Sentencia Sala Civil Sobre Rectificacion 19

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 13

Ponencia de la Magistrada Dra.

 MÓNICA GIOCONDA MISTICCHIO TORTORELLA


 
En el proceso que por rectificación de acta de defunción del ciudadano ALEXI JOSÉ
RAMÍREZ YENDIZ, sigue la ciudadana ANYELIANA BÁRBARA MELENDRES
VIRELLES, titular de la cédula de identidad N° E-84.603.894, actuando en representación
de su menor hija, cuya identidad se omite de conformidad con lo previsto en el artículo 65
de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, representada
judicialmente por el abogado Augusto Ramón González Ramos, inscrito en el
INPREABOGADO bajo el N° 106.895; el Juzgado Primero de Primera Instancia de
Mediación, Sustanciación y Ejecución de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, mediante sentencia publicada el 18 de octubre
de 2018, admitió y declaró con lugar la solicitud presentada.
 
Contra dicho fallo, interpuso recurso de apelación la ciudadana CARMEN ISABEL
BETANCOURT ROJAS, titular de la cédula de identidad N° 5.231.435, quien
representada judicialmente por los abogados Jesús Enrique Arismendi y Vicente Ramos
Chacón, inscritos en el INPREABOGADO bajo los Nos 125.543 y 63.771, respectivamente,
en su condición de viuda del ciudadano Alexi José Ramírez Yendiz (†), actuando en su
propio nombre y “en representación sin poder de sus hijos, ciudadanos ALEXIS GABRIEL
RAMÍREZ BETANCOURT y JESÚS ALEXIS RAMÍREZ BETANCOURT”, venezolanos,
mayores de edad y titulares de las cédulas de identidad N os 24.873.395 y 26.766.256,
correlativamente, alegó ser parte interesada en la solicitud de autos. La apelación ejercida
fue conocida por el Tribunal Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario, Marítimo
y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado
Sucre, quien mediante fallo proferido el 17 de enero de 2019, declaró sin lugar la apelación
y, en consecuencia, confirmó la decisión recurrida.
 
El 24 de enero de 2019, la representación judicial de la ciudadana Carmen Isabel
Betancourt Rojas, anunció recurso de casación contra la decisión de la alzada, el cual fue
admitido el 28 de enero de 2019 y formalizado de forma oportuna. No hubo impugnación.
 
El 7 de mayo de 2019 se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la Magistrada
Mónica Gioconda Misticchio Tortorella, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
 
Por auto del 21 de mayo de 2019, fue fijada la audiencia oral, pública y contradictoria
prevista en el artículo 489-F de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, para el día martes 25 de junio de ese mismo año, a las once y treinta minutos
de la mañana (11:30 a.m.), la cual resultó posteriormente diferida para el 16 de julio de
2019, a las once y treinta minutos de la mañana (11:30 a.m.).
 
Celebrada la audiencia en la fecha indicada, y emitida la decisión en forma oral e
inmediata conforme a lo establecido en el artículo 489-G de la Ley antes referida, esta Sala
procede a publicar el extenso de la misma en los términos siguientes:
 
-ÚNICO-
CASACIÓN DE OFICIO
 
En aplicación de los postulados constitucionales establecidos en los artículos 257 y
258 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a objeto de garantizar
una recta y sana administración de justicia, y de acuerdo con lo dispuesto en el criterio
sentado por la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N°
1.353 de fecha 13 de agosto de 2008 (caso: Corporación Acros, C.A.), conforme al cual la
casación de oficio, más que una facultad discrecional, constituye un verdadero imperativo
constitucional, toda vez que “asegurar la integridad de las normas y principios
constitucionales es una obligación de todos los jueces y juezas de la República, en el
ámbito de sus competencias (ex artículo 334 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela)”, esta Sala, en atención a la facultad que le ha sido conferida en
el artículo 489-H de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, se
pronunciará sobre las infracciones de orden público o constitucional, que ha evidenciado en
el caso sub iudice, aun y cuando éstas no han sido expresamente denunciadas.
 
A tal efecto, importa destacar que la noción de orden público se encuentra recogida
en la decisión N° 1.666, proferida por esta Sala de Casación Social en fecha 30 de julio de
2007 (caso: Luis Fernando Marín Betancourt contra International Logging Servicios,
S.A.), entre otras, en cuya oportunidad se dejó establecido que:
 
Con el propósito de construir la base argumental que a criterio de esta Sala
motiva la revisión ex oficio del fallo recurrido es necesario recordar el carácter
de orden público del que están investidas las normas contenidas en la Ley
Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
 
En relación a la noción de orden público, es necesario esbozar algunas
consideraciones previas, partiendo para ello del criterio sostenido a este
respecto por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
decisión N° 877 del 05/05/2006, así:
 
El orden público está integrado por todas aquellas normas de interés público,
que son de cumplimiento incondicional, que no pueden ser derogadas por las
partes y, en las cuales el interés general de la sociedad y del estado supedita el
interés particular, para la protección de ciertas instituciones que tienen elevada
importancia para el mantenimiento de la seguridad jurídica, tales como la
oportunidad para la contestación de la demanda, la apertura del lapso
probatorio, y la preclusión de los actos procesales, entre otras.
 
En tal sentido, la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, al definir
lo que debe entenderse por casación de oficio, ha determinado el carácter excepcional de su
aplicación, al precisar que “no se trata de un mecanismo instaurado en protección de
derechos e intereses particulares, sino para tutelar ciertas normas cuyo respeto el
ordenamiento considera esencial” (Sentencia N° 116/2002, caso: José Gabriel Sarmiento
Núñez).
 
Ahora bien, considerando que esta particular figura jurídica procede cuando se
observaren agravios constitucionales donde esté involucrado el orden público, aunque éstos
no hayan sido denunciados por las partes, aprecia esta Sala que en el asunto bajo análisis, la
casación de oficio encuentra su justificación al ser revisado el iter procesal, conforme al
cual se ha desarrollado la presente causa, evidenciándose lo siguiente:
 
Se inicia la causa mediante escrito interpuesto en fecha 17 de octubre de 2018, por la
ciudadana Anyeliana Bárbara Melendres Virelles, en su carácter de representante legal de
su hija, de siete años de edad, en el cual alegó que al momento de expedirse el certificado
de defunción del “padre biológico” de la niña, ciudadano Alexi José Ramírez Yendiz, ante
la Primera Autoridad Civil del Municipio Sucre del Estado Sucre, la persona que realizó el
trámite, quien era esposa del fallecido, no incluyó a la niña como hija del de cujus, por tal
razón solicita que sea corregida la omisión cometida en el certificado de defunción del
padre de su hija y que ésta sea incluida en el registro de defunción correspondiente.
Por auto del 18 de octubre de 2018, el Tribunal Primero de Primera Instancia de
Mediación, Sustanciación y Ejecución de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, admitió la solicitud interpuesta y declaró: “CON
LUGAR la solicitud de RECTIFICACIÓN DEL ACTA DE DEFUNCIÓN”, al considerar
obvio y procedente lo alegado y probado, ordenó librar oficio al Registrador Civil del
Municipio Sucre, Estado Sucre a los fines de que procediera a rectificar el acta de
defunción en comento incluyendo el nombre de la niña.
 
El 25 de octubre de 2018, compareció la ciudadana Carmen Isabel Betancourt Rojas,
en su condición de cónyuge del de cujus, ciudadano Alexi José Ramírez Yendiz, a objeto
de manifestar “me hago formalmente parte interesada en la presente solicitud de
rectificación de acta de defunción y en consecuencia vista la decisión dictada por este
Tribunal en la presente causa, APELO de la misma”.
 
Mediante auto del 29 de octubre de 2018, se acordó oír la apelación en un solo efecto
y cumplidos los trámites procesales pertinentes el 3 de diciembre de 2018, la prenombrada
ciudadana recurrente formalizó el recurso de apelación actuando en su propio nombre y “en
representación sin poder” de sus hijos, los ciudadanos Alexis Gabriel Ramírez Betancourt
y Jesús Alexis Ramírez Betancourt, supra identificados.
 
Celebrada la audiencia correspondiente, en fecha 9 de enero de 2019, se procedió a
publicar sentencia el día 17 de enero de 2019, en la cual se declaró sin lugar el recurso de
apelación y con lugar la solicitud de rectificación del acta de defunción, confirmando de
este modo la decisión apelada.
 
El 24 de enero la parte apelante, ciudadana Carmen Isabel Betancourt Rojas, anunció
recurso de casación, siendo éste admitido el 28 de enero de 2019 y debidamente
formalizado el 14 de febrero de 2019.
 
De todo lo anterior se colige que el objeto de la presente causa es la rectificación del
acta de defunción del ciudadano Alexi José Ramírez Yendi, en favor de la niña a quien se le
atribuye el carácter de hija del de cujus. 
 
Al respecto, es preciso destacar preliminarmente el contenido de los artículos 144,
145 y 149 de la Ley Orgánica de Registro Civil, los cuales estipulan:
Artículo 144: Las actas podrán ser rectificadas en sede administrativa o
judicial.
Artículo 145: La rectificación de las actas en sede administrativa procederá
cuando haya omisiones de las características generales y especificas de las
actas, o errores materiales que no afecten el fondo del acta.
Artículo 149: Procede la solicitud de rectificación judicial cuando existan
errores u omisiones que afecten el contenido de fondo del acta, debiendo
acudirse a la jurisdicción ordinaria.
 
Con base en los artículos precedentes, se verifica de la simple lectura del contenido
transcrito, que existen dos tipos de rectificación de actas, a saber, la administrativa y la
judicial, ello con fundamento en lo que se pretende rectificar, si es de simple trámite, como
por ejemplo la corrección de una letra, o si al contrario dicha rectificación, afecta el fondo
del acta en cuestión, es decir, si ello comporta un cambio de tal magnitud, que afecta los
derechos de quienes en ellas se enuncian o de algún tercero.
 
En tal sentido, de la revisión de las actas procesales en el presente asunto, se
evidencia que la rectificación se encuentra dirigida a que se incluya a la niña, cuya
identidad se omite, en el acta de defunción de quien en vida respondiera al nombre de Alexi
José Ramírez Yendiz, ello, en su condición de hija del de cujus. Es así como lo pretendido,
constituye un indiscutible cambio sustancial en el acta, pues no se trata de una simple
corrección, sino de una modificación que afecta su fondo.
 
En armonía, con los preceptos legales supra citados, se encuentran las normas
contenidas en la Ley especial aplicable al caso de marras, toda vez que se trata de un caso
perteneciente a la jurisdicción de protección de niños, niñas y adolescentes, cuya
competencia le está atribuida de conformidad con lo pautado en el artículo 177, parágrafo
segundo, literales i) y l), de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. Estas disposiciones, expresamente determinan que resulta de la competencia
del Tribunal de Protección el conocimiento de la rectificación y nulidad de partidas
relativas al estado civil de niños, niñas y adolescentes, sin perjuicio de las atribuciones de
los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescente, previstas en el literal f) del
artículo 126 del aludido texto legislativo, referidas a la inserción y corrección de errores
materiales cometidos en las actas del Registro Civil, así como cualquier otro de naturaleza a
fin en el cual los niños o adolescentes sean legitimados activos o pasivos en el proceso.
 
Por otra parte, el texto normativo en mención prevé que el procedimiento aplicable en
este tipo de causas es el de jurisdicción voluntaria previsto en el artículo 511 eiusdem, el
cual es del tenor siguiente:
Artículo 511. Aplicación
Los procedimientos sobre asuntos de jurisdicción voluntaria, entre ellos los
previstos en el Parágrafo Segundo del artículo 177 de esta Ley, se deben
tramitar conforme a lo dispuesto en este Capítulo, aplicando supletoriamente el
procedimiento ordinario, establecido en el Capítulo IV del Título IV de esta
Ley.
 
Adicionalmente, en este mismo contexto legal el artículo 512 de la Ley especial en
referencia, prevé:
 
Artículo 512. Audiencia
En los procedimientos sobre asuntos de jurisdicción voluntaria sólo se celebrará
una audiencia, la cual se rige por lo establecido para la audiencia preliminar en
el procedimiento ordinario contemplado en el Capítulo IV del Título IV de esta
Ley. En estos casos el juez o jueza -de mediación y sustanciación será
competente para evaluar las pruebas y dictar su determinación sobre lo
solicitado.
El Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes debe fijar, por auto
expreso, día y hora para que tenga lugar la audiencia, dentro de un plazo no
menor de cinco días ni mayor de diez días siguientes a aquel en que conste en
autos la notificación correspondiente. En caso de no ser necesaria la
notificación de persona alguna, la audiencia debe ser fijada a partir del día de
admisión de la solicitud.
Esta audiencia no puede exceder de un mes, salvo acuerdo expreso de las partes
o del o la solicitante según corresponda.
 
Aún más concretamente, en lo atinente a la rectificación de partidas, contempla el
artículo 516 eiusdem, lo siguiente:
 
Artículo 516. De los nuevos actos del estado civil
En caso de rectificación de partidas, salvo los referidos a la corrección de
errores materiales cometidos en las Actas del Registro Civil que son
competencia de los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, o
de establecimiento de algún cambio permitido por la ley de una partida de los
Registros del Estado Civil, el o la solicitante debe presentar copia certificada de
la partida, indicando claramente el cambio y su fundamento.
Adicionalmente, debe indicar las personas contra quienes pueda obrar el
cambio, o que tengan interés en ello, así como su domicilio y residencia.

Antes de proceder a notificar, debe publicarse un cartel en un diario de


circulación nacional o local, de conformidad con el artículo 461 de esta
Ley, emplazando para la audiencia a cuantas personas puedan ver
afectados sus derechos. Las personas contra quienes obre la solicitud y los
terceros interesados puedan formular sus oposiciones y defensas en la
audiencia. (Destacado de esta Sala).
 
Precisamente, en cuanto a la constitucionalidad de esta norma se pronunció la Sala
Constitucional de este máximo tribunal en sentencia N° 1.851 de fecha 28 de noviembre de
2018, dejando establecido que:
Se ADVIERTE a las Salas de Juicio de los Tribunales de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de todo el país, que ante una solicitud de rectificación de
partida que involucre a un niño, niña o adolescente, deberán decidir, como
punto previo, si la solicitud de rectificación de partida versa sobre verdaderos
errores materiales, y si así lo fuere remitir, en consecuencia, la solicitud al
Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 516 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes, o si por el contrario, cabe la intervención judicial al
tratarse de un error cuya solución debe obtenerse a través de la jurisdicción
voluntaria en aplicación de lo establecido en el artículo 511 eiusdem; ello con el
fin de evitar que ningún otro juez con la referida competencia aplique en los
casos de solicitud de rectificación de partidas de niños, niñas y adolescentes, el
procedimiento establecido en los artículos 768 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, en prevalencia de lo estatuido por la norma especial
contenida en el artículo 516 de la novísima Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes.
 
Aunado a ello, importa destacar que el artículo 178 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, contempla que:
 
Artículo 178. Atribuciones.
Los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes conocen de los
distintos asuntos y recursos de carácter contencioso conforme al procedimiento
ordinario previsto en esta Ley, aunque en otras leyes los mismos tengan
pautado un procedimiento especial. Los asuntos de jurisdicción voluntaria se
tramitan conforme al procedimiento de jurisdicción voluntaria
contemplado en esta Ley, aunque en otras leyes tengan pautado un
procedimiento especial. El otorgamiento de la adopción se tramita conforme al
procedimiento especial previsto en esta Ley. En los asuntos previstos en los
Parágrafos Tercero y Quinto del artículo 177. de esta Ley, deben aplicarse las
regulaciones específicas a dichas materias contempladas en esta Ley.
(Destacado de la Sala)
 
Del preámbulo de disposiciones legales que anteceden, resulta ostensible la grave
transgresión del orden público en la presente causa al haberse infringido por completo el
debido proceso y con ello vulnerado el derecho a la defensa, pues resulta evidente para esta
Sala que la Juez no cumplió con ninguna de las actuaciones contenidas en las normas
precedentemente citadas, es decir, no ordenó la publicación del referido cartel, no fijó
oportunidad para la audiencia única prevista en el artículo 512 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, no emplazó a quienes pudieran tener interés en
la causa, siendo que si la solicitante no asumió su carga de precisar contra quienes obraba la
solicitud, debió dictarse un despacho saneador de conformidad con lo pautado en el artículo
457 eiusdem, pues del acta de defunción consignada con la solicitud lucía evidente la
existencia de personas interesadas en cualquier modificación que pudiera sufrir dicha acta.
 
Por el contrario, en franco desafuero, obviando por completo el contenido de todas las
disposiciones citadas, el aquo procedió a declarar con lugar la solicitud en el mismo auto de
admisión. Tal conducta no fue corregida por el ad quem, quien declaró sin lugar la
apelación y confirmó el fallo impugnado, lo cual sin lugar a dudas, constituye una flagrante
violación al orden legal establecido.
 
En virtud de las consideraciones que anteceden, resulta imperativo para esta Sala
reponer la causa al estado de admisión de la solicitud, subsanando las omisiones a las que
se ha aludido supra, por lo cual deberá ordenarse la publicación del cartel al que hace
referencia el artículo 516, en concordancia con el artículo 461 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, para posteriormente emplazar debidamente a
los interesados a la audiencia única prevista en la Ley, todo lo anterior a los efectos de
restablecer el orden jurídico infringido.
 
Esta reposición constituye un remedio procesal que resulta absolutamente útil, toda
vez que como ha podido apreciarse si bien la cónyuge del de cujus pudo apelar del fallo, lo
cual podría asimilarse a una oposición, los hijos del de cujus no lograron comparecer a
ejercer el mismo derecho, ni nombrar apoderados a tales fines, aunado a ello, la finalidad
del cartel es también hacer el llamado de todos aquellos terceros desconocidos que pudieren
tener interés en la causa.
 
Finalmente, esta Sala no puede dejar pasar inadvertido que el juez en uso de las
facultades de dirección y tutela instrumental debe ordenar cuantas diligencias estime
necesarias para garantizar los principios rectores que rigen la materia, en tal sentido, llama
la atención de esta Sala que además de todas las transgresiones de orden
procesal supra advertidas, los juzgadores de instancia no verificaron antes de emitir la
sentencia que ordenó la rectificación de partida, si efectivamente el acta de inscripción de
nacimiento de la niña de marras, consignada como prueba del derecho que se reclama,
había sido emanada conforme al procedimiento previsto en los artículos 26 y siguientes del
Reglamento N°1 de la Ley de Registro Civil, en concordancia con los artículos 21 y
siguientes de la Ley para Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad, a objeto
de poder corroborar legalmente la filiación paterna que se le atribuye, asunto de meridiana
relevancia en el tema a decidir.
 
Al respecto, es menester recordar que la Ley para Protección de las Familias, la
Maternidad y la Paternidad, consagra el procedimiento a seguir en aquellos casos en que la
inscripción de nacimientos sea realizada por la madre que no esté unida en vínculo
matrimonial o unión estable de hecho, observándose de dichas disposiciones atinentes al
reconocimiento de la paternidad, lo siguiente:
 
Artículo 21. Cuando la madre y el padre del niño o niña no estén unidos por
vínculo matrimonial o unión estable de hecho, que cumpla con los requisitos
establecidos en la ley, y la madre acuda a realizar la presentación ante el
Registro Civil, deberá indicar el nombre y apellido del padre, así como su
domicilio y cualquier otro dato que contribuya a la identificación del mismo. El
funcionario o funcionaria deberá informar a la madre que en caso de
declaración dolosa sobre la identidad del presunto padre, incurrirá en uno de los
delitos contra la fe pública previsto en el Código Penal. En los casos en que el
embarazo haya sido producto de violación o incesto, debidamente denunciado
ante la autoridad competente, la madre podrá negarse a identificar al progenitor,
quedando inscrito el niño o niña ante el Registro Civil con los apellidos de la
madre. Con base al derecho a la igualdad y no discriminación y al principio del
interés superior de niños, niñas y adolescentes, tal circunstancia en ningún caso
será incluida en el texto del acta correspondiente.
 
Artículo 22. Realizada la presentación del niño o niña; el funcionario o
funcionaria competente elaborará inmediatamente el Acta de Nacimiento
respectiva. Dicho funcionario o funcionaria deberá notificar a la persona
señalada como padre del niño o niña, dentro de los cinco días hábiles siguientes
al acto de presentación, a los fines de que comparezca ante el Registro Civil a
reconocer o no su paternidad, dentro de los diez días hábiles a su notificación.
Los adolescentes de dieciséis años de edad o más tienen plena capacidad para
reconocer a sus hijos e hijas. También podrán hacerlo antes de cumplir dicha
edad con autorización de su representante legal o, en su defecto, con la del
Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Cuando el señalado
padre tenga menos de dieciséis años de edad, deberá intervenir en el presente
procedimiento a través de su representante legal.
 
Adicionalmente, el artículo 26 del Reglamento N° 1 de la Ley Orgánica de Registro
Civil, contempla:
 
Artículo 26
Inscripción de nacimiento conforme a la Ley de Protección de las Familias,
la Maternidad y la Paternidad
 
En virtud del interés superior de las niñas, niños y adolescentes y de su derecho
a la identidad, la presunción de filiación se hará valer por indicación de la
madre o el padre. Esta presunción será válida salvo prueba en contrario a cargo
de quien niegue la filiación.
 
En los casos de presentación de niño o niña por madre que no esté unida en
vínculo matrimonial o unión es estable de hecho, no se exigirá la
presentación del documento de identificación del presunto padre señalado
por la madre. El Registrador o Registradora Civil, hará la inscripción del niño
o niña conforme a los datos indicados por la madre, incluyendo la identificación
de quien haya sido señalado como el padre y elaborará inmediatamente el Acta
de Nacimiento, con el apellido del presunto padre y de la madre.
 
Dentro de los cinco días hábiles siguientes a la inscripción del niño o niña, el
Registrador o Registradora Civil notificará a la persona señalada como
padre, para que dentro de los 10 días hábiles siguientes a la notificación,
comparezca a reconocer o negar la paternidad que le está siendo atribuida.
 
De las disposiciones que anteceden se colige el carácter de “presunto padre” que se le
atribuye a la persona que la madre señala como progenitor, de modo que para obtener
certeza acerca de la filiación paterna debe agotarse el procedimiento administrativo que la
propia Ley contempla, al precisar lo siguiente:
 
Artículo 27. Si la persona señalada como padre comparece ante el Registro
Civil y acepta la paternidad se considerará como un reconocimiento
voluntario con todos sus efectos legales, dejando constancia del
reconocimiento en el expediente y en el Libro de Actas de Nacimiento
respectivo. En este caso, la autoridad civil expedirá nueva Acta de
Nacimiento que sustituirá la que fue levantada con la presentación de la
madre, la cual quedará sin efecto. La nueva acta no contendrá mención
alguna del procedimiento administrativo aquí establecido. En los casos en
que un hombre deseare el reconocimiento voluntario de una niña o un niño sin
que conste su relación parental en el certificado médico de nacimiento, podrá
solicitar ante el Registro Civil la experticia de Ácido Desoxirribonucleico
(ADN), cumpliendo con el procedimiento establecido en el presente capítulo,
de resultar positiva la experticia, se procederá a redactar el acta de nacimiento
dejando constancia de la identidad del padre.
 
De las actas procesales que cursan en el expediente no se evidencia que este
presupuesto haya sido constatado por los juzgadores de instancia a los fines de tener certeza
en torno al establecimiento de la filiación paterna.
 
En consecuencia, vistas las consideraciones supra realizadas, se insta a los distintos
integrantes del sistema de justicia que participaron en la presente causa, defensora pública y
jueces de instancia, a utilizar adecuadamente los mecanismos que el ordenamiento jurídico
prevé para las situaciones fácticas en él reguladas, a fin de evitar incurrir en los agravios
detectados, exhortándoles a que en el ejercicio de las atribuciones que les confiere la Ley,
actúen con apego al debido proceso.
 
DECISIÓN
 
Por las motivaciones precedentemente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia
en Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana
de Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: CASA DE OFICIO la
sentencia dictada el 17 de enero de 2019, por el Tribunal Superior en lo Civil, Mercantil,
Tránsito, Bancario, Marítimo y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre; SEGUNDO: ANULA todas las actuaciones a
partir del fallo del 18 de octubre de 2018, proferido por el Tribunal Primero de Primera
Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre; TERCERO: REPONE la
causa al estado de nueva admisión, en la que el juzgado competente deberá ejercer
proactivamente sus labores de saneamiento mediante auto motivado, tal como lo dispone el
artículo 457 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños Niñas y Adolescentes,
conforme a los términos precisados en esta decisión.
 
No hay condenatoria en costas, dada la dispositiva de la presente decisión.
 
No firman la presente decisión la Magistrada Marjorie Calderón Guerrero, ni el
Magistrado Danilo Antonio Mojica Monsalvo, al no haber presenciado la audiencia por
motivos justificados.
 
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial supra mencionada, a los fines
consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes referido,
todo ello conteste con lo previsto en el artículo 489-I de la Ley Orgánica para la Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes.
 
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los dos (02) días del mes de agosto de dos mil
diecinueve (2019). Años 209° de la Independencia y 160° de la Federación.
 
La Presidenta de la Sala,
 
 
 
  _______________________________
MARJORIE CALDERÓN GUERRERO
 
El Vicepresidente,                                                                             Magistrado,
 
 
 
_______________________________                     ____________________________
JESÚS MANUEL JIMÉNEZ ALFONZO                               EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ
 
 
                                                                                                                  Ma-
 
 
gistrada Ponente,                                                                           Magistrado,
 
 
 
 
____________________________________        _______________________________
MÓNICA GIOCONDA MISTICCHIO TORTORELLA      DANILO ANTONIO MOJICA MONSALVO
 
 
La Secretaria,
 
 
 
 _____________________________________

 MARÍA LUISAURYS VÁSQUEZ QUINTERO

 
 
R.C. N° AA60-S-2019-000078
Nota: publicada en su fecha a
 
 
La Secretaria,
 
 
 
 
 
 
 

También podría gustarte