Rev 1 2021 - Pag 35 42 - Tolino
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Este trabajo realiza una reseña anatomo-funcio- tarsofalángicas) y articulaciones de las falanges
nal del pie normal y de las características de algu- entre sí (interfalángicas).7
nas patologías ocurridas en accidentes laborales y Recordemos que los cartílagos de las carillas ar-
sus secuelas. También plantea algunas dificultades ticulares, como todo tejido cartilaginoso, son total-
halladas para las evaluaciones del daño con el ba- mente avasculares: los vasos están restringidos a la
remo de la Ley de Riesgo del Trabajo (LRT) y de la membrana pericondrial y la nutrición de los condro-
incapacidad resultante, con secuelas de lesiones del citos ocurre mediante la difusión del líquido tisular
pie. Se realizan algunas propuestas para mejorar la a través de la matriz del cartílago.
evaluación de estas secuelas en el pie, con énfasis Por otra parte, las articulaciones del pie son
en el concepto de la “función” y los estudios de las de tipo sinovial y, por ende, presentan membra-
imágenes necesarias para apoyarlos. nas sinoviales que permiten el deslizamiento de
las superficies óseas articulares con su respectivo
Método cartílago articular y facilitado por la producción
de líquido sinovial. En algunos lugares, los ten-
Fueron analizados cada uno de los puntos que
dones (extracapsulares) presentan contacto con
otorgan incapacidad por secuelas de lesiones en
bolsas sinoviales que continúan al interior de una
los pies según el baremo laboral y se confrontaron
articulación, y esto facilita la propagación de in-
con las dificultades halladas en la práctica diaria
fecciones al interior de ella.8 Las patologías que
en juicios laborales. Se señala la resolución en al-
se asientan en estas estructuras cartilaginosas no
gunos casos específicos y se marcan las diferencias
siempre son fáciles de corroborar. En ocasiones
existentes con otros baremos. Se hizo hincapié en el
pueden presentar cierta dificultad de valoración
compromiso de la funcionalidad del pie en la bipe-
en los estudios por imágenes y causan impoten-
destación y en la marcha, así como en los estudios
cias funcionales que, por ejemplo, pueden hacerse
de las imágenes más convenientes para ayudar a
evidentes al evaluar semiológicamente la marcha
detectar las secuelas.
del individuo.
ganta del pie, donde comienza la distribución de máticas, predominan las fracturas y esguinces,
cargas hacia los tres puntos de apoyo: el calcáneo con o sin luxaciones.
atrás, las cabezas de los metatarsianos I (en el arco En ochocientos casos de juicios laborales, die-
medial) y V (en el arco lateral) (Figura 2). Es de des- cisiete correspondieron a lesiones en el pie. Fue-
tacar que la superficie de apoyo del cuerpo en bipe- ron trece fracturas, tres luxaciones y una fascitis
destación es muy limitada con relación a la altura plantar.
en conjunto, y por lo tanto, inestable. En cuanto a su localización: trece fueron única-
mente en esa región, y cuatro casos fueron com-
binados con otras regiones (dos con extremidad
Figura 2. Distribución de cargas en bipedestación. inferior, uno con extremidad superior, y uno con
pelvis y rostro).
Baremos
Como antecedentes de los baremos laborales, po-
demos mencionar la de Remy (1906), que detallaba
las funciones de cada órgano en la actividad laboral.
Brouardel (1908) ya porcentuó lesiones, teniendo en
cuenta la actividad laboral. Un método matemáti-
co, controvertido, pero que se sigue utilizando, fue
descripto por Víctor Balthazar en la década de 1920,
para valorar lesiones en distintas regiones del cuer-
po con el fin de calcular incapacidades multiples.
En 1936, la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) sugirió lo más parecido a un baremo actual,
Tomada de Kapandji. 8 pero no consiguió imponerse.6
En la Argentina se utilizaron varias tablas. El
maestro Prof. Dr. Emilio Bonnet, un pionero en el
país, realizó una muy utilizada en su época, con
En cuanto a la dinámica de la marcha, Ka- rangos de porcentajes por secuelas traumáticas.
pandji 9 la describió minuciosamente. Describe También en la Argentina, Lafrenz y Zylbersac
cuatro fases fisológicas: en la primera, la toma realizaron una tabla específica para el pie. Sin
de contacto con el suelo es a partir del punto de embargo, no fue sino hasta 1996 que el actual
apoyo posterior; en la segunda, existe el máximo baremo, decretos 658/96 y 659/96 de la Ley de
contacto con el suelo unilateral y el tobillo pasa Riesgo de Trabajo, se constituyó en el “oficial”,
de extensión a flexión, lo que produce un primer sufriendo modificaciones y agregados: 1278/00,
efecto amortiguador. La tercera fase es de primer 1694/09, la Ley 26773 del año 2012 (que estable-
impulso motor: la contracción de los músculos ció la obligatoriedad del uso del Baremo de LRT),
extensores de los maléolos, sobre todo el tríceps hasta la última, con el decreto 49/14, en el que se
sural, hace levantar el talón y la bóveda plantar agregaron algunas enfermedades profesionales
rota hacia su punto de apoyo medial; los tenso- frecuentes.2, 3
res de la planta del pie se activan para evitar el
aplanamiento de la bóveda y generan un segundo
Baremo laboral
efecto amortiguador. La cuarta y última fase de
la marcha genera el segundo impulso motor: se Un detalle: en el Baremo se observa que los tér-
suma el accionar de los flexores de los dedos y se minos anatómicos no se encuentran en terminolo-
va trasladando la carga principalmente al hallux; gía anatómica internacional (TAI): astrágalo debe-
finalmente, el pie se levanta del suelo mientras el ría ser talus (TAI) y escafoides, navicular (TAI).
otro se balancea hacia adelante.
Estos conceptos biomecánicos deberían ser consi- Amputaciones
derados a la hora de evaluar los casos traumatológi- No constituyen un tema problemático en las eva-
cos y ortopédicos, pues tienen una clara repercusión luaciones médicas. Se presentan las amputaciones
en la funcionalidad del pie. En definitiva, cuando desde la casi total con conservación del calcáneo
uno valoriza el daño corporal en el pie, debe pen- (20-40%), pasando por la del hallux con su meta-
sar no solo en la lesión anatómica-radiológica sino tarsiano (17%), hasta la de solamente la falange del
también en su repercusión y limitación funcional. 5º dedo (1%).
En los ítems que figuran a continuación se acla-
Lesiones traumáticas. Nuestra casuística ra que “a la incapacidad precedente no debe adi-
En la región del pie, descartando desde luego cionarse la correspondiente a repercusión funcional
las lesiones ortopédicas y centrándose en las trau- y/o acortamiento del miembro”.
Fracturas
• del astrágalo con necrosis 15-25%
• astragalectomía 15-25%
• de calcáneo con aplastamiento; artrosis subastragalina 20-25%
• de ambos calcáneos con aplastamiento; artrosis subastragalina y marcha claudicante 25-30%
• de escafoides con necrosis 5-10%
• múltiples del pie, con edema y pie plano traumático, atrofia de Sudeck 20-30%
• múltiples del pie, con edema y pie plano traumático, bilateral 30-40%
Limitaciones funcionales
• Del hallux: IF: 0-4%; MTT-F: 0-5%
• Resto de los dedos: 1-2%
Pseudoartrosis
• Astrágalo 10-25%
• Metatarsianos: I: hasta 6%; II-III-IV y V: 0-2%
• Hallux: falanges por separado: 0-2%
Lo importante de estas tablas, según nosotros, es que o no necrosis, pero dando oportunidad de agregar
el dolor –queda claro– debe considerarse como un incapacidad por el hecho de la sola fractura.5
elemento agregado en la valoración.
2. Fracturas de calcáneo: es la localización más
Existen algunas lesiones “menores” del pie que
frecuente de las fracturas del tarso. Las que tienen
dejan algún grado de alteración en la marcha y que
un componente intrarticular (75%) le ocasionan al
no están registradas, por ejemplo la rigidez en el to-
paciente el peor pronóstico.
billo o en la rodilla. Un ejemplo lo constituye una
El diagnóstico suele hacerse con radiografías
lesión ósea o articular que requiere una larga inmo-
convencionales, sobre todo se deben medir los ángu-
vilización y luego deja una importante hipotrofia
los de Böhler y de Gissane. El de Bohler está formado
muscular de la pierna, generando debilidad en esos
por la intersección entre dos líneas: la primera va
músculos, evidenciadas en la marcha, al subir esca-
desde la parte superior de la tuberosidad posterior
leras, etc., pero que no deja rigidez ni inestabilidad
del calcáneo hasta la faceta articular talo-calcánea
articular, y este baremo no lo considera.
posterior; la segunda, desde el extremo anterosupe-
En un caso nuestro, un trabajador tuvo un trau-
rior del calcáneo hasta la misma faceta. Habitual-
matismo al pisar un terreno irregular y presentó una
mente con un valor de entre 20º y 40º. El de Gissane,
fascitis plantar que fue rebelde al tratamiento y que
también está formado por la intersección entre dos
le generó una marcha anormal, disbásica, e incon-
líneas: son las tangentes a la pendiente ascendente y
venientes cotidianos para trasladarse. La deman-
descendente de la superficie proximal (superior) del
da fue en favor del trabajador, haciendo lugar a la
calcáneo; normalmente se encuentra entre 100º y
opinión del perito médico de que debía tenerse esto
130º (Figura 3). La tomografía computada muestra
en cuenta y mensurarse mediante un baremo que
muy bien la extensión de estas lesiones.16
tuviera en consideración esta secuela funcional.13
Figura 3. Angulos de Böhler (B) y Gissane (G).
Problemáticas específicas o particulares
Algunas secuelas presentan dificultades para ba-
remizarlas, ya sea porque algunos puntos son poco
claros y otros deficitarios:
1. Fracturas de astrágalo o talus: las fracturas
del cuello astragalino abarcan hasta el 50%; tenien-
do en consideración la clasificación de Hawkins, en
la que las tipo 1 y 2 comprometen a un solo pedícu-
lo vascular y suelen evolucionar sin necrosis, y las
tipo 3 y 4, muchas veces con subluxación incluida,
tienen compromiso vascular y necrosis hasta en el
90% de los casos.14 Las complicaciones más frecuen- Para incapacitar al trabajador debe tener aplas-
tes son la lesión necrosis avascular, la pseudoartrosis tamiento y artrosis subastragalina (subtalar). Estos
y la osteoartritis. son dos conceptos distintos: el primero es la conse-
En el baremo de LRT la fractura del astrágalo sin cuencia directa del traumatismo, y la segunda, una
necrosis o pseudoartrosis no se contempla. Más allá secuela. Estos ítems en las tablas de baremos son con-
de estas secuelas anatomo-radiológicas, suele que- fusos, ya que mezclan lesiones primarias y secuelas.
dar un dolor crónico que puede llevar a la artrodesis Este fenómeno también se observa en otros baremos,
y, además, un arco medial vencido, que dificulta la como por ejemplo el francés, que en el pie incluye a
marcha. López-Durán15 propuso que esta dificultad varias operaciones confundiéndolas con secuelas.17
de evaluación se subsane con una tabla de resulta- En definitiva, creemos que, en general, en los bare-
dos “de excelente a malo”, sobre la base de hallaz- mos no debería figurar ni la valoración de una pato-
gos radiológicos, el dolor, el antecedente de infección logía ni de un tratamiento, sino preferentemente las
y la movilidad articular, según porcentajes. alteraciones o secuelas anatomo-funcionales.
Siguiendo con el astrágalo, encontramos un de- Estas fracturas suelen producirse por caída de
talle que consideramos erróneo, y que se repite en altura, como lo vimos en tres casos, y la mayoría
otras regiones corporales analizadas: la “astragalec- tienen un componente intraarticular. El baremo de
tomía” es un tratamiento necesario para la solución Altube tiene en consideración esta secuela, según
de una lesión y/o complicación derivada de la pri- exista ensanchamiento, desplazamiento, talalgia y
mera, pero no constituye una lesión por sí misma o disminución del ángulo de Böhler. En este sentido,
una secuela patológica. Creemos que es incorrecto la Asociación Argentina de Compañías de Seguros
incluir tratamientos como ítems para incapacitar incluye la talalgia como secuela.18 Otros autores6
y que, más bien, deberían centrarse en la lesión o engloban las secuelas de huesos del tarso, con o sin
secuela. Algunos baremos incapacitan a la perso- desviaciones, pie plano traumático y atrofia muscu-
na directamente por el anteccedente traumático, sin lar de la pierna, hechos muy importantes y dejados
mayores detalles,6, 14 o bien lo diferencia en si existe de lado por la mayoría de las tablas.
En nuestra experiencia, de cuatro casos de frac- 4. Pie plano: el pie plano del adulto se presenta
tura de calcáneo (todas con caídas en altura y una hasta en el 20% de la población adulta y puede ser
con múltiples lesiones, en pelvis y rostro), en dos de- flexible o rígido. Es un trastorno frecuente, caracteri-
bimos recurrir a la utilización de otro baremo no la- zado por la flexión plantar del astrágalo, el colapso
boral, el cual fue aceptado para incapacitar al actor del arco medial, valgo del retropie y abducción del
(Figura 4). antepie, causado por un desacoplamiento mecánico
de los huesos del tarso debido a un fallo del complejo
Figura 4. Caso clínico. A) Tomografía: fractura con- osteo-tendinoso-ligamentoso que mantiene el arco
minuta de calcáneo. Aumento del espesor y de la den- longitudinal medial del pie.
sidad de los tejidos blandos por edema / inflamación. La bóveda plantar cuenta con estabilizadores di-
B) Radiografía: osteosíntesis de calcáneo con placa con námicos y estáticos. El estabilizador dinámico es el
tornillos. Se reconoce además aumento de la densidad de tendón del tibial posterior (TTP), y los estáticos son
los tejidos blandos periarticulares y marcada osteopenia el ligamento calcaneonavicular plantar, el fascículo
secundaria a inmovilización prolongada. superficial del ligamento deltoideo, los ligamentos
del seno del tarso, la aponeurosis plantar y las cáp-
sulas articulares naviculo-astragalinas y naviculo-
cuneiformes.8, 19
La etiología de este pie plano puede ser por:
1) disfunción del TTP, en general por tendinopa-
tía degenerativa, 2) fallo ligamentoso: lesión de-
generativa de ligamentos calcaneo-naviculares
y 3) pérdida de la estabilidad estructural intrín-
seca.
La radiografía simple (Rx) es el primer método
por imagen que se utiliza para la evaluación del pie
plano. Incluye Rx en bipedestación anteroposterior y
lateral del pie y anteroposterior del tobillo con angu-
lación del tubo a 10°. Para descartar preexistencias,
de sospecharse semiológicamente, puede realizarse
bilateral. Por este método pueden obtenerse diferen-
tes medidas radiológicas en las proyecciones men-
cionadas, que son útiles a la hora de la discusión de
la evaluación.
En cuanto a la resonancia magnética en el estu-
dio del pie plano del adulto, es útil para la detección
de lesiones del TTP, que abarcan desde la peritendi-
nitis, tendinosis, y rupturas (parciales, completas o
mixtas); también en lesiones de ligamentos calca-
neo-naviculares, lesiones de la aponeurosis plantar,
3. Fracturas de otros huesos del pie: además del alteraciones óseas y articulares.16
hueso navicular (escafoides tarsiano), el baremo de
5. Luxo-fractura tarso-metatarsiana: existen al-
LRT menciona “fracturas mútiples del pie” e incluye
gunos traumatismos frecuentes que no están inclui-
ambigüamente al pie plano traumático y la atrofia
dos en el baremo de LRT, como la luxo-fractura tarso-
de Sudeck (síndrome doloroso regional complejo).
En este punto existen varias preguntas: ¿a cuántos metatarsiana (o de la articulación de Lisfranc), que
huesos incluye el término “múltiples”? El ítem está no es poco frecuente en grandes traumatismos y que,
separado con comas, no con puntos y comas, por lo de hecho, en la experiencia personal la vimos en dos
tanto ¿debe tener todos los componentes? ¿A qué se ocasiones, y no siempre se fracturan “múltiples hue-
considera “pie plano traumático”? ¿Puede conside- sos” o bien no siempre queda como secuela pie plano
rarse a la atrofia de Sudeck como secuela directa de luego del tratamiento (Figura 5).
un traumatismo? Para solucionarlo, algunos baremos, como los de
Por otra parte, en el baremo oficial, al no men- Altube, Romano y de otros países , incluyen específi-
cionar el resto de los huesos del pie, quedan táci- camente esta patología o bien a los metatarsianos, y
tamente excluidos: huesos cuneiformes, cuboides y pueden tomarse en cuenta al momento de incapaci-
metatarsianos, y podríamos excluir las falanges, te- tar la secuela de este traumatismo.
niendo en consideración la rigidez de los dedos. Con Creemos que la mejor mensura de esta lesión es
el fin de subsanar este vacío médico-legal, otros au- tener en consideración los resultados de la reducción
tores5, 6 incluyen a cada hueso fracturado. y presencia de artrosis.
Figura 5. Caso clínico. A) Luxación convergente en articulación tarso- metatarsiana, con fractura de 2do, 3ro, 4to y 5to
metatarsianos. B) Osteosíntesis con placa con tornillo en los cinco metatarsianos.
relevante en el apoyo del arco anterior; mensurarla 3. Decreto 49/2014. Listado de enfermedades profesio-
según quede la reducción alineada y cómo impacte nales. Decretos 658/96 y 590/97. Modificaciones. Bo-
en el arco plantar anterior. Las imágenes obtenidas letín Oficial 14/1/2014.
por tomografia darán cuenta de las lesiones óseas; 4. Decreto 478/1998. Baremo nacional previsional.
las de la resonancia magnética son de elección para 5. Altube JL, Rinaldi CA. Baremo general para el fuero civ-
las lesiones ligamentarias y otras partes blandas il. García Alonso 2013; segunda edición.
asociadas. 6. Rubinstein SJ. Código de tablas de incapacidades labo-
4) Incluir las fracturas de todos los huesos del pie rativas. Abeledo Perrot 2012.
no descriptos: cuboides, cuneiformes, metatarsianos 7. Testut L, Latarjet A. Compendio de Anatomía Descripti-
y falanges, como lo hacen otras tablas.5, 17 va. Salvat, Barcelona 1973.
5) Otorgar a la rigidez secuelar de los dedos del 8. Williams PL, Warwick R. Gray Anatomía. Churchill Liv-
pie un único número (2% para todos, excepto al ingstone, Edimburgo 1992, tomo 1.
hallux, 6%), en orden a la dificultad que ofrece la 9. Kapandji AI. Fisiología articular. Ed. Médica Panameri-
correcta medición de cada articulación (MTT-F e IF). cana 2010; sexta edición, tomo 2.
6) Dar lugar a un rango de incapacidad según 10. Waron LR. Medicina legal del trabajo. Dificultades en la
las alteraciones de la marcha derivadas de otras pericia médico legal. Dosyuna 2013; segunda edición.
patologías del pie que se presentan en el ámbito 11. Schächter S, Holm M, Pueyrredón J. Guía para evalu-
laboral, como fascitis plantar, lesiones tendinosas, ación de las incapacidades médicas del aparato loco-
heridas penetrantes con secuelas inflamatorias ines- motor. Guías de la AAOT. Prensa Médica 2008.
pecíficas, etcétera. 12. Kvitko LA. Valoración del daño corporal. Tribunales
2016.
Conclusiones
13. “V.R. c/ Prevención ART S.A.”, Juzgado Laboral Nº 2
La valoración del daño corporal en las secuelas Trelew, Argentina.
de las lesiones de pie derivadas de accidentes labo- 14. Resnick D. Huesos y articulaciones en Imagen. Marbán
rales presentan problemas (ausencias y deficiencias) 2001; segunda edición.
para su evaluación mediante el baremo laboral ofi-
15. Maciá GG. Daño corporal por fracturas. Dosyuna 2010.
cial de nuestro país.
16. Martínez Fernández M. Pie plano: la aportación del
Se realizan seis propuestas para incluir en el ba-
radiólogo. Presentación electrónica educativa. SERAM
remo, con el objeto de facilitar la mensuración y
(Sociedad Española de Radiología Médica).
allanar las dificultades que se presentan en los dic-
támenes de las comisiones médicas de SRT y de los 17. Padovani P. Bareme Accidents du travail et maladies
juicios laborales. Se trata de incluir algunas secuelas professionelles. Lamarre Poinat 1992.
producidas por fracturas, luxofracturas y otras pato- 18. Baremo de la Asociación Argentina de Compañías de
logías del pie que pueden alterar la bipedestación y Seguros. 2012; Versión 1.2.
la marcha. 19. Stoller DW. Magnetic Resonance imaging in orthopae-
Finalmente, resaltamos que en los baremos no dics and sport medicine. Lippincott. Williams & Wilkins
deberían figurar ni la valoración de patologías 2007; tercera edición.
ni la de tratamientos, sino preferentemente la de 20. Van Holsbeeck MT. Ecografía musculoesquelética. Mar-
alteraciones funcionales que se suman a las anato- bán 2002; segunda edición.
moradiológicas. Tampoco deberían incluirse en un 21. Sartori PM. Diagnóstico por imágenes. Amolca 2015; 2
mismo ítem episodios agudos y procesos crónicos. tomos.
Por último, cuando figuran rangos elevados (por 22. Ashman CJ, Klecker RJ, Yu JS. Forefoot Pain Involving
ej.: 5 a 20%) tendría que aclarase cómo se calculan the Metatarsal Region: differential Diagnosis with MR
los valores intermedios. Imaging. RadioGraphics 2001; 21: 1425-1440.
23. Gregg JM, Schneider T, Marks P. MR Imaging and Ultra-
Agradecimientos. A los Dres. Octavio Binvignat y Pablo sound of metatarsalgia: the lesser metatarsals. Radiol
Sartori, por los aportes realizados. Clin N Am 2008; 46: 1061-1078
24. Lucero H, Idaskin RJ. Manual de medicina legal del
trabajo y de la seguridad social. Dosyuna, Ciudadela
Referencias 2010.
1. Superintendencia de Riesgo del Trabajo. Anuario es- 25. Altube JL y col. Manual de técnica pericial para médi-
tadístico julio 2016-junio 2017. cos. Dosyuna 2011.
2. Ley 24557. Baremo nacional de las aseguradoras de 26. FICAT. Terminología Anatómica. Médica Panameri-
riesgo de trabajo. 1996. cana, Madrid 2001.