Trabajo de Cuestionario de La Personalidad
Trabajo de Cuestionario de La Personalidad
Trabajo de Cuestionario de La Personalidad
(UTESA)
ASIGNATURA:
CUESTIONARIOS DE LA PERSONALIDAD
TEMA:
TEORIA DE LA PERSONALIDAD DE SIGMUN FREUD
NOMBRES Y MATRICULAS:
PROFESOR/A:
JUANA ALCANTARA CASTILLO
Santiago RD.
(fecha)
30/01/2022
TEORIA DE LA PERSONALIDAD DE SIGMUN FREUD
Hay que saber de antemano que Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis,
desarrolló diversos modelos para explicar la personalidad humana a lo largo de
su carrera literaria. El Psicoanalista Sigmund Freud creía que el
comportamiento y la personalidad derivan de la interacción constante y única
de fuerzas psicológicas conflictivas que operan en tres diferentes niveles de
conciencia: el preconsciente, el consciente y el inconsciente. La teoría
psicoanalítica de la mente consciente e inconsciente a menudo se explica
utilizando una metáfora del iceberg: El conocimiento consciente es la punta del
iceberg, mientras que el inconsciente está representado por el hielo oculto
debajo de la superficie del agua.
Modelo topográfico
Freud desarrolló el modelo topográfico durante la primera etapa de su carrera.
Originalmente fue descrito en una de sus obras clave: “La interpretación de los
sueños”, publicado en el año 1900. Esta teoría sobre la personalidad también
es conocida como “Primera Tópica”.
El modelo topográfico divide la mente en tres “regiones”: la inconsciente, la
preconsciente y la consciente. En cada uno de estos lugares, que deben ser
entendidos de forma simbólica, encontraríamos contenidos y procesos
psicológicos diferentes.
El inconsciente es el nivel más profundo de la mente. En él se ocultan
pensamientos, impulsos, recuerdos y fantasías a las que resulta muy difícil
acceder desde la consciencia. Esta parte de la mente está dirigida por el
principio de placer y por los procesos primarios (la condensación y el
desplazamiento), y la energía psíquica circula de forma libre.
La mente preconsciente actúa como punto de unión entre las otras dos
secciones. Está conformada por huellas de memoria en formato verbal; en este
caso sí es posible conocer los contenidos desde la consciencia a través de la
focalización de la atención.
Por último, la consciencia es entendida como un sistema con un rol
intermediario entre las regiones más profundas de la psique y el mundo
exterior. La cognición, la motricidad y la interacción con el entorno dependen de
la mente consciente, que está regida por el principio de realidad en lugar de por
el de placer, del mismo modo que el preconsciente.
Modelo dinámico
El concepto “dinámico” hace referencia a un conflicto entre dos fuerzas que se
produce en la mente: los impulsos (fuerzas "instintivas"), que buscan la
gratificación, y las defensas, que procuran inhibir a los anteriores. Del resultado
de esta interacción surgen los procesos psicológicos, que suponen una
resolución más o menos satisfactoria o adaptativa de los conflictos.
En este modelo Freud concibe los síntomas psicopatológicos como
formaciones de compromiso que permiten una gratificación parcial de los
impulsos a la vez que causan malestar, actuando como un castigo contra la
conducta de la persona. De este modo la salud mental dependería en gran
medida de la calidad de las defensas y de las auto sanciones.
Modelo económico
El concepto fundamental del modelo económico de la personalidad es el de
“pulsión”, que se puede definir como un impulso que favorece que la persona
busque un fin determinado. Estas pulsiones tienen un origen biológico (en
concreto se relacionan con la tensión corporal) y su objetivo es la supresión de
estados fisiológicos desagradables.
Dentro de este modelo encontramos en realidad tres teorías distintas,
desarrolladas entre 1914 y 1920 en los libros “Introducción al narcisismo” y
“Más allá del principio de placer”. Inicialmente Freud distinguió entre la pulsión
sexual o de reproducción, que lleva a la supervivencia de la especie, y la de
autoconservación, focalizada en la del propio individuo.
Posteriormente Freud añadió a esta teoría la distinción entre las pulsiones
objetales, dirigidas a objetos externos, y las de tipo narcisista, que se centran
en uno mismo. Finalmente propuso la dicotomía entre la pulsión de vida, que
incluiría las dos anteriores, y la pulsión de muerte, criticada con dureza por
muchos de los seguidores de este autor.
Modelo genético
La teoría freudiana sobre la personalidad más conocida es el modelo genético,
en el cual se describen las cinco fases del desarrollo psicosexual. Según esta
teoría el comportamiento humano está regido en gran medida por la búsqueda
de la gratificación (o descarga de la tensión) en relación con las zonas
erógenas del cuerpo, cuya importancia depende de la edad.
Durante el primer año de vida tiene lugar la fase oral, en la cual la conducta se
centra en la boca; así, los bebés tienden a morder y a succionar los objetos
para investigarlos y obtener placer. En el segundo año la zona erógena
principal es el año, por lo que los pequeños de esta edad están muy centrados
en la excreción; por esto Freud habla de “fase anal”.
El siguiente estadio es la fase fálica, que se da entre los 3 y los 5 años; durante
este periodo se producen los célebres complejos de Edipo y de castración.
Entre los 6 años y la pubertad la libido se reprime y se priorizan el aprendizaje
y el desarrollo cognitivo (fase de latencia); finalmente, con la adolescencia llega
la fase genital, que señala la madurez sexual.
La psicopatología, más específicamente la neurosis, se entiende como el
resultado de la frustración de la satisfacción de las necesidades características
de estos periodos del desarrollo, o bien de la fijación psicológica total o parcial
en uno de ellos a causa de un exceso de gratificación durante la etapa crítica.
Modelo estructural
La teoría de personalidad de Freud fue propuesto en 1923 en el libro El Yo y el
Ello. Como el modelo genético, el estructural es particularmente conocido; en
este caso se destaca la separación de la mente en tres instancias que se
desarrollan a lo largo de la infancia: el Ello, el Yo y el Superyó. Los conflictos
entre estas darían lugar a los síntomas psicopatológicos.
La parte más básica de la mente es el Ello, compuesto por representaciones
inconscientes de las pulsiones relacionadas con la sexualidad y con la
agresión, así como por huellas mnémicas de las experiencias de gratificación
de estos impulsos.
El Yo se concibe como un desarrollo del Ello. Esta estructura tiene un papel
regulador en la vida psicológica: evalúa los modos de satisfacer los impulsos
teniendo en cuenta las demandas del entorno, trabaja tanto con contenidos
inconscientes como conscientes, y es en esta parte de la mente donde ejercen
los mecanismos de defensa.
Por último, el Superyó actúa como conciencia moral, censurando determinados
contenidos mentales, como supervisor del resto de instancias
y como modelo de conducta (es decir, supone una especie de “Yo ideal”). Esta
estructura se forma a través de la interiorización de las normas sociales, en la
cual cumple un papel esencial el complejo de Edipo.
La teoría de Jung divide la psique en tres partes. La primera es el Yo, el cual se
identifica con la mente consciente. Relacionado cercanamente se encuentra el
inconsciente personal, que incluye cualquier cosa que no esté presente en la
consciencia, pero que no está exenta de estarlo.
Rogers resume en esta gran única necesidad o motivo, todos los otros motivos
que los demás teóricos mencionan.
Nos pregunta, ¿por qué necesitamos agua, comida y aire?; ¿por qué
buscamos amor, seguridad y un sentido de la competencia? ¿por qué, de
hecho, buscamos descubrir nuevos medicamentos, inventar nuevas fuentes de
energía o hacer nuevas obras artísticas?
Rogers responde: porque es propio de nuestra naturaleza como seres vivos
hacer lo mejor que podamos.
La teoría de Rogers puede ser definida como clínica puesto que está basada
en años de experiencia con pacientes. Rogers comparte esta característica con
Freud, por ejemplo, además de ser una teoría particularmente rica y madura
(bien pensada) y lógicamente construida, con una aplicación amplia.
Sin embargo, no tiene nada que ver con Freud en el hecho de que Rogers
considera a las personas como básicamente buenas o saludables, o por lo
menos no malas ni enfermas. En otras palabras, considera la salud mental
como la progresión normal de la vida, y entiende la enfermedad mental, la
criminalidad y otros problemas humanos, como distorsiones de la tendencia
natural. Además, tampoco tiene que ver con Freud en que la teoría de Rogers
es en principio simple.
En tercer lugar están los actos habituales ordenados por rasgos. Es decir,
asociaciones de hábitos afines. Por último, en la cúspide de la pirámide se
encuentran los super factores, en los que profundizamos a continuación.
Su teoría bifactorial o modelo PEN Partiendo de estas ideas, Hans Eysenck
desarrolló su teoría bifactorial. Para ello, se basó a los resultados de las
respuestas a sus cuestionarios de personalidad. El análisis factorial es una
técnica estadística de reducción de datos y aglutinación de información en
variables. En este caso, se trata de reducir la conducta a una serie de factores
con unos atributos comunes, los súper factores. Cada conjunto de factores se
agrupa bajo una dimensión.
https://youtu.be/dSGEhp_3mYk