Adminpujojs, Silvestre Ponguta
Adminpujojs, Silvestre Ponguta
Adminpujojs, Silvestre Ponguta
apost6lica y eclesial
RESUMEN
El artículo parte de la primera página del libro de los Hechos de los Apóstoles en
la que, según el autor, el Resucitado menciona la Promesa del Padre en un contexto
en el que se hallan diversas disposiciones que él da a los discípulos. Esta mención
lleva a una lectura de textos del Antiguo Testamento en los que se puede identificar
la presencia y el sentido de dicha promesa. Se regresa al Nuevo Testamento para
ilustrar el cumplimiento escatológico de la Promesa con el lenguaje propio de San
Lucas: todo se concentra en el acontecimiento del día de Pentecostés y en las
palabras colocadas en labios de Pedro que conStituyen el testimonio apostólico
que lo interpretan y proclaman. Concluye el artículo con la mención de diversas
intervenciones del Espíritu en la realidad concreta de la Iglesia apostólica.
***
I. LAS DISPOSICIONES DEL SEÑOR RESUCITADO
Al comienzo del libro de los Hechos de los Apóstoles (= Act), San Lucas afirma que
el Resucitado, antes de ser elevado, dio disposiciones a los apóstoles por medio de
1. ZFRWICK, M., en Analysis Philologica Novi Testamenti Gra:ci, a.l., opina que no es necesario
recalcar la falta del artículo; sin embargo, vale la pena tenerla en cuenta si se logra precisar la función
que el autor quiere asignar a esta expresión. En el contexto, lo que el Resucitado hace es dar
disposiciones por medio de Espíritu Sama: Jesús es el sujeto de la acción (cfr. el participio), sólo que
lo hace precisamente en su condición de resucitado, en la nueva realidad de trascendencia y desde su
relación única con Dios. PO/'medio de Espíritu Santo indicaría no la mediación de la Tercera Persona
de la Santísima Trinidad, sino que pondría en evidencia el recurso narrativo del autor que invita a tener
en cuenta la situación nueva del Resucitado.
El contexto remoto debe hallarse en los escritos del Antiguo Testamento: será
conveniente identificar algunos textos o recursos que pertenezcan a estas realidades
que se ofrecen ahora y se cumplen en la etapa final.
2. El significado preciso de esta expresión no es fácil de fonnular: los datos posteriores y los
lugares paralelos pueden, sin lugar a dudas, brindar alguna claridad; la expresión griega héos hou
endúsesthe ex hupsous dúnamill, pone de manifiesto algo que es frecuente en la Escritura cuando se
quiere mencionar alguna particular eficacia del poder de Dios.
J13, 1-5: Sucederá después de estas cosas, dice Dios: Derramaré mi Espíritu
sobre toda came, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros
jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sue,los. Y yo sobre mis
En síntesis, los textos proféticos que anuncian el don del Espíritu de Dios, orientan
la expectativa del pueblo elegido para los tiempos escatológicos; en primer lugar,
el espíritu de Dios actuará de manera especial en el Ungido escatológico; en
segundo lugar, relacionan este don con un nuevo comienzo de las relaciones de
Dios con su pueblo, con la restauración misma del hombre, con la intervención más
positiva y benéfica de Dios a favor de Israel. Habrá un comportamiento nuevo del
hombre; y, en particular, el espíritu de Dios actuará en función profética universal.
El hecho que narra San Lucas al cumplirse el día de Pentecostés (Act 2,1 ss), y las
palabras que pone en labios de Pedro en Act 2, 16ss y en 2,33, son la presentación
concreta del cumplimiento de la Promesa del Padre.
3. Una observación sobre el tipo narrativo de este pasaje la tenemos en la observación de EVANS,
C. A., «The Setting of the Pentecost Sermon», en ZNW, 74, 1983, pp. 148-150.
4. Cfr BETORI, a., «Lo Spirito e l' annuncio della Parola negli Atti degli Apostoli», en RiBi, 35,
1987, pp. 399-441.
San Lucas utiliza dos recursos para presentar el cumplimiento de la promesa: uno
es un elemento sonoro (un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso), y otro
un elemento visivo y simbólico (unas lenguas como de fuego que se repartieron y
posaron sobre cada uno de ellos). Ambos van acompañados con la idea de
plenitud: se llenó (= se plellificó) toda la casa en la que se encontraban; quedaron
todos llenos (= plenos) de espíritu santo. En la narración, el ruido es funcional (para
llamar la atención de la multitud), pero la mención del viento aparece en sintonía
con el espíritu. Las lenguas como de fuego, a la vez que insinúan el contexto
5. Es el mismo recurso que se puede identificar al comienzo del Evangelio según San Marcos:
se ha cumplido el tiempo ... (Me 1,14s); o en la Carta a los Gálatas: Cuando /legó la plenitud del
tiempo ... , (GaI4,4).
6. Para una ulterior profundización de estos aspectos se pueden consultar los comentarios
clásicos al libro de los Hechos. Una exposición de carácter divulgativo se encuentra en el libro de
PONGUTÁ H., Sn.vEsTRE.SDB, Para que seáis mis testigos, ABS, Caracas, 1991. pp. 73-80.
Otro aspecto no menos importante de la narración del hecho que está presentando
San Lucas es lo que causa el estupor y la admiración de todos los que llegan a ser
testigos: ellos quedan estupefactos porque siendo los discípulos oriundos de
Galilea, cada uno de los presentes oímos hablar en nuestra lengua las maravillas
de Dios (Act 2,11). Los discípulos, por la plenitud del espíritu, aun siendo galileos,
comunican a los hombres de todas las lenguas de la tierra las maravillas de Dios;
los hombres de todas las naciones de la tierra, escuchan en su propia lengua las
maravillas de Dios: esto es también cumplimiento de la promesa del Padre. Se han
eliminado todas las barreras y ahora las maravillas de Dios pueden ser compartidas
por todos los hombres. Las maravillas de Dios se concentran, sin duda, en el
acontecimiento Cristo en su plenitud: el testimonio de Pedro será un ejemplo del
contenido de dicha expresión.
Las palabras que San Lucas pone en labios de Pedro formulan explícitamente la
realidad del cumplimiento de la promesa del Padre: No están estos borrachos,
como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, sino que es lo que dijo el
profetaloel: Sucederá en Los tÍLtimos días, dice Dios: Derramaré mi espíritu sobre
toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán
visiones y vuestros ancianos soíiarán sueños.
El hecho, del cual todos los oyentes son testigos, s610 se explica si se entiende como
el cumplimiento de una palabra profética, la de Joel. Para comprender el hecho se
necesita descubrir su relación con la promesa de Dios. Lo que está sucediendo es
precisamente la efusi6n escatológica del Espíritu de Dios. Por lo pronto, lo que se
pone de relieve es el destino universal del espíritu profético, pero poco a poco el
7. Hablar otras lenguas no es lo mismo que la llamada glosolalia, fenómeno que apareció en
algunas comunidades fundadas por San Pablo (cfr ICor 12,30; 13,1; 14,2.4.5.6.13.18.23.27,39).
Con la plenitud del Espíritu se hizo posible la comprensión total y definitiva n~ sólo
de los últimos hechos salvíficos protagonizados por Dios, sino de todos los hechos
anteriores que los prepararon, lo mismo que de todas las palabras que fueron
humanizando y formulando la historia de las relaciones de Dios con su pueblo desde
las dirigidas antiguamente a los Padres hasta las comunicadas directamente por la
Palabra encarnada (cfr Heb 1,1-4). Esta comprensión es fundamental, porque de
ella deri va lo que llamamos Evangelio. Desde esta misma comprensión, y con ella,
obró la fuerza que recibieron los apóstoles para comenzar adarel testimonio acerca
de la resurrección de Jesús: este testimonio lo dan las personas concretas que
acompañaron a Jesús desde el bautismo de Juan en el Jordán hasta la ascensión, y
que recibieron y experimentaron y comprendieron el don escatológico de Dios.
Esta intervención del Espíritu constituye la base para la difusión del Evangelio: con
ella se abre la posibilidad de que otros lleguen de hecho a la fe, sin haber visto (cfr
Jn 20,29). La Iglesia apostólica, su testimonio, su enseñanza, y el proceso de la
9. Cfr PONGUTÁ H., SILVESTRE, SOB, Para que seáis mis testigos .. ., pp. 88-96.
10. En Act 16,7 se lee la expresión «Espíritu de Jesús»: para una aproximación a este punto, se
puede consultar el artículo de R.Penna, «Lo 'spirito di Gesu' in Atti 16,7. Analisi letteraria e
teologica», en RiBi, 20, 1972, pp. 241-261.
11. efr BOVON, F., «Schon hat der heilige Geist durch den Propheten Jesaja zu euren V1itern
gesagt», ZNW, 75,1984, pp. 226ss.
12. Cfr FRI7ZI, O., «La 'missione' in Luca-Atti», en RiBi, 32, 1984, pp. 395-423.