20 Mejores Ensayos Del Concurso

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Veinte mejores ensayos del concurso

“Isaac Chertorivski”
Sobre Administración Gerontológica 2017
Dr. Enrique Luis Graue Wiechers Dr. Juan Alberto Adam Siade
Rector Director

Dr. Leonardo Lomelí Vanegas Mtro. Tomás Humberto Rubio Pérez


Secretario General Secretario General

Lic. Ma. del Carmen Márquez González


Secretaria de Divulgación y Fomento Editorial

Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” sobre administración gerontológica 2017

Primera edición: 2017


Fecha de la edición: 25 de septiembre de 2017

D.R. © 2017 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Distrito Federal

Facultad de Contaduría y Administración


Publicaciones Empresariales UNAM. FCA Publishing
Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria
Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Distrito Federal.

ISBN: En trámite
ISBNe: En trámite

El contenido de este libro fue evaluado por árbitros expertos en los temas.

“Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización


escrita del titular de los derechos patrimoniales”.

“Reservados todos los derechos bajo las normas internacionales. Al pagar por este libro, se le otorga el acceso no exclusivo y
no transferible para leer el texto de esta edición electrónica en la pantalla o, en caso de ser libro impreso, su lectura en papel. No
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regresión, ni almacenarse o introducirse en sistemas de almacenamiento y recuperación electrónicos o mecánicos existentes o que
se inventen en el futuro sin la autorización escrita del autor, casa editorial y/o titular de los derechos patrimoniales.”

Hecho en México
Índice

Presentación ........................................................................................................................................... 5

Prólogo ................................................................................................................................................... 6

1. El comercio de la salud: Impacto de los tratados de libre comercio en el acceso a los


medicamentos ................................................................................................................................... 8
Luis Alfonso Rosas Contreras

2. Educación, salud y envejecimiento: ¿Prioridades? ......................................................................... 13


Verónica Bautista Eugenio

3. Implementación de centros intergeneracionales en la Ciudad de México:


un enfoque de operaciones .............................................................................................................. 17
Jorge Báez Arteaga

4. Calidad de vida del adulto mayor en México, retos y compromisos .............................................. 21


Daisy Guadalupe Rosas Peña

5. Importancia de la inclusión del adulto mayor LGBTTTI en la sociedad mexicana a través de la


generación/modificación e implantación de políticas, programas y servicios sociales .................. 25
Alma Michel De la Torre González

6. Un asunto importante sobre el merecimiento de una buena vejez: Aspectos económicos y su


repercusión en los temas bioéticos .................................................................................................. 29
María Guadalupe Contreras García

7. El relativismo moral y la eutanasia. ¿Un peligro para los adultos mayores en México? ................ 33
Salvador Eduardo Méndez Ramírez

3
8. Economía del envejecimiento: Los abuelos en la sociedad y su papel invaluable.......................... 37
Alejandra Concepción Aguirre Zavaleta
9. Economía del envejecimiento. Análisis del envejecimiento en México: Una visión de
largo plazo (2030-2050) ................................................................................................................... 43
Alan Ricardo García Aranda

10. Desafíos económicos de México ante el envejecimiento de su población ...................................... 48


Cozby Dessiré Ramírez García

11. La rehabilitación física de los adultos mayores con discapacidad motriz, para su
reinserción social y laboral: Una mirada desde la sociedad civil .................................................... 53
Ricardo Luna Domínguez

12. La última decisión en la etapa final de la vida ................................................................................. 58


Tania Socorro Arrieta Cruz

13. Cuando sea grande ........................................................................................................................... 62


Gerardo Jiménez Hernández

14. Envejecimiento ................................................................................................................................. 67


Yessica Nogueda Morales

15. Residencia de día, una alternativa como Modelo de Atención Gerontológica .............................. 71
Edith Alejandra Pérez Serrano

16. Inseguridad alimentaria en el adulto mayor: Creación de huertos urbanos ................................... 76


Marla María López Teros

17. Gerontecnología: Oportunidades y retos para la economía del envejecimiento ............................ 81


Jorge Alan Ruíz Guerrero

18. Gerontoeconomía ............................................................................................................................. 86


María Fernanda Velázquez Sánchez

19. Un desarrollo psicosocial informado para inspirar a las nuevas generaciones al


respeto, tolerancia e inclusión del adulto mayor ............................................................................. 92
David Oviedo Castillo

20. Proceso psicosocial del envejecimiento ........................................................................................... 96


María Fernanda Zarza Sánchez
Presentación

E l 28 de abril pasado la Facultad de Contaduría y Administración, a través de su División de Estudios


de Posgrado, convocó al Concurso de Ensayo Isaac Chertorivski sobre Administración Geronto-
lógica 2017, en conmemoración de los cincuenta años de su ingreso a la carrera de Administración de
nuestra Facultad.
Este Concurso fue promovido por el propio licenciado Chertorivski como medida para promover la
reflexión y estudio sobre temas orientados a atender los desafíos que genera el incremento de la población
de los adultos mayores en nuestro país y contribuir a que este sector tenga una mejor calidad de vida.
Los temas sobre los que versaron los ensayos presentados en este concurso corresponden a temas de
vanguardia que forman parte del plan de estudios de la Especialización en Administración Gerontológica
creada en nuestra Facultad, y puesta en marcha desde el 2014, tales como: Políticas y programas para
el adulto mayor, administración de instituciones gerontológicas, derecho y bioética, proceso psicosocial,
economía del envejecimiento, evaluación y gestión de calidad, mercadotecnia y finanzas de instituciones
gerontológicas, así como dirección, gestión y administración de recursos humanos para este sector.
Fueron convocados a participar los alumnos de la Licenciatura en Administración del sexto semestre
en adelante, así como alumnos que estén cursando o hayan cursado la Especialidad en Administración
Gerontológica de nuestra Facultad.
Se recibieron un total de 121 ensayos, de los cuales 71 corresponden a alumnos de la Especialidad en
Administración Gerontológica y 50 ensayos de alumnos de la Licenciatura en Administración.
Para la evaluación de estos trabajos, participaron 15 académicos de la Especialidad en Administración
Gerontológica y de la Maestría en Administración en Sistemas de Salud, quienes en una primera etapa
y con una rúbrica de evaluación diseñada específicamente para estos fines, calificaron la totalidad de los
ensayos presentados. En una segunda etapa, investigadores del Instituto Nacional de Geriatría revisaron
los mejores trabajos para las selección de los veinte mejores trabajos presentados.
En ceremonia celebrada el 25 de julio pasado en la FCA, y con la presencia del señor Rector de nuestra
Universidad Nacional, Dr. Enrique Graue Wiechers y del Lic Isaac Chertorivski, se hizo entrega de los
premios y reconocimientos a los tres primeros lugares ganadores del concurso, así como entrega de reco-
nocimientos por Mención Especial a los participantes que obtuvieron los siguientes mejores 17 lugares.
Cabe mencionar que los veinte mejores ensayos calificados, son los que forman parte de la presenta
publicación, a la que se comprometió la Facultad en reconocimiento al esfuerzo y participación de estos
alumnos y para difundirlos en nuestra comunidad e instituciones interesadas en los temas de gerontología.

DR. JUAN ALBERTO ADAM SIADE


Director de la Facultad de Contaduría y Administración

5
Prólogo

H ace 50 años ingresé a la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional


Autónoma de México. Mi paso por sus aulas marcó significativamente mi vocación y mi profesión,
mi manera de contribuir desde mi trabajo al mejoramiento de la sociedad mexicana. Con ese pretexto, pero
motivado, como Presidente del Patronato del Instituto Nacional de Geriatría por una preocupación real,
latente y actual, tuve la oportuna idea de proponerle a las autoridades de la Facultad la promoción de un
concurso de ensayo muy específico y que incluyera a su comunidad especialista: la administración geron-
tológica.
La idea se enriqueció con las aportaciones de los universitarios que participaron con sus trabajos,
cuyas posturas demostraron que la administración gerontológica es un tema presente y preocupante, que
puede enfrentarse con distintas medidas y en el que la voz de los jóvenes es tan importante como la de las
autoridades de salud, la de los gobiernos nacionales y mundiales, la de los propios adultos mayores y la de
las escuelas encargadas de la formación de futuros profesionales de la salud.
Los 20 ensayos que se recogen en este libro son todos ganadores e importantes. Sentarán las bases
y los principios de acción que en un futuro cercano habrá que volver realidad. En sus páginas, el lector
podrá hallar inquietudes nuevas y conocidas en relación con un tema que puede volverse un problema de
salud pública si no se actúa con rapidez. Asimismo, representan el pensamiento, la crítica, las reflexiones
y los análisis de universitarios destacados ya desde su formación académica, y en quienes, seguramente,
la sociedad mexicana podrá depositar su confianza en la búsqueda de soluciones y alternativas a ésta y a
diferentes problemáticas.
Invito a los lectores a sumarse al debate propositivo y abierto para contribuir en el enriquecimiento
que este ejercicio ha significado para mí y para sus organizadores. No desaprovecho la oportunidad para
extender mi agradecimiento al Dr. Juan Alberto Adam Siade, Director de la Facultad de Contaduría y
Administración, a la FCA de la unam por su apoyo y solidaridad con esta causa, y por haberme dado la
oportunidad de ser uno de tantos universitarios orgulloso de su alma máter; al señor Rector Enrique
Graue Wiechers un agradecimiento especial por haberme hecho el Honor de presidir la Ceremonia
de Entrega de Premios.

ISAAC CHERTORIVSKI
Ciudad de México a 12 de septiembre de 2017

6
1
El comercio de la salud:
Impacto de los tratados de libre comercio
en el acceso a los medicamentos

Luis Alfonso Rosas Contreras


1
El comercio de la salud:
Impacto de los tratados de libre comercio
en el acceso a los medicamentos
Luis Alfonso Rosas Contreras

Introducción

E l 3 de febrero del año pasado se firmó en la ciudad neozelandesa de Wellington el Tratado de Aso-
ciación Transpacífico1 (TPP, por sus siglas en inglés), que dio origen a la mayor zona de libre comercio
en el mundo. El TTP se constituye como el décimo de una red de tratados de libre comercio (TLC) que
México ha firmado con 45 países en tres continentes, de los que el más significativo es el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN, 1994) —con Estados Unidos y Canadá. El país cuenta, además, con
32 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones y con nueve tratados de alcance
limitado en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración2. Tal apertura comercial significa
para México un mercado potencial de más de mil millones de consumidores y el 60% del PIB mundial
(ProMéxico, 2016). En contrapartida, y pese a que en esta época de escenarios globalizados la liberación
comercial pudiera parecer benéfica en casi cualquier ámbito, lo cierto es que los TLC suelen generar pro-
fundas controversias en torno a su efecto en las políticas públicas socio-ambientales de los países firman-
tes. Es el caso del TPP —y lo fue anteriormente del TLCAN— respecto del impacto de la liberalización del
comercio en la salud pública.

1
Firmado por México, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Perú, Japón, Nueva Zelanda,
Singapur, Malasia y Vietnam.
2
Un esquema detallado de los citados acuerdos comerciales puede ser consultado en la página de ProMéxico: Inversión y
comercio: http://www.promexico.gob.mx/comercio/mexico-y-sus-tratados-de-libre-comercio-con-otros-paises.html

8
El comercio de la salud: Impacto de los tratados de libre comercioen el acceso a los medicamentos

En este contexto, el presente ensayo analiza las implicaciones de los TLC en el acceso universal de la
población mexicana a los medicamentos esenciales a partir de las regulaciones sobre patentes impuestas por
los grandes consorcios farmacéuticos a los países en vías de desarrollo acogidos a los citados tratados, y el
modo en que dichas regulaciones impactan en segmentos poblacionales vulnerables, como es el caso de
los adultos mayores.

Liberalizar el comercio para comerciar con la salud


Si bien los tratados de libre comercio y, por ende, la comercialización de los servicios de salud contribuyen
a acelerar el crecimiento de los países desarrollados3, no sucede lo mismo con aquellas naciones en vías
de desarrollo, donde la apertura comercial incrementa la desigualdad social, especialmente en materia
de aseguramiento, oferta y acceso a los servicios de salud, así como en los programas de salud pública
(Dollar, 2002; Bettcher, Yach & Guindon, 2000; Franco, 2003). El impacto negativo afecta, igualmente,
al mercado de bienes y a la propiedad intelectual; a la producción, distribución y comercialización de
medicamentos, insumos y tecnología médica; a las compras estatales, y a la comercialización de los bancos
genéticos (Torres, 2006). Lo anterior contribuye a la merma de los recursos de salud en segmentos pobla-
cionales vulnerables (Franco, 2003), entre los que se encuentra el de los adultos mayores, sector que en
este tipo de países se caracteriza por estar social y económicamente deprimido. La apertura de mercados
en países en vías de desarrollo —como es el caso de México— impacta a las redes de salud nacionales en
tres puntos esenciales: en primer lugar, debilita la red de empresas prestadoras de salud con la entrada
de monopolios con mayor capacidad para competir en el mercado; en segundo término, las modificaciones
a las regulaciones de los ADPIC4 restringen el acceso universal de la población a medicamentos básicos de
bajo costo y a las innovaciones médico-tecnológicas; por último, los intereses comerciales de las grandes
farmacéuticas merman las posibilidades de investigación de enfermedades de baja prevalencia5 debido a su
escasa rentabilidad. En síntesis, la aplicación de las cláusulas de los TLC en países como México contradice
las recomendaciones de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud, cuyos plantea-
mientos enfatizan el respaldo de los acuerdos internacionales de comercio a las políticas nacionales de
salud pública, mediante la promoción del acceso generalizado “a los productos farmacéuticos y tecnolo-
gías médicas seguras, eficaces y asequibles de prevención, curación o alivio” (Torres, 2006).

Patentes caras vs medicinas baratas


Las cláusulas de los TLC avocan a los países en desarrollo a modificar sus leyes o a no implementarlas con la
efectividad que sería deseable, por lo que se olvida con frecuencia lo estipulado en la Declaración de Doha6
(2001), que autoriza a los Estados a aplicar regulaciones para proteger la salud pública, brindando a las
naciones la posibilidad de importar productos patentados a precios bajos y autorizaciones de concesión
de licencias obligatorias para la fabricación de medicamentos genéricos por motivos de salud pública o de
emergencia sin consentimiento del poseedor de la patente (Rojo, 2001). Particularmente importante resul-
ta en los TLC la extensión de las patentes de medicamentos, más allá de los 20 años definidos en los APICD,

3
Aumenta el ingreso de los pobres y, como consecuencia, el descenso de la mortalidad infantil, los índices de nutrición y la
salud materno-infantil, entre otros indicadores de salud.
4
Acuerdos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC), que establecen la regulación de las patentes.
5
Definidas por la Unión Europea como “enfermedades raras” por su baja prevalencia —menos de 5 casos por cada 10,000
habitantes—, e incluye enfermedades autoinmunitarias, malformaciones congénitas y enfermedades tóxicas, entre otras categorías
(Comisión Europea, s/f).
6
Disponible en: https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/ddec_s.pdf

9
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

especialmente en lo relativo a patentes de segundo uso7, y en la protección exclusiva de datos, que impide
a las autoridades sanitarias basarse en el registro previo del medicamento patentado a la hora de aprobar
un producto similar o equivalente durante un periodo de entre cinco y diez años (Torres, 2006).

Ancianos pobres, medicamentos incosteables


El incremento progresivo del segmento poblacional de adultos mayores se relaciona directamente con el
aumento del uso de medicamentos en dicho sector. Al respecto, Roisinblit & Stranieri (2015), señalan
que al menos cuatro de cada cinco adultos mayores padecen una enfermedad crónica —hipertensión, dia-
betes, cáncer— además de otros males colaterales y, por ende, requieren diariamente de entre uno y doce
medicamentos para su tratamiento. Ahora bien, además de los problemas de salud, en los países en vías
de desarrollo los adultos mayores enfrentan dificultades severas para costear sus prescripciones debido a
su escasa capacidad económica (OPS, 2012).
Ahora bien, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Per-
sonas Mayores8 (Washington, 2015) estipula en su Artículo 19: Derecho a la salud, inciso m, la obligación
de: “Garantizar a la persona mayor la disponibilidad y el acceso a los medicamentos reconocidos como
esenciales por la Organización Mundial de la Salud”, lo que a tenor de lo expuesto no se cumple con la
debida cabalidad.
Ante ello, esfuerzos como los de la Ciudad de México, que ha implementado un programa de acceso
gratuito a servicios médicos y medicamentos a todos los adultos mayores de 70 años9 residentes en ella,
pierden buena parte de su efectividad, dado que ni el gobierno de la ciudad ni los pacientes adultos ma-
yores pueden adquirir medicinas innovadoras cuyas patentes están restringidas por los TLC que tampoco
permiten la fabricación de sus bioequivalentes, por lo que sólo se puede garantizar el acceso a los medica-
mentos subsidiados, “que no es que sean malos pero quedaron en desuso” (Informe21.com, 2014), en tanto
que los productos de última generación permanecen en el mercado sin posibilidad de ser adquiridos.

Conclusiones
Los tratados de libre comercio deberían de fortalecer la capacidad de las naciones para regular mercados
y lograr la justicia social, de modo que, tal y como señalan Labonté R. & Wise M. (2002), contribuyan a la
distribución equitativa de la riqueza de forma que resolver las condiciones de desigualdad y salud de los
países prime sobre el ansia de “alcanzar el máximo nivel de beneficios empresariales”, para de este modo
cumplir con el objetivo histórico “del Estado del bienestar de alcanzar el máximo nivel de salud y felicidad
de las poblaciones” (Jiménez, 2014).
Al respecto, Franco (2003) indica que las problemáticas en materia de salud pública deberían excluir-
se de la influencia de tratados comerciales en pro de la búsqueda de una “dimensión social de integración”
capaz de “promover participación amplia y plural de los pueblos, respeto y mejoramiento de los derechos
económicos y sociales [… que] dirima la diferencia y regule las relaciones de intercambio, con respecto a
la sostenibilidad ambiental y la justicia social […con el propósito de favorecer] la sostenibilidad del desa-
rrollo y en brindar medidas de protección a las economías menos desarrolladas y a la calidad de vida de

7
Descubrimiento de nuevas propiedades farmacológicas en medicamentos patentados.
8
Disponible para consulta en: http://www.oas.org/es/sla/ddi/tratados_multilaterales_interamericanos_A-70_derechos_hu-
manos_personas_mayores.asp
9
El programa puede ser consultado en: http://www.ordenjuridico.gob.mx/Documentos/Estatal/Distrito%20Federal/
wo44571.pdf

10
El comercio de la salud: Impacto de los tratados de libre comercioen el acceso a los medicamentos

sus poblaciones”. De lo contrario, los segmentos poblacionales vulnerables de países como México, espe-
cialmente el de los adultos mayores, se enfrentan a un futuro incierto en materia de salud, no sólo por su
dificultad de acceder a los medicamentos esenciales, sino también por las complejidades que enfrentará el
propio país a la hora de implementar políticas públicas de salud que aseguren el bienestar de la población.

Referencias
Bettcher, Yach D. & Guindon E. Global Trade and Health: Key Linkages and Challenges. Bull WHO
2000; 78(4): 521–533. Recuperado el 11 de mayo de 2016 de: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
pmc/articles/PMC2560735/
Dollar D. ¿Es la globalización buena para la salud? Boletín de la Organización Mundial de la Salud 2002
(6)16–19. Recuperado el 12 de mayo de 2016 de: http://hoy.com.do/es-la-globalizacion-bue-
na-para-la-salud-2/
Franco, G. (2003). El área de Libre Comercio-ALCA y el sector salud en América Latina, Revista de Salud
Pública 5(1) 1-17. Recuperado el 11 de mayo de 2016 de: http://www.revistas.unal.edu.co/
index.php/revsaludpublica/article/viewFile/18402/19773
Informe21.com (2013). Escasez de medicamentos afecta fuertemente a adultos mayores. Recuperado el
13 de mayo de 2016 de: http://informe21.com/actualidad/escasez-de-medicamentos-afecta-
fuertemente-a-adultos-mayores
Jiménez, J.M. (2014). ¿Crisis económica o política? El País. Tribuna.
Labonté R, Wise M. Comercio y salud. Documento para la Mesa de negociaciones Organización Mundial
del Comercio de Seattle. Revista Nacional de Salud Pública 2002; 20 (1): 145–148. Recuperado
el 12 de mayo de 2016 de: http://www.redalyc.org/html/120/12020112/
Organización Mundial de la Salud, Organización Mundial del Comercio. Los acuerdos de la OMC y la
salud pública: un estudio conjunto de la OMS y la Secretaría de la OMC. Ginebra: OMC/OMS;
2002. p 27– 56. Recuperado el 13 de mayo de 2016 de: https://www.wto.org/spanish/news_s/
pres02_s/pr310_s.htm
Organización Panamericana de la Salud. (2012). La salud añade vida a los años. Recuperado el 13 de agos-
to de 2016 de: file:///C:/Users/ASUS/Downloads/Medicamentos-span.pdf
ProMéxico: Inversión y comercio. (2016). México y sus tratados de libre comercio con otros países. Re-
cuperado el 12 de mayo de 2016 de: http://www.promexico.gob.mx/comercio/mexico-y-sus-
tratados-de-libre-comercio-con-otros-paises.html
Roisinblit & Stranieri (2015). El anciano y los medicamentos. Recuperado del sitio web de redeadultos-
mayores.com el 13 de mayo de 2016: http://www.redadultosmayores.com.ar/buscador/files/
SALUD015.pdf
Rojo P. El acceso a los medicamentos esenciales en los países pobres. Gaceta Sanitaria 2001; 15(6), 540- 545.
Torres, M. (2006). “El impacto de los acuerdos de libre comercio sobre el derecho a la salud”. Revista
Cubana de Salud Pública, 32(3). Recuperado de:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S086434662006000300008&lng=es&tlng=es.

11
2
Educación, salud y envejecimiento:
¿Prioridades?

Verónica Bautista Eugenio


2
Educación, salud y envejecimiento:
¿Prioridades?
Verónica Bautista Eugenio

D esde hace ya varios años, se ha destacado en México la importancia de que las distintas disciplinas
involucradas en la atención de las personas adultas mayores actúen coordinadamente ante los cam-
bios demográficos que experimenta el país y el perfil epidemiológico que presenta la población, que se
describen a continuación en términos generales1,2,3.

Transición demográfica:

• Disminución de la mortalidad en los primeros años de vida, aumento de la esperanza de vida,


cambios en la tasa de fecundidad y, en el caso particular de México, la rapidez con que sucede el
envejecimiento poblacional.
• En México, en 2016, la población de 60 años o más fue mayor que la población menor de 5 años,
y quien cumple 60 años puede esperar vivir 22 años más.

Perfil epidemiológico:

• Disminución de la mortalidad por enfermedades infecciosas, incremento de las enfermedades cró-


nicas no transmisibles.
• En México 35% de las personas mayores presenta al menos dos enfermedades crónicas.
• Entre las personas mayores, el factor que más contribuye a la pérdida de años de vida saludable es
el relacionado con estilos de vida desfavorables.

El envejecimiento es un proceso influido por numerosos determinantes y varía según los diferentes con-
textos culturales, económicos, políticos y educativos; por esta razón, su abordaje como tema de estudio

13
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

requiere tomar en cuenta la pluralidad de los individuos y su multiculturalidad, es decir, reconocer la he-
terogeneidad de la población de personas mayores, así como la peculiaridad de sus necesidades.
Del mismo modo, los modelos, programas y/o los servicios que pretenden una intervención integral
en personas mayores han de tomar en consideración dichos determinantes y contextos. Para lograr una
mayor comprensión del proceso de envejecimiento, es indispensable incorporar perspectivas provenientes
de diversas disciplinas.
En este sentido, se reconoce que en México el sistema de salud ofrece una atención fragmentada
sustentada en un modelo médico-asistencialista (Gutiérrez Robledo & Kershenobich, 2012). Esto obedece,
entre otras razones, a que tanto la formación de los recursos humanos como la dinámica al interior de las
instituciones están centradas en la unidisciplina, y así inmersas en un sistema fraccionado.
Por otra parte, desde el ámbito de la educación, Andere4 (2013) analiza las implicaciones del veloz
tránsito de la humanidad hacia la era actual, dominada por la globalidad, el conocimiento y los servicios,
por lo que advierte las consecuencias de dos explosiones ineludibles: la demográfica y la educativa. En un
capítulo dedicado al contenido de la legislación y la reglamentación federal en materia de educación, este
autor concluye que la política pública se ha centrado no en las personas, sino en las instituciones (fomen-
tando estructuras en lugar de ambientes).
En Huerta5 (2014), se retoma la perspectiva de Edgar Morin en su libro Los Siete saberes necesarios
para la educación del futuro, cuyo planteamiento es que ante un entorno cambiante la educación debe for-
talecer a la persona para superar obstáculos de la dinámica social, así la educación es concebida como un
instrumento de cambio. Uno de esos saberes necesarios tiene como base reconocer que la condición humana
es el objeto esencial de la educación, es decir, el ser humano en todas sus dimensiones: física, biológica,
espiritual, cultural y social. A su vez, el conocimiento pertinente es aquel capaz de abordar los problemas
globales; aquel que, lejos de la fragmentación, promueve aprender en conjunto y en sus contextos.
Frente a ambos panoramas, resulta claro que la salud y la educación tienen mucho en común y, por ende,
no deberían mantenerse distantes. Las sociedades actuales –inmersas en una cultura de transformación
continua– dan lugar a fenómenos igualmente dinámicos y complejos que ya no pueden ser abordados con
estrategias estáticas, fijas y únicas. Por el contrario, las propuestas para hacerles frente deben visualizarse
como un sistema abierto, flexible y dinámico.
En reconocimiento a la heterogeneidad del grupo de personas mayores, se debe involucrar a profesio-
nales de las distintas disciplinas implicadas en el tema del envejecimiento (Medicina, Enfermería, Trabajo
social, Psicología, Gerontología, Educación, Derecho, Economía, Demografía, Sociología etc.), capaces
de entender y actuar sobre el fenómeno, con pensamiento y respuestas críticas y dinámicas. En estos pro-
fesionales, ha de promoverse el interés –y la habilidad– de dialogar en la multidisciplina, comprender y
reconocer el quehacer de otras disciplinas, para crear vínculos efectivos entre éstas y, finalmente, para in-
corporar y sumar sus perspectivas en un abordaje conjunto. Después, tal vez transitar a un plano superior
en la interdisciplina1.
El Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud presentado por la Organización Mundial de la
Salud (2015) reconoce la necesidad de transformar al equipo de trabajo para responder a las prioridades
del siglo XXI, de tal modo que los trabajadores de la salud colaboren con la comunidad, las personas mayo-
res y sus familiares. Para lograrlo, los trabajadores de la salud deben contar con las competencias adecua-
das, desempeñarse en entornos donde sea redituable su participación, organizarse en equipos multidisci-
plinarios y contar con herramientas para proporcionar una atención integrada y centrada en la persona. El
mismo documento reivindica la necesidad de transformar los modelos de formación que han quedado ya
rezagados, para pasar a programas basados en competencias y fomentar la educación interprofesional.

1
En Huerta (2014) se retoma el concepto de multidisciplinar como el uso simultáneo de varias disciplinas, sin que se mezclen o
enriquezcan mutuamente. Así mismo reconoce que por la heterogeneidad de campos de conocimientos y cantidad de especialistas
involucrados, la modalidad interdisciplinar es una buena opción para enfrentar problemas con un mayor grado de complejidad
o escenarios novedosos.

14
Educación, salud y envejecimiento: ¿prioridades?

Dado que el envejecimiento de la población conlleva una constante transformación de las dinámicas
de la sociedad y de las necesidades y oportunidades de las personas mayores, es imprescindible que las
distintas disciplinas involucradas en el tema cuenten con una formación permanente. Desde el enfoque
multidisciplinario, lo anterior implica también fortalecer la vinculación e interesarse por el quehacer
profesional del otro. Otra parte importante de la labor del profesional involucrado en el envejecimiento
deberá ser demostrar los beneficios de la práctica interprofesional (investigación).
Por tanto, las propuestas son, incluir desde la formación de recursos humanos una visión multidiscipli-
naria que permita reconocer la variedad de ideas y la diversidad de teorías que intentan explicar un mismo
fenómeno, para construir así un pensamiento crítico propio. Transitar a la formación por competen-
cias profesionales. En los profesionales actualmente ya formados, fomentar la vinculación entre las disci-
plinas, así como entre los distintos niveles de atención, fortalecer la capacitación profesional continua en
los aspectos clave que amerita la atención centrada en las personas mayores (al reconocer la pluralidad
de las mismas y el impacto que el entorno tiene en el proceso de envejecimiento).
Pasar de intervenciones aisladas a planes conjuntos, pues la transición demográfica y epidemiológica
así lo ameritan y son necesarias distintas perspectivas para conseguir el mismo objetivo. Reconocer el
trabajo individual, pero fomentar el trabajo colaborativo.
Apostar por la educación en todos los niveles (profesional y no profesional), y en las áreas de la rea-
lidad de la práctica, permitirá que desde quien abre la puerta en una institución donde acuden personas
mayores sepa tratarlos con respeto y paciencia; que quien le revisa la “catarata” se interese por saber más
sobre el cuidador primario de la persona mayor; que quien ausculta los signos vitales evite caer en este-
reotipos y se dirija a la persona mayor como “abuelito”, “viejita” o “madrecita”; que quien le atiende su
diabetes, su hipertensión o su dolor crónico reconozca la importancia de conocer si la persona mayor se
siente triste o deprimida.
Apostar por la educación permitirá reconocer historias de vida en cada persona mayor, y no ver un
número más, no ver únicamente enfermedad y no considerar que es un problema o una carga.
Educación, porque en las aulas (desde la formación básica hasta los posgrados), los campos clínicos
de práctica, los hospitales-escuela, la educación continua, y sobre todo desde el interior de cada hogar, se
forman personas, y así una sociedad.

Referencias
Gutiérrez Robledo, L. M. y Kershenobich Stalnikowitz, D. (eds.) (2012). Envejecimiento y salud: una
propuesta para un plan de acción. México: Academia Nacional de Medicina de México/UNAM/
Instituto Nacional de Geriatría/Academia Mexicana de Cirugía.
Gutiérrez Robledo, L.M. et al. (eds.) (2016). Hechos y desafíos para un envejecimiento saludable en México.
México: Instituto Nacional de Geriatría. Consultado en: http://www.geriatria.salud.gob.mx/
descargas/noticias/hechos-desafios.pdf
OMS (2015). Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. Estados Unidos: Organización Mundial
de la Salud. Consultado en: http: //apps.who.int/iris/bitstream/10665/186466/1/978924069
4873_spa.pdf?ua=1
Andere, E. (2013). La escuela rota. Sistema y política en contra del aprendizaje en México. México: Siglo
XXI Editores.
Huerta, J. J. (2014). Pensamiento complejo en la enseñanza por competencias profesionales integradas. Gua-
dalajara: Editorial Universitaria.

15
3
Implementación de centros
intergeneracionales en la Ciudad de México:
un enfoque de operaciones

Jorge Báez Arteaga


3
Implementación de centros
intergeneracionales en la Ciudad de México:
un enfoque de operaciones
Jorge Báez Arteaga

E l tema de las instituciones gerontológicas en México no es un tema del que se hable mucho. Muchos
serán conscientes de la existencia de las residencias, y algunos pocos de los centros de día para
personas mayores. Sin embargo, ¿qué hay de los centros intergeneracionales? Pese al increíble beneficio
que representan, en México no se ha extendido su uso. A lo largo del siguiente ensayo, se demostrará la
pertinencia de la aplicación de este tipo de centros en la Ciudad de México, y a través de un enfoque ope-
racional podrá asegurarse su efectividad y el buen recibimiento general de este tipo de programas, gracias
a sus resultados en la mejora de calidad de vida de las personas mayores y demás participantes.
“Desde el momento mismo en que nacemos, ya estamos envejeciendo”, dice un dicho. Hay un nexo
indisoluble entre Vida y Muerte; la vejez está ahí como mediadora, transición apacible, pero inclemente
entre la una y la otra. Lo veamos como lo veamos, es nuestro destino inexorable, y dado que es así, ¿qué
mejor que intentar hacerlo de la mejor manera posible?
Con la vejez, eventualmente vendrá consigo la incapacidad para poder realizar nuestras actividades de
la vida diaria. Llegados a este punto existen dos posibilidades: depender de cuidadores no profesionales,
como familiares o allegados o recurrir a servicios profesionales. Las residencias o centros de día para adul-
tos mayores son centros gerontológicos especializados que justamente resuelven estas necesidades.
Sin embargo, el tema que nos interesa es el Centro Intergeneracional, definido como un lugar en donde
adultos mayores, niños y jóvenes participan conjuntamente en programas continuos donde interactuarán
de manera formal e informal durante la realización de actividades intergeneracionales cuidadosamente
planeadas por profesionales, realizadas de forma periódica1.

1
Mañós i Balanzó, Francisco, y otros. Los centros intergeneracionales en la atención a la dependencia. Fundamentos, funciona-
miento y resultados. España: IMSERSO, 2006 (DE, 15 de mayo de 2017: http://bit.ly/2qszbe6).

17
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Generations United ha resumido una serie de beneficios adicionales que los Centros Intergeneraciona-
les (CI en adelante) ofrecen sobre las residencias o centros de día convencionales, de los que resaltaremos
algunos. En primer lugar, en cuanto a los niños/jóvenes, mejoran sus índices de desarrollo personal y
social, son más conscientes respecto de los adultos mayores y discapacitados, mejoran sus habilidades de
lectura y suelen tener menos problemas de conducta. Para los adultos mayores, este tipo de programas
los hace sentir en un ambiente más familiar (en contraste con uno institucional), renueva el interés que
tienen por las demás personas y presentan mejoras en pruebas cognitivas; en cuanto a aquellos que pade-
cen demencia u otras discapacidades cognitivas, en estudios experimentaban mayor afecto positivo en las
interacciones con los niños que el que expresaban en actividades no intergeneracionales, y en un programa
musical, demostraron un aumento en actitudes positivas cuando los niños estaban presentes.
Cabe destacar que un 97% de los participantes adultos de un centro compartido indicaron que se
habían beneficiado del programa intergeneracional, y reportaron sentirse más felices, interesados, queri-
dos, más jóvenes y necesitados. Incluso se reporta que hay beneficios asociados a los costos de operación:
las estancias para niños ubicadas en las mismas instalaciones de la residencia generaban valor adicional
sobre espacios antes subutilizados o inutilizados del todo; el uso de instalaciones compartidas resultan
en un decremento de gastos totales por conceptos tales como equipo y costos administrativos y, conse-
cuentemente, esos mismos fondos podían utilizarse para la financiación del programa mismo y mejora en
la calidad del servicio2.
Hay evidencia de que los CI representan un gran beneficio a la sociedad, y desde luego para los adultos
mayores. Sin embargo, ¿por qué insertarlo en la realidad mexicana, o más específicamente, en la Ciudad
de México? En la Ciudad de México, hay 1,003,648 de personas mayores3, de acuerdo con el censo pobla-
cional de 2010 (a partir de los 60 años se considera como persona adulta mayor, tomando como referencia
lo que la Ley de los derechos de las personas adultas mayores4 establece), de los cuales 5,306 viven en
alojamientos de asistencia social de la Ciudad de México, y 4,079 viven en casas-hogar para adultos mayo-
res5, lo cual representa el 0.4% del total de adultos mayores en la Ciudad (los datos del censo poblacional
2010 se contrastan con los del Censo de Alojamientos de Asistencia Social 2015, por lo que este porcenta-
je podría variar). Las estadísticas indican que un porcentaje relativamente bajo recurre a estos centros, por
lo que sencillamente podría desestimarse la necesidad por la baja demanda existente. Pero, ¿si nuestro
problema real es que las opciones actuales no satisfacen nuestra realidad? Independientemente de la con-
clusión a la que lleguemos, sabemos que la población mexicana envejece y, por consiguiente, habrá que
enfrentar de maneras más eficientes las necesidades de estos grupos etarios. Los CI representan justamente
la oportunidad de hacerlo con una mejora en la calidad de vida para los adultos mayores, además de servir
también a la población infantil y joven. Una propuesta multigeneracional evita que nos pongamos en la
difícil situación de decidir por uno u otro grupo etario, pues al atender a ambos, no se restarán recursos
a otro grupo vulnerable y se maximizará el bienestar de todos a un coste de oportunidad menor.
Sin embargo, poner en marcha un CI no sólo representa toda una dificultad por sí misma, sino que
también tenemos que aunar el hecho de que en México no se haya extendido su uso. Su aplicación, enton-
ces, será un reto, y la única vía que tenemos para poderlo hacer de manera exitosa será a través de un enfoque
operacional. Es decir, asegurándonos del funcionamiento correcto de la manera en que se brindan los ser-
vicios, además de cuidar el ambiente en el que se desarrolla, la experiencia de los usuarios, así como de
sus familiares o allegados, será netamente positiva, aspirando obtener un buen recibimiento de la sociedad
y esparcimiento de los esfuerzos intergeneracionales en todo México, con la consecuente mejora social.

2
Generations United. Intergenerational shared sites: Making the case. Washington, D.C.: Generations United, 2006. 19p. pp.
9-11. (DE, 17 de mayo de 2017: http://bit.ly/2seuAsl).
3
INEGI. Censo de población y vivienda 2010. México: INEGI, 2010. (25 de mayo de 2017: http://bit.ly/2naFKyo).
4
Ley de los derechos de las personas adultas mayores. México: Diario Oficial de la Federación, 22 de noviembre de 2016.
(25 de mayo de 2017: http://bit.ly/2ryjr9c).
5
Inegi. Censo de alojamientos de asistencia social. México: Inegi, 2015. (25 de mayo de 2017: http://bit.ly/2ggTVz2).

18
Implementación de centros intergeneracionales en la Ciudad de México: un enfoque de operaciones

La planeación del área de operaciones del CI deberá hacerse minuciosamente y con la coopera-
ción conjunta de diversos profesionales, para así poder diseñar programas intergeneracionales que tengan
un gran porcentaje de éxito y evitar contratiempos o eventualidades negativas. Al respecto, podemos decir
que la planeación deberá girar sobre cinco ejes fundamentales: a) El cuidado del adulto mayor, que con-
templará la creación de expedientes de cada residente, su alimentación correcta, el cuidado y monitoreo
médico, suministro de medicamentos en caso necesario, evaluación psicológica, así como de cuidado de la
presentación personal del mismo; b) el cuidado del niño/joven, que consistirá en cuidar de su bienestar
general, su alimentación correcta y atención de sus necesidades; c) el personal, que deberá estar plenamente
capacitado para el desempeño de sus funciones, así como proporcionarle cursos de actualización, tener
observancia de su motivación y procurarla mediante estímulos, remuneración adecuada, o reconocimien-
tos, así como desarrollar en el personal su sentido de pertenencia a la institución mediante el trabajo
en equipo; d) los programas intergeneracionales, que deberán formularse de manera exhaustiva, y deberán
instaurarse sistemas de control para conocer su impacto en el bienestar de los participantes, así como para
tener conocimiento del grado de aceptación entre los mismos; e) el mantenimiento de las instalaciones,
asegurando siempre su limpieza, adaptación de los espacios para las actividades que se desarrollen, y velar
por la mejora en la eficiencia en la utilización de los recursos sin comprometer en absoluto la calidad de
entrega del servicio. Claramente no se ha englobado todo lo que debe tenerse en cuenta, pero todo lo anterior
es el punto de partida para la planeación cabal de su funcionamiento y por ello no debe descuidársele.
La calidad en el CI ocupará un papel fundamental: el cuidado de la salud de los usuarios, de su alimen-
tación y de su bienestar general debe ser contemplada y tenida por prioridad. De no ser así, se podría incurrir
incluso en un tipo de negligencia institucional pasiva, como describe Horroks, dadas las condiciones poco
adecuadas para los usuarios, con características observables en el ambiente, mobiliario, en la falta de espe-
cialistas, en la dieta, etcétera6. Pueden aplicarse, para este efecto, el enfoque poka yoke (que en la adminis-
tración de medicamentos a residentes puede evitar errores humanos), mediciones de satisfacción cuidando
los atributos tangibles (instalaciones, uniformes, etc.), la fiabilidad (entrega confiable y precisa del servicio),
receptividad (disposición del personal para ayudar a los usuarios), confianza (qué tanta confianza y seguri-
dad inspira el personal) y empatía. De igual manera, controles estadísticos de calidad fomentarán la mejora
continua de las operaciones del CI. Aunado a ello, son componentes esenciales de la calidad los “encuentros
de servicio”, definidos como interacciones entre el cliente y el proveedor del mismo; así como de los “mo-
mentos de verdad”, en los que el cliente entra en contacto con cualquier aspecto del sistema del proveedor,
con la cual se formará una impresión al respecto7. Hay que subrayar el carácter fundamental de la calidad,
puesto que de esto depende el éxito o fracaso del proyecto, pues dada la naturaleza del servicio, en
todo momento y en cualquier lugar se está evaluando el servicio por los usuarios y responsables de ellos.
Como ya se ha mencionado, en México no se han extendido los CI, y es imprescindible que las primeras
impresiones que se formen de éstos sea la mejor posible, prestando un servicio de excelencia.
Dice Arnoldo Kraus, al hablar sobre la relevancia del trato humano y calidez con los enfermos, que
“[las personas] no quieren aparatos, quieren seres humanos a su lado”. El objetivo de la medicina, dice, es
curar, pero de no ser esto posible, lo que debe hacerse es aliviar, siempre acompañar y consolar al enfermo8.
La vejez no es una enfermedad, no puede “curarse”, y sin embargo, lo que los adultos mayores esperan de
la gente que los rodea es acompañamiento. Un CI, más que buscar una mejora cualquiera de calidades de
vida, lo que busca es brindar al adulto mayor la oportunidad de trascender, compartiendo sus experien-
cias, a través de los niños y jóvenes; se busca crear toda una comunidad unida, tener “una segunda familia”
dentro de la institución gerontológica.

6
Muñoz Tortosa, Juan. Personas mayores y malos tratos. Madrid: Ediciones Pirámide, 2004. 187 p. p. 85.
7
Collier, David A. y Evans, James R. AO: Administración de operaciones. 5 ed. México, D.F.: Cengage Learning, 2016. 424
p. pp. 7-8, 52.
8
Kraus, Arnoldo. “Acompañar”. En Nexos: Bioéticas. El blog de Arnoldo Kraus, México, 26 de septiembre de 2016. (22 de
mayo de 2017: http://bit.ly/2ryh06M).

19
4
Calidad de vida del adulto mayor en México,
retos y compromisos

Daisy Guadalupe Rosas Peña


4
Calidad de vida del adulto mayor en México,
retos y compromisos
Daisy Guadalupe Rosas Peña

L a transición demográfica por la que ha estado atravesando la población en el nivel mundial desde
hace ya varias décadas nos obliga a voltear a ver a los adultos mayores, pues la esperanza de vida actual
no es más importante que la calidad con la que las personas viven en nuestros días.
La transición epidemiológica derivada, entre otras cosas, de los avances médicos y tecnológicos, ha
dejado a su paso una serie de enfermedades crónico-degenerativas que mantienen a las personas enfermas
por mucho tiempo, con procesos muy prolongados, dolorosos, costosos y que generalmente derivan en
estados de discapacidad irreversibles.
Estas enfermedades incluyen procesos psico-emocionales que en muchos casos resultan más incapa-
citantes que los físicos y al combinarse con procesos sociales entorpecidos por diversas circunstancias,
encontramos seres humanos aislados dentro de una sociedad cada vez más diversa, en donde se vuelve
complicado el proceso de identificación con los otros y por tanto se vuelve todo un reto desarrollar vínculos
sanos.
En este sentido, se torna necesario hablar de salud mental, directamente relacionada con factores tales
como pobreza, desempleo, bajo nivel educativo, violencia y cambios en los roles familiares, así como con
diversos tipos de población como la indígena, personas en situación de calle y, por supuesto, personas de
edad avanzada.
Las pérdidas que paulatinamente tiene el adulto mayor, de su empleo, sus seres queridos, el grupo de
amigos, de la pareja, de sus bienes, sus capacidades y su salud, generan en ellos un estado de ánimo depre-
sivo y de aislamiento; la familia, a su vez, se ve violentada y desorganizada debido a estas circunstancias, y
la mayoría de las veces se siente incapaz de afrontarla, propiciando manifestaciones de maltrato físico y
emocional y en muchas ocasiones, de abandono, rechazo e indiferencia.
Todos estos factores favorecen la demanda cada vez más creciente de servicios sociales y de salud que
se han enfocado prioritariamente a aspectos curativos; sin embargo, es vital intervenir en el aspecto preventi-
vo y de acompañamiento que puede propiciar un desarrollo social más sano mediante el favorecimiento de

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

redes de apoyo sanas y lo suficientemente fortalecidas a partir de la convivencia intergeneracional que bien
dirigida propiciaría sin duda, nuevas formas de convivencia y solidaridad y de esta manera contribuiría a
la formación de una sociedad más saludable.
No obstante, el sistema de salud en nuestro país y la situación política han generado una sociedad pa-
ternalista, dedicada a la ayuda a los desvalidos, no se dan oportunidades de trabajo a los pobres sino que
se les regalan despensas y apoyos económicos; se premia a los niños con mejores calificaciones sin que esto
signifique que hayan aprendido lo necesario; a los viejos y a los enfermos, se les cuida en lugar de ofrecer
los elementos necesarios para desarrollar las habilidades básicas para disminuir su dependencia y abordar
de lleno los aspectos preventivos; en fin, se abordan los problemas paliando sólo los síntomas sin tener en
cuenta aquello que los genera.
En el caso de las Personas Adultas Mayores, se aborda la situación desde la perspectiva, bien de la
caridad en el caso de la población en situación de pobreza, o bien del negocio para aquellos que tienen
la capacidad de pagar por determinados servicios. En ambos casos, se realiza desde la óptica del cuidado
casi exclusivamente, o bien, se otorgan actividades cuya única intención pareciera ser la de cubrir los tiem-
pos de ocio, en lugar de trabajar en la prevención y en el desarrollo de las habilidades necesarias para la
integración social óptima en la que la convivencia intergeneracional represente la base para el envejeci-
miento activo.
La salud, junto con la educación, es el componente central de la población de cualquier país. Mejorar
la salud y asegurar la educación significa fortalecer al individuo y a la sociedad para procurar y acrecentar
sus medios de vida. Sin embargo, cuando se habla de salud, se generaliza el concepto biopsicosocial, aun-
que los esfuerzos en este ámbito se concentren prioritariamente en el aspecto físico y biológico, y se deja
en último lugar el aspecto mental, que junto con el primero derivan de forma natural en el aspecto social
y, por tanto, en una calidad de vida adecuada que es lo que se busca en cualquier etapa de la vida, pero que
en edades avanzadas se torna de un impacto vital, pues el objetivo es mantener la independencia y autono-
mía de dicha población para lograr un mayor desarrollo social y económico al generar y mantener una
cultura del envejecimiento y para el envejecimiento.
De esta manera, podemos determinar que la garantía de una buena calidad de vida, independencia y
autonomía deberán ser los objetivos primordiales en el desarrollo de proyectos futuros, que en lugar de
significar un negocio más, que sólo beneficie a unos cuantos, refleje la intención de generar elementos que
influyan en nuevas formas de vida donde se pondere la recuperación de valores ya perdidos y la generación
de nuevos conceptos que deriven en la garantía de que las personas envejezcan con dignidad, con respeto
de los demás y con la real integración de estas personas a la sociedad al restablecer su rol activo y ejemplar
para las nuevas generaciones.
Aunado a lo anterior, trabajar para una población más sana y lograr un equilibrio en la calidad de vida
de sus habitantes, rompiendo barreras sociales, culturales y económicas, permitirá una economía más sana
al redireccionar las enormes cantidades de dinero destinadas al sistema curativo de salud, y así dejar de gastar
tanto en medicinas, cirugías, hospitalizaciones, terapias físicas y espacios dedicados al cuidado de adultos
mayores en estado de abandono para así invertirlos en nuevos y mejores proyectos que impacten de manera
positiva a la sociedad completa, lo que se reflejará en las personas de mayor vulnerabilidad, entre ellos,
la población de mayor edad.
Por lo tanto, y como parte de esta sociedad, es necesario comprometernos a atender a este grupo po-
blacional cuyas necesidades rebasarán por mucho la capacidad de atención si no realizamos los ajustes
pertinentes desde ahora, mediante la creación de diversas organizaciones que fundamentadas en políticas
nacionales, estatales y regionales, tales como la social y la de salud principalmente, representen un apoyo
a la sociedad en su conjunto de manera activa y permanente, pero que a su vez obliguen al Estado a respon-
sabilizarse del daño derivado de su gestión paternalista poco útil a una sociedad en permanente cambio.

22
Calidad de vida del Adulto Mayor en México, retos y compromisos

Referencias
Campaña de la OMS por un envejecimiento activo (2001). Recuperado de http://www.who.int/ageing/
publications/alc_elmanual.pdf
Ciudades Globales amigables con los mayores: Una guía. OMS (2007).
Teresa Martínez Rodríguez. La atención gerontológica centrada en la persona. Guía para la intervención
profesional en los centros y servicios de atención a personas mayores en situación de fragilidad o
dependencia. Servicio central de publicaciones del gobierno vasco. Victoria- Gasteiz, 2011.
Fernando Lolas Stepke. Las dimensiones bioéticas de la vejez. Acta bioética 2001.
Héctor D. Bayarre Vea, Julia Pérez Pilñero, Jesús Méndez Jiménez, las transiciones demográfica y epidemio-
lógica y la calidad de vida objetiva en la tercera edad. Geroinfo, Publicación de Gerontología y
Geriatría.
Jorge Alan Ruiz Guerrero. La transición demográfica y el envejecimiento poblacional : futuros retos para la políti-
ca de salud en México. Encrucijada, revista electrónica del Centro de Estudios en Administración
Pública, 2011
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, última reforma publicada DOF, 19 de julio de
2013
Ley General de Salud, última publicación DOF, 24 de abril 2013
Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018

23
5
Importancia de la inclusión del adulto mayor
LGBTTTI en la sociedad mexicana a través de la
generación-modificación e implantación
de políticas, programas y servicios sociales

Alma Michel De la Torre


5
Importancia de la inclusión del adulto mayor LGBTTTI
en la sociedad mexicana a través de la generación-
modificación e implantación de políticas,
programas y servicios sociales
Alma Michel De la Torre

Introducción

E s del conocimiento público que el hombre es un ser social, que requiere de la interacción constante
con otros individuos que compartan pensamientos y preferencias afines, pues fue así como se dio
origen a diversas comunidades y grupos sociales a través de la historia de la humanidad, donde se vigile
la satisfacción de las necesidades individuales y grupales, así como el reconocimiento de sus derechos.
Expresado lo anterior es comprensible entender la creación del movimiento LGBTTTI en la década de 1970,
debido a las necesidades insatisfechas de una población discriminada y rechazada por no encajar en los
estándares establecidos por la sociedad.
“La abreviatura LGBTTTI significa lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual;
las primeras 3 (LGB) son orientaciones/preferencias sexuales; las siguientes (TT) corresponden a identida-
des de género; la siguiente T corresponde a una expresión de género y la intersexualidad a una condición
biológica” (COPRED)1.
Hace poco, por medio de Facebook, tuve el acercamiento a un proyecto maravilloso: la creación del
primer albergue para adultos mayores pertenecientes a la comunidad LGBTTTI en México; un proyecto
de nombre “Let them shine again (Hazlos brillar de nuevo)2” que inmediatamente acaparó mi atención,
pues si bien estoy al tanto de algunas iniciativas y movimientos de esta comunidad, debo reconocer que

1
http://data.copred.cdmx.gob.mx/por-la-no-discriminacion/poblacion-lgbttti/
2
https://www.facebook.com/letthemshineagain/

25
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

es doloroso ser plenamente consciente de las batallas diarias que deben enfrentar para el reconocimiento
de sus derechos, que deberían ser inherentes en todas las etapas biológicas del ser humano, sin importar
sus preferencias u opiniones. Por ser la tercera edad una de las etapas más vulnerables para el ser humano,
decidí plasmar en este ensayo algunas de las situaciones a las que se enfrentan los adultos mayores de la
comunidad LGBTTTI, con el objetivo de tratar de determinar acciones estratégicas para su mejor integración,
reconocimiento y atención.

Desarrollo
El índice poblacional de los adultos mayores LGBTTTI es difícil de determinar, pues no existen encuestas
orientadas abiertamente a distinguir esta información, la orientación sexual y la identidad de género son
temas tabús para la sociedad mexicana aún hoy, por lo que las cifras sólo son meramente ilustrativas, pues
no se conoce con exactitud la magnitud demográfica de la comunidad LGBTTTI. Sin embargo, por fuentes no
oficiales es posible estimar que en México este grupo poblacional oscila entre los 9 millones de integrantes,
de los que alrededor de un millón de personas superan los 60 años de edad3.
Hace décadas, la plena aceptación de una preferencia sexual diferente a la heterosexual o una identi-
dad de género distinta a la de nacimiento era algo impensable. Si el individuo iba contra la corriente, el
rechazo del núcleo familiar era la consecuencia más común (padres, hermanos, hijos, etcétera, lo daban
por muerto), las relaciones afectivas entre dos personas del mismo sexo era motivo de exclusión y repudio,
por lo que formar vínculos afectivos a largo plazo era sumamente difícil. Es por esto que los adultos ma-
yores LGBTTTI en esa época no tuvieron la oportunidad de formar una familia (llámese pareja e hijos en el
caso de las identidades trans, es decir, mujeres y hombres transgénero); la falta de oportunidades laborales
y académicas que se truncaban al identificarse una discordancia entre la imagen y los documentos de iden-
tidad. Dadas las premisas anteriores, es comprensible que este sector poblacional se encuentre totalmente
desprotegido, olvidado y sea considerado como un sector vulnerable.
Una vista generalizada a la problemática social-laboral-económica del adulto mayor LGBTTTI en México:

• Sufre discriminación por su condición social, su preferencia sexual, expresión e identidad de género.
• Carece de servicios médicos y prestaciones sociales (seguridad social y pensión, etc.) por no tener
documentación en regla, por discriminación o bien por haber ejercido en el sector laboral informal.
• No cuenta con el apoyo familiar por lo que carece de afecto, además sus necesidades básicas en mu-
chas ocasiones no son cubiertas, también es necesario mencionar a las personas que requieran apoyos
especiales para su movilidad y traslado, es decir, requieren de mayor atención para sobrevivir.
• Se encuentra en una situación económica vulnerable debido a la discriminación y por la dificultad
(falta de recursos y de información) para poner en regla su documentación personal, resultando en
la baja probabilidad de integrarse al mercado laboral formal.
• Al no contar con documentación de identidad personal, el acceso a la educación les es mermado,
limitando las opciones de conseguir un empleo formal con prestaciones básicas.
• Requieren atención médica adecuada a las necesidades específicas de este grupo poblacional como
por ejemplo, tratamiento hormonal, atención integral del VIH/SIDA, entre otros4.
• Es persona vulnerable al pertenecer a una minoría no reconocida, lo que puede conllevar a la vio-
lación de sus derechos y la falta de voceros dificultan el reconocimiento de este sector así como sus
necesidades.

3
http://homozapping.com.mx/2014/01/de-que-tamano-es-la-poblacion-lgbtt-en-mexico/?utm_source=feedburner&utm_
medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+homozapping+(Homozapping)
4
http://www.aldf.gob.mx/archivo-2af4aa984657fe215d5fa76e7ae9cb97.pdf

26
Importancia de la inclusión del adulto mayor LGBTTTI en la sociedad mexicana a través de la generación-modificación

Si bien existen leyes que protegen a los adultos mayores, y algunas otras a la comunidad LGBTTTI, no
existe una ley que proteja a ambos sectores vulnerables en conjunto, por lo que considero que la imple-
mentación de las siguientes estrategias permitirá ofrecer una mejor calidad de vida de los adultos mayores
LGBTTTI, además de erradicar actitudes discriminatorias hacia la población LGBTTTI en general:

• Fomento institucional de respeto, no discriminación y tolerancia5 hacia la comunidad LGBTTTI y sus


integrantes de la tercera edad, por parte de la sociedad en conjunto, comenzado por el estado y
sus instituciones, por medio de la capacitación y adiestramiento idóneos para brindar atención a
este sector de la población.
• Homologación de afiliación de seguridad social para parejas del mismo sexo en todo el país (sin
amparos), además de la actualización de Ley del IMSS6 y la Ley del ISSSTE7.
• Difusión de organizaciones, organismos, programas, acciones dirigidas a la comunidad LGBTTTI.
• Campañas de concientización y fomento de una cultura preventiva para una vejez digna, dinámica
y saludable, dicha campaña dirigida a la comunidad LGBTTTI y a los ya actuales adultos mayores
pertenecientes a esta población.
• Cambio de identidad de género legal sin excesiva burocracia8.
• Agilizar el derecho a la adopción de menores de edad para parejas del mismo sexo, se encuentra en
temas de agenda (en Coahuila ya es una realidad)
• Desde la infancia debe promoverse el respeto y tolerancia por la diversidad de género y preferen-
cias y expresión sexuales.

Conclusión
Además de las dificultades existentes y reconocidas por la comunidad LGBTTTI, actualmente se requiere
que se le brinde también atención a la problemática del sector de adultos mayores LGBTTTI, grupo que
la sociedad mantiene a la sombra, olvidados, rechazados y siendo víctimas de discriminación por partida
doble (por sus preferencias sexuales, identidad y expresión de género, además de considerárseles inútiles
e improductivos). Por ello se exhorta a la generación y/o modificación y aplicación de programas, políticas y
servicios dirigidos a este grupo vulnerable, para su adecuada inclusión en la sociedad mexicana, abriéndo-
se un abanico de posibilidades que conlleven a elevar la calidad de vida y satisfacción generalizada.
Sin hacer distinción de género u orientación sexual, los humanos anhelamos poder llegar a la tercera
edad, a la espera de que esta etapa biológica sea asumida de manera digna y tranquila contando con diversos
apoyos e iniciativas que nos permitan acceder a una vejez de calidad.

5
http://www.sct.gob.mx/JURE/doc/cpeum.pdf
6
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/92_121115.pdf
7
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LISSSTE_240316.pdf
8
http://www.aldf.gob.mx/archivo-54e5638ed4fefdb4aaba3c8920aff8be.pdf

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6
Un asunto importante sobre el merecimiento
de una buena vejez: Aspectos económicos y su
repercusión en los temas bioéticos

María Guadalupe Contreras García


6
Un asunto importante sobre el merecimiento
de una buena vejez: Aspectos económicos
y su repercusión en los temas bioéticos
María Guadalupe Contreras García

E n pleno siglo XXI, nos encontramos con una creciente población de personas mayores entre quienes
las desigualdades se hacen evidentes al considerar la vejez como una etapa sin desarrollo. Sin embargo,
permanece la relación con las estructuras sociales y económicas, y sólo mediante un enfoque inclusivo de
derechos humanos, de fortalecimiento de las relaciones intergeneracionales y de la participación conjunta y
activa de la sociedad, se podrá contrarrestar las representaciones negativas que prevalecen en las personas
que envejecen. Pero, ¿cómo hacer frente a las exigencias de esta etapa si detrás hay un sistema económico
que no permite, en la mayoría de los casos, un acceso a una buena calidad de vida para los ancianos?
Es de suma importancia probar que, para hablar de bioética, es necesario hacerlo de un buen respaldo
económico para que estas exigencias y derechos para este sector de la población se puedan llevar a cabo. Así,
la bioética, es considerada como la aplicación de la ética a la vida humana, tomando en cuenta la comple-
jidad del ser, la toma de decisiones, las limitaciones de su conocimiento y el transcurso de su vida1.

El panorama ideal
Todos formamos parte de este diagrama social y somos pieza clave para seguir adelante. La esperanza de
todo ser humano es llegar a una edad adulta con recursos suficientes para vivir y asistir nuestras necesi-
dades biológicas, psicológicas, socioeconómicas y recreativo-culturales que mejoren el estado de salud y
bienestar.

1
Pfeiffer, M. (2015). El enfoque de los derecho humanos para la bioétcia. En F. L. Bioética., Bioética y Salud Pública en y para
América Latina. (págs. 34-39). Santiago de Chile: FELAIBE.

29
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Tal como dice Basto Rosales en su artículo Bioética y vejez: “… hacer propuestas para que existan leyes
y políticas públicas adecuadas que respeten las decisiones de las personas de este grupo de edad, que ten-
gan seguridad social y médica garantizada, así como pensiones que le permitan vivir con dignidad”2. Para
que esto suceda, hoy en día hay que examinar la base de este proyecto. Es decir, en lo que está sustentado
todo esto que es nuestro sistema económico actual.
Uno de los objetivos del sistema económico actual es satisfacer las necesidades fisiológicas y psicológi-
cas de la población con eficacia, equidad, estabilidad y crecimiento. Esto significa que los recursos que se
tienen destinados a esa parte de la población se utilicen de manera adecuada, evitando recurrir a incremen-
tos de precios que la población, de acuerdo a sus ingresos, no pueda pagar. Esto para lograr el resultado
esperado, por lo que cada persona trabaja para que al final de su trayectoria laboral pueda sustentar sus
gastos.
Hay una parte de este proceso en el que cada vez es más evidente la escasez, tanto de servicios como
de recursos que tiene cada persona para atenderse. Al estar demandando cada vez más estos recursos,
debido a la creciente población de personas mayores y la mayor carga de la enfermedad, cada vez más se
verá afectado. Pero no sólo se ve afectada la población que no cuenta con una seguridad social y/o médica
sino también quienes aun contando con ella los recursos de su institución son por la mala administración
y la gran demanda de la población asegurada.

Limitantes al objetivo
Hoy en día, las inequidades en salud y la sobreproducción de profesionales en el país que no están ubica-
das en actividades formales en el ámbito laboral conlleva a la falta de oportunidades para visualizar la vejez
como una etapa en la que se piense el desarrollo de la persona mayor con condiciones de vida favorables.
Por lo anterior, se generan sueldos bajos, pues a mayor demanda baja el precio y esto trae como con-
secuencia una pensión insuficiente. Entonces, ¿cómo es que una persona puede aspirar a vivir una vejez
digna si no tendrá el sustento económico suficiente? Habrá una difícil sustentabilidad de las pensiones en
un futuro. Ya Javier de la Torre lo retoma a partir de estudios realizados en países de Europa acerca de las
pensiones y el panorama latinoamericano3.
Por otro lado, la edad y el desgaste acumulado en el ámbito biopsicosocial, junto con los determinan-
tes de la salud desfavorables, generan una mayor predisposición para generar las condiciones en que se
presentan las enfermedades. Esto, sin mencionar los desórdenes políticos implícitos en esta situación
que tienen que ver con la disposición de políticas públicas que aseguren el derecho a la salud, calidad
de vida y bienestar en las personas mayores. Ésta es una de las exigencias en el nivel bioético que debe de
considerarse.

Posibilidades de una bioética aplicada


“… la gran mayoría de las personas con vejez, carecerán de medios para
atender sus necesidades de salud, rehabilitación, social, manutención en general y
de apoyo para sus discapacidades e incapacidades”4.

2
O. Basto-Rosales. “Bioética y vejez”. Revista Bio Ciencias, 2013, 1, Pp. 16-19. Consulta:20/05/2017. Disponible en http://
biociencias.uan.edu.mx
3
De la Torre, Javier. Bioética y ancianidad en una sociedad en cambio. Madrid, Universidad Comillas, 2015.
4
Vengas García, Francisco (28 de Febrero de 2015). Objetivos del sistema económico. Prezi. https://prezi.com/m/fdyvqd2icviu/
objetivos-del-sistema-economico/

30
Un asunto importante sobre el merecimiento de una buena vejez: aspectos económicos y su repercusión en los temas bioéticos

Este fragmento hace énfasis en lo ya expuesto anteriormente y nos hace reflexionar sobre la aplicación
de una bioética sana. Es decir, probablemente las aplicaciones tecnológicas en la salud estén bien orien-
tadas, pero ¿a quiénes servirán si los recursos son escasos? Se trata de crear una esfera perfecta donde
embone todo, de lo contrario sólo tendrán acceso a una buena calidad de vida los que tengan los recursos
adecuados para poder pagar servicios tecnológicos y de cuidado en esa etapa de la vida que es la vejez.
Para continuar con un proyecto de vida esperanzador, debemos no sólo informar de enfermeda-
des, prevención de las mismas, cursos de cuidados físicos y mentales, sino también incluir información
financiera que la gente pueda aplicar y que esté consciente que tiene formas de sobrellevar su vejez sin
depender cien por ciento de una pensión o de algún apoyo económico de parte de su familia. Además,
el desconocimiento de los derechos de las personas mayores, la ignorancia de los medios y los recursos
para hacerlos válidos genera un estigma de vulnerabilidad.
El derecho a la vida, a los derechos económicos, sociales y culturales son los más afectados en la etapa
de la vejez, sobre todo en el derecho a la igualdad de oportunidades y al derecho al desarrollo5.
Con información, la gente puede prevenir o mejorar un padecimiento que afecta a su salud; también
con información se puede prevenir o mejorar las circunstancias económicas para lograr una mejor calidad
de vida. Así, la bioética debe hacerse notar en la exigencia de la atención cuando se presenta la enfer-
medad, donde se deben establecer sistemas de atención a la salud gratuitos como única garantía de que
exista igualdad a la hora de reclamar cuidado a la salud de parte del sistema.

Fortaleciendo el futuro
Finalmente, mediante el análisis complejo del fenómeno de envejecimiento poblacional y el contar con
información de cómo funciona nuestro sistema económico y las condiciones de salud de nuestro país, po-
demos dar iniciativas multidisciplinarias y planificar los cambios necesarios que, como personas, familias
y sociedades podemos gestionar y adoptar para hacer frente a los retos que el envejecer implica, desde el
ámbitos psicobiológico, socioeconómico y cultural.

Referencias
Pfeiffer, M. (2015). El enfoque de los derecho humanos para la bioétcia. En F. L. Bioética., Bioética y
Salud Pública en y para América Latina. (págs. 34-39). Santiago de Chile: FELAIBE.
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Disponible en http://biociencias.uan.edu.mx
De la Torre, Javier. Bioética y ancianidad en una sociedad en cambio. Madrid, Universidad Comillas, 2015.
Vengas García, Francisco (28 de Febrero de 2015). Objetivos del sistema económico. Prezi. https://
prezi.com/m/fdyvqd2icviu/objetivos-del-sistema-economico/
Pérez de Nucci, A. (2015). La bioética social frente a la pobreza y a los grupos vulnerables. En F. L.
Bioética. Bioética y Salud Pública en y para América Latina. (pp. 40-53). Santiago de Chile: FELAIBE.

5
Pérez de Nucci, A. (2015). La bioética social frente a la pobreza y a los grupos vulnerables. En F. L. Bioética. Bioética y Salud
Pública en y para América Latina. (págs.40-53). Santiago de Chile: FELAIBE.

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7
El relativismo moral y la eutanasia.
¿Un peligro para los adultos mayores
en México?

Salvador Eduardo Méndez Ramírez


7
El relativismo moral y la eutanasia.
¿Un peligro para los adultos mayores en México?
Salvador Eduardo Méndez Ramírez

E l día 5 de febrero de 2017 fue publicada la Constitución Política de la Ciudad de México, cuya
entrada en vigor en su mayor parte está prevista para el 17 de septiembre de 2018 a más tardar.
Dicha constitución habla en su Artículo 6° sobre “el derecho a una muerte digna”, como parte de una
vida digna.
A continuación, intentaré aportar elementos que inviten a la reflexión acerca de este derecho y la forma
en que el relativismo moral existente podría afectar de manera directa a los adultos mayores en nuestro
país, en el caso de que se llegue a reglamentar este artículo considerando para tal efecto la eutanasia y el
suicidio asistido.
Nuestro país vive un proceso de envejecimiento irreversible que de acuerdo con datos estadísticos
indica que a partir del año 2020 la población de 60 y más años irá en aumento de manera importante, por
lo que pasará de 10.4% existente en 2015 a 14.9% en 2030 y a 24.7% en 2050, es decir, una de cada cuatro
personas estará en la etapa de la vejez.
Por otra parte, los suicidios en México han mostrado un incremento entre los años 2000 y 2014,
aumentando de 3.5 a 5.2 personas por cada 100 mil habitantes, llegando a 6,337 el número de suicidios
reportados en el año 2014, y aunque esta situación se presenta mayormente entre la población joven, el
número de casos de suicidio en adultos es de 10%, aproximadamente.
Los hombres solteros, divorciados o viudos muestran tasas más altas de suicidio y una mayor predis-
posición que las mujeres hacia este comportamiento. Tal vez esta diferencia entre ambos sexos pueda estar
relacionada con los roles sociales que mayormente ejecutan unos y otros, pues los hombres son afectados
de manera más profunda tras la jubilación.
La eutanasia fue despenalizada en el año de 1984 en Holanda, bajo el cumplimiento de ciertas con-
diciones, entre las que se encontraba que el paciente experimentara sufrimientos intolerables sin perspec-
tiva de mejora, sin embargo al paso del tiempo la eutanasia ha “evolucionado” en ese país, permitiéndola
inclusive por motivos de sufrimiento psicológico, por pérdida de la autonomía, escasa calidad de vida,
sentimiento de ser una carga económica, etcétera.

33
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Lo anterior muestra como algo que inicialmente se aceptó como una solución para una condición es-
pecífica de dolor y sufrimiento insoportable, ha llegado a ser algo a lo que se puede acceder por causas muy
diferentes y variadas en un periodo de tiempo relativamente corto.
Generalmente, las personas desarrollan una conciencia que indica lo que está bien y lo que está mal
y actúan en consecuencia. Las personas típicamente no roban, matan o lastiman a otros, no por temor
al castigo de las leyes penales, sino porque están convencidos de que eso está mal y actúan por un instinto
de buena persona, sin saber muchas veces siquiera la pena que imponen los ordenamientos jurídicos.
Los juicios morales son los que califican a los diferentes actos como buenos o malos con base en las
normas morales, por lo que pueden ser diferentes para cada persona en diversos periodos de su vida. Esta
diferencia es uno de los argumentos del relativismo ético al sostener la idea de que por diversidad de
juicios, los valores morales son relativos y que pueden, entonces, ser comparados con una ilusión o una
superstición.
Este relativismo ha provocado que disminuya rápidamente la consciencia de la importancia de la vi-
vencia de valores y cada vez más personas se conducen por la vida justificando sus actos de acuerdo con el
contexto en que se desarrollen, generalmente en busca de un beneficio personal o para evadir la responsa-
bilidad acerca de dichos actos, pero, además, esta forma de actuar ha ido modificado la manera en que
reaccionamos ante diferentes situaciones.
Seguramente se sabe de casos de adultos mayores que trabajan sin percibir un salario en tiendas de
autoservicio, o contratados para realizar trabajos de limpieza en el sistema de transporte colectivo, o
empleados como vigilantes de edificios o unidades habitacionales, o bien que se ocupan en los estaciona-
mientos para ayudar al movimiento de los autos por medio de un silbato, o peor aún: adultos mayores que
al separarse de la vida laboral han llegado a tales niveles de pobreza que los llevan a recorrer las calles en
busca de basura o materiales reciclables para vender, y así obtener un poco de dinero.
Situaciones como las mencionadas y muchas otras más, se han vuelto cotidianas en nuestro vivir. El rela-
tivismo moral existente en nuestra cultura nubla en nosotros la idea de tomar acciones para defender los de-
rechos de los adultos mayores o siquiera de buscar que se les trate con mayor respeto. Parece que la vejez es
la etapa para ser abusado, maltratado, explotado, ignorado e incluso olvidado por la sociedad. Cuantos
de nosotros le damos una “buena propina” al señor o señora que nos ayuda en el “súper” por el sólo por el
hecho de ser adulto mayor, como en recompensa por seguir activo a pesar de su edad, sin reflexionar en que
es víctima de explotación al trabajar sin recibir un salario como lo marca la ley; quizá también creemos
que trabajar en labores de limpieza es para aquellas personas que por su edad ya no pueden hacer otra cosa.
En el nivel mundial, el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito y, al mismo tiempo,
constituir un gran reto para mejorar la participación social y la seguridad de las personas mayores. Sin
embargo, la meta de propiciar un envejecimiento activo y saludable en nuestro país no llegará muy rápido.
Si bien en estos momentos se está trabaja con algunos intentos para “cambiar” la mentalidad de las perso-
nas y provocar en la sociedad una mejora de hábitos que logren los objetivos de una mejor calidad de vida
en la vejez, existen factores que provocarán sin lugar a dudas situaciones muy difíciles para los adultos
mayores en el nivel personal, familiar y social.
Los malos hábitos de salud, la falta de empleos formales, los bajos salarios, la alta concentración demo-
gráfica existente en las ciudades, el crecimiento de la violencia, el consumo rutinario de drogas, alcohol y
tabaco, el aumento de enfermedades crónico degenerativas y su costoso y largo tratamiento, la ruptura de
las estructuras familiares, la ignorancia y el bajo nivel educativo, pero sobre todo la pobreza y falta de un
ingreso seguro y suficiente en la vejez, entre otras cosas, pueden convertirse en detonantes para que las
personas adultas mayores busquen “salidas” a sus problemas económicos y de salud, si encuentran opcio-
nes legalmente permitidas que justifiquen su actuar.
Las razones para que una persona decida quitarse la vida pueden ser muchas; sin duda alguna, todas
ellas íntimamente personales. Sin embargo, esa decisión puede ser reforzada por la idea de “morir con
dignidad”, ante el miedo de perder el control de la vida conforme avanza una enfermedad y se acerca la
muerte y ante la posibilidad de morir sin poder controlar el dolor.

34
El relativismo moral y la eutanasia ¿Un peligro para los adultos mayores en México?

Esta retórica entre la vida y la muerte tiene grandes posibilidades de influir en la moral de nuestra
sociedad y su influencia puede ser aún mayor ante la apatía y la falta de interés de la población en asuntos
públicos que se da en momentos en que los niveles de pobreza y la población adulta mayor crecen en
nuestro país.
Legalizar los homicidios con el argumento de respetar el derecho de las personas a decidir sobre
sus propias vidas, y a partir de la piedad como justificación ante el sufrimiento del enfermo, también es una
muestra más de ese relativismo moral que se hace presente ante situaciones en que la ética humana se
ha dejado influir por un discurso que brinda la oportunidad de justificar el acto que provoca la muerte,
basado en el contexto y evadiendo cualquier tipo de responsabilidad política y social con el hecho.
Las creencias juegan un papel muy importante en la forma de ver la muerte, habrá quienes la vean
como un paso a una vida mejor, habrá quienes la vean como un acto de honor, otros tal vez como una li-
beración del sufrimiento o incluso como un derecho; sin embargo, en todos los casos la decisión de morir
está fuertemente influida por la consciencia personal y pareciera que la sociedad se esmera en legitimar el
relativismo moral que incide en las acciones de las personas por medio de leyes que tienden a inclinarse
hacia la aceptación y adopción de corrientes ideológicas externas.
Si bien es cierto que nuestro país necesita prepararse para el futuro y es una necesidad urgente la
creación de políticas públicas que permitan a la población alcanzar un envejecimiento sano, digno y ac-
tivo, también es importante vigilar que quienes vivan la etapa de la vejez puedan vivirla sin la necesidad
de considerar la muerte como una solución a problemas económicos y familiares por el simple hecho de
ser legal.
Es importante tomar consciencia de que el envejecimiento es un proceso natural que empezó desde la
concepción y que terminará con la muerte, así como que, idealmente, todos llegaremos a ser “viejos”, por
lo que dependerá de la participación en la vida de nuestro país que se garantice que el envejecimiento
activo que propone el mundo actual se dé en un marco de justicia y protección para todos los ciudadanos,
y que no provoque la evasión de la responsabilidad que tiene el Estado de garantizar el derecho a una vida
verdaderamente digna, mediante argumentos llenos de un relativismo ético como el de tener “derecho a la
muerte digna”.

“No tengo miedo a la muerte, pero no tengo prisa por morir.


Tengo mucho que hacer primero.”
(Stephen Hawking)

Referencias
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Organización Mundial de la Salud (s.f.). Temas de salud, Envejecimiento. Recuperado el 15 de mayo de
2017, de http://www.who.int/topics/ageing/es/

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8
Economía del envejecimiento:
Los abuelos en la sociedad y su
papel invaluable

Alejandra Concepción Aguirre Zavaleta


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Economía del envejecimiento:
Los abuelos en la sociedad y su papel invaluable
Alejandra Concepción Aguirre Zavaleta

“...a los ojos de sus nietos, el abuelo es un modelo de envejecimiento”

E n términos demográficos, uno de los principales cambios que se han dado en el nivel mundial es el
envejecimiento generalizado de la población, y como consecuencia de los avances en la tecnología y
su aplicación médica, un incremento en el número de personas adultas mayores que viven más. Ese
aumento repercute en la sociedad para tomar decisiones y responsabilidades gracias a que el sector
de ancianos demanda apoyos que el gobierno escasamente ofrece. Si se mira a los ancianos como fuente de
sabiduría y experiencia en cada núcleo familiar, se podría palpar la importancia que tienen en la sociedad
y haría que, finalmente, los esfuerzos por atender los requerimientos de ese grupo poblacional fueran
verdaderas prioridades en las políticas públicas. Pero mientras eso sucede, es de forma particular la res-
ponsabilidad de mirarlos y reconocerlos.
La familia es, para la sociedad, el núcleo básico y principal en el que se aprende a establecer relaciones
con otras personas. En ella los individuos nacen, crecen, se desarrollan, aprenden, maduran y finalmente
mueren. Cada miembro de esa pequeña sociedad tiene un papel específico: los abuelos como autoridad,
los hijos como proveedores y satisfactores de necesidades, y los nietos al ser quienes representan la alegría
y el motor de vida de toda familia. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2012)
reflejan que México es un país familiar en el que más de 90% de los hogares son de este tipo. Es importan-
te considerar que hay una disminución de hogares conyugales: en 1990 era de 45.8%, en 2000 fue de
44.5%, y para 2010 disminuye para alcanzar el 40.5%. Sin embargo, establecer esa sociedad básica nunca
ha sido cosa fácil, pues a lo largo de los años cada individuo enfrenta situaciones que modifican su pensar
y actuar, orillándolos a realizar cambios constantes derivados también de la modernidad, la tecnología y la
política (nacional y local), repercutiendo en la dinámica familiar, social y económica. ¿Qué sucede cuando
el ingreso familiar es insuficiente y alguno o ambos de los padres deben salir al campo laboral por el sus-
tento? ¿Tienen los padres opciones para el cuidado de sus hijos mientras se ausentan a trabajar? Si los

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

padres laboran formalmente, y cuentan con protección social, tienen acceso a guarderías para el cuidado de
los hijos pequeños; pero si la situación no es tal, se encuentran en conflicto. (Recordemos que en México la
informalidad es un modo de emplearse cuando las oportunidades en el sector formal escasean y persiste
la necesidad urgente de obtener recursos económicos.) De acuerdo con lo anterior, se busca alternativas
para cubrir esa necesidad, y es donde entra el papel de los abuelos como indispensable para el apoyo a la
dinámica familiar.
Así, mientras los padres salen a la búsqueda del sustento económico, los ancianos se dedican a cuidar a
los nietos, de primera mano de forma voluntaria, pero con el tiempo se convierte en una tarea obligatoria.
En América Latina, es una práctica común: ser abuelos es igual a cuidar de los nietos sobre todo en las
clases medias y bajas (Saldaña, 2014). Ha pasado de ser una ilusión a una obligación. La importancia que
tiene el trabajo de cuidar merece que sea una actividad elegida y legítima. Saldaña (2014) cuestiona si el
hecho de que los abuelos sean cuidadores sea por convicción o por imposición implícita de los hijos. Los
abuelos con el tiempo han sufrido un cambio de rol que no está definido. Al estar determinado por género,
clase social, edad, cultura, creencias religiosas, frecuencia de contacto con los nietos, calidad de la relación
abuelo-padre (Pinazo, 1999), la sociedad contemporánea demanda roles multidisciplinarios de conducta,
de actitudes, emocionales y simbólicos. Además, los abuelos brindan estabilidad a los nietos. Cherlin y
Furstenberg (1985) afirman que los abuelos intervienen para mantener en la superficie a la familia en
épocas de crisis, pues funcionan como conciliadores.
Entonces, hay dos puntos en los que los abuelos son pilares para los hogares: 1) el cuidado de los nietos
físico y emocional, y 2) el apoyo económico. No es posible diferenciarlos, pues en realidad se trata de lo
mismo: cuidar de los pequeños sin que se les pague para aminorar la carga económica de los padres, y, en
otro extremo, que lleguen a aportar para su manutención y desarrollo, asignando incluso parte o la tota-
lidad de sus pensiones (cuando las tienen). Ángeles Durán (2012) resalta que el cuidado es una actividad
esencial para la economía de todas las sociedades, y como una paradoja afirma que quienes requieren de
esta práctica (niños, adultos mayores y discapacitados) son quienes no pueden solventarla ni obtenerla por
sí mismos. El cuidar de los familiares en desventaja se considera un trabajo no remunerado, que de acuerdo
con un estudio realizado por la Fundación BBVA, se trata de un “gigante escondido” para la economía, que
representa cifras importantes en el PIB de los países.
Para los viejos, el cuidar de los nietos es una fuente de satisfacción, sin embargo también lo es de pre-
ocupación, e incluso se señala que doblemente a como fue con los hijos, ya que derivado de las enferme-
dades de las que los pequeños pueden ser víctimas, se padece el sufrimiento de los nietos, pero también la
angustia de los hijos. El cuidado de los nietos genera un deterioro en el propio bienestar de los abuelos y
también tiene implicaciones a nivel de relaciones, ya que con el tiempo puede impactar negativamente a
los abuelos, y pasar de ser algo positivo y alegre, a una situación preocupante y con presencia de enferme-
dades y desgaste físico y mental. Con el paso del tiempo, esto puede generar en los abuelos circunstancias
que van más allá del estrés o cansancio, y presentar trastornos más severos, como el “Síndrome de la abuela
esclava” (Pinazo, 2004), a raíz de la sobrecarga (física y emocional) de desempeñar actividades extraor-
dinarias a las que representa el mantenimiento del hogar. La sobreexplotación que pueden presentar las
abuelas es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “otros malos tratos hacia
la mujer”.
Pero, una de las ventajas en el nivel social-familiar es que al aumentar los años de vida de los viejos se
incrementan los años de convivencia con los nietos (Osuna, 2006), y a su vez se encuentra el fenómeno
de que no sólo los nietos conocen a sus abuelos, sino que llegan a convivir hasta con los bisabuelos. De
acuerdo con al estudio “The journal of marriage and the family” realizado en 2001, en la actualidad es muy
común que los jóvenes de 20 años vean a sus abuelas con vida, mientras que el 68% de los niños nacidos
en el año 2000 tendrán vivos a sus abuelos cuando lleguen a los 18 años. Esta situación ha hecho que en
nuestros días se vaya del pensamiento “una abuela cuidará muchos nietos” a decir “un nieto cuidará de
muchos adultos mayores” (Ramón, 2013).

38
Economía del envejecimiento: Los abuelos en la sociedad y su papel invaluable

Entonces, ¿es válido que los abuelos dediquen parte o todo su tiempo al cuidado de sus nietos sin re-
muneración? El cuidado representa una tarea no reconocida, invisible y no remunerada, condición injusta
pues es un motor para la economía.
Conforme a datos obtenidos de 2010-2012 en el “Perfil Sociodemográfico de los trabajadores domés-
ticos remunerados en México” que realiza el Inegi, en 2010 de un total de 42.6 millones de personas con
empleo remunerado, el trabajo doméstico ocupó el quinto lugar de actividad económica (3.7%) por debajo
de comerciantes, empleados del comercio, albañiles y trabajadores agrícolas dedicados al cultivo de
maíz y frijol. Fueron 1,581,310 personas, de las que 8.3% se dedican al cuidado de niños, discapacitados y
ancianos en casas particulares. A su vez, esta actividad de cuidado es el segundo grupo más numeroso en
su tipo (por debajo de los empleados domésticos). Hay que resaltar que en el país, en particular, la activi-
dad doméstica se encuentra feminizada en extremo, mientras que 65.1% de toda la población remunerada
es para los hombres, de los trabajos domésticos 94.2% lo realizan mujeres, siendo éstos en mayor medida
en zonas urbanas (82.5% del total de trabajos domésticos). En cuanto al tiempo trabajado, en promedio
son 40.3 horas a la semana para las personas dedicadas al cuidado, y el salario que perciben oscila entre
1 y 2 salarios mínimos (35.8% que es la mayor proporción). Sin embargo, existe la otra cara de la moneda:
la solidaridad en las familias que representa cuidados no remunerados. Las abuelas son las más utilizadas
para el cuidado de los hijos de padres que laboran (siendo de hogares biparentales o monoparentales). El
trabajo no remunerado en los hogares en 2013, representó 20.5% del PIB.
De 20.5% que representa el trabajo doméstico no remunerado, 15.5% está dado por actividades de
mujeres, y el 5% por hombres. Respecto de las actividades que se llevan a cabo, 34.6% es la mayor pro-
porción, correspondiendo a las actividades de cuidado y apoyo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social Inegi (2013), los niños cuidados
de 0 a 6 años por personas diferentes a sus padres deriva de la imposibilidad de pagar guarderías o es-
tancias infantiles. De 82,352 hogares encuestados, se tiene que 3.1 millones de niños son cuidados bajo
esta modalidad. De ellos, 84.5% son cuidados por terceras personas en sus hogares y de ese porcentaje,
60.6% son cuidados por su abuela. En cuanto a economía, esos cuidadores informales los que no reciben
remuneración por su actividad representan 83.6%. Considerando el tiempo, 50.3% de cuidadores lo hace
de 4 a 8 horas al día, sin embargo 34.3% lo hace por más de 8. Comparando las guarderías y los cuidados
informales, en las primeras se invierten 7.2 horas al día, mientas que el hogar en promedio se ocupan 7.7
horas. Los motivos por los que no acuden a guarderías son, primero, que no se tiene confianza para dejar
a los hijos y, segundo, que no tienen ingresos extraordinarios para realizar ese gasto. Si proyectamos este
tiempo conforme a un salario mínimo en México ($80.04), con la consideración de que prácticamente es
una jornada laboral (8 horas) conforme lo señala la Constitución Política de los Estados Unidos Mexica-
nos y la Ley Federal de Trabajo, tendríamos que una abuela deja de percibir (o en su caso, le ahorra a los
padres por el cuidado de los nietos) $2,401 al mes. Para ancianos sin trabajo y sin pensión, este importe
representaría una considerable ayuda, la incógnita aún es si alguien en nivel familiar retribuye a los abuelos
y/o abuelas estos recursos por esa labor (lo dudo).

Conclusiones
En la actualidad, cuidar de los nietos dejó de ser una labor altruista. La falta de oportunidades en el mer-
cado laboral formal hace que los abuelos tomen el cuidado de los nietos como contribución al hogar y, a
la vez, como un factor para sentirse útiles en esa etapa de la vida. Pero se abusa de ello, ya que ni reciben
remuneración ni se reconoce todavía el significado del apoyo. En 2016, se ha hecho un esfuerzo para
apoyar a las abuelas, pero todavía es una ayuda segmentada, pues sólo aplica a las mujeres de la Ciudad
de México de escasos recursos, que están a cargo definitivo de sus nietos y nietas menores de quince años,
que tengan ingresos inferiores al día de 2 Unidades de cuenta de la Ciudad de México ($151), y todo ello

39
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

para que reciban de forma mensual alrededor de $300 (lo anterior como parte de la Ley que establece el
derecho de recibir apoyo alimentario a las madres solas de escasos recursos residentes en el Distrito
Federal, en su Art. 2-BIS). Sucede que las ayudas gubernamentales, como la mencionada, están enfocadas
a grupos vulnerables, por lo que es responsabilidad familiar reconocer y valorar el papel de los abuelos en
la sociedad, pues implica tareas constantes y obligadas que generan cansancio, pero muy a pesar de ello,
los mismos abuelos perciben que esa actividad es positiva y les brinda la oportunidad de sentirse útiles y
con vitalidad, y muy en el fondo están esperanzados a que así como son fuente de cuidado, en el futuro
sean los nietos quienes cuiden de ellos.
Respecto de la pregunta planteada en torno si es válido que los abuelos cuiden a los nietos sin remu-
neración, personalmente pienso que lo es, siempre y cuando sea por decisión propia, pero se debe tener
especial cuidado en no sobrecargarlos para que ellos mantengan su salud. En sentido económico, aunque
las familias den a sus adultos mayores pagos por los cuidados, es el Estado quien verdaderamente debería
poner atención en los manejos de los recursos para que las pensiones no sean tan diminutas y que desde
jóvenes todos tengan acceso a un trabajo formal y por ende seguridad social que es el vehículo para la
solución del problema del cuidado.
Pero lo más importante, en cualquiera de los sentidos y ante cualquiera de las actividades, el papel de
los abuelos ha sido, es, y seguirá siendo ¡invaluable!.

Referencias
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41
9
Economía del envejecimiento.
Análisis del envejecimiento en México:
Una visión de largo plazo (2030-2050)

Alan Ricardo García Aranda


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Economía del envejecimiento.
Análisis del envejecimiento en México:
Una visión de largo plazo (2030-2050)
Alan Ricardo García Aranda

Introducción

E n un largo plazo, la población mexicana experimentará un cambio demográfico muy importante


debido a que una considerable parte de los habitantes envejecerá. Por tanto, es primordial hacer
mención de lo siguiente: para que exista un desarrollo económico constante en el país se considera diversos
factores estratégicos que determinen el curso de la economía, no sólo de México, sino de cualquier otro
país, entre ellos, hablamos de los cambios demográficos.
En países desarrollados, la problemática del proceso de envejecimiento se asocia principalmente con
el impacto negativo que este genera sobre el crecimiento económico.
Una población envejecida trae consigo diversas consecuencias económicas al país, entre las que desta-
can la consideración dentro del presupuesto público de recursos federales para los principales servicios
públicos en materia de salud, pensiones, desarrollo social, entre otros. Estos mismos representarán au-
mentos proyectados de gastos en un futuro próximo, gastos que contemplarán una mayor recaudación de
recursos para destinar y financiar este rubro. Lo que es un gran problema si consideramos la disminución
considerable de población económicamente activa.
Es por ello que considero importante y necesario comenzar a proponer estrategias que coadyuven a
mitigar el impacto negativo que va a generar esta problemática a la económica mexicana. Sería necesario
implementar políticas públicas que permitan ofrecer alternativas para incrementar la calidad de vida de las
personas en condición de adulto mayor y mecanismos eficientes de dotación de recursos para la obtención
de una pensión que permita sostener a los adultos mayores por encima de su esperanza de vida durante su
participación activa en el mercado laboral.

43
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

El envejecimiento de la población es un desafío, por lo que he decidido hacer el presente ensayo cuyos
principales dos propósitos son: por una parte, analizar brevemente la situación demográfica actual y las
proyecciones para así entender las dimensiones de los retos que en un futuro se tendrán que afrontar, para
esto se analizarán las estadísticas demográficas de la población; como segundo objeto de estudio, y de
manera particular, se analizará las posibles estrategias que el país deberá tomar para asegurar la estabilidad
económica frente al cambio demográfico que México experimentará derivado del proceso envejecimiento
poblacional.

Los adultos mayores en México frente a las estadísticas nacionales


Una de las razones por las que es importante entender el contexto actual es principalmente para analizar
los cambios que suceden a nuestro alrededor y proyectar las posibles consecuencias, y de manera estraté-
gica también dar soluciones.
La Cepal hace mención de que el envejecimiento de la población ‘”es consecuencia de la evolución de
los componentes del cambio demográfico (fecundidad y mortalidad). Se define como el aumento progre-
sivo de la proporción de las personas de 60 años y más con respecto a la población total”1.
Una vez definido el concepto es importante conocer la situación demográfica; para ello, presento los
siguientes datos: “De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), para
2030, el porcentaje de adultos mayores será de 20.4 millones, lo que representará 14.8 por ciento”2.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su Cuadro 2.
Países seleccionados de América Latina y el Caribe: Proporción de población de 60 años y más, 2000-
20503, establece que el porcentaje de la población mexicana de 60 años y más en el año 2000 fue de 6.9%,
en 2025 será de 13.5% y Para el año 2050 será de 24.4%; datos para nada despreciables y a mi considera-
ción muy importantes para determinar las futuras necesidades que tendrá dicha población.
Continuando con datos estadísticos, Inmujeres aporta las siguientes Proyecciones: Se prevé que para
2050 las mujeres de 60 años y más representen 23.3% del total de población femenina y los hombres cons-
tituyan 19.5% del total de la masculina. Véase Gráfica 1”4. Es necesario se informe a las empresas de lo que
está por suceder, es la única forma de concientizar las adversidades que en un futuro todos los que confor-
mamos el país enfrentaremos.

El envejecimiento poblacional de México: Una aproximación a las posibles soluciones


Se han propuesto diversas soluciones para afrontar el problema anteriormente planteado y fundamentado,
todas ellas enfocadas a minimizar los impactos negativos en la economía. A continuación, abordare-
mos las más relevantes. Como primera estrategia: “Las empresas también pueden contribuir reforman-
do sus prácticas de recursos humanos con el objeto de hacer el lugar de trabajo más propicio para los

1
“Envejecimiento”, Comisión económica para América Latina y el Caribe, disponible en: http://www.cepal.org/es/temas/
envejecimiento , consultado el 24 de mayo de 2017.
2
“Estadísticas a propósito del día mundial de la población (11 de julio)”, INEGI, Aguascalientes, julio del 2016, P.2, disponible
en: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2016/poblacion2016_0.pdf , consultado el 25 de mayo del 2017.
3
“Los adultos Mayores En América Latina Y El Caribe”, CEPAL, Asamblea Mundial de Naciones Unidas sobre Envejecimiento,
Madrid 2002, P. 11, Disponible en: http://www.cepal.org/celade/noticias/paginas/3/9353/boletin_envejecimiento.PDF, Consul-
tado el 26 de mayo del 2017.
4
“Situación De Las Personas Adultas Mayores En México”, INMUJERES, 5, Disponible en: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/
documentos_download/101243_1.pdf, Consultado el día 27 de mayo del 2017.

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Economía del envejecimiento. Análisis del envejecimiento en México: Una visión de largo plazo (2030-2050)

trabajadores de mayo edad”5, que a consideración mía no es la mejor alternativa dado que estamos hablando
de una población vulnerable, y considerando las atenciones médicas a las que debe someterse una persona
en estas condiciones resultaría contraproducente el promover la ocupación del adulto mayor en el mercado
laboral. Sin embargo, en este punto, quiero retomar un periodo en la historia mexicana el cual se caracte-
rizó por ser uno de los más importantes del país: El milagro mexicano, en el sentido de que fue un “un
periodo con grandes niveles de trabajo, incluyendo la ocupación femenina”6, propuesta que yo apoyo,
pues impulsa la economía del país desde fondo, de modo que permita la obtención suficiente de recursos a
través de impuestos, para garantizar la asignación de recursos federales para la atención de los adultos
mayores, y con ello mejorar su calidad de vida, que es uno de los objetivos que se busca realizar.
Otra estrategia que coadyuva a lograr los objetivos es “Abrir el grifo de migrantes internacionales
como respuesta al envejecimiento poblacional”5, de esta forma se obtendría mayor ingreso tributario y
compensaría a la población mayor que no está activa; se daría solución a la desaceleración económica que
se tiene prevista. Adicionalmente, y con objeto de hacer mi contribución al presente ensayo, yo propondría
aumentar las cuotas o los recursos destinados hacia el fondo de pensión, para que en la edad de retiro se
obtenga una pensión más amplia, comenzar a fomentar desde una temprana etapa una cultura del ahorro,
todos estos esfuerzos en el sentido de buscar una pensión digna que le permita solventar sus necesidades
básicas por encima del resto de la población.

Conclusiones
Los cambios demográficos, como ya sabemos, son inevitables, así como las consecuencias que en caso de
no dar un seguimiento apropiado puede terminar por dar importantes noticias económicas en el país. Por
ello hay que seguir haciéndolo objeto de estudio.
Por otra parte, el objetivo de este ensayo fue destacar los orígenes y posibles consecuencias económicas
de un país con una población en proceso de envejecimiento, así como de analizar las posibles estrategias a
seguir para contrarrestar el daño previsto de este acontecimiento.
A pesar de la polémica que ha generado el tema, algo es seguro. Se necesita que nuestras instituciones
mexicanas sean sólidas, se necesita instituciones capaces de responder de manera clara, rápida y eficiente
al cambio que vendrá en un futuro. Estoy convencido de que México podrá con este gran reto, el del en-
vejecimiento de su población.

Referencias
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5
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ft/fandd/spa/2016/03/pdf/fd0316s.pdf , Consultado el día 28 de mayo del 2017.
6
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colegio de la Frontera Norte, Papeles de Población, Enero-Marzo, P. 20, Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/112/11201902.
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Desafíos económicos de México ante el
envejecimiento de su población

Cozby Dessiré Ramírez García


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Desafíos económicos de México ante el
envejecimiento de su población
Cozby Dessiré Ramírez García

Introducción

L os avances científicos y tecnológicos alcanzados en el siglo XX, que posteriormente fueron cristalizados
en políticas públicas de salud, permitieron que las expectativas de vida se incrementaran drástica-
mente para la población mundial. México no fue la excepción. Hacia 1930, la esperanza de vida promedio
era de 34 años, mientras que en este 2017, la expectativa es de 76.7 años. Lo anterior aunado a bajas
tasas de natalidad y de mortalidad, ha traído como consecuencia el envejecimiento de la población.
Socialmente, el grupo que se identifica con la vejez, es el de los llamados “adultos mayores”, personas
físicas de 60 años o más. Dicho grupo etario es el de más rápido crecimiento en México, a un ritmo mayor
a 3.5% anual, frente al de la población general que lo hace a razón de 1.4%, según datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía.
El envejecimiento de la población trae consecuencias diversas en la sociedad mexicana e impone retos
al Estado, mismos cuya identificación en materia económica, son el objetivo de este ensayo.

Las necesidades de la población envejecida en México


Hace más o menos un año, en un artículo periodístico de El País, David Fernández, profetizaba que el
siglo XXI tendría su propia revolución: “la demográfica. Una conquista del ser humano, la mayor esperanza
de vida, amenaza con tornarse en un tsunami de consecuencias impredecibles al combinarse con la caída de
la natalidad…”.
Ese tsunami ha alcanzado a México y en la actualidad el principal problema del envejecimiento de su
población es la satisfacción de sus necesidades. Para resolver el problema, lo primero es saber cuáles son

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Desafíos económicos de México ante el envejecimiento de su población

esas necesidades, el paso subsecuente es precisar con qué recursos se cuenta para tal efecto y posteriormente,
determinar cómo satisfacerlas.
El deterioro físico y cognitivo de los seres humanos es connatural a la vejez por lo que extensas
áreas laborales dejan de ser accesibles a los adultos mayores. Cabe distinguir dentro del grupo de los adul-
tos mayores entre aquellos que apenas han alcanzado la edad mínima y la de aquellos de 70, 80, 90 años o
más. No obstante, parece obvio que con independencia del subgrupo al que pertenezcan, todos aque-
llos trabajos que significan esfuerzos físicos importantes o de gran movilidad tienden a quedarles vedados.
Algunos otros que requieren de precisiones manuales o visuales, también son, por su naturaleza, excluidos del
alcance del grupo en general.
La salud es otro aspecto de gran relevancia en los adultos mayores, pues son el grupo etario en el que
las enfermedades crónicas se manifiestan de manera más común. Alzheimer, diabetes, osteoporosis, artritis,
demencia senil, pérdida de agudeza visual y de oído, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cataratas
y cáncer son ejemplo de los padecimientos relacionados con el envejecimiento.
Así, prima facie, los dos rubros mencionados se presentan como aquellos en los que existen claras ne-
cesidades para los adultos mayores: 1) trabajo y 2) salud.

El trabajo en la tercera edad


En 2015, la Organización de las Naciones Unidas en su reporte sobre “Pobreza en los Ingresos de la Ve-
jez” destacó que envejecer presenta un riesgo significativo y adicional de hacerse o permanecer pobre. Por
múltiples razones, los adultos mayores reducen sus horas de trabajo o dejan de trabajar y cuando necesitan
o prefieren seguir trabajando, ganan salarios más bajos. Esto hace de dicho grupo etario fácil presa de la
pobreza.
El mantenimiento y la creación de trabajos para emplear adultos mayores que, en plenitud de capaci-
dades puedan desempeñarlos debidamente impactaría benéficamente en su dignidad y contribuiría con las
aspiraciones más añejas de la justicia distributiva: una mejor distribución de los escasos recursos. Alcanzar
los 60 años no se traduce en minusvalidez automática y mucho menos en la imposibilidad tajante de par-
ticipar activamente en la vida productiva del país. La capacidad de generar ingresos propios redunda no
sólo en la economía general sino en la autoestima que quien los percibe.
No obstante, con una población de más de 120 millones de personas de las cuales 55.3 millones son
pobres (muchos de ellos adultos mayores), parece evidente que México carece de las ideas, así como de las
herramientas y/o mecanismos que alberguen, siquiera, la posibilidad laboral de la población que envejece.
Por otra parte, en nuestro país, el sistema de pensiones es insuficiente. Ni tiene alcances universales
porque, por un lado, quienes se desempeñan en la economía informal por supuesto no tienen acceso a él
y, por otro, el monto de las pensiones no alcanza para que los adultos mayores beneficiarios del sistema
vivan decorosamente, menos aun si sobreviven al retiro por muchos años. Vale recordar que el sistema de
pensiones se sostiene de las contribuciones de la población económicamente activa en empleos formales.

La salud de los adultos mayores


Los adultos mayores son más susceptibles a padecer enfermedades por el desgaste natural inherente al
paso del tiempo. Por ejemplo, enfermedades como la diabetes y la artritis reumatoide suelen ser de muy
largo alcance. Una persona puede vivir con estos padecimientos por 15 o 20 años lo que significa prolon-
gados tratamientos. Obviamente, el uso constante y prologando de medicamentos impacta directamente
los ingresos de los enfermos y el de sus parientes, inclusive.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

De las enfermedades mentales, vale destacar que la Organización de las Naciones Unidas ha encontrado
que, en países ricos, la inversión general en salud mental es de dos dólares por paciente en tanto que en
países de bajos ingresos la inversión es de 25 centavos de dólar. Prácticamente nada.

Casas de descanso para los adultos mayores


Por cierto, un mercado tal vez pequeño, pero con posibilidades reales de crecimiento, es de las casas de
descanso para adultos mayores, ya que, precisamente en la medida en que la población envejece, tales
asilos se convierten en alternativas de negocio viable. Como lo apunté anteriormente, el grupo etario
es heterogéneo y en él caben personas con dinero suficiente para permitirse el pago de este tipo de lugares
que, entre muchas cosas, les representan la independencia de sus parientes u otras personas cercanas, en
aras de su dignidad.

Desafíos
Ante las necesidades de los adultos mayores descritas en línea superiores, México enfrenta importantes
desafíos.
El primero de ellos es conseguir el equilibrio en el mercado laboral específico en que las personas
de la tercera edad participen. Ese equilibrio deberá consistir en el reconocimiento debido y sin arbitra-
riedades de las capacidades de los adultos mayores, donde el principio “a trabajo igual, salario igual” se
observe y en el cual, claro está, el trabajo sea acorde a las circunstancias de los adultos mayores con un
salario que sea verdaderamente remunerador.
El segundo de los desafíos es el aprovechamiento óptimo del bono demográfico junto con la genera-
ción de estímulos suficientes para la creación de fuentes de trabajo para la población en general, que por
su bastedad y calidad permitan soportar el sistema de pensiones y seguridad social al que accede la pobla-
ción que envejece.
El tercero de los retos es el de transformar la salud de la población envejecida de un abstracto derecho
programático –lejano pero reconocido en la constitución– a una situación realizable al cien por ciento. El
acceso a la salud deberá ser sencillo, eficaz y completo. Los tratamientos y medicamentos deberán ser
proporcionados por el Estado oportuna y eficientemente.
No debe perderse de vista que la dignidad de las personas será, necesariamente, el eje alrededor del
cual orbiten todas las formas de encarar los desafíos planteados.

Conclusiones
En los últimos cien años, la sociedad mexicana ha experimentado una metamorfosis: se ha tornado vieja.
Esta realidad ha sacado a la palestra las necesidades propias del envejecimiento poblacional y la urgencia de
satisfacerlas.
En este rubro, México enfrenta, al menos, tres grandes desafíos: el trabajo, el sistema de pensiones y la
salud de los adultos mayores. Un problema mayúsculo a la vista, lo constituyen la gestión y asignación de
mayores recursos para esta área.
La creación de políticas públicas y el redireccionamiento de partidas presupuestales que tiendan a la
satisfacción de esas necesidades son las acciones que se antojan necesarias y de instrumentación inmediata.
El heterogéneo grupo etario requiere con urgencia la instauración de un verdadero Estado de Bienestar.

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Desafíos económicos de México ante el envejecimiento de su población

De no cambiar el enfoque, la población mexicana envejecida pronto se encontrará en ese sombrío es-
cenario que García Márquez dispuso para “El Coronel”: lo único que tenía era la vana esperanza de que
algún viernes le llegaran, a la oficina de correos, noticias de su posible pensión.

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51
11
La rehabilitación física de los adultos mayores
con discapacidad motriz, para su reinserción
social y laboral: Una mirada desde la
sociedad civil

Ricardo Luna Domínguez


11
La rehabilitación física de los adultos mayores con
discapacidad motriz, para su reinserción social y
laboral: Una mirada desde la sociedad civil
Ricardo Luna Domínguez

M éxico se encuentra en proceso de convertirse en un país con altos porcentajes de población enve-
jecida, con una proyección de más de 123 millones de habitantes para el año 2017, de los cuales
10.5% corresponde a personas mayores de 60 años, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población
(Conapa 2010-2050).
Esto implica una serie de condiciones estructurales que impactan en la población adulta mayor (AM),
en materia de salud, nutrición, vivienda, ocupación e incluso en la funcionalidad física; pues conforme a la
Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID, 2014), los principales detonantes de la discapa-
cidad, son las enfermedades con el 41% y la edad avanzada, que equivale al 33 por ciento.
El mismo estudio afirma que del total de personas con discapacidad en México, 47% son AM, de ellas
casi 60% tiene una discapacidad permanente 64% tiene limitación para caminar, subir o bajar, usando
sus piernas, es decir, la discapacidad motriz es la más recurrente. Por tanto, uno de los desafíos para la
creación de nuevas políticas públicas radica en contrarrestar los efectos negativos que de ello pudieran
derivarse, como la inactividad, improductividad, la dependencia, e incluso cargas económicas familiares,
ejemplo de esto, es que los hogares con al menos un adulto mayor con discapacidad, gastan 3.9 veces más
en consulta externa y 1.8 veces más en medicinas, que los hogares con AM sin discapacidad, de acuerdo con
datos del Instituto Nacional de Geriatría y la Secretaría de Salud, publicados en 2013.
Para atender estas necesidades de los AM con discapacidad física, es necesario mejorar sus condiciones
en: educación, empleo, vida familiar y comunitaria, etc. Sin embargo, no hay un marco normativo, para la
creación de políticas públicas, que contemple la situación de los AM con esta composición de factores, por-
que, aunque México toma como eje rector la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible, de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), donde se menciona que se debe tener un empleo productivo y pleno, no hace
referencia a los AM específicamente.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

México, guiado por estos instrumentos internacionales, ha planteado mecanismos jurídicos como La
Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, que en su artículo siete, establece que
la Secretaria de Salud, está encargada de diseñar, ejecutar y evaluar programas que incidan en la atención
óptima de las personas con discapacidad, así como la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayo-
res, que regula la política pública dirigida a este sector; sin embargo, estas medidas son deficientes para
atender y buscar la inclusión de aquellas personas de edad avanzada, que tienen alguna discapacidad.
Como resultado de estas disyuntivas, las políticas públicas desarrollan intervenciones médicas, psicoló-
gicas y sociales aisladas, es decir, no hay una integralidad que permita una inserción plena del adulto mayor
con discapacidad en la sociedad ni acciones que, al conjugarse permitan mantener, recuperar o fortalecer
su funcionalidad motriz. De ahí que, según el Instituto Nacional de Geriatría (2013), en México, solo 34%
de la población de 60 años y más participan en alguna actividad económica, dejando a 66% de la pobla-
ción, en situaciones probables de desempleo o dependencia.
Por consiguiente, es necesario reinsertar socialmente al AM con discapacidad, para que regrese a su
vida laboral y a la comunidad, volviéndose independiente, y que sus expectativas de vida y prejuicios que
tiene sobre su vejez, cambien a situaciones positivas. Una de las herramientas disponibles para lograrlo es
la rehabilitación física, como una vía para que esta población vuelva a ser laboralmente activa e incluso
reinsertarse en la sociedad, aunque resulte complejo lograr una rehabilitación al 100%, es posible incre-
mentar sus capacidades físicas, que les permitan realizar una actividad productiva.
Así que la rehabilitación física y la fisioterapia son esenciales para realizar actividades dirigidas a pro-
mover, prevenir, curar y/o recuperar la salud de los individuos, tratando los problemas de discapacidad
generados por enfermedades o por edad avanzada. Este proceso promueve el movimiento y la indepen-
dencia mediante ejercicios, técnicas de relajación, manejo del dolor, cuidados cardiorrespiratorios y otros.
Se aplican métodos y técnicas basadas en un profundo conocimiento de la biomecánica corporal, sus
movimientos, funciones y su interacción con el entorno; se basan en ejercicios que aumentan la fuerza
muscular e incrementan la movilidad de las extremidades, la capacidad aeróbica y el equilibrio.
Además, los fisioterapeutas que trabajan con usuarios geriátricos, lo hacen junto con otros profesio-
nales de la salud, para abordar los complejos aspectos de esta población y promover el movimiento y la
independencia.
Asimismo, es preciso trabajar aspectos psicosociales en los AM, para mejorar su entorno, sus redes
de apoyo, y comprendan la importancia de recuperar o mejorar su funcionalidad física, además de asumirse
como ciudadanos capaces de participar activamente en diversos ámbitos, como su familia, comunidad,
sociedad e incluso incidir en la política pública.
Lo anterior permitiría aminorar cargas económicas que el país enfrenta, y que se agravarán en algunos
años, pues uno de los grandes problemas del envejecimiento en México, son los elevados costos que gene-
ran la discapacidad y otros factores relacionados con los AM, por lo que es probable que, en un futuro, la
tasa de dependencia pueda elevarse, sin embargo, podría tomarse en cuenta que es posible que la pobla-
ción envejecida, puede continuar trabajando después de un proceso rehabilitatorio.
En México, existen instituciones de salud en el sector público y en el sector privado que abordan los
temas de la rehabilitación física y la integración laboral y social, pero lo hacen desde una perspectiva
desarticulada, donde cada área, se limita a su actividad dejando a un lado la intervención de los demás pro-
fesionales que atienden al AM. Además, estas instituciones tienen deficiencias en áreas como: infraestructura,
servicios, atención y recursos humanos; que impiden mantener, recuperar y potencializar las capacidades
remanentes que se pueden trabajar con el adulto mayor. Sin mencionar, los costos tan elevados de este tipo
de servicios, que hacen difícil su accesibilidad, sobre todo en el sector privado.
En respuesta a todas estas problemáticas, la ciudadanía organizada se ha visto en la necesidad de de-
sarrollar formas de participación conjunta, complementaria y alternativa con el gobierno y las empresas,

54
La rehabilitación física de los Adultos Mayores con discapacidad motriz, para su reinserción social y laboral

impulsando la cohesión social, fomentando una nueva concepción de gobernabilidad en la que se tenga en
cuenta al Tercer Sector1 como una fuerza política, económica y social.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) han favorecido la inclusión social de los AM, el libre
ejercicio de sus derechos y libertades democráticas, proponiendo mecanismos de participación, espacios
de intercambio de información y alternativas de solución que lleguen a incidir en el establecimiento y
operatividad de políticas públicas; y en la expedición e implementación de leyes.
Como una fuerza social, las OSC buscan cambios que benefician no sólo a particulares, sino a sectores
poblacionales que requieren de atención en educación, salud, medio ambiente, cultura, entre otros ámbi-
tos, como, la rehabilitación física, pues movilizan y canalizan recursos para mejorar ciertas condiciones.
Por lo anterior, se considera viable abordar las situaciones expuestas a lo largo de este trabajo, desde la
instauración de una Asociación Civil2, que cuente con una planificación estratégica, guiada por un modelo
de intervención para adultos mayores con discapacidad física, que permita definir programas y servicios
factibles para su reintegración social. De manera que, a través de vínculos institucionales, se generen redes de
trabajo incluyente para personas de edad avanzada, que les permitan ser conscientes que su participación
y trabajo pueden tener un impacto social.
Conviene subrayar, que para lograr lo anterior, es preciso que la asociación desarrolle una metodología
en la que se haga partícipe a los adultos mayores con discapacidad, se individualice su proceso de rehabili-
tación física, se ofrezca, a la par, asistencia psicológica y social que, en conjunto, involucren a cada persona
a participar en actividades de la vida cotidiana, para crear y fortalecer lazos entre otras organizaciones
civiles dedicadas al sector social, que permitan la promoción de empleos incluyentes dentro del mismo
grupo, fomentando condiciones laborales y sociales plenas, que tengan en cuenta a las personas de edad
avanzada, para hacerlos miembros de su equipo.
Atender las problemáticas antes expuestas desde una organización no gubernamental, con personal
profesionalizado, con una misión, visión, métodos y planeación estratégica establecida, tiene beneficios de
gran impacto, pues como se mencionó en párrafos anteriores, los costos derivados de la atención de los AM
son elevados; sin embargo, una sociedad no lucrativa, busca alianzas estratégicas para la obtención de
recursos, para que las cuotas de cada servicio sean accesibles para la población.
Esto conlleva a trabajar en conjunto con los tres sectores: gobierno, empresas y sociedad civil, pues se
trata de fijar la atención en un grupo que no ha tenido acceso a servicios integrales privados o públicos,
proponiendo al Tercer Sector, como un catalizador de esfuerzos y de conjunción de propuestas, que puede
incluir a los adultos mayores con discapacidad, a ser parte esencial de su entorno, fomentando el capital
social3 en México, pues en una sociedad donde existe confianza y solidaridad, es mucho más asequible
lograr el desarrollo integral desde un enfoque más participativo y menos asistencialista.

1
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), es decir, aquellas que no son parte del sector gubernamental, ni tienen fines
comerciales o lucrativos, debido a que están orientadas a la satisfacción de necesidades básicas sociales, culturales, políticas y
económicas, a través de intervenciones profesionales.
2
Organización constituida por varios individuos que convienen en reunirse, de manera que no sea enteramente transitoria
para realizar un fin común que no esté prohibido por la ley y que no tenga carácter preponderantemente económico.
3
Redes sociales y normas de reciprocidad de apoyo mutuo y confianza que existen entre los individuos.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Referencias
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12
La última decisión en la
etapa final de la vida

Tania Socorro Arrieta Cruz


12
La última decisión en la
etapa final de la vida
Tania Socorro Arrieta Cruz

U na de las preocupaciones más importantes en el hombre desde que apareció en la tierra es la de so-
brevivir y permanecer en ella el mayor tiempo posible. Si en algo el hombre ha invertido muchos de
sus esfuerzos, no sólo personales sino colectivos, es en buscar un estilo de vida que le permita vivir más
y mejor. Todos los recursos con los que ha contado han sido enfocados, en su gran mayoría, para alargar lo
más posible su vida y combatir a su mayor enemigo que es la enfermedad. Y es gracias a esto último que
le ha permitido vivir, en algunos casos, más de 100 años. Interesante resulta saber que el hombre siempre
ha tomado decisiones sobre como prolongar su existencia o inclusive crear un nuevo estilo de vida fuera
de su planeta. Por el contrario, pensar, hablar o discutir de cuándo, cómo y en qué condiciones se puede
concluir con el ciclo de vida, cuando la vida podría resultar muy difícil de sobrellevar en muchos sentidos,
es casi inexistente o genera un gran temor, miedo o perturbación al hablar de eso.
A pesar de que en algunos países se ha legislado para proteger tanto a la persona que desea concluir
con su vida, como a sus familiares, y dejar que ellos decidan su última voluntad sobre el final de la vida
en las mejores condiciones posibles, el tema sobre decidir cuándo concluir con la existencia planeada y
legalmente registrada aún causa mucha controversia dentro del contexto científico, médico, ético, jurídico,
social y religioso. Aunque se ha abordado y tomado algunas acciones concretas sobre el tema de la volun-
tad anticipada, en aquellas personas que padecen enfermedades incurables y devastadoras, no todas las
sociedades modernas han comenzado una discusión integral y global sobre como legislar al respecto. Si el
hombre por naturaleza busca aplazar su muerte y extender su vida lo más posible y en las mejores condi-
ciones, resulta antagónico por naturaleza el pensar en la muerte y cuando ésta es planteada puede resultar
en un absurdo y carente de sensibilidad, humanidad y comprensión para quién llega solo a pensarlo. Si la
voluntad anticipada trata de explicar que sus principios se basan en la autonomía, beneficio y dignidad
de quién lo solicita entonces, ¿por qué la sociedad en su conjunto no la concebido como parte del ciclo de
vida y llegar a ser vista como un recurso legal útil en un momento dado en el largo camino de la vida?

58
La última decisión en la etapa final de la vida

Esto último puede ser ejemplificado ampliamente como cuando a los familiares más cercanos de un
enfermo terminal se le habla sobre la ley de voluntad anticipada y ellos demuestran temor, miedo y culpa-
bilidad sobre quién y por qué tomar la decisión del bien morir sobre otro. ¿Por qué a pesar de un largo y
doloroso camino de padecer y sobrellevar una enfermedad terminal se resiste el paciente o sus familiares a
acogerse a una ley de voluntad anticipada? ¿Qué factores podrían explicar su poca utilidad o beneficio en
nuestra sociedad mexicana? Tal vez una de las explicaciones podría ser la falta de información, una pobre
discusión social sobre el tema o simplemente un miedo a decidir sobre la vida de otro. Resulta paradójico
pensar que si en México desde sus raíces prehispánicas hasta la actualidad ha incluido el tema de la muerte
en su vida cotidiana, cultural y social, desde la niñez hasta la vejez, como parte del ciclo de vida, una Ley
como la de la Voluntad Anticipada haya entrado en vigor apenas en 2008 sólo en la capital del país, y que
a la fecha esta ley no ha sido generalizada en todo el país sino sólo en algunos estados. ¿Qué es lo que se
requiere para profundizar en el tema y generalizarlo en el país para beneficio de muchos que pueden estar
afectados por una enfermedad larga y dolorosa?
El contar con una Ley de Voluntad Anticipada protege no sólo a quien toma la decisión de una
muerte digna y también a sus familiares, solamente en los aspectos médico-legales, pero, que hay sobre el
pensamiento, conducta y emociones de quienes se encuentran inmersos en un momento decisivo final de
una vida. ¿Qué pasa después para los familiares que acompañaron a la persona que se acogió a una Ley
de esta naturaleza? Solamente la Ley se limita a lo completamente operativo para el momento de la muer-
te digna o puede tener una concepción más integral que involucre el trabajar en un ámbito psicológico de
aceptación para el enfermo y sus familiares antes de que llegue el momento final y después de que haya
llegado la muerte. Habría que pensar si esto solamente involucra al enfermo y sus familiares o si esto
podría afectar a los servidores de salud involucrados en la decisión final del enfermo, es decir, si los cuida-
dores, médicos, enfermeros, etc., quienes han estado cerca del enfermo terminal, necesitan un manejo
integral psicológico o psiquiátrico para el manejo de las emociones, pensamientos o conductas sobre la
vida y muerte. Hoy más que nunca hemos llegado a extender la esperanza de vida en nuestra población y
con ello el aumento de enfermedades crónicas degenerativas, esto último gracias al impacto tan fuerte que
tiene el estilo de la vida y la nutrición. Es por ello que el número de personas muy enfermas será mayor a
consecuencia de extender más nuestra vida y con ello la enfermedad también. Por lo que se requiere más
que nunca reflexionar sobre el tema de la Voluntad Anticipada, valorar su impacto a la fecha y considerar
que debe adecuarse a los tiempos y a una sociedad dinámica, así como incluirla en los temas de salud y
en política pública como una herramienta útil para una sociedad que incrementa su longevidad y sus com-
plicaciones.
El gran reto de una Ley como la de Voluntad Anticipada implica conciliar diferentes puntos de vista en
un solo objetivo: la dignidad del bien morir sin sufrimiento dando tranquilidad a quien la recibe y quienes
rodean a esa persona que ha decidido decidir sobre el final de su vida. No puede ser una Ley estricta, rígida
y generalizada, ya que existe una gran diversidad de situaciones de las personas que llegaría a acogerse
de ella. Un tema por aclarar sería el tipo de enfermedad inscrita dentro de esta Ley, solamente aquellas
enfermedades físicas que aquejan al paciente grave son las que se contemplaría o también aquellas enfer-
medades mentales que generan condiciones físicas dolorosas a largo plazo estarían contempladas. ¿Cómo
terminar con una vida dolorosa de manera digna y sin culpa cuando siempre se ha luchado por extender
la vida a costa de lo que sea?

La indiferencia del mexicano ante la muerte


se nutre de su indiferencia ante la vida.
Octavio Paz

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

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previas”, en Revista Moralia, No. 92, 2001, 495.

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13
Cuando sea grande

Gerardo Jiménez Hernández


13
Cuando sea grande
Gerardo Jiménez Hernández

A l momento del nacimiento, el ser humano comienza un proceso de envejecimiento, que dura hasta
el día de su muerte. La primera edad es una etapa llena de cambios, nuestro cuerpo y nuestra mente
empiezan a desarrollarse, cada día somos un poco más altos, un poco más maduros y un poco más grandes.
Es en este tiempo cuando nos empezamos a preguntar, ¿que seré cuando sea grande? Una promesa de que
llegaremos a convertirnos en “alguien”, aunque ya lo seamos.
Al terminar la adolescencia, al fin nos convertimos en aquel “alguien” que tanto imaginábamos y de-
seábamos ser: un adulto. Pero resulta que nuestros sueños infantiles eran muy poco realistas. En el camino,
hasta aquí nos dimos cuenta de que no era tan genial ser un bombero, que no podemos ser astronautas si
no sabemos física o médicos si nos desmayamos al ver la sangre. Sin embargo, estos sueños no mueren,
simplemente se transforman en nuevos sueños, más reales. Y así, después de tantos cambios alcanzamos la
segunda edad.
Al llegar a ella, sentimos que estamos en este mundo para dejar huella o para cumplir con una “mi-
sión”. Algunos logran cumplir sus sueños, otros no, pero algo sí es claro, que la mayoría vivió del sudor de
su frente. Pero el tiempo no perdona; sin importar lo que hayas hecho o logrado, tarde o temprano llegas
a la tercera edad.
Entonces dejas de ser alguien y poco a poco eres olvidado. Tu cuerpo y mente se deterioran, cada vez
necesitas más ayuda y cada vez eres más ignorado. Eres cada vez más pequeño y cada vez olvidas más. Así
hasta que un día desapareces, como si nunca hubieras nacido.
Esta visión, tal vez resulte fatalista para muchos, pero como veremos es la realidad de miles de personas
en nuestro país. No obstante, mi objetivo no se reduce a mostrar la mala situación actual para la vejez de
México, sino que quisiera compartir la esperanza que tengo, que planeo construir para la tercera edad, la
tercera edad que quisiera vivir… cuando sea grande.
Empecemos por definir qué es la tercera edad. Este término fue acuñado por J.A. Huet, en Francia el
año de 1950, y hacía referencia a las personas jubiladas laboralmente. Más tarde el concepto fue evolucio-
nando hasta definirse como: todas las personas con 60 años y más (Mier, 2006). Aunque en algunos estu-
dios y para autores más recientes, lo definen como mayor de 65.

62
Cuando sea grande

Con esta definición, podemos detectar un primer problema: ¿realmente este concepto es suficiente
para estudiar a este grupo? La tercera edad es un grupo heterogéneo (Agulló, 2001) que aunque compar-
ten características también grandes diferencias entre los individuos que lo forman. Estas diferencias son
provocadas por aspectos biológicos, psicológicos y sociales. En la psicología y la medicina, las personas
tenemos 4 tipos de edad, que pueden o no coincidir. La edad cronológica, biológica, psicológica y social.
La edad cronológica es la cantidad de años que una persona tiene desde el día de su nacimiento. La
biológica hace referencia al deterioro corporal, que se puede medir mediante la condición física general:
una persona de 50 años que hace ejercicio será más joven que una de 40 años sedentaria; este tipo de edad
es muy diferente para cada individuo, ya que intervienen factores como la alimentación, hábitos y la gené-
tica. La edad psicológica es cómo enfrenta una persona los retos de su entorno; en comparación con sus
contemporáneos, por ejemplo, una persona de 35 años que aún vive con sus padres, será más inmadura
que una de 20 años que sea independiente. Por último, la edad social es como las personas siguen las
normas, expectativas y roles que se espera desempeñe a cierta edad cronológica, por ejemplo, una mujer
que es viuda a los 23 años es mayor socialmente (Papalia, Sterns, Fildman & Camp, 2009). Con estos
factores podemos darnos cuenta de las necesidades de una persona y su grado de independencia en
todos los ámbitos.
A partir de este concepto más amplio de edad, parece que los 65 años son una edad arbitraria, claro
que, para fines estadísticos y demográficos, resulta necesaria. A mi parecer, este podría ser parte de los pro-
blemas que vivimos hoy en día con la tercera edad en el mundo ¿Acaso el día de nuestro cumpleaños
número 65 cambia algo en nosotros?, ¿somos todos iguales? Para este texto tomaremos el concepto de
65 años y más, y como sinónimos, las palabras ancianidad, vejez o adultos mayores, aunque existen dife-
rencia en estos conceptos, sólo los usaremos con fines prácticos.
Definida la tercera edad y el problema que esto supone, veamos la situación en nuestro país. En 2015,
la población mayor de 65 años representaba 7.2% de la población mexicana, se estima que tan sólo en 3
años, en 2020, se habrá casi duplicado a 12.1% y para 2050 será 26.5%. Este crecimiento, aunado a la
disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida, empieza un proceso de transición demo-
gráfica, proceso de envejecimiento de una población. Además, la esperanza de vida aumenta cada año
permitiendo a las personas vivir más y con una mejor calidad de vida. En 2016, la esperanza de vida se
ubicó 75 años promedio y se estima que para 2050 será de 83 años promedio (CONAPO, 2006).
Aquí yace la importancia de hablar de la tercera edad en la actualidad, una población que hace tan sólo
unas décadas era una minoría, poco a poco se vuelve cada vez más grande. Pero el problema realmente
no es el mero envejecimiento de la población. Para mí, el problema radica en nuestros sistemas para aten-
der las necesidades de la vejez. Hoy en día existen cientos de servicios privados para los adultos mayores,
pero en su mayoría son costosos y las personas de escasos recursos no pueden acceder a ellos. Se podría
pensar que en México contamos con una extensa seguridad social, pero esto no es así.
Según el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, 75% de las personas de la tercera edad
no tienen ninguna pensión. Además de que la mayoría se jubilan a los 80 años o hasta que pueden seguir
laborando (Hernández, 2016). Un efecto de esto es que, 43.7% de este grupo poblacional vive en pobreza
multidimensional. (El Financiero, 2016).
Entonces no sólo tenemos una población en aumento, sino que tampoco puede cubrir sus necesidades
básicas y no se diga nada sobre jubilarse. Por consecuencia, tenemos una población que, de por sí es vul-
nerable a enfermedades y desnutrición, ahora empeora, pues no puede hacer frente a estos problemas por
su pobreza.
Por último, uno de los problemas que considero uno de los más dañinos, no sólo para los ancianos sino
también para la sociedad en general, es la cultura (o la falta de la misma) de la vejez en México.
En el México prehispánico, los ancianos eran las personas más sabias y se apreciaba en gran medida
su conocimiento del mundo en general, esto los hacía personas veneradas por la sociedad y que ocupaban
un lugar privilegiado. Hoy con la industrialización, la globalización y las nuevas tecnologías, han pasado a

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

considerase una carga para el Estado y la sociedad, aunque esto no sea necesariamente así (Instituto Na-
cional de las Personas Mayores, 2010).
El anciano es desplazado y visto como un estorbo, el maltrato, el abandono y el abuso de las personas
mayores está a la orden del día. Estos riesgos dependerán del grado de independencia de cada persona
que está determinado por muchos factores. Es en este punto donde el núcleo familiar toma relevancia,
pues en México la cohabitación y dependencia familiar es muy común, pues será el que acompañe y ayude,
en mayor o menor medida, al anciano.
Tenemos que cambiar nuestro paradigma sobre el lugar de los ancianos en México. Regresar a con-
ceptos y soluciones de la antigüedad podría ayudarnos a generar un cambio positivo. Si en el mundo
en general, comenzáramos a escuchar a las personas de la tercera edad, los dejáramos de discriminar,
comenzar a valorar su conocimiento y experiencia y al mismo tiempo los incluyéramos en las nuevas tec-
nologías y en la toma de decisiones, mucho de este sentimiento de carga desaparecería y empezaríamos a
ver los problemas como oportunidades.
Recuerden cómo empezamos este texto, como mi relato parecía exagerado y fatalista; al ver toda esta
información a mí me queda aún más claro porque lo veo así. Pero como dije al inicio, no sólo quiero mos-
trar esta visión sino también, compartir una esperanza.
En resumen: el término tercera edad es arbitrario y obsoleto y deberíamos detenernos a reflexionar
sobre cómo definimos a este grupo. La población de adultos mayores crece cada día y mantendrá su
tendencia en los próximos años. La mayor parte de la población de adultos mayores en México vive
en pobreza, así que debemos solucionar esto y crear mecanismos que la eviten. Por último, el lugar social
de los ancianos, es de gran relevancia y debemos comenzar a general una cultura de integración y aprecio
a nuestra vejez.
A mi parecer, hay tres ejes de acción muy importantes:

1. Previsión: Todos sabemos que algún día seremos adultos mayores, así que como dice el dicho Cava
el pozo antes de que tengas sed. Todos debemos tomar la responsabilidad de nuestro propio destino
y crear nuestro patrimonio con visión al futuro. De la misma manera, es de vital importancia la
democratización el acceso a activos, ya que como vimos el ahorro no es suficiente.
2. Combate de la pobreza: Debemos seguir y aumentar la lucha por la desigualdad social en general;
tenemos que crear mecanismos que vayan a las causas de la pobreza como la falta de educación y
de oportunidades laborales, y no sólo tratar de ocultar el problema con apoyos efímeros.
3. Cambiar la cultura del envejecimiento: Debemos de sensibilizarnos y eliminar nuestros prejuicios.
Hay que dar lugar a los adultos mayores e integrarlos plenamente a la sociedad, sin discriminarlos
y menospreciarlos.

Sé que estos ejes de acción son muy complejos y necesitan de un cambio profundo en nuestras institucio-
nes, sociedad y nosotros mismos, pero sólo si buscamos esto, podremos dar soluciones. Todos debemos
unirnos y luchar por nuestros abuelos, padres y hermanos, porque en la medida que lo hagamos; además
de darles la calidad de vida que ellos merecen, existirá en México una mejor vejez para cuando tú y yo
seamos grandes.

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Cuando sea grande

Referencias
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de México: Mc Graw Hill.

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Envejecimiento

Yessica Nogueda Morales


14
Envejecimiento
Yessica Nogueda Morales

Introducción

H oy me he puesto a pensar en todos aquellos adultos mayores que cuentan con una excelente salud
tanto física como mental, y que muchas veces rechazamos en la participación dentro de la socie-
dad a pesar de que podrían generar grandes contribuciones a ésta, todo debido a que no se nos enseña o
fomenta una cultura de inclusión, participación integral y tolerancia para todas las personas sin importar
género, rango de edad, diferencias de religión, etcétera.
Es indispensable que como sociedad aprendamos a detectar las necesidades que tienen los adultos
mayores derivadas de las modificaciones psicosociales que viven en su día a día por consecuencia de estar
en esta etapa de vida.
He decidido desarrollar este ensayo en el tema de proceso del envejecimiento psicosocial, por el moti-
vo de que considero que las personas son dependientes de la interacción interpersonal y que sí hay un
desprendimiento de éste hay repercusiones ya sea a largo, mediano o corto plazo en la salud mental de
éstas. Los aspectos que desarrollaré a lo largo del ensayo son antecedentes de la imagen de los adultos
mayores dentro de la sociedad, las teorías psicosociales que me resultan de vital importancia a que, como
comunidad busquemos vincular, para lograr una mejor adaptación a la etapa de vejez del ciclo de vida y
experiencias personales que han logrado impactar en mi vida, y con base a éstas he podido desarrollar un
análisis de la importancia que se debe de dar a las teorías para que sean vistas como recomendaciones y de
esta forma alcanzar una inclusión equitativa en la sociedad de cada una de las personas.
Cuando recuerdo mi infancia, me pongo a pensar en todas las veces que quise que el tiempo pasara
más rápido, que las situaciones por las que ese día atravesaba se desvanecieran en la esperanza de un mejor
mañana, que los años avanzarán más deprisa para poder ser como mi mamá; y ésa es la cuestión: los seres
humanos siempre estamos pensando en el mañana o en el ayer y, en el lapso de ello, estamos olvidando
vivir el presente. Quién me diría que hoy por cada segundo que pasa me cuestionaría por qué el tiempo no
pasa más lento, el que la vida en sí pasa muy rápido y que tarde o temprano si somos afortunados llegare-
mos a la vejez, esa etapa que a muchos pensarlo nos da esperanza, amargura, temor, entre otras emociones;

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

una etapa que a lo mejor la vemos dentro de otra realidad o dimensión o que en nuestra extraña mentalidad
creemos imposible alcanzar, pero que al final de cuentas y no importando todas las ideas que nos hagamos
o renuencia que le tengamos, es una etapa inminente del ciclo de vida del ser humano.
Lo primero que me viene a la mente cuando pienso en el envejecimiento por más cliché que parezca
son lentes, bastones, arrugas, todas teniendo en común que son modificaciones fisiológicas. Lo que me
lleva a preguntarme cuántas veces creemos que estos aspectos son los más importantes o predominantes y
dejamos de lado procesos psicosociales o económicos que tienen un impacto de igual importancia, pero
por desconocimiento no se consideran y de igual forma estas personas y sociedades tienen que atravesar
para que esta etapa de vida sea sana, digna e incluyente.
A lo largo de las culturas desde las griegas hasta las propias mexicanas por mencionar algunas, la ima-
gen que se tenía de los adultos mayores es una que inculca respeto y veneración, ya que se les tomaba como
fuente de experiencia y conocimientos, lo que conllevaba a que fueran una parte que participaba activa-
mente en la sociedad y por lo consiguiente su declive en el ciclo de vida fuera más paulatino. Lo triste
es que en la actualidad nuestros valores, percepciones e ideas se van haciendo más egoístas, que ya no
buscamos enfocarnos en ser una sociedad inclusiva y, por lo tanto, dejamos de lado a todas esas personas
cuyos intereses no van correlacionados con los de nosotros y dentro de ese rubro de personas están los
adultos mayores.
Hay muchas teorías que explican el proceso psicosocial del envejecimiento y la mayoría se relaciona en
la importancia que tiene que los adultos mayores estén en continua interacción con las comunidades a las
que pertenecen, que sean involucrados en las actividades, y tengan tareas y roles específicos dentro de ella.
Desde mi punto de vista, las personas llegamos a tener dos familias: una que es la sanguínea y otra la que
conformamos en nuestro trabajo y con nuestros grupos sociales, por lo que los adultos mayores al desape-
garse, debido a que una empresa o sociedad ya no les parece “útil” experimentan un proceso de envejeci-
miento insatisfactorio. Creo firmemente en la teoría de la actividad creada por Havighurst que explica que
la realización de actividades está directamente relacionada con un envejecimiento bueno y satisfactorio, y
a la vez ayudará a combatir procesos de enfermedades. Me resulta ilógico pensar que porque una persona
llega a un límite de edad “65” es menos productiva intelectualmente. No cuestiono el hecho de que el
desempeño de las actividades físicas sean un poco más difíciles para desarrollar, pero estas personas pueden
ser un gran fuente de contribución de conocimientos y experiencia para cualquier empresa o sociedad.
Las sociedades somos un punto fundamental dentro del proceso de envejecimiento. Es nuestra visión
colectiva basada en experiencias o ideologías la que desmerita o crea una socialización excluyente a los
adultos mayores. Es nuestra obligación buscar realizar vínculos para que la adaptación de estas personas a
esta etapa de vida sea desarrollada con éxito, no hay que olvidar que cada etapa de vida es una etapa de
descubrimiento y de crecimiento personal y social. Es curioso que cuando un bebé nace, la sociedad tiene
la paciencia y tolerancia de permitirle descubrir el mundo a su paso; a un adolescente se le entiende diciendo
que sus crisis son cambios hormonales; durante la adultez hay una comprensión ya que vamos entendiendo que
es hora de buscar la independencia, pero yo me pregunto, ¿estamos como sociedad dispuestos a aceptar
la vejez como una etapa de la vida que merece respeto y dignidad dando por hecho de que es parte de la
naturaleza de todo ser humano?
Ortega y Gasset en su obra En torno a Galileo afirma: “El concepto de edad no es sustancia matemá-
tica, sino vital. La edad, originariamente, no es una fecha..., es dentro de la trayectoria vital humana un
cierto modo de vivir...dentro de nuestra vida total una vida con su comienzo y su término...Las edades lo
son de nuestra vida y no, primariamente, de nuestro organismo, son etapas diferentes en que se segmen-
ta nuestro quehacer vital” (1933, 154). El proceso del envejecimiento yo creo es un tema tanto intrínseco
como extrínseco; intrínseco por el motivo de que la personalidad de cada persona va a influir en cómo va a
ser tu adaptación hacia esta etapa de vida, no va a ser lo mismo la tendencia de desarraigo a la sociedad para
una persona extrovertida como para una introvertida, ni va a ser lo mismo para una persona que es muy
activa a otra que su tendencia es a ser pasiva, pero también hablo de un tema extrínseco ya que el ambiente,

68
Envejecimiento

la cultura, las tradiciones con las que interactuó la persona toda su vida van a ser una parte predominante
de la adaptación a la vejez, así como el pensamiento colectivo de la sociedad en la que se encuentra va a ser
la encargada de que el proceso del envejecimiento psicológico sea más paulatino.

Conclusiones
En conclusión quiero mencionar algo que ha impactado mucho mi vida y es esa necesidad que tenemos
todos de ser incluidos en la participación dentro de la comunidad hasta el final de nuestros días, ya que eso
es lo que nos da el impulso de vivir. Cuando recuerdo a mi abuelo, recuerdo a una persona trabajadora,
que todo el tiempo veía creando planes y aún cuando la vida se complicaba debido a sus enfermedades, el
continuo deseo de ser una persona útil, productiva e integrada es lo que lo mantenía aferrándose a ésta.
Como sociedad nos queda mucho por trabajar en la tolerancia y empatía hacia las personas. Es impor-
tante reconocer y comprender que cada etapa de la vida es un proceso de descubrimiento y que nadie
llega a este mundo sabiendo como enfrentar las dificultades de la vida; por lo cual concluiré este ensayo
citando un dicho que siempre me dice mi mamá: “Cómo me ves, te verás”. Esta frase siempre me deja
pensando que esta etapa de la vida es algo que a todos nos tocará atravesar y está en nosotros poder hacerla
satisfactoria para los adultos mayores que se encuentran en ésta o están en el proceso de alcanzarla, luchar
por una participación integral nos corresponde a cada uno de nosotros.

Referencias
García Martín Miguel Ángel (2003). Aspectos Psicosociales del envejecimiento. 28 de mayo 2017, de
Fundación Instituto Hipólito Unanue Sitio web: http://www.fihu-diagnostico.org.pe/revista/
numeros/2003/marabr03/43-46.html
Nuin Orrio, Carmen y Pedraz Marcos, Azucena (2011). Teorías psicosociales del envejecimiento. En En-
fermería de la persona mayor (416). Madrid, España: Centro de estudios Ramón Areces.
Ortega y Gasset José (1933). En el tránsito del cristianismo al racionalismo. Entorno a Galileo (344).
Trejo Maturana Carlos (2001). El viejo en la historia. 28 de mayo 2017, de Programa Interdisciplinario de
estudios gerontológicos Sitio web: http://www.gerontologia.uchile.cl/docs/viejo.html

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Residencia de día, una alternativa como
Modelo de Atención Gerontológica

Edith Alejandra Pérez Serrano


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Residencia de día, una alternativa como
Modelo de Atención Gerontológica
Edith Alejandra Pérez Serrano

L os retos planteados por el envejecimiento1 son diferentes en cada país, dependen del volumen de la
población adulta mayor y de sus políticas sociales, la competencia y la solidaridad entre generaciones
constituyen una realidad de las sociedades contemporáneas.
Vivimos en un país envejecido, donde 10.03% de su población es adulta mayor. La longevidad no
va de la mano con la salud, la morbilidad y la discapacidad, aunque son frecuentes en gran parte de la po-
blación adulta mayor impactando en su calidad de vida, donde el bienestar personal y social dependerá en
gran medida del soporte familiar, comunitario e institucional que reciba; estas tres fuentes de apoyo cons-
tituyen una importante red social que integran a todas las personas con quien el adulto mayor interactúa.
De acuerdo con el INAPAM: “En este sentido, las acciones, programas y modelos de atención integral
surgen como respuesta a los compromisos adquiridos internacional y nacionalmente así como a las obliga-
ciones establecidas por la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores que rige en nuestro país y
están encaminados a propiciar una transformación cultural de la sociedad para que se valore y reconozca
la dignidad de este sector”. Sin embargo las políticas públicas, los programas y las acciones llevadas a cabo
hasta el momento no son suficientes.
Para desarrollar una política social de envejecimiento y vejez, sin mermar la calidad de vida de los
cuidadores y la familia, es necesario la reorientación de modelos y programas dirigidos a los mayores fa-
voreciendo recursos de apoyo a la familia que posibiliten una permanencia adecuada del adulto mayor en
su núcleo familiar.
Se deberán ofrecer servicios gerontológicos integrales basados en la atención prioritaria de sus necesi-
dades y bienestar con base en la normatividad sobre la vejez, como lo es el documento de la Convención

1
Con el término envejecimiento me refiero al proceso natural y gradual de cambios biológicos, psicológicos y sociales por
los que pasa el ser humano. Para diferenciarlo del término vejez entendiendo ésta como la etapa en sí de la vida a partir de los
60 años de edad para países en vías de desarrollo y 65 años para países desarrollados.

71
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores2 que, aunque
México no lo ha firmado, es el instrumento más completo sobre vejez y derechos humanos.
El desarrollo actual y futuro de los servicios gerontológicos, tanto en el hogar como en los servicios
institucionales y de respiro familiar, es una preocupación de gran interés en nuestros días tanto para
los involucrados en las entidades gubernamentales, profesionistas, sociedad civil y familias, así como
para sus posibles usuarios adultos mayores.
Las residencias de día basan su fundamento en la Declaración de Brasilia y la Carta de San José so-
bre los Derechos de las Personas Mayores de América Latina y el Caribe, que señalan la creación y la
garantía de los servicios sociales necesarios para brindar cuidados a las personas mayores considerando
sus necesidades y características específicas, promoviendo de esta manera su independencia, autonomía y
dignidad.
El modelo de residencia de día debe contribuir a conceptualizar el servicio como tal, unificar y coor-
dinar procedimientos de actuación, referenciar los niveles de atención que deben ofrecer estos centros, así
como sentar las bases para el control de la calidad de la atención brindada.
La República de Chile divide su modelo de residencias de día en dos: por un lado atiende a las per-
sonas mayores con algún tipo de dependencia, brindando cuidados y servicios durante todo el día y
cubriendo sus necesidades personales básicas, terapéuticas y socioculturales; promoviendo de esta manera
su autonomía y la permanencia en su entorno familiar; por otro lado brinda atención a personas mayores
independientes incluyendo servicios de alimentación, actividades educativas, de ocio y esparcimiento.
Costa Rica también ha implementado una “Red de Atención Progresiva para el Cuidado Integral de
las Personas Adultas Mayores”, integrada por la participación del gobierno, organizaciones de la sociedad
civil y la población en general. Esta red cuenta con siete diferentes modelos de atención, destacando los
centros diurnos que dirigen sus programas principalmente a personas adultas mayores independientes
en situación de vulnerabilidad económica y social, manteniendo a la persona mayor dentro de la convi-
vencia familiar.
Las residencias de día con las que cuenta la República de Chile y Costa Rica deben ser consideradas
como un modelo alternativo en la atención diurna de las personas adultas mayores, ya que ofrecen servi-
cios integrales en las cuatro esferas: biológica, psicológica, social y espiritual, al mismo tiempo que brindan
oportunidad a la familia de realizar sus actividades laborales y personales y mantienen integrada a la per-
sona mayor en su núcleo familiar, sin olvidar la importancia de que a pesar de sus limitaciones funcionales,
se considere al adulto mayor como sujeto de derecho y no de asistencia social.
México ha sumado esfuerzos en la atención prioritaria de la población adulta mayor, generando
proyectos de residencias de día tanto públicas como privadas como lo son, las del Instituto Nacional de
las Personas Adultas Mayores (Inapam), los centros gerontológicos del Sistema Nacional DIF (SNDIF) y
las casas de día del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) entre
otros. Sin embargo, la atención se enfoca aún en asistencialismo y los recursos económicos otorgados por el
gobierno no son suficientes para generar infraestructura, servicios y cuidados adecuados para el bienestar
integral de los mayores. El Inapam cuenta con el “Registro Único de Centros Gerontológicos” en el nivel
nacional, en el que hasta la fecha, se tienen registrados más de 3000 estancias que brindan atención a los ma-
yores, sin embargo, este registro incluye no solo residencias de día, contempla albergues, clubes, comedores,
entre otros. Actualmente, de manera conjunta con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
se armonizan las bases de datos de ambos Institutos con la finalidad de generar un acervo electrónico más
completo y controlado de las instancias que brindan atención a los adultos mayores.

2
Hago referencia al documento que la organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó el 15 de junio de 2015 en
Washington D.C La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, la cual
es un instrumento vinculante en materia de vejez e Implica el compromiso de asegurar la plena vigencia de los derechos de las
persona mayores, teniendo en cuenta sus necesidades específicas.

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Residencia de Día, una Alternativa como Modelo de Atención Gerontológica

Las residencias de día como una alternativa de modelo de atención gerontológica deben ser centros
que atiendan a personas de 60 años y más, que por sus condiciones de vulnerabilidad no pueden permane-
cer solas en sus domicilios y quienes requieren de una atención integral especializada, multi e interdiscipli-
naria3 de calidad y amplio sentido humano en apoyo a su salud y bienestar, manteniendo o mejorando su
funcionalidad y autonomía el mayor tiempo posible, favoreciendo su autoestima, autocuidado, recreación
e integrándolos en su contexto familiar y social como titulares de derechos. En particular deberá cubrir
desde un enfoque biopsicosocial4, las necesidades de asesoramiento, prevención, rehabilitación y orienta-
ción así como atención en sus actividades cotidianas.
Este modelo de atención a la población adulta mayor deberá fungir de igual manera como un apoyo
en la carga familiar, social y económica, ya que a través de los servicios interdisciplinarios como son
atención médica, de enfermería, psicología, gerontología, acciones de trabajo social, alimentación balan-
ceada de acuerdo a sus condiciones de salud, recreación y cultura, favorecerá una mejora en la calidad
de vida de la persona mayor y por ende repercutirá en aminorar costos y cargas.
El modelo deberá permitir a los adultos mayores convivir con personas que comparten sus mismos
intereses y llevar a cabo acciones de reactivación física, promoción de la salud, estimulación cognitiva,
actividades de socialización, aprendizaje, manualidades, participación en eventos cívicos, festejos y con-
memoraciones sociales con pleno respeto en sus derechos. Asimismo, fomentará un envejecimiento activo
y saludable que promueva una imagen positiva de la vejez, contribuyendo de esta manera a disminuir las
brechas intergeneracionales y de género, adoptando un enfoque de ciclo de vida y de visión prospectiva a
largo plazo, considerando su opinión y participación para su bienestar a través de instalaciones adecuadas,
equipamiento necesario, fácil acceso a la residencia y facilidad de transporte.
De igual manera, el modelo deberá contemplar un programa de formación al cuidador que contenga
estrecha relación con las necesidades específicas de las personas mayores, en función de los objetivos
de atención de la residencia y de los programas de intervención que se realicen. Asimismo, se deberá im-
plementar la atención domiciliaria5 en personas mayores con algún tipo de dependencia, tendiendo como
base que el hogar ha constituido el modo central de la resolución de las necesidades vitales desde épocas
lejanas, este programa deberá estar contenido en el modelo de residencia de día como otra alternativa de
atención siendo abierto y flexible para poder incluir en él, servicios en diversas situaciones.
El compromiso operativo de México con la sociedad en relación con el envejecimiento y la longevi-
dad deberá recaer en diseñar un modelo de referencia que oriente a los centros a establecer sus propios
criterios organizativos en la prestación de los servicios de residencias de día gerontológicas. Habremos
de partir de optimizar los recursos existentes que con una debida planeación, organización, dirección y
control nos permitirán atender las necesidades de las personas adultas mayores, de su familia, la sociedad
y los gobiernos, enfocando la definición de objetivos, los servicios, el diseño arquitectónico, los recursos
humanos, capacitación, distribución de responsabilidades, la organización del centro y la metodología
del trabajo, los programas de intervención y otros aspectos relacionados con el seguimiento, la calidad, la
satisfacción de los usuarios y la evaluación de la residencia. Esta última se debe dirigir, principalmente,
en determinar en qué medida han sido alcanzados los objetivos propuestos inicialmente, así como analizar
la relación entre los efectos obtenidos, la actividad desarrollada y los recursos empleados.

3
Con el término multidisciplinario hago referencia a varias ciencias o disciplinas aportando puntos de vista desde su área.
En comparación con interdisciplinario que se refiere a varias ciencias o disciplinas que comparten su conocimiento del área y se
involucran entre sí.
4
Cuando se habla de un enfoque biopsicosocial, hace referencia a las esferas biológica, psicológica y social de la persona.
5
Se entiende por atención domiciliaria el servicio que está dotado por las prestaciones que otorga a personas con un grado
de dependencia, discapacidad o familia con problemas, especialmente personas de edad muy avanzada.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

La atención, el cuidado y la promoción de la plena participación de las personas mayores, son elemen-
tos necesarios para un envejecimiento activo, por lo cual es indispensable ofrecer programas adecuados y
sostenibles de apoyo a este grupo poblacional como lo es la residencia de día.

Referencias
Modelos de Atención Gerontológica (2011). INAPAM. México.
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (2012). México.
Ciudades Globales Amigables con las Personas Mayores: Una Guía (2007). OMS. Suiza.
Centros de Día, lineamientos generales para el funcionamiento de un centro de día gerontológico. (2006).
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cuments/pgi/guias_pgi/pgi_centro_dia/pgi_parte1_astur.pdf
Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores
(2015). OEA. Disponible en http://www.oas.org/es/sla/ddi/docs/tratados_multilaterales_
interamericanos_A-70_derechos_humanos_personas_mayores.pdf
Documento Rector Red de Casas de Día (2013). SEDESOL. México. Disponible en http://www.cipet.gob.
mx/ppam/Modelo%20Red%20de%20casas%20de%20Dia_v13.pdf
Declaración de Brasilia (2007). CEPAL: Brasil. Disponible en http://www.cepal.org/publicaciones/
xml/0/32460/LCG2359_e.pdf
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, Modelos de atención gerontológica. Disponible en
http://adigac.org/gallery/libro_modelos_de_atencion_gerontologica_(web).pdf
Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de los adultos mayores en la Región. SEGIB.
OISS. Disponible en http://www.oiss.org/imG/pdf/ADULTOS_MAYORES_documento_
aprobado_XXI_CUMBRE-2.pdf
Proyecto sobre Personas Mayores, Dependencia y Servicios Sociales en los Países del Cono Sur. OISS-IM-
SERSO. Disponible en www.imsesomayores.csic.es/documentos/documentos/oiss-brasil-01.
pdf

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16
Inseguridad alimentaria en el adulto mayor:
Creación de huertos urbanos

Marla María López Teros


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Inseguridad alimentaria en el adulto mayor:
Creación de huertos urbanos
Marla María López Teros

“La innovación guiada por pequeños agricultores, adaptada a las circunstancias locales
y sostenible para la economía y el ambiente, será necesaria para asegurar la seguridad
alimentaria en el futuro”. Bill Gates.

E l envejecimiento poblacional se ha convertido en un fenómeno global, tras la disminución de la


fertilidad y el incremento de la esperanza de vida. Esta transición sociodemográfica es de interés
inmediato en los países desarrollados como México, donde el envejecimiento tiene implicaciones impor-
tantes en los sistemas de salud, económicos y sociales (Conapo, 2010). Lo que lleva a nuevos retos como
medidas que se deben adoptar para una mayor y mejor atención a la población de adultos mayores que
son vulnerables a distintos factores adherentes a la edad como el riesgo elevado de enfermedades crónicas,
la disminución en la funcionalidad y un mayor riesgo de inseguridad alimentaria y mala nutrición (FAO,
2013). Por ejemplo, de acuerdo con los resultados de la encuesta SABE (2007) 17.1% de los adultos
mayores de 60 años sufren problemas de nutrición y ENSANUT (2012) mostró que existe una alta prevalencia
de sobrepeso (42.8%) y obesidad (28.3%) en los adultos de 60 a 69 años; por otro lado, 6.9% sufre de
desnutrición en adultos mayores de 80 años (Gutiérrez et al., 2012).
Estas prevalencias pueden estar influidas por una mala alimentación o una inseguridad alimentaria en
la población de adultos mayores, caracterizada por una alimentación inadecuada con un consumo de ali-
mentos por debajo de los niveles mínimos requeridos y la falta de estrategias nutricionales a largo plazo
que permiten el acceso a alimentos y otros artículos relacionados con la seguridad alimentaria (FAO, 2013).
Dando inicio a situaciones de vulnerabilidad alimentaria, debido a que no pueden acceder a los alimentos,
ya sea por vía del mercado o del autoconsumo.
Desde 1996, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
se habla de seguridad alimentaria “Cuando toda persona en todo momento tiene acceso económico y físico
a suficientes alimentos nutritivos e inocuos para satisfacer sus necesidades alimentarias y preferencias en

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Inseguridad alimentaria en el Adulto Mayor: Creación de huertos urbanos

cuanto alimentos a fin de llevar una vida sana y activa”. A mayor nivel de inseguridad alimentaria, más
deficiente es el estado de salud del adulto mayor; igualmente, a mayor nivel de inseguridad alimentaria,
mayor riesgo de no cumplir con todas las características nutricionales requeridas para esta edad. La cual
se ha relacionado con una menor adherencia a tratamientos médicos, con una menor ingesta de nutrientes,
con mayor número de discapacidades, con un incremento en pérdida de masa muscular, anemia y obesi-
dad por falta de diversidad de alimentos (Compte, 2014). Implicando restricciones de acceso al consumo de
alimentos por debajo de los niveles mínimos requeridos, junto con un déficit permanente en la producción
de alimentos. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares 2008 (ENIGH, 2008) encontró que
45% de los hogares con población mayor de 65 años tenían algún grado de inseguridad alimentaria, y la
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT, 2012) mostró un panorama más preocupante, porque
el 67% de los hogares reportó alguna forma de inseguridad alimentaria. Las prevalencias más altas se re-
gistraron en hogares indígenas (85.9%) y en los rurales (82.2%).
Las sociedades han presenciado históricamente alteraciones en sus formas de vida motivadas por cam-
bios en la economía en general, sepultado los pequeños y medianos productores, sobre todo de arroz, maíz
y trigo, así como en la densidad demográfica, de infraestructura, en los avances científico-tecnológicos, de
inequidad, problemas de salud, y en otros elementos socioculturales, provocando que algunos precios
de los alimentos aumentaran, lo que generó un consumo menor de alimentos y/o la sustitución de alimen-
tos más caros por otros de menor costo que, por lo general, son menos nutritivos, sustituyendo alimentos
ricos en micronutrientes de origen animal, legumbres, alimentos procesados, frutas y verduras, así como a
minimizar el número de comidas y cantidad de alimentos consumidos diariamente, reduciendo la ingesta
de micronutrientes y dietas balanceadas (Thompson, 2011). Dos terceras partes de los años de vida saludables
perdidos por personas de 60 años o más se relacionan con estilos de vida desfavorables, derivado del alto
consumo de sal, grasas saturadas y azucares refinados, así como al bajo consumo de granos, semillas y ve-
getales (INGER, 2016).
Estas crecientes problemáticas ponen en riesgo la salud de la población mundial, pero sobre todo a
los adultos mayores que padecen alguna enfermedad crónico-degenerativa, lo que aumenta el consumo
de medicamentos, destinando más de 50% de su dinero del gasto en salud en la compra de los mismos, de-
jando de comer por consumir medicamentos y mitigar el dolor, trayéndoles consecuencias a largo plazo,
como un menor control de la enfermedad y la agravación de estas (Alonso, 2014). Motivos por los cuales
a lo largo del tiempo ha existido la preocupación por asegurar una provisión de alimentos, estimulando a
las sociedades a crear sus propias fuentes de reserva de alimentos a fin de enfrentar o evitar situaciones de
riesgo o vulnerabilidad, ya sea ante catástrofes naturales, ataque de plagas o adversidades económicas
como las crisis o cambios abruptos en la orientación de la oferta y la demanda, derivadas de cualquier tipo
de conflicto bélico o político. Pero lamentablemente, como sociedad no estamos preparados, ni tenemos
la costumbre de cosechar o de guardar reservas adecuadas a la cobertura de la magnitud de estos eventos,
aumentándole la poco ayuda gubernamental y la ausencia de políticas públicas que trasciendan y no sean
solo de atención limitada (Torres, 2014).
Conforme nos hemos ido desarrollando se ha tratado de poner al alcance alimentos básicos a los adultos
mayores más vulnerables con programas tales como 70 y más, y Pensión Alimentaria del Distrito Federal,
entre otros, programas que en ocasiones no cubren en su totalidad a esta población y los recursos inverti-
dos en estos no han tenido el efecto esperado, entonces ¿realmente estamos asegurando una alimentación
sana, nutritiva y suficiente? o ¿solo estamos proporcionando un servicio para decir que cumplimos con los
derechos otorgados? Con base en esto, concuerdo con Huenchuan (2010) que es importante considerar
cambiar la lógica de elaboración de leyes, políticas y programas, ya que tenemos que entender que el pun-
to de partida no es la existencia de personas con necesidades o estado de vulnerabilidad, que deben ser
ayudados, si no sujetos con derechos que obligan al Estado y al resto de la sociedad a cumplirlos, con los
cuales a su vez podamos educar e implementar estrategias que trasciendan de generación en generación
para una mejor calidad de vida.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Aunque esto no sólo recae en el gobierno o en las autoridades competentes, sino también en el nivel
familiar, comunidad, escuelas e instituciones, por lo cual nuestro objetivo es proponer una alternativa para
combatir la inseguridad alimentaria a través de un programa de largo alcance para el fomento y promoción
de una alimentación sustentable a través de la creación de huertos urbanos que garanticen la seguridad
alimentaria del adulto mayor.
Los huertos se han implementado desde el siglo XIX en situaciones de crisis, por ejemplo en casos de
guerras, catástrofes naturales, crisis económicas, políticas y sociales con el objetivo de subsistencia, higiene
y control social (Morán, 2012). En México, actualmente existen programas nacionales que promueven esta
iniciativa como el Programa del fomento a la cultura productiva de adultos mayores por la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) con el objetivo de abatir “el
rezago alimentario y fomentar la cultura productiva de los adultos mayores a través de la producción
de hortalizas en huertos de traspatio” (www.pueblanoticias.com.mx), sobre todo en áreas rurales en estados
como Puebla y Michoacán. Otra iniciativa es el Programa de agricultura sustentable a pequeña escala de
la Ciudad de México, “Alimentación sustentable” de la Secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las
Comunidades (SEDEREC) que se caracteriza por brindar apoyos a la producción orgánica, en huertos urba-
nos, comunitarios, parcelas o traspatios, para el autoconsumo y como fuente de ingresos derivados de la
venta de los excedentes al mercado local. Además cabe mencionar que Plan Nacional de Desarrollo 2013-
2018 describe en las metas nacionales que se debe “Asegurar una alimentación y nutrición adecuada de los
mexicanos, en particular para aquellos en extrema pobreza o con carencia alimentaria severa”. Sin embar-
go, las iniciativas a través de leyes, convenciones y programas para combatir la inseguridad alimentaria en
el adulto mayor en México siguen siendo escasas, y las que se llevan a cabo no cuentan con la adecuada
promoción, control, regularización, capacitación y sobre todo con seguimiento a largo plazo.
Con los huertos no sólo estaremos elevando la educación ambiental, si no que también se estará cola-
borando en la sustentabilidad urbana, la mejora del cambio climático y social, aumentaremos la calidad
de vida tanto del joven como del adulto mayor, sin ser necesario el contar con un espacio grande, donde
aprovecharemos sus habilidades tomando ventaja de las oportunidades que se encuentran en su medio. O
¿será necesario llegar a una crisis, o tener un colapso mayor al que vivimos?, ¿hasta qué punto tenemos que
llegar para implementar estrategias y programas que no se vean limitados?
En países como Reino Unido, Irlanda, Alemania, Canadá y Estados Unidos se lleva a cabo la horticul-
tura en programas de terapia y rehabilitación para adultos mayores, demostrando tener un beneficio en
el funcionamiento físico, cognitivo y social, donde a su vez aseguran una alimentación adecuada, suficiente,
equilibrada y variada (Morán, 2012). Por lo que consideramos necesario aumentar el número de progra-
mas destinados a fomentar horticultura en los hogares hacia los grupos más vulnerables, en este caso los
adultos mayores con pobreza. El derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria son elementos de
los que debe gozar todo individuo. Si bien la crisis económica mundial y la crisis alimentaria internacional
han deteriorado las condiciones de vida de la población, pero esto no nos impide el crear y diseñar políticas
económicas y nutricionales para incrementar el desarrollo de programas y/o políticas públicas dirigidas a
la promoción, detección y manejo de problemas de nutrición, con las cuales elevar el nivel de accesibilidad,
dando énfasis a la planeación de intervenciones comunitarias en el ámbito local y el uso de un enfoque de
inclusión social.

Referencias
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Compte, M. V. (2014). Experiencia exitosa en México para la reducción de inequidades y el mejoramiento
de la salud mediante la seguridad alimentaria en adultos mayores. Memorias del III Simposio
Internacional de Participación Social en Salud. México: Monitor Estrategico.

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Inseguridad alimentaria en el Adulto Mayor: Creación de huertos urbanos

Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares 2008 (ENIGH 2008), 3.


“Fomenta SAGARPA con adultos mayores la cultura productiva para combatir la pobreza alimentaria”, dis-
ponible en http://pueblanoticias.com.mx/noticia/fomenta-sagarpa-con-adultos-mayores-la-
cultura-productiva-para-combatir-la-pobreza-alimentaria-75872/
Gutiérrez J.P., Rivera-Dommarco J., Shamah-Levy T., Villalpando-Hernández S., Franco A., Cuevas-Nasu
L., Romero-Martínez M. y Hernández-Ávila, M. (2012) Encuesta Nacional de Salud y Nutri-
ción 2012, Resultados Nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública
(MX).
Huenchuan, S. (2010). El cambio de paradigma: La consideración del envejecimiento como un asunto de
derechos humanos.
Instituto Nacional de Geriatría (INGER) (2016). Hechos y desafíos para un envejecimiento saludable en Méxi-
co. México.
Morán, A. N. y Aja, H. A. (2012). Historia de los huertos urbanos. De los huertos para pobres a los pro-
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Madrid.
Thompson, B. (2011). Impacto de la crisis financiera y económica en la nutrición. Dirección de nutrición y
protección del consumidor.
Torres, F. T. (2014). Seguridad alimentaria: una explicación sobre prevalencia de los desequilibrios en México.
México: Estudios Agrarios, Procuraduría Agraria.

79
17
Gerontecnología: Oportunidades y retos
para la economía del envejecimiento

Jorge Alan Ruíz Guerrero


17
Gerontecnología: Oportunidades y retos
para la economía del envejecimiento
Jorge Alan Ruíz Guerrero

E l mundo atraviesa una situación inédita: la población adulto mayor es tema de observancia social,
gubernamental, así como económico y el avance de la tecnología es veloz y se encuentra presente
en cada rincón de nuestra vida. La unión de estos dos factores lleva nuestro pensamiento a escenarios
inimaginables.
Desde el siglo XIX, los países viven una transformación acelerada en la configuración de su perfil de-
mográfico, su población experimenta cambios radicales, significativos y palpables hacia el envejecimiento,
conllevando nuevos desafíos para los gobiernos, las instituciones, las empresas, la sociedad civil, las familias
y la economía.
Sin duda los avances científicos y tecnológicos que se han suscitado a lo largo de la segunda mitad del
siglo XIX y la primera del siglo XX, como la creación de las vacunas, los antibióticos, los métodos anticon-
ceptivos y las máquinas, han propiciado el aumento en la esperanza de vida y la disminución de defunciones
por enfermedades, así como el acceso a un nivel de bienestar mayor.
Haciendo una relación de la población adulto mayor y la población total, en el mundo, la población
mayor representó en el periodo de 1950 a 1980 8%, en tanto que en el año 2000 representó 10%. A partir
de esta tendencia se calcula que para el año 2030 el envejecimiento demográfico llegue a tasas de 16.6%, y
para el 2050 sea de 21.4%, lo que se traduce en una relación de 1 adulto mayor por cada 10 personas en el
año 2000 y 1 de cada 5 para el año 2050. Estas cifras que hacen evidente la mejora en la esperanza de vida
de la población gracias a la tecnología.
El progresivo envejecimiento humano genera demandas que son cada vez más grandes y se pueden
observar en dos planos: el personal y el social. En el primer plano, se engloban todos los desafíos del dete-
rioro cognitivo y físico, por discapacidades y enfermedades crónico-degenerativas, que le resta capacidad
e independencia al adulto mayor para el desarrollo de sus actividades diarias, tanto en casa como en su
entorno. Esto afecta su independencia funcional, su calidad de vida y la de su familia. En el segundo pla-
no, encontramos las presiones en la estructura socioeconómica por la creciente demanda de servicios de

81
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

salud y prestaciones sociales, como pensiones, empleo, integración cultural, social y política que desafían
la sustentabilidad de los sistemas.
Lo anterior ha propiciado en el mundo la búsqueda y la creación de una estrategia que ayude a dis-
minuir la presión sobre los sistemas de salud, seguridad social y la economía, evitando un colapso en el
mediano y largo plazo de las instituciones, el mercado y las familias. Esta estrategia se enfoca en promover
la construcción de un envejecimiento saludable, funcional y activo, donde el aumento de la esperanza de
vida sea libre de discapacidad, dependencia y fragilidad.
Si el envejecimiento humano es un proceso irreversible que conlleva la disminución de las facultades
mentales y las capacidades físicas, ¿existen alternativas para generar una vida de autosuficiencia y prolon-
gar notablemente una calidad de vida en la vejez? Si en el pasado los avances científicos y tecnológicos
aumentaron la esperanza de vida, ¿podrían enfocarse estos nuevos avances de la tecnología a hacer
más disfrutable la vida de los mayores?
El reto de vivir más años y libre de discapacidad propicia el desarrollo de innovaciones tecnológicas
que si son enfocadas al área gerontológica, podemos hablar de la gerontecnologia. Este concepto apare-
ce en Europa en la década de 1990 y lo podemos entender como una corriente de análisis y un área de
desarrollo basada en la conjunción de conocimientos provenientes de diversos campos de la ciencia y la
tecnología. Se enfoca en el análisis, diseño e implementación de soluciones, basadas en aplicaciones tec-
nológicas, orientadas a resolver y/o prevenir los problemas que acompañan al envejecimiento humano.
Y abre una ventana de oportunidades para la adopción, desarrollo y creación de productos, servicios y
ambientes que brinden una calidad de vida a una población envejecida.
La gerontecnología además de usar y aplicar conocimiento proveniente de diferentes campos de la ciencia
para resolver las necesidades, problemas y expectativas de las personas que transitan por el envejecimien-
to, incorporando la utilización de diversas tecnologías, principalmente de información y comunicaciones
(TIC), para el desarrollo de productos y servicios en diferentes esquemas de cuidados a distancia. Tiene el
objetivo de prolongar la vida independiente de las personas el mayor tiempo posible, promover el enve-
jecimiento en casa, disminuir la institucionalización y hospitalización, bajar los costos del cuidado de la
salud y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de las personas que han envejecido en el mundo.
El impacto que puede tener la gerontecnología en el proceso de envejecimiento ha tomado diferentes
matices que van desde lo conceptual hasta lo estratégico, pero el aspecto que le da una mayor relevancia
en el mundo moderno se encuentra en ser un vehículo para alcanzar un bienestar social.
La gerontecnología puede jugar un papel estratégico en la nueva economía al ser un mecanismo que
incentive el desarrollo de una industria centrada en la generación de dispositivos y servicios de alta ren-
tabilidad con impacto positivo en el desarrollo económico y, por supuesto, una disminución del gasto en
salud ejercido por las familias, los gobiernos y los sistemas de salud para atender las necesidades de las
personas de edad avanzada.
El factor primordial que atienden los desarrollos gerontecnologicos, para mejorar la calidad de vida
del adulto mayor, así como de sus familiares, es la funcionalidad de la persona que se ve comprometida con
el deterioro físico y cognitivo, de modo que los desarrollos se encauzan de acuerdo a cuatro rubros espe-
cíficos: 1. proporcionar bienestar por comodidad y/o para la mejora de la autoestima; 2. prevenir la depen-
dencia; 3. compensar o sustituir las capacidades perdidas; 4. apoyar a los cuidadores con tecnologías para
la movilización, el monitoreo y la vigilancia, permitiendo gestionar cuidados a distancia a diferentes escalas
y que los cuidadores conserven su estilo de vida y puedan atender sus necesidades personales.
Al generarse dispositivos, productos y servicios orientados a estas áreas, se puede estimular la economía y
crear nuevas cadenas de desarrollo económico. ¿Cuáles serían los rubros de mayor relevancia económica que
pueden rendir frutos?
A través de un estudio realizado en 2003, por el Consejo Nacional de Investigación de los Estados Uni-
dos, se publicó el reporte Technology for Adaptive Aging, un estudio que revelo las 6 principales áreas de
oportunidad económica, las cuales son: 1. comunicación; 2. empleo; 3. salud; 4. aprendizaje; 5. ambientes

82
Gerontecnología: oportunidades y retos para la economía del envejecimiento

de vida, y 6. transporte. En este trabajo se destacó que la investigación y el desarrollo de productos para
el adulto mayor deben ser manejados a partir de un entendimiento y análisis profundo de las necesidades,
capacidades y limitaciones que viven.
Si bien la gerontecnología busca mantener y prolongar una vida independiente a través de hogares
inteligentes, servicios de cuidado a distancia y diversas aplicaciones que buscan dar confort, facilitar las
actividades diarias y la vigilancia del estado de salud. Todos estos desarrollos están basados en microelec-
trónica, ciencias computacionales, tecnologías de información y comunicaciones, entre otras. ¿Qué ejemplos
de gerontecnologia existen al día de hoy?
En el Instituto Politécnico Nacional (IPN), se ha diseñado y desarrollado una alternativa para los
pacientes con Alzheimer que les permitirá realizar desde casa sus terapias cognitivas, se trata de una aplica-
ción computacional, un programa muy atractivo y sin distractores al que se puede accesar desde cualquier
tablet con sistema operativo Android.
El programa presenta una serie de ejercicios que estimulan las áreas mentales afectadas, entre las que
se encuentran la orientación, memoria, lenguaje, razonamiento y atención. El software avisa al usuario si
la terapia del día ya se realizó o aún no y se sincroniza automáticamente con la computadora del médico
para indicarle que ya realizó la práctica, cuánto tiempo le tomó, así como el conteo de errores y aciertos,
para monitorear su avance.
Este programa computacional es una alternativa al esquema clásico de terapia con test escritos y ade-
más le ofrece la oportunidad a los adultos mayores de disminuir los gastos de traslado y el esfuerzo físico
que realizan al dirigirse a las clínicas y hospitales, así como el monitoreo del avance por parte del médico a
distancia.
Otro caso de gerontecnología muy útil en la vida del adulto mayor es la creación y comercialización
de teléfonos celulares diseñados a la medida de las características y necesidades de los mayores. Este tipo de
dispositivos les abre la oportunidad a las personas de mantener una comunicación con su familia, así como
un mecanismo de monitoreo y atención, sin olvidar que puede ser un vehículo para su incorporación al
mundo digital y tecnológico, partiendo de sus necesidades y características.
Existe en México el caos de una empresa que se llama cuida+, dedicada a acercar estos dispositivos
a las familias de los mayores, se especializan en un dispositivo que cuenta con teclas muy específicas que
permiten: el marcado rápido al número del familiar a su cargo, almacenar contactos con facilidad, marcar
un numero de emergencia y marcar un numero de atención emocional. La empresa además de ofrecer los
dispositivos tiene el servicio incluido de monitoreo y contención emocional de los mayores, ofrecen una
línea telefónica para canalizar la llamada de los mayores en casos de emergencia física y emocional, así
como también para realizar llamadas de seguimiento y felicitación en sus cumpleaños.
El desarrollo de estos productos y servicios de base tecnológica permiten la generación de cadenas eco-
nómicas productivas así como la generación de nuevos empleos, el aprovechamiento del talento de las
nuevas generaciones expertos en las nuevas tecnologías, la apertura de nuevos mercados, el inicio de nue-
vas empresas y la incorporación de una industria basada en la investigación, el desarrollo y la innovación,
que puede dinamizar la vida económica de nuestro país y abrir nuevas expectativas para el crecimiento.
Si la tecnología permitió el crecimiento de la esperanza de vida en décadas pasadas, hoy los nuevos
avances tecnológicos pueden ayudarnos a hacer más disfrutable la vida en la vejes y abrir un nuevo es-
quema económico en nuestro país. Se requerirá de financiamiento para la investigación, el desarrollo y
la innovación, así como apoyo para registrar patentes y resguardar derechos de propiedad intelectual e
industrial, pero sin duda serían esfuerzos con resultados al mediano y largo plazo, al abrirse la puerta a un
cambio con sentido social, económico y humano del envejecimiento.

83
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Referencias
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investigación bibliográfica, en Revista mexicana de ingeniería biomédica,versión On-line ISSN
2395-9126 versión impresa ISSN 0188-9532. Vol.36 no.3 México sep./dic. 2015. Consultada
en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-95322015000300003
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el envejecimiento y la gerontología en México, Memorias del Encuentro Nacional sobre En-
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Revista Este País, editado el 1 de noviembre de 2013, consultado en línea el 28 de mayo de
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envejecer/
Zúñiga Elena, Envejecimiento de la población de México reto del siglo XXI, CONAPO, SEGOB, México,
2005, 94 págs.

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18
Gerontoeconomía

María Fernanda Velázquez Sánchez


18
Gerontoeconomía
María Fernanda Velázquez Sánchez

Consideraciones

A principios del siglo XX, Elías Metchnikoff acuñó el término de Gerontología, como una ciencia que
trata de la vejez y de los fenómenos que la caracterizan. Desde mediados del siglo XIX hasta los del
XX, se marca un hito en el desarrollo de la investigación y de la creatividad humana (Eastman Arango, JC,
2006; Ramírez López, BP; Álvarez Padilla, C y Nava Bolaños, I, 2015); una asombrosa corriente en la que
surgen sin cesar nuevas disciplinas. La economía gerontológica inicia su aparición en Europa a finales
del siglo pasado como una teoría más que como una transdisciplina, que por lo menos en lo que se refiere
al número de involucrados promete un grato. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se espe-
ra que entre los años 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se
duplicará, pasando de 11% a 22%. En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a
2000 millones en el transcurso de medio siglo (OMS, 2017). En cuanto al envejecimiento satisfactorio, en
las últimas décadas se ha descubierto que nuestro cerebro, a fin de mantener una adecuada salud mental,
se adapta a las circunstancias medioambientales en las que éste se desenvuelve, es decir, aprende durante
toda su vida, simplemente ejercitándolo. Nuestro aprendizaje es básicamente social (Badura, A, 1971;
Rowe JW, Kahn RI, 1997).
El lector se preguntará, ¿por qué hago tales reflexiones? Si tomamos en cuenta que la economía es una
ciencia que estudia los recursos, la creación de riqueza y la producción, distribución y consumo de bienes
y servicios para satisfacer las necesidades de la sociedad humana (Oxford University Press, 2017), los
ancianos forman parte de ella. La situación de los viejos en América Latina es que son vistos particularmente
como un mueble más en el hogar, lo que afecta su salud mental; las estadísticas de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal), demuestran que la participación económica del grupo de edad de
60 o más años, sea aproximadamente del 30% en nuestro país, mientras que naciones como Bolivia, Hon-
duras, Paraguay y Ecuador tienen una participación mayor de este grupo etario, con un 40 ± 4% (Araníbar
P, 2001). En la realidad, pocas son las familias que aprecian e integran a sus viejos, ya no digamos como
participantes en el desarrollo económico familiar, sino por lo menos al medio ambiente de convivencia y

86
Gerontoeconomía

que sea propicio para llevar a efecto sus actividades de la vida diaria (AVD) y con ello, tener una buena salud
mental (Ohrnberger J, Fichera E & Sutton M, 2017).
Ahora bien, los adultos en plenitud, como son llamados en la actualidad forman uno de los grupos más
numerosos de la humanidad; en España, por ejemplo, ya es el más numeroso (Fundación General CSIC,
2015), cuya causalidad la podemos atribuir a numerosas condicionantes como el incremento del nivel y
esperanza de vida de 27 años, aproximadamente, en el siglo XIX a 71.5 años a finales del XX, hasta unos
76 años en la actualidad (Ola Rosling, Anna Rosling Rönnlund and Hans Rosling, 2017). Es importante
desatacar que se trata de personas que cuentan con un cúmulo de experiencias envidiables y que decidi-
damente pueden contribuir en el terreno productivo (Crawford, DL, 2004). Además, una buena estrategia
sería el propiciar y asegurar la interacción entre los diversos grupos de ancianos con lo que se favorecería su
reintegración a los terrenos económicos de una comunidad, que puede ir desde la inmediatamente cercana
o hasta ampliarla a nivel de una nación.
El periodista francés Daniel Singer en el año 2000 escribió el libro que se intitula ¿Quién dominará el
milenio, ellos o nosotros? (Singer, D, 2000), que llamó mi atención, a pesar de que el tema no tiene nada
que ver con lo actual. La simple formulación de la pregunta sí que lo tiene: ¿Quiénes serán? ¿Los jóvenes
o los ancianos? Desde mi arena, deseo fervientemente que sean los jóvenes, el futuro de nosotros y de la
humanidad entera.

El problema
La gente ha estereotipado a la comunidad de ancianos como personas que “ya dieron lo que tenían que
dar”. Lo cierto es que la edad no es un obstáculo para continuar interactuando con nuestros semejantes.
Hay estudios que demuestran que el cerebro continúa desarrollándose toda la vida; en efecto, la edad
importa al aumentar los tiempos para el aprendizaje, pero no lo impide, solo es la velocidad con la que se
comunican nuestras neuronas. Cada vez que aprendemos algo nuevo, cambia la fuerza y cantidad de las
conexiones entre ellas. Ahora sabemos que el desarrollo de la inteligencia no se consigue en la soledad,
requerimos del contacto con otros cerebros (Crawford, DL, 2004; Disterhoft, JF & Matthew Oh, M, 2006;
Fuchs, E & Flügge, G., 2014). El llamado cerebro “social” nos permite interactuar con otras personas y
entenderlas (Frith, CD., 2007). Sin embargo, lo primero que se hace es aislarlos socialmente, limitando la
capacidad de interactuar con sus semejantes, porque se les “cosifica” (Dowd JJ, 1987); y con la aparición
de las arrugas se le cataloga entre aquellos que, como dije antes, “ya dieron lo que tenían que dar”… y
ahora no encontramos donde ponerlos.
En este sentido, las interacciones sociales son sumamente importantes para el aprendizaje y el desarro-
llo, es decir, para aprender y transformar las ideas se necesita estar en sociedad (Frith, CD, 2007). Al poner
a nuestros ancianos en stand-by, por decirlo de una forma elegante, les estamos privando del contacto con
ideas nuevas, con gente nueva, con nuevos motivos, con mayores ilusiones, etc., que les darían alicientes
para realizar una catarsis de conocimientos acumulados durante su vida y que en algunos se ha convertido
en “sabiduría”.

Toma de decisiones y desarrollo de la Gerontoeconomía


Las personas mayores de 60 años son un perfecto ejemplo de quienes han sabido tomar decisiones y, por
ello, han alcanzado la plenitud. La gran mayoría de éstos han transitado de una decisión a otra, en algunas
han acertado y en otras no tanto. A pesar de esto han alcanzado un aprendizaje más profundo, mismo que
nos han compartido para que veamos más allá del horizonte. Por eso me agrada la descripción catalana
para anciano… gent gran (gente grande, en español) y grande en todos los sentidos.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Invocando a George Bernard Shaw, que afirmaba que “la juventud es una enfermedad que se cura con
los años”, los ancianos son una mina de oro para las nuevas generaciones. Prácticamente son los creadores
de todo lo que nos rodea; bienes, servicios, tecnología y dije bien, tecnología, porque los gadgets de los que
tanto dependen los millennials fueron creados por esos que ellos llaman “viejos”. ¡Ah!, se me olvidaba,
y de la gerontoeconomía. También, él decía entre otras cosas, “aunque la sociedad está basada en la into-
lerancia, todo progreso estriba en la tolerancia” y con ello quiero decir que, si movemos bien las piezas en
este juego, la sabiduría de nuestros ancianos nos puede ayudar bastante en la creación de un mundo mejor,
principalmente porque no tienen los enormes embates hormonales de los que son víctimas los jóvenes
y con esos ya calibrados puntos de vista, enfocan admirablemente sus cerebros en las actividades que
desempeñan.
Ahora han sido pocas las empresas y los sitios que le dan importancia a los mayores en cuanto a su ne-
cesidad de trabajo. La gerontoeconomía no existe como tal hasta el momento, pero si las acciones en-
caminadas a mejorar la participación económica de los adultos mayores las hacemos muy bien meditadas
y dirigidas hacia un fin determinado, el futuro de ellos será diferente. Particularmente en Europa se están
realizando esfuerzos para rescatar el gran tesoro que poseen los adultos mayores (Zannella, M, 2015).
La gerontoeconomía tiene que contemplar necesariamente tres frentes de aplicación: toma de decisio-
nes bajo riesgo e incertidumbre, elección intertemporal y toma de decisiones sociales. La primera consi-
derada como el estado psicológico en el cual un tomador de decisiones carece de conocimiento sobre el
resultado que se obtendrá de su elección (Platt ML & Huettel SA, 2008), dio pie a que Loewenstein y cols.,
en 2001, propusieran su hipótesis neuroeconómica risk as feelings (riesgos como sentimientos), que postu-
laba que la gente reacciona a los riesgos en dos niveles: evaluándolos de manera desapasionada postulada
por modelos unitarios, pero también a nivel emocional (Loewenstein, G, Rick, S & Cohen, JD, 2008); un
ya conocido “me late o no me late” bastante empleado por nuestros mayores.
La frase “cuanto más consumas hoy, menos podrás consumir mañana” marca al segundo frente, la
elección intertemporal. Es la decisión que hace que los consumidores se enfrenten a la llamada restricción
presupuestaria intertemporal, la cual valora los recursos totales disponibles para consumir actualmente y
en el futuro (Loewenstein, G., Rick, S. & Cohen, JD, 2008). Alguien en este mundo tiene que tomar esta
decisión (generalmente los adultos en plenitud) ya que los millennials no lo están haciendo. Por el contra-
rio, en cuanto juntan un dinero, por lo menos se van de viaje.
“¿Quién dominará el milenio, ellos o nosotros?” me da una idea sobre la toma de decisiones sociales,
el tercer punto. Aunque existen puntos de referencia normativos ampliamente aceptados para la toma
de decisiones arriesgadas y la elección intertemporal, no existen puntos de referencia sobre cómo deben
comportarse las personas para con los demás. Algunos economistas refieren que la norma debería regirse
por el puro interés propio, aunque sería muy conveniente explorar este último sobre el cómo interactúan
las preocupaciones por el interés propio y las de equidad para influir en el comportamiento de este amplio
sector poblacional (Loewenstein, G., Rick, S. & Cohen, JD, 2008).
Valdría la pena considerar la creación una plataforma para una vejez autosustentable. Pensemos tan
solo por un momento en los requisitos para concursar por un trabajo: normalmente solicitan personas
menores de 40 y cuando mucho, 45 años. Y a eso sin contar que a los 35 años aproximadamente inicia la
discriminación etaria, en la que el adulto en plenitud de capacidades productivas se tiene que ir haciendo
a la idea de que ya es mayor y que le quedan pocos años en los círculos productivos del país.

Conclusiones
Los programas educativos de las instituciones educativas mexicanas deben incluir el estudio del proceso
de envejecimiento poblacional como una asignatura obligada en sus diferentes niveles, por sus consecuen-
cias demográficas, económicas, políticas, educativas, administrativas y de salud que implica.

88
Gerontoeconomía

La Gerontoeconomía, como integrante esencial de la anterior, debe ser estudiada y desarrollada en


forma interdisciplinaria, a fin de ser aplicada magistralmente a este proceso evolutivo del ser humano.
Aprendamos lo bueno del resto del mundo y reintegremos a nuestros viejos a la sociedad. Pidámosles
consejo para tomar mejores decisiones.
Quiero compartir con el lector dos frases para reflexionar sobre el tema atribuidas a San Marcos y
San Agustín respectivamente: “Nadie ama lo que no conoce” y “si quieres conocer a una persona, no le
preguntes lo que piensa, sino lo que ama”.
Para finalizar, quiero responder a la pregunta “¿Quién dominará el milenio, ellos o nosotros?” con las
siguientes palabras: Tomemos en cuenta que si hemos llegado hasta donde estamos… “es porque estamos
sentados sobre los hombros de gigantes” (Newton, Isaac, 1676). Niños, jóvenes, adultos y gente grande,
vamos girando en torno al sol desde hace millones de años. No olvidemos nuestros orígenes; todos pasa-
remos por el mismo proceso; somos la evolución de la humanidad.

Referencias
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tinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) - División de Población de la CEPAL, Área
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89
Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

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19
Un desarrollo psicosocial informado para
inspirar a las nuevas generaciones al respeto,
tolerancia e inclusión del adulto mayor

David Oviedo Castillo


19
Un desarrollo psicosocial informado para
inspirar a las nuevas generaciones al respeto,
tolerancia e inclusión del adulto mayor
David Oviedo Castillo

M is primeros contactos con los adultos mayores se remontan años atrás, cuando aún no tenía capaci-
dad alguna de notar la diferencia de edades. Mi abuelo procuraba un bienestar y enseñaba con áni-
mo y ahínco las curiosidades que hasta hoy en día son determinantes en mi vida. El vínculo es recíproco:
necesitamos de ellos como ellos de nosotros. A diario el cuerpo humano sufre un envejecimiento, crecer es
parte natural de la vida, por ello a los sesenta años cumplidos alcanzamos la etapa que conocemos como
vejez. Esta etapa refleja un fenómeno importante puesto que el ser humano se compone de factores tanto
biológicos como psicosociales.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos los adultos mayores son definidos
como aquellas personas que tienen sesenta años o más. Según estudios demográficos la población senil en
nuestro país arroja un grueso de alrededor de 12 millones 85 mil 796 personas adultas, lo que representa
cerca de 10% de la población nacional. Comúnmente se tiene la idea de que México es un país con una
juventud acrecentada y constante en su pirámide poblacional; sin embargo, esta afirmación está muy lejos
de la verdad, nuestra población de acuerdo con los datos estadísticos recabados por Inegi revelan que
la proporción piramidal de 2015 es más ancha en el centro y se reduce en la base, lo que significa que la
población de niños ha disminuido y se ha incrementado la de adultos. Tales hallazgos infieren que nuestra
población tiende al envejecimiento, lo cual devendrá en un notable conflicto a mediano o largo plazo,
tanto en los servicios, como en la psicología del adulto mayor.
En mi historia, el contacto con las personas mayores no se limita sólo a familiares: hubo momentos
clave en mi existencia que fueron marcados por personas de la tercera edad; conocí en ellas amistades de
oro, aprendí sus diversiones, inseguridades, aspiraciones y especialmente su experiencia. Los factores que
psicológicamente los afectan, muchos son problemas cotidianos. Aquí es donde comienza una visión, una
idea que se materializa gracias al soñador y al esfuerzo, pero sobre todo se necesitan herramientas, donde

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Un desarrollo psicosocial informado para inspirar a las nuevas generaciones al respeto, tolerancia e inclusión del adulto mayor

nuestros límites como seres humanos sean lo menos dolorosos posibles. Un envejecimiento no es cosa
simple, es todo un reto y una aventura, ya que comprender la evolución del adulto mayor y los procesos
a los que se enfrenta representa en muchos casos un problema de carácter psicosocial.
A partir de un reducido número de nacimientos azora a este país, y hay una cantidad cada vez mayor
de ancianos, la sostenibilidad de su calidad de vida está en riesgo, puesto que las nuevas generaciones son
más desapegadas de este sector vulnerable. Tenemos una escasez de interés para el trato de nuestros adul-
tos mayores, a pesar de la abundancia en la información y educación técnica, profesional; muchos aún no
poseen las intenciones para su preparación hacia el trato psicosocial del adulto mayor, muchas veces por
esta razón no se les da un trato humanitario.
Al ser un problema en la actualidad, este fenómeno le está dando impulso al mercado de servicios
focalizados a la población de la tercera edad, ya que los familiares desean un apoyo para atender las nece-
sidades de estas personas. Esta situación de abandono relativo y falta de atención crea un estado emocional
ansioso en las personas mayores.
Secundario al problema de asistencia y apoyo a las familias con escasez de tiempo, nos enfrentamos
a la carencia de personal especialista que conozca a fondo el trato con el adulto mayor, ya que este posee
particularidades que no se asemejan a un trato común social. Investigaciones documentadas reflejan que la
población senil tiende a la improductividad social y a su vez constituye un alto costo en diversos servicios,
como los de salud. Esta sensación conturba al afectado de manera que éste se ve alterado en su capacidad
de juicio y decisión, razón por la cual la mayoría de ésta población encierra un sentimiento reacio, lo cual
la salud mental perfila una de las necesidades más inmediatas para atender. Otras publicaciones proponen
que la mayor parte de las enfermedades padecidas son fruto de un proceso mental-psicológico-social
negativo como el estrés y miedo a morir, por lo cual algunos países como Suecia, Alemania y Suiza tratan
de reparar este problema mediante programas de inclusión social, readaptación a lo laboral y derecho a
una renta digna, pero sobre todo a la medicina preventiva, correctiva y en algunos casos paliativa en el
acmé de una enfermedad terminal. A mi percepción, estas acciones son lo que hacen un disfrute mayor en
dicha edad, ya que el ser humano pasa por un proceso de aceptación a la muerte y valoriza la salud frente
a otros ámbitos.
Los sentimientos y percepción son parte interesante de la condición humana. Se entiende que el miedo
a la muerte es natural y más intenso en la última etapa de la vida, razón por la cual la estabilidad emocional
es complicada. Es común que las personas que ya han visto muchos años pasar generen ansiedad sobre este
tema y es por ello que en mi opinión es menester fomentar una mejor información.
Los sentimientos angustiosos de pérdida y frustraciones acarreadas en los ápices de la edad, generan
un estrés en las relaciones familiares del adulto mayor, el cual puede ser objeto de actitudes extremistas
entre la unión y el desapego, generando conflictos emocionales que merman, en gran parte, la calidad de
vida de dichas personas y quienes los rodean. Si la persona en cuestión padece alguna condición crónica
que influya en su actividad emocional y social, hará más probable la necesidad de atención.
El enfoque negativo de algunos adultos mayores crea padecimientos que lejos de ayudar a su evolución
y disfrute, los alejan de actividades recreativas. El conjunto de algunas condiciones ociosas propias de la
jubilación, en muchas ocasiones aunados a los procesos naturales de la edad, desembocan en depresión
que en algunos casos se ocultan tras expresiones de júbilo o serenidad. Esta condición depresiva explica
también actos de munificencia y dada la condición extremista, mezquindad de igual manera.
Un proceso de adaptación con enfoque negativo no sólo determinará una mala calidad de vida para el
adulto mayor, si no que a su vez, afectará a los grupos que interactúen con él. En dicha etapa, psicológi-
camente hablando, en México se perciben más rígidos en cuanto a sus creencias, además que se observa
una lentitud en cuanto a procesamiento de nueva información a medida que avanza la edad. Sin embargo,
estas características no eximen de un reacondicionamiento mental que nulifique y deponga la mayor parte
de los sentimientos negativos que se podrían evitar con un asesoramiento preventivo y preparativo para la
aceptación de la edad adulta y sus condiciones a corto, mediano y largo plazo.

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

Educar sistemáticamente y con enfoque preciso en la senectud para intentar crear un ambiente positi-
vo ante las inseguridades, miedos, dolores y estrés, dependerá de la participación colaborativa integral de
la población, educar a todas y todos al respeto, inclusión y derechos de las personas mayores para hacerles
sentir la compañía fraternal de atención que necesitan en dicha etapa bajo un programa que mejore los com-
ponentes psicológicos básicos y su evolución.
Una postura para un desarrollo psicosocial positivo podría depender en gran medida de tomar este
proceso como algo paulatino, plausible, pero no contundente. Se necesita hacer notar al adulto mayor que
sus diferencias de edad no son factor para crear un aislamiento o un rechazo, que los cambios físicos
que experimentan son naturales para ser llevados de forma plena, disfrutando de los momentos que hacen
una vida saludable y llevadera.
En conclusión, como jóvenes es apreciable y necesario informarnos de los derechos y procesos que
atraviesa el adulto mayor para ayudar, respetar y ser de apoyo en los procesos naturales de dicha etapa.
Coadyuvar en el diálogo con la necesidad de entendimiento, siendo la actividad y entretenimiento pro-
ductivo piezas clave para aminorar la preocupación de los factores adyacentes en el desarrollo de la vejez
y así fortalecer la confianza en su persona. Y como profesionales en administración considero pertinente
el instaurar el medio físico para apoyar tales necesidades apoyándolos con paciencia, tiempo de calidad y
confianza. No olvidar que son personas con necesidades particulares y un sentido especial, esto puede su-
poner en contribuciones positivas al desarrollo comunal y visionario en cuanto al desarrollo de una cultura
moderna al trato de la población atravesando la etapa dorada.
Hablo por una generación nueva, como millenials siendo hijos de la crisis, tenemos otro tipo de dificul-
tades, sobre nuestros hombros descansa la gran responsabilidad de mejorar las condiciones de los adultos
mayores y afortunadamente las puertas que brindarán las herramientas para esta misión, se están abriendo
de par en par.
Tengo fe en que sí lo podríamos lograr, siendo una realidad en cuanto se tome conciencia, ya que de
alguna u otra forma todos seremos personas doradas algún día.

Referencias
http://ju.se/om-oss/halsohogskolan/organisation/avdelningar/ifg.html
http://www.helpagela.org/silo/files/ndice-global-de-envejecimiento--informe-en-profundidad.pdf
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/palabra-mayor/17/150-millones-de-abuelos-viven-sin-ingresos
https://minerva.usc.es/xmlui/bitstream/handle/10347/4554/pg_013-030_semata18.pdf;jsessionid=3F4D
78D8A78F0729077BE713FD2F7F5A?sequence=1
http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/oasis-resultados-01.pdf
http://www.gob.mx/inapam
http://www.unicen.edu.ar/content/vejez-y-pol%C3%ADticas-sociales
https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol22num2/articulos/tanatologia/

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Proceso psicosocial del envejecimiento

María Fernanda Zarza Sánchez


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Proceso psicosocial del envejecimiento
María Fernanda Zarza Sánchez

L a última etapa de la vida en el desarrollo de los seres vivos es la vejez. Cuando el humano llega a
esta etapa lleva consigo una infinidad de experiencias y recuerdos, sin embargo, sus necesidades
aumentan. El presente ensayo tiene como objetivo brindar una reflexión sobre este proceso para tomar
conciencia de las necesidades de nuestros adultos mayores.
Desde el punto psicosocial, se debe de considerar muchos aspectos: La estabilidad económica, la situa-
ción familiar, su perfil médico y su actitud ante la vida.
En cuanto a lo primero, muchas personas que llegan a la vejez han pasado gran parte de su vida aho-
rrando para ella, y cuando llega el momento no se preocupan mucho por cómo solventar sus gastos; por
otro lado, hay gente que está limitada a lo que gana para vivir día a día por lo que no ahorra para su vejez
y cuando llega este momento no están preparadas en lo más mínimo. Aunque en México cuando las per-
sonas se jubilan el gobierno a manera de remunerarlos por todos los años que fueron productivos les
brinda un apoyo económico mensual para que puedan solventar algunos de sus gastos, con los años y el
aumento de población longeva en el país esta remuneración es deficiente, no les alcanza para cubrir todas
sus necesidades, y menos si no cuentan con el apoyo de su familia.
Ahora bien, en el aspecto de la situación familiar, se debe de tener en cuenta si la persona de la tercera
edad tiene el apoyo de su familia o no. Cuando existe este apoyo todo resulta más fácil, ya que cuentan con
el amor de su familia, con su cuidado y protección económica, lo que reduce sus problemas y carecías, esto
contribuye a que emocionalmente se sientan satisfechos y felices.
Pero cuando se carece de este apoyo o la familia decide abandonarlo, la mayoría de las veces para estas
personas resulta muy difícil sostenerse, pues también esto les afecta emocionalmente; llegan a sentirse
solos, vacíos e inútiles. Esto afecta su manera de vivir y su actitud para enfrentar sus posibles problemas,
por lo que muchas veces desarrollan depresión y su expectativa de vida se ve reducida al mínimo, en algu-
nos casos extremos, se dejan morir.
Es entonces cuando me atrevo a decir que el tema de la depresión que sufren los ancianos en situación
vulnerable es una determinante importante de su estabilidad emocional y salud. Dicho lo anterior, se in-
fiere que por el hecho de ser abandonados reaccionarán de tal manera que sentirán que no han hecho lo

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Proceso psicosocial del envejecimiento

suficiente para que su familia se quede con ellos o que ya no los aman porque su vida de productividad ha
terminado, así como también lo que pueden ofrecer y por lo tanto ya no pueden aportar económicamente
a sus familias lo que muchas veces deriva en discriminación haciéndolo pasar por una carga para la familia,
convirtiéndose esto en un gran problema social, no solo nacional sino inclusive internacional, trayendo
consigo las enfermedades y con ello la muerte.
Es fundamental el monitoreo del perfil médico con el que cuentan, pues su calidad de vida y esperanza
dependerán estrictamente de esto. Un adulto mayor saludable, que no tiene enfermedades o que las tiene
pero están bajo control, estará destinado a una vida plena y alargada. Pero el contraste es muy grande
cuando no se goza de buena salud ya que para el adulto mayor todo resultará más cansado y con limita-
ciones, lo que también influye en su salud mental pues se ha demostrado mediante encuestas que quienes
padecen enfermedades llegan a sentirse como cargas para su familia, sienten que dan muchos problemas o
en algunos casos simplemente lo único que desean es morir para dejar de sufrir ellos y su familia.
Tomando en cuenta los factores antes mencionados, llego al último de los puntos que considero impor-
tantes en el aspecto psicosocial del envejecimiento que es la actitud que toman los adultos mayores ante la
vida. La actitud y el estado emocional de la persona será fundamental para disfrutar en lo mayormente po-
sible su vejez; con una actitud positiva y con el apoyo familiar, sus problemas económicos y médicos serán
menores, ya que como se dice “la mente es poderosa” y con esto, aclaro, no estoy diciendo que los problemas
desaparecen, pero sí pueden tomarse con más calma, reduciendo las preocupaciones y tristezas.
En cambio, una actitud negativa y triste no ayudará mucho para enfrentar las dificultades, siendo que
la manera de percepción es diferente y cruda a la realidad, esto sólo provocará preocupaciones, hostilidad
e infelicidad.
La aceptación social a este sector poblacional es fundamental para desarrollar acciones y estrategias
que influyan en el bienestar de nuestros adultos mayores, en algunos países, como Australia o Japón, la
población de ancianos es mayor que cualquier otro grupo de edad y la aceptación social en este caso es
elevada por lo que son tratados con respeto e igualdad. Para estas sociedades los adultos mayores signi-
fican sabiduría y madurez, en estos países los problemas para los adultos mayores son casi nulos ya que
cuentan con una taza alta de esperanza de vida gracias a sus servicios de salud, comida y cuidados para
este sector de la población.
Pero, ¿qué pasa en nuestro país cuya población es mayormente joven? En México, más de 50% de su
población es joven y está en edad productiva. Por esta razón, y en adición a los prejuicios que se tienen, el
sector de la tercera edad tiene muchas desventajas, pues el gobierno y la sociedad no le dan la importancia
que tienen y muchas veces sufren de discriminación.
Para concluir, nunca debemos de olvidar que todos somos seres humanos dignos de respeto y que
también envejeceremos, por ello debemos de fomentar en nuestra cultura el respeto hacia los adultos
mayores principalmente empezando desde el hogar, para que generación tras generación puedan disol-
verse los prejuicios que se tienen sobre la vejez dándoles así el valor y oportunidades que se merecen como
parte importante de nuestra sociedad.
Una acción para contrarrestar el abandono por falta de solvencia económica es el fomentar una cultura
financiera más productiva que nos permita a todos en un futuro tener la posibilidad de cubrir nuestras
necesidades, de esta manera disminuirá el maltrato y los problemas psicoemocionales que se derivan
de esto.
Las personas de la tercera edad merecen vivir su vejez con dignidad y respeto por lo que es necesario
una labor conjunta entre sociedad y gobierno para poderles brindar una mejor calidad de vida.
Por parte del gobierno, la gestión de hospitales y entidades geriátricas debería de estar más vigilada para
brindar un mejor servicio, contar con especialistas en geriatría que puedan evaluar de una forma integral y
correcta a nuestros adultos mayores proporcionándoles un diagnóstico oportuno para su buena salud.
El sector salud también podría contribuir realizando compañas especializadas en el envejecimiento,
dando a conocer la importancia de los chequeos continuos y control de enfermedades que se derivan del

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Veinte mejores ensayos del concurso “Isaac chertorivski” Sobre administración gerontológica 2017

envejecimiento, así como también proporcionarles platicas en donde se fomente su autoestima y se les
hable de la importancia que tiene el cuidar su cuerpo y mente.
La sociedad por su parte puede contribuir no discriminándolos e inculcando a los más pequeños el
respeto a los adultos mayores, ayudarlos en caso de ser necesario y también fomentar del voluntariado en
las organizaciones que tienen a su cuidado adultos mayores en situación de vulnerabilidad.
Por su parte el sector productivo debería desarrollar programas en el que se les brinde la oportunidad
de trabajar en un ambiente en el que no se ponga en riesgo su salud y sean tratados con respeto ya que el
hecho de ser una persona de edad avanzada no condiciona el que aún puedan brindar su trabajo a la socie-
dad, al sentirse productivos podrán aumentar su autoestima, mejorar su estado de ánimo y de salud.
Contribuir para que los adultos mayores se sientan incluidos en la sociedad y que mejoren su actitud
ante la vida para vivir su vejez de una manera plena, respetuosa y digna es tarea de todos.

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Editado por la Universidad Nacional Autónoma de México,


Publicaciones Empresariales UNAM. FCA Publishing de la
Facultad de Contaduría y Administración.
Se terminó de imprimir el 25 de septiembre de 2017,
en los talleres de MGM Consultoría Gráfica S.A. de C.V.
Fuentes Brotantes 43-local 1, Colonia Portales Oriente, C.P. 03570,
Deleg. Benito Juárez, México D.F.

Se tiraron 200 ejemplares, en papel bond de 90 grs. en interiores


y en forros cartulina couche brillante de 200 grs.

Tipo de impresión: digital

Se utilizó en la composición tipo


Simoncini Garamond Std, 18:21.6, 21:25.2, 13:16, 14:17, 11:13.2,
10:12.2, 9:11.2 puntos..

Idioma original: español

Producción Editorial: Secretaría de Divulgación y Fomento Editorial:


Lic. Ma. Del Carmen Márquez González
Departamento de Publicaciones y Fomento Editorial: Mtro. Víctor A. Hernández Arteaga
Corrección de estilo: L.C.C. Iván Ventura González López
Diseño de portada: L.D.C.V. Ludwika Samanta López Hernández

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