1ra. Sesión de Clases - Derechos Reales y Derechos Personales
1ra. Sesión de Clases - Derechos Reales y Derechos Personales
1ra. Sesión de Clases - Derechos Reales y Derechos Personales
CAPITULO II
ductible entre los derechos reales y los personales. Es decir, hay una
diferenciación en los atributos esenciales y no simplemente en su carácter
específico. Según la escuela clásica representada por Aubry y Rau, el
derecho real es un poder jurídico que se ejerce en forma directa e in-
mediata sobre un bien para su aprovechamiento total o parcial, siendo
este poder jurídico oponible a terceros. Por consiguiente, son elementos
del derecho real: a).-La existencia del poder jurídico. b).-La forma
de ejercicio de este poder en una relación directa e inmediata entre el
titular y la cosa. c) .-La naturaleza económica del poder Jurídico que
permite un aprovechamiento total o parcial de la misma y d) .-La opo-
nibilidad respecto de terceros para que el derecho se caracterice como
absoluto, valedero erga omnes.
En el derecho personal, la escuela clásica na encuentra ninguna
de estas características. El derecho de crédito o personal se define como
una relación jurídica que otorga al acreedor la facultad de exigir del
deudor una prestación o una abstención de carácter patrimonial o moral.
Son elementos del derecho personal los siguientes: a) .-Una relación
jurídica entre sujeto activo y pasivo. b) .-La facultad que nace de la
relación jurídica en favor del acreedor para exigir cierta conducta del
deudor. c) .-El objeto de esta relación jurídica que consiste en una
prestación o abstención de carácter patrimonial o simplemente moral.
que atañe a las diferencias de eficacia externa que separan el derecho real y
el derecho de crédito. Es incontestable que desde este punto puede haber seme-
janzas entre los dos derechos (y si bien no conviene exagerar en interés de una
teoría como hace Demogue), precisa reconocerlas cuando existen y especialmente
no considerarlas como imposible, cuando están postuladas por las necesidades de
la práctica. Pero, por otra parte, no es menos incontestabre que el derecho real
desde el punto de vista de su noción y de su definición es profundamente di-
ferente del derecho de crédito; esto es lo que las teorías personalistas equivoca-
damente niegan". (Ob. cit., págs. 241 y 242).
"Es preciso, ante todo, deshacernos del concepto de la obligatio propter rem,
concepto desmañado, destinado sólo a enmascarar la existencia de los derechos
reales in faciendo. Tal como hemos indicado precedentemente en nuestra histo-
ria, el concepto de la obligatio propter rem concuerda con la idea misma de la
obligación en sentido técnico, ya que esta pretendida obligación se transmite
ipso jure, no a los herederos o sucesores universales a su titular, sino a sus causa-
habientes a título particular; es decir, a los propietarios sucesivos de la cosa gra-
vada. a sus detentadores. M. Planiol, autor personalista, que no es sospechoso
en la materia. hace él mismo esta confesión. en estos términos explícitos, en su
Tratado, tomo 11, núm. 190: "Bastante a menudo, para indicar la situación de
estos deudores, de obligación restringida, se dice que son considerados propter
cem, queriendo decir con esto que no son considerados más que en cazón de la
detentación de una cosa sobre la cual el acreedor posee un derecho real. Sería
mejor decir que no son deudores del todo: su persona no cuenta, y la acción
que se da contra ellos es de la misma naturaleza que la vindicatoria que se da
contra todo detentador de la cosa, abstracción hecha de toda deuda personal. En
realidaq, estas pretendidas deudas localizadas no son más que cargas reales". (Ob.
cit., pág. 305).
reales. Además, existe la conducta jurídica del sujeto activo que se ma-
nifiesta en el conjunto de facultades jurídicas para realizar actos de
dominio o de administración sobre bienes determinados. El hecho de
que las facultades y obligaciones reales tengan relación estrecha con una
cosa o bien incorporal, no quiere decir que deje de ser la conducta hu-
mana su objeto directo. Simplemente tendremos que admitir, que en
tales derechos hay un objeto indirecto consistente en el bien corporaL O
incorporal al cual habrán de referirse los actos jurídicos que constituyen
el objeto de las facultades en el sujeto activo y de las obligaciones reales
en el sujeto pasivo.
CAPITULO 111