Sucesiones Mortis Causa
Sucesiones Mortis Causa
Sucesiones Mortis Causa
LICENCIATURA EN DERECHO
REFLEXIÓN
Los antecedentes de nuestra actividad nos mencionan que se conocen dos clases de sucesiones: legítima y testamentaria. La primera es aquella que
la ley defiere a los parientes más próximos, de acuerdo con un orden que ella misma establece; la segunda se basa en la voluntad del difunto
expresada en el testamento. La ley indica en la primera en forma taxativa a los herederos legítimos, determinado la porción de cada uno y
prohibiendo, generalmente, su exclusión por testamento cuando se trata de parientes en línea recta; de ahí la denominación impropia de herederos
forzosos. En la actualidad las personas no le toman importancia al tema del testamento si bien lo dejan para después, no saben el gran problema que
causa el darse cuenta que un familiar falleció sin dejar en claro como debía ser la repartición de sus bienes, al pasar esto los familiares se comienzan
a pelear por dichos bienes lo cual se podría evitar es importante hacer testamento antes de que sobrevenga cualquier enfermedad o accidente. Si no
existe, la ley decidirá por nosotros sobre el destino de nuestros bienes. El testamento siempre es revocable por el otorgante y solo se activa en el
momento en que se produce la muerte del firmante. Hacer testamento es un procedimiento sencillo y económico que permite decidir sobre el
destino de los bienes, y saber que se cumplirá cuando la persona ya no esté. Es la mejor manera de ordenar los deseos, ya que se hace constar de
forma legal la voluntad, facilitando la transmisión de los bienes y evitando problemas a familiares y allegados.
REFERENCIA
Morineau, M. e Iglesias, R. (2012). Derecho Romano. México: Oxford. pp. 209 – 221 y 226 - 230. Recuperado de:
https://www.academia.edu/20238507/
DERECHO_ROMANO_MARTA_MORINEAU