Pinocho Final
Pinocho Final
Pinocho Final
Narrador: Había una vez, un dulce viejecillo carpintero llamado Geppetto, que gustaba de
elaborar juguetes y muñecos de madera, con dulce amor y soñando que eran juguetes
para un hijo suyo, hijo que nunca tuvo. En una ocasión, mientras dibujaba el rostro de uno
de sus muñecos exclamó.
Geppetto: Oh, qué feliz me siento entre todos estos muñecos, pero qué feliz sería si uno
de ellos fuera un hijo mío (Sale de escena con sus herramientas en la mano).
Pepe grillo: ¡Ah! Pobre Geppetto. Si tan sólo su deseo se cumpliera. (Aparece
mágicamente el hada azul)
Hada azul: Soy un hada mágica y por ser un buen hombre le concederé su deseo a
Geppetto.
Muñequito, muñequito
Muñequito de madera
Muñequito, muñequito
Muñequito de mi alma
Serás un niño de veras
Cuando llegue la mañana
Pepe grillo, Pepe grillo
Cuidará siempre tus pasos
Pepe grillo, Pepe grillo
El amigo verdadero
Te dará siempre la mano
Con cariño y con esmero
Soy el hada azul y te daré
El mejor de tus deseos
La mayor felicidad
El más bello de tus sueños
Narrador: Y terminando la canción con una hondeada de su varita mágica, el hada Azul
dio vida al cuerpo de madera de Pinocho. Al día siguiente Geppetto despertó y se llevó una
enorme sorpresa que lo llenó de alegría, encontró a su hermoso Pinocho de madera pero
lleno de vida. Seguía siendo de madera pero era ahora un niño con vida.
Pinocho: Hola, papá.
Geppetto: ¿Quién habla?
Geppetto: Oh pero Pinocho, ahora que eres un niño, deberás aprender cosas, tener
amiguitos, conocer de la vida, tendrás que ir a la escuela (Le da su mochila y sus útiles
para irse a la escuela)
Narrador: Es así que Geppetto decidió llevarlo a la escuela para que Pinocho creciera
como un niño normal, estudiara y aprendiera a leer, escribir y conociera nuevos amigos.
Geppetto: Anda, Pinocho. Corre hijo mío que tienes que entrar a la escuela.
Un buen día camino a la escuela unos tétricos personajes se cruzaron frente a Pinocho y
Pepe grillo.
Zorro: iNo vayas! Mejor ven al circo de marionetas a divertirte, ganarás mucho dinero,
jojojo.
Pinocho: ¡Cállate Pepe grillo! Con un día que falte a la escuela no pasará nada.
Narrador: En tanto lloriqueo apareció el Hada Azul, viendo llorar a Pinocho dulcemente le
preguntó:
Hada Azul: ¿Qué pasa Pinocho? ¿Por qué lloras tan desconsoladamente?
Hada azul: Estás mintiendo Pinocho, y tu nariz así quedará para que siempre recuerdes
que no deberás decir mentiras. Pero te daré una oportunidad para que demuestres que
eres un buen niño, y te dejaré salir.
Pepe grillo: Pinocho ¡Por favor! Sólo tienes una oportunidad para demostrarle al Hada
Azul que eres un niño bueno y que te conviertas en un niño de verdad.
Pepe grillo: Pero pinocho, ahora has dejado de ser un niño de madera, ahora eres un niño
burro, ¡Te han crecido orejas, te ha crecido cola!
Pinocho: Pepe grillo, qué tristeza la mía, ahora nunca más veré a papá Geppetto, ahora
no podré mirarle.
Pinocho: ¡Oh hermosa Hada Azul! No te pido nada para mi, te pido perdón por mi mentira
y por irme así de mi hogar, sólo te pido por favor que hagas feliz a papá Geppetto, que
perdone mi partida. Te pido que él y mi amigo grillito sean felices por siempre sin mí.
Pinocho: ¡Papá, papá ya soy un niño de verdad! ¡Mírame que ya soy un niño de verdad!
Geppetto: ¡Jo jo jo! ¡Pero qué feliz soy hijo mío, qué feliz soy Pinocho de mi corazón!
FIN