OKTOIKHOS (Los Ocho Tonos de La Resurrección)
OKTOIKHOS (Los Ocho Tonos de La Resurrección)
OKTOIKHOS (Los Ocho Tonos de La Resurrección)
1
El Octoijos
El Octoijos o Libro de los Ocho Tonos, contiene todos los himnos en forma de
versos, troparios, kontakios, cánones, etc. que está divididos en ocho grupos de
melodías, o "tonos." Cada tono en turno contiene el himnodio para una semana
entera, tal que el Octoijos completo se repite cada ocho semanas durante la mayor
parte del año.
El arreglo del canto eclesiástico en tonos fue enteramente el trabajo del famoso
himnógrafo de la Iglesia Bizantina, San Juan Damasceno (siglo octavo).
El texto del Octoijos es atribuido a él, aunque uno puede notar que varias partes de
este son el trabajo de San Metrofán, obispo de Mirna, San José el Himnógrafo, y
otros a través de los siglos.
Tomado de: “La Ley de Dios”, Parte 4, del Archpreste Serafin Slobokskoy, Traducido por
Sacerdote Alejandro Iwaszewicz
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TONO I
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Al que en la carne, por nuestra causa y de su propia voluntad fue crucificado, sufrió
fue sepultado, y resucitó de entre los muertos, cantémosle diciendo, Confirma en la
ortodoxia a tu Iglesia, oh Cristo, y da paz a nuestra vida, porque eres bueno y amas
a los hombres.
Cantemos al Verbo sin principio y coeterno con el Padre, que brotó inefablemente
del vientre virginal, que de su propia voluntad y por causa nuestra aceptó la cruz y
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muerte y se levantó en gloria, diciendo, Gloria a Ti, Señor, Dador de vida, Salvador
de nuestras almas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Bogoróditchen (dogmático):
Cantemos a María, Virgen, que brotó de la raza de los hombres y dio a luz al
Maestro de todo, gloria del mundo entero, puerta del cielo, canto de los
incorpóreos, y adorno de los fieles, porque ella se revelo como cielo y templo de la
Divinidad y destruyó las fortalezas de la enemistad, e introdujo la paz y abrió el
Reino. Por tanto, teniendo en ella la confirmación de la fe, tenemos Defensor, aun
al Señor nacido de ella. Sé audaz, pueblo de Dios, sé audaz, porque El conquistará a
los enemigos, siendo Todopoderoso.
Regocíjese la creación, alégrense los cielos, aplauden con gozo las naciones, porque
Cristo nuestro Salvador ha clavado nuestros pecados a la Cruz, y dando muerte a la
muerte y levantando a Adán, progenitor de la humanidad, nos ha concedido vida,
porque ama a los hombres.
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Verso: La santidad conviene a tu casa, Señor, por largos días.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Cuando la piedra había sido sellada por los judíos, y los soldados vigilaban tu
purismo cuerpo, te levantaste al tercer día, oh Salvador, dando vida al mundo. Por
eso, las potestades de los cielos clamaron a Ti, oh Dador de vida, gloria a tu
resurrección, oh Cristo, gloria a tu reino, gloria a tu dispensación, oh Tú que sólo
amas a los hombres.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Teotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
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MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 1, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 1. Melodía Modelo.
¡Salvador! Los soldados que custodiaban Tu Sepulcro cayeron como muertos, por el
resplandor del Ángel que apareció a las mujeres anunciándoles la Resurrección.
Pues a Ti glorificamos, Tú que anulaste la corrupción; y ante Ti nos prosternamos,
¡Resucitado del sepulcro! Tú, que eres nuestro Único Dios.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Fuiste clavado en la Cruz, ¡Vida de todos! Y fuiste contado entre los muertos,
¡Señor Inmortal! Pero, resucitaste al tercer día ¡Salvador! y levantaste a Adán de la
corrupción. Por eso los Poderes Celestiales exclamaron a Ti, Dador de la Vida:
“¡Gloria a Tu Pasión, Cristo; gloria a Tu Resurrección; gloria a Tu
Condescendencia, Único Amante de la humanidad!”.
6
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Ypakoi:
Porque el anhelo por Dios entre los que roran en el desierto nunca cesa, porque
ellos están lejos de la vanidad del mundo.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
La Gloria y el honor se deben al Espíritu Santo así como para el Padre y el Hijo; por
eso alabamos a la Trinidad que es un solo Poder.
2º Antífona:
Oh Dios, cuando me eleves a la cima de Tus leyes, ilumíname con las virtudes para
alabarte con cánticos.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
3º Antífona:
7
Mi espíritu se alegró cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor, y mi corazón se
llenó de gozo.
Gran temor hay en la casa de David, donde están los tronos y se juzgan todos los
pueblos de la tierra y sus lenguas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Proquímenon:
Kontakion:
Ikos:
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
8
Señor, Tú que sufriste la crucifixión, venciste la Muerte y resucitaste de entre los
muertos; otorga la paz a nuestra vida porque Tú eres el Poderoso.
Cuando fuiste clavado en el madero de la Cruz, el poder del enemigo fue destruido
y la creación tembló por temor a Ti. El infierno fue cautivado por Tu Poder y Tú,
levantaste a los muertos de los sepulcros y abriste el paraíso al ladrón, ¡Cristo, Dios
nuestro, gloria a Ti!
Nos prosternamos ante las heridas de Tu Pasión Divina, Cristo Dios; y ante la santa
celebración señorial, ocurrida en Sión, en el final de los siglos, con Tu Divina
Manifestación. Porque Tú, Sol de la Justicia, iluminaste a los que yacían en las
tinieblas y los guiaste hacia la Luz que no conoce ocaso. ¡Señor, gloria a Ti!
¡Presta atención, género judío, amante de las discordias! ¿Dónde están los que se
presentaron ante Pilato? Que digan los soldados guardias, ¿Dónde están los sellos
del Sepulcro? ¿Adónde fue llevado el Sepultado? ¿En dónde fue vendido aquél
Invendible? ¿Cómo fue robado el Tesoro? ¿Por qué mentís, judíos, transgresores de
la ley, declarando falsamente acerca de la Resurrección del Crucificado? Pues el
Libre entre los muertos ha resucitado; y Él otorgará al mundo la gran misericordia.
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 1:
Por la acción de comer el enemigo desvió a Adán del Paraíso, y por la cruz Cristo
introdujo en él al malhechor que clamaba, Acuérdate de mí, cuando vengas en tu
reino.
9
Adoro tu pasión, glorifico también la resurrección; con Adán y el malhechor, con
melodía alegre te clamo, Acuérdate de mí, Señor, cuando vengas en tu reino.
El templo del cuerpo levantaste por tu sepultura de tres días, juntamente con Adán
has levantado, oh Cristo Dios, a los descendientes de Adán, que claman, Acuérdate
de nosotros, cuando vengas en tu reino.
Tu pueblo, oh Cristo, trae ante Ti a tu Madre como intercesora; por sus preces
concédenos, Tú que eres bueno, tus compasiones para que te glorifiquemos a Ti,
que brillaste sobre nosotros desde la tumba.
El Kontaquio, tono 1:
Proquímenon, tono 1:
Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros, como hemos puesto nuestra
esperanza en Ti.
Verso: Regocijaos en el Señor, oh justos, porque es propia de los justos la alabanza.
Aleluya, tono 1:
10
Verso: Engrandece la salvación de los reyes y hace misericordia a su Cristo, a David
y a su simiente para siempre jamás.
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TONO II
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Venid, adoremos al que del Padre nació antes de todos los siglos al Verbo de Dios,
encarnado de la Virgen María. Porque habiendo sufrido la Cruz, de su propia
voluntad fue enterrado. También se levantó de entre los muertos, y me salvó a mí,
que estaba perdido.
Cristo nuestro Salvador clavó a la Cruz la escritura del decreto contra nosotros y lo
borró y el poder de la muerte abolió. Adoremos pues su resurrección al tercer día.
Por tu Cruz aboliste la maldición del árbol; por tu sepultura diste muerte al poder
de la muerte; y por tu Resurrección iluminaste la raza de los hombres. Te
clamamos, por tanto, Cristo Dios nuestro, Benefactor, gloria a Ti.
Las puertas de la muerte se te abrieron con temor, oh Señor, y al verte los porteros
del infierno temblaron. Rompiste sus puertas de bronce y hollaste sus rejas de
hierro; nos sacaste de la sombra y tinieblas de la muerte y soltaste nuestros
vínculos.
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muertos te levantaste, y que permaneces en el seno del Padre, límpianos de
nuestros pecados.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Bogoróditchen (dogmático):
La sombra de la ley ha sido anulada por la venida de la gracia, y como ardía la zarza
sin consumirse, así, oh Virgen, diste a luz y Virgen permaneciste. Y en lugar de la
columna de fuego, brilló el Sol de Justicia, y en lugar de Moisés, Cristo, Salvación
de nuestras almas.
Por el árbol, Salvador, has anulado la maldición del árbol; y por tu sepultura has
dado muerte al poder de la muerte; has iluminada a nuestro género por tu
Resurrección. Por tanto, te exclamamos, Cristo, Dador de vida, Dios nuestro, gloria
a Ti.
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Gloria... del Menaion si hay, pero si no:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Oh milagro nuevo mayor que todos los milagros antiguos, pues ¿quién ha sabido de
una madre que haya dado a luz sin varón y que haya llevado en sus brazos al que
sostiene la creación entera? Fue la voluntad de Dios nacer. Tú, oh Purísima, lo has
llevado en tus brazos como niño y con El posees privilegio materno. No ceses, pues,
de rogarle por los que te honramos que tenga compasión de nosotros y que salve
nuestras almas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Teotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 2, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 2. Melodía Modelo.
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El piadoso José, bajó del madero Tu Inmaculado Cuerpo, lo amortajó con aromas
en un lienzo limpio, lo preparó y lo puso en un sepulcro nuevo. Pero Tú, Oh Señor,
resucitaste al tercer día, otorgando al mundo la gran misericordia.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Te alabamos, Virgen Madre de Dios, a Ti que eres más sublime que toda gloria.
Porque, por la Cruz de Tu Hijo, el infierno fue vencido, la muerte mortificada y
nosotros, después de la muerte, resucitados, dotados de la vida y merecedores del
paraíso, la antigua dicha. Por lo tanto, agradeciendo, glorificamos a Cristo Dios
nuestro, porque Él es el Único Todopoderoso y de abundantes misericordias.
¡Señor! Al no impedir que la piedra del Sepulcro fuese sellada; resucitando, otor-
gaste a todos la roca de la fe, ¡Gloria a Ti!
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Tú excedes todas las bendiciones, Virgen Madre de Dios. Porque el infierno ha sido
cautivado por Él que nació de Ti; Adán ha sido llamado nuevamente; la maldición
desapareció; Eva está liberada; La muerte es vencida y nosotros vivificados. Por
esto alabemos exclamando: “Bendito eres Tú, Cristo nuestro Dios, porque así Te
complaciste, gloria a Ti”.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
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Las mujeres fueron hacia el sepulcro después de la Pasión para ungir Tu cuerpo, oh
Cristo Dios. Vieron a los ángeles y se atemorizaron, porque oyeron de ellos una voz
clamando ¡El Señor ha resucitado dando al mundo la gran misericordia!
Dirijo los ojos de mi corazón hacia Ti, oh Salvador en el cielo: sálvame por tu
resplandor.
Ten piedad de nosotros, que hemos pecado muchas veces y a toda hora contra Ti,
oh Cristo mío, y concédenos los medios del arrepentimiento hacia Ti antes del final.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
2º Antífona:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
3º Antífona:
Aquellos que confían en el Señor son como la Santa Montaña: no los mueve ni los
asaltos del demonio.
Que aquellos que vivan en Dios no extiendan su mano a la iniquidad: porque Cristo
con Su cetro no abandona su heredad a los impíos.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Espíritu Santo es la fuente de toda sabiduría; por Él a los Apóstoles les fue dada
la gracia y los Mártires se coronaron por su lucha; y los Profetas tienen las visiones.
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Proquímenon:
Levántate, Señor Dios mío, por el precepto que has ordenado, y Te rodeará la
congregación del pueblo.
Verso: Señor Dios mío, en Ti he puesto mi esperanza, sálvame.
Después de ‘Salva, oh Dios a Tu pueblo’ y la Ekfonésis, comenzamos los Cánones, cantando el
Canon de la Resurrección para 4, el de la Cruz-Resurrección para 3, aquel de la Madre de Dios
para 3, y aquel del Santo del día para 4. Pero si el Santo es ‘festejado’ entonces para 6 u 8.
Kontakion:
Ikos:
Oh Salvador, Tú eres la luz para los que están en las tinieblas; Tú eres la
Resurrección de todos y la vida de los humanos. Contigo has levantado a los
creyentes; Tú has destruido el poder de la muerte, quebrantando las puertas del
infierno, oh verbo. Cuando los mortales vieron este milagro se maravillaron, y toda
la creación se regocijó por Tu Resurrección, oh amante de la humanidad; por todo
esto te glorificamos y celebramos Tu condescendencia y el mundo Te alabó
ardorosamente, oh Salvador mío.
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
¡Que Te glorifique toda la creación con toda alma, Señor! Porque, por la Cruz,
aniquilaste la Muerte; para mostrar a los pueblos Tu Resurrección de entre los
muertos, porque eres el Único Amante de la Humanidad.
Contesten, Judíos, ¿Cómo es que los guardias perdieron al Rey que estaban
custodiando? ¿Por qué la piedra no pudo detener la Roca de la Vida? Dadnos, pues,
al Sepultado o prosternad junto a nosotros ante el Resucitado, exclamando “¡Gloria
a Tus abundantes Misericordias, Salvador nuestro, Gloria a Ti!”
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Antes de Tu Concepción, Señor, un Ángel llevó la salutación a la Llena de Gracia; y
ahora, en Tu Resurrección, un Ángel removió la piedra del sepulcro glorioso. Aquél,
anunció las señales de la alegría en lugar de la tristeza; y éste, nos anunció un
Soberano, Dador de la vida en lugar de la muerte. Por eso, a Ti exclamamos:
“¡Señor y Benefactor de todos, gloria a Ti!
Las mujeres han derramado bálsamos con lágrimas sobre Tu Tumba; y sus bocas se
llenaron de alegría cuando dijeron: “¡El Señor ha resucitado”.
¡Que las naciones y los pueblos alaben a Cristo nuestro Dios, Quien
voluntariamente y por nosotros, soportó la crucifixión y habitó tres días en el
Hades; y que se prosternen ante Su Resurrección de entre los muertos, por la cual
se iluminaron todos los rincones del mundo!
Tú habías sido crucificado y sepultado, Cristo, así como lo quisiste; mas siendo
Dios y Soberano, conquistaste la Muerte, resucitaste con gloria y otorgaste al
mundo la vida eterna y la gran misericordia.
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estos estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 2:
18
Por tu muerte, Señor ha sido devorada la muerte, y por tu resurrección, Salvador, el
mundo ha sido salvado.
Los que dormían en las tinieblas te han visto, a ti que eres la Luz, y se levantaron
del abismo del infierno, oh Cristo.
Salve, oh Trono de figura ardiente; Salve, oh Esposa sin desposar; Salve, oh Virgen
que diste a luz a Dios por causa de los hombres.
El Kontaquio, tono 2:
Proquímenon, tono 2:
Aleluya, tono 2:
Que el Señor te escuche en el día de tribulación; que te escude el nombre del Dios
de Jacob.
Verso: Oh Señor, salva al rey, y escúchanos en el día en que te clamemos.
19
TONO III
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Glorifico del Padre y del Hijo el poder, y canto del Espíritu Santo la autoridad,
Deidad indivisible, increada, Trinidad consubstancial, para siempre reinando.
A los que estaban en el infierno descendió Cristo y les anunció diciendo, Animaos,
ahora he vencido, soy la resurrección, y los levantaré, porque he destrozado las
puertas de la muerte.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
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Bogoróditchen (dogmático):
Para librar nuestra raza de la muerte, oh Cristo, sufriste la muerte, y al tercer día
resucitando de entre los muertos has levantado contigo a los que te conocen como
Dios, y has iluminado al mundo. Señor, gloria a Ti.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Sin simiente; del Espíritu Divino, por la voluntad del Padre, has concebido al Hijo
de Dios, que sin madre era del Padre antes de todos los siglos, que por causa
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nuestra, de ti nació en la carne sin padre, y le has amamantado como criatura. Por
eso, no ceses de interceder para que Él libre de peligros nuestras almas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquio (Bogoroditchen):
Cantámoste a Ti, que eres Mediadora por la salvación de nuestra raza, Virgen
Madre de Dios, porque en la carne que de ti tomo, tu Hijo y Dios nuestro, después
de aceptar la Pasión de la Cruz, nos redimió de la corrupción, porque El es Amante
de los hombres.
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 3, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 3. Melodía Modelo.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
22
Probaste la muerte por el cuerpo, Señor, y por Tu Resurrección anulaste la
amargura de la muerte, hiciste prevalecer al hombre sobre ella y lo rescataste de la
victoria de la antigua maldición. ¡Señor, Protector de nuestra vida, Gloria a Ti!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
El ángel radiante, con asombrosa visión y dulces palabras, dijo a las miróforas, ¿por
qué buscáis en el sepulcro? ¡Él ha resucitado, dejando vacíos los sepulcros! Sabed
que el Inmutable ha alterado la corrupción. Decid a Dios: ¡qué temerarias son Tus
obras porque Tú salvaste a la humanidad!
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Los Anavathmi. 1º Antífona:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
En el Espíritu Santo, así como en el Padre y al Hijo, se refleja cada buen don, por
quien cada cosa vive y se mueve.
2º Antífona:
Los santos son el premio del fruto del vientre, y por el Espíritu son todavía hijos
para Ti, oh Cristo; y Tú como Padre para ellos.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
3º Antífona:
Los que temen al Señor son bienaventurados, porque comen el fruto viviente de sus
mandamientos.
Alégrate, oh sumo pastor, al ver a Tus hijos alrededor de Tu mesa llevando ramas
de virtud.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Proquímenon:
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Después de ‘Salva, oh Dios a Tu pueblo’ y la Ekfonésis, comenzamos los Cánones, cantando el
Canon de la Resurrección para 4, el de la Cruz-Resurrección para 3, aquel de la Madre de Dios
para 3, y aquel del Santo del día para 4. Pero si el Santo es ‘festejado’ entonces para 6 u 8.
Kontakion:
En este día resucitaste del sepulcro, oh Compasivo, y nos has sacado fuera de las
puertas de la muerte. Adán se alegra, Eva se regocija y junto con ellos los Profetas
y Patriarcas alaban sin cesar la fuerza de Su divina autoridad.
Ikos:
Que se regocije hoy día el cielo y la tierra, y alaben unánimes a Cristo Dios, porque
Él levantó a los cautivos de los sepulcros. Que se alegre la creación entera,
presentando himnos dignos al Creador de todo y redentor nuestro, porque Él en
este día sacó a los hombres del infierno, pues es fuente de vida, elevándolos con Él
al cielo humillando el orgullo del enemigo, quebrantando las puertas del infierno
por la fuerza de Su divina autoridad.
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
Venid, Todos los pueblos, y conoced el poder de este misterio temible. Porque, el
Verbo Eterno, Cristo nuestro Salvador, voluntariamente y por nosotros ha sido
crucificado y sepultado, y resucito de entre los muertos para salvar a todos.
¡Prosternémonos pues ante Él!
Los guardias habían anunciado todos Tus Prodigios, ¡Señor! Pero, la asamblea de
los inicuos, llenó su diestra con el soborno, creyendo que ocultarían así Tu
Resurrección, La que el mundo glorifica. Pues, ten piedad de nosotros.
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Como una alabanza matinal, las mujeres portadoras del bálsamo, Te ofrecieron
lágrimas, Señor; apresuradas, pues, llevaron bálsamos de rico perfume para ungir
Tu Cuerpo Puro. Y he aquí un Ángel sentado sobre la piedra, les anunció la Nueva,
diciendo: “¿Por qué buscáis al Vivo entre los muertos? Pues como Dios, Él pisoteó
la muerte y resucitó, otorgando a todos la gran misericordia.”
Los hebreos cerraron el sepulcro sobre la Vida y lo sellaron; pero el ladrón, con la
dulzura de su lengua, abrió el paraíso cuando exclamó diciendo: “Aquél que por mi
causa fue crucificado conmigo, a pesar de que fue colgado del madero junto a mí,
me aparece sentado en el Trono con el Padre. Porque Él es el Cristo Dios, Poseedor
de la gran misericordia.”
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 3:
Dador de vida y Señor, a los que habíamos pecado nos condenaste a la maldición de
la muerte. Y sufriendo en Tu impecable cuerpo, has hecho vivir a los mortales que
claman, Acuérdate de nosotros también en tu Reino.
Señor, resucitado de entre los muertos, nos has resucitado de la pasión por tu
resurrección. Y destruiste toda la fuerza de la muerte. Por tanto, con fe te
clamamos, Acuérdate de nosotros también en tu Reino.
Por tu sepultura de tres días, Tú has levantado a los que estaban muertos en el
infierno, dándoles vida. Y siendo bueno, has derramado incorruptibilidad sobre
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todos los que siempre con fe te clamamos, Acuérdate de nosotros también en tu
Reino.
Cantemos, oh fieles, con fe las alabanzas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
porque la Trinidad es una triple luz, como de un solo sol, iluminando a todos los
que clamamos, Acuérdate también de mí en tu Reino.
Salve, Puerta de Dios, por quien paso el Hacedor encarnado, preservándote sellada.
Salve, Nube iluminada, que llevaba a Cristo, la divina Lluvia. Salve, Escalera y
Trono celestial. Salve, Monte de Dios, manando leche, mas quedando intacta.
El Kontaquio, tono 3:
Este día, Tú, oh Compasivo, te has levantado de la tumba, y nos has conducido
fuera de las puertas de la muerte. Este día Adán exulta y Eva se regocija; con ellos
los profetas y patriarcas alaban sin cesar el divino poder de tu autoridad.
Proquímenon, tono 3:
Cantad salmos, cantad salmos a nuestro Dios; cantad salmos, cantad salmos a
nuestro Rey.
Verso: Aplaudid todos juntos, pueblos todos; clamad a Dios con voz de júbilo.
Aleluya, tono 3:
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TONO IV
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Has roto las puertas del infierno, Señor, y por tu muerte has puesto fin al dominio
de la muerte, y has libertado a los hombres, concediendo al mundo la
incorruptibilidad, la vida, y grande misericordia.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Bogoróditchen (dogmático):
David, el Profeta, hecho antepasado de Dios, por medio de Ti, cantó antiguamente
en salmos las grandes cosas hechas por Ti, A tu diestra estaba la Reina. Porque
Dios que sin padre quiso hacerse hombre por Ti, te ha hecho Madre de la Vida y
Mediadora, para renovar Su imagen corrompida por las pasiones y encontrando la
oveja perdida entre los montes, llevarla en sus hombros y darla al Padre, y que
Cristo, de grande y rica misericordia, quisiera agregarla a las huestes angelicales
salvara al mundo, oh Madre de Dios.
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El Proquimenon del día: El Señor se ha hecho Rey...
Colgado del árbol, Tú que solo eres poderoso, has sacudido la creación entera;
sepultado has levantado a los que estaban allí, y has concedido la vida e
incorrupción a los hombres. Cantamos y glorificamos, por tanto, Tu redentora
Resurrección al tercer día.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Atiende, Virgen inmaculada, a las suplicas de tus siervos. Has reprimido los feroces
ataques dirigidos contra nosotros y apaciguas nuestra angustia. Tú eres el Único
refugio seguro y firme, y hemos obtenido tu intercesión. No seamos avergonzados,
oh Señora, los que te clamamos, Apresúrate a escuchar las súplicas de los que con
fe te clamamos, Salve, Señora, Socorro de todos, Regocijo y Amparo y Salvación de
nuestras almas.
29
Tropario de la Resurrección (Apolytíquio), tono 4:
Las mujeres discípulas del Señor aprendieron del ángel las nuevas alegres de la
Resurrección, y arrojando la maldición ancestral, anunciaron con regocijo a los
Apóstoles, La muerte ha sido derrotada, Cristo ha resucitado, dando al mundo la
grande misericordia.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquío (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 4, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 4. Melodía Modelo.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
30
por Tu Resurrección Vivificadora, todos los que estaban en el Hades exclamaron
diciendo: “Cristo, el Dador de la vida, ha resucitado y permanecerá por los siglos”.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Madre de Dios! Cuando José, Tu novio y custodio, vio Tu Concepción sin simiente
que supera la naturaleza, se pasmó maravillado; y recordó el rocío que descendió
sobre el vellón, la zarza ardiente con el fuego sin consumirse y la vara floreciente
de Aarón; y dando testimonio ante los sacerdotes, exclamó: “¡La Virgen da a luz,
permaneciendo aún virgen!”.
Siendo por naturaleza Inmortal, resucitaste levantando del infierno, Cristo Dios y
Salvador; y por Tu Resurrección, levantaste a Tu mundo y con poder aboliste el
señorío de la Muerte; y revelaste la Resurrección a todos, Compasivo. Por tanto Te
glorificamos, ¡Único Amante de la humanidad!
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
31
Los Anavathmi. 1º Antífona:
Vosotros que odiáis a Sión, sed avergonzados ante el Señor, porque seréis secos
como la hierba en el fuego.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
2º Antífona:
Con fervor desde el fondo de mi alma, a Ti clamo, oh Señor; que Tus divinos oídos
me escuchen.
Todos los que han confiado en el Señor están por sobre todas las aflicciones.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
3º Antífona:
Que mi corazón se eleve hacia Ti, oh Verbo, y no permitas que los placeres me
seduzcan.
Así como un hombre tiene amor hacia su madre, así también debemos querer con
más fervor al Señor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Proquímenon:
32
Después de ‘Salva, oh Dios a Tu pueblo’ y la Ekfonésis, comenzamos los Cánones, cantando el
Canon de la Resurrección para 4, el de la Cruz-Resurrección para 3, aquel de la Madre de Dios
para 3, y aquel del Santo del día para 4. Pero si el Santo es ‘festejado’ entonces para 6 u 8.
Kontakion:
El Salvador y Redentor mío, liberó a los terrenales de las cadenas, y quebrantó las
puertas del Infierno. ¡Siendo Dios y Soberano, resucitó del sepulcro al tercer día!”
Ikos:
Nosotros, todos los terrenales alabamos a Cristo, el dador de vida; que resucitó de
entre los muertos al tercer día y dañó las puertas de la muerte, exterminó al
infierno, por su propio poder; y quebró el aguijón de la muerte, liberando a Adán y
Eva. Por eso le presentamos acciones de gracias sin cesar: ¡Siendo Dios y Soberano,
resucitó del sepulcro al tercer día!
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
Por Tu Cruz, guíanos hacia la verdad ¡Cristo Salvador! Tú, que resucitaste de entre
los muertos, sálvanos de las trampas del enemigo y levántanos a nosotros, los
caídos en el pecado, extendiéndonos Tu Brazo, por las intercesiones de Tus santos,
¡Señor, Amante de la humanidad!
¡Verbo Unigénito de Dios! Viniste a la tierra sin separarte del Seno de Tu Padre. Y
por Tu Amor a la humanidad Te hiciste Hombre sin sufrir cambio alguno;
soportaste la crucifixión y la muerte en el cuerpo, Tú, que, por Tu Divinidad, eres
Exento de toda pasión; y por Tu Resurrección de entre los muertos, otorgaste al
género humano la inmortalidad, siendo el Único Todopoderoso.
33
pues, como hombre y resucitaste como Dios, por lo tanto a Ti exclamamos: “¡Gloria
a Ti, Señor, Dador de la vida y Único Amante de la humanidad!”.
Las rocas se partieron, cuando Tu Cruz fue plantada en el Gólgota, Salvador. Y los
porteros del Infierno se atemorizaron cuando fuiste puesto en el sepulcro como un
muerto. Pues por Tu Resurrección, Salvador, aniquilaste el poder de la muerte y
otorgaste a todos los muertos la incorruptibilidad. ¡Señor, Dador de la vida, gloria a
Ti!
Deseando ver Tu Resurrección, Cristo Dios, las mujeres fueron precedidas por
María Magdalena que vino al sepulcro. Encontraron, pues, la piedra removida de
encima de él y un Ángel sentado, que les dijo: “¿Porqué buscáis al vivo entre los
muertos?, como Dios, Él ha resucitado para salvar a todos”.
Judíos, decid, ¿Dónde está Jesús que pensasteis estar custodiando? ¿Dónde está
Aquél que pusisteis en un sepulcro, y sobre Quien sellasteis la piedra? ¡Dadnos al
muerto, negadores de la Vida! ¡Dadnos al sepultado, o creed en Aquél que se
levantó resucitando! Porque si vosotros os callasteis acerca de la Resurrección ¡He
aquí! Las piedras exclaman, y precisamente la piedra removida del sepulcro, que
está diciendo: “¡Grande es Tu Misericordia, y grande es el misterio de Tu
Dispensación, Salvador nuestro, gloria a Ti!”.
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 4:
Por el árbol, fue privado Adán del Paraíso; por el madero de la Cruz fue el ladrón a
vivir en él. El primero, al probar la fruta, rechazó el mandamiento del Creador, y el
otro, crucificado contigo, Te confesó a Ti, Dios incógnito, y clamó, Acuérdate de mí
en tu reino.
Por la lanza y la Cruz, oh Señor, has roto el escrito del decreto contra nosotros, y al
ser contado entre los muertos, has amarrado al tirano y has librado a todos de los
vínculos del infierno por tu Resurrección, por la que somos iluminados. Y te
clamamos, Señor, que amas a los hombres, Acuérdate también de nosotros en tu
reino.
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Oh Tú que fuiste crucificado y te levantaste de la tumba al tercer día, siendo
poderoso, y contigo levantaste a Adán a quien formaste primero. Tú que solo eres
inmortal, concédeme, Señor, volverme de todo corazón al arrepentimiento y
clamarte siempre con ferviente fe, Acuérdate de mí, oh Salvador, en tu reino.
El que es libre de sufrimiento, por nuestra causa, se hizo hombre sufrido, y al ser
clavado a la Cruz de su propia voluntad, con el nos levantó. Por eso, glorificamos Su
Cruz, Su Pasión y Su Resurrección, por las cuales hemos sido renovados y salvados,
clamando, Acuérdate también de nosotros en Tu reino.
El Kontaquio tono 4:
El Salvador y Redentor mío, siendo Dios, ha librado a los terrestres de sus cadenas
y ha roto las puertas del infierno, y siendo Maestro, ha resucitado al tercer día.
Proquímenon, tono 4:
Cuan muchas son tus obras, oh Señor, hiciste todas ellas con sabiduría.
Verso: Bendice, alma mía, al Señor, Señor Dios mío mucho te has engrandecido.
Aleluya, tono 4:
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TONO V
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Con tu noble Cruz, oh Cristo, has avergonzado al Diablo, y con tu Resurrección has
aniquilado el aguijón de la muerte. Nos has salvado de las puertas de la muerte, y
Te glorificamos a ti, oh Unigénito.
Oh Luz que no tiene ocaso, te ofrecemos culto vespertino, porque has brillado sobre
el mundo en la carne como en un espejo, Tú que eres hasta el fin de los siglos; al
infierno descendiste y libraste a los que estaban en las tinieblas, revelando la luz de
tu Resurrección a las naciones. Señor, Dador de vida, gloria a Ti.
36
el sepulcro? No seáis engañados, oh judíos, mas aprended lo dicho de los profetas y
sabed que éste es en verdad el Redentor del mundo, el Omnipotente.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Bogoróditchen (dogmático):
La señal de la Esposa que no conoció varón fue una vez revelada en el Mar
Bermejo, porque allí Moisés abrió las aguas, y allí fue Gabriel ministro del milagro.
Entonces Israel cruzó el abismo a pie enjuto, y ahora la Virgen ha dado a luz a
Cristo sin simiente. El mar permaneció intransitable después del paso de Israel, y la
Purísima permaneció incorruptible después de dar a luz a Emmanuel. Oh Dios, que
desde la eternidad fuiste, y como hombre apareciste, ten piedad de nosotros.
Oh Cristo Salvador, que sin dejar los cielos te encarnaste, te engrandecemos con
voces de canto, porque recibiste la Cruz y la muerte por causa de nuestra raza
humana, porque eres Señor que amas a los hombres. Destruiste las puertas del
infierno, levantándote al tercer día y salvando nuestras almas.
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pecado, a nosotros que glorificamos tu Resurrección al tercer día y concede que
nosotros también moremos en Edén, porque Tú solo eres misericordioso.
Tu que por nosotros aceptaste sufrimiento en la carne y has resucitado al tercer día
de entre los muertos, sana las pasiones de nuestra carne y levántanos de nuestras
penosas iniquidades y sálvanos, porque sólo Tú amas a los hombres.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Al Verbo co-eterno con el Padre y el Espíritu, nacido por nuestra salvación de una
Virgen, oh fieles, adoremos y alabemos, porque El quiso ser levantado en la Cruz en
la carne, y padecer la muerte, y levantar a los muertos por su gloriosa Resurrección.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
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MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 5, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 5. Melodía Modelo.
¡Venid, alabemos la Cruz Honorable del Señor, veneremos con los cánticos Su
Santa Sepultura y glorifiquemos Su Divina Resurrección! Porque siendo Dios Él
levantó consigo a los muertos de las tumbas, cautivó el señorío de la Muerte y el
poder del demonio y como Luz brilló para los que yacían en las tinieblas.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Alégrate, Montaña Santa que el Señor había atravesado pasando! ¡Alégrate, Zarza
Ardiente Viva no consumida! ¡Alégrate, Tú, Único Puente para el mundo hacia
Dios; que traslada los muertos hacia la vida eterna! ¡Alégrate, Inmaculada, Exenta
de la corrupción que, sin conocer matrimonio, diste a luz al Salvador de nuestras
almas!
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
39
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Tú Que excedes Toda alabanza, Madre de Dios, la Novia que no conoció
matrimonio! Nosotros los fieles, nos prosternamos alabándote, a Ti Que convertiste
la tristeza de Eva en alegría y nos rescataste de la primera maldición. ¡Santísima!
Intercede ahora, sin cesar, para nuestra salvación.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
Las miróforas, con el espíritu asombrado ante la visión angelical y sus almas
iluminadas con el despertar divino, anunciaron a los Apóstoles: ¡Proclamad a todas
las naciones la Resurrección del Señor, que obra maravillas y nos concede la gran
misericordia!
En mi aflicción, como David te canto, oh Salvador mío, libra mi alma de las malas
lenguas.
Bienaventurada es la vida de los eremitas, porque con las alas del amor divino
siempre ellos se elevan.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Por el Espíritu Santo se mantienen todas las cosas visibles e invisibles. Porque Él es
Omnipotente y verdaderamente uno de la Trinidad.
2º Antífona:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
En el Espíritu Santo hablamos cosas divinas, diciendo: Tú eres Dios y vida, amor,
luz y razón; Tú eres bondad y poseedor por los siglos.
3º Antífona:
40
Cuando se me dijo, vamos a la casa del Señor, elevé mis oraciones lleno de gran
ardor.
En la casa de David ocurren cosas temerarias, porque ahí hay un fuego que
consume todo mal pensamiento indecoroso.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Espíritu Santo es el principio de la vida; Él, junto con el Padre y el Verbo animan
a todo ser viviente.
Proquímenon:
Resucita, Señor Dios mío, y álcese Tu mano, porque reinas por los siglos.
Verso: Te confesaré, Señor, con todo mi corazón, proclamaré todas Tus maravillas.
Después de ‘Salva, oh Dios a Tu pueblo’ y la Ekfonésis, comenzamos los Cánones, cantando el
Canon de la Resurrección para 4, el de la Cruz-Resurrección para 3, aquel de la Madre de Dios
para 3, y aquel del Santo del día para 4. Pero si el Santo es ‘festejado’ entonces para 6 u 8.
Kontakion:
Ikos:
Las mujeres al escuchar las palabras del Ángel, dejaron sus lamentaciones y
recibiendo el gozo, temblorosas contemplaron la Resurrección. He aquí que el
Cristo se acercó a ellas diciéndoles: ¡Alégrense, tengan valor, pues he vencido al
mundo, y he liberado a los cautivos; id pronto y decid a los discípulos que voy
delante de ellos a Galilea! Por eso clamamos todos a Ti: ¡Sálvanos, Señor!
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
El sepulcro, habiendo sido sellado por los transgresores de la Ley; saliste de él,
Señor, así como naciste de la Virgen; Más así como los Ángeles Incorpóreos no
supieron como fuiste encarnado, así también los soldados que Te custodiaban no
eran concientes cuando Te levantaste resucitando. Porque ambas cosas habían sido
ocultas a los buscadores. Pero las maravillas aparecieron a los que se prosternan
41
con fe ante el misterio que alabamos. ¡Otórganos, pues, la alegría y la gran
misericordia!
¡Señor! Tú, que fuiste contenido en una cueva; habías demolido los cerrojos eternos
y habías roto las cadenas; y resucitaste de la tumba levantando, dejando Tus
Mortajas como testimonio de Tu verdadera Sepultura de tres días. Y Te adelantaste
yendo hacia Galilea. ¡Grandes son Tu Misericordias, Inaccesible Salvador, ten
piedad de nosotros!
Las mujeres se apresuraron hacia el sepulcro para verte, Cristo Señor, a Ti, que
sufriste por nosotros. Y cuando llegaron se acercaron y vieron a un Ángel sentado
sobre la piedra, rodada por el temor; que les exclamó diciendo: “El Señor había
resucitado. Id y anunciadles a los discípulos que el Salvador de nuestras almas
había resucitado de entre los muertos.”
Tú Habías entrado donde Tus discípulos, estando las puertas serradas, así como
saliste del sepulcro estando sellado; mostrando, Señor y Longánimo Salvador, los
sufrimientos que en la carne aceptaste; habiendo soportado los dolores
pacientemente, siendo de la descendencia de David y padeciste las heridas; pero
como Hijo de Dios, emancipaste al mundo liberándole. ¡Grandes son Tus
Misericordias, Incomprensible Salvador, ten piedad de nosotros!
¡Señor, Rey de los siglos y Creador de todo! Por causa nuestra aceptaste la
crucifixión y la sepultura en el cuerpo, para liberarnos a todos del infierno. ¡Tú eres
nuestro Dios y ningún otro conocemos!
Los guardias del sepulcro recibidor de Dios, dijeron a los judíos: “¡Qué insensata es
vuestra opinión y qué errante es vuestro consejo! Pues, en vano intentasteis
custodiar al Incontenible y os cansasteis. Buscasteis ocultar la resurrección del
Crucificado, pues la manifestasteis con clara evidencia; ¡Que ignorante es la
opinión de vuestra asamblea! ¿Por qué volvisteis a consultar acerca de ocultar lo
inocultable? Es mejor que escuchéis de nosotros la verdad acerca de lo acontecido y
42
elegir creer en ella. Y es que un Ángel resplandeciente como el relámpago, bajó del
cielo, removió la piedra y por el temor, se apoderó de nosotros la muerte. Mas, a
las mujeres valientes portadoras del bálsamo exclamó: ‘¿No veis la muerte de los
guardias por el temor, la rotura de los sellos y la vacuidad del infierno? ¿Por qué
buscáis como muerto a Aquél que anuló el triunfo del infierno y destruyó el aguijón
de la Muerte? Apresuraos y anunciad a los Apóstoles la resurrección exclamando
sin temor: En verdad ha resucitado el Señor que posee la gran misericordia’.”
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 8:
Alabemos unánimes como al Salvador y Creador al que hizo florecer la vida por
causa de nuestra raza por el madero de la Cruz e hizo marchitar la maldición
causada por el árbol.
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Salve, Templo vivo de Dios y Puerta inviolable. Salve, Trono en forma de fuego
nunca consumido. Salve, Madre de Emmanuel, que, es Cristo nuestro Dios.
El Kontaquio, tono 5:
Proquimenon, tono 5:
Nos protegerás, oh Señor; nos conservarás desde esta generación y por siempre
jamás.
Verso: Sálvame, Señor, pues ya no hay más hombre justo.
Aleluya, tono 5:
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TONO VI
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Este día, Cristo ha hollado la muerte y ha resucitado, como lo había dicho, dando
regocijo al mundo para que le cantemos un himno, diciendo, Tú eres Fuente de
Vida y Luz inaccesible, Salvador Todopoderoso, ten piedad de nosotros.
Oh Señor, ¿de Ti dónde nos refugiaremos nosotros los pecadores? ¿A los cielos?
Mas Tú moras allí ¿Al infierno? Mas Tú has hollado la muerte. ¿Al fondo de la mar?
Aun allí está Tu mano, oh Maestro. A Ti acudimos por refugio y postrándonos Te
suplicamos, Tú que resucitaste de entre los muertos, ten piedad de nosotros.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
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Bogoróditchen (dogmático):
Tu Resurrección, oh Cristo Salvador, los ángeles cantan en los cielos, concede que
nosotros que estamos en la tierra te glorifiquemos con corazón puro.
Habiendo quebrado las puertas de bronce y derrumbado los portales del infierno,
Tú, Dios todopoderoso, has levantado a la raza caída de los hombres, y nosotros
también unánimemente clamamos, Tú que resucitaste de entre los muertos, Señor,
gloria a Ti.
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Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Las potestades angelicales estaban ante tu tumba, y los que Te vigilaban cayeron
como muertos, y María entrando en tu sepulcro, buscaba tu purismo Cuerpo. Te
despojaste del infierno sin ser entrampado por él. Descendiste al encuentro de la
Virgen dando vida, oh Señor, que de entre los muertos resucitaste, gloria a Ti.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 6, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 6. Melodía Modelo.
Mientras que el sepulcro estaba abierto y el infierno con llantos lamentando; María
exclamó hacia los Apóstoles escondidos diciéndoles: “Salid obreros de la viña y
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anunciad la palabra de la Resurrección, exclamando: ‘El Señor ha resucitado, con-
cediendo al mundo gran misericordia’.”
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
Habiendo estado de pie llorando, ante Tu Sepulcro Señor, creyendo que eres el
hortelano, María Magdalena exclamó hacia Ti diciendo: “¿Dónde ocultaste la Vida
Eterna? ¿Dónde pusiste al que está sentado sobre el trono querúbico?”. Y a los
soldados que, por el miedo, quedaron como muertos, dijo: “Me darán a mi Señor, o
exclamad conmigo diciendo: ‘Tú, que fuiste contado entre los muertos, y a ellos
resucitaste, Señor, gloria a Ti’.”
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Ruega, ¡Virgen Madre de Dios!, ante Cristo, Tu Hijo y Dios nuestro; Quien fue
clavado voluntariamente en la Cruz y resucitó de entre los muertos; suplicando por
la salvación de nuestras almas.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
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Con Tu muerte voluntaria y vivificadora, oh Cristo, destruiste las puertas del
infierno y como Dios, nos abriste el antiguo Paraíso. Y cuando resucitaste de entre
los muertos, libraste nuestra vida de la corrupción.
Elevo mis ojos hacia el cielo, hacia Ti, oh Verbo. Ten compasión de mí para que
viva para Ti. Oh Verbo.
Ten misericordia de nosotros los indignos y restáuranos, como vasos útiles para Ti.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
2º Antífona:
No dejes que mi alma sea atrapada como un ave en sus dientes, oh Palabra; ay de
mí ¿cómo puedo escapar del enemigo, siendo un amante del pecado?
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
3º Antífona:
Los que confían en el Señor son temibles al enemigo y admirados por todos, porque
su mirada está en lo alto.
El grupo de los justos no tiende sus manos hacia la iniquidad, porque te tienen
como protector, oh Salvador.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Espíritu Santo tiene poder sobre todo, ante Él se prosternan todos los poderes
celestiales junto con todos los que respiran aquí abajo.
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Proquímenon:
Kontakion:
Con Su mano vivificadora levantó a todos los muertos del oscuro valle de la
miseria, Cristo Dios nuestro, dador de vida, otorgó la Resurrección a la humanidad;
pues Él es el salvador, la Resurrección, la vida y Dios de todos.
Ikos:
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
Alabemos, con el Padre y el Espíritu Santo, a Cristo que resucitó de entre los
muertos; y exclamémosle: “Tú eres nuestra vida y nuestra resurrección, ten piedad
de nosotros”.
Resucitaste del sepulcro al tercer día, acorde a lo que ha sido escrito, ¡Cristo!,
levantando contigo a nuestro primer padre. Por lo tanto, el género humano Te
glorifica y alaba Tu Resurrección.
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Otras Sticheras, por Anatolios
¡Judíos transgresores! ¿Dónde están los sellos?; y ¿Dónde está la plata que disteis a
los soldados? El Tesoro no fue hurtado, sino resucitó por Su Propio Poder; y
vosotros habéis sido puestos en vergüenza, por haber negado a Cristo, el Señor de
la gloria, Quien sufrió, fue sepultado y resucitó de entre los muertos.
¡Prosternémonos, pues, ante Él!
Llevando bálsamo y buscando ungir Tu Cuerpo Purísimo, Señor; las portadoras del
bálsamo, con llantos, llegaron a Tu Sepulcro recibidor de la Vida. Encontraron,
pues, un Ángel luminoso sentado sobre la piedra, que les habló diciendo: “¿Por qué
lloráis al que, de Su Costado, brotó la vida al mundo? ¿Por qué buscáis, en un
sepulcro, al Inmortal, como muerto? Apresuraos pues y anunciad a Sus discípulos,
el júbilo general a causa de Su Resurrección gloriosa”. ¡Salvador! Ilumínanos, pues,
por ella y concédenos el perdón y la gran misericordia.
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 6:
Por el madero de la Cruz has salvado de nuevo a Adán, quien fue engañado por el
árbol, y al malhechor que clamó, Acuérdate de mí, Señor, en tu Reino.
Oh Dador de vida, quebrando las puertas y los vínculos del infierno, Tú, oh
Salvador, has levantado a todos los que claman, Gloria a tu Resurrección.
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Acuérdate de mi, oh Tú que te despojaste de la muerte por tu sepultura y llenaste
todo de júbilo por tu Resurrección, Tú que eres compasivo.
Cuando las portadoras de mirra llegaron a tu tumba, oyeron clamar al ángel, Cristo
ha resucitado llenando el mundo entero de luz.
El Kontaquio, tono 6:
Levantando a todos los muertos con Tu vivificante mano de los valles tenebrosos,
Cristo Dios nuestro, Dador de vida, quiso conceder la resurrección a esta masa
humana. Porque El es Salvador de todos, la Resurrección, la Vida y Dios de todos.
Proquimenon, tono 6:
Aleluya, tono 6:
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Verso: Diré yo al Señor, Esperanza mía y Castillo mío, Mi Dios, en el confiaré.
52
TONO VII
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
53
Oh Señor, fuiste puesto en un sepulcro como uno que dormía, y al tercer día
resucitaste con fuerza potente, levantando contigo a Adán de la corrupción mortal,
porque eres Todopoderoso.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Bogoróditchen (dogmático):
Te has levantado del sepulcro, oh Salvador del mundo, y con tu cuerpo has
levantado a la humanidad, oh Señor, gloria a Ti.
54
Gloria... del Menaion si hay, pero si no:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Por tu Cruz has destruido la muerte; al ladrón has abierto el Paraíso; los gemidos
de las portadoras de mirra has tornado en regocijo, y has mandado a tus Apóstoles
proclamar que Tú, oh Cristo Dios nuestro, has resucitado y concedes al mundo
grande misericordia.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 7, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 7. Melodía Modelo.
La Vida, ha sido puesto en el sepulcro y el sello sobre la piedra. Mas los soldados
custodiaban a Cristo como a un Rey que duerme. Los Ángeles Le glorificaron como
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Dios Inmortal y las mujeres exclamaron diciendo: “El Señor ha resucitado,
concediendo al mundo gran misericordia”.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
Tú, que con Tu Sepultura por tres días, cautivaste a la Muerte; y por Tu
Resurrección vivificadora resucitaste al hombre de la muerte, después de haber
sido corrupto; ¡Cristo Dios Amante de la humanidad, gloria a Ti!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Virgen Madre de Dios!, no ceses de interceder ante Cristo Dios, Quien, por
nosotros ha sido crucificado, resucitó levantándose y destruyó el poder de la
Muerte, suplicando que salve nuestras almas.
Estando el sepulcro sellado, brillaste de él, ¡Cristo Dios! Y mientras las puertas
estaban cerradas, Te presentaste, de pie entre los discípulos, ¡Vida y Resurrección
de todos! Y por medio de ellos, renovaste en nosotros la Gracia del Espíritu Recto,
según Tu Gran Misericordia.
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Salve, Virgen Madre de Dios, Llena de gracia! Puerto y Refugio del género
humano. Porque, de Ti se ha encarnado el Salvador del mundo; y sólo Tú, eres
madre y virgen, siempre bendita y glorificada. Intercede, pues, ante Cristo Dios,
que conceda la paz al mundo entero.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
2º Antífona:
Si el Señor no construyera la casa del alma, en vano nos cansaremos. Porque sin Él
ninguna obra o palabra se cumple.
Los santos forman el fruto del vientre, movidos por el Espíritu hacen germinar en
adopción las enseñanzas paternales.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Espíritu Santo ha dado la existencia a todas las cosas, pues Él es Dios antes que
todo existiese y tiene señoría sobre el universo, Él es la luz inaccesible, Dios y vida
de todos.
3º Antífona:
Los que temen al Señor son ahora y siempre bienaventurados, porque han
encontrado en camino de la vida en la gloria inmarchitable.
Cuando veas alrededor de Tu mesa a los hijos de sus hijos como ramas de olivo,
regocíjate y ofrécelos a Cristo, Sumo Pastor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Proquímenon:
57
Resucita, Señor Dios mío, álcese Tu mano; no Te olvides de Tus pobres hasta el fin.
Verso: Te confesaré, Señor, con todo mi corazón, proclamaré todas Tus maravillas.
Después de ‘Salva, oh Dios a Tu pueblo’ y la Ekfonésis, comenzamos los Cánones, cantando el
Canon de la Resurrección para 4, el de la Cruz-Resurrección para 3, aquel de la Madre de Dios
para 3, y aquel del Santo del día para 4. Pero si el Santo es ‘festejado’ entonces para 6 u 8.
Kontakion:
Ikos:
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
Cristo resucitó de entre los muertos y nos liberó de las cadenas de la Muerte.
Regocijad, pues, tierra, por el gran júbilo; y alabad, Cielo, la gloria de Dios!
¿Con qué compensamos al Señor, por todo lo que Él nos ha dado? Pues, por
nosotros, Dios habitó entre los hombres; y por la naturaleza que ha sido
corrompida, el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros; el Benefactor vino para
los miserables y el Libertador para los cautivos; la Luz de la justicia brilló para los
que yacen en las tinieblas y el Impasible fue colgado sobre la Cruz; la Luz habitó en
el infierno, la Vida vino hacia la muerte y la Resurrección hacia los caídos. Ex-
clamémosle pues: “¡Dios nuestro, gloria a Ti!”.
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Otras Sticheras, por Anatolios
Aboliste las puerta del infierno, Señor; por Tu Poder Supremo aniquilaste el
señorío de la muerte; y por Tu Gloriosa Divina Resurrección, levantaste contigo a
los muertos yacientes en las tinieblas desde los siglos; siendo el Rey de todos y el
Dios Todopoderoso.
Judíos transgresores, ¿Por qué rechazasteis la piedra angular? Ésta es la Piedra que
Dios ha puesto en Sión, La que hizo brotar agua de la roca en el desierto; y que
brotará la vida eterna de Su Costado. Ésta es la Piedra cortada de la montaña
virginal sin voluntad de hombre alguno. El Hijo del Hombre que viene sobre las
nubes del cielo, hacia lo antiguo de los tiempos, según dijo Daniel y Su Reino
perdura para siempre.
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 7:
Ameno a la vista y bueno como alimento fue el fruto que me mató, mas Cristo es el
árbol de la vida. Comiendo de Él no me muero, mas clamo con el ladrón: Acuérdate
de mí, Señor, en Tu reino.
Levantado en la Cruz, Tú que eres compasivo, has borrado la escritura del pecado
de Adán de antaño. Y has salvado del engaño a toda la raza de mortales. Por eso te
cantamos, oh Benefactor y Señor.
Has clavado nuestros pecados a la Cruz, oh Cristo compasivo, y por Tu muerte has
dado muerte a la muerte, levantando a los muertos de la muerte. Por eso
veneramos Tu santa Resurrección.
59
En la tumba fuiste puesto como un mortal, oh Cristo, Vida de todos y has
quebrantado las cadenas del infierno y has resucitado al tercer día siendo poderoso,
y has iluminado a todos. Gloria a Tu Resurrección.
El Señor resucitó de entre los muertos al tercer día y dio paz a sus discípulos Los
bendijo y los envió diciendo, Conducid a todos los hombres a mi reino.
El Padre es Luz, El Hijo y Verbo es Luz, Luz es el Espíritu Santo. Mas los tres son
una sola Luz, porque Dios es uno en tres personas, uno en esencia y dominio,
indivisible, inconfuso y pre-eterno.
Como tú misma sabes, has concebido en la tierra y en la carne al Hijo y Verbo del
Padre, oh Madre de Dios. Por eso, oh Virgen Madre, los que hemos sido deificados
te clamamos, Salve, Tú que eres esperanza de los cristianos.
El Kontaquio, tono 7:
Proquimenon, tono 7:
Aleluya, tono 7:
60
TONO VIII
Para Señor, a Ti he Clamado, Cantamos 10 estiqueras, de los Ocho Tonos 7 (es decir 3 de
la Resurrección y 4 Anatolianas) y 3 del Menaion.
Señor, oh Señor, no nos eches de tu rostro, mas ten piedad de nosotros por tu
Resurrección.
Regocíjate, oh santa Sión, Madre de las Iglesias, y morada de Dios, porque fuiste la
primera entre los que fueron perdonados por la Resurrección.
Engendrado antes de todos los siglos de Dios Padre, el Verbo, que en estos últimos
días quiso encarnar de la que no conoció varón, sufrió la muerte de la Cruz y ha
salvado por su Resurrección al hombre que de antaño fue sometido a la muerte.
Gloria a Ti, oh Cristo Salvador, Hijo Unigénito de Dios, que fuiste clavado a la Cruz
y al tercer día resucitaste de la tumba.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
61
Bogoróditchen (dogmático):
Por Su amor a los hombres, el Rey celestial apareció en la tierra y habitó entre los
hombres. Porque tomó carne de una Virgen pura, y encarnado salió de ella El es
uno, doble en naturalezas, mas no en persona. Al proclamarle hombre perfecto y
Dios perfecto, confesamos a Cristo nuestro Dios. Suplícale, oh Madre no
desposada, que tenga piedad de nuestras almas.
Glorifiquemos a Cristo resucitado de entre los muertos, que tomó para sí cuerpo y
alma, y los separó por Su Pasión, porque su alma purísima descendió al infierno y
se despojó de él, y en la tumba el sagrado cuerpo del Libertador de nuestras almas
no conoció corrupción.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
62
Oh Virgen no desposada, Madre del Dios Altísimo, has concebido inefablemente a
Dios en la carne; y siendo inmaculada nos has concedido a todos purificación de
nuestras transgresiones. Recibe las súplicas de tus siervos, y ruega, Tú que aceptas
nuestras preces, que nuestras almas sean salvadas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Theotoquio (Bogoroditchen):
Sí hay Vigilia, en vez del Tropario y el Teotoquio, se canta tres veces: Salve, oh Virgen Madre
de Dios...
Luego: Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Y el sacerdote da la bendición.
MAITINES
Después de los Seis Salmos, cantamos “Dios el Señor” para el Tono 8, y el Tropario (Apolytikion)
de la Resurrección dos veces, pero el Teotokio una vez. Luego la Lectura usual desde el Salterio
[Kathismatas 2 y 3]. Después de la 1º lectura desde el Salterio [Kathisma 2], cantamos la
Kathismata de la Resurrección. Tono 8. Melodía Modelo.
Verso: Resucita, Señor Dios mío, levántese tu mano; no olvides de tus pobres para
siempre.
63
Verdaderamente resucitaste del sepulcro, Salvador, y ordenaste a las mujeres
piadosas que anuncien la Resurrección a los Apóstoles, según lo que ha sido escrito.
Pedro, se apresuró hacia el sepulcro y quedó atónito al ver adentro la luz. Entonces,
vio allí sólo los lienzos acomodados, sin el Cuerpo Divino; creyó pues y exclamó
diciendo: “¡Gloria a Ti, Cristo Dios y Salvador nuestro, porque salvaste a todos,
siendo en verdad el Resplandor del Padre”.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Verso: Confesaré a Ti, oh Señor, con todo mi corazón; proclamaré todas tus
maravillas.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
En Ti, ¡oh Llena de Gracia!, se alegra toda la creación. Las legiones angelicales y el
género humano. ¡Templo Santificado, Paraíso Racional y Honor Virginal!, de
Quién, Dios se encarnó y se hizo Niño, y Él es nuestro Dios antes de los siglos.
Quien convirtió Tu Seno en Trono e hizo Tu Vientre más extenso que los cielos. Por
tanto, ¡Llena de Gracia!, en Ti se alegra todo la creación y Te glorifica.
Después de la lectura del ‘Neporochny’ [Kathisma 17, Salmo 118], cantamos las Evlogitarias.
Luego la Pequeña letanía y el:
Ypakoi:
64
Las miróforas vinieron al sepulcro del dador de vida, buscaban al Soberano, al
Inmortal entre los muertos. Habiendo recibido la alegre buena nueva del ángel,
ellas proclamaron a los Apóstoles: ¡Cristo ha resucitado, otorgando al mundo la
gran misericordia!
Los que odian a Sión, serán como hierba seca para ser arrancada, porque Cristo con
la hoz del tormento, cortará sus cuellos.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Del Espíritu Santo emana la vida de todos- él es luz de luz, es gran Dios. Le
alabamos junto con el Padre y el Verbo.
2º Antífona:
Permite que mi corazón sea sumiso, cubierto de temor por Ti, para que no llegue a
ser vanidoso y se aparte de Ti, oh Clemente.
El que confía en el Señor no será atemorizado cuando El deba juzgar todo con
fuego y tormento.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Del Espíritu Santo inspirado, todos los que contemplan y presagian obran grandes
maravillas, cantando al Dios triple, porque aunque la Divinidad brilla triplemente,
tiene un solo origen.
3º Antífona:
Cada uno vuelve a la madre tierra y se disuelve, recibiendo honores o castigo por lo
que hizo en su vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
65
Espíritu que procede del Padre y siendo de la misma forma, del mismo trono y del
mismo esplendor.
4º Antífona:
Cuán bueno y cuán delicioso es que los hermanos juntos convivan. A ellos el Señor
ha prometido la vida eterna.
La vestimenta de uno, como la que Él adorna los lirios del campo, enseña que no
haya que preocuparse de ella.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
El Espíritu Santo, causa única de todo sustenta y obtiene la paz. Porque Él es Dios
verdaderamente Consubstancial y correinante al Padre y al Verbo.
Proquímenon:
Kontakion:
Ikos:
Has conquistado los reinados del infierno, ¡Longánimo! Resucitaste a los muertos y
encontraste a las mujeres portadoras del bálsamo otorgándoles la alegría en vez del
pesar. Y por ellas, anunciaste a Tus Apóstoles las insignias del triunfo, ¡oh Salvador
mío, Dador de la vida! e iluminaste a la creación, oh Amante de la humanidad. Por
eso, el mundo se regocija por Tu Resurrección de entre los muertos, ¡oh
Misericordiosísimo!
El Exapostilarion, la Eothina prescrita. En Laudes, en “Todo lo que tiene aliento alabe al Señor”,
insertamos 8 Sticheras.
66
Aunque compareciste ante el tribunal, para ser juzgado por Pilato; no dejaste el
Trono, Señor, estando sentado junto al Padre. Y resucitaste de entre los muertos
liberando al mundo de la esclavitud del extraño, como eres Compasivo y Amante de
la humanidad.
¡Señor! Aunque los judíos Te pusieron en un sepulcro como Muerto, los soldados
Te habían custodiado como a un Rey que duerme. Y como un Tesoro de vida, con
sellos, sobre Ti, lo habían sellado. Pero Tú resucitaste otorgando la
incorruptibilidad a nuestras almas.
¡Señor! Nos diste Tu Cruz, como un arma contra el demonio; porque él se hubiere
atemorizado y temblado al no soportar contemplar Su Poder; pues Ella resucitó a
los muertos y aniquiló a la Muerte; por esto nos prosternamos ante Tu Sepultura y
Tu Resurrección.
¡Señor! El Ángel que clamó Tu Resurrección, atemorizó a los guardias; pero hacia
las mujeres exclamó diciendo: “¿Por qué buscáis al Vivo entre los muertos? Siendo
Dios, Él ha resucitado y otorgó la vida al mundo”.
Tú, que por Tu Divinidad eres ajeno a la pasión, sufriste sobre la Cruz y aceptaste la
sepultura por tres días, para liberarnos de la esclavitud del enemigo; haciéndonos
inmortales por Tu Resurrección y otorgándonos la vida, ¡Cristo Dios, Amante de la
humanidad!
¡Señor!, cuando atravesaste las puertas del infierno y las aboliste; su tirano
exclamó: “¿Quién es Éste que no ha sido acabado en lo profundo de la tierra; sino,
como a una tienda, demolió la prisión de la muerte? Y yo, a Éste, como muerto lo
recibí y como Dios me atemoricé de Él”. ¡Salvador Poderoso, ten piedad de
nosotros!
Gloria. El Eothinon. Ahora y siempre, el Theotokion “Tú excedes todas las bendiciones…”.Luego la
Gran Doxología y después de ella el Troparion Resurreccional.
67
DOMINGO, EN LA LITURGIA
En la Liturgia, cuando se cantan los Salmos Típicos, estas estiqueras con las Bienaventuranzas,
tono 8:
Acuérdate, oh Cristo Salvador del mundo, de nosotros como te acordaste del ladrón
en el Madero. Haznos a todos dignos de tu reino celestial, Tú que eres el Único
compasivo.
Escucha, Adán, y regocíjate con Eva, porque el que de antaño es desnudo y os hizo
cautivos por engaño, es conquistado por la Cruz de Cristo.
Este día Cristo ha resucitado de la tumba, dando a todos los fieles la incorrupción y
hace regocijar a las portadoras de mirra después de la Pasión y la Resurrección.
Oh Trinidad sin origen, oh Ser indivisible, Uno en Tres, un solo Trono, cuyo honor
y gloria son iguales, Naturaleza y Reino que eran antes que comenzara el mundo,
salva a los que Te alaban con Fe.
Salve, Morada amplia de Dios. Salve, Arca del Nuevo Testamento. Salve, Urna de
oro de la que se da el maná celestial a todos.
El Kontaquio, tono 8:
Habiéndote levantado de la tumba, Tú has dado vida a los muertos y has levantado
a Adán. Y Eva se regocija por tu Resurrección. Y todos los confines de la tierra
están triunfantes a causa de tu Resurrecci6n de entre los muertos, oh Tú que eres
grande en misericordia.
Proquimenon tono 8:
68
Orad al Señor nuestro Dios, y dadle gracias.
Verso: En Judá es conocido Dios, y en Israel grande es Su nombre.
Aleluya tono 8:
69