PDF Derechos Sociales de Los Artistas
PDF Derechos Sociales de Los Artistas
PDF Derechos Sociales de Los Artistas
Los autores de los textos de esta publicacin, presentados en el Seminario Tcnico sobre Derechos Sociales de los Artistas realizado en Santiago de Chile en octubre de 2002, son responsables de la eleccin y presentacin de los hechos contenidos en este libro, as como de las opiniones expresadas en ste, que no son necesariamente las de UNESCO Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe ni las del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
de Chile, y por tanto, no comprometen a ambos organismos. Las denominaciones y conceptos empleados en este volumen, as como la presentacin de datos contenidos en l, no implican de parte de UNESCO Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe, ni del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, ninguna toma de posicin respecto al estatuto jurdico de los pases, ciudades, territorios o zonas, o de sus autoridades.
Ttulo: "Derechos Sociales de los Artistas" Titular de los Derechos: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Fray Camilo Henrquez 262, piso 3, Santiago de Chile pentrala@mineduc.cl Direccin Editorial: Pilar Entrala V., Willy Haltenhoff Asistencia Editorial: Giovanna Guerino Produccin General: Magdalena Ponce Correccin de texto: Hayde Cisterna. Araucaria Ediciones Ltda. Ilustraciones: Thierry Defert Diseo y Produccin: TILT Diseo Ltda. Impreso en: Productora Grfica Andros Ltda. Registro de Propiedad Intelectual N 137291 ISBN: 956-8327-02-9 Derechos Reservados Debido a la naturaleza de esta publicacin se autoriza la reproduccin parcial del contenido, con la condicin ineludible de citar la fuente. Santiago de Chile, 2004
NDICE
- Aclaracin - ndice INTRODUCCIN: Compromisos ante el trabajador cultural - Ministro Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Jos Weinstein Cayuela - Directora Nacional de la Direccin del Trabajo, Ministerio del Trabajo Mara Ester Feres - UNESCO Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe Mara Luisa Fernndez - Diputada Miembro de la Comisin de Trabajo y Seguridad Social de la H. Cmara de Diputados Ximena Vidal Lzaro - Acta de la XIII Reunin de Ministros de Cultura del Mercosur - Conclusiones y Recomendaciones del Seminario Tcnico Regional sobre los Derechos Sociales de los Artistas 2003 CAPTULO I: Realidad social del artista del Mercosur - Introduccin - Palabras de apertura Seminario: Derechos Sociales de los Artistas, aprendizaje sin lmites Pilar Entrala Vergara - ARGENTINA: "La propiedad intelectual en Argentina" Griselda Strat
2 3
11
15
17
22 23
26
31 33
36
39
- ARGENTINA: "Marco legal y social para los artistas en la Repblica Argentina" Carlos Alberto Etala - ARGENTINA: Carta actualizacin Francisco Bullrich - BRASIL: "Previdncia Social dos artistas" Vitoria Regia Ramires - BRASIL: "A situao social do trabalhador do setor cultural no Brasil" Nazar Pedroza - PARAGUAY: "Derechos Sociales de los Artistas en Paraguay" Margarita Oru de Villalba, Graciela Meza y Edgar Lugo - PARAGUAY: Carta actualizacin Margarita Oru de Villalba -URUGUAY: "Realidad de los derechos de los trabajadores artistas en Uruguay" Graciela Nario - URUGUAY: "El valor de la cultura en Uruguay" Jos Luis Bellani - URUGUAY: "Nota preliminar sobre los Derechos Sociales de los Artistas en el Uruguay" Agustn Courtoisie - URUGUAY: "Seguridad Social del Artista" Marcia Collazo Ibez
49
53
54
61
90
101
102
111
120
122
CAPTULO II: Chile y Bolivia ante los desafos de la proteccin - Introduccin - BOLIVIA: "Derechos Sociales de los Artistas en Bolivia" Noem Salgueiro de Valdivia - BOLIVIA: "Derechos Sociales de los Artistas en Bolivia" Jos (Pepe) Murillo - BOLIVIA: Carta actualizacin Licenciado Eduardo Patio Paz Soldn - CHILE: "Historia y evolucin de la proteccin social de los artistas" Eduardo Sanhueza - CHILE: "Reflexiones acerca de las normas introducidas al Cdigo del Trabajo para trabajadores del arte y espectculos en Chile" Eduardo Sanhueza - CHILE: "Los Derechos Sociales de los Artistas" Rodrigo Valencia - CHILE: "Derechos intelectuales de artistas, intrpretes y ejecutantes" Santiago Schuster - CHILE: "Una mirada en torno al artista, sus derechos y su lugar en la sociedad" Unidad de Estudio, Divisin de Cultura, Mineduc
127 129
132
134
138
140
147
151
158
172
- CHILE: "Caracterizacin de los trabajadores del sector cultural en Chile" Unidad de Estudio, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes - CHILE: "Ley N 19.889 que regula las condiciones de trabajo y contratacin de los trabajadores de artes y espectculos" CAPTULO III: Voces del mundo y los Derechos Sociales de los Artistas, Creadores e Intrpretes - Introduccin - OIT: "Una perspectiva de la OIT sobre los Derechos Sociales de los Artistas y Artistas Intrpretes" John Myers - ESPAA: "Los Derechos Sociales de los Artistas en la Comunidad Europea: La Seguridad Social Jess Cimarro - SUECIA: "Enfoque Tcnico sobre Derechos Sociales de los Artistas" Mara Paz Acchiardo - SUECIA: "La Poltica Cultural Nacional de Suecia" Manuel Ferrer - MXICO "Los Derechos Sociales de los Artistas en Mxico" Norma Rojas Delgadillo
180
188
191 193
195
202
216
221
231
- COLOMBIA: "Derechos Sociales de los Artistas en Colombia" Alberto Sanabria - CAB: "El Proyecto de Legislacin Cultural del Convenio Andrs Bello" Pedro Querejaz CAPTULO IV: Orientacin final - Introduccin - Conclusin: "Las lecciones de un encuentro y las urgentes tareas pendientes" Alberto Sanabria - Observatorio Mundial sobre la Condicin Social del Artista, UNESCO Patricia Jerez - Radiografa de una cita Pilar Entrala V. - Acta de la XV Reunin de Ministros de Cultura del Mercosur y Estados Asociados - Agradecimientos
238
246
253 255
256
261
264
266 271
Muchas veces, quedamos enceguecidos ante el fulgor del xito arrollador de unos pocos artistas, y no vemos la cruda realidad de muchos creadores que, dado los zigzagueos propios de su trabajo, viven circunstancias lamentables, por no decir fatales, en los ltimos tramos de su vida. Cuntos actores, cmicos y msicos, cuya imagen est en la retina de muchas generaciones por habernos dado tantos momentos de satisfaccin, terminaron su vida abandonados, indefensos, obligados a la mendicidad para sobrellevar, por ejemplo, una grave enfermedad. Como sociedad, no podemos permitir que ello siga aconteciendo, lo que equivale a decir que se deben cumplir los derechos sociales de los artistas. Este valioso libro trata precisamente sobre esta relevante problemtica. As, se renen las ponencias del Seminario Tcnico Regional Sobre los Derechos Sociales de los Artistas del Mercosur Cultural, ms Bolivia y Chile como Estados Asociados, realizado en octubre de 2002, evento que cont con el importante auspicio de UNESCO, institucin que adems contribuye ahora a la edicin de esta publicacin. La cita tambin reuni a expositores de pases invitados, como Espaa, Suecia, Mxico, Colombia, as como algunas organizaciones como la OIT, y el Convenio Andrs Bello.
El legado que deja este evento, de dilogo e intercambio de experiencias, es este libro destinado a enriquecer, potenciar y apoyar la creacin de estamentos jurdicos que busquen dar proteccin al creador, al intrprete; en definitiva, al trabajador de la cultura y el espectculo. El texto adems contiene una serie de actualizaciones, informacin fresca, enviada por algunos pases del Mercosur que han procurado avances en los ltimos doce meses en materia de derechos sociales. Por tanto, estamos ante un material que no slo rene las ponencias, sino que tambin aporta las novedades que se han producido en el campo temtico que abarca el Seminario. El sentido ltimo del libro es, antes que nada, servir de espejo para todos aquellos pases que tengan necesidad de confrontar su propia realidad para luego construir, mejorar o implementar respuestas ms adecuadas a las necesidades de sus artistas; tambin este volumen busca promover debates, comparar modelos estructurales e incentivar el dilogo al interior de los pases, para buscar soluciones aplicables a sus realidades. No menos importante es el aporte que esta obra puede hacer a las necesidades de los pases de la regin, que deben construir alianzas, acuerdos y potenciar legislaciones
comunes que defiendan y protejan los derechos intelectuales ante un mundo cada vez ms intercomunicado. Estamos, bsicamente, ante un material de consulta til a todos los que quieran conocer legislaciones avanzadas, para extraer de ellas, experiencias, y proyectar cambios positivos para los creadores y artistas de nuestros pases del Sur. Chile se ha hecho presente a travs de expositores que nos detallan la ley que modifica significativamente las relaciones laborales de los trabajadores de la cultura y el espectculo. Se trata de la ley 19.889 que modific el Cdigo del Trabajo, y que desde el 1 de noviembre del ao 2003 ya est en vigencia. Se trata de un paquete de normas que regula las condiciones de trabajo y contratacin de los trabajadores de las artes y el espectculo. En nuestro pas el sistema de seguridad social ha tenido un importante desarrollo, cuya temprana incorporacin en el sistema institucional va a la par con los procesos sociales y polticos de nuestra historia del siglo XX. En efecto, la seguridad social ha sido en Chile y en el mundo un poderoso instrumento de cambio social, que ha jugado un rol en la redistribucin de la renta, en la igualdad de oportunidades y, en general, en la construccin de una sociedad ms igualitaria y ms libre. De hecho, las primeras leyes sociales en Chile datan de 1924, ocasin en la que se dictaron normas sobre contrato de trabajo, derecho a huelga, sindicalizacin, accidentes del trabajo y tribunales de conciliacin y arbitraje. Sin embargo, los radicales cambios
introducidos en el perodo autoritario militar al sistema de seguridad social hicieron que, desde 1981, la actividad laboral de los artistas quedara simplemente dentro del esquema del trabajador independiente. Dentro del nuevo sistema, los trabajadores del arte y la cultura desarrollaron su labor sin contar con un marco mnimo de proteccin social y laboral. En la mayora de los casos prestaban servicios bajo la modalidad de honorarios, pero con una situacin de dependencia y de subordinacin. Se encubra as la verdadera naturaleza de la relacin laboral, de un modo que posibilitaba eludir las obligaciones que recaen en el empleador en cuanto al salario mnimo, jornada de trabajo, cotizaciones previsionales, vacaciones pagadas y proteccin ante accidentes laborales y enfermedades profesionales. El nmero de trabajadores que labora en Chile en la creacin e interpretacin artstica y en las funciones tcnicas asociadas es de aproximadamente 18.000 personas. De este universo, menos de un 5%, segn un reciente estudio, trabaja hoy da en condiciones estables y de relativo respeto por las normas laborales y previsionales. Se hizo urgente entonces, que el Estado adoptara las medidas de resguardo necesarias que otorgaran coherencia al gran impulso a la creacin artstica y al desarrollo cultural de la ltima dcada, logrado por la va de asignacin de recursos y de generacin de condiciones de libertad y de ausencia de censura. Son los artistas y los trabajadores de la cultura los actores de este proceso y su bienestar est estrechamente ligado al desarrollo de nuestra identidad social y cultural.
12
La sociedad chilena tom conciencia que deba corregir urgentemente la situacin de desmedro de este sector, ms an cuando se han suscrito importantes Acuerdos de Cooperacin tanto con la Unin Europea como con Estados Unidos, lo que obliga al Estado de Chile a adecuar su legislacin interna a los estndares mnimos de sus socios comerciales. Estas adecuaciones deben producirse para dar cumplimiento a la Recomendacin Relativa a la Condicin del Artista, adoptada por la Conferencia General de Naciones Unidas para la Educacin, en 1980 y a lo establecido en la declaracin del Mercosur de Montevideo, en el ao 2001. Es as como hemos celebrado en estos das la Promulgacin de la Ley que regula las condiciones de trabajo y contratacin de artistas y tcnicos de espectculos. Ella define la calidad de artista y de tcnico de espectculo; establece modalidades bsicas referidas al plazo del contrato de trabajo; impone la obligacin de escriturar el contrato dentro de tres das desde la incorporacin del trabajador; regula la jornada de trabajo y determina la responsabilidad subsidiaria del dueo de la obra o productor. Estamos seguros que el conjunto de medidas que actualiza y mejora la condicin social del artista, es la ratificacin del propsito de hacer de la cultura un eje estratgico del actual Gobierno. La tarea ha sido compleja debido fundamentalmente a las particularidades que ofrece este colectivo de trabajadores, bsicamente porque el trabajador artista es un trabajador por cuenta ajena especial, que si bien cede los
derechos de explotacin de su obra, mantiene sus derechos morales sobre ella. Por otra parte, los mtodos de fijacin o registro de las actividades artsticas han permitido en el pasado que las obras se comercializaran prescindiendo del artista, lo que generaba que este tuviera perodos de contratacin reducidos. Todo esto configuraba un cuadro de inestabilidad laboral que haca difcil la aplicacin tradicional del derecho laboral y de las normas de orden previsional. Sin perjuicio del principio bsico de igualdad ante la ley que consagra nuestro ordenamiento jurdico, los trabajadores artistas son un colectivo especial, por lo que el rgimen legal recin aprobado reconoce estas particularidades y refuerza la proteccin de sus derechos laborales y de seguridad social, en la doble dimensin de trabajador y de creador. Asimismo, fortalece la proteccin jurdica del derecho de autor, mejorando los mecanismos legales para la efectiva observancia de los tratados suscritos por Chile en esta materia. De este modo estamos resolviendo la deuda que la sociedad tena con los trabajadores de la cultura, respetando el derecho de todos a la proteccin en el trabajo y sus beneficios, especialmente para las nuevas generaciones de artistas, los que podrn mirar ahora el trabajo artstico como una labor que les brindar los mismos beneficios de todo trabajador o trabajadora chilena. Ser artista no ser ms un estigma desde un punto de vista laboral, sino que una actividad ms, tan legtima y protegida como cualquier otra, adems de un orgullo para quienes la ejerzan, como siem-
13
pre lo ha sido. Si el trabajo es por s mismo digno de todo nuestro respeto y comprensin, lo es mucho ms todava cuando tiene que ver con asentar en nuestra sociedad los valores de creatividad e imaginacin. Estamos en el punto en el cual, si usamos la ley como corresponde, nos queda slo avanzar hacia horizontes ms plenos y satisfactorios. El paso que viene es que todos aquellos que estn bajo el amparo de esta normativa sepan valorarla y, por tanto, utilizarla exigiendo su aplicacin. Para ello deben conocerla cabalmente, pues si ello no ocurre, esta ley ser slo papel. No quiero referirme a los detalles tcnicos de esta legislacin, ya que los expertos chilenos que exponen en este libro, lo hacen con suma claridad y en forma que me parece completa. Adems, tambin este texto publica la nueva norma que modifica los contratos de trabajo, por lo que est al alcance de todo aquel que la quiera consultar. Estamos ante lo que podemos llamar una segunda ola de una legislacin pro cultura. La primera tuvo lugar a inicios de los 90. Esta segunda tiene la particularidad de que, a diferencia de la primera oleada, donde el Estado y el Gobierno chileno se exigieron al mximo para propulsar y generar las condiciones para satisfacer las necesidades que en el plano de los incentivos, proteccin y desarrollo de las artes, tenan los creadores,
ahora se concentran los esfuerzos para encarar una nueva institucionalidad de la cultura, as como sus necesidades laborales; ello en completa armona con la importancia que a la cultura, como bien imprescindible, le adjudicaron los sucesivos gobiernos de la Concertacin. Esto dar como resultado que en la consideracin que tenga el Estado hacia los artistas, se les haga justicia en todos los aspectos de su contribucin al desarrollo de la cultura nacional. En estas breves lneas no quiero dejar de celebrar el carcter internacional de este encuentro que culmin en total xito. Este libro demuestra que cuando los pases del Mercosur nos juntamos para intercambiar nuestras experiencias, caminamos por la vida en el sendero correcto, pues de este modo, nuestros pases aprenden de los aciertos y de los errores cometidos. La perspectiva que nos da este volumen es esperanzadora para nuestros artistas y para nuestros pueblos, pues en los aportes recogidos aqu encontramos un amplio consenso de favorecer el trabajo artstico con todas las medidas que correspondan a su magnfico e inestimable aporte a nuestras culturas nacionales.
14
" con la unidad y el entusiasmo de aquellos que con su arte nos expanden el alma, no cabe duda que se continuar avanzando" En octubre del ao 2002 tuvo lugar en Chile, el Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas, con el apoyo de la UNESCO. Poco tiempo antes haba ingresado al Parlamento chileno un proyecto de Ley elaborado por el Gobierno, que propona regular la relacin de trabajo de los trabajadores (as) de las artes y espectculos, a fin de garantizarles la debida proteccin legal. El 24 de septiembre de 2003, se aprobaba la Ley N 19.889, entrando a regir el 1 de diciembre de este mismo ao. Ley que fue aprobada por la unanimidad del Parlamento. La pregunta natural a plantearse es la del por qu se requera una ley especial. Ello era necesario porque las condiciones objetivas en que los trabajadores (as) del arte y la cultura desempean su labor no es la habitual en las que labora la generalidad de los trabajadores. Era dificultoso el aplicarles la reglamentacin comn, conllevando en los hechos una gran informalidad y desproteccin social.
La frmula utilizada fue la de crear un captulo especial dentro del Cdigo del Trabajo, denominado "Del contrato de los trabajadores de artes y espectculos", que establece una regulacin particular en materias de gran inters para el gremio, a saber: formas de contratacin (por plazo fijo, por una o ms funciones, por obra, por temporada, por proyecto) y clusulas mnimas; plazos de escrituracin de los contratos (diferenciando entre contratos de duracin de menos de tres das y de menos de 30 das); jornadas de trabajo (no ms de 10 horas diarias en carcter de ordinarias, exigindose adems que el horario y el plan de trabajo para cada jornada laboral sea conocido con anticipacin a la suscripcin del contrato); descanso semanal; periodicidad de pago de las remuneraciones, etc. Se resguard, igualmente, de que en todas aquellas materias no reguladas de manera especial, rijan para ellos los derechos laborales generales. Se pretendi con esta nueva normativa que todos los impedimentos prcticos y particulares de la actividad y que hacan confusa la definicin como trabajadores dependientes, se superaran para permitir la proteccin de los derechos sociales de los artistas, que en la prctica no eran considerados.
15
La nueva ley tambin seala qu se debe entender bajo el concepto de "trabajadores del arte y espectculo", definicin que no es taxativa al sealar que entre otros, lo son: los actores de teatro, radio, cine, Internet y televisin; folcloristas, artistas circenses, animadores de marionetas y tteres, coregrafos e intrpretes de danza; cantantes, directores y ejecutantes musicales; escengrafos, profesionales, tcnicos y asistentes cinematogrficos, audiovisuales, de artes escnicas de diseo y montaje; autores, dramaturgos, libretistas, guionistas, doblajistas, compositores y en general "a las personas que teniendo estas calidades, trabajen en circo, radio, televisin, cine, salas de grabaciones o doblaje, estudios cinematogrficos, centros nocturnos o de variedades o en cualquier otro lugar donde se presente, proyecte, transmita, fotografe y digitalice la imagen del artista o donde se transmita o quede grabada la voz o la msica, mediante procedimientos electrnicos, virtuales o de otra naturaleza, y cualquiera sea el fin a obtener, sea ste cultural, comercial, publicitario o de otra especie". Sin duda, con una enumeracin tan exhaustiva de la ley, lo que se pretende es que no quede ninguna expresin artstica y ninguna actividad directamente ligada con ella, al margen de su manto de proteccin. Junto a otra serie de beneficios que se establecen legalmente, como los costos de traslado, alimentacin y de alojamiento, la prohibicin de la marginacin arbitraria de
ensayos, etc., tambin se regulan otras materias de enorme importancia para los artistas, como los requisitos para el uso y explotacin de la imagen y la situacin de los derechos de propiedad intelectual. Todo lo obtenido y hasta ahora brevemente reseado, es producto de un trabajo profesional, arduo y persistente de las organizaciones sindicales del sector y en particular, de sus dirigentes (ambas presidentas mujeres). All est la ley; ahora viene la etapa de su aplicacin, de buscar los mejores caminos para hacerla cumplir integralmente. En eso estamos; en difundirla para que los propios actores y sus empleadores la conozcan, en la generacin de mesas de dilogo tripartito para ir garantizando su general aplicacin. Despus de la difusin y despus del dilogo vendr, sin duda, la accin fiscalizadora del Estado, para garantizar el cumplimiento frente aquellos empleadores renuentes a cumplir. Se ha alcanzado un gran logro, quedan otros todava por construir. Sin embargo, con la unidad y el entusiasmo de aquellos que con su arte nos expanden el alma, no cabe duda que se continuar avanzando.
MARA ESTER FERES N. Directora Nacional de la Direccin del Trabajo del Ministerio del Trabajo y Previsin Social
16
Cuando nos planteamos aspectos como la condicin del artista y sus derechos, a mi juicio, quizs convendra comenzar por hacerse, hoy ms que nunca, determinadas preguntas como: Quin necesita al artista y al arte? Qu tiene que ofrecer el artista y a quin? Qu tiene que recibir el artista y de quin? Es til a la sociedad? Por otra parte, es libre en una sociedad dominada por el comercio y los medios de comunicacin de masas? Sin querer ser exhaustiva en las respuestas a todas estas interrogantes, s quisiera abordar algunas de ellas partiendo de las lneas trazadas por los grandes foros de reflexin y debate que sobre la cultura ha convocado la UNESCO en los ltimos aos para tratar de dar respuesta a los desafos que hoy afronta el mundo actual. En este contexto, el tema de la diversidad cultural aparece como claro referente y expresin positiva de un objetivo a alcanzar: la puesta en valor y la proteccin de las diferentes culturas frente al peligro de homogeneizacin. Pero en la era de la globalizacin, slo polticas culturales apropiadas podrn garantizar la preservacin de la diversidad creativa contra el riesgo de una cultura nica, del mismo modo que slo polticas de preservacin de la biodiversidad
podrn garantizar la proteccin de los ecosistemas naturales y la diversidad de las especies. La UNESCO, siendo fiel al mandato de su Acta Constitutiva de erigir los baluartes de la paz en la mente de los hombres y asegurar la seguridad, plantea hoy, como el gran desafo del mundo actual, la promocin de un desarrollo humano sostenible y compartido, y la proyeccin de una globalizacin con rostro humano. Una globalizacin con equidad, justicia, respeto por la diversidad cultural y sin exclusiones. Una globalizacin que no tenga la capacidad de preservar, renovar y reinventar la diversidad, llevar inexorablemente a una homogeneizacin destructora de los valores especficos de la especie humana y de su ambiente natural. De forma especfica, en el campo cultural, la globalizacin debera ser humanizada, por un lado, a travs de la defensa y la promocin de la diversidad cultural y de la creatividad y, por otro, a travs de la preservacin y recreacin de los patrimonios, lo que conlleva un nuevo paradigma de lo patrimonial. El patrimonio cultural no puede seguir siendo visto nicamente como un valor heredado, que tiene que ser conservado y preservado como parte de la identidad de una
17
determinada sociedad. Lo patrimonial, lejos de ser un legado momificado, para seguir siendo autntica memoria es necesario que est en contnuo proceso de recreacin, y su salvaguardia slo ser importante en la medida en que contribuya a renovar el futuro. Deca don Miguel de Unamuno que "La memoria es la base de la personalidad individual, como la tradicin es la base de la personalidad colectiva de un pueblo. Vivimos en y por el recuerdo, y nuestra vida espiritual no es el fondo sino el esfuerzo que hacemos para que nuestros recuerdos se perpeten y se vuelvan esperanza, para que nuestro pasado se vuelva futuro". Con esta perspectiva, la proteccin y promocin del patrimonio material e inmaterial debera situarse en el corazn de las polticas culturales de todos los pases, pero teniendo en cuenta la evolucin del propio concepto de patrimonio, integrando una visin prospectiva, dando todo el espacio necesario a la creacin cultural contempornea y promoviendo y difundiendo dicha creatividad, con la participacin activa de todos los actores de la sociedad civil. Solamente cuando es asumido as, el patrimonio cultural adquiere su plena riqueza. En este nuevo siglo, que se ha dado en llamar el de la "era del conocimiento", lo cultural, entendido como patrimonio, creatividad y diversidad, es "riqueza". Quizs la ms grande de las riquezas del futuro, en todas sus dimensiones, incluida la econmica. El mercado del smbolo, de lo diverso, de lo autctono, es una realidad incuestionable. Lo que la UNESCO focaliza con nfasis
especial es que este fenmeno del reconocimiento de lo cultural como riqueza vaya animado de los paradigmas de desarrollo humano. Lo fundamental es tener bien claro que lo cultural slo puede ser riqueza en la medida en que conserve su autenticidad. Por otra parte, aunque es innegable que el sistema econmico moderno ha puesto y continuar poniendo precio a los componentes de lo cultural, tambin es cierto que la riqueza de lo cultural existe ms all de su valor econmico y slo podr tener valor real en la medida en que conserve su autonoma y su especificidad, su lgica propia ante la lgica econmica. La cultura es una mercanca, pero no es una mercanca como las dems. Si lo econmico se legitima como respuesta a la necesidad de medios para la existencia humana, lo cultural se legitima como respuesta a la necesidad de sentido, de razones para la existencia humana. Si lo econmico es la corriente motor de la llamada globalizacin, lo cultural, entendido como reconocimiento y promocin de la diversidad, de la creatividad y del patrimonio, es la garanta del rostro humano de la globalizacin. Es partiendo de estas ideas cmo las interrogantes con las que comenzaba mi intervencin podran tener respuesta. Cmo, a mi entender, habra que plantearse los desafos del mundo del arte en el siglo XXI. La Recomendacin de 1980 relativa a la condicin del artista reconoca que dado que "el arte refleja, conserva y enriquece la
18
identidad cultural y el patrimonio espiritual de las diferentes sociedades..." y contribuye "al desarrollo del ser humano y de la sociedad", es necesario proteger, defender y ayudar a los artistas y a su libertad de creacin, insistiendo en su utilidad pblica, en la importancia del reconocimiento de sus derechos, de una adecuada proteccin social, de los convenios y convenciones internacionales que lo amparan y de la representatividad de sus sindicatos u organizaciones profesionales. En el umbral de este hito que representa el siglo XXI, se trata de medir las nuevas relaciones entre el artista y la sociedad y los desafos que integran, en relacin con la revolucin tecnolgica, los mbitos de la creacin y la comunicacin de los valores culturales. Si desde siempre el arte ha consagrado e interrogado a la vez a la comunidad, se trata de contribuir, gracias a las transformaciones de la sociedad contempornea, a una reflexin sobre las condiciones de la creacin artstica y sobre los derechos de los artistas. Las artes son la forma ms inmediatamente reconocible de creatividad. Todas las artes constituyen ejemplos admirables del concepto de creatividad, pues son fruto de la imaginacin pura. Sin embargo, aunque formen parte de las formas ms elevadas de la actividad humana, crecen a partir de actos ms rutinarios de la vida cotidiana. Ofrecen a cada individuo la posibilidad de pensar y comunicar su realidad y su visin de una manera nueva. Las artes han brindado y siguen brindando la
inspiracin para la proteccin y renovacin de las identidades de los grupos sociales, para generar energa social, educar y elevar el nivel de concientizacin, promover la creatividad y la innovacin, fomentar el discurso democrtico, ayudar a enfrentar desafos de las diferencias culturales y tomar parte directa en la economa mediante la produccin de bienes y servicios. Los artistas son, por su parte, en palabras de Prez de Cuellar "la vanguardia, el vector de innovacin, el lazo entre cultura y desarrollo". Quien fuera unas veces paria, otras excomulgado, en ocasiones marginado, hoy ha adquirido independencia y dignidad. La cultura y el arte han cobrado una importancia cada vez mayor y ms general dentro de nuestras sociedades, y una gran mayora participa cada vez ms de la experiencia esttica, como demuestra la afluencia masiva a los museos, espectculos, cines, y el uso del libro. Incluso donde persisten las desigualdades, el derecho a la cultura se ha convertido ya en una aspiracin y una exigencia de los pueblos. Hoy se perfila en el horizonte la cuestin de la promocin de la experiencia artstica como medio de creacin de la riqueza cultural indispensable para el pleno desarrollo individual y colectivo. El arte atrae a un nmero cada vez mayor de aficionados, entendidos y profesionales. Va impregnando cada vez ms las manifestaciones ticas y polticas de nuestras sociedades. Tambin es un medio eficaz al servicio de la paz, la armona, el entendimiento mutuo, y puede contribuir a dar una respuesta espiritual a las crisis provocadas por las conmociones econmicas y polticas contemporneas.
Derechos Sociales de los Artistas
19
A pesar de todo ello, la verdad es que existen muy pocos pases en los que el artista disfrute de un verdadero estatuto, que es, sin embargo, la condicin primordial para obtener el reconocimiento de su rol y de su estatus en la sociedad. No creo equivocarme al afirmar que existe en la actualidad una voluntad mundial de propiciar la educacin, considerada como principal motor del progreso humano, pero creo que an no se ha entendido que el arte es educacin en el sentido ms elevado de la palabra, una forma particularmente eficaz de educacin, ya que el contacto con el arte despierta la sensibilidad hacia todas las formas de conocimiento, incita a explorar las posibilidades del ser humano, favorece la apertura de la mente y estimula la imaginacin. Sin embargo, los artistas o los organismos que trabajan en el mundo de las artes se ven con frecuencia obligados a recurrir a la puerta de las fundaciones filantrpicas o al mundo de los negocios para obtener ayudas. Para que las artes, y en consecuencia los artistas, puedan prosperar en el siglo XXI, es preciso que el Estado reconozca y proteja sus derechos. Esta proteccin es hoy ms necesaria que nunca. La tecnologa abre actualmente a los artistas y creadores nuevos horizontes, pero tambin constituye una amenaza para sus derechos si no se procede a la necesaria adaptacin de convenciones y reglamentos al desarrollo tecnolgico actual. Existen por otro lado vnculos importantes entre libertad de expresin y creacin artstica, no desdeables en numerosos
pases. Medidas especficas de orden social, legal, econmico e institucional deberan reconocer el estatus especial del artista. La fiscalidad, la seguridad social, las estrategias de empleo y la formacin profesional son otros tantos instrumentos efectivos en relacin a ese objetivo. La Recomendacin de la UNESCO de 1980, aun cuando hoy siga siendo vlida e incluso esencial, no impide que sean necesarias nuevas iniciativas ms acordes con la complejidad y mutaciones del mundo actual. En este contexto, el proyecto hoy hecho realidad, lanzado desde el mbito del MERCOSUR cultural, gracias al impulso del Ministerio de Educacin y Cultura de Chile y, sobre todo, de la Coordinadora Internacional de la Divisin de Cultura, Pilar Entrala, es paradigmtico y reviste la mayor trascendencia, no slo para el rea de MERCOSUR, sino tambin para toda la regin. Esperamos que esta experiencia sea una punta de lanza que permita abrir espacios similares en otros pases y generar acciones que coadyuven a la promocin y proteccin de la creacin y la creatividad en toda la regin. Amrica Latina es una potencia cultural de primer orden que slo necesitara aplicar toda su fuerza creativa y creadora para potenciar su desarrollo. Carlos Fuentes afirmaba en uno de sus artculos que raras son las culturas en el mundo con una riqueza y continuidad similares a la de Amrica Latina, y sealaba que "la poesa de Sor Juana Ins de la Cruz o la arquitectura de Congonhas do Campo son hechos autosuficientes que no reclaman en ellos mismos ninguna respuesta econmica
20
o poltica, sino que indican maneras de ser, pensar, vivir, vestirse, comer, amar, cantar, hablar, soar, moverse, luchar". Lamentaba, sin embargo, que la riqueza y continuidad cultural latinoamericana nunca haya podido transponerse al terreno de lo econmico y a la imaginacin poltica, por una falta de capacidad, que achacaba a la frecuente bsqueda de modelos ajenos a las realidades culturales de la regin, para aunar dinamismo cultural con dinamismo poltico y econmico.
Quiz slo sea necesario dar un mayor espacio, audiencia y participacin al mundo de la creacin, de la imaginacin, para tocar el cielo. Muchas gracias
MARA LUISA FERNNDEZ Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para Amrica Latina y el Caribe
21
Cuando entramos en la era de la flexibilidad laboral, cuando hablamos sobre la importancia de poner el acento en la igualdad de oportunidades y sabemos que donde aprieta el zapato es en la distribucin del ingreso, es que tenemos claro que an queda mucho por construir, para lograr la sociedad justa, desarrollada y solidaria que queremos y con la cual soamos. Los artistas como intrpretes del mundo emocional de los seres humanos y los polticos como representantes del mundo social de los mismos seres humanos o de los ciudadanos, estamos ligados de alguna forma en los distintos escenarios desde donde nos toca actuar. Para m, como actriz y como diputada de la Repblica, es muy emocionante sentir que desde el Parlamento hemos contribuido junto al Gobierno de Chile a recuperar una legislacin que refleje una proteccin laboral para los artistas y tcnicos del espectculo. Estamos recuperando algunos derechos, como los derechos de interpretacin y los derechos laborales de los artistas. Y no podemos olvidar la importancia de la Democracia, como sistema poltico social, justamente, porque es en este sistema en el cual renace la esperanza para crecer en derechos humanos, en educacin y en seguridad
social. Y no slo experimentamos la esperanza sino vivimos la inversin realizada en el mbito del arte y la cultura en estos aos de reconstruccin democrtica. La nueva institucionalidad cultural, estoy convencida que ms all de los problemas que plantea poner en marcha una organizacin de esta magnitud, traer respuestas necesarias a la demanda siempre creciente del rea creativa y de vanguardia. Es una tremenda inversin en trminos materiales y sobre todo humanos, que tendr el desafo de entusiasmar con nuevas y originales formas de hacer cultura en Chile, mirando al Siglo XXI que comenzamos a andar, con ms energa, con menos debilidades, con ms confianza, con menos miedos, con ms alegra, con menos pesimismo. En definitiva, este avance en derechos laborales es un gran paso hacia el encuentro entre flexibilidad en el trabajo y la proteccin necesaria para las personas que crean diariamente los sueos que todos queremos y necesitamos para vivir en un mundo mejor.
DIPUTADA XIMENA VIDAL LZARO Miembro de la Comisin de Trabajo y Seguridad Social de la Honorable Cmara de Diputados
22
MERCOSUR / RMC / ACTA N 02/01 XIII REUNIN DE MINSTROS DE CULTURA DEL MERCOSUR, BOLIVIA Y CHILE
Se celebr en la ciudad de Montevideo, Repblica Oriental del Uruguay, el da 16 de noviembre de 2001, la XIII Reunin de Ministros de Cultura del MERCOSUR, Bolivia y Chile, con la presencia de las delegaciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; y Chile en calidad de pas asociado. Bolivia manifest la imposibilidad de estar presente en esta Reunin. Los Ministros de Cultura reafirmaron su conviccin acerca del rol de la cultura en lo que se refiere a la consolidacin de la paz, la seguridad de los seres humanos, el fortalecimiento de identidades y la formacin de conciencias ciudadanas, as como de respeto a los principios democrticos en la diversidad. Los Ministros acuerdan: 1. Instar a la formulacin de estrategias tendientes, al desarrollo de la industria del turismo cultural a nivel regional. 2. Fomentar la capacitacin y profesionalizacin en cultural en los pases de la regin. gestin
3. Destacar la importancia de la participacin de la empresa privada en proyectos de cultura, lo que favorece el proceso de integracin. 4. Hacer esfuerzos conjuntos para que los productos culturales en los mercados de la regional estn presentes internacionales.
23
5. Los Ministros reafirman su voluntad de promover los mecanismos que faciliten la libre circulacin de los bienes y servicios culturales en la regin. intercambios y acciones de sensibilizacin 6. Promover debates, con los medios de comunicacin orientados a generar compromisos de responsabilidad compartida en la promocin y la difusin de la cultura. 7. Ratificar la importancia de la conclusin del proyecto de Investigacin Las Industrias Culturales: Incidencia Econmica y Socio Cultural, Intercambios y Polticas de Integracin Regional. 8. Manifestar la preocupacin dispensado a la Comisin Especiales No Permanentes reunin de las Comisiones de por el tratamiento diferencial de Cultura de las Comisiones ( CENPES ) durante la ltima la OEA en octubre del ao 2001.
9. Acoger con beneplcito la presentacin de la Antologa de Cuentos de Escritores del MERCOSUR y el 1er. CD de Msica Popular Contempornea del MERCOSUR. 10.Aceptar la propuesta de Chile de realizar un Seminario sobre Derechos Sociales de los Artistas del MERCOSUR Cultural, Bolivia y Chile en Miras a la Integracin en el ao 2002, como manifestacin de la trascendencia de este tema a nivel regional. 11.Aceptar la invitacin de Paraguay para participar en el Ciclo de Actividades Culturales en el Museo Cabildo de Pilar, Espacio Cultural del MERCOSUR, a desarrollarse en el ao 2002. 12.Convalidar las conclusiones y recomendaciones de la IV Reunin de Directores de Archivos Generales de las Naciones
24
del MERCOSUR 2001. 13. Apoyar el Documentacin en Montevideo msica, como Centro.
en
Asuncin
del
Paraguay en setiembre de
trabajo que viene desarrollando el Centro de Musical del MERCOSUR ( CEDOMM ) con sede y destacar la labor conjunta en torno a la manifestacin cultural, realizada por dicho
14. Proponer la creacin en el Edificio MERCOSUR, sede de la Secretara Administrativa, de un espacio cultural de integracin e intercambio de los pases de la regin, en virtud de la importancia de la cultura en el proceso de integracin. 15. Aceptar la oferta del Portal Iberoamericano de Gestin Cultural, presentada por la Organizacin de los Estados Iberoamericanos (OEI) a los pases de la regin, en la V Conferencia Iberoamericana de Cultura realizada en Lima, Per, y poner a su disposicin la pgina Web del MERCOSUR Cultural para formar parte de la misma. 16. Reafirmar el inters programas en favor de diferentes. de las implementar personas con acciones y capacidades
17. Reconocer la importancia de las culturas originarias en la formacin de las futuras generaciones, en el proceso de fortalecimiento de la integracin de nuestros pueblos. 18. Las delegaciones asistentes agradecen a Uruguay la clida recepcin, las atenciones recibidas y felicitan por la excelente organizacin de la reunin.
25
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Reunidos en Santiago de Chile los expertos de los pases miembros del MERCOSUR, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y de los pases asociados, Bolivia y Chile, con la participacin de expertos de Colombia, Espaa, Mxico y Suecia, y representantes de la OIT, del CAB, BID, OEI y de la UNESCO, los das 22, 23 y 24 de Octubre de 2002, en el Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas, acordado en la XIII Reunin de Ministros de Cultura del MERCOSUR, Bolivia y Chile, en el mes de Noviembre de 2001 en Montevideo, Uruguay, y consignado en el punto 10 del acta respectiva y, teniendo como base la Recomendacin relativa a la Condicin del Artista adoptada en la Conferencia General de UNESCO (1980), el Congreso Mundial sobre la aplicacin de esa Recomendacin (Pars, 1997) y el Seminario sobre Seguridad Social realizado en Montevideo el 2000, los expertos de los pases asistentes a este Seminario han tenido como objetivo efectuar un anlisis de la legislacin y proyectos de ley existentes en materia laboral, de seguridad social y de propiedad intelectual de los artistas de la regin. Analizados todos los antecedentes expuestos y considerando que: 1. la creacin artstica representa un factor determinante para la libertad de expresin, la democracia, la identidad de los pueblos, la diversidad cultural y la promocin del dilogo universal; el empleo debe ser el objetivo central de las polticas de desarrollo nacionales e internacionales; el artista, su labor creativa y sus condiciones laborales y de seguridad social son el ncleo, el motor y la condicin indispensable para el desarrollo de la cultura; las polticas culturales deben ser consideradas en toda las polticas de Estado; los derechos sociales de los artistas estn implcitos en la Declaracin Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos econmicos, sociales y culturales y en los convenios y recomendaciones de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT); el artista es titular de derechos laborales y de propiedad intelectual;
2. 3. 4. 5.
6.
26
7. 8.
las condiciones y caractersticas del trabajo del artista son especficas en todo el mundo, por razones de su discontinuidad e irregularidad en los ingresos; los pases de la regin presentan una problemtica relacionada con la precaria cobertura y garanta de los Derechos Sociales de los artistas, en particular respecto de la seguridad social, el trabajo y los derechos de propiedad intelectual que hay que atender con carcter urgente; la proteccin de los derechos de propiedad intelectual de los artistas intrpretes se encuentra en peligro, dada su desventajosa posicin frente a los poderes del mercado.
9.
se recomienda a los Sres. Ministros: 1. elaborar un plan regional general de poltica cultural de integracin y de planes de accin nacionales orientados a mejorar la condicin laboral y de seguridad social del artista en la regin, incorporando los siguientes aspectos: el fomento y la creacin de empleos dignos para los artistas y la optimizacin de la empleabilidad; la revisin del marco jurdico laboral, de seguridad social y de propiedad intelectual, a la luz de la Recomendacin sobre la Condicin del Artista, con la participacin de las reas de Educacin, Cultura, Trabajo y Seguridad Social de cada gobierno, as como representantes de las diferentes organizaciones de artistas y de los empresarios; el diseo de mecanismos para que la legislacin laboral y de seguridad social de los artistas est soportada en una slida financiacin que garantice su aplicabilidad y permanencia en el tiempo y mecanismos de fiscalizacin y seguimiento eficaces; una solicitud a la OIT relativa a realizar estudios que lleven a la creacin de leyes en materia de pensiones y jubilacin de artistas; la elaboracin de un diagnstico regional sobre la situacin actual de los artistas. Para ello se debern asignar los recursos necesarios por parte de cada Estado, y solicitar la asistencia tcnica del Observatorio Virtual de la UNESCO; la generacin de programas de capacitacin permanente para los trabajadores artistas, as como de estmulos a la creacin de pequeas empresas en la industria cultural y de fomento al empleo; velar por que no se vulneren los derechos de propiedad intelectual de los artistas en las actuales negociaciones comerciales internacionales y en los acuerdos de integracin econmica vigentes y futuros; instar a los Estados a reforzar, aclarar y hacer efectiva la proteccin de los legtimos derechos de propiedad intelectual, permitindoles a los artistas controlar las diferentes formas de explotacin de sus obras y prestaciones, en
a) b)
c)
d) e)
f)
2.
3.
27
particular en el campo audiovisual, y obtener la justa remuneracin de su esfuerzo creador; 4. 5. 6. promover la sustitucin de la denominacin de derechos conexos incorporando derecho intelectual del intrprete y ejecutante; crear un grupo de expertos que establezca una propuesta de armonizacin legislativa; solicitar a UNESCO elevar al Observatorio Virtual que se inaugurar el segundo semestre de 2003, las conclusiones y respectivas propuestas sobre derechos conexos definidas a partir del seminario tcnico regional sobre derechos sociales de los artistas; elevar estas recomendaciones al Consejo de Mercado Comn (CMC) para su estudio, tratamiento e impulso.
7.
28
Dcadas atrs era poco probable imaginar la enorme importancia que tendran los denominados derechos sociales de los trabajadores de la cultura y el espectculo. Y ello no obedece a que un espritu altruista pensara que los creadores y trabajadores del mundo del arte, merecan, tal como el resto de los mortales, legislaciones ms modernas que velaran por sus derechos intelectuales y sociales. Porque ocurre que el mundo est cambiando ms rpido que nunca, y el tema de la creacin cultural es prioritario si queremos que los pueblos, simplemente, mantengan su identidad y, por tanto, construyan futuro. La globalizacin econmica y la revolucin informtica (de impredecibles dimensiones) estn transformando a las sociedades; estn surgiendo nuevos tipos de relaciones, tanto humanas, polticas, como econmicas. Europa ya es una "gran unidad en la diversidad" y nuestra Amrica est creando nuevos vnculos y dando cuerpo a estrategias y alianzas comerciales, a la altura de los mega desafos que aparecen en el horizonte del mundo; en definitiva, hay que afrontar este milenio con instrumentos modernos, leyes ms macizas y a la vez flexibles. Estamos en pleno proceso de construccin de novsimos modelos comunicacionales, renovados paradigmas estticos, e incluso, surgen nuevas construcciones ideolgicas cargadas de incertidumbre. Tambin, como sucede cuando el hombre
emprende nuevos viajes en su devenir, se necesitan nuevos apoyos y remozadas redes solidarias. Por ello hay que cuidar al navegante. Y hablamos del navegante ms curioso de todos; el artista; cualquiera sea su instrumento, su camino, su especialidad, su locura, debemos proveerlo de cuerpos y normas legales a la altura de los tiempos presurosos que corren, porque y esto es esencial, hoy se le necesita ms que nunca. Porque las fronteras tienden a difuminarse, por tanto, el artista deber apremiarse aun ms para construir identidad, descubrir nuevos mundos y forjarse inditos sueos, en medio de las colisiones lgicas que ocurren cuando las culturas, al expandirse, se encuentran. Por dichas razones el creador del siglo XXI, es motivo de desvelos en muchos Estados, los que estn conscientes de que defender los derechos (salud, previsin, derechos intelectuales, desarrollo vocacional etc.) de los creadores (como ha ocurrido en sociedades antiguas que han dejado huellas en la historia de la humanidad), equivale a cimentar, nada menos, la supervivencia primero, y luego la trascendencia de los pueblos. Un pueblo sin cultura carece de alma, escribi alguien y es cierto. No vamos a redundar en ese axioma. Los trabajadores culturales, por tanto, necesitan nuevas legislaciones, actualizados cdigos y giles acuerdos regionales e internacionales que cuiden del fruto de sus creaciones y procuren proteccin a su peculiar naturaleza creadora.
33
DILOGO Y ENCUENTRO
Consciente de la magnitud de esta responsabilidad es que Chile impuls la realizacin del Seminario Tcnico Regional Sobre los Derechos de los Artistas, realizado los das 22, 23, 24 de octubre de 2002 en Santiago. La cita reuni a los miembros del Mercosur Cultural, Bolivia y Chile, en su calidad de estados asociados, ms algunas instituciones como la Organizacin Internacional del Trabajo, OIT, y el Convenio Andrs Bello, CAB; a ellos se sumaron la participacin valiossima de pases invitados, como Mxico, Colombia, Espaa y Suecia. Las pginas siguientes dan cuenta de los aportes de los expositores de los Estados parte del Mercosur Cultural que representan a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Abre las exposiciones, Argentina, en la voz de la doctora Griselda Strat y el doctor Carlos Alberto Etala, ambos nominados para la ocasin por la Secretara de Cultura de la Presidencia de la Repblica Argentina. La primera concentr su exposicin sobre la propiedad intelectual del trabajador cultural de dicho pas, la cual es de larga data; fue sancionada en 1933 y su inspirador fue, el entonces legislador, Roberto J. Noble. Etala, en tanto, present "Un esquema del marco legal y social en que deben desenvolver su labor los artistas en la Repblica Argentina". La calidad del material de ambas exposiciones, permite apreciar, en toda su magnitud, la responsabilidad con que dicho pas ha tratado a sus creadores. Argentina posee una
legislacin que, desde muy temprano en la historia, ha procurado proteccin y resguardo a los derechos de sus artistas, por ello estas dos ponencias son, en muchos aspectos, de un tremendo valor orientador para el resto de los pases de la regin. Tambin la nacin trasandina, a la solicitud de actualizacin de sus ponencias, expres que no hay novedades en sus polticas de proteccin al artista. Otro interesante aporte fue el de Brasil, pas con rasgo de continente, con lengua propia y provisto de un marcado nacionalismo en materia de proteccin a su riqueza artstica. Los expertos cariocas fueron la profesora Nazar Pedroza, Gerente de Assuntos Internacionais da Secretaria de Articulao Institucional e Difuso Cultural y la experta, abogada Vitoria Regia Ramires. La primera nos muestra un completo cuadro explicativo acerca de la situacin laboral del artista en Brasil, incluyendo modificaciones y ajustes hechos desde que el presidente Lula asumi la primera magistratura. Se trata de un documento magnfico, provisto de una ubrrima cantidad de datos, estudios comparativos y cuadros estadsticos que detallan las condiciones en que labora el trabajador cultural en dicha nacin. Brasil, pas federado con 178 millones de habitantes, cuenta considerando slo sus ciudades capitales con 768 teatros; en Sao Paulo, por ejemplo, existen 215. Toda la actividad cultural artstica est regulada y fiscalizada por organismos competentes. Dato simptico: hasta a la categora de bailarina striptisera la ley laboral le consigna un sueldo base mnimo (no diremos cunto para
34
no despertar una sana envidia entre colegas de otros pases de la regin), pero lo cierto, el gran pas del Atlntico, dado su vastedad e inagotable diversidad cultural, posee una legislacin implementada a travs de redes de apoyo e incentivo, tejidas a lo largo de sus 8,5 millones de km2 de territorio. En tanto, el trabajo de la abogada Vitoria Regia Ramires aport al Seminario un minucioso trabajo estadstico que da cuenta de la relacin, por regin, oficio, e incluso especialidad, entre el trabajador y su realidad previsional. Brasil, gracias a estos tcnicos, dej de manifiesto que el pensamiento poltico de sus lderes est fuertemente comprometido con su arte y cultura, sea cual fuese el camino elegido por el artista. El grado de apertura y acogimiento que tienen sus artistas, es un verdadero ejemplo de consecuencia y coherencia entre el alma, el poder intangible de los pueblos, y la poltica. Paraguay fue representado por una ponencia excepcional, de triple autora: Margarita Oru de Villalba, representante del Comit Coordinador Mercosur Cultural, Viceministerio de Cultura de Paraguay; Graciela Meza, miembro del Consejo Asesor Cultural, Viceministerio de Cultura de Paraguay y Edgar Lugo, Director Mercosur del Parlamento Nacional. La exposicin detalla cmo en especial desde que se ciment el sistema democrtico, las autoridades con gran dinamismo y entusiasmo, estn tejiendo polticas de apoyo a la cultura y las artes, as como procurando dar respuesta a los derechos sociales de los trabajadores de dichas esferas del quehacer humano.
Por ltimo, conoceremos los documentos entregados por Uruguay a travs de dos expositores y dos especialistas gubernamentales que enviaron textos para la actualizacin. Primero, lo hacen Graciela Nario Jos y Luis Bellani, ambos expertos del Ministerio de Educacin y Cultura de dicha nacin oriental en el ao 2002. Luego, le toca el turno al profesor Agustn Courtoisie, Director Nacional de Cultura del Ministerio de Educacin y Cultura. Y por ltimo, expone Marcia Collazo Ibaez, tambin experta del Ministerio de Educacin y Cultura de dicho pas del Atlntico. Desde distintas pticas y perfiles, estos cuatro especialistas nos empapan del estado en que se encuentran los derechos laborales y sociales y la seguridad social en el Uruguay, pero tambin nos contagian dndonos un clarificador panorama de la importancia que le dan a sus valores culturales. Cabe mencionar el caso de la Casa de Comedias, un centro de vigorosa actividad teatral apoyada por el Estado; recordemos que el arte teatral es una de las manifestaciones artsticas ms fecundas del Uruguay, incluso a nivel mundial ocupa un sitial destacado. Finalizamos estas palabras con la certeza que el esfuerzo intelectual de estos tcnicos, venidos de distintas latitudes, nos proveer de un rico material informativo acerca del tema central del Seminario. Como los retos que vienen son demasiados, ms que nunca debemos estrechar lazos de cooperacin y procurar intercambiar experiencias para nutrirnos mutuamente. W.H.
Derechos Sociales de los Artistas
35
CHILE - 2002 PALABRAS DE APERTURA SEMINARIO: DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS, APRENDIZAJE SIN LMITES (22 de octubre de 2002)
Por Pilar Entrala V. Coordinadora rea Relaciones Internacionales Divisin de Cultura - MINEDUC
No hay lmites?, Juan pens. Bueno, llegar entonces el da en que me aparecer en tu playa, y te ensear un par de cosas acerca del vuelo! Y aunque intent parecer adecuadamente severo ante sus alumnos, Pedro Gaviota les vio de pronto tal y como eran realmente, slo por un momento, y ms que gustarle, am aquello que vio. No hay lmites?, Juan pens, y sonri. Su carrera hacia el aprendizaje haba empezado. "Juan Salvador Gaviota" R. Bach Qu difcil nos resulta a todos aprender a hablar, sin lmites, desde los afectos. Casi siempre lo hacemos cuando estamos solos, empeados en tratar de recordar que en medio de la vorgine del trabajo y las exigencias competitivas de la supuestamente temida globalizacin, an somos, ante todo, humanos. Por tanto, seguimos teniendo fuertes necesidades de sentir y, a veces, de emocionar y emocionarnos. Son ciertamente las ternuras las que hoy nos pueden invitar a mejorar nuestra calidad de vida.
Es entonces a partir de mi propia carrera hacia el aprendizaje, en mi calidad de gestora cultural, que deseo expresar mi felicidad por estar hoy entre ustedes, seores expertos, en el marco del Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas, que hoy inauguramos, en representacin del Jefe de la Divisin de Cultura del Ministerio de Educacin, Claudio di Girolamo C., quien se encuentra fuera del pas en comisin de servicio; el mismo que esperamos se sume a este encuentro al cierre de las tres jornadas. Aun a riesgo de simplificacin, y consciente de que nos encontramos inmersos en plena era del acceso, me atrevo aqu a recordar que los aos 60 y parte de los 70 fueron los tiempos de la democratizacin de la cultura, es decir, se centraba la atencin en preservar y fomentar la accin creadora, as como garantizar a todos el acceso a la cultura. En los 70 y 80, se afianz finalmente este principio para luego, slo a partir de los noventa, comenzar a centrar la mirada hacia uno de los temas que esta maana tambin nos convoca y que dice relacin directa con aprender a vivir juntos en diversidad. La diversidad implica el gesto inminente de la creacin. Los cambios del siglo XXI nos obligan, cada da ms, a fundamentar y
36
argumentar en los escenarios internacionales, nuestras propias capacidades de gestin y accin cultural. Estamos frente a nuevos escenarios y esto implica, a nivel interno, una demanda de mayor rigor profesional en gestin, ms justificacin de los recursos pblicos y la necesidad de instalarnos, rpidamente, con una nueva mentalidad o ms bien, con un nuevo mtodo intelectual que permita generar procesos culturales con aires renovados, y donde el rol del Estado en cultura se adapte a lo que podemos llamar "el vuelco total", ese que permite otorgarle un papel ms democrtico a la sociedad civil, orientndola hacia nuevos contenidos para, a su vez, entrar en nuevos campos y desafos. Todo ello ocurre en momentos en que nuestro pas da un salto histrico con el inicio de un proyecto de ley que regula las condiciones de trabajo y la contratacin de artistas y tcnicos de espectculos, y donde el debate internacional nos invita a entender la globalizacin como una forma de cooperacin entre los pueblos para, por ejemplo, transformar la cultura en factor clave de crecimiento de las industrias locales, muchas de las cuales son impulsadas por esos artistas y gestores culturales que hoy necesitan que se legisle en torno a su futuro previsional y social. Pero, cmo hablar de Derechos Sociales, cuando an en el imaginario colectivo no existe clara conciencia de nuestros propios Derechos Culturales? Por qu una Declaracin sobre los Derechos Culturales?, se pregunt hace cinco aos un
grupo interdisciplinario de estudiosos de Friburgo, Suiza, en colaboracin con la UNESCO y el Consejo de Europa; Derechos clasificados por ellos mismos, en pleno siglo XXI, como "una categora subdesarrollada de los Derechos Humanos", para luego concluir que "frente a la persistencia de las violaciones a los derechos humanos, frente al hecho de que las guerras actuales y potenciales deben su origen, en gran parte, a las violaciones de los derechos culturales, y teniendo en cuenta que gran nmero de estrategias de desarrollo han resultado inadecuadas por ignorancia de estos mismos derechos culturales, constatamos que los derechos humanos carecen en la actualidad de coherencia, lo cual obstaculiza su eficacia y universalidad". Por otra parte, y siempre en el marco de los derechos culturales, la recomendacin de UNESCO relativa a la condicin del artista (1980) y el Congreso Mundial sobre la aplicacin de esa Recomendacin, (Pars 1997), han generado a nivel internacional una serie de iniciativas para fomentar y proteger la creatividad, especialmente en medios sociales marginados, haciendo hincapi en el refuerzo de las capacidades endgenas, la enseanza del derecho del autor y derechos conexos, as como tambin la proteccin de los derechos sociales de los artistas. Tras la firma del Acta de Ministros de Cultura, Bolivia y Chile, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, en noviembre de 2001, y justo en momentos en que los cdigos planetarios se ven entorpecidos, entre otros, por los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York hace ya ms de un ao, tras lo cual los organismos
37
internacionales le dieron un nuevo sentido a sus aportes econmicos en cultura, nos complace encabezar la realizacin de este Seminario como seal clara de integracin desde el bloque Mercosur Cultural hacia UNESCO, nuestro auspiciador, en sus aspiraciones planteadas para el fin del bienio relativas a "la elaboracin de un proyecto tipo de proteccin de los derechos sociales de los artistas y la realizacin de cuatro proyectos sobre la proteccin social de los artistas". Saludamos de manera muy especial la valiosa presencia de la Sra. Mara Luisa Jauregui, Especialista Regional en Educacin para Adultos y la Paz, de UNESCO. Ella viene en representacin de una queridsima amiga y cmplice, quien ha hecho posible en gran medida este encuentro. Me refiero aqu a la Sra. Mara Luisa Fernndez, representante de UNESCO, Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe. Aprovecho de agradecer adems la presencia de la seora Patricia Jerez, especialista adjunta del Programa de la Divisin de Arte e Iniciativas Culturales del sector UNESCO Pars, quien nos acompaar durante esta travesa tcnico-regional para acopiar
informaciones destinadas al Observatorio Mundial sobre la Condicin Social del Artista, cuya publicacin en Internet est prevista para el segundo semestre de 2003. Tal vez si en el mbito de la integracin se logran establecer mayores acciones tendientes a sensibilizar a la sociedad civil, respecto a que cultura tambin significa mejor calidad de vida para nuestros artistas, estaremos sembrando en pro de una mejor sociedad. El cambio de mentalidad y la manera de pararse frente al mundo tendrn mucho que decir y revelar acerca de una emotiva e innovadora esttica, esa que tiene relacin directa con el aprendizaje de un nuevo y emprendedor vuelo, ese que se conjuga en futuro y que habla de un inminente cambio. Quiz la promocin de los Derechos Sociales y el impulso de las ideas de nuestros artistas y gestores en su inminente calidad de ciudadanos culturales, sirvan para impulsar una nueva manera de partir y, tal vez, en el milagro de la partida se encuentre el mgico secreto de una mejor calidad de vida ad-portas, para cada uno de nosotros.
38
"Es absolutamente necesario terminar con la falsa idea que viene desde el pasado, que el autor, el artista, el intrprete y el ejecutante disfrutan de la bohemia y la miseria y solamente se alimentan con el aplauso". Nuestra Ley de Propiedad Intelectual Nro.11723 fue sancionada en 1933 y su inspirador, el entonces legislador Roberto J. Noble, sintetiz en su discurso en el recinto, la esencia misma del derecho de los creadores. Dijo el Sr.Noble: "El valor imponderable de la creacin literaria y artstica, carece de defensa. La inmensa riqueza de la creacin de las mentes ms lcidas, desinteresadas y generosas de la humanidad, eran mar abierto a la piratera organizada de quienes sin escrpulos se benefician con los frutos de una labor cumplida muchas veces bajo el signo del dolor; el dolor ntimo y fecundo de crear, que a menudo agota las reservas vitales y mina los organismos fsicos". "No slo el escritor, el periodista, el poeta, el msico, sino tambin los intrpretes, en sus versiones perpetuadas por los modernos sistemas que trajo el progreso, son vctimas de actos de pillaje y despojo; habra que verificar tambin el mismo despojo a sus descendientes, lo que hara decir a un
ministro francs que era motivo de vergenza para la civilizacin que los descendientes de Corneille vivieran en la indigencia". "Dar a nuestros hombres de letras, a nuestros artistas las necesarias garantas para estar a cubierto de las asechanzas de la piratera declarada y organizada de las usurpaciones disimuladas, es una urgencia en el campo del trabajo intelectual. Hay que llevar el recuerdo hacia aquel mundo de obreros de la cultura, de creadores de la ciencia y de la belleza, de forjadores de ensueos, a quienes hay que hacer justicia con esta ley; ley de defensa del caudal artstico y cientfico argentino surgido de un esfuerzo sin remuneracin. Ley que proteger la labor de muchos aos, muchas veces cumplida en medio de agotadoras vigilias de la carne y el espritu; ley para todos los que en medio de nuestro desarrollo econmico constituyeron la falange del arte y de la ciencia, y a pesar del ambiente tan poco propicio a las inquietudes del espritu, investigaron en el gabinete, modelaron el bronce, esculpieron el mrmol, publicaron sus libros, sus poemas, sus dramas, sus comedias y sus ensayos e inundaron el mundo con el acorde inconfundible de nuestra msica, dando as a todas las expresiones de la ciencia y el arte propios, el sello inconfundible del alma argentina".
39
(interno e internacional) y de derecho pblico en lo atinente a materia administrativa, penal y procesal. Un Proyecto de Reformas de esta ley, actualmente en estudio, ha incorporado principios de los ADPIC y de los trabajos realizados por OMPI y UNESCO, adems de la elaboracin jurisprudencial hecha en ms de 60 aos de vigencia de la Ley. Toda esta legislacin estableci un rgimen liberal de tutela de las obras extranjeras, pues solamente se exige que sus autores "pertenezcan a pases que reconozcan el derecho de propiedad intelectual" (Principio de Trato Nacional, Artculo 5 del Convenio de Berna). Se consideraba que el reconocimiento de estos derechos no estaba sujeto a la reciprocidad, amparo que qued limitado a raz de disposiciones destinadas a facilitar la publicacin de traducciones. Se tomaban severas sanciones penales para los infractores, inclusive la privacin de libertad, pero fallas tcnicas de la ley la tornaron parcialmente ineficaz en ese aspecto. Varios organismos se crearon a fin de ocuparse de la proteccin de los derechos intelectuales, entre los que mencionaremos al Registro Nacional de la Propiedad Intelectual, destinado a la inscripcin de obras y contratos. Las Sociedades de Gestin nacen como asociaciones civiles muchos aos antes de que el Estado las reconociera como tales. La primera en crearse fue la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), si bien no es una sociedad de gestin propiamente dicha, es la que nucle a escritores de principio de
40
siglo en pos de la defensa de sus derechos. En diciembre de 1934 se crea ARGENTORES, (Sociedad General de Autores de la Argentina) constituida legalmente como una asociacin civil de carcter profesional y mutual. En mayo de 1936 por iniciativa de un grupo de autores musicales, es fundada SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Msica), sociedad defensora de los Derechos de Autor y Compositor, inscripta como asociacin civil y cultural de carcter privado, representante de los creadores de msica nacional de las sociedades extranjeras. Es en este momento cuando emerge la Asociacin Argentina de Intrpretes (AADI), cuya fundacin no constituy una mera creacin competitiva destinada a disputarle a otras entidades un beneficio de naturaleza econmica, sino que obedeci al deseo de establecer y de reafirmar un principio de justicia elemental: tratar de poner en prctica la plenitud de los derechos determinados por una ley. El primer paso en este sentido lo dio el 24 de julio del ao 1954, cuando un grupo de intrpretes integrantes de orquestas de msica popular, tuvieron acceso a lo que determinaba el Art. 56 de la Ley 11.723, y se autoconvocaron con la conviccin de que la letra y el espritu de esta ley de Propiedad Intelectual deba alcanzar a todos los ejecutantes de un conjunto musical, derechos que eran negados hasta este momento. Con la incorporacin en 1957 de los actores, van consolidndose los reclamos de la Asociacin Argentina de Intrpretes y as sta logr, con fecha abril de 1964 en los
Autos caratulados Asociacin Argentina de Intrpretes contra Radio Rivadavia, que se reconociera el derecho a percibir una remuneracin equitativa a todos los msicos integrantes de un conjunto orquestal sin distincin de categoras. Este fallo fue confirmado por la Cmara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal. Posteriormente, y ya en 1981, se consigui igual reconocimiento para los actores cinematogrficos, cuando se exhiban sus pelculas nacionales en salas cinematogrficas; el juicio, en ese sentido juicio piloto, se caratul "Asociacin Argentina de Intrpretes c/Clemente Lococo", fallo en Primera Instancia que tambin fue ratificado por la Cmara de Apelaciones en lo Civil. Tambin en 1987, se obtuvo reconocimiento judicial de las exhibiciones cinematogrficas por medio de la televisin en el Juicio caratulado "Asociacin Argentina de Intrpretes c/LS84 TV Canal 11". Este fallo tambin fue ratificado por la Cmara Nacional de Apelaciones, quien dio razn a la pretensin de AADI en cuanto a sus representados actores cinematogrficos, con lo cual introduce al tema en el terreno del audiovisual. Igual consecuencia se obtiene en los Autos caratulados "Asociacin Argentina de Intrpretes c/LS82 Canal 7 Argentina Televisora Color", en fallo firme de 1era.instancia que ratifica el criterio, en el sentido de que los actores son intrpretes, estn comprendidos en el Art. 56 de la Ley 11.723 y tienen derecho a una retribucin equitativa cada vez que se difunden sus pelculas por televisin. La reglamentacin del Art. 56 de la Ley
41
11.723 y la consecucin de los decretos 1670/74 y 1671/74 otorgan la representacin y administracin del derecho en todo el territorio de la Repblica Argentina a AADI, y constituye un hecho irreversible. El Decreto 1671/74 permiti a la sociedad de gestin AADI-CAPIF, Asociacin Civil Recaudadora, la percepcin conjunta de los derechos de artistas y productores de fonogramas por la utilizacin pblica de la msica. Las Sociedades de Autores y de Intrpretes bregaron por el ingreso del pas a la Unin de Berna, lo que se produjo en 1967. Apuntando a lo que es la naturaleza de los derechos de Artistas Intrpretes, las nuevas tcnicas de conservacin, reproduccin y transmisin a distancia de los sonidos y de las imgenes, si bien han abierto nuevas posibilidades a la difusin masiva de las obras intelectuales, especialmente de las musicales, han sido tambin el factor determinante de la creacin de poderosos intereses industriales y comerciales que, al tratar de obtener el mayor y ms seguro provecho de sus actividades tcnicas, amenazaban la integridad, libertad y libre juego del clsico seoro del autor sobre su obra. Durante milenios la labor creadora del artista intrprete padeci trgica fugacidad. Su supervivencia era mezquina, pero con los medios tcnicos para conservar, reproducir y transmitir sonidos y/o imgenes se torna posible una supervivencia de la actuacin y un aumento del auditorio. Este hecho tcnico y cultural est lleno de consecuencias sociales y econmicas. En este sentido las entidades
de gestin, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, entablan una intensa lucha en los foros mundiales, donde existen grandes intereses econmicos que entorpecen la obtencin de las justas demandas de estos derechos para los artistas. Si bien los autores tienen asegurada mundialmente la percepcin de los derechos, no ocurre lo mismo con los intrpretes (tanto musicales como actorales), de modo que es deseable que se adopten con xito los instrumentos legales que permitan la percepcin por ley de los derechos intelectuales de nuestros artistas.
EL INTRPRETE
La ejecucin y la interpretacin son actos de creacin, pues del mismo modo que en la labor literaria o cientfica hay una obra, en la interpretacin de un artista hay una actuacin que, como aqulla, es el producto de condiciones personales e intransferibles. Para destacar la importancia y los valores de esta suerte de "arte fugaz" bastar recordar con Homburg, que respecto de ciertas obras, el propsito del autor no se logra hasta el momento en que ellas cobran vida ante el pblico al cual estn destinadas. El artista encuentra a veces los medios para la interpretacin artstica que le es exigida. Es el caso del cantante, el danzarn, el mimo y el comediante, en los cuales la voz, la actitud o el gesto son los nicos instrumentos de ejecucin. Por lo dems, el ejercicio de las respectivas actividades del autor y del intrprete suele plantear frente a la obra un conflicto que es fcil de imaginar. Se trata
42
de saber si en determinado momento deben prevalecer los derechos de uno o de otro. Respecto de los artistas ejecutantes, el conflicto se pone aun ms de manifiesto a causa de la existencia de un solo corpus mecanicum. En el caso del disco, por ejemplo, tenemos "en forma indivisible el resultado de ambas actividades: del autor y del ejecutante". La solucin consiste en dar "a las pretensiones del ejecutante un objeto diverso para que as no se interponga entre la obra y el derecho exclusivo del autor". La actuacin de los intrpretes es y deber seguir siendo jurdicamente protegida, pues ella es una manifestacin de la personalidad y representa un valor econmico. Tal proteccin comprende dos aspectos a favor de aqullos: la del derecho moral y la del derecho pecuniario, y en ausencia de reglas especiales le son aplicables, por analoga, los principios que rigen al respecto en materia de derechos intelectuales sobre las obras literarias y artsticas. Los intrpretes pueden ser clasificados en las siguientes especies: Son titulares de los derechos intelectuales los: 1) actores 2) ejecutantes 3) cantantes 4) bailarines 5) declamadores Es decir, prcticamente la definicin del
Glosario de OMPI de Artistas Intrpretes Ejecutantes. Actores son los intrpretes de obras teatrales o de filmes. Dentro de la categora actor teatral debe incluirse el intrprete de radio. Ejecutantes son los que interpretan msica mediante la utilizacin de cualquier instrumento. En este punto se puede hacer notar que se utilizan las dos expresiones, dice "ejecutante es el intrprete" entonces qu es la ejecucin sino el medio idneo tcnico para llegar a la interpretacin, es decir no deja dudas con respecto a que el ejecutante es una especie dentro de los Artistas Intrpretes, como el Actor. La actuacin tambin es el medio idneo tcnico para llegar a la interpretacin; el Actor tambin es una especie dentro de los Artistas Intrpretes. Cantantes pueden ser solistas o participantes de coros. Deben considerarse incluidos en este grupo los artistas lricos. Bailarines son los intrpretes de ballet o danza. Declamadores son los intrpretes de obras literarias, por lo general en verso. La actuacin de los intrpretes puede ser aislada o colectiva. En un estudio publicado por la Organizacin Internacional del Trabajo, OIT, se resumen las principales teoras formuladas para estructurar y explicar la naturaleza jurdica de los derechos de los artistas ejecutantes. Aunque estos constituyen una especie del gnero "intrpretes", tales teoras tienen un
43
valor extensivo a las dems especies: actores, cantantes, etc. La labor de los intrpretes tiene por resultado una actuacin de carcter intelectual, cuya naturaleza jurdica ofrece puntos de semejanza con la de la obra literaria o artstica. En tal sentido, la actuacin del intrprete configura jurdicamente una entidad propia y autnoma, que requiere ser reconocida como tal. El fundamento del derecho de los intrpretes debe buscarse, pues, en la existencia de una creacin, distinta de la que realiza el autor. Por lo tanto, el derecho de los intrpretes, aunque relacionado al de los autores de obras literarias y artsticas, no puede ser incluido en este ltimo, si bien debe admitirse en razn de las analogas y vinculaciones que ambos presentan entre s, un tratamiento paralelo, es decir marchan juntos pero son distintos. Hasta la aparicin de las nuevas tcnicas, los problemas de orden jurdico que se presentaban a los ejecutantes eran fcilmente resueltos por la aplicacin de los principios de la ley comn. Dichas tcnicas crearon situaciones insospechadas de carcter extracontractual, que obligaron a los artistas ejecutantes a reclamar nuevas medidas legislativas para el amparo de sus derechos. Por otra parte est el tema del derecho moral que tiende a hacer respetar en sus interpretaciones, aquello que es personal del artista. El derecho moral, aunque slo se encamin a defender un bien inmaterial, a saber, la identidad del artista y la integridad de su obra, no por ello deja de tener consecuencias econmicas, pues la notoriedad de un ejecutante y, por lo tanto, el valor, por
decirlo as, negociable de su interpretacin estn estrechamente relacionados. Los artistas ejecutantes reclaman, en este aspecto, el derecho a reivindicar ser identificado como el artista intrprete, o sea al nombre, y el derecho al respeto, o sea a la integridad de la interpretacin, en las oportunidades en que ellas se reproduzcan. El derecho al nombre consiste en la facultad "de dar a conocer su calidad y de hacer que figure su nombre en las impresiones de sus interpretaciones, as como hacerlo pronunciar en el momento de la difusin radiofnica de esas interpretaciones, ya sean directas o registradas". Es absolutamente necesario terminar con la falsa idea que viene desde el pasado, que el autor, el artista, el intrprete y el ejecutante disfrutan de la bohemia y la miseria y solamente se alimentan con el aplauso.
44
RECAUDACIN
La recaudacin para los msicos, se realiza a travs de una entidad intermedia entre la Asociacin Argentina de Intrpretes y la Cmara Argentina de Productores de Fonogramas, la cual est asociada a la percepcin del Derecho. Esta entidad intermedia, cuya sigla es AADI-CAPIF, est conformada por un Directorio por partes iguales entre AADI y CAPIF, y es la encargada de la recaudacin del Derecho de acuerdo a aranceles fijados por un Decreto del Gobierno de la Nacin, aplicable a cada caso en particular ya sea radios, T.V., bares, bailes, medios de transporte o todo lugar donde se difunda msica grabada; para ello se cuenta con bocas de cobranza en toda la Repblica a travs de una vasta red de cobradores y concesionarios. Producida la cobranza y una vez descontado el porcentaje administrativo, AADI-CAPIF distribuye a cada una de las Entidades es decir a AADI y a CAPIF, el porcentaje estipulado estatutariamente, el 66% para AADI y el 33% para CAPIF, derivando el 1% restante para el Fondo Nacional de las Artes. Una vez que ingresa la recaudacin a AADI y teniendo ya procesada toda la informacin, se procede a la distribucin.
se produce de la siguiente manera: cuando un cantante es integrante de una formacin orquestal, el director de la misma pertenece al grupo I y el cantante al grupo II, segn figure en el marbete del disco o cassette. Cuando el intrprete principal es el cantante y es acompaado por una orquesta, el director de la misma, en ese caso, es grupo II y el cantante es grupo I. Ejemplo: Frank Sinatra cuando cantaba con la orquesta de Tommy Dorsey pertenecera al grupo II y el director de la orquesta, que en este caso es Tommy Dorsey, al grupo I. Luego Sinatra es intrprete principal y es acompaado por Don Costa, Sinatra es grupo I y Don Costa grupo II. En todos los casos los msicos acompaantes son grupo III. El porcentaje que corresponde a cada grupo es el siguiente: al grupo 1, el 50%; al grupo II el 14%, y al grupo III, el 36%, que ser distribuido a travs de las declaraciones que haya realizado cada intrprete en planillas que certifican la participacin en la grabacin de cada tema musical; la planilla de declaracin tiene valor de declaracin jurada y est certificada por el Sindicato Argentino de Msicos. El pago de los derechos a los Actores se efecta una vez finalizado el circuito de exhibicin en todos los cines del pas, y luego de realizada la recaudacin y el proceso computarizado del prorrateo de las sumas percibidas entre todos los intrpretes de cada pelcula. Difcil es la lucha de los Intrpretes Audiovisuales porque, aun cuando los actores estn comprendidos en el Art. 56 de la Ley 11 .723, reglamentado por el Decreto 746/73,
Derechos Sociales de los Artistas
DISTRIBUCIN
El derecho se distribuye a los intrpretes cada seis meses, que es el tiempo que dura todo el proceso. En el caso de los intrpretes msicos estn divididos en tres grupos: GRUPO I, GRUPO II y GRUPO III. El grupo I o intrprete principal (director o cantante)
45
que determina claramente sus derechos, la ejecucin no era posible por no encontrarse incluidos en los Decretos Reglamentarios 1670 y 1671 que hubieran posibilitado el cobro. Tambin en las Convenciones Colectivas de Trabajo de las ramas Televisin, Cine y Publicidad se hace referencia de manera colateral al derecho de los intrpretes a cobrar por la reproduccin de su imagen. Slo despus de largos juicios entablados y ganados, se pudo comenzar a implementar el cobro de los derechos de los artistas que intervienen en pelculas nacionales y que son exhibidas en las salas cinematogrficas. La recaudacin en los cines se hizo efectiva mediante convenios consensuados con las empresas exhibidoras. Los medios televisivos, a pesar del reconocimiento judicial, an se resisten y no pagan lo que le corresponde a los intrpretes. Los derechos correspondientes a las pelculas son recaudados en su totalidad por la Asociacin Argentina de Intrpretes, sin ninguna otra entidad intermedia, con los datos y certificaciones otorgados por el Sindicato de los Actores, la Asociacin Argentina de Actores, ya que todas las contrataciones pasan por dicho Sindicato. El primer pago de derechos actorales se realiz en el ao 1991. En el orden literario se consideran intrpretes a los actores cinematogrficos y de videos y a los bailarines que, en su condicin de tal, hayan participado en pelculas y/o videos. Los intrpretes actorales, a efectos de la distribucin de su derecho, se integran en las categoras que se establezcan, tomando en cuenta la Calificacin de Roles que realiza
la Asociacin Argentina de Actores. Es decir, estn regidos por un proceso similar al de los msicos. I PROTAGONISTAS CO-PROTAGONISTAS DIRECTOR MUSICAL
II REPARTO BOLO MAYOR III BOLO MENOR y MSICOS La nmina de las exhibiciones de las pelculas en los cines de todo el pas las proporciona, convenio mediante, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
46
de proteccin para los intrpretes audiovisuales en el orden internacional y que fracas en su cometido, debido al fuerte enfrentamiento entre las posiciones irreductibles entre EE.UU. y la Comunidad Europea. En este sentido, la Federacin Internacional de Actores (FIA) emiti un documento cuyas conclusiones se transcriben a continuacin:
3. Salvadas las dos conclusiones anteriores, de corte objetiva y negativa, se imponen otras de naturaleza jurdica, cuyo anlisis excede los parmetros de este informe, si bien conviene dejar apuntadas con el objeto de dar una visin ms completa de lo acontecido, a saber: a) Desde un punto de vista positivo, la Conferencia y los aos precedentes de comits de expertos o permanentes, han servido para establecer un consenso, incluso, con mayor calado del previsto en la parte sustantiva (de contenido) de los derechos del artista intrprete, tanto de los derechos de contenido moral como patrimonial, y ello a un nivel de proteccin muy similar al establecido, por ejemplo, en algunas legislaciones nacionales. Bien es cierto que este consenso provisional, en los trminos expuestos ms arriba, siempre quedara condicionado de algn modo al aspecto adjetivo, pero trascendente, de la transferencia o cesin de tales derechos. b) Desde el punto de vista estratgico, la conferencia diplomtica ha servido para obtener la radiografa de las verdaderas intenciones de los Estados y de las organizaciones no gubernamentales. 4. Un aspecto de procedimiento encubierto, pero de repercusiones prcticas concretas respecto del resultado global de la Conferencia, fue el afn de lograr un instrumento internacional por consenso y no por mayora. La experiencia de tratados internacionales que nunca entraron en vigor
47
por falta de ratificacin en base a que se alcanzaron por el voto de la mayora y no por consenso, tal vez, ejerci un efecto disuasorio aadido. Es decir, que de haber sometido a votacin el punto de discrepancia sobre la Ley aplicable a las cesiones de derechos probablemente hoy hablaramos de la existencia de un instrumento internacional, que cubrira formalmente el vaco de regulacin, pero que difcilmente podra ser aplicado eficazmente en la prctica. 5. Finalmente, desde le punto de vista de la labor futura, la Conferencia adopt la decisin de recomendar a las Asambleas de los Estados miembros de la OMPI, que se reunirn en el mes de septiembre de 2001, que valoren la posibilidad de convocar una nueva Conferencia Diplomtica con el objeto de alcanzar un acuerdo sobre las cuestiones pendientes. Al respecto, debemos decir que estos deseos no se han cumplido y que sera recomendable
que nuestros gobiernos emitieran un pronunciamiento conjunto sobre la necesidad de llevar nuevamente a la OMPI, la discusin sobre los derechos de los artistas intrpretes audiovisuales. Para terminar, quisiera expresar que en un mundo globalizado y de alta tecnologa, donde da a da surgen formas nuevas de acceso a todas las creaciones de los artistas, la cuestin de la Propiedad Intelectual y su proteccin es de una extrema importancia. Los gobiernos de nuestro continente deben poner una especial atencin sobre ella, no slo por las consecuencias econmicas que se derivan de la misma sino tambin por razones ligadas a la defensa de la diversidad cultural y del patrimonio cultural que representan las obras de los artistas de cada pas. Las implicancias econmicas que provoca la explotacin de las creaciones intelectuales y la desproteccin en que se encuentran los creadores, constituyen tambin un tema de derechos sociales de los artistas.
48
ARGENTINA - 2002 MARCO LEGAL Y SOCIAL PARA LOS ARTISTAS EN LA REPBLICA ARGENTINA
Por Dr. Carlos Alberto Etala Experto
En lo que sigue se intentar presentar un esquema del marco legal y social en que deben desenvolver su labor los artistas en la Repblica Argentina.
encuentran "condiciones dignas y equitativas de labor", "jornada limitada", "descanso y vacaciones pagados", "retribucin justa", "salario mnimo vital mvil", "igual remuneracin por igual tarea", proteccin contra el despido arbitrario", adems de los derechos colectivos, como la "organizacin sindical libre y democrtica", el derecho de "concertar convenios colectivos de trabajo", "recurrir a la conciliacin y al arbitraje" y "el derecho de huelga". En lo especficamente artstico, la Ley 24.269, sancionada el 3 de noviembre de 1993 y publicada en el Boletn Oficial el 15 de diciembre del mismo ao, aprob la Recomendacin de la UNESCO sobre la condicin del artista. Cuando el artista es un trabajador dependiente lo resguardan las normas constitucionales, legales y reglamentarias que se refieren al contrato de trabajo. En numerosos eventos artsticos y culturales, el artista se desempea en forma dependiente, vinculado mediante un contrato de trabajo con un empresario que toma a su cargo la organizacin de la presentacin o representacin. La definicin legal del contrato de trabajo se encuentra en el Art. 21 de la Ley de Contrato
Derechos Sociales de los Artistas
49
de Trabajo, rgimen aprobado por la Ley 20.744 de 1974, que ha sufrido numerosas modificaciones. Segn la Ley argentina: "Habr contrato de trabajo, cualquiera sea su forma o denominacin, siempre que una persona fsica se obligue a realizar actos, ejecutar obras o prestar servicios a favor de la otra y bajo la dependencia de sta, durante un perodo determinado o indeterminado de tiempo, mediante el pago de una remuneracin". El contrato de trabajo puede adoptar diferentes modalidades. Las ms importantes para nuestro inters son las del contrato de trabajo por tiempo indeterminado, a plazo fijo, contrato de trabajo eventual y de temporada. En todas ellas se dan las notas que caracterizan el contrato de trabajo, a saber: a) la dependencia jurdico-laboral expresada por la exigencia de cumplir las rdenes e instrucciones del empleador en cuanto a horarios, lugar de trabajo, etctera; b) la dependencia econmica se identifica con el "trabajo por cuenta ajena", es decir, el artista presta su labor en beneficio o provecho de otro, quien asume los riesgos del negocio o de la empresa. Este tipo de dependencia subsiste aunque el trabajador estuviera remunerado por rendimiento, o participara en las utilidades de la empresa, formas estas de retribucin autorizadas por la ley puesto que no ha de participar normalmente en las prdidas, salvo el caso excepcional del "socio-empleado", situacin tambin prevista por la ley. c) la dependencia tcnica se expresa en la exigencia de que el trabajador
se ajuste a los procedimientos y modalidades de ejecucin de su labor, indicados por el empleador en forma directa o travs de un director o delegado que acta como representante de ste. La jurisprudencia laboral ha sealado, en alguna oportunidad, que la naturaleza de la actividad artstica obliga a reconocer mayor libertad al intrprete para expresarse, pero ello no implica que pueda despojarse de las limitaciones de la situacin de dependencia en que se encuentra.
50
contratacin fraudulentas que encubren verdaderas relaciones de trabajo. As, presentan al artista subordinado como supuesto trabajador autnomo obligndolo a facturar el precio de sus actuaciones, o representaciones, o se adoptan figuras contractuales no laborales, como la locacin de servicios, la locacin de obra, el contrato de sociedad, etctera. Asimismo, si bien los artistas cuando se desempean como trabajadores dependientes se agrupan en asociaciones sindicales de trabajadores y celebran con las asociaciones de empleadores convenios colectivos de trabajo, los derechos emergentes resultan meramente nominales puesto que son burlados en la prctica, muchas veces porque el artista prefiere no confrontarse con el sector empresario ni recurrir a su asociacin sindical por temor a perder su empleo o no ser contratado en el futuro. En cuanto a los derechos de la seguridad social, como se seal ms arriba, la forma de prestacin artstica impide u obstaculiza la posibilidad de que el beneficiario rena los requisitos necesarios para gozar de una efectiva proteccin, frente a las contingencias sociales que garantizan las normas de la seguridad social. Resulta dificultoso el financiamiento por parte de las obras sociales sindicales de los servicios de asistencia mdica y otros servicios sociales (turismo, deportes, recreacin, etctera), prcticamente imposible para el artista reunir los requisitos a los que la ley subordina el goce de las asignaciones familiares, proteccin de la maternidad,
Derechos Sociales de los Artistas
51
prestaciones por desempleo. En cuanto a las contingencias de vejez, invalidez y muerte, son cubiertas de manera parcial por las obras sociales sindicales con la consiguiente presin adicional sobre sus escasos recursos, quedando los artistas generalmente al margen de la proteccin del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, por imposibilidad de reunir efectivamente los requisitos legales, como aos de servicios, aportes regulares, etctera. Por otra parte, el Art. 2 del Decreto 433/94, reglamentario de la Ley 24.241 del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, contrariando el principio sentado en la Ley Laboral en el Art. 23 de la Ley de Contrato de Trabajo, que establece la presuncin de que la prestacin de servicios hace presumir la existencia de un contrato de trabajo, consagra la presuncin contraria al determinar que los artistas y msicos, los que interpretan un papel protagnico, coprotagnico, de reparto y extras en obras cinematogrficas,
teatrales, televisivas y radiofnicas, as como los directores de orquesta, solistas e integrantes de conjuntos musicales u orquestas, se consideran trabajadores autnomos "en tanto asuman el riesgo econmico propio del ejercicio de sus respectivas profesiones".
52
Por Arq. Francisco Bullrich Director Nacional de Poltica Cultural y Cooperacin Internacional Secretara de Cultura de la Nacin
Buenos Aires, 29 de octubre de 2002 Nota DNPCYCI N 500/3 Seora Coordinadora: Tengo el agrado de dirigirme a usted, con relacin al texto entregado oportunamente por la Sra. Griselda Strat y el Sr. Carlos Etala, representantes de esta Secretara, en oportunidad de la realizacin del Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas, realizado en Santiago los das 22, 23, 24 de octubre de 2002. AL respecto cumplo en informar, que si bien los Drs. Srtat y Etala se encuentran actualmente desvinculados de esta Administracin, ambos son especialistas en derecho laboral de reconocida trayectoria. Por lo tanto, estamos de acuerdo en publicar lo presentado por ellos, al mismo tiempo que confirmamos que no existen modificaciones relevantes que deban ser consignadas. Saludo a usted muy atentamente
Arq. Francisco Bullrich Director Nacional de Poltica Cultural y Cooperacin Internacional Secretara de Cultura de la Nacin
53
54
55
Se encontramos cerca de 66.000 artistas e tcnicos filiados ou com registro profissional. O percentual de emprego deve variar entre 15 e 20%, dependendo obviamente do centro urbano e das diversas alternativas de trabahlo em teatro, publicicidade, em cinema, televiso e circo. Existem no Brasil 23 Sindicatos de artistas e tcnicos, mas este nmero no corresponde realisticamente ao movimiento de profissionais.
Os dados do teatro amador so mais imprecisos ainda porque no existe registro de artistas e a dinmica l muito mais veloz. Existen Federaes de teatro amador e uma Confederao Nacional. Estima-se em 5.000 grupos de teatro amador o que pode alcanar mais de 50 mil artistas.
A figura do produtor teatral que assume individualmente e integralmente a condio de produtor comera a desaparecer a partir da dcada de 60. O que se v hoje so artistas que assumem a condio de produtores ou, na maioria dos casos, a diviso de lucros e prejuzos, numa espcie de cooperativa da prtica.
56
57
Para que serve a Previdncia Social? Para substituir a renda do segurado-contribuinte, quando da perda de sua capacidade de trabalho.
Quando o trabalhador perde a capacidade de trabalho? Quando atingido por um dos chamados riscos sociais: doena, invalidez, idade avanada, morte e desemprego involuntrio. Alm destes, h tambm a maternidade e a recluso.
58
59
Quais os deveres dos cidados? A partir de 16 anos, os cidados que puderem contribuir deven inscrever-se na Previdncia Social, e manter-se em dia com as contribui es para assegurar os seus direitos e a proteo sua famlia. Os empregados e os trabalhadores avulsos, com carteira de trabalho assinada, j esto automaticamente inscritos. Os empregados e os trabalhadores avulsos que no tm carteira assinada devem alertar os seus patres sobre os riscos que correm em no assinarem a carteira de seus empregados; devem ainda registrar o fato no sindicato de sua categoria e denunciar delegacia do trabalho. Os trabalhadores contribuintes individuais (auntnomos, conta-prpria, empresrios, etc), facultativos (estudantes, donas de casa), empregados domsticos e segurados especiais fazem a sua inscrio pela Internet ou nas Agncias do INSS.
60
Professora Nazar Pedroza Gerente de Assuntos Internacionais da Secretaria de Articulao Institucional e Difuso Cultural Ministrio da Cultura do Brasil
APRESENTAO
O presente trabalho destina-se a contribuir para a continuao e permanente atualizao dos estudos sobre o que se chamou de situao social do artista entre os pases do MERCOSUL, Chile e Bolvia. Durante a XVI Reunio de Ministros da Cultura do bloco de pases em questo, o Chile prontificouse a conduzir essa atividade, abrindo as possibilidades para o funcionamento de um Observatrio na Regio, sobre essa temtica. O primeiro objetivo conhecer a situao e, a seguir, propor medidas e recomendar solues para aes coordenadas, que levem a melhorar progressivamente a troca de experincias e a prpria legislao, no tocante situao social dos trabalhadores do setor cultural. As fontes deste documento so, em primeiro lugar, os registros do Seminrio Tcnico Regional sobre Seguridade Social dos Artistas e Trabalhadores da Cultura, organizado em novembro do ano 2000, em Montevidu, pela Direo de Cultura Ministrio de Educao e Cultura do Uruguai, sob os auspcios da Organizao dos Estados Americanos OEA. Os pases focalizados no Seminrio em questo foram: Argentina, Brasil, Colmbia e Uruguai. Os resultados do Seminrio Regional sobre o
mesmo tema realizado em Santiago-Chile, em 2002 foram tambm consultados com o acesso que tivemos ao material sob a forma de apresentao em Power Point. O Seminrio sobre o Brasil foi desenvolvido pelo grupo de pesquisadores e professores brasileiros, formado por Norma Schimitt, Humberto Braga, Dra. Vitria Rgia Ramires e Samuel Feitosa. Recentemente, a Dra. Vitria Ramires colocou disposio deste trabalho suas recentes pesquisas sobre alteraes havidas j no Governo do Presidente Lula e que beneficiam ou afetam, de algum modo, os trabalhadores da rea cultural, no que se refere Previdncia Social. A pesquisa na Internet, para a qual muito contribuiu Elisabeth R. Silva da Assessoria Internacional do Ministrio da Cultura e a consulta a artigos publicados em peridicos nacionais, bem como a obras indicadas na bibliografia especializada, complementam as fontes de informao que possibilitaram o presente trabalho.
I. CONTEXTO GERAL
A Reforma da Previdncia considerada no Brasil uma necessidade da sociedade brasileira, para a qual o governo do Presidente Lula tem destacado a maior
61
ateno e esforo atravs de aes concretas. Nesse sentido o Ministrio da Previdncia tem discutido amplamente e buscado esclarecer a sociedade sobre as mudanas em curso. O resultado da reforma pretendida ser uma melhor aplicao dos recursos pblicos, com mais justia social e garantia de sustentabilidade do Sistema de Seguro Social no Brasil. O Governo espera que essas medidas garantiro o crescimento do Pas, com aumento de emprego e distribuio de renda e s geraes futuras, certeza de proteo social. Os objetivos da reforma da Previdncia, defendidos pelo Governo desde a posse do presidente Lula, so a justia oramentria, a incluso social e a sustentabilidade ao longo do tempo. Esses objetivos derivam do diagnstico ao qual foi dada ampla divulgao recentemente e que j merece ser, a esta altura do debate, rapidamente revisitado. O fato que tm sido postos em evidncia os aspectos econmicos e fiscais da Previdncia Social no Brasil, que galvanizaram o debate ao longo dos ltimos quatro anos de discusso sobre a reforma do sistema. No entanto, no se deve perder de vista o forte componente social que a Previdncia apresenta entre ns, talvez mais acentuado do que em outros pases, haja visto os graves desequilbrios de alocao de renda existentes. Neste sentido, fcil verificar o quanto a Previdncia se destaca como um dos mais importantes e vigorosos instrumentos de poltica social em nosso pas. Basta ressaltar que, na prtica, a Previdncia brasileira administra hoje um dos maiores
programas de renda mnima do mundo, na exata proporo em que paga benefcios de um salrio mnimo por ms a 7,9 milhes de brasileiros que no contriburam para a Previdncia Social. Se esse um fator de agravamento do dficit, no h como negar o carter de incluso social que cumprem as aposentadorias rurais e o remanescente da antiga Renda Mensal Vitalcia, hoje extinta, e substituda pelos benefcios assistenciais, estes ltimos administrados pelo INSS, mas custeados integralmente pelo Tesouro. Denomina-se de Previdncia Assistencial a esse segmento rural que, incorporado Previdncia por comando constitucional, foi retirado de uma poltica assistencial precria e integrado a uma poltica pblica definida, num setor onde, mesmo no seu mbito formal, as contribuies so insuficientes e a forma de arrecadao inadequada. De outro ngulo, observa-se na maioria absoluta dos municpios brasileiros que a massa de benefcios previdencirios superior quota-parte do Fundo de Participao dos Municpios, o que vlido inclusive para dois teros dos municpios paulistas o estado mais desenvolvido da federao cumprindo a Previdncia Social um papel dinamizador da economia e particularmente do comrcio local, chegando muitas vezes a representar entre 1/5 e 1/4 da renda monetria das famlias. No para menos, uma vez que a Previdncia Social paga por ms 18,3 milhes de benefcios, o equivalente a seis vezes a populao do Uruguai e mais da metade da populao da Argentina.
62
essa amplitude e complexidade que nos coloca o desafio de modernizar a Previdncia Social, promovendo a melhoria do atendimento, assegurando um tratamento digno aos aposentados e pensionistas, prestando um servio de qualidade aos segurados e aos contribuintes, como manifestao de respeito aos direitos de cidadania, mas tambm exercendo o controle gerencial e administrativo indispensvel a uma instituio desse porte e importncia. A rigor, a Emenda Constitucional e toda a legislao recentemente aprovada, ainda que tenham representado um grande avano, representam apenas o comeo de um processo de mudanas pautado pelo estabelecimento da necessidade de correlao entre contribuio e benefcios, associada ao aumento da transparncia das contas. O Brasil est claramente sinalizando a indispensvel adequao do sistema previdencirio ao novo perfil demogrfico da populao brasileira; enfrentando a sonegao e a fraude, com determinao e firmeza, por meio de medidas legais, administrativas e gerenciais; combatendo os privilgios e avanando em direo ao objetivo de que todos sejam iguais perante a Previdncia Social. O pas foi progressivamente abrindo a caixa preta da Previdncia Social. Antes opaca, desconhecida, impenetrvel; agora, crescentemente visvel, acessvel e inteligvel. Nos ltimos anos, avanou-se na configurao do sistema, possibilitando o discernimento entre a previdncia dos trabalhadores do setor privado e os do setor
pblico, este ltimo um regime recentemente institudo. Nem isto era perceptvel: tratavase o gasto previdencirio do governo como conta de pessoal, subtraindo recursos ao atendimento das demandas e aspiraes da populao. As mudanas adotadas vinham procurando estancar o processo crnico de dficits crescentes diagnosticado no sistema previdencirio brasileiro, mas no conseguiam equacionar o nvel de gastos j alcanado. E embora as projees do dficit apontem para uma reduo de sua taxa de crescimento, a tendncia no revertida. A verdade que vinha-se caminhando mais lentamente do que o necessrio. A emenda constitucional tramitou durante longos quatro anos no Congresso Nacional e foi claramente insuficiente. O que parecia para alguns ser a reforma possvel, apresentou possibilidades de maior aprofundamento no atual Governo. Samos claramente de uma fase na qual estvamos administrando uma fase de transio que, se por um lado requeria a adoo de medidas urgentes e vigorosas, de outro, no encontrava o respaldo necessrio da populao, mesmo de segmentos que j deveriam ter se apercebido da gravidade da situao. A sociedade brasileira estava mais adormecida do que agora para a importncia da Previdncia como seguro social, garantia da tranqilidade e da segurana do trabalhador, vale dizer, de toda a populao. O equacionamento dos gastos na rea social,
63
com a criao de fundos adequados para o financiamento dos mesmos, o ajuste das aposentadorias ao novo perfil demogrfico, o incentivo participao do trabalhador na Previdncia, seja ele contribuinte individual ou empregado, entre outro fatores, so questes que vem sendo aperfeioadas, embora ainda haja muito caminho a percorrer. O Brasil est amadurecendo na questo previdenciria. Todos os passos dados at agora so o prenncio da profunda reforma que est necessariamente em marcha e que ter que ser feita ao longo desta primeira dcada do Sculo XXI. A faanha requer a busca de caminhos alternativos e complementares que se dirijam para os objetivos pretendidos. Uma dessas alternativas a previdncia complementar.
pequeno de pessoas e de recursos, se levado em conta o potencial existente. Com as recentes deliberaes do Conselho de Gesto da Previdncia Complementar, rgo regulador do sistema de fundos de penso fechados, j podem ser criados planos de previdncia por sindicatos e entidades de profissionais liberais, aproveitandose a identidade de grupo existente entre os associados de sindicatos e entidades classistas e setoriais. O aproveitamento da identidade de grupo (vnculo associativo) para uma finalidade previdenciria tem inmeras vantagens, dentre elas, o estreitamento da relao entre a direo dessas entidades e seus associados, custos de administrao menores, incentivos fiscais e maior rentabilidade, j que nos fundos de penso fechados todo o ganho obtido com as aplicaes das contribuies so revertidas exclusivamente aos participantes do plano previdencirio. A criao de planos de previdncia por sindicatos e demais entidades associativas, diz o peridico, contribuir para se construir no Pas uma cultura previdenciria cada dia maior, independentemente de outros passos que esto sendo dados para a modernizao da estrutura previdenciria brasileira. As vrias categorias dos trabalhadores do setor cultural podero integrar-se a esse processo de construo de uma cultura previdenciria, escapando assim da exclusiva dependncia do reconhecimento pelo Estado de sua situao e de seus direitos sociais. Essa participao de agentes culturais no se dar sem dificuldades, dado o afastamento em que
64
se encontravam do usufruto de direitos ha muito tempo outorgados a categorias mais convencionais de trabalhadores. O presidente Luiz Incio Lula da Silva tem reiterado seu compromisso de estimular o crescimento da poupana previdenciria brasileira, democratizando o acesso dos trabalhadores aos fundos de penso. Inserido nesse projeto estratgico de desenvolvimento nacional, o Ministrio da Previdncia Social, por meio da Secretaria de Previdncia Complementar, est dando passos concretos para dotar o regime de previdncia complementar de regras claras e estveis, capazes de assegurar a todos os participantes de fundos de penso, transparncia, segurana e rentabilidade. Com o apoio de inmeras entidades da sociedade civil, a Secretaria de Previdncia Complementar est realizando uma srie de seminrios regionais, com o objetivo de esclarecer e orientar sindicatos, conselhos de profissionais liberais e demais entidades associativas para a criao de fundos de penso. De fato, est sendo deflagrado um novo ciclo de crescimento da poupana previdenciria brasileira. Alm dos benefcios proporcionados diretamente aos participantes desses planos de previdncia, o Brasil ter mais recursos de longo prazo para investimentos na atividade produtiva, na infra-estrutura e na ampliao do crdito. H um grande esforo pela incluso de todas as categorias de trabalhadores dentro do novo sistema previdencirio. Muitos grupos
desconhecem que podem filiar-se ao INSS. A classe artstica, os trabalhadores da rea cultural, de um modo geral, sabem de seus direitos enquanto trabalhadores. Porm, as atividades na rea cultural so muito dinmicas e novas profisses emergem, sem o devido reconhecimento como profisso, enquanto outras, antes reconhecidas, tornamse relativas em sua importncia. Essa relativa rotatividade das profisses no meio artsticocultural seria mais uma justificativa para que o setor buscasse se fortalecer atravs da previdncia privada. Camels, biscateiros, jardineiros, trabalhadores avulsos da construo civil e de tantos outros ramos parecem mais longe da incluso previdenciria por desconhecerem, em sua maioria, que podem filiar-se ao Instituto Nacional de Seguridade Social INSS. Quando se pergunta a um deles pela contribuio, dizem no ter carteira assinada, como se esta fosse precondio. Logo, ter o governo, para alcanar resultados, que promover uma macia campanha de esclarecimento. Depois, ter que simplificar muito ainda o processo de inscrio. Para se cadastrar como contribuinte individual hoje, o cidado deve deslocarse at aos postos do INSS, usar a internet (inacessvel) ou o telefone 0800. So formas complicadas de acesso. As agncias dos Correios poderiam ser usadas para este fim. A lista de documentos precisa ser reduzida. Pede-se a carteira de trabalho a quem autnomo e at mesmo o nmero da certido de nascimento.
65
importante focalizar agora, luz do contexto apresentado, a situao social especfica dos trabalhadores do setor cultural. Os dados existentes no so precisos, mas h indicaes que permitem algum nvel de anlise.
Em Natal, Macei, Aracaju, e em algumas outras capitais do nordeste h 2.000 profissionais filiados. Os dados do teatro amador so mais imprecisos ainda porque no existe registro de artistas e a dinmica muito mais veloz. Existem, porm, Federaes de teatro amador e uma Confederao Nacional. Estima-se em 5.000 grupos de teatro amador o que pode alcanar mais de 50.000 artistas.
III. ALGUMAS DIMENSES DO QUADRO ORGANIZATIVO E DO MERCADO DE TRABALHO NA REA DA CULTURA - SINDICATOS E FILIADOS
Analistas da matria afirmam que existem, no Brasil, 23 Sindicatos de Artistas e Tcnicos. Mas, este nmero no corresponde realsticamente ao movimento de profissionais de artistas e tcnicos. Neste pas continental com 8,5 milhes Km2, (47% da Amrica do Sul) e 160 milhes de habitantes, os dados quantitativos sobre os trabalhadores da rea cultural so muito imprecisos. Essa impreciso evidente no caso das artes cnicas. Porm, estudos permitem afirmar que nesses 23 Sindicatos, os filiados esto assim distribudos: No Rio de Janeiro h mais de 15.000 filiados. Em So Paulo, mais de 20.000 filiados. Em Curitiba, Porto Alegre, Belo Horizonte, Salvador, Recife, h mais de 25.000 filiados. (H mais de 60.000 filiados neste conjunto acima de sete sindicatos.) Em Braslia, Vitria, Florianpolis e Fortaleza, h 4.000 filiados.
Derechos Sociales de los Artistas
A movimentao e a dinmica no setor cultural pode ser tambm deduzida atravs de algumas outras informaes relevantes que nos permitem visualizar o mercado de trabalho. Por exemplo, quando se procura dimensionar os espetculos de artes cnicas, embora novamente no seja possvel ser conclusivo, e os nmeros possam variar conforme o perodo do ano, depara-se com o seguinte quadro: Encontramos, aproximadamente no Rio e em So Paulo, cerca de 80 espetculos em cartaz em cada cidade, num total de 160 espetculos. Em outras seis capitais, cerca de 20 espetculos em cartaz em cada cidade, num total de 120 espetculos. Nas demais 18 capitais - cerca de 5 espetculos em cartaz em cada cidade, num total de 90 espetculos. Em aproximadamente, 200 municpios, de porte grande e 200 municpios de porte mdio, cerca de trs espetculos,
66
num total de I.200 espetculos. Fazendo-se uma estimativa pelo mnimo temos 1.570 espetculos em cartaz, no pas e dos 66.000 profissionais registrados, encontramos 20% empregados, ou seja, 13.200 artistas trabalhando. A diferena entre 15.700 e 13.200 pode referir-se aos grupos de teatro amador dos municpios de porte mdio ou na mdia de 10 para cada espetculo.*
cadastrados nas demais Capitais, chegamos a cerca de 800 teatros cadastrados no Brasil.** Os dados do teatro amador so mais imprecisos ainda porque no existe registro de artistas e a dinmica aqui muito mais veloz, na quantidade de grupos que surgem e se desfazem. Existem Federaes Estaduais de Teatro Amador e uma Confederao Nacional. Num pas com 5.000 municpios no exagero afirmar que existem cerca de 10.000 grupos de teatro amador, o que pode alcanar mais de l00.000 artistas trabalhando. Existem grupos com 30, 40 anos de trabalho contnuo. Amador e profissional ainda so condies muito nebulosas, na grande parte do pas, porque a linha divisria, tnue e mutvel, a perspectiva de possibilidade de trabalho. Em alguns casos de artistas ou grupos isto uma opo definida. * Ver site www.ctac.gov.br A figura do produtor teatral (que assume
Se encontramos cerca de 66.000 artistas e tcnicos filiados ou com registro profissional, o percentual de emprego deve variar entre 20% e 30%, dependendo obviamente do centro urbano e das diversas alternativas de trabalho em teatro, em publicidade, em cinema, em televiso, etc... O Quadro abaixo revela algo sobre a proporcionalidade entre a populao das oito maiores capitais e seus respectivos nmeros de teatro.
67
individualmente e integralmente a condio de produtor) comea a desaparecer a partir da dcada de 80. At ento existiam muitos produtores. Mas, a produo passa por uma reestruturao de sua economia. O que se v hoje so artistas que assumem a condio de produtores de seus projetos de espetculos. Ou, na maioria dos casos, a diviso de lucros e prejuzos, numa espcie de cooperativa da prtica. A experincia da Cooperativa Paulista de Teatro a nica institucionalmente criada e com resultados artsticos e de produo muito positivos.
adiante, devendo-se de imediato situar o quadro geral e atual da Previdncia Social, ao qual os direitos sociais do artista tambm devem estar submetidos.
V. INFORMAES BSICAS DA PREVIDNCIA SOCIAL O que a Previdncia Social brasileira e para que serve
A Previdncia Social o seguro-social para quem contribui. a instituio pblica que tem como objetivo reconhecer e conceder direitos aos seus segurados. A Previdncia Social, juntamente com a Sade e Assistncia Social, compem a Seguridade Social, que a poltica pblica integrada da cidadania. A Previdncia Social serve para substituir a renda do segurado-contribuinte, quando da perda de sua capacidade de trabalho. O trabalhador perde a capacidade de trabalho quando atingido por um dos chamados riscos sociais: doena, invalidez, idade avanada, morte e desemprego involuntrio. Alm destes, h tambm a maternidade e a recluso.
O artista, o trabalhador da rea cultural, considerado trabalhador comum, para a Previdncia Social, regido pelas Leis trabalhistas n 8.212/91, pelo Decreto-Lei 3.048/99 e Decreto 4.729 de 09/06/2003. Sua legislao especfica ser descrita mais
68
anos para homem e 60 para mulheres), Aposentadoria por invalidez, Aposentadoria por tempo de contribuio, Auxlio-doena, Auxlio-acidente, Auxlio-recluso, Penso por morte, Salrio-maternidade, Salriofamlia.
carncia e fator previdencirio. Aposentadoria especial: atividade insalubre de 15 a 25 anos. Penso por morte. Amparo assistencial: um salrio mnimo ao deficiente e ao idoso que comprovem no possuir meios de prover a prpria manuteno ou de sua famlia.
Alteraes principais
Segue-se uma lista de alteraes que vem mudando as regras convencionais de funcionamento da Previdncia Social: Tempo de Contribuio e clculo da Renda Mensal lnicial dos Benefcios, ao invs do Tempo de Servio. Homens - aposentam-se com 35 anos de contribuio, Mulheres - aposentam-se com 30 anos de contribuio. Aposentadoria proporcional ou por tempo de servio ser concedida aos segurados que at 15/12/1998 tenham completado 30 anos de servio homem e 25 anos- mulher com renda proporcional de no mnimo 70% do salrio benefcio calculado nos 36 ltimos meses do salrio contribuio, mais 6% por cada ano completo, ao mximo de 100%. (Direito Adquirido) Aposentadoria por tempo de contribuio: 35 anos para o homem e 20 anos para a mulher-. Carncia de 180 contribuies (l5 anos) e renda mensal calculada pelo fator previdencirio, frmula onde constam idade, tempo de sobrevida, os maiores 36 salrios. Aposentadoria por idade: 65 anos para o homem, 60 anos para a mulher - idntica
Problemas identificados
H empregadores que no cumprem as normas e as leis trabalhistas para sonegar impostos. Os encargos sociais so pesados. Cada trabalhador custa 60% sobre o salrio. Um trabalhador legalizado custa muito caro. Aristas que se sujeitam a qualquer condio para garantir mercado de trabalho. Desleixo completo com a Carteira de Trabalho e seus documentos. Rasuras, borres, rasgos de folhas da carteiras, ausncia de anotaes de salrios, de frias, de imposto sindical so fatos observados reincidentemente. Muitos afirmam que a desorganizao documental do cidado brasileiro a sua runa. A falta de conhecimento dos direitos e deveres uma constante. No presente trabalho importante aprofundar as questes saindo do quadro geral e descendo prpria legislao que regulamenta a profisso de artistas e tcnicos.
69
auxiliar, participa individualmente ou em grupo, de atividade profissional ligada diretamente elaborao, registro, apresentao ou conservao de programas, espetculos e produes. Pargrafo nico- As denominaes e descries das funes em que se desdobram as atividades de artista e tcnico em espetculos de diverses constaro do regulamento desta Lei. Art. 3- Aplicam-se as disposies desta Lei s pessoas fsicas ou jurdicas que tiverem a seu servio os profissionais definidos no artigo anterior, para realizao de espetculos, programas, produes ou mensagens publicitrias. Pargrafo nico- Aplicam-se, igualmente, as disposies desta Lei s pessoas fsicas ou jurdicas que agenciem colocao de mo de obra de profissionais definidos no artigo anterior.
70
idade, Tempo de Contribuio e Especial, se na data do requerimento tiver o nmero mnimo de contribuies estipulado na tabela referente ao ano de implementao dos requisitos, ou seja, o nmero de meses de contribuio, para cada ano de implementao das condies. - A tabela inicia em 1998, quando so requeridos 102 meses de contribuio, e prossegue, ano a ano, at 2011, quando so requeridos 180 meses de contribuio. b) Modificao do Art. 62 referente falha na documentao exordial e probante do trabalhador, ou seja, sua carteira de trabalho. - Quando as anotaes demonstrarem a seqncia do exerccio da atividade, podem suprir possveis falhas de registro de admisso ou dispensa. - Nas modificaes do 1 ao 6 pargrafo desse artigo, a previdncia amplia as possibilidades para a comprovao do exerccio da atividade profissional. - No caso de trabalhadores da cultura fica evidenciado um grande avano, visto que muitas produtoras nascem apenas para executar uma obra. Muitas vezes seus representantes legais deixam de ser localizveis, ou o trabalhador no entrega, no prazo correto, a carteira para anotao da resciso contratual. c) Modificao no Art. 68, estabelece que "...as empresas e cooperativas ficam obrigadas a elaborar e manter atualizado o
"perfil profissiogrfico previdencirio", ou seja, dados completos sobre a atividade exercida pelo empregado, inclusive fornecendo-lhe cpia autenticada quando de sua despensa. d) Modificao no Art. 93A referente ao salrio maternidade. O avano vem na ampliao para seguradas que adotarem ou tiverem sob a sua guarda judicial crianas de at 8 anos de idade. e) Modificao no Art. 125 , prev sobre contagem recproca, somente para os segurados no regime previdencirio no Brasil. Trata-se da prerrogativa da soma de tempo de atividade privada para atividade pblica e vice-versa. - O Pargrafo 2 admite a aplicao no mbito dos acordos internacionais da Previdncia Social somente quando neles previsto. O Art. 188, preserva o "direito adquirido" para a Aposentadoria Proporcional. O Art. 216 Pargrafo 26 estabelece que o contrubuinte individual (antigo autnomo) que prestar servio a empresa, cooperativas, etc. ter desconto de 11% de sua remunerao, ficando a empresa obrigada (inciso XII) a fornecer-lhe documentao onde conste o valor da remunerao e o desconto acima mencionado. - No pargrafo 27 fica estabelecido que, se o contribuinte individual no ms em que sua remunerao for inferior ao limite mnimo (01 salrio mnimo) obrigado a complement-la. Se j for
Derechos Sociales de los Artistas
71
contribuinte individual ou empregado e estiver recolhendo no teto mximo (hoje R$ 1.869,34) basta apresentar o comprovante do recolhimento para o tomador de servio e estar desobrigado desta contribuio. Com relao obrigatoriedade das cooperativas de trabalho e pessoas jurdicas em efetuar a inscrio de seus cooperados (ainda no inscritos) e trabalhadores no Instituto Nacional de Seguro Social e procederem ao desconto da contribuio de 11% do servio executado, vem evitar a sonegao fiscal, visto que a mo-de-obra informal vem crescendo significativamente na sociedade brasileira e tambm vem proteger os trabalhadores de si mesmos (os que se negam a contribuir) bem como de empresas que so omissas. Desta forma, todo trabalhador que aufere renda de seu trabalho, segurado obrigatrio da Previdncia Social. O decreto 4729, de 9 do 6 de 2003, vem ampliar o raio de proteo ao trabalhador brasileiro, e o trabalhador da cultura passa a beneficiarse desse fato. Como a Previdncia, desde 1995, vinha apresentando dficits crescentes nas contas pblicas, em virtude da crise financeira internacional, faz-se necessria a adequao no modelo de Repartio Simples, ou seja, as contribuies previdencirias pagas pela populao ativa destinam-se a cobrir os benefcios dos inativos. Com a promulgao da emenda
Derechos Sociales de los Artistas
constitucional n vinte, de dezembro de 1998 que alterou singularmente os benefcios, o governo brasileiro vem tentando encontrar o equilbrio financeiro e atuarial desta conta. Deve-se ressaltar que os sistemas de Previdncia Social em vrios pases tiveram de ser reformulados, inclusive no Brasil, devido principalmente ao decrscimo da taxa de natalidade e maior expectativa de vida, conseqentemente com o envelhecimento da populao e achatamento da populao economicamente ativa. preciso notar que esta frao da populao tambm comeou a diminuir migrando grande parte para o trabalho informal, ou seja, os que trabalham, ganham e no contribuem para a previdncia. Sendo assim, podemos classificar de um golpe de mestre o atual Decreto 4729, onde se tenta aliar a proteo ao trabalhador informal e a obrigao deste em contribuir, mesmo que atravs de empresas tomadoras de servios de carter eventual. Este o papel de um governo justo: proteger o seu cidado, mesmo que de si prprio. Outro avano significativo na Legislao Previdenciria em 2003 foi no benefcio de Penso por Morte, agora extensivo a pessoa que mantenha unio estvel com o (a) segurado (a), mesmo que homossexual. Nos benefcios assistenciais o limite de
72
idade foi reduzido para 65 anos, de acordo com o Art. 34 do Estatuto do Idoso Lei n 10741, de 01 de outubro de 2003. S no ms de setembro do corrente ano foram concedidos 21.393 benefcios desta categoria.
A produo cultural brasileira movimentou, em 1997, cerca de 6,5 bilhes de reais. Isto corresponde a aproximadamente l% do PIB brasileiro, nos termos dos clculos feitos para 1994, ltimo ano para o qual existem dados abrangentes e confiveis. Alm disso, para cada milho de reais gasto em cultura, o pas gera 160 postos de trabalho diretos e indiretos. Isso revela uma dimenso que, habitualmente, no aparece nas avaliaes sobre a cultura, isto , o seu impacto social e econmico mostrando claramente a potencialidade da rea para a gerao de renda e de emprego. Em 1994, por exemplo, havia 510 mil pessoas empregadas na produo cultural brasileira, considerando-se todos os seus setores e reas; elas distribuam-se da seguinte forma: 391 empregadas no setor privado do mercado cultural (76,7% do total), 69 mil como trabalhadores autnomos (l3,6%) e 49 mil ocupados nas administraes pblicas, isto , Unio, Estados e Municpios (9,7%). Esse contingente era 90% maior do que o empregado pelas atividades de fabricao de equipamentos e material eltrico e eletrnico; 53% superior ao da indstria automobilstica, de autopeas e de fabricao de outros veculos e 78% superior ao empregado em servios industriais de utilidade pblica (energia eltrica, distribuio de gua e esgotos e equipamentos sanitrios). Com base nesses dados, e levando-se em considerao que o Ministrio da Cultura ter investido cerca de 400 milhes de reais no patrimnio histrico, artstico e cultural do
73
pas, entre 1995 e 1999, isto , cerca de 80 milhes/ ano, pode-se estimar que tero sido gerados 12.800 novos postos de trabalho a cada ano somente nessa atividades cultural. Ainda sobre o PIB da cultura, a pesquisa revelou que, j em 1980 (um dos anos analisados para fins de comparao), enquanto o valor da produo cultural brasileira global alcanava 1%, os servios de sade chegavam a 2,2% e os de educao alcanavam 3,1%. Isso mostra a importncia das atividades culturais para a economia e a sociedade brasileiras, quando comparadas com os dados relativos aos servios daquelas outras duas reas to importantes.
dos cofres da Previdncia que est sempre deficitria. Todo benefcio de no mnimo um salrio mnimo e no mximo de 10 salrios mnimos. Tem sido o esforo do atual Governo assegurar a incluso de todos aos benefcios da Previdncia Social e medidas vem sendo tomadas, conforme temos descrito neste trabalho. Entretanto, a realidade da Previdncia para os artistas hoje no Brasil ainda se apresenta, na prtica, cheia de entraves melhoria de sua situao social. Apesar de um grande nmero de profissionais das artes cnicas pensarem, e de alguns projetos apresentados por parlamentares, pleiteando o benefcio de Aposentadoria Especial (de 15 a 25 anos de trabalho) para a classe, a realidade bem diferente. No h benefcio especial, sendo o artista tratado como trabalhador comum, pelo Instituto Nacional de Seguro Social (INSS). Com a necessidade de se reduzir o dficit da Previdncia, muitas conquistas foram dizimadas. Inmeras categorias perderam seus direitos Aposentadoria Especial. E inmeras outras, que fazem jus a esse beneficio, cada vez vem mais distantes este sonho. o caso, principalmente dos profissionais de circo, tais como: domador, comedor de fogo, acrobata, capataz, eletricista, equilibrista, partner de atirador de facas, homembala, homem do globo da morte, icarista, operador de som e tcnico de som. Outros que deveriam ter este benefcio, e ainda
74
no tem so: bailarinos, maitre de ballet, manequins e dubl. Sendo que os bailarinos tm sua capacidade laboral tremendamente prejudicada aps 10 a 25 anos de exerccio de profisso. So prejudicados tanto pelo desgaste fsico quanto pela retrao do mercado de trabalho. Para a concesso de Aposentadoria Especial o trabalhador tem que estar exposto a agentes perigosos e insalubres, em exerccio de atividade permanente e habitual (no ocasional nem intermitente), durante a jornada integral, em cada vnculo trabalhista, que prejudiquem a sade ou a integridade fsica. As Leis vigentes, j mencionadas, sofreram alteraes as quais tambm j foram apresentadas. Vale a pena descer a mais alguns detalhes. A alterao principal foi de Aposentadoria por Tempo de Servio para Aposentadoria por Tempo de Contribuio e do clculo da Renda Mensal Inicial dos benefcios. A lei 8212/91 fala sobre os benefcios em geral e a 8213/91 sobre fontes de custeio e arrecadao da previdncia. Todos os benefcios so importantes, mas daremos nfase a: Aposentadoria proporcional (antigo tempo de servio), idade, especial, penso por morte, e o amparo assistencial (Lei Orgnica de Assistncia Social - LOAS n.2 8742 de 07 de dezembro de 1993). A Aposentadoria por tempo de servio ser concedida aos segurados que, at 15 de dezembro de 1998 tenham, se homem, completado 30 anos de servio, no mnimo, e para a mulher, 25 anos de servio, com renda mensal proporcional de no mnimo
70% do salrio-de-benefcio, calculado nos 36 ltimos salrios-de-contribuio mais 6% por cada ano completo ao mximo de 100%. Ressalvado o "direito adquirido" at a data acima mencionada. A Aposentadoria por Tempo de Contribuio devida ao segurado que comprovar 35 anos de contribuies (homem) e 30 anos (mulher), com carncia de 180 contribuies (l5 anos) e renda mensal calculada de acordo com o "fator previdencirio" que a frmula onde constam: idade do segurado, tempo de sobrevida, os maiores 36 salrios. A Aposentadoria por Idade ser devida ao segurado que completar 65 anos de idade (homem) e 60 anos (mulher), com carncia de 180 contribuies, calculada a renda mensal inicial de acordo com o fator previdencirio. A Aposentadoria Especial devida ao segurado que exercer atividade que prejudique a sade ou a integridade fsica de l S a 25 anos, dependendo de cada profisso. Depender de comprovao de trabalho permanente em condies especiais de exposio a agentes nocivos, qumicos, fsicos ou biolgicos. Penso por morte o beneficio destinado aos dependentes do segurado (a) aps sua morte. Finalmente, falaremos sobre o Amparo Assistencial, lei das mais humanas da Legislao Previdenciria Brasileira. O art. 29, inciso V, regulamenta este benefcio assistencial, garantindo l (um) salrio mnimo (R$ 151,00) de beneficio mensal pessoa
Derechos Sociales de los Artistas
75
portadora de deficincia e ao idoso que comprovem no possuir meios de prover a prpria manuteno ou t-las provida por sua famlia. Para efeito de concesso deste beneficio, considera-se pessoa portadora de deficincia, aquela que apresenta, em carter permanente, perdas ou anormalidade de sua estrutura ou funo psicolgica, fisiolgica ou anatmica, que gera incapacidade para o desempenho de atividades, dentro do padro normal para o ser humano. A deficincia e a incapacidade sero comprovadas mediante exame mdico-pericial e laudos realizados pelos servios de percia mdica do INSS. O beneficio ser devido, tambm, s pessoas idosas (acima de 67 anos), pertencentes, em ambos os casos, famlia com renda per cpita inferior a I/4 do salrio mnimo, independentemente de terem realizado contribuies para a previdncia social. Devido ao fato da lei previdenciria ser muito recente em nosso pais, este beneficio, em muito, tem amparado o velho artista que no se precaveu para sua velhice. Com a evoluo das leis previdencirias e trabalhistas os jovens artistas tero uma velhice melhor amparada. Hoje em dia, a realidade dos artistas, dentro da Previdncia Social oficial (INSS) em certos aspectos bem nebulosa. Isto se deve dificuldade do trabalhador que ao no ter sua carteira de trabalho assinada s vezes fica prejudicado, se no consegue provar o vnculo empregatcio, de maneira irreversvel.
Por um lado, como j foi dito, temos os empregadores que no cumprem as normas e leis trabalhistas, com o intuito de sonegar impostos e na ganncia por lucros, penalizam assim os trabalhadores. Por outro, os empregadores tm encargos sociais pesados, pagando por cada trabalhador, s em impostos, mais 60% alm de seu salrio, o que carssimo. Estes trabalhadores com isto, se sujeitam a trabalhar sem carteira assinada. Existe outro fator de igual relevncia que o desleixo no manuseio deste importante documento, tanto pelo empregado quanto pelos empregadores. Esse desleixo constatado nas rasuras, borres, rasgos de folhas, etc.contrato temporrio de trabalho no registrado pelo Sindicato de classe e Ministrio do Trabalho, o que compromete a contagem de tempo de servio e contribuio. Ao trmino de um contrato, assinado em carteira, o trabalhador no exige as anotaes de salrios, frias, pagamento de imposto sindical o por fim a baixa no vnculo. E com o passar do tempo, dos anos, com a futura aposentadoria ao se constatar tal falha, procura pelo antigo empregador e descobre que faliu ou, simplesmente, deixou de existir. No meio artstico prtica no se assinar carteira de trabalho. Muitas vezes, quando isto acontece a nica forma do trabalhador se resguardar indo, diretamente, Previdncia e se inscrever como Profissional autnomo, e tomando para si a responsabilidade de fazer suas prprias contribuies.
76
No guardar, com o devido cuidado, documentos que podero, no futuro, comprovar o exerccio da atividade profissional, tais como: CTPS (Carteira de Trabalho e Previdncia Social), contra-cheques, documentos de rescises de trabalho, relao de salrios-de-contribuio, notas contratuais e os contratos de trabalho, com seus respectivos registros, acarretar a impossibilidade de concesso de qualquer benefcio. A desorganizao documental dos cidados brasileiros muitas vezes a sua runa. A despreocupao em no tomar cincia das leis trabalhistas e previdencirias, na juventude, s causam danos. Os trabalhadores devem ser amplamente orientados para: a falta de assinatura em suas Carteiras de Trabalho. Evitar desleixo com os documentos e tudo o mais que j foi dito aqui. No meio artstico muitas so as empresas produtoras cujas existncias restringem-se a perodos determinados para a execuo de uma determinada obra, filme, pea, etc., depois so abandonadas pelas pessoas que as constituram. Os donos dessas produtoras tm encargos sociais a pagar, primeiramente deles prprios, depois de seus contratados, mas delegam poderes a terceiros que no tm o devido comprometimento tico que deveriam e deixam de fazer as contribuies desses empresrios. O no pagamento de contribuies de autnomos e empresrios geram, hoje em dia, dvidas com o INSS, que atingem valores astronmicos. Averbao de tempo de servio, outro problema bem grave nos dias atuais. Todo trabalhador pode
requerer, atravs de processo, a Justificao Administrativa, a qual s pode ocorrer dentro do processo de Aposentadoria, e mediante provas documentais com caracterstica da poca, data e nome impresso. Diz, em sntese, o artigo 143: "Que somente produzir efeito quando baseado em incio de prova material", mas na prtica a realidade bem adversa. Nenhum Posto aceita e indefere de pronto. Eles exigem documentos ano a ano e at ms a ms. E muitas vezes, recheado de provas materiais, fica-se merc de processantes (funcionrios designados para realizarem as audincias, fazer anlise dos documentos, ouvir o justificante e as testemunhas e dar despacho final (sentena) o sobre o que foi apurado. Este funcionrio antigamente era um profissional de direito (advogado) que tinham experincia jurdica para analisarem e se colocarem como juizes. Apesar dos novos postos informatizados que esto sendo implantados no Estado do Rio de Janeiro, a realidade ainda no foi alterada. A maior parte dos funcionrios so, oriundos de outras autarquias. No tm embasamento jurdico nenhum. No so devidamente treinados. Muitos, apenas, possuem o 2 grau, ou incompleto o 2 grau. Desta forma prejudicam irreversivelmente o requerente. O sucateamento dos profissionais que trabalham para Previdncia, sem a devida capacidade intelectual, jurdica humana e treinamento correto so fatores primordiais para o alto volume de processos na esfera federal contra o INSS. E a ordem velada de se indeferir tantos benefcios quantos forem possveis.
Derechos Sociales de los Artistas
77
Passando por este obstculo e sendo deferida a Justificao Administrativa, depara-se o segurado (requerente) com outro impasse ainda maior. Como ir pagar o dbito oriundo deste processo? Se averbou o tempo de servio ter que ressarcir Previdncia. E finalmente o pior. Como feito este pagamento? Antigamente quando o perodo averbado encontrava-se no incio da carreira profissional (o que ocorre mais normalmente) o levantamento deste dbito era escalonado Ia de um salrio, durante doze meses, um salrio e meio seguinte, pelo segundo ano, e assim por diante, mais juros plausveis. Calcula-se a mdia aritmtica simples dos 36 ltimos salrios-de-contribuio, imediatamente anteriores data de entrada do requerimento, corrigidos ms a ms pelos ndices utilizados para a obteno do salrio de benefcios (INPB) mais 20% e o resultado multiplicado pelo nmero de meses do perodo a ser indenizado. O artigo 239 82 - mais juros moratrias
de O,5 ao ms, capitalizados anualmente, e muita de 10% sobre o total final. Isto constitui um verdadeiro assalto tributrio. Pode-se parcelar? Sim em at 60 parcelas mensais que sofrero reajustes mensais cada, ou seja, no so parcelas fixas. Nenhum benefcio inferior a l salrio mnimo (R$ 151,00) e o mximo localizase na classe 10 (R$ 1328,25), atualmente. Gradativamente a previdncia acabar com a antiga tabela, fazendo com que os autnomos contribuam com 20% do que efetivamente ganharem. Na falta da assinatura na carteira, devero efetuar sua inscrio, junto a previdncia, ou como autnomo ou como empregador, se for o caso. Completamos o estudo acima com as leis que regulamentam o artista e tcnico, que se encontram em livreto anexo: Lei n.Q 6.533, de 24 de maio de 1978, que dispe sobre a regulamentao das profisses de artista e de tcnico em espetculos de diverses, e d outras providncias. Decreto n 82.385, de 5 de outubro de 1978, que regulamenta a lei acima.
Pisos Salariais Para Empregados em Empresas de Radiodifuso e Emissoras de Televiso Profissional Ator/atriz Modelo/Manequim Artista Circense Mensal R$ 610,00 R$ 510,00 R$ 510,00 Cach R$ 100,00 R$ 75,00 R$ 75,00
Obs.: Os artistas, durante a vigncia da conveno coletiva no podero ser contratados abaixo dos valores mensais com vigncia em 22 de novembro de 1999.
78
Proposta de Cach para Tcnicos Profissionais que Acompanham Msicos, Bandas e Grupos Musicais Profissionais/Tcnicos Assistente de Iluminao Coordenador de Montagem Luz/Som Eletricista de Espetculo Operador de udio Para Monitor Diretor de Cena/Palco Diretor de Produo Assistente de Produo Cach R$ 386,38 R$ 386,38 R$ 166,54 R$ 386,38 R$ 321,98 R$ 386,38 R$ 321,98
Obs.: Nos valores acima no esto includos diria de alimentao e de hospedagem. O Reajuste fixado com base no percentual de aumento do salrio mnimo de 11,03%.
Acordo Coletivo de Trabalho firmado nos autos do TST-DC-394.089/97.9 para Dubladores Descrio 1 Hora de Trabalho = 20 anis de Gravao = 2 Hora de Trabalho = 31 Horas (gravados 10 anis em tempo inferior a l hora) = Dublador Contratado = Valor R$ 45,00 R$ 45,00 R$ 30,00 R$ 30,00
s empresas, segundo o pargrafo 42 da clusula 4cdo Acordo, permitida a programao de mais de 20 anis dentro de uma mesma hora. Os profissionais tero direito hora integral, mesmo que o nmero de anis no atinja a 20 horas, pois a remunerao, a partir da assinatura
do Acordo, passou a ser a hora, cabendo s empresas a racionalizao de sua produo, de modo a aproveitar o tempo que o profissional coloca sua disposio. Segundo Conveno Coletiva para os profissionais do Sindicato dos Tcnicos da Indstria Cinematogrfica.
79
Tabela Filmes e VTS Publicitrios Funes Diretor Diretor fotografia Operador de Cmara Assistente de Cmara (12) Assistente de Cmara (22) Operador de TV Eletricista Chefe Eletricista Maquinista Chefe Maquinista Assistente de Maquinista E Eletricista Diretor de Arte Figurinista Cengrafo Prod. Objetos Assist. Arte/Cengrafo e Figurino Camareira Maquiador Assistente de Maquiador Cabeleireiro Assistente Cabeleireiro Coord. de Produo Diretor de Produo Assistente de Produo (12) Assistente de Produo (22) Assistente de Direo (12) Assistente de Direo (29) Tcnico de Som Microfonista Editor/Montador Estagirio Finalizador Tcnico Efeitos Especiais Aderecista Assist. Editor/Montador 200,00 605,00 572,00 572,00 300,00 275,00 110,00 350,00 187,00 300,00 125,00 715,00 605,00 330,00 242,00 385,00 220,00 615,00 150,00 800,00 136,00 500,00 385,00 200,00 500,00 80,00 300,00 300,00 300,00 180,00 150,00 60,00 180,00 100,00 180,00 70,00 400,00 300,00 150,00 120,00 220,00 120,00 350,00 80,00 400,00 136,00 250,00 250,00 150,00 250,00 diria semanal semanal semanal semanal semanal diria diria diria diria diria semanal semanal semanal semanal semanal semanal diria diria diria ms diria job diria job diria job diria job Filmes(R$) 935,00 800,00 600,00 400,00 250,00 100,00 350,00 300,00 350,00 300,00 VTs (R$) 600,00 400,00 200,00 60,00 200,00 150,00 200,00 150,00 Periodicidade semanal diria diria diria diria diria diria diria diria diria
80
Piso salarial dos Profissionais da Dana do Rio de Janeiro Tabela de Cachs Mnimos Academias Bailarinos e danarinos de Show Ensaiadores de dana Maitre de Ballet 25,00 30,00 Clubes 21,00 22,00 25,00 Col. Pblico 17,00 17,00 21,00 Col. Partic 15,00 35,00 42,00
Shows ou Espetculos em Teatros, Casas de Show, Churrascaria, Circo, Estdios, Ginsios, Quadras Esportivas, Clubes, etc... Profissionais Coregrafo, Coregrafo de Dana e Maitre de Ballet Assist. de Coregrafo/Coregrafo/Ensaiadores Bailarinos Principais Solistas Bailarinos Danarinos de Show/Strip-Teasers Figurantes Cach 255,00 216,00 197,00 178,00 159,00 140,00 100,00
Em Gravao de televiso, Vdeo e Filmagem Cinematogrfica Profissional Coregrafos, Corelogos de dana e Maitre de Ballet Assist. Coregrafo, Corelogo e Ensaiadores de Dana Bailarinos Principais Solistas Bailarinos Danarinos de Show /Strip-Teasers Figurantes Nacional 240,00 200,00 160,00 120,00 102,00 82,00 63,00 Estrangeira 475,00 393,00 320,00 230,00 200,00 160,00 143,00
81
Para Gravao de tapes, comerciais (nacionais e estrangeiros) Profissional Coregrafo/Corelogo e Maitre de Ballet Assist. Coregrafo/Coreigo e Ensaiadores Bailarinos principais Solistas Bailarinos Danarinos de Show Strip-Teasers Figurantes Nacional 580,00 427,00 369,00 293,00 331,00 247,00 197,00 Estrangeiro 1,155.00 1,115.00 733,00 580.00 737.00 489.00 389.00
Contrato mensal ou Nota Contratual com carga horria mnima de 180 hs. Mensais com 6 horas por dia Profissionais Coregrafo, Corelogo e Maitre de Ballet Assistentes Bailarinos principais Solistas Bailarinos Danarinos de Show e Stripers Figurantes Valor 2,304.00 1,924.00 1,921.00 1,155.00 959.00 785.00 484.00
Coreografias Atividades Montagem de ballet Criao de repertrio Criao de criao Montagem "Pas-de-Deux" (repertrio) Pas-de-Deux" (criao) Remontagem de Ballet j montado p/prprio criador Valor 427.00 239.00 350.00 234.00 153.00 125.00
82
VIII. PREVIDNCIA SOCIAL NO BRASIL E NOS PASES COM OS QUAIS MANTM ACORDOS
A situao previdenciria do cidado brasileiro domiciliado em outro pais varia de acordo com a existncia ou no de acordo internacional entre o Brasil e aquele pas. O Brasil signatrio de acordos de previdncia social com os seguintes pases: Argentina, Uruguai, Paraguai, Chile, Cabo Verde, Espanha, Grcia, Itlia, Luxemburgo e Portugal. Nesses casos, a contribuio que o trabalhador efetuar para a previdncia social local poder, no futuro, ser computada para fins de concesso de benefcio no Brasil. Os Acordos Internacionais de Previdncia Social estabelecem uma relao de prestao de benefcios previdencirios, no implicando modificao na legislao vigente no pas acordante, cumprindo a cada Estado contratante analisar os pedidos de benefcios apresentados e decidir quanto ao direito e condies conforme sua prpria legislao aplicvel. As entidades gestoras so instituies competentes para conceder as prestaes previstas nos Acordos. No Brasil o rgo Gestor o INSS (Instituto Nacional de Seguro Social), atravs do Servio de Acordos Internacionais, aps a instruo dos processos pelos Servios/Sees/Setores de Convnios e Acordos das regionais. Enumeramos a seguir os endereos dos setores competentes no Brasil: l ) So Paulo
Servio de Acordos e Convnios Rua Coronel Xavier de Toledo, 280 - sala l l 07 So Paulo - SP - Cep.: 01 048-000 2) Paran Seo de Convnios e Acordos Rua Joo Negro, l l - saia l l OS Curitiba - PR Cep.: 80010-200 3) Rio de janeiro Servio de Convnios e Acordos Rua Pedro Lessa, 36 - saia 11 l 7 Rio de janeiro - RJ - Cep.: 20030-002 4) Rio Grande do SU Rua Jernimo Coelho, 127 - sala 606 Porto Alegre - RS - Cep.: 90010-241 5) Distrito Federal CRS 507 - Bloco A - Loja 55 Braslia DF - Cep.: 70351-510 Tel.: 061 - 2446588 Os Acordos de Previdncia Social aplicam-se aos benefcios do regime geral de Previdncia Social, relativamente aos eventos: Incapacidade para o trabalho (permanente ou temporria) Auxlio natalidade Aposentadoria por Idade (60 anos mulher e 65 anos para homem) Penso por morte Reabilitao profissional Certificados de Deslocamentos previstos na legislao de um e de outro estado Contratante
83
O requerimento de benefcio dever ser protocolado na Entidade gestora do pas de residncia do interessado. No Brasil so apresentados nos setores prprios dos rgos Locais do INSS (Postos), em cada Unidade da Federao e encaminhados ao Servio de Acordos Internacionais, de Braslia ou do Rio de Janeiro, conforme a residncia do beneficirio. Ao empregado ser fornecido Certificado de Deslocamento Temporrio, mediante solicitao de sua empresa, visando iseno de contribuio deste segurado no Pas Acordante aonde for trabalhar, a servio de seu empregador, na forma prevista em cada Acordo, a fim de que o mesmo permanea sujeito legislao Previdenciria Brasileira. Existe um acordo entre Portugal, Espanha e Brasil, no qual o segurado pode requerer a transferncia de seu benefcio em manuteno. Estudos esto sendo feitos no sentido de viabilizar a referida transferncia para os demais pases acordantes. A seguir descrevemos o Acordo de Previdncia entre Brasil e Uruguai, com inclusive cpia do Certificado de Traslado temporrio entre os dois pases em quatro vias.
IMBUDOS do desejo de estabelecer normas que regulem as relaes entre os dois Estados em matria de previdncia social, e TENDO presente o artigo XXII do Tratado de Amizade, Cooperao e Comrcio firmado pelos dois Governos a 12 de junho de 1975, RESOLVEM celebrar um Acordo de Previdncia Social nos seguintes termos:
ARTIGO 22
O presente Acordo ser executado pelas Entidades de previdncia social dos Pases Contratantes, conforme se dispuser nos Ajustes Administrativos que devero complementa-lo.
ARTIGO 30
1. O presente Acordo se aplicar, igualmente, aos trabalhadores uruguaios no Brasil e aos trabalhadores brasileiros no Uruguai, os quais tero os mesmos direitos e as mesmas obrigaes dos nacionais do Estado Contratante em cujo territrio residam. 2. O presente Acordo se aplicar, tambm, aos trabalhadores de qualquer outra nacionalidade que prestem ou tenham
Acordo de Previdncia Social entre os Governos da Repblica Oriental do Uruguai e da Repblica Federativa do Brasil O Governo da Repblica Oriental do Uruguai & O Governo da Repblica Federativa do Brasil
84
como os seus empregados domsticos, sero regidos, no tocante previdncia social, pela legislao, tratados e convenes que lhes sejam aplicveis.
ARTIGO 40
1. O princpio estabelecido no artigo 32 ter as seguintes excees: a) o trabalhador de uma empresa com sede em um dos Estados Contratantes que for enviado ao territrio do outro por um perodo limitado continuar sujeito legislao do Estado de origem, pelo prazo mximo de doze (l2) meses. Essa situao poder ser mantida, excepcionalmente, por prazo maior, mediante prvio e expresso consentimento da Autoridade Competente do outro Estado; b) o pessoal de vo das empresas de transporte areo e o pessoal de trnsito das empresas de transporte terrestre continuaro exclusivamente sujeitos legislao do Estado em cujo territrio a empresa respectiva tenha sede; c) os membros da tripulao de navio sob bandeira de um dos Estados Contratantes estaro sujeitos legislao do mesmo Estado. Qualquer outra pessoa que o navio empregar em tarefas de carga e descarga, conserto e vigilncia, quando no porto, estar sujeita legislao do Estado sob cuja jurisdio se encontre o navio; d) os membros das representaes diplomticas e consulares, organismos internacionais, e demais funcionrios e empregados dessas representaes, bem
ARTIGO 50
1. O direito j adquirido a que se aplique o presente Acordo ser conservado integralmente perante a Entidade Gestora do Estado de origem, nos termos da sua prpria legislao, quando o trabalhador se transferir em carter definitivo ou temporrio para o territrio do outro Estado Contratante. 2. Os direitos em fase de aquisio sero regidos pela legislao do Estado Contratante perante o qual se faam valer. 3. O trabalhador que em razo de transferncia de um Estado Contratante para o outro tiver tido suspensas as prestaes a que se aplica o presente Acordo poder, a pedido, voltar a percebe-las, sem prejuzo das normas vigentes nos Estados Contratantes sobre caducidade e prescrio dos direitos relativos previdncia social.
85
Estado, temporria ou definitivamente, desde que a entidade competente do Estado de origem reconhea o direito e autorize a prestao. 2. A extenso e a forma da assistncia prevista no pargrafo l sero determinadas consoante a legislao previdenciria do Estado Contratante onde essa assistncia for prestada. A sua durao ser estabelecida pela legislao do Estado de origem. 3. As despesas referentes assistncia prestada correro por conta do Estado de origem. Os Estados Contratantes fixaro, de comum Acordo, o valor que ser considerado para o reembolso e estabelecero a forma deste.
prpria legislao e calcular a parcela a seu cargo, na proporo dos perodos cumpridos exclusivamente sob essa legislao.
ARTIGO 9
Quando o trabalhador, mediante a totalizao, no satisfazer, simultaneamente, as condies exigidas nas legislaes dos dois Estados Contratantes, o seu direito ser determinado nos termos de cada legislao, medida em que se vo cumprindo essas condies.
ARTIGO 10
O interessado poder optar pelo reconhecimento dos seus direitos nos termos do artigo 72 ou, separadamente, de acordo com a legislao de um dos Estados Contratantes, independentemente dos perodos cumpridos no outro.
ARTIGO 7
1. Os perodos de servio cumpridos em ambos os Estados Contratantes podero, desde que no se superponham, ser totalizados para concesso das prestaes. 2. O cmputo desses perodos se reger pela legislao do pas onde tenham sido prestados os servios respectivos.
ARTIGO ll
1. Os perodos de servio cumpridos antes do incio da vigncia do presente Acordo somente sero considerados quando os interessados tenham perodos de servio a partir dessa data. 2. O disposto neste artigo no prejudica a aplicao das normas sobre prescrio ou caducidade vigentes em cada Estado Contratante.
ARTIGO 8
1. Cada Entidade Gestora determinar, de acordo com a sua prpria legislao e com base no total dos perodos cumpridos em ambos os Estados Contratantes, se o interessado rene as condies necessrias para a concesso de prestao. 2. Em caso afirmativo, determinar o valor da prestao como se todos os perodos tivessem sido cumpridos sob a sua
ARTIGO 12
1. O trabalhador que tenha completado no Estado de origem o perodo de carncia necessrio a concesso de auxlio-doena
86
e de a auxlio-natalidade, ter assegurado, no caso de no se encontrar filiado, legislao do Estado de acolhimento, o direito a esses auxlios, nas condies estabelecidas pela legislao do Estado de origem e a cargo deste. 2. Quando o trabalhador j estiver vinculado previdncia social do Estado de acolhimento, esse direito ser reconhecido se o perodo de carncia for coberto pela soma dos perodos de servio. Neste caso as prestaes sero devidas pelo Estado de acolhimento e segundo sua legislao. 3. Em nenhum caso se reconhecer direito ao recebimento de auxlio-natalidade nos dois Estados Contratantes em decorrncia do mesmo evento.
no territrio do outro Estado, sero levados a efeito pela Entidade Gestora deste ltimo, por conta daquela.
ARTIGO 15
As prestaes; pecunirias concedidas de Acordo com o regime de um ou de ambos os Estados Contratantes no sero objeto de reduo, suspenso, ou extino exclusivamente pelo fato de o beneficirio residir no outro Estado Contratante.
ARTIGO 16
1. Os documentos que tenham de ser produzidos para os fins do presente Acordo independero de traduo oficial, visto e legalizao pelas autoridades diplomticas e consulares e de registro pblico, desde que tenham tramitado por qualquer rgo de Ligao nele previsto. 2. A correspondncia entre as Autoridades Competentes, rgos de Ligao e Entidades Gestoras dos Estados Contratantes ser redigida no respectivo idioma oficial.
ARTIGO 17
Os requerimentos, recursos e outros documentos produziro efeito ainda que, devendo ser apreciados em um dos Estados Contratantes, sejam apresentados no outro, dentro dos prazos estabelecidos pela legislao do primeiro.
ARTIGO 14
Os exames mdicos solicitados pela Entidade Gestora de um Estado Contratante, relativamente a segurados que se encontrem
ARTIGO l8
As autoridades consulares dos Estados
87
Contratantes podero representar, sem mandato especial, os nacionais do seu prprio Estado perante as Autoridades Competentes e as Entidades Gestoras em matria de previdncia social do outro Estado.
2. As situaes decorrentes de direitos em fase de aquisio no momento da expirao do presente Acordo sero reguladas de comum Acordo pelos Estados Contratantes.
ARTIGO 22 ARTIGO 19
1. Para aplicao do presente Acordo, a Autoridade Competente de cada Estado Contratante poder instituir rgos de Ligao, mediante comunicao Autoridade Competente do outro Estado Contratante. 2. Para os fins do presente Acordo entende-se por Autoridades Competentes o Ministro de Estado da Previdncia e Assistncia Social do Brasil e o Ministro de Estado do Trabalho e Previdncia Social do Uruguai. A aplicao do presente Acordo ser regulada por ajustes administrativos, cuja elaborao poder ser atribuda pelas Autoridades Competentes a uma Comisso Mista, integrada por delegaes dos Estados Contratantes. Feito na cidade de Montevidu aos vinte e sete dias do ms de janeiro do ano de mil novecentos e setenta e oito em quatro exemplares originais, dois em portugus, dois em espanhol, cujos textos fazem igualmente f. PELO GOVERNO DA REPBLICA FEDERATIVA DO BRASIL Antnio F. Azeredo da Silveira PELO GOVERNO DA REPBLICA ORIENTAL DO URUGUAI Alejandro Roriva
ARTIGO 20
1. Cada um dos Estados Contratantes notificar o outro da concluso das formalidades estabelecidas pelas respectivas disposies constitucionais pertinentes. 2. O presente Acordo entrar em vigor no primeiro dia do ms seguinte ao da troca dos instrumentos de ratificao.
CONCLUSO
Devemos levar sempre em considerao o desconhecimento, por parte do trabalhador, sobre as leis, seus direitos e obrigaes. Devemos, sempre e incessantemente, orientlos sobre as leis trabalhistas, previdencirias e cuidados com documentao. Apesar da atividade artstica ser, em alguns casos, mais fcil de se provar o exerccio da profisso, por
ARTIGO 21
1. O presente Acordo ter durao indefinida, salvo denncia escrita por qualquer dos Estados Contratantes, que somente surtir efeito seis meses aps a data da notificao.
88
serem trabalhadores conhecidos do pblico, temos profissionais que esto por trs das telas, palcos etc., de igual importncia, que devero ter o mesmo tratamento. Nesta orientao deve constar a importncia de se guardar documentos que provem a atividade, com data e nome impresso de preferncia, seus contratos, notas contratuais, recortes de jornais e revistas, declaraes e tudo o mais que possa auxiliar
na comprovao da atividade profissional. Esta nossa obrigao como profissionais e nosso dever como seres -humanos. Esperamos, com este estudo, ter contribudo para tornar mais claro para a classe artstica do MERCOSUL, Chile e Bolvia, de como deve se prevenir para uma velhice mais justa e tranqila, este que o objetivo de toda a Previdncia Social.
89
Por Margarita Oru de Villalba Directora de Proyectos del Viceministerio de Cultura Por Graciela Meza Miembro del Consejo Asesor de Cultura del Viceministerio de Cultura Por Edgar Lugo Director del Mercosur del Parlamento Nacional de Paraguay
NDICE
1. Consideraciones generales sobre derechos sociales de los artistas, en el marco de las polticas culturales del Paraguay. 2. El apoyo del Estado en torno a los artistas, autores, autores compositores y fondos de creacin artstica. 3. El marco legal y social para los artistas. poltica estatal que refuerce la construccin de espacios de expresin libre, as como canales de informacin e intercambio de experiencias, y se da inicio a un acercamiento del sector oficial a los crculos privados de investigacin, produccin y difusin cultural, en una sociedad histricamente caracterizada por la falta de oportunidades y la supresin de las libertades, que provocaron, a menudo, el exilio de intelectuales y productores culturales, generando un desmembramiento del tejido socio-cultural del pas. En el campo jurdico la realidad se presentaba como un cuerpo legal incompleto y contradictorio, por la falta de concordancia entre las normas y los instrumentos legales existentes y por la no efectivizacin de los mismos; los intereses de los grupos hegemnicos se alzaban sobre los derechos de los dems grupos, por tanto, los derechos humanos no se respetaban y los planes y programas carecan de operatividad en cuanto a acciones encaminadas a lograr el relacionamiento con los bienes culturales y la libre circulacin de los mismos se encontraba impedida. Es a partir del ao 1991 que en el Paraguay se empiezan a disear estrategias vlidas para promover la conciencia crtica, participativa, respetuosa de las diferencias y creativa frente a la realidad nacional presente y futura.
1. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS, EN EL MARCO DE LAS POLTICAS CULTURALES DEL PARAGUAY
Para hacer la presentacin de las Polticas Culturales con relacin a los derechos sociales de los artistas y trabajadores de la cultura, nos ubicaremos primero en el contexto global y posteriormente en un mbito ms especfico. Teniendo en cuenta la realidad sociocultural de nuestro pas, y para abrir la percepcin, resulta apropiado encarar el presente trabajo haciendo un resumen de la evolucin de los planes, programas y polticas culturales desde la transicin a la democracia hasta el momento actual. En la etapa de la transicin se toma conciencia y se pone de manifiesto la carencia de una
90
En el ao 1992 se elabora un primer Plan Nacional de Cultura de la poca de la transicin, el cual fue desarrollado paulatinamente y actualmente contamos con un Plan Nacional Estratgico de Cultura 1999 - 2003, al que nos referiremos en este documento, como tambin al diseo y ejecucin de las polticas culturales vigentes desarrolladas desde el Ministerio de Educacin y Cultura, contenidas en el mencionado plan. El Plan Nacional de Cultura 1999 - 2003 constituye el documento que orienta, actualmente, las acciones a ser desarrolladas por el Ministerio de Educacin y Cultura a travs del Viceministerio de Cultura, que es la instancia estatal creada para llevar adelante el diseo y ejecucin de polticas culturales. El documento fortalece y da continuidad a los planes iniciados y evidencia la voluntad poltica de privilegiar la dimensin cultural en la vida nacional. Su concrecin implica la aglutinacin de esfuerzos y de voluntades de todos los sectores. Haciendo un resumen, el mismo posee cuatro etapas bien definidas que abarcan, respectivamente, el diagnstico de la situacin presentada en los considerandos, la postura institucional formulada en principios, la formulacin de objetivos y las propuestas. Si bien es cierto que cada uno de los aspectos desarrollados en el plan son importantes, slo nos referiremos a aquellos puntos cuyos contenidos se relacionan con los derechos sociales de los artistas. En ese sentido, el objetivo general que hace referencia al tema es:
-Ampliar la participacin de todos los actores y sectores sociales al quehacer cultural. Sus objetivos especficos son: 1. Promover una poltica cultural concertada con los mecanismos que le sean inherentes para su acompaamiento y revisin constantes dentro de un marco dinmico. 2. Proponer la elaboracin de normas jurdicas que contemplen todos los aspectos concernientes al sector cultura. 3. Proponer la elaboracin de un proyecto de reforma del rgimen impositivo vigente, que contemple un mecanismo capaz de estimular el apoyo privado a la cultura. Pues bien, en lo que se refiere a la implementacin del mencionado plan, de acuerdo a los objetivos formulados y para cumplir dicho cometido tenemos el Programa II de Poltica Cultural; este programa tiende a lograr el diseo y ejecucin de una Poltica Cultural concertada, otorgndole un encuadre legislativo apropiado.
POLTICAS CULTURALES SOBRE LOS DERECHOS DE LOS ARTISTAS, INTRPRETES Y TRABAJADORES DE LA CULTURA
La labor cultural del Estado busca responder a las expectativas, exigencias y a la voluntad de la sociedad paraguaya por la renovacin, los cambios, la apertura y las transformaciones creativas propias de los nuevos tiempos. Por ello se propicia la creacin de espacios
Derechos Sociales de los Artistas
91
de dilogo, participacin y concertacin para el autodiagnstico colectivo, la reflexin compartida y la accin eficazmente coordinada. En este escenario y con base en la Declaracin de la UNESCO del ao 1997 se disearon las polticas culturales actuales. A continuacin citaremos aquellas que conducen las acciones culturales hacia la proteccin de la creacin artstica y los derechos de los artistas, intrpretes y trabajadores de la cultura. 1. La concertacin y coordinacin de acciones entre los diferentes actores, promotores y trabajadores de la cultura del pas. 2. La promocin y difusin de las expresiones culturales a todos los sectores y actores sociales del pas, con el vivo estmulo a la participacin activa de miembros de la comunidad en la accin cultural. 3. La apertura y el respeto a las libertades de pensamiento, de expresin y de creacin de los artistas y trabajadores culturales del pas.
b) Legales: se acord priorizar y promover: La actualizacin de la legislacin cultural, en armona con las de los pases del MERCOSUR, y La revisin y actualizacin de la legislacin cultural. Presentacin de propuestas normativo-legales al Parlamento Nacional.
Finalmente, lo expuesto nos permite visualizar las acciones ejecutadas hasta la fecha, y, por ltimo, se pueden citar las leyes con relacin al tema que se presentaron al Parlamento. a) Derecho de autor, derechos del intrprete y derechos conexos b) Fondo Nacional de la Cultura y las Artes c) Proteccin y seguridad social de los trabajadores culturales d) Incentivos fiscales y econmicos para la promocin de actividades culturales e) Ley General de Cultura f) Revisin y actualizacin de la Ley 946 de proteccin a los bienes culturales g) Propuesta de Reforma de Ley de Premios Nacionales de Ciencia y Literatura Sobre la base de las polticas mencionadas se trabaj a travs de las distintas dependencias del Viceministerio de Cultura, estimulando a los artistas y trabajadores de la cultura con la institucin de premios, menciones y reconocimientos a la trayectoria; asimismo se apoy la labor cultural, incorporndolos
92
en las instituciones gubernamentales como funcionarios que perciben remuneracin; se apoy institucionalmente espacios de expresin cultural, como ser exposiciones, conciertos, festivales, muestras, entre otros. Se presentaron proyectos para obtener cooperacin nacional e internacional con el objetivo de apoyar la produccin y la edicin de libros, casettes, CDs y material audiovisual y se conformaron equipos multidisciplinarios de trabajo para la elaboracin de leyes y su posterior presentacin al Parlamento nacional para su aprobacin. En ese orden, se organizaron espacios de dilogo, como seminarios, paneles, debates y encuentros, con la finalidad de buscar mecanismos de priorizacin y presentacin de proyectos de leyes y el seguimiento de las mismas (lobby). Si bien es cierto que los resultados alcanzados no llenaron las expectativas, en el sentido de que no fueron aprobadas todas las leyes presentadas, hemos tenido un avance interesante en lo que respecta a leyes como Derecho de Autor, Incentivos Fiscales y Fondo de Ayuda a la Cultura.
internacional) y, por otro lado, elitista, restringido al campo de las manifestaciones artsticas o las llamadas "Bellas Artes". Si bien existan instituciones culturales estatales como la Imprenta y Radio Nacional, estaban claramente orientadas a sostener el rgimen poltico a travs de programas controlados, fuertemente, por la "cultura oficialista", deviniendo en brazos propagandsticos del gobierno. Existan tambin algunos museos: Casa de la Independencia, Museo de Bellas Artes, Museo Bernardino Caballero (fundador del partido en el gobierno), entre otros. Estos, si bien estaban sostenidos a travs del presupuesto Nacional de Gastos, dorman en la inoperancia. En situaciones similares se encontraban el Archivo, la Biblioteca Nacional y la Escuela de Bellas Artes, con una enseanza academicista mediocre y, con un exiguo presupuesto; aun as, sirvi de plataforma a muchos artistas que cobraron vuelo propio gracias a ciclpeos esfuerzos personales. En sntesis, una cultura y produccin artstica "dormida" o "adormecida" en una larga siesta paraguaya.
2. EL APOYO DEL ESTADO EN TORNO A LOS ARTISTAS, AUTORES, COMPOSITORES Y FONDOS DE CREACIN ARTSTICA
En efecto, antes de 1989 (derrocamiento del rgimen militar de 35 aos) se manejaba una concepcin de cultura esttica, como conjunto de valores inamovibles (folclorismo, nacionalismo, regionalismo vs. cooperacin
VICEMINISTERIO DE CULTURA
Entonces, el despertar democrtico de 1989 gener grandes expectativas e ilusiones en el mbito cultural. Germinaron varios movimientos: "trabajadores por la cultura", "arte vivo" etc.; algunos de reflexin, otros de accin, todos en una suerte de catarsis de reclamos y pedidos a las instancias gubernamentales de lineamientos claros de polticas
93
Direccin General de Patrimonio Histrico y Cultural Direccin de Bienes Culturales Direccin Nacional de Museos Museo Nacional de Bellas Artes Museo Casa de la Independencia Museo Bernardino Caballero Museos del Interior Archivo Nacional Biblioteca Nacional Departamento de Restauracin y Preservacin
Direccin General de Investigacin y Apoyo Cultural Departamento de Investigacin Etno-cultural Departamento de Cultura Popular Desarrollo Cultural de Centros Departamentales Departamento Nacional de Antropologa y Arqueologa
Direccin General de Bellas Artes Escuela Nacional de Bellas Artes Ballet Nacional Conservatorio Nacional de Msica Orquesta Sinfnica Nacional Departamento Nacional de Artes Escnicas
Direccin General de Promocin y Difusin de Industrias Culturales Fomento del Libro y la Lectura Difusin Cultural Propiedad Intelectual Audiovisual y de Industrias Culturales
94
culturales, de incentivos a la creacin, proteccin de bienes etc. Es en este clima donde se crea la Subsecretara de Estado de Cultura (1991), dependiente del Ministerio de Educacin y Culto, como primera medida institucional. La misma aglutina parte de las instituciones dispersas y crea otras. Como primeros pasos al intento de definir una poltica cultural, organiz seminarios sobre el tema, con miras a elaborar recomendaciones para los articulados sobre el tema a ser incluidos en la nueva Constitucin de 1992. En una etapa posterior, sin embargo, la Sub Secretaria logra una declaracin ms acabada de objetivos y delineamientos de estrategia, dando origen a otras instancias consultivas, como los Consejos de Cultura, de Directores Ejecutivos, y Comits de Consultores nacionales e internacionales, Interinstitucional de Cultura, as como los consejos Departamentales de Cultura. Digamos que el espectro de consultas y discusiones se fue enriqueciendo, pero todava sin dar una fuerza poltica, presupuestaria y de acciones coordinadas a los brazos ejecutores de dichas polticas, es decir a las distintas direcciones dependientes de la Subsecretara. Un logro muy importante fue la elaboracin, estudio, propuesta y sancin de la nueva Ley de Educacin, que contempl el cambio de la denominacin del Ministerio de Educacin y Culto por el de Educacin y Cultura, pasando de ser Subsecretara de Cultura a Viceministerio de Cultura, con cuatro Direcciones Generales, tal cual se aprecia en el organigrama actual.
As, desde la Direccin General de Promocin y Difusin de Industrias Culturales a travs de la Direccin de Difusin Cultural y de la de Fomento al Libro y la Lectura, se realizan acciones de potenciacin de la produccin del libro y el resguardo de la propiedad intelectual. Desde la Direccin General de Bellas Artes, a travs del Instituto Superior de Bellas Artes, del Ballet Nacional y del Conservatorio Nacional de Msica, se desarrolla una labor de incentivo a la creacin, especialmente entre los jvenes, adems de ciclos de presentacin de destacados artistas de la msica y la danza en escenarios tradicionales y alternativos. Por otro lado, desde la Direccin General de Investigacin y Apoyo Cultural, a travs de la Direccin de Cultura Popular y de la de Desarrollo de Centros Departamentales, se realiza una tarea de soporte y estmulo a la produccin de arte popular y acadmico en el interior del pas. El Viceministerio de Cultura adems organiza, coordina y copatrocina varios concursos anuales de incentivo a la creacin plstica a travs de instituciones internacionales, empresas privadas y/o representaciones extranjeras acreditadas en el pas.
MUNICIPALIDADES
Con la vigencia de elecciones Municipales a partir de 1991 y la creacin de las Gobernaciones Departamentales, diversas ciudades especialmente Asuncin, la capital inauguraron esferas de accin y mbitos de discusin en una clara orientacin hacia una poltica cultural municipal.
Derechos Sociales de los Artistas
95
En efecto a travs de sus Direcciones de Cultura, Casas de la Cultura y/o Comisiones de Cultura de las Juntas Municipales y Departamentales del Interior del pas, se realizan acciones de incentivo y apoyo a la creacin artstica, traducidas, las ms de las veces, en patrocinios a Festivales Populares de msica y danza alrededor de un eje temtico representativo de la ciudad o regin: Festival del andut, del Tacuar, del lago Ypacara etc. Son ellos (los Festivales) verdaderos focos potenciadores de nuevos talentos de la cultura popular. En Asuncin, sin embargo, adems de toda la estructura de escuelas de arte, elencos estables de orquestas y danzas y espacios escnicos disponibles, se crea un Fondo Municipal de apoyo a las Artes, as como tambin premios anuales de estmulo a la creacin literaria.
directo a varias instituciones privadas orientadas a la beneficencia, a la niez, a problemas de gnero y a instituciones artsticoculturales, la creacin del FONDEC tradujo y sintetiz la responsabilidad del Estado en el financiamiento de la actividades culturales privadas. En efecto, con el objetivo de promover la creacin artstica, la difusin de las manifestaciones culturales y la preservacin del patrimonio nacional a travs de diferentes programas se cre el Fondo. Se adopt un modelo institucional que asegura la independencia, no slo de los vaivenes presupuestarios, sino tambin de la eventual distorsin que en la toma de decisiones pueda resultar de presiones polticas partidarias, sectoriales, o de cualquier otra especie. Es decir, el Fondo es un organismo autnomo y autrquico, habilitado para dictar sus propias normas y recaudar y administrar sus propios recursos. Sin embargo, a fin de establecer un vnculo de coordinacin con el Viceministerio de Cultura y compartir prioridades, en el entendido que una autonoma no debe producir compartimentos institucionales estancos, se vincul al Consejo Directivo del Fondo con el Viceministerio de Cultura a travs del propio Viceministro, quien a su vez preside el Consejo del Fondo. La direccin est a cargo de un Consejo Directivo normativo y ejecutivo formado por representantes de la comunidad cultural y del empresariado ligado al quehacer cultural, nombrados por las Cmaras de Senadores y
96
Diputados del Congreso Nacional. El Secretario Ejecutivo tiene a su cargo la administracin y ejecucin de las directivas. En cuanto a los recursos, est previsto que deriven de tres fuentes: Aportes del sector pblico: directos del presupuesto General de Gastos, los recursos propios que genere y los prstamos nacionales e internacionales que obtenga. Donaciones del sector privado, a travs de un sistema de incentivos fiscales. Cooperacin internacional.
Por ltimo, el modelo adoptado para la administracin de los recursos es el del rgimen fiduciario a travs de un banco de plaza, a fin de crear un organismo gil, con poco personal capacitado, bajo costo operativo y mxima eficiencia en su accionar. Hoy, a tres aos de iniciarse el FONDEC podemos decir que es un gran aporte para el incentivo de la creacin artstica, y como prueba son los trabajos realizados con su apoyo, los cuales no hubiesen salido a luz de otro modo. Pero siendo honestos, debemos aceptar que los recursos financieros estatales fueron insuficientes y problemticos en la transferencia desde el inicio; que el sector privado no ha podido ser lo suficientemente potenciado, aun con un incentivo fiscal y que, por lo tanto, el apoyo institucional fuerte y decidido que el Estado debe asumir est todava muy lejos.
CONSTITUCIN NACIONAL
Art. 25 De la expresin de la personalidad
97
Art. 29 De la libertad de ejercicio del periodismo Art. 38 Del derecho a la defensa de los intereses difusos Art. 39 Del derecho a la indemnizacin justa y adecuada Art.42 Art.48 De la libertad de asociacin De la igualdad de derechos del hombre y de la mujer
LEYES VIGENTES
Ley N 1.264 http://www.senado.gov.py/leyes/textos98/ 1264.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.264 GENERAL DE EDUCACIN EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA SANCIONA CON ... ... el contexto de la cultura de la comunidad. artculo 2.- el sistema ... ... beneficios de la cultura humanstica, de la ciencia y de la ... ... de educacin y cultura, se elaborar sobre la base de programas de ... ... a todas las culturas; c) la igualdad de condiciones para el ... Ley N 1.299 http://www.senado.gov.py/leyes/textos98/ 1299.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.299 QUE CREA EL FONDO NACIONAL DE CULTURA (FONDEC) EL CONGRESO DE LA NACIN ... fondo nacional de cultura (FONDEC) el Congreso de la Nacin Paraguaya ... nacional de la cultura y las artes (en adelante FONDEC) como ... ... de educacin y cultura de su fin, objetivos y modalidades de ... ... y anlisis sobre cultura y arte; g) arquitectura desde un punto de ...
Art. 62 De los pueblos indgenas y grupos tcnicos Art. 63 De la identidad tnica Art. 65 Del derecho a la participacin Art. 66 De la educacin y la asistencia Art. 67 De la exoneracin Art. 80 De los fondos para becas y ayudas Art. 81 Del patrimonio cultural Art. 83 De la difusin cultural y de la exoneracin de los impuestos Art. 85 Del mnimo presupuestario Art. 86 Del derecho al trabajo Art. 92 De la retribucin del trabajo Art. 110 De los derechos de autor y propiedad intelectual Art. 134 Del amparo Art. 135 Del corpus data Art. 168 De las atribuciones municipales
98
Ley N 1.397 http://www.senado.gov.py/leyes/textos99/ 1397-b.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.397 QUE CREA EL CONSEJO NACIONAL DE BECAS EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA ... de educacin y cultura, con el objetivo de: a) adjudicar y ... ... de educacin y cultura, quien lo presidir; b) un representante ... ... de la comisin de cultura, educacin y culto de la honorable Cmara ... ... de educacin, cultura y culto de la honorable cmara de diputados; ... http://www.senado.gov.py/leyes/textos00/ 1680.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.680 CDIGO DE LA NIEZ Y LA ADOLESCENCIA EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA ... ... respeto a su cultura; c) elaborar planes de atencin ... ... desarrollo, a su cultura y valores familiares los servicios y ... ... - del derecho a la cultura y al deporte. la administracin central y ... ... de educacin y cultura; d) los organismos no gubernamentales de ... Ley N 1.638 http://www.senado.gov.py/leyes/textos00/ 1638.html
PODER LEGISLATIVO LEY N 1.638 QUE RECONOCE A LA ESCUELA NACIONAL DE BELLAS ARTES COMO INSTITUTO SUPERIOR ... ... de educacin y cultura, hasta tanto la ley de educacin superior ... ... de educacin y cultura reglamentar la expedicin de los mismos. ... ... de educacin y cultura Ley N 1.569 http://www.senado.gov.py/leyes/textos00/ 1569.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.569 QUE DECLARA DE INTERS NACIONAL TODOS LOS FESTIVALES NACIONALES CON VIGENCIA ... ... de educacin y cultura. artculo 2o.- comunquese al poder ... ... de educacin y cultura Ley N 1.328 http://www.senado.gov.py/leyes/textos98/ 1328.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.328 DE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA ... ... de desarrollo a la cultura. artculo 78.- el retrato o busto de una ... ... de educacin y cultura ndice general ttulo i disposiciones ...
99
Ley N 1.491 http://www.senado.gov.py/leyes/textos99/ 1491.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.491 QUE DECLARA DE INTERS NACIONAL LA EXPOSICIN CULTURAL, ARTSTICA E INDUSTRIAL Ley N 1.583 http://www.senado.gov.py/leyes/textos00/ 1583.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.583 QUE APRUEBA EL TRATADO DE LA ORGANIZACIN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL ... ... patrimoniales del artista intrprete o ejecutante, e incluso despus ... ... esos derechos, el artista intrprete o ejecutante conservar, en lo ... ... como el artista intrprete o ejecutante de sus ... ... : derechos de los artistas intrpretes o ejecutantes artculo 5 ... morales de los artistas intrpretes o ejecutantes artculo 6
Ley N 1.323 (varios casos) http://www.senado.gov.py/leyes/textos99/ 1323.html PODER LEGISLATIVO LEY N 1.323 QUE CONCEDE PENSIN GRACIABLE A VARIAS PERSONAS EL CONGRESO DE LA NACIN ... ... mensuales, al artista nacional Seor Cirilo Ramn Zayas Romn...
Informaciones
Viceministerio de Cultura del Ministerio de Educacin y Cultura Humait 145 c/ Nuestra Seora de la Asuncin. Asuncin Paraguay Telfono/ Fax: (595) 21 44 22 07 493 796 Correo Electrnico: cultura@mec.gov.py
100
Por Margarita Oru de Villalba Directora de Proyectos Miembro del CCR del MERCOSUR Cultural Viceministerio de Cultura
Asuncin, 27 octubre de 2003
Seora Pilar Entrala Vergara, Coordinadora rea Relaciones Internacionales Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Santiago- Chile
Tengo el agradado de dirigirme a Usted a fin de responder a su nota del 11 septiembre en la cual solicita la actualizacin en materia de los Derechos Culturales para los Artistas y Trabajadores de la Cultura. En efecto, le comunico nuestra aceptacin para que las ponencias de Paraguay sean incluidas en la publicacin del Seminario Tcnico Regional sobre los Derechos Sociales de los Artistas con el auspicio de UNESCO (ORCALC). Cabe consignar que hemos realizado
gestiones con el fin de avanzar en la presentacin de la Ley sobre Seguridad Social de los Artistas y Trabajadores de la Cultura de Paraguay; no obstante, no han habido cambios importantes en materia de legislacin cultural en nuestro pas. Por tanto la informacin proporcionada por los expertos del Paraguay en ocasin del Seminario Tcnico Regional sobre Seguridad Social para los Artistas y Trabajadores de la Cultura puede ser editada sin cambios en la misma. Aprovecho la ocasin para saludarla con mi ms alta estima y consideracin.
Margarita Oru de Villalba Directora de Proyectos Miembro del CCR del MERCOSUR Cultural Viceministerio de Cultura
101
INTRODUCCIN
En la Declaracin Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 se establece que toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias, as como a la seguridad social como derechos indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. Asimismo, la Carta Magna de nuestro pas precepta, en su artculo 7 el derecho al trabajo y en el artculo 67 se plasma el derecho a la seguridad social, la que se organizar en forma de garantizar a todos los trabajadores, sin excepcin, retiros adecuados para lograr decoro en los ltimos aos de vida.
la idea de autonoma, en muchos casos es imposible ejercer la actividad en forma individual. Para que su obra sea divulgada al pblico que de ella se va a beneficiar, hay necesidad, muchas veces, de empresas que sin perjuicio de sus fines lucrativos aseguren la realizacin de los espectculos artsticos. En esa vinculacin con el organizador caben infinidad de formas jurdicas en las que un artista puede vincularse para desarrollar su actividad; puede ir variando de una forma a otra, lo que conlleva trascendentes consecuencias con relacin a su estabilidad laboral y su proteccin previsional. Al artista puede encontrrsele como un asalariado ms al servicio del Estado o de un particular; como trabajador independiente, a veces mediante la constitucin de una empresa unipersonal; suscribiendo un contrato de obra, cuando el artista se compromete a una o ms actuaciones perfectamente individualizadas, terminadas las cuales queda desligado, o el contrato de trabajo cuando el artista se obliga a prestar sus servicios durante cierto tiempo, comprometindose a realizar las actuaciones que el organizador del espectculo le indicare. En la mayora de los casos, esta relacin contractual tiene una duracin limitada, ya que debido fundamentalmente a la inestabilidad del pblico estos contratos no pueden tener carcter demasiado prolongado, si bien se
102
admite su renovacin en algunas excepciones, son determinados en el tiempo a diferencia de las relaciones comunes de trabajo en otra actividad del quehacer nacional. Tambin debemos destacar que no existe una relacin contractual genrica para todos los artistas debido a las notorias diferencias existentes entre las distintas actividades artsticas. Pero, ms all de la naturaleza jurdica de la relacin laboral, lo que no admite discusin es que la mayora de los artistas se encuentran en un rgimen de multi empleo, son zafrales, no siendo claro el rgimen legal que se debe aplicar, con un futuro incierto en lo que a seguridad social, entre otros, se refiere, por lo que podemos inferir una gran desproteccin para el colectivo que nos convoca. De esto surge que para los que buscan a partir de esta profesin su medio de vida, su situacin laboral y previsional es absolutamente precaria, por lo que la misma pasa a ser algo reservada a quienes tienen otros ingresos o riquezas personales. Entonces desde el punto de vista cultural, lo que aparece como ms grave es que de no modificarse la situacin, esta actividad quedar reservada a un grupo reducido de personas, a una elite, violndose los principios consagrados en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos y en la Constitucin de la Repblica. Por lo expuesto debe concluirse que este contrato de trabajo, si es que se celebra, es especialsimo por las peculiaridades que posee la actividad que se desarrolla. Pero esto no debe ser obstculo para que el Derecho
del Trabajo y la Seguridad Social extiendan sus efectos protectores a estos autnticos trabajadores a travs de mecanismos que permitan una equiparacin de derechos al resto de los trabajadores. Por qu esto que parece tan fcil de comprender no ha sido solucionado por la autoridad competente? En los pases en vas de desarrollo como es el caso de Uruguay, generalmente la parte del Presupuesto quinquenal, as como las sucesivas Rendiciones de Cuentas que se asigna a la cultura, es muy exigua si se la compara con el resto de gastos e inversiones que realiza el Estado en sus diferentes manifestaciones. Segn el destacado y solvente trabajo "La Cultura da Trabajo" de Luis Stolovich, Graciela Lescano y Jos Mourelle, el Estado financia solamente un 10% de la cultura, siendo la mayor parte, 62% , financiada por el pblico consumidor, mientras el 28% restante se efecta a travs de la publicidad. Cul es la razn de esta distribucin? Argumentos tales como que son gastos que slo brindan placer, pueden impactar al desprevenido ciudadano, mxime si adems se le dice que existen otras necesidades prioritarias a la hora de asignar recursos. Un anlisis ms profundo del tema demuestra lo equivocada de esta posicin ya que la cultura da trabajo parcial a 300.000 personas en una poblacin de 3.000.000 de habitantes, distribuidos principalmente en la capital del pas as como en las capitales y principales ciudades del interior del pas.
103
No se tiene en cuenta que la cultura es una fuerza econmica y poltica y un factor de poder en s misma, adems de ser nuestro marco de referencia, nuestro modo de pensamiento, as como nuestra relacin con el pasado, el presente y el futuro. Es necesario que los protagonistas del fenmeno cultural la nutran para que viva y perdure ya que de lo contrario morir. Y una nacin sin cultura es una nacin sin futuro, una nacin muerta.
una Comisin que efecte un relevamiento de las Pensiones Graciables vigentes y proponga una racionalizacin de sus diversos importes, con arreglo a criterios de equidad y en un trmino de 120 das. En contradiccin con ella, por Ley 15.796 tambin del 27 de diciembre de 1985, se concede una Pensin Graciable a una serie de ciudadanos que el legislador crey deba premiar por los servicios prestados a la Repblica en diferentes campos, entre ellos, el de la cultura. As, figuras como Alberto Candeau, Idea Vilario, Conrado Moller de Berg entre otros, vern premiada su trayectoria. Por Ley N 15.802 del 28 de enero de 1986, se fijan Pensiones Graciables para beneficiar, entre otras, a viudas de hombres como Paco Espnola y Lber Falco. Si bien estas personas merecen nuestro reconocimiento, el criterio adoptado no parece el ms justo, no existiendo un procedimiento objetivo de asignacin como podra ser el cumplimento de determinados requisitos como forma sine qua non de acceder a este servicio pensionario. La Ley 16.301 del 9 de setiembre de 1992, establece en forma genrica al igual que lo indica el precepto constitucional, la asignacin de una Pensin Graciable a quienes careciendo de recursos propios suficientes, se hayan destacado en forma relevante en determinadas actividades comprendiendo a las artsticas y culturales. Este nuevo precepto si bien es ms genrico, ya que no otorga el beneficio a personas determinadas, tampoco se constituye en la panacea ya que no se prev criterios objetivos para su asignacin, funcionan a pedido del
104
interesado o de alguna institucin o persona relevante dentro del pas. El monto del servicio se establece en cuatro salarios mnimos nacionales que ascienden, aproximadamente, a $4.400, lo que equivale a U$140. Al ser esto atendido por Rentas Generales, se transforma en un gasto para el Estado, diferente a lo que hubiera significado la instrumentacin de un sistema de seguridad social solidario, donde los aportes de los activos generaran los recursos para los pasivos. En otro orden de ideas, se sanciona la Ley 16.297, por la que se crea el Fondo Nacional de Teatro, fijndose sus cometidos. Dicho fondo est destinado al apoyo y difusin del arte teatral en todo el territorio de la Repblica siendo administrado por la Comisin del Fondo Nacional de Teatro, persona jurdica de creacin legal, integrada por un representante del Ministerio de Educacin y Cultura (MEC) que la presidir; uno de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA); uno de la Federacin Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI); uno de la Asociacin General de Autores del Uruguay (AGADU), que revista la calidad de autor teatral; uno de la Seccin Uruguaya de la Asociacin Internacional de Crticos Teatrales, filial UNESCO, y dos de las Instituciones teatrales del interior del pas. La Comisin formula un plan semestral de inversiones dndole amplia publicidad a efectos de que los interesados puedan formular propuestas. Este fondo est constituido por aportes del MEC; las herencias, donaciones o legados que reciba y los ingresos que pudiera arbitrar por sus medios la propia Comisin. Estos fondos financian, entre otros,
espectculos teatrales de elencos de la capital y del interior del pas; intercambio de tcnicos y artistas de capital e interior; acciones de estmulo a autores nacionales; becas en el exterior para artistas, tcnicos y autores nacionales; contratacin de docentes directores y tcnicos extranjeros. Se crea adems un Registro Nacional de Instituciones Teatrales Culturales, las que por su inscripcin se vern beneficiadas con las exoneraciones del artculo 69 de la Constitucin (impuestos nacionales y municipales). Con el mismo objetivo y por Ley N 16.624 del 1 de noviembre de 1994, se crea el Fondo Nacional de Msica, destinado a financiar el apoyo y difusin de la actividad musical nacional en todo el territorio de la Repblica. El mencionado fondo ser administrado por la Comisin Nacional de Msica, persona jurdica de origen legal, integrada por tres miembros: uno designado por el MEC, que la presidir; un autor musical, designado por la Federacin Uruguaya de Msicos y uno designado por los anteriores. La Comisin formular cada ao el plan de inversiones dndole amplia publicidad a efectos de que los interesados puedan presentar proyectos. Dicho fondo estar constituido por lo recaudado en relacin a todos los derechos musicales de dominio pblico, incluida la publicidad; el 5% del total de lo recaudado en todo espectculo de conjuntos musicales extranjeros o el 3% cuando acten complementados por un espectculo nacional. Cuando el conjunto extranjero fuera de msica clsica, el conjunto oriental puede
Derechos Sociales de los Artistas
105
ser sustituido por la inclusin de una obra de compositor nacional. Tambin integrarn dicho fondo las herencias, donaciones o legados que se reciban, as como los ingresos que pudiera arbitrar la Comisin. Todos los rubros que integran el fondo sern destinados a financiar proyectos que contribuyan al apoyo y difusin de la msica y del msico nacional en toda la Repblica. Los proyectos referidos versarn, entre otros, sobre la presentacin de msicos o msica nacionales en todo el territorio de la Repblica, as como en el exterior; grabacin de fonogramas aislados o serie de fonogramas con finalidad de difusin, sin fines comerciales; investigaciones sobre la msica nacional; estmulo a su creacin e interpretacin; incentivo a la construccin de salas y espacios destinados a la actividad musical. Se establecen, adems, promociones especiales por las que la Comisin gestionar ante los organismos estatales e Intendencias, la obtencin de beneficios y exenciones especiales en el pago de los tributos para aquellos locales con espectculos en vivo de msicos e intrpretes nacionales, cuando se cumpla con un mnimo de ocho actuaciones mensuales. Se exonera a las importaciones de efectos directamente relacionados con la actividad musical, del pago de tributos as como se deducen proporcionalmente las tarifas a abonar por las emisoras de amplitud y frecuencia modulada que difundan msica nacional en un porcentaje no inferior al 20% de su programacin diaria de carcter musical.
Todos los organismos de Estado debern dar preferencia al contratar espacios, a las emisoras que difundan un porcentaje del 20% de msica nacional. En relacin al rea de Letras, el gran instrumento y marco del que se dispone es la Ley 15.843 del 8 de diciembre de 1986. Dicha ley establece que el Estado premiar la labor literaria de los escritores uruguayos, mediante la adjudicacin de "Un Gran Premio a la Labor Intelectual", que se otorgar cada tres aos, a quien se haya destacado en actividades culturales que hayan significado honor para la Repblica por la obra realizada a lo largo de su vida y Veintisis Premios Anuales de Literatura que se otorgarn a los autores de obras, editadas e inditas correspondientes al ao cuya produccin se juzga, en las categoras: Obras en verso y Poemas en prosa, Narrativa, Literatura para Nios, Teatro, Ensayos, Obras sobre Ciencias Sociales y Jurdicas, Obras sobre Investigacin y Difusin Cientfica. A diez aos de su promulgacin la Ley ameritara una serie de modificaciones que la convirtieran en un instrumento ms eficaz de estmulo a la produccin literaria y ms en consonancia con nuestra realidad actual. Si bien la Ley contina siendo un elemento valioso e insustituible, hay algunos aspectos que pueden ser mejorados. La generosidad de la Ley al instituir tal cantidad de premios acaba por diluir la importancia del mismo y de la obra galardonada, dificultando su adecuada difusin a travs de los medios de prensa, que se ven limitados a publicar una
106
larga lista, resumindose todo a un simple trmite burocrtico. Todo esto, contradice el espritu del legislador, que vot la Ley 15.843 como herramienta para un efectivo conocimiento y estmulo de la produccin literaria nacional, a juicio atinado del escritor Napolen Baccino en Qu Pasa con La Cultura? MEC/FAS 1997. Tal vez debera estipularse una cantidad menor de premios, con una asignacin mayor y con el compromiso de una gran difusin a todos los niveles y por todos los medios, y sin que ello implique un incremento de las partidas asignadas, obtener as una mayor racionalizacin del gasto, en busca de la eficacia y la eficiencia.
peculiares que cada administracin traza para su gestin. Estructurada a partir de cuatro Departamentos: Letras, Artes Plsticas, Artes Escnicas y Actividades Musicales, a las que se adicionan las reas de Planificacin y Gestin Cultural, Cultura en Obra, Unidad Coordinadora de Bibliotecas, Unidad Coordinadora de Museos, Programas de Canto y Msica Popular, Patrimonio Intangible, Cursos de Capacitacin y Gestin Cultural, tiene como propsitos, entre otros, estimular la concrecin, diseo y creacin de proyectos que involucren a hacedores pblicos y privados, en procesos que profundicen y enriquezcan a las partes; difundir toda la oferta cultural existente; formar a los ciudadanos con vocacin, acercando los instrumentos que promuevan el desarrollo de sus talentos, por ejemplo a travs de diferentes talleres que esta Direccin brinda, no slo en Montevideo sino en el resto de los departamentos, en coordinacin con las diferentes Intendencias. Realiza coproducciones con agentes privados, encontrndose en este momento en cartel "La Bien Paga" que bajo la direccin de Omar Varela, ha recibido grandes elogios de la crtica especializada. Como patrimonio de la Direccin, el Centro Cultural, ubicado en la Planta Baja de su Edificio Sede, recibe mes a mes, acogiendo calurosamente en su seno, a consagrados artistas plsticos de la talla de Pepe Montes, Wilfredo Daz Valds entre otros, as como exposiciones de Guasqueros y los Mates, con excelentes montajes, convirtindola en una
2. MBITO DEL PODER EJECUTIVO DIRECCIN DE CULTURA DEL MINISTERIO DE EDUCACIN Y CULTURA
Esta Direccin es la entidad oficial a travs de la que el Ministerio de Educacin y Cultura cumple con los cometidos establecidos en el Decreto N. 407/85 que le asigna competencia para coordinar, ejecutar, fomentar y planificar la poltica nacional de cultura. De esta forma, esta Direccin, se convierte en la sntesis de las variadas disciplinas que constituyen en forma individual y colectiva la vida cultural del pas. Jerarquiza el valor de la cultura, propende a su desarrollo y acerca las manifestaciones culturales al mayor nmero de personas, todo, no slo de acuerdo con las normas especficas que la rigen, sino tambin imbuida de los rasgos
107
de las salas ms frecuentadas del quehacer cultural. En una sala contigua a sta, dentro de un ambiente muy ntimo que le da una calidez especial a las actividades, se presentan libros y se realizan actividades donde se pone de manifiesto el logro de una gestin que apunta a la movida cultural en todas sus expresiones.
Educacin y Cultura entre personas que por su vinculacin en la materia y por su trayectoria en el arte escnico, renan cualidades suficientes y la idoneidad necesaria para desempear el cargo. Entre sus facultades se encuentra: a) asumir la conduccin integral de Casa de Comedias; b) elegir la obra a poner en escena; c) seleccionar los elencos para cada obra, repartir los roles, elegir escengrafos y vestuaristas, realizar la planificacin semestral de las actuaciones a realizar. Por Decreto Reglamentario del 16 de junio de 1992 se crea la Junta Directiva de Casa de Comedias, cuya integracin fuera modificada por el Decreto del 3 de diciembre de 1996, encontrndose a la fecha conformada por 5 miembros designados por el Ministerio de Educacin y Cultura, entre personas que por su trayectoria puedan constituirse en un estmulo a la labor a desarrollar. El MEC designa al Presidente de la Junta y sta, constituida, nombra de su seno un Vicepresidente, un Secretario y un Tesorero. Dichos cargos son absolutamente honorarios y sus miembros no tendrn relacin funcional alguna con el MEC. El Director de Cultura podr participar con voz en todas las reuniones de la Junta para las que ser especialmente invitado, pudiendo solicitar la convocatoria del rgano cuando lo considere necesario. Corresponde a la Junta Directiva: a) dirigir y administrar Casa de Comedias; b) representar a la institucin; c) disponer de los recursos de Casa de Comedias para el cumplimiento de sus cometidos.;d) proponer al MEC la
108
contratacin del Director Artstico, a cuyos efectos se presentar una nmina de hasta tres personas seleccionadas por su notoria vinculacin con la actividad teatral, en particular, y con otras labores artsticas en general; e) aprobar a propuesta de la Direccin Artstica, la programacin anual, la que ser puesta en conocimiento del MEC; f) hacer las contrataciones y convenios necesarios para el logro de sus objetivos; g) llevar documentacin de los recursos que reciba y de su inversin, debiendo rendir cuentas al MEC. Son recursos propios de Casa de Comedias los que se destinen por Ley, por el MEC y otras instituciones pblicas, los provenientes de las recaudaciones de los espectculos y actividades que realice, as como las contribuciones y donaciones que reciba. Son de cargo del MEC los aportes en recursos humanos y materiales necesarios para el emprendimiento. El decreto de creacin la faculta adems, a celebrar convenios con Organismos Pblicos o con Instituciones Privadas con el propsito de poner en escena sus obras y de lograr que las mismas sean representadas en todo el territorio nacional.
Desaparecido durante 17 aos, retorna en agosto de 2001 gracias a la feliz iniciativa del actual ministro de Educacin y Cultura Dr. Antonio Mercader. El viernes 23 de agosto del corriente, se inaugur el 50 Saln Nacional sustentado en medio millar de artistas comparecientes y en un grupo de patrocinadores pblicos y privados que acudieron al llamado del MEC, batindose todos los rcords en obras presentadas. "Aunque el magnetismo de un nmero tan redondo como el 50 podra justificar tantos apoyos obtenidos, slo la pasin de creadores y una enraizada vocacin por el mecenazgo explican el xito alcanzado al lanzar este certamen clsico en la trayectoria cultural de la Repblica", seal el doctor Mercader al hacer uso de la palabra.
109
de proyectos. Asimismo el MEC participa en el Fondo para el Fomento de la Produccin (FONA), con un importante apoyo econmico.
obligaciones de los involucrados, el dictado de normas que contemplen que los requisitos de edad y aportes efectivos al sistema, atendiendo a las particularidades propias de la actividad que desempea el trabajador y procurando la necesaria financiacin, as como hacer extensivos los beneficios de cobertura en materia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, pueden ser propuestas a tener en cuenta a la hora de buscar soluciones a estos temas. Los trabajadores de la cultura debern trabajar junto a los grupos sociales solidarizados con la temtica, para lograr una real y efectiva equiparacin de oportunidades con el resto de los trabajadores. Esto no es imposible; otro colectivo como lo son las personas con discapacidad han logrado con su esfuerzo explicar a los legisladores el por qu de la necesidad de elaborar un sistema de normas que los proteja en el goce de sus derechos sociales. As como existe un cuerpo normativo tendiente a lograr una efectiva equiparacin de oportunidades para las personas con discapacidad a travs del otorgamiento de una jubilacin en los casos en que hicieron aportes efectivos, o de una pensin en el caso de la ausencia de stos, sea cualquiera la causa que los ocasionare, debe existir otro para los artistas trabajadores tambin, como la mayora de la poblacin que se encuentra protegida Este camino como dice la cancin tiene dos puntas: en una la cultura, en otra la economa y en el medio la poltica que puede hacer posible lo necesario en la medida que los interesados logren capturar su atencin.
110
Por Dr. Jos Luis Bellani Representante Direccin de Cultura Ministerio de Educacin y Cultura de Uruguay
El Ministerio de Educacin y Cultura en Uruguay, por Decreto N. 407/85 del Poder Ejecutivo, es la entidad oficial encargada de coordinar, ejecutar, fomentar y planificar la poltica nacional de cultura en este pas. Entre los cometidos de esas polticas se encuentra, naturalmente, la creacin y produccin de las condiciones especficas de apoyo y fomento de las actividades culturales y artsticas en todas sus expresiones. Por lo tanto, y dado esos cometidos, el Ministerio de Educacin de CHILE, a travs de su Divisin Cultura en el marco del Seminario que decidi organizar, nos confiri el honor de disertar en l en representacin de nuestro pas. Tenemos la conviccin y la esperanza que ste ser apenas de los primeros de una serie extensa de encuentros, al tratarse la temtica en anlisis de una de aquellas que se encuentra entre las menos analizadas tanto en el mbito nacional como regional. Pero entendemos que esta breva introduccin pecara de omisa si no se hiciera referencia expresa al organismo que auspicia este encuentro denominado Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas, nos referimos, concretamente, a
la UNESCO ORCALC, para cuyos representantes va nuestro agradecimiento. Y deseo hacer esta mencin especial por tratarse de un organismo ecumnico, que nos debe unir a todos los humanos y del cual no siempre tenemos clara conciencia de su formidable importancia y todo lo que puede aportar en materia de integracin universal, a travs de un desarrollo integral pero tambin equitativo. Y nuestro sincero agradecimiento, naturalmente, a la seora Coordinadora del rea de Relaciones Internacionales de la Divisin Cultural del Ministerio de Educacin de Chile, Pilar Entrala Vergara. Y ahora, a lo nuestro. Desarrollaremos el tema en funcin de tres conceptos bsicos: los valores que priman en nuestra sociedad, la evolucin del valor cultura en URUGUAY y los principios del sistema previsional nacional.
111
encontraban viviendo en un mundo globalizado (quizs tan globalizado como el actual). En efecto, todos ellos sin perjuicio de algunas ideas monrquicas que circulaban por algunas mentes tan ilustres como conservadoras tenan algunos conceptos bsicos. No es el objeto de este seminario analizar todos ellos, pero entendemos que existe uno de ellos, tan pero tan rico, y tan pero tan desconocido e inaplicado en nuestra regin, que no resistimos la tentacin de mencionarlo y, ms an, constituirlo en eje de esta exposicin. Se trata de aquel principio, escrito y pactado o no, pero que inflama la mente y los corazones de todos los que tuvimos la dicha de nacer en esta parte del mundo: las personas slo se deben diferenciar por sus talentos y virtudes y jams por otras condiciones. En Amrica, seores, todos somos hidalgos pues por nuestras sangres corre, como un torrente incontenible, la nocin innata de igualdad. De igualdad de cuna, de igualdad de oportunidades. Y slo cedemos, slo nos inclinamos para aceptar excepciones a esa orientacin bsica, ante el mayor talento o virtud del prjimo. Pero ocurri algo que, seguramente, no pudieron prever aquellos idelogos del siglo XIX: qu talentos y qu virtudes se iban a privilegiar para admitir la excepcin al principio de la igualdad de las personas. Y, como era obvio, si la sociedad privilegiaba algunos talentos, iban, en consecuencia, a desmerecer o devaluar otros. Y adems, quin iba a erigirse en el seleccionador social para distribuir los premios a
los talentos considerados dignos de tal? No es el caso analizar, histricamente, quines fueron los sucesivos seleccionadores pero, lo que no tenemos duda, es que hoy da son los grandes medios de comunicacin quienes se auto-asignaron esa responsable misin. Y ms all que coincidamos o no con el criterio del seleccionador, lo cierto es que lo que ms se exhibe en el podio del xito, es la acumulacin de riqueza. Esto, en principio, no estara mal en s, si no nos condujera inexorablemente a seleccionar a las actividades que son instrumento vlido para lograr el xito econmico y con ello el premio social. Y, naturalmente, colocar a todas las dems actividades en la indiferencia social. As vemos que hoy, dicho de otra manera an ms clara, el seleccionador se preocupa por demostrarnos las dificultades por las que atraviesan los titulares de las actividades que generan riqueza y, en cambio, poco se preocupa de insistir en las dificultades de aquellas actividades que no lo generan. Y dentro de esas actividades no generadoras del xito de sus miembros, se encuentra el trabajo intelectual, cultural, en su mayor definicin posible. Y a no dudar que estos trabajadores, que nosotros, en definitiva, merecemos el mismo tratamiento que se le otorga a aquellos cuyo principal talento es, el acumular riqueza. Ello va en contra de la equidad, y todos sabemos que desarrollo y equidad son dos acepciones inseparables. Desarrollo sin equidad lleva al estallido social; equidad sin desarrollo es una utopa.
112
Y bien. Todo ello, adems, dentro de marcos constitucionales similares en nuestros pases, en cuanto a que todos los trabajadores deben tener retiros adecuados, subsidios por accidentes, enfermedad, invalidez y pensin en caso de muerte. Esta forma de ver el mundo, en los ltimos aos, no fue intrascendente. Esta no es una cuestin que sirva para que se quejen los doloridos. No fue as. Al desmerecer el trabajo intelectual o espiritual se fueron afectando los valores ticos, la equidad, la justicia natural. Y ello trajo algo inexorable: la desesperanza y la apata de la mayora de los habitantes de nuestros pases. No se puede desmerecer la inteligencia, el trabajo artstico, el trabajo cultural, sin que traiga consecuencias. Una vez enmarcado el problema, en los trminos generales que consideramos indispensables para entender cabalmente el objeto y las consecuencias de este encuentro internacional, podemos pasar a sealar que, especficamente, en el trabajo artstico encontramos cuatro elementos que, aunque necesariamente relacionados, operan con lgica propia. Ellos son, a nuestro entender: los protagonistas, el producto, el vnculo laboral y la financiacin. Hablaremos brevemente de ellos. Entendemos por protagonista a aquellos individuos que producen o crean obras que emergen de su intelecto. Como se comprende, es una definicin tan amplia que abarca una heterogeneidad difcil de imaginar en una sola mirada. En efecto, sus obras no slo se traducen en libros, revistas, diarios, cine, videos,
televisin, radio, msica, teatro, carnaval, danza, pintura, escultura (por nombrar algunas), sino que, lo que ms importa a nuestro fin, en ellas participan una infinidad de profesiones u oficios imposibles de describir aqu, pero entre los cuales figuran: escritores, guionistas, compositores, msicos, cantantes, actores, bailarines, iluminadores, camargrafos, diseadores de luces, vestuaristas, escengrafos, y, aunque no es correcto, debemos decir, etc.
EL PRODUCTO
Son caractersticas esenciales de las obras que producen los artistas, el hecho de que se trata de bienes que se consumen una sola vez, que tienen un ciclo de vida corto, que son perecederos, notas, todas ellas, que van a marcar decisivamente la actividad laboral de todos los que a esta actividad se dedican. Sin embargo, y pese a ello, la creacin artstica es un bien econmico: no se agota en la mera creacin, sino que se difunde, se consume, se vuelve una mercanca, se vende en los mercados, surge la competencia, se transforma en un precio.
EL VNCULO LABORAL
Son extraordinarias las diferentes formas jurdicas en que un artista puede vincularse laboralmente para desarrollar su actividad. Es ms, puede ir variando en poco tiempo de una forma a otra, lo que, naturalmente, conlleva trascendentes consecuencias con relacin a su estabilidad laboral y su proteccin previsional.
Derechos Sociales de los Artistas
113
En efecto, al artista puede encontrrsele ya como un trabajador asalariado ms (tanto del Estado, como de una empresa privada) ya como un trabajador independiente (generalmente constituido en forma de empresa unipersonal), ya como microempresario, ya celebrando contratos innominados (pueden ser arrendamientos de obra, para un proyecto determinado). Pero, ms all de la naturaleza jurdica de su relacin laboral, lo que s queda fuera de discusin es que, la inmensa mayora de los artistas estn en rgimen de multi empleos, son zafrales, en rgimen muy irregular, con una carrera incierta y, por sobre todas las cosas, muy desprotegidos. Surge claro que, para aquellos artistas cuyo principal objetivo es la bsqueda de prestigio o que asumen su actividad como un pasatiempo, las condiciones reseadas le afectan poco. Pero para aquellos que con la actividad artstica procuran un medio de subsistencia, su situacin laboral y previsional es absolutamente precaria. Lo que emerge como ms grave, del punto de vista de la cultura, es que de no modificarse la situacin, la creacin artstica ser reserva exclusiva para pocos elegidos; aquellos que no necesitan vivir de esta actividad o aquellos que logran producir la obra estelar que los consagra internacionalmente. Dems est decir que ningn sistema que propende al desarrollo con equidad puede basar su rgimen laboral en lo que ocurre a unos pocos elegidos, abandonando a su suerte, es decir mala suerte: por aquello de los talentos y virtudes que no se promueven por el seleccionador, a la inmensa mayora de estos trabajadores culturales.
LA FINANCIACIN
A los efectos de tener un panorama ms claro de toda esta compleja trama en que se mueven los artistas, es ilustrativo recordar de dnde extrae dinero este sector econmico. El Estado muchas veces parece ser un gran apoyo a los artistas y sus manifestaciones culturales, pero sin embargo la realidad resulta bastante diferente. La financiacin de la cultura en el Uruguay se distribuye: 28.8% se financia mediante publicidad 61.1% se financia directamente por el pblico consumidor 10% lo financia el Estado
114
una demanda relativamente proporcionada de bienes culturales que iban surgiendo en el mercado. Seguramente esos xitos iniciales alfabetizacin y buena colocacin de productos culturales que ofrecan, fueron desdibujando la auto percepcin nacional. As fue como el Uruguay en su conjunto se atribuy asimismo virtudes mgicas, una especie de "tierra elegida", en la cual, bastaba con un mnimo esfuerzo, para lograr de inmediato el xito buscado. No olvidemos, adems, que ubicado entre dos grandes pases Argentina y Brasil, siendo nuestra poblacin 10 veces menor que uno y 49 que el otro, la identidad nacional como elemento identificador del propio ser nacional, es fundamental. Colabor en la empresa, adems, la homogeneidad de su poblacin basada en el origen de las familias que desde siglos fueron poblando esta zona espaoles e italianos esencialmente, en diferentes oleadas migratorias que duraron hasta bien entrado el siglo XX, en la escasa en trminos cuantitativos presencia de poblaciones de origen africano y el exterminio o la rpida asuncin de la calidad de mestizos de los sobrevivientes de las poblaciones indgenas. De todas formas, debe destacarse la temprana expansin del sistema educativo. En efecto, desde la Reforma Vareliana 1877, con los pilares bsicos de nuestra enseanza: laicidad, gratuidad y obligatoriedad, fueron constituyendo, lentamente, las bases para la formacin de una sociedad abierta y cuestionadora. Estos elementos bsicos no nicos fueron los que han dado origen a una
sociedad con rasgos culturales muy particulares y bien diferenciados. Si bien es cierto que con ellos se fue conformando lo que se denomin la "poderosa clase media", no puede dejarse de lado el papel cumplido por el Estado en su conformacin y desarrollo. La avanzada legislacin social de principios de siglo, y la participacin del Estado en la economa y en el papel de ste como productor y redistribuidor de las riquezas que se generaban, fueron tambin elementos esenciales para su consolidacin. Unido a ellos, no podemos dejar de destacar la desigual distribucin de la poblacin. Corresponde sealar aqu que a pesar de poseer un territorio de caractersticas muy uniformes, se ha desarrollado un proceso histrico de concentracin de la poblacin en la capital del pas casi la mitad hoy da, y el progresivo aumento de la poblacin urbana en general, con un descenso importante en la poblacin rural o semi-rural. Esto lo sealamos en virtud de las gravsimas consecuencias que esto conlleva, en lo que se refiere a la modificacin de las pautas culturales que tienen estas poblaciones con un progresivo proceso de prdida de las primeras. Sin embargo, ocurri un primer llamado de atencin al respecto, y fue cuando si bien el desarrollo del trabajo cultural e intelectual del pas iba creciendo de manera sostenida, ello no fue acompasado con un desarrollo econmico concomitante. Esta situacin gener en primer lugar y lo que entendemos ms importante, la desesperanza en los protagonistas de estas actividades al no encontrar consumidores suficientes para sus
Derechos Sociales de los Artistas
115
productos y, lentamente, fue apareciendo la tragedia que se denomin la exportacin de la "inteligencia" nacional. Si bien esta situacin dio sus primeros pasos a los fines de la dcada del 60, se consolid definitivamente en los primeros aos de la dcada del 70, y ocurri un hecho curioso. Mientras compatriotas peregrinos iban desparramndose por el globo, los gobernantes de aquella poca observaban con cierta indiferencia el episodio. Pero haba ms. Si esos peregrinos calificaban como artistas, intelectuales o profesionales, les surga una silenciosa satisfaccin, pues lograban apartar del terruo a los que consideraban sus ms peligrosos adversarios polticos. Y tenan alguna parte de razn. Exportada una buena porcin de la "inteligencia" nacional, reducida a un mnimo la que permaneca en la patria, acallados los partidos polticos, lo dems se reduca a un equilibrio de fuerzas irracional donde no era difcil vaticinar el triunfador coyuntural. Pero slo eso no compona el cuadro total de este tema. En efecto, en la otra punta se encontraban un buen nmero de "intelectuales" que dotados de una poderosa soberbia haban descubierto que lo nico "inteligente" era posar de inteligente y para ello, slo corresponda ser de "izquierda" constituyndose as en una especie de logia, abroquelada en sus utopas y aislada en la sociedad real. As naci lo que, con acierto se denomin la "Patria peregrina". Nadie sabe con certeza cuntos de nuestros compatriotas que viven en el exterior, (algunos hablan de 300 mil otros de 500 mil), lo
cierto es que no se puede contabilizarlos con seguridad. La importancia como elemento aglutinador, identificador y sensibilizador que tienen nuestros artistas nacionales a travs de sus manifestaciones culturales es fundamental para este conjunto de uruguayos que residen en el exterior. A esta altura de la exposicin, bueno es decir que si bien es cierto que ningn gobierno puede promover el desarrollo cultural por va de decreto, no es menos cierto que s puede propender a crear las condiciones necesarias para el arte, la cultura, como manantiales, brote desde las mismas races. Puede resultar interesante, adems, para completar la descripcin de la situacin, sealar que en Uruguay la actividad cultural se separa entre lo pblico y lo privado. En lo referente al Estado en sentido estricto encontramos que la Cultura tiene una asignacin especfica dentro de una Secretara de Estado: el Ministerio de Educacin y Cultura. Dentro de ste, est ubicada nuestra Direccin de Cultura, que a su vez est subdivida en reas y que proyecta y ejecuta programas Cultura en Obra, Fondo de Apoyo a Eventos Culturales Departamentales, y debe destacar, entre estas actividades, la denominada Casa de Comedias. Dentro de este marco cuyo mbito de aplicacin es todo el territorio de la Repblica se desarrollan las polticas culturales del gobierno nacional. Estas polticas muchas veces son coordinadas con los gobiernos locales en procura de no duplicar esfuerzos. Por otro lado tenemos al Servicio Oficial de
116
Difusin de Radio Espectculos (SODRE) que tiene bajo su rbita el canal de televisin estatal, 2 frecuencias de radios 1 en A.M. y otra en F.M. (por las cuales transmite la Orquesta Sinfnica), algunas salas, un coro, y un grupo de ballet, entre otras actividades. En fin. Como breve conclusin a todo lo que venimos desarrollando, podemos sealar que los uruguayos venimos arrastrando un concepto bastante cercano al del Estado como director de todo lo que sucede en el pas; tambin la asignacin de un monto al valor cultura.
de consecuencias imprevisibles. Y si bien es cierto que la mayora de los Estados aun los ms desarrollados destinan buena parte de sus recursos fiscales a cofinanciar sus respectivos sistemas previsionales, no es menos cierto que en Uruguay el sistema de reparto nacional comenz a fallar. Y ello, por varias razones. Entre las ms importantes, deben destacarse: la mayor expectativa de vida de nuestra poblacin, los beneficios muchas veces no debidamente financiados concedidos a los trabajadores, la relacin activo pasivo que disminuy de tal manera que volvi inviable al sistema. Y cuando ya no fue posible destinar casi el cuarenta por ciento del gasto del gobierno a financiar la seguridad social, se sanciona la ley referida que incorpora como notas destacadas, el ahorro individual y obligatorio y la cuenta personal. Sin embargo, entendemos que el tema de la seguridad social est muy lejos de dilucidarse definitivamente en Uruguay. Y ello, por tratarse de aquellas materias que no se resuelven simplemente dictando sesudas normas que procuren lograr, con mayor o menor acierto, un razonable equilibrio financiero que haga viable el sistema. Se trata de algo ms y ms profundo. Se trata de modificar una de las pautas culturales de mayor arraigo nacional, casi diramos una de las clusulas bsicas de nuestro Contrato Social, fundamento de la Nacin. Basta decir al respecto, que esta es una historia vieja, que se confunde con todo
Derechos Sociales de los Artistas
117
nuestro siglo veinte. Ya en 1896 se protege con la jubilacin a los maestros. Y esto no es casual. Est significando por lo menos dos cosas; una: que el sistema se iba a proyectar por sectores de actividad (no con una visin universal) y otra: la trascendencia que se le otorgaba a fines del siglo XIX a los fabricantes de la desalfabetizacin del pas, lo que no parece ser la filosofa finisecular contempornea. Hemos, entre todos, permitido que el trabajador cultural, intelectual, se fuera desmereciendo en nuestra sociedad con resultados imposibles de ocultar. Ahorramos ejemplos, pero bstenos decir al respecto, que es el propio primer magistrado del pas quien al comparar salarios, recientemente, entre los diferentes funcionarios pblicos (con buen criterio) olvida sealar seguramente lo ms irritante: que un dignsimo portero de un Banco del Estado perciba tres o cuatro veces ms que un docente. Es revelador que sigue habiendo talentos y virtudes que no se premian hoy con el esmero con el cual se protega en el siglo XIX. Hemos realmente evolucionado? Ser por 1920 que surgen las primeras pensiones no contributivas vejez, invalidez pilares del Welfare State que, impecable en su finalidad, olvidaron aquel famoso dicho popular " saca y no pon, se acaba el montn". Se seguir luego, en el camino de ir incluyendo a todos los sectores de la actividad nacional para, ms adelante, abarcar los riesgos a corto plazo: desempleos estacionales, asignaciones familiares y anlogos.
No hay duda que nuestro sistema previsional tan prdigo lleg a la cspide con la sancin de la Ley Madre y la Causal Despido. Podra estarse de acuerdo con la idea, pero lo que queda fuera de discusin, es el asombro que provoca que a nadie se le ocurriera financiar genuinamente la erogacin que supondra. Rompa los ojos que este sistema voluntarista, generoso, unido a los altos ndices de inflacin que soportaba el pas, tendra un final catastrfico. Ya en la dcada del sesenta, se observaba que el sistema creca irremediablemente en su desfinanciacin y que se agotaban las reservas (pilar del sistema que nos rega). Pero lo ms grave era que nadie se favoreca de tal estado de cosas: el jubilado o pensionista causa y fin del sistema vea cmo se depreciaba mes a mes su ingreso; el patrono, cofinanciador protagnico del sistema, perciba que los aportes que le correspondan tornaban imposible una rentabilidad adecuada (no causa insignificante de la tasa de desempleo) y, la economa nacional, soportaba un enorme dficit fiscal. Y como se seal, la seguridad social en Uruguay no es poca cosa. No se percibe en nuestro pueblo simplemente como una asignacin digna para la vejez; es claramente mucho ms. Se trataba de un orgullo nacional y, de repente, se transform en el smbolo de nuestra decadencia. Y tan smbolo es, que en una de las clusulas del famoso Pacto de Boisso Lanza (uno de los fundamentos de la dictadura) se inserta el tema. Y tan smbolo es, que en un hecho sin
118
precedentes, el 80% de la ciudadana consagr el Art. 67 de la Constitucin, norma jubilatoria bsica cuando apenas lleg a algo ms de la mitad de ese porcentaje el triunfo del proyecto de la constitucin democrtica respecto a la que propona el gobierno de facto. Ahora bien. Para contemplar la seguridad social de los trabajadores culturales no ser posible desconocer lo referido precedentemente: ni en cuanto a proyectar ideas sin la debida y genuina financiacin, ni a desconocer su carcter de smbolo nacional. Como tampoco ser conveniente desconocer que el nuevo marco jurdico regulatorio en este tema, se funda en algunos conceptos bsicos: el desarrollo de una actividad personal remunerada regular y permanente y
que debe otorgarse primaca a la realidad, a lo realmente percibido por el trabajador. Agradeciendo desde ya la paciencia que han tenido de escuchar estas desordenadas lneas respecto a un tema tan complejo que no puede abarcarse siquiera parcialmente en unos minutos de exposicin, tenemos la fundada esperanza que junto con los colegas y amigos de los pases participantes en este evento logremos, no recorrer todo el camino, tarea casi imposible para cualquier humano, pero s encontrar el comienzo del camino. Hay un viejo proverbio chino que dice: "Un solo paso en falso puede llevarnos por un camino que nos deje a kilmetros de distancia de la meta buscada".
119
URUGUAY - 2003 NOTA PRELIMINAR SOBRE LOS DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS EN EL URUGUAY
Por Prof. Agustn Courtoisie Director Nacional de Cultura del Ministerio de Educacin y Cultura, Repblica Oriental del Uruguay
El Uruguay se encuentra en un proceso de discusin acerca de los derechos sociales de los artistas, que hace verdaderamente difcil resignarse a tomar una instantnea. Realizar un corte en una corriente fluida de opiniones y propuestas siempre es un poco arbitrario, y cualquier criterio selectivo dejar fuera toda la riqueza dinmica del debate corriendo el riesgo, adems, de dejar fuera algunas pistas relevantes que permitiran conjeturar mejor hacia dnde se encaminarn los resultados. Por eso preferimos limitarnos a presentar el texto de la Dra. Marcia Collazo integrante del equipo de asesores del Sr. ministro de Educacin y Cultura, Dr. Leonardo Guzmn, que recuerda algunos conceptos fundamentales que proporcionan el marco general dentro del cual se plantea y estudia la cuestin en la Repblica Oriental del Uruguay. Y como complemento de dicho documento, mencionaremos la iniciativa del Sr. Representante Nacional Julio Lara (Partido Nacional), que recogi distintas sugerencias surgidas desde hace mucho tiempo en el mbito de artistas que reflexionaron sobre su propio quehacer, hasta convertirlas en un proyecto de ley que ya fue aprobado por unanimidad en la Comisin de Trabajo y Seguridad Social de la Cmara de Diputados (2003) despus de ser sometido a algunas modificaciones que seguramente no sern las ltimas.
Hoy se est a la espera de las siguientes instancias parlamentarias. Ese proyecto de ley de previsin social de los artistas, adems de su dimensin manifiesta referida a las disposiciones jubilatorias, ha generado una expectativa que en forma adecuada expres uno de los artistas que ha participado en la difusin del proyecto, el actor Jos "Pepe" Vzquez de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA): "Siento que luego de conseguir un marco legal, se podr proyectar nuestro trabajo de otra manera e influir para que se abran otras fuentes de trabajo. Los artistas no queremos que el estado nos d dinero, sino que se genere un marco legal que nos ayude, proteja y facilite la produccin y el trabajo". El Ministerio de Educacin y Cultura contina el estudio del proyecto y las observaciones que ha venido suscitando, seguramente, arribarn a un informe del cual no corresponde todava adelantar conclusiones. Hacemos notar que despus de una profunda discusin en distintos mbitos institucionales, el articulado original del proyecto de 34 artculos se reelabor y se redujo a 16 artculos. De todos modos, a efectos de brindar una idea para enriquecer el dilogo y recibir comentarios desde el escenario del Mercosur, resumimos aqu algunas disposiciones tal cual figuran en el proyecto del diputado Lara:
120
Estarn comprendidos todos los artistas de la msica, la danza y el teatro, sin relacin de dependencia, que se hayan registrado ante una Comisin Certificadora, integrada por un delegado del MEC que la presidir, un delegado del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y tres delegados designados por las asociaciones de profesionales. El proyecto no incluye a los artistas plsticos, por haber entendido algunos de sus representantes que corresponde elaborar otra normativa ms ajustada a sus especificidades. El trabajo de los artistas se computar a partir de su inscripcin ante la Comisin Certificadora. El aporte se realizar sobre lo efectivamente percibido y se establecer un mnimo mensual, correspondiente a una base ficta. Se crear un timbre profesional artstico que grabar: a) la edicin de imagen y sonido fijadas en cualquier tipo de soporte; b) la importacin de soportes audiovisuales; c) los contratos referidos a actuaciones individuales o colectivas, pblicas o privadas (especificados en otro artculo del proyecto).
Se configurar la causal jubilatoria cuando el artista cumpla 60 aos de edad y 35 aos de servicios cotizantes efectivos. En los casos de los bailarines la causal jubilatoria se configura con un mnimo de 40 aos de edad, computndose 1,75 aos por cada ao trabajado.
Esto no es ms que un apretado resumen del proyecto de ley y seguramente en los prximos meses surgirn novedades al respecto. Reiteramos aqu que este breve avance no compromete la opinin definitiva de las autoridades del Ministerio de Educacin y Cultura del Uruguay sin perjuicio de su profundo inters por la cuestin, puesta expresamente de manifiesto por el Sr. ministro, Dr. Leonardo Guzmn y el viceministro, Dr. Daniel Bervejillo. Por ltimo, enviamos nuestros mejores deseos de xito a las nuevas autoridades del Ministerio de Educacin de Chile. Y slo nos resta agradecer al Dr. Jos Luis Bellani por sus aportes como asesor en estas cuestiones, a la Dra. Marcia Collazo por el documento que viene a continuacin, y muy particularmente, el fraternal trato que nos han dispensado nuestros hermanos chilenos, en particular la Sra. Pilar Entrala Vergara, Coordinadora del rea de Relaciones Internacionales.
121
1. CONSIDERACIONES GENERALES
La Repblica Oriental del Uruguay ha expresado, en anteriores oportunidades, la preocupacin que desde diversos mbitos pblicos y privados, nacionales e internacionales existe sobre la situacin de los artistas y los trabajadores de la cultura en general, especialmente en lo que se refiere a la naturaleza jurdica de su actividad y a la desproteccin que en materia de seguridad social y laboral padecen. La labor intelectual y artstica debe ser objeto de cuidadosas delimitaciones conceptuales y jurdicas con el objeto de reconocer, debidamente, la importancia que, para el desarrollo integral de una nacin, tiene la expresin cultural bajo todas sus formas y manifestaciones. Intentamos as, a travs de esta exposicin, brindar un marco conceptual mnimo de abordaje de tan complejo tema, con la esperanza de contribuir a la tarea de hacer efectivos los derechos del artista como ser humano y como trabajador de la cultura, a la seguridad social que todo pas debe brindar a sus habitantes, en el cumplimiento de los altos cometidos de inters pblico que inspiran a un estado de derecho.
122
381: al enumerar los bienes inembargables, salvo excepciones taxativamente enumeradas, establece que entre ellos se encuentran las pensiones, jubilaciones y retiros.
123
verstil que puede ser ejercida en relacin de dependencia o por cuenta propia. Pero la lnea demarcatoria entre esos extremos suele ser borrosa o difcilmente visible, por la especial condicin de la tarea artstica. As, han sido sealadas como caractersticas de esta actividad, la alta intermitencia o discontinuidad en la prestacin de los servicios, la marcada y muchas veces abrupta variacin en los ingresos y la ambivalente situacin de autonoma o dependencia laboral. Sin embargo, no pueden desconocerse ciertos criterios rectores en la materia: el artista es un trabajador cuando, como seala el doctor Amrico Pl Rodrguez, "desarrolla su labor principalmente como medio de vida y no por mero placer esttico o accin benfica, puesto que brinda un servicio cultural integrado a la produccin y circulacin de bienes y a la actividad comercial y empresarial". Su trabajo, adems de incluir peculiaridades inherentes a toda labor creadora, implica por lo general un intenso esfuerzo previo de ensayo, preparacin, reflexin o bsqueda, que supone en la mayora de los casos, adems de talento, una sistemtica y profunda formacin tcnica. Si esa formacin tcnica es valorada y remunerada cuando est asociada al campo cientfico, porque refuerza la labor investigadora o la reproduccin de capitales, no debe serlo menos cuando se vincula al terreno artstico, pues un pueblo sin arte es un pueblo sin alma. En cuanto a la modalidad jurdica de la
prestacin de sus servicios conviene sealar que "Una actividad no es dependiente o autnoma en s misma, sino que es el vnculo jurdico que se formaliza entre el dador de trabajo y el trabajador el que marca si esa relacin de trabajo es independiente o autnoma" (Seminario Tcnico Regional sobre Seguridad Social de los Artistas y Trabajadores de la Cultura, Ponencia de Argentina, pg. 37). Por ltimo, debe tambin precisarse que la naturaleza jurdica de la labor artstica en tanto trabajo y el derecho a la seguridad social del artista son dos cosas diferentes, aunque vinculadas entre s. Es necesario, por tanto, definir y regularizar las distintas situaciones que se dan en esas reas, a la luz del tema especfico que nos ocupa: el derecho del artista a la seguridad social. As, la creacin de una norma legal que ampare el trabajo de los artistas a efectos de que obtengan un retiro adecuado o un subsidio en su caso, debe reflejar la especialsima realidad de este sector, particularmente: el mbito subjetivo de proteccin, por el que quedan comprendidos artistas pertenecientes a diversas reas de actividad, en una enumeracin no taxativa; el mbito objetivo de trabajo fuera de la relacin de dependencia habitual o permanente; la implementacin de un registro por el cual pueda certificarse y acreditarse la calidad de artista profesional a efectos de su reconocimiento y posterior configuracin de causal jubilatoria, y el establecimiento de una base ficta de aportacin
124
mnima, sin perjuicio del aporte sobre lo efectivamente percibido, a fin de crear un fondo de seguridad social. Es responsabilidad del Estado ajustar las modalidades laborales de referencia al marco legal, instrumentando as una adecuada proteccin por va de la cual se rectifique el desigual acceso del artista a esa prestacin. Del reconocimiento de la necesidad de proteger al artista a travs de retiros adecuados y subsidios, depende la continuidad de toda la expresin cultural, como manifestacin del sentir, el ser y el pensar de una comunidad. Finalmente conviene tener en cuenta, a la hora de elaborar un proyecto de seguridad
social para el artista de alcance regional, que la creacin o recreacin de una obra de arte, vinculada siempre a las ms variadas formas de la sensibilidad y la imaginacin, incursiona por aquellos delicados y profundos caminos que conducen a la formacin del acervo cultural de los pueblos y a la construccin de los rasgos esenciales de su identidad. Por tanto, no puede pretenderse arribar, en esta materia, a soluciones que tiendan a uniformizar concepciones dogmticas sobre la actividad artstica, sino que, en todo caso, deberan ponerse de relieve aquellos grandes valores universales comunes a todos los seres humanos por su sola condicin de tales, que el arte mismo tanto ha contribuido a sustentar.
125
Dos de los pases invitados al Seminario Tcnico Regional sobre los Derechos Sociales de los Artistas, (Santiago, octubre del 2002), en el marco del llamado Mercosur Cultural, fueron Bolivia y Chile , como Estados Asociados. Ambos, en las pginas siguientes, desglosan ponencias que dan cuenta de su realidad respecto a los temas del Seminario. Tambin actualizaron la informacin enviando material fresco respecto a los avances que, desde ocurrida la cita en Santiago, acontecieron en ambas naciones. En especial Chile, donde entr en vigencia a partir del 1ero. de noviembre de 2003, la Ley 19.889 "que regula las condiciones de trabajo y contratacin de los trabajadores de Artes y Espectculos". Esta nueva norma significar un sustancial y trascendental avance en la forma en que desempean sus labores, los creadores, intrpretes y tcnicos que trabajan en el mundo del espectculo y la cultura. Por Bolivia, Noem Salgueiro de Valdivia, Presidenta de la Asociacin Boliviana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes de Msica. ABAIEM, da cuenta de las dismiles realidades culturales y sociales que coinciden en su pas, y los desafos que el Estado deber afrontar para realizar los cambios para mejorar las condiciones sociales de los trabajadores de la cultura. Luego viene Jos (Pepe) Murillo, Presidente de la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, SOBODAYCOM. Este despliega una mirada ms crtica de la realidad, pues
revela las carencias que padece el creador en su pas. Respecto a las actualizaciones, envi una misiva el licenciado Eduardo Patio Paz Soldn, Director General de Promocin Cultural, Viceministerio de Cultura de Bolivia. En ella da cuenta del avance en algunas tareas que viene implementando su cartera, en especial explica el llamado "Sistema Nacional Universitario de las Artes, proyecto con el que se pretende elevar la calidad de la formacin artstica".
129
ponencia que da cuenta de la evolucin e historia de los derechos laborales del artista. "La proteccin social de los trabajadores artistas se instaura en Chile a partir de la vigencia de la Ley N 15.478 del 04 de febrero de 1964, cuerpo legal que posibilit la incorporacin al rgimen previsional que contemplaba la Caja de Empleados Particulares a diversos trabajadores que se dedicaban a actividades artsticas relacionadas con el teatro, cine, radio y televisin". As comienza este enjundioso texto, que destaca por su capacidad de sntesis y su, al mismo tiempo, ambicioso trazo humano y tcnico. Sanhueza ahonda sin ser denso, aclara sin ser liviano, y aspira a mucho sin ser pedaggico a priori. Su punto de apoyo es la explicacin acerca de las principales batallas que han rodeado la larga historia de los derechos sociales de los artistas en Chile, tan llena de tumbos, vacos y quiebres ininterrumpidos. El mismo Sanhueza escribi a continuacin, otro texto donde reflexiona acerca de los contenidos y alcances de la Ley 19.889. En ambas ponencias, se nota la mano de un experto sensible al tema y que, por lo mismo, sabe tomar el pulso a la temperatura de sus escritos. En seguida otro experto jurdico, el abogado Rodrigo Valencia, analiza la historia y la actualidad de los derechos, ya sean culturales, jurdicos, sociales y econmicos, que han rodeado y seguido el desarrollo del hombre, y que han conformado estadios importantes en nuestra cultura.
Valencia es un conocedor del tema jurdico y legislativo, y se desempea como asesor jurdico del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, por lo que su ponencia es un punto alto de esta publicacin.
130
EL HOMBRE, EL ARTISTA
Luego, vienen dos trabajos a cargo de la Unidad de Estudio del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes. El tenor de ambos textos es, esencialmente, antropolgico y sociolgico. El primero trata acerca de definiciones y asuntos sociales primarios, que son previos al concepto de artista y creador. El segundo, es un trabajo acerca de las variables estadsticas (con sus respectivas conclusiones y curiosas curvas) que afectan al trabajador cultural. Por ejemplo, en un prrafo afirman: "Es importante destacar, asimismo, que la magnitud del trabajo independiente dentro del sector cultural es muy superior a la de la media nacional segn los datos aportados por la encuesta CASEN de 1998, donde se indica que un 20% de la fuerza de trabajo pertenece a la categora de trabajador independiente". El rigor cientfico y la inteligente lectura que realizan los investigadores de los datos
obtenidos, hacen de estas dos ponencias un documento de inapreciable riqueza que, sin duda, complementa las miradas y perfiles de las anteriores. Estos investigadores hablan del artista concreto, de carne y hueso, el payaso que anda por las rutas en un acoplado con su carpa circense, el msico, o cantante de algn pub, o bar, o el actor cesante que hace cola para un casting para una pelcula. Por ltimo, culminan las ponencias chilenas con la publicacin de la Ley 19.889. Se trata de un documento que deber cambiar la manera de laborar del artista y trabajador cultural, por ello es necesario conocerla, dominar sus articulados y, sobre todo, comprender a cabalidad su espritu para as nunca caer en una interpretacin errtica o irresoluta. Una ley es un instrumento, no un dogma y, por tanto, (para cambiar la historia que es para lo cual fue creada), necesita voluntades ecunimes que sepan aplicarla. W.H
131
Por Noem Salgueiro de Valdivia Presidenta de la Asociacin Boliviana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes de Msica, "ABAIEM"
Bolivia, pas enclavado en el corazn de Amrica del Sur, tiene en sus artistas a los representantes del sentimiento de un pueblo en sus diferentes especialidades. As, tenemos artistas de la danza, el teatro, la cancin, la msica, la declamacin, artistas de comunidades campesinas y rurales que cultivan y conservan tradiciones milenarias an no conocidas y que merecen ser rescatadas y conservadas sin que pierdan su identidad y autenticidad. En ese contexto el panorama artstico boliviano es bastante amplio y con realidades en algunos casos comunes, pero en otros, con realidades especiales y diferentes. Es decir, la realidad del artista que se desempea en los centros urbanos es totalmente diferente del artista cuyo radio de accin es el rea rural y campesina, o sea, las ferias y mercado campesinos. As, dentro de esa variedad tenemos artistas, los menos, que pueden ser considerados profesionales a tiempo completo, porque dedican todo su tiempo y esfuerzo a su trabajo profesional artstico. En esta categora estn por lo general aquellos que han logrado un xito y consagracin dentro y fuera del pas, por lo exitoso de sus grabaciones fonogrficas, videogrficas y sus presentaciones en actuaciones en vivo, lo cual les
da una estabilidad profesional y econmica, que es la ideal para el desempeo de su actividad creativa. Dentro de otra categora podemos mencionar a aquellos que se los considera artistas semiprofesionales, no en el sentido de una capacidad profesional y creativa mediocre y a medias, sino ms bien desde el punto de vista econmico, ya que debido a la crisis econmica que vive el pas, han tenido que dividir su tiempo y esfuerzo. Una parte de ste, para realizar su actividad artstica, que es remunerada econmicamente, y otra parte de su tiempo para trabajar en otro tipo de actividades. Esto en muchos casos limita la actividad artstica, ya que a veces se les presentan giras y actuaciones que no pueden realizar debido a que en sus otros trabajos no les dan el permiso o licencia correspondientes. El otro grupo est constituido por artistas que realizan su actividad con mucha responsabilidad y calidad, pero slo por esa pasin y amor que despierta en ellos el arte. As tenemos a integrantes de coros polifnicos, bailarines de ballet, actores de teatro, declamadores y otros, que se han convertido en verdaderos embajadores de la cultura boliviana por su excelente trabajo y su xito artstico.
132
Enfocado as el panorama artstico boliviano, es este evento internacional el escenario adecuado para que en mi calidad de presidenta de la ASOCIACIN BOLIVIANA DE ARTISTAS INTERPRETES Y EJECUTANTES DE MSICA, "ABAIEM", entidad que nace al amparo de la Ley 1322 de Derecho de Autor, promulgada en abril de 1992, pue-da en nombre de los artistas de mi pas, mostrar nuestra realidad, y al mismo tiempo saquemos conclusiones y sugerencias que nos permitan, de alguna manera, sensibilizar a las autoridades de nuestros pases para que se dicten normas de apoyo y proteccin para los trabajadores del arte, hombres y mujeres que en definitiva son los verdaderos representantes de nuestras culturas. La ASOCIACIN BOLIVIANA DE ARTISTAS INTERPRETES Y EJECUTANTES DE MSICA, "ABAIEM" cuenta con 864 asociados en todo el pas, y abriga a artistas del gnero folclrico, tropical, rock, romntico, criollo, autctono, danza y teatro. Tiene un Directorio y filiales en todos los departamentos del pas. La proteccin a los artistas por parte del Estado con medidas especficas para tal efecto, es mnima, por lo tanto la defensa de los derechos laborales y sociales se la realiza en base a leyes generales y no especficas, como sera lo justo y razonable. En lo que concierne a seguridad social, estamos junto a la Sociedad de Autores y Compositores SOBODAYCOM, realizando un censo de artistas, autores y compositores
que no gozan del beneficio de la seguridad social, y se han realizado conversaciones con diferentes compaas, para ver la posibilidad de acceder en principio a la atencin mdica. Sin embargo, como vern ustedes es un esfuerzo privado, ya que el Estado no ha previsto an esta posibilidad como una responsabilidad suya. Un aspecto que merece especial atencin, y es motivo de preocupacin, es la relacin entre artistas y productores en cuanto a los contratos por grabacin de discos se refiere. Si bien la relacin entre sociedades de artistas y productores es la del inters comn en el cobro de Derechos por Ejecucin Pblica de la Msica, se carece de un contrato tipo que le d la posibilidad de una retribucin justa. Es cierto que el artista firma un contrato por grabacin, por su propia voluntad y decisin, debido a que la grabacin y difusin de un disco o video es para el artista condicin indispensable para la continuidad de su trabajo profesional, y ese es uno de los motivos por los que el artista firma sus contratos casi siempre en las condiciones que pone el productor. En fin, en Bolivia, el mayor porcentaje de los artistas vive en un estado de postergacin profesional debido a que encara su trabajo en inferioridad de condiciones en relacin con los empleadores, y es importante que el Estado asuma su rol no paternalista, sino de justicia, al dictar normas que permitan a los artistas desempear su trabajo creativo en condiciones mnimamente aceptables.
133
Por Jos (Pepe) Murillo Presidente de la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, SOBODAYCOM
"Mientras () se considere a los artistas y a los autores y compositores, simplemente como unos bohemios y soadores, ignorando su rol como trabajadores del arte que reflejan el espritu puro y el rostro lindo y amable de los pueblos; y se considere a la cultura como la quinta rueda del carro, los artistas seguirn postergados, aunque seguramente su empeo y actitud ser la misma, una actitud privada, independiente y solitaria" En Bolivia, el marco institucional en el que se desenvuelven las organizaciones de artistas, autores y compositores son: la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, "SOBODAYCOM", la Asociacin Boliviana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes de Msica, "ABAIEM", y el Sindicato Boliviano de Artistas en Variedades, "SBAV", instituciones con estatutos propios y personera jurdica aprobada. Existen otras organizaciones que intentan fortalecerse y avanzar en sus propsitos; as tenemos a la Asociacin Boliviana de Actores, "ABDA" y al Sindicato Boliviano de Msicos. Sin embargo, considero que a partir de la aprobacin de la Ley de Derecho de Autor, el 12 de abril de 1992, y su Decreto Reglamentario del 7 de diciembre de 1994 son
dos las organizaciones que logran consolidarse como defensoras de los derechos de los artistas y de los autores y compositores, es decir, la Asociacin Boliviana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes de Msica, ABAIEM y la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, SOBODAYCOM. Si bien el Estado Boliviano destina un porcentaje del presupuesto general de la Nacin a la Educacin, dentro del cual se encuentra el rubro de Cultura, este porcentaje asignado al campo cultural es tan pequeo, que no colma las expectativas de autoridades del Viceministerio de Cultura, ni de los protagonistas de la cultura, como son los artistas en sus diferentes especialidades. Este el motivo por el que se recurre al apoyo de instituciones internacionales y organizaciones y empresas privadas, las cuales con su apoyo permiten la realizacin de eventos, tales como seminarios, talleres, festivales, conciertos, exposiciones y otros. Como se puede apreciar, la actividad de artistas y autores y compositores se circunscribe principalmente a la iniciativa y el esfuerzo privado, ya que el apoyo del Estado es mnimo. El marco jurdico en el que se desarrollan las actividades de los artistas, est bajo las
134
disposiciones de la LEY GENERAL DEL TRABAJO y el CDIGO CIVIL, en el caso de los asuntos laborales y gremiales, y bajo la LEY DE DERECHO DE AUTOR, en el caso de asuntos relacionados con la defensa de los derechos intelectuales. No existen disposiciones especficas que incentiven, protejan o estimulen el trabajo profesional de los artistas, pese a que ellos, como es el caso de los msicos y cantantes, por sus presentaciones artsticas tributan el 13% por el IVA y el 3% por el impuesto a las transacciones. Si bien se pretende mediante una ley, liberar de impuestos a los espectculos protagonizados por artistas bolivianos en determinados espacios, esta disposicin an no ha sido puesta en prctica, debido a que algunas autoridades son acrrimas defensoras del argumento de no permitir ninguna excepcin en la Ley tributaria 843, por el temor de que otros sectores de la sociedad tambin quisieran una liberacin impositiva. Los artistas consideran que si ellos cumplen pagando los impuestos de ley, tambin el Estado debera cumplir su rol, creando polticas culturales de alcance nacional, que permitan no slo a los artistas de ciudad, sino tambin a los de regiones alejadas de los centros urbanos, la posibilidad de realizar su actividad creativa y laboral dentro de un marco aceptable y digno. El mayor porcentaje de artistas realiza su actividad en forma independiente, aunque existen algunos pocos que se desempean como trabajadores eventuales, ese es el caso de msicos y bailarines trabajando diariamente en hoteles, restaurantes y otros.
Otros artistas, los menos, realizan su trabajo profesional en entidades estatales y tienen un salario mensual que les da la caracterstica de empleados pblicos. As tenemos a los msicos de la Orquesta Sinfnica Nacional, bailarines del Ballet Oficial y otros que se desempean como instructores de las diferentes escuelas de msica, danza, poesa y teatro. Los artistas independientes y los que trabajan en forma eventual, por perodos determinados de tiempo, no gozan de los beneficios de la Seguridad Social, es decir, no tienen asistencia mdica ni gozan de beneficio social alguno. Aquellos artistas que se desempean como trabajadores regulares en entidades estatales, por el hecho de ser considerados empleados pblicos, gozan de los beneficios de atencin mdica en la Caja Nacional de Seguridad Social. En el campo laboral existen tambin serios problemas, ya que la crisis econmica ha dejado desocupados a muchos artistas, obligando a muchos de ellos a dejar definitivamente su actividad artstica, y a otros, a trabajar en campos que no tienen ninguna relacin con su profesin artstica. Muchos de ellos difunden su arte por monedas: en calles, plazas, vehculos de transporte pblico y restaurantes de ciudades y pueblos del pas. Otros, como cantantes y msicos, realizando esfuerzos econmicos propios, hacen de productores de sus propios discos y cassettes, y venden su producto en sus presentaciones en vivo.
Derechos Sociales de los Artistas
135
Estos hechos hacen que definitivamente y poco a poco, los pueblos vayan perdiendo su identidad cultural, ya que la actividad de los artistas se ve hurfana de un apoyo slido y militante. Estas mismas carencias y falencias podemos detectar en el trabajo intelectual de los autores y compositores, ya que si bien la creatividad de ellos sigue dando paso a bellas obras, no existen por parte del Estado actitudes de apoyo, promocin o incentivo, tales como festivales o concursos para nuevas creaciones y composiciones, siendo solamente digno de destacar la actitud de la defensa de los derechos de los creadores por parte de la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, SOBODAYCOM. Lamentablemente en muchos de nuestros pases no se toma en cuenta que el artista es tambin generador de riqueza y fuentes de trabajo. Las presentaciones artsticas en vivo, recitales, grabaciones discogrficas y otros, generan fuentes de trabajo para tcnicos en sonido y luces, empleados administrativos de teatros y locales de espectculos, empleados de empresas discogrficas, vendedores en agencias y tiendas de discos, agencias de publicidad, diarios y revistas especializadas y otros. Adems de generar ingresos para el Estado reflejados en impuestos. Mientras se ignoren estos aspectos, y se considere a los artistas y a los autores y compositores, simplemente como unos bohemios y soadores, ignorando su rol como trabajadores del arte que reflejan el
espritu puro y el rostro lindo y amable de los pueblos; y se considere a la cultura como la quinta rueda del carro, los artistas seguirn postergados, aunque seguramente su empeo y actitud ser la misma, una actitud privada, independiente y solitaria. En cuanto al campo laboral especfico, los artistas bolivianos, para resolver sus controversias y diferencias relacionadas a sus contratos de trabajo, tienen dos instrumentos generales a su alcance: la Ley General de Trabajo y el Cdigo Civil, los cuales le dan la posibilidad de interponer sus demandas en caso de incumplimiento de contrato y otros. Sin embargo, en la mayora de los casos, cuando se trata de juicios laborales o civiles la limitante es definitivamente la escasez de recursos econmicos por parte de los artistas demandantes, ya que mantener un juicio es muy caro y en la mayora de los casos estn en inferioridad de condiciones con respecto a la parte contraria, que generalmente es un empresario con capacidad y solvencia econmica. Como datos estadsticos, es bueno anotar que la Asociacin Boliviana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes de Msica, ABAIEM, tiene 915 socios y la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores, SOBODAYCOM, cuenta con 1.110 asociados. Debido a la situacin descrita anteriormente, la sociedad de artistas junto a la sociedad de autores y compositores, han decidido ver la posibilidad de que aquellos artistas y compositores que no cuentan con seguro mdico puedan acceder al mismo por cuenta de ambas sociedades.
136
Para este efecto estn realizando las consultas con las diferentes entidades prestadoras de servicios mdicos, aunque la prestacin de ellos estar en relacin directa a las posibilidades econmicas de las sociedades de artistas y de compositores, siendo de todas maneras un esfuerzo privado. El costo de las prestaciones vara de empresa a empresa, y est en relacin a las diferentes especialidades mdicas. Los artistas y compositores bolivianos
entendemos que junto a las polticas de desarrollo econmico para parar las crisis de nuestros pases, deben implementarse tambin polticas de apoyo, fondos de creacin artstica, polticas culturales efectivas, normas que den lugar a la defensa de los derechos sociales de los artistas y definitivamente, crear un marco jurdico y social especfico para los artistas. As, con seguridad ser una realidad la integracin de los pueblos integrantes del MERCOSUR.
137
Por Eduardo Patio Paz Soldn Director General de Promocin Cultural, Viceministerio de Cultura de Bolivia
La Paz, 30 de octubre de 2003
Seora Doa Pilar Entrala COORDINADORA REA RELACIONES INTERNACIONALES CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES CHILE De mi mayor consideracin: Remito a usted la informacin solicitada en el marco de "Los Derechos Sociales de los Artistas del Mercosur" , sobre el cual este Viceministerio viene trabajando en la presente gestin con dos acciones concretas: La primera, referida a la Ley de la Repblica N 2206 del 30 de mayo de 2001, mediante la cual se establece la exencin de pago de impuestos a las actividades de produccin, presentacin y difusin de teatro, danza, msica nacional, pintura, escultura y cine propiciados por artistas bolivianos. Esta Ley an adolece de reglamento, el cual debe ser aprobado mediante Decreto Supremo. La complejidad y diversidad de interpretaciones por diversos sectores artsticos asociados en
el pas han ayudado al retraso. Al respecto, he venido trabajando sobre el tema a fin de que el mismo sea fruto del consenso entre los interesados, lo cual nos demandar un par de semanas ms. Para su conocimiento le adjunto a la presente, la mencionada Ley. La segunda, se refiere a la creacin del Sistema Nacional Universitario de las Artes, proyecto con el que se pretende elevar la calidad de la formacin artstica, su regulacin y una permanente capacitacin de los involucrados en el medio. Asimismo, se plante introducir la capacitacin en gestin cultural, todo sobre la base de las unidades de formacin y difusin (elencos) del Viceministerio de Cultura, proyecto que es de alcance nacional. Con este motivo, le expreso a usted las seguridades de mi mayor consideracin. Atentamente, Licenciado Eduardo Patio Paz Soldn Director General de Promocin Cultural, Viceministerio de Cultura de Bolivia
138
LEY N 2206 LEY DE 30 DE MAYO DE 2001 HUGO BANZER SUAREZ PRESIDENTE DE LA REPBLICA
Por cuanto, el Honorable Congreso Nacional, ha sancionado la siguiente Ley:
ARTCULO TERCERO: Los Gobiernos Municipales a travs de sus Departamentos de Cultura, registrarn a los artistas nacionales que promuevan la difusin de nuestra produccin nacional, elevando tales registros al Ministerio de Educacin, Cultura y Deportes para que se establezca un Directorio de Artistas Nacionales en el cual se registren todos los artistas que sern beneficiados con esta Ley. ARTCULO CUARTO: El plazo de noventa das a partir de la promulgacin de la presente ley, los Ministerios de Hacienda y de Educacin, Cultura y Deportes, quedan encargados de elaborar el reglamento pertinente, para su aprobacin por el Poder Ejecutivo. Remtase al Poder Ejecutivo, para fines constitucionales. Es dada en la Sala de Sesiones del Honorable Congreso Nacional, a los veintitrs das del mes de mayo de dos mil un aos. Por tanto, la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la Repblica. Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los treinta das del mes de mayo de dos mil un aos.
139
la Caja de Empleados Particulares cuando cumplan con los requisitos que ambos cuerpos legales, vale decir, la Ley N 15.478 y el Decreto Supremo N 601, establecan, los que se resuman en los siguientes: a) Obtener su medio de subsistencia en la respectiva actividad artstica. b) No estar obligatoriamente afecto a alguna ley de previsin por cualquier causa. c) Desempear una actividad artstica remunerada en cada mes calendario. d) Ser miembro de un sindicato, agrupacin o asociacin chilena con personalidad jurdica, y e) No ser jubilado en virtud de la Ley N 10.475. Una de las caractersticas que tuvo esta afiliacin de trabajadores artistas a un rgimen previsional fue que ella se instituy en carcter de obligatoria, de modo tal que quien cumpla con los requisitos exigidos por la ley para la incorporacin al rgimen de Previsin de la Caja de Empleados Particulares, no poda sustraerse de ella, pudiendo, en caso de duda, solicitarse la calificacin como tal ante el Consejo de la Caja de Previsin de Empleados Particulares, ello al tenor de artculo 1 del citado reglamento,
140
disposicin que estableci que "las personas que desempeen algunas de la actividades artsticas sealadas en el artculo 1 de la ley estn obligatoriamente afectos al rgimen de previsin de la caja de Previsin de Empleados Particulares a contar desde el 1 de abril de 1964, siempre que cumplan con los siguientes requisitos copulativos" (sealados precedentemente). Al efecto, se consideraba bajo el rgimen previsional de la citada caja a los actores de teatro, cine, radio y televisin, artistas circenses, animadores de marionetas y tteres, artistas de ballet, cantantes y coristas, directores y ejecutantes de orquesta, coregrafos, apuntadores, folcloristas, traspuntes y escengrafos, autores teatrales, libretistas y compositores en tanto obtuvieren los medios de su subsistencia de la actividad artstica de la que se tratare, y siempre que no estuvieren afectos a alguna ley de previsin por cualquier causal. Por otra parte, quien no reuniere las condiciones y requisitos exigidos por la ley y su reglamento, no tenan la obligacin de acogerse a ella pero, desde el momento en que cumplan con tales requisitos, naca la obligacin acogerse a sus trminos. Ahora bien, la incorporacin al sistema previsional de la Caja de Empleados Particulares permita a los afiliados acceder a los beneficios que la citada caja otorgaba, entre los que es posible mencionar: 1. Pensin de jubilacin por antigedad 2. Pensin de jubilacin por vejez
3. Pensin de jubilacin por invalidez 4. Reajuste de pensiones 5. Anticipos de pensiones 6. Retiro de fondos 7. Asignacin familiar 8. Subsidio de cesanta 9. Exencin de imposiciones 10. Asignacin de prenatal Adems, la afiliacin a la Caja de Empleados Particulares otorgaba a los trabajadores el derecho a subsidios para el caso de enfermedad comn o maternidad. A su vez, se generaban los siguientes beneficios por sobrevivencia, para el caso que el afiliado falleciera: 1. Pensiones de viudez y orfandad 2. Cuota mortuoria 3. Anticipos de pensin 4. Retiro de fondos por fallecimiento del causante 5. Asignacin familiar 6. Asignacin prenatal Por otra parte, para el caso que un imponente dejare de laborar en actividades artsticas, se estableci la posibilidad que continuara afiliado siendo imponente, esta vez, en carcter de voluntario. La circunstancia de desarrollar una actividad
141
artstica, era determinante para efectos de considerar a un trabajador como adscrito en forma obligatoria al sistema de previsin propio de la caja de Empleados particulares, en tanto tal actividad fuere remunerada en cada mes calendario. La disposicin contenida por el Artculo 6 del Decreto Supremo, estableci lo que deba entenderse por la expresin "desempear el trabajador una labor artstica en un mes calendario", expresando que por ella deba entenderse cuando en el mes calendario del cual se trate, "se goce de una renta pagada por uno o ms empresarios de actividades artsticas", de modo tal que la afiliacin previsional que la ley estableca lo hizo respecto de trabajadores del arte que se indicaba, siempre y cuando su actividad la desarrollare a travs de un empresario de actividades artsticas, quedando, en consecuencia, fuera de su alcance aquellos trabajadores del arte que desarrollaban libremente su actividad sin mediar un empresario de tales actividades, es decir, los trabajadores del arte que laboraran en forma independiente. Posteriormente, el Decreto Supremo N 843 del 10 de noviembre de 1966, del Ministerio del Trabajo y Previsin Social, estableci respecto de los artistas el uso obligatorio de un carnet profesional para desarrollar su actividad. Al efecto, el uso obligatorio de un carnet profesional se encontraba, a la sazn, regulado por el Decreto Supremo N 383 del 2 de julio de 1966, del Ministerio del Trabajo y Previsin Social, respecto de aquellas
actividades que el mismo Ministerio deba establecer. Fue en el ejercicio de tal facultad que se dict el Decreto Supremo N 843 mencionado precedentemente, que hizo obligatorio el uso del carnet profesional para realizar una actividad artstica. En consecuencia, los trabajadores artistas que se deban acoger a los trminos de la ley N 15.468 que implicaba su afiliacin previsional, a partir de la vigencia del Decreto Supremo N 843, debieron de cumplir, adems, con el requisito de contar con un carnet profesional que les habilitara para realizar su actividad. El Decreto Supremo N 601 fue modificado subsiguientemente a travs del Decreto Supremo N 233 de 1968, cuerpo legal que agreg un artculo 19 bis, que consider como empresario de actividades artsticas a las personas que actuaren como jefes de grupo, compaas, asociaciones, agrupaciones o simples conjuntos de artistas y siempre que reunieran los requisitos y cumplieran con las siguientes exigencias: a) Que el conjunto o compaa tuviere una contabilidad a lo menos simplificada sobre la base de libros o planillas, en que constaren los ingresos y egresos que se obtuvieren o produjeren en cada actuacin artstica. b) Que el respectivo sindicato, asociacin o agrupacin chileno con personalidad jurdica al que se refera la letra d) del Artculo 1 del Decreto Supremo N 601,
142
ya citado, certificara la calidad de jefe de grupo de quien aparezca como tal e indicara los nombres, apellidos, domicilio y actividad artstica de todos los miembros del conjunto o compaa. d) Que se acompaare a la Caja una declaracin suscrita ante notario por los integrantes del conjunto o compaa en la que se designara el jefe de grupo, individualizndole. El jefe de grupo era considerado como empresario artstico, lo cual implicaba que deba asumir las obligaciones y responsabilidades de tal calidad y, en el evento que dicho jefe de grupo realizara dentro del grupo una actividad artstica, asuma una doble calidad, esta vez, adems, como trabajador artstico, debiendo hacer las imposiciones personales que le impona la ley. Posteriormente, el DL N 2.200, de 1978, incorpor al rgimen de trabajador dependiente a los artistas, regulando un contrato individual de trabajo para los artistas. El artculo 145 del DL N 2.200, aplic la contratacin individual de trabajo a quienes se desempearen como actores de teatro, radio, cine y televisin, artistas circenses, animadores de marionetas y tteres, artistas de ballet, cantantes y coristas, directores y ejecutantes de orquestas, apuntadores, folcloristas, traspuntes y escengrafos, autores teatrales, libretistas y compositores y, en general, respecto de las personas que, atendiendo estas calidades u otras similares o conexas, trabajen en centros nocturnos o de variedades, circo, radio, teatro, televisin,
cine, salas de grabaciones o doblaje o en cualquier otro lugar donde se transmita o fotografe la imagen del artista o del msico o donde se transmita o quede grabada la voz o la msica, cualquiera fuere el procedimiento que se usare. Esta disposicin signific que los trabajadores artistas a los cuales se refera la disposicin, accedan a un contrato de trabajo, con lo cual, en forma automtica quedaban adscritos a un rgimen previsional propio de un trabajador dependiente, incluyndose en ello la proteccin del seguro contra riesgos del trabajo y enfermedades profesionales que estableca la Ley N 16.744. Existi una similitud entre las categoras de trabajadores artistas que contemplaba el artculo 1 de la Ley N 15.478, con aquellos a los que se refera el artculo 145 del Cdigo del trabajo, con la diferencia que mientras la primera incorporaba a los trabajadores artistas que realizaban una actividad para un empresario artstico sin mediar un contrato de trabajador dependiente, la segunda relacionaba al trabajador con un empleador, existiendo, en consecuencia, un contrato individual de trabajo. Por otra parte, la norma contenida por el DL N 2.200 ampli el rango de aplicacin que respecto de los artistas que en su calidad de independientes, estableca la ley N 15.478, ya que su aplicacin tambin lo era respecto de actividades similares, o conexas, a las descritas y que realizaren su labor en los diversos lugares que indicaba. En todo caso, ninguna de las normas aludidas
143
haca referencia a aquel trabajador artista que se desempeaba en forma totalmente independiente, es decir, sin que mediara un empresario artstico o bien un empleador. La Ley N 18.018, de 1981, derog el prrafo que el DL N 2.200 dedicaba al trabajador artista, de modo tal que, a partir de su vigencia, los trabajadores artistas no quedaron sujetos a la contratacin individual de trabajo, quedando su actividad como la de un trabajador independiente, adquiriendo nuevamente relevancia el hecho de estar los trabajadores a los que haca alusin el artculo 1 de la Ley N 15.478, incorporados al rgimen previsional de la Caja de Empleadores Particulares; ello sin perjuicio de aplicarse, respecto de este tipo de trabajadores, la normativa general que regulaba la contratacin individual, en tanto existiere subordinacin o dependencia de una persona - el trabajador, respecto de otra - el empleador. Tras la vigencia del DL N 3.500, cuerpo legal que cre el nuevo sistema previsional por medio de las Administradoras de Fondos de Pensiones, los trabajadores que tienen el carcter de independientes pueden afiliarse a una de tales administradoras y cotizar en ella sobre la base de sus rentas declaradas, a objeto de tener derecho a las prestaciones que de orden previsional el citado cuerpo legal establece, sin atender a la circunstancia de realizar alguna actividad para un tercero, bajo una forma de contratacin que no sea propia de un contrato individual de trabajo, ya que para la incorporacin como trabajador independiente no se debe depender de un empleador.
De esta forma, la condicin de artista que desarrolla su actividad en forma independiente, no es bice para que pueda afiliarse a un rgimen previsional en el nuevo sistema de pensiones que cubra los estados de vejez o de incapacidad, as como los beneficios que por sobrevivencia, pudieren corresponder. Los aportes que para tales efectos deben enterarse son de cargo del trabajador, no importando si se trata de un trabajador dependiente o de un trabajador independiente, ya que en todos los casos, tras la vigencia del DL N 3.501, es el trabajador quien debe soportar el impacto de las cotizaciones que para los efectos sealados establece la ley. Por otra parte y en lo que dice relacin con las prestaciones por salud, se ha mantenido un sistema estatal paralelo a un sistema privado, pudiendo el trabajador dependiente o el trabajador independiente afiliarse a uno u otro, sin que la afiliacin a uno de ellos le impida posteriormente volver al anterior; situacin que, en general, no es posible dentro del marco de las Administradoras de Fondos de Pensiones, caso este en que el trabajador, si bien es cierto ha podido desafiliarse del sistema antiguo, una vez afiliado al nuevo sistema, no le es posible su retorno, situacin que tambin ocurre cuando se trata de un trabajador que inicia su cotizacin en una Administradora. En este caso, podr afiliarse a otra pero, siempre en el mismo sistema. Es respecto de los riegos que por accidentes del trabajo o enfermedades profesionales, donde el trabajador que realiza labores artsticas no tiene resguardo, en tanto cuanto
144
no tenga una relacin de trabajo propia de un trabajador dependiente. De esta forma, si bien es cierto que la calidad de dependiente o de independiente no obsta para que el trabajador acceda a la afiliacin para efectos previsionales y de salud por enfermedad o accidente comn, no es menos cierto que ello es determinante para efectos de estar cubierto por la ley contra riesgos del trabajo y enfermedades profesionales. En efecto, la Ley N 16.744 que corresponde al cuerpo legal que estableci el seguro en referencia, cuando lo hizo respecto de trabajadores que tuvieren el carcter de independientes, dispuso que en forma paulatina se incorporaran a l, ello segn lo dispusiera el Presidente de la Repblica. Por dicha va se han incorporado al seguro trabajadores independientes que para tales efectos deben cotizar de su cargo el importe respectivo. En la actualidad, estando derogadas las normas que regulaban el contrato de trabajo de los artistas y, no teniendo aplicacin aquellas que incorporaban a los artistas que realizaban labores para un empresario artstico al rgimen previsional de la Caja de Empleadores Particulares, los trabajadores artistas slo pueden acceder a la afiliacin como trabajadores independientes a una Administradora de Fondos de Pensiones y, cotizar tambin en tal calidad para un rgimen de salud, Fonasa o Isapre, no teniendo proteccin alguna respecto de accidentes del trabajo o de enfermedades profesionales. Por otra parte, es del caso mencionar que la
cotizacin como trabajador independiente no exige que el trabajador realice su labor a travs de un empresario artstico, es decir que tenga un contrato civil de prestacin de servicios, de modo tal que realice su actividad por esta va o lo haga en forma absolutamente independiente. Cabe sealar que, las normas que anteriormente regularon aspectos relativos a la proteccin social de los artistas, en general lo hicieron respecto de aquellos que realizaban su labor en vivo ante pblico, no abarcando todo el espectro que implican las actividades artsticas. No existen, en consecuencia, protecciones o regulaciones referentes a las siguientes materias: 1. Afiliacin automtica a un rgimen previsonal de pensiones o de salud. 2. Accidentes del trabajo o enfermedades profesionales. 3. Regulaciones propias de un trabajador dependiente: duracin y distribucin de una jornada ordinaria de trabajo; descansos en la jornada, diarios, semanales o anuales; nacionalidad chilena de los artistas; proteccin de remuneraciones. 4. Indemnizaciones por trmino de contrato. 5. Aplicacin de la Ley N 19.631. 6. Proteccin por seguro de desempleo. 7. Regulacin de la nacionalidad de los artistas, contemplada en su poca por la Ley N 17.439.
Derechos Sociales de los Artistas
145
ACTUALIZACIN
Finalmente, es de importancia sealar que con fecha 25 de septiembre del presente ao, se ingres por parte del Supremo Gobierno un proyecto de ley, que incorpora al Cdigo del Trabajo un nuevo Captulo que crea el Contrato especial de Artistas y Tcnicos de Espectculos.
Por otra parte, respecto de la duracin de contrato, se ha propuesto que ste sea, o bien de duracin indefinida o bien de duracin determinada, caso este ltimo en el que podr serlo por una o ms funciones, por plazo fijo, por temporada o por proyecto, estando obligado el empleador a escriturar el respectivo contrato de trabajo entre el plazo de tres das, salvo que el contrato sea por tiempo indefinido o por un plazo superior a treinta das. Respecto de la jornada de trabajo, se la limita a un mximo de 10 horas diarias, debiendo determinarse con la suficiente anticipacin el horario y el plan de trabajo para cada jornada laboral. Tambin se establece la responsabilidad subsidiaria por obligaciones laborales y previsionales, cuando un empleador ejecute una obra artstica o proyecto por cuenta o en co produccin con otra empresa. Finalmente, el proyecto de ley regula diferentes situaciones relativas al trabajo de los artistas. En efecto, dispone que el uso y explotacin de la imagen de los trabajadores, debe requerir de la autorizacin expresa del mismo trabajador cuando se utilice, o pretenda utilizar, para fines distintos al objeto principal de la prestacin de servicios. Por otra parte, los traslados y gastos de alojamiento en que deban incurrir los trabajadores con motivo de la prestacin de los servicios, deben ser de cargo del empleador, cuando tales servicios se realicen en una ciudad distinta a aquella en que el trabajador tiene su domicilio.
LOS BENEFICIADOS
Este proyecto define en forma amplia a los trabajadores afectos a este tipo de contrato de trabajo, incluyendo entre otras especialidades a los actores de teatro, radio, cine, Internet, televisin; artistas circenses; animadores de marionetas y tteres; coregrafos e intrpretes de danza, cantantes, directores y ejecutantes musicales; escengrafos, profesionales, tcnicos y asistentes cinematogrficos, audiovisuales de artes escnicas de diseo y montaje; autores, dramaturgos, libretistas, guionistas y compositores, agregando que tambin quedan afectos a la normativa quienes teniendo alguna de las tal calidades precedentemente mencionadas u otra similar o conexa, trabajen en circo, radio, teatro, televisin, cine, sala de grabaciones o doblaje, estudios cinematogrficos, centros nocturnos o de variedades o en cualquier otro lugar donde se presente, proyecte, transmita, fotografe o digitalice la imagen del artista o del msico o donde se transmita o quede grabada la voz o la msica, mediante procedimientos electrnicos, virtuales o de otra naturaleza y cualquiera que sea el fin a obtener, sea ste cultural, comercial, publicitario o de otra especie y, en forma residual.
146
CHILE - 2003 REFLEXIONES ACERCA DE LAS NORMAS INTRODUCIDAS AL CDIGO DEL TRABAJO PARA TRABAJADORES DEL ARTE Y ESPECTCULOS EN CHILE
Por Eduardo Sanhueza Muoz Abogado Gabinete Directora del Trabajo
Con fecha 24 de septiembre de 2003, se promulg la Ley N 19.889. La que, modificando el Cdigo del Trabajo, agreg disposiciones que regulan las condiciones de trabajo y contratacin de los trabajadores de artes y espectculos. Con la dictacin de esta ley, se regula la relacin de trabajo que, bajo un vnculo de subordinacin o dependencia, exista entre trabajadores del arte y un empleador, dndose con ello una especificidad al contrato individual de trabajo que este tipo de trabajadores puede celebrar mediante un contrato especialmente consagrado dentro del Cdigo del Trabajo. Al efecto se norma una serie de aspectos atinentes a los trabajadores a los cuales se les aplica la ley; la forma de contratacin de estos trabajadores; la jornada de trabajo, horarios y descansos; derechos intelectuales, responsabilidades, etc. El contrato individual de trabajo que se establece, debe, en todo caso, pactarse por un tiempo determinado, ello ya sea, por medio de un contrato de plazo fijo, por una o ms funciones determinadas, por temporada o por un proyecto. En consecuencia, el contrato especial que regula la ley est referido slo a aquellas contrataciones que se acuerdan entre las partes con una duracin preestablecida, ello a travs de cualquiera de las formas precedentemente sealadas.
En todo caso, la ley no deja fuera de regulacin a aquellos contratos que pudieren pactarse por un tiempo indefinido. Muy por el contrario, se hace referencia a tal circunstancia, con la nica diferencia que en este caso, no sern aplicables las normas introducidas por la nueva ley sino aquellas generales que, en materia de contrato individual de Trabajo, contiene el Cdigo del ramo. De esta forma, al introducirse dentro del Cdigo del Trabajo un nuevo contrato especial referido a los trabajadores del arte y espectculos, si el contrato que se acuerde entre las partes tiene una duracin de aquellas que la norma contempla, se regir por la normativa introducida y, si el contrato es de duracin indefinida, se regir por las normas generales del mismo Cdigo. Por otra parte, la nueva normativa hace una referencia a aquellos trabajadores (ver descripcin de tales en la ley adjunta en este captulo) que entiende son trabajadores del arte y espectculos, a los que, en consecuencia, se les aplicarn sus trminos, en tanto sean contratados bajo las condiciones que ella seala. Cabe destacar que la enumeracin de actividades, no es taxativa, de modo tal que puede haber otras a las cuales se les aplique el nuevo tratamiento introducido por la ley,
Derechos Sociales de los Artistas
147
ello en razn que al calificarse estas actividades, se establece que se considerarn como trabajadores del arte y espectculos, entre otros, aquellos que califica como tales, de forma tal que la enumeracin que la ley contiene, es solamente ejemplar. Es importante sealar que la circunstancia de celebrarse un contrato de trabajo, sea o no regulado por las normas especiales, no obsta ni provoca la prdida de derechos de su creador, cuando el contrato tenga por objeto la creacin de una obra. Manteniendo, en todo caso, la propiedad intelectual de su creador.
la circunstancia que el contrato individual de trabajo tiene por caracterstica la consensualidad, establece una regulacin diferente, cuando el contrato que se haya establecido sea por una o ms funciones, por obra, por temporada o por proyecto y, su duracin sea inferior a treinta das. En este caso, el empleador se encuentra igualmente en la obligacin legal de hacerlo constar por escrito, disponiendo para ello del plazo de tres das de incorporado el trabajador. Para el caso que el contrato individual de trabajo sea por menos de tres das de duracin, el empleador no dispone de un plazo para hacer constar por escrito dicho contrato despus de incorporado el trabajador sino que debe hacerlo al momento de iniciarse la prestacin de los servicios.
Plazo para que el empleador haga constar por escrito el contrato individual de trabajo
Se ha mencionado que el contrato individual de trabajo regulado por la nueva normativa debe necesariamente ser por medio de un contrato de plazo fijo, por una o ms funciones determinadas, por temporada o por un proyecto. Por otra parte, el Cdigo del Trabajo en su artculo 8 establece que el contrato individual de trabajo es consensual, vale decir, no requiere de formalidad alguna para su existencia. Sin perjuicio de lo anterior, el empleador se encuentra en la obligacin legal de hacerlo constar por escrito, ello dentro del plazo de 15 das de incorporado el trabajador a sus servicios. Este plazo, conforme la disposicin citada se reduce a 5 das cuando se trata de contratos por obra o servicios determinados o de duracin inferior a treinta das. La nueva normativa introducida, sin alterar
JORNADAS DE TRABAJO
Segn lo dispone el inciso 1 del artculo 22 del Cdigo del Trabajo, la duracin de la jornada ordinaria de trabajo no puede ser superior a 48 horas semanales, lmite que, a partir del da 01 de enero del ao 2005, se reduce a 45 horas semanales. Respecto de los contratos individuales de trabajo que regula la nueva ley, la disposicin antes mencionada no es aplicable a los trabajadores contratados bajo dichos trminos. Sin embargo, si bien es cierto no existe respecto de tales trabajadores la limitacin mencionada, no lo es menos que la misma ley establece que respecto de ellos, la jornada diaria no puede exceder de 10 horas diarias.
148
DESCANSO SEMANAL
La disposicin del artculo 35 del Cdigo del Trabajo establece que los das domingo y aquellos que la ley declare como festivos, sern de descanso. Sin perjuicio de lo dispuesto por la disposicin citada, el artculo 38 del mismo Cdigo seala las actividades respecto de las cuales es legalmente posible laborar en dichos das, debiendo el empleador otorgar a los trabajadores un da de descanso por cada domingo y otro por cada da festivo laborado, pudiendo las partes, en caso de acumularse mas de un da de descanso, acordar una forma especial de distribucin o de remuneracin de esos das, la cual no puede ser inferior a considerarlo como trabajo en horas extraordinarias. La nueva normativa introducida respecto de los trabajadores que regula, establece un tratamiento igual a aquel que seala el artculo 38 del Cdigo del ramo, de forma tal que el empleador se encuentra en la obligacin legal de otorgar a los trabajadores un da de descanso compensatorio por actividades desarrolladas en domingo y otro por aquellas realizadas en das festivos, pudiendo las partes, cuando se acumule ms de un da de descanso, adoptar el mismo acuerdo sealado precedentemente. Por otra parte, les es aplicable a estos trabajadores, respecto de sus descansos compensatorios la norma consagrada por el artculo 36 del Cdigo del Trabajo, la cual dispone que el descanso semanal debe iniciarse, a lo menos a las 21 horas del da anterior, para
finalizar a las 06.00 horas del da siguiente, resultando novedoso que establezca que la duracin de tal descanso tiene una duracin de 36 horas, las que en todo caso fluyen de contabilizar las horas existentes entre los lmites antes mencionados.
HORARIOS DE TRABAJO
Se ha mencionado que la ley establece un mximo de la jornada ordinaria de 10 horas diarias. Sin perjuicio de la circunstancia que, conforme al artculo 10 del Cdigo del Trabajo, el contrato individual de trabajo debe contener la determinacin y la distribucin de la jornada de trabajo, la normativa aplicable a estos trabajadores establece una nueva obligacin respecto de los citados horarios de trabajo: stos deben determinarse con la suficiente anticipacin al inicio de la prestacin de los servicios, de modo tal que, si bien es cierto que el empleador puede hacer constar por escrito el contrato individual de trabajo en un plazo que la misma ley seala despus de ingresado el trabajador, no es menos cierto que, a efectos del horario de trabajo y del plan de trabajo, deben determinarse antes que el trabajador inicie la prestacin de los servicios.
149
en donde tiene su domicilio. Igualmente debe costear o proveer, ello en el mismo caso, la alimentacin y alojamiento del trabajador. El traslado, la alimentacin y habitacin del trabajador debe proveerla el empleador siempre en condiciones de seguridad e higiene.
como tambin de los contratistas respecto de las mismas obligaciones de sus subcontratistas. Se trata de una verdadera cadena de responsabilidades. En caso que un empleador ejecute una obra artstica o bien un proyecto por cuenta de otra empresa, le es aplicable a esta ltima la responsabilidad subsidiaria sealada precedentemente. En todo caso, respecto de los contratos de trabajo no regulados por la nueva ley, debe seguirse la misma solucin, ello en atencin a la circunstancia que respecto de los trabajadores regir siempre las disposiciones que, los artculos 64 y 64 bis, establecen respecto de las obligaciones laborales y previsionales de los contratistas.
RESPONSABILIDAD SUBSIDIARIA
Los artculos 64 y 64 bis del Cdigo del Trabajo establecen la responsabilidad subsidiaria del dueo de una empresa, obra o faena, por las obligaciones laborales y previsionales de sus contratistas para con sus trabajadores,
150
Por Rodrigo Valencia Castaeda Abogado. Asesor Jurdico del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
El propsito de este trabajo, realizado en el contexto del "Seminario Tcnico Regional de los Derechos Sociales de los Artistas", que nos convoca, es otorgar una visin general de la condicin social de quienes se ganan la vida en los diversos procesos de creacin artstica y cultural. Pretendemos explicar la actual realidad de la actividad cultural en Chile, desde la perspectiva de los derechos sociales involucrados, y tambin intentaremos esbozar los contenidos generales de una propuesta de estatuto que garantice el ejercicio laboral en este mbito, condicin necesaria para la creacin artstica y el desarrollo cultural de nuestro pas.
textos constitucionales como la Constitucin Sovitica de 1918, la Constitucin de Mxico de 1917 y, fundamentalmente, en la Constitucin germana de Weimar de 1919, que conjuga, por primera vez, en forma armnica las libertades individuales tradicionales con los nuevos derechos sociales, y que inspira el movimiento constitucionalista europeo y latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX. Los derechos econmicos y sociales alcanzan consagracin mundial con el Pacto Internacional de 1966, en vigor desde 1976, instancia en la que se agrega una nueva categora constituida por los llamados derechos culturales. La condicin social del artista en Chile, puede ser abordada entonces, por una parte, desde la aplicacin prctica que sobre la materia ha tenido la seguridad social y por otra, por la gran vertiente que representa el derecho de autor y su proteccin jurdica.
151
establece que la Constitucin asegura a todas las personas "El derecho del autor sobre sus creaciones intelectuales y artsticas de cualquier especie, por el tiempo que seale la ley y que no podr ser inferior a la vida del titular. El derecho de autor comprende la propiedad de las obras y otros derechos, como la paternidad, la edicin y la integridad de la obra, todo ello en conformidad a la ley". En el mbito del derecho internacional, el Estado de Chile ratific en 1972, el Pacto Internacional de Derechos Econmicos Sociales y Culturales ya referido, el que fue incorporado como ley interna en 1989. Dicho instrumento reconoce el derecho de toda persona a "participar en la vida cultural" y, en consecuencia "entre las medidas que los Estados partes debern adoptar para asegurar el pleno ejercicio de este derecho figurarn las necesarias para la conservacin, el desarrollo y la difusin de la cultura". En efecto, para otorgar cumplimiento a estos deberes jurdicos, los que emanan de la propia Constitucin Poltica y del Derecho Internacional, el Estado de Chile tiene la obligacin, por una parte, de contar con una institucionalidad cultural pblica y, por otra, de promover instrumentos que se orienten especficamente a la creacin artstica y a la conservacin e incremento del patrimonio cultural. La institucionalidad cultural pblica, en su sentido restringido, es el conjunto de organismos pblicos que cumplen funciones en el campo artstico y cultural y que
concretamente en Chile est compuesta por la Direccin de Bibliotecas, Archivos y Museos; la Divisin de Cultura del MINEDUC; el Departamento de Cultura del Ministerio Secretara General de Gobierno; la Direccin de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores; el Consejo del Libro y la Lectura; el Comit de Donaciones Culturales y el Consejo de Calificacin Cinematogrfica. Como se puede apreciar, la institucionalidad cultural pblica de Chile est constituida por mltiples organismos, los que en muchos casos dependen de distintos ministerios, situacin que provoca inconvenientes en relacin a la duplicacin de esfuerzos, la difusa visibilidad que estos tienen y una, pese a los esfuerzos de las autoridades que las dirigen, inevitable descoordinacin. Lo anterior est en vas de ser corregido mediante la creacin del Consejo Nacional de la Cultura, que ser un servicio pblico que reunir a gran parte de la institucionalidad cultural y cuyo Presidente tendr rango de Ministro de Estado. El Consejo ser un organismo dirigido por un directorio integrado, entre otros, por personalidades representativas del mundo de las artes y la cultura y que de esta forma incorporar a la sociedad civil en la toma de decisiones. La iniciativa descrita, que se espera concrete su trmite legislativo en un breve plazo, es la culminacin de un largo proceso de debate que se inicia a partir de la dcada de los noventa cuando el Gobierno de Chile decide darle un impulso decidido al desarrollo cultural del pas.
152
AVANCES
En materia de fomento a la actividad artstica, es preciso sealar lo que consideramos como los aportes concretos ms significativos en materia cultural, producidos todos a partir del restablecimiento de la democracia en nuestro pas. En primer lugar, debe sealarse la creacin del Fondo Nacional de Desarrollo de las Artes, creado a partir de 1992, que consiste en la asignacin de fondos pblicos concursables para proyectos de creacin artstica y de resguardo del patrimonio cultural. Mediante este fondo se han financiado, en diez aos de funcionamiento, 5.199 proyectos por un monto de $19.690.000.000. Estas asignaciones son realizadas por un jurado independiente de expertos, absolutamente autnomos en sus decisiones. Un dato parcial pero extraordinariamente elocuente respecto de la importancia de este fondo en el fomento de la creacin artstica: Durante la dcada de 1980 en Chile se llevaron a cabo 13 proyectos cinematogrficos de largometraje, mientras que entre 1993 y este momento el nmero de producciones cinematogrficas chilenas se eleva a 76. Sin duda que el factor de los fondos concursables no ha sido el nico, pues la eliminacin de la censura y el trmino de las restricciones a la libertad que amenazaban a gran parte de los chilenos en la dcada del 80, tambin constituyen un impulso y un estmulo a la creacin. A continuacin debemos sealar la promulgacin de la Ley de Fomento del Libro y la
Lectura y la creacin del Consejo Nacional del Libro, en el ao 1993, que tambin contempla fondos concursables para proyectos de creacin literaria, de fomento de la lectura, de mejoramiento de la infraestructura bibliotecaria y de habilitacin de bibliotecas pblicas. Esto ha significado un aporte de $1.692.820.000. En el mbito de los aportes privados destinados al arte y la cultura, debe mencionarse la Ley de Fomento a las Donaciones con Fines Culturales, instrumento que, grosso modo, permite a quienes efecten donaciones en este campo, adquirir un crdito equivalente al 50% del monto de la donacin efectuada, el que podrn descontar del pago de sus impuestos. Por ltimo, merece mencin la modificacin a la Ley de Propiedad Intelectual de 1992, que autoriza la creacin de Sociedades de Gestin Colectiva de Derechos de Autor destinadas a la realizacin de las actividades de administracin, proteccin y cobro de los derechos intelectuales.
153
fuerte reduccin de sus ingresos y tambin la proteccin en forma de asistencia mdica y de ayuda a las familias con hijos", es un sistema que tiene un importante desarrollo en nuestro pas y cuya temprana incorporacin en el sistema institucional, explica en gran medida los procesos sociales y polticos de nuestra historia del siglo XX. En efecto, la seguridad social ha sido en Chile y en el mundo, un poderoso instrumento para el cambio social, para la redistribucin de la renta, para la igualdad de oportunidades y, en general, para la construccin de una sociedad ms igualitaria y ms libre, de manera tal que la formacin de una clase media con capacidad de dirigir desde el Estado los procesos polticos y sociales, se explica en la sociedad chilena debido, por una parte, a la existencia de un fuerte impulso al acceso a la Educacin y, por otra, a la introduccin temprana de la seguridad social en amplios sectores de la comunidad. Las primeras leyes sociales en Chile datan de 1924, ocasin en la que se dictaron normas sobre contrato de trabajo, derecho a huelga, sindicalizacin, accidentes del trabajo y tribunales de conciliacin y arbitraje. A continuacin se crearon las cajas de Seguro Obrero y de Previsin de Empleados Particulares. En 1925 se cre la Caja Nacional de Empleados Pblicos y se autoriz a las empresas para formar cajas previsionales para sus propios trabajadores basadas en la capitalizacin individual. Paulatinamente, la cobertura del sistema
de seguridad social se fue ampliando por la va del establecimiento de las asignaciones familiares pagadas a cada persona que dependiera econmicamente del empleado, con la creacin de un programa de atencin mdica preventiva para la totalidad de los trabajadores que gozaran de la proteccin del sistema de seguridad social, y por la creacin de pensiones de sobrevivencia y de mejoras en las pensiones de vejez y de los subsidios por enfermedad. La opinin de expertos seala que existi consenso en los diversos gobiernos de fomentar un sistema redistributivo a favor de los ms pobres, y, de este modo, siempre la seguridad social cont con el significativo aporte del Estado, orientado a financiar a estos sectores. En el ao 1973, el sistema de seguridad social en Chile alcanza su mxima cobertura poblacional, incluyendo al 79% de los chilenos. Este mismo fuerte incremento, tanto en la extensin de los beneficios como en el nmero de pensionados, unido a drsticos cambios en la estructura de edad de la poblacin, provoc a su vez un alza considerable en sus egresos y por tanto un desfinanciamiento del sistema. En relacin a la situacin especfica de los artistas, el ao 1964 se dicta una ley que permiti la incorporacin al sistema de previsin de la Caja de Empleadores Particulares de las personas que desempearan actividades artsticas. De esta manera, quedaron afectos a este rgimen los actores de teatro, cine, radio, televisin, artistas circenses, animadores de marionetas y tteres, artistas
154
de ballet, cantantes y coristas, directores y ejecutantes de orquesta, coregrafos, apuntadores, folcloristas, traspuntes y escengrafos, dramaturgos, libretistas y compositores. La referida Ley 15.478, de 1964 permiti que los trabajadores que desempearan dichas actividades, aun en forma independiente, pudieran incorporarse a la Caja de Empleados Particulares en la medida que su medio de subsistencia fuera la actividad artstica, que desempearan esta actividad en forma remunerada en cada mes calendario y adems, que estuvieran afiliados a un sindicato o asociacin respectiva. Con posterioridad, en 1978, el Decreto Ley 2.200 regul por primera vez un contrato individual de trabajo para los artistas, sin embargo, a poco andar, en 1981, dichas normas fueron derogadas por lo que la actividad laboral de los artistas qued simplemente dentro del esquema del trabajador independiente. Tras la creacin del nuevo sistema de pensiones, que reemplaza al antiguo sistema basado en el reparto, en el cual los trabajadores activos, los empleadores y el Estado financiaban los beneficios de los pensionados, se instaura el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones, de capitalizacin individual y de administracin privada. Esta reforma es parte de un cambio radical que vive la sociedad chilena a partir de ese ao y que se caracteriza por la instalacin de un nuevo modelo econmico y social. El resultado de la evolucin, sucintamente reseada, es que hoy da los trabajadores
del arte y la cultura desarrollan su labor sin contar con un marco mnimo de proteccin social y laboral. En la mayora de los casos estos trabajadores prestan servicios bajo la modalidad de honorarios, pero con una situacin de dependencia y de subordinacin, caractersticas que definen la relacin laboral, encubrindose la verdadera naturaleza de la relacin de modo de eludir las obligaciones que recaen en el empleador en cuanto al salario mnimo, jornada de trabajo, cotizaciones previsionales, vacaciones pagadas y proteccin ante accidentes laborales y enfermedades profesionales. El nmero de trabajadores que labora en nuestro pas en la creacin e interpretacin artstica y en las funciones tcnicas asociadas, es, segn cifras del Ministerio del Trabajo, de aproximadamente 18.000 personas. De este universo, solo un 2% trabaja en condiciones estables y de relativo respeto por las normas laborales y previsionales. Se hace urgente, entonces, que el Estado adopte las medidas de resguardo necesarias, que otorguen coherencia al gran impulso a la creacin artstica y desarrollo cultural de la ltima dcada, logrado por la va de asignacin de recursos y de generacin de condiciones de libertad y de ausencia de censura, pues son los artistas y los trabajadores de la cultura los actores de este proceso y su bienestar est estrechamente ligado al desarrollo de nuestra identidad social y cultural. La sociedad chilena est consciente que
155
debe corregir urgentemente esta situacin, ms an cuando nuestro pas se encuentra ad portas de suscribir importantes Acuerdos de Cooperacin tanto con la Unin Europea como con Estados Unidos, lo que obligar al Estado de Chile a adecuar su legislacin interna a los estndares mnimos de sus socios comerciales, pero fundamentalmente estas adecuaciones deben producirse para dar cumplimiento a la Recomendacin Relativa a la condicin del artista, adoptada por la Conferencia General de Naciones Unidas para la Educacin en 1980 y a lo establecido en la declaracin del MERCOSUR de Montevideo en el ao 2001. Es as como, consecuente con lo anterior, el Ejecutivo ha enviado recientemente al Parlamento un Proyecto de Ley que regula las condiciones de trabajo y contratacin de artistas y tcnicos de espectculos. El contenido de dicho proyecto de ley apunta a definir la calidad de artista y de tcnico de espectculo; establece modalidades bsicas referidas al plazo del contrato de trabajo; impone la obligacin de escriturar el contrato dentro del tercer da desde la incorporacin del trabajador; regula la jornada de trabajo y determina la responsabilidad subsidiaria del dueo de la obra o productor.
Gobierno, segn definicin que ste mismo ha dado. La tarea es en extremo compleja, atendido lo que se ha sealado y debido fundamentalmente a las particularidades que ofrece este colectivo de trabajadores, bsicamente porque el trabajador artista es un trabajador por cuenta ajena especial, que si bien cede los derechos de explotacin de su obra, mantiene los derechos morales sobre su interpretacin. Por otra parte, los mtodos de fijacin o registro de las actividades artsticas, permiten que las obras se comercialicen prescindiendo del artista, lo que genera que ste tenga perodos de contratacin reducidos. Todo esto configura un cuadro de inestabilidad laboral que hace difcil la aplicacin tradicional del derecho laboral, y de las normas de orden previsional. Sin perjuicio del principio de igualdad ante la ley que consagra nuestro ordenamiento jurdico, los trabajadores artistas son un colectivo especial, por lo que debiera establecerse un rgimen legal que reconozca estas particularidades y que refuerce la proteccin de sus derechos laborales y de seguridad social, en la doble dimensin de trabajador y de creador. (El proyecto de ley referido de hecho as lo entiende, e incorpora al Cdigo del Trabajo el "Contrato Especial de Artistas y Tcnicos de Espectculos"). Reforzar la poltica de creacin de fondos para la cultura y la creacin artstica, de
PROPOSICIONES
Estamos seguros que el conjunto de medidas que adopta la autoridad respecto de una actualizacin y mejoramiento de la condicin social del artista, es la ratificacin del propsito de hacer de la cultura el eje del
156
manera de permitir la creacin, especialmente, de artistas jvenes y de fomentar aquellas propuestas artsticas innovadoras. Adems de los fondos de fomento existentes ya referidos, estn en tramitacin proyectos de ley de fomento de la msica y el cine. El Estado puede y debe incrementar la inversin en bienes y servicios culturales, medida que lgicamente har aumentar la demanda de stos y mejorar las condiciones de empleo entre los artistas.
Fortalecer la proteccin jurdica del derecho de autor, mejorando los mecanismos legales para la efectiva observancia de los tratados suscritos por Chile en esta materia. Es necesario que la normativa laboral especial que se cree respecto del sector, vaya acompaada de una poltica de fiscalizacin eficaz de los derechos all comprometidos.
157
ANTECEDENTES
Hasta finales del siglo XIX, las prestaciones de los artistas se caracterizaban por ser efmeras, es decir, desaparecan inmediatamente despus de haber sido presentadas ante una audiencia. El pblico apreciaba tales actuaciones gracias a la presencia fsica del artista intrprete, pero los inventos de la fonografa, del cinematgrafo, la radiofona, permiten por primera vez la fijacin de las interpretaciones en un soporte y su comunicacin a distancia, sustituyendo la actuacin personal del artista. Estos fenmenos sociales y culturales, ocasionados por los avances tecnolgicos mencionados, causaron entonces grandes aprehensiones a los artistas, que fueron consistentes con situaciones de creciente convulsin para la actividad laboral de los artistas intrpretes y ejecutantes. Como seala Villalba y Lipszyc , segn una estadstica realizada en Viena en 1937, el 90% los msicos profesionales se encontraban sin empleo. El fongrafo y la radiofona haban desplazado a la ejecucin en vivo. Slo en 1961 pudo celebrarse la conferencia
1 1
de Roma, que tendra como resultado una Convencin que consagrara por primera vez en el plano internacional, derechos intelectuales de los artistas, intrpretes y ejecutantes, a fin de establecer un marco regulatorio que concediera derechos a los artistas e intrpretes por la utilizacin de sus interpretaciones fijadas en soportes. Los artistas tuvieron que esperar ms de medio siglo para alcanzar esa Convencin, cuyo largo trayecto se haba iniciado en 1903, cuando la Asociacin Literaria y Artstica Internacional, en su congreso de Weimar, manifest la necesidad de instituir una proteccin para los artistas, para protegerles de las invenciones tcnicas que haban revolucionado el mundo del arte. En medio de los dos grandes conflictos blicos mundiales, los artistas desarrollaron una gran campaa en diversos foros e instancias internacionales, particularmente a travs de la OIT, como es el caso de la Conferencia Internacional del Trabajo, de 1940, donde se planteaba expresamente la necesidad de abordar una proteccin del derecho de los artistas en el mbito de la radiodifusin y la reproduccin de los sonidos.
C.Villalba y D. Lipszyc. Derechos de los Artistas, Intrpretes o Ejecutantes, Productores de Fonogramas y Organismos de Radiodifusin. Vctor P. de Zavalaia. 1976.
158
En el espacio del derecho autor, tambin se discuta acerca de la posibilidad de conceder una forma de proteccin a los artistas intrpretes, en "conexin" con el Convenio de Berna, como de hecho se trat en la Conferencia de Roma de 1928, que tuvo por objeto 2 revisar el Convenio de Berna . Durante una reunin de expertos de OIT, celebrada en 1956, se elabora un proyecto con la finalidad de establecer una proteccin "de los artistas, intrpretes y ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusin". A su vez, UNESCO y la Oficina Internacional de Berna, llevaron adelante trabajos paralelos destinados a conceder una proteccin de estos nuevos derechos llamados "vecinos" del derecho de autor. La Conferencia Diplomtica se celebrar finalmente en Roma en 1961, como hemos sealado, acogiendo parcialmente las demandas de los artistas intrpretes. La Convencin de Roma, ser complementada el ao 1996, con el llamado Nuevo Tratado OMPI, sobre Interpretacin y Ejecucin de Fonogramas, cuyo propsito, segn se expresa en su prembulo, es desarrollar y mantener la proteccin de artistas intrpretes o ejecutantes (y los productores de fonogramas) de la manera ms eficaz y uniforme posible, especialmente teniendo en cuenta el impacto de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin en la creacin y utilizacin de las obras intelectuales,
2
159
musicales interpretadas, y los radiodifusores sobre las emisiones de sus programas. Por ello sealamos que esta definicin de derechos "conexos" o "vecinos" no es adecuada y deber evolucionar hacia una distincin particular de las prerrogativas del intrprete.
De esta forma, la expresin "conexos" es evocadora de la presencia en ellos de rasgos muy parecidos al derecho de autor y, por otra, confirma la existencia de caracteres diferenciadores que hacen de stos un nuevo instituto jurdico. La denominacin "derechos conexos" fue originalmente adoptada por la Ley italiana de 1941, en cuyo Ttulo II se establecen las "Disposiciones sobre los Derechos Conexos al Ejercicio del Derecho de Autor", regulndose, junto a los que hoy se consideran titulares de estos derechos, otras facultades ms prximas o conexas al derecho de autor. En el mbito internacional, el principal instrumento es la aludida "Convencin Internacional sobre la Proteccin de los Artistas Intrpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusin", de octubre de 1961, conocida como la "Convencin de Roma". A ella cabe agregar la Decisin N 351 de 1993, que establece el "Rgimen Comn sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos" para los pases del Pacto Andino, y el artculo 14 del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) suscrito en Marrakech en abril de 1994. Las innovaciones tcnicas en el campo de las comunicaciones han exigido la revisin de estas normativas internacionales, para extender la proteccin de los derechos intelectuales a nuevas formas de explotacin de las prestaciones de artistas intrpretes y ejecutantes, y productores de fonogramas, tales como las derivadas de las comunicaciones satelitales, las transmisiones digitales, y otras.
160
La Conferencia Diplomtica convocada por la Organizacin Mundial de la Propiedad Intelectual, OMPI, en diciembre de 1996, ha adoptado precisamente un nuevo "Tratado Internacional sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas", llamado tambin Tratado Internet, para la proteccin de interpretaciones y fonogramas. A este Tratado referiremos, principalmente, nuestros comentarios, ya que en l se encuentra el ms alto nivel de proteccin de los artistas intrpretes o ejecutantes, en el mbito internacional, por sobre los mnimos establecidos en la Convencin de Roma, de 1961, a la que tambin haremos referencia, junto a algunas legislaciones latinoamericanas, a fin de ilustrar esta presentacin.
161
constituye un impedimento por los Estados, no slo por cuanto el nuevo Tratado sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas deja intacta las disposiciones de la Convencin de Roma, de acuerdo a lo dispuesto en el artculo 1.1, si no adems porque ello no est en contra de las obligaciones que impone el nuevo instrumento de proteccin a sus Estados miembros. A modo de ejemplo, la Ley del Per entrega en su artculo 2.2. la siguiente definicin de artista intrprete o ejecutante: "Persona que representa, canta, lee, interpreta o ejecuta en cualquier forma una obra literaria o artstica o una expresin del folclore, as como el artista de variedad y de circo". Como puede observarse, esta norma incorpora dentro de la categora de titulares de los derechos conexos a artistas no vinculados a la difusin de una obra intelectual, como es el caso de las actuaciones circenses y de variedades. Asimismo, la norma hace extensiva su proteccin a aquellos intrpretes que representan o ejecutan "expresiones del folclore", concepto ms amplio que el de obra no protegida, pues incorpora adems otras manifestaciones del acervo popular que no alcanzan a la categora de creaciones intelectuales protegibles. Este criterio tambin es adoptado por la ley de Ecuador y, por primera vez en el mbito internacional, por el Nuevo Tratado sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas (art. 2.a). Sin embargo, los grandes ausentes en esta
proteccin siguen siendo, tanto en el plano nacional como internacional, los artistas intrpretes o ejecutantes de interpretaciones o ejecuciones "audiovisuales", quienes han vuelto a quedar fuera del nuevo Tratado de la OMPI. En este aspecto, se acord por las Delegaciones que participaron en la Conferencia, una Recomendacin en la cual se propone llevar a cabo trabajos preparatorios para un protocolo al Tratado de la OMPI sobre Interpretaciones o Ejecuciones y Fonogramas, respecto de las interpretaciones o ejecuciones audiovisuales; sin embargo, hasta ahora no hay avances significativos en esta materia. Esta desproteccin de los artistas de audiovisuales, en consecuencia, se mantiene inalterable desde los trabajos preparatorios de la Convencin de Roma (Proyectos de Mnaco y La Haya de 1957 y 1960, respectivamente), que concluyera en la adopcin del actual artculo 19 de la Convencin, segn el cual: "No obstante cualquiera otras disposiciones de la presente Convencin, una vez que un artista intrprete o ejecutante haya consentido en que se incorpore su actuacin en una fijacin visual o audiovisual, dejar de ser aplicable el artculo 7". Lo anterior quiere decir que a partir del momento en que el artista consiente en esa fijacin audiovisual, deja de estar protegido contra cualquiera utilizacin de sus prestaciones artsticas incorporadas al soporte visual o audiovisual. No obstante, las leyes nacionales pueden conceder una proteccin superior, como ocurre en el caso de Chile (arts. 65, 66 LPI).
162
Finalmente, tal como se desprende de las definiciones analizadas, la tutela del artista no se encuentra sujeta o subordinada a ningn criterio de originalidad o individualidad, dado que el objeto protegido por los derechos conexos no constituye una obra intelectual, sino slo la prestacin personal de un artista, esto es, la actividad artstica propiamente tal que puede consistir en la representacin o ejecucin de una obra intelectual o en la representacin o ejecucin de una expresin del folclore, y en algunas legislaciones, en la representacin o ejecucin de un nmero de variedad o circense. Por otra parte, el goce y el ejercicio de los derechos previstos en favor de los artistas intrpretes y ejecutantes, como indica el artculo 20 del nuevo Tratado de la OMPI, no exige el cumplimiento de formalidades, esto es, no se encuentran subordinados a ninguna formalidad para su existencia o ejercicio. Dicho principio tambin informa los derechos reconocidos por la Decisin Andina, la que expresamente dispone en su artculo 52, que en los pases que poseen un registro nacional de la propiedad intelectual, "La omisin del registro no impide el goce o el ejercicio de los derechos reconocidos en la presente Decisin".
En tal situacin an se encuentra la legislacin chilena que slo consagra en favor de los artistas intrpretes y ejecutantes, derechos para permitir o prohibir la reproduccin y difusin de sus producciones y "percibir una remuneracin por el uso pblico de las mismas". Sin embargo, una parte importante de la doctrina y un creciente nmero de leyes nacionales conceden a los artistas intrpretes o ejecutantes, en forma anloga al derecho de autor, dos rdenes de prerrogativas: unas personales, denominadas "derechos morales" y otras de exclusiva naturaleza patrimonial o econmica. Tal es el caso de las leyes de Bolivia, (art. 53), Colombia (arts. 30 y 171), Ecuador (art. 142. d), Per (art. 131) y Venezuela (art. 92). En el mbito internacional el primer instrumento que reconoce derechos morales de artista intrprete o ejecutante, es la Decisin N 351 de los pases del Pacto Andino, cuyo artculo 11 expresamente seala: "Adems de los derechos reconocidos en el artculo anterior (derechos patrimoniales), los artistas intrpretes tienen el derecho de: a) Exigir que su nombre figure o est asociado a cada interpretacin o ejecucin que se realiza; y, b) Oponerse a toda deformacin, mutilacin o cualquier otro atentado sobre su interpretacin o ejecucin que pueda lesionar su prestigio o reputacin. Una posicin similar se adopta en el nuevo Tratado de la OMPI sobre Interpretacin y Ejecucin y Fonogramas, cuyo artculo 5, siguiendo el modelo del Convenio de Berna,
A) DERECHOS MORALES
Siguiendo la doctrina impulsada por la Convencin de Roma, originalmente las disposiciones nacionales concedan limitados derechos de explotacin a los artistas para controlar el uso de sus interpretaciones o ejecuciones.
163
prev el establecimiento de dos derechos personales e intransmisibles: a) el derecho al nombre, que consiste en la facultad del artista intrprete o ejecutante de reivindicar ser identificado como tal respecto de sus interpretaciones o ejecuciones, y b) el derecho a oponerse a cualquier deformacin, mutilacin u otra modificacin de sus interpretaciones o ejecuciones que cause perjuicio a su reputacin. La actividad artstica, generalmente colectiva de los ejecutantes lleva a algunas legislaciones a negar a stos la posibilidad de reivindicar su identidad con la interpretacin e impedir atentados a su aportacin artstica, aun cuando ello le podra causar igualmente un perjuicio a su reputacin. En cuanto al derecho a la integridad de la interpretacin o ejecucin, el nuevo Tratado de la OMPI (art. 5.1) adopta una redaccin similar a la existente en el Convenio de Berna (art. 6.1), en su versin correspondiente al Acta de Roma, en cuanto limita la extensin de su tutela respecto de aquellos atentados que se manifiestan slo como una deformacin, mutilacin o modificacin de la interpretacin o ejecucin y siempre en la medida que stas causen al artista intrprete o ejecutante un perjuicio a su reputacin. Esto ltimo determina que sern los tribunales los que deban declarar cundo un atentado a la integridad de una interpretacin es perjudicial a la reputacin del artista, y cundo no lo es. Por ltimo, en el nuevo instrumento, los
derechos morales de los artistas intrpretes y ejecutantes, se conceden por toda la vida de su titular y sern mantenidos despus de su muerte, por lo menos hasta la extincin de sus derechos patrimoniales, y ejercidos, en este ltimo caso, por las personas o instituciones autorizadas por la legislacin nacional. Disposicin que con leves variantes se reproduce en las leyes de los pases del Pacto Andino, salvo en el caso de Bolivia (art. 53), que si bien duran toda la vida del artista, despus de su fallecimiento perduran slo 20 aos, y Ecuador, que conforme lo dispuesto en el artculo 146, su duracin ser de slo 25 aos a partir de la fijacin de la interpretacin o ejecucin, esto es, el mismo plazo aplicado a las facultades econmicas.
B) DERECHOS PATRIMONIALES
Un desarrollo similar al de los derechos morales, han tenido tambin los derechos patrimoniales de los artistas, que ya no se tratan como una simple facultad de prohibir, tal como se prev en la Convencin de Roma, estableciendo derechamente la concesin de derechos exclusivos de explotacin de sus producciones artsticas. En efecto, ya son muchas las legislaciones nacionales que han abandonado el sistema de derechos mnimos establecido en el artculo 7 de la Convencin de Roma, para conceder a los artistas intrpretes y ejecutantes no slo la posibilidad de oponerse ante el uso no autorizado de sus prestaciones artsticas, sino reconociendo expresamente el derecho de autorizar en forma previa tales explotaciones.
164
El Tratado de la OMPI sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas, consagra en favor de los artistas intrpretes o ejecutantes, seis clases de derechos exclusivos y un derecho de remuneracin. Al respecto, cabe sealar que el nuevo Tratado de la OMPI mantiene la doctrina impuesta por la Convencin de Roma de conceder, no un derecho exclusivo genrico de explotacin, sino consagrar ciertos y determinados derechos con sujecin al sistema de numerus clausus. El nuevo Tratado reconoce a los artistas los siguientes derechos exclusivos: Sobre sus interpretaciones o ejecuciones no fijadas: a) el derecho de autorizar su radiodifusin y su comunicacin al pblico (art. 6.i.) b) el derecho de autorizar su fijacin (art. 6.ii) Sobre sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas: a) el derecho de autorizar su reproduccin directa o indirecta, por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma (art. 7) b) el derecho de autorizar la distribucin al pblico del original y de los ejemplares de sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, mediante venta u otra transferencia de propiedad (art. 8) c) el derecho de autorizar su alquiler comercial al pblico en los trminos que establezcan las leyes nacionales (art. 9)
d) el derecho de autorizar su puesta a disposicin del pblico, ya sea por hilo o por medios inalmbricos de tal manera que los miembros del pblico puedan tener acceso a las interpretaciones y ejecuciones fijadas en fonogramas, desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija (art. 10) Por otra parte, el Tratado consagra (art. 15) el derecho de remuneracin equitativa de los artistas intrpretes o ejecutantes y los productores de fonogramas, por la radiodifusin y comunicacin al pblico de fonogramas comerciales, con ligeras variantes con respecto a la Convencin de Roma.
165
admite como excepcin los casos en que la interpretacin o ejecucin "constituya por s misma una ejecucin o interpretacin radiodifundida". Igualmente resulta ms amplia la proteccin del nuevo instrumento, en relacin a la proteccin dispensada por la Convencin de Roma, al quedar comprendidas dentro de los conceptos radiodifusin y comunicacin al pblico nuevas explotaciones, conforme se desprende de la lectura de las definiciones dadas en el artculo 2 que seala: e) "radiodifusin", la transmisin inalmbrica de sonidos o de imgenes y sonidos o de las representaciones de stos, para su recepcin por el pblico; dicha transmisin por satlite tambin es una "radiodifusin"; la transmisin de seales codificadas ser "radiodifusin" cuando los medios de decodificacin sean ofrecidos al pblico por el organismo de radiodifusin o con su consentimiento; f) "comunicacin al pblico" de una interpretacin o ejecucin (...), la transmisin al pblico, por cualquier medio que no sea la radiodifusin, de sonidos de una interpretacin o ejecucin ...". En primer trmino, el concepto de radiodifusin se modifica bsicamente para adaptarlo al entorno digital, e incorporar la transmisin por satlites y de seales codificadas. En segundo lugar, se agrega una definicin de comunicacin al pblico que la Convencin de Roma no contiene. Esta definicin, si bien excluye las transmisiones inalmbricas
para recepcin del pblico (radiodifusin), s abarca cualquier transmisin por hilo de una interpretacin o ejecucin real, cuando el publico no est presente en el lugar en el que se realiza la interpretacin o ejecucin. Tambin comprende todas las retransmisiones por hilo originadas en cable y cualquier otra transmisin "original" por red de comunicaciones de interpretaciones, o ejecuciones en directo.
166
interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma". Esta disposicin implica un mejor nivel de proteccin con respecto de la Convencin de Roma, ya que se sustituye "la facultad de impedir", por un "derecho exclusivo" establecido en trminos claros y sin condiciones. Uno de los elementos ms significativos de la disposicin se refiere a la circunstancia que alude expresamente a "la reproduccin directa o indirecta", con lo cual queda claro que el derecho exclusivo no se ver disminuido por el hecho que el lugar donde se realice la copia est distante del lugar en que se verifica la interpretacin o ejecucin original. En este sentido, cualquier forma de copia remota que sea posible por una red de comunicacin queda comprendida dentro del mbito de este derecho, al igual que la grabacin de una radiodifusin o de una transmisin por hilo. Otro elemento de la disposicin es que el derecho incluye la reproduccin "por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma", con lo cual queda de manifiesto la amplitud de la norma, de tal suerte que son actos de reproduccin situaciones tales como el almacenamiento de una interpretacin o ejecucin fijada en cualquier soporte electrnico, o la carga o descarga de una interpretacin o ejecucin fijada de o hacia la memoria de un computador, o la digitalizacin, esto es, la transferencia de una ejecucin fijada e incorporada en un soporte analgico hacia uno digital.
Claro est que el derecho de reproduccin se aplica nicamente a las interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, no as la incorporada a otros soportes, esto es, en obras cinematogrficas o audiovisuales. Este derecho de reproduccin amplio lo encontramos, en iguales trminos, consagrado en las leyes de los pases del rea andina y en la propia normativa comn. Sin embargo, es til apuntar que es necesario que exista una interpretacin lo ms uniforme posible en cuanto a la amplitud del derecho de reproduccin, especialmente en orden a garantizar el funcionamiento del sistema de proteccin en un futuro digital. No hay que olvidar que el desarrollo tecnolgico ha tenido un gran impacto sobre los medios que pueden utilizarse para la reproduccin.
167
despus de la primera venta u otra transferencia de propiedad del original, o de un ejemplar de la interpretacin o ejecucin fijada con autorizacin del artista intrprete o ejecutante". En efecto, tanto el prstamo pblico como el alquiler quedan fuera del mbito de esta disposicin ya que no implican venta o transferencia de titularidad. Es ms, el alquiler se considera en el nuevo Tratado como una cuestin separada al derecho de distribucin en el art. 9. A su vez, este derecho mnimo de distribucin se aplica nicamente a las interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, y no todas las interpretaciones o ejecuciones fijadas, cualquiera sea el tipo de soporte. Adems, la disposicin no hace mencin en forma especfica al derecho de importacin. En este sentido, el derecho de distribucin consagrado se refiere nica y exclusivamente a la utilizacin econmica de las interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas mediante su puesta a disposicin del pblico, ya sea del original o de un ejemplar de la interpretacin fijada, por va de la venta u otras formas de transferencia de la titularidad. De acuerdo a ello, el artista tiene el derecho a determinar si el o los soportes materiales a los que se ha incorporado su interpretacin, o ejecucin, deben de circular, o no, en el comercio y, en caso positivo, cules han de ser las condiciones de dicha circulacin, entre ellas, la ms importante, el mbito territorial en el que ha de efectuarse dicha circulacin.
De esta forma, la mayor o menor amplitud que pueda tener la norma depender, exclusivamente, del concepto que los Estados partes adopten del agotamiento del derecho con posterioridad a la primera venta de una copia de una interpretacin fijada, en virtud de lo dispuesto en el prrafo 2) del artculo 8. En efecto, conforme al texto del Tratado, que sigue el mismo criterio adoptado por el artculo 6 del Acuerdo sobre los ADPIC, a los Estados partes les corresponde la facultad de determinar las condiciones, si las hubiera, en las que se aplicar el agotamiento del derecho despus de la primera venta. No obstante, hoy existen diferencias de opinin en cuanto a si dicho agotamiento debe ser nacional, regional o global. En la medida que se adopte un concepto ms limitado que el agotamiento internacional (nacional o regional), se estara otorgando al artista un mayor nivel de proteccin.
168
de los programas de ordenador a que se refiere su artculo 11. El artculo 9 del nuevo Tratado Internacional prev para los artistas intrpretes y ejecutantes "el derecho exclusivo de autorizar el alquiler comercial al pblico del original y de los ejemplares de sus interpretaciones, o ejecuciones fijadas en fonogramas, tal como establezca la legislacin nacional de las Partes Contratantes, incluso despus de su distribucin realizada por el artista intrprete o ejecutante o con su autorizacin". En primer trmino la disposicin se aplica nicamente a las interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, con lo cual quedan excluidas de esta facultad las fijadas en otros soportes. Sin embargo, conforme lo dispuesto en el artculo 9, los artista intrpretes y ejecutantes no se beneficiaran de un derecho de alquiler "estable y seguro", ya que esta disposicin, siguiendo de cerca los criterios del Acuerdo sobre los ADPIC (art. 14.4), no se consagra como un derecho mnimo sino que slo se concede si la legislacin del Estado en que se solicita proteccin as lo establezca. Esto es su consagracin a nivel nacional y slo depende de la voluntad de los Estados Partes, que como en el caso de los pases que nos preocupan, estn llamados a pronunciarse al respecto. Por otra parte, el prrafo 2) del artculo 9 del nuevo instrumento permite a los Estados que al 15 de abril de 1994 tenan y continan teniendo vigente "un sistema de remuneracin equitativa para los artistas intrpretes
o ejecutantes por el alquiler de ejemplares de sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas" puedan no aplicar el derecho exclusivo de alquiler conservar el sistema de remuneracin equitativa "a condicin de que el alquiler comercial de fonogramas no d lugar a un menoscabo considerable de los derechos de reproduccin exclusivos de los artistas intrpretes o ejecutantes". Esta clusula no es ms que la repeticin de los trminos con que se haya consagrado el derecho de alquiler en los Acuerdos sobre los ADPIC. En este sentido, slo los productores de fonogramas gozarn de un derecho de alquiler seguro y definitivo, dado que a los autores tampoco se les est reconocido un derecho exclusivo sin limitaciones de ninguna naturaleza, conforme se desprende del artculo 7 del nuevo Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor.
169
interpretaciones o ejecuciones fijadas, por hilo o por medios inalmbricos. Con lo cual se deja en claro la distincin entre la distribucin de las copias de interpretaciones o ejecuciones fijadas en forma fsica y tangible, que queda cubierta por el derecho de distribucin antes analizado, y la puesta a disposicin de las interpretaciones o ejecuciones fijadas mediante transmisin. A su vez, el derecho de poner a disposicin est limitado a las situaciones en las que los miembros del pblico puedan tener acceso a las interpretaciones o ejecuciones fijadas desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija. En este sentido, la disponibilidad se basa en la interactividad y en el acceso, previa solicitud. Este nuevo derecho, como se dej constancia en la Propuesta Bsica presentada a la Asamblea Diplomtica que le dio aprobacin, est destinado a operar como la regla bsica para el funcionamiento adecuado del mercado electrnico, al tener presente que las tiendas electrnicas, o digitales, sustituirn en alguna medida, an no predecible, las fabricas y tiendas de soportes, permitiendo mediante una base de datos abierta al pblico la entrega directa de producciones musicales a travs de las redes de comunicaciones. El empleo de las expresiones "puedan tener acceso" y "desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija", cubre claramente todas las situaciones que resulten interactivas. Sin embargo, hay otros sistemas y servicios que si bien permiten el acceso a interpretaciones
o ejecuciones fijadas ofrecidas al pblico, dicho acceso no es plenamente interactivo, esto es, desde la perspectiva del pblico estos servicios son "casi interactivos", cuya nica diferencia est dada por el tiempo de acceso que se requiere para ello, el cual, conforme aumenten las capacidades tcnicas de almacenamiento y de comunicacin, tendern a desarrollarse en mejor forma. En este sentido, el derecho de disposicin consagrado en el artculo 10 del nuevo instrumento, abarca no tan slo las formas de acceso propiamente interactivas, sino tambin estos otros servicios que tienen un efecto similar, ya que a travs de ellos el pblico, igualmente, puede tener acceso a las interpretaciones o ejecuciones fijadas, desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija. Por ltimo, cabe sealar que el derecho de puesta a disposicin no debe confundirse con el derecho a autorizar la reproduccin, cuando sta es realizada a nivel de almacenamiento a ttulo permanente, o de reproducciones efmeras que permitan la comunicacin de la obra o faciliten su acceso, o incluso de reproducciones efectuadas por el demandante de las fijaciones o ejecuciones transmitidas.
GESTIN COLECTIVA
Los derechos de los artistas intrpretes y ejecutantes han tenido una fuerte evolucin en la ltima dcada, ampliando el estatuto de sus derechos en el mbito de las Convenciones Internacionales, encontrando acogida en
170
un gran nmero de legislaciones, en particular, en toda Amrica Latina. Sin embargo, la aplicacin efectiva de las disposiciones consagradas en favor de los intrpretes, requieren para su ejercicio nuevas frmulas de desarrollo, las que se encuentran en la gestin colectiva de derechos. Los artistas deben organizarse y establecer mtodos de gestin y control de sus prestaciones y son, precisamente, las sociedades de gestin colectiva las que permiten favorecer una va hacia esos objetivos. Este ambiente cargado de complejidades se dificulta an ms por la persistente presin hacia los artistas de hacer cesin total de sus derechos, sea en sus vnculos contractuales o bien, derechamente, en presunciones de cesin de carcter legal. Ser motivo de particular inters para los artistas y sus organizaciones asumir posiciones claras y contundentes, al momento de la negociacin de acuerdos internacionales
como el ALCA, donde los derechos intelectuales tienen importancia capital en las negociaciones. Para ello, deben establecerse marcos de cooperacin entre las organizaciones de artistas, y entre stas y los colectivos de autores, a fin de que puedan establecer propuestas comunes que favorezcan el reconocimiento de sus derechos y se afirme la permanencia de las prerrogativas en los titulares originarios de los derechos, fundamento primordial de la naturaleza jurdica de los derechos intelectuales. En el mbito regional la FILAIE (Federacin Ibero Latinoamericana de Artistas Intrpretes y Ejecutantes) contribuye a estos esfuerzos, con el propsito de establecer una red de organizaciones de artistas e intrpretes que puedan asumir los desafos que impone un medio cada vez ms complejo, para que los artistas puedan efectivamente ejercer sus derechos y controlar las utilizaciones de sus prestaciones.
171
CHILE - 2002 UNA MIRADA EN TORNO AL ARTISTA, SUS DERECHOS Y SU LUGAR EN LA SOCIEDAD
Por Paulina Soto, Luis Campos Investigadores de la Unidad de Estudios, Divisin de Cultura
Instalarnos en la reflexin en torno a los Derechos Sociales de los Artistas, sin duda constituye una interpelacin al propio sustento tico que nos moviliza como ciudadanos. Sobre todo en tiempos en que se reconoce la centralidad y trascendencia de la actividad cultural en cuanto prctica a travs de la cual, se escribe la historia de los pueblos. En nuestro caso, el desafo no es menor. Implica un esfuerzo de observacin y reflexin hecho con el mximo de rigor, a la vez que con gran transparencia y humildad, pues se trata de un terreno por el que no hemos caminado o, al menos, no lo suficiente.
De acuerdo a esa experiencia, reconocemos como imprescindible identificar cul es el contexto en que nos situamos. Por ello haramos bien en decir que el escenario actual se caracteriza, al menos en parte, por la instalacin de una nueva concepcin de la totalidad del mundo, as como tambin por la de una nueva "concepcin productiva" (concepcin econmica y de productividad), donde los conceptos de movilidad y adaptabilidad pasan a ser centrales, asignndose una importancia nunca antes vista a la informacin, el manejo de smbolos y a la innovacin, entre otras. Las transformaciones de estos tiempos nos ponen sobre un escenario multiforme y cambiante, donde la actividad cultural se ve completamente afectada, asumiendo, para el caso de sociedades como las nuestras, entre otros, los siguientes rasgos: I. Grados de conectividad variables que, en el marco de la globalizacin de las comunicaciones, determinan el nivel de apertura y/o mixtura que se expresa en las propuestas (artsticas y culturales) locales. II. Presencia simultnea de diferentes procesos de produccin, donde las nuevas tecnologas modifican y complejizan la
172
nocin de creacin y, a la vez, conviven con estadios de desarrollo tecnolgico artesanales. III. Produccin cultural determinada por los mltiples y diversos tipos de informacin que utilizan sus creadores y por los no menos dinmicos y complejos, modos de aprendizajes que subyacen a ella. En tales condiciones, identificar a nuestro sujeto se hace un tanto escabroso, pues, en este "rubro", no se modifica el escenario sin que se produzcan cambios en sus actores. Y viceversa. No obstante, preguntarse por "los derechos sociales (proteccin social) de los artistas" supone reflexionar acerca de quin o quines son aquellos que se ha denominado de esta forma: preguntarse quin es el o la artista.
determinado entramado institucional particular y diferente, situacin que redunda en que, si bien el trabajo artstico presenta un grado de similitud con otras formas de trabajo, posee una especificidad debida entre otras a las caractersticas particulares de la obra o servicio que genera. Situados en ese contexto global que mencionbamos anteriormente, en el que se reconoce como atributos particulares y distintivos, entre otros, el aumento radical de la importancia asignada a la informacin y al conocimiento, a la "manipulacin de smbolos" y, quiz, fundamentalmente, al desarrollo de la creatividad y la innovacin, conviene recordar que stas no son sino actividades que, a partir del siglo XIX, son consideradas, con enunciaciones ms o menos similares, propias de la actividad artstica. Vale decir, la actividad artstica ha presentado las caractersticas que con mayor apetencia se demanda al trabajo en el marco del "paradigma informacional", con anterioridad a su propia instauracin. No obstante la claridad existente a este respecto, identificar quines son los sujetos que desarrollan la actividad artstica sigue siendo una tarea bastante compleja, especialmente debido a la transformacin que ha sufrido la nocin de creatividad, como ya se mencion. Concentrndonos en los anlisis y revisiones efectuadas en otras latitudes, y prestando atencin slo a una de las partes del proceso de generacin de una obra de arte o servicio artstico, cual es la de creacin, la
Derechos Sociales de los Artistas
2. EL CONCEPTO DE ARTISTA
El asunto es complejo y se ha abordado de variadas formas, por lo que definiciones de artista podran entregarse varias. Sin embargo, es posible plantear, en general, que lo que define la condicin de artista es el ejercicio de una determinada prctica o actividad socialmente considerada como arte. Vale decir, el problema, en definitiva es la definicin o concepcin de arte existente en una sociedad histrica determinada, pues es a partir de ella que se establecer quin forma parte de la categora y quin no: de esta manera la definicin de arte y de artista es un producto socio-histrico. En el transcurso de la historia, la prctica artstica se ha ido instalando en un
173
experiencia internacional habla de una multiplicidad de actores y procesos. Considerando los casos de Canad, y su "Encuesta sobre la Fuerza Laboral en Cultura", Australia y su "Clasificacin del Empleo en Cultura", Finlandia y su "Clasificacin de Empleo Cultural", es posible visualizar que existe una gran variedad de trabajos dentro del mbito de la creacin, incluyendo actividades que, tradicionalmente no son consideradas, como es el caso de diseadores, arquitectos y artistas callejeros; as como a tcnicos de apoyo, profesores de distintas actividades artsticas y artesanos en diversas especialidades. Atendiendo tambin a la compleja realidad del nuevo contexto, distintas "arquitecturas legales" han acogido definiciones de lo que se entender por trabajador cultural. Entre ellas, hemos consultado la Convencin de Roma de 1961 y la Conferencia General de la UNESCO, reunida en Belgrado en 1980, en un nivel indicativo para las distintas naciones; como tambin la legislacin peruana (artculo 3 del Decreto Ley N 19479), la Ley General de Cultura (artculo 27); la Ley 5988 de 1973 de Brasil; la Ley 6638 de Costa Rica; la Ley de Derecho de Autor del Ecuador (Decreto 610, de 1976), entre otras de normativas de carcter nacional. Haciendo eco de los planteamientos anteriores, la Cartografa Cultural de Chile, ha definido actor cultural como "Las personas o agrupaciones quien (es), a travs de su labor, contribuyen a la creacin o reproduccin de obras o prcticas culturales; las
personascuya actividad forma parte de la distribucin, exhibicin o comercializacin de obras o prcticas culturales y las personas... cuya labor... ayuda a mantener vigente alguna tradicin cultural o patrimonial". Lo interesante, sin embargo, no se encuentra en la precisin de la definicin construida ni en su nivel de perfectibilidad sin duda importante, sino, ms bien, en que cumpliendo con estos requisitos de inscripcin, los sujetos registrados en el Directorio, tienen un quehacer mucho ms vinculado a prcticas y manifestaciones artesanales e informales que a prcticas especializadas dentro de las industrias cultural y del arte, como se suele plantear. Es decir, llevan a cabo una prctica caracterizada por un bajo nivel de formalizacin, de baja densidad institucional y organizacional y, por tanto, en gran medida "invisible" para el ojo que busca encontrar el arte y la actividad cultural a partir de criterios legales o econmicos de alta rigidez informativa. De lo que se desprende que, en la realidad, la gran mayora de los trabajadores culturales de nuestro pas llevan a cabo una prctica multiforme, muchas veces caracterizada por el rebusque, respecto de la cual no siempre es fcil tomar nota, ni menos, dimensionarla con exactitud. Saber esto nos ha llevado, en tanto Unidad de Estudios, a apostar por una definicin amplia que favorezca una delimitacin ms "comprensiva" de los trabajadores culturales, abierta a captar nuevas dinmicas y transformaciones.
174
de las formas de proteccin que a lo largo de dcadas se fueron construyendo, progresivamente, tras el propsito de brindar a los sujetos los medios materiales y simblicos necesarios para su subsistencia y, en el ideal, su realizacin. Esta es la inspiracin de los derechos sociales, respecto de los cuales es el Estado el responsable de su resguardo y aplicacin prctica, en tanto protegen necesidades que se considera vitales para la subsistencia digna de cualquier ser humano por su condicin de tal. De acuerdo al Instituto de Normalizacin Previsional de Chile (INP, Divisin de Estudios y Proyectos), la seguridad social se orienta por los principios de Universalidad, Integridad o Suficiencia, Solidaridad, Unidad, 2 e Internacionalidad . Sin embargo, han sido estos mismo principios los que en el ltimo tiempo se han visto modificados, permitiendo la instalacin de una filosofa de acuerdo a la cual la seguridad y proteccin social son materia de responsabilidad (responsabilizacin) individual. Se ha efectuado, de esta forma, un giro radical con respecto a la concepcin anteriormente predominante que anima incluso la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre y, que sin duda, nos habla del repliegue del denominado Estado social.
Gmez, M., Isorni, M. y Saber G., Vulnerables: Trabajo y condiciones de vida, Universidad Nacional de Santiago del Estero. En: http://www.geocities.com/trabajoysociedad/MARILIFINAL.htm#_ednref1. Extractado de INP, Factibilidad de ampliacin de la cobertura previsional para grupos vulnerables de la poblacin chilena, Libro 1, Diciembre 1999, p.23-4.
175
encuentra a la cabeza en Amrica Latina , no es solamente el paso de un sistema de proteccin social orientado bajo principios sociales y colectivistas a uno de tipo individualista, cuestin no poco importante. Implica o pone en juego, adems, la propia "existencia y reconocimiento social" de los sujetos; su condicin de miembro de la sociedad. A este respecto, la situacin existente hoy en da en Chile, segn datos de la Divisin de 4 Estudios y Proyectos del INP , son que para el ao 1999, haba un 49,3% de poblacin que se encuentra sin cobertura previsional (no cotizan), un 44,5% estaba afiliado al sistema (privado) de AFP, mientras que el resto se divida entre la pertenencia al INP (4%), las FF.AA. (1,6%), otras (0,3%) y sin 5 datos (0,3%) . Dentro de la poblacin cotizante en el sistema de AFP, la poblacin femenina era de un 35,3%, mientras que la masculina corresponda a un 64,4%, ao 1998.
otras" (en base a la propia autodefinicin de s que hacen los sujetos), obteniendo que un 48,4% de los artistas no est cotizando, situacin que para el caso de los artesanos llega a la cifra de 84,7%. Esta situacin nos hace preguntarnos si acaso, 6 empleando la terminologa de Castel , los trabajadores culturales no tienen "un lugar en la sociedad", si acaso no son miembros de ella. Siguiendo a este autor, podra plantearse que tener un "lugar en la sociedad" significa tener una base y una utilidad social, vale decir, poseer un medio a travs del cual vincularse con la sociedad y asegurar su participacin en la misma (base); y efectuar una actividad encaminada a la satisfaccin de algn inters social utilidad. Entonces es que acaso la actividad de los trabajadores culturales no responde a ningn inters y/o demanda social? Una respuesta afirmativa a esta pregunta resultara, cuando menos, arriesgada. Es necesario considerar que la creacin artstica es, adems de una actividad que provee a la sociedad toda de experiencias estticas y de enriquecimiento del espritu, un proceso a travs del cual se crea y recrea elementos y sustratos simblicos
Ver Ynez, Carlos, Origen de la Seguridad Social en Mxico. La bsqueda de la justicia social. En: http: //www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=30051. Datos trabajados a partir de las fuentes: Ministerio de Planificacin y Cooperacin Nacional (MIDEPLAN), Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), Encuesta de Caracterizacin Socioeconmica (CASEN) e INP. Porcentajes con respecto a la poblacin econmicamente activa ocupada y desocupada. Castel, Robert, La metamorfosis de la cuestin social. Una crnica del salariado. Editorial Paids. Buenos Aires 1997.
176
imprescindibles para su desarrollo; una actividad mediante la cual se producen "dispositivos simblicos" (imgenes, signos, narrativas, etc.) que generan vinculacin afectiva, identificacin; un proceso a travs del cual se actualiza el patrimonio cultural de una sociedad a la vez que se genera nuevo patrimonio; una actividad que fomenta y favorece la reflexividad, ese recurso tan buscado por las sociedades contemporneas. Finalmente, una actividad en la que se juega la identidad. Las caractersticas especficas del producto generado por el trabajo artstico a las que adems de las ya mencionadas se podra aadir que se trata de una creacin nica y original; de valor simblico no funcional; que posee alta densidad informativa y que posee mnima materialidad respecto de su mxima significacin, acentan esta situacin de precariedad debido a las caractersticas especficas del mercado del que participan los 7 trabajadores culturales. A saber : En primer lugar, en cuanto a las formas en que se usa el trabajo, se trata de una actividad cuya duracin es casi por definicin impredecible, que puede ser temporal y/o estacional, que implica un uso del tiempo cotidiano muchas 8 veces distinto al de otras actividades y que, justamente en esas temporadas o estaciones, puede llegar a ser de un alto desgaste. En segundo lugar, respecto de las condiciones de mantencin y reproduccin de ese trabajo,
7
se trata de una actividad cuya recompensa es irregular en el tiempo y que, a pesar de estar en un constante proceso de recalificacin, reinvencin y adaptacin, ello no se traduce o al menos no necesariamente en un aumento en la retribucin, como usualmente ocurre en otros mbitos laborales. De igual forma, difcilmente se puede asegurar la continuidad de las rentas frente a los riesgos de enfermedad, de accidente, de invalidez, y de interrupcin del empleo. En tercer lugar, aun cuando el o los productos que pone en circulacin en el mercado tienen un valor particular intrnseco (vinculacin afectiva, valor simblico, etc.), es tambin una caracterstica propia de ese mercado, como es el ser un mercado donde la transaccin de bienes culturales no es cotidiana, la que dificulta las posibilidades de mantencin y reproduccin del trabajador cultural: inclusive habiendo una oferta diversa, permanente y de alta calidad, ello no se traduce necesariamente en recursos para la sobrevivencia surgidos de la demanda. En este sentido, resulta completamente dificultoso sostener una productividad y circulacin pblica constante, que asegure cierta estabilidad en los ingresos derivados exclusivamente de la creacin, y que, eventualmente, podran solventar el mantenimiento de seguros previsionales y de salud, como lo hacen hoy aquellos trabajadores que se resguardan de forma independiente.
Esta parte de la exposicin se basa parcialmente en los planteamientos de Coutrot, Thomas "Trabajo, empleo, actividad", en Pablo Gentili y Gaudncio Frigotto (Compiladores), La Ciudadana Negada Polticas de exclusin en la educacin y el trabajo. En: www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/libros/educacion/educacion.html. Se habla, generalmente, de "jornadas extendidas" y "jornadas especiales". Derechos Sociales de los Artistas
177
Por ello, en este caso la intervencin del Estado tendra una motivacin que busca equilibrar, o proporcionar oportunidades, a un sector que no puede entrar completamente en la dinmica de intercambios que rige hoy. En el plano del derecho, estos planteamientos son los que, de alguna manera, se han empleado, por ejemplo, en la argumentacin de defensa de la actual legislacin colombiana sobre la materia. Vale decir, es esta valoracin y reconocimiento lo que ha permitido el desarrollo de cuerpos legales adecuados a la condicin especfica del trabajador cultural. En definitiva, no se trata sino de hacer lo que ya se planteaba en la Declaracin de Santiago de Chile de 1942, donde se estableci que: "Cada pas debe crear, mantener y acrecentar el valor intelectual, moral y fsico de sus generaciones activas, preparar el camino a las generaciones venideras y sostener a las gene-raciones eliminadas de la vida productiva. Este es el sentido de la Seguridad Social: una economa autntica y racional de los 9 recursos y valores humanos" . En esta direccin, no es sino un hito fundamental el reciente envo a la Cmara de Diputados del Congreso Nacional, de un Proyecto de Ley (Mensaje N 18-348) cuya finalidad no es otra que regular "las condiciones de trabajo y contratacin" de los trabajadores culturales (artistas y tcnicos de espectculos) en nuestro pas.
9 10
Para el caso de trabajadores culturales, el asunto es aun ms bsico: en su caso, generar estructuras de proteccin social es un paso clave en el proceso de consolidacin de sus derechos (sociales) y en el proceso de darles reconocimiento y existencia social; de reconocer que su trabajo es til y necesario, que es fundamental para la vida en una sociedad diversa y que merece nuestra valoracin. En este sentido, una de las conclusiones del informe del INP es alentadora para el propsito de este encuentro. Dice el documento: "Es factible contribuir a ampliar la cobertura previsional a travs de coordinar con otras instituciones pblicas privadas y gremiales acciones tendientes a organizar a 10 los grupos vulnerables detectados" .
PROPUESTAS
De acuerdo a las dimensiones consideradas a lo largo de esta exposicin, podra sugerirse de modo tentativo, algunas orientaciones generales respecto a las caractersticas y pasos a seguir para desarrollar un adecuado sistema de proteccin social para los trabajadores culturales. En primer lugar, resulta fundamental elaborar una definicin de trabajadores culturales que permita hacer frente a las actuales y futuras dinmicas del campo artstico, de manera de constituir un concepto de alta receptividad a las permanentes trasformaciones que lo afectan.
178
En segundo lugar, es importante considerar la distincin entre los artistas por cuenta propia y los que trabajan de manera estable en las denominadas industrias culturales las que se rigen por criterios y normativas de empresa, y que por ende establecen un vnculo reglado y con mayores niveles de resguardo. Una vez clarificado el fundamento de la necesidad de una regulacin especial para los trabajadores culturales en materia de seguridad social, se hace necesario, en tercer lugar, describir y caracterizar las dinmicas particulares de cada disciplina artsticocultural, puesto que, habindose descrito en trminos generales las condiciones en las que se desarrolla la creacin o actividad creativa desde el punto de vista laboral, es conveniente, luego, identificar los sujetos especficos que estaran afectos a esa regulacin, y ello depende de las dinmicas internas propias de cada sector (que van desde las creaciones de orden ms individual a las ms colectivas;
de las menos industrializadas a las ms industriales, etc.). Finalmente, la necesidad de legislar en torno a la proteccin social de los trabajadores culturales, en los trminos ya sealados (es decir, amplios, puesto que el sector es esencialmente dinmico), nos compele a desarrollar procesos de investigacin especficos, que provean de las descripciones y caracterizaciones de las dinmicas a las que se ve expuesto este tipo de trabajadores. En relacin a este punto, nuestra Unidad de Estudios, con el auspicio del Convenio Andrs Bello (CAB), est prxima a iniciar una investigacin ad hoc, en la que se abordar en detalle los rasgos y procesos especficos que afectan a los trabajadores culturales en nuestro pas, tras el objetivo antes enunciado; tras el propsito de hacer una contribucin al desarrollo de las polticas culturales que Chile necesita.
179
1. REFERENCIAS GENERALES
A fines del ao 2002, la Unidad de Estudios del CNAC se embarc en un proyecto de investigacin cuyo propsito era ofrecer una descripcin y anlisis en profundidad de las caractersticas del trabajo en el sector cultural y de quienes en l se desempean. En razn de ello, durante los meses de marzo y abril del presente ao se aplic una encuesta a un total de 1.039 personas, en las regiones Metropolitana y de la Arau1 cana (635 y 404 casos, respectivamente) , vinculadas a las distintas reas de ejercicio 2 artstico cultural , para obtener informacin relativa a: Caractersticas sociodemogrficas y socioeconmicas Niveles de educacin, calificacin y formas de aprendizaje Caractersticas de las actividades artstico culturales
El universo de individuos encuestados incluye a trabajadores culturales profesionales, remunerados y vocacionales, entendiendo por tales, respectivamente a: I) quienes tienen como nica fuente de ingresos su actividad cultural, es decir "viven de ella" (profesionales); II) quienes tienen a la actividad cultural como "una ms de sus fuentes de ingreso" (remunerados) y; III) quienes la realizan como hobby o pasatiempo y no viven de ella (vocacionales). Los resultados obtenidos en la encuesta a este respecto indican que un 51% de los trabajadores culturales encuestados son 3 "profesionales"; un 26% recibe algn tipo de remuneracin por sus actividades; y slo un 23% es "vocacional". Los anlisis que siguen estn concentrados en la situacin de los trabajadores profesionales
1 2 3
Los datos son representativos a nivel regional, mas no nacional y se utilizan en este documento slo a modo de panormica general. Esas reas corresponden a las de: msica, artes visuales, artes audiovisuales, artes escnicas, danza, literatura, artesanas y gestin y produccin. Ms que hablar de "tipo" debiera hablarse de "cantidad", puesto que se trata de una retribucin monetaria. Se opt por la primera expresin slo para efectos de claridad en la exposicin.
180
y remunerados de cada una de las dos regiones, es decir, en los 263 que responden a esa condicin en la Novena Regin y los 532 que lo hacen en la RM (795 trabajadores culturales en total). La presentacin, por tanto, no tiene pretensiones de representatividad nacional, sino la de ofrecer una panormica aproximada de la realidad del sector, en cuanto a su dimensin laboral, que es la que se ha relevado para efectos de esta publicacin.
al consultarles por los tipos de contrato bajo los cuales desarrollaban su actividad, se obtuvo que lo predominante es trabajar "sin contrato" con un 42,6% de las respuestas. Le sigue el contrato a honorarios, con un 30,2% de las menciones. La opcin que ocupa el tercer lugar, "contrato indefinido", est bastante lejos con el 11,8% de las menciones. Se observa, entonces, que en un 72,8% de los trabajos realizados por los encuestados, no se les asegura ningn tipo de beneficios sociales, puesto que o no tienen contrato o tienen un contrato a honorarios De modo similar, consultados sobre la categora ocupacional a la que pertenecan, un 67,9% de los encuestados se declara "trabajador por cuenta propia". Le sigue la de "asalariado del sector pblico", con un 15,8% y de "asalariado del sector privado", con un 6 11,8% de las menciones . Estos datos dan cuenta de una realidad especialmente vulnerable, pues podra plantearse que la situacin de los trabajadores por cuenta propia constituye un problema actual con importantes efectos a futuro, en tanto se encuentra asociado a la baja cobertura del sistema previsional, con las consiguientes consecuencias negativas que ello trae para enfrentar las vicisitudes de la vejez y la enfermedad.
Como se indic anteriormente, los datos presentados en este documento corresponden a trabajadores culturales que reciben remuneracin por su actividad, habindose excluido a los denominados "vocacionales". Este porcentaje se calcula respecto al total de trabajos realizados durante el ltimo ao por los encuestados. Es importante sealar que los entrevistados podan sealar hasta tres trabajos cada uno. La categora de empleador o patrn es completamente residual, alcanzando slo el 3,8% de las menciones.
181
Es importante destacar, asimismo, que la magnitud del trabajo independiente dentro del sector cultural es muy superior a la de la media nacional segn los datos aportados por la encuesta CASEN de 1998, donde se indica que un 20% de la fuerza de trabajo pertenece a la categora de trabajador 7 independiente . Pero ms an, la situacin de trabajo sin contrato que experimentan muchos trabajadores del sector cultural es especialmente compleja, pues evidencia un nivel de precariedad muy alto, situacin que adems deja a los individuos sin otro recurso que ellos mismos y su trabajo para hacer frente a las dificultades que se presenten: no hay red institucional de apoyo accesible. Es posible, entonces, ver refrendados los planteamientos de gremios como el SIDARTE cuando afirma que "La mayor parte de ellos ejerce su oficio o profesin sin contrato de trabajo, ni sujecin a las normas sobre salario mnimo, jornada de trabajo, cotizaciones provisionales y proteccin ante accidentes 8 laborales o enfermedades profesionales" .
trabajadores del sector cultural respecto de su actividad principal. Para ello se les consult sobre su situacin laboral en los ltimos tres meses. Informaciones de inters que se obtienen al respecto son, en primer lugar, que un 8% de ellos se encuentra "cesante-buscando trabajo", cifra menor que la sealada por el INE a nivel nacional para el perodo de aplicacin de la encuesta (marzo y abril del ao en curso), que corresponda al 8,5% (tasa de desocupacin para el trimes9 tre febrero-abril) . En segundo lugar, que un 67% seal encontrarse "trabajando remuneradamente". No obstante, tal vez los datos ms llamativos se encuentran en el nmero de encuestados que se halla en situacin de "entre empleos": 14% y, sobre todo, "trabajando no remuneradamente": 10%. Esta ltima categora, inexistente en otros estudios sobre empleo en distintos sectores de la economa, fue incluida en esta investigacin producto del conocimiento que se tena de las particularidades del trabajo en el sector cultural, en cuanto a que muchas veces se llevan a cabo actividades artsticas sin expectativas concretas de recibir remuneracin en el futuro, es decir, de manera arriesgada, apostando al xito de un proyecto
Encuesta de Caracterizacin Socioeconmica 1998 (CASEN 1998), citada en: Instituto de Normalizacin Previsional (1999), "Factibilidad de ampliacin de la cobertura previsional para grupos vulnerables de la poblacin chilena", p.70. Sindicato de Actores Teatrales de Chile, SIDARTE, mimeo (s/f). Fuente: http://www.ine.cl/bases_datos/i-empleo.htm.
8 9
182
todava en ciernes, como es el caso de un montaje teatral o la puesta en escena de una obra coreogrfica. La situacin de quienes se encuentran "entre empleos" y "trabajando no remuneradamente", hace ver la irregularidad (o dificultad de mantener una cierta continuidad) del trabajo en el mbito artstico cultural y, en consecuencia, el esfuerzo que debe hacerse para mantener una situacin previsional adecuada, por ejemplo. No obstante, lo ms importante de considerar es que, si se suma las categoras de "cesantebuscando empleo", "entre empleos" y "trabajando no remuneradamente" se obtiene que un 32% de los encuestados no tiene una situacin remunerada estable en el momento de la encuesta. Es este conjunto de individuos el que nos entrega un referente adecuado para percibir entre otras las dificultades previsionales a las que se ven sujetos los trabajadores del sector cultural. Esta consecuencia se verifica en los datos que se explicitan en el apartado N5 referido al tema previsional.
contractual y laboral es el referido al tiempo dedicado a una determinada actividad, vale decir la jornada de trabajo. Es necesario recordar que sta, principalmente en cuanto a su extensin y distribucin, constituye una dimensin fundamental de la calidad del 10 trabajo . Sobre este punto los datos de la encuesta indican que un mayoritario 56,5% de los encuestados dedica a su, o sus actividades culturales ms de 36 horas semanales, o sea, la lleva a cabo en "jornada ordinaria", mientras que un menor, pero nada despreciable 44,5% lo hace en "jornada parcial", esto es, 11 menor a 35 horas semanales . Este punto es interesante por cuanto indica una importante presencia de las jornadas a tiempo parcial (es decir aquellas que son inferiores a 35 horas semanales), muy superior a lo que ocurre mayoritariamente en Chile donde, de acuerdo a los datos de la encuesta de empleo Instituto Nacional de Estadsticas, INE (octubre-diciembre, 1999), slo un 13.4% de los ocupados trabaja en jornadas inferiores a las 35 horas semanales, mientras que un 86.6% trabaja ms de 36 12 horas semanales . Por su parte, la distribucin de dicha jornada en los das de la semana indica que la
4. JORNADA DE TRABAJO
Un aspecto complementario al de la realidad
10
A este respecto, en la ENCLA 1999 (Encuesta Laboral 1999, realizada por la Direccin Nacional del Trabajo), se plantea que Chile "exhibe entre las principales materias de carcter laboral infringidas por las empresas, aqullas relacionadas con las normas sobre jornada de trabajo: horas extraordinarias, registro de asistencia, jornada semanal mxima y descanso", p.54. Ver: http://www.dt.gob.cl/index1.html. Los datos de la ENCLA 1999 a este respecto son aun ms radicales, puesto que segn su muestra de empresas, slo un 1,5% de ellas tiene jornadas parciales. Ver ENCLA 1999, p.55. La media de la encuesta es de 5,06 das de trabajo a la semana.
11 12
183
mayora de los encuestados trabaja entre 5 y 7 das a la semana (75%), siendo las primeras menciones 5 das (29%) y 6 das (26%). Bien vale hacer la comparacin en este punto con lo planteado por la ENCLA 1999, segn la cual la mayora de las empresas tienen jornadas de trabajo distribuidas en 5 y 6 das (51,1% y 48,2%, respectivamente), siendo casi inexistentes las otras posibilidades (menos das a la semana). De lo anterior puede colegirse que muchos de los trabajadores culturales deben trabajar los das domingo, y as lo corrobora la encuesta, pues un 45,4% de los encuestados debe trabajar en das domingo para el buen desempeo de su actividad, nivel que contrasta con el exhibido por la ENCLA 1999, donde slo un 17% de los trabajadores dice trabajar en esos das. Este dato reafirma aquellos planteamientos que sealan la necesidad de regular la obligatoriedad de que el empleador asegure un da de descanso semanal al empleado. Desde esta misma perspectiva, otra caracterstica que resulta igualmente relevante es constatar que un 61,5% de los encuestados declara que su actividad requiere trabajar durante la noche. En sntesis, los datos revisados en esta seccin, informan sobre un panorama bastante particular para los trabajadores del sector cultural en cuanto a su jornada de trabajo, con especial importancia del trabajo en jornada parcial, en das domingo y durante las noches.
De manera complementaria a lo dicho, se podra agregar otro elemento que particulariza la actividad de muchos de los trabajadores del sector cultural, a saber: la necesidad de efectuar otro trabajo, fuera del mbito cultural, de manera complementaria a su actividad artstica. Esta es la situacin que exhibe un 34% de los encuestados quienes declararon tener otra fuente de ingresos adems de la artstico cultural, lo que no deja de ser relevante, pues indica que un porcentaje importante de ellos no puede desarrollar su actividad artstico cultural como medio de subsistencia, aun cuando as lo quisieran.
184
el Instituto de Normalizacin Previsional (INP) indican que un 49,3% de la poblacin econmicamente activa (PEA) chilena, 13 corresponde a poblacin no cotizante , de lo que se desprende que la situacin de artistas y trabajadores del espectculo es 14 equivalente a la del promedio nacional . Tales antecedentes esbozan que la situacin de los trabajadores del sector cultural es (relativamente) equivalente a la de otros integrantes de la PEA. Sin embargo, es necesario considerar que el promedio nacional se alcanza incluyendo, entre otros, la desmejorada situacin de trabajadores del agro y que, como todo promedio, "esconde" las diferencias que afectan a los distintos subgrupos, de modo que, en este caso, dificulta el contrapunto de los trabajadores culturales con otros trabajadores de, por ejemplo, simi15 lar nivel formativo . No obstante el panorama previsional descrito es especialmente significativo en tanto indica, por un lado, que la voluntad personal de hacerse responsable de la previsin no es suficiente al momento de hacer efectiva la cotizacin y, por otro, que hay un bajo resguardo previsional de una categora de
13 14
trabajadores que, por las caractersticas de su actividad (los vnculos de subordinacin y dependencia mencionados al comienzo), debiera poseerlo. A esto debe agregarse, adems, que al momento de preguntar a los encuestados acerca del origen de sus cotizaciones, un 22% seal que provenan del empleo o actividad no-cultural o, dicho de otra forma, que su actividad cultural no les permita solventar el pago de cotizaciones. Finalmente, la pregunta por el acceso a la salud, describe un contexto bastante particular para los trabajadores del sector cultural. Si se contrasta con los datos de la encuesta 16 CASEN 2000 se tiene, en primer lugar, que el dato ms importante es que existe un 20% de encuestados que no tiene acceso a ningn sistema de salud, lo que duplica a la media nacional que, clasificados segn la CASEN 17 como acceso "particular" , no alcanzan al 10%. En segundo lugar, que la poblacin que accede al sistema pblico de salud, es bastante menor a la media nacional, pues sta corresponde al 66,5% de la poblacin del
INP (1999), "Factibilidad de ampliacin de la cobertura previsional para grupos vulnerables de la poblacin chilena" p.58. Esta misma institucin, INP, maneja informacin especfica relativa a los artistas a partir de los datos de la encuesta CASEN. De acuerdo a ellos, la relacin entre cotizantes y no cotizantes dentro de este grupo es de 51,6% y 48,4%, respectivamente. La encuesta indica que el nivel formativo de los trabajadores del sector cultural es muy superior al promedio nacional y al de las dos regiones consideradas en el estudio. Fuente: Ministerio de Planificacin y Cooperacin (2001), Situacin de Salud 2000, Informe Ejecutivo, Santiago de Chile, Agosto 2001, p.4. En www.mideplan.cl Entendiendo por tal a quien no tiene ningn sistema de previsin y paga todo de su propio bolsillo.
15 16 17
185
pas, mientras que entre los trabajadores 18 culturales slo alcanza al 35% . Por ltimo, que la poblacin que accede al sistema de ISAPRE es mayor entre los trabajadores culturales (35%) que en la media nacional (20%).
6. PARA FINALIZAR
La informacin hasta aqu presentada, da cuenta de que la situacin de los trabajadores del sector cultural posee caractersticas propias que la hacen muy distinta a la exhibida por otros sectores: importante presencia de trabajadores vocacionales; gran magnitud de trabajadores por cuenta propia; predominio del trabajo sin contrato o con contrato a honorarios; trayectoria laboral discontinua; distintas jornadas de trabajo; situaciones particulares en la previsin y el acceso a la salud, entre otras. El conocimiento detallado de estas particularidades, sin duda constituye un antecedente importante para la intervencin y el mejoramiento de las condiciones existentes. Sin embargo, para que esto ltimo ocurra, se requiere de la accin concertada de los distintos agentes involucrados, que hagan de la informacin una herramienta til y no un accesorio sin mayor sentido ni trascendencia. Es esa, tambin, una tarea para las polticas culturales. Hoy las complejas relaciones que se
18
establecen entre el mundo del arte y la industria, la dificultad para concebir la creacin artstica como una profesin y su ejercicio como un trabajo, la emergencia de diversas expresiones producidas por el avance tecnolgico y la cada de fronteras entre las distintas disciplinas, nos han motivado a acrecentar y especializar el conocimiento de los trabajadores del sector cultural, por lo que esperamos en un futuro cercano, que las medidas reglamentarias, legislativas y polticas, den cuenta de estas particularidades y de las que dentro del propio sector se expresan. Subyacente a este esfuerzo, est el de legitimar socialmente la condicin de trabajadores de los artistas, tcnicos de apoyo, formadores, productores y gestores culturales, en tanto en la percepcin colectiva, an permanecen las imgenes de la actividad artstica y cultural como generadora de bienes y servicios prescindibles o al menos, secundarios. Esta barrera es la ms difcil de romper, puesto que de ella derivan las dificultades para potenciar en el largo plazo, mejores condiciones para el desarrollo de la creatividad de los pueblos.
7. REFERENCIAS METODOLGICAS
Entidad Responsable: Unidad de Estudios y Anlisis, Consejo Nacional de la Cultural y las Artes, Chile. Fecha de Recoleccin de los datos: marzo y abril de 2003.
Incluso si se sumara al porcentaje de FONASA el de "otro sistema", entendiendo que una parte importante de ellos corresponde a indigentes, el porcentaje seguira siendo bastante inferior a la media nacional.
186
Realizacin del trabajo de campo: Unidad de Encuestas de la Facultad de Economa de la Universidad de Chile. Caractersticas de la muestra: Aleatoria, considerando como universo los individuos que estn registrados en el Directorio Cultural 2002 y, que estn directamente ligados a actividades artsticos-culturales, sean ellas de carcter creativo o no, en los mbitos de la creacin, produccin, apoyo tcnico y formacin. Fue seleccionada segn criterio de comuna y rea de desarrollo registrado en el mencionado Directorio.
Los datos del estudio son representativos a nivel regional, mas no nacional y se utilizan en este documento slo a modo de panormica general. La comparacin con otros estudios nacionales se ha hecho considerando la informacin ms actualizada disponible para cada tema especfico. De ah el uso, por ejemplo, de las encuestas CASEN 1998 y 2000 para distintos temas.
187
CHILE - 2003 LEY N 19.889 QUE REGULA LAS CONDICIONES DE TRABAJO Y CONTRATACIN DE LOS TRABAJADORES DE ARTES Y ESPECTCULOS
Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobacin al siguiente Proyecto de ley:
Artculo nico- Agrgase en el Ttulo II del Libro I del Cdigo del Trabajo, el siguiente Captulo IV, nuevo, pasando el actual Captulo IV a ser Captulo V:
musicales; escengrafos, profesionales, tcnicos y asistentes cinematogrficos, audiovisuales, de artes escnicas de diseo y montaje; autores, dramaturgos, libretistas, guionistas, doblajistas, compositores y, en general, a las personas que, teniendo estas calidades, trabajen en circo, radio, televisin, cine, salas de grabacin o doblaje, estudios cinematogrficos, centros nocturnos o de variedades o en cualquier otro lugar donde se presente, proyecte o transmita, fotografe o digitalice la imagen del artista o del msico o donde se transmita o quede grabada la voz o la msica, mediante procedimientos electrnicos, virtuales o de otra naturaleza, y cualquiera sea el fin a obtener, sea ste cultural, comercial, publicitario o de otra especie. Tratndose de la creacin de una obra, el contrato de trabajo, en ningn caso, podr afectar la libertad de creacin del artista contratado, sin perjuicio de su obligacin de cumplir con los servicios en los trminos estipulados en el contrato. Artculo 145-B: Tratndose de contratos de trabajo por una o ms, funciones, por obra, por temporada, o por proyecto, de duracin inferior a treinta das, el plazo de escrituracin ser de tres das incorporado el trabajador. Si el contrato se celebrare por un lapso inferior a tres das, deber constar por
188
escrito al momento de iniciarse la prestacin de los servicios. Artculo 145-C: Lo dispuesto en el inciso primero del artculo 22 de este Cdigo no ser aplicable a los trabajadores comprendidos en este Captulo IV. Con todo, la jornada ordinaria diaria de trabajo no podr exceder de diez horas. Artculo 145-D: Los trabajadores de artes y espectculos estn exceptuados del descanso en domingo y festivos, debiendo el empleador otorgar en tales casos un da de descanso compensatorio por las actividades desarrolladas en cada uno de esos das, aplicndose a su respecto lo dispuesto en el artculo 36 de este Cdigo. El descanso sealado en dicho artculo tendr una duracin de treinta y tres horas continuas. Cuando se acumule ms de un da de descanso a la semana, las partes podrn acordar una especial forma de distribucin o de remuneracin de los das de descanso que excedan de uno semanal. En este ltimo caso, la remuneracin no podr ser inferior a la prevista en el artculo 32 de este Cdigo. Artculo 145-E: La determinacin del horario y plan de trabajo para cada jornada laboral deber efectuarse con la suficiente anticipacin al inicio de la prestacin de los respectivos servicios. Artculo 145-F: El empleador deber costear o proveer el traslado, alimentacin y alojamiento del trabajador, en condiciones adecuadas de higiene y seguridad, cuando las obras artsticas o proyectos deban realizarse
en una ciudad distinta a aquella en que el trabajador tiene su domicilio. Artculo 145-G: En los contratos de trabajo de duracin inferior a treinta das, las remuneraciones se pagarn con la periodicidad estipulada en el contrato de trabajo, pero los perodos que se convengan no podrn exceder de su fecha de trmino. Artculo 145-H: Cuando el empleador ejecute la obra artstica o proyecto por cuenta de otra empresa, cualquiera sea la naturaleza jurdica del vnculo contractual, ser aplicable lo dispuesto en los artculos 64 y 64 bis de este Cdigo. Artculo 145-I: El uso y explotacin comercial de la imagen de los trabajadores de artes y espectculos, para fines distintos al objeto principal de la prestacin de servicios, por parte de sus empleadores, requerir de su autorizacin expresa. En cuanto a los beneficios pecuniarios para el trabajador, se estar a lo que se determine en el contrato individual o instrumento colectivo, segn corresponda. Artculo 145-J: No se podr, de manera arbitraria, excluir al trabajador de artes y espectculos de los correspondientes ensayos ni de las dems actividades preparatorias para el ejercicio de su actividad artstica. Artculo 145-K: Los derechos de propiedad intelectual de los autores y compositores, artistas, intrpretes y ejecutantes, en ningn caso se vern afectados por las disposiciones contenidas en el presente Captulo IV.
189
Disposiciones transitorias
Artculo 1: La presente ley entrar en vigencia el da 1 del mes subsiguiente al de su publicacin en el Diario Oficial. Artculo 2: Facltase al Presidente de la Repblica para que, dentro del plazo de un ao, mediante un decreto con fuerza de ley del Ministerio del Trabajo y Previsin Social, dicte el texto refundido, coordinado y sistematizado del Cdigo del Trabajo".
Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promlguese y llvese a efecto como Ley de la Repblica. Santiago, 16 de agosto de 2003. RICARDO LAGOS ESCOBAR, Presidente de la Repblica Ricardo Solari Saavedra, Ministro del Trabajo y Previsin Social. Lo que transcribo a usted, para su conocimiento, Saluda a usted, Yerko Ljubetic Godoy, Subsecretario del Trabajo. Publicada en el Diario Oficial, el 24 de septiembre de 2003.
190
Ya no basta con dar pasos de gigante en la bsqueda de soluciones, actualizadas y pertinentes, a las urgentes necesidades que en tanto trabajadores, tienen los artistas y creadores del nuevo milenio. Es necesario que estos pasos, si quieren contener modernidad y fortaleza, aprendan de la lucha, conquista y sacrificio que han realizado otros pueblos, algunos ms antiguos que los latinos, y otros de la regin que ya han caminado un trecho largo en este peregrinar en el tema de los derechos laborales, jurdicos y sociales de los artistas e intrpretes. Por ello, y en el marco del Seminario Tcnico sobre los Derechos Sociales de los Artistas, realizado en Santiago de Chile, al cual asistieron los pases del MERCOSUR Cultural, Bolivia y Chile, los organizadores, inspirados en un fuerte sentido de cooperacin regional y universal, invitaron al encuentro a expertos de Mxico, Colombia, Suecia y Espaa. Cuatro pases que, con sus singularidades culturales e histricas, poseen un bagaje rico e interesante en temas de proteccin al trabajador cultural y respecto a polticas de difusin, incentivo y proteccin a sus artistas y creadores.
tema laboral: se trata de la OIT y el Convenio Andrs Bello, CAB. Representando a este ltimo asisti Pedro Querejaz, Coordinador de Cultura del CAB, entidad destinada a "integrar a los pases asociados y del entorno, desde la cultura, la educacin, la ciencia y la tecnologa". Y por la OIT, organismo que desde su fundacin, en 1919, se ha interesado por los derechos sociales de los artistas, reforzado a travs de su programa Trabajo Decente, lo hizo John Myers, Especialista Industrial: Sector Medios de Comunicacin, Cultura y Grficos. Myers asisti en representacin del Director General de la OIT, Juan Somavia. Esta ponencia, sin duda, apunta al alma misma de los desvelos regionales y continentales en materia de derechos laborales, jurdicos, sociales, previsionales, e incluso, en asuntos de propiedad intelectual. La OIT, con sede en Ginebra, hace sentir su voz orientadora y asesora en, prcticamente, todos los pases del orbe; es decir su experiencia es de una vastedad imposible de soslayar. Por Suecia, y en concordancia a la enorme experiencia que dicho pas posee en el mbito de la legislacin y proteccin al trabajador cultural, asisti al encuentro Mara Paz Acchiardo, miembro de la Unin de Trabajadores de Suecia, LO. Ella a su vez entreg un valioso material escrito por Manuel Ferrer, Consejero poltico de la Ministra de Cultura de dicho pas. Este funcionario tambin sugiri consultar dos
Derechos Sociales de los Artistas
EXPERIENCIA Y SABIDURIA
Pero no slo los pases tienen mucho que decir en este mbito. Tambin fueron invitados dos importantes entidades, dueas de una valiosa experiencia en los aspectos jurdicos y tcnicos del
193
textos emanados desde la Conferencia de Visby, realizada en Suecia, el ao 2001. Se trata de un importante encuentro europeo acerca de las condiciones de los artistas en el Viejo Continente. Estos valiosos estudios fueron compilados por el Instituto de Investigaciones Europeas para Polticas Culturales Comparadas y las Artes. Ambos estn disponibles en las siguientes pginas web: a) htpp://www.eu2001.se/culture/eng/docs/ ericarts.pdf b) htpp://www.eu2001.se/culture/eng/docs/ report_visby.pdf Representando a Espaa, expuso Jess Cimarro, Gestor Cultural, y Director Gerente de la Productora Pentacin S. L. ste explica detalladamente los mecanismos que regulan los derechos sociales de los artistas, comparando las diferentes legislaciones de los estados de la Unin Europea. Su enorme experiencia provee al texto de una vasta informacin, rica en detalles y que dan cuenta de la compleja red de apoyo que el Estado espaol ofrece al creador. Por Mxico, pas con una rica diversidad cultural, y dueo de una preclara legislacin acerca de los derechos sociales que arranca desde 1917, lo hizo Norma Rojas, Directora de Asuntos Jurdicos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La voz experta de Colombia estuvo a cargo de Alberto Sanabria, Subdirector de Comunicaciones y Medios de Fundalectura. Este disecciona con mano de cirujano, las
inslitas contradicciones que laten en las entraas de su musical y ednica tierra: "Colombia es uno de los pases ms paradjicos del planeta", reflexiona Sanabria en una parte de su exposicin, la que da cuenta de un pas que, pese a cargar con mucho sufrimiento a cuesta, nunca ha dejado de danzar con la msica emanada de sus entraas. Esta nacin caribea posee una legislacin que protege a sus creadores e incentiva la produccin artstica tanto a nivel urbano, como de las pequeas localidades rurales. El aporte de estos expertos, venidos de diversos rincones de nuestro mundo, enriqueci sobremanera este Seminario organizado por el rea Internacional de la Divisin de Cultura del Ministerio de Educacin (actual Consejo Nacional de la Cultura y las Artes), y que cont con el inapreciable auspicio de la Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe de UNESCO. Quizs convenga tener siempre presente los nombres de estos expertos cuando se escriba la historia de los avances que, en materia de derechos humanos laborales, se hayan realizado y se realizarn en un futuro cercano, pues nunca es poco cuando los beneficios enaltecen la condicin humana. Porque si sumamos al mpetu de los pueblos que quieren aprender, la experiencia de los que ya saben mucho, y generosamente lo entregan, entonces no hay duda que el destino de muchos artistas, creadores y trabajadores culturales, cualquiera sea su cosmovisin del mundo, es promisorio. W.H
194
OIT - 2002 UNA PERSPECTIVA DE LA OIT SOBRE LOS DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS Y ARTISTAS INTRPRETES
Por John Myers Especialista Industrial en el Sector de Medios de Comunicacin, Cultura y Grficos del Departamento de Actividades Sectoriales de la Organizacin Internacional del Trabajo
Estimados y estimadas expertos, distinguidos invitados y observadores, amigos: Es un honor y me da una gran satisfaccin hablar con ustedes en este Seminario Tcnico Regional sobre los Derechos Sociales de los Artistas. Quisiera comenzar felicitando a la Divisin de Cultura del Ministerio de Educacin de Chile y a la UNESCO, que han concebido un programa excepcional aqu en Santiago, y agradecindoles por invitarme. El Ministerio ha sido muy eficaz en organizar esta reunin (incluso la utilizacin de "hora Pilar"), y la bienvenida en Chile ha sido tambin muy amable. Gracias a todo el equipo del MINEDUC. Este seminario es el tipo de debate e intercambio que, creo, nuestro tema necesita. Ya hemos aprendido mucho de las experiencias diferentes de todos los expertos, examinando los problemas ms detalladamente, y fomentando la accin conjunta para aumentar o fortalecer los derechos sociales de los artistas. Me llamo John Myers, y trabajo como Especialista Industrial en el Sector de Medios de Comunicacin, Cultura, Grficos, del Departamento de Actividades Sectoriales de la Organizacin Internacional del Trabajo. He trabajado sobre todo en materia de las tecnologas de la informacin en la industria del espectculo, y de sus repercusiones en
el empleo, las condiciones de trabajo y las relaciones laborales. Por esta razn tengo gran inters en el tema de este Seminario. Mi predecesor en este puesto en el Departamento de Actividades Sectoriales particip en el Congreso Mundial sobre la Aplicacin de la Recomendacin relativa a la Condicin del Artista, en Pars, en junio de 1997. Ya hemos examinado en este Seminario muchos acontecimientos en relacin con los derechos sociales de los artistas en los pases del MERCOSUR, Bolivia y Chile, adems de Colombia, Mxico y Europa. Es muy evidente que la regin latinoamericana est entre las ms avanzadas en el mundo en materia de la promocin de su patrimonio cultural y el reconocimiento de los artistas y artistas intrpretes. Esas experiencias pueden ser muy tiles para mejorar la legislacin y las polticas culturales y laborales en otras regiones. La OIT, por su parte, se ha interesado en los derechos sociales de los artistas intrpretes desde su fundacin en 1919. Quisiera hacer hincapi en ciertos temas para dar una perspectiva de la OIT en materia de los derechos sociales de los artistas intrpretes o ejecutantes, El Programa de Trabajo Decente,
195
nuestras actividades en relacin con artistas intrpretes, la cooperacin tcnica de la OIT en las industrias culturales, la situacin en el empleo de los artistas, el marco jurdico para los artistas intrpretes y la importancia de la promocin de los derechos de propiedad intelectual. El Programa de Trabajo Decente de la OIT es ahora el concepto central de nuestra organizacin. Fue en 1999 que los tres grupos de mandantes de los Estados Miembros de la OIT gobiernos, trabajadores y empleadores aceptaron la propuesta de nuestro Director General, el Seor Juan Somavia, de que la finalidad primordial de la Organizacin en el futuro debe ser promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo, en condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana. El objetivo a largo plazo es promover el trabajo decente en un entorno sostenible. El objetivo inmediato es establecer una base social para la economa global, de forma que se pueda responder a los problemas de los pases en desarrollo y de las familias trabajadoras. El Programa de "Trabajo Decente" es un intento de orientarse hacia una estrategia integrada del desarrollo, que vincule los derechos en el trabajo y el dilogo social con las polticas de empleo y la proteccin social. La OIT y nuestro programa de trabajo han sido reorganizados en torno a cuatro objetivos estratgicos: normas y principios y derechos fundamentales en el trabajo, empleo, proteccin social, y dilogo social, a lo cual se suman dos temas transversales de
gran prioridad, es decir la igualdad de gnero y el desarrollo. Podemos adaptar este Programa de Trabajo Decente a los derechos de los artistas en pases diferentes, adoptando polticas para ampliar o defender sus derechos sociales; promover la empresa y la creacin de empleo en las industrias culturales, ampliar el dilogo social para reducir el actual dficit de trabajo decente y de proteccin social; fortalecer los interlocutores sociales, y promover la igualdad entre mujeres y hombres. El fruto de los talentos de los artistas forma parte integral de la cultura y de la sociedad de cada nacin, y tenemos que asegurar que puedan gozar de: trabajo decente, mejores posibilidades de empleo y capacitacin, reconocimiento ms amplio de sus derechos sociales, econmicos y culturales, y de sus derechos morales en la propiedad intelectual, condiciones de trabajo, seguridad y salud mejoradas, cobertura adecuada por sistemas de proteccin social y jubilacin, y oportunidades para un dilogo social til. Antes de discutir las actividades actuales de la OIT, quisiera decir que la accin de la OIT en favor de los artistas en el pasado fue vinculado con la presencia de sindicalistas de la industria del espectculo en sus estructuras tripartitas a su fundacin, en 1919. En esta poca, el impacto de nuevas tecnologas de la industria del espectculo sobre el empleo radio, pelculas, grabaciones, cine parlante, etc. fue impresionante. Desde mediados de los aos veinte, la OIT tom la posicin que los artistas intrpretes deben ser remunerados
196
no slo por su actuacin original sino tambin por cualquier uso comercial realizado con posterioridad, ya que dicha utilizacin se aprovechaba del trabajo de los artistas intrpretes. Este compromiso de la OIT en favor de los derechos de los artistas intrpretes fue mantenido, y el trabajo de gobiernos, de la OIT y de otras organizaciones se llev a cabo en 1961 en una Convencin Internacional OIT/OMPI/UNESCO, la Convencin sobre la Proteccin de los Artistas Intrpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusin (Convencin de Roma), 1961. Las actividades de la OIT en asuntos de propiedad intelectual han seguido hasta ahora en la OMPI, en la UNESCO (incluso nuestra participacin en el Congreso Mundial sobre la Aplicacin de la Recomendacin relativa a la Condicin del Artista, 1997), en el Comit Intergubernamental sobre la Convencin de Roma, y en otros lugares. La OIT tambin fue el anfitrin, en junio de 2001, de la decimoctava sesin del Comit Intergubernamental sobre la Convencin de Roma, de la cual fui el secretario ejecutivo responsable. Adems, una Reunin Sectorial Tripartita de la OIT fue organizada sobre las Condiciones de empleo y de trabajo de los artistas intrpretes, en 1992. Ms recientemente, mi Departamento organiz un Coloquio Internacional sobre las Tecnologas de la Informacin en las industrias de los medios de comunicacin y del espectculo: sus repercusiones en el empleo, las condiciones de trabajo y las relaciones laborales, en febrero-marzo del
ao 2000. Hemos publicado varios libros de la OIT (tambin disponibles en la pgina electrnica de la OIT), por ejemplo, un estudio apoyado por la OIT y realizado por la Federacin Internacional de Msicos sobre la situacin social de los artistas intrpretes de msica en Asia, frica y Amrica Latina. Tambin hemos publicado un documento de trabajo realizado por la Federacin Internacional de Actores en el ao 2000, en el que se examinaba la internacionalizacin y la financiacin de la produccin audiovisual, la organizacin de actores, las prcticas de contratacin, la negociacin colectiva, los permisos de trabajo y los procesos de inmigracin en la produccin audiovisual. Luego publicamos otro estudio realizado por la Federacin Internacional de Actores, El trabajo infantil en la industria del espectculo (2003). Adems de nuestras reuniones tripartitas internacionales y publicaciones sectoriales, tenemos actividades de cooperacin tcnica de la OIT en las industrias culturales que incluyen ahora: La creacin de empleo y el desarrollo de pequeas empresas en las industrias culturales en la Comunidad para el Desarrollo de frica Meridional incluso vengo de participar en un seminario / taller de este proyecto, en Lusaka, Zambia. El diseo y desarrollo de regmenes de seguridad social para actores y msicos en frica Occidental, y tambin programas ms amplios para integrar en los sistemas de proteccin social a los que estn
197
excluidos; por ejemplo, los trabajadores en la economa informal. El apoyo a organizaciones y asociaciones de artistas intrpretes en pases Asiticos y Africanos para que se trasformen en sindicatos.
de gestin colectivas han permanecido en subdesarrollo. Debido al precario carcter de los contratos de los msicos, la organizacin sindical se haba limitado y se determin la necesidad de brindar asistencia para mejorar la proteccin de los msicos de los pases en desarrollo. El empleo de msicos ha disminuido en los aos recientes sobre todo debido al uso extendido de la msica pregrabada, del karaoke y dems, a cambios de gustos musicales y, de forma ms general, debido al uso y distribucin de la msica en todo el mundo mediante las nuevas tecnologas. El desempleo entre los artistas intrpretes ha aumentado considerablemente a causa de la menor demanda de msicos acsticos, y muchos msicos han dejado de buscar empleo en la industria de la msica, o han cambiado de especializacin. Algunos msicos necesitan tener varios trabajos para sobrevivir. Los msicos de estilos tradicionales, tienen limitado poder de adaptacin y los msicos de mayor edad son ms susceptibles de quedarse sin empleo. En general, la profesin de los msicos se ha devaluado. El marco jurdico de los artistas intrpretes es muy importante; en muchos pases los cdigos de trabajo y estatutos excluyen contratistas independientes y trabajadores por cuenta propia. La distincin de la situacin jurdica entre empleados y contratistas o trabajadores por cuenta propia tambin tiene repercusiones prcticas para las condiciones de trabajo de los artistas intrpretes. Sin convenios colectivos fuertes, la mayora de los
Por otra parte, la OIT puede ayudar en el estudio de la legislacin, la proteccin social y los derechos sociales de los artistas. Adems, el Centro Internacional de Formacin de la OIT en Turn, Italia, iniciar un curso posgraduado sobre proyectos culturales para el desarrollo, de trece semanas, desde el 1 de septiembre de 2003 hasta el 28 de noviembre de 2003. La situacin en el empleo de los artistas intrpretes vara mucho de pas en pas, pero podemos decir que los actores, bailarines y msicos suelen trabajar para varios empleadores, con contratos temporales y de corta duracin, y que sus empleos son sin exclusividad. El estudio realizado por la Federacin Internacional de Msicos subrayaba que, a excepcin del Japn y de contados pases de Amrica Latina, la mayor parte de los msicos en Asia y frica vivan en condiciones muy precarias. Como la condicin laboral de los msicos a menudo era la de "independientes", era frecuente que no estuviesen cubiertos por los sistemas de seguridad social. Asimismo, en el estudio se observaba el incremento del desempleo entre los msicos. Mientras que la actividad comercial en las grabaciones musicales y en la distribucin aumentaba en estas regiones, las sociedades
198
contratos de los ejecutantes en la produccin de pelculas y de televisin regulan solamente las condiciones esenciales de la relacin de trabajo; duracin, horas, remuneracin, etc. Muchos aspectos significativos de las condiciones laborales de los artistas intrpretes, tal como normas de salud y de seguridad, salario mnimo y seguridad social se omiten o no se tratan extensivamente. La posibilidad de los artistas intrpretes de gozar de la proteccin completa de los cdigos de trabajo y de los estatutos depender, en gran parte, de su relacin jurdica como empleados. Algunos contratos pueden intentar excluir al artista de sus derechos como empleados, y requieren que el artista trabaje bajo condiciones contrarias a los cdigos y a los estatutos de trabajo prescritos; por ejemplo, no todos los empleadores ofrecen vacaciones pagadas. Algunos pases han encontrado soluciones al problema de la exclusin de los artistas intrpretes de la legislacin del trabajo. Por ejemplo, una seccin del Cdigo del Trabajo de Francia especifica que cualquier contrato de un ejecutante est presumido ser un contrato de empleo, a menos que el ejecutante practique su profesin como empresario o trabajador por cuenta propia. En Luxemburgo, Mxico, Panam y Espaa, los Cdigos del Trabajo tienen captulos especficos que tratan de las condiciones del empleo de los artistas intrpretes. Algunos estatutos benefician a los artistas intrpretes si estn reconocidos como contratistas independientes para ciertos propsitos. Por ejemplo, la legislacin del Impuesto
sobre la Renta permite a veces la deduccin tributaria para contratistas independientes, que no son aplicables a los empleados, (por ejemplo, en el Reino Unido, clasifican los artistas intrpretes como empleados para los propsitos del Seguro Nacional, pero como independiente para los propsitos de Impuesto sobre la Renta). En muchos pases, el marco contractual de los artistas intrpretes est a discrecin del empleador, pero se puede garantizar en el marco jurdico, como en ciertos pases latinoamericanos que establecieron una legislacin especifica. En este respecto, la Ley del Artista de Per dispone que "las personas morales o fsicas, nacionales o extranjeras que contratan, producen, organizan, representan o administran producciones artsticas, tienen la calidad de empleador y asumen la responsabilidad de pagar al artista las remuneraciones, retribuciones y derechos correspondientes". La Argentina, por su parte, dispone de una ley consagrada a los artistas-intrpretes que asume la existencia de un contrato de trabajo en todas las situaciones en las que se requiere los servicios de stos. Dado esas consideraciones, puede ser interesante saber que un principal punto en el orden del da de la prxima reunin de la Conferencia Internacional del Trabajo, en junio de 2003, ser la Relacin de Trabajo: Campo de Aplicacin (Proteccin de los Trabajadores), lo que continuar las discusiones alrededor de los temas en materia del Trabajo en Subcontratacin (discutido en 1998) y la Economa Informal (discutida en 2002), que incluye la consideracin del empleo
Derechos Sociales de los Artistas
199
y del estatuto contractual de periodistas, de escritores, de ejecutantes y de artistas. Entre las opciones posibles que podran ser examinadas, est una norma de trabajo internacional sobre la relacin del empleo, que podra ser til para los artistas intrpretes, entre otros, que suelen ser independientes o estar en empleos precarios, y a menudo excluidos de la legislacin del trabajo o los sistemas de proteccin social. Voy a participar en una reunin con los organizadores de este Comit de nuestra Conferencia de 2003, en dos semanas, para discutir la finalizacin del borrador del informe sobre la Relacin de Trabajo, ojal incluyendo datos sobre la condicin del artista. El estatuto social de los artistas intrpretes podra transformarse con el uso ms sistemtico de contratos modelo y normas jurdicas. Los derechos de propiedad intelectual de los artistas intrpretes, podran formar una base para financiar la seguridad social de los artistas intrpretes no protegidos. Una proteccin mejor de los derechos de los artistas intrpretes, particularmente en base de los funcionamientos del Tratado de la OMPI sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas, 1996, estableciendo estructuras eficientes para recaudar y distribuir las regalas a los artistas intrpretes reducira la dependencia de los msicos de otros empleos y proporcionara ayuda a su proteccin social. Tambin quisiera subrayar la importancia de promover los derechos de propiedad intelectual de los artistas, escritores, artistas
intrpretes o ejecutantes, compositores y productores, as como proteger o mejorar la condicin econmica y social de artistas y artistas intrpretes, para consolidar la base de las industrias culturales. Necesitamos tomar en cuenta el hecho de que la mayora de los artistas y artistas intrpretes son independientes o tienen empleo precario. El profesionalismo de los artistas intrpretes puede ser difcil de alcanzar dado la necesidad extensa y a menudo inevitable, que ellos deban tener varios trabajos para sobrevivir y la dificultad del financiamiento de la educacin y de la capacitacin en su arte o la compra de instrumentos, equipo, etc. La OIT ha estado implicada en esfuerzos para mejorar y asegurar la proteccin adecuada en materia de los derechos de autor y derechos conexos para los artistas intrpretes y otros, en el contexto de nuevas tecnologas de la convergencia de los multimedia y de la globalizacin. Tambin hemos participado en la elaboracin de los Tratados de la OMPI sobre Derecho de Autor y sobre Interpretacin o Ejecucin y Fonogramas, en 1996, as como en la Conferencia Diplomtica de la OMPI sobre la Proteccin de las Interpretaciones o Ejecuciones Audiovisuales en diciembre del 2000, para discutir un instrumento normativo en la materia. El fracaso de la Conferencia Diplomtica del 2000 fue muy grave; es imprescindible mantener presin para actualizar las normas internacionales de los artistas. La OIT desea asegurar que las negociaciones de derecho de autor y derechos conexos entre los artistas, los editores o las compaas de
200
produccin/grabacin/distribucin y los organismos de radiodifusin, sean justas para todos, especialmente para los artistas intrpretes en pases en desarrollo, y los que son mal pagados, o sin pago, del mundo. Este Seminario ha sido una experiencia muy valiosa para m, sobre todo porque estoy
aprendiendo ms de las realidades de los artistas que trabajaban en su regin, y de las polticas y los proyectos innovadores en curso en los pases de MERCOSUR, Bolivia y Chile. Confo en que podremos desarrollar mayor cooperacin en estos temas en el futuro con los pases y las organizaciones representadas en este Seminario.
201
ESPAA - 2002 LOS DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS EN LA COMUNIDAD EUROPEA: LA SEGURIDAD SOCIAL
Por Jess Cimarro Gestor Cultural, Director Gerente de la Empresa Pentacin. S. L.
1. INTRODUCCIN 2. CONTEXTO SOCIAL 3. PROPUESTA DE LA ADMINISTRACIN ESPAOLA Y RESPUESTA DEL SECTOR 4. REFERENCIAS A LA REALIDAD DE OTROS PASES EUROPEOS
En primer lugar, se trata de una relacin laboral porque es una prestacin voluntaria, retribuida y por cuenta ajena. No obstante, el artista es un trabajador por cuenta ajena especial. Entre los motivos de esta afirmacin se encuentra el hecho de que el artista, aunque cede los derechos de explotacin de su obra, conserva sus derechos morales sobre su interpretacin, lo que le hace especial y le diferencia del resto de trabajadores. Adems, la dependencia entre el artista y el empresario tambin hace especial esta relacin, ya que el artista goza de un grado de autonoma muy superior al de otros trabajadores en su labor creativa, al tiempo que existe una ingerencia del poder directivo del empresario en la vida privada del artista y la situacin para las primeras figuras es muy privilegiada. Finalmente, las actividades artsticas se organizan, desarrollan y comercializan de forma especial, de manera que se independiza el trabajo del artista de la figura del artista, a travs de los medios de fijacin (grabaciones, pelculas, etc.). El hecho de que la relacin laboral del artista sea especial es beneficioso porque permite
1. INTRODUCCIN
Para cumplir con la extensin propuesta de mi exposicin acotar el contenido a desarrollar bajo el epgrafe nico de la cotizacin a la seguridad social en el rgimen de artistas. Esta eleccin se debe a la relevancia que en Europa, y especialmente en Espaa, ha tomado en los ltimos tiempos este tema, planteado ya como un conflicto entre las partes del sector afectadas por este rgimen y las administraciones pblicas obligadas a regularlo.
2. CONTEXTO SOCIAL
El entorno estratgico de este actual conflicto comienza con la respuesta a las siguientes preguntas: Por qu es especial la relacin laboral de los artistas?
202
cubrir unas necesidades concretas, pero presenta la clara desventaja de que, en Espaa, la regulacin reglamentaria del trabajo artstico no ha de garantizar los derechos contenidos en el Estatuto de los Trabajadores para este colectivo. Debemos considerar tambin que el empresario como tal en la contratacin de artistas, nunca genera una relacin indefinida, siempre son contratos de tiempo determinado. Qu problemas presenta su actual regulacin? Hay tres aspectos de la relacin laboral que no estn protegidos y que generan una problemtica para estos trabajadores: La ruptura del principio de estabilidad en el empleo, motivada sobre todo, por la forma en que se organizan, se desarrollan y comercializan las actividades artsticas, es decir, los mtodos de fijacin de estas actividades han supuesto la separacin del artista de su propio trabajo, de forma que el empresario no necesita del artista constantemente; tambin por el grado de apoyo de los espectadores (las audiencias, por ejemplo), que condiciona la duracin de su trabajo. La rotacin en el mercado de trabajo imposibilita al artista trabajar para el mismo empresario un ao entero. Esta inestabilidad laboral genera perodos de carencia que, habitualmente, no permiten acceder al artista a las prestaciones sociales.
Desde el punto de vista de la Seguridad Social, existen numerosos problemas de recaudacin y gestin, que dificultan las regularizaciones, hacindolas lentas y poco eficaces. La excesiva burocracia que conlleva este sistema puede generar fraude fiscal por parte de los empresarios y de los artistas: Existen empresas que no abonan las cotizaciones, o que han desaparecido y, generalmente, se establecen diferencias entre las declaraciones del empresario y las del trabajador. Los empresarios tambin se quejan de que los balances de las empresas no pueden soportar las regularizaciones, porque son las empresas que permanecen, las que soportan todo el peso de las cotizaciones. Se crean dos clases de artistas: los de alto cach, que prefieren ser contratados como empresas, y el resto, que sufren ms los problemas del rgimen, donde el sistema lleva a que se contraten a los artistas que ms han cotizado.
COTIZACIONES
Con un ejemplo paso a explicar, en sntesis, el aspecto ms relevante que marca la diferencia entre la cotizacin en el rgimen de artistas respecto del rgimen general: Para un trabajador del rgimen general, su base mxima de cotizacin es diaria y mensual. Por lo tanto sus cotizaciones mensuales son definitivas.
203
Para un trabajador bajo el Rgimen de Artistas, su base mxima es anual. Por lo tanto sus cotizaciones diarias y mensuales son a cuenta. Ejemplo de la diferencia: Una empresa contrata a un trabajador durante seis meses a razn de un sueldo mensual de 4901.73 Euros; total por los seis meses, 29410.41 Euros. Cotizacin a cargo de la empresa: como el sueldo mensual supera la base mxima de cotizacin, que es de 2450.87 Euros, el exceso de los otros 2450.87 Euros quedan fuera de cotizacin. La empresa pagar por los seis meses: 2450.87 Euros X 32.65% X 6 meses = 4779.19 Euros. Si este trabajador es un artista, con el mismo sueldo y los mismos seis meses: A cuenta paga lo mismo que el trabajador normal, esto es, 4779.19 Euros. Pero, transcurrido el ao, si no ha trabajado en otro sitio, (en el caso anterior tampoco trabaja), la empresa ha de volver a pagar otros 4799.19 Euros, dado que la base mxima en cmputo anual es de 29410.41 Euros como a cuenta ha cotizado por la mitad, ahora ha de pagar por la otra mitad. Consecuencia: La empresa cotiza a la seguridad social, el doble por el artista que por el directivo.
204
En base a ello, la Tesorera General de la Seguridad Social hace una propuesta para su anlisis y posterior profundizacin, en los siguientes trminos:
Encuadramiento
Dentro del colectivo de artistas objeto de integracin en el Rgimen General mediante R.D. 2621/1986 de 24 de diciembre, habra que distinguir: 1) Trabajadores sujetos a una relacin laboral comn, los cuales deberan estar incluidos en el Rgimen General. Ejemplo: trabajadores de la Orquesta Nacional. 2) Trabajadores que por desarrollar una actividad por cuenta propia procedera su inclusin en el Rgimen Especial de Autnomos, de la misma forma que se produjo la integracin de los Escritores de libros en este Rgimen. Ejemplo: compositores. 3) Trabajadores propiamente del colectivo de artistas, aquellos que mantienen una relacin laboral especial de artistas en espectculos pblicos, y cuya retribucin sea por actuaciones. Estos ltimos seran dados de alta en un C.C.C. convenientemente identificado (censo), previa acreditacin de su actividad en el sector de artistas, en funcin de un nmero de actuaciones en el ejercicio anterior. La continuidad en el rgimen vendra determinada en funcin del nmero de actuaciones que hubiera tenido durante el ao anterior.
No obstante, la empresa estara obligada a comunicar las altas y bajas que se produzcan en los das de actuacin, aunque estos movimientos no se computarn a efectos de permanencias, pero s a efectos de obligacin de cotizacin por parte de la empresa.
205
retribuciones realmente percibidas por el trabajador, o que tuviera derecho a percibir de ser esta superior, aplicando el lmite de base mnima y mxima mensual, segn el grupo de cotizacin que corresponda a los mismos. 1) Contingencias Comunes: El tipo aplicable a la base de contingencias comunes sera el que en cada ejercicio corresponda al Rgimen General (actualmente 23,60%), con cargo exclusivo a la empresa. 2) Desempleo: Sobre la base de cotizacin se aplicar el tipo del 7,70% a cargo del empresario. 3) Fondo de Garanta Salarial: Aportacin exclusiva empresarial sobre base de cotizacin se aplicar el tipo del 0,40%. 4) Formacin Profesional: Aportacin empresarial sobre la base de cotizacin, se aplicar el tipo del 0,60%. 5) Contingencias profesionales: La base de cotizacin estar constituida por las retribuciones percibidas por el trabajador, o que tuviera derecho a percibir, con los lmites del tope mnimo y mximo del sistema. Los tipos se aplican conforme a lo establecido R. D. 2930/79, sobre tarifa de primas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
PRESTACIONES
1) Contingencias Comunes: La prestacin se calculara de forma diferente en funcin de si, en el perodo a tomar en cuenta existen o no actuaciones. a) En el caso de que no existan actuaciones la base de cotizacin para determinar la base reguladora de las prestaciones de jubilacin, invalidez, muerte y supervivencia e incapacidad temporal, sera calculada sobre la base fija por la que cotiza el trabajador. b) En el caso de que en el perodo a tomar en cuenta para el clculo de la base reguladora de la prestacin existieran actuaciones la base de cotizacin para determinar la base reguladora de las prestaciones de jubilacin, invalidez, muerte y supervivencia e incapacidad temporal, sera calculada sobre la base fija por la que cotiza el trabajador, incrementada con el prorrateo de las bases cotizadas por las empresas en dicho perodo por las actuaciones realizadas, con los lmites establecidos con carcter general. 2) Desempleo: La base reguladora de la prestacin se calcular en funcin de las bases cotizadas por la empresa durante los perodos de actividad. A efectos de perodo de carencia se calcular como en el actual procedimiento, es decir, dividiendo las bases de cotizacin
206
entre el nmero de das del perodo objeto de clculo. Si el cociente resultante es superior a la base mnima diaria de cotizacin aplicable a la respectiva categora profesional, se considerarn cotizados todos los das naturales que correspondan al perodo. Si el cociente resultante es inferior a la base mnima diaria aplicable al grupo de cotizacin del trabajador, se dividir la suma de las bases de cotizacin del perodo por el importe correspondiente a dicha base mnima, siendo el cociente el nmero de das que se consideran cotizados. La base reguladora de la prestacin se calcular en funcin de las bases cotizadas por la empresa durante los perodos de actividad. A efectos de perodo de carencia se calcular como en el actual procedimiento, es decir, dividiendo las bases de cotizacin entre el nmero de das del perodo objeto de clculo. Si el cociente resultante es superior a la base mnima diaria de cotizacin aplicable a la respectiva categora profesional, se considerarn cotizados todos los das naturales que correspondan al perodo. Si el cociente resultante es inferior a la base mnima diaria aplicable al grupo de cotizacin del trabajador, se dividir la suma de las bases de cotizacin del perodo por el importe correspondiente a dicha base mnima, siendo el cociente el nmero de das que se considera cotizados.
207
y se simplificara el procedimiento de regularizacin, con el coste econmico, administrativo y de recursos informticos. Para mejorar el control de las cotizaciones empresariales, en el boletn que se estableciera para el pago mensual de la aportacin del trabajador se podra habilitar un campo para que cumplimentaran las empresas para las que ha trabajado durante el mes y las retribuciones percibidas en las mismas.
existe un derecho europeo de la Seguridad Social, ni normas internacionales de Seguridad Social que sustituyan a las normas de derecho interno de cada Estado. En este sentido antes de describir algunos de los sistemas europeos conviene dejar claro que el sistema Espaol de Seguridad Social, contiene normas precisas sobre los artistas y la aplicacin de normas espaolas. Su contenido puede resumirse de la siguiente forma: Aunque los artistas presten servicios fuera del territorio nacional se les aplica la legislacin espaola, si la empresa posee domicilio en territorio espaol. De lo contrario, se aplicar la legislacin del Estado de prestacin de servicios, si en l radica el domicilio de la empresa. La nica excepcin posible a las normas anteriores, es que por convenio bilateral entre dos estados se disponga otra cosa. La accin protectora de los diferentes sistemas de Seguridad Social europeos, no presenta grandes diferencias en cuanto a las prestaciones incluidas en cada uno de ellos, consecuencias de diferentes normas armonizadoras, por citar tan slo las de carcter europeo; el Cdigo Europeo de Seguridad Social, o la Carta Social Europea. Las diferencias se presentan en la distinta intensidad de la accin protectora. En este sentido de la comparacin del sistema espaol, con los restantes, destacan por su pobreza las prestaciones familiares muy por debajo de la proteccin dispensada por los dems Estados de la Unin Europea.
208
b) Empresario: 12,2% a partir de 84.00 libras semanales, pero sin lmite alguno. Trabajador por cuenta propia (Clase 2) Cotizacin trabajador autnomo de 2.00 libras por semana, siempre que los ingresos anuales sean superiores a 3.825.00 libras. Trabajador por cuenta propia (Clase 4) El porcentaje de cotizacin del trabajador por cuenta propia cuyos ingresos anuales se encuentren comprendidos entra la banda baja de beneficios 4.385.00 libras y la banda alta de beneficios 27.820.00 libras es del 7%. Esta cotizacin se abona junto con los impuestos. Cotizacin clase voluntaria (Clase 3) Cotizacin de cuanta nica de 6.55 libras por semana. Esta cotizacin da derecho al reconocimiento de la pensin bsica de jubilacin. Cotizacin personal afiliado rgimen Plan de Pensiones (Contracted out). a) En funcin de salarios (COSR): Trabajador: 8.4% entre 76.01 y 535,00 libras. Empresario: 9.2 % y el 12.2% por encima de 535 libras. b) En funcin del mercado de valores. (COMP) Trabajador 8.4%. Lo ms destacable del sistema britnico de Seguridad Social, desde el punto de vista empresarial, es que no existe tope mximo de cotizacin en ningn colectivo. En realidad
Derechos Sociales de los Artistas
209
es una tendencia generalizada en el mbito de toda la Unin Europea, tendencia que, por otra parte, est provocando fuertes reacciones, habida cuenta que la presin impositiva sobre el factor trabajo a travs de los salarios se est convirtiendo en insostenible.
domicilio) como para empleadores. Las cuotas se reparten segn el tipo de cotizacin vigente en el momento (para 2000, un 6,5 por ciento del salario o sueldo bruto. La cuanta est limitada por el lmite mximo de la base de cotizacin establecida. En cuanto al seguro de Vejez: En el 2000 el lmite para determinar las cotizaciones es mensualmente de 8.600 DM en los antiguos Lnder y de 7.100 DM en los nuevos Lnder. Pero no es a la vez el lmite que tiene para los seguros obligatorios, lo que significa: tambin aquel que gana ms, tiene obligacin de asegurarse. El lmite para determinar las cotizaciones significa: Cotizaciones para la jubilacin que Ud. tiene que pagar se establecen segn estas sumas, an si Ud. gana ms. De los trabajadores autnomos nicamente algunos tienen que cotizar al seguro de jubilacin obligatorio. En este grupo se encuentran por ejemplo los artesanos autnomos. Sin embargo, al cabo de 18 aos ellos pueden pedir ser liberados de esta obligacin. Los artistas, periodistas y escritores autnomos estn obligados por la Ley de Seguridad Social de los Artistas a asegurarse (aun cuando ellos slo tienen que pagar la mitad de la cotizacin), si su ingreso anual est por encima de cierta cantidad mnima o si todava no han cumplido los 5 aos de ejercer la actividad artstica o de periodismo. La Caja de Seguridad Social de los Artistas en la ciudad de Wilhelmshaven, no solamente constata si alguien tiene la obligacin de
ALEMANIA:
El sistema vigente en Alemania, se basa en un sistema de "Seguro Social" en el que las obligaciones estn diferenciadas en funcin de diferentes criterios, predomina el de la accin protectora, diferenciada en diferentes seguros sociales, algunos de cotizacin obligatoria. El sistema alemn contiene adems diferentes regulaciones en funcin de los diferentes Lnders. El sistema alemn se caracteriza adems por tener normativa especfica para los artistas, permitiendo que stos desarrollen su actividad por cuenta ajena o bien, por cuenta propia. A ttulo de ejemplo el seguro de desempleo, posee las siguientes especificaciones en cuanto a la obligacin de cotizar.
210
disponan ya de un seguro de vida, un seguro de pensin de vejez privado o una declaracin vinculante de una empresa con respecto a la previsin para la vejez, y la cobertura y las contribuciones con fecha del 30 de junio de 2000 eran comparables a las del seguro obligatorio. Estos requisitos se cumplen si la previsin para la vejez incluye prestaciones en caso de invalidez, y el cumplimiento de 60 aos o ms, as como prestaciones para los supervivientes en caso de fallecimiento del asegurado y las cuotas a este seguro se elevan, por lo menos, al nivel de las cuotas que se hubiesen tenido que pagar al seguro obligatorio de pensin de vejez. Otras formas equivalentes de previsin para la vejez pueden satisfacer igualmente los requisitos establecidos para la liberacin. La liberacin tiene efecto retroactivo al 1 de enero de 1999. Resalta de la regulacin alemana, ciertas bonificaciones temporales en la cotizacin, y la existencia de topes mximos de cotizacin.
211
de afiliacin: 5.850 DM mensuales en los antiguos Estados federados y 4.800 DM en los nuevos Estados federados), se hacen cargo de su cotizacin. Conviene tener en cuenta las siguientes particularidades:
1) Seguro de enfermedad:
La cotizacin vara segn las cajas. En 1995, la media fue de un 12,8% (en los antiguos y nuevos Estados federados) del salario hasta el tope de la base anual de cotizacin (S 85.0 6 4.800 DM mensuales en 1995). La mitad de esta cotizacin corre a cargo del empleado, y la mitad restante a cargo del empleador. La Institucin de los seguros de pensiones retiene las cotizaciones de los pensionistas. Este organismo financia la mitad de las cotizaciones. La Oficina federal del trabajo abona las cotizaciones de los desempleados. Los asegurados voluntarios abonan ellos mismos su cotizacin.
La mitad de esta cotizacin corre a cargo del empleador y la mitad restante a cargo del empleado. Los asegurados voluntarios pagan ellos mismos la totalidad de la cotizacin. La Oficina federal del trabajo paga las cotizaciones obligatorias de los desempleados, al rgimen del seguro de pensiones. En el rgimen del seguro de pensiones de los mineros, la cotizacin equivale a un 24,70% (en 1995) del salario hasta el tope de la base de cotizacin (9.600 DM mensuales para los antiguos Estados federados y 7.800 DM mensuales para los nuevos Estados federados).
4) Seguro de desempleo:
La cotizacin en 1995 equivale a un 6,5% del salario sobre la base de clculo idntico a la del seguro de pensiones. La mitad de esta cotizacin corre a cargo del empleador y la mitad restante a cargo del empleado.
5) Seguro de cuidados:
La tasa de cotizacin al seguro de cuidados de larga duracin (Pflegeversicherung) asciende al 1% de los ingresos brutos hasta la base de clculo (idntica a la del seguro de enfermedad) desde el 1 de enero de 1995, y al 1,7% desde el 1 de julio de 1996. Su empleador paga la mitad de la cotizacin.
2) Seguro de accidentes:
Son las empresas quienes financian los gastos de las cajas de previsin (Berufsgenossenschaften).
3) Seguro de pensiones:
En los regmenes del seguro de pensiones de los obreros y de los empleados, la cotizacin equivale a un 18,6% (en 1995) del salario hasta el tope de la base anual de cotizacin (7.800 DM mensuales en los antiguos Estados federados y 6.400 DM mensuales en los nuevos Estados federados).
212
FRANCIA:
El sistema francs de Seguridad Social se basa, tambin, en un sistema de seguro social con fragmentacin de los colectivos a proteger y de la accin protectora. Su principal fuente financiera la constituyen las cotizaciones sociales, utilizando sistemas muy variados para la liquidacin de cuotas. No existe un sistema especial para la liquidacin de cuotas de los artistas profesionales de espectculos pblicos. Admite la posibilidad de inclusin por cuenta ajena y por cuenta propia. En Francia hay una fuerte implantacin de las organizaciones empresariales y sindicales en la gestin del sistema de Seguridad Social. A grandes rasgos, el sistema de seguridad social francs est integrado por un rgimen para los trabajadores por cuenta ajena, y un rgimen para los trabajadores por cuenta propia. El rgimen general aplicable a los trabajadores por cuenta ajena comprende el siguiente tipo de prestaciones: Seguro de enfermedad y maternidad, accidentes laborales y enfermedades profesionales, invalidez, vejez, muerte, desempleo y asignaciones familiares. Los trabajadores por cuenta propia estn cubiertos por un rgimen nico de seguro de enfermedad y maternidad, pero, en el caso de los seguros de vejez, invalidez y supervivencia, existe gran diversidad de regmenes, dependiendo de la profesin. Al igual que los trabajadores por cuenta
ajena, los trabajadores por cuenta propia reciben prestaciones familiares. Sin embargo, no existen prestaciones especficas por el riesgo de desempleo.
Disposiciones Nacionales
El sistema de seguridad social est jurdicamente plasmado en gran cantidad de textos reunidos en el Cdigo de la Seguridad Social. La gestin de la seguridad social corre a cargo de las cajas nacionales, organismos pblicos nacionales de carcter administrativo. En lo que respecta al rgimen general, existen tres: La "Caisse Nationale de lAssurance Maladie des Travailleurs Salaris" (CNAMTS; Caja nacional de seguro de enfermedad de los trabajadores por cuenta ajena), que gestiona, por un lado, los seguros de enfermedad, maternidad, invalidez y muerte, y, por otro, el seguro de accidentes laborales y enfermedades profesionales. La "Caisse Nationale dAssurance Vieillesse des Travailleurs Salaris" (CNAVTS; Caja nacional de seguro de vejez de los trabajadores por cuenta ajena), que gestiona el seguro de vejez. La "Caisse Nationale des Allocations Familiales" (CNAF; Caja nacional de prestaciones familiares), que se ocupa de gestionar las prestaciones familiares). En el plano departamental y local, las
213
prestaciones se efectan por mediacin de las "Caisses Primaires dAssurance Maladie" (CPAM; Cajas primarias de seguro de enfermedad), directamente o a travs de secciones locales; las prestaciones familiares se efectan a travs de las "Caisses dAllocations Familiales" (CAF; Cajas de prestaciones familiares). En el plano regional, las "Caisses Rgionales dAssurance Maladie" (CRAM; Cajas regionales de seguro de enfermedad) se encargan de las tareas de inters comn para cajas primarias; gestionan tambin las prestaciones de vejez. El seguro de desempleo est gestionado por organismos de derecho privado: en el plano nacional, la "Union Nationale interprofessionnelle pour IEmploi dans IIndustrie et le Commerce" (UNEDIC; Unin nacional interprofesional para el empleo en la industria y el comercio), y en el plano local, la "Association pour IEmploi dans IIndustrie et le Commerce" (ASSEDIC; Asociacin para el empleo en la industria y el comercio). En lo que respecta a los trabajadores autnomos, la gestin del seguro de enfermedad, es competencia de la "Caisse Nationale dAssurance Maladie des travailleurs non salaris non agricoles" (CANAM; Caja nacional de seguro de enfermedad de los trabajadores por cuenta ajena de mbitos distintos del agrario); la gestin de los seguros de vejez, invalidez y supervivencia es competencia, en funcin de la profesin, del ORGANIC, si se es comerciante o industrial, la CANCAVA, si se es artesano, y la CNAVPL, si se ejerce una profesin liberal.
ITALIA:
Se basa tambin en un sistema de seguro social y como en los casos anteriores, se caracteriza por la fragmentacin de la proteccin y de la consiguiente obligacin de cotizar. Esta se basa en los salarios percibidos, y permite tambin la inclusin por cuenta ajena o como trabajador por cuenta propia, en todos los casos existen topes mximos de cotizacin. El sistema italiano de Seguridad Social, contiene especialidades para el sector de los artistas en espectculos pblicos.
214
Cajas nacionales de trabajadores independientes de las profesiones liberales: mdicos, farmacuticos, veterinarios, ingenieros, arquitectos, topgrafos, abogados, procuradores, peritos mercantiles, asesores laborales, notarios, agentes de aduanas, contables. El empleador debe abonar dos tercios de las cotizaciones para los seguros de pensiones (invalidez, vejez, supervivencia) y el empleado un tercio. En cuanto al resto de seguros sociales, la mayora de las cotizaciones estn prcticamente a cargo del empleador. Este debe cumplir con todas las formalidades necesarias y paga mensualmente las cotizaciones.
Existe tope mximo de cotizacin, establecido en 4507.59 Euros mensuales. La cotizacin se distribuye al 50% entre empresa y trabajador: 570.96 Euros cada uno.
REINO UNIDO:
Tipo total decotizacin: 36%. Cuota mensual a ingresar por la empresa: 1027.73 Euros. Cuota mensual a cargo de la empresa: 23%: 656.61 Euros. Cuota mensual a cargo de trabajador: 13%: 371.12 Euros. En el Reino Unido no se aplica tope mximo de cotizacin.
ITALIA:
Tipo total de cotizacin: 38%. La distribucin entre empresa y trabajador en el sistema italiano, consiste en imputar a la empresa los 2/3 de la cuota y el resto al trabajador. En Italia nunca se ha aplicado tope mximo de cotizacin. Cuota mensual a ingresar por la empresa: 1084.83 Euros. Cuota mensual a cargo de la empresa: 715.99 Euros. Cuota mensual a cargo del trabajador: 368.84 Euros.
FRANCIA:
Tipo de cotizacin: 40.14 incluyendo todas las contingencias. Cuota mensual a ingresar: 1145.92 (incluyendo cuotas por seguro por desempleo). Cuota a cargo de la empresa: 32% : 913.54 Euros.
ALEMANIA:
Tipo total de cotizacin: 40%. Cuota mensual a ingresar por la empresa: 1141.92 Euros.
215
SUECIA- 2002 ESQUEMA TCNICO SOBRE DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS EN SUECIA
Por Mara Paz Acchiardo Encargada LO - Suecia
216
Dirigir al Individuo Poltica social rea de poltica suave Poltica cultural Dirigidos por el sistema Poltica industrial Poltica laboral y del mercado de trabajo rea de poltica dura
Concepcin
217
218
MODELO INDIVIDUAL
Baja afiliacin sindical sindicatos dbiles Derechos mnimos se establecen en la Ley Convenios colectivos dbiles jurdicamente La persona promueve por s misma su litigio Indemnizaciones altas Mal cumplimiento de las normas, especialmente en ramas menos protegidas
219
220
El Parlamento de Suecia, el Riksdag, fij ya en el ao 1974 los objetivos de la poltica cultural estatal. En 1996 el Riksdag asent los nuevos objetivos de la poltica cultural nacional. Con los nuevos objetivos nacionales se aspira a indicar la nueva orientacin de las actividades culturales independientemente de los sectores de la sociedad.
6. Fomentar el afn de educacin. 7. Estimular el intercambio cultural internacional y el encuentro entre diferentes culturas de nuestro pas. Los objetivos nacionales no ataen nicamente a los sectores culturales sino a todos los sectores de la sociedad, tanto en el mbito estatal, municipal y provincial; no nicamente al sector cultural. Los objetivos tienen especial importancia para la labor en campos como la educacin preescolar, las escuelas, la planificacin social, el desarrollo regional y local. Constituyen un marco nacional comn de referencia. Aparte de esto tienen por objetivo explicar el papel y la responsabilidad que tienen los organismos de la sociedad en los campos que carecen de legislacin general. En lo que a las autoridades estatales respecta, el Gobierno establece objetivos ms detallados, los llamados objetivos universales. Los objetivos nacionales y los objetivos especficos para cada autoridad se complementan con leyes, decretos y por las partidas asignadas en el presupuesto nacional. Aparte tenemos los objetivos de la poltica cultural fijados por municipios, diputaciones provinciales, asociaciones regionales, etc.
221
Los nuevos objetivos nacionales sern las directrices de la poltica cultural por muchos aos. El Gobierno le ha encomendado al Consejo Nacional de Cultura la tarea de informar sobre stos y de presentar posteriormente al Gobierno y al Riksdag un informe sobre su cumplimiento, incluso en otros municipios y diputaciones provinciales.
profesin, ubicacin geogrfica, origen tnico o discapacitacin fsica. Si deseamos que la libertad cultural de expresin, establecida en la Convencin del Nio de las Naciones Unidas se llegue a cumplir, es necesario que los nios y los jvenes tambin tengan acceso a los instrumentos del idioma y la cultura. La posibilidad real de libre expresin de las personas ha aumentado enormemente desde el ao 1974 debido, entre otros, a un nivel ms alto de educacin y al rpido desarrollo habido en el campo de los medios de comunicacin. Esta evolucin tambin implica el peligro de que la libertad de expresin se vea amenazada por la concentracin del poder y una creciente dependencia comercial. Una de las importantes tareas de la poltica cultural es hacer el mejor uso, en el mbito nacional e internacional, de la tcnica y del desarrollo en los medios de comunicacin para la difusin de conocimientos, el intercambio de ideas y el desarrollo artstico. Se debe contrarrestar la concentracin nociva del poder y los canales de distribucin deben estar abiertos. La nueva tecnologa de la informacin deber ser accesible a la mayor cantidad posible de personas y deber salvaguardar el libre intercambio de ideas. En un paisaje donde los medios de comunicacin cambian rpidamente, es un inters democrtico que exista una prensa fuerte que presente diferentes opiniones, y que las autoridades se responsabilicen por que se tenga una radio y televisin independiente y cualitativa al servicio de la sociedad.
1. "DEFENDER LA LIBERTAD DE EXPRESIN Y CREAR LAS CONDICIONES REALES QUE SEAN NECESARIAS PARA QUE TODOS SE PUEDAN VALER DE ELLA"
La libertad de expresin ocupa el primer lugar en la poltica cultural nacional. Para que pueda existir una democracia viva y una rica vida cultural, es imperioso que haya una gran variedad de opiniones y un debate libre. La libertad de expresin est cimentada en la Constitucin Sueca. Cada ciudadano tiene derecho a dar informaciones y expresar sentimientos y opiniones. Una de las tareas esenciales de la poltica cultural, consiste en defender esta libertad y crear condiciones verdaderas para que todos puedan hacer uso de ella. La libertad artstica estar garantizada por una poltica cultural que respalda, sin dirigir el contenido artstico. Una verdadera libertad de expresin requiere que todos tengan acceso a un lenguaje, a conocimientos y a informacin. Tambin exige que exista una gran cantidad de escenarios que sean accesibles a todos sin importar la pertenencia social, sexo,
222
2. "OPERAR PARA QUE TODOS PUEDAN PARTICIPAR DE LA VIDA CULTURAL Y DE LAS VIVENCIAS CULTURALES Y PUEDAN REALIZAR ACTIVIDADES CREATIVAS PROPIAS"
La poltica cultural debe obrar para que todas las personas puedan ser parte de la vida cultural, vivir la cultura y dedicarse a actividades creativas propias. Es necesario derrumbar los obstculos que hacen que muchas personas y grupos sigan siendo ajenos a la vida cultural. Es menester ampliar la labor de las instituciones culturales y partir en mayor grado de las condiciones de los participantes inexpertos. La colaboracin con las academias populares, las asociaciones, las organizaciones de aficionados, las redes y los entusiastas, debe evolucionar. El intercambio de ideas entre profesionales y aficionados necesita mayor estmulo. Las condiciones necesarias para la igualdad cultural se crean en la persona joven. La poltica cultural debe contribuir al aumento de los estmulos culturales en las escuelas preparatorias y los colegios. La poltica cultural debe impulsar mltiples eventos culturales en todo el pas y crear las condiciones necesarias para el intercambio cultural entre las diferentes regiones. Todos deben tener posibilidad de vivir la cultura y de dedicarse a la creacin propia, donde sea que vivan. Las instituciones estatales que tienen compromiso nacional deben ser accesibles a las personas de todo el pas. Los trabajadores de la cultura deben poder trabajar en cualquier lugar del pas. La radio y la televisin al
servicio de la sociedad tienen la importante misin de ser mensajeros culturales encargados de llegar al gran nmero de personas, individuos y grupos que en la actualidad no tiene acceso a gran variedad de eventos culturales. Se debe aprovechar la nueva tecnologa de la informacin para hacer que la cultura sea accesible sin que importen las distancias geogrficas y las diferencias de horario.
3. "FOMENTAR LA DIVERSIDAD CULTURAL, LA RENOVACIN ARTSTICA Y LA CALIDAD A FIN DE CONTRARRESTAR LOS EFECTOS NEGATIVOS DEL COMERCIALISMO"
La diversidad cultural es un requisito para una rica vida cultural. Si la poltica cultural elimina los obstculos que impiden la creatividad y apoya y estimula, ampliamente, a los que ejercen actividades culturales y a las expresiones culturales, habr obrado para la diversidad. Las condiciones de trabajo de los artistas que trabajan como tales, influyen en la vitalidad y diversidad de toda la vida cultural. La misin de la poltica cultural es crear las mejores condiciones posibles para el trabajo del artista. El arte experimental e innovador es, al igual que la investigacin bsica, decisivo para la expansin y calidad futuras pero rara vez, comercialmente, rentable. Por eso es importante que incluso las nuevas expresiones culturales y los artistas menos consagrados reciban estmulo y apoyo. Las condiciones para las actividades culturales comerciales han cambiado desde
Derechos Sociales de los Artistas
223
que los objetivos de la poltica cultural fueran formulados, en 1974. Esto se debe principalmente al desarrollo experimentado en el campo de los medios de comunicacin de masa. Los efectos negativos del comercialismo se reflejan en la uniformidad, superficialidad y centralizacin pero tambin en las crecientes diferencias entre distintas personas y grupos. La misin de la poltica cultural es contrarrestar estos efectos nocivos que afectan a todos los campos de la cultura. Es de especial importancia que los nios y jvenes tengan alternativas a la oferta cultural comercial. Se debe dar prioridad a la creatividad de los jvenes y a los lugares donde stos se renen. La calidad, sobre todo la calidad artstica, no es esttica. La renovacin artstica surge a menudo cuando los artistas innovadores rompen con los conceptos de calidad existentes. En la bsqueda de calidad es sumamente importante la existencia de slidos conocimientos y de alternativas a la produccin cultural rutinaria y estereotipada.
darle vida al inviolable valor y a la diversidad del ser humano. En el desarrollo de la sociedad, se ponen a prueba y se desafan los modelos acostumbrados. Esto hace que la creatividad cultural, habitualmente, cumpla una funcin crtica. La actividad artstica abre nuevas perspectivas y es frecuente que combine los conocimientos de diferentes campos en forma novedosa. Una misin importante de la poltica cultural es estimular la coordinacin entre el arte, la ciencia y la tcnica, e impulsar el encuentro entre artistas, cientficos y tcnicos. En este aspecto resulta sumamente importante crear las condiciones para la dinmica. Los artistas presentan visiones y estimulan el debate social al poner a los valores, fenmenos y tendencias de la sociedad en tela de juicio. El trabajo artstico, la investigacin cientfica y las innovaciones tecnolgicas brotan cuando se les da espacio para actuar a las personas que tienen talento e ideas. Las obras culturales deben dejar huellas mucho ms marcadas en el debate y la vida de la sociedad. Una manera de estimular el desarrollo dinmico del sector cultural es apoyando las actividades de los artistas independientes, y de los grupos libres. Las posibilidades que los artistas y otros trabajadores de la cultura tienen de participar en la labor de desarrollo de la sociedad en el mbito nacional, regional y local, deben aumentar. La perspectiva cultural debe existir en todos los sectores de la sociedad.
4. "DARLE A LA CULTURA LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA SER UNA FUERZA DINMICA, PROVOCATIVA E INDEPENDIENTE DE LA SOCIEDAD"
La poltica cultural debe posibilitar la bsqueda independiente de expresiones culturales. La cultura es un medio indispensable para
224
cultural comn. Contrarrestar las tentativas de utilizar el patrimonio cultural para fines discriminatorios, es una de las mayores responsabilidades de la poltica cultural.
225
las personas a que operen en grupos y asociaciones que, con espritu democrtico, velen y promuevan los valores, ideas y principios ideolgicos. La escuela es un organismo que imparte tanto educacin como formacin profesional. La poltica escolar y la poltica cultural comparten la responsabilidad por la educacin. Los aportes culturales en la escuela tienen esencial importancia para la educacin, al mismo tiempo que contribuyen a la participacin y a la creatividad propia. Las instituciones culturales bibliotecas y museos tambin tienen un papel fundamental en la misin de encarar y fomentar el afn de educacin de las personas. Personas comprometidas y actividades sociales arraigadas y vitales son requisitos imprescindibles para que los afanes de educacin sean activos. Por eso es imperioso que la poltica cultural apoye y estimule la labor idealista en los movimientos populares y las asociaciones, sobre todo la labor en las asociaciones de estudio y las academias populares superiores. La poltica cultural tambin deber alentar a los entusiastas independientes y a los grupos no organizados para captar y canalizar el compromiso y el inters de las personas por diversas cuestiones.
poltica cultural. Es indiscutible que una de las misiones de la poltica cultural es contribuir a que las personas que tienen diferente origen tnico y cultural se encuentren e impulsen mutuamente. La integracin debe ser estimulada, la xenofobia y el racismo deben ser combatidas. Otra misin importante es darle espacio a la generacin multi-tnica y multi cultural que no encajan en la categorizacin tradicional de la identidad tnicocultural. En la miscelnea de antecedentes culturales y formas de expresin, se encuentra la fuente de la nueva creatividad y de la nueva calidad. Suecia necesita un intercambio cultural ms intenso ya que as aumentan sus posibilidades de renovacin cultural. Simultneamente, se necesitan nuevas medidas para que las expresiones culturales arraigadas en la realidad sueca, y en los valores suecos puedan competir en forma eficaz con el caudal de actividades culturales de otros pases. La cooperacin cultural nrdica sigue teniendo alta prioridad. Los nuevos campos de cooperacin como el Consejo de los Estados Blticos, la regin de Barents, etc. adquieren cada vez mayor importancia, incluso en el mbito de la poltica cultural. La cooperacin poltico-cultural en la Unin Europea consiste en trabajar por lo que nos es comn. El Tratado de la Unin Europea establece que la dimensin cultural se debe observar en todos los campos de accin de la Unin. Convertir esta misin en realidad, tanto en Suecia como en la Unin Europea, es una misin poltico-cultural. La tarea, a nivel
7. "ESTIMULAR EL INTERCAMBIO CULTURAL INTERNACIONAL Y EL ENCUENTRO ENTRE DIFERENTES CULTURAS DE NUESTRO PAS"
La internacionalizacin exige ms de la
226
mundial, es destacar la importancia de la cultura para el bienestar y la libertad de las personas y facilitar los contactos entre las personas, sin limitacin de fronteras.
Esto se debe aadir a los programas de efecto directo, o indirecto, dentro del marco de las partidas para diferentes campos culturales. En el marco de los gastos de la poltica cultural tambin se toman medidas para mejorar la situacin de los artistas en el mercado laboral. Durante el perodo de 1997 a 2002 se destinaron en total 140 millones de coronas para reformas cuya finalidad es elevar el nivel. En el campo artstico, se han hecho, entre otras, las siguientes reformas a fin de mejorar las condiciones de los artistas durante este perodo: La remuneracin individual por exposicin, introducida en 1997, hace que los pintores y escultores, reciban una remuneracin cuando aquellas de sus obras que son de propiedad pblica son mostradas al pblico. El Gobierno sueco tambin ha destinado grandes cantidades para el intercambio internacional, permitiendo, entre otros, que el Comit de Subvencin al Artista ha creado un centro internacional de talleres de artista (IASPIS), International Artists Studio Program in Sweden. Existe desde 1997 un subsidio especial para el arte dramtico cuyo objetivo es estimular la produccin de nuevas obras dramticas suecas. Aparte de esto se han realizado proyectos en otros campos de actividades, que
227
tienen efecto directo, o indirecto, para los artistas. Tenemos por ejemplo el apoyo a ciertos expositores de pinturas y esculturas, el incremento de los subsidios a los grupos independientes de teatro, danza y msica, el apoyo a los editores de fonogramas y el apoyo a los talleres colectivos. En 1999 se iniciaron, a ttulo de prueba, una serie de programas coordinados en el marco de la poltica cultural y laboral, los cuales adquirieron carcter permanente en 2001. Al reforzar el apoyo a la creacin de diferentes centros culturales se ha desarrollado e intensificado la labor de provisin de empleos para artistas. Unos cien actores tienen actualmente, gracias a la Alianza Teatral, trabajo garantizado durante los perodos que no estn contratados por otros empleadores del sector de teatro. Cuando los actores tienen trabajo se les da licencia de la alianza. Aparte de darles a los actores contratados un constante arraigo laboral, la Alianza Teatral est encargada de organizar cursos de perfeccionamiento y provisin de empleos. La finalidad es mejorar la situacin de los que trabajan en el mundo del teatro, al ofrecerles condiciones de trabajo ms seguras y una mayor libertad artstica. Al mismo, tiempo se aspira a aliviar la carga del seguro de desempleo y a desarrollar la provisin de empleos.
En lo que a los derechos de autor respecta, se han introducido reglas que hacen posible la compensacin a los artistas y a los propietarios de los derecho de autor a travs del llamado gabela por casete y por venta de pinturas y esculturas.
228
nacional como en el internacional, creando nuevas relaciones en la vida cultural sueca y abriendo el escenario artstico sueco a impulsos de otros pases. Las condiciones del artista no se han visto influidas por cambios mundiales sustanciales durante los ltimos aos. El cuadro presentado por los que hicieron los estudios sobre el respaldo a los artistas durante los aos 1997-98, sigue siendo vlido. Los ingresos del promedio de los artistas son diecisiete por ciento ms bajo que los ingresos del resto de la poblacin. El Gobierno sueco considera que las prestaciones estatales y las compensaciones estatales, les dan una seguridad econmica bsica a los artistas que tienen trabajo y permite que se mantengan con ste. La variedad de formas de asistencias es resultado de la sensibilidad que debi tener el Comit de Subvencin al Artista, para adaptar los subsidios a las necesidades especficas de los diferentes grupos de artistas. Dadas las condiciones del mercado laboral de los artistas, ha aumentado la importancia de las formas de apoyo estatal a los creadores. El desarrollo de las actividades de creacin de centros, y el establecimiento de la Alianza Teatral permanente son ejemplos de colaboracin entre la poltica cultural y la laboral.
trabajo y sin ingresos, y con un desequilibrio entre la oferta y la demanda durante el cual la cantidad de oportunidades de trabajo y de encargos es inferior al nmero de artistas activos. No se trata de un desequilibrio guiado por las coyunturas econmicas, sino ms bien de una consecuencia de la libertad de establecerse que siempre deben tener los artistas. El desequilibrio regional tambin resulta evidente a travs de la concentracin de las oportunidades de trabajo en las regiones metropolitanas. El Gobierno de Suecia considera que se debe tener cierta consideracin por las necesidades especiales de los grupos que tienen empleos por contrata, u otros tipos de empleo provisional, que tienen condiciones inseguras de trabajo u otras circunstancias especiales. Esto tambin es vlido para el mercado laboral de trabajadores de la cultura. No se debe subestimar la importancia de la poltica laboral para el sector cultural. Segn un estudio de 1996, los programas laborales que en ese entonces se enfocaban en el campo cultural de Suecia, ascendan a 1.3 mil millones de coronas, lo cual se puede comparar con el presupuesto cultural de la poca que ascenda a 4 mil millones de coronas. Tenemos, sin embargo, durante los ltimos aos pruebas de una exitosa colaboracin entre la poltica laboral, regional y cultural a pequea escala. Se ha elaborado un tercer sistema de contrato
Derechos Sociales de los Artistas
229
para actores de teatro (la Alianza Teatral), donde se establecen criterios ms claros para disfrutar de las medidas para promover el empleo. El objetivo poltico cultural es incrementar la demanda de obras y actividades artsticas, aumentar los ingresos y las oportunidades de trabajo de los artistas consagrados a travs de nuevas formas de provisin de empleos, y de apoyo promocional al creciente grupo de artistas independientes y autnomos.
El objetivo poltico laboral es reducir el desempleo en el campo cultural. Si se permite la concurrencia de los objetivos poltico culturales y de los medios polticos laborales en un campo ms amplio, se podrn lograr efectos positivos para la poltica regional, debido tanto a una mayor accesibilidad a las vivencias culturales en todo el pas, como al aprovechamiento del papel de la cultura como factor esencial para el crecimiento econmico y el desarrollo regional.
230
I. INTRODUCCIN
Los derechos sociales en Mxico tienen su antecedente fundamental en la Constitucin Poltica de 1917. Los problemas educativos, agrarios y laborales fueron considerados en la Carta Magna del pas, sentando un precedente legislativo importante y ejemplar 1 a nivel internacional . Despus de las guerras mundiales en Europa Occidental, as como en el resto del mundo, los derechos referentes al ser humano dejarn de tener la caracterstica de tratarlo nicamente desde la perspectiva civil o poltica. El aspecto individual del derecho se enriquecer con la visin colectiva. Los nuevos derechos se encaminarn al mejoramiento econmico, social y cultural de los ciudadanos. Estos derechos, denominados sociales, en su conjunto tendrn su primer reconocimiento internacional en la Declaracin Universal de Derechos Humanos de 1948. Dentro de la perspectiva del liberalismo clsico, en que el Estado desempea un papel de mero observador, los derechos sociales vendrn a romper con esta cualidad.
1
Ahora el Estado debe asumir una posicin positiva y de acciones concretas ante ciertas necesidades de los individuos dentro de la sociedad. Concretamente, en el caso que nos ocupa, se analizarn los derechos sociales de los artistas en Mxico.
Constituciones con caractersticas sociales sern la del Weimar de 1919; la de la Repblica Espaola de 1931; la de la URSS de 1936 y la Irlandesa de 1937.
231
o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algn delito, o perturbe el orden pblico...". Como seala el jurista mexicano Ignacio 3 Burgoa , la libre manifestacin de las ideas contribuye al "desenvolvimiento de la personalidad humana, estimulando su perfec4 cionamiento y elevacin culturales ". Las formas de emitir o exteriorizar ideas son mltiples. Desde las tradicionales, forma escrita y oral, hasta las artes plsticas, msica, 5 danza, cinematografa, entre otras . Desde el punto de vista de los escritores, el Artculo 6 se integra con lo prescrito en el Artculo 7 Constitucional que, en su prrafo primero, seala: "Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene ms lmites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pblica. En
2
ningn caso podr secuestrarse la imprenta como instrumento del delito". El principal problema de este artculo es que la Ley de Imprenta que lo reglamenta es una disposicin ya obsoleta. En el sistema jurdico mexicano es la nica ley preconstitucional que se encuentra vigente, ya que data del 12 de abril de 1917, en tanto que la Constitucin entr en vigor el 1 de mayo del mismo ao, es decir, posteriormente. Sobre el particular, el doctor Ignacio Burgoa considera que esta Ley no debe tener vigencia, puesto que reglamenta artculos constitucionales que an no entraban en 6 vigor . Sin embargo, por resolucin de la Suprema Corte de Justicia la Ley de Imprenta 7 es vigente por no oponerse a la Carta Magna tal y como se aprecia a continuacin: "La legislacin preconstitucional y, en especial, la Ley de Imprenta, tienen fuerza legal y deben ser aplicadas en tanto que no pugnen con la Constitucin vigente, o sean especialmente derogadas".
La libertad de expresin e imprenta se encuentra protegida en Mxico desde la Constitucin de Apatzingn en 1814, que en su artculo 40 sealaba: "En consecuencia, la libertad de hablar, de discurrir y de manifestar sus opiniones por medio de la imprenta, no debe prohibirse a ningun ciudadano, a menos que en sus producciones ataque el dogma, turbe la tranquilidad pblica u ofenda el honor de los ciudadanos". Posteriormente, en la Constitucin de 1857, los artculos 6 y 7 contendrn, prcticamente los mismos textos de nuestra actual Constitucin. Estos antecedentes nos demuestran que desde el Mxico independiente la proteccin a la libertad de imprenta y expresin ha sido una constante. Ignacio Burgoa, Las garantas individuales, 24ava ed., Mxico, Porra, 1992, p. 348. Loc. Cit. Una opinin similar puede verse en Juventino V. Castro, Garantas y amparo, 7 ed., Mxico, Porra, 1991, p. 114. Burgoa, Op. Cit., p. 363. Pleno, Quinta poca, Tomo II, Pg. 395, Cisneros Pea Arturo, 8 de febrero de 1918, Once votos.
3 4 5 6 7
232
Quinta poca. Tomo: XLIV, pag. 289. Bernardino Perez. 4 de abril de 1935. La Ley de Imprenta mexicana requiere de una actualizacin que permita a los escritores, principalmente a los periodistas, una moderna proteccin a sus derechos. Principalmente, lo que debe ser revisado y, en su caso modificado, son los criterios existentes para determinar lo que se debe entender por vida privada, ataque a la moral, al orden o a la paz pblica. Estos conceptos tienen que ser actualizados conforme a las nuevas circunstancias del pas. En cuanto a la interpretacin del Artculo 6 Constitucional, debemos analizar qu debe entenderse por inquisicin judicial o administrativa. Desde la perspectiva jurdica, por inquisicin se entiende el indagar o averiguar, de manera cuidadosa, algn hecho que pueda tener repercusiones jurdicas. Si la constitucin prohbe el inquirir sobre la libre manifestacin de las ideas, con mayor razn debe ser ilcito cualquier otro acto de autoridad que la vulnere. Sobre el Artculo 6 y su aplicacin en materia cultural, existe la siguiente tesis jurisprudencial:
que ese derecho, constitucionalmente garantizado, incluye toda manifestacin artstica o cultural, ya que el arte y la cultura son una manera de expresar tambin ideas y dado que, por lo mismo, todo el acervo cultural del ciudadano est protegido por la garanta constitucional. En consecuencia, sera contrario a la libertad constitucional que las autoridades pudieran, por cualquier ttulo, imponer patrones artsticos o culturales a los ciudadanos, como si tuviesen facultades ms altas que la Constitucin Federal, para decidir por los gobernados adultos qu clase de arte o de cultura asimilar, y como si los ciudadanos adultos no tuvieran el derecho, reconocido y garantizado por la Constitucin de elegir ellos mismos qu clase de elementos artsticos o culturales desean asimilar. Y sera absurdo un proteccionismo pseudo nacionalista en estas materias, que impusiera a todo el pueblo la obligacin de asimilar determinadas manifestaciones culturales, mediocres o no, sacrificando la garanta constitucional. Por otra parte, la proteccin a los ingresos pecuniarios de los msicos y ejecutantes nacionales, no pueden ser de un valor tan alto que justifique el sacrificio de la libertad artstica y cultural del pueblo mexicano. La nica manera aceptable de que se imponga el arte nacional ser el superar su calidad, y aprovechar las races culturales y la idiosincrasia del pueblo, las que pueden ser fomentadas, pero no impuestas, por la autoridad. Una imposicin de la autoridad al respecto,
233
a ms de violar el derecho constitucional, vendra ms bien a propiciar la mediocridad y la adulteracin de los valores nacionales, a limitar el espritu creativo y a reducir las capacidades de los mexicanos de estar al tanto y al nivel de las corrientes artsticas extranjeras. Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito Amparo en revisin 487/76. Msica a su Servicio, S.A. - 18 de enero de 1977. Unanimidad de votos. Volmenes 97-102, Sexta Parte, p. 144. Lo relevante de esta tesis jurisprudencial es que convierte a una garanta individual en un derecho social. En este caso, el Estado se obliga a fomentar las manifestaciones culturales, as como a no privilegiar alguna manifestacin cultural en especfico. Ahora bien, el derecho a la libre manifestacin de las ideas tiene las siguientes limitaciones establecidas en la propia Constitucin: que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algn delito o perturbe el orden pblico. El principal problema de estas limitantes es que ninguna se encuentra definida en la Constitucin Poltica. Es en la Ley de Imprenta, que es reglamentaria de los Artculos 6 y 7, en donde se encontrarn algunos de estos conceptos mismos que tienen la caracterstica de ser imprecisos y poco claros. De esta forma, dicha ley considera como
ataque a la moral la manifestacin de las ideas que defiendan o disculpen, aconsejen o propaguen pblicamente los vicios, faltas o delitos, o se haga apologa de ellos o a sus autores; se ultraje u ofenda al pudor, a la decencia o a las buenas costumbres, o se excite a la prostitucin o a la prctica de actos licenciosos o impdicos; y, la distribucin, venta o exposicin al pblico de cualquier producto de manifestacin de ideas que tengan carcter obsceno, o que representen actos lbricos. Constituye un ataque al orden, o a la paz pblica, toda manifestacin de las ideas que desprestigien, ridiculicen o destruyan las instituciones fundamentales del pas, o con las que se injurie a la nacin mexicana o a las entidades polticas que la conforman; las que inciten a la rebelin, motn, o sedicin; las injurias a naciones amigas o sus representantes; la publicacin o propagacin de noticias falsas o adulteradas capaces de perturbar la paz o la tranquilidad de la Repblica. De los conceptos anteriores podemos concluir que la Ley de Imprenta debe ser abrogada, para darle cabida a una legislacin moderna, acorde con la vida y necesidades actuales del pas y del entorno internacional, ya que conforme a los criterios expresados, se pueden conculcar derechos fundamentales alegando que son contrarios a la moral o al orden pblico. Slo as, se podr garantizar la seguridad jurdica de los creadores intelectuales.
234
En el derecho positivo mexicano los derechos de autor comprenden el reconocimiento al autor de toda obra intelectual o artstica; el derecho de oponerse a su deformacin, mutilacin o modificacin; o de explotarla o usarla temporalmente con fines lucrativos, entre otros. En ese sentido se encuentran protegidas las siguientes ramas: literaria; musical; dramtica; danza; pictrica o de dibujo; escultrica y de carcter plstico; caricatura e historieta; arquitectnica; cinematogrfica y dems obras audiovisuales; programas de radio y televisin; programas de cmputo; fotogrfica; obras de arte aplicado que incluyen el diseo grfico o textil; y, de compilacin, siempre y cuando constituyan una creacin intelectual. Para que las obras sean protegidas por la ley se requiere que sean creaciones originales susceptibles de ser divulgadas o reproducidas en cualquier forma o medio. Ahora bien, el derecho de autor otorga su proteccin para gozar de prerrogativas y privilegios exclusivos de carcter personal y patrimonial. Los primeros integran el llamado derecho moral y los segundos el patrimonial. Los derechos morales se consideran unidos al autor y son inalienables, imprescriptibles, irrenunciables e inembargables. El titular de este derecho podr siempre: decidir si
La ley autoral ms antigua data de 1846, fecha en que se public el Decreto sobre Propiedad Literaria, instrumento jurdico que asimil al derecho de autor con el de propiedad. En la poca moderna, los antecedentes de esta ley son la Ley Federal del Derecho de Autor, publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 14 de enero de 1948; y la Ley Federal Del Derecho de Autor, publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 29 de diciembre de 1956. Derechos Sociales de los Artistas
235
divulga o no su obra; exigir reconocimiento autoral y respeto a la misma; modificarla o retirarla del comercio; as como oponerse a que se le atribuya alguna obra que no sea de su creacin. Los derechos patrimoniales, en cambio, autorizan al autor el derecho de explotar de manera exclusiva sus obras, o de autorizar a otros su explotacin. Los titulares de los derechos patrimoniales podrn autorizar o prohibir: la reproduccin, publicacin, edicin o fijacin material de su obra en copias o ejemplares. En Mxico, los derechos patrimoniales se encuentran vigentes durante la vida del autor y setenta y cinco aos posteriores a su muerte. Concluidos estos trminos, la obra pasar al dominio pblico. Nuestro pas ha suscrito varios tratados y convenciones internacionales que son, por tanto, parte de su derecho vigente, destacando entre ellos: La Convencin Universal del Derecho de Autor de Ginebra, publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 6 de junio de 1957; y, la Convencin de Berna para la Proteccin de las Obras Literarias y Artsticas, publicada el 20 de diciembre de 1968. Dentro de los derechos sociales de los artistas, los derechos de autor son los que han tenido un avance jurdico ms relevante. En la actualidad, el Instituto Nacional de Derechos de Autor es la autoridad responsable de la salvaguarda de dichos derechos.
Por otra parte, se ha fomentado tambin la creacin de sociedades de gestin colectiva, con la finalidad de proteger a los autores o sus causahabientes, tanto nacionales como extranjeros, as como de recaudar y entregarles las cantidades que por sus derechos autorales se generen. La existencia de estas sociedades no significa que si un autor desea cobrar por s mismo sus derechos no pueda hacerlo.
236
Si bien, conforme a nuestro Artculo 133 Constitucional, los Tratados Internacionales que estn de acuerdo con dicho precepto son la Ley Suprema de toda la Unin y, por ende, los tratados anteriores son derecho positivo en nuestro pas, es indispensable su regulacin en la legislacin secundaria, con la finalidad de precisar la forma de ejercicio 9 de estos derechos .
Ley Federal del Derecho de Autor Reglamento de la Ley Federal del Derecho de Autor
BIBLIOGRAFA
Burgoa, Ignacio. Las garantas individuales. 24 ed. Mxico, Porra, 1992. 790 pp. Castro, Juventino V. Garantas y amparo. 7 ed. Mxico, Porra, 1991. 594 pp. Instituto de Investigaciones Jurdicas. Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada. Novena edicin. Mxico, Porra UNAM, 1997. 2 Vl. Instituto de Investigaciones Jurdicas. Diccionario Jurdico Mexicano. 10 ed. Mxico, Editorial Porra UNAM, 1997. 4 Vl. Tamayo y Salmorn, Rolando y Bolvar, Cielito. Coods. La Constitucin y su interpretacin por el Poder Judicial de la Federacin. Mxico, Fondo de Cultura Econmica Suprema Corte de Justicia de la Nacin, 1993. 6 Vl.
IV. CONCLUSIONES
En Mxico los derechos sociales de los artistas han evolucionado en lo concerniente a los derechos autorales. No sucede lo mismo, en lo que se refiere a la libertad de expresin y el acceso a los bienes y servicios culturales. En consecuencia, nuestro pas requiere una importante reforma legislativa que permita a los artistas tener una forma adecuada de proteccin a sus derechos. -
LEYES
Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos Ley de Imprenta
237
I. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE DERECHOS SOCIALES DE LOS ARTISTAS, EN EL MARCO DE LAS POLTICAS CULTURALES DE COLOMBIA
Cuando hablamos de derechos sociales en un pas como Colombia, lo hacemos con una gran sensacin de carencia y en cierta medida, impotencia, en tanto que son muchas las necesidades relacionadas con esos derechos y pocos los recursos disponibles para cubrirlas. La afirmacin anterior podra ser irrebatible a la luz de los indicadores sociales pero discutible frente a los privilegios que la naturaleza nos ha dado. De hecho, Colombia es hoy uno de los pases ms paradjicos del planeta, pues siendo uno de los ms ricos en recursos naturales, estamos clasificados en la escala de los ms pobres desde el punto de vista del PIB y el crecimiento. Tenemos dos mares; una importante participacin en el Amazonas, tal vez el ecosistema ms esperanzador del mundo; nuestros ros, cinagas y lagos, todava nos dan generosamente agua para brindar y convidar; de las entraas de nuestra tierra an siguen brotando oro, plata y otros minerales preciosos despus de varios siglos de codicioso saqueo y, como si fuera poco, somos exportadores de petrleo.
Nuestra localizacin es inmejorable, no slo porque vivimos en una eterna primavera al encontrarnos en la zona ecuatorial, sino porque somos ruta de interconexin de las Amricas, posicin tan estratgica que hizo que hace justo cien aos perdiramos a Panam. La poblacin es mayoritariamente joven, con unas ganas enormes de vivir y salir adelante y ello lo demuestran los cerca de dos millones de colombianos honrados y trabajadores, que han emigrado en los ltimos aos a otros pases huyendo de la violencia o la pobreza y que, hoy, constituyen una fuente importante de divisas de nuestro pas, en un fenmeno que se ha llamado el dlar pobre, es decir aquel que esos emigrantes mandan mensualmente a sus familias desde tantos pases hermanos que los han acogido, a pesar del estigma que pesa sobre los colombianos por el doloroso flagelo del narcotrfico. Yo me atrevera a sealar a esos colombianos honrados, talentosos y trabajadores como otro recurso que estamos exportando, o mejor perdiendo, un valioso capital humano que se nos est fugando por falta de las oportunidades y atencin a que tendran derecho en nuestro pas. Lamentablemente hemos descuidado y
238
desperdiciado toda esa riqueza al permitir que primen la codicia, el egosmo y la estrechez de mira en la conduccin de los destinos del pas desde su proclamacin como estado nacin. Desde que con Antonio Nario fuimos pioneros en el continente, en traducir y divulgar la Declaracin Francesa de los Derechos del Hombre, documento que sirvi para respaldar las gestas independentistas en el siglo XIX, bajo las consignas de libertad, igualdad y fraternidad, los textos en materia de derechos humanos han ido por un lado y la realidad por otro. Desde esa poca, nuestra historia est llena de exclusiones de todo tipo, desde las ms sutiles hasta las ms violentas. A partir de su nacimiento nuestra patria ha visto, sin cesar, cmo los derechos fundamentales a la vida, honra y bienes han sido golpeados por las masacres, el despojo, el desplazamiento obligado y la injusticia, ante la mirada indolente y muchas veces cmplice de quienes han tenido el deber constitucional de protegerlos. Por supuesto, ello ha contribuido a tejer odios y deseos de venganza difciles de desanudar. Como en una tragedia clsica que se repite indefinidamente, Colombia ha sido y es escenario de las ms crueles luchas fratricidas, del sacrificio de pueblos enteros y de la inmolacin de aquellos que, en determinado momento de la historia, habran podido tomar el timn con sabidura y buen juicio.
Hoy tenemos el deshonroso lugar de ser uno de los pases en donde ms se viola el Derecho Internacional Humanitario y en el que ms secuestros se producen al ao. El reto para los gobernantes de hoy es verdaderamente complejo. Si bien puede haber una gran voluntad de corregir los errores del pasado y brindar atencin a una poblacin cada vez mayor de excluidos de toda poltica estatal en educacin, salud, justicia, vivienda o empleo, hay dos imperativos que nos agobian y cortan las posibilidades. Uno es la deuda externa, que hoy es del 42.2% del PIB y otro es la absurda confrontacin en la que nos encontramos y que cada vez consume ms presupuesto para armamento e inteligencia militar. Si bien en el campo constitucional y legislativo hemos hecho avances importantes en la consagracin de los derechos humanos, de primera, segunda y tercera generacin, y el nivel de participacin de la poblacin, en las instancias de planeacin y ejecucin de la cosa pblica ha aumentado, as como los mecanismos de acceso a la justicia, entre los que sobresale la tutela, se han desarrollado en la ltima dcada, tambin tenemos que reconocer que nuestros males endgenos han avanzado tanto que tal vez no les falta algo de razn a algunas voces que han calificado a la Constitucin Poltica del 91, especialmente en lo relacionado con los derechos econmicos, sociales y culturales, como un compendio lleno de buenas intenciones pero demasiado optimista en un pas tan convulso como el nuestro.
Derechos Sociales de los Artistas
239
No obstante, la cultura ha cobrado una gran importancia y espacio en el pas especialmente en la ltima dcada.
sabores producidos a partir de la herencia, la creatividad y el talento de nuestros hombres y mujeres, ancianos, adultos, jvenes y nios, que en medio de la adversidad no renuncian a celebrar cientos de fiestas, festivales, carnavales, encuentros y concursos que, ao tras ao, en lugar de disminuir se multiplican para recuperar y fortalecer el patrimonio intangible. Un alto nmero de esos eventos hoy cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y de sus respectivos municipios, en la modalidad de festivales concertados. 3. En 1997 se expidi la Ley General de Cultura y se cre el Ministerio de Cultura, con lo cual se sistematiz, en buena parte, la legislacin dispersa que exista sobre temas como el patrimonio, el fomento a la creacin, investigacin, formacin y produccin artstica y cultural y la participacin en la gestin, y se le dio mayor espacio en los asuntos del gobierno a la cultura, pues el Ministro de Cultura tiene asiento en el Consejo Nacional de Poltica Econmica y Social, organismo encargado de fijar las polticas de inversin. En el campo de los derechos de los artistas, la ley se ocupa de temas como el fomento, los estmulos, la difusin y promocin, el intercambio artstico y cultural con otros pases, la infraestructura cultural, la formacin, la seguridad social, la pensin vitalicia, la profesionalizacin, los derechos de autor y la participacin en regalas, entre otros. Y de manera muy especial, se ocupa del fomento a la produccin cinematogrfica,
240
actividad para la cual crea el Fondo Mixto de Promocin Cinematogrfica, entidad que hoy funciona con rgimen de derecho privado. Adems destina un captulo entero a la gestin y participacin a travs de consejos nacionales, departamentales y municipales de cultura y de cada una de las reas artsticas y culturales. 4. Con la constitucin, la ley de cultura y la expedicin Crea, adems de los documentos surgidos de encuentros y seminarios como ste y auspiciados por la UNESCO y otros organismos internacionales, se ha venido revaluando cada vez ms la idea de separar la alta cultura de la cultura popular, y por ende los artistas clsicos de los populares, para darles tratamiento diferente en cuanto asignacin de recursos y cargas tributarias. Por ejemplo, antes slo estaban exentos del impuesto a espectculos pblicos los conciertos de msica clsica, el ballet, la pera, la opereta, la zarzuela, y el teatro; hoy la lista de espectculos exentos se ampli con la danza folclrica y contempornea, la msica contempornea, la msica colombiana y las ferias artesanales. 5. En el ao 2000 se cre el Consejo Nacional de Cultura, ente asesor del gobierno nacional, en el que participan representantes de todas las reas artsticas y culturales. Este consejo trabaj durante un ao en el Plan Nacional de Cultura, que se espera oriente los programas a realizar durante los prximos diez aos. Tambin se han conformado ms de 500
consejos municipales de cultura, en los que participan artistas y gestores culturales, muchos de los cuales estn promoviendo propuestas para dignificar y enaltecer la labor de los autores, intrpretes, escritores, artistas y en general, trabajadores de la cultura en sus respectivos municipios. 6. Debemos destacar avances en las ciudades como el caso de Bogot y su Instituto Distrital de Cultura y Turismo, dependiente de la alcalda, cuyos programas, acordes con la Ley General de Cultura, se han convertido en modelo para otras ciudades, como las temporadas que se realizan en los parques, con el nombre de "Rock al parque", "Jazz al parque", "Teatro al parque", "Ballet al parque", "pera al parque", "Poesa al parque", y as sucesivamente, as como las becas o bolsas de creacin y los premios de literatura y cine, que promueven la labor de los artistas, no slo de la ciudad sino de todo el pas. Dicho instituto mantiene tambin la Academia Superior de Artes de Bogot, ASAB, que se ha convertido en el principal centro de formacin artstica superior del pas, con programas en teatro, danza contempornea, msica latinoamericana y artes visuales.
II. APOYO DEL ESTADO EN TORNO A LOS ARTISTAS, AUTORES COMPOSITORES Y FONDOS DE CREACIN ARTSTICA
La organizacin del Estado en torno a programas de apoyo a la actividad artstica est encabezada por el Ministerio de Cultura, entidad encargada de definir las polticas
241
nacionales. ste hace presencia en los departamentos y distritos a travs de sus aportes a los Fondos Mixtos Departamentales y Distritales para la promocin de la cultura y las artes, entes que en esas circunscripciones coordinan sus acciones con los institutos y secretaras de educacin y cultura. Aunque la Ley General de Cultura le dio vida legal al Fondo Mixto Nacional, ste todava no ha sido organizado. Entre tanto el Ministerio cuenta con dos lneas de apoyo econmico a los artistas: el Programa Nacional de Concertacin, mediante el cual se cofinancian proyectos presentados por entidades privadas sin nimo de lucro o pblicas de carcter cultural, para impulsar la realizacin de programas de festivales y eventos nacionales e internacionales en el territorio nacional, exposiciones en museos, conciertos, temporadas artsticas en salas de teatro y formacin en escuelas formales y no formales. Una de las obligaciones que adquieren las instituciones beneficiarias del apoyo, es la promocin del talento nacional. La otra lnea de apoyo es el Programa Nacional de Estmulos que anualmente otorga becas de creacin e investigacin y premios nacionales en las diferentes expresiones artsticas y culturales. Adems existe el programa de intercambio de residencias artsticas con Mxico, a travs de CONACULTA, mediante el cual un artista de cada pas se traslada al otro y dirige un montaje con artistas del lugar. Como un reconocimiento a la vida y obra
de los maestros mayores, se ha instituido el programa de emritos, mediante el cual se le otorga por una vez un monto econmico y se publica su obra. En el mbito departamental se han creado las becas regionales, con el fin de atender la diversidad de expresiones artsticas, y los niveles de formacin de los participantes que en una convocatoria nacional se encontraran en desventaja frente a mayores niveles de profesionalizacin. Por otra parte la Ley General de Cultura dio la posibilidad a las entidades territoriales (municipios, distritos y departamentos) de crear estampillas procultura, que consisten en impuestos que gravan hechos como la contratacin administrativa y cuyos recursos deben ser administrados, directamente, por los entes oficiales encargados de la cultura. La estampilla procultura ha fortalecido significativamente las finanzas territoriales destinadas al apoyo a la actividad artstica, y desde el ao pasado se estableci que el 10% de los recursos deben ser utilizados para la seguridad social del gestor y el creador cultural. Otra forma de apoyo se da por va tributaria, aunque de manera bastante limitada. En efecto, el estatuto tributario contempla un rgimen especial para entidades privadas, sin nimo de lucro, cuyo objeto social sea la cultura, que prcticamente las exime de declarar sobre la renta, siempre que los excedentes de cada ao sean invertidos en el ao inmediatamente posterior en programas acordes con su objeto social.
242
Y tenemos un estmulo a las donaciones que hagan los contribuyentes a entidades culturales pblicas y culturales, consistente en la deduccin del 125% sobre su base gravable, hasta el 30% de esa base.
con estmulos para las producciones nacionales, segn porcentajes de participacin de talento nacional, y el que modifica el arancel para permitir la circulacin de obras artsticas. Otro importante grupo de normas que haran parte de ese estatuto, son las normas de derechos de autor y conexos, de las cuales en lugar principal estn la Ley 23 de 1982, que fija las normas sobre definiciones, contenidos y mecanismos de proteccin de las obras y sus autores en sus aspectos moral y patrimonial, la Ley 44 de 1993 sobre sociedades de gestin colectiva y la 719 de 2001 sobre formas de concertar las tarifas para el pago de los derechos. Esta normatividad es complementada con la decisin 351 del Acuerdo de Cartagena que vincula a los pases miembros de la Comunidad Andina. En cuanto a seguridad social, la ley 100 de 1993 establece como principio la universalidad, es decir el derecho que tienen todos los habitantes a la cobertura en salud, vejez, invalidez y contra riesgos profesionales, en dos tipos de regmenes: contributivo y subsidiado. Para este ltimo, se estableci el Sistema de Seleccin de Beneficiarios para programas sociales, SISBEN, que "es una herramienta bsica para lograr equidad, conformada por un conjunto de reglas, normas y procedimientos para obtener informacin socioeconmica confiable y actualizada de grupos especficos, en todos los departamentos, distritos y municipios del pas". Lo que se busca con la informacin que
243
arroja el SlSBEN es focalizar el gasto pblico para, de esta manera, garantizar que el gasto social "sea asignado a los grupos de poblacin ms pobres y vulnerables". En ese contexto, el Artculo 25 de la ley 100 de 1993, de seguridad social estableci el Fondo de Solidaridad Pensional para ciertos grupos poblacionales, entre los que estn incluidos los artistas de bajos recursos econmicos. La Ley General de Cultura, cuatro aos despus estableci la pensin vitalicia para los creadores y gestores de la cultura, que cubre a aquellos que cumplan 65 aos y no acrediten los requisitos mnimos de cotizacin para acceder a la pensin de vejez que actualmente es haber cotizado un mnimo de 1.000 semanas. Para ello, el Ministerio de Cultura con sujecin a sus disponibilidades presupuestales har las apropiaciones a la entidad administradora de pensiones donde se encuentre afiliado el creador o gestor cultural, hasta completar con las cotizaciones ya recaudadas, el monto requerido para cumplir la cotizacin mnima exigida por la ley. En el caso de que el creador o gestor cultural no est afiliado, el Ministerio de Cultura lo afiliar al Sistema General de Pensiones. Para efectos de cumplir lo dispuesto, la ley estableci que el Ministerio de Cultura constituira un fondo cuenta de seguridad social. Lamentablemente este fondo no se ha constituido todava y, por lo tanto, el tratamiento preferencial para creadores y gestores
culturales todava est pendiente, con lo cual el texto legal es letra muerta. En el mbito fiscal, el estatuto tributario contempla una serie de normas, que sera necesario incorporar al estatuto del artista, pues inciden en su trabajo. Como se dijo arriba, las entidades culturales sin nimo de lucro son de rgimen especial en cuanto a renta. En principio, la tarifa sobre la utilidad es el 20%, cuando el rgimen general es del 35%. Sin embargo, las entidades de rgimen especial pueden destinar todos sus excedentes al objeto social dentro del ao inmediatamente posterior, por decisin de su junta directiva, con lo cual quedan exentos del impuesto. Adems existe un rgimen de exencin del IVA sobre libros de inters cultural y cientfico, y, como qued dicho arriba, la mayora de los espectculos artsticos estn exentos del impuesto sobre espectculos pblicos. Los premios obtenidos por razones artsticas o culturales tambin se encuentran exentos del impuesto de ganancia ocasional. En el campo de las comunicaciones y, especialmente, en la televisin, la ley que regula la materia (L. 182 de 1995), defini unos porcentajes mnimos de programacin de producciones nacionales, entendiendo por tales "aquellas de cualquier gnero realizadas en todas sus etapas por personal artstico y tcnico colombiano, con la participacin de actores nacionales en roles protagnicos y de reparto. La participacin de actores extranjeros no alterar el carcter de nacional
244
siempre y cuando, sta no exceda el 10% del total de los roles protagnicos. La participacin de artistas extranjeros se permitir siempre y cuando la normatividad de su pas de origen permita la contratacin de artistas colombianos". Aunque no es del caso profundizar, debemos informar que en las entidades territoriales existe una gran variedad de normas que afectan el trabajo artstico, especialmente en materia de impuestos y permisos. Finalmente, en el aspecto social se observa que, dada la intermitencia del trabajo de los artistas, la mayora de ellos son reportados como sector laboral informal. Generalmente realizan sus trabajos por contratacin de rgimen civil, es decir sin prestaciones sociales y, por ende, sin cobertura de salud y mucho menos de pensin.
Ello obedece, en gran parte, a la falta de agremiaciones que defiendan los derechos de los artistas, en temas como la seguridad social, la fijacin de tarifas salariales y la participacin los derechos de autor y conexos, de una manera vinculante y obligatoria, para quienes empleen los servicios de los artistas indefinida o temporalmente. Los artistas conocen muy poco la normatividad que los cobija, y no han desarrollado una cultura de la seguridad social y de la gestin colectiva de los derechos, tal vez porque consideran que sta es muy poco funcional, habida cuenta del desgaste producido en otras pocas cuando lograron la aprobacin de leyes como la de la seguridad social del artista, en 1985, que creaba el fondo para ese efecto y la tarjeta profesional, pero que, posteriormente, fue declarada inasequible por la corte suprema de justicia por vicios de forma.
245
"El propsito del proyecto es el de buscar la armona de la legislacin cultural de los pases signatarios, con el ideal de, en un futuro cercano, generar sistemas legales concertados para facilitar y articular los procesos de integracin de los pases desde la cultura".
de las tres grandes reas de accin de la entidad: la cultura, la educacin y la ciencia y tecnologa. Por ello, desde el rea de Cultura del CAB se lleva adelante el Proyecto de Legislacin Cultural. Se inici en 1981 con el esfuerzo conjunto de tres organismos: el Convenio Andrs Bello, la UNESCO y el Fondo Internacional de Promocin Cultural. Inicialmente fue concebido para realizar la recopilacin de la legislacin cultural de los pases andinos, teniendo en cuenta el origen regional del CAB. Desde 1981, a lo largo del desarrollo del proyecto, otros pases se adhirieron al Convenio Andrs Bello, hasta 1999, en que la organizacin contaba con nueve pases asociados.
ANTECEDENTES
Para una entidad cuyo cometido esencial es la integracin entre los pases asociados y el entorno, desde la cultura, la educacin y la ciencia y tecnologa, es esencial aproximarse, en primera instancia, al estudio y anlisis de las estructuras jurdicas y los correspondientes sistemas legales y los procesos jurdicos de cada pas para, desde all, articular procesos de generacin de sinergias para las acciones conjuntas y la eventual produccin de normas legales concertadas y armnicas, que hagan eficaces las voluntades de la integracin, sin por eso perder las peculiaridades inherentes a cada pas, resultantes de sus originales y genuinos procesos culturales. Por ello, este proyecto es uno de los de ms aliento y una de las ms importantes contribuciones del CAB (Convenio Andrs Bello) a la integracin entre los pases, en la medida en que se ha venido realizando la compilacin comparada de la legislacin
EL OBJETIVO GENERAL
El propsito fundamental de este proyecto y de la recopilacin comparada de la legislacin de todos los pases, es que sirviese de instrumento de conocimiento mutuo y de consulta para desarrollar trabajos o proyectos conjuntos tendientes a la integracin. El propsito del proyecto, en el largo plazo, es el de buscar la armona de la legislacin cultural de los pases signatarios, con el ideal
246
de, en un futuro cercano, generar sistemas legales concertados para facilitar y articular los procesos de integracin de los pases desde la cultura.
de la legislacin cultural de cada pas y ordenamiento comparativo de acuerdo a un ndice temtico desarrollado al efecto. Anlisis comparativo de la legislacin cultural de los pases del CAB, con nfasis en el Patrimonio cultural y en los derechos culturales comunitarios. Ampliacin progresiva de la compilacin de las Leyes nacionales, a las leyes o disposiciones de menor jerarqua, pero de gran impacto en la vida cotidiana de los pases, como disposiciones de gobiernos federales, departamentales, regionales o autonmicos, hasta las disposiciones locales de los gobiernos municipales. Vinculacin con el mbito acadmico de las universidades, concretamente con las carreras de derecho y ciencias jurdicas, con el objetivo de generar equipos de investigacin jurdica sobre los temas de la cultura en general y del patrimonio cultural y los derechos culturales comunitarios en particular, especialmente a travs del incentivo y direccionamiento de las tesis de licenciatura, de maestra y de doctorado. Desarrollo del Doctorado en Derechos Culturales a partir de la Ctedra Andrs Bello de Derechos Culturales, para la generacin de un cuerpo doctoral en los pases miembros que contribuya al pensamiento jurdico de la cultura, para que incida en el campo acadmico a travs de la formacin de nuevos profesionales y especialistas, para el desarrollo de nuevos
OBJETIVOS ESPECFICOS
El proyecto busca conseguir los siguientes objetivos especficos: Concertacin de proyectos de legislacin armonizada entre los pases, en especial en temas como Patrimonio Cultural, Derechos Culturales Comunitarios, Derechos Sociales de los Artistas y otros. Coadyuvar a la orientacin de polticas culturales multilaterales que sean utilizadas como instrumentos para la integracin. Generacin de proyectos legales mancomunados con la intencin de anticiparse a situaciones que se anuncian, o que ya son nuevas realidades, como los derechos de origen y de autora, individual y comunitaria, en el marco de las nuevas industrias culturales, los nuevos medios informticos y comunicacionales, etc. Impulsar la construccin de un Derecho Cultural Internacional, a partir de la armonizacin y articulacin de los marcos jurdicos que rigen las polticas culturales en los pases del CAB, y Latinoamrica y el Caribe, en general.
Para el logro de esos objetivos, el Proyecto se propone las siguientes tareas: Actualizacin constante de la Compilacin
247
Durante el ao 2001 se analiz y reformul el proyecto as como la ctedra de integracin que le es conexa, para adecuarlos mejor a los objetivos generales y especficos antes descritos. Consecuentemente, en diciembre de 2001 se realizaron reuniones de trabajo tendientes al replanteamiento de la Ctedra Andrs Bello de Derechos Culturales, y a partir de ella, el desarrollo de un Doctorado en Derechos Culturales. La Ctedra es coordinada por el doctor Jess Prieto de Pedro, Vicerrector Acadmico de la Universidad Nacional de Educacin a Distancia, UNED, y se desarrolla en virtud de un convenio entre el CAB y esa universidad junto con la Universidad Carlos III de Madrid. En junio de 2002 se realiz la Primera Reunin de Expertos en Legislacin Cultural de los pases del CAB, a partir de la cual se produjo un Documento de recomendaciones para la actualizacin de la legislacin cultural, conforme a una nueva estructura y con un ndice temtico entonces aprobado, para ordenar la legislacin vigente segn ese modelo ms flexible. Se ha cambiado el sistema de trabajo; se ha abandonado la mecnica de un solo consultor itinerante, como se haba hecho en la etapa precedente, y se ha pasado al trabajo en equipo, con un responsable por pas, comprometido a la actualizacin constante de la legislacin vigente en los pases. Adicionalmente este equipo internacional
Evolucin del proyecto en la actual administracin, 2001 - 2004. Logros y desarrollo inmediato
Se ha reorientado el proyecto para avanzar del mecnico proceso de actualizacin peridica de la legislacin vigente hacia la generacin de proyectos y acciones conjuntas y concertadas en proyectos de ley, particularmente en cuanto al patrimonio cultural y los derechos culturales comunitarios.
248
tiene por cometido el retroalimentar las iniciativas de cada pas sobre nueva legislacin, y trabajar en conjunto propuestas de nuevas leyes segn los requerimientos que en la realidad se identifican como necesarios. Como resultado del trabajo en equipo, a la fecha, se ha actualizado la legislacin hasta mayo de 2003 y se ha incluido a Paraguay, miembro pleno de la entidad desde ese ao. Para ello se hizo la seleccin y contratacin de expertos por pas para la actualizacin de la legislacin cultural entre 2000 y 2003 y la revisin de la vigencia de la legislacin antes publicada, eliminando las normas ya derogadas por caducidad, sustitucin o actualizacin. La vinculacin de esos expertos se hizo de forma concertada con las autoridades de cultura de cada uno de los pases. Los expertos que han trabajado en este proceso son los siguientes: Bolivia Miguel ngel Arteaga Chile, Patricia Olgun Rodrigo Valencia Colombia Juan Luis Meja Arango Consultor externo del CAB Juan Manuel Vargas Jimmy Antony Prez Juan Martn Fierro Alberto Sanabria
(2003) (Compilador)
Cuba Magali Rodrguez Garca (2002-2003) Beatriz Alfonso Casado (Compiladora) Ecuador Mauricio Oliveros Grijalba (2002) Miguel Oa (2003) Noem Quintanilla (Compiladora) Espaa Jess Prieto de Pedro Panam Hugo E. Bonilla Larissa Landau Paraguay ngel Ramn Sosa Brtez Gustavo Servan Per Mara Elena Crdova Venezuela Henrique Meier Gileni Gmez Muci Freddy Castillo -
(2002-2003)
(2002-2003) (Compiladora)
(2002) (2003)
(2002-2003)
(2002-2003)
(2002) (2003)
Est en preparacin una segunda versin en formato digital CD-ROM de la compilacin de la legislacin comparada de los diez pases del CAB, actualizada hasta mayo de 2003. Inicio del proyecto de Doctorado en Derechos Culturales.
249
Resultados
A partir de la I Reunin de Expertos en Legislacin Cultural de los pases del CAB, Bogot, junio de 2002, se aprob un ndice temtico segn el cual se procedi a una nueva ordenacin de la legislacin de cada pas por parte de los expertos responsables. Por otra parte, se aprob la creacin del Doctorado en Derechos Culturales con base en la Ctedra Andrs Bello de Derechos Culturales, que tiene asiento en la Universidad Nacional de Educacin a Distancia, UNED, y la Universidad Carlos III, en Madrid, bajo la modalidad de "Ctedra in situ", que se dar desde el "Instituto de Comunicacin Cultural" que esas universidades han constituido. El doctorado contar con la eventual colaboracin de la Fundacin Carolina. El primer curso del doctorado comenzar en octubre de 2003, bajo la coordinacin del doctor Jess Prieto de Pedro, en las citadas universidades. En la II Reunin de Expertos en Legislacin Cultural de los pases del CAB, Bogot, junio de 2003, se analiz y aprob la currcula acadmica del curso de doctorado, as como los requisitos de participacin para los postulantes de los pases del CAB. Se continuar con la realizacin anual de Reuniones de Expertos en Legislacin Cultural hasta tanto se adecuen otros mecanismos de trabajo conjunto y mancomunado sobre los temas del proyecto.
CD-ROM, de la legislacin de los nueve pases, actualizada hasta mayo de 2003, incorporando la legislacin de Paraguay, dcimo pas miembro de la entidad. Edicin de una publicacin impresa con la relatora y recomendaciones de las dos reuniones de Expertos en legislacin cultural de los Pases del CAB. Ordenacin temtica de la legislacin compilada a partir del ndice acordado en la Primera Reunin de Expertos en Legislacin Cultural celebrada en Bogot en junio de 2002. Trabajos en el portal del CAB con el propsito de colocar el sistema legal compilado, mediante un sistema escalonado de vnculos, para facilitar la consulta y permitir el trabajo conjunto de nuevos proyectos de normas y de trabajos acadmicos sobre legislacin, en virtud de las posibilidades que los sistemas informticos ofrecen en la actualidad. Accesibilizacin de una herramienta de trabajo compartido de documentos y proyectos para facilitar los procesos descritos en los objetivos especficos. Realizacin de un estudio sobre la legislacin en relacin con los derechos de autor y el patrimonio intangible, incluido en este acpite, el patrimonio subacutico, y el patrimonio cultural inmaterial o intangible.
250
se empieza a vislumbrar en Amrica Latina, en la bsqueda conjunta de nuevos paradigmas; Conocimiento mutuo y divulgacin de la legislacin existente y vigente; Bsqueda de sinergias y/o convergencias entre los pases en Amrica Latina y entre los distintos procesos de integracin desde los sistemas legales.
Aunque el proyecto en el desarrollo actual ha centrado su esfuerzo en los temas del patrimonio cultural y los derechos culturales comunitarios, eso no excluye el que se realicen otras acciones y se desarrollen vnculos con otras iniciativas como las de los derechos de autor, las industrias culturales, los incentivos y estmulos para la cultura, los derechos de los artistas y otros.
251
Si hay que definir en una palabra lo que qued en la mente de los asistentes a esta cita, esa es, inequvocamente: compromiso. Cada pas (que deber censar sus carencias para establecer los pasos pendientes en relacin a sus prioridades), en cierta manera ha asumido una suerte de obligacin moral para dar respuestas a las necesidades sociales de los trabajadores de la cultura de cada nacin. En ese tenor se desarrolla el texto del experto Alberto Sanabria, quien tiene a su cargo las palabras finales de este seminario. Lo medular de la exposicin de Sanabria consiste en explicar cmo muchos pueblos, si bien nunca han dejado de servirse de sus artistas, no siempre han procurado crear legislaciones tendientes a proteger el trabajo creativo de stos y sembrar condiciones para que el trabajador cultural tenga una vida digna. Previsin, salud, derecho intelectual, desarrollo profesional, incentivos, comunicacin, soportes, y otros conceptos quedaron en la retina de muchos expertos que cruzaron su informacin, en un clima fraterno. Todos se fueron cargados de desafos, adems entendieron que (al ritmo cmo crecen las tecnologas) el tiempo apremia porque estamos pronto a ser aldea global. Tambin, sobre el final, hemos querido dar a conocer el Observatorio Mundial sobre la Condicin del Artista, proyecto realizado conjuntamente por la UNESCO Pars y la OIT, con este Seminario como antecedente y Chile como pas sede del MERCOSUR Cultural, en la asistencia tcnica para este proyecto.
Se trata de una direccin web que "consiste en formar una base de datos prctica, una herramienta de informacin para los artistas, particularmente en lo que concierne a sus derechos, condiciones de trabajo y proteccin social, incluyendo becas, ayudas y formaciones". Ser la mayor herramienta electrnica que los artistas del nuevo siglo tengan a mano, con un alcance universal, una red de infinitos nodos de contacto y una cantidad de links de consulta que crecern sin cesar. Un artesano del sur de Chile sabr cmo operan sus colegas de Uganda y, por tanto, podr intercambiar, en tiempo real, datos, experiencias y vivencias. Se llama, justamente, Observatorio, porque desde l se irradiar una fuerza comunicacional simplemente fabulosa. Ser La Gran Carretera del Artista del Siglo XXI. Para culminar hemos querido dar a conocer, como material de consulta, el Acta de la XV Reunin de Ministros de Cultura de MERCOSUR, Bolivia y Chile, firmada en Ro de Janeiro, en noviembre del ao 2002, donde las altas autoridades del bloque recogen las recomendaciones y conclusiones emanadas de esta gran alianza estratgica y solicitan elevarlas a la Cumbre de Presidentes. Esto, luego del trabajo de mesa realizado por la coordinadora del rea de Relaciones Internacionales, Pilar Entrala, con la voluntad poltica del Jefe de la entonces Divisin de Cultura, Claudio Di Girolamo. (Ver pginas 264 y 265). W.H
Derechos Sociales de los Artistas
255
Por Alberto Sanabria Acevedo Investigador en Legislacin y Polticas Culturales, Ex Director de Artes del Ministerio de Cultura de Colombia
"La trascendencia de la nueva ley chilena sobre las condiciones de contratacin de los trabajadores del espectculo, el cine y las artes audiovisuales, para los pases de la regin que an no han legislado al respecto, radicar en el impacto que, seguramente, sta tendr tanto en el mejoramiento de las condiciones de vida, como en el mejoramiento de la produccin artstica y cultural".
MBITO DE LA LEY
La Ley en mencin se ocupa de regular, en primer lugar, la relacin de trabajo, bajo dependencia o subordinacin entre los trabajadores de artes y espectculos y su empleador slo cuando su duracin es determinada, ya que cuando sta es indefinida continuar rigindose por las normas comunes del Cdigo del Trabajo. As, el contrato a trmino definido de los trabajadores del espectculo ser tratado en un captulo especial de dicho cdigo, con lo cual Chile se suma a pases como Espaa, Francia, Brasil y Argentina que han reconocido en su normatividad laboral el carcter especial de este tipo de trabajo y que tambin se destacan por una importante actividad escnica, cinematogrfica y audiovisual. En segundo lugar y como consecuencia lgica, la ley avanza en la solucin de lo atingente a la seguridad social, por lo menos para los trabajadores que trabajan para un empresario, y, en tercer lugar, se incorpora una norma sobre el uso y explotacin comercial de la imagen de los trabajadores de artes y espectculos para fines distintos al objeto
INTRODUCCIN
La Ley sobre la contratacin de trabajadores de espectculos, recientemente aprobada por el Congreso de Chile, representa un avance significativo en el contexto de los derechos sociales de los artistas. Este contexto, tal como se trat en el Seminario Tcnico sobre el tema, realizado en Santiago en octubre de 2002, parte de una realidad que denota rasgos comunes en los pases en donde no existe una legislacin que se ocupe de la problemtica de los artistas, y tiene que ver especialmente con cuatro aspectos: 1) La intermitencia e inestabilidad laboral de los trabajadores del espectculo vivo y audiovisual. 2) La desfavorable relacin contractual. 3) El incumplimiento de las cotizaciones sociales.
256
principal de la prestacin de servicios, para lo cual se requiere autorizacin expresa del intrprete.
ANLISIS COMPARATIVO
En cada una de esas legislaciones se pueden observar particularidades y desarrollos diferentes, en relacin con las condiciones de contratacin y trabajo de los artistas. Mientras que en Chile se excluye, expresamente, de la legislacin especial a los contratos a trmino indefinido, en Espaa se contempla esta modalidad dentro del mbito especial, con lo cual en estos contratos tambin se aplica lo relativo a la jornada o a los descansos y vacaciones. Por otra parte, la ley chilena cobija tanto a los artistas como a los tcnicos, mientras que la ley espaola expresa que las normas especiales no sern de aplicacin a las relaciones laborales del personal tcnico y auxiliar, que colabore en la produccin del espectculo. Francia incluye a artistas y tcnicos, por su parte, y adems de la relacin contractual, se ocupa de otros aspectos como la inestabilidad laboral con una categora especial llamada intermitencia, para la cual ha creado un subsidio que cubre las pocas de desocupacin, segn una tabla dependiente del tiempo de afiliacin o de las horas trabajadas en los ltimos 12, 18, 24 o 36 meses y de la edad del afiliado. Este beneficio, sin embargo, ha sido objeto de abusos y fraudes por parte de un alto nmero de personas que, valindose de certificaciones de trabajo expedidas sin control por parte de empresarios que lo han
asumido como prctica normal y justificada en una falsa filantropa, han logrado un modus vivendi bastante cmodo con lo cual, el sentido de la norma ha sido distorsionado y ha puesto en peligro la viabilidad del sistema de intermitentes. Por ello el gobierno est dispuesto a implementar severas medidas de control, situacin que ha generado manifestaciones de protesta, como la huelga que impidi la realizacin de festivales de msica, danza y teatro tan importantes como el de Avin, a mediados del 2003. En todo caso, el ejemplo francs es un referente de gran importancia para legislar y disear polticas sobre la materia, tanto por los avances como por las dificultades presentadas en el cubrimiento de la problemtica que enfrentan los trabajadores del espectculo, el cine y las artes audiovisuales, especialmente los artistas. Medidas como el subsidio de desempleo para intermitentes, deben ser estudiadas con cautela, desde el punto de vista de su viabilidad financiera, y definidas muy rigurosamente en cuanto a los requisitos y controles de la poblacin a cubrir. En dichos controles es fundamental que participen concertadamente las organizaciones representativas de los empleadores, los artistas y el gobierno. A propsito de la participacin de los sindicatos, se observa que en algunas legislaciones como la uruguaya y la brasilea, los contratos deben ser aprobados por los respectivos sindicatos antes de empezar a ejecutarse. En
Derechos Sociales de los Artistas
257
Espaa, por ejemplo, existe la formalidad de sacar tres copias, dos para los contratantes y una para el Instituto Nacional de las Artes Escnicas y la Msica, entidad pblica a las que organismos sindicales y patronales pertenecen el artista y el empresario; esto implica que se pueden solicitar las certificaciones correspondientes de la documentacin presentada. Llama la atencin en estos pases la presencia organizada de los diferentes sectores y especialmente, de los sindicatos. En Chile, segn se aprecia en el segundo nuevo informe sobre trmite de la ley, en los acuerdos sobre la redaccin de los artculos particip la denominada Plataforma Audiovisual, que agrupa a los trabajadores y al 99% de los empleadores del sector. Cabe recordar que la Plataforma Audiovisual tambin ha sido muy activa en la Coalicin Chilena para la Diversidad Cultural, cuyo objetivo primordial ha consistido en obtener la reserva cultural en las negociaciones de comercio internacional, de manera coordinada con el rea Internacional de la Divisin de Cultura. En todo caso, se advierte la importancia de la gestin organizada y colectiva de este tipo de iniciativas, especialmente cuando se constata que en los pases donde no existen ni organizaciones gremiales, ni sindicatos que representen
a los actores, no se ha podido avanzar en esta rama de la legislacin cultural. Un ejemplo de ello es Colombia, donde los intentos de organizacin gremial se han debilitado por mltiples razones, entre ellas las prcticas de veto que los productores y programadores de televisin han aplicado contra los actores que han liderado iniciativas de conformacin de organizaciones de artistas, o han acudido al congreso para impulsar la inclusin de normas relacionadas con la seguridad social, o los derechos de propiedad intelectual de los intrpretes en la agenda legislativa. Hay que anotar que en el sector del cine no existen empresarios fuertes, pues esta actividad, hasta ahora, est resucitando gracias a la Ley General de Cultura de 1997 y a la reciente Ley del Cine promulgada este ao, y en el campo del espectculo vivo, generalmente, se confunde la calidad de organizador o gestor (que sera el empleador), 1 con la de artista o creador , pues salvo alguna excepcin, los proyectos de creacin en danza, teatro o msica, generalmente, son autogestionados en condiciones econmicas bastante precarias. Por esta razn, tanto en el cine como en las artes escnicas, el tipo de contratacin que predomina es informal y a honorarios.
La Ley General de Cultura de Colombia utiliza las expresiones Creador, para referirse a cualquier persona o grupo de personas generadoras de bienes y productos culturales a partir de la imaginacin, la sensibilidad y la creatividad; y Gestor cultural, para hablar de quien impulsa los procesos culturales al interior de las comunidades y organizaciones e instituciones, a travs de la participacin, democratizacin y descentralizacin del fomento de la actividad cultural. El gestor en ese esquema es quien coordina como actividad permanente las acciones de administracin, planeacin, seguimiento y evaluacin de los planes, programas y proyectos de las entidades y organizaciones culturales o de los eventos culturales comunitarios.
258
No obstante, las recientes modificaciones de los regmenes laborales y de seguridad social, establecieron como condicin para contratar con cualquier entidad del Estado, que todos los contratistas estn al da con sus obligaciones parafiscales, es decir con sus aportes a los regmenes de salud, pensiones y riesgos profesionales, y de unas contribuciones para el Instituto de Bienestar Familiar, ICBF, el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA y la respectiva Caja de Compensacin Familiar. Esto ha generado un conflicto en el rea de la cultura, especialmente con agrupaciones de teatro tradicionales como La Candelaria, entidad sin nimo de lucro creada hace 35 aos por un grupo de actores que hacen las veces de administradores y de artistas, y que por su precaria situacin econmica no han podido cumplir en su existencia con las obligaciones antes mencionadas. Por ello, ahora se encuentran en el limbo de no poder contar con el Ministerio de Cultura, o el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogot para recibir el apoyo que anualmente estas entidades pblicas dan a las salas de teatro.
cubriendo y solucionando cada vez ms, los otros aspectos mencionados al comienzo de este escrito: 1) El subsidio para los artistas, en consideracin a la intermitencia propia de su trabajo, con los cuidados y la prudencia necesarios para construir un sistema viable y cubierto de abusos y fraudes. 2) La seguridad social, incluyendo tambin a los trabajadores independientes, tanto en los regmenes de pensin y salud, como en el de riesgos profesionales, y 3) La proteccin de los derechos de autor de los intrpretes, incluyendo los de repeticin de las obras audiovisuales por medios como la televisin. A medida que se pueda avanzar en este tipo de legislacin es necesario prever la institucionalidad, tanto pblica como privada, encargada de darle viabilidad y cumplimiento efectivo, tanto en el campo financiero, jurdico como en el administrativo, con un eficiente sistema nico de informacin y registro para mantener actualizados los datos sobre beneficiarios y sobre relaciones contractuales. Todo esto sin olvidar que hay dos consideraciones que asisten al legislador cuando formula este tipo de medidas: la primera, desde el punto de vista de los derechos humanos, que busca compensar una situacin de desequilibrio en las relaciones de trabajo, y la segunda, de inters pblico, que busca proteger bienes colectivos, como la diversidad cultural.
TAREAS PENDIENTES
Situaciones como la descrita, dan cuenta de lo significativo que resulta el hecho de la aparicin de normas como la chilena que marca las pautas para llevar a la formalidad las relaciones contractuales de los artistas del espectculo y el audiovisual, en el entendido de que la tarea debe completarse
259
La trascendencia de la nueva ley chilena sobre las condiciones de contratacin de los trabajadores del espectculo, el cine y las artes audiovisuales, para los pases de la regin que an no han legislado al respecto, radicar en el impacto que, seguramente, sta tendr tanto en el mejoramiento de
las condiciones de vida, como en el mejoramiento de la produccin artstica y cultural. Para corroborar esto es necesario implementar metodologas de medicin que puedan servir para todos los pases del rea en el futuro, 2 como ya se ha hecho en otros campos .
Por ejemplo en el sector del libro y la lectura, campo en el cual Colombia tom la metodologa chilena para hacer la encuesta nacional de hbitos de lectura y consumo del libro en octubre del 2000.
260
El objetivo general del observatorio consiste en formar una base de datos prctica, una herramienta de informacin para los artistas, particularmente en lo que concierne a sus derechos, condiciones de trabajo y proteccin social, incluyendo becas, ayudas y formaciones, entre otros.
Antecedentes desde el Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas
En octubre de 2002 se pidi en las conclusiones del Seminario Tcnico Regional sobre Derechos Sociales de los Artistas realizado por el rea Internacional de la Divisin de Cultura, actual Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que UNESCO elevara al Observatorio Virtual, que se inaugurar el segundo semestre de 2003, las conclusiones y respectivas propuestas sobre derechos conexos definidas a partir de esta reunin.
que "la Recomendacin de 1980 sigue siendo el texto de referencia fundamental relativo a la condicin del artista". En la misma Declaracin se invitaba a la UNESCO a incrementar la difusin de la Recomendacin relativa a la condicin del artista por todos los medios y a crear, con el apoyo de las organizaciones no gubernamentales internacionales que representan a los artistas, un mecanismo de seguimiento peridico, a fin de analizar los progresos realizados en los diferentes Estados, informar a los rganos rectores de la Organizacin y proponer nuevas iniciativas tendentes a la aplicacin de la Recomendacin. En este marco, y teniendo en cuenta las medidas preconizadas por la Recomendacin y por los propios artistas y creadores en la Declaracin final del Congreso de 1997, la Divisin de Industrias y de iniciativas culturales de la Organizacin ha creado el Observatorio Mundial sobre la Condicin Social del Artista.
UN POCO DE HISTORIA
Los artistas, autores y artistas intrpretes de todas las regiones del mundo, reunidos con ocasin del Congreso sobre la aplicacin de la Recomendacin de 1980 relativa a la condicin del artista, que se celebr en la Sede de la UNESCO del 16 al 20 de junio de 1997, constataron, en su Declaracin final,
261
los otros agentes culturales en las diferentes regiones del mundo, permitiendo as: a) obtener un panorama general sobre la condicin social del artista, especialmente en lo relativo a los derechos, las condiciones de empleo, de trabajo, la proteccin social y b) establecer comparaciones entre la condicin social de los artistas en diferentes pases del mundo y favorecer, as, una sensibilizacin en torno a la necesidad de mejorar dichas condiciones. Para ello, en el Observatorio debern tomarse en consideracin los cambios y progresos realizados en esta esfera, en los niveles nacional, regional e internacional. Mediante esta actividad de "vigilancia" de la condicin social de aquellos que son el motor de la cultura, el Observatorio pretende ser una contribucin prctica a la salvaguardia de la diversidad cultural, y a la promocin del dilogo intercultural, garantas de un desarrollo sostenible y de una mundializacin de carcter ms humano.
IV) Derechos de autor y derechos conexos Que se aplican a 6 esferas culturales especficas: 1) Artes escnicas (teatro, marionetas, circo) 2) Artes visuales (pintura, escultura, artes grficas, fotografa, multimedia, performances, instalaciones, etc.) 3) Cine y audiovisual 4) Danza y coreografa 5) Literatura (ficcin, poesa, ensayo) 6) Msica (clsica, lrica, jazz, popular, tradicional, etc.) Estos captulos y esferas de aplicacin concreta son, cuando es necesario, tratadas en tres niveles geogrficos: 1) Nacional 2) Regional 3) Internacional
EL NCLEO ESTRUCTURA
El Observatorio comprende 4 captulos temticos: I) Legislacin, condicin social y normas internacionales II) Formacin, investigacin y ayudas financieras III) Directorio de organizaciones El ncleo del Observatorio es su primer captulo temtico: "Legislacin, condicin social y normas internacionales". Se trata de una base de datos dedicada, exclusivamente, a la condicin social del artista. Ha sido elaborado con el objetivo de ofrecer la ms amplia recopilacin de informacin disponible en lnea sobre la condicin social del artista en nuestras sociedades. En l se examinan una multiplicidad de aspectos,
262
como la proteccin social, las condiciones de empleo y de trabajo, los derechos sindicales, los estatutos fiscales, los regmenes de jubilacin y la movilidad internacional de los artistas, as como las diversas fuentes de documentacin disponibles en la materia. Esta base de datos habr de incorporar regularmente los cambios y adelantos que se produzcan en este terreno.
Social del Artista es un proyecto realizado conjuntamente por la UNESCO, la OIT y el Mercosur Cultural, con Chile como sede en la asistencia tcnica, promovida por el rea Internacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Es actualizado en estrecha colaboracin con las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la esfera de las artes y la creatividad. Los Estados miembros brindan una parte importante de las informaciones que contiene el portal (Chile es pas piloto para Amrica Latina y Bulgaria lo es para los pases de la pennsula balcnica).
DIRECCIN WEB
Todo creador artstico de cualquier pas del orbe, entonces, y segn lo hemos descrito detalladamente, si quiere acudir a un sitio destinado a satisfacer sus consultas, ya sean sobre su arte, condicin laboral, o buscando instrumentos formativos, debe digitar la siguiente direccin: http://www.unesco.org/culture/observatoire PATRICIA JEREZ UNESCO, PARS
263
A continuacin detallamos las principales conclusiones y ciertas directrices de trabajo emanadas del Seminario Tcnico Regional sobre los Derechos Sociales de los Artistas, realizado los das 22, 23 y 24 de octubre en el Hotel Plaza San Francisco, el 2002. Es interesante destacar la presencia de algunos expertos internacionales que dieron realce al evento, as como tambin de algunos representantes de los sindicatos de nuestros artistas, y de la Direccin del Trabajo del Ministerio del Trabajo de Chile, durante el desarrollo de la reunin. Resulta importante tambin indicar que al cierre de las jornadas contamos con la presencia de la artista y diputada, Sra. Ximena Vidal, como miembro de la Comisin de Trabajo y Seguridad Social de la H. Cmara de Diputados, a quien tambin hicimos llegar las conclusiones. Respecto a los puntos a considerar, a continuacin deseamos destacar lo siguiente: 1. Este SeminarioTcnico Regional, cont con el auspicio de UNESCO, Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe. 2. Se realiz en el marco del Acta de Ministros de Cultura del Mercosur, con Bolivia
y Chile en calidad de Estados Asociados, firmada en noviembre de 2001 en Montevideo, Uruguay, tal como seala el Mensaje Presidencial en torno al proyecto de ley sobre la condicin del artista que fue enviado el 25 de septiembre de 2002 a la H. Cmara de Diputados. 3. Las recomendaciones fueron elevadas a la XV Reunin de Ministros de Cultura del Mercosur, Bolivia y Chile, desarrollada en noviembre de ese mismo ao, en Ro de Janeiro, Brasil y sirvieron de base para la redaccin de un prrafo a ser presentado por la secretara pro tempore a cargo de Brasil durante la Cumbre de Presidentes, efectuada en la ciudad de Brasilia. (Ver pg. 266 y 267) 4. Los resultados se publicaron durante el transcurso del 2003 por UNESCO, Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe, y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, como proyecto piloto y de estudio para la regin. 5. Al mismo tiempo, los resultados fueron remitidos a la Oficina Pars UNESCO para ser destinados al Observatorio Mundial sobre la Condicin Social del Artista, el segundo semestre de 2003, tal
264
como lo ratific personalmente durante el encuentro la experta Patricia Jerez, con sede en Pars. 6. Este Seminario cumpli con reunir e intercambiar experiencias regionales sobre la materia, de manera indita y como estmulo a la cooperacin internacional, con Chile en la coordinacin y la asistencia tcnica. 7. En cuanto a la metodologa, sta recogi objetivos comunes, y busc relevar aquellas experiencias que apuntan a identificar trabas sobre la condicin del artista, para estimular la legislacin en torno al tema, a nivel internacional. 8. Para darle un sentido de cooperacin regional se invit de manera especial a expertos de Mxico, Suecia, Espaa y Colombia, por su experiencia en la materia. 9. Asistieron, entre otros, los siguientes organismos: Organizacin Internacional
del Trabajo, OIT; Convenio Andrs Bello, CAB; Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y Organizacin de Estados Iberoamericanos, OEI. 10. Gracias al invalorable auspicio de la Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina de la UNESCO, el contenido ntegro de este volumen estar presente en el ao 2004 en un link dispuesto en el sitio web www.lacult.org (Portal de Cultura de UNESCO para Amrica Latina y el Caribe). Esta iniciativa, implica multiplicar sus alcances, entregando al artista navegante una valiosa herramienta en red para acceder, no slo al contenido de esta cita, sino a un sitio cuyo volumen de informacin crece da a da.
PILAR ENTRALA VERGARA Coordinadora rea Relaciones Internacionales Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
265
Se celebr en la ciudad de Ro de Janeiro, el da 21 de noviembre de 2002, la XV Reunin de Ministros de Cultura del Mercosur, Bolivia y Chile; con la presencia de las delegaciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Bolivia y Chile en calidad de Estados Asociados. Sabedores de que la Cultura es no slo vertiente fundamental de comunicacin y puente de integracin entre nuestros pueblos, sino tambin ideal e instrumento para dar respuesta a las dificultades materiales; Tomando en cuenta el valor creciente que cobran la identidad y la diversidad cultural en el marco de la globalizacin y de las actuales negociaciones comerciales internacionales; Y, en ese sentido, considerando, adems, al Mercosur Cultural como foro de desarrollo regional; Los Ministros de Cultura solicitan al Foro de Consultas y Concertacin Poltica del Mercosur elevar a la Cumbre de Presidentes de Mercosur a realizarse en Brasilia, el 5 y 6 de diciembre de 2002, los siguientes temas para que sean tratados por las ms altas autoridades competentes de cada materia. Los Ministros de Cultura manifiestan su inters por: 1.- El impacto y dimensin, tanto nacional como regional, de las industrias culturales en la economa de nuestros pases, segn los resultados de la investigacin originada a partir del Seminario Industrias Culturales:
266
Incidencia Econmica y Sociocultural, Intercambios y Polticas de Integracin Regional, que se adjunta en Anexo I. 2.- La situacin de los derechos sociales de los artistas, segn las recomendaciones en Anexo II emanadas del Seminario Tcnico Regional sobre el tema, realizado en Chile como proyecto piloto para la regin, con el auspicio de UNESCO ORCALC, y cuyo antecedentes es el Seminario sobre Seguridad Social de los Artistas y Trabajadores de la Cultura efectuado en Uruguay, noviembre del 2002. 3.- El impacto sobre el patrimonio cultural y natural causado por proyectos que por sus caractersticas afecten el equilibrio de las zonas de fronteras. 4.- La adopcin de una posicin comn del Mercosur en las negociaciones del ALCA, segn la propuesta de Argentina, en vista a la proteccin de la diversidad cultural.
1.- Estrechar vnculos de accin conjunta entre el Mercosur Cultural y el Convenio Andrs Bello, y para tales efectos, estimular el desarrollo de alianzas estratgicas con miras a realizar proyectos de inters comn dentro del mbito cultural. 2.- Aceptar la propuesta de Paraguay de realizar precedentemente a la XVI Reunin de Ministros de Cultura del Mercosur, a llevarse a cabo en Asuncin en junio de 2003, el II Seminario sobre Diversidad Cultural en el Mercosur, con el apoyo de UNESCO.
267
3.- Solicitar a los pases un informe sobre la situacin del Patrimonio Jesutico de la regin, en fecha a definir, para ser entregado a las autoridades competentes del Mercosur Cultural, Bolivia y Chile. 4.- Apoyar la creacin de un plan de accin que le otorgue proyeccin y visibilidad al Mercosur Cultural, y para tales efectos, reconocer la importancia de contar con su Memoria institucional. 5.- Solicitar a los sistemas educativos de los respectivos pases la incorporacin del da 17 de septiembre, Da del Patrimonio Cultural del Mercosur, en el calendario escolar. 6.- Tomar conocimiento de la Ley de Patrimonio Inmaterial de Brasil como una manera de estimular el intercambio de metodologas de trabajo sobre la materia y reflexionar en torno a un tema relevante para la regin. 7.- Tomar conocimiento de la invitacin del sector privado uruguayo al Primer Mercado de Intercambio Audiovisual del Mercosur, para marzo de 2003. 8.- Como una manera de fortalecer la integracin, apoyar la iniciativa de Chile para institucionalizar la Condecoracin Mercosur Cultural a quienes se distingan por su trabajo en el mbito de la cultura. 9.- Congratular al Centro de Documentacin Musical de Mercosur CEDOMM, como el primer proyecto conjunto del Mercosur y Pases Asociados que obtuvo el apoyo internacional como iniciativa regional. 10.- Agradecer a Uruguay por la II Edicin de CD Rom de compositores musicales del Mercosur, de acuerdo a lo establecido en la XI Reunin de Ministros de Cultura.
268
11.- Manifestar su agradecimiento a Brasil por los CD Rom conteniendo todos los documentos existentes en el Archivo Histrico Ultramarino de Portugal, referentes a Colonia del Sacramento y de la regin del Ro de la Plata. 12.- Apoyar la continuidad de la itinerancia de las muestras de cine del Mercosur, dentro y fuera de la regin. 13.- Brasil, en su calidad de Pas Invitado de Honor, se dispone a abrir un espacio de difusin al Mercosur en el mbito del Festival de Msica de Miden, Francia. 14.- Aceptar la propuesta Argentina de realizar una publicacin sobre el Mercosur Cultural, cuyo primer nmero ser editado por ese pas, durante el primer semestre de 2003. 15.- Aceptar la propuesta de Argentina de promover el patrimonio cultural alimentario y gastronmico del Mercosur, como forma de profundizar los vnculos culturales y tursticos entre los pases miembros y asociados.
Las delegaciones presentes agradecen a la Repblica Federativa de Brasil la clida recepcin y felicitan a los anfitriones por la excelente organizacin de esta reunin. Firman:
Argentina
269
Brasil
Bolivia
Chile
Paraguay
Uruguay
270
AGRADECEMOS A:
Francisco Jos Lacayo Parajn, Director, Oficina Regional de Cultura de UNESCO para Amrica Latina y el Caribe, Mara Luisa Fernndez, Especialista de Programa de esta misma institucin y a Olga Ruffins; Patricia Jerez, Especialista Adjunta, UNESCO Pars; Mara Luisa Juregui, Especialista Regional en Educacin para Adultos y la Paz, Oficina Regional de Educacin de UNESCO para Amrica Latina y el Caribe. Los Ministros del Mercosur Cultural y pases asociados, y al Comit Coordinador General del Mercosur Cultural. En especial a las siguientes personas: Teresa Anchorena, Argentina; Jos Lanza, Bolivia; Norma Ricaldone Schmitt, Brasil; Margarita Oru de Villalba, Paraguay; Susana Rodrguez, Uruguay. Claudio di Girolamo, Jefe de la entonces Divisin de Cultura, Ministerio de Educacin de Chile. Augusto Bermdez, Embajador Director Amrica del Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores, MINREL; Fernando Salas, Tercer Secretario MINREL. Agustn Squella, Asesor Presidencial de Cultura de Chile; Mara Ester Feres, Directora de la Direccin Nacional del Trabajo del Ministerio del Trabajo de Chile; Ximena
Vidal, miembro de la Comisin de Trabajo y Seguridad Social de la Honorable Cmara de Diputados de Chile; Gustavo Perochena, Especialista Sectorial Representacin Chile, del Banco Interamericano de Desarrollo, BID; Juan Ruz, Director Oficina Tcnica de Chile de OEI; Ana Mara Maza, Coordinadora de Relaciones Internacionales de la Direccin de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam; Paulina Urrutia, Presidenta de Sidarte; Marta Cruz Coke y Arturo Navarro, miembros del Directorio de la Asociacin de Administradores Culturales de Chile; Paulo Slachevsky y Mane Nett, Coalicin Chilena por la Diversidad Cultural; Karen Connolly, Presidenta del Colegio Profesional de la Danza de Chile, PRODANZA; Liliana Ross y Silvio Caiozzi, y a todos los representantes de los sindicatos de artistas de Chile. Los ponentes: Griselda Strat, Carlos Etala, Vitoria Regia Ramires, Nazar Pedroza, Margarita Oru de Villalba, Graciela Meza y Edgar Lugo, Graciela Nario, Jos Luis Bellani, Agustn Courtoisie, Marcia Collazo, Noem Salgueiro de Valdivia, Jos (Pepe) Murillo, Eduardo Patio Paz Soldn, Eduardo Sanhueza, Rodrigo Valencia, Santiago Schuster, Paulina Soto, Luis Campos, John Myers, Jess Cimarro, Mara Paz Acchiardo, Manuel Ferrer, Norma Rojas Delgadillo, Alberto Sanabria, Pedro Querejaz y Janine Miquel.
271
Esta es una publicacin del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile en conjunto con UNESCO Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina y el Caribe, en el marco del Seminario Tcnico realizado los das 22, 23 y 24 de octubre de 2002, segn acuerdo de la XIII Acta de Ministros de Cultura del Mercosur, Bolivia y Chile. Estos ejemplares han sido impresos en papel Boockel ahuesado de 80 grs. Los textos fueron escritos para ser presentados al Seminario por expertos de los Estados miembros y asociados del Mercosur, as como por colaboradores de pases invitados y organismos intergubernamentales involucrados en este proyecto. Se termin de imprimir en sistema off set una noche de enero de 2004, en los talleres de la empresa Productora Grfica Andros Ltda. Aquella noche, muy clida y estrellada, se trabaj hasta altas horas de la madrugada y los primeros rayos del sol iluminaron a todos los que participaron en este libro de consulta, elaborado con miras a los Derechos Sociales de los Artistas, como proyecto piloto para la Regin.
273
275