PSICOLOGIA Delirio de Grandeza
PSICOLOGIA Delirio de Grandeza
PSICOLOGIA Delirio de Grandeza
A lo largo del tiempo y en nuestro diario vivir podemos percibir que han existido y existen
personas que destacan por poseer un comportamiento excesivamente narcisista. Debido a esto se
planteó la duda del porqué esas personas actuaban de ese modo o que era lo que provocaba esa
peculiar forma de comportarse. Gracias a los estudios psicológicos, los cuales avanzaron a causa
de nuevas investigaciones podemos responder a esa duda con lo que vendría siendo: el delirio de
grandeza.
Con solo escuchar la palabra ya se puede tener una idea del concepto de este delirio, pero eso no
basta, ya que es necesario estudiarlo más a fondo y saber su origen, características y lo más
importante las causas que lo provocan. Ya sea para poder identificar a una persona que posea este
delirio y ayudarlo o si en caso de ya estar conviviendo con este tipo de persona, alejarse ya que
en el tema que a continuación veremos, se analizara el lado peligroso que tiene una persona
megalomaníaca, así también se les define a las personas con el delirio de grandeza, pero eso lo
veremos más adelante.
1
INDICE
INTRODUCCION .......................................................................................................................... 1
DELIRIO DE GRANDEZA .......................................................................................................... 3
SINÓNIMO DE DELIRIOS DE GRANDEZA........................................................................ 3
EL ENGAÑO DE LA REFERENCIA ...................................................................................... 3
DELIRANTE .............................................................................................................................. 4
FUNDAMENTACION ............................................................................................................... 4
PRIMERAS CONCEPCIONES CIENTIFICAS DEL DELIRIO ......................................... 5
CONCLUSIONES ........................................................................................................................ 10
SUGERENCIAS ........................................................................................................................... 12
ANEXOS ....................................................................................................................................... 13
BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................................... 16
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DELIRIO DE GRANDEZA
Los delirios de grandeza son un síntoma de un trastorno mental subyacente. Las personas que
experimentan estos delirios están convencidas de su propia grandeza e importancia, y se resistirán
a cualquier intento de persuadirlas de que están equivocadas. Los trastornos que causan delirios
de grandeza (principalmente el trastorno bipolar, la esquizofrenia, la depresión, el trastorno
delirante y los trastornos por consumo de sustancias) son todos susceptibles de tratamiento, y los
delirios de grandeza manejados con cuidado por los profesionales de la salud mental deberían
desaparecer gradualmente.
Los delirios están asociados a la psicosis o a la manía, y como tales se consideran una condición
médica grave. En algunos casos, los delirios pueden ser el único síntoma de enfermedad mental
presente, y puede que ni siquiera se reconozcan como signo de un trastorno mental.
Los delirios grandiosos, que se manifiestan en relación con una serie de enfermedades mentales y
físicas, son el segundo tipo de delirio más común, sólo por detrás de los delirios persecutorios en
su tasa de incidencia. La grandiosidad se define como un sentido exagerado de auto importancia,
y las personas con delirios clínicos de grandeza tienen, de hecho, una creencia distorsionada y
poco realista en su propia grandeza.
EL ENGAÑO DE LA REFERENCIA
Tener una alta autoestima es algo estupendo: significa que no sólo te sientes cómodo, sino que
tienes confianza en la persona que eres. Sin embargo, es posible tener un exceso de confianza en
uno mismo, lo que se conoce como arrogancia, que no es algo tan bueno. La arrogancia se
caracteriza por la sobreestimación de las propias capacidades; las personas que poseen esta
cualidad suelen presumir de sus talentos y éxitos auto percibidos hasta la saciedad. Pero pueden
ser conscientes de este problema y resolverlo fácilmente, a diferencia de otro grupo de individuos
con exceso de confianza: los que tienen delirios de grandeza.
Un delirio de grandeza es la falsa creencia de una persona en su propia grandeza o superioridad.
Las personas que experimentan estos delirios no sólo tienen una alta autoestima, sino que insisten
en su importancia, a pesar de las pruebas que dicen lo contrario. Por ejemplo, un individuo puede
creer falsamente que es la mano derecha del presidente. Puede relatar detalles de la relación y
subrayar la importancia de su papel en los actos del presidente, pero en realidad nunca se ha
reunido con él y es incapaz de presentar ninguna prueba de la supuesta relación. Los delirios
pueden seguir este esquema, mientras que un individuo cree que tiene una relación especial con
una celebridad o persona de autoridad, o pueden seguir un par de otros esquemas comunes: una
creencia es que tienen un destino especial (que suele implicar poder o fama), y otra que tienen
una relación especial con un ser sobrenatural como Dios.
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DELIRANTE
La grandiosidad es un síntoma que experimentan las personas con trastorno bipolar (BD) durante
los episodios maníacos e hipomaníacos. Las personas que experimentan delirios de grandiosidad
suelen describir sentimientos de superioridad e invulnerabilidad superiores a la realidad.
La grandiosidad es uno de los siete síntomas de un episodio maníaco o hipomaníaco en el
trastorno bipolar. En el contexto del trastorno, la grandiosidad se considera un delirio congruente
con el estado de ánimo y coherente con el estado maníaco.
Nadie sabe exactamente por qué se producen estos cambios. Tampoco está claro por qué algunas
personas experimentan síntomas graves y otras no. Aunque la grandiosidad es una característica
común de la manía y la hipomanía bipolares, no se da en todas las personas con el trastorno.
FUNDAMENTACION
Delirio de grandeza: las personas afectadas están convencidas de tener un talento extraordinario o
de haber realizado algún descubrimiento importante.
Según Berríos esta devaluación del tema capital del delirio, reflejada en los criterios
clasificatorios actuales, tiene que ver con el hiato teórico que se ha abierto en estos últimos años
entre estas concepciones psicopatológicas y clínicas -que quizás ya dijeron lo que tenían que
decir-, y las nuevas aproximaciones cognitivas, atribucionales, neurobiológicas, etc.
Lo previo Henri Ey en 1958: "Los estudios han conducido a un impasse: el átomo delirante. Pero
éste no es primario, es "fisible". Esta fisión es una necesidad para el clínico; sólo ella puede
dividir la sustancia del delirio para hacernos penetrar mejor en su comprensión y explicación". Si
Lacan tiene razón en aquello de que "la impasse da el pase", ésta situación podría dar lugar a
nuevos caminos de abordaje del síntoma2. Revisaremos a continuación cuáles son estas nuevas
aproximaciones, aparte del abordaje psicoanalítico -que lleva ya mucho transitado y avanzado-, y
que no presentaremos aquí porque daría para otro artículo y porque hay quienes están mejor
capacitados que este autor para ello.
Definición: Sinónimo: megalomanía. El glosario del Present State Examination (PSE) distingue
entre delirio de habilidad grandiosa (el sujeto cree que ha sido elegido para una misión especial)
y el delirio de identidad grandiosa (el sujeto cree que es rico, famoso o relacionado con un
personaje real). Dentro de los delirios de habilidad grandiosa podemos encontrar el llamado
delirio expansivo, la Cesar manía, el complejo de Napoleón, etc. Dentro de los delirios de
identidad grandiosa podemos encontrar la teonomanía (J.D.E. Esquirol) o delirio de ser Díos, la
identificación cósmica o delirio de ser el universo, la uromanía o el delirio de tener origen
celestial, el delirio de Mignon o delirio de creer que se tiene un parentesco real y la sifomanía o
delirio de tener una inteligencia superior.
Delirio viene del latín delirare: salirse del surco, no arar derecho (De: fuera y lirare: arar, lira:
surco). Remo Bodei plantea que el delirio implica exceso y esterilidad, salir de la colectividad3.
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En inglés se usa delusion, del latín deludo: creencia u opinión falsa sostenida en relación a cosas
objetivas. En alemán Wahn, originalmente expectación, más adelante opinión vana, o ilusión.
Legalmente, lo contrario a una verdad probada, lo opuesto a un juicio racional. Un término
relacionado es paranoia: del griego para, que expresa la idea de ajeno, externo o próximo a la vez
(como: parásito o paralelo) y nous: mente.
Berríos y Fuentenebro, plantean que el saber psiquiátrico es en todo momento, saber histórico, y
el psiquiatra clínico, quiéralo o no, está sumergido en el tejido conceptual de su propia historia4.
Fuentenebro agrega que es necesaria la aventura semiológica precisa, para entender su evolución,
atender al desarrollo "interno" o conceptual del saber psicopatológico y clínico y, además, del
proceso "externo", contextual o de reflexión sociohistórica5.
Para presentar la historia conceptual del delirio hasta el s. XIX seguiremos básicamente las
revisiones de Berríos y Fuentenebro4 y de Jacques Lacan6, por su sapiencia y su facilidad para
acceder a fuentes que en Chile no están disponibles. Del s. XX en adelante ya podemos decir más
nosotros.
Con la obra de Newton y su idea de un universo con leyes físicas definidas la visión deísta de la
Edad Media fue siendo paulatinamente sustituida por otra de carácter científica y mecánica del
Renacimiento. La obra de los pensadores más importantes participó de esta perspectiva en su
visión de la psicología y la locura.
Thomas Hobbes (1588-1679) dice "Todas las pasiones que producen una conducta extraña y
fuera de lo normal reciben el nombre general de locura. Sin embargo, el comportamiento agitado
o enloquecido no es necesariamente un rasgo característico de la locura. Si un hombre en un
manicomio nos amenizara con su discreta conversación y, al despedirse, nos dijese que es Dios
Padre, no necesitaríamos otro comportamiento extravagante para confirmar su locura" y John
Locke (1632-1704) afirmó que "El defecto de los imbéciles procede de la carencia de prontitud,
actividad y movimiento en las facultades intelectuales, de donde resulta que están privados de
razón. Los locos, en cambio, parece que padecen del extremo contrario porque no veo que hayan
perdido la facultad de razonar, sino que, habiendo unido muy fuera de propósito algunas ideas,
las toman por verdades, y yerran como los hombres que razonan bien pero que han partido de
principios equivocados".
5
por el contrario, el producto de un imperio ilimitado de la razón, de ese afán totalizador y
abarcativo que pretende coger la realidad toda en un solo acto de conocimiento, obteniendo con
ello que los límites de la realidad se difuminen, que lo que es deje de ser lo que es, y que lo que
no es sea"22.
En el s. XVIII la Encyclopédie (1754) define le delire como un "error del juicio por el espíritu,
durante la vigilia, de cosas conocidas por todos". Usa la misma palabra para referirse a delirio y
delirium, ofreciendo los mismos mecanismos causales para ambos, que debieran estudiarse en
función de la etiología, curso, intensidad y presencia o ausencia de fiebre. Todas las formas de
delire son "orgánicas": "el alma está siempre en el mismo estado y no es susceptible de cambio.
Así, el error de juicio del delire no puede ser atribuido al alma sino a la disposición de los
órganos corporales".
Le delire sería universal (delirium orgánico) o particular (delirio). La severidad sería proporcional
a "la fuerza de las sensaciones internas", que en el delire serían más fuertes que las externas. En
un primer momento las sensaciones internas inciden sobre la conciencia sin que se efectúe juicio
sobre ellas (carencia de introspección); luego comienzan a aparecer juicios erróneos y, al final,
las emociones agravan el cuadro.
En el paso del s. XVIII al s. XIX se intenta así lo que se ha denominado "la captura de lo
invisible", para referirse a las dificultades teóricas que genera el intento de construir una ciencia
empírica de los fenómenos psíquicos y su relación con la existencia del alma y el hecho de que la
vida no aparece como forma, sino que invisible, como el espíritu y lo sutil del entendimiento
humano, con la capacidad de conocer lo exterior y lo interior, y de comunicarse a través de la
palabra. El camino para ello fue:
1o Intentar capturar lo "invisible" a través de sus expresiones visibles.
2o Traducir la noción de alma en conceptos más empíricos: sprit, moral.
3o En la corriente más radical y materialista el alma se reduce al cuerpo; las funciones
morales e intelectuales se ven desde un punto de vista fisiológico.
El hombre es visto como una entidad corporal dinámica capaz de interactuar con su entorno a
través de las funciones corporales y los mensajes sensitivos. Está dotado de instinto y de
sensibilidad. Únicamente un cuerpo dotado de una red nerviosa con una sensibilidad compleja
puede postularse como asiento de las funciones otrora atribuidas al alma.
La psicopatología descriptiva se desarrolló durante la primera mitad del s. XIX, creando las
palabras y conceptos usados para describir las manifestaciones de la enfermedad mental. Se
estableció un lenguaje descriptivo, en que el significado de cada término se relacionaba con una
forma comportamental dada (signo-función) y con otros términos dentro del sistema (función de
6
compatibilidad). Pronto llegó a ser una semiología, es decir un sistema cognitivo. Que buscó
legitimidad científica.
Comenzó analizando datos del comportamiento manifiesto. La utilización de datos "psicológicos"
o "subjetivos" fue gradual y comenzó en 1840. Las nociones de conciencia e introspección
legitimaron poco después el valor semiológico de los "contenidos de conciencia".
Para Philippe Pinel (1745-1826), la mente es un conjunto de facultades independientes, que
cuando se lesionan producen la manía. Aísla de estos estados delirantes la locura razonante (folie
raisonante), que conservan las facultades intelectuales, residiendo la alteración exclusivamente en
las facultades emocionales.
Para Jean Esquirol "un hombre tiene delire cuando sus sensaciones no están en relación con
objetos externos, cuando sus ideas no están en relación con sus sensaciones, cuando sus juicios y
decisiones no se relacionan con sus ideas, y cuando sus ideas, juicios y decisiones son
independientes de su voluntad". Este fue el primer planteamiento de la multidimensionalidad del
delirio.
En la primera mitad del s.XIX es importante la tenaz labor de Jean Pierre Falret que en 1839
afirmó que "el dato central en el delirio concierne a la falta de conciencia del carácter mórbido de
su estado que el enfermo no puede jamás recobrar si no es por la interrupción del delirio".
Efectivamente, el delirante no puede decir "Yo deliro". No sabe, no cree, que delira. Cree en su
delirio. Que no es una queja, un motivo de consulta que podamos captar literalmente y
comprender empáticamente. El paciente está afectado, ¿por el contenido del delirio? Que no es lo
que nos con-mueve, sino su delirar. Que nos resulta incomprensible, que nos extraña, que nos
separa.
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activa, marcada por el paso de la unidad tradicional de la alienación mental a la pluralidad
discontinua y abierta de las enfermedades mentales y por la necesidad de montar la clínica sobre
ella misma, sin recurrir a la psicología de las facultades ni a las disecciones cadavéricas".
Ernest Laségue en Du delire de persécutions (1852) introdujo la noción de que los delirios
paranoides constituían un trastorno separado. Las alucinaciones auditivas podían estar presentes
pero no eran ni la causa ni el efecto de los delirios; sin duda éstos eran fenómenos primarios.
Formuló también los mecanismos proyectivos del delirio paranoide, anticipando los aportes de
Freud: "Aquí me encuentro en condiciones extrañas que no dependen de mi salud ni de mi
posición, ni del medio en que vivo: algo del exterior, independiente de mí, interviene; sufro, soy
infeliz; sólo enemigos pueden tener interés en causarme pena; debo pues sospechar intenciones
hostiles en vista de estas impresiones dañinas".
Una paciente nuestra lo dice así: "Alguien, ¿en mi familia?, me quiere cortar la vida o envejecer a
la fuerza, sin respetar mi cuerpo. Porque así me siento".
En la segunda mitad del s. XIX Jules Cotard (1840-1889) presenta sus estudios sobre el delire de
negations, delirios nihilistas, depresivos. Son también significativas las sesiones de la Societé
Médico-Psychologique (1886-1888), primera sociedad médica que tuvo como objetivo el estudio
de la patología y fisiología del sistema nervioso, así como la mejoría de los locos en los asilos.
Participaron entre otros Falret, Cotard, Laségue, Magnan, en una serie de debates monográficos
en que se manifiestan las diferentes posturas teóricas y conceptuales y se plantean las grandes
preguntas sobre el delirio: mecanismos de producción, evolución y papel de la personalidad
previa.
Jules Séglas (1856-1939), definió el delirio como "un conjunto de ideas mórbidas que conciernen
al yo o a sus relaciones con el mundo exterior, y que el enfermo tiene por verdaderas, sin
verificación previa, y hace gala al respecto de una absoluta falta de crítica". Plantea así la
incorregibilidad del delirio, y agrega que la organización de las concepciones delirantes llevará a
una transformación radical de la personalidad. En el delirio de interpretación el alienado llega a
formular las ideas delirantes a través de un razonamiento lógico, pero surgiendo de premisas
falsas con convicción inquebrantable debido al orgullo y desconfianza en su carácter. En los
delirios de percepción inmediata las concepciones delirantes tienen su origen en ilusiones y
alucinaciones que introducen en la conciencia percepciones erróneas.
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Emil Kraepelin en 1899, limita la paranoia al "desarrollo insidioso, bajo la dependencia de causas
internas y según una evolución continua, de un sistema delirante duradero e imposible de sacudir,
y que se instaura con una conservación completa de la claridad y del orden en el pensamiento, el
querer y la acción".
Kraepelin raramente dio a los delirios mucha importancia diagnóstica o pronostica; la índole de la
enfermedad se desprende ante todo de su evolución, introduciendo factores longitudinales o
diacrónicos como la irreversibilidad y la historia natural. Niega toda existencia de las paranoias
agudas; quedan eliminadas del marco de la paranoia aquellas formas cuya evolución se
demostraría como curable, abortiva o intermitente.
En el s. XIX tiene lugar la construcción del delirio como una creencia errónea o imposible o
perversa. Fue definido ya como una creencia mórbida con contenido equivocado, originándose
súbitamente y sin razón.
- El contenido, modo de comienzo y relación con otros síntomas llegan a ser el principal
criterio para la clasificación del delirio.
- Los llamados posteriormente criterios de Jaspers ya estaban presente.
- Se habían establecido los siguientes criterios para demarcarlo:
- Una creencia que no claudicaba.
- Convicción abrumadora.
- Contenido erróneo.
- Sin conciencia de enfermedad.
- Relación "incierta" con la conducta.
- Primario (no susceptible a comprensión (Verstehen).
- Clasificado en términos de contenido.
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- Ajeno al contexto cultural (incluyendo religión).
CONCLUSIONES
-Somos herederos de más de dos siglos de trabajo psicopatológico sobre los delirios. Que, sin
embargo, siguen siendo enigmáticos.
-El "modelo de creencia" del delirio es insatisfactorio: está basado en una teoría obsoleta de
creencia y no ha bastado como fundamento para la investigación neuropsicológica y/o
neurobiológica. El análisis del delirio debe partir desde el comienzo. Y considerando que el
estado predelirante y el delirio cristalizado son distintos.
-Sus características multidimensionales pueden requerir un modelo heterogéneo.
-El delirio como "acto de habla" (vacío) puede ser un camino útil.
-Una propuesta relevante actual es que las experiencias psicóticas pueden describirse en términos
psicológicos, en un continuum con el pensamiento normal. Tal vez podamos llegar a clasificar las
creencias delirantes basándonos en diferentes procesos psicológicos en lugar de en su contenido.
O consigamos desarrollar un modelo unificado del sistema delirante que muestre cómo estos
procesos psicológicos interactúan.
-Estas investigaciones han permitido ir desarrollando abordajes terapéuticos para los delirios y
otros síntomas psicóticos, con resultados interesantes. Dadas las limitaciones de los
psicofármacos en el tratamiento de los delirios puede esperarse un uso creciente de estas terapias
cognitivas.
El delirio de grandeza, en conclusión, es cuando el individuo posee un sentido de superioridad,
egocentrismo y más que todo posee una considerable cantidad de ignorancia. Prosiguiendo con la
explicación, podemos observar, aunque no sea a diario, este tipo de comportamiento y uno al ver
esto se llega a cuestiona el porqué de estas acciones y la respuesta es sencilla, todo esto inicia en
la niñez, ya que se comprobó que cuando los padres llenan de alabanzas y cumplidos todas las
acciones del infante, provocan que este encuentre sentimientos de satisfacción y felicidad. Como
consecuencia de estas acciones, genera en la etapa de desarrollo del menor, el pensamiento de
que es especial, único en su clase y que posee un extraordinario talento, ya sea debido al poder
que posee o a su nivel de inteligencia. Este último si se puede apreciar desde la niñez y la
adolescencia, ya que hay muchas pruebas de como aquellos que sacan excelentes notas, tiene
aires de superioridad generando así un delirio de poseer una inteligencia superior. Ya llegando a
la edad adulta, si esto no se ha tratado termina empeorando.
Como ejemplo, podemos tomar primeramente al reconocido tirano Adolfo Hitler, el cual como es
de conocimiento general se volvió una influencia muy importante para la sociedad alemana y ese
tipo de actitud que demostró, es sin duda un delirio de grandeza, ya que este individuo mostraba
superioridad.
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Hay varios tipos de delirios de grandeza como se vio anteriormente, pero el que más se ve, es el
de la Teonomía o delirio de ser Dios, el cual como su nombre lo indica consiste en creerse un
dios. Más que todo esto se encuentra en las sectas, unos ejemplos de estas serían las sectas: Aum
Shinrikyō, Nuwaubianismo, la familia Manson, etc. En donde los líderes de estas se
denominaban a sí mismos seres todos poderosos, los cuales creen que con su poder y
conocimiento divino pueden hacer todo tipo de cosas.
Continuando con los demás delirios podemos mencionar el de Delirio de Mignon, en este el
individuo cree y piensa afirmativamente que tiene parentesco con la realeza. Otros serian la
Uromania, este es el delirio de tener origen celestial, la Identificación cósmica, consiste en
creerse ser el universo mismo.
Al ver sobre este tema podemos decir que las personas con este delirio, pueden llegar a cometer
actos sorprendentes. Pero cabe recalcar que por más que estas personas demuestren un narcisismo
y una autoestima elevada, en el fondo son personas también con una autoestima baja y debido a
esto es que sienten que deben llamar la atención para conseguir la admiración de todos, además
de no dejar que nadie les diga que cometieron errores porque para ellos las acciones que realizan
no tienen fallas. Esto al principio puede ser cuestionable debido a que el comportamiento de
quienes tienen delirios de grandeza, es muy diferente a como son en el interior, parece
contradictorio, pero así es.
Este trastorno es difícil de diagnosticar debido a que el paciente no cree que tenga algún
problema. La duda que se genera, es si existe un tratamiento que cure por completo esto, pero
hasta ahora no se ha demostrado, lo único que recomiendan es apoyar en el proceso y no dejar
que el paciente tome medicamentos que le perjudiquen aún más en su recuperación. Al contrario,
debe de tomar aquellos fármacos que le ayuden a reducir la intensidad de la idea delirante que
ronda por su cabeza.
Un tema que sin duda abarca para más, pero para finalizar concluiremos que el delirio de
grandeza es cuando las personas tienen un concepto elevado de sí mismos o se creen seres
grandiosos y extraordinarios.
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SUGERENCIAS
12
ANEXOS
ARROGANCIA
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PERSONA DELIRANTE
DELIRIO DE GRANDEZA
14
DELIRIOS DE HABILIDAD GRANDIOZA
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BIBLIOGRAFIA
https://lamenteesmaravillosa.com/delirio-de-grandeza-en-que-consiste/
psiquiatria.com
www.cancer.net/
https://www.psicologia-online.com/que-es-el-delirio-de-grandeza-sintomas-causas-y-
ejemplos-5299.html
https://lamenteesmaravillosa.com/delirio-de-grandeza-en-que-consiste/
https://efesalud.com/megalomania-narcisistas-con-delirios-de-grandeza/
https://www.juventudrebelde.cu/ciencia-tecnica/2018-12-09/cuidado-con-el-delirio-de-
grandeza
https://youtu.be/qFb_V8k3Ons
https://youtu.be/_eml141gJCU
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