Las Plagas

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Se llama plaga a cualquier ser vivo que resulta perjudicial para otro ser vivo de

interés para el ser humano. Existen plagas de interés sanitario, tales como los
vectores de enfermedades humanas — y animales, tales como, mosquitos, pulgas o
garrapatas, y las plagas agrícolas que afectan las plantas cultivadas, así como las
cosechas, ya sean frescas o almacenadas.

Índice
1 Definición
2 Agricultura
3 Clasificación
3.1 Biológica
3.2 Importancia fitosanitaria
3.3 Por el tipo de daño que causan
3.4 Control
4 Véase también
5 Referencias
6 Enlaces externos
Definición
El concepto de plaga ha evolucionado con el tiempo desde el significado tradicional
donde se consideraba plaga a cualquier animal que producía daños, típicamente a los
cultivos. Actualmente se entiende como plaga la situación en la que un ser vivo, no
necesariamente un animal, produce mermas a los intereses de las personas: plantas
cultivadas, animales domésticos, materiales o medios naturales. Es decir, se ha
puesto el foco de la definición desde la especie que causa los daños a la situación
en la que esa especie está resultando dañina.[cita requerida]

La palabra «peste» deriva del latin, 'pestis'1 que se refiere a una enfermedad
contagiosa y grave que causa gran mortandad. Su uso para referirse a las plagas es
una traducción literal de la palabra inglesa pest. De ella ha derivado la palabra
«pesticida» como sinónimo de plaguicida.

Agricultura
Artículo principal: Plaga agrícola
En la agricultura, la palabra “plaga” se refiere a todos los animales, plantas y
microorganismos que tienen un efecto negativo sobre la producción agrícola.23Las
plagas prosperan si existe una fuente concentrada y fiable de alimento. Las medidas
que se utilizan normalmente para aumentar la productividad de los cultivos (por
ejemplo, el monocultivo de las variedades de alta producción, el cultivo múltiple
mediante la reducción o eliminación de los suelos descansados, el uso de los
fertilizantes, etc.) crean un ambiente favorable para las plagas. Por eso, en
cualquier agrosistema efectivo se requiere el manejo inteligente de los problemas
de las plagas.

En sentido estricto (en términos de la protección vegetal), el concepto de plaga


agrícola obviamente ha evolucionado junto al desarrollo de la ciencia y la
tecnología aplicadas a la agricultura, de tal manera que ha cambiado, por un lado,
la concepción que se tiene acerca de cómo clasificar a los organismos dañinos para
las plantas y productos vegetales y, por otro, qué tipo de organismos deben
incluirse como dañinos.

En cuanto a lo primero, todos esos entes bióticos que se pudiesen agrupar en


animales superiores (insectos, ácaros, nemátodos, aves y roedores), microorganismos
(viroides, virus, micoplasmas, bacterias y hongos) y plantas superiores (malezas),
que se clasificaban anteriormente como plagas (animales superiores), enfermedades
(daños o trastornos causados por microorganismos patógenos) y malezas, se incluyen
modernamente dentro del concepto de plaga.

Y en cuanto a lo segundo, durante muchos años se consideraba como plaga a cualquier


ente biótico que cumpliese cualquier tipo de relación alimenticia o de sustrato con
algún hospedante vegetal, sin evaluarse exactamente el grado de asociación con el
cultivo o con el producto agrícola almacenado, ni menos el grado de estabilidad de
la población con respecto al sustrato. Como consecuencia, en el pasado fueron
consideradas como plagas muchas especies asociadas de una u otra forma al
hospedero, incluyendo numerosas especies endémicas, esto es, raramente abundantes y
con densidades insuficientes para ser verdaderamente consideradas plagas, y por lo
tanto sin considerar su importancia económica (daños traducidos en pérdidas), ya
que en la actualidad, el concepto de daño económico producido por una plaga,
recurrente o no, en la calidad de la cosecha y/o en la vida útil de la planta
hospedante, es fundamental para decidir y definir la categoría como plaga de un
organismo, asociado regular o permanentemente a un cultivo.

Otro concepto de plaga deja a un lado la concepción según la cual la especie que se
considera como dañina debe señalarse como plaga per se, y establece que debe
entenderse como plaga una situación en la cual un ente biótico produce daños
económicos, normalmente físicos, a intereses de las personas (salud, plantas
cultivadas, animales domésticos, materiales o medios naturales); es decir, si
existe la especie potencialmente dañina y se dan las condiciones agroecológicas que
permiten el desarrollo de poblaciones que creen una situación de riesgo de pérdidas
de producción, se está ante la presencia de una plaga. Este es operativamente un
concepto ecológico de plaga, ya que considera que en condiciones ecológicamente
adversas, donde no se pueda desarrollar un número significativo de individuos
capaces de causar daño económico, el ente biótico potencialmente dañino no debe
considerarse plaga.

Este concepto permite separar el concepto de plaga de la especie animal que produce
el daño, evitando establecer clasificaciones de especies 'buenas' y 'malas', y
facilitando la explicación de por qué una especie es beneficiosa en un lugar y
perjudicial en otro.

Ambos conceptos son antropocéntricos e incluyen el elemento económico para separar


el instante en el cual una especie puede ser considerada como plaga; falta, sin
embargo, incluir el daño no medible desde el punto de vista económico, referido
principalmente a aquellos casos donde directamente el daño afecta actividades de
recreación y esparcimiento o a material de germoplasma de inmenso valor biológico,
tema este sobre el cual habría que profundizar.

En este sentido, actualmente, la comunidad internacional acoge la definición


siguiente para plaga:

“Cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para
las plantas o productos vegetales” [FAO 2018].4

Este enunciado define, en pocos términos, el concepto de plaga. Primeramente,


recoge bajo un mismo término a todos los entes bióticos que anteriormente eran
clasificados bajo diferentes categorías que indicaban en forma general a qué grupo
o grupos taxonómicos pertenecían y si se consideraban dañinos o potencialmente
dañinos. Por ejemplo, al indicar un organismo como maleza se entendía que era una
planta dañina. En segundo lugar, limita a categoría de plaga a todo aquel organismo
capaz de causar daño a las plantas y productos vegetales, aun cuando el término
“daño” no está definido en la fuente de la definición.

Clasificación

Las cucarachas o cualquier insecto casero es considerado una alimaña por el hombre.
Biológica
Las plagas pueden ser causadas por:
Malezas (plantas)
Patógenos (enfermedades producidas por virus, bacterias y/u hongos)
Artrópodos (insectos, arácnidos, ácaros, etc.)
Vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, etc.)
Importancia fitosanitaria
Plaga cuarentenaria: Plaga de importancia económica potencial para el área en
peligro cuando la plaga no existe aún o, si existe, no está extendida y se
encuentra bajo control oficial.
Plaga no cuarentenaria: Plaga que no se considera plaga cuarentenaria para un área
determinada.
Plaga reglamentada: Plaga cuarentenaria o plaga no cuarentenaria reglamentada.
Plaga no cuarentenaria reglamentada: Plaga no cuarentenaria cuya presencia en las
plantas para plantación influye en el uso propuesto para esas plantas con
repercusiones económicamente inaceptables y que, por lo tanto, está reglamentada en
el territorio de la parte contratante importadora.
Plaga forestal: Plaga propia de los productos forestales.
Plaga exótica: La que no existe en un área determinada.
Plaga A1: Plaga cuarentenaria exótica a un área determinada.
Plaga A2: Plaga cuarentenaria que está presente en un área, pero con distribución
limitada y mantenida bajo control oficial.
Por el tipo de daño que causan
Plaga directa: Cuando la especie daña a los órganos de la planta que el hombre va a
cosechar; es el caso de las larvas de las moscas de fruta que perforan los frutos o
el gusano de los Andes que ataca los tubérculos de la papa.
Plaga indirecta: Cuando la especie daña órganos de la planta que no son las partes
que el hombre cosecha; es el caso de las mosquitas minadoras que dañan las hojas
del tomate o de la papa mientras que los órganos que se cosechan son los frutos y
los tubérculos respectivamente.
Control
Para controlar los distintos tipos de plagas en agricultura, se usan los
insecticidas, que varían según su forma de actuar.

Estos insecticidas se clasifican por:

Contacto: sistema de obstruyendo los estigmas traqueales del insecto.


Ingestión: Produce envenenamiento en el sistema digestivo.
Sistemático: Consiste en que la planta absorba el insecticida haciendo que cuando
el animal se alimente de este muera.
Inhalación o asfixiantes: Asfixia al insecto.
Atracción y repulsión: Actúa atrayendo al insecto a probar la planta, una vez el
insecto se encuentra en la misma esta causa que el insecto sienta asco y se aleje.
Debido a que estos insecticidas han causado una gran alarma por sus efectos
medioambientales estos han tratado de ser sustituidos por insecticidas ecológicos
para que sea menor el efecto negativo que tienen estos en el medioambiente.

Véase también
Control biológico
Manejo de plagas
Manejo integrado de plagas
Plaga de topillos en Castilla y León de 2007
Endoterapia vegetal
Referencias
https://dle.rae.es/peste?m=form
<La polilla de la patata, el caracol del arroz y otras plagas invasoras que han
recalado en España , eldiari.es, 17 de febrero de 2017
Zepeda-Jazo, Isaac. Manejo sustentable de plagas agrícolas en México. Agricultura,
Sociedad y Desarrollo. 2018, vol.15, n.1, pp.99-108. ISSN 1870-5472.
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
2018. Glosario de términos fitosanitarios NIMF 5. Roma. 36 p.

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