Un Regreso Diferente

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E n una escuela con una gran cancha y varios

salones de clases, rodeada de árboles frutales y


hermosas plantas con flores de muchos colores.

1
La gallina Pechugona era la maestra del 4°D, un grupo de
pollitas y pollitos que habían dejado de asistir a clases
porque llegó al planeta un virus muy peligroso llamado
COVID-19 y para protegerles, las autoridades decidieron
que lo mejor era quedarse en casa.

2
El maestro Concho, un gallo de enorme cresta roja,
dirigiéndose a la maestra le dijo: estoy feliz de que
mañana vengan las pollitas y los pollitos, ya barrimos,
trapeamos y desinfectamos todos los salones, además
tenemos un termómetro para cuando llegara cada
estudiante se le mida la temperatura.

Les extraño tanto…—dijo la maestra Pechugona- ha


pasado tanto tiempo que estoy segura que los primeros
días van a querer pasarla platicando. En fin… ¡Mañana
será un día muy especial!-

3
El lunes se iniciaron las clases y muy temprano la
maestra Pechugona y el maestro Gallo se colocaron en
la puerta que hacía de filtro para recibir a las pollitas y
pollitos: unos llegaban más flacos, otros más altos o
más llenitos pero todas y todos con una gran sonrisa y
la mirada brillante.

4
Doña Cuquita ,la mamá del pollito Rito, se dirigió a la
maestra y le dijo: en la casa le enseñé a mi hijo que debe
lavarse las manos frecuentemente, también le expliqué
que no puede abrazar ni besar a sus amiguitas y
amiguitos, que debe mantener la sana distancia y no
debe compartir el mismo refresco o alimento.

Maestra, maestra dijo cacaraqueando Pinta, la gallina


abada, aquí le dejo tres cubre bocas dentro de la cajita
de mi Pintita, porque si pierde uno, tendrá repuestos.

5
Las pollitas y pollitos eran puro pío pío pío y apenas
cerraron la puerta de la escuela, unos saltaban y dejaban
sus plumitas en el aire, otros se agarraban a picotazos
olvidando que tenían que cuidar la sana distancia y en la
esquina dos estaban tristes y llorando.

Las y los maestros los reunieron en la cancha y les dijeron:


han pasado días muy difíciles, algunos perdieron a sus
abuelitas o abuelitos, a sus madres o padres, a alguna
amiga o amigo o un familiar muy querido.

6
La maestra Pechugona agregó: “tal vez se sientan tristes,
con enojo, culpa, vergüenza o sin saber qué hacer y quizás
quieran estar en soledad, y no deseen hablar con nadie, o
puede ser que no quieran comer o no puedan dormir, pero
deben saber que no están solas ni solos”.

El maestro Gallo agregó: “¿Recuerdan cuándo nos


inundamos? perdimos muchas cosas, nuestros niditos se
mojaron y tuvimos que irnos a otro lugar”.

7
“Algunas y algunos ya no viven en la misma casa, atrás se
quedaron los lugares donde salían a jugar, las macetas donde
se criaban las más deliciosas lombrices”.
Yo me acuerdo bien – interrumpió Rito el pollito- pero después
de las fuertes lluvias, el agua tomó su cauce y se fue a los ríos.
Volvió a brillar el sol y la tierra se puso firme.

La maestra Pechugona agregó: “ustedes son muy pequeñas y


pequeños , posiblemente crean que la vida es triste y siempre
será así porque perdieron a alguien o algo que amaban, o en
sus casas alguien los lastimó y les arrancaron sus plumitas o
les pisaron sus patitas y les sacaron sangre y eso les dolió.
Pero ¿saben una cosa? La vida tiene para ustedes muchos
momentos felices”.

8
Sí maestra- dijo Tita la pollita- yo soy muy feliz cuando salgo
a jugar, me encanta que doña Tortuga me pasee en su
caparazón y me siento muy segura cuando mi mamá me
protege con sus alas cuando tengo frío.
Ustedes han pasado por momentos difíciles –agregó el
maestro Gallo,-pero ahora que estamos en la escuela
podemos compartir esos recuerdos y al hacerlo
empezaremos a sanar y a luchar por una vida mejor.

Rito el pollito preguntó.- “¿se puede volver a ser feliz


aunque hayamos pasado por situaciones que nos dan
vergüenza, tristeza o miedo?”

¡Claro!-contestó Tita la pollita.- La vida es como las llantas


de las bicicletas, se ponchan, pero no por eso las tiran, se
parchan, las vuelven a inflar y las siguen usando. A veces
las llantas tienen muchos parches, porque han sido
lastimadas muy duro, pero siempre existe alguien o algo
para curar sus heridas.

9
Las pollitas y pollitos se quedaron pensando en todo lo que
vivieron durante la pandemia, cuando de pronto se escuchó
“Ven, ven, ven, vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén” y
alegremente se pusieron a cantar y a bailar… Poco a poco
fueron adaptándose a la nueva normalidad, con el
acompañamiento de su escuela y sus maestras y maestros
quienes las y los recibieron con amor.

10
“Y pochitoque,
hicotea y guao

Este cuento se ha
acabao”

FIN. 11
OLGA TAPIA GARCÍA WILBER GARCÍA GARCÍA
ESCRITORA ARTISTA PLÁSTICO

Ha escrito 97 cuentos y publicado Ha ganado importantes reconocimientos:


tres libros entre ellos:
Premio al Mejor intérprete de danza
Las manos llenas de color. contemporánea en el festival Veracruzano 1999.
Rufino el pintor.
Premio DIF WALDIN al mejor bailarín de provincia
La granja
del Festival Internacional de Danza
Contemporánea en San Luis Potosí, México.
Forma parte del Catálogo de Artistas
Tabasqueños EL VUELO DEL JAGUAR Premio Estatal de la
Juventud 2001.
Sus obras forman parte de un proyecto de
metodología participativa, donde cada Mención honorífica en la Bienal regional de pintura
cuento es una herramienta para promover la “Dr. Miguel Ángel Gómez Ventura”.
transformación personal y el cambio cultural.
Ha pintado murales en instalaciones
Su metodología se aplica en todos los gubernamentales y espacios públicos estatales.
niveles educativos desde Preescolar hasta
Universidad, a través de Talleres ha logrado
impactar con sus cuentos en espacios
gubernamentales y no gubernamentales,
Asociaciones Civiles y Medios de
Comunicación dentro y fuera del Estado.

OLGA TAPIA GARCÍA WILBER GARCÍA GARCÍA


AUTORA ILUSTRACIÓN
SANDRA ISABEL GARCÍA CONTRERAS
DISEÑO EDITORIAL

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