Apunte Derecho Romano (Ii Parte)

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Bloque 2

DE LAS PERSONAS Y EL DERECHO DE LA FAMILIA, DERECHOS


PATRIMONIALES DERECHOS DE LAS OBLIGACIONES CONTRATOS Y
CUASICONTRATOS

1. PERSONA

La palabra "persona", los romanos habrían derivado de personae, voz latina con que se
denominaba a las máscaras que los actores usaban en el teatro romano, no sólo para
ampliar la voz, sino también para mostrar una actitud trágica o jocosa, según el papel
que les tocara representar en escena.

Entendiéndose por tal, la aptitud para ser titular de derechos y contraer


obligaciones.

2. CLASES DE PERSONAS
2.1. Persona Física

El nacimiento marca el comienzo de la existencia de la persona física. La legislación


romana exigía en lo relativo al nacimiento la concurrencia de ciertos requisitos.
Separado del claustro materno, es decir, cortado el cordón umbilical que lo unía al
vientre de la madre; el nacimiento se hubiera producido con vida; el nacido tuviera
forma humana.

El hombre, se extingue con la muerte, que lo mismo que el nacimiento son hechos que
deben ser probados por quienes invocan algún interés.

2.2. Personas jurídicas

Son los entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones que no son
personas físicas o de existencia visible y a los que se llama personas jurídicas,
ficticias o morales. Con capacidad jurídica a entidades patrimoniales destinadas a
un fin específico.

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3. ESTADO DE LIBERTAD Y CIUDADANÍA

Estado de Libertad; Es situación jurídica en que se hallaba una persona natural


respecto de su libertad.

Una persona es libre cuando no está sometida a la obligación legal, o consensual, de


servir a un dueño, y la libertad se consideraba como el atributo natural de las personas.

La persona libre era aquella con plena autonomía para actuar físicamente, sin el
consentimiento de nadie y atendiendo a sus capacidades.

Ciudadanía. La ciudadanía se otorga por concesión de la autoridad, podía beneficiar a


una persona determinada o a un grupo de personas y también a todos los habitantes de
una ciudad o región. Por estas concesiones colectivas todos los pobladores de Italia
adquirieron la ciudadanía romana.

Se extinguía la ciudadanía por ciertas condenas, como:

- La interdicción del agua y del fuego,


- La deportación,
- El destierro y
- También cuando el ciudadano voluntariamente abandonaba su ciudadanía de
origen para adoptar la de un país extranjero.

Esclavo, eran esclavos (servi) los que no poseían ese atributo natural de la
personalidad y estaban colocados bajo el poder o dominio de un hombre libre.

4. LA FAMILIA

La familia es el conjunto de personas que vive en una misma casa (domus) y que están
sujetas a la potestad de un mismo jefe o cabeza de familias, el paterfamilias “padre
de familia”.

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La unidad de la familia romana no radica en la sangre ni en el afecto, sino en la
potestad del padre de familia (patria potestas).

Padre es quien tiene esa potestad reconocida, y los que están sujetos a ella son sus
hijos, aunque no hayan sido engendrados por él; por eso, puede un paterfamilias tener
bajo su potestad a la esposa de su hijo, la cual toma entonces el lugar de una hija.

4.1. El parentesco

De conformidad con esa concepción de familia, los parientes son quienes están sujetos
a la potestad paterna. Ellos conforman la familia civil y el parentesco que los une se
llama «agnaticio», que es distinto del parentesco por sangre o «cognaticio».

4.1.1. Parentesco agnaticio.

Hay parentesco agnaticio entre padres e hijos, (NO NECESARIAMENTE EN


RELACIÓN DE SANGRE) pero si un hijo sale de la potestad paterna, por haber sido
emancipado, pierde ese parentesco; la mujer casada que entre bajo la potestad de su
suegro o de su marido, deja de ser pariente agnada de la familia de su padre y se hace
agnada de la familia de su suegro o marido.

4.1.2. Parentesco cognaticio.

El parentesco cognaticio o natural (parentesco Consanguíneo), es el que se establece


por la sangre. Unía a los miembros de una misma familia entre sí.

Este es el único parentesco que puede establecerse en referencia a los padres y


madres, que no pueden ser paterfamilias; las personas vinculadas por la
procreación y el nacimiento.

4.2. Líneas y grados del parentesco

La «línea recta» es la que se refiere al parentesco entres ascendientes (línea


ascendente) y descendientes (línea descendente).

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La «línea colateral» se refiere al parentesco de quienes, sin estar en línea recta, tienen
un ascendiente común. (Padre)

Los grados se cuentan por el número de generaciones (o nacimientos) que


intervienen entre dos parientes, por ejemplo, entre padre e hijo hay parentesco en línea
recta en primer grado.

PADRE ---- hijo--- nieto ---- bisnieto (línea recta)

1º 2º 3º

En la línea colateral, el parentesco se mide subiendo hasta el ascendiente común y


contando el número de generaciones, por ejemplo, entre hermanos hay parentesco
colateral de segundo grado.

Pedro (Padre) y María (Tronco común) 1º

María (hermana) José (hermano) Pedrito (hermano 2º

Joselito 3º

5. EL MATRIMONIO.

El matrimonio romano es simplemente una situación de hecho, el de la convivencia


entre marido y mujer. La moral romana no llegó a la comprensión de la existencia de un
vínculo jurídico que une a los esposos, como sí lo hizo la moral cristiana, y el Derecho
Canónico.

Si bien el matrimonio es el hecho de la convivencia marital, tiene algunas


consecuencias jurídicas, relacionadas con la condición de los hijos, el patrimonio de los
cónyuges (especialmente la dote) y la sucesión hereditaria, y también respecto de la
misma esposa que puede quedar sometida a la manus o potestad de su marido.

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5.1. Matrimonio legítimo

Se dice que el matrimonio es legítimo (iustae nuptiae) cuando una mujer y un varón
púberes (mujer de al menos 14 años, y varón de 18), que cumplen los requisitos
legales, conviven de modo que parecen honorablemente casados (affectio maritalis).

Pueden contraer matrimonio legítimo quienes tengan el derecho de contraerlo, el ius


connubi; tienen este derecho los ciudadanos romanos, y algunos extranjeros
privilegiados.

Se considera que el matrimonio es «honorable», cuando cumple con ciertas exigencias


sociales, como las ceremonias por las que se inicia la convivencia marital, o por la
constitución de una dote.

5.2. Concubinato

La unión que no cumple con los requisitos del matrimonio legítimo se denomina en
general «concubinato», como la unión entre personas que no tienen el ius connubi, o
entre personas con parentesco en grados prohibidos, o entre personas de diferente
clase (senadores y libertos); no tiene efectos jurídicos (matrimonium iniustum),
aunque puede tener cierto reconocimiento social.

El matrimonio entre esclavos se llama «contubernio» (contubernium), y tampoco tiene


efectos jurídicos.

5.3. Consentimiento matrimonial

El matrimonio supone el consentimiento de los cónyuges para iniciar la convivencia.


Cuando los contrayentes son sui iuris (de propio derecho), ellos mismos lo dan, pero
si son alieni iuris (bajo el derecho de otro), lo deben dar los padres en cuya potestad
están los novios.

El consentimiento matrimonial que se pide no implica asumir un deber de convivir o de


ayudarse recíprocamente, ni siquiera por un tiempo determinado. Es simplemente la

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voluntad recíproca de convivir, que cualquiera de los esposos puede retirar en cualquier
momento.

5.4. Extinción del matrimonio

Cualquiera de los cónyuges, en cualquier tiempo, y sin necesidad de probar alguna


causa, puede terminar unilateralmente el matrimonio, manifestando al otro, de manera
formal, su voluntad de terminar la convivencia.

El acto por el que se notifica esta voluntad se llama «repudio» (repudium); el hecho de
que los esposos se separen y cese la convivencia entre ellos es el «divorcio»
(divortium).

El matrimonio también termina por la muerte o pérdida de la libertad o de la ciudadanía


de alguno de los cónyuges.

5.5. La potestad sobre la esposa (manus)

El esposo, padre de familias, podía tener respecto de su esposa, una potestad


semejante a la patria potestad, llamada manus.

Esta potestad no era consecuencia del matrimonio, puesto que era necesario un acto
especial para adquirirla confarreatio. Por eso, el matrimonio podía ser con potestad
sobre la mujer (cum manu) o sin ella (sine manu).

La mujer casada cum manu con un sui iuris (Mayor de edad) quedaba en la posición
jurídica de hija de su marido y hermana agnada de sus propios hijos.

Si el marido estaba sometido a la potestad paterna (alieni iuris) (Menor de edad), la


esposa casada cum manu quedaba como nieta (si su marido era hijo);

1.- Pedro (Pater familias) José (Menor de edad-esposo) María (esposa) (nieta)

O bisnieta (si su marido era nieto) del padre de familias.

2.- Pedro (Pater Familias) José Joselito María (esposa) (bisnieta)

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5.6. Extinción de la manus

Se extingue por

- La muerte o capitis deminutio de alguno de los cónyuges.

- Por medio de actos convencionales: una venta formal de la mujer


(remancipatio)

- Por la ceremonia religiosa de la diffareatio, ceremonia opuesta a la


confarreatio por la que se adquiere la manus.

5.7. La dote

Era costumbre que el matrimonio fuera acompañado de una «dote» (dos), es decir de
una donación de bienes, de cualquier tipo, hecha de parte de la mujer, a favor del
marido, para ayudarle con las cargas económicas del matrimonio. No existe una
obligación jurídica de constituir la dote, pero la constitución de ésta, debidamente
documentada (intrumentum dotale) era una de las pruebas más significativas de la
honorabilidad de la unión.

5.8. Tipos de dote: «profecticia» y «adventicia».

Dote profecticia: Lo más frecuente es que el padre de la novia, o quien tiene la


potestad sobre ella, constituya la dote, que se llama «dote profecticia».

Dote adventicia: También la puede constituir otra persona, o la misma mujer si es sui
iuris, y se llama entonces «dote adventicia».

6. OTRAS INSTITUCIONES
6.1. Adopción.

El paterfamilias podía recibir en su familia a personas extrañas a ella. Esta recepción,


que se realizaba mediante un acto jurídico por cuya virtud un extraño ingresaba a una

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familia sometiéndose a la potestad de su jefe, llamábase en general adopción. El
derecho romano distinguía la adopción propiamente dicha (adoptio o datio In
adoptionem).

El objeto primitivo de la adopción hacía que sólo un paterfamilias pudiera adoptar, no


las mujeres, ya que éstas no tenían derecho a ejercer la patria potestad.

Se podía adoptar atribuyendo al adoptado la calidad de hijo, de sobrino o de nieto, lo


cual tenía importancia para el adoptado, en especial, en cuanto atañe a sus derechos
sucesorios.

La norma de las XII Tablas que establecía que el padre que vendía tres veces al
hijo perdía la patria potestad sobre él.

6.2. Tutela y Curatela

Esta función protectora de los derechos de los sujetos con incapacidad de obrar, fuera
absoluta o relativa, fundada en razones de edad, sexo, enfermedad mental o tendencia
a la dilapidación de bienes, se cumplió en Roma por medio de dos especiales
instituciones: la tutela y la curatela.

EI tutor, palabra que proviene de la voz latina tueri, que significa proteger, tenía sobre
los impúberes y las mujeres un poder de protección similar, en cierto modo, al
reconocido paterfamilias, tenía por finalidad tuitiva y de salvaguarda los intereses
patrimoniales respecto del incapaz o pupilo (pupillus).

Servio, uno de los más destacados jurisconsultos de fines de la República, define a la


tutela como: "la fuerza y potestad sobre una cabeza libre dada y permitida por el
derecho civil para proteger al que por su edad no puede defenderse por sí
mismo."

El tutor conservaba y cuidaba el patrimonio pupilar, primero para el pupilo, pero


eventualmente, también para sí mismo.

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Curatela.

Para el derecho romano la curatela (cura) implicaba una administración, dándose el


nombre de curador (curator) a la persona encargada de la defensa de intereses
públicos o privados tuviera o no poderes de administración. La curatela alcanzó gran
desarrollo en la esfera del derecho público extendiéndose al área del derecho privado
para atender los intereses patrimoniales de sujetos incapaces de ejercer por sí mismos
sus derechos.

Otros incapaces de obrar, al margen de los impúberes y las mujeres, quedaban


supeditados a la intervención de un administrador o curador (curator). Cura o
curatela fue la otra institución creada por el derecho romano para proteger el patrimonio
de los incapaces no sometidos a la tutela.

Desde la Ley de las XII Tablas se conoció una curatela para el caso de los enfermos
mentales o dementes, (furiosi) y para los pródigos (prodigi), sujetos a interdicción.

Tal vez la diferencia más notoria entre las instituciones que estudiamos radique en que
la tutela correspondía a supuestos en que había una causa general y permanente de
incapacidad, como la edad y el sexo; en tanto la curatela aparecía cuando mediaba
una causa particular o accidental que hacía incapaz a una persona que hasta
entonces había gozado de plena capacidad de obrar, como ocurría en el caso del
demente y del pródigo.

7. De las cosas

Proviene del vocablo cosa (res); algunos comprenden bajo la palabra res todo lo que
forma el haber de los particulares, al paso que otros entienden que para que un objeto
sea cosa en el sentido del derecho, es necesario que sea útil, es decir, accesible y
deseable para el individuo.

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7.1. Clasificación de las Cosas

En las fuentes romanas encontramos una clásica división de las cosas que las distingue
en res intra patrimonium y en res extra patrimonium, según que se encontraran
entre los bienes económicos de los particulares o fuera de ellos.

Otra clasificación las cosas en: res in comercio, y res extra commercium, y que sirve
para designar las que entran en el tráfico jurídico de los particulares y las que están
excluidas de dicho tráfico por disposición de la ley.

Res in comercio (cosas corporales e incorporales, muebles e inmuebles, consumibles


y no consumibles).

Cosas extra commercium (las cosas sagradas).

8. Los Derechos Reales

También llamados derechos sobre las cosas (iura in re) para expresar que su objeto
inmediato es una cosa, son aquellos que crean entre la persona y la cosa una relación
directa e inmediata, de suerte que no cuentan más que con dos elementos, a saber: la
persona, que es el sujeto activo del derecho y la cosa objeto de él (persona).

A los terceros les corresponde un deber general negativo que se traduce en la


obligación de todos de abstenerse de impedir, de cualquier manera, el ejercicio efectivo
de aquel poder.

8.1. La Propiedad

Proviene del término latino proprietas, que a su vez deriva de proprium, que significa
"lo que pertenece a una persona o es propio". Partiendo de esta idea, podemos decir
que la propiedad es el derecho subjetivo que otorga a su titular el poder de gozar y
disponer plena y exclusivamente de una cosa.

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8.2. Modos de Adquirir la propiedad

La Ocupación; la persona que tomaba posesión de una cosa que no pertenecía a


nadie, res nullius, se hacía propietaria de ella por ocupación (occupatio). (Animales
salvajes, de las perlas, piedras preciosas y demás objetos semejantes que se hallaban
en las costas o en el fondo del mar.)

Accesión; cuando una cosa se adhiere a otra, por obra natural o artificial, para
integrarse· ambas en uno sólo cuerpo, hay accesión (accesio).

Especificación. Otro modo originario de adquirir la propiedad era la especificación, la


cual consistía en la transformación de una materia prima en una especie nueva
(species nova), que adquiría su propia individualidad, como si se hiciera vino de la
uva o una estatua del mármol.

Adjudicación. Consistía la adjudicación (adiudicatio) en el otorgamiento de la


propiedad por pronunciamiento judicial emitido en los juicios que tenían por objeto la
división de la cosa común y en los cuales el iudex atribuía a los copropietarios o
condominios la parte que les correspondiera.

Usucapión o "praescriptio longi temporis". Se designaba con el nombre de


usucapión, el modo originario de adquisición de la propiedad regulado por el derecho
civil, que se operaba a través de la posesión continuada de una cosa durante un tiempo
determinado por la ley. Se trataba de una institución conocida por los romanos desde
las XII Tablas con la denominación de usucapión y más tarde, de praescriptio longi
temporis, cuando se refería a una especie de prescripción aplicada a los fundos
provinciales.

9. LA OBLIGACIÓN

En las Institutas de Justiniano, encontramos la clásica definición de las obligaciones,


que dice: "Obligación es el vínculo jurídico que nos constriñe con la necesidad de
pagar alguna cosa según el derecho de nuestra ciudad."

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La noción de obligación, más propiamente del estado de obligatus habría surgido en
materia delictual, a propósito de la expiación debida por la comisión de un delito
(delictum), esto es, de un acto antijurídico con el que se irroga un daño a una
persona.

9.1. Elementos de las Obligaciones

Habíamos definido, la obligación como el vínculo jurídico en virtud del cual, el acreedor
puede constreñir al deudor al cumplimiento de una determinada obligación prestación,
que puede consistir en un dare, un facere, non facere o un praestare.

Surgen de ella sus elementos integrantes el:

Vínculo jurídico,

Los sujetos y

El objeto o prestación.

El vínculo jurídico; consiste en el deber del deudor de cumplir la prestación. Observar


un determinado comportamiento positivo o negativo desde que la obligación nace
hasta que queda totalmente extinguida.

Sujetos; Sujeto activo o acreedor (Creditor) y pasivo o deudor (debitor).

Objeto de la obligación; es el acto que el deudor debe realizar a favor del acreedor
y cuyo cumplimiento puede exigirse por medio de la correspondiente acción.

9.2. Clases de Obligaciones

Las obligaciones se clasificaban en civiles y naturales, y atendiendo al derecho que les


había dado origen en civiles y honorarias.

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Obligaciones civiles y naturales. Toda obligación a la que el ordenamiento jurídico
dotaba de una actio como medio para que el acreedor pudiera exigir del deudor el
cumplimiento de la prestación debida, se llamaba obligación civil.

Las obligaciones naturales, consistían como los más típicos los siguientes, las
obligaciones contraídas por el esclavo, dado su carácter de cosa no se obligaba
civilmente, sino naturalmente.

Obligaciones civiles y honorarías. Ateniéndose al derecho del cual provienen,


pueden clasificarse las obligaciones en civiles y en honorarias o pretorianas.

Las primeras eran las obligaciones sancionadas por una acción nacida del ius civile, en
cambio.

Las segundas contaban con una actio creada por el pretor (Magistrado de la antigua
Roma).

10. Fuentes de las Obligaciones

Gayo decía que "las obligaciones nacían de un contrato o de un delito”. Reconoce


solamente dos términos en materia de fuentes de las obligaciones, porque ellas nacen
de:

Ex contractu, es decir, del acuerdo de voluntades reconocido por el derecho civil, cuya
fuerza obligatoria se hacía depender de la entrega de la cosa, de un acto formal, verbal
o escrito o del mero consentimiento de las partes.

Ex delictio, esto es de un hecho ilícito que colocaba al culpable en la obligación de


pagar una pena pecuniaria a quien hubiera lesionado.

Bibliografía

1. ASBUN ROJAS, Jorge. Derecho Constitucional General, Editorial El País.


Colección Justicia Constitucional. Santa Cruz, Bolivia. 2013.

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2. DERMIZAKY PEREDO, Pablo. Derecho Constitucional, Editorial Alexander. 6ta.
Edición corregida y actualizada. Cochabamba, Bolivia. 2013.
3. MIGUEL HARB, Benjamín. Derecho Constitucional, Dogmático y Aplicado,
Librería Editorial Juventud. La Paz, Bolivia. 2003

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