Actividad Administrativa

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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

SAN DIEGO – EDO. CARABOBO

CATEDRA: DERECHO ADMINISTRATIVO I

ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA

Alumna:

León H. Alison D. C.I: V-26948755

Valencia, 01 de noviembre de 2021


Introducción

El profesor Álvaro Tafur Galvis con apoyo en conocidas definiciones


doctrinarias y en los elementos en ellas comunes, la explica como la
actividad permanente del Estado que busca la satisfacción de las
necesidades generales, de manera práctica, directa e inmediata, mediante
actos concretos o generales, utilizando si es del caso, las prerrogativas del
poder público, dentro del orden jurídico y de acuerdo con los fines de la ley.
Observa el citado autor que mientras en el régimen jurídico colombiano a los
reglamentos se les acepta como expresión die la actividad administrativa, en
otros países y siguiendo un criterio material, se les considera como actividad
legislativa.

La función administrativa del Estado gobernada por el Derecho


Público se traduce en el mundo de las relaciones jurídicas en actos y hechos,
los primeros si son unilaterales se califican de actos administrativos y explica
como las conductas y las abstenciones capaces de producir efectos jurídicos,
en cuya realización influyen de modo directo e inmediato la voluntad o la
inteligencia. Cuando son bilaterales se les denomina contratos de la
administración, los que a su vez son administrativos al considerarlo la ley
expresamente como tales. Los hechos administrativos, a su turno, son como
los acontecimientos y las soluciones capaces de producir efectos jurídicos y
en cuya realización no influyen de modo directo e inmediato la voluntad o la
inteligencia.
Actividad Administrativa

La actividad administrativa y las demás que conciernen al Estado,


debe cumplirse con plena sujeción al ordenamiento jurídico imperante,
afirmación de la cual se desprende el principio de legitimidad que la rige y
que al ser desconocido trae consigo la obligación para el Estado de
responder por sus procederes, e inclusive de resarcir los perjuicios que
cause a los administrados, de donde se infiere el segundo principio que la
gobierna, el de responsabilidad y con los idearios doctrinarios que orientan la
actividad de los diversos partidos o grupos políticos que concurren al debate
democrático por el predominio en los órganos de poder, por la orientación del
Estado mismo y que han obtenido el beneplácito de las mayorías electorales.
La lucha conceptual es inherente a las democracias liberales, uno de cuyos
pilares lo constituye el sufragio popular como instrumento para la escogencia
198 de los gobernantes y de quienes deben integrar las llamadas
corporaciones públicas (Presidente, Alcalde, Senadores, Representantes,
Diputados, Concejales, Miembros de Juntas Administradoras de Servicios
Públicos Locales.

Principios que se fundamenta la actividad administrativa

Principios que se fundamenta la actividad administrativa para que sea


validad:

Los principios de legalidad, separación de funciones y de respectiva


competencia, para que sea validad es necesario que el ente y el órgano este
asignada una determinada competencia, es la medida de la constitución y el
principio rector. El artículo 141 de la constitución establece los principios de
honestidad, participación, celeridad, eficacia, trasparencia, eficiencia,
redición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública,
con sometimiento pleno de la ley y al derecho.

Si no está asignada la competencia se nula la actividad administrativa.

La competencia

La competencia de un órgano administrativo define el ámbito dentro


del cual éste puede desenvolverse y dictar sus actos. Las normas establecen
las competencias que ostentan los diferentes órganos administrativos. En
caso de que el acto administrativo sea dictado por un órgano que carezca de
competencia para ello, bajo ciertas condiciones, puede ser dejado sin efecto.
En ciertos supuestos, las competencias pueden ser transferidas, tal y como
sucede con las delegaciones y las avocaciones de competencias.

La administración pública ejerce sus funciones, principalmente, a


través de actos administrativos, los cuales, deben ser dictados por el órgano
o unidad administrativa que tengan competencia para ello y, además, tienen
que ser dictados dentro de la misma. Si no se cumplen las anteriores reglas,
el acto puede carecer de valor jurídico.

Clasificación

Aparte de esa clasificación por los fines, sectores o materias sobre los que
incide la norma administrativa, es preciso disponer también de otros criterios
que permitan sistematizar, dentro de cada sector o materia (orden público,
sanidad), las normas que la rigen. Para ello se atiende al efecto que la
actividad administrativa causa en la libertad y derechos de los particulares,
distinguiéndose entre:

Actividad de limitación o de policía: restringe la libertad, los derechos o la


actividad de los particulares.
Actividad de fomento o incentivadora: Estimula mediante premios o apoyos el
ejercicio de la actividad de los particulares para que oriente ésta al
cumplimiento de fines de interés general.

Actividad de prestación o de servicio público: La Administración suministra


prestaciones a los particulares (sanidad, educación, transporte etc.).

Vamos a partir de la tradicional clasificación tripartita de la actividad


administrativa en:
policía,
fomento,
y servicio público.
Esta clasificación se basa en el efecto que la actividad administrativa va a
tener sobre los derechos y libertades de los ciudadanos. Muy someramente
podemos definir cada uno de esos tipos de actividad de la siguiente manera:

Policía: Decimos con carácter general, en sentido amplio, que restringe las
libertades y derechos (fundamentales o no) de los particulares.
Fomento: Estimula, mediante determinados apoyos, la actividad privada del
ciudadano, considere que dicha actividad tiene cierta relevancia pública.
Servicio público: la ciudadanía determinadas prestaciones, bien de tipo
económico, o en forma de prestación de un servicio público. Esta actuación
puede llevarla a cabo, no obstante, no sólo de manera directa, sino también
de manera indirecta a través de un concesionario interpuesto.
En ocasiones, el término “policía” ha adquirido un significado que
desbórdalos límites de su interpretación en sentido estricto, otorgándole un
carácter amplio de control, e incluyendo dentro de ella funciones de tipo
judicial, arbitral y sancionador.
Sin embargo, parece obligado separar de esta actividad de policía, la
actividad administrativa sancionadora, puesto que toda norma y actividad
sancionadora presupone una infracción o conducta antijurídica del
destinatario de la sanción, mientras que en la actividad de policía no tiene
por qué existir este tipo de conducta, sino que puede limitarse cualquier
conducta simplemente por el hecho de que vivimos en sociedad. De hecho,
en el primer caso ni siquiera podemos hablar de una limitación de derechos
del particular, puesto que no puede considerar que haya limitación jurídica
allí donde hay una conducta contraria al Derecho.
Además, a esta cuarta forma de actividad se añade una quinta: la actividad
arbitral de la Administración, donde ésta no es parte de una relación jurídica,
sino que media en los conflictos que surgen entre dos ciudadanos, entre dos
partes que no son administración pública.
* Podemos decir que tanto la función sancionadora como la arbitral tienen un
carácter cuasi judicial.

Características

Es una acción directa, inmediata y concreta, desarrollada por los entes y


órganos de la administración pública, con el objetivo de satisfacer
necesidades colectivas.

Es de carácter subvlegar, porque debe desarrollarse directamente lo que


establece la ley, indirecta sobre lo que establece la constitución.

La actividad administrativa presupone una estructura publica en función de la


actividad, al generalizar, desarrollar una actividad publica o estructura
privada autorizada por la ley.
Actividad de fomentos

La actividad de fomento. No se trata de limitar los derechos de los


ciudadanos tal como sucede con la intervención, por ende, no está
encaminado a prevenir los daños sociales que de esta última pueden
derivarse. La acción administrativa, en este caso, de fomento, tiene como
finalidad general la de satisfacer las necesidades públicas.

La finalidad de proteger o promover aquellas actividades que satisfacen el


interés general o las necesidades públicas y el “técnico” que no está dado
por la coacción, sino por la persuasión, por convencer al particular para que
haga algo u omita algo. Es una actividad interventora del Estado distinta a la
de Policía, ya que no se trata de una delimitación de los derechos ni utiliza el
Estado la coacción por lo general, como lo he dicho para que los particulares
realicen una actividad determinada, sino que mediante el fomento se procura
alentar, incentivar o sugerir la realización de ciertas actividades de carácter
económico, cultural, artístico, entre otras, para beneficio no sólo del que se
encuentra comprendido por esta decisión estatal, sino también
indirectamente por la comunidad.

Conclusión

La actividad administrativa se encamina a satisfacer necesidades de la


comunidad, se sugiere al mismo tiempo que corresponde al gobernante y a
sus agentes determinar cuáles son las medidas más convenientes y eficaces
para lograr ese propósito, así como el momento oportuno de su adopción. En
ese punto se destaca el aspecto político o de fondo de la gestión
administrativa que deberá estar acorde con los postulados básicos
consagrados y desarrollados en la Constitución y en la ley.
La competencia en la actividad administrativa es de obligatorio cumplimiento,
que no se puede delegar, es intransferible, es la que autoriza una estructura
de la administración pública para poder actuar válidamente.

Referencias Bibliográficas

Recuperado de: https://guiasjuridicas.wolterskluwer

Recuperado de: file:///C:/Users/Window%207/Downloads/Dialnet

Recuperado de:

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