Norton WC
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Prevención de úlceras por presión utilizando como método de valoración del riesgo la escala EMINA.
Plan de actuación de Enfermería para la mejora de la eficacia, efectividad y eficiencia en el
tratamiento de pacientes con UPP.
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RESUMEN
Unificar las actuaciones para la prevención de ulceras por presión, facilita la labor de
los profesionales vinculados a los centros geriátricos Es un desafío para todo del personal
asistencial tanto gerontólogos, auxiliares de clínica o enfermero/as, con la mirada siempre
puesta en reducir la incidencia de úlceras por presión y aumentar la calidad de vida de los
ancianos.
PALABRAS CLAVES:
Úlcera por presión, cuidados de enfermería, escala EMINA, valoración, plan de cuidados.
ABSTRACT
In our environment, for the assessment of pressure ulcers, Braden and Norton scales
are commonly used, but with this work, it aims to introduce in geriatric centers EMINA scale.
Making daily use of it is assessed the risk for pressure ulcers. A plan of nursing (PAE) focused
on the prevention of these injuries so feared in geriatric centers is designed. As a support tool
prepares a brief, visual document enabling the multiprofessional team (gerontologists,
nurses, assistants) at a glance and in a practical way, to have guidelines and steps forward
against a diagnosis of risk or an ulcer for already established pressure.
Unify the actions for the prevention of pressure ulcers, facilitates the work of the
professionals involved in nursing homes is a challenge for all clinical staff both gerontologists,
medical assistants or nurse / as, with eyes always reduce the incidence pressure ulcers and
increase the quality of life for seniors.
1
INDICE
1. Introducción página 3
2. Objetivos página 9
3. Metodología página 10
4. Resultados página 11
5. Discusión página 34
6. Conclusiones página 35
7. Agradecimientos página 36
8. Bibliografía página 37
2
1. INTRODUCCIÓN
Las úlceras por presión constituyen en la actualidad un problema de salud que atañe
muy de cerca a la Enfermería, ya que el 95% de las lesiones son evitables. (1 bis). Reflejan la
calidad de cuidados de un centro y su tratamiento es más caro que la prevención. Existe
numerosa información acerca de esta temática, pero es relativamente reciente la valoración
epidemiológica de este fenómeno en nuestro país. Hasta el año 1999 tomábamos como
referencia datos referidos a otros países. Por eso en este año, el Grupo Nacional para el
Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP) realizó el
primer estudio en una comunidad autónoma (1) como preludio del primer Estudio de
Prevalencia de úlceras por Presión en el año 2001 (2).
Entre los resultados más relevantes destacan que un 84,7% de los pacientes con UPP
son mayores de 65 años, así como la relación entre mortalidad y la presencia de UPP (3).
Entre un 10 % y un 20 % de las personas mayores de 65 años se pueden considerar frágiles y
este porcentaje es superior al 50% en el grupo de mayores de 85 años, conocidos como
“oldest old” (los ancianos más ancianos) (4). Este colectivo presenta un elevado riesgo para
desarrollar úlceras por presión, que nos debe concienciar de la importancia que tiene el
aplicar las medidas de prevención de esta patología. (5)
En mi paso por las distintas unidades en las que he realizado mi periodo de Prácticum
me ha llamado la atención la cantidad de material y recursos que son utilizados para curar
este tipo de heridas y lo importante que es prevenirlas, ya que suponen en muchos casos una
estancia en el hospital prolongada por esta causa o el uso de servicios de atención primaria
durante un largo periodo de tiempo. En cambio, un entorno sin úlceras es un entorno donde
los cuidados son excelentes, donde se previenen todos los factores que pueden provocar una
herida.
Se define la úlcera por presión según la GNEUPP como "lesión de origen isquémico
localizada en la piel y tejido subyacentes, producida por la acción combinada de factores
extrínsecos, entre los que se destacan las fuerzas de presión, tracción y fricción, siendo
determinante la relación presión-tiempo. Colina en 1988 define las úlceras por presión por
presión como “lesión de origen isquémico producida por el daño tisular debida a una
compresión prolongada de la piel entre una prominencia ósea y un plano duro". Esta
definición nos plantea dos factores fundamentales en la aparición de las UPP: el origen
Isquémico de la lesión y la existencia de dos fuerzas enfrentadas.
Otra definición propuesta por Armendáriz en 1999 la describe como: “lesión de origen
isquémico localizada en la piel y tejidos subyacentes con pérdida de sustancia cutánea,
producida por una lesión prolongada o fricción entre dos planos duros, uno pertenecientes al
paciente y otro extremo a él”.
Es un área de piel que se destruye cuando una persona permanece en una sola
posición por mucho tiempo sin desplazar el peso. Esto con frecuencia sucede cuando la
3
persona está postrada a una silla de ruedas o a una cama aún por un corto período de tiempo
(por ejemplo, después de una cirugía o lesión).
Blanco, 2003 las define como “La úlcera por presión es una lesión de la piel, producida
secundariamente a un proceso de isquemia, que puede afectar y necrosar aquellas zonas de
la epidermis, dermis, tejido subcutáneo y músculo donde se asientan, incluso pudiendo llegar
a afectar articulación y hueso.
Personalmente, he escogido este tema de las Úlceras por Presión, por mi especial
interés en los pacientes geriátricos. Nuestra responsabilidad como enfermeras es
proporcionar cuidados para que los pacientes obtengan el máximo beneficio y ofrecer la
mejor calidad. En este caso, el establecer medidas de prevención se erige como principal
estrategia de cuidados. Para que estas medidas tengan éxito debemos detectar a los
pacientes de riesgo y capacitar a todos los profesionales implicados en su cuidado.
Las escalas de valoración del riesgo para el desarrollo de UPP son instrumentos
objetivos que miden el riesgo de un paciente de desarrollar lesiones por presión y facilitan la
gestión de material de prevención. Algunas de las escalas utilizadas son: Norton, Waterlow,
Braden scales y EMINA. Todas ellas identifican el riesgo de forma sistemática. Una vez
identificado éste, debe definirse la guía de actuación, los criterios de resultados esperados y
las situaciones en las que deben hacerse cambios en el tratamiento establecido.
La amplitud de las guías de actuación en contextos prácticos en los que los recursos
humanos y temporales son escasos, dificulta su aplicación de manera sistemática unificando
criterios para todos los profesionales.
Visto esto, con este Trabajo Fin de Grado, pretendo elaborar una guía breve para los
profesionales de salud con el fin de agilizar y hacer más práctica la valoración inicial de un
paciente que ingresa en un centro geriátrico. Elaborar un plan de cuidados estandarizado
interrelacionando los problemas de los pacientes con los resultados e intervenciones
enfermeras utilizando la taxonomía NANDA, NOC, NIC. (6), (7), (8).
4
El que se presente una UPP en un paciente residente del centro, significa el tener que
hacer uso de materiales costosos para el centro, aumentar los tiempos de cuidados,
insatisfacción, demandas… Si disminuimos el número de residentes afectados por este
problema, la evaluación de los cuidados repercutirá en la aplicación de medidas de criterios
de:
Eficacia: que según la Real Academia Española es la capacidad de lograr un efecto que
desea o se espera, pero en la economía de la salud, significa la capacidad de lograr el
resultado deseado o esperado en condiciones ideales.
No debemos olvidar que la Salud es un bien muy preciado, que hay que cuidar, de
manera que se utilicen los mínimos recursos para dar solución a los problemas que se nos
presentan.
A pesar del avance de la Medicina y los servicios sanitarios, las Ulceras por Presión
(UPP), siguen siendo un gran problema; se producen en pocas horas y pueden tardar meses
en curarse, presentan una morbimortalidad asociada importante y una grave afectación en la
calidad de vida de quién las padece y de mayores cuidados por parte del personal implicado
en su cuidado.
Las imágenes de los diferentes grados que existen de úlceras por presión, ilustran los
distintos tipos de medidas de prevención y actuación como de cambios posturales,
hidratación, alimentación, etc. Se adjuntan imágenes correspondientes a los distintos
estadiajes de las úlceras por presión, ya que el modo visual es un modo efectivo para poder
detectar el problema precozmente. (9)
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Tabla 1. Características del anciano frágil (10), (11
ANCIANO FRAGIL
Ser mayor de 80 años
Vivir solo
Haber perdido recientemente a su pareja (menos de un año)
Padecer enfermedad crónica invalidante como: ACV, Parkinson, Artrosis…
Déficit visual o/y auditivo
Haber padecido alguna caída en este último año
Polifarmacia
Ingreso en el hospital en el último año
Padecer deterioro cognitivo o demencia o depresión
No disponer de suficientes recursos económicos
No disponer de un adecuado soporte social
Se define en la guía GNEUPP como úlcera por presión toda lesión de la piel producida
por una presión mantenida sobre un plano o prominencia ósea causando una isquemia que
provoca degeneración de la dermis, epidermis, tejido subcutáneo, pudiendo afectar incluso
músculo y hueso.
La mayoría de las lesiones se producen por la acción combinada de factores extrínsecos entre
los que destacan: las fuerzas de presión, tracción y fricción.
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LAS FUERZAS DE FRICCION
Se generan cuando la superficie roza con otra, dañando la unión dermo-epidérmica.
ESTADIO I: Alteración que se observa en piel íntegra, relacionada con la presión, manifestado
por eritema que no palidece al presionar. Puede presentar cambios en comparación con área
del cuerpo no sometida a presión en cuanto a temperatura, consistencia y/o sensaciones.
ESTADIO II: Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a epidermis, dermis o ambas. Es
una úlcera superficial que tiene aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.
ESTADIO III: Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido
subcutáneo. Puede extenderse hacia abajo pero no a la fascia subyacente.
ESTADIO IV: Pérdida total del grosor de la piel, con destrucción extensa, necrosis del tejido o
lesión en músculo, hueso o estructuras de sostén (tendón, cápsula articular…). En este caso
como en el III, pueden presentarse lesiones con cavernas, tunelizaciones o trayectos sinuosos.
7
1.2.3. Tipos de tejido
8
2. OBJETIVOS
Como objetivo principal se pretende elaborar un documento breve que recoja los
apartados esenciales de un plan de cuidados de enfermería, centrado en la prevención de
úlceras por presión basado en criterios de actuación de evidencia científica.
.
Entre los objetivos específicos se encuentran:
1. Presentar una escala de valoración de riesgo de UPP aplicados a los pacientes ancianos
2. Proponer un plan de cuidados estandarizado para estos pacientes vinculados a los DxE
Riesgo de úlceras por presión o deterioro de la integridad cutánea o a problemas de
colaboración o interdependientes como demencia, inmovilidad, enfermedad de
Alzheimer.
3. Unificar la estandarización de cuidados para cumplir los objetivos de equidad, eficacia,
eficiencia y efectividad además de la satisfacción de profesionales y pacientes.
9
3. METODOLOGÍA
Una vez realizada la revisión bibliográfica, se elige la población diana que son personas
ancianas residentes en una institución que mantengan una presión continua mayor a dos
horas o personas en situación terminal y a todas las personas que presenten algún factor de
riesgo.
Descripción
de escala
Principales
hallazgos
estudios
previos
Escala
EMINA
Elaboración
de PAE
Presentación
defensa
10
4. RESULTADOS
4.1. Presentación de escalas de valoración del riesgo de padecer úlceras por presión
Entre estas medidas cobra vital importancia la detección precoz de riesgo de úlceras
por presión empleando instrumentos de valoración de eficacia probada (escalas) para
instaurar planes de cuidados basados en evidencia científica.
11
Tabla 2.Fuente.http://www.ayudasdinamicas.com. Escala de Norton
12
4.1.1. Utilización en nuestro medio de la escala EMINA
Según un estudio de Carmen Fuentesalz realizado en diez hospitales del Institut Catalá
de Salut ubicados en Cataluña durante los años 1998 y 1999 a enfermos ingresados en las
diferentes unidades de corta estancia (área de urgencias, etc.) y en unidades de pediatría y
neonatología, en concreto a 1172 pacientes, para evaluar la fiabilidad de la escala EMINA, se
concluyó que "La escala EMINA© tiene una gran fiabilidad, por lo que puede ser utilizada por
diferentes enfermeras en los centros asistenciales, y ha resultado ser válida para identificar a
los enfermos ingresados en hospitales de agudos que tienen riesgo de desarrollar úlceras por
presión". (16)
Toda esta reflexión nos suscita plantear la utilización de una nueva escala, hasta el
momento poco utilizada en nuestro medio, con el objetivo de prevenir las úlceras por presión
de nuestros pacientes y seguir los criterios estratégicos planteados por la GnauPP.
La escala que propongo utilizar, llamada EMINA, se diferencia de las escalas hasta
ahora conocidas en Navarra, en que valora los siguientes ítems: el estado mental, la
movilidad, la humedad, la nutrición y la actividad.
La nutrición es para la OMS " la ingesta de alimentos en relación con las necesidades
dietéticas del organismo" y la actividad "se considera actividad física cualquier movimiento
corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía".
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Tabla4. Fuente: http://atensalud.blogspot.com.es/2012/11/ulceras-por-presion-upp.html.Escala EMINA
La primera valoración se realiza el día del ingreso en la residencia con posterior revisión
una vez cada dos semanas en situaciones normales y una vez cada semana con posterior
registro en libro de registro de UPP:
Perdida de movilidad de cualquier origen
Post ingreso hospitalario
Reposo prescrito
Desnutrición
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4.2.2. Prevención de las úlceras por presión
15
Vinculado a DE. Riesgo de deterioro de la movilidad o síndrome de desuso
16
4.2.2.3. Control de exceso de humedad
Para la noche se les pondrá a los residentes incontinentes doble pañal, cortando la
parte exterior del absorbente en contacto con la piel para tener mayor
absorbencia. Se cambiará según el testigo de saturación del absorbente exterior.
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4.2.2.4. Cambios posturales
los puntos clave son cabeza, cintura escapular-hombros, codos, muñecas, cintura
pélvica-caderas, rodillas y tobillos.
Nos permiten controlar grandes segmentos corporales con relativo poco esfuerzo.
Informarse del grado de dependencia de la persona.
Explicar el movimiento y solicitar la colaboración de la persona.
Solicitar ayuda a los compañeros cuando sea necesario.
Si el movimiento se realiza entre varios se debe dar una orden única y precisa.
Reducir al mínimo los roces entre la persona y la superficie sobre la que se está
moviendo: a la hora de movilizar a la persona a la posición deseada es preciso
evitar fricciones y sacudidas repentinas o bruscas.
No levantar el peso de la persona si se puede deslizar o girar.
La cama deberá estar preparada con una “entremetida” (sábana doblada a su largo
por la mitad). Se coloca debajo del paciente de forma que llegue desde los muslos
hasta los hombros. Para manejar al paciente con la entremetida ésta se enrollará
por los laterales sujetándola fuerte lo más cerca posible del paciente, pudiendo así
moverlo hacia cualquier lado de la cama sin fricciones.
Cuando se realicen las movilizaciones la cama debe estar plana, en caso de que el
paciente deba tener el cabecero elevado se elevará una vez terminada la
manipulación y no más de 30º.
El paciente debe quedar centrado en la cama para evitar que quede apoyado
sobre la pared o las barandillas.
Mantener al paciente en posición fisiológica.
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Posiciones terapéuticas
Decúbito Supino:
Almohadas:
Una debajo de la cabeza y hombros. Una bajo los gemelos (evitando el contacto de
los talones con el colchón y la hiperextensión de rodillas).
Una en la planta del pie (antiequino).
Si existe mucha lordosis en la zona lumbar otra.
Bajo los brazos, manteniéndolos paralelos al cuerpo, alcanzarán hasta la zona
externa de los muslos para evitar la rotación externa de trocánteres
Precauciones:
La cabeza mirando hacia arriba en posición neutra alineada con el cuerpo.
Evitar la híper extensión de rodillas. Codos y manos en ligera flexión.
Evitar rotación de trocánteres.
Almohadas:
Una bajo la cabeza
Una en la espalda
Otra entre las piernas desde la ingle hasta el pie
Otra bajo el brazo superior
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Precauciones:
La espalda queda apoyada formando un ángulo de 30º.
las piernas quedarán en ligera flexión .
Los pies formando ángulo recto con la pierna.
Las manos y brazos quedarán ligeramente flexionados.
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Mantenimiento y uso de superficie especial para el manejo de la presión (SEMP).
Colchones de reemplazo:
Sobrecolchones:
Cojines:
Mantener plano y en lugar seco.
Mantener siempre con sus fundas originales.
Evitar el contacto directo entre el paciente y la superficie del cojín para minimizar
riesgos de alergias y un mayor deterioro de la superficie.
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Particularidades:
Cojín de aire:
La válvula de aire siempre hacia delante (observar que no quede comprimida bajo
el paciente), celdas de aire hacia arriba, base plana en el asiento.
Ajuste correcto: paciente “sumergido” en el cojín, sin que llegue a tocar el fondo
(entre la prominencia ósea que haya penetrado más profundamente y la base del
cojín debe quedar aproximadamente 1´25 cm. – nuestros dedos-)
El cojín se lavará (al menos una vez en semana o siempre que se ensucie) con
jabón neutro o antiséptico, con un paño húmedo, enjuagar con agua clara y dejar
secar al aire libre.
NO USAR DETERGENTES, DISOLVENTES, ACEITES NI CALOR, deterioran con más
rapidez la superficie. La funda se lava a máquina, máx. 30º, no planchar.
Pierde sus propiedades cuando hay fuga de aire por pinchazos o deterioro del
material.
Cojín de flotación líquida:
Se limpiará con jabón neutro o antiséptico al menos una vez en semana o siempre
que se ensucie. Secar con un trapo. Se debe girar (diariamente) y voltear (cuando
se le cambie la funda) para tener un desgaste más homogéneo, pero manteniendo
siempre la parte antideslizante de la funda hacia abajo.
VALORACION
Observar la UPP:
• Estadio (según clasificación.....)
• Localización.
• Tamaño.
• Base:
- Exudado
- Granulación
- Necrosis (seca)
- Esfacelos (necrosis húmeda)
- Infección: Inflamación, exudado purulento, calor, dolor, mal olor,
decoloración del tejido de granulación, tejido de granulación hemorrágico.
1. Lavado de manos.
2. Limpieza de la herida:
- Irrigar con suero salino 0,9% sin frotar
- No utilizar antisépticos de manera sistemática
3. Desbridamiento de la herid: el desbridamiento es imprescindible para la buena evolución
de las heridas necrosadas.
Tipos de desbridamiento:
- Autólitico. Está basado en la cura húmeda. Consiste en aplicar geles o apósitos que
aportan humedad para favorecer que los macrófagos, neutrófilos y enzimas orgánicas
destruyan el material necrótico. En los casos de exceso de exudado se puede utilizar
un Alginato.
Todas las úlceras están contaminadas por bacterias, lo cual no significa que están
infectadas. Habrá que procurar por tanto:
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Realizar cultivos, si la úlcera no evoluciona favorablemente y tiene signos de
infección local.
Iniciar tratamiento antibiótico una vez identificado el germen.
Rellenar las cavidades o tunelizaciones que pueda formar la úlcera, para evitar que
se formen abscesos o cierres en falso.
Habrá que seleccionar el apósito adecuado teniendo en cuenta los siguientes aspecto
de la úlcera:
- Localización de la lesión.
- Gravedad de la lesión.
- Cantidad de exudado.
- Existencia de cavidades o tunelizaciones.
- Signos de infección.
- Estado de la piel circundante.
- Estado general del paciente.
- Disponibilidad de recursos.
- Relación coste-efectividad.
- Nivel asistencial.
En cuanto a las propiedades del apósito deberá poder: absorber el exudado, favorecer el
desbridamiento, combatir la infección y combatir el dolor). En este mismo sentido, el apósito
ideal deberá reunir los siguientes requisitos:
- Ser biocompatible.
- Proteger la herida de agresiones: física, química y bacterianas.
- Mantener el lecho de la úlcera continuamente húmedo.
- Eliminar y controlar exudados y tejido necrótico mediante su absorción.
- Dejar la mínima cantidad de residuos en la lesión.
- Ser adaptable a localizaciones difíciles.
- Favorecer la cicatrización.
- Ser fácil de aplicar y retirar.
- Permitir el paso de vapor de agua.
24
Fuente: Comisión provincial de cuidados de Granada. Disponible en
http://www.centrosaludzaidinsur.es/html/materialdelacomision.html
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Fuente: Comisión provincial de cuidados de Granada. Disponible en
http://www.centrosaludzaidinsur.es/html/materialdelacomision.html
26
Elección del apósito según el estado de la UPP
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4.3. Esquema de integración de las taxonomías NANDA, NOC Y NIC que pretende guiar las
actuaciones posteriores definidas en el plan de cuidados
El análisis de la situación refleja que entre las fortalezas se incluye el interés de las enfermeras
y el resto de profesionales para trabajar en esta área. Aprovechando las oportunidades que
propician las guías de actuación se presenta un Plan de cuidados de fácil implementación
utilizando la terminología enfermera para realizar las intervenciones y evaluar los resultados
propuestos.
28
29
4.3. Esquema de integración de las taxonomías NANDA, NOC Y NIC que pretende guiar las actuaciones posteriores definidas en el plan de
cuidados
Paciente orientado y consciente Autonomía completa para cambiar de Tiene control de esfínteres o lleva sonda Toma la dieta completa, nutrición enteral o Autonomía completa para caminar
posición en la cama o en la silla vesical permanente, o no tiene control de parenteral adecuada. Puede estar en ayunas hasta
esfínter anal pero no ha defecado en 24 horas 3 días por prueba diagnóstica, intervención
quirúrgica o con dieta sin aporte proteico.
Albúmina y proteínas con valores iguales o
superiores a los estándares de laboratorio
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Letárgico o Limitación Urinaria o fecal Incompleta Siempre
hipercinético Importante habitual precisa ayuda
Tiene incontinencia urinaria o fecal, o Diariamente deja parte de la dieta (platos
tratamiento evacuador no controlado proteicos). Albúmina y proteínas con valores
Letárgico (no responde órdenes) o Siempre necesita ayuda para cambiar Deambula siempre con ayuda (bastones, soporte
iguales o superiores a los estándares de
hipercinético por agresividad o de posición humano, etc.)
laboratorio
irritabilidad
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5. DISCUSIÓN
Si bien es cierto que hay que contemplar que en un alto porcentaje de ancianos
que sufren este proceso, la característica asociada a fragilidad es la que aumenta esa
probabilidad de padecer una úlcera por presión, es deber de Enfermería y de las
instituciones que están al cargo de dicha población el cuidar todos los factores de
riesgo y no dejar que aumenten las cifras de incidencia. No hay que dar aliento al
fracaso preventivo que supone cada caso nuevo de úlcera por presión. (19)
34
todos los trabajadores puede mejorar a lo largo del tiempo gracias a las experiencia y
la formación.
La eficacia de los cuidados va a depender de la coordinación inerdisciplinar que incluye
una comunicación constante entre el equipo y el paciente y familia, teniendo en
cuenta siempre las preferencias personales y las necesidades únicas de cada paciente.
6. CONCLUSIÓN
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7. AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer el haber hecho posible concluir este trabajo a Raquel Sáenz,
persona que me ha guiado, apoyado y asesorado.
También a toda mi familia, que han creído en mí y han animado a que curse la
carrera de Enfermería tanto en mi país Ucrania, como aquí. Ha sido duro, pero me
llevo amigas y muchas buenas sensaciones de esta universidad y de Pamplona.
Una especial mención al nuevo miembro de mi familia, Alexander, que siga con
salud y que crezca feliz.
A Slavik que trabaje duro como para ser alguien en esta vida y a Roman, que la
vida nos llene de felicidad y cariño, para seguir durante toda la vida juntos.
36
8. BIBLIOGRAFÍA
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17. Guía de actuación del Hospital Ramon y Cajal. disponible en el siguiente enlace.
http://www.gneaupp.es/app/adm/publicaciones/archivos/31_pdf.pdf
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