Cenepa 1995

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APUNTES DE UN CONFLICTO

CENEPA 1995

“La Generación de la Victoria”.

Centro de Estudios Históricos del Ejército Vol. 32


Apuntes de un Conflicto, Cenepa 1995

Centro de Estudios Históricos del Ejército (CEHE)

Derechos de Autor: 044875

Comando de Educación y Doctrina del Ejército (CEDE)

Tcrn. de EM. Cristóbal G. Espinoza Yépez


Director del Centro de Estudios Históricos del Ejército (CEHE)

Autor:
Tcrn. Cristóbal G. Espinoza Yépez

Edición:
Capt. Jorge Martínez Bucheli

Corrección:
Carlos Carrasco

Fotografía e ilustración:
Archivo del CEHE
Archivo: Combatientes del Cenepa
Archivos: Diarios El Comercio, El Universo y El Telégrafo
Comunicación Social de la Fuerza Terrestre

Aporte a la investigación:
Cbop. Guamán Carlos, Cbop. Arévalo Jhon, Cbop. Lanche Darwin,
Sra. Villarroel Rosario, Sr. Villarroel Carlos

Diseño:
Pablo Zavala

Impresión:
PUBLIART

Esta edición de 600 ejemplares se terminó de imprimir en Quito, a los 24 días


del mes de noviembre de 2014.
APUNTES DE UN CONFLICTO

CENEPA 1995

Centro de Estudios Históricos del Ejército (CEHE)


Índice
Presentación 5
Introducción 7

Capítulo I
Antecedentes Históricos 9

Capítulo II
La Defensa del Territorio Nacional 23

Capítulo III
Análisis del Teatro de Operaciones en el Valle del Cenepa 35

Capítulo IV
La Defensa del Valle del Cenepa 43

Capítulo V
Teatro de Operaciones Terrestres 53

Capítulo VI
Fuerza Naval en Operaciones Marítimas 93

Capítulo VI I
La Defensa Aérea 99

Capítulo VI II
Cese al Fuego Misión de Observadores
Militares Ecuador-Perú (MOMEP) 109

Capítulo IX
Reconocimiento a los Héroes 121

Capítulo X
Combatientes del Cenepa 131
PRESENTACIÓN

La misión del Centro de Estudios Históricos del Ejército es la de for-


talecer la identidad militar y la imagen cultural del Ejército ecuatoriano,
a través de la publicación y difusión de sus hechos históricos que forman
parte de la bibliografía nacional.

Con la publicación del Libro Apuntes de un Conflicto, Cenepa 1995,


el autor Teniente Coronel de Estado Mayor Cristóbal Espinoza Yépez,
con su investigación ha permitido la recuperación de la memoria his-
tórica de los combatientes, sus mandos, los líderes políticos, la opinión
pública, entre otros factores, que participaron en las operaciones milita-
res del Conflicto del Alto Cenepa y la posterior firma de la paz.

En este libro, se revisa de manera rigurosa, cronológica y exhaustiva


todos los acontecimientos suscitados en el enfrentamiento bélico entre
Ecuador y Perú en el año de 1995.

El autor, luego de analizar una importante cantidad de fuentes his-


tóricas para la construcción de este libro, propone cuidar que el discurso
de la memoria de los combatientes convertido en testimonio, persuade
al interlocutor presente al asegurarse una posición en el futuro, pro-
vocando así un efecto reparador de la subjetividad de estos hechos y
acontecimientos.

En este sentido no es suficiente para el investigador histórico recu-


perar la memoria y transmitirla, es imprescindible reflexionar sobre la
naturaleza, comprender, entender y analizar la información e incorporar
todos estos elementos al análisis histórico.

La Historia es la enseñanza del Patriotismo.

Capitán Jorge Martínez Bucheli


Introducción

Esta investigación histórica “Apuntes de un Conflicto; Cenepa 1995”


realizada por el Centro de Estudios Históricos del Ejército Ecuatoriano
(CEHE), ofrece un texto documentado en torno a fuentes históricas prima-
rias y secundarias existentes en los archivos de operaciones del Comando
Conjunto de las Fuerzas Armadas y del ejército ecuatoriano sobre el tema
del conflicto bélico del “Valle del Cenepa” el Ecuador y Perú; específica-
mente en la situación de los principales actores en el enfrentamiento bélico
no declarado de 1995; cómo también recoge la memoria oral y escrita de
quienes fueron los personajes de estos acontecimientos históricos, que ini-
ciaron con el ataque a una unidad infiltrada en territorio ecuatoriano en la
cabecera norte del Rio Cenepa el jueves 26 de enero de 1995.
Posteriormente con la firma de la Declaración de Paz en la ciudad
de Itamaraty (Brasil), el viernes 17 de febrero de 1995, donde se acordó la
separación y retirada de las tropas de ambos países de la Zona de Com-
bate en disputa; finalizando con la firma del Acuerdo de Paz definitivo
entre ambas naciones denominado “Acta de Brasilia”, suscrita por los dos
presidentes el lunes 26 de octubre de 1998 con la presencia de los re-
presentantes de Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos que actuaron
como países garantes para alcanzar la paz en el Continente Americano.
Conflicto bélico que tuvo como desenlace la demarcación definitiva
de la frontera. Los antecedentes inmediatos de esta disputa fronteriza
se encuentran en el Protocolo de Río de Janeiro de 1942. Sus orígenes
provienen de la delimitación de fronteras de principios del siglo XIX
por parte de las naciones que alcanzaron la independencia de España.
El Libro no intenta relatar todas las operaciones a nivel Estratégico,
Operativo y Táctico, desarrolladas durante el conflicto bélico, puesto que
tendríamos que referirnos a numerosas acciones menores que no se encuen-
tran documentadas y referenciadas para ser aprovechadas académicamente.
Sin embargo este estudio histórico describe adecuadamente el proceso de
conducción militar en el Teatro de Guerra, puesto que documenta las ope-
raciones realizadas en la Zona de Combate del Valle del Cenepa. De esta
forma se busca extraer hechos y acciones bélicas importantes de estudio
para las nuevas generaciones de historiadores militares.Muchos fueron los
factores y fundamentos que decidieron el resultado de cada una de las ope-
raciones que son los temas de este “libro”, entre las que se destacan:
La sorpresa, el liderazgo, la calidad de las fuerzas oponentes, el
respaldo de la población, las tropas, la prensa, la organización de las
unidades en selva, la sanidad, el apoyo de combate, la movilización pa-
ra la defensa en todo el territorio nacional, las reservas y la logística de
las operaciones realizadas por las unidades en la Zona de Operaciones
Sur-Este, provincias de: Morona Santiago y Zamora Chinchipe, durante
el conflicto bélico de 1995 en una zona geográfica selvática agreste.
Esta investigación historiográfica analiza: La defensa del territorio Na-
cional; liderado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, como
organismo de alto nivel, que tuvo la responsabilidad de la conducción
estratégica de las operaciones. El análisis del teatro de operaciones en el Valle
del Cenepa; que tiene el propósito de realizar un estudio de las unidades
tácticas responsables de la defensa en el área del conflicto. La defensa del
Valle del Cenepa; enfocada en la misión de las unidades en el sector de res-
ponsabilidad de los 78 kilómetros no delimitados por el protocolo de Río
de Janeiro. El Teatro de Operaciones Terrestre; análisis del empleo de las
diferentes armas y especialidades en combate. La Fuerza Naval en opera-
ciones Marítimas; texto que describe la estrategia marítima utilizada en el
mar durante el conflicto de 1995. La Defensa Aérea; capitulo que describe
la victoria militar en el aire y las consecuencias del cese de hostilidades
militares inmediata. El Cese al fuego, la MOMEP; donde se describe el
proceso de paz gestionado por los observadores militares miembros de
los países garantes. Reconocimiento a los héroes; documento que describe el
agradecimiento a los soldados fallecidos, quienes lucharon y se sacrifica-
ron por defender su soberanía y su integridad territorial. Combatientes del
Cenepa; escrito que visibiliza mediante un listado a los militares y civiles
que fueron desplazados a la Zona de Operaciones “Cóndor”, como reco-
nocimiento a la memoria de los combatientes que serán recordados con
respeto y gratitud por las presentes y futuras generaciones que alcanza-
ron “La victoria militar y la paz con dignidad”.
Finalmente, el texto recuerda emocionado la gesta del Cenepa, el
proceso de negociación de los acuerdos de paz, signada por la volun-
tad política de dejar atrás un pasado de enfrentamientos para construir
un futuro de dignidad; constituye el fundamento de este documentos
histórico que rinde un homenaje a los combatientes, pero, en especial,
al ciudadano, a los ecuatorianos y ecuatorianas que son los verdaderos
protagonistas de la historia de la nación.

Centro de Estudios Históricos del Ejército (CEHE)


Capítulo I

Antecedentes Históricos
Resumen Histórico del problema limítrofe del Ecuador - Perú

El Ecuador en el transcurso del siglo XX, enfrentó sangrientas confla-


graciones bélicas con el Perú, que fisuraron la unidad de sus pueblos y la
frágil hermandad americana.
En la memoria histórica de nuestro país, en junio de 1903, se vivió
un ambiente tensionado, por la inminencia de un choque armado en el
sector del puesto de vigilancia de Angoteros, a orillas del río Napo1.
Al año siguiente, el 28 de julio de 1904, un grupo de soldados pe-
ruanos navegando aguas arriba del río Napo, se instaló en el sector de
Torres Causana, aduciendo que se encontraba en su territorio. Como era
lógico, el comandante del pequeño destacamento ecuatoriano, exigió la
desocupación inmediata del sector. El diálogo civilizado no prosperó, y
otra vez se tuvo que recurrir a la fuerza de las armas. Diecinueve solda-
dos ecuatorianos entre oficiales y tropa, cayeron en desigual combate.
Seis años después, en 1910, nuevamente el Ecuador y Perú, estuvie-
ron al borde de la guerra. Afortunadamente este flagelo apocalíptico se
pudo evitar para bien de las dos naciones; la mala vecindad continuaba,
aunque la rivalidad se mantenía en los militares acantonados en las dos
fronteras. Con el transcurso del tiempo, indefensos agricultores ecuato-
rianos fueron siempre objeto de agresiones y despojos de sus propiedades
por elementos de la guardia civil sureña.
Comenzaron los reclamos por parte de las autoridades peruanas so-
bre la supuesta posesión ilegal de territorio por parte de sus vecinos;
como corolario de estas acusaciones y desmentidos, el 5 de julio de 1941
se iniciaron los primeros encuentros armados, reiniciándose con mayor
intensidad a partir de la madrugada del 23 de julio.
En esa coyuntura, tanques blindados, la acción de la artillería e in-
tensos bombardeos de la aviación peruana desequilibraron las acciones.
El sacrificio de oficiales y soldados de los dos ejércitos, el éxodo de ciuda-
danos civiles y la intervención de países americanos como garantes de un
protocolo que desmembró territorio de un pueblo que confió en la equi-
dad de un documento, constituyeron el epílogo de los intensos combates.
En este sentido, una honda herida quedó abierta. La defectuosa de-
limitación de la frontera al margen del derecho y la justicia, continuó
representando un detonante sensible y peligroso que en cualquier mo-
mento podía propiciar acciones de armas.
1 Édison Macías Núñez, “Siglo XX, Evolución de una tragedia para vivir en paz”, Centro de Estudios
Históricos del Ejército, (Quito: 2013).

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Efectivamente, cuarenta años después, en enero de 1981, destaca-
mentos ecuatorianos en la cordillera del Cóndor, fueron bombardeados
por la poderosa aviación peruana. No sirvió de nada la intervención de la
diplomacia continental para que se evitara esta absurda contienda.
Los puestos militares ecuatorianos de Paquisha, Mayaicu y Machina-
za, fueron finalmente abandonados por sus defensores, quienes se vieron
imposibilitados de hacer frente a la aviación peruana, sin tener ningún
apoyo de sus elementos aéreos.
Nuevamente, representantes de los países garantes con delegados
diplomáticos y militares de las partes involucradas en el problema, luego
de largas, tediosas y expectantes reuniones en poblaciones fronterizas,
lograron imponer la suspensión de las hostilidades.
La inesperada construcción del destacamento de Pachacútec por
parte del ejército peruano en 1987 en territorio ecuatoriano reclamado
como propio, puso en alerta a la Brigada de Selva N° 21 Cóndor.
En el año de 1991 se produce un incidente armado cuando tropas
ecuatorianas construyen un destacamento a pocos metros del sector de
Etza, que a su vez el Perú impugna, por considerar una violación de su
soberanía. Provocando nuevamente la consabida tensión de los dos ejér-
citos. La invención de un pacto de caballeros con el propósito de solventar
el difícil aprieto, no tuvo argumentos suficientes que hicieran prevalecer
la cordura y la razón.
La guerra fue inevitable. Y es el 26 de enero de 1995, cuando cua-
tro equipos de combate de aproximadamente veinte efectivos cada uno,
con el nominativo del Escuadrón Zafiro, se vieron obligados a desalojar a
soldados peruanos de un helipuerto que habían construido en territorio
ecuatoriano.
En esa ocasión la iniciativa y decisión de expulsar a quienes ingre-
saran a territorio patrio, precipitaron los acontecimientos. El conflicto se
focalizó en la zona de la cordillera del Cóndor, particularmente en el Va-
lle del Alto Cenepa. Los ejércitos y las fuerzas aéreas de los dos países se
comprometieron en el conflicto armado mientras las fuerzas marítima se
mantenían en expectante alerta, listas para entrar en cualquier momento
en acción.
Finalmente, el 26 de octubre de 1998, luego de un largo proceso de
negociaciones, se firmó el histórico acuerdo de paz, registrado en la de-
nominada Acta Presidencial de Brasilia.

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Fortalecimiento de las Fuerzas Armadas

La frontera meridional del Ecuador desde su fundación republicana,


fue determinada en un área neurálgica para la consolidación territorial,
y para el mantenimiento de las relaciones bilaterales con el Perú. La
necesidad de lograr una demarcación territorial sobre los espacios
geográficos en disputa hizo que los temas de soberanía y seguridad
jerarquicen la agenda que trata o maneja las perspectivas que existen
sobre los límites fronterizos del Ecuador.
En un escenario donde se caracteriza a la época contemporánea del
Ecuador signada por una doble paradoja histórica: una dolorosa realidad
territorial que se ha transformado en una nación fuerte, en primer térmi-
no y, vinculada con esta situación exterior, un estado débil asediado por
las contradicciones de su propio proceso social interno.
Dentro de este complejo escenario, la realidad de una frontera vulne-
rada es, al mismo tiempo, el concepto central de su pretendida resolución.
Así, la delimitación del propio territorio, elemento clave de la soberanía
de los países modernos, ha sido el argumento tras el cual, perspectivas y
acciones han asumido la difícil tarea de buscar en teoría, la solución de la
realidad.
Si la frontera, como unidad geográfica y política, no existía desde
1941, diversos actores pretendieron desde el Estado, con más urgencia
cívica que coherencia administrativa, reconfigurar el mapa del país, di-
bujándolo como una entidad nacional.
Para ello, las nociones de desarrollo y colonización eran los bloques
sobre los cuales se alzaría la frontera, una “Frontera Viva”, elemento
substancial a la hora de pasar lectura a la situación limítrofe con el Pe-
rú, considerada como el tema jerárquico de la política internacional del
Ecuador hacia finales del siglo XX.
La formulación de políticas de “Fronteras Vivas”, ubicadas en la
región meridional del Ecuador, como parte de las decisiones guberna-
mentales respecto a la política internacional del país, fueron consideradas
de alto Interés Nacional.
La Ley de Seguridad Nacional daría a las Fuerzas Armadas, una línea
estructural que no poseía antes de la década de los años setenta, permitiendo
que ante la situación de tensión territorial con el Perú, establezca un estatuto,
que incorporaba políticas, actores y acciones. El discurso de política exterior
y política doméstica del Ecuador, y más precisamente de su Cancillería, se
delinearía de acuerdo a la noción de balance de poder, desarrollada al in-

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terior de la teoría realista de Relaciones Internacionales, que los militares
habían asumido para actuar en defensa de la nación en peligro.
Por otro lado, agentes estatales, esta vez de carácter regional, asumi-
rían la tarea de planificar un desarrollo centrado en la dinamización de una
economía agrícola, si bien, el asunto de la seguridad estaba en un plano
básicamente discursivo, pues el interés de las entidades seccionales res-
pondía más a las dos presiones demográficas del área en cuestión. La zona
de Loja, Zamora Chinchipe y el Oro, sería el escenario más fructífero, por
lo menos en el ámbito de las propuestas de pre factibilidad, de estas metas.
Las “Fronteras Vivas” responden a eventos de carácter externo e
interno que, conducidos por agentes estatales, permiten por un lado,
fortalecerlos institucionalmente, y por otro, mediatizar la conflictividad
interna en diversos niveles de gestión.
En la década de los años 60 del siglo XX, se decidió que en el Ecuador
debía funcionar un programa del Acción Cívica dirigido por sus Fuerzas
Armadas, que cubriera ciertas áreas del país, luego a partir de las tran-
siciones democráticas a principios de los años 80, prevaleció en América
Latina una nueva agenda de seguridad destinada a los ejércitos naciona-
les, fruto e influencia de una situación internacional más compleja, donde
el objetivo es combatir nuevas amenazas, tales como el narcotráfico, la
delincuencia, la inmigración ilegal al exterior, la explosión demográfica,
el terrorismo etc.
Esta participación de las Fuerzas Armadas en el desarrollo como
una doctrina de defensa tiene varios contornos: un proyecto educativo
orientado a la construcción o fomento de valores ciudadanos con la in-
tegración de unidades educativas urbanas y agrarias. Su nivel más alto
respondió al fomento de áreas estratégicas en los campos de la tecnología
y la gestión del desarrollo.
Otro perfil se define por los programas agrarios, de apoyo a los pro-
cesos de autogestión comunitaria, capacitación, desarrollo tecnológico,
desarrollo productivo agrario, conservación de recursos naturales.
A estos objetivos se suman las tareas tradicionales contempladas en
los programas de “acción cívica” centrados en la dotación de infraestruc-
tura y otros.
Esta reorientación de los roles institucionales de las Fuerzas Armadas
implica aumentar cuantitativa y cualitativamente la eficiencia profesio-
nal, sobre la base de un proceso de perfeccionamiento en los campos del
desarrollo científico, tecnológico y político, y en la autogestión en varios
servicios institucionales.

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Funciones que ha aumentado su autonomía con respecto a la socie-
dad y al mismo Estado, situación que se reforzó con la participación de
las Fuerzas Armadas en ámbitos fuera del espacio estatal, articulando
hacia ellos otros actores del desarrollo2.

Preparación militar de Fuerzas Armadas

El fracaso militar de 1941 hizo que los gobiernos tomaran conciencia


de sus deberes con la Defensa Nacional, pero la penuria fiscal sólo permi-
tía atender las necesidades más apremiantes.
Tal situación cambió a partir de 1972 con el Boom Petrolero ecuato-
riano3 y la exportación de su petróleo. Mediante Registro Oficial emitido
el 01 de noviembre de 1971 en la Administración del Señor General de
Brigada Guillermo Rodríguez Lara, Presidente de la República, se facul-
ta al Ministerio de Finanzas el financiamiento de dos aviones JET, para
Ecuatoriana de Aviación.
La adquisición de material bélico de valor estratégico realizada por el
Gobierno Militar (1972-1979), consciente de que no es posible vencer en la
guerra si no se dispone del material bélico esencial. Se decidió adquirir el
material bélico indispensable, ante el rearme peruano de los años setenta,
que según se proponía, era para invadir Chile al cumplirse el centenario
de la Guerra del Pacífico. Adicional se tenía presente que las poderosas
armas adquiridas por el Perú para enfrentar a Colombia en el conflicto
de Leticia (1932-1935), terminaron siendo utilizadas contra el Ecuador en
1941. Se consideró que el Perú persistía en rechazar una solución de jus-
ticia a la inexistencia divisoria de aguas de los ríos Zamora y Santiago,
constante en el Protocolo de Río de Janeiro. Por lo antes anotado, el gobier-
no ecuatoriano adquirió: vehículos blindados de diferentes capacidades y
características (Brigada Blindada), dos submarinos, seis corbetas misileras,
que llegaron en 1982 y 1983, sendos escuadrones de aviones supersónicos
Jaguar y Mirage y algunos subsónicos de otros tipos4.
2 Luis Alberto Revelo, Adrián Bonilla, “Fronteras vivas en el Ecuador Meridional: las políticas y ac-
ciones desde el Estado 1979-1998”, coordinador del área de Relaciones Internacionales y Ciencias
Políticas de FLACSO, sede Ecuador, (Quito:2003).
3 Sus características principales son el aumento del PIB, sustancialmente por encima del 5%, el
incremento significativo del gasto público en su mayoría en infraestructura o gasto social tra-
duciéndose en mayor inversión privada y un aumento en la calidad de vida. Y no olvidemos que
beneficio a la economía del país.
4 José Gallardo Román, Memoria del Conflicto Bélico de 1995. tomo II, Promoción LXIV de Esta-
do Mayor, “El nivel Político, Estratégico del Conflicto Bélico del Alto Cenepa”, relatos de una promo-
ción combatiente y victoriosa, (Quito: 2012).

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Abastecimiento Aéreo a las tropas que combatieron
en la Cordillera del Cóndor, 1981.

En el año de 1972, durante el gobierno militar; nacionalista y revo-


lucionario, el país dio un salto cuantitativo y cualitativo, dando como
resultado que en el año de 1973, el Ecuador obtenga el crecimiento
económico más alto de Latinoamérica (13.5%), sumado a la gran obra
pública (puentes, carreteras, aeropuertos, puertos marítimos, entre
otros). Esto permitió el aumento de la capacidad operativa de las
FF.AA. con la adquisición de armamento con tecnología de punta para
ese tiempo, destacándose la compra para el Ejército de tanques fran-
ceses AMX-13, aviones Arava, Pilatus y Turbo Porter PC-6-32-H2; se
adquirió 1.659 vehículos de carga, transporte de tropas, helicópteros
Alouette III y Puma.
En el transcurso del año de 1972 se crea el Instituto de Altos Estudios
Nacionales y en octubre del mismo año fueron entregados a la Fuerza Aérea
Ecuatoriana los primeros aviones jet británicos de entrenamiento y ataque
Strikemaster MK-89, que conformaron el Escuadrón “Halcones”, de igual

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forma llegan al país los helicópteros Alouette ; En 1975 llegaron 12 aviones
Cessna “A-37B Dragonfly”, a los que se denominarían “Dragones”.
El 19 de octubre de 1973, Mediante Decreto Supremo Nº 1207, publi-
cado en registro oficial Nº 419 del 26 de octubre de 1973, se creó con sede
en la ciudad de Quito, la Dirección de Industrias del Ejército (DINE), como
entidad de derecho público con personería jurídica, patrimonio y fondos
propios.
En 1977 se produce la creación de la Escuela Politécnica del Ejército
(ESPE) y enero de ese año se incorpora a la Fuerza Aérea Ecuatoriana,
el primer Escuadrón de Combate Supersónico “Jaguar” de fabricación
británica; el 26 de julio de 1979 inician su operación los aviones supersó-
nicos “Mirage F-1” de fabricación francesa.
En el año de 1980 llegaron los helicópteros BELL 212; y en 1981, son
repotenciados los aviones AT-33 de fabricación norteamericana. En mar-
zo de 1982 entran en operación los aviones Kfir C-2 de fabricación israelí,
en éste mismo año se incorporan los radares AR-3D y AR-15M para la
vigilancia y control del espacio aéreo. Para el año de 1990 se adquieren
los helicópteros TH-57, se realiza la compra de los misiles aire-aire MA-
GIC-2 y PHYTON-3 en el año de 1992, incrementando de esta manera la
capacidad operacional de la aviación supersónica.
En lo concerniente a la Fuerza Naval, en 1970 fueron adquiridas
tres lanchas torpederas, construidas en los astilleros de Alemania Fede-
ral, bautizadas con el nombre de: Manta, Tulcán y Nuevo Rocafuerte;
en 1976, tres lanchas misileras TNC-45 denominadas: Quito, Guayaquil
y Cuenca, equipadas con misiles MM-38 Exocet, cañones Otomelara y
ametalladoras Oerlikon 35mm; en 1978 arriban los submarinos tipo
U-209, Shyri y Huancavilca; y el buque de desembarco Hualcopo. Así
mismo, se incorpora el Buque Escuela Guayas para el entrenamiento de
oficiales y tripulantes.
En la década de los años 80 se incorporan a la fuerza naval: seis
corbetas italianas equipadas con modernos sistemas de detección, iden-
tificación (IFF) y sistemas de armas sofisticadas, así como los misiles de
superficie franceses Excocet MM-38, misiles antiaéreos Aspide, cañones
Otomelara calibre 76/62mm y Breda Bofors doble calibre 40/70mm, tor-
pedos antisubmarinos MK-46 MOD2, cargas de profundidad Gas/66,
sistemas de guerra electrónica activa y pasiva con telecomunicaciones
centralizadas.
Otras adquisiciones realizadas en la década de los ochenta para las
Fuerzas Armadas ecuatorianas fueron: los helicópteros de transporte

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Puma y Superpuma y de combate Gazzelle de fabricación francesa. Tam-
bién, se compró a España un avión de transporte y abastecimientos Casa
NN-235. A finales de los ochenta e inicios de los noventa se emplean en
las operaciones militares, vehículos Hummer, todo terreno de fabricación
norteamericana y se construyen seis lanchas fluviales, casco de acero y
superestructura de aluminio, para transporte fluvial y de pasajeros, para
el gobierno nacional.
En los años ochenta, el frente militar demostró al Consejo de Segu-
ridad Nacional (COSENA), que en el Conflicto de Paquisha de 1981, el
Ecuador se vio forzado a retirar sus pequeños destacamentos de la fal-
da oriental de la Cordillera del Cóndor, porque carecía de las fuerzas
adecuadas para rechazar los poderosos ataques peruanos, y le planteó
observar que esa peligrosa vulnerabilidad persistía, logrando que el Go-
bierno decidiera adquirir un escuadrón de aviones supersónicos Kfir, un
grupo de carros blindados a rueda y una flota de helicópteros de com-
bate y transporte. Para esta decisión, también influyó la grave amenaza
contenida en la tesis del militarismo peruano, de que debían tomar una
“prenda territorial” en el Ecuador, para obligarlo a aceptar definitivamen-
te el Protocolo de Río de Janeiro, renunciando a su aspiración de lograr
una salida territorial y directa al río Marañón.
Al inicio de los años noventa y en virtud de los planteamientos del
frente militar, el gobierno nacional, asignó los recursos necesarios para
que el ejército ecuatoriano contrate la reparación de todos sus helicópte-
ros, y remplace totalmente sus fusiles y ametralladoras con un armamento
moderno, el Heckler&Koch HK-33, patente alemana fabricado en Ingla-
terra y adquiriera material bélico que fue decisivo en el conflicto bélico
del Cenepa el lanzador múltiple BM-21, el 9K30 Igla (misil superficie-aire
ruso guiado por infrarrojos SAM) y el lanzacohetes portátil de origen
ruso RPG-7V.
El apoyo de la población civil a las Fuerzas Armadas, fue dirigido
por las Direcciones Provinciales de la Defensa Civil en todo el país, co-
mo consecuencia del apoyo exitoso que proporcionó el núcleo de dicha
institución, creado en Guayaquil en 1981, para la coperación y prepara-
ción de la defensa de esa ciudad, que vino a fortalecer en alta medida, el
apoyo de la población civil a la Defensa Nacional.
Similiar resultado se obtuvo de las siguientes acciones: la creación
en 1981 de las Fuerzas de Resistencia en Guayaquil y El Oro, las que se
extendieron a nivel nacional; el restablecimiento de la instrucción militar
estudiantil con los estudiantes en Loja en 1986; la creación de los colegios

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militares de Guayaquil, Cuenca, Machala y Loja en 1991 y 1992, acción
que determinó que se fueran estableciendo otros institutos militares en
otras ciudades de la patria, en conjunto con la intensificación del apoyo
militar a las comunidades marginadas en todo el Ecuador.
Toda esta infraestructura bélica conseguida en las décadas del se-
tenta, ochenta y primeros años del noventa, unido a una excelente
preparación del soldado ecuatoriano, permitieron que se consiguiera el
triunfo incuestionable en 1995 en el Alto Cenepa.

Memoria histórica del conflicto de la Cordillera del Cóndor de 1981

La crisis económica, provocada por los ingentes egresos de la compra


desmesurada de material bélico, sumados a los estragos causados por los
movimientos subversivos que operaban en Perú, generaron descontento,
desconfianza y la protesta generalizada de la población civil peruana.
En ese estado de cosas y para amainar la crisis que ya se evidenciaba,
el presidente peruano Fernando Belaúnde Terry y su gobierno, decidie-
ron solucionar sus problemas internos, con una clara agresión militar al
Ecuador. Pero para hacerlo, debía buscar un pretexto que justifique tan
temeraria y desleal decisión ante la opinión pública nacional y extranjera
de los países americanos. El argumento para sostener que el puesto mili-
tar de Paquisha estaba en territorio peruano, fue el detonante para que el
Perú iniciara su provocación.
El 22 de enero de 1981, el Teniente Víctor Hugo Valencia5, pilotean-
do un helicóptero del Servicio Aéreo del Ejército, aterrizó en Paquisha
con la misión de abastecer al personal militar y civil que trabajaba en la
construcción de instalaciones prefabricadas, que debían inaugurarse el
próximo 12 de febrero, día del Oriente. En esas circunstancias un helicóp-
tero peruano ametralló al personal allí presente, causando graves heridas
al Teniente Valencia, mientras que el agresor tuvo que retirarse ante la
respuesta de los soldados ecuatorianos con el fuego de sus armas.
Los días siguientes continuaron los bombardeos a Paquisha, cuyos
defensores tuvieron que retirarse a sectores aledaños para seguir man-
teniendo su control. Los puestos militares de Mayaicu y Machinaza
5 El 22 de enero de 1981, aproximadamente a las 11h55, un helicóptero peruano se dirigió hacia
el puesto militar de Paquisha y abrió fuego contra el personal y el helicóptero que minutos an-
tes había llegado piloteado por el teniente Víctor Hugo Valencia. Este oficial, que pertenecía al
Servicio Aéreo del Ejército, resultó gravemente herido en la cabeza; el helicóptero fue levemente
impactado en el tanque de combustible. El personal militar reaccionó de inmediato disparando
sus fusiles, actitud que obligó al piloto peruano alejarse del sector.

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sufrieron también los efectos devastadores de la aviación peruana, en la
zona de operaciones de la Cordillera del Cóndor.
El 26 de enero 1981, tras una exigente rutina de trabajo debido a la
emergencia nacional, en tres días se desempacaron y armaron 7 aviones
Strikemaster MK-89 “Halcones”, que se encontraban desactivados, los
mismos que se desplegaron a la Base Aérea de Guayaquil, con la misión
de proteger el Golfo de Guayaquil y realizar patrullaje marítimo hasta el
sector de Salinas.
Las Fuerzas Armadas Peruanas dieron cumplimiento al “Plan Alto
Comaina”, al mando de la V Región Militar del Ejército del Perú y bajo
el mando del General de División EP. Eduardo Salhuana Mackee, como
Comandante del Teatro de Operaciones del Nor-Oriente (TONO), quien
dio la orden de iniciar la operación de desalojo, el 29 de enero de 1981,
mediante una operación helitransportada para desembarcar 150 hom-
bres en el sector de Comaina.
En la memoria histórica militar de la Fuerza Aérea Ecuatoriana está
escrito que el Escuadrón A-37B “Dragones”, cumplió misiones de patru-
lla aérea de combate en el área de conflicto, el 28 de enero se ejecuta la
primera acción de combate aéreo real librada en la historia de la Fuerza
Aérea Ecuatoriana. El mismo día a las 14h00, durante una misión de reco-
nocimiento armado, sobre la ladera oriental de la Cordillera del Cóndor,
en la ruta Los Encuentros-Paquisha; El avión FAE 384, tripulado por el
capitán Romel Romo (líder) y el teniente Jorge Gabela, junto a su número
el FAE 381 del teniente Víctor Peña y el teniente Galo Chico, se trabaron
en combate cercano con dos aviones A-37B peruanos. Durante el comba-
te el FAE 381, fue impactado por dos proyectiles enemigos, retornando a
su base de operación sin mayores daños.
Para el año de 1981, las unidades aún no estaban operativas y los
pilotos tenían poca experiencia en sus aeronaves. Las tácticas estaban en
desarrollo y el entrenamiento llevaría su tiempo, debido a la complejidad
de sus máquinas.
Durante el conflicto bélico de Paquisha, los aviones disponibles se
desplegaron a diferentes pistas. Así, los aviones MK-1 Jaguar se alistaban
para iniciar una ofensiva a puntos estratégicos del enemigo, mientras
cumplían misiones de corrida electrónica; mientras los aviones F1 Mira-
ge cumplieron agotadoras y tensas misiones de defensa aérea y patrulla
en el aérea de combate, junto a los otros escuadrones de la Fuerza Aérea;
ventajosamente, la acción diplomática y la asistencia de los países ga-
rantes del Protocolo de Río de Janeiro, restablecieron la paz, luego de

20
reuniones realizadas alternadamente en las ciudades de Huaquillas y
Aguas Verdes.
La Zona de Operaciones de la Cordillera del Cóndor estuvo bajo la
responsabilidad del “Agrupamiento Táctico de Selva Cóndor” al mando
del Teniente Coronel Carlomagno Andrade como comandante del Agru-
pamiento; Teniente Coronel Miguel Eduardo Zaldumbide comandante
del Batallón de Selva Zamora; Teniente Coronel Gonzalo Bueno Jefe de
Estado Mayor y Oficial de Operaciones; Mayor Patricio Núñez Oficial
de Inteligencia; Mayor Telmo Sandoval Barahona Oficial de Personal y
Logística; Teniente (Fuerza Naval) Vicente Canelos auxiliar de Personal
y Logística.
Con el propósito de honrar la memoria de los héroes nacionales
fallecidos en combate y reconocer a quienes se hayan distinguido por
su extraordinario valor en acción de armas, en defensa de la soberanía

Croquiz de situación de la Cordillera del Cóndor en 1981.


Archivo Grad. (+) Richelieu Levoyer.

21
nacional, como a los miembros de las unidades que en forma heroica
en acciones de armas, demostraron valor y tenacidad en el frente de
combate, independiente del resultado de la acción. Fueron condecora-
das con la Cruz al Merito de Guerra, en el estadio Olímpico Atahualpa
de la ciudad de Quito, el 24 de Mayo de 1981, de acuerdo al Registro
Oficial N° 5 del 22 de mayo de 1981, con el decreto N°1161, Art. 1, con
presencia del señor Presidente Constitucional de la República Abogado
Jaime Roldós Aguilera, las siguientes unidades como ejemplo para las
futuras generaciones:

Grupo de Fuerzas Especiales N° 1


Batallón de Selva N° 53 Zamora
Aviación del Ejército
Batallón de Infantería de Marina
Escuadrón de Transportes de la Fuerza Aérea

22
Capítulo II

La Defensa del Territorio Nacional


Antecedentes histórico del conflicto de 1995

En el conflicto ecuatoriano-peruano de1995, prevaleció la opción bé-


lica no sólo porque los sucesos que precedieron al conflicto superaron los
límites de prevención y la voluntad de las decisiones individuales, sino
porque en ese momento político las salidas diplomáticas habrían altera-
do, por el mantenimiento del statu quo, la relación limítrofe.
La opción de la fuerza prevaleció además por la naturaleza anta-
gónica de las políticas exteriores respecto del tema territorial, por los
niveles extremadamente bajos de interrelación de ambas sociedades y
economías, por la cultura chauvinista alimentada desde los Estados y
por un contexto internacional cuya seguridad no se veía1.

Arquitecto Sixto A. Durán Ballén Cordovez, Presidente de la Re-


pública del Ecuador en 1995.

… Y, de pronto, ¡La Guerra!; desde el inicio de hostilidades el nueve


de enero de 1995 el Gobierno Nacional inicio una serie de reuniones con
el vicepresidente Alberto Dahik y los ministros de Relaciones Exteriores,
doctor Galo Leoro Franco y de Defensa, general José Gallardo Román;
luego se amplió con los miembros del Comando Conjunto, general Víc-
tor Bayas García (jefe del Comando Conjunto) y almirante Oswaldo
Viteri Jerez (Marina); general Jorge Ortega Espinosa (Ejército) y general
Guillermo Chiriboga Váscones (Fuerza Aérea); el ministro de Gobierno,
ingeniero Abraham Romero Cabrera y el secretario de la Administración,
doctor Carlos Carlos Larreátegui. Al conocer de movilizaciones de tropas
peruanas hacia la frontera, se convocó luego a todos los miembros del
Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), que contaba con tres de sus
miembros, además de los anteriormente nombrados, el presidente del
Congreso Nacional, doctor Heinz Moeller Freile, y de la Corte Supre-
ma, doctor Miguel Macías Hurtado; al ministro de Finanzas, economista
Modesto Correa San Andrés, y a la presidenta de la Junta Monetaria,
economista Ana Lucía Armijos Hidalgo. Esta combinación de los repre-
sentantes de los tres poderes había de estar, a partir del 26 de enero, en
sesión contínua y permanente, hasta el fin del período bélico, es decir,
hasta la primera quincena del mes de marzo. Más de dos meses de ac-

1 Adrián Bonilla: coordinador del área de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas de


FLACSO, sede Ecuador. Nueva Sociedad Nro. 143 Mayo - Junio 1996, Pág. 30-40.

25
Presidente Sixto Durán Ballén en el Palacio de Carondelet pronunciando su histórica
frase NI-UN-PASO-ATRÁS, febrero de 1995.

tuar como una sola mente, en un esfuerzo común para conseguir paz con
dignidad.
Frente a los hechos ordenados por el Comandante del Teatro de Ope-
raciones Norte y ejecutados por el teniente coronel Luis Hernández de
proceder militarmente a desalojar a soldados peruanos que estaban cons-
truyendo un helipuerto en el sitio que posteriormente se le llamaría Base
Norte, fue comunicado al Ministro de Defensa, quien, a su vez, le comunicó
tanto al COSENA, que estaba en sesión (enero 26), como al presidente de
la República, quienes estuvieron de acuerdo con tal acción. Paralelamente,
se informó que Perú movilizaba numerosas tropas y convoyes de abas-
tecimiento a la zona. Para el presidente de la República los meses más
intensos de su vida; fueron el período de enero a marzo. En Carondolet
se reunían con los antes nombrados funcionarios, cada vez que fuera ne-
cesario, no importaba la hora, y fueron muchas las madrugadas cuando
se dieron reuniones entre las tantas ocasiones que las emergencias así lo

26
Reunión de consulta a los ex presidentes y ex vicepresidentes,
convocada por el presidente Durán Ballén, enero, 1995.

ameritaban. Participaban de la misa con monseñor Raúl Vela Chiriboga


o su auxiliar y el reverendo padre Ricardo Chamorro Armas, quienes
acudían a palacio para oficiarla en la capilla2.
Desde esos primeros días se hizo evidente la excelente preparación
de nuestras Fuerzas Armadas, sobre todo, su total entrega a la causa de
la Patria; su actitud valiente y decidida, de no ceder ante la arremetida de
Perú, no obstante su superioridad numérica, tanto en elementos huma-
nos como en equipamiento militar.

Reunión con Ex Mandatarios


El día 27 de enero, convocó a todos los ex presidentes y ex vicepre-
sidentes del país a una reunión para demostrar, ante el país y Perú y el

2 Sixto A. Durán Ballén Cordovez, Presidente de la Republica del Ecuador en 1995, “A mi manera;
los años de Carondelet”, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede, Ecuador, tercera edición, Quito,
junio, 2011, pág., 118-126.

27
mundo, que estában unidos para defender el honor patrio. Fujimori se
equivocó.

Ni un paso atrás
Fue entonces cuando salió al balcón de Carondelet y frente a la Plaza
Grande abarrotada, expresó indignado, a todo el pueblo congregado ahí,
sobre esa propuesta de los garantes, afirmó: esta vez no retrocederíamos,
pues esa había sido la tradicional manera de perder nuestro territorio,
ante la manifestación de respaldo de la multitud, exclamó el presidente,
emocionado, con profunda convicción: “Esta vez no daremos; NI-UN-PA-
SO-ATRÁS”; que habría de volverse el grito de patriotismo y combate de
todos los ecuatorianos y de los soldados en todos los frentes; sus compo-
nentes no cedieran sus posiciones.

El nivel político estratégico del Conflicto Bélico del Alto Cenepa

El Ministerio de la Defensa a partir del 12 de diciembre de 1994, con-


juntamente con el Frente Militar responsable de preparar a las Fuerzas
Armadas Nacionales y de conducirlas en caso de conflicto bélico, según
lo disponía “La Ley de Seguridad Nacional” de ese entonces recibió el
informe que las fuerzas militares del Perú, localizadas en el río Cenepa,
habían recibido la orden de ocupar el curso alto de ese río, donde patru-
llaban las tropas ecuatorianas y cuando decidió, sin reticencias ni dudas,
recomendar al Presidente de la República que, en el caso de concretarse
la amenaza, se rechazara con las armas.
El Presidente de la República aprobó la recomendación y se inició
inmediatamente la preparación para iniciar las operaciones militares en
defensa a la Soberanía Nacional3.
Cuando el Frente Militar impartió la orden de preparar la defensa
del Alto Cenepa, dio disposiciones claras y terminantes para que se evi-
tara caer en las provocaciones peruanas. Con igual propósito prohibió
que las naves militares volaran en las proximidades del límite internacio-
nal, donde podían ser atacadas. Simultáneamente el Jefe del Comando
Conjunto, buscó insistentemente conversar con su similar del Perú, sin
obtener respuesta. Entonces se dedujo que el presidente Fujimori esta-
ba buscando lo que sería, en su concepto, un fácil éxito que lo llevaría
3 General José Gallardo Román, Ensayo sobre el conflicto del Cenepa: “El nivel: Político Estratégico
del Conflicto Bélico del Alto Cenepa”, informe de gestión; archivo del Centro de Estudios Históricos
del Ejercito (CEHE), Quito, 2014.

28
a un apoteósico triunfo en las elecciones de abril de 1995. Con el áni-
mo de evitar el enfrentamiento, el nueve de enero de 1995 se entregó a
elementos del Batallón de Selva N° 25 “Callao”4, en inmediaciones de
Cueva de los Tayos a una patrulla peruana compuesta por: él Tenien-
te de Infantería Romel Alvarado Torres, Teniente Marco Gómez y dos
técnicos en inteligencia militar, que fueron detenidos por el IV pelotón
de la Compañía de Operaciones Especiales N° 21 Cóndor, al mando
del Teniente Cristóbal Espinoza Y., quienes luego de infiltrarse en la
Zona de Combate del Valle del Cenepa, realizó operaciones especiales
de inteligencia para localizar la ubicación de las tropas de la Brigada de
Selva N° 21 Cóndor. Dos días después, se permitió a militares peruanos
buscar, en conjunto con nuestras tropas, a elementos de otra patrulla
que se dispersó cuando se produjo un intercambio de disparos al ser
sorprendida tratando de infiltrarse5.
Con el mismo espíritu conciliador y considerando que en las mon-
tañas selváticas no es posible delimitar precisamente el espacio aéreo, se
toleró vuelos de los helicópteros peruanos; pero, cuando resultaron peli-
grosos para la seguridad nacional, el Comandante de la Brigada Cóndor,
advirtió a su similar peruano que si continuaban los vuelos, se dispararía
contra los helicópteros.
El Frente Militar estaba muy consciente de la gran diferencia que
existía entre los poderes: políticos y militares de Ecuador y Perú y de la
grave amenaza que significaban para el comercio del Ecuador, que se
realiza en más del 75 % por la vía marítima, incluyendo el transporte del
petróleo. Adicional los ocho submarinos en condiciones de inmediato
empleo que disponía el Perú y la proximidad de sus bases aéreas. Pero
no por eso se debía renunciar a defender, a cualquier costo, la dignidad
y legítimos intereses del Ecuador, más, aún, sabiendo que en el pasa-
do, la indecisión para asumir oportunamente la defensa nacional había
alentado el brutal despojo territorial. Con igual decisión, el Comandante
del Agrupamiento Táctico General Miguel Iturralde -fuerza organizada

4 Batallón de Selva N° 25 “Callao”; orgánico de la V División de Infantería de Selva que se encon-


traba subordinada a la V Región Militar y Operacionalmente al comandante del Teatro de Opera-
ciones del Nororiente con sede en Iquitos. (Análisis peruano: revista Caretas, 16 de maro de 1995).
5 Patrulla Toño, perteneciente al Batallón de Infantería de Selva N° 25 “Callao” del Ejercito del
Perú, quienes realizaron una operación especial de inteligencia en el Valle del Cenepa y fueran
descubiertos por elementos de la COE 4/21 Cóndor, de acuerdo al informe de operaciones del
“Agrupamiento Táctico General Miguel Iturralde” (enero, 1995); relato contrastado con los co-
mandantes de los tres elementos peruanos de la patrulla peruana que sobrevivieron al conflicto,
Perú, Lima,1998.

29
en memoria del noble Comandante General del Ejército fallecido en el
mes de noviembre de 1994-, al descubrir que fuerzas peruanas infiltradas
estaban construyendo un helipuerto a la retaguardia de las línea defen-
siva ecuatoriana, dio la orden de desalojarlas, orden que fue confirmada
por todos los niveles del mando hasta el Presidente de la República que
recibió la información respectiva en una sesión histórica del Consejo de
Seguridad Nacional.
El conflicto provocado por el Perú fue una sorpresa, porque en esos
momentos las relaciones entre los dos países eran cordiales y en el ám-
bito militar, normales. Si el Ecuador no estaba preparado, corría grave
riesgo de ser derrotado.
La victoria militar en el conflicto del Cenepa fue el resultado del ar-
mónico y eficiente funcionamiento de todos los niveles de la estructura
de la Seguridad Nacional. En el nivel Político-Militar, la Ley de Seguri-
dad Nacional, entonces vigente, disponía:
Art. 9.- El Consejo de Seguridad Nacional estará conformado por el Pre-
sidente de la República, quien lo presidirá, y por los siguientes miembros: …d)
Directores de los Frentes de Acción de Seguridad Nacional; e) Jefe del Comando
Conjunto de las Fuerzas Armadas….
Art. 11.- Corresponde al Consejo de Seguridad Nacional: a) Recomendar
sobre la formulación de la política de seguridad nacional….
Art. 13.- La Secretaría General del Consejo de Seguridad, que estará a
cargo de un Secretario General, es un organismo de nivel superior, depen-
diente de la Presidencia de la República. Su misión es asesorar al Consejo de
Seguridad y facilitar su funcionamiento, tramitar las decisiones del Presidente
de la República, elaborar los planes de Seguridad Nacional y coordinar las
actividades específicas de todos los organismos de seguridad nacional.
Art. 18.- Los Frentes de Acción de Seguridad Nacional son: a) Frente Ex-
terno; b) Frente Interno; c) Frente Económico; y d) Frente Militar.
Art. 35.- El Frente Militar está constituido por el Ministro de Defensa Nacio-
nal y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Su dirección corresponde al
Ministro del Ramo, responsable de la ejecución de la política militar de las Fuerzas
Armadas, determinada por el Presidente de la República.
Art. 36.- “El Frente Militar tiene la responsabilidad y la misión principal
de organizar y preparar eficientemente, desde el tiempo de paz, a las Fuerzas
Armadas Nacionales y de conducirlas en caso de conflicto bélico”. En cumpli-
miento de dichas disposiciones legales, el Frente Militar venía presentando a los
diferentes gobiernos, en base de la respectiva planificación, los requerimientos de
las Fuerzas Armadas.

30
La toma de decisiones del Ministerio de Defensa Nacional

En conocimiento de la amenaza peruana de ocupar el Alto Cenepa, el


Ministro de Defensa dispuso la inmediata reunión del Frente Militar, con
la presencia inclusive de los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas. Des-
pués de escuchar la apreciación de la situación, presentada por el Estado
Mayor del Comando Conjunto (CC.FF.AA), el Ministro expresó que, de
concretarse la amenaza del ejército del Perú, se debía rechazar con todo
heroísmo y determinación porque, de quedar impune esta nueva afrenta,
se estaría sepultando definitivamente la autoestima nacional; y agregó
que, como esta decisión tendrá consecuencias trascendentales, requería
el criterio del Jefe del Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas y de
los Comandantes de las Fuerzas, así como de sus Jefes de Estado Mayor.
Cada uno de los aludidos expresó su acuerdo con la decisión de re-
chazar a los invasores. Luego el Ministro dispuso que se evite caer en
las provocaciones peruanas. Prohibió el vuelo de las aeronaves militares
en las proximidades del límite político para evitar que sean derribadas,
y dispuso que, si se producía la guerra, no se ataque los destacamen-
tos peruanos, porque esa acción podría provocar la guerra total que al
Ecuador no le convenía en razón de que el Perú tenía ocho submarinos
que podrían atacar el comercio internacional del país, particularmente
las exportaciones petroleras.
También señaló la tremenda desventaja de que nuestros aviones ca-
recían de la autonomía de vuelo necesaria para llegar y retornar de Lima
y el Callao, donde están las instalaciones industriales y militares más
importantes del Perú, denotó que, si bien una parte de las numerosas
fuerzas blindadas y mecanizadas peruanas no estaban en óptimas condi-
ciones de empleo, eso lo podían solucionar en corto tiempo.
En la misma reunión se dispuso que a la unidad militar a organizarse
para la defensa del Alto Cenepa se la dote del apoyo de combate y logís-
tico adecuado para que pueda operar eficientemente, que se le asigne
el armamento antiaéreo más apto para repeler los probables ataques de
los helicópteros artillados y blindados peruanos contra nuestras tropas,
como sucedió en 1981. Se ordenó, además, la ocupación inmediata de las
posiciones en el Alto Cenepa y el despliegue secreto de una parte de las
Fuerzas Armadas hacia la frontera con el propósito de evitar sorpresas.
Inmediatamente el Ministro con el Comando Conjunto fueron a
informar al Vicepresidente de la República sobre lo que sucedía y le soli-
citaron que pidiera al Presidente, que se encontraba operado en EE.UU.,

31
la aprobación de las disposiciones dadas por el Frente Militar. A primera
hora del siguiente día, el Vicepresidente hizo conocer al Ministro de De-
fensa la aprobación del Presidente6.

Acciones principales del Frente Militar

Durante la emergencia nacional de 1995, el Ministro de Defensa


Nacional, Director del Frente Militar, mantuvo informado al instante y
permanentemente al Presidente de la República sobre los resultados de
los combates, formulándole las respectivas recomendaciones, y junto
con los miembros del Comando Conjunto concurrieron a las frecuentes
reuniones del Consejo de Seguridad Nacional, declarado por el Presi-
dente en sesión permanente, para allí informar a sus miembros sobre
los sucesos del frente de batalla, absolver sus inquietudes, formularles
los requerimientos de las Fuerzas Armadas para el éxito de la guerra y
para, a través del Ministro de Defensa, expresar los criterios militares en
relación a las negociaciones diplomáticas.
Simultáneamente coordinaban con los otros Frentes de la Seguridad
Nacional para obtener los apoyos necesarios para el esfuerzo de guerra;
informaban a la población, a través del Jefe del CC.FF.AA., y previa
aprobación del Ministro, sobre los resultados de los combates; coordi-
naban con los medios de comunicación nacionales y extranjeros para
que la información fuera veraz y oportuna y facilitaban a sus reporteros
las visitas a las áreas fronterizas; organizaban el apoyo de la población
a las tropas, a través de los oficiales generales y superiores en servicio
pasivo designados para el efecto, los que actuaban en las provincias;
se desplazaban a las áreas fronterizas para verificar personalmente la
situación que se vivía en las mismas; organizaban y supervisaban el
reclutamiento y reentrenamiento de las reservas, y gestionaban la ad-
quisición del material bélico y los apoyos logísticos requeridos para el
éxito de las operaciones militares. Todo esto sin perjuicio de la conduc-
ción estratégica de la guerra por el Comando Conjunto7.

6 Extracto del Informe del Ministro de Defensa Nacional, General José Gallardo Román, ensayo,
archivo del Centro de Estudios Históricos del Ejercito (CEHE), Quito, 1998.
7 Centro de Estudios Históricos del Ejército; “Análisis Doctrinario del Conflicto”, Informes, Quito,
2014.

32
La defensa de la soberanía y la integridad territorial

Las Fuerzas Armadas Ecuatorianas dando cumplimiento a la Cons-


titución de la República vigente en 1994, tuvo como misión fundamental
la conservación de la soberanía nacional mediante una defensa íntegra
del estado con unidades permanentes y fuerzas de reserva organizadas
según las necesidades de la seguridad nacional que se estableció a partir
del 12 de diciembre de 1994, en que el Frente Militar que era el respon-
sable de conducir las operaciones militares, recibió el informe de que las
Fuerzas del Perú localizadas en el Valle del Cenepa, se encontraban ocu-
pando posiciones en la cabecera del Río Cenepa.
Por lo que declarado el estado de emergencia en todo el territorio
nacional en 1995, le correspondía al Presidente de la República Arquitec-
to Sixto Durán Ballén, como Jefe de Estado Constitucional, conducir en
el nivel político estratégico al país y sus Fuerzas Armadas. Para la toma
de decisiones, estaba apoyado por el Consejo de Seguridad Nacional, en
el que se encontraban representadas todas las funciones del Estado y los
ministros que dirigían los frentes interno, externo, económico, social y
militar. Disponía, además, del asesoramiento del Ministerio de Defensa,
encabezado por el General José Gallardo Román.
En el Nivel Estratégico Militar, el Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas era responsable de la planificación y conducción estratégica de
las operaciones, en el Teatro de Guerra que correspondía a todo el terri-
torio nacional y el insular. A la cabeza de esta institución se encontraba
el General Víctor Bayas García, junto a los tres comandantes de fuer-
za: el General Jorge Ortega, Comandante del Ejército; el Vicealmirante
Oswaldo Viteri, Comandante de la Fuerza Naval; y el General Guillermo
Chiriboga, Comandante de la Fuerza Aérea.
En el Nivel Operativo, la conducción era responsabilidad de los co-
mandantes de los tres teatros de operaciones: terrestre, naval y aéreo.
El Teatro de Operaciones Terrestre estuvo defendido por el Ejército de
Operaciones, al mando del General de División Paco Moncayo Gallegos.
El Plan a ejecutar por el Ejército de Operaciones, se denominaba
“Soberanía”. La distribución de las fuerzas, fue la siguiente: la Primera
División de Ejército, en la Zona de Operaciones Sur, en la provincia de
“El Oro”; la Brigada Nº 5 “Guayas”, en la Zona de Operaciones Occiden-
tal, responsable de la defensa de las provincias de Guayas y Manabí; Las
Brigadas de Selva Nº 17, 19 y 21, en las tres zonas de operaciones ama-
zónicas; los Agrupamientos “Carchi” y “Esmeraldas” dando seguridad

33
a sus respectivas provincias y el Agrupamiento “Guayaquil” protegien-
do el Puerto Principal; la Brigada Blindada Nº 11, la Brigada de Fuerzas
Especiales Nº 9, la Brigada Aérea Nº. 15, el Cuerpo de Ingenieros Nº 23,
bajo control del Comandante del Teatro de Operaciones, y la Brigada de
Apoyo Logístico Nº 25, en apoyo general al Ejército de Operaciones. En
las provincias centrales andinas estaba constituida la Zona del Interior,
que es la que debía sostener el esfuerzo de la guerra.
La Fuerza Aérea realizó un despliegue aéreo sin precedentes: se creó
un Agrupamiento Especial llamado Grupo Aéreo Amazonas, compuesto
por personal y equipos de las Alas de Combate Nº 22 y Nº 23, con el
fin de proporcionar apoyo aéreo aproximado y rescate de combate en la
zona del teatro de operaciones del Alto Cenepa, donde combatía valien-
temente nuestra Fuerza Terrestre.
Los Escuadrones de Combate de las Alas Nº 21 y Nº 23, de la Escuela
Militar de Aviación y el Escuadrón de Reconocimiento, en coordinación
con los radares de la Defensa Aérea, desarrollaron un importante esfuer-
zo operativo y logístico, a fin de mantenerse en óptimas condiciones para
el cumplimiento de su misión.
Durante 1995, el objetivo estratégico impuesto por la Armada del
Ecuador fue, “Impedir que la Fuerza Naval del Perú obtenga el control
del mar”, el mismo que se logró manteniendo un eficiente control naval
de tráfico marítimo, a través de la exploración aeromarítima, vigilancia
aérea, control de costas, detección submarina y acciones coordinadas con
la autoridad marítima nacional; en consecuencia, la Fuerza Naval contri-
buyó al éxito militar alcanzado por las Fuerzas Armadas Ecuatorianas en
el conflicto del Cenepa.
Al término de los combates, el Ecuador mantuvo sus posiciones, los
mandos y heroicas unidades de la Fuerza Terrestre y de la Fuerza Aérea
cumplieron con decisión y valor sus misiones; del mismo modo, respeta-
ron las decisiones políticas y, aún a sabiendas de las enormes limitaciones
a que estaban sometidos, las aceptaron y buscaron formas de operar que
aseguren la victoria. Las Fuerzas Armadas pagaron con esfuerzo y sacri-
ficio una larga deuda de honor que tenían con el pueblo ecuatoriano.

34
Capítulo III

Análisis del Teatro de Operaciones


en el Valle del Cenepa
Descripción del Teatro de Operaciones en la Cordillera del Cóndor

Ubicación1.- La cordillera del Cóndor es una cadena montañosa oriental


de la cordillera de los Andes que es compartida y forma parte en 1995
de la frontera internacional entre Ecuador y el Perú. Se extiende 150 km
aproximadamente de norte a sur y su máxima elevación alcanza los 2.900
metros aproximadamente. En su vertiente oriental, fluyen el río Santia-
go y el río Cenepa. La Cordillera del Cóndor en el Ecuador, está situada
en el sur este selvático del territorio ecuatoriano, ocupando parte de las
provincias de Morona Santiago y Zamora Chinchipe
Relieve.- El territorio es muy accidentado siendo completamente
abrupto en el lado occidental con pendientes que sobrepasan el 60% y
relativamente ondulado al este y sur a inmediaciones de los ríos San-
tiago y Marañón. La Cordillera del Cóndor que es una prolongación de
la Cordillera de los Andes, nace de la confluencia de los ríos Canchis y
San Francisco, sigue una dirección noreste y muere a 2.5 km. aproxima-
damente antes de la confluencia de los ríos Santiago y Yaupi, con una
longitud aproximada de 320 kms. y una altitud promedio de 2.200 me-
tros sobre el nivel del mar, siendo la parte más alta tres cumbres con
3.293 metros. De esta cordillera, se desprenden numerosos contrafuertes
o cordilleras secundarias.
Hidrografía.- La orografía de la región determina la existencia de tres
cuencas hidrográficas: la del Santiago, la del Marañón y la del Cenepa.
Clima.- Las características propias de esta región se clasifican en:
- Bosque muy húmedo tropical.- Este tipo de bosque posee una
temperatura media igual o mayor a los 24ºC y una precipitación pluvial
anual entre los 2.700 a 3.000 mm. Cubre el 50% del territorio y comprende
las cuencas de los ríos Santiago, Cenepa.
- Bosque pluvial premontano tropical.- Abarca aproximadamente el
40% de extensión en la región y se ubica de los 600 a 700 metros, llegando
hasta los 2.000 metros. Posee una temperatura de 22º a 24ºC; las noches
son más bien frías y un promedio de precipitación pluvial anual de 3.000
mm. Comprende la margen izquierda del río Cenepa, principalmente
abarca la parte oriental de la Cordillera del Cóndor, inmediatamente des-
pués del divortium aquarum.
- Bosque pluvial montano tropical.- Abarca aproximadamente
menos del 10% de extensión del territorio, se sitúa encima de los 2.000
1 CrI. EP. Fournier O. Eduardo, toda la verdad: “Tiwitza con Zeta”, Descripción del Teatro de Ope-
raciones en la Cordillera del Cóndor, Lima: 1995, 47-55.

37
metros, con una temperatura entre los 15º a 20ºC y una precipitación plu-
vial anual de 2.000 a 3.000 mm.
Transitabilidad.- Esta región por sus características orográficas es
de muy difícil el acceso, con pendientes superiores al 60%. Sólo el heli-
cóptero y la trocha permiten el tránsito en condiciones muy difíciles.
En 1995 las precipitaciones fueron continuas, la nubosidad fue baja
durante las primeras horas de la mañana, limitando considerablemente
la visibilidad; el terreno infranqueable en las partes altas con presencia de
elevaciones pronunciadas, vegetación tupida, quebradas rocosas y la al-
tura de los árboles que superan los 30 metros, impidieron la penetración
de los rayos solares a la superficie, por lo que las trochas se convirtieron
en inestables, mojadas y resbaladizas, pero conforme se movilizaban las
tropas se convierten en lodosas, donde fácilmente se hundían las botas de
caucho de las tropas, muchas veces llegando hasta la rodilla, dificultando
tremendamente el avance de las unidades; la noche llegaba, a las 18h00,
con visibilidad limitada en la selva y luego la oscuridad total, conforme
avanzan las horas éstas se tornan frías acompañadas por el silencio; los
zancudos, murciélagos y ofidios venenosos son la característica del am-
biente nocturno.

Acciones preliminares del conflicto

Después de las tensiones de inicios de diciembre de 1994, en la zo-


na limítrofe sur oriental, que provocaron inclusive varias escaramuzas
entre tropas ecuatorianas y peruanas, se actualizaron las apreciaciones
militares correspondientes. El frente militar emitió disposiciones para
neutralizar cualquier acción de las Fuerzas Armadas del Perú e inmedia-
tamente informó sobre la situación a las autoridades de Gobierno.
Ante la posibilidad que las tropas peruanas ocupen militarmente la
zona y en cumplimiento de lo dispuesto en los planes militares, la Brigada
de Selva Nº 21 “Cóndor” fue reforzada el 16 de diciembre de 1994, con el
Grupo de Fuerza Especiales Nº 26, acantonado en Quevedo. Esta unidad
con el Batallón de Selva Nº 63 “Gualaquiza” conformaron el Agrupa-
miento Táctico de Selva “General Miguel Iturralde”, con la misión de
“Defender el Valle del Cenepa”, decisión acertada, que permitió a las
tropas ecuatorianas reconocer el terreno, ambientarlas al terreno selváti-
co y preparar su defensa. En el resto del país se declaró la alerta amarilla
y todas las unidades militares actualizaron sus planes de coordinación
entre las unidades de la Fuerza: Terrestre, Naval y Aérea.

38
En previsión de que se inicie un conflicto armado, y tras la decisión
del gobierno nacional, se ordenó el despliegue estratégico de las Fuerzas
Armadas, tarea que se cumplió en forma progresiva y en secreto. Las
unidades acantonadas en el interior del país se movilizaron hacia la fron-
tera con el fin de concentrar a las tropas lo más cerca de sus lugares de
empleo, cumpliendo así con los planes establecidos.
El General de División Paco Moncayo Gallegos, Comandante del
Ejército del Teatro de Operaciones, estableció su Puesto de Mando en
Patuca, desde donde ejerció el Comando y Control de las Operaciones.
Mientras que el Gobierno Nacional puso a disposición del esfuerzo de
guerra todos los recursos del Estado. Adicionalmente, se movilizaron y
entrenaron a las reservas, dotándolas del armamento y equipo básico de
acuerdo con las capacidades del país, y con la participación de oficiales
en servicio pasivo, se organizó una correcta administración de la zona
del interior desde donde fluyeron los abastecimientos.
El apoyo de las fuerzas de resistencia (profesionales y técnicos civiles
entrenados militarmente) fue fundamental en el campo logístico y en la
preservación de la solidez del Frente Interno.
El estado de emergencia decretado a partir del 16 de diciembre de
1994 movilizó a todos los Teatros de Guerra.
En todo el territorio continental y marítimo se desplazaron 90.000
tropas.
En la Zona de Operaciones Sur-Este (Provincias de Morona Santiago
y Zamora Chinchipe) en el Valle del Cenepa se movilizaron 5.710 tropas
en cuatro fases del conflicto, desde enero a mayo de 1995 y estuvieron
listas para el empleo 2.800 reservas.

Las fuerzas de reservas durante el conflicto

Al concretarse la agresión peruana, el 27 de enero, el gobierno


nacional expidió el Decreto Ejecutivo N° 2487, mediante el cual se de-
termina la emergencia nacional, declarándose zona de seguridad a todo
el territorio; disponiéndose la movilización nacional y declarándose a
las FF.AA. en campaña2.
En 1995, la Dirección de Movilización del Comando Conjunto de las
FF.AA., ante el estado de emergencia nacional, realizó la convocatoria

2 Coronel de EMC Giovanni Pontón, Director de movilización del CC.FF.AA.,“Funcionamiento y


materialización de la Movilización militar durante la gesta del Cenepa” , Revista del Comando Conjun-
to de las Fuerzas Armadas, Quito, 2014.

39
a los reservistas pertenecientes a las levas de 1973 y 1974 y a la primera
llamada de 1975, así como a los subtenientes y clases de reserva de las
levas de 1971 a 1975.
El Ejército recibió 10.139 reservistas, para completar sus unidades
orgánicas, 3.978 para conformar las unidades movilizadas y 1.953 para
conformar las unidades de remplazos; la Fuerza Naval recibió 1.303 efec-
tivos, la Fuerza Aérea 47 para constituir las unidades movilizadas y el
Frente Militar recibió 132 reservistas para efectuar diversas tareas, lo que
significo un total de 17.552 Reservistas Movilizados durante el conflicto
de 1995.
Se activaron unidades movilizadas por cada una de las fuerzas en
las principales ciudades del país, tales como: Quito, Guayaquil, Cuenca,
Loja, Macas, Machala, Esmeraldas, etc; así como también, se realizó el
completamiento de todas las brigadas y activación de las compañías de
reemplazos.
Se crearon Unidades Movilizadas como: Brigada Cenepa en la ciu-
dad de Riobamba, Batallón Logístico Movilizado N° 76 Quitus, para la
Brigada de Apoyo Logístico N°25 Reino de Quito, Agrupamiento Aru-
tam para la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, Agrupamiento Táctico de
Selva General Miguel Iturralde, Agrupamiento Táctico de Selva General
Carlomagno Andrade y la Brigada Especial de Combate Eloy Alfaro, pa-
ra completamiento orgánico. Se reincorporó al servicio activo a oficiales
generales, superiores, subalternos, suboficiales y clases en servicio pasi-
vo para apoyar a la movilización militar, desde los frentes militares que
se organizaron con ese propósito, en diferentes provincias del país.
Los cadetes del Curso Militar de la Escuela Militar fueron ascendidos
a subtenientes y reforzaron todas las unidades del país, nueve de ellos
combatirían en el Valle del Cenepa; el Tercer Curso Militar conformó los
mandos de la Brigada Movilizada Cenepa con aproximadamente 2.000
hombres.

40
Sector de Tiwintza luego de la firma de paz del 26 de octubre 1998.

41
Combatiente del Valle del Cenepa.

42
Capítulo IV

La Defensa del Valle del Cenepa


Fases de las operaciones Militares en el Conflicto

Durante la campaña del Alto Cenepa la Brigada de Selva Nº 21


Cóndor, en lo relacionado a su organización, misión, sector de responsa-
bilidad y tropas enemigas que enfrentó, sufrió las siguientes variaciones
en el sector de responsabilidad del Valle del Cenepa, específicamente en
los 78 kilómetros bajo su responsabilidad.

Primera fase de las operaciones militares


La crisis da inicio el 15 de diciembre de 1994, cuando se intensifican
las provocaciones peruanas y se producen pequeños enfrentamientos en
la zona. La Brigada de Selva N° 21 Cóndor, con sus medios orgánicos
cumplió la misión asignada por el Escalón Superior, en la defensa del
Valle del Cenepa dispuesta en el “Plan de Campaña Soberanía”, y opera-
cionalizada mediante el Plan de Operaciones Cóndor III.

Las fuerzas militares en contacto del Ecuador y Perú durante esta


fase fueron:
Batallón de Selva N° 61 Santiago del Ejército del Ecuador, ubicado
frente al Batallón de Infantería de Selva N° 85 Sgto. Demetrio Acosta del
Perú.
Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza del Ecuador, en la zona en que
patrullaba el Batallón de Infantería de Selva N° 25 Callao del enemigo.
Batallón de Selva N° 62 Zamora, frente al Batallón de Infantería de
Selva N° 69 Amazonas del Perú.
Fuerza de reserva ecuatoriana, Compañía de Operaciones Especiales
N° 21 Cóndor.
El sector de responsabilidad de la Brigada de Selva No. 21 Cóndor,
fue el que corresponde a la Zona de operaciones sur este (Z.O.S.E).
En este período se suscitaron en el sector del ALTO CENEPA inci-
dentes menores a consecuencia del ingreso de patrullas peruanas al área,
pero que fueron repelidas aplicando las Normas de Comportamiento
y Señalización, que hasta ese momento fueron respetadas por el Perú,
manteniéndose la línea de Statu-Quo acordada.

Segunda fase de las operaciones militares


Se cumple entre el 16 de diciembre de 1994 y el 4 de febrero de 1995.
Incluye el posicionamiento de efectivos, la captura de elementos infil-
trados, el inicio e intensificación de las hostilidades. Durante esta fase el

45
Grupo de Fuerzas Especiales N° 26, se moviliza a la zona de operaciones
como lista de tropas de la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, también lo
hacen el Batallón de Selva Movilizado N° 64 Paquisha y el Batallón de
Selva Movilizado N° 65 Mayaycu.
Con el fin de mejorar el comando y control de la zona de operaciones
del Valle del Cenepa, el comandante del Teatro de Operaciones Terrestre
conforma el Agrupamiento Táctico de Selva General Miguel Iturralde,
agrupamiento que tenía la misión de realizar la defensa en el Alto Cene-
pa, sin ceder la línea general de Coangos, Base Sur, Cueva de Los Tayos
y Cóndor Mirador.
El Agrupamiento estaba conformado por el Grupo de Fuerzas
Especiales N° 26, Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza, Compañía de Ope-
raciones Especiales N° 21 Cóndor, Escuadrón de Aviación del Ejército
Nº 21, Compañía de Trasmisiones N° 21, dos secciones de misiles IGLA,
cuatro secciones de antiaéreos, un destacamento de sanidad del Hospital
de Brigada N° 21 y escuadrones de aviones Mirage y Kfir de la Fuerza
Aérea Ecuatoriana que operaban desde las bases de Taura y Macas.
El Teatro de Operaciones Noroccidental del Perú estaba conformado
por unidades de la V Región Militar: Batallón de Comandos N° 19 Espiner;
Batallón de Paracaidistas N° 61; Compañía Especial de Comandos N° 115;
Batallón de Infantería N° 31; batallones contra subversivos 16, 28, 30, 32 y
314, de los frentes del Alto Huallaga y Fuerzas de Operaciones Especiales
(FOES). Como unidades de apoyo, el Grupo Aéreo N°3 (helicópteros de la
FAP); Regimiento de Caballería Blindada N° 113; compañías antitanque
511 y 521; Ala Aérea N° 1; escuadrón N° 111 de aviones caza Sukhoi Su-22;
escuadrón de aviones A-37 y escuadrones de helicópteros MI - 8T, MI - 17,
y 2 MI - 25.

Tercera fase de las operaciones militares


Esta fase del conflicto se encuentra comprendida entre el 5 de febrero
de 1995 y el 1 de marzo de 1995, período en el que se refuerza el dispositi-
vo de guerra, se consolidan posiciones, hasta la terminación del conflicto,
la firma del acuerdo de cese al fuego y el inicio de separación de fuerzas.
El Comando del Teatro de Operaciones Terrestres, crea el Agrupamien-
to Táctico de Selva General Carlomagno Andrade. Este reparto recibe la
misión de defender el curso superior del río Cenepa, en su margen oc-
cidental sin ceder la línea general Cueva de Los Tayos-Cóndor Mirador.
Este agrupamiento estuvo organizado con el Batallón de Selva N° 63
Gualaquiza, el Grupo de Fuerzas Especiales N° 27, designado al sector

46
del río Santiago, una compañía de reservistas y la batería antiaérea de
misiles Igla N° 5.
Tras reemplazar a las primeras unidades que ingresaron a la zona
de combate, se mantiene el dispositivo de la defensa con estas unidades:
Grupo de Fuerzas Especiales N° 26, Batallón de Selva N° 63 Gualaqui-
za, Compañía de Operaciones Especiales N° 21 Cóndor, un escuadrón del
Grupo de Fuerzas Especiales N° 24, Grupo de Fuerzas Especiales N° 25,
Grupo de Fuerzas Especiales N° 28 de la Brigada de Selva General Eloy
Alfaro-organizada temporalmente por el conflicto-, Compañía de Opera-
ciones Especiales N° 19 Napo, patrullas de la Escuela de Selva y Contra
Insurgencia N° 19, Compañía Temporal de Operaciones Especiales Pitiur,
Compañía Temporal de Operaciones Especiales Teniente Calles, Compa-
ñía de Operaciones Especiales N° 5 Guayaquil, Grupo de Operaciones
Especiales Ecuador, una compañía del Batallón de Selva, N° 56 Tungura-
hua, una compañía de reservistas, una compañía Arutam y la Batería Anti
Aérea N° 2, que se mantuvieron en el teatro de operaciones hasta el inicio
de la separación de fuerzas acordadas por la Misión de Observadores Mi-
litares Ecuador - Perú (MOMEP).

Cuarta fase de las operaciones militares


Inicia el 2 de marzo y finaliza el 28 de abril de 1995, período en el
cual, el Comandante del Teatro de Operaciones, expide el Plan de Opera-
ciones “Precaución”, mediante el cual se crea temporalmente la Brigada
de Fuerzas Especiales Alfaro, con el fin de estar organizados si no se
cumple lo dispuesto en el Acuerdo de Paz de Itamaraty.
Bajo su comando están el Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza, Ba-
tallón de Selva N° 62 Zamora y Grupo de Fuerzas Especiales N° 27 que
tienen la responsabilidad de mantenerse alineados al plan de operacio-
nes “Desconfianza”.
El 29 de marzo de 1995, las unidades que se encuentran en la zona
de combate, reciben la Orden de Operaciones N° 02-95 para ejecutar la
separación de las fuerzas del frente de combate, separación que se realiza
en etapas planificadas, desde el 4 hasta el 27 de abril, con el control per-
manente de los miembros de la MOMEP 1.
Para evitar que las fuerzas peruanas ocupen las posiciones que
abandonaron las tropas ecuatorianas, se pone en ejecución el Plan de
Operaciones “Retorno”, el mismo que establece mecanismos para ocupar

1 Informe final de las Operaciones del Cenepa.

47
y desalojar al enemigo del área de conflicto en caso de que no se respete
el tratado de separación de fuerzas.
Para mantener el Comando y Control, se materializa la IV División
de Selva Amazonas, con personal experto en combate en el Valle del Ce-
nepa. En esta fase las unidades que conforman esta División fueron el
Batallón de Operaciones Especiales 3A, Batallón de Operaciones Especia-
les 3B y una compañía Arutam, que se encontraban listos para cumplir
esta misión.2

2 Comandantes de las Unidades que defendieron el Valle del Cenepa:


GFE 26, Tcrnl Luis Aguas; BS 63 Tcrnl Cesar Aguirre; EAE, Mayor Jorge Villegas; BAA, Capitán
Alexander Levoyer; CT 21, Mayor Byron Barriga; GFE 24, Tcrnl Eduardo Vergara; GFE 25 Mayor
Fernando Hidalgo; GEO-ECUADOR, Mayor Eduardo Vaca; Sub-agrupamiento Tiwintza, Tcrnl.
Jorge Costa; COE 19, Mayor Edgar Narvaez; COE 21, Capitán Aquiles López; ESE 19, Mayor
Fernando Proaño; P-3, Mayor Wagner Bravo, Tcrnl. Gustavo De La Vega; P 2, Capitán Freddy
Real, Capitán Julio Pacheco; P 1, Capitán Fidel Araujo, Mayor Carlos Aguirre; P-4 Capitán Fran-
cisco Narváez. Mayor Juan Osorio; Seguridad, Tent. Juan Carlos Flores; BS 21, Crnl. José Grijalva;
Brigada Alfaro, Crnl. Carlos Vasco; Agrupamiento Carlomagno Andrade, Tcrnl. César Aguirre;
Agrupamiento Miguel Iturralde, Tcrnl. Luis Hernández.

48
PRIMER PERÍODO
DESDE: 05-OCT-1994
HASTA: 08-ENE-1995

17 BS PASTAZA

21 BS CÓNDOR
85

BS 61 SANTIAGO

8
21 S BS 63 GUALAQUIZA AT MI
TIWINTZA
25
21 COE

E K
26 QUEVEDO
21
BS 63 GUALAQUIZA

21 BS 62 ZAMORA
8

69

21 CAL CAL

21 E 21 BS CÓNDOR

7 BI LOJA
21 CT

21 CG

21
HB

49
SEGUNDO PERÍODO
DESDE: 09 ENERO 1995
HASTA: 04 FEBRERO 1995

17 BS PASTAZA

21 BS CÓNDOR

61 S
S
TOSE CHURIVIAS

IGLA BS 61 SANTIAGO

21 S AGRUP. TAC. MIGUEL ITURRALDE

21 CT (-)
26 QUEVEDO

21 CAL (-)
ZGU. 62 S GUALAQUIZA

21 CG 21 COE CÓNDOR
21
8

21
21 HB

64 S
21 E PAQUISHA

65 S
21 DICO
MAYAYCU

AGRUP. TAC. MIGUEL ITURRALDE

BS 62 ZAMORA
62 S

21 BS CÓNDOR

17 BI LOJA

50
TERCERA PERÍODO
DESDE: 05 FEBRERO 1995
HASTA: 01 MARZO 1995

17 BS PASTAZA

21 BS LOJA

61 S

S
CHURUVIAS

MI IGLA.
BS 61 SANTIAGO

AGRUPACIÓN TÁCTICO MIGUEL ITURRALDE

21 E
17 COE
24 (-)
21 S BM21
21 COE
105 MM 25

TOSE 19 COE
21 CAL ( - )
19 ESE AGR. TAC. ITURRALDE

AGR. TAC. CARLOMAGNO ANDRADE

E COTOPAXI
PITIUR
28 (-)
5 RES.
IGLA CALLE
5I IWIAS
CÓNDOR
8

CESE
ALFARO ARUTAM

21
21 CAL S
HB
27 RESERV.
GEO 5 COE
63 S
AGRUPAMIENTO CARLOMAGNO ANDRADE

BS 63 ZAMORA
63 S

S (-)
RESERV.

21 BS CÓNDOR

7 BI LOJA

51
CUARTO PERÍODO
DESDE: 02 MARZO 1995
HASTA: 28 ABRIL 1995

17 BS PASTAZA
TONO TEATRO DE
21 BS CÓNDOR OPERACIONES
CO NORTE
VRM
61 S
VIRM
21 S CÓNDOR
61 (-)
5 S 105 mm.
15 (-) 87 S
8

7 (-)

(-) 31 113
21 21 BS CÓNDOR
30 CS 11 (-)
BFE ALFARO
61 511
III TARQUI AT
FAP
521
M. ITURRALDE 25 S SU-22
32 CS AT
TOSE TIWINTZA 115
FAP
ALFARO E A 37B
16 CS
FOES FAP

73 BAL. GIRÓN E COTOPAXI 19 K MIRAGE

28 CS
FAP
63
21 314 K
8

HB 315 K
C. ANDRADE MI 17
316 K
BFE ALFARO
8

MI 25
21 7 BI LOJA
8
8

MIRAGE-F1 MI 8T
21
8

62 69 S
K-FIR
21
8

JAGUAR
21
8

BELL 212

52
Capítulo V

Teatro de Operaciones Terrestres


Vías de abastecimientos utilizados

Vías de abastecimientos aéreos


Por las características del terreno en este conflicto localizado, se uti-
lizaron vías de abastecimiento aéreo para transportar los requerimientos
logísticos hacia el tren de combate. Dependiendo del estado del tiem-
po atmosférico y de la prontitud para la llegada de abastecimientos, en
la zona se utilizaba la vía secundaria aérea de abastecimientos desde la
Sub área de apoyo administrativo (S.A.A.A)., en Gualaquiza, de donde
aproximadamente en diez minutos se llegaba al Tren de Combate (Eros),
la utilización de esta vía se dificultaba por la inestabilidad atmosférica
imperante en la zona.
La vía principal aérea de abastecimientos tenía el siguiente itinerario
para el dispositivo del Rio Cenepa: Gualaquiza (S.A.A.A.), Numbatkay-
me (Tren de campaña), Eros (Tren de combate), esta ruta permitía el
empleo del helicóptero MI-17, en la aproximación de medios hasta Num-
batkayme lugar desde el cual operaba el helicóptero Súper - Puma de la
aviación del Ejército hasta el tren de combate en Eros-2, cabe mencionar
que esta vía tenía casi siempre buenas condiciones en lo que al tiempo
se refiere y permitió de esta manera optimizar el empleo del helicóptero
MI-17.
En lo referente a Base Norte, se realizaba el abastecimiento aéreo di-
rectamente al punto. Se utilizaba también la vía de abastecimiento aéreo
hacia Tiwintza desde donde operó un punto de distribución de abasta-
miento Clase I (alimentos), Clase V (munición).

Vías de abastecimiento terrestres


Desde el tren de combate en Eros, se utilizaba una pica hasta el pun-
to de distribución ubicado en Base Rivera desde donde por medio de una
ramificación de picas se abastecía al dispositivo de combate.

Procedimientos y sistema de funcionamiento logístico

a) A fin de apoyar adecuadamente las operaciones el sistema de


apoyo logístico se implementó durante las acciones de combate la ma-
terialización de la Sub Área de Apoyo Administrativo (S.A.A.A.) el 8 de
febrero de 1995 desde Gualaquiza. Los trenes de campaña se materializa-
ron desde Nunbatkayme, los trenes de combate en El Altar coordenadas
(92 -11). Las operaciones requerían de un flujo de abastecimientos con-

55
Tropas en el relevo de responsabilidades de unidades de combate,
en la Cordillera del Cóndor.

tinuos y de mantener el secreto de las operaciones, su ubicación debía


localizarse lo más próximo posible a las unidades operativas.
b) Las dificultades que presentaba la topografía, vegetación, condicio-
nes meteorológicas adversas y la falta de vías de comunicaciones obligó a
que el transporte de los abastecimientos se realicen por vía aéreas.
c) Provocó la construcción de helipuertos.
Las condiciones anteriormente citadas las cumplía a cabalidad el
sector del Altar, pues su ubicación se encuentra en la contra pendiente
de la Cordillera del Cóndor, permitiendo la aproximación de helicópte-
ros sin posibilidad de ser detectados por las fuerzas oponentes de la VI
Región Militar Peruana.
En un inicio los requerimientos logísticos en las diferentes Clases,
eran afrontadas por el Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza, y las existen-
cias disponibles del Grupo de Fuerzas Especiales N° 27; pero la magnitud
de requerimientos en abastecimientos Clase I, II, IV y V, necesarios para

56
las operaciones del Agrupamiento Táctico de Selva Carlomagno Andra-
de, obligó a que el Teatro de Operaciones Terrestre, implemente con fecha
8 de febrero de 1995 la Sub Área de Apoyo Administrativo (S.A.A.A.), lo-
calizada en Gualaquiza, la misma que dependía del Comando de Apoyo
Logístico N° 21.
Inicialmente el esfuerzo logístico desde el tren de combate estuvo a
cargo de 110 efectivos, las dificultades del terreno: su topografía escarpa-
da con grandes pendientes, la composición del suelo; fangoso y rocoso,
las adversas condiciones meteorológicas; las lluvias continuas incidieron
para que exista una complicada transitabilidad del personal de abastece-
dores por las picas, hecho que demando un gran esfuerzo físico y moral
para el cumplimiento de la tarea, obligando a implementar dos grupos
hasta el sitio de Eros, a cuatro horas aproximadamente uno del otro en el
cual operan 30 hombres en cada grupo junto a los cuales actuaba un equi-
po de seguridad de 10 hombres encargados de la integridad de personal
de abastecimientos y equipos.
Para disminuir el gran esfuerzo físico que realizan los abastecedores
y considerando que las unidades de combate continuaban su avance, fue
necesario incrementar dos puntos más de relevo, a partir de la base Eros,
aumentando de igual forma el personal que cumplía la tarea de abastecer
(180 efectivos).
Este sistema de abastecimientos permitió llegar hasta las unidades
de primera línea, con abastecimientos Clase I, V, y más requerimiento
hasta el día 19 de febrero de 1995. A partir de la fecha antes indicada, con
el objeto de preservar la integridad física del personal y facilitar un flujo
logístico continuo se decidió la construcción del helipuerto en la base de
combate EROS1, el mismo que serviría como puesto de evacuación de
heridos, puesto de socorro y en donde se materializa el tren de combate
reestructurándose el dispositivo logístico.
La impericiosa necesidad, que las vías de abastecimientos vayan a
la par de las unidades de maniobra, incidió para que desde el tren de
combate en Eros, se construya una ramificación de picas, acorde al dis-
positivo operacional de las fuerzas.
El 19 y 20 de febrero, fuerzas rojas emboscaron a los abastecedores
que cumplían su función logística de apoyo de servicio de combate,
inmediatamente, se procedió a reforzar al personal de abastecedores,
con equipo de combate compuesto por 20 hombres, quienes tenían la

1 Base de combate EROS en el Valle del Cenepa, marzo, 1995.

57
misión de proporcionar la seguridad necesaria a fin de permitir el abas-
tecimiento del personal empeñado en combate; los combates obligaron
a suspender el esfuerzo logístico hacia ese dispositivo. Para resolver el
problema, se solicitó servidumbre logística a la Brigada de Selva N° 21
Cóndor, siendo responsable de que los abastecimientos lleguen a los
combatientes del Agrupamiento Táctico de Selva General Miguel Iturral-
de, el procedimiento propuesto fue aprobado por el comando del Teatro
de Operaciones Terrestre.
La responsabilidad de abastecimiento no fue eficiente, obligando
a que la Brigada de Combate de Fuerzas Especiales Alfaro, enviara
sus propios abastecimientos con el siguiente detalle: Clase I, 2.000
raciones, Clase V, 2.500 cartuchos calibre 5.56 mm, 2.500 cartuchos
calibre 7.62 mm, entre lo más importante. Cabe anotar que estos abas-
tecimientos no llegaron al punto previsto, estos problemas obligaron
a que se retome el control logístico, mediante el sistema de abasteci-
mientos normal centralizado, con personal y medios orgánicos de la
Brigada de Combate de Fuerzas Especiales Alfaro, quienes operaban
desde la base Tiwintza, entregando los abastecimientos en las posi-
ciones misma, acción que permitió solucionar el problema logístico
presentado hacia ese dispositivo.
Las operaciones de combate se incrementaron, ingresando un es-
cuadrón más a la zona de acción. Las necesidades de evacuación y el
incremento de los requerimientos logísticos, por el aumento de perso-
nal, sumados al gran desgaste físico de los abastecedores, hicieron que se
materialice un nuevo punto de distribución, construyendo un helipuerto
denominado Rivera, desde donde se logró optimizar la entrega de abas-
tecimientos.
Al disponer de los helipuertos en la Base Eros y en Base Rivera, se
reestructuró el sistema logístico en ese sector, suprimiendo el tren de
combate en el Altar, el mismo que materializó en la Base Eros, teniendo
un punto de distribución en Base Rivera, optimizando de esta manera
todo el proceso, permitiendo ahorrar dos días de camino. Facilitando
que los abastecimientos de Clase I, lleguen en mejores condiciones de
consumo hacia el combatiente, que los abastecimientos Clase V, estén en
condiciones de ser entregados con oportunidad, como las acciones de
combate requerían.
Esta organización logística en ese sector, sería la que se mantuvo has-
ta el final de las operaciones. La ejecución del proceso tomó en cuenta
principalmente, las necesidades de que las tropas de combate no dispon-

58
drían distraer su misión principal, obligando que los abastecimientos
sean entregados en el dispositivo.
En general se utilizó el procedimiento normal centralizado y el mé-
todo de entrega fue en la unidad.
En el sector de Base Norte, desde el comienzo de las operaciones
y como consecuencia de la proximidad de ese punto con relación a las
fuerzas de Agrupamiento Táctico de Selva Miguel Iturralde, se solicitó
servidumbre logística a la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, procedimien-
to que fue aprobado. Es necesario mencionar, que dicho procedimiento
funcionó esporádicamente, obligando a la Brigada de Fuerzas Especiales
Alfaro hacerse cargo de la responsabilidad de abastecer a los combatien-
tes de ese sector.
En lo referente al Batallón de Selva N° 62 Zamora, fue abastecido
mediante el procedimiento utilizado en tiempo de paz, con excepción
del dispositivo de Machinaza Alto, que pasó a ser responsabilidad de la
Sub- Área de apoyo administrativo al mando de la Brigada Alfaro, este
abastecimiento fue realizado con la utilización de medios aéreos.

Apoyo de Artillería en las operaciones Militares del Cenepa

Empleo de los Lanzadores Múltiples BM-21


En la madrugada del 28 de Enero de 1995, encontrándose el Gru-
po de Artillería de Lanzadores N° 8 en su área de reunión ubicada en
Casacay, previa la entrada al área de posiciones en el sector de responsa-
bilidad de la Brigada de Infantería N° 1 El Oro, el comandante de unidad
Teniente Coronel Rodrigo Zúñiga recibe la disposición de agregar a las
operaciones de combate en la Cordillera del Cóndor a un lanzador múl-
tiple BM-21 y un vehículo amunicionador ZIL.
Pieza que está bajo la responsabilidad del Capitán Carlos Sánchez
Freire, Teniente Miguel Angel Ochoa S; Teniente Henry N. Gordon,
Suboficial Cesar Potosí Rivadeneira y 10 voluntarios. Los que a llegar al
puesto de mando en Patuca expusieron al señor General Paco Moncayo y
su Estado Mayor, sobre las capacidades de los lanzadores múltiples en el
escenario a ser empleado, como parte del apoyo a las tropas empeñadas
en combate en el Valle del Cenepa.
El 30 de enero se coordina con el grupo de trabajo de ingenieros del
Ejército, la habilitación de la vía Tundaime - Cóndor Mirador, para poder
tener movilidad al ocupar las posiciones de fuego en la cordillera y poder
subir los primeros 260 cohetes. Para ese entonces se agregó el Capitán Luis

59
Noboa, quien tenía el curso de mantenimiento de los lanzadores múltiples
y dos conductores con dos vehículos de transporte pesado Nissan, quienes
abastecían de los cohetes, los mismos que eran trasladados desde Guala-
quiza con todas las normas de seguridad. Los observadores ocuparon una
posición elevada en inmediaciones del Destacamento de Cóndor Mirador,
con la misión de conducir el tiro a todo el Valle del Cenepa2.

El Bautizo de fuego en combate


Aproximadamente a las 20h00, del 03 de Febrero, se recibe el pedi-
do del fuego desde el puesto de mando del Ejército de Operaciones en
Patuca, que debía ejecutarse a las 05h30 del 04 de febrero en las siguien-
tes coordenadas (83235-60340) y (80280-60860). Misión de fuego que se
realizó desde inmediaciones de Cóndor Mirador, desde donde se tenía
alcance a los blancos. A las 05h30, el BM 21, tuvo su bautizo de fuego con
los primeros 40 cohetes al primer blanco y a los 21 siguientes al segundo
blanco, la respuesta de las fuerzas opuestas fue el primer bombardeo al
destacamento Cóndor Mirador tratando de destruir las piezas por parte
de las Fuerza Aérea Peruana.

Misiones de fuego realizadas desde el 5 de febrero hasta el 14 de


febrero de 1995
Entre el 08 y 14 de febrero se cumplieron nueve misiones de fuego en
las cuales se dispararon 291 cohetes y se suscitaron dos hechos importan-
tes de nivel táctico con varias repercusiones estratégicas. Posteriormente
se reforzó a la sección con otra pieza de BM-21 desde el 13 de febrero.
El segundo hecho fue el haber silenciado a una batería de obuses
Otomelara que desde las 09h00, del 14 de febrero empezaron a tronar
incesantes. A las 11h30, ordenaron disparar a las coordenadas (79930-
60700). Terminada la misión, el DIREL informó la interceptación de la
comunicación en la que las fuerzas en contacto daban parte al destaca-
mento Cielo Alegría de que sus obuses habían sido averiados con fuego
de efecto.

Blancos batidos: Masificación de fuegos del BM-21, cambia el rum-


bo de la guerra
Luego de las bajas ecuatorianas sufridas en el sector del Maizal el
22 de febrero de 1995, en la madrugada, la sección de lanzadores múlti-
2 Capitán Carlos Sánchez Freire, Centro de Estudios Históricos de la Fuerza Terrestre, “Informe de
combate en el conflicto del Cenepa”, Quito, enero, 2012

60
ples cumplió tres misiones de fuego disparando 158 cohetes sobre cinco
blancos en las que se encontraban concentradas las tropas peruanas, es-
tremeciendo de esta manera a todo el Valle del Cenepa.

Objetivos alcanzados
1. El poderoso apoyo de fuegos que brindó la sección de lanzadores
múltiples BM-21, influyó en la decisión político-estratégica del Presiden-
te Peruano, para declarar el cese al fuego.
2. Con el fuego de contrabatería del BM-21 se averió y se silenció a 6
obuses Otomelara de la artillería peruana.
3. Un factor fundamental para la firma de declaración de Paz de Ita-
maraty el 17 de febrero de 1995, fue el hecho de que hasta esa fecha el
BM-21 había disparado 451 cohetes.
4. Con el fuego del BM-21, en la noche del 22 y madrugada del 23 de
febrero, se detiene el ímpetu de la ofensiva de la VI Región Militar que
tiene la intención de llegar a la base Tiwintza.
5. El 09 de febrero de 1995, se batió con los fuegos a una patrulla de
30 hombres del batallón de selva contra subversivo N° 314, en la pica
de abastecimiento a soldado Pastor en inmediaciones de Cueva de los
Tayos.
6. El 12 de febrero de 1995, se batió con los fuegos a una patrulla de
17 hombres en la pica a Base Sur.
7. Destrucción de una sección de morteros pesados del Batallón de
Infantería en Selva N° 25.

El cuadro de munición consumida por la artillería de campo es el


siguiente:

Lanzador Múltiple BM-21 Lanzador Grad-1p Obús de 105 mm.


Cantidad de 609 cohetes 12 cohetes 10 cohetes
munición

El profesionalismo de los miembros del BM-21, se refleja en el des-


empeño de sus funciones en defensa de la heredad territorial, poniendo
de relieve el valor, capacidad y méritos del soldado ecuatoriano al haber
disparado al enemigo que en la mayoría de los casos estaba en contacto
con nuestras tropas, sin que haya causado bajas propias.

61
Cuadro con el registro de los helicópteros batidos por los misiles Igla:

Orden Fecha Helicóptero derribado


01 291000-ENE-1995 MI-8
02 291330-ENE-1995 MI-8
03 071430-FEB-1995 MI-24
04 071330-FEB-1995 MI-8

Apoyo de comunicaciones
Los medios de comunicaciones empleados durante la campaña
funcionaron de manera efectiva facilitando el Mando y Control de las
operaciones, la Compañía de Trasmisiones N° 21, cumplió exitosamente
su misión.
- El equipo de comunicaciones a nivel equipo de combate no pudo
ser detectado.
- El medio HF, se utilizó sin ninguna variación para mantener la fi-
sonomía del frente.
- El sistema VHF, implementado por primera vez en selva, propor-
ciona excelentes características técnicas, para ser utilizado en todos los
niveles.
- El sistema UHF, no es el adecuado para los enlaces en los niveles
de patrullas.
- El medio alámbrico dio excelente resultado en selva, rompiendo
con la doctrina existente.
- Los sistemas de seguridad DATOTEK mostraron su bondad, pero
no fueron los adecuados al nivel asignado.
- Los códigos y tablas para cifrar mensajes fueron efectivos en los
combates.
- Las redes de radio-aficionados, operan sin control alguno, ayudan-
do a vulnerar la seguridad de las comunicaciones.
- No se realizo interceptación en forma agresiva por no disponer de
los medios adecuados a nivel brigada.
- El sistema satelital funcionó para enlace del T.O.T., en forma limi-
tada y con deficiencias.
- No se dispuso de la tecnología satelital.
- No se pudo integrar la red de datos entre brigada y unidades, a
pesar de tener el equipo de radio y los computadores, por la falta de
MODEMS.

62
- El sistema de abastecimiento para el material de trasmisiones no
fue el adecuado.
- El sistema de energía tradicional, a motores ocasiona una tremenda
carga logística y por su ruido vulneraba la seguridad.

Apoyo de ingenieros

El Batallón de Ingenieros N° 68 Cotopaxi, apoyó al cumplimiento


de la misión, de la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, ejecutando tareas de
Ingeniería de Combate, Contramovilidad, Mantenimiento Vial e Instala-
ciones en todo el frente de responsabilidad.
Inicialmente: La Primera Compañía del Batallón de Ingenieros de
Combate No. 68 “COTOPAXI”, en Apoyo Directo al Agrupamiento Tác-
tico “Miguel Iturralde”
Posteriormente: El Batallón Cotopaxi se traslada a Patuca para dar
apoyo a todas las unidades que se conformaron y emplearon en la zona
del conflicto.

El apoyo ejecutado
Instalación de trampas explosivas y lanzamiento de cordones de
minas.
Apertura de picas.
Construcción de helipuertos de circunstancia.
Trabajos de Supervivencia (posiciones para BM-21).
Trabajos de Ingeniería en General (vía de acceso hacia Tundayme
para ingresar el BM-21).

La Brigada de Aviación del Ejército, 1995

Agrupamiento Aéreo “Cóndor” (Base en Patuca)


1 Escuadrón de Reconocimiento y Seguridad ( 4 Gazelle, 2 Lama Co-
hetes, armados con cohetes de 68 mm)
1 Escuadrón de Transporte y Asalto (5 Súper Puma, 1 Puma)

Operaciones desarrolladas

Operaciones de Reconocimiento y Seguridad de toda el aérea de


Operaciones de la Cordillera del Cóndor (Localización de Base Norte

63
Perú 23 Ene-1995, fotografía aérea para las unidades de IM y completa-
miento de la cartografía de la Z.O.S. y Z.O.A ).
Operaciones de Reconocimiento y Seguridad de la Zona de Opera-
ciones Sur.
Operaciones de Ataque Base Sur.
Operaciones de Apoyo de Combate y apoyo de servicio de combate
a las unidades de la Z.O.A.
Evacuaciones Aero médicas.
Operaciones de apoyo a la desmovilización de las unidades pertene-
cientes a la Brigada de Selva No. 21 y Agrupamiento Táctico CÓNDOR
Apoyo a las operaciones de la MOMEP.

Misiones de ataque

Experiencias empleadas en el Valle del Cenepa en 1995

Apoyo de inteligencia, diciembre de 1994


Su misión era hacer un levantamiento de nuestras bases: Coangos,
La cruz, Base Sur, la “Y”, La piedra, Cueva de los Tayos, Tiwintza, Cene-
pa, así como las picas y senderos que permitían su enlace. Este trabajo se
lo realizó el 13 de diciembre del año 1994.

Croquis del área de operaciones


La información obtenida permitió elaborar un croquis con informa-
ción satelital proporcionada por los sistemas de posicionamiento Global

64
(GPS), que por primera vez se utilizaron; su posterior uso por parte de
las patrullas del GFE-26, Compañía de Operaciones Especiales Nº 21 y
del Batallón de Selva Nº 63 Gualaquiza, facilitaron las operaciones y las
tareas logísticas.
El 13-ENE-995, el General peruano Vladimiro López Trigoso, realizó
una explicación en una carta topográfica denominada Quebrada Fashin
5 de Noviembre, esc. 1:25.000 sustentando la tesis peruana respecto a los
límites con Ecuador.
Una vez terminada la reunión, el Capitán Richard Coronel, Coman-
dante del Destacamento de Inteligencia Cóndor, obtuvo esta carta. Este
hecho permitió actualizar la cartografía ecuatoriana que fue de vital im-
portancia durante el desarrollo de las operaciones.

El triunfo comunicacional

El 27 de enero de 1995 se conformó el Consejo Nacional de Comuni-


cación Social, que incluyó instancias públicas, militares y las asociaciones
de radiodifusión, televisión y periódicos del Ecuador.
En la sede de CIESPAL3, se instaló con prontitud el Centro de In-
formación del Estado, con equipamiento moderno, facilitado en gran
medida por las empresas importadoras de dichos medios, desde donde
se emitía y recibía información de las acciones de los frentes interno y
externo y de lo que ocurría en el frente de batalla.
Bajo la guía del centro de información, en coordinación con la Di-
rección de Comunicación Social y Protocolo del Ministerio de Defensa
Nacional y el Sistema de Operaciones Psicológicas de las Fuerzas Ar-
madas y con el apoyo de los medios de comunicación social del país, se
realizó un enorme despliegue informativo a nivel nacional e internacio-
nal, lo que complementó la victoria de 1995, la cual no únicamente se la
consiguió en el escenario selvático del Alto Cenepa y en el espacio aéreo,
sino también con aquellas páginas de los diarios del país, en las imáge-
nes de los canales de televisión y en las noticias difundidas por las radio
emisoras nacionales, a través de las cuales los medios de comunicación
transmitieron a la población nacional el día a día, minuto a minuto y
segundo a segundo de lo que acontecía en el frente de batalla, motivando
a la gente a apoyar a sus soldados en la lucha por la defensa de la sobe-
ranía. Los medios de comunicación estuvieron en el lugar de los hechos,

3 CIESPAL: Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina.

65
dejando allí también su sudor y esfuerzo, cubriendo en detalle cada uno
de los pormenores; ingresando al campo de batalla para acompañar a los
bravos soldados ecuatorianos, con cámara en mano, con una grabadora
o una libreta, elementos que se convirtieron en ese momento histórico en
sus armas y la verdad en su munición.
Es digno de destacar que, desde el primer momento surge una am-
plia y fraterna colaboración entre las instancias públicas y los medios
privados de comunicación. En los primeros datos enviados al exterior
varios corresponsales extranjeros resaltaron la voluntad ecuatoriana de
decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Dentro de ese contexto, la comunicación en general luchó su pro-
pia batalla, dejando en ese campo su alma y sacrificio, permitiendo que
el país venciera con base a una información veraz, oportuna y clara. La
guerra de la información, dejando en el imaginario, y para la posteridad,
los rostros, imágenes, testimonios y sentimientos de los soldados ecuato-
rianos, imbuidos de valor para alcanzar la victoria. Los comunicadores
también serán recordados como soldados sin uniforme en la lucha por la
justicia, la libertad y la paz durante esos críticos días que vivió la patria
en el año de 1995.

Los soldados Iwias


Los Iwias (demonios de la selva), soldados nativos de la región
amazónica, que integraron las Compañías de Operaciones Especiales N°
17,19 y 21, y que en agosto de 1995 se fusionaron con la Escuela de Iwias,
conformando el Batallón Escuela de Operaciones Especiales (BEOS 23
Iwias); quienes durante el conflicto del Cenepa tuvieron una actuación
encomiable, desarrollaron tareas especiales como observadores durante
reconocimientos de combate, francotiradores e instalación de trampas
explosivas y de circunstancia, generando confianza cuando las patrullas
eran guiadas por soldados Iwias.

Las reservas Arútam


Los Arútam4, soldados reservistas, nativos de la Amazonía, pertene-
cientes a las nacionalidades shuar y ashuar, que acudieron al llamado de
la patria, siendo organizados para conformar un grupo élite de 80 hom-
bres; en Patuca se distribuyeron en las unidades para que se empleen
como guías; pusieron de manifiesto su admirable capacidad de rastreo y
4 Arútam: Fortaleza espiritual del Dios Supremo que se encarna en el hombre virtuoso y podero-
so. Declarados héroes nacionales en 2011.

66
orientación, lo que impidió que los soldados fueran víctimas de trampas
y emboscadas.

Cronología del conflicto Bélico del Cenepa

El 06 de octubre de 1994, patrullas del Batallón de Infantería de Selva


N° 25 Callao (BIS 25), de las Fuerzas Armadas del Perú y del Batallón de
Selva N° 63 Gualaquiza (BS 63) del ejército ecuatoriano, toman contacto
en el hito desaparecido N° 20 de noviembre, en la zona no delimitada de
la Cordillera del Cóndor.
El 15 de octubre de 1994, el Comando del Batallón de Infantería de
Selva N° 25 Callao, ordena a todos sus puestos de vigilancia que destru-
yan todas las casamatas ubicadas dentro del área no delimitada, desde
Coangos con dirección hacia el sur de la Cordillera del Cóndor.
El 20 de octubre de 1994, dos patrullas del BIS 25 Callao peruano y
una patrulla ecuatoriana del BS 63 Gualaquiza, toman contacto imprevis-
to en las inmediaciones del destacamento Coangos.
El 22 de octubre de 1994, los comandantes de los Batallones N° 25
y N° 85, de las Fuerzas Armadas peruanas se encuentran reunidos en el
Comando de la Quinta División de Selva, con sede en la base El Milagro.
El objetivo es realizar junto al Comandante de esa División un reconoci-
miento helitransportado en la Zona del Valle del Cenepa.
El 25 de octubre de 1994, una patrulla del BIS 25 Callao, que realizaba
mantenimiento y reconocimiento del hito N° 20 de noviembre, informa
a sus comandantes, que en el trayecto encontró un bohío con víveres en
territorio peruano.
El 26 de octubre de 1994, una patrulla ecuatoriana toma contacto con
una patrulla similar peruana en el sector de Cueva de los Tayos, para
definir procedimientos de uso de la cartilla de seguridad y establecer las
coordinaciones pertinentes, como punto de encuentro entre unidades en
caso de posibles contactos en el sector del Valle del Cenepa.
El 20 de octubre de 1994, el Comandante del Puesto de Vigilancia,
Jiménez Banda del Perú, ejecuta reconocimiento aéreo, en Ia vertiente
oriental de la Cordillera del Cóndor, con el fin de verificar un supuesto
sobrepasamiento de la línea de frontera, por parte de elementos del des-
tacamento ecuatoriano Coangos.
El 23 de octubre de 1994, el Comandante del BIS 25 Callao, pidió
autorización al Comando de la Quinta División de Infantería de Selva,
para salir en el helicóptero MI-8 N° 577, con rumbo hacia el cuartel Mila-

67
gro, con el fin de coordinar las acciones correspondientes en el supuesto
sobrepasamiento en la Zona no delimitada.
El 28 de octubre de 1994, una patrulla perteneciente al Puesto de Vi-
gilancia Soldado Pastor, fue interceptada en las inmediaciones del sector
de Base Sur, cerca al destacamento Coangos.
El 29 de octubre de 1994, los Jefes de Operaciones e Inteligencia de
la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, son transportados por el helicóptero
Gazelle de matrícula N° E-349, con los pilotos: Teniente Iván Haro y Te-
niente Hernán Vela, al sector de Tiwintza, para participar en una reunión
con el Comandante de la unidad peruana, quien manifiesta que se debe
abandonar este territorio.
El 29 y 30 de noviembre de 1994, el comandante de la Quinta Divi-
sión de Selva peruana, realiza un reconocimiento aéreo en la Cordillera
del Cóndor.
El 12 de diciembre de 1994, con autorización del Comandante de
la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, Coronel José Grijalva, es transporta-
do desde Gualaquiza en un helicóptero Lama N° E317, piloteado por el
Teniente Angelo Acosta, el Teniente Coronel César Aguirre, Comandan-
te del Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza, con la misión de trasladarse
mediante vuelo táctico desde la unidad militar acantonada en el cantón
Gualaquiza al destacamento Coangos y posteriormente tratar de aterri-
zar en el sector de Cueva de los Tayos para recoger a un oficial peruano.
Debido al limitado espacio de terreno el helicóptero no pudo aterrizar
totalmente en Cueva de los Tayos y mediante una maniobra de equili-
brio, utilizando un solo patín recoge al teniente coronel Manuel Lazarte
Alatrista, Comandante del Batallón de Infantería de Selva N° 25 Callao
del Perú, para ser trasladado al helipuerto de circunstancia conocido con
el nombre de Base Sur; en este sector le esperaban dos oficiales y 14 sol-
dados del Ejército del Perú. Posterior al aterrizaje del helicóptero Lama
y luego del intercambio de saludos, proceden a revisar los procedimien-
tos de la cartilla de seguridad, recibiendo del Comandante peruano una
queja al desplegar su carta topográfica y su calco de operaciones, seña-
lando que el alto Cenepa estaba en territorio peruano y que las patrullas
ecuatorianas que se encontraban en el sector debían abandonarlas en tres
días; teniendo la disposición de utilizar la fuerza para proceder a desalo-
jarlas. El oficial peruano inmediatamente procedió a dar parte mediante
teléfono satelital al Comandante de la V División de Infantería de Selva,
al mando del General Vladimiro López Trigoso; el oficial ecuatoriano le
indica con su calco de operaciones, que su afirmación no era correcta,

68
disponiendo al piloto del helicóptero Lama, que retorne a Patuca para
que el día 15 de diciembre a primera hora le recoja en el destacamento
Coangos, debido a que aproximadamente a las 15h30, llegaba el helicóp-
tero peruano MI-8 EP-531 a Base Sur, y podría ocasionar grabes daños
al helicóptero Lama en su aterrizaje. El Comandante Lazarte suponía
que todo su patrulla seria transportada, cosa que no sucedió así porque
el helicóptero estaba lleno en su totalidad, con personal civil, posible-
mente todos eran de inteligencia militar porque se logro identificar a una
persona que en días anteriores se encontraba como guía de una patrulla
peruana, razón por la cual únicamente el Comandante Manuel Lazarte y
el Subteniente Gustavo Figueroa (Lince)5 aborde el Helicóptero. El resto
de la Patrulla Peruana, al mando del Teniente Walter Rojas, retornó por
la pica desde Base Sur a Cueva de los Tayos.
El 15 de diciembre de 1994, el Comandante del BS 63 Gualaquiza, da
parte de esta novedad6; lo que motiva al Comando General de la Fuerza
Terrestre y al Jefe del Comando Conjunto del Ecuador, a disponer inme-
diatamente la alerta Amarilla en todas las unidades militares del país,
poniendo en ejecución el Plan Soberanía I y ordenando al Grupo de Fuer-
zas Especiales N° 26, acantonado en la ciudad de Quevedo, esté listo el
162000-DIC-994, para realizar un movimiento aéreo hasta el aeropuerto
de la Toma en el cantón Catamayo, provincia de Loja y posteriormen-
te mediante un movimiento terrestre alcanzar la ciudad de Gualaquiza,
donde se encuentra acantonado el BS 63 Gualaquiza.
El 16 de diciembre de 1994, ante la llamada telefónica y posterior
telegrama del señor Comandante del Ejercito de Operaciones General
Paco Moncayo, puso en alerta al GFE 26 para su incorporación inme-
diata a su sector de empleo en la zona de responsabilidad de la Bridada
de Selva N° 21 Cóndor en el sur-oriente del país. El Teniente Coronel
Luis Aguas, Comandante del GFE 26, ante esta decisión superior y con
el grito de guerra “Nos vemos en el infierno, demonios”, puso en vi-
gencia el Plan de Alistamiento de la unidad “Camino a la Gloria”. Se
inició con urgencia la actualización de la planificación y el completa-
miento del personal, material y equipo, pero vino la sorpresa que en el

5 Nominativo de combate del Subteniente del ejército peruano Gustavo Figueroa.


6 Teniente Coronel Cesar Aguirre, “Memorias del Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza”. El 15 de diciem-
bre de 1994; a las 10:00 hrs. el Comandante del BS 63 Gualaquiza, presenta un informe al Comandan-
te de la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, sobre los acontecimientos ocurridos en el helipuerto de Base
Sur durante el encuentro con el Teniente Coronel Manuel Lazarte, Comandante del BIS 25 Callao de
las Fuerzas militares peruanas. Gualaquiza, provincia de Morona Santiago, diciembre, 1994.

69
caso de los oficiales Comandantes de los equipos de combate (ECOs)7,
existía muchas vacantes. Se tomó la decisión meditada e inmediata, de
incorporar al Curso de Jefes de Salto, que en ese momento realizaba la
fase practica de saltos, en la pista militar de la unidad. Muchos se sor-
prendieron de esta decisión; la organización de los respectivos vuelos
de transporte aéreo, del personal y la carga básica, permitió que al día
siguiente, a partir 17h45, con el arribo del Director de Operaciones e
Inteligencia del Comando Conjunto, se inicie la marcha táctica aérea de
aproximación al Aeropuerto de Catamayo (La Toma), fueron necesarios
cinco vuelos, del C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Ecuatoriana; las
instalaciones de la unidad, quedaron bajo la custodia de 02 oficiales
y del personal administrativo, quienes tuvieron el apoyo incondicio-
nal desde el primer momento de las Fuerzas de Resistencia y de las
autoridades locales; la marcha táctica terrestre se la realizó desde el
Cantón Catamayo, empleando medios de transporte del Grupo de Ar-
tillería N° 7 “Cabo Minacho”, con asiento en la ciudad de Loja; como lo
indica la doctrina se conformaron tres sub-agrupamientos tácticos de
marcha, que sin alterar la vida cotidiana de la población y ante la po-
sible presencia de informantes peruanos, debían trasladar al personal
hasta la población de Gualaquiza, fueron necesarios 48 vehículos, entre
camiones, camionetas, jeeps y mulas; al fin luego de 24 horas de haber
iniciado el movimiento desde la base de Quevedo; la unidad pasó lista
sin novedad: personal, material y equipo para iniciar operaciones en la
Cordillera del Cóndor, en las nacientes del Alto Cenepa. La operación
fue todo un éxito pues la amenaza nunca tuvo noticias de este movi-
miento de refuerzo al área del conflicto.
El 16 de diciembre de 1994, el GFE-26 (Ref)8, pasa a conformar el
Agrupamiento Táctico de Selva General Miguel Iturralde, al mando del
Teniente Coronel Luís Hernández, con la misión de defender el área ge-
neral desde Cueva de los Tayos hasta el Hito N° 12 inclusive y hacia la
retaguardia tomar contacto con la reserva de la Brigada de Selva Cóndor
N° 21 Cóndor; se organizaron tres escuadrones operativos y uno admi-
nistrativo que debía realizar la logística y la parte administrativa desde el
sector de Gualaquiza; cada escuadrón operativo se organizó en tres Equi-
pos de Combate (ECOs) de 30 hombres cada uno, que inmediatamente
se alistaron para reforzar el área en conflicto, se la denominó “Área Ve-
neno”. El Grupo de Fuerzas Especiales N° 26, fue reforzado con personal
7 Eco: Equipo de combate .
8 (Ref) Reforzado

70
y medios de la Compañía de Operaciones Especiales N° 21, del Batallón
de Selva N° 63 Gualaquiza, que se encontraban en los destacamentos y
bases adelantadas del Valle del Cenepa, la Compañía de Trasmisiones
N° 21, la Batería Anti Aérea N° 21 con sus misiles IGLA; no hubo tiempo
para repasos o ejercicios de último momento, a duras penas se pudieron
probar por última vez el funcionamiento de las armas y las comunicacio-
nes. El primer vuelo táctico de transporte de combate se lo realizò en un
helicóptero Súper Puma con la escolta y seguridad proporcionada por
dos helicópteros Gazelle, del Escuadrón Aéreo N° 21, partiendo hacia
la gloria a las 10h30, del 16 de Diciembre de 1994, con rumbo a la base
Tiwintza, el mismo que retornó luego de cerca de dos horas de vuelo,
puesto que en el retornó desde Tiwintza, sufrimos la primera baja, no
de combate, un mecánico del helicóptero, al tratar de cerrar la puerta
del helicóptero cayó en el sector de Warintza. La primera lección apren-
dida en la guerra fue que los Equipos de Combates (ECOs), no debían
estar conformadas por 30 hombres sino que deberían estar organizadas
de acuerdo a la capacidad de embarque de cada aeronaves es así que con
el afán de no perder el mando y la integridad de la unidad, se reorga-
nizaron los ECOs a 18 hombres, armados y equipados que podrían ser
transportados a cualquier parte del área del “Veneno”9.
El 19 de diciembre de 1994, se desarrolló la reunión de cancilleres
de Ecuador y Perú en Lima, con el objetivo de buscar los procesos para
cerrar definitivamente la frontera común.
El 27 de diciembre de 1994, el Comandante de la V División de Selva,
ordenó reforzar los puestos de vigilancia peruanos , ordenando realizar
reconocimientos en la cabecera del río Cenepa, por tierra y aire.
El 09 de enero de 1995, se entregó a elementos del Batallón de Selva
N° 25 Callao10, en inmediaciones de Cueva de los Tayos, a una patrulla
peruana compuesta por: él Teniente de Infantería Romel Alvarado To-
rres, Teniente Marco Gómez y dos soldados, que fueron detenidos por el
cuarto pelotón de la Compañía de Operaciones Especiales N° 21 Cóndor
al mando del Teniente Cristóbal Espinoza Y.; patrulla peruana que luego
de infiltrarse en la Zona de Combate del Valle del Cenepa, realizaron
operaciones especiales de inteligencia para localizar la ubicación de las
9 Mayor Wagner Bravo; Sub Comandante del Grupo de Fuerzas Especiales N° 26, “Informe de
actividades en la Zona de Combate del Valle del Cenepa”. Patuca, 1995.
10 Batallón de de Infantería en Selva N° 25 “Callao”; orgánico de la V División de Infantería de Selva,
que se encontraba subordinada a la V Región Militar y operacionalmente al Comandante del
Teatro de Operaciones del nororiente con sede en Iquitos. “Análisis peruano: revista Caretas”, 16 de
maro de 1995.

71
tropas de la Brigada de Selva N° 21 Cóndor en el territorio en disputa, lo
que reafirma el inicio de la crisis11. A las 19h00, son devueltos conforme al
procedimiento acordado entre ambos ejércitos, con el apoyo del Teniente
Jorge Tello del Batallón de Selva N° 63 Gualaquiza, que se encontraba
adoptando la fisonomía del frente conjuntamente con unidades peruanas
en el área de la Cueva de los Tayos, dando cumplimiento a la cartilla de
seguridad en vigencia en el año de 1994.
El 11 de enero de 1995, tropas ecuatorianas detectan a las 13h00, en
inmediaciones de la Piedra y la “Y” (quebrada Zafra, para las Fuerzas
Armadas peruanas), a una patrulla peruana de nominativo Tormenta,
compuesta aproximadamente de 12 hombres, la que provocó que un
equipo de combate del tercer escuadrón de comandos del GFE 26, al
mando de Teniente Carlos Taipe abriera fuego a la orden de: identifíque-
se!, escaramuza sin bajas detectadas pero con la recuperación de equipo
militar que fue abandonado por la unidad peruana.
El 12 de enero de 1995, se desarrolló la protesta formal del gobierno
ecuatoriano ante su homólogo del Perú, por la violación de la soberanía
nacional; a partir de esta fecha continúan en forma creciente las escara-
muzas militares en la zona en disputa.
El 17 de enero de 1995, a pesar de todas las reuniones y la expectati-
va de que el problema sea resuelto en los niveles diplomático y político,
el Comandante del Ejército peruano dispuso que el personal del Grupo
Aéreo N° 3, acantonado en Lima, refuerce a la División de Selva N°
5. Por su parte, el Comandante del Puesto de Vigilancia Pachacutec,
solicitó: morteros, fusiles y material antiaéreo, para completar su do-
tación y estar en condiciones de llevar a cabo cualquier tipo de acción
bélica. Al día siguiente, desde el sector de Ciro Alegría, salió una bate-
ría antiaérea a reforzar al BIS 25 Callao, además se produjo el ingresó
de personal, armamento y equipo, para fortalecer a las unidades de la
zona del litigio. Los días posteriores el ejército peruano, continuó apro-
ximando toda clase de medios, lo que hacía prever una acción ofensiva
a gran escala12.
El 18 de enero de 1995, se localiza a una patrulla peruana a la altura
del sector de Base Cenepita, la cual es detenida.
11 Harvey, Rivera y Avendaño en “El Conflicto Perú-Ecuador; Análisis Estratégico de la Crisis de
1995”. Universidad de Chile, Instituto de Ciencia Política Cátedra Estudios de Defensa, docu-
mento de Trabajo Nº 8, Chile, Abril de 2004.
12 General Paco Moncayo G, Comándante del Teatro de Operaciones Terrestres en el Valle del
Cenepa en 1995, Coronel Luis Altamirano; Director de la Academia de Guerra del Ejército, “La
Victoria del Cenepa; registro documental para la historia, tomo I”, Quito, Enero, 2014.

72
El 20, 21 y 22 de enero de 1995, helicópteros artillados peruanos rea-
lizan continuos movimientos aéreos sobre la cabecera del río Cenepa13.
El 23 de enero de 1995, el Ecuador advierte que no debe haber más
violaciones a su espacio aéreo para evitar acciones militares.
El 24 de enero de 1995, la Fuerza Aérea Ecuatoriana y Aviación del
Ejército, realizan reconocimientos aéreos y detectan que fuerzas perua-
nas construyen en el curso superior del Río Cenepa, en la retaguardia del
dispositivo defensivo ecuatoriano, instalaciones militares y un helipuer-
to (sector conocido para los peruanos como Quebrada Fashin y para las
ecuatorianas como Babahoyo, posteriormente Base Norte).
El 25 de enero de 1995, la opinión pública y prensa, resaltan que las
Fuerzas Armadas ecuatorianas se encuentran en alerta máxima, prepa-
radas y acuarteladas. Adicional que la Brigada de Paracaidistas, había
sido trasladada a la zona en disputa (provincias de Morona Santiago y
Zamora Chinchipe).
El 26 de enero de 1995, en las últimas horas de la tarde se inician los
combates en el Valle del Cenepa por una decisión histórica del mando mi-
litar ecuatoriano. Tropas ecuatorianas conformando el escuadrón Zafiro
al mando del: capitán Ochoa Issac, capitán Nicolalde Vaca José Ignacio,
teniente Tello Coronel Jorge Luis, subteniente Jaramillo Vinueza Freddy y
en apoyo logístico el teniente Iván Jácome, con patrullas pertenecientes a
la COE 21 Cóndor14, GFE 26 Cenepa y BS 63 Gualaquiza, con el apoyo de
combate del pelotón de ataque aéreo Cobra, perteneciente al Agrupamien-
to Aéreo Cóndor, conformado por los helicópteros Gazelle E-340 al mando
del teniente Iván Haro15 y el helicóptero E-362 al mando del Mayor Jorge
Villegas, quienes realizarían el ataque a elementos de una compañía de in-
fantería del BIS 25 peruano de nominativo Rosvelt infiltrado en la cabecera
del río Cenepa, al mando del teniente de Infantería (+) William Guzmán
Espinoza, quien moriría heroicamente en acción junto a sus hombres, el ca-
bo (+) Eduardo Elijizan Asacha (nativo de la comunidad de Huayabal del
rio Santiago) y el suboficial segundo (+) Minchan Infantes (enfermero de
combate). Personal militar peruano que fué declarado héroe del Cenepa,
por parte de las Fuerzas Armadas Peruanas.

13 Cristián Faundes, “El Conflicto de la Cordillera del Cóndor: Los Actores del Enfrentamiento Bélico no de-
clarado entre Ecuador y Perú”. Pontificia Universidad Católica de Chile Instituto de Ciencia Política Cá-
tedra Estudios de Defensa; Serie Documentos de Trabajo. Documento de Trabajo N° 8, Abril de 2004.
14 Compañía de Operaciones Especiales N° 21 Cóndor.
15 Teniente Iván Haro, primer piloto en la historia de la Aviación del Ejército en cumplir una
misión de ataque en un conflicto externo. “Parte de combate del escuadrón de Aviación del Ejército
Cóndor”. Patuca, 1995.

73
La ofensiva del Ejército Ecuatoriano: El día 26 de enero de 1995 a las
17h56, inicia el ablandamiento del objetivo peruano con fuego de morteros
de 81 mm. En palabras del señor Teniente Coronel Aguas se definió el asalto
a las tropas peruanas: Una vez que Zafiro (Capitán Issac Ochoa), me indi-
có que estaba sobre Babahoyo16, le manifesté que después de 15 minutos
se lancen al ataque y conquisten el objetivo. Se apoyó con una intensidad
mayor a la normal, quería limpiar el objetivo y que durante el asalto del
escuadrón Zafiro, no quede enemigo que pueda hacer resistencia.
La Compañía Zafiro, ataca la posición enemiga el 26 de enero a las
18h15. Aproximadamente a las 18h30, se recibe también fuego por parte
de las fuerzas militares del BIS 25 Callao. Las tropas peruanas abandona
la posición mediante una retirada con presión, algunos extraviándose en
la quebrada profunda que separaba al helipuerto y otros por el sector
occidental de los nacimientos del río Cenepa, sin quedar ningún efec-
tivo peruano en inmediaciones de la quebrada Fashin, luego bautizada
como base Babahoyo y después con el nominativo Base Norte; el Agru-
pamiento General Miguel Iturralde estaba viviendo la acción histórica de
la compañía Zafiro. Era la primera vez en la historia que se lanzaba una
ofensiva contra una unidad peruana. A las 18h40, se callaron los fuegos,
la selva en silencio y el escuadrón Zafiro alcanza una zona de reunión
cerca del objetivo en una parte dominante, la loma x-1256 (04-19), para
luego consolidar totalmente la Zona de Combate de Base Norte el día 29
de enero a las16h30, el Capitán Issac Ochoa (Zafiro) dió parte por radio:
“Sol, sol, aquí Zafiro”, estamos sobre el helipuerto peruano “Babahoyo”,
“Pueblo Libre”, el objetivo está conquistado, se le informó a Sol (Teniente
Coronel Luis Aguas)…, Sol respondió: me entendiste, “si señor Sol”; este
objetivo es vital para las futuras operaciones militares, le manifestó.
El 27 de enero de 1995, a las 05h30, la Zona de Combate de Cueva
de los Tayos, la Piedra y La “Y”, es atacada por tropas del Batallón de
Infantería de Selva Callao Nº 25 y del Regimiento de Caballería Blindada
Teniente Coronel José Buenaventura Sepúlveda Nº 113; comenzando una
amplia ofensiva bélica por parte de las fuerzas peruanas contra: Teniente
Ortiz, Base Sur, Coangos, Base Norte, Cóndor Mirador, Etza y Soldado
Monge, con el apoyo de su aviación, helicópteros artillados y fuego de
armas de tiro curvo. El gobierno ecuatoriano decreta el Estado de Emer-

16 Teniente Coronel Luis Aguas, “Memorias del Comandante del GFE 26”: Bauticé al lugar donde
estaban las tropas peruanas como “Babahoyo” en honor a la cabecera cantonal de la Provincia de
los Ríos, en donde se acantonaba el GFE 26, población que junto al pueblo del cantón Quevedo
nos llegó a tener antes de la guerra una gran admiración y respeto a la unidad. Quito, enero, 2014.

74
gencia Nacional y el Ministerio de Defensa inicia la movilización de sus
reservas. Los combates se libran en forma continua, la Aviación del Ejército
continúa ejecutando misiones de ataque a patrullas peruanas infiltradas
en el valle del Cenepa. Mueren en enfrentamiento contra la compañía
peruana del BIS 25 Callao, comandada por el Capitán Abelardo Alfaro17,
en inmediaciones de Cueva de los Tayos a las 05h30, el Soldado Rosero
Vicente, de la Compañía de Operaciones Especiales Nº 21 y el Conscripto
Rivera Angel, del Batallón de Selva Nº 63 Gualaquiza, (cuerpos que no
pudieron ser evacuados inmediatamente por la magnitud de las opera-
ciones militares)18; y en la pica global frente al Destacamento Teniente
Hugo Ortiz a las 06h00, muere en combate directo contra elementos del
Batallón de Infantería en Selva Nº 85 Sargento Demetrio Acosta Ch; el
Cabo Pilco del Batallón de Selva Nº 61 Santiago, quien fuera recuperado
y declarado el primer muerto en combate para la opinión pública.
A las 16h45, se considera la utilización de aviones. En capacidad ope-
rativa inmediata hay dos aeronaves A-37 en Macas y cuatro en la base de
Taura. El coronel José Grijalva pide autorización a Quito para el empleo
de la aviación y Quito niega el permiso. Todavía se estima que el conflicto
puede mantener bajo nivel. A las 19h15, llega el General Paco Moncayo a
Patuca y refrenda la negativa para el empleo de la aviación. Autoriza el
empleo de un lanzador ruso de cohetes conocido como BM-2119.
En el frente diplomático, la Cancillería ecuatoriana rechazo total-
mente un comunicado que acusaba a Ecuador de haber atacado con
helicópteros un puesto de vigilancia en la zona de Coangos-Cenepa. Sera

17 Comando Conjunto del Perú, “Informe final de la Campaña del Cenepa”. El Capitán Abelardo
Alfaro del BIS 25 Callao del Ejército peruano, tuvo una participación extraordinaria al mando de
su escuadrón y combatió contra el Escuadrón Tayos (patrullas al mando del: Subteniente Barrera
Robert, Teniente Espinoza Cristóbal, Teniente Carlos Taipe, Subteniente Muñoz Roberto, Teniente
René Morales, Teniente Jorge Cisneros, Teniente Edison Achig, Teniente Alex Alban, Teniente
Cáceres Hernán (artillero) y Subteniente Tasambay Edison (médico, encargado del nido de heri-
dos) al mando del Capitán Edwin Castro, Comandante del Tercer Escuadrón del Agrupamiento
Táctico de Selva Miguel Iturralde en la Zona de Combate de Cueva de los Tayos (cada patrulla
aproximadamente 18 hombres); su nominativo fue Cebra y sobrevivió al conflicto. En su parte de
guerra reporta que en los primeros días de combate tuvo solamente heridos (Soldado Carranza,
Subteniente Quiroz) y destaca el heroísmo de los hombres que integraban las patrullas: Esparta-
co, Toño, Figueroa, Tormenta, Lince y Cebra. Perú, Lima, enero, 2014.
18 Comando Conjunto del Ecuador, “Informe final de la Campaña del Cenepa”. El Soldado Rosero
Vicente de la COE 21 y el Conscripto Rivera Angel del BS 63, fueron los primeros muertos en
combate (27 de enero de 1995 a las 05h30), sus cuerpos fueron enterrados en la Zona de Combate y
evacuados para ser cristianamente sepultados con el apoyo de la MOMEP., al no poder ser eva-
cuados inmediatamente el 27 de enero de 1995 (fueron enterrados provisionalmente y recibieron
honores de las tropas peruanas). Patuca, marzo, 1995.
19 Lanzador de cohetes múltiples Ruso, 21 bocas.

75
solo mas tarde cuando Perú reconocerá que fue el ingreso de una patrulla
peruana el elemento de las acciones del 26 de enero de 199520.
En el frente informativo, a las 11h00, del 27 de enero se realiza la
primera reunión del Consejo Nacional de Comunicación Social. Asisten:
SENACOM (Secretaria Nacional de Comunicación Social), los presidentes
de AER (Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión), AEDEP (Asociación
Ecuatoriana de Editores de Periódicos) y AECTV (Asociación Ecuatoria-
na de Canales de Televisión), el jefe de Relaciones Públicas de Cancillería
y un representante de la Asociación de Corresponsales Extranjeros, el
director de CIESPAL (Centro Internacional de Estudios Superiores de
Periodismo de América Latina) y el coronel Alberto Molina, director de
Relaciones Públicas y Protocolo del Ministerio de Defensa, acompañados
del Mayor Edison Narváez y del Mayor Iván Borja. Preside la reunión el
General José Villamil. Este consejo Nacional será el encargado de difun-
dir la información oficial y coordinar todas las acciones de prensa sobre
la cobertura del desarrollo del conflicto belico21.
El 27 de enero de 1995, para cumplir la misión de la defensa en el
Valle del Cenepa se adoptó el siguiente dispositivo: una escuadra en
contacto con la patrulla peruana en la Cueva de los Tayos, que tenía la
misión de mantener la fisonomía del frente; esto es, evitar que se descu-
bra el dispositivo que se estaba adoptando; el primer escuadrón desde
Los Tayos hasta la “Y”; el segundo escuadrón en el flanco oriental del
Río Cenepa; los escuadrones tercero, cuarto y quinto en la defensa de Ba-
se Tiwintza; Base Sur y el Destacamento Coangos, respectivamente; tres
secciones de morteros de 81 mm. en apoyo general; una sección antiaérea
IGLA en el flanco occidental del Río Cenepa, una en el flanco oriental y
una en Base Tiwintza; una sección de ametralladoras de 50 mm en Coan-
gos y un equipo de combate infiltrado para informar las actividades del
enemigo. Posteriormente y conforme se desarrollaron las operaciones, el
comandante del Agrupamiento “Miguel Iturralde” reestructuró su dis-
positivo empleando dos sub-agrupamientos: “Tiwintza” y “Coangos”,
defendiendo los sectores oriental y occidental del Río Cenepa.
El 27 de enero de 1995, se conformó la Brigada de Infantería Movili-
zada Cenepa con personal movilizado y cadetes del tercer curso Militar
de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro de la promoción “General Pin-

20 Diario el Universo del Ecuador, fascículos con el nombre genérico de “Ni un paso atrás”. Estos
datos figuran en el Nº 1, Guayaquil, 2005, pág. 7.
21 Pedro Saad, “Toda la Verdad sobre las Armas del Cenepa”, Editorial el Conejo, Guayaquil, 2007,
pág. 30.

76
tag”, luego del decreto de Estado de Emergencia emitido el viernes 27
de febrero de 1995. Unidad que estuvo al mando del general de brigada
Carlos Calle. Se estructuró en la ciudad de Riobamba en la instalaciones
de la Brigada de Caballería Blindada N° 11 “Galápagos” movilizada a
la Provincia del Oro; estuvo compuesta por aproximadamente 4000 tro-
pas de 7000 ciudadanos que se presentaron voluntariamente para servir
en defensa nacional; se estructuró con siete batallones movilizados de
la siguiente manera22: Batallón Movilizado N° 304 Altar; Batallón Movi-
lizado N° 305 Oriente; Batallón Movilizado N° 306 Imbabura; Batallón
Movilizado N° 307 Iliniza; Batallón Movilizado N° 308 Yahuarcocha;
Batallón Movilizado N° 309 Toachi; Batallón Movilizado N° 310 Gua-
randa23. La Brigada Movilizada “Cenepa”, fue desmovilizada el 28 de
marzo de 1995.
El 28 de enero de 1995, a las 07h00, se reinicia el ataque peruano con-
tra los destacamentos teniente Hugo Ortiz y Cueva de los Tayos; donde
es abatido el primer helicóptero peruano, mientras bombardeaba la zona
de combate en Tiwintza. La Aviación del Ejército de Ecuador continúa
ejecutando misiones de ataque a patrullas peruanas infiltradas en el Valle
del Cenepa.
El 29 de enero de 1995, los ataques peruanos se reanudan a las 10h00,
contra las bases de Cueva de los Tayos, Coangos, teniente Ortiz, Etza y
Soldado Monge. Helicópteros peruanos son destruidos por la defensa
antiaérea del ejército ecuatoriano en inmediaciones del destacamento
teniente Ortiz, y otro en Tiwintza24. La Fuerza Aérea y la Aviación del
Ejército de Ecuador continúa ejecutando misiones de ataque a patrullas
peruanas infiltradas en el valle del Cenepa.

22 Teniente Coronel Lenin López, mayor Silver Jiménez; ensayo: “Memoria; Brigada Movilizada
“Cenepa”, Riobamba, 2014.
23 Marco Legal; Constitución 1978. La base constitucional y legal establecida en el artículo 183
de la Constitución, cuyo texto dice: “Las Fuerzas Armadas tendrán como misión fundamental la
conservación de la soberanía nacional, la defensa de la integridad e independencia del Estado
y la garantía de su ordenamiento jurídico”... “La ley determinará la colaboración que la fuerza
pública, sin menoscabo del ejercicio de sus funciones específicas, prestará para el desarrollo social
y económico del país”. (Resdal, 2001).
24 Dra. Julia Panta Quevedo Vda. de García, “Biografía del Capitán Rojas” y “Tiwintza con Z; Ho-
nor y Gloria”: Siendo las 13h30 pm. del 29.01.95, el coronel Carlos Miranda de las Fuerzas Armadas
Peruanas ordena volver a atacar, y se forman los escuadrones aéreos, pero esta vez encabezados por los
MI-25. En ese momento, el Oficial de la FAP (Fuerza Aérea del Perú), de apelativo Voraz dice: “no conocer
la zona” , al escucharlo, el mayor de artillería Luis Alberto García Rojas (de apelativo “Mac Giver”), por
segunda vez se ofrece como voluntario para encabezar y dirigir el ataque, consciente del peligro al cual se
exponía, se inmoló por amor a su patria, dejando de existir tras el impacto de un misil ecuatoriano a su nave,
el fatídico 29.01.95, a la 13h53 pm,. Lima, 1995, pág. 135.

77
El 30 de enero de 1995, el Canciller ecuatoriano, Galo Leoro Fran-
co, se reune con los embajadores de los países garantes del Protocolo
de Río de Janeiro, buscando una fórmula de consenso para poner fin al
conflicto armado. Ese día los habitantes de todas las ciudades del país,
realizan vigilia de respaldo patriótico a sus soldados y el señor Presiden-
te del Ecuador arquitecto Sixto Durán Ballén, emite una consigna que
se convierte en intención del mando militar y fórmula del triunfo de los
combatientes: “Ni un paso atrás”.
El 31 de enero de 1995, aproximadamente al mediodía se reanudan
los combates en la Zona de Combate, en inmediaciones del destacamento
Teniente Hugo Ortiz. Entre las 16h00 y 19h00, patrullas peruanas fue-
ron enfrentadas con valor por las tropas ecuatorianas en el río Tiwintza,
Coangos y Cueva de los Tayos. El Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas de Ecuador anunció que sus Fuerzas Armadas acatarían el cese
del fuego propuesto por los garantes. El Perú no se pronunció y continuó
reforzando el dispositivo militar en el sector del conflicto.
El 1 de febrero de 1995; representantes de Ecuador y Perú y de los
países garantes se reúnen en Río de Janeiro, buscando la manera de con-
cretar el cese al fuego; sin embargo se reporta a las 10h00, ataques de
tropas de fuerzas especiales peruanas del Alto Huallaga, a los puestos
de Coangos y Cóndor Mirador, con el apoyo de la Fuerza Aérea Peruana
(FAP) y helicópteros artillados.
El 2 de febrero de 1995, a partir de las 09h00, se reanudan los ataques
contra los destacamentos militares de Coangos, Cueva de los Tayos, Base
Sur y Tiwintza, apoyados por helicópteros que se batieron en retirada
por la presencia de los aviones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
Del 2 al 7 de febrero de 1995, se realiza el relevo de mando entre ele-
mentos del Agrupamiento Táctico de Selva General Miguel Iturralde (33
patrullas del GFE N° 26, COE 21 y BS 63) al mando del Teniente Coronel
Luis Hernández y del Teniente Coronel Luis Aguas; entregando toda la
responsabilidad al Subagrupamento Táctico “Tiwintza”, en el Valle del
Cenepa, al Teniente Coronel Eduardo Vergara, Comandante del Grupo
de Fuerzas Especiales N° 24 (-), cuyo relevo de personal, material y me-
dios, se ejecuta en seis días25.
Los días 3, 4 y 5 de febrero de 1995, continuaron los ataques perua-
nos contra las posiciones ecuatorianas de Coangos, Cueva de los Tayos,
Base Sur y Tiwintza, sin lograr ningún efecto.

25 Teniente coronel Eduardo Vergara, “Tiwintza; Honor y Gloria”, Quito, 2014.

78
El 6 de febrero de 1995, a las 05h00, la Fuerza Aérea de Perú (FAP),
bombardeó Cóndor Mirador. Se suscitan fuertes combates en el Alto Ce-
nepa por conquistar posiciones dominantes.
El 7 y 8 de febrero de 1995, nuevos ataques terrestres y aéreos contra
Coangos, Base Sur, Cueva de los Tayos y Tiwintza, además de incursio-
nes en la retaguardia ecuatoriana.
El 8 de febrero de 1995, se inicia una nueva ronda de negociaciones
en la ciudad de Brasilia. A las 14h45, fue derribado en combate otro he-
licóptero peruano que atacaba las posiciones ecuatorianas en Base Sur y
Coangos.
El 9 de febrero de 1995, se incrementaron los combates en Cueva de
los Tayos, sector de la Cruz y Tiwintza, con bombardeos de la aviación
peruana. La Fuerza Aérea Ecuatoriana bombardeó a patrullas peruanas
infiltradas que trataban de envolver Coangos desde el este.
El 10 de febrero de 1995, la Fuerza Aérea de Perú (FAP), intensificó el
bombardeo de las posiciones ecuatorianas, la Fuerza Aérea de Ecuador
derriba dos aviones supersónicos SUKOI y un subsónico A-37, cubrién-
dose de gloria.
El 11 de febrero de 1995, aviones peruanos ametrallaron los puestos ecua-
torianos de Banderas y Numbatkaime, situados fuera del área del conflicto.
El 12 de febrero de 1995, se desarrolla la reunión bilateral Ecuador –
Perú26. Un avión AT-37 de la Fuerza Aérea de Ecuador, fue impactado en
una ala por un misil. Los pilotos con gran valor y pericia lograron aterri-
zar en Macas. El avión fue reparado para volver al combate mientras se
realizan los relevos de tropas en el frente.
El 13 de febrero de 1995, se produce un ataque masivo de las tropas
peruanas para conquistar las Zonas de Combate en Base Sur, Tiwintza, La
Y y Cueva de los Tayos. En la noche, el presidente Alberto Fujimori, anun-
cia el cese del fuego. Ecuador lo acepta, pero al contrario en el campo de
batalla, se intensifica la ofensiva de las tropas peruanas en todo el frente.
El 14 de febrero de 1995; empieza el cese del fuego a las 12h00, de
Lima y Quito. Las bajas ecuatorianas ascendían a 11 muertos y 42 heri-
dos. Los periodistas nacionales como internacionales llegan a Tiwintza y
verifican las coordenadas, en varios sistemas de posicionamiento global
(GPS) del Instituto Geográfico Militar (IGM) y se convencen de que se

26 El día 12 de enero de 1995; se reunieron, una vez más, los Tenientes Coroneles César Aguirre
y Manuel Lazarte para buscar soluciones en el nivel de las unidades en contacto. El Comandante
peruano sostuvo que la Cueva de los Tayos, Base Sur y Base Tiwintza, estaban en territorio de su
país y exigió el retiro de las fuerzas ecuatorianas.

79
encuentran en territorio ecuatoriano, defendido valientemente por su
ejército vencedor.
A pesar de la declaración del gobierno peruano, el Comandante de la
División de Infantería en Selva N° 5, dispuso a sus unidades que aprove-
chen el cese de fuego, para realizar infiltraciones profundas en las partes
altas de la cuenca hidrográfica del Río Cenepa. A las 16h45, una patrulla
al mando del Teniente César Cordero, fue emboscada y como resultado
desaparecieron seis soldados. Se había perdido el contacto con los defen-
sores de las tropas en la “Y”. Era la primera vez que sucedía algo así. Por
lo tanto era necesario volver a tomar contacto con las tropas de la “Y”,
evitando que queden aisladas.
El 16 de febrero de 1995, se producen enfrentamientos menores,
las tropas ecuatorianas detienen a dos soldados peruanos con informa-
ción importante para la realización de operaciones, los mismos que son
entregados a su país, respetando las normas y convenios del derecho in-
ternacional humanitario.
El 17 de febrero de 1995, se firma la Declaración de Paz de Itamaraty
en Brasilia entre los delegados políticos del Ecuador y Perú. Determinando
el retiro y conservación de tropas de ambos países en puestos fronterizos
que no estaban impugnados. Adicional con la participación y presencia
de observadores militares de los países Garantes en la zona de los puestos
en disputa, así como la enunciación del deseo de empezar negociaciones a
largo plazo para solucionar los puntos y problemas limítrofes pendientes.
El día 19 de febrero de 1995, fue una de las jornadas más intensas
del enfrentamiento. Por información del programa La Televisión y el
periódico El Universo, se informó que periodistas peruanos que llega-
ron a Soldado Pastor, con el ofrecimiento de conocer la presuntamente
conquistada Tiwintza, recibieron una excusa poco creíble, culpando de
la fracasada visita a las condiciones climatológicas del sector. Los perio-
distas informaron que había alrededor de dos mil soldados en el lugar
y que continuaban llegando tropas. Una corresponsal francesa comentó
que no llegó a Tiwintza y que al contrario una compañera corresponsal le
expresó que los ecuatorianos si le permitieron llegar y verificar el sector
en disputa de Tiwintza en territorio ocupado por las tropas del Ecuador.
El 20 de febrero de 1995, la creada VI Región Militar de las Fuerzas
Armadas del Perú, refuerzan su dispositivo, con el propósito de conso-
lidar su objetivo militar al realizar un ataque masivo contra la Zona de
Combate de las bases que defienden Tiwintza, símbolo de nacionalidad
y resistencia ecuatoriana. En los nuevos enfrentamientos, entre patrullas,

80
se registraron tres heridos. En la noche, el Comandante del Teatro de
Operaciones Terrestre (TOT), General Paco Moncayo Gallegos, comuni-
có a los Estados Mayores de las unidades ecuatorianas, sobre la llegada
de una Comisión de Observadores, organizadas de la siguiente manera:
del Brasil. presidida por un General y compuesta por un coronel, dos
tenientes coroneles, un capitán médico y dos diplomáticos; de Argentina,
un coronel, un capitán de Navío, un sargento y un Cabo; de Chile, dos
coroneles; y los cuatro Agregados Militares de los países garantes. Les
acompañarían el general César Durán Abad, coronel Flavio Cárdenas y
un representante de la Cancillería ecuatoriana. El 20 de febrero de 1995;.
La patrulla al mando del cabo Agama Carlos es nombrada para que se
dirija al sector donde se encontraban elementos al mando del capitán Fa-
bián Fuel, con el propósito de entregar una bandera del Ecuador y retirar
material de guerra peruano capturado en varias emboscadas.
El 21 de febrero de 1995, llega la delegación militar de la Misión de
Observadores militares Ecuador-Perú (MOMEP), con el propósito de
ingresar al área de conflicto al día siguiente. El gobierno peruano afir-
ma haber tomado los tres destacamentos ecuatorianos, al contrario el
gobierno ecuatoriano, hasta el día del cese de las hostilidades informa
mantenerlos en su posesión. Los observadores militares de los países ga-
rantes se negaron a atribuir la victoria a alguno de los dos Ejércitos.
Aprovechando del cese al fuego, el Batallón de Comandos N° 19
Espinar, como parte de la ofensiva peruana llega aproximamente a las
06h00, a inmediaciones de Tiwintza, travándose en combate directo con
elementos de las patrullas de la Escuela de Selva del ejército ecuatoriano,
en especial con las patrullas al mando de los tenientes: Giovanni Calles,
Fernando Frías y Jorge Tapia, comandos paracaidistas que defendieron
su posición. Cayendo en combate el teniente Giovanni Calle, por la ex-
plosión de una granada de fusil FAL peruana de acuerdo al relato del
sargento Washington Grefa27. Falleció heroicamente defendiendo Tiwint-
za, al mando de su patrulla. Un oficial como él, que brindó su vida, tiene
ya un lugar en la historia, su nombre es ejemplo de virtudes patrióticas
para los jóvenes, civiles y militares28.

27 Jenner Baquero; “Entrevista al Técnico Javier Carrasco”. Cuando Avanzábamos junto al río, los
ecuatorianos se dieron cuenta de nuestra presencia, y gritaron: “Alto...quien vive”... entonces
Lanzero (Manolo Asterio Yaucurima) tiró una granada y allí empezó la balacera que no paró
hasta el día siguiente (versión de los combatientes peruanos del Batallón Contrasubversivo N° 16
Tingo María). Riobamba, 2014.
28 Mayor Teran P., Mayor Fernando Proano D; “Informe Operaciones militares en el Valle del Cenepa
de la Escuela de Selva”, febrero, 1995.

81
Informe de patrulla: son las 04h20, se produce una explosión y algunas
ráfagas en el interior de la base. El Mayor Fernando Proaño y el Mayor
Fabián Terán, van a verificar que el personal esté alerta y que todas las se-
guridades de la base estén activadas, especialmente las del helipuerto; el
personal permanece en alerta en sus posiciones. A las 06h30, una columna
peruana intenta ingresar a suelo ecuatoriano y se desata el intercambio
de fuego e inicia el feroz combate en Tiwintza. Todo el personal está en
sus posiciones en todos los frentes, listos para repeler el ataque y evitar
la toma del bastión de honor ecuatoriano.
Ya a las 09h00, el combate se intensifica, es herido el Sargento Segun-
do Rodríguez en la rodilla, siendo evacuado para que sea atendido por el
médico en el puesto de socorro.
El Mayor Ángel Proaño, relata que su unidad, la Escuela de Selva,
estaba organizada en posición defensiva con cinco equipos de combate
de aproximadamente 18 hombres cada uno, ubicados en El Maizal, La
Emboscada, Loma Tiwintza, Río Tiwintza y Helipuerto.
El comandante destacó puestos avanzados en la loma 1209 y Montañita.
“El 21 de enero de 1995, las tropas peruanas llegaron hasta las inmediaciones
de Base Tiwintza y se combatió evitando su ingreso en todos los frentes”.
Fue en esos enfrentamientos que cayó combatiendo el teniente Calles.
El 22 de febrero de 1995, los observadores ingresaron hasta Coangos,
como parte de una comisión de avanzada, enviada por los países garantes,
para certificar si se cumplía el cese de fuego acordado. Contrario a lo espe-
rado, lo que constataron fue el fragor de una lucha que ni el espesor de la
selva podía disimular. No llegaron hasta Tiwintza porque justamente ese día
la V Región Militar peruana continuaba la ofensiva para tomar los puestos
militares ecuatorianos, sin éxito. En plena vigencia de la Declaración de Paz,
en la que se comprometieron al cese inmediato de las operaciones militares;
las tropas peruanas atacaron con todos sus medios, a Tiwintza, El Maizal,
Base Norte y La “Y”. El resultado: 13 muertos y 20 heridos, que ofrendaron
su vida por la Patria, en una jornada vergonzosa para los acuerdos de paz.
A las 07h00, llega al Puesto de Mando de Tiwintza el Teniente Coro-
nel Jorge Costa, con personal de voluntarios y reservistas que son parte
de la conformada Brigada Especial Eloy Alfaro quien toma el mando de
la defensa de Tiwintza y procede a reforzar conjuntamente con el Co-
mandante del Subagrupamiento Táctico Tiwintza las bases de: El Maizal,
Baygon, Trueno 1, Trueno 2, así como la base Tiwintza29.

29 Teniente coronel Eduardo Vergara, “Tiwintza; Honor y Gloria”, Quito, 2014, pág. 156

82
Se reanudan los combates a las 11h00. Una fuerza de aproximada-
mente 100 efectivos, atacá la posición ecuatoriana de El Maizal, en la
retaguardia de Tiwintza. La arremetida se realizó con apoyo de fuegos
de artillería y morteros. A la misma hora, una patrulla ecuatoriana de-
tiene a una columna enemiga que intentaba progresar hacia Tiwintza,
causándoles fuertes pérdidas. Son dados de baja soldados peruanos,
capturando dos fusiles, un lanzador RPG-7V y granadas de mano. Ya
a las 11h45, fue rechazada una fuerza enemiga que intentaba cortar
la línea de abastecimientos que unía las posiciones de Banderas con
Tiwintza.
Por la tarde, patrullas de los Batallones Contra Subversivos N° 314,
16, 28, 30 y elementos del Batallón de Comandos N° 19 “Comandante
Espinar”,30 de nominativo Pachacutec, al mando del Mayor Pareja de
Fuerzas Especiales del Perú que salió del Puesto de Vigilancia N° 1 (PV1),
se infiltraron en la ruta ecuatoriana de Cueva de los Tayos, La “Y”, Base
Sur, inmediaciones del Destacamento Coangos, Base Ibarra, con el eje de
avance en la dirección de Base Banderas, dándose la vuelta al dispositivo
de defensa ecuatoriana en la retaguardia y siguiendo los cables de las
redes telefónicas que servían para recibir los pedidos de apoyo de fue-
go; sorprendieron con un ataque a una posición de morteros de 81mm.,
denominada Trueno N° 2, ocasionándole 7 bajas; con patrullas peruanas
que tenían la misión de tomarse Tiwintza.
Se trataba de una posición mantenida por jóvenes aspirantes a sol-
dados de la Escuela de Formación de Soldados, ESFORSE, que fueron
movilizados y organizados al mando de la Brigada Especial Eloy Alfaro,
en cumplimiento al decreto de emergencia nacional, quienes confiados
en el cese de fuego, se encontraban reunidos cerca de sus posiciones,
cuando fueron sorprendidos por el ataque. Este día se lo conoce como:
“Miércoles Negro”, por la cantidad elevada de soldados ecuatorianos
muertos y heridos en combate.
Las tropas peruanas denominan a este día como: la toma de la que-
brada Tiwintsa con “S” o falsa Tiwintza con “Z”, denominada por las
tropas ecuatorianas
En la noche, el Oficial de Operaciones informó: “En el Agrupamien-
to Táctico Carlomagno Andrade, se realizaron combates continuos en el
sector de La “Y”, todo el día. Igual en el sector del Maizal y se recuperó
el sector de Trueno N° 2, donde se destruyó la posición de los morteros.
30 Coronel Fournier Coronado Eduardo, “Tiwintza con Zeta; Toda la Verdad”, Perú, Lima, 1995,
pag, 162

83
Se dió las disposiciones para que se reagrupen las tropas de Coangos y
Tiwintza para reforzar el dispositivo”.
El informe del Oficial de Personal: “Como novedades del día de hoy
tenemos en el Agrupamiento Carlomagno Andrade: al momento tene-
mos 25 muertos, 62 heridos de combate, 32 enfermos y 4 prisioneros de
guerra”31.
El día 23 de febrero de 1995, cesaron los combates, excepto algunos
contactos esporádicos que no produjeron bajas en tropas ecuatorianas.
En la noche, el Comandante del Teatro de Operaciones Terrestre, co-
municó que para el siguiente día estaba previsto el arribo del Grupo de
Observadores, a quienes ya se les había hecho escuchar la interceptación
grabada por las unidades de guerra electrónica, con la voz del Gene-
ral López Trigoso, en los momentos precisos en que ordenaba el ataque;
ironizando los compromisos solemnemente asumidos por su Gobierno.
Por esas razones el General Paco Moncayo, insistió a los Comandantes,
que mantengan en máxima alerta a sus unidades y les hizo notar que los
peruanos actuaban desesperadamente para mejorar su dispositivo antes
de la llegada de los observadores. Sobre el sector de Santiago, que había
permanecido inactivo, el oficial de inteligencia da cuenta que el enemigo
había reforzado los destacamentos de Cahuide, Chiqueiza y Pachacutec,
por lo que inmediatamente se ordenó reforzar con 120 efectivos ese fren-
te de combate.
El Teniente Coronel Luis Aguas, con su valeroso y experimentado
Grupo de Fuerzas Especiales, se reincorporó a la defensa, informando
que el Escuadrón enviado para recuperar las posiciones de morteros ata-
cadas el día anterior, cumplió con su misión, sin encontrar presencia del
enemigo. Puntualizó que se recuperaron 150 granadas, las mismas que
de acuerdo a su disposición, fueron ocultadas en un refugio temporal.
Comunicó también, que se evacuaron seis cadáveres encontrados a 100
metros de la posición de los morteros.
El 24 de febrero de 1995, la artillería y los morteros ecuatorianos dis-
pararon intensamente sobre las avenidas de aproximación que podían
utilizar las fuerzas peruanas. Esta acción y el fracaso del ataque del día
22, hizo desistir definitivamente a los peruanos de nuevas operaciones
31 General Paco Moncayo G.; Comándate del Teatro de Operaciones Terrestres en el Valle del
Cenepa en 1995, Crnl. de EMC Luis Altamirano; Director de la Academia de Guerra del Ejército,
“La Victoria del Cenepa; registro documental para la historia, Tomo I”, Entrega de los informes y partes
de guerra recuperados por los alumnos de la Academia de Guerra de las grabaciones realizadas
al Estado Mayor del Teatro de Operaciones Sur - Este al Centro de Estudios Históricos del Ejército
(CEHE). Quito, Enero, 2014.

84
ofensivas. Sin embargo, en los días subsiguientes se produjeron comba-
tes de encuentro entre patrullas.
El 26 de febrero de 1995, inició el despliegue la Brigada de Selva
Alfaro, el Agrupamiento Táctico General Carlomagno Andrade, la Briga-
da de Selva N° 21 Cóndor y el Agrupamiento Táctico de Selva General
Miguel Iturralde.
El 27 de febrero de 1995, un helicóptero peruano, violando el cese
de fuego, realiza reconocimiento aéreo sobre territorio ecuatoriano en el
sector del Río Santiago. Fue alcanzado por el fuego de una patrulla, lo
que le obligó a un aterrizaje forzoso en Ampana.
El 28 de febrero de 1995, continúan las escaramuzas. Y es sólo con
la presión de los paises garantes, principalmente EE.UU; que se logró
que ambos países respetaran el cese de fuego y se estableciera una zona
desmilitarizada. De esta manera se firma en la ciudad uruguaya de Mon-
tevideo la declaración de “Reiteración del compromiso a proceder a un
inmediato y efectivo cese al fuego”. Si bien incidentes menores se dan a
lo largo de los siguientes meses, el conflicto del Cenepa ha terminado ofi-
cialmente, la desmovilización y la creación de una área desmilitarizada
confirma lo expuesto.
Del 10 de marzo al 22 de agosto de 1995, la primera fase de la MO-
MEP, tiene como misión la supervisión del cese al fuego y la separación
de fuerzas.
El 10 de marzo, se reguló la creación y el funcionamiento de la Mi-
sión de Observadores Militares Ecuador-Perú (MOMEP), integrada por
personal diplomático y militar de los países garantes de: Argentina, Chi-
le, Estados Unidos y Brasil. El apoyo logístico fue proporcionado por las
Fuerzas Armadas de EE.UU.
El 12 de marzo de 1995, se instalan definitivamente en Coangos los
observadores de la MOMEP.
El 29 de marzo de 1995, se expide la orden de operaciones para la
separación de las fuerzas y el 01 de abril se inicia este proceso.
El 05 de mayo de 1995, se desmovilizan las tropas empeñadas en
combate del frente.
Del 22 de agosto de 1995 al 17 de febrero de 1996, la segunda fase de
la MOMEP, luego de su planificación, ejecuta la separación de las fuerzas.
Del 17 de febrero de 1996 al 26 de octubre de 1998, la tercera fase de
la MOMEP, dispone el incremento de medidas para incentivar la confian-
za mutua entre las partes.
El 13 de agosto de 1998, la situación se tornó crítica; estuvo a punto

85
de iniciar un nuevo conflicto armado por la divergencia en los acuerdos
políticos.
El 19 de agosto de 1995, una patrulla del grupo GFE 25 al mando del
teniente Xavier Bedón, mientras realizaba patrullaje en la Pica Global en
inmediaciones del destacamento Tnte. Hugo Ortiz, fue emboscada por
unidades peruanas donde perdieron la vida el sargento Carlos Guamán
el cabo Rómulo Morales y herido el cabo segundo José Padilla. Cómo
resultado de estas acciones la MOMEP declaró la Zona BETA en el sector
del contrafuerte de Kaputna.
El 26 de octubre de 1998, Ecuador y Perú suscribieron en Brasilia,
capital de Brasil, el acuerdo definitivo de paz.
El 26 de octubre de 1998 a julio de 1999; en la cuarta fase de la MO-
MEP, se consolida los esfuerzos y se alcanza la paz.

Cuadro de las principales fuerzas de Perú y Ecuador en 1995

Fuente: General José Gallardo, “La Defensa Militar del Alto Cenepa”, Tiwintza. 1995.

86
Cuadro de principales pérdidas materiales durante el Conflicto Bélico

Fuente: General José Gallardo, “La Defensa Militar del Alto Cenepa”, Tiwintza. 1995

87
INFORME FINAL DEL TEATRO DE OPERACIONES
TERRESTRE DE LA CAMPAÑA DEL ALTO CENEPA
Ref.- Plan de Campaña “SOBERANÍA I”

Ejército de Operaciones, Quito, 2 de junio de 1995

88
89
90
91
El teniente Geovanny Calles, héroe nacional, iza la bandera el 14 de febrero de 1995
en base Twintza, en presencia de la prensa nacional y extranjera.

92
Capítulo VI

Fuerza Naval en Operaciones


Marítimas
Operaciones de patrullaje en el mar.

La fuerza naval en operaciones marítimas

La Armada del Ecuador, al contar con unidades de gran movilidad, cumplió


la misión determinada en la estrategia marítima en el sector de su responsabili-
dad, con extremo sacrificio pero alcanzando un éxito absoluto en el mar1.
La Fuerza Naval cumplió con todas las exigencias que demandó el
estado de emergencia y movilización nacional, dentro de la cual las dota-
ciones y medios que se disponía fueron alistadas al máximo ante el llamado
de la patria. La misión asignada a la Fuerza Operativa Naval que era la de
mantener el control absoluto del mar, fue cumplida a cabalidad.
La Armada del Ecuador durante el conflicto del Cenepa cumplió con
el fin último de la estrategia naval, contribuyendo de esta manera al éxito
militar alcanzado por las Fuerzas Armadas Ecuatorianas en este conflicto
bélico.

1 Cristóbal G. Espinoza Y., Centro de Estudios Históricos del Ejercito (CEHE), “Cenepa, Victoria de
la Paz”, Quito 2014, pág. 93.

95
Las Fuerzas del Teatro de Operaciones Navales fueron desplega-
das en un dispositivo para la defensa en el área marítima, estas fuerzas
estuvieron conformadas por la Fuerza de Superficie; integrada por las
unidades navales del Escuadrón de Fragatas, Escuadrón de Corbetas y
Escuadrón de Lanchas Misileras; por la Fuerza de Submarinos, Fuerza
Aeronaval, Fuerza de Infantería de Marina, Fuerza de Defensa de Costas
y Fuerza de Apoyo Logístico y paralelamente se activó el Control Naval
del Tráfico Marítimo.
Considerando que las líneas de comunicaciones marítimas constitu-
yen la base económica del pueblo ecuatoriano, siendo en tiempo de paz
un factor de bienestar y progreso, en tiempo de guerra su importancia es
vital y afecta a la supervivencia del país; es decir que durante un conflic-
to, no solo afectan al frente militar sino también al económico, por lo que
su control y explotación se constituyen en un aspecto fundamental para
el sostenimiento del esfuerzo de guerra.
La Fuerza de Superficie estuvo compuesta por las fragatas BAE Pre-
sidente Alfaro y BAE Morán Valverde (buque insignia de la Escuadra
Naval), así como las 6 corbetas: Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, El Oro,
Galápagos y Loja y 6 lanchas misileras: Quito, Guayaquil, Cuenca, Man-
ta, Tulcán y Nuevo Rocafuerte (estas tres últimas fueron transformadas
de torpederas a misileras en los Astilleros Navales Ecuatorianos EP), a
esta fuerza se agregaron los helicópteros de la Fuerza Aeronaval.
Las corbetas como medios navales versátiles, estuvieron alertas pa-
ra la detección rápida del oponente y poder someterlo con el poder del
fuego de sus misiles. Por otro lado, las fuerzas especiales de la infantería
de marina en alerta máxima para el empleo en apoyo a las operaciones
navales, de naturaleza no convencional, de carácter clandestino, desarro-
lladas en la retaguardia del enemigo, se mantuvieron concentradas con
metas operacionales y estratégicas.
La Fuerza Aeronaval se constituyó en ojos de la Fuerza Operativa Na-
val y ejerció una constante vigilancia del mar territorial ecuatoriano; esta
tarea se la cumplió con 15 aeronaves militares y una civil. Durante la alerta
amarilla se incrementaron los vuelos de exploración aeromarítima en el
litoral continental, agregando helicópteros a las unidades de superficie.
Con la declaración de la alerta azul se realizó el despliegue de sus uni-
dades conformando grupos de tarea desplegados en Guayaquil, Manta y
Salinas, se establecieron planes de vuelo y diferentes patrones de busca;
una vez declarada la alerta roja, a finales de enero de 1995, se completó
el despliegue de las unidades y dotaciones hacia diferentes aeropuertos.

96
Poder Naval para la protección y la defensa de la Patria.

En las tareas de vigilancia marítima participaron las siguientes ae-


ronaves: aviones Beechacraft SKA 200 y SKA 300, Casa CN-235, Cessna
Citation 500, Beechcraft T-34C-1, helicópteros B-206, además de la aero-
nave civil HC-PBX Aerocomander.
En tres meses de conflicto se ejecutaron más de 4000 horas de vue-
lo, con una estadística de cero incidentes o accidentes. Estas operaciones
fueron cumplidas por aviadores navales en servicio activo y pasivo, por
lo que para la calificación de estos últimos se hizo necesario ejecutar una
recalificación en las aeronaves a ellos asignadas.
El ANE-231 (avión naval Ecuador), el 19 de febrero/95, detectó,
identificó y mantuvo traqueada a una formación de buques de la Ar-
mada francesa, que se encontraba en tránsito hacia Panamá; así mismo,
el 9 de marzo el ANE-232 al mando del TNNV-AV Darwin Jarrín detec-
tó e identificó un submarino contrario frente a las costas de Chanduy y
navegando con rumbo hacia la boya de mar, en el golfo de Guayaquil;
inicialmente esta unidad submarina mantuvo su periscopio izado, luego

97
de aproximadamente un minuto el submarino lo arrió. Estas acciones
demuestran que siempre se mantuvo actualizado el cuadro de superficie
de buques mercantes, pesca y naves amigas, en coordinación con la Di-
rección de la Marina Mercante y el Comando de Operaciones Navales.
El conjunto de fuerzas navales de superficie, submarinas, aeronavales
y de infantería de marina, contribuyeron a obtener, mantener y explotar
el control del mar, por lo que luego de la firma de la paz, las Fuerzas
Armadas y en particular la Fuerza Naval, deberán mantener un poder
disuasivo que permita garantizar la seguridad y desarrollo del Ecuador,
por lo que es necesario optimizar el alistamiento operativo, para cuando
la patria lo necesite, defender el territorio marítimo y mantener en alto la
dignidad nacional.
La Fuerza Naval cumplió con todas las exigencias que demandó el
estado de emergencia y movilización nacional, dentro de la cual las do-
taciones y medios que se disponía fueron alistadas al máximo. La misión
asignada a la Fuerza Operativa Naval la de mantener el control del mar,
fue cumplido a cabalidad, es decir, que la Armada del Ecuador durante
el conflicto del Cenepa cumplió con el fin último de la estrategia naval,
contribuyendo de esta manera al éxito militar alcanzado por las Fuerzas
Armadas Ecuatorianas en el Alto Cenepa2.

2 Sub Oficial (sp) José Vargas, Academia Nacional de Historia Militar, miembro numero, ensayo,
“La Fuerza Naval; en Operaciones Marítimas”, “Cenepa, Victoria de la Paz”, Quito, 2014.

98
Capítulo VII

La Defensa Aérea
Defensa Aérea del Territorio Nacional

La Fuerza Aérea Ecuatoriana fue un puntual estratégico en el desenlace


de este conflicto, pues la victoria en el aire provocó el cese al fuego inmediato de
manera decisiva para el fin de las hostilidades1.
A diferencia del año de 1981 en que la Fuerza Aérea Ecuatoriana
no pudo actuar y contrarrestar los bombardeos a los destacamentos de
Paquisha, Mayaycu y Machinaza, presuntamente para evitar que se ge-
neralice el conflicto, en esta ocasión, en el año de 1995, más allá de hacerlo
se cubrió de gloria en el espacio aéreo ecuatoriano del Alto Cenepa.
Como toda filosofía militar estipula la elaboración de planes en di-
ferentes niveles en tiempos de paz, en lo que corresponde al Teatro de
Operaciones Aéreas, éste estaba dividido en los Centros de Operaciones
Sectorial N° 1 con sus escuadrones Halcón, Colibrí y Mirlo; Centro de
Operaciones Sectorial N° 2 con los escuadrones Papagayo y Galeras y
Centro de Operaciones Sectorial N° 3.
Como unidades operativas constan las siguientes Alas: Ala de
Combate N° 31, Ala de Combate N° 21, Ala de Combate N° 22 y Ala de
Combate N° 23; y para la formación y entrenamiento de pilotos, la Escue-
la Militar de Aviación “Cosme Renella” con unidades aéreas T-33 y T-34.
Como la logística constituye el soporte de las operaciones, el Teatro
de Operaciones Aéreas incluye el Ala de Transportes N° 11 (Twin Otter,
C-130, Avro, Sabreliner (reconocimiento).

El combate aéreo: 10 de febrero día de la aviación de combate

En 1995, nuestro país hizo frente a una agresión militar desde la fron-
tera sur, en las nacientes del río Cenepa. El alto mando de las Fuerzas
Armadas Ecuatorianas inicia todas las operaciones necesarias a fin de de-
fender con honor a nuestra patria. En este contexto, la Fuerza Aérea realizó
un despliegue aéreo sin precedentes: se creó un agrupamiento especial lla-
mado Grupo Aéreo Amazonas, compuesto por personal y equipos de las
Alas de Combate Nº 22 y Nº 23, con el fin de proporcionar apoyo aéreo
aproximado y rescate de combate en la zona del teatro de operaciones del
Alto Cenepa, donde combatía valientemente nuestra Fuerza Terrestre.
Los Escuadrones de Combate de las Alas Nº 21 y Nº 23, de la Escuela
Militar de Aviación y el Escuadrón de Reconocimiento, en coordinación

1 Ibíd., 83 .

101
con los radares de la Defensa Aérea, desarrollaron un importante esfuer-
zo operativo y logístico, a fin de mantenerse en óptimas condiciones para
el cumplimiento de su misión.

Operaciones aéreas durante el conflicto

A finales de enero y principios de febrero de ese año, las acciones de


guerra en el frente de batalla se intensifican notablemente; tropas enemi-
gas iniciaron una agresiva campaña de bombardeos contra las posiciones
de soldados ecuatorianos.
Con el fin de contrarrestar las operaciones hostiles, el Escuadrón de
Combate N° 2312 AT-33 realiza misiones de patrulla aérea en el sector del
Alto Cenepa, mientras que aviones de los Escuadrones de Combate N°
2112 Mirage F-1 y N° 2113 Kfir C2 realizan misiones de reconocimiento
electrónico y engaño, permaneciendo siempre alertas para responder de
inmediato a cualquier ataque.

El combate aéreo del 10 de febrero de 1995, marco una gesta histórica para la Fuerza
Aérea Ecuatoriana.

102
Las madrugadas del 6 y 7 de febrero, aviones Mirage y Kfir tienen
los primeros contactos con el enemigo. Durante estos encuentros aviones
Mirage 2000P de la Fuerza Aérea Peruana trataron de interceptar y des-
truir nuestras aeronaves; solamente el entrenamiento y la preparación de
nuestros pilotos les permitió salir airosos en esos encuentros.
El 7 de febrero una escuadrilla de aviones A-37B del escuadrón
N° 2311 bombardea posiciones enemigas, siendo este el primer ataque
efectuado por la FAE en su historia. Y es precisamente en una de estas
acciones donde acontece la increíble hazaña del avión A-37B, llamado
Tiwintza, que, luego de cumplir una misión de bombardeo, es alcanzado
por un misil antiaéreo. El aparato, seriamente averiado, es hábilmente
conducido por sus pilotos hacia su base, donde aterrizan sin mayores
novedades. El profesionalismo de los aguerridos pilotos ecuatorianos
permitió sortear la muerte y regresar ilesos.
También y con una notable entrega al cumplimiento de su deber he-
licópteros del Ala de Combate Nº 22, ejecutaron peligrosas misiones de
rescate de combate en la línea de fuego.
La Aviación de Transportes cumplió misiones de apoyo logístico en
la zona de conflicto, transportando y desplegando a las Unidades Tác-
ticas de las Fuerzas de Superficie, realizando evacuación aeromédica y
manteniendo el apoyo logístico necesario para asegurar las operaciones.
En las Alas de Combate, el esfuerzo de pilotos y técnicos, compro-
metidos con valores superiores, permitió poner a punto las máquinas,
para que, entregadas en manos de hombres capaces, pudieran responder
con entereza a la amenaza y escribir de esta forma gloriosas páginas en
la historia del Ecuador.
Se realizó la planificación para eliminar la amenaza. Los pilotos de
los Escuadrones 2112 “Mirage” y 2113 “Kfir”, que por largos días y no-
ches permanecieron en alerta en sus aviones, tuvieron la oportunidad de
cumplir el sueño más preciado: lanzarse con sus alas al viento en busca
del agresor para castigar su osadía.
Eran aproximadamente las 12h30, del día 10 de febrero de 1995,
cuando las escuadrillas “Conejos” y “Broncos”, al recibir la orden de
scramble, hacían rugir sus motores rumbo a la gloria, ya que luego de
contados minutos, al encontrarse con las naves enemigas, las borrarían
del firmamento y las sepultarían para siempre en su última morada: los
bosques milenarios de la selva amazónica.
Esta acción tiene que ser comprendida y recordada en su real mag-
nitud, puesto que el alcanzar la superioridad aérea significó el cese de

103
las hostilidades y fue el factor determinante en el resultado final del
conflicto.
Este esfuerzo realizado por hombres y mujeres llenos de amor por
su país, motivados por el servicio a la patria y su gente, no debe ni pue-
de perderse en el olvido, porque es ejemplo de lo que el entrenamiento,
fundamentado en valores, trabajo honrado y tesonero, puede lograr aún
en contra de toda adversidad.

Ala 11, en el Conflicto del Cenepa

El Ala de Transportes N° 11 con sus unidades cumplió las opera-


ciones dispuestas por el Comando de la Fuerza Aérea, en apoyo a los
despliegues y redespliegues del personal y de las unidades de Combate
de las Fuerzas Armadas durante el conflicto del Cenepa.
Producidos los primeros enfrentamientos y provocaciones, a me-
diados del mes de diciembre de 1994, los aviones del Ala de Transportes
iniciaron sus operaciones para la movilización de tropas y equipos,
asegurando en una primera fase que el personal estuviese listo para
emplearse.
El apoyo logístico brindado a través de nuestros aviones fue fun-
damental para mantener abastecidas a todas las unidades empeñadas
en combate, en la movilización y abastecimiento de las unidades de su-
perficie, así como la obtención de información del enemigo a través del
reconocimiento fotográfico en forma oportuna, información que proce-
sada cobra importancia fundamental en la toma de decisiones para las
Fuerzas Armadas.
El Ala de Transportes N° 11, con sus unidades, desde el inicio del
conflicto hasta el día 30 de abril de 1995 cumplió como tareas sobresa-
lientes las siguientes:
Transporte de los módulos logísticos de los diferentes Escuadrones
de Combate de la Fuerza Aérea a sus puntos de despliegue.
Transporte del personal de la Defensa Aérea, radares, y su equipo y
artillería antiaérea a las diferentes Bases y puntos de despliegue.
Transporte de personal, material bélico y equipos de las Fuerzas Ar-
madas, hacia y desde la zona de conflicto.
Evacuación Aeromédica, desde la zona de conflicto hacia el interior
del país.

104
Transporte de personal

Transporte de víveres, ropa, medicinas y equipo médico a la zona de


conflicto.
Apoyo a las operaciones realizadas por las Fuerzas Armadas, Go-
bierno Nacional, Prensa Nacional e Internacional, Observadores y más
entidades públicas y privadas que participaron activamente en la defen-
sa de la Patria.
La alta moral de las tripulaciones y personal permitió el cumpli-
miento de todas las obligaciones a cabalidad, optimizando el empleo del
material aéreo dentro de los parámetros, procedimientos y normas de
seguridad y eficiencia.
El Ala de Transportes N° 11, con sus medios y los de la Reserva Aé-
rea, realizó operaciones de apoyo de combate, cumpliendo misiones de:
Transporte aéreo y reconocimiento aéreo, realizando un total de 741 mi-
siones completando 2.078 horas de vuelo, transportando 18.183 soldados
y 2.930.006 libras de carga, por lo que a posteridad fue motivo, para que
el Estandarte del Comando Aéreo de Transportes sea condecorado como
un justo reconocimiento a todas las acciones desarrolladas en la defensa
e integridad de la soberanía nacional.

Taura la gloria del combate aéreo del Cenepa

El 9 de enero de 1995 se producen roces entre las patrullas terrestres


ecuatorianas y peruanas en la frontera sur. El país entra en alerta máxima
el 25 de enero. La FAE ejecuta su Plan de Campaña, iniciándolo con el
despliegue de sus medios. Desde el 12 de enero, el Ala N° 21 se encuentra
completamente operativa y ejecutaba misiones de combate electrónico.
La Base de Taura tenía el compromiso inmenso de vencer en esta prueba
de combate, para la que tanto se había preparado; su Comandante, el
Coronel Esteban Garzón, manifestó que para la Unidad había un solo
camino y este era “Vencer o Vencer”.
El Escuadrón Jaguar se despliega y sus escuadrillas se alistan para
cumplir misiones de bombardeo estratégico hacia blancos enemigos. Los
escuadrones F-1 y C-2 se dispersan, y se mantienen alertas para cumplir
misiones de defensa aérea.
Hablar de lo que pasó en aquellos días en Taura es hablar de una
gloriosa lucha en la cual sus miembros se entregaron valerosos a apoyar
el cumplimiento de la misión. Los días pasaron y se cumplieron muchas

105
misiones de reconocimiento electrónico diurnas y nocturnas en escuadri-
llas disímiles de aviones F-1 y C-2, así como misiones de engaño.
El adecuado cumplimiento de las misiones arriba mencionadas per-
mitió que se disponga de una adecuada información sobre el orden de
batalla enemigo; pues desde los primeros días de febrero el escenario
aéreo estuvo suficientemente claro para quienes mantenían el Comando
y Control de las operaciones. El arduo entrenamiento de años anteriores
daba buenos frutos, pues la combinación disímil de los cazas F-1 y C-
2, comandados por profesionales y bien entrenados pilotos, permitía el
cumplimiento efectivo de las misiones en escenarios de alta amenaza que
incluían malas condiciones meteorológicas, con el correspondiente retor-
no seguro de las escuadrillas a sus lugares de despliegue o dispersión.
La FAE se vistió de gala, pues Taura escribiría una gloriosa página
de nuestra historia el 10 de febrero de 1995. La escuadrilla “Conejos”
del Escuadrón 2112 Mirage F-1, liderada por el Mayor Raúl Banderas,
a quien acompañaba el Capitán Carlos Uscátegui como número 2, y la
escuadrilla “Broncos” del Escuadrón N° 2113 Kfir C-2, liderada por el
Capitán Mauricio Mata a quien acompañaba el Capitán Wilfrido Moya,
despegan rumbo al sector del conflicto, y, apoyados por el sistema de
Defensa Aérea, se dirigen a interceptar a los aviones incursores que es-
taban bombardeando las posiciones ecuatorianas. Los Conejos volaban
en patrulla a 20.000 pies y los Broncos lo hacían en patrulla a 5.000 pies.
Los avistamientos se dan, y como resultado son derribados tres aviones
peruanos: dos Sukoi-22 y un A-37B. De forma inmediata, las operacio-
nes aéreas del enemigo son paralizadas. Este singular hecho, detuvo la
acción enemiga y se inició el proceso de cese de fuego que permitió al
Ecuador volver a las conversaciones de paz, las que concluyeron con el
Tratado de Itamaraty.

Post guerra

En 1997, el Ecuador mantenía la amenaza enemiga. Por este motivo,


se decide equipar y modernizar las aeronaves existentes para enfrentar
una posible contienda. Desde enero de 1997 se da inicio a la moderni-
zación del Kfir C-2, dotándole de equipos y armas digitales de última
tecnología, con capacidad de enfrentar las nuevas amenazas. Para ello en
1998 un prototipo Kfir CE vuela en Israel y en abril de 1999, luego de ser
reensamblado en Latacunga, aterriza en la pista de Taura piloteado por

106
un piloto de pruebas de IAI2. El mayor Eduardo Cárdenas fue el primer
piloto del Escuadrón 2113 en volar el moderno avión digital.
En forma paralela, el Escuadrón 2112 incrementa su poder de com-
bate al equipar sus aviones Mirage F-1 para portar cuatro misiles de
última tecnología y, además, mejorando sus equipos de alarma de radar
con equipos modernos.
El 9 de octubre de 1997, el Gobierno nacional entrega a Taura los
sistemas de misiles superficie-aire OSA AKM “Gecko”, los cuales con-
forman el Escuadrón No.2114. De igual manera, en el mismo año, y por
segunda vez, una Batería de Artillería Antiaérea “Oerlykon” es asignada
a Taura, conformando el Escuadrón N° 2115.
En la actualidad, la heroica Base Aérea de Taura mantiene el espíritu
con el que comenzó: ser el baluarte decisivo de la defensa nacional, con
el compromiso de cumplir la misión con un solo lema: “Vencer o Vencer”.
Sus hombres y mujeres mantienen el espíritu de trabajo desinteresado,
sin descuidar el cumplimiento de su misión; estos patriotas apoyan a la
población en tiempos de paz, en misiones de apoyo para brindar segu-
ridad en diferentes puntos de la provincia. Se cumplen también tareas
de ayuda social a los sectores más necesitados, mediante programas de
acción cívica como Alas para la Salud, Alas para la Educación, Alas para
la Alegría y Alas para el Desarrollo.
Taura mantiene el desafío de incrementar al máximo su capacidad
operativa para estar siempre listos para el combate. Todos los pilotos,ae-
rotécnicos y servidores públicos que trabajan en esta ejemplar unidad,
dejan su mejor esfuerzo con el anhelo de cumplir la misión que se le
encomendó hace medio siglo: garantizar la existencia de la patria y di-
suadir de cualquier amenaza que atente contra nuestra soberanía.

Ala 22, en el Conflicto del Cenepa

En el año de 1995, el grupo de vuelo del Ala de Combate N° 22,


participa directamente en el conflicto del Cenepa, apoyando en el trans-
porte de personal, material y evacuación de heridos de los puestos de
avanzada, desde el inicio hasta la finalización de las hostilidades, con
los helicópteros Alouette y TH-57A. Unos se integraron al Grupo Aéreo
Amazonas, con base en Macas, y los otros apoyaron al Ejército desde
Gualaquiza, con el equipo Alouette y con el equipo TH – 57A, cumplien-

2 IAI; Israel Aircraft Industries, Kfir.

107
do 699 misiones con un tiempo de 731:30 horas en el equipo TH – 57A, se
cumplieron 230 misiones con el equipo Alouette con un tiempo de 350:35
horas de vuelo. El equipo DHC-6 (Twin Otter) realizó misiones de trans-
porte de personal y material con un tiempo de 214:40 horas de vuelo.
El equipo Bell 212 apoyó a la creación del COS-2, en un tiempo ré-
cord, con la instalación del radar TPS-70, en 133:45 horas.
Por el valiente desempeño de todos los que participaron en el con-
flicto del Cenepa, el Estado ecuatoriano condecoró al estandarte del Ala
N° 22 y a sus tripulaciones con la “Gran Cruz de Guerra”3.

Teatro de Operaciones Aéreas

Comando Aéreo de Combate (COMAC)


Defensa Aérea

Centro de Operaciones Sectorial N° 1:


Escuadrón Halcón
Esc. Colibrí
Esc. Mirlo

Centro de Operaciones Sectorial N° 2:


Esc. Papagayo
Esc. Galeras

Centro de Operaciones Sectorial N° 3:


Participación de:
Ala de Combate N° 31 (Lago Agrio)
Creación del Grupo Aéreo Amazonas

Ala de Combate N° 21 (Mirage F-1, K-fir, Jaguar)


Ala de Combate N° 22 (Bell 212, TH-57, Alouette)
Ala de Combate N° 23 (MK-89, A-37B, T-33)
E.S.M.A. (T-33, T-34)

Comando Aéreo de Transportes (COTRAN)


Ala de Transportes N° 11 (Twin Otter, C-130, Avro, Sabreliner [Reconoc.]

3 General (sp) Esteban Garzón, “Informe de combate de la Fuerza Aérea Ecuatoriana”, Taura, 1998.

108
Capítulo VIII

Cese al Fuego
Misión de Observadores Militares
Ecuador-Perú (MOMEP)
Misión de Observadores Militares Ecuador - Perú, (MOMEP)

Los diferentes enfrentamientos armados entre las repúblicas de Ecua-


dor y Perú, provocó la preocupación de varios paises del continente y del
mundo. Con la participación de la República de Argentina, Brasil, Chile y
los Estados Unidos pudo detener la guerra, los países mediadores envia-
ron seis observadores militares quienes, junto a dos jefes representantes
de Ecuador y Perú, firmaron el 2 de octubre de 1941, el Acta del Acuerdo
de Talara para el cese de fuego. La guerra en términos generales finalizó
cuando ambas naciones, el 29 de enero de 1942, firmaron un acuerdo
de paz, amistad y límites denominado “Protocolo de Río de Janeiro”, en
el marco de la III Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de
América.
Sin embargo, imprecisiones derivadas de la interpretación del cita-
do protocolo, y la demarcación en el terreno de los límites fijados en él,
mantuvieron la disputa y la consecuente tensión política, diplomática y
militar que se escaló en la selvática frontera común, con esporádicos en-
cuentros armados, en 1979, 1981 y 1987, en todos ellos, los buenos oficios
de los denominados países garantes, posibilitaron sentar a las partes en
la mesa de negociaciones, sin embargo, el “statu-quo” anterior de la situa-
ción limítrofe, se mantuvo intacto y por tanto la disputa y la tensión solo
fueron aplazada hasta una nueva crisis, caracterizada por la perseveran-
te actitud ecuatoriana de reclamar los ancestrales derechos amazónicos y
la obstinada actitud peruana de desconocer el problema.
En efecto, un nuevo foco de tensión se generó a finales del año de
1994, precisamente en la zona fronteriza amazónica del Alto Cenepa, por
la presencia de fuerzas de los dos países en un área de 78 Km2 que al no
estar delimitada, cada nación reclamaba como propia. Los movimientos
y la fricciones militares ante el fracaso de la diplomacia, terminaron por
enfrentar a los soldados ecuatorianos y peruanos a partir del 26 de enero
de 1995, en cruentos combates que ocasionaron la baja de 33 soldados
por la parte ecuatoriana y numerosos soldados e importantes medios de
combate aéreo del Perú, como se reconoció en los informes y documentos
divulgados posteriores al conflicto1.

1 Coronel Edison Narváez, editor; David Andrade, Quito, Ejército Ecuatoriano, Libro: “Victoria en
el Cenepa”, febrero de 2011, pág. 211.

111
Creación de la MOMEP

Una activa campaña comunicacional y diplomática por parte del


Ecuador en el seno de la OEA y en los países de la comunidad sudame-
ricana, logró el rechazo a la posición peruana y alcanzó un acuerdo de
cese del fuego para iniciar conversaciones que permitan buscar una solu-
ción pacífica a la controversia, permitiendo también que las dos naciones
acepten la intervención de los países garantes, acorde a lo firmado en el “
Acuerdo de Itamaraty “ el 17 de febrero de 1995 y posteriormente la de-
claración suscrita en Montevideo, el 28 de febrero, que en lo fundamental
establece en el numeral 3ro. la presencia inmediata de un grupo de ob-
servadores militares de los países garantes en el área para supervisar el
cese al fuego.
En este contexto, se crea la Misión de Observadores Militares Ecua-
dor - Perú, MOMEP. El 10 de marzo del año de 1995 arriba a la zona en
disputa, una misión militar integrada por efectivos de las instituciones
armadas de los cuatro países, quienes cumplieron las tareas de mantener
la paz en una zona selvática de muy difícil acceso, en el área de la Cordi-
llera del Cóndor2.
Esta misión, que culminó en el mes de junio de 1999, tras un poco
más de cuatro años de actividad ininterrumpida, tuvo la connotación de
constituir un éxito dentro de las misiones militares de paz en el mundo
y una de las pocas que ha cumplido el objetivo para el cual se creó, el
consolidar la paz entre los estados en conflicto. Conciliar la paz por tanto,
entre dos naciones enfrentadas durante años por diferendos aparente-
mente insalvables, fue de por sí un logro trascendente para los países
miembros de la gran familia americana.

Organización de la MOMEP
Para cumplir sus tareas, la MOMEP adoptó la siguiente organización:
1. Coordinador General.
2. Estado Mayor.
3. Grupo de Observadores Militares.
4. Oficina de la MOMEP en Bagua, Perú.
5. Grupo de Apoyo.
6. Destacamento de Aviación.

2 David Scott Palmer, El Conflicto Ecuador-Perú: “EI Papel de los Garantes”, FLACSON, Quito,
1998.

112
Teatro de operaciones de la MOMEP en el Valle del Cenepa, 1995-1998.

Esta organización sufrió algunas variaciones durante el período en


que operó la MOMEP, las cuales se debieron principalmente al incremen-
to e integración de personal de las partes, para generar un mayor clima
de distensión y confianza, disminuyéndose en la misma proporción los
garantes. Por otra parte, a fines de 1997, los EE.UU dejaron de cumplir en

113
forma integral el apoyo logístico, debiendo asumir un mayor compromi-
so en estas tareas los dos países3.

Área geográfica de responsabilidad de la MOMEP

El área general de responsabilidad de la MOMEP se caracterizaba


por corresponder a una zona selvática de exuberante vegetación, de ele-
vada temperatura, humedad e intensas precipitaciones, constituyendo
un entorno agresivo y condicionante, que solo permitía en casi toda su
extensión el acceso a través de helicópteros. En ella existen las enfer-
medades características de una zona tropical, especialmente la malaria,
fiebre amarilla, hepatitis A y B, tifoidea, rabia y tuberculosis.
Por su parte, el cuartel general de esta organización se ubicó en la lo-
calidad de Patuca, Ecuador, base de la Brigada de Selva No 21 Cóndor,
situada en el oriente ecuatoriano, a 300 km. al sudeste de Quito. Su selec-
ción se debió principalmente a la cercanía de los lugares de acción de la
MOMEP (65 Km. aproximadamente) y las facilidades de apoyo logístico y
de bienestar que brindaba. Se mantuvo sin embargo una oficina de enlace
en la localidad de Bagua, Perú, asiento de la VI Región Militar, situada en
la región nororiental de ese país, a 1100 km. al noreste de Lima y a 270 Km.
aproximadamente del área de acción de la MOMEP. Derivado del cumpli-
miento de las tareas a desarrollar, el área general bajo responsabilidad de
la MOMEP (Zona Desmilitarizada, Zona Alfa y Zona de Control) tuvo un
total de 1.540 km2.

Obligaciones y responsabilidades de los integrantes de la MOMEP

Del Grupo de Observadores Militares.


a) Patrullaje aéreos mediante Helicópteros UH-60 “Black Hawk” so-
bre la Zona Desmilitarizada y Zona de Control, las cuales conforme a las
disposiciones convenidas se debían encontrar sin medios militares de am-
3 Rafael Recasens Figueroa, Experiencia de la participación de Chile; “Misión de Observadores Mi-
litares Ecuador-PERU (MOMEP)”, Chile, 1999. La misión Chilena estuvo integrada por efectivos
de las tres instituciones de la defensa nacional, quienes cumplieron las tareas de mantener la paz
en una zona selvática de muy difícil acceso, en el área general de la Cordillera del Cóndor. Esta
Misión, que culmino en el mes de junio de 1999, tras un poco más de cuatro años de actividad
ininterrumpida, tuvo la connotación de constituir un éxito dentro de las misiones militares de paz
en el mundo y una de las pocas que ha cumplido el objetivo para el cual se creo, cual fue el logro
de la paz entre dos estados en conflicto. Conciliar la paz por tanto, entre dos naciones enfrentadas
durante años por diferendos aparentemente insalvables, fue de por sí un logro trascendente para
los países miembros de la gran familia americana.

114
bas partes. Su objeto era detectar cualquier movimiento o desplazamiento
de tropas, construcción de instalaciones, patrullajes, apertura de senderos
en la selva, etc., es decir, identificar cualquier acción de índole militar ajena
a lo pactado.
b) Verificaciones a los diferentes destacamentos fronterizos autori-
zados a mantener por las Partes en la Zona Alfa, objeto supervisar el
cumplimiento de las disposiciones de la MOMEP en lo referido a la canti-
dad y tipo de armamento y efectivos máximos y equivalentes que debían
existir en ellos.
c) Permanencia en Centros de Operaciones Permanentes estableci-
dos por la MOMEP en instalaciones de Perú (PV1) y Ecuador (Coangos)
en la Zona Desmilitarizada. Su finalidad era verificar la existencia de los
efectivos, armamento y munición, normas establecidas y acordadas con
las Partes en dichos lugares y que no existiera a su vez movimiento de
tropas en el área.
d) Verificación esporádica y aleatoria a puestos específicos del área
desmilitarizada ocupados durante el conflicto, lo cual permitía contar
con la presencia transitoria de observadores militares para certificar la
inexistencia de fuerzas militares en ellos.
e) Supervisión de las tareas de desminado, asociado a la demarca-
ción fronteriza, necesarias para la instalación de los hitos demarcatorios
respectivos.

De la Oficina de la MOMEP en Bagua, Perú


a) Servicio de enlace permanente entre este organismo y las autori-
dades de la VI Región Militar del Perú, coordinando a su vez las labores
de los Observadores Militares asignados a ella para dar cumplimiento a
los requerimientos operativos de la misión.
b) Este puesto era cubierto con relevos cada 21 días, donde en forma
rotativa los Observadores Militares de Argentina y Chile se desempeñan
como Jefes de ella.

Del grupo de Apoyo


a) Apoyo integral de abastecimiento, servicios, transporte terrestre,
mantenimiento preventivo y atención sanitaria del primer y segundo es-
calón como así también asistencia preventiva de rutina.
b) Apoyo de comunicaciones para los enlaces necesarios de la misión.
c) Apoyo de cartografía y meteorología.
d) Seguridad de las instalaciones de la MOMEP.

115
e) Control y mantenimiento de los generadores para el servicio
eléctrico de las instalaciones y apoyo de base en aspectos de gasfitería,
lavandería, bienestar y aseo.

Del destacamento de Aviación


Cumplió actividades de apoyo de transporte aéreo para el cumplimien-
to de las tareas operativas de la MOMEP y labores de aéreo-evacuación.

Fases de las tareas ejecutadas por la MOMEP


De conformidad a lo estipulado en los mencionados acuerdos,
se inició el trabajo con la supervisión y control de la separación de las
fuerzas comprometidas en los enfrentamientos, la creación de un área
desmilitarizada y la desmovilización gradual y recíproca de las unidades
desplegadas en las operaciones militares, a fin de facilitar el inicio de
conversaciones para encontrar una solución a los impases subsistentes y
restablecer un clima de distensión y amistad entre las Partes.

Primera Fase (del 10 de marzo al 22 de agosto de 1995)


El 12 de marzo, llega a Cuenca, Ecuador, a las 11h00, la misión de
observadores militares Ecuador Perú, para dar inicio a sus labores, una
vez que se estableció los procedimientos a seguir para el funcionamiento
y misión de la MOMEP. La misión estaba integrada por 6 observadores
de Argentina, 6 observadores de Chile, 9 observadores de Brasil, 10 ob-
servadores de Estados Unidos y 92 miembros de personal de apoyo.
Cuando los primeros Observadores Militares llegaron al área de
conflicto, las fuerzas de ambas partes todavía se encontraban desplega-
das en disposición de combate, registrándose esporádicas violaciones al
cese del fuego acordado, caracterizados por acciones tácticas de peque-
ñas fracciones y patrullas que abrían senderos en la selva, ocurriendo
en la mayoría de las veces combates de encuentro. Las bases de opera-
ciones eran bastante rústicas y se imponía la necesidad de realizar los
abastecimientos, transporte y evacuación por medio de helicópteros.
No existía por tanto una línea definida de contacto entre las fuerzas,
las cuales ocupaban complejos dispositivos en la selva, siempre bajo la
expectativa de lograr sorprender y combatir en las mejores condiciones
al oponente. Con dicha condición de dificultad se inicio el trabajo de
la MOMEP, cumpliendo un detallado y objetivo plan acordado con las
partes, obteniéndose pleno éxito en su ejecución, la cual se llevó a cabo
en su mayor parte, mediante un exhaustivo patrullaje helitransportado

116
de los Observadores Militares.
A partir del 30 de marzo, con la presencia de miembros de la MO-
MEP, se realizó la extracción de las fuerzas de la zona de conflicto en
el Alto Cenepa, tanto en Patuca, Ecuador, como en Bagua Perú; de esta
forma se desarrolló un proceso que incluyó seis etapas para desmovili-
zar tropas en el área, incluida la disputada base de Tiwintza y las zonas
fronterizas previamente convenidas por los dos países, estas actividades
concluyeron el 17 de mayo.
El 29 de mayo, una vez propuesta el área a desmilitarizar, el Perú
aceptó la proposición de la MOMEP incluyendo la negociación sobre el
canje de prisioneros de guerra, detenidos tras el conflicto. El Ecuador no
estuvo de acuerdo con la propuesta, porque se incluía el puesto fronteri-
zo ecuatoriano de “Banderas”.
El 8 de junio, al cumplirse 90 días de trabajo la Misión de Observado-
res Militares de los países garantes, se produjo el relevo del Coordinador
General de la MOMEP, ante el pedido de Ecuador y Perú, los países ga-
rantes aceptaron prolongar por 90 días más su permanencia hasta el 9 de
septiembre.
El 25 de julio, Ecuador y Perú llegaron a un acuerdo para el estable-
cimiento de una zona desmilitarizada, la misma que entró en vigencia
el 01 de agosto de 1995. El área desmilitarizada abarca una extensión de
528 kilómetros cuadrados en el espacio aéreo y terrestre, y comprende
toda la zona en la que se registraron los más fuertes combates en el
Alto Cenepa. Se estableció claramente que el destacamento ecuatoriano
de Banderas no está incluido en la zona desmilitarizada, como inicial-
mente lo propuso el Perú. La MOMEP vigilaría por el cumplimiento
del régimen establecido para el área desmilitarizada y también por un
equilibrio apropiado de fuerzas en las zonas vecinas. Se mantendrían
los actuales efectivos en dichas áreas, para contribuir a la confianza
mutua necesaria para el pleno éxito en el proceso de paz. Además, que-
dó establecido que no se prejuzgaba en forma alguna los derechos y
posiciones jurídicas de las partes, y tendría efecto solamente para la
aplicación del régimen establecido en el área desmilitarizada.

Segunda Fase (del 22 de agosto de 1995 al 17 de febrero de 1996)


El 22 de agosto, Ecuador y Perú acordaron mantener la Misión de
Observadores de los Países Garantes del Protocolo de Río de Janeiro ba-
jo nueva denominación de MOMEP II, encargada de patrullar la zona en
conflicto, para lo cual fue suscrita la Definición de Procedimientos, que

117
pasó a regir una nueva etapa para las actividades de los observadores. En
ella se establecía como plazo para su funcionamiento el 20 de noviembre
de ese mismo año, admitiendo la posibilidad de su prórroga, como efecti-
vamente ocurrió.
En esta fase, se constituyó el Consejo Consultivo Superior, órgano
que permitió dar seguimiento a las actividades y puntos de fricción y
entendimiento elevados a conocimiento de la MOMEP por las partes.
En esta fase, se suscitaron nuevas tensiones al norte del área desmilitari-
zada, lo que llevó a intervenir a la MOMEP con el objeto separar las fuerzas
en el lugar, creándose una nueva franja área de responsabilidad a partir del
20 de septiembre de 1995, que se denomino “Zona Alfa”, en ella cada país
podía continuar manteniendo sus Puestos Fronterizos, con efectivos y ar-
mamentos máximos y equivalentes (20 soldados por puesto), circunscritos
siempre dentro de sus instalaciones y controlados por la MOMEP.
El 3 de octubre, se inició en Brasilia una reunión entre los represen-
tantes de los países garantes y los vicecancilleres de Ecuador y Perú, para
evaluar el proceso de paz y la participación de la MOMEP. Así mismo, se
aprobó la prolongación de la misión por 90 días más. En forma paralela
se reunieron los oficiales de enlace de la MOMEP, quienes aprobaron la
Cartilla de Conducta Militar que ambos países deben respetar para evitar
enfrentamientos a lo largo de la frontera.
El 4 y 5 de diciembre, el Consejo Superior de la MOMEP, integrado
por oficiales de los cuatro países garantes y por los oficiales de enlace de
Ecuador y Perú, iniciaron en Lima, reuniones para evaluar el proceso de
paz, se ratificó también, que de acuerdo a lo solicitado, la MOMEP per-
manecerá en funciones hasta el 20 de febrero de 1996.

Tercera Fase (del 17 de febrero de 1996 al 26 de octubre de 1998)


Esta fase se caracterizó por el proceso de integración entre las Partes,
propiciado por la MOMEP, la acción en el plano militar permitió que el
nivel político - diplomático llegara a la tan esperada paz.
A partir del 17 de febrero de 1996, el número de Observadores Milita-
res de los Países Garantes se redujo a cuatro por país garante y se agregaron
nueve miembros de cada Parte a la organización, incrementándose a su
vez las medidas para incentivar la confianza mutua entre ambos países.
El 26 de abril, el gobierno ecuatoriano pidió la prolongación de la
presencia de la MOMEP en la zona del conflicto, por otros tres meses,
a partir del 12 de junio en que concluye la tercera fase de la Misión de
Observadores. Igual pronunciamiento lo hizo el Ministro de Defensa del

118
Ecuador, Alfonso Alarcón, para que continúe la MOMEP, de lo contrario
habría el peligro de nuevos enfrentamientos entre las fuerzas militares de
Ecuador y Perú y que por otro lado, se defina los procedimientos de la
tercera etapa de vigilancia, MOMEP III.
El 8 y 9 de julio, el Comité Consultivo de la MOMEP se reunió en Li-
ma, bajo la dirección del General Licinio Nunes de Miranda, coordinador
de los observadores, para analizar el posible retiro del apoyo logístico de
EE UU., a partir del 6 de diciembre.
A mediados de septiembre, en Brasilia se volvió a reunir la MOMEP
y se discutió las posibles alternativas ante el retiro logístico de EE.UU., la
carta de la MOMEP III y el informe de los observadores.
Durante los años 1996 y 1997, se obtuvo una relativa calma en la
frontera, bajo la estricta supervisión de la MOMEP, mientras las instan-
cias políticas y diplomáticas avanzaban en el proceso de paz. A inicios
del segundo semestre de 1998, se producen nuevas tensiones fronteri-
zas, esta vez en el sector sur del área desmilitarizada, donde nuevamente
con la intervención de la MOMEP se consigue separar las fuerzas que
se enfrentan y se crea el área de responsabilidad denominada “Zona de
Control”, con lo cual se agregan a las anteriores nuevas tareas de patru-
llaje y verificación.

Cuarta Fase (del 26 de octubre de 1998 al 1 de julio de 1999)


Esta fase se caracterizó por dos hechos importantes. El primero se
refiere a la firma del acuerdo que selló la paz entre ambos estados el 26
de octubre de 1998, mediante el Acta Presidencial de Brasilia y su conse-
cuente cumplimiento.
La MOMEP continúo con sus misiones de reconocimiento y verifi-
caciones aéreas en las áreas de responsabilidad (Zona Desmilitarizada,
Zona Alfa y Zona de Control) y la mantención de los Centros de Ope-
raciones Permanentes. En ellos no fue constatada ninguna infracción
al Acuerdo de Paz ni tampoco existieron denuncias de las Partes en su
cumplimiento.
El segundo hecho se refiere a la nueva tarea impuesta a la MOMEP
por los Países Garantes, que fue la de verificar y certificar el desminado
asociado a la colocación de los hitos fronterizos. Este trabajo, que pa-
só a ser prioritario para la MOMEP, finalizó el día 12 de mayo de 1999,
cuando fueron suscritas las actas correspondientes al desminado por los
Presidentes de Ecuador y Perú, finalizando con esto la tarea que por un
poco de más de cuatro años desarrolló la MOMEP en el lugar, iniciándose

119
con ello las consecuentes labores protocolares, administrativas y logísti-
cas para el término oficial de la Misión de Observadores Militares y el
retorno del material, personal y equipos a sus respectivos países.
La actividad operativa y funciones desarrolladas por los Observa-
dores Militares, tuvo una incidencia fundamental en la separación de
fuerzas, el control en la desmilitarización del área, la inviolabilidad de
los espacios territoriales, la verificación de los medios existentes y el
control del desminado, tareas complejas, sensibles y peligrosas, que se
cumplieron con tino, criterio, discreción, disciplina y decisión4.

4 Bibliografía:
- Protocolo Peruano-Ecuatoriano de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro.
- Declaración de Paz de Itamaraty.
- Definición de Procedimientos de la MOMEP.
- Reglamento de Acción de la MOMEP.
- Revista Military Review, septiembre-octubre de 1999.
- Derecho Territorial Ecuatoriano, de la Imprenta del Ministerio de RR.EE. del Ecuador, Cuarta
Edición.
- Atlas y Enciclopedia Encarta.
- Apuntes e Investigaciones Personales del Autor.

120
Capítulo IX

Reconocimiento a los Héroes


122
Los niños de todo el país, enviarón cartas a los soldados ecuatorianos a la frontera y
realizaron actos cívicos en defensa de la paz.

La fortaleza espiritual del soldado: Patria, Familia y Religión

El sagrado juramento a la Patria, la fe y la esperanza sostuvieron a los


soldados y a sus familias, en momentos de profunda incertidumbre y ten-
sión. Con el transcurso de los días, fieles a su profunda convicción militar
e indiferentes a sus creencias religiosas, se refugiaron en una profunda
reflexión espiritual y de compromiso, que sumado al incondicional apo-
yo que les brindaron sus familias, se convirtieron en una fuerza sinérgica
especial y en poderosa motivación para lograr la victoria, poniéndose de
manifiesto el lado sentimental y humano del soldado ecuatoriano.

El apoyo del pueblo a sus Fuerzas Armadas

El presidente Sixto Durán Ballén en una de sus tantas intervenciones


públicas, con el propósito de mantener la animosidad cívica y positiva

123
del pueblo y sus Fuerzas Armadas, puso en vigencia la célebre expresión
de “Ni un paso atrás”, como para crear en sus compatriotas la convicción
de nunca claudicar o retroceder.
Así como en 1910 y 1941 la frase “Tumbes, Marañón o la guerra” y en
1981, “Todos somos Paquisha”, constituyeron grito de guerra, así mismo,
“Ni un paso atrás” fue para el pueblo ecuatoriana, civil y uniformado, la
expresión de fortalecimiento y motivación emocional.
Multitudinarias concentraciones en plazas emblemáticas, en parques
o en áreas verdes, fueron la respuesta del Ecuador a la agresión peruana,
y la exteriorización del apoyo total a sus soldados que custodiaban y
defendían las fronteras. Pero ese respaldo incondicional se hacía sentir
también en la lejanía del terruño patrio, porque ecuatorianos de toda
condición social, con el tricolor impreso en su corazón y la rabia encres-
pada en sus puños, condenaban la agresión y alentaban a sus hermanos
soldados que exponían la vida en las selvas del Cenepa.
Así mismo, miles de ciudadanos extranjeros residentes en el país,
desfilaron y se concentraron en la Plaza de la Independencia para compro-
meter su respaldo a la causa ecuatoriana y censurar la actitud inamistosa
del agresor. En apoyo de la población a las Fuerzas Armadas fue la lógica
respuesta a la preocupación permanente de éstas por el bienestar y la
seguridad de todas comunidades y personas.
En todos los lugares del país donde existían unidades militares, sus
miembros estaban siempre prestos a colaborar con la población, espe-
cialmente en los desastres grandes o pequeños. Esta filosofía de servicio
se encontraba profundamente arraigada en la conciencia de los oficiales
y tropa. Tenían la orden de paralizar las actividades que estuvieran rea-
lizando, inclusive los ejercicios en el terreno, para ayudar a la población
en las emergencias: por ejemplo, la atención médica a heridos y enfermos
graves y su traslado a las casas de salud. Ante la frecuencia de los incen-
dios forestales, se equipó a las unidades con herramientas para proceder
inmediatamente, sin orden superior, a apagarlos.
Las tres ramas de las Fuerzas Armadas desarrollan programas anua-
les de asistencia a la población civil, especialmente en el campo de la
salud y en las áreas remotas. Con el apoyo de las empresas privadas, eje-
cutaron en los suburbios de las ciudades diferentes programas de apoyo
a la población marginada, particularmente en el área de la educación.
Por lo anotado, el militar es reconocido como un amigo, un bien he-
chor y a las Fuerzas Armadas se las catalogaba como la institución más
confiable y con más credibilidad en el país.

124
En toda la patria, la juventud ecuatoriana participó rindiendo honores a sus símbolos
patrios y a los actos heroicos del soldado.

Para mantener encendida la llama del amor a la Patria, se establecieron


actividades cívicas conjuntas entre civiles y militares, tanto en los cuarteles
como en los lugares públicos. Se formaron fuerzas de resistencia en casi todos
los lugares donde existían unidades militares, involucrando a la población
civil en la defensa nacional. Fuerzas de Resistencia que, durante la Guerra
del Cenepa, contribuyeron a organizar y conducir a la frontera las aporta-
ciones de alimentos, medicinas y otras vituallas, donadas por la población.
Se procuró, progresivamente, dotar a los cuarteles de las mejores
condiciones de vida para la tropa, especialmente para que los conscriptos
vivieran en lugares saludables, se alimentaran sanamente y disfrutaran
de algún esparcimiento en cines, piscinas y canchas deportivas, haciendo
de esta manera menos dura la separación de sus familias y más llevadero
el riguroso entrenamiento militar. En la actualidad el servicio militar es
acompañado con varios beneficios sociales y técnicos donde los conscrip-
tos aprenden carreras cortas con diferentes especialidades. Por esta razón

125
Multitudinario apoyo del pueblo Ecuatoriano a sus soldados.

los conscriptos que se reincorporaban a la vida civil, sus familiares y co-


nocidos, guardan permanente gratitud para sus Fuerzas Armadas por
la benéfica transformación integral de esos jóvenes y por el acrecentado
amor a la Patria impreso en sus corazones y conciencias.
Por otra parte la población reconocía el apoyo que brindaban al de-
sarrollo nacional las instituciones y empresas creadas y dirigidas por
los militares, tales como la Escuela Politécnica del Ejército, el Instituto
Geográfico Militar, el Instituto Oceanográfico de la Armada, la Flota
Petrolera Ecuatoriana, los Astilleros Navales, los Transportes Aéreos Mi-
litares Ecuatorianos, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, etc.
Además, en todos los niveles del mando militar de las tres ramas
de las Fuerzas Armadas se cultivaba las mejores relaciones con los me-
dios de comunicación social.
Todo ese esfuerzo realizado a conciencia por varias generaciones de
soldados, marinos y aviadores, dio como resultado una gran fe nacional
y una honda voluntad de apoyarlas en su sagrada misión.

126
Los héroes caídos en combate retornan a su hogar.

Los héroes militares y la Nación Ecuatoriana

Conceptos tales como heroicidad, heroico y héroe, a más de tener


relación o derivación, son complementarios; así se deduce de la aproxi-
mación teórica sobre este tema, parte fundamental de la cultura militar1.
Porque el cumplimiento del deber o el llamado de la patria, en las
unidades castrenses, genera la apropiación de los valores militares, com-
prende el cultivo de la heroicidad, impulsa al heroísmo y esto produce
actos heroicos realizados por soldados a los que, luego, el juicio de la
historia los incluye como las acciones vitales para el engrandecimiento
de la patria.
Los estudios y pensamientos que sobre los héroes se han vertido en
diferentes épocas, se resumen en tres grupos: el heroísmo de las virtudes,
el heroísmo de los principios y el heroísmo de los valores. La institución
militar en el siglo XXI, cuando se cumplió un aniversario de la defensa
1 Coronel (sp) Iván Borja Carrera, “Los héroes militares y la nación ecuatoriana”, (Quito: 2014).

127
victoriosa de la soberanía e integridad territorial, documentó en una obra
todo este hecho histórico y tuvo el acierto de llamarla Ecuador; la gesta del
Cenepa, porque todos los ecuatorianos y ecuatorianas fuimos héroes y
heroínas2.
El comportamiento ejemplar de las Fuerzas Armadas, de las institu-
ciones del Estado ecuatoriano y de toda la población permitió la unidad
y el orgullo por nuestro país, proclamando al mundo que éramos un país
pequeño pero digno, soberano, amante de la paz pero firme para defen-
der su heredad territorial.
El gobierno nacional, en el décimo aniversario de la firma de la paz,
rindió homenaje a la heroicidad ecuatoriana y proclamó al 21 de febrero
como el Día del Héroe Nacional. En esta decisión se coincide con Tho-
mas Carlyle3 cuando expresa: “El culto al héroe varía continuamente; cada
época lo siente a su modo, siendo difícil rendirlo acertadamente. Lo que anima
el conjunto de sentimientos de una generación es ciertamente rendirlo como es
debido”.
La predisposición natural a la heroicidad, las gestas heroicas y el cul-
to a los héroes tienen como corolario el fortalecimiento de la identidad,
de la autoestima y de la unidad nacional, elementos estratégicos vitales
en el ser social de una nación, de un pueblo4.

El héroe de los valores: el héroe militar

Velasco Ibarra con mucho acierto decía: “… ¡Qué cosa más gloriosa
que servir a la Patria, qué cosas más gloriosa que la incomodidad y el pe-
ligro y la aventura en honor de la Patria, en honor de la bandera símbolo
de la Patria! ¡Qué cosa más grande que buscar el honor para la Patria,
el valor para la Patria, la disciplina para la Patria, la inmolación para la
Patria y la muerte para la Patria a fin de que vuestra muerte ejemplari-
zando a los hombres por el heroísmo produzca más y más otros seres que
abandonando todo lo miserable sepan morir para que las generaciones
gocen de la Patria y para que la Patria forme generaciones de héroes y de
grandes!”.

2 Ecuador la gesta del Cenepa. 2005, varios autores, Globlalcorp.


3 Thomas Carlyle fue un historiador, crítico social y ensayista escocés.
4 La ciencia del deber (deontología) y la heroicidad. La deontología militar es la ciencia que es-
tudia las actuaciones de los miembros de la institución militar, en la que, apegados a los deberes
emanados de la nación, a la que se deben y de la que reciben estímulo y apoyo, persiguen el en-
grandecimiento y fortalecimiento de la Patria.

128
Al haberse designado el 21 de febrero como el Día del Héroe Nacio-
nal, se recoge con honestidad una evidencia innegable: el Ecuador cuenta
con los mejores combatientes de selva en el mundo, su organización y su
preparación en el dominio de la selva dieron la victoria al más capaz, al
más profesional; muestras de valor y entrega se evidenciaron en toda la
frontera y en cada unidad militar.

129
ESQUEMA INICIAL DE LA CAMPAÑA DEL CENEPA DE
AGRUPAMIENTO TÁCTICO DE SELVA GENERAL MIGUEL ITURRALDE
GRUPO DE FUERZAS ESPECIALES N° 26;
COMPAÑÍA DE OPERACIONES ESPECIALES
N° 21; BATALLÓN DE SELVA N° 63

27 de Enero de 1995 a las 05h30am


Capítulo X

Combatientes del Cenepa


Unidades militares reconocidas y galardonadas por la República del
Ecuador el 24 de mayo de 1995, en el estadio Olímpico Atahualpa

La victoria campaña militar del Cenepa dio la oportunidad a las ra-


mas de las Fuerzas Armadas y a sus diferentes unidades de demostrar su
elevado profesionalismo, pundonor, sacrificio y heroísmo, virtudes que
fueron justicieramente reconocidas y exaltadas. En la orden general Nº
085 del Ministerio de Defensa Nacional, del martes 23 de mayo de 1995,
se publicaba el Decreto Nº 2738, firmado por Alberto Dahik Garzozi, Vi-
cepresidente constitucional de la República del Ecuador, encargado de la
Presidencia, y por el general José Gallardo Román, Ministro de Defensa,
mediante el cual se otorgaba la condecoración al “MÉRITO DE GUE-
RRA” en el grado de “GRAN CRUZ” a los estandartes de los siguientes
organismos, fuerzas y unidades que se destacaron por haber participado
con sus miembros en forma heroica en acciones de armas, demostrando
valor y tenacidad en el frente de combate, independiente del resultado
de la acción, como ejemplo de la historia militar.

Relatoría de los acontecimientos Legales

Con el propósito de de honrar la memoria de los héroes nacionales


fallecidos en combate y reconocer a quienes se hayan distinguido por
su extraordinario valor en acción de armas, en defensa de la soberanía
nacional. Se la otorgará la condecoración cruz de guerra a 136 soldados
incluidos a los familiares de los 33 muertos miembros de las Fuerzas
Armadas Nacionales, por actos heroicos y de extraordinario valor en de-
fensa de la Patria.
Como reconocimiento al servicio al a patria se emitió los siguientes
Registros Oficiales.
Por acciones de combate en todo el Teatro de Guerra quedaron 103
soldados heridos y discapacitados, los cuales están acogidos a la Ley N°
83, emitida mediante Registro Oficial el 31 de marzo de 1995, Especial de
Gratitud y Reconocimiento Nacional a los Combatientes del Conflicto
del Bélico de 1995, clasificados de la siguiente manera:

1) Oficiales de FF.AA.
2) Voluntarios, tripulantes y aerotécnicos.
3) Reservistas.

133
4) Conscriptos.
5) Servidores públicos de FF.AA.
6) Civiles.

Registro oficial N° 941 del miércoles 08 de mayo de 1996; Ley N°


83, “Ley Reformatoria a la Ley Especial de Gratitud y Reconocimiento
Nacional a los Combatientes del Conflicto Bélico de 1995”, que acoge a
todo el personal militar que falleciera o resultara herido por causa del
levantamiento de los campos minados.
Registro oficial N° 129 del miércoles 18 de julio del 2007; Ley N° 83
“Ley Reformatoria a la Ley Especial de Gratitud y Reconocimiento Na-
cional a los Combatientes del Conflicto Bélico de 1995”, que acoge a todo
el personal militar condecorado con la Cruz al Mérito de Guerra.

El beneficio de la Ley N° 83 emitida en 1995 y sus reformas se en-


cuentran clasificadas de la siguiente forma:
1) Familiares del personal fallecido en operaciones militares durante
el conflicto.
2) Personal militar condecorado con la Cruz de Guerra o discapaci-
tado por secuelas del combate en 1995.
3) Familiares del personal fallecido y militares discapacitados por
causa de levantamiento de campos minados en el Teatro de Guerra.
4) Personal de heridos y discapacitados producto de sus heridas en
combate.
5) Personal de condecorados con la Cruz de Guerra.

Terminado el conflicto y desmovilizadas las unidades empeñadas en


combate, las Fuerzas Armadas con el fin de reconocer a todo el personal
movilizado en el Teatro de Guerra y en especial en la Zona de Operacio-
nes del Cenepa, crea el distintivo de combate mediante la siguiente orden
general:
1. Orden general N° 080 del viernes 12 de mayo de 1995, donde se
entrega el distintivo de Combatiente del Alto Cenepa a todo el personal
militar que combatió en los destacamentos militares ubicados en el área
del Conflicto que suman cerca de 5710 miembros de FF.AA, y se lo realiza
en todas las unidades del país mediante ceremonias militares internas.
El Gobierno Nacional cumpliendo la disposición del Sr, Presidente
de la República Arq. Sixto Durán Ballén realiza el 24 de mayo de 1995,
una ceremonia cívica en el estadio Olímpico Atahualpa, con el fin de en-

134
tregar la condecoración Cruz de Guerra, al personal militar que realizó
acciones heroicas en el cumplimiento del deber y a los estandartes de la
unidades militares que se movilizaron a la Zona de Operaciones del Valle
del Cenepa, mediante la siguiente disposiciones legales en derecho:
Ordenes generales del Ministerio de Defensa Nacional del 23 de
mayo de 1995 Art. 1 N° 2736, N° 2737, N° 2738 y Art. 5 N° 2740; orden
general del 17 de agosto de 1995 Art.1; orden general del 21 de agosto de
1995 Art.1; orden general del 15 de mayo de 1996 Art.1; donde se encuen-
tra la lista del personal condecorado con la Cruz al Mérito de Guerra,
por su destacada acción y reconocido valor demostrado en la defensa a
la soberanía nacional dispuesto en los artículos 3º y 11º del “Reglamen-
to General de Condecoraciones Militares”, previo informe favorable del
respectivo Consejo, según decretos ejecutivos de fecha 23 de mayo de
1995 y sus alcances.

Listado de Unidades militares reconocidas y galardonadas por la


República del Ecuador:

La victoriosa campaña del Cenepa dio la oportunidad a las ramas de


las Fuerzas Armadas y a sus diferentes unidades de demostrar su eleva-
do profesionalismo, pundonor, sacrificio y heroísmo, virtudes que fueron
justicieramente reconocidas y exaltadas.
En la orden general Nº 085 del Ministerio de Defensa Nacional, del
martes 23 de mayo de 1995, se publica el decreto Nº 2738 firmado por
Alberto Dahik Garzozi, vicepresidente constitucional de la República del
Ecuador, encargado de la Presidencia, y por el general José Gallardo Ro-
mán, ministro de Defensa, mediante el cual se otorga la condecoración
al Mérito de Guerra en el grado de Gran Cruz a los estandartes de los
siguientes organismos, fuerzas y unidades:

1) Comando Conjunto de las FF.AA.


2) Fuerza Terrestre
3) Fuerza Naval
4) Fuerza Aérea Ecuatoriana
5) Dirección de Electrónica N° 10
6) Hospital General de las FF.AA. N°. 1
7) Brigada de Selva N° 21 Cóndor
8) Brigada Especial de Combate General Eloy Alfaro
9) Brigada de Fuerzas Especiales N° 9 Patria

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10) Brigada de Aviación del Ejército N° 15 Paquisha
11) Batallón de Selva N°. 61 Santiago
12) Batallón de Selva N°. 62 Zamora
13) Batallón de Selva N°. 63 Gualaquiza
14) Grupo de Aviación del Ejército N°. 21 Cóndor
15) Grupo de Fuerzas Especiales N°. 24 Rayo
16) Grupo de Fuerzas Especiales N°. 25 Base Sur
17) Grupo de Fuerzas Especiales N°. 26 Cenepa
18) Grupo de Fuerzas Especiales N°. 27 General Miguel Iturralde
19) Escuela de Formación y Perfeccionamiento de Nativos del Ejército
N°. 17 Iwias
20) Compañía de Operaciones Especiales de la I DE Pichincha
21) Compañía de Operaciones Especiales de la III DE Tarqui
22) Compañía de Operaciones Especiales N° 5 Guayaquil
23) Compañía de Operaciones Especiales N° 13 Pichincha
24) Compañía de Operaciones Especiales N° 17 Pastaza
25) Compañía de Operaciones Especiales N° 19 Napo
26) Compañía de Operaciones Especiales N° 21 Cóndor
27) Escuela de Selva N° 19 Napo
28) Agrupamiento de Artillería Cóndor
29) Grupo Especial de Operaciones Ecuador
30) Batallón de Selva N° 56 Tungurahua
31) Batallón Logístico N° 73 Girón
32) Batallón de Ingenieros N° 68 Cotopaxi
33) Compañía Especial de Seguridad del Ejército
34) Agrupamiento Táctico de Selva General Carlomagno Andrade
35) Agrupamiento Táctico de Selva General Miguel Iturralde
36) Comando Aéreo de Transportes
37) Escuadrón 2112 F-1
38) Escuadrón 2112 C-2
39) Escuadrón 2112 A-37
40) Escuadrón 2112 Helicópteros

Tiwintza bastión de la defensa

Tiwintza se constituyó en una base militar convertida en el objetivo


estratégico de las fuerzas opuestas, mientras que para el Ecuador fue el
símbolo de honor y heroísmo de sus soldados, bastión de la defensa de la
soberanía nacional lugar donde se desarrollaron los ultimos combates. Al

136
firmar la paz en 1998 se ejecutó el fallo de los paises garantes que incluyo,
entre las cláusulas, entregar al Ecuador dentro del sector de Twintza un
kilómetro cuadrado mediante escritura pública.

Infografía

1. Coordenadas de la base de Tiwintza (3º27´57.18´´ sur, 78º15´8.72´´


oeste).
2. Letrero “Ni un Paso Atrás”, colocado por soldados ecuatorianos
con piedras del río Tiwintza, representando la frase célebre del presiden-
te Sixto Durán Ballén.
3. La bandera del Ecuador, izada en base Tiwintza, en un asta natu-
ral, que las tropas encontraron durante los enfrentamientos de enero y
febrero de 1995.
4. Letrero donde se escribieron manualmente en tablas, los nombres
de las unidades que defendieron base Tiwintza.

137
5. Choza usada como descanso, en donde fue instalado el puesto de
mando inicial.
6. Río Tiwintza, que se convirtió en un punto referente y característico.
7. Cementerio provisional de soldados ecuatorianos.
8. Helipuerto utilizado por los pilotos en sus tareas de abastecimien-
to y transporte de tropas y heridos.
9. Piedras del río empleadas para construir un patio de formación
en mayo de 1995.

Reconocimiento a los héroes

La Patria agradece a los soldados que ofrendaron sus vidas y quienes


lucharon y se entregaron por defender la heredad territorial. La memoria
de esos héroes será siempre recordada como ejemplo de valor y sacrificio
en bien de la nación y sus ciudadanos, héroes a quienes el Ecuador y sus
Fuerzas Armadas rememorarán perennemente.

“El conflicto del Cenepa le permitió al país negociar dignamente una


paz que había sido esquiva durante siglos, fortaleció la autoestima de
los ecuatorianos y demostró que el manejo profesional de la crisis, tanto
en el ámbito político, como en el diplomático y militar, junto al apoyo
irrestricto de toda la comunidad nacional, son los elementos fundamen-
tales para poder enfrentar situaciones complejas que, de otra manera,
habrían derivado en nuevos fracasos”.

(General Paco Moncayo)

138
Distintivo de combate Condecoración Cruz
del conflicto bélico de 1981 al Mérito de Guerra

Las autoridades del Ministerio de Defensa entre- Esta condecoración tiene el propósito de honrar
garon este distintivo a los soldados que partici- la memoria de los héroes fallecidos en combate y
paron en la conflicto de la Cordillera del Cóndor reconocer a los soldados que se hayan distinguido
en 1981, reconociendo de esa manera su extraor- por su extraordinario valor en acción de armas, en
dinario valor en acciones de armas, en defensa defensa de la soberanía nacional.
de la soberanía nacional y su actuación a lo largo En ese sentido, la presea se otorgó a los comba-
de este conflicto. La insignia circular presenta en tientes que ofrendaron su vida por la Patria y a los
bordes concéntricos con los colores de la bande- soldados que demostraron actos de excepcional
ra ecuatoriana, un escudo oblongo en campo de valor; resultado heridos de gravedad, mutilados
sinople, un cóndor con las alas semi desplegadas o imposibilitados físicamente; o haber contribui-
que rodean a los haces consulares símbolo de jus- do decididamente al resultado favorable de una
ticia y paz. campaña, en las acciones de armas de 1941, 1981 y
1995 contra las Fuerzas Armadas del Perú.

Distintivo de combate Distintivo "La Generación


del conflicto bélico de 1995 de la Victoria"

Con el fin de reconocer el heroísmo de los comba- En conmemoración del Aniversario de la Victoria
tientes de las Fuerzas Armadas del Ecuador que Militar del Cenepa el Ejército crea el distintivo ho-
demostrando su alto nivel profesional, su patrio- norífica “La Generación de la Victoria”, con el fin
tismo y un valor a toda prueba consiguieron la de perennizar la herencia heroica de las acciones
victoria en la gesta del Alto Cenepa, el ministro de bélicas libradas para defender la soberanía nacio-
Defensa Nacional, expidió el Acuerdo Ministerial nal en el año 1995. Se lo realizó tomando en cuenta
N° 080 de 12 de mayo de 1995, donde se crea el diferentes componentes que conformaron el esce-
Distintivo “COMBATIENTES DEL ALTO CENE- nario de aquella gesta heroica en la cual el Ejército
PA”, con el fin de perennizar las acciones bélicas demostró a su pueblo el compromiso que existe
libradas para detener la agresión en el año 1995. por parte de sus soldados en la defensa de la in-
Son beneficiarios del distintivo, todo el personal tegridad y soberanía nacional, observando el Art.
militar que combatió en los destacamentos milita- 145 del Reglamento de Uniformes y Distintivos de
res ubicados en el área del conflicto los Valles del la Fuerza Terrestre.
Cenepa y Santiago.

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La resolución de los Países Garantes, estableció la línea de frontera
definitiva entre los hitos Conhuime Sur y 20 de Noviembre. De acuer-
do a esa resolución aceptada por las partes, se establece que la línea de
frontera de la Cordillera del Cóndor pasa por las altas cumbres, corres-
pondiendo al Ecuador el Sector Occidental y al Perú el Sector Oriental.

(Libro de Luis Gonzales Posada, “Perú - Ecuador:


Historia de un conflicto, Lima 1999).

198
En la zona no demarcada entre el hito Cusumaza-Bombuiza y Yau-
pi-Santiago, la literatura y cartografía peruana consideraba la línea gris
punteada. Ecuador, por su parte consideró suya la zona comprendida
en la línea negra. La resolución final de los Países Garantes, aceptada
por las partes, resolvió la controversia trazando dos líneas (color verde,
punteado).

(Libro de Luis Gonzales Posada, “Perú - Ecuador:


Historia de un conflicto, Lima 1999).

199
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1 9 9 5HISTÓRICOS DEL EJÉRCITO

Biblioteca del Ejército Ecuatoriano Custudio y difusor de la historia

“Ni un Paso Atras” 201

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