Entre Hilos y Palabras
Entre Hilos y Palabras
Entre Hilos y Palabras
Juntas y diversas
La Nelly Editora
2019
En la Biblioteca Popular Nelly Llorens promovemos y producimos
cultura, generamos espacios de encuentro para que todas las personas se
apropien del derecho fundamental de expresarse a través de producciones
artísticas, educativas y culturales.
Primera edición: diciembre de 2019 Laura Vendaval: realizó la edición de los textos, clara, distinguida,
visibilizando la sensibilidad de cada escrito, un trabajo exquisito de
2019, La Nelly editora sutileza y profundidad.
Impreso y encuadernado en
Biblioteca Popular Nelly Llorens Emi Farías: en un trabajo artesanal construyó las tapas de los
Bv. Los Alemanes 3.990 libros con telas, cada uno especial, colorido, diferente al resto, con una
Barrio Los Boulevares clara identidad en el hilo colectivo.
Córdoba, Argentina,
2019
Taller de confección de Sinpecaf a cargo de Miriam Reinoso:
las participantes del taller elaboraron hermosas bolsas de telas para
envolver y cuidar el libro.
Valentina Castro: realizó el registro artesanal de las manos que En nuestra biblioteca funciona, desde sus inicios, un espacio semanal
inauguran cada capítulo integrando las palabras en el lenguaje de la destinado al encuentro entre mujeres, mujeres que se juntan para
imagen. pensarse y transformar sus vivencias, las problemáticas sociales y de la
vida cotidiana, en reflexiones, en producciones artísticas y culturales. Así
Municipalidad de Córdoba a través del programa Cultura se originó el Taller Juntas y Diversas, coordinado por Mariana Gottero y
de Barrio: nos benefició con el reconocimiento al proyecto editorial, María Laura Dall´Amore.
posibilitando un aporte económico con el cual sustentar el proceso.
El espacio se configuró como una apuesta a darnos un lugar donde las
La Nelly Editora es una invitación a construir colectivamente a través del vecinas pudiesen encontrarse, conocerse e instalar un momento, una pausa
arte de decir, de poner en palabras escritas múltiples miradas, encuentros para sí en el ir y venir semanal. Se pensó como un espacio de reflexión,
y desencuentros, amores, desamores, luchas, transformaciones, vivencias, creativo y recreativo donde la palabra, los vínculos, la sororidad, fuese
placeres, sufrimientos, esperanzas y todo aquello que pueda y deba ser emergiendo y consolidándose. Cuando las mujeres se juntan, algo en la
dicho por todas las personas que así lo deseen. propia vida y en la de todas se transforma. Podemos reconocer que lo
que le pasa a una, nos pasó o nos pasa a todas, es la marca del patriarcado
sobre nuestros cuerpos y vidas. Poder visibilizarlas, desnaturalizarlas y
transformarlas es el objetivo principal del espacio.
Entrelazar proyectos nos permite el hacer colectivo, uno donde las mujeres
puedan expresarse, ser escuchadas en primera persona, así entre hilos y
bordados nos enredamos en el Bordamos para no olvidar sumándonos a las
iniciativas de Bordamos por la paz México y las del colectivo Bordamos por la
paz Córdoba.
Los lunes ya no son lo mismo en nuestro barrio. Las puertas están abiertas
para las que decidan sumarse.
nosotras somos
somos las mismas, y esperamos seguir transformándonos juntas.
Ana Mazzei
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o nací en una isla con forma de mariposa, cuando cumplí 10 años ningún
libro de almohada cumplió mil años. A cambio mi infancia transcurrió
entre ríos, mares y peces. Dibujo como respirar, amaso y hago mi jardín,
camino para olvidar tristezas y canto bajo la ducha.
Soy mujer y madre por elección, cada vez lo elijo y me gusta. Alguna vez
armé listas de las cosas que me gustan y que de alguna manera me definen:
el olor a durazno, comer moras en octubre, azul de cobalto, decirle que
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e llamo Sara Yolanda Monier, tengo 73 años, nací en Córdoba capital,
pero me crié en el campo, Traslasierra.
Sara Monier
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i cualidad es ser buena, cariñosa, comprensiva y paciente.
Mis colores preferidos son el rosa, amarillo, morado, verde oscuro, rojo,
azul y anaranjado.
Me gusta estar contenta, alegre.
Me gusta el aroma de los mates con yuyitos y las canciones que son
graciosas.
Me conmueve la música que me toca el alma.
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i nombre es Gladys Martínez, nací en el año 1959 en la Ciudad de Córdoba.
Soy docente de Nivel Medio jubilada. Formé parte de una familia de
cuatro hermanos con carencias económicas, pero con el ejemplo siempre
presente de nuestros padres de la importancia del esfuerzo, en la búsqueda
por alcanzar cada sueño. Y así, uno de mis sueños se cumplió: ser docente.
Formé una familia, tengo una hija que con entusiasmo y esfuerzo busca
también lograr los suyos. Luego de jubilarme, sentí el vacío de no poder
Me siento escuchada en el Taller Juntas y Diversas, cada vez que voy es estar más con aquellos jóvenes que me contaban sus vivencias y les daba
una sensación tan linda, como cuando nació mi primera nieta. consejos que, por cierto, para muchos eran de mi época, pero aún hoy
recuerdo con una sonrisa y nostalgia, aquellos “Uy, porque lo sabe, es cierto
Las personas significativas de mi vida son mis hijos/as, nietos/as, profesora”.
profesores/as, maestras, mis amigas del taller.
Luego de jubilarme, comencé a asistir a las actividades realizadas en la
Mi sueño es hacer un curso de artes visuales y deseo que nunca más haya Biblioteca Popular Nelly Llorens que cubren ampliamente mis expectativas
femicidios, nunca más violencia de género. dado que me permiten conocer otras personas en el Club de Lectura y la
Nelly Filosofa, y las realidades de otras mujeres en el taller Juntas y Diversas,
algunas similares otras diferentes a la mía.
María Rodríguez
Bordamos y exponemos el pañuelo con el nombre de quien murió por
violencia de género con el deseo que la sociedad en su conjunto conozca
esa realidad, que para muchos son apenas casos aislados, y, por sobre todo,
con el gran sueño de hoy: la igualdad en los derechos de todos: mujeres,
gais, travestis, lesbianas. Basta ya con la violencia física, psicológica y la
discriminación.
Gladys Martínez
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i nombre es Tety, integro los días lunes la Biblioteca Nelly Llorens: soy
del grupo que bordamos los pañuelos de femicidios. Luego hacemos
lecturas de libros de autoras y autores muy buenos, mientras estamos
bordando una de las compañeras lee el texto en voz alta para todas. Luego
lo analizamos, sacamos conclusiones, escribimos. Son muy lindas estas
tardes entre mates y tortas, se pasan muy rápido esas dos, tres horas.
Soy una mujer mayor, nunca imaginé que iba a participar de un taller entre
tanta cultura y amistad. Son muy importantes para mí.
bordando
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e l bordado es para mí un acto liberador. De mis sentimientos, de mis
pensamientos, pero ante tanta violencia machista que genera todos los
días nuevos femicidios, suelo tentarme y abandonar.
María Rodríguez
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Que ese pañuelo sirva, en el transcurso del tiempo, para seguir recordando,
teniendo presente a esa mujer que, como cualquiera de nosotras, tuvo
sueños, proyectos, que quedaron sin realizarse, sólo porque un violento
decidió matarla. Ojalá se sumen muchas bordadoras más, para no olvidar.
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elas, agujas, hilos de colores, hermosas puntadas tras puntadas van
surgiendo nombres: Nilda, María Rosa, Guadalupe. La aguja sigue
Elena Frey entrando, saliendo y el nombre cobra forma, nos cuenta su historia,
sus sueños truncados, pero no llora, no, nos agradece que al bordar su
nombre y el de su matador evitamos que se las olvide. Al entretejerlo
en un pañuelo, ya no está en un papel que alguien lo usaba para prender
c
fuego, ya no es una voz en el noticiero que se diluye en el aire.
uando bordo un pañuelo
de tantos femicidios El bordado permanece, es viajero, exponemos en una plaza, en una
se estremece mi alma y renace mi amor. escuela, deja de ser un número, son reconocidos, son mujeres que aún
asesinadas seguirán haciéndose oír, fuertes en su debilidad hasta que el “ni
Tantos sueños frustrados una menos” sea una realidad, por eso, amiga bordadora sigamos siempre
tantos hijos sin madre bordando por la paz.
tanta justicia helada que mancha la razón.
Con una tierna tristeza, voy hilando sus nombres Sara Monier
sus historias tan cruentas
van quedando allí.
Ana Mazzei
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aría, Elena, Karina, Carmen, y así, cientos de nombres de mujeres que
hoy están presentes en cada pañuelo para “no olvidarlas”, “para seguir
luchando para que nuestros derechos como mujeres, se respeten”.
Cuento lo que siento: angustia, dolor, amargura en cada palabra que bordo
sobre esas historias, porque nosotras, mujeres, que damos la vida por
nuestros seres queridos, tengamos que pasar por esto. Quedan familias
desunidas, niños que quedan a cargo de tíos y abuelos.
vida, sus sueños y con la madre de sus hijos quizás.
Porque en estos tiempos que vivimos sigue la provocación, el seguimiento
Aquella mujer que un día creyó en él y brindó sus momentos, con la hasta que se llega al final de una vida.
esperanza de un futuro lleno de paz y alegría. ¿cuánta impotencia al no
poder defenderse? Al que nadie escuchara sus gritos de auxilio o tal vez Siempre decimos “nunca más”, “vivas nos queremos” pero no sé qué
no creyeran en ella cuando recurrió a pedir ayuda, ¿o será que nunca pasa por esas cabezas que se creen dueños y señores, si se los puede
lo hizo por miedo al pensar que la “ayuda” llega a veces tarde o no es llamar así.
suficiente y sería peor? ¿su padre habrá sido un violento y su madre una
mujer sumisa y creyó que así debía ser?, ¿que un grito, que una cachetada Siempre esperando que la justicia actúe.
o una paliza, es eso nomás y ahí termina todo? ¿o cuando quiso hacer
valer sus derechos se encontró con una fiera humana que no lo aceptó?
Laris (Tety) Pirra
Mis sentimientos y preguntas me llevan a diferentes hipótesis, pero con la
única conclusión: “otra mujer murió tras el odio de un cobarde”.
Gladys Martínez
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ordo para no olvidar,
Bordo para dar una batalla,
Bordo porque soy cabrona,
Bordo porque no tengo la boca cosida ni las manos amarradas,
Bordo para no extrañar,
Bordo para no llorar,
Bordo para tapar agujeros en los cuerpos mutilados,
Bordo en las plazas,
Bordo en las calles,
Bordo parada, sentada, acostada,
Bordo en colores,
Bordo en blanco y negro.
Yo Bordo.
Claudia Abichain
fotografias
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e s un atardecer soleado del mes de noviembre. Una veintena de muchachas
muy jóvenes posan sonrientes después de haber compartido un día
de campo para despedir a Ruby de su soltería. Por supuesto, como
corresponde a la época (mediados del siglo XX) dos señoras mayores
acompañan al grupo.
Todas muy bellas y alegres. Pero tres llaman mi atención. Una con pose
desenfadada y desafiante, como diciendo “aquí estoy, esta soy yo”. Su
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La hija del viento
e gusta mirarse en esa foto,
le recuerda la joven que fue,
llena de energía y ganas de vivir,
inundada de proyectos y amor a la libertad,
aún recuerda la sensación de libertad y el placer que le dio plantarse así.
vestido es de flores grandes y parece muy colorido. La sonrisa nace desde Soy Ana y me lleva el viento,
muy adentro, espontánea. Melena al viento, exuberante. esa fue y esa en algún lugar aún sigue siendo.
Con pérdidas y fracasos a cuestas,
En el centro de la fotografía, lo opuesto. Peinado muy prolijo, ceño pero con el deseo intacto por devorarse el mundo.
adusto, ojos tristes y un vestido negro que semeja una túnica. No parece
estar cómoda en ese sitio. Su brazo cuelga, laxo, al costado del cuerpo. “Ana, te lleva el viento”, le dice su abuela,
una valenciana dura y fuerte, a fuerza de trabajo campesino.
Y, por último, la que parece ser la más joven con cara de “¡ufa!, ¡qué “Sí, abuela, qué mejor que me lleve el viento,
aburridas!” pero a donde yo quiera”,
no soy una hoja que el viento mueve a su antojo,
A simple vista parecen todas felices, pero siempre hay que brindar una soy Ana, la hija del viento.
mirada más profunda porque seguro encontramos algo más.
Claudia Abichain
Elena Frey
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Febrero 1961
iro y miro esta viejísima foto en blanco y negro, mi imaginación se remonta
en el tiempo, me pierdo me veo una niña flaca de piernas largas en el
campo, en la casa de mis abuelos emocionada esperando que aparezca
por la lomada el colectivo que venía de la ciudad porque en ese transporte
legaría la esposa de mi hermano mayor con su pequeño hijito al cual
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ue una tarde de amasado de pan casero, en el cortadero de ladrillos donde
trabajé durante muchos años y donde crié a mis hijas/os. En el patio,
un horno de barro. Son hermosos recuerdos. Es emocionante recordar
donde fui tan feliz, viviendo a orillas del canal, apilando ladrillos.
María Rodríguez
ninguno de la casa conocíamos. Cuando paró el colectivo y los vi bajar.
Qué emoción siento al ver a ese pequeñín hermoso y regordete. En la
casa se habían reunido tías y unos primos y nos peleábamos por tenerlo
alzado, pobrecito se asustó y lloró hasta que volvió a los brazos de su
madre, mi abuela se enojó y nos mandó a todos a calmarnos y a mi cuñada
a descansar. Veo la mesa puesta y miro el repulgue de las empanadas que
solo mi madre sabe hacer, siento el olor del cabrito que mi abuelo ha
puesto a las brasas.
Han pasado 56 años, pero mirando ese pedazo de cartón, mi alma siente
las mismas emociones de ese día soleado y feliz.
Sara Monier
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Recuerdos de un cumpleaños
l 11 de abril de 1963, cumplí mis 18 años. La foto en la que estoy bailando
con mi hermana menor, refleja el momento que más disfruté. De niña, le
había pedido a mi madre una hermanita y cuando tenía ocho años nació
Miriam, desde entonces fui su “mamá chiquita” como sabían decir.
Feliz con mi vestido nuevo, que lo confeccionó mi madre, y los hermosos Lo vi. Me dije “ese es Oscar”. Estuvimos todos hablando. Yo tenía que
zapatos con tacos altos que eran mi mayor tesoro. regresar a casa para recibir a los que llegaban a la fiesta de 15. Me dijo:
“te acompaño”. Volvimos hablando. Ahí me dijo: “Quiero que seas mi
Quizás, los demás acontecimientos de ese día, mi mente sabiamente los amor”, “¿Te parece?” le respondí, “Sí” fue su respuesta.
dejó de lado. Tal vez hubo algo que me molestó, me apenó, no lo sé.
En la semana vino a mi casa a hablar con mis padres, así se acostumbraba.
La memoria también es selectiva y eligió la emoción y el cariñoso baile Esa noche fue una fiesta hermosa en mi casa y ese amor duró 42 años.
de las dos.
La sonrisa de Guille, que me mira con una dulzura tal, que borra todas
mis tribulaciones del momento.
¿
El placer
Qué es el placer? El diccionario dice que puede ser definido como una
sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico que en su forma
natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente
alguna necesidad: bebida en el caso de sed, comida en el caso de hambre,
descanso para la fatiga, sexo para la libido, etc.
Para mí, placer significa un rico desayuno, preparar una comida especial
un domingo en que vendrán los hijos y los nietos a almorzar todos juntos,
Preparar una comida sencilla, pero suculenta, en los días de frío. comprarle a alguno de ellos un regalo sorpresa y que me pregunten: ¿por
qué, nona?
Tomar una copa de vino blanco bien frío charlando con amigas.
Siento placer los lunes en la tarde cuando vengo a la biblio y me encuentro
Leer un libro, bueno o malo, ya veremos, pero el acto de leerlo me regocija. con mujeres hermosas de las cuales siempre aprendo algo. Es tan lindo
que las horas se me pasan demasiado rápido, también me da un placer
Tejer, bordar, me hacen sentir una artista en su momento creativo. inmenso cruzar las altas cumbres, con mis hijos lo hacemos dos o tres
veces al año, pero me fascina cada vez.
Y, como broche de oro, el placer supremo, es deslizarme en la cama con el
cuerpo agotado, por las sábanas limpias, recién planchadas y perfumadas. Me da placer salir al patio a tomar mate, mis plantas, leer un buen libro,
conversar con mis nietas mayores, salir a comer con mi nieto mayor.
Elena Frey
Sara Monier
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uerido Oscar,
Extraño tus palabras de amor, me las decías siempre con tu sonrisa a flor
r
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Amor de viejos
ecién me separo de ti, amor mío, tomando un café,
las manos unidas con una sonrisa
tus ojos brillaban cuando las miradas se entrelazaron
en una maraña de suave ternura.
Que buen compañero que has sido. Cuando nació tu primera hija, me Un amor de viejos, quizás cause risa,
acuerdo que en la sala de cirugía me ayudaste con el parto, recuerdo esos pero estamos vivos y somos felices.
momentos como si fuera ayer. Fuiste un buen padre para nuestras hijas,
un buen hombre, lleno de amor y alegría tanto con tu familia, como con ¡Así!, simplemente con nuestras miradas,
tus amigos. con nuestras sonrisas, el brillo en los ojos,
las manos unidas, sintiendo en la piel,
A pesar de que fue corta tu vida cosechaste muchos amigos, y junto a la vida que vibra.
ellos, conocimos muchos lugares de Argentina. También pasaste por
tantos problemas, como quedarte solo a los 19 años, de pensión en
pensión. Luego nos conocimos, nos pusimos de novios, formalizamos y Ana Mazzei
formamos esa hermosa familia que nos ha dado mucha felicidad.
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Receta para entusiasmarse un día de lluvia
ngredientes:
Gladys Martínez
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Receta para cocinar una torta de amor propio
ngredientes:
Masa:
• 500gr de errores,
• 800gr de aciertos,
• 1 chorrito de esencia de aceptación de ambos,
• 1 espejo, preferentemente de quien realiza la receta.
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i
ngredientes:
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Receta para una buena siesta
Mezclamos los 500 gr de errores con los 800 gr de aciertos, luego Sara Monier
añadimos el chorrito de aceptación formando una masa blanda, suave,
si es posible con la forma de nuestro cuerpo. Para esto incorporaremos
el espejo que refleja nuestra imagen, debiendo mirarnos siempre con una
actitud de agrado.
Ana Mazzei
i
i
ngredientes:
•
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Receta para no dejar de soñar
Preparación:
Sara Monier
nombres
a
a
na
Andando la vida yo quiero vivir
Ana
Filomena
Conflictiva relación de mi abuela paterna con la familia de prejuicio para
mí, obviamente ya superado pero el nombre quedó enredado.
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Elena
lena me suena fuerte, atronador, cual un rayo que cae en una noche de
tormenta y las tormentas me atemorizan, me dan la sensación de soledad
y desamparo. Este contraste de sentimientos me produce una gran batalla
interior que me lleva a la lucha permanente, a querer recuperarme. Bendita
aquella “Helena” troyana que desató una guerra por amor y me legó su
nombre.
m
Elena Frey
Mira
Mi apodo, no sé porque me lo pusieron, en la familia me siguen llamando
así, lo llevo desde que tengo uso de razón, también me siento identificada
con él, pero hoy estoy más cerca de Ana porque tengo más seguridad en
mí misma y algunas respuestas que antes no tenía. Mira representa más la Sara
infancia y a la adolescencia, es como preguntarme.
m i nombre: Sara Yolanda. Es de origen hebreo. Hebreos, luchadores,
caminantes, me identifico con eso, con la perseverancia y la paciencia en
Ana Mazzei la tempestad, en el sentido de tribu, de mantener la unión a pesar de las
diferencias me gusta mi nombre, soy yo, no me podría haber llamado de
otra manera.
Sara Monier
l
l
Laris
aris proviene del alemán. Mi papá tenía un compañero de trabajo que le
iba a poner este nombre a su hija cuando naciera, pero fue varón, así que
se lo dio y me lo pusieron a mí.
violencias
e
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¿Destino marcado?
n un barrio con casas iguales y pintadas de colores llamativos convivían
todas las realidades: el vecino laburante que debía caminar varias cuadras
para tomarse el colectivo y llegar a su trabajo, los jóvenes que todos los
días podían ir a estudiar o aquellos que el robo conocían como su única
forma de vida, los que la droga y la indiferencia arrastró a su mundo sin
dejarlos escapar y aquel que la vendía a la vista de todos y en el silencio
de muchos más.
Ahora, en su nueva vida, es Ivonne, con clientes de saco y corbata. Ivonne
con un departamento amplio y lujoso, con ventanales al mar donde
observa como cada ola al golpear la costa, que representa su vida. Sólo
ella sabe que es Ivonne. En el edificio es la señorita del quinto piso, hija
de un empresario, la que sale a pasear su perro mostrando en su rostro
siempre una dulce sonrisa, aunque en su corazón anide la tristeza.
Se siente tan feliz que dejará que sus amigos se den el placer de elegir a
dónde ir. Ella solo quiere salir, caminar por la calle, mirar al cielo, tomar
un café. Sentirse libre. Abre el perfume que hoy le regaló su hermana, se
pone en los puños, moja la punta de los dedos, los lleva tras sus orejas y
o que no sirve en la cama. Sabe que será difícil, pero está dispuesta a decir:
¡yo puedo!
Sara Monier
al expandirse la fragancia inhala, cierra los ojos. Cuando los abre ve otra
imagen en el espejo.
La Samantha que fue hasta solo una semana atrás, cuando dejó por fin
su pareja, el hombre que ella había creído que sería la luz de su vida, el
mismo que, a menos de un año de vivir juntos empezó a cambiar, primero
de forma sutil: “esa pollerita no te queda bien” o “has engordado, ese
pantalón te ajusta”, o “las mujeres que salen a la calle pintadas están
buscando que los hombres les digan cosas”.
Cuando nació su hijo, ella estaba tan feliz. Samantha pensó: “ahora las
cosas cambiarán”. Y así fue por un tiempo, en cuanto el niño empezó
a gatear y a demandar tiempo volvió el mal humor y un día que el niño
estuvo molesto por los dientitos y no logró hacer el almuerzo a tiempo,
vino el primer golpe y las marcas.
Ahora está en casa de sus padres, otra vez vuelve a la realidad, se ve joven,
bonita, no volverá a permitir que le diga nadie que es inútil, que está gorda
n
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o quiero que me grites cuando estés molesto
ni la sonrisa burlona que hiere mi intelecto
no quiero que me mandes, pues yo amo no tengo
y que aceptes un “no” cuando así lo expreso.
Ana Mazzei
menstruacion
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Menstruación
uando me vino mi menstruación, allá por los años 50, tenía 15 años. Voy
al baño, me encuentro con las bombachas con sangre, le pregunto a mi
mamá y ella me dice que esperara un rato.
Salió con unas toallas de tela con ojal y me dijo: “primero lávate en el
baño bien la cola y luego te colocas estas toallas”.
Tenían un ojal en cada punta que sostenían una cinta atada a la cintura y
h
h
Primera vez
ay una primera vez para todo: aprender a caminar, a ir al baño, andar en
bicicleta, etcétera, etcétera. También para la menstruación, cosa incomoda
si las hay. Mi primera menstruación fue a los 14 años, hace casi 60 años
atrás, en un pueblo, Traslasierras, regido por la acción católica, donde
estos temas no se hablaban.
Yo era grande, pero seguí sin entender. Qué distinto es lo de ahora, la Además de la incomodidad de esas toallas para llevarlas “allí”, lo otro
preparación de los niños, el diálogo de madre e hijos. era lavarlas y mantenerlas blancas. Sinceramente ser mujer es bello, pero
también difícil.
En mi casa se decía: “de eso no se habla”.
Sara Monier
Laris (Tety) Pirra
a
a
dolescencia.
Experiencias del crecimiento
Que ser mujer es ser una persona libre y capaz para elegir la forma de vida
que más le satisfaga, ejerciendo su sexualidad como lo desee, sin atarse a
Desde tiempo atrás notaba que su cuerpo iba cambiando, tabúes, que solo existen en mentes retrógradas.
los pechos seguían creciendo,
le molestaba ponerse ropa ajustada
porque se notaban de una manera que a ella le parecía hasta obscena, Ana Mazzei.
los dos puntos de sus pezones.
El vello,
cual hierba mala brotaba bajo sus brazos,
brotaba en sus genitales.
¿Qué es esto?
Corre desconcertada hacia su madre,
para hallar una respuesta.
“todos los meses te enfermarás unos días”, le contestó.
“te has convertido en una mujer”
“en esos días no podrás bañarte, ni lavarte la cabeza”
“debes usar unas toallitas que las cambiaras las veces que sea necesario”
Se acabó la charla.
La nona, con quien vivía en ese momento, decretó que yo ya era mujer.
¡Adiós infancia!
Elena Frey
vida cotidiana
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Entre mate y mate: la vida sí pasa
n el extremo de esta mesa, casi todas las tardes, dos hombres tomaban
mate, picando hojas de tabaco que ellos habían cosechado, recordando y
relatando el trascurrir de sus vidas.
Lunes: el sol parece más brillante y la profunda herida que tiene casi tres
años comenzó lentamente a cicatrizar. No me quiero ilusionar demasiado.
Martes: el día era chato y gris, llegó la Me y dijo: estoy haciendo lo que
quiero hacer, en el lugar que quiero y con la persona que quiero: ¡gracias
hermosa!
Y en mi memoria solo quedan los ¿“te acuerdas”? Miércoles: es indignante ver como gente con algún nivel de poder, se
dedica a arruinarnos la vida, sin razón, porque sí, ¿cómo se combaten?
- ¿Te acuerdas, Simón, cuando perdimos la cosecha y tuvimos que… ?,
¿cuándo nació mi hija y…? Viernes: Aunque no se pueda creer todavía chicos muy jóvenes que
apuestan al casamiento civil, como base de la familia para mejorar la
Y así, tantas preguntas sin escuchar su final y así tantas carcajadas sin sociedad.
saber el porqué.
Bravo por Mayra y Martín
Pero, entre mate y mate: “la vida sí pasa”. Ellos ya no están, dejando la
huella en mí memoria de tantos “¿te acuerdas?” ni el motivo de tantas Sábado: Se fue Nelly, una mujer única.
carcajadas.
Gladys Martínez
n
n
Elena y las simetrías
o puedo evitar que estén presentes las simetrías en mi vida cotidiana,
las sábanas perfectamente dobladas y planchadas,
la ropa de invierno en la izquierda del ropero,
la de verano, a la derecha,
los pulóveres ordenados por color y textura,
igual a los pantalones.
Ya oscureció, deben juntar el ganado para pasar la noche bajo las estrellas
y allí nomás hacen la ranchada. Hacen un fueguito y ponen la pava para
cebar unos mates, desensillan las mulas, sacan un poco de pan y carne fría.
los toallones con los toallones, Después calentarán el cuerpo y el alma con unos sabrosos mates, y
las cucharas y cuchillos a la derecha, mientras conversan sobre lo que fue el día, sobre la familia que han dejado
los tenedores a la izquierda. hace ya tres días, el mate se desliza amargo y tibio tejiendo entre estos
sacrificados hombres una hermandad que llevarán en sus retinas y en sus
Veinticuatro copas iguales, corazones por siempre.
no se puede poner diferente, rompe la armonía,
y así tantas cosas que me condicionan en un sinsentido constante. Y cuando vuelvan a sus pueblos y a través de los años, cada vez que se
junten alrededor de una mesa o un fueguito, habrá una ronda de mates y
Una pérdida de tiempo día tras día. de anécdotas y hasta tal vez también un rasguido de guitarras.
¿Para qué?, ¿por qué?
no sé la respuesta.
Tengo 60 años y sigo igual estructurada y temerosa de meterme en zonas Sara Monier
que me saquen de mi aparente seguridad.
Elena Frey
u
u
na de estas mañanas, al levantarme temprano como todos los días, me
encuentro en el espejo del baño. Me miro. Miro atentamente la cara, veo
los ojos color gris oscuro de mi mamá y la nariz de mi padre.
Un trompo
Recordé el espejo en la puerta del ropero antiguo de mi dormitorio de Cuando era pequeña en mi casa los días domingos se comía la pasta
infancia. El espejo donde me miraba cuando mi mamá me hacía un amasada por la “nona”. Ella me decía: “vení, yo corto las bolitas y vos
vestido para salir a dar una vuelta por el pueblo en las tardes de los fines las pasas por el tenedor para que queden ralladas”. Ella era de Italia, nos
de semana. hablaba en italiano, pero igual entendíamos lo que quería decir.
Cuántos recuerdos. No los quiero olvidar. Fue mi infancia y mi juventud. Fueron épocas muy lindas de mi infancia, ahora recuerdos.
Al salir los días de verano al patio de tu casa, tenías que usar sombrero,
Resistente a no olvidar mis travesuras de niña, con marcas que siempre remera o camisa manga larga y pollera larga con medias, porque en esos
me las recuerdan. años las mujeres no usaban pantalones porque se decía que los pantalones
eran para hombres, no para mujeres.
Resistente a olvidar las caricias de mi madre. Resistente a olvidar las
manos de mi padre, en aquella despedida. Después pasaron los años, siendo el principio de los 60, ya tenía que tener
piel oscura y empezamos a tomar el sol, pero no había protector solar,
Resistente y flexible, mi vientre, seda preciosa al albergar una vida, seda solo agua. Te ponías roja como un tomate y ampollada, no soportábamos
preciosa al acariciar su piel al nacer, seda preciosa su piel al rozarse con la ropa puesta y a la noche dormíamos sentadas. Ya empezaba a aparecer
la mía. el famoso “Sapola Ferrini” o la crema de ordeñe y también la Coca Cola,
pero igual te quedabas roja.
Resistente y flexible ante cada beso, cada caricia, cada abrazo y cada
despedida. Ahora han cambiado los años, soy una persona mayor, pero igual tengo
que cuidar mi piel porque, a través de mis años de juventud, me quedaron
secuelas. Tengo que usar muchas cremas, después del baño, al salir por las
Gladys Martínez mañanas protector solar y a la noche otras cremas.
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María Rodríguez
Elena Frey
caligramas
Elena Frey Laris (Tety) Pirra
Ana Mazzei Laris (Tety) Pirra
libertad
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c
enicienta no te preocupes por tu hermanastra. Contestá y dejá de refregar.
Viví la vida, tu vida, con alegría y amor. Lucha, que la vas a pasar bien.
Espero que este consejo te sirva para encontrarte y ser feliz, y para
encontrar al amor de tu vida que te mime y te quiera, entres o no entres
en el zapatito de cristal.
¡Liberate! ¡Decidite!
Elena Frey
n
n
Desafío
o podrán aquellos que quieren dañarme
borrar la sonrisa que marca mi rostro,
quitar la alegría que inunda mi alma,
dejar que me lleven por sendas perdidas,
anular mi mente, tornarla vacía.
Ana Mazzei
Deberían existir más lugares como este, para hacerles saber a nuestras
hermanas que no están solas, que juntarse y hablar las hace VISIBLES e
INVENCIBLES.
Sara Monier
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ener un espacio pensado para y por mujeres te da la posibilidad de tratar
temas como violencia familiar, soledad, discriminación frente a los adultos
mayores y ser escuchada y contenida por tus pares, pero también genera
una corriente de creatividad y apertura de pensamiento, que resulta muy
productiva. El hecho de haber contribuido a editar un libro y tener en
marcha otro, moviliza y nos llena de expectativas porque aun siendo tan
diversas nos reúne para alcanzar un objetivo impensable hasta no hace
mucho.
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s muy muy bueno el espacio creado dentro de la biblio porque no es
solo un espacio de mujeres, que bordamos pañuelos para “no olvidar”: lo
hacemos acompañadas de mates y lecturas de muy lindos libros, elegidos
siempre de excelentes escritoras, los analizamos entre todas y aportamos
nuestra mirada y comprensión. También es un buen espacio en lo personal
ya que cada una de las integrantes escribimos sobre un tema de trabajo
semanal. Este espacio nos fortalece, nos enseña y nos mimamos mucho
Los lunes a la biblioteca es con ganas que vamos todas a encontrarnos.
Así lo veo yo.
Elena Frey
Tety Pirra
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a importancia del grupo de mujeres se centra en la horizontalidad de los
vínculos. Si bien Marian y Laura coordinan y proponen las actividades, les
integrantes del grupo llevamos también temas y propuestas.
Claudia Abichain