Vino de Melon
Vino de Melon
Vino de Melon
INTRODUCCIÓN
La elaboración de vinos de otras frutas distintas de la uva es una práctica muy popular en
muchos países del norte europeo (Polonia, Rusia y Alemania). En Gran Bretaña solo una
pequeña cantidad de vinos de otras frutas es producida a escala comercial, pero es muy
común la elaboración artesanal (Ferreyra et al., 2009). Vino rojo de patilla o sandía
(Citrullus vulgaris L.) de la familia Cucurbitaceae, a la que pertenece el melón, ha sido
desarrollado por Djoulde-Darman et al. (2010) en Camerún, y vino a partir de jugo de
frutos níspero (Manilkara achras (Mill.) Fosberg, cv. Kalipatti) en distintas etapas de
maduración, por Pawar et al. (2011) en India. En Venezuela aunque la elaboración de vinos
tropicales de mango (Mangifera indica), piña (Ananas sativus), parchita (Passiflora edulis),
guanábana (Annona muricata), naranja (Citrus sinensis) (Padín, 2007a) y semeruco
(Malpighia glabra L.) ha sido ampliamente estudiada (Luchón, 2007; Padín, 2007b; 2009;
Padín et al., 2011); solo se elabora comercialmente el vino de cambur (Musa sp.) que, si
bien los volúmenes de producción no son muy altos ha podido conservar, por años, una
sólida posición en el mercado local. Los vinos más solicitados son los de mora
(Rubus glaucus), fresa (Fragaria vesca) y frambuesa (Rubus idaeus), elaborados en los
estados andinos (Mérida, Táchira y Trujillo). Menos difundidos, pero revisten interés
económico, son el vino artesanal obtenido de tomate de árbol (Cyphomandra
betaceae (Cav.) Sendtn.) (Álvarez et al., 2009) y el vino de semeruco (Malpighia spp.)
elaborado de forma artesanal y con frutos silvestres en la Península de Paraguaná del
Estado Falcón (Herrera-Nemeth et al., 2010).
MATERIALES Y MÉTODOS
Para las variables químicas el diseño se condujo siguiendo los principios de un diseño
completamente aleatorizado con 3 tratamientos (V1, V2, V3) y 3 repeticiones, para un total
de 9 unidades experimentales (U. E.). Cada U. E. estuvo conformada por un botellón de
vidrio de 9 litros de capacidad; de cada uno, se obtuvo 3 muestras de 750 mL y de éstas se
tomó una al azar por repetición. Todos los datos se procesaron a través del programa
InfoStat, versión 1.1 (Grupo InfoStat, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad
Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina), realizando análisis de varianza (ANOVA) y
prueba de comparación de medias de Tukey (p ≤ 0,05). Para la evaluación sensorial de los
vinos, se aplicó la prueba no paramétrica de Friedman al 95 % de confianza (SAS Institute,
1990) y fueron procesados a través del programa InfoStat, versión 1.1 (Grupo InfoStat,
Argentina).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las características químicas de los frutos de melón (C. melo L.) se ven afectadas por varias
razones, entre las que se destacan: presión de competencia, naturaleza genética de los
cultivares (García-P. et al., 2009), condiciones de manejo agronómico, tecnología agrícola,
condiciones climáticas, ubicación geográfica (Nerson, 2002) y el estado de madurez a la
cosecha (Parveen et al., 2012). Las relaciones entre los parámetros físicos, químicos y las
preferencias de los consumidores permiten a futuro orientar programas de mejoramiento
genético en el cultivo de melón (Escribano et al., 2010).
Los productores de vino a partir de uva cosechan sus frutos en función del contenido de
azúcar y el nivel de acidez; la medición de estos parámetros arroja información del estado
de madurez de la pulpa que corresponde a la madurez tecnológica del fruto (Marquette,
1999). Sin embargo existe otro tipo de madurez, la fenológica, que es cuando el hollejo y
las semillas están maduros, tejidos que contienen los compuestos fenólicos responsables de
la calidad sensorial del vino (Bordeu y Scarpa, 1998). En el caso particular de los frutos de
melón, los parámetros correspondientes a SST y acidez son considerados como parámetros
de referencia para determinar el índice de madurez (Burger et al., 2003; Valdenegro et al.,
2006). Puesto que los frutos de melón no contienen suficiente cantidad de azúcar como para
obtener de su jugo un vino, y carecen de una acidez adecuada para la fermentación es
necesario la adición de aditivos que permitan alcanzar el grado alcohólico deseado (Kolb,
2002). A medida que los valores correspondientes a SST son mayores en la fruta, implica
menor cantidad de azúcares foráneos a incorporar en el medio de fermentación. Los valores
encontrados en esta investigación están por debajo de los valores óptimos de referencia
para el jugo de uva; es decir: SST entre 20 y 22 ºBx y ATT de 0,55 % (Vogt et al., 1986);
resultando ser contraproducentes para iniciar un proceso de fermentación alcohólica con
fines enológicos; y con respecto al pH (5,20), este fue superior al intervalo considerado
para crecimiento óptimo de la levadura Saccharomyces cerevisiae (3,5-4,5) (Kolb, 2002).
Esto hace necesario hacer una estandarización del jugo de melón para garantizar una buena
fermentación alcohólica.
La acidez volátil obtenida para los tratamientos V1, V2 y V3 fue de 0,814; 0,854; 0,815 g/L
respectivamente. Entre V1 y V3 no hubo diferencia significativa (p ≥ 0,05) conformando
un solo grupo homogéneo que si difirió significativamente (p ≤ 0,05) de V2. Los valores
fueron similares al valor referido por Hoyos et al. (2010) para vino elaborado a partir de
jugo de naranjas en estado de alta madurez (0,90 g/L) y mayores al intervalo indicado por
Padín et al. (2011) para vino de semeruco (0,38-042 g/L). Los valores cumplieron con la
normativa para vino y sus derivados, la cual indica que el límite máximo para acidez volátil
no puede ser superior a 1 g/L (COVENIN, 1997a). La acidez volátil en exceso transmite al
vino gusto a ácido acético, avinagrado. A concentraciones elevadas posee un perfil
sensorial desagradable, y por ello, es empleado como parámetro de calidad a la hora de
valorar un vino (Ribéreau-Gayon et al., 1976).
Los valores correspondientes a pH en los vinos fueron 4,00; 3,91 y 3,93 para los
tratamientos V1, V2 y V3 respectivamente, evidenciando diferencias estadísticamente
significativas (p ≤ 0,05). Estos resultados son consistentes con lo informado por Luchón
(2007) para vino de semeruco (3,08-3,49) y los valores señalados por Boulton et al. (1996)
(3,00-3,54). Los vinos con pH muy alto, corren riesgo de oxidación de los antocianos
(tintos con tono marrón sin que se deba a la acción del oxígeno durante el envejecimiento)
y mayor riesgo de que se desarrollen microorganismos no deseados. Un valor de pH 3,2
deja en la boca una sensación ácida generalizada que persiste en encías superiores y borde
de la lengua. Un vino con pH 3,9 no deja ninguna sensación ácida. Los vinos cuanto más
bajo sea su pH son más ácidos y más fáciles de conservar, pero menos gratos para la cata.
El pH de los vinos debe estar comprendido entre 2,7 y 3,9 (Ibar, 1995). En este trabajo, los
valores encontrados están dentro del intervalo de pH ácido de 2,8 a 4,0 establecido como
requisito específico en la Norma Técnica Colombiana NTC 708 referida a vinos de frutas
(ICONTEC, 2000). El pH es uno de los factores más variables del vino; estando
comprendido entre 2,8 y 4,2 aproximadamente. El pH influye en la calidad sensorial y la
evolución química y microbiológica (Chatonnet, 2005).
Evaluación sensorial
Con fines enológicos, el jugo de melón presenta baja acidez y baja concentración de azúcar,
por lo que amerita correcciones de ajuste agregando ácido cítrico y azúcar refinada.
Bajo las condiciones experimentales ensayadas se logró obtener 2 vinos con características
de vino semiseco (V1 y V2) y 1 vino con características de vino dulce (V3), en base al
contenido de azúcares totales establecido en la norma venezolana COVENIN 3342-1997.
Las pruebas sensoriales revelaron que el vino de melón obtenido a partir de concentración
de azúcar a 25 ºBx (V3), se destacó presentando los mejores atributos de color, olor, sabor,
limpidez y apariencia, y bajo el criterio de aceptación global fue también el mejor
calificado.
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Álvarez, Roger; Manzano, Juan; Materano, William y Valera, Anne. 2009. Caracterización
química y sensorial del vino artesanal de tomate de árbol (Cyphomandra betaceae (Cav.)
Sendth). Revista UDO Agrícola. 9(2):435-441.
Bedoya, Deisy; Gómez, Edith; Luján, Deivis y Salcedo, Jairo. 2005. Producción de vino de
naranja dulce (Citrus sinensis Osbeck) por fermentación inducida comparando dos cepas
de Saccharomyces cerevisiae. Temas Agrarios. 10(2):26-34.
Bordeu, E. y Scarpa, J. 1998. Análisis químico del vino. Santiago, Chile: Pontificia
Universidad Católica de Chile. 253 p.
Boulton, Roger B.; Singleton, Vernon L.; Bisson, Linda F. and Kunkee, Ralph E. 1996.
Principles and practices of winemaking. New York, NY, USA: Springer Science+Business
Media, Inc. pp. 521-537.
Burger, Yosef; Sa’ar, Uzi; Distelfeld, Asaph; Katzir, Nurit; Yeselson, Yelena; Shen,
Shmuel and Schaffer, Arthur A. 2003. Development of sweet melon (Cucumis melo)
genotypes combining high sucrose and organic acid content. Journal of the American
Society for Horticultural Science. 128(4):537-540.
Carpenter, Roland P.; Lyon, David H. y Hasdell, Terry A. 2002. Análisis sensorial en el
desarrollo y control de la calidad de alimentos. Zaragoza, España: Editorial Acribia S. A.
pp. 45.
Chatonnet, Pascal. 2005. Origen, importancia y factores de variación de la acidez y del pH:
visión general de la problemática de la disminución de la acidez en los vinos. En Gestión de
pH en el vino de calidad. (pp. 9-23). Informe Técnico del II Encuentro Enológico. Madrid,
España: Fundación para la Cultura del Vino.
Djoulde-Darman, Roger; Essia-Ngang, Jean Justin and Etoa, François Xavier. 2010.
Development of wáter melón (Citrullus vulgaris L.) red wine. Notulae Botanicae Horti
Agrobotanici Cluj-Napoca. 38(2):73-77.
Dubois, Michel; Gilles, K.A.; Hamilton, J.K.; Rebers, P.A. and Smith, Fred. 1956.
Colorimetric method for determination of sugars and related substances. Analytical
Chemistry. 28(3):350-356.
Ferreyra, María M.; Schvab, María del C.; Gerard, Liliana M.; Zapata, Luz M.; Davies,
Cristina V. y Hours, Roque A. 2009. Fermentación alcohólica de jugo de naranja con S.
cerevisiae. Ciencia, Docencia y Tecnología. XX(39):143-158.
García-P., J.C.; Rodríguez-G., Z.F.; Lugo-G., J.G. y Rodríguez, V. 2009. Efecto del
cultivar y distancia entre plantas sobre características físico-químicas del fruto del melón
(Cucumis melo L.). Revista de la Facultad de Agronomía (LUZ). 26(2):141-158.
Hernández-Gómez, Luis Fernando; Úbeda, Juan and Briones, Ana. 2008. Characterisation
of wines and distilled spirits from melon (Cucumis melo L.). International Journal of Food
Science & Technology. 43(4):644-650.
Hoyos, José Luis; Urbano, Fabio Ernesto; Villada-Castillo, Héctor Samuel; Mosquera,
Silvio Andrés y Navia, Diana Paola. 2010. Determinación de parámetros fermentativos para
la formulación y obtención de vino de naranja (Citrus sinensis). Biotecnología en el Sector
Agropecuario y Agroindustrial. 8(1):26-34.
Ibar, Leandro. 1995. Cómo se hace un buen vino. Barcelona, España: Editorial De Vecchi.
Natale, William; Coutinho, Edson Luiz Mendes; Pereira, Fernando Mendes; Martinez-
Junior, Miguel e Martins, Marise Cagnin. 1995. Efeito da adubação N, P e K no teor de
sólidos solúveis totais de frutos de goiabeira (Psidium guajava L.). Alimentos e Nutrição.
6(1):69-75.
Nerson, Haim. 2002. Relationship between plant density and fruit and seed production in
muskmelon. Journal of the American Society for Horticultural Science. 127(5):855-859.
Padín, C. 2007a. Vinos de frutas tropicales: una alternativa para nuestros productores.
Agrotécnico. Nº 23:10-11.
Pantoja, Lilian; Maeda, Roberto Nobuyuki; Carvalho, Sônia Maria da Silva; Aguiar, Jaime
Paiva Lopes; Monteiro, Flávia Miranda; de Lima, Quezia Alves; de Mendonça Júnior,
Francisco Gessy; Yuyama, Lucia Kiyoko Ozaki e Pereira Júnior. Nei. 2005.
Aprovechamiento biotecnológico de la guanábana en la elaboración de bebidas alcohólicas
fermentadas utilizando levadura inmovilizada en alginato de calcio. Brazilian Journal of
Food Tecnhology. Edição Especial - V SIPAL (Simpósio Internacional de Produccíon de
Alcoholes y Levaduras):96-102.
Páramo, L. y Peck, L. 2006. Determinación de parámetros a nivel de laboratorio para la
producción de vinos a partir de frutas tropicales producidas en Nicaragua. Nexo. 19(2):101-
107.
Parveen, Saima; Ali, Muhammad Azhar; Asghar, M.; Khan, Abdul Rahim and Salam,
Abdus. 2012. Physico-chemical changes in muskmelon (Cucumis melo L.) as affected by
harvest maturity stage. Journal of Agricultural Research. 50(2):249-260.
Pawar, C.D.; Patil, A.A. and Joshi, G.D. 2011. Quality of sapota wine from fruits of
differential maturity. Karnataka J. Agric. Sci. 24(4):501-505.
Pratt, H.K. 1971. Melons. In The biochemistry of fruits and their products. Vol. 2. (pp. 207-
232). London, UK: Academic Press.
Sanchez, Priscilla C. 1979. The prospects of fruit wine production in the Philippines.
Philippine Journal of Crop Science. 4(4):183-190.
SAS Institute. 1990. SAS user’s guide: statistics, version 5 edition. Cary, NC, USA: SAS
Institute, Inc. pp. 99.
Sykes, S. 1990. Melons. New varieties for new and existing markets. Agricultural Science.
3(5):32-35.
Tapia-F., María Luisa; López-C., Ximena I.; Galletti-G., Ljubica y Berger-S., Horst. 1998.
Caracterización del crecimiento y desarrollo del fruto de melón (Cucumis melo var.
Reticulatus Naud.) cv. Topscore. Agricultura Técnica (Chile). 58(2):93-102.
Vogt, E.; Jakob, L.; Lemperle E. y Weiss, E. 1986. El vino. Obtención, elaboración y
análisis. Zaragoza, España: Editorial Acribia, S. A. pp. 143-146.