Segunda y Tercera Unidad

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1. INTRODUCCIÓN.

La criminología durante muchos años olvidó a la otra parte del drama: la víctima. a
partir de la victimología, la víctima toma vida propia es objeto de estudio y de
protección y viene a demostrar que en realidad es la mitad del fenómeno antisocial.

Así tenemos que la escuela clásica se centra en el delito, dejando en segundo plano
al delincuente y con mayor razón a la víctima.

La escuela positiva se centra en el estudio del hombre antisocial, pero olvida a la


víctima. Así el criminal es estudiado, protegido, tratado, clasificado, en tanto que a
la víctima escasamente se le menciona.

Algunos autores tratan de explicar esto expresando que ello se debió al miedo que
se tiene al criminal. El sujeto antisocial es temido por la sociedad. La fiera salvaje
produce pánico, en el zoológico son los animales más frecuentados; pero ¿quién
quiere ver a los corderos?
Los criminales pasan a la historia y las víctimas quedan en el olvido.

¿Quién no identifica a Jack el destripador, a Landrú, al tigre de Santa Julia, a Goyo?


pero ¿quién se acuerda de sus víctimas?

La víctima solo parece excepcionalmente en la historia. así Abel logra su lugar


histórico por el mérito de ser la primera víctima.

Otra explicación que puede darse para la tardía aparición de la victimología en la


historia es que nos identificamos con el criminal y no con la víctima.

Se dice que todos hemos deseado –por lo menos en la imaginación-, cometer algún
delito: robar algo, lesionar al enemigo, poseer a la mujer del prójimo; evadir los
impuestos, etc.
Esta identificación con el criminal puede ser consciente o inconsciente, pues aquél
se atreve a ejecutar lo que nosotros osaríamos realizar.

No nos identificamos con la víctima, en todo caso, desearíamos ser criminal. Nadie
desea que lo roben, o hieran, lo injurien, lo violen.

2.1. PRECURSORES DE LA VICTIMOLOGÍA.

Aunque a través del tiempo se haya olvidado un poco a la víctima, eso no quiere
decir que algunos autores desde hace muchos años, no la hayan tomado en cuenta,
aunque en forma secundaria.

Así tenemos como uno de los antecedentes más remotos el código de Hammurabi
(1728-1686 A.C) que expresa:

“Si un hombre ha cometido un robo y es atrapado, tal hombre ha de morir; si el


ladrón no es atrapado; la víctima del robo debe declarar lo que perdió …y la
ciudad…debe reembolsarle lo que haya perdido…”

Por otra parte, también Lombroso en su obra: “crimen, causas y remedios” dedica
un par de párrafos a la indemnización de las víctimas y afirma que el juez debe fijar
la compensación a las mismas.””

Igualmente Ferri en 1901 afirmaba que “” la víctima del crimen ha sido olvidada”” y
planteaba la reparación del daño como obligación del delincuente hacia la parte
dañada.

Por su parte, Rafael Garofalo, el tercero de los grandes positivistas italianos, escribe
un libro sobre los que sufren por un delito, refiriéndose a las víctimas de los delitos
y expresa que “”esta clase de personas a que todo ciudadano honrado puede tener
la desgracia de pertenecer, debía merecer que el estado le dirigiese una palabra de
consuelo...””
La escuela positiva influyó en que el tema de protección e indemnización a las
víctimas de los delitos llegara a los congresos internacionales.

Rodríguez Manzanera considera que Benjamín Mendelsohn pude ser considerado


el creador de la victimología, aunque ya otros autores se hubieren ocupado del
tema, pues este autor presenta un estudio sistematizado de las víctimas.

Se ha dicho que la victimología es una ciencia del futuro; pero si leemos a Rodríguez
Manzanera estaremos de acuerdo con él en que la victimología ya es una realidad,
es una creación del presente.

México ha tenido un notable desarrollo victimológico. En 1969 se publica la ley sobre


auxilio a las víctimas del delito en el estado de México. En los años 70´s se inician
los primeros estudios propiamente victimológicos y para la década de los ochenta
se funda la primera cátedra de victimología en el INACIPE.

Y así, se celebran congresos, como el III Congreso Nacional de Criminología en


1989 dedicado por completo a la victimología; se formulan programas de atención
a víctimas por la Procuraduría General de Justicia del entonces D.F. y a la fecha
tenemos en nuestra CPEUM el apartado c) del artículo 20 constitucional totalmente
dedicado a los derechos de la víctima o del ofendido.

De igual manera el 9 de enero de 2013 se publica en el DOF la Ley General de


víctimas, de observancia en todo el territorio nacional en la cual se detallan sus
objetivos, principios, derechos, etc.

A partir de la victimología, la víctima toma vida propia y es objeto particular de


estudio y de protección y se viene a demostrar que es la mitad del fenómeno
antisocial.

Queda claro que no es posible entender el fenómeno criminal sin estudiar a las
víctimas y en la criminología clínica se entiende que jamás podrá hablarse de
criminogénesis y criminodinámica, sin entender la victimogénesis y la
victimodínámica.
2.2. CONCEPTO.

Hay autores que consideran a la victimología dentro de la criminología o formando


parte de ella y otro grupo que la considera como una ciencia autónoma.

Para Hilda Marchiori, atendiendo a la etimología, la victimología es una disciplina


cuyo objeto lo constituye el estudio científico de las víctimas del delito. Se refiere a
la persona que es lesionada en su cuerpo, en su propiedad, por otra.

Muchos autores han dado su definición de victimología; pero entre ellos debemos
mencionar a Benjamín Mendelsohn que fue el primero en utilizar la palabra
victimología y señalar la necesidad de realizar un estudio científico de la víctima del
delito.

Benjamín Mendelsohn en 1946 realiza una clasificación de la víctima en la forma


siguiente:

a) La víctima totalmente inocente;


b) La víctima por ignorancia;
c) La víctima es tan culpable como el delincuente;
d) La víctima es más culpable que el autor (víctima agresora, simuladora,
imaginaria).

Esta clasificación es interesante como antecedente y la realizó en base a


investigaciones sobre los delitos de violación en el año 1940.

Mendelsohn trata de comprender la relación autor-víctima del delito. De esta forma


parte de una víctima totalmente inocente a una víctima más culpable que el
delincuente. Y pretende con esto regular la pena que correspondería al delincuente,
llegando a establecer que en la víctima más culpable que el delincuente, éste no
debería ser sentenciado.

2.2.1. VÍCTIMA-VICTIMARIO.
Tradicionalmente se consideró al delincuente agresor y a la víctima inocente, hasta
que la victimología reveló que la relación entre el criminal y la víctima es más
compleja de lo que la ley está dispuesta a admitir.

Para Di Tullio, “el comportamiento de la víctima puede tener particular importancia


en las relaciones de la criminogénesis, por cuanto de ello pueden partir estímulos
capaces de desencadenar el impulso y las fuerzas crimino-impelentes””.

2.2.2. LA PAREJA PENAL.

No debe confundirse la pareja penal con la pareja criminal. La pareja criminal es la


forma más simple de la delincuencia asociada; pero en el caso que nos ocupa no
es el tema que estamos tratando.

La pareja penal se compone por la víctima y el victimario. Esta pareja penal debe
ser estudiada minuciosamente en sus relaciones antes y después del delito.

2.2.2.1. PERCEPCIÓN DEL CRIMINAL POR SU VÍCTIMA.

La forma en que el criminal percibe a la víctima y la manera en que ésta percibe al


criminal puede arrojar múltiples luces sobre la dinámica de la pareja penal.

2.2.2.1.1. LA PRIMERA REACCIÓN DE LA VÍCTIMA ES DE CORAJE O RABIA,


SEGUIDA POR ELTEMOR.

Sin embargo, estas reacciones de rechazo, odio, temor y deseo de venganza no


son universales, ya que nos encontramos con la actitud contraria: una admiración
por el criminal.

Pocos fenómenos pueden ejemplificar tan ampliamente esto como el llamado


“síndrome de Estocolmo”.
en 1973 el Credit Bank de Estocolmo fue asaltado por dos bandidos, que a mano
armada se apoderaron del local y encerraron a varios rehenes en la caja de
seguridad. Conforme pasó el tiempo y mientras se realizaban pláticas entre los
secuestradores y la autoridad, los lazos de afectividad entre rehenes y bandidos se
fueron haciendo más estrechos, hasta llegar a unirse en contra de las autoridades.

Otro ejemplo muy conocido, es el de Patricia Hearts, que termina uniéndose a sus
captores y formando parte de la banda.

El Síndrome de Estocolmo consiste entonces en la afinidad que los rehenes


desarrollan hacia sus captores y depende en mucho de la intensidad de la
experiencia, la duración de los acontecimientos, la dependencia del rehén para
todos sus movimientos, la intransigencia de las autoridades, etc., elementos que
coadyuvan para la identificación de la víctima con el criminal.

2.2.2.1.2. PERCEPCIÓN DE LA VÍCTIMA POR EL CRIMINAL.

Este es un tema de mucha importancia para explicar las relaciones que se dan entre
la pareja penal. La elección de la víctima depende en mucho de la percepción que
de ésta tenga el criminal.
Existe una denominación de las víctimas en la jerga criminal. Veamos por ejemplo
en Latinoamérica:

A la víctima se le llama “”amo” (porque da para el sustento del ladrón); “indito”


(indígena, ignorante); “jincho o cincho” (agarrar cincho es tomar desprevenido);
“pagador” (el que paga); “primo” (tonto); “conejo” (tonto); “barco” (agarrar barco);
“pichón” (paloma, pájaro inmadur0), etc.
Como se puede observar el objeto de este lenguaje es infravalorar a la víctima,
demostrar su estupidez frente al delincuente.

El delincuente es “carnal” (hermano), “causa” (compañero) y una cantidad enorme


de denominaciones que no tiene acepción despectiva, sino al contrario, señala la
superioridad del malhechor.
Reiteramos que, de la percepción que tenga el delincuente de la víctima, depende
la elección que de ella haga y no sólo eso, sino el paso al acto.

El paso al acto requiere que el criminal tenga una distancia física apropiada para
cometer el crimen por lo que le es indispensable cercarse a la víctima. Tiene que
entrar en contacto con ella.

Al mismo tiempo, el criminal debe tomar una distancia afectiva, pues si llegara a
sentir amor, compasión, respeto, eso operaría como un impedimento para
victimizarla.

Generalmente el criminal no es un ser carente de sentimientos. De esta manera,


para evitar la tensión moral, la culpa y los remordimientos, los criminales deben
desensibilizarse previamente y para ello en algunos casos, proceden a ingerir
alcohol o a drogarse para “darse valor” para cometer su ilícito.

Después del crimen, el delincuente trata de aliviar sus sentimientos de culpa,


echando la responsabilidad de los hechos al ofendido.

En los crímenes sexuales, es sabido que el violador interpreta que la víctima se le


insinuó sexualmente (es lo que ella quería, dice). El homicida argumenta que fue
provocado, el ladrón simplemente que aprovechó el descuido de la víctima o se
apoderó de lo superfluo (dice: no le hacía falta).

En los crímenes sexuales se da la infravaloración de la víctima. En el caso de la


violación aduce que la víctima era promiscua, deshonesta y casi prostituta. En caso
de asesinato dirá que la víctima era agresivo, feroz, temible y en el caso del robo,
dirá que era un sujeto avaro, codicioso y poco honrado.

Hilda Marchiori ha comprobado con sus investigaciones, alguna de las percepciones


que el criminal tiene respecto a la víctima.

Así, dice: que en el homicidio el victimario percibe como peligrosa para su integridad
a la víctima; en la estafa, la víctima es un objeto de satisfacción del ego del
delincuente; en el incesto, la víctima se considera como propiedad del victimario.
2.2.2.1.3. VICTIMOGÉNESIS.

La victimogénesis es el estudio de los factores que predisponen a ciertos individuos


a tener más riesgos que otros de ser objeto de delitos. Se analiza la conducta de la
víctima que pudiera tener relación con un incremento del riesgo.

Entre los factores de riesgo encontramos a la víctima predispuesta, potencial o


latente, por ejemplo:
• Factores situaciones
• Los biológicos: raza, edad o sexo;
• Socioeconómicos;
• Los relativos a la personalidad (estilo de vida);
• Los inherentes a un medio familiar maltratante.

También se mencionan los factores de vulnerabilidad. entre los factores de


vulnerabilidad, encontramos:
• Los inherentes a la personalidad como impulsividad, inestabilidad,
ingenuidad, dependencia, nivel intelectual y ansiedad.
• Los sociales, como económicos, laborales, apoyo social informal, roles.
• Los biográficos, como victimización previa y antecedentes psiquiatras.

2.2.2.1.4. VICTIMODOGMÁTICA.

La victimodogmática analiza hasta qué punto y en qué medida, las víctimas


favorecen la consumación del hecho criminal.

Se ha llegado a afirmar que las víctimas son corresponsables por haber contribuido
con actos dolosos o imprudentes y en este sentido proponen valorar una atenuación
e incluso eximir de responsabilidad al autor.

2.2.2.1.4. VICTIMODINÁMICA.
En relación a la víctima podemos hablar también del “ITER VICTIMAE””, entendido
como el camino que sigue una persona para convertirse en víctima.

El fenómeno victimal es dinámico. La participación de la víctima es fundamental


para llegar a la victimización y, al igual que en el criminal, deben tomarse en cuenta
factores predisponentes, preparantes y desencadenantes.

Como antes vimos, el “ITER CRIMINIS” o sea el itinerario del crimen consiste en
las fases por la que atraviesa el delincuente para llegar al delito. Desde la ideación
hasta el agotamiento o ejecución. Desde que la idea nace en la mente del criminal
hasta la consumación del crimen.

Pero tiene dos fases fundamentales. Interna y Externa.

La primera solo existe mientras el delito está dentro de la mente del autor. En la
externa, la idea es consumada.
La importancia criminológica de la víctima ha sido resaltada por varios autores, al
plantear la siguiente cauística:
,
En primer lugar, estarían los crímenes caracterizados por la preexistencia de
relaciones ilícitas.

En otro aspecto están los sujetos que sin tener relación ilícita precedente,
pertenecen ambos a un medio social criminógeno.

La motivación del acto puede surgir cuando el sujeto pasivo ha cometido con
anterioridad una acción injusta contra el sujeto activo del crimen y esa provocación
ha sido el origen de la resolución criminal.

Pero también puede surgir el acto criminal en relaciones enteramente lícitas y


socialmente admisibles entre dos sujetos, esto en el caso de que uno de los sujetos
tenga alguna anomalía psíquica.
Así como se habla de “ITER CRIMINIS” puede hablarse de “ITER VICTIMAE”, es
decir, debe estudiarse el camino (interno y externo) que sigue la víctima para llegar
a ser victimizada.

Así debemos considerar desde el momento en que cruza por la mente la idea de
ser sacrificada. Esta idea puede ser aceptada (víctima consensual) o rechazada
(víctima resistente).

Lo común es que haya víctima y victimario y para poder estudiar lo que es un crimen,
tendremos que analizar con cuidado también el itinerario de la víctima.

Hay diversos autores que realizan la clasificación o tipología victimal y hablan de la


víctima precipitante o víctima provocadora.

Al respecto, Robert a. Silverman considera que esas clasificaciones carecen de


precisión científica.

De igual manera en la reunión de Bellagio (Italia 1975) se propuso lo siguiente:

“El papel de la víctima puede ser enfocado mejor a través de conceptos tales como
“participación de la víctima” y “vulnerabilidad de la víctima”, mejor que por conceptos
tales como “precipitaciones de la víctima “ y “provocación de la víctima”. A pesar de
haberlos utilizado en investigaciones pasadas, los dos últimos términos pueden
denotar prejuicio contra la víctima y, en caso de crimen sexual, pueden ser
considerados sexistas. Los términos mencionados en primer lugar son más
neutrales, tienen potencial para una mejor aproximación del comportamiento real de
la víctima y tienden a evitar tratamientos legales estereotipados. …””

2.2.2.1.5. LA DINÁMICA VICTIMAL.

Se menciona que existen lugares o situaciones victímales. así, los fines de semana,
las vacaciones, las horas nocturnas, ciertas ciudades, determinados barrios, etc.
En la dinámica victimal, la dualidad cercanía-alejamiento es fundamental.
Generalmente el criminal necesita estar cerca de la víctima para lograr sus
propósitos y, además es necesario que la víctima esté lejos de quienes puedan
protegerla o auxiliarla.
El alejamiento es considerado por todos los animales como un método para evitar
los conflictos.

La proximidad familiar lleva a delitos sexuales y a la violencia doméstica. La


proximidad profesional lleva a delitos de cuello blanco y la cercanía social a todos
los delitos.

Generalmente las aglomeraciones son buscadas por ciertos delincuentes, al igual


que los medios colectivos de transporte, los grandes almacenes, los espectáculos
masivos, las peregrinaciones, los actos públicos, etc., son el medio propicio para
caer víctima de carteristas, frotadores y demás antisociales.

Debemos precisar la diferencia entre zona criminógena y zona victimológica.

La zona criminógena es aquélla donde se producen los antisociales, ahí aprenden,


se reúnen, se refugian.

La zona victimógena es donde ejercen, es aquella región, en que por abundancia


de bienes, por escasa vigilancia policiaca, por soledad, oscuridad, etc., se dan las
condiciones propicias para la victimización.

2.2.2.2. EL HECHO VICTIMAL.

Es probable que no todas las personas tengan conciencia del hecho de que en
cualquier momento se puede llegar a ser criminal; pero sí creemos que todos
sabemos que estamos en peligro constante de ser víctimas.

Sin embargo, no siempre tomamos las precauciones debidas para evitar la


victimización, quizá por distracción o por preocupaciones o porque ignoramos como
protegernos.
La posibilidad de ser víctima en la vida moderna, aumenta notablemente debido a
la concentración urbana, a la tecnología y al aumento de vehículos automotores.

Formas de delito como el terrorismo aumentan la posibilidad de ser víctima, ya que


en este delito se elige indiscriminadamente a las víctimas.

En este tipo de delitos no se puede prever alguna defensa, ya que se ha


seleccionado como víctima aleatoria.

Durante la victimización la víctima puede intentar defenderse, resistirse, lo cual


depende de diversos factores como el número de agresores, su fortaleza física, la
presencia de armas, el lugar, la hora, etc.

La resistencia de la víctima depende en ocasiones de diversas circunstancias.

Ejemplo: en caso de un robo a un pobre, ello le puede significar un grave quebranto,


mientras que dicho delito cometido a un rico, no pasa de disminuir levemente su
patrimonio.
En caso de una ofensa a la virilidad de un sujeto en una cultura machista, puede
tener consecuencias fatales, mientras que en otra cultura no pasaría de ser un
insulto menor.

2.2.2.2.1. LA CLÍNICA VICTIMOLÓGICA.

La clínica victimal es la aplicación al caso concreto. Identifica a la víctima como un


sujeto único y su trabajo es interdisciplinario debido a la imposibilidad del
victimólogo de abarcar la cantidad de conocimientos como para lograr hacer el
estudio integral del problema.
La combinación de lo biológico, psicológico y social de la víctima, nos pone frente a
un problema nada fácil de resolver.
No basta ser criminólogo, médico, psicólogo o sociólogo para hacer clínica victimal,
se debe tener vocación.
Fundamentalmente la clínica victimológica debe utilizar las siguientes técnicas:
a) Entrevista
b) Examen médico
c) Examen psicológico
d) Encuesta social.

LA ENTREVISTA.

El entrevistador debe tomar conocimiento personal y directo con la víctima para


obtener información relevante.
La entrevista debe ser aplicada por especialistas con sumo tacto, sobre todo en
casos de victimización sexual y con mayor razón tratándose de niños.

EL EXAMEN MÉDICO.

Generalmente en los delitos violentos el médico es el primer profesional con el que


tiene contacto la víctima.
Por ejemplo, es fundamental la primera opinión médica sobre si hay lesiones, la
gravedad de éstas, si hay desfloración, si ésta es o no reciente, si hay embarazo,
señales de aborto, intoxicación, grado de ésta, edad aparente de la víctima, etc.

EL EXAMEN PSICOLÓGICO.
No toda victimización causa daños físicos; pero la gran mayoría produce daños
psicológicos de mayor o menor magnitud. Todo depende de la víctima (edad, status,
personalidad, etc.).
Para este examen el psicólogo generalmente utiliza la entrevista psicológica y los
tests.

ENCUESTA SOCIAL.

L@s trabajador@s sociales han demostrado su utilidad en el campo criminológico


y victimológico.
La entrevista social es inapreciable para la clínica victimológica.
Se ha demostrado que para la víctima es menos traumático si la primera entrevista
es con trabajadores sociales. El reporte de trabajo social nos debe dar una idea
clara de la posición socio-económica de la víctima, sin que con ello invada el campo
psicológico o criminológico.

Toda esa interdisciplinariedad nos debe servir para realizar un diagnóstico victimal
y en base a ello elaborar un pronóstico de cuál será la conducta futura de la víctima
derivada del trauma victimal y consecuentemente aterrizar en el tratamiento el cual
tiene dos importantes objetivos:

1. Eliminar o disminuir los efectos de la victimización;


2. Evitar futuras victimizaciones.

No siempre es posible dar tratamiento a la víctima, no solo por las limitaciones de


recursos materiales y humanos, sino porque en ocasiones la víctima no acepta ser
sometida al mismo.

El tratamiento debe ser absolutamente voluntario. Algunas víctimas prefieren el


tratamiento privado con sus profesionales de confianza y otras rechazan el
tratamiento porque les hace revivir el trauma en forma dolorosa, por ejemplo, en
casos de violación.

No todas las víctimas requieren tratamiento, sobre todo cuando se trata de delitos
leves o cuando la personalidad de la víctima es lo suficientemente fuerte para
rehacerse por sí misma después del trauma inicial.

Pero en tratándose de personas dañadas, lesionadas, el tratamiento médico se


debe dar siempre en forma inmediata, porque es urgente, no se puede posponer.

El tratamiento psicológico se dirige a disminuir la ansiedad y angustia del trauma


victimal.

El tratamiento social intenta reintegrar a la víctima a su comunidad.


Parte de la labor victimológica consiste en enseñar a la víctima técnicas de
prevención para evitar que vuelva a ser victimizada. Así se puede poner a la víctima
en contacto con grupos anónimos de alcohólicos, drogadictos, mujeres golpeadas
o violadas, se puede también buscar hogar sustituto o darle protección policíaca.

Recordemos que la declaración de la ONU sobre principios fundamentales de


justicia relativos a las víctimas de delitos y del abuso de poder, adoptada por la
asamblea general en su resolución 40/34 de 29 de Noviembre de 1985 en su artículo
14 establece:
• “Las víctimas recibirán la asistencia material, médica, psicológica y social que
sea necesaria, por conducto de los medios gubernamentales, voluntarios,
comunitarios y autóctonos”.

En México, este derecho ha sido elevado a nivel constitucional, pues el artículo 20


de nuestra carta magna, otorga las garantías de ser informado de sus derechos, de
la reparación del daño, de asesoría jurídica y, en materia de asistencia, la fracción
III dice:

“III. Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de urgencia”.

2.2.2.2.1. bis. artículo 20 constitucional apartado “c”


2.2.2.2.1. ter. cnpp. artículo 109. derechos de las víctimas.
2.2.2.2.1. quater. ley general de víctimas.
3. ANTECEDENTES.
Como precursoras de la criminalística encontramos la dactiloscopia. Autores como
B. C. Bridges menciona que ya en el año 650 D.C. los chinos utilizaban en forma
práctica este tipo de identificación mediante impresiones dactilares. en un principio
lo usaron como firma en documentos oficiales, impregnando para ello con tinta un
dedo o la palma de la mano.

Otra ciencia precursora de la criminalística, la medicina legal, surge en 1575 iniciada


por ambrosio paré.

En 1753 el doctor Boucher realizaba estudios sobre balística, misma que


posteriormente llegó a llamarse balística forense, también precursora de la
criminalística.

En 1840 el italiano Orfila creaba la toxicología. Esta auxiliaba a los jueces a


esclarecer delitos en donde los venenos se usaban con mucha frecuencia.

En 1866 el estadounidense Allan Pinkerton ponía en práctica la fotografía criminal


para reconocer a los delincuentes. Actualmente se le conocen como fotografía
forense.

En 1882 Alfonso Bertillón creaba en parís la identificación oficial mediante el método


antropométrico, otra de las disciplinas que se incorporaría posteriormente a la
criminalística.

Fueron muchos los estudiosos que contribuyeron a estas ciencias en las que se
utilizaba la intuición y el sentido común; pero todas adquirieron un nombre propio
en 1892 cuando el criminalista austriaco doctor en derecho Hanns Gross le dio el
nombre de criminalística en su obra manual del juez en el cual pretendió integrar
todos los sistemas de criminalística. La elaboración de este manual le tomó 20 años
de experiencias y trabajos.
3.1. EVOLUCIÓN.

En la época de la creación de la criminalística, varios estudiosos de la investigación


criminal entre ellos, Ferri, Lombroso, Nicéforo. etc. se dieron en llamar a ese
conjunto de métodos de investigación: policía judicial científica o policía científica;
sin embargo, para Hanns Gross, la criminalística era una disciplina auxiliar jurídico-
penal.
Estos métodos o conocimientos se extienden por diversos países como Alemania,
Italia, etc.

En México en 1904 el profesor Carlos Roumagnac escribía sobre la antropología


criminal con base en estudios efectuados en la cárcel de belén en México, D.F.
(ahora ciudad de México) y ponía en práctica el servicio de identificación en la
inspección general de policía de la ciudad de México.

En 1938 el doctor José Gómez robleda, director de servicios periciales, determinó


la aplicación de la criminalística en la procuraduría general de justicia del entonces
distrito federal.
En la actualidad se considera la criminalística como una disciplina auxiliar del
derecho penal.

3.2. CONFUSIÓN DE LA CRIMINALÍSTICA CON OTRAS CIENCIAS PENALES.

Criminalística, criminología, policía científica, policiología, medicina forense, se han


llegado a considera que son una sola ciencia penal, sin embargo, tienen diversos
objetivos.

La criminalística nace fundamentalmente de tres ciencias naturales: la química, la


física y la biología.

Esta ciencia mediante la aplicación de sus conocimientos, métodos y tecnología a


las evidencias materiales, llega a descubrir de manera científica un hecho delictuoso
y al o a los presuntos autores y cómplices. De esta manera aporta las pruebas
materiales o periciales a la administración de justicia.
En la investigación de los delitos se utilizan procedimientos con instrumental
adecuado y la intervención de expertos en las disciplinas científicas que constituyen
la criminalística.

3.2.1. OBJETIVO DE LA CRIMINOLOGÍA.

La generalidad de los criminólogos consideran a la criminología, como: “”la ciencia


que se encarga del estudio del delito como conducta humana y social. Se ocupa de
investigar las causas de la delincuencia para la prevención del delito y se ocupa del
tratamiento del delincuente.””
La criminología a través de las ciencias que la auxilian se ocupa de conocer además
la personalidad criminal a fin de que se logre impartir una justicia adecuada e
individualizada y se proporcione la terapia idónea al infractor. Esto trae como
consecuencia que se eviten conductas reincidentes.

3.2.1. OBJETIVO DE LA POLICÍA CIENTÍFICA.

La policía científica o técnica está integrada por miembros de la policía, preparados


científicamente para llevar a cabo actividades detectivescas mediante la aplicación
de métodos científicos de investigación y de esta manera descubrir a los autores de
los crímenes o delitos.

Algunos autores consideran que esta terminología es anacrónica en la actualidad.

3.2.2. OBJETIVO DE LA MEDICINA FORENSE.

La medicina forense es una disciplina que aplica conocimientos científicos de


carácter médico para aportar al juzgador las pruebas periciales de carácter médico-
legal.

Es una ciencia penal porque con su aplicación científica contribuye para conocer los
hechos y darlos a conocer a los jueces.
3.3. DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DE LA CRIMINALÍSTICA.

La criminalística es una ciencia que se aplica para la investigación de hechos


presuntamente delictuosos y que deben conocerla todos aquellos funcionarios que
realicen tareas relacionadas con ella, en forma principal los agentes de la policía,
peritos, agentes del ministerio público, jueces, magistrados y abogados litigantes.

Muchos casos penales se han resuelto por medio de la criminalística, debido a los
elementos de prueba obtenidos y a la participación de los peritos.
La investigación criminalística, se basa en el estudio científico de las evidencias
materiales.

El doctor Moreno González, define la criminalística como:

“La disciplina que aplica fundamentalmente los conocimientos, métodos y técnicas


de investigación de las ciencias naturales en el examen del material sensible,
significativo, relacionado con un presunto hecho delictuoso con el fin de determinar,
en auxilio de los órganos encargados de administrar justicia, su existencia, o bien
su reconstrucción o la intervención de uno o varios sujetos en el mismo”.

El Dr. Rodríguez Manzanera define a la criminalística como:


“El conjunto de conocimientos aplicables a la búsqueda, descubrimiento y
verificación científica de un delito en particular y del presunto responsable de éste.”

El Dr. Alfonso Quiroz Cuarón, define la criminalística como:


“La disciplina auxiliar del derecho penal, que se ocupa del descubrimiento y
verificación científica del delito y del delincuente”

No se pretende dar todas las definiciones que existen, sino solamente exponer
algunas de ellas a fin de que el estudiante norme su criterio y consideren el propósito
científico de esta disciplina.
3.3.1. OBJETIVO MATERIAL: Es el estudio de las evidencias materiales o indicios
que se producen en la comisión de los hechos.

3.3.2. OBJETIVO GENERAL: El estudio de las evidencias materiales tanto en el


lugar de los hechos como en el laboratorio.

3.3.3. OBJETIVO FORMAL: Auxiliar con el resultado de sus conocimientos,


metodología y tecnología a los órganos de la procuración y administración de justicia
proporcionándoles elementos probatorios para que conozcan la verdad histórica de
los hechos.

3.3.3.1. LA CRIMINALÍSTICA EN AUXILIO DEL ÓRGANO INVESTIGADOR.

Sabemos que el delincuente casi siempre deja, en el lugar de los hechos, indicios
de sus o presencia y de la comisión del hecho.
El experto criminalista auxilia al ministerio público con asesoramiento y
orientaciones técnico-científicas en el escenario de los hechos, para proteger el
lugar de los hechos, recolectar las evidencias materiales para su estudio en
laboratorio. el criminalista examina los indicios registrados y orienta al personal del
M.P. sobre las evidencias que pueden lograr la identificación del autor o los
presuntos autores. finalmente aporta las pruebas indiciarias del caso, procesadas
científicamente y acompañadas de un informe o dictamen pericial.

3.3.3.2. LA CRIMINALÍSTICA EN AUXILIO DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL.

Una vez ejercitada la acción penal, el criminalista auxilia técnicamente al órgano


jurisdiccional con dictámenes periciales en las ramas que se requieran,
inspecciones judiciales, reconstrucciones de hechos, también como peritos terceros
y en aclaraciones sobre cuestiones criminalísticas.

3.3.4. DISCIPLINAS CIENTÍFICAS QUE CONSTITUYEN LA CRIMINALÍSTICA


GENERAL.
1. Criminalística de campo
2. Calística forense.
3. Documentoscopía
4. Fisiología forense
5. Fotografía forense
6. Entomología forense
7. Antropología forense
8. Arte forense (retrato hablado).
9. Dactiloscopia
10. Genética forense
11. Hechos de tránsito
12. Hematológica
13. Incendios y explosivos
14. Medicina forense
15. Meteorología forense
16. Odontología forense
17. Patología forense
18. Peritaje caligráfico
19. Piloscopia forense
20. Toxicología forense
21. Química forense

3.3.4.1. OBJETIVOS PARTICULARES DE LAS DISCIPLINAS CIENTÍFICAS


INTEGRANTES DE LA CRIMINALÍSTICA.

1. CRIMINALÍSTICA DE CAMPO: Aplica los conocimientos, métodos y


técnicas, con objeto de proteger, observar y fijar el lugar de los hechos, así
como para coleccionar y suministrar las evidencias materiales al laboratorio
de criminalística.

2. BALÍSTICA FORENSE: Aplica los conocimientos, métodos y técnicas con


objeto de investigar los mecanismos de hechos originados con armas de
fuego.

3. DOCUMENTOSCOPIA: Aplica los conocimientos, métodos y técnicas con


objeto de estudiar y establecer la autenticidad o falsedad de todo tipo de
documentos con escrituras cursivas, de molde, mecanografiadas o de
imprenta.

4. EXPLOSIVOS E INCENDIOS: Aplica los conocimientos, métodos y técnicas


en la investigación de siniestros producidos por explosiones o incendios para
localizar evidencias y determina cómo se originaron o produjeron.
5. FOTOGRAFÍA FORENSE: Aplica los conocimientos, métodos y técnicas a
finde imprimir y revelar las fotografías necesarias para la investigación.

6. HECHOS DE TRÁNSITO TERRESTRE: Aplica los conocimientos, métodos


y técnicas, a fin de investigar los orígenes de los atropellamientos, colisiones
entre dos o más vehículos, volcaduras, etc.

7. SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN: aplica los conocimientos, métodos y


técnicas, a fin de identificar en forma inequívoca a personas vivas o muertas,
putrefactas o quemadas.

8. TÉCNICAS FORENSES DE LABORATORIO: Aplica los conocimientos,


métodos y técnicas de las ciencias naturales (química, física y biología) a fin
de identificar y comparar las evidencias materiales asociadas a hechos
presuntamente delictuosos.

3.3.5. INDICIOS EN GENERAL.

La palabra “indicio” proviene del latín indicium que significa “signo aparente y
probable de que existe alguna cosa”.

Desde hace tiempo la palabra indicio ha sido incorporada a la investigación


criminalística y se le conoce como “evidencia física o evidencia material”.

Desde el punto de vista criminalístico se entiende por indicio: “todo objeto,


instrumento, huella, marca, rastro, señal o vestigio que se usa y se produce en la
comisión de un hecho”.

Debemos recordar que no hay delincuente que no deje en el lugar de los hechos,
alguna huella aprovechable y cuando no se encuentran evidencias en la
investigación, por lo general es porque no se ha sabido buscarlas.

Generalmente siempre hay un intercambio de indicios entre el autor y la víctima y el


lugar de los hechos.
3.3.5.1. INDICIOS MÁS FRECUENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS.

Los indicios más frecuentes en el lugar de los hechos y que generalmente están
asociados a ilícitos consumados, son los siguientes:

1. Impresiones dactilares;
2. Huellas de sangre;
3. Huellas de pisadas humanas, calzadas, descalzas;
4. Huellas de pisadas de animales;
5. Huellas de neumáticos, por aceleración, rodada y frenamiento;
6. Huellas de herramientas (principalmente en robos, en puertas, ventanas,
cajones de escritores, cajas fuertes, chapas, cerraduras, picaportes, etc.)
7. Huellas de rasgaduras en ropas;
8. Huellas de labios pintados en servilletas; tazas, cigarros, etc.;
9. Huellas de dientes y uñas conocidas como mordidas, rasguños
(generalmente en luchas o delitos secuales);
10. Etiquetas de lavandería o sastrería en ropas;
11. Marcas de escritura sobre hojas de papel, recados póstumos, amenazas; etc.
12. Armas de fuego, armas blancas, balas, casquillos, huellas de impactos,
orificios por proyectil, etc.;

Las evidencias físicas o indicios, proceden generalmente de las siguientes fuentes:

a) Del lugar de los hechos;


b) De la víctima; y
c) Del presunto responsable o autor.

Todos los indicios son de importancia para la investigación de los delitos.

Estas evidencias siempre deben ser suministradas como elementos de prueba por
los funcionarios autorizados y debe tenerse especial cuidado que los mismos
queden registrados específicamente y ser manejados adecuadamente.

3.3.5.2. EL LUGAR DE LOS HECHOS.


Se entiende por lugar de los hechos “el sitio donde se ha cometido un hecho que
puede ser delito”.
Casi todas las investigaciones parten del lugar de los hechos y si no se recogen y
estudian los indicios en el escenario del crimen, la investigación resultará más difícil.

Es necesario proteger adecuadamente “el lugar de los hechos” a fin de que el


personal del ministerio público, peritos y agentes de la policía, lo encuentren en la
forma en que lo dejó el o los autores.

Para lograr buenos resultados en la investigación, debemos recordar lo que al


respecto nos dice el Dr. Hanns Gross. “Si la inspección ha de ser útil, es
imprescindible que todos los objetos importantes o no que figuren en el lugar del
crimen, permanezcan intactos, sin que por ninguna causa se les cambie de
posición”.

3.3.5.3. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES PARA EL BUEN DESARROLLO DE LA


INVESTIGACIÓN.

Juventino Montiel sosa en su manual de criminalística 1, editorial Limusa, 1994, p.


100 nos expresa los siguientes principios:
1. Llegar con rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en mente que entre
más tiempo transcurre el indicio se desvanece y el delincuente puede huir;

2. Proteger el lugar de los hechos; no mover ni tocar nada hasta que el personal
abocado a la investigación haya fijado el escenario;

3. En caso de lesiones y si la víctima está todavía con vida, se le prestará


atención médica inmediata, dibujando la silueta en el lugar de la posición final
del cuerpo;

4. El personal abocado a la investigación, trabajará en equipo, en cada


especialidad, ya que las funciones de unos complementan las de otros;

5. Los primeros funcionarios que deben entrar al lugar de los hechos, son el
MP, el perito fotógrafo y el criminalista. enseguida lo hará el médico legista;
6. Los peritos intervendrán ordenadamente y en colaboración mutua,
orientando al MP y a la policía, quienes siempre estarán presentes para dar
fe de la inspección del lugar de los hechos;

7. Se debe evitar la presencia inútil de curiosos y personas ajenas a la


investigación;

8. El personal abocado debe cumplir cabalmente con la inspección ministerial


del lugar de los hechos para continuar con la investigación del hecho
presuntamente delictuoso.

3.3.5.4. Sin embargo, a la fecha y desde 2017 tenemos en vigor el Protocolo


Nacional de Actuación del primer respondiente elaborado por el secretariado
ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública el cual en su presentación nos
expresa que la actualización del marco jurídico, impacta de manera fundamental en
el actuar del policía primer respondiente en lo que se refiere a la preservación del
lugar de los hechos o del hallazgo.
Dicho protocolo establece el procedimiento que debe seguir el policía primer
respondiente al momento de asegurar materialmente los bienes, instrumentos,
objetos o productos del delito, a fin de eficientar el traslado y los controles para su
resguardo con el propósito de que no se alteren, destruyan o desaparezcan.

Dicho protocolo contiene las siguientes definiciones:


• Acordonamiento. Delimitar el lugar de intervención mediante uso de cinta
barrera, cuerdas, patrulla, personas, conos, postes u otro tipo de barreras
físicas para preservar el lugar de los hechos o del hallazgo.

• Aportación. Acción mediante la cual cualquier persona o servidor público


entrega indicios, evidencias, objetos, instrumentos o productos del hecho
delictivo a la policía o al ministerio público.

• Aseguramiento. Resguardo de objetos probablemente relacionados con el


probable hecho delictivo.

• Cadena de custodia. Sistema de control y registro que se aplica al indicio,


evidencia, objeto, instrumento o producto del hecho delictivo, desde su
localización, descubrimiento o aportación, en el lugar de los hechos o del
hallazgo hasta que la autoridad competente ordene su conclusión.
• Canalizar. Orientar y dirigir a las personas que lo requieran a las instituciones
especializadas para su debida atención.

• Denuncia. La comunicación realizada por cualquier persona o autoridad


mediante la que se hace del conocimiento al ministerio público y en caso de
urgencia a cualquier agente de la policía, de hechos que pudieran ser
constitutivos de un delito.

• Descubrimiento de indicios, e videncias, objetos, instrumentos o


productos del hecho delictivo. Acción mediante la cual derivado de una
inspección de personas, objetos y/o lugares, se encuentran indicios,
evidencias, objetos, instrumentos o productos relacionados con problema
hechos delictivos.

• Embalaje. Conjunto de materiales que envuelven, soportan y protegen al


indicio, evidencia, objeto, instrumento o producto del hecho delictivo con la
finalidad de identificarlo, garantizar su preservación y conservación.

• Empaque. Todo aquel material que se utiliza para contener, proteger y/o
preservar un objeto acorde a sus características físicas; el empaque puede
fungir como embalaje siempre y cuando se encuentre sellado y etiquetado.

• Equipo de protección personal. Equipo, objeto o instrumento que emplea


una persona para crear una barrera física entre él, el sitio de intervención, los
indicios, los objetos y las personas relacionadas con la comisión de un
probable hecho delictivo, a fin de evitar riesgos a la salud y la pérdida,
alteración, destrucción o contaminación de los indicios o elementos
materiales probatorios.

• Etiqueta. Letrero escrito o impreso que se añade al embalaje u objeto para


identificarlo, tomando en consideración los siguientes datos: número de
carpeta de investigación, identificación del indicio, fecha y hora de
recolección y tipo de indicio.

• Evidencia. Es todo aquel indicio u objeto, localizado, descubierto o aportado


después de la comisión de un probable hecho delictivo y que posteriormente
a su análisis o peritaje se determina que guarda relación con el delito que se
investiga.

• Identificación. Término utilizado para asignar un número, letra o una


combinación de ambos al indicio, evidencia, objeto, instrumento o producto
relacionado con un hecho delictivo, mismo que es único y tiene un orden
consecutivo.
• Indicio. Son los signos, señales, datos, marcas, huellas o vestigios de
cualquier tipo, reconocidos a través de los sentidos en lugares, objetos y
personas, posiblemente relacionados con el probable hecho delictivo, los
cuales pueden constituirse en evidencia.

• Instrumento del delito. Son los objetos materiales mediante los cuales se
comete el delito.

• Informe policial homologado. Es el documento en el cual el policía primer


respondiente registra las acciones realizadas en el lugar de intervención y en
su caso, a través de él realiza la puesta a disposición.

• Localización. Es la acción mediante la cual derivado de un procesamente


en un lugar de los hechos o del hallazgo, se ubican indicios, evidencias,
objetos, instrumentos o productos relacionados con un probable hecho
delictivo.

• Lugar de los hechos. Sitio en el que se ha cometido un hecho


probablemente delictivo y en el que se llevan a cabo las actividades de
preservación y procesamiento o en su caso, priorización.

• Lugar del hallazgo. Sitio en el que se localizan o descubren indicios,


evidencias, objetos, instrumentos o productos de un hecho probablemente
delictivo y en el que se llevan a cabo las actividades de preservación y
procesamiento o en su caso, priorización.

• Preservación del lugar de los hechos o del hallazgo. Acciones para


custodiar y vigilar el lugar de los hechos o del hallazgo con el fin de evitar
cualquier acceso indebido que pueda causar la pérdida, destrucción,
alteración o contaminación de los indicios, evidencias, objetos, instrumentos
o productos de un hecho probablemente delictivo.

• Priorización. Recolección de los indicios, evidencias, objetos, instrumentos


o productos de un hecho probablemente delictivo, que se realiza cuando las
condiciones sociales o de la naturaleza representen un riesgo para la
pérdida, alteración, destrucción o contaminación de los mismos, con los
recursos disponibles, considerando las circunstancias de tiempo y siempre
privilegiando la seguridad de las personas y del personal actuante.

• Puesta a disposición. Presentación física y formal ante el ministerio público,


de personas u objetos a través del informe policial homologado y los anexos
que correspondan según el caso.
• Recolección. Acción de levantar los indicios, evidencias, objetos,
instrumentos o productos de un hecho probablemente delictivo, mediante
métodos y técnicas que garanticen su integridad.

• Registro de cadena de custodia. Documento en el que se registran los


indicios, evidencias, objetos, instrumentos o productos de un hecho
probablemente delictivo y las personas que intervienen desde su
localización, descubrimiento o aportación en el lugar de intervención hasta
que la autoridad ordene su conclusión.

• Ruta única de entrada y salida. Acceso que establece el policía primer


respondiente para la entrada y salida del lugar de intervención.

• Sellado. Cierre del embalaje empleando medios adhesivos o términos que


dejen rastros visibles cuando sea abierto indebidamente o sin autorización.

• Policía con capacidades para procesar. Personal perteneciente a las


instituciones policiales y de procuración de justicia, especializada en el
procesamiento de los indicios, evidencias, objetos, instrumentos o productos
del hecho delictivo.

• Policía primer respondiente. Personal de las instituciones de seguridad


pública (instituciones policiales de procuración de justicia, del sistema
penitenciario y dependencias encargadas de la seguridad pública a nivel
federal, local y municipal) que sin perjuicio de la división o especialización a
la que pertenezca, asume la función de intervenir primero ante un hecho
probablemente constitutivo de delito, conforme a la normatividad que le
aplique.

De lo expuesto podemos percatarnos que la criminalística con las disciplinas que la


conforman, es de gran importancia para la investigación criminal.
Los expertos que desempeñan estas funciones criminalísticas aportan un cúmulo
de datos probatorios que se toman en cuenta en la administración de justicia.
No debemos olvidar que en la ciencia criminalística existen siete preguntas de oro
que, ante el hecho criminal, todo investigador debe formularse, a saber:

• ¿Qué? (Qué ha sucedido, suicidio, homicidio, accidente, etc.)


• ¿Quién? (Quién es la víctima, quién es el victimario?)
• ¿Cuándo? (En qué momento sucedieron los hechos)
• ¿Cómo? (De qué manera se produjeron los hechos, es decir, en qué forma
se cometió el delito).
• ¿Dónde? (En qué lugar se cometió el delito.)
• ¿Con qué? (Qué instrumento u objeto se utilizó para cometer el ilícito)
• ¿Por qué? (Causas que indujeron al delito. es decir, el móvil del mismo:
robo, celos, etc.).

Así como el médico necesita conocer todos los signos y síntomas que presenta un
sujeto para diagnosticarlo, el criminalista, en igual forma, necesita conocer y valorar
toda la evidencia física para resolver un caso.

3.4. EL PAPEL DEL PERITO MÉDICO-FORENSE EN LA INVESTIGACIÓN DE


LAS MUERTES VIOLENTAS.

Recordemos que la criminalística fue bautizada con ese nombre por el Dr. Hanns
Gross, quien consideraba una necesidad investigar los hechos criminosos,
mediante la utilización de la biología, la química y la física. Esto se ha logrado a
través de la intervención de los peritos quienes, a través de la aplicación de sus
conocimientos, auxilian a la administración de justicia en busca de la verdad.

Así el perito en criminalística requiere actualmente, que por lo menos practique las
siguientes diligencias:

a) Identificar la ubicación del lugar de los hechos o escenario del crimen;


b) Realizar una minuciosa observación de dicho lugar, tomando en cuenta
principalmente la localización del cadáver
c) Indicar el acordonamiento del área para que pueda realizar un análisis del
lugar de los hechos.
d) Fijar con apoyo del perito en fotografía forense, las impresiones fotográficas
necesarias a diferentes distancias.
e) Identificar todos y cada uno de los indicios, evidencias, encontrados en el
lugar, como son armas blancas, de fuego, venenos, psicotrópicos, recados
póstumos de la víctima o del victimario.
En el caso de impactos por proyectiles de arma de fuego, anotará lo siguiente:

a) El lugar exacto donde fue fedatada el arma de fuego;


b) El tipo de arma, automática, semiautomática o revolver, rifle, escopeta;
c) Si el arma es de alta o de baja velocidad;
d) Anotará el calibre, matrícula, lote, serie, marca o compañía que la produce;
e) Establecerá el número de cartuchos útiles, los proyectiles y cartuchos
encontrados en el escenario del crimen;
f) Describirá todo indicio relacionado con el hecho delictuoso.
g) El estudio de las trayectorias en el lugar de los hechos.

Es muy importante el croquis o planimetría del lugar de los hechos en forma


detallada.
Asimismo, si se encontraron huelas de calzado o pies descalzos, etc.

Existen prontuarios criminalísticos para tomarse en cuenta y de esta manera el


perito podrá realizar un dictamen o peritaje que auxilie verdaderamente al juez de
la causa.

3.5. BALÍSTICA FORENSE. El “manual razonado de práctica criminal y médico-


legal” México, 1860, define la balística como “la ciencia que estudia el movimiento
de los proyectiles, el fenómeno que ocurre en el interior de las armas para que sea
lanzado el proyectil al espacio, lo que ocurre durante el desplazamiento y los efectos
que produce al tocar algún cuerpo u objeto”.
La balística forense se divide en dos partes: balística interior y balística exterior.

3.5.1. BALÍSTICA INTERIOR. Esta se ocupa del estudio de todos los fenómenos
que ocurren en el arma a partir del momento en que la aguja percutora golpea el
fulminante del cartucho, hasta que el proyectil sale por la boca de fuego del cañón.

3.5.2. BALÍSTICA EXTERIOR. Esta estudia los fenómenos que ocurren al proyectil
desde el momento en que sale del arma, hasta que da en el blanco.

3.5.3. Concepto de armas de fuego. Las armas de fuego son instrumentos de


diferentes dimensiones y formas destinados a lanzar violentamente proyectiles,
aprovechando la fuerza expansiva de los gases que se desprenden en el momento
de la deflagración de la pólvora.

3.5.3.1. LAS ARMAS DE FUEGO SE HAN CLASIFICADO EN:

Según la longitud del cañón:


1. Armas de fuego cortas (revólveres, pistolas automáticas y ametralladoras)
2. Armas de fuego largas (escopetas de caza, fusiles, carabinas, fusiles
ametralladoras o metralletas).

Según el tipo de ánima:


1. De ánima lisa como las escopetas.
2. De ánima rayada como los revólveres, pistolas, fusiles, metralletas, etc.
Estas se caracterizan por los surcos y eminencias helicoidales que tienen dibujadas
en el anima del cañón.
Los surcos se denominan estrías. Las eminencias helicoidales se llaman campos
o mesetas.
El número de estrías y campos, así como lo ancho, la altura o la profundidad varían
según la fabricación y el tipo de arma, lo que tiene gran importancia en la
identificación de los proyectiles.

Según la carga que disparan:


1. Armas de proyectil único
2. Armas de proyectiles múltiples.

Según la forma de cargarlas:


1. Armas de antecarga o de cargar por la boca
2. Armas de retrocarga.

Desde la perspectiva de la investigación criminalística, las armas de fuego más


usadas por los delincuentes son las de cañón corto como los revólveres y las
pistolas. Sin embargo, en los últimos años se están empleando armas de cañón
largo del tipo metralletas.
3.5.3.1.1. REVÓLVER. Es un arma de fuego de cañón corto compuesta de:
a) Un cañón;
b) Un cilindro con alvéolos para ubicar la carga, que gira juntamente con la
acción del disparador;
c) Un mecanismo de percusión; y
d) Una armadura que sirve de sostén a todas las piezas.

Los revólveres se pueden dividir en revólveres de acción simple y de doble acción.


en los primeros, cada vez que se va a efectuar un disparo se debe accionar el gatillo
con la mano, en los segundos, con sólo presionar el disparador se hace girar el
cilindro y se pone el gatillo en posición de disparo, debido a que tienen un dispositivo
especial de palancas.

Para cargarlo hay que sacar el cilindro. Otro tipo de revólver permite desplazar el
cañón quedando separado de la empuñadora.

Lo común es que el cilindro tenga cinco o seis alvéolos y gira generalmente de


izquierda a derecha, sin embargo, existen ciertas marcas de revólveres cuyo cilindro
gira de derecha a izquierda por lo que es muy conveniente conocer esto pues su
ignorancia ha causado muchos accidentes.
El cañón lleva la mira y su longitud varía según la marca y modelo del arma. la
mayoría de las marcas tienen mecanismos de seguro en el disparador.

3.5.3.1.2. PISTOLA. Es un arma corta compuesta de: armadura, corredera, cañón,


extractor, botador, cargador y empuñadura.

La corredera contiene la mira, se desplaza hacia atrás y hacia delante.

El cargador ubicado en la empuñadura, contiene los cartuchos que luego se


trasladarán a la recámara del arma, ya sea accionando manualmente la corredera
o automáticamente por la acción de los gases que se producen por el disparo.

Las pistolas se pueden dividir en no automáticas, semiautomáticas y automáticas,


siendo las últimas las más usadas por los delincuentes.

La diferencia entre las pistolas automáticas y las semiautomáticas consiste en que


con las primeras se pueden disparar ráfagas de proyectiles mientras se comprime
el disparador.

Es conveniente señalar que todas las pistolas tienen seguro y algunas hasta doble,
sin embargo, algunos sistemas fallan al caer y golpearse el arma, lo que ha
originado accidentes en la manipulación de estas armas.
Se llaman cartuchos toda la pieza completa con que se carga toda arma de fuego.
Se utiliza este término para el correspondiente a proyectiles múltiples. En cambio,
se usa el nombre de casquillo para el correspondiente a un proyectil único o bala.

En los delitos por disparo de arma de fuego, los cartuchos o casquillos son de gran
importancia por los resultados que arroja su estudio para establecer si el punto
desde donde se hizo el disparo.

La distancia del disparo puede ser:

a) Disparo a boca de jarro. Este se realiza con el arma en contacto con la piel.
Produce un anillo de ahumamiento alrededor del orificio de entrada.

b) Disparo a quemarropa. Se realiza a una muy pequeña distancia y en el


orificio de entrada produce una contusión y un tatuaje ennegrecido.

c) Disparo a corta distancia. se realiza a muy corta distancia y produce el


aspecto del tatuaje mismo que dará la pauta para establecer la distancia.

d) Disparo a larga distancia. en éstos no se aprecia tatuaje alguno.

Se ha determinado que sólo los proyectiles disparados por una misma arma e
igualmente los casquillos de cartuchos presentan idénticas características.

3.6. DACTILOSCOPIA.
Como se ha dicho con anterioridad, la historia de la dactiloscopia, la ciencia que se
encarga de estudiar la comparación entre huellas dactilares, comenzó hace varios
siglos en la antigua china, alrededor del año 300 d.C.

Después de la invención del papel, en china se convirtió en una costumbre el


estampar como firma la marca del dedo o de la palma de la mano en las hojas de
un documento.

Posteriormente encontramos a algunos estudiosos que han aportado múltiples


conocimientos a esta disciplina.
En 1850, Sir William James Herschel (funcionario británico en la india), comenzó a
incluir huellas dactilares en los contratos.

En 1880 Henry Faulds (médico escocés misionero) empezó a coleccionar muestras


de huellas dactilares de humanos y monos y a causa de sus observaciones envió
una carta a Charles Darwin en la que afirmaba que las huellas dactilares eran únicas
y dado que eran permanentes se podían clasificar.

En 1892 Sir Francis Galton, científico británico (primo de Charles Darwin) realizó
también su aportación al estudiar las huellas dactilares y publicar un libro al respecto
que se llamó “fingerprints” con el cual demostraba que las figuras de las huellas
dactilares eran únicas e irreemplazables.
En 1891 Juan Vucetich, antropólogo de origen croata y nacionalizado argentino
desarrolló y puso en práctica un sistema eficaz de identificación de personas por
sus huellas dactilares.
Este científico en el año de 1892 con motivo del asesinato de dos niños, colaboró
con la policía de buenos aires en la investigación del crimen, que apuntaba a un
hombre relacionado con la madre de los niños. La policía llegó a utilizar la tortura
para hacer confesar al hombre, sin lograrlo.

En la escena del crimen se había encontrado una mancha de sangre con una huella
dactilar. Con su análisis, Vucetich comprobó que pertenecía a la madre de los niños,
quien, ante la evidencia, confesó el doble homicidio.

Actualmente el sistema automático de identificación de huellas dactilares, le permite


a la PC realizar entre 4000 y 10,000 comparaciones de huellas por segundo e
incluso su utilización va más allá del ámbito criminalístico, pues se ha convertido en
un método de identificación normal el que incluso puede ser utilizado para
desbloquear tu celular.

3.7. FARMACODEPENDENCIA Y SU TRASCENDENCIA MÉDICO-FORENSE Y


CRIMINOLÓGICA.

Las relaciones entre farmacodependencia y las conductas criminales, se han puesto


de manifiesto por un gran número de estudiosos. En la práctica los encargados de
la administración de justicia, recurren frecuentemente a los médicos forenses y
criminólogos para que los auxilien en la determinación de la responsabilidad de los
farmacodependientes, ya que por el solo hecho de serlo, ello no significa que resulte
inimputable de los actos antisociales que ejecute.
La OMS ha definido la adicción como “un estado de intoxicación periódica o crónica
dañina al individuo y a la sociedad, producido por la administración repetida de un
fármaco (natural o sintético)”.

3.7.1. CARACTERÍSTICAS DE LA ADICCIÓN.

1. Deseo aumentado o necesidad de continuar ingiriendo el fármaco y obtenerlo


por cualquier medio.
2. Tendencia a aumentar la dosis,
3. Dependencia psíquica y algunas veces física, a los efectos del fármaco,

De lo anterior ha derivado el término “FARMACODEPENDENCIA”.

Las farmacodependencias presentan clínicamente dos aspectos: uno se refiere a


las personalidades psicopáticas y el otro a lo que se llama psicosis de intoxicación.

Las personalidades psicopáticas son las que interesan al médico desde la


perspectiva terapéutica porque sólo en ésta se puede hacer profilaxis.

Los psicópatas destacan por su desajuste social resultante de una falta de armonía
interna entre los elementos integrantes de su personalidad.

El psicópata generalmente pasar por ser una persona consciente. sólo con el trato
continuo, se puede uno percatar de sus actitudes peculiares ante la vida, su
egoísmo, su inmoralidad, etc.

Entre los desequilibrados modernos, se distinguen tres categorías:


1. Los enviciados por vía médica. es decir, los que empezaron a consumir
drogas por tratamiento médico y continúan haciéndolo después de la
terminación del tratamiento.
2. Los neuróticos que se aficionan a la ingestión de drogas para escapar a sus
problemas y aliviar la ansiedad;

3. Los psicópatas que buscan el estado emocional que la droga les suministra.
Estas personalidades se encuentran frecuentemente entre los criminales.

Los cuadros más frecuentes de intoxicación se deben al opio y sus derivados,


marihuana, anfetaminas, barbitúricos y solventes.
Entre los delitos que los farmacodependientes cometen con mayor frecuencia,
destacan aquéllos dirigidos a procurarse la droga: robos, falsificaciones; etc.

Otras veces, como consecuencia de estados delirantes producidos por las


intoxicaciones agudas, se pueden provocar incendios, homicidios, etc. o en otro
contexto, al producirse una reacción depresiva o de pánico, ello puede llevar al
farmacodependiente al suicidio.
La farmacodependencia presenta cada día mayor complejidad en problemas –entre
otros- médico-forenses, criminológicos y criminalísticos, para cuya solución o
tratamiento, se requiere de personal especializado y científicamente preparado.

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