Anexo Clasificación Documentos Magisterio
Anexo Clasificación Documentos Magisterio
Anexo Clasificación Documentos Magisterio
o Cartas Encíclicas
o Epístola Encíclica
o Constitución Apostólica
o Exhortación Apostólica
o Cartas Apostólicas
o Bulas y Breves
o Motu Proprio
Cartas Encíclicas
Del Latín Literae encyclicae, que literalmente significa "cartas circulares". Las
encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su
enseñanza en materia de gran importancia. Pablo VI definió la encíclica como "un
documento, en la forma de carta, enviado por el Papa a los obispos del mundo
entero".
Debido al peso y la verdad que contienen, todo fiel debe concederle a las encíclicas
asentimiento, obediencia y respeto. El Papa Pío XII observó que las encíclicas,
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aunque no son la forma usual de promulgar pronunciamientos infalibles, si reflejan
el Magisterio Ordinario de la Iglesia y merece ese respeto de parte de los fieles
(Humani generis, 1950)
Breve Historia:
-León XIII (1878-1903), excedió por más del doble el número de encíclicas escritas
de su predecesor Pío IX (1846-1878), con 75 encíclicas en total. León XIII también
cambió el énfasis del tono de las encíclicas, el cual había sido preeminentemente
condenatorio. El comenzó a esbozar una idea rápida, de forma positiva, de como la
Iglesia debía responder a los problemas concretos, especialmente en el orden ético-
social. El acercamiento innovador de León XIII, popularizó las encíclicas como
puntos de referencia, no solo para la doctrina Católica pero también, para muchos
programas de acción.
-El Papa Juan Pablo II ha escrito hasta hoy (1999) 13 encíclicas, todas ellas unas
joyas que iluminan las doctrinas y valores morales más importantes.
Papa Número de
Encíclicas
San Pío X 16
(1903-1914)
Benedicto XV 30
(1914-1922)
Pío XI 41
(1922-1939)
Pío XII 8
(1939-1958)
2
Juan XXIII 7
(1958-1963)
Pablo VI 9
(1963-1978)
Juan Pablo II 14
(1978-2005)
Tipos de Encíclicas
1. Encíclicas Doctrinales
Mistici corporis Christi (1943), del Papa Pío XII, sobre la Iglesia como el
Cuerpo Místico de Cristo.
Divino afflante Spiritu (1943), del Papa Pío XII, promoviendo los Estudios
Bíblicos.
Mediator Dei (1947), del Papa Pío XII, sobre la Sagrada Liturgia.
Mysterium fidei (1965), del Papa Pablo VI, sobre la Eucaristía.
Redemptor hóminis (1979), del Papa Juan Pablo II, sobre la redención y la
dignidad del hombre.
Dives in misericordie (1980), del Papa Juan Pablo II, sobre la Divina
Misericordia.
Dominum et vivifiantem (1986), del Papa Juan Pablo II, sobre el Espíritu
Santo en la vida de la Iglesia y del mundo.
-Humani generis (1950), del Papa Pío XII, lidió con falsas opiniones que
amenazaban socavar los fundamentos de la doctrina Católica.
-Humanae vitae (1968), del Papa Pablo VI, reafirmó la enseñanza de la Iglesia
sobre la contracepción.
-Vertatis splendor (1993), del Papa Juan Pablo II, trata sobre las cuestiones
fundamentales de la teología moral, advirtiendo sobre los peligros presentados por
las teorías morales del consecuencialismo y el proporcionalismo. Para combatir
estas opiniones, del Papa Juan Pablo II, enfatizó la enseñanza tradicional de que
algunos actos, en sí mismos, son "intrínsecamente malos".
-Evangelium vitae (1995), del Papa Juan Pablo II, profundizó sobre la enseñanza de
la Iglesia acerca de la defensa y dignidad de la vida humana.
Otros documentos del magisterio ordinario que han tenido un gran impacto en la
vida de la Iglesia son las llamadas "encíclicas sociales". Desde el final del siglo
XIX, los Papas han formulado una doctrina social que ha enriquecido la tradición de
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la Iglesia. Mientras que son articuladas en diferentes maneras y aplicadas a varios
problemas, el corazón de las enseñanzas de los Papas ha sido la defensa de la
persona humana creada a imagen y semejanza de Dios.
Encíclica Papa
2. Encíclicas Exhortatorias
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Haurietis aquas (1956) del Papa Pío XII, sobre la devoción al Sagrado
Corazón
Redemptoris mater (1987)del Papa Juan Pablo II, sobre el papel de la Virgen
María en la vida de la Iglesia peregrina.
3. Encíclicas Disciplinares
Fidei donum (1957) del Papa Pío XII, esta comenzó la transferencia de
muchos sacerdotes a las tierras de misión.
Sacerdotalis caelibatus (1967) del Papa Pablo VI, que reafirmó la tradición
latina del celibato sacerdotal.
Epístolas Encíclicas
Difiere muy poco de las cartas encíclicas. Las epístolas son poco frecuentes y se
dirigen primariamente a dar instrucciones en referencia a alguna devoción o
necesidad especial de la Santa Sede. Por ejemplo: algún evento especial, como el
Año Santo.
Constitución Apostólica
Estos documentos son la forma más común en la que el Papa ejerce su autoridad
"Petrina". A través de estas, el Papa promulga leyes concernientes a los fieles.
Tratan de la mayoría de los asuntos doctrinales, disciplinares y administrativos. La
erección de una nueva diócesis, por ejemplo, se hace por medio de una
Constitución Apostólica.
Ejemplos:
Sacrae disciplinae (1983), del Papa Juan Pablo II, en la promulgación del
nuevo Código de Derecho Canónico.
Pastor bonus (1988), del Papa Juan Pablo II sobre el ministerio y
organización de la curia romana.
Fidei depositum (1992), del Papa Juan Pablo II, en la promulgación del
Catecismo Universal de la Iglesia Católica.
Exhortación Apostólica
Estos documentos generalmente se promulgan después de la reunión de un Sínodo
de Obispos o por otras razones. Son parte del magisterio de la Iglesia.
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Evangelli nuntiandi (1975) del Papa Pablo VI, sobre la Evangelización del
mundo moderno.
Catechesi tradendae (1979) del Papa Juan Pablo II, sobre la catequesis.
Familiaris consortio (1984) del Papa Juan Pablo II, sobre el papel de la
familia cristiana.
Reconciliatio et paenitentia (1984) del Papa Juan Pablo II, sobre la
reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia.
Redemptoris custos (1989)del Papa Juan Pablo II, en la persona y misión de
San José en la vida de Cristo y la Iglesia.
Carta Apostólica
Estos documentos son cartas dirigidas a grupos específicos de personas. Estas
también pertenecen al Magisterio Ordinario.
Bula
Historia:
Desde el siglo sexto en adelante, la cancillería papal usó un sello de plomo o de
cera para autentificar sus documentos. La bula era inicialmente un tipo de plato
redondo que se aplicaba a los sellos metálicos que acompañaban ciertos
documentos papales o reales.
Alrededor del siglo XIII, empezó a significar no solo el sello en sí mismo, sino el
documento per-se. Desde ahí hasta el siglo XV, la bula era un término amplio que
designaba la mayoría de los documentos papales.
Por costumbre la bula tiene una inscripción en la cual el Papa utiliza el título
Episcopus Servus Servorum Dei (El Siervo de los Siervos de Dios). Este título fue
adoptado por el Papa San Gregorio I (Magno; 590-604). Se popularizó su uso en el
1800.
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Una colección de bulas es llamada "bullarium".
Motu Proprio
Son documentos papales que contienen las palabras "Motu proprio et certa
scientia". Significa que dichos documentos son escritos por la iniciativa personal del
Santo Padre y con su propia autoridad.
Ejemplos:
Por ejemplo, el apoyo de su S.S. Juan Pablo II para que se de una compensación
financiera a las madres que se quedan en el hogar cuidando de los hijos que sea
igual a la de otros tipos de trabajos realizados por las mujeres, o su petición de que
se cancele la deuda externa de los países del Tercer Mundo, como una forma de
aliviar su pobreza masiva, caen dentro de esta categoría. Lamentablemente,
muchos católicos abusan la libertad para rechazar el magisterio. Hay corazones que
sólo buscan reducir al mínimo lo que tienen obligación de asentir y no se abren a
toda la sabiduría que Dios otorga a través del Papa. Al final de ese camino, aun lo
esencial se va secando y abandonando.
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enseñanzas del magisterio son importantes y dignas de ser recibidas con
obediencia.
Es cierto que las enseñanzas de la Iglesia están ordenadas en una jerarquía que
nos ayuda a entender mejor el significado de cada una. El Papa y los obispos no
ejercen el mismo grado de autoridad en todas las enseñanzas. Pero esto no debe
ser pretexto para despreciar ninguna de sus enseñanzas. El Papa Pío XII (Humani
generis, 12-14) advierte de este peligro:
1-Es revelación divina (Ej.: la Presencia Real Eucarística) 2-Es una conclusión
teológica de la verdad revelada (Ej.: la canonización de un santo) 3-Es parte de la
ley natural (Ej.: la pecaminosidad de los anticonceptivos). Ver También: Humanae
Vitae and Infallibility
Las verdades que la Iglesia enseña como "de fe" son aquellas sobre las que se tiene
la certeza de que son infalibles (sin posibilidad de error) porque están amparadas
por las promesas de Cristo: `El que a vosotros oye, a Mí me oye`(Lc 10,16).
La promesa de Cristo no puede fallar. Estas verdades requieren de los católicos el
asentimiento de la fe. Es decir, la virtud sobrenatural de la fe, porque tenemos
fe en Cristo y su promesa de enseñar por medio de la Iglesia. Estas verdades
obligan a los católicos bajo pena de romper nuestra comunión con la fe verdadera.
¿Como podemos saber si una enseñanza es "de fe"? Es "de fe" si se encuentra en
los tres primeros niveles del magisterio:
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"El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio Episcopal, goza de esta infalibilidad en
virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles
que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina
en cuestiones de fe y moral..." -Catecismo 891
Esto ocurre:
1- Cuando los obispos enseñan verdades definitivas de la fe y moral en
comunión con el Papa.
Lumen Gentium 25: "Aunque cada uno de los prelados por sí no posea la
prerrogativa de la infalibilidad, sin embargo, si todos ellos, aun estando dispersos
por el mundo, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el Sucesor
de Pedro, convienen en un mismo parecer como maestros auténticos que exponen
como definitiva una doctrina en las cosas de fe y de costumbres, en ese caso
enuncian infaliblemente la doctrina de Cristo."
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Una definición solemne no requiere una fórmula especial. Se sabe que es
una enseñanza infalible porque el mismo documento del magisterio claramente
hace saber que la enseñanza es definitiva. Un ejemplo es el Concilio de Trento (DS
1520) que "estrictamente prohíbe que se crea o predique o enseñe diferente de lo
que se ha establecido y explicado en el presente decreto". Por lo tanto es un
decreto infalible.
Los concilios han usado la fórmula: "Si alguien dice…. Sea anatema". ("Si quis
dixerit. . . anathema sit."). Pero esa fórmula por si sola no es determinante de
infalibilidad ya que también se ha utilizado en materia disciplinaria.
En ese caso lo que el Papa enseña está amparado por las promesas de Cristo en Lc.
10:16 y por lo tanto es infalible porque su promesa no puede fallar. Estos juicios
definitivos pueden darse en una encíclica u otro tipo de documento pontificio.
¿Como podemos dar asentimiento mental sin certeza absoluta? Lo hacemos por
confianza en la fuente. Lo cierto es que todos damos asentimiento a diario en
cuestiones seculares sobre las que no podemos tener absoluta certeza. Por
ejemplo, cuando tomamos un vuelo, confiamos nuestra vida en el piloto sin la
certeza de que sea buen piloto. Cuando vamos a un restaurante, confiamos que no
nos van a envenenar.... Nuestra creencia de que no nos engañan en esos casos
toma en cuenta que hay una pequeña probabilidad de error pero arriesgamos
nuestra vida por confianza en la empresa. No podríamos vivir sin este tipo de
asentimiento. En la corte se trata de encontrar la verdad y probarla más allá de
dudas razonables. No se exige ni se puede pedir más.
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Nuestro asentimiento a las enseñanzas del magisterio del cuarto nivel no es de fe,
no contiene la certeza absoluta de los primeros tres niveles, pero si es un
asentimiento confiado en la guía del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Las
posibilidades de error en este tipo de asentimiento son aun mucho menores que en
el caso del avión o el restaurante. Además, si erramos por ser asentir a alguna
enseñanza de la Iglesia que no es de fe, cuando estemos ante el Juez Divino, este
nos felicitará. Pero si erramos por romper con la Iglesia pensando que sabemos
más que ella, caemos en serio riesgo de ser acusados por lo menos de orgullosos.
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