Caso Clínico DSM-5

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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Centro Universitario de Cuilapa, Santa Rosa


Psicología Clínica

Nombre y número de carné:


 Elody Iveth Solis Meléndez 3007- 20- 21708
 Gurlin Vitalina De Jesús Salazar Muñoz 3007 – 20 – 6201
 Rubén Ernesto Castillo López 3007 – 19 – 15387
 Salma Janeth Ventura Vega 3007 – 20 - 25972
Curso: Psicología Clínica
Licenciada: Dalila Valdéz
 Número de páginas donde se encuentra el caso clínico: 94, 95, 96
 Numero de caso: 4.9
 Titulo del caso: Luchando con la enfermedad de Parkinson.
Resumen del caso: George Anderson de 79 años de edad, llego con el psiquiatra
para evaluar una posible depresión En los 6 años transcurridos desde que le
diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, el Sr. Anderson la ha afrontado casi
siempre bien y ha seguido realizando muchas de sus actividades habituales. 3
meses antes el Sr. Anderson comenzó a rechazar invitaciones sociales de
familiares y amigos. Dijo que se había retirado de la vida social porque había
dejado de disfrutar de las cosas que antes le apetecían, aunque negó que tuviera
sentimientos de tristeza o preocupación. Reconoció que no era el de siempre y
que trataba, sin éxito, de darse ánimos, dijo que no deseaba morir, aunque no
temía la muerte, y que quería disfrutar de la vida todo el tiempo posible. Otros
síntomas nuevos que habían aparecido en los meses previos eran: fatiga
creciente, problemas de concentración y de memoria, pérdida de peso no
intencionada (7% del: índice de masa corporal durante 2 meses) y sueño inquieto
con insomnio inicia l. Su esposa durante 54 años también había observado que,
desde hada casi 2 años, el Sr. Anderson se movía y sacudía mucho en la cama,
hacia la mitad de la noche, golpeándola a veces dormido. Cuando se despertaba
tras uno de esos incidentes, estaba coherente y a menudo refería que había
estado soñando con que nadaba o corría para escapar de algo. Su esposa se
había encargado de conducir el coche poco después de que le diagnosticaran la
EP, pero, por lo demás, realizaba sus actividades diarias. Entre los antecedentes
psiquiátricos familiares solo había una nieta con autismo. Dijo que no había
consumido sustancias problemáticas y que se bebía un vaso de vino dos o tres
veces al año. Dijo también que no había tenido episodios depresivos ni
tratamientos psiquiátricos anteriormente, y que no había acudido nunca a un
psiquiatra. Al examinar el estado mental, el Sr. Anderson se mostró agradable y
colaborador, entablando una buena relación interpersonal. Presentaba temblor de
reposo entre leve y moderado, marcha festinante, hipofonía y bradicinesia. No se
hallaron signos de psicosis. Durante las pruebas cognitivas mostró dificultad para
la parte B de la prueba de los trazos, la copia de figuras y el recuerdo de listas de
palabras, sirviéndole de ayuda las claves categóricas. Obtuvo 25 de los 30 puntos
posibles en la evaluación cognitiva de Montreal.

Diagnósticos:
 Trastorno depresivo debido a otra afección médica (enfermedad de
Parkinson), con episodio del tipo de la depresión mayor.
 Trastorno del comportamiento del sueño REM.

Resumen de la explicación:
Aunque el Sr. Anderson niega tener el ánimo triste, sí presenta signos de
anhedonia junto con otros cinco síntomas depresivos (falta de apetito/pérdida de
peso, insomnio, fatiga, mala concentración y retardo psicomotor), todos ellos
durante más de 2 semanas. Estos síntomas le producen malestar y afectan
significativamente a su vida social. Esto podría indicar un trastorno depresivo
mayor (TDM). En alrededor de uno de cada tres casos de EP se produce una
depresión clínicamente importante. Así, lo más probable es que los síntomas
depresivos estén relacionados con las alteraciones fisiológicas que ocasiona la EP
en el sistema nervioso central. Cuando los síntomas depresivos se asocian
temporalmente al inicio o la evolución de una enfermedad orgánica y no se
explican mediante el delirium, se debe considerar el diagnóstico de trastorno
depresivo debido a otra afección médica. La capacidad de resistencia del Sr.
Anderson ante la aparición de la EP y su estilo de afrontamiento siempre positivo
hacen menos probable el diagnóstico de trastorno de adaptación. Si se cumplen
los criterios del TDM en cuanto a duración y número de los síntomas, debe
añadirse al diagnóstico el especificador con episodio del tipo de la depresión
mayor. Como suele suceder en la EP, el Sr. Anderson tiene una alteración del
sueño que consiste en un trastorno del comportamiento del sueño de movimientos
oculares rápidos. Este trastorno del sueño se caracteriza por (episodios repetidos
de activación durante el sueño, asociados a vocalizaciones y conductas motoras
complejas que pueden ocasionar lesiones en el paciente o en quien comparte su
cama. Sr. Anderson coincide con el trastorno del comportamiento del Rueño REM,
este diagnóstico no explica su nuevo insomnio inicial, que es más compatible con
la depresión. Los resultados de la evaluación cognitiva y de la memoria del Sr.
Anderson son típicos de tales alteraciones, pero su dificultad subjetiva para
concentrarse, de nuevo, es más probablemente secundaria a la depresión. Sus
problemas cognitivos son leves y no producen deterioro franco; no cumple los
criterios de trastorno cognitivo independiente, aunque sería sensato vigilar de
forma prospectiva su cognición, ya que el 25-30% de las personas con EP acaban
presentando demencia. El Sr. Anderson da muestras de resistencia, sabiduría y
otros signos de salud psicológica. Presenta ciertas habilidades positivas para el
afrontamiento de relaciones saludables a largo plazo, espiritualidad, gratitud,
optimismo y una integridad del ego apropiada para su fase de desarrollo. Tiene
también un punto de vista sano y no enfermizo sobre la propia muerte.

Recomendaciones que como profesional brindaría al paciente o familiar en


base al resumen de la explicación del caso que haya elegido:
Como se puede suponer, resulta imposible indicar en un ensayo tan breve, como
debe ser el tratamiento psicológico de un paciente con Parkinson. Sería una gran
responsabilidad por parte del profesional quien llevara a cabo dicha aventura. No
obstante, podemos afirmar que estos tratamientos deben ser totalmente
personalizados y objetivados. Y teniendo en cuenta la situación del paciente en
relación con su enfermedad. Puesto que no es lo mismo una persona recién
diagnosticada a una persona que lleva años lidiando con su enfermedad. Cada
persona tiene sus propias necesidades, características y estabilidad emocional
muy diferente, por ende, cada tratamiento es demasiado subjetivo y
personalizado.
Nuestra labor como profesional consiste en hacer y acceder a sus necesidades y
ayudarles desde el fondo de dichas dificultades y hacerle enfocar en las cosas que
aún puede realizar, las actividades que aún puede ejecutar y sobre todo enseñar a
dichas personas a convivir con su enfermedad y de la misma manera buscar ser
feliz o hacer que dicha enfermedad no sea vista como el fin de la vida, sino más
bien como un nuevo comienzo. Para esto sería sumamente necesaria la terapia
por INSIGHT. En dicha terapia trataremos de concientizar al paciente de su propia
naturaleza ganadora y hacerlo consiente de que la vida aun es hermosa. Hacerlos
conscientes de sus virtudes y de las cosas que aun importan y por las cuales vale
la pena seguir viviendo.
Otra terapia que sería como un agregado, es la terapia ADAMS. Cuyo fundamento
radica en la terapia de risa y humor. Cuya terapia se usa en pacientes con cáncer
terminal con el fin de que la risa libere endorfinas y de esa manera poder aliviar el
dolor. Para ello se necesita transmitir energía positiva y sobre todo un sentido del
humor muy subjetivo enfocado en el paciente, esto solo lo hago mencionar como
una opción alternativa.

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