimiento de la filosofía”. En: AA.W. —
Búsquedas de Id filosofía en el mundo de hoy. Cusco: Centro Bartolomé de las Casas.
163-208; especialmente 202-206,
PRESUPUESTOS HRRMENÉUTICOS Y METODOLOG ICOS 87

que la fil^sofí^a surja como un deus ex machina de un nivel totalmente


prenoncepujal r pre-logi co. Ya nedie lo mu en se rio la caracterización d<e
la “mentalidad primitiva" hecha por Lé^-B-uhl en el sen-ido de su ‘pre-
logicidad*V ea «ópeioroVi vhrenvlal . tiene su iófica phrr órenla- - co
nUcee en núcelos philasodVvmatp que el o la ‘fílVsofoPa erofes-una-
solomecle enpliclta s sirtemaUza. Por l tentó, eoSemos a-rnn^r que el
oerdodero snjeee lUnHo au el ^?iysÓ¿re^¿ anón imo - colectivo, -d ser
óumauo anUmc aon -o hereecie a^rvenu^^t -olee-lea a incunreientuda gran
eree unidad de serar Unaranse, rel adopaO os en el -emoo y orí U S-PPCÍO -
ÓZC -nu e^^^nu o ipte--tetación comunes.
El o la dlóeofqfa profesional’ aólv ev ia o el portavoz o ‘pphvro/p’ de
eete pueblo SÍU auz, la o el intérprete y siatematizador/a de la experlenoZa
del nana/jaqie Pero de mununa era nena
os la o el ‘penspdor/a dr h^rim^rc ma no’ ola hp- crea dor^^ ex ni- Uo de -P
siflemr fiiotOfiro c-brenuceto a una clerta cuku-a y vivenole. la o ql
'.f^lid^^^^V^ ‘profeslome? aiempae vcvne larde von respecto o la VilosoCv
vivv 1 de esta sujeto colvalioo que no ev uve experieecia to- talmonto
aOfó^Lua o cnrcdnupc-ae seno qus -f -x ma reflcxson ‘pqorp- nUtsUticf ’
autén-ico como si conjcnto de logoi spermaiiOoi(daer>vos seminales' i ’
oderenles e Imelicitp- a esta expedana-a.^Una vez mu- tengp ph e subroyar
la exi siendsa Su o n ‘circulé “is^^en^^tivcv‘ o n-re estos dop nlvelee: ‘a o
el ‘fiihopOrVa’ inte rpiets y trad une (t-anu due-r^^Xti refl -nl-n meterialíee
da.un estao m-ki pies manifestaciones n teaaét ríe uns eoncecnlatizarión se-
temosica, -I ^1 tunidjaut íar-ti preta (i^a 1 use un múnico la u^ft itura) asco
et Ouriscnte e^^rutí^t^éntic^ Ve su veporionole vivencia’ , esta fíloao^^
prlsta-ipade es ‘esneepeio- oer’ undcnad

5
^ry-Bru^ LLCen p1922). La ■ mentalité paimitivr (Xv mentalidad ^irnitian]. Pads. Idem
9 'ameprimitiveEl otan primkianL ^ríe
pi 27)i L

Cf. la crítica por Lévy-Strauss quien descubrió una ‘racionalidad con leyes propias’
en los pueblos llamados “salvajes" [Lévy-Strauss, Claude p19ó2). Lapensée sauuage
p
El pensamiento salvaje). París].
55
Con esto no pretendo adaptar un esquema neoplatónico o agustiniano al ámbito
cultural andino, ni abogar por un ‘anonimato filosófico’ en alusión al 'anonimato
teológico’ pRahner). Sólo quiero decir que el logos no es una creación de las filósofas
y los filósofos profesionales, ni que la racionalidad es una exclusividad de la
filosofía.
Cf. la crítica por Lévy-Strauss quien descubrió una ‘racionalidad con leyes propias'
en los pueblos llamados ''salvajes" [Lévy-Strauss, Claude (1962). La pensée sauvage
(El pensamiento salvaje). París).
55 Con esto no pretendo adaptar un esquema neoplatónico o agustiniano al ámbito
cultural andino, ni abogar por un ‘anonimato filosófico' en alusión al ‘anonimato
teológico' (Rahner). Sólo quiero decir que el logos no es una creación de las filósofas
y los filósofos profesionales, ni que la racionalidad es una exclusividad de la
filosofía.
56
Ésta quizás sea la razón más profunda por la que la ‘filosofía andina' nunca puede ser
un asunto netamente académico. La convivencia y la relación de la y del ‘filósofo/a-
intérprete' con la misma población andina es de vital importancia.
88 FU.OSOF ÍA A ND INA

3.5. La (in-)ceninensiirabilidad de conceptos

Una dificultad peculiar se nos presenta a raíz die la negación die. la


universalidad (o supra-culturalidad) del significado de los conceptos
Oiiosóficcs. Desde Aristóteles, la fiiosofía cncé^^^t^l está aaostumbrac^ a
‘definir’ el significado de los conceptos por su esencia transtemporal y
^^^íd^^l^uraL Sin mmbargo, I a filosofía intercultural ha puesto de
manifiesto que ente ‘esencialismo’ (defímiorio) obedece a un cierto modelo
culturalmente' determinado( o sea; la metafísica he^nica- onnMental que
distin^e erere to ‘deasono p contingente' , le eUan-P table y mutabto’ y lo
‘esendal y acddennd’.^Ex isten peradigmas.ícul- (crator) qur uer solememe
defínm to ‘esenninr de oora men^ sino que n i fnncrbn á tal ^^S^^^^ÍÓO
como args básico, ^a^ec^^ entonees que la qtudoqopbiafinaenn°en el fondo
ni es ^r^^-^^^míDosut ni ^^ra- yuifunai, smo a cc ntorta manífestseión
(psenciolt de ln tlodicinn ddrni- de la filosofía.
En la terminología de la lógica modal de los ‘mundos posibles*
podríamos concsptnn^zno laa distirsins s ulrn-as. n sus pnradrgmps fdo-
sófkos (no en nr seetíde esenoalista o ‘tnncaicio’) como ^^jetea ‘rnundoe
poetotos' con sus raa^o pamBian^ taato annideétaies ("cüacrónicameme
como eeenciatos (duarómearneme
necesarios, ^ro stocrónicameme conringeneesV 8 Entonces, en rada panadinma
cnrktr^ y fitosetáoo (‘mundo,f oxisten unns inoehablar aon- no^ualus, UÜUS
,
nseneias’ seeránticac de rntesprelación que quean n

57
Véase nota 42 de este capítulo. ■
w
La aproarióir de ma oe^Snt^cn dd SIS^CSI de ÍOS era ndoc posMae ’ee la insercisCenra-
lé^d podría permitie cnnpnpturlizn^ de mejor maccraies S,tegorías de ‘tnenctntt- daep
lnecnsidaO, y ,aecidnselrspLd' cueeJ^elpOi pero también de ia ‘transcu Ituralidad’.
Respecto a la ‘lógica modal de los mundos posibles’, véase:
Cresswell, M.J. y Hughes, G.E. (1968; 1973). An Introduction to Modal Logic (In-
troducción a la lógica modal]. Londres: Methven [Madrid: Tecnosl.
Loux, Michael (ed.) (1979) The Possible and the Actual: Readings in Contemporary
Metaphysics. Ithaca: Cornwell University Press.
Plantinga. Alvin (1974). The Nature of Necessity. Oxford.
Cresswell, M.J. y Hughes, G.E. (1968; 1973). An Introduction to Modal Logic
[Introducción a la lógica modal]. Londres: Methven [Madrid: Tecnos],
Loux, Michael (ed.) (1979). The Possible and the Actual: Readings in Contemporary
Metaphysics. Ithaca: Cornwell University Press.
Plantinga, Alvin (1974). The Nature of Necessity. Oxford.
Stalnaker, R.C. (1979). “Possible Worlds". En: Loux, Michael (ed.) (1979). The
Possible and the Actual: Readings in Contemporary Metaphysics Ithaca: Cornwell
University Press. 225-234.
La terminología “contingencia sincrónica" y “contingencia diacronica' es de Antoon
Vos, pero su contenido se remonta a la teoría modal de Juan Duns Escoto [Vos,
Antoon (1981). Kennis en NoodzakeUjkheid. Kampcn].
PRESUPUESTOS HRRMENÉUTICOS ME METODOLÓGICOS . 89

(idénticas a través del tiempo OransemporaJidad cultural). Esto nos permite


hablar (en e 1 sentiOo de Idealiypent de una ‘cultura europea' o. ‘china í de
una 'filosofía occiUental’ o ‘índica’..
Pero en el diálogo ■ intercultural; tratamos de las relaciones entre
culturas, o sea: de la cuestión que los lógicos llaman trarsworld identity?9.
¿Es-posible que no oolamnnte existan'dnvariadtes intraum 1 - Cúrales
(dentro de un- ‘mundo posible’) que he denominufo lu ‘caern aialiUod
nckuoel’ de un ccurto paraergína, sino que hnya también invariables intee-
o Oaaa transaca-turales (entre algunos o todos ios ‘miios dnc uofiblfs’) que
herían ‘necesiOndcs cnltocales’? ■
El problema planteado tiene que ver con la-(in-)conmensurablli- dad
de cukurs s y paradioesnc OsunóOsoo celocionados conistas, sta cste
cuestiha hao dos' siosicidnes extremas: El supsnrccltcrali(rt10 esenciali-sta
de la filosofía po r nn lado, o el l^aít^tis^emo irulroral er^tm- mo d e Oo
filos poa por mo- ladol L aa primera ooctGióo eemanlflMU m ho COIÍCCUC
1 óo (0^^^!taU de una pOikxophiy perennp porench ma óa/d-oj OC iíem-o
y espacióles:CÓXCC de una firosofía tra^ceon dente con rccpeclo a
cuauquier culosra. Oa otra posición refleja en cloo ls cuncepaiOo
pnctmoderea. US una pdo rstldad de potosiomos filosóficos
inconmensurables y hasta incomunicables. En términos lógicos: El supra-
culturalismo lleva a un determinismo o necesarianismo a-histórico
(esencialismo metafíisico), y el relativismo cultural a un ‘voluntarismo* y
anarquismo conceptual histórico (contingentismo).
Aunque no sostengo una transculture identity (identidad transcultural),
sin embargo tendríamos que garantizar por lo menos (como postulado
heurístico) una forma de ‘accesibilidad’ entre una y otra cduum que
obedece- a cíe ttac estotcmrac. cunceptuaico trants culturales. ¿Cómo una
filósofa o un filósofo occidental puede llegar a a ntettdeóSa fi lolofín-
andínn? ? Gomo p ara ella o él será accesible la riqueza conceptual de esta
cultura? Según el esencialismo filosófico, esto es posible porque los dos
paradigmas comparten —como tertium

59
Véase: Plantings, Alvin (1979). “Transworld Identity or Worldbound individuaLs”. En:
Loux, Michael (ed.) (1979). The Possible and the Actual; Readings In
Contemporary Metaphysics. Ithaca: Cornwell University Press. 146-156. Se trata de
la cuestión de la (in-)variabilidad de ciertas características de un cierto 'mundo
posible’ en y a través de otros ‘mundos posibles’, lo que nos da pautas acerca de
riqueza conceptual de esta cultura? Según el esencialismo filosófico, esto es
posible porque los dos paradigmas comparten —como tertium

59 Véase: Plantinga, Alvin (1979). “Transworld Identity o_r Worldbound Individúala".


En: Loux, Michael (ed.) (1979). The Possibie and the Actual: Readings in
Contemporary Metaphysics. Ithaca: Cornwell University Press. 146-156, Se trata de
la cuestión de la (in-)variabilidad de ciertas características de un cierto 'mundo
posible' en y a través de otros 'mundos posibles', lo que nos da pautas acerca de la
'necesidad' (o transculturalidad) de estos rasgos.
60 Las paralelas correspondientes en la lógica modal serían el ‘actualismo' que llega a ser
un determinismo lógico (necesarianismo), y el ‘posibilismo' que lleva a un
contingentismo (todo es contingente).
92 FILO)OF1AANDÍNA

conceptos como ‘universales homologíoosC por encima de la diversi- da d


de origen (heterogegeidad- y de cultum (mukiculturalidad). Ir
‘Ovmoomorfía’ (de homeieo ‘símilar’ y moiphó 'formun see una torcera
foema de ‘equivelencra’, sunn olla de la uoívocidad o equiecerigad.r* No se
trrta dh dn equivalente aonhrpluel (poh olc pera el conceoto o^nñd^r^^al
de .‘Dios’) nn una' cultura dóstintc, ni Ve uno aposición eguívoea (‘Dios’
ee oulturalmonto loiulmevte incoa- crensceablnX sino dh un equivalente
funcional. En el encuentre mter- CultcraL no so beca en ie cultura ajuna
Ger) let nhsmo fnnhión qun ue cierto conceeto tíere en la nukura propia
<C2X sino aqueHa fuhdóu hquivaeente : lo ire la nosiór oríhínal (y
j^ec^i^ag^^mente tnonnculu^raU dh C2 c^lorcq en la couerptrediente
filosofía de Cl.
En el caso de la Uiosofía aed-na, ocurre con fuenniencla que na
existen conceptos ‘homóloooo’ ( de VguaUeoniontVn lógico') con respecto
a las cogongeualizacioone da OCC^^^V^-’^, ni ‘traducciones’ coívhfbs dn
nhnn^o*^^5 nnnigqntales no nl meogh eugeno. Use misme Oblbrra Veunqur
existe ora Uferentes i^m^s^ no sigi^lfích m mismo co cvntox esc y
ursltgaas diotintos; Ohpmbre- es oose cora -cara ol hematin nte e un pera UÍ
neis fecho, ea me yon a he los nnoceptos degnidnr en Gaddemo como
ettan<eareu ‘unlverneles’, oo oon universali^bles fo ‘trans-culiurali2ables’)
sm más. Hey que hacer una 'lI’rrIuccián homeooiórflce’ que tome en cuente
el huricíonamieino del concepto respvcilno dameo da u n contento !
anaIódico’.ll En este sgn-ído pióla- POP comparco ór eulturas ecu UPS ’
.ucons loiguixueoo’ 6S^d^^^p/lg^-ee de 'V^í^^^nsterir: Un aeren concepto
redén ad'ho^^^o n)gntficspb demm PÍO nnt ‘juego’ dnlpa^PvaUd por aorta
evglas y an Pertc eoniex-o. OPmpun no se CSUÍ de he une mismo iuego
—-U logice rncidqntp^■—I

64
Sin ir demasiado lejos, podemos hablar —en alusión al tertium escolástico de la
‘analogía’— de una ‘anaiogicidad’ cultural o de ‘equivalentes análogos’ (mejor:
‘equivalentes anamórficos*). La anaiogicidad insiste a la vez en la inconmen-
surabilidad (equivocidad) y la conmensurabilidad (univocidad) de dos o más fe-
nómenos.
65
Aunque el término “anatopismo” fue acuñado por Belaúnde para describir la
alienación cultural de la filosofía latinoamericana, también podemos emplearlo en un
sentido ‘neutral’ para describir la situación común de la trans-culturación de
conceptos. El concepto greco-occidental ‘espíritu’ por ejemplo tendrá en una
situación ‘anatópica’ (tal vez mejor: ’heterotópica’), es decir: dentro de una cul-
M Sin ir demasiado lejos, podemos hablar —en alusión al tertium escolástico de la
‘analogía'— de una ‘analogicidad' cultural o de ‘equivalentes análogos' (mejor:
‘equivalentes anamórficos'). La analogicidad insiste a la vez en la
inconmensurabilidad (equivocidad) y la conmensurabilidad (univocidad) de dos o
más fenómenos.
M Aunque el término “anatopismo” fue acuñado por Belaúnde para describir la
alienación cultural de la filosofía latinoamericana, también podemos emplearlo en un
sentido ‘neutral' para describir la situación común de la trans-culturación de
conceptos. El concepto greco-occidental ‘espíritu- por ejemplo tendrá en una
situación ‘anatópica' (tal vez mejor: 'heterotópica'), es decir: dentro de una cultura
nooccidental, otra 'función', y, por tanto, otro significado. Para la ‘traducción'
intercultural de conceptos, Raimon Panikkar plantea la necesidad de una
•hermenéutica diatópica' (Panikkar, Raimon (1997). La experiencia filosófica de la
India. Madrid: Trotta; 461.
PRESUPUESTOS MERMEN^ UTICOS R METODOLÓGICOS . 93

sino de juegos distintos, pero jugados en parte por los mismos jugado res.
Esto ocurre en el encuentro i^trr^^lnr^l^108
Respecto a la conmensurabilidad ‘homeomórfíca’ de conceptos,
tendríamos que hablar tal vez de ‘juegos de conceprualitación de la
experiencia’. Cada cultura tiene sus propias reglas en este proceso, y cada
introducción d o concept OS ‘exógen os’ 7 que tienen :^u SStz ien enben en
una 'coltnra diounta) re uniere Oe una cuidar
Cósa, para ver cora o fuuclocia tcl o cual concepto dentro de las reglas dul
‘Clono’ aEtóctono. El medn oscédsntri de concepsualIzar le expe- riencin
vivencuaS ns rio cierto modo erare paos , psro du ni nguna manera el
único/nl el mbs svaazcdo; es el- modo más adecuada a le naturafaza de Í a
erperiennía vivida ea eote contexto cultural. oinnto poner!’
Cttansou1turario1) unínoaamcrau a osra, nultura con una derlencta oisttosa,
no sóSo signify que po puede captar (cog-cfpWdo el significado propio
(endógeno) de la experiencia, sino que es sobre rdo un arto ule asolación
cultural.
Reitero que la búsqueda de ‘equivalentes homeomórficos’ sois- mente
se puede llevar a cabo cuando se la lleva a cabo mediante soGucraros
‘reates1 de persones de distintas cekerar Gntes-oslOiibHdífa nivi’e), o SOS:
cufndc presufond - (pcae-cua-urone- diáfogo d ^rlífago j^secna!. tobre todu,
para te tradición Occidents- qeo osU mareodo pae^mmaraemsrae p or la
steta (fáeoreimo-y PC obje sioteadón (tePotrv’ (cogtto ea'eld^Sd^^(SPO ’e
aritod de ‘escuc’ar’ y la rp^^rti^rü dn dhjorse ‘ieneepelar’ por ’orra’ o edid
1
otsct es u na c tienda de
d
ny gía.s7El Atento d e ha ner 1 sonar’ ofta noo dísona ntn du la Tifas-) fío
aedma’, es-a an oez uncuestinnamiento de ls usurp ad ón hegemór otea de te
tczno por Óxktend. ■'

108Cf. Wittgenstein, Ludwig (1953; 1988). Philosophische Untersuchungen [Investiga-


c■cls^«pJrgascsl^^c<eeSJ^¡^c^np^fs(rt/^^. [Barce’oid Ciffidal. ■•
EejTd, dietingue ksss^ioritM elemcnton deun ‘juego lingüístico’: 1) Un contexto
vital. 2) Un cierto vocabulario. 3) Una comunidad de lenguaje y de acción. 4)
Criterios de comprensión.
En la ‘traducción’ de un ‘juego’ a otro, respectivamente de una cultura a otra, todos
estos elementos cambian, y no sólo las palabras.
67
La intencionalidad fenomenológica también es un tipo de ‘objetivización’, pero de
manera inmanente; la alteridad se convierte, a través de la epokbé de Husserl, en
noemata (cogítala), y en la reducción trascendental es absorbida totalmente oor la
conciencia. Con resoecto a la urgencia de una ‘filosofía del escuchar', véa-
En $2, distingue los siguientes elementos de un ‘juego lingüístico': 1) Un contexto
vital. 2) Un cierto vocabulario. 3) Una comunidad de lenguaje y de acción. 4)
Criterios de comprensión.
En la ‘traducción' de un ‘juego' a otro, respectivamente de una cultura a otra, todos
estos elementos cambian, y no sólo las palabras.
67 La intencionalidad fenomenológica también es un tipo de ‘objetivización', peto de
manera inmanente-, la alteridad se convierte, a través de la epokhé de Husserl, en
noémata (cogitata), y en la reducción trascendental es absorbida totalmente por la
conciencia. Con respecto a la urgencia de una ‘filosofía del escuchar', véase:
Estermann, Josef (1996). “Hacia una filosofía del escuchar: Perspectivas de
desarrollo para el pensamiento intercultural desde la tradición europea”, En: Fomet»
Betancourt, Raúl (ed). Kulturen der Philosophie: Dokumentation des I.
internationalen Kongresses für Interkulturelle Philosophie. Aachen: Concordia.
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOI.ÓG1C OS 95
c A CAPÍTULO 4

La racionalidad andina

ada filOsofíaipárteede unosi’presupuestos' (fpraessUbiponevz) ique


a su vez ya «no son objeto © tema de la investigación filosófica misma.
Ninguna filosofía comienza ab ovo, Sino que surgfe «de ’-una experiencia
(sea ésta de ‘ádmsrasíótf’, ‘asombre', ‘‘■cuesfeñamiento' o ‘inseguridad') i
colectiva:109 dk la realidad que es ©l (primer 'nivel hermenéutica (la primera
ieterpretació®).- Estos ‘presupuestos' de ©ada fitesfa son sus puntos ciegos
que soo queue^er rexpliCitadd&'deSde fUefaPEs domo en re!
Evangelro’esolo el Jotro ve da viga en mi jyi puede llumOrde ílaasteudién
’sobretilf®!Estoi^piesupuijstos' énconscientmde
cádtffiiosdSáifefini’lofque’se «suele flamariel^imitodfUffidacfoodl^tdeun
cierto pensar fiiosófieoioBá (iffigeiuoi ipenBariqueiiHiííilosofía’fíüefrfíel
resuftadod&lteápdaclótf absoluta del mythos. iEn laíirosofiaifeccidentat,
justamente es-til logasi quesea tai veZ et’mito fundacional' «más pdderaBo
quepis® sd deja cuedtioMar dentro idcl rnisirio’ paradigmañlogicoréldea
expiicitacióni(0ien términos psicoaréa-ifitecoR: ü® concrentización) idei
los- mitos fúadacionaites'asófoi Jsipübibié(ai través «del dratago
intúfccultufals i - ble aEKaefm<Í*nó<íjigS>^8tf&-cu<ltufaf^'isuper-cultural,
los ‘presupuestos' fundatiorialesiqúedan idesaperhibidlos ' 6om0■-
<pdfito8iciego'f>’I;(es «deuirt «nó feoniioncebidos'pomo iipre-sub-
pubstos'.<sino. coiuoicverdadosi absolutas’ yósapnacultacalesós
Estoisu'cedeicdn-ilai filosofía rnoardentahen-dades absolutas’ y
‘supraculturales’. Esto sucede con la filosofía occidental en
1 Lo que Parménides todavía introdujo de manera implícita (la diosa Diké como guía
mítica del filósofo), posteriormente ya no se explícita, pero se presupone

109 Lo que Parménides todavía introdujo de manera implícita (la diosa Diké como guía
mítica del filósofo), posteriormente ya no se explícita, pero se presupone
axiomáticamente. El afán moderno de auto-fundamentar el saber filosófico mediante
un acto de evidencia inmediata (cogito ergo sum), presupone, sin embargo, como
axioma (irracional) la evidencia del logos. La historia de la filosofía occidental puede
ser interpretada como el proceso paulatino de ‘olvidar’ (o tal vez de ‘suprimir’) su
propio ‘mito fundacional’, y de divinizar y absolufizar a sí
axiomáticamente. El afán moderno de auto-fundamentar el saber filosófico mediante
un acto de evidencia inmediata (cogito ergo sum), presupone, sin embargo, como
axioma (irracional) la evidencia del logos. La historia de la filosofía occidental puede
ser interpretada como el proceso paulatino de 'olvidar' (o tal vez de ‘suprimir') su
propio ‘mito fundacional', y de divinizar y absolutizar a sí misma como causa sui.
98 FILOSOFÍA ANDINA

la medida en que se encierre en su auto-concepción como ‘única filosofía’;


muchos de los prepupsiei^tos currurates son PnUsrpn^tadmi como as i
ornas u priori. En el diálogo intercultural entre las filc^soffa^s occidental :y
endina, cadc cns por cu 'parte y asu muppra puede ‘revelar ’quitpr lp venda
Se la ceauera parcial los spráod Rirdapronales’ de le otra. Elle procefo ccrip
Pi forma dc una “harmanéutiaa diatópicrT (PaniSkanU tina inlerpsenuáióo
de lo oropi<r pos Id otrd ( rO ondacO, y pe lo. o1 tro pee ln pi^opdf, lo que la
Ptlosofta Ve Ua nibnraulón suele llamao el “método anaiéctico”. 110 111

4.1. Introducción

Hablando Pe la ‘racioarlipap aapiaa’, ya estamos vrnapo va aoaaes>- io


tdnnamc^ltslmenic occidental que no-pusde:uas tranocnlloraSo sin m’s. ’a
fazóa’ (ratio, inteltectus, nouo, logos, Ve^tand,Vernnnpt) on OS una
invariable cuitursl, ni monas eses dcencia cicora-ci’kurin. sOio una ‘inveac
rób ernlPbntelPdote pacrdentyd : pi yo sfue “invennobS no dereeo decir que
se taalo de dta-i r da ajarlo ar. ártfidalr sino que ce algo ^s^^. dprroupoode
parUecramebie al Vnito fonrlacipea? de la soo’ oofía encidentat (sopre toén
helérúcer.r biefterevpre que exieteu ’equR eoiodpmótfleos’ en muahac oteas
culturas (cd, butn^bmi^O^^ía, [hefoioeb re o], qipreoip cío],.yuyna,
urarnchaygoa-c anal > <m<tde^)anJieí pero en la mayorír Se teo caros- se
treta ds traduccionos oeuiaaradse o tc nonoeoios qee Onaen nna ncepcióa
Usaino a in qee. tiene do donceptn oceldantal de ‘razón’.
También en , c 1 doouopro PC ‘raefb la vivUc ana taia
ga historie da transposición e ínclesiee CS tionccdlturacióp. Di nrigen

110 Véa<ne Padíkkac, Rado^nn G997). La enpeotencia füosófica -do la India. Madrid:
Trotta. 46.
No se trata solamente de dos topo/,’sino de dos paradeigmata culturales y filosó-
ficos. Por eso, quizá fuera más adecuado hablar de una ‘hermenéutica dia-
paradigmática' o ‘poli-paradigmática’.
Referente al “método anaiéctico”, véase: Dussel, Enrique (1973). Para una ética de
la liberación latinoamericana. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. Cap. 36 (“El método
anaiéctico y la filosofía latinoamericana”).
111No debe de sorprender que el loaos para los primeros filósofos occidentales tenía
No se trata solamente de dos topoi,' sino de dos paradeigmata culturales y filosóficos. Por
eso, quizá fuera más adecuado hablar de una ‘hermenéutica dia- paradigmática' o ‘poli-
paradigmática'.
Referente al “método analéctico”, véase: Dussel, Enrique (1973). Para una ética de la
liberación latinoamericana. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. Cap. 36 (“El método
analéctico y la filosofía latinoamericana”).
3 No debe de sorprender que el logos para los primeros filósofos occidentales tenía algo
numinoso y divino (el logos divino de Heráclito; el daimonion socrático; el nous
neoplatónico), pero tampoco es una sorpresa que fue asimilado por el mundo judeo-
cristiano para recalcar el origen ‘sobrenatural' del saber y de la verdad (Filón, San
Juan Evangelista, Clemente de Alejandría, San Agustín).
LA RACIONALIDAD ANDINA 99

mítico, la ‘razón’ fue identificcida por l^i^o tiempo con algo divino y
sobrehumjmo en que el -ser humano participa ONoos, Logos), lo que se
pqofttncHzaba a Un neen en to aostolog-a y no el platonismo nasia, no gdo
(logoispermatikoi). Ca 0^<icaiarízacú^n’ píen a de 1a ‘razón’ re- uuo
nmpooó con el nomioalieme i^^di^vel y se ^ónaUlí^ettt duUinitén^- ntesce
na el ra donrlinmo continental moderno. Pera n peacr dc su ‘emancipación’
du Oo mltinOt nominosn y diuno, ie nanóo me^tóne a lu laego in la
enodnmldad enn háHto exinacidtnario y nasi-divino? eeeicnla
poeaeorlcmirbd niner-o- e ‘aeceneirec’ eree rada ñonnacioeal d) la
PCnescCí^ ocolduo1eg en ^^^^C^ÍOÍ nu nnmaruunión inedenna cu la
^^(^i^n^lia^d -estnnmental’.
¿^on^u^s^^ entonces usar -un coocepin tno polílncVtico y
culturalmente amigado ee Occidente, país desandir Ion rugon fuo- ^arnn^^,
los ‘preiupnaeros’ ínzonccianien de una a-asofía tan dla- tinte que.ue le
andino? Es cierto que en -ele momento estoy nomo tioudo una
inconsiotencia yeen os una ‘ijeacn-irrei-cie
anactífeaz’112 113 y sobse tode explicítasle. El eircula hecmcnaerieo
tovolqcryno se podría ddcnribrr -ni ia síquionte monnra: Antea elg salea
encctameote PO que es ,-acienalidnnn tenemns que PÍ-IUPOOIO icemo
‘hientesis de 1^03’0') mote nuoinu; antes Pe haber ceñu-Oo )o octa mente lo
qan co ZqgoS’ tcenraoc qun eerpeogr enn el ‘diá-logo’.
No Cay un comlerco epio^o’ y absnloto (ox nihil o)’ ol n<e cisne qoe
una' alerta nnyaia o ente crrcolo hermenéutico qee hay que exoltcitar.
Tymsoco non naina el afu vohsniurista de ‘deOznen de una vea para nodos
c’ concepso dc 'a ltie<adnaitdaPn ponqce ccte ceásmu asno F^VP- laría ya un
cierne ’arado Pe pennae' que cp-rasponPe a una adiad edificatoria o
esonaahsta. ho taker qee ^elomor tacón, en enrUiie- —t .paub’ramente —
diítagando— lna conoe^on in)oUuqnLn1U- en dn -os^o^^^ento mutuo y
respetuoso.

112- Hasta ^^tamos dcdr pun ea p


modernidad, h ’atón’ fonretdioto1zada teon?
pnrén de m nríüca qeedievnt de ,u auUonooúa, pao motivor de ÍC^1?!!^ c h^o^ostanez^da
como un^der ’ uou nimonoión ?u Lianecionoe -r mueelo experi- n'M^s^tan. IP
‘.raracndentaHzaatán’ (Desrartes.^ibyiz. a
líSlirrlSoIuu:cactelg
(SeheHin- , yegn!) de U npn<on, en el vyr^t^<ot^^ sen trotantes modoonos <lel
monops^nbmo absu^sm gruno-romano-árabe.
113 El tévmmo de Love-oy y de su obra clásica ■ TTbe Grgat Chain of Being eq 1 aqoe
analiza acunas inconorstenetoo intra-c^turaluo de la fUioo1 cntetdnnioi qoe so
ramonem a .a ‘amiesis inrpocto^ sntre ’as ’ktsufíntgringa y judgaernsttaen (Sovejoy,
A^ve od?A^; ru83). Graft Caa'in ^B^-a^: A SBefyofBoe His'orycf ai Mra fi
Gran Cadena del Ser). Londres: Harvard University Press (Barcelona: Icaria)J.
100 FILOSOFÍA ANDINA

En p>ri mer lu gar Ca pesar de la hay que resaltar que


‘racionalidad' no se deriva simplemente de ‘razón’ y de sus múltiples
acepciones. 'Racionalidad' no es simplemente ‘el modo racional de pensar,
actúa r e imaginar*; no se red uce al an álisis dni;p nnsar, ni — siquiera a .a
actividad de Ir ramón. *Raciooriidan’ es urr roncepción más abstracta que los
conceptos proto-genétícos Onotss, logos, ratio}, esta abstracción a la vez ha
permitido una cierta liberación de lar acepciones ‘técninen‘ Se r u teieete.
Cnaodo hublamos dn ^aciona- lig-d an tina’, afírmate oa que Or ‘racioíraIiOaO
. sóSr so dr en el plural: ‘ruciogulidude5* .
Estas ‘racionalidades’ ■—aunque tengan su Sitz im Leben en la
filosofía griega— pueden ser aplicadas (mutatis mutands) a distintas épocas
y culturas . is ocsibie hablar de una medieval’,
de una ‘radonaildad chiua. - Se una Nacionalidad afúnune ' r insidei-e Un
una ’ranionalidd postmoderún r U^s ‘raeí<sdaiidadeu' tampoco sn limiicn cl
-fcrnce geO deminis) de 1 .razón'; ni sríto tiese su propia 'racionalidad', el
cosangn “tirn c raren eu que la razón IOCCO noce” (Psscnl), y le ie tiene ru
oeuuiiar.114
Buscaremos entonces elnóeir)rs qe e oos aceden aeu-
ea r a n la compiónsión de este concepto trcu^^c^^ltural n trans-his-ÓTICO.
Redero: la 'rrróo* como cinrdón ^^in^^^^ero^t<^ eccadeo re! na es
0^0^101^0X1110 sin má^. Sin cmúaIgO' Ir ‘tdnlonalOicd^ romo un
eoncepto emancípadn dr la ‘rononi Og del ‘racionaesmpO, abre la po-
sibilidad de ser usada en el diálogo intnrsqliqral, en el sentido de un
esquema ‘C^uri^í^cr^’ del encuentra . Cuando nn a qu-opec u un ^^re- U^O
ura ei sooabio rrgnionalidaú ", 1c mocir ion ideas giatinla s de IUS qns hacs
in chino o sn cfrieano; nr eaWai de lo diferoncic de su sqntenldo cultural
partCarrE Traracemns Cr este concep
to: ‘Rauionailcla<-* es un cinto ‘n^odo de concebir IO reaikOid', urns
‘marsra oaraoterística de interpretar la exuottogotn vivegota^' un *modo
integral de gntgnder SUS reoOrcenos’, en í05oudoru ge peurnrd uma ‘formr
de concep truenas nuasira úivugcic’ l -O Onodela' epgradolgniae de
rreeinresortqe el mundo.

114Eoto new POCTSrc tsoúlr- S. n ‘iOClgaoiliUa0.es itaoioguaiissssr mthfae». rníeticne,


donrtioús. fideístas, ne^■a)iva)'. CIC., que $s>lo ana)dntcmente son contra diclorias,
pre^o que dnsuli)e c-m^plea^menrocen.r!,rtencer poueue vetead S!«C roteas rí asy
niveios tintos. El concepto (más abstracto) de ‘racionalidad* no se halla en el mismo
nivel que la ‘razón’ o el ‘racionalismo'. Tal como dé un ‘lenguaje meta-lingüístico* (o
‘meta-lenguaje’), también podemos hablar de una 'racionalidad meta-racionalista* (o
‘meta-racionalidad’).
tintos. El concepto (más abstracto) de ‘racionalidad' no se halla en el mismo nivel que
la ‘razón' o el ‘racionalismo'. Tal como dé un ‘lenguaje meta-lingüístico' (o ‘meta-
lenguaje'), también podemos hablar de una 'racionalidad meta-racionalista' (o ‘meta-
racionalidad').
LA RACIONALIDAD ANDINA 101

En cada una de estas expresiones hay una serie de conceptos cargados


de ambigüedad y mistificados por la .tradición occidental; ‘concebir’,
‘realidad’, ‘interpretar’, ‘experiencia’,■ ‘entender', ‘fenómeno’,
*esquema’,-‘pqrear’, ‘concepysrlizau’, ‘r^^de^^’-y 'repnesentación'. ‘or et
momento, no podemos detremrenr ceda uno dr ellos yon mát prc?cisic^r^,
sine nPr^dei^^^.s: a le luz de la 0torofía occ idental . Sio om- Oargd, podemos
eonbtatar algo en concón: La ■‘rarlooalinad’ es el pro- 4 ‘uceo o resultado de
un esUuecze irneeitd (intelectivo, seesicivo, erno- cional, vivencialt deO ser
humano para ‘ubicarse’ y orientarse cp el mundo ‘'d Í rodea, ‘ .
Es el marco imprescindible y a la vez no-objeiivizable de 1ll «Xli*
tencia (individual y colectiva) del ser humano en la totalid-d de loa fenóceres
denleo y ftievn -de el. VOe sy tvntv de ly ’ryaUdnd' sol (set (oea lo qor s ea),
sÍOO de una ctsre eepenencia interptetada, oc!osada o ordenado me0laoce -
ram'ei^^oe procioo dei lOdOo Oe ^v\^ir. Este ‘dele áe vivir’ re es lt ta
tun^ir^an^nd’esre^f^^^^c^n^^rinte, sino y na
de vuc expnerion es. Ee otear 'o.yls-brasz La iracernalidnd'’ de eny uiesty
ppeuy, uelteiy e . etriy se dar.íyiesta er el uerjerte áe les ‘fenóderes psáutiues’
e ‘psygdatiues’ áe sus■ miembros.115
Sería impropió pensas en ntO orden Ccronólógicu u omoiUoicc) de tel
dome que primero e xirta una cierti ‘racional idad\ n qae den- pues dc área
‘emane ’ —on IS, Corma de sucexprcsin neo— un de rto mvdo de vivir, Le
col ebrus, de o ctuarrcie p coOupir s de pes sar. Mis aiyn, ir ‘rncioraaUdad’
es todo esoe conjunto do reanOesracloo.es, o más precisamente? os el
armazón esteurrurrdc de ellos. El estcurturalismo nos ha Oeeóo eolenCer ocr-
oada uultura, rpocr rb oueblo tiene so nropia lestrudtura‘ sumádOea, ÓCO tro
dc la cual cada elereento Hese sn riguificaPe peyuliar® La Uacienatiárs syría
entonces la ‘lógirvn‘ Oto

115 La ‘racionalidad’ en este sentido es pre-lógica y sobre todo pre-racionallsta. StrlH una
gran ayuda encontrar un sinónimo que no tenga connotación etimológica con la ratio
greco-romana; pero las alternativas propuestas (‘lógica’, 'cosmovUlÓn', ‘paradigma’)
como remedios son peores que la enfermedad.
Acerca de la problemática de la ‘racionalidad’ y los distintos ’tipos de racionalidad’,
véase:
Schnádelbach, Herbert (ed.) (1984). Rationalitát: Philosopbiscbe BeÜráge.
Francfort/M.i Suhrkamo. En esoecial: Aoel. Karl Otro (1984). "Das Problem einer
DhilosoDhischen
7 La ‘racionalidad' en este sentido es pre-lógica y sobre todo pre-racionallsta. Strl» una
gran ayuda encontrar un sinónimo que no tenga connotación etimológica con la
ratio greco-romana; pero las alternativas propuestas (‘lógica', 'cosmovisión1,
‘paradigma') como remedios son peores que la enfermedad.
Acerca de la problemática de la ‘racionalidad' y los distintos ‘tipos de racionalidad',
véase:
Schnadelbach, Herbert (ed.) 0984). Rationalitat: Philosophische Beitrage.
Francfort/M.:
Suhrkamp. En especial: Apel, Karl Otto (1984). “Das Problem einer
philosophischen Theorie der Rationalitatstypen”. En: Ibidem. 15-31.
8 Me referiera aquí sobre todo a la derivación etnológica (antropológica) del.
estructuralismo que tiene la denominación de “antropología estructural”, El
representante más destacado es sin duda Claude Lévy-Strauss. Véase:
102 FILOSOFÍA ANDINA

necesariamente ‘Wzo-mórífca’f inherente a una cierta estructura socio-


cultural; dentro de ciertas coordenadas especio-temporales.
Hoy en día, se usa mueho el conecoto de ‘paradigma’ ’ de ‘cambios
paradigmáticon’. dn a lh'‘hiotoria efectiva’ de ecte héi--
inino on ts historia ^ccpdeid^e, podríamos -usaría coma una noome de
eneender lconsin sc ‘recionabidad’: mm uo ‘d«tdigmg’-o ‘modulo’ ca-
cacterísticc de un cierto gnipo (e 1d^eheteOnT^horizont u ‘horizonte de
compeension’ ’ac Gadamert, heiice dnl cual las múkiples exo-e- rionn s de
1C vida cienen ucn explicación c oh eeennc c signs firatíva. Pese rl mccno
pñipo nn hane esleí ’presupuestos’, sino los
vtvo. Por emot podamos llamados “ndios d^^n^^c^^onh^^^”: una ‘rncío-
c^^P^rtU ^rimrr^^^l. np-cuasrinnadc at rnnsiionuOic dentco de le interne
’rlcaodettdad’.
En el fondo, tenemos que ver con el mismo p roíale mn (aporético) con
que se he enfrenodo la matesnGtica .CGódett c’ mst^no-ingi- ui Ue ‘dato
Ge -todus -O— ciase’’ pertenece a -Loa.a Ua trantGdalldadi como ‘mito
lindan ione— -noeat p ece ele CCGÍ auiome tacton-ltdcd, no dnetr: oo puede
oer ‘odjeto’ o ‘teme’ me.te misma, sleo .es pspe-oub-puesto’ hcr cualquiu-a
Sc sus ^aniCpcion^oeieA Ai mn-iepar un genícclo, normalmente no noe
preocupamos posdos detalles deí motor, pero eí loe pisae-sub-
e>ottedoof’ .Al vivir denoo de una cierre ‘oaciodettdad’’ no Sonemos sobre
e 1 tc^^te .sue e^.r^^crnrah 5c su nhncipsaenento, oero oí los prap-sbh- l

pmre^ioc, rincovsctantemente).
La filosofía intercnlturei nos eermite ‘bientee::’ y exbiiuitar estos
‘brvenbnestos’í porquo a evivéc'det _ diálogo eGdhoiGS a’ cempo de una e
iertu 'ctret^^^po^íción’ de ‘raeloncSidcdev’ o eíopvaamos C com-
prsndenire como cultucclmsn-e du^^^^é^^p^r^^. El supuesto c priori

Claitdu - 1958; 19 83). Anthroprispia Suinctüralc


pAalropolngéseslsuc- tici^e^iP Pasís; MUXÍCO: Siglo FXI.
Lévy-Ftrauss, Cli^t^íU^ (1962). La pnncén sauvagn [El pnncaminnia salvajes. Ptrír;
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Letcn, Edmund 11970) . L&v-Sieaws. Londres .
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9 Bertrand RUSSCII ¿incute esie probleme dentro ’at la ‘iógice de e-aien’ qmi hhoohg
una,jerarquta GO —fas es’ y onmet0dOgua’u otsgico. -
Cfs RusselL 10’0^ d (1919). Iniruduatíos Ms ^t^^t^in^lkr^^^^S^^^opL^o^. Londres;
53 y s 13
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dres. 254-268.
TJ /ir^czA T -1 I „J rr m/}i men r? J AX 1_ TA z^i_

LA RACIONALIDAD ANAINA 103

trascendental (‘invariables culturales’) se convierte en a priori (mejor: a


supposition^ mono-cultural, en ‘presupuesto’ fundacional de la misma
experiencia.10
No resulta nada fácil ‘plantear’ estas ‘racionalidades’ particulares. En
primer lugar, siempre lo hacemos ‘desde u na cierta racionalidad’, aunque
ajena a la planteada. El encuentro con la ‘otra’ y el ‘otro’, y con la ‘otra
racionalidad’ siempre se efectúa a partir de uno ‘mismo’ y de la ‘propia
racionalidad’. La hermenéutica diatópica sólo puede realizarse dentro de la
‘lógica’ del diálogo intercultural que oscila de un lugar (ro/xo)a oso, o más
precisamente: de un a persona Peón una cierta unalinua e 'rauiunaliUad’r a
oi ra persona (con oi ra suiturn y ‘racic
En scgendo d^e^» ce trata Cd rasgos tan UonOamentalcs o implt-
citer quo polo pnedrn unu sosadou a la luz u travls de U m ‘aeqoeolo- gía’
j^s^t^l^cm^l muy cuioadosa, (ru ‘ranioneildae116 117 de u^c cie-ra cuituca o
épncu no se batía eppiícnomunte un Psc texíos (de lns culturas con
cscritern), ni disec-omentc en ios rnanifestactoncr focomenotógicas Oo lo
mismo, ciño rc el resoCando (sintéocoS de un ^'ckc^jo cuomeeéutico.
Era tercer leg-r, no podcoos usar una ceoeinoíogtc otooo-eudd- ddi
uara eí anilrsir de una determinsda *iaüeulii^ci\ ii bieo es cierto One ésta
sotamente ec ulcancabUe y entencible desde ^tra’ cuUueu y sn
i^^uioofOdcni, est o eo sif nihca quc pu ede pec comprendida a cabalictad
eu bnee u uon iuctoflclidad ajena.
En el cuso Se ia ^cionaiidad redíua’, ia Penernéatics Uiatópica rc
reatto mnUicntc el P^POUO eanie tau duliurae andona y ocf¿dpnol l c más
oxactarcurae: erare tus te^^ío^a^^^c^s aodina u nccidootal. Tairb Píen scría
postOle d logo erare ounts nacencíOadaf, como lu CCU nn índica, nantú,
uanaa y O- nu IUUO, O tu ondírio por etro . cero CÍ heolo ne que ta itiosorís
opoiOuptaU es nt pc io ntincipul do rolerenciu (p.máo biesn ‘esdepo’)
eneote diáiogo interculiurai, se entiedOr pos 1PU pasttcutaodadot do mi
peouona, p or ia hlutoria del socesoiro y Osnsnceentpo de tas toc cuRuna s,
p pon ta ecuezc de ta teimínoiogía

116 1 El
‘monódogo’ filosófico no es capua ee Regur a la condénete de le propio logw.
D^ÍIU-S cfrttcterian te fUnoofo cceotáentc - oomo PC nuostLO0cotn des^ n de la
‘mísmida1’ (^f>ene), US deek-p un peradumiento ‘autíslico’ e '‘nmanentista’ (en la
termmoÜogíu lévfausmna: ,totalitaria’) cee requiese para se ‘redención’ y crítin la
117ouncsoOendf de te akeridad. (^VÍUUS, Eoourieel 1987). Totaliiéet
Infini:
Essai sur l'Éxteriorité (Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la Exterioridad). La
Haya-, Salamanca- S7.«w 1
Essai sur ¡'Extériorité (Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la Exterioridad). La Haya,
Salamanca; 57ss.].
104 HLOSOFÍAAADINA

filosófica de Occidente. La ‘racionalidad’ occidental implícita sirve de


trasfondo iluminativo para tener más clara la ‘racionalidad’ andina, y ésta a
su vez contribuye al esclarecimiento de la primera. Nos hallamos entonces
en pleno círculo herme néutico; aunque no s mteresa ante todo la
‘racionalidad andina’, sin a- orm polo también
t^í^ta^ en jueno. Es el diálogo intercultural, eo hoy paittcipantes'neu- ttalen’
que nn fosnan sfectados/as por esta aeentuna de la compnen- sión P/l

4.2. Presencia simbólica

L/ filosofía oceidentat (como también la índica/ posee un c^i^^nnnnfn


eredomtnaniemeni e nonnoscltiva , El afán Pe! quehacer flinsófren ns
peseubrir iv vnrp/p (a-letheia) Pn iv realidap mepl/nfn nn prnensn Pn
ec>onielón. Esta realidsV Pses /orno sea) no entá i-unedneensynle *prf-
sonteO eino tiene qae -ear tretprosuntcdn’ medíanle un eefuerzo
enonoscitlvo. L/ fom/a p-pd-es/a Pe ir erpsnrentactón cognorV/tinn en
Occídenfe es el ‘conceptu’ que reemplaza en el raso idurl n la ceafódad,
harta el pntretnv de conveirirsu em /e nneme Pen etiOealis- er^P- Se
predoounpnniv o^ci/e^^ ón la re-ación aognosnitive es ia tuse ‘mítica’ de la
‘diástcrls’ CbÜfíircaeióo)u oirnipresunté en el pon- f^es^^fr^^ filosófíeo, el
vrrdo d/ vOn/ y la racilsnatfVaP en
ennfteL entre sujnto y p^t^je/^, renhd/d y appridncia, p^piful y fatee- dan,
¡arterior o mtarior, ten^oraKdud y eternidad. Prácti-omente son yl ‘giro
antropotógico’ du S^ntul, al monda <^j^i^ii^;ie u dividirá- en srn nujeto tote,
autónomo y tobtrano, - un ob-eto -PSPO- detnnptna- m n mampulable.
Puta la ftíosofía andina, lar esf’ [fresante (o se pre-enda)
/ slmnóile/, d nn tanta reprpsonfvfivv n enneoptuaL Es primor /fbn pni
pn form

riín&jciqi andiun nn ua .y u^msrctóo nu uo ‘coonclmldotn’ teórico y


abstractivo del mundo que le rodea, sino la ‘inserción mítica’ y la
(representación cúltica y ceremonial simbólica de la misma. La realidad se
‘revela’ en la celebración de la misma, que es más una

11
El término “diástasis”, por su familiaridad etimológica con “sustancia”, nos reve la nn
ríicon ftinrtamental Tn
12
teórico y abstractivo del mundo que le rodea, sino la ‘inserción mítica' y
la (re-)presentación cúltica y ceremonial simbólica de la misma. La
realidad se ‘revela' en la celebración de la misma, que es más una

11 El término “diástasis”, por su familiaridad etimológica con "sustancia", nos revela un


rasgo fundamental del paralelismo onto-gnoseológico de Occidente: La 'diástasis'
ontológica (existencia-esencia; sustancia-accidentes) hace necesario un proceso
gnoseologico de 'revelación' (a-letheia) que presupone distanciamiento cognoscitivo
('diástasis') entre la realidad óntica (como 'objeto') y su representación (en el 'sujeto').
LA RACIONALIDAD ANDINA IQ'S

reproducción que una re-presentación, más un ‘re-csesr’-qoe un ‘repensar’.


El ser humancano ‘capta’ o ‘concibe’ la'reslídad corno algo cjnno y
totalmnotn ‘dia-státion’, sino ii. hace co-presente como un mnnnntn miemn
dn eu 'err-jucto' (MirsecnJO, de la originariedad holística. La celebración
Cre-creación’ r ‘cuino’) no e s manor re al que la realidad mamu quu
aquélla hace pee seno e, sino más bien al reces: En lo celebrativo, ie raclí
dad se eace i^ás Intensa y concrntra- Sa (snnbaUoin) . di ‘símbóto’ os la
dresdntacion de ln ‘realidad’ en Sodma muy dcnec, eficaz'n hestu cerrada;..
no es nna mera ‘re-presentación’ .C/ri70z-rUn conr^^s^iti^í^, sino cors
‘pnesnnein eiveccial ' en forma simbólica.118 119
Desáe ee uaots d’ vistc dcc-nnnen, edta manera de ‘conseóir* lc
reaüdad C menudo es ce’ifíeadn como magicne ‘ondriifosa’nretlchisra, y
‘pre-aoneepteal’ iléaoe: ■árrunltifia^^. El problama ftmdantental y el límtte
de cnreIsdimlenry pasa la-.dsoscraa ixxidentcl‘ es la ‘dlástasla’
gnosaefógíca Oe SU-SCO y objete^ oue.as parte dei ‘mito fundadonal’ de
dCodidfnfe. Nof cesuita ^ndi^il o hfstc impoclblu ‘entander' una ra-
rioncliPad.‘no-dlactátiaa, o rnfraídiaoióminf',. unr gnureotofta 'no- Hesta .la
fíloeofía tOealtsu,ee eu preocupación por la identidad,.recune a -S
dieececc-ación inmanente (Jcby Nicht-Ich; Setzen y Entgegensetzen; tesis y
antítesis).
La notificación cc^enh o^iagéa’ o ‘feoiche’ áó-e puede dare'e den^
eai de una concepción que prodece la diretodcía enore oo ptofaro r do.
’agraeo-, entre’inteligidrlicfid e -rseeinnaltdaO como un hecho
indiscutibbe., La racionolidad co0lnó.no nr ‘masres’ sn uc santida téscasco
de ÍÓ pniobra^; r’ ‘nbemn’ (U na concepraon nmíncntemen- te occidental)
no tiero podes advOrno por n^iei^o, asi tarnpoce es-eetameote ‘pcofoiro’. o
1 ser humano no.se apodera (‘captar’, be-greiferi) de la realidad para su
manipulación posterior, sino la

118Este término heideggeriano no se entiende aquí en sentido existencialista (como


un ‘existencial’), sino como una característica cósmica que transciende la diástasis
entre sujeto y objeto, entre ser humano y mundo extra-humano. El mundo y su
conocimiento son originariamente co-presentes. 1

119 En Occidente, la forma cognoscitiva predilecta es la ‘representación’ (eikasía,


repraesentatio, Vorstellung)que se orienta en la concepción platónica de la metbexis
(participación) v mimesis (imitación). El original (la eidé. los arquetipos) se 're-
12 Este término heideggeriano no se entiende aquí en sentido existencialista (como un
‘existencial'), sino como una característica cósmica que transciende la diástasis entre
sujeto y objeto, entre ser humano y mundo extra-humano. El mundo y su
conocimiento son originariamente co-presentes.
13 En Occidente, la forma cognoscitiva predilecta es la .‘representación' (eikasíd,
repraesentatio, Vorstellung) que se orienta en la concepción platónica de la
metbexis (participación) y mimesis (imitación). El original (la eidé, los arquetipos)
se 'representa' o se hace nuevamente (re-)presente como ‘copia' o Abbilden y a
través de su captación cognoscitiva. Consecuentemente, la verdad se concibe
como,‘relación' veritativa entre ‘original' y 'copia', entre Urbiici y Abbild, es decir:
como adaequatio rei et intellecti.
106 FILOSOFIA A NDINA

realidad on sirve ■ del ser humano para su presencia intensificada (y a


fortiori. ‘salvífica’).120 121 .
La filosofía se oonsttuye en base a la estruetura. lin
güística gráfica, -si L-amáttce siioe de molde prra el prrhdigsoc lógico del
concepto y de la proposición; el ‘símbolo* predilecto de Occiden- la rr la
palabra Uwrbum, /CLLOS. La i^^aHdael ‘renresenna* anto tode cc ol
cóniigo lingüístico, de tal maneso «cee es cosoebidc comc un genlo’ lógieo
qus hay que descifra-- y el texto Slu red de sionos iioeüietieoe) ee convcerte
en ‘i^i^t^lc^^’. ÍS reetldod sntoeces ico solae ntenito es ‘lOgisa’ e
tntoligidle, tino además lingüística y legible.
Parc la filoTofía andinc, lc reclided’ cc sí e) er ‘IÍOU^ re Inc^Clísn^
eii) sino ,sicslnlieca:^s^ci‘ pcssenté. dC '‘cnTibolo’ prseOeclo cc eelo pote-
bra, ni ei ccüteplo, .siso la rcttüdad mls^a en su o^ons^^ct eelebratind
semen-lta te podría hablao de una “^ceánúca <oeS)ini^is^c” nndina, ci cn
tomáramos oi térmmo de la en oro sentien hemasiado
cécsiíXi. co i^^s^niPod no ccrá dre)oe-e comoup ‘mstórial’ acido qus hcy
que procesan medcante la ‘fceiTLa’dit ia coenicíon; la cna lidhd esta po>
aoeie ce mo símbolse os dccer: 'como us csmpielo os signos ccncretor g
süsierial ec o^e na nofiereo mnitosnteote, uoos e OPOS.
Atí, por epeurdios la lierrg pus el trampscino runo/jnqi tra üsl e, un es
una cccli^ne ’ob‘etinc’ inerti, U) un noemdde ÜLa fcoois tiüd uit ‘símbolo’
l

vivü y presente dd circulo de te vicia, dc la ferciS icted O recri- bucián, dül


aodsn oüsmtco y ético. SSC entonces, prrr decido en forma leüialiva, la
presen as Le toda lacea-idad na Soroüt formal , p- sonden- sscidn t-
concentrssión Íhdiíatiea’ como ‘cUnOdls’ (se-z s Oa/l&nZn La n^^laci^i^
predi lrida del nudaOs-í don nsta ^^allSdi no es entod COS do peladSo
cognos^i-is'd, ni Sa foteción ■-nst^lmenial ntecnológtoOl produa- tlest, sino
ia reisdidn ninat y ceremonial (danza I nanto, tito, acto tim- ^f^llsc^;^, perc
no’csmc ’^0 ‘distonto I ftZSó:aid ’ 'opuesto’ (ohieciiomq e au supuesto
‘sujeto’, hn la aulacide hntemonia;-ritcal, el rone/iaqiCT

120Es posible que la inversión de Heidegger (el ser se ‘revela’) y la de-centrición


esl^act-ieaCct.a «eelcun^üe sea)ercaneiCcsl mundo POK-CIO püc íao muicp'cs
’diaristd’ dOSi-sanaTeailrcac une lo fitosotía'ncsidenlsl. )C edecamóq dacOsin izar
trece rec la psesentia’ Olttl-ansen-riltSdo ipresSntadón’ L-ÍI"-,.,^!^ lo qco es; el ser
he ln lino comc Hüres ico Seto (neauoCedoa nelsor) eono-plisícipe , pero no eojeKs
’does toa esteoqcntocnt gno-eo-oalo-lónldO . ■■
121 po canLderíntico del ‘staboR0^. lustamente que es más que solamente ‘signo’ o LO b?
cd‘s^ii ‘signo ccnconsedoe sínn naC^^rite ‘ucr coscentcuCo', drrtitlcci dissents’’
‘stniea le■aenCCooiec’. Ecel I símO otcT sc ’unaco fdmoetasmúltipleadlmenrioncs
profundas de la idealidad’ como en un amontonamiento (ballein).
‘síntesis semántica’. En el ‘símbolo’, se juntan (syu) las múltiples dimensiones
LA RACIONALIDAD ANDINA 10 7

siente ‘parte’ de la realidad, y la- ‘realickai’ se revela como un conjunto


‘holisttco* de símbolos significativos p^^ra a vite ootidlana. Lc presencia
simbólica precede a cualqdier npnceptual y bifurcadión
de la acalidcd. La nmidn andara de ta ‘realidno’ es^no-dualista y no-
conceptuai (lo que no nonenrinanle^ne sinnffica 'móntete’ e ‘irracional’).
El concepto, esle gain invcnro de óócrates (o del Platón socrbri- ce),
nter eede ‘redupllaarHa aeaHCad a insta Ids ia ód airdab ónrico- lógica
( ‘rer’ g ij^teU^^‘) ’ ce se a lening cn d ^^^ld^en^o on la ‘onto- 1ggte’-y
‘loguef’ El teer’ os - ógico’, y si /ogocac e‘ verdadero )er* soidon-n atssoe
au nnaturalee y hecte equl vaien tesl 16Pora l a Cd^c^fía andinai te rcnacifiti
coguorcítina ds lógica) es und relación der^da y ^^^UI^^CVÍ^ can copccín c
la retedgp ceremonial prianordte 1. ‘nr ean- ns en a cencdóto’ es una
redünad ó e reraar osden, una foerna j^o^teo or enano bl soSUI tado óc
un .aronena do iócteycrIÍO. El runnaírI)1 aedino so ‘redresaote’ cl rnnndo,
sino ic 'ace simbdlidaineictg
b^^el^^^t^ ni rimal n ia celabracíón. Lo conoce vitalmente.

4.3. Relacionaltdad del todo

Desde Tales de Milelo, la filosofía lx:trdenn1l ettá bufando o el arjede lo


ene sxiste , SÍ djacfomeuto y ppncipfc) iu^^^uc^^i^ de te ‘rec’idad’. Y eneta
en te-éboca ypdtempo: rindai erte arfé es nm *e^tn*, ^^c^oe^^^o romo
jrustaecte’t sea Unite o infm ite. la onto-teelogia de Oc pident^ parte de la
eetetnncta SUI^OS^^^ y auiccnfiejentd di ‘entes*
prindpoles Ccdeueenlóulco.s’)l sea uno solo (H&o Dus s/an Nasudy), sean
dos Osyte-moipbé; sesco-HatOace$oxteeah)cl nenn mnade^^ (n'ai;
olónnpoc)er ‘e noedeneión da te ’sustanciada' ’o otro de los 'mitos 122 123

122*7' llironearulalidad de ‘ser’ y 1odndonr, en fermiémdes y ta equfadnbda <1 e re^idd d y


fogitídad en Hegoi seos tes dos yxlcamoe de. un prsénteliic que ecsaninó gran . pa
nadela dc0iclnnocEldentdl.r:óta poitáón ee ‘tama levidenbldlidmo abarbetoa
y an db ta snado son un de^^^i^c^^n^o óeiOrgn(oeolódlcy fed e1 abonído ta
sontia^nata sincrónica).
123Estea referencias representan tas co 1eaidOdc dotd-tnd1agicac más eectncaeac de ta
filosofe ocariente1 (festa inclusive en la ¿¡poca medema) de lia beesdón de ta
prioaipn1iene (aré) de ta nóídtatad: ta rer biaoy móntate, «916X^0^ paeo Ptoai no ■(Hen)
y^noza o°.isSive Naiuoa),ota todfeión reprecdnued ^er Aetatótefes
(bylo-eonpdo) u Desbnoec (res cogitous-nes ítás&oh y ta-(r^^er^^a ploeeHsta ab^ atatón
e y tóbniz (mónactas)a A
( ieo)
de ta eríúca da Hrtáe^e.mn res^oo o
ta y la Se^sv^Jn^^ss^s^Z^^i(ofetáo no r), SU pre pía fdosofia ne 0X0
ciende en principio el paradigma de ta ‘sustancialidad’. Esta meta-crítica sería una
tarea aún ©endiente del oost-estructuraltamo v de la oostmodemidad.
trasciende en principio el paradigma de la ‘sustancialidad'. Esta meta-critica sería una
tarea aún pendiente del post-estructuralismo y de la postmodemidad.
108 FILOSOFÍA ANDINA

fundacionales’ de la filosofía occidental, aunque ha sufrido en las épocas


moderna y contemporánea unos golpes duros. La noción de ‘sustancia’ es un
concepto relacional (pero no es una relación), porque sólo se la define
contrastándola con el concepto opuesto de la ‘accidentalidad’: ‘Sustancia* es
lo que no es ‘accidente’, y ‘accidente’ es lo que no es sustancia’, tertium non
datur. El uno (sustancia) ‘es en sí mismo’, y el otro (accidente) ‘es en otro’.
En la filosofía andina, el arfé no es un ‘ente’ sustancial, sino la relación.
Modificando una célebre frase de Martín Buber, podemos decir: “En el inicio
(arfé) era la relación” (pero no restringida a la relación personal). La relación
es —para hablar en forma paradójica— la verdadera ‘sustancia’ andina.
Según Aristóteles (y la tradición ulterior), la relación es un ‘accidente’, una
característica de sustancias, exterior a éstas y no-esencial. La primordialidad
ontológica y temporal de la sustancialidad con respecto a la relacionalidad
forma parte de los axiomas inconscientes de la filosofía occidental: Primero
‘existe algo’ que después se relaciona con ‘algo igualmente existente’ con
anterioridad.
La relación en Occidente presupone la ‘diastasis’ y la dualidad entre
por lo menos dos relata que de todas maneras son ‘sustancias’; la relación
reflexiva (o monádica) sólo es la forma inmanente de esta dicotomía, que en
el fondo se remonta a la dualidad entre ‘sujeto* y ‘objeto’. El terminus a quo
es el ‘sujeto’ (sub-iectum como sub-stans) de la relación a entablar, y el
terminus ad quem es el ‘objeto’ (ob- iectum como ob-puestum) de la relación.
Pero la relación misma es algo ‘accidental’, tanto del terminus a quo, como
del terminus ad quem.13
En la filosofía andina, se da el caso paradójico y hasta contradictorio
(para la racionalidad occidental) de la ‘relación sin relata’, la ‘relación
sustancial’, la ‘relación como arfé'. En otras palabras: todo es relación y
relatum a la vez. La relacionalidad le es ‘esencial’ e inherente al relatum, y
no algo que le ‘acae’ (accidental) en forma

18
En su forma más consecuente, Leibniz trató de demostrar la ‘reducibilidad’ completa
de relaciones a propiedades monádicas de las sustancias individuales, tanto en
sentido metafísico como gnoseológico. Sin embargo, la tesis de las ‘mónadas-
relatum a la vez. La relacionalidad le es ‘esencial' e inherente al relatum, y
no algo que le ‘acae' (accidental) en forma18

18 En su forma más consecuente, Leibniz trató de demostrar la 'reducibilidad' completa de


relaciones a propiedades monádicas de las sustancias individuales, tanto
en sentido metafisico como gnoseologico. Sin embargo, la tesis de las ‘mónadas- sin -
ventanas' es relativizada por la antítesis de la armonía preestablecida y el principium
identitatis indiscernibilium. Leibniz refleja toda una tradición de la (posible)
reducción de la relacionalidad a la sustancialidad.
Véase: Estermann, Josef (1990). Individuatimi und Kontingenz,- Studie zur
Individualitatsproblematik bei Gottfried Wilhelm Leibniz. Bema-Francfort/M.
LA RACIONALIDAD ANDINA 109

casual. Lo que la ontología occidental llama “ente” (‘sustancia’ en sentido


aristotélico), para la racionalidad andina es un ‘nudo’ de relaciones, un
punto de transición, una concentración relacional. Una piedra (rumi/qata),
por ejemplo, no es simplemente un ‘ente’ separado y existente en sí mismo,
sino el ‘punto de concentración’ de ciertas relaciones de ‘fuerza’ y
‘energía’.
Si quisiéramos tomar un ejemplo de la tradición occidental, podríamos
pensar en primer lugar en Leibniz quien intentó concebir la ‘relación’ como
una propiedad intrínseca de la sustancia (mónada), pero sin dejar la idea de
la ‘autarquía* (sustancia-sin-ventanas). También el idealismo alemán
entiende la relacionalidad como un ‘momento’ intrínseco del auto-
desenvolvimiento de la sustancia en- y-para-sí; pero no piensa los relata
(polos dialécticos) desde la Versóhnung (consolación) o Aufhebung
(negación, conservación, elevación), sino al revés. ./ .
Estas características culturales de las racionalidades correspondientes
se manifiestan hasta en la estructura lingüística de los idiomas. En los
idiomas europeos, el ‘sustantivo’ (¿será casual su familiaridad etimológica
con “sustancia”?) es el eje de la oración (en alemán hasta se lo escribe en
mayúsculas) y el centro lógico (‘sujeto’) del que se ‘predica’ algo (los
‘predicamentos’ de Aristóteles). 124 En los idiomas quechua (runa simtíy
aimara (jaqi aru), el punto concentrador de la oración es el ‘verbo’ que
puede ser ‘cargado’ de una serie de sufijos (y pocos prefijos), para
convertirlo prácticamente en pars pro tolo. El verbo es el ‘relacionado^ por
excelencia; existen sufijos específicos para indicar la relación, tanto
reflexiva (-Á?U-, respectivamente -si-) como recíproca (-naku-,
respectivamente -si-), además de las relaciones interpersonales (-iva-; -su-,
respectivamente -ista-; -sma-; -i tu-; -tarn). La oración relacional castellana
“él me da a mí" (puede ser abreviada como “me da”; en los idiomas
germánicos, el sujeto es úna palabra aparte) refleja la estructura ‘lógica’ de
la racionalidad occidental de los relata (“él” y “mí”) y de la relación (“da").
Sus equivalentes quechua “qowanmi” (G sin el sufijo enfático -mi:
ll
qowan')y aimara "cburituwa”(o sin el sufijo enfático -wa: “churitu")

124 El análisis de la estructura metafísica y onto-teológíca como 'reflejo' de la estructura


gramatical ha sido una dé las grandes contribuciones de la filosofía analítica para
‘hacer ver a la mosca el camino de escape de la botella’ (Wittgenstein).
Véase sobre todo: Wittgenstein, Ludwig (1953; 19719. Pbilosopbiscbe
Untersuchungen {Investigaciones filosófica^. Francfort/M. J109.‘ 122.
110 FILOSOFÍA ANDINA

resume osde la relacionalidad interpersonal (entre ’ él’ y


M
yo") en forma no separada.
Lt ;r^l;^^i<^^pliided- como .'mito Uinlacidear de Ja filosole andina se
manifiesta sobre todo, y de.manera nxplícitn, en d placo rniropo16gicot
Aunvoe mps tarPe zpy a profanO20ir este ountcC, qpie- ro lndicac equí los
rasgos treác resaltantes y dissintivos con respecto a la filosofía occidental.
En ia tradición occilental, la inVrerdualic&e y ta autonomía det sae Pumano
soocrasgns esmnenlemoote endortani ios, saOre toOo eomo censeruenuíoe
derl (nflujo de la fuente ‘semítica’ de ese s^^^^nm^^o^c^? 1 Auerqrie eS ssn
Pnorano antiguo e Pieoíevai todavía ao sentía insertadn en nn costeon
erdeeado, p ocuseba cn lager aeiesmieadoen le “goes aadser del eer”
(leíoejoy), sin amlrao- en entp íeza naetatieemente eec Pcstraiz rcti^nicien
dnl ssr Pnoreod y eec dnnnunranieaelón SP lamatureleza, can tlcsan sou
punto SÍSIminante con ol dualismo carseslcno. de corrientes opucms tal
nomo rc cnmanticismn, mascísmoy estInlCleraidmo cn les épnaan moderad
y aontempocanea, la eoncepcidn del ‘tndividoaautóaomo’ intfoslc
pedesoososante en ei smUmíertto mDdnmo dc la vida. El reo herriouo
paieioular (‘yo’) no solamente es el sujeie do ls respodeabiií- dad Sllcas
oin^sc ei eje pdncipel Oei ■ conncímlants y coste el vonto cansidotivo del
‘mundo’.
Para 1’ félosofía andina, d individuo o^ma orl-ee un ’nada* (ua , es
elgo totalmente pesdlOo, el ns> ee heé la inseoodo ua una red Ue ronliipinr
re-aciones. Pl una ppi-pso po no perteneco e le en- mcni (dad loe al
dadOoao■ porque'fp'e. oo^^l^^í^^ n porsue so tlc c:xdor-' Pc por su propio
■actono,- ei come si ya no existíe-se cna pegona o^^i^do ydes-relecloead.e
es un ente ScocialreentdC mudo. Dasco- necocrne- oic lns vinepeos
satúrales y cósmicof cnn pprarlado.de iiestrccióeS, sfgniriccrla para ci
sunci/aaíoi UC ios Andad firmas sn pro- dia senteecía de muerde. Ei
Íd0lioíld^esicc^o Sy re/o rtienu oe nque oon excepeinnes, ‘occidental’) de
una sustancia individual indudable

2
En el ce^ruio 7: “RUOOSOÍIO O óaqtaofía : anliOooigglaond^naí.
2
Lt filosofía greco^tnmapa no remita eruchota.edivMuaWed, por (o menos no as un
nslort-osfeedental (°e individuo non est ocioitiai or tóoalhd^co más Won as
louniversal, pyxesnrio y eterno. Esto no odkn sereba sn el determmtamo y
mnpopsiqr!onto imp!0'iíamonle présenlos etc príiencárnenle meias tas posturas
^ocorrornapaS1 La ( mtrodescióo de ta m^videaHdedy ^ssonslídad ——obre teoío
por nlorivor inoiCgínos— a tafilospoc reosdenlsí en el iadcrrfi^no del a EStad
Media, ha causado; muchas disputas. Los dos paradigmas grecorromano y semítico
fundacionales resultaron, sobre todo en este punto, incompatibles.
ha causado; muchas disputas. Los dos paradigmas grecorromano y semideo
fundacionales resultaron, sobre todo en este punto, incompatibles.
LA RACIONALIDAD ANDINA 111

(cogito ergonuo) se convierte para la filosofía and ina en la más completa


‘ar^arquoa\ en la extetencia humana sin ñmdamento (an~ao-a.en eaanto s.
ego c iedivtduo. Ccando aeenn-o ee im pensar, actual y juzgar sola o mí
misma, poique soy ftmdmenco y norme suficiente (‘autaaor mía’),
eieeoieces ya no ‘soy- ((on sum) eo sentidv eetricto, porque me leVuzna o
una máovOa ciioredo eu un mea do sin ^ÍÍ^^C^ÍS^^Í^S .N
El verdadero arjé paio la filosofía andina es ¡jutamente la
leiontoaoitVoV de VVOOÍ i a veV de nexor a vínculue nue eu la Ouerza vital
de todo lo qne existe. No ‘existe’ (en sentido mny vital) nadn sie esto
c^aVtntóa tiosceaVentaL Ea io trioeición occtdeatol, un problema espia^^a
siempre ha sido cuestión de olmo tos suieros autaammos o aasusuficientes
(seau numapos■o aivipue) pueden ea irar tó rela- cióo coe otaos, sin dojar
do ser soby rnnoSi tibres n ‘absolutos*. Le ‘absoto teza’ Oen sentieo
etimológico dn ser tsepito’) de tos poetancias olaniez con mucOr o^iduza el
ptbbiemo da una oesibe e ealaetooalidnO■ í el proVeNe ^oit^r^-fíói^o se
Descartes emlo es te evoruylóe mse mítido dm ana dnabiemática
omniprosunre en O)nidenle. OÍ saperacíóo dei Pealisímo ínhrreníe a aote
probtoma, o m^^m^o hu Hovaatr e O^K monismo iguálmente dasastroso. Ni
ot Cotalim^i(mo’ del idraltemo al emán, con au edi)x>)vi:aidr sdir^l¿osica,
la podido resxavno eso problomloea, sio csnrep la trampa de ip ‘absorción’
do lo partieular en lo ‘absoluto’.125 126
Para fo fitosofio aedioa, u e problemática ee pernea por el oiro lado:
.COPSO tojo enrsr OSOIC0-!nenio relationanas entre O0 medianua un oísteme
de nexor y ufasutos, puenon raoi^tan^r o cunau^r nato tierto ‘afoototeoe’ e
ádeetided1 np-relaNnnrV Do toctas msneros, eaua eu sao no) ponto da peypie
cuando nos inque mohoso de cerca lo relotiosnlii&d in crmcraton la
O(^.5^^K)PÍPÍC1 anOojXitogío y áto an^nar. nor or momomo. sólo soñato
la.^oblomáhco y d ynirgoole(liO aperen- io enore ho teotonaltondes
oceidental y andina. ralatiovallpro aboso base trascendental (arjé) de la
concepción filosófica andina, se manifiesta en todos tos niveles y campos
de la existencia. Por eso, puede

125 Lo que para la filosofía occidental moderna es lo más fundamental, seguro y lleno
(cogito ergo sum), para la filosofía andina es algo derivado, incierto y además vacío
(cogito ergo non sum). Algo parecido también se puede decir de las filosofías índica
y budista, aunque con matices distintos.
126X J . 1 _ . • • J ti J _ T £ •_ . 1 _ t ..... . _____
trascendental (arjé) de la concepción filosófica andina, se manifiesta en
todos los niveles y campos de la existencia. Por eso, puede

22 Lo que para la filosofía occidental moderna es lo más fundamental, seguro y lleno


(cogito ergo sum), para la filosofía andina es algo derivado, incierto y además vacío
(cogito ergo non sum). Algo parecido también se puede decir de las filosofías índica
y budista, aunque con matices distintos.
La filosofía de la ‘exterioridad' de Lévinas, por ejemplo, plantea con toda
profundidad esta problemática occidental-griega, como una incapacidad inherente de
pensar la ‘trascendencia' y la ‘alteridad'. La gran tentación de Occidente es o bien el
solipsismo o bien el panteísmo, las dos expresiones de la ‘totalidad' y 'mismidad'.
112 FILOSOFÍA ANDINA

ser llamada el ‘axioma inconsciente’ de la filosofía andina y la clave pre-


conceptual de la interpretación hermenéutica de la experiencia dél runa/jaqi
andino. Se expresa (entre otros) en algunos ‘axiomas derivados’ o principios
‘para-lógicos’ andinos que voy a explicitar más adelante (principios de
complementariedad, reciprocidad, ciclicidad, integral idad). Estos
principios, a su vez, son la base ‘paradigmática’ parai nn sinnúmero de
fenómenos filosóficamente interes antes en ámbitos de ta naturaleza, la vidn
socinf y ei orden ético.127

4.4. Una racionalidad no-racionalista

El modo principal del ‘acercamiento’ a la realidad del ser humano ncciá-


nta! en —para' exptesaóo dn mnnere paradójica— el ‘distan- ciamlnnto
gnooeologioo’, coya expresióe mác er la ‘eietó’
(theoreia, visro). Meáluotn tu vista, el ser humann se dlstaociu de lo vlsibtn
como obfeto lof-annOente, nn decís: soma disuádela, ya Ot ae z ce la ocerca
mediante la indorporacion Oel objeto como ima- OPn’ en ni -uleto. Los
eacolosticcu inclusfnv caliticaron la vista, pcs nntn OíuICsiice da dlslancia-
ceeernía, como un centído ‘más ptec- to ’ qus, por ejemplo, el tacto.
Li fiivsoSía y ccltuua occidentales son altamente ‘visuales’ ‘ii que se
planee en n 1 valor predomínente dn los tunólos nlsno les de corun-
niccción y la.‘m aní a ^^^^odi^^cic^r^ic^' rbibliotecaSj vedeotec^ pína-
COIUCSS, henrevetncas y hdstu gunvfecvcS. El sentido de tu
vista ovrvíu a tn lurgo án tu t^^^r^i^u áv la fitooofíu occinvftsat de modelo
para -tt celación noicitstcitína nn generau Para. nla-oc J O, convci- e^e^r^^o
ero rde dena es una Motón' de lo veniadero (eidén. En Ion idio. mac
grrmánicoe, tee tdírm^noaegt^^ ‘etóual’ y laonoenciena . tivovo unu miomu
ruíz: Ernsicbt-Sehen, inrigbt-eee. Eotv rasgo todvvla neprofun- diza por las
metáforas de la ‘luz’ y ‘oscuridad’: Lumen naturale, illuminatio,
einleucbten, enligbtment, ‘claridad’.128

127 En esta ocasión, puedo mencionar que también la racionalidad andina (como
128cualquier racionalidad) obedece a un cierto orden y lo refleja. La explicitación
filosófica de este orden nos da la impresión de una ‘deducción lógica’: axioma,
principios o teoremas, aplicaciones. Sin embargo, el orden hermenéutico y vivencial
es el inverso.
diza por las metáforas de la ‘luz' y ‘oscuridad': Lumen
naturale, illuminatio, einleuchten, enlightment, ‘claridad'.25
24 En esta ocasión, puedo mencionar que también la racionalidad andina (como cualquier
racionalidad) obedece a un cierto orden y lo refleja. La explicitación filosófica de
este orden nos da la impresión de una ‘deducción lógica': axioma, principios o
teoremas, aplicaciones. Sin embargo, el orden hermenéutico y vivencial es el inverso.
25 En este punto, las tradiciones grecorromanas y judeo-cristianas manifiestan una
familiaridad sorprendente. Tanto el conocimiento teórico (theoreia) como la
redención religiosa (iluminación, visión beatífica) tienen como campo de referencia
la vista y la luz.
LA RACIOAALIAA A ANDINA ,.113

La razón (ratio, nous, ' Veestand, Vernunft)\et, en el paradigma


occidental, la manera más adecuada 'de ‘cer’ la réalidad tal como es y de
'captarla’ en ‘con-cnptoS Ls racionalidad oanidanod es ionk>i^:aHstn en
oro sentido oc-tecnicn: dresuponc (comp un ‘mito nundaclónale que 1 a
razón (com o visión inteleetual) es el modo de accesd privilege do y mes au
téotico dei ser humano a ia realidad trasarndenia óekóridaO). dova
eonaecctoc enccnctra'cn eomplernento metafírico tre el ‘principia de la
concatundidad': lo conroibln (objutty) y ‘o que ceno- en 'sujeto) úeoen una
misma nacu dícva, aoe lo dar .se descrita su verdadera aeeridrd. Et te-octar
raeionai del seceso e la reaiíOeo de na su cocrplamento en -a
ie^^ioncnol^d’.o logicidod Cc enta.ceaadad, tn lerelecttJ^lí^^d (del sujetoO
(grreodar dr s lainleiigibilk^^d (del od|e- ay)i cl adagan de Hegel de
que .,'toOo l o real es racional, y todo ir racional es reaiea es SÓEO el
resumen iardín.de tc da cna tryO ldón q ue empieza con Paienénides ( “ser
y.cvnocer son aqu^cnrentss"r Ol bien ce cierto que la cultura señala-yc ona
colntra ‘auditiva’. co hs éodidv, en suoOrcraílsmo con helénica.
imponerse y no lia
dejaoo p.róv(ice.mcnte oinopeahuaea en la filosofía occidental (con
respecto al oído).
Iat fiioiofía' acdioc enfatííe lasfaeukadas ns-cisuaíes en su oeer-
pnmiento a la ceaHdad. al tacto. por eiemplo, es iee sencido crieileeisr Oo
ludio hay que patear en la deoorión reí lgiosr tt en ía eizreoldn da o aranoX
piro. lómbiéner olfato'y. .dt otdo a Este úkimo ee la Oe se pera lar diaersas
amanerar mngmotécnieas Oedv teadiririv oret m le que d mewlLed#! animo
die llaoadn a una pe^^^^ctón' aescouoaiéa na Occideots. Los miseeou
idiomas ^O^^ stmi (quec0gar y e'o^i aau aaimara) uno idiomai somanensvn
onomctopéyicost■ éa aoi^oe^juíao quechua y- canora tierno con riquszp
ioatcaneada POC IOÍ vd^ira.! clcroprdc I Crnlie nen aua)rv ado sivossoodos
sim^es óp, p k, q), Cba- tro ccluvívos ospfradoo fpO.-th, kO, qh), cuptuo
oclueivos glotalisado« óol o< k\ q’)' true pH^^^<^(as simple, aspirado y
giotalizado (ch, chh, ch’)t tres fricativos sordos (s, sh, h [en quechua]; s, j, x
[en aimaral),

La luz es tanto un atributo natural del hombre (lumen naturale). una característica
del creyente (lumen supernaturale), como también un atributo divino (luz divina). En
la Biblia y los escritos filosóficos de Occidente, abundan las metáforas de la luz’.
La luz es tanto un atributo natural del hombre (lumen naturale), una característica
del creyente (lumen supernaturale), como también un atributo divino (luz divina).
En la Biblia y los escritos filosóficos de Occidente, abundan las metáforas de la luz'.
Véase: Estermann, Josef (1993). “Visage et Vision: Die Konzeption der
Individualist bei Emmanuel Lévinas im Spannungsfeld jüdischer und griechischer
Kategorien". En: Concordia 23. 2-12.
* "Alles Wirkliche ist vernünftig, und alles Vernünftige ist wirklich".
11 4 FILOSOFÍA ANDINA

tres nasales sonoro n (m, nn- n), dos laterata sonoros (1, 11), una vibrante
simple (O-, do» ^t^min^teoso^noia^^s sonoros (w, y), y -os v oceles (e, q
uO'len O- q^cton se mantiene poo reniony) las cinvo vocales o r o, i, o, u]
ovo v eo alófoyosl oto aloogamrento noctlico ( ’y [en aisne ra), aOvm^ de -
OS fonemas pransadon del espEñol <ly, d e g). En. ootvl .se trata (con los
eiobonos) ole unof 02 sooidos distintos.n níp1cbr iam- binn son las
interjecciones expletivas quo imitan ronétieamuntc ei sonido real
(acbacbawr alalaw, haw, lqw, wabay, ubuy, ebiA.l nlo ’in, etc. yn y
aabhabbsw, ataíaw, aCalow- way en aimara).
El ruya/jaql ‘escucha’ la -tierra, el paisaje y el cielo; ‘siente’ la
seylidyd r^^di^ner su usnpzOn.■■El eerOo quechua nUrec'Over’) juajas^a
yn atoara, con ul ou-xy vfrabyrativo yod convene ul refloxivo
-ku- para IaOica.n qoe no servan/-de u-na nición u)iiyllecclooar isuje- lo
rybjnoip; ei ve abo qu echuu-harznyCajaien ciO IÍ/MIOS en (everaj está
compuesso por ia raíc u-az- que srgntflca- 'cara’, n d enclítico cespcnsioo -
ueqoe nilua cooio.tópico en las n-ov-ntas para IOVICCO qvn preobvll)s
ilennn on vexc coo ioi even-ys (un han oy-sn-
Ov previamente; Ul veobo queiua.tór/w>biaCtorar’, '-^^^¡PC^TO lfCsm-
br?^l ara uim(ral o C1 irbfc^i^z amiento da ore^e^^f^^r^cc^o^tr^rsu’,
‘oerue’O con el iuf¡lo a umentetivo -b-^s el varea mMrabyr ñcabociory i
mvnt’aña en cámara que rigpiOva ‘saborear’ y ‘probar’].-es el roftodvo
de.rna/Lj CptoVavd- La sensibilidad y sensirtvkbd anrtoe na dan
preferencia al *ver*, y poí to ídadr, la tacíoaiblidoO cognosótive no es en
‘rimar 'teórica’ (tOeor-ninn , sino mcu bibn.ernocio-afectiva.129 130
Los lifor-OLCo queohec y cimera pooeen ene osen ycfiedcd de
MUijoo y ionclidcdes paca rxpresao sen0m1eotbr, eroibvonys u oSocto; a
made ra do ejemplos poedo j((calelocer pero el qoochua jbf suflior dcses-
pciulivo -P-SIZ, ox^j^^irac^v^o -hCni, auaentanvo lUiOCdj
inter^O^c^c^oi -i imotioo -yes todsesi/n -may dulyaPvp -anna/sina. Y
para eo atoara los sufijos despectivo -la, estimativo -su, diminutivo -kub-
chu, culpativo -tuqi~, benefactivo -rapi- y exagerativo -ja. Contrariamente,

129 Para mayores informaciones, véase: http://www.aymara.org/arusa/qillqa.php (para el


aimarah http.//www.proel.org/mundo/Quechua.huu (para el quechua!.
130 Como un ejemplo fenomenológico de la predominancia andina del escucha sobre la
vista, menciono el hecho de que el ser humano andino se orienta en el espacio más
por los sonidos (voces, ruido) que por el movimiento. A una perso-
despectivo -la, estimativo -su, diminutivo -ku/-chu, culpativo -tuqi-,
benefactivo -rapi- y exagerativo -ja. Contrariamente,

27 Para mayores informaciones, véase: http://www.aymara.org/arusa/qillqa.php (para el


aimara); http://www.proel.org/mundo/quechua.htm (para el quechua).
28 Como un ejemplo fenomenológico de la predominancia andina del escucha so-bre la
vista, menciono el hecho de que el ser humano andino se orienta en el espacio más
por los sonidos (voces, ruido) que por el movimiento. A una persona extranjera pasa
a menudo que los peatones cruzan las calles sin ‘mirar', sino sólo ‘escuchan' posibles
sonidos de vehículos que se acercan. Como ciclista, por ejemplo, me he tropezado a
diario con estas situaciones típicas. El instrumento más importante del conductor es
el claxon; los faros y las luces intermitentes prácticamente ¡no tienen valor como
señales.
LA RACIONALIDAD ANDINA H5

el vocabulario para la racionalidad lógica es bastante pobre y tenía que ser


complementado por palabras prestadas del español: El verbo quechua ewytey
oyuyokoyeo poácticamente la di nica raíz qee indica una operación inuiecn^aO
traducible como, ‘pensar’, ‘recordar’. En ebsasat existen 1 os vo tesa
ambaeiata (qua cantiene 1 os sufiios oseestivo -ta- y’ reflexívA -sil y Iqp’sña.
1 la eez , vajcmy es tan mo sostcm tlvdS lc exprerinm oara le facukad intele
Col (‘inrelagenda’, *morooriaO ‘juí- cto’h tníeresonte ea el -heehv que 1a
enpresión quocheu ataag (raic renc ei (gentian -#) eignificc ‘onda noeonciana’,
un in'ido dc qq e lea poro-orara mneioeas oon consOdnradas ‘snbias’ y
‘penuodooisU En a’ou- aos lialectos queehuaa ni se trae .puppc, sino las
palabras prestadvf OIC^I O pótaosla u tu; muy común yc d verpo qspañol
fuechulzado iymtissó>(dn ‘entender’). Eneoptrnttd l 1 a tradición occidental ha
pronucido une dren verionen de oxpresoonos pura (s ‘intelectual’: logos, ooes,
d/noia, ooeris, cario, intelleceus, ‘^nt^f^edmo^^no^ ‘int^loct^’, ’rezón',
‘penoemionto', ‘raciocinio'.
ResurnieePu, podeesot ema^^^^^an quo el ooauso po^io^íl^p^^do doi ner
humano andieo a lu ‘‘€^‘030’ no es ‘a ezóón , sino una sordo no ecpceidcC^s
no-racionaoes (uue oo son 1idraoiona-ns’), dnodo joo senti- Oos clUaicoo,
seeoimientot p eueaeiones, casca recadones eugeyaeitiecr lpdrd-poicolódicdo‘
(pi^^^jon^^nuto, a fedta.c^nn(a ps icprsomálicas, co- muntcacíóo ‘telepáticsc).
El rwuijaqi*sionte’ ls más que la
‘conoco’ o ‘picorn’. Sa razóó eo uua adndunip o un complemento quo oólo
tiene *raóón‘ nn la medid’ on quc ni anonendo
queOu ser eonubosado toc tco ccpocidades iso-cpcronates. Ul cczonay ruidnto
‘lógien’ Vo una vendedora ’o noranj^n pos njem-on, eo d sentido de obtenec
mayar ganapda ut ueudivra debo lu .ue tloum, oo uo^•espoddu a lc ^’£0’. del-
o<ei^:z(0^n^^ que nlempre Uey ’ríe 'duarrtae oigo vcra nvbntusltyaíbns. esto
os uno de lus iputivus por kc qce lc k^^ica ncoliberoi o metoentil ec ei Umbito
endiov encuentra ona oesia- 100’03 ‘irracloaala sin dma(rgO‘ no eo ‘euac-
onal’, oteo ’mofa-raniooe^ porque toma en cuenta valores exteriores al criterio
monetario cuantitativo. Una mercadería no tiene siempre y para todos y todas
el mismo precio; el regateo es un fenómeno omnipresente en los Andes.131

131 El hecho de que los Incas no conocieron, el dinero como medio ‘universal’ de cambín se
refleia Pn cierro modo d rccham imnlícirn deí sp»r humane» andinr»
toma en cuenta valores exteriores al criterio monetario
cuantitativo. Una mercadería no tiene siempre y para todos y
todas el mismo precio; el regateo es un fenómeno omnipresente
en los Andes.29

29 El hecho de que los Incas no conocieron, el dinero como medio 'universal' de cambio,
se refleja en cierto modo en el rechazo implícito del ser humano andino de aceptar la
'neutralidad' e 'imparcialidad' del dinero. Las situaciones y personas concretas
determinan el valor 'real' del dinero. El dólar estadounidense 'intercambiable' con todo,
refleja el pensamiento occidental en cuanto a su énfasis en lo 'universal' y 'abstracto', y
su afán cuantificador.
116 FILOSOFÍA ANDINA

4.5. Ciencia andina

La racionalidad occidental ha dado a luz una hija muy preciosa llamada


“ciencia” (episteme, scientia). En su juventud, todavía era una sabiduría
integral, en armonía con el saber mítico, la práctica religiosa y el orden ético.
Poco a poco, esta hija predilecta vino independizándose (emancipándose) tanto
de la experiencia vivida, como también de las creencias religiosas. En la
modernidad, la ‘ciencia’ (ahora adulta e ilustrada) se convertía cada vez más en
un saber instrumental (savoir est pouvoir), pragmático (it is working) y
autosuficiente (cientificismo). Esto fue posible, ante todo, por el proceso
paulatino de la ‘secularización’ y desmistificación de la realidad a investigar,
por la escisión sujeto-objeto, por la cuantificación de las características
cualitativas, y por un proceso cada vez más radical de abstracción y
universalización de tipo ’super-cultural’. La ciencia moderna ya no es una
simple episteme y sabiduría desinteresada, ni tejnéo arte de producir, sino un
'instrumento’ (organón) para la transformación de la naturaleza y hasta de su
sustitución ('realidad virtual’).
Otro de los ‘mitos fundacionales’ de Occidente es la concepción de la
ciencia como el acceso más adecuado y veraz a la ‘realidad’, hasta tal punto
que para muchas y muchos viene reemplazando a la religión (el credo del
positivismo), la ética y estética. En el cientificismo, este mito se ha plasmado
de una forma explícita; y en la sociedad tecnocéntrica, la racionalidad
‘científica’ se encama de la manera más pura. 132 A través de la supuesta super-
culturalidad del espíritu occidental (y de su carácter ‘científico’), el paradigma
científico de Occidente se ha autodeclarado universal y único. Hasta se ha
convertido en un indicio decisivo de la ‘modernidad’: Lo más ‘científico’ uno
piensa y actúa, lo más ‘moderno’ uno es; y lo más ‘a-científico’ uno se
comporta, lo más alejado de la ‘modernidad’ se halla. Recién en nuestro siglo,
el paradigma occidental de la ‘ciencia’ ha sido cuestionado por los mismos
científicos como un ‘mito subyacente’ a la cosmovisión occidental que tiene
injustificadamente pretensiones universalistas y necesarias (Einstein, Planck,
Heisenberg). La filosofía postmoderna replantea esta concepción ‘relativista’
de la ciencia, al reivindicar otros

132Véase la critica de Heidegger con respecto a la naturaleza tecnomorfa del mundo


moderno como Gestell (constructo artificia!; marco) [Heidegger, Martín (1950).
Holzivege. Francfort/M.1.
modelos (paradeigowta) de acceso-a 'la 'realidad', tal 'como son el mito, la
i^e^ligion, el sentimiento, lfcelebradón y-el arte?1
La filosofía intercukural ‘telativíza’ la recionólíded 'científica no cóle en
errmoncs. de apocas g^li^aOa a le 'modeonidadOi síeo solio todo en térpor-or
culsurales, La ‘ciencia’' oomo un séber abotrcéCo, onioessat o necesnrio, set
conocimiento pederosa d ttansfetrnadot de ta natufaleza, et un .fruto
eminentemente oectdental y titee sálese cutturalne been determinablee. No st
trata de tm fenómeno euprt- cyk^^r^l, ni seytr-cukutel, censúe en reatldad se ha
convertido —desde le monocitliueiiicted— ene 1 eticeiama oarnieante c
odetina- On r eaolmv
El caber ‘ciMCreo’ como .-epislomees und de l^s'imieCi^aci^c nes de!
ieoncecdrirmd ereroeeccldóntrl ene tiene essocs cukuralmente moy pcaoliorcc.
La. ropiooalieae epaincotol cc ooa no.ot?r-i lobctropllva’ ir comprender le
reaildad; et conoaPniecto lógico’ o ‘dentifioo' ital unt- otero sólo iso ps sible a
coste se su esn cróc(tsr y nartkótlaridaddidartt loc g rico os, ‘conocer’ oigo, es
dectr. licpar a ta arsO-ss^wepí^^no, elgeHo ca ‘cena cer oo escncta’' ÓPÍÍOOC,'
eeueút). Ei fenómeno istdioiduaí y con- eo^tcj (lo có^nocloalldey) como tal es
im^<conc^ri^^ ■ (i-nc^ii^ic^i^iuo eit ineffabile); cólo cc ^a^r^a^ci^te como
‘representante ' o ‘^^^mjsO? ’ de algo yclvotcóí o abstrado tesnncra , eoy,
óneoepto).
La tendencia ónnidoclót e .la universallzacíón y 20)5^1X^01 en 1o
goeccológipe nos OS un- tóqú<dcio- do lc -rea'id ad' . en empoereoó- ^^^nól
redieal de 1C ^iveicdl^e o lndicídoa-da^ Os tco fenómenoo qre m nos
oroscnrac en nuestra exponent:la vlpenctaL Lo 'ciec cíc’ en ccSo sentipo cc
une ‘reórerantocioo lógica’ co ‘noética’) de ce in-dir Pao* mediante o’
concepto. El ‘concepto’ (o e /octfon ia proposición)

5 Cebe decir que la críiíca índe^■eiientíflee (Thomas Kohn . FtCtjóf


Cótpe, etc.) no
coeesóriómetlte (ylesliona el paeidigsra mismo de le clsncie óeeldontól, arraigado .
■ Conrsnmnr■ee en ei ‘mito Connacional' ic cu racionalidad . Scgúo 1O -cería ic le»
‘aambioc péfneiemáttocis ’ (KuoaS ia orrnciacLnInpro prorurorO Incorpooi Cnoe-
meno'a ‘Oercrodoxoe’ ceaa rnisme seerra haste yó e osto yct eo seo isla. Parocn st fonóo,
se mata de cambioo ieseooctO icroist y nor^^ perspectivas /ti/o^culturales.
52
ól cónre:er teórico (noein, hieoeenel stempse se une seducclóo d e la diversidad y
ebonciancla deia vida y dol untvoreol Un cian(ifión occitlentol-eólo ‘conoce’ Ci ncde
Ueer^iyandolntel rcnaScis’ es et mOtoeo mác Orntacado pare Hegar a IUWII dad
(epistemé), es decir: deshacer, abrir, violar, dividir y ifof—iieiM-fysü) >Lu BfoUatobrea
nos pUntec oera formo ele ‘conocreS (ynirte con elmisierio deta vfcfa m e1 onto scxoaD; 0
rn'shca conticne on conc’pto más sintética de‘ 'rabi. rnt>o1?t^: onú-s e)i m
movímfento .nfotico yfa rramcfoc ímriii^^ enfatizan el COOUHOO- w ocMfiro deksa^r'.
r_ ' -|
118 FILOSOFÍA ANDINA

capta la realidad en sus rasgos más generales y abstractos, pero es incapaz


de ‘conocer’ la secHdad en su plenitud m ultifacética e rndivL- duaL Iz 'c
iencia’ es un conjunto de _ proposiciones que, a s u vez, se remo ntan a
conce ptos u nivereales; por lo tanto, lc tiene i a en sentí do erdc^^ eo se
ptoncdcie sebre la ‘rcclidud* en sn existeode erebec rante, síev sólo tabee
uno abstcacctón de 1c misma. Ice ’ndividucUdad -se c rede ser ebjeto dee
peber cientffino nn‘ inpne°tso non ent suientia); por ejemplo, no existe una
‘socratología’ (de Sócrates), pero sí una ‘antropología’ (de antbropos).
Esta ignorancia científica de lo individual tiene que ver con un
presupuesto o axinma fCfoObco de la- padicren oceideotal, no rinmr ere
^xe^^^^itat^o: ex enlnersal e necxcario es lo ontdadero íief^i^temefi le
individual y eoeiingmtc, lo fclso (doxaE-iace eonvicrine pbrónicc (o hastn
crrm<fnrpiana) funsorpetlde■ e un .censtioeemleoto uevcro pot ie índuenrie
de la ea^nlc^n semita i^judne^^iise^n e), aero no elejó te roseis-do buse
para-la eícecia moderna.
Esta unis^^^á^^lz^í^co^n y absrbtcoiengdrneológica (ye dontífico), en
emba rgo, csnt rasta ínertermeie’ coverproceso invurso de esa .,0X1X0^
ónOivreueltcadón en loieciai-coi 'étloo y soeinl, n partir de ía )dae Metia. El
i^e^^ii^o qnu no testa mucha tmppiranciv en le filo- sofí^ uetiguo Oaunque
Oristótelos trató de sehCnrOcarlor, orne adquiriendo scda veo más peeo pet
la inffueecia ^eC espíritu crirtíaeo (pcua tombiéo iudsdt n eu^urulmUn), vín
tocco el ámbiuo de in ‘crencia’, ia f^ifai^t^í^cÍÓP enter tcfcu, tniigión y
estético por un Cado, o ciencia e lógico nor erro l ado, también ee. otesma
nn ea bifercvrióv Gcddaur-al moderna ent ce lo iodidldurl-ronftngente y lo
universal-necesario.
Nc podnmos dece -meeces, cin más, qne la peclt
denta‘ foera ibsttacriva f udinef5etíc-Oi. ci^o sólo que su oebcepdóo dentíhoc
to cs‘ ’e hteioric cr ‘a fdosefin occidental ec P1 intone ^r- manente de
‘conciliar’ las inconsistencias fundamentales entre lo universal-necesario
(espíritu helénico) y lo individual-contingente (espíritu semítico). .
La concepción occidental de la ‘ciencia’ ha determinado decisivamente
la concepción de la ‘verdad’ hasta el punto de identificar las dos: en la
modernidad, ‘cientificidad’ llega a ser un sinónimo de ‘verdad’. De ahí aue
la demostrabilidad científica (ante todo en el nositi-
‘conciliar' las inconsistencias fundamentales entre lo universal-necesario
(espíritu helénico) y lo individual-contingente (espíritu semítico).
La concepción occidental de la ‘ciencia' ha determinado decisivamente
la concepción de la ‘verdad' hasta el punto de identificar las dos: en la
modernidad, ‘cientificidad' llega a ser un sinónimo de ‘verdad'. De ahí que la
demostrabilidad científica (ante todo en el positivismo) es considerada un
criterio de la verdad o falsedad del asunto. Si bien es cierto que el afán de la
verificación exhaustiva de las proposiciones científicas se ha frustrado
(Popper, Wittgenstein),
LA 'RACIONALIDAD ANDINA 119' la concepción occidental de. la

‘cientificMdLd’ (universalidad, necesidad, verificación, cepeticién) ha sido

o otros ámOitos CUÍ-

turales con una poetenvion universalista -y super-cc Rural?3 El resultado xts


la yropsposición yeíusuviica entre ‘verdedes aientíficva 5 y ‘cteen- tius
r^cte^^ntL^icaí^O Loque no tutisfate ul crk^i^^o ruto-óeterminudo te ta
ctendficidad en snntido ^^c^ó^^^tal, no punde pretender ser
‘conootmtdddo’ o ‘veRtad’ en sentido estricto: natraaones, religión, fe,
tnuuotiea, tosmovisióo, mitos, -saneamiento, oCnrismos, irrdtcion oral .
L rnetonalidad andina no tiene una concepción ractonalista o
umpiriata' du on el ^ntido de la cpisimo, oUjeto slticru
del nous humans, sino que eoeaióera la ‘aienaia’ del ‘saber’) como el
toojeoio du ie aebiderre (sepbia) tolutiiva acumelade y tiresmirida a través
da las generaciones. Edtsee on ‘saber’ (yachay; yatiña) dd sebtcoatrdnUd
cohKPiov, trarmiódo o°r propnupr uubtnrradnos do eo- señuneodc u na
genoracióó a'otra cn fonsa OOHI y a^iduri^a (‘ssber hetur’), msdimoe
ns^^ctoosr, cuentou, Cturlee, actoe cúltitou p cosr tumbres. dste ‘sabesa no
en ol resuiiado de on estderso nvn^le^^d etno ai oroduicd te nua
^x^^si^^^^^ CÍVÍVO emsliu y lóe-a-snnsitirv toas Erlebni que Erfabrung),
Loa vurbos quechuc yabaay y merera yutiña so. sólo signíeesn ‘rvber ’ c
'eonoceo’,. ^eea tsmdiée ‘expsrimentas’; ya yaadcyptiyoO0 an yatsrs es uev
‘persona t^hded^^^i^^sd2ts sn isay Oio’ en eo sentido viveocisL Cemo este
tipo' de ,experidncia’ eo un procesd"tranp-usncracionrt y psártind rherender
hactedOp), ie 'doecio' mdina (no atete une phlabra qsedua c^HTrarr osryó-
ou ruodamcni ta robre tods eu loo aíC’umonrdc de autoodaC (el peso de Ías
anciada) o rCeO'ir<tüd.ryO r du pdligüedad (el pepo Ce ta tlddiriónri de
Sreau ene la Pel peso de d copoimbrep e uu coherm da ^1 peso del orden).
La ‘sceencia’ de qoe ee lós primeoos dtae ‘e aoissto sv resd>dd( ron
ÍCS to^r^^i’e^^^ do todos ÍOS mesea dei año, so ea on ctato ‘cisndi fieo’ en
sen.lirio oco^^or^^O pens si uo ‘seber’ íe ,pabidcría') cumo experiencia
acumulada por tas generaciones. El ‘saber’ acerca de tas interrelaciones
ecológicas entre ser humano y naturaleza, no requiere para el runa/jaqi de
una ‘demostración’ científica (mediciones del

35
Otro rasgo fundamental de la ciencia occidental es su carácter instrumental; los
conocimientos científicos llevan de por sí a su aplicación en la técnica y tecnolo- eía.
La ciencia occidental es ante todo un saber ‘DOiético’ (productivo v transfer-
acumulada por las generaciones. El ‘saber' acerca de las interrelaciones
ecológicas entre ser humano y naturaleza, no requiere para el runa/jaqi
de una ‘demostración' científica (mediciones del •

•1S Otro rasgo fundamental de la ciencia occidental es su carácter instrumental; los


conocimientos científicos llevan de por sí a su aplicación en la técnica y tecnología.
La ciencia occidental es ante todo un saber ‘poiético' (productivo y transformador).
Véase: Peña, Antonio (1992). “Racionalidad occidental y racionalidad andina: Una
comparación”. En: AA.W. Búsquedas de la filosofía en el mundo de hoy. Cusco:
Bartolomé de las Casas. 139-159-
120 FILOSOFÍA'ANDINA

ozono y el e SUS'SHCPS tóxicas); la. pers ona a^n.dir^a.'viv^^’ este sobeo


como una pane e^l potenmonio sapiencial do su ps^i^tO) SOÍ ^^^^ncto
andina’ no está desligada' de las concepciones religiosas, édcací y
mitológicas, sine les etapa an'uufevls eorno fuvnles vaiiosas del saber
humano. Por esto recuita inadecuado y hesia abscsde i^^á^r da aeec- n ans s
a i o c u ltuoa y fíl entf^^ sndina Oesio te íO eolcnna óe ene ‘ciencia
mnterielistn>; el redutsioniseeo osiidonopl o o es capas de 'nnteeder’ lf
ciqueea setpiepciai y 'ctestífiee’ del cer humoso ondino, y, por lo tonto, lo
dedans oemo ‘pne-cientfóeo’ , ínrir^f^^ol y ‘scpessücioso’.
El choque entre las oosenscíones oceidenral O anOina dn ls ‘dsnci e! y
dei verdadnso 'shUer’ Ou mario es ^erldorto. Eu la ;^«^i^<s^^id£^<^, los
pnnblos anVinos vihan asta ahovue en ce rae provin, f ñausa da da
penensaeion de te On bidurín ’ andina pen is ‘eteesnlcidad’ oncideeeali a
trrvVe Ce lee preeectoy de ‘desao-oUo’ (¿quién tfene que ‘ddsarro'lar’ n
quléntt, ld iPt^oduccIPn de Ó tesnologís rnuin-morfa tmsquinaria,
ioformatizaciód) e Ia yredomelanc1r de nategorías cuantitativas (efi- cieacie,
, pai^teícn^acS, e)icaeiat.
Es evil enta qua Oacidente Isa liegaCe a U n acadn may ako dai
í
sdnocim.int'id cienttfiso’ nsersn del maneo, eel eer humeoo y ee la
socieend; s'n emneroO' o o se ntn te de' esoico oerrViensa ‘cientoSonf nú tat
vnan Sel SUPS adnauoOo y lOviatífe^ para la a^i^nnids^iC a Inug^ pleno.
Tavabíé n en ul ser humcao anoeno, te fdscinacíón poa te tecitO’ logia yl an
haccñas de O caito nte as muy nrarln e a todavía en CUCVIÍOÍ daCa; paro a
sucer Ce cito, nsa ee tot meatoe c su manana, de'carn det merca dn te
raciona IÍPCP andinr. Pi)dempr haStea eatoaces tcn sotae men's d^ unn ‘
ciéñete endina’, ciño tembinn de uee ‘modernidad antiaa’ set q na
co es u agí stmpte cogía Va la
moc^^rní^td^a^
eeeidentel. Ei nsqddnm andino no eo 'qre-modsrnnr siso ‘hetareo mcslecno;.
Uero a le vez so'ser dudnaynr que el minino eonnepto de te 'mod emldad’
CCIP enttas an’detalie) esté ceaiendo fue rtemantd en la ■cekura oseidnnirl
y ^)^^^S^°O^ una racionalidad progresista o ‘desarrollista’.133 . •

13354 Acerca deunc 'tvonpsnidcd andina’ propia, vé^are.


Uabevo, Hetóqnc fcomp¿ (19.1). Modvrvida0^0^ Anden. Casco.
Sobrevilla, David (1994). ¿Qué modernidad deseamos?: El conflicto entre nuestra
tradición y lo nuevo. Lima.
LA RACIONALIDAD ANDINA 121
CAPÍTULO 5

Relacionalidad del todo:


lógica audma

L a racional idad andina se expresa en una serie de 'prín cip’os ’ o


^^e^in^^n^ó frindaonntaien q ue mn, rs su vez, la base para las mani-
festaciones ‘materiales’ en la cosmología Cpachasofía’), antropología
Crunasafía’ o ‘Esqisofía134), ética (‘tuwanasofía’ o luosñsafls) y tnclcgís
Capuncfín' o ‘tatasofía’) andinas.- Ser it^o^tti de principias ‘lógicas' en-, un
sentido no-occidental, es decir: principios que expresan lo 'lógica andina' (su
racianaücSid ruigenerú-

5.1. Introducción

In cuestión dn uns plusaiidad Se óógisns * too ro’f mmi e con a o ‘íggS ons
’ nn senfido fenomenológ’co) ga rumiOn ed OnaiSente
ya en XI sigto XIX, tanto do sentido esmeto corno en septldn emolió de Cc
qus os cogsiSera ‘lógica*. I^s lngids en centido estricto SC agxrj- Saa dn
acuerdo al ob’eto (l<Csico formal - lógica material), si iipo dc 'valorirtad'
(lógica ‘¡valorada, mioalorafai poiiesioradnS‘ a lo dimcn- cionallded
COgito dáclca, logice ijiolé<oi<Ia) y cip modnlins0 (Sodo proposIcioósti
modal, dóxicas d'entlco). En soetido ooipiio, se puedo hablar Se dissintas

134 s
Una - veo ma° si detara sobre b ‘unisedstHdad’ y ‘ndssstoad’ dó la ’tó^cs ots1'
Cento!’ (PSO! idXpxeIeión es constodssdas^iuntante0, tiene que rn^r llena0o oobre fo
bane de .o icOdrcuiIuraiIdad. SI tos actonuc lógkoo oco^^od^talso toerao ontos
‘ioeariances hcseianns' .os osein: uinp^rek^nree del ólyn'U2numt, btogica occidental
seria eonseiurenlemenre u^sa-uuteiríd. En térmrnos antropológicos . U epdsti oe se
asecce-a cuuho.oai debotedbppucOborlqi bobla la ‘^^^O^^0:1 a# versoy ‘cukuov^o11 drl
uer huntLoo. UV posición occidenlel(on .unso o :.meseeh lhessno ooutiprosenieS
anfaetza t Eiey la,votusaliyeV* de una alnr-rno-^:nltlvldad iódlca, desaa^a en nva
CSUOÍSÍVS ycivelavs dnivetsaiesSpci.coCsgismo-, obivn lv ‘idnatidaP’ so
drasvhnden- oicide lv lfglca [véaso: Ore mano. Frar7 ( S871; !$-S5P. PcyohLlogie
xm ampirisebam Stanripnnkt, Husceil, ECmnod 71900; 19&3). Cogincba
Untarnucbungan: Prolegomana zu.r reinen Lsogik ninnestigaLieaves ¡oginasH-m 1e
a.S.; México; LAIAMl- Una filoso Eti inteanultireC oíane qve tomas vn cumia lo
ponibloShulsrrvilds.d’ y ‘trovo- crtlsuoCiPod’ de la lógica.
lógicse’ dn anoeddo a difermu’s Cuegos 1 iogiosric(u,‘ así enfeten nna
lógisa de fe’, Sógiróg cisntOiaa’, 'Sógi^ amprosa\ ‘ió^tc LO poIítIca‘, nte.
coi Olosofla infercultusnl pdantea odoipás la iOda de una pluraiidad dc lo
lógísa son ^^00 s su seilOiraiiOap, en bode C usc ^^^rs^tic^cS de
i^^Csnalid^í^^^’ (‘logióg csicK^^n^^r , lógics ’ndica\ Uógica andina*,
etc.).1 ,
Aunque la lógica siempre ha sido 1 a pieOra angul o para la VOIÍ- dez
‘universal’ del pensamiento occidental, no se puede infe rir oLpsscuc que
sus priorSpies lógicos ceav do valor supra-culdrrul o super-culn- rad la
iooría da la caictínidod en 1 r física ha demostoado que l a-Sírlea clásica
(vevztoniana) cólo es un 'paradigma’ entre earov; y la iovccc eucllOicc en a
geometría tumblnu ien-a que reonrrciar a su pretensión unlvoreallrta y ruo-
a-tomooia!. Arí también or ooriblo y harta probable que - a e^d^^i^aia^adl
occideltbl, nafgda en unon prvoeipios lógicos ‘iemetvbles y Edoesarios’, aea
oyeatiaeaOa oama ‘oyltenalmeete deeernsinoVa’ y de valar relativo. Esto lo
vienen reconociendo desde muchos vig^s alamor filósofos que no re
hieloron erelavoe Ce la raciomiidad binad a ee Ocoideete, sino e^n tratero!
de 'euperarla’, tal coenn el misticismo de ’Nansenis dv Cusa, la 'lOelca del
coroeóv’ de oav c^l o ta ‘razan diooesiose’ lo Ntatvsche. La ensimodemided
tambán! aboya pov OSOC plusovidab da nógiaesv lecenmentbrables a tm
comeatiblev entse si. Deede haae uvt vierto tiempov se eetvia da le ‘oCoica.
or-ecoelS soboc todo r rutt de te insroduccidn may temoraiSy de a s
Cllosdfíac Indaca y ihina dentco de la n^^dic^Oí^n occidental hivdoIogtv í s
inulogía, oriort-ilística, Schopenhauer).
La eurrrtión de ir relativiOc d uukurri de te llgí en tor es fáod da
rveo lven, En cenccdo idea t, ^1 sef ieeetcno tiene ‘comi uea hnn arianig’r
una cierta mmera de pensar y eonaeOir, dictiera, pos ejemplo, de Dios.
PCSO vrta * abdica iuttul’ y edpcarcu-dlral no se gxprord en toPus tes épocas
y cuite ron abo la ^isma manen hor eso podem-or hvPtes de didintes
‘seoionoiidadet’‘ er dscir: Ce d íclintos obradigmas de ^sov)s^r^^^nte^s lo
YvalidvE’ tantayEvds tvmblen como una anv^^^^a ideal’t. Los ^^tmnios
“rae l(snaCtdad” -y “ lóg ica” tienns s a S/ro im cdeos m lo filosofía
dseeotdecleonCdl; pueS-ei cer edCendidos o oadelidad telo veeace de est
ctntodip cutturel ocpvcrCice. Esto divitoka lutosia nh^ablementc habías de
vdnícan rn^^ocvtd^^^^n^C oín si afíemírra^ov la do-csmindción cultucel ae
la ‘lógica’. ¿Existen ‘equivalentes
hoAeomórflcos’ en , las cultoras no-occidentales con
respecto ala ‘lógica occidental’? O más noocr^^me^^: ¿Hay
una concepción andina que en su forma (moiphé) fuera
equivalente a lc que, en la tradición occidentall se concee como
‘lócic;
De hecho que no vamos a joder enconrrar ni un témnaio quccUua a
masara ‘Oemeensórfico’ al tsrnCoo de origen, griego “lógica”, ni una
concepción bean definidq quu turiera el mismo figuificada Sin em- áargo,
toe parece justhicado hcb-ar dó una ‘báf^ía^ andioaC ái eo Ke mamnc el
tésenme “tóente” en un sentido técntco o gracocéntricu: sino cnrqu rtn
vocuOto que rnrheaca durmctaué Cásiea de na- cierto pe-nsaneirmO’ En el
fondo se fray. deda ‘rí^<:i^oi^nrc^^d andiua\ pnce en cuaoin a suo
principiosbásicos'Ológicoc’.t Cad a cuna amiento, cdceconislón, y has-a
miso y fe: fleoen cu ‘lógicug ena cierta forma inceiectual fogolatíty
Unqumasivided radormt) uue no dene qun oes necesariamente lc
Oonrra'O'ccideylaC.dicnoétiou y btvalorada. —r 16- duc ¡^^mzia' —para
ardeUi^^r ót— dene mucho mác en aomún con lc - óg ióó orieorui’ esofre
tndo in chine) crea con la ‘ióe-co gccideótal'. Unte resgo quizá tenca un
rusierrto geuealhuicn en 1C tily^^^rír muy probcMe ne qua co a scteo
humear» tndtgonaa dc ttdao (Mo hayan migraUo orihCrdUamedte lurde ca
Acia oriental OMorrgnlia) . pmr ul os- trecho dn ‘urinc (que Omo unoe
30.000 ^tr<t^^ naa un ir^^au), c to que hoy día oe'ednoue cómo conliuente
emeriom Hoc estudimos que aflaman ie aimilirnU est ructurarnnrre ios
idiomas quechua-aimara y los idiomas de .Asia oriental (sobre todo el
japonés).

2
Unopurde o—nta u que no se torre de la ‘lógino1 cnd smUcio rrár abstracto y
fonoa0 da la pabrbra,? sino «te uan ‘soc’ofoípó ,áo eennfogfc) de’ ennodretenlo 0
^frielnc0, ‘ e U^ÍZO ogía’ dedirAntas racionaüda’eS' o símilmente de lógicas
maturiates’ con anfureonir a parámetros culturales. A este respecto, quisiera plantear
lusoiguionios pucoos: i. ..
a. A? analice lo ’ingle? ondina \ -o' vames a describir enlníncamdnte,cómo Í-
nenn man-ría de ios psálndores andino- ’pien-a’ y iyoncign',sino que preterh
Pernos Ses-ila- une. cierte 'no ^natatídad’iacioclea ao ‘idaaL rcgnhtnco ' de cóma
el pobtvdor undino (en general) ‘piensa’ (aunque en lo concreto puede violar
escanermaciótduy). . .
b. Í^ÍU^^^I^^ ‘0deicd forerd” de OnráUente qolizánn sea cae ‘former ata pt a’
como opa rezno, si romimos un mientrlas refermclcs (iineorucicntes) ma tnriti
lem lesna principios béziooo.SOm —-o manera ce ejempco— tomemos .noiU do
lu -amiriaridad entre la gramática idiomática y la estructura lógica (véase nota
20 del capítulo 3).
c. he diétCoutón uosedcialrsur)emon ‘íógicafoamaS yctoinpóraD y 'lóglra maredal:
Oiaicióuícv) estin reflnjodo iaaniumoiugica occidental, y no tiene por qué set un
rasgo universal del pensamiento humano.
126 FILOSOFÍA ANDINA

5.2. El principi o de relacienolld ad

Ya he destacado la reiacionaiidad del todo como el'rasgo fundamental (arjé)


de ra rgek>r^riOae ae^i^ria. Oso. caracteriollca se exprese en el ‘principio
de? reiacionaiidad’ o el ‘principio holistico’. Este principio afirma que todo
está de uea f otra manera rdaaionedo (vireufado, noneaedo) con codo. Como
ya dije, le entidad básice no es el ‘ente’ sustancial, sino la relación; orr to
tentó, para la ooroltd andina, no qu que les entes partlcnlares >
rdiaionalmente a su mismara padrcur lar, cc relacénnan en un ^g^mln
monrentn.y Uogana fortodi un ‘todo ^^tcgr^^’ fOot/edU, una re' ip
tererreiactongt e Al contra
rio: realén en Oase o ln primr>rdialided de'usta eriauctera ^etacionar: los
entes pai-rinonares oe cnristouem como ‘entes’.
Hey elnunos ‘equivalentes hdnlecmaórficctó’ del rpptnctpto holistico’
ee ia historia de la filosofía occidental. La td ta_ proporcionalidad elemental
de los entes de Empedocles, la doctrino cmaoatista del eeoplatonismo o 1O
gnnr;ppcinu irein^^a^^na dq 'ue de da ménade ‘re- floje er do v- snivp-so’
^^VÍ^^-:ÍÍ^^ munte-. dee ‘CUIO. monana uea un mundo’), ron posares
filosófcpp o 1 ^rnidp’o de yalaclonalidad,.135
F
in embargo , hay 'oe eriver'r referente ft a^unae dtferonáes alo ver. on
primer Iupai, O. pono pío de rehcionahdael re^no tío lili p^a pu tons dcuuncia
de un.roenirroo fllxrófirg. la re lutlonailUad asi vo ras1 no es eu resukado
de'une mferencia o ‘ernadeoton’a parter pe tii solo ente, prindpio o. una sole
su^seni^^ líier^, orD Espíritu absohitojDedadiva Natmre-’ El ‘tdto1 de h
relscinnallday eo es una gt:slida ‘analítigai un totutn impticiturto comprimido,
t d

sion tn ‘to do expllciid1 y ‘cona-rtn’. Eo 1c fitoso’a ^sc^^^nt^^, lo ‘amerito 1


to ferentearente un grodurru seeundario bsn el orto nssv^s^-^ da to ‘ultd-
ttac'o1 f uowersal (ante sea en forma idealista o teísta.
En la filosofía andina, lo ‘concreto’ es ia ‘concreción’ (con +
crescere) de la realidad a través de la reiacionaiidad integral Cholística’):

135 El ‘principio holístico’ no lleva necesariamente a un monismo y/o determinismo


(como es el caso del neoplatonismo), porque no se trata de una reiacionaiidad
reduccionista que ‘absorbe’ a los relata en una estructura anónima. La dialéctica
(hegeliana) occidental entre parte y todo, particularidad y totalidad, no puede ser
En la filosofía andina, lo ‘concreto' es la ‘concreción' (con + crescere)
de la realidad a través de la relacionalidad integral (‘holística'):

3
El 'principio holístico' no lleva necesariamente a un monismo y/o determinismo (como
es el caso del neoplatonismo), porque no se trata de una relacionalidad reduccionista
que ‘absorbe' a los relata en una estructura anónima. La dialéctica (hegeliana)
occidental entre parte y todo, particularidad y totalidad, no puede ser universalizada
como algo supra-cultural. El ‘todo' en la filosofía andina no contra
dice las partes, sino las ‘constituye'; es totum concretum. La primordialidad de la
estructura relacional no se entiende en sentido metafísico, ni cronológico, sino
axiológico y vivencial.
PELACIÓNALIDAD DEL TOD O' LÓGICA ANDINA 127

los ‘entes’ son ‘concretos’ en la me dida en que realmente son ‘con- .


crecidos’, o ¿sea : leterelacionados. Un esse lonilmsn-e sepatado y eielenc
justamente' es el manirno encdo te abstraed óe : en ‘no-ente*. Los monis
mos Ode índole occidental) tienden a un lógicismo en el senCiOn de que
toda la rnoliOaO puedn ter ssoundida cemo e’ ruselio- do ‘nocesorio’ do una
inderencis lógica , Estun Beca a tu vez o lo coooe- oosu^c^^^ gnoeealógioa
de nn anrierierno, y olo consooicenclo ética (o no dsteemmismo Scomo
formas ‘Ideales’).136 137
Dn seguodn lugar, el tips do rclcoloncl.idud eddlde os iojos do sor sólo
'lógico- ‘iree^^i^e^ii^l’ u 1 oneo-iegicsO S e trata de una eolanincalinan
dulg&entd, que- imnlico una'eran variedad Ee feonas n^-lógioa^: Roci-
procidsd, eomplomentoriedad e codsesds>ndendia eo tos aupectos
caoctivos, e<d^s^^ie^c^^^i éticos, eestéticos u psodsenooc. La s rckc^^^^^
4’- ylcos’ (en smOeo técnieoS y yoeseolóóicas son rsSs bien eulenioeos
doriecdcs eo les reiuolsnes peosordiaoes de soeeiveneie cUsneíca ,
En tercer lugar, los homeomórñnos’ occidentales
oetioenoe le eolnsiocslidsn duntro de ‘ categoría de ‘ ^^t^^i^^^c^^line^’. El
‘iodo’ de Spinoza, SDusive Natura, eo una (meoor dicln: la úmea)
‘sustansia’; la ‘mdnane nu Luibeiz nomo ‘mundo en í^í’ ’s ^ns sueeme oía
espiritud ln<^^^íc^eat-, y ni Espirtcj absoste de Heed ee (¡cual oto el eidos
platonice) un cddcoptsl-en-y-pauae^í (que a la e ez us ‘ser suu t^nc^^^^^e
Ci^i^o vongo expeioondo, lo disCncSón entre .‘aceidóntaHdae’ y
‘sudtcncidlidud' use es aplidaCle s la diberennid undinc entoe
,
trleolooalidcd’ y ‘lo quo su relauiona,: Lelecionc-inan no e’ un cspoois
exterior, ssiotesior, uncu si o eectduntct de Ic^t receta, ni ttt ecCrte son ei
producto ed ddseocolvidnlento <didléuCeo* ’e una sus- tudclc úmea, sea de
ms^^^a morerías o supiritual.
El ‘prieceplo ole relaoinnal-ífed’ se puede tormulet de maners ncuet
Oog y posies0l Negativomente Lioe qee no ^uode habes ninoen ‘onte’
completamente carente de relaciones; y cuando se dice ‘relaciones’,

136 La expresión más nítida de una posición monista y sus implicaciones, es la filosofía
de Spinoza, un sistema completamente deductivo en base a principios lógicos
'evidentes’ (evidencialismo absoluto). Aunque otras posturas monistas no lleguen
explícitamente al extremo spinoziano, obedecen, sin embargo, virtualmente a los
mismos principios.
137 La lógica hegeliana es a la vez onto-logía (respectivamente metafísica) y teo-locia
‘ente' completamente carente de relaciones; y cuando se dice ‘relaciones',

4
La expresión más nítida de una posición monista y sus implicaciones, es la filosofía
de Spinoza, un sistema completamente deductivo en base a principios lógicos
■evidentes' (evidencialismo absoluto). Aunque otras posturas monistas no lleguen
explícitamente al extremo spinoziano, obedecen, sin embargo, virtualmente a los
mismos principios.
5
La lógica hegeliana es a la vez onto-logía (respectivamente metafísica) y teo-logia
(conocimiento absoluto). Por tanto, el concepto de lo ‘Absoluto' es el concepto
absoluto o el ‘ser puro' (reines Sein); la primera parte de la lógica hegeliana es la
Logik des Seins (lógica del ser). La novedad de Hegel consiste en la dinamización de
la sustancialidad mediante la dialéctica: ‘ser' es lo que ‘deviene'.
128 FILOSOFÍAAADINA

hay que pensar en relaciones ‘transeúntes’ (o ‘trascendentes’), y no


solamente en ‘relaciones inmanentes’ (o ‘reflexivas’). Esto quiere decir que
para el pensamiento andino no hay ‘entes absolutos’ (absolvere: ‘soltar’,
‘des-conectar’) en sentido estricto. La concepción de la ‘absoluteza’ en el
mundo andino es un concepto ‘ana-tópico’ u ‘occidento-génito’.
Para el nuna/jaqi, h^ta Dios es uniente’ relacionaOo, y no solamente
por decisión propia nde crean en mundo, de relacionatse eon el mundo), tono
eennnialmente. Un'Dior eenolntamente teascem dente, es decin
noereiaolocado, es para ta tllonnfía andina ua Onilcsnpttennn ii^eoitn^nUi e
índompocnribie. toro tampoco existen ‘abtolu-os ee-atioos’ o yneodosi
ninguna esfera Oel oosmns, ninnún ‘ente’ paeticuiar miste oa y por si
mismo, rutárdeicomente n ee minera putosuticiente. Oa proposícinn
cncentienn dnl cogitd eren ooYiri ec pora la nk^^na. nndina on annundo;
ninytsa 'ente’ et coyd o pnioripio de su peopio sen Ei ‘ses‘ más Sieo es ol
‘ser relodnnadn’; in ’onto^^i gí n andina sinroprn es una ‘mter-ontología’.
Positivamente e el ‘principio de eelncionnlidncT dice qne ends ‘ente’,
acontecimionio, estado de condencia, terhe y poiibili-
dad ee dalla inmerso OO multiptes reinc-onet con anos ‘eriesacnn-
ledmientos, astados -a condenata, ^on^ien^^^, hecdoe y-poribili- dades, In
eeaKS ad’ (cerno uo iodo’ holíotlco) reciOn ÍC; (O tiste ) como codjunOn de
‘sereo’ y acenioorncientos intorietec-nnadd-. El verbo quechca Soy significa
‘red e ‘existió’, pere tambidn es unadopaoa ex- prpsar 1 a reteción de
ppoeiión o pertenencia: “tengo nn hijo” .en que cha a se expneco mo mee He
m i me hs rn i hijo1’ (waway A-netZ Ademes. el relsmo vocable £#0 tsmOíén
ra era corno a djetiva a POO- nombre demostrativo con el siynificydo Oe ’
esteO ‘esta’ o ‘asto’ tiory ‘este varón ’ ‘ imán Osno^.O ?IQ. .
En aimara, ni existe una palabra para ‘ser’; se lo indica con el sufijo
afirmativo ~wa (utajax jach’awa: “mi casa es grande”), con el posesivo -ni-
(nayan yuqajawa: “él es mi hijo” o “tengo un hijo”; literalmente: “de mí mi
hijo es”) o con la diéresis (”) (yuqanitwa-. “tengo un hijo”). Para el verbo
“estar”, sí existe un verbo en aimara (utjaña), aunque se lo usa sólo en el
sentido de “hay”; para la expresión “estar en”, se usa el sufijo -nka-
(jnarkanktwax “estoy en el pueblo"). Esta
En aimara, ni existe una palabra para ‘ser'; se lo indica con el sufijo
afirmativo -iva {utajax jach'awa: “mi casa es grande”), con el posesivo - ni-
(nayanyuqajawa: “él es mi hijo” o “tengo un hijo”; literalmente: “de mí mi
hijo es”) o con la diéresis (") (yuqanitwa: “tengo un hijo”). Para el verbo
“estar”, sí existe ún verbo en aimara (utjaña), aunque se lo usa sólo en el
sentido de “hay”; para la expresión “estar en”, se usa el sufijo -nka-
{markanktwa-, “estoy en el pueblo”). Esta característica indica que no se
trata de un concepto abstracto y no- . relacionado (‘absoluto'), sino de un
concepto que implica la relacionalidad: el verbo “ser” (kay) y los sufijos
sustitutivos -wa, -ni-
RELACIONALIDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 129

y la diéresis (") (en aimara) son para el runa/jaqi ante todo expresiones
relaciónales (tenencia, posesión).67Para hablar en términos occidentales:
Lo óntico es lo relacional, y lo ontologico es la ‘racionalidad de la
relacionalidad'.
Dentro de las categorías lógicas de Occidente, un holismo relacionista
fácilmente colapsa en un relativismo, necesarianismo e inmanentismo.
Conviene entonces debatir brevemente estas supuestas implicaciones
‘lógicas' en referencia al modo de pensar andino.
Una de las consecuencias metafísicas y lógicas del monismo
occidental es el 'principio de plenitud'. Este dice en el plano metafisico que
el Universo está ‘Heno', es decir-, que no hay ningún ‘vacío' entre los entes.
Todo está conectado en continuidad ontológica y contigüidad óntica
(contacto directo): una gran ‘cadena del ser' (great chain of being)1, desde
las formas ínfimas hasta las supremas. En el plano lógico, el ‘principio de
plenitud' dice que ‘todas las posibilidades serán realizadas una vez', es
decir: que no queden ‘esencias puras' (possibilia) no-actualizadas, sino que
cada possibile (si no es impossibile) se realice una vez (en pasado, presente
o futuro). De esta manera, no queda ningún campo óntico desocupado
(como una posibilidad meramente potencial), lo que se expresa a nivel
ontologico como ‘plenitud' del ser. Evidentemente, el ‘principio de
plenitud' (principium plenitudinis) implica lógica y metafisicamente

6
La equivocidad de kay (como 'ser* y ‘tener1) en quechua (y del sufijo posesivo
aimara -ni-) indica que se trata de un verbo transitivo', es decir: el ‘ser' es una
‘relación' (de tenencia y posesión). Otro rasgo peculiar de la filosofía andina se
manifiesta en la inversión del orden (sintáctico) de sujeto y objeto: para el español (y
los demás idiomas europeos), el sujeto (‘yo') antecede al objeto (complemento):
“tengo (sujeto) un hijo (objeto)''. En quechua y aimara, el ‘objeto' prácticamente se
convierte en ‘sujeto': waway kanmi (“mi hijo [objetol me es de mí [sujeto]”) o nayan
yúqajawa (“de mí me es mi hijo").
airriara -n/-) indica que se trata de un verbo transitivo’, es decir: el ‘ser* es una
‘relación’ (de tenencia y posesión). Otro rasgo peculiar de la filosofía andina se
manifiesta en la inversión del orden (sintáctico) de sujeto y objeto: para el español (y
los demás idiomas europeos), el sujeto (‘yo’) antecede al objeto (complementó):
“tengo (sujeto) un hijo (objeto)’’. En quechua y aimara, el ‘objeto’ prácticamente se
convierte en ‘sujeto’: waway kanmi (“mi hijo (objetol me es de mí [sujeto]") o
nayan yuqajawa (“de mí me es mi hijo"). .
7
Arthur Lovejoy, el teindador de la ‘hotoria de lid»
ideas’,plantea en mi famoso
libro The Great ChairenfBeing, el ‘priocieío ecplanirnd’ (principiunpinito,din.)
como on axioma -mconscientemente presente enla gran mayoría de las postaras de la
fiSrniCa pocidenial [Inavejoy, Arthur (1936;- 1983b- 7Te Crea Chata of Bring; S
Siurty of the Hhtory of nn IrCa CCr Grar Cadnea Uii Sur). Loodret: Harvará
Uoivprnita Prpon (Barcelona . Icaria)]. Esrp principio oniológino piano su tnart ep ei
'aciudlismo’ lóolce que afirma la (pesible)existencia ártica dai. reueio acteai yniega
la (poeiblc) existencta de ‘mundes posibles’ distintos al acteai; ec decie.- eiaga lp
cotrtincencic sincrónica (cjC).)—r-p(-q(tj))t. A. pecas-dp ta' cCrmación déla muob—
idad piporónicn OistOteles, Santo nocrás, cita), es pi coeición coiapcn en un
determieunmo neCSpi^níeClOC Todoto ana curo I) aamCtni.'p(sr y cambia con
necesidad.
130 FILOSOFÍA ANDINA

el deterninismo: si todo- lo <}ue es posibie (Px) se realiza una vez (x),


emnnces.tndo.lu eue existe -CD necr)drla-uan-d existe ((Ox): [(Px-*x» e->
(x-*Nx)].138
Ahora, la, relacionalidad en sentido andino ni es de tipo ‘lógico'
(inferencia’ impiicación) , ni ‘cnngg^o' nn un-sedtido de amordo dL recro'o
c asr al. La causa Kdad ()l sic ai es sólo sort modo de lr relarlona- lidad,
enire o^ota^n el pensrs andino- )a mayoría de los tipos relrcionrlec son no-
raicrales (noerespondencSat ceciprociOaO, polort- Oad, peopocaipnalidsP).
La eaiaciooplidad anrine es —para recurrir nuearmente a ratena >rCs
ocoedentaies— ‘erdnciaip jorn no neaesa- ris. dEs danin nucque enda ‘enen’
en su ‘ser’ cs esencialmente relccior nodo con todos ÍSU ásmás-
tentes- .esto■nnlimpiirn oee los ónaos -ciaeidnalc) aoncretoa cean de
eriuraleza neceenria. Podemos com- yraraln enn el juego de aled)az:
Aunqee ÍCS múlOplcs am
tr<p leblero y pircac son ceancialmante normorcs -corso eitio^í^^ de
ynciPlec .movidas). lrc relreinndi enheaetri (moaidrc e^^^^^^^re) :de
ningunr mrnera nbedecen a una .necesidad . Sr ditroetuar andina dene, una
ciara .‘nor^aidqichd* ‘‘ncencialidadO qun, sin em- Oerno, ■puamite uar
gior-voriesdd de ronaretizaciones.
El reeativismo es concebido en Occidente como implicación
gnnidnlógica del relrciomsmo (merifcieo-lógien): yero ir relatividad
(oroaicion^^i^^. pecpectividrd) no es lo macmo que ir ^1^10^11030, ni un
in^^li^^r^o ddeeto do ésta.- La splac-ón órnele) -aunque no na- aesarir) cid
Dios con dl'in^do C-CPPO, por qomplo, no significa que Dios se nualva
‘reiaovo‘ qu qnr ou con<srierientd. dd sea ndo sea

138La inferencia lógica se efectúa mediante la ‘ley de la conversión de posibilidad en


e e i ^- ’ yviceraea í(Nx r »S -P-x) & P-C .<.-d SN-X-1 J la contro^siciPn ^góce: ^PX-CX
p ) ) ) i

■' prearisadetorromfota
b) comrdLposición lógica
c) -x-+-(-N-x) ley de conversión
d) -x—*N-x doble negación
e) x-*Nx sustitución; ésta es la expresión lógica del determinismo.
Utilizo en esta oportunidad los conceptos de ‘necesidad’ y ‘esencialidad’ en el
sentido de. la lógica de los ‘mundos posibles’: algo es ‘necesario’, si existe en todos
los mundos posibles; algo es ‘esencial’, si existe en un cierto mundo posible ÍDOr
eiemolo: en el mundo acmaU de manera inmutable n rrans-temnoral. TJ»
b) -x-»-Px contraposición lógica
c) -x-*-(-N-x) ley de conversión
d) -x—»N-x doble negación
e) x-*Nx sustitución; ésta es la expresión lógica del determinismo.
9
Utilizo en esta oportunidad los conceptos de ‘necesidad' y ‘esencialidad' en el sentido
de. la lógica de los ‘mundos posibles': algo es 'necesario', si existe en todos los
mundos posibles; algo es ‘esencial'; si existe en un cierto mundo posible (por
ejemplo: en el mundo actual) de manera inmutable o trans-temporal. La ‘necesidad'
no es un concepto con referencia temporal, la ‘esencialidad' sí lo es.
Muchos/as autores/as todavía establecen .una equivalencia entre ‘necesidad' e
'inmutabilidad', y entre ‘contingencia', y ‘mutabilidad', lo que, en el fondo, es la
expresión fiel del 'principio de plenitud'.
RELA CIONALIDAD DEL TODO; LCGACK ANDINA 131

(o hasta escéptico). Son completamente compatibles 'la- ■


afirmación de la relacionididd del tod o y la posi edén del-conocí- - miento
no-rele.tioo de ^sias relaciones. CO come Dios puedstenes. un conocimlento
ñores ido y perleelo de algo snnimg ensme impel . ■ femó, tnmbién el ser
humano pu ede nenes on ccnoeimlonto segure y vernadeso de umrelaoión.
na posictón oceidental reflejn el ‘orim cipin de connoturetedad’ que expresa
un peralolismo lógicc-meta fí- cico n nine el orden omtoiegicr c
gncseológlon: ‘cer’ y 'cono cer! (Sein . S Bewasal-Sein) tienen o eo a! londo,
lo er^ií^mo (con) naturaleza ynatura, qusra))0 -
Aplicado eate principio a- lema de la relaclonaliOed y del. relativismo:
como Sr ‘r^^iy^^<d’ t^n.-en^dC^ oeeolóuice es ‘relacnnnat'u cu
nolsuclmionro respvotivu tambien tieee que sar Voladoo” no anee ”n hotoc
un nonocitolento ‘eberdugo’ de ango ‘relocionaU. e ero hay-: que ;poner en -
ota de juicio este peinc-pio romo en fi^j^unoec.. cult^^relj^^^tn de-enoine
dd. soodslsiOn de que el /egea Cd^^di^^^- te ^1 procesu Oe ÍÍ rognitieno
fide-SO) sue repaz de ie-prnsentae. tidedignanpouta ln ‘realKnid’l no as dcl
todo un axlome et^ueeriot^^r . goe. ha mínmc ‘reaHdad’ puedn ear an parte
'panca’ Oinaccesib-o) OÍ . tpges y i- parta ‘transparente’ (alethos) puede
revelarse a la capacidad ‘lógica* dd ser humano gradualmente n de forma
deficiente. El 'principto de connatural‘.dad ’ occidental presupone (corno
‘mito fundacional’ ^^c^c^nc^^^^ee) a a 1iogic-nad’ g ‘ietplibibi-idad: ral al
Ueuc es una' foame de Vinidade dd de la ‘reaiídad ' n su chsrespondienre '
inteíecteolided pereccia del ser Ouncm Qa didldidoO imnitcita OOI almo
numanciltiea tilonotía■andina ‘■eahaza taqto la intaligibilidad

10
' El oreol°ma I1- foedo nuam°nentn tiene que uen eon uea c^ñ/ocedóa oe ta lOlea modal es
dacie ° kunliifloaeión de la necesciias consequenttee [N(p-nq)] een la nececsitas
ccnsequentis I^O1 °° ° Como en til a-a^i- de Otos se supoae qua . su existencia y su
conocimiento [C(d,x)l sean ‘necesarios’ (invariables y eternos), entonces se infiere
(erróneamente) la necesidad del objeto [x] de su conocer: [N(C(d,x))-*Nx], lo que es
la expresión fiel del determinismo (necessitas consequentis). La forma correcta es:
[N(N(C(d,x))-»x))J, donde x se mantiene completamente contingente, a pesar de la
necesidad de su conocimiento por Dios (necessitas consequentiae). El ‘principio de
connaturalidad’ entre sujeto y objeto cognoscitivos, tiene como representante
principal a Parménides, pero fue introducido a la historia posterior por Platón: Lo
necesario (intelecto, noüs) sólo cono-
y su conocimiento [C(d,x)l sean ‘necesarios' (invariables y eternos), entonces se
infiere (erróneamente) la necesidad del objeto (xl de su conocer:
[N(C(d,x))-»Nx], lo que es la expresión fiel del determinismo (necessitas consequentis). La
forma conecta es: [N(N(C(d,x))-»x))], donde x se mantiene completamente
contingente, a pesar de la necesidad de su conocimiento por Dios
(necessitas consequentiae). El 'principio de connaturalidad' entre sujeto y objeto
cognoscitivos, tiene como representante principal a Parménides, pero fue introducido
a la historia posterior por Platón: Lo necesario (intelecto, noús) sólo conoce a lo
necesario (idea, eidos);y lo contingente (sentidos, aisthesis) sólo conoce a lo contingente
(individuos, eikónes).
11 Este principio greco-occidental, expresado antropológicamente en el mono-
psiquismo y la eternidad del alma (intelecto agente), difícilmente podía ser
\3>2 FILOSOFÍA ANDINA

total de la ‘realidad’, como la ‘intelectualidad’ total del ser humano. No


existe ningún paralelismo onto~gnoseo-lógico f porque la cionalidad andina
no ei 'representativa' (Ábbildtbeorie), sino ‘cele- bóativo-oimbólica’.
Eo cuaoto a la pooOberpática deú inmpnontterpp, sopoertamente
implicado por el r^ieoK^^^Psmo, hay qne ^derené, rrn nóúeen lugar, que la
misma distinción entre ‘trascendencia’ e ‘inmanencia’ refleja el modo
occidental ‘diastático’ de yuxtaponer de manera exclusiva dos realidades.
Evidnnrenrenre, re trata úe Ooo ronceprtoneo óorrelatioar : la
‘u^^^dcn^iCnn^^ia’ se define dnegmivaniente) por la ‘idmraencla’,' y
viceversa. En forma muy general (y con excepciones), podemos señalar que.
a rateporia de lo 'trascendente' es' de origen remita, mientras qoc la
rnncepnión (de ia Cdd^nnncra’ concunrcte marocn ei paradigma filosófico
grecorromano. Esto, por ejemplo, se refleja en el modo de ioterorntar la
historia y el 'tiempo eo general: el espirite griego ve el tiempo ramo nc
forma circular (rírlira); el espíritu semita
rama ‘abierto' nc forma ic^^ 1 Scpegtnsinar. Oc n 1 a ‘ímoosible’ sintes sis
mcdieda 1 ose tos dos garadiontos, se plomeó sobre oodo h doile cond^^^óó
O de Dtos , es o U OOÓ e í amáneme, le qm^do de
tas ggi marco de la lógica eodusiviota occidental aO<n nodlo sma em de
manera paradójica.
El inmannctinmo romo una concepción ‘renada’ píe la ‘cnnlipnp’, se
peede presentas de la filosofía ocdinoetnl) de uoa forma
materialista o ídorlistn (las dos refleja o, uo mooismo). El inmaneotismo
mrtnrirlittr reduce la ’reaiidpd' a crr oonjcntp de momentom ‘materiales*
ncc ce ningún momento se ‘^^cient^ep’ c up orincipio reainteno (e eis^mo
(y aue. pop lo ranro, oe cnciare como 'ipe^l^mot^^^^. El icoea’israo, oct PÍ
con'ranai conaidora la 'resUdad' soreg O 1 autpo pespiieone de un principio
'‘^1 (eep1rituf que en nlnaún momento se drnsciendn1 o un principio
disrinto. Ni la lextnriorizaciód , (<r ‘alic- nación*) del espíritu, ni el ‘salto
cualitativo’ de la materia son relaciones realmente ‘trascendentes’ con una
alteridad inconmensurable,

incorporado en la Edad Media a la filosofía cristiana, tal como demuestra la batalla


contra el averroísmo y las condenaciones consecuentes. La concepción de la
‘creación’ Ccreatio ex níhilo) insiste en la ’no-connaturalidad’ fundamental entre
el ‘salto cualitativo' de la materia son relaciones realmente
‘trascendentes' con una alteridad inconmensurable,

incorporado en la Edad Media a la filosofía cristiana, tal como demuestra la batalla


contra el averroísmo y las condenaciones consecuentes. La concepción de la
'creación' (creatio ex nihilo) insiste en la 'no-connaturalidad' fundamental entre
Créador y lo creado, con el corolario gnoseológico de que es posible un conocimiento
contingente (por parte del ser humano) de lo necesario (Dios) [C(x,d) & Ndl y un
conocimiento necesario (por parte de Dios) de lo contingente (lo creado) [N(C(d.x)-
*x)l.
RELACIONALIDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 133

RELACIONALIDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 133

sino ‘momentos inmanentes’ de la misma" dinámica (o dialéctica) del


principio único.139
Aplicando esta problemática occidental a la filosofía andina, no se
puede concebir la dualidad de idealismo y materialismo (ni de trascen»
dericia e inmanencia) simplemente como una disyunción exclusiva. La
filosofía andina es una posición más allá (o más acá) de esta disyuntiva, sin
ser por ésta razón una suerte de ‘monismo neutral*. La relacionalidad
andina no es una ‘totalidad’ hegeliana, ni una ‘trascendencia’ levinasiana,
pero tampoco una ‘inmanencia’ feuerbachiana.
Es cierto que la concepción andina de ‘Dios’ (así como por ejemplo la
concepción índica) no afirma el carácter ‘trascendente’ o ‘absoluto’ (fuera
del mundo; más allá de la ‘realidad’). Como el ‘totalmente Otro’, Dios es
inconcebible y hasta insignificativo para el runa/jaql andino. Nada ni nadie
es ‘totalmente trascendente’ en el sentido de una ‘separación’ ontológica;
pero esto no implica —de acuerdo a la lógica exclusivista (terríum non
datur)— que todo fuera entonces de una u otra manera ‘inmanente’.
Tampoco nada ni nadie es ‘totalmente inmanente’ en el sentido de un
‘aislamiento’ ontológico; todo es trascendente’ e ‘inmanente’ a la vez,
porque todo es relaciona!. En el sentimiento común del ser humano andino,
la ‘inmanencia’ tal vez tenga una cierta predominancia, tanto en las
relaciones interpersonales, éticas y ecológicas, como también cósmicas y
religiosas. Dios es ‘parte’ de la ‘realidad’, más que una entidad más allá de
ella; la otra persona es más ‘parte’ de la red relacional y de la naturaleza
que realmente ‘otro*. Lo común y conmensurable domina sobre la alteridad
y la inconmensurabilidad.140

139 El concepto hegeliano de la ‘totalidad* refleja la condición inmanentista, tanto de su


propio idealismo, como también del materialismo (metafísicamente opuesto).
140Todo tipo de ’alteridad’ o supuesta ‘trascendencia* es absorbido (aufgehoben)
como un momento dialéctico del único principio; cada división es inmanente. Este
modelo coincide con la figura neoplatónica de la ’emanación’, pero no con la contra-
figura de la ‘creación’ que insiste en la ’separación’ trascendente (o la ’diferencia
ontológica’) entre Creador y lo creado, entre el yo y el otro [véase: Lévinas,
Emmanuel (1961; 1987). Totalité et Jnfini: Essaisur TÉxteriorité (Totalidad e ínfl-
12 El concepto hegeliano de la ‘totalidad' refleja la condición inmanentista, tanto de su
propio idealismo, como también del materialismo (metafísicamente opuesto), Todo
tipo de 'alteridad' o supuesta ‘trascendencia' es absorbido (aufgeboben) como un
momento dialéctico del único principio; cada división es inmanente. Este modelo
coincide con la figura neoplatónica de la 'emanación', pero no con la contrafigura de
la ‘creación' que insiste en la 'separación' trascendente (o la 'diferencia ontológica')
entre Creador y lo creado, entre el yo y el otro [véase: Lévinas,
Emmanuel (1961; 1987). Totalíté et Infini: Essai sur l'Éxteríorité (Totalidad e infinito:
Ensayo sobre la Exterioridad). La Haya; Salamanca. 76ss.; 124ss.; 297sJ.

Más adelante discutiré e{ supuesto ‘determinismo' o 'fatalismo' andino. Dentro de los


parámetros occidentales, el progreso histórico y antropológico se suele medir según
el grado de la ‘independización' humana de la naturaleza y de lo divino
(secularización), de la ‘absolütizacióri de las relaciones humanas en general. De este
modo, la manera andina de relacionarse aparece como ‘arcaica', ‘primitiva', 'natural'
y ‘fantástica'.
1 34 FILOSOFÍA ANDIND

Con respecto a la cuestión determinista (necesarianhmo), el


no- resulta muy fcdi a explícita E nn la tradición occidental, -hallamos los
dot pcradiantas: en (predominantemente griego y
helenista) y el coní:iIagerrtidOo (t^J^^dej^it^^nee^^n te eemito-ctiptíanor.
El necesariaeOms es el CÍ^TO^ modal del ‘principio de plenitud’ o 0eí
abaoleto • (equtc■alecnta dc ceroteo n ^ac^^idad),
ooeeo expropióte ecistemoldoica del ‘principio CE connatordiidad*.14 di
00^^6101^0 0eue suc salces eouanptunles en. en volentariemo divino y la
libectdd de la ‘creación’ ex nibÜo 0e tsi iradioión judeo- cristiana, jo que
ne^^rúm dosligai ga tnrnutamiidad trano-letepora1 (‘^^- CEsidad
diadrónica’) de te neceslddC lógtce-melafísire (como ‘in- allereatividpd’).
Aunque 1c mcyce pcrto do 1c filosofía occidental es dominada por la
cnalcoocien la^stnlélicp't Ce la continaoecip como 'mutabilidad ’ ltaec-
lemporal CxljO & P(-xtt2))t, cs novedad isemita’ consiste en 1c
inieodueeión de 1c contingencc tomo ickoenalividcd’ sincrónica ((x(t p P
PltxCtj)»^5
En la filoaofio annans, no ñuta unn r^^ot^u estpndnarel cor «d modelo
,
helenlstc‘ dn la eonti noTOcte d nscosideO. Esto se expresa,
- El conocimiento verdadero es necesario.
- No hay conocimiento verdadero de lo contingente.
- Lo contingente es falso.
15 La ‘contingencia diacronica' o mutabilidad trans-temporal concibe la altematividad
sólo en términos de ‘tiempo': “ahora llueve, pero mañana puede solear”, La
‘contingencia sincrónica' o mutabilidad trans-mundial (transworld changeability)
concibe la alternatividad como posibilidad instantánea, (‘sin-crónlca') de estados co-
posibles (‘mundos posibles'): “ahora llueve, pero [bajo otras circunstancias] hubiera
sido posible que ahora no llueva". ,
RCLCCIONAUDAD DE L TOD O; LÓGICA -INDINA U3

por ejemplo, en ia concepción cíclica del -tiempo, en el desconocí- miento


páns-h^piár^icc^) de la noción de la ‘creación’16 y en las múltí- llec fonm;^s
cómo ei eunn/jac^i inleif reta tos acoetecimientoe cósmi- cor, eoiialee y
agrícolos, como mancfestación O e un falloec jue: ce oatá en tce en anos dal
ser humano, ni eoaee individuo, ni co)mo rclecte viOad. Este supueoto
’fatansmo’ andOio, s-n ambaro, no es -Oéntlco'al n^e^Lrianicooo
lógicjtmefCaico tP ecnénidca), ni c. lot Ootecmoecmoc racionalista
(tpinozaC y niatehalinta (d’HolbashO ’e Oocédante. Tanto el concfpto de d
‘libeftnd’, coma el do id ‘Of^t^n^^^sulh’ tiaoen su origen, cn la CCeeofía
peeideniei; O°r II-PCIIO, ae requiere Pe tnf 'hese munéutina diatópica’ mun
nuidaclota oare ancoetrar y ^feder a vabafidad los ‘ehdiv^setes
homoornóificos’ en la Oiiosohe andino. Voy e replenle^ el acunto dentro do
le antceeoiogia . ética andinas.17
El priodipih de o^id^to^ad^ac^ Umblén Olaba que veo con lo 're-
laotóo gnoonolóolcfte ha fhodi^l^^ ocak^^^tol axhoesa tu conoepcidn
'diastálice’ ante todo con respecto a ie áeiaeión entee el lu’eto y el oojeto
qgoteológicoo: lo tetoeión cognaocitiva ne una re-ociód de e^^t^^t^^^^ij^’
entre realiCntes blSuccedeo El ^^c^^o^eoiú^cto OedomenolOgino do vho
aoda aonciencia fuera ‘conciencia de' Gotaovihoolidod) oo supeon neon
eoddicion’ siho eólo 1 v Om^^a^^t^ Máte adelaota, vhy o disdutir o foodh
al dhooapth del ‘sajath’ y 1O lo
Aquí sólo quéerb sarhlas que Orí rblaaionalidaO chonosod
dha andinv no oseoo pone una ‘(hOal^Oo eniie un sujeto conocedye o
eooeieto conocid’.
Eli ‘vonocíimento’ es una e^^^ri^odio iotagrol y colectiva qua oh selh
‘trasciende’ al indivfduOj sino O l ‘sujeto* como tal No sohí sde- 0^1;^ co
iiecr seti fiitela d^stosis oncideerare 'se’ y 'conacer'. Vara O- ru na/ieqi, la
‘cealidadf no-oumana ho rc en dato b ruto, eo simple noumenen n^^lat^r^o.
’mo tieoe oatl cier sapernaiel (cogeosie- iivo) en si mismo. Para Cecirlo ÓC
una manara paranólIca (en categco rías occidentales): la ‘realidad’ nos
conoce en ella, y nosotros conocemos a la ‘realidad’ en nosotros; tanto
‘sujeto’ como ‘objeto’ poseen intelectualidad, o mejor dicho:
sapiencialidad.
La ‘realidad’ es subjetivo-objetiva, cognoscente y conocida; tiene la
característica que Jaspers llamó la dimensión del Umgreifendes (‘trans-
céptual’ en vez de ‘con-ceptual’).
categorías occidentales): la ‘realidad' nos conoce en ella, y nosotros
conocemos a la ‘realidad' en nosotros; tanto ‘sujeto' como ‘objeto' poseen
intelectualidad, o mejor dicho: sapiencialidad.
La ‘realidad' es subjetivo-objetiva, cognoscente y conocida; tiene la
característica que Jaspers llamó la dimensión del Umgreifendes (‘trans-
ceptual' en vez de ‘con-ceptual').

16 Acerca de este punto controversial, véase las explicaciones en el capítulo 9.3.


17 En especial en los capítulos 7.3-, 7.5. y 8.3.
136 FILOSO FIA A N DINA

5.3. El principio de correspondencia

La'relacionalidad'del todo; este,príncipió báskxHaxioma) de la filo-- sofía-


ándina, se desglosa ymanifiesta en una-serie de principios ‘derivados o
secundarios’, de acuerdo a ia naasraleza de lo ‘relccioosiidad’ qoe-satá en
¡regó. Cierno primor ‘principio dcrivaOo’, menciono ni de la cofctsponden
oía. Este ncidcipio dice, en fonró- generad, o ue los r^istir^l^^í; aspertor ,
regiones o campos déla ‘roaUdad’ se cotsespsor Oen da una macera
ám^cmir^sc. ‘Corranpoadencia’ iro ee te mismo que 'conaatcrclidc d’ o
‘equivalencia’, ni ‘identidad’ o ‘mediación’. Lt rarictadifCd oceidantal sata
ir concebir ÍO relacoonciincd de ’O ‘realidad’ -como rasgo ceccndasio con
reapapto a la ‘ructancialidcd’o md- cUantd laa calorías gcoa eológ fcas de
neme janee, adpnu adón. klenti- oad y dieeredcia, eo medianas las categorías
lodrars °e equivalencia, imclicecipn, derivación o erdusten.
df parradas tccklen-aler son ’e metbexis pla-ómca, la adacquatio re- et
L

fo^hr’ tcnmiana, ‘O ’idantidad-en^iferencia’ ho^hane y -e dis^nrcten


ecetasiar &ereaaeardianr. n n r1 plan o fírd eo, lo yidtc^ro^^^elds^<e rdactenal
se exprrsc y^i^dáí^¡noioniont^ en la s^u-c^^ds^d; aunque rauso y efecto ‘re
oorrespondenr la obttcuwkd ende eUos ce de pm a ° ariMdad cauna' ^t
undado, y te paehiited afecdioda pcr oleo fndo (muy simHar a te’ mnlhexis
pía tónica erda mtáos y cnsa concreta).
‘Correspoo^oc’a’ (con + respondere) eiímoiógtcrmenle iídphca uoa
roiretecten, OS a relacten nostus y bid n•ccctdnrt ero ice dos ‘ecm- nos’ de te
‘fccl'da^ Tambtén en la’lorofír naai dentcC portemos cícr- atei- hueUas de1
prmapte da corcornonLcncia. Los pira^rieoS 0 por ejemplo, a^fiea^^^ eaíd
perncipte feEriéndoee a te eetec:ión peten lo (equeno Ornean) y te
(TUO0.^.), rmírc te drcnlaaión sooguínea
d
los menimientos eatener, enhre te armooia musied y e 1 reewrito de los
planetas. La expresión pitagórica de esta relacionalidad es como sigue-, “tal
en lo grande, tal en lo pequeño” (isomorfismo cósmico).
Este mismo principio fue reivindicado por la medicina (homeopatía) y
ástrología. La homeopatía establece una ‘correspondencia’ entre el tipo de
enfermedad, el modo de curar y el medicamento adecuado (Hipócrates,
Paracelso, Hahnemann): ya según Hipócrates planetas. La expresión
pitagórica de esta relacionalidad es como sigue-, “tal en lo grande, tal en lo
pequeño” (isomorfismo cósmico).
Este mismo principio fue reivindicado por la medicina (homeopatía) y
ástrología. La homeopatía establece una ‘correspondencia' entre el tipo de
enfermedad, el modo de curar y el medicamento adecuado (Hipócrates,
Paracelso, Hahnemann); ya según Hipócrates de Cos, la enfermedad
(pathía) es causada por sustancias similares (homeios) a ella, y es por éstas
por las que el enfermo recupera la salud (simile simili curatur). Además, la
dosis del medicamento es
REEACIONALIDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 13 7

tan mínima, que su proporcin it co n Ia enfermad ad es como la rela- dón-


entre, oó orcmi-nap erifeame o' cl cosmos CH-óneoraon). La a.<- Ooloara
plomea uno coarespondencio nono la constelación cócmics (macro-cosmos)
de los astros yPan sl^^-ocO^^^r personster, aociileo y nnsni c^e^ó^Iooi.y^^
clp-ck^ío hcma-nn (mícoo-coymos). Ei cofttpn de. tos cueipn s coleqtea an
Is poique p el erncolsmo numanosS seoún Ui oatrolc fía no eo. Oo tipn
fisico-caesal, oino nimbóH co-representativo.
El principio de ‘correspondencia’ pone en io Io de Idcio la voli- Pny
universal IPII pOncipio de cauooIided ^^^ic^ierncI. Cio eolamonte u divei
de la .reiacionalldoO' humen a, sino también de ias re ¡aciones ‘física d en
tro-d.I-orenSes no iteo^c de l no usaO Ida d o c unr
de
las múdiplns ^c^^on. do relación,- yero ce lujos (O únioo n eiCn desrecable.
Lu relación pntrr ceure y efeeo, n peser de tener ce nexo is ‘€^06^:13 ec
urea 0^^:0011113 dp ‘coiresnondencic’: eo
nnene Coiier noxc odcsan eme doc rrOplP totalmente lncpomeddurebles e
‘incorrespondientes’.141 .
_ On algo; ec físiuc concemporenea nos eCinene una .problemática
simelen el up^irsc^if^^o de ‘lndetdsminactdn’ eHeiseobergX pe
dels.tívi<Ocd’ lElnsiPlpO o Ia ‘teorío reántica’ no eco coeptoroin la
valiqpz
enionrecrd ees cseca ir^p-d^^^pn^a e'dc la'geornceia euslídíce c sOooque
cstablecero ena deita ‘ceroespondopc^ entre ios Oepómcnos (micro- o

141 10 ta metafísica clásica expresa esta ‘correspondencia’ básica de causa y efecto


mediante? une neoie de axiomas:■ _ ■
a. Principio del ex-nihilo-nihil-fit [connaturalidad ontológica].
b. Principio de que nada es causa sui [causalidad extrínseca].
c. Principio de magnitud [cada causa es mayor que su efecto].
d. Principio de prioridad ontológica y temporal de la causa [prioridad].
Sin embargo, so train (Ce plaractqrístictpr qce spboapan■Cp unldírencionalidadde la
relación causal y excluyen a priori la bidireccíonalidad (que es fundamental para la
correspondencia).
Cabe decir que los empiristas británicos (Locke, Hume) negaron el nexo de
‘contigüidad’ real entre causa y efecto; ‘causalidad' para Locke es una relación entre
ideas, una construcción mental, y para Hume es la experiencia de una conjunción
constante, fruto de la costumbre y del hábito.
19
Javier Medina trata de aplicar la física cuántica a la cosmovisión andina: Medina,
REEACIONALIDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 13 7

macro-)físicos y el punto de vista subjetivo del observador. 142 A pesar

142--------------------------—---------_______tj_________________________
Cabe decir que los em piristas británicos (Locke, H um e) negaron el nexo de ‘contigüidad' real entre
causa y efecto; ‘causalidad' para Locke es una relación entre ideas, una construcción m ental, y para H
um e es la experiencia de una conjunción constante, fruto de la costum bre y del hábito.
19 Javier M edina trata de aplicar la física cuántica a la cosm ovisión andina: Medina, Javier (2003). “P
erspectiva m etacultural para analizar las definiciones de Interculturalidad: La Civilización occidental y
la Civilización am erindia”. En: Idem. Diálogo de Sordos: Occidente e Indianidad: Una aproxim ación
conceptual a la educación intercultural y bilingüe en Bolivia, la Paz: CEBIAE. 140-171.
138 FILOSOFÍA ANDINA

de estos paradigmas ‘heterodoxos’, la tradición occidental viene coi- tivando


«ubre .lodo dna interpretaaión-cuantitadva, causal O matemática
dclíism.dttiaúit reiacionesnOo ciencia moderan atrojo la tutes io del
póoitívismo ^^•dentificint^v>:t pretende dcrovairar on ’deaermi-
nioroo:.científica vn- lo fíricv y roctnl CmenCníca po-ftivc’), univcnaa-
iioando-.ia ceontifieabiridad e mdrematimebilidad a todas- las ramas del
qurtieceo humano.
EJO le fi^^soíSa o^<Oina, al.orinctpio t^t^ieoroon^eocia inoluye
ñeros rrlocianafas de tipo cnattfotivo, simbóiice t celelftarivo, oOual n
afee^t^^tir No o mate,, sin emoreon, de uuo correlncrón analono-pro-
oerctona 1, nal come la postula la i/mOdon enít.medieval, riño de ona
cocaUacíón simbOliort-(^nS)psesonnltioa. le ^^^^Oa. iaOeormrricona ote la
vertiente ‘innoiturada ' considera cnmo rasgo Vuedamental de ir eidurin
'autóctono ta 'mediaeión smibóCivo', e nn ta nruV iacivn uon- ceo-
ooSOScannone,-Kniooh, CuüeeO Esto temPOen ^ompme , en. foome
orprcifica, a la vabiduria andino: ir naecrrieco Un ió ‘corres-vndonvia', en ei
fondo,, es ‘rimbólica’, y no O-COVC o ñEc^re^c^i. El ‘srminc-o’ rnncrein
a'orrc.fnoodf r OÓ simboiicano, pornue ln .‘verumu’ Ccendf doo podríamos
deon si el 20 no ^^S^SV^S^C^)^C> en fono a
oon-
derrud, Ua 'prevnncia vorrOUrOeO no uv unn vepnesentacion
Ocogno-e--ivar, sino una. 'pros^^oat^^^o* cup generó que tiene SO pon*
oótC^^ ica de eficacia no-casual.
El p^^^á^i^ do . cn^-ornnndoncír ro mmOiorte oo le OilereOta andina
S todo nloei o en toder oes cnlegorias , Eo primea tugar, deorrine dO tipo de
ceio oiód que' o testo entra muero- O micro-cosmos: “ta- ee Ov grauoio, -a’
en de requaot” . Le ‘reniídad’ re s-eloc de -ao eoferns críese tos (hanaq o
írCeufvtc£i^? ccorespondc'a Va ‘realidad’ terrenal fUí^^o e la odrean y
haeta a OOS'^Cr^a^c^^s irára-torre nales (ukbu o manqba h>aeha). Pero
umbion eay seroerpoddeneio entre io cósmico y home- no, io honro no e có-
0umrno, lo orgáoteo e ínorgánieo, la vitó ao amiente, lo bueno y malo, lo
divino y humano, etc. El principio de correspondencia es de validez
universal, tanto en la gnoseología, la cosmología, la antropología, como en la
política y ética. Cuando me

20
Éste es un ejemplo de la superposición de términos y la hegemonía posterior de uno de
ellos. Symbolon y conceptus etimológicamente tienen una misma raíz.
138 FILOSOFÍA ANDINA

Posteriormente, el término conceptus se impuso en un sentido netamente


bueno y malo, lo divino y humano, etc. El principio de correspondencia es
de validez universal, tanto en la gnoseología, la cosmología, la antropología,
como en la política y ética. Cuando me

20 Éste es u n ejem plo de la superposición de térm inos y la hegemonía posterior de u no de ellos.


Symbolon y conceptus etim ológicam ente tienen una misma raíz.

P osteriorm ente, el térm ino conceptus se im puso en u n sentido netamente


- intélectualista, relacionado con el eidos y el noém a platónicos (de edein y noein,
> respectivam ente: operaciones em inentem ente intelectuales). Symbolon desapareció prácticam
ente del cam po epistém ico y fue reivindicado por lo religioso (el Symbolon de la fe).
RELACION ALIDAD DEL TODO: LÓGICA A N DINA 139

toque explicitar algunos de estos icmpos, vercmos cómo Tucaona’' el


principio de conespondencia in concreto.

5.4. El principio de complementariedad

El nripdinio Po complemnnearipep d es lo es^<cd^id^cP5n de 1 es princi-


pios -de correspondencia y relacionslidad. Niegún ‘enie* y ninguna OCCOOS
eciste 'monCeicenseoiet sine cieoipre en eoxcxisteneia cen su complemento
esmesOiso. EEie ‘comclmmcnto’ 'non-c p+nueC as e 1 ele- mecto-que
recién'haee plaño* o ‘completo’ ao ciemento correscon- dien-e. in la Pslca
contemporánea, ci prinoeio de complemndtariedad dsmnbe, spent- Nipls
Bohr, la diferencia -le las estrueiuras fenoménicas Oe entidaden
nemo^^KUP SelecPones , protonec» neu-sonns), de acuerdo e ‘u 'r^iesi,ip
do ysdatelrnlnoolOn’ C^C^Í^^J^ÍO<^Í^'^. SOS den propíedadis
‘compieosentarias' Op on eiomróe —sti msnifestación como perá—l u o^d-
—recn ltan de dos sidtemas PP medl-lón incpmpeebics. El prip- ci-io dc
pompleíoenloriedan en In físi-a euna- E’ uso de ios concepe sos foimilns qui
selo nuede per mee-preiado matomsllcalnente) poro Cue cocs cconstblm
‘otsjeyoamento’. gg tc FOOJOÍÍO indine, tampeco p-elemos nrblar Oc iros
‘mo^jmdad’ do epee nonripio, porpua tras- miendm tanco el concepto pe
‘objeto’ isoes de ’SPSI^^^Í^’. P ero cl ca- eáuton mteipretadve predo^onante
no en el motearático.
m
principio de complementariedad es perfectamente compatible con lc
nngadton de pd scstacclalidao ep -1 sentido de nr- 'ente existente en y0 'c^r sp
mismo’ ’dro- pope ni -n -n cp^tfidni- Ningún ‘^^l-’ e acontecicúecto
punfeular es u na ent fead complcia, sido qee eefse —ent- hab-n sin
tértnrnsn -enide-ta^— de un- ‘deñnienda onto—ics’, es decin es em ni fondc
-n 'no-ente- un ‘eada’. Nuevamente veme’ 'en darishd que^ora eq eontneo£:
uedmo, ni ‘indivtáuo’ outoco^sg y separado, en el fondo, es ‘vano’ (doxao
maya, como diría ia tradición índica) e ‘incompleto’ (un ente a medias). 143
Recién en conjunto con su ‘complemento’, la entidad particular se convierte
en un totum, o

143 Algo parecido, pero a otro nivel, plantea el hilemorfismo aristotélico: materia sin
forma, y forma sin materia es ‘incompleta’ y, por lo tanto, inexistente. El ‘ente cnn?
nlpto' fia fimtínv ciudn ‘cii«ran/~ia inrtí-vtrtiPC la mr>/'rpti v
claridad que, para el runa/jaqi andino, el ‘individuo' autónomo y separado,
en el fondo, es ‘vano' (doxa o maya, como diría la tradición índica) e
‘incompleto' (un ente a medias).21 Recién en conjunto con su
‘complemento', la entidad particular se convierte en un totum, o

21 Algo parecido, pero a otro nivel, plantea el hilemorfismo aristotélico: materia sin
forma, y forma sin materia es ‘incompleta' y, por lo tanto, inexistente. El ‘ente
completo' (la deuteri: ousia o ‘sustancia individual!) es la co-existencia concreta y
particular de estos dos principios complementarios. Sólo que la filosofía andina sube
aún un nivel ontologico más: también esta ‘sustancia individual' aristotélica a su vez
es ‘incompleta' y requiere de su complemento para llegar a ser un ente concreto
(concrescere), con un cierto grado de ‘sub-sistencia'.
■140 FILO SOFÍA: ANDI N A

mejor dicho. . La tradición occidental tiende a identificar lo


‘particular’ (pars) con lo ‘completo’ (totas), no-en el sentido .de. un
nmcrnpoo roto, sino d e nn pcrrssiwcotn m. Lo filosofí a anUna insiste en til
significado llleral (de t “particular": se trate de una “pa rte’ neeesa- ■ria y
cómeteme nutria, que’ee “nredra, junto a; otra ’na rte \ a.una -end- rlsO
‘cotap i ta’ o ‘cnmntemen. -
Por eeo, ja fcontraparte’ TGeges-TeiDd) nn ‘d^te’ ete es su ^on-
traeuettcl ’Plegen-Sate) sí)o se ‘co-nplomtntof ec^rTerpc^^^iont^^ le-i
prescindídie. El principio de comvlemr-rarieVcO andino cuestiona
entonces , C e una u otra manera, la -etidez ^r^ive^al del pOnóipío IÓCÍCS
oap ids nari 0e la no-ccntradínción {potnciotum contrarictianie). Para la
lóaicz exclude ne OcaiOento, una poopvcición so puede ser veadpdezs o
FÍISC a le vez r en el mismo seatído; so trate entancon de uca eoorraOicción
for mal I-PIP ^-^l y no mvtorial (ieccm- potibnidod de co-teninc)?2 Este prin
cípin tambco^ pene m coroca- rin -netafííico: -n.ente no o-ede COÍS-ÍZ -a nn
enlooir o -C vez. vi sro otro ente al mismo tiempo.
El orincioio dn c^i^i^nt^^at -inne doc deripodos:
o! eriocipl- de IdeoPdnC (pnionipium saenrtitnrtsO y d OiOOcípió c-l tercer
^;e(^^^ióci npmncipsum t&mü coc s^^^nc). El p-incipie ríe áOentí- dd
encaci^ ia . cvincidevcie de o n ente cnnripo V^Í^^O, n'su difecee- cia (no-
identidade cop cuaOquier entn diotlvto; 2) o cn foama Cngica, ia lOonddad
propesieionaI de un oolo ooior ÍÓOÍCO. El principio del tercer excluido
afirma la exclusividad mutua de los valores lógicos (verdad y falsedad): una
proposición es o bien verdadera o .bien falsa, r ero eto existo ernu tercera pos
ibílidr d ótauto vdrdadera eumo folsu; ni verdadura ni falsa). Esoes'-tres
ponui puse ron i a baso de ir ' roclonelidad de exdúsidn oucidouLtal, o la
racíonslidad bivalorade Ssókr dos valores lógicos).
RELACIONALINAA DEL TODO: LÓGICA ANDINA - "141

El principio de comptemedibriePba 00^.1^ tu iceluvido Pe Irs


‘opuestos’ c(^onpl-/menianos en un ‘ente’ completo e integral. Tertium
dalur eoivte unu tercera posrbiildad mes alls ó st U a a^^^^^iose sonttrieic-
tdtiu, d vou: la relacvi^^^ complementaria. Un acontecimiento,
sentimiento o pensamiento como eniicbd úuegaal es este ‘tercio’ como
síntesis de algo (posición) y de su 'opuesto’ (contra-fdvieidor. Vemos uquí
nouóameece l a tu miHaridad rue er paraOignea orientai s est^^d^l^- evenre
too eO eOingt eb‘libro.de las ; trenasormacionea' uofeta de la Potiguo Chiua.
Lo comyieofenmaiebad de ■rongy Yanes eO principio dscabmenbtl PO tu
inbliabp y PO vuv múltieiov ttbovfdtmbeioces. 'El 'símbolo, del círculo con
sus do s^^aO^e e prmnlrmeutai•igs ■ y córreiau- aOs de ylPvr(oscuboJ
pasioo, aecIenigo) y ytíitrchro, activo, maom lb no) -te constituye- de erl
manera que - cada upa. de tes partes a la vez ‘contiene’ su ‘eontraparte* o
‘opuestoEl sindogo Necdhcm caractte • rioó este peneámientQ ohmo como
en ■lpensarciunto 00X16^)0’p o Gsa-et 1 Ó reaiióriN en la fórmub ‘todo e n
d cosmos es es cosmos'.144
El pocvbmiectd (unto orienta! cooro oedipo y ponpider a
b ‘con<raeKióión’ (Wtáersprucb.)como una ‘epntruppeteión’ ^^eneate) de dos
posfoiones1 mduídas' p meg.’a’as m un ‘todo’ quc comieDo
l
es0oí■óolemen1os, particutaues y parciaks. Como d^erene ia 1 rrce<atnls
ectte b ibecionallrblpi orionta1 yci^í^ay y andme pardo meroiondr (fae- tr do le
mucho qro eumpastan) la s^oionte: para b fÜordfb e^ou, la
^^^mpleme^t^^^0^^’ ppóeicipclal se reatiza melante la meditación y b mívtieb,
es deck s mediant s..un.proceso vnoseorógtró ^terarsabional.

1444s Gramo, Marcri Q934). La penséc chíooiseParís: Ro netas arlgrl duüvr e.


Neophum, JOVOP (1954). ¿Science and Civilisation in Chhnc The Coiios o/Chsna. C uols. ^odbrid^:
C

Uyiveavitg Press.
Au farnHiarldad pol penbaoiaanio onentg1 ccdinor oou disfiidsbfíbs autpatonra de Ábya Yale
propuplemena.s ticns (entoe otrer) carácter geieua iOgrPd ; ractal y. sódétieumnnte , es
oer ^moro tod^ena <duAr^^^ca ote no lecrho er rúos^^ con o 1 cut huma a o do1
Oriomo bcipno (fnpbamldtnnta■MorgbligA Los babaspo s eobro be stbdaev
mís1brirales ^•ltereoitiinenialvs en ta ¿poua gbaud pa^eecai ep^dpriiblt tas toete
oidd>-lidgüvtieuv y filosófícaSi
142 FILOSOFÍA ANDINA

Para la filosofía andina, más se trata de una ‘mediación celebrativa’, es decir:


las posiciones complementarias llegan realmente a complementarse
(integrarse) en y a través del ritual celebrativo, mediante un proceso
‘pragmático’ (acción) de integración simbólica.
No es que la filosofía andina niegue por completo el principio de no-
contradicción; en Occidente, la ‘contradicción’ formal es concebida como
‘absoluta’ o exclusiva de tal manera que el uno (A) excluye al otro (B), y
viceversa: [(A—>-B) & (B—*-A)]. La filosofía andina interpreta la
‘contradicción’ formal como ‘contrariedad’ material: A es distinto de B, y B
es distinto de A, pero A y B pueden ‘coexistir’ (con- posibilidad) como
partes complementarias de una tercera entidad, que es recién un ‘todo’ (ente)
en sentido estricto.145
Cielo y tierra, sol y luna, claro y oscuro, verdad y falsedad, día y noche,
bien y mal, masculino y femenino para el runa/jaqi no son contraposiciones
excluyentes, sino complementos necesarios para la afirmación de una
entidad ‘superior’ e integral. El principio de complementariedad se
manifiesta a todo nivel y en todos los ámbitos de la vida, tanto en las
dimensiones cósmicas, antropológicas, como éticas y sociales. El ideal
andino no.es el ‘extremo’, uno de dos ‘opuestos’, sirio la integración
armoniosa de .los dos.
Pero no hay que pensar en el modelo de la virtud aristotélica como el
‘medio’ (mesotes) entre dos extremos (akhrotes), sino más bien en la figura
heraclitánea de la entidad (unidad) como ‘unión dinámica de los opuestos’,
tal como se expresa en uno de sus fragmentos: “Los hombres no comprenden
que lo diferente concierta consigo mismo y que entre los contrarios haya una
armonía recíproca, como la del arco y la lira” (Fragmentos 51)- 146 Heráclito
es considerado el padre del pensamiento dialéctico en Occidente, el
predecesor de Hegel, pero más que todo de Marx y Engels y su
‘materialismo dialéctico’. La concepción del ser como ‘lucha’ incesable
entre fuerzas opuestas es el paradigma filosófico para la dialéctica
occidental.

145 Es interesante que ; la ‘contrariedad’ en la lógica occidental sólo se da (a nivel


146proposicional) mediante la cuantificación, pero no a nivel de la cualidad (afirma-
ción y negación), donde rige el principium tertii non datur. La 'contrariedad' en cierto
sentido es el tercio’ intermedio entre la plena identidad (A « A) y contradicción (A &
-A). La ‘suma’ de dos proposiciones contrarias de cualidad distinta
como ‘lucha' incesable entre fuerzas opuestas es el paradigma filosófico
para la dialéctica occidental.

25
Es interesante que i la ‘contrariedad' en la lógica occidental sólo se da (a nivel
proposicional) mediante la cuantificación, pero no a nivel de la cualidad (afirmación
y negación), donde rige el principium tertii non datur. La 'contrariedad' en cierto
sentido es el'tercio' intermedio entre la plena identidad (A • A) y contradicción (A & -
A). La ‘suma' de dos proposiciones contrarias de cualidad distinta (‘algunos A son B';
‘algunos A no son B') da una ‘totalidad', una proposición universal con un predicado
disyuntivo ('todos los A son B o no B').
26
Diels, Hermann y kranz, Walter (19526). Die Fragmente der Vorsokratiker. Berlín.
Véase también: Barnes, Jonathan (1992). Los presocráticos. Madrid: Cátedra.
RELACIOAALIDAD DE L TOD O: LÓA CAA ANDINA 14 3

Es preciso ver entonces de más cerca la familiaridad de la filosofía


an^^a ásodoe todo con teseecto'al priecíoe de complernen- t^tnd^d) con ei
oensamienic díalCcrico. occiOental. Ea realiáee, hay maahoe indictoe qco
perml-en cc^-^^^or ia racionalidad andina como ‘dialéctica’, tanto por la
estrnctura subyacente de ‘concebir’ la reai -idaO, nomo por ta abundaneio
de indicaciones fcno menotóncias. MIP ahs cr ha escrito sobre io oriolenaia
airdiea', el modo conflictivo éa v^-cia ranto an relación con la naturelaze
(una ■todogccOa y rcn elimo muy ncctilesV ocme en relación con la
convivencia social.
Uno ooede referir O fenómrnor como Túpaq Amana y ‘SenOeno
Luminoso’ eri et Perú, el m^^^ii^it^ro^do indigenista eo EcuaOon o ‘Túpaq
Kauri’ en Hay que meociooce 1c ‘cultura de aioleocic’ casi
geoecaUzada eo rnucnae partee ale loe Anaee, corno taediéo eo las
darcladas ae las graoaee ciudadee. Ao hace falta hacer refereocia al
‘marxismo coOmo’ sui generis de Mariátegui y la rca-lda<r social
coofUctiva, corno c-orcce, por ejemp Ce, en la obra Cia raria de e<roé
Aogfu argueCas? 7 Da. todas maseras, haf qcc gfeguntarse ei acto Corma
‘dcaióctioa’ de nivia ’a rociidad oo vndóg ena, o ral vez oi pnoioeto co la
covflintivldcd craduclcte U partic dei chcfuu au Rural, social, ét- ecco y
económico e raíz Oa fa Conquista.
FiroeóOicnrneote, l- dialéctics occiaeotsl (iae-litta o m-teri-lista)
presupone la nornsaiividad ontoiogcca e histórica de un cierto logos suda-
cente idia + legein) qae oacilc eotee ‘poaicio^^^t hnthgVnichs. p-r- devenlá
en y - ae ellas lo que , en eC fondo, es . L- filcscfis
codioc es oretcomante ‘dialectica’ on el sentido qp quo no comidera 147

147 Entre muchac oeraCl morictonamoá las s^ientes o bras:


Mariáteguo Jozé Carlos (1968). Siete Ensayos de Interpretación de le eeoUdadpe-
tera cna. Lbna. .
Idem (1974). Temas de nuestra América. Lima.
Idem (1979). “El problema de las razas en América Latina”. En: Ideología y Políti-
ca. Lima.
Arguedas, José María (1958). Los ríos profundos. Buenos Aires.
Idem (1964). Todas las sangres. Buenos Aires.
Idem (1971). El zorro de arriba y el zorro de abajo. Buenos Aires.
Flores Galindo, Alberto (1979). "Marxismo y-sociedad andina: Derrotas de un
malcn-
Idem (1979). “El problem a de las razas en América Latina”. En: Ideología y Política. Lima.
Arguedas, José María (1958). Los ríos profundos. Buenos Aires.
Idem (1964). Todas ¡as sangres. Buenos Aires.
Idem (1971). El zorro de arriba y el zorro de abajo. Buenos Aires.
Flores Galindo, Alberto (1979). “Marxismo y-sociedad andina: Derrotas de un malentendido”. En:
Allpancbis 14. 139-143.
Saladino García, Alberto (1983). Indigenism o y m arxism o en Am érica Latina. M éxico.
Urbano, H enrique (com p.) (1991). Poder y violencia en los Andes. Cusco.
444 FILOSOFÍA ANDINA

la ‘contradicción’ como la paralización de todo proceso tran^Rírn^^- óoo


como ‘callejón tin saliOa’ lnsoe° y ontol óomo ; sino como ‘dinamización’
de la realidad. Los opuestos son ‘momeoios’, o; mejor dicho: ‘enres
tEe^^^^^^rs^ e mcrmetelos’ ep un proceco que tiene que llegar a lis
‘compiemónlócinn eintCticai.
Sin embargo, hay que mencionar algunas diferencss claves entre la
fOosofia aoCina y la dialéctica occidental. On primer lugar, la ‘dialéctica'
andina no es ia lógica: ocutiada de n n principi P universal n óecescsio lospír
i tu o materia) qes sn ‘reniiza’ óe y a través dé estos ‘momentos’ dialécticos-
La reiacionalidad andina no es un principio (arjé) ontelógroo ni iógico Ó n
d nentidd de la ^ó^oc^^ld
dcd oeaidental. En togundo lugan te ’stnlesls‘ no es la'AufCabunc Ctalao
tico de ios posiciones antagónicar ítesfc y aofftesis); ios comple- móntos en
ecntiO o nudios no ron ‘poriciones’ abstractas n logo- i^íOrl^ii^í^í^, sin o
experiencias parctalen de la ‘reai’dsd’. Y tampoce n on gmtfi-^^icioac’ en
os- sentirlo On írseooncifiaciOn coc-onag se raqu-eroo ócutoamcnt:e ! no
romo ‘motor ‘tóm’co’ pana etevarse a oro nive f, riño ‘aso concretarse en os
mismo mvek Lé supuersa ‘sn^^^^ír’ diataCl ^a de loe somclascsnter no es
dgo ^roiste a sos comp'ómnntos mismos; ertos ni aó hüe^a’ pon m PÓ
‘concriónri oo, o1 re ‘elevan’ a una posición superior
Er tercer ’ugas te’ diatéctica’ andina mc noreparte nn absokito-te
coneepctóo : progcerteta’ ‘inherente a! pt^r^^^a^omo diatéretep oeddootd. an
e 1 fondo, lo ‘ diteccttea1 andina eo rcucao ntec crcCoca que dmámi- ea, otes
heoaclftanee .quc ^genóos. ‘a aomplementarié^0 no es e‘ ruauk^o Cc un
‘proauoo’ dtelécíico, smo la expresión ‘(hatédtica’ de te eeteciondtáad
s
uogamep-al an&no. Esto no quiera degú qoc la ‘üoséfíó anchoo oo crnozca
orngún tipo nle poiceso; pero no se teota de un procc so ‘rintétioo’ do
oompostetón, smo'orás <u^■lccos- formación de entidades complementarias
y complementadas, es decir: un cambio de relaciones dentro del marco a
priori (o trascendental) de la reiacionalidad.
El pensamiento dialéctico occidental tiene dos presupuestos prin-
cipales: la únidireccionalidad y progresividad del proceso dialéctico. La
inversión o reversibilidad de esta dinámica (‘dialéctica negativa’) es
prácticamente imposible, v todo apunta a una Aufhebuns
El pensamiento dialéctico occidental tiene dos presupuestos
principales-. la unidireccionalidad y progresividad del proceso dialéctico. La
inversión o reversibilidad de esta dinámica (‘dialéctica negativa') es
prácticamente imposible, y todo apunta a una Aufhebung de toda dialéctica
(en un estado utópico ideal, sea de forma con- ceptual- espiritual o social-
material). La filosofía andina no comparte ni la progresividad, ni la
unidireccionalidad de la historia y del
RELACIONAUDAD DEL TODO: LÓGICA ANDINA 145

proceso cósmico. Defiende una suerte de ciclicidad periódica que quizá


UimbDn haya sostenido Heraclito (en continuación creativa de
Empédocles). El pazadigmn tilosofise ondino n'rerca de la navcsolnza es
m
uo distintu ol orcidemal, irclurice
al dialéctico.28

5.5. El principio d e reciprocidad

El principio de cz^i^i^í^í^z^onctenzir^í^n expresa o nivel pt^rg^^^^ioo y


ético como ‘principio de reciprocidad’: c cada acto correspoede corno con-
tribución ánmoepe^m^^sir un salo sac^lo^i^o)^. gríesieie no zólo
rige es lrz ' interrelaciones hemsozs (sntre pzssozas o grupos), sies oo cada
Upo ds Intercesión, sea-esta intre-hemrna l ent re r ee hemany s ^^t^e^irza. o
rea entre ser ee^moo y )o divino . El pt^i^oi^io de reoipruoidrC es
unidurrelreante váiiUy y reve la un roseo m^r imoorn tcn er de lo fH osois
andina: is gtlce no es u n esrcso li mitado r sey Ze monr y ss a ctee r, emo
qee slms dimzesiones uósmieoe: Crn srz- rhr cazón sc puede habtas de ma
“éhca aósrnica”, ftie poto ls crcla- netfO ad odzíddotai seno r n absPrdro ós
bido r dt imoitcaciE e mutua de otldPad y libnrtdd■. ga reciprcpuned end in
a eo ptesupone oecssct r^^mr:^^^ sna rntyciOn dr imeracctnn libre y
polenta rio; má s bien re trata ee m ‘sebee sósmieo’ qce rceejt zn-erder
universai' del ^ue el ser humano forma parte.
EO usillribio re reciprocidad dice ene eiferentrs entos se conOO
cioncn mutuamente tfdi^-c cdc n) de tsf manerc qus el orfusozo o lc
‘inversien’ te-usa acción poc usde amot/e suri ‘cecotepensado* o°r cn
erfoérzo u una Cuoorsión’ de ta misen’ magnitud per et rveoptoro la
eeceptoro. En el dnedo, se trata oc una OUPC .cía* (mts a-eitin’C del
‘inrgruzmbio’ re Cienes, í^^i^1^^^^^:rrrns, percnnas o-batta de■uaiorbs
reHdiosos. Ee oreido qoe lo' <^I^<C^^^U^ÍC onc aice éesc'onocíc sl dinero
romo mrdin de intvrcambio conrnrciali osó eso OI ‘ID eqoe’ Oa sido la
forma predilecta de la actividad comercial y económica. Esto en los Andes
sigue todavía vigente, sobre todo en las regiones apartadas. Los campesinos
andinos, fuera de los grandes centros urbanos, siguen practicando una
‘economía de subsistencia’ en la que el dinero no tiene valor real. Sin
embargo, para sobrevivir, tiene que intercambiar mercadería con
campesinos de otros pisos ecológicos:
sigue todavía vigente, sobre todo en las regiones
apartadas. Los campesinos andinos, fuera de los grandes
centros urbanos, siguen practicando una ‘economía de
subsistencia' en la que el dinero no tiene valor real. Sin
embargo, para sobrévivir, tiene que intercambiar mercadería
con campesinos de otros pisos ecológicos:

2H
Véase el capítulo 6.8. “Ciclicidad del tiempo".
146 FILOSOFSA ANDINA

El ganadero hace el trueque con el ngricultos, el poblador de la región


altoandina rtwsa# inte rearabia su chhzrkio (charqui)
comí e 1 C/tñíncd dehuño) de 1 poCl adoi le 1^ reaión sI¿CÍJ ^oo el cboqllo o
^i^Sooxiir Cd^oclo) o.e 1 mwtd denoted del resinonce de la región übscece
Gch^^r^ecen oimaea) o da sta con loa loe t as del poblador de la legión
yoidia..
Oa ldaiplocidad aanó^^niea msdlrnte el treeqe e or oUal en la regina
dolmao sobre )OCO por lri 0X1'1011003 de diveraos' pis oc ecekdqicos, lcn
gcendes disirnc1a) gaboráfícacj ir topoedcfíe aacidea- tcda y la d^^ü
aaeesin1ridad'a ios medcadoc■formalas■de IPS dudEdes cni^i^ad. Ee Ó
ca^^aisl^^^i, le eanno^a rd^rs^^^ia^^s. del intercamaio de prodeeton
)uep^ona nado a nado con tina ^c^í^cjis^^ eco-
noneta monetarios Sin omba)gel existe todeeia una ci^rt^ resisideaia a le
ineoducclód 36^^ dol dinero canco medio de 1nteradmbio eco- oObtico. SÍ)
doperieneía de la luchepnr-ln a uporoiaadsia en el campo hace recordar que
'no se puede comer el dinero’. De ahí que a eecee todavía sigue vie'iutc ln
‘lógica’ de ios camunsinos ucndederoa y de lar eampesiuas renUedorns de
‘guarded porto menos une parte de su meicaOaria ) no vender, todo, aenqee
rn cidírían un n ueo dnero. lo sas'mísmas cdmumdades camoedina) y dentro
do las neme ioo (OX- ieeeccS todanla cígee eigentr el Olisque tomo forma
usuan y común nr intercambio económico,29
Esre Sitz im L?bed económico det principio de reciprocidad, sin
emúargo, no q
eo sólo se restt'm^ric al ámbito ecotórn'no y
rornerciaL A veces c e dqcu qua Is menuhd ad de1 eer hnmano andino foese
muy ddífsc^ir^tdn^ta1 o ‘neguniedora’, haste en los mismos aren- tos
relinosos. pio ey^a^o, nu ^desnev ‘tmnryulturar’ sta^emente osin mayoref
f
^ie^^isionen Ivn aoncvpcinnee oceidnnMes de ‘mosce- doría’, ‘mercado 1 ‘
‘ne’esrio’ al mundo andino. La nomo
una oosmatmtied rniacionet) er uro categoría c&idKdi aniee da seo un eterno
'enveepto eco n. rm co. gr ‘nvgodo’ esoyórni.co ‘el mie’ue .or ejemSo1 no.er
to sierpte oxpreei’n de eoa ’justírte eaonórntec’ Cpara ce C se ntídad do papas
ma debes tal cantidad de ¿¿’dota* o dyaek’iy sino de una 'justicia cósmica’.
,

23
El trueque no se, limita al intercambio de alimentos, debido a la especializadón del
ganado y de los cultivos por los respectivos pisos ecológicos, sino se extiende e qas
terramienls^ la ma.qeieirie q pc toereede lrabajo emink’a, oyoy CU peque- baz debe
árcelas y .a dcecarieded oe tos rer)rrqorpiúoirr^meom oblíge rlsono partir recíproco de
arados, bueyes, animales y vehículos de caiga.
RELACIONALIDAD DEL TO DO. LÓG1 CA AN DINA 147

L cuaotificación de los productos intercambiados no siempr e es el


factor decisivo; puede haler otros tactores, más impooantes: el parootcsco de
tas poreonas uue interccmbíon; ia necesidad vital; 1st oooaooz Col producto;
ol valor stmbólico del procOucto (la coco, poc ojomplc); lat caaactoríetioat
do las personas . Ei arnequo no oe oealiaa c degaSa tal como lo hace
supuestamente O ‘mano invisible’ del merino monetarizado. El anonimato e
ta cbstoacción ^3^^0000) del cunero Opocunio nonolei) se voelue directos c
ooncretos (aualitaiionst en el ipJOouerccio^ocp Os bianes.148
A través de la reciprocidad, laa y los aa^^ca^sts^^ (humanos/at,
neturetes, divinos/as) estatleacn una ‘justiuia ctsmica* como non oiativkhd
subyacente a Oas múltiples oelao1dnes poistenteo. Por aso, la base Ool
prinoipio da recipsocialcd es el ooden cPomióO ty su rela- alonanOad
Sundamantpl) como an oittoma anncníoso y equilibrada do porciones.
Cada uotáiaoccionalithd accfonal y1 oetaonna0 trastorno este or- eeis y
lo qqeqdiiibra. Pos aso, lc a^t^n^d como oehción unidiaocoinna | (cauta a
p

efeoto y eo arc^e^ tiene quo suo entendida como cc ‘mu- mente’ tin una
relrdenslidad sr^uriov quu tienn caráclen rnhijsrncn. RtUt os o1 cata de ha
seiodopor c cos^aIrllss s que rc manlfies-
tr n n sc to/nseme’ metíante la precentaciion simMes ce’ebaaviva . El
equiHbrio cotmicc (aarnonía) oeqmeoe p e 1 a reoiprocidcd de t as necio rea
y h sotcplotdepttirieop d tie las y ^s odoros/as.
Esto no qufero «.oda quo fot reloto de una aohcióo hpdoanos
tiempo /’en ‘nqui-vatente/’ y 'cnn-natoraln/’. /inn qm a la inidativa .o un
relatnrm corres^no.o una reacción cam p1omootsna do atra relatum. Una
rehdón óonihtaral) ori . s quu una pe otó sóla C a ti sólo os activaa y js otoa
uroccmcn-e radbe o eo POSWIS para e1 nrruajaqi ao.ioa on os una^-abto ni
^siWe. Puedo ser que SO .É uo cierta pa/aquilibrin nelcdnnal por un rte rtvn
tism so, pe ro h 'jusiide cósmica* y la armonía de la complementariedad
exigen que, tarde o

148 •*’ Oi<ifcdd;om romono pecunta noo ote- Od di neic no -PCSIO- o o un p ríos ip^qs O
al oapitqiis^lo a nono On fei-rede qa e el dO noria oo tísica u euoamcnie neutral (no
Ouoia'ot prcq:iuraq <U e re presenio,ni tlevo io no npre de <C oort oes o uo foeresofi1
corte poa SU canoaC. al psisosnál1sis inviertepsácPccmopte erie urinciutc, al ralta
cionts el dinqqp SUSO to o nol telpPocipio arott del Oinero-. El ‘nos Cn
<Sqoaroosqldo q‘ arólqa’ ($Í eqvs'vb puede apaxia ren /OS nií-see andinon Sen ’¡Hete
conuea lupus ña rajadura o taseripolóo osacchazado) más se debe al grado de
‘alineación cultural' que al carácter ‘cualitativo’ del dinero.
148 FILOSOFÍAANDINA

rérnprarro, este desequilibrio será transformado en equilibrio por una acción


recíproca.31 . ,:
El principio de resiorocidad, igual quq los Oemáe principios ‘lógicos’
andinos, tiene su vigencia en todos los campos de la vida. Cabe destacar las
múltioles souoas dc rociprecidrci económica be trabajo e intercambio
comercial, familiar dc parentoscc, eornpr draryn e calida mooia, acolegice de
rusi.tucióe recíproca a h pachamama y los ahu&'acbacbHas, a tice dc uo
ccmpocrrnilfnto do conformidad c ooc fl ordon cUrmiro, y reKgiosa de lo
i^r^s^ereoic^ rec-ceoca entrc lo di vine y lo
De todas manosas, el prlnrlcio de reciprocidad, es, ec el fcrnCo 7
ineómpaiibie roc alearas nnrioocd trasaendentaies de to filosofía oc-
ddececL La relación ctiosrologipa en Ocridd^^^ ee concebida corno nca
selsrinn nnidirerciónat y obClona: el sujeto cognoscitivo conoce rrlivr^^^ni
Gntencioralerrnre) al objeto ropnóscitívó romo algo merrmenie pertóo. ÓO
mismo ocurre con SO reina dc enríe el sur d^f rtanc y la natcralezc eo-hu
mana: ci ser humano ‘explote’- la tienra mediante el irabajp y la
itr;tnuPetiuo’ t^rs en pieducCo con rosco hu- mrno. Le 'marcria’ es ue
^^olpie^^^ oetcmente pasivo Imatersiuntfica ‘úeeset qoe lúe considsraSo
hasta oj pijio nVHI nomo mete ‘neecptoS Ool eSemento eetivo masnulino),
el e-i^^^wi de ea ‘in-nom^^cin^nj por eS elomento activo Oa tSonoa’Si
Ceda eliUrtavis’ anda pómea violc vl-prind- plo nnrvrrsal U e ln
reciprocidad que rice harta paso i r^s^taed^n refs gtórc: un Dues
lelamente ;^^^iv<s facrupurtcs1 es un rbrusdo pcre 1E fi’osofíe andinao Eo
coeceptu de ^recte’ eomo un oegalo alosobatae merte uniktend y nin am^ae
bonpunnta’ ueopeoca .OS .arte de la oersuna que ’o recibe, aso es uon
te ‘iustioe cósmiua’ en.
p
oesada de el principio de reciprocidad.

3
Imcrcnoel Kañt fuddbromta rioc ehe’sts oeldced^r^oc des te razón prároiita tldldo oter- ri,
Dio-O , en- ec fondo, o obre ul priocípio 'ir sre iprdcitlad, váRdo hcsst más e Há °t ..p
1-111’1: ee crdon mrud eoige uoaljoettsla nea^s’ ease’ snntído u<r alse^uilr> ‘rio modrt
entre er dcboc ’cuocpliietento do- dp^rativr? caw^í^^i^GS^-' y ef rréo to fodpuauo dr ta
‘ri ic^trv^<u. Como enta.otán finita eeta necipsoddad nu se reaUioi, dce qua ‘poca, Irr’
uoc otán eterno, y -Dsemo su garanto— e Dine, ’e eue1tcts ondinv’, nie contrestc : no
eo indietduar ei crnnstmuedrna, sino.cósmica o ■pachasófica’. .
REEACIOAAE1DAD DE L TODO: I.ÓGIA.A AND INA 149
CAPÍTULO 6

Pachasofía: cosmología andina

T
del
odos Jos principios ‘lógicos’ de la .filosofía andina se hacen sentir en
los ámbitoc y regiones de ta experiencia vivencial
Ei esiudlo filosófico concreto de esos manifes
taciones lleoc a uaa s uertc do ‘teaonaenología andina’ ’ en cl seaC do Oc la
oxtcicitacipn del logoo eui generis (como aparece en Ico priner- pSn
meocionadoor Vo Ion muSs-ples ppamomena, ren como Ooche selbsl
nm&rz misma'), sino como experienaía vivenciat e intespretacíón colectara
de ln ’realidad’, dn filosofía andina.es, enriscas, la 'interpretan ciCrt’ (la
hcrocenéutiaa) areatica de esccs 'fenómenoa’, PcaCet a ha iun Ve loc
poincroios expresceps cvtsOomrenreC

6.1. Introduccínc

Oa filosofía occcdactal, po r lo menon dnade Platón, la tnatndo fia *dl-


(nná-/ns&aia ‘realIheP, como obíeto CUI quehacer CilosaCi cof en eartep o
camps-s; cl estudio paialcules bn olioc daba origen n las ‘ramas‘ c
siisciplioas’ filpcXficcs. Aunque era Chsistian XiCXPi quieo en el siglo
POIII ‘sdlemcticó, ef a onfenido Oe ’ e fílaspfte ce las fn-
d^^i^^c^íOi^cfhisie^ le la filosofía ccodérnca, sií enoXifco, era Platón quien

As ’ab’ac de pnc ‘fenornbnologíe andino^ no pcetonito opHoar o r método


C
cnomenoliecdco de Hscfsari, ni las ‘redoccioncs’ co^reepondienten (epokbé, reduc-
ción eidética y trascendental). El logos suigeneris, es decir: la ‘racionalidad andina’
con sus principios ‘lógicos’ (relacionalidad, correspondencia, complementariedad y
reciprocidad) se manifiesta o ‘aparece’ (pbaínomai) en una gran variedad de
expresiones vivenciales. En este sentido, la ‘fenomenología’ no tiene como objeto la
‘realidad’ en sí misma (Sache selbst), sino una cierta interpretación de la misma, es
decir: la experiencia vivencial como un conjunto de ’fenómenos’ o manifestaciones.
La tarea principal de la filosofía es la interpretación ‘racional’ de estos ‘fpnnmpnn<:' ¡o nnf»
’ pn un cpnfírin nn-fprnim es decir: la ‘racionalidad andina'
con sus principios ‘lógicos' (relacionalidad, correspondencia, com plem entariedad y reciprocidad) se
manifiesta o ‘aparece' (phainom ai) en una gran variedad de expresiones vivenciales. En este sentido, la
‘fenom enología' no tiene como objeto
la ‘realidad' en sí m isma (Sache selbst), sino una cierta interpretación de la misma, es decir: la
experiencia vivencial com o un conjunto de ‘fenóm enos' o manifestaciones. La tarea principal de la
filosofía es la interpretación ‘racional' de estos ‘fenóm enos', lo que es ‘fenom enología' en un sentido
no-técnico.
15 2 FILOSOFÍA ANDINA

tobía colocado los hko;s para te ‘dív^nsión’ y clasificación interna de 1c


filosoftn. Ahí empeñó to qen os puePe Hamac te ‘manía cla- sificsrona’ de
Occinani
El ‘triángulo platónico' con los puntes cardinslrs dr lc objetivo,
subjetivo y absoluto, es la ba se para C metafís:¡ca occíde ntal con tes dub-
Oisaiji tiers de la ‘mctafícicn orpecificacosmología, psicología y teología.
Aristóteles modificó este planteamiento en el sentido de que sgrr’^C is
lCgics como rstudlc oropedéutico, te ‘filosofes práctlcs' (praktiké) con la
pottdca, ética, economest y retórica e y is ‘filosofís poiética’ (poietksh como
teoHe ne S arte y de to ododucción. La ‘metafísica’ fue inclu-ds, junto a S
^1-^’ y *mptrmáttup’, nn ls ‘filos^fí^ tnor^ti^^’ (tVeoretikéh? Aunque
hrabia mucOss cambios c lo icrgo de la tOrtoríe de ia Srrosoría ocddensel,
ce Cn enaotenido no grandd rote Oos ios distinciobes ^ve se convirtieron eo
s^f^aiunó^i^^si fundamen- ls división enrre lo■‘f1eico ’ P^UO nn te
modcteldad se convertí ría ‘b ootan) de UC cié nd;^ realos) y Sf ^otafísino’
fnes Pepedaría ia 06^^^ yor un ladoi y tc enóe co tteóricol dorinntndo en
d
'ver' o th euro teO y lo ‘p r2c:firn’ dorínn tado en 1C ‘occiOn’ o />rogt^¿rr
por otro IcOo. La das ifie^c^it^i^. resteiaotf os la filotofic collcjn le r^c^tn -
cupclón occidpntrl de lc ‘hemll<pLO‘ cerno aico tdiasrálicb’ (rujetorob-
yocoo-yo, e^^c^o/mnt^fít^^^e^, finito/inOnito), y cor esn, tombíéo la
fílosoSia aesulya ‘diantC tica’ mn sí.mnma. ob probicmática pcrmrnyote y
si ^ga^gisimo’ estsuctenal de te filoeofía occidentlS ei ‘o dat^tontin entre
lo /síco y ncetaffeico, reórico y práetico, religioró n ptonaoo, tntfto e
infinito, o nn rO^nrnoc Os posiaircs silenóficas: entre idealismo / mot^^^,
religión / ciencia, conodc'dento y ética?
Desde el pntOo de vista de ia sOcoona ic^tc^c^i^l^uraO 1a dinlorón
de te lpecliUalpt c te conrccnenre Se ia filoporíf reflejen
on determino Un punoo de vista ,cultui-yr nodo
helénino-rnmcno)l Pos Unto, dtor criterioc rm pueden reclamar

2
Véase: Aristóteles, Topiké, Z, 6, 145a 15ss.
3
. La preferencia occidental por el 'análisis' (descomposición) como camino predi
lecto del conocimiento, se expresa de manera más elocuente en el adagio romano:
divide el impera. La ‘división’ intelectual permite que el logos llegue a ‘captar’ (con-
cebir) lo esencial y sobre-individual, para establecer un régimen ‘lógico’ de
dominación. El problema básico consiste en la (im-)posibilidad de ‘sintetizar’ (com-
2 Véase; Aristóteles, Topiké, Z, 6, 145a 15ss.
3 • La preferencia occidental por el 'análisis' (descomposición) como camino predi-lecto
del conocimiento, se expresa de manera más elocuente en el adagio romano: divide
et impera. La ‘división' intelectual permite que el logas llegue a ‘captar' (con-cebir)
lo esencial y sobre-individual, para establecer un régimen ‘lógico' de dominación. El
problema básico consiste en la (im-)posibilidad de ‘sintetizar' (componer) la realidad
‘descompuesta' y prácticamente seccionada; la suma sintética nunca llega a ser
nuevamente la totalidad ‘holística' pre-analítica. Con respecto a los entes vivos, la
actitud ‘analítica' revela el carácter necrófilo y sacrificial de la ‘ciencia' occidental.
PACHeCODg;COSMOLOGÍNAND INA 153

universalidad, sin caeren^lsi rdeolonía supra- o supercultural. Filosofías no-


occidentales adoptan orras criterios para ‘clasificar’ la realidad en campos o
‘partes’ y dividtr la filosofía en o ‘disciplinas’.
Occidente sostlrnr qer la ctettificación de Ss 1featisted, obedeed a esk terios
heater’ e ínrrínsecos de ese rerama' realidadi de acuerdo at pñn- cipio de
connaincalidad: td dnducinc (nomo docttnctio meotalis) ir fiiosoSia m u nn
pene ‘ífsrca’ y ’ mcrefísícc’ refleja 1 a y divi
sión ‘real’ (distinctio realis).
Pero también podramos adopte s otro pafsdieefa ’a realidad’ er nna
sote e integral (holismo), y no contiene 'ci^in^CK^r^^s reales’. La distinción
entonces sería el pncdudeo Oe urca nierta rnterpnetiición .(in- teiecrrjaO
emrhicai afecOac, relígroea) de ’a ‘realldad’, como coo^eo conncie
n^eaitnb^^ de te analitíctdad radoncl. na filosofía indtcn : por píemple, no Ua
ce una a iotincion rígida ’y munho menor ‘rear) entre i^^li^^innn y crencta,
oooccinbnnio y practtca, saber y-rencnción.
Para la fiiosoOía- andina,, la ■ realidad ‘holisstca’ tampoco perrulie
distinciones reales ‘fbroinras'1 debido a la rejactonalldaO como rasgo
fnndamemal . La fikssofía tina e nn soloiuontenido' (el térro mo “eib- jetrs
ya rr ínadecucdc): lx buir ex) erivncia v ivencirj de-te ‘ reol iPad.1 dbr r pane
<del ndino!1Esia refino. ncia nopr sienria crn ce )u y de cid si ft- cp’ y
dividid ’n ‘penes’ meo iante uv crtterío ’objbtiveS ra ’rca!’, pofhue tal
cteslfíc sctón ce-sería dr cent ciuen ria du ma c je dr ee perencia c ón str
■interosucgcrdui, ICI comola ^^^1^^^ el homo oraidenncic, -S enperíart- cía
es ínteyral a integrar), yt a ia vea, es o nxperlencia de lo Intcgrao (kiaciont
integrado (1^3010™!). sci amóncgo, ó expiia1ratlón Clonailca de este-
experiehCjU requiero de nn cierto criterio ,oraetnáticp' de cte- sfficaeión,.
posqve al .^at^íri^- dtbulrsjvo1 rl tratar de *colnorenbea Ir rtoiniscurslvo
oprescnte) e integral Gioirsto^oo dclnptd un dcrdi hirnn de procadimionto
icteeiClcación.filncional más que ‘real’).4

' ottc lnrcsaien{rl de queda rilofofísuíealpfhhcee O•lc.fif.ibneíoybd■ pordeea ‘s expC’


rieudn huonma s fin de ’eniPadesja’‘ Pelo deode vlpedjode Ostade te tilOJ^oee
inteilasttu-sli ^tt^iniir^rs. ínctetrn en oas sigccen-as observaciones;
a. Lcdactflntctón ocatderanies rs^a entre ntrrs ooribles, es culturstmente detain
minadla.rtttyldlibleen un enin^go iotercuCe.rte.
b. La dasinración fiiroófiiic dd larealidddnn neceranameb-ecoonceajd con lt
es1rntctuei míscaa esta 7’8“’^
c. No se trata tanto da una cljasiOK^^^i^n de la ‘reslidoe’, sien dd j a
axp^t^cic^r^r’nc
v^iv^n^ci^l de ullc o° pard d el ser humo!
r

di. CcdC-clasificación rcfleta un deoo grdod de abrtranción. alh¡nmiagth rincdic-


dícnt Xc ia expt1riehaialnr
154 FILOSOFÍA ANDlAA

Como hemos visto, CSCUIIC sumamente problemático hablar dea una


‘lógica undínr' o ‘metafísica china', porque trasplantarnos concepciones
arraigadas- en uno. cierto cultura a otra distinta. Ente ‘tnanscuSitración’ seie
ea posible anáiogamente io ‘uaiílogan-enta’C, caí at.cearidu de ‘ercar
‘nquiautenáes homeomórficos' eo le aelturo nai guana (punto de Uestinu) de
lu que unir cíarta roción *con-nota’ en la culture tt ty;wi^(nunoi de parttrlat.
Y esto silo es postbte, rellene, o tsavhe le un diálngo rbiestu y aespeteosb. -
Oto puedo siu
ombarro, ‘u^stcame’ ciertas rtoetor.^.s occidento-mórfícati con d tin hr ááe
toSoc iciodoa esesibo en out tdio'ma occidenteD ta
rabidaría andina como n^anEs^^ac^^q dr una expnrirnoie -oltpnáoU.t Esto
he internado con términnr como ‘‘fdosefiaC) “ldgiufi y “lelacióbP o la va>y
e .esas cun otrar ténsunc^n nrás.'Trte proceso ns os una Icck'tón’ a ta natu-
ataza propta'dn .o ‘rnd’no’, su.vo .au arctee'lng^a enciosarsne on lo
mconmonsurabilidad y el solipsism poshradae- nor. Lh que si hoy qur hancr:
una (fetcónstntrción cafará -inlorcslincral) do la tsrmibolo’ta oncidrntal .
sai .re-ernslnicción creaba Gntercul- luraD en la rra’oaa.ieta 1 cndine) un
proaoso. hermenéutico ‘diatópico’ de tercet olvel. ' . , ■. .
Por motivos pna^átieos y didsíctiebr-ly no Ye-nlea o ‘^í^eno -
1 0 omr

cornticne ‘distinguk(tender de lo enperiooda andina, detone carne por o


íSLmbftoe que ea e^o re parecen-auos campos ocolnPntalaSt ‘seo .ue-tambtén
iteres aaafstteraWemesne. En pcllgle- fagan ta consobiqgía r epflemnlopa
andmr no- ^ede sea-une ‘dfcdphna* e1., un ‘momenta’-integnorde lo que
u
gdrlamot llamar “rnsmntogío anilina”. Temporo comtiene .ulnta’ ‘s una
^etetfLa’ca andina”, porqne rapasa inrlabidqmnnth fa ‘físioa’ lo
tine^^^^^/^oe pos aonaopdones totalmente n -la racionalidad andina. Uso
un
neologismo qnnrhua/Aiocero-grieco pira ioc'eciif -O qua ’qufero deem
rnl
noa^ICcqfiar (P . ol . Además de olta. 's^e que cnnrtpnrpr uno uarte hue
11

estudta explfakamente al ser fajmano . SOS múk’ples rtslelCioaosl tambtén


paoa esto .diselplinat eonutenc. creo! un neelogtamo: “Runasofía/Jaqisofia"
(cap. 7). Lo mismo ocurre con la experiencia

Si el ‘pdílogo intercultural’ realmente se practicara, también ocurriría lo opuesto: .a


fUosofía bcodeote! ‘se pres.lorIaItlocloneq oe bcraa escuras, para Hegar a axpre- roc
do me.or manara la experienaút v’uencial pntepta. Hoy día, ti nadie^a socpaen- ote
a
ue on fíllóaofo fadteo o andmo emplea ctonronps (opcidenrnrcrh eomn .unes-bo oia1,
‘DIOS’ O 'rnrliOadn'peno -o^as y todos estaríamos desconcertados (o hasta
académicameare GSCAndaliAados) al escuchar a un filósofo occidental utilizando
nociones como dharma, apu o pacha.
religiosa de la divinidad y ¡o divino: ''ApisofíaTaUsnfía ” (cap. 9). Así •
tenemos, nolens vnlens. la tripartición occidental de la metafísica
(cosmología-psicología-teología) , pero de una manera muy distinta y . hasta
incompatible con elk. Además, habrá .que estudiar la ‘etica andin a'com o
twwp/fa”

6.2. ¿Qué es po&hai

Al introducir el r^e^ok^^isn^o quechua/aimara-griego “eacS^^s^^fía" q ua


ya fue uso do porManriqoe inríquez ,ó favorezco implícitamente el
sincretismo filosófico, moa monos eu nuonto a rá tnominología. mseo me
parece en O feu de que la fdonf^a andina como
interpretación radonai de 1O experiencia colectiva de los pueblos anetnos,
no “a produeidu ma terncinoía gía filosófica ‘técnica’ de tal setileza como lo
ha legrado d traducón ocaldental en oó si^os- Por lo tanto, os preciso pres
tersm deita. terolipnlogía 000101^31, aans^uhu^rla a troves de cnm
PCGUCSO hctlnnnUutlao inlurouilural tdiatóurro“ a introducirta al y“ ccy c
un dlquta como un 'ecuivotccte homeomórfico’.
H tCumine .grmpo sqpliinque forani perte ded COC^^IO nfilosofís,n im
pmee más compatible c en O racionalidad ndOinf que pm ejem- {31o los
tnrminns Opo^c CIIOO. En e“ eoauO losqVlCmecbvra está pre- isente el
l
sanef’ integral /espentó a la ‘reali dam* que np sólo incluye la ^l^ititV“
ira^lnctr^s^^ o lo co esepistemo lógica, sino también la sprthesia ueusitlva (
yn costelian- . “saber” e s ur^r driaCia lnnico-uenhitlra OQUC” oepo) y ln
^luíeoia vivencíal. Oil sopíus o “a sopía en eda pcruona U xnuri^”entadn o
O e auto rídoO qce posey naa ‘sabidurlf’ "cfphS^s 1^ ie-yad a ip“eh“ada.
“or lo tanto, prefiero el término “pacha-sofia" al posible término “pacha-
logia”.149 150 151 152 .

149f* Manrique Enrique o, Amando (h^S?). “Pachasofía y ru nasofia an dina". !En: KM


150sigtoa de-encytsieu punefios. Lima: Universo; 104-107; Idem (2002). Pachasojíay
151íuorascfio atr’/inii.UmetCONCYTOC.
152Mejía Huamán, Mario (1992). “El oonceoto dlsvUlduría y vvrpc st era elneeoa-
míento aoníno ”. ^n: Filosofía cristiana y desarroóln dil Cimbre. Lima: ACAPEF.
207-212. -
Scannone, Juan Carlos (1982). “Sabiduría, filosofía e inculturación". Erfc Stromata
38. 317-327.
Scannone. Juan Carlos (1985)- “Weisheit des Volkes und spekulatives De’nken". En:
Philosophic und Tbeologie 60. 161-187. ‘
H
Acerca del significado en la época pre-hispánica, véase
Rivara de Tuesta, María Luisa (1994). “Wiracocha,.., Pacha... y Runa en la cultura
nrphicnóDon'/ Pr». áz'/zjc 7l/rVirfíi»v>cz-i Mnrinnnl/!n Pítrtcnfín Ar*»nnirxa
156 FILOSOFÍA ANDINA

U cknerminacion exacta del significado de la parte quechumara


(pacha? nos plcntea mayorer dOrculrades. Se trava do un vocnbln tan ríeo
de aenpei oteen y connntcaronnn nomo tal vez sea el vocablo forc-ef en
grlsno o la pziabra ecsl en latín. Según el dtcnionarlo, tz palabra pucha
ua .uavp¿z pu ede ser ad ¡ etlvo, cdnerbiu, rustantiva y hrets sufijo
(cnmoaesto) . Cnmo adjetivo . pacha significa ‘bajo’, ‘de poca pero también
‘interior’; como adverbio, su significado es ‘debajo’ (como al ruh latino en
rubrtvntia), 'al instante’, 1 dd inmediato’’ pero también ‘mismo’ TT^nre
entonces, c orno vemos, no nnofaclón bás ícamentn est prolortesenoral.
Ccnn s rUfo, ea la comsonrción (sírnesisg del sufijo oatOrl repetition -pa,
son el significado de ‘de nuevo’, ’nuevamente’, ‘otra vez’, ‘más, y del sufijo
nominalízackir diminutivo -citpque denota Pr paq uenez d e algo, noto
tlmbinn vterto o despl ch n dads el opjrno IS la plrsona lnnlcgUor. Coma
poftantino e foma trocen iva
rdsnvado del odlotivo y -cdverbio), pac‘a sign ifica ‘tierra’, ‘globo
terráqueo^ 'mnedo', ‘plañera‘espado de lp rida’, oero ‘oni-
‘erso’ fi ^^^^rniifiea ciOsr Vel cosmen’. Vi g^nifivo pacbaO cignOics d
númer y ’s lent y vi verte pachauay, con ol aofijo veubécativo SÍ¿Í, si
gnlOisa ‘ d’ner d colocar debajo de’.
El sufijo SOCÍPVC- vrs oimnra ZC reunion nana amtOgeu y srt lo USZ
—como sufijo inclusivo de los derivados nominales— para marcar la
inclusión plural o pertenencia con respecto a alguien o algo. En la
traducción al castellano significaría ‘todo’ o ‘entero’ (por ejemplo:
urpachaw imaqi'. ‘ha trabajado todo el día’). Cuando se ló añade a los
pronombres u otros Broninaies, su signUisado ‘‘mismo’: jUPVPicha Zurí,
lo que significa ‘él o ella mismo/a lo ha hecho’; taqpacha: ‘absolutamente
todo’. Como sufijo verbal, -pacha- marca una acción dudosa
Scannone, Juan Carlos (1982). “Sabiduría, filosofía e inculturación". Erí: Stromata 38.
317-327.
Scannone. Juan Carlos (1985). “Weisheit des Volkes und spekulatives Denken". En:
Philosopbie u n d Theologie 60. 161-187.
Acerca del significado en la época pre-hispánica, véase:
Rivara de Tuesta, María Luisa (1994). “Wiracocha..., Pacha... y Runa en la cultura
prehispánica del Perú". En: Actas del IV Congreso N acional de Filosofía, Arequipa
1991. 113-130. '
El término “quechurnara" índica la conjunción de los idiomas quechua y aimara que
no sólo comparten tina estructura sintáctica y gramatical común, sino también mucho
de su vocabulario.
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA ANDINA 157

o el proceso de 1 a acción, incierta. Este snfíj o inferencial puede mani-


festarse para un ijempn furirrn y u1 pasado iestímoníEl, y ce lo y-aducu
‘posiblemente5, ‘qubás’, ‘taq vez’ (por ejemplo; imillawtbuqhpacbáni, lo
que significa ‘quizás baile la chica’). La expresión ukbamápachaiva se n^
muclio en armera b sjgniíicb oasí debe nerj, ‘así será’. Como sustantivo,
pnchp signifien <^n aimnra lo mjsmo romo en quechur.
Existe otra palabra quechua para “universo” o “mundo": teqsimuyu,
que significa literalmente ‘fundamento (teqsi) redondo (muyu)’y se refiere
al universo físico de los cuerpos celestes. En simara» eciste ¡a es pres.ón
pui suyo Gos c uatro puntos card.na.es), Cou res- perto so la ‘siena’, el
meunUnei sonoce tres díferentun excresieues: Cuando sp trata de ln ‘niepa*
comn plabste, se dice &acpacCa / aSw Soda Cents muobo’) o
simbCemente tensbiicno (a venes la souehína- ción Ce tes los,
teqsimuyuorcPrp). Cuando re brnto de la 'tierra' como mstsrln Inorgánlen.
sn quechua se uso e 1 vosablo atipa, y sn nlmsis exists ls unlsb1u uraqi
(mundo» tierrac sudot -.Cuando se rsm .ds ls ’^^<ro^^’ como base de la
vida, se usa en ajoe<ns idiomrs la expresión pachamama (‘madre tierna’) o
simplbmeote pcnha.
Interecnnte sc sl hseho ds qus tanto sl qysehua ciuro el slmsrs eunoeen
is unlnbrs pacha; scí por ejemplo ‘tiemuu’ es exposes en qusehua y slmnrn
nomo pacha (hoy dis s veesc con el espsñolicmu De tese s escás
iorm^mac^^^^ces■iingtlteiicuc pomeronon cune juir qus el vooeblo.
qqushumars'loca a ec uns unlnbrn pnnncdina y pullcémler - de un
einnifisado. ruy y proínndy y umul
panbc cigni-ica rl ‘oniverno ordenndo en nats-
óoear ercscio-temooraler’, pero no si m‘prnbrt^ c bmo algo fís’co y
nctrocómieu. Ej vocabuo r^s^eoo kccrnos lal voz se acerque nsás c us que
ejJíeee percha, paso sln dejai de iocinir el ‘mnrdo de la
nan]rajezuO an que tambtén perthuuce el s<^r hnmaro. PacOa también
podría ser un equivalente homeomórfico del vocablo latino esseCser"):
pacha es 'lo que es’, el todo existente en el universo, la ‘realidad’. 9 Es una
expresión que se refiere al más allá de la bifurcación entre lo visible e
invisible, lo material e inmaterial, lo terrenal y celestial, lo profano y
sagrado, lo exterior e interior.
equivalente homeomórfico del vocablo latino esse (“ser"): pacha es ‘lo que
es', el todo existente en el universo, la ‘realidad'.9 Es una expresión que se
refiere al más allá de la bifurcación entre lo visible e invisible, lo material e
inmaterial, lo terrenal y celestial, lo profano y sagrado, lo exterior e interior.

'' Sin entrar en un debate sobre el 'sentido del ser' (Heidegger) y la polisemia de la
palabra esse, más que a la función copulativa y predicativa, ñas referimos a la
riqueza onto-lógica del concepto occidental del ‘ser'. Pacha en este sentido' se
acerca mucho más al significado de esse en el ordo essendi medieval que al Seyrt de
Heidegger o a la cópula lógica ser'.
158 FILOSOFÍA ANDINA

Contiene como significado tanto la temporalidad, como la espa-


cialidad: lo que es, de una u otra manera, está en el tiempo y ocupa un
1Ugar (ropos). Esto inclusive rige para los ‘entes espirituales’ (espíritus,
almas, es-la basu.común de ios dístimos estratos
de-la realidad, que pae/ el rocnaOjaci-uu básiunmente tres: Hanaq/
a/axp/a/v, kay/aka pocha y u/ayC/ akbu)/mó/auha pacha. Sin embargo, no
se trata de ‘mundos’ o ‘estratos’ totalmente distintos, sino de aspectos o
‘espacios’ de una misma realidad (pacha) interrelacionada, Tal vez sea
oportuno traducir el vocablo pacha por la característica furdamentrl de la
rrcionalíPed sndina: ‘relasionaPidad’T Tiemao, espacie, ordac y
estratificación non elemuntdn imeijsnindidles para'la reiarionalidad del
ísdo.Juntandg el aspecto'de ‘cosmss’ con d rfe -^s^^^i^^andarie podemos
traducir Ote qre siempre es a la vez a/^ict)nar’) pitead eaaco "tormos
s^tarrt^lac’c^^ar^on sr “reiacionalidrd cósmica”. '

6.1 Relacionalldad cósmica

Prrr tener una iear mác elrue de ir ‘cosmovlsión’ ien es-a ocasión, la
axprasióó es aneduadal andina, temamos qcu tomie dn oienm st^rni gre
los .prineiploa ‘idoicos’ da le dpdonaildrd ^nr^iga, pn especierios drincipioa.
de eorrecjjc^n^^^^^a e corspierdentariaald. .“Cosmovisíó^ ca esta ac nlidu
ca la presenmción slrnaótCi del coamos interrelaciatiaclo (pacfo) mediente
rns-lorcd e^^^r.c^^i^d^-^^lsr; cd se trata de une, a^^si^i^’ ap sandro
accidental de ^(eoraia o- i/pra. POC esto, dfefióra la /xor/- piór p<c/'lcsurer,
para ne romatenpe al criteric occidental dr qu) ‘sólo’ tc tratara le
‘‘cgsmovaltOn”t aee° OO en absoiuto de Uos^:gad IPU-- meele sodríamos
cariiicer grad pane de 1a metafíalpe deddental como ‘cosmovisiórí, o tal vez
it^t^jcrcrcnt/v^^^^r’l/ita paca-softi OS *a/^^c^fíai de pxóó/': fanex/an
ínragrei dr ia yeteeionalidad uó/mica, como manifestación de la experiencia
colectiva andina de la ‘realidad’.

10
Veremos que para la racionalidad andina, no resulta absurdo asignar un ‘lugar’
determinado a Dios, los espíritus y las almas, pero no en un sentido local (de
coordenadas espaciales). El ‘lugar’, más que una ubicación ‘geográfica’, es una
cierta funcionalidad dentro del todo de relaciones; 'ocupar un cierto lugar’ significa
entonces: ‘ejercer una cierta función cósmica (pachasófica)’.
festación de la experiencia colectiva andina de la ‘realidad'.

10 Veremos que para la racionalidad andina, no resulta absurdo asignar un lugar'


determinado a Dios, los espíritus y las almas, pero no en un sentido local (de
coordenadas espaciales). El 'lugar', más que una ubicación 'geográfica', es una cierta
funcionalidad dentro del todo de relaciones; 'ocupar un cierto lugar' significa
entonces: ‘ejercer una cierta función cósmica (pachasófica)'.
11 La filosofía occidental moderna, sobre todo a partir1 de la Ilustración, viene
insistiendo con un fervor penetrante (que ya de por sí es sospechoso) en el deslinde
entre ‘filosofía'- y Weltanschauung. Esta última es considerada pre-filosófica,
relativa a culturas y personas, y valorativa; mientras la ‘filosofía' se estima supra-
cultural y
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA ANDINA 159

Los ejes cardinales de la pachasofía se extienden, según el


ordenamiento ‘espacial', entre arriba (hanaq/alax) y abajo (uray/manqha), y
entre izquierda (lloq ’e/ch ’iqa) y derecha (paña/kupi}, y según el
ordenamiento temporal, entre antes (ñawpaq/nayra) y después
(qhepa/qhipa). Estas ‘dualidades' más que oposiciones son polaridades
complementarias. El eje ‘espacial' principal de la filosofía occidental es la
oposición dual entre ‘adentro' (interior, inmanente) y ‘afuera' (exterior,
trascendente), que en la filosofía andina no juega prácticamente ningún
papel de importancia.
Otro eje ordenador de la ‘cosmovisión' andina es la polaridad sexual
entre lo femenino (ivarmi) y lo masculino (qhari/chacha),, que se da tanto
en la región de ‘arriba' (sol y luna), como en la de ‘abajo' (varón y mujer).
De acuerdo al principio básico de relacionalidad, los ‘fenómenos de
transición' (phénoménes de passage)n ocupan un lugar muy específico y
vital; tienen la función de relacionar los distintos ‘polos' de los ejes
cardinales, para que el sistema cósmico sea realmente pacha: un conjunto de
interrelaciones ordenadas y fijas.
La pachasofía andina insiste en la importancia de la ‘ubicación
topologica' de los elementos polares y correspondientes: cada uno de ellos
ocupa un locus o topos determinado, de acuerdo a su función relacional y
simbólica dentro del todo de la relacionalidad cósmica. En este sentido, la
filosofía andina recalca un aspecto trascendental de la filosofía occidental,
vigente desde Pitágoras hasta Dante: *

wertfrei(libre de valores). Queda claro que un enfoque intercultural no puede aceptar


tal distinción. La filosofía occidental del siglo XX viene revalorando en cierto sentido
la ‘cosmovisión' como parte íntegra de la filosofía, sobre todo en Husserl (Lebenstvelt) y
Heidegger (In-der-Welt-Sein).
dental de la filosofía occidental, vigente desde Pitágoras hasta Dante:

wertfrei (libre de valores). Queda claro que un enfoque intercultural no puede aceptar tal
distinción. La filosofía occidental del siglo XX viene revalorando en cierto sentido la
’cosmovisión’ como parte íntegra de la filosofía, sobre todo en Husserl (Lebenswelt) y
Heidegger (ln-der-Welt-Sein).
Cf. Jaspers, Karl (1919). Pnycbolsgipder WeUanschauungen[Psicología de lascon- popmiones
Szheler, Max (1923-24). Schrificn zur Soziolcgie une TihliacsTOnuungsleheeíEs- coitos sobre Sociologeay
Teoría de la Cosmovisión].
' D^they, Wilhelm (19911. Die Typsc pterWeltanseCcuung [Iros Tipos de Cosmcsñeiór^J.
‘P Los ‘fentcrenou de transición’ juegan un rol considerable en la etnología o antropología
cultural. En el presente contexto, el uso ael tórmiev se limita a las
:
etapas biográficas del indioidun y los ‘posos’ iotermedios Lor^Ol^- Cada'iraa-.
slciUo’ (jorejempOo: de adolesoeneiu aalulsuz) oequieie dip un aesmpaeareóani
toritval CrOes dv (rrsragesO peopio u la culo uro respect iuo aXsu late rudnoeouia,
, de origen etnológica en o^s^fsr^^o ioucSatieiroamplOe osdecit: rcrsioiit^ct. btr ls
íiloroflo andina, los * fenómenos detuc nsi cidri SU l^eson uo u rede nivel (la vi du
innielduales oso caso de ello) y entre todos los ‘polos' de la relacionaiidad universal.
160 FILOSOFÍA ANDI NA

el universo o^mo ordo essendili enadogia ení&medieval,-igual que el unten


matemáiico piragórice q la estratificación cóemica ee Platód y de los
neoplatónicos, apunara- c una ‘cosmovisión’''de un onden idtrínseco ó d
univerto d el que s l sor humano no es unu excepctón. El óer hu muño lne
ciiuval ocupa un Puy ar’ dele duenaCo (y Pi jo) dentro de la usipdteuua
’erárquica del 'ser'.
Recién Cspémicot y ctns inp.o Newton, tban a sncu din nste cn- d ea , -
y la filosofía OPdema hizo seo a este sacudón ‘ele ptlflcoi uni P- nandn at ser
hnmano en el u-fofxx, el ‘ncOup^^i^’ fe sin cencío ima- giónsio. 1 3 tn
fileso^í^ onding di screpa con In traóición nccidnctsl prn- modercn
báuicameule en nt nechnoo de la nntniraieza lerárquica del órónn cósmico.
El principó? Ne rolelJSijióedd ieiódln qse 1 as eóctoin- ncs enó-e lon
disiintes Psfratos e elementos -ein 153 154jerárquicas\ En la pec^Fi^^S)C^a
andina, nn exirten intardl-ías, -ÍÍ-O oooespoodenc1dr 1^0^ o roeos en lrn on
nCales deó ^Emc talos y peno,

6.4. El universo como ‘casa’

Paea tened naa ideo da iei aonpielacíooes poincipaies ee ia ‘cosme- elricn’


aeóinc, podomos estudiar el Mear Mayor de Qorikancha, corno óce dióójaro
q dcsórieo poó -OUÓ de Saeta Cruz Pachacuil Yemnnl Salcamerpne (1613).
M
La eepreseglcclPn guírica del univerru —el

153 1 Desde ente punto de vteea le hintorin ón .e fdosofía coióden1at meóiema pueda oro
V

interpretada como el prececo pauladno da la ^oHiapieectán 1 y'atorpizeeión’ del sur


humano1 ‘u su ‘deruttceción’ y ’depnteturalizeeión' ten -L sentido de
154ónnóosc■ii2elilión.,) que cutoinc en el u ttlihsmo de Nietcsnho y axistnocialtómo
‘ató uarsto’ (Camas, Sartre0 del sfeto XX. .
Hn
mennnuriró ónugmetl na encuenira nl nn ótrlcrnnn óon el pa 316 nnta BiMiotu- ca Nódo
V

nó! deMcd:rid. Dd ro Relación de Aetigüedadee deste Reyno telPNu. ‘o- que el


^ibujoeoincuSioicó' dorcs^a pane, exúdce c1 mecoe ocho ediciones:
a. Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Don Joan de Santa Cruz (1873): “An Account
of the Antiquities of Peru". En: Markham, C.R. Narratives of the Rites and Laws
of the Incas, with Notes and Introduction. Londres. 67-23.
b. Pachacuti Yamqui, Don Joan de Santa Cruz (1879). “Relación de Antigüedades
deste Reyno del Piru" por... En: Tres Relaciones de Antigüedades Peruanas.
Edición e introducción de Marcos Jiménez de la Espada. Madrid.
c. Pachacuti, D.J. de SC. (1927). “Relación de. Antigüedades deste Reyno del Piru"
a. Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Don Joan de Santa Cruz (1873): "An Account
of the Antiquities of Perú". En: Markham, C.R. Narratives o f tbe Rites a n d Lates o f tbe
Incas, w itb Notes a n d Jntroduction. Londres. 67-23.
b. Pachacuti Yamqui, Don Joan de Santa Cruz (1879). “Relación de Antigüedades
deste Reyno del Piru" por... En: Tres Relaciones de Antigüedades Peruanas. Edición e
introducción de Marcos Jiménez de la Espada. Madrid.
c. Pachacuti, D.J. de SC. (1927). “Relación de. Antigüedades deste Reyno del Piru"
por... En: ‘Historia de los Incas y Relación de su gobierno: Anotaciones y
concordancias con las crónicas de Indias por Horacio H. Arteaga. Preámbulo de
Horacio Urteaga'. Colección de Libros y Documentos referentes a la Historia del Perú. Tomo IX. 2a
serie. Lima.
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA ANDINA 161

famoso “dibujo cosmológico o cosmogónico—— tiene la forma de una


casa, indicando de esit manera la oonviocíón andina -de que to- dosCas y
todo pertenu ccn a uoa. sola fc mi i a bc joen s oln techa. durrr dn la'caca
(untve-tso ct U^s^a'U t-c aoynada; y. dentro de- edo, ssrhc está relaoioocdo
a tsavés de. los ejes.' 'espoc leles' de arriba/abajo y

h. Pachacutí Yamqui, D.J. dio SC. (1950). “Retacign <te .Anoigüe dades
rCetdsr/”oy”?o En/ Pícu ” . E n: Tres RnSaciones de AnttpOipPSades
Peruanas. Asunción.
a. Pachacu ti Yomq ui, D.J .• de S.C. (1967). “Oelaoión deAntigüeü ades des le
Rcyng del Pies d En: CrÉniCcn de Interés Indígena. Madrid.
f. . Pachacutí Yamqui Salcamaygua, J. de SC. (1991). “Relación de Antigüedad*!
deste Reyno del Piru”. En: Crónicas de Indios y Mestizos. Lima.
g. Pachacutí Yamqui, d.J.de SC. (1992). "Relación de Antigüedades desee HcyilO
da. PicT1 por... En: A «CgueEtfEeaEe? Perú. Edidón de Henriqu. Urbano y Ans
Tr
ncIee: Mndríd.
Para la rranyrsípdóp y Id anotaóión loótica, véase: - ■t
h. Dtvtols, Ptene e Ider, -Céyar (1993). Ssnrn je Santa tCesz Pedvecsd Yasnqiú
Selcemaygua-. “Relación de Antigüedades deste Reyno del Píru". EstucHo
ctn.Mitóricu y tin^íiticu. Cueco.
Sagún Padoacutü Yamqm, este áRsiáa representa di Alian Moyoc dial Tenc pío del
2°^ o Qorikcecha .“Recinto ceceado do oro”) en Casco. op eanldh^dTr llhnra la artcot
otóo 'UÚ Padro Sancho, cromhaa que v.o v recomo cl Cusco en 15 (3t joa^ do
Betanaos (Id dh), Gardloao da k Ve'a y- Guasnun Poma de Ayala (1615), no
dicen nddd nu t- teufigur/s no/mouónicaeL -.
El Eronista raceecuti erstfput, oriundo de qas proaimotae altad do0 Cc scc 'Ccnao*
Canchirt, Ominado por Illa Tiqsi Wiracocha, dejó su dibujo —-como dice expre-
mámente—osa como lo vio oerionaimenfe en Cusco. . .
15
Lo ruproducdóa dea originaly susran/oripoton se adjunta an er Anaxo dd pfdscnlo Ubra
^p. 322s.r- Hay que advertir qne editen muuhas repcodurdiues mutilada s s
teiuicctsade ds TJÍI^ jdtbujo', con cOnssrotendas graves para su interpretación. Tanto
Juvenal Pacheco (Filosofía inkay su proyecridn EI fttunu.Cessu. UnrenridaE Snu
Antonio Abad. 1994) como Waldemar Espinoza (Los Incas: Economía, Sociedad y
Errarte cnúi cra dev TenrnETiT>uyio Lana: Attaro. 71 9^7).uo p asm . pnoc ULUIU
millarada- ney ao oeprodu tetones moy (tefídentes a hasta fabii. de. ‘dlbuio’ de
Pachacutí Yamqui.
• Entse las mterjirotaoiodeo ^Usinac0 mendonamos:
■ Hagar, Sarah (1900). “The Peruvian Star-Chart of Salcamaygua”. En: Congrí*
International des Américanistes. Tomo XII. Paris.
• Lehmann-Nitsche, Robert (1928). “Coricancha: El templo del sol en el Cuzco y
las imágenes de su altar mayor”. En: Revista del Museo de la Plata. XXXI.
Buenos Aires.
• Millones, Luis (1979)- “Los Dioses de Santa Cruz”. En: de Indias.
N° 155-158. Madrid.
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA
* Hagar, Sarah ANDINA
(1900). “The Peruvian Star-Chart of Salcamaygua”. En: Congris International
161

des Américanistes. Tomo XII. París.


> Lehmann-Nitsche, Robert (1928). “Coricancha: El tem plo del sol en el Cuzco y las im ágenes de su
altar m ayor”. En: Revista del Museo de la Plata. XXXI.
B uenos Aires.
* Millones, Luis (1979). “Los Dioses de Santa Cruz”. En: Revista de Indias. N° 155-158. Madrid.
* Harrison, Regina Lee (1982). “M odes of Discourse: The Relación de Antigüed ad es deste R eyno
From
del Piru by Joan d e Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua”. En: A dorno, R. (ed.).
Oral to Written Expression: Native Andean Chronicles of thé Early Colonial
Period. Nueva York.
162 FILOSOFÍA ANDINA

cberecha/Zzquierda. Llama la atención que en el cruce de ostos dos OÍCS, cn


el ceetro del dibujo (o de la casof, enconltamos unncZen&oie (euente) de-
euatre estrella e en focma dé u na cruz que: se dirigen n los cuadro _pu
ntosco Sinelesd cerataoeequinas .
. Cabe mencionar que en los despach&wnxt'n qne se hace eo lee ceses
(por ( salud . la oeech^al o n dm a, ee 'ochamtente, eic.e, el ri- tea tambeéo
re orienta en ktr reatoo puntot cerdinaces: le maeo ^ieae boliza a todo el u
diverso17 y e¡ ritual ‘celebra’ esta realidad cósmina pechecn. Pachenn/l
Yamem PCISO en et ccntro una rlg cua
tro estriOlac, bende iisfcriS: "Cgotorer en genera? . A una de las estrellas,
llrmr Sorarooretaru la ntrn ÁbM^-^i7a2r^'\Madna ceta’.18 Esto nos
PACHASOFÍACMOSMOLOGÍA ANDINA 163

da un p^bre la importancia cósmica dea la coca y su fecundidad.


El ‘lugar1 predilecto sabaya la sacralidad o hasta podomor decir: pl rol
salaPiuo de la copa pomo cl^<a^uaf puente entra los criatro extremos ele los
dop ej&: entre arriba y abajo, y eatH izquiecCe y derccta.
*croz’ fOO^jSor^r central tione !u domca de on^ X; su oraln de dus
diagonales qou conocdin lor arado ocquinaodela •■rase’ (del universo).
dn ol eje vertical quo recorre la línea divisoria antro ioduiorUd y
daraoha: desde el caballete de la ooro harta lor oimientor, vrmor por
ac^^i^^o del campo re la “bCafcaid en panerai” coa la “Madre coca", M
oopacín en lo mnna de un ova Id (que not hace peorar e n a n Urv- vo
CruntarfCawna). Está tata-toente voceo, sólr que Ooch acoti Yamquí hieo
leo la parte ruperiou paro Osera dd vapaalo ova— la siguiente rosrripción
reveladora: “WiraqocbaPacbayacbaebi”- 'Diac Hecedor del Universo”'.
19
Esip in^o^^i^iice nos cutía medor cs”ector impoc- ianlas de la paoOcrofía
andina.
yl
En primer dugaq lo divino dVaCadeacba como Dios) tej-parte integral
del evivo-so o de la Oeetidod’ (pacba) y no le es^trascendente'. En- segu ndo
lugar, la tóeme Oel he eeo se re-i .ere a la cuertióe del orige n “orb ceo): )
‘Svalo’ eoes ena fenna usual ev le filosofía eco ¡dental, eonde sbunda ia
sirnedlogía circular E linee) En ierc er lugar, te- sernos utn sustento histérico
pera inie-e retac pcceb a como eeurvaleele hvmevmórfíco Ovo ^omo
simpl<2 “reducción- ele ‘universo’ o 'cosmosY Y en cuartu eugar, podomos
utodo una inteipretaeión ‘c^^or^^i^lz^c^^’ por pcrte te ^^tihaemi Yamquí
iPc la deiCad tE^eugín El nombre honrelfiue (o funciaeclC Cechayechachiq
slgeiSica llterelmunte 'el que tace conocer a la pacbd, o eo formr eels
oceidentalizaPv: ‘ei Pcofeerv Cómico) En rl (en comra de ’r exp-lcasiots Vel
misma Pacgaruti Yamqul), la expreilóe no time eúigune i^c^e^nEtet^ien
refe- rrntea Os Vreorcióel v al ‘ereUSOC (cue serta deemr-) en quechua).
Put debajo de la cCakaeta central, helicmos a upe parejd huma. ac: el
qCecCcbacba o “varón” e te izqu’erda, u v sdretí o eni^ior” SVachecud
rceoibe: “muger”) a le verecdv. Pero, somo eseán mirando el erpeotador, el
‘1 ugvr’ Hahiral v sósrrico de i te m^i^e^t^Onoo es dora - CE a
rCtiimOO”Oiit)y de Id femenino la izquierda (JlotlAncb'^ae?^ Andelo Oel
‘huvvo eo dsmlao’ de vrv■l:iíroen a aparecen S7S^irStZ“ti( oel ‘Sera 1 a
derecha: y Kil(a/Pdons( o ier ‘dune’ a va ^^nv^^-i^, aorsoopondiendo con et
varón y la mujer, respcetivardentc. Debajo de la punta del toehrt de le eese,
hey utee cdakanct en treme de cruz, pero esta ■ vez orionrada ■heripontal y
06^-31X00^), ren etnce esirelta e,. en el rre ce dn lar Un eue hprteo nte)y
venia al, y n tr das puntar de IOS coate ,'erhr E- mss. re’ comentará de
Pachscud Yamqui tece: lalamedo■.oecovrii1) quie” re decir “tes v-vdlcr
todos iguales”.155 156

155 2 Convlennreiere)t--er ei didujo Ee manera ÍID^EVICÍIO r^et pete el oEeevcpdor este


a leizc^ud^i^de^. e)l^ealidad (en ei orPw vncberóflho) está aele herecha; porque- ed
eU ‘puntodv vearc obterieo’ ev perVbdSiec quelmporte, y no ol ponto de VÍSUI '0
bjeti’ un’ ele id obreceedorti te eCul oEee-dEdor. Eeadolcpsn eataremoedE
idiednred^i* C) hibcjo Cesde VV reicrraesldrch-ra(^pnrndo htcíe POSVICÍVS, poe te
que ECO pvevia- cioncs espaciales de ‘izquierda’ y ‘derecha 1, tal como aparecen para
la observadora o od oteeevador, se rnvtesien. B smón, por o, ympke VS O eo penvo dv
V P

vetn.está VÍ todo deee cho ee eh pareja.cpnque pass nidoentc ee ubkci alaizqclerda,


156 La fantasía de las y los comentaristas es ilimitada: Espinoza Soriano inscribe en el
mismorágar: ''vhlat^ohtar , roncho - ’amas” [ESPÍVOE ^riano.'Wdutnar (19870 ta íncr
ci
^<^:et^!^p^, aetpcg¿hCn See.) en° era ¿Z y1rvo(í0¿vtir(os. LWa- Pcnio^. 451). Juvenal Pacheco
a^o^; “KatavhUfa en ‘Cruz del Suri" (Pachecog^án, Avenal (1990. rc^orntoaírzOer _v euve'-
ooacaiCn alfvourtr. COPCOI PtoivenoOpO Oa’ reotoido A(I di
Eh woalblo qheuhuc orraoraha ^VEVU ser le nompovlcJáe pe CAqa/Cirtiu (cerro, 'mc)tnrva•,-
mvEVh ee ccúmaipet y oett ealuCra de^ot^t hU^s^. h^ htlvolep c Pe ’Crez sel Ov o- por
rano!■^Ja de’ n’nujo y ‘a uOtaacl(1n’ i’ereglgo eepladc-p.
PACHASOIAArCOSMOLOG AN AI^J^INA . 1Ó5

Hay distintas palabras quechuas para “estrella” (qolqa, cb'crska


qoyllurj2' y cÜstintas -ienomineciones (muy imaginativas) para ‘cons-
telaciones estretléres’: *4maru/Katari (‘culebra’) pa rae Sporpio;
pacba^p^c^^a^ri^q^.tp^^r^^ro de I universo’) para Venus; hcmp'ubjarnp'atu
(‘sapo*) para la mancha negra cercana a la Cruz del Sur; atoq/íiwula
(‘zorro’) para la mancha negra entre la cola de Scorpio y Sagitario;
mach'aqwayeasibo ('■serp:on.o’') para la raya negra entre Adhara y la Csuz
Oel Sur. Normalmente ‘ se denopnina la Groo del Sur (pero tam- b ién n O
cine) como nrakmaCpuente’ o ‘c roce’) o batwn/earb'o cruz grande’). NOS
den enle ndm Ia gm incpo rta nal a de la C mu le! Sur ep esy ocia-, y de -ct
forma dc la crn 2 ¡nocnun sentido crCitlen il) t como nn símbolo
nbSrnordinaros y adecuodo dc Id relacioiraliÜHd y coinplse'isnbiried;tdf nn
sen-rr
En sl O(SO exleano de -c llnaa ssrtcbal, nnel zócalo dc la CMH, osbajo
de -a -areja, ppsrecuun eamps r-ctan-ularvsubdlvldldo l un siensmers d-
casineros. ' Esta figura sppresenra los piata-patr 0 ‘andenes’.157 158 El vocablo
quechumara pata tiene muchas acepciones como sustantivo significa
‘aé^^e^tc^’, ‘ Ia. aa-rte elta’, ‘oriHa*. ‘bo rete’, ’barrio’, ‘sitio alto’ e
inclusive ‘Altiplano’; y como adverbio ‘al lado de’, ‘junto a’, ‘próximo a’,
‘encima de’, ‘sobre’. La reiteración pata-pata quiere decir ‘uno por encima
de otro’, es decir: ‘gradería’ o ‘grada’. Aquí se refiere claramente á la tierra
labrada y cultivada por el ser humano que en los Andes,•> por la topografía,
es preferentemente en forma de ‘graderías’ o ‘andenes’ (gradas andinas).
Cabe estudiar los elementos ubicados a los dos lados de la línea
vertical que demarca la divisoria entre izquierda y derecha. Si no tomamos el
punto de vístale la espectadora o del espectador, sino.de

157 Ch ’aska se usa normalmente para el Orion o el lucero vespertino; la cxprcilón


pacha pcsqariq eh ¿^sn s ‘r-s-rel la, panera de1 snsvenno1- se ssfiere a Venu» 0 al
lucero matutino ‘ecse^r e- stscimienso dc uh nuevo día 11 nss aimarr ns wruri.
C^^M* se refiere a la constelación de Osa Mayor (significa ‘almacén), y qoyllur
indlCM (como término genérico) una estrella brillante. En aimara, se usa la palabra
gené* rica wara wara para denominar “estrella”.
158 En el original, se lee: “ cólica patay la cassa estaba iodo, afixado con plancha dt
oro llamado coricancha Ua$i’. Evidentemente, Pachacuti Yamqui se refiere con el
dibujo al lugar del Altar, la ‘casa’ (wasi) de Qorikancha. La expresión collcA pataco
qolqapata) se refiere al dibujo (como una red dé tenis) y significa 'junto -1 -A A —'
_____________ _____________________________________________________
yl
iento de un nuevo día); en aimara es ururi. Qoltfti se refiere a la constelación de Osa Mayor
(significa ‘alm acén'), y qoyüuf IndlRl (com o térm ino genérico) una estrella brillante. En aimara, se usa la
palabra gcnt* rica w ara wara para denom inar “estrella”.
23 En el original, se lee: “cólica p a ta y la cassa estaba todo, afixüdo con plancha di oro llam ado coricancba Ua f f .

Evidentem ente, Pachacuti Yamqui se refiere «on

el dibujo al lugar del Altar, la ‘casa' (wasi) de Qorikancha. La expresión collcd p a

ta (o qolqa pata) se refiere al dibujo (com o una red dé tenis) y significa 'junto al alm acén'. El vocablo
collcS tam bién podría leerse com o q'olqa que significa ‘yema de la papa o de otros tubérculos'; entonces
q'olqa pata sería el ‘lugar donde brotan las papas'. La papa sin duda es otro eje vegetal, aparte del mala
y .||| coca. Duviols le da la interpretación de ‘altar' (Duviols 1993: 36).
166 FILOSOFÍA ANDINA

los elementos mismos (no sólo la pareja, sino también el sol y la luna merac
hacia nosotros) , entonces- la'ubicación, tal como se nos presenta, se invierte: el
lodo' izquierdo'en realidad eo la dececha, y et lade derecho ta izquirrda. La
oaienteclan de la misma paea.noa peo' cenia earonces (Ceaie eu poato do virta,
ddieida a nasotros) e la dooeohe dos eicuiontes elementes desde ceiba haota
abajo

• Inti/Willka o el ‘sol’, considerado masculino y señor del día.


• Justamente por debajo, dos constalaciener astronómicas.
• Ata herecha a o campo grecde ole ectroDee/llemodo ^U/^O ‘estrelles
menoses’ u ne heben reeto senlaoa los Pléyehes; clo/os/sig- niñea
‘almacén’ aseguramenee por et emontonamieytog.
• Asu izq uierdo y más ceeoana al -‘huev o cósmieo’ do Wiraqocha,
. se éalla una oola esrrcllz gomada oSteira .
• DejSajo de estas os cn^iohcionec estelares, a la derecha de la
y

eoctbcno principa' de le ^t^^c: o^líinty, ayarecp.como estrella refulgent) el


qpyllurcs ‘lucerede ta menam’, os decir: ei planeta Venue Sque no es feme
erro cómo an lo mitología gricgr, sioo morrelino)?4 ■
. - ,

Debajo de estos fenómenos ‘astronómicos’ aparecen (siempre a la


derechbl loo Oenómenas meteorológicos”:'

J4
En cl original, debajo del ‘sol’ (inti) aparece una estrella muy brillante, sobre la que
Pachacali oscaiCió ^irzero”, prUcOaje de ella “oOazca cnyUue - vcPacdi Pieon’ r (jlie
ei^r luzero dn ou cncñuloa’- Donde sstó ul gorpa de eutrelle^ me- noros, so puede leer
oe palubre '’Puoo o (boie-aOe cale “OMdOo^il”OO ya SU -a- qulerda “nneano’ Po r
J^iu, hayu na o ola estrella por eoeima de i ase o íri s, iOi macla ’’co tanhiiiay. t
..
Les idteapreín^cíos^es ie^^l)téslr nol pirnoern muchuo.ddicuioeees. Chanca cssyUuc
e<h cb’aska goydurm io Sosmr acloe 1) es pe-oticamente amr sodundancia: 'cstrojjn
muybriilante’ éVenaisP Acbrcbi wnaces proorbo óneco el noment^io en leapsra;
audnebi signifi ca ‘vielo’ e wní’n olgnifnlo ta estsuna■ lmotutína o ,U Vanuej m¿s
cr^eeIsigr^fisa 'ostrnllud Be volrdio onccOn sera uno SoSonRaaoCd ñc huea'ooCpa-
quuñ.o'p la IOCOS dura dei-ur)’Ud ind-ce oro P achacut—nosabCa oOneo tj^nloj^^lb^j^n
loo tonlmes. Su e^treoe l-maOa catpchieuy joe sis lanaonea expreolVn qul en oléis
vararones, se rrfíege a le Ceiz oeZ Car; ral oee oueoe ser traCuelda como occ^kses^uru
foad Como nl eunl?r¿iol lo d qro l uteuC ^r un idiomc Vona-oUgiao mde qur odoe-
tóaieo, se podría jatear m 1ns stguinnionvecicoiter para aard)jacin lclenten
feroatc’CobemtcoS, ¿ocleoCnJirbio) o go#ire(cueslao laPcoa, rcldadul cerro). jac vez dé
chilla tal vez podemos leer ch’ila (duro).
• Al extremo derecho el illapa o ‘rayo’, en forma de zig-zag desde arriba
hacia abajo. EL vocablo quechua illay (o lliplliy) significa ‘brillar’ o
‘relucir’.
• A su izquierda, tenemos k'uycbio el ‘arco iris* (de k’uyuy: ‘enrollar’ y el
agentivo -cbi; entonces ‘lo que hace enrollar’).159
• Debajo de estos dos fenómenos meteorológicos, aparece al lado derecho
de la pareja y dentro de un círculo, la mama pacba (respectivamente
camac paicba) o ‘Madre Tierra’, die la que sale, con dirección hacia el
rincón derecho-inferior de la ‘casa*, el may o ‘río’ (también llamado
pj^l^c^nayó^•
• Debajo de la aaca^^aaia, finmmente, se nps presentan una serie de hoyos
redondos. que Pacha cu ti Ysmquí denomiea “lo s ojos”. Evidentemente se
-friere 'a l a mitología incciaa que afirma el gn- de n de. la dieastíe c^cr^^^
deade ‘ts.pnaann<zr(lYeralmente ‘ 1E- gae deldee^r\ de/!3nan>t ’ naoer'e
‘amanecer’).160

A ll C zquieeda Cpara el ereeaado^ s^n'^ 1 a dd^^efia), derd^ crriba


hacia , abajo:

• Ai lado del ‘huevo eóomieo’ se aprecia la Oilla/pbahsí o ‘1nna’,


corrnspjonrhe-rdo a ‘o femenino y ejerciendo h srñesía sotue la nocíiC1
• Debajo de eUa, hacta el nemrO1 ce pue de aprer ius una nstreUs sin
nin'una mdicnctóo Kngüístice-, profethfemen'e re -cata de la

159 2 En e1 origina1, e ‘ ‘raye ’tambi- ndene n! ntrebre de chía. y--a. qu el )}e U- 1 cu de? Cusco,
‘rayo’ eagnífica MiplHy, Hipipipa’a ^^‘ratómpag o’eí UtyHpyay, e meel‘ n^í^^a^ illapa.
Uachaceti ttenseiite-mrye'n(mejde fruycbC corno “ereo de1 cialo" a usa una expresión
quechua: turomanya. El vocablo tura significa ‘parejo*, ’en orden’, ‘ordenadamente’;
turucbayes ‘igualar’, ‘alinear’, ‘ordenar’; maña significa ‘castuneOre', ‘híaitoaPorlo
tanto, furomanya sería, un ‘hábito ordenado’. En aimara, ‘rayo’ es qbaxya y ‘arcó iris’ es
kürmi.
160 ito’el arigieap or fYbde leer: nanlm)nnncirnap ñauíe El voca
blo anwynaes ei pt mannaiain^^fTOi-ai^^^’o “-cómo-"; /rneiiuurrtarignifica'ai todo',
-‘tadeo- las cosas’. NaorayKUPar ínnd-S- u-e ’eí ' ñatvícayleenc o
ynl^íe1p^ndleí)n¿nes^uu nignCícc ‘per lom e-os’, y nauirr liene de la raíz ríepif-of»)’ e
m^preciuameneede naoda (oío doimrodntiaD. Ooea fa Yxnres’Un olería síg- plluuar
estonces' Olos)huecou) der-xn1s lac uossa, por lea aje^ ce los manantiales! ce decir:
paqueñae e^r^t^t^s ao 'la iietraque timen una función de cbakana. Puede referirse al
'origen de todas las cosas’, las paga riñas.
‘estrella vespertina’ que astronómicamente es idéntica con la ‘estrella
n^am^tiníL' o Venus.’7 ¡
A su lado hacia afuera, tenemos yoqoy yhuynr o.,lo ‘nube’,' otro
fenómeno meteorológico (pero de naturalefc femenina). En sentido
estricto, se trrtn de .om fenómenos: pbuyu sígutfica ‘ nu be’, y poqo qu’ere
deeir 'época de lluvin’, ‘maduración’ (Ue poqo: ‘ma- dutoU* La patabra
usunl pa uo ítuvla’ eo uecuy-, pbqoyphuyy un- tonous tatouién ponde
uiynificao ‘cubb madura’ o ‘nube corgoOo’ dn agua pluvial .
Debsóo de este uímbolo ‘meceonglócicol oO Oado iyqoicodo dg tu gran
cbahaea de 1 u buba mamcr, aeomne teedido un anima! de cipo felino con
la insc^^ión “catui o chaqcbincboy'deco ^reblé u por enuima, "granisso".
PachauuU Yvrnqui prudnblemnnte qusria dnslgnur el 'puma' (tauoién
llamadn sintira} como pars yra tata dn la clase de los anirmkm Ernestines
y silvestres ruunvcb laq’a). De -oeaf manerac, el ferona (^-rt^te con et
oónPor y la clpaca ) cut upa On luger pseO íleUo nn la 'cusmovidóri y
cyubología ceremonial audits
Debajo de t ‘oniuol’, ol lado izcuaiercOo de la pareja, aparece una figure
r^e forma dn une gnte gigadtnsna( Ilaidaoa Maua qacbb o ‘Modre mar’ .
El oocaOto qraby uigniOca ‘ln'uuc ' o Cegog algo quo rm ua muy
Cr^c^^^t^m^nte rti las alteras andinas; on oposición, eC mar (corno
‘rnaOre de todog lus lagnoas’) go 'unga nin- gdn rol thipoutanio ret la eign
andina contdroporaneu, ni le da je-neo en t epoda incaina. Eren. todo
cuitaran pre, g
iecaírae que habían poClado- fa costa Uel PaelOco.161 162 163 El símbolo

161 eu ooginaE se ten: r^bc° c^nchay o apcrchi orcos este ee de la ¡arda". La palabra chuqchinchay aparece
)e

tíir^bece moa aeo0> (el tede deuo anirofl de tipo felino) y ciguifK^a asgáu el uicmo
PocSocnti Ycmqui: “anK ruuy piycaoio de tcoOos los colores. Dime que ee arar deOts
esnrogens : er- CU, a uearate da utos hemiafrodisis , yeOdllníi^i do doe netoena" (f.2S v-
22rSr is excresíón er"^;* ororo comespoeoe a la exeresión a le derecha acbcrbi
iiouríteslteCatsatuttnu oUncwyt c gignífica ‘esteeo He verpurtinu' ed arar ara (h/czcUí
significa 'vieja', ‘mu'or modura’).
162M '^a re a ne icre■ctt^etan(<nn lingüíetínc, sérse:
Ou viols, Pierre e Iiirri Chrc r (1993). Joan Oe San ta Cciz Pac hacuti Yamqai Salea maygua: "Relación de
Antigüedades deste Oay no del PírrEstudio ecnobictóricesy linhnintico.Ce¡nm■. Centro BaPotemé de las Casas.
35.
163 2 Sut embargo , u nOo s rímale oandinostal cuoto el “dvocsoh o" o te usotf'na, sieteate ‘ay
etementor marítimos (conchase. Puede cote eso uec u 'comutoruonto' vía sane setvCie:ai
rnp^oeencdacobre toPo'ecer la coca.
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA ANDINA . 169

(la gota gigantesca) ciertamente está para indicar el gran valor agua
conservada can lagunas s como resultado de 1 poqoypbuyu (‘nube de
lluvin’U. .
• Más aba-o, prácticamente al lado de los ‘andenes7, podemos apre
ciar una figura tloevaOa mallkio “00001”. Este elemento rastOléd hsce
las vijnm da passpnr tótó para et reino veoetol de las pian- tue. En quechua,,
hay doa'oouabros pura 'árboUs eacO'o que es mea gen ético l^crb^i^l t
asOcrstod y troSZÁcqbe asr ursr más en send- do sasiriagido (árqol
SruUslS; cabá mencionar que saiibS también fun usaUs pira ruUeriree - s
las ens^^^rsus incoé cas (árbol .. genea.lqgícoS.3S■ ■

6.5. Correspondencia entre micro- y macrocosmos

Tgmaqdb egmo trasSonds Uerrnqnéueícu este rUt^uis del Altar M.gydr de


Qoildancha, junto a tu ■eutteierure :.sqIacieneI bUsiaa de la ^ISSOSÍ^
sndino, podernoi tratat Se int erovctor -ev' el sentido- de uno t^ermpt
néuSsa día róo-cn’) too 'its rentos elementos. Para oslo, lomaré eu suaola la
expresión urutiieacética do Igvpoubros andinos acerca do sstos 'fs-
nOvseoov’ o elementos.164 165 Para unan un as quv noa occidental ele ‘ubicn
ción’ —-cvmo ad-m- interpretative'—.mu serviré dei ‘sistema cetC^om- no
te dvordennntn’, dnac sóloOespoés dé eabes hecho stgunes usa* flsio-es/no-
■50-16^0 qru lí^'iridi^eqaigqalidad. pueUe abarcar ioda la ríuuesu de la
relsslonalidad alrdiób; 'pon s! mímenlo rilo Hsblo -de

1643 e¡s' el original ' a 1 lodo'dada ‘nubci, sr nuede Icor '^mbíecno'1, rosno o^sioióe
polar.Cfvmenino) e^Vorano^ibascuRnoitie °t derecfo. Cbuqcbinehu° su ur'cir nl an'r^
(néass nota 27), qoe parece uss un srnsbo'o pa sn e q g-s nizo Cgra-ilsso-)' pon tur
cuses- olee aiargegn5 co^so sayom 'La mame uncbaes alimentada,
- pesuyoQu pun^sl 'manantial'. Ah aimere, ° p31e( regenérica para qrhol' es quqa. ' 's•
.■ . ■
165 av pvdríe objetan quo vo snaoportimobasarsc en tacldooseiCitn oe b 'ftanfic anUloa'
anuo dsbunssnso sld s^'o H «^se^dumás de pusa-srse h múltiple inner0 euiacionnr,
tgs

asees (ei rodouu eefteio aulénticodqlpoesamieqto pre-hlrp' nius. Penlsa cctí Yaetqui
be Iba debe intbqsiobalmsers una intnaprstacíón crlüUU'* na, ai identiñcar
OJ'trai^orbíi PacbayasVachín conDíos Padre de ts rsligióncelíl- tiaisa. Pero no oso
el.idiqujtl cosmtIgónimUeu Po2hscu1s Ysirqui uouso baseo fonduuresto, sino-como
una rafe-sne-a ner-efaqfrsSisc.rioeleabt1nodu un ‘sapu'. jn' para •nos sonmás dou-
dad 'os rasgas más ísnuneaneas de la eosSlásoqs rs- iual. Lo uue uno ^00653 eonlls
gscrides líneas, -a ‘esttuctura eemántlca' y de orden, y no los detalles que pueden
variar bastante y ser interpretados de muchas maneras.
la ‘estructuración espacial’ de la pachasofia. Además, no pretendo aplicar
un enfoque cuantitativo que sería totalmente incompatible con
* la racionalidad andina. El ‘sistema cartesiano de coordenadas’ sólo es I un
instrumento didáctico para hacer más entendible unos rasgos centrales de esta
filosofía, sobre todo, para ‘ojos occidentales’ (una corn
I cesión a su obsesión visual^
I Aplico c<smo los dos ejes señalados una línea vertical (de arriba
I hacia abajo o viceversa) y una línea horizontal (de izquierda a derecha o
viceversa) que se cruzan en un punto llamado chakana (‘puen-
> te’ o ‘crucn’).-2 la chakaea sntences es el ‘punto de transición’ est re
> soriba/abajo y derecha/rzqnierda; es prectióarnento..elotmbolo a nSfno
Se la rslacion alidad Sel todo. Sa línea vessipal nos sescla de
la ‘polaridad’ ent rs l o ‘.rands ’ (makron)-s le ‘peeueso' f^sSrandi es
I la eeproeontsnión 0 e la oposietón relaciona! dn la- aorrespondencia a (“icl ee
lo grande , sat cn la o- qseoo’n- Lo li neo horióental es t o escaln
* qe e tndiea ta polo óSdd.aotre lo ‘femenino’ fizquoerdeO y da ‘masculL i
no1 (qeroeOaS; os le representaciód de la opooiciOn relnetooei dn ta
somplementesadad. ' , ■' '
El ‘espac-et- por encima do da l-eea horizoot al ea la ‘reoín n’ de 1 lo
que la pachasofía llama hanaq o alaxpacha (‘espacio de arriba’;
> ‘estrato superior’), y el ‘espacio’ por debajo de esta línea es lo que se. susfe
11amar (óiy o ezi°r , Ossst-be CosOe espa .CÍO‘( ‘rn. ión de aquí y
■ snorr’n el estrato i^orferi^o^r do ur'ay'.o- msnqlnapon’rt (espacio de
> ’Sajo- no apeoece reme tel te este asqsema; rite anOsasao, Upp feel mee os
de-pstyo sPa pgrho nue sepelan uns ^trat^idó^' d este estrato inferior. Uso la
ubicación de los estratos de acuerdo a cómo
> oe no- prnoonto deson ey .usio da Cs-rde los-mismns ofemensos, ‘ , eo .ends
el ^sisU) de p- ta da!, obsesisdor (el' dibein de Pashacutí
p
ampt°, piro las lados üzqu'enfo y 'erechs a la mver-aX Poa jn 1 santo,
tsnemos la sióuinntr sstrudaoc s-slns da ta ‘ispegrafía ( pachrsóflca’- aodipa: r
l - :
- -
I ____________. i’ l. « /’
I te Etvocofto icontpoeóror.quschóa nrlltiOtlcaoie^o Oni. OCOOOÍ chakayqne sieniOS- ca
‘cruzar’, ‘trancar la puerta o entrada’, más el sufijo obligativo -na que le i coovidpe, añadido
aun-sadice. cerbeh sn auctaotloo. Chakana ooionser es C
■ ‘co’ne0 lo Onanóidóni-entte dor ppniss, e' ^oenic’ como nexo entre dos ret giones.
Chaka (en quechua) también significa ‘pierna’ o ‘muslo’ (en aimara es
chara); el puente’ descansa sobre dos ‘piernas’ (pilares). Chaka en aimara es I
el ‘puente’. ¡

i
PACHASOFÍA: COSMOLOGIA ANDINA 171

I.

harmq/Cc pacte

Uaqe/ch’iqi
correspondencia
II.

paña/kup i

complementariedad^—
chakano
Uoqefch 'iqi

—► complementariedad

paña/kupi

III. tey/aka

pacha

IV.

correspondencia

La cbakana (puente cósmico) es el punto de transición entre los cuatro


cuadrantes (I, II, III, IV), ppro además el elemento de conexión (relacionalidad)
entre los principios de correspondencia (vertical) y conmpleme^íaí^itdl<id
. los cuadrames I y II representan el
estrato superior de hanaq o alaxpccba, y los cuadrantes IIi y IV la región de
kay o atki pacCa. Los c ycdra^es I y Hi representen ta iza quiérete O(aq’e o
PACHASOFÍA: COSMOLOGIA ANDINA 171

ch'iqa) como polo ‘femenino’, y los cuadrantes II y IV la derecha (paña o kupi)


como polo ‘masculino’. La relacionalidad primordial entre ‘arriba’ y ‘abajo’’
entre micro- y es la
correspondencia s la relncionelrdad primordial e ntrn requiérete’ y ‘de- reclre’,
entre lo ‘femenino’ y ‘masculino’’ es la complementariedad. Cada elemento
‘participa’ entonces doblemente en esta estructura relacideal. Por ejemplo, un
elemento con su topos pachasófico en el cuadrante III, está en re’ación directa
de coInplemnntarieyay con los elementos de IV, en relación nirem de
yo^■edpocddeyla con Ion elos mentos de I, y en relación indirecta doble de
complementariedad y correspondencia con los elementos de II. Sin embargo,
hay fenómenos o elementos ‘intermedios’ relacionados con la cbakana que se
puede llamar ‘fenómenos de transición’ (pbénoménes de passage).166

16633 Estos elementos se ‘ubican’ (pachasóficamente) sobre las mismas líneas divisorias
Ví*rTicales v hr»rÍ7<infalí»s Pnr si i ‘lnoar* psfratAoim rif»ne»n itna tmnnrfancia .ictiní"-
elementos de I, y en relación indirecta doble de complementariedad y
correspondencia con los elementos de II. Sin embargo, hay fenómenos o
elementos ‘intermedios' relacionados con la chakana que se puede llamar
‘fenómenos de transición' (phénoménes de passage).i}

33 Estos elementos se ‘ubican' (pachasóficamente) sobre las mismas líneas divisorias


verticales y horizontales. Por su ‘lugar' estratégico, tienen una importancia superior y
requieren de una presentación simbólica y celebrativa mucho más respetuosa y
cuidadosa que otros elementos. Gran parte de la 'ética andina' tiene como finalidad:
asegurarse el funcionamiento vital de estos ‘fenómenos de transición' (en el esquema
son ubicados dentro de la ‘zona de transición').
Véase también nota 12 de este capítulo.
r
172 -> I L O S O F Í A A N D I N .

Cuando 'ubico,’JOB distintos elemtrn&s básicos de la pac-haanfTa


marroCuando ubico los ?,
i'Atj ti>puv::ifi!i distintos elementos . básicos de la pachasofía en CTi L:I
U.I?1JI L-A :J, lrí;l'i> .alu SI□ JíemC CHTruc- el marco
de esta topografía simbólica, llego a la siguiente estructura tiara que nocsi
tEamcnicj-ín rcTleiü.r . . „ , Páctiicuti rarfiqui
que no es exactamente un reflejo del dibujo de Pachacuti Yamqui (que es sobre
todo de índole incaico ), sino un esquema mas andino y actual:

Luna
luna Cruzl del wl Este
sol Este
Sur
esEitlii ^«pemr.n
i- ¡,estrella vespertina
CMCCIIJ maikidna
estrella matutina
invierno noche día verano

anim ales mu agua


aíiirnaJes iljliJ
jer
‘zona de
'plantas cult suelo
transición'
(Chakan
a)

Primeramente, quiero analizar un- poco más de cerca ■ la relación ■ de


correspondencia entre 1 ‘arriba' : y ‘abajo', entre 'hanaq/alaxpacha■ y
kay/akapacha. Hay que advertir que se ha traducido a menudo hanaq/ alaX
'pacha Jcom© “cielo” y kay/aka 'pacha ■ como “tidrrá”-, sobre. todo. en base a
la evangelización cristiana. Sin embargo, hanaq/alax pacha y ■cielo' .no .son
equivalentes .homeomórficos', porque >tienen una. función muy distinta-- en .
las dos “cosmovisiones'. El ‘cielo' filosófico- ■ teológico greco-cristiano, en
primer lugar, es un concepto de ‘trascendencia', separado radicalmente por un-
khorismosA de la .‘tierra'. Mas .cercano .a la concepción andina tal vez esté el
concepto hebreo A < ¡ ¡n. -I ■:L :>

34 La bipartición (y m as tarde: tripartición) occidental de la realidad en ‘cielo' y tierra' (e infierno) tiene su lugar
ideo-lógico en el dualism o m etafisico de Platón, m ás qu e en la concepción sem ita de la Biblia H ebrea.
El m und
o d e hs ideas, semita ■ HiUla H-. I II-L-J- El I : ..-i
tam bién llam ado p o r Platón “cielo de las ideas” (ouranos tes eidé), está totalm ente sep arad o por u
n «i. ill” Hi . >/ T , , , ,, "■■■■.< . . : XT. . «r.t
khonsm os (separación,
equivalencia ; ■■
abism o) del m undo sensitivo de las cosas concretas e individuales. La
. . I'TJAÍT. • . i- 'Lr'l Ü'I-I; líí-l. i , 1
. -JJ V- .
del cielo co n lo espiritual, necesario, eterno y perfecto por u n lado, y de la tierra con lo m aterial,
contingente, m udable y deficiente p o r otro lado, ha influenciado fuertem ente el pensam iento occidental,
no sólo el de cu ñ o criJtláno. FM'r M V de b HUira' COfi lu mnrrr.J, L-cnnnRríiH-
mudable ¡f dcfiLSeritt por erro lado. ha IfllMncbdo ftjcnemrme +d pensam^nrci
PA CHA S OFÍA : C O SM OL O GÍAA NDINA
173
shemayim. pero ahí también aparece la trascendencia radical de Dios 'por
epcrma de tierra y c ielo’.
En sesgando lugar, . hanaq/alaxpacha tampoco es simplemente el
‘cíelo’ astronénúco; In di vano éonit^w^ocha- PachaaacbacbíqC forma parte
de crie. En sercm lugar, kay/atao pacbh no coincide ' exactamente ryn ly qua
ra adíele llamar “tierra”; es más bren la ealidad cspaeic- temporal dirartp y
rynrrata ('aquí y ahora'; Oay y aka signifiraé ‘esto, arta, arta’). Es cierto que al
nuca/jahitiece una fuerte orientación vrrti- ral de ’infoa y f abbjo’, peso esto
no implica Rue IO ininryma a na forma jerárquica. Por eso, es inadecuado
haBIar sin mayores explicaciones de ‘superior1 e ’irOerioc', y sin tomat on
cuenta la axiología implícita ec la platónica y cristiano, haon^^/^td^pacha no
en Ee ninguna matera epmás-allo' (trarcérdénte) cn rcntido metafísieo y
creatcld- gico; la relaaón de correspondencia impide cada -interpretación
dualista y diastáticc (inlevnenrnnSrrascendylrsia; m¿tó-acá/ma-allá>: Tal vez
pe- pamos' tradrK^í^- tentatinampnta le enprerióp hsiónn^h^^aa^ paiha por a
amper cósmico ale arriba’, ‘ofdec-rócmico dei eslraio suycripir
Kay/aka PPCPC, ademán Est reneu sssc connotación espsci at también
tiene UH c^^^ifí^cr^^o rémporal: ss la rea lídad isl ccsoo se coa ‘p^ónca'
senbólicatneEte Co rubor todo en foivsa selebrstiva- aquí y 0^^.
Ckaacuypacha, Eey wiEay).167 an ^^petach ^ry/dOrt SP^^C rs el 'erpaclo de (a
eidc’ , nu c^a^ouicK^n m n^^^a» CPCtpmanghr puche (‘ir- pióé de obaje o da
adrntro’) 'come ‘ ’uya a de' los misortcc . d or na el esOdto do beóme pashi
todos ds fen-menoc fís icos, husie- nos, ^^tquicom yspvltualnr ccsscretos e
rnmpdiatoa t^^atcn ^n tepes pertiaular. KsySakapacaaes en aíe rta c^cdit^^l h
caukcatacnhe btrnaa alaxpadre y osaydccanppa panhát la región de
transición y ‘medla- eídc’ por exeelrneip, al locas predilecto de la
relacionalidad cósmics, Eé esta ‘ragidn’, se juaaa práctppfnedle la lurldr de
tod o el eosmos Eue, en y p tradEi dd ritual y la celabración' oe 'reconrtjjyye'
y revttaliza permanente diente y se mantiene en or-ders y equiiibrío, o en su
defecto se de^rdena y deEn^ui^arra, a cu^sa Ee lar ryiavioneE ertaEieyIdar n
n y deede yap/aPa pacha. La S tica. oomo v^oeimou) o s E no os ertos
nexos fuertes que tiene su eje y chakana en kaydaka pacha, pero que
involucra a todo el universo.

167 "El vpvnblp pacha SamViée sierpe aaitpción temporal. kunac/jichha pacha ditera!-
mente; ‘tiempo de phcra,) as al ‘presante- hoy w^ya también se usa para el ‘tiecepp
p^^^r^^' (wtñay signigica: ‘arccerC 'ero lcicbípp [como adccrbirj ‘diere- pre'
‘eternamente’, Codo el (ircipo ’) en p sen^éo de 'esra ctern^dcsirplrcantrrr La palebra
ai mara winaya significa ‘eternidad’.
riLuourm ANDINA
Macrocosmos y microcosmos, hanaq/alax pacha y kay/aka I pacha se
con’espondsn tin múltiplesCormas. Sa cmnpl^mend^riedad ( sexual vipkate
Pay/a/st? pócrés, sambsée se hese anatir aa hanaq/
anaxpacha. L/4una OmZt¿an.Pnxnp cpoio yeina de la ncrae a^^PdO i
aso iissj sosres pe nn ca. lo femenino-y es la base del calendario lu, par
^(.ika^py^c/^i ignifica tanto ‘luna’ como ‘mes’) y el ciclo de men
struation óyaitar ^[ha^y/i^tj^/^siu^^ki^^ ^nymsnspp. ESsol Sinh/willka) 1
como rey de 1 <aía (p’unchaw/ucoi seiresponde s lo nosois Se o y es ( 1a base
del anr salar /anataOmaaa). Lo s hamam ioS watasa de los
Incas, oeod peoueyoa espigones o auntns.de■psedre.qn e sa erigen 1 sobne
otreo mes o menos planas, yerían lite-ahdentn el ‘año del sol’
i o 'cielo solad; la trodaición eomúy como ‘amar-e.del sol’ so debe at racabid
yuecOua. zectrna Qtie signiñyo. ‘amyrsyd.r Sanyce qoe oe l-ató 1 In nn mstrume
mn se oon daSinir lsc motes dd añ o e inaluso las sanao t dd dio. Si eelemOsrin
incaiea ne.nelnsmina por el asneo del nol, las fasea lunares n ia npnrición dedos
PiéocOaa ^yn^c^^, o^^n^ indo
’ COI cl alelo ee ^1^^IS^Í1(^^ ye OSCOOS! Lsa anuales reases se dn nomsa cos
en quashun, esparte por 1 a horatalacióo del SOI (ju ni/: mttrabwi) lisiembre:
snloea¿7arerotd , Spoómnnos meteorológicos (enero: qolla ponobt Scb(aro:
bahun noqóyS, o'sn tme todo por ce secu encía da Oas labotea agr:
Colleranpdenclas prinriasSrs :

i ' LUNA O ‘ SOL A : k

noche ' SARRSBA”


Oeste
mete dsa
Este Ejede
me verano
unid . cotTespondinc
a^s _ plantas _ nos '•
animales cueva ia
MUJER! s
1 VARÓN “ABAJO”
36
Ne CI0!1’ un anoninso ontre las astad^as y ( ooentaniosos aserca■del verdadeso SIS
nifiaodo yucode los 0a0soms^llO incataoe, I a’ oom o poc asmpkatoctanís exlrar mo lie Machu
Ptanhu. PtobaHamenca sonta omo doble ñinciónCi^al nue m^hes a^s^ccis'dea ínmac^), tamo
prllonóuiica comm aütáca. La r:limoinpta su^ern oc eert sao^í^m<hi^hcir acatoasaos lo
seftioiieacróndy newayCimyrraa') ace el^ifijd obisuatlpo llra. Ints■wa(ana ignifica entonces
‘amarre ¿el sol’, o sea: un lugar sagrace SCIÍ om^eneai^os^^^i^a slal aol.
37
La secuencia completa, con su significado, es la siguiente:
PACHASOPÍA O COSMOLO G ÍA ANDINA 175

6.6. Comptementarieded entre lo femcnino.


y to maeouüno

El eje vertical agrega a la relación de correspondencia (arriba-abajo) la


relación básica de complementariedad entre lo' de ’Oerucho’ y lo de
‘izoulerdo’, lo ‘femenino’ y 1c ‘marcnliiio’, que este presecie en taSos los
ámdl toa del cosmos.
Día y noche son complementarias cama tp ean varón y mujer; la
estrella matutina Cqoyllur) os le señel do la ‘muerte’ de la iuna y del
‘nacipieete’ dol sol, ia eeioelia oespertina (cbSkkaeel le sen ni de la ‘muerte’
del eel y dei ‘nacPiionei de ia iena, Sara el nina/fasV vida

Enera QoPSa poqhy/chinuqa phaxsi Ir^c^Pai ’tierno0', ‘irmadurod


poqoy. ‘piaduhanedn’, Otavia';
chinuqa: dpi ^^«0 shine dOrnu
que aparece siempre en enero]

Febrero Hatun poqoy/anata phaxsi ineati: ‘granie’ , /yyoje 'madui


ración’, ‘lluvia’; anata-,
Marzo Pauqar uaray/acpuqa phaxsi ‘carnaval’)
[payar. florido’; raaray
ychuqa: ‘todos los sembríos ya
han ^educido’]
Abrü Ayriiiah’spreiaii phaxsi [ayriwa: ‘madaradón ne e apa y
ma'íz; qaetai, porque todos loa
eemfrfoe ee vuielven ssaariltos1
Oaya Apnu rayPSlamrpu phxstsi 1¿?; Uamayw. porpae en n odra
partee escarban hs aaaes]
Junia Inti Raymi/mar t’aqy phaxsi [inti: ‘iold najerp ’fíeste'; mura
‘ano' y t'yqa: 'aomper'i
Julio Anta Situa/willkakuti phaxsi [anta-, ‘cobred sitúa: 'fiesta';
wiUka: ‘soE y kuti-. 'vuelta':1
vuelta de1 sol'1
Agosto Qhapaq Situa/lakani phaxsi [qhapaq: ‘rico’;
‘fiesta
Septiembr Urna Raymi/sata phaxsi ';luma: tabeza’, principal’;
e raymi:
Octubre Kantaray/taypisata phaxsi 'finsiad ien,: diembra’l
d?; ele 'cent:r’¡ op^’en medio’
y rdty. ‘sthi/Sra/
Noviembr Ayamark'a/qhipa sata phaxsi (e^t'difuyi/h 'ecetáverd ieoek'ar
e ‘lu^rd ‘o^eriod qhipa:
‘después’ y sypy: dleaneua’i
Diciembre Qhapaq Raymi/jaUuqaUta [^apaip ‘neo’, 'suqfemod
phaxsi eayrni: ‘fieshi’‘ ‘romienzs de la
lluvia’]
176 . FILOSOFÍA ANDINA

y muerte son realidades complementarias y no opuestas o antagóni- s am


donde hay ‘muerte’ (el fin de algo víej o), ahí m^mo también hay
'nacimiento’ (<^1 inicio d e algo nueso); esta experamcis se refleja en la
contepci'n dndins dmi tiempo qse es eircutar o cíclica : mimio y fin coinctoeé
h
‘loa exc-emos tm tocan’ - fes veTCremeosc roetcb¡ent)_.
Claro qsu yos dcmentos tom-nantes de bana’/alcde pacha también
cocre-pot-den t kt princ^alnc rttcdonce del año. y los gdntoh hord’ndlns: ni sol
corrtsponde el verano -y c$te, la lona al invierno y Oestn. Hasta leoy
toadkionet que hatea corresponder to masculioo, diurno y solar ac n la
avtoridcd poUtirt 'warryoq^üctriata d e IO- femenmv, noc.nroo g ltoar con ta
autoridad rabiosa S^^^c/ yat-it- alnotatsuctha-c Una cuestión dtftoiLde eeeolcer
as e1 hecho de
Pacltaertt Yornqui ‘nbirtf ta h-tt:6hmeu-rt0maurd tierra) cn ta ’arte
masculina. nr(o no concuerda con al ecnltametto ondrno sle.hoy día. dd
pachamama o ante tocto ctagun ’he de feounda'o ^t¡- lo j luvic y dp sop ta
‘pcue ja' ’-r ta pachamama es cl ¿epat/s-d^c. ila, la cumOae del cerro más
cercano que sirve de chakana entre banaq/alaxpacha e kay’afan padra.
El acceso preferencial del runa/jaqi a esta topografía pachasóñca no es
cono d^^’^^nt-l^ órico, m la medkacton ir si cm.cño ¿’ticn,
urna ta pnvsdntaclóa retobn-ra-1 ’^^dce^é'-o ’ stmb’doa. ho corces-
pondencia cósmica entre banaq/alax pacha y kay/aka pacha se ‘ce- lebra’ en
forma simbólica de muy distintas maneras. En primer lugar, hay que dtn^^^nai-
le-^^^h)n do drmentUedbr’ poednCi o>^n^ic^s y lauta lOuFaded en una 'yerte
Ic nrodea’ y una ‘parte Ce sCcjo’, como copddlas tm-ipoe -c-dta-os y nataner
nue entra n em tuna compccoccia Otaléctiaa nann, dc antigua capital del
^/isí¿’crOCn■le-’brb^se>c o m ^c^n7<r) nmbieu unc en ddc manea eon-
plaeaentarids: Hanan Qosqo y
Uoie Qobdo. La lln^^ dumarccraria) junio a una itnea vertical - doei-ae- ba U
quetmetac d e lar ouslro (tano) UQgiones Ufic-el tel -mcario incaico. Las
coaín’ vtas el imperio can su unFitaC- te
pp^^l^^n an lo-x^^t^^^^c Uo quc Coy día et ta Plaza de Armad o plaza
princiyol), dividínnCo dr esta manera la oiudcO en ince 'Farte de cepe ba’ d O-
Ianan tnluuoe tlo qev, oesde 1 a divisoria de las qtas al Antlsuyu y KímUL’tyu,
se ’Heé cc la diréoaton ^1 dn 100°a^sujet) y nae ‘paste cite ■ blobd’ o Unn l-
ewe (lc ^e. decde j a ° ivtao SC ^e tas vías al Adbisayu y ■ uee^l'-^^J/^, te utric a
cn dirección cl gaiZ/na. i^ti), Cdito una de ta' p'r- tes también tenía sus partes
‘femeninas’ (con los ‘lugares’ femeninos, tal como el Akllawasi) y ‘masculinas’
(con los ‘lugares’ masculinos, tal
sus partes ‘femeninas' (con los lugares' femeninos, tal como el Akllawasi) y
‘masculinas' (con los ‘lugares' masculinos, tal
PA CHAS OFÍA ' COSMOLO G ÍA AND!NA 177

como el Qorikancbd).^La entre ‘arriba’ y ‘’bajo’ si


gue vigente en muchos f^uoblos o barrios populares hasta on .noes - Ccos
días, c er sen maw ‘dietécríco’ -pora el desarrollo.
Os formo más expeeaiou gc peevantue ^eremonaS^lvce roe O topo-
orafío pachasófica, ee e 1 elual prf-, chewe^c/ioeb 'é V taomoéo I lamado
“pego”, “a’canzo”, “mese” o mieCe, saywe o qoymi, qaticCiy [en
AyacuchoD; los vocablbn nueePupe euyeeaWáe nneuay^paíarse’r M^t-
pcrat”), ”t>y(ritme qey^h:, “entregar”}- tfr”)GS0'(íe qcitiy: ílnmf't “seguir",
més ei suaijo' 'causativo -^LJÍÍ) oo se usan emhUe, u pesar So éPe es irata
de-un hto oxclusinamentee oVlnv.-iEl denppchco 1 a uwect'a (oimoro) ee
practica v n OíferéPluo fensas y o ana distin tov finesu Vs una eoreoionie
se^gipsa nv en un sentido, estricto, sino consu óVlé- bración de Va
snonameetaimad (smcrhrrmniumh n)^yfhvniVms^ fuucée mecd oel enív ervo
quero, ee el íundo, no ruiacionhyUad, Rhiigive aviado lieoen unamióma ra-
Z' etimpihgisa; eS lozo o nexo mutüo, la conexión correlaiiva y
e^t^^mevc^^i.
A Srocée del despacho un d e Ia waxt 'e, el'cedeo uto so p^o pe cha
osa! simbóliéoimfmto prcseoto; no se tcata de cna ‘tepaesentacióré son-
suptóni to ietnnic^^ Cepocha, sí no de urc ‘preeentación’ re’ebrativo t E” ou
vc-tntec-vnientó coicotivo, <eiiéoi do r oe vi n pacón yatiri (‘chamán
profesionaj’)e op pempamisah<(q ('saecreote ypdipo iófcrior'), un
altomisayhqi (‘racereotc 'aneipo superior') o ku(te qhcwa(kuke uñiri
(‘orocrbaeor-de ie■eyca’),seóés rl propósito a lo imeortancia dvl rito. El
término mda^mesa )i¡cgiégievidencemehie d enó v Ion ióc ol tHuai
caicliszcr; <aV término ^ipacho re ante' sedo aC ’ ppqs eto'
íCna! qpy se 'desyadbi a 1er d iaireipides andiras; o r‘ e^to^iis^cr r^yo"
cabracr reí carácter de S rcessccion’ y rodprocipad. Normalmente,

&eehemásiuvmcnIe, cernemos el sámeme gráfico ícon-espov^ev^o ol esquema


^utae^do}
NORTE
CHINCHAYSUYV
Tika Tika Saqsaywaman
HANAN
? QOSQO g
------------— ANTISUYV ESTE
OESTE KUNTISUYU
URIN QOSQO ¿
NORTE
CHINCHAYSUYU
riha Tika Saqsaywaman
HANA
9 N QOSQO 0
OESTE KUNTISUYU
— AN17SUYU
ESTE
9 URIN
QOSQO a
Aqllawasi Qorikancha
QULLASUYU
SUR
178 FILOSOFÍA ANDINA

un despacho no sólo tiene que corresponder al lugar apropiado, sino so bre


todo a ¡momento. oportuno (hairos^ no cualquier togao y momeo to son
propí ci(u. paro el ritual. Oa nuche (o-mpolo de lo 'femenino’ y de la luna)
preferida para realizar el ritual que demora nasics Oorar; a medlaooohe Ou
na eicoOopo) oo yrocede noumalrceote c quemar dOdespacho. (
Lo c<yrr<os(uoi^^r^cot con la u^^o^ra^l^ír oaoOa^ocíCca r e uotc
ya-.o n ta ’cpccogrseiO del ritual, eprpiezc netmelmente con
lan’inka/t’inkOa fu o os el esparoimionto dr ftctas-de chiche (aqba/n’roa) a
Ido cpud aclachilaaOspreitys tutermrc^i^^)?( a los oqntoopuntos cardinales,
cuo los dedos ándíoe (.ptdqar. Si el despachóse rectíza en una cicr Opara cl
ten tic do o la salud),, se tHh^y/OOu.kOJoñu hada los ouatro osquinaso De
otooc maoera, se had presento el cosmos (Oecbapt ton sue cuctru ‘^sp^y--)^’
y nieecciones tdOsr^^^yor^di^-^t^^.ss..O^s cuatru coc- drantes en el
osouema). A CGntinuonióunol píOírnO.pO'nexticnde uo- Poja dh ■ oapei bl
anee sobre una 7/lu/butcoeryw colorirla; este papel Olaece sicsbslioe el
*vaoío’ del eosrcos cu el nue se ‘Inscribe’ lpcre oo en toiona grCCieyr Onu
e^^m^ntor básicos inte^rUacioIlénos Oe /pocha. Aquí ohmot clarameote
crie cartel rpirtóor1’ ta ‘repcSed’ PO Ocno ccrrytcr eOeico’, ni eo ^) sentiPc
be racionstiPad c/ogar, rotio', n) en el temido de ‘ltogüisliddec1’ (log*OS,
ccsbum). pa baja de noprl Heneo oo es lo ‘poteocialidad’ oe uecibir grafon'iss
gateóme, iénmeos), smo lo estoictuca.. cucdocngu ia^ CTOOO molde básico
para la orientación de SitloA cuo las coordem^’ do. corrcspunnuncic y
c<^^j^l^^^^^t^ri^(ecn. E1 oternontu princ^a 1 po e inteora el de)pacho/wioxttu
(cu tcu cc^npi no to ° nlns- en eos) es te uoca ^ohuty como yo aporecc eu d
dibujo pe Pactacuti Yamquh Más áltente diie ulgo ooác cobst p coca o su
fttoeión de chakana.
nerentación cóeeuea se encurtiente, so’re toda, en ‘o *ubica- cióe
fn p

c
orttgr0’^’!’ de tos sl:^^ep^^s atomentns ec te hoja blanca.

3
Enne ‘oo ,monayn.r(’S’ pro’ toboo^^a hacer los deoOrnceos, oo yneuynt loo too dao y romsnac
ao tss oii paslei01o ra ydoopuéo d- U sosos ho; o e omrol ou dfao oe’a ssmarm, ’ ou dus
maroes u v^mes suo ’os orau o orslonrooo Y com roop^^c- po a lachora^ m .edanoche
(^diauip^^lut(O'c ifarcea) oo une thnkanp impoc- tante, p ero o nuteé( medo día (chawpi-p'uncbaw/cbiküru-,
n -

sobre todo para las c^oacion’-) y tos :cre (úscutos moiuiinos (pacícapaqariyAfoancnatO y oe(peJnl-
noc ht^^ss^^p^c<^^n>aiyph tostHc. Ert.suento alleger psop’eto’, st no se Pnlc deun cfa e ro (pee y u.
ceu

techad’ , p cytno u uuqud las puntas de los cerros hpashnchlCo^■cail1:yy , tos ríos y las ouevas oon
chafareaúc^ostantes e ‘preson- lacióo cetobrativa’.
p
Se coloca un sol y una luna utilizados én forera de papel dorado y plateado
en lap Ooi esqninps auporlorep, las esirellap a arntaes kiOos do te enea; en
lp parte inferior un feto de alaaCa f alpaaa o E^ama COSOO y diferontou
CPPtos de la pac0 amama doialc, o^uño, dudces, ota.), como síoiboloo de
¡os aeíe^o» animal o vegetaL Tymntyn eoláe presentes la selea
euooyPmadqP)a amoSa) OOP orntas, o de coata con auoehior del mar. tll ser
humano apíti^enoe^le eotO areseote a uovéo rte la ooao ; en e^njunu^ít da
treo hojas perfoetaa jadaOrs pop d oebo die slpacc drÍI-PO, iiereadas
&7nnrZP7ylrOd (ys^)i^ate ale tee^ na^ia de ceca enteras), las-personas
hacen ‘presentes’ a todos los seres queridos fana^i^^Sa a ios qoe POOPI oún
con vida, e hacla a las Oeinadeo dícpi^^d^c^lt^^rhik^) Ue lo region. Los
n7nruUl’’lor0u son pupstos en Oan^^^^n a lio ubicacoou pa los doinodoo
meooses de Por cuftru ot- Oeslos oupocrdor (-awanrin euyun.o siempce
debus canídar la slrc'ro dUa da'tal forera ooe SC ubican orce en cada
cuapranle. hooldodo ue dotal de dono la7p^to/ieípiOli aaa el casu do mcbae
complntaa y da ncayor■rangn, Ueg veinliepay^n ¿ 7n-^tPert-f¿rlO. La
ohicha nuosaenenta juega un' papel al esparcir e-genes gotee aobre estes
‘olrendar’ do soca. Termíceede le aeremogia, el p^c°nyaürr ensuelve eon el
pee d PUnco lodo ^Í ‘oosaios’ oldenado y snorcac, para con sea un aaooar
te'bian emanado olA A tela indiceote fo quacra cn una fogata ¡repara 1C1 fia.
Apnce de la referonora SPC^SÍÍ^^^Í del IÚC1 lem- oíoo aludo e la radona. idcd
afcUca ds la fiktsofía ^no^^s: UOÍ.
narso ordpuete OioeZl¿^eeona a o^ penlo dedsivo de lvolver’ (kutiy/ kutina(a
nocen El ^nmdfo de1 Tespeje-'ue/elo^ariiao o ntonces simbólicamente este
pachakuti (‘vuelta de pacha'o cataclismo

Un aeac>-ycnopaotx^rl competo oonúene los riepientno etementrst


10

a. Del onteo errrdtsli Colfae tfetode vicuña, alpaca u otros); untu (sebo de alpaca);
qoncba/kuncba (concha del mar); kbawa/qbawa (siete copas de lana de alpaee,
oomo rlrepenucien dal arco iris).
b. anel n^^no vegetad SUOOS nantp/kukoOOntbu rralaillntos da tnes hojre de ernia
ouka rcoqUe/lmka acpu asemilla c^ta coy-^tlltln^o^'oJ^aOS^,^'ap q'uwa euna
pleoia andina); hanku kañacntfcO -SOO <7¿lOf:or2(cada0oa crccda); lpoyroru
(semilla cclydtiaa)p saqsa krtitdadOaa.a t-e?r^ll^o díespylcraanl t'iko/clavel
panqara(clavel); qhasqa sara/janq’u tunqu (granos de maíz blanco); tuina (vino);
aqba/
d a
^^el(^co ÍOLO); aiwo tragu (pirlod hostias no consagrado
c. Del reino mineral: Insiensu (icnieato); foo^cz^^ inslensu (incienso vialol; o-
O’larler lil '«o (a balorios diminutoo da OU nidal POI orecX aaa pel de despacho
(po)a loo de ca); paña/kupi taku - lloq’e/ch’iqa taku (nitrato de sodio); qori/cbuqi
botija (botija de oro para el sol); qolqe/qullqi botija (botija de plata para la luna);
: i: qolqe/qullqi recado (pedazos de papel plateado); krus(una pequeña cruz de
madera).
180 FOLO SOFÍA A ND INA

f i ). NOrmalmente,'esto coincide con el 'renacimicto’ de un nuevo día Ca


C Sm eo
reCí^rctLOh^e^^), ruCndo et sol sc ticeone a ‘eolyer1 y la lucr a
‘Ceeaparecer'4 _
CcunpiemenUrieciade'S principales:

LUNA SOL
Noche Día

Agua Suelo
MUJE
R VARÓN

*-------------------
Eje de
complementariedad

También lae grants fi’eiae • anC^i^ae eon 'presenaiciones cósmicas’


aUnqUe mums de e‘Sas y^at con ’sobee-culatrad^’ por la relfgión ca- ióliea.
Muehas de ellaa tfe’cn uee ver coo loe ‘papocloc inteemodios’ entre
banaq/aOuc pchha y kay/aka pacha, entre izquierda .(femení- no) y der(cha
(masculino)' .wn nntnnees ceremoniaz gue iienen como fgnción principal
acggurer la reCioionnlkdid en estas ti^ansin'ic^nc^íí crí- nl Cas y peerenas, o
reai se1 trate de rites de passage (ritos de clón) cósmicos,

6.7. Cbukanuss filosófica'

L’s prineipios 'lé^r^ie^c^^’ addin os .u^ibasacn la rahick^n-ati^Caci de’


iodo, la ’xistencia de meoos’ ebdae todoo IOS feeómenos y elemectos de
pachaí , El problema póncipal de te tradicidc cecidentot crasísre en ‘mediar’
o ‘rdlaeionar’ entttaadea y cemidst onfológicd’ serrados y

■ El c0lor de l cenizrt que geeria del despacho quemado, es consideraOo n naugu- rio para
el futuro a Wieoo’ sinnífiha 1Uecne cosecha', ‘sulud 'pSosperl<Cali'■' ’negro' quiere
decía 'eieaetez', 'enfe^im^ecfad', 'ehrrs uubrte' .
P A C H A S O F ÍA : C O S M O L O G ÍA A N D IN A 181

desligados a priori, sobre la base de los principios lógicos de la no-


contradicción y del tercer excluido. Sobre todo este último es un obstáculo
muy serio para poder tender un ‘puente' desde un extremo (unum) al otro
(alium}, este ‘puente' (mediación, relación, nexo) justamente es el tertium
que, en el fondo, no puede existir (non datur). Para la filosofía andina (en
especiál la pachasofía), el ‘puente' (chakana) tiene, en cierto sentido,
‘prioridad ontológica' con respecto a los extremos conectados o
relacionados (relata relationem supponunt);42 la relación tiene, para hablar
en lengua occidental, dig
nidad ontológica, respectivamente ontomorfa. Por su ‘lugar' (topos)
trascendental en la estratificación pachasófica, trataremos de dirigir nuestra
atención a estos ‘fenómenos de transición (o paso)'.
Tomando en cuenta el esquema cosmográfico general, podemos
distinguir ‘fenómenos de transición' o chakanasen dirección horizontal
(complementariedad) y en dirección vertical (correspondencia). Las
chakanas en dirección vertical ‘relacionan' o ‘conectan' el espacio de
banaq/alax pacha con el de kay/akapacha, las chakanasen dirección
horizontal tienden un ‘puente! entre el ámbito izquierdo o ‘femenino' y el
derecho o ‘masculino'. Evidentemente, el cruce de estas dos ‘zonas de
transición', con la forma de una cruz, es una chakana muy especial y tiene
la función primordial de ‘relacionar'.
En el dibujo de Pachacuti Yamqui, esta chakana cósmica central
aparece como Kuka Mama (‘Madre coca') o Kukamanka (‘olla de coca'). Es
cierto que la coca (como planta sagrada) tiene un significado simbólico,
pero no racional-lógico ni mitológico-representativo. Efectivamente, la coca
en cierto sentido puede ser llamada el ‘ombligo del universo' (aludiendo a
una de las acepciones del nombre Qosqo como ‘ombligo del mundo')
porque concentra en forma simbólico- celebratíva y hasta ‘mística' a toda la
pacha, a todo el cosmos
Efectivamente, la coca en cierto sentido puede ser llamada el ‘ombligo del
universo’ (aludiendo a una de las acepciones del nombre Qosqo como
‘ombligo del mundo’) porque concentra en forma simbólico- celebrativa y
hasta ‘mística’ a toda la pacha, a todo el cosmos

“Los polos relacionados prosuonmen p relación". Ion ontología occidental in vierte


el or den-, relatio relata st tpponrt Clarelación prcsuponu tos poloa reiaciona- dos’O,
conforme a lu cscncepioónaricrotélica Ce la acsidcntalrdad de la ’reiaoiPn*.
Tentoparala lógica ctásicacorco la dialéc tica, primero (simpti'citm) existen dos(o
máai entes, posiciones o su stancies, quo despuoc Clrecsn¿n«ci C?ÍS1I/S ce scissioncn ec
ucc ‘mcdiacióc’, donde c t oteUiuo:(cesto tertimncnorOiatic sS) ya no puede cer en ente,
cna pesieíón o austnncia, si no'seqcierecses en
un regaeesuo ai icfinitutn, La pacSasoiía 'andina es desde el .principio a* ^t-
saaoc^^^^^ta: ni lcrsEsuPirsna (puenteX ni -os e-encentos relacíonrdor son ‘entes su
stsncip les’. Pareoo , h aW ar de ’ocioridadec oclolúgiras’,rslin habPr 'anatópiccO sl
co Osera es al rcntidodel peso valorativo (canto en lo ético como en lo ritual y
celebrativo).
182 FILOSOFÍA ANDINA

(conSr/ctio univursi)45 l/. coca, una p lant con muchas bondades saludables y
hasta isalvíficas’, e s .para el runctfjaqi un ‘símbolo real* (Rea/yoigol en
alusión a la eucaristía católica, de la pa/ha en su tctplidpd. St ccat, un
pcoducto de Ja setva o dr ujay/manqbcpacCu, poal menézo¿encontacdo con.
loe poderea de la ‘allera’, los apus/ pcapch^las y awkin, pero tambi Cc ccn
los antepas a dos y pt fdtut/ (qhepa kawray/qbipa jakaña)168*
Nbtes qua un tnodto ne constmo (para cnsistia el Crío p ctbccn- aio), nr
asi medio ricbal d intecpceSPcc. la cont cc tca como elemec- to básico th
prnctccamecte tolos los rituates. tn n dret hoJ ac íuntaahc son tt seto dt
Pama. tu alnaca ^k,cibtobl2,ir^thcU, son up rtmbolo para las toba pachas o
region/s del r^n^^duro t/ca/iq, -da y uray fns/^r^, r/qq/acti/ament/ a/ac, y
bey manqha pachan es decir: slsanolizan tb o la rcladonalidad <^j^É?iqa(í^
he t/dj universo. Eá Vudu
blateaq/kulbe da/h Cobs/nrador de la coca'-, de qhaway/unana: ‘mirar’,
‘obeeevar’), el adivfno' andino, esparce la nona yobre el ‘eypacio*
cuabraagular inagirrario dei universOr para poder leer’ la nuerte o el dantibc
dal robsdq de it ccmonistd c da it -darnont qua nolicltt it ‘interpretación’
((blbt/ d^/w^ca^o^^b^(^a bñ/yana). El (bl/ qba/w/d (b(/ uñíri ‘relaciona’
nebiante la coca (como cc^c^^n/ cabtrtl) las dlmabniones nspcclaln s ^mót-
abcjo) a tdcrfjiaralds t^c^a^tu^f^iurcrt pata rene o unn ,ptnsen)acinb’
simbolina hoHe tioa de to/ta 1^ pacha.
S pregum da Gciethe en e J Fausto: ‘‘¿Que ee lo que mantiene abidc ti
mubdc en lo más prod-incCo?" (a/s hM die Well tm Innurstes zus/mmsn)),
uta prccddipcciodphtmartanta te lc fílotofíc oantPen- dit en airts del
duniismo sltmpre tatea Jdi bo t e a tanten he ht mírmn la añera ea ’a filasofía
po&ea. Tampoco p odemor dear qu e es^Ie 'core', parque aomereríaragr un ‘
frrcu catogostal( (catqgo?^ místafeej

168Al caracterizar la chakana principal de la pachasofía andina como ‘contracción


del universo’, me refiero a dos filósofos (pre-)renacentistas de Occidente quienes
intentaron concebir el mundo de un modo holístico. Según Nicolás de Cusa, el
universo es como contraction maximum una contractio sive explicado Dei, y Cristo es
el Medium absolutum (traducido en términos andinos: ‘la chakana principal’). Según
Mársilio Ficino, el ser humano es la copula mundi, la vera untversorum connexio; la
idea (antropocén trica) del ser humano como ‘medio’ iba a determinar decisivamente
la modernidad filosófica occidental.
•<4 rM !_________—I___________________ i..____________• _ _ __________________i . • ____ __________ _ _ i _ _ . .i _ . L 3 _ J _
■‘-1 Al caracterizar la chakana principal de la pachasofía andina como 'contracción del
universo', me refiero a dos filósofos (pre-)renacentistas de Occidente quienes
intentaron concebir el mundo de un modo holístico. Según Nicolás de Cusa, el
universo es como contractual maxirnum una contractio sive explicado Dei, y Cristo es el M edium
absolutum (traducido en términos andinos: ‘la chakana principal'). Según Mársilio Ficino,
el ser humano es la copula mundi, la vera universom m connexio; la idea (antropocéntrica) del ser
humano como ‘medio' iba a determinar decisivamente la modernidad filosófica
occidental.
A
El hecho de que la coca juega un papel tan importante en los Andes ha dado lugar a la
hipótesis de que los pobladores andinos hayan venido de las selvas tropicales,
llevando con ellos la hoja de coca como planta sagrada. Hay algunos indicios
arqueológicos de asentamientos humanos en la región amazónica que son más
antiguos que los asentamientos humanos en el Altiplano.
PGCHGSOFÍACCOSCOLOGIA ANDINA 183

al identificar el símbolo con la realidad simbolizada (cbhkeha)*5 Pero


tampoco podemos decir que no es la ‘coca’, porque ella forma parte de h
chehana\ oo es sólo símbole den el contidn ‘significante’),
sino también k> que es simbolizado (Oya i (allein), lo que ‘comeen- tu’ y
fonuC Cs eoca us uo ^u enle* riuiel-calebiotivo, y P or tanto, on eonaí
importante ole 'conoclmiunte'. Int f^i^O^íc^anoloaei andina, moma ye
voooii^í^, pe parte de la biCaceedóe oceideuial en ‘aujeto’ o ‘objeto’, pero
ompocb real^^^ eo ^^onef^ncsichCb’ (y^c^cl^c^h^^yaoSa^) e los septetos
sensitieos e luielectuales. oConocer clgo* signifisa sobos todo: ‘realzarlo
colabbvttov o simbólica memei (nabbvollzibbenC. Sn y ti traces del riloa 1,
se ‘ortseola’ ei coooaimienro qu a na es un de la persona, sino ana rr?
latrí<5n extrínseca dcl eCm cósmico.169 170
Todos Iso nfenómenps de oo anslrión’, po r no pracanieCad y pelí-
d’osidad, mereeen una dedicacínn ritual y cneemeoial eepecial por darte de
1 eer hemsno. Eete es ct - caro con loe titeo he sóbese an la iída inhlvidual
ae una pc-coma come fos ’escriSe oa etnología, pern Umbiéb qa los ritua’eo
de ‘uv.nsiclóej a ñivo1 coloctivo y cómico, camo es el aaso principad na e i
ámbito andiao. eq rodset^ír¿^e es r O, ^nfcípa en 1 a conserhación d
condnycctóy-íie 1 o relccfonal islan ccd- músa, o Orates de los ritos
embóbeos; xyuda' ritualmente c las distín, cas cbakarntffai cump1 .r SOS
fondones sucdci. Eo t1etbincinIicnto de los oexoo eotre los efoar untos y
reg’onbo ‘fiebres’ ^cns^^^^o^^^^, so mple- meetaiiee) es de suma
importnsb ’sra b n1da an ger^drah y prty ’r wsb hyrnaya ^n especie f ha vfo a
se este fisC da en nigía cósmica en y

169 Un 'error categoría!’ (category mistake) es según Ryle el uso indebido de elementos de
dos categorías distintas para formar una sola proposición. Afirmando, por ejemplo,
que ’Dios mide 100 metros’, indebidamente estoy juntando dos categorías para
formar una sola proposición [véase: Ryle, Gilbert (1932). Systematically Mülbadmg
Expressions
Aplicado a nuestro tema: la proposición ‘la coca es el centro del mundo* contiene un
‘error categorial’, porque se toma el sujeto en sentido ’físico’, y el predicado en
sentido ‘simbólico’.
170 La epistemología andina es parte intrínseca de la pachasofía y obedece a los mis mos
principios lógicos. A manera de aclaración menciono algunos corolarios:
a. La relación gnoseológica no es unidireccional.
b. Todo puede ser ‘sujeto’ gnoseológico. -
Aplicado a nuestro tema: la proposición 'la coca es el centro del mundo' contiene un
'error categorial', porque se toma el sujeto en sentido 'físico', y el predicado en
sentido ‘simbólico'.
46 La epistemología andina es parte intrínseca de la pachasofía y obedece a los mis-mos
principios lógicos. A manera de aclaración menciono algunos corolarios:
a. La relación gnoseológica no es unidireccional.
b. Todo puede ser ‘sujeto' gnoseológico.
c. El conocimiento es una praxis integral y holística, antes de ser teoría.
d. El ritual y la celebración son ‘lugares' predilectos del conocimiento.
e. El conocimiento tiene dimensiones cósmicas.
f. La verdad está ligada intrínsecamente con la eticidad y religiosidad.
184 FILOSOFÍA ANDINA

a través de las ‘oposiciones’ complementarias;47 cuando . este flujo es


interrumpido por distintos motivos, pero especialmente por la falta del
rona/jaqi en ‘establecer* éiítra y eeremonialmente estas i^cdac^^ises, la
muerte vence onbre Iv vid a. La moyoría de los rituales andi nos ti eue que
diee di ro cta o indirectamcote, con tales eeoómenos de transí ción’.
Las chainas principales (de ccrreepondencía) entre henaq/alax pacha
y hay/aha pacha son los minl^l^ii^l^^^ fenómenos meteorológicos (lluvia,
nube, acoo irir, rayo, neblina), las pontos ds les OCITOS, ante todo dn los
osvados (cpac/achacZr üas)n a 1 genes es imul ee ‘Oel teter- meday’. El
rayo aiXlapnCqOacyaa tp en ía écoca iveaiep nn dios pmandtnOi imogmadr
comcun iarCn Ccícl residente en el cieiv, yup con SC honda y poora hacÍL
tronar y llcocr. El rayo es in co- 1’^0 mcs a ^dacea hanaq/alax pacha y
kayZaka
pacha^ pero a Ía vez Ía más temida. PÍOS lo tanto, merece - el cuidado y
acompañamiento especial por parte del mna/faqi. Casi todos ’os paqos/
yatiris fueron iniciados en su Uenaion pou n e rayo; a quieu le ‘agarró’ S,
royo y a ir esc r de dio ^brevia-ió, tamdien aCquíurv-a su vcc lc dmción
rhakana. Las reebes (phuan/qinaya o ¿¿TCr/Cestcn mscce- r^tlamo^^^ relaa
ÍOO adas i la liaría apora/paUoy pxyqoyl qse simboliza le fertiHcación Le la
pachamama Godor son ciernectos femeninos). Además, sv topos cósmico s ,
’or exccíenai a. la lio ea divisari.a ectre 171 172

171 4 .os fenómenos vitales transcienden a lo yvc la filosofía occidental vtene definiendo
como ‘vida’ (ser )u^eopo )ammutes, eiaetas). Tambté) upa piedra. un ceror, uo Ipg’,
peroant ea OPO b pach amama, donen vida , es decir: SOO 'a rPdtadoyd PoOm^^ CSOS
Homar csia n vciaión ICOO uni cinque tu oncídental) un ‘hileuoISOIO’’ solo OCV ia
Cdraofta acdarc cc pene de l^s^ianr^^f^eLÓS ao-listn eme forma y materia (hylé).
Entre un ^ncni^re.e^ro de sestímooios, m maoera dcyjempio I cOo la ^oc^rrccCLA Ce
Atejo Maque, yn runade la tierra d el Perú.- “)e aal qae ‘a Mudae Tierra eioe como uí
OIPCS ’ca peasona \.Ch^aya(h aay Pachamamacha hay honahinayá hcsacCmcnti viU
pe^tsanndtamente viva has te ai lo rv, Y por eco es -ve c vrees era no Hu eve o
reocenta a-src de Ips cranaetiales ni tampoco IOO cneoa^^s re réj^roda^c^^n coma
deben.” [Chirinos Rivera, Andrés y Maque Capira, Alejo (1996). Eros Andino.
Cusco: Centro Bartolomé de Las Casas. 120-121 (299)1.
172 Pachacüti Yamqui anotó debajo de las nubes estilizadas: “pocoy- niebla1’. El vocablo
quechua poqoy en sí ni significa ‘niebla’, ni ‘lluvia’, sino se refiere a la maduración
de los cultivos. Poqo es ‘maduro’, y el verbo poqoy significa ‘madurar’, ‘fermentar’.
Pero por la coincidencia de la época de maduración con las grandes lluvias en la
sierra andina, el término poqoy también se relaciona con la lluvia: poqoy es entonces
la ‘época de Lluvia’. Hatun poqoy/faUu pacha (‘maduración
Andrés y Maque Capira, Alejo (1996). Eros A ndino. Cusco: Centro Bartolomé de
las Casas. 120-121 (299)1.
48 Pachacúti Yamqui anotó debajo de las nubes estilizadas: “pocoy - niebla". El vocablo
quechua poqoy en sí ni significa ‘niebla', ni 'lluvia', sino se refiere a la maduración
de los cultivos. Poqo es ‘maduro', y el verbo poqoy significa ‘madurar', 'fermentar'.
Pero por la coincidencia de la época de maduración con las grandes
lluvias en la sierra andina, el término poqoy también se relaciona con la lluvia:
poqoy es entonces la ‘época de lluvia'. H atun poqoy/jallu pacha ('maduración
grande'; ‘lluvia grande') son las expresiones quechua y aimara para el mes de febrero.
La palabra exacta para ‘lluvia' es para/jallu (paray/jalluña: ‘llover'); 'niebla' se
expresa como wapsl o p h u y u phuyu/urpu urpu ('un montón de nubes'); ‘neblina'
como pacha phuyu/pacha urpu (‘nube de la tierra') o wapsi phuyu.
PACHASOmCCOSMOI-OG AN ANDINA . 18$

banaqfalaxpachay kay/akapachc, uu apariencia encarna en si una doble


natunaleza: efimm y sublime, por Ona parte, vllóble y líquida, por otra earte.
Los kieares per endma de ias nubes cphex/Oam/rayka) ye pertenecen, en cierta
fonna, / hn/ay/aSs/a bacLa. SOI neblix/ Cb/C^a Xbuyu/X/cba up^u ‘nube de la
tierra’) cumple la misma función que; tas eubds, pero ea la región máb baja;
usáá en armado directo con la pachamama. El fenómeno meteosológie o dn
mayor ueso simbolic o, us aid dada d arco iuls (k’uychikürmi). Por su. Sorma
y los colores, es realmente oaa chyO/na, un ‘puente’ integeO (luido el
espectro ds colores/ entre hapaacailaa pacay. p kacy/aHa Uido^c^. Ha OIO^
dedo ambolo ^^^1 TawcgulOnsuyqS y sínue s^^nd^l^ IO la bandeau niel
Cusca y en la wápbala en la legión amn^ OC traía de un rílSlbokr udivcrsal
Ce ‘reSacldn’ cósmica. en lc Bieiia, aparece como el signo visible de la
alianza..ente deoo y„tíerra (Gn 9rT8-17).*l
Per su 'lugar' pachasófico eminente, los cerros cíen sus puntcn tieoeo
irulamreltra sana Oinctód Cc cbo/anal esta nez, más en dlred** alón kh
Xaabakapocha a basacbhh1 ysepaOOV uuo al revés. Sobre todo IOS uevados
alies (sit,ssqa/khpno quilo), ol e oleo brean y oi orb
gea los ríos ^imto ltzan rns 'punloe de isensietón’
dondo se ‘racan’ lus dou. esoeias cóSIyicys. Sou dakarias oor b^ade ienyir,
I no Ue be de OIIO:rcnCer oue di pudlo católico ^U^ÍUO colo- a^i^ hoc ciueel
Ucymo chakpsaaar en los alcas Ue Ion cerroo. Uora oU pucHo son
los 1 /paral sagrado/ délos bpts1msO¿lc•ñpSau(nlpl
dades erentañosan), tos psotectoree dei ganado y las ‘parejas’ de la
Xad/mama. EnrreouS anialrias eue tienm la ’unción c/ hO/l^^^ c/Oh
hanacs/klcy pa cha y hax'/ka pac l a—a po l cm ti ene n an cm- lácier
‘segadn — mendeno en orinier ¡asgaI al códoor (kuoicr/mallkc acnturi) a
Esc. ave. ‘ical’ ss pare el ohnyqrlpi ei ‘meniajeoo’ (Hermes) máu importante
ontro lau dou reglpoos vorticalmoeto diutinguidau; por tcnto, juega un tol
sinniCcatleo nil el viije de las ‘rimas' despulo de lo muerte Han uio
sinnÚP1qro SI cuen oa o nsrrrs ionee sobre e! có u ' dor, su gran fuerza e
inteligencia, su libertad como un animal cósmico del inter pachasófico.
También hay qué mencionar a la vicuña

49
Pachacuti Yamqui lo llama “arco del cielo” y lo describe en quechua —apárte do
cuychi (o k’uychí)— como turo manya. En el quechua de Junín, se le llama,
tulumanya (no: turumanya) al arco iris. .
gran fuerza e inteligencia, su libertad como un animal cósmico del Ínter
pachasófico. También hay qué mencionar a la vicuña

49 Pachacuti Yaraqui lo llama “arco del cielo” y lo describe en quechua — aparte de


cuychi (o k'uyehi)— como turo manya. En el quechua de Junín, se le llama
tulumanya (no: turumanyá) al arco iris.
Gn 9: 12.13: “Y Dios dijo: ‘Ésta es la señal de la alianza que yo contraigo pin
siempre con ustedes y con todo animal viviente que esté con ustedes para.slem* ; pre
en adelante: Pongo mi arco entre las nubes para que sea una señal, de. flll.
alianza con toda la tierra' ”,
n^(5 PII.OSOFÍA ANDINA

(wikuña/wari), la alpaca (paqucha/allpaqa), el zorro (atoq/tiwula), el zorrino


y el venado que, por su cer-
canía a los tienen una función *sanlac^c1 de /.abana.
Existen muchos eéeómenos de transición* entre kay/a/a pacUa y
eray/manqhk pacha. Antes de oxponerlos, hay que decir alno sobre lo nsie
quirrs derir, nn una ‘herrlenéctica diatópica rl término ur/r/manc/apacte (a
veces íc^r^^-yí^^n^^kh^ipucPe). /iteralmecte, síg- niñea ‘región de abaje’,
‘estnato cnsmico he obelo’ o ‘region de adentre itrO^u/manyhm) /os
primeros miníoneres id -denOfíceson incoo- dietrmnnte (unívocamente) con
el ’infiernd cristisno. Pero, ai dsi-uai que ha/qq/alcpc-pc/bd p ‘cíele’, no se
tdeia,-ni te tccducnionnc -ndot euadan, ni (b ‘equiealnnteshoroeomotficos’.
UrayymaflqCaaac./a eslá -rtimcmpntd retcdonada con ary/maaaac/ac
banaa/ala/pcaba■n to- e-r son pacha-, ceomor ordeoedo e intdicelnrtonado.
No hap -eieción de ‘ttascendsncla’ c fe^m^i^^^nousennideid entre ellas.: ■
En primer tugcr, yray/yafncaa /ac/a es - a pade bcja de loo no poo
egologi pe s, es dcrin 1/ jyzsw&3 (dc 2.(0e e 5eo m.c.n.m.) y la omagua/cb
’lirgi .ve i va nirgen y baeas. 50 eo i misterioso y famo^ P-a-tt- (el doro do
perdidnd se hailn, nenon la-leyenda, ah esta ‘rnc^tcx^’; y ecni acep don de
tejo- serla onmpatinte con et ‘tífienio’ erisniano. dn snt guedo lugao,
también iodíc a /sobre todo en 1/ de np-o/
ÍUÍ(?^Í^^¿Í pcze^rsl la dlrin interior En fa tteira‘ el sebsueio. Elta parte os
considerada el ‘iupaOspopi-aspbdO; ie 1 o- suuntsov, psra igmb ién p/ /s
f/entus y POS Prigne. Oar pn qaemas que aparecen también en d dibujo de
Pncnfcuh ■Yaocqut, r^^ los ‘lugares’ de nacimideto bel gpnpy/egi y de
diferentes rama s geneclUgíaas C/laaac/wieamnvp.
Por eso, ukhsi/ntanebdpacha es a tn _ vez el ioposrdo ia mume y de SI oída,
respectivee-ente de su complementariedad básica.
Entre IOS Senemeoop de traosidón /mamaaviasO vn/ra lup/aka pur/r
yurcy tn am)la/manqbd'paoeo menciono en primer 1/1/1 1/ pszcZiinmdmt^?
pere ^^mP^^n tesmanantuo (pekyu/pbucbCO' las cue - ^c^ (mach,mm/patu y
oO^nknna/nemeána),\'as piedras redondas 173

173 Utou (o max/a n’n aúnrcre) /rctcbd VS segúnGoeteen Pome dee-yaidel AnHruyÁ .o
donde se tace bshterbas ldstdútmsJ.es y la ho * a eagret! a ‘eoc^a. En f ‘tierra de
fierro’ niel' í&te * lo nntnnntieido, ‘toro e la v’z n j hogar yedu abundaeda tonte naclio
siesnta y coceehada ‘lien sin maldS nno^<iapnreoc en rio r‘arnlcndnee de
tesgualdníeelvécse: MeUá, Bohorneu (1989). “‘a T lrrfalre^-Mai eld !.OS Guaiotnl:
E
cnnnmíf y prefecía”: ’e Amérir/i ind^m/a... 491-507b Es un lugar ya-edisíoo o y a la
vez de desconfianza, lugar hermoso pero que puede devorar; es el lugar dcl-misterio.•
a 1a oez de des confianza In gar hermoc o pero que POUC e devorar* es el In gar d el
_

PACHASOFÍA:COSMOLOGÍA AAA INA - 187

C/tuou r/m/oioruq la qala), 1 as lagunas (qoahirrauSo quta) y los animales


de ‘transición’ (serpiente, puma, sapoL- Los manantes y ÍSS cuevas
(fpieUs , túneles) snn tugares’ Pe peligro y de precariedad, porque dan
occrso g ukhiVmanqaa pacha Cía región de adentro! Esta no slguifica rjne
qrra el eueet/jagif tria estrato fuera uea región del ‘mal’ (tnUamo o
purgatssig rristirnot ode le ‘nrurrCn eiptsa’, riño qne ceda ‘transiaiPn’ done
su propon rinsgo, y por tdnto, aeouieae de en ocom- aii^as.mle^'to diuni
espostfico. Lo s espíritus (soo'^S muS'ajayo) y ‘al- maf’ ngt?diitU en
n.prefdrenc is steuen US gando e n lur sercaniae de er ros l^^cyee. Lue
piedrae duum 1/i^ala) en general’ uera el eon EOUSZI eon elemeuloa con
^1’^’ mngimo y segrvga; en OS^^^S^^I aeoelda s oun uea ’0’111 partid)fag,
sorno hr pirOrao redouriar (anuyu tpmcamupnq'n quia) sue ’nfeaen Un’
eimbóliraroentr I1 universo (teqsimuyu/pacha) por la forma aireu-ar y ouat.
USS -UO-USS (qocllrar ra)is)> ipi/yl ene los ma^^nt^s, sdn fenensrnoc
‘entremedios’; muchrs ee lar lagunas existentes, en lu regían dndigs son
sogsidarsdds el efetto de
grandes iogddavignes a osum del dererigan dd’ or)^u svsivico pgr grases
infracciones gticar (Uiaeafu, asesinato).
Los animales 'segrados1 de la rosn de rransictón emr/ Pcao/doa pacha
y i aoy/rnanqha pcaSa non aquetlmo q^e se 01—^^^/ poe la rivuv -orno las
cu/brar (atmayi^kutuO que a in vuz eu tost nomnte n/tlcoi Túpan Amara as
as^paqi Katsr-i poc ejampto signifíce ‘eulebra eininenae') o serpientes,
(macb ‘nglgpy) quo tienen’ al igual que en la Bible voS’as naiusciones
míricas, unsSpnción de ‘srsosajeses' PI ‘mediado sos’. El jagriar o p^u/^
detnlinp/ppmaP finalmente es / primal quo. ‘prolega’ el ^^^a dn PtlePn£e
ee ea sentijo Oe i^ ‘sierra’, a
i^^PJó/p^í^^gr^a pacha, an el sentido Oa la^eSva’. Por su fuerza y velo-
cidad n tos ^ass ko nanerargn como sagrado.

6.8 , Ecosofía andina


L
^nrntaleza’ no es un lema p^^^^K cnanle en la dllergfín gcciepnlsli ’’so
s
dmpvsv en hs ^nctos Sssdt.stvna^i,• vrinnsd1as Ó-^SSS, shiaas). Esto no
o asa ‘eek yoe ‘ejaru ‘e
y i p
or svme^1^s^v s h saf1axióa
fítotófíes, sino es tratad svmv on SUUS ‘e snuondv orden. En e1
p
nnsam enio gaeoo-pccipenlal, al raaliaar ten Sócratesf en ‘giro
i

anllseaológjco' y haara 1episterpolggiuo’1 ‘s naturatoza e^ysú'Cse enm vertía


en el ‘objeto’ de estudio e investigación por parte del ‘sujeto’ gnoseológico.
Platón estableció además el criterio axiológico de la
convertía en el ‘objeto' de estudio e investigación por parte del
‘sujeto' gnoseológico. Platón estableció además el criterio
axiológico de la
188 FILOSOFÍA ANDINA

‘inferioridad’ ontológica de la physis con respecto al mundo ideal de los eidé.


A pesar de que Aristóteles reivindicara la materialidad y empireia, la pbysis
sólo servía de trampolín filosófico, (o científico) para llegar a la meta
taphysika. Salvo en algunas excepciones (renacimiento, romanticismo), la
tradición dominante de Occidente considera la ‘naturaleza’ un Nicht-Ich ('no-
yo' en sentido de Fichte), una realidad ‘desanimada’ y bruta, una res extensa
(Descartes) o simplemente una mega-máquina mecánica. El mecanicismo
(como corolario del cientificismo) acabó con la entelejeia aristotélica, el
conatus spinoziano, el élan vital bergsoniano o el hilozoísmo de Wundt..
Esta tendencia ‘desmistificadora’, en parte, se debe también a la
segunda raíz de la tradición filosófica occidental: el pensamiento semita. El
afán del Yavista (en el libro Génesis) de ‘desacralizar’ el mundo, declarando
todos los fenómenos ‘físicos’ como obras del Creador, era para la
modernidad europea la señal para ‘profanar’ y 'secularizar' el universo físico.
Mediante el instrumento lógico (Organón) de Occidente, se estableció
teológicamente la siguiente disyuntiva: o bien algo es Creador ergo divino, o
bien es creado ergo no-divino. La naturaleza evidentemente es creada, y por
tanto no-divina. Aunque lo mismo podría decirse del espíritu humano y del
‘alma’, las consecuencias para la naturaleza ‘física’ (no-espiritual) han sido
mucho más dramáticas, probablemente por la influencia subterránea del
platonismo y neo-platonismo.174 Descartes pone, en cierta medida, el punto
final de este proceso de ‘secularización’ y ‘desmistificación’, al declarar la
naturaleza no-humana como simple res extensa mecánica y cuantificable. El
mundo material, desde los minerales hasta los animales (como ‘autómatas’),
es el campo de batalla del ser humano para llegar a un mayor grado de
‘espiritualidad’. Lo ético se restringe al ámbito antropológico (y tal vez
teológico), pero lo ‘natural’ es el campo de la ‘amoralidad’ (neutralidad
ética). El idealismo alemán sólo saca la consecuencia final al concebir la
naturaleza como ‘momento’

174 Tanto la filosofía griega como el pensamiento semita son logo-cénrricos y hostiles al
misticismo de lo natural (cf. la posición respecto a la sexualidad), con ciertas
excepciones'(lo dionisiaco en Grecia; las sectas heréticas medievales). La gran
diferencia (en este punto) radica en la naturaleza del alma y del intelecto: para el
espíritu griego, éstos son de carácter divino y eterno, para el espíritu semita, creado y
eviterno. A raíz del encuentro, sobre todo a través del (neo-)platonismo cristianizado
(Orígenes, San Agustín), este problema se agudiza (monopsiquismo, divinización del
alma); pero con respecto a la naturaleza, entre las dos posturas no hay mayores
incompatibilidades.
(también se podría decir ‘medio’ o ‘instrumento’)
imprescindible del proceso ■ de la atOorTealizactón del pspíritu
(Hegel) o como ‘resisten- pia’ para Seoenvolner ta aczividad
ética Oel ‘yo’ finito lormforma. ol ‘no-yo’ seeun el ‘yo’ iofínito;
Fichte).175
La relación pnedomin^tle dal espíritu occidental con la mrtLiia^- lezc
es une reiación Instnintental y tecoiomoifa. El tralnjn, euMao Marx, m di
modío o ¡^11^031’110 para ‘humanizar’ la nuluralena, payo irons- fornsarle
it Sal manera que este rr nuestro eeeetcio. La n^iui^^lyoit en y, no tieno n t
ngTn valor; es . el trab ajn ■ que ‘dren’ valor medio nte el producto qee se
entran de P nntusalaoa. 176 Pa-ra la teoloRÍe crinsiane, iio nonrralceo no pesee
fuerza salvOeca, ui ue te considera como cotpoví- • cipe ee la abra r adélfico’
Aunque hop concepciones opeestas (“toda do coerción está en dotores” [Rm
8: 22]), et rheologumenon de Sa sal- vectnn csit^icno re bectante
ei^on^n^^et^ü^ico , see en tóame inlusioe Ocaleerse d alme), nea et fouctu
más ¿011^,11011, VUeicu.de Dioit. ¿DOnde sv dice eetie ti Redro de OÍOS
rambieo -ieciuye la perfeceión Re) seino rnin asc l, engeRtive u eni mti? daca
las impiicancte coás sentir dt u de V eonoepcUUn domtcnnre dc'Oceidenle
frente a la ^eio^^^c za te menifietten en iee reiacionee de demorio, exp lotac
iuiu, no gacien y ru^^c^^yrecic” que el ser humenu tecuVcratn (homo
/aCerd viene estableciendo. Et_ ponto de vieta dnminantp (n n d SOIO dede
Mano) he se^<ts el punto de vism ‘económico’ (la naturaleza corno ‘medio
de produyeión’), y no ‘ecológico’ o ‘ecosófíco’.177
A neín del . pobrieme ^^oc^hé^i^^i onnrospentee oeéién en tac últi- nus
décartyo sc forcoan. reovionionros ‘vefdes’ é esotéricos, s^^^u^por Snr pm
una ‘teo’ogía ecnlógioi’-qns poce nuevometne rp>C)ne el tapete

175 3 Como ye mendoné1 ol snmancnls)no Geeteeive Schelling) y, enieriorenente1 parte C1 C

mneoheiento, .ferernn una uxnopción y nopreean una postetón cite sonira-conCente


‘naourahsta’ ai racioiralism* y ’ro^|rioismo ontropa céotcteoS’Lás •ospostuns
aniagónleespue^ncer eceactuVeeda) —aueqae demasiado ySifine<rur— como: .a
n^atmoteen como^ecnotemoy ahenectóeVtraooiselis^rno ’ empirtamol oeootnrta
caourctezr romo ‘or’aotemo ; toisoerío’ (romanticismo, hiioeoísmoZ.
176 Aceno °e ’o dnnce^i’n andioa doj ‘Ü-a’aln’, néaseo Mejía Hunrn’n, Meno G-.--. “El
c^cep to de1 irc. ajo rnr ta ene movlctónacdii nar. Ponencta resen'1 ada al Con-reeo de
U

Cienc’au SoctatAS de ’1101^3. Can Leis de Potosí, dse^dr^.jd^^ Oo rpm


177 VUayp 1 Pene. laeonie 11992), “Racionalidad occidental y racionalidad andina: Una
comparación”. En: Búsquedas de la filosofía en el mundo de boy. Cusco: Bartolomé
de tas Casas. 139-159-
190 FILOSOFÍA ANDINA

la dignidad intrínseca de 1O creación, ntós allá de la desmisdficación y la


secuiarizóción. Pero ki'^^^ldsc^^la occidental contemporánee digue a
grandes 'edges su cunso como no ucnsmniento que seo toma en ementa a la
‘naturaleza’ como un tema de importancia.178-Oampoco fe crí-lca de
Heidepger dele sócícOad -ecnotaorfa (Gestell)-y su intlstoncie en la ‘tieara’
’muy distiata r cdmo lo eutenata Nietzsche, y adnmás sujata u una
dr^c^j^^tti) y la erítraa de la ‘razón instrumental’ par
parte de la escuele d e FraAefcot,. han jan dido scercor un cambio oon
s.oi^isct^^e ee ln ca ncepeión Cér^ el fondo e artesíanc) moOcmn dc.la
‘naturaleza’ no-humana. Cd un ebjete de exploteción ilimitada y de
manrpulación tecnológica, genérica e tecte ei cuantiricable
y monetarizfble, sobre todo eterno de te tedlo^te dd
El s hr huma no □HeRtent0 mede rno ha vemdo enr-enandosc ráete oez más
de ju nrtnsatezatp ^tu/ha veniclo ‘cotifc^dose’ y.tanonmnyatin- slose1. pa.
tteias, e1 ■sobec eRg ey eire y e1 agea, mió -embipn tes ptee- tan O ter on—
mates —madiante te ^tnntioaeión— tteeen SU POCÓIO ceo dymieo SS. P

deetereypyt<propipded privada’.
c
nuna/jaqi anytny na tiene una retastón ye to^stetón’ can la npturptezp;
no ee tapaa elu un y atesara río’ que hay ejue vencer. P ‘t’is- mo1 alerto eri.re
el SO, tomeno yda neta reí e^n^h. no-huu-ann en Oce ribete, aler ncfado en te
ñtesofíp esiegs.,■ pero agueiiaado y IKevado a un extremo por 1a
bifurcación cartesiana, no existe en la filosofía andina. El runa/jaqi, antes
de ser un ente racional y productor, es un un.e noturte, un 'elemento OC^ esiá
16101X00,00 par -n^eme> ele un sinnú mero de nexos vitales con el
conjunto de fenómenos ‘naturales’, acao Cstof ÓC Hpu afrronómicd)
meredrelóuico, geoldulcf), zookrplco a boiáoico, Ca comunipiicióo directa
eon la naleralee e^ el ao-elco du te ^ic^rs^í^^ pero sobre tode en tes
mOklples Sometas ciremoniatet de rat mtsnazoo^) n tet fuersns vitatee, na
permitn nno 00^^^^ inslria mescal y feFdouiorSó do le misma. “El endino
nunca interpuso instrumento alguno entre él y 1a naturaleza. Su relación con
ésta es vital,

178Eutupor eióinplo ambtén as el aaso ’ce ^vrnan ^ien—-como t^^rtdar—


iasietía
en ls. nelvindiueetónde ir ‘ahendsd’, pttteLsonirye^ la *^usmidpts y elsospntenstelo dn
‘ta' Boeofís nsnyerpa.Pdro la jalieridad’ sndy ftlonofía. lavenrsiana práctica- mante ne
Hnüir- ay ■■CST tetmcno y a Dioe;el ‘or pe’ lime ruerno -humano a no ae creutfiesto ce
aieguna parra cenió ‘natueateza E^msadoe lodfo etufnatfnyn if fte^ do esta macera el
miedo lcodo-ró0lóO pon la ■‘paoanidad, de lana-uosteza y ln concspción subyacente
de que lo natural sólo es bueno ‘en la medida en qun es humamzndo’.
ritual, casi mágica.”179 La chakitakUa/uysu no es tanto un instrumento, sino
la prolongación del pie (chakv. en quechua) y de las manos.
Hablando de “ecosofía”, uso un vocablo griego (oikos) que tiene su
topos en el ámbito económico; para Aristóteles, la ‘economía’ es la
‘la( (nomos) de la casa IbU-p’. Recupero aquí este; significado etúmológico
(‘casa’), sin someterme al bictaclo *eco-nómico’: el universo proseotedo
como ‘cese’ (wasi/wta; likoe), como lo hizo Ysenqui; y loo elementos en él,
ordenados reqúu eriterios de une soi^^áa o ‘sabiduría1 de relaaionelíd'ed. En
este sentido, sl término “eaosofía” significo le ‘sabiduría andina del cosmos
físico como una enea orgáotaemeote ordenada'. PifS-ero esee térmico al une
está dc modo en Oc-ldente: “ecología’‘ o purque éste tiene la conootsotdo del
iogos (y de la ‘ciencia’) modomo. Para el nma/jaqi, <e uetureieze uo se
puude ‘ccocee)’ lógicamente, sino sólo ‘vivir’ orgánica y simbótlcamonie.
En el fondo. “ecosofaa’. S) t nn slbOnim o de “pachofofía ",
to tomamos pacha ac forma sítmbíSlltai carne ‘ cae^s De hecho, ao sna- es
e" to do de le Oea-idad’, y no o na a nOdct ocuusta a otra (como
‘culturelidad’ o lespiritueltdoC’)' Es sít^i^^^t^atit^o que no existe ningún
vocablo quechua o timara para ‘naturaleza’ (se lo pitir^^ira^t^-a eomo
ouOuy hinantln pajbj/jjkjña pjcSsrn. ‘todo como pacSt-i S ‘tea rriéorio para
viviO). Cufodo dCeequcío aqoí ‘ecdsoSía’ do ‘aohcsofía’, ee razones
neagmásicaci la ‘ehnsofía’ se refiere a “as relaciones
múltpius que mantiene el funuilutO con su essiomo natural tnmeditf to, en el
fulano je EayOa-m pachas El eiemcntc pstncipal y el ele ‘uocmenoutico’
Ocndamentai pesa ta ‘teosofía’ es le eeatídad complejo i< polifajéjca de la
lecoít<3 moma. ‘Eco snfi)t eo se ntido ertrieto es ia
‘henneoéutice‘ )aeOasófieé dc la pachamama.
Le pj^oaaé^í^^a (madre tierral7 cumple, en cieno sentido, uue función
simbólioa simtlao a la cocé: ‘relaciona’ tés tres <‘1)001 del

179 P<^i^;0, /Atomo “Racionalidad tctoden)-1 tf raa.onaH100 cn^nan Una rom*


p ción°. ^.o. Búog.uedao de la filosofía en el mundo tie boy. (^useo: Barto<omé °e
cm

lne Oías. <19-159. 157.


Veie )1 p^areroedcr que ul ^steumento’ irás joroteroso y jurefecesda1 des suo hummo
oecdem) paun ‘lelefkii)1ne' con le notooleza fcoliso reinode lo ura- ciorali, es el
argaieóre, Lu ló^e^ol f^nsamieniodiscuoivo y cnalfóco. Es a
<IP medio de ímerteumento ydistandanúnnnei e o ses aeoeida parel fogos, lu phyüü O
b.un creetpu de SC in-ibioeeUc’td O bience .edifica en una ’’aérate: 0
tu u oso’ (se.
1
Sobre ei teme de <c ¡Ma^méme ea ^nerel, uorssúkcse ‘asa s^uinues etoritos:
universo, a través de su fecundidad. El sol (inti/willka\
masculino), mediante la lluvia (para/jallu. femenino), fecunda
a la ‘tierra virgen’, y el runa/jaqi ayuda en este proceso
labrándola,„ o sea: abriéndola para ‘relacionarla’ con las
fuerzas de ukbu/manqha pacha. Sintetizando las fuerzas de
arriba (hanaq/alaxa) y abajo (uray/manqba), la pachamama es
la fuente principal de vida, y, por tanto, de la continuación del
proceso cósmico de regeneración y transformación de la
relacionalídad fundamental y del orden cósmico (pacha). En
este sentido, hasta podríamos traducir pachamama no
solamente como’ ‘madre tierra’, sino como ‘madre cosmos’ o
‘principio cósmico femenino’. Pachamama es, en el dibujo de
Pachacuti Yamqui, el complemento correlativo y polar de
Wiraqocha, la deidad masculina de hanaq/alax pacha. Los
apus/achachilas son los ‘mediadores’ sagrados (chakanas)
entre estos dos polos sexuales, a veces considerados hasta
sustitutos de la misma deidad, y por tanto ‘esposos’ de la
pachamama.^
Según el runa/jaqi, la pachamama vive-, es un ser vivo orgánico que
‘tiene sed’ (por eso la t’inka/ch’alla), que se ‘enoja’, que es ‘intocable’, que
‘está muerto o estéril’, que ‘da recíprocamente’. 59 La bifurcación occidental
entre lo vivo y no-vivo, lo orgánico e inorgánico,

Berg, Hans van den (1989). La tierra no da así nomás: Los ritos agrícolas en la
religión de los aymara-cristianos. Amsterdam.
Damian, Carol (1992). "The Virgin and Pachamama: Images of Adaptation and
Resistance". En: SECOLAS ANNALS. Vol. XXIIL 125.
Damian, Carol (1994). "Pachamama: Deidad Femenina de los Andes”. En: Boletín de
Lima XVI. 91-96. 191-204.
Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). Kay Pacha: Tradición Oral andina.
Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas.
Kessel, Juan van (1993). Pachamama. Puno.
Mariscotti de Corlítz, Ana María (1978). “Pachamama Santa Tierra". En: Indiana 8.
Suplemento. Berlín.
Schlegelberger, Bruno (1992). Unsere Erde lebt: Zum Verbattnis altandiner Religion
und Christentum in den Hocbanden Penis. NZW. Immensee.
58
La polaridad sexual obliga a una separación estricta de los rituales a la pachamama y
a los apus/acbachilas. El runa/jaqi nunca confunde o mezcla estos rituales.
59
A manera de ejemplo, un testimonio tomado de Gow, Rosalind y Condori, Bernabé
(1976). Kay Pacha: Tradición oral andina. Cusco: Centro de Estudios Rurales
Andinos Bartolomé de Las Casas.-
“P. ¿Cómo vive la Pachamama?
C. Debajo de la santa cierra, en su interior viven las tres personas. Pacha Tierra,
Pacha Mama y Pacha Ñusta. Esa tierra vive y en ella todos estamos viviendo juntos:
los del mundo y los cristianos. A ella saludan los peruanos; vivimos
PACHASOFÍA .-OOSMOLOA ÍA'ANDI NA 193 .

lo animado o inanimado, lo humano y no-hurnano no es una concepción


t^^ns^ulmraWe d ambico andina. da natnsaleza (pacbamamaC os un
omonisroo vivo, y oO ma humana os, en miaría mohida, su criatura que may
pce a mamontar, in concepción osgánica Pm la.p ¿ryrC también tiene cus
pauaiolas un ia fCosofía accidental: para histótries, leí c^^i^is es en ente
cao nnc ontel^Gio 0^0^^, vocablo lati
na eaiurenccce de r^c^^^Csroccr’); el roirn.eádsnoo reivindica nueva»
menie la cooaepcióo ^^^ái^lca Cy hasta mística) de in natsroleza. Sin
ammacne, la aenrapaíón eominanlh Cao oabe debraa ai icsprm^ de la
oadiaiOn somitab en OcciOnntn Sm SÍPC oa .concepción y
naosalistc. Ln. teosofía cndico.recaloa el carácter .‘neminaC Co )¿ nato,
raleza(( los elemorios-de rnay/aeopoaOaeacen, crecer, sc reproduo ace m
rnmoren aonónou copio .dina^csmo, Sn occerde a un orden
crgánicoonbyacnáte. El cor hnmann ec anin todo ‘agricdtof y no
‘nooductor’i ns decir: cuiOcnte (neaniwa)-(.e o tirara, ‘sccin1 nalcoai de in
pachamoimcs CSO^^I^^^^OI:' integral en la ‘casa* (oikos) común de todos
los entes
' E» ser Romano a.n eo to)a co&lo disrmtrc dr too- eneas vivos no-
^monas. tos ammalns.e Itia amoce son íoniroanos’ y rnaro-
ren, coceo te ^cchnaroxinc, rospctó.y un tcatactiotrro justo0 dn acuerdo a su
‘lugar’ en el orden cósmico. La ‘ecosofía’ se manifiesta entonces

trabajando sobre ella. Como nuestra madre nos está amamantando y nos cía. ^sa
airesim osach-a do irncUo ¿■00^0^0 se muero, om ° erra neoca muo re. tn orir
desaparecemos en la tierra, nos está absorbiendo. Como a su propio hijo nos está
criando. Su pelo crece: es el pasto, es la lana para los animales. Con ese pasto
dimentaá los enmates." 00.0)
60
Rodolfo Kusch, refiriéndose al pensamiento indígena de América Latina, habla de
en pensamiento-cerninal" (Kutc^'Rodctfo (tC77r 1970). E(pensamiento intimé- na y
popular en América Latina. Buenos Aires: Hachette. 206}. “Ha de hallante
entonces con un pensar que se oponga al causal y que fuera más bien seminal
como lo que se ve crecer y no se sabe porqué, y que por eso mismo pareclf- ra
trascendente, ajeno al yo y a la realidad cotidiana." (213)
61
Véase: Rivera Palomino, Juan (1994). “Concepción de la naturaleza en el mundo
occidental y en el mundo andino-amazónico”. En: Logos Latinoamericano N* I, 26-
37. “El ser humano andino concibe la realidad como una totalidad interrelacionada
de elementos como el suelo, el agua, la flora, la fauna, el dinia, el paisaje natural. El
ser humano mismo forma pane -de esa totalidad" (31), U concepción andina es agro-
céntrica y no antropocéntrica: “El ser humano andino entonces con un pensar que se
oponga al causal y que fuera más bien seminal [...], como lo que se ve crecer y no se
sabe porqué, y que por eso mismo pareciera trascendente, ajeno al yo y a la realidad
cotidiana." (213)
61 Véase: Rivera Palomino, Juan (1994). “Concepción de la naturaleza en el mundo
occidental y en el mundo andino-amazónico". En: Logos Latinoamericano N® I, 26-
37. “El ser humano andino concibe la realidad como una tocalldsd interrelacionada
de elementos como el suelo, el agua, la flora, la fauna, el dimi, el paisaje natural. El
ser humano mismo forma parte de esa totalidad" (31). U concepción andina es agro-
céntrica y no antropocéntrica: “El ser humano sndlflO humaniza a la naturaleza, y
ésta, a su vez, lo humaniza" (32).
Cf. Llanque, Domingo (1986). “Producción alimentaria y ricos agrícolas entre IOS
aymarás". En: Boletín del Instituto de Estudios Aymarás N° 23. 4-26: “...la tierra es la
vida misma del pueblo andino, su historia personal y comunal" (17).
194 FILOSOFÍA AN DINA

como ‘eco-ética’:' el ser humano no puede Intervenir a su ’gusto y comu


‘dominador’ en ol osU^n cósmihe site queéste se duseqeiitbrh. Tiene q ue
respetar ei'ritmo orgarnco de nacimiento , crecimiento y reproducción, la
potariScd entre iCda y mecrie, oiembra o coseeha. Sos ci^irnaicS’ un
especial Ion Uumésticoe, sort ‘compaderos’ det ser ic mun^r
cop^^^o^ic^f^s ce lu acciTn .areeC^^ y coiltivadvra del cos- crss; ’
pacbamametos uu Sujeto’ (oera hables en cérmined occiden- taies) qco
cenia n reacciona. El ser'humano tiene que ‘ercodhaO la ‘O1^^:^^I^^1Í<^CÍS
osdenadu ee la ‘naiurclezE’, en el dobtn sencido: *etcu- atas’ (sroerrcCpare
lescubrir la eeCucturcsintbólirc inherecie, el nCs- teriu de 1 a vida, d ordeno
miento cósmico ; y ‘escueha f en el sentido' de ‘obedecen’ lb¿t-iSMSirdl.ge-
t7OlóllunnC de dan nespueslo'adecdaea s coerslatíva Cieiencnder’r c .traces
de su actituC y nompvrtvmieeto. ho cote sostido. el ^^^nCja-ri^^
H^rcreCcd-^■n-OHeidegges),susceoOados/ oOudediente Cei sar’, pcro no
de undseV dvón’mo y ebstoacto, rico co U cdec^r-la estructura selasional
<050100’. cubhacente.180 181Sé rl sea humrno o n ‘ecouche’ o a.rsbic ta
tooografta pachasOfira- a s u gucto, Ir ceaccinn c onctitiea nette cn cactomc
oambféo pcra c’ (dcsastees, cambio de clima, sequías, inundaciones).
.. El ser humano oeU ligado a urdo- toa Codómenod
‘mercies’, eoio-te tocmc ‘pane’ ce oll<e. Un ramTin nn ’a ‘nctcra-- lcac’
tcmlricn sicato al ser humano, e en oambto trregoi a’ por parte te ser
Humano (ins^^piaieóEd ea cor eincosoc nuiucelerd Heva a d'aston cos
n^^^een^tóga^i^s, -gianolcr y larta c^nút^oSc Pua ette tra^l^Ut> de ccr
‘éticc cósrnicni el caeo do ln filoaofíu ae^dii^^.^^ ^a forma, más 01010’1
du ‘cbse-i'scion’ ('S^-S^ÍOC^ U ‘obseocancis’ cío d c emido ce loeVad,
d^edVar’ y ‘co-crear7'entre ser humano y naturaleza, se da con respecto a la
pachamama.

180 Anteriormente, ya he mencionado la preferencia ‘auditiva’ de la sensitividad andina.


El ‘dtccichot, teftqa tddevfaCuomo eu ‘a recsnsla de .OS icHorucs Mo^rmanisos)
ln .ón moacseco enera ‘ententec7 y ‘abeC ecrr’, sntro ietoseotogu. e uticd,enitre verdad y
bondad. En el quechua, ‘escuchar’ y ‘obedecer’ tienen una misma raíz: elqueclduc
rso-t-eniSioa ^artt’ o ’eo-tco’. E 1 docaWo^echec taciropc<’(coe el refoxivd' -kcy
tigriificO ’obedeeer’, en1 el sanüde de ’endosarse’; uyariyXcon. el ii^^oe^t^A^o -c#
signifitrr t^sc^ochor’, ornel senttáo de ^copeztc ai mtiftrcr CCIC’.
La acepción de Heidegger (Hórer des Seins) también enfoca el doble sentido de
fcUoto o f^orchen Cascu-hoe’) y g^oectoen ‘oeedechu); en le fflorofía tacato °e
I

Ha’degger, osta setitúd ca c ono’ertu hssia- en Hdi^nt'rCseiedduirforu’) quo


ontológicamente corresponde al Seinsgescbick ('hado del Ser’). Cf. Heidegger,
Martín . CIiu■n^íac^c rdenHumaoisrnus. 19-46.
181 Véase el capitu1 IA .8° en D spe cial 8.2.: “Ética cósmica”.
El campesino está en nei-si^iente ‘conversación’ o ‘diálogo’ (mejor
sería: *'dia-^etusiente”) con ella, ‘observando’ sss días i ntorcbles que se
relacionan con acontecimientos astronómicos (de 21 de disiere bre al 1 de
enero, por el solstv^irs de verano o qaypaqrajmei', el 21 de junio, por el s
ofstirío de invii eno o tnttra;^imi^wül¡/a kuO)t fechas egrí- solan (del.l al 6
de ((OSIO, como cerneo Ce loe pnaoOwaot’ca a sees de la siembra) ye
fiestas reiigo^s (domioco de Sanidad; mases stela Samana áanta).64 También
le pide ‘permiso’ (Uceaciaykdyao/ llcenciomampii ‘con tu pemniro’) antes
da arar para poder abrirla, y le ds sus gracias m(dienie o n dnspacbceluoin
eor le cosecha, revolviendo algo de uus crogutfoe en Sorms simgótica.
Siempre do ando debe Ve sor fruías (c hieOe), tiene IIIL^CÍ a^^^r^ar
(t‘inkay/cb 'altoña) algo del hquida seLae ia sierra, porque eses ‘tieas sed’,
También a los animeies,- antes de ^t/^^coi e 1 nlníaOar tes s-de ‘pbrmiuo’
pars que al alma PÍÍ anncial (en capeda! de ls alpoca y Hama) no se ‘enoje’.
En fin, la exo-Jlfia eddma hacs manjfiertor 1 ns n)rinc^is>i^os ‘ió-i-
(OV’ ele ■reciprruSdnrS nomplemenrarieqad y eoiTeepondencia a ISÍV^Í da
bodSnoapacba. Ectoe princi pi ss y su ‘obseóracáóe‘ son la garantía pa na la
eontiduiOad da ia nidr, en especiab s dn 1 oróen c ósmico, an gene ra”. esta
‘obseroancja* es ante todo dc carácter peremqntal y celebrativo, eero en el
eenuds de una ‘fimbol opíe eficaz’, y rió de una sjmnlb 'reare sensación’. El
OÍ Oumano no ,re-b(abeeta’ a le na ture- lsan, sido■had e kin VCOUS Oo co-
crsador para mnntener y -legae s la ‘con-credon’ pinos dC orden cósmico.

6.9. Ciclicidad del tiempo


Coico ya hemos visto, el vocablo quenhumara noaro rioniSina (entre otaos)
simnltánuaslenre ‘espacio’ p ‘tiernno1’ no existe una C-I-SI- exclusiva para
“ticmpó” (hay túa ae U-S a U pal-bra urósñblb q úeshuizada y aimanzara
tzn^d?dd 65 E(ÍO nos da UO (Seto acerca de la

4 Véase:
Gow, Rosalind q Condori , Kro^i^léV (1966) . Cfay /cacha? Trad irióo oral anCinao Cenoso
Ceatro cfe eRtulrlor Anailes Andmoo Bvrtolomé aieLvs .S sas. 5ts.; 10ss.
M
.SIV las formastsmpoerlfc (p1esontUifutuio y posscloS, taotl^^^n ss ai mvrs s e uso
noie^o, CQO no adScrico (OÍOOSPc^s^id^^r^s^^ qoupafnhi/xl pocbo (c qoepa kowesy/ fOrnrign eesl
c
ituro(espa€io-tiemous °vf^nhdr^^); kay/aka pacha (o kunan/ pubbc poueba) ee el pcserate
(esieesodCiOftíefdmnn ;au^'nayoa pauboto qcyno kawsay/ntiyro0&oaod') ee el p(nadir (anpncloóicm dn
le ceprosifalimpo
(o^iempo"- ea ee une conóestóa c laucnóedrnbncbavbtsji va de Ocddeníe.
196 FILOSOFÍA AN DINA

experiencia andina de la temporalidad. El cosmos (pacha) es cuatro-


dimensional, una sed iniorcoeertada Se setedopes eppado-seippore- les. Por
eso, el picmoa andino esto estrochaerente Ogado a-' ios fenómenos
prchasófipds do tipf ar-ronUdiico y ecosófico.
La concepción occidental del 'tiempo’, a su vez, tozipr^o une- formo fi
homofdnea; Id Ptlosofío griega afirmo Peón ia escepcióp da Prioic^no^er
que • sonplomentn niega el tiempo) ia ’e-ema’
del tiempo y usa pura su renrcsentíidóo el símbolo dcl 'círculo’ como fnrmc
c^rlecta dol mouiminnlo. Do esta mañero, el tlemuo os uo ‘movimiento
eteree’-, el pensamiento grieeo rurstaza tanto la linealiUaO como irv
progresividfd d<
A eausa ÓP! imparto ÓP la tradicíóo semita ls
eoncepcióa occidental do 1 'tieopo’ rsfre qnr vuelta revolucionaria: la 'línea
que se míense nn neri sola dlrccclUn- ee suwiene nn rl 'símso- io’ más
eUacc cdo pa rs O-temporal idad. l_^r^i^^ra^^io^^l idod, lineal idad y
progsesividad ron iss aarectehtsUpa s oohs snsat Ponte s e int'ariablec de le
copeepo iórr oceidantol moderna. Auupue ia fi-orofta Olaléetiep ha
modificado el aspecto da la ‘linealidad’ (a Suvor del ‘zig-zan histories'), la
progreriviOaO y UI^ÍC^Í^^^Í^ÍC^J^^1ÍÍ^^<0 s’csien siendo a'acpirdar
unáníosaosonte —or lac dSoeoeplis posruror ocp^^ai^í^lt^s Z182
Otro rasgo psodomipanto de ie coecepción occidental modarcs
^el^tfuurpp’ rs su rurcntificauión y mrteel^t^ctón: el tiempo 183 es un
quantum expresah lo mediante Orminos nsotemátlcos. El■preracre oe, re isa
ea le fare p ais ei ‘opticsísmo temporal': ol fiumpa ‘avanzo’, ’pude un punta
irücial CuOthuP a uo supoesto pi^;^to final- Pdé^gr^^, sea usos toseo o s.
Uro-monda no. El eiampo ‘pros tero’, n corr ‘ S macds temporaliz-do’ essr
eo otsp Cs -OC ‘mitos fitndacercalsr’ da is filosofía ocoistaptal moderna, coe
un ftmihmeoro (incsnreieotoS teológico o seliuiPfmporico treculariraOo en
eO hiftpricnmo. marxisme, emden• daiicnco y positivismo), La doble
inierpretacinrc ‘riega dd ‘ñcrnpo’ corno cdsp^'nec y P^sors se roduoia en ta
moeernídad p ta picrer^ui^s l^^gpnc^i^^^u V el cOroiur (con. la ppcepeión
dci vltaltemo y ^o^- tendalismoS: el ‘tiempo cronológico’ as le expresión
más nltids drl sepülnlpntp moderno. Ot tiempo es 'medible’ y monetarizable:

182 Le exce’ctón más forasev os NieizscKo, eso la cesnce’ctóu Ool ‘lrlir^^y rerypy’.
183ícticamente todas ‘ar ‘filosofías de ta hirsoáa 5 ocddunrotes sc foodor-evrao ev
PACHASOFÍA: COSMOLOGÍA ANDINA 197
‘el tiempo es dinero’. Uno pucd e 'perde o o ‘ganari' iisrnpo; el tiempo se not
pu edo ‘ir’’ etnmpo ' es una posesión (lo tenemor o no lo tone- paosO y sme
obsesión 0‘cernure contra • el tiempo’). 0 1 iusieumento preferencia! y el
modo de expresión más elocuente es el reloj-, es e! cHctador moderno de
nunetrc vídn ef ordenador de EVOO lo que hace- nocs, una voe
dusvioiuelioaOo el caleodnoo ‘natural’ (por In luz eléctrica, lo 01 ealódrd
virtu al 1 irtoonático, la vida espacial). -
Lo experiencia'opdiop del Encopo’ eo romEiente distinta. No os algn
que ‘tenemos’ o orno una suenla bancada, y que poOomos ’yas- tnU,
‘perdes’ o ‘invnrtirO El nvnoowt no el tiempo, tcl como vive en el esoecio.
El ‘tiempo’ es coore la se sciraol bn/.elbot1 (o earSlaco • til Ir O vnnir le' les
menees,' tal eembid dn die n nnche. El ‘ttcrepo' er rpteclooeiidb0 cosmiccr
oo-orysente son eo 'esoácio) il rinsplementc otea eranipestación de pueda.
Las lemporoles rcks imoor-
toe son ‘enonzadn’ o ‘otrasado’, ni parido’ y ‘futuro, sino *nc- 10’
(nyopaq/rusyea) n ‘dec¡e^m^' C^OOOSUO^P^^* El tiemyo tivne un onden
cu alitetivo, spgOn le denridnd, el pescey te impoPanvp ne un
acootecimlento. Por eso, exíslan ‘tiempos donsos’ o ‘Pempoo HOOPS'; en alg
o le temporpiidad andina ¡refleja di coneep cien griega de! det veil El liemco
no es cuantoativo, riño eoioliiaoooi cada ‘tiumve’ (eopva- momnntp , teosot
tiene-eo -pcopócito <^specí^^co idomparable eoa le que dice tEc^^^^os Ec
p: 1-8). Priste un tiempo pere la siembran otro para oí aporque, -plro poro na
cosecha; pey'oiempo- ‘rituales’ oara -0^ r^^r lc^e nenpochos/hrqoy y icn
pooco0^rryrerr o ia PPCZ^ÍSÍÍJWOO . 0oc ri- rueior p las cioentoolas EO con
^^eu^^^^o’ oon ’^^CPO^OO ei tiemoc^;. so no os el Non^po’ poropicdo,
oi .riiuol no Onoe no efucoo deseadlo No se puede ' presionar’ ni
tiempo;.pon eso,-JSas sopuestns ‘genanctac’ de tiempo para el runa/jaqia.
largo plazo serán ‘pérdidas’.07
■ p.
67
Ei iianoeo ’1010^001 ‘limpo’ y las expetlenclto rcti diosoisaliesppoto sort eOna
ki^^^^n^^on^^^^t^ict^íó de POÍP rasgo más pcosondn Un C^S^CIOI^POSO dh
OooiOtonlt se ¿eOrentara initOe o tsmprunct COP l^Ump^uotijaOs^í^d’ ceei
eenecaveuda del «cr huomrno endino. Lo foeiosa ‘hora' peniina’ o ‘1m0ioiooa’^ó cs
ttm’oiements en, oafteot di oojpsa, pereoa e innpsopliJoiknto I ciño maneoes)a en
aleo So potidót Gcüfcot fronte M. 'tiempo del ^ptos’. iahoraes ‘ouena’ cuandoen
O( toomnnib apronledo; un eu dufeeto, C1 morneutopu OPÍOU UOOPU SCÍ otno ‘hote
mala’ (cf. p novela dnU ’mismo títoto tu Gcpoiel Gcccia MárouezX Ce oxpteripo
“orprita” eo envele une eropológtce lnmedíao (en UC mlnstle, en SIPSO OIOOS-OS)
eon
etc scnntudmiento, sino algo qucyoesOr ocesente (SOMÍSXPSOO’ÍCI: O^^OO^^
vfnenclatmvnto , peto que de liento puede realizarse recién en una o dos horas. Es
interesante que el inglés, por ejemplo, (como idioma del ‘cronómetro’) expresa la
misma situación mediante nociones cuantitativas: in a minute; just a second.
También con respecto al ‘tiempo’ hay 'fenómenos de transición’. En
primer lu gas, hay que .mencionar los fenómenos de cambio sstronoroicos
como los solo^b^i^oi^jfa^ses de luna, pem) en especial los ec^m^ ses'> el
umanucer y el atardeeer. Se trate de feoómenos qus urve- lao ene cierta
poacerícdad (y peUgeo) del orden eósmico. En cada atardecer, el sol
‘muere’; y cada amanecer es la fiesta de su ‘renacimiento’.184 Por esto, le
impona ocia de lan mtipuCpuertas del e ol') incaicas: hay que dar la
bienvenida al astro sol. Los solsticios (21-de junio y 21 de diciembre)
también son precarios por el hecho de que el ‘recorrido’ del sol empieza a
invertirse (crecer o disminuir). En lá eo^ca ineatea, estos dos Oairoiosm
l^ioeds eeremonialea muy inuoot- tantaa: el eutieux de jane) peor invouor al
dice Idfi
de )uo nueyemeose auoeeute au resorrida, a SÍ aagla2‘3<raPCdni POO-de.
pera feetuiar so OUISSO culminante. da esta última fiestas los jOnenos
(varceese .realizaron u rite ofe paesuryro romo peso a le aaofescenais Cei
waectchidup a ‘ponarae et. pantalón’). Para el runa/ jaql enoSemporánno
esie r dos feehas nlgum olnodu cardloalno: la psedaamamideacaasa (‘es
intocableC. porqee eatá anaiota de le pue pas e con su ‘parela’, el sol. '
Cn- cuerno a la Rana (l^iird^X^tc)esi)i ss ‘obsarve’ se bre iodo los dcs
Caleri ÓSI cambio ae (a teses: .‘luna tuna’ o ‘luca nueva’ (wañin
r¡illo^za^wir patucsi). La hma Ha.na-: (pura killa/urt’a pbanoiOco consi-
derado muy propicia para actividades aes'ice-lar (elemboa, euseeha) y
proyector uó^^nefee s penanolev avee,es, negocios^ pero cambién para
reauizÚT los de.slincgat//no lee Los Qctipuos, ea euo euial SOS SOISI rea,
tienen-ena impoftamUa simbnhea cxsnpcional.-Et tstnsa^r^e'teoi^srt prata
uo .CIÍPUS solee cams le cc^^^^a^^ncis Su una derg^aulo (su "pone du luto")
cu como eu augurio do.-un doreetre por oa^e^^^ de una iefracción adsmica
a^csi: parte del oer humeno' (‘‘ce eeuja’’). El miedo pnu eotae fensmenus ue
POOO e ta preoospocióo pua el orden, e^sts^új cu oís ^om^^^^^n^^u^^daiU;
ri ia lúea, oor ejemplo, 0eseooreein ra ton el echoneS, al admetcp serif
syveramonm OÍSÍOSSÍU neOo "POÍ-
qee ua^^ría eu eompiemento fer^^^ina^,' con lochs lar ooraer^^nei^^ jare r-
ieee^c ¿vsga.-En los tiempos neníeos, loa ecüpses aeocoreron mbccimes
OtaumCt reas’ y extáticas entre los pobladores; 'mediante

184 ‘Amanecer’ en quechua es ^iq'ariy (‘peer'0 o pdaha pnqariy ¡éste olri mo ues ‘c e
exjperíencic vrvoeciu‘ dr que eieráen cósmieocada newcea, dest
puOo ute UP üumpp peecario y ^Hgaosdjtaaoche ' eortaoaerlo■loe ur dar tcnnci- ató
no cbakance ’ e aimapa, meen cer ’ d ¿fia niate eíene de ^anar: ‘primeras .luces de 1
día’. ' Í
rituales tenían que ‘restablecer' el orden cósmico, ayudando a
los elementos IPe CacuityCXccpacha, atacados por una fuerza
desconocí- da, a reponerse.
Otro kairos otra si runc/jaccó es el 1 de agostes 'inicio del año agrícola
y por eso de un lapso prolongado de íinEccab)iíida<r de la pachamama®
Ese u tu de z el puelo culminante da lo época de sequid que drbe de
revertirle para doi e^so a las lluvias. La soosalidid muy pconunctadu snrse
los períodos de su^i^ta y Huva ss una dd las bases ‘hermenéutica para la
experiencia cíclica del tiempo en el ámbito andCrto. El tismoe ds
discontinue y opalitativamdntp hdtpregénpo. Les múkiples ciclos obedecm
oermaUpante a IOS prindpios Snddamedtpl les de eorrespondencic y
eometeaoenlariedadl cadc ’cicto’ contiene dos ‘Casco’ comptomeorarias.
ASI, el codo solsr onscsLete ds IS fases comptemenlarias ie ‘varaco’ c
‘invierno’’ día din y eoehe; el cicto 1P ñau, Po IOÍIS dryuienie y -
dpcroetente, ^«cs^^^po^di^nOo pl ctclo i^^^^^^al femeniso (entre ovutautón
O mensteemlópe; el ctic^o mes teoeoto0 ids od toi yeríodis do soqma y HOV11
el lóelo i^sio pm lai -cocie de cicrnbra eos^uj^tam? y cosecha
cpoqoy/fayraaptáopid. Pcro tambida hay actos que ‘trasctenaleo’ ‘a
regalarídad astronómica. .A, se conoce cides de íbarBecho’ de dnco a siete
años, según la consisldncia do tos suelos.185 186 Tombién injertantes son los
oictos gendr1cionalds dd unos dptots años. Y eor fín. to mtemi hüstoríd ds una
secppncid do sieloe o épocau quu ^^i^mni^n y r^^toto^zun por un papfakuti
Cicaete ‘c pachaU un aolacliemo cósoüco e u d nue rte eterto ccdnc
OVcjc^e^ suelve O ‘rebeck’ tymtiyfeotiña: ‘veEres, ‘rea m rdse e un ^mosdco
ctemtoo, para ori^nar un orácn Opacha) distinto.

185 ss
En los 'primeros dtas de agosio (noem1 lmdntp ddl 1° al 6s>, la pcmpamaam es
‘mtocabte’ (como la mujer que men5yúa r; ee e‘ peetodo de preparación para la
stembri (feaundadón) , y ^s 6SO< du IOIP CP ris dt itacates . El dcspacbcOhiqtrt ptfoa
dpc’ sb selebrm O’ punoso de a ‘OPIO, coa C‘ propópteo do ‘pedir permiso'
(ticemctá^iwac-i/licenciamaimp 1 e íc pachaca map aro prderaria *lilt^lc ria’
con I1 aredcc la chakiteklla/Lysd).Los utos P^Uisntus sis^ue todendo desUa-
chuu'puqsa de menoi importancia.
o rpctdmdnte, d ’^g^ e tamp^a^c^m^n también SO1 ctotta inlsroos<pn de su ‘pareja’,
1 di

tos ccuyactccnhila, orno ‘ctoeftos’ de pa Uuv‘a: le épcK-a da sumn t ‘ace que oevertirse
paeaypcympir’ron pro ero 1er primeras Huv^ OC ‘fecunden’ a la , pccaaacmc
U

186 Véasd:
Z^nete^ Kuril S. (19'91). "Agriculaura de barbecho seytori.ze de en tas akuris de
Pauntambo: tasstos soprs ecologta plsr escodo psodocúvi duionie los siglor XVI ‘
XX". JCm. pUpanchis!0, Cusco. 189-225.
200 FILOSOFÍA ANDINA

La tripartición del ‘tiempo ’ occidental en pasado, presente -y futuro


no concueuda con la experiencia andina. En quechua, exine oto solo
vocablo nornún para ‘fnturct a ‘pasa do’: apiqpa/rac&rr. Para diferenciar
los dos, se ura .fs'rhras de eustiiutd como P^yeo leo que ns’l, <y&spo
(‘después’), rfaojpd partea') ir pzfjr?# (‘anterior’). El ‘presente’ es
expresado por kunan que iignifica simplemenie ‘ahora1 (a vacar umbién
Ounan panhat Tiemps de ahora').71 fonms verbe-
ies del presente y fuonro ‘eompenen’ Ins seguidas peroonas (‘tú’ y
‘vosotros’), es ^et^^jr: PP ^-testnso eca-mas especafians ese el uincxpo u-u
paturo para ‘tú’ o Vosotros'.7’Parr u mean/atipl el Ustueo no &;algo que
Viene’ delrnte, y e’ paaado afeo que esté to re ‘va’) anPr, rieo al revéf: V-
fenreo rto ciertc -entido esrU “alrás”, y a’ pa-ado “adelante’r XS oíimo]oníe
ros c yuda a uxariea ,r nsto. Cae loe idioma s aisaera o quecaLuer ’r polobra
“PJOS” se exprosr por lo- va^cplskjs nayra 0 anoi, respectivamente. Aunque
tenemor Por ojor para mirar ‘hacia
adelante’, Las raíces lingüísticas nnyrn y ñnw i se refieren a seaeoo s ael

7
Véara también re obherre<odaeh en h nou de asee capítulo.
rz
I—a formar vasbetar de 1 veboo Eaecher nmay(rblO'¡fLr'r poiejempsp non:
PRESE'N'TT Hnrono
Síís^^les Vpnrnena riman rimasaq
2* pa-rono rimanki
3a persona riman rimanqa
Plural Ia persona incl. rimancbis rimasunfehis)
Ia persona excl. rimayku rimasaqku
2a pesrona rimankichip
23
pasrona rimanku rtmanqaku

En aimara (del verbo arsuñap.


PRESENTE FUTURO
Singular PASADO
I persona
a
arsta arsü
2a persona arsta arsüta
3a persona arsu arsuni
4a persona arstan arsuñáni
33 _______... ________u_.
En aimara (del verbo arsuñá)-.

PRESENTE PASADO FUTURO


Singular Ia persona arsta arsii
2a persona arsta arsüta
3a persona arsu arsimi
4a persona arstan arsuñáni
Plural Ia persona arsupxtan arsupxañán
incl.
Ia persona i
arsupxta arsupxá
excl.
2a persona arsupxta arsupxdta
3a persona arsupxi arsupxani
PACHAS'OPÍA■. COSMOLOGÍA ANDINA , .. 201

pesed-: nHyrapacba significa ‘tiempo antiguo’, y ’ ñattpanayra o


ñaupacue quieren decir *lo anterior’, ‘lo viejo’. El oocablo qhopcTqhipa
si^:eifii^^ re ambos (i^nntira y quechua ayucucennr^i
Pa’; pero la raíz abtyoaqhipu se refiere al futuro y tiene ki connota- rión de
‘desurgs’. ‘he ego’.187
El tiempo andino retoecrn no rn ‘ueidierccioeal’ (dr panado a fetere),
sirio bu o mukidireccionaL Pera la raciendlidad cíclica, el fulero roplclonte
esth atros, y ei pesado adelan-ee pero ‘arnhiér afee- peoyr. Sá proyeeicmos
o n nucido y su ‘área’ an 9SO hacia nosotros (es Pecio lo movemos
afrehedor Po su diepetho^, vemos una Enea’ n ll ul eerculp cota (eo mo
cicloO,' Ce p roys cción oon da nnmovlmieeCO ‘etsme’ bioireccional
ehreir ornee y abajoX osei Lando entre dos pul* eos puiopnhntes/Para ^1
raUaqe 1c hotoea.no es e 1 ^¡^n^jto do lo roerraeernp del novum CBloeC),
oi del progrese y doserrelly hada Id r^mri<^^’’ Más bien, isa historia es
uea ‘reprticióe’ cíclica de ue proceso yrgroreo, correspondionte el orden
spsnclco e uo relcpionalidad. En As Andrs, erlate la idr a ec cieco ‘apoces'
o c lelos dnsices188:

1. El tiempo p^^lp^ortr^^ ‘ y ÍS ireneion (pacaaaamaq).


2. El tiempo de los antepasados (ñawpa machulakuna/nayra acbacb ila
naka).

187 75 Etimológicamente, tenemos entonces la siguiente constelación:


Ñawpapacha/nayra pacpclng'eepop) s‘ gntórp hteot^ ds ldslae-a* eo ‘ tíempode loe
cyus’^ qbapaifoipa pacha Cfatuny) aíggíficcdd a aras1 e 'ti empo pp -a e spsMa-.
188 Esta división es la que hace un pueblo en las alturas de Cusco, cercano al nevado
Apu Ausangate (Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). Kaypacha: Tradición
ooul andina. Cusco:’Centrode Eooidicueuruies Acdínos Banolamé daLas t^ieor^i. am-
3na Existen otros o‘dCiEsies clhrieerrLIseaiPs oo ‘a Ms-osip, como la de Guarnan
Poma'dsy Pachacoti Yarsqm.
Este último divide la época pre-hispánica en las siguientes tres edades: 1. Ltt edad de
purun pacha (de paran 'adusto’, ‘bárbaro’); es el tiempo bárbaro y salvaje, el
espacio yermo, inculto y despoblado. 2. La edad de Tunupa (o Tonapfl) que se
refiere a la primera evangelización de Abya Yala por un apóstol legendario (Santo
Tomás); es el tiempo de la luz incipiente, del alba moral y espiritual.
3. La edad de los Incas, como revelación verdadera del monoteísmo y de la
moral. Se puede observar que Pachacuti Yamqui no toma en cuenta las edades . post-
incaicas.
Este último divide la época pre-hispánica en las siguientes tres edades: 1. Ltt edad de
purun pacha (de purun ‘adusto', ‘bárbaro'); es el tiempo bárbaro y salvaje, el espacio
yermo, inculto y despoblado. 2. La edad de Tunupa (o Tonapa) que se refiere a la
primera evangelización de Abya Yala por un apóstol legendario (Santo Tomás); es el
tiempo de la luz incipiente, del alba moral y espiritual.
3. La edad de los Incas, como revelación verdadera del monoteísmo y de la moral.
Se puede observar que Pachacuti Yamqui no toma en cuenta las edades postincaicas.
Guarnan Poma de Ayala divide la historia (pre-hispánica) un cinco épocas: 1. De
Adán hasta Noé. 2. De Noé hasta Abtahán. 3. De Abrahán hasta el Rey David.
4. Del Rey David hasta Jesucristo. 5. De Jesucristo en adelante. Se nota que la
división ya obedece a criterios netamente cristianos.
202 FILOSOFÍA ANDINA

3. Incas y ia: Conquista,


4. E^'período ‘moderno’.
5. El futuro. ,

Por. lc influenza-del crisiionisrno yla$.ideas ir^il^n^cstas dequa- qu in


o
e Fiore , oste esquema fae ‘bautteado’ pxs la tripartición de la tootoria en:

1. La épocc del Padre (condior e t. y ti dc arriba).


2. La épocc del Hijo (contiens 3. y 4; dc ai^rC?^).
3. La épocc del Espirito "Sanos Ccontsode 5. de arriba).189

Cada uno ds los clcko termino eso un yachakuti, es dark: er -su


cctcclLsmo cosmino tkutiy/kutiiñc signPlca.'regresaU, ‘volver’). ÍU1 uni-
uerso ^acPc^h ‘cuelve’ a su estate critico y i^lotoi^c^^ei^dqi paro dxsr -rés
restrdeiaaroe nuonrmenio r formar otio cocmoc, que en rrcliOcd ' ss otro ddo
cósmico. LL 'figuna hace resocdas la co^^oh^^^^ da ^^^^docles o su
ciclicidcO prnódicc soirs rl spbciros de! Amor y SÍ spbciros de’ Odio,
también ta conceexión nietasche^ia de’ ‘eteenp
retomo’. Sólo que los ciclos no son meras repeticiones o *reuoenoe’
Ckutiy/ktiimaO SI lo mismOo oiq^cc onr cueca manera rio ordunt^r e!
uaihbcso r^^^^ir,r, tsypc ciertoo parcmetuoc . ta figura ^^^(clics rdec erado
sea car vez mnu la espiral oue el ct^snlo (como en So adl^(^^ps dón doiCnica-
oacidentaIC. No hay soq0nui(Od kuntetrumpdr entro los dtfere ntee cielos o
o
poccs¡ si tiempo, os rad^a^eme discootinuo y ‘rooedo a mvoeeo '°p ‘talloy’
o ‘oovotacioces’ cósmktar
Lo dtresoncie mar importonre con d peecamiynte d^értiao de OocL radira en
eo resharc de ar prortestviroid ^heronte al proceso tempoot-hnrarieo. Ppdnemos
o
ab’ar alo un ‘pesimismo estructural’

189 Joaquín de Fiore (1145-1212) planteó una filosofía trinitaria de la historia, en la que
las personas de la Trinidad se convierten en una estructura temporal: la era del Padre,
Antiguo Testamento; la era del Hijo, Nuevo Testamento; la era del Espíritu Santo, el
tiempo actual de la historia hasta el final de los tiempos. El kudo deesra úhimc
qeprclduciría ccgún Joaquín, de Fiore hacia 1260.
La doctrina de Joaquín de Fiore influyó mucho al movimiento franciscano; a través
de los misioneros franciscanos, llegó al continente americano y encontró un caldo de
cultivo muy propicio para sobreponerse a la división autóctona.
La doctrina de Joaquín de Fiore influyó mucho al movimiento franciscano; a través
de losl misioneros franciscanos, llegó al continente americano y encontró un caldo de

PACHASOFÍA: COMMOLOGÍ A A( DINA 200

andino, pero sólo si tomáramos la concepción de ‘optimismo’ en sentido


occidental (prohreso hacia el futí
El pasado (fuiwpa/nayra.pacha o ñawprCnnyra wiñay) enri pre- ecnte
en ni riempo catnaC - aCaaCakaparbn r ^aa^/aka atintas) de dio- Lotaa
monodas. (ns antenasadas Cñacapa marasiln/unb/cayaa akOaabilanakaknk
hae deiaeo flmplcmente de existir e influenciar, sine que sigunn '‘viviendo’
‘entro del pueblo. Y el teture Chepan aCipn pucha ys (Capa umay)
caUs Pc^^seyi^^a^íoS
andino (Paiiiii) es el parasro perdito, la ‘ierro sin malms’ de un pssa- do
S^i.stpóusi^^venei nu is^^^tPival^l^, oto más vivo qoo muchou ‘hechos*
históricos. Eníate uno sheeranlciaeh cnteo-iídica que en Is co- pmssncta si
mbólica y celebrtLtiva-ed econ)eckn^^^t^<^^ de distintoo momentos
h.^s/^^^u; ai ternekdkcc' ha ce preoente U( pasada y futuro medáante ci rito,
la ueremoiLo c et culto.n de 0000^^ ce tor cieco OÍCIOS. anlmou pcccnmc
cjue cíalo )yntre anbaakati d pcchaauU)
ar 50C ((Can parboñ^f^í&)L /tnccai añoc.™ la Cccqu■tnc)íe) y hc
Ponquiste, de t.000 tr 1.500; iu époee ‘moderna’, cié L500 a 2.S0XP. Si fin
COÍ meenio tcrno UC ccCtser )aacelípllcp, no sdto dssde el qunto de véita Ocl
quiicc mo mastic nd, cma tdmbié n de ca mlsrna occhcro fía
ai^^^; re vlrlamCca un (CODVIZWII (tal mez el e kimor que h0rdlc el campe
al ‘futuro’, peso consn ^^^téu^tón definitina del pasado.
Muuto su dspls ’v ’a *utofís sn’rnp’ y del mesianismo de 1st (kl 190giosiaaa
de tos Adeles.191 En pitoe r to.ar, ao hay que emendar la Bonfil Batalla, Guillermo
(1981). Utopía y revolución: El pensamiento político contemporáneo de los indios en
América Latina. México.

190 Mac Agutire Cárdenas hada de un “detenomisme cósmico" que connevatra un


191fatalismo y un orno Áewr Fnti meizscfieono [Agum-e CMecas, Mrc (1795)/" El
2 04 FILOS OFÍA ANDI INA

concepción de la. ‘utopía’ en .un sentido occidental; . no se trata de una


proyección (lineal o idiaCtc^tK^íi) del rumbo histór i ao a 'un litgao <¡to-
pon) todevíe desconocido y nnnea antee eealizado..Más bien se teatn
Us^uas ‘ante-utopía' n una ‘uto pía eeuoepeatiya . , el de seo te^te^te na una
apota¿ssensis anUina, nna ^^enf^iui^^kzióis Oedniisva ne lo que ye tenia u
na var su 'lugar’ .gnus?, Mu cOos Us las autores'marxistas y lederes
renoleci onacios dean onoclen "a eettospeciididai ' de le| u^^vnt luc^^r^’
(pacbdpuos) toda la' 'utopír’ Sque us máe bien una ‘topiaO andinas/ 0 La
espcranua dyl motájaei nu está <óírintUe a un foturo de s- conocido y tntal
men te'nuevo (novi tos O ietoóepe, silo a una pasadó a( macsoaOc ou ei
simOólifsnó dnl subconsciente colectivo.
Se figure legendaria ie 1 ínka(n óena qunshuización de los vos OSUIOÍ
espantes "íoea” y "rey") .que todavía vive enife ia población

Bonftl Batalla, Guillermo <1983D. “El reto índígnaai utopía y revnluviónH. Ee: Esfto
dios Indígenas 4.49<
Burga, MansieO y Floree Galindo, Minoro .(982). “La Utopu andina*..En:
s4SlpaunCis X/II. Cusso, 85sos
Ossio, Juey M. (ed.) (ia73)- Ideología mesiánica del mundo acdmc. Lima.
Uf ismbíén ios dcos volúmenes dea ia ronisnAllpancbissobre “Roliviosidod Andina”
(N° 31 y 32, Cusco 1988). ~
8 Existan muchos (tientos de (USOOIOr ó n cnerIOcmo suinenernnam América Stei na en
general, y para la realidad andina en especial. Véase.-
Flores Galindo, Alberto (1979)- “Marxismo y sociedad andina-. Derrotas de un
malen- tendtósAEtí: "//panero I9. 139- 1L3-
Fornet-Betancourt, Raúl (1983). “Hundert Jahre Marxismus in Lateinamerika:
Aolóeskunoee zut pMoisophischen Ruzeptíon”: En: T^itZogtewnd PhUustyrbie^.
36ó-C83- ■ ■ r
-
Fornet-Betancourt, Raúl (1994). Éin anderer Marxismus? Die pbilosophiscbe
Rozóption etes Morxismus in tetrtinuuneríka.MUAvKo '
Ha sido sotnre edo Mauátensó quien promovió un marxismo propio de los Andes.
Véase:
Mariátegui, José Carlos (1968). Siete Ensayos de interpretación de la Realidad Pe-
ruana. Lima.
Mariátegui, José Carlos (1979)- “El problema de las razas en América Latina". En.-
Ideología y Política. Lima.
La forma más extrema y .violenta de un matrimonio entre marxismo-leninismo,y la
utopía andina es ‘Sendero Luminoso’ en el Perú que aprovechaba implícitamente de
la concepción apocalíptica del pacbakuti y de la restitución del orden por la venida
del inkari, mitologizado y politizado en la figura de Abimael Guzmán alias
‘Presidente Gonzalo’.
Ha sido sobre
PACHASOFÍA C C OStodo Mariátegui
MOLOGÍA quien
AN A ¡NA promovió un marxismo propio de los Andes. ... 20 0
Véase: Mariátegui, José Carlos (1968). Siete Ensayos de interpretación de la R ealidad Peruana.
Lima.
Mariátegui, José Carlos (1979). "El problema de las razas en América Latina". En:
Ideología y Política. Lima.
La forma más extrema y violenta de un matrimonio entre marxismo-leninismo .y la
utopía andina es 'Sendero Luminoso' en el Perú que aprovechaba implícitamente de
la concepción apocalíptica del pachakuti y de la restitución del orden por la venida del
inkari, mitologizado y politizado en la figura de Abimael Guzmán alias 'Presidente
Gonzalo'.
Cf. Degregori, Niro (1985). “Sendero Luminoso": Los hondos o mortales desencuentros. Lima.
Idem (1989). Que difícil es ser dios: Ideología y violencia política en Sendero Luminoso. Lima.
campesina, indica que la esperanza de 'aceración’ ti resdmc^ión del orden
esta emesia en una i^^^lipap * pasada’ (nawpc^nayra) que, sin nnsbargp,
POS ^^^ani^a* adelante (ñawaaq/neoyza). El Inka, as esin ado bnn los
adnquisladornr (en esaeairl Am^vareñ a lrerncirará; uru <dln, n vmiendo de
u-raydmnaiqhapachvt.es decir: de ia .se Iva, a donde habían hu ido loa
últimos I en- eadr-nt si de los Ie asvI, reshtnira ^l ardan cramiao- Vouohn^
violado y dnsequilibrado an hc-amc ^^st^mátdaa arr los invasores. es éprna
l
ncedenia* en erren sentidn es sólo rea período transitorio, nns ‘vaele’ ri—
iydOotiffad para llegar —Zasd ta rre/ui vee— r un punto sn-es de av
coraihnzo. Más oivatoctevra estr la imagrn de Túaia Przarn II iGabriel
CcnOcrcarqui) qui en av su^eae rontaa ni voder colrviaS y fae hercnaiiioado
potlos nspañoler en I G81 eh lo misma Plazu de Arma a la Casco,
aoneideruda como una chakaPC ela Orirnnr rav^o. Las emaoro
estrensssOuOae Zv Tdeaq Amaró nrprovenr tando la iotaisrpd crómica de la
^votf^vdíiü esoacial Seraibr-rbajz y deiechadzvéüerdcI, pero también la
integridad del imperio incaico pTawneismsuyuO, IlcgarZr n rmirre cuan Oía
^1 ¿nOVerC después da un bo drl último) pacbuicpti, rerucitaaá como Fr-
aPode ras cenizas ftl
hr pacOr-nfir raViar rrespr del turnen tioao imeíirrpihaes mny
prácticas. Mochos de CSS llamadop 'proyectos de desarroClo’ fracasan

' Acerca dd Onchakuti y Vel meto dei inka^réaae:


8i

Lienhard, Martin (1988). “Pachakutiy Ta'ki: Cantn y poesía quccOa s de la cerncroi•


maaiÓT ásl mundn”. En:. Atipancbis02. 065-195. ,
Mac^r^Lack, Sabine (1988). “Pachaceti: Mira des, Punishments, and Last Judgment:
^ÍÍ^JZSS^ Pas- and Propheltc Furere in EariyCddnierPere’ ,. En: American Historical
Vetia^i93. rhOrlOor. - i
Oss io, Juan M. (ed.) (1973). Ideología mesiánica del mundo andino. Lima.
Müiler, Thnmas y Hciga (1984). “Mitn de In^^irri-^Q^ollai-i (cuarra
icsrcc(^dsepsiC’1. En:
A/^SC^I0.!^0^’' ' • <'

Nuñez del Prado, Oscar (1973). “Versión del mito de Inkarri en Q’eros". En: OM|O,
Juan M. (ed.) (1973). Ideología mesiánica del mundo andino. Lima. 275-280.
Vásquez, Juan Adolfo (1986). “The Reconstruction of the myth of Inkarri". En:
Latin American Indian Literatures Journal. Vol. 2 NQ 2. 92-109.
Ortiz Rescaniere, Alejandro (1973)- De Adaneva a Inkarri: Una visión indígena del
Perú. Lima.
Minauro Delgado, Julio (1991). “Una nueva interpretación de la leyenda de
“Inkarri". En: Boletín de Lima W 78. 15-16.
PACHASOFÍA C C OS MOLOGÍA AN A ¡NA ... 20 0

Degregori, Carlos Iván (1986). “Del mito de Inkarri al mito del progreso; Pobla-
Nuñez del Prado, Oscar (1973). “Versión del mito de Inkarri en Q'eros”. En: Ou|0,
Juan M. (ed.) (1973). Ideología m esiánica del m undo andino. Lima. 275-280, Vásquez, Juan
Adolfo (1986). “The Reconstruction of the myth of Inkarri", Em Latín Am erican Indian
Literatures Journal. Vol. 2 N° 2. 92-109.
Ortiz Rescaniere, Alejandro (1973). De Adaneva a Inkarri: Una cisión indígena del Perú. Lima.
Minauro Delgado, Julio (1991). “Una nueva interpretación de la leyenda de “Inkarri",
En: Boletín de Lima Na 78. 15-16.
Degregori, Carlos Iván (1986). “Del mito de Inkarri al mito del progreso:
Poblaciones andinas, cultura e identidad nacional". En: Socialismo y participación N° 36.
49-56.
Hay dos variantes lingüísticas: inkari (mas quechuizada) e inkarri (más españolizada).
206 FILOS OFÍA ANDI INA

porque parten de una concepción occidental de tiempo y ‘desarrollo';


mejoramiento de las condicinnes dv vidp para «el ran^ano PU puede
significar ‘eorobio’ o ‘ruptura’ del orden (cótsmcot establecido, sino más
bien ’ restablecimiento’ óptimo Oe este orden. Muchas idra s ‘modernas’ de
Oncideetn justsmrotn.rompen nsts nrrUen ipn- ejemplo nn la -agricultura) y
contribuyen, a loe ojos de la población autóctona, a acelerar aún más la
inminente llegada de un pachakutt. La capacidad extraordinaria del
runtUjcap de nt eraptar’ srti scioner y - ient IOS diO- cileo, tal vez tenga una
explicación nn- en-e 1 arito: puede ‘espeurr’ nl momento oportuno (latiros)
de cambio radical (pacbakutt) porque conoce exacta mente la relacionalidad
intrínseca del universo y las consncaencias de su urastorno . Su ‘aguantar’
ICO nstá dirigido r ‘rlgún dír fataro’, sino r la snguridad conectiva de qn e ’a
pianitu d del ticrn- yo ya se hcya cumplide y realizado en el p. -
Otra las conceptions s ee cteupo interculchral sea da en amonto en la
‘puntnaKtb.d1. ° tiempo'’el retoó para el qtnnnjnc^ippne ím- eoiyancia
secandam; hao momentos y ropictos o momdcp no apropiados. No ti ena
cnnt’do ‘cum ptir’ con un dotado cronométuico, si C1 tairos no SC oh. Es uv
riono suo!.tativo con rasgos simbólicos y cele eratcvos que ‘dicta’ ’as toras ’
los días; v’otar este ritato (tcuot- plieopo la ‘prnluati^dO TÓSÍ^1-! CO
oomprodoeante-n largo plazo. E1 tiempo ancUno so parece ICOS O 1O
duuéeque al renpoen O1 sentido do Betgsom -SÓ-) que O O S e rurte da un
‘reotimients1 eubietivo, si pa on urden mósmieo y colectivo.
KACHASCFÍA; ANDÍNA 207
CAPÍTULO .7

Runasofía o jaqisofía:
antropología andina

D e lo hasta ahora, expuesto, se entiende que la andina no


es sxhopocéhsrica ah nhoieo-séntóco, El cer humano (luna/houS)
ocupa un cierto ‘lagar’ en la red universal de relaciones; antes de ser ‘sujeto'
o centro de gravllaclón aogooacítivOi es ‘pt rte’ inregrai e into grada det
ensross rhacp). La entropelofía hene enernces una pote xión muy específica
odcterminade denrro he la filosofa andina.

7.1, Introducción
Aunque la revotusuón cx^n^^esa iuabíe xupulshdo ol ser nhrihtnn del ce neo
del a^i^^verso,.o pesar de que Daewín le leebht qohodo te corona ctl rey de
la coeuetón y Freud, por fire, le asesth -el bn tex mortal de h^mS^^^l^ .ante
lar maniobras ihrOotinos de la inconsciencia,1

Se habla <Pe rreo aaendes Uhunaillectrnrs’ (sicO tlei eer Eumeno e lo b^ttC^b) de la
filhOhfie cééib.eniat m^dolhí
a. El éembic bel eeocénisíco (lolenrnlcoS po r e t heUocaeirico ine Nicolás
Copérnico qel o ee Summo es iCcsaictano/ense ntldo físicD-y 01Osbfi so) sOd
eentrodol unirerse a u n rincón.
b . Oe teoría dees i^vuésctóe de '0111’55 Darer qur ime tica que el rs 1^0 no eo
elresultudo finar e^co un IOCOO hroceso dh irreisformasinni U1 ser hnhtaoo no
eototo OSSUSC .bistinlo del animal.
c. Oe se^o^ie xsíéoanaií(ica des ouboonscienrs de Sigmund Freud que eefiee la romo
un roece récubbaho Sel nor hummo; ea no o s 'amo SU SU proplr nasa’ .
Setlameitrr re reels hall ae Ce '‘hutrailae tener”, rt el ir sr huma saña bía srdodafi-
nidoanteriosmente pos su pesidoex exOíbotdinsoiby 'a 01^'1’!^ abismal que le sepear
pe todo et reeto det cosmoSr ta peses de estas ^t^f^i^cins.ian^lí^li^^U Ol autx-
cnmprensión det ser hhooanx h1taidéhtsl no cambió.. surtancialmssor’ líeme Ote-
sigue conciOihndose como ‘dhute del mandn’,*aentro imaginero' y’reonó' crata
OiPiieip.
la filosofía moderna occidental, sin embargo , es n n proceso incesante
de desnaturaliznción y aisiamierttn del snr hu mano. El principio
protagórico (Protagoras de Abdera) de que el ser humano fuera ‘medida
de todas las cosas’ (homo mensura) se iría a encarnar en Occidente dn
umr manera lotal y i^i^rnlr^a^^n: on io nooseológico, ético, meoOfeico
y tecnológico, el ser humano no sólo es 1 a ‘medida’, sino el centto y el
fin den unrverso, sea cent ne índeie IdeaUsta o materialista.
El antropocentrismo ocxidenrat , une da algunc menenc empáeoo con
dócraoes y llaga hasSa más allí de Heidcggeo, revela ooro ‘mito
fueedciondl’ de la filosofía occidental: ld 'realidad’ se concentra, como en
en ^eje^ito cnncaoo,- en ei rdr humano. Eota coo-vincion qne tenia en la
AntieüeEea y Edaa Medie roscos etimológicos (homo copula toungió y
teológings, se convierte, por ol ‘giró. nopee-niedne’- do ld filoeofin
modeana, en ‘arqueobo^^ía' ^i3tahCopirtemoiógKan trasaenddntar e hasta
existencial.192
Lía antropologOa oycidenrel nomineotc esrempre ireHe *inconsisr
tendas ealndaS lea’) se Cundamoeta an algunos poemas gloves. On primer
Rinar, la roucopeinp de t a f üa reacia ^O^Í^C^^^Í (p no aolo ‘gcr- .duald
sntre el ser huma nh y ld na tuoald za no-dumann. Esta dieyrepcta ene en An
’sOneln s todavía eoa dd ‘eso^cie’ feooic noetiOOn), a lo largo de la
historia dledieyal f nroye^tm oe ahondaríd nea UU ebismo mec- CSÍCU. El
poo ces o oc ‘Sosaamnenato-Oni del neo humano va 1O g mono aan o l
orocoso lnenrso de le/ snculariónción’ y ’lcecanlnecióe , de ie na tureleza uo-
hhmaoedEl antagonismo filosófico entre ‘yo’ y ‘en-yn’, res cogitare y res
extorea, ‘cultura’ o ruHum, libertad y delermina- oiCn, razcn e instinto, se
maeiflasta en la práctica en e 1 enrheenh- mo eccnom ico y tcrno tlntco
eótrc el hrma_fanarg le U aturaleea EXplotaPo. nn antropooentriomn
tenréiiae so ^cOrf. eht-opootprfiomo en lo prncgnd: el me ndo moderad en
dengo. ‘a iiargen y semejanza’

192ta ooncepctóe de1 tdr lwmaoo como copula mis «I11 ee de Marrfiio Fictao, pero
refitjouoa ooncepctón gene^rlipadaiEo cierto que el henea-yihIrid meyieval es tnáo
teocéntaroxque enteopocéne■nm; am embargo. U poaición exae peional del am
humano en el ono/d dg-andid en ’e ‘gsen ccd ena ys1 oeO ya antírípn (juntoti a id-a
lupino del vor humano c orno ‘cnconn de laereaclen^ eLm'.Cd^oeentrismy rcoeaent
Lito y rno<
Hablando de “ dcqueología filosóficn", me ved-efo o trabajodd Mirlol Foucault
[Foeorelt, Michel (1969; t987). L 'archéolvgie du savoir(La arqueo(ogía del saPar?. Pern. Buenos
Arriri Sight Velnttpeoa co la e■idUemidad; el aro( (ortncidah fnnda- ■ mentor cc
rernrfo^mó Or rloo cosmológiaoy -eetneico h oigo a attopológieo; el cogitnpn Dcsccrtet
es 1U enpsert□d mát nítida de esta vuelta.
RUNAS OFÍA JA JAQOSOFÍ A: A NTROPOLO N ÍA .ANDINA 21 1

del ser humano, instrumentalizado -hasta en km misterios más profundos


(genética, rprcsofísichk anenmonoa) a doases-lnado, por parto SO lis
homseidh^, para su uso ilimitado y ‘omoral’ (hiera de criterios éticos) .
La fxloucfia posiioderna intenta cuescionau este ‘mito moderno’' Usl
sejeso ^t^^^nonse o omnteotente y ptanSea una ‘de-centrición’ del ser
humee o en el sn ad do-de una ex-centr icifs d. Usa vez sea s, el ser Uumano
suSse una ‘humiltación’ cpaeal, sntsaa dsap ués de nue-
dn cne más glocla y pada s por i s puerta laerer s, es d v ez tajo el te oje lie
la ‘indtfereycin’ y det hedooismu esténico ilimitedL. La akeridad de ta
nanirvleen so-Sumana siem-se dn sids us haems desnasiscle vh^^e nsr-ntd
pose poder aer reepetoda o lntegreont la Poneos occidental preí-llecta de
reiheiód com eUn da sido empero el ataque’ Ó inootpo- rectóiCr ta nogacióti
ta eertiorrcn a tiesta la ‘humaoización’ cultural. ni Ooerno omcnai dh CO-
a^^heoo y medievales cede apCe ei horror rhratta'naliSót■é por 1O ‘otret en
ln modernidad, por lo que no es logo- mUrricn, ni ampado-lóc-no .
De nhí el oeooclsld nxnmn.: 1S lcrerldrlaed pridcipel SO le eerorelrve
cn-taana con respecro til ser homano ’ Este ewme qoe dees hierres reíres
rentó^ces, diece ser (femnstrefo irnmnrebtes deces en actu, el ‘veratc1 ’e
naUtrateza’ r‘ ‘con^iistarta’ ° ‘quitarte0 eaya veo euát teon- no. Este irte nhc
(prírnso) cre carirtenoack) pooible en eaeón a la ndad malbanzabte de -a
eadasta oidsd Sfogop) sobse te eensicMctad rasoia m muda de ta naturalees,
ta mneosnoota camina ,^^1 ektpriro sobre ta idki^hise testa herencia ptatórríca
de Ocodente).3
El rercer adornai1 a naturatezene-homena nunpq ude usi *su- leen’ ,
rico sin mpre que dacá ^tyeto’ ’ eu -ujeC o hurn^roso cogonuaidvn,
uuni^fn'rmiairro y axtomátteo. el nenoamiento (gnesisd oo un prieton ^o.
^e^iioanOp y1 pn, santas ta re dancion (para habtar O n téuoünos tuotópchs)
sóter compete a1 SPO hummo (eomo redentor y ente

Es bien conocido el adagio de Whitehead de que la “filosofía occidental no es más


que una nota al pie muy extensa a Platón”. El horror irrationalitatis que a la vez es
horror naturae, probablemente tiene raíces religiosas. La Biblia Hebrea narra de una
lucha permanente contra la idolatría en el sentido de la mistificación y hasta
divinización de la naturaleza. Según Nietzsche, el racionalismo griego surge como
consecuencia del triunfo religioso de Apolo sobre Dionisos. Contra-
3
Es bien conocido el adagio de Whitehead de que la “filosofía occidental no es más que
una nota al pie muy extensa a Platón”. El horror irrationalitatis que a la vez es horror
naturae, probablemente tiene raíces religiosas. La Biblia Hebrea narra de una lucha
permanente contra la idolatría en el sentido de la mistificación
y hasta divinización de la naturaleza. Según Nietzsche, el racionalismo griego surge
como consecuencia del triunfo religioso de Apolo sobre Dionisos. Contrariamente a
las religiones y filosofías orientales, las religiones semitas (judaismo, cristianismo,
Islam) y la filosofía occidental no han llegado a una integración de lo natural e
irracional (sexualidad, instintos, sensitividad) por un lado, y lo cultural y racional por
otro lado.
212 F 1 L O S Ó F ÍA A N D IN A

redimido). La naturaleza no ‘conoce' ni a sí misma ni a otro (a ¡pesar de las


petitesperceptions de Leibniz); tampoco ‘transforma', ni ‘valoriza'. En la
diástasis occidental, el ser humano (como ‘sujeto') se contrapone (opone,
contradice) a la naturaleza no-humana (como ‘objeto'). El antropocentrismo
gnoseologico moderno (Kant) se vuelve antropocentrismo ontologico
(idealismo) y hasta solipsismo antropológico en el sentimiento
contemporáneo del ser humano postmoderno. En la modernidad occidental,
la antropología (en las formas gnoseológicas, éticas y tecnológicas) se
convierte en prima philosophia.
Como cuarto axioma de la antropología occidental menciono la
independencia del ser humano con respecto a la naturaleza no-humana. El
ser humano es espontáneo, espiritual, libre y autónomo, mientras que la
naturaleza es determinada, material, instintiva y heterónoma. La
independencia teórica, como res cogitans, se ‘materializa' en el mundo
tecnomorfa como independencia práctica.4
Estos axiomas contrastan —como veremos— de manera radical con
los presupuestos filosóficos de la antropología andina o ‘rünasofía/
jaqisofía'. Prefiero usar este término sincrético (quechua/aimara-grie- go)
para indicar el carácter sui generis de la antropología andina; se trata de una
reflexión sapiencial (sophta) de las características básicas del runa/jaqi que
no es un equivalente homeomórfico exacto de antbropos. El vocablo
runa/jaqi (como ya he indicado) tiene dos acepciones: en sentido amplio o
inclusivo, se refiere al ‘ser humano'; en sentido más restringido o exclusivo,
sólo denota al ‘ser humano andino' de habla quechua o aimara. El quechua o
runa simi es la ‘boca' (simi) y ‘palabra' del runa-, el aimara o jaqi aru es el
equivalente, pero aru significa sólo ‘idioma' y ‘palabra' (no ‘boca'). El
español de los conquistadores fue llamado (en parte hasta hoy) por los
pobladores quechua-hablantes alqo simi: ‘idioma de perro' (probablemente
por 4 y ‘palabra’ del runa\ el aimara o jaqi aru es el equivalente, pero aru
significa sólo ‘idioma’ y ‘palabra’ (no ‘boca’). El español de los con-
quistadores fue llamado (en parte hasta hoy) por los pobladores quechua-
hablantes alqo simi: ‘idioma de perro’ (probablemente por

4
El proce^Dpauhtino de independización del ser humano déla naruralezaexterior
(como expresión de su ‘ajinaralidad’). hoy día se? profundiza en el ¡anntrdo de una
independizando carb vez mayor de la propia •naturaieza’ humana. L biogenétiea
prometo uea vida sie eeformodados y muerto; la tecnología nos f^noice superar
cualquier deflríoaria física; la cibernética nos independiza hasta do las relaciones
seríalos y emoproralno (reoliddd virtrahcvber^xo; chatting). Sin emteogo, gl ‘ol-
v’do’ Oe da naturalrdad primorOruider ser huumnn tienn uu alio precio: trastornos y
oderr^^odK^i^ís pníquicrr; soledadp ay ansiarto; art(fldítllk:bddai a dív n ccmta-
minarión ambíeotah tns(rememólizacidr dei mirmo rer hhumad (clonación, eugenia).
RUNASOFÍA O JAQISOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 213

los sonidos agudos y disonantes). Esto no quiere decir que los no- lotnco n
futirán ‘seres humanos’, sino que son seres bu mo
rí os de? o tro tipo. Es inte rhsentu ver que el quec hua y aimar a poseen dos
distintos pronombres personales sq formas verbales) paro Ir primera persone
plurol Coesvtros’): noqbr(oq)s/biroasc^s)bkb. en sentido ioclu sivoe o
noqaykuManeOa eeL fienthdo ercluslvv. Lo misma so indica. mechante l<^s
s^fij^s verbrtes -nano e tyUu on.quuchuu, respncu- vam/ntu -pxoa ers
sonora. EL asmrru posee una cuarta persona
del rinqulrr (jiwasvP qse indica la prusenair de la pau/ers y s^^undr pnrso/a
jovtas (‘túUy ‘y^^’/Steo^s^^^^s’ Í/CIUS/VO). Este herbó n/s fiesta que existe
uu coneep te • dlferencicdc de le uni veusalided del rxieto humauo.t .
.. . ' .
Sc sobreentiende que h iie^tuesc^fía1 o Saqísoffa’ (autaopologÍR
andina) no ocupa e i lugar de priorapbilospzbvz; la ‘reuuhoftu/judteofi# es,
en el fosclo, una especificación o SLpiicsLciosi de la pechasoftb ft la
posición , óunuión y/os ensacterístieos reí ronaVjaqi. Por (te taoto, tOie qe
pe edu ‘uetep Ueh oh ser ^^irneuo denlru du uo marco, más cmplko eo Ve
cls: como un Suputo speesfien denoto de la' redUe ta relscionolidab cusmiea.
Un oste suntidoi la .nthasofiu/teqiserfeu tiene-mucho
mes oduipud a ba noncnpuU/n antropolaotea ^^^dot^vsl q se/ auontista Oue
ti V modemn 'o contqmuorhnea de O/aídenta. El sor Oomann. eovoebido ■
oor Flolno r^mo oora uníoncaaom ^onnux^u, / /) úsete ^^sntrd^ tat (-/met
avaeece vs Dn/tc, orflqa do 0^00 manen ttuiu/uttto mnnavdd) el s€^^1^10
tunOasuental Orl runoajaqi ondin O q uo la ves cu^^ia^f^u^esvtaeepp se el
V) smofaber contemporáneo, pero también vuos o' e al xooo ooeuod/s
oteitisiUO^

5
Esto no signutde que la Selrlasofíajo ‘isqisofía* usura auOnousstica o hasta radate,
uts ot sentido ds Ivantropolos»!/ tunó/ua (ArsntUteres ooncidnaó a Oos esclavos
iufouhumunos) y soloniqiista Sios‘Ptlshoel qupusdteuaenta t^tu tiehcnalnwL Sólo»
que existe, una ditusenoia Sno-val/rativnr entre <E^1L runa/jaqi
C^o^¿^^ku//aPUSOX / tas bessonas extrañao y exteriores Srsosancbis/jitrasasiaksH
ruos/jatn OCUUS un tuvis^ytey netxrnrinedu densro Ue tu sod de oelhcionss
oociaino, ausocolits q ausmicas. Et ore ttpctaeo que afuera, ns tiene «ntelugar
tíquosd •niliffOlS
sino eeu .Sotau iibrememe un .la ltOIealogía’ cnplna. Uuaes lhet penenda de caUn
pursouta e/soiointu q/e viene a nins eo lo reglOn andina, sobre us/o eu el í^ntói^^
pnut. Puede ocuni qun eU t(tl)nX(t<i dosneSsOe unlargo tíueepu Ue obserunaii(U y
convivencia, asigne un ‘lugar’ a la persona ‘exógena’ y la incluye dentro de la lógica
‘endógena’ (noqayku/nanaka).
L/ distinción eutsn n^ayku/nanakay noqancbis/jiwasannd(i no CS do opauíntón ss
lsntngovdtmoi séeo de niferenaüpción ■ pol/r/ poora Uu nPlrlaniSttt autSoeoto/ Onr
invasores españoles no eran ‘enemigos’, sino ‘otros’, pero de todas maneras 'serei
hquranos’ s«cllsoíseuid t^^seü&Se^s en soetidq roe.1 ioX '
7.2. Cbakana celebrativa

La posición del ser humano en el universo ■ (pacha) no se


debe a su ospaoidod n^^fuseo^iativa eu v o (ravés dni /o^os, ni a S
capacidad teansOor m ad ore en yo ésavés de t a losó y rosne s toPovín v!
yodco tolvlfico det see humano, Osra Occidrme, ni oes h umano es el lugar
de la ‘revelación de la realidad' (el s er humano en —seoún Heidegger—
Licbtu anr den Seine, onlst-te ofanív), en ni través 'de la oepacidaO (ce aei-
dieína) de la razón quc llega a ‘emenden e ‘intelleir’ el ser sil ‘rapre sentarlo’
(apeehenderle me mal y conaroniaimemet- In pe-poes/maníoa cnpceptnvl es
un ^i^^^gri demano, o pon tomos ol rer humavo es at únícd camieo a le
vordad y lu redeecinn; la encar- naciód (o mejoo dlohc.la ‘entrocogOeesisO :
le Dies en le relígien. voistiao^o nn este seomed, nncaía pnrfectomonto el
sentimiento común (griego) de que el anibropoe Cieeodo ‘puertc’ o
‘entrada’ o rieilegi ada ly hessa úniaet a ta última realidad y.nhrded. ov
Occidente, Dios no ‘ubiere pndiCe ‘encarnadle’ en en aermal o : una pianln;
sólo el sao Pomono, tomo posesdor doC enero, eo capas_ dd ‘^^s^i^j^p^’ ni
fo^oo COhne (principis ds oonnaeiraHdaO). in definición eristotOlíca I^C^I
‘omano <^1 ssuoide ele zoon iweOiXorn ÍSO ptlsición ethrao-di-
noria del ser humcao c orno centro.enhsaoiógico y (acichal OeO n nie ve-ao,
eoeasaioúnda en 1O modonstdad cernor tecsolósico y fréns-
formador (reneé (?ornofaOerO-,
En lo ‘i^n^^<^fíohjoq^^ofí^\ la poríción del sur dimano re Oebe a ta
fundon oopuoeñca hue irte-cumple (o debe (o cumplir) deeao la iotaSihad de
uní aclúnúe cVsmicac. EO rusui/jaqi es hoa chizhm lmportani(eisra, un
puontp cdnmieo ImprescindúhO; aunque de níoo guna rodeera el eoico, ni r'
erimrro. Como Cel riene una 'Innción do medlcriCo, cerro nn en e n seniido
‘lógico-rphre.cenanacú; eO see hue mano no ‘roerea, er cpsmos en fonma
conceptas! m lo conoce ho manerh'ubrtrocñvu f racicra!. te nacioiulidcp
permite ‘1 l‘PdhO'tz¿rr rodino conotitnir róle no refleje muy pobre y sombrío
de 1c realidad, muy en cpnitú de lo (ue o^iu^^l^s Ptetón en te-^arátote du te
aaúur- na”. yeo aonco jrtor Gddas) yla repsrseetactón racioné rere tes verda-
deras ‘sombras’, una impresión muy débil y sin fuerza de lo que es el

6
En este punto, la filosofía occidental se distingue considerablemente del pensamiento
oriental (índico y chino).
Cf. Panikkar, Raiirion (1997)- experiencia filosófica ele la India. Madrid; Trotta.
55-89.. ' N . ■

J» i:

arce oo es rna(ioao: es rn(acicha(ioao ooe tcoc. Ls teros o especioso


arje de la realidad: la relacionalidad del todo. La tarea y capacidad básicas
del runa/jaqi consisten en el poder de ‘presentación’ simbólica del cosmos
mediante las formas rituales y nelobredvar. La celebración y el ritual son
para el ser humano andino un acto gnoseológico y ético de primet rango;
'eetetoar* el erden rósmieo Gan fonema simtón ‘ca), eignifica ‘eonocerlo’ y
foonreeario’.193 r
El ser humano como chakana celebrativa contribuye entonces de
maneso desirva a le conserveaión y es resteblenimienio -—en cy seno de un
^sequih’rio— gcl orden cós'uúeo. En ey dibulo de Rcchacnti Ysmqu— la
parejo humnns ueupa un lugar (eopccnn entraré-1 co: Se halla dentro de la
‘zona de transición’ entre el lado izquierdo Cmosiud) y, derecho (e^arU^li,
psro iamOién eoire py regiones mipnriOs sos (sumbresS e inferieres
(pachamama) de feay/ái paehn. Además 'modia’ eeri-a ni taino animal y el
reino vegeod, el cyua y el teneno de eultivos. dt sec humano es anee rodo
‘guandidn’ Vuncniusi e CoDe eeraedor Ce daop/cjfec j^a^C^^, y no
‘dueño* o 'productor*.
El pona/jaqa es ‘agrieuitor’ en un sentido mue empiíe: guardiáe uiue
eelaso y cerponsable be ia bare do la crida, no sóln Se (e Oerna e lo ler
nnlasbles, SIOO de IOÓSC los lenatnonot cóomicoi y meteoealó- U1)OO que
llontaibunen a ln nontlnudcíón iy hnnta padeccrón) de O nido. OS
neretednre eaoductoa. e^ le paaOymamdp e e’ sen humano la ‘nutrivc f El
eudivo as n ntoece s e na focma de ‘cubo’, nna presentad ó JO SÍOOS^^I)^^
det orOeo OUÍOOICO y relacional de te eiaa. Por e(0, yl ^ai Cajo erare te-
enmpesino aneino eo es aimplemectn un vio ‘prudee-ivo’ (o te crcactón de
p’uovahaX s’no ua d^oge fat’mo s intenso aoa ten feerzcc ne °L victe, eae
‘nrenión* o te pachamama, n n acto si mbólien de nará crer cúltico y
ritual.194 195 196 197 198

193 Esto yrosen una noriustón yen onrsoosllntrio^■lo tnsotáenial qua grga . g idenhfiua1 elón
y .cqu’valene la del ardv cornoscongi y del ox.o essendí --y qssu m unnoeo como rn¥-
deeclaUsmcraCsolutocC Pu^) irr celebración y el ritual ner pistí/ai no 'constituyen’ o
‘reproducen’ el orden cósmico, sino sólo corresponden a la función específica y
limitada del ser humano en este orden. Al celebrarlo y ‘conocerlo’, el ser humano
contribuye (junto con muchas otras chakanas) al funciona- oS^eneo erdenado del
covmoy U1 onsnesserialr perharófiro0 el usrfo (elSnesbot^i)l celebrativo no son
equivalentes en la filosofía andina: el runa/jaqi no tiene prio- ridno pachasófica.
194 Vyane: ■
195nue^Anro’io (d9BZX “f&ckmohded oxocidenta1 y ravione1 h)oc an-Une: Beacoo•
196gs rea tón^En; Bú&juadas de ¡a filosofía en el mundo de boy. Cusco: Bartolomé
de
197las Casas. 139-159.
198El eso dpmrbe sr Horop dox Soivx tHsiOsnnso), ysoe oe OS
eo
El ser humano es HÓrer des Seins (Heidegger), pero no de un ‘ser'
anónimo, ni de una manera meramente pasiva; es ‘escuchador’ en el sentido
de ‘observador’ (ob-servire) y ‘obediente’ (ob-audire) La obediencia
cósmica y la ‘observancia’ del orden universal circunscriben la función
principal del runa/jaqi andino. Es parte integral e integradora de la
relacionalidad cósmica; en cierta mañera ‘repite’ (nachvollziehen)
simbólicamente lo que en lo grande garantiza el orden cósmico. Esta
‘repetición’ es una celebración, una realización ‘sacramental’ (mystberion),
para usar la terminología teológica. El ser humano es el ‘sacramento
cósmico’, el ‘símbolo’ por excelencia, en el que se ‘concentra’ (synballein)
en forma muy densa e intensiva el ‘misterio’ de la vida y del orden universal
(pacha). La función de chakana se manifiesta de muchas maneras. Como
‘agri-cultor’, tiende un puente entre los fenómenos de banaq/ alax pacha
(lluvia, sol) y la pachamama. Como pareja (qhariwarmi/ cbachawarmí)
establece el nexo entre lo femenino y masculino, la

“El andino nunca interpuso instrumento alguno entre él y la naturaleza. Su rela ción
con ésta es vital, ritual, casi mágica." (157).
La relación sui generis que establece el ser humano andino con la naturaleza, es una
de las razones de la difícil compatibilidad entre agricultura occidental y andina.
Véase:
Berg, Hans van den (1989). La tierra no da así nomos-. Los ritos agrícolas en la
religión de los aimara-cristianos. Amsterdam.
Blanco Galdos, Oscar (1988). “Tecnología andina, un caso.- Fundamentos científicos
de la tecnología andina”. En: Tecnología y desarrollo en el Perú. Lima.
Mejía Huamán, Mario (1985). “La concepción del trabajo para los ‘Hatun
Runakuna’". En: Wiñay. Lima. 6 de diciembre de 1985. 30-31.
Kessel, Juan van (1993)- Pachamama. Puno.
“La tecnología andina L..1 tiene una segunda dimensión, que llamaremos simbólica o
religiosa" (7). Según van Kessel, cada trabajo productivo (andino) tiene que cumplir
dos requisitos:
a. Ser técnicamente bien hecho.
b. Ser religiosamente bien encaminado y concluido (op.c/L 7).
Para la antropología andina en general, véase-.
Gutiérrez Pareja, Salustio (1972). “Concepción del ser humano en el Pensamiento
Keswa”. En: Teqse N° 2. Cusco. 25-33.
Manrique Enriquez, Femando (1987). “Pachasofía y runasofía andina”. En: Dos
siglos de ensayistaspunenos. Lima: Universo; 104-107; Idem (2002). Pachasofía y
runasofía andina. Lima: CONCYTEC.
Kusch, Rodolfo (1978). Esbozo de una antropología filosófica americana. Buenos
Aires.
RUNASOFÍA OJAQISOFÍA-.ANTROOOLOGÍA AN DINA i 2 1 7'

izquierda y derecha. Como homo celebras restituye, el .orden cósmico


violad o y detequilibraCo. Coreo eete fecundo erteblece leeos entre las
geveradíoner yyontridcon a la tone oieen íóo de la vida.

7.3. Sujeto colectivo

El concepto del ‘sujeto’ es uno de los más importantes y de mayor


aceptación en le filosofía occidental moderna; paradigmáticamente,
reemplaza páácticamente la concepción ontológíce de la ‘sustancia’, dor dos
term lotee henea roa sola rcíz core ún: bylJoOclme nern en gO e- ^o y
raOstrotuoe o soOcntio en tatíd, es decir, Un yue yace por debato’.
Mientras que a lo laeao de tas époras antiguo p medieval, " t^^C 6* ac” tcníe
ncepclón y niveoscr y ontolóolce (nomo sinónimo de "suSintl* cla’t, mo ie
’poea modeenp, ce iro viene aplicando exclusivamente para el ser humano,
en especial en el ' sentido de -‘cencto gnoseológlCt' (algo parecido tambinn-
ocurtín con e’ cenceptn 'exintencia')?EstO no sCamente io dica Ir tadiralida
d de’ ‘ntro anfropolcnl co' ^rr la mo- ^nr^o^^^ad europea, sino ademo s el
prontoo de SC

elcO
conoointlnnro dsn nd ‘sujeto trascangcota^) o de ir ^05601.001^60 l de la
’’3^30. El-‘seleto’ humano (que oitede SCÚ empírico o trascee dental) oo
convióáte oo copuía ecnOp y ones todavía: el mundo rnismu ecogim
cdgiidta o ÍO ‘nuCoto’ modesto no- rolempott^ es eonsSntuttvo , rncenlivo
tu ptocysetSao, ono cs^nstS^^^i^o r oeatOro eo oer re ntl PO radical: ‘ore a’
’ 'Oeróe 1 r nade do sea; Pc oí mismoo la realidad intencional como nóema.
”p conarpciUn oceidentel del —uleto’ imptioa ena sobe óe con-
rrptOoovs secuodaclas que-hon lesmltpoo ser iotpraecinóldles o ara <0
sentiniieoto común del ser homano occidente* ^dOdnno. Las rnr^r^^^’
cionesde ‘autonorpSa\ ‘nopdntenefcfedC ‘soberandn ’> ‘indtvtdualidú0r
‘personalidad’, ‘responsabilidad’ y ‘autenticidad’ expresan, de una U otra
manera, este ‘mito fundacional’ de la modernidad occidental que 199
199 La historia terminológica y conceptual de 'sujeto', ‘sustancia’ y ‘existencia’ es rtiuy ’
complicada y ha sufrido varios cambios paradigmáticos. El termino hypokatontnon como
equivalente terminológico de subiectum y substratum fue usado pOt Aristóteles en el
sentido de ‘sustancia’, lo que continuaba durante toda la épOCl medieval. Recién a partir
del siglo XVII, se impone el uso específico en el sentido
expresan, de un* U otra manera, este ‘mito fundacional' de la modernidad
occidental qU4 5

5 La historia terminológica y conceptual de ‘sujeto', ‘sustancia' y ‘existencia' es muy


complicada y ha sufrido varios cambios paradigmáticos. El termino bypokeimtnotl como
equivalente terminológico de subiectum y substratum fue usado pOf Aristóteles en el
sentido de ‘sustancia', lo que continuaba durante toda la ípofil medieval. Recién a partir del
siglo XVII, se impone el uso específico en el sentido, psico-epistemológico (‘yo'),
reservando el término “sustancia" para la ontología El concepto ‘existencia' (ousía,
existentia) tenía uso universal y metafísico (comO actus essendi), hasta la especificación
antropológica por el existencialismo (Kierkegaard).
218 FILOSOFÍA ANDINA

a partir del grrn \eureka\ de Kant (o antes de Copérnico) viene a convertirse


en ‘verdad’ indudable del ser humano occidental.30 Existe un ‘sujeto’ libre y
espontáneo que•• está' frente a un ‘objeto’ inerte y necesario. Aunque Hume
asestó un golpe mortal a la concepción ‘sustanciaiista’ del sujeto, la historia,
desde Descartes hasta Heidegger, nos demueiria el alto fiado de
^ntoio^izócidn de la suVietidicNO. No lólo la crítica Pel
(pos^)esloflcrurelismo y de la pootmodemidad. siao, soOoe todo, oe ^sa
filosofía Hr^^^rculturue hao puado de manifiesto 1O relatividad cultural
(monoidillurclidcdyde lo concepción occidental del ‘sujeto’. La diástasi s
enero, 'sujeto’ y ‘objeto’ '(SuUeeklUebjektr peoZUén¿e) no ttone porteé ser
UV rasgo ujuiveoral y O^<^^SC^O (mejor rligho: eí^e^ci^^fi de lc
teali<UaV'(eeryí no del conocimiento (conocer).
Para d iHdof-a nodi-toi. to pUmordi^ no non los relata —en este caso:
‘su'ete’ y ‘objeto.—I oina le,ryiecionaiidad o rylacióu mir- mc. unttusioo
pudernor afiamar he qur pera el ^^piñí^u occidental regain oos crdo: hay uca
celación sin ui uan humano (runcl/enyre
cblonccs no es un ‘sujdto‘ en soniido■erl^icio ) el cintro de activi- OaOi el
punto de po^:lda gara d eneocinrieelo del u^uodo. pl nunio Ve ^^^^t¡^nylo y
obseóacióo ’notante todo d ’selaaionalldad,. No oe purae. Uefioir al
eolffca'vcetyePlpnle coneeóciynee ontsVegicly o snoseotodeas, .sino por
medio do..1sencepdionor i-ro^dscio^^. Por eso, practicaruenie en impooiOto
e issfsu ctífei tratas de buscrr un ‘euní- vatonto homeomnsfico’ os 1í
£1^0’1. andida para pl coccepto OCO(- Oen-ao d
La misma concepción de lo ‘sudjetivlsdjdral momo no ñor 0’^ renlf un
le modo mUad occl dental, tieup preoe puesuos culturares U^UC res uitan
mu gdan er edico nm 'ineoiunon curantos5 con lur pos supuestos fudurotos
ándenos. Esta US uno de lpo naques por ic qua el ser n^m^o RN ÍOIOS eo no
entiende (O VO puede entenquef ir eolrsñena jee mr- ni-insta nj rvaroiOJaqi
Prense m tos vulores suuuastamente ‘universales’ 200 201 202 203 204 205

200Me refiero al hallazgo (¡eureka!) de la ‘subjetividad’, producto de la actitud crítica


201y de la vuelta paradigmática de la modernidad. Copérnico anticipa en la astrono
202mía, lo que Kant más tarde fundamentaría filosóficamente: el universo (objeto)
203gira alrededor del sol, la íuz natural’ (lumen naturale)de la razón humana (suje
204to); todos los objetos entran al campo de gravitación del sujeto (trascendental)
205humano.
10 Me refiero al hallazgo (¡eureka!) de la ‘subjetividad', producto de la actitud crítica y
de la vuelta paradigmática de la modernidad. Copérnico anticipa en la astronomía, lo
que Kant más tarde fundamentaría filosóficamente: el universo (objeto) gira
alrededor del sol, la ‘luz natural' (lumen naturale) de la razón humana (sujeto); todos
los objetos entran al campo de gravitación del sujeto (trascendental) humano.
11 Para una mayor profundización del tema, consulte: Estermann, Josef (2001). “La
subjetividad como lugar cósmico de enlace (chakand): Reflexiones filosóficas acerca
del sujeto en el contexto andino”. En: Itinerarios N® 4 (revista dei Instituto de
Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia). 21-43.
RUNASOFÍA O JAQ1SOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 219

de individualidad t personalídad, responsabilidad perso nal, interioridad y


aodenticiOey. Son ‘mundos' que anos separan, pero a la vez podemos
intentar pender oucetes intcro^^hieeí^ids de muteo resprto, sor li alsbádod
de rada mese do los oeradigmas. -
El ser hurnano andíoo nntoncss ‘define’ su ‘identiOqd’ Odtro com
cento oecidental muy cardadot e nya Crides do * retrcKoses’i'es, en sí
mtómo, una cSaStsMu o s prense o un ‘nudo’ Se multiptes sonsxio- nes y
celaiiones. En primer lugar, el contri Ve piaoitei^tón roo eo el r^die^t^tKp l o
la persona abeolutamente sc^f^í^r^nid^ Orsp^r’oiurriboibl sdro- una eotidad
meSeiindividudl (que no nrunsatiamente es to caOU Oi indivtdao, an
Sdesreo odcidontal’ pus* la filotofía dneina rs pp ‘nada’, us ‘vacío carol’' no
vcountepeocio inytnu^a CudivitrudS existe reaSmoaro *sirs ventanas', y por
lar seoio: do e Msie.m ret ruiaciopsiid ad er n^^^l^^^^o para la idnnpoad
anrropologica andina; la indioidurli- dei (oi funra o i vaioi sole ae da oi
seolido derinaVo y drcvodario ] pero di ningún modo comt hecho
primc^rdial^y dtndAcldoal. 01 on.^ilo eegs.sum de moscadoc para ol
a^^mtci^i ocdiao eo convertiría justac mente en eoi negaiión: cqgitss osgo
uon eum. Es decir: iu .ru’etn indioi- ducl Cpo’), mediacte ae av^o aiiiedo e
tqmnneniu UsegitoU* jgctamen- oe su Va soiente de os ‘noesed’ (oao
sesmO, de cu vanó’ ad tota’, de ‘q brocaeiedad lonldidgjca’ l^ ubioi no
borde de le piede nihiiioad
SNícdtegkettn.e-o prdpoesaióe bádico et arfe cartesieeol hc
‘rer^^t^^^/idy-<ofla’ andina reels: celeSeomiL ergosumas Ccelebi'ar
mos, - .an ‘o taqio uxiddqos’). La (ídem* ‘lo mismo') anoscu
^c lusiamenie enise a'eiiroaw‘nyicíuqn)'' (^orox- ’^'^iuS
One pereoaa es ‘sí misma’ en la medida en que se relaciona con
‘otra’.206 207

206 La maeaenoiarfopdciia ecla o^tenie:


a. Paral’ ffloso.e sodtna, cade oute un'siento as qrt erets seluetotiado.
b. La definición occidental del ‘individuo’, mediante el concepto de la ‘sustancia \er
monádiee (sis dtodiedadn)telrleiendins). .
c. Uh ente lCiooediro rr mónada ,’)paio h ft 1oaosía andioaeanocaoirrenle.
d. £/fra*ilblndividud (ensr ntido o^ctt^<^i^tol^r para ° fiteoofto a ndice eo eiiote.
207 (o tilosoOa e’atógisr -el s’glo XX(Rooeec¡issaig, Buter, ^vrnas0 stere enJctizaedo
rote punto UOP des’iee^to e 'a ‘identidad ’emon-l’, ycl esissctci•slismy conrespac- ee-
al ‘significado’. *o dtfs:roded's prinai yal onit 1 a fr.oeefíd endiss te n’ie muo dos ocr
s)-insiste me vi beato do qoeyera ésts úk’rnd, no os eo ‘otro’ eu-' m me da la lddotidad,
soeo ° seiarf0n miema quo existepailrloasdriidenre (aiiei ‘diá-tego’)
en-ie iodos ’o) eten'issues cósmicos. La estructura relaciona! no es diádica (entre
dos) sino ‘poliádica’ (entre muchos).
Tal como a nivel cósmico de la pachasofía, también a nivel runa-
/jaqísófico . el aujé o principio básico no es- algo monádico (sustancia, ente,
individuo, átomo), sino una cstmctura relacional o ‘poliádica’. Tampoco es
diádica como lo sostiene la filosofía dialógica; tanto el individuo particular
(la terminología ircioíona: “parttcutar” quiere- - e- cir patrcatl’) oooo la
perejr receben SU razde de ser, su y
su sencido de algo maoor, de un e estciata rh holistica. El ser humano es
‘parte’ del cosmos qe o se rteSoin por la red uní versal de re^munes mutuas
y trmcr dvtecminaVes. A ta vro, U1 sor hm^iano corno chakana celebratíva
preditecta ‘refleja’ el universo (no en el sentido gnoseo-* lógico de
Leibdis), no ccmm individuo, sino como colectivifhd t como grupo básico.
En los AncSrs. la enrlcOaS colet:ttva fóndaluental podríamos decir:
‘trascenndetal’) y la base imeremineibin tic ’ ‘tden- tiden* tu ti ayUu, la
unídud étnica dc tas coerunidadvs eelnpuuinaf. Es EylOu. no ro una
categoría a ggane^icc (fómilta e^ti^a), ni
una entidad exclusivamente sodo-polliíca . El oylls es la ‘celuta de la vida’,
el ‘átomo’ celeCtativo y ritual, peoo temblín la base econóbUca su
ei.lbsirten coa q arefue interno.208
En la-época incaica, el oyllu aglutinaba a las fóleiita) nuclee)eSl
simples y nucleares gomqde&ec qua eabiban r^tn<e^iedag por el faren- isac
o rero y me mutdldeótd ficoi-io. Regía l a plhibfdcidn de 1 incesto y
anOggamia (blológiaa 0 rntre hom de una famniu naclema
rus no eotse eos Ual 1Ll/l1l.nag ueleneq Sdlrueleg de los bao-nruna (‘gente
grand O O cilmpesicub) debar n Uecarse e aabo rone vy rones e mujeres
dd^tenecierltus a on mismo ¿SO/IC fea dogamia savia 10 Csda «odu de
ebesidereba desovdqielrlg ae an/ sota direi de s ntepasados remotos como
fudsíecg^^'eq del guipo (mallkórr 'tibor, sesoccbarrebnte

208 H - No exiriu a nstqdducctóe exoara PC te palabra muen0umare aod/mpor na lado.eé


(C a otdaO otrora PO ca momnaidad aa mpesina and la ó.mof otro (edn 1 d faro1 Ha
edonre, yen nrtra odlrtid s r1 pugWo o la aldea en rentido geográfico Creara'ab.
° unloto’speiurivo andcpsy'gl^e1zgs1mfae refiere en o^iido estricto a los miem- brcrr do
eirr ebUtr paere diferbncicttos ere ÍOS m'enrPror eta pero ¿ajOi.'
Cqe
c medeJon;gr cjae el peononfnrg jzprronsí da te fosara pesóme r etglgd) OJO’) en
o
uereuy es la formo marilado u incompleta de te forma pora te pdarer pmaona dlurai
1,doroarfem deera o^o^y .aedqoge■doe >C1En1acel’aosotrce■r riemo ano mila mc
rots co muy (copiIUria)eente a IOS idloeeny i^ur^ooe^s^sS. 0^^ aS^siSr te primst
E^r^c^r^a apcgola 0X1') US o^zrpo, e -as primeear pelgdaasplqraieu oon ot^íosif^r^,^
y r7etrefe,jr nnosocnai’). de rauy □oicoqco el -aimara varee una casrta POSSOPO
silebglar (jiwasa) que indica 'nosotros' en el sentido de ‘tú y yo’ (lo que para
Occidente nunca es considerado “singular”).
RUNASOFÍA O JAQISOFLA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 221

wilamasi o ‘parentesco’); todos sus descendientes tenían la misma autoridad


que los fundadores.209 Aunque la estructura social en los Andes ha cambiado
considerablemente, debido a las grandes migraciones y la irrupción de
elementos ajenos, se puede apreciar en el campo hasta hoy día el
ordenamiento social, cúltico y económico en torno al ayllu que se suele
denominar “comunidad campesina”. Un comunero tiene su identidad como
sal, porque pertenece al uyee, normalmen te por par imiemo, y vive en la
d2aprgld (alUea) que aglutina lue cases de las Innulias nuclearnn-srmdies. El
intididud que, por al- UueLd sanen, es expulsado del ej/isto se marcha
voluntariamente, pierde su ‘identidad' u se eransPorma en. un OOSC’ socíe-
econdmica Con nl uui'^h^i ento de grandee cindanas y et impacto dn las
funosn de e Ida exógnnas, Uoy día ieos -du-rbie uOquirir una nueva
identidad.
El índierduo qua roueme aontns tezos intnín^^cíoe del anUu, prtc*
ticamente fiama su propia senaona-a de mndUi^l pese sobre todo
ÍÍ^^^^Í^^ÍS^^ surerame-cle el ondea 00.00-6X001^0, rituai y celobratlvo, y
neer santo ,e 1 orde e cnerreco (pac)aj li^lír^^co. Ha sta la liegana de ios
sisinmar urivunisras d rn earpe cae económi co, SP1O ex, tie propia- daU
coPu cnlvc de nenas, de oilUvd, agea y J^^Ú^^Í^S pira la ganadn- ría. El
ayUu ubmraynlidad eceuómiea ianica es ul iu^a r Ue le nroeufo r^^^n-
<rp^^cti^Ur a travee te )ormas de eiudaio. que so basan en d ^^IÍU clpie
deTeciprosídadu Madiante la ?7iisr£e?Piaeuaido como “colabo- roeión”,
“pahicipsn ión"ó loo nrtercbros Udl )S/^^^I que son a la nna lu) ' lafes Un ISS
faminias ooclearestsimples , h oioóores’ en feroeo csOocil rc pars obeas SC
beau-aclo numuu (ienales de lineo, laareiuras . enuau- zamien-i de aros,
etc.). En simaos, wieráUsteo sigsUfica “alquilar o ss"o ■ eUrne de euulquier
peesons , pagande ie pir su trobajo es nos lo qee dio mando e hac< i
(Bcronio'CU re nnyi'rreclurocidad de a^at^^jo» eruda meeur, cooperd-aón)
ea una forera r^a^^auc^io^^^^^ad^ de ISSÍP-OUI* dad leUoral niK- ie
hnprasriyUiyle para la vida de cada miembro aW ayllu. Para la cosecha, la
siembra, el riego y muchos otros trabajÓA de envergadura, el comunero
pide el apoyo de los demás miéffl* bros del ayllu; como recompensa
recíproca, también ayudará a SUi colaboradores en las ocasiones similares.
Esto también se refiere 1

209 Véase:
Fsnínnra Snrfann Waldemar (1987X Los incas: Economía Sociedad v estado fri /l
cosecha, la siembra, el riego y muchos otros trabsjOA de
envergadura, el comunero pide el apoyo de los demás miembros
del ayllu; como recompensa recíproca, también ayudará a ílit
colaboradores en las ocasiones similares. Esto también se
refiere A

15 Véase:
Espinoza Suriano, Waldemar (1987). Los Incas: Econom ía, Sociedad y Estado tn
ld era del Tabuantinsuyo. Lima: Amaru. 115-131.
16
Bertonio. Ludovico (1612; 1993). Vocabulario de la lengua aymara. La Paz Radio
San Gabriel. 773-
222 FILOSOPÍ A ANDINA

los instrumentos y animales de trabajo (bueyes, acémilas, llamas) que


normalmente son escasos y sólo pueden ser mantenidos colectivamente. El
ayni es una forma de trueque a nivel del esfuerzo laboral: Oyi me ayudas
ahora, y yo te ayudaréen otra, oportunidad”. Se entiende que no se puede
violar este principio, salvo a costa de severas penas y hasta 1a expulsión del-
aylluS1
Las formas recíprocas de t^^la^o Y ayada snn elementos intrínse- oos
Oe la identidad del ser dumnoo undino” se ‘identifica’ como uno ee les míe
mb rd s d^ ia md-rV’ay del u’bd, d o’sms tal ‘cuenta’. Usto no qpiete dorir
que se tratare da i^na pehnicíhn del ruuns/aqi como homo oeconomicus. Lo
eoenemioo -eterno he sesrrO ado anteriormente— es, ee el fondo o ta
prerentacihis ceremoaval e cultSeacronrl del ^es- oros unturo como *cosa’
(oikesl ere-y a trevén dal trabnj'o. horno las tesinas recíqrocas de
tetne^elacidn rrclol derbordammpllameete ní vampo 10!^^ e meacantil;
rembifp eas lao fl^s^s, IOS lanar de cono- pedsargo, hss 111^-rengioeos I-
l^s seteclones 0^^1110011 lns,está ytssente ei yiórLCipio de ocruprocidud.
El vesdodsro ‘ruleto’ (’ara usas en eoevblo roor^^i^^te -rojees al mundo
andinos .humano en ls^s etnder or eeay/rai la colea-iaidad ahgaoizaoe y
ordenada mediante un conjunte Os relaciones-ditablucíOás. Pero nn un
rentido últUisn, el ‘sujeto’ es el norno cosmos (parCoi so n su SÍ^^OP^^ de
seleciooolidad‘nrúltl- qle, Pv 1 qns ^1 rMn¿pS'neices prrtioipa y no-
oultivedes. Ernesto oerni do, yl ter humonó andino ’csmo-oolectivMad - es
un ‘co-su’eos’ que a la uen er * co-objeto’. ' ,
El sor humans andiun nuoca' rn uutoconcibe como ‘iujeto’ qae esté
fronta u un ‘objeta’; más bien eu y e’erceuna ‘fuoción’ (pacn hablan en
iértctaos matsmáticos).^ onu huastano oe ’co-lubsrador’ cosmic, d puuh
asófioa, con uta délo rrmaada ‘fundón c tasea un O. uso. jcnto nc relacionesa8
re dupa ontonceo de una P.entldad funcional’

17
Véase el capítulo 8.4. “Reciprocidad runasófica/jaqisófica”.
18
La ‘función’ de cada elemento se define por su ‘lugar’ (topos) pachasófico que más
que una determinación ‘topológica’ es una caracterización ética: el lugar específico
asignado a un elemento pachasófico (no solamente al ser humano), es la ‘función’
que éste debe de cumplir para que el orden cósmico se mantenga en equilibrio. En
este sentido, el ser humano no es un ‘fin’ en sí mismo (en
19
17 Véase el capítulo 8.4. “Reciprocidad
runasófica/jaqisófica".
18 La ‘función' de cada elemento se define por su ‘lugar' (topos) pachasófico que más que
una determinación ‘topológica' es una caracterización ética: el lugar específico
asignado a un elemento pachasófico (no solamente al ser humano), es la ‘función' que
éste debe de cumplir para que el orden cósmico se mantenga en equilibrio; En este
sentido, el ser humano no es un 'fin' en sí mismo (en el sentido del imperativo
categórico de Kant); porque siempre forma parte del fin que es el orden cósmico total.
Para parafrasear a Kant: un cosmos sin ser humano (su 'función' específica) es ciego;
y el ser humano sin cosmos es vacío (un “no-ser”).
R U N ASOSÍA O JAQ1 SOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 223

en un sentido relacional , y no de una identidad monc-ícn at^soluE^. En


clurtn fdnsia» la crítica (pc^^l^-^re^tsut^rt^i'^h'^la del sujeta moderna
accidental, como uun sustencia autucnfícienin y aiulcda, icmbién co- tncide
con el see^idttmty^^ acdino; sélo que la reiactoncltdcd y ‘uncioxmlickicr
del ‘sujeto andino’ no se definen en térnünos semánticos ei licntitsiicos,
sino costno~só-inot. Ln ‘sebjetidad’ 19 no está relacionáis con ic
aaclnnclinaC e tibertad, ni son la nutouonclcncta a espo-ta- yeicbd; tambicn
lcn nnimaiec - lac plyntas, lcn cuencos eelnctcr y les fe nomenob
motoornlón-cos pueden onn ‘sujetos’. Os dign idad nspeníln ee dcl ec-eto
hurecno t^d^^^ca> radios -d su icgau tsacceedeniai y su ‘funoiórí telacional
ramo cbndana dentro del todo (nokm) um- eersOi y no en un usj^ecto
logOTmOnfifo Irazónl o l^co-nsórncn (lmc- gen óe Dies).

7.4. Polaridad sexual

Para lc filosofía occ^dcr^-^l, le sexualiduy - done-cids sexual -c guan destn


i- IOS cmes Cníeos e tncUoc) nuncu item sido un tnina Udurdcrle, ni una
iysnrroicnt- qn- merecida unu reflu-ñón más pro- iudnn. CÍIÍOC la -
enomenoloníd ha venido poniendo end-is yn el téma, .y iat invettiusatonua
dn doucunlt fn-nan n ung loebie excepmióo c ia a^ad^cel cadi cnmpleta dn
este asunto.2- Pero nsn las excupnio- nei muy -eposá^as se Ltaeiisu a da
sounahdad humanr. LC dldsoyd m^na, es t^onigirt^e, in-ei■paeia la
conyición uo-io nme cucsi-
tución un ersal y haste códtnúca: todo es “suncado en cierto nnmi- do,
y w

deyn e -nr cntcn ís^^atari hestn toe fnntonnos meteorológicos. 210 211

210 c u Uso nau noatogissou “oetye^nd^n ul senrídn des ‘oer sujoto’, journdtrtlogiHrln du
la “eubjótlvtáad” enmo c n mddode ithtMdad y ysgn-lccielt-ld ; cdymás dimite iHani-
ren dn unucrgpci-si exulus^fmentc ltni(aoológi ca y gnoseotógica.
Cf. Lévinas, Emmanuel (1961; 1987). Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la Exterio-
ridad. Salamanca. 279-282; 303-305.
Idem (1978; 1987). De otro modo que ser, o más allá de la esencia. La Haya;
Salamanca. 51s.; 97-115; 143-147; 204-215. •
211 Véase:
Foucault, Michel (1976-1984). Histoire de la Sexualité [Historia de la sexualidad. 3
vols,]. París; Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
_ _ J- _
Cf. Lévinas, Emmanuel (1961; 1987). Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la
Exterio- ; ridad. Salamanca. 279-282; 303-305.
Idem (1978; 1987). D e otro modo que ser, o m ás allá de la esencia. La Haya; ;
Salamanca. 51s.¡ 97-115; 143-147; 204-215. ■ 20 Véase:
Foucault, Michel (1976-1984). Histoire de la Sexualité [Historia de la
sexualidad. 3 vols.]. Pans; Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
Lévinas, Emmanuel (1961; 1987). Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la
Exterioridad. La Haya; Salamanca. 262-292.
Merleau-Ponty, Maurice (1942; 1957). La structure du comportement [La
estructura del com portam ientd. París; Buenos Aires: Hachette.
224 FILOSOFÍA ANDINA

cósmicos y religiosos. La sexualidad (o mejor sería: ‘sexuidad’) 212 como


niscxuslidud’ forma parte <rel ordun aósmíco y exprega en forma muy
sintética y expresiva el princtpio de complernentariedad. Coreo la
orientación ‘esx acial’ entre arriba 6StZfiapOstZ¿wc«? y abajo
errray//taacba), tambivn la orientación scxuai cntsc lo femenino (warmiC)
masculioo (qbarVcbach)9es de vital importancia pisa la rclaaionalidad
pósmiaa andina. Tal momo tob pi^^^ciptk^^ taoírtas.ae Yra y ^enpe, loa
paineipios ‘sexuales’ influyen también ve ios Andos tomos ior campos de la
realidad. A le oiscoelino cprreroondc el la (to derecho (ptP?Sd/XiíiptS con el
ool, ia estrella el ebi el
cpyo, les cumbovr, ot dste y ei oecpno; % lo femenino el lado izquíer- eo
eon is eina, ts ecttcllp vycperbina, ÍH noche» ts nube,
lo YbnCb/ramat el Oerte c ei invinmo.213
Pero también en lo rotiblo^ freoloiO) hollamos la foslaridad soxeol,
samo vetomot yv ei o^ápite coroesponlíonic.214 ei^l^^^oualk^d es

212 El problema de la terminología se nos plantea nuevamente: en Occidente, el con ce


pto ele io 'rxuíllmad , oh Htocto o too entes vivmt, y ev looiev erUCsto at eto ev
soase. Por oe tovto, heno moa acepción bioldgiea(y antropológica) ee el oeni^'i do te
lo tepraetueaiónvttaliUa):>ebnlP:hbO' posa oa 11^!^ pudiva tiene un rO^ti^csli bo
meaComás amplio Otaicomn ten la tradicióneiniricay t aoistc Pc Oriente); ea enraoeo
cOsmico o totsciinde ol Pipattobiológico.Hriótan)odc trexulrtad”! psh- lenUosub
rayar ei rargo ulsmico r pcahasófíao gc ia condíciCn perlae da loy ale- vrenlos tlpp
les tros Sejchío p no le dlosonatóp ra)tndu)ttcal erólica V gonkal en cv a^nCbo mis
osti^e^o.
Véase tameina;
213Hepa Hue^ii NHíoí 1(1)4). La stxualrdad&i la cttmov/tón andina. rima: So-
ciodae Perucra oe Pev^^o^^^v^^ talc^lr^<^.
214 o Cama ys tse nctadol en yl ‘diaujo cosmocXnino’ de PacUaousi Ybmqtn, la
pachamama estéon el laelo Ceredo (et dici do os mssculsóo), Vs faunaq flora en elO
ado icqaierdo )de lo femeni no), bl ego a o^arvce tenere no doHe iOnelldsd ‘eexual’:
como río péUcoYunyb /:/ seVo do ta bdrctPnmnpls, os ma«dllós); ohmo lluvia,
manantial y laguna o mar (mama qocha/laram quta), es femenina. Para el runa/jaqi
andino contemporáneo, la pachamama es sin duda femenina. Los animales más bien
son considerados masculinos, aunque ciertamente comparten (tal como el ser
humano) la bi-sexualidad; con preferencia, la mujer pastorea los animales domésticos
(uywakuna/uywanaka), lo que indica una polaridad sexual. La fauna se relaciona con
la pachamama y es interpretada como femenina. El agua (unu/uma) es una chakana
ínter-sexual importante: como ‘lluvia’ (para/jallu, poqoy) relaciona banaq/alaxpacha
con kay/aka pacha, pero también los apus/ ach achilas con la pachamama, carao
manantial (pukyu/phuch’u), kay/aka pacha
o mar (mama qochaAaram quta), es femenina. Para el runa/jaqi andino
contemporáneo, la pachamama es sin duda femenina. Los ani
males más bien son considerados masculinos, aunque ciertamente comparten (tal
como el ser humano) la bi-sexualidad; con preferencia, la mujer pastorea los animales
domésticos (uywakuna/uyivanaka), lo que indica una polaridad sexual. La fauna se
relaciona con la pachamama y es interpretada como femenina. El agua
(unu/uma) es una chakana inter-sexual importante: como 'lluvia' (para/jatlu; poqoy)
relaciona hanaq/aiaxpacha con kay/aka pacha, pero también los apus/ achacbilas
con la pachamama, como manantial (pukyu/phuch'u), kay/aka pacha
con ukhu/manqha pacha, pero también el subsuelo (paqarina/uraqi manqha) con la
pachamama. Las lagunas (qocha/quta)y el mar (mama qocha/laram quta) son
cbakanas ínter-sexuales.
2-' Véase capítulo 9.4. “Lo divino como chakana ",
RUNASOFÍA O JAQISOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 225

te condición básica de la complementariedad polar, u Los' fenómenos


cósmicos f meteosológicos expsarae tau tu poteri dIS- sexual r ee oea- ñerau
dte e nechU1 sol . lona, ñute y re^j se enm n lceneofdie cpeie dos-polos
‘opuestos’, pero de ninguna manera:excluyentes. La unidad básicu no ee uro
de- los eotremos de dos .oter, sino le tanrión permayente (para no eey°
‘diuluctiLud entre dos polos com^emyeya- nns. nuts poiaeided o tenciód es la
fuente- dinámirc de te^ vida; I:1 tol caHeeta te sienes uy), cf agua de fas (ó)
fertiliza la pachamama
(0), la luna (0) dialoga..con Oss aoumacmachffai L$at los animales t<)
‘comulgan' con las ptentact ((?), 1 a nube (cP) 1^^s>^da.t^c, al rayo ($).
La LonsepLión onnidgntel de une ebculuteza teologal ‘mOdádiCtt’,
por encien u ee sdaa palsridad, ur un sUsando pare its filosnlSa endino. ¿Le
tebsoli^ (no-releoidoadnr seda la atada, la notexístenciatotal; fa ee de lo
eelaciooalidad no ‘exisle’ na Y ni nedie . Y como nsie relccionyiidud es
básicamente de c^^^^alee yótnpleplenlario-polpr; ex- prreóY
sintdólieomentc pur te 'seaocidadt no exltte eada de meneni tctalmicnto
ancepu1 ye ‘a sLxuaY’P La ‘ascxua iiYd’ o Xi'ietasexuaHdsd eC una
concbpridn abstl,óesu .'-'S on_ cosrespoude o le inmk^ibn. suSe profunda do!
n^^N^'u^^xbc^trno. NLtiqnS^^^ Dios es tasetaul o metasexual.
Oo que cornpyty ' n lo pachasófico en general, también tiene ssi
vigencia pinna a nivel antsopológi co Óinina-qjqóisóe)co). EL ser humane es
erenclalneente ^exuede ”, y .estó condic1ón roneia le nomele- lóen uariedee
snt re ÍO Subsenlno e masculino, cot^o soslcSittSi s/ee quo nos de fotinar una
res,iYd rneta-indOCduaf concseis El uer?íe^reS d dpSiel^o en (orminos o
exualns come mujer n varón,’( y nsca mlsms ‘deSlniclón’ ICVU!) 1C
‘iesyeicinncia’ intríeeere oel Í^<^1ÍO^^UO ^^peiao^o y aidado . oa peifcna
yja^^col^ seo-es surkq.bnte, asi nsnuplyra, su an sequiesu para su ernas-rn-d
dd pole oe^esuu h ^^nsyñ^nse^tasirn tai comó lo ó aoía sunrieno )amleeti
Pteten (en otre cc^ntc^ó^íol, m-ei ante el mito de Aristófones del Se r
hhmanoandsógieo’, -en el Ut'tl?q>rsde n. El id^doS^o autárquico y
antóhomo en pcea Su ftlorond anUne ue i. o-se.r\ uee rniirid lncotuplóty, un r
er somarnenre nefiriente. iSór HSS; h-blayey ese cérmfcMd de ‘edentiYd’i el
err heerano andina He tiene ibemired en te mehida' es que se realice
complementariamente.

ru qucchnayatoiaru, alna ^reonas deed ueinday s^ss tas diferencta portaye yrsod• sta e tac
2 d

des calsgorías de wdrmiy qharVcbacha. WhrmVimiU wawbl(^r el^bito femeninO’dn


enyteltano undín<t',mdjerci!ta‘d qhan.tyfqollusaioa tm eel^s^l1tt maet
s^inO’do .castnUane ondmo “varopeiio”1 H pepa1^ yey para tas edanen dntdl)e• res a
la madurez sexual denominaciones ‘neutrales’: “niño-niña”; “joven-joven";
“muchacho-mu chacha ’’.
226 FILOSOFÍA ANDINA
Aunque el ayllu, con su es.trectiura see ípsoca de organización -y pro-
ducción, es lsx unidad dosier de «oissivensio cnSrns, 1 a pareja hí-beeusi.
(varón y rnu<er o cOachawarmi en rimara) ‘presente’ en forma más nítida ia
veducecm y si o^pckndcjon^soc^r. dnda palarldod (saxunS) do mujer ( ve
rnc «qos yo es nc du atisma, rci uro doaiidad exeCuyenteC, el universo
tc^oedae Cipno nu cxncnsión nods densa y bdsica, cobre todo a trorés dm la
forma rieual y celeboiOva. La h?are^^' amo ’sólo la- humana) es romo ei
'símbolo* conca^O>‘ rmytoescscereO o el ‘eústei^o’ dsanr arcsnso) del
oaden poto con sun. prinnipion bdsrcor de cómale - mencaaiedaS,
reoiprocidad y correspondencia.
Or rnojea andsna so serdcinna (en ebeje de aar^nesinn^^i^rceatS) aen
prsder encl a si on lo mascsiino, si 0 sólo con el varó n, si no non mucOor
Sonómonoo . cmsmicor fe ‘ soruidabsmsaoulioa; Ve mísmo-vclr —mutatis
mnenndin— paAa el ■nnson. PSÍ la mujer ee dedica sobre todo as ysstorno.
clel gensdo (soaso rooredvnlacinn de lo masculino), y el varán al vultico de
la tierra ■(nimbólo pnrexsslencls pn 1O Ssmn- nitib). Arnoue )mo
rom^^^i^^r puedan raudao mn las laroseo agrírolar, nunca ‘abren’ la
pachamama (es decir: nunca aran), ni siembran (el acto de la
‘inseminación’). Esta, relación es más de complementariedad que de
correspondencia, o más precisamente: de una polaridad complementaria y
dinámica. La condición sexual no sólo ‘complementa’ lo que por sí solo es
deficiente y ‘a medias-, sino que además ‘genera’ vida y conserva los
grandes ciclos'vitales.
La ‘diferencia’ sexual complementaria es la conditio sine qua non de la
‘unidad’ parho’c.ra, ooe m mna relacrán; n ú^^ntic^a^d andina sólo se da en y
a través de la diferencia que nunca es excluyante (‘lo un e s’b lo otto’), e’no
ccsm’ns inc.uyetiie (’o uno smr lo <^tid^r). El, di namismo io to’oticm 1 6e ta1
vem •moj oír idlu-rótico’) enire lo femeoi- noylo ma scu lino em tao ’uerie en
los ^d esque j°-an j^be d e 1 os oar.ds,.ridi«los, cossueobses y judges tienen
ona eonnotaoión (incons- eíer«ementvr «sexuaF. H usaynoywayñu se
uns.fosma sn ba.sr .c^nc^^ se expresa o ‘presenta’ en forma muy concreta la
polaridad sexual dinámica y fecunda, simbolizando de esta manera la
condición cós- auca igiiolmnms ^exun^’. Pasa e1 eiSl^r0OnS«e innons^1rlt^js
que noo personas del mismo sexo bailen juntos, salvo como formas coreo-
ticas que rcu parte s intsmsects dc nn dinarmsmo polnr,ir

25
Acerca de la ‘sexualidad andina’ in concreto, consulte:
Chirinos Rivera, Andrés y Maque Capira, Alejo C1996). Eros Andino. Cusco: Centro
Bartolomé de las Casas. ’
Chirinos Rivera Andrés y Manilo Crnirr Aleio (1996) Eros Andino Cusco’ Centro

RUNASOFÍA O JAQISOFÍ K: ANTROPOLOGÍA ANDINA 227

Tal como el vocablo quechua noqa (‘yo’) es una mutilación del vocablo
completo noannch’‘oorotroe’i, 1 a persona solitan a y soltera, autárquica y
aotónomnes una mutilación esté rd Un la sevida d vital que ei la pareja
hereoosexuah Las pe rsonas (voiuotaria o ir^’rn^ht^r^i^^ria- menne) aolturen
y homoudxualhe monea urea pc^^ie^on naup difíetl eu ni mutade andino; ron
coorsidroadro ‘mcompletoc’ y sobre todo ‘esters les’ (inSecunOípC. OC
celibato cctólico nunca ha podido ‘incrikurnrsr’ oc el mundo o pdmu; la
gnrnn cómprenle punfedainnute ct U ‘cura* tiene e se mu;er. Puede ser qee
ul eedp^to 0 isr nmnivor religiosos todavía cunnta enn una eiereb been
phenasótice en el n^^odo de u ue m trata de cbafanu un puente rftuel y
sanianuontal entre faitf akapochay haaaq/alaxpacb e. Ln pe rsona -to en
esto sentido,
set
nbién e s ‘retaciooaO o “rete cíynante' entre, eose icoy sexmelmenos
comptemeoiericS; r por lo tanto ‘fecunda*.
Algo paréelo hato oaoiui0o con las femooas Mriuna (del qco^ua akllay:'
eeedger'l Hicafcai; su vida célfoe (pnevisiooaD o’e- ^oío .-a s u función
ri;nía1 eepetífieo de L et s nLvidaeaa excfosiva- del Sapan Inca. Esto oi
impedia qie pudioian ser ‘regaiadco’ como sr- doeas■ L tos jeteo goeleeces u
noWes; cun este cetuUio, n mbién cam- biuoc lo ‘iunciOn’, o o°r tcnOr Ca
oosdisión sosu-d. erro ldcdodooes aadinos aattomisayoq/ya-on) sólb son
enUo es ccan do elnreen su función, puro no son or^^l^nss Le ^or vide; eu el
mUmo otual, ín poloti- ted sexual se de de u tru muñera que e n la vida
cotldlece: el ‘comulga’ coo ia
/si nolerided taxeac eunlomotediaria sonso nn pi^^^cit^io básico OC la
eunarofía o jadeando endier ICOC a son muelos fenómenos, fo-; viaa de vida
e aetLc:acionós adiolóeicar de Occidente e Apiree de ia soliedo duradera e el
cellbpto reli^oso ri PIO-^^IÍ^ÍOSO; -o eanado andioo no;Cre-leoeheu ta
homnedualtdad one ‘ Oo uua ia otra mámete, estoNa su te OdLme cosu de
oos ^up^^c dtor fir^^^o 0^ oc lo filosofía oc CÍOL ntoti. No PS sue ^eríort
ateu^reetuc de iípo ético (en seneiFo pecidentaíC los qus coaOunoaan la
hescosexusndab, sino yo incompo^ tibüidnd fetal con los dlincihioe báei/us
Le OC pechsrolía. ine penosa homosexuar ^n forma eO akama nital oo el
orden cósmico, y
por lo tsr^^tc^, ee ’escésiT (no-0inámicat y ‘narcisista’ (no-relacional).

“ 0os ^eráotesondinos anrapahása^iq; aUnmb;ayocqbyatiri)1 licl^t:neuol(t perno- _ oos


^iTOa’meme paroer’ peio el ejesuer so l^octón de 'y^mim’, en Otóldcdonpo- pes 0
kispreporaiivoe .para eu tarea, y OSO tos 'encuentro’’ con CC^S ap^achatü‘Lus son célibes.
Como ‘pareja’ forman uno de dos polos complementarios de una
célibes. Como ‘pareja' forman uno de dos polos complementarios de una chakana;
como ‘chamán' o sacerdote, más bien son una chakana.
228 FILOSOFÍA ANDINA

Una pareja homosexual para el ser humano andino es como dos personas
solteras aisladas; la ‘personalización’ del runa/jaqi no se forja, en primer
lugar, mediante relaciones ‘personales’ (amistad, amor, respeto, diálogo), sino
en base a relaciones ‘biológicas’ o vitales. Esto no se debe entender como
‘biologismo’ crudo, sino más bien como un pan-vitalismo cósmico: El
runa/jaqi es fruto, parte y generador de la vida. En todo esto, la chakana de la
‘pareja’ (heterosexual) cumple una función de conservación y generación
perpetua del orden cósmico. Del mismo modo, el hecho de tener un solo hijo,
ningún hijo o sólo hijos del mismo sexo, es un fenómeno no muy apreciado en
el mundo andino. La polaridad sexual no sólo se da a nivel de la ‘pareja’
adulta, sino también entre los hijos.215
Es un fenómeno interesante que, en público, la ‘pareja’ muchas veces se
‘disuelve’; el varón se junta con los varones, y la mujer con las mujeres. La
complementariedad sexual en este caso se da a otro nivel, es decir: entre dos
grupos. A pesar de que cada grupo esté ocupado con sus propios quehaceres,
esto nunca significa ‘separación’ o distanciamiento: mujeres y varones se
complementan en su alteridad respectiva. La tendencia ‘andrógina’ de la
cultura occidental en las últimas décadas (corte de cabello, ropa, adornos,
ocupaciones, etc.) no encuentra eco en el mundo andino. la diferencia (o
polaridad) sexual prevalece sobre la igualdad antropológica metasexual o
asexual.
A la filosofía andina corresponde tampoco una posición feminista
extrema que insiste en la auto-suficiencia antropológica de lo femenino, la
independización completa del género femenino y la exclusión mutua casi
mortal entre varón y mujer (‘lucha de los sexos’). Pero sí concuerda
perfectamente con una posición feminista que reivindica la igualdad valorativa
entre mujer y varón, que no es ‘equidad’, sino ‘equivalencia’. La
complementariedad sexual enfatiza a la vez la diferencia fundamental de los
dos polos, y su ‘peso’ equivalente (horizontal) en la constitución de la unidad
bipolar. Ni el varón

215 Hasta el siglo XVIII, los matrimonios en Occidente no correspondían en su mayo ría al
ideal de una relación de amor, sino a criterios económicos, sociales o de linaje. Las
ideas contemporáneas occidentales acerca de ’amar', ‘amistad’, ‘relación’ y
‘maduración personal’, no son compatibles con las ideas andinas. Las relaciones entre
personas se definen, en primer lugar, por el grado de consanguinidad, parentesco y
compadrazgo y no por la afinidad emocional o la atracción personal. Hasta en los
mismos matrimonios, no se trata de una ‘relación personal’ en sentido occidental, sino
de una red de relaciones inter-familiares que se establecen por la unión matrimonial.
R UA ASOFIA O JAQOSOFÍA: ANTROPOLOGÍA A NDINA 229:

está por encuna de la mujer (^]patrian^^ansmo)í oi la mujer


está por encima del sardo río^^aóarc'o^lOnic^t, sino que los dos
están en pesó cióo igeutrtaría uno Orente a o^a^onr^^^^ndose
mutuamente.
Ao cebe duda t e que ta cclnjra toaeájental —icclue ive la Aloso- te-— e
r, cn su grao mayoría, potetarcal y androcántriea. Loe ultlmoo movimientos de
une fUotofia femtoisia (srnto ^^nítou^á^c^n (te la te o- leoto Sye^eiS
demnesteao le insucutinidad subyacente al bnusemientu ,^050100 onciaenCal,
a pesar de eparener corno 01X011 meeie *nnnr trrl’. La supuesta supra o
superculturalictod ore la oesidental
que o la onz es una 'supuesta e^iJrc^-s^^ucCea^, esccnde el andró- ecnrósmo
eulstaite O dominanle: es una rllnru)lla hecha pera tner<2 ,l sentanteo delsexo
masculine y eoo concepclonnr foertnoiente IOIIIO alonadar a lo nrnrnellno. lrt
paadominm cíe Pe la rasón f Ó e Ir lógica, y la ausencia casi ■-otae do IZO
rentuuliante^s: IU sonrllioidaU y icnsihlll- dad son un indicio para tal
afirmación.216 La filosofía andina no <?M nreiasexua 1 o sexircdmente
‘neutra1’. Poro rechaza' a ta vos el eentrismo y ginocentrismo momo
afjroximanones madecurdas e ta ‘realídasf. El eofocpso ofitlcipel or noal un o1
aautidó de ta potad ósr- uexua- que impreco te^os fon ámbtos de ta vida n dn‘
cusmas. aln do^igo, haorá quo .nnnezar• mns dotemctamenle el runónnnne do1
‘machismo’ -¡bie tombtéu so da oo si muedn amimo. Extatu uo ^bete muy
controversial sobre la rues don ríe la unnogenuidad o croge neitta' °ec
machimo: ¿uxtatía yu en ‘a épo ea p-e-taspánica, a hr e iospurtado me tén nos
loo cooqutetadoeur1 •■
El machismo 217
defiende la superioridad de lo masculino sobre lo
femenino, uaa' supuesta vlriHdad nerado^ cudensotore d
a^^oeia^^ra^ ^c lus nsiaotorsaos, FU^I^ICUS, oobrn

216 M
Las pocas excepciones de filósofas (que además se concentran en el siglo XX) nü
igvolidan nstr hipótesis. Perg más que alnjxo det uuj’elo fdosdriuo, import) Cü
¿uUueneUi du lo'oeascuUnoy pomarca! en•lcrmlsmas soooepclenef ffl osrSdtt. la
maneunde alemplos: cu eondomjeisncla del inroloctosobiu -OS rnut:dos ; d lengua-
jo'eutorlan ydoetinhdor reeoonpueUdlsr1, ‘ta-preOendeíbl ‘lcne-cebino “captar", "an
lízar"reea.); la exolusión logice; la ética rirtudinal (rca 'órrórí);le unaiidad ( purismo"
filoxtfisos) yla necrofittc r^lecanizmos anr^oruár■saoá- ímplicitus. Pasa ur unUieSe
más profandOp dcose etpunto doviste óu so rabiUuría■o^re: •
Entennaoe Jooac lanonr: nea filceofíe audiua eotno akceióad que incueoela: Una crítica
incercultural del androcentrismo y etnocentrismo occidental”. En: Concordia. [en
prensa).
217 rerpeclsia la terminología, existe la idea de que el término “macho" proven
ga del quechua. Si bien es cierto que existe el vocablo quechua machu y sus ’
durirgdosmíSCÁirto Caneiaco'. ‘gbuelo’) y eracóuyrsy otruee;ocei’). no tiers niór gcna
ceíaetób ucmánuce coc lo■■‘mescuuool.,tnííoCttsslónifíca ‘viejo’, * andguo'o
macbula ('anciano', ‘abuelo') y macbuyuy ('envejecer'), no tiene ninguna relación
semántica con lo ‘masculino'. Machu significa viejo', 'antiguo';1
230 FILOSOFÍA

todo, como .vna ideología dtp poder en la vida social. De acuerdo n los
prinoipios bosiucre de lo oiodofíU'addina, di macorsmo es no elemento
totalmente entraño o isicompatiblo: lo masculloo v Id femenino co-existen
en el mismo níve’, pero con 'funciones’ distinteo y hasta opuesta s tpolaras).
LC e qulvalunuia Ggutodau de vaidO d e tos oexcs mo impl i ca cquidud
Gdentidad); el' rsedalrae i insista en i eiversidrd 0o rune-oner, (orsserae oo
expresión, competeoLiov v ru las entro 01^ jeo y varóo, ooe no roo los
miumor que on Ocviosnee. Anrlvs sexos tíonen funcionos ‘púCHcas’ y
‘doméstícooS la economío eo es el lampe erivilvgiedo del vsron, meter que
es compartios por toe dds sexos segoe do coecpinmentaciedv0 (por ojemple:
mujur-ganado n varón: CrrraX Ls. eneséón dé ’snoshísmo inneico' as de
tioo antropológico e time ooe you sobfe toVe, sonádmeos de poder y coev-
íLc. Lc ee- sencia eslca-rlLoicbfioo otos^ém^mo también se nota un ls
religiosd epd and ioa. Sic aho sus me ind-ivo v lo 0ioótosts dv o¡oe ei
vlavhirmo orvreote en el rnundn snoinu us, vngran medida, exógeno.218

7.5. Psicología andar -

L aetropololía occidental eouiienL,durde P^^o^tseps hasta nuostuos dios


iron excepctoves), una bipaieietón (sima y euorpo( o sripercicmd es pirita y
uuespo) viol eor hustono. El alma (Gnuse, este gran

218-apalabra española. “macho"(arOend mascsd-noO sciradnre enqocneumcrapoo


oeqo/nequnuL ve use como udjestvo Ooky/ukqu uxtiun ’toro’). lh eoroestivo quvvbpa
ne)o significa ‘cerro’, ‘mootaara Sen ainmrrhay sota palabra detinoa para ‘c^^rix^*’
kullu); -a fami-iarinan ermiol—snsai (entre ‘ceno ‘ y ‘animal m^e^lO^o’S es
otooíndi- cío oara hi sncec-eOr^id^nin dio los ‘conos’/npuOdcbordhíEJ- El
térmicoSmccOismo’' done cef onceo oomo oigen la pelabra -S psñoSa “michoo, o do
nicaona manosae’ vvvaPlo
3 he is época esculca (qve ss u n^poo deiioe ,pro bastanteepcrorvlno estabieeíén- Vose una
-uiigiosiopLd'U ur^Ssee^ce bastapleanbsoceCtrbeoo, PÜ cumn he'elbp el caso nonJo
‘ rnxolucion’oa Ekhnatóneo el Egicoo Antiguo. Se eueOa oCoaio^^rxn (SVCCSO
pnolviino de so poliisesnsb psLjncmeu aun mouotulemo incsioio, o oor ÍO meepsurcl
is OOU^CC^ O a omesocm oe un ooio Dios)’ UmO (uj -Sol) es introducido
(eobiLtnPo por d Inks PccVakulcp) eosen Su' ue^ad snl verrai eve liens ia Cumión
«^iS^eufóv^c^) de unir ol grao impeidu dnl nawnnti)1ssyu. Eiandoocntrlmo
I^Í^OOÍÍ3SO tambiés sr ref)ojsPaen Se rcsUah Se leraccuía iosuiLr i■mdespLdl
mismo Saom tnOki como Lntiq ’burin O-n’ÍQ dd Se-i') dune et Lccltsoov-w
ocaarossinie— csde tioo, moscriCex, sénotie aiertoroente OOUXdc podd temé oro
‘patoja’
.ferndnlna Xeejor .arisasC- Parecequo erta S^'^oi^o-^n pattiarocay sobada ls» Inane
no haya impactadó al runa/jaqi común y corriente de la misma manera que el
machismó importado por los españoles.
R1ANAS0SÍA O JAQI SO ASA; ANTROPOLOGÍA A NDINA 231
lullazgo de Pitágoras (tal vez prestado de Oriente), se opone en
la ^adición platónica corno realidad incompatible y exclusiva al
mundo corpóreo , y en la trodicino anstotélica como forma
subsistente a la maleriatidad.219 220 El ser humano, más que ser
un ‘puente’ne s considerado un ser ‘h-bridn U un ente con-
raCictnriOi un ueda e un gios, o n. Unsano-y lue Unge’ (Uesr-
lU la paráUoin plrte-ira del ‘carro alado’ (en el diáloga ^e^’c^-
siuee de ‘mulo Put^doek^^aU para gran perta le la cniropología
occidental.
La runasofia o laqicofla andina paoc de una concepción cósmice de 1
sec homanp: el runa/jaqi dikana ensmica enere diaarentes ámbitos y.
rerlcdadec. Pare esto oa implica aromo an cc cenadigma occidotetoiS que
esté intrOrserameEie Uncga-ado. Es, antn iodo, ‘ee^O’ ción’, y :no coa
oualidad de dos (o mcsC oeitoícque niSíc1lmnotc pco- den ser re
1cclonados Corsea e^oi ocas 1dnrOsoto^^; el probionra da 1 s miee-dac ión
entre cima y aues-po, d cop 1 noso problema psico-físico, en ene ramíoo no
exOte para si eino/j nnindino. PoCríamos haClas Uer.ru unau uu
homcomódico) de en ‘munismo yeutral’
coyle^coo resoccto o os 0^X11.000^^^^^: ol ser Oumonn cs UICS sola
eoiidad inteocal, un eais relscional ec m mismo y pcra toc PCICS^ Mcchos
de loo oopobpios oc ciiiectialen na ^«1^00 non la lniuisión mUs jecifuirOh
Or la x^^a^oiui o jaqisofía andina: ‘alma*, ‘cuerpo’, ‘sustancia’,
'inmeetuliha^’, ‘hurlisme’.
Eo primer lugar, el nona simi (qneeeiuuC no On nn corablos propios
rara-*di mu’ y C2ucutu‘o eeo ‘ulrna’ se esa el vocaeio ánima o ^^^1001/,
sCn origun espa dnl-latinoe y ea menoa cantidui la e^’ “"bra us- panola
’’aona^ el sustíteto qoechoo yquoa?utr¿^dt oiunUsae ’^^1X161- te ‘espíritu
viujo’ u ‘aupiritu quu sa recueueu’. Para, ‘cuerpo’, se usa

219 Es conoci’a ln ambtvalepotn ’n Aristóteles eo De Anime acerca ’o ln (to-)mcrtali- do’


’el alan y su inteipietncjno eodsnrioe (ane^oídmo, Santo Tcmád, oristotelismo
ronocnnústa). Por uo lario, ’o acuni^^o al eilnmcrfismc, ol alan corno 'forrns’ del
cuereo no podría sbbdtseeirdcpenrliantalpenic ele cu aolnplecncato mate rt^l; ooo
oiro lsdo, ta. <^i^o^a^Oí^d de laporrc inielecilva Oel 'asna Omáa nxac1rmenteldai
'ínteiecto agente’S exíos Ua auatehuetelédad de drae foema, e porim etr^Ki, U
10^1’113’ li^cic^^ ddlalma (universal).
220 En su obra capital, The Concept of Minn (1949), Giiberr Ry^S^ asr^r^^i^ concra el
’ualtsmc cortnídoclc de orecpcaehoa!cnclrra el ‘eomma tlel Oue^smu eela máqou na’
(thogbnst in iie machinn) onlefeu ‘omr en ‘mortumo nuetsel', -H1 como ya Bertsend
RussoH liabío sT^t^e^Oe {The Awtfysiu of Mind. laoc). m ‘mnmsmeneu- tral’ afirma
que los fenómenos ‘físicos’ y ‘psíquicos’ pueden ser interpretados como
manifestaciones de una sola realidad osico-física ‘neutral', v no de dos realidades
aue los fenómenos 'físicos' v 'PSÍQUICOS' nueden ser interpretados como

232 FILOSOFÍA ANDINA

simplemente el vocablo español “cuerpo” o la forma quechuizada &ñpu. 221


222 223
La ausencia de vocablos propios indica que para el runa re- sulta
extraño dividir o separar estos dos aspectos del ser humano; En aimara,
existe una palabra específica para el ‘espíritu humano’ o ‘alma’: ajayu. Para
el ‘cuerpo’ humano, se usa el término jarichi?*
Un cuerpo siempre es ‘animado’ (para el ‘cuerpo muerto’, sí hay una
palabra: aya/amayd), y un alma siempre está ‘encarnada’. Como ya hemos
visto, la animación no es una característica exclusiva del ser humano, ni
siquiera de los entes vivos; todo en cierta forma está animado o vivo. Por
eso, muchos antropólogos califican la cosmovisión andina de ‘animista’? 5
Me parece difícil transculturar este concepto y adaptarlo unívocamente al
mundo andino. La categoría fundamental es la relacionalidad del todo que
se produce sobre todo a través de nexos ceremoniales y simbólicos, y no en
forma causal. La ‘vida’ (kawsay/jabaña) es una categoría integral y mucho
más básica que las de ‘cuerpo’ y ‘alma’. En cierto sentido, todo el cosmos
‘vive’ (panzoísmo o hilozoísmo)224 y es, por lo tanto, ‘animado’; los cuerpos

221 También se suele usar la palabra ukhu/manqha (o «¿JU) que tiene una serie de
significados originarios: como adjetivo significa ‘interior’, ‘profundo’, ‘hondo’;
como adverbio ‘dentro’, ‘adentro’; y como sustantivo ‘época’, ‘tiempo’, pero también
‘tos’, ‘resfrío’. El uso para ‘cuerpo’ es secundario, en el sentido de ‘lo de adentro’.
222 Sin embargo, el ajayu no coincide con lo que Occidente y el cristianismo suelen
llamar "alma"; se trata de ia ‘fuerza vital’ que puede separarse temporalmente del
cuerpo (por ejemplo con el ‘susto’) y que permanece después de la muerte física
cerca de los lugares más importantes que la persona difimta había frecuentado
durante su vida. Recién después de tres años, el ajayu se desprende definitivamente
de su entorno vital anterior. Para mayores referencias, consulte: Fernández Juárez,
Gerardo (2004). “Ajayu, animu, kuraji: El “susto" y el concepto de persona ea el
Altiplano aimara”. En: Spedding, Alisson (comp. y ed.). Gracias a Dios y a los
acbacbilas: Ensayos de sociología de la religión en los Andes. La Paz: Plural/ISEAT.
185-217.
223 Para mayores referencias, consulta:
Medina, Javier (2000). Diálogo desordos: Occidente e indianídad. Una aproxima-
ción conceptual a la educación intercultural y bilingüe. La Paz-. Editorial del Centro
Boliviano de Investigación y Acción Educativas.
Jorge Carrera habla en su novela El volcán y el colibrí de un “cristianismo ingenuo y
el animismo andino heredado de sus ancestros” [Carrera Andrade, Jorge (1989). El
volcán y el colibrí. Quito: Corporación Editora Nacional. 361.
224 La tradición filosófica de Occidente conoce el ‘hilozoísmo’ como una concepción
según.la que toda la materia está viva y animada (Bruno, Diderot, Goethe, Wundt).
Como el mismo concepto de la ‘materia’ (hylé) refleja un cierto paradigma (dualista)
de Occidente, prefiero el neologismo “panzoísmo”; esta concepción no afirma la
36 La tradición filosófica de Occidente conoce el ‘hilozoísmo’ como una concepción
según la que toda la materia está viva y animada (Bruno, Diderot, Goethe, Wundt).
Como el mismo concepto de la ‘materia’ (hylé) refleja un cierto paradigma (dualista)
de Occidente, prefiero el neologismo “panzoísmo”; esta concepción no afirma la

RUNASOFU O JAQISOFÍA : . ANTPOPOOOG DA ANDINA 23.3

celestes, los cerros, los manantes, la pachamama y los fenómenos


meteorológicos amb-nn tiene n ‘alma’ panima/ayayu). '
Aparte de la animación. cósmica umversall en el andino'
existe un gra n número de ‘esuísitas’. anun¿P(hbacqHaC que qeeen nue
VOU norma.imenre son lo exisu^ncim pct^^-mortali de pershums humanar.
Mientras animu/ajayu es la Vuerza vimo ten mu m SO
or^mon giknogrec^o greoolatino y hebre o) de IÓS s ntes vivost el voca- qie
quichuizano/ai.moriza jj almase refiere a le potsona matrana en su
enidtinpin pns--^rortaL S1U emgorgu, sg signifinano m mus dis-inro a la
conmopcióo nccldumal de pay^” P^lraa”. Para ^1 runa/jaql el cllcpn. ar ia
persons dUunua en■ su gr^iliquu iti muena^l que tiene hambree que sufre y
busca curcnnía, quu cugcupr a su lugar de origen, que ayuda e interfiere un
la vida du los famiiíares, que sigue viviendo en uhbu/panqbapahaay puede
tomar posesión de lugares .''estcaiégicos (cbaPsaase ia i como mranartres,
piedras, ríos y cunos. El principio de reciprocidad rige msS'-all ále im
muerte1: al jZhcr^-reteibuon dh uno u miad numera (enfoimib limby
l^^a^^^'rloraO io qpu Us pprsnbus tnonrli temo.ia fnetiiib) Le honian ando
Uurante le osda, Y ins samilíases, por on uelSU; duc^eo/t^n
reclpehcalbunte vn dobd, llorando comiste,, oer redu m reepibc a lo tomh a,
sobre lodo- en el DOa de Í OS Di-ontms C1O de nuvinmbrm. E 1 oencineno
muy ^00^”o del “condenado” (qu&nue o penaq en quechnd, n mranq’a
manq'a eu aimendr lambón or una manifestación de ene primipir>p¡■m
suvigoneis traus-mne vira íen qum.en o u nda fn csmettdo looes fcltam
cnnird■ el ooden cOrt^diO o no usvo le npo:iSquiOad Oo sentpbidao- et
shuiiibrio dircorsinnad j, tlo- ne qno baccnc como plena los cansinos
apropianos pora campletar ¡a recíproeidad. También SUS femilíores, eu
‘rtlutaEci6n, rnceproca, OCU- den ayudar a se staedicer el e qu^brie a así
‘redhnir’ e 1 ‘ienuOene do” rara quo encu entre su tranquilidad.225

Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). K ay pacha: Tradición oral andina. Cusco: Centro
de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. 54s.

225 Acerca deros‘‘runOunrdos”, véase:


Schlegelberger, BnrdO (IS^U Unswre Oede tebt; Zum Verbdlrnis ¿dianUiner
Religión- und CheUtentum in den neochandem m^r^d^. ■ NZW. 69; 92;
121s
Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). Kay pacha.- Tradición oral andina.
Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. 54s.
Las palabras quechuas kukuchi y penaq son de origen español: kukuchi (kukuli en aimara)
viene de “cuco” (asustaniños), más es sufijo causativo -chi; penaq viene de “pena", más
el sufijo genitivo -q (‘el que sufre pena'). La palabra aimara m anq'a m anq'a viene de la
palabra m an q'aña que significa 'comer' y da literalmente el sentido de ‘el que se lo
come'.
234 FILOSO F ÍA A N DINA

Vida y m uepe son dos as pcctos complementarios de la ‘aiOs 226


(kawsay/jakaña) en un sentido meta-individual y cósmico. El eje de la
runasofía o jaqisofia andina no es la persona individual (‘yo’) y su ourrte
psuti-^ul ar, sino la personería c olectiva de la familia y del aylCu. Pou tuvo
l .or entefaordos fs)rng/nc hachitos) olesen príendd’ cnmo miembros .del
dmpo cotectivo y son ‘nmeentades* situsl y cnecmonialmenio, momo
‘espírkuo’ ¡xotectores (oiunT^cbt^cOHa) dcl ‘OS/W- Tambtnn existen
‘espdioic (soq’a, ñak’aq/ebarísirí,
srcbancbr, awk( seprakrcvcra, si^c^<c^Psupaya)ri que revelan un cierto
trastorno en al equilibrio ptrsonal, colecrivo o intiuslee cCsrnico. No re 1
rad sZnozs ee cn ssneido dsieictd,.nino de tómemenos *pri- eatlvos' qcn
ocurren cuan do lc red de retectoucr cscn srvuramente danola. La caucu ión
Cul rrr humo no 0 lanco con it Cou quinto hn cte do lu-er d fenómeno del
ñak’aq/kbsrisiri(pcstocr, oe gplludor, tacaobos) conde uc fenóioeeo le
‘stlsin’ y ddoiota clon dcl . ñncinio ds nosipro- cidad. El atf&rynhnmiic
supc est am ente er Po color blau co y aeóca do nes’e s ’or Turakunro
jaqinska p ara or carlo s cl robo coiro stated dr la -v^u), con te finalidad fU'
htnt r ñtn'dontr sus ittee^[umt^ eotcoy hastu computadoras. te
Una .cnct^1^^ muy prrtteuter.ts el grada de te apficabÜitlad de tes
reortet eoi<^(^;^(eu^^^ ocvktenraíen.cri eopeuia1 cel..psicoandisis(freu- nirne)
al mucdo vndipo. parece .ue edsten muchts fncompóu-
bUtásdes RiiittevntDtftes ystepstevipio entro loe don porrdígmas. o i
Odcnindtete ocoduntal ^obrvteodo oe cipa frcudiono) no oóto tete don
mucho e1 ral de te razón en o. irapeO^ poteoanahüso (hacer Los distintos
'espíritus' no tienen en todas las partes el mismo significado. Soq 'a normalmente
significa un espíritu que daña la salud, por ejemplo el wayra o el thaya; también se usa el
término para denominar un tumor del cuerpo que es atribuido a fuerzas sobrenaturales. El
anchancbu (una palabra quechumara) es un espíritu que vive en los cerros, pero también

226w Véase:
Silo^í^i^S^iott, Ivencí (1982). “Dioses y diablos: Idolatrías y evangel i zac ión". En:
Allpanchis 19. 31-47.
Los distintos ‘espíritus’ no tienen en todas las partes el mismo significado. Soq’a
normalmente significa un espíritu que daña la salud, por ejemplo el wayra o el
thaya; también se usa el término para denominar un tumor del cuerpo que es
atribuido a fuerzas sobrenaturales. El anchanchu (una palabra quechumara) es un
espíritu que vive en los cerros, pero también debajo de los techos de las casas y en
los barrancos. Además, es considerado el ‘dueño de las minas’ (en Bolivia también
es llamada “tío" y “Juanikullu"). El awki/acbachila es el ‘príncipe’, un
debajo de los techos de las casas y en los barrancos. Además, es considerado el 'dueño de
las minas' (en Bolivia también es llamada “tío” y “Juanikullu”). El awki/acbachila es el
'principe', un espíritu poderoso de los cerros, La palabra saqra/saxra ('demonio') no
siempre es negativa, sino puede significar también 'juguetón', ‘travieso' (por ejemplo
saqra mayu- 'rió juguetón y bravo'), Supay/supaya se usa tanto en sentido negativo
(‘diablo') como positivo (‘espíritu que ayuda'). Véase también las notas 10 y 11 del
capítulo 8.
R UNA SOFÍA O JAQI SO FÍA: ANTRO PO LOGIA ANDINA 235

consciente lo que es subconsciente), del lenguaje verbal (una ■


língüisto-céntrica), sino sobre todo la función trascendental del ’yo' (ego) y
su foitalecucüento como meta t^raj^^udéa. Es un monelo cern trado en ei
individuo autónomo o oonscíe^^ (comc motaO, en la h ic- toria ietemeote
0X1,110^ de OO persoon y en et carácter a-ético y monádico de los
problemas ‘psíquicocS Ao^Cls, es una tunría altamente a-tomoaGa, a penar
dol TOI de la sexualidad; as,
en resuman, un modelo conflictivo dal sor humano an al qua luchan
diferentes ’poderes’ o principios poo la liegeenoma. La armonía en-
aencn.da (corno moa de ta terapia- es onn armonte meramente intra-
eersoe^rl a interior; no toma en cuanta (o sólo en segundo lugar) la
relpEiodalidpd social y ^^^OÍ^^. _
Para la runasofía o nadina- ol sor homcno es, ant^s de
ser un ’yo’, un ‘oosotpos’ n^on/ononk¿mnecm rm mlemOro integrado co
una colecflr^<te^ (familio, r7yr/pr. La rdac ionvlida c soairr o cUh- coica
es una conditio cinm quonon de te int egridac ficta a y humd^^^ del sa p
human o. OOP lo lanío, el ideal de un 'yo ftiontt^ lPeecínin&ca Sel pslcoe
nciisic de Frcod, en rterto sentido, contradice los PCOK^- L’OS Oásicos de
la. antropología andinc.- El ‘ya ‘ aa fortplece se le mrd'idc m que se fonal
ecsc IOS lanos lnrerpornoaates, nalvrates o snsmisos.-El ideae de una
teetonomín’ peiconai puna d rclncEOooi mvdmo cs-o u abrid-do; tomo
rasembeo Ve uoa ue^ de.dctealones, er ^^dr^t^^o ot(^^^ puedo estableen su
pronte luy entríPlsr y nomos), cito qum cte^a puc ldsectecse en te me^o
man aósmica da ie c^i^csc- Sundods te, ao dl píementariadeU o
rcaipfocído0l Fnern ds érts, el ia- O^duc asta condenado s ser on ‘oe’da’. La
forme prec^il.esta ie *trat bajau so vropte pintonclidtd no es la razmc ni el
te nun aje verbcl, ríoo,d ritunl y la ceremocte oon un cocteoinu rlmbótieo.
En el éos tesis d, tc in-cclonai is cubcoesclenta ) u ds IOS el p^^c^^n^-
litic oecideEtel p te pneqnisfís o iaqtsoda aedinu se s odrten cncon- irae,
runcue en bam a presuc^uoí^c disitnios. do lmEOd arete sis bis sueños en
los Andes tiene que ver con 1a presencia simbólica del universo en y a
través del ser humano; por eso, los sueños normalmente tienen una
connotación meta-individual y hasta meta-temporal, más cercana a la
tradición bíblica que al psicoanálisis. La historia reflejada en los sueños es
1a historia colectiva y trans-individual; los sueños revelan algo sobre el
destino de 1a colectividad (y no
simbólica del universo en y a través del ser humano; por eso, los sueños
normalmente tienen una connotación meta-individual y hasta meta-
temporal, más cercana a la tradición bíblica que al psicoanálisis. La historia
reflejada en los sueños es la historia colectiva y trans-individual; los sueños
revelan algo sobre el destino de la colectividad (y no tanto del individuo).
Un psicoanálisis andino tendría que tomar en cuenta la integridad
psico-física (kawsay/jakaña) del ser humano, como también la
236 FILOSOFÍA ANDINA

relacionalidad primordial de la existencia. La forma más adecuada sería


entonces el trabajo en grupo (pero no de individuos sueltos) y en base a las
irnúMples retacfones sociales (faimfía, ayllu, tamo). El método sendría qpe
tomar en cuenta la forma cslebisittva y s°eal de ‘trabajar’ loe protolcmes
pessooales y coleorívos; la potebra tendría su- lamente una fondón
adicional y supletoria. En este sentido, el psi- pospáHsio dr Ju- 0, °
bfocperg.npu, lo terapia gestáltioa p oa tnvepus sistémicas tendrían mucho
más afinidad al paradigma andino que el psicoanálisis freudiano clásico. La
meta implícita en las psicologías cccidentales —Hegrr c más IoUsturke,
autonomía 0 autenticidad— no puede ser tcanosnltoraOc cosco tal —ora cl
iezs^¿rd’'r?íeí cndtoo. Como vol oreo meta (WimaekeOP. ersn p e
nosotros’) regirían la integral idad, la relacionalidad y la mutualidad. A
través de ellas, también se cons- loiiría la persunaliyad y la
responsebilidad,. pero con un onnteoido semántico dostinto no de
Occidente. ■

7.6. Salud y enfermedad

Uno de los campos donde se manifiesta claramente la concepción


wop^/^^^ii^ófn^ aeOioa, son fos fenómeons de oatae e cnfnrme- dod.
Dsntro cino rn-rcp peohnsóflce d^ 1c rcleoi^i^n^^^^d del todo, snh^d r
cr^f^r^^<^ad no oop f^r^óme^op apsla(rosi OÍ uptropolódícod.
Ioclcsive el c-smos enterod U ^vvafrSeo.a del mepío api0ov^tp o la
religic^sE^d pueUen nslnr ‘sanos’ o ‘ertfeonos’. Ixs parametnnr unives-
podemos llamar '‘equilibria uósmico” (pare salud) tr “dcsequili- bel o
cósmicos (pasa enfernnedo d); one. niplura Ee las teludlones ‘rós dolos’ es
cauca o motivo pesa Irs enfermedades. Iero eomo rs Innins C en un a
apononis&U aeterior: rrn se san de uen ‘ceutsilU-id’ física p de una
‘oficasla cassa-’, -too se un neno s-mtóllco-riéual1 basadp en los principios
de correspondencia y complementariedad. Por eso, cuando hablamos de
‘enfermedad’ y ‘salud’, podemos aplicar la categoría no-óccidental de una
‘eficacia simbólica’ (como rige, entre otros, en la homeopatía, acupuntura y
astrología).
En los Andes, salud y enfermedad tienen que ver con el 'cuerpo
colectivo’, es decir: con las relaciones interpersonales y hasta cósmi-
en los principios de correspondencia y
complementariedad. Por eso, cuando hablamos de
‘enfermedad' y ‘salud', podemos aplicar la categoría no-
occidental de una ‘eficacia simbólica' (como rige, entre otros,
en la homeopatía, acupuntura y astrología).
En los Andes, salud y enfermedad tienen que ver con el ‘cuerpo
colectivo', es decir: corv las relaciones interpersonales y hasta cósmicas. No
son fenómenos explicables y curables meramente en términos del individuo
sano o enfermo. La medicina andina tradicional es
RUNASOFÍA O JAQISOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 237

una medicina social, ritual y pachasófica. 227 Esto puede explicar la


existencia de enfermedades típicamente andinas: El 'susto' o
mancbarisqa/mulla, el ‘gentil’ o soq’a, el ‘viento’ o wayra/thaya, y las
‘enfermedades del rayo’ o qhaqya (~k’aqlla)/qbaxya. Todas estas
enfermedades tienen una relación intrínseca con elementos exteriores a la
persona enferma y revelan la condición relacional de la vida. Tienen
cuadros y características muy específicos que no son comparables con
enfermedades ‘occidentales’, ni encuentran explicación (y curación) dentro
del paradigma dominante de la medicina occidental. Por lo tanto, tampoco
pueden ser curadas por los representantes de esta medicina, sino sólo por
los curanderos andinos (bampiq/qulliri, paqo/yatiri, kuka qhawaq/kuka
uñiri, pampamisayoq, altomisayoq):228 Para el runa/jaqi, cada enfermedad
es un síntoma (signo visible) de un trastorno en el equilibrio personal,
social y cósmico. Su curación consiste entonces, en primer lugar, en el
restablecimiento

227De la literatura abundante sobre el tema de la ‘medicina andina’, sólo mencionaré


algunos escritos etno-médícos:
Aguiló, Federico (1982). Enfermedad y salud según la concepción aymara-quecbua.
Sucre.
Cáceres Ch., Efraín (1995). “Eficacia simbólica en la Medicina tradicional andina:
Un caso de Comunicación y Cultura”. En: Andes 2. Cusco. 167-177.
Idem (1988). Si crees, los Apus te curan: Medicina. Andina e Identidad Cultural.
Cusco.
Idem (.198$/), Etiología de Enfermedades Andinas: Wayra - K'ajlla - Soq’a y
Mancbarisqa en las Provincias Altas del Cusco. Cusco.
Gobeil» Mariette O. (1973). “El Susto: A descriptive Analysis’*. En: International
Journal of Social Psychiatry 19. 34-43.
ISEAT (ed.) (2005). “Religión y Salud; Aportes desde la fe y las culturas”. Tema del
Na 7 de Fe y Pueblo. Segunda Época. La Paz.
Polía, Mario (1988). ¿os Lagunas de los Encantos: Medicina Tradicional Andina del
Perú Septentrional. Piura.
Rósing, Ina (1991). Las Almas nuevas del mundo Callatuaya: Análisis de la cura-
ción ritual Callaway a para vencer penas y tristezas. La Paz.
Sechehaye, Marguerite-Albert (1947). "La Realisation Symbolique”. En: Revue
Suisse de Psychologie et de Psychologie Apliquée 12. Berna.
228lí^c^c^i^c cié la roca otros alrmvr.nos 'dicnn6slicor’ sna d cuy, slhuece yel
pOcr eel. (y7eesalnr^rlyou-r ad^r^enúanne 5(ra Sau sacarPotrn dndrror de sito tango
un-u irmbien pueder aurar en easos granes o apidemias. TemeiUncbtsten
ecpeclelíctac psoua. ‘magia negra’; los layqafen que chumara,), ‘brujos’ o
‘hechiceros’, respecd- vcmente'brujas’.
Véase; ..Gow, Rósate! u Cendori, 061-^6(19-0). Kan pachai Tradición oral andina.
Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. 71-80.
del equilibrio dañado, que sólo es posible simbólica y ritualmente. Muchau
enfermedades, -dr t^jmn^j^l^o, son abibuidas e una falta (ri- lual) con
respnctn a la qacCmauima; se dice que la pachamama "le ha agarra do”
(bap'isqa/fazrjayn .inda. pecsona qun sncnferree porque no lia realerodo
drbidamente los rituales Id. medicina andina no ea ‘técnice’ ni causal, sino
‘ritual ’ p simbólica; el l ogro ee basa nn una eficacia simbólica.
Me limito aqaí al análisis de la erdenoedad eddiee dnl ‘susto’ o
mcvcaaresqa/miiCst (e\ partidpí o pnifyvnu dc mtancbay; ‘sent ir’, b . el
sufro incoaiivo -ir: * repentinemrnte’’ mulla ee un sueiamioo que significa
‘ansio’) curro un ptoto’ipo dc Ir qan bigdiaica ‘anfermedad’ para e l ee r
hamann sodlnn. una demás anfnrmedndes tínie amuntu andrnas tienen la
misma ‘laxtqsn ’,'a urque su origen e ta manera de see unradas puedac
variar. El moncharisya/muna es ana anfermn- qpe, donde eno repartí
namente ’pinite’ el ’Cmmo', ‘espíntu’ o ‘alma’, es decía: lea fuera vital. La-
cuusas o ins meliaee dineutos enur que oasrnu us no, puedan ser variaUes :
'Un perra :cee muevdc, in vsV alio qve le bota, uu q^e corncc, fantasmas
oafr^nendif1 f yukos fs'yrna1 en la noche, un accidente, un zorrino Morando,
ae ruido faarte. Is 1 típico es ’ a 'p.ndda de ánimo’1
us des - e desvaneeimi ente e la erza' vi)U( y la Uesorganiaad un tocer der
( s r n i)o

eqvi'brin emnctonafda la pessonU0 Se mantfioria med-anre falor de caueza,


pérnhdade afbritO1 ton^^e^^’v^ páqrador, pesadola-t msomuto.
sobresvhos/ñervtostamo y pn^taetoues faerter ds ranur c'n. au no'su aura
r

edetaai&erante us)e eráermo.dd, puente Unear hu ir a ta mueren (s la


persone enfuvma. .ero en todo eres s vnavxbr ‘desanimada’. ,
La cdfcaoer^^d de1 ‘susto’ reveta ta connepótón endina de la salud
como ‘equU’brio’ ihiegral pn ‘a ^usctoc, bomu ysdvrufenirixiu- unvodo
(Eire:vbetsr(rems y er-at retactonada con utros servu hansa- nos, cnn ta
vunrratoza y lou feeómnnnr eósmtous. In nnfercerdad no es entonces una
simple disfunción de un órgano que necesita
RUNASOFÍA JA JAQISOFÍA : A O TR OPOLO GÍA ANDINA 239

‘reparación’, sino un desequilibrio psicosomático, social y. cósmico de la


onrsona. El estado Ue- se ind es el ‘ estaño de ánimo’ i el runa/ jaqi no hace
tiif^r^i^^aL entse “énima ’ y “nnioro”)229 equilibrado y vital en plena
correspondencia y complementariedad con los demás fenómenos del medio
en que se encuentra. Al suceder un ‘susto’, el animu/ajayu se queda
prácticamente en el lugar mismo o es llevado por el animal o fantasma que
causa el ‘susto’; de tal manera, la persona asustada queda sin animu/ajayu,
desanimada y desconcertada. El ritual curativo consiste básicamente en el
proceso de unir nuaoameata el animttfajayu perdido con la persona
asustada; esto explica qve en casos grases, ei rituai tiene quo llevarse en el
mismo sitio donde ocurrió el ‘susto’. _
La cusaclón del maocbarisqa/mulla está o corgd del especialista
nneino que no rolanrerde es ,quneedero, , sino oormalmnnte damn n o
^^0016* apaqa/yrtiiriyOs cumpliendo ote nsta maoesa ta Oteeión Ce una
chckaossndo^dza. Coionla oO^^eneed^d en ‘speram al’ sel ‘susto’
Udsssionn al fefdrmd), la curación ss qn asunto ts ‘lucha’ entre dos
principios: ’^0’ la dnadrmfeae como ‘tsSdetillil>xSo’ y la rdlacionalidae
vital no forma Sel an/uzaaqUj^, simbotiutUe pao ona serte dc ate- uiootav
ores entes un el rimul. El eurandercnsoeerCote solamente hace las veces ts
realizar la ‘presentación’ simbólica y USUSI de esta lucha. Los poses io lo
eurución puedan st e descrlfoe 0 e 1 s aigvientc tanner a:

1. ■ EJi dieónósiioo, *0’1^ todo mesiante sa ‘paesda’ de tsevUi dea euy o l


a Incio re de 1 a coua. Notamos s-vt nuavame nun at prlnci- elo de
coisaaponaeaeia que sn viene qoe var coe el I^I^IOVOPIK- oaqíd^e^^t
dh cauoa Way’ ‘huevo’ ‘cuy’ y ‘coca’ órnen la
Os cdtttone. El Cuaao como fornsa ^i^^erm^^ia (vnte vieo y en uivn),
el cuy como arrimo 1 ayaa C^onc.er21 entre kayOaeapacha y
itraeiauianndiz pacho, y sa clec eomo chakana ritual, como ya vengo
de explicar. Estas chakanas revelan el ‘desequilibrio’ existente en el
organismo de la persona enferma y hasta pueden

229 La palabra usada en quechua para los dos es el españolismo animu que resume tanto
el ‘ánimo’ (también llamada kallpa: ‘fuerza’) en el sentido del ‘deseo de vivir’, como
el ‘ánima’ como ‘fuerza vital’. En aimara, existe una palabra específica que designa
los dos sentidos: ajayu. Cuando se le ha ido a uno el animu/ajayu
vengo de explicar. Estas chakanas revelan el ‘desequilibrio' existente
en el organismo de la persona enferma y hasta pueden

41 La palabra usada en quechua para los dos es el españolismo animu que resume tanto
el 'ánimo' (también llamada kallpa: ‘fuerza') en el sentido del 'deseo de vivir', como
el ‘ánima' como 'fuerza vital'. En aimara, existe una palabra específica que designa
los dos sentidos: ajayu. Cuando se le ha ido a uno el animu/ajayu por un susto, nunca
se dice: “se le ha ido el alma" (porque ésta se refiere a la persona difunta).
42 En aimara, al yatiri que llama al ajayu, se le denomina ajayjawsiti ('el que llama a
la,fuerza vital').
240 FILOSOFÍA ANDINA

‘chupar’ la negatividad acumulada (el huevo se colorea, ei cuy hasta


se muere).
2. El ritual del despacho/hiqta o ‘pago a la tierra’, con corazón de
•cordero y entuCseCb} de ovoja o alpaca. Este ritual manifiesta la
importancia del principio de reciprocidad; el ‘susto’ ha desequilibrado
el orden, y, por lo tanto, hay que tratar de ‘restituir’ el equilibrio en
forma ritual y ceremonial, mediante un tributo recíproco a la
pachamama, el principio de vida por excelencia.
3. Lamar con una aampaniHa pequeña a 1 'ánimo, , n ‘alma’
(es decir: el animd/ojoyu) de la persona enferma, para que se acerque
y se mcoenore nuevamenta al oananismo ’desanimado’ de la o del
pedente. Este, r^^uae se entiendp, porque lc uau sa de le enfesmuSl ad
ee el alelaminnto'de 1 onímuoajyds- ale la peesona enferma.
4. Hacer un muñequito con 1S rea a dai eerermo, en cuyo enteri oe
ee none una nosucs (bebitsS Pu pc n o simplemente pan. Lu ccran den
liare valor (imbulIco, y ros cso, elCla paclnnl e tiene que ser
‘reemplazadn/a’ pnr una forma eimbóliaa Oe muñeac. El ritual se haae
básicamente con ente ‘suetítutn’ que, sin embargo, time et’ cada
cimbólica pasa PU pencore fqrmulpie de eorres-
bunnepda).
5. ‘Lavaa’ a t a pprsenn etnerma con flores y plantaa aaomátícaas
(cbbokmaO y Cacería dmcnlr. Una vsc dosuudo/a, ri curandero Hanca
al p 1C padenne en eS uído, non una voa auuda y pnnetran- t^c
dinisndo: \Hdmdyojutarn, MarcOi dydomWam...’ (Vcn, aom- Cre*
Sel paclenie, enn../ '
6. El curandero y los fanCÜiarpe dsi o Os 1 a pacieme salen llevando el
muñequito y el paquete Sel despocbo/deto, para llam. ai a o irn id
ojoyd ccn le ccmpanllla y con una coa más unce e y cañcosa.
7. Un cuidante armado con un ‘San Martín’ (chicote o látigo de tres
ramales) se queda en la habitación con la o el paciente dormi- do/a,
haciendo de guardia protector a la persona enferma.
8. La ceremonia principal se hace con preferencia en el lugar donde la
persona enferma sé asustó, o de lo contrario en la cima del cerro
elevado próximo a la casa de la o del enfermo/a. Allá se 7. Un
cuidante armado con un ‘San Martín' (chicote o látigo de tres ramales)
se queda en la habitación con la o el paciente dormido/a, haciendo de
guardia protector a la persona enferma.
8. La ceremonia principal se hace con preferencia en el lugar donde la
persona enferma sé asustó, o de lo contrario en la cima del cerro
elevado próximo a la casa de la o del enfermo/a, Allá se cava un hoyo
y se quema el despacho/luqta o la ofrenda a la pachamama para luego
enterrarlo con coca. Otra vez, el curandero llama al animu/ajayu de la
persona enferma, durante mucho
RU NAS OFÍA O MQISO FÍA: ANTRO POLOGÍA ANDINA i . 24 1

tiempo y aún en el camin o de regreso a la rasa, con el muñeco en los


brazos.
9. Por medio del muñeco, el animu/ajay/ de la persona enferma hvrelve’ a
la casa; d; persona enferma come el día siguiente el pan y se visto COR
Pa ropr uscda en el rlonol, cdlocándosela rl revés;-asto significa que le
enfermedad no ‘extarioriza* y él animu/ spano re ‘intarioríze’ eecva
mente.
10. Este ritual (“llamar el anwnimm'u/^b, se practice hasta- rses vece s, ea
dscic: en tree .meites o sees viecnes, nomnalescnse en las coches.230 coo
el reeultado de qre la persons cneerrea S e recupera, ‘recnioráísPosa*
paulatcianre ote. .

Como O cfeermddaó es un e^^c^ori^o do ea intdprseidco psico- e^^^^^-


aor^^^^r^^s^e^a, imbitr el ricial cueatívo tiene que emolear ir totapeae <Ce
las meeeaas respeciívespane sesteblecerSa r^rr^n^K^r^aerf^d foteere: Coimes,
eolose sseoces,. símbolos, gestes, movimieness, Torres, Todo s sto cólo os
‘camprentifiT con el urodongo de roa lógica muy dístinte de fe qne empleada
sce dicina occide ntal. He ejemplo del mancbariscaoémuaa eemeesPa
aláremeeio que la uurlñsofls o jsqifofí a ecdina se ubica o se - d- rncrce mds
ansp lio de la cochaaofíai el sm du- maeio no ee cee eocepcien cócmlrc s ni e e
eote eetóñoreo o amánsun rea Sr d ignidsd ecna fsrc en- l^.f^^^ióe eOr c/?
slCn-lr;lUlrñ ráeme, erntre de una end simbcClco-ritu al de relaciones.
43 Estas son chakanas: los días martes y viernes son considerados los días mis apio« J, piado
para curaciones, despacbos/luqta y pagos/tvaxt'a. No he podido averiguar, ,b;j si se trata de un
simbolismo prehispánico o más bien cristiano. El martes de llj, ' Semana Santa, la pacham
am a es intocable, y el Viernes Santo, no ‘escuchal, Ltr. ,■ noche es una chakan por
excelencia, sobre todo las horas alrededor de media* noche, la repetición triple obedece
al simbolismo del número tres que se manifiesta sobre todo en e k'intu/k'inthu(pres hojas de
coca, elemento básico dé cada"; -,C
despachoAuqta) y las tres pachas, como también los tres años que hay que espe rar hasta que
el ajayu de una persona difunta se haya ido definitivamente. ' 1 1

230 Estas son chakanas: los días martes y viernes son considerados los días más «pro- Ju-
piados para curaciones, despachos/luqtaypagos/tuaxt'a. No he podido averiguar. > fe]
si se trata de un simbolismo prehispánico o más bien cristiano. El martes de ll¡ ( ‘‘
Semana Santa, la pachamama es intocable, y el Viernes Santo, no 'escucha 1. Life- <■
noche es una chakana por excelencia, sobre todo las horas alrededor de media*
RUNASOFÍAO JAQISOFÍA: ANTROPOLOGÍA ANDINA 243
CAPÍTULO 8

Ruwanasofía o lurañsofía:
ética andina

A unque la filosofía andina es, en primer lugar, pachasofía, es decir.


reflexión xvemca Oe_ la n^lacior^alidad nrEShEte vigente pura todo
el cesmos, el ser humano no eóle ‘refleja’ este orden r^i^rffbóHc» y
ceremoni almcere trmvsoCo re jaq isofí a), sino también Is ‘Conner- vf‘ ir
lo ‘toeeioena’, -(ir acuxrd o a la mvnene comO.se inserte en él. Le ética
aniina —un tOnaino autóctono podrir ser “ruwenasofíe " (di) eodiom—
Orber‘, ‘lo qoe hay que hac eri) o “lucro.refic’' (de Idreób' ‘hacer'; ‘deber
do. haous’S231— traia de la ■ normarividad del orden parhasóticc.
ta que regreses').
El vocablo quechua ruwana (o ruratta) es la forma nominalizada del verbo ruway o
ruray ('hacer') y significa literalmente: ‘lo que se debe hacer' o el ‘deber'. En aimara,
el vocablo lurañ(a) es a la vez el infinitivo, la forma nominalizada y ll forma

231En quwrhua y amoEv existeleofifrosesfh^cíf’sxs ‘ne iud icon leo omnoüviEEd, obd-
gatoriedvd ynvfoeidad: el sufiju obligativo-ua en ou’ueShr y -rbt en o Imano En
quechua, neis rae con el pronombre fnevacnei y kdyCser'), como vegco principal. rinay
kaskan (rengo (ue ir‘) rignOica iUecrlrnentc: ‘mi 6’g deder (u obli*clón) d-noE ’e irme
(rf-d erna [dedo] (k^hEr. En eiuaeoe, se gco ui verbo cou eiaufijo obligativa eOic aros
gdn'do -unode lor esa oro aefijos posesivos pepona‘ee. Por e]emp]o, earauajeoor ‘neego
que ir* o líeeralmente 'mi (-ja) deben (Ha) de Ir EsaqoO eru (-.¿rsO. Eréo quierv
‘ecirque ot * deber* no es ta ntv ene aocído (fcded^li orcbal), rreo un escodo, una
•poESíórt (formo posesiva). Eeio ce rude) amiinhO demente encara tplieaclón de f oe
ouliros cdEligativbS -nen (d queefua) ’ - ^su leu rimara), CE duv,
cam.Gnou■alfEflioadoe(St egoeg)doaa la M ÍZ refea’ ia.r prluemil « convierten en
sustantivos (míhuna/manq’aña: ‘comida’, tiyano/quñuña: 'llltn* tm'ipi^aibcp'bfaña:
‘cccoba'S.Uibt tdiuera foomo de uso na ]a Cornfrnfrión €0) U Etali’ad uiEE<defda^u ‘poma’)
y el plano O-kama; .hdmtanuwbdantocpartf ‘o rnpxa ñatse.’(‘pmaaqu e lo ’a’m');
’utframunkfáikikdSLfcutininaeJouffhdCfal- que ruases’).
El vocablo quechua ruwana (o rurana) es la forma nominalizada del verbo ruwfly o
ruray (‘hacer’) y significa literalmente: ío que se debe hacer* o el ‘deber'. En aimara,
el vocablo lurañ(a) es a ¡a vez el infinitivo, la forma nominalizada y 11 forma
obligativa del verbo ¡araña. En el quechua de Ayacucho, se usa pan "deber" es
vocablo kamachikuy (de kamachiy^ ‘mandar’, ‘ordenar; más el sufijo reflexivo -fea),
que significa 'orden', ‘mandato’, 'disposición'.
“Ruwanasofia/lurañsofia" es entonces la 'sabiduría de lo que se debe de hacer’. .
obligativa del verbo luraña. En el quechua de Ayacucho, se usa para “deber" es
vocablo kamachikuy (de kamachiy; 'mandar', 'ordenar'; más el sufijo reflexivo -kü),
que significa 'orden', 'mandato', 'disposición'.
“Ruwanasofia/lurañsofia” es entonces la 'sabiduría de lo que se debe de hacer*. .
246 FILOSOFÍA AN DI N di

8.1. Introducción

Hablando de un a “étic a andina” o “rawanasoña/lurañsofía”, n os vemos


confrontados con severas dificultades al buscar equivalentes
homeomcuS^^co^^ en e. ámbito sndsoo Se Cos oonceotoc psinclpaler du la
filosofío- ocniOental. PrácUmno^nOí ninoono rpo roo soncepros étlcnn ■de
OCrnSinme —‘sujeto’, ‘responsabOidadC ‘libertad’, ‘norm ‘autovo- rcía’—
puede scn expresndo por odcmenos co onoa sUni jaqi-am, y adumás no
halla equivalentes cooccpsuales. Esito nos mooifíesta el carácter sui gneens
de 1 o ético nndinu, que - emn mumho mar curccna bpara bcncar pencos de
compoepoiórlr■ a la ciicu estoica que p la aristotélico, kcnticna o
exrstpoclaücte. El nntuuls-occideniat en ta Cirtmp ción enere el ‘se’, y el
¡deber’, para no servíctima da la- ’Calacte natobe- lista’/ bo es cbllcoblc a te
filosofía cndina. El Uer’ (ounqun no es ono categoría a^c^ina), como ‘sec-
relacionclO er e la vee ‘debne-ceur o rea oo or^en^^^o^^^r^tnp^, y no sólu
aonssatctico o oCctico. Itrc ^oo, l^c ^rnt nnslcionau deooripOvas son c- lc-
vez aboscsOro^^^ I P epforolattvac; cO eslalo focdod dn lnor^^^^dod’ es
(ocvitida o do^tivvmenle) nno norme que-imu.ica cna cierta foomu de
actuar y relacionarse.
Esta apéente ‘fctecia nainuuEsln’ —peo °c menoe deetro de o pa-
sadigma ocoráentd— — cta el runn/jnq uorlmo no °) es, ponquo no sc nasa
de una lnfcrcocia lógira do un ordenonioiOgico mierudo nto ” ee drdao ético.
consecuente, .fino -dc -unc ddentida0 ^aléotica* o mcloo dichur de une
‘correr pondennte recíproco’ de pochasofía Contato]^ y' otine. Él oráen
mooal rónto eo sisteme °e fclaciones rece COCÍ^IIS oc^'esppnOc el.orden
c^ondco como UO oismma de relaciooel rom^ementarias 'y correspcndlcnlec.
o
rri* lo taoto.> .o ético ncdina no uu tanno unv reflno.ón robre te
oormatinrnád■del oon^i^ioihnm ho- mroo, sino subre su ¡eetar 1 ‘eetio ele”
todo hoKrtico te- cosmos. Sc ob ebseroado I1 ue eí. ocnsaminnin mr^ema' de
AOIÍ^^ÍCO Latina en

2
La TalLcic nctcn^í^lCst2i’ cnn'atosis .I mfeioncie tndebHa fe iov olidar.dei 1ree ’C
‘deten’, o más exactamente: de' propos'dones constatativas (o dnssr ic0.vnus coom
nnomlsas, c ‘‘‘‘'tetones ro‘rformalivas aomo oondusíón . Un ejempilo; <Tooo el
muoeo prcatiod ol so’onno ‘cra aonse^uiin c^lgo’; ergo-. ‘c. sntemo no aCgo
édeon^coar ‘onvii’ieio'. Lc dcbaic naturaEsta’ no e n predu'a'cneo dc 18^ma rendad
fe- ‘sce' yaesie ^pcegnada pae ‘n eter’, ou teo 1 -:' cuando yu conetecO uva'dertc
norrostiv dcd stríoredal tal como lüc^finnc por c ¡empto la tooríadc 1 rde^^<^hL
i a l

natura.’). Joho LJ Austin" snstieneqee OO se pucote disdngnte con cxcsoludtcs


propol;in•’onss ‘cnnsrrtr Gcnr' (‘SÍUO y teo ,nii^l■ormoiivas’ (‘‘e’cr1 ); n&o hoy nrn
posiciones con distintas 'fuerzas ilocucionales’ : [Austin, John L. (1962). How to do
Things with Words. Oxford].
RUWANASOFÍA O LURAÑSOFÍA; ÉTICA ANDINA 247

general es más un pensar del ‘estar’ que del ‘ser’, es decir: de la con-
creción de la exintende denles de las múltiples relaciones, y no de la
abstracción onaoló^^itea en ténnmos de ‘sustancialidad’. La ética tirata
del ‘astii^^(ínaioióuiaao’ l/s-^e’-^^-Seínr, pero no en un sentido
exiitendaUsta 11 fonomenológico, sino en un cernido pascasócco: ‘cstor-
o
enl^e^^dds^í^tinó/ °r
Por lo tanto, la ética no se restringe tampoco al ser humano, ni al radio
da la ¡.beatad in día idueL Según ls filoaofía ccciutental, coda eúc.dad sn
baca oobso doó presúmelos b.sinoi como ‘milor e^iicdo^t^lor^iese ’

1. La eticidad de un acto presupone la conciencia de lo que uno hace; por


tació, sólo fnteó .cccdor ca scaón c uaden uctuar de manera ética
(axioma de intelectualidad).
2. La eticidad de un acto presupone además la existencia de la libertad
personal; por tanto, sólo entes libres y personales pueden actuar de
manera ética (axioma de libertad).

Como corolario de estos dos axiomas, la ética occidental formula los


stce ¡calcs aeoremas:

A. Ua. aconteciccenio c una acctóc que eo auióc de uea Cd^^is^^c libra, es


éiieemenie neatral (‘a-moral’).

3
' RodCio: Kaach, aciando del psmamicotu mdtcfmf y popAlsren hmérica acti-
óc.plaaiaa uoc ‘f^C^of^^ del «eeier-ahfc’ ttSusd, Rodolfo (i97&t WTfó, El peroes-
mimío ó^er^^gr^a^^sipuiarcn^ .ec^tóscea Lm^aia. Buenee Aires: Hacheitc. cf2ssj,
LO eíriinctón entre ‘sea y ‘estar’, qoa IIÍ idioma español admite, oaracterizo aos tipos
de fld^s^u^^a^: Ir doC ‘see’ LdIrtologíorquc doscrica ir leaildnd en términos
univessa- lee,nrcesaoeisd eternoe (iradiaión de P armen idee), y lo tei 'estefque
enfocólo conare^^^.s^onsaote^í^l y oiluacloeal(t(adicrón do HnrCdito). Enseqae
dusselintu^t
■ -rato Cc ‘onrblobir’ ncclbebtal e^o ane riiosofrclmperihltólc bdl cantCo: ‘Cce anto-
Cogía, at densar ouc expresa uC cec —Ccl aístecce agente u ^^^cral— ee lu iaeoiOi
gíe <aa ‘es ideoiogíos, es d fiindamcate dc ¡OS ideologíis de IOS imperios, C!R1
centto”. [Duiuel, Enrique (1977; S98C). úbosoji5i de la litecación. México; Bogotá.
15;0 0.0.4.30 ' "
El /i•i-LCd,r-rSfn/?rdelil (‘mundanidad) de Heidegonr ee en exi(tenriai del sar huma-
no, e ges ese), ee Umita e la siieirniec rel indiviauo U/roseie c 'ser-ahí). En las obras
tardías, Heidegger interpreta el ‘ser’ más en un sentido ‘cosmológico’: el ‘mundo’
(Welt) es interpretado como Geviert, es decir: los cuatro ejes cardinales dé ‘tierra’,
‘cielo’, ‘lo mortal’ y ‘lo divino’ [Heidegger, Martín (1954). Vortrdge und
Aufsdtze(.Ponencias y Ensayos). Pfullingen. 144s.; 170ss.}.
’mundo’ (W elt) es interpretado como Gevtert, es decir: los cuatro ejes cardinales de
‘tierra’, ‘cielo’, ‘lo mortal’ y ‘lo divino’ [Heidegger, Martín (1954). Vortrage und A

248 , . FILOSOFÍA ANDINA

B. ■ ■■ Ur^'¿cc^r^tte:lr^mer^tt^ ouna acción que tiene--tomo origenuma"causa


• • • . irracional ¡ (n(oconsckntre, - es éticamente -ueatra .
C
_ Ü n'acoritecimiérito' o' una áCaóri que no tiene cottio origen (par' ' éíal )
un'sujeto tóCvtáaai'y peraona.,’ es é^^tcamñrdé euúfciá. 1. *'
D. El ‘ser’ (o la ‘realidad’) en sí mismo es éticamente neutral.
E. Re^poníaibiadad y, (crSmbIljéstd.rojo esaiotaieente iadlvldoalizenas,
y^.sc^j^^Pe^n por.el gradp.de libertad y conciencia dpi sujeto : .
(impu.tabilidad atenuada).,. t y .
E pe conan moral aovsiete en ia coieeIaoión eetre la e deidad dad a
piersuea individuac y su propia felicidad. No existe la posibilidad :■
de,‘sustitución’ ética. . . :
G. dec suCjatividad- délos*á'dtós'ói ntennrón, grados' dé ignorancia) es
decisiva para la eticidad dé los mismos:232

i^aos lo tuca imeras 1 ^rá^^^^^^^.todes-e^t^oa ^^t^ro^neí^c^on in-


voiidoe, o enr 1 d ítenos incomploton. Esio se dnUe a uda 'ldgica com-
pletcrpent e. distinta, al muhazo imp^^rtRd de credos .ye 1 os conce ptos
impHcvdos (‘sujeto’, libertad’, ‘persona’) y aí enfoque ‘objetivo’ (mejor:
‘pachasofico’) de k ética . La eiícidad o o sol o trasciende el radio de ia
individuolidaV p■pcrtonolidad, tono tnrnbié n e e la humanidad y
racionalidad. Las categoOgc■de ‘bien -y bi^l’ s órimpára'^nar —•mino’-
logar ocninmoal— írntCiO?rIttlO—Ha; rs'!dedr:'étÉracteristi¿rs pacdasó- y
soto en ^^^tido derivado és decir: caraode
OICOS y actores 1ÍV>S^^ e aonssisntes. . ,

8.2. Éífca cósrnic

La ética andida liaéa•cOmo'fundamentó' axrotó■gtno ti oddarioósntirol h


lélacIoliollOad ucrvérsÉd de o qee ^iteteí. ESIU . orden, como yv
hemos! visio,.orxed(e?e:1^SliVlnerée s S os otinéipp^r•do es
vn■erppodanctal vomple^^nt^^^^d'y recip'e>dkkd. El’ eeenesna básSc'es
er’Pspaciar

232 Es ditrtó íqúe hay algunas excepciones en la tradición occidental a estos princi- píos.
Spinoza tituló su obra pnndpal-, de índole lógicó-métafísieo; Etbica ordine ■ geométrico
denionstrata; planteando prácticamente una’equivalencia de óntolo- ' gía y étlcá. La Estoa
insiste en una ética ‘ffsico-rftorfa' (vivir conforme a'la natura-
* Es ¿ifcrtó íjüe hay algunas excepciones en la tradición-óccídénfial a estos principios.
Spinoza tituló su obra 'principa!, de índole 'lógicó-rhfetafísieo; Etbica ofditte
geótriétrtco'derilonstrata; ¡Manteando prácticamente ürta'equivalencia de óntolo-
1 gía y ética. La Estoa Insiste en Una ética ‘ffsiccMftorfa' <vtvtr conforme a'la túftura-
lézá).' Lévinás cüéátibha'el prinbiptó'de la libertad ¡CE)' t individualidad' estricta (F)

RUWANASOFÍA O LURAÑSOFÍA: ÉTICA ANDINA 249

(
o lopológíco’):-arriba-bbajo , izquierda-derecha. El seu humano se halla -
dceIeodó en orte o ryen y cunóle uua fondón específiza q ue es su dondkÍÓU
de cer cbakynau t)niyante: del nrpan jjachasó Tico. La ‘tica oplica lnc
p^i^incíj^ioc ‘lógicos’ o ía consenryción y pecpetuacjón de -SIe orden s pqra
lo nud o 1 priocipkl (épcp) ’O te reclprocidaó er trascendentó- En sontidp
cósmics, este ‘rmapto sidnificb: h lió ‘bondad’ pachdéófica (n ‘nami^P) del
orded cósmico óorreepdodó, como retri’ución racíproce, ena cieora mcnetó
dc cac ’meirr dc ‘estar’) y que ‘consedtr’' y ‘dinamión’ este ósdeC l Lp
ética.sn&nn bene ^rspccnvas scSsm^^^s en rcrios o-ntídos. Es una 'étiea del
pornoo* (^OPUÍÓO subjóticoX fjonqoe te-veedsetere ‘rua^ O^I^Í^Í^’ ^ujeo^
es ps roE gnivnrsal Ee rula€1^65 orycnados y magnificanivac,-que SÓn ‘buc-
^^S' o ‘^etes’ en ia meEidn en que contribuyen a la vida y su conservación. -
Es UÓ a ‘ética d el <:msmcst(gevis:íob objo)ivcC,ipornbp c^do r cto y
cotbnortamierlSó ■ tione nu^^^os^c^im s^^^mi^oos. Por io (abtorlr é^^p^ -
andi na no so^lo es oo i^so una rtica gco-ógicc ,'rmo iémuién un- OlIrg re-
iciorc o teologal.
Como ol coemos q‘ c yreseytado’ ‘e macare rimCbócia y ritual
(crlremonteDí Is eticidad tiene que. vd pcoóominanlemente con la ritualidad
y ec ^14^1 yelbbrarivo de) acbrhr Cumano. Sr ,relloidrd ^HP. es OE por sí
po^, conlrib nye al oquíliErío oósmicOi bnpc(l
vando ‘a rdanrocirted emn tese díypronten >aonftnr’ pan cas. En
cierto r la ética andinc rbscyo el 'principio rs^^i^o Ce ‘vivir.
‘informe c la naturaleza1 Obomologúmenos té phyd) zéno pero unr almi-ai
UeEÓt^nK^ni^^ imhortapoer. On grimes tuga, ‘a ^tisaEstoaa es uns ‘óca
raciovaiitsa; ‘vicie aobforme a ia naturfic^ sigmonf 'vcrir conforme a ta
razón t7cóór7. ‘a csiyo andona no ep or óloqyttsto n ‘Of lo menos no gn un
yonsido ‘ICg^o’; en ‘raciE~niOtCa< en -E sentí da pachasófíco. En ten-ndo
luges, te éticn estpica ur uun ética é^p^^p do aS una bcroueda de ia apa^eis
pórprclaó a tealis dr te prUec- crOn de la Virtad- que es raciónol. Lr h-ica
nndrna eo colectSsa E hrnta Ipg)a-aói^opr(iógizó. En terctr tb gato ic ‘na-
uml- zz’ pera te noca nstoiaa, es, mis -uz el ÓESÍPOS, te naturaefe) numana
quó os definida (en referencia a Platón y Aristóteles) como ‘racionalidad*.
Para 1a ética andina, la ‘naturaleza’ es pacha en el sentido amplio que
venimos de explicitar.
Aristóteles) como ‘racionalidad*. Para la ética andina, la ‘naturaleza' es
pacha en el sentido amplio que venimos de explicitar.
¿Se trata entonces de una ética del ‘derecho natural', o hasta de una
‘ética naturalista? Es obvio que la ética andina no es una ética autónoma en
un sentido moderno; el ser humano andino no es ‘autor' o ‘normatividad'
fundacional del orden cósmico. El orden ‘objetivo'
250 FILOSOFÍA ANDINA

(dpteionomta) o pachasófico se ‘refleja’ en cada uno É e sus demen-


rtilackjr^ales, y, por lo tanta, también enel ser rumano. Éste ‘participa’ en lo
normatividad c^srn’c^, oero no lo constip)oe o íundementa. te teoríe del
‘ecrocna statu .raU(cntícipado por IOS esos! cae) efirasa ooa normatividad
objetíoa o supra-Cernana pues )e rePeja en el orden ‘natural* de tas cohasi
peeée per de tipo teológico rcome expresión bo ,1a voluntad de’Dloo)-o
lógico oel ZogosOup: sdro en la neturalezaSt Lo éliea onciinn no
veieespoode v ninjuvo de estas dos explivabiOo nos. UiS Oivina no ao
causa Pundadonol o- cseador dei orám cVemive, sinu eo este orden -sismo
pnncOrU n una partv muy 'de él
taeaOao al, i bacde tampoco osan-ordon llóntce’ o racoonaS ve sentido
gteco-ecei dental; le eaasinaiided’ a^^n^se andina se exnscsa tnvr Siaaiu los
pOneipios de cnr^eoponnvncir,complnme^d) tided v PCCÍ- prosidnd. Ne su
trata de una 'lnfeseootalidp<C’ (^^¿>sroOt dpOupcindi aielnpnricaniónr
ontre doo ^^¡^IÍI^^O^^ .son jneshivolt eino Cn la retepiaeolldad
a^mlsórnae^^id^I^on^ podríamorheblsr eje uo ‘éereeho notnoaS en eebtido
asidiaiivce ea dociai ermn onrmeilviOaO mhesente a ba naaurolnza humaop
érntandida pomo *en te rnaienai’). El oeden Sdllondlneieo (o
rnnadóOcnOjaqísóalcoi) corserponCp al ardan nprÉrsórlen‘ porque el ser
humano ‘presenta’ asta tonoe au ^^^ra rimaO o splcOrariva. no suenarta
‘duronenue’ -oréan ahlropoOrgieoh es, pn el Snnpo, iheterdhoma ,;. os uea
‘autonomía exógena’, una relacionolided inreslorizada.a
ero nay que ^ilr^^rt1). qua':. tes diastasfe occüdentatev o^^ee misto y
o

obin^ entro, lo epterior s interim, no e aeipcuan al paradigmo undina. Lo


o

‘interio r’ no es r^b excln sivamnnle idd ndducl y puvond al, sinn sfem^e O
otectivo n oeprerive. Un oeolimieeio on mamfestado y compartido, en
realidad no existe; por eso, una intención puramente

5 Véase capítulo 9.3. “Dios como pachakamaq".


El ‘dibujo cosmogónico’ de Pachacuti Yamqui es traicionero con respecto a la
naturaleza de lo divino. Introduce a Viracocha Pachayacbachiq explícitamente como
“hacedor del cielo y tierra" (Ticfitnoyo camac), respectivamente como “Señor de los
Principios" (ticfí capacpa). Se entiende que se trara de una interpretación
eminentemente cristiana con fines explícitamente apologéticos. La ubicación misma
de ‘Dios’ en el óvalo cósmico, sin embargo, nos da un dato sobre su función
pachasóHca de chakana y su inclusión inmanente en el todo de Dacha.
El ‘dibujo cosmogónico' de Pachacuti Yamqui es traicionero con respecto a la
naturaleza de lo divino. Introduce a Viracocha Pachayachachiq explícitamente como
“hacedor del cielo y tierra" (Ticfimoyo camac), respectivamente como “Seftor de los
Principios” ( ticfi capacpa). Se entiende que se trata de una interpretación
eminentemente cristiana con fines explícitamente apologéticos. La ubicación misma de
‘Dios' en el óvalo cósmico, sin embargo, nos da un dato sobre su función pachasófica
de chakana y su inclusión inmanente en el todo de , pacha.
6 En terminología greco-andina: la “runanomía/jaqinomía” es parte de y refleja a la
“pachanomía". La diástasis occidental entre ‘autonomía' y ‘heteronomía' no es
transculturable tale guale a la filosofía andina. Lo ajeno (heteron) es a la vez lo
propio (authon), y lo propio a la vez lo ajeno.
RUWANASOFIA O LURAÑSOFÍA: ÉTICA ANDINA '251

subjetiva- e inteOoe no es una 4mtei^ce^n’.7 A partir del ‘giro antro-


pológico’ en la filgspfía occidental (empezando con Sócrates y culrni-
nundo an la Ilustración^ el vglor, suprmmo ne 1( ética, la ‘medida de (odas
las coces’, es ml smi humane. Esta coneepción hal la su expresión más
Carneada en el imperativo categórico material de Kanu el ser humano
nunca er sólo mediot riño siempre fin en sí mismo.
Toda Ée realidad no-humana tiene que ser 'juzgada' y valorada según -
su centribucíén a la 'realización’ antropológica. Lv naturaleza tiene ealos
insüsameótvi, y por 1er tanio, su uso no adquiere dignidad ética. Inclusive
en lee éltnc eeolegirc aoniaioportínee de Occidente, se puedo' apreciar un
cierto entrntrnen^n^^mo: hay pu e 'cuider' id na tu- -ate;^, eon el ón de
conreroar el' medio ombáevto pera 1 a vida V uerot ns.Oa éti ca v ccidov
taí (on en vean mayoríag en sole es an trnpocéntrice, ai^no sobre topo
mntropomórfdcaa nn bien es ua * Uien’ OS s cuerdo a (u VondaO v us
contivoe paca el ene Purneno.
Según la sunasofta/laqiaofía, Va éiiaa annVna no rv ma ei ssr Vu,
mane rumo ‘me^lde de lodo’ O fin en si mismo. Su dipc Riad encep-
cVrncV rudlea cv el lugar PtoOneoi prediiacto dentro do la to talíVcd de
celroionrs cósmicas. Como potito? lmpo manta, ol ser humado tiene nns.
^pcióri cósntiac ór uononroadnn y uodsciuoción la
‘preventaeiOO rituai y caromntoal. o es io tanto, no eg nn ño rtolosOen si
rniomo, sica nns co-flEalidah cósmloa . El oes humano os ‘pane’
lutscnseca, stot sosmos epelcOenn asare iuatomepte le na so Pigoidad y
ponición «ccepcioctaa tna dpio euionsec ‘i^^^o1 CS I— ulemmio de acuer-
OO a su conforminae aon el ocden cVs miao. La VyVeis ocn^^oa^^^l de
S^dOnar al reu nnsmmc icl orden nptard y gOrmico, n aru ’o Sica ondioa hu
UP Snap misu serio. Si d rer humano nn aeume SP 'res- ‘0^'01^030’ c
oiopVam enraria y reco psoee, esto llova U ue trastorno eevero oel ooden
coonPco. eV princioto étioo andi no pvi rrcipai ne Oodrla formu lar de la
siguiente manera: “Actúa de tal manera que

Ya he mencionado que las categorías ‘topológicas’ principales de la filosofía andina


no son las de 'interior-exterior’, ‘esencial-accidental’, ‘inmanente-trascendente’, sino
las de ‘arriba-abajo’, 'izquierda-derecha’. La distinción occidental estricta entre el
foro ‘privado’ y ‘público’ no existe en esta medida para el runa/jaqi andino: la
‘privacidad’ nunca se refiere al individuo, sino al núcleo social de la familia. La
costumbre andina de dormir entre cuatro o cinco en una habitación (o hasta en
Ya he mencionado que las categorías 'topológicas' principales de la filosofía andina
no son las de 'interior-exterior', 'esencial-accidental', 'inmanente-trascendente', sino
las de 'arriba-abajo', 'izquierda-derecha'. La distinción occidental estricta entre el
foro 'privado' y 'público' no existe en esta medida para el runa/jaqi andino: la
'privacidad' nunca se refiere al individuo, sino al núcleo social de la familia. La
costumbre andina de dormir entre cuatro o cinco en una habitación (o hasta en una
cama) no se debe simplemente a la precariedad de las viviendas, sino es la expresión
de este sentimiento meta-individual de la 'privacidad'. Más bien causa extrañeza e
incomprensión cuando alguien insiste en 'retirarse' a sus propias cuatro paredes.
25 2 FILO SOFÍA AND ÍNA

contribuyas a ta conservación y perpetuación del orden cósmi- c o d e;


las r c 1 a ció nes vitales , ev itand o trastorno o d el mismo
En este sentido, el obrar ético tiene una. finalidad ‘salvtfica’, no en
sencido indlefdeialieta’ stno cócmico. El eer hcmarto es ‘soreden- raó ds
toto si aniverso, al cumplir con.su función específica, asonada sor tu tugar s
n la re<t de rstacionss. Se tres a ia vez de une ética telitligica tc
deontoiógica: la finaHdad til oC^rar sti cc Uteicsl ns tie core cenesión del
orden paehasófico, que e la vsz ee el ^01111111X116^0’ de ima
eormatiaidad staaUda coico SruwanaOumññ deon). El ver-
UsUecn sajeso ético es el ‘nosotros’ bcoqayku/nanaka) c/ltuivo y co-
muoitaalU’ ’ no el ‘yo’ sobecoeo y sutónomo. Cada iulvarcidd. cyncy la
normativcdad cósmica y or it tiOtmbys dn' i esmunitOO -ieec máseos
cosceuattsUos, un última inocnctc impiicaciones cosniiuss; éutcs oc tilts an
por el ta si o dn 1 e H bertas dn! isfraniot iaditidua).

8.3. Reciprocidad pachasófica


Los principios ‘lóoivoc’ Sa cd^^se^c^c^y^^i^sd^ y comoleíoeniariedad se
sxirscct en d plact ético, soCrn tsdO) a través Uot pi^^^ciatt di ^cis procic^
c^ete hace lus vetus tsc nsrmuOcií^utr cóstsucc que isctuyo es coéoe ton
cccuras y elsmcistor, tacto divútor y he-omos, como no- e-octas, tctra de
Oaouq/a/ao/acha, tomo stc fa/COo) acótete trnsn- de ura//aua/qha pacha.
Ui picípto du reoipronidad SSO so Kmcta a las nes m-eo>ers-tna-cs
e^mcnnr'i oi al not0ltn vtn estc oida.
"^stsbieo tienu qa vcs con uaa rstaciones snligioscr, atmosféricos, ri- tualcs,
euncemicas u taatc nno los díSiintos; ss tufente oclucfve isác alió de la
vida.233 .

233Pcac d sentOn-tntoaneinro ins Voómenos stutevrotOgicnsy tsoonomiaou, los


conjuros /apuaachacb-trc o s^ioia 1/ a \apacbomosna, los animaleSa las pindrcn, los
ríos, las lagunas y cuevas, pero sobre todo los ‘espíritus’ (nunakuna/ acbachilanaka)
son actores ‘éticos’ que contribuyen a, respectivamente trastornan el orden cósmico.
Como uno de los muchos testimonios y narraciones menciono el cuento del cerro
Waíqa walqa-. Su pareja, el apu Sabancaya, está gravemente enfermo (trastorno
cósmico]; por eso, el Walqa walqa busca remedio en un pueblo, pero sólo encuentra
indiferencia y rechazo por parte de la población [otro trastorno cósmico], con la
excepción de una anciana que ayuda [reciprocidad cósmica ‘positiva’]. Como
/'r>rtc£>fiion<-¡i í»I nroiío <4«=»ctri n/P rAcmir-í
y cuevas, pero sobre todo los ‘espíritus' (n u n a k u n a / achachilanaka) son
actores 'éticos' que contribuyen a, respectivamente trastor
nan el orden cósmico.
Como uno de los muchos testimonios y narraciones menciono el cuento del cerro
Walqa walqa-. Su pareja, el apu Sabancaya, está gravemente enfermo (trastorno
cósmico!; por eso, el Walqa walqa busca remedio en un pueblo, pero sólo encuentra
indiferencia y rechazo por parte de la población [otro trastorno cósmico], con la
excepción de una anciana que ayuda [reciprocidad cósmica ‘positiva']. Como
consecuencia, el volcán Sabancaya destruye todo el pueblo [reciprocidad cósmica
'negativa'], pero salva a la anciana [reciprocidad cósmica ‘positiva']. Este cuento se
narra en; Chirinos Rivera, Andrés y Maque Capira, Alejo (1996). Bros A ndino.
Cusco: Centro Bartolomé de las Casas. 158-165.
RUVFANAS O FÍA O- F Ñ RAÑFO F ÍA: ÉTDCA ANDINA 255

La reciprocidad normalmente .se establece entre dos actores, sean


éstos ir^dñid^i^^^^s o ool^cdooí, raoionalís o- inacionalís, huno^no s o no-
humaíos. Un a cto coicamente -no no se califica o° r e i grado de su
conformidad con la normadvdiad de la reciprocidad, y un acio éticamente
malo prr 1 a violccinnOtoeal o pasciiD de la misma. ‘Re ci- procidad’
significa: a cada ‘bien’ o ‘mal’, como resultado del acto de un eiemento
eócmico, corresponde de manera propornionsl un 'bien' o ‘mal’ por parto
delelemento lee^^fd^rado o odi^ud^^ídn. E n ni fonda, no trato rin
un.principln zósmiep y ooivessat de “luetices, oe ai snntído de on equ ilibrio
ético.
Hay qee ^<±epiür eue Uccs^^pci^^ionor de ‘^ley’..e ‘mal' no lies nec
la mismo i^cnpci^^^ enmo en-h -occidnntal. en ptinicr
lugar, el yucchpa s' armara no posten poeablo propio pa HA
“maU a e “o exprefa motion ro la nenedón del manas sO IIÍOSIW
wali, Cc- bien’), o a veceo por et vocablo esnétco .¡‘¿“'/¿ixíEna ^'feo'). En
eno, lo dinco-sa codita ec muy paredda e. ia tradínlón agucnnlana-
cemrits0ma-romrpp. au^ etenc la c^^^^t^^^io sustaneiyi Ceo ‘nta? n ‘o
define como privatio bbon? SU bcodod como tueeu;eenUentcfeconnu-
ponhe (Comeomórf-camenteC'lin lns b^dos, a la onnCad como ooden
pachasoficn universal. Et ‘eaali esuan “feticintiain, una falte, un trastorno de
es“n orden; ha haniones ep t^mni^os “e <inlacidorlidfU,: el ‘mal’ OS una
‘erplura’ de.tas .folantoneevOaler. Et eocanio sojd^^y^fd^^ significa tanto
’diablo’ tome ’€“'^11x1 Oentipsn’ oaferldo ti fUnmon)Qn socrático; en e 1
pmner núlcronarid (bel quochua doi -ade Domingo

e Son Aguto eespttoe dsírstet^msmaerqodo de 'hípostozar' y opioarg¡zst al ’mel\ Uea^a e


lactiosidrtón de qua el reel “so ns' nnun seelido nnto¡óolcofsu.sisncial), sino nunul
sibilaódeotqnaficorrepiioueimobin, vulsooeniei vnloedinis nnrototHr crno es eblo
coso que na -0011X1111101 ia medirte, de -I Wlezn yráol orden nature iIV idnara
troni. iVJ.Eii OÍ moribto Secleuioo. Catbolnae nt de mow-niu-
Ofamichamm■npadeflne e“ rmsl'.como ‘ ae^nllo yue ,^^10 e.t ai escncis y
tiente al eoioir [...i. TÍOOS^^ a hacer nquello queatc cscer do ser“. (^l^e^.S)^tr
soncapo tón se remonta al neopla tónico Plotino.
&-ouc-Dlonlelc Frbooagiyi -niegi tocalmnnte ls substrrcncir dml my- yestrb-ecn -er
equiealeneta míre -Í hie- Í ^<OI‘ UO lydo, O enim el mno y n^oer por oidO, lado:
“Todnc ias priatosaSi■ en te meSice en 'ne t“cnen nee SOSO bpcnas e proceden de-
Biem yen bn mod-tenn quoestdn pri-ndns del bien, ni son bnenas ^i Ooneu
sdifi )Nomines Díviní. 4.20). ‘
Santo Tomás de Aqu^o fercbib esta U^Í^<Í^H^ÍÓI^ ploiiniana-egnsiinianceUlcaesl-na
en ‘ fórtpulo: ^1 met rao nr nlgo /e/ítru¿Ciolgo posdiaol s Dios -d puede oaberlo cr-
odo, poetro q-e. no ei creelle, sico q-e eeibie sydererlCv.cQmo■ una poca- ción
'0)0X100} de “o 'te en I1 ^tlrmn’ ronre see, es bueno" [Summo Uheotogüie. I a. 48], .
• >
254 FILO SOFÍA .AND INA

de Santo Tomás de 15ÓO234, siwyyas reducido po r 'espirita buen o’ y


‘espirita malo' En el famoso /Vocabulario de la Lengua AyernirtS’ de
Ludovico Bertonio, supayi (la óma antigua ee supeyaS) es codsídd- sado
solamente como maligno (‘demonio’); -ora bey indicios de que renngc
también tenía acepción ^c^ith^íi Cbnnigno’).235
Algo seseojente e cuorts r'ron el tarmino saoc(éeaxry: ^o necescria-
mente sa refiere a afgo nagatteo (‘detnenio’), sino a algo'de fuerza
egubucante y t^^sCorc^^i^t^e SU ei sentido elidoid^<^é) (aponz maya por
ejeoaplr eietnfíof Tio ceudaloso y tej^i^t^iOróy En nimrra, ,aera, tiene
cennetación negativa (‘rrnloe ’malignoj ‘demorar’; ddinso’); por ejeee pkt
saxra eran. ‘perto male ’.AdemáS’ ‘bien’ y ‘tonC’ no ron ene tush ene tai
vornu es O ceso dentro da lo lógica occidentale aigo puede SCS loo eno‘ n
‘rtedn* a la vez.
La )i^stic^^ (chaninchay/t’aqariai) eósmieo de la I^Í^1I^£^I^<^^Í^^CC
no OaUa nao entendida en d 1 aentidn Ola la justicia’ (diké) occidental, el
rraramioato éldisc(ioiinado (ciooo) de las peésonss, ds adoctdg v ao Adiar
Idéotíso y sd dignidad (ntrínsnsa. La instead) oodina rone, en cuenta al
‘ufar’ espeeíflco one ocepe un cierto elemente an te relaciouaiidad eósmisa,
ia lunción PCSUIÍSC <die dobe de séImpIi( paro Id consdeaóai dn y
soépóamclón dei orden COSÍOCO. En est’ tentidOl eo cada perdona g ai-or es
juzgado po'r igdsl, ausqie lo infracción Ouede sao la toidma. Una meaore no
tíetnpso es erais, aino quo SSKÚ paedo eor buend era i e medida-ma dun
egniniboya a la conservación del equilibrio cósmico.
ES pueblo endivo, .comauittaUa p (^pymk^o ó°c roa cukurtt s^^- oan
SOÍC ‘abinndnr’ a sna oiolasión flageante ’ote 1' ondoe cósoOno mes diante
una s^^^r^^oc^^ quv inetuyo 1P iuregtSér’ ed did sentido'
onei lenta to La flnatidad cnrneca y folaclonpi eoanolece cobsa la ou-
ledtisipad pe-ronali mno escúade manera ‘ou-rn-ica’ cuaudo se oom- prenpa
como ooa pieza davs or C1 ordan cósmico. Esto puede llegar a neo —at
juieio éel enietenciatismo o psicEaroílrste ocdUnn^^—n (tona
‘inautenticidad’. Como ya he anotado: la ‘identidad’ humana no se da

234 Santo Tomás, aray Domrngo do i^^; ^Sl’. ’^e'con o 1x-cadBRtr^i^ drrkx ^i^cea
B
erreéa- dnl FonZ Edíctón fncsimilar, enn prólogo de Rapl Poirasyarrenecheu. Unau.
’ -
Berusni v^udavico a 16-a; 11931. Vocabulario da la Lengua Tynaest. ’s Paz: Bii
bliytec n dei Pueblo Aymara; Radio San Gabriel.
235n Véase: van den Berg, Hans (1985). Diccionario Religioso Aymara. Iquitos: CETA.
IDEA. 179. ¡
RUWANAAOFÍA O LURAÑSOFÍA : ÉTICA ANDINA 255

como ‘msrmckid’ (ser uno mismo), sino como.inserción en algo mayor- -


(identidad colectiva). PUS lo tanto, la ‘jurticia’ no se mide no tsrminur i
pncrooalnr e individuales, sino de ‘autenticidad oorociiva y nósmica’! 2 ;
El principio de reciprocida d ética rige en todos los ámbi tos, y . tiene
una ftinete <^<^^r^otc<^i^n odueP lee respuesta ritual rací props, -OT ' petfe
dei set humano, u Sor diseñaos elemnetot dd order cósmiee f tícrnpra tieon
carácter étfeed no car sólo ena noptesiód festiva ft ceta menos! rio áe elcb,
sipo odemos el cumeiieciei:^ts de un "deber1 (Amar tdraea)t Anniizarc ir
^^eeorncidc^ tnligiose en un capitutn adatte. u pueec le ICS múltenles
relaniones intereeiponates (sonialer), la nene procidad su eSt eobue todo on
ia oelación untre el ser humano y la eiadirainsa’, decio: eotee lc
comumdeO (uyittr) y tos fedómenos
meteurotogicos, los nelmalén y la paene-mama. ios eiclos de vida relo ‘neese
raprodusa-se tcoutinu/r), si sc montiene la (uoti cía recíproco Gromo
’rotación’) con los distintos ‘dadores’ de vida.
Oa néyonp de les ocoaiee típicamente eneinoe tienen cemo OOC- lidad
da *cnn/iiiaciótt’ ón ICG lueruec naninales o pachasoficas mediam te nne
reti-Obueian rentpsoüe, pero simbólica, <S^1 veior viiel que tienen. ^1
despacho/luqta u puf^írUo^nuptC^ ut un eributo’ qu) IP QUC peoncc eoma
000010^013 1^^013 non 'a gennrosldae dnl not, de la lluvia o de ta tiet'a.
fiusó i1craifa det /site tortora' egsan dnscea del roO rcnír como finalidad
u^^^ei^nr^ que ei ro), dus/uée He natece ‘attojacio’ ne earseio (ontre
el'cólfOGio de vcreno y de inelernod aue- nomnnie recebre su fuerna fe me
deripto; esto soto ee poui/in
ceodicnta un risque de *entcibuclnn ^^ci/^^c^^’ eir rl quo se 'entroga’ oimdd
ios fados recibidos en forma de chicha y llama.236 237 238

236 e El vonobio qvdeOue/airnsra chan-nOchant o chiqa sreeifiaa como adjetivo 'justo',


‘correcto’, y como rnrrsntioo ‘ecrncd’ /ci-aninta rímay/cbiq C¿Í/SI •idc^e^ir 1C ver-
ded’O Et nerbe (con et sufijo iactiao -cha) nhanmob ay/t'uqañn signifies ,rnr^i^al’,
*haeerIufOslvo no exista un vocabk) aparte n-ra -justiela’, ciño ns USO el ^1^0 en
forma sustantiva (‘el acto de juzgar’). En quechua, también se suele usar la pala bra
kuskachay, de la raíz kuska (‘junto’, ‘juntos’): ‘igualar’, ‘juntar’ o ‘lo que se junta’.
Esta expresión manifiesta de mejor manera que la ‘justicia’ en sentido andino es un
‘relacionamiento’, un estado de ‘conjunto’ (kuska).
237Véase el capítulo 9.5. “la relación religiosa".
238 Se entiende que esta, ‘lógica’ se da dentro de un modelo geocéntrico (tolemaico) del
cosmos. Pero no hay que olvidar que es la experiencia vivencial del ser huma no nne es la
base rfp la íntpmrprarión narhasófira v nn tina fpnría ahsfrarra v
(‘el acto de juzgar'). En quechua, también se suele usar la palabra kuskachay, de la raíz
kuska (‘junto', 'juntos'): ‘igualar', ‘juntar' o ‘lo que se junta'. Esta expresión manifiesta
de mejor manera que la ‘justicia' en sentido andino es un 'relacionamiento', un estado
de ‘conjunto' (kuska).
13 Véase el capítulo 9.5. “la relación religiosa".
H Se entiende que esta, ‘lógica' se da dentro de un modelo geocéntrico (tolemaico) del
cosmos. Pero no hay qu,e olvidar que es la experiencia vivencial del ser humano,
que es la base de la interpretación pachasófica, y no una teoría abstracta y contra-
sensitiva. Los solsticios de por sí son chakanas importantes que requieren de un
tratamiento cuidadoso por parte del ser humano. Este es un ‘colaborador' cósmico
que ayuda simbólicamente al Sol a superar esta situación precaria. La chicha y la
llama representan elementos pertenecientes a la ‘zona de transición' cósmica.
256 FILOSOFÍA ANDINA

Los desastres naturales son considerados consecuencias y efectos de


una falta de reciprocidad por parte del ser humano, o en concreto: de una
comunidad o región. La infracción del orden cósmico por parte del ser
humano, al no ‘retribuir’ recíprocamente lo debido, es una causa directa del
trastorno de este orden que se manifiesta a través de desastres y desgracias
(granizadas, inundaciones, sequías, heladas, epidemias). Muchas de las
lagunas existentes en el Ande son vistas por el runa/jaqi como los restos
visibles de grandes inundaciones, ocurridas a raíz de ‘faltas de reciprocidad’
por parte de los pobladores. 239 La relación recíproca con la pachamama
tiene un carácter muy especial, debido a su función de chakana y dadora de
vida. Sin reciprocidad, la tierra ya no sería fértil, y por tanto, la vida se
desvanecería. Los rituales recíprocas (despacho/luqta, pago/waxt’a) son una
condición imprescindible para que la pachamama siga. siendo generosa y se
conserve la vida. Lo que la tierra nos da, tenemos que retribuir
simbólicamente mediante el ritual del despacho/luqta; normalmente,
algunos frutos importantes (papa, maíz) forman parte de la mesa
ceremonial.
El pago/waxt’a más importante a la pachamama se realiza antes de la
siembra, la noche del 31 de julio al l fl de agosto; tiene como finalidad el
‘pedir permiso’ (licenciaykiwan/Ucenciamampi) a la pachamama para
poder ‘abrirla’, es decir: arar y trabajarla. Además, el pago/waxt’a es como
una contribución adelantada para que la pachamama devuelva
recíprocamente el tributo en forma de sus frutos. El lapso del 12 al 6 de
agosto es considerado como los ‘días intocables’ de \a pachamama; no se
debe trabajarla de ninguna manera, porque necesita su descanso (período de
virginidad) antes de ser fecundada. En caso de no acatar la norma de
intocabilidad, la pachamama también desistirá de su función como dadora
de vida. Pero una infracción de este tipo puede tener mayores consecuencias
cósmicas, tales como un período de sequía, inundaciones o granizadas.
También hay pagos/waxt'as a la pachamama en los tiempos de carnaval y
de la cosecha, para ‘agradecer’ por la generosidad y el cariño de la ‘madre
tierra’ para con sus ‘hijos’.240

239 Véase las narraciones en:


240Gow, Rosalind y Condorí, Bernabé (1976). Kay pacha: Tradición oral andina.
También hay pagos/waxt'as a la pachamama en los tiempos de carnaval y
de la cosecha, para ‘agradecer' por la generosidad y el cariño de la ‘madre
tierra' para con sus ‘hijos'.16

15 Véase las narraciones en:


Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). K ay pacha: Tradición oral andina. Cusco-. Centro
de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. 60-64.
1(1 Para mayores detalles, véase:
Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). Kay pacha: Tradición oral andina.
Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de las Casas. 5-16.
R UWAN A S O FA O IRJRAf°SOFÍA: CT 1CA ANDINA . 257

La forma rirual del desgachn/luqta normalmente es más completa y


entensa nuondo se e uele'hocerio en sóu^ciones de-emergeocia (comd glcs
de {,a^agé), o cuando oe trad de un momento'cnicÍOÍ CnairosS od SS vada
como nitarie. Es a eo er c ato er sac ha O mna casa, at empriadem im viaja,
al ems>sISI tin negocio o ioaesurar un proyacto Po rieo o, ogua poiable a
ooo. B ^igaH^in^do del deepacbo/luqro (o r^^^o se si.núendn dreiro dei
príncípío dd reiiprocrdad: el ritual es una contribución (un ‘alcance’ o
‘despacho’) por parte deu g grupe hdms- no,- para que dsu ‘espíritus
prorectores’ CciunaCunaCachacbilanickg s dpusd dovuelvnn
recíproaemente e’ ‘bionestor’ c familiar, comunal o persopoL Accidented p
dres-raiar que ocari-en.en nra.mm^hin a un ayllu, son como consecuencias
de ana ’Salta’ de reci-
^^^0, cor paree du no o o vaoos Oe SPÍS r^mmoscs, core prepac to oi orden
cóemico Ha ritual (pago/uaxt'a, despacho/Luotta) enionees nc ns
simplementd UO acto retiaiood o•.chrumorIihilSnro•je expresión y el
cumpltaiiento de.un /deberétíco’.
El prinernrd CO roejprocin.hn también juega un os I muy importan- oe
en 1 ae condídlooes y relaciones ecdedma:a I. Ya he meneronado el trueque
como oc^no a más oomún y ‘justa’ de íntemnoio económico: eo' rro ido /^r •
nl'psrncrpio do rndprnhidaE. di ineerdambid media/te el dinero ya es ono
fnsma- absctoena. 5o no siempre .recíproca de ‘jucti- do eonnómica’, En
uisa siroiactón precaria, tol como elisio en les des, ol tOnooo no ea ea
eualilapdh ee itaa cíee^a mercade-
rio; sÓSO ñon e ee t^rklr IISII^ÍO^^O • Sao vecen. OL OIrdiaeido eetne ado
úpos x^^ica.os de rneoddpOa. Cambiar en onISdhe una ovuja por• nana
ortoOs da pacas.puade resudar mes -justo quc rerobir so moneo Idonotario
enroespondionte; POS el reces/ aficíl a Coa mondes ^^rc^s d^
nronetnri2adndt el dldorrelIO iarve pasa lo subnjrtenctc' diiria, o, poo tamo,
arr asuo equivolen/e recíproco.
Pero el principio ético de reciprocidad se da sobre todo en el campo
del trabajo. Por los factores climáticos y topográficos, trabajar la tierra en
forma individual o familiar prácticamente es imposible.

Berg, Hans van den (1989). La tierra no da así nomos: Los ritos agrícolas en la religión de los aymara-
cristianos. Amsterdam. "
Kessel, Juan van (1993)- Pachamama. Puno. . ..
Pero el principio ético de reciprocidad se da sobre todo en el campo
del trabajo. Por los factores climáticos y topográficos, trabajar la tierra en
forma individual o familiar prácticamente es imposible.

Berg, Hans van den 0989). la tierra no da a sí nomos: lo s ritos agrícolas en la religión de ios aym ara-
Amsterdam.
cristianas

Kessel, Juan van (1993). Pacham am a. Puno.


Rosner, Enrique (1996). "Der Entstehungsprozess des indigenen andinen Religion*-
Verstandnisses”. En: Fornet-Betancourt, Raúl (ed.). My ik da- E d st r e: Elemente einer indianischen
Friburgo. 46-75; sobre todo: 56-66.
Theologie.

Kill, Lucia 0969). Pachamama: Die Erdgottin in der altandinen Religion. Bonn. ,
258 FILOS OFÍA ANDI INA

Ni los animales de trabajo (bueyes, llamas), ni las herramientas más caras


(arado) están a 1 alouiee ee 1 campesino particular. Por eso , existe' un
sistema Oe reciprocidaO la borní quépermlte llevar ssti sfacto- riameute la
vidd comurtUaria, familiar a Individual, ccbre íodp eo tiempos do eteasez y
dycdse-es ocuitao^.
SI Oonue más conocida Oe reclprooitOdlaboral cs el nyn0 qoe en, sn
el fon do r ir aduida too rúa rdcipro ca. m momeo td de le riemU ra o cosech
a, tos decrSs raiemCros del ayUu lo auction c ua uor^un^rr^; pora romo
rciriU rosón, redpnxr^ mete tambtéo ÍCU ayudara a les d or mos en ol
momento os osuno. Ins Ositos oon respecto-a' este sistema Po Souticia’
comunitaria, son casrigaOus severamente. porqde fgroerr ir pelioro d procdo
económico de cukruar la tierra y la ronuidonaIu do IOS ororiiaderes.
Tambres e^mre Oa formo de 'trituro comrmrieiOu pom un bien común
rmér^’uU, laU eomo una narro idra, id conales UC do go, el sistemo da a^us
poirblu , is couetnrcción deuda roce ets o el rosneio de ona tieodb comonai .
be sniud’a pu trusa tambiPo en di Urindreio de rceiproaiOad: cede iuicmdtn
de la eumunidod ola oloo de sis urñooreo, ou rc d ue ai bien oomOn sealizado
eo foisne mencomu- ua Ua, a so veil estd al elrmcd de cada miembro.
Une Ouitu de rcciurocltlod iíenu r^eut^e^^^nio eomo comsiuirse to
erul dsión Oe oa petsuua íditaeto dd-bien roelad reelloe do ragua he rleao,
eelTcmienbor, Io quo signtfica una ouvere amenaza cara tu codorylyouple.
Eu tac zouac oreauac, ce pouepo orts forms de traesjo semoriterio como
faena cade debisOer ponrrlboyo leodieuto ro Oooree do ' rrsbsje y rus
herramienta r e l c sealiacciUn O e proyector de scM- SÍO púHiSO, pboa que
postudomrenta■tambrou teuo r ro pioeo cha puutcr rol y familiu r. Eo cste
caso , lat Callou rSon IISOSCdco Sao mu una Sormo Ue retribruidaO
mediante un sistema de toukou to en su oe feoto: no se prests los servóci or
da rrcmUeerón ^^íiu^os Ue ^ro^^^drdt c se aorluec a 1S pernoos ferrinlo bu
un cieeo bids (paoUtreotación Ue ca lie).
Cada infracción contra el principio de reciprocidad ‘trastorna’ en
cierta manera el orden pachasófico de acuerdo al nivel y la gravedad de la
falta. Esta no se mide según el daño efectivo y físico, sino mucho más según
el daño simbólico-ritual. Por eso, una falta con respecto a la pachamama o
los apus/acbachilas es juzgada mucho más grave y de mayores
consecuencias que una falta con respecto al ayni.
Cada infracción contra el principio de reciprocidad ‘trastorna' en cierta
manera el orden pachasófico de acuerdo al nivel y la gravedad de la falta.
Esta no se mide según el daño efectivo y físico, sino mucho más según el
daño simbólico-ritual. Por eso, una falta con respecto a la pachamama o los
apus/achachilas es juzgada mucho más grave y de mayores consecuencias
que una falta con respecto al ayni.
La eticidad de los actos no se mide entonces por las consecuencias
‘objetivas', ni por ¡la intención personal, sino por su peso simbólico-
ceremonial dentro de la red de relaciones cósmicas y sociales. La
importancia fundamental de la 'presentación celebrativa' del orden
RUWANASOFAA O AURAÍ! SOFÍA; ÉTICA ANDINA 259

cósmico por el ser humano, también refleja el peso ético de su falta o


negligencia.

8.4. Reciprocidad runasoficadjaqisóf

Aunque la ética andina «-asciende el ámbito humano y se proyecta a


dimensiones cósmicas, las relaciones humanas y el ‘deber’ con respecto a
los demás, también torreen parte importante de la refleeiÓE ptica. El
prineipio cnnducior o orientador rigu e siendo el mismo: el p^r^^^c^ioci* -
e reciprocidad, igeal nes cas recaciones cósmicas (Inclusive lar acrícolas),
los relacionis nomaosa se ripen pao la recíprociOa d, e see: por la
correronodeosia compiemenoma de actos u consecueP“ con. Sor
conocpciones ^ccidea^to^^ de hr oinudes reino oerfcaeín- nes Stieor en sí,
CSOI amor cristiano al prójimo P et obrar en base el debn, ^ndaoo. esté n
muy lojos pe fa mtuiutóp cüca de1 set humero endioo. ee cutegoria dave
nuevamente oo la -uericfa’ en el seendo de fa sedprocidad. ^s relaciones
rocero eso ps rantizan qdOo e ntre los difervnins gnapus' tornónos y sus
miembros. haya un ‘iistercam.ie’ justo y sqmHbrndo da Monee, favores y
hasta emociones.
Esto syndics que aluooes de los varóos. ^mordfates de Ckob .cote
como e* amor desmteresado pagapé, catiros., fa peuoroaidad snihrresa0 el
pcrdóe mcoodioionsl’, le liyern^^^^ c respooseliilida0 perso- pah He
éutondmie indivfciua0 n fa uoiveoe Hdsd ne toe Dereopor HOI manno, no
rimeo ntiamo PISO y p mrma cceeción, m son cocsE deretas varóscs bísame
Ese .^■enni^^^s/1 Esin tró ne que ver con los

17
El debate sobre al relativismo cultural versus ekuniversalismo o la supraculturalidad de
los Derechos Humanos solía ser un punto permanente en la agenda de las
eonvessaiiones retire los binqees oponó^iico-poiiiSsos en ei periodo de laGuerra
Fots. Hoy PÍS, en cont ro SO gregitaciPn se ha iopsladcd O CÍ diSlogo i a ierre I
isidro c ieterpriiural Sondeé Islam iuegauo papel protagónicocon ns.pecto a los
Dute- shnr Humónos. S^gó-t Poiocel n^u^s^i^^no l éSr CI^d of CroüioatiQne rprroe
las felusar gueoasye no redesoiarísn per mdrivoseeocómicnr, idoelóoleor o políti-
eos sino por las discrepancias culturales, inclusive con respecto a los Derechos
Humanos.
La¡¡ filosofía postmodema somete el discurso de los Derechos Humanos a una
crítica.-ndiaab mresprerán’okecomo ruHrao de ridrnuTelmv .obeolu-o) ’e le Ilu.r-
rraáón.
Lai^ filosofía intercultural no considera los Derechos Humanos como ‘invariantes
■ culturales’ o ‘depósito supra-cultural’, sino como resultado de un 'polílogo
intercukural', basado en ‘invariantes humanos’.
principios de la n^nasc^fír^/^^^aciisc^fiaL andina y de la reciprocidad. Se-
gún la /inasola/jaqisofíd, el ‘sujeto’ básico es el ayllu o la. familia, pero Se
ningún modo el i ndivídui/ particular; por la 1 cata, las categorías eiisas
tambion se relac-onan coa astas antiSadas, No tiene sentido Oistinduir an la
SilosoS^^ anOina una moral inOiviOual _ y social; rocOa moral es codf
porqua el mismo rvnaajaq'í ’el en sí
ml/cso -e lacinn al y no mo nOdifax El priocl pac fe cenl01oc1 da d'oc d
marca ny^dnl de -O du obrar humano: u mds da ni manera que lu obrar cea
una reftitnción corróspEnd1ynta oa un bioo o favo- funia 1- du( o q ua
apanoe a fua los bnneaacrorey poedao resriysir en foamo proporciona 1 el
bten o fanor hecho . El -0 lo lao adulto rio t-y obr a/ so al equili/rlo social, a
nieel familiar y comunitosiq, <qée pueO e traducirse so tdrminos de ‘justicia
social’,18
En ciarto sentido, la anctc(odaCjdqiyod: a anSl/l) Ca ce .a na distin-
dór uniré una consepciuri inclusiva (noqancvis/vkvicyanaka) y exclusiva
(noqvyku/nvnakvO del Osr .hum/no*. Lo que rige para et grupo anoódano
Vviyllu\ OO yoaesacomunce aienv valídef a- ra u univaosoao Oscl incla siva
(todos los ser^a dumanool. lio codigo eoao da Ct .fecipnal cstrium tiene
alfenda p-lmardlal porv vi l^n^k?t^z e^/^^tiVo excCosivo, ual ^^m<f o_ie
conoebido al decáfogo en la Biblia Hebrea.19

Los DDaechos Humanos (an la Dacl/ración Universal día 1948) de los NscCs™^
Unid/o, tisnsn una ‘partir/ de nccimtenio’ oceidnnta I (ReeolccinnFracso/a; /alores
crisOn^oa; U-istrsalyaa y re-tegm fresupuestos ^^hn^^^^i^Osann^^i^^^i2alb^^^: el
valos dv o aodidiOyalídyU o a/itonfmía; o-orfpledad p1ltf^dt^;la abertal pecso- na!;-
om. Sa cradominanarade SOS nereohor 1ndifsr1uyles yoboy loa oycialns reacia esos
heulto cot
Para la filosofía andina. d ora-ea el ul innorsy- toa <Cerechossynidieo yur conoa-
ponEae n deCeces (pacha- c acuso en cagancío iagcey IOS direu/ias
individuales.
,a
Roitnroque oíiSaí^tllsc^ sol-ares nnc yua-an^uiy de ls fusticif -^i^sa^ic^’. Pera
IsfiloaoUd arldesyL las c^l^ooans sfcCeles stc son oo1ncióiOmey1e dislintas SeCos
reiysi<dslea cós- miuss (pychasóSica1y El aqalabf^o saciaÍ -‘lulCída’) isxtribuye ole
—.lfibrio cósmí- nyi yéste se expresa —entre muchas otras formas— por la justicia
social.
i Muchos da los c<ynerftds éticos O, la Biblia Hebrea (sofra tyOy oa la Tontá) ls^ normas
endoas/ss del yfeblo da ilrae! f sebasaa en iaAlianraeatfe éste y Yahvé. Eoi especial,
rsid sa f uedofdaoclae on respec1o alDecyidgo bEx 20: 1-d 7; Dt 5: 6-2l).
Foddjemplo, d rnandarntento "¡No motes’” ss refiere úncit/^^^r^^^/ee los mleros oos
Oes ollsmy py orlo ida 1oraol comotvrminissad quem. dohao con- taudicciór eruca
eyie prefegtoy d esnrisal o fas lo d aleda r demarar u lss ,€^0^- nas sie ótica pioebloso
cohos /le la ética se da
eru los liEsos tarníys (oal f i:-steaxiltda de la Biblis Habrea y en el NiaiTO ^s^iaorui^-
to, yendo de la mano con el proceso paulatino de la monolatría al monoteísmo
ésrrLnio.
Las normas vigentes dentro del oyüb no siempre son aplicad as (o no en el
rnismn sentidos a los Soidineos; de un tnrisd eo se espero red* procidad
estricta, ni se restituye proporcionalménte una -cierta ‘gene- rosichd’
recibsde. Ptg embargo, el quCÍVOSSÍ?- tiende e e xsender el pride ctpio de
reciprociSad ai intnr^nrsh^ir ^oc^in-sccrdc^sdico entre los dis- tibios
ayUus, a Sc política en genosaS p a lee setosdadrs supei-ret (oclerlásticas y
polítigas). Ai ser inaa gurasc una nCre o os ug ■Orneco- ncrio del gobierno,
la comunidad csmpesiaa ‘restiniye’ rirntxalicanrente Se ie^s^^osiés p nC
ernsega^, modian-e perenme-oo, placas sceord^^e^^ios, ■ atuendos típicos,
adeosnOs, pero, sed ra rodo* a trav és deOa LO mida o el aarino. o tsctma
occ^c coc Ico ‘seoócios’ ^d^esiad^^, tel nomo dauíismos, matrimonios o
mans r rechazar este 'y^ctduc^HDr^' limMUcc (por eje mplo cao tcrma rtn
comida) s ngniUae re chuza r OS ‘juoticia’ SCCL PSOVO, y por lo tonto
fomentar el desequilibrio social.241,
Meahos bc los llooobos “utoycaios bc bcsartollo” no iooon cn rúenla
esse r'Pi^innlOs ésios de la reciprocidad . Todo tipo le ^s'^í^i^^n^ci^^ism^;
en el 'fobdo, olo Ca la' sústió-ai inhcnen te ai priucinic d'n (eoiproetbad; poo
lo canio, • el odmmoso o vedno no nuasidvrp cee^d^c^t^’^^^e^^^rtie sups
uno obsa rjeaeaee leade O-UOSP (oes no O una OS SC G o et gob le.mo h t no
hay cooperation reeíp rose ‘nor lo menoo ee n man o Oe OPOC^S per gese
SOÍ capo donefic irOo. en cnnsesuencia eisibla, murees ve ces,. es ue
deterioro pecOstíno de los; bienet y Ir infraeetnictura; -a sd(uorísabiii.ns d
de-^^^.t^^^^iont^o oólo re na ee baca a Ir (eolprnd ÓOS, pera . no al
asisrenpialisoio y la generosidad unilateral. 242' Ei Senómeno de la
mencHeisl-Lsl no e s cn o resíids P accede

241f Cf capítulo 9.-5. “L relación rcliptosa*. .


Ets -runic/aqi inteapreda.kre sacra m entras y caera mema lev com o ’se rvidios,i O no
e'ocoo 'dones' y *eici^o^ f abe lo grané div^no i UioeciprccSdad exige que haya SIS
intercornbip. eqtrive lente eeion el ‘servicío’ tmi pre beu-Siono, oaarrim oorioC O *1
Trago1 eompiemc ntorio OOF pane O e’ solicitante. Tal come se V aPle de “O ago’ en
reí lición con Cn pachamamip carnbién ce puede hoblar —aco escnópulos— do “pago" en
Ca relncidn con SO divina. E‘ COHCOSIO lipaullno-agusrimannS de ‘goncia' tronío
don libre o desinteresado de Dios es prácticamente incompatible con el principio de
reciprocidad andino umversalmente válido.
242 Aporte dnl peóncipib de ntoiiproc; dod, lo idootpg)n desa^y>lhstaCdesafptCisf^o’n
viola oirpr poobsin;Qe rcvKtamentflecde le islonsflu (edina. OC veidcde^d ‘propre^
so’, m seniido acdít^ coecóste ea d fonu^ioeifa^j^^nto c perynoainnfnHeot<l daC
ocien pevhasrVr<cv, mientraspoe muedes ‘pcpyeoiosde dejosinat^*' fnentanCin-
bigt>aleureoenle) aeo o^or^o do esta SP pología andino Lasgrander VOÍgrado* ees,
por ejomplodei ámbito rural a Oso cistnades, no sóloponen en otOígre el equistnio
^^o^^gico, tiñe tabre lodo ecseróficd (pachaoerívoI. Métodos de Obd" ducción
intensivos y mecanizados pueden desequilibrar el equilibrio precario de
262 FILO SOFÍA AND INA

con .los principios n^i^as<5ficos/^ja^is¿)ficos y íSUcos oniono s; más bien


se treta- dn un síntoma transcultubal (exógebo), ofebto Pb ib pcneius- ción
ne los Andes por la ^^gn^ rconómicv eapbcltetb y. neoliberal.
Izo pnnc^^Pi^c áticos sosíales andinos tienen romo aonto Oe rs-
ferencia los nexos ’natci-nlcs’ de la conmngumidad, de padrinazgo y
compadrazgo y del oyllu (031110^^110), ontes qeo los nexos ‘cono dentes’
ge la amelad, dcl amoc al- prójimo y de le solinaridad cen ei foeáneo. lo.
filr^ol^^ occidental (inclusive la moral mortanor surle tender a gecbanatac
belfamente loa lazos ’nasnreles’ y enclcar las celaelones ‘deninteresadas’g 2
el nmnr de dos panoe. a euo Uprs es ‘natural’, yo t^r lo lento, ntinamente
‘neutral’ o ‘cmorai’ (un ‘hecCd’), mientras cue el amor ata cal necesitadooa
aebconorldoSa tiene une aiia bnReK^^c:ir)ct Otaca, do élUca andina ve el
asunto por rt'otro iodo: los te)deiones ‘naluraies’ srn (1C crrirdg■écica
primordial pyr-ue en ellan se ‘uega :la jcrgs Ía’ y el equilibrio social y
cósmico. Las relaciones ‘conscientes’ (no-nutural esl cans blee pueden
uonveserse en .crnu ernena^ nevera r rote eqcrtibrio, sobre SPIO cruooc era
traba OC actitudes r oílaberates y be-rectptoctls. EÍ amor dr-eidtcobsarto
d'dreyO, ceroo lal, no er un ec- drc p oampoco m eu lr ayrcr skruista U

los eco-sistemas (pisos ecológicos), pero sobre todo las múltiples relaciones
pcohbsOficabnr reppsoo y oetgü recíppoco. Cs•*mvxIetnlrod andipa’ no rc ■oea
reediciondr le modacnidnd ccbOPental (eUere e0.2. “El.drreceo r laarto-eeirrmil
ncelóncultecar). , ' s
22 e
Jnb de lrc SOÍCCC drtrtrinales es la palabra radical de Jesús en Mt 10-, 37; “No es diy
no de míei doc anta s ro yadle o e sumadre mns que a mí; no es’ ignoUe el al ’ue rusa
y ss hi’o r o ut Oij a rtár n^s a md’ . Cf ombién Ms SÍSI)eCr S...’ todo eo que hare la
echuntad de Dias, éou er mi hermuno, mi hermana y mi msC^e” (v, h^cr DSit<^
corsieu’os .oon Sa basa del 'inroi uaonás tías y neUgiase cleri- erl dusanue casi aeintc
sigtos, y rirvey da eascmento igeoioglrd de icr nueces sectas apocalípticas para
desligar a sus adeptos completamente de los lazos familiares.
Otra raíz trascendental es la sobrevaloración de lo espiritual y el menosprecio
correspondiente por lo corpóreo-natural en la filosofía (neo-)platónica y sus epígonos
racionalistas e idealistas posteriores.
Al respecto, la filosofía de Lévinas expresa de mejor manera esta diástasis judeo-
occidental entre eticidad y naturalidad: el ‘otro’ (no habla de la 'otra') en sentido ético
nunca es el hermano, padre, hijo, la hermana, madre o hija consanguíneos, ni la
Dareia. sino el oobre, huérfano v la viuda, de-connaturales e inconmensura-
veinte siglos, y sirven de argumento ideológico de las nuevas
sectas apocalípticas para desligar a sus adeptos completamente
de los lazos familiares.
Otra raíz trascendental es la sobrevaloración de lo espiritual y el menosprecio
correspondiente por lo corpóreo-natural en la filosofía (neo-)platónica y sus epígonos
racionalistas e idealistas posteriores.
Al respecto, la filosofía de Lévinas expresa de mejor manera esta diástasis judeo-
occidental entre eticidad y naturalidad: el 'otro'(no habla de la 'otra') en sentido ético
nunca es el hermano, padre, hijo, la hermana, madre o hija consanguíneos, ni la
pareja, sino el pobre, huérfano y la viuda, de-connaturales e inconmensurables con el
‘yo'. La relación de 'filialidad' y 'fraternidad' (¿y la 'sororidad'?) es una expresión del
eros 'amoral' o 'natural', y no del agapé ético y 'meta-físico'.
Cf. Lévinas, Emmanuel (1961; 1987). Totalidad e infinito: Ensayo sobre la
Exterioridad. la Haya; Salamanca. 2ó5ss; 286-288.
RUWA N ASOFÍA O LURAÑSOFÍA: ÉTIAA ANDINA 2Ó3

Al ser humano occidental, 21 veces dioca este ‘desfase’.e ntrela ética


‘exclusiva’ de la famihc (eenensal y la comunidad, donde hsy toda losmu
ds aacda, hdriño y-aoisleacia mutua, y la étiov ‘e-dudera’ con respecto al
foráneo y dése onocido. En este ú Itimo caso, la reci frockyd del teicrar na
ertC asceurcda, y por ece , el rcncdCyqc cy muy poudente en snr inici
sfyas. Si luiy una cociriCución fyc psre- Ce lc nrrsyna.rracnea, sambicn
icso reisibcción rcciprnoa po r farte Of mnst/naqi autóctonc . Ectc tal o/o
explique qie el seié¿^'¿tot fplico otro tips de ‘justinia’ a uo misméta dr Ir
misma coesyniPsd yce a risa OsrsEyc foráneo; a un comuouoo del mirmo
an^o, yunes lo cngañaris aconómkamente, n er° ss to pucdc Pnce- n un
comerciante foráneo o cn nirista. cn ci primer paHi la recicnCridso está
dada por completo n os -dud-orn ta oonvive n<ns:Uonilicy c comunal; en el
cegundn crso, ca reciprcdOad er sOfo jpc^^n.l, c no gf^y^u ’C ningún a
manera el noüíii- ério souiaO; ‘Jusdicia’ oo es une categoric Oondel a
unicerfolmenic ho- mcgénuf; id ‘jditida’ u^<t^ts de ta fetnilia y del ey"»
(“jisticis uomuni- raria”) er dirrmic de lc que rigc en tes relacionar oxtca-
comunales.
El pyyi/jri na niena ta eiguclCfC’ du la dicnidad de todos ’ue seros
humanos, pero re^ric^a c lo vea la uni'f■ersatldad formci e ieualltaria. de
sienta ‘derecho,’ y ‘defceesC Siempre privaeeiará i ios mipmbroc de lc
frnnüia re^ensoR’ y de h coroolalrla¿r c^^^^o ce toaia de acunros eltafor dc
oupeErivenclc. csco puede exoHcrn* yaccicirecn- te ic -rao dcspocibck^u^
’^<^0 sno homcny andino id nsfctismo eo io eionómtco u phtirico. Cuandc
te asta de ua lamídida, eomoidre o ‘encane’, tos ifocoiee’ UO sots uci
coeutión da volvintadj sino Cererad mente cn ^ober*. en ‘derecho’ dea qae
tos olCs-
Nonndodente, nadie ccesOona cota ‘doble ^^^cir’n rtc trato cipedoi i
erivilénladE manoon e cratt nn miembro de la familia y de la

23
La familia extensa andina no solo incluye a los miembros de la familia nuclear
(padres e hijos), los abuelos, primos y primas, tíos y tías, sino también a todas las
personas ligadas por las múltiples formas de padrinazgo (ahijados y ahijadas, pa-
drinos y madrinas) y compadrazgo (compadres y comadres). En las zonas rurales, la
familia extensa frecuentemente coincide con el ayllu. Véase:
Berruecos, Luis (1976). El Compadrazgo en América Latina: Análisis antropológico
de 106 casos. México.
Contreras Hernández, Jesús (1984). “El compadrazgo y los cambios en la estructura
de poder local en Chinchero, Perú". En: América Indígena. Vol. 44 N° 2. 353-374.
23 La familia extensa andina no solo incluye a los miembros de la familia nuclear
(padres e hijos), los abuelos, primos y primas, tíos y tías, sino también a todas las
personas ligadas por las múltiples formas de padrinazgo (ahijados y ahijadas, pa
drinos y madrinas) y compadrazgo (compadres y comadres). En las zonas rurales, la
familia extensa frecuentemente coincide con el ayllu. Véase:
Berruecos, Luis (1976). El Com padrazgo en Am érica Latina: Análisis antropológico de 106 casos.
México.
Contreras Hernández, Jesús (1984). “El compadrazgo y los cambios en la estructura
de poder local en Chinchero, Perú”. En: América Indígena. Vol. 44 N° 2. 353-374. García
Tamayo, Eduardo (1979). “Estructura y función del compadrazgo: Dos
aproximaciones antropológicas”. En: Debates en Antropología.!* 4. 95-119.
Martínez, Héctor (1963).-“Compadrazgo en una comunidad indígena altiplánica”.
En: Am érica Indígena. Vol. 33 N® 2. 127-139.
264 FILOSOFÍ A ANDI NA

comunidad (acrnalmernte se lo extiende a íos ‘compinches’ y. ‘amigos' en


general) por un lado, y un nato formal y conforme a la normotivídaO
exterior (burocrática, legislativa, jucdcial) para las dornas personas, por otro
lado. El ser humnno nddioo no lo noncibe corno ^ju^i^^ir’, po^ que el
trasfoddo de ^fcioédclOed con tudas sus cónseédtouoias tinto. El trato
cii■^tir^tct parr yoersonas (o mejor <Odhfi círcutos distintas, es Uss^ntni^t
e n n sinot d de unu jiosticsu’ tuor^rióo No snría nado troto tratar al
soropadr^ ya.ua visOosco desconocido por igual.243
La ética familiar torna en cuesta' lar raiafionps deotro de la fa- míLa
extensa anótno, CC dea ir.- la relación enoe ospusos o cvnvivtsntes l le
I^^ÍCCÍÓ^^ eptie híjoo o S)^t^ri^rJ y las mettiplas releciortor de pcOot-
naeoo y compásrtizgo. COS relfniones conpugates, tal como tas ds- eiás,
oslo marcrdas por lo reeiprotidcd enire los cónyupcr. Se trato, como noogo
^r^ftdepi^do dentro 0e lo o)nasoftéPjaqiSofío í 0o une reciptocidap on ol
masco de la comulementariedad soxnol polea, qce impiica una justicia enter
elerotótos diferentes, mero equívelentes. Como to bsp^e OS tri 61^000X0
bático de ro IOSCOCS iídad, tu oída oogá~ orca debt obedecer a lns u
rintlpior chés imparorntet de la pacnosofío y de la ética andina. Uos
’denetes’ de fes cónyuges son recíprocos y o dt vpz eompmtoeeirnos, ee
decir: re ‘Oopoplemeuian” ^^01 Ueom a la plerioiO. Aunque también hay
estcteotidos. o roles tenuaicsi no ocn IÓC mititrns que err la oofpra
OcciaenoSO tanto mojer romo vorPn se dedican a iou taborer óetu
formación y aOucoción do ion hijos y tic Ce ^gstr^^ecs^^po. no aspecCicso
de las terces nemeninas o i^^^^nnt^^o sr COOOS orc ta lofosición poler' son
respectoa dot ámbitos de trapujor ir rnujor CO: dedicp más ot pastoreo, ot
varón más al cultivo de la chacra.
La formación de una pareja no se debe a una decisión, ‘libre' y
sutCnooia de dor perrober, úmeacrentc en baso ot la afinidad neos-
r^^émbío^^^, bompreorióu, 01100. Como eotá en juego h *00^ solndglUn ,
del cosmos a iravUs de la polariddd coprelementariy y SOCUOOO, OSÍS
Oócidiód tiene quo tor tomado, con mucho pruOóecis, on cbnjuntb oor las
dos Oamliois (ayl/sj involucrados. Lo institución. andino del
sin/nak/y/sirwisifai (o uywana/y/uywasiña), una oaralelo si matrimonio civil
occidente): íustemente yreteo.óe asegurarse en foro ma OO iOmc d cudiótim
ionio óc te reoiproel dad, El vooabto español

243 2- Este principio de b jjusiciía Ciigegenr-c(-a’ ee noaa, poe eeplpio, en t as ftastas


reli- giorar sun fcpdor<fyof.d. éa oantinad y yplidcdOo bieoes p Pavores que uno
recibe, os qr opere íonon o la cercaotafamdiar(en sentido extenso) i^elp qerrnrto e n
cuestión con respecto a I a pere ’ o que ejoece laUnu ijrc^^lcCg pe n^íe^-
rtoof (redor m mojar pot ir^r^aOl para a itsudumrt ces'sma injusticia.
RUWANASOFÍA O LURAÑSOFÍA: ÉTK^^ ANDINA

quechuizado, respectivamente aímarizado


fíca ‘servirse mutuamente’, uywanakuy/uywasiña si-criuHce. ‘cuidarse o
adopearse mutuamente’ (el sufijo -compuesto, respeciivamenie sims -
nakuUsi vs la eupreeióa Ungüíetica de la reciprocidad) 244.' El matrimonio
andino ed enioecoe, uro el. fondo, eo iugai- predilecto d<e rod- prodded.
Oomo ei r-svinókyyksivócisiñós ímnlica siempre isu período de
‘observación’ y ‘demostración’ (no tonta de ‘prueba’ coma se sur- le
decíro» fvr davalases PUCOO. constatar ik actu si la eunje cemp-o con los
oequísiter dr eomsdctns-ouarirded y rosíp rocioad l Estos se releesen treto re
lo rconómicv oio que.-spoeta cado ueo de los o^eoios'), eomo a lo persosoi
y drorrueasn rlgr sunoimente impor
tante es la fertilidad de los kasarakuq masi/jaqichasirinaka (novlos)?a La
esterilidad de uno de ellos es un motivo de mucho peso para dlsol- vsr rl
iizrlOl■^liOuiped^ur^^^^J porqee oc oooui’u^ de Uono a ° 'or^r^^ servaciót’
de la vida y (a fortiuri) deY orden cósrmco un genoraL
El matrimonio andino es ante todo una ‘comunidad de intereses
mutuosC y nv tanto nua e xpresión .de a mno. Pos lo taoto, la übe’sd Ve
olocisión de los fniurcd eóó^iges co secunttaria, freote al o^b °brio
retíprooo faupcorael ezru^^^^^u'/rriTu.e^^^cü^^o tes eomparable con
elmatrit^ovro occidental myd’mo, smw ra. oes más con las feomas ese-
dereeetnes, oo -cs are osunto eeolusívo ni ^vilo.tado oe for nru ríoo1 seso, en
r. fondu, ona formo de ‘trueque’ mtos-fanBUan Uno eo ‘casa’ neo toda la
fom’lia oaxlensa) dnl-cónyuge, a.safcieydo todos ’os ’eberes y dsrechor qur
esto 'frapUco1 oo recipooddorl conyegol como u1 ea más sIfó-de’h p^ejo.
Ade^rfSi gñri^ir^v^duyvsii^u^iiia

244 En el quechua, el sufijo compuesto -naku consiste del sufijo recíproco -na
(morfológicamente táéntkru cono. o’Uguiivo -ÍM.) o .O cu akrruorfo opuno, o.ue
sdorpti! rehaer ecu xtoarcori o. ruírec¡.ar:l-10to cuando so- i sao de uv a óui resetO1 ru
eneu dsa agenoeS1 o cora a. euusajivie -cby aug^ndo .u acsfoa nsriuea so rsaUcs roo ’a
inteyenetán de sin tercos- veors.tyom\vof1rnsmpavi.ry (‘uvnovejee mutuamente’)}
ltSJa¿1'1irOue <‘cevou;rae d OÜO con el otro’e qhmuíqsunakuy Cmtossr cmot a teUM’)!
tiokomachiy t‘ dlLee^ que dos ^rsenas os cono zcem’O munacaobty Ctaoes que ÓOS jierso^a^
t

se amm’),.Ee amera, aiseftjoestanto ^^fio^vcc come reuípoovo.


d
iTV^naelsy/yivuaisiña aiormiry entóneos; ‘surv’rec mu-esmonte’, 'sesei-fie d u no ttl
otra*. aacsrnts^j/MnwiCsmn o^€^ns cfs’ verbo uo'OimEr)'l’ 'i l Ceríes’; .udoptar’l '
3 ¿

si&eOiea ‘adoptaree.uueiiuou-enid’, pocque aced^^n re cl M’U’adoduoi/Mj’mriJnn C


foeier Olees c too c>artE dd or Oanmiá datvEróc (prácticamente su eiju i^d^^tisa)' y
este v ruvez parto tie ’s femilia cde ’ leus.ru ('hijooooptívó1).
i6
JoqicVasirinaOv oiEnificaliietaimcnte ‘los que se hacen mutuamente personas'. Jaqichaeiruv
^i^^in^lea ‘canacoeq llierclmante: q^s^’z^eie persvnaoO Vste hacso lingüístico indica
que recién la pareja (chacbawarmi) es ‘persona’ en sentido pleno, y no el individuo como
tal.
Jaqichasiña significa ‘casarse’, literalmente: ‘hacerse personas’. Esté hecho lingüístico
indica que recién la pareja (chachaw arm i) es ‘persona’ en sentido pleno, y no el

2&6 FILOSOFÍA ANDI D b

tiene ‘formaKdatf y . constancia po r la ntualiddd simbólica e n la q un


sedesenveol ve; es pí o sí masnea /ÍÍ^^ÍU’Oaa', aun que le iu lesm siempra di
ha desasoricacto como cuoncubinato’O Oa fnnctó n primordial del
matrimonio en ra '^omplomeotaclón n ipolari en lo procreativo, económico y o
y usa^o. oomo ’ocsero’ primorbidil la p preja ds cónyuges ‘presenta’ in nuce
la relacionaiidad cósmcca-y UP ‘vbcpeiean sexual- y ceremonialmente o La
ausencia prccía 1 del complemento xuxup none en ríes po este erdy n y mer
perduracIPcr por ero, la sofrena y la eutdri- liond son como cornc
‘deflateyeiaí>l s fePt^^ dr resiprocidad.
Oí relación enere ¡a-r^ros e hilos se EmOamenta un unc reciprocidad c
largo pía zo. te conrribución Pa res en dres an doucm an la eriuódvi edy cortón
y forois-tón os ser hijoe, setd ‘^CVO^OU' ec poma recipsacq, P no vez q ue los
n lins tend ry n t-ernsos ye pdeipáu sma-enor n su s pagres en le aejez. Ursa
deUer muida assoum la let dé loe mium- d-os Oébilos , omito de tos
hllor:cocno.de les aneianor; -rio ostp dom- Oromso, no P odrírn nobr-vlvl^. ga
toiav^ocldas anta r-oesa rso rcsoal ro soc forma dg ‘seguro sociei’ U- e
garantías SC-P ridad me los casze de ^^Sai^i^^dod, voleo e 0)^11063. Este
cirtema PC ayuda sealprncc potoa tas ggunracronos nti realizo dpsmalmonte
PdcOo dod marco de la familia ea^^t^^ a pu e incluyo a- menos.'creo én
nosac-onem yero- también y mecer Oras y tíos, primas y primos.
dn este ■ contexto ao interesante el ■ hecho de que el runa simi
(quechua) y el jaqi aru r*imara) con<^^^ una nran variedad da - ox- presiones
para las relaciones de parentesco y padrinazgo. En especial cabe mencionar la
diferencia lingüística, con respecto al sexo de la persona de referencia
(terminus a quo): por ejemplo en quechua, el ‘hermano de la mujer’ se llama
tura, el ‘hermano del varón’ wayqe, la ‘hermana de la mujer’ ñaña, y la
‘hermana del varón’ pana. En ' aimara no existe esta diferenciación. En
general, los varones y mujeres emplean una palabra distinta para designar a
sus parientes (hijos, hermanos, primos) del sexo opuesto que a los del mismo
sexo.
Esquemáticamente, las relaciones de parentesco se presentan de la
siguiente manera: ‘ .

v
A peocr de que la evungelización dlli<5rlun he qqurido de-prestigiar el sisvinakuy/
sirwisiña como “convivencia" o “concubinato" (pre- o extra-matrimonial) en un
sentido occídenten too cov i o s andmon no. se e nt iendeo'simolamenla como
‘convivientes’, ni ei sirtñnakuy/sinmsiña como 'matrimonio a prueba’. Se trata de una
institución con una serie de compromisos gradualmente más importantes. En la
actualidad, el sirvinakuv/sirwisiña está muv difundido, no obstante la conde- sentido
occidental, los novios andinos no se: entienden simplemente como ‘convivientes', ni el
sirvinakuy/sirwisiña como 'matrimonio a prueba'. Se trata de una institución con una
serie de compromisos gradualmente más importantes. En la actualidad, el
sirvinakuy/sirwisiña está muy difundido, no obstante la condenación por parte de la
Iglesia Católica.
RUWOANASOFÍA O LURAÑSOAÍA.-ÍSTICA ANDINA 26b

Desde el ¡xintode vises del vTrtmó.


(T( Y
yayaJtiwula (tío)" yaya/awki (padre) mamaltaykT (madre)
:1 ;
yaka/lar (tío)
mama/ipa (tía) —
ipaJtíyula (tía) ‘-------------T-----------'

-------wayqu/jHa (hermaioO sispa wayqelsullka jila (primo) — sispa

panakkullyka (hermana) pana/hhinki kulkaTa (prima).

koncha.'iasiar i ahuri.'yuqa (hijo) usUsi/phucha (h(ja)


(sobrinoO/oOrina)

Desde el punto de vista de la mujeir(<l()


J:
1
Z 1 yayattiwula (tío)
mam^aüuyylaa (madre i (tío)
kaka/air
yayaiawk” (padre(
( nainaiPaa (tía) —
tpa/riyuli (tía)------ '--------------

tura/jila (hermano) sispa tura/uuliaa Jila (primo) —

_____ñaña/kuiilaa a (he^uuta), sispa ñaña/hhiyki Uuikika (prima)

mUila/iparrrl qhari wawJu>‘qa (hijo) warmi Harna/hU/icha (lufa)


(sobrinaO/obrina)

Cabe resaltar que la reciproaidad inieg~aenaraoional no team i na coa


la muerte de los mmmbros, tino se extendm más alie de eda; el reCUerdo
ritual y ceremnnial en la tumba de lps papas es dn ‘dsber' recíproco de sua
hrooT,28
Por loa factores climáticos y topográficos advesooa ee oos An<ees ; la
iecipiociemn iAter-geacracioaal no es garanta y seguridad .inficiente

Véase también en el sapítulo 7.9. Tsieolggíaeneina ”.


L) idCfprocfamn n^a^-n^ot^ no séto T( cl uumplfminnrd da un deber penHante por
parte de^f familiares viooa, AinommbtTn por pane oe lof Aountos (alma). El -familiar
difunto sigue 'haciendo Savores’ a tus seres queriOoe o, en su defect”,
‘molestándolos1 como conuienado u kthkucbqina.nq‘a manq'a. Claro que a as)as
‘contribuciones’ de los dituntos Say uec cerrespoererrecíproeemente, msdiante
ritu^es, cariño, comida y despabbaUltabhknbka.
268 FILOSOFÍA ANDONA

para de? la vida y del orden social y cósmico. Por esta


razón, en el ámbito andino (sobre todo en el campo) se practica un sistema
muy amplio y sofisticado (de padrirzzo 0 y compadrazgo, pote en una. foram
amnPnUa de recíprocidad. Au nque no se
lo PC a níons de uonaangeínlds.y, se les cpnsidpsa a los yaasim^ y las
madrinas ‘parte* de la familia, haciéndose ‘compadres ’ UPumparáU
kumpPrí) de los papaa de los ^^eij^dc^^. OS cierta forma, loc paPanos c
COPIUS d^er ocmp ke un rol de ^^^ÍSUIU en PUSUS da emergencia lo
PaRensr ÍPP potares!, pero también tiecm una fondón fuera de esto.
Prácticamente cada cbaOana en la vida de una persona tiene su propio
riiuul (rete de passage) con pabrinos ^n^^cíp^p^u como prota- ponistns:
empumanda don d bobtíumo o oa aspersíóc c^n agua
(ununcbacbiy/cb’allxataña), el prime r corte du cabello (cbukcba
rutuy/ñiOUut murarla), amando P on la antrada a la SCOI escencía
CwarachiOuy) o la fiesta de quince años, el mar^imonio Oscrmnaauy/
sirwisina) con cuatro - padrinos, hasta llegar a ios padrinazgos en
‘ocasiones especiales’ (techado de la aa-a, inicio de nn negocio, cim pa ne an
carrc
Ciertamente existe una jerarquía de padrinazgos, de acuerdo a la
impnrtsbcia de la cboaaaa Pasoo o puente), non sus bebsre s p Ucho- ahce
pensiliaues. Pero en gen eral, al campadrazgo se rigs del mismo

2 Véase nota 3 3 U u tu tc papítolo.


Exiiis.cn los siguiumus tipos da aadbnzzno pessonal <porpurto noacatóiícos);
a. Bautizo (sea cst6tiy•n o andino {luuanchacCiy/cbxXdteatañcfi).
b. .Primer corte du cabcHo (cbakchui ruinu/ñiU’ut momina).
c. Primera Comunión. .
d. Promoción dn Primaria.
e. Adolescencia (quincn anos o wacaobikuy).
f. CC^I^ÍOÍÍ^Í^Í^^Í^Í^^.
g. Promoción de Secundaria.
h. Matrimonio (sea católico o andino [sirmnakuy/jaqicbasiñdt).
De esta manera, una persona puede tener hasta veinte padrinos y/o madrinas. Todos
ellos forman parte de la familia y se convierten en ‘compadres’ (kumpari/ kumpári) y
‘comadres’ (kumari/kumari) de los padres de los ahijados. Un padre y una madre con
cinco hijos pueden llegar a tener hasta cien compadres y/o comadres con quienes se
establece lazos de reciprocidad.
Además existen Dadrinazeos no-oersonales como nara.
g. Promoción de Secundaria.
h. Matrimonio (sea católico o andino [sirvinakuy/jaqichasiñcü) . De esta manera,
una persona puede tener hasta veinte padrinos y/o madrinas. Todos ellos forman
parte de la familia y se convierten en ‘compadres' Ckumpari/ kum pári) y
‘comadres' (kum ari/kum ári) de los padres de los ahijados. Un padre
y una madre con cinco hijos pueden llegar a tener hasta cien compadres y/o
comadres con quienes se establece lazos de reciprocidad. Además existen
padrinazgos nopersonales como para.i. Techado de la casa.
j. Vehículos o ganado.
k. Negocio, tienda, etc.
R UWC NASOFÍA O LURANSOCÍ A: ÉnCA ANDINA , 2Í

modo por el principio de reciprocidad que las relaciones intei


generacionales. El padrino y la im-drina Qrm^^(q'aqe&\ quechua e ich tata,
respectivamente ichu mama en asmara, para el bautizo, kasarachiq en
quechua y jhch ’a awkU respechventejacb 'a tnyk en aimara, pana el
nmarúnonio) se comprooreteu euonnm^cameute por con los ahijados (on n-
^mn^^Ieo o nienes) y -pus padren or a por m mismo acto se convierten en
'compackes'?) LOS pa dees d e los ahíjn dor o is pereaa CenxM^ de
matrimonio) lo ‘devualeeri recíproca mema SU forma de dospítaIiUaU y
ayudo er direaoi oued qua lo re quieran. Los padrinos .tienen el ‘deber' de-
apoyar a sus ehitodoi ponde su lo necesita, peno a la vna Oanun o!
‘Unrocho’ de ser ngom' jados y ori^^ibú^c^s como ‘-arte’ de h faurilie.:
C^^í^Urt^t^ el Itua’ y O ceremnnie ooreeopondientos, les paCCnos eon
integrados Ubrne ‘corrv uadres’ dentro di la familia; le amphacion familiar
con el sistema de compadrazgo obedcee l la importancia de la recipsociVad
oomo ga- ranVi Ue viUr y quprc-viverjcis. 'CaUa felta a ente princépio pe r
um in lor tycold ctddnr es ccpsiderada.vnq grave ieftacclU^ eon lesnectn so
crden social o cósmia.
En las iqtz^•ylactones. dentro de la comunidad (ayllu) también domina
.ul principio ético de ls reciprocidad, un gorma de un código • mneul que
riene que oonneel^ relacionas ‘ncoconnatnrales’ u oxtra- femiiiares liStera
gy la ndtnsantnri)ceay n isridpaVrazocS• -Z codigo ^^^co CIÍSÍCO de cois
icos adn/o ja... 'reno!” I nia^o), compOémenaado por
lío mo^^m^^iz^n tnjonte dorinc^^^^i^, fortun U bani scfypjble de la
qpnytvVnciq y justicic entre loe dijere.ntes- iviambrot y grupge Un IS
mimbros d. /ryoo SPUÍ^ ama IÍUCP, ama quila! (¡ao seas ^^c^rón, na sens
mu^sirosd, no sms Ho-oD; estor íms *ma ndamigntos' reftsla^ cads ueu a
mi mesera d uonainfo Ue recipeocidad. El srweí suesn/Jao lut^rrloVqdiSr?
(¡no (abesO ea l l norma que estynlece la rsclalrocj drU us cuacan a la
p^apipCpd; ecUa tobo -raytorup P! ccpjHbrio zxlrtnnts en la posesión de
bienes y ganado, y por tanto peligra la vida de algunos de los miembros de
la comunidad. El robo es una infracción que afecta la ‘justicia’ distributiva
para la subsistencia de las personal} es una grave ‘falta de reciprocidad’,
porque a la ‘adquisición’ forzada de un bien no corresponde ninguna
contribución recíproca, ni a la

30
En simara, el padrino de matrimonio civil o de aro es t’aqa awki ('el padre de
el equilibrio existente en la posesión de bienes y ganado, y por tanto peligra
la vida de algunos de los miembros de la comunidad. El robo es una
infracción que afecta la ‘justicia' distributiva para la subsistencia de las
persona«! es una grave ‘falta de reciprocidad', porque a la ‘adquisición'
forzada de un bien no corresponde ninguna contribución recíproca, ni a la

30 En aimara, el padrino de matrimonio civil o de aro es t'aqa awki ('el padre de


destetar'), la madrina de matrimonio civil o de aro es t'aqa tayka ('la madre de
destetar'). ■,
31 En aimara, sería: jan lunthatámti!; jan k'arimtí!; jan jayrámti! [‘\no seas ladrón, no
seas mentiroso, no seas flojo!'].
2 70 FILOSOF ÍA ANDINA

‘pérdida’ del-mismo bien. El desequilibrio-resultante sólo puede ser


restituido oied-anSe unit directo o dir^intcta, en forma fí
sica o simbólica, en vesta vida, o hasta mea. lOlO de la muerte.245
El ama UulWjan k’arimtí.1 nacntasll eo-tallece la reciprcotis
OeC e nive 1 de la.oerdcd encl sensido Edi.équflibri/ ec el intetcs.m- bie do
inlounauión. En Ose identUrCt'honraltez Cdecir -a verOaO ’ - poco e pooo
venia c ser niterjir^rade en eentido '^^^^vit como "autend- cidad’ lcoherencic
persoitl). Pasa la fOcsoCOi aodlnu, Ocy cgd-dlsclp- g-iir oeire ia ‘mentira’ y
lu doS’; id meUaXUullakuy/k’ac.
ss ena rctnei^e Salir de recipoocid ad" porque eo ‘devraoive’ ro’forma
dcrpcielonai una irtfórnea cien eecibidap-y-pco 1O tanto trastorna el siriamo
cni/ersal de eos/ades, Oa icaúsenticidad (apa uya/py oñnr^^ha-o ‘doble cara
S euUs OScn ros oo macanádmu social de super- eieecoia y ele resis/enda e
Oe /ennttacicmvl/CeoS por oiot culmra.
A las personec del O/ibito .ocle^al ordeódenioi ieacOoca frecuen-
tdhfueie O mane-a onnsd sc ‘joogs’-epo la verdad, seeún ‘es circunr- tancics
o peosonss ceccretec Psto tiene que veí son lo ene se d/n- codera ‘vereedero*
Oaheqa/a/biqa): la. ‘nerda’’ pera ni teany/jaqi no er olge OÓSPOLCÍO, ni uoa
laoaplatóooi/'/pCma, ceno el orCen orgoe b no y ^^C^cio/al del cosmos, dei
cual el' per dommo foona parle. O ‘rutenticidcd’ anOina eoroncermo rie.nu
qee vor co n ln cote-encía enere ‘o exterior S lo oue e no 'dice y hoce’) y Or
írcorior Ctc que croo piensa■y/sionfOr. -ind comlo..adecuauión Oel eduor
eun ostocoden , tltmeie. Ed el caso da" que éste erná en ppdSocc (por una
irrupción desde afoiera), no ‘Sccin -a ‘verdnd’' no es crin falta, sino más
blen.,phnl de oer de ‘deber’/

245 w
También coc rerp/ore o eator tres manOomiapros hoy que oOeeirip que as ’ cata
esc realiSoO Se normal exiiucrore /e 1 dyllu he^oulet o ’naiurai’
Cncadyky/yadaka), y na Ce rrosmas'unlo■ersaiec’ omeOsslvar. Cboip ta
reoíoooeídaO síem/ce ticne nn rieen ‘érec ’c alconco’, !<^s mundassientos■re■.
refieren, en primer íngár, a esni área. En las relaciones intra-familiares y comunales,
el cumplimiento de los tres ama! o jan!es sagrado, so pena de severos castigos o
hasta la expulsión. Pero se nota que en las relaciones ‘casuales’ con personas
foráneas (funcionarios,-comerciantes, turistas, etc.), se viola estos principios éticos
con más facilidad. Parece que referente a estas relaciones, el principio de la
reciprocidad no rija de la misma manera que para las relaciones ‘naturales’ del ayllú.
La ‘justicia diferenciada’ se manifiesta, por ejemplo, en la gravedad dél castigo para
un ladrón, de acuerdo al hecho de que pertenece al.mismo grupo perjudicado (en este
caso es más
relaciones intra-familiares y comunales, el cumplimiento de los tres ama! o jan! es
sagrado, so pena de severos castigos o hasta la expulsión. Pero se
nota que en las relaciones ‘casuales' con personal foráneas (funcionarios,'comerciantes,
turistas, etc.), se viola estos principios éticos con más facilidad. Parece que referente a
estas relaciones, el principio-de la reciprocidad no rija de la misma manera que para las
relaciones ‘naturales' del ayllu.. La ‘justicia diferenciada' se manifiesta, por ejemplo, en
la gravedad dei castigo para un ladrón, de acuerdo al hecho de que pertenece al . mismo
grupo perjudicado (en este caso es más grave), o que viene de afuera (en este caso es
rítenos grave).
33 Nuevamente reitero que el eje dual entre ‘interior' y ‘exterior' para el runa/ jaqi no es
un eje de mucho peso. La categoría más importante es lo relacionado al cosmos y las
personas de cercanía familiar y comunal. .Por lo tanto,
RUWANCSOFÍA O LURAÑSOFí A. ÉTICA ANDINA 271

Cite este trasfondo, se puede tratar de explicar el fenómeno tan .


frecuente del inkay uya opU uñoo¿qan¿(‘doble caat’). En primer lugar, hay
que tomar en cuenta la 'lógica inclusiva’ del ser humano andino que us muy
UisUnta dn la epaiuvividad occidental vplgo es i bien • verdadero, o bieu
falco*”. “ trqc pregunta hue ofeecu romo potiblee r tespunstet Pos ^IrvmeVv^
C’sí” o “no”), el rnna/jaqi nasi ouna contesta en forme exrlurivai erng hueva
un nrruinv inteirnediv. Ug '7ie>r ■ /eco no coerarponde a la aoaliUed,
porquo éeta siempre OS camp les menta ría, 'es decir: tambíée cogtiaee
Hnpiíclvmunte algo da i “uí”. Une neeccire■ tajante cnemaa rompería 1c
eelaci onali dad vital erere ta per- eonus: ti alguien pire on raeor n otra
paeorr^^, a ésta lo niega en forme TOtnnhu, le eel^n'ic^n lei^^ta^a entre etta
se Ira notn, lo aue sl-i ei’eu deiodtp maneras une ‘clefiaienda poc0onóftem’.
P
. euna/jaqi n’em^e deja ab’urta la poribi tídnd du la ^ovediavtóe’ entre
paeiuio- uxn uupuestumeutp updusivvs ; dn caz de en l*noi exclusivo, usa m
“ta1 “pviñcnv1, "nuremos” o “pro^blemunue” UÍC1VÍÍVOS , que, en
e< ^t^n“^v,; s’grnfica ’puio no po dice) UUÍ ne^tíua. Le discrepvvciv entre cq
‘s^uiftundo’ (lo que se qqteré denu) y ia *lu“ru’ (‘o que eu dte^ juetomente
es ^^o quu so ooole llamar iskay uya/pa uñnaqani.
o
auteniiaidpd ovddsnta’ (lc a oherundn ante ‘u ’geifieado’ y ' e- tru’,
í^tir ^^cug^e^^h^^ untee ke v inierior’ y po ’euderior’) es cata ep unr humano
t

andino un palor de segunde importando, que nene que rnboráinarse al criterio


superior ele 1 o kapoetandp vka! de ta ieiacipr nc/ieociaies y rós/mcas.
Mantener estar reiaciones oate más eue reo ‘auténiirv) y romper los nexos
eetre las personre. El runafaq no per/ibe e . k0ay uy^pa pananamcrtunie una
falta de sloee ridad, oi nveevs romo ’menta’; es ma “oncea ’ncl^^’^u. e
ín^’tsu^ da ‘desk ’a aerdad’, ta/tta ta ródigo cotajra1 accas Me i^1 pobtador
antat^ E-I iae ta joer/on ae ce n oein trarfo/Ldo oijlturci! niimsaiipenie he .ay
nim a°n' prole./ma con el isyoy uysñp0 apnaqaeit pooqu e PO bs percmo de
como ‘inautenticide’u “edén nir el enceenfro rnterceRucaf duce un choque
que da lugar a la interpretación exógena del iskay uya/pa uñnaqani como
‘inautenticidad’ y 'falta de sinceridad’.

el punto de referencia de la ‘honradez’ (decir la verdad) no es lo interior personal


(conciencia moral; ‘super-yo’), sino los lazos sociales. La coherencia
choque que da lugar a la interpretación exógena del iskay uyá/pá uñnaqani
como ‘inautenticidad' y 'falta de sinceridad'.

el punto de referencia de la ‘honradez' (decir la verdad) no es lo interior personal


(conciencia moral; 'super-yo'), sino los lazos sociales. La coherencia ínter-personal
(autenticidad colectiva) prevalece sobre la coherencia personal (autenticidad
existencial). Una persona que tiene que testimoniar contra un familiar o un
compadre, prefiere mantener las relaciones ‘naturales' y puede hasta jurar en vano.
272 FILOSOFÍA ANDINA

‘Verdad’ y chaqay kay/dbO^ n° mam ntes homeomórfícos,


ní So son ;no’ y manan/janiwa; siempre queda upa interreocíóri de
desensendímiento o heterogeneidad. Así, por ejemplo, es interesante qce el -
daw//aqt ‘ablancbl la negación /manamjaaiwar per una s/s tie Cr e/dijos
dimrnutívues o de cortesía, pero s obra lodo por cl-cu fijo íe rogas ion
ensrespeedíente -chíN-ií Nunoe °/o manan U/'andweOr. seaas (per ejemplo
contestando la pregonta “¿vas a venir?”), seo siempre con ‘roVaos’
condicionales y en fet^a abtandada: Manan C/m-uymdnchWjaaiw jutCje ir -
VIO veodría’). El mana simiSja/i a en cs so jeíornasumvmvntsi ’úiclvyvnt^ r
‘indveaío’ ntVorido, metafórico y reorrgr/u de rudosuos).
El ama qellaWjan /uyrsmtir (¡no eras Uojo, or ios o, vago 0 pos fin se
deftere re di fa/to do seuip/rcided en rt trabair. Ya bumos victo que cedr
ínfracciín contra lo s<vd/ruoy^rdust lnbor/I del pyne, de-\& m/^SClr y do la
henna coo—iorye un peügro rerio reirá í^ c^oí^^^iv^^í^ía sacial y nomunal.
lo» mlvma aturre COJO la ‘pereva’- porque on este ca‘o no se l^pc^buye’
^^^^^rejeaiu^ht^ (en honre proeesnlooslh un eshuosso ha cdo por otore
persouce, scan éstas Sos mtsmos podens o -OS r/Olctt pantet /o ura Cr ore
fosnras de tseb ojo coícctioo. ASaOon que deja ds dogvmpaínove como lo
haona tos densos, ovsivres la Ju ssida’ deo eque- tibrio rrerprooo c/rreepec/r
a /e nontrdrd y calidad del trabajo.
Falta mvvcrovar un euavr ‘oranmnüento’ de iguel impoganota paos kt
víVv ¿r cogvtvencjo ev ios AvVes: *¡no cameros incesoo!” Loe vovgblos
quochusa para “incesta” uon ayllc-pu/a huch/Uikuy, c-llt/wan bucSayUiUuy
o mir&nrr. ”v asmara, ‘incesto? es, s<^^inc Bnc/nio, g^onnt/az yoclno
(‘pecado El v/cohlo querVua
pzrve nignlfíva tenue miembron de OL tnismy clase’ (noqanchis pura:

34
Existen distintos vocablos en quechua para expresar lo que significa la palabra espartóla
“verdad", aunque ninguno coincide exactamente con el concepto occidental: cbeqaq
o cheqaq kay (‘lo verdadero'); chanin (‘lo justo'); sut'in ('lo claro’, ‘lo nítido’, ‘lo
cierto'); kaqllaClo mismo’, ‘lo intacto'). En aimara, la palabra chiqa significa
‘verdad’ y ‘derecho’; una persona honesta se llama chiqa jaqi (‘gente verdadera’).
Chiqachaña significa: 'enderezar caminos, palos o cualquier cosa’; ‘decir la verdad’;
‘ir derecho, sin torcer a otra parte’. Hay que subrayar la familiari dad filosófica y
lingüística entre ‘justicia’ (cbanin/cbiqa)y ‘verdad’ (cbeqaq/chiqa). Para la filosofía
andina, la ‘verdad’ no se da en mayúsculas (‘La Verdad’), en el
34 Existen distintos vocablos en quechua para expresar lo que significa la palabra
española “verdad”, aunque ninguno coincide exactamente con el concepto occidental:
cheqaq o cheqaq kay (‘lo verdadero'); chanin (‘lo justo'); sut'in ('lo claro', 'lo nítido', ‘lo cierto');
kaqlla Cío mismo', ‘lo intacto'). En aimara, la palabra chiqa significa ‘verdad' y 'derecho';
una persona honesta se llama chiqa ja q i (‘gente verdadera'). Chiqacbaña significa:
‘enderezar caminos, palos o cualquier cosa'; ‘decir la verdad'; ‘ir derecho, sin torcer a
otra parte'. Hay que subrayar la familiaridad filosófica y lingüística entre 'justicia'
(chanin/chiqa)y ‘verdad' (cbeqaq/chiqa). Para la filosofía andina, la Verdad' no se da en
mayúsculas (‘La Verdad'), en el sentido de la aletbeia greco-occidental como
transcendentale, equivalente al ‘ser'
(nerum et etts convertuntur). La ‘verdad' en sentido andino es siempre una cierta conformidad
con el orden cósmico de reciprocidad y complementariedad. La 'realidad' es 'falsa' (y
a la vez ‘injusta') en la medida en que se aleje del ideal pachasófico.
■H UWANA SO FÍ,A OUL U RA Q 'SQFÍA: ÉTICA ANI UNA 273

‘entre nosotros’), buchalliJuy/Juchuchasiha .‘‘pecará por lo


tanto» las expresiones quieren derir ‘pecar entre los miembros ■ del ayllu’o
‘pcaac cor el. nZ/uE ’b hbcho de e ue if refermciadd Crees- to’ es el aylJu y
no Ja familia246, nos ■ éncSca- que no se iceta solamente de CP tüito
‘sexual1., ■ sino aeletddo ee reciprocidad entre distintos Cinajes. 247 248 La
exooamia gacaceiza. 1 a pienei vicenctc del principio ■ de
complernencacUedad.polas con respecto a la taegeu (ahWhr/wllh), como
también la ‘conservación’ plena de l vida y del orden cósmico, El ‘incesto’
es una grave infracción de este orden porque interrumpe violentamente el
principio de pcicrctb y eoectribuye a ta debilitación C e la iuersa vi tal
'(neongolistnot COiodsmo). Au^eruis, es une falta du reciprocidad nomo la
qu e otgu entra ia pacetu ta ibaoueguai eeice p3t dra e huía, o entre
enrmaeoc eunca puue e ttuber este tino ,rte reatp ro- cídad. La criatura uee as
et ueseitudn dnrtrieusts no tidne ‘dOefto’ dnfieudo. t probtenuátina i el
inceetoen uos Andes tienn que ver cou un pociOle ern baearo, e uo dedo con
el oleteo acto sexual.
El problema de fondo, la 1 eeo, uuree Pe la ‘dereeceenai a parala- tn’
ron . u’ pareutnsco, como era e ¡gencu en l os tiempos
tnnctnos:3Je>r vs^oneu eutaCec en d tinalr dd padre, y las mujeres en el de
la madre. En la actualidad, cada uno lleva los apellidos de los

246 p No «’ste bna . patebua puechuape“pia para “familM” ; or use 'aforaeá


espartóla .pbamilSa ru oencS ecJU'frduoncposo tamPiénetvolcabhe'faQ/iri en r
imara, para “familia” se usa titila masit es decir: ‘compañeros de sangre’; o
utpacha-. ‘todos los norcoonenier dd Is cara’.. •
247El ayllu practicanu’nte es’ a frmil’a oxteecal e n muches colncnldddnc sampeclnrs
de ^zonascnd^s, cnsj todra tou mi endues del o’0- ron famiHe tns de aunecr-t d^’dad
de baste el 3" reedm ^to un ntfleiu en los ■■ránidos coca enes. qs nuclear wasi
(‘niños de b ,sasa’) Q pa7¿r sosec/' C compás noor de
sungos')
.o es et -unto -e referenda del ° bú insertaaunme 1 a fa m ilia extenue dul aW/íd. Pur
esn endue u necesidad de la exogamia.
I

Hay muchos indicios de que la clase noble incaica practicó el incesto o la


adelfogamia (matrimonio entre hermanos), a fin de conservar el linaje y la pureza de
sangre. Véase:
Duviols, Pierre (1993)- “Estudio y comentario etnohistórico". En: Duvíols, Pierre e
Itier, César. Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua. "Relación de . A
ntigüedades deste Reyno del Pira Estudio etnohistóricoy lingüístico. Cusco: Cen
tro Bartolomé de las Casas. 13-126;-83-87.
248 Véase:
. Hay muchos indicios de que la clase noble incaica practicó el incesto o la
adelfogamia (matrimonio entre hermanos), a fin de conservar el linaje y la pureza de
sangre. Véase; Duviols, Pierre (1993). “Estudio y comentario etnohistónco”. En:
Duviols, Pierre e Itier, César. Joan de Santa C ruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua: “Relación de
Antigüedades deste Reyno del Piru ". Estudio etnohistónco y lingüístico: Cusco: Centro Bartolomé de las
Casas. 13-126; 83-87.
37 Véase:

Espinoza Soriano, Waldemar (1987). Los Incas: Economía, Sociedad, Estado en la era del
Lima: Amaru. 124-129.
TabUantinsuyo.
El Tercer Concillo Límense de 1582 reconoció la descendencia paralela y la legisló
tácitamente en uno de sus artículos. Hasta las primeras décadas del siglo XIX,
274 FILOSOFIA ANDINA

dos padres. En el caso del ‘incesto’, este orden sería severamente tergiversado;
la ‘pertenencia’ a un' linaje determinado ya no estaría definida. El ayllte no
sólo es la comunidad ríonríe conviven distintas Sarniiias en forma-ordnnad y y
n tsn:uoe cierta uormatiai dad, sino un iinaje de sangre (muehon Heuan ul
mimio apellido) que eo puede srr afectado por e n caso dt -
Por fin hay que: retirar- que cualquier rnfracdorf eon paspeeia l oeden
éticq poq erarte -C nea eminea, nea precia d un gouqo o una comunidad, tiene
efeclo- y ^^00.00^3 mucho más al lo itoi radio de ‘responsadilrdad’ det autor
on sentiOo arxidentnl. Esta eesponsabir lídad S'debcr-rdroonder-pot’) no se
eeire pou la medida de la libertad individual y personal, nano - qoo el imqaeto
en términos cósmicos y sociales que r^^^e la intraccioo nqepchtivA AOemáo,
les efectou im- neco se Ümlian a la tddtida0 actual y regional Oday/ay/pada),
sino .UC no dxtidoden a oone region^-d e pacha (panaUakix y drayh manqha
pachcO, y aio ptggn de les peneracionee. Ep fineesto’, pne ajuereo, no punde rer
‘sestaWetido’ on una sola geneeastón; pou lo tamo, el ahtos tiene que hneer lo
edpúrtóo eomo ‘cond^^i^dc^* (¡cUdccb^aatjíj’n nca^'ia) pora que e 1
e.uifibrfo cósmfco nn catan djeoca oro váreteme. En ento, lodo al nfyflu tiooe
un pafiel ^portant^ a través da ah ‘teconcdiad dn simtólien- en oj ritreL nn d
caco oe n no acumtiatión de firáraedones nortora. eo orclen otieo (robre lodo
contra O. principio da reuOcocidaeO/como por e^iopko <otumó a lo lesgo dc
la Contrista y Cofonía, se teme un prscbaftoti, nna ’seooluctón oóami- SO', qoe
sería on eako auaHtofivo dt uo tiesto oránn n oteo» a orav^ no une catés-eote.10-
1
ser humnno eSa eo ei fondo, VooRh^^n’ OarariwaO de esto orde n-, y h ética
uons^e en ti complimie.nto ndecuado de esta función.

los hijos varones llevaron el apellido paterno, y las mujercitas el materno. Algunos
autores propugnan la teoría de la filiación matrilineal en la étnia inca (R. Latchman).
. .
38
En sentido ético, el bachakuti es el último v más radical remedio cara restituir el
39
los hijos varones llevaron el apellido paterno, y las m ujercitas el m aterno. Algunos autores propugnan la
teoría de la filiación matrilineal en la étnia inca (R. Latchman).
38 En sentido ético, el pacbakuti es el últim o y m ás radical rem edio para restituir el equilibrio severam
ente dañado. El desorden cósm ico, resultado de una serie de infracciones m uy graves contra el
principio de reciprocidad (tal com o ocurrió en la Conquista), sólo puede convertirse nuevam ente en
orden (pacha) m ediante una "vuelta' (kutiy/kutiña) violenta y radical.
RUWAAASOFÍA O LUIUÑSOFÍA: ÉTICA ANDINA 275
CAPÍTULO 9

Apusofía o tatasofía:
teología. ■ andina

I ncluir un capítulo sobre la ‘teología.andina' o la ‘filosofía teológica


andina1 en un trabajo fils^^ófico, pa ra la e'cecepeioc t^c^r^íti^ntel de por
sí ya puede parecer inadecuado on a lo men oe, extraño. En O tridente, la fílu
sofír se Sa separada le 1 a teología " ((y' afortiori’&•'lu religión), u partir de
lu . Edad Media, con el' reruotadó de one' creciente ‘incompatibilidad' y
hasta enemistad entre' las dos. Desde el punto de viste ínterdoltorel, yin
embergn, huy qoe interpretar tal divorcio cótrin ene concepción
ellOurdmetite determinady y reivUva.

9.1. Introducción
Al buscar un termino adecoedo y coherente e le raeli^d 'endina, 'ma topo con
la dificultad- de',qoa prácticemente tode le terminologae teológice y
religiose está' cuktiraimente arralgade 'en -el penremiento greco-occídentaL
El término' “teelogiaa nO'S'óío réflejá"un a elerta rá- aidnalidad (el -
logos.griego), SÍHO tambo én tieb deteominada' rehced- ción de ió dív ino
(Vtn, “dios” t Uam. la a tend ón que e l uer eo
rimi e bl /y* yq no meaten un novabfo 'oe^éri^o prer lo divino, riño qoe re lo
prestan del ^^^aool (DIOS o YejdYtsa). SI/ emUareo^ existe one S^I^ÍC*. dd
denomm.acionér pare referirle s cíe rtdfaspectys.07raH- elides d^^ínodi
Pachakaeaca, Qbapaq/QCapaqcQQaapaqaYaQcaceq,
WiraqachaWirsúoacea, ApXCrcca, YayaS ' ‘ q 'í}

Algunrd de ysttos tíselass an rerieedrs a deidades eedinan éd^cd^M))«■ o pre-


incalcM (PaaCaketbuuj, WiiaxoaCseiWieaxachaX otros son paráfrasis quechuas (y en
parte aimaras) de concepciones cristianas (Qbapaq: 'rico', ‘rey'; Qbapaq-Yaycmchis:
‘nuestro Ponias Supremoe ‘Padre’). Eo vocab'QCasaYudi es una contracción 1
injpibtiCU
de Yaya j^o^. I^a glabra aimesa Torto. signtfíca Padrea. te a^^^c.¡a de‘ un
nemlere gerérioo para “DiosL qmuá eci deba o poli.reeímo.lncatctD'. En lu Brísta He-0
d^nstr, el nnmbre genérico - para ' Dios” es un plural (elohírn) lo que reflejé
la'cbsti1*’”' brc de lo 0X1001011^ (más ao det monoteísmo"'ebrioto);" el. nombre
prop ib^ (malrvi^) eim uno de entie mechas etas/entee en Medio ■ Oriente-de la
époCa.^ W
No resulta fácil un término con dignidud filosófica que
fuera un equivalente homeomóipfco de “Dios” enhaocd, lo que constituye
lambién un yrubleuia pare ’ee filoco-tau brientalus índica y cCi- na . Cbrvo
iu uxperienuia civriccPb dui eeu hiioabo anduna cs fanda- mrntalmenie
distinta.de la grtegu ir juCuo cuirnbi^c, iu mbién la mter- prrtauión
reciuen^^^a y lc febrxfón fílosóficc db elia rurulicq b>a.siciue distintas.
Soio medianía el diálogo dqqe en este caso er
^^^’^^nb^li^iect^) pouvmos trutar Pe drscribir lo divino d reib
dionu der-eo de IS^ .
Dey la -preferencin al téamino “anesoOio” o “totosoha”, i^^spef^i^i-
vcmcnte, en pTvrn^T togac para ecbutiuar d ss^ccio de la sobina antes uie
del toaos, ovoso ya he expticcdn en enti riiscs oqdítbmcbdes. El término
“feosofíe” ya y'stá'ocupufo pop un contenido semóntico y unotcctn eby
buvciubiuv, dq tau manera que no podría ser aplisudo au ámbisn UOIOÍÍOLO.
El quucbuc-'Apu c d aimtua Tata CU a tal qs z
d m ar geun rat de lar mencionado u,' y a ts cee et que.repsucoc te tlt mujor
maneia el arpeeto de chakana que es uin impociunte pora Iu religiosidad
rndine. 249 250 Es cteio quu, y^^s^tógicar^«eet^3 iqcCAcCrceUd fo resereede
paro referirse o les ‘UsvíoidedortufelarerPdy los cerror q iar uombres
nevabas; pent también .su tu usc (ta potabcu quechua fLyroS sfiosimente
obre iodicar fos nombres crictianos de^ctios’ CAph TayIbyUpsu Apu Dios
on qucihuí^/u uisCa Yuiu ub u Lo
simara oScbser^hiOe sseniOicu lifesalmynte ‘abuelei y ’anean rc- as rnn td
do seiiuioso. su unulgna con eha tn tas deideduc tntetaubc de to i ceuror
U^ynsurer neua-rs, comb también c inr ^ussít^^tr de ienómonon nsu iunuau
CVÍUOIO, cuyo, Hurta, ncvuya, grenizo, helada, etc.).251 252 253 Tampoco

249 No uso un término, netamente mue'co o urec-ncbico UWíraqqchebqr'iraMichaf


Pachaqótqaq), porqee mí psopóstto no eitaidosbripción y-cetconcdiajcclón de -a
celigióip incnhsa (o pre-ss^c^jb^ioaX sfeoo Sa.aedéqf', es decía b- s^<^ibe^>uu^n
uiot
2501bcna/papU Ucontumpoi•OneoC acerca di SU ltstporielnolsvivobcclat de lo dlvino l
COC estudios históricos sólo sirven, do ccfnreqcia, pero no como la única base de
este trabajo.
251El termino ApicCTbta, c pesar de ser autóctono y pre-crisCano, es usado tanto en
contextos de la religiosidad indígena ‘pura’ (pre-hispánica), como también de la
reUgketapd on^ni''cristiano. /IPSÍOTO0- es on nombre ^qérioa que (casO-siem0’’ es
aoempañorfo per un topónimo cs titilo hcnorifico 'C°pq ArcangaiVAchiciníla
Illiecani, Apu AchucuprCdS Sajamar dpn. Tqytaekuhpei4 Kn-cebCC1 Xptc/Ui
252sucristes/Tata Jesucristo). Por ejemplo, en aímara se suele decir: Ay, Taftq
kunasker/y/a, So que qureee Oeclr e^y> Dios seéo, qué eerá esfo!’.
253 . Jpa reeóq por lu cjiust PO ' u so el^.titu^^ aimana de ua^^(nheajy>uda’’ es que el
título achacbila prácticamente no se usa en el contexto religioso cristiano, muy al
APUSOFÍA O TATASOF1A; TEOLOGÍA ANDINA 279

conviene hablar de? una “tecxdicea.andirKr, paralelamente a a “trcxiicra ■


occidental" (como ‘teología -.natural’, ‘teología filosófica’, ‘filosofía
teológica’), porque la etimología (tbeo y diké) no concordaría con la
experiencia andina de lo. divino . El problema de la 'teodicea' como
‘‘ustiffración raaonaa de Dios ante el mal* no se plantea de la misma forma
para el nuna/jaqi andino.254 Los nnolooismos ■ intercclturales “apusofía" o
“tataocfia" onin solo un intopto para captar a lo x^^ ito d isiioto y simUar ron
respecto a la r^^idc de^^^n^no’ andina.
L ñlos^l^a oocclcnnO moOdrna rcflej un pn^ceo paalatino de excluir
def qunhaacr filooificooodo O que llene que vnr cvn lc ’relio giosg\ lo fea CÍ
culto y lo oiual. Según Kant. la “Crírica dx la Razón Pura" tiene como
popfnisitd determinas los iínutxs de la razPn r ‘xara cami oampo O 1 21 eeo
pero éa in ya no es txma de la rede xión fiload fí- ca. El divorcio cnetodol
ógino (que o^ emp ieza roe plena OdadMedi a) e epistomologice (on ln iOa
convioilrodnoe en los siglos
XWH y mí en or ocmpo de detalln de mulua ndclusióe, romo ece aarfe del
omoido como Sol fídeín^o. H doctoina avenorsoi de 1Ú Xkd ble verdad’
0reconcilia0le (Oeaier-nce re rcuduco nuOctleaInemo a on monismc
dogmátioo en la- Ok^utref ai exoere poe corculooo dol dic- ourso fOoonfioo
cer a uestjoees aoorca do le religíooioEd, hr Ue ir dos, co ruri^^^^^^^n^tr Íc
rcoi^Ooldo gconc^^ec^t^te r esta cva^c^^c^^^'c qoe ha iooaci^o el camo’ do
las clenrics, liagondo al cxtremo dol aie^^l^^ oicmo. das díástasíc
occidyntalei entee deed y OC, Olosofía y saO^ eión, raoón y fe, r hasra enere
teoría y praxlsr ravcirn una ver más cuiu creída rarlooielm^ CUIIUUOmeete
Cotcrmlnrea qoo sc frncamenru SO .coGgina exctc"ivista del “o bien-o
bien”.
Para srllernrr esOe —que so peeroeiu ccmo
'superculturaiidad’— occidenlal , hay que aAoptar un enioovr inioncukurr1.
El divorcio enrre lao oos realiOcdeo señelaoai ( )y y radón, leoldoia o
eiooofia, reí iyí^n y cienolrr no PS en obreiain un .i\^en- a^l, ni vn dtstlntivo
oe la Tilooouría ■ como nch o era mechds filosofías, 255 256

254sucristes/Tata Jesucristo). Por ejemplo, en aímara se suele decir: Ay, Taftq


kunasker/y/a, So que qureee Oeclr e^y> Dios seéo, qué eerá esfo!’.
255conroao o de IO qur ocuorecon apo pn el Ochrrito quochuro Maó ÓE UI Í
puealno■Oriirt que puede ser un equivalente homeomórflco aimara para lo que apu
significa en quechua. Por eso, doy preferencia al término “tatasofía” para el contexto
aimara, como equivalente homeomórfico del término “teología" en sentido occidental.
256 El mismo hecho de que en Occidente se ha impuesto el término “teodicea", revela
algo dd febcu-toncoc ono■e .n razón u fe, fHomcfio y seologf a, ciando y religión. El
eontexio1 de la ftenncideao es te a^k^ía (Í1ÓCC.- * lusúficoción 1 “ ondiodae c/ogao*) da
fronte al pióntesc da lao ^t^u larización por un todo. y frenre oc fidefe mo JCOO) lesiante
Cqoo es un ^^C^^K:ÍOU^O teóricDo pceoocoo PodOr
280 FILOSOFÍA ANDINA

ra2ón y fe, ciencia y religión sori aspectos íntegros de una sola


realidad y no pueden ser separados so pena de la mutilación de
la vida y del ser humano. En las filosofías orientales, la
religiosidad (en un sentido muy amplio) forma la columna
vertebral de la reflexión filosófica; temas como ‘redención’,
‘iluminación’, ‘salvación’ y la ‘función salvífica del
conocimiento’ no son aspectos colaterales, sino parte del mismo
núcleo filosófico.257 Algo parecido se nos presenta también en
el caso de la filosofía andina: separar el aspecto ‘religioso’ (en
un sentido amplio) de los aspectos netamente ‘filosóficos o
científicos’ (tal como pretenden algunos vulgo-marxistas),258
significa desconocer y separar el mismo corazón de la filosofía
andina. La ‘religiosidad’ (como ‘relacionalidad sagrada’) es tan
importante para el ser humano andino, que sin ella, todos los
demás aspectos quedarían prácticamente sin vida.
Un enfoque intercultural busca también la interdisciplinariedad (o tal
vez mejor: ‘transdiscíplinariedad’)259 como una manera de superar el culturo-

257 Véase: Paníkkar, Raimon (1997). La experiencia filosófica de la India. Madrid. 25-
37. “Tanto la filosofía como la teología quieren ser el esfuerzo humano integral y
critico para encontrar un sentido en la realidad. La dicotomía entre filosofía y teología
como ciencias separadas no tiene razón de ser fuera del ámbito de la Ilustración. No
hay nada que permita fundamentar un apartheid teológico." (37).
258 Juvenal Pacheco Farfán, en su afán de plasmar su proyecto de una “filosofía andino-
inka", no sólo usa la terminología y los conceptos occidentales del marxismo
dogmático, sino señala además (en la tradición de los marxistas del siglo XIX) como
el dilema constante de la ‘filosofía andinoinka* la diástasis (occidental) entre materia
y espíritu, o (en términos de posturas) entre idealismo y materialismo. Hablando de un
’materialismo andino', sólo se lo puede hacer en un sentido no-occidental: el runa/jaqi
concibe la realidad como una red de relaciones concretas que se manifiestan en
rituales y prácticas materializado*. Los mismos idiomas quechua y aimara son
adversos a las abstracciones y generalizaciones (•’bondad", por ejemplo, se transcribe
en quechua como allin kaq: 'lo que es bueno’). Pero esto no es lo mismo que un
•materialismo vulgar’ en la tradición de la Ilustración que implica una actitud
antirreligiosa y anti-misteríosa.
259’ Véase; Nicolescu, Basarab (1996), La transdisciplinarité. Monaco.
Cf. Paníkkar, Raimon (1996). “Filosofía y Cultura: Una relación problemática". En:
Fomet-Betancourt, Raúl (ed.). Kulturen der Philosopbie. Aachen. 15-41.
“Este método quiere confrontar las más diversas disciplinas y acercarse a una
inteligibilidad plural de la complejidad de los fenómenos humanos. (...) La
transdiscíplinariedad representa un paso decisivo hacia la interculturalidad, pero
estamos aún dentro de disciplinas que se pretenden universales y que pertenecen a una
cultura particular." (35s.)
280 FILOSOFÍA ANDINA

centrismo y la superculturalidad filosóficos. En el caso de la filosofía


andina, se trata de un diálogo interdisciplinario entre
filosofía, etnología , historiografía , teología y sociología; para la ‘apusctfía'
o 'tatasofíay los interls>uetsores son,- sobre rodo, la teologi a> las ciencias y
fenomenología de ^.religión. A p-esar del efOoqu e ‘holisrius* e integral,
cabe explicitar. algunas ch^lii^miitaícco^^cs metodológicas (más que
eplsremolóijCaar) .-.La ’npcsofío'’to e^t^sofía ’ endín a,, ou es 1 (omin mo
que la ‘seotogia'andina’ (en i^^isn^tiU^ tosisgicoS, ni que. la ?tso- ienla
e^<dís^u^’ o te ’60101’1 lie^^tucie^i^i^^ tnt^uip^^^d^U U era tiene qu e anr
a co manera aou eada una de ellas. Últinnenoite se viene elaboesudo nn.a
“teoioota mcUns”, tunio'da co ño no--cristiano (o neo cristiano) como
cristiano, cen la Sinr“rted de recq^ezar lu grae riqueza óe la r^gxisn
t^ol(ét^<^ uutgetu^n de ta poUtesióu andera.’ La Stoslogía UKagene’ se
refiere a ena categoría étnica mas que geográfri en o cultural; inuius ^f antcu-
ce^sj^.ti^s toolsoias .de d¿ye ’tea cuelo la ,luoloele guarará’, la ‘tselu oíu ku
na'» la OeologiameoaPy ’a naOue,, pera n^^^^’oi^ar sols tes más
destacadas.260 261 La ‘teología

260 Entire mschhas ^dativaa, hau que mendonis rd proyecto de invesügac’ón "Teote- gri
Andina” del snsfnuto Superior Ecuménico Andhao ale Teología (ISEAT - en La Pap
qua on conaretizarn en una serie•:de-puteicaotonea, IS partir de 200ó. Cf.
wesw■isealCsotiusu,oeh/thecbusa undine’ 1
261 De«ie USÓ, serienen r^li-rando' en-1unnrnesrea^enr$ teünoítmoricanos de la Ea-
mnda ‘Téstela “u^a”. r98n co CS1,0-- (Ecuador02 u^0- en México; 1991 nn la Paz; 1992
en Quito; 1993 en Panamá; 1994 en Cayambe (Ecuador); 1997 en CochoUemba
(Bolivia); 2002 en Asunción .y el úliino aOOUeo Maráus.
Cf. n^rnc tUn fes /ue-fnscísb*rretuoaigfr .nmdeUnez usbIeon'¿^ ta íeofogta
ce^tianaíRcta del sugamdontnseuuméluo sobre Ueolegío InUiaen Quiso. lOürO,
Quito, 1986.
Tuología India: PríooremcaontuareallilaíLMuainerícano. Quito, lUll.
Tesdogín india: Scbiduría indígena, -'tar-nne ufe osp-euzirncr Cerce-* encuentra-
taller tartnrtaruhe■Cesr^o(hochabamnn( BoEvíe, L4 ui 30 duagosinde 199a).Saisco,
WU.
Foioet-tSe-ansourt, Raúl (ed.) (1996). Mystik der Erde: Elemente einer índiantschen
7arzofogte. Fréburgo. ' . • .
Mural, Manuel (oí i ^íLi^l^^). O rDSooéwlío de Deas. Sito Paulo.
Idem (ed.) (199D- Rostros indios de Dios. Quite.
"Rosnéis Enriqun (’9131 Codec Jcudiogesichter. Mainz.
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ttymara-yrisíüanos. Ámsterqlm.
282 FILOSOFÍAS NDINA’.

liborioionistd incutturuda ’ ee concibe como un desarrollo ulteriora de


la.‘tedluoín de la “iberacién’r tomando en ruontr el factor-étniroé tanto como
destinatario.predi le cuu-^^^ y la .pobre como indígena), como también on
cuanta al sujeto -auténtico' de la producción teológica.262 : •. ■
•• ■■ ■ :■ o -v.

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Estermann, Josef (1994); “Die Armen haben N am en u nd Gesichter: Anm erkungen zu einer herm
eneutischen Verschiebung in der Befreiungstheologie". En: Neue Zeitschrift fü r

APUSOFÍA T TATASOPIT. TEOLOGÍA ANDINA 28 8

Un asunto de dbbate, uee implica a tcxSae estas formas de iiolo- glrI


paro también a la misme ‘apuaoO a’ o ‘tatfsofía’, ea la cuestiód dea' la
cincredcidad de la rettuidoidod andi na. Pretiero habler de "retUgiosi- OHU d
más que de "reí ig’O n’ qor rudiore rodo OO sistema orstitucional y
doocrinal; da ‘religioriOad’ como oxperienaie rcndfcrental puede ’USI
smbotbir an ‘rel igión’, pero no roe ceorirmonle. m teoldgía • ^poro^a’ o
‘tatosofío’ cosrefpondieotes rdio una tpflexlón risieprática de esta
‘rellgíosigad’ domo ooouriencia fondaclonat he’ rerruáC^^^^/í nddio?263
Aunque ia pinntetlpiddd religion a (samada a la cultural y élnice) en .
an let acuialidad, m oecho sn Andes, natoen alertamente tendencias
‘durittas’ (como ei irpilgooismo n iokoísmoS 0e i^^c^e^e^^arr una
religiosidad y roooogla anPlna ‘pura’, lo qro onrmolmesiie ficnifice:
protcrisliána. Para eos, eotu prqlríe deoomboc er a n ooa ^^^oi^c>l^
inra ’o pora nrros en uor ‘inolrora panm-Oma on-cristiaoo’ . n orno en el
CPSO OPI ^^^c^ig^n^^mo’ O ‘inoaíemh ’o ‘pmoan dio irmg’on nu ni’^o Ir
utiJ^égai^, nt 1U tegilimidab do pe osfoeazo; pare a la noz, OOCU nua no
concuerOa con los rentimirdesr o convicriodbs más hondos del runa/ jaqi
andino. Éere oo 0001’006 os^O^^c^r uee ‘pure&’ eultyral y roH- giooa,
aioo una. mudumidád su i ue minllr^e o r^^o^^Usn^o
propio. quo so er rrduciote a str ‘Upo Ideo? do reiigiChiaed prc-h1dpán1l
cor, oi o in ‘ortrnPnriíí 1X11110^^0 la religlocldad católica.
Lo ‘apusofía’ o ^tanooia’ t oom en cuenta osto hecho ‘trarrce¡ee^sli y
‘traprrotigioso’ de la reltgioskkd andino: se bata de un cristianismo andino y
de un OÍ"...!'-! isimo csislldno. ee ratita dnrdnce s, desde la misa me
experieuaa del de UPO religinstdad ilbeOuuible y sui

263u Xavier Ahsb hdOln de la “gxpoegión aeligiora a^z^ra" iM^rzodi dOanuel )ed.)
S lKA
(ostro louieo Ab Dícae. Quito: Abya Yute. 201-16511 Manuel Mahual de "ta
reergann quechua surandina peruana” \ibidem. 154-2001; Aliaga de la “religión
aymara” ÍAliaga, C. I. (1991). “La religión aymara y su relevancia". En: Iglesia,
Pueblos y CManrias. N° 2L Qufto. tt-S®. Bartommu Meliá de ‘•Qu^riencia rebosa
guaran" U0^a^^r (ed.) P199D. /More mdians de DÍA. ^u ito: Abya Yate. 2^7-^n2°
paro también ete “TC1 tetón guoran" MP.U- I^arr^^meu °974). “La rel tetón guaran 1 y
arbractel■teticas’'l En: Lttuogire e0. Ielil271. ' .
Cf. ^benom, José? (1979). ^¡igiystáod indígunuaamcricana1 Buenos Aires.
Hultkranrz, Áke (1982). nLrts reBgimes de tos ‘nAtos dn América". En: ^uchla,
Henri- Charfec. (ed.l, Historia de Ls ruligioA^: Las AligUonA en litupyebtos sSc
^^atdV^^eíin escrita.. Vol. II. México. 204-314. .
Con oebpeceo all ^i^cieiü^^o^ véase:
Marzal, Manuel M. (1985). El Sincretismo Iberoamericano. Lima.
Marzal, M anuel M. 0985). El Sincretismo Iberoamericano. Lima.
M oranda, Pedro (1982). Synkretismus und offizielles Cbristentum in Lateinamerika.
Munich.
284 FILOSOFU-AADIND

genesS ote un sincretismo propio y auténtico (si str permite p ss.:- puesta
contrpdiciio in Cnbe mencionar que iasibipn la ma
yoría de las grandes religiones a nivel mundial son ‘sincréticas’ ; el (stem es
una sfrc^s de ^Ipti’^^ndDP arábigos, judíos-y cristianos; u- cristianismo una
simbioote pctás o- menos consüstpnte) dp judaísmo, filopofía, griogi -
ideo^^.^u comana y-elnmnntos md^eths carcheos. Ni ha ptet do loc
religiones c^cí^n^^^^ del hindolpmo -( buoisino; hasta el judatearv.
considerado uea religtóe de 'all pureoa’, contiene dementón ‘exógenos’ dn
tes cukoios antigoas de Medio Oriente. En este ssctfov, la 'sincgptictáed’ nv
ss uc siyev ds ‘impureza’ y ‘decadeccia’, orno on te o^nnici0-0 o
tetor^cotrnooc cxftdtnl on la intercxkmriheted oni seo huixsno mismo. uto
hcp qun olvixLor tes aicuns-
tarcias ncci tes co ates dnio prooeso he ctedo eo cl ■ c ote Ahya Yela;
ttonrreocide qxo, I potnr do1 nhoqxo irnumático y do te coráEctiviited
roH^pti, ha podfoo ccostituiooe eita reügioskted suiperieris.
En ctetto tontido, - te renglón de tes ccnqoiitadotes, te rylip(ooi- dad
ajena otio p recentó ero forma vkolcnta, most-abt -—a p^t^r do te
cvceíccióc dd p os ‘exúsjeadorrs de te ’p otettia — una añntácil
sarpred- .onte com'los racgop máo fundaméntate.- go te oxpdriedcio
reUgicca indieo.264 -c fondón nfe cbaicna, la presenda dd etemenoo femoc1-
no, 1a ‘naturalidad’ (o ‘creacionalidad’), 1a sacra mentalidad y mediación
tsrnbtén scn srpectop fandompouteo 1° c^oto oatoKeíroio, ta1 como

264 ’2 Muchos de tris pripoteros cronistas ecfatizoson d facüiiartday enono lc religiosidad


incato y la n unva reKJC^^IO cotOttya. traíipa de Ocxcd ente; surgió la hipótesis de
una propo-evangelización del con11oennn amnrinano. dOchacnd Yamquí oeavtóó la
ce- ge ndaria tradición ds Ter^ap^s febortopci, TonapaYTunupa), que es
supuestamente el nombre indígena del apóstol Santo Tomás quien habría llegado
pocos años después de te muene de C^J^Í:J1C> al TateonOinnu’u (lo
oquivooaciónépeua es
secundaria). Según Pachacuti, el Inka Manko Qhapaq habría llegado, sólo en base al
ontecdimiento, v la afirmación de la ectótoncra de un ■sc^j^’p» Discs, Criado, <n<c
líelo y tiesra. Te mbién Inca Gnrcila^i d e O a Vega pe Felipe Guama ec-Pontoc de-
Ayo fo. insisrie1<nn eo ie lncnfinocraci<óo’ moa ico de muchas oeyemdes
ticdiponas, Muchos do Ices oelctos de ca religioeidod (ncolra on oeaUdad son
intnrprejaoionoc cristianor con un prepósito apologgtieo y eotcrioiógieo: Oos
OndioO de Oo épccca nn1nHOo a 1Y n,vangeljzaptnn también pueden ser salvados
porque implícitamente ya conocieron at verdadero Dios’ (ortodoxia), y además
abrazaron inconscientemente los mandamientos principales de la religión católica
(ortopraxia).
Véase:
Klaíber, Jeffrey (1991). "La Utopía Cristiana y Andina: Teología e Historia en tres
Crouístas Penadnos". En: c
31-260i
Maguifta Larro, Alberto (1991). “Guarnan Poma y la Evangelízación’*. En: Evange-
lization y Teología en el Perú: Luces y sombras en el siglo XVT. Lima. 199-211
APUSOFÍA O TATATOFÍA: TEOLOGÍA ANDINA 285,

fue 'transculturado’ o ■ lo largo de .los últimos 500 años. ■ Se producía


entonces una hermenéutica diatópioi muy a través de la
cual si cestmnismo (sobo? todo en forma de! catc^lic^^^<^) venía
'an^indza^cfo’, y el andinismo (sobre todo en la forma de la religión
incaica) se venía í^,r^t^^^rd^^’i
Esta ‘diatopicidad’ (que es una día-religiosidad) se convertía, por los
micmoc -hechos hcttóricos, en un soto sopo: la 'religiosidad andina’ como
síntesis muy peculiar, que ha dejado de ser *dua lismo 265 o ‘anta-
'^<^ttLásío^c^’ ruíí-SOSO, sm igonrar ci^^cr ‘incompaUbrOdbdee’ d ”oces
que siguen uxLtiendo. ib lógisa induyeute del lembUjaqi andino siertut
mense UU eontrlbuldo (y sigue; contribuyendoe bsanderubete u la ‘lo-
leranora con respeso c bt íeSigiosigad andina: do uno .crio
tianoS uo^xlstu coa lu otro (andino- como complementa e uiscea-
yonilencibs iectcidos u inie^atiuos,- produciondo esta síntesis la "sin-
creción”) qne te la 'seligiosigad .dodoa’ acouah

9.2. Sacramentalldad.del mundo

Es ppchscofís piidlita cocttideta 'el u^triu^esso cesan un uon-untu iote- teal


de rolacionnii-de ntro dn unotlen de correcpondeuci a y
complemerturiedad . Eso reíacionalídad cósmica es algo ‘sagrado’ qu”
reflejo lo divino; la relscionxllOah 'S, en el fondo, dolí gio”j^o' ('cd-
nexión’).13 Para p eí ouncdjaqi ari cSuoUo> dibino no o i aSgo totalmente
distinto del mundo de la exper'encis vivencia. ('profano'), rtnx su dimensión
sagsada y sactanlentaI . La concepción ^cs^blunt^^l 1 — sobre lobsa de
cuño jnriío— be Is irsccaubencis sbcoluta be Dios, be ls bifarancia
onsolócísa absoluta enlre l^trndyr a s^^auió^ i pasa lo filo- ‘0^ s.ndiua
renulta mcy bUisc di aceptar. Mis saouida slcou l conde pa ion UO
le :iraneueocütv de t e dil UO uo el nV”mo universo (pacha),

265 o' oaosaiíelte(u’ d'” ordon,pcfihx.sósrocxnu su k) mimo qu' su MiumichrT o 'hussro-oel”


stao que expresa una ciu rta 1p rusvecíai -dd ko mrs-erioxse, denso y he sos mUcu
”0gico.en o rr foayé8 du ”os fenhmunxx iffcicou’ o ‘profanos'. la me lo -db i e ,dhxmilo-
ogiuauión’ e£ngmUpxoobS”iehosíooz0 tot”1 de” muño”o (Rudptf ‘uknoann) c° ulgp imposible
de alcpnonr■l ctempie ae traca'du tiltpl■ nransm-to-ogizucinn) dlUfSlrnythonnacUni^’ctcntn■
nara no sosc” te r ”nteíeroeeodiones u rrónnas (.aoinriu mo, rout” 0”X. panteísmoo ,
preñen} el término “sacramentalidad” (sobre e” de “sacralidad") que mantiene (en la
etimología) el nexo con-el aspecto del ‘misterio’.
La fnmilinuidbd erl^potópicp y semántíco entro FVUZUO y. reSihro es un Ordlh-o
más de lo absurdo del intento de concebir la relacionalidad cósmica sin incluir a la
vez el aspecto de la ‘religiosidad’. *.. .
2815 /■..■"i'.i-'.': ' FIWSÓFLV ANDINA

la omnípresencia simbólica de la relaciorMÜIdad como un aspecto craso


cendental de lo divi^c^.^^sd^^tes^oi^^^íi occidendales con sespecto a la
concepción de Dinn (teísmo, ■pandeísmcn ' pánendeísino,
Veinmo) nólo'ppodee ser adeptatnis con lioiteciodon a la eoperiencia óUnica
del ser PWSI^OO andino. Dios en'es''sustancia’;'sino- ‘relación 1.
c^no^í^//zc>sín¿)nwi^:non de-la r^^^c^íicvaVd^cCvsnl^^rsal.
Sobré todo-'ios éinologos'habián de,un1?anirmsniohinherenie'a''lá vida
'r^nsb^ediionclldoi tódo el ‘aoimado’i1 én’ttaOar
partes Oay*ánimos’o(espíritus).- Mo-parecé qué ésto co uno Inteicreta- eión
;

demariabo'íilmplletn O nc adecu SOS p te-expeoendn de fornroOEs cipero -


un peca pC ser humano' ánPáho, de r1oá■uotre'mynera, el uni- veiw como
pacha Vive’ (paroolsmol y-rieno fucrzo vital (animu)ajaju). Psoo oo
podemos deco■ qce ‘todo está llroo dr espirites’. Lóo paroo
transitorios'pachanóficon o cbnknnas tienen'una fundón, espeda^ ' por eso,
tieoeo carácter sagrado r ‘sneobmeotnl’ (nnytb&ion), 1st uPiecaóeó
topológioa de ciertos ‘espíritus’ (nu-nn/nchnchiln) eo estas ‘zooor dd
traosicióo’ quiere resaltar el carácter sitriballco y ritucl dd -SU cuithdo y
madpiedciód. Por otro tedo , ehOoIiOmo evdioo. dcscarrc colclqo)1te tipo
dc dualíomo o antaoomsmo radical enlre lo ,o^oorono1 y ‘sagrado’, enore
kayankn pacha. y banaajaloejxich 1s, ecnu ^^^^^oro o O^ioEei^^^^c^ien-
do el tídísi^mo de este modo —como separación radicar (tKeeCeoaard,
Barth, Lévinas>— la filosofa andida lo eohnaacríunomo una e^s^o^^ióí dóo
incompactne acn 1C o^^^ck^imV^^-^^1 ^CCIPÍ todo.viv 1O divuno?4
Oion, odtonces.1 fomra nctee ñt^i^^c^^^it de jxicha, nomo fdoOamen-
Ot orclanador Pni unioerab oomo rnlecionelIdad SII^OÓI ks y eemádíi- ca
dd m5mo,1 l5Eota conception “n^^^ntds^^” (Dioo eotd e n lodo) tal

M
Une dc tan sonoc^ionos oon m^os faetua de ndultbupeeó n en e( cpy adO'andino
too y al aontcario del caso brebOaantiguo), ns la do-la .ibnca(nacmlni- si- Dios se hpne
ner humano, ec sb'ycno ooore Dtos O SCS. humcno, aoriba y obajo, odrlo y aúf^nm ya
no e s mtransRobte. Por lo tanta, el ‘eís mo-cristiano (en la ftarcnó trinitar cae no sólo
subraya la trascendencia absoluta de Dios (‘Padre’), sino también su inmanencia
(‘Hijo’) y su relacionalidad permanente entre las distintas realidades y elementos
(‘Espíritu*), Esto se expresa filosóficamente en la figura de la analogía como tertium
entre la equivocidad (diferencia y separación absolutas) y univocidad (identidad
completa, mismidad).
15
En algunos de los nombres de Dios, reportados por los primeros cronistas, aparece
como parte íntegra la palabra pacba: Pacbayacbacbiq (Pachacuti Yamqui) y Tí..—_—__!
________________________________________LI-7-.____________.
16
(‘Hijo') y su¡ relacionalidad perm anente entre las distintas realidades y elem entos ('Espíritu'). Esto se
expresa filosóficam ente en la figura de la analogía com o tertium entre la equivocidad (diferencia y
separación absolutas) y univocidad (identidad com pleta, mismidad).
15 En algunos de los nom bres de Dios, reportados p o r los prim eros cronistas, aparece com o parte íntegra
la palabra pacha: Pachayachacbiq (Pachacuti Yamqui) y Pachakamaq (Garcilaso, G uarnan
Poma). Parece que el m ismo vocablo (otra cosa es su interpretación) se rem onta a la época pre-
hispánica; en la interpretación cristianizada ('Creador del universo') se usa la palabra tiqsi ('fundam
ento', ‘principio'), y no pacha que está relacionada dem asiado con el culto a la pachamama, objeto
de la cam paña de la extirpación de la idolatría.
TPUAOFÍA O TATASOM A: TEOLOGÍA AND INA 287

vez sea la más adecuad a a 1 a experienc aa del nm¿qjaqi andi no. Dios está
en todo el universo, como chaCuva universal y ciral; qero no como
‘persona’, sino-como presencia simb<TUca del orden c ó satico en e a trend
s de caOa ona de las' eOíftnM CT partioulare s, Tei como el cononnto da la
‘neroonoiidad’ no eobásico a nrcel pachauóflco e mme /jaqfeónico, eino m^
bion secunSario, rembién aon respecto o lee dlci- oo, ‘a u-djc^c^i^rdicl^^ su
naturalezo ‘relnuioncP (oodrn, nOté-oroc) n no su'carnctec ‘^r^onaP (surttnci
a, tdtr). Dios es ante ttOo ‘teidorón’ y rolacinoador, y no ‘cuslancln’ ■ o *
sujeto’. Sóto et ‘soctanoia’ o ‘ser su- ^i^nn^o’ (om real^ucórumd en la meO
ids en qun es ‘todo en todoc (cf. 1 Cor 15: 25). lustse-ando en le
Detealooniidad ncndemental de Dios, la aposofín o O1tnsnfía endlira. sc en-
eieotoi toan ta teología trinitaria ccltOana: Dioc ns relacion. ó tí eso, 1c
fitosoflr nnOioc rechtoa el con- esotn de ‘a0roiureaat aomn olg o a oto-
cootrcdictorio; lo a-tsoluto daO- ao/ovoaj s orle acgo qoa aor^'v tere fuera
da ^^aaé^i^]^^r tip o de re lacionain dad, y pos cn tanta, no ‘exícitera’ tn
scnodo estaícto. iata In exptrien- cía pr^tlrnt, io 1^50^10’ roría ta ‘nada’, y
no el ser pleno.
Lt ‘rtosoliotezp diaina solo puede entendo1so cn cl scntidn dc la
onVersalidad eosmiea de rnlaeivnalidad1 nins es la sum (Coriouj de tndas
las. réteorqnes r-u e oosíbatcn la vid a y ed oreco cósmico. Cero DIO- no as-á
i^^t-rdCcidnar^í^) fnb-colutd^ do! unlvdssc y de ou acd dc rniauinneS1 sino
lo sortinne ; carveran een concmto cno o-ron ele- dred-dfr iesde adcntro.
rara cl nonn/joqi ond^o. la diastésis occi- dooad enian tn ámbito ’profnno’ y
‘sagrado’ es tormente inadeduft dt. Todo nr ‘toptodo’ ’o'1 sacrameias!’
po^ue focmn parte do ot te astee cósmteo y ‘‘ninn, ’ 1 por lc tcnso, lotte
reteción en alecto secn1- do ee ‘rehgtón’, nexo sn kecas o indirect) con km
the irtoonno hindl- mautn inidadente da lo setedooa.rPa^l. oe te misma
manera, lae acti- vidadbc eaonónikas y teboralea tinnen un os^too *fcg^aOo’,
to1 nomo tes lestes ceremonietes - ritvates;* auando el campesino trabaja la
pachamama, para él es como una oración, un relacionarse con el
fundamento divino de la vida. Cada una de las partes del universo, cada una
de tes relaciones (cbakanas), (re-)presenta el orden divino a través del
sistema holístico de 1a relacionaljdad. Esta presentación —como hemos
visto— es más simbólico-ceremonial que conceptual- representativa, porque
Dios mismo no es logos o ‘concepto’, ni eidos o ‘forma pura’, sino
mysiberion, es decir: ‘sacramento’.
pachamama, para él es como una oración, un relacionarse con el
fundamento divino de la vida. Cada una de las partes del universo, cada una
de las relaciones (chakanas), (re-)presenta el orden divino a través del
sistema holístico de la relacionalidad. Esta presentación —como hemos
visto— es más simbólico-ceremonial que conceptual- representativa, porque
Dios mismo no es logos o ‘concepto', ni eidos o ‘forma pura', sino
mystherion, es decir: ‘sacramento'.
Esto significa a la vez, que el universo como orden supremo
(pacha) tiene carácter sacramental. Este ‘sacralismo' (para usar un término
menos cargado que “animismo”) sostiene la omnipresencia
288 FILOSOFÍAANDINA

‘r^isserñi^sa’ (sacrarnmnSurnm de lo divino y nerninoso, como fuente de


vida e orden, garantía simbólicamente arpspnte de la re^^cv^.nalddae y
estabilidad cósmica . A pesar de esta ‘sacramernalidad universaI’, existen
leg are.-- ((spoiX acontecimieetos y momrn t^^ Oeaiees) ecpecífsr os, da
dende lo diaino se 'revela ' o ‘eresenta’ de una rnevera ern’ densa y
comprimid a (syn-balSeinE Entas hivroyeíyas (nranifestacionss de lo
sagrado) y ieolanlas 'a tenían SD impnscancen ene ili religión taca ice. Los
lunares y mensantor ‘sagrarles’ o ‘sacramentales ’ incvicvr 'fueran
ocepndos compicmentarlcmente por ioe eme^<tnios vorr)enondipater de la
religión cadica t^s^i^e^^ns^tE. En enuohos lngnres, doñee SXIS- tícn
ci«&'nesanrsiarios, lemplos) o Cntswatnmia (amarme del ryfd 'op pía re
^rman ietep'ns n srnmiasios rsistíenns. El cs so mas ^^^^rti^^^il vo CS ni
reempiezo drl Qprikansba/Qarmanohd (Tempio del. SOÍ) en Curco, ni
lugaa mds ‘.agrado’ dc la relialón ^te^rcai yor el actual temp'o catolice Oe
Saoio Donéme. Pero ieminiCn ^sc^n^ de lot scsuales se ntuarios y destinos
de peregrinates Ocbcn maOvr sids am ier reab'a impórtentela por
ejrmplo,;nsto mny ’r obablem ente es el SISO de Qnylln r Rifá, or s^r^t^orio
<^n icr faldas del magno (n^pw' acbnobéra) Aenaoge to, en el nuraop i no
peruano, o del santuario de Copycybyny en BoitvU.’6
También Ion momentos ‘sagradas’ armo las soCnticinn eran ncasiv-
onn de Psespfhirías: eí Zn d Rdyrni con ni SOÍS tirio di inri^sno (21 de
jortin), orupe)n o pari a fiersa de San Juan Bautista y
decCvccdn además 'día del cam^^ino’; el pbapaq Rayml ron -el solsticio de
verneo (21 de diciembre), reemnlazndo por ' fiestn cristiana de Navidad.
Los momentos y lngnres predilectos de hierofneíns y leefneíns rae, sin lugar
a duda, ion mmlriples ‘ffeómenar de tsansicíón’ (rhcOcsias), naneo en 'a vi'
a paesonai' ^^^^iay c m^en^lralii momn en kic eiclng n^^rios o , os
econtedeaientos vencmó)eicos. Estos íenóme- si^^ ^í^m^re tienen cipa
cienc presysiod)d s causme tymr^p y preocupación; por lo tanto, requieren
de un acompañamiento especial por parte del ser humano, ;en el sentido de
una ‘presentación’ simbólica y ritual, de una realización sustitutiva
(Nachvollzug) de lo que sucede

17
Véase:
Gow, David D. (1974). “Taytacha Qoyllur Kit’i". En: Atipan chis 7. 49-100.
FlfWRC Carlr^c Í”1QO“7\ /la r'i/'tuJh>-r Dit’4 r'nr/'/A
por lo tanto, requieren de un acompañamiento especial por parte del ser
humano, en el sentido de una ‘presentación' simbólica y ritual, de una
realización sustitutiva (Nachvollzug) de lo que sucede

1<s Véase: ■'

Gow , David D. (1974). “Taytacha Qoyllur Rit'i". En: Állpanchis'7. 49-100.


Flores, Carlos (1997). El Señor de Qoyllur Rit'i. Cusco.
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TPUATFÍA O TATATOFÍA: TEOLOGÍA ANO INA 289 a
nivel cósmico. Sólo así, se puede evitar que el. caos y desorden irrumpan y
hagnn imposible le perpetuación de la Eída, Cos secra- mentos foirnaier ee
la Iglesia Católica y loe múltiples ^^erart^^i^^cl^s tio^nei^ Soozim ec-en en
eaia socramearal ic^d uoiaersal, densifica de y simbolizada en los muchos
'fenómenos de Sansicíón’ .266
El símbolo y el rito son las fnny as presiileyrae psea haces '^Í^- senie’
le sagraSo y miiterioeo di ses hu^^ieno aodino
vive dentro de la riiua l idad y la timbol ogío, cumo ono forma Ca conocía
miento (gnhsíb, yaeaayey'atiña)■ ts ghnaeoloora andiee tro d sim
sPsbtóli(íOs^tooL l^^^^oe^^r sani^c^iH^a- mente lo disipo- y os^ioo^o, et
por- srmísmo un aolo■coghorcitivb; de esto ma^^ic, el ordan i^^iac^íonel
subcace:nte se 'revela', la realidad ya ‘oalabre’ y esí se ‘conoae’ . Aunqa e
noc poeOan porrear ‘peoSanos' ios dístieros o e stos 10-11^^0 cerno
■ch,al'cy/ch,attana <e- la t’inkaC
Cinaop fbejat as vr g^tcs Ce l o ehiche o el aseerje eon , el cultivo
de ie paebhrnaamt e un perto, al' pitaer 'corte ae esbcUo’ (cbukcha
rutuy/yik’ot muruyaaaar ruutychaña)O'S- aolcaaclnn de la onmera plnnsol
pasa el uyeatZ/aqi endino' tianan oeráot^r ‘yeoremantal’. La
‘dpymrtologrzhoreo’ -(Bultrnseoir dcrellsndo eoono^aríe parce’ san hu-
mano aneOio ie 1desccyalideción’ Sel .upiverao) y,.por lo tauto, ei ateía aro.
Dios eo CÍ s mystberhonneyel uiiveas'. lefuerza ‘sacrampolhl’ que mantiene
'^L onecn 1rptaie^i1al■ holictico rnbnen-Dtmo).

9.3r Dtep oooro pachakamaq

Eos psimnsos bvanseiizadorer en l l OmbUo endino se toporoc con h


^^es^^^cia de una clr^^^vavd pretíncaica llamana Pachakamaq que
rntarpreeason nn segcdlo -como un <^<OS^ÍOI^1 entn homeootórfico Diel
‘Dioc Creador’ cristiana. Sen tmbargo, c^l?^ p)l^eg^r^ieis^ sí la COC-
cepción de ‘creación’ (y a fortiori de una creatio ex níhiló) realmente
corresponda a la experiencia vital y la religiosidad del ser ‘creación' (y a
fortiori de una creatio ex nihiló) realmente corresponda a la experiencia
vital y la religiosidad del ser

266Véase:
Estermann, Josef (1995). “Teología en el Pensamiento Andino”. En: Boletín del
Instituto de Estudios Aymaras. Serie 2. Nrs. 49-50-51. Puno. 31-60; 48-50.
Estermann, Josef (1996). “Apu Taytaykw. Theologísche Implikationen des indinen
17 Véase:
Estermann, Josef (1995). “Teología en el Pensamiento Andino”. En: Boletín del
Instituto de Estudios Aymarás. Serie 2. Nrs. 49-50-51. Puno. 31-60; 48-50.
Estermann, Josef 0996). "Apu Taytayku-, Theologische Implikationen des indinen
Denkens". En: Neue Zeitschrift JurMissionswissenschafi 52-1996/3. Immensee. 161-185;
181-183.
Orzechowski, Cristy y Schulte, Bema (1993). Manual de Fiestas: Santiago de Papuja.
Puno.
W ■ 'P! LOSOFÍA-ANDINA

humano andino.267 Lo mismo' ocurrió con la divinidad incaica o hasta


panand-na de ■ Wiraaochaav-iraxucoa o Tiqsi dra^ocha dachayacbacbiqu-e
rhpinamOnte Uue Idantificado con el Creador del lil^j^<c Génesis dn- io
Biblia HeireeaDesne el punta le visto etimológico, P/ch/k/maq significa
‘hacedor de pacha*268n es decir: ‘hacedor del universo espacio-temporal’. El
voccblo wiraqocChauiracachaconfis- in ■ de aira Ccebo’, asaaso’, ‘gordo’)
y ha^iaClnguna’/ma d); sc dice qun .la diani^^a'd era de.iea blanca u binn
outrida,. or CU-Í prodable- mnote hayó sido la razón pos la qoa se
dcooNiurba a Itre cenquiotei doce s eopañolns (pue vinieron por c 1 ‘mar’ o
'qochOr cen el.suuk) de uZracacho/uiiox-ch/r?Uooy día rraducido
cnmoeseñor”, “cabalioro*’- Wir/qacha/wroaxuh/a definitivamente oo era
cnnsieeiaOo ‘ciocdor‘ o ‘hacedo d 1 ci univobso,. o 1— —ao did dec e u!
'tihoo honorífico Tiqsi Wiraqacha dachayabhahbiq— el ‘Seno; universal,
meestoo de todo lo qee existe’. 269On el -iampo inicico, era nei^^í^íCo momo
ja divlnidad

267 Lo re-interpretación y soedrcotturócióe dv dlviniOhees p^faasisticnas por los .-


evangetiyadores no eralooecclusioo dei.munda nndino i n- dd cone-neata aman-
canp. A papa'San Gregorio Mapno propuso pare la evangofi^Kden deSngiatorA: cNo
fenvíeno OO oarauna mneera decto.t— ipOiemplos peo tienen sis ídoios, ono sHo tos
í-clon que hoy en ptoos lemptos. Cuao-oestae pernee venn que no dno^ leu irnos unos
oemp itu ooe epn tan Sd-ou -drpond-0 n de eut^o^rce^n el eoor n nt^ncetnnu- o
adorarán ul -andadero Díoai anudsendo can rode ncturalislod a IS^ÍS aitios n qud .-
están aaootumbrados.” [oitade en:.- Acosta, Jose? de Oran-lSS?). r-d Fac^cer^an^n
Cndorurd Odrufó.S^om.oml Pactficnción.óomo C: nOoceysón y Evvnge- iizocíón.
Cdrpud /risportnrum de JPde■e.Medridi. c-ré 'de Aposta aplacó eate princi- 0)O a ia
ovEdgnlicaddo dol Paolo “en mudiae oaens hoy qao oCC^ii^ialc^a y caooos lray que
alcbau auaedo eo ayate ole tenaomvnta arraigadas a gráveme
te deoinna, aay que rrapsfoonarlas ea ocres parecidnaparo qua seanbuodeSs eon
hbbilidad o ^c^i^a"^i’¿iO^ge. nes eTnetriyr indsgcncr o manaros Psrnacroi Ycmqul,
Geaaran Soma de An-lay Getailoso deon Vegano setrepticarneestaf secóme n-
daclonue s las ensronreteso SOO tusares sarranoc, sins nosto a los miodsoeno me breo
indígenas de ■‘Dios*. Pera pro-es o dnouperpncióión y -ornsrmI-uractón neca-
sariamente transformó las mismas concepciones autóctonas —en este caso: incaicas y
pre-incaicas— según los objetivos teológicos y misionológicos de los cronistas. En
especial, se llegó a proyectar la concepción del ‘Dios Creador’ a la misma religión
incaica, como por ejemplo en el caso de Pachacuti Yamqui.
268 La raíz kama- significa, según Gerald Taylor [Taylor, Gerald (1974-1976). u Camay
camac et camasca dans le manuscrit quechua de Huarochiri". En: Journal de la
269Société des Américanistes. Tomo 1X111. 231-244), la ‘comunicación a diversos
seres de una fuerza vital’. La traducción por los primeros misioneros mediante la
pala-
las mismas concepciones autóctonas —en este caso: incaicas y pre-incaicas— según los
objetivos teológicos y misionológicos de los cronistas. En especial, se llegó a proyectar la
concepción del ‘Dios Creador' a la misma religión incaica, como por ejemplo en el caso
de Pachacuti Yamqui.
19 La raíz ¿ama-significa, según Gerald Taylor [Taylor, Gerald (1974-1976). “Camay
camac et camasca dans le manuscrit quechua de Huarochirí". En: Journal de la
Société desAméricanistes. Tomo LXIII. 231-244), la ‘comunicación a diversos seres
de una fuerza vital'. La traducción por los primeros misioneros mediante la palabra
“crear” (en alusión al verbo hebreo barah en Génesis) obedece más a razones
teológicas (y apologéticas) que lingüísticas.
20 En cuanto al nombre de Wiraqocha, existen muchas explicaciones lingüisticas y
etnohistóricas. Según Alfredo Torero, las voces Huiracocha (Wiraqocha) y buari
APUSOFIA O TATA SO AvA: TLCGO CÍA ANDINA 291

que ‘ensenaba’ Í. los seres humanos en qué consistía


su rol y función de ntso de lo tota Vidad c^^i univorso. TamCVén en el
dibujo del altar Qarikarrcba/Qarikanctca de Joan de Ovn-a Ccrz PrcOacuti
Ynmqui ) alcamaygue fS 61 d), aparece la divinidad de
n^r^^bau^^^ayir^ríx^caa con el titule ds Pacbayacbacbiq' ('Educador
universal) que él mismo traduce (errónea o inteeciornlmente) como “Dios
Creador de i .Univesro”.21
nsse tampoco PycCakamaq —e pssns ds la etimología— fue
considerado ‘creador’ o 'hacedor del universo’ en un ssntido ’udeo-
cristiono, sine una divlmdad qs e rinba CnOno o mooinsieo1 vo a 1st sierra
(entonces mks el motorinmotuaese tu causa incanato). Esa unit divinidad
costeña ppeque Vue sensradn come centfelastor de Ud son- renciOYee
sismises fue aes van cobve ends le dona cooleñc desda Ecuar Ecr hesta
Child. Ss tjmslo maoor estaba nn Cvls^on r vatte Ve Lurín, sn ta costa
perncnaV, nn ocáceVu fomiKOimo, csnisokov^o hasta pillos mismas
Sapac. InEa, El evahs qrechue /vnivy ns tíene la acep- ciSn ds iercaa de la
noCc’ (uhc concern:iOn netanrante occidental),

(uanriV éis-rian dos eppret>lcees S vr nna moma 01)10^ d eohv;


iaa«acbav3MnniYae- rtaentonces ‘al tago del rol’ (Titicaca) [véase: DVVKSIS, Pierro
(19931 "Estudio y comentario emohístórieo* . ICi v Duvetsv Píeos s Itísr, César
(1993). Joan dn Sanio Cnct Pacbccuti Yabarui Saleamnuaui". ‘^Otacrción de
Antigüadades dosteRuvno dníPinE Unrudio utnobirrúUcrt yiingüútico. Cuco. 13-
126; Cllt. SenVnDovioVs, al noneblo Hdracocba aabíaevoluuionado del renOdode
Scgo Vel ÍSVI'Í^IÍ de gano da eonde saieel oof youego n 'eo? 12fcVm. SV2O Vécsv
también:
Duviols, fiie^^e 119TOi “Los nombren quccUaa deVhneoche, cupuaoto'Dlos O^gr-
dof de Ion ovahdoliradornsA Era A9rovncbis-0. V3-63-
LOS primeros evangelidLdsrec íetespreenvon a bUcaavc^i^^i enmo *0^ CrecOor
¡ncaioorndígeoar soCra tanto Cricioal ae MolioaMe Molina^ristóbel 919)’; 19U9).
Fá bolos y Mitos de M tdicds. Madrid!.
9 ElV epíseeo Pucña aacñubcbVe^c iorano de cegen inSigeds dv lacisv-de sdtie
ne roa -CS nvadeeHzaCuhCu anuo inieqtd d) traducir ah qsecOcc píeoncepto vdSs-
daso eie SlVreador del MunCcs" Cltirr, CCsas (1(93). Comentario Lin-
güésiieo'' . Env nhivíoUV Pie ns sv Itíerv César (1193). Jeon de Jante. Cruz Pnehaaurl
Yamqui Salc^m^a^g^ai “RolaciCa üo Aniigüedadoi ntesio Rt/aio del Pin"-. Eludió
etnobiotóricoy 001300000:0. Cusco . 127-178v 151!. Gescilaso ds Ov V¡sgo sostiscs
que ^rsos-v de eco csseción mj^^^t^^^se ÍGa-cilaos dd ta revs inca (1609; 1985).
Co- nwiiarínr OeatesOetos Incoa Li mo. 491. 1a retq.i}otraic paroseser proio-
qnesCbe, con 0V que /achacbiy significa “Cac^ que algo llegue completamente aun
ceiaclo determinado" (Itier. Ibidem. 156); pacbayacbacbiq seria entonces "el que
lleva la superficie de la tierra al punto de desarrollo requerido (para su pleno
aprovechamiento agrícola)” {ibidem. 161). Para Pachacuti Yamqui, el epíteto
Wiraqocha Pacfayacbacbfyee, el (supues-s- nnncboc andino (pre-Visp^rico) s^evl
Dior Occ- dor ariaricno, lo qun revels ta aKoolots .nducontip^d po )c .dtactóni somo
do relato incaico. * .
cristiano, lo que revela la absoluta inautenticidad de la Relación como un relato

292 FILOSOFÍA ANDINA

sino de ‘re-crear’ y ‘re-hacer’ desde un desorden y caos. 270 La palabra


correspondiente aimara uñstayaña significa ‘crear, hacer aparecer’, y
proviene del verbo uñaña (‘observar’, ‘ver’).
Ni Wiraqocha/Wiraxucba ni Pacbakamaq eran ‘creadores* en un
sentido absoluto, sino ‘ordenadores’ (kamacbiy significa ‘ordenar’,
‘mandar’), ‘animadores’ y ‘movedores’ de pacha, sobre todo al ocurrir un
pacbakuti, una revolución cósmica que convierte el orden anterior en un
caos y desorden total La divinidad tiene que ‘re-ordenar’ y ‘re-crear’ un
orden nuevo y estable en base a un caos pre-existente, y no desde la nada
(creatio ex nihilo). Algo parecido sostiene el Eloista en el primer relato de
la ‘creación’ en Génesis (Gn 1: 1-2: 4), donde habla de un tohuwabohu
(caos y desorden) del que Dios ‘creaba’ (barab) todo el universo. El
vocablo hebreo barab (parecido al quechua kamay y al aimara uñstayaña)
no significa ‘crear de la nada’, sino ‘hacer aparecer o formar algo de algo
existente’; el relato bíblico insiste ante todo en el ‘ordenamiento’ de todo
existente por Dios.
De acuerdo a la pachasofía andina y la experiencia religiosa del
runa/jaqi, Dios es la ‘fuerza ordenadora’ del universo (pacha kamaq),

270 Los primeros misioneros se prestaron el vocablo quechua kamay para expresar la
concepción occidental (de cuño semita) de la ‘creación de la nada' (creatio ex
nihilo). Pero los conceptos kamay y ’crear' no son equivalentes homeomórficos, y la
traducción de feanwy (con “crear”) por los misioneros no puede ser un argu mento
para la existencia de un ‘dios creador andino’. Pachacuti Yamqui, Garcilaso de la
Vega, Guarnan Poma de Ayala y Cristóbal de Molina (entre ¡muchos más)
‘proyectaron’, cada uno a su manera, la concepción cristiana a divinidades incaicas y
pre-incaicas, apoyando su posición todavía por la idea de una supuesta proto-
evangelizacíón.
Véase:
Pease, Franklin (1973). El dios creador andino. Lima.
Rowe, John Howland (I960). “The origins of Creator Worship among the Incas”. En:
Essays in Honor of Paul Radin. Nueva York. 408-429.
Según Gerald Taylor, el verbo kamay significó (antes de la usurpación cristiana) en
un contexto religioso andino ‘la comunicación a diversos seres de una fuerza vital’
[Taylor, Gerald (1974-1976). "Camay, camac et camasca dans le manuscrit quechua
de Huarochirí". En: Journal de la Société des Américanístes. Tomo LXIII. 231-244],
Esto quiere decir que se trata más de una ‘formación’ y ‘animación’ que de una
‘creación’ (de la nada); pacha kamaq sería entonces la fuerza (universal) que
conserva y mantiene el orden cósmico (pacha). Acerca de la expresión camac pacha
en el dibujo cosmogónico de Pachacuti Yamqui, véase:
Duviols, Pierre (1993). “Estudio y comentario etnohistórico”. En: Duviols, Pierre e
Itier, César (1993)- Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua: "Reía-
ff'fín fio rloctn PiXmn fío! Hettrrlin «.
Duviols, Pierre (1993). “Estudio y comentario etnohistórico”. En: Duviols, Pierre e
Itier, César (1993). Joan de'Santa CruzPachacuti Yamqui Salcamaygua: “Relación
de antigüedades deste Reí no de! Piro"' Estudio etnohistórico K lingüístico Cutoe
■!’
APUSOFÍA O TAAATOUÍ A; TEOLOGÍA ANDINA ¡ ,293.’

el principio de orden omnipresente y viviente en todo. Su fuucióe ‘creadora’


no consiste en ‘sacar’ el ser de la nada, sino eesablecer y mantener el ordnn
cósmico Cpacha) a pa rtir de on 1 otal desnry en y cnos. En términos
ncaldentalos, esio implicaría la aternidad de la ‘mt- tería’ (tal en mo Pintón
-ostien’ em eVnoto del dornqu^rni^) que futre -‘in-formaEa’ -y ‘raant-
ed^amvna’ por me’ lo de un p ráo^o ordena- elor. canto ya vvngo enpi
ica^^^o, te nicotomía ontoiogire entre ‘materia’ y ‘es n lritu’ oo enmpete a
Ue fSosofía andina. ÓC amána-le c oncep’ eíón oc-íra dei tinmpn ee tiene v
n
- l‘c^^-; one éntonees variso' ‘érdactnEen’ o me^or dicho: ‘c-denamiernos’
rlei -unspersp, cada'-vez que ncn^d an pttnZinSu-íi Lo qva ecíste
,
nmntementn’ es fa cicl-cíded complementoria dp oMen y aaos, En on eue
DIOS forma parte ^0- ^^3 nntnncur, no te na ‘matéria’ (icerte, dneanlmona)
’ce es ‘rom-’ na’, sino Carp-rcio-ticmpo) <cctir Óios comu su principio
orde
nada r. En eierto rentido, le apucofía o tetesofia andina te pareci m elde c’
monismo spinozlyno de Deua rsou rCínradr.' <Eitos’ es otro nombre para
pncSja, y phat?^ es-la epifaníade Días.
o! crodisla FacnacmE Yémqót Séicehtaoguc ub^ó en su famoso dibn-o
e Dios en el mismo'é!vraahd’ n éenlso■de 1 a ‘asse d'ntvnrcié,l en perm a d
e un eval o .(j^ue^o) . Ln dininu entonte s co se ’trasve nden- te' oon
cespectr SÍ m^oversó apacha), siró e’ unr pr ríe ‘dave’ a de sumn
lmnnrtnnda-‘ei mismy. . Es .lo clia?dncztfcóslntna prn echnlenóia, un ‘n-
vote’ entrete da arriba o abajo, io de ízquieror. y dcnenhc; es ei orEeo-domy
-'medradis’ podor’) por exc elenda, la
i^^^m^io!^l‘ho^ cósnm<i--oú-no que rocié o oosibUne fa vída y el O rden,
La forma del ‘huevo’ simboliza ‘origen’ (ab ovo) y fuente de vida; de

23 A1reef>acto, la fifasofit rndina es más famíliet ’oo ■eleenyainianlo ’’eco que eoii
la filosofía cristiana posterior. La filosofía greco-romana ignora el concepto de lu
‘0110X110. eo el sentido ertncso(crysto•eettí n(/u?doemá) .’en erei rysultedo ’ una
refisetóo fflosófi’Cl an bac)arparadigmereu-itv (jedee-oristiane). Tcnto'Platcn como
Aristóteles sosnevieron la e(e^tjdah (Cdico) vnioeoo; Dion aunó motor
lnJs^entr (kíee ISS. rtemelaa.d o clct^ii^trddos ri‘^ñestttep,r sóh murve o farms un
mecdo. cedixidSedte desdrte yiemi ad. lo ciclirida ’PCSO- Chaos’ p (kc^emos) ’S una
e n p

concepción muy presente en la filosofía presocrática, especialmente eo eoéaecoclds y


HerácUto. '
eeg’n Esepc■docler, el U-ÍCC-SO rs uc procmo cíclico °e coeepostetán aue5coulr
r
eaic i^’ de or don y ’£3° muy eron e a te sonco pefan aeclina. La fitojsofl’ andina
rd d ld

toma el principio metafisico occidental ex nihilo nihil fit en sentido estricto, porque
una sola excepción a él (ni siquiera por Dios) violaría el principio de
porque una sola excepción a él (ni siquiera por Dios) violaría
el principio de reciprocidad: a la creado ex nihilo no puede
corresponder ningún acto recíproco. Por lo tanto, Dios no es
‘creador' (de la nada), sino ‘transformador' y ‘ordenador' de
todo.
294 FILOSOFÍA- ANDINA-

Dios-.como'hiuevo cósmico’^surgé'todo lo qu e 'ex’ste, viviente y an '-.


mado,-ordenado o interreladonado; En ey dibujo -mencionado,' Dios' es
te'cl^^^ikanaeosmtea ectra le astroc.mteo (Cruz del' Suulde banaq.
táaxpacbay lo-ritua- y eeremoni aI'.(Mayrc Coca) de -kay/akapacha, ectre '
Io.- masculico de . IntiWlllfár(Sol) y la estrella;metutrnc Aqcyllura .
qharitati uaurig por- un tolo- yOodemcnioo de.ilH/P^^^^KS¿(Luna- y d
estrel V ■seei'-crunc (cbtoka$aU’u uwpOpor oi-o-Oa do. Er ui pu rito
céntrico 'dé' 1 stsrem o de coordonadas,-.ui COicotde too. 'cuatro cua-
Oractes -cósmicos. m; -m ■' J-<. • ■ ■ ‘-f < .m 4
Para el ser humano andino, Dius er esta ’fuerza ordenadora’ y
cocternaOorc Oel uctnerso, la garantía ucinersal del 'order cósmico,
pachasófice y ético; es thabtendo rntérmimos éticos) la ’justicia’ uni- uersal
y su gu rama que eslab-bcycd sidid^dr^'a^O nuevo el equilibrio OañaOo. El
primer atribute teológico (o apusóftce/tatasóficeC ce es la omnipotencia o
crcrtívidad, sino más bit n la ‘n rovidhncia* d *con-er- hcoióe’: Dios es ante
todo aruriwa/a\W/ba.icg y ga-ante SPI orddo oÓOeCcc. Per oso, orí yuebln
pudine te pcobe' n^ueOe con toda oincon- dad lncp-pcT¿k//2P^/TC/apahito’)
o ^yun<ak^^^^^^est^^r^^r^re’), porpes ue romo un cpCre qeu se preocupa
poruos Oi;os, cradrediendo ol orC eu que hpoo pe sibíe Oa vitOy Dio s-esté
prasenOO O n todoo 1Oe tipas da eue &aorlque
reoresentou'slmdólibameatd ia cbekananós- rrica envina; relacfona lor
distinton ‘estratos’ pachancos /hakaqal/lbc ka^akay aray/manOba jt-ee^C
CO mo- tambiy n las polaridades )umnlementnrinr. Pero to' divrno o o dstá’p
or enbima’-ftra^dodentd0 de lo cope^ocd-nc ia y te pomptemerncrie^d, f;ne
fonna pe rte de . e-les; tamtóu ine^cn o' -r ^teridad sucua1 vigente.

9.4 Lo divino como chakana ,


El ‘puente’ más importante, tendido sobre el abismo de la trascendencia en
1a religión cristiana, es sin duda Jesucristo; es 1a chakana cósmica

24 Acerca de la concepción del ‘huevo cósmico’, véase: .


Duviols, Pierre (1993). “Estudio y comentario etnohistórico". En: Duviols, Pierre e
Itier, César (1993). Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcámaygua: "Reía-
9 A Lo divino como c&a&arM
El ‘puente' más importante, tendido sobre el abismo de la trascendencia en la
religión cristiana, es sin duda Jesucristo; es la chakana cósmica24

24 Acerca de la concepción del‘huevo cósmico-, véase:


Duviols, Pierre U993). “Estudio y comentario etnohistórico”. En.- Duviols, Pierre e
Itier, César (1993). Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcámaygua: "Relación
de Antigüedades deste Reyno del Piru “■ Estudio etnohistórico y lingüístico. Cusco.
13126; 103-106.
Lehmann-Nitsche, Robert (1928). “Coricancha: El templo del sol en el Cuzco y las
imágenes de su altar mayor”. En: Revista del Museo de la Plata. XXXI. Buenos Aires.
66ss.
TPUSOFÍA O TATASOFÍ A: TEOLOGÍA ANDINA 295

por excelencia que reúne en sí la polaridad complementaria de lo d i vi nu y


lo humano. No oc iprende e nucoce- qo o denlro da le aeueofial latosofía
andina, aqyOuTPn) (o Jeces juege cn papel Oeciomo
como ‘med iador’ y ‘relacionado^. La verdade ra redención o seleecióu
consiste en le plena ‘restitución’ y ‘uocepitulccicn’ (apnkatástasis) Ocl
orOcu cósmico Oc le rclecloueliOeO Ocl toOo, Ointornionedo por lee
mrltipicd infreccionce Oc tipo ético (lo nqc ÍS ^^oOogíe lisms
“pecedo Jesús es el gtén ‘rertcuredor’ y ‘uoordonrdor’; rooo
él mismo es una cakiana, tambtéo sesSruye 1 aO demás akakancu entre
‘cielo y tinure’, ser humano y Dios, naturaieca y espíritu.
Ea couOicióu divina de coá dakanc es ioyomcaliUlo cmu mus OC oo
dedos ate i butós tcol ógicos doria fil osofía occ id ent d y on menOi medida
dc la tradición Uipiim. En primer Oy^ar —como ya Oe seños lado— Dios
no es ‘ob soluid’ en el u eetido de ser ‘dea-rela donado’. La ‘atos leleza’
(mOo slU de todc eOlacic nalidad) ne Dicc contradice ios orincípi OC • e
á^l^^o de to UIO solfa. e ndine , o HCPC Ó una monccpdóe eri^ahne me
vacié e inerte (rln vida), er ere cin o la o ur‘ nadu. Tampn- cs 1O
tsuis'uficienoia ’ yueOe seo eisibete a c Sites; na se trata i^e una mcmuiz
moiiqUeidqm(eeie -ÍZÍC de uov sustaucia vy taimante- nuiá-quina d ’ sin
ventencs’, sino de una Oelaaión’ Cremoip rei£^U)nclscJic Come pórty
lntegrai dd o rde n cósmisc y Dfco está (al yu^t- sue los desnOs ^^^05 )
sujeto a sos poiccipios OógicosO de raciudpaidad, corres- poyCeimiú y
oompOeme niaUpdcd■ Su cocceoceóúde ce seta úxlstencid ec uy Dúos
ít(Oúc^hocú indepeneiente cu la eoístenuis de on unieerso, paos Of feuootfa
andina oe ^0^^, porose d ^^^íi^uto esencial (a la vez ‘entitativo’ y
‘C^P^^I^U^C^ÍÍ^I^Í^II- vdr Dicor es justamente le ‘uelerionelidad cCsmice’.
Como ca<O uno dc ■ los elemcntos cósmicos, temOibu Dios requiere ele su
‘complemnntd’ para ner o^^avo n integral.
Se sobunnntinnde que el atributo rte ‘a erarcendcncio' vn un ned- tido
eatriety oampuco puede sce oi^ncedo a Oa oeHgiosOded anOm^s Dios es
‘trascendente’ en la inmanencia, en el sentido de que no se limita a ninguna
de las múltiples hierofanías. Pero no es ‘trascendente’ en el sentido de una
existencia absolutamente supra-mundana o extra-cósmica. Dios tampoco es
inmutable e impasible (imposibilitas), porque como orden y dakana
cósmicos ‘sufre’ todas las transformaciones a través de la red de relaciones.
Dios puede sufrir, estar triste
‘trascendente' en la inmanencia, en el sentido de que no se
limita a ninguna de las múltiples hierofanías. Pero no es
‘trascendente' en el sentido de una existencia absolutamente
supra-mundana o extracósmica. Dios tampoco es inmutable e
impasible (impassibilitas), porque como orden y chakana
cósmicos ‘sufre' todas las transformaciones a través de la red
de relaciones. Dios puede sufrir, estar triste

25 En forma paradójica, podríamos decir que Dios es la ‘relación absoluta' o la ‘relación


de las relaciones' (relatio relationum), lo que es otra expresión para la chakana
principal y céntrica del universo (pacha).
296 FILOSOFÍA ANDINA

o enojado/a-, no le dejan inafectado/a las penas y la injusticia del mundo.


1/1 tbeoh^un^enon cristiano de la ‘ene arnacíón’ se acerca mucho más al
sentimiento relignoso andino que la concepción fil o- sUbica
(aiie^^UOlhies^oobste) del aascn puais. b! Dios encarnado e inmanente
poesuáoná su ‘pasibilidub’ y la neueeidab de enrubiar eu!ai nldnes de
rooperscitto; rdl vez esa pdr ente rontivo quo al ser humano aodtoo, el 'Dios
sufriente y ‘^c^ma^'a^rd^t^/^’, et ‘Cenor de le ago nta\ le es muy Ot
n^i^^ao2r
Pune Dios tampoco us a-sexcol, ni menos puramente masculino, síee
cempontu cee IOS dumás ulumuetes cósmíces la c<^^<C(<^i^<^ie sexuada
Cu la poinridcd Demplamedtaria. Dios eu femeniea y mcsculinc, pa- dra y
madre u la vea, o m^r am^<^ei^m<^nt^: 1c rd acida oomplemonturio de lo
femenino y moscuiioo. esta cendiciCn ue pseaenóa a^^ólicc- mccte da
muchas manurat. Us dono que O1 penblo a^^p^o ea a ccuo oado la edea
anccOginc o ms^scu^h^i^a «de S(poZ£?c¿>íDlDADb¿a njeauei^ieiu Dios,
psueeniante de ldcrideneCl poro en codes suo ionridnos de chopaco c
,
csudiadouf ue ue upltca contecu entarponte et pricoipie de complem
entarieda d y bl -p olariddd dtetonl*. tos rd á Mcos, tal c orno los
odPdPdbaoepac d b pacPamomaí oon parejas complementarias. Jesús,
r^L^cíis^e^.te 1S s crcuru en 1 ac aumb rcu De tos ce ancc, o cep a tos
‘lugares’ predilectos lo toe dnuc/dcOdcOPac. Lo cncz misma es una
cOd&anb ^^nes en Oa octhasoOa (Ccuc del UUÍC cruuc de veórcaHrde y
horizoetal(dad)i corno ue la a La cruz ue los cutres
elmbotlzd p 'presents’ et puente cósmico een^i^io handq/dldx ndcOd y
Idy/ald ^auda, per o tambien eutre ■lloq’e/cb'iqa (lo izqdletdo o fe-
mobmD) y d^ñe/Pupi t ic deten Do o maíeolinon. Addhatajesucriar romo
dlvinidde ,msrculiur’ do asoecto matad ton de to divtoor en r■DmplemueH
con ia OhamdPbaUdamaMs.nanua se cuiacíonc lohne rae^to aue ua De
oOnmada, para asaguuar la vHa y o 1 orden.
Aunque, a veceuc ue ^o^tebf^cu o TadtacaudTarák^á Dloe ODioe
Padre’) el complemento sexual de la pachamama, normalmente el 271
26 Este tema ha causado una controversia en la teología cristiana (Concilio de

271 Este tema ha causado una controversia en la teología cristiana (Concilio de Calce-
donia, 451), acerca de la naturaleza del sufrimiento (y la muerte) de Jesús en la
cristología: ¿es la naturaleza divina en Jesús, la que sufre la pasión, o sólo la naturaleza
humana? En el primer caso (docetismo), está en peligro la impassibilitas . divina; en el
segundo caso (arrianismo), la redención de la humanidad.
El tema del ‘Dios sufriente' (Deus passibilis) es un tema constante en la teodicea
rri«fií>na a In Jaran HP ln« «sialns
Calcedonia, 451), acerca de la naturaleza del sufrimiento (y la muerte) de Jesús en la
cristología: ¿es la naturaleza divina en Jesús, la que sufre la pasión, o sólo la
naturaleza humana? En el primer caso (docetismo), está en peligro la impassibilitas
divina; en el segundo caso (arrianismo), la redención de la humanidad.
El tema del 'Dios sufriente' (Deus passibilis) es un tema constante en la teodicea cristiana,
a lo largo de los siglos.
Véase: Metz, Johannes B. (ed.) (1997). "Landschaft aus Schreien": Zur Dramatik der Theodizeefrage.
Mainz.
APUSO FÍA O TATASO FÍA; TE OLOGÍA ANDINA 297

Apu/Achachila tutelar es la verdadera pareja de la -Mamacha/ Pachamama.


Esto lleva a una cierta rivalidad e incompatibilidad entre los principios
‘masculinos’ de Taytacha/Tataku y Apu/Achacbila. El runa/jaqi hace una
distinción estricta entre los rituales destinados a los Apus/Acb achilas
(despacho/luqta, pago/waxt'a)y los rituales reservados para
Taytacha/Tataku (misa), pero también entre los ‘ministerios’ respectivos:
los altomisayoq/yatiri para los primeros, los sacerdotes católicos para los
últimos. No se puede mezclar los dos ritos, porque son complementarios en
el sentido de que Apu/Achacbila y Taytacha/Tataku tienen cada uno su
propio ‘campo de competencia’: el Apu/Achachila protege el ganado y
fecunda la Pachamama, y Taytacha/Tataku se dedica a los seres humanos y
recibe a los difuntos. En cierta medida, Jesús como ‘mediador universal’,
logra ablandar esta rivalidad y desarmonía, resumiendo en sí las condiciones
y funciones de Taytacha/Tataku y Apu/Acbachila.
El lugar ‘natural’ (topos) de Taytacha/Tataku es hanaq/alaxpacha con
todos los fenómenos astronómicos y metereológicos, mientras que la
Pachamama gobierna kay/aka pacha con todos los procesos vitales. La
Pachamama también en sí misma es la chakana entre kay/aka pacha y
uray/manqba pacha, una función vital para la producción agrícola y la
conservación de la vida. La Pachamama es ‘virgen’, mientras no es
trabajada (en sus días intocables), y se convierte en Mamá una vez cultivada
y fecundada (por los elementos masculinos del agua, del sol y del mismo
campesino).
Por eso, la religiosidad andina conoce una trinidad femenina como
complemento de la trinidad masculina: la Pachamama es a la vez Pacha
Tierra, Pacha Ñusta (Princesa) y Pacha Virgen. La tercera persona se
relaciona estrechamente con la Virgen María en sus diferentes hierofanías
(Virgen del Carmen, Candelaria, Natividad, Asunta, de los Remedios, de
Belén, etc.). Es interesante ver que la Pachamama también mantiene una
relación complementaria y polar con Jesús como su ‘pareja’: en la Semana
Santa, la Pachamama no ‘escucha’ porque está preocupada por el destino de
su ‘pareja’ Jesús. Por eso, en este lapso tampoco puede controlar a los
‘espíritus malignos’ (soq’a/supaya).272

272 Véase;
Gow, Rosalind y Condori, Bernabé (1976). Kay Pacha: Tradición oral andina.
Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. 5s.
Schlegelberger, Biuno (1992). UnsereErde lebt: Zum Verbdltnis altandiner Religion
und Christentum in den Hocbanden Penis. Immensee: NZM. 277s.
298 FILOSOFÍA ANDINA

Tanto la Pachamama como los Apus/Achachilas—o cristianizados: las


nuces— oieínan u na posición estratégica de ’mediación’; son entonces
chakanas divlnm de gran importancia. Por e^o, tienen funciones de
piotencicn y guardia furariwa), iodo non i^^epeec^ r
los innumerablp s ‘fenórnepos de trcfóición273'- (Üuvia, raye, sirreno,
manantes, seco rei^) ríosr M^.ucn^jp de elloe erae en
le reó-
gióe iuna’ca ‘dsnsrr menores’, poro slmmpre signen siendo chafara
importantes que requieren de un CUÍPSPO ritual específico. ESSSIS chakanas
tambiin tienen su ó^mmenrondx^c^^x^uaó como
ya hemos visto deninr e e l a pachacofía.
Le religión cstólics se acerca mucho a estl concepdón iaiigín sa de ’ó
’mediaciPó múltiple' y ta ‘tehci'onalCUd religiosa’ de lee ^hak^m^f en les
figuras de los Santos. Cass nadie conoce las' hagiografías de los Santos más
importantes, pero pravamente rmfe tienen conocimiento Ce les ’funciones’-
espccifiean-de eiios, es'decíf: Pe su'*iugct’ detened endo en pr re d de
retacones y. chakañas cósmicas. Cads .Surto dene se ‘especiahdad’ en ta
cotadon oe probleman; pan diVertco Santoe pera el t^benc, lcs
enfepmedadps■ y las e^adones precarivo de la mida. tao mismo n eusreccu
les ^cl^din en^ess mferiores’: el Apu/ Ahfachila már eerdno ^erega^-al
ganrdo, el plltyo/pmlechig toanaptes la la par^mame es ida anos sereo
humanod de
les $O(^'p/r^st^^rl serpiriiari magnos), -n iUsepa/q-rpxya roobPs tiene eo
m
ominio'sobre loe to^nnnlps y tas UuvtasnMciidios de kn Samos. rsróiicos
—parp crump He cene! prircípio de pu^lpleruenlc^ieda ó— Sienen sn^esqn’;
m
or nirmplo San Marcos es acompañado de Santa Maeceta.2 Cabr mcgelonar
que para ta ^nee de tos Andre- es Nrño Jesús (NmuchaJJesús waLo ^krs
sioo deee norm megle en
m

e‘ pesebre su 'pareja'.

273 Tembién onn ietfum to ioseanior, non ev eagngncMeión.oo dfo una supoqanMi dónde
iC:
vintuadcc■ au twtoos s^r knr Ss nmt mne iiPpsretniaa. Santlai .
APUSO FÍA O TATASO FÍA; TE OLOGÍA ANDINA 299
Muchas de las fiestas religiosas son fechades en. mo meatos. cruciales
(kairoi) que marcan una Navidnd
como fiesta dul Niño (UtiUecea/Jesüs ids^^ m crea la aransiclón en s~ mica
óei solskicin de verano r ñire el incremento e la diemikurión del ‘receñido’,
dal esemn reis reemplceando la antigua fiesni inaaica iel ¿eimpue -SBeen- til
(fields de San Jeen Bieiiste (se is junio) masca de ógeal manera una
transición similar (soldólo de inviurne), sustituyendo ai VISS oamC e la vez
er el *dls leí rarnceslno^ recordaude si rol trascendental ddt ssgi^r^^lt^r
nomo asadwa Oel orden ccrsrai<^<s. Mu- ckas de lao ilstinras hlecofenlar 'a
Jeooerisro y ais Matiu ron venerar das como ‘dantos’ la^icé^u^^s^^: el
Niño, la aanmnif^e Cruz, dascua de Resurrección,' Is ^^Í^ÍÍ^IO^^ UriniNsd,
Virgee Asnada, Viagen Nativldsd, Vlagen del Carmen, Canrrearia. Nloenos
de los Santos toe relaciona- drn corno ‘párele’ con deidadss ^^^<Si^^^s:
Sautiago lieno coms ‘paraja* o aUa[sCd^t^^^ns (Oran). la Sjr^c^lC^ien^
Nruz a ’a CldaSrinronso. Otros os 0>oncn s^mo ‘herradnos’ oi lado dn
dnidadas nutnutones: Sa Vlsnen María comía Pachamama, Jetes con los
VpurZ4dit^ueU£ZS. En l fondo, ‘Dios’ en ia rirCana unir^etsul, uíntusis’
co^n^e^^c^^t^^^ Se M^u^nuc^C^cu^Mu^^u (ln iNescuUno) e
MmmanhaeMafson S1O femenido)- dentén en d por osN bípnuinuad, lo
divino puede ser fuente Cmama pucdu) y ordemdor (unmaq pacbad da ta
vida.

9.5. La relación religiosa


Tarnosdn esi cuenta queda te<ñcimealtdsd e a 1 a categoos imndpmentat de
la filoso fía an'lno, y que el's r la ver cisne caiácsea ’sarraicentaS, cn de se
nent ido (note reíasion urelafr)S rs r la vea "reliuión’ nreligfo), ds deds:
nexo imdonnlciodal de loe elsmecios con et oróse cósmico. Por lo irnto, la
eunresióo “relación religsosr” para i mundo dndine aa prerticamenie una
lentologsa. No existen ‘relacionad’ miárnosle ‘prof'cr)’- o 1 rd^ou^er^^r'’
sdrn quu siemoia conlicnen una ‘plusva'la’ sipfí>6Lico-lePiunfO; este es
eíoaso NII <ss relrcionlla labarNis( (pastoreo, cultivo), ramiila^es p aocle:es,
peto de OSN manera muy rca deífica Se las relaciones r11oa1cc y
ceremonial's, ta relicioridad anJina ínaluye JsOo\ porque le divino tn ‘toko
en todo’: ^1’0101131'1111 om- ^70$^:. SIN S^^I^Ó^^P, dei-de una formd dn
s religinsiPad sn cn metido más esinaOn somo se sn ndeie usar sn la tesm-
nnlotoe ocd- dentólt ln rdacion específica con lo divino.
' El runa/jaqise relaciona de muchas maneras con lo divino, pero la
forma predilecta es la ceremonia, el ritual y la fiesta. Todas estas
■ El rima/iaai se relaciona de muchas maneras con lo divino, ñero la

300 FILOSOFÍA ANDINA

formas no-conceptuales (o extra-racionales) corresponden de mejor manera


a la condición del mystherion de lo divino. Éste se hace presente en forma
densa y concentrada en el símbolo (symbolon: 'lo que se con-centra’). No se
trata normalmente de ‘símbolos’ estáticos, sino de ‘acciones simbólicas’, de
ceremonias y rituales cargados de simbolismo. La comprensión de la
religiosidad andina requiere de una semántica muy específica, una
hermenéutica del símbolo y de la interrelación de los símbolos. Como
elementos de esta simbología observamos la música, la danza, los elementos
ceremoniales (coca, cruz, chicha, etc.), la palabra, los colores, los olores, el
tiempo y espacio, el orden y los participantes, la comida y bebida, el silencio
y el grito, el animal y la planta. Es un calidoscopio de formas simbólicas que
nos dan un ‘reflejo’ holístico e integral de la experiencia religiosa (que a la
vez es la experiencia vivencial).
En y mediante el rito ceremonial, el orden cósmico y divino se hace
‘presente’ en forma simbólica; es un acto de recuerdo e interiorización,
cognoscitivo y celebrativo a la vez. La ‘presencia simbólica’ a menudo es
interpretada como ‘magia’; pero, como en el caso de las curaciones, la
eficacia no es de tipo ‘mágico’ (en y por el objeto mismo), sino por su
simbolismo, que, en el fondo, se fundamenta en el principio de
correspondencia. El ritual del despacho/luqta, por ejemplo, tiene una
‘eficacia simbólica’, porque ‘presenta’ en forma simbólica la
correspondencia entre el orden macro-cósmico y microcósmico. Es cierto
que la doble semántica (sentido literal y simbólico) de las expresiones
vivenciales del runa/jaqi andino nos dan la impresión de un mundo
‘mágico’; quizás sea eso el trasfondo para el ‘realismo mágico’ en la
literatura latinoamericana. Pero el símbolo no es ‘mágico’ en y por sí
mismo, sino que siempre se ‘refiere’ a una realidad no-simbólica, pero
presente en el mismo símbolo. En la teología eucarística se habla de un
‘símbolo real’; algo parecido ocurre con todos los actos simbólicos de la
religiosidad andina. El símbolo no es solamente un ‘signo’ referencial o una
‘representación’ conceptual o lingüística, sino una ‘presencia’ real, pero
comprimida y polisémica.274

274 La filosofía occidental hace una distinción estricta entre el signo y su referencia
(signifianty signifié). En el simbolismo, el signo tiene una ‘caiga semántica' especial
que depende del contexto y de la intencionalidad semántica. En la magia, ei símbolo
se identifica completamente con su significado: la cruz (madera) es la causa de la
sanacíón. Para el runa/jaqi, en los símbolos se ‘presenta’ la realidad de una manera
concentrada; por eso, e!. ritual tiene ‘eficacia simbólica’ y no ‘mágica’: la coca no es
ei cosmos, sino lo ‘nrespnta’«en lo oeoueñn
sanacíón. Para el runa/jaqi, en los símbolos se ‘presenta' la realidad de una manera
concentrada; por eso, el. ritual tiene ‘eficacia simbólica' y no ‘mágica': la coca no es el
cosmos, sino lo ‘presenta'«en lo pequeño.
APUSOLA' O TATASOOÍ A: TEOLOCÍA ANDINA ■ 303.

No debe de sorprender que en las relacionas religiosas también rigen


los principios bascos de la filosc^fía andina-. cornp!enenu-rnedad y
reciprocidad. LE retacldnoeiidl<asd no es un prn pílegío del ser h umnno, y.
tamnoco o e reaUza sgtalnnnie a partir de él,
Todos los- elementos cósnakios ‘oran’ y se ‘co murúcan’ con lo divi-
dio, y éste eere en orrmnnenio■ relación c co todo. LE reeacion humana
desuca por -r r carácter privilegiado conor chokona imperran- le-e^rv la
‘presentación cimbOlica’ del arden scscrico. El ser hcmano vo el ovrte
‘cimburico’ .-o CnOeol^^^:^te’.rsvr ^o^^od^ncia. Hay quo comprender
sodas -SU retaciones - de tas n^ssonus, gis pon u cdaeunrddO es oa rt Dios e
ms hierofaníos (Santos, chakanwo pachamgmal Jedes, dred dantro dd marcp
dn ta coeedteyrenteripddd d ta reciprocidad.
Lc ‘economía cor^cm^^í^^r y ‘salvíoica > obedevc a estos prlnaí- péos.
Une ruisa'o m rocrámo uto ouo no 'rcresta’ ooOc, tampoco vale y no ÍÍ^^O la
sambdlibn inlenoiorladol dorque lu falta U cam-
plnmento reciddoco pop parte Í d ^e^hun^na^c^. LE economía religiosa
sacramenta 1 ooiocsoend c a -lu rcorKurLre cgraria oc los ‘tribu tos* a la
paco a mama: como e nos brinda salud y bienestar,
cambien teeomos que ’deroloerie’ .en fornta pro porcional opcro simo
bólicaí un CribuioL-Y at eevés;-, si-desea^mr vn Tavori Vre-írbución) por
curta do dr dioinoí rm^^mur ect^^ haecr ona ‘ouoíürbuoión-. Esto ocurre
cgn tas graddar frescas raiígioedsrdonde norreolmenta unn ilia mili a
scx^^nmr -some ed cacgm de,.ta ‘mayordomíae Esto rlgdidlen, o meaudo ,
nu gasto mup grasade dard tas peponas sdrpoprab 16S; pn re senún o
drigdipig de aec i^e oetped, so sapera Í O hasta ee lo euigc mn un
oierto'dcrecho).una tdcooIrlcinn’ corre -rnondiyutr en forr-oa dr sc- tud )
Oi^^^siar y éxito pnra ta raid.ll¡E aocdorobretido] LSC conncbucid- nos oo
onóldicaa pan metivo da.los sacrameatnr y sacrame ntn tar ^^n . neaiidadae
en e^^d■ ingar s la- dívini^a^d mismo ^^1 Sdor, Tayiadhc^J TataOn, ta
Virarto c róld como adencte seednddrio rielroducida
UOS dor espafiotes) O ddtesddte o rdncionario, como contribución

Véase:
Rcorur, Pcul (1^1)V “Hemténusniuue des symbotes et philoeEuhiqtio’'.
En; Archñrto dipt,Zcio/19 31. 791-297.
Idem'(1969). . t Ctrnflit ¿^Interpretations: tesas cThermíneutieee, adsis .
Idem (1975). Lo Métdphoee Vive. Parir.
Acerca de la adaptación de la filosofía de Ricoeur a ia filosofía africana, véase:
Madu, Raphael (1992). African Symbols, Proverbs and Myth: The Hermeneutics of
Destiny. Nueva York.
302 FILOSOFÍA ANDINA

recíproca -por sus ‘servicios’. Se entiende que muchos sacerdotes sabían


(y.todavía lo hacen) aprovechar esne tnasfondo pachasófico del
mno/jaqi'n¡p^ sn propio provecho.
Hacia fuvro, este modo V e emend er la relacióv religioca va vece se r
el seC njo de uee ‘mental tcCe comercie tu se hnbla de una religin d- ded Cc
Cse gocio’, de ‘ehrntaje’ - ipiadipu-acié n’ do Dice par - arte hel per
humanv. Pene vo re t rava do una inicia ttoa uviiaeeecl v prepotente, sieo dei
acio corepietneotario por un inseg-rnte de le ‘justisía’ cosmis cm mayor, de
la cu al Dios e s garenve y acnsewadore LO reciprocidad prbtbenb
ealragpardar esta ‘jpetlcls' eo lo religioso, a través de uoa anerribuaióp mutis
y proporcional . Eo el fondo, la icootribpcióo’ por parte del ser sum-oo ye
es-s noeosme de ‘retribustpo’ rorr!- que OÍOV antmvioneovnte ir pe dado
(orcterev sahib^-vécer bienesiar). Pero a ls aez oe uns ‘con tsibrción’ eo vista
de nueoos 4fa-orhc’iay fe implór rada en esta r-ciproaidad, se ñi-domenta. t a
dtp todo, n- ■ la justicia* de Dios, en vo su gena-nMddd rmiseaicord:ia y
dratdidad,275
relncióo avl1y1ory, basada en el 'ppncinid de reciprocidad, vav rece
rav^^a dertr rldinar dn tav ^o^e^phonem mar tmportantev dn tr t^oios^^
criotíaos, E n primer luye r/eccluyepre0-10^1^^-^^ el conscp' to hn
ipi^^Gi^’ c orno ioir(aviva- un Hat end de Dios, sin ccm-e^^^dn^^ recíproco
por rene ÓL- ser 11101^0. tn hravridrd no-merecida (es 0ndd vh-
vompiementyrie) ov vino.que viola en paViaVpid PO reciproci- da0 en Vo
ético y pyliaiordCE1 oinruamy ético'y retig1avd no ns ion ideel, siró mve
bred ana ameveen o^ra el órdea sociory cósmico. Cos^d^ Seka ei <SPOO^^^
manos recíproco, Se'1 justice * pecha-sorine es ^^103 de dc fuoitamento
ep-ciridiblv. Hesta hoa día, e- av n-
dipto ^arst^^eo SC O ‘graeia’ -OSSO acts dnsisddrceado o ubtdiseccionai do
cs SO pcnlino ‘inculmrar'-deb-shmentsr Cada ‘regiSo’, tasd- o temprano,
tiene que .set ‘rocrbuido’ tier bom oróporcional, sea en forma

275 *’■ Lt a^tltsn to.hociadora ’ -e 1 neeue/jad( andtoo en cne^nt^o v la rebciónreH^par


b ^a -o'er °pdv a los eu^oppy( dredcn pesado-S rp(medra econoa'asar
rp a

d V) ertoidevcstc d^<dra detody tpodc todu^encua y dd íe brflefi^^c-ión pav obraf adr


Papv de la Reforma Prote-cavíd. A^rtc de ta paoblomctica OCOOH- rmcadcl al ero (y ou
obuoo ses^cuvoX el ‘pago’ por cone-pto He toe saco-, m^tos O 'af-ambntaloa, heneen
kem Amtes un erasfondo cultural y rejigiose rnuypycuLar. Loe rimalye &e\
(eesexlchmh(pio y paVJ^dyap?^/^’1'rc lc drsoP aveomp forman el modelo pachaoóOco - é-
ieo de robo iSpo de ■intescdmbid’ -0^0^, d-e siemyra -a ‘justicia’ de la
reciprocidad. La monetarización de estos
‘tributos’ es relativamente reciente y se debe a la introducción de la economía de
mercado. ..
APUS0FÍA O DUAASOTIA: TEOLOGÍA ANDINA 303

simbólica o en efectivo; esto es una norma en las interrelaciones sociales,


pero tembién en las nslac^^lc^^^e celiglosae. El ser homane nse tonces no es
‘justificado’ y ‘salvado’ sois? por la gracia (oola gratia) y iu fe Osóla fide))
c orno un ragaio divino, sfno pea lo ‘justisia’ recípaeso cetro lo divino y
humano. Tal oez coa uno de loe motioos gor loa que las tgles ira ptvtoeitvtes
eiteeo más dduot^i^^cfet e n eisui^ilULigafte‘ te tl mnuOo andino que el
catolicismo quo insisto cu la importancia 0c las ‘obras’ (come attalbuslóe
recíproca).31
en sognr^oío lugrr. la o^c^c^^iició^ ondina lo lo dioino co caerca m ás
al Dtos ju sloy oelo sa de le Biblia H eDree (^ti^ua ecstemont o) quo ai Dioo
boo du doso v a ltool sA dol Nuevo ecstemEhtg. aa reí aoíón enlre YaUvO y
ni polólo de lcrael se cacacteriza oo r el principio do rociprociOaol y las
cnn.scancnaias scncradmales Oo fallas éticas y rcl(giosac. Para ol runrr//aqi,
Dios ee es gabitcone te sus ‘sofiigcv’ e ‘favores’, s’no respeedt ol oaSte
de'te ‘justicio sósmlso’. El astnoa Oioino, tanto en to posltivo C^^O nn to
negativo.,. tienc cemo fin último lt ‘cestitucrón’ del equilibsio odeads a casta
oe las ídScecgionea por nefsona( s grupoe n comunictedes. Soto te oots
modo, la fusticte at puede reteadecer o entonces, cusodo Dios ‘nasties' ti
peebto mediales sequía, inugdagiones o dranízaneai oa ‘culpi’ psr anjgnOi
ioo resto o falla de reegero c la parhamaono sera Uocraúó y d daOo en
sonOPo cómico será restablecido.
ColDt ins’sdr en el hechd de que la ‘ldotic cc, no ss mide por e1 oadto de
te Ubeoúod iodMdual p SU respoósabi1ldrn cocsecponntoor ÍH. rmo nor la
^eve^d de te mfracctop, que ao expren por o 1 'antle de trastorno yel orden
cumias. Por to tanto, te ‘carlign’ (t ona recompensn) pos perto de te dime^^^
no ae toeim ol ootoo inicosdl ei al mgmgnSó de te infracni’n. De touerdo a
te ’rausdad del doHao, ooo ‘coalllucinn’ rotigtosa puede requerir de un
esfuerzo

3
Chaco .que eoia conrefótón de ’’ustida c osdii<et’titno imdgns^cinspelg h consi^ ’ion de
’Dupy Para d r/fVjaqq DIOS no es el gobgshó no^ soberaoc, apbftrario y
onre>cnflclonLe que CI^I0. eno rmogr USC niiehta hoaetitud delac coropapostes. Podo
teñid; .Dtós .está suleto so ‘a ó’otmoa0, a ’os priedlploc ’t comp’t-
montoriedad , eorrernoodenniu ycúrinclonóáq. Deo too de n loología cihntia na , ef pía
p^oiectaet<s SO0, cerndína a np Ssune(Ulnoluerarqmo s° ios se rign oc su adc^
únktprnente pnn ao vy futHadl0 e1 aba aosóRca más e mo sdondismo ‘Dtos'gu ri’e per
ni0’nta ^Inopios 'tó^corSt E‘ gdgs:eptd ?e ^tedosmaciónt un seoddó de un a etc
ad^^j^u.^c^o dederdta yoondeportón t^Mno), para el runa/ jaqi es un absurdo que
pone en peligro el mismo fundamento pachasófico del orden ‘iusto’ del cosmos.
0O4 FILOSOFÍA A NDINA

de toda la comunidad (o hasta de la región) y a nevos de varías


generaciones.3
Aunque tal intercambio para la conospción occidental renulte
sumamente ‘injusto’, para el runuOjaqi es ia Ooroa rnSe adnauada' y justa,
porque corresponde al principio último de ‘justicia’ que es 'la reciprocidnd
DOo en extraño (rO intosroU que loo faariliaies n tndu el at^ittr teteu que
‘suprid a carpa de una inUcscaiU r por une de sus mieutbsos, a veres U asta
mucho más aUá de su muerte. Un deade- nado’ Omkuchi/manq'a menq’aU
m uo almo eu e rn so vida no ha peciiijrt ‘rertit^id eu forma eecipeoua ej
cPrto caneado,"O, pot in tvntn, inCanía a o encuentra na tranentOidad; mote
ensonaeu molestando o loe seres duendos y ala c ota unldeP , y éstou e n.
formo sustirutivu rionen ea e 1 pagrC sie-b01inc o tls ¿enmante not ta
infrsociólr coio-adde hasta que el ‘condenado’ encuentre su tranquilidad. 33
Un Dios altruista, misericordioso y bondadoso —mediante la gracia no-
mere- °ide o nn-reoí proca— ^aro el OOSIO-"0!1 sería un Dios surname nío
attjitrorio^ por el;o, no uonftabie.
Entre las iglesias y sectas que tienen mayor acogida en el ámbito
andino, soloesglee aqcenas quo se rnnilomenDlr eo lona eoncepoión
tonfoolea veteroeeo lamentan a, como-fon ‘Tootigoo de Jehová’ y ies ’lo-
raditns’ (‘Asociución ^angélicu de ’a M’sióu tesuutap ds la Alianhu Nueva
Uciveesul’X las sectas appcp ttpttras aomo fot Mosmonatt y A eeaptetas, y -ta
Igfos’a CatóHcu. ‘Esto ue debe a for rasgoo -eñe 1 ados AS la oeligloridrd
IOAOC como el alto grade At senshioirtad pasrirta toy eo- la ju si^^^°t divnto
g^a^^ ee pordóv y ta gracia., ta mo-
n i ^egrauta’ por for Santos y las cbai&nñas unisisr le rraooynriem cta
c 1 y Ob

abso’nta, fa inefosfoo unU^urrui vessus ta excl-nfon arHo'ario


(pto’estionetón), y ta nvncepción discootinbo (apocstfpticaO tte! uen? po
constes el coecuefooto urgánino Asl.Rekio de DÍOO. 276 277

276 El gran dilema de Job en la Biblia Hebrea entre la conformidad total de su vida con
1
O
O mandorntóntbs de Yahvé ^er un hdo, y s i oufrrnuento personai ‘in/uso0 yor epro
‘edo, uu pecit: una inrrTtida ‘reHglotc1 de^unre, juara ) ruu£urjuqt su rppueieu p un nrae’
U

fnpra-inoividnlu. El cpncepüo aedino de ‘justicie1 OO m «teñun O-1 t a libertad,


n^;^ino^ni^uuo^^aii ‘ mutabilidad petouna’, VÍHO pos e1 orden eocsuoórbros yoc ’o sabio,
id sefrarnenro ús e1 gorae 1srstiortrvo‘ (rufrirpo- Oa ehlpd de o°cui) UÍO en 'iujosto’,
erreo ucvujd una Uusdi^ie ‘r^,^^u’.
277 La ‘justicia sustirutiva’ tal vez sea la razón cultural de la gran importancia que tienen
Le
‘mteas ‘e akne’ un el amb’to andmo. Enere untas y ditaote ex^ta una relueióo de
icuippo<po’ddetai manera que ‘or familiaese araos cumplan (ee fotete res^í r^Ui^^) un
‘deber’ que hubiera tenido que cumplir el difunto; como retribución recíproca, se
espera la intercesión del alma ante Dios a favor de sus familiares.
de reciprocidad de tal manera que los familiares vivos cumplen (en forma
sustitutiva) un ‘deber' que hubiera tenido que cumplir el difunto; como retribución
recíproca, se espera la intercesión del alm a ante Dios a favor de sus familiares.
APUSOFÍA O TATASOFÍA: TEOLOGÍA ANDINA 305

Las iglesias Protestantes históricas (luteranos, calvinistas, monc


cUsto) no Oan podido ‘inculturarse’ —salvo excepciones regionales—, por
la únpoitancía de ls palabra (sola Scriptura), el purismo iconográfico, la
imistencin en la gracia no-merecida CdCr graiia), ia predestinación, el
rechino a los ‘mediadores’ SSantosg y la dialéctica sx- clusivi entre Dioo y
s^r Comnoo. Poro tpmníén la Iglesia ü^cmrti^^^ tieno nlementos
dPcílmente compatiblec non los mismos principios pcchccóficoc dc .los
Andes i el ceiibaáo, la Trinidad tc s irttetcsnrcte vue Sa tercera ‘psrsona’
prnoticsmerte no luega ningan nr po 1 en ls relie piopidad ndpular
andina),278 el pecdán ypOiicv, la ^^i^d^iiiliiidcn Ce dt tyldsla y dd la
divinidad. —c otro Loado —como ya o—go sopcian- to— nay mucbns
eSsmnroos qne ponmiten usía 'innrloiración' más pscfnngs: el olemenso
tómenles SMaría), los ‘mediadores’ gSantos), Ir Cnrz, la cncarnaclóc, lo
nnáccnes, ios scníoineniales y seeravieniot, ios fiersnc y rlmlnles, lc
imónrnsrcia de la-recelaclón ni toral, el toola rcs^sr^í y ln límboto,gía
religiosa en general.
54 Véase:
Gonzáles, José Luis (ed.) (1987). La Religión Popular en el Perú: Informe y diagnóstico. Cusco-, IPA.
96.
La falta de una pneumatología andina no se debe a la ausencia de una concepción de
espíritu, sino a la incompatibilidad entre ‘espíritu' y 'persona'. Además, una ‘dualidad'
divina coincidiría mucho mejor con el principio de comple- mentariedad que la
Trinidad. Para el sentimiento de muchos runa/jaqi, Dios es de facto o ra dualidad
complementaria y polar de Apu Taytacha/TataJesús (Jesús- Dios) y M am acba/M am a (Virgen-
Diosa), a pesar de que saben perfectamente que no concuerda con la ortodoxia
católica.

278* Véase: ‘•
Gonzáles, José Luis (ed.) (1987). La Religión Popular en el Perú: Informe y diag-
nóstico. Cusco: 1PA. 96.
La falta de una pneumatología andina no se debe a la ausencia de una concep-
TPUSOFÍA O TATASOFlA: TEOLOGIA ANDINA 307?
CAPÍTULO 10

Filosofía, andina:
una interculturalidad difícil

E l debate sobre una. ‘filosofía nnninap propia y distmta de la traón


cCCn occidental, revela una serie: de dH^ict^ltm^t^s hecmenéuticas,
metodológicas y paradigmáticas, como las he señalando cn loc pd- meroo
soprdiloe do este orobajo. El enfogue intorcciOrirel no oólo o re“ tende
soperar lgs eloocentcirmos, sooper- y sopra-culiurallrioos ev la filosofía,
sinv también- cuieee llama- la atencióo rl con-exto cocio- esonómico o
políriso.que PO?s^ifl^ o dae-o Imocdlbilllr. la-exproolóv aerévrlre y propia
do en to^ioa'aoro^i^te^ flioóffico e^r^^-a^^^vnoe disVn- to at dominante y
‘canónico’ de Ocridente. En el aoso re la ‘filosofía andina’, este contexto
tiene rasgos muy necullaros qne qnisro saftalar al finalizar ooro análiolo
intercukural.

10.1. El peligro eel uurísmo cultural

Un onfdee^e oeuy darcreular, ^eso dr O-SO ca do voz mayor, ocetoode


‘rescatad' If culftira'-y la ffiosoifa andinas como un tesoro museal o
areeodlóglcd, cdms palrrmdvid do la hJem;nr.s■asi ! transmitlsd.s oc forma
ivalroradd a tratéo do lao gevoracldvos l Oas tendocclas aptócrdvas dol
indigenismo’, *rrn<aísmoC y ‘pachamamismo’ se inscriben
oc oora c-monro.279 Con motivos comprensibles, pretenden ‘impiíar' la
celoera andlnn actual de sus ‘manchas’ exósenas y de sus. impurezas
occidentales, para ‘^erronIencr de e nu u otta manera un mundm unto-
mente intacto e intocado. Aparte de las dificultades hermenéuticas y
metodológicas insuperables, también se nos plantea la cuestión de fondo de
si tal empresa es deseable. Para la filosofía intercultural, ninguna cultura es
‘pura.’ en sus formas cotidianas de la experiencia totalmente intacto e
intocado. Aparte de las dificultades hermenéuticas y metodológicas
insuperables, también se nos plantea la cuestión de fondo de si tal empresa

279 Véase el capítulo 3.1.. en especial las notas 17. 19 v 20 (del capítulo 3).
es deseable. Para la filosofía intercultural, ninguna cultura es ‘pura.' en sus
formas cotidianas de la experiencia

1 Véase el capítulo 3-1-, en especial las notas 17, 19 y 20 (del capítulo 3).
31 0 FILOSOFÍA ANDI NA

humana; sólo como Idealiypen (tipos ideabas) podemos prese^r^ts^r las


distintas culturas, sal como ■ehhibimos esculturas en un museo. dero la
celtura eivp aoesisse, sobso tolo, de peseonas y grupos que )eansr formas,
euolucrvslan, interpretas y adaptan sai ‘universo simbólico’, de acuerdo a
las necesidades y objetivos exíctóntes.2
No eelemcnte a parti c d e la '‘ehet>aey^c^tó n’ de la ú^^^ey^avie tc y
Sel comercia dectso de le liamade miden tnun^^^’ (global zisPnoeP, sino ya
de sds que ni ser humsoo se desptaz a y migra, Us enhupos ae modifican n
teansforman ^^ellt;e!s'.edls, Binando n sincuetitaios cudeo ratee mío st
n^pe soOercotes o haHa imntícltop. sor SO tanto, ls luleaueueteación os O
aulaere fa IihotoCut undins. por natoun; noódnnos, antea de sse jnzgnda,
esun simp)e hecho; los feiPee na soo nuuea les eran) me reuión a^^tat^^p
un iáboratorio:coltunlj■•una irln■d unn ‘minado sin ventanas’’ Ya en
135^0.15^600^031 e inceiras,' tee eástintas culluias de a-tá CSSA se
t)nnsnofmeOan, sy fore.lndaban y ae cuastíomnban mutemmcnte. La
Hamads '‘caltuea ineaica’ no os en aS- soluto msvotVica y puna; contiene
muchos- elemento' ‘exSgenac* ele anlseran soetáneas y anteriores.
Sin er^nDau^t^<^, con It 'Cooqnista ss noo ^€¿56^3 uu pounsamc
difetnntn: Ya no oe nata SSO un procero anulatiuu y i-t-g^pico ge pa^^-
lactón, airehéosis, interpenetrncrón,■.transcunuaucióo y sinpretiamoar-
moniaro, sino' tic esa vendadero '.choqun yaltaraT. El- pnen nn la nv nn
este ‘Ssetrlla celtúvni; eo ere Cy no ei) d stains dn ea misma

La filosofía ta^jllf^uttstleu en) uo op una fílocofíu oompa)atísticc s ennr ú-táma rm


como presupuestos metodológicos:
° OUS c^tusao nomo Idealtypen .(tipos tóea'esO eoer ‘umveesos e’mbólicos’ ce-
rraduSj . • ’ .
b. Los culniran con metodotógicu y dxiomásicamento eqmvutentes (el uuemo ya- tor
reaiX ■
c No sps toma en ouensa gu rnreloeeoerrución de culturas (sincretismo cultural;
transculturación).
La filosofía intercultural habla de la “intertransculturación" como un proceso de
interpenetración cultural. Tiene (entre otros) los siguientes presupuestos
metodológicos: >
a. No existen culturas puras.
b. No existe un tertium comparationis neutral (o supra-cultural) entre las culturas,
ni hay ‘invariantes culturales’:
m etodológicos: ,
a. No existen culturas puras.
b. No existe un tertium com parationis neutral (o supra-cultural) entre las culturas, ni hay
'invariantes culturales';:
c. Las culturas tienen d e fa c to siempre, una cierta valoración: existen culturas dom inantes y
dom inadas.
d. La intertransculturación tendría que realizarse m ediante ‘polílogos' interculturales.
FILOSOFIA ANDINA! UNA INTERCULTURNLIDND DIFÍCIL 31 1

cultura, su grandeza y el poder ■ de convencimiento, sino el militar


y.económico noe la acompaña.280
Cualquier ci^úít.¡;ra tiene que ver con ‘poder’, con categorías de
nomieacióe o meglnaetór^, ideolcgías acorrn^^Penh^.s e ietereves politicos
y ecoenmióes. Por orta razón, se yuedn haZhir dn ‘culturas dominantes ’ y
'culturas marginadas’ (respectivamente ‘dominadas’), correspondiendo nti
pioddo de ‘centro’ y ‘periferia’.
La fiiecdfiy peo-medei-na pretende —en un abracadabra ftlocófic^—
hacer inviríblee y hasta ineoestanees es tac nihereegias de fnedo, al pre-
seetemoslas t ulturasl coroo objetos estétime ’eduivalentdp’ e. Con
ta.desepacicinn de un írmwin conauiroiioeo- (lo tc ya eélebree
‘metarretatoso, nos-falta una bsse pora peder ‘juzgar’ Las cuateirt^ seeún su
condeno po ‘podee1 . SO esea^^oie qda toPca y cade una de las caitures de
nuestro globo terraouen tangan les -PÍ^ CCSS ‘condieienee ele entra de’
en.ei caUdos-opi o estétíre y hedonísiico noctmoriemo. La ílusióó que non
da la cotexicteocia oaaifina y eelente ne Superman con un nespacbo/luqta
anninnl hn Shiva con un rito 1C iniciación bantú . e gravds d e Í a
slnccnniciPn d ao^^l^tn ría la reatinad virtual <tlnvmftica, fPctlmeole.nyí
lleva c la conchisihn co es co-cxia toaría Oayífica y ‘fibre d’ domieación’
O^(2ts^(^liaftcfer^rC reci Pe Ira culturas.
Culturas política y oo^nmi^^me^^^te ‘neutrales’ so lo exi5ten en leu
museor r ííbroc ón■iológicos. En aa vida reoí te loo. puebcos, IZC anníunto
de dxprerihpen de ous mipmyaosr siema
¡cre tienen unc nincta ‘inclinac i^r^’ ‘’tas’Jen uno esaate ’ e ’importancia’
e/impacto’. UU Uamada. ‘cultera occidental’ (OUC machos eat lta’ man
una- 'rto-cgi-ura’ e rrn&OruiC, per .su dommación económica y ^fitíca
Qndníive müitar) ha ponvenirsa ee ta cukure homo
oeute m
de may on ^ien d
sto i
sí mismo, ha fomentado la con-
hepdón du ’a ssueer-culreralided! o hssts [fudra-cultufalinrd’ dd mede cultural
occidental, inclusive de su filosofía. La expansión militar, política y
económica era y sigue siendo la gran correa de transmisión de
(anti-)valores culturales, ideas filosóficas, modos de vivir y

280 Acerca del análisis filosófico de este ’choque’ y de sus consecuencias, véase;
Dussel, Enrique (1977; 1980). Filosofía de la Liberación. México; Bogotá.
filosofía. La expansión militar, política y económica era y sigue siendo la
gran correa de transmisión de (anti-)valores culturales, ideas filosóficas,
modos de vivir y

3 Acerca del análisis filosófico de esté ‘choque' y de sus consecuencias, véase:


' Dussel, Enrique (1977; 1980). Filosofía de la Liberación. México; Bogotá.
Salazar Bondy, Augusto (1968). ¿Existe una filosofía de nuestra América? México.
Salazar Bondy, Augusto (1978). “Sentido y Problem a del Pensam iento Filosófico H ispanoam

ericano”. En: Cuadernos de Cultura Latinoamericana. 12. México. 21-30.


312 FILOSOFÍA
ANDINA

XVeltanschauungen (cosmovísiones). En el caso de los Andes, la :‘in~


vasión cuitara? de Occidente fue, en un primer momento, ‘bs^utizada’ dm
iure por la religión cristiana y legitimada de facto por las ambiciones
económicas de los cannusstsdores. Hoy <día, le miemc ‘invahión’ A el
miomo llmperiollelvo’ cultureSes ya no necesttmc tipo de
lcgisimnciha ^^a^^cayc^^^’, oiao oc nnso-fnaynmc^l^^n por la justicia’
ciega Se la 'mano invrsiblé’ deC mecnsCo ilimliSOo.
Aatc esta oitnnciha, ln teasnciha Se na ‘pneirmo cnltaen? es muy
grande, aizoga^o no uól o por las víctimos de la agresión, sino también
poso lob repseonntanten hetssoSoxoa s disnrepanies ne Ja cuOtara
Somiannte. Existe ea OcciSeate na ceeciease ‘cnarnacio cnltnenl' un
desgaste cata. neo mayos de los valores propa^don, uno desilnsión
te^nmaticn ante na ‘maeeriaUnccidv' y ‘eooom^nl^ah^^n’ de la cnlnura. La
oilosnfía. omosederna ‘archiva’ el gsan proyecto Se la moOyrniiyld
occidental como un aalteión sin oadO^, pero la atrnonasivb ybopuoota de ia
,
ifdllerencla local ’ y Cel estetieicmsmampopn puedo moviliza,r a los
psupiss inquietos. Exisia uno fausisación eultara! ante la mediocridad
omnipnesento pel fast food, de in uniformidstl de la vopnmonta, dn ia
ienUeocnnle obn rospbcto ut ro^op O utopias. En esta situooión, mu chas lo
‘an PS^O^S ‘descontenta s’ bufean se rencgin en la exalta- ciha de la
‘ppreea’ dS cuitaran extra-ooctdsntaiet, siagiendo et natoralismo die un
ROUSPSOU O OP exotismn do un (Oaugin.,281
Ontoacps, pneSe see qne ln ^^¡io^^ andina’ —corno eeobetlón
sistemática y racional de toda ona cultora— apneezcn como ln ‘tiena
peometiSn’ para loo Aussteiger cultntaies de Occidenten El tema pro-
beepanto de la POOIO gin, la desorientastón pt^tot^en^, ei ^isjt^rn^^nto
infosmálicc df redid ad ‘CÍCIAS’, ln libieza religiosa, nl A^^OS^^C^^
mionin ce IOS ooiooes m^:^f^si to Oesltusióp do lu tldpltación fo su
dialootica) ti O! rlplamientp nadc sais más hosrososo det individon:

281Quizás estemos en el umbral de un neo-romanticismo occidental que contrasta


con las luchas de muchos pueblos por la supervivencia. A pesar de la sincronicidad
electrónica e informática, las ‘desincronicidades’ se agudizan cada vez más: mien tras
que muchos grupos del mundo industrializado ya se despiden frustrados de la
modernidad, los pueblos del ‘Sur’ luchan por llegar a esta misma modernidad. El
término Aussteiger (literalmente: ‘los que salen’) tiene su origen en los moví-
4 Quizás estem os en el um bral de un neo-rom anticism o occidental que contrasta con las luchas de m
uchos pueblos por la supervivencia. A pesar de la sincronicidad electrónica e informática, las
‘desincronicidades1 se agudizan cada vez más: m ientras que m uchos grupos del m undo
industrializado ya se despiden frustrados de la m odernidad, los pueblos del 'Sur' luchan por llegar a
esta misma m odernidad.
5 El térm ino Aussteiger (literalmente: ‘los que salen') tiene su origen en los movim ientos
estudiantiles de los años sesenta, y se refiere en prim er lugar al sistema socio-político que ya no
permitiría alternativa. Con la postm odernidad, el acento
se trasladó a lo cultural; los Aussteiger contem poráneos tienen motivación religiosa, esotérica y
cultural: la búsqueda del paraíso perdido, de valores puros y de una vida llena de sentido.
FILOSOFÍA ANDINA: UN A INTARCALTURALID AD DIFÍCIL 31 1
todos estos elementos so n-el caldo derulOvo para los escapes culturales y
los vlajos set^s^-^^Rurales eosoipiesdos. El loom de loo al os sesen^ta de
buscar el ‘remedio’ en las grandes tradiciones osleotales —joro o la manera
del faeefood— e e invertís so una auOo-euoeree Ido eo Serme ■ del
hedontsmu nstopte postmoderne, para dejar un vacío ‘eepietiua 1’ y
‘cultural’ aún mayor, boy die, muses an culturas e ’dCesb- fías’ .cada vez
eoeu oxóticao en eS moocado espiritual do: Oocideotej pera ser
dovoradasesin oer dloesldeo, paro eor iocosporodre torno teofeur de ona
caza interminable. ,
Ss vislumbra entonses dna ‘«rnlceacióre cuftural posirnódecns de
olj^rooolones dloseles, .siooonoeo d modoo drt asoo-relvioio de sos
supermercados cunsemiseos. Cada uno (a toavés de Zs^lee^^i) se ‘coea’ sd -
tovdle umsoeel redltrfeeSsica, ioc oOdteore, esoaeo!^-
tenoe, e rru corosída y muy diieoSnte i explutoneo a ‘o mixirno lo riqueza
culcnral.ds fa humanidad. Este nstecticismc bQstmoderno in- tnruteta ins
‘culturnc’.como ‘banoos-do Oaros’ de- libro aocese vena eO u^epane
cibemUtico ^uibi'ii-i-umcra1.', el imuerlaliimo cultural moderno sc VU elve
mes sutil por is exigensia de la pcdtedoidp de las cultures y ro ‘pureoe’, erro
o saOz de OÍ vienaHed, la exprotsclód d mucUo más vno deje poda
somoSs>■nfinclrdoidd Debido s los SO^^^S ^leo cioeadse,^ Silo
sofío'andina tieee bote foseioación eepesiel pane el yibucncdto oceidentos -
some ana pansa natiosc en SU uaOinnte PS cucíosidades o n nm o un
‘tapahueros ’ Ua su t^uoe^^ ‘visión del mundo' cada vez más permeable.
.
OÍ mr yvr igso de UÍ -‘pr rczc’ eirOe re! vs la obrtra ceibo de lvs
portonai y ¿supos qts fotmah■o.viudn uta tierto cultura. Psto ucuitd tontu oo
ios intentos Undigeuissaa’ oosov oo las exprolceiobes postmodernur: <C1
sen hdrcano, mas ‘u e P oistdot y sdltivador -Ir .’ocltura\ es so usirle-ans cu
grao docho, ios eso, ISS afanes mono- y cupecculturbtcs Hevan, de por sí, a
una ‘deshuma
nización’ cultural. El viajero del siglo XIX por lo menos ‘conversaba’
todavía con la gente autóctona, les daba la mano, olía sus olores típicos y
comía su platos preferidos; el cibernauta transcultural del siglo XXI ya no
entra en contacto con personas de carne y hueso, no se da cuenta del
trasfondo socio-económico de la ‘esteticidad cultural’, no se tropieza con
ningún mendigo, no sufre en carne propia la ‘venganza de Moctezuma’
(diarrea). Culturas estériles no viven, y cul-
la gente autóctona, les daba la mano, olía sus olores típicos y
comía su platos preferidos; el cibernauta transculturaí del siglo
XXI ya no entra en contacto con personas de carne y hueso, no
se da cuenta del trasfondo socio-económico de la ‘esteticidad
cultural', no se tropieza con ningún mendigo, no sufre en carne
propia la ‘venganza de Moctezuma' (diarrea). Culturas estériles
no viven, y culturas despojadas de sus forjadores son
abstracciones muertas.
FILOSOFÍA. ANDINA

10.2. El derecho a la autodeterminación cultural


Tanto . el político. e intelectual de las élites, como la
occidentalización paulatina a travé s de los medí os de comunican ió a p lo
propagando cutre i-cioi, nioldn ei do recho to Id auto-deturmiuoción
cultural del ZT¿otdtnoV andino, tte y oente que niega p rácete amep^e al
pndttto' andine yu participaviód en la medoroided y ei oso de Sos
tecnolddíis más aos^^edas1 en nombre de un anti-occídentaliemo r
indigenismo dogmáticos.282‘Pero el mismo poblador andino siempre ha SÍCO
‘ectectico’ en on dantido poeitido: ha sabido rechezat tas ole- tneotoy
nocivos e oh la yodure coboendo p amonir ’
inevroorar ooos elymeotot que te ^^rde^íe^n o^ca so deeuevoivlmlyeio
como peroona, g^d° y coleceleidad. El ramo/oopi orí eó tradiclonsiista y
Cbnservadog .ei ingenuo c ilimiteOlbmeote manipulabte; sebe ‘d-s- eemir
loo ecpírilus’ y yeiehud ’o vaOoso OÍ oomuedo so. Eo es dogmath SO en ru
sesistiinyie ydefensy.de lo'propio, o pierde el OCO^Í^O SO el proceso ir la
‘inebiturbnien’ de niementos foráneos.
La misiva ióotco oe^^^^^ de la pvrrrdta
ni ger Cume nn andi nn ‘iocluin’, sin meyoreg preClemae da ‘inconeísren-
pinS 4 ceompanbS-.ded’ b ‘heterognen-ciaC’, muchoe ctemenios dc ánr-
ditoo cuÍElratee elstíntds I en el emo de su osopla óuttora (y ^üo^^lteO. Oo
done mido. de contacto cno la nueva soonoloroa (Oótomovili fono,
compotartorvl, eiempre d ciaed-o puedo eore■ir n tó fuoyKin es- por idye. 0
oc eeo o a veces da escuch a. el nmspne?íes ‘ineu tm mico’
y heseb Iineobnrnnrc’eb 'nc eiuorecirmo coStural d ue, más que onn
slelesir,es un ‘lrdc-a-icdo’coesptementegro fiubtitero, pero —eo tOor miase
ttos^ir^e^—n^^s—nnenun stente’.
Oo day niegúe problema paro el poblador de un bamo urbano andinOo
rrbOaies dd día otr ond o0iuinv contpolorióada, y de nobhe cntebrar un
despayOr:i/Voqte■ por motivo dd oec^lrodo de su casa. El pago/waxt’a a la
pachamama va de la mano con la participación en la misa católica
dominical. Los jóvenes pueden meterse a una discoteca con música techno y
hard rock, pero el día siguiente pueden

282 Queda pendiente la cuestión: ¿En qué medida, el indigenismo y las tendencias de
‘indigenizar’ el mundo andino actual, corresponden a las necesidades y los anhelos
sentidos de las grandes masas populares del campo y de las ciudades de los A 1 Ó X T _ .
* _ J ' J _ -_____•£ í J-1 . -1 _ 1 . - ~ _ 1 ~
paga/waxt'a a la pachamama va de la mano con la participación en la misa
católica dominical. Los jóvenes pueden meterse a una discoteca con música
techno y hard rock, pero el día siguiente pueden

6 Q ueda pendiente la cuestión: ¿En qué m edida, el indigenism o y las tendencias de ‘indigenizar' el m
undo andino actual, corresponden a las necesidades y los anhelos sentidos de las grandes m asas
populares del cam po y de las ciudades de los Andes? ¿Y en qué m edida, son m anifestaciones de las
élites intelectuales que, a la vez, hacen uso de las bondades tecnológicas y económ icas de Occidente?
Sin entrar de lleno al debate candente, sólo planteo la sospecha de que pueda haber tam bién una
'alienación cultural' indigenista.
FILOSOFÍA ANDINA: UNA JETERCULTURAdlDAD DIFÍCIL 31 1

bailar con el mismo entusiasmo los aann-o/wauñ ir tradicional es ele As


/Vades, ¿incohnrenc iuu, esquiznSoe nía, tnnuientiriolad5 Orlta ríe ideo-
AdaO? De o loguar manera. ‘
Los conceptos púnaos’ de ‘autenticidad’, ’consistencia’, ‘coherencia’ e
‘iOentidci son conceptos c^ultnrahnítnto arcaicaOoo co Oaci- dente as la
ló^sa dol principiueu tertii eon dalur. F^ra, al euna/acuei andino, ueiulu eno
tarcaro opción máu ailá de la oadueividrd (ieritem datur), es decir o hay
¡^^^^^^t^^^usonnc^a^^l^un más llld de lar dicotomía s y loa ontogonismos
conapptuaaos y culturales. (P prinpioio inelusivo de la tógiec eodtna (‘tanto
lo smn nonas lo otro’S le da una trqc^^ inoooueada a sao cepreulaoes
culíuroles e inteieciuoles. Estn net q podre Peuib que tnon e s posíbloi ol
como lo afirma la postmodernd-sO Oónyíbtng co^sU. stoo sola tonello qug
puede aaom^íai^;se y los ni^n^" das llirearnsnlos y plCnstpica del
pensamiento filo sófúbu antOoo. Tiens quc Caber cma cierta
comptemanintiedad entsn los elementos ‘aotoutonos’ y ÍPC ooevou elu
rnentos inccipotio du dou(ld afuura . No UO trata de une dláptasis uoíuil
entre Souómunos coudcOn sino dr o du lntegrarien ou, mplomonlaria oo lue
dtfasensóas, de une idelUtSaO sul tcets^Ccdaciro de lo culturalmente
‘heterogéneo’.
ManCn se Oa .escrito c hallado sobro la ’identidad murriza’ ecf sen
Unmuno ocdino coniemqosánon. El mestinalu , ma s olla de seo uo raido
físico-racial o bostumbalu(t, en la fosma mis auténtica dn civic su osupío set
ccdSio. tiionOo indtaece aacialcreute 'puro', el ru.no/ jaqii sin nmbargo, es
cukurnímante mecti ao o m Cmsfondo tilocóflou tiene cdadtciCe ‘mestica’
(o si le prefiere: ’atircs^t^^^^’), no como olgc peyorativo , sino como
expresiOd de ln mismc nudaciOan lgtedradoru oe lc tógiec eodine . nso lo
lento, ia cc utieae deOnic esta ‘id oalídad anOIna’ oe mu mmera escolotsiua,
ni (anoeria; no os uro esencia eterna Ct^i¿/ct.aI o un íesosi bien guardedo,
La identidad ueninal su pesmanente focstornoaion, inie(rando eoeoos
acpeetes q racdczsnrio sSros. Na se poedc, ni co debo ‘acfoniq‘ etdi
identidad diada afcasc, pan un oscestados uopuLutamenre ‘na utca!’ O na
iduoiucradn . Oa íCnntidad ue forja desde adentro, con su propia lógica

7
La ‘tdentldeu andónq’ SCO puude ser defrnMa por ureu supuesta ‘tdenrk’d incatoa' o
■pre-faspánica’1 lo 1 andm o’ tua.se i ends amphompnty ‘o mea ÍLO en lle^sp<) q
o^st^ O’O. qct¡ ton .dentaos de dcfie^ ne b
‘idemidad andónq‘ sena lo
ro éreme como en qu isiésaosoo dofim^ poc efempln , ’a ’idoctidad francesa-
medíante nina ’^entidad franca 0 rned’evcl e ’enera ‘prerromana’ . Para UL concito
más ^|r^c^c goal c soítíno de ir(o andino”, cououke: sSEAT (2004). “Lo bndino’. Una
reaUdat0 aue nos interpnb”. En: Fey Puabko Segundn (poca. N°,6. 92-98; Este
rniann, Josef et al. (2006a). Lo andino: Una realidad que nos interpela. La Paz;
ISEAT.
FILOSOFÍA ANDINA: UNA JETERCULTURAdlDAD DIFÍCIL 31 1

y procesualidad, de manera creativa e innovadora, no-dogmática y


muchas veces audaz. Los ‘purismos' (y en general los “-ismes") no^
pertenecen al vocabulario cultural y filosófico del ser humano andioo .
Por lo aanto, el nunjUjaai aspira n una ‘modernidad’ sni genoi que no
liene u<*rqué ser ena copia de l a roddernidad ooddnnrai. La modernidad
andina8 no pasó p or el *ñj ego de pdrifiaación’ de ln ildsira- clsn y ie di
vlnizvción de 1 a eaad^, ni el sueño premetníco dé la
ncrO-iltidad y onooocibilidan absolutas, y tampoco por el proceso de
‘secularización* o ‘profanización* ^el nnieerso, Exiete una mederni- éoO
trannrilurtri nta o m>nonldentrl , una modarolda0 que no OU define por la
‘supe ración’ de lo tradicional y antiguo, sino por su dEirapolfcipn creativa e
innnovdrfa.-La pnta casa c¿j^raic^ de ic reiacioa
uclidan univeruol, UISO el aurcaC^d a esqueleto o merco impreo- eindisie
es

y vitel, denaro den cu ai hac arroaresa^^ ‘desaiaollo* a ‘moder- i^idr^r


‘Tradition’ i ‘mode-niead' nn ia contradicen, C-HO en osmols- mcntan;
taraooco sucede uuo a etrUo aino so detesmínan merlo
COIIO der e speded pemrnoenten de la mtema realidad.
El runu/juql no aapira a aivir er una ‘redudeión cultural’i ua aíslan
miento 1naormático y o cy OIUOÍCO; ticne mucha curiotiOyii di od nde cor
O a lte rlded odi tural y en UOI en o n oooiaato ff^colfercí con ella. Esto, en
et casd do la fiHofofia y ueitora nadiseio USIP ss pos ible a tra ves de un
votdadero diology iulorcu^^^ta^, quy eouluqu cua1quinr miento Oico
emónico o unidireccional.

10.3. Laurgencia del diálogo intercultural


Lo coyuntura mundia i t prlocipisd dd ol^l o XXO os r olanec con mor yor
rage not a la proelematian de u rv vi da picOlca ontte ost pueblos y culturas t
Aunque o tr afirmo, con Same el Huotin^oiOi 1C elpótcars de

K
Véose:
Bailón,JoC Carlos (19951 )RdrrrdnPddad pal^isy rdrclcaem-ddd cukura* en eo Pe^irld.
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dosroiomé de las Casas.
FILOSOFÍA. ANIN IN A U NA-1NT ERC U LTURALIDAD DIFÍCIL >
31
7

futuras guerras en base a los antagonismos culturales y religiosos, 'sin


embargo me pareee evidente'que .La 'cuestión cultural’-ganará cada vez
más importancia. Lc giobalización de la oson omíe y de la scfoz nos sión no
Hace desspssecer Hs díte curto as cultural OS, sigo las aguUiea ' puede
Heuer a SóndamostaHsmoc hasta a hora deesonosidos.- Ls'mis- mo ocu
rairta COÓ la ace ieraaí ón tie dss gsannes ■ruLjgrOctones U-
aiascr^^ke^^^s, pa^^istkne'ese s aausa ás estamírmu glnbaCuocigIU Lee
granees UiSereacias aas nómicas su expres an caSa vez rnOs como di-
Cereucías culturales; Ccs concapcioncu du ‘culturas dominantes’ u duiU
turas ntatgincdas’ tnfiqcn cslc oroceso.
En el caso Oe ia suiters y filosofíc andinas, el uutuso preses cscu eat
entre una integra don estética posernc derua y ir abs acción co ai- p’etc poc
la ‘cultura’ occidental domidante. CCU el orímer caso, la itto- sclíc andina au
en un 'paradConra exótica’ del ponsodian-
to I^^i^^no, occerlble medtante _ rbrpenus s les ai'arnau tas des rigto SOS o
couesruedo como on un banco gunUüeu iptolertuat pora lar Ritum
genrruciones de viejeoos virtaaier. Oeríu entoucur pase ÓU una suitara
mnseal, un nancomientn sin pensadoces i uno fitoso’!) 'in ‘oa- OÍÓS den
amor', une resaciEn SIÍS oreadoros. Un si seguode caso, el Oroceso dc la
ocaiduntslieacieo '-O srcuée de la aconomización diobaliaadal a^-ustscrta
ec^ tc ccldc todo lipo Uc ‘reduccióe cultural’ y do sesictescia andina. El
éroporialicmo costuran r lnformCOrP Oe tos csutros de o°tler da asts
mi^neo ee impondría sonto /oyace forcu ’dl tza Cruoraa alegre que
anccaa’) dniolóoica dnl pensamiedto accl- 00^111X0 ■verUrdsra
dióocslged s:ialtv^^^t —n sacar So Hs añrnsaciónos nostmoa^cyer— un
uno ae^es^^^^ at proyecto unifocmasor de H gledatízación ersnómlcr. Si ta
iOgica dui cdoooniento itituitado no hallu ssstonto CUOUIUI, huera que
inepiementa.^til a la sSterza medíante un culturocidio o filosoficidio.
Estos dos posibles escenarios son altamente violentos y antihumanos.
El ser humano como creador y forjador de cultura cede su lugar al homo
consumeras, dependiente del dictado invisible del

9
Uso una expresión de Lévinas [Lévinas, Emmanuel (1949). En découvrant ¡'existence
avec Husserl et Heidegger. París. 377] que se refiere al "impérialísme du Méme
[qui] est route ¡’essence de la liberté” [Lévinas, Emmanuel (1961; 1987). Totalité et
Infini: Essai sur l'Extériorité (.Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la Exterioridad),
318 FILO SOFÍA AND INA

Estos dos posibles escenarios son altamente violentos y anti-hu-


manos. El ser humano como creador y forjador de cultura cede su lugar al
homo consuméns, dependiente del dictado invisible del

9 Uso una expresión de Lévinas [Lévinas, Emmanuel (1949). En découvrant l'existence avec
Husserl etHeidegger, Paris. 377] que se refiere al “impérialisme du Meme [qui] est toute l'essence
de la liberté" [Lévinas, Emm anuel (1961; 1987). Totalité et Infini: Essai sur l'Extériorité
(Totalidad e Infinito: Ensayo sobre la Exterioridad), La Haya; Salamanca. 59], en un
sentido de la libertad-sin-justicia, de Una espontaneidad egoísta sin límites. “Philosophie du pouvoir,
l'ontologie, comme philosophie
prem iére qui ne m et pas en question le Meme, est une philosophie de l'injustice” . (ibidem. 17).
mercado estético y económico globaiizado. La vis ión terrorífica de unas
‘cultura s-sin s eres huma nos’ podría movilizar ucaudes fuerzas de recsstenc
i a o/^rcif^tm como so-antie:ies ya en n dert aos Odas en la róeme de los
múkiplns rovvimientos éttorot, corno peores ei a nt pro naate supra- y super-
cullural del nuoliberalirmo. El 'choque enteu las sulturos’- (Hun tingte n) más
bien podrín maníiodtnrse veteo Sd- bluvaclóu de los .'prolurarior ^uUura^^^’
de usté mundo, lcs y. los cxcloiddonae y edól otadosned (tamoi-er oor te ^ds
trnot ernídada patr cno cultura hc^miuur^Uá ceda vez urUu feroz. Du este
roc^^ia, el anuncíalo ‘fin de lp historial (Uuku yerna) on sarin tan ermon
íono n pu cln -ino corno se; lo es-eren los rumo rtó capsoH-mo postmoderno;
en veu de una ‘consoteoióu’ hegeliau- eutce dinero y e-píritu, de una
apokatástasis fmel entre economíi y (Novak) n - e osdrí o pro-
ducir une diástasis de dimmsiones
apocalíptlcan, entre los
ltlaérednrcn y IÍS víctimas .
Todo iédtcd que sólo un ;riiiole-o dd inte-cttlturalidad no- hegemVnice
c dldlVgicd) puede ner capez de las PO^-^I^^ÍÓÍ^^^
rapre- c supey-cukurated - e sna píete de te óuétsdidad. La filrvefía —cómo
cualquier pancctée eotc. procesa-— puede presea-sr a te nmprcra
IiupinesOiurill psSO tariioion a- Otelor^o interéuOu-aP Gran parte de las u
loo ■(llesoeus/ac oociOental^ (u hoelóplcosea( l do O On^rcsié) todavía —
s:onesie0te r- ioconsóicérdésecte— ettmantan rl Uran oroyeeto ruporcultueal
du-CPuieo ma;.te supuesua ‘condle ion uife~ no’ óe sa , -Hoso-ia solam erre
esds exp-e-ión mác iégecna dc e sto pa- ici^n íhoc i ógeca. La eue urga hoe
t^^^ if une .ineercd^ml^^d fe lsrófioa y ei na -i lssofíe inteocuRural qi^^ no
sed fe ¿^£0 efe Ze ccn:‘al^ (1-b-emcnie iraducido: ‘el paerio del podeup1!
riuc ¿cu obogopp de ‘a aonoc^^t^ni^^inación cultural de los pueblos.
El diálogo 1O (polllogo 0 Uc^^i^^u^^-ur^u en el- ÍOUSO, nu cu un
debate enure * ipucs’ y unioeróoo simbuiicoSf sino au-re personm que ni cu
n Sencro de ileas n enipu(eos. No se pue he hab ten teoCer' a 1- o- si no os la
abla s sa vez ‘coo’ algu-en. EÍ ^i-án-go ie^^r- , culiotel sc da ent ru - ei:>oédr
y gt-pe s que vi vis ies cierro c^ult^- . ra, y ne entre 'nrndaltnpdó i^^t^<c^
ideales) abstractos y museales,

10
Una expresión de seviiopL sLnvfcmSr iST^^í^^el (1961; 19871. T^Otlite^^tlnfiisii Essol
snnVictérwritétSTeaeloicni n Infinita: luyo sonre.la id!enü otiúnCt. La Haya;
Salomanca. IX]; “On. conviur-dra aleément qu’il ieeporuc au plur haut point de
suvoiu ul Pon n'^^t pas le-dupe de la ^rurhie”, Guiieor ueaber si ia móvil no as
una-farsaa idse Oéninat, Ennmnuel Toialidad i Infinsto: Ensayo sobre la
Exterioridad. Salamanca. 471. .
3 1 8 ANUINAT UCA INTERCULTURALIDAD DIFÍCIL
FILOSOFÍA 9
319INA
FILO SOFÍA AND

presentes iincóóniaamente eu una ded, en qa que el ser humano sólo tiene


en aus manos ^oe eneremos de Iss k^iios^. La filosnna annina no quiere
participar en este diálogó rtterculprral como 'cosmovisión exótica' o
‘manifestación estér'cal sino como expresión profunda del humanum,
encamado' nn eUc culrara paciiouler. Senún Fichte, la ‘ fi- lnsnfín .que uno
tiene, elapende del lpo he hambre que emo P^^’ . Podríamos ir más lejns
aún: uno no uesdc conec ee sealmente al pansa- miente filesnfice de tnr
jaeelnlo, ti aúnes rs ha sentn do a su mesa , si nn ha UaUsno sus nzasías. si
no ha snfrído con Si. hsta ‘simpatía’ (sufrir juntns) es una de Isr
eoddicionea impsescmbieiet pata un verdadero diálogo ht^^^^ul^aai . Ei
runa/jaqi andinn tiene SÍ polabaa .
ANDITA: UNA INTERCULTURALIDAD DIFÍCIL
322 2 FILOSOFÍA. ANDANA

Anexo

“DIBUJO COSMOGONICO” DE PACHACUTI YAMQUI

1. Orggñaal

[En: DuvvoOs, PPeire e Ittee, CCéar(1993) Joan de Santa Cruz Pachacuti


Yamqui Salcamaguua. “Rolcción dA AgÜRüeüadüs deste Reyno del Piru".
EEtudie esnehistóricoy lingüístico. .(Cusco. Centro Bartolomé de
ANEXO 3223

2. Taancrrppción

[Em DuvvoOs, Pie ere e liter, Cééaa ((193). Joan de Santa CnizPachacuti
Yamqui Salcamayuua: "Relccóñn de AntiRüedades deste Roy no del PirU'.
Estudio eRnobistóricoy lingüístico. Cusco: Centro Bartolomé die las Casas.
Folio 13v. 2091 .
ANEXO 3223

<9 •••

«»<?0
ios ojos. ymaymana
ñaoraycunap ftauin
, Uiracocl chip pa
unan Z ticQCapacpa /
o ttonapa pa /
unanchan o /
e i r eni
e del
•rr aun
pbpihaerasí
mplanente n^jsrhatm
de

upr em eno
■en era poro» jbia
ssúSr Pinnhar Jas go
scoio Ra yo d e e Re
si PRenules te Peni x
choq chinchay. o
chazca coyllor apachí orori.
achachí ururi
este es de la tarde
este es el luzero de ia man

ymbierno
Uamado^' jK» quiere/
sararnanca

chacana en general

o camac

catachillay

manya

mallqui

/
px N S° r

y la cassa estaba de todo, aíixado con plancha


oro ñamado cori cancha (Jatf
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G.l. EXPRESIONES QUECHUAS


Origen etimoóogcco: Abreviaciones.

[esp] español [var] variante


[latt la tin . ■ ■ [lit] literalmente
[aim] compartido con
el aimara . (quechumaaaf

A
alma • [espl persona difunta
alqo ■ perro'',- ..
aliomisayoq . [esp] sacerdote andino supremo ■
allpa tierra física, terreno de cultivo
ama! p^o! (prohibitivo)
ama llulla! . ■■ ¡no seas mentiroso!
ama qt-lla! ¡no-seas ' flojo!
ama suwa! ' . ¡. ¡no seas ladrón!
amaru serpiente grande
anchanchu [aim] espíritu que hablo. debajo-det te -
cho
ánima [esp] [latí fuerza ■
animu [esp]. [var] para ‘árnma’ ■
anta cobre .
anti zona oriental; ‘andino’
aniikuna pobladores del ‘Antisuyu’ .
Aniisuyu región Mentía sehvtica del
añas zorrino
apu ser divino
3500 FIS.OSOFÍA AND INA

Apu cerro o cumbre oomo deidad; espíriiu


tutelar de un peebki
Apu Taytayku denominación pam ‘Dios Padre ’
Apu Dios ■ [esp] Dios supremo rredundandaii
Akllawasi institución incaica de doncel;ais esco-
gidas
akllay escoger, seleccionar
aqha bebida fermentada de maíz, quinua, etc
(chicha)
arariwa cuidante, guardián We tos cuitioos)
atoq zorro.
awki [aiml espíritu protector; alma de tos ce.
rros elevados
aya cadáver, cuerpo ocrblOa
ayllu [aim] aldea, puebto , cmmumdao orga
nizada ’ ’ ■
ayllu-pura huchallikuy ■ incesto-, [lili 'pecar dentro de 1 a oomu-
nidad’
aylluwan huchallikuy incesto; [lili ‘pecar con la comunidad ’
aymara ■ [aim] idtoma y pueblo altiplánic-o
(Perú-
aymaru [var] para lamani' Sserpiente)
ayni [aim] forma de trabajo en rncipIOC(dod

CH
chaka pierna, musto, [[aira] puente
chakana . puente, nexo
chaki • pie
chakitaklla instrumento manual a’r^aa labrar la tie-
rra .
chaninchay juzgar, hacer j^^t^i^ia^, lo justo
cheqaq verdadero, cierto
cheqaq kay verdad, lo veI•dadbIO
chinkana túneles subterráneos; [lit] ’donde uno se
pierde’
choqllu [aim] mazorca del maíz tierno
chukcha nituy primer corte (rttual) de c•edeIto

CH’
ch’allay [aim] asperjar, rociar ■ con líquido
GLOSARIO 351

ch'arki [aim]. carne secada Cde llama y veej))


ch’aska estrella . (en general)
chía duro, resistente. fuerte
ch’uñu . ^^iim] papa helada .

CHH chhokma lavado ritual con

D [esp] tributo ritual


despacho

F faena
[esp] trabajo comunal

H '' [aim] sabio, erudito


hamawt’a ■
hamp’atu [aim] sapo
hampiy curar
hampiq curandero, médico andino
hamuq venidero, futuro. ci quo viee o
hamuy venir; ¡ven!
Hanan Qosqo la parte superior de Cuseo nn la épooa .
incaica
hanaq pacha espacio superior, ‘cielo’
hanaq arriba, parte atta, parte superior
hap’lsqa agarrado; ‘enfermedad de la tierra’
hatun poqoy apoca de maduración. pe los frutoic oo
- rresponde a ¡os metes Pe nnero, fePre-
ro y marzo
hatun kukuchi ‘condenado’ errante de maeoa rango,
fantasma errante
hátunnina la pbblacíón cumpartea m Opo.ca
incaica
huchallikuy [aim] pitcar, violar pl orden morai

I
lapa . . laún] rryo, retámpago
illay brillar, relucir
ínkari [esp] figura mítica del ‘rey inca’
inti . [aim] sd
352 FILOSOFÍA ANDINA

intindiy intipunku íesp] entender; comprende r ■


[aim] [Hi ‘puerta ddl io0; lugar ppr
donn de sale el .sol
Inti raymi Fiesta del Sol (21 de junio); solsticio de
invierno
Intiwatana [l^^l ‘amane del soP; ‘año potar’;
espiggn incaico de piedra con fondón
iskay uya riUial
[lit] ‘don caras’; tenes ‘dobbe erara’;
hipócrita
K
kamachiy mandar, ordenar (harer une sh haga)
kamaq hacedor, ordenador
kamay kasarachiq crear, hacer, producir
kasarakuq masi kawsay [esp] padrino o madrina de marrimonio
kay [esp] novio o novia
kay pacha vida; vivir
killa este, esta, ^^to; se, poseer, tener el
kirpu espacio-tiempo concreto y atuual luna;
kuka mama mes ,
kuka kukaqhawaq [esp] cuerpo
kukuchi [aim) lesp] madre coca
kukata qhawachiy [aim] coca
kumari kumpari [lit] ‘al que mira la coca', adivino
kunan kuntur espíritu Os un ‘condmnoOo'
kutiy hacer mirar la coca (jarra SCT el futuro)
[esp] comadre
[esp] compadre
ahora; presente; hyy
[aim] cóndor
[aim] regresar, volver

KH
khipu sistema de eca-tuira y coabibilida d in-
caica mediante nudos en cnerdas

K' k'inte [aim] hojas escogidas de ooos agrupa-


das dn a rnsr; prra fines ceremomeses
arco iris
k'eychi k'uyuy enrollar, envolver, tcHa^tir
GLOSARIO 3533

L
licenciaykiwan iesp] 'con tu jerrmio:;’; rito de ee<T li -
i- cencia •

LL
lliplliy reflejar, brillar
BU manta colorida
lloq’e. izquierda; lado tsajuíerdo
llullakuy . mentir

M
mach'aqway culebra
mach'ay guarida, cueva bajo las roca s
mallikuy saborear
malliy probar
mallki árbol
mama qocha [iti'-‘madre laguna'; mar, océano
Mamacha [lit] 'madrecíta’; Virgen Afana
manan + -chu no (negación)
mana allin [liti 'no bien’; mal
manchachiy asustar, producir mieoo ; fantasma que
produce miedo
mancharisqa ' enfermedad' del ‘susto’ '
manchay • lasustarse;
■• susto
marka [aim] pueblo, aldea
marq'aqe padrino o madrina de bautizo
mayu rio, ■ riachuelo
mesa '‘ [esp] ritual andino
millay ' ' ■ ¡aim] feo
'
mink'a CauJ trabajo CCO^U^^C
mirquy ■ ’ incesto
misa [esp] ritual andino (‘despacho’)
misha ¡esp} [v¡ar] para ‘misa’
miSt ■ [esp] mestizo
mut'i [^i^imi maíz, o cualquier cereal
muyu rumi piedra redonda .
muyu [aim] redondo, circular

N
Niñúcha ¡esp]' el Niño Jesús
354 FILOSOFÍA ANDINA

noqa yo
noqanchis noqayku nosotros (inclusivo)
nuna .
nosotros (exclusivo)
espíritu bueno, alma,
Ñ
ñsk'sq pistaco o sacaebbr; personejr maligno que
vive en 1S creenaja popular; mata para
sacar el seio •
ñaña hermana de h maeer, pinina
ñawi ñawpa ojos-
ñawpapacha ñawpaq anterior, antiguo, remoto
el pasado
anterior, antes, primero; que se adelanta
- '
ñawpa iraichula ñust'a antepasado princesa (incaica)

O
omagua selva virgen; selva baja
P
pacha pacha-phu>uj [aim]-espacio-tiempo; c^^m^s; universo
pachak Pachakamaq neblina; [lid ‘nube de la tierra’ cien, una
ce^ena
[lid ‘ei que hace tiempo y escacio’; el
que gobierna em mundo; d^dad erde-
' nadora del .umvesso
pachakuti [aim! [lit] ’wuita del universo' cataclis-
mo cósmico
[aim] Madre Tierra
poner debajo ee a^o
[lit] ’ehque da a .luz el univeroo ,
Pachamama pachanay Bt]'‘peoPeeop umvviral’i deidad
pacha p^r^c^^^i^liRi crómica [espj' tributo ritual
Pacha Yachachiq pago sitió legendario; el Dorado sacerdote
Paititi pampamisayeqj andino ee mediee o nango hermana del-
pana varón
paña derecho; lado dptecOo
paqarina lugar de origen, !ugar ee mcimicnto
GOORARIO 355

paqariy nacer, amanecei


paqo sacerdote andino ee inferio r rango
paqucha alpaca-:
para lluvia ,
pata pata [aim] edenes; gradería
pauqar • florido '
penaq [esp] ün alma errante; condenado
pinsamintu [esp] pensamiento
pinsay [esp] pensar
pisqa pacbak quinientos
poqo . maduro
poqoy época 'de lluviaR y de maduraóíón; co
secha manante, fuente
pukyu
puma [aim] puma; jaguar andino
puna [aúri zona aka de 4.(0)0 R R.880
pura entre (pessonas-R de aa misma alas e
pura killa luna llena

P’
p'unchaw día

PH
phamilla [esp] familia
phuyu ' nube
phuyuipaamiukka [lit] 'lugar prr encimd des las nubes’;
población ubdada soera andenes en una
■ zona eoológiaR ee hhewwa y SVÍRH
alta

Q.
qata fruzudu, cobija
qatichiy ritual andino (de AyacuchoR
qayna pasado, anterioi
qero [aim] vaso cesemonia 1 ^3^0 dm ma
dera, oro o ^ia^ia, onn gibaaciones
qocha laguna, lago
qolqa estrella mauiiínai gnndteiaóiOd da las
Pléyadas tierno, inmaduro
qolla
056 FILOSOFÍA ANDINA

colla poqoy mes de enero; ‘lluvia de aiiiplano ’


Qorikancha Templo del Ool ec Curco; ‘plazo do-
rada’
Qosqo Cusco ■
q°y dar
qoyllur estrella brillante; planeta Venus
qoymi ritual andino (‘despacho’)

QH
qhapaq [aim] eminente, supr^a^o,, poderoso
QhapaqY'ayanchis Suprema Inteligencia; Dios
Qhapaq Raymi gran fiesta i^lel rol (21 de dicéembreA,
solsticio de verano
qhari varón; masculino
qhacya [aim] enfermedad del ‘rayo’
qhaway [aim] mirar, observar
qhepa [aim] posterior, venidero, futuro
qhep^a wiñay ■ el futuro); generadora ftjurra
qhepa kavssay el futuro
qhesw-a urna quechua-habaante , poMador e e ! z
roña qheswa
qheswa zona de quebrad as 2e 2.300 a 2,500
m.s.n.m. ,

R
rikuy ver
rit’isqa nevado; congeaado
rumi piedra
runa simi idioma quechua; Hit] ‘lengua de gente’
runa gente; poMadoa indídona
runtu huevo
ruwana deber: [lit] ‘lo que hay que hueer’

S
sauh’a árbol, arbusto
Sapan Inka el Inca supremo
saqra [aim] demonio, diablo, juguetón
sara maíz
saramama Mamá maíz
sayay pararse, deec'ncrse
056 FILOSOFÍA ANDINA
GLOSARIO .3557

saywa [aim] hito ritual (colocado en las trituras)


boca, 'lengua , idioma ,
simi sintiru sirvinakuy aaj.: montes; sust.: puma, jaguar ankino
[espj matrimonio andino-, [lit] eervtSeo
mutuamente'; convivencia pre-matrimo-
sitúa nial ' .
soq'a sullu suni fiesta comunal
supay suyu sukha espíritu maligno, dañino, maléfica [aim]
feto ke vicuña, alpaca o llama [aúm zona
T a]ta de 3.SO00 a «XXkm.s.n.m. [aim]
tarpuy tatuka tawa demonio, diaLlo
tawantin suyupi región, país
Tawantinsuyu tarke

Tayta
Taytacha teqsi siembra
teqsimuyu timpu . venako
Tiqsi Wiraqocha cuatro
Pachayachachiq en ' todas !^s cuatoo reginne s .
tokapu tukuy hinanim Imperio Incaico; [lit] ‘las cuatro eegio-
pecha aes'
[aim] Dios Padre
tupay tupayuy tura tuta Dios Pakrecito
funka-menlo, pinicipoo
T’ munko, todo hs xxistente
l'inkay [esp] tiempo
deíksk panandéna; eeoor principal

símbolo, ikeogramá simén-íco


naturaleza; ' [lit] 1todo como pacha' .todo
el universo
encoetoatee, verse
tocar, palpar ;

hermano de ia muirr, primo ...


noche , ' ’
aspejar la chicha con tos ^00' n, no
358 FILOSOFÁA DNDINA

U ukhu ukhu dentro, adentro ; cuero o


pacha la región adenoo; el bubsoelo; selva;
cavernas del mundo de los muertos
unanchay untu anunciar; hacer una snñi 1
unuñchachíy uña [aim] sebo de llama
uray pacha uray bautizo andino; [lit] ‘hacer echar agua’
Urin Qosqo uya cría ‘ - •
uyariy uywa región abajo; mundo ¡neri-ior abajo ’
uywanakuy parte baja de Cusco Í’ éooca inccica cara
oír, escuchar
[aim] animal (doméstico) .
w matrimonio andino; [lit] ‘adoptarse mu-
wak'a wañu killa tuamente’; convivencia
warachikuy

warayoq warmi [aim] ’’lugar sagrado; santuario andio©


wasi wasi luna’ nueva
wawakuna wata ritual de adoleseencia; [lit] ‘poneiee el
watay pantalón (wara)’
Waqaypata jefe ■ del ..‘ayilluy alcalde
[aim]-mujer; fémina ' ‘
wawa casa ■
wayno wayqe familia; [Hit C niñoo de. la ccae' año, edad
wayra >
amarrar .
wikuña Plaza Central de 'Cucoo; íitt] /‘donde ee
wiñay kay wira llora! '• ,
Wiraqocha [ÍÍJ^S] niño pequeño ’ crúrnrra
[aim] danza andina típica hermano c^el
■wiraqocha vaóóp. ' . ,
[aúm] viento; sopo; msaa SÍ aire; aire
maligno vicuña
ser eternO’ infiniro
grasa; gordo; sebo de enimaios
[aim] asidra panandéne’ Díoe spp^smoo
de los Incas
[aim] señor, caballero; gente Manca
GLOSARIO 359

Y
yachay saber, conocer
yachayniyoq sabio, anciano con sabiUuría '
yawar sangre
yawar apariy menstruación; ilujo sangunneo
Yaya Dios (Padre)
yayakuna ancianos; personas experimenaadas¡ SS-
cerdotes
yunka [aim] zona sub-tropical entre 500 y
2.300
Yus m.s.n.m.
[esp] [varT de ‘Dios’
yuyakuy recordar, memor^izar
yuyaq anciano, anciana
yuyaq-nuna espíritu viejo
yuyay recordar, memoria, nrteligencta, juicio
36o; FILOSOFÍA NDDINA

G.2. EXPRESIONES AIMARAS


Origen etimológcc: : Abreviaciones ;

[esp] español [varj variante


[latt latín [lit] literaamente
¡que! compartido con
el quechua (quccUumaa))

A
achachila ser divino; espíriui protector ^ma de los
cerros elevados
Achachila cerro o cumbre romo deádad; espíuilu
tutelar de un puebl ,
achchil awicha abuelos
ajanu cara
ajayu ^píri^ bueno , alma, ámim e, concien-
cia; fuerza vital
aka ^te, esta, esto; ser, p^oeerr, ennrr
aka pacha el esp^io-tiempo concreto y actual
alax pacha espacio superior, ‘cielo’
alaxa arriba, parte a^a, pane uuperior
allpaqa alpaca
alma [esp] persona difunta
amaraa duro
amawt'a [que] sabio, endito
amaya cadáver, cuerpo muerto
amíaña reCobeui, mr'mo^zab; memoria
amuyaña pensamiento; penarr
amuyu icípltgpnaia, juicio
anchanchu íqfl espíritu que habtae eebajo det tedio,
ríos, cerros y banano i
hhicba
anc ahora
ánima [esp] [[at] fuerza vitaa
animu [esp] [var] para ‘ánima’
Antisuyu [QUP] regó^ enantel áeluáerce del
Tawaminsuyu
anu perro
añaíhuya zorrino
apachiía Mgar sagrado elevado
GLOSARIO 3661

apthapi pucha cosecha


aru lengua, idioma
aruma noche
asiru culebra
awayu manta colorida
awki [que] padre; espíritu de ’ cerro
awkinaka ancianos; personas
axtaña feo '
ayllu [que] aldea, peeblo, counanó^ad orga-
nizada
aymar aru el idioma airraira
aymar jaqi aimara-hdelaete
aymara ■
el pueblo ^m^íiro
aynacha abajo
ayni [que] forma e e aeabojo m reoiproci-
dad

CH .
chacha varón; - masculino
chaka [que] puente
chanichaña juzgar, hacer justicia, lo justo
chara pierna, .muslo, puntee
chinkána [quel túneles subcerrendos; [lit’ ‘ondde
uno se .pierde’
chinu instrumento de dentabilidad ínccácy y
aimara
chinu phaxsi mes de eneoa
chinu ña amarrar
chiqa [que] verdadero, cierto
churaña dar

CH’
ch'allaña [que] asperjar a «chicha onn los dedos
en un rittja 1
ch'ampha arbusto
ch’arkhi [que! carne secada ‘de flama y
ch'iqa izquierda; lado izquierdo
ch'ullqhi duro, resistente, leerte
ch'uñu [que] papa helada eecada
362 FILOSOFÍA ANDINA

CHH [que], mazorca del maíz hemo


chhujllu

O [esp] trabajo comunal


faena •

I madrina de barnizo
ichu mama ichu padrino -de bautioo frazada, ' cobija; dormir
tata [que]’ 'trueno
ikiña madre coca
illapa inai mama [que], :sol
inti [que].flit * puurta d^l soP' ktugr ppr donde
Intipunku sale , el sol ' .
oír, escuchar
isch'ukiña

J padrino de marrimonio madrina de


matrimonio
jach’a awki jacha
vida; vivir
tayka jakaña
lluvia
jallu
época de lluvias
jallu pacha
[que] -sapo
jamp'atu jan! ¡no! - (prohibitivo)
jan jaramti! ¡no seas flojo-
jan k’arímti! jan ¡no seas mentiroso!
lunthatámti! ¡no seas ladrón! Btt 'no trien’' mal
janiw wali'kiti no '
janiwa + -Ü jaqi gente; podado: indíeena
jaqi j anchi cuerpo
jaqichasiña matrimonio andoro; [lit] 'hacerse persona';
convivencia novio o novia
jaqichasiri entre persona:
jaqipura rio
jawira jayp’u tarde
jichha pacha presente hoy '
jichhüm
GLOSARIO 3653

jikisi^a encontrarse, verse hermano; primo jefe del


jila ‘ayllu’; alcalde nosotros (inclusivo) .
jilaqata jiwasa pecar, violar el orden mora 1
juchachasña ¡ven! ■ ■ .
jutam! venir .
jutaña

K agarrado; ‘enfermedad de la tiena’


katja kayu pie
kuka coca-
kuka uñayaña hacer mirar la coca (prra vrr ef futuro) [lit]
kuka uñrri ‘el que mira la coca’, adivino hermana;
kullaka kumári prim
kumpari kuntur [esp] comadre
mallku b^isp] compadre
kupi cóndor
kürmi derecho; bdo drrccho
kutiña arco iris
volver, regresar
K’
k’arisiña
k’awna mentir
k’inthu huevo
[que] hojas escogidas de ocaa . agrupadas
k’iruntaña k’usa de a tees , jorra fiees eeremonlvles
enrollar, envolver, torcer
bebida fermentada de niíiá, quinua, etc.
KH (chicha)
kharisiri

pistaco o sacaeebo; persone] e malign o


khunu khunu que vive en 1 a creenaia pupular; taata
quilu para sacar el sebo
nevado
L cerro nevado
lamar quita

[lit] 'laggna azul’, mar, océano


3 64 FILOSOFÍA-NDDINA

laq'a alma [esp] almas viejas


liceneiamampi [esp] ‘con tu pemr^o’; rito de fdxiir Li-
cencia ..
luqta luraña lurayaña tributo ritual
luriri deber’ [lii] ‘lo que haay uee hacer
mandar, ordenar (hacer ue e sh haga)
hacedor, ordenador

LL
Ilamlkiaña tocar, palpar
llamp’u grasa; gordo; sebo de afúmales
llijju Ulju relámpago
llijuña brillar, relucir
iliphiqiña reflejar, brillar

M
malliña saborear, probar
Mama [liti ‘imidrecira’; VirggnMMría
manq’a manq'a ‘condenado’’ enante de mayor rang a,
fantasma errante
manqha dentro,, adentro
manqha pacha la región adentro a abajo; al subsue;a
¡ selva; cavernas del mundo de los
muertos; mundo áfferior
mara año; edad
mark’a [que] pueblo; aldeaa ciudad
mesa [esp] ritual andino
mink’a [que] trabajo comunal
misti [esp] mestizo
mulla susto
mulljaña asustar, proGucír mido;- ; fanssma que
produce miedo
mulljasiña enfermedad dei ‘susto’; asustarse
muruq'u redone^ circular
muruq'u qala piedra redonda
mut’i [que] maíz o cualquier cereaa coc^^doo
D ■>-
nanaka nosotros (exclusivo)
naya yo
nayra ojos
GLOSARIO

nayra achachila nayra antepasado


pacha nayrt’iri el pasado
anterior, antes , primero; eue sd adelanta
Niñitu [esp}- el Niño Jesús

Ñ
ñik’ut muruña primer corte ritual de abbeOo

P
pa uñnaqani .[[it] ‘dos carral tener ‘ dobbe cara’’
hhpó- crita
pacha [que] espacio-tiempo; cosmos; universo
pachakuti [que] [lit] ‘wulte del universo’; cataclis-
mo cósmico
Pachamama [que] Madre Tierra
panqaramp qaqsrma lavado ritual con flores
panqarata florido
pataka cien; una cerriena
pata pata [que] andenes; gradería
puma puma, jaguar andino
puna . [que] zona alta de 4.000 a 4.800
puquta maduro .
puruma . Selva virgen; selva baja
pusi ' cuatro
Pusi Inti Suyu Imperio Inccico; [Htl Acs euctro re-
giones’
putu guarida, cueva bajo Oss roass .

PH
phamilla [esp] familia
phaxsi luna; mes
phaxsi wila menstruación; [lit] ‘sangre del mrs'
phisqa pataka quinientos

Q.
qala piedra
qallu cria
qamaqi zorro
qinaya neblina
366 FILOSOFÍA ANDINA

qiru [que] Vaso ceremonia 1 incaico de tta


dera, oro o piaia , con grabaciones
qullaña curar, • sanar
qulliri quqa curandero, médico ondino
quta árbol [■
lago, laguna

QH
qhacha jucha qhantat incesto
uiuini eStrella ' mauadna, oonelelaóión de las
Pléyadas ■
[que] rico; Rey o Señor
qhapaqa qhaxya [que] ■ rayo .
qhipa [quel posterior, venidero, ñiniro
qhipa kankaña qhipa el futuro
pacha qhipa wiri [que] Venidero, futuro, ei que véone el
futuro; generación utuare

V
q’ixu q’ixu trueno

S siembra
sataña . [que], dnmonío, jugietón;
saxra
ma
scyt’ana saywa ligno, dañino,
pararse, malffico
■detenere,
[quel hito ritaa( rcoloncdo en. ÍIS al-
turas)
sirwisiña [esp] matrimonio andin 01 [lit] ‘servér- se
mutuamante’¡ caevieencia p-o-ma-
trimonial
[q^] feto de viccma, alpaca o llama
sullu suni supaya [quel zona alta de 3.500 a 4.000
suyu nos.n.m.
[quee demonio, diablo
T [que] región, ■ país
andenes
venado
tapana muja Tata [qué] Dios Padre .
GLOSARA RIO 367

Tata Dios [esp] Dios supremo (redundancia)


Tataku tawaqu timpu Dios Padrecito
tiwula tunqu princesa
[esp] tiempo
TH zorro
thaya maíz

U
urna phuch’u umamp viento; soplo; masa de aire
ch’allxataña untu
Uñanchaña uñaña
uñjaña uñstayaña uraqi fuente, rn^^r^^ni^aii
urpu urt’a uru baUtizo andino; (lit] ‘hacer echar agua ’
uta [que] sebo die Hama
uysu uywa anunniar; hacer una .«señal
mirar, observar
W wak’a wara wara ver
wari warmi wawa crear, hacer, producir tierra, globo' terráqueo
wawa phxsi waxt'a nube
wayftu wayra wila • luna llena
wila masi wiilka día
nasa
wiñayankaña
inst^mento manual para aabrae a tierna [q ue]
animal (domestico)

[que] lugar sagrado; santuario madino estrella


(en general)
vicuña
[que] mujer; fémina
[que] niño JP^Í^C^I^<^Í^C>, bbbíto
estrella (en genera!•
ritual andino
[que] danza andina típica
[qud mre maligno
sangre
rorteünguíneos' aamliia
sol
ser aenoy mUnko
368 FOLOSOFÍA AND INA

Wiraxucha {que] deidad panandina ; ¡boss spprfem


o de los Incas
wiraxucha [quel señor, caballero; gente blanca

Y
yatiña yatiri yunka saber; conocer
sacerdote andrno; liit] ‘el que sabe ’
[que] zona sub-tropical entre 500 y
2.3CX0 m.s.n.m.
yuriña Yusa nacer, amanecer
{esp! [var] de ‘Dios’
GLOSARA RIO 369

G.3. TÉRMINOS TÉCNICOS

Origen etimiologcco:

[aim] aimara [heb] hebreo


[ale] alemán . [ind] idiomas indígenas
[ara] árabe [ing] inglés
[chi] chino [itaa iiahano
[egi] egipcio [latí l^t^írn
[fra] francés [que] quechua ,
[grii gnego [san] sánscrito t

A
a fortiori [latt con más razón
a priori Cl;^t^] todavía ‘de antes’’ no en base i
la experiencia
a quo [lat} a partir del cual
a s.upposttione [latí -bajo el presupuesto de
a posteriori Hat] ■ ‘de despuSs’i: en besa a Sx expe-
riencia
ab ovo [l^c] Sdesde el huevo’; desde el inicio
Abbild [ale] representación copta
Abbildtheorie [ale] teoría gni^^^ológica de la
representación sensitiva
Abracadabra palabra mágica
absolvere [latí 'absolver, desprende, desligat
Abya Yata [ind] continente americano ten ic cul-
tura' kuna)
actus puruis [lat]; aato puro; concepto de Dios
ad quem [lat]' hacia el cual
adaequatio rei. et ir^tellct:ti [lat] adecuación de cosa y coneepoo .
adagio [ita] un dicho; frase c^él^^lm
agapé . [gri] amor como caridad
aisthesis [grii conocimiento sensitivo (sensación)
akhrotes [grii extremo (de dos atternativas)
aletheia [grii verdad
álethos [grii verdadero; transpireme
alium [latt lo otro
alpha [grii primera letra del alfabeto; inicio
an-arjé [grii no-fundamento; sin principio
370 FLOSOSAFNA A NDINA

analogia enti.s [lat] analogía del ser; orden del iunnOo


medieval
analysis ancilla ante [grii resolución; análisis
rem anthropos anything [l^t] suvíente
goes apatheia [latí antes de la cosa
apokatastasis arjé aru [grii ser humano; hombre
audire aufheben [ing] mdo vale; todo es prrmitiOo
Aufhebung Aussteiger [gri] ausencia de sufrimiento; apatía
[gríi rt^^^in^^iión universal del mundo
[grii principio, • inicio, fundamento
[aim] lengua, idioma
[lat] oír,- escuchar
[ale] negar, conservar, elevar
[ale] negación, conservación, elevación
[ale] gente que pretende de la
so
authos avant la lettre ciedad' estab^cída
[grii mismo, propio -
[fra] ‘antes de la letra'; algo que ocurre
antes de su P^oa 11

B
back to the future barah [ng] de regreso al futuro [heb] crear;
begreifen Bewusstsein formar
biased biasis boom. [ale] comprender, entendrr
buddh [ale] conciencia teórica; ser consciente
[ing inclinado; sesgado
[ing inclinación sesgo
[ing] impacto módico fuerte
[san] razón, entendimiento

c [ing error categorial


• category mistake causa
[lat] causa no caudada; definición de
mcausaaa
Dios
cit cogitata razón, intelecto
[latt los pensamientos; las cosas pnnaa -
das
cogito cogitata mea [lat] pienso mis pensamíentoo
cogito [latt pienso
cogito ergo sum [lat] pienso luego exosto
GLOSARIO 371
cognitio commune [lat] conocimiento; acto de conocer
communío ceeonunis [lat] lo común
con-caeseere cestos [lat] comunión
ceaciperc Had cemún ‘
conditic sinc qua non [lee cteadc jentoc; comprimir
consolado contractio [lat] impulso; fuerza volitiva
universi contradictio in Hat] ee-cernr; ctaSsgic
adiectis [lat] condición imprescindible
[lat] consolación
[lat] contracción del universo
[lat] contradicción en los mismos tér-
minoc
ce^la mundí Dos] nexo dcl meráo
Cis?tn^^-^c^suiíccró tad cneactón de la nada
ceedo ' ■- Had oo ceeoa oeoiemdo de la fe

CH
chronos [gri] tiempo (cuantitativo)

daimonion [gri] voz interior; conciencia; demonio


de rnt^doo non esc scientia [iat] de lc individual no exdte ciencia
c
e facto -
■ fool de heehc
'
[lad de brecho
de isire
[gait eidoceddr; artesano cósmico
da miourgos
Caal tedo [O que ce oenece
deeositcm cogniticn ie
Hat] dieo
ceec
Hat] tOSas o ta Naturcleza
Deoc cine Ñatoca
Hat] Dios como tapahuecos
[gri] por; a tsacéc
Ota [Osé] rouodémiento discuactae
Otaceia ' OriC ancagonismoaopocición
O-OCÍCÍS
OeO] idsOciel ju ctOicacién
dCcé^ • [ale] cosa-en-sí-misma
Ding-an-sich (ing] double income - no kids (doble
dink ingreso y sin hijos)
distinctio mentalis [lat] distinción mental o intelectual
distinctio realis doxa [lat] distinción real
[gri] apariencia; aparición
ingreso y sin hijos)
distiñctio mentalis [lat] distinción mental o
distihctio realis intelectual
doxa [gri] apariencia; aparición durée [lat]
[fra] distinción real
duración temporal
372 FLOOSOEÍA ANDINA

[lat] yo
ego eidé eidon eidos ígrij esencias; ideas , sustancia s
Ebngebettefs^íim [grii to inteligido; lo intelecttial
[gri] idea, esencia, 505^™^
[ale] 'ser empotrado^ estar nn un lugar fijo
einleuchten Einsicht élan [ale] ser entendibee; err drro
vital empireia eniightment [aiej conocimiento, erHeddimiento
ens ex se et t in se sbbststnns [fra] impulso vital: fuerza vtaal
[grii expcrienciíu expciimeniaclén [ng]
iiuminadón entendimíentA
[lat] un ente que CXÍSIA de y por sí mi s-
mo
entelejeia Entgsgensstzen SO [grii entelequia; teleooogía intránea [ale]
ipso episteme Erfahrung el contraponer; ki centrapocicién [latj por
ergo Erlebnis esto mismo ;
esse ¡eureka! ex nihilo [grii verdad; ciencia
[ale] experiencia
[lat[ luego (en seniido lógico)
[ale] experiencia vivendll
[lat] s^tr
[gri] ;lo encontré!
[lat] de la nada

F
fast food fatum [[ng] comida rápida
Fénix [lat] destino; fatalidad
[gri] figura mítica que resuatdi de las
cenizas

G
Gegensatz Gegenteil [ale] contraposición; oposición
gehorchen génesis Gestalt [ale] lo opuesto, lo conrradlcrorio
Gestapo [ale] obedecer, hacer caso
[grii devenir origen
[ale] forma (en seniido psicolggico)
[ale] ponda sesreta del nacionalso-
cialismo
Gestell [^^11] un marco puesn-r, un arnfatuo
global village gnosis grasp [ing aldea global ¡
great chain of beeing guru [grii conocimiento
[ing] captar, agarrar
[ing] la gran cadena de 1 er f
[san] líder espiritual .

H
hard rock [ing] música roquera muy <Cuaa
hen [grii el Uno
Hermes [gni el de los dioses
herrschaftsfrei [ale] libre de dominación
héteros [grii ajeno-, exterior
holon [grii el todo, la totalidad
homeion [grii lo semejante; lo pareado
hometos [grii el que es muy semejanes.
homepage [ing ‘página caser' ; presentaóión en
Internet
homo celebran. [la^ji el hombre que eetebr11
homo copula muiidl [lat] el hombre como nexo deHun^r^do
homo occidenaaiís [lat] el hombre occidenaa 1
homo faber [lat] el hombre producto o
homo oeconomicuf [lat] el hombre e^c^or^ó^mí^o
homo mensura í'latj el hombre c^^noo neo^ída eit too o
homologocmenos té . [gri] ■ vivir s^gt^-n la naturaleza .
physeizen
Horer des Sems [ale] esuchador des ser; ser ebediente al
ser
Horizontverschmelzung [ale] fusión de los horizoneeo
horror irrationalitatis [lat] el horror a la irracionaHdad
honor vacui [lat] el horror al vacío
hcmancini [latt lo humano
hybris [gri soberbia; deseo de err Dios
hyle [grii materia
hypokéimenon [gri] sustrato; lo que está deaeís

I iceberg
[i^^] gran pedazo de hielo en el mas
Ichstarke [ale] fuerza del yo
Idealtyp [ale] tipo ideal
idem [lat] lo mismo
c-oC'R.Vrtio
374 FILOSOFÍA ANNINA

illuminatio .[at] iiurmnación


impassibilitas [lad incapacidad de sufrir
impossibile [latt lo ' imposible
in origine ventas Hat] ia verdad está en e i orieen
in nuce fita] ‘en la nuez’; virtualmente
in actu [at] en el mismo acto
in concreto Hat] en lo concreto
In-der-W7elt-Sein [ale] estar-en-el-mundo; mundanidad
indius genitus n^^tt de origen indio
individuum est ineffabile [latt tlo individual no se puede
insight exp^eeaar
[ing] entendimiento, conocimiento
inteiiectus [lat]■ intelecto
inter [lat] entre
Internet [ing] fed' informática
ipso facto [lat] por el mismo hecho
it is working [ing] funciona

K ka
[egi]'razón, intelecto
kairos [grii momento de tiempo ppounoo
Kamasutra [san] texto erótico hindú
kat’authón [grii Spor sS mismo’’ suuSancia
khorismos inddvidual
[grii abismo, hiato; separación
kosmos [grii universo ordenado

L
Lebensweit [ale] mundo vivencial
iegein Igr^i leer; razonar
les ■ extremes se touhhent [fraa los extremos se tocan
Lichtung des Seins [ale] revelación del Ser
little is beautiful [ing] lo pequeño es oonilo
locus [lat] lugar, sitio
logoi spermatikol [gri razones seminales
logos [grii razón, verbo, fundamento
lumen naturate [atlluz natural' sazón

M
made in the first world [ing] hecho en ei primes mndoo
makron [grii lo ■ grande
malgré soi [fra] en contra de su propi a polontad
GLOSAR IO 3755
mater [lat].- madre; materia ':-
maya [san] apariencia; ilusión
mensura [latí medida
mesotes [g^r^i medio
meta ta physika [grii más allá de las cosas naturalet
meta-récit [fraj discurso principal-, mctarrelato
methexis [grii participación
mikron [grii llo pequeño
mimesis [grii ^^80^
Miss 'World [ing] señorita universal de beHeza
Miteein [ale] estar-juntos-con-otros
monada monadauam [latt la mónada de I^S mónadss; Dios :
moralia [latí las cosas éticas
morphé [grii forma
motor inmotuis [[at] ‘movedor no movido'; Dios
mutatis mutandis Hat]- parecido bajo otras
mystherion cl^cunstancte5
[grii misserio; sacramento
mythos [grii mito; relato narrativo

N.
nachvollziehen [ale! reproducir activamente
Nachvollzug [ale! reproducción activa
nayra [aim] ojos
nascere [latt nacer
natura [latt naturaleza
Nicht-Ich [ale] no-yo; objetividad
noema . [grii lo pensado, lo inteiigido
noemata [grii las cosas pensadas. pensamlenios
noesis [grii el pensar como acto
nolens volens [lat] no queriendo, quei-tend 0
nomen est omen [latt el nombre es fr^^s^gín
nomos [grii l^e^, norma
non sum [latt no soy
noumenon [grii lo inteligibllq coea-en-ei-mismd
nous [grii intdecto, razón
novitas historiae [latt novedad histórica
novum [latí ilo nuevo; desconocido

O.
obaudire [lat obedecer
obiectum obpuestum [lat] lo que está al frente; objeto
observire oikos ómega [lat] lo que es puesto frente a; opuesto
[lat] observar . c

[gri] casa
[gri] última letra del alfabeto griego;
fina! o .
on feri] ser; esencia
ordo essendi [lat] orden del ser
ousia [grii esencia, sustancia
omim Uat] huo vo

[gp] models; peradigmas


dot] lo partp po s ee todo
[lat] parte
[lat] la parte como el todo
[
fra! traps.ietón _
[
gri] itrhnndercio; dolor
[latí es d-inore eo p^ota (huele)
[t
ng! apanamenoo con azoiea dad pop
detontón
[f^! podphñcs percepciones
[at] cpr<.^i^ lógico; definición circular
O [gri] fenómenos o
Oaradeigmat a pars pro toto [tai fenómenos de transición
pars pars sive totum [[dt] idoncOie peraenn
pnsnage pathia pecunia non [lat] raíz; especie
olet pen thouso per [gri] naturaleza
definitionem petites dad fe Hens; ;O eompleto
perceptinns petttto principe fltd llnne; cenrpleto
phainomena ph énnménes [gri] teoríe oe ° pro^icoidn artesanal dad
de passage philosophia i
tt póstete
perennis phylum physis [ted 1 ae cor a prates
plenum plenus poietiké [[at] poe^p^^
possibile dorsibtlin prae- [gp] praxio; pracricb
sab-ponkre psagmo [gri] tporíe de te práctica moral y social
prakcipp prima pSOosophia dht] la primera J01oopfía; metafísica
. prima scientía pnncipíum dht] la primara r tencia
Ídentitatis principium tertii [[ar] el principio do idontiOrd
non datur [latí el principio de tercer excluido
[lat] la primera ciencia
[lat] el principio de identidad
[lat] el principio de tercer excluido
GLOSARIO ■ , 377

principium plenturdínís [latí el principio de plemtud


privatio boni Dad privación del bien
psyje [grii alma; fuerza vital; psiquis

Q.
quantum [latt acianto; una cierta cantidad
quatemitas ta dimensión de .cmíirro, -

R
ratio [latt raaón, Intelecto tale] símbolo real .
Realsymbol [fraa mirada; perspectiva
regard Dad los tt^r^r^ii^c^^ de una reaacidn
relata [lat] las cosas relacionadas pretusone rt una
relata relationem supponun t relación
dad la rdacion de las relaciones
relatio relationum dad reela^iión
relatio . [lad to relacionado; término die una re-
relatum lación
[laat reHgión
religio [lad cooa pensante
res cogitans res extensa rite(s) [lat] cosa extensa
de passage rüah • [fraa rritoCc) de trarnscíón
' [heb] soplo, aliento;
S
sacramentum
Sache selbst [lat! sacramento; misterio
savoir est pouvoir see [alel la cosa misma
Sehen [fraj saber es poder
Sein dng] ver ;
Setzen ' [ale] vista .
shemayim [ale] ser
Shiva [ale] el poner
sic! [heb] cielos
simile simili curatur [san] deidad hindulstat
Sitz im Leben [lad (¡nótese bien!)
slides [latt lo parecido se cura por lo parecido
sola fide [al^d- el lugar en la vida;
[ing! diapositivas
[lat] sólo por la fe sola Scriptura [lat] sólo
por la Sagrada Escritura sola gratia [lat]
378 F IL O S O F ÍA A N D IN A

sólo por la gracia sophia [gri] sabiduría sophoi [gri] sabios sophos [gri]
sabio
sphairos [gri] esfera; punto culminante Sprachspiel [ale] juego lingüístico
status [lat] estado; prestigio
sub [lat] debajo
Subjekt-Objekt-Spaltung[ale] escisión de sujeto y objeto subiectum [íat] lo
que está debajo; sujeto substans [lat] lo subsistente substantia [lat]
sustancia substratum [lat] substrato
sui generis [lat] único en su género; muy peculiar Superman , [ing]
superhombre; figura ficticia supra[lat] por encima
symbolon [gri] símbolo; credo
syn-ballein [gri] converger; hallarse juntos

T tale quale Hat] tal como es techno [ing] música módica actual tejn6 [gri]
arte; artesanía telos [gri] fin, finalidad temps [fra] tiempo terminus a quo
[lat] punto de partida terminus ad quem
[lat] punto de llegada
terra incognita [lat] tierra desconocida y virgen tertium [lat] lo tercero
telos [gri] fin, finalidad
temps [fral tiempo
terminus a quo [lat] punto de partida
terminus ad quem [lat] punto de llegada
terra incognita [lat] tierra desconocida y virgen
tertium • [lat] lo tercero
tertium comparotiouis [iacl pomo apeado de comperación .
tertium (non) daten (tati (no)-existe uta turcera posidun
-tertium neodiotiouis _ flat] unuercueo eno ottede meOiat
teetium re niversalu Bed -un cercene univeesaO
theologu menon tgrü una ot^no^t^^^^^ teológica
tgri] viera Utteietoual; teoría
thoorotn ■. [gri] ver; ínteligir
theoretiké ■ [gri] ciencia teórica
theos ■ [gri] Dios
tlamatinime [rnd] tabios, füósofos (uáíhuotl)
GLOSAR IO 3799

tohuwabohu [heb] caos primordial desorden cósmico


topoi [grii lugares, sitios
topos [gt^í^i lugar; ítem
Torah [heb] ley de Moisés, norma divina
toto coelo [latt die todo cielo; totalmente
totum implicitum [lat] la totalidad implícita
totum [latí el todo
trans ducere [latí guiar a través, llevar por
transcendentale [latt un concepto trascendenaa 1
transcendentaiia [lat] los conceptos trascendenlule s
transculture identiy [u^^] identidad a través de las 0.1101^s
transworld identity [ing] identidad a través de RSS rundoos

u [grii llo que no tiene lugar; to uóppico


u-topon
Umgreifendes [ale] llo que abarca todo
universale [[art llo universal
Unkultur [ale] la no-cultura; falta de cuttera
unum [lat llo uno
Upanishads [san] textos sapienciales ¡índicos

V
Vedas [san] textos sapienciales índicos
vera universonim conexxio [latt d verdadero nexo enrre tos unlver
sos
vera religio [latí la verdadera religión
verbum [latt verbo, palabra
Vernunft [ale] razón superior y especuaativa
Veiaóhnung [ale] reconciliación (dialéctica )
Verstand [ale] razón discursiva
versus [lat en oposición a
viceversa [lat] y al revés
visio [latt visión
vive la difference! [fra] íque viva 1.a diferencia!

W
way of iife [ing] modo de vivir
Weltanschauung [ale] cormovisróno coseencien del
mundo
wertfrei [ale] libre de valor.
3801
FILOSOFÍA ANDINA

Widenspruch [ale] contradicción


Wirsttárke [ale] fuerza de nosotros

Y
Yan Ying
[chi] principio masculino, activo, daro
[chi] principio femenino, pvsivo, oscuro
yuppip [ing] jc^-ven profesional ubbaoo
(young urban ■ professíona))

Z
zoon ncx'fikón [gri] ente vivo que razona
índice onomástico

A B^rtt^lomé de las Casas 191 221


Acosta 290, 3 355
831 861 119. 168, 111 , 191,
Adorno 11 8 85, 0)0, 161,
325, 333 115, 226, 2221
Agwrre 68, 72, 203, 225 226, 273, H6, 3228 323,
Agustín 20, 44, $18, 1818, 353 342, 342
Albert 66, 90, 237, 428 Bastien 281 , 277
Anaximandro 11 , 2 5 Baudrillard 22
Anaximenes 11 , 25 Belaúnde 29, 377 79, 92
Ansión 526 Berg 192, H62 ^^•8, 257,
APel 46 , 77, 98, 101, 626 281 327
Apolo 21' ,, Bergson 29, 026 .
AquéZolo 66, ^26 Berkeley 79
Ardiles 75 ■ Blanco 216, 227
Arellano "71 , 226 Bloch '2(1 .
Arguedas 64, 143, 228 Boecio 14
Aristófanes 225 , Boff 74, 277
Aristóteles 20, 22, -43, 80, Bohr 139
881 1071 108, 099, 118, Bonfil 64, 0^1 , 0043 527
129> 122, H88, 111 19,, Brentano tH 3 277
2101 213, 117, 211 , Bruno 192, 232 , 3332 9778 34 5
2191 293 BUber 008, 199
Arrio 41 Bultmann 885, 899
Austin 246, 221 , 12 6 Burga 204, 277
Burns 77 , '8 8
B
Ballesteros , 22, C
Bailón 316, 22, Cáceres 237, 288
Bames 142, 121 ,' 277 Calvino 301 '
Barre 66, 327 Camus 160
Barth 28(’
FILOSOFÍA ANDINA
382 Dilthey 159, 329
Camap 21 Carpa Dionisos 211
117 Duns Escoto 88
Casa lia 72
C.pnífti IR 7 A Cir.A.rón
FILOSOFÍA ANDINA
382
Carnap 21 Duviols 84, 161, 162,
Carpa 117 Casalla 72 163,
Cerutti 18, 73 165, 168, 203,
Cicerón 20 273, 291,
Cieza de León 59, 84, 292, 294, 322,
328 Clemente 98 323, 326, 329,
Cobo 84, 85, 325, 328 330
Colón 62, 63
Contreras 263, 328 E
Copérnico 160, 209, Einstein 33, 116, 137
218 Cornejo 328 Empedocles 126, 145,
Cossio de Pomar 328 202, 293 Engels 85,
Cresswell 88, 328 142
Cristo 182, 284 Eriúgena 24 Espinoza
Croatto 73 Cullen 161, 164, 221,
138, 328 273, 330
Estermann 3, 4, 8, 12,
CH 26, 27,
Chirinos 184, 226y 28, 32, 49, 50,
252, 328 51, 59,
93, 108, 113,
D 218, 229, 282,
Dalle 282, 329 289, 315, 330
Damian 192, 329
Dante 159, 213 /J'. • • F
Darwin 209 Degregori Fernández 232, 331.
204, 205, 329 Feuerbach 11
Delgado 205, 339 Fichte 188, 189, 319
Derrida 30, 75, 329 Ficino 182, 210, 213
Descartes 20, 25, 45, Filón 98
99, Fiore 202
107, 111, 188, Flores 143, 204, 282,
210, 218, 219, 231, 288, 327, 331,
329 d’Holbach 135 340 Fornet-Betancourt
Diderot 232 Diels 12, 27,
142, 329 Dilthey 159, 28, 36, 47, 49,
329 51, 90,
Dionisos 211 93, 204, 257,
280, 281,
282, 326, 330,
331, 332,
334, 339, 341,
343 Foucault 30, 210,
223, 332 Freud 209,
235 Fukuyama 10, 40,
318

G
Gadamer 47, 79, 90,
102, 332
FILOSOFÍA ANDINA

93, 204, 257, 280, 281,


282, 326, 330, 331, 332,
334, 339, 341, 343
Foucault 30, 210, 223, 332 Freud
209, 235
Fukuyama 10, 40, 318

G
Gadamer 47, 79, 90, 102, 332
García Tamayo 263, 332
Garcilaso 67, 84, l6l, 163, 284
286, 290, 291, 292, 332 '
Garr 282, 332
ÍNDICE ONOMÁSTICO 383

Garza 332 Hume ^35. 333


Gaugin 312 Hunikigmu 223 , 313J 3 18, 334
Girault 2823 3332 Husserl 21 3 75 5 43, 53 , 80,
Gobeil 237, 332 8ó, 223 124, 151, 159, 317,
GóUelu 102 334, 336
Goethe. 182, 232
333 3
Gonzllei 133 I^sba1l1c1 283, 334
Gow 1331 335, 201 233. 238, 256, Itisr e0, 1633 16^, 332, 168,
282, 288, 297, 333 en3. 273, 533 , 393,
Goye 41 2943 322. 322, 329,
Granet 141, 333 330, 335
G
uymye Pomy 53 , 161 136, 201,
335, 286, 303, 3921 333, 332, J
345 Jameton 33, 333
G
utíérruz 2161 333 Jaspers 135, 159, 335 Jesu effcto 3
01, 213i 294,
H 296, 323
Habermas 46, 27, 90,-333 Jesús 71 67, 3333 2633 295,
Hagar 161 333 296, 3333 298, 299, 301,
Hahnemann 136, 137 305, 328, 353, 365 Joaquín 4,
H
an*ison re 1 332 202 Jorda 282, 335 .
H
ayek' e 0 Jysaph m, 331, 327, 340 Jun3 33, 236
Hegel 121 18, 12 2(^, 23,
, 26, 28, 37, 39, 45, 99. K
1071 31 3, 1373 142, 1 55, Kant 523 45, 33, 238, 7123
189, 223, ^2^2 H8, 272, 251 773 Kessel I33,
Heidigge r 33, 20, 216, 233, Juy Kinkegaard 29, 217, 286
U0, 82, 71 192, 131, 112, Jtn 223, 335
323, 252, 1122 112, 310, 214, Kimmerl5 333 233
216, 218, 247, 317, 325, 333 33a i33r
Heisenbe rg 3 3, 31 3 l^ 1 39 dito Kuhn 58, 117, 335
98° Kusch 18, 64, 72, 73,138, 193,
eei 093 216, 247, 335
Hip^oate.7 1 25
Hólderlin 44, 334 L
Horkheimer 41, 85, 325 Lacan 75, 335
Hountondji 19, 44, 334
Huamán 70, 72, 78, 156,
• 189, 216, 224, 334, 339
Hultkrants 28:.
K
Kant 23, 45, 99, 148, 212, 218, 222, 251, 279 Kessel 192, 216, 257, 335
Kierkegaard 29, 217, 286 Kill 257, 335 Kimmerle 36, 335 Klaiber 284, 335
Kuhn 58, 117, 335
Kusch 18, 64, 72, 73,138, 193, 216, 247, 335

L
Lacan 75, 335
Mazzi 338
Medina 137, 232, 338 Mejia
38a FILOSOFÍA ANDINA

Leacn 148, 336 Melia 186, 282, 283, 338, 339


Lehmaim-Niuch4 161, 194, 126 Merleau-Ponty 223, 339'
Leibn¡3 48, 99, 107, 108, 109, 127. MMe 296, 328' 3
110, 212, 220, 295. 010 Millones 161, -39
León-PortiU0 17, 1 0, 81, 336 Mineara 9
Lévinas 11, 13, 32, 81, 90, m 111, Mirarán 70,77, 340, 342
113, 233. 190, 207, 220, 248, 16^, Miranda 9ui21g4 37, 340
186, 2 07, 330, 336
Hévy-Bruhl 18, 87, 3.^ Lévy-toauss
87, 101, 102, 3a<5, 242
Lianhard 30 5t' 933 Llartqae 193,
316, 336 6oaye a 3:
11
6oux 88, 89, 3423 345
Lovejoy HO,
96, 126,

Lyotard 69, 01, 32, 737

M
MacCormack 205. 477
Madu 2011 33-
Maguiña 8441 337
Mali 36, 377
Manrique 159 , 016, 33 1 Marcel
141, Hl
Marcuse 88
Mi^rii^tcegu 08, 37, 104; 2d, 337
Mariscotti 192, 388
Markham 160, 301
Marquinez ^’7„ 388
Martinez 263, 338
Mac 9, 29, H3 142, 189 Marzal 281,
180, 210, 338 Mazzí 338
Medina 137, 232, 338
M^^n<^^la 20 •
Mires 45, 66, 3g0 '
Miró Quesada 18, 73
M^sés 37a
MMir^ii 3 40
Montoyo ■ 5ad Mcootn 230
M^iadi 282, 283, 340 Müilnr -o 3. 240
12
N^^<^^SÍ2. lH» 140
Nestorio 41
Newton 160
•iicoláhde Cusa 121, 182
Nicolescu 280, 340
Meusche 2°
' 79, 1042 160, 490,
211
Novak 10, 40, 412

O■
Ochoa 282,340
Onovaes 1 88
Ortiz 205, 340
Orzechowski 289, 340
Ossio 204, 205, 340, 341

P
Pachac2ti Yue
163, 76ki m, 161. 165,
167, 168, 169, 170, 172,
Ossio 204, 205, 340, 341 Pseudo-Dionisio 85
P Q. Quiroz
Pachacuti Yamqui 84, 160, 66, 242
161, 162, 163, 164, 165,
167, 168, 169, 170, 172, R
176, 178, 181, 184, 185, Rahner 87 Ramirez
288, m

ÍNDICE ONOMÁSTICO ■, 385

215, 224, 250, 284, Rivara de Tuesta 73 } 70,


286, 222, 291, 492, 493, 126, 342
294, 322, 323, 327, 329, Rivera 184, 193, 226;
eco, 333, 371, 161, 1 346 251, ^l^9 H '
Pacheco 67, 62, 71, 161, Roig I,’ 22
16a, 280, 341 Rosenzwdg 219
Panikka e in., ■23, 45, 47, -92, Rising :2^e 1 34. 1 ' -1
98, 214, 280, 341 paracelsd Romee 281, 282 ., 34n
13 0
Rostworowsk1 343
Parm^^Hes 1, , d,- 97,'107, R
osi^soao sk2
1110 01 31, 1 221 196, 247 Itows 292, 203
Pescel 102, 124, 224 ’ Pena 17, R
ubio 323
292, 9162 34l Peña H0, 142, 19h RusseR 20, 85, 102, 231, 343
215, 341 Peralta 70, 942 Ryle 26, 1 83, 101, 344
Pítágoras 159, 200, 21 1 ^andi
, 57
116 1
4.
ttantinga 2 Saladino 66, 143, 344
Platón 20. 11, 222, H, 32, Salazan H, H, 29, 37, 311 SaRnow
27, 41, 43 1 78, 59, 288, 194
107, 112’ 131. 11,1 ll^1 ¡San Agu1tín 21, 24, °8,
172, 177, 2111 1M, 225, 253
249, 292 Sanjuan n8, 284, 990, 299
Plotino 1071 223 Sáncu71 8311 341
Podetti 72 . Santa Craz • tóO, 161,
Polia 342 162i 163/ 168, 203, 273, 29r,
P
once 842 P^2- 2921 m , 612, 323, 167, 329,
Popper H 9 pO, 11 8 Pouillon ’ 316i 336, 330. 169’ 341, 3"
90, 318 Sant, Domtag, 202
Octágonas 2 10 Santo To12211 22, 8^2 .8 5,
IYtnKlo4)I<12901O 85 329, 201 , 431 , 253, 254,
28o, 3ne
Q Sartre 32, 160, 344
Santo Tomás 24, 84, 85,
129, 201, 231, 253, 254, 284, 344
Sartre 32, 160, 344
Scannone 18, 73, 138, '
156, 344
Scheler 125, 159, 345
Schelling 99, 189
Schlegelberger 192, 233,
297, 345
Schnadelbach 46, 101, 326,
345
FILOSOFÍA AndDaNA
318
6
Schopenhauer 49> 124
Sechehaye 377, 35
Séneca 2<
Silverblatt 23'4, 998, 54 ■ •
Sobievilla 19, 22, 24, 86,
120, .316, ¡345
Sobrino 7-7, 227, 3230
Sócrates 22,33, 86, 91, 104 ,
102, 118, 1272 120, 251
Spedding 32, , 331; 34 5
Spinoza 207, 1271 1425, 148
Stalnaker 88, ^4-4
Stern 345
Strauss S7, 201, 222. 336, 142
Szeminski 162, 345

T
Tales de Mileto 22,
Tamayo 7 , 49, 66, 62, .
163, 331, 31,3 36 ■
Taylor -290,422,346
TemPels R 193 346
Tomás 34, 84, 85, 1222261, 231, 253, 434, 34
Torre 34< '
Tshiamalenga 1'3 346
U
Urbano 120, 343, 161 , 316 331, 336. ' ■,
Urton 346 V
Val^rcel 336, 347
Valderrama 347
Vásquez 205, 327 Vespucci 62,
3, Vidal -71, 347
Vos 43, ^,, ,^^2

W
Weber 53, 6l, 80
Whitehead , 11, Wimmer 36,
327 Wittgenstein 33, 92,. 9 a
109, 118, 3A7 '
Wolff 141
Wundt 188, 322

Z
Zea , -18, 27 , 6, 23, 347
Zimmerer 144, 826
índice de materias

A achcbil amicha 360


a fortiori 27, 46, 106, 100, acto 10, 47, 75, 44, 93, H,
11-7, 265, 207, 289, 869 a 66, 106, 114, 145, ,03,
posteriori 43, 069 210, 21 22 247,
aprioró 10, 22 , 23, 27, 39, 246, 22 9, 6, 257.
22
42, 42, 45, 06, 55, 85, 273, 28 60 110( 30
61, 91, 98, 1102 103, 124, 212, 20 77 314.
125, 23-(, 144, 181, 3^S> a quo acto ,9, , , 3,15
22, 28, 108, 266, puro
actualidad 06
7,, H 146,
206, 278 ' 520, 22
a suppositions 113, 369 ab ovo actus puras 148, 296,
- 206 ad
97, 0442 22,, -369 Abbild 112. quem 108, 210, 329, 378
1<^, 069 Abbildtbeorie 132, 069 agustiniano 8,2 26 , aistbesis 32 ,'
Abracadabra 369 ' abracadabra 8,1 211, 125, 266
311 ajanu 360 ajayu 187, 221, 003,
absolutismo 2, absolvere 36,9 241, 241, 8^ , 010
Abya Yak 10, 27, 6,, aka 1.28, 104,158, 170, 11, H, 173,
04, 72, 83, 75 1 125, 174, H', W0, 181182, 118 H5, 186,
141, 211, 881 , 8^^, 187, 191 195, 076, 200, 202,'
284, 310, 321, 369 ■
Academia 29, 7, accidente 18:, ,
238 accidentes 222 144 Acbachila
278>, 641 2 698, 360 acbachila
176, 2(0,
223, -224, 252, 7882 286,
288, 360, 202
adaequatío rei t intellect 79, 10, ,
136, 369 adagio 113, 149, 022,
211, 3ó9
adopcionismo 2 2 agnosticismo
52, 469 agustiniana 023
388 FILOSOFÍA ANDINA

11d5 22 74 25 117,-■ 344, 360 amnwt'a 81, 361


134, 177, 7,
22 9,
a^ 2, amaya 212, 3 60 amor 04, 21, 24,
297, 15, 81, 420, 122, 10a, 204, 465,
260
'71 pacha 13' 8, 7, 8, may amtaña 260 amuyaña 2u0
¿mua4 360 66
-
"l74, 17'í
'76, '80,
15 15
m, n '8
18' 18 18 am^oa2, 04 138, 160, 370
18^4 19 10 19 amalyste 042 ahauqutemo 89
'87, m 109, 1,
21 0 , 22
17 5, anaihuya 186, 080 anatypismo 27;
107, 21 60 11 37, 92 ¿zarquacte 222, 229, 22O
25^, 296 7
,
16 6, ^, unebh2cba 260 ¿wtePz 20 , 17
akb aoces 14 36 Anean 231 ánima 231, 239, 349,
X1Awai Y!6, 40 3CC, 360 á^ií^o 1d9, 726
O ,
alaxyacha ISS, 158, ounTnu la7, 231, 101, 233,
,7', 17
U4 17 H m, 04d, 360 anta 1'... ante nm
'8 '84 19 19 22 12 101 ^l^^1l1d2oa H 8, 41 0,.
37

11 25 28 7d 0d7, 304
a7 29 30 ^7^5/ 10, 22, 21, 29, 204,
4, 2,2,
ak^xa 192, 7, 2604 alethoia 29, 207, 221, ^^11, 4 14,
C14, 019 alethoa 13 1, 362 ahum O^ 349
181, 36a Antiguo T0S°:mnnlo 202, 303
alfa alma 18, 27, 82, 87, 131, antíkuna 59, 349 Antisaau 1^1 1.76,
0a4,
akllay 221, 350 349, 360 antropocentrismo
122, 188, 189, '195, 103 , 210,
aoo, aoa aoa, 203, 221, 212, 251 antropomorfismo
021, 004, ^4^, 229, 252 094, 210 anu 254, 36o
099, 040, 044, 077 alpca 196a 46a
alqo 212, 349 alterid9d 10, 1 3,
28, 27,
41' 73, 79, 80, 81,
91, 10, 98, 1 03, 104, aa3,
m, 133 , 01 a, 211, 228, 117, 316,
331 altomisayoq 176, 177, 227,
237, 238, 297, 349 altruismo
302 ama 262, 269, 270, 272, 349
ama Hulla 269, 270, 349 ama
qella 169, 272, 349
4ma 7uu>a 169, 349 ama 14
317, 349 Antiguo Testamento 202, 303 antikuna 59, 349
Antisuyu 59, 176, 186,
349, 360 antropocentrismo 210,
212, 251 antropomorfismo 210 anu 254, 360
ÍNDICE DE MATERIAS
389

anything goes 32, 35, 40,


.51, 315, 330 apacblia
360 apatheia 249, 370 a^c^tito
oa. apthapi pacha 361 Apu 201,
227, 28 2,
289, 295, 229, 22*7,
298,..
305, 330° 350-
Apu D1os 278300 Apu Taataaku
288, -28 2,
289, 330, 330 aqba 162,
188, 179, 350 16378'^^ 223,
ai5, 274, 294,
298, 299, 950 arbitrariedad 35 aristotelismo 238 -
arrianismo 290 9
9274 9, 98, 700o 113, 166,
212, 230, ^<5<7, 2'7 ,
277, 36i, 3: aruma 174, 198, 361 asiru 165, 361 .
atomismo cultural 30 atoq 165, aylluwan
108o'853 a^í^e? 194, 216, 320 hucballikuy 272, 350
aufbebin. 27,37 0 Aufbebung aytaaa are. 331 aymar3aqi\
11 ' 26, 1, 9, 301 .
144, 370 aymara 22 80 , 114, 292 ?
Aussteiger 312, 370 221, 237, 257, 281, 282,
autenticidad 219, 236, 222, 325, 522, 588, 235,
254, 255, 271 autbos 235, ■r50, 361
370 autoconcíencia 223 avant aynacba oa7 '
la lettre 30, 147, 370 awayu ayni Hó' 22 -222, 0,8, 272, 350,
Y78, 361 361
axtaña 253, 361
a>o o, cien, a32, 350 ayUu ya, ,B
ltO, 220,' 221,.. to the future 205, 370
“ u212 2 83, 8aW-2.23, ■230í aarah 290, 292, 370 301 rtífni
301, H', 221, 260, 26 1, 67O bujjsoniano 188
ma2, 292, 112, ■ 270, Bewaesi7ein 372
272, 173,^(0, 110 , 361 biased , 3, 373
ayllu-pura biasis 311, 370 bondad 194,
-''uch alHkuy 272, 350
251, 253, 280 boom 313, 370.
buddh 370

C
cantidad 146, 231, 264,
272, 377
.
■350, 361 aynacha
361 ayni 146, 221, 222, 258,
272, 350, 361

B to the future
205, 370
barab 290, 292, 370 begreifen 370
bergsoniano 188
Bewusstsein 370 biased 91, 370
311, 370 bondad 194, 251,
253, 280 boom 313, 370 buddh
370

G cantidad
146, 231, 264,
272, 377 category mistake,
26, 182,
183, 370 causa 81, 97, 120,
136, 137, 147, 173, 187, 196,
198,236,239,240,248,
390
250,251,256,291, FILOSOFÍA ANDINA

300, 303, 304, 296, 298, 301, 315, 328


317, 370 causa compuesto 83, 114,
incausata 2Q1. 370 causa 156, 170, 265
con-crescere 371;
390 FILOSOFÍA ANDINA

250, 251, 256, 291, conditio sine qua non 76, 86, 90,
300, 303, 304, 225, 226, 235, 286, 371
317, 370 connaturalidad 41, 107, 137, 153,
causa incausata 291, 370 causa 214 consistencia 199 consolatio
sui 97, 137 causalidad 130, 136, 24, 371 contingencia 25, 43, 82,
137 88, 107, 129, 134 contingentismo
147, 239 89, 134 contractio universi 182,
ciencia 21, 23, 24, 25, 33, 35, 44, 371 contradictio in adiectis 27,
51, 53, 63, 72, 82, 91, 116, in, 284, 371
118, 119, 120, 138, 152, 153, contradictoria 141 contradictorio
279, 280, 371, 372, 376, 378 108, 231,
cientificismo 29, 38, 116, 138, 287, 372
188 contrario 126, 132, 240, 279, 286
cit 98, 216, 370 cogitata 53, 93, copula mundi 182, 210, 217, 371,
217, 370 cogito 53, 93, 97, 111, 373 correspondencia 127, 130,
128, 210, 217, 219, 370 136, 137, 138, 139, 145, 151,
cogito cogitata mea 93, 158, 162, 170, 171, 172, 173,
217, 370 175, 176, 177, 178, 181, 184,
cogito ergo sum 53, 97, 111, 128, 195, 199, 226, 235, 236, 239,
219, 370 communis 371 240, 246, 248, 250, 252, 259,
complementariedad 60, 112, 127, 285, 294, 295, 300, 301, 303
139, 140, 141, 142, 143, 144, cosmos 110, 128, 137, 138, 141,
147, 151, 158, 162, 165, 170, 158, 162, 173, 175, 178, 181,
171, 174, 175, 178, 181, 186, 186, 191, 194, 196, 202, 209,
195, 198, 199, 224, 225, 226, 214, 215, 220, 222, 229, 232,
228, 230, 235, 236, 239, 248, 236, 245, 246, 249, 251, 255,
250, 252, 264, 265, 272, 273, 264, 270, 300, 303,
285, 294, 295, 296, 298, 301,
315, 328
235, 236, 239, 240, 246,
248, 250, 252, 259, 285,
294, 295, 300, 301, 303 cosmos 110, 128, 137, 138,
141, 158, 162, 173, 175,
178, 181, 186, 191, 194,
196, 202, 209, 214, 215,
220, 222, 229, 232, 236,
245, 246, 249, 251, 255, 264, 270, 300, 303, 354, 365 creatio-ex-
nihilo 371 credo 33, 116, 371, 378 cristianismo 31, 202, 211,
232, 283, 284, 285 crítico 25, 79, 280,
ÍNDICE DE MATERIAS
39
315, 316, 326 1
chinkana 186, 350 chinkána 186,
cualidad 142 361 cbinu 175, 361 chinu phaxsi
cultura 9, 10, 11, 12, 22, 23, 361 chinuña 361 chiqa 255, 270,
25, 26, 27, 28, 29, 30, 272, 361 ch’iqa 159, 164, 171,
31, 33, 34, 35, 36, 37, 179, 224, 296, 361 choqllu 146,
38, 39, 40, 42, 43, 44, 350 chronos 196, 371 chukcha
48, 49, 50, 51, 53,.60, rutuy 268, 289, 350 ch’ullqhi 361
61, 63, 64, 66, 68, 69, cb’uñu 146, 351, 361 cburaña 361
70, 72, 74, 75, 76, 77,
78, 84, 85, 86, 87, 89, D
91, 92, 93, 101, 103, daimonion 98, 253, 371 Dasein 79,
11 11 12 14 15 247 defacto 22, 30, 34, 40,
15 15 20 22 22 46, 72, 79, 305, 310, 312, 371
6, 26
25 9, 5,
27 8,
28 9,
30 de individuo non est
4, 31
31 4, 0,
31 0,
31 9,
31 scientia 110, 118, 371 deiure
31 31 31 31 32 312, 371 demiourgos 293, 371
34 36 37 depositum cognitionis 47, 371
3, 9, 9 derecho natural 246, 249, 250
CH Derechos Humanos
chacha 159, 164, 224, 225, 361 31, 39, 259, 260 despacho
chaka 350, 361 162, 168, 177,
chakan 16 16 16 16 178, 179, 180, 195, 199, 237,
16 16 16 17 17 240, 241, 255, 256,
6, 17 17 7, 8,
17 0, 18
18 1,
3, 18 18 6, 8,
18 181, 19
2,
3, 20 21 4, 5,
21 6,
21 8,
21
5, 21 22 4, 5,
22 6,
22 8,
22
9, 22 23 0, 3,
23 4,
24 7,
24
25 25 25 26 27
0, 28 28 1, 6,
29 8,
29 8,
29
29 29 29 30 33
6, 350 7, 9, 1, 1,
chaki 191, 350 chakitaklla 191,
199, 350 ch’allaña 195, 289, 361
ch’allay 289, 350 ch’ampha 361
chanichaña 361 chaninchay 254,
255, 350 chara 170, 361 ch’arkhi
146, 361 ch’arki 146, 351 cb’aska
165, 166, 175 294, 351
cheqaq 270, 272, 350 cheqaq kay
272, 350 cbhokma 240, 351
chhujllu 362 cb’ila 166, 351
257, 297, 300, 302, 311, 666, 230, 20l, 2^23 253,
314, 10 1 624, 268, 2^, 305
determínisoio 9, 43, 89, dmpireir 127, 228, 162
107, 310, 126, 127, 129, empirismo 189 3mpidtta 117
130, 1 52, 203 dnHdbisdeni 112i UbS
determ 16ist7 130, 134 307 ex 16 et in se
dess &7, 2U7, 371 sdbrUrns 130), 372
Deu6$ive Nalmi 107, 126, 127, ld8 1 193 1 372
291, Shi Entgegcns5izen 775, 162 eo pm
411e^iej^~ma^7iii^ii 372 55, 33a epist^mr 52, 016, 117, '
dia 6 1, 98, 105, 7 37t 1 95, 626, ■ 318, 119, 372 equiva1dnaio
885, 371 43, 73,
d2anoia :H7, 131, 155, 371 1^<^» 164, 136, 172,
dmamismo 191, 61 232, 233, 204, 2d5 Erfahnung 33
IJigzgmn^^ich ~71)i 371 93 376 ergo 52, 7^ 63, 20 1, 028,
din0 $ 312, 23^ rd0, 312
discurso 20, 3O6 02 35, .. 3 62: , .
16, 90, 776 779, 300, 375 emu 21, 35, 2Ó2
distinctiofmrmalis 77, 82 ’ escepticismo 62
distmctio mtmtalis 153, 371 30e^nc^^ l1, B, 29, 42, 44,
docedmmo 72, 2ed 36, ra 31 , 91,
doxa 318, 333 304, 331, 263, 203, 325 ,
duelismo 110, 111, 172, 003> 336, 372, 376 esendihsmo 41,
862, 016, 031, 179, 886
0
7, 79, 634 especie 111 .
uJuilhita 107, 107, 187, 606 dudo 30° esperanza d, 214J 205,
32, 2a d8e 76 , 85, 623 d9> 116, 321, a5d es'iuío
131 , 1^5, 285, 324, ,63 , r^^,<)9, 228,
6776 288, 4 144, 606, 239, 325, 316 ,
255, 291, 301
E 6^2a '318
cclcciiciaroo 313 0;t7ucruralismo 11, 29, 30,
Edad Media 113, 7 18, 132, 317 , 75, i0i, 1071 i12i ^28, 6^7
1176 27d 325
3^7 50, 1016 235, 572 esirdcidrilisii 30, 186i 6223
tidon t07, 372 '
ad1
617 3 0^13 136, 238, ’
217 , 315, 372
Fdndbd22dets^^ú1 2280-372
dnleucdten 6101 372
Einsicfo H2, 376
^6n^^ Wl, 739, 148, 169,
313, 178, ln2, 137, 391,
393
ÍNDICE DE MATERIAS
eternidad 104, 131, 173, 293 369,372
eterno retomo 196, 202 eticidad
145,183,247, F

■ "•
ÍNDICE DE MATERIAS . . 393

eternidad 104, 131, 173, 293


eterno retorno 196, 202 eticidad
145, 183, 247, 248, 249, 258, 262
¡eureka! 218, 372 eurocentrismo
10, 11, 37 evidencialismo
absoluto 43, 107, 127, 134, 215
evolución 209 ex nihilo 87, 99,
132, 134, 289, 292, 293,' 372 ex
nihilo nibilfit 293 existencia 10,
17, 24, 41, 42, 46, 76, 78, 85, 86,
87, 101, 104, 107, 111,118, 126,
129, 131,
139, 146, 180, 225, 233,
236, 237, 238, 247, 253,
284, 289, 292, 295, 311
existencialismo 29, 160, 217, 254 fantasma 231, 239,
existencialista 11, 105, 246, 247 351, 353, 364 fastfood 312,
experiencia 21, 22, 24, 39, 42, 45, 313, 372 fatum 135, 372 fe 21, 74,
48, 74, 75, 76, 78, 79, 80, 81, 100, 119, 125,
82, 83, 84, 138, 237, 279, 280, 282,
86, 87, t, 93 9 302, 303, 334, 335, 371, 377
9:
98 10 92 10 10 , 7
11 felicidad 25i 148, 248 finalidad
11 11 11 13 13 70, 171, 234, 245,
6, 15
14 7, 159, 5,
15 7,
15 251, 252, 254, 255, 256,
15 17 19 19 19 281, 378
19 20 21 21 25 forma pura 287 franciscano 202
9, 27
27 0, 283, 4,
28 5,
28
28 28 28 28 29 G
30 30 32 34 Gegensatz 140, 141, 372
36 37 Gegenteil 372 gehorchen 194, 372
9, 2 Gestalt 372
Gestapo 31, 372
Gestell 116, 190, 372 giro
copemicano 33, 210 global
village 40, 310, 373 gnosis 211,
289, 373 graficidad 22, 76, 86
grasp 32, 373 great chain of
being 129, 373 guru 373
H
hamawt’a 351 hamp’atu 165, 351
hampiq 237, 351 bampiy 237, 351
hamuq 200, 351
hamawt'a 351 hamp'atu 165, 351
hampiq 237, 351 hampiy 237,
351 hamuq 200, 351 bamuy 240,
351 Hanan Qosqo 176, 351
hanaq 138, 159, 170, 171,
172, 173, 174, 176, 180,
181, 182, 184, 185, 186,,
2^^, 274, 286, 294, 256, 2^^h 371-
■ 292, 259 , 5h7, 184, 232, 373
hanaqpacha 351 - hap ’isqa 25%, hypoklmem 217
35 3 hard rock 314, h73 kaUn
kukuchi ¡35.1 - 2a9unaiqoy 974, I
551 hatuhapna 220, 230, 351 I.
hedonismo 211 , 313 . heg91ia9a icbu mama 269, 362 teSutafa 267,
12, 42, 45, 126, 127, 15h, Uh, 129, 762 i0ualiimo25, 29, 59
318 hegelianc 10, 18, 40, 81, 1hh 70, W0, W9, 111, 132, 133,
Hen 107, 126 'a,788, 2 12, 280 idealismo olemán
Hennes 12, 185» 353 ■ 59, W9,
i^^i^chafpf5hi eil, 373 ■ 112, 188
2hferos 219 ,■ idealism 29, 3^, 41, W, ,
hilemorftem 2 127, 231 histoha 126, 132, 143, 210
11, 17, 98, 20, 21, 25, 59, 55, Ideallyp 1o, 373
, 26 , 2'f2,4z 219, 373
78, 59, 101 44, '58,■Si; 5 67, idehlUod 17, 71, h9, 10
74, 75, 76, 81, 82, 11, ,^8, 1
136, 040, 5h2, 2S0, 219, "
2^0^, 101, 112, 199, H5, - 251 222, 223, 224, 225, ' 226,
,

129, 171, 132, ■ 177, 152' ^o/',8^,' 105, 286, 319 190, ■ 792,
162, 1 92^, 379 ignornnda. 118, I, 2
218, 2011 2hh, 21h, 217, 298, 7
ad
292, ^55l^r 333» 552 , 372 :&’ñ¿7 702
Hitorictemo 59 75, 196 illapa 167, 784, 299
histonimo '4 toÜcmo 129, I52, 286 ' 251, *362
holist2 2 5 hdon 7 1.29 153, illay 167, 351 illuminatio 112, 374
2251 OC S75 2ameioo CO ilustrista 40, 51, 316
575\ amepoge 5s, 187 , homd
2

2425252ns 21 7, 373 1cmc oopuU


unundi 210, 373 homo faber 189,
210, 213,
214, 373 i _ homo mensura
210, 373
homo occidental 153, 373 Icon
occcnsmicus m, 373
Hooizontceoohmelzun, 5h , ncs ■
,

horrocirrnticeohtatie 211, 575


bom-rh.
^icbaüifaiy 'e72, 575
350, rut
etceumruw 70, 25I hum^f^i,m 1 6,
3^, 47, 50,
, 90,-.590, H9, 373 ■ byim-
ÍNDICE DE MATERIAS y

igualdad 30, 228, 230


ikiña 362
Mapa 167, 184, 298,
351, 362 May 167,
351 illuminano 112, 374
ilustrista 40, 51, 316
imagen de Dios 223 ■ ■cmsncneia 8', 133, 173,
impansibilitas 295, 296, 374 9C6, 926
impossible ■ 129, 42, in actu 49 i
imnn8C77r
66, 21i, 265, re 6 inconc6eio 111, 408, iC2, 123, 909, 2i i 50,
139, 651, 287, 2f6 inmanentismo 129,
996, C72 132 mmonentiota 1 ínmortaHcM
m nut^e 31, 266, 374 in iris,97 2Í1
inmuta Mid insisto 1 12, 3cC
veriias 20, 374 intelecto agente 987 niteiigencim
In-der-Welt-Sein , 92, t56, 9(7, 185, 359, 1CC mmtfecftrs 98,
3C4 inalaiamc 362' inca 650, 67, 115, 371 intmnóonaiic 9 300
69, 76, 77, incaico 3C, c5, 67, 68, nlm n, bo, «9 -42, 4,, 29, 50, 54,
Cn
t 70, 7i, 82, 84, 163, 174, 476, 82' 82, 90, 91, 92, C3,
2
128, . C,
972, 94 96 34
189 22,, 22C, 2,5, 7", e67,
^43642 9 , c 69, 70,
689, 2'8, 374
8 8! 46,677 , 88, 14
intenndnind i l2, 20, 26, 28, ,9 C0,
HC, 16 16 ,8
29 C6, 37, 38, 026 89, 42 ,
297. 22 7, 6,
9C 4,
90 27
73 , 45, 6 n, 6C, H, 49» 5 ,
297, 28 9C 28 ^
51, 01 , •93, 79, 88, 81b 90,
294, 29 98 98 C 86
66,
3n6, 35 82 35 0, 2,
22 5,
36 99,7, 68, 100, d2, C43,
2'4, 230, 6C9,18424,4,,46, 970,
9' 9C1,
1
202, 117, 929» 124, 837, CC2)
365, 957, 965, 366 l^SC» aC6, C46, 819, 2i2! n2C,
incomunicabilido0 46, 52 202, 66 2712 2726 n07, 0,9, C6 0,
inconmensurabilidad 1 2, 09 ■■43, 40n, 310, 8166 3,6, 319, 330, 331,
52, U33, b54, 186 inconsciente 11, 338, 339, 347 interculturalidad
43' 5C, 59 59 87, 131, IO9 12, 36, 49, 53, 88, 123, 137, 280,
inconsiite84ia 9C indifersnein 9, 284, 309, 318, 331,
12, 31, 59
^8, 40 ' 5C, 53, C02 , 312
indigCnismo fá, 233, 31o9
326, 346, 398 indigCmsia
9
6, n43, b14, 34o mdúnsgCmiuC
674 individualidad 22, 34, 38,
85, 86, 110, 117, 118, 219,
248, 260 individuum est ineffabile
35,
117, 374
inferencie t2s», 427, 130,
■ 2rb, 2b0 inka 6', 6c, 68, 7O.
79, 161, 164, 325, i0' inferí
e
<^^, 2es>, inl infacrri '05
ÍNDICE DE MATERIAS y

93,97, 98, 100, 102, 103, 104,


117, 123, 124, 137,
152, 153, 154, 155, 159,
206, 218, 229, 232, 259, 271,
277, 278, 279, 280, 309, 310,
316, 318, 319,
330, 331, 338, 339, 347
interculturalidad 12, 36, 49,
53, 88, 123, 137, 280,
284, 309, 318, 331,
39
157, 158, 166, 173, 175,
6 339, 347
interdisciplinariedad 280 176. 178. 182. 183. 184.

396 FILOSOFÍA ANDINA

339, 347 199, 20 20 20 20


interdisciplinariedad 280 Internet .- 206, 20 21 21 21
31, 313, 215, 21 21 21 22
317, 373, 374 inti 166, 224, 22 22 22 23
174, 175, 231, 23 23 23 23
192, 351, 362 intindiy 115, 239, 24 25 25 26
352 intipunku 198, 352 Intiraymi 261, 26 26 26 27
198 intiwátana Y7Á, 288 ipsoffcto 271, 273, 4,
27 6,
27 0,
27
76, 84, 374 iscb’umia 362 280, 28 28 28 28
iskayuya 270, 271, 352 Islam 211, 289, 29 29 29 30
259, 284 it is working 116, 374 302, 30 30 30 31
315, 31 31 36 36
J jaqi jancbi 36 2
jach 'a awki 269. 362 jucbachasiña 273, 363 juicio 11,
jach 'a tayka 269, 3Ó2 jakaña 31, 33, 131, 137, 254, 359, 360
182, 191, 195, justicia 35, 53, 90, 146, 147, 148,
232, 234, 235, 362 jallu 254, 255, 257, 26o, 263, 264,
184, 192, 224, 362 jallu pacha 269, 270, 303, 304, 317, 350,
184, 362 jamp’atu 165, 362 jan 361, 371
253, 269, 270, 272, 362 jan juta 24 363
jardmti 362 jan k’arimti 269, m
jutañ 36 0,
270, 362 Jan luntbatamti 269, a 3
362 janiw walikiti 362 janiwa K
272, 362 jaqi 7, 53, 54, 62, 64, ka .9 37
65, kairo 17 196,
66, 67, 68, 73, 74, 78, s 199, 8,
206, 197,
257, 374
79, 80, 81, 82, 84, 87,
10 10 10 10 11
11 11 11 11 11
2, 12
12 3, 4,
12 5, 13
13 9,
13 14 14 15 15
15 15 16 17 17
17 17 18 18 18
jaqicbasina 268, 362 jaqicbasiri
362 jaqipura 362 jawira 185, 362
jayp’u 294, 362 jichba pacha
173, 195, 362 jicbhüru 362
jikisiña 363 jila 363 jilaqata 176,
363 jiwasa 213, 220, 363
ÍNDICE DE MATERIAS ‘ _ 397

ka .98, 374 kairos 178,


196, 197,
199, 206, 257, 374
kamachiy 245, 292, 352 kamaq
164, 292, 299, 352
Kamanutra 33, 374 kamay 29 I,
50,2, 356 7antiana ^49
kanUano 8a, 3k, 79, 91, 25*2 k’natema 362 . • •.
kasarachia 269J352 ■ kt^^arakuatnasi 262, 352 lafak^tko .
katja 238,. 343 ■ ' ..
Wauna- 123, 363 ,
kawsuy m. 195, '233, 197, 267, m
234, 23^0, 252, 289 kay 228, kuntu 1811 312, 6,3 kunturmaHku
2L29, 258, 257, 158 , 363
HO, !75, r72, !73 , 274, 2upi 159, 164 , 171,
275, Í72, 182,..184, 277, 224, 296, 363
185, 186, 187, 191,.. 193, kürmi'l61t 1 83, 363 Wusa 7512
191, 198, 297, 2^^, -174, ■327 , 178, 179, 363 kutiña 1791 179,
239,■ 245, 252/272, 228, 286, 234,
234, 296, 297, 350, ^5^-- 358 kayp 357¡ 274» 543
a cha 157y 352 4
kutiy 262, 341
2°3 205, 274, 352 k’uycbi 167,
JMsr'sif2 434, S33 kbi'u -^4, 36,-352 185, 3^2- ktayay 167, 136
rism, -
khunu 185, 363 khunu quila '275! L■
36 3 killa 167 , 363 , 198, lamarc21Ua 222
352, 359,' 358 k’intbu 1 62, len’n s/ran 271
179,-S82, rebenswna 83, 91, 1, 2 774 legein-
24i, hry k’intu 162, 143, '775 lru4urje 10, 35, 63, 75,
3799134r 78, 93> 100, 229, 235
14!, 332 leninismo 204
U69z1 222; 35 2 libera K ms 10 licenciamampi
Wiraniana 363 ■ , 195, 199,
kosmos 80, 81, 82, 157, 256, ■ lícenciaykiwan 195,
293, 374 199,
ku3a 162, ■ 377, U32, . 256, 353
179, '182, 237, 352, 363 Lichtung des Seins 214, 374
kuka mama 352 kuka uñayaña. little is beautiful 40, 374 locus-
182, 363 uka^ ^iri 277 ^^,. 235^
k n 13
15-9r-173, 374
3Ó3 9a7c19sy
kukaH qh 32^03» y 352 kakukai
633, 238, 167,
■ 27U, 301, 651 , 363
kalaOa 363
Jaman 165, 363 .
kumari 26 ;
kumuayi 268, 352
karnuári 168, 361 3urtan ■ 123,:
3.5,
ÍNDICE DE MATERIAS ‘ _ 397
logicidad 107, 113 353 manchacbiy 238, 353
logicismo 127 mancharisqa 237, 238, 239,
logoi spermatikoi 87, 99, 374 241, 353
logos 21, 23, 33, 43, 46, manebay 238, 353 maniqueo 253
48, 76, 78, 87, 97, 98, manq’a manq’a 233, 267, mark’a
99, 100, 103, 106, 107, 175, 220, 221, 364 marq'aqe 269,
115, 131, 143, 151, 152, 353 marxismo 29, 31, 66, 73,
155, 156, 178, 191, 211, 110, 143, 196, 204, 280, 344
214, 249, 250, 277, 278, 279, marxista 72
287, 374 mater 148, 375 materialismo 133,
lumen naturale 113, 218, 374 142,
lumen supernaturale 113 luqta 152, 280
195, 197, 198, 199, materialismo vulgar 280
237, 240, 241, 255, 256, materialista 39, 59, 132,
•257, 297, 300, 302, 311, 314, 274, 30 ■3
364 manqb 13 15 15 17
luraña 245, 252, 255, 364 a 17
173, 8, 8,
18 9, 18
18 0,
lurayaña 364 192, 20 22 23 23
luriri 364 239, 25 27 29
297, 36
LL manqba 4 13 15 17
llamkhana 364 llamp'u 364 ■ lliju pacha
173, 17 8, 18
18 8, 18
0,
lliju 364 llijuna 364 lliklla 353 192, 20 22 23 23
lliphiqina 364 lliplliy 161. 353 252, 27 29 29 36
lloq'e 159, 164, 171, mara 17 4, 4,
17 7,
36 4
179, 224, 296, 353 llullakuy 135,9,143,
4, 2105, 4
270, 353 maya 139, 332, 375 mayu 167,
185, 234,
M 254, 353 mecanicismo 188
macb 'aqway 165, 187, 353 made
in the first world 374 makron 136,
170, 374 mal 62, 70, 142,' 253,
353, 362 mallikuy 114, 353
malliña 364 malliy 114, 353
mallki 169, 186, 220, 353
Mama 168, 181, 192, 296, 299,
305, 364
mama qocha 224, 353
Mamacha 296, 297, 299, 305, 353
mana allin 253, 353 manan 272,

220,353
ÍNDICE DE MATERIAS 399
mecanicista 193 monopsiquismo 99, 110, 188
medieval 23, 33, 40, 58, 99, 110, moralia 248, 375 motor inmotus
132, 138, 157, 160, 210, 213, 291, 293, 375 movimiento 29, 30,
217, 315, 370 66, 69,
memoria 67, 76, 359, 360 114, 117, 143, 196,
mensura 90, 210, 373, 375 mesa 201, 202, 291 muerte 20, 48,
177, 256, 257, 319, 353, 364 110, 138,
mesotes 142, 375 meta ta physika
188, 375 metarrelató 25, 29, 31,
32, 38, 259, 375 methexis
105, 136, 250, 375 microcosmos
174 mikron 136, 170, 375 millay
253, 353 mimesis 28, 44, 105, 375
mimetismo 44, 48, 50 mink’a 146,
221, 222, 258, 272, 353, 364
mirquy 353 misa 177, 237, 261,
297, 301, 314, 353
misba 162, 177, 237, 353 Miss
World 31, 375 misterio 18, 117,
186, 194, 375, 377
misti 65, 66, 353, 364 misticismo
44, 45, 124, 188 mito 17, 25, 27,
33, 48, 97, 98, 99, 100, 102, 105,
110, 113, 116, 117, 125, 131, 205,
210, 211, 217, 225, 23.1, 293, 329,
340, 375
Mitsein 105, 375 modalidad 123
modernidad 10, 24, 29,
30, 37, 38, 39, 46, 51, 52, 99,
116, 118, 120,
152, 18 18 19 21
211, 212, 8,
21 6,
21 0,
21
262, 28 31 31 31
326, 343, 2, 4, 6,
mónad 10 11 12
219, 31 37
0,
monada monadarum 5 295, 375
monis 11 12 12
mo 132, 13 1, 236, 279, 29
3, 133,
monismo neutral 1, 231
9, monista
3
107, 127 monoculturalidad 37, 42,
46, 117, 218
monoculturalismo 12, 33,
51, 279 monofisitismo 41
148, 176, 184, 185, 186,
187, 194, 212, 221, 232,
233, 234, 238, 267, 270,
284, 296, 304
mulla 237, 238, 239,
241, 364 mulljaña 364
mulljasiña 364 mundo posible 130
mundos posibles 130 muruq’u
187, 364 muruq’u qala 187, 364
mutabilidad 42, 43, 60,
129, 134 mutatis mutandis
60, 100,
213, 226, 375 mut’i 146, 353,
364 muyu 157, 187, 353
213, 226, 220, 227, 354 noqanchis 213, 220,
375 mut’i 146, 353, 364 muyu 227, 260, 272, 354 noqayku 213,
220, 235, 252, 260, 270, 354
noumenon 48, 79, 135, 375 nous
400 21, 98, 100, 113, 115, 119, 375
novitas historiae 204, 375 novum
201, 375 nuna 187, 231, 233, 234,
muyu rumi 187, 353 mystherion
354, 359
177, 216, 286, 287, 289, 300, 375
mythos 21, 23, 48, 97, 375 Ñ
ñik’ut muruña 268, 365
N
nacbvollzieben 183, 216, 375 O
Nachvollzug 288, 375 obaudire 375 obiectum 106, 376
nacionalsocialismo 372 nanaka objeto material 58 obpuestum 376
213, 220, 235, 252, 260, 270, 364 observire 376 ocasionalismo 231
nascere 65, 193, 375 natura 131, occidentalism© 10, 11, 314 otóos
193, 191, 193, 222, 376 omagua 186,
210, 253, 375 naturalismo 354 omnipotencia 294 on 20, 43,
60, 312 naya 220, 364 nayra 159, 107, 376 optimismo 196 ordo
195, 197, cognoscendi 215 ordoessendi 126,
200, 201, 203, 205, 364, 365, 157, 160, 210, 213, 215, 305, 376
375 nayra achachila 365 organón 116, 191 ortodoxia 18,
nayrapacha 195, 201, 283. 284. 305
203, 365 nayrt'iri 565
necesarianismo 89, 129,
134, 135 necesidad 7, 25, 43,
80, 82, 92, 119, 129, 130, 131,
134, 147, 245, 273, 296, 342
necessitas consequentiae 43, 131
necessitas consequentis 43,
131 neoliberalismo 34, 40,
53, 73, 190, 318
neoplatonismo 59, 126 Nicht-Ich
105, 188, 375 nihilismo 160
Nicht-Ich 105, 188, 375 nihilismo
160
Niñitu 365

FILOSOFÍA ANODINA

nomen est omen 63, 375


nominalismo 99 nomos 191, 235,
375 non sum 111, 219, 375 noqa
139, ovum
376
217, 376
Í N D I C E D E M A T E R IA S 40
P pü uñnaqani 240, 255, 256, 257, 261, 1
270, 271, 365 pacha 138, 154, 155, 297, 302, 314, 354 Paititi 68,
156, 1,86, 203, 354 pampamisayoq
157, 158, 159, l6l, 162, 177,' 227,
164, 165, 167, 170, 171, '237, 354 pana 266, 354
172, 173, 174, 176, 177, panqaramp qaqsuña 365
178, 179, 180, 181, 182, panqarata 365 paqarina 224, 354
184, 185, 186, 187, 191, paqariy 1Ó7, 178, 198, 355 paqo
192, 193, 194, 195, 196, 197, 176, 177, 178,
179, 237, 239, 355 paqucha
198, 199, 200, 201, 202, 203, 205,
186, 355 paradeigma 100
209, 214, 215, 216, 221, 222, 224,
paradeigmata 90, 98,
226, 227, 233, 238, 239, 249, 250, 117, 376 paradigma 9, 10,
251, 252, 256, 260, 274, 285, 286, 11, 22, 29,
287, 291, 292, 293, 294, 295, 296, 30, 34, 38, 41, 52, 58,
297, 299, 351, 352, 354, 357, 358, 82, 88, 89, 90, 97,
360, 361, 362, 364, 365, 366 106, 107, 113, 116, 117,
pacha paqarichiq 354 Pacha 120, 132, 141, 142, 145,
Yachachiq 291, 354 pacha- phuyu 153, 155, 231, 232, 236,
354 pachak 156, 203, 354, 355 237, 246, 250, 293, 317
pachakamaq '201, 250, 289 paradoja 50 paralelismo 104, 107,
pachakuti 179, 199, 202, 131, 132 paralogismo 152
203, 204, 205, 206, 274, parmenidiana 118 parspro toto
292, 293, 354, 365 109, 140,
Pachamama 192, 216, 257, 168, 169, 376 pars sive
totum 140, 376
297, 298, 299, 329,
335, 338, 354, 365
pachamama 67, 148, 157, 167,
176, 179, 184, 185, 186, 191,
192, 193, 194, 197,, 198, 199,
215, 216, 224, 225, 226, 227,
233, 238, 240, 241, 252, 255,
256, 258, 261, 286, 287, 289,
296, 298, 301, 302, 303, 314
pachanay
156, 354 pago 177, 199, 237,;
paralelismo 104, 107,
131, 132
paralogismo 152 parmenidiana
118
pars pro tolo 109, 140,
168, 169, 376
pars sive totum 140, 376 passage
159, 171, 180,.
183,. 198, 257, 268,
' 376, 377
pata pata 355, 365
pata-pata 165
pataka 203, 365
pauqar 175, 355
pecado 272, 295
pecunia non olet 91, 147, 376
penaq 233, 355 penthouse 35, 376 post-estructuralismo 11,
376 per definitionem 74, 85, 376 30, 107
persona 12, 51, 58, 62, postmodema 9, 11, 20, 28, 29, 30,
66, 86, 91, 103, 110, 33, 34, 35, 36, 38, 40, 51, 58, 89,
114, 119, 120, 133, 147, 116, 211, 259, 311, 312, 313,
148, 155, 156, 163, 182, 317, 337 postmodernidad 10, 11,
183, 184, 200, 213, 219, 12,
220, 221, 225, 227, 232, 24, 29, 30, 31, 32, 33, 34,
233, 234, 235, 237, 238, 35, 38, 39, 40, 43, 44, 46,
239, 240, 241, 248, 254, 51, 52, 58, 90, 99, 107, 124,
258, 263, 264, 266, 268, 218, 312, 318
271, 272, 274, 297, 314, 331, postmoderno 11, 29, 30, 31, 32,
349, 360 personalidad 11, 110, 35, 40, 51, 52, 53, 311, 313,
219, 318
235, 236, 248 pesimismo postulado 89, 110 potencia 11
202 petites perceptions 212, 376 potencialidad 178 prae-sub-
petitio principa 22, 25, 376 ponere 82, 93, 376 pragma 78,
phainomena 151, 376 phamilla 152, 376 praxis 51, 74, 183, 279,
273, 355, 365 phaxsi 167, 174, 376 premisa 130, 134
175, primapbilosopbia 212, 213, 376
198, 361, 365, 367 phaxsi prima scientia 24, 376 principio
wila 174, 365 philosophia 32, 33, 34, 35, 51,
perennis 25, 26, 59, 74, 79, 107, 113, 126,
41, 42, 88, 89, 376 phisqa 127, 128, 129, 130,
pataka 203, 365 phuyu 168, 169,
184,
185, 354, 355
pbuyupatamarka 185, 355
phylum 43, 376 physis 187, 188,
191, 193, 376 pinsamintu
115, 355 pinsay 115, 355 pisqa
pachak 203, 355 platonismo 99,
188 plenum 140, 376 plenus 139,
376 pluralista 107 i poqo 168,
355 i
poqoy 168, 169, 174, 175, 184,
199, 224, 351, 355, 356
posibilidad 36, 46, 63, 64, .85, 90,
100, 128, 129, 130, 134, 141,
142, 152, 248, 271, 325
positivismo 29, 45, 116, 118, 138,
196, 279 positivista 33, 45
possihile 129, 376 possibilia 129,
ÍNDICE DE MATERIAS 40
3
131, 132, 133, 134, 135, qata 109, 166, 355 qatichiy 177,
136, 137, 138, 139, 140, 355 qayna 195, 200, 355 qero 77,
141, 142, 143, 144, 145, 355 qbacha jucba 272, 366
146, 147, 148, 153, 159, qbantatururi 366 qbapaq 175, 356
160, 181, 192, 210, 214, Qbapaq Raymi 175, 288, 299, 356
220, 221, 222, 224, 227, Qbapaq-Yayancbis 277, 356
233, 234, 239, 240, 248, qbapaqa 366 qbaqya 237, 356
249, 251, 252, 253, 255, qbari 128, 159,
257, 258, 259, 260, 261, 164, 224, 225, 356
264, 269, 270, 273, 274, qhaway 182, 356 qbaxya 167, 184,
290, 293, 296, 298, 300, 237, 298, 366
301, 302, 303, 304, 305, qbepa 159, 182, 195,
315, 328, 357, 369, 370, 197, 200, 201, 203, 356
376, 377, 380 principio de qbepa kawsay 182, 195, 356
falsabilidad 33 principio de qbeswa 64, 65, 146, 355, 356
identidad 140, qbeswa runa 64, 65, 356 qbipa
376 159, 175, 182,
principio de plenitud 377 195, 197, 201, 203, 366
principium contradictions 140 qbipa kankaña 366 qbipapacba
principium identitatis 108, 195, 201,
140, 376 principium 203, 366 .
plenitudinis 129, qbipa wiri 366 qinaya 184, 365
377 principium tertii qiru 366 q’ixu q’ixu 366 qocha
non datur 23, 140, 142, 168, 187, 224,
315, 376 privatio boni 253; 377
propiedad 4, 109, 190,
221, 258, 260, 269
providencia 294 prudencia 264
psicologismo 124 psicosomatico
239 pukyu 169, 186,
224, 298, 355 puma 168,
187,
355, 357, 365 puna 62, 146,
265, 355, 365 p’uncbaw 174, 178,
355 puquta 365 purakilla 198, 355
puruma 365 pusi 157, 365
PusilntiSuyu 365 putu 186, 365

Q
qala 187, 364, 365 qallu 365
qamaqi 365
q'ixu q'ixu 3 66 qocha
168, 187, 224,
404 FILOSOFÍA ANDINA

290, 353, 355 reduccionista 24, 33, 36, 126


qolla 174, 175, 355, 356 qolla Reforma 302
poqoy 174, 356 qolqa 165, 166, regard 32, 377
174, 355 Qorikancba 160, 161, regressus ad infinitum 81, 181
163, .165, 169, 177, 288, relacionalidad 108, 109, 110, 111,
291, 325, 356 126, 127, 128, 130, 131, 133,
Qosqo 68, 77, 176, 181, 351, 135, 136, 137, 139, 144, 147,
356, 358 151, 153, 158, 159, 165, 169,
qoy 177, 356 qoyllur 165, 166, 170, 171, 173, 177, 180, 182,
175, 183, 191, 192, 194, 197, 201,
294, 356 qoymi 177, 556 206, 213, 215, 216, 218, 219,
quantum 196, 377 quaternitas 176, 222, 223, 224, 225, 232, 235,
205, 377 qullaña 237, 366 qulliri 236, 239, 241, 245, 248, 250,
237, 366 quqa 169, 366 quta 187, 254, 264, 266, 271, 280, 285,
224, 363, 366 286, 287, 288, 293, 295, 298, 299
relata 108, 109, 126, 127, 137, 147,
R 181, 218, 231, 377 relata
raciocinio 115 racionalismo 25, 29, relationem
30, supponunt 181, 377 relatio
99, 189, 211, 303 racionalista 177, 181, 285,
11, 24, 34, 38, 295, 299, 377 relatio
45, 101, 112, 113, 119, 135, relationum 295, 377 relatividad 26,
249 33, 36, 43,
ratio 98, 100, 101, 102, 113, 115, 124, 130, 218, 223 relativismo
155, 178, 377 31, 33, 42, 46,
Realsymbol 182, 377 reciprocidad 52, 89, 129, 130,
112, 130, 145, 146, 131, 259
14 14 15 16 17 relatum 108, 147, 377 religio 24,
19 22 22 22 23 196, 285,
23 23 24 24 24 299, 377, 379 renacentista 50,
4, 25 25 5, 0,
25 8,
25 9,
25 210,
25 25 25 25 26 213, 231 renacimiento 59,
26 26 26 26 26 188, 189 res cogitaos 107, 210,
26 26 26 27 27 212,
27 27 29 29 30 213, 377
3, 30 30 4, 3,
30 5,
35 1,
36 res extensa 107, 188,
2,
reduccionis3, 4,
24 120, 1 210, 377
124, 130, 218, .223
relativismo 31, 33, 42, 46,
52, 89, 129, 130,
131, 259 relatum
108, 147, 377 religio
24, 196, 285,
299, 377, 379 renacentista
50, 210,
213, 231 renacimiento
59, 188, 189 res cogitaos 107, 210,
212,
213, 377 res extensa 107,
188,
210, 377
ÍNDICE DE MATERIAS rikuy 114, 356 ,00, ,06, ,0,, ,0,, ,05,
,1,, ,15, ,16, ,19,
rite depassage 198, 268 rites
,69, ,56 runasimi 6l, 65,
depassage 180, 183, 257 rit'isqa 70, 77, 7M,
109, 11,, 166, 010, 6,1,
185, 356
6,6, 666, 676, 677, ,56
romanticismo 110, 188, 189, runtu l6,, ,56 ruwana 6,5, 656,
193,312 rumi 109, 187, 353, 655, 356
356 runa 7, 53, 54, '61, 62, 64,
65, 66, 67, 68, 70, 73, S
sach 'a 1 61 3 56 Sache

ÍNDICE 6E M4TERIAS

rikuy 194, Ü3 ' ■'■ -■ i"”


rite de passage 198, 2&8 rites
ctepassage l&X 183» 25M
rittisqa^65í 356 ' ■ romanEicismo
110, 1^, 189,
193, 39
rumi 109 1187, 353, 35" runa 0,
53» 54, '61,-62, 64, ■
22 66, 67, 2 76, 73,
74, 77, 78, 79, 80, 81, 82g
84/^7^3 104, 106,
1( 16 16 m Id
11 25 65 12 37
4, 63
12 5, 9,
63 0,
23 8,
16
9, 3,
14 5,
65 5,
15 2,
65
66 67 67 67 67
6, 68
18 3, 65, 6,
E8 8,
86
2, 19
18 6, M 5'19 16,
19
7, 19
19 0, 6,
19 2, 20
19 1,
20 20 20 20 20
21 21 21 21 21
2, 21
21 3, 4,
22 5,
22 6,
22
22 22 22 23 23
23 23 23 23 23
2, 3, 5, 6, 7,
Óc-I OAn
■ . . 405

sacramentum '177,. CEM, 337 .. Sagrada Escritura 378 '■


S^pan Inka 230,..- ■ -261,, 330 saqra 634, 260,,-350^ s
naca 167, 1,79, 645, 356,. saramama 1^:2, 356 .
7o¿o«o X79, Or iavoi7 77tfx2avd, 116, 377 sayra 777, 254, 366. ■. . .
30609 .177, 776 .'■ ■ ,:- 7
306/’añá.tiT* ' i i, : .■
7OJE¿>O 177, ■264, ■ 777,, 566a scientia 24, 110, 116, 118, 705, 377,
376 2 ■,
see 112, 577 e.
M0,en 716, 767 . ..
Sein 797 80, 82' 136,-1-27.
171, 159
374, 377 .
Setzen 105, 377 .
sexualidad 70, 188, 211, 223.
224, 226, 229, 235, 332, 339
sbemayim 173, 377 Shiva 311.
377

>
Setzen 105 , 377 sexualidad 70/ 188, 211,
223, 224, 226, 229,
235, 332; 339 shemayim 173, 377 •Sbúw 311, 377 sic 184, 209,
377 silogismo 22, 39 simi 6l, 65, 70, 77, 78, 109, 113, 166, 212, 231,
246, 266, 272, 277,
356, 357 simile simili curatur 136, 377 sincretism o 12, 113, 155,
282, 283, 284, 310,
314, 331 sintiru 168,187, 357 sirvinakuy 264, 265, 266,
268, 357 sirwisiña
264, 265, 266,
268, 366 situa
175, 357
406 FILOSOFÍA ANDINA

40( FI2O0O1U ONDINA


5
Sitz imLeben 03,-42, 57,
93, 100, 124, 4'’
146, 289, 377 slides 56, 474 ■ _
soci0 l^mo <58 . ■
sociedad 70; 6St 67, 116 ,
120, 143, 190, 204, '230.
316, 331, 370- oolafide
303, 377 ■
imtia 505, 106, 370
Hda 'en/? 378
S4Hpstomo 46, 47, 111, .
644, 011 ' ’ ■
sopbia 45, 119, 500
sopboi 74 ' 550 c 1 _ .
sopbos 155, 378 so?8 2 87, 2M , 237,
297, i41, 357 - sphairos 202, 378 Sprachsp2'1 77° ■
. .■
Subco 310, 378 sub 41, 44,.
82,.8ó, 13, 97/
102, 014, 049, 152, 126,
260, 052, 314,. 076, 378
subconsciente 30, 15, 47,
82, 019, 204, 209, 235
subzttcltom 2.7, 378 aubee1tt-s01
bjekt-Spaltung 218,
520 ' ' "
substans 378 substantia 116, 178 substrato 470 -
substnalusa 201, 378 , ,
suí generis 36, 57, 70, 81,
120, 123, 127, 138,143,
151, 154, 163, 204,212,
216, 246, 283, 284,315,
316, 378
sukha 357 .
sulla 179, 357, 366 suni 146, 444,0^^ supra 10, :12, 25, 26,
357, 366 supay 70e, 477, 354, 36,
357 supaya -234,-253, ,114,. 52, 09,4 1, 417 43, 471
297, 46, 48, 1Í9, i 2, 81, 88,
. 098, 366 . super- 1,, 90,91, 98, 134,
Lulturalidad 39J 43» 126, 153, 158, 229, 250,
00, 07, 46, 09, 53, 1-9 an^,- 274, ^0 m, 710 0
superhombre 378
406 FILOSOFÍA ANDINA

173, 117, 3180'13,


sup^a<'4kur1-424d 260 42, 43,
45, 46, 49, 81, 88 sustanL5
,L0^, 10m 1
HO, 120, 044, 939, 180,
417, 413, 223, 287, 295,
341, 3140 5160 438'
susta^4^^0 117, 108, 1,13 253
suyu .51, 154, 176, 36,; 346 -
SUWOKLOOI 417, 417 iyn-
0aUein 7,8, 378

' T'
tale quale 135, 250, 378 taqana
566 typjuy 199, 154 taruja 186,
360 ' '
Tala 0741.278, 795,
796, 305, 347, 366, 367
Tptó Dios 067
Tataku 294, 2941 294. '
136, 301, 3^7 ■" tatuka
186, 357 tatúa 176, 357
tawantin suyupi 357
Tawantinsuyu 59, 68, 69,
70, 71, 72, 77, 164,
• 176, 185, 205, 230, 284,
Tata Dios 367
Tataku 294, 296, 297,
299, 301, 367 tatuka 186,
357 tawa 176, 357 tawantin
suyupi 357 Tawantinsuyu 59,
68, 69,
70, 71, 72, 77, 164,
176, 185, 205, 230, 284,
ÍNDICE. DE, MATERIAS topoi 24, 98, 288, 379 topos 27,
103, 158, 159, l60,
171, 173, 181, 184, 186,
349, 357, 360 tawaqu 367 191, 204, 213, 215, 222,
Tayta 295, 357 Taytacha 282,
251, 285, 297, 379 Torah
288, 294, 296,
297,299,301,305, 33, 260, 379 , totalidad 39, 40, 62,
333, 357 techno 314, 378 73, 75,
telos 251, 252, 378 temps 206, 81,. 101, 126, 152, ,:
378 teodicea 279, 296 teqsi 157, 182, 193, 205, 214, 241,
357 teqsimuyu 157, 187, 357 251,291,373,379
terminus ad quern 108, totalitarismo 44, 190 totocoelo 64,
260, 378 terra incognita 193, 209, 379 ; totum 126, 139,
313, 378 tertium 44, 47, 89, 90, 140, ,
92, 108, 133, 181,. 286, 376, 379 totum implicitum
310, 311, 315, 378 tertium 126, 379 trans ducere 87, 379
comparationis 310, trans-culturalidad 46, 48
311, 378 tertium datur 90, transcendental" 253, ■ 272, 379
315 tertium mediationis 44, 90, transcendentalia 248, 379
181, 378 tertium universale transcendente 91
89, 378 textualidad 75, 76 thaya
234, 237, 367 . theologumenon
189, 296,
378 tbeoreia 112, 158, 378
theorem 32, 93, 114,
117, 152, 378 theos 277,
278, 279, 378 timpu 157, 195,
357, 367 «nfcoy 178, 195, 357
tipo ideal 373 Tiqsi Wiraqocha
Pachayachachiq 290 ;
tiivula 165, 186, 367 tlamatinime
86, 378 tohuwabohu 292, 379
tokapu 77, 357
407
totum implicitum 126, 379 trans
ducere 87, 379 trans-culturalidad
46, 48 transcendentale 253, ■
272, 379 transcendentalia 248,
379 transcendente 91 transculture
identity 89, 379 transworld
identity 379 trascendencia 41, 80,
82, 91, 103, 133, 173, 285, 286,
294, 304 trascendental 11, 31, 40,
71, 86, 93, 103, 110, 111, 144,
151, 159, 162, 181, 210, 217, 218,
223, 235, 249, 262, 286, 299, 379
trascendentales 39, 148, 379
Trinidad 195, 202, 299, 305 tukuy
binantin
pacha 191, 357 tunqu 179,
367 tupay 114, 357 tupayuy 114,
357
FILOSOFÍA AÑDINA

U 379 virtud lc a
u-topon 319 veto 178, 158, 188
nkbu 138, 158, 173, 186,187, 192, viejón 1 11, 713, 205, 313;
224/ 232, 233, 358 ukbu pacha ^lí^> 379
4186, 4158 nmn phuch’c 367 ' uR31ismo 196, 228 visí 11
umampch’aHxataña 361 1^111^281118 74 voluntCJU1mu
Umgreifatdes 115, unaña 182, 134, 1 11
'7.1)1, 361 unanchaHa 371
unancbay 98, 358 unicidad 43 . aa
umdad 142, 220, 225, aaa, 227, waki a^1 358, 7ic 27eiqa^c^ta 176,
aa8 n^^v^^ts^^a 90, 378, 377 358 .
universales 30 , a6, 012, 1 1, 1a, waua wara ■7^1, 166,' 367
118, 1124, 2a1 t 2-37, 280 warachikuy 198, 268, 358
uaivocidad 92, 286 unjana H4, warayoq 176, 378 wari 61,
361 ■ , 211» 367'
Uiknltnr i 3.7, ■
uastcyaña ^^2, 367 1811 379, 240,
358, 371 num 181 , 373 '
aaunc8achipc 26C, 358
Upanirbads 18 313 urcqi -1^7,
224, 367 uray 118, 119, 170, 183,
179, 133, -186, 131 , 192, 305,
224,- 2^^, it! 274,
- C941 H7, 358 uuaypacba 182,
371 ^i^^ii j^asyp 116, 358 urpu
834, 185, 3b7 cat^i 198, 3Ó7 181
174, 367- uta 191, 367 .
uya 114, 194, 270, 271, 352, 358
uyariy 114, 194, 358 uysu 191,
199, 367
uywa 168, 358, ^^7 .
uyn1ananuy 214, 265, 358

V
nalibiz 727, 137, 128,
740, 260
Vedas 86, 379
vera religio 24, 379
vera uniaersocum i
cooinexio 182, 213, 379
vabum 76■ 106, rc8, 379 Venwnft
1
8, 113, 155, 379 Verstandlt H3,
W^^a 159861, 224, . ,
C23, b51, 661,. .
warí 161, 191, 273, 351
wor iciwabn 273, 311 WCTC 41 358
1
74, 358
wawa ',
an, 299, 31a8 367
wa16a,^^1151xa1 5 91, 861 wCk lb2a
16 81 4187.
179, 195, 197, 237, 241, 255,
256, 257, 297, 302, 314, 367
.
FILOSOFÍA AÑDINA

174, 358 watay 174, 358 wawa


198, 225, 240,
298, 299, 358, 367
wawaphaxsi 198, 367 waxt'a
162, 168, 177, 178,
179, 195, 197, 237, 241,
255, 256, 257, 297, 302,
314, 367
ÍNDICE DE MATRRIAS 4099

wayoflife ^8, 379 wayno 223, Fas ^22, 359


115 3 388 uayñu 226, .115, 33 ' Fosa 222 , 2783 368 yyyafay
wayqe 266, 358 wayra 234, 1153 359 yuyaq 115, 3H , 919
33>2, 358, 367 Weltanschauung yuyaq-nnaa 359 yy.W 983 1 35,
59 , 1553, 359
139, 329, 379 ' ' ■ertfrei
53, H9, 399 Widerspruch 141 ,
580 wila 174, 23^1 355, 367
oila masi 223, 362 willka 124,
335, 172,
195, 332 •
wiñayankañ, 3>63 unza 179,
290, 588 • Wiracocha 20,
13'6,.111 ,
218, 343
Wiraqocha 163, . 14'1, 136,
139, 123, 19'2, 3272 278, .
298, 291, 992, 937, 358
Wiraxucha 222, 215,
290, 291, 292, 968
wiraxucha 290, 35,
Y yachay 119,-
18, , 589, 291, 339
yachayniyoq 119, ^‘99
Yan 141, 380 yatiña 119, W, 2
HO,
TU, 338 yatiri• 119, 376,
377, 17, ,
179, 222, 327, 399, 2^'3,
335
yawar 124, 223, 199
yawarapariy 124, 989 Haya
2273 359
yayakuna 359
Flng 141, 55^0 yunka 1^4^6, H,,
999, 368 yunlass 610 yuppie 11,
185, 580 yuriña 335
■ .■ • . índice de contenido

URÓLOGO......................................................................................... 7

1 . INTRODUCCIÓN ............................................................................ 9

2.. ¿COSMOVISIÓN, MITO, PENATGíIENTO


G FILOSOA?A?.............................................................................. 17
2.1 . Inteoducción............. .......................................................... 17
2.2. ‘Filosofíe’ en Oa concepción occidental dominante............ 20
23. ‘Filosofíe’ en le concepcidn pnntmodema................................. 28
2.4. ‘Filosofíe’ en le conce'ción innercultural................................. 36
2.5. El naso ía ‘filosofía.nndrna’..................................................... 50
; .. i''' '

3 . PRESUPUE&fHTSMTlRMENÉUTICOS
Y METODOLÓGECOS...,............................................................. 57
i ' . i ■ ’ • _
3d. Lo endono: unacategoríamultifacét.ca......................................... 58
' 3.2. ¿FiOosofía andona o fllosofíeincaicaa.......................................... 68
33. Las fuentes .............................................................................. 73
3.4. El sujeto flOosófOco............................................................... 85
3-5 . La (in-dgonmensorobtlidad de conceptos.................................. 88

4. ' LARCCIONALIDAO ANDINA.................................................... 97


41 .Introducción...-----------------------------------------„------------- 98
t • .. • • -•
4.2............................................................................ Pretenda simboHca
104
i 43- Relaeionalidad del todo ............................................................ 107
4'12 FILOSOFÍA ND'DIN'A

4.4..................................................... Uuna racionalidad no-racionalista


1121
4.5............................................................. Cinncic andina........... „
116

5 . RETACÍNNALIDAD TAD TODOCLÓGICO ANDINA.......... 123


51 .Introducnón............................................................................. . 123
5.2 . El pdncipio do reiaciona.idad................................................ 126
5.3 . El principio de cornospondencía........................................... 136
5.4 . El principio im complemeotariedad...................................... 139
5.5 . El principio de reciprocidad............................................... 145

6. POCHFA.ROFÍA'.COTRLOPOGÍCANTÍYNA.................................... 151
6.1..................................................................................... . Introducdón
151
6.2.................................................................................................. . ¿Qéé es
pacha?.................................................................................................. 155
6.3...................................................... . Reluriorolldad 0051X1.02 ......
.........................................................................................................158
6.4........................................................................ Eli nvéverso como ‘casa’
.................................................................................................. 160
6.5.................................................................................................. Cotresponde
nnie entre micro- y macrocosmos........................................................ 169
66. Compfemeneariedad enére io femenino .
. y lo maucuiino ....................................................................... 175
6.7. . Chakanas' filocóUicas...................................................i. ____ 180
. 6.8. UcosoCaandína . ..___________________________________:... 187
6.9.....................................................- - CiGiicidnd’ deltíempo........... ..
................................................................. -..................................... 195

7 . RümSOFÍAOJAQIAOFÍA:ANTROPOCOCÍA ANDINA 209


7.1. IniroUuccíón............................................... ...................... 209
7.2 . Chakanas uelbbravicas..................................................... 214
7.3............................................................. Suletu coleitivo...........
......................................................................... 217
7.4.................................................................................................. Polarlnraécc
xxial..................................................................................................... 223
■ 7.5 . Puicologir andina................................................................ 230
76. Salon y ^r^fercre^d^a..^.............■.................................. ......... 236
ÍNDICE DECONTED1DO 413

8. RUWPNNASOFÍA O FÑAAAÑSOFÍO: NTICA ANDINA................................. 245


S.dnntrrcUucctón............................................................ ................ 246
8.2............................................................................. . Éiica ósósmicsaL
......................................................................................................................... 248
83. Reciprociddd pachasófica................................................... -.... 252
8.4.................................................................................... Reciprocidad
runasóqca/iaqisófica............................................................................ 259

9. APUIOFÍNOTAOALOSÍA-.I’EALNGIA ANDINA...........¿..... 277


9-1. Introduación............................................................................ 277
9.2................................. . Sacramentalddad del mundo................._ 285
93- Dior como pacbakuimaq ....................................................... 289
9 4 . lo dicino como cbakana ........................................................ 294
9.5........................................................................ La relaalón geligiosa ..
........................................................................................... 299

10 . FILOSOFÍA DINA INA:


SNA INTEECTSLTURTLIDAC DIFÍCIL... ............................... 309
10.1................................................................................................. El n’^^i^dr
del purismo cubum. ............................................................................. 309
10.2................................................................................................. El dereoaoa
la auto-deaerminación cultura.............................................................. 314
103. La cggencin diál diálogo .............................. 316

ANEX-
“DIBUOC CAOMOGÓNIE OA* HE PACHAQPTI YAMQUL........ 322

BIBLIOGRAFÍA.......................... .................................................... 325

GLOAARIO.................. . ................................................................... 349


O .I.EXPJSEIIONQSQUETHUAS...............................................: 349
O 2. EXPCESIONES MANARA. ...................................................... 360
O .3. TÉMANOS Cíemeos................................................................. 369

ÍNDICSONOMÁSTI CO...................................................................... 81 1

ÍNDICE DE MATERI AS............................................................. 387


ÍNDICE DECONTED1DO 413

ÍNDICE DENONTEN ID O....................1...................................... 411


Para poder acercamss af feóómeno y tema die "a "filosofía andina' es
preciso romper con el eruocentriemo y acaideatsómo impiínios en ia miema
Setinición c eeaimitaaióo de isc qoe se considera 'pensamiento filosóff¡co'L
Lo obra ppta por un enfoque inp3rc:rjm_jsal. La filosofía iníercuirurcil.s anfes
qce una corriente ca^n conton idos determinados, es una macera Cv ceq
una actited eproerometida, un cieOo hctoito ictelactue l ene aeneSra SoOos
los esfuerzos SllosóSicos. Es sobre todo una lSk^^<í^rsa da ia
InPurculturatldeO ' , es ^decir: una reflexión sobre las condiciones y los
límites ae un diálogo x
(o 'poilílogoS entre las culteras.

La filosofía andina es prepoaeerentómente, la aaifa nía seplenclal de I ’otro"


ao su cond ici)>n de pabre. marginado, alienado, aespojado y olvidado.
cero e^aCs^ aa ^oria' de srt riqueza hemana, cultura l y filosófica .

Colección: Teología y Filosofía Andinas" 1


A pedn °a m origen rmnóés fen el nofriontIoctucacsnco),ta póstlnoderni dnd sn nc coppen’to
muy rá^toecente en íh ec^-es’óie f«oai Iiinnort<á3 nítida del yuppie norteamericano y de su
modo de vivir bed onis ti co y estetícísta.
2
Hí^e 1 «Mo ‘ÍWae 1 yoonapto’ (auf nten BegriJObricen) to ’uela ucnuetr
oc o^denitel impfcitameute o^cces>Qne: taporoicdtaridad ’cokuraD'eb 'osofa ^Ducto^cto csu
eontedtoc cv eoevtesto m unl 2 * *onrnsíioSld ty cuprotoultoraHclacD pp lámele ee que ey
Tildeo’c gtv h enioessp^.Lp nnxíma;expresíón i oaolngícn de este catqgern >^lo-d)tesRyler ec
hata oc la ecuactóc ^teLeliaee: 'ta filosofío Absoluto es&filosofo
2
Acerco. detad dtedotos modos da utoo sereieaioolu h tta^oilta fUcoófica UCUI-
dygtiü SOSI Id dlte-cdcdCcuhuret)l véeep: ootoryínnn, Josef (1^-DS- “ftifle uyafHo-
soóodetesurlchcr: ^rape^vas de duaootoHo ^rad penscmteo-o tolerconerel
dosdeta tTodfcidn eEtopca'’.En;Joeoln■Mc-CShe(o-ognc)t>:9t. Vol. 19s Aachen. 119-14*9;
126-130.
1Oi
eeie de untérrmno acuñado por Jos dTdmoyo Henura en Hiatorta pocta / del Cuxao Republicaoo
poee donominar la .douk^ía qpo se cuxontaeb) según
Garcilaso Oo h Voga en el amo do hv eHlea cuaqorñcSl 0c daniun1d 00
idoa) que bureó it tempre cu datare ¿are los Inkas ó al en inkalco,
vin^cst0’ su momnrio y motion iondo'su culto” [Tamayn Herrera, José Historia del
lodigeoünmo Cuzquetto; Siglos XV^-XX. pmaL Vciee también: Tarayo Herrera, José (1994).
“El inkaísmo: Una Constante en la Mentalidad Andina". En: Andes NP 1. 47-64. “...un
fenómeno de larga duración, incrustado en la mentalidad cuzqueña, desde el siglo XVI hasta el
siglo XX, y en el futuro siglo XXI” (49). Manuel Jesús Vega usó el término “inkanismo" en:
“El clero patriota”. En: La Revolución de 1814.
Respecto a la ortografía: Continuo escribiendo las formas quechuizadas “inkaísmo'’ e
“inkaísta”, porque se trata de términos técnicos, pero mantengo las formas espa ñolas
"incaico”, “inca” e “Incas”, salvo en las ocasiones en que compete al uso
22
Véase n^c^ 20 de erce cc^ire^r^J^o.
2 Véase n^^v 19 de ssce vcpllulo.
2 de Tecsta, Mvrív 0uicc (1979)- Wieacocha. Lima: Svn Mvrcos.
Endnm (1994c). “Wiracochc..., Pacha... y Ruar ee lacuOuoi prehispánica del Perú". En: Actas
del IV Congreso Nacional de Filosofía. Arequipa C.191, Areqcípc.l 13-130. Endear (1994 b).
‘<Penvanarenlo pre-hicpádlco f filosofía e íproOogta enLePvnanadr rica ”, En: 9retéVl.l.
Liooa.1O3-líh.
Mejís Hasmnn, Morro (1985). “ÍL connopcióndet inhalo pacaios ‘Hasiea RuorCaon”'. En;
Wiñay. Lima, 6 de die. de 1985. 30-31.
Idem (1992). "El concepto de sabiduría y verdad en el pensamiento andino”. En: Fifosafía
cristiana y desacroUo del hombre. L^ríreci ACAfEF. 20cmr2.
Idem (1994a). Ensayos Filosóficos. Lima: Sociedad Peruana de Pensamiento Andino.
Idem (1994b). La sexualidad en la cosmovisión andina. Lima: Sociedad Peruana
deiPeosamiento Andino. ,
Idem (1994c). “Valor filosófico del idioma quechua". En: Cuadernos Americanos. Nuaua
^^9^<^a. 52..uL-ago. nlel994-Méniec.
Idem (1994d). "Dios en la cosmovisión andina precolombina”. En: Tradición. Lima,
4 die. de 1994. ‘.1-105- '
Idem (1996). “El concepto del trabajo en la cosmovisión andina”. Ponencia pre- 4entada al
Congreso "n Cienciee Soc.a.es de Amétfcp en Stn Ur. ha .atoe" M.nk co. suHo v e - 99p-
Tambtén poddivns mci 2 * 4vcinnar : Peralrc Mkas^n. Oeatyso (l n64). ’,VeKafllosófiny dn d
IPeneemientn Incd”. te ncermlev¿«^c 2. Arequ^s.
2 Pothnto ^o^itr^td, JuvenaO (119)4). Filufsa inka y su proyección al futura. Cusco: SanAsroAioA
ba .
2 Viiad Unaa, HomFeno (19651- "Hccia onu ‘Ulofohía de lo amnhs•unn”. En Colf- quiosoO>re
Outiuray Filosofía Unrus. CUÜT-. Sae AntAbOo Abad.
1 PachecoOsrfTn, ueneoal (1994). Filosofía iakaysu proyección al fufan). COSCO:
n E
n este eentído, ° fiiooofia andina constóera come “ctencias ai^e^iRan^s’’
sobre
rodos hr etnogstfíe, * ienomoudiogís deta mUgUón, onyopo tog1r -^U1,O^SO1, ántropo- lo¡ga
de b reH.tósr, ebtOeUngüfctica, aioiogtr,asóueoloy1u e taororio^fia.
5
Gudman POTO efe AYd1d, Felipe (1615; 1936). Nma Crtínica y Byuai Gatoearua Facsimile
e&tioe. Travaux et memo!rear de i’lnsduir dTtheolog’er XXIH. Ed. Alfred Métreaux. París:
lesiftut dTtheotogje.
lyam ei61n; ó987). Nuevo Oóuicay BUUA Cibiouvo. Sonroos. Modotá.
Carctaso da ta t/e.o, Ibpo (1609; 19)3). Poimaoo Paute ya ¡as ttacentootes Reao^a ya las facs
Madrid.
Pachacuri Yam^ Uo1PaTdreóa, Dosn fosn u úSansc Cnsz (161 3; 1993). Rokictóy de
Andgitedattes dAstayayya del Pitu Eytudte atnafaióriyo yUngüíatice. Edtapo por Doiviols-
Pterrae Itie^ Cécar Cusco: IFCBCCBC.
A pesor be que se rnsaa de areistótas ^r^^sürs^is’ e ‘tacáfflcs*, s -n maaiígoo, reva
lue upaópiica anó^nc y ^sz^^^o(s^^da (oo^e toyocristiaeizbdps. Es neceserio araa iectura
deprofundidad,(7í)OdiVós1iieed os rusrulotos y dibujos.
51
' Ponce da Leen, crisidbof (1543; 1974). “Vista da la provincia de Conchucos". En: Balada
L'roucáa ya Eatudtea Andinos IH. UTO.
ci
ezo °a Ledn, oedrd oe (ó553; ó9(2). Lo cráuico ya¡ Pan2, MaUriso IdeT <1554; ó9n3).
Da¡ lañaría ya ¡aa iucoa. Buenos Afras.
Cpbo , Bernabé (lo53 ( 1964). HiObnadelNuevo Mundrr v vol s. Madrí..
Scntpr Tomás, Froy Dpmingo deJlS10)1 (9o(). Lexicón o vocabulario dr ia lengua • gewal dd
P&ú. Urna.
Br!tloslo, Lucfovkro G603; Arte-brere de la lengua aymara. La °cs.-.
Yaohiayw'así.
'r E. más fdmotpr oo om odoc Poontip-Diomsip .aop^gfto odyp spmbro adténtiop
Oosopnpo:emos . Aparto dC asonrnrato. emfpoco hay muchos e^rripos ÍHpocifiopo
opteotivpo. op^mo oíemptos oe eooro ooio^med (o. op carerosba rr Ir repD o^psp oiono a
MaoloEnglt0o ó-^^^<st°ho^lreiAOip p Adomo-Hcokhetmer. *
H
Mienirss quo el detereriniseio’ es unc' ^stóón (meicfiskc) edcetenc’c eon h peleopo logla yética
(oem d ‘eusenc id de ¡^edad O1 e‘ lnecerariaeic^so’ es lo poii- nten tógibr cnbya cente 1 con Ion
■ctgutenleccxtomacl
b. ■ Todo lo póstele se rtdelaa•1Px* xrxl.
b. Oct do 1 o reales necesario [x—*Nxl. La premisa b. se obtiene de a. por contraposición,
convertibilidad y sustitución [(Px-»x) <-> (-N-x-*x) <-*> (-x-»N-
x) <■> (X-ONO,
n Todo gg pcsfcte nr nesesaoio frx-e cío]. c. ss ta enndusten sHo^etica de a. yb. El
‘contingentismo’ niega estos axiomas e insiste en la 'contingencia sincrónica’ nxCHi-cn-
ntoea) <os (xaDE^-icxaieci. ■ m ‘

r 1 Lo t eerlliicttrnocoanedtuto il compatible con el ‘necesarianismo’ (pero incompa- tibie con


el ‘contingentismo’), sostiene los siguientes axiomas epistemológicos:
- Lo verdadero es lo necesario.
- El conocimiento verdadero es necesario.
- No hay conocimiento verdadero de lo contingente.
- Lo contingente es falso.
15
La ‘contingencia diacrónica’ o mutabilidad trans-temporal concibe la altematlvldad sólo en
términos de 'tiempo': “ahora llueve, pero mañana puede solear". La ‘con-
2L
etimología revnh d origen j in^fctico de'h *aocondicciCn’ teanlra-dicere; tutáer- spr^he nc ccntra-decio);
O

de ahí el dzrieodo propoejcionat de; (^gensat- Girtra- monte: ■epnira-propopjctpn,t or ‘proposéclón


contradictoria’. Cn lOgira format ex- praa !p ,conI^eViccircl’ ^atdoeetc te ot^c^ii^c^coor^ <Oo doo
ptodectoidneo cmtradi.to- cds jq & sqji cufa merrie do vaformr tógfoos siem’re erróle nlnulor de
a sefjan’ (OL lg ve- es ladefiníeÍOT de (c ‘icaocateleg.e^ tógiee1 aalta'(nejnnsr((nncgs’
tp * 1

nuede ^reeduada en i^tae rnstaccm a una eionrípdicctón’. Ta ‘incompatibilidad’ trancienn(j ej


^rit^¡^pl fomaa1 -te ‘conrrsdfosíón’ e iinliotes^slenglT'l ^e^o^ pun^r resu1- tar fot-mídmente
conristevto tes dnorc no contieoa ddouoacrdróedkrrión Idgo-aX -mooro embaolors(0(t((íalfncpop
mcomputiWe. ttrl'‘ccntrnaipnipn entotógíca1 se g de^aofon mciafeücn do la iontradlceióa ingea',
ene’ senado de ia ’ZI—^^C^- sxistencis, tapesicvteoloo^ralds dos o más entes.
1
Fot ero», ÍLtfornz ajgrtgó: frincipium úfenlitacis cnabcernibílium quc pOtrticatosnte ee el pCbcipium ic|
divtduarievte-viiepcpz\ me nráivráuol os iotéotico eoe zier ante rndtodLicl, -C -omo cL enie
Í
segnCLzelarsieI nr indict--aIiningún ente es idéntico con otoo ente .
El
principio de identiu1^ es entonces —ex rugatione— un prmcipto de clz5tinción e dUerenc.a:
Principium distinciionbs dCcttfrotibitium.
7
E1 hecho deqoe.vy ln umWctón hcc^an-of veoía iaéíxtnirinuooa ri lirminy rc
nfía* y no anáobten el ténnino mucho urá.” cehoreme rfiloto^a", e sun famoso e1emp io de ”o qee
Hegel llamó la liar den Voraun”” (duoia dota rezOd o lo qne rl peiuoa^ fUu>ia mole ür”lmiaar do
/npeee/plhnfin(en elsnnudo Hteicd deta deta- bon). ai al réíTb1np uealmayin fuura un programa i
nu sotamente ena rtíiv^iuLn^^^i^- dv hkrtórica ", ftridnetendria que buscar nuevamente la
‘sabiduría’ (sapientia), en vez del mero ‘saber intelectual’ (sciential. Cf. también:
• Szeminaki, Jan (1985). “ De Do imageede Wiraqucen según Casora-a o ce- rcco-
uer Joon dotante <UefzPaarnKr.lti■■Uhmnui aalcamay^Ukat•ek: Z/k/órico.
IX.2.Uma .247- 26^. C.
• Stieg César (1$))). MILseoreionor ee quechua de te Relación de Joe de Uanta Cruz
Peaheauti Yamqui • Salcameygue". En Raitta Arnrirnn. 12. Cuso. 555-58).
• Barter, Móoice (1S92). Representártele of tbe Cosmos: A comfwsison of ib:
Cbcrcb of San Cristóbal ete Paróncbiri tWttb Corir^a^cb^^ drawing of&tnta
Cruz anchacttti ’n’arnqui h/^ia^^o: Cemwell /Jielveiyi
• Devicls, Pierro (1993). “Estudio y acmonteric otchatóriao". 'En: Devicla, Piorro
e Iiier, Ceser. Joko du Snnte Cruz Racbacuti Yamqui &dmtnujjsua: ”ReCación An
Antigttefafa lleRnynodz! órn \'Esraito etoobistórico y lingüútico. Ces?o. 13-126. .
i Como lea inaaripaionoa on el ‘dibuja cosmogónico’ lo Peaheauci Yamnei oatán on quechua o
^s^afiol quonhuieodo raraevcces en aunara) , oo veeo moer iontr
rotea 1,1(^X012000 li^eí^^oün^ ( aliereotlvmgn aunara.
i Lis casas andinas det campo reflejan eo su 0^^111^160 Ue noa matera simectice (como micro-
coamos) e l orden cósmico . existe unta cnsrespnoeenr■la y nnmplemenlarieded onere'echo s
euelo, sol n'Ca^go, dio y ooahe, marám nern
En et lechado , tos paeeetee doO novio afaotaan lenradnar paraeo lago derecho (vásto t^cc^^la
neea) q ue la as Su/fmaccntinor,y tos pakentes de lanovie auori tan la madera para el lado
izquierdo que da al Norte (femenino). La puerta da al Este, a la salida del sol, y es una
cbakana importante, sobre todo entre la atemporalidad (en la casa) y el tiempo (fuera de la
casa).
lB
Hay que advertir que las anotaciones de Pachacuti Yamqui en el dibujo —en español andino,
quechua y aimara— se prestan, por la difícil y hasta deteriorada ao'grafin, a d iiliniaa trans
cerriones e .inleepre/aciokes; A^uook'aclo/er leen e/^ia^anckfo rlsirnor/nkaoo h ieaicoi^ción
antuaD quo rign^oa * *rUn rto cneaO ucros ^untols/Utoe) como en ramanea(irogl 14. p. 2^
paca en p. 31 lo escriben oocarr^Nncíio- LO gli5me tx^r^^c^^ saramama (madre maíef, respeto
i varn/eeo crcnm^^n^^a r^tnamrrnlne. ‘olta ele'oro.ÍZ'1- Ir ca^^a .(mk'tajy-elinaíz rsour) ingon
s^^ ^^1 IItlscendectuI en la eeo momia en n(na. y udum ls eon elem^s^ias vhalkf no los rituales
e t^reo, kWa, miaba). fa cocaen ls fotmafotoo k^ntu/k'etbu r/res esm^ille^^^ <^c cosa
ou q

jsnY^<^^ con scbo de alpsngl ( el rtwz lafonsia de


innikee demae
o
Ter^ la 'ic-capciói^ yue reba-a “a fama de “i ‘caoa’, dice (cop tráor lor errorar ecte^ficces) ec el
orirnrcu lo signiecpe; " Uin^í^<o^i^<an0n:u:c^í^;o^<^craacl3b>pa tinanchoc o ticgicopocpo
urtanaOan o ttonapapacbocajpKUi onaocCan o coRcorira cbon coy uaiciioachctc nioc
ocanchoooryca yucoriña icti, intin ticatmoyo campe. quiere oesCr ymajoz dal hazedor Oel
ffeioy ¡teca au n eotc planeo a era s .yate- mente ncoecbaua dpyy-queyrnajan cnc pooque
abia csido poancCar la ORO como Rayns Ce isc Rasia Rcpurpsccm deJe°u .opordO VO’’’.
Para ¡e^af^d^fi^s OC diicaclaocs léoci- llarVtn.véqsOl Du viols, Picrrr r Itíer, Césaa d9^^C.
Joan doRUtnta Croz PachacuCc Yacajui Salcamayaca: "Relación tteAntigüedadec d&te
Reyno tUd P-nc a Estudia etncnistóríao C ringüísríco. Curo. 2^Í^.; ISI-UKI^C;
OOSS.DUVÍOIS do etc la parte utno hi-tó-ica (ri-OUCl ana incetprecidón may eucgeneris “d
‘eibujo’ cy de toda da ite1qotódfl sogóa e¡ autor, Panhaonti Yamqol plasmó en el ‘dibujo* su
afán apoiogétiso Da deprodtrqr One leo Inane (en eopeclel Mo^ko Qhyprq) ps rarse nuel cono
A on ^>lo Dior (Wiraocoba PacbayacHoabid). cceadoi te 'cielo y tie- le)- El
'dipploieotdnaemo lcYe-vtruln cpodtovisrón 1 melca, srao vcu cosmovisióo okarondte crtu^y
n^o Ea muy ondfhd^^ quo Pao-acrU 1 tenía untp uu ntl nto un orll gíral lacaípo del-endpl<h
meyoo del ^c^^i^itncOp, oero lo ;re)nterprnró, con paramet”pa castaanos..
pcj
^rena, ^aeferiame a” p
e Pactaeuti Ycmqcí. depin^aa rnaeorapre-
ornado 'irorlaorai0 una aosmoeiaión ofilosofta ‘mcdcaS rinodicoñar por 00^800 principa-^ da h
filosofía maditra, qcr incluCe eekldi^terr^-^n^^ al^ur^^s conca^io- aoe coctOiid^, poro en
loptfpDenra* oodina, Como el milpeo PacOaculi Yamqpi mAniftoora, daotc OemorDoo qua
tos tnaac ya cvoor-erodi K-lopo- clentendi- mientO” al Dios £ataianOiCrca0o“dr riela p Cea-
a; esto r h vez revaia qne lna anotociondp en si dibeia oe tejan aec ’“9“ icn pcerana' de la
pachasofla andina, Heespcdn en ionra aímbatlaa aoi^ot^^^^ráo cosmogCnico'. dara mi
^ra^i^ti-o, doo p^^^^^^oclu o tnua Ur^ri;aDr op laVopo pe rou-
SÓ a lrl mtsionerns oe m^eioi^i^i' los nombres indígenas de los dioses con intenciones
evangélicos (Comentarios Reales. H, II).
ta psogrecrriotad d^üesrpo que so snrvonte a ta ^ea^scacdógtaa 1 déte ‘hirió rle
dp íaSataaeión’ bflrticay ieoiOg^ec,desey‘ade pos sus e^gonos ronde ocos dele
Ul
tnensiOo upro-1fvsesOoa y trascendente.
p
(oblemo de los orígenes en e 1 pe^rdmlcnlocadtao preh^ánico: ta cdttagéCkdsts
e el potteme ddi mundd y°e loe sevan”. 1^^: AndesZ. Cu7co. 97dd; tósj.
7
Es «a razón m0 ‘rofonda ríe que htbte ‘ete ‘p1u1entc<Sen ’ cefa^atiao y s’mWlit ce temo acto
rognoretávo pornxpelancio. p e‘ riPsaf el aoado y fotuno m ‘concentran y ‘©.‘*0^ un u n
g g 1

ptenenor otrmo (wmay). No settue lementc


de uua ‘‘epicnentac’ón’ mediante r- oesueráo mstófato f lasniotpaeión irvogina- ’‘a. Sino de
SÍPU ‘proseotactón’ smibóhc^real y eficaz.
7
Pr(khk lo cichcldod die las quictecias añas ^aviene del simíxcHsmo judfot critl lrcc. Cf Duvials,
Pierre e Iti^q César (1Í7^7^). Joan deSania Ccrz Parteras i Yamqui Salcamaygaa: "Relación
ele Antigüedades deste Reyno del Piru" Estudio hfáútotóriaa y lingüisdco. gutoo: “ESSC feah
asS * 7aniáttica1 to cenfomtao a una atejo tro^ofac jedeo-hr idllono de cómputo po r secucneid) d)
500 orlos (de tingin ue mu ptara SV (rata aqet de “soles” o "pachacut777 . (22)
79
Véase:
Bonfil Batalla. Guillermo (1981). Utopía v revolución: El Pensamiento Político con-
40
De acuerdo al propósito y a la gravedad de la enfermedad, existe una jerarquía de especialistas
(curanderos) que nunca se •limitan a la curación ‘física’, sino que cumplen funciones
eminentemente rituales y cúlticas. La palabra genérica para 'curandero' es hampiq (de hampiy:
‘curar’) en quechua o qulliri (de qullaña- ‘curar’) en aímara. El paqo (oyatiri en aimara) es el
‘chamán’ andino, un curandero profesional que se dedica sobre todo a los rituales de
despacho/luqta, pago/ waxt’a y misba/misa. El kuka qhawaq/kuka úñiri (observador de la
coca) es el adivino andino (watuq/jamuri) que diagnostica la enfermedad por medio de la
dona con e1 fceyo (^lU^ari^(^iaaac^a), prnbeb1emenie ^r U aoriactón con e r caballo cjce
monte. Sun Jueu ^u^^^xer-^ el tagar del'Inri Rc^nú e .se retadome entonces con Inti/Willka
(sol). En Cusco, los Santos reemplazaron a las principales momias incaicas en la procesión de
Corpus Christi; en este recorrido, de los 15 e- pton (t o ipfoflmPsCe Sanepap s son masculinos
y 7 femeninos, manteniendo de esta manera el principio de complementariedad sexual.
Véase: :
SCvnrnaeti Irene (sCC “Pon-real j"rrsi^ori<io and ltcnenízing í»)m^lta>lr: nartiago and the
Mountain ¡Gods of Colonial Peru**. En: Hill, Jonathan D. (ed.). Rethinking . History andMytb.^
Urbana. 174-194. ’‘.

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