TRbajo Lectura de Salmos Luis Alonso Schokel

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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO

SALMOS Y SAPIENCIALES
ESTUDIANTE: Yeison Hemel Guerrero Plata
DOCENTE: Fr. Jair del Cristo Contreras, O.F.M.Conv.
FECHA:05 de septiembre de 2022
SALMOS1

Haciendo un análisis general sobre la parte introductoria a los salmos de Luis


Alonso Schokel y Cecilia Carniti. Esta composición poética de alabanza al Creador
que se canta en celebraciones de la religión judía y cristiana; el libro de Salmos es
una colección de poemas sagrados que son alabanzas y oraciones a Dios. El título
de ese libro en hebreo, Telhillim, significa “alabanzas”; su título en griego es
Salmos, que quiere decir “cantos”. Para introducirnos a la lectura, es necesario
saber que este recorrido nos permitirá apreciar cómo los antiguos fueron ya
conscientes de muchos problemas que hoy tratamos con otros métodos. La
panorámica histórica nos cura de provincianismo, denuncia las pretensiones de
monopolio de un método, ensancha nuestro horizonte actual.
Interpretación incorporada al texto la distinción entre interpretación reproductiva e
interpretación explicativa tiene especial aplicación en el caso de los salmos.
Porque los salmos, de modo particularísimo, nacen o son destinados a la
ejecución: se han de recitar o cantar. Recitadores y cantores son sus intérpretes
primarios. Es verdad que cualquier texto literario ha de ser reproducido para vivir,
al menos en la mente silenciosa de un lector. Paralelo al precedente, otro hecho
importante les sucede a los salmos en la historia de Israel: el proceso de
canonización. No se puede reconstruir etapas y fechas de dicho proceso, pero sí
podemos reflexionar sobre sus implicaciones y consecuencias hermenéuticas.
Interesante lo que el autor viene a decir en cuanto, a que los salmos no se
conservan como monumento nacional o funerario, como mero recuerdo histórico;
se conservan como repertorio para el uso repetido. La canonización de los salmos
es un acto interpretativo. La disponibilidad de los salmos, como derecho de
nacimiento o privilegio adquirido en la canonización, no puede ser abolida. Que
esto traerá ampliaciones y trasposiciones de sentido, especialmente de los
símbolos, es consecuencia necesaria de la disponibilidad; no lamentable, sino
dichosa, porque es signo de riqueza expansiva.
Por otra parte, las primeras manifestaciones de trabajo interpretativo son las
colecciones y los títulos. Reunir los salmos en cinco libros o colecciones no es
mero expediente práctico, sino que es interpretar el cuerpo de oraciones oficiales
como correspondiente al Pentateuco. El David ideal de los salmos replica al
Moisés de la Torá. Más directamente interpretativos son los títulos bíblicos en dos
aspectos: la referencia histórica: se trata de un artificio narrativo que detiene y
1
L. ALONSO SCHÖKEL – C. CARNITI (1992), Salmos I (Salmos 1-72), Estella Navarra, p. 81-90
remansa el curso del relato, que eleva hacia Dios la experiencia histórica, que
invita al lector a una participación más intensa y la etiqueta del género: los títulos
nos desconciertan, pues a sus etiquetas no corresponden características formales
o de contenido coherentes
En el Nuevo Testamento introduce un factor nuevo y radical de interpretación de
los salmos la referencia a Jesús, Mesías venido al mundo de parte del Padre
Isaías y los Salmos son los libros más citados en el NT Entre citas formales, frases
ocasionales y alusiones, un editor moderno del NT puede registrar unos
cuatrocientos actos de presencia. Hay salmos preferidos por su reiteración (2,
110) o por su densidad (22) En el uso no se distinguen los evangelios de otros
escritos.
A partir de la conclusión del NT hasta bien entrado el siglo III, las comunidades
cristianas primitivas podían conservar los salmos como profecía mesiánica y como
fuente de enseñanza, mientras componían, de forma espontánea o profesional,
oraciones específicamente cristianas: himnos a Cristo y súplicas al Padre.
Comenzando con Orígenes y acabando con Casiodoro, desde el siglo III hasta
bien entrado el VI se desarrolla una intensa actividad intelectual en torno a los
salmos. El autor la llama intelectual para distinguirla del uso litúrgico y espiritual,
nunca interrumpido, que alimentaba el trabajo intelectual y afloraba en sus líneas.
La considera intensa en proporción a la cultura de la época. Siguiendo la tradición
judía de algunos títulos, los comentaristas se interesan por la inserción histórica de
los salmos. Siguiendo el ejemplo del NT, los Padres buscan en los salmos la
referencia a Cristo, que los dice o de quien se dicen.
Trece salmos llevan en hebreo una brevísima introducción histórica que los sujeta
a episodios de la vida de David, contada en los libros de Samuel. La versión
griega de los Setenta y la Vulgata Galicana añaden otros ocho títulos históricos.
La mayoría de los Padres, exceptuando Teodoro, aceptan la autoridad de los
títulos y, siguiendo su ejemplo, rebuscan en la historia bíblica de David
circunstancias en las que alojar históricamente otros salmos sin título histórico,
aunque atribuidos a David o a sus contemporáneos; la asignación histórica puede
prolongarse a hechos y épocas posteriores a David. La profecía se puede
entender en sentido estricto, como predicción del futuro, y en sentido lato, como
visión inspirada. Como predicción, una profecía puede referirse a hechos de la
historia judía posteriores a David, autor supuesto, y puede en principio referirse a
Cristo en su vida y su Iglesia.
En la interpretación tipológicas 2 se basa en una semejanza entre dos
acontecimientos. El término typos, usado en el NT (Rom 5,14; 1 Cor 10,6),
procede de las artes plásticas. Significa el molde o vaciado, el modelo o la copia,
la figura. Por eso se dice que la interpretación tipológica es figurativa. La tipología

2
Ibid. Pág. 16-19
se puede aplicar a la coincidencia o semejanza de dos acontecimientos que
permite considerarlos como modelo y copia o como dos vaciados de un molde.
En la interpretación alegórica 3No es fácil distinguirla de la precedente. Puesto a
delimitarla, se podría decir que la alegoría se mueve en el campo de los símbolos
literarios. De personajes y sucesos en cuanto presentados y representados en un
texto. En rigor, la interpretación alegórica no niega ni excluye el sentido histórico
del salmo, antes suele apoyarse en él. La interpretación alegórica delata en sus
practicantes una aguda y cultivada sensibilidad para el lenguaje simbólico, no
siempre controlada por criterios racionales.
En la interpretación prosopológica 4 ha sido estudiada recientemente con singular
acierto y brillantez por M. Rondeau. El principio básico del método es fácil de
entender; sus ramificaciones son difíciles de seguir. Si el typos procede de las
artes plásticas, el “prosopon” procede de la dramática y la lírica.
Los comentaristas antiguos son conscientes de los tipos diversos que se
encuentran en el salterio, especialmente alabanza y súplica, narración y consuelo.
También son conscientes de la enorme variedad de sentimientos que se expresan
y que, lógicamente, producen tipos diversos de oraciones.
Finalmente, los Padres atienden a la ejecución del salmo en aspecto material y
espiritual. Todos estos conceptos de estudios históricos sobre los salmos, en
cuanto a su estructura y exegesis bíblica, llama la atención cuando uno
comprende lo que significan los diferentes salmos y comprende sus relaciones
contextuales, el significado profético del libro, la estructura del libro de los salmos
sugiere ciertos conceptos proféticos que pueden de tal manera haberse pasado
por alto, pero bueno, lo que si podemos decir es que el salmo es
fundamentalmente de naturaleza profética. Lo que conocemos hoy como el libro
de los Salmos, no es solo un libro de la Biblia, es una recopilación de los himnos
con que se rendía culto y alabanzas a Dios desde tiempos antiguos.
Los salmos más que vivencia y escritos de un autor son los escritos y vivencias
del pueblo, ya que la formación del salterio hasta su última y definitiva redacción
es larga y viva y en él se recogen, precisamente, esas vivencias y, establecida su
redacción definitiva, siguió siendo el libro oracional del pueblo.

3
Ibid. Pág.20-22
4
Ibid. Pág.23-24

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