Tesis Doctoral Katia Martnez Heredia 2017

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES, MENCIÓN GERENCIA

PRAXIS INTERPRETATIVA DE LA BIOPOLÍTICA Y LOS MOVIMIENTOS


SOCIALES LATINOAMERICANOS EMERGENTES EN EL CONTEXTO DE LA
GLOBALIZACIÓN

Tesis Doctoral presentada a la


Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la
Universidad del Zulia para optar al título de
Doctora en Ciencias Sociales, Mención Gerencia.

AUTORA
Mg. KATIA MILENA MARTÍNEZ HEREDIA

TUTOR
Dr. ÁLVARO B. MÁRQUEZ-FERNÁNDEZ

Enero de 2017
Maracaibo-Venezuela
2
3

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES, MENCIÓN GERENCIA

PRAXIS INTERPRETATIVA DE LA BIOPOLÍTICA Y LOS MOVIMIENTOS


SOCIALES LATINOAMERICANOS EMERGENTES EN EL CONTEXTO DE LA
GLOBALIZACIÓN

Tesis Doctoral presentada a la


Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la
Universidad del Zulia para optar al título de
Doctora en Ciencias Sociales, Mención Gerencia

AUTORA
Mg. KATIA MILENA MARTÍNEZ HEREDIA
Pasaporte N°: AN329254.

TUTOR
Dr. ÁLVARO B MÁRQUEZ FERNÁNDEZ
C.I. 4.516.498.

Enero de 2017
Maracaibo-Venezuela
4

PRAXIS INTERPRETATIVA DE LA BIOPOLÍTICA Y LOS MOVIMIENTOS


SOCIALES LATINOAMERICANOS EMERGENTES EN EL CONTEXTO DE LA
GLOBALIZACIÓN. Martínez Heredia Katia Milena. Cc. 22.540.093 de Manatí-
Atlántico. Calle 15 a N° 24-03 Baranoa-Atlántico. Celular: 3017859608.
kathymilmh@gmail.com.

Katia Milena Martínez Heredia.

Autora.

______________________________________________

Álvaro Márquez-Fernández

Tutor.

_______________________________________________
5

VEREDICTO
6

DEDICATORIA

A Dios y a la Vida por mostrarme el camino del saber y permitirme compartirlo.

A mi madre Edith María y a mi padre Osvaldo Enrique, por sus exigentes


consejos.

Y para inspirar a todos aquellos quienes aspiran a seguir encontrando las armas y
fortalecer la esperanza perdida en Deleuze.
7

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a la Escuela Normal Superior Santa Ana de Baranoa por despertar en

mí tantos talentos, a la Universidad del Atlántico en Barranquilla, mi Alma Mater,

por cultivar en mí el pensamiento crítico, a la Universidad Autónoma del Caribe por

contribuir a mi formación profesional, a la Pontificia Universidad Javeriana en

Bogotá, por permitirme potenciar mi interés por la investigación e impulsarme a

escribir mi Trabajo de Grado de Maestría, y a la Universidad del Zulia en

Venezuela, por valorar mis preocupaciones sociales, políticas y económicas por

un mundo más humano.

A toda mi familia por el apoyo moral y económico a la causa intelectual.

A mis amigos incondicionales: Soledad Leal y Harold Ballesteros por soportar mis

apasionamientos.

A mi tutor de tesis, quien se convirtió en mi guía y mi orientador: el Dr. Álvaro

Márquez-Fernández, un hombre disciplinado y riguroso, de quien me falta mucho

por aprender.

A mis profesores, compañeros de estudio y a mis compañeros de trabajo, por

hacer parte de mis discusiones.


8

ÍNDICE GENERAL Pág.

RESUMEN …………… 12
ABSTRACT …………… 13
INTRODUCCIÓN …………… 14
CAPÍTULO I: El Problema …………… 19
1. Planteamiento del problema …………… 20
1.1. Formulación del Problema …………… 25
1.2. Sistematización del Problema …………… 25
2. Objetivos de Investigación …………… 26
2.1. Objetivo general …………… 26
2.2. Objetivos específicos …………… 27
3. Delimitación y Justificación …………… 27
3.1. Delimitación …………… 27
3.2. Espacial …………… 27
3.3. Contenido …………… 28
3.4. Justificación e Importancia …………… 29
3.5. Teórica …………… 29
3.6. Metodológica …………… 30
3.7. Práctica …………… 31
3.8. Relevancia social …………… 31
CAPÍTULO II: Marco Teórico …………… 33
1. Antecedentes de la Investigación …………… 34
2. Bases teóricas …………… 44
2.1. El nacimiento de la biopolítica, de los …………… 44
biopoderes o de las tecnologías del Poder en
Paul-Michel Foucault y las Contraconductas.
2.1.1. La biopolítica Liberal y Neoliberal en la Era de la …………… 58
Globalización Económico-Política y la
emergencia de las Contraconductas
Contemporáneas y las Revoluciones Armadas
Latinoamericanas.
2.1.2. La biopolítica en la Era de la Globalización …………… 83
Socio-Cultural y la emergencia de la Resistencia
Social y los Movimientos Sociales
Latinoamericanos.
2.2. De la Representación en Paul-Michel Foucault a …………… 90
la Representación Social en los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes en la
Era Biopolítica Global.
2.2.1. Alcance Práctico de los Movimientos Sociales …………… 111
Latinoamericanos emergentes en la Era
Biopolítica Global.
2.2.2. Alcance Ético y Estético de los Movimientos …………… 122
Sociales Latinoamericanos emergentes en la
Era Biopolítica Global.
9

2.3. Del Estado-Nación Westfaliano a la …………… 133


resignificación del Poder-Saber de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos y la
emergencia de la Nación-Estado en la Era
Biopolítica Global.
2.3.1. Praxis Interpretativa Uno: Economía Alternativa …………… 147
de la Nación-Estado en Latinoamericana en la
Era Biopolítica Global, desde la perspectiva de
los Movimientos Sociales emergentes.
2.3.2. Praxis Interpretativa Dos: Política de Vida de la …………… 174
Nación-Estado en Latinoamericana en la Era
Biopolítica Global, desde la perspectiva de los
Movimientos Sociales emergentes.
2.3.3. Praxis Interpretativa Tres: Sociedad Inter- …………… 203
Cultural de la Nación-Estado en
Latinoamericana en la Era Biopolítica Global,
desde la perspectiva de los Movimientos
Sociales emergentes.
CAPÍTULO III. Marco Metodológico. …………… 222
1. Marco epistemológico. …………… 223
2. Tipo de investigación. …………… 227
3. Diseño de la investigación. …………… 230
4. Población. …………… 234
5. Técnicas y Procedimientos. …………… 234
CAPÍTULO IV. Análisis y discusión de los resultados …………… 239
1. Análisis y Discusión de los resultados. …………… 240
CONCLUSIONES …………… 262
RECOMENDACIONES …………… 274
Referencias bibliográficas …………… 277
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES …………… 295
10

ÍNDICE DE CUADROS …………… Pág.


Cuadro 1. La Disciplina en la Edad Media. …………… 47
Cuadro 2. La Normalización en la Edad Media. …………… 48
Cuadro 3. El Control en la Edad Media. …………… 49
Cuadro 4. Características Biopolíticas del Mercantilismo, …………… 64
del Liberalismo Clásico y el Neoliberalismo Globalizado.
Cuadro 5. Instituciones del Nuevo Orden biopolítico …………… 66
Mundial Occidental.
Cuadro 6. Características teóricas de los Movimientos …………… 104
Sociales Latinoamericanos.
Cuadro 7. Emergencias Constitucionales …………… 113
Latinoamericanas en el contexto de la Globalización.
Cuadro 8. Dialéctica Orden/Des-Orden, …………… 131
Linealidad/Movimiento, Cualitativo/Cuantitativo.
Cuadro 9. Interpretación de la biopolítica y las …………… 241
contraconductas en el Medioevo.
Cuadro 10. Interpretación de la biopolítica y las …………… 242
revoluciones históricas en la Modernidad.
Cuadro 11. Interpretación del Poder-Resistencia en la …………… 244
Contemporaneidad.
Cuadro 12. Biopolíticas del Consenso de Washington para …………… 247
América Latina.
Cuadro 13. Dinámica del Sistema Económico Neoliberal …………… 251
Capitalista.
Cuadro 14. Dinámica del Sistema Político Democrático. …………… 252
Cuadro 15. Dinámica del Sistema Social y Cultural. …………… 253
11

ÍNDICE DE GRÁFICOS …………… Pág.


Gráfico 1. Relación jerárquica de Poder del Nuevo Orden …………… 38
Mundial.
Gráfica 2. Racionalización del arte de gobernar en …………… 57
Westfalia.
Gráfica 3. Esferas de acción de los Movimientos Sociales …………… 110
Latinoamericanos Emergentes.
Gráfica 4. Movimiento de los Movimientos Sociales …………… 128
Latinoamericanos emergentes.
Gráfica 5. Ejes Históricos: Estado-Nación, Nación-Estado. …………… 144
Gráfica 6. Sistema Económico Neoliberal-Capitalista …………… 151
Flexible.
Gráfico 7. Devenir-Resistencia del M.S.L.E. Economía …………… 173
Alternativa.
Gráfico 8. Biopolítica cognitiva lineal. …………… 178
Gráfico 9. Biopolítica cognitiva circular. …………… 179
Gráfico 10. Biopolítica cognitiva binaria. …………… 180
Gráfico 11. Devenir-Resistencia del M.S.L.E. Política de la …………… 202
Vida.
Gráfico 12. Sistema Social Global. …………… 211
Gráfico 13. Inter-Culturalidad de los M.S.L.E. …………… 216
Gráfico 14. Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio. …………… 219
12

Martínez Heredia, Katia Milena. PRAXIS INTERPRETATIVA DE LA


BIOPOLÍTICA Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES LATINOAMERICANOS
EMERGENTES EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN. Tesis.
Universidad del Zulia. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. División
estudios para graduados. Maracaibo. Venezuela. 2016. 315 P.

RESUMEN

El objeto de esta Tesis Doctoral fue interpretar la teoría y práctica de la biopolítica


y los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en el contexto de la
Globalización, resignificando epistemológica, ideológica y ontológicamente a los
sujetos históricos de Poder-Saber en su praxis de cambio o en movimiento en
relación con sus alteridades. La investigación es Cualitativa, enmarcada dentro de
la Teoría Social de la Complejidad, como teoría emergente, abierta a la reflexión y
a la discusión Transdisciplinar en un diálogo entre y con las disciplinas, desde el
método Hermenéutico el cual permite explicar e implicar compresivamente las
significaciones teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y estéticas sobre
los saberes instituidos y los saberes instituyentes en el escenario socio-político,
socio-económico y socio-cultural del Estado-Nación, develando las continuidades,
discontinuidades y las rupturas de los sujetos, los lenguajes y lugares en el
devenir de la praxis colectiva. En conclusión, se asiste a la co-construcción del
Sistema Social o Sociedad Inter-Cultural y Emancipadora de la Nación-Estado en
la Era Biopolítica Global, desde la perspectiva de los Movimientos Sociales
quienes representan una concepción alternativa de la Dignidad Humana ni
superior ni inferior en el espacio de la auto-determinación y la soberanía individual
y colectiva en vías de un mundo en común.

Palabras clave: Biopolítica, biopoderes, tecnologías del Poder, Movimientos


Sociales, Globalización, Latinoamérica.
Correo electrónico: kathymilmh@gmail.com
13

Martinez Heredia, Katia Milena. INTERPRETATIVE PRAXIS OF THE


BIOPOLITICS AND EMERGING LATIN AMERICAN SOCIAL MOVEMENTS IN
THE CONTEXT OF GLOBALIZATION. Thesis. University of the Zulia. Faculty
of Economics and Social Sciences. Graduate Studies Division. Maracaibo.
Venezuela. 2016. 315 P.

SUMMARY

The goal of the Investigation was to interpret the theory and practice of the
biopolitics and emerging Latin Americans Social Movements in the context of
Globalization, re-signifying epistemological, ideological and ontologically historical
subjects of Power-Knowledge in their praxis exchange or moving in relation to
others different. The research is Qualitative, framed with the Social Complexity
Theory, as an emerging theory, open to reflection and Transdisciplinar discussion
in a dialogue between and with the disciplines, since the Hermeneutical method,
explaining and including comprehensively the theoretical and practical, objective
and subjective, ethical and aesthetic signifiers about the instituted knowledge and
the constituent knowledge in the socio-political, socio-economic and socio-cultural
scenery of the Nation-State, articulating the continuities, discontinuities and broken
of subjects, languages and places in the development and becoming of their
collective praxis. In conclusion, is the co-construction of the Social System or Inter-
Cultural and Emancipatory Society of the Nation-State in the Global Biopolitical
Era, from the perspective of the Social Movements, who represent an alternative
conception of Human Dignity neither superior nor inferior in the space self-
determination and individual and collective sovereignty in the path a common
world.

Keywords: Biopolitics, biopowers, Power of technologies, Social Movements,


Globalization, and Latin America.
E-mail: kathymilmh@gmail.com
14

INTRODUCCIÓN

La biopolítica fue inventada originalmente por el filósofo francés Paul-Michel


Foucault, para referirse a la relación entre Vida y Poder, en sentido estricto, así
como a la práctica del Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano a
partir del siglo XVIII en Europa, quienes exploraron numerosas y diversas técnicas
de disciplinamiento, normalización y control sobre la vida de los seres humanos a
través de un orden de regulaciones con la finalidad de subyugar los cuerpos
humanos y controlar a la población en general. Se denomina biopolítica,
biopoderes o tecnologías del Poder al conjunto de estrategias o “técnicas de
gobierno” (Foucault, 2004, p. 63) para garantizar el orden, pacificar a la sociedad y
a la población como cuerpo vivo, “es el ámbito que propuse llamar
gubernamentalidad, es decir, la manera de conducir la conducta de los otros”
(Foucault, 2007, p. 218). Cabe destacar que el mismo autor se ocupa del concepto
de biopolítica definiéndolo como “conjunto de mecanismos por medio de los cuales
aquello que, en la especie humana, constituye sus rasgos biológicos
fundamentales podrá ser parte de una política, una estrategia general de poder”
(Foucault, 2004, p. 15). El interés por estudiar el Poder llevó a Michel Foucault a
profundizar su crítica sobre las Instituciones sociales (Familia, Escuela, Iglesia,
Prisión, etc.) y políticas (Estado, Nación, Partidos Políticos, Instituciones públicas,
etc.), legando un constructo teórico complejo y transdisciplinar, e investigaciones
inéditas sobre esta problemática en todos sus libros.

Afortunada o desafortunadamente para la Academia, Michel Foucault no


logró vivir para ver la finalización de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín, la
caída del Bloque Soviético, la desintegración de la U.R.S.S. (Unión de las
Repúblicas Socialistas Soviéticas), la finalización del conflicto bipolar entre
Occidente y Oriente, y la estructuración del denominado Nuevo Orden Mundial, ni
para presenciar lo que ocurriría más tarde en la Era Global con la emergencia de
los Movimientos Sociales en la Contemporaneidad Latinoamericana, no obstante,
planteó líneas de investigación que permiten aplicar esta categoría, la biopolítica,
de los biopoderes o tecnologías del Poder, en relación con la emergencia de
15

sujetos individuales y colectivos, desobedientes, contraconductas, resistencias o


disidentes, quienes adquieren la connotación o representación social de
Movimientos Sociales en un haz complejo de relaciones y estrategias de Poder-
Saber en el contexto de la Globalización, escenario que finalmente impuso la
"Idea" de Occidente, la del Liberalismo económico y político, al cerrarse
nuevamente un ciclo de acontecimientos y fenómenos históricos a causa del
colapso y agotamiento de ideologías alternativas, tal como lo advierte Francis
Fukuyama (1989), en su artículo el “Fin de la historia”.

No obstante, los órdenes del Poder y del Saber son cuestionados y


problematizados por el protagonismo popular de los Movimientos Sociales
emergentes en la Era Biopolítica Global, como práctica de comprensión y de
interpretación en su génesis, desarrollo y evolución histórica ya que no hay una
sola identidad, ni una sola realidad, ésta se inunda de pluralidad y diversidad, en
un escenario de realidades cambiantes; particularmente, los Movimientos Sociales
Latinoamericanos surgen como disrupciones y disidencias respecto al modo de la
producción neoliberal global, como sujetos insumisos en su desacato al orden
establecido (status quo), constituyéndose como sujetos emancipatorios en su
praxis de cambio en oposición a las biopolíticas macro-económicas del Consenso
de Washington en la región, emanadas de las Instituciones Supra-Nacionales, con
antecedentes ideológicos de base socialistas e históricos interesantes en la lucha
constante por la igualdad, la equidad, la justicia social, la libertad política e
ideológica, la eliminación de privilegios de una clase sobre otra, y la garantía y el
respeto por la Vida y la Dignidad Humana.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en el contexto de la


Globalización contemplan la idea de un ethos en la que la crítica de lo que
“somos” sea al mismo tiempo un análisis histórico de los límites que se nos
imponen y la experimentación de transgredirlos, resignificando las formas del
Poder y del Saber instituido, como “derecho a la revuelta (…) a la propia
revolución” (Foucault, 2004, p. 407), sujetos locales como globales que emergen
exigiendo la apertura de un Nuevo Orden Social e Inter-Cultural, a través del
16

Poder interpretativo de los sujetos colectivos en defensa de los Derechos


Societales y del patrimonio inter-cultural de los diferentes, como reflexión crítica
sobre el papel principal que adquiere la Sociedad en la historia del hombre en vías
de un mundo común.

En este sentido, la presente Tesis Doctoral pretende interpretar la teoría y


práctica de la categoría propuesta por Foucault, la biopolítica, como categoría
deconstructiva (crítica) del Estado-Nación Westfaliano en la nueva Era Global,
explicando cualitativamente las biopolíticas de regulación, normalización y control
Neoliberal y los modos de producción Capitalista, especialmente la biopolítica
macroeconómica del Consenso de Washington la Flexibilización laboral o
Desregulación del mercado de trabajo, que afecta las condiciones socio-políticas,
socio-económicas y socio-culturales de los sujetos individuales y colectivos en el
contexto Latinoamericano. De igual forma, se pretende interpretar de manera
interrelacionada el alcance teórico y práctico de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes quienes resignifican epistemológica, ideológica y
ontológicamente las relaciones de Poder-Saber en relación con sus alteridades,
dados los conflictos y la crisis de los dispositivos gubernativos contemporáneos
del Estado, implicando e incluyendo cualitativamente las continuidades,
discontinuidades y las rupturas objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de los
sujetos emancipatorios en el devenir de su praxis colectiva, quienes adquieren la
connotación o representación social de Movimientos Sociales. Finalmente, esta
Tesis Doctoral pretende resignificar las relaciones de Poder-Saber incluyendo
comprensivamente las diversas interpretaciones de los sujetos históricos, es decir,
de los sujetos individuales y colectivos que hablan en la vida cotidiana en el plano
de las significaciones y la producción de sentidos, utilizando como método la
Hermenéutica, desde lo explicativo-implicativo que consiste en comprender las
interpretaciones en conflicto, integrando las verdades, las contradicciones, las
dimensiones históricas y las significaciones que aportan a cada interpretación en
un sistema más amplio omniabarcante y re-constructivo, que permite articular los
saberes instituidos y los saberes instituyentes, en un diálogo entre y con las
disciplinas.
17

Esta Tesis Doctoral se ha estructurado en tres bloques temáticos, cada


bloque con contenido teórico y práctico, objetivo y subjetivo, ético y estético,
circunscrito en gráficas y cuadros inéditos e ilustraciones que facilitan la
comprensión entre lo instituido y lo instituyente. El primero de los bloques
temáticos aborda el nacimiento de la biopolítica en Paul-Michel Foucault, haciendo
un repaso por las técnicas de disciplinamiento, normalización y control de las
sociedades feudales en Europa, en relación dialéctica y dialógica con las primeras
contraconductas denominadas rebeliones de conducta pastoral, a fin de incluir las
interpretaciones previas que permiten visualizar las contraconductas posteriores o
contemporáneas, para luego concentrar la atención sobre el desarrollo biopolítico
liberal y neoliberal en la Era Global, así como las revoluciones armadas
latinoamericanas y los Movimientos Sociales Latinoamericanos, quienes se
constituyen como colectividades sociales e inter-culturales emergentes, quienes
renuncian a la lealtad del Estado y se constituyen en sujetos con Poder social e
inter-cultural en devenir en el escenario biopolítico lineal, circular, binario y
segmentario de la realidad contemporánea global. El segundo bloque comprende
las principales aplicaciones de esta teoría, la de la representación biopolítica de
los Estados-Nación en Paul-Michel Foucault a la representación y resignificación
social de los Movimientos Sociales Latinoamericanos Emergentes en la Era
Biopolítica Global, explicando e incluyendo el alcance teórico y práctico, objetivo y
subjetivo, ético y estético de los sujetos en su praxis de cambio o en movimiento,
como Sujetos Históricos, (Foucault, 1987), Colectividades con Poder Social e
Inter-Cultural (Martínez, 2016), Multitudes (Martínez, 2015), Nuevos Sujetos
Sociales o Resistencias Anti-Sistema (Alonso, 2015), Sujetos Colectivos (Gómez,
2014), Sujeto Insumiso (Salazar, 2008), Comunidades o Unidades heterogéneas
complejas (Najmanovich, 2005), Nuevos Movimientos Sociales, o Movimientos
Populares-NMSs (De Soussa, 2001), Movimientos Sociales en red (Castells, 2015)
o Sujetos Inter-Culturales (García Canclini, 2004), quienes irrumpen el sistema
biopolítico dominante en un diálogo inter-cultural de los diferentes. El tercer bloque
precisa las continuidades, discontinuidades y rupturas del Estado-Nación
Westfaliano surgidas en la Era Biopolítica Global, posibilitando la resignificación
18

del Poder-Saber de los Movimientos Sociales Latinoamericanos y la emergencia


de la Nación-Estado, a través de la implicación de tres praxis interpretativas: la
Economía Alternativa, la Política Emancipatoria y la Sociedad Inter-Cultural de la
Nación-Estado en Latinoamericana en la Era Biopolítica Global; todo ello en la co-
construcción definitoria de un Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio del
bloque devenir de los Movimientos Sociales emergentes, cuyo Poder interpretativo
potencia el patrimonio inter-cultural de los diferentes, hasta llegar a la
determinación de las conclusiones de rigor y las inherentes recomendaciones.
19

CAPITULO I

EL PROBLEMA
20

CAPITULO I

EL PROBLEMA

En este Capítulo se presenta la situación problemática del objeto de


estudio, así como su formulación, la sistematización inherente, los objetivos de la
investigación, la justificación y delimitación.

1. Planteamiento del problema.

La categoría denominada por Paul-Miche Foucault (2004) como biopolítica,


no solo es una categoría teórica deconstructiva (crítica) de los Estados-Nación de
la Europa del siglo XVIII, sino también una categoría práctica que permite dilucidar
los sujetos, lenguajes y lugares en un haz complejo de relaciones de Poder-Saber
en el contexto contemporáneo a razón de las continuidades, discontinuidades y
rupturas socio-económicas, socio-políticas y socio-culturales del Estado, quien
representa y connota el Poder instituido y la Nación, quien representa y denota el
Poder instituyente de la resistencia. Los desafíos cualitativos para una
racionalidad del Ser Social en la contemporaneidad, especialmente desde la
racionalidad del Ser Social e Inter-Cultural Latinoamericano, requiere de la
comprensión teórica y práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética de los sujetos
en su praxis de cambio, de tal manera que se asiste a la resignificación del
concepto biopolítico del Estado-Nación y a la emergencia de un sujeto colectivo
auto-determinado, que adquiere la connotación o representación de Movimientos
Sociales en la Era Global.

El contexto en mención es complejo y problemático ya que después de la


finalización de la Guerra Fría, de la caída del Muro de Berlín, y de la disolución del
Bloque Soviético, se universaliza, se estandariza y se homogeneiza el Sistema
21

Internacional denominado también, Nuevo Orden Mundial, el cual se apoya en el


Sistema de Bretton Woods, en los Organismos Supra-Nacionales como el F.M.I
(Fondo Monetario Internacional), el B.M. (Banco Mundial), de la O.N.U.
(Organización de las Naciones Unidas), en el Mercado y los agentes del mercado
como son las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras, así como en
el Capitalismo como sistema imperante, en la Democracia como sistema mínimo y
en la Sociedad y la Cultura Transnacional, donde se intensifican las relaciones
sociales de internacionalización, transnacionalización y mundialización de bienes y
servicios que disciplinan, normalizan, controlan, dominan y gobiernan a la
población a escala planetaria, y también nos convence de lo inagotable de su
poéisis tecno-científica, en su intento para producir la otra episteme que le permita
racionalizar su poder de dominio a través de estrategias y alianza de inclusión
ideológica (Márquez, 2016), en contraste con la emergencia de sujetos de
colectivización con Poder social e inter-cultural, quienes adquieren la connotación
o representación social de Movimientos Sociales en renuncian a la lealtad del
Estado, en defensa absoluta de la Vida y la reproducción de la Vida en todas sus
formas.

En Latinoamérica, especialmente, se institucionalizan las políticas impositivas


del Washington Consensus (Consenso de Washington) que son técnicas de
gobernanza global y regulación de la economía local-global en el auge de las
TIC´S (principalmente la Internet), que entrañan tantas virtudes emancipadoras
como virtualidades esclavizantes, propendiendo por la mercantilización de todos
los bienes y servicios así como de los modos de producción que maximizan las
representaciones sociales de la economía neoliberal capitalista y minimizan las
representaciones sociales de lo público, cuyas dinámicas societales afectan las
prácticas de los sujetos actuantes, los espacios de coexistencia y sus discursos,
sobre todo, en las dimensiones socio-culturales de los modos de vida, debido al
proceso de homogeneización económico, político y socio-cultural que pone en
relevancia lo cuantitativo sobre lo cualitativo, los bienes privados sobre los bienes
públicos, la cultura del consumo, del individualismo, de la competencia, de la
explotación, de la monopolización y de la acumulación del capital; esta ideología
22

convirtió las leyes económicas en leyes naturales, diseñando unas políticas


estándar de aplicación universal: lucha frontal contra la inflación, disminución del
déficit presupuestario, equilibrios macro-económicos y niveles impositivos acordes
con el crecimiento económico, privatizaciones de los servicios públicos y la
seguridad social, lucha contra el universalismo del Estado Bienestar, focalizando
los gastos sociales hacia los más pobres y aboliendo el salario mínimo
considerado como un obstáculo para la creación del empleo, apertura total de los
mercados con libre circulación de capitales, bienes y servicios, suprimiendo los
monopolios públicos y con escasa intervención de los privados. etc., (Giraldo,
2007), no obstante, en medio del sistema imperante, como un movimiento en
diagonal (no-lineal), emergen experiencias económicas alternativas, prácticas
políticas emancipatorias y dinámicas socio-culturales locales-globales que
trasgreden el statu quo del proceso globalizador, bajo la cultura de la
colectivización, la desobediencia civil, la resistencia social, la movilización social y
el diálogo social, elementos constituyentes del devenir/movimiento de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos, quienes aluden al principio de
autodeterminación y soberanía individual y colectiva poniendo en crisis el orden
mundial establecido.

Actualmente el Estado-Nación en correlato con las Instituciones Supra-


Nacionales se develan en crisis de representatividad, legitimidad, legalidad,
gubernamentalidad y de institucionalidad en el plano local-nacional y global-
internacional, emergiendo un movimiento colectivo social e inter-cultural
emancipatorio que adopta la significación de Movimiento Social, es decir, sujetos
individuales y colectivos con capacidad de resistencia civil ante las biopolíticas
regulatorias capitalistas globales, ya que en toda época donde han existido formas
de opresión sobre los individuos han existido expresiones de rebeldía y rebelión
en oposición al Poder económico, político y social dominante, también
denominadas autonomías y resistencias solidarias, auto-realizadas, auto-
determinadas e inter-culturales evitando que aquellos que ostentan el poder
económico y político global abusen de él (Martínez y col, 2016). Este nuevo
movimiento asocia un soberanismo de raíces, de cultura y de civilización (que si
23

bien reconoce al Estado nacional, no es en absoluto estatismo nacionalista), una


auténtica conciencia de los problemas mundiales así como a una nueva voluntad
de actuar asociado a todo aquellos que están amenazados por la hegemonía de lo
cuantitativo, de la rentabilidad, del beneficio y de la maximización (Morin, 2007),
en tanto que se necesitan nuevas fuerzas para establecer y dar vigor a un foro
auténticamente mundial adecuado a la era de la globalización, ya que no se trata
de cómo remontar el río de la historia, sino de luchar contra su contaminación y
canalizar sus aguas para lograr una distribución más equitativa de los beneficios
que comporta (Bauman, 2007). Este es el principal mérito del movimiento global
contra la globalización: el haber puesto sobre el tapete del debate social y político
lo que se presentaba como vía única e indiscutible del progreso de la humanidad.
La gente vive y reacciona con lo que va percibiendo y cuando no encuentra
causes de información y participación sale a las calles y así frente a la pérdida de
control social y político sobre un sistema de decisión globalizada surgen los
Movimientos Sociales, centrado en protestas simbólicas porque es en torno a esas
banderas explícitas donde se agregan voluntades (Castells, 2007).

Todo ello implica, en consecuencia, un reconocimiento amplio del derecho a


la diversidad y a la diferencia, como prolegómenos de una existencia con
posibilidad de ser compartida con otros, sin los sesgos y las dominaciones del
poder cuando éste es asumido solamente como extensión de una práctica de
cohesión donde los otros terminan siendo excluidos o anulados (Márquez, 2006),
de esta manera, las identidades y estrategias colectivas de todos los movimientos
sociales están inevitablemente ligadas al ámbito de la cultura, en sus continuas
luchas contra proyectos dominantes de desarrollo, construcción de nación y de
represión, con base en múltiples significados y riesgos (Escobar, 1999), como
expresión compartida de los sujetos heterogéneos, nuevas formas de pertenecer y
exigir derechos en medio de la diversidad y pluralidad creciente de los sujetos que
hablan, actores populares que se movilizan colectivamente en representación de
la Nación trasgrediendo el Poder del Estado y del Poder imperial Supra-Nacional,
mediante un campo de posibilidades y libertades.
24

Desde esta problematización sobre los sujetos, lenguajes y lugares


biopolíticos en su praxis de cambio o en movimiento en la Era Global se revelan
multiplicidad de fenómenos de carácter político, económico, social, cultural, ético,
estético, objetivos y subjetivos, etc., enmarcados en una complejidad estructurada
de factores asociados e interrelacionados, donde el Poder y el Saber son en sí
mismo problemas que dependen de las relaciones de fuerza internas y externas
que lo condicionan y de los privilegios del conocimiento aprendido y aprehendido a
lo largo del tiempo, siendo urgente y necesario resignificar epistemológica,
ideológica y ontológicamente los paradigmas, las contradicciones históricas, las
nociones, las denominaciones, las diferenciaciones, en un diálogo de
conocimientos, teorías y saberes instituidos e instituyentes sobre el cual
enriquecer la Ciencias de la Vida y las Ciencias del Devenir en clave
Latinoamericana, con o sin mayúsculas, así como también, es imperativo repensar
el Sujeto Latinoamericano, como sujeto que produce, reproduce, crea, re-crea,
transforma, sueña y emancipa la Cultura y la Sociedad a la que pertenece,
teniendo en consideración los aspectos individualizadores y totalizantes que los
afectan, desde un diálogo inter-cultural sobre los asuntos humanos, los problemas
humanos y los devenires humanos, igualmente históricos. Este es un derecho
inalienable a todo contexto cultural con su respectiva formación histórica. Se
convierte así el pensar filosófico en un pensar dialéctico, en una razón dialógica
que se desenvuelve históricamente en una práctica comunicativa que no puede
ignorar la presencia de los otros, menos aún negar sus particularidades (Márquez,
2006).

Es una apuesta a la investigación científica en ciencias sociales y una


modesta oportunidad para dilucidar los continuos debates epistemológicos,
ideológicos y ontológicos sobre los sujetos, lugares y lenguajes en sus praxis de
cambio o en movimiento con suficiente acción directa para resignificar el Poder-
Saber, interpretando los Poderes y Saberes instituidos así como los Poderes y
Saberes instituyentes en el escenario del Estado-Nación, acortando la distancia
hermenéutica entre lo teórico y práctico, lo objetivo y subjetivo, lo ético y estético
que incluye el reconocimiento de prácticas y experiencias económicas alternativas,
25

políticas emancipatorias y socio-culturales en emergencia, referentes alternativos


de comunicación y producción de sentidos, diálogo de saberes, nuevas
subjetividades que se visibilizan en espacios de deliberación, disertación y
movilización social en el contexto de la Globalización en clave Latinoamericana,
de manera que las técnicas de disciplinamiento, las biopolíticas de normalización y
los biopoderes de control de la gubernamentalidad del Estado-Nación adquieren
relevancia histórica en la contemporaneidad Latinoamericana, ya que constituyen
los dispositivos de la gubernamentalidad del Estado Liberal y Neoliberal en vigor,
que hacen del Estado-Nación el epicentro de las nacientes relaciones dialécticas y
dialógicas del Poder-Saber instituido y el Poder-Saber instituyente, dadas las
emergencias de los sujetos sociales e inter-culturales que adquieren la
connotación o representación social de Movimientos Sociales Latinoamericanos,
quienes resignifican teórica y prácticamente, objetiva y subjetivamente, ética y
estéticamente la Cultura y la Sociedad para la co-construcción de un Sistema
Social e Inter-Cultural Emancipatorio.

1.1. Formulación del Problema.

Afianzando la idea de reflexionar sobre las bases de una ética en la que la


acción individual y el compromiso personal no estén desvinculados de los
intereses colectivos (Foucault, 1987), se hace necesario formular la problemática
en los términos siguientes: ¿Cuál es el alcance teórico y práctico, objetivo y
subjetivo, ético y estético de la biopolítica y los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes, que permitan la resignificación del Poder-Saber en
el contexto de la Globalización?

1.2. Sistematización del Problema.


26

¿Cuáles son las bases epistemológicas, ideológicas y ontológicas de la


categoría biopolítica, de los biopoderes o de las tecnologías del Poder-Saber en la
era de la Globalización?
¿Cuál es el alcance teórico de la categoría biopolítica, de los biopoderes o de
las tecnologías del Poder en los Estados-Nación Latinoamericanos en la era de la
Globalización?
¿Cuál es el alcance práctico de la categoría biopolítica, de los biopoderes o
de las tecnologías del Poder en los Estados Nacionales en la era de la
Globalización?
¿Cuáles son las bases epistemológicas, ideológicas y ontológicas de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la era de la
Globalización?
¿Cuál es el alcance teórico de los Movimientos Sociales emergentes en los
Estados-Nación Latinoamericanos en la era de la Globalización?
¿Cuál es el alcance práctico de la categoría biopolítica con respecto a la
emergencia de los Movimientos Sociales Latinoamericanos en la era de la
Globalización?
¿Quiénes son los sujetos inter-culturales, los discursos de resistencia y los
lugares de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la era
biopolítica Global?
¿Cuáles son las bases epistemológicas y metodológicas, ideológicas y
políticas, y ontológicas y filosóficas de los sujetos en su praxis de cambio quienes
resignifican las posiciones y las relaciones de Poder-Saber del Estado-Nación en
la era de biopolítica Global Latinoamericana?

2. Objetivos de investigación.

2.1. Objetivo general.


27

Interpretar la teoría y la práctica de la biopolítica en relación con los


Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en el contexto de la
Globalización, resignificando epistemológica, ideológica y ontológicamente los
sujetos, lenguajes y lugares individuales y colectivos en su praxis de cambio o en
movimiento.

2.2. Objetivos específicos.

Explicar comprensivamente las significaciones teóricas y prácticas,


objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de la biopolítica en la Era de la
Globalización.

Implicar comprensivamente las significaciones teóricas y prácticas,


objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en la Era Biopolítica Global.

Resignificar a los sujetos, los lenguajes y los lugares individuales y


colectivos de Poder-Saber en la Era Biopolítica Global Latinoamericana.

3. Delimitaciones y Justificación.

3.1. Delimitaciones.

3.1.1. Espacial y Temporal.

Esta Tesis Doctoral se sitúa en el espacio-tiempo de la Globalización


económica, política y socio-cultural, a partir de las continuidades, discontinuidades
y las rupturas generadas después de la finalización de la Guerra Fría, la caída del
Muro de Berlín, la disolución de la U.R.S.S. y el posicionamiento del Capitalismo a
28

escala planetaria, por tanto, explica comprensivamente las significaciones teóricas


y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de la biopolítica, biopoderes o
tecnologías del Poder-Saber de los Estado-Nación, Estado Moderno o Estado
Westfaliano en relación con los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes en la Era Biopolítica Global.

3.1.2. Contenido.

Interpretar la teoría y la práctica de la biopolítica en relación con los


Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la Era Global,
resignificando epistemológica, ideológica y ontológicamente los sujetos
individuales y colectivos en su praxis de cambio o en movimiento fue una
Investigación que implicó el análisis transversal y transdisciplinario de los Poderes
y Saberes instituidos e instituyentes, explicando comprensivamente las
significaciones teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de la
biopolítica de Paul-Michel Foucault, en relación con los Movimientos Sociales
emergentes Latinoamericanos, también denominados Sujetos Históricos,
(Foucault, 1987), Colectividades con Poder Social e Inter-Cultural (Martínez,
2016), Multitudes (Martínez, 2015), Nuevos Sujetos Sociales o Resistencias Anti-
Sistema (Alonso, 2015), Sujetos Colectivos (Gómez, 2014), Sujeto Insumiso
(Salazar, 2008), Comunidades o Unidades heterogéneas complejas (Najmanovich,
2005), Nuevos Movimientos Sociales, o Movimientos Populares-NMSs (De
Soussa, 2001), Movimientos Sociales en red (Castells, 2015) o Sujetos Inter-
Culturales (García Canclini, 2004), quienes trasgreden el sistema biopolítico
dominante en un diálogo inter-cultural de los diferentes, haciendo uso del legítimo
Derecho de Autodeterminación y Soberanía del Pueblo, en renuncia a la lealtad
hacia el Estado respectivo, con suficiente acción directa para resignificar el Poder-
Saber en el contexto de la Globalización económica, política y socio-cultural
Latinoamericana.
29

3.2. Justificación e importancia de la investigación.

3.2.1. Teórica.

Se insiste en que el objetivo general de esta Tesis Doctoral fue interpretar la


teoría y la práctica de la biopolítica, de los biopoderes o tecnologías del Poder-
Saber en relación con los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en
el contexto de la Globalización económica, política y socio-cultural, resignificando
epistemológica, ideológica y ontológicamente los sujetos, los lenguajes y los
lugares individuales y colectivos en relación con sus alteridades, desde el
escenario científico de la investigación cualitativa en ciencias sociales y la
perspectiva de la teoría social de la complejidad, en un diálogo entre y con las
disciplinas, desde el método Hermenéutico el cual permite comprender los
problemas socio-políticos, socio-económicos y socio-culturales de la compleja
realidad Latinoamericana, articulando los saberes instituidos y los saberes
instituyentes, y develando las continuidades, discontinuidades y las rupturas de los
sujetos sociales e inter-cultuales en el devenir de su praxis colectiva.

Tal aspiración es de relevancia académica ya que explica definitoriamente


las significaciones teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de
los sujetos, lenguajes y lugares biopolíticos en su praxis de cambio o en
movimiento acortando la distancia hermenéutica de las ciencias y las disciplinas
de la tradición científica occidental quienes universalizaron el concepto biopolítico
de Estado-Nación, y los saberes instituidos e instituyentes, quienes adquieren la
connotación de Movimientos Sociales emergentes en clave Latinoamericana y
formalizan en este tiempo el constructo hermenéutico para la co-construcción de
un Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio, como expresión máxima de la
diversidad y de la pluralidad que se constituye y se reafirma como pensamiento
alternativo de soporte para la generación del nuevo conocimiento. Es relevante
socialmente ya que resignifica la realidad compleja (los biopoderes) y con ello las
representaciones sociales de lo público de los sujetos de Poder-Saber, desde la
emergencia de los Movimientos Sociales Latinoamericanos, autonomías y
30

resistencias emancipatorias en relación dialéctica y dialógica con las alteridades


en el marco temporal y espacial de la Globalización, de manera que la producción
y reproducción de la Vida sea el principio absoluto para con-vivir en sociedad. Es
relevante para la comunidad científica Latinoamericana ya que redefine el Poder
social e inter-cultural, removiendo los significados de la política y del orden cultural
dominante, estremeciendo las fronteras de la representación económica mediante
el patrimonio inter-cultural de los diferentes, instituyentes del saber emergente,
cuya ideología de la Vida potencia el ser inter-cultural latinoamericano con
consciencia de su identidad plural, múltiple y diversa.

3.2.2. Metodológica.

La investigación es Cualitativa, enmarcada dentro de la Teoría Social de la


Complejidad, como teoría emergente, abierta a la reflexión y a la discusión
Transdisciplinar, utilizando el método Hermenéutico, desde la perspectiva
explicativa-implicativa, articulando no solo los saberes, las dimensiones históricas
y las nominaciones y diferenciaciones instituidas, sino los saberes instituyentes,
develando los cambios cualitativos, objetivos y subjetivos, éticos y estéticos de los
sujetos en el devenir de su praxis colectiva.

Según Guerenabarrena (2015) la principal característica del hombre en la


sociedad postindustrial es la resultante de un cierto tecnicismo, en la medida en
que el hombre emplea la razón funcional, técnica e instrumental. Así también, de
cierta parcelación, en tanto que las soluciones propuestas son parciales, referidas
a un ámbito y no válidas para el resto de parcelas de la vida, de tal modo que “la
compresión es una categoría de la Vida, ya que todos nos encontramos en la
necesidad de comprender lo que sucede alrededor y depende del estado interno,
de los sentimientos y pensamientos” (Dilthey, 1974), siendo posible la compresión
omniabarcante (compleja y transdisciplinaria) de las interpretaciones en conflicto,
integrado, no superando, las contradicciones en un sistema más amplio que las
31

explique a fin de acortar la distancia hermenéutica de las dimensiones históricas


de los sujetos que hablan en la vida cotidiana.

3.2.3. Práctica.

Esta Tesis Doctoral se constituye en un desafío epistemológico, ideológico


y ontológico, de análisis, de discusión, de descripción, de comprensión y de
interpretación de los sujetos, lenguajes y lugares biopolíticos en relación con los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en el contexto de la
Globalización ya que nunca antes se había realizado un abordaje complejo y
transdisciplinar en ciencias sociales que pusiera en diálogo la categoría biopolítica
de Paul-Michel Foucault en medio de la emergencia social y cultural de las
resistencias emancipatorias en Latinoamérica, aludiendo especialmente al Poder
interpretativo en el escenario económico alternativo, en el político desde una
concepción alternativa de la Vida y la Dignidad Humana, y en lo social e inter-
cultural en el respeto por la diferencia como patrimonio inter-cultural de los
diferentes, proporcionando nuevo conocimiento que garantiza la onmicomprensión
de la realidad Latinoamericana, develando el nuevo mapa económico, político y
socio-cultural en la región.

3.2.4. Relevancia Social.

Esta Tesis Doctoral es relevante socialmente ya que resignifica la realidad


compleja (los biopoderes) y con ello las representaciones sociales de lo público de
los sujetos de Poder-Saber, desde la emergencia del bloque devenir de los
sujetos, lenguajes y lugares inter-culturales, quienes adquieren en la
contemporaneidad la representación social de Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes, también denominadas autonomías y resistencias
emancipatorias, en relación dialéctica y dialógica entre el Poder del Estado y la
32

Resistencia de la Nación con “otros” en el marco temporal y espacial de la


Globalización económica, política y socio-cultural, explicando (definitoriamente) e
implicando (inclusivamente) las significaciones en conflicto, así como las
continuidades, discontinuidades y las rupturas que hacen posible la co-
construcción del Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio, a través de la
reconstrucción epistemológica, ideológica y ontológica de los sujetos en su praxis
de cambio o en movimiento.

Se estima que las teorías y prácticas emancipadoras de los sujetos


emergentes de Saber-Poder se consideran de importancia en el desarrollo de la
ciencias sociales en clave Latinoamericana, representado un aporte significativo
para la Comunidad Científica Latinoamericana, de interés para la Sociedad en
general, Organizaciones Sociales, ONG´s, Movimientos Sociales
Latinoamericanos, Gobiernos, Políticos, Administradores Públicos
Latinoamericanos y Estados Nacionales y Supra-Nacionales, ya que ante la visión
uniformadora, estandarizadora, homogeneizadora y universalizante del
conocimiento, esta Tesis Doctoral constituye un aporte ampliamente cualitativo,
resistente a la instrumentalización y tecnificación del saber, con posibilidades de
revolucionar el Pensamiento Económico, Político y Socio-Cultural
Latinoamericano, a partir de referentes científicos contemporáneos, que permitan
posteriormente el diseño de políticas públicas alternativas o programas de
desarrollo social que resignifiquen la estructura del Nación y el Estado, desde una
perspectiva social e inter-cultural emergente.
33

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO
34

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

1. Antecedentes de la Investigación.

Paul-Michel Foucault orientó un curso en el Collége de France entre 1975 y


1976 frente a un grupo de estudiantes a quienes les presentó por primera vez el
concepto de biopolítica o de los biopoderes, también denominado tecnologías del
Poder, para referirse al conjunto de mecanismos y estrategias de Poder del
Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano, quien ha diseñado a lo
largo de la historia, desde el siglo XVIII hasta la contemporaneidad, un conjunto de
teorías y prácticas de gobierno que disciplinan, normalizan y controlan a la
población, como cuerpo vivo; en síntesis, la biopolítica, los biopoderes o
tecnologías del Poder son estrategias de la gubernamentalidad basadas en el
principio de seguridad para el mantenimiento y sostenimiento del Poder del Estado
sobre la Nación, a través de un constructo teórico y práctico de Administración
Pública, que responde al conjunto de técnicas que pretenden más que disciplinar,
normalizar, administrar y regular, por ende dominar a la población que se
gobierna, desde el nacimiento hasta la muerte. La biopolítica, los biopoderes o
tecnologías de Poder ya no actúan directamente sobre el individuo como en las
sociedades disciplinarias del siglo XVI, sino que se direccionan sobre las acciones
del individuo, respondiendo por ende al conjunto de técnicas reguladoras relativas
a la población que se conduce y se gobierna.

La categoría de biopolítica, de los biopoderes o tecnologías del Poder hace


parte de una teoría del Poder que dilucida el Poder en el espacio de la vida, en el
sentido de la producción de la vida, como dimensión de las relaciones humanas.
Es por eso que la comprensión teórica y práctica de la categoría implica acercarse
35

al concepto de Poder presentado por Foucault (1984), al insistir en que “el poder
existe con tres cualidades distintivas: origen, su naturaleza básica y sus
manifestaciones” (p. 12), ya que pone en juego las relaciones entre los individuos
o grupos de individuos en un entramado de acciones que inducen a otras acciones
y que se concatenan entre sí. Es así como el Poder se define como una dimensión
teórica y práctica estudiada no solo en los individuos sino también en la población
al interior de las sociedades, en el contexto del Estado-Nación, Estado Moderno o
Estado Westfaliano cuyo orden político, económico y social está estructurado y
determinado por la relación de Poder entre gobernantes – gobernados (Foucault,
2004), a partir de tres tipos de relacionamientos, entre sujetos históricos,
desarrollos discursivos y juegos estratégicos “de técnicas perfeccionadas, de
trabajo y de transformación de lo real; por otro lado (…) de los signos, de la
comunicación, de la reciprocidad, de la producción del significado; y finalmente,
(de) un campo de la dominación, de los medios de sujeción, de la desigualdad y la
acción de los hombres sobre otros hombres” (Foucault, 1984, p. 13).

La biopolítica, los biopoderes o tecnologías del Poder nacen, entonces, en el


contexto histórico del fin de la Guerra de los 30 años en la Europa de siglo XVII y
la firma del Tratado de Paz de Westfalia en 1648, dando paso a la consolidación
del concepto político de Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano,
noción teórico-práctica que marcó una nueva etapa en la Historia de la
Humanidad, la llegada de la Modernidad y con ello una etapa de cambios en las
esferas económica, política, social y cultural, especialmente para los sujetos
políticos, económicos y populares participes. En el ámbito político, la transición de
la Edad Media a Modernidad, correspondió a la construcción de la institución
jurídica y política de Poder más representativa en todos los tiempos: el Estado-
Nación o Estado Moderno, desplazando las viejas instituciones Monárquicas,
Autoritarias y Absolutistas, y estructurando las nuevas autoridades de la Nación,
creando un orden social nuevo (liberal, burgués y capitalista) y eliminando las
viejas formas estamentales de origen feudal del Antiguo Régimen, que permitieron
la pacificación de la Sociedad, aun cuando el control, la autoridad política y el
dominio de una clase social dominante prevaleció una sobre otra; en el ámbito
36

económico, la transición del Sistema Feudal al Mercantilismo y de ahí al


Liberalismo Clásico y posteriormente al Capitalismo Neoliberal plasma el debate
teórico y práctico de los relaciones nacientes de producción y explotación,
provocando la disyuntiva histórica entre Capital y Trabajo, entre el bien privado y
el bien público, entre acumulación y distribución, entre Burguesía y Proletariado
presentes hasta hoy; en la esfera social y cultural, la naciente idea de Ciudadano
estuvo acompañada, por ejemplo, con la noción de Estado, analizada en Thomas
Hobbes (1982), con su obra “El Leviatán”, en la cual se invita a pensar sobre
aquellas formas institucionales en el que la mayoría de los individuos, presionados
otra vez por el miedo, “consienten” ser gobernados por unos pocos, a través de
leyes generales de naturaleza que prohíben destruir la vida. Esa conducción
marcó las pautas de una sociedad disciplinaria a la luz de los preceptos de un
enviado de Dios en la Tierra, llegando en último término a la idea de que “debe
existir (como los mismos filósofos paganos manifestaban) un motor inicial, es
decir, una causa primera y eterna de todas las cosas, que es lo que los hombres
significan con el nombre de Dios” (p. 45), herencia de un Poder-Saber biopolítico
que quedó institucionalizado desde el Medioevo hasta la contemporaneidad, a
partir de un sistema de verdad absoluta que orientó la idea del bien y el mal,
aconductó y disciplinó a las sujetos, bajo la influencia y dominio de la Iglesia,
máxima autoridad política a lo largo del tiempo, “con pretensiones de gobierno de
la humanidad (Foucault, 2004, p. 177), quien introdujo técnicas de avasallamiento,
modos de aprehensión y memorización de los textos bíblicos y finalmente, creó los
medios de castigo, desde lo legislativo y lo judicial, generando escenarios de
sumisión y obediencia de unos sobre otros; el Poder-Saber biopolítico en el
contexto del nacimiento del Estado-Nación o Estado Westfaliano es capaz de
neutralizar las prácticas individuales y colectivas, los valores, las creencias, las
tradiciones, las costumbres, las normas, la conducta, las reglas de
comportamiento y las formas de gobierno de una época a otra.

Westfalia instauró y universalizó el Estado-Nación o Estado Moderno y con


ello un conjunto de saberes y principios biopolíticos de gobierno y de
administración pública que legalizaron, legitimaron e institucionalizaron el Uso de
37

la Fuerza y el Monopolio de la Violencia por parte del Estado, la División de


Poderes, la defensa de la Soberanía Territorial y el Derecho a lo No injerencia de
otros Estados, la redacción de nuevas Constituciones Políticas y el Derecho de
Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos, dotando al Estado de
instrumentos y mecanismos de regulación, normalización y control sobre la
Nación, en un escenario de participación política activa por parte de los
Ciudadanos, de representación de las clases sociales dentro de las instituciones
de gobierno y de legitimación de los principios de Libertad e Igualdad, no solo en
el orden político sino en el económico, materializándose hasta siglo y medio
después por medio de las revoluciones políticas, laborales, industriales y
ciudadanas, llamadas Revoluciones Liberal y Burguesa de la Revolución
Francesa, la Revolución Industrial, la Independencia de los Estados Unidos de
América y la subsiguientes Revoluciones Independentistas de las Naciones
colonizadas del mundo en el siglo XIX y XX, más la Revolución Proletaria de los
Bolcheviques, sirviendo Westfalia de modelo a otros territorios del mundo en el
plano político, económico, social y cultural, “en 1647, por consiguiente, era todavía
una novedad, una novedad a la moda. Falsa novedad, dirán algunos; falsa
novedad pues, de hecho la razón de Estado siempre actuó” (Foucault, 2004, p.
281); en fin, un contexto biopolítico de grandes acontecimientos y de revoluciones
que marcaron no solo la Historia de la Humanidad sino fueron el resultado de un
juego estratégico de Poderes y Saberes instituidos e instituyentes en un juego de
poderes y resistencias, de estrategias y antagonismo de estrategias a la luz de
diferentes circunstancias históricas entre el Estado y la Nación.

Foucault (2004), no analiza el Estado-Nación en la Era Global


contemporánea al finalizar la Guerra Fría, al caer pacíficamente el Muro de Berlín,
al desintegrarse la U.R.S.S y al posicionarse el Capitalismo a escala mundial
debido a su anticipada muerte en el año de 1984, no analiza los Movimientos
Sociales Mundiales ni mucho menos analiza los Movimientos Sociales
Latinoamericanos, pero sí analiza acontecimientos de la Historia, denominadas
para él como revoluciones, que son “esa especie de fenómeno casi natural, o en
fin, a medias natural y a medias histórico que precipita a los Estados en un ciclo
38

que, luego de haberlos llevados a la luz y a la plenitud, los hace desaparecer y


borrarse” (p. 331), posibilitando articular la biopolítica, los biopoderes y las
tecnologías del Poder a la realidad contemporánea, teniendo en cuenta los
aspectos teóricos y prácticos, objetivos y subjetivos, éticos y estéticos que la
caracterizan, teniendo en cuenta el haz complejo de relaciones de Poder-Saber de
los sujetos, lenguajes y lugares que emergen y las técnicas de la
gubernamentalidad política y económica asociadas, asumiendo el reto de
interpretar la categoría en relación con las expresiones de resistencia social que
se develen, denominadas para Foucault como “rebelión de conductas o
contraconductas” (p. 226), que se convierten en los hallazgos más claros
encontrados en la literatura Foucaultiana de referente obligatorio para esta Tesis
Doctoral.

No obstante, en la Era Global se estructuran las nuevas relaciones


jerárquicas de Poder-Saber del Nuevo Orden Mundial situando a los Instituciones
Supra-Nacionales con mayor autoridad internacional, en segundo orden a los
Estados Nación Desarrollados con mayor Poder adquisitivo seguidos de los
Estados Nación Emergentes y en la base a los Estados Nacionales
Subdesarrollados, en una nueva relación de dependencia-interdependencia, de
estratificación del mundo de acuerdo al indicador económico del P.I.B. (Producto
Interno Bruto) y de división de clases sociales que amplían la brecha entre
naciones ricas y naciones pobres, dadas las dinámicas de internacionalización y
transnacionalización y mundialización de la Economía Neoliberal Capitalista,
siendo la expansión del comercio y del mercado temas de relevancia del Sistema
Internacional bajo la lógica de asimetría política, económica y socio-cultural. En
este sentido, el conjunto de políticas macro-económicas neoliberal capitalistas
adquieren la denotación de biopolíticas, biopoderes o tecnologías del Poder-
Saber, ya que aluden a un conjunto de teorías y prácticas, “que ajustan el ejercicio
del poder político a las principios de una economía de mercado” (Foucault, 2007,
p. 157), legal y jurídicamente constituidas y ratificadas por los Estados Modernos,
donde las Naciones Desarrolladas con mayor poder adquisitivo influencian a las
Naciones Subdesarrolladas, con el capitalismo como premisa, que lo potencia y es
39

determinante por el modo de producción y reproducción del capital vía


acumulación e inversión de la propiedad privada, dejando a los demás ámbitos de
la vida en sociedad inmediatamente afectados y permeados, generando
desequilibrios socio-políticos (exclusión social) y socio-económicos (pobreza) a
escala global, ya que se valora el crecimiento económico de los inversores por
encima del desarrollo social de los ciudadanos, bajo la lógica de maximización de
la economía y minimización del Estado. (Ver Gráfica N°: 1)

Fuente: Martínez H., 2016. Relación jerárquica de Poder del Nuevo Orden Mundial.

En la Era Global la figura representativa del Estado-Nación o Estado


Westfaliano se transforma y se reposiciona, quedando reducido a funciones
jurídicas y políticas a nivel local y nacional, ya que las Instituciones Supra-
Nacionales actúan por encima de los Estados Nacionales o Estados Modernos,
tomando las decisiones internacionales y globales, determinando las nuevas
reglas y nuevas normas con carácter vinculante a escala planetaria, provocando
40

como consecuencia un estadio de conflicto social debido al abandono del Estado a


los ciudadanos, al abuso de Poder Político por parte de las Instituciones como la
O.N.U., el F.M., del B.M., y al abuso de Poder Económico de las Empresas
Multinacionales y Corporaciones Extranjeras asociadas al Sistema Financiero
mundial. Ya lo decía Foucault (2007) al decir que “el Estado no tiene entrañas, es
bien sabido en cuanto no solo carece de sentimientos, buenos o malos, sino que
no las tiene en el sentido de que no tiene interior” (p. 96), vaticinándose la crisis de
los Estados Nacionales ante la crisis de legitimidad, legalidad, representatividad,
gobernabilidad e institucionalidad, expresada ésta en múltiples problemáticas de
índole social, político y económico que trasciende a niveles de pobreza, miseria,
desempleo, parálisis de los sectores económicos internos, corrupción,
desigualdad, marginalidad, injusticia social y un panorama de conflictos sociales,
no menos importante, siendo “las principales contradicciones de la sociedad
capitalistas que no dejan de reproducirse y universalizarse a nivel mundial”
(Márquez, 2006), mecanismos homogeneizadores en el plano económico, político
y socio-cultural, denominados dispositivos biopolíticos, biopoderes o tecnologías
del Poder-Saber de los Estados Nacionales y Supra-Nacionales de gobernanza en
la Era Global.

Es por ello que teniendo en cuenta los antecedentes históricos encontrados


esta Tesis Doctoral pretende interpretar la Teoría y la Práctica de la biopolítica
concebida por Michel Foucault, para analizar y sentar la crítica al Estado-Nación,
Estado Moderno o Estado Westfaliano en la Era Global, teniendo en cuenta la
emergencia de los sujetos en su praxis de cambio o en movimiento que adquieren
la connotación o representación social de Movimientos Sociales Latinoamericanos,
diversidad de sujetos que emergen exigiendo Derechos, quienes resignifican las
relaciones de Poder-Saber desde el punto de vista epistemológico, ideológico y
ontológico, teniendo en cuenta las continuidades, las discontinuidades y rupturas
locales, regionales y mundiales en el orden económico, político y socio-cultural.
Desde el punto de vista global son los Movimientos anti-Globalización que
empezaron en Seattle en el siglo XXI en contra de la O.M.C., la presencia de los
denominados Indignados en los Estados Unidos dando ejemplo internacional, los
41

Movimientos Ecologistas en contra de las Empresas Multinacionales provocadoras


del Cambio Climático, y en Latinoamérica con la génesis, desarrollo y evolución de
las Organizaciones Guerrilleras en casi todo el Continente durante y después de la
Guerra Fría o las coyunturales manifestaciones pacíficas en Colombia, Bolivia,
Ecuador, Argentina, Venezuela en contra de los T.L.C. (Tratados de Libre
Comercio) en el contexto de la Globalización Neoliberal de los 90´s, son
expresiones de lucha y resistencia social en oposición al Sistema Económico
Capitalista, también llamados contrapoderes, sujetos de cambio o sujetos
colectivos, sujetos inter-culturales que adquieren la connotación o representación
social de Movimientos Sociales, entre otras denominaciones, son, en sus múltiples
lenguajes y discursos, expresiones que dan sentido a los problemas de la vida en
estos tiempos de crisis económica, crisis política y crisis social, lo que indicaría
una crisis del sujeto mismo en medio de un escenario global que permea todas las
esferas de la vida en sociedad, como parte integrante del proceso de constitución
del Nuevo Orden Mundial Alternativo o Sistema Social e Inter-Cultural
Emancipatorio.

La Resistencia es antagónica al Poder establecido, redefine al sujeto mismo


y sus intereses, planteando la defensa de objetivos tanto individuales como
colectivos. Y es así como el sujeto ha estado presente a lo largo de la historia
como sujeto de cambio o sujeto revolucionario con autonomía propia, que
defiende su soberanía ante las vicisitudes propias de su época. Foucault (1979),
“sugeriría más bien (pero estas son hipótesis a confirmar) que no existen
relaciones de Poder sin resistencias; que éstas son más reales y más eficaces
cuando se forman allí mismo donde se ejercen las relaciones de poder” (p. 171),
haciendo que el sujeto que se revela y se emancipa busque su propia libertad, su
realización física, económica, política y cultural, siendo posible replantear los
discursos y resignificar el Poder, así como las fuerzas que los sostienen y lo
articulan, “son luchas contra el gobierno de la individualización, luchas contra los
privilegios del conocimiento. ElIas son un rechazo a estas abstracciones, a la
violencia estatal, económica e ideológica que ignora quiénes somos
individualmente” (Foucault, 1984, p. 7), “promoviendo nuevas formas de
42

subjetividad, a través del rechazo a este tipo de individualidad que nos ha sido
impuesta durante siglos” (p. 12).

El término de Movimientos Sociales fue introducido al vocabulario académico


por primera vez por el sociólogo, economista y abogado alemán Lorenz von Stein
en 1846, a partir de su libro Historia de los Movimientos Sociales Franceses desde
1789 hasta el Presente (1850), definiéndolo, básicamente, como una aspiración de
sectores sociales (clases) de lograr influencia sobre el Estado, debido a las
desigualdades en la economía. Sin embargo, Alan Touraine (2006), define que “el
movimiento social es la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra
su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad
concreta” (p. 255) así mismo, De Soussa (2001), expresa que “las luchas en que
se traducen se pautan por formas organizativas (democracia participativa)
diferentes de las que precedieron a las luchas por la ciudadanía (democracia
representativa)” (p.180), no obstante, el sujeto de las gestas sindicalistas
anticapitalistas y de la clase obrera del siglo XIX y XX o la emergencia del
movimiento social nacional feminista y ecologista en los años 60 se han
transformado en la Era Global. El internet revolucionó toda forma de relación de
los unos con los otros y de los sujetos con el medio. Las nuevas identidades se
generan en espacios diversos, no necesariamente espacios presenciales, nuevas
organizaciones sociales mantienen permanente comunicación por medio del
nuevo instrumento de la contemporaneidad, que es el Internet. Las movilizaciones
y los espacios de reflexión hoy día se llevan a cabo en redes interconectadas por
el ciber espacio, ya que a globalización permeo todo lo que hacemos. La
Globalización, modifica absolutamente todo lo que hacemos, desde las maneras
como producimos hasta los modos como consumimos, vivimos, morimos y
hacemos el amor (Castells, 2000).

Es por ello que las sociedades actuales articulan sus esfuerzos, a través de
los medios alternativos de comunicación locales e internacionales que les permita
masificar sus esfuerzos y propósitos, que les ayude a visibilizar sus objetivos y
metas, y que finalmente les permita generar globalmente movimientos globales a
43

escala planetaria, a través de las fuentes de internet cada vez más consolidadas al
servicio de la causa colectiva. “Hay siempre un trasfondo y una búsqueda de
reinventar la democracia y reforzar los movimientos sociales en la búsqueda de
una sociedad mejor, más justa y más equilibrada con el mundo y la naturaleza”
(Soussa, 2015, p. 27), a través de discursos estéticos que reclaman, gritan,
cantan, bailan, pintan, enuncian, como diría Foucault (1987), “nuevas formas de
subjetividad de una ciudadanía universal” (p. 30), que se asoma en la historia y
aún no han sido contada.

Es una expresión lógica de la dinámica del Poder-Resistencia visible en las


sociedades contemporáneas que permite lograr aproximaciones a la certeza de
las cosas, a partir de elementos extra teóricos, es decir, objetivos y subjetivos
éticos y estéticos, como complemento del análisis dentro de la ética y la moral del
estado civil. Los sujetos plurales y diversos emergen en la vida política como
generadores de procesos de cambio, dichos sujetos construyen subjetividades e
identidades a través de procesos de conjunto. El reto ha sido inaugurado a partir
de prácticas y experiencias emancipadoras que se han hecho visibles en las
últimas décadas del siglo XX y comienzos del XXI, aun cuando se podrían
encontrar antecedentes anteriores. Dichos sujetos son una nueva alternativa de
subjetividad, un nuevo orden que significa una nueva praxis o fundamento de las
libertades civiles. Sin embargo, Foucault (1984) expresa que “es necesario
rechazar una determinada teoría a priori del sujeto para poder realizar este
análisis de las relaciones que puedan existir de la constitución del sujeto” (p.123),
dilucidando el Poder en el espacio de la vida, en el sentido de la producción, como
dimensión de las relaciones humanas.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergen en un escenario de


conflictividad epistemológica, ontológica e ideológica, de trastocamiento de las
verdades establecidas, de revalorización del sujeto y de sus múltiples relaciones
de Poder y Saber, de discusión de las elecciones teórico-prácticas y del sistema
de signos que apoyan y explican el mundo en que la Sociedad Latinoamericana
funciona, es decir que se asiste a la emergencia de un escenario complejo de
44

diferentes Poderes y Saberes, que las humanidades no pueden obviar, porque es


el lugar por excelencia de la comprensión y la interpretación de los fenómenos y
de los problemas del ser humano en Sociedad. Sobre los Movimientos Sociales
Latinoamericanos hay un constructo teórico y práctico, objetivo y subjetivo, ético y
estético por descubrir develando cómo éstos resignifican el Poder biopolítico de
los Estados Modernos y de las Instituciones Supra-Nacionales, donde los sujetos
emergen ya no como dominados ni sometidos sino como sujetos emancipadores y
defensores de producción y reproducción la Vida como principio y valor absoluto,
como sujetos de cambio con conciencia social generalizada de la Nación, también
denominados Colectividades quienes ostentan el Poder Social e Inter-Cultural de
la Nación, haciendo uso del legítimo Derecho de Autodeterminación y Soberanía
del Pueblo, en renuncia a la lealtad hacia el Estado respectivo, resignificando
comprensivamente a los sujetos, los lenguajes y los lugares individuales y
colectivos de Poder-Saber en la Era Biopolítica Global Latinoamericana.

2. Bases teóricas.

2.1. El nacimiento de la biopolítica, de los biopoderes o de las


tecnologías del Poder en Paul-Michel Foucault y las
Contraconductas.

Paul-Michel Foucault, fue un humanista francés del siglo XX, estudioso y


crítico del Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano, riguroso en sus
análisis e interpretaciones delineó las bases teóricas y prácticas de una Teoría del
Poder, denominada biopolítica, biopoderes o tecnologías del Poder, sustentada en
una filosofía o política de la verdad y la libertad, en definitiva un visionario de las
Ciencias Sociales y Humanas. Michel Foucault nació el 15 de octubre de 1929,
posterior a la primera Guerra Mundial y a la Revolución Rusa, acontecimientos
trascendentales para la Historia de la Humanidad, vistos desde el punto de vista
45

de las continuidades, discontinuidades y las rupturas sociales, políticas,


económicas y militares sucedidas hasta entonces, y murió el 25 de junio de 1984,
en medio de la Guerra Fría y los debates ideológicos Capitalismo y Socialismo
entre Occidente y Oriente. Un hombre que a su corta edad, exactamente a los 35
años, escribió su Tesis Doctoral sobre la “Historia de la Locura en la época
clásica” (1961), es decir, una historia de lo otro, de lo diferente, en una época de
subordinaciones jerárquicas, exclusión social, segregación y marginalización de la
sociedad, dejando un legado interesante de libros, entrevistas y conferencias para
las viejas y nuevas generaciones, que seguramente verán la necesidad de recurrir
a él para reinterpretar el mundo contemporáneo, desde una Hermenéutica del
Sujeto (1987), tal como se pretende en esta Tesis Doctoral.

Para Michel Foucault el ser humano en particular y la especie humana en


general estuvo permanentemente en sus preocupaciones y en el centro de sus
reflexiones sobre el Poder y el Saber, entendiendo que está presente en todo lo
que hacemos, y que las relaciones de Poder, ya sean estas familiares, sexuales,
laborales, etc., son aspectos intrínsecos de las relaciones sociales humanas.
Según Foucault (2002) es importante reconocer “que no existe relación de poder
sin constitución correlativa de un campo de saber, ni de saber que no suponga y
no constituya al mismo tiempo unas relaciones de poder” (p. 19). Para Michel
Foucault, la biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder, son una
categoría de avanzado análisis, inventada por el mismo autor para explicar y
criticar el haz complejo de relaciones de Poder-Saber que transversalizan dos
aspectos fundamentales de la condición humana: la Vida y la Política.

La Vida analizada desde sus múltiples manifestaciones, no solo desde el


plano biológico y fisiológico del ser humano que incluyen el nacer, crecer,
reproducir y morir, sino también desde el plano de la producción social del sujeto
en interacción con los otros al interior de la Sociedad a la que pertenece, en ese
tránsito por la vida, como parte de un territorio nacional, pertenecientes a una
población en especial y como sujetos que asumen roles y posiciones estratégicas.
La Política analizada desde el punto de vista de la praxis (teoría-práctica) del
46

Estado-Nación, institucionalizados en Westfalia desde 1648 como la estructura


biopolítica de Poder-Saber histórica desde entonces, reglamentada, reconocida,
legalizada y legitimada a la luz de la relación binaria entre dominantes (El Estado)
– dominados (La Nación) (Foucault, 2004), como modelo político a seguir desde el
Occidente Europeo para el resto del mundo, restructurando las reglas establecidas
por el Antiguo Régimen Monárquico, Autoritario y Absolutista, y posicionando el
nuevo Sistema Social, Económico y Político, de cara a la Modernidad.

En definitiva, la biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder, son


una “critica al pensamiento establecido, que encuentra su razón de ser en el
compromiso por la verdad y la libertad, ya que es en la violencia instituida en
donde se fragua el sometimiento y el sufrimiento de muchos seres humanos”
(Foucault, 1987, p. 12), en otras palabras, cómo las continuidades,
discontinuidades y rupturas históricas surgidas desde Westfalia en el plano
económico, político y socio-cultural, se convierten en objetos de estudio, ya que se
encuentran atravesadas por las múltiples relaciones de Poder-Saber de sujetos y
entre sujetos en el escenario del Estado-Nación o del Estado Moderno naciente, y
cómo a partir de entonces la Vida misma se convirtió en una Política, una
estrategia de Poder de:

(1) Disciplinamiento.

(2) Normalización.

(3) Control.

Es necesario hacer retrospectiva global sobre las tecnologías del Poder


ideadas y diseñadas por el Estado Monárquico Europeo desde el siglo XVI hasta
el siglo XVIII para abordar las estrategias de disciplinamiento o conjunto de
mecanismos o tecnologías del sometimiento de los cuerpos, de la manipulación y
del suplicio, que van desde penas y castigos en patíbulos y mazmorras,
mecanismos del Poder heredados de época a época, siendo perfeccionadas a
través del tiempo como estrategias de disciplinamiento y aconductamiento como
las utilizadas en las prisiones, fábricas, escuelas y cuarteles. El análisis de
47

Foucault sobre la biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder se centra
en contexto del Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano sin
descuidar los antecedentes históricos de todas aquellas prácticas y saberes
instituidos a lo largo del tiempo, en un territorio especifico, sobre un conjunto de
individuos y sujetos en interacción en un haz complejo de relaciones y posiciones
de Poder-Saber.

La disciplina, llamada por Foucault (2002) como la fábrica de los cuerpos


dóciles es el momento histórico en que nace el arte del cuerpo humano, el arte de
la distribución y la formación de un vínculo que lo hace más obediente y por tanto
más útil, ya que, primero, se estructura al sujeto a partir del principio de clausura o
encierro, seguido por el principio de individualización u organización del espacio
individual, separándolo de otros, nada grupal, tercero, se aplica el principio de
funcionalidad sobre tareas específicas y vigilancia individual, y cuarto, se
implementa el principio de rango que determina el lugar que se ocupa en una
clasificación, como en la escuela, lugar que gradúa y asciende según la jerarquía
del saber o de la capacidad de aprender. La construcción de centros de reclusión
como el internado, el cuartel, el hospital y la fábrica se consideran pequeños
ardiles de un gran poder de difusión de apariencia inocente pero que constituyen
centros del disciplinamiento y de la individualización, que van “del cuerpo
supliciado, descuartizado al acto de procedimiento o de administración (…) de un
arte de las sensaciones insoportables a una economía de los derechos
suspendidos, (…), que se percibe ahora como un foco en el que se reanima la
violencia” (p. 8). (Ver Cuadro N° 1)
48

Fuente: Martínez, H., 2016. La Disciplina en la Edad Media.

La normalización alude al Poder de la norma y a la nueva ley de la sociedad


moderna en términos de las micropenalidades del tiempo, la corrección de las
desviaciones, los castigos y penitencias al insurrecto y sanciones al indisciplinado,
basadas en las idea binara de bueno-malo, verdadero-falso, positivo-negativo, que
trae como consecuencia el cúmulo de valores aprehendidos a través del tiempo y
que el sujeto incorpora como válidas en una época y en un momento dado. “Todo
sistema de leyes se remite a un sistema de normas” (Foucault, 2004, p. 74),
vinculado con el examen, la combinación de la norma y la vigilancia para
determinar una calificación y por tanto un castigo o sanción, entendiendo el Poder
como un Poder que excluye, reprime, rechaza, censura, abstrae, disimula y oculta,
o sistema óptimo que distingue entre lo normal y lo anormal. Se comprende que el
Poder de la norma funciona fácilmente en el interior de un sistema de la igualdad
formal, ya que en el interior de una homogeneidad que es la regla, introduce,
como un imperativo útil y el resultado de una medida, todo el desvanecido de las
diferencias individuales (Foucault, 2002). (Ver Cuadro N° 2)

Fuente: Martínez, H., 2016. La Normalización en la Edad Media.

El control es posible debido al disciplinamiento del cuerpo logrado en talleres,


colegios, cuarteles y hospitales, sobre la base del empleo y la regulación del
tiempo establecido, horas de trabajo, horas de estudio, la elaboración temporal del
acto y la articulación del cuerpo y el objeto, cuestiones que consolidan, por
ejemplo, la articulación del soldado y el fusil, el obrero y el objeto de producción, el
alumno y las horas de clase, etc., acompañados de técnicas de vigilancia múltiples
49

y observatorios de la multiplicidad humana. Ya lo decía Foucault (2004) al estudiar


las particiones de tipo binario en la Ciudad, en analogía a “La Metropolité”
D´Alexandre Le Maitre de 1682, cuyo territorio queda amparado por una soberanía
individual no colectiva que subyuga a otros denominados súbditos bajo la
modalidad de la disciplina del cuerpo, a través de instituciones establecidas, es
decir bajo la disciplina escolar, militar, obrera, etc., y en consonancia con la idea
de seguridad impuesta a la población, por medio de mecanismos de
individualización de las multiplicidades, excluyendo a los leprosos, apartando a los
apestosos, encerrando a los ladrones y medicando a los enfermos, como conjunto
de mecanismos o tecnologías de la seguridad que mantienen la disciplina, el
cumplimiento de la norma y el control social, bajo las leyes, la penalización y
sanción. “Es la ciudad el medio de la artificialidad política que contienen la
multiplicidad de individuos, que solo están y existen profunda, esencial y
biológicamente ligados a la materialidad de la cual existen” (Foucault, 2004, p. 43),
como centro de innovación, verdad, ley, distribución y comunicación. (Ver Cuadro
N° 3)

Fuente: Martínez, H., 2016. El Control en la Edad Media.

En síntesis, son dispositivos disciplinarios, mecanismos de normalización, y


estrategias de control para el mantenimiento y sostenimiento del Poder, cuyos
esquemas de exclusión se consideran según Foucault una fábrica de efectos
homogéneos, aparatos o tecnologías de Poder físico-políticas, que adquieren
especial importancia dada la herencia de la tradición de la Iglesia Católica,
Apostólica y Romana europea, cuya tradición Cristiana estructuró los saberes, los
principios y las reglas de comportamiento basados en la disciplina, la norma, el
50

examen, la vigilancia y el control de los individuos, en una época orientada por la


fe, por la espiritualidad, por la abnegación hacia un Ser Supremo, omnipresente y
omnipotente, que delegó la responsabilidad del cuidado de los hombres a un guía
para lograr el camino hacia la salvación de todos los mortales, sometidos a las
leyes de Dios, a través de una verdad absoluta y de una economía de la
obediencia, de aceptación de la Doctrina Cristiana, de conducción de las almas,
de sumisión, de renuncia de la voluntad individual y dirección de la conciencia.
Desde Jesucristo hasta los Curas, se considera la Iglesia un Poder Pastoral u
organización pastoral cristiana con derecho concreto de gobernar, a través de
“principios universales” (Foucault, 2004, p. 177), por medio de sus múltiples
mecanismos como institución totalizadora. Es lo que se denominado gobierno de
tipo pastoral o de tipo religioso que se ejerce sobre una multiplicidad en
movimiento, a través de la figura representativa del Rey, delegado para estas
tareas de gobierno, benévolo y que hace el bien, que vigila y da cuenta de las
buenas y malas acciones, y que sacrifica su alma por el alma de los otros, “en sus
decisiones terrenales y temporales, el Rey debe hacer de tal modo que la
salvación del individuo no corra riesgo, sino que sea posible” (Foucault, 2004, p.
273), tal como se conoce la metáfora del pastor con su rebaño, quien es cuidador,
protector y conductor de los hombres, estableciendo una relación entre Dios, Ser
Supremo y su Pueblo, es decir, entre el Dios y el Soberano, como pastor
subalterno a quien se le ha confiado el rebaño de los hombres.

En este escenario, Foucault (2004) descubre que existen resistencias


pasivas a la confesión y resistencias activas de las herejías, rebelión de conducta
por cuestiones económicas, rebelión de conducta de las mujeres por su condición,
organizaciones clandestinas, entre otras manifestaciones de rechazo al régimen
de la Doctrina Cristiana que estableció el biopoder o régimen de verdad de la
Iglesia para gobernar a los hombres a través de su Poder religioso de intervención
sobre la conducta cotidiana, en donde se profesa la Ley de Dios como verdad
absoluta y los individuos como sujetos obedientes y disciplinados. “De hecho la
Iglesia ya había adquirido funciones judiciales desde los siglos VII y VIII, las
penitencias dan fe de ello (…) y llegará a ser obligatorio la práctica de la
51

confesión, ya que desde 1215 ya estaba considerablemente generalizada” (p.


240). Se denominan insumisiones, contraconductas, disidencias y rebeliones que
surge en una época marcada por la obediencia, denominadas para Foucault
(2004) como “rebelión de conductas o contraconductas” (p. 226). Foucault explica
que en este tiempo la “contraconducta” se desarrolla entre los Clérigos de la
Pastoral Cristiana y los Laicos Anti Pastorales, quienes asumen una franca
posición y ruptura a la economía de la obediencia o Régimen o Ley de la salvación
y la verdad, pues existe un rechazo al sistema y a la verdad imperante,
destacando:

(1) Al Ascetismo, como desafío individual interior y exterior que rechaza la


obediencia a través de comportamiento de menor a mayor nivel de dificultad, tanto
así, un estado de aislamiento y de control de su propio cuerpo y sufrimiento. “Ser
asceta es aceptar el sufrimiento, negarse a comer, imponerse el látigo, aplicar el
acero contra el propio cuerpo y la propia carne, es hacer que el propio cuerpo sea
el cuerpo de Jesucristo” (Foucault, 2004, p. 247).

(2) Las Comunidades Religiosas que manifiestan su rechazo a la autoridad


del pastor de forma colectiva, exhibiendo una ruptura directa con la Iglesia, “parten
del principio de que ésta y en especial su organismo fundamental o central, Roma,
es una nueva Babilonia y representa el Anticristo” (Foucault, 2004, p. 250), así
como también el rechazo a los sacramentos, al bautismo obligatorio y la
permanente desconfianza a la confesión, que es reservada solo como práctica
entre el fiel y el sacerdote.

(3) La Mística, “el alma no se ve por el otro en un examen, en un sistema de


confesiones” (Foucault, 2004, p. 257). Se ve a sí misma en Dios y ve a Dios en sí
misma”, escapando a la estructura de la enseñanza, ya que la mística está dotada
de ciertos dones, valores y experiencias que la inspiran a reconocer la presencia
de Dios y la acercan a la verdad, sobre cualquier otra enseñanza exterior del
sacerdote o el pastor.
52

(4) La Creencia Escatológica o Teologal, aludiendo a la llegada de Dios para


volver a juntar su rebaño, lo que indica el necesario desplazamiento del pastor. Sin
embargo ello no es suficiente, ya que se afirma la llegado de un tercer tiempo, es
decir, la llegada del Espíritu Santo, que impregna a los hombres del mundo con su
chispa en rechazo de la presencia del pastor que a lo largo del tiempo no ha
podido cumplir con su labor.

(5) La Escritura, la quinta y última contraconducta que resulta del acto


espiritual de la lectura que pone al fiel en presencia de la palabra de Dios, por
tanto de su ley y garantía, sujetada en principio a la enseñanza, transmisión,
intervención e interpretación del pastor, no obstante, ya no necesita de la
intermediación de nadie para poder leer la Sagradas Escrituras y permitirle al fiel
una mejor comprensión de ellas, como revelación de Dios a los hombres. Este
punto es de relevancia para esta Tesis Doctoral, ya que se constituye en fuente de
inspiración para los siglos venideros, donde la Escritura y la Lectura de los textos,
no solo religiosos o bíblicos, sino científicos, filosóficos y humanísticos, permitirán
que el sujeto cognoscente pueda y tenga la posibilidad de ampliar su visión del
mundo y acceder no solo a la verdad instituida sino a las verdades instituyentes.
Foucault (2004) alude a que la Iglesia durante todo el desarrollo de la Edad Media
logró apaciguar algunos de estos comportamientos de contraconducta, a través de
diferentes estrategias de Poder. Sin embargo, “la gran división entre las Iglesias
Protestantes, que en el fondo, han de elegir algún modo de inserción de las
contraconductas” (p. 261) se presenta como la insurrección de la conducta y del
sistema de verdad impuesto en este tiempo, “y la Iglesia Católica, que por su parte
tratará, medianamente la Contrarreforma, de reutilizarlas y reincorporarlas a su
sistema” (p. 262), acentúa el control espiritual, el aumento de las conductas de
devoción y el incremento de las relaciones entre los individuos y sus guías, es
decir, se intensifican las biopolíticas, los biopoderes o tecnologías del Poder para
el disciplinamiento, la normalización y el control.

Sin embargo, del Gobierno Pastoral al Gobierno Político de los hombres hay
una historia de luchas y confrontaciones, tanto religiosas como ideológicas. La
53

ratio gubernatoria se afianza sobre la idea de poder gobernar fuera de las


sagradas escrituras, tal como lo manifestó Luis XIV “El Estado soy yo” (13 de abril
de 1655, Parlement de París), al plantear que las tareas de conducción del
Soberano, se consideran tareas de gobierno de carácter político y de carácter
público, a través de la ratio status o razón de Estado, aludiendo a un nuevo
modelo o estructura de Poder que desplaza el Imperio de la Iglesia, por tanto
desplaza la idea de Dios, aun cuando el Rey quede libre con su objeto de
dominación que es su territorio y su población, tal como lo afirma Foucault, (2004),
al decir que “de todos modos hubo escándalo, de tal modo que hubo un Papa, que
se llamaba Pio V dijo, la ratio status es ratio diaboli, la razón del diablo” (p. 283),
señalando a la Política como secta, como herejía, ya que si no hay Dios no hay
leyes, sino hay Dios no hay obligaciones, si Dios no existe, todo está permitido.

No obstante, la política y los políticos empiezan a adquirir un valor positivo y


una importancia como ámbito de la vida en sociedad, “como cierta manera de
concebir lo que debe hacer un gobernante y la forma de racionalidad sobre la cual
apoyarse” (Foucault, 2004, p. 288), como ámbito de las relaciones de Poder, a
partir del conjunto de prácticas políticas que van a determinar la toma de decisión
sobre la vida pública, a través de las instituciones del Estado que aseguran y
salvaguardan la razón de Estado por encima de otras razones. La Policía junto a
la Política es una nueva herejía desde la posición tradicionalista de la Iglesia, es
otro actor interesante en este juego de Poderes, ya que formaliza su fuerza, a
través de un Regimiento o “conjunto de medios conducentes al esplendor de la
integridad del Estado y a la dicha de sus ciudadanos” (Foucault, 2004, p. 358),
consolidándose como instrumento biopolítico de autoridad pública desde el siglo
XV hasta la contemporaneidad, para vigilar y controlar las acciones del público,
por medio de un conjunto de normativas de tipo disciplinar, cumplimiento de reglas
y acatamiento de ordenanzas, más las políticas de prohibición de los sujetos
económicos y del arresto ante los desórdenes y las desobediencias. “Es la
imposición del saber del Estado sobre el Estado que regula a la población como
un número o un sujeto que debe cumplir reglamentos” (p. 395), es un Estado de
Policía, que “se interesa por lo que los hombres hacen, en su actividad, en su
54

ocupación” (p. 370), así como también un Estado Regulador y Administrador de la


vida social y económica, por tanto un Estado acumulador de las riquezas del
mismo Estado, monopolizador, y “el hombre como sujeto constitutivo de la gran
fuerza del Estado” (p. 371).

Ahora bien, la gobernanza de la población es entendida desde el siglo XVIII,


posterior a los acuerdos en Westfalia, como un arte que implica el gobierno de los
individuos en conjunto, por tanto, el gobierno de la dinámica de la economía y del
conjunto de objetos sobre los cuales se ejerce el Poder en el territorio y la
población. Así pues, el Mercantilismo, -más tarde el Liberalismo y luego el
Neoliberalismo-, “es la primera racionalización del arte de gobernar, un saber del
Estado” (Foucault, 2004, p. 129), un saber de gobierno de todos los procesos que
giran en torno a la población: Economía Política, un tipo de intervención o técnicas
de gobierno (…) denominado gubernamentalidad” (p.133). La vida económica es
determinante para el Estado, ya que permite dar las soluciones y regulaciones
estatales a la población ante la escasez y los estados de penuria, ante la pobreza
y el descontento general.

La República (Res publica: cosa pública) es el Sistema Político y el segunda


racionalización del arte de gobernar, que se impone, con dominio, jurisdicción o
estatus sobre los individuos, como renovada respuesta a las Monarquías, a los
Autoritarismos y a los Absolutismos. La razón del Estado es el Estado mismo y al
estar en manos del gobierno ya “estamos” en la razón del Estado siendo “la
República un dominio, un territorio. Es a continuación un medio de jurisdicción, un
conjunto de reglas, leyes y costumbres” (Foucault, 2004, p. 295). La República es,
de este modo, un sistema institucional independiente de los vaivenes políticos y en
la cual tanto los gobernantes como los gobernados se someten por igual a un
conjunto de principios fundamentales normalmente establecidos en una
Constitución. El gobernante de este tiempo debe ser sabio y prudente, conocer las
leyes del país, las leyes naturales de los hombres y las leyes divinas de Dios,
conocer las necesidades de la gente y debe utilizar la Estadística, “un instrumento
común de ellos y otros Estados que compara la población, ejercito, recursos
55

naturales, productos, comercio, monedas, todo lo que produce la ciencia”


(Foucault, 2004, p. 361), y como tecnología de Poder y de Saber sobre la
población para poder cuantificarla, ordenarla, clasificarla, enumerarla, por tanto,
intervenirla.

Westfalia se constituye según Foucault (2004) en un “nuevo escenario de


historicidad indefinida, un mundo abierto y sin término” (p. 331), un nuevo modelo
a seguir, dando nacimiento al Estado-Nación, Estado Moderno o Estado
Westfaliano, el cual estructura los principios políticos, jurídicos y éticos entre
gobernantes y gobernados, desde la perspectiva del mundo occidental para el
resto del mundo. Las instituciones políticas de esta entidad tienen un desarrollo
que se puede rastrear hasta una maduración mediante un triple proceso
revolucionario: Revolución Liberal, Revolución Burguesa y Revolución Industrial
Capitalista, creando la idea del Ciudadano, como tercera racionalización del arte
de gobernar u objeto de dominio, y del individuo que reconoce al Estado como su
ámbito legal, a través de un sistema de derecho uniforme en todo el territorio y la
idea de "igualdad legal", en un contexto socio-político y socio-económico, donde el
Sistema Político Republicano y con ello un conjunto principios tales como:

(I) El Principio de Fuerza, que obedece a la perpetuación del monopolio


del uso de las armas y de la fuerza por parte del Estado, llamado por
Foucault (2004), como dispositivo “diplomático militar” (p. 344), que
permite la profesionalización de los hombres en la carrera militar, el
equipamiento, la estructura armada de reclutamiento y la reflexión
táctica, en otras palabras, el dispositivo de seguridad para la
pacificación de la población, aludiendo a Carl Von Clausewitz, quien
decía en su libro “De la Guerra” (1984) que la guerra es la
continuación de la Política por otros medios.
(II) El Principio de Equilibrio, donde “la guerra pierde continuidad y se
recupera la continuidad de lo político, dentro del marco del Derecho
Internacional Público y Privado” (2004, p. 350), en el marco de la
nueva Constitución de los pueblos, la Carta Magna, la Norma de
56

Normas, redactada y consensuada diplomáticamente para consolidar


el marco jurídico de las nuevas normas y las nuevas leyes que
reorganizan al gobernante y al gobernado en un nuevo juego de
Poderes, en otras palabras, un dispositivo de normalización y
regulación de carácter legal.
(III) La División de Poderes, que legaliza a los nuevos actores políticos y
sociales en el escenario del Poder, nuevas instituciones reguladoras,
administradoras y controladoras del territorio y de la Nación. “Se pasa
de la idea de la riqueza del Rey a la riqueza del Estado y de la
extensión de su riqueza a la riqueza del Estado” (2004, p. 340), cosa
que permite poner a disposición los bienes del Estado al servicio de la
población y en competencia con los otros Estados del Continente.
Decía Foucault (2004) que “el mercantilismo es una técnica y un
cálculo de fortalecimiento de Poder de los Estados en la competencia
europea, a través del comercio” (p. 385), siendo el Estado quien
mantuvo el monopolio de la administración de la economía hasta
llegar la confrontación con los Fisiócratas frente a un modelo de libre
comercio y circulación.
(IV) La Soberanía Territorial y Derecho a lo No injerencia y a la No
intervención de otros Estados, que defiende la autonomía, la
independencia y la libertad de todos los nacionales o nacidos en ese
territorio como garantía de su realización, y como base del Derecho de
No Injerencia de otras Naciones sobre las decisiones del territorio. La
soberanía es colectiva, no individual, es del pueblo, no de una sola
persona, por tanto se reconocen y se identifican el Estado y la Nación
en términos de reciprocidades y corresponsabilidades sobre deberes y
derechos, aboliendo la noción de Poder heredado, personal y vitalicio
de la anteriores estructuras de Poder Monárquicas, Autoritarias y
Absolutistas.
(V) La Autodeterminación de los Pueblos, asunto de categorial
importancia para la Nación, y de relevancia para esta Tesis Doctoral,
57

ya que fundamenta en la teoría y en la práctica los mecanismos


jurídicos y legales en contra del abuso de Poder del gobernante sobre
los gobernados, en defensa de los Derechos del Ciudadano, y
proyecta las posibilidades de auto-realización, independencia, libertad
y autonomía individual y colectiva de los pueblos, en el devenir de su
propia historia. (Ver Gráfica N° 2)

Fuente: Martínez, H., 2016. Racionalización del arte de gobernar en Westfalia.

Westfalia universalizó un conjunto de principios, de diplomacias


multilaterales, y por tanto un conjunto de mecanismos y estrategias de Poder-
Saber, llamados biopolíticos, biopoderes o tecnologías del Poder, en relación a la
población que se disciplina, se normaliza, se controla y por tanto se regula, se
administra y se gobierna, así como también se develan las contraconductas, las
rebeliones o insurrecciones que más tarde en la Contemporaneidad adquieren la
connotación o representación social de Movimientos Sociales.
58

2.1.1. La biopolítica Liberal y Neoliberal en la Era de la Globalización


Económico-Política y la emergencia de las Contraconductas
Contemporáneas y las Revoluciones Armadas Latinoamericanas.

Es importante destacar que la biopolítica, los biopoderes o las tecnologías


del Poder adquieren importancia en el escenario económico del Mercantilismo
como Sistema Económico a principios de la Edad Moderna, donde el Estado
Nación Westfaliano adquiere un papel primordial al adoptar políticas
proteccionistas, y en particular políticas arancelarias y medidas regulatorias de
apoyo a la exportación que favorecían el desarrollo de la riqueza nacional. Las
relaciones de Poder entre el Poder político y el Poder económico, la intervención
del Estado en este último y el control de la moneda serán determinantes para el
funcionamiento del Mercantilismo. Las biopolíticas restrictivas y regulaciones
estatales que imponía el Mercantilismo, asociado a los conflictos sociales muy
pronto fueron discutidas y cuestionadas por los Fisiócratas del siglo XVII al XVIII,
con el consecuente Tratado de Westfalia, ya que la gente tenía hambre,
poblaciones enteras tenían hambre, la Nación tenía hambre, y los precios subían,
con su consecuencia eventual, la revuelta, la disidencia y la desobediencia.

Los Fisiócratas, en especial, François Quesnay, afirmaba la existencia de


una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría
asegurado sin la intervención del Estado, así como también, planteaba una serie
de nuevos mecanismos de seguridad llamados para esta Tesis Doctoral como
biopolíticos, biopoderes o tecnologías del Poder basados en la libertad de
comercio y circulación, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la
importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles, leyes que se
debatían entre la regulación y la desregulación del Estado. Su doctrina queda
resumida en la expresión Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même;
«Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo». En otras palabras, “una economía
o un análisis económico político que integra el momento de la producción, el
59

mercado mundial y, por fin, los comportamientos económicos de la población, los


productores y los consumidores” (Foucault, 2004, p. 62), exigiendo la no
intervención autoritaria del Estado y el gobierno de la naturaleza o “naturalidad de
los hombres entre sí” (p. 400).

La Fisiocracia y la Filosofía Utilitarista Francesa del “Dejad hacer, Dejad


pasar”, tomó fuerza y se convirtió en una ideología, técnica de gobierno y
“principio esencial que todo gobierno debe respetar y seguir en materia
económica” (Foucault, 2007, p. 38), cuyo esquema biopolítico dio como resultado
al Sistema Económico denominado Liberalismo, un nuevo arte liberal de gobernar
del siglo XVIII, una nueva manera de autolimitación de la razón gubernamental o
nueva razón gubernamental, basada en la autorregulación y la automoderación de
la Sociedad Civil u Homo Economicus, sujetos económicos al interior de las
sociedades que establece como biopolítica fundamental para su funcionamiento la
libre circulación de mercancías en un mercado abierto, libre y flexible, tanto
nacional como continental, asegurando el equilibrio económico natural y
garantizando la reciprocidad de todos los actores que intervienen, no siendo
necesario un planificador (El Estado Mínimo), ya que el Mercado (Semi-Estado)
resuelve todos los problemas, “cuya función, no consiste tanto en aumentar la
fuerza, la riqueza y el poder del Estado, el crecimiento indefinido del Estado, como
limitar desde adentro el ejercicio del Poder de gobernar” (p. 43).

Se trata de la participación de actores biopolíticos, tanto políticos (el Estado


Mínimo) como económicos (las Empresas Multinacionales) en el juego estratégico
del Poder, que ejercen su fuerza, dinamismo y Saberes en un escenario común
que es el Mercado. El sistema económico se convierte en principio organizador de
la práctica gubernamental, desde la perspectiva de gubernamentalidad de los
economistas, que va a servir de líneas fundamentales de la gubernamentalidad
moderna y contemporánea. Con Adam Smith (1958), padre de la Economía
Política, ferviente defensor de las leyes de la naturaleza, del orden natural,
cuestionador de las imperfecciones de las instituciones humanas, se comprende
que la fuerza productiva del Trabajo, que deviene de la población, es la base de la
60

riqueza de las Naciones. La razón de Estado era sustituida por la razón


económica, dándole un nuevo contenido, “una nueva racionalidad que nace con
los economistas un siglo después de que la otra gubernamentalidad (la razón
política) apareciera en el siglo XVII” (Foucault, 2004, p. 398), una nueva secta o
herejía, también percibida como tal por la Iglesia Católica Europea, a través de
una nueva racionalidad estatal, una nueva gubernamentalidad de los economistas,
en donde la población se convierte en sujeto y objeto de la economía y el mercado
libre se convierte en “lugar de jurisdicción” e “instancia de veridicción” (Foucault,
2007, p. 48), es decir en ese lugar o régimen de verdad que encuentra su razón de
ser en la Economía Política, donde la no intervención del gobierno es una
necesidad absoluta, por ende, “será el mercado el que haga un bueno gobierno,
ya no sea simplemente un gobierno que actúa en la justicia” (p. 50).

El Liberalismo ha dado cabida a la mecánica natural de los comportamientos,


de la producción y de las relaciones de intercambio basadas en la propiedad, pero
también a la biopolítica de la vigilancia y el control, a través de estrategias
jurídicas mínimas de gobierno que reglamentan la intervención del Estado ante la
sociedad y otros Estados, evitando la hegemonía de unos Estados sobre otros. El
Liberalismo es por tanto la razón del menor Estado, la razón del menor gobierno, y
la maximización del Mercado, un lugar de “justicia distributiva, que “obedece a
mecanismos naturales, es decir a mecanismos espontáneos” (Foucault, 2007, p.
46), donde el Estado y la gubernamentalidad estatal asegura su funcionamiento, a
través de regulaciones necesarias y naturales, interviniendo donde aquellos
individuos vulneran en su libertad a una colectividad mayor, y donde la Sociedad
Civil se caracteriza a partir de sus intereses económicos, ya no en la posición de
súbditos sino en su nuevo papel de sujeto de derecho con libertades económicas,
políticas y civiles, a través de:

(1) La Revolución Francesa de 1789, “ruptura de más trece siglo, génesis de


una universalidad” (Foucault, 2000, p. 213) es signo y representación de las
necesidades, intereses, exigencias ciudadanas, universalizadas a través de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, de occidente para el
61

resto del mundo en búsqueda de la pacificación de la sociedad marcada por los


valores tradicionales y conservadores, ahora en una etapa que reevalúa la
Libertad y las Libertades como valor y principio, en un contexto socio-político y
socio-económico de lucha y resistencia entre el Estado, la Sociedad Civil y la
emergencia de nuevos sujetos biopolíticos que se reposicionan y se regeneran. (2)
La Revolución Industrial Inglesa, denominada la revolución económica que dio
paso al nacimiento del Capitalismo del siglo XIX y a la emergencia de la Burguesía
y el Proletariado, por ende al conflicto económico, político y social entre Capital-
Trabajo. (3) La Revolución Rusa y la Revolución Obrera de 1917, da paso al
surgimiento de nuevas ideologías, el Socialismo y el Comunismo, más el aporte de
las revoluciones paradigmáticas y los movimientos intelectuales que
fundamentaron el Socialismo Científico y el pensamiento Marxista que promovió y
sustentó Karl Marx junto a otros académicos por toda Europa y el mundo.

Sobre las biopolíticas, los biopoderes o las tecnologías del Poder de la


Primera Revolución Industrial se va a priorizar quien o quienes tiene el Capital,
como valor supremo de la nueva lógica industrial mercantil , transformando
nuevamente a los sujetos políticos y económicos que participan y sus relaciones
de Poder-Saber, provocando el nacimiento del Proletariado, clase social de
trabajadores o clase obrera que carece de propiedades y medios de producción
por lo que, para subsistir, se ve obligado a arrendar su fuerza de trabajo a la
Burguesía, propietaria de los medios de producción. Por su parte la Burguesía,
asume la posición estratégica de ser dueña de los medios de producción y
poseedora de la mayor parte de la renta y el capital, acumulado a través del
tiempo, observándose un relación de Poder entre el Proletariado y la Burguesía
desigual, inequitativa y asimétrica, tal como lo manifestaba más tarde Karl Marx
(1946) en el libro “El Capital”, Tomo Uno, desde su perspectiva histórico política de
clases, al plantear el problema teórico y práctico entre Capital y Trabajo, es decir
entre el Capitalista y el Trabajador, por ende, entre la Burguesía y el Proletariado,
generándose conflictos sociales y laborales, protestas populares y nuevas
ideologías que propugnan y demandan una mejora de las condiciones de vida de
las clases subordinadas. Así las cosas, el Trabajo y la Fuerza de Trabajo se
62

constituyen en la fuerza productiva del territorio, por tanto en la riqueza de las


Naciones, sin embargo, tal riqueza no se distribuye equitativamente entre las
clases sociales que sustentan el sistema, propiciándose un escenario de
desigualdad social y precarización de las condiciones de vida, de privilegios
políticos y económicos, y fortalecimiento de unas clases sobre otras. Las clases
dominantes (la Burguesía), protegen sus intereses económicos y la clase
trabajadora (el Proletariado), como en la Edad Media, se representa como súbdito
o subalterno de otra clase con mayor Poder económico, en una nueva relación
biopolítica de Poder laboral entre explotadores y explotados; no obstante las
clases desfavorecidas también establecieron un marco constitucional de garantías
que más tarde les permitiría abogarlas, en escenarios posteriores por medio de las
Revoluciones Obreras. Con la consolidación de la Revolución Francesa y la
Revolución Industrial como premisas, el Estado-Nación Westfaliano sigue
estructurando y universalizando el Estado de Derecho, la Democracia y el
Capitalismo como las nuevas razones de Estado, ya que la idea de explotación de
la fuerza productiva, acumulación y monopolización son las nuevas biopolíticas en
razón del Capital:

(1) La Fuerza de Trabajo o Fuerza Productiva adquiere la connotación de


mercancía, ya que ésta se coloca al servicio del empresario quien le da un valor
de cambio llamado salario. En términos de horas de trabajo, una parte trabaja para
él mismo y otra para el empresario que da lugar a la ganancia, convirtiéndose, en
este sentido en sujeto explotado.

(2) La Acumulación es el resultado del proceso productivo, en donde la


mercancía adquiere un valor de cambio, es decir, el valor que ese objeto
producido tiene en el Mercado, y se expresa en términos cuantitativos, medidos
por el dinero y la plusvalía es el beneficio del capitalista. Sin este beneficio no
habría sociedad capitalista, denominado exceso de valor de cambio que no
revierte sobre el trabajador y que da lugar a la ganancia del empresario.

(3) La Monopolización es el resultado de la permanente búsqueda de


acumulación de un sector importante de la economía, teniendo la posesión
63

exclusiva de la fabricación o la comercialización de un producto o servicio en el


orden nacional e inter-continental.

El Neoliberalismo de siglo XX o Liberalismo Contemporáneo tiene su génesis


en una época de contradicciones políticas e ideológicas, filosóficas y
epistemológicas, pero también de nuevas biopolíticas, biopoderes o tecnologías
del Poder que pretenden ser la respuesta a las ineficientes condiciones políticas,
económicas y sociales, ajustando “el ejercicio global del poder político a los
principios de una economía de mercado” (Foucault, 2007, p. 157), que pondera la
biopolítica del crecimiento económico por encima del desarrollo social de los
pueblos, en un exigente camino por la expansión y la mundialización del Libre
Comercio y el Libre Mercado Inter-Continental, el cual intensifica el autogobierno y
la lógica de acumulación-monopolización-explotación, siendo el imperativo
categórico de este nuevo estadio en la Historia de la Humanidad. Empieza a
consolidarse sobre la base técnica científica de los Economistas de la época en
Europa Occidental y Estados Unidos de América, quienes lideraron e instauraron
un modelo de múltiples transformaciones, a través de:

(1) La Competencia Pura, cuya estructura formal está dada por el Liberalismo
Económico que le antecede, ya que dispone de un espacio concreto territorial,
dispone del Laissez-faire, como principio político, de la “libertad del mercado como
política activa y extremadamente vigilante” (Foucault, 2007, p. 162), y de la
intervención jurídica de los Poderes Públicos en la Economía, “vigilante del
monopolio para la dinamización de la competencia” (p. 164).

(2) La Intervención del Estado mediante leyes reguladoras y ordenadoras, en


el plano económico, ya que el gobierno pretende intervenir por razones de
conjetura, primero, por temas relacionados con “el control de la inflación, el
mantenimiento del poder adquisitivo, el pleno empleo y la estabilidad de precios”
(Foucault, 2007, p. 177), entre otros aspectos, para evitar víctimas sociales como
lo son los desocupados o desempleados.
64

(3) La Política Social y la distribución equitativa de los bienes consumibles,


ya que según la teoría económica “cuanto más fuerte es el crecimiento económico,
mayores son en cierto modo sus recompensas y compensaciones” (Foucault,
2007, p. 176), garantizando un mínimo vital, por medio del empleo, el salario y
precios bajos, siendo “la capitalización más generalizada posible para todas las
clases sociales, cuyo instrumento es la propiedad privada” (p. 177). (Ver Cuadro
N°: 4)

Fuente: Martínez, H., 2016. Características Biopolíticas del Mercantilismo, del Liberalismo Clásico y el Neoliberalismo
Globalizado.

Ya decía Foucault (2004), que “la historia del Estado debe poder hacerse
sobre la base de la práctica misma de los hombres, lo que hacen y la manera
cómo piensan” (p. 409), dando cuenta de aquellos acontecimientos que han sido
65

relevantes en una época determinada. Terminada la Segunda Guerra Mundial en


el siglo XX se restructura el Estado-Nación y el Sistema Internacional a partir de la
emergencia de sujetos económicos, políticos y sociales, nuevas reglas, nuevas
normas internacionales y nuevos escenarios ante el futuro inminente de la
Globalización, siendo la Guerra Fría el contexto geopolítico y geoeconómico en
conflicto y tensión entre Occidente y Oriente más relevante para explicar el
denominado Nuevo Orden Mundial Occidental con proyección mundial y global,
así:

En 1944 en Bretton Woods se crea el F.M.I. (Fondo Monetario Internacional)


y el B.M. (Banco Mundial), bajo el liderazgo de Estados Unidos y las Naciones
Occidentales europeas, como agencias reguladoras que actúan como
Instituciones Supra-Nacionales encargadas de regular, normalizar y controlar las
políticas monetarias, las políticas financieras y el comercio internacional, a través
de la nueva estructura organizativa del régimen de gobierno internacional,
reubicando y reposicionando a los sujetos económicos de Poder en una escala
jerárquica de carácter supranacional, es decir, por encima de los Estados, como
responsables del Nuevo Orden Mundial.

En 1945 se creó la O.N.U. (Organización de las Naciones Unidas), en


reemplazo de la Liga Naciones, como la más poderosa de las Instituciones Supra-
Nacionales cuya estructura biopolítica de Poder es de carácter planetario,
encargada de mantener el orden internacional, la paz mundial entre los Estado y la
protección de los Derechos Humanos Universales.

En 1949 las potencias mundiales de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y


los países de la O.T.A.N. (Organización del Tratado del Atlántico Norte; North
Atlantic Treaty Organization (NATO) emprendieron los mecanismos económicos,
políticos, militares y diplomáticos, es decir, dispositivos de seguridad militar con
injerencia internacional.

En 1995 se crea la O.M.C. (Organización Mundial del Comercio) en la


llamada Ronda de Uruguay, y de anteriores negociaciones en el marco del
66

Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (G.A.T.T.), como


Institución Internacional reguladora de la dinámica económica, comercial y de
intercambio de bienes y servicios alrededor del globo por encima del Estado-
Nación, estableciendo las normas jurídicas y criterios específicos de importación y
exportación, así como las políticas desreguladoras y desproteccionistas que
prescinden de las barreras arancelarias a las países para tales fines dentro de un
economía de libre mercado.

En 1998 se firma el Estatuto de Roma y se crea la Corte Penal Internacional,


durante la "Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas
sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional", como órgano Supra-
Nacional de carácter judicial por encima de los Estados Nacionales, entrando en
vigor el 1 de julio de 2002. Después del 9/11 de 2001 las biopolíticas de seguridad
se constituyeron en Políticas de Seguridad Regional y Mundial direccionadas
sobre Latinoamericana, llamadas también, “Securitización”, una época de
intensificación de las biopolíticas de seguridad, militarización de zonas rurales y
urbanas, y de persecución a los denominados Terroristas Internacionales donde
“el área no tiene cómo renunciar a su condición de área de influencia, las zonas de
convergencia entre ambos lados se ven reducidas y cada vez son más
superficiales” (Hirst, 2003, p. 96), generando un estado de Dependencia de un
Estado Imperial con Poder y autonomía mundial sobre otros Estados con menor
Poder de decisión sobre temas de relevancia en la agenda internacional, siendo la
lucha contra el terrorismo y la seguridad mundial temas prioritarios por encima del
Derecho de No Injerencia y Soberanía Territorial y de los Derechos Humanos
Universales, bajo el financiamiento económico de la O.N.U., y el apoyo político de
los Estados Nacionales miembros, quienes legitimaron la intervención e injerencia
de U.S.A. en zonas específicas del globo. (Ver Cuadro N°: 5)
67

(Fuente: Martínez H., 2016. Instituciones del Nuevo Orden biopolítico Mundial Occidental.

Desde Oriente la (U.R.S.S) Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas,


creada desde 1922, se constituye en el antecedente histórico más importante de
lucha y resistencia, haciendo referencia a las asambleas de obreros, soldados y
campesinos que fueron fundamentales para el triunfo de la Revolución de 1917
ante el Régimen Antiguo, encabezados por el líder bolchevique Vladímir Lenin bajo
las ideas de la tradición marxista, quienes trataban de promover una estrategia
favorable para la Clase Obrera en el conflicto frente a la Clase Burguesa Europea,
buscando sustituir el Capitalismo del siglo XIX por un nuevo sistema socio
económico denominado Socialismo.

La también llamada Unión Soviética planteó un Sistema Político Federal de


Partido Único dominado, regulado y controlado por el Partido Comunista hasta
1990 y la Unión Federal de 15 Repúblicas Soviéticas Sub-Nacionales, quienes
funcionaba bajo un Gobierno Nacional y una Economía Centralizada y Planificada
que propendía por la producción y distribución de bienes y servicios, lo que implicó
la Nacionalización de la industria, la distribución centralizada de la producción, la
financiación de servicios básicos tales como la educación y la salud, la eliminación
de las empresas privadas y el libre comercio.
68

En 1919 nace la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo) con la firma


del Tratado de Versalles, que pone fin a la Primera Guerra Mundial, siendo
redactadas las denominadas “cláusulas laborales”, dentro de la Parte XIII
del Tratado, que responden a la convicción, alcanzada tras la experiencia
desastrosa de la gran guerra, de que la paz no puede fundarse sino sobre la base
de la justicia social, también conocido como la Carta Magna de la Clase Obrera
que conserva su pertinencia, como una Institución Supra-Nacional capaz de
regular, normalizar e intervenir en las políticas laborales, empresariales y
sindicales, en el contexto de las presiones del proceso revolucionario en territorio
Ruso, “una vertiente de insurrecciones de conducta en la que los sóviets, los
consejos de obreros fueron una manifestación” (Foucault, 2004, p. 264), como
contrarespuesta al modelo de Estado del mundo Occidental Capitalista.

En 1961 los Rusos construyen el Muro de Berlín o Muro de Protección


Antifascista como estrategia biopolítica o panóptico, al estilo del panóptico de
Jeremy Benthan, “de vigilancia global de sujetos pobres y excluidos al servicio del
Poder” (Foucault, 1968, p. 118), con el propósito de proteger, resguardar, regular,
vigilar y controlar el territorio y a la población, evitando la avanzada Occidental

Desde 1945 la Revolución Rusa y la U.R.S.S. llegó a ser el modelo de


referencia para futuros Estados Socialistas, sobre todo en Latinoamérica, Asia y
África, dominando la agenda global, a partir del ideario de revolución, de cambio
social, de transformación de las clases sociales a partir de la resistencia de los
pueblos, milenaria hasta entonces.

A finales de los años 80´s se asiste a la desintegración de la Unión Soviética,


a la caída pacífica del Muro de Berlín, a la finalización formal de la Guerra Fría, a
la disolución de las ideologías alternativas y a la transición a la Era Global, de tal
manera que “el derrumbe del “socialismo real” y el auge del, este sí, capitalismo
real, que en su forma más despiadada de neoliberalismo se ha impuesto con más
éxito ideológico que económico (Guadarrama, 2016, p. 331), reposicionando a los
agentes económicos como las Empresas Multinacionales y Corporaciones
69

Extranjeras en el liderazgo del proceso para regular e intervenir en el economía


local-nacional e internacional-global por encima del Estado y de la Nación.

El proceso comenzó en Londres más que en Estados Unidos, exactamente


el 27 de octubre de 1987 mediante el llamado Big Bang, cuando se desregularon
prácticamente todos los mercados financieros de esa ciudad, siendo el
Neoliberalismo de siglo XX o Liberalismo Contemporáneo un sistema de doble vía,
de afianzamiento de las trasformaciones biopolíticas económicas capitalistas y de
crecimiento económico con el apoyo jurídico legislativo del Estado y de su aparato
de Poder, por medio de un conjunto de biopolíticas:

(a) Monetarias restrictivas: consistentes en el aumento de las tasas de


interés.

(b) Fiscales restrictivas: consistentes en aumentar los impuestos sobre el


consumo y reducir los impuestos sobre la producción, la renta personal y los
beneficios empresariales.

(c) De eliminación de los Regímenes Especiales y disminución del Gasto


Público.

Son las nuevas técnicas de la gubernamentalidad neoliberal capitalista o


“tecnología gubernamental, cuya medida racional debe ajustarse jurídicamente a
una economía entendida como proceso de producción y de intercambio” (Foucault,
2007, p. 336), que busca expandirse, a través de los agentes económicos que
dinamizan el comercio internacional, a través de “un nuevo arte de gobernar a la
Sociedad Civil mundial u Homo Economicus, en un contexto donde el Mercado
mundial escapa al Estado, mientras éste lo vigila a través de una pasividad
teórica” (p. 333), en una época de múltiples cambios y reorganización geopolítica y
geoeconómica del Estado-Nación en todo el planeta; en definitiva, una revolución
económica con pretensiones globales, donde el actor principal es el Mercado Inter-
Continental, el nacimiento de una nueva tecnología del Poder a escala planetaria
llamada Neoliberalismo en una nueva Era denominada Globalización.
70

Las biopolíticas, los biopoderes y las nuevas tecnologías del Poder en el


contexto de la Globalización Neoliberal Capitalistas se expande hacia a América
Latina, África, Asia y la Ex-Unión Soviética o Europa Oriental, quienes se
adhirieron al nuevo Sistema Internacional de la O.N.U. y al Nuevo Orden Mundial
institucionalizado, a partir de la nueva relación de Poder Desarrollados -
Subdesarrollados a escala mundial, a través de las políticas del Washington
Consensus o Consenso de Washington firmado en 1991, bajo el concierto del
F.M.I. y el B.M., y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, tomando
mayor importancia por encima de las políticas internas de los Estados Nacionales,
donde el Mercado y los agentes del mercado (las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras) se empiezan a constituir como los actores
protagónicos no representativos de los intereses colectivos, sino como sujetos
biopolíticos de Poder Económico que figuran por encima de los Poderes Públicos.

Las biopolíticas del Consenso de Washington son definidas para este estudio
como un saber de gobierno de corte global e internacional, un tipo de intervención
o técnica de gubernamentalidad global dirigida a todos los países miembros del
Sistema Internacional, dando soluciones y regulaciones estatales a la población
mundial ante las crisis sociales y violencias previas. A pesar de su ambigüedad
semántica, las políticas del Consenso de Washington son para este estudio
biopolíticas, biopoderes y nuevas tecnologías del Poder Neoliberal Global que
reposicionan a las Instituciones Supra-Nacionales por encima de los Estados
Nacionales en una escala económica de ricos a pobres y la Globalización se
constituye en un nuevo escenario de historicidad indefinida, un nuevo modelo a
seguir. Sin embargo, Stiglitz en una conferencia celebrada en Barcelona en el
2004, titulada “Del Consenso de Washington a una Gobernanza Global” asevera
que sólo hay consenso respecto de que el Consenso de Washington no brindó la
respuesta, al concentrarse en un conjunto de objetivos demasiados estrechos y un
conjunto de instrumentos demasiado limitados, reconociendo que existe un rol
para el Mercado y otro no muy claro para el Estado más allá de cumplir contratos y
derechos de propiedad. El Sistema Económico Capitalista que le precede
estructura los mecanismos uniformadores y homogeneizadores para su
71

funcionamiento en articulación con el Neoliberalismo o Liberalismo


Contemporáneo, que le sugiere al Estado-Nación cumplir un papel no protagónico,
permisivo, desregulador, flexible y mínimo, que garantice la participación amplia,
abierta, liberalizadora, reguladora y máxima del Mercado, en un proceso de
internacionalización, transnacionalización o transferencia de los recursos de una
Nación con menor Poder hacia otra con mayor Poder económico, lo que implica la
dinamización de fuertes y consolidadas infraestructuras técnicas, tecnológicas,
científicas y económicas de inversión privada y de explotación industrial de
recursos a toda escala. El mismo John Williamson (2003), expresa que “si bien
creo que la mayoría de sus miembros (los Estados) apoyarían buena parte de las
reformas que figuran en mi versión del Consenso de Washington, hay una serie de
doctrinas neoliberales que brillan por su ausencia en mi lista” (p.11).

Según la Tesis Doctoral presentada a la Facultad de Ciencias Económicas y


Sociales de la Universidad del Zulia como requisito para optar al título de Doctor
en Ciencias Económicas del Profesor Hugo R. Martínez C. (2010), titulada
“Globalización, políticas económicas y mercados de capitales en los países
emergentes”, se produce una serie de condicionamientos que limita
permanentemente la libertad de acción de los gobiernos y los Estados, se
transforman las condiciones de decisión política, se cambia de manera radical los
presupuestos institucionales y organizativos, así como también, los contextos de la
política nacional, se transmutan las condiciones legales para el quehacer
administrativo y político. Ahora bien, el proceso de globalización viene a
representar la internacionalización de las empresas transnacionales donde las
relaciones comerciales siguen siendo dominadas por los países altamente
industrializados en el seno de los grandes espacios económicos de Europa y el
Pacífico.

Las biopolíticas macro-económicas del F.M.I. y el B.M. basaban su análisis


en el flujo de capitales desde los países Desarrollados avanzados hacia los países
Subdesarrollados y pobres de capital, garantizando que la apertura de los
mercados reduciría inmediatamente la pobreza, pero no fue así. “The presumption
72

was that the promised benefits of growth would, somehow, trickle down to the
poor—though by then there was ample evidence that “a rising tide need not lead to
the rise of all boats”. (Stiglitz, 2002a, p. 5). Sin embargo, los Países
Subdesarrollados asumieron riesgos económicos demasiado altos nunca antes
vistos en sus economías, generando consecuencias inesperadas que los Estados
Nacionales no supieron regular ni controlar, ya que la orden de los Gobiernos
Supra-Nacionales era seguir las sugerencias al pie de la letra como buenos
aprendices de la Escuela Neoliberal. Con frecuencia la discusión sobre el tema de
la pobreza permitió caer en cuenta en varias fallas del mercado en la época
dorada de los flujos de capitales a mediados de los años noventa, que dan cuenta
de la mala distribución de la riqueza de las Naciones Subdesarrolladas en la
nueva Era de la Globalización, mientras muchos ciudadanos se empobrecían cada
vez más unos pocos recibían los beneficios del crecimiento económico, mientras
muchos ciudadanos exigían al Estado mejoras en la condiciones de vida en
educación, salud y empleo, las Empresas Públicas eran vendidas por sumas
indescriptibles de dinero en el Mercado mundial, dejando en manos de los
privados e inversores extranjeros la estabilidad y el bienestar de muchas
poblaciones en América Latina, donde se insiste en continuar en la carrera
sistemática de la privatización de los bienes públicos y la desregulación del
Estado.

Según Stiglitz (2004) si el Consenso de Washington tuvo sus frutos, aún no


se ha gozado de ellos o por lo menos los ciudadanos promedio de muchos países
aún no lo han hecho, visualizándose la precarización de la condición del empleo y
de los trabajadores formales en esta región del mundo, donde la Flexibilización
Laboral o Desregulación del Mercado Laboral desestimula el Empleo Decente por
los tipos de contrato de trabajo inestables, por las horas de trabajo remuneradas y
no remuneradas en un escenario de explotación de los trabajadores, quienes
están supeditados a salarios mínimos. Se presenta una agudización de las
condiciones de vida basadas en la inseguridad social, en la inestabilidad
económica que depende de las ineficacias del mercado laboral y de las
externalidades como las decisiones de consumo, el costo de los alimentos, el
73

clima, etc., que recae sobre los ocupados económicamente, subempleados,


empleos informales o empleos vulnerables como los vendedores ambulantes, el
trabajo doméstico, el trabajo autónomo, el tendero, el vendedor de chicles, el
artista ambulante y todos aquellos que obtienen un beneficio económico o un
empleo por cuenta propia, siendo todo ello una marcada violación de Derechos
Fundamentales que conllevan nuevamente a la polarización de clases sociales
muy ricas y poblaciones muy pobres y marginales con escasas oportunidades y de
realización de sus necesidades básicas.

Según la O.I.T. (2014) la desigual recuperación económica y las


sucesivas revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento económico
han incidido en la situación del empleo en el mundo. Se calcula que en
2013 el número de personas desempleadas se situó cerca de los 202 millones, un
aumento de casi 5 millones respecto del año anterior, lo que significa que el
empleo está creciendo a un ritmo más lento que la fuerza de trabajo, y si la
tendencia actual se mantiene, el desempleo mundial seguirá empeorando, aunque
de forma gradual, para situarse en más de 215 millones de personas en
2018. En América Latina, algunos países han hecho grandes progresos al
mantener las tasas de informalidad por debajo del 50 por ciento, aunque los
Países Andinos y de América Central de bajos ingresos siguen registrando tasas
del 70 por ciento o superiores. De acuerdo a la O.I.T. (2017), en 2016, la región
entró en recesión por segunda vez en menos de una década y el desempleo
mundial aumentará en 3.4 millones en 2017, poniendo en cuestión no solo la
estabilidad laboral de los trabajadores, sino su bienestar económico, político y
social, vislumbrándose un panorama de inestabilidad, inseguridad y precarización
de la condiciones de vida. Marx y Federico Engels, (1848), en el Manifiesto
Comunista analizaron la realidad de las relaciones de Poder de la Clase Burguesa
sobre el Proletariado en las sociedades capitalistas europeas del siglo XIX,
señalando que “por la explotación del mercado universal, la burguesía da
un carácter cosmopolita a la producción de todos los países. Con
gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su carácter
nacional” (p. 11).
74

Sin embargo, en la actualidad el F.M.I. y el B.M. se han resistido a


democratizar el sistema e incluir en la toma de decisiones a los países
Subdesarrollados y a las diferentes Organizaciones Sociales, a darle a los
Gobiernos tratamiento justo en política arancelaria y derechos de propiedad, en
limitar el Poder de las Corporaciones Multinacionales y Corporaciones Extranjeras
en territorios extranjeros equilibrado el pago obligatorio de Tributos al Estado, y a
responsabilizarse de igual manera con los Estados miembros de las
consecuencias negativas y las pérdidas económicas en el corto, mediano y largo
plazo. Es por ello que Stiglitz (2000) se preguntaba “por qué personas tan
inteligentes e incluso brillantes pueden haber formulado políticas tan malas. Una
razón es que estas personas inteligentes no estaban usando una economía
inteligente” (p. 253), siendo más transparentes y “siendo más democráticas que
autoritarias, más abiertamente políticas que burocráticas más integradas que
especializadas” (Boughton & Colin, 2007, p. 11), evitando así la multiplicidad de
crisis de los Estados Nacionales, de los Sindicatos, de los Partidos Políticos, de
las Instituciones Públicas, de la Economía, de las Organizaciones No
Gubernamentales, de las Entidades Bancarias y de todos los sujetos societales
quienes participan en la Era Global.

A pesar de las precauciones que algunos países de América Latina tomaron,


las consecuencias de la implementación de las políticas de choque del Consenso
de Washington fueron variadas, una de las más graves en términos de las
consecuencias sociales fue la Gran Recesión Económica Mundial, vivida entre
1997 y 1998, haciendo que las pequeñas y medianas empresas locales y por tanto
de miles de familias de los países Subdesarrollados de los cuatro continentes
liquidaran, cerraran, o, en otros casos, vendieran antes de perderlo todo. Se
infunde la idea de que las empresas nacionales soportarán el impacto de las
grandes Corporaciones Multinacionales en la Globalización y las respuestas del
Mercado Internacional de alta competitividad, no obstante, “en los Estados
periféricos el Estado es débil, en dónde la producción es de bienes de baja
categoría, bienes cuya mano de obra está peor remunerada” (Immanuel, 1995, p.
21). De igual manera la crisis económica vivida en Argentina entre 1999 y 2002,
75

debido a fallas en el Sistema Económico y Financiero, provocando lo que se


conoce como Corralito, llevó a la inestabilidad no solo económica sino política de
la Nación. Años después se observa que en el tercer trimestre de 2007 “millones
de estadounidenses vieron cómo empeoraban las condiciones de sus préstamos
hipotecarios y disminuía el valor de mercado de sus propiedades. De pronto,
comenzó a ponerse en duda la solvencia de grandes bancos y otras instituciones
financieras” (Boughton & Colin, 2007, p. 10), provocando la crisis financiera
mundial, así como la crisis humanitaria que vive permanentemente el Planeta
Tierra, tras el socavamiento y explotación a mega escala de los Recursos
Naturales sin el control y veeduría ética de las Organizaciones Supra-Nacionales,
quienes ponderan al Sistema Económico Capitalista por encima de los valores y
principios públicos del Sistema Político Democrático, argumentado que debido al
Crecimiento Económico se potenciará el Desarrollo Social de los territorios más
pobres del mundo, formula paradójica cuando se observaba la desigualdad, el
paro, la injusticia social, la violencia, la delincuencia, la contaminación, así como
también “la miseria humana, la pobreza y una casi inconcebible polarización de las
oportunidades y niveles de vida de la humanidad” (Bauman, 2001, p. 4).

Aunque la economía de América Latina se vio fracturada por un largo


período, según Stiglitz “existe una gran desilusión del Consenso de Washington,
que se refleja en la elección de gobiernos de izquierda en Brasil, Venezuela,
Bolivia, Ecuador, Uruguay, porque prometen educación y atención sanitaria a los
pobres” (2006, p. 66), mientras tanto los ocho países que conforman el milagro
del Sureste Asiático, denominado así por su rápido crecimiento: Japón más los
cuatro dragones o tigres: Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea, y tres países de
reciente industrialización: Malasia, Tailandia e Indonesia, mejoraron su economía
y el bienestar de la mayoría de la sociedad. En este proceso, “el Estado hizo
énfasis en estimular la educación científica y tecnológica que facilitara la
transferencia tecnológica y el desarrollo del capital humano” (Stiglitz, 1997, p.
330), basando su desarrollo industrial en las exportaciones, en las inversiones de
capital extranjero, dando acceso a los mercados internacionales así como a la
tecnología, en la creación de entidades e instituciones destinadas a promover el
76

ahorro donde el Estado se encargó de que los beneficios del crecimiento


económico no fueran para unos pocos, avanzando rápidamente hacia el
Desarrollo Social; igualmente, “a medida que las circunstancias cambiaban, los
Estados mostraron su capacidad para adaptarse a los nuevos contextos y cambiar
las políticas que se mostraban obsoletas (p. 326) reacomodando su economía,
haciendo ajustes y aprendiendo la lección.

Es la Globalización Neoliberal Capitalista que ahonda cada vez más en la


llamada ciencia de la explotación y la esclavitad corporativista, donde la industria
no tiene fibra moral que valore lo público sobre lo privado. Desde el punto de vista
humano, se supone que debe haber un principio superior al de ganar dinero. Los
individuos deberían ser tratados como seres humanos y no como mercancías a
quienes se les paga un salario. Las oportunidades reales de los individuos
deberían estar integradas a la “expansión de las libertades fundamentales
relacionadas entre sí” (Sen, 2006, p. 25), no a la supremacía de los derechos
individuales y económicos de acumulación, sobre los colectivos en defensa de los
bienes comunes. El Profesor Martínez (2010) en su Tesis Doctoral concluye que el
pensamiento liberal está totalmente perdido en una gravísima crisis frente a las
exigencias actuales, derivándose de esta situación, la necesidad de operar
cambios teóricos, ideológicos y políticos que van ofrecerles alternativas al callejón
sin salida al que no pudiese llevar la globalización, sino se desarrollan las políticas
macro-económicas adecuadas y las estrategias oportunas que requieren los
mercados emergentes en el mundo no desarrollado.

Weber (1979), argumenta que el Estado Moderno “es una asociación de


dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar
dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación” (p.
84), en una relación de mando-obediencia, fundada en el ordenamiento jurídico,
por tanto, la Nación alude a su derecho legítimo de defensa, resistencia y
autodeterminación contra la opresión, bien sea a través de las armas o a través
del diálogo, bajo la exigencia de alcanzar la libertad, concepto teórico y práctico de
múltiples aristas y con desarrollos históricos específicos, tan problémico como la
77

naturaleza misma de los seres humanos, “por esto insisto más en las prácticas de
libertad que en los procesos de liberación que, hay que decirlo una vez más,
tienen su espacio, pero que no pueden por sí solos, a mi juicio, definir todas las
formas prácticas de libertad” (Foucault, 1987, p. 108), cuestión muy clara que
conduce a analizar al sujeto, sus prácticas de libertad y su condición o relación de
Poder-Saber, como sujeto libre en medio de innumerables circunstancias que lo
rodean y bajo poderosas influencias políticas, económicas y socio-culturales
internas y externas que lo estructuran.

Foucault (2004) alude a tres nuevas contraconductas en el sistema moderno


de la gubernamentalidad alusivas a las revoluciones contemporáneas que
interrumpen la gobernabilidad liberal y neoliberal indefinida del Estado,
destacando el surgimiento de la Sociedad Civil u Homo Economicus, quien se
impone al Estado a través de los mismos mecanismos biopolíticos de coacción y
tutela.

(1) “Es la primera forma de contraconducta: la afirmación de una Escatología


revolucionaria que no dejó escapar los siglo XIX y XX, donde la Sociedad Civil se
impondrá al Estado” (p. 407), observándose determinantemente en la reducción
de las funciones sustantivas del Estado donde la razón política se convierte en
razón económica, es decir la razón del capital, lo que más tarde se transforma en
la razón del capital global donde se priorizan los intereses de los sujetos
económicos por encima de los sujetos políticos.

(2) La segunda contraconducta da cuenta de las reivindicaciones que la


Población alcanza en ruptura con la obediencia y fidelidad rendida al Estado
durante siglos, donde se tiene el derecho, “en términos no jurídicos sino de
derechos esenciales y fundamentales (…) ya que las reglas de la obediencia
deben ser reemplazadas por mi ley, la ley de mis exigencias (…) la ley de mis
necesidades fundamentales” (p. 407).

(3) La tercera y última contraconducta se refiera a la capacidad de la Nación


para decirle al Estado que no tienen la verdad absoluta, ya que la Nación es
78

poseedora de la verdad de su identidad. Así surge “la idea de una Nación titular de
su propia verdad (…) de una u otra manera ya no toca al Estado tener el
patrimonio de la verdad de la sociedad (…) su titular debe ser la Nación” (p. 408).

Regis Debray (1965), en su texto ¿Revolución en la Revolución?, cita al Che


Guevara aludiendo a la imparable revolución que emerge desde Latinoamérica, en
Venezuela, Guatemala, Colombia, Perú, Bolivia, El Salvador, Honduras, Ecuador,
diciendo que “no importa, para el resultado final, que uno u otro movimiento sea
transitoriamente derrotado. Lo definitivo es la decisión de lucha que madura día a
día, la conciencia de la necesidad del cambio revolucionario y la certeza de su
posibilidad” (p. 4), revolución armada que empezó en Cuba con Fidel Castro,
también llamada la revolución socialista que ha marcado la historia de
Latinoamérica y de los países denominados del tercer mundo, influenciada por el
ideario revolucionario de Karl Marx y la lucha de clases en contra de las dictaduras
oligárquicas a través de la conciencia de clases, y el ideario revolucionario de
Vladimir Lenin, desde la defensa exclusiva de los intereses profesionales de los
trabajadores, a través del sindicato, contra las usurpaciones del poder patronal y
del Poder del Estado Burgués; no obstante, es necesario saber ¿Cómo poder
derribar el Poder del Estado Capitalista?, que según Debray es una pregunta
importante que debe ser respondida para analizar el estado de los sujetos, los
lugares y el lenguaje escogido dadas las condiciones históricas, ya que como bien
decía Marx (1848), “todos los movimientos históricos han sido hasta ahora
realizados por minorías en provecho de minorías. El movimiento proletario es el
movimiento espontáneo de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa
mayoría” (p. 46), ampliada hasta Latinoamérica desde la resistencia de los
pueblos desde abajo y desde las insurrecciones armadas o movimientos
guerrilleros, de base popular, llamados ejércitos populares, que se desarrollaron
por todo el continente con algunos aciertos y desaciertos, fracasos y victorias, con
diferentes propósitos y estrategias de penetración del Poder establecido, pero con
un ideal de cambio y transformación social.
79

“En la historia latinoamericana no ha habido escasez de rebeliones de


masas, experimentos populistas y luchas parecidas a las guerrillas, que se
distinguían por una orientación anti-imperialista y por vagos ideales de justicia
social” (Mansilla, 1985, p. 45), el pueblo ha insistido en defender sus principios en
razón de su propia soberanía y del territorio que los identifica, en razón de su
fuerza popular que se desarrolla en la marginalidad de lo rural y en razón de la
autodeterminación propia del devenir histórico de los pueblos, que se afianza en la
conciencia de necesidad de lucha o conciencia social. “Toda la historia ha sido
una historia de luchas de clases, de luchas entre las clases explotadas y las
clases explotadoras, entre las clases dominadas y las clases dominantes, en los
diferentes estados de su desenvolvimiento histórico” (Engels, 1883, p. 12), sin
embargo, el trabajo político de la insurgencia Latinoamérica se dirigió a las masas
y estuvo direccionado a través de discursos, proclamas e ilustraciones sobre los
derechos de propiedad de la tierra y la posibilidad de una política agraria
distributiva, la participación política y la libertad ideológica exigida para todos sin
discriminación alguna, y el castigo y expulsión de los “enemigos de clase” (Debray,
1965, p. 11), cuestión que permitió el reclutamiento de más combatientes
adheridos al denominado ejército rebelde, ejercito del pueblo, de esencia política y
no militar. Insiste Debray (1965) que “el riesgo vale la pena: Raúl, Che Guevara,
Camilo Cienfuegos, decenas de oficiales, hoy responsables políticos de una
revolución proletaria y campesina” (p. 26), antecedentes teóricos y prácticos de la
insurgencia armada en Latinoamérica, “la construcción de un nuevo orden social
basado en la justicia y en la aniquilación de los privilegios subsistentes y la
introducción de un credo simple, conmovedor y vigoroso” (Mansilla, 1990, p. 142),
bajo la ideología Socialista, una ideología radical que se expandió por el
continente y se adentró en las entrañas del pueblo, convenciendo y articulando a
la masa popular.

“La lucha guerrillera representa, entonces, una forma de uso inmediato de


violencia con un cierto efecto social, basado en una renuncia radical a la lealtad
hacia el Estado respectivo y en el rechazo de todo diálogo político” (Mancilla,
1985, p. 44), debido a las causas estructurales de la violencia que abogan por la
80

conciencia de necesidad de cambio y la constante búsqueda del sujeto


revolucionario por la libertad y la resignificación del Poder, dándole identidad a la
génesis del proceso revolucionario en esta región del mundo. “En resumen, hubo
insurrecciones obreras antes del advenimiento del socialismo científico, como
hubo guerras campesinas antes de las guerras de guerrillas revolucionarias”
(Debray, 1965, p. 5), de influencia marxista y leninista que aportaron
ideológicamente al proceso, y que dan “fin a una época de equilibrio relativo de las
clases, y principio de otra, la de la guerra total clases” (p. 4). En Colombia la lucha
armada nace como autodefensa campesina en 1964, específicamente en la zona
conocida como República Marquetalia que da nacimiento a las FARC-EP (Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo), mientras que en
Bolivia la lucha armada nace como autodefensa obrera en 1965, a través de
comités de campesinos y comités de obreros respectivamente, no obstante, Marx
(1848) decía que “las armas de que se sirvió la burguesía para derribar al
feudalismo se vuelven ahora contra ella” (p. 37). Algunas de las principales
Organizaciones Guerrilleras fueron en Colombia: Las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia-FARC y Ejército de Liberación Nacional, Movimiento
19 de abril; en Perú: El Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR, Ejército de
Liberación Nacional; en Argentina: Montoneros, El Ejército Revolucionario del
Pueblo-ERP, Las Fuerzas Armadas Revolucionarias-FAR, Las Fuerzas Armadas
Peronistas-FAP; en Chile: El Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, Frente
Patriótico Manuel Rodríguez; en Ecuador: Alfaro Vive ¡Carajo!; en Uruguay: El
Movimiento de Liberación Nacional MLN-Tupamaros; en Venezuela: Las Fuerzas
Armadas de Liberación Nacional-FALN; influenciadas generalmente bajo el ideario
de los revolucionarios de la Revolución Socialista Rusa antes de la disolución de
la U.R.S.S., en la Guerra Fría, y afianzadas en la idea de cambio y transformación
de las estructuras establecidas del Estado.

Después de la Guerra Fría las exigencias de la Comunidad Internacional que


promueven el Derecho Internacional, la defensa de los Derechos Humanos
Universales, el Derecho Internacional Humanitario y el Modelo de Desarrollo
81

Neoliberal Capitalista, se exigieron entre los Estados Latinoamericanos reformas a


las Constituciones Políticas: así:

1. República de Chile en 1980.

2. República Federativa del Brasil en 1988.

3. República de Colombia en 1991.

4. República de Paraguay en 1992.

5. República de Perú en 1993.

6. República Argentina en 1853 con reformas hasta 1994

7. Estado Plurinacional y Comunitario de Bolivia en 2009.

8. República Oriental del Uruguay en 1967 con reformas hasta el 2004.

9. República de Ecuador en 2007.

10. República Bolivariana de Venezuela en 1999.

11. República del Salvador en 1983.

12. República de Honduras en 1982 con reformas hasta el 2005.

13. República de Nicaragua en 1987.

14. República Dominicana en 2010, con reforma hasta 2015.

15. República de Panamá en1972 con reformas hasta 1994.

16. República de Haití en 1987

17. Estados Unidos mexicanos en 1917 con reformas hasta 2014

18. República de Costa Rica en 1949 con reformas hasta 2015.

19. República de Cuba en 1976 con las reformas hasta 2002.

20. República de Guatemala en 1985 con reformas hasta 1993.


82

Es la transición hacia la Democracia, al Estado de Derecho y al Estado


Social de Derecho para el caso de Venezuela, Ecuador y Colombia
específicamente, incorporando los intereses de las élites políticas y económicas
nacionales y extranjeras, y de las Instituciones Supra-Nacionales quienes
controlan el Nuevo Orden Mundial, en contraste con el inconformismo vigente de
sectores fundamentales de la Sociedad Latinoamericana, en especial, de grupos
revolucionarios armados que se han mantenido a lo largo del tiempo, como es el
caso de las FARC-EP, la guerrilla más antigua de América, militarmente activa y
en constante lucha como una continua apuesta por el cambio durante 52 años
hasta la firma de los Acuerdos de Paz en septiembre de 2016. Es así como la
Revolución Armada en Latinoamérica se convirtió en certeza y posibilidad, en
alternativa viable de cambio, sirviendo de referencia histórica ante la emergencia
de organizaciones sociales, campesinas e indígenas, algunas se han detenido o
fraguado, otras se han reestructurado bajo el lenguaje del consenso y el diálogo,
integrando las visiones en oposición y propiciando la emergencia de nuevos
Movimientos Sociales en Latinoamérica de cara a los retos de toda Sociedad
Democrática. Es necesario reinventar el sistema, “reinventar la Democracia” (De
Soussa, 2015, p. 27), o “reinventar la Administración: hacer al Estado más
eficiente y sensible (Stiglitz, 2002b, p. 2), responsable por la garantía
constitucional del Estado de Derecho alcanzado desde la Revolución Francesa,
retomando su rol de administrador y distribuidor equitativo de la riqueza, regulador
de la vida económica y política en una Sociedad democrática, participativa,
solidaria, fuertemente crítica y propositiva.

No obstante, nociones binarias como pobreza-riqueza, inclusión-exclusión,


dependencia-interdependencia, globalizados-des-globalizados, desarrollados-
subdesarrollados, industrializados-pre-industriales se intensifican en el lenguaje a
utilizar dada la compleja connotación que surge en la Era de la Globalización, un
escenario de aciertos y desaciertos, de realidades problemáticas y con cambios
inesperados. Es inevitable no asumir una posición crítica a esta realidad teórica y
práctica, ya que si el dólar sube o baja no es un asunto de los economistas o de
los especialistas en finanzas, es un asunto tan visible que le compete a cada ser
83

humano en el planeta, viva en América o en Europa, hable Inglés o Catalán, sea


Occidental u Oriental, Desarrollado o Subdesarrollado, sea blanco, indígena,
negro o mestizo, sea del norte o del sur, sea rico o pobre; el punto es que no se
puede ignorar el mundo creyendo que otros lo resolverán. El camino para llegar a
ello es un camino inseguro y pavimentado a base de desmoronamientos, con
multiplicidad de crisis, con diversidad de actores y relaciones de Poder-Saber, así
como también, con pluralidad de alternativas posibles que permite empezar a
entrever un nuevo mundo político, económico y social-cultural.

2.1.2. La biopolítica en la Era de la Globalización Socio-Cultural y la


emergencia de la Resistencia Social y los Movimientos Sociales
Latinoamericanos.

La Era de la Globalización es una era de nuevas teorías, nuevas prácticas y


nuevas formas de comunicación, nuevas biopolíticas, biopoderes y nuevas
tecnologías del Poder ahora asociadas a las grandes Industrias Culturales quienes
masifican la Cultura, a través de las TIC´S o Tecnologías de la Información y la
Comunicación, integradas a sistemas altamente sofisticados y a redes asociadas a
grandes infraestructuras interconectadas que penetran todo el globo mediante la
Internet y otros “recursos, instrumentos técnicos y conocimientos que hemos
adquirido, (…) abarcando enormes distancias en el tiempo y el espacio” (Bauman,
2007, p. 45). En este sentido, las TIC´S se colocan en el centro de los
interrogantes, ya que irrumpieron en la vida cotidiana de la gran mayoría de los
individuos permitiendo que “la comunicación haya sido clave en los procesos de
cambio social” (Castells, 2015, p. 53), determinantes en la contemporaneidad y en
las nuevas relaciones de Poder-Saber.

Las TIC´S son para esta Tesis Doctoral dispositivos biopolíticos o tecnologías
del Poder, herramientas técnicas, tecnológicas y científicas que dinamizan las
nuevas formas de producción social que recrean y reinventan a la Sociedad en un
84

escenario de interrelaciones constantes, involucrando una diversidad de sujetos


económicos, políticos y socio-culturales. Sin embargo, “el poderío transnacional de
la globalización no es neutro, tiene una intención e identidad: la racionalidad del
mercado” (Márquez, 2006), que impone su lógica transaccional y mercantil, sus
rituales y sus valores, afectando un innumerable de actividades culturales y
societales, comercializando todo; “la cultura, la moda, las ideas, y hasta los
medios de comunicación se han entronizado en ese carácter economicista del
consumo de masas y del marketing que vende y compra todo lo que encuentra a
su paso” (Negri y Hardt, 2000, p. 10).

Los medios de información y de comunicación bombardean a la Sociedad


con conceptos biopolíticos como Competitividad, Crecimiento Económico o
Mercado, asociados a la idea de Progreso, Desarrollo y Crecimiento impuestos por
el Sistema Económico Capitalista Occidental en vigor, no obstante, detrás de
estas palabras existen hechos y dinámicas como sociales y políticas, que
normalmente permanecen ocultas, lugares físicos y virtuales, presenciales y no
presenciales que intensifican la dinámica de compra y venta de bienes y servicios
al escala planetaria, bajo plataformas tecnológicas de alta gama que posibilitan la
comunicación entre fronteras, el traspaso de información de manera veloz y eficaz,
y el uso de herramientas técnicas y tecnológicas que permiten la fluidez
transaccional y financiera requerida para este tipo de proyectos globales, donde el
Capital es esencial. Es así como “la Globalización Neoliberal está generando una
"cultura" de identidades adaptativas, en plena conciliación y equilibrio con el
modelo societal de un Estado que ha abandonado su rol asistencialista, por el de
gestor en los mercados de capitales internacionales” (Márquez, 2006), es decir
que una nueva estructura social o revolución tecnológica distinta a la revolución
industrial emerge, donde la información, los mercados financieros, la economía, la
criminalidad y el trabajo están en red (Castells, 2000), intensificando las
biopolíticas Neoliberales Capitalistas Globalizadoras, que transforman a la
Sociedad y a la Cultura, así:
85

(1) La Homogeneización Cultural, es la primera transformación donde se


prioriza la compra y venta de bienes y servicios de todo tipo, y el Estado
nuevamente es desplazado por las fuerzas del Mercado. La denominada
homogeneización cultural también llamada unificación neoliberal, “sinónimo de
uniformización de conductas, deseos, valores, representaciones, creencias,
tradiciones, etc., continuamente inducidas por los sistemas de intercambios y de
consumo, principal ley de la competencia y de la supervivencia depredadora del
capitalismo postindustrial” (Márquez, 2006), masifica las relaciones sociales y
estandariza las conductas y las practicas humanas, por medio de la ideología
universalista y fundamentalista del Mercado, que obvia al otro en una sociedad
virtual, lo homogeneiza y lo deshumaniza. “Por eso algunos ven en el
multiculturalismo, que promueve una pluralidad de formas de vida, una amenaza a
la integridad de la cultura francesa o británica, alemanes o austriacos. Y una
amenaza al “modo de vida norteamericano” (Lash, 2002, p. 40).

(2) El Derecho de los Ciudadanos a proteger los Bienes Comunes es la


segunda transformación, un contrasentido que se desarrolla en torno al Derecho
de los Ciudadanos en defensa de los Bienes Comunes en un mundo global, donde
se comprenden que el “otro” es plural, múltiple, diverso y que tiene Derechos y
Libertades; por tanto lo que se generan son nuevas formas de manifestación, es
decir, nuevos procesos culturales que maximizan la producción social, creando
espacios marginales de explosión social y cultural, donde la Sociedad se une para
expresarse e interactuar local o globalmente.

La producción social y cultural de los ciudadanos es multi e intercultural e


implica la identificación y el reconocimiento de los valores, las costumbres, las
tradiciones, las creencias, la historia, los modos de vida, las prácticas sociales y
ciudadanas, las orientaciones éticas y morales, y todo el conjunto de relaciones
sociales entre los sujetos que hacen posible la participación y la intercomunicación
dialogante, ya que “el Mercado no crea vínculos societales, esto es entre sujetos
pues estos se constituyen en procesos de comunicación de sentido” (Barbero,
2003, p. 16). Se empieza a desplazar la crítica política y se presta especial
86

atención a la crítica cultural, sin abandonar la crítica al Estado y su


responsabilidad social y constitucional sobre los Ciudadanos, “un análisis que va
más allá de las clases sociales, pues los verdaderos problemas se sitúan en los
desniveles culturales como indicadores de la organización y circulación de la
nueva riqueza, esto es de la variedad de las riquezas culturales” (p. 45). La
expresión de Canclini (2005), todos tienen cultura: ¿quiénes pueden desarrollarla?
se refiere a que es necesario abrir un mapa de comunicación que permita la
construcción de ciudadanías con acceso a la cultura, a la diversidad, a la
integración y a la equidad, en la generación de escenarios de diálogo que
potencien la diversidad, la pluralidad y la multiplicidad, como derechos
fundamentales y principios éticos y morales vinculantes de toda Sociedad Libre y
Democrática.

La Cultura se convierte en el ámbito de la Vida en sociedad más importante


puesto que permite crear y re-crear tejidos de significación entre los sujetos y
prácticas simbólicas tangibles e intangibles en escenarios de diversidad y
pluralidad en interacción social, económica y política, donde los sujetos se
expresan como creación artística, referente, conducta, identidad, educación,
patrón, practica, modelo de vida, representación social, símbolo, valor y escenario
de comprensión e interpretación, así como elemento de Poder y Saber. Gutiérrez,
y Márquez, 2004) abogan por un filosofía intercultural, una reflexión sobre las
culturas, donde “el diálogo intercultural es primariamente filosófico, pero en el
sentido de las vivencias de los pensares y los saberes que en cada cultura se
originan y se desarrollan” (p. 15), defendiendo la condición humana como el lugar
de la historicidad, desde el derecho de aparición del otro y el rescate de la
pluralidad discursiva, donde las relaciones sociales intersubjetivas sean públicas y
la comprensión del mundo de lo plural sean visibles. “Es una reflexión en la que el
diá-logos sea el proceso de comprensión y de interpretación sobre medios y fines
(…) que busca abrir las riquezas propias del mundo intersubjetivo, como un
proceso que tiende a favorecer el acceso a la diversidad racional, la pluralidad
ideológica, como alternativa” (Márquez, 2006).
87

Kant (1784) decía que el progreso de la Humanidad depende de poner en


tela de juicio las constituciones inamovibles y hacerlo públicamente, no hacerlo
significa violar los derechos del hombre, ahora les corresponde a los hombres de
este tiempo replantear, reformular y repensar los paradigmas, las doctrinas
instituidas durante siglos, las nociones, los conceptos, las teorías y las prácticas
en las cuales están cimentadas las Ciencias, y así poder transformar a la
Humanidad hacia la emancipación de su propia existencia, así pues Guadarrama
dice (2016) que son múltiples las evidencias que demuestran que estos y otros
temas, como el protagonismo de la educación, la ciencia, la tecnología, la lucha
contra la esclavitud, por los derechos humanos, por formas de gobierno
democrático con representación de todos los sectores económicos, sociales y
étnicos, estuvieron muy presentes en los ilustrados latinoamericanos, no
simplemente porque hayan orientado a los filósofos europeos, sino porque
emanaban de las exigencias humanistas prácticas y emancipadoras de los
pueblos latinoamericanos.

Ello representa resignificar las imposiciones de las máximas instituciones


biopolíticas de Poder-Saber del Estado Moderno, de la Iglesia, de las Instituciones
Supra-Nacionales, de las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras,
consolidadas a lo largo del tiempo, escudriñando en sus estructuras biopolíticas y
develando las “contraconductas de la gubernamentalidad” (Foucault, 2004, p.
407), los contrasentidos y las rupturas históricas que permiten hacer conexiones
de una época a otra para comprender e interpretar el legado social y cultural de
los sujetos emergentes presentes desde la Edad Media hasta la Globalización
Contemporánea. En términos globales, la relación entre el Poder y la Resistencia
permite comprender el antagonismo de las estrategias que surgen, desde
diferentes planos de análisis, desde los sujetos actuantes, los desarrollos
discursivos, los lugares y contextos, es decir, desde una hermenéutica de los
sujetos:

(A) Desde la perspectiva del Poder establecido, que es histórico y que recae
sobre el Estado, surgen estrategias biopolíticas de dominación “que consiguen
88

bloquear un campo de relaciones de poder, haciendo de estas relaciones algo


inmóvil y fijo, e impidiendo la mínima reversibilidad de movimientos -mediante
instrumentos que pueden ser tanto económicos como políticos o militares”
(Foucault, 1982, p. 109).

(B) Desde la perspectiva de la Resistencia Social y de los Movimientos


Sociales, que recae sobre la Nación, se desarrollan luchas transversales que
cuestionan el estatus del sujeto, es decir, la posición que asume el sujeto quien
defiende su soberanía, su independencia y libertad, ya sea por la situación
económica, política y social o cultural vigente, para trastocar y transformar el
Poder en sí.

Según Foucault (1984) las relaciones de Poder dependen de un sistema de


diferencias, tipos de objetivos, medios para hacer existir la relación, formas de
institucionalizarla y los grados de racionalización, que permiten alcanzar el
consenso por medio de técnicas de persuasión de masas entre el Poder y la
Resistencia o mediante el uso de la fuerza con instrumentos a través de los cuales
se genera la estabilidad o se provoca la ruptura. En la Contemporaneidad Global
el Poder Estatal se caracteriza por individualizar y totalizar a la población, a través
de estrategias biopolíticas de dominación y de homogeneización global, donde
impera la superioridad económica para la toma de decisiones e influencia política
sobre otros Estados en un juego de Poderes establecidos, ahora, supeditados a
las Instituciones Supra-Nacionales en la nueva Era de la Globalización Política,
Económica y Social; mientras tanto la Resistencia Social contemporánea es la
representación social de las luchas históricas de la Sociedad que ha estado en
permanente confrontación con los Poderes instituidos, siendo éste un Poder
instituyente en evolución, ya que “la sociedad burguesa moderna, levantada sobre
las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido los antagonismos de clases. No ha
hecho sino sustituir con nuevas clases a las antiguas, con nuevas condiciones de
opresión, con nuevas formas de lucha” (Marx, 1848, p. 26).

La Resistencia de la Sociedad contra todo abuso del Poder es un fenómeno


histórico que tiene su génesis en el momento en que el sujeto mismo se pregunta
89

por su status o condición individual o colectiva, y tiene antecedentes en cada una


de las etapas de la Historia de la Humanidad, donde han habido procesos
sucesivos de avallasamiento más o menos profundos, vislumbrando la fuerte
capacidad de lucha que han asumido los individuos a través del tiempo para
contrarestarlas, con la finalidad de defensa y reacción en un momento
determinado frente a otros sujetos que también asumen posiciones y relaciones de
Poder-Saber. El sujeto que se resiste asume una actitud ética sobre su papel en la
historia, comprende las alternativas posibles desde los conocimientos, saberes,
valores y principios aprehendidos, en su condición de sujeto ético quien hace un
análisis histórico de las barreras que se le imponen y experimenta nuevas formas
de subjetivación que le dan la posibilidad de transgredirlos, como “una nueva
posibilidad de acción política, no desde el plano de la dominación sino desde la
organización social” (Martínez, 2015, p. 24).

La visión alternativa de los Movimientos Sociales emergentes sugiere la


emancipación (continuidad-discontinuidad-ruptura) de multitud de ciudadanos del
mundo de diversidad étnica, racial y sexual, de diferentes nacionalidades y
condición socio-económica y socio-política, en espacios importantes de
reconocimiento y visibilización a escala planetaria, lugares estratégicos que
acaparan la atención de la comunidad internacional, quienes han absorbido y
adoptado la biopolítica global de las TIC´S y otros medios alternativos de
divulgación, igualmente globales de manera democrática para ser legitimados por
la sociedad y la opinión pública mundial. “A ello se refiere el cuerpo social, no el de
la Sociedad Civil cooptada históricamente por el Estado, sino el de las multitudes
que emergen como una estrategia vigorosa de acción colectiva” (Martínez, 2015,
p. 46), debido a la saturación de los grandes sistemas como el Estado Moderno
Westfaliano, de tal suerte que lo que surge es una desinstitucionalización de los
Poderes establecidos y la materialización de un Poder multiforme y multicolor. La
emergencia de los Movimientos Sociales, propiamente políticos o cultuales en
Latinoamérica se mantienen con rigor en el plano nacional como internacional
teniendo visibilización en la Era de la Globalización Neoliberal Capitalista, con
apuestas renovadoras y con objetivos que integran intereses de todo orden, sin
90

distingo de clases y bajo ópticas matizadas que responden a un constructo cultural


que se asoma con fuerza y determinación. Ya decía Weber (1979) que “la política
consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, lo
que requiere simultáneamente de pasión y mesura (…) que en este mundo no se
consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez” (p. 178), a
través de la “lucha social” (Foucault, 1994, p. 91).

2.2. De la Representación en Paul-Michel Foucault a la Representación


Social en los Movimientos Sociales Latinoamericanos en la Era
Biopolítica Global.

En la obra “Las palabras y las cosas” (1968) Paul-Michel Foucault dedicó un


segmento importante de su crítica arqueológica a las Ciencias Humanas a
interpretar el intersticio de los monumentos discursivos, la génesis, la continuidad
y la totalización de la Historia de las Ideas, abogando por una episteme crítica
fuera de cualquier criterio de valor racional u objetivo, es decir, la heterotopía de
los nuevos humanismos que permita librarlas de las rejas gramaticales y
lingüísticas mediante el cual fueron institucionalizadas a través del tiempo, ya que
lo propio del saber no es ver ni demostrar sino interpretar, aludiendo por una
Hermenéutica del Sentido que permita que “los signos hablen y nos descubran sus
sentidos” (p. 38), puesto que ni el Humanismo del Renacimiento ni el racionalismo
de los Clásicos “han podido darle un lugar privilegiado a los humanos en el orden
del mundo, porque no han podido pensar al hombre” (p. 309).

Sin embargo, las Ciencias Humanas, con o sin mayúsculas, dice Foucault
(1968) “es el lugar de la interpretación, porque allí se aplicarían los métodos de la
comprensión, antes de saber en qué sentido y dentro de cuáles límites se les
puede llamar "ciencias” (p. 338), analizando al sujeto, sus múltiples relaciones
sociales y desarrollos discursivos en un contexto histórico determinado, como
91

tarea interpretativa de alta complejidad que implica un abordaje del sujeto y su


relación con el otro y sus diferencias, en un entramado de relaciones de Poder-
Saber que no tiene límites. Es por ello que la obra de Diego Velázquez de 1653 en
la época de Felipe IV de España, denominada “Las Meninas” que Michel Foucault
retoma en su libro, se convierte en un referente para esta Tesis Doctoral en tanto
que permite hacer un análisis transversal de la Modernidad a la
Contemporaneidad sobre:

(A) El signo, la representación del signo y el sistema de formación del


concepto de Estado-Nación.

(B) Las rupturas epistemológicas, ontológicas e ideológicas que se


desarrollan de una época a otra.

(C) El reposicionamiento de la Resistencia Social y los Movimientos Sociales


Latinoamericanos emergentes ante la crisis de los mecanismos biopolíticos de
Poder-Saber en el contexto de la Globalización.

Surge entonces la preocupación permanente por (A) el signo y la


representación del signo, qué es, cómo se constituye, cuáles son sus
características, cuáles son sus normas de orden, cómo se clasifica, cuál es su
alcance teórico y práctico, cómo se enuncia, cuáles son sus límites y hacia dónde
es posible estudiarlo e interpretarlo. Según el análisis de Foucault (1968), desde la
Época Clásica a la Modernidad, el signo puede ser dado por la naturaleza misma
o constituidos por el hombre, a través de un sistema de signos verbales que ha
sido universalizado como sistema de verdad que ha permitido que la escritura y la
palabras las designen, “como espacio común del lenguaje y las cosas” (p. 48). En
la Época Clásica buscar el sentido del signo era sacar a la luz lo que se asemeja,
como un tesoro de signos que la antigüedad nos heredó, ligados por similitud a lo
que pueden designar” (p. 42), es decir la herencia de la gramática general. La
representación de las cosas surge en el mismo momento en que el hombre asocia
por vecindad, alejamiento, conveniencia, emulación, analogía, diferencia o
simpatía con las cosas, dándole una razón y una justificación, haciendo alusión al
92

significante, todo ello “es la representación como semejanza y representación


como pura representación” (p. 25), de aquel objeto o sujeto del que se habla, para
luego ser signaturizadas o marcadas en un gran libro abierto que aún se sigue
escribiendo. No obstante, en la Época Moderna surgen nuevas nociones e
interpretaciones del signo que permiten darle preponderancia a la significación y al
sentido. Ya decía Foucault (1969) que “los signos no tienen otras leyes que las
que pueden regir su contenido: todo análisis de los signos es, al mismo tiempo, y
con pleno derecho, un desciframiento de lo que quiere decir” (p. 72).

El arte es en sí mismo una posibilidad del arte de representar, el arte de


hacer hablar al mundo mediante las variadas formas en que se manifiesta, así
pues, la pintura es la forma de imitación del espacio y la realidad, el teatro es el
reflejo de la vida y la Vida es el espejo del mundo universal, elaborada y producida
por los hombres. Las Meninas se considera una pintura compleja, de antecedentes
históricos interesantes, una obra de arte de múltiples elementos, perspectivas,
tonalidades, planos de interés y planos de importancia, en definitiva, “la mirada
soberana del pintor (que) impone un triángulo virtual, que define en su recorrido
este cuadro de un cuadro” (Foucault, 1968, p. 15), una puesta en escena que
plasma la identidad de los personajes escogidos, ubica a los espectadores en un
tiempo y un lugar específico, más evidencia los discursos que implícitamente se
están tejiendo en un haz de relaciones de Poder-Saber político, social, familiar y
personal característicos de una época y un momento histórico determinado,
cargado de un valor teórico y práctico, objetivo y subjetivo, ético y estético desde
la perspectiva del pintor, quien ha escogido cuidadosamente los objetos y sujetos
de estudio para representarlos en su obra y así darle un sentido a través del
tiempo.

La obra de Diego Velázquez de 1653 es una representación de la realidad


del siglo XVII y la posibilidad para interpretar el sistema de formación del concepto
de Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano, como signo instituido
desde la firma del Tratado de Paz de Westfalia de 1648 en Europa, que sirvió de
modelo político en otros territorios del mundo, en un plano de emergencia que ha
93

dado como resultado las nominaciones y diferenciaciones conceptuales entre


gobernantes (El Estado) - gobernados (La Nación), universalizadas tanto en
Occidente como Oriente, “representando el pensamiento” (Foucault, 1968, p. 83),
de los sujetos actuantes en una época en un lugar determinado. En consecuencia,
esta Investigación analiza el concepto de Estado como Significante y el concepto
de Nación como Significado, en el que se denotan y se connotan multiplicidad de
sujetos, lenguajes y lugares, siendo necesario un análisis sobre:

(i) Las condiciones históricas.


(ii) El sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad.
(iii) La combinación entre el campo de relaciones primarias o reales, el
sistema de relaciones secundarias o reflexivas y el sistema de
relaciones que se pueden llamar propiamente discursivas.
(iv) El campo de las relaciones discursivas, elementos generales sobre el
sistema de formación de los conceptos que Foucault (1969) propone
como estrategia hermenéutica que permite interpretar “las condiciones
para que surja un objeto de discurso (y) las condiciones históricas
para que se pueda “decir de él algo” (Foucault, 1969, p. 73).

En primer lugar, las condiciones históricas objetivas logran reposicionar a los


sujetos históricos y sus discursos, en un juego de Poderes de dependencia e
interdependencia, pues el Estado ha logrado anteponerse en su relación binaria
con la Nación en franca dicotomía. El Estado representa al Poder establecido y la
Nación representa la Resistencia que ha sido institucionalizada, a través de un
conjunto de reglas de orden jerárquico, donde se determinan las libertades
naturales y jurídicas de los sujetos actuantes, y las posibilidades de decisión y
actuación, pactadas en el Tratado de Paz de Westfalia, como norma de normas,
como ley de leyes y como Constitución Universal. Es la obra de Velázquez la
representación de una época de cambios y transformaciones en las estructuras de
Poder y de nuevos Saberes transferidos hasta hoy en continuidad histórica, “una
historia finalmente “verdadera”, es decir, liberada de la racionalidad clásica, de su
94

racionamiento y de su teodicea, restituida a la violencia irruptora del tiempo”


(Foucault, 1968, p. 158).

En el sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad se analizan


“las instituciones, los procesos económicos y sociales, formas de comportamiento,
sistema de normas, técnicas, tipos de clasificación, modos de caracterización” (p.
74), o conjunto de positividades establecidas por el Estado pero que
necesariamente están asociadas y yuxtapuestas con otros sujetos y objetos de
carácter contextual que surgen. En este plano es importante describir los
despliegues históricos de los discursos “que han dejado intactas cierto número de
positividades, que han fijado para cierto número de otras positividades unas reglas
que son aun las nuestras (…) que vienen o se siguen deshaciendo ante nuestros
ojos” (Foucault, 1969, p. 297), es decir, la herencia discursiva de la Revolución
Francesa y la institucionalización de la República, la Revolución Industrial y la
institucionalización del Capitalismo, la Independencia de los Estados Unidos de
América y la institucionalización de la Democracia, la Primera y Segunda Guerra
Mundial y la institucionalización del denominado Nuevo Orden Mundial, la Guerra
Fría a finales del siglo XX y la institucionalización de la Globalización, sucesos
históricos que han impactado en las representaciones sociales de la Nación. La
obra de Velázquez es el reflejo de las múltiples relaciones de Poder-Saber entre
condiciones de inclusión y exclusión social, procedimientos y reglas de
jurisprudencia, normas de trabajo industrial, social, proletaria y burguesa, lógicas
éticas y morales institucionalizadas por el Estado hasta entonces, bajo la
emergencia de un conjunto de saberes políticos, saberes económicos, saberes
sociales y culturales, que trastocan y replantean las maneras de ser, decir, vivir,
hacer, pensar y producir. Foucault (1968) decía que “lo que se requiere es hacer
hablar a estas necesidades fundamentales del saber” (p. 166), en otros términos,
hacer hablar no solo a las ciencias naturales, sino también hacer hablar a los
saberes emergentes e instituyentes.

El plano de interpretación permite abrir “un espacio articulado de


descripciones posibles entre el campo de relaciones primarias o reales, sistema de
95

relaciones secundarias o reflexivas, y sistemas de relaciones que se pueden


llamar propiamente discursivas” (Foucault, 1969, p. 75), donde se entrecruzan los
discursos instituidos y los discursos instituyentes, la real dicotomía entre la época
Clásica del discurso representativo y enunciativo del orden de las cosas, y la
época Moderna del discurso de libertad, de nuevos deseos y necesidades. Es el
espacio en el que se configuran nuevas relaciones de Poder en base a los
Saberes que se han consolidado a lo largo del tiempo desde el Estado y los
Saberes que emergen desde la Nación, como en la pintura de Velázquez,
revelando no solo lo objetivo explícito sino lo implícito subjetivo, “en el espacio que
dejaban en blanco (las Ciencias), en la profundidad del surco que separaba los
grandes segmentos teóricos y que completaba el rumor del continuo ontológico”
(Foucault, 1968, p. 205).

Por último, el campo de las relaciones discursivas en tanto que práctica


interior y exterior del sujeto, son relevantes ya que determinan “el haz de
relaciones que el discurso debe efectuar para hablar de tales o cuales objetos
para poder tratarlos, analizarlos, nombrarlos, clasificarlos, explicarlos, etc.”
(Foucault, 1969, p. 75). El lenguaje ya no es la representación de las palabras y
las cosas, la naturaleza ya no es más que la representación de los seres y la
necesidad no es más que la representación de la necesidad, es el discurso el
campo trascendental de las subjetividades, donde la representación está en vías
de no poder definir ya el modo de ser común a las cosas y al conocimiento, ”un
nuevo espacio filosófico se abre allí donde se hunden los objetos del saber clásico
(…) y abren un espacio en el que se plantea la cuestión de las relaciones entre el
sentido originario y la historia” (Foucault, 1968, p. 205). La obra de Velázquez
permite inferir las tensiones discursivas entre los sujetos representados, teniendo
en cuenta las simbologías, la arquitectura del lugar, los claros oscuros del retrato,
la iluminación, los gestos, la vestimenta, las posiciones de los sujetos, los puntos
de vista explícitos e implícitos y los roles que ocupan en la representación objetiva
de la realidad y en la representación subjetiva del pintor, quien se encarga de
reproducir las relaciones de Poder-Saber en el lienzo. No obstante, el campo de
las relaciones discursivas permite interpretar lo que está sucediendo fuera del
96

lienzo, en el espacio de las nuevas representaciones sociales que emergen desde


la continuidad de Westfalia ante el naciente discurso de la Nación frente al Estado,
no solo como correlato de violencia en el orden de dominación, sino como el
segundo eslabón del eje vertical Estado-Nación, donde surge “una alteración y
deslizamiento de los intereses culturales, redistribución de las opiniones y de los
juicios, la aparición de nuevas formas en el discurso científico” (Foucault, 1968, p.
235).

La obra pictórica de Velázquez ha servido de texto y pretexto, discurso y


excurso en esta Investigación para analizar (B) la Revolución Paradigmática de las
Ciencias Humanas donde es posible la reflexión sobre la transición epistemológica
de los nuevos Humanismos que según Foucault (1968) dará paso a la Ciencia de
la Vida y del Devenir, el flujo del devenir que representa las continuidades,
discontinuidades y las rupturas surgidas a través del tiempo, sin olvidar el
complejo haz de relaciones de Poder-Saber que el hombre produce en su
condición de ser humano en permanente interrelación con otros, en busca de su
auto-determinación y auto-realización. Es la Revolución Epistemológica que da
respuesta a la crisis histórica de las Ciencias Naturales en cuanto descriptible y
ordenable, a la vez todo un dominio de empiricidad (Foucault, 1968), en contraste
con “las anomalías que subvierten la tradición científica” (Kuhn, 1962, p. 26),
proponiendo la reflexión por la transición de un antiguo paradigma a otro, el cual
es reemplazado completamente o en parte por otro nuevo que da respuesta y
soluciones concretas a nuevas necesidades y a nuevos problemas de la Sociedad.
Para Foucault (1968) en la representación, los seres no manifiestan ya su
identidad, sino la relación exterior que establecen con el ser humano. Éste, con su
ser propio, con su poder de darse representaciones, surge en un hueco creado por
los seres vivos, los objetos de cambio y las palabras cuando, al abandonar la
representación que había sido hasta ahora su lugar natural, se retiran a la
profundidad de las cosas y se vuelven sobre sí mismos de acuerdo con las leyes
de la vida, de la producción y del lenguaje; la Revolución Ideológica y Política, en
donde el sujeto es capaz de expresar todo sentimiento de mal funcionamiento de
la comunidad política y logra cambiar las instituciones y reconstruir a la Sociedad a
97

partir del reposicionamiento del Poder y el Saber en la Historia. Alexis De


Tocqueville en 1835 alababa la naciente Democracia en América (U.S.A.) al
referirse a sus extraordinarios inicios en contraste con la naciente y contradictoria
República Francesa y decía que “una gran revolución democrática se palpa entre
nosotros. Todos la ven; pero no todos la juzgan de la misma manera. Unos la
consideran como una cosa nueva y, tomándola por un accidente, creen poder
detenerla todavía” (p. 2), en contraste con la Francia de entonces que insistía en
un Sistema Político de Reyes y Nobles junto a un parlamento aún dominado y
controlado por la Aristocracia. No obstante, es necesario develar esos intersticios
de la historia que dan cuenta de los hechos reveladores y las rupturas que
emergen “entre positividades definidas y unas discontinuidades especificadas por
cierto número de transformaciones distintas” (Foucault, 1969, p. 293); y la
Revolución Ontológica que lleva a preguntas esenciales del hombre, por las
formas simbólicas en que se representa y que conjugan la constitución de
creencias, valores y tradiciones compartidas con nuevos modelos, ejemplos y
patrones que permiten que “ese ser vivo que, desde el interior de la vida a la cual
pertenece por completo y por la cual está atravesado todo su ser, constituye
representaciones gracias a las cuales vive y a partir de las cuales posee esta
extraña capacidad de poder representar precisamente la vida” (Foucault, 1968, p.
342), develándose cambios epistemológicos, ideológico-políticos de la Sociedad
en permanente evolución y ontológicos, ya que ante todo Saber establecido y ante
todo Poder instituido, es necesario ¿saber dónde va a formarse la resistencia?
(Foucault, 1987, p. 127).

La Resistencia Social ha sido una constante en todas las épocas de la


Historia de la Humanidad donde el sujeto ha sido oprimido y subyugado, como
expresión natural de desobediencia e insurrección contra el Poder establecido,
llámese Iglesia o Estado, algunas se denominan Resistencias Sociales de carácter
global y otras se nombran de índole nacionalistas donde se resignifica y se
redimensionan los sujetos participantes, los sentidos y contrasentidos que
emergen; específicamente, la Resistencia Social Latinoamérica en el contexto de
la Globalización adquiere la connotación o representación social de Movimientos
98

Sociales o Colectividades que ostentan el Poder Social e Inter-Cultural de la


Nación haciendo uso del Derecho de Autodeterminación y Soberanía del Pueblo,
en renuncia a la lealtad hacia el Estado respectivo, en defensa de la Vida y la
Dignidad Humana, por la igualdad, la equidad, la justicia social, la libertad política
e ideológica y la eliminación de privilegios económicos de una clase sobre otra; se
consideran, entonces, manifestaciones y revelaciones como sujetos en sus praxis
de cambio en oposición a los modo de producción neoliberal global, como
desacato al denominado Nuevo Orden Mundial. La Resistencia Social
Latinoamericana es un fenómeno histórico complejo que permite interpretar (C) el
reposicionamiento de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en
el contexto de la Globalización como:

(1) Signo y representación de la autodeterminación y soberanía de la Nación,


lo que indica retornar al análisis sobre el sistema de formación de los conceptos.

(2) La crisis de los mecanismos biopolíticos de Poder-Saber en el contexto


de la Globalización económica, política y socio-cultural instalados desde la
finalización de la guerra fría y la implementación del sistema económico capitalista
a escala planetaria, de acentuación de las biopolíticas macro económicas
neoliberales y vigorización de las relaciones de dependencia entre las instituciones
Supra-Nacionales y los Estados Modernos del planeta.

(3) Las nuevas revoluciones epistemológicas, ideológico-políticas y


ontológicas que se desarrollan en Latinoamérica teniendo en cuenta la
emergencia de nuevos sujetos de Poder-Saber que se revelan ante los Estados
Nacionales y los Estados Supra-Nacionales, en un haz complejo de nuevas
relaciones y estrategias de Poder-Saber.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes contemporáneos se


definen para esta Tesis Doctoral como signo con múltiples significantes y múltiples
significados; no obstante, es imperativo comprender qué son, cómo se
constituyen, cuáles son sus características, qué sujetos emergen, cuál son las
teóricas y prácticas que lo respaldan, cómo se enuncian, cuáles son sus límites y
99

hacia dónde es posible estudiarlos e interpretarlos, dándole preponderancia al


sentido y a la significación que los representa, ya que desde ahí es posible lograr
un desciframiento de lo que quieren decir. En la obra de arte de Diego Velázquez
“Las Meninas” en la flor de la Modernidad Westfaliana, se analizaba la naturalidad
de los personajes representados y el realismo visual, mientras que los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la contemporaneidad Pos
Westfaliana son por ende una gran obra pictórica que aún no ha sido terminada,
una representación social de la realidad del siglo XXI, con antecedentes históricos,
una obra de arte en permanente co-construcción, de multiplicidad de voces, con
perspectivas y tonalidades multicolores, con variados enfoques, intereses,
relevancia y objetivos; en definitiva, una obra magistral que involucra un conjunto
de identidades inter-culturales y multiétnicas, con desarrollos discursivos que se
entretejen y lugares presenciales y virtuales indeterminados, donde el autor
material e intelectual, es decir, el realizador no es uno solo, es la colectividad de la
Nación, el Pueblo, la Masa, el Obrero, la Clase, la Multitud, las Multitudes, una Pos
Ciudadanía o Pos Sociedad Civil que se resiste grupalmente, dándole sentido al
ser, hacer, decir y pensar Latinoamericano, representado públicamente, mediante
variadas maneras y formas de enunciación. Por ello es necesario retomar el
análisis sobre el sistema de formación conceptual propuesto por Foucault (1969) y
“hacer la historia de las relaciones que se traman indefinidamente entre la Nación
y el Estado” (Foucault, 2000, p. 204), aludiendo:

(i) A las condiciones históricas objetivas, es decir, las condiciones socio-


políticas y socio-económicas de la Nación Latinoamericana, que permiten develar
su génesis y constitución atendiendo al devenir histórico de la Resistencia Social y
de los Movimientos Sociales Latinoamericanos quienes se constituyen teórica y
prácticamente en base al legítimo Derecho de Autodeterminación y Soberanía de
los Pueblos, quienes históricamente han comprendido su derecho a resistirse ante
la opresión, el abuso de Poder y ante la ausencia del Estado, preguntándose por
su condición individual o colectiva, a través de prácticas de libertad a fin de
alcanzar la autonomía necesaria que permita cambiar las condiciones sociales,
políticas y económicas que posibilitan la renovación del statu quo establecido. La
100

historia revolucionaria en Latinoamérica estuvo sellada por la conciencia de la


necesidad del cambio revolucionario y la conciencia de clases y la convicción de
lograrlo, a través de la lucha armada de las Organizaciones Guerrilleras que se
fundaron en todo el Continente y quienes históricamente se visibilizaron en
nombre del pueblo para atacar el flagelo de la pobreza, la marginalidad, la
injusticia y la segregación política y social en lo rural, el desempleo, la explotación
laboral en la ciudad más la violación sistemática de Derechos Humanos por parte
del Estado, en términos del uso de la fuerza desmedida, el abandono e
inasistencia en salud, educación, vivienda, saneamiento básico, servicios públicos
domiciliarios, electricidad, etc., en sectores suburbanos y periféricos de la
sociedad. En la actualidad el común denominador de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en el contexto de la Globalización es que se
consolidan como:

(a) Colectividades que ostentan el Poder Social e Inter-Cultural.

(b) Alternativas de Cambio Social que exigen el Derecho de


Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos.

(c) Constructores de un nuevo Poder-Saber que renuncia a la lealtad


del Estado, consolidándose y se visibilizándose por medio de Mecanismos
Directos de Participación Ciudadana, como el Referéndum, la Consulta
Popular, el Plebiscito, la Derogatoria de Mandato, el Cabildo Abierto o
través del Voto Directo de los Ciudadanos en contextos particulares o a
través de Vías de Hecho como la movilización pacífica y el Diálogo Social
en oposición a las Instituciones Supra-Nacionales quienes imponen las
biopolíticas macro-económicas Neoliberales Capitalistas del Consenso de
Washington sobre los Estados Nacionales de Latinoamérica.

(ii) El campo de relaciones primarias o campo de exterioridad permite


describir el escenario de constitución de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en representación de la Nación, y la
institucionalización de los Organismos Supra-Estatales y Subregionales de
101

Integración de América Latina y el Caribe, en representación del Estado, quienes


se encuentran estructurando el Nuevo Orden Mundial Alternativo en clave
Latinoamericana o Sistema Social e Inter-Cultual Emancipatorio luego de los
acontecimientos históricos de la pos Guerra Fría a finales del siglo XX, la
transición a la Era Biopolítica Global y al denominado Nuevo Orden Mundial. El
principal escenario formal de concentración de los Movimientos Sociales es el
Foro Social Mundial (F.S.M.) que se realiza consecutivamente cada año desde el
2001, como contraargumento al Foro Económico Mundial y a la ideología de
producción neoliberal capitalista, propendiendo por la defensa de los DD.HH., los
Derechos Societales o Derechos Humanos Alternativos, la identidad nacional, la
etnicidad, la representación cultural, la defensa del género, la preservación de
todo el patrimonio natural aún existente en el planeta y por el cambio de valores
tecno-económicos de la Globalización que deslegitiman al Estado, consolidándose
como “la lucha civil por un orden civil” (Foucault, 2000, p. 205), cuyo compromiso
social, cultural, étnico y patrimonial se afianza en los conceptos de AYLLU
(familia), AYLLU LLAKTA (comuna), MINKA (trabajo colectivo), RIMANAKUY
(práctica del diálogo), YUYARINAKUY (acuerdos), PACHA MAMA (naturaleza),
referentes y principios de Vida de las comunidades ancestrales Latinoamericanas,
por tanto de lucha por su mantenimiento y perfeccionamiento en la época
contemporánea. Así mismo, los Estados Latinoamericanos que se resisten a la
imposición del Sistema Económico Neoliberal Capitalista, a través de la
institucionalización del Progresismo en Latinoamérica, defendiendo
gubernamentalmente la participación de los Movimientos Sociales emergentes en
un dialogo abierto, plural y democrático al interior de los Organismos Supra-
Estatales o Subregionales en América Latina y el Caribe, siendo visibles: La
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños-CELAC fundada desde el
2010, La UNASUR-Unión de Naciones Suramericanas fundada desde el 2008,
MERCOSUR- Mercado Común del Sur fundada desde 1991, La CAN-Comunidad
Andina fundada desde 1969, La Organización del Tratado de Cooperación
Amazónica fundada desde 1995, El Movimiento de Países No Alineados-MPNA o
MNOAL fundado durante la Guerra Fría, El ALBA-La Alternativa Bolivariana para
102

América Latina y El Caribe, y la Comunidad Sudamericana fundada desde el 2004,


en oposición al ALCA- al Área de Libre Comercio de las Américas,
estableciéndose como organismos que compiten administrativa, política y
económicamente con las Instituciones Supra-Nacionales y Organismos
Transnacionales que pretenden impactar e imponer las biopolíticas macro
económicas del F.M.I., la O.M.C. y el B.M.

(iii) La articulación del campo de relaciones primarias o reales, sistema de


relaciones secundarias o reflexivas y el sistemas de relaciones que se pueden
llamar propiamente discursivas, permite interpretar de manera correlacional las
condiciones históricas de la Nación, la constitución de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en el contexto de la Globalización Neoliberal
Capitalista y los desarrollos discursivos que se producen en entornos sociales y
culturales, connotando la conciencia social generalizada de la Nación, la
conciencia de cambio social y el empoderamiento de los Movimientos Sociales o
Colectividades quienes ostentan el Poder Social e Inter-Cultural de la Nación,
haciendo uso del legítimo Derecho de Autodeterminación y Soberanía del Pueblo,
en renuncia a la lealtad hacia el Estado respectivo. Es la ruta de un nuevo sujeto
de Poder y Saber con vocación social que dignifica, revaloriza y fortalece a la
Nación, a través del proyecto alternativo de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes cuya máxima es la Vida y la reproducción de la
Vida.

(iiii) El campo de las relaciones discursivas de los Movimientos Sociales


Latinoamericanos, quienes representan a la colectividad de las Naciones
Latinoamericanas se constituyen como la fuerza social y cultural en la
contemporaneidad, a través del discurso social y cultural que se reafirma y se
multiplica por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
TIC´S, es decir, la “revolución comunicacional”(Salazar, 2008, p. 3) que permite
globalizar los valores, los principios y las practicas asociativas de los Movimientos
Sociales contemporáneos en oposición a los mecanismos biopolíticos de
producción neoliberal capitalista y los sistemas de explotación. Los Movimientos
103

Sociales Contemporáneos Latinoamericanos en el contexto de la Globalización


desarrollan un discurso social y cultural de carácter popular que reaviva “el capital
de la memoria histórica y la memoria social, a través de la emergencia del saber
acumulado de la sociedad” (Salazar, 2008, p. 5), “es la emancipación con
subjetividad y sin ciudadanía, cuya lucha no es política sino ante todo personal,
social y cultural” (De Soussa, 2001, p. 180), de sentidos y contrasentidos que
emergen, como alternativas de Vida, quienes retornan a las teorías y prácticas
heredadas de la tradición clásica que fundamentan la Democracia y el Estado
Social, en defensa de las Libertades Humanas, la Dignidad Humana, los Derechos
Fundamentales, los Principios de igualdad, equidad, justicia y respeto por la Vida
como valor máximo de la especie humana en general y del ser humano en
particular, y reavivan los saberes y discursos instituyentes de la cultura originaria,
traductores de la identidad cultural como signo y representación del pasado, del
presente y del porvenir, en contraposición con la Globalización de naturaleza
depredadora y desreguladora del Estado. Es el Ser Latinoamericano que se
revoluciona, constituyéndose como Sujeto Histórico (Foucault, 1982),
Colectividades con Poder Social e Inter-Cultural (Martínez, 2016), Multitudes
(Martínez, 2015), Nuevos Sujetos Sociales o Resistencias Anti-Sistema (Alonso
Sánchez, 2015), Sujetos Colectivos en tiempos extraordinarios (Gómez, 2014),
Sujeto Insumiso (Salazar, 2008), Comunidades o Unidades heterogéneas
Complejas (Najmanovich, 2005), Nuevos Movimientos Sociales-NMSs (De
Soussa, B., 2001) o Sujeto Inter-Cultural (Canclini, 2004), en síntesis, son los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en oposición de la
hegemonía del Mercado y de las Empresas Multinacionales y Corporaciones
Extranjeras, quienes representan a los agentes económicos del Capitalismo
Neoliberal acumulador y despojador. (Ver Cuadro N°: 6)
104

Fuente: Martínez H., 2016. Características teóricas de los Movimientos Sociales Latinoamericanos.

Nuevamente la obra de arte de Diego Velázquez “Las Meninas” del siglo XVII
analizada por Foucault (1968), permite reconocer los rasgos distintivos detrás del
cuadro sobre la herencia biopolítica del Liberalismo Clásico en el contexto de la
Modernidad Europea Westfaliana en contraste con (2) la crisis de los mecanismos
biopolíticos neoliberales en el contexto de la contemporaneidad Latinoamericana,
es decir, la crisis de los máximos organismo mundiales como el F.M.I., el B.M., la
O.M.C., y de la política neoliberal capitalista, dada la emergencia de los
Movimientos Sociales como signo y representación de las prácticas y acciones
sociales y culturales emancipadoras de los sujetos de cambio en el contexto de la
Globalización, quienes se solidarizan y se sensibilizan colectivamente como una
105

nueva fuerza social y cultural en representación de la multiplicidad de voces de la


Nación en defensa de los bienes comunes del gran territorio del Continente
Latinoamericano. Los Movimientos Sociales Latinoamericanos han emprendido
un proyecto transformador con “formas de acción instrumentales de antaño, cuyo
mejor ejemplo es la huelga, tienden a ser sustituidas por formas auto-afirmativas,
a través de las cuales los nuevos actores se hacen visibles y reafirman sus
rasgos y señas de identidad” (Zibechi, 2003, p. 187), en oposición a las
Instituciones Supra-Nacionales u Organismos Transnacionales quienes lideran el
proyecto expansionista del Consenso de Washington en Latinoamérica a favor de
los intereses económicos de las Empresas Multinacionales y Corporaciones
Extranjeras, explotadoras de la biodiversidad y de los recursos naturales
renovables y no renovables de esta zona del mundo, despojadoras de la riqueza
en flora y fauna propia de las comunidades históricamente establecidas en estos
territorios, desplazado a millones de personas de sus lugares de origen y
propagando la desigualdad, la inequidad y la injusticia social. Los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes se constituyen en “formas organizativas y
grupos sociales multidimensionales, que afianzan su hacer en la democracia
participativa, llevada a cabo por el campo social de la emancipación,” (De Soussa,
2006, p. 183), poniendo en crisis y en censura el proyecto de desarrollo y los
mecanismos biopolíticos de la globalización neoliberal capitalista que busca
desinstitucionalizar el Poder establecido y materializar un Poder multiforme, a
través de la “descolonización del saber y la reinvención del Poder” (De Soussa,
2010), a través del debate público, abierto y plural entre el Estado y la Nación, lo
que permite entre ver una revolución epistemológica, ontológica e ideológica, cuyo
desafío permita “expandir aquellas iniciativas de producción y reproducción
autogestionada de la vida cotidiana que han ido construyendo a lo largo de las dos
últimas décadas, como formas de resistencia y sobrevivencia (Zibechi, 2006, p.
228).

Así como la obra de arte de Diego Velázquez revolucionó su época y sirvió


de estandarte para los nuevos pintores y los nuevos artistas de los siguientes
siglos, siendo “una representación de la representación clásica y la definición del
106

espacio que ella abre” (Foucault, 1968, p. 25), en la que se destaca su equilibrada
composición, es decir, su orden, los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes son la expresión y la trasgresión al orden establecido en la
contemporaneidad, donde se reconfiguran (3) las revoluciones epistemológicas,
ideológico-políticas y ontológicas, teniendo en cuenta la emergencia de nuevos
sujetos de Poder-Saber que se revelan ante los Estados Nacionales y los Estados
Supra-Nacionales en el escenario de la Globalización. Es lo que Foucault (2004)
llama la semiótica de la revuelta, citando a Francis Bacon en el “Ensayo sobre la
Sedición” de la edición de 1979, consistente en “una inversión de valores o en
todo caso de apreciaciones, cuando el receptor de una orden en vez de aceptarla,
empieza a interpretarla, a insertar su propio discurso entre el mandato que recibe
y la obediencia que normalmente debería seguirlo” (p. 312), cosa que se reviste de
importancia, ya que emergen sujetos de Poder-Saber que adquieren la
connotación o representación social de Movimientos Sociales con pluralidad de
objetivos, esencialmente en oposición a lo modos de producción neoliberal, y con
instrumentos alternativos de comunicación de carácter global que le dan sentido a
su accionar en defensa de la Vida como principio máximo.

Es la revolución epistemológica de los sujetos, objetos y métodos que


constituyen el Sistema Social, debido a la emergencia del nuevo Poder-Saber de
los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en su praxis de cambio,
ya que “tenemos que librarnos de ese conservadurismo cultural, al igual que
debemos desasirnos de ese conservadurismo político” (Foucault, 1969, p. 39), es
innegable que la Sociedad y la Cultura conviven en medio de sociedades
políticamente democráticas pero socialmente fascistas, por tanto es imperativo
dice De Soussa (2015) “crear un nuevo sentido común” (p. 28), que supone una
“revuelta epistemológica desde el sur y es necesario que el sur se constituya como
sujeto epistemológico porque hasta ahora ha sido un proyecto de esa naturaleza”
(p. 29), que proceda a una “ampliación simbólica de los saberes, prácticas y
agentes sobre los cuales es posible actuar para maximizar la probabilidad de la
esperanza” (De Soussa, 2010, p. 26) que trata de recuperar la dignidad de los
grupos sociales dominados a través del tiempo en un territorio que era ajeno en la
107

Colonia y que a partir de prácticas de libertad se convierte en propio, entendiendo


que “el sur es nuestra casa” (De Soussa, 2011, p. 44). Desde los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes se ha emprendido una lucha
emancipadora que busca “que el reconocimiento preceda el conocimiento” (p. 36),
ya que Latinoamérica es signo y representación de multiculturalidad, por tanto del
Saber que subyace en ello y debe ser visibilizado, puesto que, realmente “quienes
han producido cambios progresistas, en los tiempos más recientes, han sido
precisamente grupos sociales totalmente invisibles para la teoría crítica
eurocéntrica, esto es, las mujeres, los indígenas, los campesinos, los gays y
lesbianas, los desempleados” (p. 15).

La revolución de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes


también es ideológica y política ya que impulsan el cambio social y cultural en sus
comunidades y en sus territorios, se convierten en defensoras de la Nación, “es
decir, son movimientos muy conscientes, pero no conscientes de una consciencia.
Son conscientes, son movimientos, de intentar reflexionar” (Castells, 2015, p. 69),
por tanto asumen un papel protagónico representativo no electoral de la masa del
pueblo, defensoras de los Derechos Humanos y las Libertades Humanas,
defensoras de la Pacha Mama o Madre Tierra en el contexto de la Globalización
Neoliberal Capitalista extractora de los Recursos Naturales, siendo las artificies de
los cambios estructurales, de las transformaciones y las rupturas generadas en las
últimas dos décadas, alcanzados al interior de los Estado Latinoamericanos en
defensa del Derecho de Autodeterminación y la Soberanía del Pueblo, en el
contexto del Estado Social de Derecho y la Democracia, desarrollando y
apalancando con mayor rapidez iniciativas populares de forma institucional,
gubernamental y jurídico-legal.

Para Foucault (1984), “las luchas antiautoritarias de los sujetos afirman el


derecho a ser diferentes y subrayan todo lo que hace a los individuos
verdaderamente individuos” (p. 6), es por ello que la revolución ontológica de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes se constituye en una
revolución del Sujeto Latinoamericano en medio de la crisis económica, política y
108

social de las biopolíticas de la Globalización Neoliberal Capitalista, lo cual requiere


del Poder interpretativo del sujeto sobre sus propias costumbres, formas de ser,
hacer, pensar y vivir, creencias, hábitos, identidad y raíces históricas, que
significan al sujeto en sí, desde su acervo cultural, inter-cultural e idiosincrasia, y
sus posibilidades de enseñarlas e intercambiarlas y así interpelar los sistemas
instituidos. Ese mismo Sujeto Latinoamericano que se revoluciona adquieren en la
contemporaneidad la connotación o representación social de Movimiento Social,
cuyo “indicador epistemológico es la Vida” (Foucault, 1999, p. 80), a fin de
garantizarla, defenderla y preservarla objetiva y subjetivamente contra todo Poder-
Saber o Saber-Poder que se imponga de forma autoritaria, a través de la
revolución cognitiva e interpretativa del sujeto colectivo quien interpreta su tiempo,
modo y lugar, constituyéndose como organización social, con cohesión social,
afianzada en colectivos libertarios y en poderes populares como signo y
representación del nuevo Poder Social e Inter-Cultural Latinoamericano que
emerge, en oposición al modelo de producción neoliberal global.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes se afianzan


epistemológica, ideológicamente y ontológicamente bajo la conciencia de
resignificar y redimensionar el Poder sobre esferas de acción comunes que se
transversalizan en toda América Latina, como los son la Dignidad Campesina, la
Dignidad Indígena, la Dignidad étnica, la Dignidad de Género, la Dignidad Obrera,
la Dignidad Magisterial y Estudiantil, y otras Dignidades, etc., siendo confluyentes
y correlativas por ser:

1. Activos: porque dinamizan, participan e interactúan inter-culturalmente


procesos de conjunto, de cambio y transformación de la Sociedad de
manera indefinida y permanente.
2. Alternativos: porque se constituyen en una nueva alternativa social e inter-
cultural frente al Poder político-económico del Estado, al Poder del
dominador, al Poder del subyugador o al Poder del opresor, a fin de
transformar las estructuras establecidas en estructuras societales donde el
valor preponderante es la Vida y la reproducción de la Vida.
109

3. Asociativos: porque se interrelacionan y se intercomunican entre sí a través


de la transversalización inter-cultural de voluntades.
4. Auto-críticos: porque reflexionan sobre su Saber, Hacer y Ser como
organizaciones en movimiento.
5. Autónomos: porque se constituyen en colectivos, autónomos, auto-
determinados, deliberativos e independientes del Poder constitucional e
institucional del Estado.
6. Colaborativos: porque la producción de sentidos y la interacción de los
sujetos, lenguajes y lugares permite la circulación, distribución y expansión
de las representaciones sociales e identidades compartidas.
7. Comunicativos: porque su acción es inter-cultural en red, a través de redes
de información y comunicación local, nacional e internacional, que se
intensifica poderosamente mediante las fuerzas sociales y culturales que lo
potencian la emergencia de sujetos, lugares y desarrollos discursivos.
8. Cooperativos: porque el trabajo es fundamentalmente grupal, colectivo,
asociativo, colaborativo, diverso, múltiple y plural.
9. Democráticos: porque la estructura es publica no privada, horizontal no
vertical, orgánica no inorgánica, multidimensional no unidimensional,
pluralista no singularista, heterogénea no homogénea, descentralizada no
centralizada y fuertemente abierta al cambio, permitiendo la circulación de
la información, la libre participación así como el derecho a la diversidad y la
pluralidad.
10. Emancipatorios: porque buscan el cambio y la transformación social,
política y económica de la Sociedad y el Sistema Social, a partir del
Patrimonio Inter-Cultural de los Diferentes.
11. Participativos: porque posibilitan el intercambio inter-cultural de ideas,
saberes, nuevas formas de pertenecer y adquirir derechos.
12. Populares: porque el pueblo, la masa, el obrero, el campesino, el indígena,
el maestro, el estudiante, la mujer, el hombre, el rico o el pobre constituye
su Ser quien ha tomado conciencia de su identidad múltiple y diversa, y su
papel histórico en Sociedad.
110

13. Solidarios: porque hay una asociatividad de voces múltiples


que son sensibles, afectivas y comprometidas con la causa colectiva,
dependiendo de las semejanzas que se consideran relevantes, semejanzas
que pueden ser de muy diverso tipo: religiosas, nacionales, culturales,
políticas, económicas, etc., bases de la praxis interpretativa del sujeto
Latinoamericano, quien reconoce los orígenes de su pasado, visibiliza las
apuestas presentes y potencializa la utopía para la resignificación del
Poder-Saber en defensa radical de la Dignidad Humana, la defensa
absoluta de la Vida y la reproducción de la Vida. (Ver Gráfica N°: 3)

Fuente: Martínez H., 2016. Esferas de acción de los MSLE


111

2.2.1. Alcance Práctico de los Movimientos Sociales Latinoamericanos


emergentes en la Era Biopolítica Global.

Somos mujeres y hombres: campesinas y campesinos, trabajadoras y trabajadores, profesionales,


estudiantes, desempleadas y desempleados, pueblos indígenas y negros, provenientes del Sur y
del Norte, comprometidos a luchar por los derechos de los pueblos, la libertad, la seguridad, el
empleo y la educación (...) El Foro Social Mundial de Porto Alegre es un camino hacia la soberanía
de los pueblos y un mundo justo.
Foro Social Mundial de Porto Alegre, 2001.
DECLARACIÓN FINAL.

Desde la Colonia hasta la Independencia de los pueblos Hispanoamericanos,


y de la Modernidad a la Contemporaneidad Latinoamericana la “dominación ha
sido una estructura general de poder” (Foucault, 1984, p. 21) y la “desobediencia
civil” según Chomsky, (Citado en Foucault, 1999, p. 85) y la “emancipación social”
(De Soussa, 2004, p. 178), han sido una constante dicotomía entre dominantes-
dominados, entre el Poder del Estado y la Resistencia de la Nación, quienes se
han mantenido en tensión política, económica y social, como un juego de
contrarios, sin embargo, la lógica epistemológica, ideológico-política y ontológica
de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes es mantener un
diálogo social, abierto y directo ante las Instituciones Estatales Nacionales y ante
las Instituciones Supra-Nacionales extranjeras, potenciando y direccionando la
“refletir criticamente as condições de opressão e as possibilidades de libertação
que temos hoje, a partir de uma perspectiva latino-americana” (De Menezes, 2014,
p. 12), “para tanto, faz-se necessário pensar como pensamos, de que ma-neira
estruturamos e construímos coletivamente estes procesos” (p. 13), ya que “la
emancipación por la que se lucha, tiene como objetivo transformar lo cotidiano de
las víctimas de la opresión aquí y ahora y no en un futuro lejano” (De Soussa,
2004, p. 178).

Desde esta perspectiva, los Movimientos Sociales emergentes en la Era


Biopolítica Global se constituyen en sujetos emancipadores con un proyecto
emancipatorio que disiente y al mismo tiempo reafirma, que se opone y concilia,
112

controvierte y acuerda, un sujeto que se visibiliza y se coloca en discusión con su


entorno socio-económico y socio-político impuesto, “a fin de re-construir y re-
pensar una nueva praxis (teoría-práctica) política que dialoga con la realidad y se
enriquece con la libertad pública de los sujetos que se enuncian” (Martínez, 2012,
p. 52), como Colectividades que afianzan su Poder-Saber Social e Inter-Cultural
de naturaleza potenciadora y transformadora. Es imperativo preguntarse desde los
Movimientos Sociales emergentes y desde las Organizaciones Sociales
Latinoamericanas cómo es posible lograr el cambio y la transformación social, de
manera que el alcance teórico corresponda con las expectativas prácticas de la
Sociedad, reflexionando creativamente “para ofrecer un diagnóstico crítico del
presente que, obviamente, tiene como su elemento constitutivo la posibilidad de
reconstruir, formular y legitimar alternativas para una sociedad más justa y libre”
(De Soussa, 2011, p. 15).

En la Era Biopolítica Global Latinoamericana se han visibilizado fenómenos


socio-económicos, socio-políticos y socio-culturales emergentes al interior del
Estado-Nación asociados a las continuidades, discontinuidades y rupturas
constitucionales que han permitido que prácticas socio-políticas y socio-culturales
de la Sociedad sean legitimadas gubernamentalmente siendo preponderante la
participación asociativa, autónoma, alternativa, activa, popular, comunicativa,
emancipatoria, auto-crítica, colaborativa, democrática, cooperativa y solidaria de
los Movimientos Sociales o Colectividades con Poder Social e Inter-Cultural,
quienes han dignificado el Poder de la esperanza, “porque esto –les recuerdo–
ocurre en un contexto básico: es la crisis de legitimidad política de las instituciones
democráticas creadas en los últimos 200 años” (Castells, 2015, p. 74), con la
contrapartida de las biopolíticas neoliberales capitalistas del Consenso de
Washington en América Latina que se imponen por las Instituciones Supra-
Nacionales con las cuales los Estados Nacionales Latinoamericanos tienen
vigente las relaciones multilaterales, sin embargo, “la crisis no es con la
democracia, es con los agentes de la democracia que se han ido desnaturalizando
en todo este periodo histórico” (p. 81), es la emergencia de “una enorme oleada de
cambio social sobre las ruinas de un sistema político que está absolutamente
113

deslegitimado en la mente de la gente (p. 82), lo cual ha llevado al compromiso


político y legislativo, principalmente, de los gobiernos progresistas, quienes
trabajan consecuentemente por la soberanía, independencia, autonomía y por los
procesos emancipatorios que se encuentran en marcha en la región para la
conjugación de líneas discursivas que busquen profundizar las revoluciones de la
Patria Grande, “a grandes rasgos, estos gobiernos son una consecuencia indirecta
de las luchas de los movimientos que han deslegitimado el modelo neoliberal,
abriendo grietas en las formas de dominación” (Zibechi, 2007, p. 251). (Ver
Cuadro N°: 7)

EMERGENCIAS CONSTITUCIONALES LATINOAMERICANAS EN EL CONTEXTO DE


LA GLOBALIZACIÓN
PRÁCTICAS SOCIO-
ESTADO-NACIÓN TRANSICIÓN POLÍTICAS, SOCIO-
CULTURALES
1. República de 1980 DEMOCRACIA Gobierno Progresista:
Chile Estado unitario, democrático y Michelle Bachelet Jeria,
presidencialista. primera mujer electa
Presidenta en 2006 y en
2010, siendo reelecta
posteriormente para un nuevo
mandato en el 2014.

2. República 1988 DEMOCRACIA Dos Gobiernos Progresistas:


Federativa del República federativa con un sistema Luiz Inácio Lula da Silva,
Brasil. presidencial. electo Presidente en 2002 y
reelegido en 2006.
Dilma Rousseff, primera
mujer elegida presidente en
2010.
La lengua portuguesa es el
idioma oficial.
3. República de 1991 DEMOCRACIA Movimiento estudiantil y
Colombia Estado unitario, social y de derecho. político de la Séptima
Papeleta que propuso la
convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente para
las elecciones de 1990, en el
marco de la violencia en
Colombia, las
desmovilizaciones de los
grupos guerrilleros M-19
(1990), EPL y Quintín Lame
(1991).
Diálogos de Paz con la
guerrilla de las FARC-EP en
2016, a través del
Referéndum de refrendación
donde el NO gana con un
abstencionismo del 73%.
El castellano es el idioma
114

oficial y las lenguas y


dialectos de los grupos
étnicos son también oficiales
en sus territorios.

4. República de 1992 DEMOCRACIA Declarado como un país


Paraguay Estado unitario, de derecho, multicultural y bilingüe, y
representativa, aconfesional y unitario, establece como idiomas
presidencialista. oficiales el español y guaraní,
hablado en el país por el 87
% de sus habitantes y su uso
oral y escrito está regulado
por la Academia de la Lengua
Guaraní.

5. República de Perú 1993 DEMOCRACIA Constitución aprobada


Estado de derecho, social, unitario, mediante el referéndum de
representativo y descentralizado. 1993. Se retiró la firma de
Fujimori de la Constitución.
La cultura peruana es diversa
y son idiomas oficiales el
castellano y, en las zonas
donde predominen, también
lo son el quechua, el aimara
y las demás lenguas
aborígenes.

6. República 1853 con reformas hasta 1994 En 1994 la reforma a la


Argentina DEMOCRACIA Constitución introdujo los
Representativa, republicana, federal y derechos de tercera y cuarta
sostiene el culto católico apostólico generación, normas para
romano. defensa de la democracia y la
constitucionalidad. Argentina
es el noveno país (entre más
de 150) con mayor riqueza y
biodiversidad natural.
Gobierno Progresista:
Cristina Fernández de
Kirchner, electa entre 2007 y
2015. La primera mujer
elegida por el voto popular.

7. Estado 2009 DEMOCRACIA Promulgada por el Presidente


Plurinacional y Estado unitario, social de derecho, Evo Morales, tras ser
Comunitario de plurinacional comunitario, libre, aprobada en referéndum
Bolivia independiente, soberano, intercultural, popular.
descentralizado. Son idiomas oficiales del
Estado el castellano y todos
los idiomas
de las naciones y pueblos
indígena originario
campesinos, que son el
aymara, araona, baure,
bésiro, canichana, cavineño,
cayubaba, hácobo, chimán,
ese ejja, guaraní, guarasu’we,
guarayu, itonama, leco,
machajuyai-kallawaya,
machineri, maropa, mojeño-
trinitario, mojeño-ignaciano,
moré, mosetén, movima,
pacawara, puquina, quechua,
115

sirionó, tacana, tapiete,


toromona, uru-chipaya,
weenha-yek, yaminawa, yuki,
yuracaré y zamuco.

8. República Constitución de la República Oriental del Gobierno Progresista:


Oriental del Uruguay de 1967 con las modificaciones José Mujica entre el 2010 y
Uruguay plebiscitadas de 1989, de 1994, de 1996 2015 con avances en el
y de 2004. DEMOCRACIA terreno de los derechos
Estado unitario, republicano, civiles y las libertades
presidencialista. individuales; despenalización
del aborto dentro de las
primeras doce semanas de
gestación así como el
Matrimonio entre personas
del mismo sexo, y la
legalización de la venta y
cultivo de marihuana.

9. República de 2007 DEMOCRACIA Revolución Ciudadana:


Ecuador Estado constitucional de derechos y de El 15 de abril de 2007 se
justicia, social, unitario, intercultural, eligió a la Asamblea
plurinacional y laico, descentralizado. Constituyente después de un
Referéndum aprobatorio, la
que redactó una nueva Carta
Magna, vigente desde
octubre de 2008.
Gobierno Progresista:
Rafael Correa, presidente
desde 2007 hasta el 2017
electo por tres veces
consecutivas.
El castellano, el kichwa y el
shuar son idiomas oficiales
de relación intercultural. Los
demás idiomas ancestrales
son de uso oficial para los
pueblos indígenas.

10. República 1999 DEMOCRACIA Es la Carta Magna vigente en


Bolivariana de Refundación de la República. Venezuela, mediante un
Venezuela Estado federal, social de derecho y de referéndum popular.
Justicia, multiétnica y pluricultural. Gobiernos Progresistas:
Hugo Chávez Frías electo
presidente desde 1999 hasta
el día de su fallecimiento en
2013.
Nicolás Maduro electo desde
el 2013 al 2019.
El idioma oficial es el
castellano y los idiomas
indígenas también son de uso
oficial para los pueblos
indígenas.

11. República del 1983 DEMOCRACIA Una guerra civil de 12 años


Salvador República pluralista, presidencialista. finalizó el 16 de enero de
1992, cuando el gobierno y la
guerrilla firmaron los
Acuerdos de Paz que dieron
lugar a reformas militares,
sociales y políticas.
116

El idioma oficial es el
castellano. Las lenguas
autóctonas que se hablan
en el territorio nacional
forman parte del patrimonio
cultural y serán objeto de
preservación, difusión y
respeto.

12. República de 1982 con reformas hasta el 2005. Hace parte de la República
Honduras DEMOCRACIA Federal de Centro América,
Republicana, democrática y junto al: Estado de Costa
representativa, parte integrante de la Rica, Estado de El Salvador,
gran nación centroamericana. Estado de Guatemala,
Estado de Honduras y el
Estado de Nicaragua.
En 1981 el General de
brigada Policarpo Paz García
decidió entregar el gobierno a
los civiles, cuando se redacta
una Nueva Constitución por
una Asamblea Nacional
Constituyente.
El idioma oficial único es el
español.

13. República de 1987 DEMOCRACIA Gobiernos Progresistas:


Nicaragua Junta de Gobierno para la Daniel Ortega, electo tres
Reconstrucción Nacional. República veces en 1985, 2007 y en
democrática, participativa y 2012.
representativa, unitaria, presidencialista, Violeta Chamorro, electa en
multiétnico. 1990 se convirtió en la
primera presidenta elegida
democráticamente en el
continente americano.
El español es el idioma
oficial y las lenguas de las
comunidades de la Costa
Atlántica de Nicaragua.

14. República 2010, con reforma en 2015. En 2015 se hicieron reformas


Dominicana DEMOCRACIA de tipo electoral.
Democracia representativa, unitaria, civil En la Constitución no se hace
y republicana. explícito el idioma oficial,
siendo co-territorial con Haití.
Epicentro del turismo
internacional.

15. República de 1972 con reformas hasta 1994. Epicentro del Comercio
Panamá DEMOCRACIA Mundial a través del Canal de
Unitario, republicano, democrático y Panamá.
representativo. El español es el idioma
oficial.

16. República de Haití 1987 DEMOCRACIA Es el país más pobre de toda


República cooperativista, social, semi- América.
presidencialista. Vivió el impacto de un
terremoto en el 2010 y el
impacto del Huracán Mathew
en el 2016.
La lengua oficial es el Creol
(Criollo) y el francés.
117

17. Estados Unidos 1917 con reformas de 2014 Es uno de países


Mexicanos DEMOCRACIA megadiversos del mundo.
República representativa, laica, federal. Es uno de los países con
mayor diversidad lingüística
en el mundo.

18. de Costa Rica 1949 con reformas hasta 2015. Ganó reconocimiento mundial
DEMOCRACIA por abolir el ejército el 1 de
Democracia representativa. diciembre de 1948.
En 2015, se declara al país
multiétnico y pluricultural.
El español es el idioma oficial
de la Nación. El Estado
velará por el mantenimiento y
cultivo de las lenguas
indígenas nacionales.

19. República de 1976 con las reformas de 2002. En un proceso plebiscitario


Cuba DEMOCRACIA popular sin precedentes
Estado socialista de trabajadores, ratificaron el contenido
independiente y soberano, organizado socialista de esta
con todos y para el bien de todos, como Constitución: La Revolución
república unitaria y democrática. Socialista y el carácter
irrevocable del socialismo y
del sistema político y social
revolucionario. Se aprobó la
Ley de Reforma
Constitucional el 26 de junio
del 2002.
El idioma oficial es el
español.

20. República de 1985 con reformas de 1993. La guerra civil comenzó en


Guatemala DEMOCRACIA 1960 y terminó en 1996.
Republicano, democrático y Los idiomas mayenses,
representativo. además del garífuna y el
xinca recibieron un
reconocimiento oficial tras los
acuerdos de Paz que
siguieron al conflicto armado
interno.

Fuente: Martínez H., 2016. Emergencias Constitucionales Latinoamericanas en el contexto de la Globalización.

El Poder de las Colectividades y de los Movimientos Sociales


Latinoamericanos es Social e Inter-Cultural, ya que reafirma la identidad de las
Naciones Latinoamericanas, las raíces culturales aplastadas durante siglos de
colonización, revalorizando el patrimonio cultural, natural y social de las
comunidades originarias que sobreviven a pesar del impacto de las biopolíticas
neoliberales capitalistas y del segregador impacto del Consenso de Washington
en la región. Hoy los Movimientos Sociales interactúan con los gobiernos “son
estas artes de gobernar, y en particular las destinadas a gobernar los movimientos
118

de los de abajo, las que les están permitiendo alargarle la vida a los Estados
nacionales decrépitos” (Zibechi, 2007, p. 254), atendiendo las necesidades y los
intereses de las fuerzas sociales y productivas que habían estado invisibilizadas y
discriminadas históricamente, siendo “el valor absoluto de la población (…)
realidad natural y viviente (Foucault, 2004, p. 406), ya que “con el paso del tiempo,
los movimientos descubren que los gobiernos que contribuyeron a instalar, tienen
una lógica diferente y se proponen fortalecer el aparato estatal, deslegitimado por
las políticas neoliberales” (Zibechi, 2007, p. 282).

Las emergencias constitucionales son el resultado de las luchas y las


confrontaciones históricas entre el Poder del Estado y la Resistencia de la Nación
Latinoamérica, visibilizadas en las recientes transiciones a la Democracia, como el
más ideal de los sistemas políticos que garantiza los Derechos Humanos y las
Libertades Humanas, recientes transiciones al reconocimiento de la Nación
Multiétnica y Pluricultural y recientes transiciones a la legitimación de la Nación en
su diversidad lingüística, visibilizándose al sujeto Latinoamericano autóctono,
originario, oriundo, nativo, patrio, nacido, nato, nacional o extranjero con todas sus
características, cualidades, identidades y verdades. Como menciona Foucault
(2004) “es el derecho absoluto a la sedición, a la ruptura de todos los lazos de
obediencia (…) es el surgimiento de algo, de la Sociedad misma” (p. 407) ya que
“se opongan al Estado la Sociedad Civil, la Población o la Nación, de todos modos
estos son los elementos que se ponen en juego dentro de la génesis del Estado y
el Estado Moderno” (p. 408), evidenciándose:

El Principio biopolítico de encierro de las Sociedades Disciplinarias es


trasgredido por la Cultura de la Apertura de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes, a través de sujetos, lugares y lenguajes públicos
donde la Sociedad se expresa, distantes del liderazgo delegativo y representativo
de los partidos políticos, de las iglesias o de los sindicatos, de manera que la
visibilización de los Movimientos Sociales es abierta y flexible, es activa, es
participativa, es alternativa, es inter-comunicativa gracias a la Internet, es decir
119

que se gesta en “el espacio de autonomía (…) donde libremente –sin reglas, ni
propósito ni control–los ciudadanos pueden deliberar” (Castells, 2015. p. 67).

El Principio biopolítico de individualización de las Sociedades Disciplinarias


es trasgredido por la Cultura de la Colectivización de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes, donde la Nación, la Población, la Sociedad Civil, el
Pueblo se asocia, se integra, se solidariza cooperativamente como reclamantes
auténticos de la Dignidad Humana, por tanto de la Vida y la reproducción de la
Vida, “ellos son procesos de abajo hacia arriba, donde los agentes que trabajan en
una escala (local) producen comportamientos y formas de más altas escalas”
(Escobar, 2005, p. 95).

El Principio biopolítico de funcionalidad de las Sociedades Disciplinarias es


trasgredido por el Principio de Alternatividad no solo de los Deberes sino de los
Derechos propios de toda Sociedad Democrática, escenario donde se valora al
sujeto en sus individualidades y potencialidades, como sujeto libre perteneciente a
una colectividad mayor que es la Sociedad Humana y la Cultura, siendo solidarios,
auto-críticos y autónomos, ya que la razón de ser de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes no solo es “retar la racionalidad de la globalización
neo-liberal en muchos planos, sino que también proponen nuevos horizontes de
significado” (Escobar, 2005, p. 97).

El Principio biopolítico de rango de las Sociedades Disciplinarias es


trasgredido por el Principio de Identidad(es) compartidas donde los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes luchan “por diferencia-en-igualdad e
igualdad en-diferencia es un rasgo de muchos movimientos contemporáneos, que
los distinguen de aquellos del reciente pasado” (Escobar, 2005, p. 97) sin lugar ni
clasificación, sin jerarquías del saber o de la capacidad de aprender, es la
ecología de los derechos, en síntesis, es la emergencia de un Poder Social e Inter-
Cultural que se devela donde los sujetos son protagonistas de la emancipación.

El binarismo biopolítico de Bueno-Malo, Verdadero-Falso, Positivo-Negativo,


Normal-Anormal Inclusión-Exclusión, Dentro-Fuera, Abierto-Cerrado, que fueron
120

institucionalizadas en la Edad Media y heredadas desde la Doctrina Cristiana


como lógica del Poder Pastoral para disciplinar, normalizar y controlar a la
población, son trasgredidos en la contemporaneidad por la Cultura de la
Diversidad, la Multiplicidad, la Pluralidad, la Heterogeneidad de los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes, ya que para gobernar hoy se necesita a
los movimientos, “dando lugar a una modificación de los modos, de las formas de
resistencia de la sociedad y de organización, modificando las estructuras de
representación, las estructuras del trabajo y las estructuras del poder” (Negri y
Hardt, 2008, p. 21).

La biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder heredadas de la


Modernidad del Estado Westfaliana que declaran a la Economía Política, llámese
Liberalismo, Neoliberalismo o Capitalismo Global, como la primera racionalización
del arte de gobernar a los individuos en conjunto, se trasgreden en la
contemporaneidad por la Cultura de la Producción Social e Inter-Cultural donde los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes se oponen radicalmente a la
lógica mercantil de explotación de las fuerzas productivas, de acumulación del
capital nacional y de monopolización de los bienes comunes del territorio, cuya
“construcción de lo común significa hoy recuperar todas las fuerzas de libertad y
de igualdad que existen en nuestra sociedad y que están ligadas, fíjense bien, a la
nueva forma que el trabajo asume” (Negri y Hardt, 2008, p. 20), de hecho,
“muchas organizaciones políticas (La O.E.A. Organización de Estados
Americanos) adolecen todavía de un análisis concreto de los modos de producción
en vigor en cada país de América Latina y de las combinaciones existentes entre
los diversos modos de producción” (Debray, 1965, p. 25), siendo la producción de
nuevas significaciones, de nuevas representaciones sociales, de nuevas lógicas
simbólicas y de nuevas formas de trabajo las bases para un perspectiva desde el
punto de vista de las emergencias.

La segunda razón del arte de gobernar es el Estado Mínimo en la Era


Biopolítica Global en la cual tanto los gobernantes como los gobernados se
someten al imperio de la ley y la igualdad jurídica impuestos en la arquitectura de
121

la República, ya que según Foucault (2004) “los seres vivos reunidos en grupo son
el objeto de su prescripción” (Citando a Platón en el Libro I de La República, p.
169), no obstante, en la contemporaneidad los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes se declaran libres, autónomos y capaces de auto-
determinarse de los condicionamientos que impone el Sistema Político
Democrático y el Sistema Económico Neoliberal Capitalista, ya que “recordemos
que cuando el movimiento de los movimientos se presenta, expresa
esencialmente una reivindicación democrática, una radicalización de la
democracia, teniendo en cuenta los límites conceptuales y prácticos que la
democracia presenta” (Negri y Hardt, 2007, p. 14), a través de la defensa radical
de la identidad y los valores inter-culturales como lugares comunes de la Nación,
por lo tanto, presuponer que el Estado deje de cumplir con sus funciones
eminentemente sociales, y en particular en cuanto a la promoción y protección de
los derechos humanos, puede constituir un terrible bumerán que a la larga afecte,
no solo al humanismo práctico, sino también los intereses individuales de cada
ciudadano, sea un empresario, un obrero, campesino, etc., (Guadarrama, 2016).

La tercera racionalización del arte neoliberal de gobernar u objeto de


dominio en la Era Biopolítica Global es el Trabajador o Sujeto Explotado, quien
reconoce al Estado como su ámbito legal, a través de un sistema de derecho
uniforme, sin embargo, se trasgreden las formas institucionales que denominaron
al Ciudadano como sujeto de derechos, ya que en la contemporaneidad los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes se declaran como
Colectividades con Poder Social e Inter-Cultural, como Sujetos Históricos, Sujetos
Colectivos, Sujetos insumisos, Multitudes, Sujetos Populares o Sujetos Anti-
Sistema, cuya lógica de Poder se sustenta en la Producción Social e Inter-Cultural
en busca de un Nuevo Orden Mundial Alternativo O Sistema Inter-Cultural
Emancipatorio, cuyo alcance teórico, práctico, objetivo y subjetivo, ético y estético
permita una Economía Alternativa y Solidaria, una Política Emancipatoria, una
Sociedad Inter-Cultural y Participativa que propenda por el respeto absoluto a
Dignidad Humana, por la defensa radical a la Vida y la reproducción de la Vida.
Afirma Guadarrama (2016) que el gran desafío teórico y práctico consiste en
122

considerar que si siempre ha sido así, tanto en el capitalismo, como en las


formaciones económicos sociales esclavistas y feudales, pues necesariamente
toda la vida tendrá que ser de igual modo, o pueden ensayarse otras alternativas,
independientemente de las denominaciones que se les atribuya que pretendan
lograr una forma distinta y superior de organización política y socioeconómica
existente.

2.2.2. Alcance Ético y Estético de los Movimientos Sociales


Latinoamericanos emergentes en la Era Biopolítica Global.

“En la calma de la noche estival, cuando la luz temblorosa de las estrellas atraviesa las
sombras pardas y la luna solitaria se halla en el horizonte, las naturalezas que posean
un sentimiento de lo sublime serán poco a poco arrastradas a sensaciones de amistad,
de desprecio del mundo y de eternidad”.
IMMANUEL KANT.

La ética o la actitud ética ha sido concebida como un problema humano y es


necesariamente un problema de las relaciones humanas, por tanto está imbricada
en las relaciones de Poder-Saber, relaciones que se encuentran en tensión
histórica entre unos y otros, quienes se identifican como opuestos en el juego
estratégico dominantes-dominados (Foucault, 2004), relación dicotómica entre el
Estado y la Nación, no obstante, “el único modo verdaderamente auténtico de
relacionarnos con los demás, de valorar y juzgar esas relaciones (…) es la
convivencia con el otro” (Maldonado, 1997, p. 9), lo que implica valorar lo que es,
hace, piensa, sabe e imagina el otro, sin discriminaciones ni exclusiones, sino
comprendiendo cuáles son las posibilidades de con-vivir con los otros diferentes,
ya que “la comprensión se encuentran al servicio de una tarea de mucha mayor
envergadura, importancia y urgencia: hacer posible la vida” (Maldonado, 2003, p.
45) y la reproducción de la Vida en todas sus formas. Según Foucault (1987)
cuando un pueblo colonizado intenta liberarse de su colonizador, estamos ante
una práctica de liberación en sentido estricto. Pero sabemos muy bien que,
123

también en este caso concreto, esta práctica de liberación no basta para definir las
prácticas de libertad que serán a continuación necesarias para que este pueblo,
esta sociedad y estos individuos, puedan definir formas válidas y aceptables de
existencia o formas válidas y aceptables en lo que se refiere a la sociedad política.
La libertad es la condición ontológica de la ética; pero la ética es la forma reflexiva
que adopta la libertad. Por eso el ethos implica también una relación para con los
otros, en la medida en que el cuidado de sí convierte a quien lo posee en alguien
capaz de ocupar en la ciudad, en la comunidad, o en las relaciones
interindividuales, el lugar que conviene.

La estética (la aisthesis) o sentido estético está relacionada inevitablemente


al quehacer humano y a la sensibilidad humana posibilitando la emergencia de
creaciones simbólicas, de generación de nuevos significados, de creación de
sentidos, que resultan del hacer creador, donde los sujetos se valoran así mismo y
valoran a los demás, posibilitando desde sus gustos y disgustos la comprensión y
aprehensión del mundo en su pluralidad y diversidad histórica, evocando al
sentimiento de amor, esperanza, luz, claridad, solidaridad, al trabajo material e
inmaterial, a los sueños y anhelos, a las prácticas de buen vivir, de compartir, de
vivir en común, a las canciones y melodías compuestas en el día a día, al arte, al
teatro, a la pintura, al grafiti, al arte callejero, a la música, a la danza, al folklore, a
las tantas y diversas maneras de ser, hacer, pensar, crear y re-crear social y
culturalmente, que hacen del hombre un hombre infinito, que no está preso, que
está libre de los contenidos positivos del lenguaje, del trabajo y de la vida, “de ahí
proviene que algunos sientan placer con lo que a otros produce asco; de ahí la
enamorada pasión, que es a menudo para los demás un enigma, y la viva
repugnancia sentida por éste hacia lo que para aquél deja por completo
indiferente” (Kant, 1764, p. 2).

En la contemporaneidad los Movimientos Sociales Latinoamericanos asumen


posturas verdaderamente éticas y estéticas desde las emergencias, es decir,
desde las nuevas subjetividades que permiten nuevas “formas de experimentar el
mundo y producir sentido, de interactuar y de convivir, una transformación
124

multidimensional en un permanente evolución” (Najmanovich, 2005a, p. 74), que


responde a los retos de la realidad desde la complejidad objetiva y subjetiva,
abordando el conjunto de los elementos constitutivos y constituyentes de la cultura
devenidos de las continuidades, discontinuidades y las rupturas provocadas en el
contexto actual; en definitiva, como lo plantea el filósofo argentino Arturo Andrés
Roig, “la moral de la emergencia que ha de ser reconstruida a partir de sus
variadas manifestaciones provenientes de diversos sectores oprimidos” (Citado
por Guadarrama, 2016, p. 48), en contraargumentación con el “proyecto vigente
de un sistema (…) de una cierta oligarquía cultural ilustrada que tiene un proyecto
al cual tiende todo su esfuerzo” (Dussel, 1977a, p. 222), es precisamente el
sistema biopolítico de explotación Global en su desarrollo Neoliberal Capitalista
instaurado en Latinoamérica durante décadas a través del Consenso de
Washington, “cuyo valor imperativo depende del grado de conciencia moral con el
cual la asumamos, aquella que nos exige considerarnos como fines y no
simplemente como medios (…) una categoría moral básica que expresa todo esto,
la de la "dignidad humana" (Roig, 2000, p. 13). Por supuesto esto tiene qué ver
con la condición especial de estos pueblos al haber sido sometidos a un proceso
de colonización y luego de tutela neocolonial, lo cual ha exigido de su
intelectualidad más avanzada utilizar los conceptos de Cultura, Identidad Cultural,
Autenticidad Cultural y Creación Cultural, como instrumento emancipador
(Guadarrama, 2016), por tal motivo, es necesario:

1. Resituar nuestra existencia como sujetos Latinoamericanos en su


exterioridad distinta, para poder pensar una ética real que dé a los
movimientos populares de liberación clara conciencia de la dignidad de su
gesto, de la dignidad de su lucha, de la eticidad de su proyecto
emancipador y liberador y de la moralidad de su praxis-servicial (Dussel,
1977a).
2. Retornar hacia el desarrollo de una cultura que favorezca la promoción de
los valores que han posibilitado dar pasos progresivos de significación
humanista práctica, para que estos se reproduzcan y cada vez se puedan
desarrollar formas de convivencia de los individuos de distintas etnias,
125

géneros, generaciones, creencias e ideologías más tolerantes, seguras,


agradables, bellas, en fin, humanas (Guadarrama, 2016).
3. Reconstruir la ética donde se valoren y se visibilicen las teorías y las
prácticas culturales de los sujetos que emergen, en el contexto en que
emergen y teniendo en cuenta los desarrollos discursivos que emergen, a
fin de comprender “quien es el otro, qué es el otro, cuáles son mis
posibilidades con respecto al otro y las suyas con respecto a mí y a
nosotros” (Maldonado, 1997, p. 8), en un contexto histórico determinado,
“lo cual revela que en las emergencias no hay posibilidades, sino, por
el contrario, las posibilidades se generan, (…) adicionalmente, se trata de
comprender que las posibilidades no las crea un agente, sino, más
adecuadamente, las posibilidades son el resultado de fuertes
interacciones no-lineales entre agentes diversos” (Maldonado, 2004, p.
20), lo cual inspira a la acción activa y participativa de los Movimientos
Sociales Latinoamericanos, quienes recrean y reinventan el imaginario
colectivo sobre nuevas de formas de vida, redimensionan el constructo
ético y estético que se devela heurísticamente.

Desde esta perspectiva, los Movimientos Sociales Latinoamericanos


emergentes han afianzado y potenciado la Cultura de lo público, la Cultura de la
colectivización, la Cultura de la defensa de los Derechos, la Cultura de las nuevas
representaciones sociales y los nuevos significados sobre un mundo común y la
Cultura de las identidades compartidas, ya que “el pueblo ha ido creando una
cultura como exterioridad del sistema imperante” (Dussel, 1977a, p. 218),
desarrollándose la Cultura de la Resistencia, la Cultura de la Auto-determinación,
la Cultura de la Soberanía individual y colectiva, la Cultura de la Movilización
social, la Cultura de la Desobediencia civil, la Cultura de la Lucha social, la Cultura
del Diálogo social, la Cultura de los Movimientos Sociales emergentes, es decir
que, “la cultura popular, lejos de ser una cultura menor, es el centro más
incontaminado e irradiativo de resistencia del oprimido contra el opresor” (p. 222),
son las voces de la Cultura Multiétnica y Pluricultural de las Naciones
Latinoamericanas quienes se enuncian, se expresan y se visibilizan socialmente
126

en razón de los valores, los principios, los saberes individuales y colectivos


vigentes en la memoria colectiva, redescubriendo el tejido de producción creativa,
reinventando las relaciones sociales, políticas, económicas y culturales, y
redimensionando el Poder en el espacio de la Vida, en defensa radical de la
Dignidad Humana, en defensa absoluta de la Vida y la reproducción de la Vida, en
oposición a la ética del Mercado y a los agentes que representan al Mercado, que
no es más que la ética de la explotación-acumulación-monopolización.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes, es decir, “los


movimientos de los «sin» –sin techo, sin tierra, sin trabajo, sin derechos…–, han
mostrado un vigor tal que se han colocado a menudo en el centro del escenario
político” (Zibechi, 2007, p. 67) realzando ética y estéticamente a la Nación, al
Pueblo, al Trabajador, al Campesino, al Indígena, al Maestro, al Estudiante, al
Homosexual, a la Mujer, etc., desde prácticas sociales y culturales cotidianas
referidas, por ejemplo, a la lucha de las comunidades negras del Pacífico
colombiano como muestra de la defensa a la Dignidad Étnica; el desafío de los
campamentos y asentamiento de los sin tierra en Brasil, los barrios populares en
Caracas y las regiones indígenas en Chiapas, Bolivia y Ecuador, las rondas
campesinas y el trabajo de la Confederación Campesina en Perú son prueba de
ello, más los levantamientos protagonizados por la CONAIE (Confederación de
Nacionalidades Indígenas) en Ecuador, por la Confederación Campesina boliviana
(CSUTCB) y de la labor sistemática de la Cumbre Agraria en Colombia en defensa
de la Dignidad Campesina; el movimiento #Yosoy132 de México, más el
movimiento estudiantil en Chile, quienes llevan años en las calles exigiendo
educación superior gratuita, el movimiento de la MANE (Mesa Amplia Nacional
Estudiantil) en Colombia en defensa de la Dignidad Estudiantil; el movimiento
histórico de la Internacional de la Educación y del Movimiento Pedagógico
Latinoamericano son prueba de la ferviente defensa a la Dignidad Magisterial; las
grandes movilizaciones Latinoamericanas por los derechos de las mujeres en
octubre de 2016 en contra del Feminicidio y la violencia machista, denominado
Paro Nacional de Mujeres #NiUnaMenos #NosQueremosVivas, más el movimiento
LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales) en Colombia,
127

el Movimiento o Colectivo de Identidad de Género y la Diversidad sexual en


México, el Colectivo Transgénero en defensa de la Dignidad de Género; el
movimiento social de mujeres, el movimiento indígena ecuatoriano y movimiento
en defensa de la naturaleza en Ecuador, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM)
quienes siguen resistiendo a las multinacionales forestales y a las hidroeléctricas,
y buscan mantener vivas sus tradiciones, más la FAPI (Federación por la
Autodeterminación de los Pueblos Indígenas) y la CSUTCB (Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) que luego derivó en el
MAS (Movimiento al Socialismo) son la expresión de la Dignidad Indígena; las
reclamaciones de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y la CGT (Central
General de Trabajadores), el PIT-CNT (Plenario Inter-sindical de Trabajadores y
Convención Nacional de Trabajadores) en Uruguay son organizaciones históricas
en defensa de la Dignidad Obrera.

En resumen, son Movimientos Sociales Latinoamericanos que emergen en


resistencia y en insumisión como Colectividades que ostentan el Poder Social e
Inter-Cultural, en defensa del Derecho de Autodeterminación y Soberanía de los
Pueblos, así como en renuncia a la lealtad hacia el Estado y como contrargumento
frente a las Instituciones Supra-Nacionales quienes lideran el fenómeno
globalizador neoliberal capitalista, sin embargo, “una de las cosas que aprendimos
con el Foro Social Mundial es la diversidad de los lenguajes, de los movimientos;
(…) movimientos que hablan de emancipación y otros que dicen “emancipación
no, liberación”; (…) y que hay que ver otras gramáticas de dignidad humana” (De
Soussa, 2015, p. 37), siendo todo ello “la emergencia de una enorme oleada de
cambio social” (Castells, 2015, p. 82), la emergencia de sujetos sociales que se
expresan en sus múltiples lenguajes exigiendo “Ya” por la Dignidad Humana, por
la Vida y la reproducción de la Vida, en oposición a las biopolíticas del Consenso
de Washington y a las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras
quienes se han expandido por todo el continente acaparando, sin excepción, todos
los sectores de la economía de los Estados Latinoamericanos, provocando
pobreza, desigualdad, injusticia social y la precarización del bienestar y el
desarrollo social, ya decía Kant (1764) que “lo que acrecienta lo malo de la
128

pobreza es el menosprecio, que ni aun con merecimientos puede ser borrado por
completo, al menos ante los ojos vulgares, a no ser que rango y título engañen
este sentimiento grosero y lo falseen ventajosamente para él en cierto modo” (p.
5). (Ver Gráfica N°: 4)

Fuente: Martínez, H. 2016. Movimiento de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes.

Por eso la defensa radical de la Dignidad Humana de los Movimientos


Sociales Latinoamericanos emergentes constituye una praxis interpretativa y
comprensiva que adquiere sentido ético y estético en la reclamación constante por
la Vida y la reproducción de la Vida en todas sus formas, “ahora bien, sin crítica y,
sobre todo, sin autocrítica, no hay posibilidad de cambio" (Dussel, 1977a, p. 225),
es por ello que el sujeto Latinoamericano se pregunta ontológicamente por su
condición individual y colectiva así como por su soberanía, independencia y
129

autonomía para ser, hacer, decir e imaginar, adquiriendo mayor conciencia y


sensibilidad de la eticidad de su proyecto emancipador y liberador. Roig (2000)
afirma que “los reclamos no sólo los derivan de la lucha ya secular de nuestros
pueblos por afianzar y consolidar su autonomía social, política y cultural, (…). A la
lucha por la dignidad como pueblos se ha sumado el más profundo y grave de la
sobrevivencia como humanidad” (p.14), siendo la reconstrucción ética y estética
de vivir juntos en comunidad una urgencia inaplazable, donde los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes tiene la posibilidad de reconstruir y
afianzar el tejido social, redimensionar el Poder en el espacio de la Vida,
cuestionar el statu quo del Estado y experimentar creativa e imaginativamente
múltiples formas de transgredirlo, ya que “toda época histórica ha tenido y tendrá
sus desafíos en cuanto al desarrollo humano, y por lo tanto al proceso de
dignificación de la condición humana a través entre otras vías por el
fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos”(Guadarrama, 2016, p.
328). Kant (1764) insiste que sobre lo ético y estético no hay reglas especulativas,
“sino la conciencia de un sentimiento que vive en todo pecho humano, y cuyo
dominio es mucho más amplio que el campo de la compasión y de la
complacencia” (p. 7), lo que inspira y reafirma la práctica social y cultural de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes que no están exentos de la
práctica política “como proceso de creación y de recreación de una nueva
Sociedad, (…) nuevas subjetividades e identidades con potencial innovador“
(Martínez, 2013, p. 40), como agenciadores de procesos de cambio quienes
abogan políticamente por la defensa radical de la Dignidad Humana, entendiendo
que la política “es la contemporización creativa y el juego serio del que depende la
civilización libre, el conflicto hecho debate, y nos pone una misión humana a
escala humana” (Crick, 2001, p. 157).

Sin embargo, Foucault (2004) insiste en que “el arte de gobernar va a


consistir en manipular, mantener, distribuir, restablecer relaciones de fuerza, y
hacerlo en un espacio de competencia, que implica un desarrollo competitivo” (p.
356), donde el Estado domina la política, desregula la economía, monopoliza el
usa de la fuerza e impone las leyes, en fin, una serie de funcionalidades y
130

positividades para el sostenimiento del Poder, por tanto, “la Nación ya no es, en
esencia, un interlocutor en unas relaciones bárbaras y belicosas de dominación
(2000, p. 204). La Nación es el escenario donde “se tolera el disenso y la
oposición de minorías reconocidas en su alteridad y dignidad” (Guadarrama, 2016,
p. 96), como una apuesta o “tema recurrente de nuestra cultura en el que se
intenta constantemente la reconstrucción de una ética y de una estética de uno
mismo” (Foucault, 1987, p. 88), produciéndose entonces la dialéctica de
orden/des-orden, linealidad/movimiento, cuantitativo/cualitativo,
unidimensional/multidimensional, instituido/instituyente, que evoluciona y que
permite el ajuste o sustitución de los sistemas imperantes por el degradado estado
de corrupción en el que se encuentra, donde la Nación se redimensiona y se
resignifica así misma a través de la lucha civil por un nuevo orden civil que
dignifica política y socio-culturalmente la condición de vivir juntos en comunidad,
“una expresión de en qué medida diversas formas de cultura de resistencia han
podido intentar poner freno a la penetración ideológica y cultural emanada de los
grandes poderes transnacionales de la contracultura del consumismo”
(Guadarrama, 2016, p. 107), siendo ello una apuesta por la conversión de los
valores impuestos en el sentido de redimensionar las estructuras de dominación
establecidas por el inaplazable camino hacia la emancipación política, económica
y socio-cultural. (Ver Cuadro N°: 8)
131

Fuente: Martínez H., 2016. Dialéctica Orden/Des-Orden, Linealidad/Movimiento, Cualitativo/Cuantitativo.

Lo que se pone en cuestión en la contemporaneidad es “al Estado y su


crecimiento indefinido, el Estado y su omnipresencia, el Estado y su desarrollo
burocrático, el Estado con los gérmenes de fascismo que conlleva” (Foucault,
2007, p. 218), ya que mientras las Instituciones Estatales Latinoamericanas
legislan políticas mínimas de regulación a los agentes de la economía, intensifican
políticas fiscales, aumentan los impuestos a los ciudadanos y disminuyen los
impuestos a las Empresas y Corporaciones Multinacionales, mientras el Estado
ratifica los T.L.C. (Tratados de Libre Comercio) con países industrializados,
132

entregan licencias de funcionamiento a los Inversores Extranjeros para proyectos


extractivos a mega escala, permiten la libertad de compra y venta de las
Empresas Públicas, adjudican la explotación de recursos naturales sin
restricciones jurídicas ni barreras arancelarias, mientras todo eso ocurre, los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes salen a las calles, se
movilizan, se organizan, provocan el dialogo social, sirven de mediadores entre el
gobierno y la sociedad, co-gobiernan políticamente y se manifiestan
propositivamente en defensa por la Dignidad Humana, es decir, por la defensa
absoluta de la Vida y la reproducción de la Vida, no obstante, “las organizaciones
o instituciones se juzgan y se valoran éticamente no a partir de sus intenciones
sino de sus expresiones” (Maldonado, 1997, p. 10), por eso “entre nosotros, hablar
no simplemente de valores, sino del valor absoluto de la vida, hablar y propugnar
activamente por la dignidad, cuestionar el estado de violencia que amenaza los
derechos humanos y abogar por la paz” (Maldonado, 1997, p. 15) son los
correlatos que trastocan el orden establecido y restablecen un Nuevo Orden
Alternativo o Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio en la voz múltiple de la
Nación y de aquellos “sectores sociales que han sido los verdaderos promotores
de tales logros, esto es, esclavos, siervos, campesinos, indígenas, criollos,
súbditos, artesanos, obreros, mujeres, etc.” (Guadarrama, 2016, p. 367), quienes
son la evidencia viviente de la esperanza, a través de prácticas de buen vivir, del
compartir, de vivir en común, del estar juntos en sociedad.

En conclusión, los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes han


demostrado que Otro Mundo es Posible, consigna grabada desde el Primer Foro
Social Mundial realizado en Porto Alegre Brasil en 2001, encuentro que definió la
carta de principios, las grandes orientaciones, los valores y las reglas básicas de
funcionamiento que han permitido sostener y expandir el proyecto bajo la consigna
Otro Mundo es Necesario, Juntos es Posible, evento cuyo proyecto común pasará
a la historia por celebrarse por primera vez en un país del Norte frente a un
sinnúmero de alternativas que florecen a nivel local en todo el mundo para
construir comunidades más cohesionadas y respetuosa del Ser Humano y los
límites del planeta, en oposición al proyecto neoliberal que impulsa el proceso de
133

globalización, comandado por las grandes Empresas Multinacionales y


Corporaciones Extranjeras y por los gobiernos e instituciones internacionales al
servicio de sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales, sin
embargo, “es sabido que la historia no se mueve por ideas, pero también sin ideas
no se construye ni remodela la historia” (Guadarrama, 2016, p. 442), por tanto, lo
que se consideraba una lucha idealista y romántica de los Movimientos Sociales,
en la actualidad es una lucha real por una Democracia real.

2.3. Del Estado-Nación Westfaliano a la resignificación del Poder-Saber


de los Movimientos Sociales Latinoamericanos y la emergencia de
la Nación-Estado en la Era Biopolítica Global.

¿Quién en la filigrana de la paz ha descubierto la guerra? ¿Quién en el clamor y la


confusión de la guerra, en el fango de las batallas ha buscado el principio de
inteligibilidad del orden, del Estado, de sus instituciones y de su historia?
MICHAEL FOUCAULT
“…Faltan actores con capacidad para intervenir…”
JÜRGEN HABERMAS

El Estado-Nación fundado como concepto político desde Westfalia en 1648


constituye el antecedente histórico universalizante para las Repúblicas del mundo
desde el siglo XVII hasta el XXI, determinando los significantes teóricos y prácticos
del nuevo modelo político a seguir, denotando las positividades y funcionalidades
jurídicas y legales de los sujetos actuantes en el marco de los principios que lo
fundaron ante la inminente crisis en el contexto contemporáneo:

(I) El Principio de Fuerza que reafirma la perpetuación del monopolio


del uso de las armas y de la violencia por parte del Estado está en
crisis, es el estado de guerra global “cuando la excepción se
convierte en regla y la guerra en condición permanente” (Negri y
Hardt, 2006, p. 33).
134

(II) El Principio de Equilibrio que refrenda los acuerdos pactados en la


Constitución Política o Carta Magna de los Estados está en crisis, es
la Constitución Imperial de las Instituciones Supranacionales como la
O.N.U., a través de la Carta Universal de los Derechos Humanos,
“una nueva noción del derecho, o más bien una nueva inscripción de
la autoridad y un nuevo diseño de la producción de normas e
instrumentos legales de coerción que garantizan los contratos y
resuelven los conflictos” (Negri y Hardt, 2006, p. 29).
(III) El Principio sobre la División de Poderes que legitima los nuevos
actores políticos, económicos y sociales en el escenario del Poder
está en crisis, a partir del Modelo de Autoridad Imperial, “parece ser
el desarrollo de una máquina que impone procedimientos de
acuerdos continuos que conducen a equilibrios sistemáticos, una
máquina que crea un continuo requerimiento de autoridad” (Negri y
Hardt, 2006, p. 34).
(IV) El Principio sobre la Soberanía Territorial y Derecho a lo No
injerencia y a la No intervención de los Estados que defiende la
autonomía territorial y el respeto a la No Injerencia de los Estados en
asuntos internos, está en crisis, es el llamado derecho de
intervención “el derecho o deber que tienen los sujetos dominantes
del orden mundial para intervenir en los territorios de otros sujetos
con la intención de prevenir o resolver problemas humanitarios,
garantizar acuerdos e imponer la paz” (Negri y Hardt, 2006, p. 37).
(V) El Principio sobre la Autodeterminación de los Pueblos, que
garantiza la soberanía, independencia, emancipación, libertad y
autonomía de la Nación en el devenir de su propia historia, sigue
vigente en la contemporaneidad como instrumento histórico de los
pueblos a perseguir su autorealización, a través de mecanismos
directos de participación ciudadana y formas de asociación y
colectivización donde la Sociedad tiene protagonismo ante la crisis
135

de legitimidad, representatividad e institucionalidad del Sistema


Internacional degradado hasta entonces.

En síntesis, el Tratado de Paz de Westfalia reafirma la idea ilustrada


moderna y contemporánea de que “gobiernos siempre habrá, el Estado siempre
existirá y no hay que esperar un momento de terminación” (Foucault, 2004, p.
406), sin embargo, la idea romántica de Nación, como eje histórico vinculante
adquiere importancia dado el alcance teórico y práctico, ético y estético, objetivo y
subjetivo a lo largo del tiempo, tal como lo plantea Federico Chabod (1987) al
expresar que “el predominio del sentimiento de Nación no es sino un aspecto
particular de un movimiento general, que reivindica los derechos de la fantasía y
del sentimiento” (p. 19) que salvaguarda y protege la libertad humana, la
individualidad humana, la singularidad de cada pueblo, representa y exalta
socialmente “al genio, al héroe y al hombre que rompe las cadenas de la vida
común y las normas tradicionales” (p. 20), poniendo en crisis la “noción de orden
internacional que propuso una y otra vez la modernidad europea, por lo menos a
partir de la paz de Westfalia” (Negri y Hardt, 2005, p. 24) y colocando a la Nación
en el lugar de honor, ya que la Nación es la existencia de todos antes que la
existencia del Estado con pleno derecho de realizarse y auto-determinarse como
idea política que corresponderá al porvenir.

Foucault, (2000) “advierte con claridad que el presente va a ser el momento


más pleno, el momento de la mayor intensidad, el momento solemne en que se
produce la entrada de lo universal en lo real” (p. 207), que es inminente, que ya
está presente en el presente, que va desde ese cuerpo de individuos, susceptibles
de construir un Estado hasta la existencia efectiva del Estado mismo y su
realización Estatal, que será cada día más fuerte cuanto más capacidades tenga
ante sí, será el paso decisivo de lo virtual a lo real, el paso de la totalidad nacional
a la universalidad del Estado, en la construcción de un discurso histórico en la que
la guerra de la dominación será reemplazada por la revolución que es de otro
carácter, no la revolución armada, sino la revolución civil. En este contexto, se
produce una transformación del concepto de Nación a partir de la idea de
136

inteligibilidad en la inversión del valor del presente en el discurso histórico y


político que significa “constituir por sí solo la Nación y encargarse del Estado
quiere decir atender las funciones de universalidad que, por eso mismo, hacen
desaparecer la dualidad antigua y todas las relaciones de dominación que habían
podido tener vigencia hasta entonces” (p. 215). En otras palabras, es lo que
Emmanuel Sieyes (1989) define como “El Tercer Estado”, que busca la revolución
histórica frente al gran interés nacional de resistir y subsistir ante el “todo”, que es
la gran masa ejecutoria del 90% de los trabajos y funciones que mantienen a la
sociedad, ante el “nada” en términos del desprecio, la injuria, las vejaciones y las
usurpaciones de la clase privilegiada para “llegar a ser algo” (la Nación), en
respuesta a que toda necesidad debe estar a cargo de todos, tal como lo aborda
Habermas (1999) quien explica que el Estado-Nación ha sido “superado” mas no
suprimido en todas sus formas y que debe haber un replanteamiento de las
nuevas formas de organización democrática para el presente y para el futuro, ya
que en la actualidad éstas pierden interés y protagonismo. No obstante, Uribe de
Hincapié (2001) asevera que en Colombia como en el resto de América Latina las
deslegitimidades del Estado-Nación no se refieren a las situaciones de crisis, en
coyunturas en donde se pierde la credibilidad en el orden de lo político, se pierde
el monopolio de las armas y se precipita la violencia en forma generalizada, por el
contrario, las deslegitimidades en esta parte del mundo están asociadas a los
fenómenos diacrónicos, a procesos de larga duración que están en la raíz misma
de nuestro devenir como pueblo y como Nación, en las dificultades para instaurar
un orden social que logre cohesionar las diversidades socio-culturales, las
fragmentaciones socio-económicas, las divergencias socio-políticas, o que si no lo
logra, al menos las reconozca para integrarlas en un modelo democrático
realmente participativo de esas múltiples diferencias, ya que como lo argumenta
Dussel (1977a) la Nación “es el proyecto concreto que prepara en la oscuridad un
pueblo que tiende siempre hacia su nuevo proyecto histórico de un nuevo sistema”
(p. 224).

En la contemporaneidad los Movimientos Sociales Latinoamericanos


emergentes adquieren importancia y relevancia social y cultural, ya que se
137

materializan como agentes de cambio de múltiples rostros, voces y colores, son la


respuesta a las urgencias y necesidades de la Nación y se convierten en los
instauradores del nuevo mapa político en la región, ya que ocupan “el centro del
escenario político en la década neoliberal de los noventa y hasta los primeros
años del nuevo siglo, a partir de su activa resistencia a las privatizaciones, a los
programas de ajuste estructural y el desmontaje de los Estados Nacionales”
(Zibechi, 2007, p. 293) así que “reconocer la primacía de la resistencia nos permite
contemplar esta historia desde abajo e iluminar las alternativas posibles hoy día”
(Negri y Hardt, 2006, p. 91), como posibilidad objetiva puesto que representan el
proyecto histórico de la Nación, y como posibilidad subjetiva puesto que son la
expresión de la diversidad de subjetividades que emergen “en respeto a las
tradiciones propias, celosa custodia de las particularidades de su carácter
nacional” (Chabod, 1987, p. 21), por eso se convierten en “la oportunidad histórica
de resistencia más eficaz para combatir una forma específica de poder” (Negri y
Hardt, 2006, p. 95) que ha inspirado todo ciclo de protestas y manifestaciones con
actitud ética y estética de producción social en oposición a los procesos de
Tecnificación del Trabajo, la División del Trabajo, la División Internacional del
Trabajo y los Sistemas de Explotación-Acumulación-Monopolización de las
Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras en la Era de la
Globalización Económica Neoliberal Capitalista, así como de las biopolíticas
macroeconómicas del Consenso y PosConsenso de Washington Continental e
Inter Continental en América Latina (Reforma política legal, Instituciones
reguladoras, Anticorrupción, Flexibilidad del mercado laboral, Acuerdo con la
Organización Mundial del Comercio, Códigos y estándares financieros, apertura
“prudente” de la cuenta capital, Regímenes de tipo de cambio no intermediados,
Redes de seguridad social, Reducción de la pobreza), y en oposición a las
tecnologías de Poder-Saber del denominado Nuevo Orden Mundial vigentes
política y económicamente pero deslegitimadas socialmente.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes son la Fuerza


Social e Inter-Cultural de las recientes trasformaciones, cambios y rupturas en las
relaciones de Poder-Saber entre la Nación y el Estado, a través de un proceso de
138

reconstrucción (A) epistemológico (del Saber), (B) ideológico (del Pensar) y (C)
ontológico (del Ser), lo que alude inevitablemente a la reconstrucción ética y
estética de los sujetos en su praxis de cambio, ya que posibilita el reordenamiento
y reposicionamiento de los sujetos con la firme insistencia de resignificar el
Sistema Social e Inter-Cultural de la Nación, ya que como lo expresa Guadarrama
(2016) “el choque transcultural iniciado en una mañana de octubre de 1492 aún no
ha terminado” (p. 371), así como no ha terminado el movimiento de los
Movimientos Sociales emergentes, quienes asumen una actitud moral e
intelectual, se empoderan institucional y políticamente, y se legitiman socialmente.

El proceso de reconstrucción (A) epistemológico (del Saber) en las relaciones


de Poder-Saber entre la Nación y el Estado permite comprender e interpretar la
nueva relación dialéctica y dialógica de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos frente al discurso instituyente/instituido, verdad
instituyente/instituido, saber instituyente/instituido, transformando las formas de
producción y reproducción del conocimiento, a través de la emergencia de nuevos
campos del saber heurísticamente imaginables, de conceptos, teorías, categorías,
nociones e ideas que toman fuerza y lugar en el proceso de dignificación
intelectual de las emergencias. De Soussa (2010) argumenta que “las luchas
sociales están orientadas a resemantizar viejos conceptos, y al mismo tiempo, a
introducir nuevos conceptos que no tienen antecedentes en la teoría crítica
Eurocéntrica” (p. 16), conceptos como Orden Mundial Alternativo, Dignidad
Humana, Vida, Libertades Humanas, Educación Pública, Salud Pública, Servicios
Públicos, Transporte Publico, Vivienda Digna, Trabajo Decente, Libertad, Igualdad,
Equidad, Justicia Social, Paz, Cooperación, Co-Participación, Heteronomía, Auto-
Gestión, Descentralización, Distribución de la Riqueza, Socialización de los Bienes
Comunes, Socialización del Conocimiento, Soberanía Popular, Soberanía
Territorial, Soberanía Alimentaria, Soberanía Educativa, Científica e Industrial,
Autodeterminación del Patrimonio Cultural, Social y Natural de la Nación, Diálogo
Social e Inter- Cultural, Seguridad Social, Seguridad Laboral, Seguridad
Alimentaria, Derechos y Libertades Sociales, Políticas, Culturales y Ambientales,
Emancipación Política, Económica y Socio-Cultural, se convierten en los desafíos
139

epistemológicos que integran lo tradicional, lo moderno y lo contemporáneo, así


como lo local, lo nacional y lo internacional, en un diálogo entrecruzado de
saberes y experiencias donde las ausencias y las emergencias, es decir, los
Movimientos Sociales Latinoamericanos se enuncian en diversidad de lenguas,
idiomas y dialectos, visibilizándose en “espacios de gobernanza y de acción
participativa que exigen un esfuerzo de sus capacidades y precisan de la
transferencia de herramientas y metodologías de diagnóstico, de planificación, de
acción y de seguimiento” (Morin, 2011, p. 194) que hacen posible lo imposible,
visible lo invisible y lo ideal en real. Las denominadas epistemologías del sur, que
aluden a la emergencia epistemológica de los pueblos Latinoamericanos permiten
comprender las nuevas denominaciones y caracterizaciones de los Movimientos
Sociales que han emergido en la contemporaneidad formulando un conjunto de
nuevos saberes, nociones y conceptos instituyentes en razón de las prácticas y
experiencias que enriquecen el movimiento de producción del conocimiento
teniendo en cuenta los sujetos de producción del nuevo conocimiento, los lugares
y contexto donde emerge el nuevo conocimiento y los lenguajes en que se
produce el nuevo conocimiento, como dice De Soussa (2011) “son el reclamo de
nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos,
científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de
conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han
sufrido” (p. 16).

También llamados Sujetos Históricos con actitud ética y estética, y vida


filosófica de cambio (Foucault, 1982), Colectividades con Poder Social e Inter-
Cultural, quienes hacen uso legítimo del Derecho de Autodeterminación y
Soberanía del Pueblo con fuerza social y cultural (Martínez, 2016), Multitudes o
Sujetos Políticos que emergen como respuesta a la saturación de los grandes
sistemas o sistemas establecidos como el Estado-Nación, emergiendo en medio
de la desinstitucionalización del Poder y la materialización de un Poder multiforme
como sujetos plurales y diversos que emergen en la vida política y publica como
generadores de procesos de cambio (Martínez, 2015), Nuevos Sujetos Sociales o
Resistencias Anti-Sistema con un discurso social y cultural de carácter popular
140

que reaviva el capital de la memoria histórica y la memoria social, a través de la


emergencia del saber acumulado de la sociedad cuyo proyecto de autonomía
alude por la destrucción del sistema capitalista (Alonso, 2015), Sujetos Colectivos
con formas de conciencia, identidad y subjetividad que emergen, organizados
como resultado de los procesos de estructuración de la acción y la organización
colectiva desafiante ante las relaciones con la política institucionalizada y el
Estado, bajo el principio de su relación con la vida material y con los antagonismos
que lo articulan, en tiempos extraordinarios (Gómez, 2014), Sujeto Insumiso o
Sujeto con vocación social y emancipadora con conciencia de libertad que no es
totalmente pacífica, cuya acción súbita y espontanea hace uso de la memoria
social, es decir, la emergencia del saber acumulado (Salazar, 2008), Nuevos
Movimientos Sociales-NMSs o Movimientos Populares como crítica a la regulación
social Capitalista, también denominados constelación político-cultural multi-
dimensionales, multi-sentidos, que luchan en contra de la hegemonía del Mercado
(De Soussa, 2001), Comunidades o Unidades heterogéneas o Comunidades o
Sistemas Complejos evolutivos que se caracteriza justamente por su
heterogeneidad, por su carácter híbrido, no-dual, paradójico (Najmanovich, 2005)
o Movimientos Sociales en la era del Internet que siempre nacen en Internet pero
que, a la vez que se constituyen en red de intercambio, debate, discusión de
movilización, al mismo tiempo se constituyen en red en el espacio urbano, en la
ciudad, constituyéndose en redes de personas sobre la base de redes sociales
preexistentes en la sociedad (Castells, 2015), como expresiones y comprensiones
heurísticamente auténticas de la diversidad de formas de ser, hacer, pensar, sentir
y producir más allá de la visión occidental eurocéntrica y anglosajona.

El proceso de reconstrucción (B) ideológico (del Pensar) en las relaciones de


Poder-Saber entre la Nación y el Estado permite comprender e interpretar las
posiciones políticas y filosóficas que asumen los sujetos en un momento histórico
determinado, es decir la postura crítica que asumen los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en relación dialéctica y dialógica con otros sujetos
con respecto a la visión de mundo que se quiere co-construir en el plano político,
económico y socio-cultural, resignificando el estado de cosas tales como
141

anarquismo/socialismo/comunismo/comunitarismo/conservadurismo/nacionalismo/
capitalismo/liberalismo/neoliberalismo, que permitan imaginar, innovar y
redimensionar la Democracia en el plano local/global, nacional/internacional, etc.,
en contra de toda visión totalitaria y reduccionista de la economía, del desarrollo y
de la historia y el uso de la violencia como medio de control social por parte del
Estado, propugnando por el respeto a los Derechos Societales, la práctica de la
Democracia real, participativa, por relaciones igualitarias, solidarías y pacificas
entre los pueblos, etnias, géneros y pueblos, y condenando todas las formas de
dominación y sometimiento ideológico-político de los Gobiernos Nacionales, de las
Instituciones Nacionales y Supra-Nacionales, de las Empresas Nacionales y
Multinacionales Extranjeras en el contexto de la Globalización.

Las posturas ideológico-políticas que asumen las Organizaciones Sociales


Locales, Comunitarias, Barriales, las Cooperativas, las Asociaciones de
Campesinos e Indígenas, y en general la Sociedad es de co-responsabilidad sobre
la pobreza, la inequidad, la injusticia social, la marginalización y segregación de
las etnias, la delincuencia común y organizada, la corrupción en el sector público y
el en sector privado, la explotación, sobreexplotación y destrucción del medio
ambiente, sobre todo porque “la dificultad es doble ya que, reside en imaginar una
sociedad poscapitalistas, después del colapso del “Socialismo real” y por otro
implica imaginar alternativas precapitalistas anteriores a la conquista y al
colonialismo” (De Soussa, 2010, p. 12), lo cual implica “una navegación
permanente, aleatoria como todo arte, bajo la doble protección antagonista de la
razón y de la pasión” (Morin, 2010, p. 249), ya que toda posición ideológica implica
una posición política y filosófica que exige de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos Indígenas, Campesinos, Estudiantiles, Magisteriales, Étnicos,
de Género, Obrera, etc., una posición crítica y la posibilidad de soñar e imaginar la
utopía de un mundo común donde prevalezca el sentido absoluto de la Vida y la
reproducción de la Vida en las más variadas formas creativas de ser y de estar-
juntos, siendo ello un largo proceso constituyente de abajo a arriba.
142

El proceso de reconstrucción (C) ontológico (del Ser) en las relaciones de


Poder-Saber entre la Nación y el Estado permite comprender, interpretar y
reconocer la soberanía del sujeto que emerge, es decir, la soberanía de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos que emergen en lo ético, moral e
intelectual, a partir de la nueva relación dialéctica y dialógica Plural/Singular o
como lo sugiere De Soussa (2010) “se trata de transformar objetos imposibles en
posibles, objetos ausentes en objetos presentes” (p. 22), se trata de visibilizar los
sujetos ausentes en sujetos presentes “no solo en el plano político, sino también, y
acaso más, en el plano moral, en las costumbres, en las creencias, en el modo de
pensar, en la propia individualidad espiritual y moral de la Nación” (Chabod, 1987,
p. 41) desde la praxis Inter-Cultural, Multi-Cultural y la expansión del saber,
pensar, hacer, sentir y producir de los sujetos en clave diversa, aspectos de
especial importancia en la teoría de la diversidad en el contexto de la
Globalización económica, política y socio-cultural contemporánea.

“En los últimos doscientos años progreso, revolución, modernización, (y)


desarrollo, crecimiento, globalización” (De Sousa, 2010, p. 22) se convirtieron en
los objetos/sujetos del proceso de expansión y de intensificación de las relaciones
sociales a escala planetaria bajo la lógica de la monocultura del saber, la
monocultura del tiempo lineal y la monocultura de la clasificación social, en
contraste con la emergencia de la Cultura del Movimiento, la Cultura de lo Público,
la Cultura de la Colectivización, la Cultura de la defensa de los Derechos, la
Cultura de las nuevas representaciones sociales y los nuevos significados sobre
un mundo común y la Cultura de las Identidades compartidas, la Cultura de la
Resistencia, la Cultura de la Autodeterminación, la Cultura de la Soberanía
individual y colectiva, la Cultura de la Movilización social, la Cultura de la
Desobediencia civil, la Cultura de la Lucha social, la Cultura del Diálogo social, es
decir, la Cultura de los Movimientos Sociales Latinoamericanos, quienes dignifican
moral, ética, estética e intelectualmente a la Sociedad, y no cabe duda que “todo
el mundo hoy puede actuar por el bien de la humanidad, contribuir a la toma de
conciencia de la comunidad de destino de todos los humanos e inscribirse en ella
como ciudadano de la Tierra-Patria” (Morin, 2010, p. 263), desde cualquier parte
143

del mundo y desde cualquier posición geográfica, desde cualquier punto cardinal,
desde cualquier lengua, idioma o dialecto, desde cualquier medio o mediación que
le permita declarar su voz en defensa de ese lugar común que es la Vida y la
reproducción de la Vida en todas sus formas.

En la contemporaneidad los Sujetos Plurales Latinoamericanos que


adquieren la connotación o representación social de Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergen y se expanden poderosamente a través de las
tecnologías de la Información y de la Comunicación, en redes de información y
comunicación global a través de la Internet, siendo éste un mecanismo biopolítico
de control o panóptico global, que al mismo tiempo funciona como plataforma de
democratización de la información y así mismo de intensificación de las relaciones
sociales solidarias, también, a escala planetaria, no solo porque es capaz de
almacenar, procesar y reproducir millones de datos en segundos, sino porque
amplía el espacio de producción inmaterial de los sujetos, es decir, “el trabajo que
crea bienes inmateriales como el conocimiento, la información, la comunicación,
una respuesta emocional (…) y todo tipo de trabajo afectivo” (Negri y Hardt, 2006,
p. 136), ya que “para pasar del grito individual al grito sentido colectivamente por
muchos individuos, hace falta un proceso que se llama “comunicación”. Y ese
proceso de comunicación es lo que conecta personas, y lo que conecta, a partir de
ahí, proyectos: proyectos de debate, de movilización, de deliberación” (Castells,
2015, p. 53) que trabajan solidaria y colaborativamente en redes locales
nacionales e internacionales, a través de grupos de Facebook, canales de
YouTube, cuentas en Twitter, Video chats en WhatsApp que masifican la
interacción y la circulación de la información, de manera pública, abierta,
alternativa y auto-organizada en clave diversa, donde lo argumentativo deja de ser
el recurso predominante en la constitución del sujeto, para dar cabida a elementos
subjetivos de creación e innovación. (Ver Gráfica N°: 5)
144

Fuente: Martínez H. 2016. Ejes Históricos: Estado-Nación, Nación-Estado.

Es por ello que la comprensión e interpretación teórica y práctica de la


Nación en relación dialéctica y dialógica con el Estado desde su constitución en
Westfalia hasta la Contemporaneidad Biopolítica Global permite resignificarlos
como ejes horizontales vinculantes donde “la Nación se convierte en el ideal por
realizarse en el futuro próximo” (Chabod, 1978, p. 85), ya que “es imposible olvidar
que hay infinidad de procesos históricos y situaciones de interacción cotidiana en
que marcar la diferencia es el gesto básico de dignidad y el primer recurso para
que la diferencia siga existiendo” (Canclini, 2004a, p. 121), a través de formas
alternativas, creativas e imaginativas de empoderamiento de las identidades
locales y nacionales en resistencia ante cualquier forma sistemática de control,
vigilancia, explotación, opresión, segregación, discriminación y de imposición de la
gubernamentalidad neoliberal, de los mecanismos biopolíticos de producción
neoliberal capitalista y de las técnicas de homogeneización de la Globalización
económica, política y socio-cultural que estandariza la cultura y las relaciones
sociales, a través de la ideología fundamentalista del Mercado propias de las
sociedades de consumo, que ignora las diferencias y la deshumaniza.
145

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos que emergen en el contexto de


la Globalización tienen el desafío de resignificar la relación dialéctica y dialógica
de Poder-Saber entre la Nación y el Estado en el terreno político (dominantes-
dominados, gobernantes-gobernados), en el económico (burguesía-proletariado,
productor-consumidor, empleador-empleado), en el social, en el cultural, en el
literario, en el artístico, en el musical, (política-mundo: República-Democracia;
economía-mundo: Capitalismo-Neoliberalismo; sociedad-mundo: Cultura
Transnacional de Consumo), etc., renombrando las categorías dicotómicas
históricas de dominación de un sujeto sobre otro y afianzando el sentido de los
Movimientos Sociales como colectividades que ostentan el Poder Social e Inter-
Cultural de la Nación: ello implica entender que la Nación antes que ser una
entidad política es el punto de encuentro y desencuentro de las sociedades
tradicionales, modernas y contemporáneas en su devenir histórico, en el que
confluyen diversidad de culturas, étnias, razas, idiomas, géneros, religiones,
ideologías, formas de Ser, Hacer, Pensar, Sentir y Producir, en ruptura a todo
sistema de opresión y dominación histórico, ya que en la actualidad se observa
“más mestizajes étnicos y sincretismos religiosos que en cualquier época, nuevas
formas de hibridación entre lo tradicional y lo moderno, lo culto y lo popular, (…)
volviéndonos a todos sujetos interculturales” (Canclini, 2004b, p. 162) que hacen
entrever un mundo constituido por sujetos, lugares y lenguajes inter-culturales en
permanente diálogo e interacción, “un tejido de relaciones y acciones, que nos dan
la posibilidad de lograr un eje de encuentro hacia el que todos nos dirigimos, (…)
en pos de un destino que se hace en común y a través de lo colectivo con otros”
(Gutiérrez, D. y Márquez, A. 2004, p. 19), pues se trata de re-pensar la realidad
existencial desde la alteridad originaria, desde la cual el otro se realiza y expresa,
y a quien mi conciencia debe concederle todos los derechos para hablar y actuar
en libertad (Márquez, 2006), rompiendo con el privilegio del saber, del
conocimiento, por ende de la verdad impuesta en el proceso de Colonización
Europea y Neocolonización moderna y contemporánea de los países con Poder
económico, político, industrial y militar, a fin de alcanzar la autonomía, la
independencia y la autonomía ética, estética e intelectual necesaria para la auto-
146

realización, auto-determinación y soberanía de los pueblos, que permita cambiar


las condiciones sociales, políticas y económicas que posibilitan la renovación del
status quo establecido, como derecho o principio objetivo para con-vivir en
sociedad.

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos Contemporáneos emergen en el


contexto de la Globalización en representación de la Nación como alternativas de
cambio social en la defensa de la Dignidad Humana, de los Derechos Humanos
Alternativos, de la Identidad Nacional de los Territorios indígenas y campesinos,
en defensa de la diversidad religiosa, sexual, racial, ideológica, política y de
género, por la conservación de todo el patrimonio ecológico, biodiverso, natural,
cultural e intelectual aún existente en el planeta y por el desdoblamiento de las
prácticas tecno-económicos de la Globalización económica, política y socio-
cultural que desvirtúan y minimizan al Estado, como carta de principios del nuevo
sujeto de Poder y Saber Inter-Cultural que emerge en un dialogo público, abierto,
plural y democrático en aptitud y actitud crítica ante los conflictos sociales y
violencias, a través de un proyecto alternativo emergente que dignifica, revaloriza
y fortalece a la Nación en defensa absoluta de la Vida y la reproducción creativa e
imaginativa de la Vida en todas sus formas, como posibilidad y oportunidad
histórica de re-pensar comprensivamente sistemas económicos, políticos y socio-
culturales alternativos que potencien aquellas experiencias de producción y
reproducción social de la subjetividad y de la vida cotidiana, todas las formas de
un saber posible y todos aquellos modos de ser del Sujeto que se constituye, así
como lo recalca Foucault (2009), ¿Acaso no es, precisamente (la revolución de las
ideas), un acontecimiento que trastoca y hace que lo que era grande se vuelva
pequeño y lo que era pequeño se vuelva grande, y suprime y devora las
estructuras más sólidas, al parecer, de la sociedad y los Estados?, es decir que se
asiste a un proceso cultural sin duda muy singular, que enseguida tomó conciencia
de sí mismo de cierta manera, al nombrarse y situarse con respecto a su pasado,
con respecto a su futuro, con respecto también a su presente dando cuenta de los
movimientos que ese proceso debe efectuar dentro de su propio presente es la
revolución como ruptura y conmoción en la historia, como fracaso, y como fracaso
147

casi necesario, pero al mismo tiempo con un valor, y un valor operativo en la


historia y el progreso de la especie humana. Es el Estado Mínimo frente a un
movimiento que se agiganta y se maximiza gracias a la dinámica potenciadora y
dinamizadora de los Sujetos Colectivos que adquieren la connotación o
representación social de Movimientos Sociales en su praxis de cambio, es decir, la
dinamización teórica y práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética de las fuerzas
sociales y productivas de la Nación, cuyo derecho a la subjetividad posibilita la
emergencia de experiencias alternativas de cambio en lo económico, lo político, lo
social y cultural, resignificando la genealogía de la Nación-Estado en
Latinoamérica en el contexto Biopolítico Global.

2.3.1. Praxis Interpretativa Uno: Economía Alternativa de la Nación-


Estado en Latinoamericana en la Era Biopolítica Global, desde la
perspectiva de los Movimientos Sociales emergentes.

“La subjetivación es una dimensión específica sin la cual no sería posible superar el
saber ni resistir al poder”.
GUILLES DELEUZE.
“La Economía Solidaria es una visión y una práctica que reivindica la economía en sus
diferentes facetas (producción, financiación, comercio y consumo) como medio –y no
como fin– al servicio del desarrollo personal y comunitario”.
ANDRÉS RUGGERI.

Se ha dicho que el padre de la Economía Política Moderna es Adam Smith,


quien en 1776 postuló la verdad histórica y científica sobre las riquezas de las
Naciones al afirmar que el Trabajo es la noción más importante del proceso
productivo y de la dinamización de la economía ya que aporta ampliamente en la
riqueza de las Naciones, como dice Foucault (1968) citando a Smith, “El trabajo
anual de cada nación es el fondo que en principio la provee de todas las cosas
necesarias y convenientes para la vida, y que anualmente consume el país” (p.
217), aludiendo a que esa misma noción tiene un valor de uso y un valor de
148

cambio basados en las necesidades de los hombres y en la cantidad de trabajo


aplicado en toda clase de bienes, respectivamente, lo que indica que el Trabajo
adquiere la connotación de Mercancía por los variados usos y los variados valores
de cambio que adquiere, “pero, a decir verdad, lo que ha cambiado no es el
trabajo en sí mismo, es la relación del trabajo con la producción de que es
susceptible” (p. 219).

Rosa Luxemburgo (1974) explica que la geneología de la Economía Política


se remonta a los debates instaurados en el siglo XVIII en la Escuela Histórica,
donde se produjeron libros como, Los fundamentos de la economía política,
Manual y libro de lectura para empresas y estudiantes, de Wilhelm Roscher, quien
afirma que la economía política es la ciencia que estudia la vida económica, así
mismo, el Diccionario manual de ciencias políticas donde Schmooller publica un
artículo sobre economía, sustentándola como la ciencia que describe, define y
dilucida las causas de los fenómenos económicos, y los aprehende en sus
interrelaciones, o la definición que expresa el Francés Adolphe Blanqui en el
capítulo denominado Historia del desarrollo económico, que recalca que la
economía es más antigua de lo que generalmente se cree, los griegos y los
romanos ya la poseía, por ejemplo el alemán Eugen Dühring considera que la
economía surgió en mediados del siglo XVIII, o como lo plantea Karl Marx en el
Capital, crítica de la economía política, considerando que ésta ya está terminada y
solo resta criticarla. Por su parte Foucault (2007) insiste en que la Economía
Política alude a todo método de gobierno en condiciones de asegurar la
prosperidad de una Nación, o como la define Rousseau en el artículo Economie
politique publicado en la Encyclopedié (Citado por Foucault, 2007) diciendo que es
una suerte de reflexión general sobre la organización, distribución y limitación de
los poderes de una sociedad.

Según Luxemburgo (1974) “hoy, bajo la dominación del capital, el punto


sensible del sistema social no reside en la creencia en la misión de la tierra en el
espacio celeste, sino en la creencia en la misión del estado burgués sobre la
tierra, (…) es una mistificación científica que corresponde a los intereses de la
149

burguesía” (Capítulo II, p. 27); aludiendo al fin de las fuerzas anárquicas del
capitalismo y la emergencia del orden económico planificado y organizado dirigido
por todas las fuerzas laborales de la humanidad, ya que el capitalismo no es
eterno, es una fase transitoria, un peldaño más en las escala interminable del
progreso social, el fin de la santidad por la propiedad privada, en contraste con las
variadas comunas campesinas grandes y pequeñas que ocupaban sus tierras
hacía milenios sin dueños o agrupamientos de familias de sociedades primitivas
que dan cuenta de un tipo de desarrollo económico con un alto sentido de
independencia y dignidad personal, donde reina la perfecta igualdad, la vida en
grupo, la vida económica comunitaria y la organización social de los medios y los
bienes comunitarios que todos reconocen de los indios, ya que la mera
persecución de la riqueza no es el destino final de la humanidad; no es otra cosa
que el comunismo agrario en relación con el suelo, es decir la propiedad común
del principal medio de producción, tal como se evidenciaba en el antiguo Imperio
Inca en Sudamérica que abarca las Repúblicas de Perú, Bolivia y Chile, con
especiales territorios comunales o marcapacha y junto a ellos los campos de
pobres, cuyas aldeas distribuían las cosechas entre ancianos, viudas y
necesitados; Cuzco, su capital no era otra cosa que la docena y media de
viviendas masivas cada una de las cuales servía de alojamiento a todo un clan
con un centenario común en su interior, alrededor de las casas de los clanes se
extendían los terrenos de marca incaicos, con bosques y pastizales indivisos y
campos de cultivos parcelados que igualmente eran trabajados comunitariamente,
su igualdad y solidaridad surgía de las tradiciones de los vínculos sanguíneos
comunes y de la propiedad común de los medios de producción y la férrea
necesidad del desarrollo primitivo de la cultura humana, trasgredidas en la
Colonización Europea y en el llamado descubrimiento del Nuevo Mundo,
exterminando a más de 15 millones de indios en pocos años, robando tierras,
obligando a indios y negros a trabajos forzosos y desmoronando la agricultura
comunitaria de marca, siendo la violencia la característica más notoria de la
evolución económica.
150

En la contemporaneidad la Economía Política es global y no ha dejado de ser


el Saber-Poder biopolítico de los gobiernos Supra-Nacionales de todos los
procesos que giran en torno a la población, siendo el Sistema Económico
Neoliberal Capitalista, la racionalización de tipo económico actual del arte de
gobernar, acompañado por el Sistema Político Democrático, la racionalización de
tipo político actual del arte de gobernar, más el Sistema de Explotación-
Acumulación-Monopolización de la propiedad privada que impulsa a la Sociedad y
la Cultura a la valorización del Capital y la obtención exacerbada del mismo,
siendo ello otra racionalización actual del arte de gobernar de las Empresas
Multinacionales, Transnacionales o Corporaciones Extranjeras, mercantilizando
todos los bienes comunes incluyendo la Vida, tal como lo reseña Luxemburgo
(1974) al decir que “en las sociedades actuales no encontramos ninguna: ni
dominación, ni ley, ni democracia, ni huellas de plan y organización: solo anarquía”
(Capítulo 4, p. 108), donde el Trabajo no puede interrumpirse ni un solo instante,
ahora el hombre tiene que producir para vivir, productos que no necesita él sino
los demás, productos que se vuelven mercancías a través del intercambio y cada
uno es su propio, libre y limitado amo en un mercado en una sociedad de
consumo de demandas ilimitadas donde prevalece el dinero. (Ver Gráfica N°: 6)
151

Fuente: Martínez H. 2016. Sistema Económico Neoliberal-Capitalista Flexible.

En las actuales condiciones económicas, políticas y sociales del mundo


contemporáneo y de aceleración del Sistema Económico Neoliberal Capitalista el
Trabajo no es una condición absoluta y fija que el sujeto llamado Obrero,
Asalariado o Trabajador no puede controlar ni definir, de hecho no puede elegir ni
decidir, “se considera que el poder de negociación entre el trabajador individual y
las empresas es desigual (entre otros, por asimetría de información y las
urgencias de trabajadores sin ahorros o ingresos alternativos)” (CEPAL, 2006), ya
que se supedita a las condiciones, necesidades y deseos de otro sujeto llamado
Burgués-Inversor, Empresario-Inversor o Capitalista-Inversor quien dispone de los
medios necesarios -el Capital- para producir un bien distribuible y consumible en el
Mercado, que pasa de ser nacional a internacional y de internacional a global.
Surge por ende la noción de (1) División Social del Trabajo definida por Adam
Smith (Citado por Foucault, 1968, p. 220) como “la partición del trabajo productivo
e improductivo” que coadyuva en la productividad nacional, y denominada en la
Modernidad como (2) División Internacional del Trabajo, definida según la
152

O.C.D.E. (2009), como el proceso de producción mundial entre países y regiones,


mediante la especialización por unidades en la elaboración de determinados
bienes, basado en lo que Foucault (1968) designa como el Régimen de
Producción, donde el Empresario-Obrero-Consumidor participan de las nuevas
relaciones económicas tríadicas a escala mundial “que hacen posible que haya
tantos bienes consumibles resultantes de la partición del trabajo y de las unidades
de trabajo en una misma jornada que hacen posible mayor productividad” (p. 221),
lo que representa eficiencia de las unidades de trabajo, eficacia del sistema de
productividad internacional de los Estados cooperantes y mayores ganancias para
los inversores extranjeros y menor salario para los trabajadores, es decir menor
poder adquisitivo lo que representa menores posibilidades de consumo basado en
el ahorro y mayores posibilidades de consumo en una sociedad de consumo
basada en el endeudamiento, tanto en el plano micro y macro del nivel nacional
como mundial.

En la Contemporaneidad se institucionalizó la biopolítica macroeconómica


del PosConsenso de Washington en América Latina en el marco del Sistema
Económico Neoliberal Capitalista denominada (3) Flexibilización Laboral o
Desregulación del Mercado de Trabajo, una re-semantización de la denominada
División del Trabajo y de la División Internacional del Trabajo, ahora, a escala
global, que no solo necesita trabajadores en las fábricas y en las industrias,
denominados por Foucault (1975) como lugares de encierro, sino que necesita
más trabajadores de manera virtual, en lugares abiertos y flexibles, con menos
salarios y con amplias y extensas jornadas de labores, en el nuevo esquema o
régimen biopolítico de producción que divide social y laboralmente a los
Trabajadores, ello hace referencia a “regulaciones que toman en cuenta que la
compra-venta de la fuerza de trabajo y sus condiciones se definen para un período
específico, y no se trata de un cambio de propiedad ni total ni permanente”
(Weller, 2007, p. 9), consistente en la fijación de un modelo regulador de los
derechos laborales que elimina trabas y regulaciones para contratar y despedir
empleados por parte de las empresas y organizaciones privadas, como su nombre
lo indica, de forma flexible, en términos de:
153

a. Contratación: (Definido, tres meses, seis meses, un año, O.P.S.-Orden de


Prestación de Servicios, Temporales, por Bolsa de Empleo o Flexible)
b. Salarios: (Mínimo, Integral o Flexible)
c. Horarios de Trabajo: (Diurno, Nocturno, 24/7, Fines de Semana, Out
Sourcing o Flexible)

Es el Sistema de Flexibilización Laboral o Desregulación del Mercado de


Trabajo que flexibiliza las condiciones contractuales, salariales y laborales según
las nuevas requisiciones del Mercado, son los nuevos mecanismos biopolíticos de
producción neoliberal, biopoderes o tecnologías del Poder de acuerdo a la
extensión y exigencias del Mercado global del Sistema Económico Neoliberal
Capitalista Flexible del siglo XXI, estrategias necesarias para el crecimiento
económico, productividad, eficacia y eficiencia de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras a fin de alcanzar la acumulación del capital esperado y
la monopolización de sector en progreso, supeditando al trabajador a sistemas de
empleos rotativos de empleado-desempleado y de desempleado-empleado, en
lapsos de tiempo determinados, donde otros tomarán ese lugar durante el mismo
ciclo o periodo, provocando la precarización de las condiciones de trabajo, la
inseguridad laboral y el detrimento de las condiciones de vida y subsistencia. En
definitiva, el mercado (laboral) sólo consigue mantener un funcionamiento como
esfera pública (de la cual es, en realidad, una parodia) en la medida en que el
bloque del poder (el biopoder) es capaz de contener el movimiento centrífugo de la
relación salarial, garantizando la continuidad de las instituciones de la era salarial;
la primera de ellas, el hecho de continuar vinculando la distribución de la renta —
así como la Seguridad Social— al hecho de tener un empleo; la segunda, el
mantenimiento y ampliación del derecho de propiedad intelectual (Cocco, 2012);
sin embargo, se argumenta que en el contexto de mercados laborales inestables y
con elevados niveles de rotación se requieren complementariamente sistemas de
protección social que atenúan el impacto negativo del shocks económico en los
trabajadores y sus familias, tal como lo enfatiza Weller (2007):
154

En cuanto a los derechos individuales, con las


regulaciones legales se intervienen en este mercado
respecto a la cantidad, o sea, el tiempo de trabajo
(jornada laboral, vacaciones, días feriados, horas extra)
y respecto al precio (salario mínimo, pago de horas
extra, bonificaciones, etc.). También se estipulan
regulaciones sobre el inicio y fin de la relación
contractual (período de prueba, pago de
indemnizaciones, período de preaviso, condiciones
diferenciadas según motivo de despido, etc.), sobre la
protección de la fuerza de trabajo con el fin de evitar su
deterioro (regulaciones respecto a la salud e higiene en
el trabajo, licencias de maternidad y enfermedad,
horario nocturno), así como el fomento de la inserción
laboral de grupos específicos (mujeres, jóvenes,
discapacitados, minorías étnicas), por medio de
incentivos especiales y reglas de no discriminación. Los
derechos colectivos se refieren al derecho a la
sindicalización, la negociación colectiva y la huelga.
Además, de parte del sector público se han creado
instituciones para contrarrestar fallas en el
funcionamiento del mercado de trabajo, por ejemplo en
las áreas de la formación profesional, la intermediación
laboral y el seguro de desempleo. (p. 10)

En la llamada Industrialización 4.0 o Cuarta Revolución Industrial se prioriza


quien o quienes tiene tanto el Capital Económico como Capital Intelectual
Acumulado, ya que corresponde a las nuevas maneras de organizar los medios de
producción poniendo en marcha un número de empresas inteligentes capaces de
adaptarse a las nuevas exigencias del Mercado y sus procesos de producción,
apostándole a la flexibilidad de las empresas y la personalización de la producción
a gran escala con productos personalizados, sin stocks voluminosos, lo que
155

implica multiplicidad de máquinas, dispositivos, logísticas, redes de información y


de telecomunicaciones al servicio del Comercio Internacional en todos los
sectores, lo que llevará a la automatización y digitalización de las Empresas
recurriendo a la Internet y a los Sistemas Ciber-Físicos o redes virtuales capaces
de controlar objetos físicos, siendo ello la nueva lógica industrial mercantil que
transforma nuevamente a los trabajadores que participan y el haz de relaciones de
Poder-Saber entre el Empleado y el Empleador a escala global desde la
producción material e inmaterial, donde:

(1) La venta de la Fuerza de Trabajo o Fuerza Productiva del Empleado se


coloca al servicio del Empleador-Inversor desde la perspectiva biopolítica de la
Flexibilización Laboral y la Flexibilización Industrial de producción de bienes
materiales e inmateriales que provoca dos líneas de transformación, “una es la
fragmentación del estatuto del empleo, en función de su expansión social más allá
del ámbito de la fábrica, y del marco jurídico contractual de la propia relación
salarial, la otra se refiere al hecho de que el trabajo se vuelve inmaterial,
comunicativo, afectivo” (Cocco, 2012, p. 165).

(2) La Acumulación del Capital Económico, Industrial e Intelectual se expresa


en términos cuantitativos a favor del Empleador-Inversor, “esto tiene que ver con
un capitalismo que ya no es productivo: Ahora, con el dominio del capital
financiero, (las acumulaciones) sólo son transferencias de patrimonio, y no, stricto
sensu, “acumulación” (Cocco, 2012, p. 150), ello se refiere a la nueva lógica de
acumulación de bienes materiales e inmateriales dentro de la plataforma
tecnológica de captación del capital financiero mundial que determina las nuevas
relaciones de Poder de compra y venta.

(3) La Monopolización se desarrolla en sectores de la economía altamente


tecnificados, industrializados, digitalizados y/o biotecnológicos, teniendo la
posesión exclusiva de la fabricación y comercialización de bienes tangibles e
intangibles que alcanzan valores económicos y sociales incalculables, tal como lo
expresa Cocco (2012) quien toma el ejemplo de italiano, profesor de economía del
conocimiento en la Universidad Internacional de Venecia Enzo Rullani para
156

ejemplificar, de manera contundente, la mutación de la composición de valor de


los bienes de consumo, cualquiera que sea el caso, para decir que si una montura
de gafas cuesta cien euros al consumidor final, su contenido material equivale,
como máximo, a ocho euros (el valor pagado a la fábrica del productor
manufacturero), pero no se trata sólo de eso. Si el productor material fuese chino,
el peso relativo del contenido tangible podría caer hasta los 3,50 euros (sólo el 3,5
% del valor total), en sentido contrario, si la montura consigue vincularse a una
marca, su valor final puede multiplicarse por dos, dando lugar a una plusvalía
inconmensurable, por lo tanto, estamos en el ámbito de la desmesura, en el
ámbito del descontrol en el control, en el escenario de los excesos donde el
Empleado recibe menos por lo que produce y el Empleador recibe más por lo que
no produce en medio de la relación dual de tangibles e intangibles,
intensificándose:

(1) La Competencia Pura, ya que dispone de las Empresas Multinacionales,


Transnacionales y Corporaciones Extranjeras, del Mercado global y del dispositivo
económico del Laissez-faire como instrumentos ideológico de regulación global, ya
que “el mercado que el neoliberalismo pretende poner en marcha es el dispositivo
de modulación infinita de los estatutos de un trabajo que, para ser controlado,
precisa ser continuamente fragmentado” (Cocco, 2012, p. 161).

(2) La Intervención del Estado, ya que dispone del apoyo gubernativo y


legislativo para reformar el marco jurídico nacional sobre la base del marco jurídico
internacional en detrimento de su propio estatus de Estado-Nacional.

(3) La Política Social y la Distribución Equitativa de los Bienes Consumibles,


ya que dispone de programas sociales que aluden al mínimo vital, “esa nueva
forma de esclavitud (que) pretende gobernar lo que se constituye como actividad
libre y creativa de singularidades que se vuelven productivas independientemente
de la relación con el capital” (Cocco, 2012, p. 162).

En este orden de ideas las Sociedades actuales son definidas Sociedades de


Control que según Deleuze (1990) representan el tránsito de lo disciplinario a lo
157

flexible, “es la crisis de los espacios de encierro, (entre ellas la fábrica), augurando
su transformación, lo cerrado se abriría y lo duro se flexibilizaría, la disciplina sería
sustituida por el control” (p. 265), y en este estadio la sociedad se ve cooptada por
nuevos dispositivos de control social, puesto que “en las sociedades de disciplina
siempre se estaba empezando de nuevo (de la escuela al cuartel, del cuartel a la
fábrica), mientras que en las sociedades de control nunca se termina nada: la
empresa, la formación, el servicio son los estados metaestables y coexistentes de
una misma modulación, como un deformador universal” (Deleuze, 1991), o como
dice Foucault (1968) “el hombre está dominado por el Trabajo, la Vida y el
Lenguaje” (p. 308), a través de un conjunto de positividades vigentes en la
contemporaneidad que lo mantienen preso, que tienen su existencia, su
historicidad y sus leyes propias, y se convierten en las limitantes del nuevo
conocimiento, del nuevo saber y de las nuevas representaciones sociales. En
otras palabras, no se trata de invocar las producciones farmacéuticas
extraordinarias, las formaciones nucleares, las manipulaciones genéticas, aunque
estén destinadas a intervenir en el nuevo proceso, no se trata de preguntar cuál
régimen es más duro, o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan
las liberaciones y las servidumbres (Deleuze,1991), es la contradicción teórica y
práctica de las sociedades actuales de individuos libres y al mismo tiempo
individuos cautivos en las necesidades. Foucault (1982) afirma que ha existido
todo un movimiento llamado ecológico -que por otra parte es muy antiguo y no
sólo del siglo XX- que ha estado con frecuencia en cierto sentido en relación de
hostilidad con una ciencia, o en todo caso con una tecnología legitimada en
términos de verdad. Pero, de hecho, también esta ecología hablaba un discurso
de verdad: únicamente en nombre de un conocimiento de la naturaleza del
equilibrio de los seres vivos, etc., se podía hacer la crítica. Se escapaba por tanto
de una dominación de la verdad no jugando un juego totalmente ajeno al juego de
la verdad sino jugándolo de otra forma, o jugando otro juego, otra partida, otras
bazas en el juego de la verdad.

No obstante, es necesario atribuirle crédito a los consensos que se han


adelantado en Latinoamericano en el contexto biopolítico global que dan cuenta
158

del proceso de Integración Económico y Político, por ejemplo a través de la


Cumbre Social de MERCOSUR que desde el 2006 se realiza ininterrumpidamente
albergando a más de 50 movimientos sociales de los seis Estados parte del
Mercosur (Argentina, Brasil, Bolivia -que está en fase de adhesión-, Paraguay,
Uruguay y Venezuela) con el objetivo de detener o equilibrar las fuerzas que
impulsan el Capitalismo y los modos de producción de explotación neoliberal, a
través de estrategias macro-regionales y micro-regionales centradas en
“desarrollar creativamente un modus vivendi con el capitalismo que permita
minimizar los costos sociales de la acumulación capitalista dominada por los
principios del individualismo (versus la comunidad), la competencia (versus la
reciprocidad) y la tasa de ganancia (versus la complementariedad y la solidaridad)”
(De Soussa, p. 11), tal como sucede en Brasil, en Chile, en Argentina, en
Paraguay, Uruguay, en México, quizás en Colombia, lo importante es tener en
cuenta que existen visiones de los Gobiernos y de la Sociedad que pretenden
afianzar la idea de que el fin del Capitalismo es posible, a través de experiencias
poscapitalistas después de la caía del Socialismo Real, a través de procesos
políticos característicos en este período como en Venezuela, en Bolivia, en
Ecuador, desarrollándose una doble vertiente, una político-gubernamental “que
imagina el poscapitalismo en el capitalismo y, otra, la promovida por los
movimientos indígenas quienes imaginan el precapitalismo en el capitalismo (…)
permitiendo alguna reducción de la desigualdad en términos de ingresos sin
alterar la matriz de producción de dominación clasista” (p. 12), o desde la
perspectiva de la emergencia de lo popular y de los Movimientos Sociales que
toma sentido en la medida en que solidifica el discurso emancipatorio que impulsa
la autonomía económica, la auto-gestión, el auto-gobierno, la auto-determinación,
la economía solidaria y alternativa, el reconocimiento de la diferencia, la inter-
culturalidad, la inclusión y la visibilización de las naciones étnico-culturales en
contraste con la Globalización económica, política y socio-cultural que amplifica
las biopolíticas, los biopoderes y las tecnologías de Poder-Saber de flexibilización
Laboral y los modos de producción Neoliberal Capitalista Flexible a escala
planetaria.
159

Es el movimiento de los Movimientos Sociales no solo Latinoamericanos sino


de otras latitudes quienes se visibilizan en el contexto biopolítico global, en franca
interacción con otros actores representativos de la Sociedad mundial, en aras de
enriquecer el proceso transformador por el que está pasando la Humanidad. Son
los Movimientos Sociales Anti-Globalización que propiciaron la intervención a la
Organización Mundial del Comercio O.M.C. en Seattle en 1999, “por aquel
entonces se estaba desarrollando en esta ciudad la Conferencia Ministerial de la
O.M.C. que tenía que elaborar las premisas de la “ronda del milenio” (Montagut y
Dogliotti, 2008, p. 53), emergiendo “una toma de conciencia de que el control de la
mundialización solo puede darse a escala mundial, (…) había resistencias a los
alimentos transgénicos, a la industrialización excesiva de la agricultura, a la
avalancha de la mal nutrición” (Morin, 2007, p. 26), y dando paso al inicio del siglo
XXI con las apariciones de los Movimientos Sociales que no solo retan la
racionalidad de la globalización neo-liberal en muchos planos, sino que también
“proponen nuevos horizontes de significado (claramente en casos como el de los
Zapatistas con su énfasis en la humanidad, dignidad y respeto de la diferencia) y
concepciones alternativas de economía, naturaleza y desarrollo, entre otras”
(Escobar, 2005, p. 97).

Contra toda expectativa, sin que nadie lo viera venir, en los últimos tres años
–más o menos–, empezando en Islandia en 2010 y también en Túnez un poco
más tarde, en 2010, ha habido una oleada de Movimientos Sociales en el conjunto
del mundo. Son los casos más espectaculares o más conocidos de cualquier
modo, los movimientos que surgieron primero, las llamadas revoluciones árabes,
después el movimiento de las indignadas en España (digo indignadas porque el
movimiento se habla en femenino a sí mismo), el movimiento de Occupy Wall
Street en Estados Unidos, (que, por cierto, la gente no recuerda la intensidad pero
se ocuparon más de mil ciudades en Estados Unidos), más el grito del movimiento
que hubo en España empezó con una llamada titulada “Democracia Real Ya”
(Castells, 2015), en otras palabras lo que Foucault define como Bios como una
“obra bella”, es en resumen una “estilística de la existencia, una historia de la vida
como belleza posible que reafirma la resistencia, la voluntad de vivir (la
160

biopolítica), como algo que existe antes de que la voluntad de vivir sea capturada
por el poder (biopoder)” (Citado por Cocco, 2012, p. 151).

Los Movimientos Sociales Globales han inspirado a los Movimientos Sociales


Latinoamericanos y los Movimientos Sociales Latinoamericanos han inspirado a
los Movimientos Sociales Globales, en ese sentido, se ha provocado una
avalancha de Movimientos Sociales de distinta índole, con diferentes objetivos y
propósitos, con diversidad de estrategias discursivas y medios de comunicación
local, nacional e internacional y con escenarios de interacción físicos y virtuales,
resignificando a los sujetos implícitos y explícitos en un haz de relaciones de
Poder-Saber de características teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y
estética, lo cual impulsa la idea del final de la doctrina del Laissez faire et laissez
passer, le monde va de lui même; Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo, el
final de las leyes anárquicas del Capitalismo, el final del Neoliberalismo y el final
de la mercantilización de la Vida, lo cual propende por una revolución económica,
a través de experiencias económicas auto-gestionadas y auto-determinadas,
evidentes en Latinoamérica, a pesar del impactante tamaño del Mercado Mundial;
sin duda, el antagonismo venezolano para las reformas estructurales de
nacionalización de la economía, principalmente del petróleo, representa la
principal rebelión económica en contra de las políticas del Consenso de
Washington, así como el activismo de los Movimientos Sociales Latinoamericanos
que han dado cátedra de economía solidaria y cátedra de economías alternativas,
basadas en la experiencia misma de las comunidades rurales y urbanas,
irrumpiendo los esquemas teóricos y prácticos imperantes, desvirtuando los
modelos de desarrollo económico impuestos, desequilibrando al Sistema
Económico Neoliberal Capitalista, alterando los sistemas de representación por la
participación y la emancipación de las comunidades, redescubriendo el tejido de
producción creativa, de valores, de relaciones sociales, afectos y devenires de los
sujetos, redimensionando y dilucidando el Poder en el espacio de la Vida, en el
sentido de la producción y reproducción de la Vida (Deleuze y Guattari,1994).
161

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la era Biopolítica


Global son denominados también sujetos autónomos y emancipadores,
propiciadores y desestabilizadores de las élites, tal como referencia Zibechi (2007)
“son movimientos protagonizados por los más pobres, los privados de los
derechos sociales y políticos” (p. 67), es lo que los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en el contexto de la Globalización Económica
llaman precarización de las condiciones de trabajo supeditadas al Sistema de
Producción Neoliberal Capitalista Flexible de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras que se expanden por todos los sectores de la Industria,
desde el agrícola hasta el manufacturado, lo cierto es que “la acción de los nuevos
protagonistas, (…) y de los nuevos pobres producidos por el modelo neoliberal,
han conseguido modificar el mapa social y político, poniendo el modelo por
primera vez a la defensiva” (p. 68), sobre todo en la esfera económica, donde
hubo fábricas recuperadas por sus trabajadores, “en Brasil la experiencia de
recuperación de fábricas se registró antes que en Argentina y Uruguay. En 1991
cerró la empresa Calzados Makerly, en Sao Pablo, eliminando 482 empleos
directos. Con apoyo del Sindicato de Trabajadores del Calzado, del Departamento
Inter-sindical de Estudios y Estadísticas y del movimiento popular, comenzaron un
proceso pionero de producción autogestionada” (p. 95), como lo argumenta
Zibechi (2007):

En 1994 se creó la ANTEAG (Asociación Nacional de


Trabajadores en Empresas Auto-gestionadas) con el
objetivo de coordinar los diversos emprendimientos que
iban surgiendo al calor de la crisis industrial.
Actualmente cuenta con oficinas en seis estados, que
se encargan de acompañar los proyectos de
autogestión buscando la integración de esos proyectos
con iniciativas de las ONG, los gobiernos estatales y
municipales. Resolver el grave problema del
financiamiento es una de las tareas más importantes de
la asociación. Actualmente la ANTEAG trabaja con 307
162

proyectos cooperativas auto-gestionadas, de los cuales


52 son empresas recuperadas por sus trabajadores,
que tienen unos 15 mil empleados. Existen empresas
auto-gestionadas en todas las ramas de la industria,
desde la extracción de minerales (Cooperminas cuenta
con 381 trabajadores) y el sector textil (varias decenas
de pequeñas empresas, casi todas integradas por
mujeres) hasta los servicios turísticos y de hotelería (…)
La inmensa mayoría de las fábricas argentinas
recuperadas son pequeñas y medianas, las más
vulnerables por la apertura económica aplicada por el
gobierno de Carlos Menem en los años 90. (p. 97)

Las empresas auto-gestionadas, auto-determinadas, recuperadas y


solidarias en Latinoamérica están vinculadas a procesos de lucha y resistencia,
quienes “adoptaron la forma jurídica de cooperativas de trabajo, figura legal y
organizacional que permite la solidaridad e igualdad de condiciones en las
relaciones interpersonales (…) fomentando el conocimiento y el acceso al capital y
pone a la persona trabajadora en el centro” (Iametti, 2012, p. 25), así como lo
reitera Zibechi (2007) refiriéndose al caso de la República Argentina, “la mitad
tienen una antigüedad de más de 40 años y en el momento de ser recuperadas
tenían un promedio de 60 trabajadores. Sólo un 13% tenían más de cien
trabajadores” (p. 98), en otras palabras, “las empresas recuperadas, que mediante
métodos de ocupación y resistencia al desempleo transformaron empresas
tradicionales de distinto tipo en empresas de gestión colectiva de sus trabajadores,
se han continuado desarrollando hasta alcanzar un número de más de 300 con
cerca de 14.000 puestos de trabajo a principios de 2015” (Ruggeri, 2015, p. 7).

Lo importante es que sin importar contextos geográficos o económicos, lo


que prevalece es la voluntad, el esfuerzo y el compromiso de los trabajadores por
defender y mantener sus fuentes de trabajo, optando por hacerse cargo de la
propiedad y administración de las empresas, a pesar del devastador resultado de
163

las políticas de privatización de las empresas estatales o la compra-venta del


patrimonio industrial nacional por inversores extranjeros que precarizaron las
condiciones laborales y la estabilidad de los empleados y sus familias, a través de
diferentes mecanismos legales, como una solución empresarial alternativa a las
fallas económicas propias del sistema, que incluyen a las economías de la
República de Colombia y Argentina, principalmente, tal como enfatiza Monroy y
col, (2014) al argumentar que:

Por el lado de la empresa Empaques del Cauca


(Popayán-Colombia), el pago de las acreencias
laborales de los trabajadores con acciones de la
empresa, pasando a ser accionistas mayoritarios,
pero sin cambiar de razón social, mientras que en
el caso argentino (las empresas: Mil Hojas y Lo
mejor del Centro están ubicadas en la ciudad de
Rosario), los trabajadores optaron llevar a cabo el
proceso de cambio de propiedad mediante la Ley
de Quiebras que les permite continuar con sus
operaciones normales, pero formándose como
cooperativas, fenómeno que ha caracterizado a la
República Argentina por la crisis económica que
se dio en este país a inicios de este siglo. (p. 121)

En Latinoamérica las experiencias de empresas recuperadas, empresas


auto-gestionadas, de economía solidaria o economía alternativa cada vez son más
diversificadas y en sectores históricamente monopolizados, lo objetivo del proceso
es que existen organizaciones barriales, cooperativas rurales y urbanas, visiones
alternativas de administración de las empresas y fábricas bajo la gestión y
administración colectiva de las bases de los trabajadores quienes comprenden las
carencias gubernativas existentes por parte del Estado y la inestabilidad y la
dimensión especulativa del Mercado y sus agentes internacionales o inversores
extranjeros, siendo ello la posibilidad de de-construir el mercado laboral e
164

interpretar las nuevas herramientas que permiten la co-construcción de formas


alternativas auto-gestionadas que favorecen colectivamente a los trabajadores
dentro del sentido de responsabilidad comunitaria, una nueva forma de gestión de
unidades económicas, “para poner en funcionamiento establecimientos
considerados como no viables por los capitalistas y la tecnocracia económica y,
con ello, una luz para la propia posibilidad de pensar una economía montada
sobre otras bases” (Ruggeri, 2015, p. 9).

Como expresa Deleuze (1990) refiriéndose a Foucault sobre la pregunta:


¿cómo franquear la línea (del Poder), cómo superar también las relaciones de
fuerzas?, “hay que doblar la relación de fuerzas mediante una relación consigo
mismo que nos permite resistir, escapar, reorientar la vida o la muerte contra el
poder (…) se trata de reglas facultativas que producen la existencia como obra de
arte, reglas éticas y estéticas que constituyen modos de existencia o estilos de
vida” (p.85); tal es el argumento de Ruggeri y col, (2012) sobre las empresas
democráticas y sociales también denominadas empresas auto-gestionadas,
recuperadas, auto-determinadas o autónomas, cuya visión y misión se sustenta en
crear sentidos compartidos donde el trabajo cotidiano ha de ser fuente de
realización y de aprendizaje, aludiendo a que:

La distribución del poder parte de dos premisas.


La primera es la consciencia sobre los peligros de
concentrarlo, la constatación de que “el poder
corrompe y el poder absoluto corrompe
absolutamente”. La segunda es la asunción
cultural de que cada persona es capaz de
autogobernarse, o sea, de desarrollar su propio
trabajo, tener una visión y un criterio globales, así
como de impulsar proyectos. Como toda asunción
es un apriorismo y lleva consigo un manojo de
excepciones. (p. 12)
165

Así las cosas, de lo urbano a rural emergen nuevas representaciones


sociales y nuevas expresiones de resistencia social o movilizaciones desde el
campo que dignifican tanto los procesos de resignificación de la vida en
comunidad como los procesos de co-construcción de economías solidarias y
alternativas al servicio de los más pobres, como formas de supervivencia y
sobrevivencia de las comunidades que habitan históricamente el territorio. Los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes comprenden por ejemplo que
“la Liberalización del mercado agropecuario fijadas en el acuerdo sobre agricultura
A.S.A., el Acuerdo sobre medidas Sanitarias y Fitosanitarias negociado en la
Ronda de Uruguay, y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de
Propiedad Intelectual y del Comercio A.D.P.I.C.” (Montagut y Dogliotti, 2008, p. 54)
atetan contra el desarrollo social sostenible de muchos países en desarrollo, “es
un proyecto de privatización de una serie de recursos básicos tanto naturales
como sociales que afecta esferas tan diferentes como la sanidad, la educación, los
recursos hídricos, los transportes, las células vivas, los sistemas de seguridad
social, los océanos” (p. 57) afectando en su mayoría a los países del Sur, quienes
producen materia prima, es decir productos agrícolas, en su mayoría para la
exportación, en competencia con productos manufacturados producidos por los
países del Norte, altamente tecnificados e industrializados, tal como lo evidencia
Montagut y Dogliotti (2008) al argumentar que:

En la agricultura mundial las empresas que dominan los


diferentes sectores de producción son muy pocas y muy
concentradas. El sector del trigo, del maíz y de la soya
está controlado por cinco compañías; el del café por
seis; el del azúcar por cuatro, el del plátano y el cacao
por tres, así como en el caso del té. Estamos hablando
en realidad de unas veinte multinacionales: entre las
más poderosas encontramos Cargill, Archer Daniels
Midland (ADM), Conagra, Sara Lee, Louis Dreyfus,
Monsanto, Del Monte, Continental. Lo curioso es que la
mayoría de la gente no ha oído hablar de ellas: en este
166

mundillo, la transparencia y la democracia no son


valores en alza. (p. 31)

La lógica del libre mercado en la Era Biopolítica Global ha llevado a plantear


el comienzo de producciones intensivas de nuevos productos agrícolas para su
venta en el mercado internacional, fenómeno fuertemente excluyente, explotador
y monopolizador de las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras
dueñas de miles de patentes de nuevos productos agrícolas y de nuevas semillas
denominados O.M.G. (Organismos Modificados Genéticamente), desplazando el
trabajo agrícola nacional tradicional y el cultivo de semillas originarias, hoy en
peligro de extinción, precarizando las condiciones laborales y la calidad de vida de
los Campesinos, Indígenas y Pescadores que no tienen tierra y viven sub-
arrendados en parcelas, pues la mayor extensión de tierras está concentrada por
los grandes terratenientes y/o cedidas a las empresas transnacionales,
generando una relación de dependencia frente a las políticas macro-económicas
del uso del territorio y de producción agrícola a mega escala.

Montagut y Dogliotti (2008) insisten en que todo el patrimonio de


movilizaciones campesinas se ha ido plasmando en el tiempo en un movimiento
internacional, es el caso de la “Vía Campesina”, Movimiento Campesino
Internacional que promulga por defender la Tierra, la Vida y el Alimento sano con
20 años de resistencia desde 1993, que recoge la gran mayoría de experiencias
de luchas en estos últimos años, desde los Sin Tierra en Brasil hasta las grandes
organizaciones campesinas y populares de Centro América, Asia, África y del
Caribe, más 400 delegados y delegadas de organizaciones campesinas,
indígenas, asociaciones de pescadores, organizaciones no gubernamentales,
organismos sociales, académicos e investigadores de 60 países de todos los
continentes, que incluye millones de agricultores, trabajadores asalariados,
pequeños pescadores, mujeres y comunidades indígenas que se coordinan y
elaboran un proyecto futuro, basado en la defensa de la Soberanía Alimentaria, tal
como está señalado en la Declaración Final del Foro Mundial sobre Soberanía
Alimentaria en La Habana en el 2001, lo que implica “procesos radicales de
167

Reforma Agraria Integral adoptados a las condiciones de cada región y país que
permitan un acceso equitativo a los recursos productivos” (Citado por Montagut y
Dogliotti, 2008, p. 126), ya que los Campesinos, Indígenas y Pescadores se
encuentran supeditados a:

- Abandonar sus semillas y sus cultivos locales, bajo las condiciones de los
Estados Nacionales y así mismo por las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras Inversoras, para recibir subsidios y apoyos
directos, obligándolos a cultivar semillas patentadas o semillas con
modificación genética, ADN manipulados, productos transgénicos,
productos tratados con biotecnología, etc.
- Aceptar las biopolíticas o técnicas de sembrado y cultivo impuestas por los
Estados Nacionales y así mismo por las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras Inversoras debido a las demandas del Mercado
mundial.
- Tener vigilancia de la Policía Rural de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras Inversoras para controlar los cultivos no
autorizados, aunque por factores climáticos, ambientales y naturales las
semillas crezcan en pequeñas parcelas.
- Ser empleados de la Empresa Multinacional y Corporación Extranjera
Inversora bajo el Régimen de Flexibilización Laboral o Desregulación del
Mercado de Trabajo.
- Ceder sus propios Derechos, es decir, los Derechos Sociales, Económicos y
Culturales por los Derechos Económicos individualistas, monopolistas de
las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras Inversoras.
- Ser utilizados dentro de un sistema de explotación feudal, donde el
Campesino no es dueño de la tierra, no es dueño del capital y no es dueño
de la propiedad privada, estableciéndose relaciones de producción y
dependencia entre el Campesino y el Señor-Propietario de la tierra que la
usufructúa, en un momento de predominio de la agricultura como fuente de
riqueza.
168

- Subvalorar la ética agrícola, de conservación de los recursos naturales


históricamente cultivados por series de generaciones, ahora al servicio de
las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras Inversoras sin
regulación por parte del Estado.
- Abandonar los cultivos biodiversos, conllevando a que cientos de miles de
especies de semillas se hayan extinguido debido a este fenómeno que va
en avanzada.
- Continuar con la lógica de dependencia económica, que coloca al
Campesino en posición de subordinación frente a las Empresas
Multinacionales y Corporaciones Extranjeras Inversoras.
- Arriesgar la salud pública por la presión y las nuevas exigencias del
Mercado, que se justifican y se legitiman a través de programas de
compensación empresarial, no conformes con la exención de impuestos, no
lucrativos para la riqueza de la Nación.

En contraste con el panorama latente, la “Vía Campesina” ha promovido,


luego de cinco años de la Cumbre Mundial de la Alimentación, siete años de los
acuerdos sobre agricultura de la Ronda de Uruguay del G.A.T.T. (Hoy O.M.C.) y
dos décadas de políticas neoliberales aplicadas por gran parte de los gobiernos,
las promesas y los compromisos para satisfacer las necesidades de alimentación
y el bienestar nutricional para todos está muy lejos de haberse cumplido, un
conjunto de principios contemplados en la Declaración Final del Foro Mundial
sobre Soberanía Alimentaria, celebrado en La Habana, Cuba del 3 al 7 de
septiembre de 2001, que proyecta la posibilidad de los pequeños agricultores de
producir en condiciones dignas y de forma sostenible el acceso a los recursos, y
declara:

- La soberanía alimentaria para erradicar el hambre y la mal nutrición y


garantizar la seguridad alimentaria duradera y sustentable para todos los
pueblos.
- La soberanía alimentaria favorece la soberanía económica, política y cultural
de los pueblos.
169

- La soberanía alimentaria de los pueblos reconoce una agricultura con


campesinos, indígenas y comunidades pesqueras, vinculadas al territorio,
prioritariamente a la satisfacción de las necesidades de los mercados
locales y nacionales, una agricultura que tenga como preocupación central
al ser humano.
- El reconocimiento de los Derechos, la autonomía y la cultura de los pueblos
indígenas de todos los países como condición ineludible para combatir el
hambre y la mal nutrición y alcanzar el Derecho a la alimentación para su
población.
- La soberanía alimentaria implica, además, la garantía al acceso a una
alimentación sana y suficiente para todas las personas, principalmente para
los sectores más vulnerados, como obligación ineludible de los Estados
Nacionales y el ejercicio pleno de Derechos de la ciudadanía.
- La soberanía alimentaria implica la puesta en marcha de procesos radicales
de reforma agraria integral adaptadas a las condiciones de cada país y
región, que permitan a los campesinos e indígenas –considerando a las
mujeres en igualdad de oportunidades- un acceso equitativo a los recursos
productivos, principalmente la tierra, el agua y bosque, así como a los
medios de producción, financiamiento, capacitación y fortalecimiento de sus
capacidades de gestión e interlocución. Nos oponemos a las políticas y
programas de mercantilización de la tierra promovidas por el Banco Mundial
y aceptadas por los gobiernos, como sustitución de verdaderas reformas
agrarias.
- El apoyo a la propuesta presentada en 1996 por organizaciones de la
sociedad civil para que los Estados elaboren un código de conducta sobre
el Derecho Humano a la Alimentación adecuada, incluido en la Declaración
de los Derechos Humanos y ratificado en la Cumbre Mundial de
Alimentación de la F.A.O.-Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación.
- La defensa del principio inalienable de los pueblos a la alimentación y la
adopción por las Naciones Unidas de una Convención Mundial de
170

Soberanía Alimentaria y Bienestar Nutricional, a la cual se subordinen las


decisiones tomadas en los campos de comercio internacional y otros
dominios.
- El comercio alimentario internacional subordinado al propósito supremo de
servir al ser humano.
- El rechazo de toda injerencia de la O.M.C. en la alimentación, agricultura y
pesca, y su pretensión de determinar las políticas nacionales alimentarias.
- La creación de Nuevo Orden Democrático y Transparente para regular el
comercio internacional que incluya la creación de una corte penal
internacional de apelación independiente de la O.M.C. y el fortalecimiento
de la U.N.C.T.A.D.-Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo, como espacio de negociaciones multilaterales en torno al
comercio alimentario justo.
- Demandamos del cese inmediato de las prácticas desleales que establecen
precios de mercado por debajo de los costos de producción y aplican
subvenciones a la producción y subsidios a los exportadores.
- Nos pronunciamos en contra del A.L.C.A., que no es más que un proyecto
estratégico hegemónico del Estados Unidos para consolidar su dominación
sobre América Latina y el Caribe, y asegurar un mercado cautico.
- El apoyo a la reivindicación de las organizaciones campesinas y sociales de
México por una suspensión de los acuerdos del N.A.F.T.A. o TLCAN en
materia agrícola.
- Los recursos genéticos son el resultado de milenios de evolución y
pertenecen a la humanidad, por tanto debe ser prohibida la biopiratería y
las patentes sobre seres vivos, incluyendo el desarrollo de variedades
estériles mediante procesos de ingeniería genética. Las semillas son
patrimonio de la humanidad, y en virtud de que se desconocen los efectos
de los O.M.G.-Organismos Modificados Genéticamente, sobre la salud y el
medio ambiente, demandamos la prohibición de la experimentación a cielo
abierto, producción y comercialización hasta que se pueda conocer con
seguridad su naturaleza e impactos, aplicando el principio de precaución.
171

- Es necesario emprender una profunda difusión y valoración de la historia


agrícola y de la cultura alimentaria de cada país, denunciando al mismo
tiempo las imposiciones de patrones alimentarios extraños a la cultura de
los pueblos.
- Manifestamos la decisión de integrar los objetivos de bienestar nutricional a
las políticas y programas alimentarios nacionales, incluyendo los sistemas
productivos locales, promoviendo su diversificación hacia alimentos ricos en
micronutrientes, defendiendo la calidad e inocuidad de los alimentos
consumidos por las poblaciones y la decisión de luchar por el Derechos a la
Información para todas las personas sobre los alimentos que consumen,
reforzando la reglamentación del etiquetado de los alimentos y el contenido
de la publicidad alimentaria.
- La soberanía alimentaria debe asentarse en sistemas diversificados de
producción basados en tecnologías ecológicamente sustentables.
- Demandamos una valoración justa para las comunidades campesinas,
indígenas y pesqueras por la gestión sustentable y diversificada de los
espacios rurales vía precios apropiados y programas de incentivos.
- El abordar los problemas de la alimentación en el mundo desde las
diversidad cultural que determina variados contextos locales y regionales.
- El desarrollo del sistema de alimentación sustentable integrado a la
regulación del uso de agrotóxicos.
- Reconocemos y valoramos el papel fundamental de las mujeres en la
producción, recolección, comercialización y transformación de los productos
de la agricultura y la pesca, y en la preservación y reproducción de las
culturas alimentarias de los pueblos.
- Los pescadores artesanales y sus organizaciones no renunciaremos a
nuestros derechos sobre el libre acceso a los recursos pesqueros, y a que
se protejan las zonas de reserva de uso exclusivo para la pesca artesanal.
- Las políticas y programas no han de ser un factor de inhibición del desarrollo
de las capacidades locales y nacionales de producción de alimentos.
172

- La soberanía alimentaria es posible conquistarla, defenderla y ejercerla a


través del fortalecimiento democrático de los Estados y de la
Autoorganización, iniciativa y movilización de toda la sociedad.
- Condenamos la política norteamericana de bloqueo a Cuba y a otros
pueblos, y el uso de los alimentos como arma de presión económica y
política contra países y movimientos populares.
- La soberanía alimentaria es un concepto ciudadano que concierne al
conjunto de la sociedad.
- La soberanía alimentaria y la erradicación del hambre y la malnutrición es
posible para todos los países y para todas las personas.
- Se acuerda hacer un llamado para desplegar una intensa actividad y una
amplia movilización en defensa de la Soberanía Alimentaria Nutricional de
los pueblos.

La “Vía Campesina” según Montagut y Dogliotti (2008) constituye una vía de


respeto al modelo de producción, de intercambio económico y de participación
democrática de políticas agrarias alternativas, de solidaridad desde la diferencia
que responde a la idea profundamente humanista de las relaciones entre
individuos, grupos sociales, fenómenos económicos, productivos y ambientales
opuesta frontalmente a los valores individualistas, excluyentes y atomizadores de
la sociedad de consumo, tal como lo evidencia la Red Latinoamericana de
Comercio Comunitario-RELACC, experiencia que acoge a doce países
Latinoamericanos (México, Guatemala, Hondura, El Salvador, Nicaragua, Costa
Rica, Panamá, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y Ecuador), impulsadas por las
propias organizaciones campesinas, movimientos y sectores populares auto-
gestionados, que trabajan en torno a la comercialización comunitaria, en el marco
de proyectos agroecológicos y de proyectos de comercio justo o de economía
solidaria. De Soussa (2010) argumenta “que se organizaron con formas muy
distintas (movimientos sociales, organizaciones eclesiales, piquetes, autogobierno,
organizaciones económicas populares) de base de las privilegiadas por la teoría:
el partido y el sindicato” (p. 17) que están siendo visibilizadas a través de la
práctica misma de los sujetos, constituyéndose en el nuevo marco epistemológico
173

(Emergente), ideológico (Emancipatorio) y ontológico (Sujeto Inter-Cultural),@ue


desplaza a la teoría/práctica de la comunidad científica eurocéntrica a partir de
teorías/ prácticas transformadoras desarrolladas en el continente, desestabilizando
al Sistema Económico Neoliberal Capitalista y el Consenso y Pos-Consenso de
Washington, por la vía de la participación y la emancipación de las comunidades
en base a la actitud y voluntad de lucha y resistencia que garantizan el aprendizaje
para la resolución de los grandes conflictos sociales propiciados por el sistema, a
través de la comprensión e interpretación de la compleja realidad, las múltiples
dimensiones que la afectan y las nuevas forma de transformarla. (Ver Gráfica N°:
7)

Fuente: Martínez H. 2016. Devenir-Resistencia del M.S.L.E. Economía Alternativa.

Lo interesante de cada una de las experiencias evidenciadas sobre


economías alternativas y solidarias en el escenario urbano y rural en
174

Latinoamérica en el seno de la Era Biopolítica Global, desde la perspectiva de los


Movimientos Sociales emergentes en la región dan cuenta del proceso de
creación y re-creación de minorías alternativas que se convierten en ejemplo y que
se constituye en la línea de fuga o bloque de devenir que no tiene principio ni fin,
ni salida ni llegada, es en otras palabras, “una línea de devenir (que) sólo tiene un
medio, el medio no es una media, es un acelerado, es la velocidad absoluta del
movimiento” (Deleuze y Guattari, 1994, p. 293), que toma fuerza y se promueve
fuera del modelo a seguir, es decir fuera del sistema, para el caso puntual, fuera
del sistema económico dominante, el Capitalismo en su fase Neoliberal, que se
devela en crisis.

Es el movimiento que emerge en el plano económico en ruptura del eje vertical


vinculante (Estado-Nación) cuyo biopoder: (A) Desplazó la gubernamentalidad
Estatal por la gubernamentalidad Económica, (B) Concentró la riqueza en grupos
sectorizados de Poder político y Poder económico a través de mecanismos y
dispositivos de seguridad violentos y diplomáticos, y por último, (C) Precarizó las
condiciones de vida y el bienestar social de la población; en medio del eje
horizontal vinculante (Nación-Estado) que se traduce en el Contra-Poder o
Resistencia que emerge a fin de garantizar: (A) La reivindicación de los Derechos
Humanos, los Derechos Humanos Alternativos y la Dignidad Humana de los
Trabajadores, Campesinos, Indígenas y Pescadores, (B) La defensa absoluta de
la Soberanía Popular, la Soberanía Territorial, la Soberanía Alimentaria, Industrial
e Intelectual propia de los pueblos, y por último, (C) La protección radical de todas
aquellas formas de producción de la Vida y la reproducción de la Vida, en
contextos donde se irrumpe la línea recta de la historia y se empiezan a dibujar
multiplicidad de líneas en diagonal que lo devela indiscernibles, como la nueva
praxis colectiva que deviene.

2.3.2. Praxis Interpretativa Dos: Política de Vida de la Nación-Estado en


Latinoamericana en la Era Biopolítica Global, desde la perspectiva
de los Movimientos Sociales emergentes.
175

“el hombre no es, para las ciencias humanas, este ser vivo que tiene una forma muy
particular (una fisiología muy especial y una autonomía casi única); es ese ser vivo que, desde el
interior de la vida a la cual pertenece por completo y por la cual está atravesado todo su ser,
constituye representaciones gracias a las cuales vive y a partir de las cuales posee esta extraña
capacidad de poder representarse precisamente la vida”.

MICHEL FOUCAULT.

La biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder fueron el desvelo


filosófico del Paul-Michel Foucault (2004), denominadas por autor como el
conjunto de mecanismos o estrategias de disciplinamiento (el cuerpo), regulación
(la norma) y control (la dominación) del Estado-Nación o Estado Moderno al
servicio de una política sobre la vida de los hombres en conjunto, es decir sobre la
población, que recae no solo sobre los rasgos biológicos fundamentales o sobre el
cuerpo vivo que se gobierna sino también sobre las acciones de los individuos y
las múltiples maneras de regularlo, legislarlo y administrarlo, por tanto, de
dominarlo “cuyo papel o función y tema, aun cuando no lo logren, consiste
precisamente en asegurar el Poder” (p. 16). Sin embargo, en la contemporaneidad
la biopolítica, el biopoder o las tecnologías del Poder adquieren connotaciones
más amplias (negativas y positivas) ya que la razón gubernamental del Estado
sufre un desplazamiento histórico de lo político a lo económico, siendo éste último
el principio esencial que todo gobierno debe seguir, como principio de
autolimitación de la razón gubernamental basado en la ideología liberal del “dejad
haced” o la razón del menor Estado que le cede el lugar protagónico al Mercado,
paradigma universal de verdad y de justicia, el cual es “primeramente el régimen
de la verdad económica dentro de la razón gubernamental (…) opuesto a la razón
de Estado que la modifica sin cuestionar sus fundamentos” (Foucault, 2007, p. 41),
limitando el ejercicio del poder público, en otras palabras, “un juego complejo entre
los intereses individuales y colectivos, la utilidad social y la ganancia económica;
entre el equilibrio del mercado y el régimen de poder público” (2007, p. 64) en un
176

escenario de contradicciones donde se develan los costos económicos del


ejercicio de las libertades bajo los conceptos del Liberalismo, el Neoliberalismo y
el Capitalismo, como “dispositivos destinados a producir libertad y que llegado el
caso corren el riesgo de producir exactamente lo contrario” (2007, p. 91).

Las biopolíticas, biopoderes, tecnologías del Poder son también mecanismos


de seguridad, positividades, técnicas de la gubernamentalidad o tecnocracias en el
contexto de la Globalización, cuyo objeto/sujeto de dominación y control es el
hombre en conjunto, el Bios, la especie humana, el ser humano, por tanto, la vida
humana, “es el ámbito de las relaciones humanas que propuse llamar
gubernamentalidad (Foucault, 2007, p. 218), colocando al hombre como
objeto/sujeto de Poder y de dominación, en el escenario micro y macro del Poder
de los Estados Modernos, en el plano molar (estructural) y molecular (coyuntural),
como dice Deleuze y Guattari (1994) “es muy fácil ser antifascista al nivel molar,
sin ver el fascista que uno mismo es, que uno mismo cultiva y alimenta, mima, con
moléculas personales y colectivas” (p. 219), entendiendo que el Poder no está
quieto en lo individuos, “el Poder tiene que ser analizado como algo que circula y
transita transversalmente” (Foucault, 1979, p. 144), condición que está presente
en toda actividad humana, por tanto en toda actividad política, económica y social,
produciendo un sistema de representaciones sociales en el mismo plano micro y
macro del Poder que se retroalimentan, generando reglas de verdad y discursos
de verdad que se producen y se reproducen institucionalmente, ya que “no hay
hombre de poder que no salte de una línea a otra, y que no haga alternar un pobre
y un gran estilo, el estilo populachero y el estilo Bossuet (destacado clérigo,
predicador e intelectual francés, defensor de la teoría del origen divino del poder
para justificar el absolutismo de Luis XIV), la demagogia de café y el imperialismo
del alto funcionario” (Deleuze, y Guattari, 1994, p. 232), de manera que lo que se
observa es la crisis del dispositivo de gubernamentalidad del Estado y la crisis de
los mecanismos de intervención de los Poderes y Saberes político-públicos del
Estado en el contexto global, cuya cultura técnica está enquistada en la
Democracia desvirtuado la capacidad de co-construir espacios societales
comunes dentro de la esfera pública estatal.
177

Es lo que Morin (2010) denomina como la crisis cognitiva y del pensamiento


sobre el cual está cimentado epistemológicamente el Sistema Internacional y el
Nuevo Orden Mundial, que aboga por el economicismo, el reduccionismo, la
causalidad lineal, el centralismo y el binarismo, “pero esas figuras de
segmentariedad, la binaria, la circular, la lineal, siempre están incluidas la una en
la otra, e incluso pasan la una a la otra, se transforman según el punto de vista”
(Deleuze y Guattari, 1994, p. 214), donde la política, la economía y la esfera socio-
cultural promueven la híper-competitividad internacional, la homogenización de la
cultura, la liberalización del comercio y de los mercados, la desregulación de la
política y la economía, y la transnacionalización de bienes y servicios, desde la
racionalidad científica, meramente cuantitativa y unidimensional, tal como plantea
Deleuze y Guattari (1994) al referirse a los sistemas políticos modernos globales,
unificados y unificantes cuyas decisiones promueven todo tipo de procesos,
donde, la tecnocracia procede por división del trabajo segmentario (incluso en la
división internacional del trabajo), la burocracia sólo existe gracias a la
compartimentación de los despachos, y sólo funciona gracias a las "desviaciones
de objetivo" y a los "disfuncionamientos" correspondientes, y la jerarquía no sólo
es piramidal, el despacho del jefe está tanto al final del pasillo como en lo alto del
edificio, en resumen, diríase que la vida moderna no ha suprimido la
segmentariedad, sino que, por el contrario, la ha especialmente endurecido.

En el contexto de la Globalización Neoliberal Capitalista, la geometría de las


biopolíticas, los biopoderes o tecnologías del Poder de los Estados Modernos
adopta el mismo mapa cognitivo de linealidad (subdesarrollo-desarrollo),
circularidad (explotación-acumulación-monopolización), binarismo (compre-venta,
oferta-demanda) y la segmentariedad (productores-consumidores) cooptando los
subsistemas epistemológicos, ideológicos y ontológicos, y capturando tanto el
conocimiento producido como aprehendido, tanto los sistemas morales y
filosóficos producidos como aprehendidos, las ideas, las posturas, las posiciones y
los juicios de valor tanto producidas como aprehendidas, en un juego entrecruzado
en franca relación con la vida “utilísimo para superar la áspera contradicción entre
178

la pretensión de validez universal en cada sistema filosófico y la anarquía histórica


de estos sistemas” (Dilthey, 1974, p. 40); así:

a) En primer lugar, la biopolítica cognitiva es lineal, ya que los Estados


Supra-Nacionales en el contexto de la Globalización Neoliberal
Capitalista estructuraron y diseñaron los patrones tanto cuantitativos
como cualitativos a seguir, estratificando a los Estados Nacionales del
mundo en subdesarrollados, desarrollados y emergentes, según el P.I.B.
anual (Producto Interno Bruto) que los define y los ubica política,
económica y socialmente en la escala de mayor a menor, para participar
del concierto internacional y de las decisiones burocráticas que se toman
en materia comercial, empresarial e institucional, generando un doble
juego binario de dependencia-interdependencia a escala planetaria. (Ver
Gráfica N°: 8)

Fuente: Martínez H. 2016. Biopolítica cognitiva (1).

b) En segundo lugar, la biopolítica cognitiva es circular, ya que los Estados


Supra-Nacionales en el contexto de la Globalización Neoliberal
Capitalista delinearon los patrones tanto cuantitativos como cualitativos
sobre la base del Capital (sistema de préstamos, de crédito, de
financiamiento y de inversión), creando el círculo vicioso no virtuoso de la
179

explotación-acumulación-monopolización entre los Estados Nacionales


que hacen parte del Sistema Internacional, así como también entre
empleadores y empleados nacionales y extranjeros, en el escenario
micro y macro territorial, generando un doble juego binario de riqueza-
pobreza a escala planetaria. (Ver Gráfica N°: 9)

Fuente: Martínez H. 2016. Biopolítica cognitiva (2).

c) En tercer lugar, la biopolítica cognitiva es binaria, ya que los Estados


Supra-Nacionales en el contexto de la Globalización Neoliberal
Capitalista dibujaron los patrones tanto cuantitativos como cualitativos de
acuerdo a los niveles de industrialización de las economías y el
desarrollo de sus herramientas técnicas, tecnológicas, comunicacionales
y educacionales al servicio del Mercado a fin de garantizar la eficiencia,
la eficacia y altos niveles de productividad dentro del sistema de compra-
venta y la ley de oferta-demanda de productos tangibles e intangibles,
materiales e inmateriales, físicos y virtuales, generando un doble juego
de segmentariedad en el plano micro y macro territorial entre Estados
productores y Estados consumidores a escala planetaria. (Ver Gráfica
N°: 10)
180

Fuente: Martínez H. 2016. Biopolítica cognitiva (3).

No obstante, ante la crisis inminente del Sistema Político Democrático y el


Sistema Económico Neoliberal Capitalista, el Sistema Social, es decir, la
Sociedad, llámese comunidad científica o no científica, el pueblo, la masa, la
étnias, las multitudes, la sociedad civil, las organizaciones sociales y populares,
los movimientos sociales, etc., reavivan el interés por redimensionar tantos los
objetos como los sujetos, tanto teóricos como prácticos, dentro y fuera de los
estatutos científicos instituidos, repensando las múltiples dimensiones, saberes y
campos de estudio en el que se instala el hombre y sus misterios, a fin de
garantizar la superación de particiones históricas como riqueza-pobreza, inclusión-
exclusión, norte-sur, derecha-izquierda, bueno-malo, hombre-mujer, los de arriba-
los de abajo, etc., siendo los sujetos y objetos biopolíticos del Sistema
Internacional y del denominado Nuevo Orden Mundial interlocutores válidos para
redimensionar el orden de las cosas y de las palabras, ya que por debajo, por
encima o por el medio del establecimiento de las ciencias exactas y de las
instituciones históricamente establecidas (Estado-Nación) emerge un nuevo
sujeto/objeto epistemológico (Emergente), ideológico (Emancipatorio en el sentido
de la Vida) y ontológico (Sujeto Inter-Cultural) como posibilidad de repensar a la
humanidad desde lo humano, pensar la economía desde el ser, hacer y pensar las
prácticas económicas, pensar la política desde el ser, hacer y pensar las prácticas
181

políticas y pensar la cultura desde el ser, hacer y pensar las prácticas culturales,
en permanente relación socio-política, socio-económica y socio-cultural, de
manera que “los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y
escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender y reaprender” (Morin,
2011, p. 37) o como dice De Soussa (2015), “nosotros tenemos que empezar a
despensar, a desaprender muchas cosas que aprendemos para poder aprender
otras, porque el conocimiento convencional ha creado una sociología de las
ausencias, ha creado tanta invisibilidad donde no es posible mirar lo que pasa
realmente en este espacio” (p. 34), capacidades facultativas para leer, comprender
e interpretar la complejidad de la vida y así revolucionar las llamadas ciencias de
la vida y las ciencias del devenir, con o sin mayúscula.

Como lo plantea Foucault (1968) el campo epistemológico que recorren las


ciencias humanas no ha sido prescrito de antemano: ninguna filosofía, ninguna
opción política o moral, ninguna ciencia empírica sea la que fuere, ninguna
observación del cuerpo humano, ningún análisis de la sensación, de la
imaginación o de las pasiones ha encontrado jamás, en los siglos XVII y XVIII,
algo así como el hombre, pues el hombre no existía (como tampoco la vida, el
lenguaje y el trabajo); y las ciencias humanas no aparecieron hasta que, bajo el
efecto de algún racionalismo impresionante, de algún problema científico no
resuelto, de algún interés práctico, se decidió hacer pasar al hombre (a querer o
no y con un éxito mayor o menor) al lado de los objetos científicos —en cuyo
número no se ha probado aún de manera absoluta que pueda incluírsele;
aparecieron el día en que el hombre se constituyó en la cultura occidental a la vez
como aquello que hay que pensar y aquello que hay que saber, cuyos objetos
nunca objetivables, cuyas representaciones jamás representables del todo, cuyas
visibilidades manifiestas e invisibles a la vez, cuyas realidades que se retiran en la
medida misma en que son fundamentadoras de lo que se da y se adelanta hasta
nosotros: el poder del trabajo, la fuerza de la vida, el poder de hablar, en un
proceso dialógico donde lo instituido y lo instituyente sean la comprensión para un
mundo en común, teniendo en cuenta la complejidad epistemológica (Ciencia del
182

Conocimiento) de los nuevos humanismos que no pueden estar separados de lo


ideológico (Ciencia de las Ideas) ni de lo ontológico (Ciencia del Ser).

Es por ello que al hacer mención a la especie humana, al hombre y al ser


humano en general como objetos y sujetos de estudio de las ciencias humanas
surgen multiplicidad de preguntas abiertas al debate, a la crítica y la reflexión para
comprender e interpretar los enigmas de su universo, el cual es infinito, inmedible
e incuantificable y que permite entrever que “el hombre se convirtió en aquello que
autoriza el poner en duda todo el conocimiento del hombre” (Foucault, 1968, p.
336), ya que “por primera vez desde que existen seres humanos y viven en
sociedad, el hombre aislado o en grupo se haya convertido en objeto de la ciencia
(…) es un acontecimiento en el orden del saber” (p. 335), colocando “el sitio de las
ciencias del hombre en la vecindad, en las fronteras inmediatas y todo a lo largo
de esas ciencias en las que se trata del trabajo, del lenguaje y de la vida” (p. 341),
lo evidente es que desde el siglo XIX hasta la contemporaneidad el hombre se
convierte en sujeto instituido e instituyente no solo en la producción del
conocimiento sino también en el reordenamiento de las ideas y en la co-
construcción de un mundo más humano, en defensa de la Vida y la reproducción
de la Vida como su proyecto teleológico común.

Según Dilthey (1974) “la última raíz de la visión del mundo es la vida” (p.
41), una aspiración teórica y práctica que promete reavivar las humanidades o el
sentido humano a pesar del declive positivista al que se ha sometido a lo largo del
tiempo, de manera que si lo que hoy define una ciencia, más que su tema de
estudio, es su carácter metodológico, entre las humanidades y las ciencias
humanas se ha abierto un abismo que destierra a las primeras del ámbito de la
ciencia: si adoptan su metodología, se pierden a sí mismas. Esta es seguramente
su frágil situación, que las vuelve mero adorno en la organización administrativa
del saber (Leyte, 2012) no obstante, como dice López (2013) en su texto El declive
de las Humanidades “descuidar estos saberes entraña riesgos para la
Democracia, provocando modos acríticos sobre los mensajes cada vez más
simplistas de nuestros políticos”, teniendo en cuenta que toda sociedad
183

democrática requiere de la posibilidad de leer, escribir, interpretar, juzgar, discernir


y decidir críticamente, para romper con el statu quo de la cultura técnica a través
de los retos transformativos de las humanidades y de la humanidad, tal como lo
ratifica Cortina (2010) al plantear que es necesario formar más que profesionales
conocedores de las técnicas, sujetos que tienen sentido de la historia, los valores,
las metas, ciudadanos implicados en la marcha de su sociedad, preocupados por
comprender lo que nos pasa y por diseñar el futuro, marcando el rumbo de la
evolución, ciudadanos preocupados por el presente y anticipadores del futuro: no
es un "algo más" que se añade a su capacidad técnica, sino parte de su ser, pero
para formar a ese tipo de gentes será preciso cultivar la cultura humanista, que
sabe de narrativa y tradiciones, de patrimonio y lenguaje, de metas, de valores y
no sólo medios, esa intersubjetividad humana, de ese ser sujetos que componen
conjuntamente su vida compartida, ya que “la visión del mundo es ahora formativa,
configuradora, transformadora” (Dilthey 1974, p. 46), provocándose la historia de
las continuidades, las discontinuidades y la ruptura epistemológica, ideológica y
ontológica del Estado desde la visión instituida de las ciencias del hombre y de la
naturaleza y la emergencia de los movimientos sociales desde la visión
instituyente de las ciencias sociales y humanas que ayudan a comprender e
interpretar la realidad, a tal punto que “todas las ideas del mundo que favorecen la
comprensión de la vida y conducen a fines vitales útiles perduran y desplazan a
las inferiores” (Dilthey 1974, p. 48).

La multiplicidad de ideas que emergen de los Movimientos Sociales


contemporáneos reavivan el interés por alcanzar estados de vida, condiciones de
vida dignas o estados de bienestar acordes a las expectativas políticas,
económicas, sociales y culturales a partir del Poder social e inter-cultural que
adquieren en defensa de la Vida aun cuando “hay diferencias de razas, de
culturas, de etnicidad, de género, de sexualidad, de formas de trabajo, de vivir, de
ver el mundo y diferentes deseos” (Negri y Hardt, 2005, p. 16), de igual manera
existen diversidad de Movimientos Sociales con pluralidad y multiplicidad de
intereses que hacen parte del cuerpo social, otorgándole al Poder una condición
diferencial, a través de la emergencia de prácticas sociales, populares, políticas,
184

económicas y culturales, cuyos mecanismos se vuelven más democráticos,


cualitativos y afectivos. De acuerdo a Negri y Hardt (2005) “las sociedades de
control son absorbidas dentro de un poder que se extiende hasta los ganglios de
la estructura social y sus procesos de desarrollo reaccionan como un solo cuerpo”
(p. 39), desplazando las empiricidades, la teoría crítica eurocéntrica y la episteme
occidental aprehendida durante siglos hacia una praxis interpretativa del sujeto
epistemológico inter-cultural que comprende e interpreta la compleja realidad
provocando una episteme emergente que valora la Vida en sus múltiples formas,
como potencia, como política, como derecho, como ley, como ideología, por tanto
como verdad absoluta “como conquista de un arte de vivir” (Morin, 2011, p. 245)
que rechaza la inhumanidad y la barbarie, los radicalismos y los absolutismos en
contra de la vida misma, la industrialización, la urbanización, el afán de lucro y la
supremacía de lo cuantitativo, aspirando a vivir la verdadera vida.

Tal como lo han formulado tanto el Presidente Correa como en el Foro


Social Mundial de Belem en la Amazonía, la calidad es más importante que la
cantidad, el ser es más importante que el tener, la necesidad de autonomía y la
necesidad de comunidad deben ir asociadas, la poesía de la vida, como el amor
en primer lugar como verdad suprema (Morin, 2011), de-construyendo los
sistemas de representación dominantes hacia sistemas de participación directa
que garantizan la realización, la emancipación y transformación del sujeto,
abriendo “un horizonte de constitución de libertad articulado con una nueva
dinámica de producción de valores, es decir, de creación, más que de producción
instrumental” (Cocco, 2012, p. 77) y de producción de vida, a través de un
movimiento que irrumpe las figuras geométricas biopolíticas impuestas en
devenires de auto-constitución y auto-determinación lo cual garantiza que los
Movimientos Sociales Latinoamericanos en el contexto de la Globalización
Neoliberal Capitalista emergen “como sujetos políticos en tanto se desarrollan con
la vitalidad de sus expresiones actuales para producir y reproducir la totalidad del
mundo de la vida” (Negri y Hardt, 2006, p. 53), a través de prácticas de producción
y reproducción de la Vida.
185

Es por ello que los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en


la Era Biopolítica Global, son un constante de Vida, hacen de la Vida un continuum
histórico, piensan en razón de la Vida y sienten solidariamente y humanamente la
Vida, co-construyendo vertientes de contra-sentidos y nuevos sentidos que
enriquecen la apuesta teórica y práctica, ética y estética, objetiva y subjetiva de un
mundo en común. Según Foucault (2007) “el gobierno se ajusta a la racionalidad
de los individuos o sujetos de derechos políticos, económicos y culturales” (p. 357)
bajo sus exigencias, peticiones, reclamaciones y necesidades, sobrepasando el
régimen de verdad que ha producido y reproducido el Sistema Político
Democrático y el Sistema Económico Neoliberal Capitalista, puesto que el Poder
se instala en los sujetos a priori no a posteriori, el Poder es parte integrante de la
condición humana, gobernando los saberes, las posturas y las formas de ser,
hacer, pensar y sentir, garantizando que el Poder no es absoluto ni radica en una
persona, ni en un grupo de personas, ni en el Estado, el Poder se desplaza
constantemente en ruptura histórica por encima, por debajo o por el medio del
modelo o del sistema imperante, de tal suerte que provee a los sujetos de la
capacidad facultativa para resistir en un devenir-movimientos sociales
contemporáneos caracterizados por la fuerza social e inter-cultural, en renuencia a
la lealtad del Estado bajo el determinante innegociable de auto-determinación y
auto-realización del cuerpo de la Nación, a través de:

(A) La perspectiva epistemológica (Emergente) hacia una Política


Emancipatoria en el sentido de la Vida que se reescribe todos los días, lo cual
permite comprender e interpretar la nueva relación dialéctica y dialógica de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en su praxis de cambio frente
al Estado, ya que los procesos de producción y reproducción del conocimiento en
su vertiente gubernativa e institucional, que impulsaron desde westfalia el modelo
eurocéntrico de Estado Democrático están en crisis, así como lo argumenta De
Soussa (2010) “la injusticia social global está íntimamente unida a la injusticia
cognitiva global. (…) Para alcanzar el éxito, esta batalla requiere un nuevo tipo de
pensamiento, un pensamiento posabismal” (p. 37), es decir, un pensamiento que
comprenda e interprete la complejidad de la Vida y los problemas que ella
186

contiene, “vista desde esta perspectiva la complejidad nos da la oportunidad de


insuflar sentido en nuestras prácticas sociales, en nuestro modo de conocer, de
legitimar y compartir el saber, es decir, de enriquecer nuestros territorios
existenciales en múltiples dimensiones” (Najmanovich, 2005b, p. 16), a partir de
metodologías heurísticamente emergentes y diversas, en ruptura teórica y práctica
a los sistemas lineales, circulares y binarios instituidos, aludiendo a las
revoluciones epistemológicas latinoamericanas que incluyen las visiones, las
nociones, los saberes, las experiencias y las prácticas de los sujetos colectivos,
por que como dice Dilthey (1974) “los acontecimientos individuales que provoca el
haz de impulsos y sentimientos en nosotros, al encontrarse con el mundo
circundante y el destino, se reúnen en ella en un saber objetivo y universal” (p.
42), que redunda en la consolidación de la Democracia, como sistema político que
defiende la Vida innegociable e irrenunciablemente, ya que en el contexto
Latinoamericano se desbocan y se precipitan nuevas formas de hacer política, por
tanto nuevas formas de defender la Vida, así como lo asevera Guadarrama
(2016), citando a Edgar Montiel y a Beatriz González de Bosio, alusivo al libro
Pensar la mundialización desde el sur, la razón de todos en las cosas de todos, y
no la razón universitaria de unos sobre la razón campestre de otros, establece los
ejes procedimentales de una democracia participativa universal incluyente como
alternativa a las tecnodemocracias delegativas que hoy vacían democracia a las
democracias. Por ende, las teorías y prácticas de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes son la viva respuesta a las preguntas
epistemológicas que surgen en la Era Biopolítica Global, porque son quienes
están planteando en la actualidad el acervo intelectual, ético y moral para la co-
construcción de un mundo en común, en defensa radical a la producción de la
Vida y la reproducción de la Vida en todas sus formas.

(B) La perspectiva ideológica (Emancipatoria en el sentido de la Vida) hacia


una Política de la Vida que se reescribe todos los días, permite comprender e
interpretar la nueva relación dialéctica y dialógica de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos en su praxis de cambio, ya que los procesos de producción y
reproducción del conocimiento en su vertiente gubernativa e institucional, que
187

impulsaron desde westfalia el modelo eurocéntrico de Estado Democrático está en


crisis, emergiendo la necesidad y la urgencia de despolitizar y desideologizar la
Democracia a tal punto que las ideologías tradicionalistas y eurocéntristas
posibiliten la emergencia e inclusión de ideas alternativas, liberadoras,
emancipadoras e inspiradoras siempre válidas, evitando sacrificar la Democracia
por encima de los intereses del Capitalismo mundial, que garantice un ethos
distributivo no acumulativo, más cualitativo no cuantitativo, más colectivista menos
individualista, menos competitivo más reciproco, menos rentista más
complementario y solidario. Un nuevo escenario ideológico-político que tiene como
principal defensa la Vida, tal como lo menciona Maldonado (2003) “la biopolítica
nos permite comprender que más allá de la búsqueda de la paz, el problema
verdaderamente fundamental es la afirmación, el cuidado, en fin la gratificación de
la vida (…) y la vida se funda expresamente en la diversidad” (p. 239-240), que
responde no solo a la defensa de la Vida Humana sino de la Vida en todas sus
formas. Si bien la Ideología “es, en cierto sentido, el saber de todos los saberes y
su fin es plegar todo conocimiento a una representación a cuya inmediatez uno no
escapa jamás (Foucault, 1968, p. 236), la capacidad crítica y el campo
trascendental de las subjetividades del sujeto, permiten desvirtuar lo acontecido y
redistribuir las opiniones, logrando con ello una conciencia desde el punto de vista
de su propia historia, desde la posición crítica de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos que son Movimientos Populares que emergen en la Era
Biopolítica Global, a través de procesos constituyentes de la Democracia
Participativa que devienen con fuerza social y cultural, de todas maneras, “en
tanto no se acepte que estas expresiones de protesta popular y de desobediencia
civil también constituyen vías a través de los cuales los sectores popular pueden
expresar sus demandas, la democracia no podrá considerarse como plena”
(Guadarrama, 2016, p. 335), de tal suerte que dichas expresiones populares son
vías alternativas que se refrendan y se reformulan constantemente, dada la
compleja realidad, dadas las nuevas exigencias de las sociedad en general y las
nuevas formas de alcanzarlo, ya que “el pensamiento político latinoamericano ha
demostrado las innumerables fallas de la democracia representativa, por lo que no
188

cesan de elaborarse nuevas alternativas de posibles formas de superarla”


(Guadarrama, 2016, p. 358). De lo epistemológico a lo metodológico y de lo
ideológico a lo político, los Movimientos Sociales Latinoamericanos aceptan “el
desafío de la fluidez, del movimiento transformador, de la dinámica, de lo
inesperado” (Najmanovich, 2005b, p. 23) en el plano local, nacional, regional y
continental, ya que tanto las teorías como las prácticas políticas constituyentes
son hoy ejemplo de participación política, de cultura política democrática, de
cultura política de la resistencia, de cultura política por la autodeterminación, de
cultura política por la soberanía individual y colectiva, de cultura política de la
movilización social, de cultura política de la desobediencia civil, de cultura política
de la lucha social, de cultura política del diálogo social, desde el acervo intelectual,
ético y moral para la co-construcción de un mundo en común, formulando y
reformulando, pensando y repensando la Vida, ya que como dice Dilthey (1974) “el
pensamiento científico puede analizar el método en que se basa su seguridad y
puede formular y fundamentar exactamente sus proposiciones: el origen de
nuestro saber acerca de la vida no puede examinarse así, y no pueden trazarse
fórmulas fijas de él” (p. 43), por tanto, una Política de la Vida, es en sí misma una
Política de la Diversidad y de la Pluralidad, por tanto, una Política de la Dignidad,
donde prevalece el interés absoluto por la Vida y la reproducción de la Vida en las
más variadas y creativas formas de Ser y de Estar juntos, siendo ello un largo
proceso constituyente de abajo a arriba, del fondo hacia la superficie.

(C) La perspectiva ontológica (Sujeto Inter-Cultural) hacia una Política


Emancipatoria en el sentido de la Vida que se reescribe todos los días, permite
comprender e interpretar la nueva relación dialéctica y dialógica de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos como sujetos Inter-Culturales emergentes
ante la crisis de los procesos de producción y reproducción del conocimiento en su
vertiente gubernativa e institucional que impulsaron desde westfalia el modelo
eurocéntrico de Estado Democrático, “en una época en la cual se han pluralizado
las formas de vida y la alteridad se ha convertido en un problema ineludible”
(Biset, 2011, p. 9), ya que tanto el Poder de ser libres como el Poder de ser
diferentes no escapa de los problemas del pasado, del presente y del futuro de la
189

humanidad, por tanto no escapa del debate político, económico y socio-cultural, es


decir, que plantea “un estatuto ontológico de la diferencia como constituyente de
esa misma realidad” (p. 10), que supone toda diferencia a priori no a posteriori del
sujeto, como parte intrínseca no extrínseca de su estructura, lo que significa que ni
los conceptos ni las categorías, ni las mediaciones que la identifican y la
representan podrían dar cuenta de su ser y existir, sino las relaciones de lo
diferente con lo diferente en virtud de su propia potencia. En este sentido, el sujeto
político latinoamericano que emerge en el contexto biopolítico global adquiere la
connotación o representación social de movimientos sociales cuyo determinante a
priori es la diferencia, ya que dichos sujetos se construyen y se reconstruyen
constantemente a partir de sus diferencias innatas, de su voluntad ética y moral y
de su actuaciones políticas y públicas, así pues, “el origen es la diferencia en el
origen, la diferencia en el origen es jerarquía, es decir la relación de fuerza
dominante con una fuerza dominada, de una voluntad obedecida con una voluntad
obediente” (Biset, 2011, citando a Deleuze, p. 18), dando como resultado
multiplicidad de sujetos con identidades compartidas, con conceptos de dignidad,
solidaridad y formas de vida compartidas, con voluntades compartidas, con
fuerzas sociales compartidas y con características exteriores compartidas, en
definitiva, un sujeto que está en devenir y en constante resistencia, ya que “el
fondo que se eleva ya no está más en el fondo, sino que adquiere una existencia
autónoma (…) cuando el fondo sube hasta la superficie, el rostro humano se
descompone en ese espejo en el que lo indeterminado tanto como las
determinaciones llegan a confundirse en una sola determinación que hace la
diferencia” (Deleuze, 2002, p. 62), de tal manera que los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergen del fondo a la superficie declarándose diferentes en
contra-sentido a la ratio guvernatoria del Estado, proclamándose discursivamente
por la dignidad humana, por la dignidad del otro, por la dignidad del oprimido y por
la dignidad del dominado, convirtiéndose en una fuerza social e intercultural
emancipatoria histórica que sobresale en ruptura histórica, una filosofía de la
diferencia o filosofía inter-cultural, “siempre vista como una filosofía de la vida que
es receptora de las múltiples formas culturales e históricas por medio de las que
190

los sujeto se hacen presentes en la existencia” (Márquez, 2013), que no tiene más
remedio que defender la diferencia respecto a la multiplicad de formas (pequeñas
y grandes) en que se expresa la Vida, porque “la multiplicidad no está subordinada
a ningún principio exterior puesto que manifiesta la misma diferencia” (Biset, 2002,
p. 33).

Por tanto, la diferencia no está subordinada a ningún principio exterior puesto


que manifiesta la Vida, y la Vida no está subordinada a ningún principio exterior
puesto que manifiesta la misma multiplicidad y diferencia, a través de espacio-
temporales que invitan a pensar la política “como el proceso de diferenciación, en
tanto condición de existencia de lo dado” (Biset, 2002, p. 40) y como parte
esencial de la condición humana ya que lo importante es ser cada vez más
incompleto, no es ser completo, es tener una conciencia cada vez más grande de
nuestra incompletud (…) porque celebrar la diversidad es importante, y los
movimientos de estos últimos años, de la revolución de indignación, han celebrado
la diversidad (De Soussa, 2015), y admite que el discurso del otro se sustenta en
el derecho a la palabra que tiene un colectivo cultural para hablar desde su
diversidad cultural y a formar parte de un mundo mucho más complementario e
interactivo” (Márquez, 2013, p.10) o como dice De Soussa (2015) “es un diálogo,
idea de que es tan necesario que este Sur global, que es tan diverso, pueda
entenderse, ser más inteligible, es un diálogo y una búsqueda de inteligibilidad
para promover acciones colectivas” (p. 30).

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos en la Era Biopolítica Global se


han convertido en el núcleo de los debates epistemológicos y metodológicos,
político-ideológicos y filosófico-ontológicos a través de procesos dialécticos y
dialógicos entre la Nación y el Estado que permiten la comprensión y la
interpretación de la compleja realidad desde el punto de vista teórico y práctico o/y
desde el punto de vista práctico y teórico, a fin de garantizar “el cuidado y el
posibilitamiento de la vida en general: de la vida humana, pero además y
principalmente, de la vida en general, actual y posible, conocida y por conocer (…)
encontrando varios vasos comunicantes con los derechos humanos” (Maldonado,
191

2003, p. 206), ya que lo que está en riesgo y en peligro de extinción no es la


especie humana y otras especies naturales existentes, es la condición humana, la
condición de ser, hacer, pensar y sentir humanamente la complejidad de la Vida,
“siendo la vida el paradigma por excelencia de complejidad creciente” (p. 239) que
está emergiendo, por medio de prácticas y experiencias simbólicas y creativas,
objetivas y subjetivas, éticas y estéticas, sociales y culturales, políticas y
económicas de distinta índole que defienden, por ejemplo, los derechos
territoriales sobre el patrimonio natural y biodiverso de las comunidades
originarias, ya que “más allá de los contextos (los movimientos sociales)
construyen sus luchas, basándose en conocimientos ancestrales, populares y
espirituales que siempre fueron ajenos al cientismo propio de la teoría crítica
eurocéntrica” (De Soussa, 2010, p. 18), destacando que “los seres son
comunidades de seres antes que individuos, en esas comunidades viven y están
presentes los antepasados así como los animales y la Madre Tierra” (p. 19).

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (P.N.U.D.,


2010) América Latina y el Caribe es una superpotencia de biodiversidad, ya que
cuenta con uno de los mayores acervos de capital natural en el mundo, con seis
de los países biológicamente más diversos (Brasil, Colombia, Ecuador, México,
Venezuela y Perú), así mismo es considerada como el área más rica de
biodiversidad del planeta y objeto de explotación y crecimiento económico para las
Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras en el contexto de la
Globalización Neoliberal Capitalista, generando la crisis actual del medio ambiente
en términos de la desertización, la deforestación, la muerte de millones de
especies, la contaminación de mares, ríos, cuencas y océanos, la destrucción
acelerada de los ecosistemas naturales, el detrimento de la biodiversidad, la
escasez de agua potable, entre otras alteraciones que están agotando el capital
natural, mineral e hídrico, junto a las posibilidades de subsistencia de lo viviente a
escala planetaria, logrado afectar todas las esferas de la vida humana y la de
todos los seres vivos.
192

En palabras de Morin (2011) “la globalización, la occidentalización y el


desarrollo (económico) son la amenaza global de la biósfera, tanto local como
globalmente” (p.79), siendo urgente que la conciencia ecológica se intensifique y
se expanda mundialmente, así como el sentido ético-crítico que debe asumir el
ciudadano en su diario vivir, el trabajador en su ambiente laboral dentro y fuera de
la empresa, el maestro en su labor educadora, el indígena y el campesino en su
territorio, el Estado en su papel de veedor y procurador, y por ende de todos los
actores societales para poder generar los cambios y las transformaciones que el
medio ambiente necesita, ya que como lo afirma Potter (1971) desde la
perspectiva de la bioética, los valores éticos no pueden ser separados de los
hechos biológicos. Tanto los científicos y tecnólogos, como los humanistas y
cientistas sociales son responsables del cuidado, protección, preservación y
renovación del ambiente, es una ética en sí que sugiere re-pensarnos como
sujetos en sociedad, desde nuestras actuaciones, decisiones y modos de vida,
pues, la vida de los seres no humanos es un valor en sí, la riqueza y la diversidad
de estas formas de vida son también valores en sí, y los seres humanos no
pueden intervenir de manera destructiva en la vida. La responsabilidad de los
hechos que han suscitado la "alarma ecológica", es por cierto, mayor para unos
que para otros, en un mundo partido por la desigualdad de la riqueza y del Poder,
más, ello no puede ser motivo para sentirnos al margen, en cuanto también
nosotros somos responsables y, en más de un caso, plenamente responsables.
Los sudamericanos debemos tener muy presente que en la Amazonia, la que no
es patrimonio exclusivamente brasilero, cinco millones de kilómetros cuadrados de
selva están amenazados de destrucción en un proceso hasta ahora incontenible
de irracionalidad y violencia. Es importante tener presente que esa selva
constituye, ella sola, el diez por ciento de la superficie mundial de bosques y casi
la mitad de la jungla tropical planetaria (Roig, 2000), llevando a instituciones
internacionales como W.W.F. (World Wildlife Fund), Earth Action, Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente, (P.N.U.M.A). Organizaciones No-
Gubernamentales como el Movimiento de Jóvenes por el Agua, A.C. (M.O.J.A.),
Green Peace, Organizaciones Indígenas, Movimientos Sociales y defensores de
193

los Derechos Humanos, a exigir que las Empresas Trasnacionales sean


procesadas y juzgadas ante una Corte Internacional, así como lo plantea el
Gobierno de África del Sur y el Gobierno del Ecuador, quienes llevaron a la
Organización de las Naciones Unidas, específicamente al Consejo de Derechos
Humanos de la O.N.U., la propuesta de resolución para la creación de un Tratado
vinculante entre los Estados-miembros de la entidad, cuya proposición fue
aprobada en 2014, por mayoría simple, ya que el tratado exige establecer un
mecanismo que pueda castigar penal y civilmente a las empresas que generen
situaciones de violación de los Derechos Humanos, de manera que la Vida sea el
principio innegociable que conduzca toda acción económica, política, social y
cultural.

La Política Emancipatoria en el sentido de la Vida, desde la perspectiva de


los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la Era biopolítica
Global, alude entonces a procesos devenidos de las luchas y las resistencias de
los pueblos en su afán por alcanzar las justas reivindicaciones que la política del
Estado y la política gubernamental ha abandonado sin pacto social, tal como lo
expresa Deleuze (2002) “no debemos asombrarnos de que la diferencia parezca
maldita, que sea la falta o el pecado, la figura del Mal prometida a la expiación (…)
la diferencia debe salir de su caverna y debe de dejar de ser el monstruo” (p. 63),
en tanto que el neoliberalismo no sabe proponer ningún modelo de integración
social. La «república» está desnuda. Su «orden» meritocrático y racista se
constituye —en las periferias francesas así como en las favelas brasileñas— en la
mayor amenaza contra la sociedad. Al mismo tiempo, es allí mismo, en las
periferias, donde se encuentran las dinámicas productivas y creativas del mundo
contemporáneo (Cocco, 2012), que adquieren la connotación o representación
social de Movimientos Sociales emergentes en este último siglo en el contexto
Latinoamericano tomándose el Poder Económico, Político, Social e Inter-Cultural,
ante el eclipse de la política Estatal y de sus Instituciones, cuyos métodos, objetos
y sujetos superan la matriz epistemológica del mundo occidental y del empirismo
científico-técnico, dando como resultado un movimiento popular, social, inter-
194

cultural, diverso, plural, múltiple y humano constituyente, coincidente en la defensa


radical de la Vida en todas sus formas.

De Soussa (2010) argumenta que desde el Ejército Zapatista de Liberación


Nacional (EZLN) en Chiapas a la elección de Lula en Brasil; desde los piqueteros
Argentino al Movimiento Sin Tierra (MST); desde los movimientos indígenas en
Bolivia y Ecuador al Frente Amplio de Uruguay a las sucesivas elecciones de
Hugo Chávez en Venezuela y a la elección de Evo Morales en Bolivia, de
Fernando Lugo en Paraguay y de José Mujica en Uruguay; desde la lucha
continental en contra el Área de Libre Comercio en las Américas (ALCA) al
proyecto de integración regional alternativo liderado por Hugo Chávez la
Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA); desde los inicios del proceso de
negociación entre la Guerrilla de las FARC-EP y el Gobierno Colombiano en la
Habana-Cuba para la consecución del Derecho a la Paz, se visibilizan prácticas
políticas que se reconocen como emancipadoras, pero que no estaban previstas
por las grandes tradiciones teóricas de la izquierda eurocéntrica o que incluso las
contradicen, lo cual indica que existe una emergencia creciente de voluntades y de
fuerzas compartidas desde diferentes dignidades. El caso de la República de
Colombia, es de especial atención para el discernimiento epistemológico,
ideológico y ontológico contemporáneo en la región, ya que particularmente, se
encuentra en transición hacia una Paz Estable y Duradera mediante:

(1) La “Reforma Rural Integral” que debe integrar las regiones, contribuir a
erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los
derechos de la ciudadanía.

(2) La “Participación Política: Apertura democrática para construir la paz”,


que implica la construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del
conflicto, lo cual requiere de una ampliación democrática que permita que surjan
nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación
alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el
pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la
sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política.
195

(3) El “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de


las Armas”, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones
ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades
y cualquier acción prevista en las Reglas que Rigen el Cese, incluyendo la
afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de
la implementación del Acuerdo Final y la dejación de las armas y preparar la
institucionalidad y al país para la reincorporación de las FARC-EP a la vida civil.

(4) Las “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones


criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra
defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o
movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido
denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la
persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los
acuerdos y la construcción de la paz.

(5) La “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”, siendo necesario


encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los
cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas, para lo
cual se promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al
fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la
criminalidad organizada asociada al narcotráfico, asegurando un enfoque general
de derechos humanos y salud pública, diferenciado y de género.

(6) Y las “Víctimas”, centro de cualquier acuerdo crea el Sistema Integral


de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra
la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigación y
sanción de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves
infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales
complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la
búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a
personas, a colectivos y a territorios enteros; todo ello denominado “Acuerdo Final.
196

24.11.2016. ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA


CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA”.

Se considera un pacto político y social por la paz, legitimado primeramente


por las organizaciones de víctimas, campesinas, indígenas, estudiantiles, políticas,
juveniles, magisteriales, y en general, exigido por la mayoría de la Sociedad
Colombiana, en un movimiento nacional e internacional que se denominó
#AcuerdosYá en twitter, más las múltiples manifestaciones y expresiones de paz,
tal es el caso del llamado “Campamento por la Paz”, instalado en la Plaza de
Bolívar en la Capital de la República de Colombia en el centro histórico de Bogotá
desde el fracaso del Plebiscito por la Paz el pasado 2 de octubre de 2016, en el
cual el NO obtuvo 6.431. 376 votos y el SI obtuvo 6.377. 482 votos con un 62.59%
de abstención en todo el país, la más alta en 22 años, según la Registraduría
Nacional del Estado Civil (Comunicado-0121,2016), hasta la firma del nuevo
acuerdo el pasado 26 de noviembre de 2016, que da cuenta de las formas
diversas en que el pueblo colombiano se expresa, se manifiesta y exige, así como
también la firma del Gran Pacto Juvenil por La Paz, en el que los representantes
de los jóvenes, “convencidos de que la Paz nos pertenece y no es cuestión de un
sólo movimiento o causa política, nos empoderamos de la situación actual del país
y convocamos el gran Pacto Juvenil por La Paz, para dar ejemplo de
reconciliación y no violencia” (Comunicado-Colombiajoven.gov.co), siendo
firmantes: Alianza Verde, Partido Alianza Social Independiente-A.S.I., Asociación
Colombiana de Estudiantes Universitarios, Asociación Departamental de Usuarios
Campesinos de Cundinamarca, Asociación Nacional de Estudiantes de
Secundaria-A.N.D.E.S, Cambio Radical, Centro Democrático, Colectivo Zoolo
Distri, Colectivo de Jóvenes de trabajadores, Colectivo León Zuleta, Coordinación
Nacional de Organizaciones y Comunidades Afrodescendientes–Conafro,
Comisión de religiosos de Colombia, Esapistas por la paz, Federación de
Estudiantes Universitarios, Federación Distrital de Acción Comunal, Fundación
Palabras Sociales, Javerianos por la paz, Jóvenes artistas por la paz, Jóvenes
artesanos por la paz, Jóvenes Independientes de Armero Guayabal, Jóvenes
social Demócratas, Juventud Comunista Colombiana – J.U.C.O., Juventud
197

Rebelde, Juventudes A.S.I., Libres, Movimiento Alternativo Indígena y Social-


M.A.I.S., Marcha Patriótica, Mesa Interpartidistas universidad de los Andes,
Movimiento Sé Origen, Movimiento Progresistas, Opción Ciudadana, Organización
Nacional de Indígenas de Colombia, Organización Nacional de Juventudes
Liberales, Partido Conservador, Partido Comunista, Partido Liberal, Partido Social
de la Unidad Nacional (Partido de la U), Por Colombia Sí, Polo Democrático, Polo
Democrático Alternativo– Vamos por los derechos, P.D.A.–Polo Social, Plataforma
de unidad de estudiantes de secundaria, Red de Mujeres jóvenes, Red de Mujeres
Jóvenes Colombia, Red Nacional de Jóvenes de Ambiente, Rede-paz, Unión
Patriótica, Uniendo Territorios, Unión Colombiana de Jóvenes Demócratas–
U.C.J.D. y Teusaquillo Por La Vida; en definitiva, un acuerdo de paz política y
éticamente correcto que reafirma lo contenido en la Constitución Política de
Colombia 1991 en base al Sistema Político Democrático y al Estado Social de
Derecho que lo respalda, refrendado por el Congreso de la República de Colombia
en el mes de diciembre de 2016 bajo la vigilancia y veeduría social de los
movimientos sociales y organizaciones sociales en defensa radical a la Vida,
“abriéndose espacios analíticos para realidades sorprendentes (porque son
nuevos o porque hasta ahora fueron producidas como no existentes) donde
pueden brotar emergencias liberadoras” (De Soussa, 2010, p. 19), que permiten
dibujar un nuevo mapa político. No obstante, en Colombia la compleja realidad del
país se debate entre las imposiciones de las Instituciones Supra-Nacionales del
F.M.I., el B.M. y la O.MC., las obligaciones del Pos-Consenso de Washington, los
T.L.C. con Estados Unidos y Europa, y las exigencias de los movimientos sociales
laborales, magisteriales, estudiantiles, campesinos, de género, indígenas,
ecologistas y étnicos quienes resisten y exigen coherencia entre la constitución
escrita y la constitución real, a través de mecanismos de dialogo y no de la
violencia que redundan en la consecución de la paz, un escenario de polarización
entre lo político, lo económico y lo militar, con intermedios de auto-realización y
auto-determinación económica, político, social y cultural en el plano real.

El principio de Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos del Tratado


de Paz de Westfalia, ha sido positivado con el pasar del tiempo como el Derecho
198

de Libre Determinación de los Pueblos o Derecho de Autodeterminación que


significa que un pueblo tiene derecho a decidir sus propias formas de gobierno,
perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin
injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad, tal como está
consignado en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y en numerosas
resoluciones de la Asamblea General de la O.N.U., aunque tal derecho no está
consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo,
se amplía y se extiende como teoría y como práctica de la que gozan los sujetos
individuales y colectivos para la consecución de su propia realización, clave en la
auto-determinación de las masas, de las comunidades, de las clases sociales
marginadas, de las naciones ante el colonialismo y el neocolonialismo, y garante
de la soberanía, la independencia, la emancipación y la autonomía del cuerpo de
la Nación, por tanto garantiza la libertad y protege la Vida ante todo sistema de
avasallamiento, opresión, dominación y subyugación, en el respeto por la
diferencia, en el respeto por la otredad y en el respeto por la diversidad, ya que la
entidad política de la Nación, si bien es un concepto histórico que captura al
conjunto de la sociedad como una masa uniforme, es necesario atribuirle el
carácter plural y diverso que lo denota y lo connota, así como el carácter ético y
estético, ético y moral, objetivo y subjetivo.

El Movimiento Social Mexicano, Coalición Pro-Derechos de la Raza de San


Diego, California-Estados Unidos (México Ocupado), organizado por un
conglomerado de organizaciones sociales, políticas y cívicas (Unión del Barrio,
African People’s Socialist Party, Committee on Raza Rights-Oxnard, African
People’s Solidarity Committee, International League of People’s Struggle,
Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-
Desaparecidos, AMATE, Frente Socialista-Puerto Rico, Irish Republican Socialist
Movement, Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (El Salvador), Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Frente Indígena de Organizaciones Bi-
Nacionales, Barrio Defense Committee, Brown Berets de Aztlán, Association of
Raza Educators, Guerrero Azteca Project, Comité de Derechos Humanos de
Mt.View, Raza Press Association, Pan Africanist Youth Congress (PAYCO) of
199

Azania, Asians 4 Jericho/Mumia, Workers World Party, International Action Center,


M.E.Ch.A. de USD), “emergen como grupos políticos nacionalistas dentro del
ámbito estadounidense, promoviendo una identidad movilizadora nacional-
culturalista alternativa a la identidad étnica que el sistema socio-racial le adjudica
a los estadounidenses de ascendencia mexicana en esa región, captando el
hecho de que los discursos de la globalización minimizan a los estados-
nación locales mientras hacen hincapié en el orden global” (Angeleri, 2001),
el cual exige un Tribunal Internacional Contra el Colonialismo y el
Neocolonialismo, con el fin de exponer la violenta naturaleza del capitalismo
y el colonialismo salvaje de los Estados Unidos, quien ha impuesto un
orden económico, político y social insostenible para el bienestar del pueblo
Mexicano, otros pueblos del mundo y la especie humana en su totalidad, por
los Derechos Democráticos, Nacionales y Humanos de la Raza Indígena
Mexicana y Latinoamericana. Se apoya en la Declaración Universal de los
Derechos de los Pueblos de Argel, del 4 de julio de 1976, que alude a que todo
pueblo tiene el Derecho a la existencia, por tanto a la Vida, ya que como lo
menciona el Artículo 4: “Nadie puede ser, debido a su identidad nacional o cultural,
objeto de masacre, tortura, persecución, deportación, o expulsión, o ser sometido
a condiciones de vida que puedan comprometer la identidad o la integridad del
pueblo al que pertenece”, siendo la Vida la condición innegociable, intransferible e
inmutable que tiene un sujeto, una comunidad, un pueblo o una Nación ante
cualquier circunstancia, quedando claro que el Derecho a la auto-determinación
política, es extensivo hacia la auto-determinación económica, social y cultural, ya
que como lo menciona el Artículo 7, de la misma declaratoria: “todo pueblo tiene
derecho a un régimen democrático que represente al conjunto de los ciudadanos,
sin distinción de raza, sexo, creencia o color, y capaz de asegurar el respeto
efectivo de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales para
todos”, no solo en el escenario constitucional y de las leyes, sino también en el
marco real en el respeto a la Dignidad Humana y la defensa radical a la
producción y reproducción de la Vida.
200

Nuevas formas de auto-realización y auto-determinación son las que


establecen el devenir ininterrumpido de la Sociedad, que se enriquece y se
retroalimenta con las creaciones colectivas que adquieren la connotación o
representación social de Movimientos Sociales quienes tienen el carácter de
emergente, ya que “es un fenómenos que acaece, y que implica enormes
esfuerzos y luchas” (Maldonado, 2004, p. 22), intempestivo, ya que, hay que
elevarse hasta el acontecimiento, instalarse en él como en un devenir, rejuvenecer
y envejecer en él al mismo tiempo, atravesar todos sus componentes o
singularidades. El devenir no es la historia, la historia designa únicamente el
conjunto de condiciones (por muy recientes que sean) de las que hay que
desprenderse para “devenir” (Deleuze, 1990), y sorpresivo, ya que alude a pensar
lo indeterminado dentro lo determinado, lo abierto en lo cerrado, el desorden en el
orden, el descontrol en el control, en tanto se rompen los esquemas teóricos y
prácticos, objetivos y subjetivos, éticos y estéticos de las políticas instituidas en el
orden de lo gubernativo, poniendo en evidencia la crisis tanto al Sistema Político
Democrático y como del Estado Social de Derecho, ante la emergencia de nuevas
prácticas y teorías constituyentes de los sujetos colectivos que maximizan la
democracia y la autonomía de las comunidades, a través de la comprensión e
interpretación de la compleja realidad, desde la visión humanista y humana que la
recrean, así como desde las múltiples dimensiones y formas creativas e
imaginativas de transformarla y emanciparla.

Ya decía Deleuze (1990) que las revoluciones no tienen porvenir, pero ahí se
mezclan siempre dos cosas distintas: el futuro histórico de las revoluciones y el
devenir revolucionario de la gente que no se trata de la misma gente en los dos
casos. La única oportunidad de los hombres está en el devenir revolucionario, es
lo único que puede exorcizar la vergüenza o responder a lo intolerable en el
contexto biopolítico contemporáneo, evidenciado en la actual revolución social que
vive el ser humano en particular y la humanidad en general desde el punto de vista
epistemológico, ideológico y ontológico de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes, como Colectividades por Poder Social e Inter-
Cultural, quienes renuncian a la lealtad del Estado bajo el amparo constitucional
201

nacional e internacional de la Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos,


teniendo en cuenta que la Vida se constituye en el paradigma a saber que
dignifica la condición de ser humanos, de ser parte integrante, parcial no total, de
la humanidad y por tanto de ser responsables de cuidarla, protegerla y defenderla
en lo económico, lo político y lo socio-cultural, desde lo ético y estético, desde lo
subjetivo y lo objetivo, a fin de que la teoría democrática se corresponda con lo
práctica democrática, “base de la solución a los restantes problemas que la ciencia
normal no ha resuelto” (Kuhn, 1962, p. 268), por ello es necesario potenciar una
Política Emancipatoria en el sentido de la Vida desde la perspectiva de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos, que logre dignificar radicalmente tanto
los fines como los medios de la política para “hacer posible y cada vez más
posible la vida; la vida humana, y con ella también la vida entera sobre el planeta”
(Maldonado, 2003, p. 45). (Ver Gráfica N°: 11)
202

Fuente: Martínez H. 2016. Devenir-Resistencia del M.S.L.E. Política de la Vida.

Como toda moral vivida, su desarrollo y, por cierto, sus principios, son el fruto
de una praxis el que, en el caso al que nos estamos refiriendo, se ha expresado
fundamentalmente como un proyecto de liberación (Roig, 2000), en el que los
sujetos actuantes interpretan su compleja realidad y generan sus propias rupturas,
resignificando las nuevas relaciones de Poder-Saber en el plano vertical del
Estado y en el plano horizontal de la Nación, donde emergen procesos de
conjunto en constante evolución; el movimiento de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes provoca la ruptura histórica del eje vertical
vinculante (Estado-Nación) cuyo biopoder: (A) Desplazó la máxima
gubernamentalidad política Estatal por la mínima gubernamentalidad; (B)
203

Concentró el Poder Político Estatal en grupos sectorizados y en Instituciones


Estatales Nacionales y Supra-Nacionales burocráticas poco representativas y
autoritarias, y por último, (C) Desarticuló el Estado Democrático en Tecnocrático y
desmembró el Estado Social de Derecho en un Estado Liberal de Derecho; en
medio del eje horizontal vinculante (Nación-Estado) que emerge a fin de garantizar
radicalmente: (A) El Derecho a la Vida en todas sus formas conocidas y por
conocer, teniendo en cuenta el Derecho a la Diferencia y la Divergencia; (B) La
Revolución social de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes
quienes exigen Reformas estructurales a la Política Nacional e Internacional, y
Reformas a las Instituciones Nacionales como Supra-Nacionales, que permita su
inclusión y participación con voz y voto en el debate Nacional como Internacional;
y por último, (C) La protección radical de todas aquellas formas de producción de
la Vida y reproducción de la Vida a través de un Diálogo Social e Inter- Cultural,
que responda al criterio de Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos, como
una nueva praxis colectiva que deviene, instalándose en lo económico, político y
socio-cultural, tanto en el plano local-nacional como internacional-global.

2.3.3. Praxis Interpretativa Tres: Sociedad Inter-Cultural de la Nación-


Estado en Latinoamericana en la Era Biopolítica Global, desde la
perspectiva de los Movimientos Sociales emergentes.

“Es en esta cultura (occidental) del yo en la que hay que inscribir la historia de la
subjetividad, la historia de la relación entre sujeto y verdad”.

MICHEL FOUCAULT.

“No es poco este patrimonio de interculturalidad en una época en la cual la expansión global
del capitalismo busca uniformar el diseño de tantos productos y subordinar los diferentes a
patrones internacionales”.

NÉSTOR GARCÍA CANCLINI


204

“Se trata de entender que el diálogo intercultural es primariamente filosófico, pero en el


sentido de las vivencias de los pensares y los saberes que en cada cultura se originan y
desarrollan”.

ÁLVARO MÁRQUEZ FERNÁNDEZ.

La Sociedad se conoce como Sociedad desde el momento en que el ser


humano se reconoce como ser racional, ser comunicacional, ser social o como
parte integrante de un grupo o comunidad política, económica o social pero “tal
término no se asocia a una representación unívoca (…) y el intento por describirla
no puede hacerse fuera de la sociedad” (Luhmann, 2007, p. 5), ya que es allí
donde se dinamizan complejas relaciones de Poder-Saber, y sin ellas la sociedad
no puede ser una abstracción, por lo cual cada vez es más políticamente
necesario el análisis de dichas relaciones en una sociedad dada, analizando sus
formaciones históricas, sus fuentes de fortaleza o fragilidad, las condiciones
necesarias para abolir unas y dejar otras (Foucault, 1984), asunto que requiere de
la comprensión tanto teórica como práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética
del sujeto (individual y colectivo), como sujeto de autoridad o de obediencia en las
relaciones gubernativas entre el gobernante y el gobernado en lo político, como
sujeto productivo asociado a las relaciones de producción y explotación en lo
económico o como sujeto que vive, hace, piensa, crea, recrea, produce,
reproduce, co-construye y transforma su compleja realidad y su entorno,
convirtiéndose al mismo tiempo en sujeto y objeto de derechos, productor de
sentidos, de lenguaje, de habla y de comunicación en las relaciones políticas y
económicas y sociales en constante intersección cultural.

Según Luhmann (2007) “el sistema social se llama sociedad moderna, y de


acuerdo a la idea que se pretende desarrollar la teoría de la sociedad es la teoría
de aquel sistema social omniabarcador que incluye en sí a todos los demás
sistemas sociales” (p. 55), de tal manera que el Sistema Internacional en cuestión
permea al Sistema Político (República y Democracia), al Sistema Económico
(Capitalismo-Liberalismo-Neoliberalismo) y al Sistema Socio-cultural (Sociedad-
205

Cultura Mundial), ya que es el entorno contemporáneo en el que se intensifican las


relaciones sociales a escala planetaria, a través de centros de Poder (Instituciones
Supra-Nacionales) que tienen la capacidad de minimizar, regular, controlar y
dominar mundialmente a los Estados-Nacionales, ya que actúan como autoridades
imperiales, mediante máquinas de producción de normas internacionales e
instrumentos jurídicos de dominación y de expansión, cuyas tecnologías
gubernativas mundiales crean un continuo requerimiento de soberanía global con
derecho de injerencia y de intervención interna y externa sobre los territorios en el
plano político, económico y militar, creando un estado de guerra global y de
conflictos sociales mundiales en permanente crisis, dando como resultado un
sistema único de sociedad, universalista, homogeneizador y uniformador en el que
el Mercado, a través de sus agentes, las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras, administran y gestionan todos los ámbitos de la vida
en sociedad; Según Foucault (2004):

1. El Estado es un dominio, el dominio sobre un territorio.


2. El Estado es una jurisdicción, conjunto de leyes, de normas, de reglas o de
costumbres.
3. El Estado es una condición de vida, un estatus individual y colectivo.
4. El Estado es la cualidad de la cosa, es decir, una cualidad que se encuentra
en reposo y se opone al movimiento.
5. Por lo tanto, la razón de Estado está vigorosamente articulada en torno de
la relación esencia-saber. Es la regla o arte que nos hace conocer los
medios para alcanzar la integridad, tranquilidad y la paz de la República y
así conservarse y expandirse, manteniendo su identidad y su esencia. La
razón de Estado es la esencia misma de Estado y también el conocimiento
que en cierto modo permite seguir su trama y obedecerla. Es un arte, con
su aspecto de práctica y aspecto de conocimiento.

Sin embargo, en el contexto de la Globalización Neoliberal Capitalista la


vocación y el sentido de los Estados-Nacionales es mantener y expandir las
razones gubernativas de las Instituciones Supra-Nacionales y de los agentes del
206

Mercado, desplazando su razón histórica y política en un espacio de competencia


política y económica que compromete los fundamentos, la legitimidad, la legalidad,
la representatividad y la institucionalidad de la Democracia. “Desde un punto de
vista objetivo y subjetivo, la razón es cierta facultad del alma que permite
justamente conocer la verdad de las cosas, es decir, ese lazo, esa integridad de
las distintas partes de la cosa que son sus constituyentes” (Foucault, 2004, p.
296), procurando que esté efectivamente de conformidad con su identidad y en
contacto con su propia esencia, para su conservación y ampliación.

En este sentido:

1. Las Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado están


vigorosamente articulados a los mecanismos uniformadores y
globalizadores que afectan las condiciones de vida de los sujetos en la
esfera socio-política, socio-económica y socio-cultural, ética y estética,
objetiva y subjetiva, teórica y práctica a escala planetaria, donde se
minimización las representaciones sociales de lo público y se maximización
las representaciones sociales de la economía, las finanzas, el comercio de
materias primas de manera creciente y estandarizada sacando ventajas de
las diferencias que encuentra.
2. Las Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado son una
condición de vida de los Estados-Nacionales, ya que se cooperan nacional
e internacionalmente en el plano jurídico y legislativo, minimizando al
Estado y maximizando a las Empresas Multinacionales y Corporaciones
Extranjeras quienes cooptan el capital social, laboral, empresarial, industrial
e intelectual de la Nación.
3. Las Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado alcanzan
dominio y se expanden a otros territorios a escala planetaria, globalizando
e igualando en el plano político las condiciones de vida, las libertades, los
derechos, los modelos de desarrollo, la administración pública, en general,
las oportunidades de las sociedades democráticas.
207

4. Las Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado alcanzan


una jurisdicción global, mediante mecanismos gubernativos y legislativos a
escala planetaria, globalizando y flexibilizando en el plano económico las
condiciones de vida, el trabajo, los salarios, los créditos, las deudas, los
contratos, los horarios, los alimentos, el comercio, en general, los modos de
producción Neoliberal Capitalista Flexible a escala planetaria.
5. Las Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado se
determinan por su carácter abarcador y expansivo, globalizando y
estandarizando en el plano socio-cultural las condiciones de vida, la
educación, el empleo, el comercio, los gustos, la ropa, la música, el cine, el
teatro, la danza, los modos de vida, las costumbres, las tradiciones, las
creencias, la lengua, las religiones, hasta las ideas, las formas de ser,
hacer, pensar, soñar e interactuar, a través de mercadotecnias de consumo
que masifican a la Sociedad y su Cultura, afectando no solo la cultura de
los pueblos originarios sino también la cultura como proceso ético y estético
de construcción colectiva y núcleo de la diversidad, siempre en constante
tensión.

En resumen, lo nuevo de la Globalización Neoliberal Capitalista es la


«translocalización» de la comunidad, el trabajo y el capital; nuevos son también la
conciencia del peligro ecológico global y los correspondientes escenarios de
actividad; nueva es la irrefrenable percepción de los otros transculturales en la
propia vida, con todas sus contradictorias certezas; nuevo es el nivel de
circulación de las «industrias culturales globales» (Scott Lash/John Urry); nuevo es
también el paulatino abrirse paso de una imagen estatal europea, así como la
cantidad y poder de los actores, instituciones y acuerdos transnacionales; y,
finalmente, nuevo es también el nivel de concentración económica, que, pese a
todo, se ve contrarrestado por la nueva competencia de un mercado mundial que
no conoce fronteras (Beck, 1998), ya que luego de más de dos décadas, la mayor
atención ha estado centralizada en la expansión del comercio, de la economía y
del mercado financiero global, en un entorno de crisis de legitimidad, legalidad,
representatividad e institucionalidad del Estado-Nación que se desplaza hacia los
208

procesos de internacionalización, transnacionalización y mundialización donde las


Instituciones Supra-Nacionales y los agentes del Mercado pierden Poder; así:

(A) La Internacionalización, es un proceso especialmente comercial de


intercambio de bienes y servicios a toda escala que requiere de la “inter-
regionalidad que se sustenta en la operación (cooperación) de organizaciones
sobre todo de la economía, de los medios de masas, de la ciencia, del tráfico, del
transporte” (Luhmann, 2007, p. 98), así como de la inter-regionalidad o
cooperación de las Instituciones Políticas y de la Sociedad y la Cultural,
fracturando el potencial simbólico de las sociedades democráticas en el que las
identidades de los sujetos se forman ahora en procesos inter-étnicos e
internacionales, entre flujos producidos por las tecnologías y las corporaciones
multinacionales; intercambios financieros globalizados, repertorios de imágenes e
información creados para ser distribuidos a todo el planeta por las industrias
culturales (Canclini, 2004b). RUPTURA: Los Movimientos Sociales
Contemporáneos problematizan el proceso, a través de la de-construcción de las
Instituciones Supra-Nacionales y de los agentes del Mercado, a través de la
potenciación de prácticas y teorías alternativas, auto-determinadas y solidarias de
los sujetos (individuales y colectivos) que favorecen a la Sociedad en el plano
local, a través del Poder Interpretativo del bloque de devenir, donde emergen
sujetos inter-culturales, lenguajes inter-culturales, lugares inter-culturales, es decir
sociedades inter-culturales que representan el patrimonio inter-cultural de los
diferentes en el que se develan los significados ocultos de lo político y lo
económico insertados en lo social que permiten la transición hacia un Sistema
Social e Inter-Cultural emancipatorio.

(B) La Transnacionalización es un proceso especialmente económico


que requiere de la participación principalmente de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras para controlar la producción, el comercio y el capital
financiero, así como de la cooperación y participación de las Instituciones Políticas
y de la Sociedad y la Cultura para intervenir en la compra-venta de sectores
estratégicos de la economía que son rentables de inversión, transfiriendo lo
209

público en privado, lo heterogéneo en homogéneo, lo cualitativo en cuantitativo, lo


local en global, por ende en universal; son las paradojas políticas y sociales de
una economía transnacional, que con la <eliminación de las trabas a la inversión>
(es decir, con la eliminación de la normativa ecológica, sindical, asistencial y fiscal)
debe ser mimada y premiada para que destruya cada vez más trabajo y de este
modo se incrementen cada vez más la producción y los beneficios, deben quedar
no obstante científicamente evidenciadas y políticamente reforzadas (Beck, 1998),
RUPTURA: Los Movimientos Sociales Contemporáneos problematizan el proceso
de transnacionalización económico, político y socio-cultural, a través de la de-
construcción de las Instituciones Supra-Nacionales y de los agentes del Mercado
mediante la co-participación de sujetos (individuales y colectivos) y de minorías
alternativas (sujetos políticos, económicos y socio-culturales), quienes se
empoderan epistemológica, ideológica y ontológicamente, a través del Poder
Interpretativo del bloque de devenir que defiende los intereses y derechos
societales en permanente co-construcción hacia un Sistema Social e Inter-Cultural
emancipatorio.

(C) La Mundialización, es un "ensanche" o "ampliación" del mundo al


que, a su vez, podría ser definida como la totalidad de un campo de relaciones y
de los medios que las posibilitan, que abarca, en diverso grado y sentido, a la
humanidad entera y en la que estamos y somos (Roig, 2002), y la globalización es
su estadio actual que devela no solo las diferencias sino las desigualdades que
hacen de la humanidad un entorno social de ventajas y desventajas, de
dependencias e interdependencias, de pobreza y riqueza, de Estados y Naciones
Norte-Globales y Sur-Globales, expresión de una de las tantas dicotomías sobre
las que se ha montado y se monta la mirada imperialista del mundo occidental
ante los procesos de homogenización social y cultural que pretenden unificar y
estandarizar a las sociedades, a través de una política-mundo (Democrática),
economía-mundo (Neoliberal-Capitalista), sociedad-mundo (Universalista) y una
cultura-mundo (Transnacional-Consumista). Beck (1998) afirma que se asiste a la
<sociedad mundial>, <mundial> significa según esto diferencia, pluralidad, y
<sociedad> significa estado de no-integración, de manera que la sociedad mundial
210

se puede comprender como una pluralidad sin unidad (Beck, 1998), fenómeno al
que le atribuyen características civilizatorias, pues cada vez más el orden cultural,
ético, político y económico se encuentra regulado por los intereses e ideales de un
modo de vida social que confiesa su preferencia por el pensamiento uniforme y
homogéneo (Márquez, 2006). RUPTURA: Los Movimientos Sociales
Contemporáneos problematizan el fenómeno totalizador, de-construyendo a las
Instituciones Supra-Nacionales y de los agentes del Mercado, mediante teorías y
prácticas que potencian la vida, la libertad, la dignidad, la diferencia, la diversidad,
la subjetividad, la pluralidad y la multiplicidad de los sujetos (individuales y
colectivos) quienes se resisten en un devenir-heterogéneo, resignificando las
fronteras de las representaciones sociales económicas, políticas y socio-culturales
dominantes, a través del Poder Interpretativo del bloque de devenir, el cual
impulsa la idea del final de la doctrina del Laissez faire et laissez passer, el final de
las leyes anárquicas del Capitalismo, el final de los modos de producción
neoliberal y el final de la mercantilización de la vida, en defensa de la Sociedad
como escenario natural de la inter-culturalidad y como escenario de transición
hacia un Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio, que reconozca que existen
diversas culturas o culturas en interacción, así como prácticas culturales, políticas
y económicas alternativas que no pueden ser unificadas, homogenizadas ni
universalizadas a la luz de la universalización occidental imperial, por lo que
sugiere una comprensión e interpretación teórica y práctica, objetiva y subjetiva,
ética y estética de los sujetos, lenguajes y lugares inter-culturales, es decir
sociedades inter-culturales, en su praxis de cambio o en movimiento. (Ver Gráfica
N°: 12)
211

Fuente: Martínez, H. 2016. Sistema Social Global.

Para Foucault (1987) cultura significa en este caso que existe un conjunto de
valores determinados siguiendo un orden y una jerarquizada coordinación; esos
valores son universales y al mismo tiempo accesible únicamente a algunos; esos
valores no pueden ser alcanzados más que al precio de sacrificar la propia vida y
de comportarse siguiendo determinadas reglas. El proceso y las técnicas para
212

acceder a esos valores también están jerarquizados y ordenados conforme a un


ámbito del saber que regula y transforma los comportamientos. Es en esta cultura
(occidental) del yo en la que hay que inscribir la historia de la subjetividad, la
historia de la relación entre sujeto y verdad, ya que la verdad emerge de los
individuos que son libres, que organizan un cierto consenso y que se encuentran
insertos en una determinada red de prácticas e instituciones de poder político,
económico y socio-cultural que controlan las esferas de la vida en sociedad,
llámese Estado, Iglesia, Escuela, Hospital, Cárcel, Ejército, en el plano nacional, y
las Instituciones Supra-Nacionales, Mercado, agentes del Mercado, Empresas
Multinacionales y Corporaciones extranjeras, etc., en el plano global. No obstante,
ante el Choque de las Civilizaciones, como lo plantea Samuel Huntington (2001),
ante la imposición de una cultura universal sobre otra y de las verdades y
representaciones sociales que ésta transfiere por consenso o a través de la
violencia y ante las representaciones sociales de la cultura transnacional
imperante en una sociedad globalizada frente a la variedad de culturas conocidas
y por conocer, emergen mestizajes étnicos y sincretismos religiosos que en
cualquier época, nuevas formas de hibridación entre lo tradicional y lo moderno, lo
culto y lo popular, entre músicas e imágenes de culturas alejadas, que nos vuelven
a todos sujetos interculturales (Canclini, 2004b).

Sin embargo, el modo de relacionarse la Sociedad Latinoamérica con la


Sociedad Norteamérica y Europea, específicamente, representa la lucha y
resistencia histórica de los pueblos culturalmente diversos, tal como lo argumenta
Foucault (1987) en el libro “Hermenéutica del sujeto”, “en las relaciones de poder
existen necesariamente posibilidades de resistencia, ya que si no existiesen
posibilidades de resistencia -de resistencia violenta, de huida, de engaño, de
estrategias de inversión de la situación- no existirían relaciones de poder” (p. 126),
emergiendo desde el seno de la sociedad una Latinoamérica plural y diversa, por
tanto inter-cultural, que se resiste ante la sistemática imposición de la cultura
universalista occidental capaz de manipular y dirigir desde el punto de vista
político, económico, cultural, ideológico, militar, científico e imaginario, y deviene
con conciencia o voluntad de cambio con el interés de comprender lo que
213

manifiestamente es una sociedad diferente (alternativa o nueva), confrontándose


con el Poder político imperial, el Poder económico imperial y el Poder cultural
imperial, por ende, con el Poder intelectual imperial y el Poder ético y moral que
atribuye un conjunto de ideas sobre lo que “nosotros” hacemos y “ellos” no pueden
hacer o comprender del mismo modo que “nosotros”, de tal suerte que en este
campo de relaciones diversas se instituyen juegos de verdad o “conjunto de reglas
de producción de verdad, como conjunto de procedimientos que conducen a un
determinado resultado de validez o no” (Foucault, 1987, p. 135), que permiten
hacer visible la premisa de conócete a ti mismo, haciendo un inventario de las
huellas que ha dejado la cultura, cuya tradición de dominación es un factor
poderoso en el devenir histórico latinoamericano, ya que la relación a uno mismo
aparece sin embargo como el objetivo de la práctica sobre uno mismo. Este
objetivo es el blanco último de la vida, pero también es al mismo tiempo una rara
forma de existencia, pues ya no se trata de una relación de opuestos o de
contrarios sino de complementarios, lo que indica salir de la recepción
absolutamente acrítica de las representaciones sociales dominantes, de manera
que la práctica de uno mismo entra en íntima interacción con la práctica social. El
problema previo es la relación con el otro, con otro como mediador, para que la
práctica de uno mismo dé en el blanco constituido por ese uno mismo que se
pretende alcanzar en el que resulta indispensable el otro. En los casos de
dominación -económica, social, institucional o sexual el problema es en efecto
saber dónde va a formarse la resistencia. ¿Va a formarse, por ejemplo, en una
clase obrera que va a resistir a la dominación política -en el sindicato, en el
partido- y bajo qué forma -huelga, huelga general, revolución, lucha
parlamentaria? En una situación como esta de dominación es necesario responder
a todas estas cuestiones de forma específica, en función del tipo y de la forma
concreta que adopta en cada caso la dominación (Foucault, 1987).

Es por ello que las Sociedades Latinoamericanas son Sociedades Inter-


Culturales, “un espacio sociocultural latinoamericano, en el que coexisten muchas
identidades y culturas” (Canclini, 2004b, p. 239) a priori y a posteriori de la Era
Biopolítica Global, la real mezcla entre lo tradicional, lo moderno y lo
214

contemporáneo, sociedades históricamente dotadas de identidad sobre un pasado


común, sociedades dotadas de diversidad étnica y lingüística antes y después de
la colonización y neocolonización occidental, sociedades tradicionalmente
comunitarias, igualitarias y solidarias, productoras y reproductoras de generación
en generación de invaluables prácticas, tradiciones, valores, costumbres, mitos y
creencias sobre el ciudadano y protección de la Madre Tierra, sociedades de una
riqueza inaudita de saberes y prácticas que se entrelazan y se retroalimentan en la
contemporaneidad de la Globalización Neoliberal Capitalista que acelera el
etnocidio de dimensiones planetarias donde (lo pueblos denominados primitivos)
ya solo quedan en las montañas remotas, en los desiertos y en las junglas
profundas como la Amazonía, unos pocos vestigios de esa humanidad abocada a
una muerte cierta si no somos capaces de detener ese proceso (Morin, 2011),
poniendo en tensión a los sujetos económicos, políticos, socio e inter-culturales
que emergen, quienes reconocen en la inter-culturalidad pasada, presente y futura
el desafío para la constitución de valores, costumbres, tradiciones, creencias,
nuevos modos de vida, nuevos modos de ser, nuevos derechos, prácticas
económicas, políticas, sociales y ciudadanas alternativas, y nuevas subjetividades
que desplazan al Sistema Internacional vigente y hacen posible la co-construcción
del Sistema Social o Sociedad Inter-Cultural Emancipatoria dada la emergencia de
los Movimientos Sociales Latinoamericanos, quienes transgreden el Poder
establecido hacia un Poder Interpretativo Instituyente que incluye a los sujetos,
lenguajes y lugares inter-culturales con apuestas alternativas en el plano
económico, político y socio-cultural, apuestas epistemológicos emergentes,
apuestas ideológico-políticas que reconocen la Vida como principio máximo y
apuestas ontológicas donde el ser inter-cultural es consciente de su identidad
múltiple y diversa en constante constitución.

Desde la perspectiva de los Movimientos Sociales Latinoamericanos la Inter-


Culturalidad es la noción teórica y práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética
emergente en medio de la multiculturalidad existente que integra las dimensiones
históricas instituidas e instituyentes entre el Estado y la Nación, es la noción
omnicomprensiva que requiere de la capacidad para reconocer la alteridad,
215

comprender la diferencia y la divergencia en tanto condición intrínseca de los


sujetos o sujetos libres con capacidad de relacionamiento, dialogar entre las
culturas e interpretar el quehacer crítico y el saber espontáneo de los que hablan
en la vida cotidiana en medio de los condicionamientos homogeneizantes y
universalizantes del sistema de producción neoliberal de la cultura global. Según
Canclini (2004b), en el Convenio Andrés Bello se promovió entre 1997 y 2002 un
conjunto de estudios sobre este tema. Un grupo coordinado por Manuel Antonio
Carretón, que integramos Jesús Martín Barbero, Marcelo Cavarozzi, Guadalupe
Ruiz-Giménez, Rodolfo Stavenhagen y el autor en mención, elaboraron un estudio
en el que se caracteriza al espacio cultural latinoamericano como un ámbito
territorial y no territorial, o sea también comunicacional y virtual. Está compuesto
por espacios y circuitos. Se reconocen “raíces” étnicas e históricas, y se habla de
co-munidades interculturales, que incluso desbordan el territorio habitualmente
identificado con el nombre de América Latina. No hay una identidad
latinoamericana, sino múltiples identidades étnicas, nacionales, de género, etc.,
contenidas en dicho espacio. Los recursos patrimoniales que las cohesionan son
lenguas (solo las indígenas suman unas 400), tradiciones orales, culturas
populares, memorias históricas, y también sistemas educativos, industrias
culturales y modos de comunicación. (Ver Gráfica N°: 13)
216

Fuente: Martínez, H. 2016. Inter-Culturalidad de los M.S.L.E.

La Inter-Culturalidad de los Movimientos Sociales Latinoamericanos


emergentes no suponen la aceptación o adopción de una cultura en otra como
hibridación funcional o instrumental, de las culturas primitivas o indígenas en la
cultura moderna globalizada, es la puesta en marcha de un conjunto de apuestas
teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas, éticas y estéticas que encuentran asilo
en la co-construcción de los derechos desde el punto de vista omnicomprensivo
asumiendo la tarea de interrogar al pasado, interpelar el presente e interpretar
“juntos” el futuro, mediante el Poder Interpretativo del sistema social inter-cultural
que alude a rupturas emancipadoras de los sujetos en su praxis de cambio y en
movimiento, ya que “los contenidos del diálogo intercultural se desarrollan
principalmente más por el eje de la con-vivencia de las culturas, que por los
procesos cognoscitivos que tiene cada cultural para organizar racionalmente el
mundo y su entorno” (Márquez, 2004, p. 15). De Soussa (2010) alude a la
reconstrucción interculturalidad de los derechos desde las diferencias de las
217

culturas, es decir, que toca trascender el debate sobre el universalismo y el


relativismo cultural, ya que todas las culturas tienen una concepción diferente de
los derechos e ideas sobre la dignidad humana, entendiendo que todas las
culturas son incompletas y problemáticas, pero también fuente de exceso sentido
y de universos de significados que enriquecen la apuesta emancipadora, de tal
forma que el diálogo entre las culturas permita eventualmente una concepción
mestiza de los derechos, para esta investigación derechos societales, es decir,
derechos inter-culturales que aluden al derecho a la vida, a la libertad, a la
diversidad, a la subjetividad, a la auto-determinación y por ende a la inter-
culturalidad.

La diversidad cultural debe ser vista como un recurso para el mejoramiento


socio-político, socio-económico y socio-cultural de las comunidades (Yúdice y col,
2002), ya que incluye dinámicas de cooperación y co-participación de los sujetos
sociales, políticos y económicos emergentes, y de afianzamiento reivindicativo de
los derechos, a través de la co-construcción de teorías y prácticas de la
diversidad, desde el plano local hacia el global, en el marco de las relaciones de
poder entre el Estado y la Nación (Martínez y col, 2016). Según Canclini (2004b)
ser Sujeto Inter-Cultural (individual o colectivo) tiene que ver con buscar nuevas
formas de pertenecer, tener derechos y enfrentar violencias. Para estos
desplazados y desplazadas la apertura multicultural de nuestra época globalizada
no se acompaña con estructuras y leyes que garanticen seguridad social a
quienes migran o van y vienen entre sociedades diversas. Apenas comienza a
diferenciarse el distinto sentido que tiene para diferentes clases sociales la
reconstrucción actual de las identidades y las subjetividades. No es poco este
patrimonio de interculturalidad en una época en la cual la expansión global del
capitalismo busca uniformar el diseño de tantos productos y subordinar los
diferentes a patrones internacionales; cuando, por ejemplo, la mayoría de los
estadounidenses no siente necesidad de saber más que inglés, conocer su propia
historia e imaginar solo con su cine y televisión. Los pueblos indígenas tienen la
ventaja de conocer al menos dos lenguas, articular recursos tradicionales y
modernos, combinar el trabajo pago con el comunitario, la reciprocidad con la
218

competencia mercantil. (Canclini, 2004b). Según Escobar (1999) argumentaremos


que los Movimientos Sociales juegan un rol crítico en dicha lucha. Los parámetros
de la democracia están fundamentalmente en disputa, así como las fronteras de lo
que se puede definir acertadamente como el ámbito político: sus participantes,
instituciones, procesos, agenda y campo de acción. Una concepción de
ciudadanía alternativa -planteada por varios movimientos sociales- vería a las
luchas democráticas como abarcadoras de un proceso de redefinición tanto del
sistema político como de las prácticas económicas, sociales y culturales que
podrían generar un ordenamiento democrático para la sociedad como conjunto.
Tal concepción llama nuestra atención hacia una amplia gama de esferas públicas
posibles en donde la ciudadanía pudiera ser ejercida y los intereses de la sociedad
no sólo representados, sino fundamentalmente re-moldeados.

Estas nuevas esferas públicas se consideran esferas de cambio, en


transformación y en ruptura, ya que se consideran esferas de auto-realización,
auto-determinación y emancipación en las que emerge el devenir ininterrumpido
de la Sociedad, que se enriquece y se retroalimenta con las creaciones colectivas
que adquieren la connotación o representación social de Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes que se afianzan en la alteridad del diálogo,
“propiciando el rechazo de la verdad derivada exclusivamente de la teoría, porque
considera la condición humana como el lugar de la historicidad, donde se generan
los procesos verídicos de la con-vivencia y donde se debe contrastar la verdad
con los discursos que la enuncian” (Márquez, 2004). Los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes comprenden la Inter-Culturalidad como la apuesta
mínima y máxima para la dignificación del ser humano, revitalizando los discursos
socialmente vigentes (discursividad latinoamericana) y de los soterrados
(universalizantes) y captando el sentido de los asuntos humanos, para que éstos
sean consensuados en el contexto de la globalización, para lo cual se requiere un
espíritu o vocación de inclusión, capacidad de dialogar, comprensión de la
alteridad y la diferencia e interpretación del quehacer crítico de los hablan en la
vida cotidiana, ya que Latinoamérica es, desde este punto de vista, una potencia
mundial de vida en inter-culturalidad, multi-culturalidad y bio-diversidad,
219

convirtiéndose en el patrimonio inter-cultural de los diferentes. (Ver Gráfica N°:


14).

Fuente: Martínez H. 2016. Sistema Social e Intercultural Emancipatorio.

No obstante, la biopolítica, los biopoderes y tecnologías del Poder-Saber en


el contexto de la Globalización Neoliberal Capitalista no distan de ser la
“estatalización de lo biológico” (Foucault, 2000, p. 298) a escala mundial, un
estado de la gubernamentalidad mundial en crisis, que ha generado una fobia
mundial al Estado Imperial porque es, de hecho, un heredero genético, un tipo de
parentesco de los Estados históricamente concebidos, de tal suerte que “el
hombre, su naturaleza, sus pies, sus manos, su lenguaje, los otros, la
comunicación, la sociedad, el poder, todo eso constituye un conjunto solidario que
es precisamente característico de la sociedad civil” (Foucault, 2007, p. 347),
agente económico de explotación, monopolización y acumulación, continuador de
220

la lógica mercantilista que sostiene en crisis al Sistema Internacional, siendo


desplazado en la historicidad del tiempo por un sujeto en devenir, es decir, en
constante movimiento para resignificar la realidad compleja.

Según Deleuze (1994) a todo sistema puntual se oponen sistemas lineales, o


más bien multi-lineales. Liberar la línea, liberar la diagonal: no hay músico ni pintor
que no tengan esta intención. Se elabora un sistema puntual o una representación
didáctica, pero con el fin de romperlos, de hacer pasar una sacudida sísmica. Un
sistema puntual será tanto más interesante cuanto que un músico, un pintor, un
escritor, un filósofo se oponga a él, e incluso lo fabrique para oponerse a él, como
un trampolín para saltar, para cambiar, transformar o trasgredir las estructuras
establecidas, integrando no superando las contradicciones mismas de la historia
mediante un sistema más amplio que lo interprete, ya que “todo lo que llamamos
cultura es una escritura o inscripción, por tanto puede determinarse su estilo y
captar su estilo es captar el sentido de los asuntos humanos” (Guerenabarrena,
2015), de manera que la estructura bifásica del signo tal como lo plantea
Ferdinand De Saussure en su Curso de Lingüística General (1945) se convierte
en multifásica que permite reescribir de múltiples formas la historia, aludir a los
múltiples significados, entenderlos, comprenderlos y darle un sentido
omniabarcante sobre las interpretaciones en conflicto sobre tecnicismos donde el
hombre busca soluciones parciales, con el fin teleológico, antropológico,
sociológico, semiológico, humanístico, gnoseológico, etc., donde las “creaciones
son como las fincas abstractas mutantes que se han liberado de la tarea de
representar un mundo, precisamente porque agencian un nuevo tipo de realidad
que la historia sólo puede recuperar o volver a situar en los sistemas puntuales”
(Deleuze, 1994, p. 296).

Finalmente, los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes son en


la contemporaneidad biopolítica globalizada la utopía histórica de la Nación, y la
ruptura de los mecanismos uniformadores y universalizantes del modelo Estatal
actual, co-construyen con sentido los principios societales que rescata al “bios”
como Poder-Saber emergente, cuya teoría y práctica, objetividad y subjetividad,
221

ética y estética potencializan la consciencia emancipatoria como garantía de no


olvido.
222

CAPÍTULO III
MARCO
METODOLÓGICO
223

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

1. Metodología.

1.1. Marco Epistemológico.

“Todos tenemos una epistemología, pero no sabemos que la tenemos”

DENISE NAJMANOVICH.

Cuando se habla de "investigación científica en ciencias sociales" y cuando


se habla de "investigación científica en ciencias naturales", se está hablando, tanto
en uno como en otro caso, de "investigación científica” (Margariños de Morentin,
Juan, 1996, p. 1). La triada objeto-sujeto-método de las ciencias naturales es en la
actualidad el estandarte paradigmático al que aluden las ciencias positivas, en
medio de los debates epistemológicos, ideológicos y ontológicos que sugieren la
continuidad y discontinuidad de la tradición científica y la ruptura del pensamiento
contemporáneo hacia la resignificación del saber. La disyuntiva que enfrenta
actualmente la investigación en las “ciencias sociales, y en general las ciencias
humanas y su metodología, tiene un fondo esencialmente epistemológico, pues
gira en torno al concepto de "conocimiento" y de "ciencia" y la respetabilidad
científica de sus productos” (Martínez, Miguélez, 2006, p. 124).

Así pues, el marco epistemológico de esta Tesis Doctoral se afianzó en el


enfoque Cualitativo que requiere de la comprensión compleja y omniabarcante (no
absolutista) de las significaciones teórico-práctica, objetivas-subjetivas y éticas-
estéticas de los sujetos-objetos (biopolítica-movimientos sociales latinoamericanos
emergentes) que se estudian, abordando la problematización de los mismos
desde la visión dialectico-dialógica, donde “el tiempo es necesariamente
224

transformación cualitativa” (Najmanovich, 2005b, p. 15). Ya decía Foucault (1968),


que “a partir del siglo XIX el hombre se convierte en objeto de estudio de las
humanidades” (p. 334), y la historia, entonces, será clave en el análisis de los
sujetos económicos, políticos y sociales, al ser éstos “condensadores de
historicidad, quienes permiten una entrada a procesos históricos de mayor alcance
y llevan instancias del pasado (memoria), del presente (experiencia) y del futuro
(proyectos)” (Retamozo, 2011, p. 48).

La Teoría Social de la Complejidad, como teoría emergente es comprensible


desde una visión Transdisciplinar, que posibilitó no solo la inclusión e integración
sino la intersección de los saberes que dialogan, es decir que la
transdisciplinariedad excede las propias fronteras de los límites estructurales de
los conocimientos objetivos por nuevas formas de figurar el conocimiento como
resultado de una práctica de racionalización de la realidad que se interesa por
explorar esas otras conexiones epistémicas bordeando y penetrando las
causalidades lineales sobre las cuales se erige el conocimiento empírico de las
ciencias positivas (Márquez, 2015) y no es una meta a la que arribar sino una
forma de cuestionamiento e interacción con el mundo, constituye a la vez un estilo
cognitivo y una práctica rigurosa que no se atiene a “estándares” ni a “modelos a
priori” (Najmanovich, 2005a), incorporando nuevos referentes epistemológicos
(emergente), ideológicos (Vida) y ontológicos (ser inter-cultural), es decir, “nuevas
figuras de pensar” (Najmanovich, 2005b), a través de la creación de dispositivos
heurísticos de generación de conocimiento que posibiliten la inclusión, la
pluralización y la de-clasificación: eso significa un encuentro con la diversidad de
sentidos, saberes, formas y modos de producción de los sujetos, “considerando
que el conocimiento es el resultado de una dialéctica entre el sujeto (sus intereses,
valores, creencias, etc.) y el objeto de estudio” (Martínez M., 2006, p. 129), donde
los seres humanos en particular y la especie humana en Sociedad se convirtieron
en el centro de los interrogantes y con ello la multiplicidad de relaciones de Poder-
Saber, de sentidos, contrasentidos y significaciones que producen los sujetos, en
pluralidad de escenarios, donde se conjugan discursos instituidos e instituyentes.
225

En la actualidad, después de varios siglos bajo el imperio del método,


hipnotizados aún por el discurso Moderno, estamos comenzando - aunque todavía
tímidamente - a sacudirnos el yugo de este hechizo metódico, a navegar en los
mares de la incertidumbre y la creatividad. Pero el precio que tenemos que pagar
para ello incluye la renuncia a la ilusión de un saber garantizado y absoluto. Sin
embargo, esa es la única forma de abrir las puertas a la invención, a la
imaginación, al azar y a la diferencia (Najmanovich, 2005b). Desde Enrique Dussel
(1977) método significa subir a través de un camino, saber caminar e ir
resolviendo los problemas que se van presentando, por ello el método
(heurísticamente posible) de esta Tesis Doctoral es el Hermenéutico que permitió
entender que toda comprensión es aprehensión de un sentido. Por lo tanto, la
comprensión de las significaciones sobre el Poder-Saber instituido (el Estado) y
Poder-Saber instituyente (la Nación) fue estudiado desde la emergencia de
sujetos, lenguajes y lugares en sus relaciones con otros diversos y en su estado
de continuo cambio y en movimiento, develando las continuidades,
discontinuidades, los cambios, las transformaciones y las rupturas emancipatorias
que dieron lugar al Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio; por eso, tal
como lo expresa el Profesor Mauricio Beuchot (2011) la hermenéutica nos enseña
a interpretar textos, a comprenderlos, y prácticamente todo puede ser visto como
un texto. Además, estamos en un tiempo en que falta mucha comprensión (entre
culturas y, dentro de ellas, entre individuos), por eso en la llamada
tardomodernidad o posmodernidad la hermenéutica se ha colocado como el
instrumento conceptual o la episteme. Asimismo, la hermenéutica nos ayuda a
colocar un texto en su contexto, y ahora estamos en un momento en el que se
subraya mucho el carácter contextual del conocimiento, una racionalidad
contextual.

Estas concepciones por su carácter dinámico explicó no solamente las


positividades históricas (las biopolíticas estatales), sino que implicó los radicales o
cualitativos (de los movimientos sociales latinoamericanos emergentes), a partir de
la comprensión epistemológica-metodológica, ideológico-política y ontológico-
filosófica de los sujetos en su praxis de cambio en la Era de la Globalización,
226

donde los conocimientos no están predeterminados por ningún rigor de las leyes
de las disciplinas, sino por las fluctuaciones en las que esas leyes discurren y
dejan aperturas para otras relaciones de espacio y tiempo para la re-
desconstrucción de las realidades de la realidad a través de lo imprevisible posible
(Lanz, R., 2009), irrumpiendo la continuidad histórica donde las “emergencias
tienen ahora lugar como parte del conocimiento legítimo” (Najmanovich, 2005b, p.
16). Lo interesante es que existe un interés por conversar y dialogar entre y con
los saberes, entre y con las ciencias y las disciplinas, ya que como lo afirma
Stéphane Lupasco, el reducir la realidad a un solo tipo de lógica, generará
incomprensión (Citado por Finkenthal, M, 1998).

“Es muy comprensible que se una lo lógico y lo estético para darnos una
vivencia total de la realidad experienciada” (Martínez M., 2006, p. 125), donde lo
objetivo y subjetivo, lo teórico y práctico, lo ético y estético del sujeto, siempre
temida por las ciencias naturales, se convirtió en posibilidad de análisis, en
argumento, en concepto, por tanto, en saber, dejando claro que “las restricciones
que aparecen son las que la propia dinámica crea en su devenir” (Denise
Najmanovich, 2005b, p. 23), y es precisamente, la relación entre sujeto y objeto
una relación subsidiaria de interferencias reactivas, entre uno(s) y otro(s), a fin de
deslimitar las fronteras que los contienen y que se debe subvertir y atravesar
(Morin, 1994), provocando el bloque devenir de sujetos económicos (alternativos-
solidarios-auto-gestionados), sujetos políticos (auto-determinados-auto-realizados)
y sujeto sociales (alternativos-emancipatorios-inter-culturales), quienes co-
constituyen el patrimonio inter-cultural de los diferentes.

Dice Guadarrama (2016) que el eurocentrismo ha conducido erróneamente a


pensar que solo los pueblos de Europa –incluso no de toda ella, sino solamente de
la porción mediterránea y centro-occidental–, han sido capaces de desarrollar una
praxis política y jurídica, lo mismo que una teoría filosófica, política y jurídica
referida a estos cruciales temas. Sin embargo, la crisis de la teoría citica
eurocentrista, permitió en esta Tesis Doctoral dejar claro que “la experiencia social
en todo el mundo es más amplia y variada que lo que tradición científica occidental
227

conoce y considera importante” (Soussa, 2009, p. 99), siendo la hermenéutica,


desde la visión explicativa-implicativa la posibilidad para comprender e interpretar
las significaciones, las identidades, los intereses, las diferencias, las teorías y las
prácticas formales e informales de los sujetos inter-culturales latinoamericanos,
quienes co-construyen un escenario dialéctico-dialógico entre lo instituido e
instituyente, sin abandonar el reclamo de nuevos procesos de producción, de
valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas
relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las
clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción,
opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las
naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado (De Soussa,
2011), en otras palabras, cómo los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes resignifican el Poder-Saber mediante el Poder Interpretativo que
remueven los significados de la política y el orden cultural dominante,
estremeciendo las fronteras de las representaciones.

Más allá del bloqueo cognitivo que impone en el contexto biopolítico de la


Globalización la cultura de la homogeneización, la estandarización y la
universalización de los procesos de internacionalización, transnacionalización y
mundialización en su fase neoliberal capitalista, “que intentan bloquear la
imaginación emancipadora y sacrificar las alternativas” (De Soussa, 2011, p. 16),
esta Tesis Doctoral de carácter cualitativa, hermenéutica, compleja y
transdisciplinaria comprende teórica y prácticamente, objetiva y subjetivamente,
ética y estéticamente las rupturas que explican las dimensiones históricas e
implican las emergencias, acortando las distancia hermenéutica (interpretativa y
comprensiva) de los sujetos individuales y colectivos en su praxis de cambio y en
movimiento.

2. Tipo de investigación.
228

Las bases epistemológicas de las ciencias naturales, también denominadas


ciencias puras o ciencias exactas se definen desde la triada objeto-sujeto-método
científico para ordenar, clasificar, medir, estandarizar y universalizar el saber. Son
sistemas de verdad que se han institucionalizado a lo largo de la Historia de la
Humanidad, legitimando los sistemas de producción y reproducción del
conocimiento, los métodos y técnicas; sin embargo, “siempre existen experiencias
u observaciones que se pueden explicar de un modo plenamente satisfactorio, o
que incluso están en contradicción con la teoría, y que se dejan a un lado en
espera de tiempos mejores” (Sokal y Bricmont , 1999, p. 79), albergando la
posibilidad de explicar e interpretar la condición humana desde otras visiones. A
partir de la llamada revolución paradigmática de las Ciencias desde Tomas Kuhn
(1962) se presentan nuevas rutas y nuevas apuestas teóricas desde las diferentes
áreas del conocimiento, incluyendo la emergencia de dispositivos heurísticos de
generación del conocimiento, nuevos métodos, nuevos sujetos y objetos de
estudio, que se colocan “sobre la base de la inconmensurabilidad: sin medida
común, que permite entender que el mundo no es un mecanicismo determinado,
sino un universo de creatividad y complejidad creciente en permanente
transformación”, tal como lo manifestaba el premio Nobel de Química Ilya
Prigogine (1977).

Esto implica la ruptura paradigmática de las ciencias positivas y la crisis de


los métodos tradicionales de obtención del conocimiento, dando paso a la
transición epistemológica, ideológica y ontológica de los nuevos humanismos de
las ciencias de la vida y las ciencias del devenir, con o sin mayúsculas, los cuales
trastocan los estándares de cientificidad establecidos, permitiendo explicar y
describir la importancia de la interrelación existente entre diversidad de elementos
que se tejen y se articulan, como un sistema de solidaridades compartidas,
dejando claro que “la teoría del conocimiento o filosofía de la ciencia en que se
apoya la metodología cualitativa, rechaza el "modelo especular" (positivista), que
considera al sujeto conocedor como un espejo y esencialmente pasivo, al estilo de
una cámara fotográfica” (Martínez, M., 2006, p. 129).
229

En este sentido, esta Tesis Doctoral se apoya en la Teoría Social de la


Complejidad, desde la perspectiva Hermenéutica de la investigación cualitativa en
ciencias sociales, de tipo explicativa-implicativa en el campo de las significaciones,
cuya vía es integradora de las contradicciones teórico-prácticas, objetivas-
subjetivas y éticas-estéticas, no superadora, en un sistema más amplio que las
explique, con suficiente capacidad comprensiva, así:

a. Explicativo-comprensivo sobre las significaciones teóricas y prácticas,


objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de la biopolíticas, en la Era de la
Globalización (definitorio de las positividades y dimensiones históricas).
b. Implicativo-comprensivo sobre las significaciones teóricas y prácticas,
objetivas y subjetivas, éticas y estéticas que aluden a los movimientos
sociales latinoamericanos emergentes en la Era Biopolítica de la
Globalización (inclusivo de las significaciones que aporta a cada
significación).
c. Resignificar compresivamente a los sujetos, los lenguajes y los lugares
individuales y colectivos de Poder-Saber en la Era Biopolítica Global
Latinoamericana.

Según Guerenabarrena en su Tesis Doctoral “El sentido simbólico en la


filosofía hermenéutica de Ortiz-Osés” (2015), la hermenéutica es
omnicomprensiva ya que acoge las interpretaciones históricas que sobre el tema
se hayan dado, develando los sujetos, lugares y lenguajes que hablan en la vida
cotidiana, a ludiendo a la relación dialógica que aproxiama y acorta las distancia
hermenéutica de los diferentes, que recoge una parte de verdad y una parte de los
significados que aportan, comprendiendo los hechos y las interpretaciones
previas, donde el lenguaje adquiere relevancia y es el medio en que se realiza la
tarea hermenéutica, ya que se sitúa como escenario de inter-penetración y es el
hilo conductor de la interpretación. Desde el estructuralismo Saussureano (1945)
se implantó la idea del signo como entidad psíquica bifásica, es decir con dos
caras, el significado y el significante, el concepto y la imagen acústica, no
obstante, en esta Tesis Doctoral se aludió constantemente al signo como entidad
230

multifásica, productora de significaciones en el plano del habla y de las


significaciones que emergen en lo instituido e instituyente, una forma de
representar el mundo desde la multidimensionalidad del ser, acortando
comprensivamente las barreras epistemológicas, ideológicas y ontológicas de las
dimensiones históricas como el Estado-Nación y aludiendo a las relaciones de
Poder-Saber que se tejen inter-subjetivamente, revitalizando los discursos
socialmente y los soterrados.

Esta Tesis Doctoral se define como una apuesta a la investigación


científica, ya que pretende ser un escenario teórico conceptual de análisis, de
discusión, de interpretación, de compresión y de resignificación de las nociones,
nominaciones, diferenciaciones y dimensiones históricas en movimiento y en
ruptura que han provocado que tanto los sujetos, como los lugares y lenguajes se
trasgredan el orden económico, político y socio-cultual establecido o dominante, a
saber, por las continuidades, discontinuidades, los cambios, las transformaciones
y las luchas logradas, a partir de un haz complejo de relaciones de Poder-Saber,
luego de una serie de sucesos complejos de casi medio siglo que se consideran
son los eslabones o huellas que han quedado perpetuadas en la Historia de la
Humanidad, luego de la Segunda Guerra Mundial, y que hoy permiten caracterizar
esta realidad denominada para muchos intelectuales como Globalización,
escenario en el que han logrado intensificarse las relaciones socio-culturales de
los sujetos biopolíticos de Poder-Saber o Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes, sucumbiendo todas las esferas de la vida en sociedad, es decir, que
“la teoría no está instigando a la práctica, sino que aprende con la práctica; busca
profundizar algunos elementos de la práctica, trae elementos de comparación con
otras experiencias, de emancipación” (De Soussa, 2011, p. 21), que afianzan y
fortalecen las Ciencias de las Vida y del Devenir, con o sin mayúsculas.

3. Diseño de la investigación.
231

El diseño de esta Investigación se refiere a la estructura que se ha


planteado en la Investigación Cualitativa, a fin de explicar e implicar
comprensivamente las significaciones sobre los sujetos y objetos de estudio,
desde el método (Hermenéutico) y la metodología (Teoría Social de la
Complejidad), de tal manera que la documentación transdisciplinaria permitió el
diálogo de saberes instituidos e instituyentes, en la consecución de los objetivos
planteados, abordando:

(1) Los elementos teóricos y prácticos.


(2) Los elementos objetivos y subjetivos.
(3) Los elementos éticos y estéticos de la compleja realidad que se estudia,
siendo fundamentalmente necesario la comprensión e interpretación
omniabarcante de los significaciones instituidos e instituyentes de los:
1. Los sujetos económicos, políticos e inter-culturales de Poder-Saber.
2. Los lenguajes epistemológicos (emergentes), ideológicos (la
producción y reproducción de la vida) y ontológicos (ser inter-cultural)
de Poder-Saber.
3. Los lugares societales de Poder-Saber que emergen en el plano local-
nacional e internacional-global, lo cual permite el análisis, la
interpretación, la comprensión de los conceptos y de las teorías “sin
despreciar la ayuda que pueden ofrecerle muchos buenos
instrumentos, el observador frecuentemente se convierte en su
principal instrumento (Martínez M., 2006, p. 138).
(4) La revolución epistemológica, ideológica y ontológica de los sujetos,
lugares y lenguajes de Poder-Saber, soporte hermenéutico para la co-
construcción y generación del nuevo conocimiento.
(5) La relación dialéctico-dialógica de los saberes instituidos e instituyentes,
se abordan dos perspectivas en cuestión:
1. Desde la perspectiva del Poder biopolítico se explica
definitoriamente el poder homogeneizador, el poder de orden, de
linealidad, binarismo, circularidad y segmentariedad.
232

2. Desde la perspectiva de la Resistencia se implica inclusivamente


el poder heterogéneo, el des-orden, la no linealidad, es decir, el
movimiento y el devenir-movimiento que emerge.
(6) Las continuidades, discontinuidades, cambio, transformaciones y rupturas
que emergen, reconociendo la alteridad, comprendiendo la diferencia,
interpretando el quehacer crítico de los que hablan y haciendo dialogar a
las Culturas en la co-construcción de un Sistema Social e Inter- Cultural
Emancipatorio.
(7) Los gráficas y cuadros inéditos (dispositivo heurístico de co-construcción
del conocimiento o mapas mentales), más la lista de ilustraciones
facilitaron la comprensión e interpretación de los sujetos y sujetos de
Poder-Saber en cuestión.

De aquí, la necesidad de identificar una lógica no numérica, como guía del


proceso heurístico, es decir, la dimensión o estructura sistémico-cualitativa de la
ciencia (Martínez M., 2009), estrechamente integrada al conjunto de teorías y
saberes “en el juego de verdades” (Foucault, 1987, p. 134) entre las
significaciones instituidas e instituyentes que emergen. Por tanto, esta Tesis
Doctoral está sustentada conceptual y documentalmente a partir autores clásicos,
modernos, contemporáneos y referentes Latinoamericanos, quienes coadyuvan en
la interpretación interrelacionada de los sujetos y objetos, de los discursos y
excursos, de los textos y los contextos, y en el abordaje epistemológico, ideológico
y ontológico de los sujetos en su praxis de cambio, siendo el proceso de
estructuración y teorización en ciencias sociales el corazón de la actividad
investigativa: ilustran el procedimiento y el producto de la verdadera investigación,
es decir, cómo se produce la estructura o síntesis teórica de todo el trabajo y,
también, cómo se evalúa, siendo la construcción y reconstrucción, la formulación y
reformulación de teorías y modelos teóricos o de alguna de sus partes, mediante
elementos estructurales de otras construcciones teóricas, el modo más común de
operar y de hacer avanzar estas ciencias” (Martínez, M., 2006, p. 143).
233

Con Foucault (2004) emerge la idea de una estrecha vinculación entre el


Poder-Saber, desde las relaciones sociales que los sujetos producen en espacios
societales de lucha-resistencia, pues el Poder no es una institución, no es una
estructura, tampoco es una cierta fuerza con la que estemos dotados, es el
nombre que le damos a una situación estratégica compleja en una sociedad
determinada y el Saber es el resultado de un proceso histórico de larga duración
que ha establecido, organizado, instituido y formalizado un sistema de verdad, a
fin de disciplinar, normalizar y controlar a la población. Para ello es imperativo
reconocer que el sujeto es el constructor del conocimiento emergente, quien
produce, reproduce y transforma el Poder y el Saber, no sólo atendiendo al plano
del pensamiento científico: de la verificación y comprobación de los objetos de
investigación, sino desde las múltiples formas en que el sujeto es sujeto, desde
sus estéticas, políticas, historias, geografías, poéticas, lingüísticas y discursos
formales e informales. “Si por subjetividad social constituyente entendemos la
capacidad para construir sentidos, ella supone una construcción de realidades en
diferentes tiempos y espacios” (Zemelman, 1995, p. 123) y la subjetivación,
significa no huir, ni hacer huir, sino afirmarse como si se compartiera un mundo
común, y la Sociedad y la Cultura Latinoamericana es un lugar común para el Ser
Latinoamericano, que se pronuncia como una puesta a prueba para retomar el
compromiso de la acción colectiva, que reivindica a los sujetos en su verdadero
espacio de expresión, de liberalización de las ideas, desde lo colectivo, lo plural, lo
múltiple, lo diverso, lo multicolor, “de allí que la metodología, también, se vuelva
política, porque se ubica en las antípodas de la neutralidad valorativa y como un
modo de intervención tanto cognitiva, disciplinar como política. (Retamozo, 2011,
p. 56).

Para Morin (2011) la hermenéutica es el método por excelencia de la


complejidad, ya que permite comprender la paradoja de uno y lo múltiple, el tejido
de acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones y azares que
constituyen el mundo, enfrentando lo entramado (el juego infinito de inter-
retroacciones), la solidaridad de los fenómenos entre sí, la bruma, la incertidumbre
y la contradicción, tomando conciencia de la patología del pensamiento y su afán
234

de orden, de linealidad, binarismo, de circularidad y segmentariedad, de tal suerte


que la interpretación no se realiza en un entorno aséptico sino que están
condicionadas por las relaciones de Poder y de dominación entre sujetos
individuales y colectivos y la hermenéutica devela estas relaciones de Poder-
Saber, a través de la emancipación de las significaciones y de las nuevas
representaciones societales que en la contemporaneidad Latinoamericana
adquieren la connotación de Movimientos Sociales emergentes, quienes co-
construyen el Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio afirmándose en el
Poder interpretativo en bloque devenir.

4. Población.

La población o universo de esta Tesis Doctoral alude al conjunto de los sujetos,


lugares y lenguajes inter-culturales de Poder-Saber que se explican y se implican
en el espacio-tiempo de la Globalización económica, política y socio-cultural, a
partir de los cambios, las transformaciones y las rupturas generadas después de la
finalización de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín, la disolución de la
U.R.S.S. y el posicionamiento del Capitalismo a escala planetaria, por tanto,
explica comprensivamente las significaciones teóricas y prácticas, objetivas y
subjetivas, éticas y estéticas de la biopolítica, biopoderes o tecnologías del Poder-
Saber de los Estado-Nación, Estado Moderno o Estado Westfaliano en relación
con los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes.

5. Técnicas y procedimientos.

Según Guerenabarrena (2015) el hombre contemporáneo se caracteriza por


la búsqueda de soluciones a problemas parciales. Es decir, la principal
característica del hombre en la sociedad postindustrial es la resultante de un cierto
235

tecnicismo, en la medida en que el hombre emplea la razón funcional, técnica e


instrumental. Así también, de cierta parcelación, en tanto que las soluciones
propuestas son parciales, referidas a un ámbito y no válidas para el resto de
parcelas de la vida, de tal suerte que en momentos críticos o relevantes, el
hombre articula consciente y comparativamente en un encuadre de pros y contras,
su comprensión teórico-práctica del propio mundo. Para ello, el hombre
correlaciona dialécticamente, compara correlativamente- la experiencia inefable de
su propia vida y la experiencia público-comunitaria de la vida, la realización de su
existencia individual con sus realidades y deseos y la idealidad o realizabilidad de
la existencia general con sus realidades y exigencias.

Es decir, “que la interpretación, más que un "instrumento" para adquirir


conocimientos, es el modo natural de ser de los seres humanos, y todos los
intentos cognoscitivos para desarrollar conocimientos no son sino expresiones de
la interpretación sucesiva del mundo” (Martínez M., 2006, p.141), lo cual permite
que la Investigación alcance su objetivo general y objetivos específicos,
interpretando la teoría y la práctica de la biopolítica y los Movimientos Sociales
Latinoamericanos en emergencia, en el contexto de la Globalización, a través del
análisis transversal sobre la teoría política de Poder-Saber de Paul-Michel
Foucault, quien inventó esta categoría, así como de la teoría y práctica sobre los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes, también denominados
Colectividades con Poder Social e Inter-Cultural que hacen uso del legítimo
Derecho de Autodeterminación y Soberanía del Pueblo, en renuncia a la lealtad
hacia el Estado respectivo, con suficiente acción directa para resignificar el Poder-
Saber en la Era de la Globalización económico-política y socio-cultural, aludiendo
finalmente al diálogo transdisciplinar de los saberes instituidos e instituyentes.

En consecuencia, esta Tesis Doctoral sostuvo la estructura planteada en el


diseño de la investigación teniendo en cuenta los elementos teóricos y prácticos,
los elementos objetivos y subjetivos, los elementos éticos y estéticos de la
compleja realidad que se estudia, siendo fundamentalmente necesario la
comprensión e interpretación omniabarcante de las significaciones instituidos e
236

instituyentes de los sujetos, lenguajes, lugares inter-culturales de Poder-Saber,


que emergen en el plano local-nacional e internacional-global, lo cual permite el
análisis, la interpretación, la comprensión de los conceptos y de las teorías. Del
mismo modo, se aborda la reconstrucción epistemológica, ideológica y ontológica
de los sujetos, lugares y lenguajes de Poder-Saber, soporte hermenéutico para la
co-construcción y generación del nuevo conocimiento, mediante la relación
dialéctico-dialógica de los saberes instituidos e instituyentes. Desde la perspectiva
del Poder biopolítico se explica definitoriamente el poder homogeneizador, el
poder de orden, de linealidad, binarismo, circularidad y segmentariedad, en
relación con el Poder Interpretativo que emerge. Desde la perspectiva de la
Resistencia se implica inclusivamente el poder heterogéneo, el des-orden, la no
linealidad, es decir, el movimiento y el devenir-movimiento que emerge, sin
descuidar las continuidades, discontinuidades, cambio, transformaciones y
rupturas que emergen, reconociendo la alteridad, comprendiendo la diferencia,
interpretando el quehacer crítico de los que hablan y haciendo dialogar a las
Culturas y utilizando las gráficas y cuadros inéditos (dispositivo heurístico de co-
construcción del conocimiento o mapas mentales) que facilitan la comprensión e
interpretación de los sujetos y sujetos de Poder-Saber en cuestión.

Operacionalmente se procedió a analizar el concepto de Estado (Biopolítica,


biopoderes o tecnologías del Poder) como Significante y el concepto de Nación
(los movimientos sociales latinoamericanos emergentes) como Significado(s), en
el que se denota y se connota multiplicidad de sujetos, lenguajes y lugares, siendo
necesario un análisis transversal de la Edad Media a la Modernidad y de ahí a la
Contemporaneidad en el espacio-tiempo de la Globalización económica, política y
socio-cultural, transversalizando:

(A) El signo, la representación del signo y el sistema de formación del concepto


de Estado-Nación, atendiendo a:
(i) Las condiciones históricas.
(ii) El sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad.
237

(iii) La combinación entre el campo de relaciones primarias o reales, el


sistema de relaciones secundarias o reflexivas y el sistema de
relaciones que se pueden llamar propiamente discursivas.
(iv) El campo de las relaciones discursivas, elementos generales sobre el
sistema de formación de los conceptos que Foucault (1969) propone
como estrategia hermenéutica que permite interpretar “las condiciones
para que surja un objeto de discurso (y) las condiciones históricas para
que se pueda “decir de él algo” (Foucault, 1969, p. 73).
(B) Las revoluciones epistemológicas, ontológicas e ideológicas que se
desarrollan de una época a otra.
(C) El reposicionamiento de la Resistencia Social y los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes ante la crisis de los mecanismos biopolíticos
de Poder-Saber en el contexto de la Globalización, transversalizando:
(1) El Signo y la representación de la auto-determinación y soberanía de la
Nación, lo que indica retornar al análisis sobre el sistema de formación
del concepto, aludiendo nuevamente a:
(I) Las condiciones históricas.
(II) El sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad.
(III) La combinación entre el campo de relaciones primarias o reales, el
sistema de relaciones secundarias o reflexivas y el sistema de
relaciones que se pueden llamar propiamente discursivas.
(IV) El campo de las relaciones discursivas, elementos generales sobre el
sistema de formación de los conceptos
(2) La crisis de los mecanismos biopolíticos de Poder-Saber en el contexto
de la globalización económica, política y socio cultural.
(3) Las revoluciones epistemológicas, ideológico-políticas y ontológicas que
se desarrollan en Latinoamérica teniendo en cuenta la emergencia de
nuevos sujetos de Poder-Saber que se revelan ante los Estados
Nacionales y los Estados Supra-Nacionales, en un haz complejo de
nuevas relaciones y estrategias de Poder-Saber.
238

Así las cosas, renunciar a la idea de un método único que nos conduzca
siempre a la verdad, y que la garantice, no implica de ninguna manera que
estamos dispuestos a desistir de la utilización de instrumentos o dispositivos,
técnicas y procedimientos. Sólo implica que no antepondremos el método a la
experiencia, que no creemos que haya un solo camino o un solo dispositivo
adecuado para pensar, explorar, inventar, conocer. Renunciar al método no
implica caer al abismo del sinsentido, sino abrirse a la multiplicidad de
significados, y la complejidad da la oportunidad de expandir y transformar, o más
aún, reinventar el juego del conocimiento (Najmanovich, 2005b), ya que por
primera vez en occidente se puede pensar la emergencia y el devenir como
científicos.
239

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
DE LOS RESULTADOS
240

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

1. Análisis y discusión de los resultados.

En este capítulo es imperativo analizar y discutir los resultados


conjuntamente como un todo articulado e integrado, interpretando
comprensivamente las significaciones teóricas y prácticas, objetivas y subjetivas,
éticas y estéticas de la biopolítica en relación con los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes en el contexto de la Globalización, a fin de
resignificar a los sujetos, los lenguajes y los lugares individuales y colectivos de
Poder-Saber en la Era Biopolítica Global, teniendo en cuenta las siguientes
consideraciones:

La biopolítica, los biopoderes o las tecnologías del Poder aparecen en el


momento en que nace la idea de gobernar a los hombres en conjunto, es decir, a
los individuos como población a partir de los cambios políticos, económicos y
socio culturales desde el siglo XVIII en la Modernidad Westfaliana hasta la
Contemporaneidad. Foucault (2004) alude a que “la población es un elemento
fundamental en la dinámica del poderío del Estado” (p. 90), no es la simple suma
de individuos que habitan un territorio, “lo necesario es favorecerla o lograr que
mantenga una relación justa con los recursos y las posibilidades de un Estado” (p.
91), es ante todo actuar con una multitud de factores que van desde el clima hasta
las costumbres, valores éticos y religiosos que guían la conducta y están
impregnados en la sociedad desde el punto de vista histórico. Es por ello que la
población se convierte en sujeto y objeto biopolítico de los gobiernos, quienes
afianzaron la idea de gobierno desde la Economía Política, concibiendo a “la
población como brazo de la agricultura, brazo de la manufactura, fuerza
241

productiva, pero también sujeto de derechos” (p. 93). Caracterizar a la población


implica hacer el abordaje de las complejidades y su construcción histórica,
destacando el devenir histórico, las continuidades, discontinuidades, las
transformaciones y los cambios culturales, la organización social de las familias, la
estructura y las formas de mando en la toma de decisiones, las relaciones de
productividad en lo rural y en la ciudad, la interacción de los sujetos con la
naturaleza y la explotación de los recursos, en fin un conjunto de variables de
distinta índole, cada una con una importancia que solo es determinable teniendo
en cuenta cada Sociedad.

La Edad Media es considerada una época de aconductamiento extremo,


donde la Iglesia jugó un rol de superioridad, gozando de privilegios económicos,
civiles y espirituales que garantizaban la salvación y la llegada más pronta y
segura al Paraíso, siempre y cuando se siguiera el régimen de verdad establecido,
en contraste con el rol de inferioridad de los fieles seguidores. Sin embargo, “en
las relaciones de poder existen necesariamente posibilidades de resistencia”
(Foucault, 1987, p. 126), del sujeto que se encuentra inconforme ante el Estado,
que rechaza toda práctica de control, por la falta de oportunidades y de
información, por la escasez, por la pobreza, o por el descontento general ante una
situación coyuntural o permanente, por causas materiales u ocasionales en la
distribución de privilegios, por las leyes, las costumbres y los monopolios de una
fuerza económica y política superior sobre otra. Los biopoderes en la Edad Media,
se basaron en la disciplina, a través de técnicas y mecanismos de
individualización y la economía de los derechos, cuyo objeto y sujeto de gobierno
era el cuerpo del individuo obediente que la Monarquía Absoluta y la Doctrina
Cristiana cultivó y aconductó durante siglos. Según Foucault surgieron
contraconductas en opinión al régimen de verdad impuesto, siendo visibles el
ascetismo, las comunidades religiosas, la mística, la creencia escatológica y la
escritura. (Ver Cuadro N°: 9)
242

Fuente: Martínez, H., 2016. Interpretación de la biopolítica y las contraconductas en el Medioevo.

Con el pasar del tiempo se reestructura un sistema biopolítico ambiguo y


contradictorio que incluye la constitución del Estado-Nación, los principios del
Tratado de Paz Westfalianos, los Derechos del Hombre y del Ciudadano en la
República y el Liberalismo Económico, es decir, un sistema con “dos
procedimientos, dos coherencias, dos maneras de obrar, si se quiere,
heterogéneas” (Foucault, 2007, p. 62). La norma es la constante en la República y
con ello un conjunto de biopolíticas, biopoderes o tecnologías de gobierno
basadas en un sistema de igualdad jurídica en el orden político, económico y
social que prioriza la gubernamentalidad económica liberal, donde el sujeto y
objeto es el hombre en conjunto, es decir la población y el ciudadano. (Ver Cuadro
N°: 9)
243

Fuente: Martínez H., 2016. Interpretación de la biopolítica y las revoluciones históricas en la Modernidad.

El Estado-Nación se acopla un siglo más tarde a las nuevas biopolíticas


surgidas desde la Revolución Francesa, la Revolución Industrial y la Revolución
Obrera como proceso de transformación política, económica, y socio-cultural, que
vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura
y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada,
que acabaría con siglos de mano de obra basada en el trabajo manual para dar
paso a una mano de obra tecnificada e industrializada, así como a nuevos
mecanismos de explotación de unos sujetos sobre otros. Se habla entonces, de
estrategias biopolíticas y de un nuevo régimen de verdad y de producción basado
en la división del trabajo, la partición del tiempo de productividad y de
improductividad, jornadas de trabajo, número de objetos producidos, y en el
progreso de la industria de acuerdo a la extensión del Mercado, cuestión para el
crecimiento y expansión de las empresas, ya que “sociedad, economía, población,
seguridad, libertad: son los nuevos elementos de la nueva gubernamentalidad,
cuyas formas creo aun conocemos en las modificaciones contemporáneas”
(Foucault, 2004, p. 405).
244

Según Foucault (1999) “cada sociedad posee su régimen de verdad, su


“política general de la verdad”: es decir, define los tipos de discursos que acoge y
hace funcionar como verdaderos” (p. 53), sin embargo, aquel sujeto
revolucionario, masa anónima, autónoma, no servil, que reflexiona e interpreta su
tiempo, modo y lugar, en la constante búsqueda de la verdad, es aquel que
reevalúa lo establecido y confronta la memoria pasada con la presente,
incorporando las exigencias de tipo individual y colectivo en un consolidado
cultural de identidades compartidas. “Para decirlo rápidamente, esto presenta una
relación con el principio de soberanía del sujeto, aplicada a la historia del
conocimiento” (p. 67), clara correspondencia con el proceso de emancipación del
sujeto desde el conocimiento instituido e instituyente, desde su quehacer como
Ciudadano, Obrero o Ser Humano, a partir de sus propios instrumentos de Saber y
Poder que le dan la posibilidad de participar activamente en dinámicas de cambio
y transformación como puntos de apoyo del nuevo Poder. En la contemporaneidad
el control es la biopolítica, el biopoder o la técnica de gobierno basada en la
gubernamentalidad liberal y neoliberal de homogeneización global, cuyo sujeto y
objeto de dominio es la sociedad civil mundial u homo economicus, quien dinamiza
la lógica económica en el contexto de la democracia. No obstante, emergen
sujetos individuales y colectivos quienes cuestionan el statu quo (régimen de
verdad liberal y neoliberal) desde diferentes visiones y adquieren la connotación o
representación social de Movimientos Sociales. (Ver Cuadro N°: 11)
245

BIOPODERES O TECNOLOGÍAS DEL PODER - SABER MOVIMIENTOS SOCIALES

CARACTERÍSTICAS

GUBERNAMENTALIDAD

TECNOLOGÍAS DEL PODER FÍSICO - POLÍTICAS


MÉTODO
NEOLIBERAL 1) SUJETOS HISTÓRICOS (FOUCAULT, 1982)
TÉCNICAS DE 2) COLECTIVIDADES CON PODER SOCIAL E
-GOBIERNO DE LA HOMOGENEIZACIÓN GLOBAL INTER-CULTURAL (MARTÍNEZ, 2016).
POBLACIÓN 3) MULTITUDES (MARTÍNEZ, 2015)
-TÉCNICAS DE VIGILANCIA 4) NUEVOS SUJETOS SOCIALES O RESISTENCIA
CONTEMPORANEIDAD

OBJETO
MÚLTIPLE Y ANTI-SISTEMA (ALONSO, 2015)
DEMOCRACIA

OBSERVATORIOS DE LOS HOMBRES 5) SUJETOS COLECTIVOS (GOMEZ, 2014)


CONTROL

CONTROL 6) SUJETO INSUMISO (SALAZAR, 2008)


-POLICÍA O REGIMIENTO 7) COMUNIDADES O UNIDADES
-GUBERNAMENTALIDAD HETEROGENEAS (NAJMANOVICH, 2005)
ECONÓMICA NEOLIBERAL 8) NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES (DE
-GUBERNAMENTALIDAD SOUSSA, 2001)
SUJETO

GLOBAL HOMO ECONOMICUS (9) MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA ERA DEL


-DERECHOS ECONÓMICOS SOCIEDAD CIVIL MUNDIAL INTERNET (CASTELLS, 2015)
(10) SUETOS INTER-CULTURALES (CANCLINI,
2004)

Fuente: Martínez H., 2016. Interpretación del Poder-Resistencia en la Contemporaneidad.

En la denominada Era Biopolítica Global se intensifican las relaciones


económicas, políticas y sociales en todo el mundo, a partir de múltiples
manifestaciones y evoluciones en términos de las nuevas relaciones biopolíticas
de Poder-Saber institucionalizadas en un escenario de totalidad mundial, “es la
intensificación de relaciones sociales planetarias que aproximan a tal punto los
lugares distantes que los acontecimientos locales sufren la influencia de hechos
ocurridos a miles de kilómetros y viceversa” (Anthony Giddens,1994, p. 70); una
nueva era que articula y unifica multiplicidad de acontecimientos, sujetos
actuantes, diversidad de discursos y lugares en permanente tensión, cuyo proceso
estructural multidimensional afecta al conjunto de la Sociedad, evidenciándose la
disyuntiva entre el valor que adquieren los Derechos de los Ciudadanos y los
Trabajadores en el escenario local-nacional y el valor que adquieren los Derechos
Económicos de las Multinacionales y Corporaciones Extranjeras en el escenario
internacional-global, primando el bien particular sobre el bien público, es decir que
la autoridad del Mercado se superpone sobre la autoridad del Estado.

Sin embargo, como dice Bauman (2001), “no se puede dar marcha atrás a
la Globalización, uno puede estar a favor o en contra de esta nueva
246

interdependencia mundial” (p.46), lo importante, urgente y necesario es lograr que


“todos los actores sociales reaccionen y den una respuesta concreta en este
ámbito, donde curiosamente las respuestas no siguen ya el viejo esquema
derecha-izquierda de la práctica política” (Beck, 2001, p. 10); mientras tanto
Zygmunt Bauman dice en el artículo titulado “El desafío ético de la globalización”,
publicado en el diario El País, el 20 de julio de 2001, que “la globalización significa
que todos dependemos unos de otros, las distancias importan poco ahora, lo que
suceda en un lugar puede tener consecuencias mundiales”, tal como lo expresa la
profesora Socorro Ramírez (1996) “la necesidad de expansión de las
multinacionales está a la raíz de la mentalidad neoliberal que impera hoy en el
mundo (…) Ellas (las multinacionales) impulsan la reducción del Estado y la
redefinición de sus funciones (p. 3); es el Sistema Global extraterritorial que
coadyuva en la intensificación y expansión de los Sistemas de Explotación-
Acumulación-Monopolización de las Multinacionales y Corporaciones Extranjeras,
que según Bauman (2001) “durante casi la totalidad del siglo XIX, esa misma
extraterritorialidad redundó en mucha miseria humana, en pobreza y en una casi
inconcebible polarización de las oportunidades y niveles de vida de la humanidad”
(p. 4).

Es el proceso popularizado como Globalización y se expresó en América


Latina arrasando los viejos Estados Benefactores, arrollando las conquistas de las
personas trabajadoras y disciplinando a la sociedad por la vía del desempleo
masivo. El neoliberalismo generó en poco tiempo una nueva sociedad y un nuevo
modelo de Estado, regresivo y desigual en extremo (Ruggeri y col, 2012) dando
paso a la emergencia de Sujetos Colectivos o Colectividades que adquieren la
connotación o representación social de Movimientos Sociales, quienes se debaten
entre la obediencia y la desobediencia, entre la participación política formal y el
rechazo, es decir, entre lo teórico imperativo y lo estético (Negri y Hardt, 2004), no
obstante, Hugo Fazio (2001) argumenta que “con base en estas interrelaciones no
sólo se estimula el surgimiento de grandes sistemas, el nivel global, sino que se
transforman igualmente los contextos locales y personales (cotidianos) de
experiencia social, es precisamente esta espacialidad de la globalización lo que
247

sugiere el carácter transformador de este proceso” (p. 14), un camino inseguro y


pavimentado a base de desmoronamientos. Para Beck (2001) actualmente hay ya
muchos indicios –ya no solo en las actuaciones de los movimientos sociales, como
ahora en Davos-Suiza y en Sao Paulo-Brasil, sino también en las actividades de
empresas y gobiernos– que permiten empezar a entrever este nuevo mundo
político. Según Foucault (1987) sucede lo mismo en el caso de la política, en el
que se podría hacer la crítica de la política -a partir, por ejemplo, del estado de
dominación de esta política indebida- pero no podría hacerse de otro modo que
jugando un cierto juego de verdad, mostrando cuáles son sus consecuencias,
mostrando que existen otras posibilidades racionales, enseñando a las gentes lo
que desconocen acerca de su propia situación, sus condiciones de trabajo, su
explotación.

En Latinoamérica se implementó el denominado Consenso de Washington,


dejando resultados negativos para la población en términos económicos, políticos
y sociales, principalmente. “Este programa estaba originalmente dirigido a la
América Latina de 1989, pero se vuelve grotesco cuando se lo interpreta como
un programa para todos los países en cualquier época (como lo han hecho
los críticos populistas) (Williamson, 2003, p.11), convirtiéndose en una política de
choque dadas las recomendaciones condicionadas y el paquete de reformas que
fueron aplicadas de manera rápida y abrupta sin considerar los contextos socio-
económicos y socio-políticos de las Naciones participantes. Un análisis sobre las
biopolíticas macroeconómicas del Consenso de Washington permite decir que:

1. De acuerdo al conjunto de políticas implementadas, las cinco primeras


enfatizan en el papel mínimo de regulación que el Estado debe cumplir
obligatoriamente en el nivel del reordenamiento y priorización del
Presupuesto Nacional y el Gasto Público.
2. Las cinco restantes enfatizan en el papel protagónico al Mercado mundial,
de los agentes económicos e inversores nacionales y extranjeros con
libertad de compra y venta, quienes se favorecen de las exenciones
gubernamentales sin restricciones jurídicas ni barreras arancelarias que
248

permiten reubicar el Poder del Estado Neoliberal por encima del Estado
Social y de Derechos. (Ver Cuadro N°: 12)

Fuente: Martínez H., 2016. Biopolíticas del Consenso de Washington para América Latina.

En América Latina el impacto de las biopolíticas del Consenso de


Washington fueron graves y no menos drástica, según Stiglitz (2004), el
crecimiento de América Latina durante los años noventa fue apenas la mitad de lo
alcanzado en los años sesenta y setenta, las décadas marcadas por las “fallidas”
sustitución de importaciones. “La CEPAL ha indicado que para que las empresas
puedan llevarse sus ganancias los países se hipotecan con la banca extranjera y
con los organismos internacionales de crédito” (Citado por Eduardo Galeano,
1988, p. 342). Ya decía Galeano (1988) que “el interés de las corporaciones
imperialistas por apropiarse del crecimiento industrial Latinoamericano y
capitalizarlo en su beneficio, no implica desde luego, un desinterés por todas las
otras formas de explotación” (p. 340), por tanto la crisis social y económica en
América Latina en la década de los 90 se profundizó dada la implementación de
249

las biopolíticas del Consenso de Washington, al liberalizarse las fronteras


económicas de manera rápida, acentuando las importaciones por encima de las
exportaciones y sin evaluar el impacto del intercambio de bienes y servicios
altamente competitivos frente a mercados básicos, es decir, que se produjeron
acuerdos altamente desequilibrados entre países productores de manufactura y
países productores de productos agrícolas, poniendo en riesgo la estabilidad y
sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas, agricultores y comerciantes
del sector primario.

Desde el punto de vista ético global, la Humanidad atraviesa por una un


policrisis, en términos de las graves problemáticas socio-económicas, socio-
políticas y socio-culturales, provocadas por la crisis paradigmática del sistema
económico vigente y del modelo Globalizador Neoliberal Capitalista que ha llevado
al mundo al inevitable deterioro del medio ambiente, al quebranto de la capa de
ozono, a la contaminación abrumadora de zonas hídricas, al abuso de los recursos
naturales, a la explotación desmedida de la Tierra y a la inoperancia y
minimización del Estado en la garantía de Derechos, todo ello a escala planetaria,
son “cuestiones esenciales para la humanidad: la destrucción del medio ambiente,
los peligros económicos a nivel mundial, los Derechos Humanos, los derechos de
los ciudadanos y la pobreza global que no son asuntos internos de los Estados-
Nacionales o de los consorcios internacionales” (Beck, 2001, p. 143).

Es por ello que el concepto político de Estado (Biopolítica, biopoderes o


tecnologías del Poder) se analizó como Significante y el concepto de Nación (los
movimientos sociales latinoamericanos emergentes) como Significado(s), en el
que se denota y se connota multiplicidad de sujetos, lenguajes y lugares, siendo
necesario un análisis transversal de la Edad Media a la Modernidad y de ahí a la
Contemporaneidad en el espacio-tiempo de la Globalización económica, política y
socio-cultural, transversalizando:

(A) El signo, la representación del signo y el sistema de formación del concepto


de Estado-Nación, atendiendo a:
250

(i) Las condiciones históricas: El Estado representa al Poder instituido y la


Nación el Poder instituyente que ha sido universalizada desde el
Tratado de Paz de Westfalia como Constitución Universal hasta la
contemporaneidad de la Globalización Neoliberal Capitalista.
(ii) El sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad:
Institucionalizan la herencia discursiva del proceso Globalizador
impactan en las representaciones societales de la Nación.
(iii) La combinación entre el campo de relaciones primarias o reales, el
sistema de relaciones secundarias o reflexivas y el sistema de
relaciones que se pueden llamar propiamente discursivas: Dialogan los
discursos instituidos y los discursos instituyentes de libertad, de nuevos
deseos y necesidades de la Modernidad y el discurso de conciencia y
vocación de emancipación de la Nación en la Contemporaneidad.
(iv) El campo de las relaciones discursivas: Es el espacio de las nuevas
representaciones societales que emergen desde la continuidad histórica
de Westfalia ante el emancipatorio discurso de la Nación frente al
Estado en la Contemporaneidad. Del Estado-Nación o Estado
Westfaliano de 1648 del siglo XVII al Estado Mínimo en la
contemporaneidad biopolítica de la Globalización, donde las
Instituciones Supra-Nacionales alcanzan Poder, se analiza que:

(I) El Principio de Fuerza o Uso legítimo de la Fuerza pasa de ser un


monopolio territorial y se desterritorializa, logrando extender su Poder
militar a nivel global.
(II) El Principio de Equilibrio se universaliza a partir de la Declaratoria del
Derecho Internacional.
(III)El Principio sobre la División de Poderes se estructura mundialmente a
partir de co-existencia de Poderes en el orden nacional y el orden
biopolítico mundial.
(IV) El Principio sobre la Soberanía Territorial y Derecho a lo No
injerencia y a la No intervención de los Estados, se condiciona y se
251

supedita a la soberanía internacional de los sujetos económicos en el


orden biopolítico internacional.
(V) El Principio sobre la Autodeterminación de los Pueblos, alcanza Poder
Social e Inter-Cultural en representación de los Movimientos Sociales,
quienes en la contemporaneidad se convierten en el instrumento
histórico de los pueblos para perseguir alcanzar su auto-realización
como Nación.
En este sentido, el Sistema Económico Neoliberal Capitalista se
institucionaliza globalmente, dándole prioridad al Mercado y sus agentes
económicos, tales como las Empresas Multinacionales y Corporaciones
Extranjeras, quienes monopolizan las funciones mercantiles y de producción, a
escala planetaria. Los Estados-Nacionales coadyuvan en la regulación de las
biopolíticas macro económicas de libre mercado, de apertura económica, de
inversión extranjera, de privatización y de desregulación de la economía,
afectando a la estructura societal, reflejo del modo de producción neoliberal
capitalista. La Sociedad es susceptible de responder institucionalmente a los
cambios culturales presentados, ya sea por la vía del consenso o por la violencia,
reposicionándose de diversas formas en su rol de clase burguesa que toma la
dirección de clase política, clase burguesa emergente o sociedad civil, en
condiciones que han permitido su movilidad social, debido a factores
educacionales o institucionales, como clase asalariada, proletaria o trabajadora
explotada, o en su rol de ciudadanía crítica en permanente resistencia por las
condiciones de desigualdad y pobreza que genera el sistema económico, el cual
subvalora la fuerza productiva del trabajador y lo somete a la lógica de producción
y explotación mercantil flexible. (Ver Cuadro N° 13)
252

Fuente: Martínez H., 2016. Dinámica del Sistema Económico Neoliberal Capitalista.

El rol del Estado queda reducido a funciones legales y contractuales en la


Era Biopolítica Global, quien facilitan la transferencia y privatizando de los bienes
públicos en privados, la inversión extranjera y explotación de los recursos
naturales en territorio nacional. El Sistema Político dominante es el de la
Democracia formal o procedimental, sistema que funciona a partir de un Estado
Mínimo que delega mayores responsabilidades a los agentes económicos, es
decir, a las Empresas Multinacionales y Corporaciones Extranjeras quienes
representan al Mercado. La Sociedad se adapta a las prácticas constitucionales
que emergen, a través de mecanismos y estrategias de Poder político, electoral o
gubernamental, que permiten la adopción de nuevas leyes y normas, por tanto, de
nuevos valores, creencias, principios ciudadanos y prácticas cotidianas, que
organizan y restructuran el criterio, la toma de decisiones y los comportamientos
de los ciudadanos en consonancia con el Sistema Económico Neoliberal
Capitalista que se impone, aun cuando la Sociedad se debate permanentemente
con el Estado y con los agentes económicos en una lucha abierta entre sujetos
políticos, económicos y sociales por alcanzar sus objetivos. (Ver Cuadro N° 14)
253

Fuente: Martínez H., 2016. Dinámica del Sistema Político Democrático.

La Sociedad es el escenario por excelencia de todo Sistema Social, ya que


es allí donde emerge diversidad de sujetos que la enriquecen con sus prácticas
políticas, económicas y socio-culturales, y los Ciudadanos son sujetos de
derechos, quienes aspiran a realizarse y auto-determinarse individual y
colectivamente. En un genuino Sistema Político Democrático el Ciudadano
participa activamente, como sujeto crítico, histórico, político y social, las prácticas
económicas son una expresión natural de trabajo y buen vivir que se representa a
través de la variedad de sectores económicos que valoran al ser humano como
sujeto productivo y no como sujeto explotado. En la Era Biopolítica Global se
asiste a la crisis de la Democracia y del Estado de Derecho dada la crisis de
representatividad, legalidad, legitimidad, gobernabilidad e institucionalidad del
Estado, y la Sociedad se empodera inter-culturalmente reclamando, movilizándose
y resistiéndose ante los gobiernos de sus respectivos Estados y ante las
Instituciones Supra-Nacionales, por medio de mecanismos de participación
ciudadana y vías de hecho, que garantizan su auto-realización material e
inmaterial como sujetos activos en la co-construcción de espacios dialogantes en
el plano local-nacional como en el plano mundial-global, Ciudadanos claramente
254

disidentes de los marcos legales de la institucionalidad societal, quienes más tarde


adquieren la connotación o representación social de Movimientos Sociales a
escala planetaria. (Ver Cuadro N° 15)

Fuente: Martínez H., 2016. Dinámica del Sistema Social y Cultural.

En este contexto, la crisis económica, política y socio-cultural del Sistema


Internacional y del denominado Nuevo Orden Mundial permite comprender e
interpretar las rupturas que potencian la emergencia de los nuevos humanismos
de las ciencias de la vida y de las ciencias del devenir, con o sin mayúsculas, ante
la evidente crisis de las ciencias naturales sobre las cuales está fundamentado el
sistemas de representaciones adquirido hasta entonces, de tal forma que se
constituye en la teoría y práctica de los sujetos individuales y colectivos la
continuidad de las positividades históricas y las discontinuidades a saber por los
cambios y las transformaciones de auto-determinación y auto-realización:

(B) La Revolución Paradigmática: comprende:

La Revolución Epistemológica donde las leyes de la vida, de la producción y


del lenguaje se des/ordenan en el contexto biopolítico global, dando paso a la
255

emergencia y al devenir como aspectos objetivos y subjetivos, éticos y estéticos


de la compleja realidad, logrando interpelar el saber y las estructuras instituidas
que lo producen a fin de re-pensarlo y resignificarlo en un contexto de dialógico de
co-construcción del conocimiento. La Revolución Ideológica que ha des/ordenado
las estructuras establecidas y con ello el conjunto de instituciones dominantes en
el orden biopolítico global potencia la inclusión de sujetos, lenguajes y lugares
inter-culturales que develan la diferencia, la diversidad y la pluralidad en un
contexto de heterogeneidad local-nacional e internacional-global. La Revolución
Ontológica es instituyente de sentido sobre las formas de ser, hacer y pensar de
los sujetos inter-culturales, quienes crean y re-crean la compleja realidad mediante
la resignificación del Poder y del Saber y la co-construcción de un Sistema Social
e Inter-Cultural Emancipatorio.

Las actuales condiciones políticas, económicas y socio-culturales de la


Globalización Neoliberal Capitalistas instituidas han generado un doble proceso de
lucha y resistencia histórico, que permite vislumbrar la génesis de un Nuevo Orden
Mundial Alternativo o Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio, donde “la
Nación es el núcleo activo, constitutivo del Estado” (Foucault, 2000, p. 204), en
defensa absoluta por la Vida y la reproducción de la Vida en todas sus formas,
como máximas innegociables de un mundo común, tal como lo enuncia Kant
(1784) al plantear que “se necesita libertad (…) se debe estar permitido a todo
mundo y es lo único que puede traer ilustración a los hombres”, emergiendo desde
las entrañas de la Nación acciones colectivas emancipatorias que responden
teórica y prácticamente, objetiva y subjetivamente, ética y estéticamente al
compromiso de una Sociedad justa, equitativa, solidaria, participativa y
democrática.

La Resistencia Social estado imbricada en la Sociedad desde diferentes


latitudes bajo la representación social de Movimientos Sociales dados los
históricos conflictos sociales, la marcada violación de los Derechos y las
Libertades Humanas, más las problemáticas estructurales de carácter étnico,
ideológico, político, económico, sexual y religioso que han dividido a la
256

Humanidad, abriendo la brecha de la desigualdad, la inequidad y la injusticia social


entre ricos y pobres, entre incluidos y excluidos, entre desarrollados y
subdesarrollados, derechistas e izquierdistas, heterosexuales y homosexuales,
occidentales y orientales, católicos y protestantes, blancos y negros, entre tantas
oposiciones y contradicciones al interior de la condición de seres humanos, que
han llevado a unos y a otros al enfrentamiento y al desafío por resignificar los
Saberes y Poderes instituidos en medio de dinámicas y movimientos transversales
de contrasaberes y contrapoderes que se están constituyendo.

(C) El reposicionamiento de la Resistencia Social y los Movimientos Sociales


Latinoamericanos emergentes ante la crisis de los mecanismos biopolíticos
de Poder-Saber en el contexto de la Globalización, permiten transversalizar:
(1) El Signo y la representación de la auto-determinación y soberanía de la
Nación, lo que indica retornar al análisis sobre el sistema de formación del
concepto, aludiendo nuevamente a:
(i) Las condiciones históricas: Desde este punto de vista la Nación emerge
en la contemporaneidad aludiendo a su derecho de auto-determinación,
de auto-realización, de soberanía individual y colectiva en renuncia a la
lealtad del Estado, desde la representación social de los Movimientos
Sociales, quienes resignifican el Poder y el Saber mediante teorías y
prácticas alternativas en oposición a los modos de producción y
reproducción (históricos) neoliberal capitalista, potenciando la inter-
culturalidad, la multi-culturalidad y la biodiversidad.
(ii) El sistema de relaciones primarias o campo de exterioridad: Desde este
punto de vista la Nación emerge como la institución histórica
westfaliana, defensora máxima de los derechos societales ya que es
objeto y sujeto de interpelación del Poder y del Saber de las
Instituciones Supra-Nacionales en la Era Biopolítica Global,
resignificando el juego de verdades establecidas mediante las prácticas
y experiencias alternativas de los Movimientos Sociales, quienes se
constituyen en la contemporaneidad en el Patrimonio Inter-Cultural de
los diferentes.
257

(iii) La combinación entre el campo de relaciones primarias o reales, el


sistema de relaciones secundarias o reflexivas y el sistema de
relaciones que se pueden llamar propiamente discursivas: Desde este
punto de vista la Nación es el eje horizontal vinculante del Estado, por
tanto, del Poder y del Saber establecido, de tal manera que lo que se
instituye es un Poder Interpretativo que remueve los significados de la
política, la economía y el orden cultural dominante.
(iv) El campo de las relaciones discursivas: Desde este punto de vista
emergen sujetos conscientes de su identidad múltiple y diversa, lugares
inter-culturales en el seno de las sociedades democráticas y lenguajes y
discursividades alternativas de producción y reproducción de sentido
que abogan por el derecho a la diversidad, a la libertad, a la
subjetividad, a la inter-culturalidad, etc.
(2) La crisis de los mecanismos biopolíticos de Poder-Saber en la Era de la
Globalización económica, política y socio-cultural alude a la crisis de las
Instituciones Supra-Nacionales y de las tecnologías del Poder-Saber que
estandarizan los modos de producción neoliberal. Es por ello que:

Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergen en la


contemporaneidad en representación de la Nación en renuncian a la lealtad del
Estado, como colectividades con Poder Social e Inter-Cultural y como alternativas
de cambio social que abogan por el principio de Autodeterminación y Soberanía
de los Pueblos ya que desde la implementación e intensificación de las biopolíticas
macroeconómicas neoliberales capitalistas y en especial desde la
operacionalización de las biopolíticas del Consenso y PosConsenso de
Washington en América Latina el Estado adquiere características y funciones
normativas y jurídicas mínimas. La Flexibilización Laboral o Desregulación del
Mercado de Trabajo es una re-semantización de la denominada División del
Trabajo y de la División Internacional del Trabajo, ahora, en el orden biopolítico
global, en términos de: Contratación-Salarios-Horarios de Trabajo Flexibles,
supeditando al trabajador al sistema de explotación-monopolización-acumulación
a escala global, de la siguiente manera:
258

(1) La venta de la Fuerza de Trabajo o Fuerza Productiva del Empleado se


materializa fuera dentro y fuera de la fábrica, siendo la relación contractual-
salarial-laboral entre el empleador y el empleado un sistema de inseguridad-
inestabilidad-incertidumbre a favor de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras.

(2) La Acumulación del Capital Económico, Industrial e Intelectual es en el


orden biopolítico global un sistema de sometimiento salarial-contractual-laboral y
de productividad-eficiencia-eficacia a favor de las Empresas Multinacionales y
Corporaciones Extranjeras.

(3) La Monopolización se potencia en sectores estratégicos de la economía


que logran patentizar y adquirir derechos de propiedad a favor de las Empresas
Multinacionales y Corporaciones Extranjeras, quienes intensifican:

(a) La Competencia Pura del Mercado local-nacional e internacional-global,


mediante la expansión de los mecanismos regulatorios del Laissez-faire.

(b) La Intervención del Estado, en el orden jurídico y político nacional.

(c) La Política Social y la Distribución Equitativa de los Bienes Consumibles,


que alude al mínimo vital no al máximo vital de las Sociedades Democráticas.

La Era Biopolítica Global en su estadio neoliberal capitalista atribuye toda su


expansión a la: (A) Internacionalización de bienes y servicios a toda escala,
estandarizando la política comercial, el intercambio económico y la cultura de las
sociedades democráticas hacia una cultura del consumo, ahora en ruptura, ya que
los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes afianzan, según Salazar
(2008) los significantes simbólicos y las relaciones sociales y culturales con
capacidad para reproducir sociedad y vida, donde emergen sujetos inter-
culturales, lenguajes inter-culturales, lugares inter-culturales, es decir sociedades
inter-culturales que representan el patrimonio inter-cultural de los diferentes; la (B)
Transnacionalización de bienes y servicios a toda escala, universalizando la
economía de mercado y con ello la visión de crecimiento económico y desarrollo,
259

ahora en ruptura, ya que los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergen


como crítica la regulación social capitalista y a la hegemonía del mercado (De
Soussa, 2004); y la (C) Mundialización de la Sociedad a toda escala,
homogenizando social y culturalmente, unificando y estandarizando los sistemas,
ahora en ruptura, ya que los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergen e
impulsan la idea del final de la doctrina del Laissez faire, pensando desde la
resistencia anticapitalista y la autonomía ( Alonso, 2015), por lo que sugiere una
comprensión e interpretación teórica y práctica, objetiva y subjetiva, ética y
estética de los sujetos, lenguajes y lugares inter-culturales, es decir sociedades
inter-culturales, en su praxis de cambio o en movimiento.

(3) Las revoluciones epistemológicas, ideológico-políticas y ontológicas se


desarrollan en Latinoamérica teniendo en cuenta la emergencia de nuevos
sujetos de Poder-Saber que se revelan ante los Estados Neoliberales y los
Estados Supra-Nacionales, en un haz complejo de nuevas relaciones y
estrategias de Poder-Saber, adquiriendo la connotación o representación
social de Movimientos Sociales, quienes trasgreden el orden establecido,
así:
Reconstrucción (A) epistemológico (del Saber) en las relaciones de Poder-
Saber entre la Nación y el Estado, el cual permite comprender e interpretar la
relación dialéctica y dialógica de los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes frente al discurso instituyente/instituido, a través de la resignificación
del saber que aboga por la Dignidad Humana, las Libertades Humanas, los
Derechos Societales, etc. Esta perspectiva epistemológica (Emergente) de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos en su praxis de cambio frente al Estado,
requiere de un pensamiento que comprenda e interprete la complejidad de la Vida,
a partir de metodologías heurísticamente emergentes y diversas, en defensa
radical a la producción de la Vida y la reproducción de la Vida en todas sus
formas.

La Reconstrucción (B) ideológico (del Pensar) en las relaciones de Poder-


Saber entre la Nación y el Estado, el cual permite comprender e interpretar las
260

posiciones políticas e ideológicas de los Movimientos Sociales Latinoamericanos


emergentes en relación dialéctica y dialógica con los sujetos políticos, económicos
y socio-culturales, a través de la resignificación de la Democracia participativa y
emancipatoria de los pueblos sometidos y dominados; y el proceso de
reconstrucción. Dicha perspectiva ideológica (La Vida) de los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes tiene como principal defensa la Vida,
asumiendo una actitud crítica de la democracia representativa a fin de resignificar
la democracia participativa, donde prevalece el interés absoluto por la Vida y la
reproducción de la Vida.

La Reconstrucción (C) ontológico (del Ser) en las relaciones de Poder-Saber


entre la Nación y el Estado, el cual permite comprender, interpretar la soberanía
de los Movimientos Sociales Latinoamericanos que emergen a partir de la relación
dialéctica y dialógica desde la praxis Inter-Cultural, Multi-Cultural en clave diversa.
Dicha perspectiva ontológica (Sujeto Inter-Cultural) de los Movimientos Sociales
Latinoamericanos emergentes instituyen el estatuto ontológico de la diferencia,
para la de-construcción del statu quo y la re-construcción de la soberanía del
sujeto que se visibiliza individual y colectivamente, a través de la potenciación de
teorías y prácticas colectivas alternativas, auto-determinadas, auto-gestionadas y
solidarias que hacen posible que trabajadores, indígenas, campesinos,
ecologistas, maestros, estudiantes, mujeres, hombre, negros, blancos, católicos,
cristianos, musulmanes, homosexuales, heterosexuales, etc., salgan de la
encerrona cultural imperial que desplaza al Sistema Internacional vigente y hace
posible la co-construcción del Sistema Social o Sociedad Inter-Cultural
emancipatoria, que intenta jugar con el mínimo de dominación.

En este sentido, los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes


impulsan la idea del final de la doctrina del Laissez faire, es decir, el final de la
mercantilización de la Vida, quienes propenden por una resignificación del Sistema
económico Neoliberal Capitalista, del Sistema Político Democrático y del Sistema
Socio-cultural de la Nación, en base a la vocación social y emancipadora de los
sujetos libres, desde la perspectiva epistemológica (Emergente), ideológica (La
261

Vida) y ontológica (Sujeto Inter-Cultural) que emerge, cuyo interés es alcanzar


estados de vida digna en defensa de los derechos societales y la co-construcción
del Sistema Social e Inter-Cultural Emancipatorio, que amplíe la realización
simbólica y creativa de los sujetos, lenguajes y lugares sobre los cuales es posible
actuar para minimizar los dominios neoliberales y maximizar las probabilidades de
la esperanza.
262

CONCLUSIONES

Interpretar la teoría y práctica de la biopolítica desde la visión de Paul-Michel


Foucault ha posibilitado una experiencia investigativa, en términos cualitativos,
inacabable, no solo porque la literatura del autor es amplia sino porque es
compleja, es filosófica, política, económica, antropológica, sociológica, histórica,
comunicativa, lingüístico-semiológica, psicológica, jurídica, etc., en fin, es
transdisciplinaria, la cual permitió explicar y definir la categoría y sus
ramificaciones tecnológicas de Poder y Saber desde la compleja realidad en el
contexto contemporáneo en la Era de la Globalización en relación con los sujetos,
lugares y lenguajes emergentes que adquieren la connotación o representación
social de Movimientos Sociales en el escenario Latinoamericano. Sobre estas
nuevas representaciones sociales de Poder-Saber se implican y se incluyen desde
la teoría y la práctica, o mejor, desde las prácticas y experiencias cotidianas que
han sido teorizadas, las conceptualizaciones que en estos últimos años han sido
de interés para las ciencias sociales en Latinoamérica, desde caracterizaciones de
Sujetos Históricos, (Foucault, 1987), Colectividades con Poder Social e Inter-
Cultural (Martínez, 2016), Multitudes (Martínez, 2015), Nuevos Sujetos Sociales o
Resistencias Anti-Sistema (Alonso, 2015), Sujetos Colectivos (Gómez, 2014),
Sujeto Insumiso (Salazar, 2008), Comunidades o Unidades heterogéneas
complejas (Najmanovich, 2005), Nuevos Movimientos Sociales, o Movimientos
Populares-NMSs (De Soussa, 2001), Movimientos Sociales en red (Castells, 2015)
o Sujetos Inter-Culturales (García Canclini, 2004), etc., provocando no solo el
diálogo hermenéutico de las disciplinas sino de los sujetos, lenguajes y lugares
que emergen. Son emergencias sociales y culturales o mejor, Resistencias al
Poder-Saber que habían sido invisibilizadas durante siglos, ya sea por el uso de la
violencia, la vía de la representatividad, la delegación o el pacto social, de tal
suerte que en la contemporaneidad constituyen no solo un elemento más de las
ciencias naturales sino que se consideran los autores intelectuales y materiales o
dispositivos heurísticos de los nuevos humanismos para la generación del nuevo
263

conocimiento, es decir, la co-construcción de la nueva Sociedad. Es en definitiva


una apuesta investigativa transdisciplinaria que permitió resignificar
epistemológicamente, ideológicamente y ontológicamente los sujetos, lenguajes y
lugares históricos de Poder-Saber en relación con sus alteridades, en el ámbito de
las ciencias sociales, develando los cambios, las transformaciones y las rupturas
objetivas y subjetivas, éticas y estéticas de los sujetos en el devenir de su praxis
de cambio o en movimiento, acortando la distancia hermenéutica de los saberes
instituidos y los saberes instituyentes, a través del reconocimiento de nuevas
prácticas, referentes alternativos de comunicación y nuevas subjetividades que se
visibilizan en espacios de deliberación, disertación y movilización social.

Desde la reflexión sobre el devenir histórico de la Humanidad, es cierto que


la Historia es “la madre de todas las Ciencias del Hombre y tan vieja como la
memoria humana” (Foucault, 1968, p. 356), sin embargo, Foucault (1979) alude a
que “estamos sometidos a la producción de la verdad, desde el poder y no
podemos ejercitar el poder más que a través de la producción de la verdad” (p.
140). En este sentido las denominadas biopolítica, biopoderes, tecnologías del
Poder o conjunto de estrategias o “técnicas de gobierno” (Foucault, 2004) fueron
diseñadas en su tiempo, modo y lugar por el Estado-Nación para garantizar el
orden, pacificar a la sociedad y a la población como cuerpo vivo, un producto
político-gubernamental que se extendió y se expandió política, económica y
culturalmente, siendo universal en todo el mundo y para todo el mundo, por eso, la
noción de gubernamentalidad permite, me parece, poner de relieve la libertad del
sujeto y la relación a los otros, es decir, aquello que constituye la materialidad
misma de la ética (Foucault, 1987). En la Era de la Globalización se asiste a la
intensificación de las relaciones biopolíticas (neoliberales-capitalistas) y de las
estrategias de disciplinamiento, normalización y control global (modos de
producción neoliberal) desde nuevas entidades de Gobernanza global y nuevas
relaciones de dependencia de los Gobiernos Supra-Nacionales y de las Empresas
Multinacionales sobre los Estados Nacionales que se han ido perfeccionando con
el pasar del tiempo para el dominio de la población a escala planetaria, siendo los
90´s el comienzo de una época de institucionalización del Sistema Internacional y
264

del denominado Nuevo Orden Mundial, así como también la época en que
emergen desde los ganglios de la Sociedad sujetos individuales y colectivos o
colectividades con Poder Social e Inter-Cultural, haciendo uso de su derecho de
auto-determinación y auto-realización en la co-construcción de un Sistema Social
e Inter-Cultural Emancipatorio, tal como lo anuncia Maldonado (2004) “asistimos a
la aurora de una nueva forma de racionalidad; culturalmente hablando podemos
decir que el estudio de la emergencia permite anticiparnos literalmente a un nuevo
momento en la historia de la civilización humana” (p. 2).

Según Dussel (1977a) los matemáticos pretenden que la ciencia matemática


tiene por "necesidad" un desarrollo interno de su discurso, de tal manera que si
llego a la conclusión A, de ella se desprende la conclusión B, y de ella la
conclusión C. La conclusión C es "universal", necesaria y válida para todos. Esta
conclusión C es para la ciencia neopositivista como un objeto abstracto de un
universo "separado", ideal. Pero, antes que la ciencia está "la cotidianidad", y
después de la ciencia está el "pro-yecto" de la ciencia. Y entre los dos (el mundo
cotidiano y el pro-yec-to) está la ciencia. Por eso en la vida cotidiana están los
sujetos individuales y colectivos, con lenguajes, desarrollos discursivos en
espacios societales alternativos en permanente interacción y diálogo, percibiendo
el mundo y su compleja realidad. Según Lash (2005) nos topamos con mucho
palabrerío y preocupaciones sobre la “vida”. Sin embargo la “vida” es diferente de
las “formas de vida” o manera de hacer las cosas, que incluyen por una parte las
naturales o biológicas y por tras las sociales o culturales. De tal modo que el
conocimiento proviene de la experiencia de “abajo” en un mundo de la vida
compartido con personas y cosas (el cuerpo, el interés de la clase, el inconsciente,
la voluntad de poder). La vocación crítica y emancipadora del “Bios” es pre-
científica y sugiere inevitablemente la comprensión e interpretación de lo que lo
rodea como condición humana intrínseca para la convivencia en sociedad no fuera
de ella, tal como lo afirma Dussel (1977a) ya que la vida cotidiana de una época
da el pro-yecto a la ciencia. La ciencia, entonces, está condicionada por una
cotidianidad que aún funda sus axiomas. Los axiomas de la ciencia no son
universales, ni eternos, son culturales, porque hay cantidad de cuestiones que de
265

ninguna manera son demostradas. Sí, hay ciencia, pero ésta va, sin embargo,
eligiendo los capítulos de sus amplias posibilidades, por opciones políticas,
económicas y culturales.

En este sentido se concluye que:

1. El Estado poseedor del Poder y del Saber ha mantenido en relación de


dependencia a la Nación, por los siglos de los siglos, amén. No obstante,
en la contemporaneidad se asiste al desplazamiento teórico y práctico,
objetivo y subjetivo y ético y estético de las nominaciones y diferenciaciones
históricas entre dominantes-dominados, de tal suerte que culturalmente la
Sociedad, consiente de vocación emancipadora resignifica las verdades
establecidas, des-institucionaliza y des-universaliza los estándares
establecidos, reorganizando a los sujetos tanto económicos, políticos como
socio-culturales. Ya decía Foucault que “la sinrazón es igualmente
opresiva” (2007, p. 54), que si bien el Estado-Nación recibió los frutos de
una época de crecimiento económico dado el impulso del Capitalismo y la
Industrialización en su fase inicial, también fue el propiciador de los
consiguientes conflictos sociales y violencias entre los Estados, llevando al
mundo al estado actual de guerra y de violencia. Hay entonces un pueblo
pobre, oprimido por el sistema. Pueblo oprimido puede ser toda la "nación"
con respecto al "centro"; puede ser también el trabajador con respecto a
una burguesía ilustrada nacional, puede ser una juventud negada en tanto
que ella es indeterminación o "resto escatológico" y que no está
comprometida con el sistema; pueden ser las provincias o lo federal con
respecto a las capitales nacionales que también roban a las provincias en
todas partes de Latinoamérica: Guatemala o México, Bogotá o Medellín, La
Paz, Santiago, Buenos Aires. Estos son "pulpos internos" que también
oprimen a nuestras patrias. Este pueblo oprimido, en todos los sentidos
pero muy precisos va gestando nueva cultura; no sólo aprendiendo o
introyectando la cultura del opresor, ya que esto no es creación de cultura
266

sino imitación y negación de cultura. El pueblo ha ido creando una cultura


como exterioridad del sistema imperante (Dussel, 1977a).

2. La Modernidad Westfaliana fue un contexto biopolítico de continuidades y


discontinuidades históricas, que institucionalizó el uso legítimo de la
violencia y el monopolio de la violencia por parte del Estado, la carta magna
como instrumento jurídico-político de la nueva República, la división de
poderes, la soberanía territorial y derecho de no injerencia, y finalmente, el
derecho de autodeterminación de los pueblos, principios que fueron
universalmente válidos para las nuevas Repúblicas o Estados Modernos de
Europa para el mundo. No obstante, al pasar de los siglos, Westfalia sigue
siendo un lugar común en el orden biopolítico global intensificando las
relaciones biopolíticas económicas, políticas y socio-culturales a escala
planetaria, que homogeneizan y estandarizan las formas de ser, hacer y
pensar, de tal suerte que la Nación, en el plano local-nacional o
internacional-global deviene en ruptura, mediante prácticas y experiencias
múltiples y alternativas que resignifican epistemológica, ideológica y
ontológicamente el Poder-Saber instituyente, a saber por la emergencia de
un Poder-Saber instituyente, así:
a. El Principio biopolítico de encierro de las Sociedades Disciplinarias
es trasgredido por el Principio de Apertura de los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes, a través de sujetos,
lugares y lenguajes inter-culturales y alternativos, es decir que se
gesta en el espacio de autonomía.
b. El Principio biopolítico de individualización de las Sociedades
Disciplinarias es trasgredido por el Principio de la Colectivización
de los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes,
quienes resignifican el concepto (teoría-práctica) de acción
colectiva para el ejercicio vital de la emancipación.
c. El Principio biopolítico de funcionalidad de las Sociedades
Disciplinarias es trasgredido por el Principio de la Alternatividad de
267

los Derechos propios toda Sociedad Democrática, ya que el


proyecto no es solo poner en riesgo la lógica instrumental de los
modos de producción de la globalización neoliberal-capitalista,
sino crear nuevos significados.
d. El Principio biopolítico de rango en las Sociedades Disciplinarias
es trasgredido por el Principio de Identidad(es), en singular y en
plural en un diálogo social e inter-cultural de los Movimientos
Sociales Latinoamericanos emergentes quienes defienden
radicalmente el respeto por lo otro diferente en el ser, hacer y
pensar.
e. El binarismo biopolítico de las Sociedades de Control es
trasgredido en la contemporaneidad por la Cultura de la
Diversidad, la Multiplicidad, la Pluralidad, la Heterogeneidad de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes, en busca de
la emancipación económica, política y socio-cultural.
f. La primera racionalización del arte de gobernar en la Era
Biopolítica Global, la neoliberal, es trasgredida en la
contemporaneidad por la Cultura de la Producción Social e Inter-
Cultural de los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes, quienes resignifican la economía y la cultura
dominante, estremeciendo las fronteras de las representaciones
sociales.
g. La segunda racionalización del arte de gobernar en la Era
Biopolítica Global, el Estado Mínimo, es trasgredido en la
contemporaneidad por los Movimientos Sociales Latinoamericanos
emergentes quienes se autodeterminan epistemológica, ideológica
y ontológicamente como sujetos Inter-Culturales en el ámbito de
una radicalización de la Democracia.
h. La tercera racionalización del arte neoliberal de gobernar u objeto
de dominio, el trabajador o sujeto explotado, en la Era Biopolítica
Global, es trasgredida en la contemporaneidad por los
268

Movimientos Sociales Latinoamericanos quienes emergen en


resistencia y en insumisión como Colectividades que ostentan el
Poder Social e Inter-Cultural, en defensa del Derecho de
Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos, así como en
renuncia a la lealtad hacia el Estado y como contrargumento frente
a las Instituciones Supra-Nacionales y Empresas Multinacionales,
quienes lideran el fenómeno globalizador neoliberal capitalista,
que le permite ser no solo sujeto de derechos, ya que de ello no
depende su condición o situación económica, política y social
dentro de la comunidad o sociedad política, depende de eticidad
de su proyecto (significaciones o conjunto de nuevas
representaciones) para afrontar los riesgos que garanticen su
inclusión y emancipación.

3. Toda Sociedad posee un régimen de verdad, sin embargo, el sujeto


histórico, político, insumiso, anti-capitalista, autónomo, alternativo, social e
inter-cultural o sujeto inter-cultural Latinoamericano encuentra sentido
(conjunto de significaciones) en las formas y modos de vida múltiples y
diversas con las que con-vive, es decir, en su soberanía como sujeto de
múltiples identidades en un proceso de emancipación en relación con el
otro, llámese Estado o tecnología del Poder dominante. Se alude, entonces,
a la resignificación de los patrones de conducta, de valores, de creencias,
de hacer política, de dinamizar la economía y de practicar la cultura, ya que
el sistema de generalizaciones existente propiamente el sistema filosófico,
las opiniones religiosas y los principios éticos y morales están en ruptura,
ya que se asiste a una comprensión de la vida humana y más de allá de
esta primera acepción, la sobrevivencia de la humanidad. Sí, la constitución
de los modos de existencia o de los estilos de vida no es exclusivamente
estética sino que es, en los términos de Foucault, ética (lo que se
contrapone a “moral”). La diferencia es que la moral se presenta como un
conjunto de reglas coactivas de un tipo específico que consisten en juzgar
269

las acciones e intenciones relacionándolas con valores trascendentes (esto


está bien, aquello está mal) (Deleuze, 1990). Exactamente en este sentido
cabe precisar que el estudio de la complejidad consiste en el estudio de
sistemas, fenómenos o comportamientos de complejidad creciente
(Maldonado, 2004), colocando la emergencia local y su comportamiento
ético en el plano de la emergencia global y como parte integrante del
sistema integrado, aun cuando lo debata, a través de comportamientos no-
lineales o comprensivos que permiten su interacción con el medio o
entorno, como unidades de sentido, ya que, según Lash (2005) en el
capitalismo tecnológico el poder actúa menos a través de la explotación que
de la exclusión, la propiedad real de los medios de producción atrae
aparejado el derecho de explotar. La propiedad intelectual acarrea el
derecho de excluir. En las formas tecnológicas de vida la no-linealidad no
solo es una característica de la resistencia sino del Poder, que le da la
capacidad de emanciparse dentro y fuera del sistema problematizando el
futuro.

4. Foucault (1968) ha dicho que clasificar y hablar tienen su lugar de origen en


ese mismo espacio que la representación abre en el interior de sí misma ya
que está destinada al tiempo, a la memoria, a la reflexión, a la continuidad,
mientras que en el campo de las relaciones discursivas emerge el
desorden, el movimiento, la novedad, la sorpresa, lo intempestivo, lo
incierto, lo nuevo, por lo tanto, el sujeto que habla en la cotidianidad, o más
bien que se dibuja sin línea, sin forma, ni parámetros, como línea que ha
devenido en diagonal, fuera de la línea vertical y de la horizontal; pero la
diagonal ya ha devenido la transversal, la semi-diagonal o la recta libre, la
línea quebrada o angular, o bien la curva, siempre en medio de ellas
mismas, sin coordenadas, puesto que se confunde con un plan de
consistencia en el que flota y que ella misma crea, sin unión localizable,
puesto que no sólo ha perdido su función representativa, sino toda función
de limitar una forma cualquiera, —de esa forma la línea ha devenido
270

abstracta, verdaderamente abstracta y mutante, bloque visual, y el punto,


en esas condiciones, vuelve a tener funciones creadoras, como punto-color
o punto-línea (Deleuze y Guattari, 1994, p. 297), modificándose con esto en
sus disposiciones fundamentales toda la episteme de la cultura occidental.
En este sentido, es fundamental reconocer que en las ciencias de la
complejidad no existe una realidad objetiva independiente del sujeto, sino,
que sujeto y realidad se co-construyen y co-evolucionan. En complejidad no
hay dos cosas: sujeto y objeto, explicación y fenómeno explicado, en fin
causa y efecto (Maldonado, 2004). Esta exterioridad distinta (emergente) le
da a los Movimientos Sociales Latinoamericanos conciencia (ética y
estética) de la dignidad de su lucha aprehendiendo del propio vivir para que
esto se reproduzca en la convivencia entre y con los individuos de distintas
etnias, clases, géneros, generaciones, religiones, ideologías, etc., donde se
valoran y se visibilizan teorías y prácticas culturales de los sujetos que
emergen, en el contexto en que emergen y teniendo en cuenta los
desarrollos discursivos que emergen, a fin de comprender el sentido o los
sentidos de la Vida, de acuerdo a la ampliación simbólica de los saberes
(teorías y prácticas) sobre los cuales es posible actuar para maximizar la
probabilidad de la esperanza.

5. Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes han sido una


constante en la Historia de la Humanidad en diferentes zonas del mundo,
ya que en toda época donde han existido formas de opresión sobre los
individuos han existido expresiones de rebeldía y rebelión en contra el
Poder dominante. Los Movimientos Sociales Latinoamericanos emergen en
representación de la Nación oprimida en la Colonia y en la Neo-
colonización Global, en renuncian a la lealtad del Estado Mínimo y a todos
los modos de producción neoliberal capitalista, frente a un movimiento que
se maximiza gracias a la dinamización y potenciación de los Sujetos
Colectivos en su praxis de cambio, es decir, la dinamización teórica y
práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética de las fuerzas sociales, inter-
271

culturales y productivas de la Nación, cuyo derecho a la subjetividad


posibilita la emergencia de experiencias alternativas de cambio en lo
económico, lo político, lo social y cultural, resignificando la genealogía de la
Nación-Estado en Latinoamérica en el contexto Biopolítico Global, así:
a. ECONOMÍA ALTERNATIVA: Es desarrollar creativamente un modus
vivendi con o sin el capitalismo. Es la constitución de nuevas formas
de existencia, de nuevas formas de asociación, de nuevas formas de
auto-gestión y de auto-determinación, de autonomía y emancipación,
ahora en el plano económico es lo que se denomina para Deleuze
(1990) el devenir o derecho no positivo a resistir, que consiste en
crear algo nuevo, por encima o por debajo del curso de las
positividades de la historia, lo cual permite la instauración o
inauguración del rechazo al Poder y al Saber establecido, y su
potencia procede de aquello que ha sabido crear y que se integrará
en mayor o menor medida en el modelo, sin depender nunca de él,
aludiendo a que “lo que más falta nos hace es creer en el mundo, así
como suscitar acontecimientos, aunque sean mínimos, que escapen
al control, hacer nacer nuevos espacio-tiempos, aunque su superficie
o su volumen sean reducidos” (p. 149), se refiere a “cualquier cosa,
lo más inesperado, lo más insignificante, puede precipitamos en un
devenir. No os desviaréis de la mayoría sin un pequeño detalle que
empieza a crecer y que os arrastra” (Deleuze y Guattari, 1994, p.
292), y así escapar al control que está vigente en la Sociedad y en la
Cultura, asumiendo la capacidad de resistencia o, al contrario, la
insumisión a un control, como parte del curso de cada tentativa,
provocando la emergencia de un conjunto de experiencias creativas.
b. POLÍTICA DE VIDA: Una Política Emancipatoria de Vida es en sí
misma una Política de la Diferencia, con o sin mayúsculas, desde la
perspectiva epistemológica (Emergente), perspectiva ideológica (La
Vida) y la perspectiva ontológica (Ser Inter-Cultural) de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos emergentes en la Era
272

Biopolítica Global, ya que ya no se trata, de si la emergencia es un


componente de la ciencia y la filosofía y cómo es y qué clase de
componente es, ya que los nuevos retos y problemas de la
humanidad hacia el futuro exigen, una ciencia de procesos dinámicos
de complejidad creciente, esto es, de procesos de continua auto-
organización y equilibrios dinámicos, en la que la emergencia es la
pauta más sobresaliente (Maldonado, 2004), a pesar de las
dificultades existentes en el plano político, social y cultural para su
puesta en marcha, ya que dentro de un planteo de ese tipo hemos
hablado de una "moral de la emergencia" como propia de nuestros
pueblos latinoamericanos, de la que intentamos una formulación
teórica, desentrañando sus principios, ha sido y es vivida por
nuestros pueblos y surge de sus más lúcidos y comprometidos
escritores.
c. SOCIEDAD INTER-CULTURAL: Desde la perspectiva de los
Movimientos Sociales Latinoamericanos, la Inter-Culturalidad es la
noción teórica y práctica, objetiva y subjetiva, ética y estética
emergente en medio de la multiculturalidad existente que integra las
dimensiones históricas instituidas e instituyentes entre el Estado y la
Nación, es la noción omnicomprensiva que requiere de la capacidad
para reconocer la alteridad, comprender la diferencia y la divergencia
en tanto condición intrínseca de los sujetos o sujetos libres con
capacidad de relacionamiento, dialogar entre las culturas e
interpretar el quehacer crítico y el saber espontáneo de los que
hablan en la vida cotidiana en medio de los condicionamientos
homogeneizantes y universalizantes del sistema de producción
neoliberal de la cultura global. Según Escobar (1999) en sus
continuas luchas contra proyectos dominantes de desarrollo,
construcción de nación y de represión, los actores populares se
movilizan colectivamente con base en múltiples significados y
riesgos. De esta manera, las identidades y estrategias colectivas de
273

todos los movimientos sociales están inevitablemente ligadas al


ámbito de la cultura. De otra parte, los movimientos sociales deben
ser entendidos no sólo como dependientes y entramados en las
redes de la vida cotidiana, sino también como constructores y
configuradores de nuevos vínculos interpersonales, inter-
organizacionales y político-culturales con otros movimientos, así
como con una multiplicidad de actores y espacios culturales e
institucionales. Dichos vínculos extienden los alcances políticos y
culturales de los movimientos, desbordando tanto los patios
familiares como las comunidades locales, y ayudan a contrarrestar
las supuestas propensiones parroquiales, fragmentarias y efímeras
de los movimientos.

Es en conclusión la co-construcción del Sistema Social o Sociedad Inter-


Cultural y Emancipadora de la Nación-Estado en la Era Biopolítica Global, desde
la perspectiva de los Movimientos Sociales quienes representan una concepción
alternativa de la Dignidad Humana ni superior ni inferior, se considera una
revolución epistemológica, ideológica y ontológica de los sujetos emergentes en
el espacio de la auto-determinación y la soberanía individual y colectiva para la co-
construcción de un mundo en común, representa la interpelación a los supuestos
teórico y prácticos fuera de toda ordenación que permite la ruptura a las
disposiciones fundamentales de la cultura occidental, representa la
desclasificación y desjerarquización del sistema de nombres, representa el devenir
del discurso revelador del nuevo pensamiento y la alteración de las positividades,
ya que es allí mismo en el campo de las representaciones donde es posible
redescubrir el sentido y el universo de significaciones desde el cuerpo de la
Nación.
274

RECOMENDACIONES

Se recomienda a los lectores, jurados de tesis, comunidad académica y


científica en general tener en consideración lo siguiente:

I. Esta Tesis Doctoral es un Investigación estrictamente Cualitativa, que


apunta a comprender e interpretar aspectos teóricos y prácticos,
objetivos y subjetivos, éticos y estéticos de la biopolítica y de los
Movimientos Sociales emergentes en el contexto de la Globalización,
entendiendo la emergencia ante todo como el producto de
interacciones acopladas, dependientes de un contexto, y su resultado
es no-lineal (Maldonado, 2004) y atendiendo a las acepciones de
ciencia más allá de los estatutos científicos del método científico que
ubican los nuevos humanismos en la aspiración de las ciencias de la
vida o ciencias del devenir, con o sin mayúsculas.
II. Esta Tesis Doctoral es un Investigación abordada, obligadamente,
desde la Teoría Social de la Complejidad, por tanto, Transdisciplinaria,
no solo porque el estado actual del problema de estudio es complejo
en todas sus formas teóricas y prácticas, sino porque se relacionan y
se interrelacionan los juegos de verdad (Poder-Saber) de los sujetos
instituidos e instituyentes, como sujetos co-constructivos en relación
con los objetos desde la multidimensionalidad de las ciencias y desde
la multidimensionalidad de los sistemas y el entorno, tal como lo
ratifica Márquez (2015), una racionalidad dis-fundante producto de las
conexiones epistémicas que emergen. Pues bien, lo verdaderamente
relevante consiste en que se aprecia de este modo la manera como
emergen las complejidades, puesto que el estudio de la complejidad
es exactamente el tema de la constitución –u emergencia- de
fenómenos y sistemas de complejidad creciente (Maldonado, 2004).
III. Esta Tesis Doctoral es un Investigación Hermenéutica, no solo como
categoría de la vida tal como lo plasma Dilthey (1974) en su obra, sino
275

también como método de análisis, no como instrumento, que permite


integrar las contradicciones en un sistema más amplio que las
explique (Guerenabarrena, 2015) de inter-penetración de todas las
interpretaciones históricas, desde el diálogo hermenéutico entre lo
instituido e instituyente, en lo vivencial, accidental o emergente. Según
Maldonado (2004) ello no implica, sin embargo, que la adaptación se
asimile a la emergencia, sino, más adecuadamente, que el estudio de
la complejidad consiste en el estudio de los resultados de procesos en
cuya base se encuentran comportamientos básicos aunque
imprevisibles, donde los sujetos que hablan en la vida cotidiana, son la
evidencia teórico-práctica, objetiva-subjetiva para la comprensión, y
así darle sentido a la compleja realidad y resignificar el estatuto de
verdad existente.
IV. Esta Tesis Doctoral es un Investigación que pretende ser un aporte a
la Investigación Científica en ciencias sociales, con o sin mayúsculas,
desde el punto de vista epistemológico, ideológico y ontológico de los
sujetos, lenguajes y lugares que emergen en sus múltiples relaciones
de Poder-Saber, lo cual ha implicado resignificar al sujeto, como
condición sine qua non para un ser, hacer y pensar de corte
emancipatorio, resignificando las representaciones explícitas e
implícitas de los sujetos, sus discursos y los lugares sobre la vida en
común. Según Maldonado (2004) la realidad es una construcción
sorprendente, construcción en la cual nos va la vida entera. Y la vida
misma, como es sabido, no es ni existe, simplemente, sino, la vamos
imaginando y construyendo, con certezas, con riesgos, y también con
incertidumbres. El tipo de ciencia de los tiempos que vivimos y hacia el
futuro es la ciencia de sistemas dinámicos no-lineales que tratan con
sorpresas y emergencias y que se refiere a sus objetos como a
construcciones continuas y abiertas.
V. Esta Tesis Doctoral es un Investigación que co-construye, dialoga,
conversa con los sujetos y objetos en cuestión, explicando e
276

implicando las significaciones teóricas y prácticas, objetivas y


subjetivas, éticas y estéticas, siendo la explicación definitoria y la
implicación inclusiva los instrumentos, si se quiere, de corte cualitativo
más allá de la observación directa o participante, la entrevista semi-
estructurada o la triangulación de corroboración estructural para el
caso de la investigación cualitativa, tal como lo explica Martínez
Miguélez (2006). De acuerdo con Maldonado (2004) lo que no se
enseña en ciencia y en filosofía es a soñar, fantasear o imaginar. Por
el contrario, todo el acento ha estado volcado, casi exclusivamente
hacia la pericia y las habilidades, y hacia el conocimiento, por ello, en
definitiva, esta Tesis Doctoral podría definirse como un “laboratorio
experimental contestatario” (Gómez, 2014, p. 14), no solo porque
interpreta los Movimientos Sociales en relación con la biopolítica
global o al revés, sino porque es sí misma una contestación a la
investigación científica, típicamente científica, develando la caída del
orden Neoliberal Capitalista frente al des/orden de la emergencia
sobre condiciones matemáticas y sociales de existencia analizadas
por los Movimientos Sociales Latinoamericanos en la Era Biopolítica
Global, así como también el devenir/movimiento que inspira la co-
construcción del Sistema Social e Inter-cultural Emancipatorio en clave
Latinoamericana.
277

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295

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES.

1. Foro Social Mundial 2001.

2. Foro Social Mundial 2016.


296

3. Movimiento Social de las Comunidades Negras del Pacífico Colombiano.

4. Movimiento Social Rural de “los sin tierra en Brasil”


297

5. Movimiento Social de los Pobres y los barrios populares en Caracas


Venezuela.

6. Movimiento Social Indígena en Chiapas-México.


298

7. Movimiento Social Zapatista

8. Movimiento Social Indígena en Ecuador.


299

9. Movimiento Social Indígena en Bolivia.

10. Confederación Campesina en Perú.


300

11. CONAIE-Confederación de Nacionalidades Indígenas en Ecuador.

12. CSUTCB-Confederación Sindical Campesina Boliviana.


301

13. Movimiento Social-Cumbre Agraria en Colombia.

14. Movimiento Social #Yosoy132 de México.


302

15. Movimiento estudiantil en Chile.

16. Movimiento de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil MANE en Colombia.


303

17. Movimiento histórico de la Internacional de la Educación.

18. Movimiento Pedagógico Latinoamericano.


304

19. Movimiento Social Latinoamericano de Mujeres #NiUnaMás


#NosQueremosVivas.

20. Movimiento Social LGBTI en Colombia.


305

21. Movimiento o Colectivo de Identidad de Género, Transgénero y Diversidad


sexual en México.

22. Movimiento Social Indígena Ecuatoriano y Movimiento en defensa de la


Naturaleza en Ecuador.
306

23. CAM-Coordinadora Arauco Malleco

24. FAPI-Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas en


Bolivia.
307

25. CSUTCB-Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de


Bolivia-MAS-Movimiento al Socialismo.

26. CUT-Central Unitaria de Trabajadores de Colombia.


308

27. Plenario Inter-sindical de Trabajadores y Convención Nacional de


Trabajadores (PIT-CNT) en Uruguay.

28. Movimiento Social “La Vía Campesina”


309

29. Movimiento Social de Fábricas Recuperadas por los Trabajadores de


Argentina

30. Empresa Recuperada de Empaques del Cauca-Colombia.


310

31. Empresa recuperada de “Mil Hojas” en Rosario Argentina.

32. Empresa Recuperada “Lo mejor del Centro” en Rosario Argentina


311

33. Asociación Nacional de Trabajadores en Empresas Auto-gestionadas.

34. Social Movement “The occupy Wall Street”


312

35. Pacto Juvenil por la Paz de Colombia.

36. #AcuerdoYA en Colombia.


313
314

37. Campamento por la Paz en Colombia.


315

38. Firma del Acuerdo Final en Colombia.

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