Qué Es La Gestión Por Resultados

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Gestión por resultados


Portada Economía y finanzas Por Gerencie.com en 28/01/2022

La gestión por resultados, también conocida como por administración por


objetivos, trata de mejorar la eficacia de una organización a través de una
mayor responsabilidad e involucración del empleado en su propia actividad.

Qué es la gestión por resultados.


La gestión por resultados se empezó a formular para evitar que la actividad
cotidiana atrapara a la empresa y le impidiera alcanzar sus objetivos
principales. Desde entonces ha sufrido una evolución constante y,
actualmente, se podría definir como un sistema de gestión dinámica de la
empresa que busca integrar sus objetivos de crecimiento y beneficio con la
necesidad de desarrollo, no sólo de la gerencia si no de cada uno de los
eslabones de la organización, unidades administrativas, sucursales, etc.
La gestión por resultado es parte de un plan estratégico conjunto, preciso,
conocido de antemano y bien definido en el tiempo que conduzca a unos
resultados realistas, posibles de alcanzar en el periodo de tiempo establecido.
A partir de este plan estratégico, que define los objetivos generales,  se
estructuran las responsabilidades a través de toda la organización, definiendo
objetivos específicos para cada departamento, sección e, incluso,  para cada
empleado.

Objetivos de la gestión por resultados.


La gestión por resultados, por tanto, ha de definir unos objetivos cuyos
resultados tengan una clara conexión en cascada con el organigrama de la
empresa.
Un sistema de gestión por resultados para ser eficaz ha de partir de objetivos
válidos para conducir a los resultados propuestos. En este sentido se acuñó el
término SMART para definir las características que un objetivo debe cumplir
(cada letra del término corresponde con la inicial en inglés de cada una de
estas características):

 Especifico (Specific)

 Medible (Measurable)
 Factible (Achievable), realista (Realistic)

 Con un plazo de ejecución (Time-related).

En la definición del plan de objetivos de una empresa, cada vez está más clara
la necesidad de la participación de los empleados para lograr su implicación en
su consecución, lo que normalmente conlleva una recompensa económica.

Ventajas de la gestión por resultados.


Entre las ventajas de un sistema de gestión por resultados, cabe destacar: la
garantía de que los administradores planifican, organiza y controlan su
gestión, haciéndola más eficaz; el compromiso del empleado y la mayor
eficacia y retribución del empleado que sabe exactamente cuál es su trabajo.
Las desventajas provienen de un sistema de gestión por resultados deficiente.
Un error habitual es que no todos los estamentos de la empresa estén
implicados en su implantación. También es frecuente que no se dediquen los
recursos necesarios ni para la elaboración de la documentación ni para su
explicación.
Por último,  objetivos  demasiado centrados en el corto plazo pueden limitar el
éxito de una gestión por resultados.

Es posible que te hayas planteado hacer algún cambio en la forma de


trabajar de tu empresa. Quizás has notado que hay cosas que no funcionan
y has pensado en reorganizar el funcionamiento de algunas áreas.

Por supuesto, siempre es buena idea corregir lo que no funciona. Pero hay
tendencias muy difíciles de cambiar. Sin un plan elaborado es probable que
no logres alcanzar tus objetivos.

Hoy queremos hablarte de una herramienta que sin duda te resultará muy
útil para lograr esa transformación con eficacia: la gestión de proyectos.

¿Sabes en qué consiste? ¿Quieres conocer qué beneficios aporta y cómo


puedes aplicarla? ¡Continúa leyendo! En las próximas líneas te lo
explicamos.
 

¿Qué es la gestión de proyectos?

Para comprender el concepto de gestión de proyectos, lo primero que


tienes que conocer es qué se entiende por proyecto en el entorno
empresarial. La explicación es muy sencilla: un proyecto no es más que la
suma de acciones que sirve para desarrollar una idea de negocio. No
olvides, en cualquier caso, que esa idea ha de tener viabilidad comercial y
financiera, y también ha de responder a una visión tanto corto como a
medio y largo plazo.

En este sentido, prácticamente cualquier cosa que haga tu empresa, desde


optimizar un proceso interno hasta ejecutar un trabajo externo que
encargue un cliente, puede considerarse un proyecto. Por eso los proyectos
son una parte fundamental de la actividad cotidiana de una compañía, y
garantizar su éxito es imprescindible para que todo vaya bien.

Sabiendo esto, es fácil entender que la gestión de proyectos son


las metodologías necesarias para planificar y dirigir los distintos procesos
incluidos en un proyecto. Es decir, todas las operaciones y acciones
diseñadas específicamente para lograr el objetivo de desarrollar esa idea.

La gestión de proyectos se basa en establecer, ejecutar y vigilar el


cumplimiento de logros específicos, alcanzables, medibles y realistas que
lleven a cumplir tareas útiles para la organización. Esto se hace con tres
objetivos siempre en mente:

 Controlar el inicio y la evolución de un proyecto.


 Detectar problemas que puedan surgir y encontrar maneras de
resolverlos.
 Conducir hacia la finalización y aprobación definitiva del proyecto.
Ventajas de la gestión de proyectos

La gestión de proyectos aportará una serie de aspectos positivos que


ayudarán a tu empresa a progresar:

 Maximiza la capacidad operativa de la compañía. Al gestionar los


proyectos se consigue aumentar la eficiencia del trabajo cotidiano,
ya que todas las tareas están ajustadas para incrementar su
productividad. Además, se fomenta la comunicación entre las
distintas áreas de la compañía, propiciando que todos los miembros
de tu organización sepan con todo detalle cuál es su responsabilidad
y puedan centrarse en ella. Todo esto se traduce en una reducción
tanto de tiempos necesarios para cumplir las tareas como de costes
asociados.
 Coordina los recursos. Esta mejora de la comunicación puede
ayudar, por ejemplo, a que las distintas áreas de la empresa que
trabajen con un mismo proveedor compaginen su actividad,
haciéndola más eficaz.
 Da una visión de conjunto de la empresa. Se puede transferir
conocimiento entre los distintos departamentos, evitando que actúen
de forma independiente. Con esto se logra conocer la capacidad real
del equipo de trabajo, además de identificar más rápidamente las
debilidades y riesgos para posibilitar su corrección, y de permitir dar
prioridad a las áreas que más lo necesiten.
 Permite reaccionar más rápido ante demandas cambiantes, debido
a que facilita la fluidez en el trabajo cotidiano.
 Aporta un punto de vista enfocado en el cliente, ya que el objetivo
último del proyecto es cubrir una necesidad específica que este
tenga, en la medida en que es el que aporta recursos económicos a
tu empresa. De esta manera se consigue mejorar la calidad, ya que tu
producto o servicio tendrá que adecuarse a las demandas de tus
consumidores.
 Facilita el aprendizaje del pasado. Con la gestión de proyectos se va
acumulando conocimiento sobre la manera adecuada de desarrollar
determinada tarea, lo que permite estandarizar algunos procesos. De
esta manera se hace más fácil, rápida y barata su repetición futura.
 Evita riesgos. Un proyecto bien gestionado reduce al mínimo la
posibilidad de fallos y errores que supongan sobrecostes.
 Mejora la imagen de la compañía. Como la gestión de proyectos
repercute en un servicio más eficaz, transmite una imagen de
profesionalidad, competencia y seriedad que puede ser muy útil para
que aumentes el valor de tu marca.

Todos estos motivos justifican que la gestión de proyectos tenga gran


importancia en la organización corporativa actual, aunque haya muchas
empresas que todavía no la tengan en cuenta. Pero cuando vayas a
implementar esta estrategia en tu empresa, debes tener en cuenta que no
hay una sola manera.

Tipos de gestión de proyectos

Existen numerosas metodologías a la hora de aplicar la gestión de


proyectos. Cuál elegir dependerá de las características y necesidades
concretas de tu empresa. A continuación te presentamos algunas de las
más populares:

 Secuencial tradicional. Se basa en ir completando las fases del


proyecto por orden, sin empezar la siguiente hasta que no se ha
completado la anterior. De esta manera se va generando un
documento de control en el que se puede ir verificando el
cumplimiento de los objetivos previstos. La principal ventaja es que,
precisamente, facilita la vigilancia por parte de los encargados de
asegurarse de que cada fase se cumpla. Como inconveniente, es
demasiado rígida y si en algún momento se encuentra un error
previo, es casi inevitable volver a empezar desde el principio.
 Metodología agile: Significa “ágil” en inglés, y su nombre deriva de
que no es una metodología estricta, en el sentido de que los
requisitos que va presentando la organización y las soluciones
propuestas no son constantes, sino que pueden ir cambiando con el
tiempo a medida que se va comprobando su eficacia. Reduce el
tiempo de planificación y es más flexible, aunque puede derivar en
sobrecostes en el presupuesto y no genera demasiada
documentación que sea útil en el futuro.
 Gestión de cambio. Las metodologías de gestión de proyectos que
se basan en esta tendencia se centran en planificar los riesgos en
tomar el control cuando estos cambios se producen. Algunas de las
más conocidas son Event Chain Methodology y Extreme Project
Management.
 Metodologías basadas en el proceso. Son métodos que enfocan el
trabajo como un conjunto de procesos interconectados, buscando
objetivos concretos para todos ellos. Por ejemplo, Lean
Manufacturing aspira a simplificar las tareas y a reducir los
desperdicios, Six Sigma pretende reducir a cero los errores en los
procedimientos, y la fórmula intermedia Lean Six Sigma intenta
combinar ambos enfoques.
 PMI/PMBOK. Son las iniciales de Project Management Body Of
Knowledge (cuerpo de conocimientos de la gestión de proyectos) y
del Project Management Institute, la entidad que lo ideó.
Posiblemente sea la más utilizada: divide la labor de gestión de
proyectos en cinco fases que explicaremos a continuación.

Fases de la gestión de proyectos

Siguiendo el plan de PMI, podemos distinguir las siguientes:

1. Análisis de viabilidad. Fundamentalmente se trata de determinar si el


beneficio que se obtendría al completar un proceso compensa la
inversión necesaria, analizando factores como el tiempo necesario,
los recursos que se gastarán y el coste económico requerido.
2. Planificación detallada del trabajo. Deberás enumerar con todo lujo
de detalles las tareas que pretendes realizar, el calendario de
ejecución de cada una y los recursos que necesitas para lograrlo.
3. Ejecución del proyecto. Aplica los conocimientos que tengas y que
hayas adquirido de proyectos anteriores para seguir la planificación
que hubieras definido en el punto precedente.
4. Seguimiento y control del trabajo. Es, quizás, la fase más
importante: se trata de vigilar si, en efecto, se está cumpliendo la
planificación y si se están alcanzando los estándares de calidad
esperados. De su resultado depende que el proyecto tenga éxito o
no.
5. Cierre del proyecto. Haz una última evaluación para confirmar que
todo ha salido como se esperaba, analiza los fallos encontrados y
toma nota de lo que hayas aprendido de cara a proyectos futuros.

Docunecta te ayuda en la gestión de tus proyectos

Las herramientas de gestión documental de Docunecta pueden resultar


muy útiles a la hora de poner en marcha tu plan de gestión de proyectos.
Nuestro software es capaz de gestionar todos los documentos que
necesites, desde informes hasta actas de reuniones pasando por facturas,
albaranes, fichas de cliente y cualquier otro archivo que pueda ser útil a tu
negocio. Así podrás controlar tus proyectos de manera colaborativa, con
orden, y garantizando siempre el acceso al personal que lo necesite.

Nuestras soluciones se adaptan exactamente a tus


necesidades, analizando qué servicios requiere tu operativa cotidiana para
lograr que tu empresa alcanza la máxima eficiencia en gestión documental
y de proyectos garantizando total seguridad, accesibilidad desde cualquier
lugar donde se precise y ahorro tanto de tiempo como de dinero.

¿Quieres conocer con detalle cómo conseguir que tu gestión de proyectos


suba a otro nivel? ¡Consúltanos! Estaremos encantados de atenderte y
solucionar cualquier duda.

Los programas y los proyectos son la base de muchas actividades empresariales.


Veámoslo como una metáfora: los proyectos son como trenes operados por
gestores de proyectos, que ayudan a impulsar el trabajo de un equipo para
alcanzar objetivos y llegar a la meta con un bien o servicio terminado.

Continuando con la metáfora, diríamos que un programa es como un conjunto de


trenes que circulan por diferentes vías, pero que se dirigen a la misma estación u
objetivo. El gestor de programas es el jefe de estación y se encarga de dirigir los
distintos trenes del proyecto.

¿Qué es la gestión de programas?

La gestión de programas es el proceso de administrar programas asociados con


objetivos empresariales que mejoran el rendimiento organizativo. Los gestores de
programas supervisan y coordinan los proyectos y otras iniciativas estratégicas en
toda la organización.

También ayudan a impulsar el cambio organizativo al ayudar con transformaciones


de metodología ágil, lo que incluye ayudar a implementar prácticas y principios
de DevOps. Los gestores de programas pueden coordinar las prácticas y los
procesos de gestión de programas con principios de metodología ágil como la
colaboración, la autonomía y la capacitación de los equipos, la entrega de valor a
los clientes y la adaptación a los cambios en el momento. Un gestor de programas
puede dar vida a la metodología ágil y DevOps para los equipos en programas
grandes o proyectos individuales al adaptar los programas a los requisitos y
oportunidades específicos de la empresa.
Un gestor de programas puede dar vida a la metodología ágil y DevOps para los
equipos en programas grandes o proyectos individuales al adaptar los programas a
los requisitos y oportunidades específicos de la empresa.
Gestión de programas frente a gestión de proyectos
La gestión de programas a veces se confunde con la gestión de proyectos. La
gestión de proyectos es el proceso de liderar un proyecto del que se encarga un
equipo para lograr ciertos objetivos, como la creación de un nuevo producto.

Un proyecto representa un único trabajo con un alcance específico y un resultado


definido. Los proyectos pueden ejecutarse durante varios años, pero su enfoque
principal sigue siendo el mismo. El éxito de un proyecto se puede medir mediante
la finalización de artefactos y entregas que van sumando para alcanzar objetivos
más generales de un programa.

La gestión de proyectos es el proceso de entrega de valor que hace avanzar un


programa de manera incremental. A pesar del énfasis que pone en los artefactos y
las entregas, la gestión de proyectos implica estrategia y planificación, ya que el
gestor de proyectos debe determinar cómo cumplir con los objetivos definidos al
inicio del proyecto. Cuando un proyecto está en marcha, el gestor de proyectos se
encarga de hacer un seguimiento del progreso, asignar recursos, gestionar los
riesgos y comunicarse con los interesados, entre otras cosas.

La gestión de programas implica administrar un programa con múltiples proyectos


relacionados. Dado que los programas están vinculados a iniciativas estratégicas, a
menudo son de larga duración y pueden ser permanentes. Los programas
continúan a través de los cambios organizativos, contribuyen a múltiples objetivos
y contienen muchos proyectos que entregan componentes específicos de la
iniciativa estratégica más amplia.

A grandes rasgos, un proyecto se suele centrar en la producción, mientras que un


programa se centra en los resultados.
Los proyectos tienen las siguientes características:
 Se componen de un conjunto de tareas con una entrega clara y una fecha límite
para su finalización

 Están relacionados con la creación, actualización o revisión de un documento,


proceso, resultado u otra unidad de trabajo

 Tienen un alcance predefinido que se limita a lograr un resultado específico

 Mejoran la calidad, la eficiencia, la gestión de costes o la satisfacción del cliente de


una manera específica y predeterminada

Los programas tienen las siguientes características:


 Plazos desconocidos o flexibles debido al gran alcance e impacto del trabajo, que
debe realizarse de forma continua durante un largo periodo de tiempo
 Múltiples entregas con dependencias interrelacionadas que pueden seguir
evolucionando en función de los cambios en las necesidades empresariales

 Una serie de entregas que se completan juntas para aumentar la eficiencia, la


precisión, la fiabilidad u otras necesidades empresariales

 El trabajo permite a la empresa alcanzar un objetivo o iniciativa empresarial a largo


plazo que se ejecutará a perpetuidad

 Si tienen éxito, ofrecen beneficios a largo plazo o desbloquean nuevas


oportunidades para la organización
¿Qué hace un gestor de programas?
Los gestores de programas deben equilibrar la entrega de artefactos, la
participación en las decisiones estratégicas, la gestión de las partes interesadas y la
mitigación de los riesgos en todo el programa. En un programa organizativo
totalmente consolidado, los gestores de programas deben poder resolver (o
ponerse en contacto con personas que puedan resolver) y planificar la mitigación
de cualquier problema que afecte a la iniciativa estratégica que buscan lograr.

Debido a la amplitud de sus responsabilidades, los gestores de programas


desempeñan un papel clave de habilitación en las empresas. Su función está
pensada para ser flexible, para poder abordar los diversos desafíos a los que se
enfrentan los equipos al pasar a la producción.

En el día a día, un gestor de programas puede llevar a cabo cualquiera de las


siguientes tareas:

Evaluar el estado de la cartera


El gestor de programas revisa y evalúa una cartera conectándose con los equipos
para identificar cualquier oportunidad de mejora o mitigación de riesgos. Estas
conexiones pueden ser charlas tomando un café o reuniones de equipo. El objetivo
del gestor de programas es mantenerse lo suficientemente conectado y
comprometido como para trabajar al mismo ritmo hacia los objetivos compartidos.
Esto incluye comunicarse con los equipos de los proyectos para asegurarse de que
los gestores de proyectos reciban apoyo y no tengan impedimentos.

Gestionar los riesgos


La gestión de riesgos es un elemento clave de la gestión de carteras. Los riesgos
pueden ser demoras respecto al cronograma del proyecto, cambios en los
requisitos o el descubrimiento de nuevas partes interesadas. El gestor de
programas debe estar al tanto de cualquier cosa que pueda afectar al progreso o
resultado del programa y los proyectos relacionados. Lo ideal es que el gestor de
programas tome medidas correctivas para reducir o gestionar los riesgos en la
cartera.

Ejecutar el programa
Los gestores de programas son responsables de ejecutar el programa, lo que
incluye:

 Gestionar los presupuestos y recursos en colaboración con los gestores de


proyectos
 Definir los parámetros y controles operativos

 Controlar los elementos centrales del programa que sientan las bases de los
estatutos del equipo y otros documentos fundamentales

Comunicarse con las partes interesadas


El gestor de programas se comunica con las partes interesadas para tener una idea
más amplia del contexto relacionado con los objetivos. Estas conversaciones
proporcionan información clave sobre el panorama general. Al colaborar con las
partes interesadas, el gestor de programas puede ayudar a guiar a los equipos de
los proyectos.

Perfeccionar el modelo operativo


El modelo operativo determina la forma en que los equipos progresan hacia sus
objetivos. Esto puede incluir la puesta en marcha de canales de comunicación y
métodos de creación de informes, la identificación de objetivos y el
establecimiento de prioridades en todo el programa. Durante el transcurso de un
programa, el gestor de programas optimiza el modelo operativo para aumentar las
probabilidades de éxito y reducir el impacto de los riesgos.

Servir de apoyo a las decisiones


La toma de decisiones adopta muchas formas, desde llevar a cabo una reunión con
los responsables de la toma de decisiones, hasta recopilar información de fondo
sobre qué decisiones hay que tomar o hacer un análisis comparativo de múltiples
opciones. Los gestores de programas pueden especializarse en diferentes áreas,
según sus puntos fuertes. El gestor de programas se encarga de evaluar los
resultados para identificar oportunidades de mejora en los sistemas, procesos o
resultados.

El enfoque y el alcance de cada gestor de programas determinan cómo se


involucra exactamente en estas prácticas.

¿Qué hace un gestor de proyectos?

El día a día de un gestor de proyectos puede incluir las siguientes actividades:

 Comprobar el estado de una entrega para determinar si se entregará a tiempo y


dentro del presupuesto

 Revisar una cola para identificar nuevos trabajos, supervisar las tareas existentes y
desbloquear elementos específicos para el equipo del proyecto
 Crear un plan que describa las oportunidades de comunicación y gestión de las
partes interesadas para alcanzar un hito específico

 Asegurarse de que el trabajo del proyecto cumpla con los requisitos de calidad y
fiabilidad definidos al inicio del proyecto

Como puedes ver, los gestores de programas y de proyectos se ocupan de tareas


muy relacionadas. La principal diferencia entre estas dos funciones es el alcance y
la ambigüedad:

 Los proyectos tienen un alcance estricto y se controlan desde el principio, mientras


que los programas tienen un alcance mayor que puede cambiar a lo largo de su
vigencia.

 Los proyectos tienen una ambigüedad limitada porque el éxito se define


claramente al principio, mientras que en los programas es necesario resolver la
ambigüedad para definir lo que se debe hacer y cómo conceptualizar el "éxito"
general del programa.

gestión operativa puede definirse como un modelo de gestión compuesto por un conjunto de tareas y
procesos enfocados a la mejora de las organizaciones internas, con el fin de aumentar su capacidad
para conseguir los propósitos de sus políticas y sus diferentes objetivos operativos.

Los objetivos operativos se derivan directamente de los objetivos tácticos, por lo que se


encuentran involucradas cada una de la actividades de la cadena de valor interno. Por lo
tanto, dentro de la gestión operativa quedan englobadas también las diversas gestiones de
producción, distribución, aprovisionamiento, recursos humanos y financieros.

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Alcance y funciones de la gestión operativa

La gestión operativa abarca cambios no solamente en la estructura de la organización, sino también en


el sistema de roles y funciones, lo cual tienen una notable influencia en cuestiones como la elección de
personal directivo y mandos intermedios. Asimismo, la gestión operativa influye en los procesos de
capacitación del personal, las relaciones entre los circuitos organizativos y la tecnología y
la introducción de innovaciones técnicas y estratégicas acordes con los proyectos en curso.

En línea con sus ámbitos de actuación, las principales funciones de la gestión operativa son:

  Análisis de los servicios. Fundamentalmente en lo que se refiere a la concordancia


entre los servicios ofrecidos o que se piensan ofrecer y los requerimientos de clientes y
proveedores. También implica el cumplimiento de las especificaciones técnicas propias
de cada producto o servicio y a las pruebas de su correcto funcionamiento.

 Análisis de los procesos. Gestión de los procesos técnicos y administrativos de la


organización  y el estricto cumplimento de leyes y normativas relacionadas con el
proceso de producción de artículos y prestación de servicios.

 Revisión de los modos de diseñar y dirigir. Enfoque estratégico basado en un proceso


continuo y permanente de los procedimientos más eficaces para la realización de
proyectos y la prestación de servicios, tratando de lograr los mejores resultados y la
máxima productividad y rentabilidad con el fin de optimizar al máximo los recursos.

En definitiva, la tarea esencial de la gestión operativa es el despliegue de recursos y capacidades para


obtener resultados concretos. En lo que respecta a la definición de lo objetivos, estos deben ser
acertados, realistas, concretos, cuantificables y medibles y que, sobre todo, se encuentren alineados con:
las posibilidades de la organización, su situación en el mercado, la posición que ocupa actualmente en
relación a la competencia y sus posibilidades y expectativas en el corto, medio y largo plazo.

La gestión operativa facilita la consecución de las


políticas de la empresa y sus objetivos
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Cómo incrementar el valor de la gestión operativa

La gestión operativa puede mejorarse significativamente implantando acciones y estrategias


encaminadas a:

 Conseguir un aumento de la cantidad o la calidad de las actividades en relación a los


recursos (personales, tecnológicos, de infraestructuras, etc.) empleados.

 Reducción de los costos fijos y extraordinarios para los niveles actuales de producción.

 Alcanzar una mejor identificación de los requerimientos y de la respuesta a las


exigencias y expectativas de los clientes.

 Realizar los cometidos de la organización con mayor imparcialidad.


 Incrementar la disponibilidad de respuesta e innovación.

Con el objeto de reestructurar las organizaciones actuales con los alineamientos y preceptos de una


gestión operativa innovadora, los directivos de las empresas deben analizar cinco cuestiones
principales:

1. Decidir qué productos y servicios ofrecer y qué pautas de actuación llevar a cabo para


comercializar y distribuir adecuadamente esos productos.

2. Diseñar las operaciones necesarias para producir esos productos o servicios con la


mejor calidad posible.

3. Utilizar y ajustar los sistemas administrativos de su organización, e innovar en ellos,


para aumentar la calidad, flexibilidad y productividad de los sistemas.

4. Atraer colaboradores nuevos para la realización de los objetivos de la organización.

5. Definir el tipo, grado y ubicación de las innovaciones que se consideren necesarias.

Para conseguir todas estas metas es muy importante especificar la misión y los objetivos de la
organización de forma simple, clara y general. A partir de este punto, se debe delimitar una jerarquía
de finalidades y metas que sirvan para orientar y dirigir en la línea correcta las actividades
operativas hasta llegar a los parámetros de calidad deseados en los productos o servicios, dentro de
unos márgenes adecuados de rentabilidad y productividad.

La importancia de la gestión estratégica se incrementa cuando la aparición de cambios o conflictos en el


sector, o bien de carácter legislativo o macro económico, hacen absolutamente necesaria la
innovación para adaptarse al nuevo entorno con posibilidades de éxito.

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