Convivencia Escolar Democratica
Convivencia Escolar Democratica
Convivencia Escolar Democratica
LINEAMIENTOS DE LA PROPUESTA DE
“CONVIVENCIA ESCOLAR DEMOCRÁTICA”
Francisco Marcone
INTRODUCCIÓN
Los lineamientos la presente propuesta de Convivencia y Disciplina Escolar, aspiran a dar un marco de
referencia para que en todas las Instituciones Educativas (IIEE), se desarrolle un proyecto de Convivencia
Escolar. Este proyecto, que colaborará decididamente en la formación ciudadana de nuestros estudiantes,
deberá estar incluido y asumido por el Proyecto Educativo Institucional.
Existen diversas experiencias de Convivencia Escolar que se aplican en algunas IIEE. En otras, la
ausencia de ellas o el predominio de lo normativo han originado arbitrariedades, injusticias y en muchos
casos impunidad, con los estudiantes y entre estudiantes.
Construir una sociedad democrática, implica que debemos educar a las nuevas generaciones de
ciudadanos en prácticas de respeto de los derechos, cumplimiento de los deberes y participación.
Los lineamientos, presentan los aspectos básicos y fundamentales que debe tener el proceso de
organización de la Convivencia y Disciplina Escolar en las instituciones educativas. La propuesta es
flexible a la realidad y necesidades propias de cada una de ellas y a las respuestas que se generen a partir
de la reflexión de los mismos.
1. FUNDAMENTOS DE LA PROPUESTA
La violencia terrorista y la recesión económica han afectado notablemente al país en los últimos
veinte años. Las secuelas de estos eventos además de dañar más la convivencia entre los
peruanos, han puesto en evidencia las causas que permitieron o facilitaron esta situación. Dos de
los efectos negativos son el recrudecimiento de la corrupción y el fortalecimiento del
autoritarismo. Asimismo, la sociedad nacional está vislumbrando que la organización
democrática de la sociedad es la única alternativa viable para superar el actual estado de las
relaciones entre los peruanos y encontrar un camino para la construcción de un proyecto
nacional.
Las Instituciones Educativas no han vivido ni viven al margen de esta situación. A pesar de los
esfuerzos por erradicarlas, el deterioro de las relaciones interpersonales, la violencia, el
autoritarismo y la corrupción se encuentran presentes. Para revertir esta situación, es
imprescindible abordar el tema de la Convivencia Escolar como un componente de la Educación
Integral
La falta de pautas claras sobre la disciplina escolar han impedido que esta se adecue a los
procesos de reforma educativa que se están realizando en nuestro país desde hace más de diez
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años. Mientras la reforma curricular insiste en la relación horizontal que debe haber entre
docentes y estudiantes, la disciplina que se aplica en las escuelas se sostiene en la relación
vertical.
El modelo autoritario sostiene que el cumplimiento del deber es lo que permite que los
estudiantes adquieran los valores morales. La disciplina, de inspiración militar, impone
arbitrariamente las normas, las sanciones y casi nunca reconoce los buenos comportamientos.
Los estudiantes deben comportarse adecuadamente porque así está dispuesto, no se facilita la
reflexión sobre las necesidades de la convivencia social. En este modelo no hay un
reconocimiento real de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, como seres
humanos al igual que los adultos. La experiencia histórica nos indica que el autoritarismo no
soluciona el problema de la disciplina y tampoco colabora en la formación de ciudadanos
democráticos.
Es necesario por ello, un cambio de mentalidad sobre la formas de relaciones humanas en las
IIEE, es decir de la manera como convivimos. Esto implica reflexionar sobre un modelo de
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convivencia escolar, que permita la formación de estudiantes en prácticas ciudadanas basadas en
el ejercicio de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Estos contenidos son trabajados en las áreas curriculares, las unidades didácticas y las sesiones
de aprendizaje. Sin embargo, la convivencia es una manera de vivir que exige una articulación
estrecha entre las áreas curriculares y las relaciones sociales que se viven en la institución. La
calidad de convivencia favorece la calidad de los aprendizajes y el desarrollo humano integral.
La práctica educativa en nuestro país ha considerado, por lo menos hasta hace algunos años, a la
disciplina como uno de los medios privilegiados para la educación en valores. El cumplimiento
de la norma, porque las normas deben cumplirse por sentido del deber, debería generar la
adquisición de los valores en los que se sostienen las normas. De esta manera la disciplina
escolar, hoy convivencia y disciplina escolar, educaba en valores. Teniendo en cuenta esta
perspectiva, no es extraño que muchas personas piensen que la educación en valores de las
nuevas generaciones, necesite de la instrucción premilitar.
Si analizamos los dos modelos de disciplina escolar que hemos reseñado anteriormente, vamos a
encontrar que vienen acompañados de dos concepciones y dos maneras distintas de educar en
valores. El modelo autoritario asume los valores tienen un origen trascendente, y que por lo
tanto no pueden ser discutidos. El método lógico de esta concepción, es el de la imposición de
los valores, muy coherente con el autoritarismo del modelo. Los valores no se discuten, se
asumen y se viven, las personas deben ser disciplinadas, léase castigadas o sancionadas hasta que
asuman las normas y los valores que las sostienen.
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maestros deben propiciar que los estudiantes reflexionen sobre sus comportamientos y que
libremente descubran qué es lo que deben hacer. El grupo de estudiantes puede elaborar sus
propias normas de comportamiento, pero estas normas, al no tener ninguna referencia mayor,
pueden ir en contra de los que no pertenecen al grupo, o incluso contra los mismos integrantes.
El relativismo moral no es la alternativa que nuestros estudiantes necesitan.
Una convivencia escolar así entendida, es la anticipación de una vida social democrática
auténtica.
Los acuerdos internacionales suscritos por nuestro país y la legislación vigente señalan
claramente que los niños y adolescentes son sujetos de derechos. “El niño y el adolescente son
sujetos de derechos, libertades y de protección específica. Deben cumplir las obligaciones
consagradas en esta norma” (Código de los Niños y Adolescentes. Ley Nº 27337. Artículo II).
Asimismo, el Código señala que el Estado garantiza el ejercicio de los derechos y libertades del
niño y del adolescente.
Los adultos, sean padres o profesores, no pueden disponer de medidas, aunque las consideren
educativas, que violen los derechos de los niños y adolescentes. Incluso cuando estos niños y
adolescentes no cumplan los deberes que el artículo 24 del Código señala. Será necesario educar
a los niños y adolescentes para que hagan respetar sus derechos y sepan cumplir sus deberes.
La Convivencia y Disciplina Escolar debe garantizar que los docentes y la misma Institución
Educativa respeten los derechos de los estudiantes y les enseñen a cumplir con sus deberes.
La orientación educativa, como componente del proceso educativo que busca el desarrollo
integral de la persona, es formativa y preventiva. Se trata de acompañar a los estudiantes, a lo
largo de las etapas del desarrollo humano que se dan dentro de la vida escolar, para que logren
todo su potencial y puedan controlar los eventos internos y las situaciones externas que puedan
afectar este proceso.
Numerosas investigaciones señalan que las relaciones interpersonales de los estudiantes entre sí,
y de éstos con sus profesores, son un elemento importante para favorecer el desarrollo personal.
Debe existir en las Instituciones Educativas un clima de relaciones interpersonales de confianza,
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diálogo y respeto. Los estudiantes deben sentirse aceptados por sus docentes y tener la
oportunidad de expresarse libre y sinceramente.
El desarrollo de las habilidades sociales que se propugnan dentro del marco de los estilos de vida
saludable, no es posible sino existe en las escuelas un clima adecuado de relaciones
interpersonales.
1.6. INTEGRACIÓN.
Una adecuada Convivencia y Disciplina Escolar, que evite los defectos, tanto del autoritarismo
como del permisivismo, constituye un factor protector esencial en la labor de prevenir
dificultades y promover la salud de nuestros estudiantes. Asimismo, la Convivencia y Disciplina
Escolar se fundamenta en la formación ética que propone el currículo.
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2. LA CONVIVENCIA ESCOLAR DEMOCRÁTICA.
2.1. DEFINICIÓN.
Es el conjunto de acciones organizadas, dentro de la Institución Educativa en el marco del PEI, del PCC y
del Plan Anual, para construir un clima escolar…(ver política pedagógica) que permita las relaciones
interpersonales democráticas de los docentes con los estudiantes y de los estudiantes entre sí. La
Convivencia Escolar Democrática requiere que se respeten los derechos de los estudiantes y que éstos
aprendan a cumplir con sus deberes y respetar los derechos de los demás. El buen funcionamiento de la
Convivencia Escolar Democrática debe favorecer los aprendizajes y la formación integral de los
estudiantes.
2.2. CARACTERÍSTICAS.
3° Está relacionada con la educación en valores, especialmente con la formación de los valores
éticos. Se nutre de los valores éticos que propone el currículo (Justicia, Libertad, Respeto y
Solidaridad) y colabora en la formación ética de los estudiantes.
1° Formativa, porque colabora con la formación integral de los estudiantes, promueve la práctica
de los valores, el desarrollo de las habilidades sociales y, sobre todo, el aprendizaje de las
normas y pautas de convivencia social.
Desde los primeros grados se educa a los estudiantes en el conocimiento y práctica de las normas
de convivencia. Con la ayuda de los docentes, ellos mismos van construyendo, año a año, las
normas de convivencia. De esta manera aprenden a respetar las normas porque descubren su
importancia y no porque tienen que cumplirlas.
Las normas que se van construyendo en cada aula deben guardar armonía con los valores éticos
y con las pautas de convivencia propuestas en el Reglamento de la Institución Educativa.
2° La función Preventiva tiene una doble dimensión. Es preventiva porque al generar un clima
armonioso, confiable y seguro entre los estudiantes y los docentes, especialmente los tutores, se
genera un soporte de primer orden frente a la aparición de los problemas psicosociales y de
cualquier situación, interna o externa, que amenace el normal desarrollo de los estudiantes.
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También es preventiva porque la presencia cercana de los docentes a los estudiantes, dentro y
fuera del aula, se convierte en un disuasivo de las potenciales transgresiones a las normas de
convivencia. De esta manera, con discreción, se crea un ambiente en el cual los estudiantes se
sienten seguros y pueden recurrir a la autoridad cuando es necesario.
La definición y caracterización del modelo democrático de Convivencia Escolar que estamos planteando,
requiere de una referencia crítica a los otros modelos de disciplina vigentes en nuestra realidad.
El niño y el adolescente tienen que aceptar, exclusivamente por el principio de autoridad, lo que
los adultos proponen. La actividad básica del encargado de disciplina es vigilar el cumplimiento
de las reglas. Cuando el alumno no cumple, pierde puntos o se hace acreedor a sanciones. Casi
nunca es reconocido y premiado el buen comportamiento.
Este modelo propone un hombre que ve reducida su libertad por una serie de normas que no es
necesario que entienda, sólo las debe cumplir para que todos estén bien y para no ser considerado
un desadaptado.
Detrás de este modelo subyace una concepción fundamentalista de la formación ética. Los
valores y las normas de comportamiento se transmiten por imposición, no importa que la
sociedad en general no crea en esos valores. Se tiene que moldear el carácter de los estudiantes
para que asuman sin reflexión los valores y las normas propuestas. Su método característico es el
de la “educación del carácter”. En cuanto los estudiantes se encuentran fuera del control del
modelo, empiezan a actuar por reacción y sin ninguna norma que garantice el respeto a los
demás y el bienestar colectivo.
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Este modelo surge a partir de una sobrevaloración del concepto de “autoestima” y del rechazo a
la rigidez tradicional se restó importancia a la obligación de los padres y maestros de controlar a
los niños. También se hizo creer que todo tipo de castigo era perjudicial e injusto. Se sostuvo y
sostiene que basta con conversar con los niños y hacerlos razonar sin emplear ningún recurso que
pueda dañar su autoestima.
Detrás de este modelo se puede apreciar una concepción individualista y hedonista del hombre
que se ajusta a la cultura consumista y post moderna. Los deseos, sean de la categoría que sean,
se convierten en la pauta principal de la vida.
La formación ética que sostiene este modelo es la relativista, cada estudiante debe tener sus
propios valores y no se deben poner límites. Su método preferido es el de la “clarificación de
valores”.
Las normas y los valores éticos que la sostienen, que son la Libertad, el Respeto, la Justicia y la
Solidaridad no se imponen por la fuerza, que es distinto a no defenderlas con firmeza. Los
estudiantes las aprenden, gracias a la mediación del adulto, a través del razonamiento, la
reflexión, la discusión, el ejemplo y la aceptación de las consecuencias que trae el
incumplimiento de las mismas.
Dentro del modelo democrático de convivencia escolar, la disciplina no es otra cosa que el
respeto al estado de derecho tanto de parte de los estudiantes como de parte de los docentes. En
la medida en que el estudiante va conociendo las normas y aprende a respetarlas, va llegando a la
autodisciplina.
En este modelo subyace una concepción dinámica del hombre. La persona no es una realidad ya
hecha que debe sujetarse a un patrón preestablecido, debe descubrir los principios que le
permitirán construirse a sí mismo en el respeto y la solidaridad con los demás.
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Para la construcción de una propuesta coherente de Convivencia Escolar es importante distinguir la
existencia de dos dominios. El dominio de lo moral o de lo ético y el dominio de lo convencional. Elliot
Turiel (1984) plantea que, desde las primeras edades(3 a 4 años) se dan en el niño el reconocimiento de
estos dos dominios.
Siguiendo a Turiel, podemos decir que las conductas convencionales, están siempre ligadas al contexto
en el que surgen y se utilizan. Son uniformidades conductuales que manifiestan los miembros de una
colectividad, basadas en acciones de carácter arbitrario. Ello permite acciones alternativas sin que se vea
reducida su eficacia. Permiten que exista una coordinación entre los individuos que pertenecen a un
sistema social y consecuentemente que puedan prever la conducta de los mismos.
Dentro de esta perspectiva, la moralidad se refiere a los juicios y conductas que inciden en la manera en
que debemos relacionarnos con las demás personas. Los juicios morales, aunque contribuyen a consolidar
la organización social, no están definidos por la sociedad ni son arbitrarios. Son juicios obligatorios, no
impuestos socialmente. No dependen del contexto o sistema social en que se aplican. Se fundamentan en
el mérito intrínseco que, desde el punto de vista moral, acompaña a una acción determinada.
La Convivencia Escolar, sostenida e iluminada por los principios morales, centra su atención en lo
convencional. Es decir, en el aprendizaje y respeto a las normas que hacen posible las relaciones
interpersonales armoniosas y el logro de los objetivos educacionales de la institución educativa.
No reconocer esta diferenciación de dominios puede llevarnos a creer que la Convivencia Escolar es la
única responsable de la formación moral de los estudiantes y que las normas de convivencia, que son
resultado del acuerdo social (convencionales) y muchas veces arbitrarias (no siempre responden a los
valores morales) son los principales instrumentos de la formación ética o moral de los estudiantes.
El llevar el cabello largo o corto, el ir con uniforme o sin uniforme, el pintarse o no pintarse las uñas,
pueden ser parte de las normas de convivencia de una institución educativa. Pero usar de determinado
modo el cabello, usar uniforme o no usarlo, pintarse o no pintarse las uñas, no determinan la calidad ética
de las personas. Un estudiante que mantiene un porte militar, una presencia impecable, el cabello corto y
se cuadra antes sus maestros, puede o no tener un comportamiento ético. La disciplina militar, por sí
misma, no garantiza un comportamiento ético, lo único que puede garantizar es el cumplimiento de las
normas de corte militar.
Las normas de Convivencia Escolar tienen que establecerse teniendo en cuenta los valores fundamentales
de Libertad, Justicia, Respeto y Solidaridad (Ver propuesta de Formación Ética de la Emergencia
Educativa). Deben tener en cuenta los otros valores que el Proyecto Educativo Institucional asume, tales
como la honestidad y la sinceridad entre otros. Pero también tienen que tener en cuenta una serie de
acuerdos que garanticen la convivencia armoniosa pero que no son significativos o que no son
determinantes desde el punto de vista ético.
La Convivencia Escolar, además de requerir una organización democrática de las instituciones educativas
y de la distinción entre lo moral y lo convencional, necesita tener en cuenta las habilidades sociales de los
estudiantes. Lo que es muy distinto a plantear, como está de moda en algunos grupos de docentes y
psicólogos, que del desarrollo de las habilidades sociales depende exclusivamente la disciplina y la
convivencia escolar.
Sin pretender analizar las causas, es claro que los estudiantes de nuestro tiempo sufren de una serie de
dificultades que afectan su adaptación y desempeño escolar. Algunas de las principales dificultades que
puede constatarse en ambientes urbanos, y que tienen su correlato en ambientes rurales, son las
siguientes:
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• No pueden iniciar una conversación en una situación nueva.
• Son influenciables y dependientes de los demás.
• No saben cómo relacionarse con el sexo opuesto.
• Solucionan a golpes sus conflictos con los demás.
• …
Las habilidades sociales que le interesan a la Convivencia Escolar son fundamentalmente las de
interacción social. No las referidas a la adaptación social en general como pueden ser las habilidades de
autonomía personal (vestirse, alimentarse, etc.), las habilidades que sirven para desenvolverse en la
comunidad (hacer gestiones), las habilidades de orientación laboral o las habilidades para la vida
cotidiana. Las Habilidades de interacción social en la edad escolar, que serían el objeto preciso de
nuestro interés, serían, según Monjas (1994): “las conductas necesarias para interactuar y relacionarse
con los iguales y con los adultos de forma efectiva y mutuamente satisfactoria”.
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3. ORGANIZACIÓN DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR.
La presentación de los tiempos, los contenidos y responsables de la Convivencia Escolar, nos ayudarán a
percibir de qué manera podemos organizarla dentro de la Institución Educativa, y al mismo tiempo
comprobar que no exige más trabajo, sino hacer las cosas de manera diferente.
1° Horas de Tutoría. Se desarrolla dentro del Área de Convivencia Escolar de la Tutoría. El tutor
trabaja con los estudiantes, dentro del marco dado por la Institución Educativa, las normas del
aula. Esta tarea no se refiere exclusivamente a la elaboración del reglamento del aula, se refiere a
la reflexión sobre la necesidad de las mismas y a los temas vinculados a ciudadanía y democracia
que resulten pertinentes. Las conversaciones sobre el respeto a los derechos y el cumplimiento de
los deberes, vinculados a situaciones de la vida real, completarán el esfuerzo que se realiza desde
las áreas curriculares
Ejemplo: Análisis con los alumnos de una indisciplina colectiva del salón.
El tutor, postergando la programación de las horas de tutoría grupal, toma como tema de la
sesión la inusual situación de indisciplina que se dio en el aula hace unos días.
Motiva a los estudiantes recordándoles la gravedad de la falta y la importancia de saber por
qué pasaron las cosas. Después de ello hace una presentación de los hechos tal como
ocurrieron. Invita a los alumnos a completar la información.
2° Momentos de Reflexión. Se refiere a los momentos que el docente, tutor o no, puede tomar de
sus propias horas de clase o al tiempo de reflexión que algunas instituciones educativas disponen
al inicio de cada jornada escolar. Este momento está relacionado con la necesidad de dar
indicaciones generales, comentar situaciones o incidentes importantes de la vida escolar o de la
vida social que tienen repercusión en la formación integral de los estudiantes.
Estos momentos de reflexión pueden estar relacionados o no con la sesión del área curricular que
se está desarrollando en ese momento.
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Ejemplo: Comentario de una pelea entre compañeros.
El tutor, a partir de una pelea entre dos compañeros, aprovecha para hacer reflexionar a los
alumnos sobre el respeto a los demás, el rechazo a la violencia y la conveniencia de solucionar
pacíficamente los conflictos.
El otro día Pedro y Juan se pelearon a la salida en el parque que está a la vuelta. Pedro acusó a
Juan de que, durante el recreo, se había llevado su cuaderno de historia y que no había podido
estudiar por su culpa. Juan negó el hecho, le dijo niñita y lo mandó al diablo. Pedro se abalanzó
sobre Juan y empezaron a pegarse. Los compañeros los separaron, pero como los ánimos
seguían caldeados, se citaron para la salida.
El tutor invita a los alumnos a participar ¿Era la único que podían hacer o había otro modo de
solucionar el conflicto? … Muchos alumnos pueden pensar que era la única salida honorable.
El tutor puede seguir, afirmando, que la pelea no solucionó el problema ni permitió que se
hiciese justicia.
Pedro tiene derecho a saber quién se llevó su cuaderno y Juan tiene derecho a defenderse de la
acusación si considera que es injusta. El responsable del daño debe repararlo o sufrir una
sanción. El asunto puede solucionarse directamente entre los estudiantes o recurrir a la
mediación del tutor u otro docente. Debe quedar claro, que al elegir pelearse, renunciaron a
solucionar sus conflictos por la vía del respeto al estado de derecho que es lo que les
corresponde hacer como ciudadanos.
Los representantes estudiantiles o el tutor son las primeras instancias a las que debemos recurrir
para evitar la injusticia, la violencia, la falta de respeto a los demás. Vuelve a invitar a participar
a los alumnos ¿Es posible crear un estado de derecho entre los compañeros? ¿Qué debemos
hacer?
3° Durante las clases. Se pueden dar en cualquier momento de la sesión, sobre todo para incidir en
el cumplimiento de las normas o ante la actuación de algún alumno que altera el normal
desenvolvimiento de la misma. A continuación presentamos algunas sugerencias de cómo puede
un docente, construir o fortalecer las Convivencia Escolar:
• Tranquilizo a mis estudiantes antes de iniciar mi clase. Por ejemplo, no empiezo a
hablar al grupo ni a nadie en particular, hasta que todos estén callados y en su sitio.
• Recupero la tranquilidad a lo largo de la clase. Esto incluye el manejo de los cambios de
actividades o de los minutos que se pueden dejar para que los alumnos descansen un
poco y puedan volver a mantener la atención.
• Al dejar el aula, la dejo lista para recibir al docente que viene a continuación.
• Nunca doy indicaciones cuando los estudiantes están hablando o haciendo alguna cosa.
Debo educar, constantemente, su atención y su capacidad de respuesta a las
indicaciones.
• Cuando los estudiantes están trabajando de manera personal o grupal, no dejo que me
rodeen, si es que estoy sentado en el escritorio, y me impidan mantener contacto visual
con el resto de compañeros.
• …
Es importante que se revisen y actualicen antiguas costumbres escolares que no favorecen las
relaciones democráticas y formativas, tales como el llamar a los estudiantes por sus apellidos, el
tratamiento de usted para dirigirse a los alumnos y el que los alumnos no puedan dirigirse con
familiaridad, pero con respeto, a sus profesores. También debe evitarse llamar los estudiantes por
sus apodos
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Habiendo captado momentáneamente su atención, la tutora les dice lo que ha estado ocurriendo
y les plantea el analizar el por qué están distraídas en la clase. Algunos toman a broma las
palabras de la tutora, quizás lo interpretan como un signo de debilidad y pretenden seguir en lo
suyo.
La tutora, con firmeza y sin perder la calma, hace más explícita la pregunta: ¿Por qué están
distraídas el día de hoy? Si es necesario pregunta directamente a algunas, especialmente a los
que sabe que no se van a intimidar.
Poco a poco irán apareciendo las razones. Algunas pueden referirse al tema y a la metodología
empleada. Otras pueden hacer referencia al cansancio u otras razones cliché. Finalmente
pueden aparecer causas vinculadas a otros acontecimientos de la vida escolar o de la vida
social.
La tutora les recuerda que la responsabilidad y el sentido del deber les deben ayudar a superar
las dificultades para seguir las clases. Por otra parte les dice lo importante que es que digan lo
que está pasando para poder hacer las correcciones adecuadas. Si hay tensiones en el ambiente,
el poder hablar de las mismas, ayuda a relajarlas y se puede recuperar el ritmo de trabajo
académico. Las mismas estudiantes pueden dar sugerencias de cómo mejorar la atención.
Tanto docentes como auxiliares hacen labor preventiva y llaman la atención con amabilidad.
Algunas ocasiones pueden hacer necesaria la labor reguladora o dar una oportunidad para formar
a los estudiantes.
Ni siquiera cuando se trate de una falta grave y flagrante debe perderse de vista el respeto al
estudiante. Tampoco se debe dejar que éste falte el respeto al profesor o al auxiliar. Los docentes
dan ejemplo, cumpliendo las normas que son válidas para los estudiantes, no conversan durante
la formación y prestan atención a la persona que se está dirigiendo al estudiantado.
Las formaciones deben realizarse de acuerdo a las normas del colegio. Lo ideal sería que las
formaciones evolucionasen de los estilos militares a los estilos civiles. En la vida después de la
escuela, los estudiantes no estarán formando filas rectas en posición de atención o descanso.
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se refuerza el buen comportamiento. Si hay alguna sección que no cumple, se le hace formar
filas, para que sientan la diferencia. En dos o tres semanas, siempre y cuando se cuente con la
presencia preventiva de los docentes, el proceso de ingreso a las aulas será más rápido y
tranquilo. Las estudiantes, además de sentirse más a gusto, van a empezar a sentir que si se
comportan correcta y responsablemente van a obtener mayor libertad.
Ayudaría mucho a la formación ciudadana, si las formaciones del inicio de la semana y las
actuaciones especiales, se hacen en lugares en donde los estudiantes puedan estar sentados y con
posibilidad de mirar lo que acontece en el estrado. Hay centros educativos que tienen esta
costumbre y les da muy buenos resultados.
Es necesario repensar, con criterios civiles y no militares, las expresiones de amor a la Patria.
Debemos renovar los medios y métodos que utilizamos para fortalecer los sentimientos de
pertenencia e identidad nacional. Las celebraciones en donde expresamos nuestro respeto y amor
a la Patria, deben ser organizadas con criterios civiles y no militares. Además de las formas
militares, se pueden utilizar diversas manifestaciones artísticas y culturales. Los pasacalles nos
ofrecen una alternativa muy interesante. No tiene sentido perder horas de clase para ensayar
marchas militares.
6° En los recreos. La presencia preventiva en los recreos es necesaria para que los estudiantes
respeten las normas de convivencia. Después de haber estado varias horas en la clase, las chicas
y chicos salen al patio con ganas de relajarse y de descargar las energías físicas contenidas. En
estos momentos, sobre todo cuando estamos empezando el proceso de cambio de la disciplina
tradicional a la convivencia escolar, es fácil que se salten muchas normas de respeto mutuo. La
presencia de los profesores (por turnos) y auxiliares colabora a facilitar el autocontrol de los
posibles excesos y brinda seguridad a los estudiantes más tranquilos o más débiles porque
pueden recurrir a la autoridad en caso ser necesario.
En la medida en que una institución educativa vaya logrando vivir en convivencia democrática,
muchos comportamientos negativos, que hoy parece normales, van a desaparecer o se
presentarán ocasionalmente. La presencia preventiva en los recreos y en otros momentos
semejantes, será uno de los factores que contribuyan notablemente a este logro.
Cuando no hay presencia preventiva es fácil que los estudiantes comentan excesos, a veces por
palomillada, a veces por rebeldía y también por reto a la autoridad. La falta de presencia
preventiva permite que los docentes no se enteren de lo que ocurre en los recreos. Dos de los
sitios más comunes para comportamientos inadecuados, como bromas pesadas y faltas de respeto
entre compañeros, suelen ser los servicios higiénicos y los alrededores de los kioskos y
cafeterías. Mención especial merecen las zonas ciegas de las instalaciones del centro educativo,
que no son otras que las que no quedan a la vista de los docentes y auxiliares.
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Ejemplo: Los abusos a los menores en el kiosko o cafetería.
Como consecuencia del proceso de Convivencia Escolar Democrática que se había iniciado en
un colegio secundario de varones, un grupo de estudiantes de primero de secundaria se animó a
acudir a las autoridades del centro educativo. Con temor y expectativa expresaron su inquietud
y su reclamo: Los alumnos mayores no los dejaban comprar en el kiosko y con mucha
frecuencia les arranchaban, lo que, después de mucho esfuerzo, habían logrado obtener.
Animado por los docentes que habían recibido la queja reiterada, el director pidió a los
auxiliares que observasen con atención lo que pasaba en el kiosko durante los recreos. Al cabo
de una semana, el informe de los auxiliares confirmaba el reclamo de los alumnos. En reunión
de profesores se comunicó la situación y las estrategias que debían seguirse.
En las formaciones generales y en los momentos de reflexión al inicio de la jornada escolar, los
estudiantes fueron invitados y motivados a respetar a los compañeros menores. Semanas
después se pudo comprobar que la situación no había variado mucho.
El director se dirigió a todos los estudiantes, manifestó su disgusto por la falta de respeto a los
compañeros. Consciente que la democracia no es ni falta de autoridad ni falta de firmeza, avisó
que a partir de la fecha, dado que no habían respondido ni a las razones ni al sentido común, se
consideraba falta grave contra la convivencia escolar abusar o molestar a los alumnos menores
en el kiosko. A los menores les dijo que podían ir directamente a la dirección cada vez que
ocurriera algún abuso.
En la siguiente reunión de profesores se trató el asunto. Algunos colegas manifestaron que los
“llamados métodos democráticos” no daban resultados. Otros opinaron que los cambios en los
estudiantes se darían poco a poco. Se acordó garantizar la presencia preventiva y disuasiva en
las cercanías del kiosko. Algunos alumnos fueron sancionados por abusar de los menores.
Finalmente, se logró cambiar esta costumbre de abusar de los menores. Los mayores
comprendieron que el haber sufrido abusos cuando eran menores, no justificaba convertirse en
abusadores.
7° En las entradas y salidas. La ausencia de presencia preventiva hace que más allá de las puertas,
en algunos casos dentro, de las instituciones educativas, se encuentre la “tierra de nadie”.
Cualquier estudiante o grupo de estudiantes impulsivos pueden faltar el respeto a los
compañeros, o a los transeúntes, y no pasa nada. Reina la impunidad.
Es posible tener entradas y salidas ordenas sin necesidad de formar filas. Los primeros
interesados van a ser los estudiantes. Las normas para la entrada y la salida deben cubrir más allá
de las puertas del colegio. De esta manera se busca garantizar, que los estudiantes mantengan en
la calle el respeto a las normas de convivencia que deben tener en el centro educativo.
La violencia callejera, en la que muchas veces participan los estudiantes, uniformados o no, no
se va a impedir solamente con presencia preventiva de docentes, padres de familia e instituciones
de la comunidad local. Es necesario formar a los estudiantes en el respeto a las personas y a sí
mismos, y sobre todo que vivan en un ambiente escolar donde se respetes sus derechos y
aprendan a cumplir con sus deberes ciudadanos.
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se había convertido en “tierra de nadie”. No sólo las alumnas del colegio, también los alumnos
de colegios vecinos contribuían con su cuota de rebeldía y de violencia.
Una pelea a golpes entre dos chicas de tercero de secundaria, y la intervención del Serenazgo
del distrito, hicieron tomar conciencia de la delicada situación. Las profesoras deliberaron
largamente, el proceso de la Convivencia Escolar Democrática estaba en sus inicios, así que no
era fácil ponerse de acuerdo. Al final, además de las recomendaciones a las chicas y las
sanciones correspondientes, se impuso uno de los métodos más sencillos, más antiguos y más
respetuosos. Las profesoras decidieron turnarse para asegurar la presencia preventiva y
disuasiva en las puertas del colegio a las entradas y salidas.
Los resultados fueron positivos, la “tierra de nadie” se convirtió en “tierra de todos”, la
presencia de las profesoras restableció el estado de derecho.
8° Fuera del colegio. La Convivencia Escolar debe procurar que los estudiantes se comporten de
acuerdo a las normas de convivencia cuando están solos o en grupo fuera del colegio. Sea en la
calle, lugares públicos y en los hogares. En las actividades o presentaciones públicas de la
institución educativa, la presencia preventiva de los profesores garantiza el respeto a las normas.
Durante estos eventos los estudiantes también deben respetar las normas de Convivencia Escolar.
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3.2. LOS DOCUMENTOS DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR DEMOCRÁTICA.
El desarrollo de la Convivencia Escolar Democrática, dentro del Currículum, se da dentro del marco de la
Tutoría y Orientación Educacional. No sólo porque es un área de la Tutoría, sino porque la Convivencia
Escolar permite en las Instituciones Educativas un ambiente favorable a la formación integral de los
estudiantes, se constituye en el factor protector más importante. También en un colabora claramente en
prevención de los problemas psicosociales y otros problemas que pueden afectar el normal desarrollo de
los estudiantes.
La Convivencia Escolar Democrática colabora en la consecución, de por lo menos cinco, de los ocho
Logros Educativos que propone el Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular (R.M. Nº
0068-2005-ED). Se vincula explícitamente con dos de los cuatro Ejes Curriculares Nacionales: Aprender
a ser y Aprender a vivir juntos. Muchas de las capacidades y muchos de los contenidos pertinentes a la
Convivencia Escolar están presentes en el Área Personal Social en Inicial y Primaria y en las áreas de
Ciencias Sociales y Persona, Familia y Relaciones Humanas en Secundaria.
Los referentes teóricos básicos de la Convivencia Escolar Democrática son los siguientes:
1º Valores éticos y normas de comportamiento (Lo moral y lo convencional)
2º Los modelos de autoridad. El modelo democrático.
3º Derechos Humanos. Los Derechos del Niño y del Adolescente.
4º Las Habilidades Sociales.
5º Las Normas de Convivencia Escolar. El Reglamento Interno y el Reglamento del Aula. El
Reglamento Interno debe contemplar, además de las normas y las sanciones, las orientaciones
para su aplicación.
6º Etapas del Desarrollo del Juicio Moral.
Este documento es el que debe señalar los valores, las normas las habilidades sociales y los
comportamientos democráticos que se quieren desarrollar o fortalecer en los estudiantes en un año
lectivo. Debe tenerse en cuenta las necesidades de los diferentes grupos etéreos (Ciclos de la EBR). Las
diferentes partes de este documento pueden estar incluidas, en lo que corresponda, en el Proyecto
Educativo Institucional, el Proyecto Curricular y el Plan Anual de Trabajo. También en los Planes
Tutoriales de Aula.
1º Dominio moral.
Además de los valores éticos fundamentales (Libertad, Justicia, Respeto, Solidaridad), en que
otros valores, vinculados a la Convivencia Escolar queremos insistir en el presente año.
2º Dominio Convencional.
Qué normas del Reglamento Interno queremos resaltar el presente año para que sean respetadas
por todos los integrantes de la comunidad educativa, especialmente los estudiantes.
3º Habilidades Sociales.
Qué habilidades sociales queremos fortalecer entre los estudiantes. A diferencia de los rubros
anteriores, podría ser que la institución educativa tenga establecidas qué habilidades sociales se
van a desarrollar en cada Ciclo de la Básica.
4º Comportamientos democráticos.
Establecer que comportamientos democráticos se quieren desarrollar o fortalecer en el año
lectivo. Además de las necesidades de cada ciclo, se deben ver las necesidades del conjunto de la
institución. Los valores éticos son los que deben iluminar la conformación de estos
comportamientos, que por otro lado pueden ser muy concretos, tales como participación en el
proceso de elección de los dirigentes del Municipio Escolar, o el que todos los estudiantes
respeten al compañero o compañera que está haciendo uso de la palabra en las sesiones de clase
y en todas las actividades.
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3.2.2. EL REGLAMENTO INTERNO DE CONVIVENCIA ESCOLAR DEMOCRÁTICA.
La tradición latina del Derecho y la costumbre, nos llevan a pensar reglamentos muy cerrados que tratan
de prever todas las situaciones posibles. Esto que puede ser bueno para el poder judicial, no resulta tan
práctico en las Instituciones Educativas. Debemos abrirnos a la casuística y dejar que los hechos vayan
sentando jurisprudencia. Asumiendo esta perspectiva llegaremos a tener Reglamentos con las normas
básicas que nos permitan dar respuestas nuevas a las situaciones cambiantes.
El Reglamento, así como toda la Convivencia Escolar, no pueden olvidar que los estudiantes son sujetos
de derecho, y por lo tanto, tienen deberes que cumplir. Asimismo, deben mantener el sano equilibrio entre
el derecho y bienestar de la mayoría y el derecho y bienestar de los individuos.
El Reglamento debe contemplar las diferencias de edades de los estudiantes. No es lo mismo normar para
estudiantes de los primeros ciclos, los ciclos intermedios y los ciclos finales..
Ningún Reglamento Escolar puede tener disposiciones que vayan contrarias a las Leyes. Es
imprescindible tener en cuenta el Código del Niño y el Adolescente. Deben ser muy claros en todo lo
relacionado al maltrato físico, psicológico y sexual, así como a toda forma de discriminación.
Cada institución educativa debe establecer cómo se elabora y actualiza el Reglamento. Así mismo es
conveniente que participen los profesores, auxiliares y también los estudiantes. La unificación de
criterios, por parte de los profesores, es indispensable. La participación de los estudiantes debe adecuarse
a su grado de madurez y a su experiencia participativa.
Cada aula necesita tener sus propias normas de Convivencia Escolar. Cada grupo humano que conforma
un aula tiene sus propias características, potencialidades, necesidades y dificultades. En la elaboración de
las normas de aula tienen que participar los estudiantes y debe respetarse el Reglamento de la institución
educativa.
El tutor es el responsable de liderar la elaboración del Reglamento y de hacer que este se cumpla. Una
alternativa bastante razonable para el Reglamento es que éste se limite a normar en los comportamientos
que los estudiantes deben trabajar para lograr una mejor convivencia escolar. Para el resto de
comportamientos es suficiente con el Reglamento de la institución.
La revisión periódica del cumplimiento del Reglamento y su actualización a las necesidades cambiantes
son necesarias para que sea un instrumento que ayude a la convivencia escolar. No sólo evaluamos si los
estudiantes cumplen el reglamento, sino si el reglamento está cumpliendo su función. Muchas veces las
normas del aula no son efectivas por la manera en como fueron elaboradas.
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3.3. LOS RESPONSABLES DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR.
Toda la Comunidad Educativa bajo la conducción del director y la coordinación del docente designado,
son los responsables de la Convivencia Escolar. El paso de un modelo de disciplina tradicional a un
modelo de Convivencia Escolar Democrática es un proceso que debe ser gradual y que requiere del
compromiso de todos.
Especial atención se merecen los padres de familia, los cuales deben ser informados de todos los aspectos
relacionados e invitados a colaborar con la Convivencia Escolar. Si los padres de familia no comprenden
el proceso que se está desarrollando será muy difícil tener éxito.
1° El Director del Colegio. Es el conductor del proceso de cambio que implica instaurar el sistema
de Convivencia Escolar. Cuando, por la naturaleza de sus funciones no puede asumir la
conducción ejecutiva, la delega a un docente que podría ser el coordinador de OBE (donde lo
hubiese) o el Asesor de tutoría y convivencia y disciplina escolar. Es imprescindible el
compromiso del director para lograr una Convivencia Escolar Democrática.
En las normas vinculadas al tema que se encuentran vigentes (Normas del Año Escolar 2005 –
R.M. Nº 0048-2005-ED y la Directiva Nº 003-2005-OTUPI) se habla de que “el director
encargará a un docente la coordinación de tutoría, convivencia y disciplina escolar” la
Convivencia y Disciplina Escolar.
3° El Consejo de Profesores. Sea cual sea la manera en cómo está organizado el colegio, es
deseable que los profesores se reúnan para conversar sobre los asuntos de la Convivencia
Escolar. En las reuniones se conversará sobre la Convivencia Escolar a nivel de institución
educativa y a nivel de ciclo. En otros momentos se podrá conversar a nivel de grado o de aula.
Lo más importante es que los profesores se pongan de acuerdo entre ellos, con la aprobación del
Director en la manera cómo se va a llevar la Convivencia Escolar.
4° Los Profesores Tutores. Son los responsables de la Convivencia Escolar en todo lo que tiene
que ver con sus estudiantes. Son los primeros en desarrollar las tres funciones de la Convivencia.
Incorporan en su Plan Tutorial de Aula los temas relacionados con la Agenda Formativa de la
Convivencia Escolar y lo relacionado con el Reglamento de la Institución y del Aula. Cuando
tengan que aplicar sanciones a los estudiantes, lo deben hacer con mucho tino, de esta manera
evitamos que produzcan confusiones con su rol de orientadores.
Su presencia preventiva, en todos los espacios y tiempos, en actitud de adulto amigo es clave
para la Convivencia Escolar. Constantemente orientan a los alumnos(as) en todo lo relacionado
con la Convivencia Escolar, especialmente en los momento de reflexión, las horas de tutoría
grupal y a lo largo del desarrollo de las clases.
5° Los Profesores. Los docentes que no son tutores, y los tutores cuando no están en el aula a su
cargo, también se preocupan de la Convivencia Escolar y asumen las tres funciones de la misma:
formativa, preventiva y reguladora. Orientan a los estudiantes y mantienen una presencia
preventiva en los momentos y lugares que les correspondan. Cuando detectan situaciones que
afectan a la Convivencia Escolar, que no exigen una intervención inmediata, informan al Tutor o
al responsable de la Convivencia.
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tutores y con el responsable de la Convivencia Escolar. En todo momento evitan las situaciones
que puedan devenir en maltratado físico y psicológico a los estudiantes.
8° Los padres de familia. Deben conocer de las metas y métodos de la Convivencia Escolar para
que entiendan los cambios que se están dando en la institución educativa. En una segunda etapa
se debe de tratar que vayan incorporando los métodos democráticos, si no los practican, en la
educación de sus hijos.
10º El Municipio Escolar o Consejo Estudiantil. Una verdadera Convivencia Escolar Democrática
no es posible si no hay participación estudiantil organizada. En las instituciones que cuentan con
Municipio Escolar, éste debe participar activamente en la organización de la Convivencia
Escolar. En las que no la tienen, debe ser uno de los primeros logros de la Convivencia Escolar.
El nivel de participación de un Municipio Escolar debe estar relacionado con la madurez de sus
integrantes.
11º Las Defensorías del Niño y el Adolescente (DESNAS). Las Defensorías Escolares del niño,
niña y adolescente, colaboran con la Convivencia Escolar pero no están encargadas de la misma.
Cumplen una función importante para su buen funcionamiento, intervienen cuando las
situaciones superan las competencias de los tutores y autoridades de la institución educativa.
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ANEXOS
A continuación presentamos algunos hechos típicos de la vida escolar. Acompañan a estos hechos las
respuestas que se pueden dar desde los tres modelos. Recordando siempre que la realidad tiene muchos
más matices que la presentación de un hecho típico.
1° En la formación.
Un grupo de alumnos de las filas de cuarto de secundaria está conversando mientras se canta el Himno
Nacional. El encargado, una vez finalizado el Himno les llama la atención con tono militar. Continúa la
actuación y los alumnos siguen conversando.
Respuesta autoritaria: Al finalizar la actuación los profesores avisan al colega encargado. Éste,
que ya se había dado cuenta, hace quedar en el patio a las tres secciones de cuarto. Cuando los
demás alumnos han terminado de entrar a sus aulas, se dirige hacia ellos, les grita, les recuerda el
amor a la Patria y las normas del colegio. A continuación les da órdenes militares de descanso,
atención y alineación con doble distancia. Segundos después, los alumnos, cuerpo a tierra, están
haciendo planchas. Tanto inocentes como culpables han sido sancionados. Los alumnos ingresan
a sus salones con diez minutos de retraso, los profesores en el aula les vuelven a llamar la
atención. Los alumnos están molestos pero se consuelan pensando que han ganado veinte
minutos de la primera hora de clases, sin contar los quince que duró la actuación. Este tipo de
incidentes se dan con frecuencia en la formación de los lunes.
Respuesta permisiva: Dos de los tutores se han desentendido del asunto y se van al aula. El
encargado empieza a conversar con el otro tutor y tratan de ponerse de acuerdo sobre la sanción.
Los alumnos conversan mientras tanto. Finalmente el encargado les llama la atención y les
recuerda que deben portarse correctamente porque es una vergüenza que no canten el Himno
Nacional. Los chicos, fastidiados, ingresan a sus aulas. En una de ellas el tutor les llama la
atención, en la segunda no les dicen nada. Los de la tercera escuchan a su profesor restar
importancia al incidente. Ahora sólo quedan veinte minutos de la primera hora de clase. Este tipo
de incidentes forman parte de la rutina del centro educativo.
Respuesta democrática: El encargado mira a los tutores, éstos contestan con la mirada que se
van a hacer cargo del asunto, como es la costumbre. Los alumnos entran a sus aulas, los
profesores comentan el hecho y les preguntan qué es lo que ha pasado. Los alumnos van
contestando y los tutores se enteran que todo empezó porque un alumno se resbaló y cayó al
piso. Dos alumnos empezaron a burlarse, a partir de ese momento se generalizó la chacota. Los
profesores identifican a los responsables y les recuerdan que deben mantener el orden. En diez
minutos se ha superado el incidente y la sanción para los responsables no interferirá con el
desarrollo de las clases. Este tipo de incidentes no es tan común, suelen darse cuando las
actuaciones son muy largas.
2° En el Aula
Es la penúltima hora de clases del viernes, los alumnos están pensando en el fin de semana y en el vacío
que sienten en el estómago. El profesor está explicando la clase, se trata de un tema un tanto
complicado. Después de quince minutos de exposición, justo cuando está escribiendo en la pizarra, se
escucha a un alumno hablar con voz fuerte. Voltea y se da cuenta que el alumno José García está
conversando con un compañero. Le llama la atención y sigue dando la clase. José García sigue
hablando, otros se han contagiado y empiezan a conversar, el profesor no quiere cortar la explicación,
pero al cabo de un rato le vuelve a llamar la atención. Ha empezado a contestar las preguntas de los
alumnos y José García vuelve a conversar, incluso mira al profesor, se voltea y sigue conversando.
Detiene las intervenciones de los alumnos y…
Respuesta autoritaria: en voz alta y fuerte llama la atención a todo el salón. Les dice que son
irresponsables, que no atienden la clase, que después no van a entender y que por burros van a
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salir jalados, como siempre. Personaliza la llamada de atención en José García, que lo mira
retador. Entonces lo manda salir del salón y como algunos protestan en solidaridad, amenaza con
castigar a todos a la salida. En el salón vuelve el silencio pero ya nadie hace preguntas. El
profesor termina su clase, suena el timbre y se va.
Respuesta permisiva: y se queja de que así no se pueden hacer las clases, que no van a aprender
y que son unos desconsiderados. Mientras llama la atención al salón evita mirar al iniciador del
incidente y sigue la clase. Algunos alumnos retoman el ritmo y mientras se reinicia la rueda de
preguntas y respuestas, José García y su gente empiezan a conversar de nuevo. El profesor no le
hace caso y sigue, a los pocos minutos sólo preguntan y escuchan las respuestas los que están
sentados adelante. El murmullo va creciendo hasta que con el sonido del timbre se convierte en
algarabía total.
3° El sánguche perdido
Falta hora y media para el primer recreo, los alumnos están haciendo trabajo personal, unos ejercicios
de matemáticas. El silencio de la clase es roto por un grito. Fernando Tuesta se ha parado e increpa al
compañero de su derecha diciéndole: ¡Devuélveme mi mochila!. ¡Yo no la tengo, no me friegues!- es la
respuesta que se escucha. Ante la llamada de atención del profesor hay un movimiento de alumnos y la
lonchera aparece en el piso dos carpetas más atrás y en otra fila. Tuesta recibe su lonchera, la abre y
dice: Profesor, ¡falta mi pan!
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Respuesta permisiva: Los números que va a tener la actuación. Cada profesor quiere la mejor
ubicación para la presentación que le toca asesorar. Cuando terminan de ponerse de acuerdo ya
no hay tiempo para más. Es obvio que el control de los alumnos queda al encargado y a los
auxiliares.
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5° Favorece la participación de los alumnos(as) en la vida del aula, en las clases y en las
actividades que se dan dentro del ámbito escolar.
• Facilita el intercambio de ideas y la discusión de las propuestas.
• No toma las decisiones que el grupo puede llegar a tomar aunque sea con un poco de esfuerzo.
• Promueve la criticidad, la creatividad y la autonomía de sus alumnos(as)
• Promueve que las decisiones se tomen por consenso pero no tiene reparo en asumir la
responsabilidad cuando es necesario.
• Detecta las necesidades y aspiraciones de sus alumnos(as), se las plantea y les propone
alternativas para encontrar con ellos las soluciones.
6° Orienta a sus alumnos para que sepan desenvolverse en medio de las contradicciones que
pueden provocar los diversos tipos de liderazgos ejercidos por los profesores y por la
institución.
BIBLIOGRAFÍA
Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid & otros (s/f) Documento de bases
para la promoción de la convivencia en los Centros educativos (por una ética de las relaciones
escolares). Madrid: DMCM
Ministerio de Educación de Chile (2004) Convivencia escolar: metodologías de trabajo para las
escuelas y liceos comprometidos con la calidad de la educación. Santiago: MINEDUC.
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