El Cultivo de La Vid

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EL CULTIVO DE LA VID (1ª parte)

The vine growing

1.Taxonomía Y Morfología.
2.Exigencias De Clima Y Suelo Y Fisiopatías
3.Abonado De Fondo.
4.Abonado Del Viñedo.
5.Variedades Principales Que Se Cultivan En España (Cepas Españolas Blancas).
6.Variedades Principales Que Se Cultivan En España (Cepas Españolas Tintas).
7.Parásitos Y Enfermedades.

1. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA. 

La vid es una planta con flores, esto es, una angiosperma, de la clase de las dicotiledóneas, de la subclase
con flores más simples (choripetalae), pero en el grupo dotado de cáliz y corola (Dyalypetalae), es decir, el
más avanzado. 

El orden es el de las Rhamnales, que son plantas leñosas. Una planta leñosa tiene por lo general una vida
muy larga, así es fácil encontrar una vid centenaria; tiene un largo periodo juvenil (3-5 años), durante el cual
no es capaz de producir flores; en general, las yemas que se forman durante un año no se abren hasta el año
siguiente. Tiene un aparato radicular que se hace imponente con los años, pero se desarrolla y explora el
terreno con menos minuciosidad que el de una hierba. El aparato epigeo, tronco, ramas, ramos, requiere
mucho tiempo para desarrollarse; no puede renovarse con facilidad como el de una herbácea; la necesidad de
mantenerlo vivo durante el invierno o en tiempo de sequía hace a las plantas leñosas más exigentes en
cuestión de clima y fertilidad, de manera que no viven en alturas excesivas ni demasiado cerca de los polos ni
en los desiertos como pueden hacerlo las hierbas. 

La vid es un arbusto constituido por raíces, tronco, sarmientos, hojas, flores y fruto. Ya se sabe que a través
de las raíces se sustenta la planta, mediante la absorción de la humedad y las sales minerales necesarias, y
que el tronco y los sarmientos son meros vehículos de transmisión por los que circula el agua con los
componentes minerales. La hoja con sus múltiples funciones es el órgano más importante de la vid. Las hojas
son las encargadas de transformar la sabia bruta en elaborada, son las ejecutoras de las funciones vitales de
la planta: transpiración, respiración y fotosíntesis. Es en ellas dónde a partir del oxígeno y el agua, se forman
las moléculas de los ácidos, azúcares, etc. que se van a acumular en el grano de la uva condicionando su
sabor.

Esa sustancia verdosa llamada clorofila es la encargada de captar de los rayos del sol la energía suficiente
para llevar a cabo todos estos procesos. 
En el mes de marzo, cuando el calor comienza a hacerse notar, la savia se pone en movimiento y se produce
el denominado “lloro” de la vid que se expresa a través del fruto. El fruto surge muy verde, pues está saturado
de clorofila, y a partir de aquí toda la planta empieza a ejercer servidumbre a favor del fruto que poco a poco
irá creciendo. 

La uva verde, sin madurar, contiene una gran carga de ácidos tartáricos, málicos y, en menor medida, cítricos.
El contenido de estas sustancias dependerá en gran medida del tipo de variedad de la que procede y de las
condiciones geoclimáticas, ya que luz, temperatura y humedad van a ser decisivas en la conformación de los
ácidos orgánicos. 
El momento en que la uva cambia de color recibe el nombre de “envero”. Del verde pasará al amarillo, si la
variedad es blanca y al rojo claro, que se irá oscureciendo, si es tinta. Durante el proceso de maduración de la
uva, los ácidos van cediendo terreno a los azúcares procedentes de la frenética actividad ejercida por las
hojas, merced al proceso de fotosíntesis. Los troncos de la cepa también contribuyen al dulzor de la uva, ya
que actúan como acumuladores de azúcares. Debido a esta razón, las vides viejas son capaces de
proporcionar un fruto más regular y una calidad más constante. 
Entrando de lleno en el fruto, cabe hacer una primera división entre lo que es el “raspón”, o parte leñosa que
forma el armazón del racimo y el grano de uva. 
El raspón, aunque lógicamente no es la parte fundamental del fruto, tiene su importancia por cuanto es capaz
de aportar ácidos y sustancias fenólicas (taninos) dependiendo de su participación o no, en los procesos de
fermentación. 

El grano de uva a su vez puede ser dividido en tres partes cada una de ellas con un aporte específico de
características y componentes: la piel, la pulpa y las pepitas.
La piel, también denominada hollejo, contiene la mayor parte de los componentes colorantes y aromáticos de
los vinos. 
En la pulpa se encuentran los principales componentes del mosto (agua y azúcares) que después, mediante
la fermentación se transformarán en vino. 
Las pepitas o semillas, se encuentran dentro de la pulpa y difieren según las variedades, llegando incluso a
encontrarse uvas que nos las contienen. Poseen una capa muy dura y proporciona taninos al vino. 

Entre las especies más importantes se pueden citar: 

Vitis Labrusca: serie Labruscoideae americanae; por ejemplo, la uva Isabel procede de esta especie. 
Vitis Rupestris: serie Rupestres. Originaria de terrenos semisecos de aluvión, ha dado origen a muchos
portainjertos. 
Vitis Riparia: serie Ripariae. Originaria de regiones mucho más frescas, ha dado origen a muchos
portainjertos y a uvas de vino (híbridos productores directos).
Vitis Berlandieri: serie Cinerascentes. Originaria de regiones áridas y suelos calcáreos; ha sido trascendental
para la constitución de portainjertos resistentes a la clorosis y a la sequedad.
Vitis Vinifera: es la vid común. 

2. EXIGENCIAS DE CLIMA Y SUELO Y FISIOPATIAS. 

En zonas montañosas se ven viñedos sólo hasta cierta altura. El clima impone límites de altura. Los límites
macroclimáticos determinados por la altura y la latitud son ampliamente rebasados en muchas regiones, por el
hecho de que el viñedo se planta en pendientes muy bien orientadas. Estas zonas disfrutan de un régimen
térmico más elevado, sufren menos con las heladas invernales y las escarchas de primavera se secan
rápidamente, de manera que la vegetación es más breve y el grado de azúcar más elevado. Se habla en
estos casos de microclima. Cuando un cultivador planta las variedades más precoces en terrenos menos
soleados y los tardíos en terrenos mejor orientados no hace otra cosa que adecuarse a las exigencias
microclimáticas.

En invierno, las temperaturas mínimas que puede la vid aguantar son de hasta –20 ºC. Por debajo tendrían
lugar graves daños. Se consideran daños ligeros a la necrosis de la médula y el diafragma. Daños muy graves
sería la muerte de las yemas en los sarmientos de un año (la muerte del cambium en los sarmientos de un
año y en el tronco. Estos males se dan más en las vides jóvenes, en las vides vigorosas y en las que ya han
producido mucho.
Producen graves daños las heladas por debajo de los –2 ºC después de la brotación pues destruyen
completamente la cosecha. 
Como medios empleados contra las heladas tenemos las nieblas artificiales y el riego por aspersión. El
segundo es realmente eficaz pero costosísimo, aunque la instalación sirva contra el hielo, como riego estival y
como medio de lucha antiparasitaria. 

También se pueden adoptar variedades de brotación tardía, o retrasar la poda, de modo que, aunque haya
habido daños, también haya más brotes utilizables. Los cultivos elevados son menos castigados que los
bajos. 
Las temperaturas demasiado altas (30-34º C), especialmente si van acompañadas de sequedad, viento
caliente y seco, son temperaturas que queman hojas y racimos. Las temperaturas óptimas para el cultivo de la
vid en sus distintas etapas de desarrollo serían las siguientes: 

 Apertura de yemas: 9-10 ºC
 Floración: 18-22 ºC
 De floración a cambio de color: 22-26º C
 De cambio de color a maduración: 20-24º C
 Vendimia: 18-22º C

En relación con las lluvias la distribución de éstas en el cultivo sería aproximadamente la que se indica: 

 Durante la brotación: 14-15 mm. Hay una intensa actividad radicular, que resulta promovida por la
lluvia. 
 Durante la floración: 10 mm. Las lluvias resultan por lo general perjudiciales.
 De la floración al cuajado de los frutos: 40-115 mm. Es necesaria una intensa fotosíntesis.
 Entre el cuajado y la maduración: 80-100 mm. Es necesaria una intensa fotosíntesis.
 Durante la vendimia: 0-40 mm. Las lluvias suelen ser perjudiciales.

El granizo es el meteoro más dañino para la viticultura. Los daños son de diversa naturaleza. Los granos
quedan hendidos o aplastados. Fácilmente sobrevienen mohos y marchiteces. Las hojas son agujereadas o
laceradas, y a menudo son arrancadas, con pérdida de superficie fotosintetizante. En los sarmientos queda
dañada la corteza, pero también con frecuencia el leño. Los tratamientos antiparasitarios, por lo general a
base de caldo bordolés o bien productos orgánicos de síntesis, tienen importancia para impedir que se
instalen infecciones de hongos. 

Para luchar contra el granizo, algunos investigadores han indicado que el bombardeo de las nubes con
sustancias formadoras de núcleos de condensación puede determinar su transformación en lluvia antes que
en granizo; el granizo ya formado puede ser disgregado mediante el empleo de cohetes explosivos. 
Existen otros medios de defensa como las mallas antigranizo que suelen tener una duración de unos diez
años, y los seguros contra granizo que hoy en día tienen muy buena aceptación.

La vid se adapta a muchísimos terrenos. Además hay una cierta gama de portainjertos que permite adaptarse
a las más variadas exigencias. Un componente importante del terreno es la materia orgánica: 

 Terreno pobre: < 1,5%


 Suficientemente dotado: 1,5-2,5%
 Bien dotado: 2,5-3,5% 

El granizo es el meteoro más dañino para la viticultura. Los daños son de diversa naturaleza. Los granos
quedan hendidos o aplastados. Fácilmente sobrevienen mohos y marchiteces. Las hojas son agujereadas o
laceradas, y a menudo son arrancadas, con pérdida de superficie fotosintetizante. En los sarmientos queda
dañada la corteza, pero también con frecuencia el leño. Los tratamientos antiparasitarios, por lo general a
base de caldo bordolés o bien productos orgánicos de síntesis, tienen importancia para impedir que se
instalen infecciones de hongos. 

Para luchar contra el granizo, algunos investigadores han indicado que el bombardeo de las nubes con
sustancias formadoras de núcleos de condensación puede determinar su transformación en lluvia antes que
en granizo; el granizo ya formado puede ser disgregado mediante el empleo de cohetes explosivos. 
Existen otros medios de defensa como las mallas antigranizo que suelen tener una duración de unos diez
años, y los seguros contra granizo que hoy en día tienen muy buena aceptación.

La vid se adapta a muchísimos terrenos. Además hay una cierta gama de portainjertos que permite adaptarse
a las más variadas exigencias. Un componente importante del terreno es la materia orgánica: 

 Terreno pobre: < 1,5%


 Suficientemente dotado: 1,5-2,5%
 Bien dotado: 2,5-3,5% 
 3. ABONADO DE FONDO. 
 Tiene como finalidad enriquecer el suelo hasta una cierta profundidad con fósforo, potasio y
materias orgánicas, ya que después no se podrán realizar nuevas labores profundas. Se
suministran grandes cantidades de estiércol: si es posible, hasta 50-60 toneladas por hectárea.
Las dosis sugeridas de P2O5 giran en torno a los 500-600 kilos por hectárea. La dosis de K2O
pueden ser muy altas, si se trata de terrenos con una elevada capacidad de retención del potasio,
o muy pequeñas, si los terrenos son sueltos: de 200-2000 kg. por hectárea. Todo el terreno a
plantar de viña puede ser abonado, si las distancias de plantación son reducidas. Si las distancias
son notables, es mejor que el estiércol se dé más localizado. 
 4. ABONADO DEL VIÑEDO. 
 Cuando se acerca la primavera, se administran los abonos nitrogenados. Normalmente el
nitrógeno es absorbido poco a poco, por lo que el estiércol se aplica en invierno. 
Siguen el nitrógeno ureico, amoniacal y nítrico. Las formas amoniacal y ureica se administran
antes que el nitrógeno nítrico, porque son de efecto menos inmediato y se calcula que su efecto
durará más tiempo.

El abonado veraniego con productos nitrogenados prolongaría la vegetación y enriquecería el


contenido en nitrógeno de los racimos, cosa que no se considera deseable. En los terrenos más
ligeros, los abonos nitrogenados se pueden fraccionar en dos o tres veces, hasta la floración. 

Los abonos potásicos pueden suministrarse a finales de invierno, pero a menudo se suministra una parte de
los mismos más tarde, después de la floración, hasta poco antes del cambio de color de las uvas. También
pueden darse en invierno, porque se fijan en el suelo, pero no en terrenos ligeros, donde serían arrastrados
por el agua. 

El abonado fosforado es menos necesario. 

Los síntomas de las principales carencias en la vid son: 


Nitrógeno: Presenta una coloración verde claro en las hojas, con los pedúnculos en tonos rojos. Suele
aparecer esta carencia en primavera, y se localiza en la planta a partir de las hojas basales. La consecuencia
es una disminución de la fertilida (nº de racimos y nº de bayas por racimo). 
Potasio: Esta carencia suele aparecer en junio, sobre todo en las hojas apicales. Éstas se vuelven rojizas y
amarillentas. Como consecuencia vamos a tener reducción de las dimensiones de las ayas y retrasos en la
maduración. 
Magnesio: El tejido foliar que rodea la nerviadura permanece verde, y entre los nervios aparecen unas
tonalidades amarillo-rojizas. Suele aparecer después del cuajado y durante la maduración, sobre todo en las
hojas basales. En casos extremos puede haber un secado del raquis y una mala maduración en general. 
Hierro: Aparece clorosis, excepto los nervios que permanecen por mucho tiempo verdes, y necrosis foliar. La
época suele ser en primavera hasta junio, sobre todo en el ápice de los brotes. La consecuencia suele ser una
caída de flores y presencia de granos pequeños (reducción de la fertilidad). Los brotes y sarmientos tienen un
aspecto raquítico, frondoso por la emisión de muchas hembrillas. 
Boro: En las hojas aparece un mosaico amarillo o rojo, el limbo granuloso, borde foliar acanalado,
deformaciones características y reducción de las dimensiones de las hojas. Suele empezar en las hojas
apicales (mayo-junio). Hay una caída general de las flores, presencia de granos pequeños y achatamiento de
las bayas. 

El estiércol se da en la medida de que se dispone: por lo general, cada dos o tres años en invierno. Renueva
las pérdidas de humus en el terreno, sobre todo en terrenos labrados y sueltos. 

Más frecuentemente se usan los abonos simples: para el nitrógeno el sulfato amónico, el nitrato amónico, el
nitrato de calcio, teniendo en cuenta que la rapidez de penetración del ión nítrico y amoniacal son diversas, y
por tanto, también son diversas la rapidez del efecto y su duración. 

Para el potasio, el cloruro o el sulfato potásico; para el fósforo, el superfosfato, o más raramente en terrenos
ácidos las llamadas escorias Thomas. 
La capacidad de las hojas de absorber los elementos minerales puede ser utilizada por el abonado foliar. Los
productos utilizados deberán ser fácilmente solubles en agua, y no fitotóxicos. 

Muchos elementos pueden ser absorbidos por las hojas; el nitrógeno (sobre todo en forma ureica), pero
también el fósforo, el potasio, el magnesio, el boro y el hierro bajo ciertas formas. 
Generalmente se considera suficiente el abonado del terreno. El abonado foliar resulta ventajoso cuando las
raíces no están en condiciones de absorber suficientemente, por ejemplo, en climas muy áridos. 

5. VARIEDADES PRINCIPALES QUE SE CULTIVAN EN ESPAÑA (CEPAS ESPAÑOLAS BLANCAS).

Airén: Es la uva mayoritaria de los vinos blancos manchegos y la de mayor volumen de vino monovarietal a
nivel mundial.
Albariño: Se produce principalmente en la costa atlántica de Galicia. Propia de zonas frías y húmedas. 
Godello: Se cultiva en Valdeorras, provincia de Orense. 
Macabeo-Viura: Variedad básica de los blancos riojanos de calidad, así como de los cavas. 
Moscatel: Básicamente se elabora en mistela. Se cultiva principalmente en la Comunidad Valenciana, Cádiz,
Málaga y la cuenca media del Ebro. 
Palomino: Es la variedad por excelencia de Jerez. Orense, León y Valladolid son otras provincias donde se
cultiva el Palomino. 
Parellada: Se cultiva en las zonas altas de Cataluña. Actúa como uva complementaria en la elaboración de
los cavas. 
Pedro-Ximenez: Crece principalmente en las provincias de Córdoba y Málaga. 
Treixadura: Es otra uva gallega semejante al albariño pero menos glicérica y refinada. Es la uva tradicional
del Ribeiro. 
Verdejo: La uva blanca de Rueda, de la Ribera del Duero y de otras áreas de Castilla. 
Xarel-lo: Se complementa muy bien con otras variedades sobre todo en la elaboración de los cavas. 

6. VARIEDADES PRINCIPALES QUE SE CULTIVAN EN ESPAÑA (CEPAS ESPAÑOLAS TINTAS).

Bobal: Típica de las zonas altas de Levante y variedad predominante en la D. O. Utiel-Requena. 


Cariñena: Uva predominante de los vinos tintos catalanes. 
Garnacha: Se trata de la variedad tinta más extendida en España, debido a su fácil cultivo y buena
producción. 
Mencía: Su cultivo está limitado a la zona noroeste de la península (León, Zamora y Galicia). 
Monastrell: Variedad característica de toda la zona levantina, predominando en las D. O. de Jumilla, Yecla,
Alicante y Almansa. 
Tempranillo: Es la uva noble española por excelencia. Su nombre varía en función de la zona en donde se
desarrolla: tempranillo en la Rioja, tinto fino o tinto del país en la Ribera del Duero, ull de llebre en Cataluña,
cencibel en La Mancha y tinto de Madrid en los alrededores de la capital. 

7. PARÁSITOS Y ENFERMEDADES. 

Los hongos pueden anidar en los restos de viejas raíces y dar lugar a infecciones y daños en las jóvenes
estacas. En todos los viñedos están presentes también las virosis. El vehículo de transmisión de las virosis a
las nuevas estacas lo constituyen las viejas raíces, que pueden permanecer en el terreno perfectamente vivas
durante más de un año y una vez muertas dejan residuos dañinos durante bastantes años, especialmente los
nematodos (sobre todo el Xiphynema index) que parasitan las raíces. Los nematodos por sí solos ya
representan un hecho negativo, porque atacan el aparato radicular de las plantas cuando todavía son jóvenes
y poco desarrolladas. 

Una buena práctica es la fumigación del terreno. Ésta es obligatoria para las instalaciones de material de
propagación, sea la que sea la presencia de nematodos o virosis. 
Se usan fumigantes de tipo y fórmula diversa (dicloropropano-dicloropropeno o dibromometano), en forma
líquida o granular. Algunos tienen sólo acción nematicida, otros actúan también sobre las plantas, ante todo
matando las viejas raíces de la vid y también como fungicidas. 

La eficacia nematicida de los tratamientos no es completa; un pequeño porcentaje de nematodos consigue


escapar y se reproduce; no obstante, su número es muy reducido durante los primeros años de desarrollo de
la vid. 
El coste elevado de estos tratamientos y el hecho de que obligan a retrasar la plantación en primavera, y a
veces en otoño, hacen que estén poco difundidos. 

Parásitos como el mildiu o peronospora, se dan infaliblemente. La rapidez de desarrollo de la infección


depende de la temperatura, de la humedad y de la virulencia del hongo, los consorcios antimildiu fijan la fecha
de los tratamientos en base a una recogida sistemática y a tiempo de estas informaciones. 

En el caso de la lucha contra la polilla, la recogida de datos consiste en el empleo de trampas de feromonas.
Por el número de mariposas capturadas en las trampas se puede deducir el momento oportuno de la
intervención, así como el grado de peligrosidad del parásito. En este caso el objetivo de la información no es
sólo fijar el momento de la intervención, sino también intervenir solamente en casos de necesidad.

En efecto, son de temer los efectos colaterales o secundarios del tratamiento insecticida. Muchos insecticidas
en realidad favorecen la multiplicación de ácaros o cicadélidos, ya sea por la desaparición de sus parásitos y
depredadores, ya por la fitotoxicidad que determinaría en las plantas una composición de jugos celulares apta
para el parásito (trofobiosis).
Estos efectos colaterales son, en muchos casos, de suma importancia, aun en el caso de productos
anticriptogámicos. Por ejemplo, la sustitución con productos orgánicos de síntesis de los tradicionales
productos de cobre ha determinado una mayor incidencia de la Botrytis cinerea. 

Las plagas y enfermedades que más incidencia tienen en la vid son: Peronospora, Oidio, Botrytis Cinerea,
Araña Roja, Araña Gallo, Tortrix, Cigarrero y Cigarra. 
Algunos parásitos presentes en el campo, como el mildiu y el oidio, pueden deterirar los racimos; el más
peligroso es el moho gris (Botrytis Cinerea), porque puede seguir desarrollándose después, incluso a
temperaturas muy bajas, o infectar durante la conservación partidas inicialmente sanas. 
Parásitos que pueden hacer su aparición durante el periodo de conservación son hongos del género
Penicillium (mohos verdeazulados) o Alternaria, Cladosporium y otros (podredumbre negra). En el caso de la
podredumbre gris es importante la lucha preventiva; partidas que hayan sido ya atacadas no pueden ser
destinadas a una larga conservación. Durante el periodo de mantenimiento el método más eficaz y usado con
mayor frecuencia es el anhídrido sulfuroso, suministrado por vía gaseosa o como metabisulfito.

Manejo del cultivo

Labores culturales del viñedo 

Su propósito es facilitar la distribución del agua de riego, controlar malezas, etc. Las
labores están en intima relación con los momentos de riego, por lo tanto con las
épocas de mayor necesidad de humedad, como lo son el comienzo de vegetación (lloro
e incitamiento de las yemas). Otro periodo importante va desde fecundación hasta el
envero. Los riegos pueden hacerse por surco o por inundación. 

El primero es el más usado en la zona de cuyo y tiene un costo menor. 

Trabajo a realizar: el sistema de riego por surco necesita de


distintos trabajos de arada:
Arada en otoño: es una labor profunda que aporca tierra al pie de
la planta protegiendo así a esta de los fríos del otoño e invierno y
realizar callejones para la vendimia. 
Arada de principios de primavera: labor superficial produciendo
un surco cercano al pie de la planta y un bordo sobre el callejón
permitiendo así el riego . 
Arada en el mes de noviembre: labor superficial que se da a
floración aporcando tierra a las plantas y tapando el surco, el que
ahora quedara en el centro del callejón. En el mes de diciembre los
riegos son más necesarios debido al crecimiento de los racimos. 
Arada en los meses de verano: en esta época debido a las
mayores exigencias de agua dadas por un aumento de la
evapotranspiración los surcos se realizan al pie de la planta. En
febrero se disminuye la cantidad de riegos para aumentar la cantidad
de azúcares en los frutos. Durante los meses de marzo-abril se
realiza la cosecha por lo que se suspende todas las actividades. 

Fertilización

Necesidades de plantación 
Es necesario antes de la implantación el conocimiento de los cultivos antecesores,
ya que algunos tienen necesidades similares a la vid, tales como: Trébol, alfalfa y
trigo. 
 Ácido fosfórico: Durante el periodo vegetativo este cultivo tiene baja
necesidad a este nutriente. 
 Potasio: Elemento clave para la vid, afectando la calidad del producto por ser
el responsable del enriquecimiento en azúcares de las bayas. Al igual que el
fósforo este nutriente debe ser aplicado en profundidad, 
 Calcio y magnesio: El primero solo es utilizado para elevar el ph en suelos
ácidos, mientras que el magnesio generalmente esta en niveles suficientes en
todos los suelos.

Necesidades para la formación: 


Si durante el período anterior se realizo un buen manejo de los nutrientes no será
necesario ningún tipo de aporte en este momento, salvo de nutrientes como nitrógeno.
Mientras que en aquellos sucios pobres y no abonados durante la plantación será
aconsejable la aplicación de N-P-K en forma conjunta. 

Necesidades para la producción


En esta etapa el comportamiento del viñedo y los análisis químicos tanto de cosecha
como de suelo podrían estar orientando al viticultor en la elección de los nutrientes a
aplicar. 

Se podría decir que, sin llegar hasta las carencias, cuanto más disminuye el vigor de
una cepa (sin una restricción hídrica excesiva), más rico es el vino, esto en la medida
en que la disminución del vigor es imputable a la restricción de la alimentación
nitrogenada. 

Sistemas de conducción 
En la región de cuyo la más importante productora vitícola del país persisten dos
sistemas, el denominado parral sanjuanino (español) y el francés en las
"contraespalderas", pero con modificaciones respecto a los originales. 

Parral sanjuanino: en San Juan, por lo general, se construye el parral a 2mx2m con
una altura total que oscila entre 1,8 a 1,9 mts y con una distancia entre poste
perimetrales y sus respectivos muertos de 0,75 a 1,5 m. Este sistema presenta
deficiencias en la iluminación y ventilación del fruto, exposición a ataques de
enfermedades y dificultad en las labores. 

En Mendoza a este se lo a hecho con los siguientes modificaciones: una distancia


mínima entre planta de 2,5 x 3,0 m y una altura de entre 2,1-2,2 m y una distancia de
los perimetrales al muerto de 2 m. 

Distribución en el terreno: debe disponerse una avenida perimetral de 5- 10 mts. de


ancho, dentro de este cuadro se marcan luego las caras internas donde quedan
demarcados los cuarteles del parral, Estas calles tendrán un mínimo de 4 mts. El ancho
de los cuarteles para asegurar un buen aprovechamiento del riego depende de la
textura del suelo: no deberá superar los 80 mts. en los suelos arenosos y podrá
extenderse hasta 1,50 mts. en los suelos arcillosos. En cuanto al largo de los cuarteles
se estima que no debe sobrepasar los 1 000 mts. sin que se atraviese una calle. 

Sostenes empleados en la construcción del parral 

Son los de mayor grosor y se ubican en los cuatro


ángulos del cuartel. Van enterrados de 0,8 a 1 mts, con
una inclinación hacia afuera de 45 a 60 grados. Son de
Postes madera dura y de una circunferencia de 0,4 mt y una
esquineros: altura de 3 mt. 
La madera a emplear debe ser dura y resistente ya que
debe durar toda la vida útil del parral (40 años )
ejemplo . Quebracho colorado, Algarrobo y Lapacho. 

Cabeceros o Son los que se colocan en todo el perímetro del parral,


Perimetrales: constituyendo los extremos de cada fila. Deben tener
una circunferencia mínima de 0,22 mts, 3 mts de largo,
y se entierran de 0,6 a 0,8 mts pudiéndose ser de
madera dura o blanda tratada. 

Pueden ser de piedra, preferentemente plana de 0,5


mts de largo por 0,4 mts de espesor, con una hendidura
por donde se ata el alambre pero tienen el
inconveniente que el alambre se enrieda y se oxida,
principalmente en sucios salinos, también se usa
Muertos o madera de retama (resistente), anclas de cemento con
estacones: núcleos de alambre o un travesaño de la misma madera
fuertemente atado. Los muertos se unen por medio de
alambres denominados riendas a los esquineros y
cabeceras, llevando dos riendas y dos muertos por cada
esquinero y una rienda y un muerto por cada cabecero. 

Son de madera dura o generalmente blandas atadas,


Trabas,Tutores casi siempre de Álamo o Jarilla y tiene una
o Varillones: circunferencia mínima de 12 cm con una altura de 2,5
mts. estando enterrados al lado de cada planta. 

Pueden ser dulces o acerados (tipo San Martín), de alta


o mediana resistencia. En los dulces que son de sección
Alambres circular esta disminuye a medida que aumenta su
usados: número de identificación. Los acerados son de sección
ovalada y a medida que aumenta su número de
identificación aumenta su diámetro. 

Construcción del parral 

En primer lugar se debe proceder a encuadrar el terreno. Para ello se determina


una línea de base orientada generalmente sobre un lindero de la propiedad (camino,
alambrado). Una vez determinada esta línea se deben marcar 2 ángulos rectos que
luego nos permitirán definir los cuatro lados del cuartel por diferentes métodos. Los
cuatro lados del cuartel que quedan determinados constituyen la líneas de muertos. 

Sobre cada un de ellos se tensa sin alambre con marcas que van: La primera a
un metro y las siguientes 2,5 mts. El extremo del alambre se coloca en el vértice del
ángulo y se señala cada marca con un trozo de caña de manera de indicar en todo el
perímetro del cuartel el lugar donde irán enterrados los muertos. Seguidamente se
hacen los pozos, se entierran, apisonan y riegan. Luego se mide a partir de cada una
de las líneas de muertos 2 mts hacia adentro. 

Los cuatro puntos donde se cortan las líneas de muertos constituyen el lugar
donde se entierran los esquineros. Sobre esa misma línea se determina también la
ubicación de los postes perimetrales o cabeceras. Al igual que para los muertos se
coloca una caña en cada marca quedando de tal forma el primer cabecero a 1,5 mts
del esquinero y se procede a hacer los hoyos correspondientes. Al tiempo que se va
rellenando, regando y apisonando el hoyo del esquinero se pasan las riendas que lo
unen al muerto por las escotaduras correspondientes. 
Dispuestos los esquineros con sus correspondientes muertos y riendas se
procede al tendido del alambre perimetral y luego de esto se colocan los
postes perimetrales. Para ello se coloca 1 cada 10 y se lo pinta de blanco en la
cabeza y la base recibiendo el nombre de campeones que están perfectamente
alineados y ubicados. Estos conforman los puntos a partir de los cuales se alinearan los
restantes cabeceros. 

Una vez colocados todo estos se procede a la instalación de las riendas en


cada uno y al tendido de los alambres maestros entre 2 cabeceros
enfrentados. Colocados estos en ambos sentidos se ubican las traba o varillones en
los puntos donde se cruzan estos alambres. La parte superior de la traba se une a los
alambres maestros. 

Sostenes usados en la contraespaldera 


En los extremos de cada contraespaldera van colocadas los cabeceros que tienen 2,5
mts de largo y se entierran con una inclinación de 45 a 60 grados a 1,20 mts, Los
sostenes interiores de la espaldera son los rodrigones que tienen 2,5 mts de largo y
que van enterrados verticalmente a 0,7 - 0.8 mts. El primer rodrigón se coloca a 3,6
mts del cabecero quedando en ese espacio tres plantas, las demás tienen una
separación de 7,2 mts conteniendo 6 plantas. Los alambres van a distintas alturas
según el sistema de poda : en el bordeles van a 0,6- 0,3 y 0,3 mts. 

Construcción de la contraespaldera 
En este caso y a diferencia del parral, primero se coloca las plantas y al año siguiente
recién se hace el alambrado. Las distancia entre hileras y entre plantas esta dada por
el sistema de poda usado. Como ejemplo usaremos un "bordeles" con una distancia
entre hilera de 2,20 mts y entre plantas de 1,20mt. 

Para marcar el cuartel tomaremos una línea de referencia y hacia adentro marcados la
Línea de base. Esta deberá tener la medida que se desee para el callejón o avenida
mas 2,2 mts (mts de acequia, 0,6 mts de proyección de cabecero y 0,6 mts del
cabecero a la primer planta). Una vez determinada esta línea se debe marcar los
ángulos rectos consecutivos, se toma luego un alambre con marcas a 2,20 mts y se
coloca sobre la línea de base correspondiente marcando con una cañita el comienzo de
cada hilera.

Se traslada el alambre y se repite la operación sobre la línea de pie del cuartel,


Uniendo con un alambre fino dos cañas enfrentadas queda determinada la línea del
surco que se marca con un palito se surquea y se riega. El paso siguiente es marcar
sobre el surco el lugar de cada planta y se hace tendiendo alambre con marca a 1,20 y
trasladándolo hasta el ultimo surco. Para hacer los hoyos se toman nuevamente el
alambre marcado a 2,20 con el que se unen dos de las cañas enfrentadas y donde este
alambre corta el surco se hace el hoyo siempre hacia el mismo lado del alambre. La
operación siguiente es la plantación del barbado. 

Sistemas de poda 

En primer lugar veremos la poda para el parral cuyano.


 
Poda de plantación: se poda el barbado a dos yemas fértiles. 

Poda de formación

Primer verano: se elige el brote mas vigoroso y se lo amarra a medida que crece a la
traba o varillon y se despuntan los restantes brotes como as! también la feminelas que
se originan sobre el principal. 

Primer invierno: se rebaja el sarmiento a la altura del alambre si su crecimiento a


sido vigoroso, eliminando sus feminelas y los restantes sarnientos del tronco. También
se desyema el sarmiento 30-40 cm por debajo del alambre, dejando seguidamente 3 o
4 yemas hacia abajo y eliminando las restantes hasta la base. Si en este invierno el
sarmiento no alcanza el alambre se lo rebaja hasta donde su sección sea de 8 mm
dejándole 3 yemas en su extremo superior y eliminando las restantes. 

Segundo verano: se seleccionan los dos brotes opuestos mejor ubicados dejándolos
crecer libremente y despuntanos los restantes sobre el nudo siguiente al último racimo
si lo hubiere a fin de retardar su crecimiento. 
Segundo invierno: se rebaja a la altura del alambre los dos sarmientos mejor
ubicados y más vigorosos, dejándole 3 a 4 yemas en sus base y desyemando el resto.
A estos se los ata al alambre y se elimina la vegetación restante. Estos sarmientos
constituyen los dos brazos primarios de la planta. 

Tercera de invierno: se eligen en cada brazo los dos sarmientos mejores por vigor y
posición y luego se repiten todas las operaciones del invierno anterior. Se obtiene así
los cuatro brazos necesarios para el sistema. 

Cuarta de invierno: se selecciona en cada brazo los dos sarmientos más basales y
mejores para cargador (el superior) y para pitón (el inferior), Se ata el cargador a su
correspondiente alambre maestro en forma arqueada. 

Poda de fructificación: En general se puede decir que existe tres tipos de poda de
fructificación poda corta (todo a pitón), poda mixta (pitón y cargador), poda larga
(arqueado). En este caso se elimina en cada brazo el cargador del año anterior. De los
dos sarmientos originados en cada pitón, el superior se deja como cargador y se lo ata
arqueado al alambre maestro y el inferior se rebaja a nuevo pitón - es decir es una
poda mixta.

A continuación se verá como ejemplo un sistema de poda para la contraespaldera.


Cabe aclarar que para la contraespaldera existen muchos sistemas de poda, ejemplo
de ello son: el CAZENAVE-GUYOT,CORDON ROYAT, MAROGER, THOMERY, BORDELES
en nuestro caso veremos el bórdeles.

Optimo Crecimiento: Los dos sarmientos superiores convenientemente rebajados se


los deja como cargadores y se los ata arqueados al primer alambre, el o los inferiores
los podamos a pitón (2 cargadores-2 pitones). 

Mediano crecimiento: Dejamos dos cargadores de los sarmientos mas vigorosos y


mejor ubicados con 4 o 5 yemas en su bases y desyemo los restantes, atando los
cargadores al primer alambre.  

Pobre crecimiento: Optamos por un cargador y un pitón o bien 2 pitones. 

Poda de fructificación 
Formada la planta con 2 cargadores y 2 pitones eliminamos los cargadores del año
anterior y dejamos como cargadores nuevos al sarmiento superior de cada pitón y
como pitón nuevo al sarmiento basal del pitón anterior. 

Agentes climáticos adversos al cultivo de la vid 


Los accidentes climáticos, heladas y granizos principalmente al igual que el viento
pueden causar daños muy graves. Por lo tanto es necesario conocer los mecanismos
para tratar de combatirlo en la medida de la posible.

Daños por helada. 

Heladas de otoño: si la temperatura baja a -2 o -3 grados centígrados las hojas se


desecan parcialmente pero los racimos permanecen intacto, Cuando la temperatura
disminuye más de -6 grados centígrados no solo se produce el secado de la hoja sino
que, en caso de las uvas estén maduras se produce la pérdida de agua de estas por
alteración de las membranas, alimentando la concentración de azúcares solo sirviendo
este para vinos licorosos. Si por el contrario las uvas están maduras en forma
incompleta al momento de la helada se produce un color tinte rojizo en estas
alterándose el sabor de los vinos elaborados. 

Heladas de invierno: la resistencia de los cepajes a estas temperaturas (-15 a -20


grados centígrados) depende de distintos factores: 

Los cepajes. 
Etapa fenológica en que se encuentra la planta en el momento de producirse la helada
(descanso completo, primeros movimientos de savia y lloro o llanto). 

Condiciones que acompañan a la helada (con o sin nieve). 


Los daños que se producen pueden situarse en brotes, sarmientos y tronco. Para
darnos cuenta del daño se hace una hendidura longitudinal en el órgano y si el interior
es de color marrón a nivel del liber y en el centro en el caso de yema, se podía estar
asegurando que no habrá crecimiento. 

Heladas de primavera: son en general heladas negras producidas por vientos polares
que producen un descenso brusco de la temperatura. 

Métodos de lucha:
Existen dos métodos para combatir las heladas, una es la prevención y otra la lucha
activa. 

Prevención
-Elegir cepajes con desborre tardío para parcelas expuestas. 
-Podas tardías, lo que contribuirá a demorar el desborre. 
-No instalar viñas en hondonadas expuestas a heladas. 

Lucha activa
-Estos son procedimientos costosos basados en dos primicias 
-Reducir el enfriamiento del aire. 
-Mantener los órganos de la planta a una temperatura superior a de los daños. 

En el primer caso se recalienta el aire directamente quemando combustible, para esto


se emplean calentadores los cuales pueden ser pequeños o grandes. Cabe aclarar que
es conveniente emplear gran cantidad de estufas pequeñas y bien repartidas en la
plantación ante que pocas estufas grandes ya que estas provocan la formación de una
columna de aire caliente que se escapa hacia las capas altas de la atmósfera. 

El segundo se hice por medios de barreras como plástico o humo que homogenizan las
capas, minimizando la disminución de la temperatura a nivel de las plantas. También
para limitar el enfriamiento del vegetal se realizan riesgos por aspersión, que lo que
hace es mantener las hojas y yemas cubiertas de hielo, permaneciendo estas a cero
grado centígrado.

Daños por granizo


Los sitios preferidos por estos fenómenos varían con el estado vegetativo de la planta
y el tamaño del granizo. 

Los daños más comunes son rotura de hojas y caída de flores o pequeñas bayas.
También en algunos casos casos pueden producirse heridas en sarmientos
principalmente cuando las piedras son relativamente grandes. 

Como prevención pueden realizarse mayas antigranizo, siempre y cuando el costo de


estas se vea justificado por la calidad de la cepa y la frecuencia de este fenómeno en la
zona. Las heridas del sarmiento pueden tratarse con frecuencia para evitar la entrada
de hongos.

Vientos: Su acción produce efectos mecánicos directos y también la diseminación de


enfermedades y plagas . Su acción directa produce rotura de ramas, despegamiento de
sarmientos en la base y caídas de las hojas. 

Para aquellos cultivos más sensible una forma de prevenir estos daños es disponer las
espalderas en la misma dirección de los vientos predominantes. También se utiliza en
la mayoría de los casos cortinas rompevientos. 

 
Plagas y enfermedades  

Enfermedades Control

Caldo de bordelés (Sulfato de cobre + cal), también se


Mildiu de la vid pueden hacer tratamientos preventivos con distintos
productos como por ejemplo Mancozeb 3.5-4 Kg/ha.

El control comienza cuando el cultivo tiene 3 a 5 hojas


Oídio extendidas. Puede utilizarse Azufre, actualmente existen
numerosos productos fungicidas (DINOCAP)

La lucha contra esta enfermedad puede dividirse en tres


momentos: Floración: Evitando la enfermedad en la
parcela (Captafol: 3.8 lts/ha). Floración a envero:
Protegiendo los racimos en floración con la utilización de
Podredumbre
productos preventivos (similar al anterior). Envero a
negra
cosecha: Aquí el racimo disminuye la sensibilidad, solo
se justifican tratamientos en el caso que se presente la
enfermedad mediante la utilización de tratamientos
curativos (Muclabutanil 0.24 lts/ha)

Inviernos secos seguidos de primaveras cálidas


Brenner aumentan los riesgos. aplicar cuando tienen 3-5 y 11-12
hojas. utiliza los mismos tratamientos que mildiu

Las aplicaciones pueden realizarce en floración, envero,


Podredumbre cierre del racimo y tres semanas antes de la vendimia
gris por ser los períodos más suceptibles. Existen sistemas
de pronósticos y variedades resistentes.

Podredumbre Importante controlarla después del granizo utilizando


gris Captan
Disminuir la cantidad de inóculo eliminando tejido
enfermo, también aplicaciones de invierno luego de la
poda con Arsenito de sodio (650 gr/1000 lts de agua).
Excoriosis
deben hacerse otros tratamientos en primavera después
del desborre con Mancozeb (200 gr en 1000 lts de
agua).

Control invernal, aplicar 1250 gr en 1000 lts de agua 10


La Yesca
días después de la poda.

Se protege las heridas de las plantas con Benomil y


Eutipiosis
Metitiofanato.

Bacterias

Agalla de la Suprimir el tumor con cuchillo de injertar y colocar en la


corona grieta sulfato de cobre concentrado.

Evitar la entrada a parcelas sanas y circunscribir los


Necrosis
focos existentes. desifectar herramientas de poda y
bacteriana
quemar cepas atacadas, etc.

Micoplasmas y virus

El método de lucha consiste en el control del vector


Flovascencia (Cicadellide), existen sistemas de alarma que informan
dorada el momento del pico de nacimiento del vector para
realizar su control.

Eliminar la población de nemátodos mediante


Nudo corto
nematicidas por ser estos los transmisores del virus.

El Las viñas infectadas deben ser sustituidas y arrancadas


enroscamiento por materiales certificados.

No existe método directo de control, se deben comprar


Mosaico
plantas certificadas

Plagas

Polilla del Aplicar Deltametrina en época de eclosión de huevos o


racimo cuando el insecto supere el nivel de daño económico.

Es aconsejable aplicar Metonil cuando se observen 3 o 4


Piral de la viña
orugas.

Chicharrita Aplicar cuando tengamos una larva por hoja. En floración


verde 0.5 larvas por hoja en agosto. Utilizar Deltametrina.

Filoxera de la Utilizar cepas con portainjertos resistentes,


vid principalmente de vides americanas.

Utilización de acaricidas cuando en estado de racimo el


Acaro fitifago
70% de las hojas están ocupadas por un acaro y
después del cuajado cuando el 50% de las hojas
contienen al menos un acaro.

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