Etica Profesional en El Ejercicio Del Derecho

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ETICA PROFESIONAL EN EL EJERCICIO DEL DERECHO

1. INTRODUCCION

Resulta claro, que todo profesional debe estar ampliamente capacitado, intelectual, física y
moralmente, y el Derecho, exige tales condiciones en mayor intensidad, siendo que casi
todas las normas jurídicas tienen un contenido moral, con la diferencia que las normas
jurídicas tienen la posibilidad de hacerlas cumplir por la fuerza, ósea en forma coactiva o
coercitiva. Por esa razón es que el jurista, al ocuparse en el ejercicio de su profesión, en su
mayor parte de las normas que conforman un sistema de derecho, se encuentra
involucrado, más que ningún otro profesional, también con normas cuyo contenido
material también es de naturaleza moral o ética.
La realidad nos presenta la gran necesidad de realizar un análisis del mal herido prestigio
de nuestra profesión, como estudiosos de una ciencia tan cambiante como el Derecho, y
partidarios de la justicia, estamos obligados a crear una nueva visión ética de la profesión,
ante los interminables ultrajes a nuestro oficio, como un auto reproche para fortalecer la
profesión. La indebida generalización, la inexacta equiparación entre el profesional en
derecho y el ser humano como inmorales sin distinguir que se puede ser inmoral en la
profesión y ser moral en la vida personal, y la falta de una conciencia acerca de que las
funciones propias del abogado, algunas veces implican necesariamente actos inmorales,
llevan a la sociedad a condenar injustamente a todos aquellos que realizan funciones de
abogacía, como seres sin moral. Lo que pretendo con este trabajo de investigación, es crear
al menos un aporte para la reflexión, que somos nosotros los llamados a cambiar esa
sombría reputación, esa injusta denominación, por una búsqueda de la verdad como
fundamento de la justicia, y así contribuir con la tan anhelada paz social. Así como ofrecer
posibles soluciones alternativas a la apreciación generalizada de nuestro gremio.

2. ANTECEDENTES

La ética profesional en el derecho es en donde El abogado tiene el deber de defender con la


máxima lealtad, eficiencia y estricta sujeción a las normas jurídicas y morales los derechos
de sus clientes y prestar el consejo eficaz y honesto que le fuere solicitado.
La ética profesional, por ende, nace de un trabajo al servicio de los demás. Esta se debe
vivir en cada una de las situaciones afrontadas en nuestra vida (social o laboral),
permitiendo así la búsqueda de la excelencia profesional a través de la honestidad y
responsabilidad.

Uno de los primeros antecedentes es de La primera oleada de contribuciones y reflexiones


académicas pertinente a ética profesional surgió a partir de la agitación social y política de
las décadas de los 1960 y 1970. Este era el tiempo de Martin Luther King, de Malcolm X, y
de la lucha por la igualdad racial.

El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia,


y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado. A lo largo de la historia ha habido
diversas maneras de entender la ética y distintas propuestas morales orientadoras de la vida
humana.

Ética y moral son conceptos muy relacionados que a veces se usan como sinónimos, pero
tradicionalmente se diferencian en que la ética es la disciplina académica que estudia la
moral.[5]La ética no inventa los problemas morales, sino que reflexiona sobre ellos.

3. MARCO TEÓRICO

ETICA Y MORAL

Es claro que la definición de ambos términos, ha sido en múltiples oportunidades objeto de


análisis y estudio, sin ser esta investigación reiterativa, considero de gran importancia la
definición de ambos términos, como ejes fundamentales de la investigación en cuestión y
de forma que sea posible el uso adecuado de ambos términos, como conceptos diferentes y
no como sinónimos.

El termino Ética proviene (del Griego Ethos: Costumbre) es aquella parte de la filosofía que
tiene por objeto el estudio de la moral y las obligaciones y responsabilidades derivadas de
la conducta del ser humano. La ética es un conocimiento científico, juzga el bien y el mal,
pero explicando la razón de tales juicios, tiene un carácter eminentemente racional, no es
producto de la emoción o del instinto. Tiene como órgano base la razón.
ORIGEN HISTORICO DE LA ÉTICA
“La ética es una disciplina de tipo racional y normativa que a través de la historia se ha
entendido de dos maneras. Una primera forma la entiende como moral vivida, ejercida y
practicada; esto es lo que se ha llamado Ethica utens, la cual abarca el conjunto de reglas,
normas, tabúes y prohibiciones que han regulado y guiado la conducta y comportamientos
humanos. La segunda evocación la ha considerado como un saber teórico de modo que
correspondería a una teorización crítica con respecto a la moral vivida. Esta se ha definido
con el nombre de Ethica docens”.

ÉTICA COMO SABER TEÓRICO

Consiste en una justificación y critica a la moral vivida y practicada, teniendo sus inicios en
el siglo sexto antes de Cristo. Al movimiento Sofista de le atribuye el paso de una moral
vivida a una moral teórica. Los Sofistas – los maestros de saber-, cuestionan y critican
todas normas y valores tradicionales de sociedad griega.
El filósofo español José Luis Aranguren define la ética como la parte de la filosofía que trata
los actos morales del individuo frente a otros
Suele definirse como la ciencia de las costumbres, metafísica de las costumbres y por ello
se ha definido con frecuencia, como ciencia de los actos humanos, ciencia del bien y del
mal, ciencia de la voluntad en orden a su último fin, ciencia de los principios constitutivos y
fundamentales de la vida natural, filosofía moral, entre otras. El hombre a través de su vida
va realizando actos. La repetición de los actos genera "actos y hábitos" y determinan
además las "actitudes". El hombre de este modo, viviendo se va haciendo así mismo.

DEL OBJETO FORMAL Y EL OBJETO MATERIAL


Como disciplina, la ética se distingue por ser eminentemente normativa ya que además de
describir como son los actos humanos, también indica cómo deberían ser.
Precisamente el objeto material de la ética es esta conducta humana considerada como la
libre manifestación del individuo frente a su vida cotidiana. El objeto formal de la ética
corresponde a la dimensión del deber ser, es decir, la rectitud y el ajuste de los actos con
respecto a las normas y al dictado de la conciencia. En consonancia con lo anterior, se
evidencia una estrecha relación entre la ética y otros saberes culturales, tales como la
religión, la antropología, el derecho y otros.
DEL MÉTODO DE LA ÉTICA

En cuanto disciplina teórica, la ética es regida por dos métodos; el inductivo que parte de
observaciones particulares y señala reglas generales y por el deductivo que opera en
sentido contrario, partiendo de fórmulas generales que aplica a casos particulares.
En cuanto disciplina práctica, la ética utiliza el método de la habituación o adiestramiento.

DIMENSIONES DE LA ÉTICA
Al ser la ética una y no varias, posee estas dos dimensiones distintas, aunque
complementarias. Una primera dimensión comprende la ética personal, al ser el individuo
como un ente personal separado de cualquier dimensión social. La otra dimensión se refiere
a la ética socia,l ya que el hombre no existe aislado, sino que vive inmerso en un contexto
social, y dicho contexto social requiere de reglas que regulen la convivencia y contribuyan
por la paz social.
ACTOS HUMANOS

Para que se dé un acto moral, bueno o malo, es necesario que sea un acto humano, es
decir, realizado por un ente llamado persona. Todo acto humano debe ser

fruto o como resultado de la deliberación racional y voluntaria de la persona. Quiere decir


que a la ética sólo le interesan los actos humanos libres, morales, voluntarios y por tanto
imputables. Quedan fuera del alcance de la ética los actos meramente fisiológicos, reflejos
forzados, pues no pueden ser imputables al no haber mediado la voluntad y la razón.
Según Rafael Gómez Pérez4, los criterios para determinar si un acto es bueno o es malo,
son los siguientes: 1) el contenido o resultado que trae consigo la acción u omisión; el
objeto de ese acto, ya que los actos se especifican siempre por los objetos; 2) las
circunstancias que rodean el acto; 3) el fin subjetivo que pretende el que realza el acto.
Estos criterios de determinación de la moralidad de un acto se denominan también
principios o fuentes de la moralidad.
ACTO POSITIVO Y ACTO NEGATIVO

El acto voluntario puede ser positivo cuando el acto fue efectivamente realizado o puede
ser negativo cuando el acto no se realizó, aunque según las circunstancias se debía dar.
ACTO DIRECTO Y ACTO INDIRECTO
Desde el punto de vista moral también se divide en voluntario directo y voluntario
indirecto, el directo se trata de lo que se quiere por sí mismo, como objeto inmediato de la
acción. El acto indirecto sería lo que no se quiere por sí mismo, sino como consecuencia
de lo directamente querido.
LOS CRITERIOS DE LA MORALIDAD

También llamados fuentes de la moralidad. Son básicamente tres: el objeto del acto
(aquello a lo que se dirige un acto por si mismo), las circunstancias (las condiciones de
diversa índole que circunscriben la realización de un acto) y la intencionalidad (la
motivación que posee un sujeto al realizar un acto).
EL CONCEPTO DE LIBERTAD
Un elemento primordial en el campo ético lo es la libertad ya que actuar éticamente
implica actuar libre y responsablemente. Sin embargo, es claro que la libertad admite
grados ya que no podemos afirmar que somos completamente libres pero tampoco que
carecemos de ella.
Filosóficamente la libertad se define como una cualidad de la voluntad humana por la que,
puestas todas las condiciones para la acción, puede actuar o no. Esto quiere decir que es
la voluntad la que frente a varias opciones decide elegir esta o aquella opción, actuar de
una u otra forma.
Existen diversos tipos de libertad:
 Libertad física: Es el grado ínfimo de libertad, consiste en la simple posibilidad
material de actuar de moverse.
 Libertad psíquica: Es el libre albedrío, suele definirse de forma negativa, como la
ausencia de de coacción interna, mientras que una definición positivamente es la
capacidad de auto determinarse, con el conocimiento del porqué se actúa de una u
otra forma
 Libertad ética o moral: Es la capacidad de elegir entre el bien y el mal, supone
actuar responsablemente, es lo opuesto a la obligación moral, ya que supone la
ausencia de vínculos morales, de impedimentos como resentimientos, pasiones,
fobias, odios para actuar no sólo honestamente; sino, por el mejor camino entre
los que puede elegir en cada situación
PRINCIPALES TEORÍAS ÉTICAS
Como toda ciencia, la ética a través de la historia del pensamiento humano se ha
analizado desde múltiples teorías que aspiran o procuran dar una explicación a la bondad o
a la maldad de los actos humanos, tratando de encontrar dentro de sus razonamientos la
justificación de las actuaciones humanas.

Estas teorías pretenden explicar lo que hace que ciertas acciones sean buenas o
malas. Para efectos del resumen se agruparán en cuatro grandes grupos:
 Positivismo ético
Esta considera que las acciones morales en sí mismas no son ni buenas ni malas, sino
indiferentes, por lo que la moralidad no es objetiva, sino que la decide el sujeto. Es
decir, no cabe catalogar a un acto por sí mismo de correcto o incorrecto, ya que es el
sujeto el que le da ese significado, el acto es independiente moralmente hablando. En
este grupo se sitúan el relativismo y el subjetivismo
 Naturalismo ético
Contraria a la anterior, de modo que el bien y el mal no son convenciones, sino que son
realidades objetivas presentes en la naturaleza misma de las cosas. Así entonces, todo
está determinado hacia el fin último que es a la vez el bien supremo que no se ordena a
una finalidad ulterior. Es conocida como ética de bienes o de fines.
Variantes de este naturalismo ético son el hedonismo, el estoicismo y el eudemonismo.

 Formalismo ético
El creador de este sistema se llama Immanuel Kant. No pone su atención en el contenido
moral de lo que se manda sino en el cómo se manda, en la forma o estructura de la norma
o imperativo moral. La ética kantiana se formula de la siguiente manera: actúa de modo tal
que tu actuar pueda ser tomado como una norma universal de conducta
 Ética axiológica

Desarrollada en el siglo XX por Max Scheler y Nicolai Hartmann. Para estos el bien se
entiende como valor moral y este valor moral se capta a priori por el sentido o intuición
emocional. En esta perspectiva la vida es regida por el sentido del bien el cual es
resguardado por los valores, los cuales son captados a priori por la intuición humana. El
hombre busca un fin que siempre es un bien y por eso es valioso (un valor).

ORÍGENES DE LA ÉTICA

La historia reconoce a Sócrates como el fundador de la ética, cuyos principios fueron


expuestos por Platón, quien además aportó nuevas concepciones. Más adelante, Aristóteles
desarrolló nuevas visiones que en el presente nos permiten conformar el origen de la ética.
En los diálogos platónicos, Sócrates propone y discute problemas como “qué es la justicia”,
“qué es el deber”, “qué es la virtud”, “por qué obligan las leyes”; temas fundamentales en el
terreno moral y que constituyen verdaderos problemas éticos. El problema ético
fundamental para Sócrates (470-399 a. C.), es el conocimiento acerca del hombre, que lo
explicó a través de su máxima “conócete a ti mismo”, que se caracteriza por ser un
conocimiento moral, un conocimiento internacional válido y un conocimiento práctico,
“conocer para obrar correctamente”

SIGNIFICADO DE LA ÉTICA

El Diccionario de la lengua Española (2003) establece que “la palabra ética proviene del
vocablo latino éthica y éste a su vez del griego éthos y la define como la parte de la
filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”

RELACIÓN DE LA ÉTICA CON EL DERECHO

La ética, por tanto, tiene todo que ver con el Derecho. Conocer y comprender los fines
del Derecho puede llegar a facilitar el contenido de la ética para el abogado, entender los
límites de la actividad y comprender especialmente el rol que le debe corresponder al
abogado la sociedad.

LA HONESTIDAD DEL ABOGADO

La palabra “honestidad” corresponde al nombre abstracto de la cualidad de lo “honesto”.


En su uso clásico, “honesto” es aquello que tiene la razón de su valía en sí mismo y no en
otra cosa distinta7. Por esta razón, lo honesto es también “auténtico” y sin dobleces, pues
no debiéndose a otra cosa distinta de sí mismo, puede mostrarse tal como es, y si se lo
oculta, no será por vergüenza, sino por discreción o pudor. Por esta razón, el uso común del
término “honesto” viene a designar sobre todo una serie de cualidades relativas a la virtud
de la veracidad: es honesto, en primer lugar, aquel que no miente ni engaña en modo
alguno, sino que actúa con rectitud, es decir, con una plena concordancia entre los fines
objetivos propios de su actividad concreta y sus intenciones subjetivas, no necesariamente
porque se identifiquen, sino porque son compatibles, en cuanto pertenecen al mismo orden
de bienes sociales. Así, por ejemplo, es exigido por la honestidad profesional del abogado
el comunicar de modo claro y explícito el monto de sus honorarios y cualquier otra carga
incluida en la provisión de sus servicios profesionales, y es perfectamente compatible con
el ejercicio honesto de la profesión que el abogado utilice los conocimientos o habilidades
adquiridos como un medio para su propio desarrollo profesional, incluyendo el uso de estas
habilidades y conocimientos generales en futuros casos semejantes que pueda asumir
(salvado siempre, por supuesto, el secreto profesional). La defensa del cliente y su propio
crecimiento profesional se ubican en la misma línea de bienes sociales. A la inversa, es
contrario a la honestidad de modo flagrante el engaño u ocultamiento de la verdad debida al
cliente o al juez, pero también lo es, y en no menor medida, el uso de los conocimientos o
de la posición ventajosa obtenidos mediante un determinado patrocinio como un medio
para obtener beneficios privados de cualquier índole, en cuanto estos beneficios son ajenos
a los fines para los cuales le fue confiada la información y la responsabilidad
correspondiente. Dado que el motivo para confiárselas era exclusivamente la tutela
profesional de ciertos intereses del cliente y que, por lo tanto, la aceptación de esa
confianza constituye una promesa de ceñirse a tales fines, detrás de esta actitud hay fraude
o engaño.

EL DEBER DE LEALTAD DEL ABOGADO

A diferencia de la honestidad, la lealtad connota directamente un vínculo personal con otra


persona o institución. Se trata, en efecto, de algo que es debido a otro en virtud del tipo
particular de relación que se tiene con él. Es decir, la lealtad pertenece al ámbito de la
justicia. Como es sabido, toda relación jurídica está constituida por un sujeto de derecho
facultado para exigir algo (la cosa justa, lo debido) a un término o sujeto de deber en virtud
de un título. De modo que la determinación de lo justo concreto pasa necesariamente por la
consideración de cada uno de los otros tres elementos de esta relación: el sujeto, el término
y el título o, en otros términos, quién, ante quién y, sobre todo, por qué se debe algo.

LEALTAD CON EL CLIENTE Y SERVICIO A LA JUSTICIA

La lealtad con el cliente es el modo concreto de cumplimiento de la función social propia


del abogado. Es la realización material de su lealtad con el derecho y la justicia, es decir,
con la sociedad. Y esta lealtad consiste, en primer término, en el cumplimiento acucioso y
técnicamente adecuado de las tareas encomendadas por su cliente. Un primer aspecto digno
de atención es que el deber moral del abogado no es algo distinto ni separable de su
competencia técnica: su primer deber de lealtad, que sintetiza y contiene todo otro, es hacer
bien su trabajo. De hecho, el abogado que defrauda la confianza del cliente ciertamente
merece una sanción y debe compensar el daño, pero no porque haya actuado moralmente
mal, sino en cuanto ha violado los principios de la profesión. El problema fundamental no
es que mentir o robar sean actos moralmente reprobables, sino que son radicalmente
contrarios a la función encomendada, de modo análogo a un médico que no es sancionado
por emborracharse, sino por incumplir su deber profesional (por estar borracho). En
términos sintéticos, el abogado deshonesto o desleal es un mal abogado.

LA PROFESIÓN DE ABOGADO

El abogado es un servidor de la justicia. Pero el modo particular de servirla es defendiendo


los intereses de su cliente. Y no en cuanto justos, sino en cuanto son de su cliente. Es su
función específica, es lo que se espera que haga, es lo que se le puede exigir y es, en fin, el
límite de lo que se le puede exigir. Por eso, por ejemplo, no tiene deber de informar sobre
las pruebas que acusan a su cliente o que desvirtúan sus pretensiones, y nadie puede
exigirle que lo haga; por el contrario, tiene el derecho y el deber de impugnar racionalmente
los argumentos incriminatorios de la contraparte, incluso si son verdaderos; porque lo justo
humano no consiste simplecita en que cada uno reciba todo lo que merece, sino en que
reciba aquello que ha podido ser conocido por todos como “suyo”, más allá de toda duda
razonable. Una sentencia “justa”, en cuanto asigna a cada uno aquello que es objetivamente
suyo, a la cual se ha llegado, sin embargo, mediante un proceso injusto, no es realmente
justa, sino una palmaria arbitrariedad.

BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ABOGACÍA

La abogacía en Grecia, en una primera época estuvo encomendada a personas que, con sus
conocimientos de oratoria causaban impacto ante el areópago, o ante otro tribunal pero,
posteriormente la abogacía empieza a adquirir formas de profesión y se señala a Pericles
como el primer abogado profesional.
FIN DEL DERECHO

El bien común resulta ser el principal fin de derecho, entendido este como la satisfacción
de las necesidades indispensables para el desarrollo de cada miembro de una sociedad. Tal
principio, al pretender tan delicada finalidad, se ve puesto en peligro ante la inminente
generalización del mal prestigio de los abogados, toda vez que no existe la confianza en
las capacidades morales e intelectuales de nuestro gremio.
Se puede afirmar que la profesión de la abogacía, es una de las profesiones más antiguas
que existen en el mundo y también es la menos comprendida en la historia. Todas las
sociedades consideran al abogado como una persona sin ética, amoral, sin sentimientos, en
sí lo consideran como una persona malvada, estas y otras más son características
universales que las sociedades, por medio del conocimiento cotidiano, otorgan a los
abogados. Esta concepción negativa que ha recibido nuestra profesión jamás debe
converger en la omisión de la nobleza propia de su naturaleza ya que, como es bien sabido
es a través de la ciencia del Derecho independientemente, del entorno, que el hombre busca
realizar los valores de la justicia, la seguridad y el bien común, en las diferentes realidades
sociales de determinados tiempos, estos valores son absolutos y de ninguna forma pueden
ser relativos o adecuarse a las diferentes escenarios sociales en los que deban aplicarse.
Dichos valores ampliamente estudiados por la filosofía del Derecho
Es común escuchar a diario, comentarios y afirmaciones, sobre la crisis de valores que
enfrenta la sociedad en su totalidad, pero de forma especial en ámbito jurídico. El derecho,
que alguien ha descrito con acierto como el mínimo de ética exigible, estaría destinado de
algún modo, a restaurar el orden y la armonía en la sociedad. Pero si el derecho en su
aplicación se corrompe, el caos es mayor y se hace más urgente recurrir de nuevo a la ética
para romper el círculo vicioso y que se propicie al menos, la aplicación justa y equitativa
del derecho.

En relación con el Código de Deberes Jurídicos, Morales y Éticos del Profesional en


Derecho, este enmarca claramente las obligaciones del abogado, para satisfacer las
necesidades de la sociedad, desempeñando sus relaciones profesionales y personales en un
marco de seriedad, justicia, amabilidad, honorabilidad, tolerancia, comprensión, cortesía y
discreción.

La parte de la Filosofía del Derecho que estudia los valores que el hombre pretende
realizar a través del derecho, se denomina estimativa jurídica, deontología jurídica o
axiología jurídica, tema que en el siguiente capítulo desarrollare ampliamente.
MANDAMIENTOS DEL ABOGADO

 Estudia. El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás


cada día menos abogado.
La ciencia jurídica, al ser una ciencia cambiante, obliga a sus profesionales, a la
perpetua y constante actualización de sus conocimientos, normativos, doctrinarios
y jurisprudenciales, para que al momento de enfrentar un caso este se haga con la
idoneidad requerida.

 Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.


Es necesario, que en el ejercicio profesional, hagamos un alto para reflexionar,
razonar, juzgar y pensar con inteligencia, pues esto nos ayudara a excluir el
conocimiento limitado.
 Trabaja. La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
El profesional en Derecho, debe cumplir con funciones de mediador, arbitro,
conciliador y negociador, con la firme intención de que salga victoriosa la justicia.
 Lucha. Tu deber es luchar por el derecho, pero el día en que encuentres en
conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
La consigna del abogado debe ser siempre lograr lo justo.
 Sé leal. Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal
para con el Juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices; y que,
en cuanto a Derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tu le invocas.
Implica culminar con las obligaciones que se nos encomiende y no defraudar la
confianza que el cliente ha depositado en nosotros.

 Tolera. Tolera la verdad ajena, en la misma medida en que quieres que sea tolerada
la tuya.
Significa el comportamiento paciente ante la adversidad, con respeto,
consideración, comprensión, en relación con el cliente y su adversario.
 Ten Paciencia. En el Derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboración.
El abogado debe tener capacidad para escuchar la opinión de su cliente, la del
adversario, y la del juez.
 Ten Fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la Justicia, como el destino normal del Derecho; en la paz como
sustitutivo bondadoso de la justicia. Y, sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual
no hay Derecho, no Justicia, ni Paz.
Como abogados debemos tener fe en el ordenamiento jurídico y sus fuentes,
porque este constituye el único instrumento para alcanzar la justicia que pretende y
que defiende en cada caso.
 Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando
tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
 Ama tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera, que el día en
que tu hijo te pida un consejo sobre su destino, consideres un honor para ti
proponerle que se haga abogado.
Debemos defender nuestra profesión, como una profesión justa.

3. ANÁLISIS JURÍDICO

La deontología viene entendida como la ciencia que estudia el conjunto de los deberes
morales, éticos y jurídicos con que debe ejercerse una profesión liberal determinada, la
deontología como “la parte de la ética que trata de la moral profesional en general”

DECRETO SUPREMO Nº 26052

HUGO BANZER SUAREZ

PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

CONSIDERANDO:

Que el Código de ética profesional para el ejercicio de la Abogacía puesto en vigencia por
Decreto Supremo 11788 de 9 de Septiembre de 1974, debe ser actualizado en concordancia
con la presente realidad jurídica y social, diferente a la fecha del citado cuerpo legal.

EN CONSEJO DE MINISTROS,

D E C R E T A:

CODIGO DE ETICA PROFESIONAL PARA EL EJERCICIO DE LA ABOGACIA

TITULO PRIMERO

DISPOSICIONES GENERALES

CAPITULO I

OBJETO

ARTICULO 1. (OBJETO).-
El presente Código tiene por objeto el establecer un conjunto de normas a las que el
Abogado deberá sujetar su conducta en el ejercicio profesional, a fin de mantener y llevar
en alto la dignidad de que goza en razón de su profesión, indispensable para la correcta
Administración de Justicia y base fundamental para la convivencia.

CAPITULO II

DERECHOS Y DEBERES DEL ABOGADO

ARTICULO 5. (DERECHO AL RESPETO).-

Todo profesional abogado en el ejercicio de su profesión tiene derecho a ser tratado con
respeto y consideración tanto por funcionarios judiciales o administrativos, sean estos,
jueces, magistrados, ministros y colegas o sus clientes.

ARTICULO 7. (DERECHO A LA INVIOLABILIDAD).-

El abogado tiene derecho a la inviolabilidad por las opiniones verbales o escritas que emita
en el ejercicio profesional, todas sus acusaciones o defensas en cualquier instancia o sede y
ante cualquier autoridad, gozan de dicho derecho, por lo que no podrá ser perseguido,
detenido o preso sin antes haber sido procesado y comprobada la comisión de algún delito.

 ARTICULO 9. (DEBER DE INSCRIPCION).-


 El abogado para ejercer la profesión a nivel nacional tiene el deber de encontrarse
inscrito en el Colegio de abogados del respectivo distrito judicial de su domicilio,
así como en el Colegio Nacional de Abogados.
 ARTICULO 11. (DEBER PROFESIONAL).-
 El abogado tiene el deber de defender con la máxima lealtad, eficiencia y estricta
sujeción a las normas jurídicas y morales los derechos de sus clientes y prestar el
consejo eficaz y honesto que le fuere solicitado.
 ARTICULO 12. (DEBER DE PRECAUTELAR LA ADMINISTRACION DE
JUSTICIA).-
 El abogado tiene el deber de combatir por todos los medios lícitos a su alcance la
conducta ilegal y moralmente reprochable de los magistrados, jueces y colegas,
denunciándola ante las autoridades competentes o el colegio de abogados.
 ARTICULO 13. (DEBER DE GRATUIDAD).-
 EL abogado deberá prestar atención gratuita a las personas de escasos recursos
económicos o declaradas pobres de acuerdo a Ley, deber que no será exigible
cuando existan defensores de pobres designados por autoridad competente u otras
formas de defensa gratuita oficial o extra oficial. Para ello los Colegios de abogados
de las listas de sus Abogados inscritos de manera rotativa y por especialidad
ofertaran a su distrito judicial la atención de personas de escasos recursos. Cada
Colegio reglamentara el presente artículo.
 ARTICULO 14. (DEBER DE LEALTAD).-
 El profesional abogado deberá obrar con el máximo de lealtad con su cliente,
prestándole su esfuerzo y dedicación en la defensa de sus derechos. Ser
absolutamente verídico, sin crear falsas expectativas de éxito, ni magnificar las
dificultades.
 ARTICULO 15. (DEBER DE RESPETO ENTRE ABOGADOS).-
 El respeto recíproco y la mutua cortesía deben prevalecer siempre en las relaciones
entre los abogados de las partes litigantes.
 ARTICULO 16. (DEBER DE SOLUCION ALTERNATIVA).-
 El Abogado deberá cooperar en la solución de conflictos, mediante el uso de
métodos alternos de solución de controversias. Salvo objeción de su cliente deberá
agotar estos medios antes de ir a los procedimientos ordinarios.
CAPITULO III

CONDUCTA DEL ABOGADO CON SUS CLIENTES

 ARTICULO 17. (CONDUCTA DEL ABOGADO).-


 El Abogado debe observar en todo momento una conducta intachable, ser honesto,
ecuánime, digno y respetuoso de la Constitución Política del Estado y las Leyes de
la República.
 ARTICULO 18. (CARACTER PERSONAL DE LOS SERVICIOS).-
El abogado debe prestar atención profesional personalmente a su cliente y abstenerse de
hacerlo por intermedio de otro colega, aún tratándose de los socios de este profesional,
salvo el caso de impedimento justificado y aceptación expresa por parte del cliente.

 ARTICULO 19. (RESPONSABILIDAD FRENTE A SU CLIENTE).-


 El profesional abogado es responsable de los daños y perjuicios ocasionados a su
cliente, cuando la pérdida del asunto que se le encomendó se haya debido a su
negligencia, incompetencia profesional, dolo u otra falta inexcusable. Si los
servicios hubieren sido tomados por un ente colectivo, su responsabilidad existe
frente a la entidad que lo contrato, más no frente a las personas individuales que la
conforman.
 ARTICULO 20. (OBLIGACION DE INFORMAR).-
 El Abogado esta obligado hacer conocer al cliente las relaciones de amistad,
parentesco o trato frecuente con la otra parte, con el juez o magistrado y cualquier
otra circunstancia que razonablemente, pueda ser para el cliente motivo suficiente
para prescindir de sus servicios
 ARTICULO 21. (INFORMACION DEL ESTADO DE CAUSA).-
 El abogado tiene que prestar información a su cliente en relación al tribunal u
organismo donde se encuentra el proceso, estado y avance de la causa.
 ARTICULO 22. (SECRETO PROFESIONAL).-
 Es obligación del abogado guardar el secreto profesional en forma absolutamente
escrupulosa. No será exigible esta obligación cuando la revelación del secreto sea
indispensable al abogado para su propia defensa, o si el cliente autorice la
revelación. El abogado que fuere acusado por su cliente puede revelar el secreto
profesional en defensa de la verdad.
4. ANÁLISIS FILOSÓFICO

La ética, como parte de la filosofía, es un enunciado normativo general. La moral es una


convicción y conducta personales: es la aplicación de los principios éticos a los actos
particulares de la vida. La ética es un conjunto de valores comunitarios, aceptados como
buenos por un grupo dado en un tiempo determinado.
El orden ético y el orden jurídico son distintos. Las normas jurídicas son bilaterales en
cuanto ligan entre sí a más de una persona, atribuyendo a una el beneficio de la acción u
omisión que imponen a otra. En toda relación jurídica hay por lo menos dos personas: una a
quien se impone cierta prestación y otra a quien se atribuye el derecho de exigirla. La
norma jurídica crea para cada individuo deberes con respecto a otros individuos mientras
que la norma ética le crea además deberes para su propia conciencia. Las normas éticas se
limitan a recomendar un comportamiento al paso que las normas jurídicas imponen una
conducta bajo la amenaza de la fuerza. Lo ético no es necesariamente lo jurídico. Lo
jurídico es lo que dispone la ley mientras que lo ético es lo que concuerda con algunos
principios inspiradores de la ley. Lo deseable, sin embargo, es que ambos ordenes del deber
ser estén de acuerdo: que la ley refleje los conocimientos éticos. Cosa que no siempre
ocurre. Con frecuencia lo jurídico se divorcia de lo ético. Y la ley contradice los principios
morales. Ella, hecha por personas que corresponden a determinados intereses, desoye
frecuentemente los mandatos de la ética y sirve intereses que no son los de colectividad

La función que cumple el abogado dentro de la sociedad, esta destinada principalmente a


asesorar, orientar, administrar y solucionar las controversias que bien sea como
administrador o defensor tenga a su cargo. Así como también el análisis e la moral de éste
frente a las decisiones administrativas que van en contra de los principios y valores de su
Ética Profesional.

( ética se definiría como el conjunto de normas que rigen la conducta humana)

Como se sabe bien, los órganos legislativos intentando, en su afán de buscar el bien de
todos, determinar obligatoriamente lo mínimo que las personas tienen derecho a exigir de
aquellos con quienes conviven en la sociedad, estableciendo así deberes y derechos. Así
pues, los ABOGADOS y su profesión están regulados administrativamente, técnicamente,
disciplinariamente y en hora buena, éticamente.

El CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL es "un conjunto de reglas en que la profesión


declara su intención de cumplir con la sociedad, es LEALTAD para con ella y es una
lealtad ya que los profesionales tienen responsabilidad y obligaciones con todos los sectores
que confían en su trabajo”. El abogado, en su desempeño profesional, debe tener siempre
presente que ante todo es persona honorable, con alto grado de principios éticos en el
desempeño de sus funciones, a fin que tanto su nombre como el gremio de abogados no se
vean envuelto en asuntos de dudosa procedencia, o manejo inexplicable; por esta razón el
contador debe tratar de mantener la integridad moral que caracteriza la fé pública.

Existe para el derecho un código de ética, cuyos principios fundamentales se ven


vulnerados constantemente en el ejercicio profesional del Abogado. Surge un interrogante:
¿Es necesario modificar ese código de ética y ser más drásticos en su cumplimiento? ó ¿Es
el proyecto educativo en su conjunto lo que hay que replantear a la luz de una reflexión
filosófica que permita comprender el contexto en el que el profesional actúa, de manera que
a lo largo de su formación el Estudiante se apropie de unos principios éticos?

Así, el objetivo de este trabajo se centra en recopilar los distintos ordenamientos que frente
al tema ético han sido expedidos en nuestro país además de una serie de catálogos éticos de
distintos autores que pueden encausar al profesional del derecho, llegando a una reflexión
filosófica en la formación del Abogado, de tal modo que garantice un ejercicio profesional
ético.

Actualmente, la discusión sobre la ética del Abogado ha cobrado primordial Importancia


tanto en el ámbito nacional como internacional, a partir de algunos acontecimientos
específicos en los que, una vez más, se ha puesto en tela de juicio la credibilidad del
abogado. Sin embargo, no se trata aquí de analizar casos específicos, pues lo que se busca
es realizar una recopilación y un análisis para que de esta manera se pueda participar en una
reflexión amplia y general sobre el ejercicio ético de la profesión del derecho.
5. CONCLUSIONES

Los términos derecho y moral, a pesar de ser tratados como sinónimos, no lo son, lo cierto
es que ambas orientan nuestras acciones. La moral orienta nuestra conducta directamente,
por su parte, la ética es la disciplina filosófica que estudia la moral La relación entre
derecho natural, moral, ética y derecho positivo, es innegable, ya que son complementarios.
El Colegio de Abogados, es el obligado a velar por el decoro y el realce de la profesión de
abogado, por lo que se concluye que si bien este ejerce una función fiscalizadora, se ha
dejado un poco de lado, la función promover por medio de diferentes mecanismos, la
profesión como una profesión digna y de noble función. Existe el criterio extendido en
cuanto a la concepción negativa que recibe el gremio, lo que se logro comprobar por medio
de la entrevista. Para tratar de revertir esa concepción, el abogado debe tener sólidos
conocimientos de la deontología jurídica, para poder aplicarlos en su ejercicio profesional,
pues el abogado debe evidenciar en su actividad principios de rectitud, honradez e
integridad de pensamiento y acción, lo cual se manifiesta en la lucha contra los abusos y la
corrupción de la profesión.

Esta revisión de la relación de la ética con el derecho y otras ciencias permite apreciar la
estrecha vinculación que hay entre ellas. En este sentido, siendo el comportamiento ético
una forma específica del comportamiento del hombre, se hace presente en planos diversos
como el jurídico, psicológico, sociológico y económico, entre otros; sin embargo, esta
relación no le quita a la ética su objeto propio como ciencia que guía la conducta humana.
RECOMENDACIONES (mínimo 2)

Los principios fundamentales y valores éticos que nos caracterizan como personas naturales
o jurídicas para el bien común dentro de la sociedad.

Se muestra el resultado que es un factor de utilidad muy importante para la aplicación sobre
cada uno de nosotros.

Por consiguiente, que a la misma vez se muestra la falta de la aplicación de los mismos en
el ejercicio del derecho. (Valores, principios Éticos).

Este trabajo de investigación ha dado respuesta, que los estudiantes de esta materia hayan
de saber la escasa aplicabilidad de los principios éticos sabiendo de la existencia del marco
normativo que existe para regular los mismos a personas que están dentro del ejercicio del
derecho.

Como estudiantes debemos evitar los actos, comportamientos indispuestos para nuestra
formación académica considerando la gran importancia que tiene los principios valores
éticos morales para el futuro en el ejercicio del derecho.

Así mismo profundizar el tema investigado, esto debido a que existen diferentes doctrinas
de pensadores filosóficos para enriquecer nuestro conocimiento realizando un estudio a
fondo de temas como estos que ayudan a la formación ética y profesional de las y los
futuros abogadas y abogados.

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