Composic Aguasvers 2013
Composic Aguasvers 2013
Composic Aguasvers 2013
QUÍMICA
(I. AGRÍCOLA M.R. / I. INDUSTRIAS A. y A.)
COMPOSICIÓN QUÍMICA DE
LAS AGUAS NATURALES
INTRODUCCIÓN
El agua en la naturaleza circula entre diversos compartimentos o reservorios en el conocido
ciclo del agua. Los principales compartimentos de la hidrosfera son: los mares, los hielos (casquetes
polares y glaciares), el agua atmosférica, las aguas superficiales (ríos y lagos), el agua edáfica y las
aguas subterráneas. Todos ellos son las aguas naturales, pero en este documento centraremos la
atención en las aguas continentales: superficiales y subterráneas, dado que son las de interés
agroforestal por la influencia que pueden tener en los ecosistemas y/o en los cultivos.
Lo que normalmente denominamos agua, dada su gran capacidad disolvente, rara vez es otra
cosa que una disolución de sustancias diversas. Los solutos incorporados son sales, gases y
sustancias orgánicas. En bastantes de las aguas naturales mencionadas, además hay que considerar
la materia en suspensión o coloidal. La composición de un agua natural depende de múltiples factores:
el reservorio que consideremos (mar, río, capa freática…), su localización geográfica (que condiciona la
geología del terreno y el clima), la estación del año y en muchos casos influencias antropogénicas. Se
denomina mineralización a la concentración total de sales minerales del agua. La mayor parte de las
aguas continentales son dulces (mineralización inferior a un límite, que difiere según autores, pero que
se puede fijar en 1 o 2 g/L), pero también las hay salobres (por encima de dicho límite).
Ya las precipitaciones llegan al suelo con cierta mineralización, que aumenta en los procesos de
escorrentía y/o infiltración. Como resultado, suelen tener mayor mineralización las aguas subterráneas
que las superficiales, siendo en éstas más variable, al actuar la evaporación en forma diferente de unos
lugares a otros y de unas estaciones a otras y, en el caso de los ríos, ir modificándose a lo largo de su
curso (mayor mineralización en el curso bajo que en el curso alto).
yeso (SO42− y Ca2+). Mezclas de aguas en equilibrio con la calcita, pero con diferente presión
parcial de CO2, pueden producir efectos similares.
• Orden secuencial de interacción. A lo largo del flujo, el agua puede encontrar una secuencia
mineralógica que da origen a una composición del agua determinada; si la secuencia fuera la
inversa la composición final del agua subterránea sería, posiblemente, muy distinta 1 .
La composición de las aguas naturales representa una situación dinámica cambiante en el
espacio y en el tiempo por interacción de los procesos y fenómenos citados sobre una base
hidrogeológica dada.
1
Por ejemplo, según Freeze y Cherry (1979) , la secuencia: suelo orgánico superficial → calcita → yeso → arenisca →
arcilla (montmorillonita sódica) puede proporcionar concentraciones finales en Na+ de 725 mg/l, en Ca2+ de 20 mg/l y pH
de 6,7, mientras que la secuencia suelo orgánico → arenisca → arcilla (montmorillonita sódica) → calcita → yeso daría,
en las mismas condiciones, 3,9 mg/l de Na+, 600 mg/l de Ca2+ y pH de 8,9.
Prof. Francisco Lafuente Álvarez y Rafael Mulas Fernández 3/7
QUÍMICA I. FORESTAL M.N. / I. AGRÍCOLA M.R. COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LAS AGUAS NATURALES
sustancias orgánicas, etc. Sin embargo, la disolución de yeso (CaSO4 ·2H2O), anhidrita (CaSO4) y otros
sulfatos dispersos en el terreno, suele representar el aporte más significativo de este ión.
El ión sulfato se puede reducir a sulfuro en presencia de bacterias y de alto contenido en
materia orgánica (ambiente reductor). A pH menor que 7, la forma reducida estable es el H2S, mientras
que a pH básico predomina el ión HS−; estas aguas sulfurosas con contenidos apreciables de HS− ó
H2S, incluso a concentración muy baja, confieren al agua el típico olor a huevos podridos.
En aguas dulces la concentración normal de SO42 − puede variar entre 2 y 150 mg/L.
Nitrato (NO3−), Nitrito (NO2−) y Amonio (NH4+)
En las rocas el nitrógeno sólo se presenta como elemento minoritario.
Generalmente el NH4+, o el amoniaco libre, NH3, aparecen sólo como trazas en aguas
naturales. Se transforman con facilidad en nitrato, en presencia de oxígeno, aumentando su
concentración cuando el medio es reductor. Amonio en cantidad significativa en el agua se considera
como indicador de contaminación reciente probable.
El ión nitrito (NO2−) puede estar presente como consecuencia de la oxidación del NH3 o como
resultado de la reducción, microbiana o no, de los nitratos. Su presencia en el agua ha de considerarse
como indicio de una posible contaminación reciente, dada su inestabilidad.
Los nitratos pueden estar presentes de forma natural por la oxidación bacteriana de materia
orgánica y son relativamente estables. Su concentración en aguas no contaminadas varía
ampliamente, aunque no suele sobrepasar los 10 mg/L; si alcanzan elevadas concentraciones son
indicadores de contaminación, relacionada con actividades urbanas, industriales y ganaderas y
también, con carácter no puntual o difuso, con abonados nitrogenados inadecuados, en los que el
posible exceso de N en el suelo depende del tipo de fertilizante, cantidad y modo de aplicación, así
como de la cantidad aportada por el suelo, su permeabilidad, grado de humedad y cobertura vegetal. El
problema de la contaminación por nitratos es de magnitud creciente en España.
Calcio (Ca2+)
Suele ser el catión principal en la mayoría de las aguas naturales debido a su amplia difusión
en los diferentes tipos de rocas. En rocas ígneas aparece como constituyente esencial de los silicatos,
especialmente en el grupo de las plagioclasas. En rocas sedimentarias aparece sobre todo como
carbonato: CaCO3 (calcita y aragonito), CaMg(CO3)2 (dolomita) o de sulfato: CaSO4 2H2O (yeso) o
CaSO4 (anhidrita).
La concentración de Ca2+ en el agua está controlada por el equilibrio de las formas del ácido
carbónico (y el equilibrio de precipitación del CaCO3), el aporte de H+ (función del aporte de CO2) y el
intercambio iónico. El intercambio iónico entre el Ca2+ y otros cationes (Na+ fundamentalmente), se
potencia notablemente en terrenos arcillosos de baja permeabilidad.
Son frecuentes concentraciones de Ca2+ entre 10 y 250 mg/L, que pueden llegar a 600 mg/L en
aguas de terrenos yesíferos.
Magnesio (Mg2+)
Menos abundante que el Ca2+ en las aguas naturales, procede de la disolución de rocas
carbonatadas (dolomías y calizas magnesianas), evaporitas y de la alteración de silicatos
ferromagnesianos, así como de agua marina. La solubilidad de la magnesita (MgCO3) en agua es
mayor que la de la calcita (CaCO3). Los procesos de intercambio iónico influyen también en las
concentraciones de Mg2+ en aguas, siendo menos retenido que el Ca2+ en suelos y rocas.
En aguas dulces naturales el contenido en Mg2+ no suele sobrepasar 40 mg/L. En terrenos
calcáreos pueden rebasarse 100 mg/L y en terrenos evaporíticos alcanzarse valores de 1000 mg/L.
Sodio (Na+)
Es liberado por la meteorización de silicatos tipo albita (NaAlSiO3O8) y la disolución de rocas
sedimentarias de origen marino y depósitos evaporíticos (presente como NaCl). Fuente importante de
Na+ en regiones costeras es el agua marina, tanto por intrusión en acuíferos litorales, como con el agua
de lluvia a la que se incorpora desde el mar.
Las sales de Na+ son altamente solubles y tienden a permanecer en solución ya que no
producen reacciones de precipitación como en el caso del Ca2+. Sin embargo, el Na+ puede ser
adsorbido en arcillas de elevada capacidad de cambio catiónico y puede ser intercambiado por Ca2+,
provocando una disminución de la dureza de las aguas (ablandamiento natural).
La presencia de sodio en cantidades elevadas es muy perjudicial para la agricultura ya que
tiende a impermeabilizar los suelos, especialmente en zonas de drenaje deficiente: la presencia de
Ca2+ y Mg2+ atenúa este efecto.
• Dureza PERMANENTE (o de no carbonato): no se elimina por ebullición. Está formada por las
sales de Ca2+ y Mg2+ que no precipitan al hervir, es decir, las del resto de aniones distintos a los
bicarbonatos: cloruros, sulfatos, etc.
El término dureza, además de designar esta cualidad del agua, designa al parámetro que la
cuantifica: dureza es la suma de concentraciones de los cationes no monovalentes, que en la mayoría
de las aguas es la suma de Ca2+ y Mg2+, como se ha dicho. La medida del grado de dureza de un agua
se denomina hidrotimetría, si bien es un término que actualmente se emplea menos.
La dureza de las aguas se puede expresar en mmol/L de cationes divalentes 2 , pero se suele
expresar más frecuentemente por equivalencia con la cantidad (en masa) de algún compuesto cálcico
(CaCO3 es el más frecuente) que proporcionaría el mismo nivel de dureza, es decir, el mismo número
de iones divalentes. Se propusieron hace tiempo diversas unidades (o grados hidrotimétricos) en
distintos países, de las que son las más empleadas en España en la actualidad estas:
• mg CaCO3/L o ppm CaCO3: es la unidad más empleada en la actualidad (en algunos casos se
denominan grados americanos);
• grados franceses (ºf o ºHF): un grado equivale a 10 mg de CaCO3 en un litro de agua;
• grados alemanes (ºdH): un grado equivale a 10 mg de CaO en un litro de agua.
Si se encuentra la dureza expresada como mg/L o ppm sin especificar ningún compuesto, se
entenderá que dichas unidades se refieren a carbonato de calcio, como se ha indicado.
Hay que insistir en que la expresión de la dureza en estas unidades supone indicar la cantidad
de carbonato cálcico (o de CaO) equivalente a la suma de las sales de calcio y magnesio, no queriendo
decir que en el agua exista esa concentración de CaCO3, sal poco soluble que cuando se disuelve de
forma apreciable suele ser por conversión en hidrogenocarbonato.
Existen en distintas publicaciones tablas para clasificar el agua según su dureza: desde blanda
a muy dura. Lamentablemente, no hay consenso ni en el número de clases ni en los límites, por lo que
esas clasificaciones no son muy útiles si no se considera el Organismo que lo propone y la finalidad 3 .
En cualquier caso, si se emplea una clasificación, deberá identificarse la fuente de la misma; en la
publicación del Instituto Geológico y Minero citada más abajo se recoge una clasificación de la OMS.
La dureza de las aguas subterráneas naturales varía generalmente entre 10 y 300 mg/L de
CaCO3, pudiendo llegar a 2000 o más.
Las aguas duras presentan serios problemas: las incrustaciones en calderas y tuberías
suponen riesgos (de reventones, explosiones, etc.) y notables costes energéticos y económicos.
Aunque aguas moderadamente duras son saludables por el aporte de calcio al organismo, las muy
duras no resultan recomendables y existen límites máximos admisibles para su consumo.
Por todo ello, es de interés la determinación cuantitativa de la dureza, para lo que se analiza la
concentración de calcio más magnesio que tiene el agua. El método más frecuentemente utilizado es
una complexometría (valoración en la que se forman complejos 4 ). Cuando se analizan
individualmente los cationes presentes en el agua, se puede obtener la dureza por suma de las
concentraciones de los cationes.
Si interesa eliminar total o parcialmente la dureza del agua se somete a procesos de
ablandamiento. Una forma es tratar con las dosis adecuadas de carbonato de sodio y cal (viva, CaO, o
apagada, Ca(OH)2) con lo que se consigue la precipitación del calcio como carbonato y el magnesio
como hidróxido. Otra forma es el uso de intercambiadores catiónicos que sustituyan los iones
divalentes del agua en tratamiento por otros monovalentes (Na+ o bien, H+).
4. BIBLIOGRAFÍA
- Doménech, X. 1998. QUÍMICA DE LA HIDROSFERA. Origen y destino de los contaminantes. 2ª ed.
Miraguano Ediciones, Madrid.
- Freeze, A.R. y Cherry, J.A. 1979. GROUNDWATER. Prentice-Hall, 604 p. Englewood Cliff.
- Instituto Geológico y Minero de España (IGME). 1985. CALIDAD Y CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS
SUBTERRÁNEAS EN ESPAÑA. http://aguas.igme.es/igme/publica/libro43/lib43.htm
- Marín Galvín, R. 2003. FÍSICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUATICOS. Tratamiento
y control de la calidad de aguas. Ed. Díaz de Santos, Madrid.
2
Y a veces en miliequivalentes por litro (meq/L) o, lo que es igual, mmol de carga por litro.
3
Como ejemplo, un agua con una dureza de 190 mg/L de CaCO3 consultando en distintas tablas se clasificaría como
“poco dura”, “ligeramente dura”, “semidura”, “moderadamente dura”, “dura” o “muy dura”.
4
Ver el procedimiento en Guion de Prácticas de Laboratorio.
Prof. Francisco Lafuente Álvarez y Rafael Mulas Fernández 7/7