Resumen Del Arte de La Guerra

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El arte de la guerra

Es un muy buen libro, pues su lectura nos ayuda a comprender como es la guerra contra la
competencia y contra el mercado. Pero además sirve para la vida diaria, para superar temores,
hazañas, valentías, entre otras muchas cosas.

Para todos es importante estar en capacidad de imponer su voluntad sobre otro, bien sea por
medio de la diplomacia o una vez que esta falle, por medio de la guerra. La guerra es un asunto
de importancia más para los países, algo para lo cual deben estar preparados. El estudio o análisis
de la guerra efectuado por Sun Tzu fue posiblemente la primera referencia planeación y ejecución
de movimientos de forma organizada y audazmente y utilizada por los gobernantes y generales
para intentar tener éxito en el intento de imponer su voluntad militar sobre el otro. La guerra se
considera la mejor forma de violencia y sufrimiento hacia el enemigo, para Sun Tzu es más
importante ganarle al enemigo “sin llegar a luchar abiertamente” con él, atacar su voluntad y
conocerle muy bien, para encontrar sus debilidades con y tomar ventaja de ello, logrando atacar
puntos específicos sin infligir más daño del necesario y obtener la victoria.

La guerra permite la supervivencia de un estado o persona. Debe efectuarse un análisis desde


ambos lados, contemplado los siguientes factores: la moral, el clima, el terreno, el mando y la
doctrina. Esto permite en cierta forma determinar el rumbo del enfrentamiento, aquel que los
maneja o domina es quien tendrá mayores posibilidades de vencer y el que no, es el que tendrá
más posibilidades de sufrir una derrota.

La agilidad de la maniobra, la rapidez para atacar las vulnerabilidades del enemigo, es necesaria


para terminar con la confrontación lo más rápido posible, los conflictos prolongados no producen
beneficio alguno. Poder lograr esto como sabemos requiere del conocimiento total del enemigo,
la visualización desde ambos lados para poder actuar, pero algo muy importante para poder
asegurar que el ataque tendrá el éxito esperado es la capacidad de inducir al enemigo a una
posición de desventaja, lo cual es facilitado mediante el engaño.

Un principio básico del arte de la guerra es aquel que preconiza que lo más conveniente es vencer
evitando la batalla, valiéndose de la estrategia. En este sentido, el autor enumera algunos pasos
que deben ser considerados para ello: primero se debe proceder a desmantelar los planes del
enemigo, si esto falla, se debe tratar de disolver sus alianzas, y solo luego, si todo esto fracasase,
se deberá atacar a su ejército.

Otro aspecto crucial de índole filosófica que aborda el libro es el de la importancia de conocerse a
sí mismo y al enemigo, pues esto conduce a la invencibilidad. También explica la importancia de
ser flexible en la batalla y saber adaptarse a las circunstancias, así como saber visualizar las
señales sutiles que permitan al general conducir a su ejército a la victoria.

También es abordada y analizada la cuestión del terreno y su reconocimiento. Entender las


ventajas y desventajas que ofrece cada tipo de terreno es otro aspecto clave para lograr la victoria.
Del mismo modo, se previene sobre los beneficios y perjuicios del uso de fuego en la batalla, y se
analiza las ventajas e importancia del uso de espías como instrumento de información.

Finalmente, para entender libro, es importante saber que este se fundamenta en buena medida en
el sistema de pensamiento del taoísmo. Así, en sus enseñanzas se traslucen algunos principios del
Tao, como el de la mínima acción y el menor esfuerzo para conseguir el máximo resultado, la
espontaneidad y la adaptación al curso natural de las cosas, la capacidad para determinar el
momento adecuado para actuar, y la consideración y el respeto por el enemigo, entre otras cosas.

Uno de los aspectos claves del arte de la guerra es manejar el arte del engaño. La estrategia
militar supone engaño, trazar estratagemas que confundan al enemigo, que le dificulten prever la
dirección de tus acciones. Mediante el engaño y la sorpresa se puede lograr vencer al enemigo.

La maestría suprema en el arte de la guerra consiste en vencer al enemigo sin luchar. Para ello,
refiere que, antes de entrar en la guerra, existen algunas cosas que se debe intentar,
principalmente, tratar de desmantelar la conspiración y los planes del enemigo, y luego disolver
sus alianzas. El siguiente paso sería, entonces, atacar al ejército. No obstante, se afirma que el
verdadero maestro debe evitar la batalla, y debe tratar de vencer sin guerra. La clave es, pues,
vencer con estrategia.

sus enseñanzas pueden ser aplicadas a todas las facetas de la vida en el caso de que exista un
conflicto, ya que analiza la guerra en sentido amplio y no se centra únicamente en la batalla. Eso
sí, debemos hacer un pequeño esfuerzo en abstraernos y no aplicar el libro de forma literal, sino
aplicar sus enseñanzas analógicamente a otros aspectos de la vida.

Como curiosidad para los que nos gusta la economía, es posible que sea el primer libro de la
historia que trata, aunque sea sólo superficialmente, el problema del aumento de precios debido al
aumento de demanda. 

Sun Tzu se refiere aquí a la importancia del general conocer sus ventajas y desventajas, sus
fortalezas y debilidades, para así dominarlas, saber ocultarlas y sacar provecho de ellas. Además,
señala también que es importante lograr conocer bien al enemigo en la misma medida para tener
una idea clara de cómo vencerlo. El desconocimiento de uno de estos aspectos supone dejar a la
suerte el resultado de cada batalla. Según cómo sean de favorables las circunstancias, uno debe
modificar sus planes. Todo el arte de la guerra está basado en el engaño.

Cuando se puede atacar, tenemos que parecer incapaces; cuando usamos nuestras fuerzas,
tenemos que parecer inactivos; cuando estamos cerca, tenemos que hacer creer al enemigo que
estamos en la lejanía; cuando alejados, tenemos que hacerle creer que estamos al lado.

Usar al adversario conquistado para aumentar la propia fuerza de uno. En la guerra, entonces,
deja que tu gran objetivo sea la victoria, no campañas alargadas. Por tanto, el líder habilidoso
subyuga las tropas enemigas sin ninguna lucha; apresa sus ciudades sin sitiarlas; derroca su reino
sin operaciones alargadas en el campo. Así que debe saberse que el líder de ejércitos es el árbitro
del destino del pueblo, el hombre del que depende que la nación esté en paz o en peligro.

Hay cinco puntos esenciales para la victoria: Ganará el que sepa cuando luchar y cuando no
hacerlo. Ganará el que sepa cómo manejar tanto fuerzas superiores como inferiores. Ganará el
que cuyo ejército esté animado por el mismo espíritu a lo largo de todos los rangos.

Ganará el que, habiéndose preparado, espere a tomar al enemigo indispuesto. Ganará el que tenga
capacidad militar y no sea interferida por el soberano. Si conoces al enemigo y te conoces a ti
mismo, no tienes que temer el resultado de cien batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no al
enemigo, por cada victoria lograda sufrirás también una derrota. Si no conoces ni al enemigo ni a
ti mismo, sucumbirás en cada batalla.

Lo que los antiguos llamaban un luchador inteligente es el que no solo gana, sino que destaca por
ganar con facilidad. Gana sus batallas gracias a no cometer errores. No cometer errores es lo que
establece la certeza de victoria, ya que significa conquistar a un enemigo que ya está derrotado.
Así es que en la guerra el estratega victorioso solo persigue la batalla después de alcanzar la
victoria, mientras que el que está destinado a perder primero lucha y luego busca la victoria.

Estrategias

1. Debes estar preparado para las fortalezas y debilidades de tu enemigo.


Es decir, si él presenta una fuerza superior, evádelo. Si tu oponente es temperamental,
irrítalo. Finge ser débil para que su arrogancia pueda crecer. Si ve las cosas sencillas, dale
tregua. Si se une a otras fuerzas, sepáralas.
2. Los guerreros victoriosos ganan primero y luego van a la guerra, mientras que aquellos
derrotados, primero van y luego tratan de ganar y no pierden la esperanza.
3. Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no necesitas temer el resultado de cien
batallas. Si te conoces, pero no al enemigo, por cada victoria también sufrirás una
derrota. Si no conoces al enemigo ni a ti mismo, sucumbirás en cada batalla.
4. Ganará quien sabe cuándo luchar y cuándo no hacerlo. Ganará quien sepa manejar tanto
a fu erzas superiores como inferiores. Ganará aquél cuyo ejército esté animado con la
misma fuerza en todas sus filas. Ganará quien tenga paciencia para agarrar al enemigo
desprevenido. Ganará quien tenga la capacidad militar y no sea interferido por el
soberano.
5. Hay que buscar la sutileza hasta en lo más firme. Hay que ser extremadamente
misterioso, incluso en el silencio. Así podrás ser el director de la suerte del rival.
6. Estrategia sin táctica es el más lento camino a la victoria. La táctica sin estrategia es el
ruido antes de la derrota.
7. No hay más de cinco notas musicales, sin embargo, las combinaciones de éstas pueden
ser infinitas.
8. Cuando el enemigo está relajado, haz que se mueva. Cuando esté lleno, mátalo de
hambre. Cuando se sienta establecido, haz que pierda sus tierras.
9.  Toda guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando seas capaz de atacar, hay que
parecer incapaz de hacerlo. Al utilizar nuestras fuerzas, hay que parecer inactivos;
cuando estamos cerca, debemos hacer creer que estamos lejos; cuando lejos, debemos
hacerle creer que estamos cerca.
10. Aprender a combatir: En la actualidad la competencia es mayor, más agresiva e
inevitable. En las situaciones competitivas no debemos permitir que nuestras emociones
rijan nuestros actos. Solo permanecerá en el mercado la organización que esté
debidamente preparada en todos sus niveles.
11. Muestra el camino: El Liderazgo, el Líder marca el camino con el ejemplo, se involucra
y se compromete; con sus clientes internos y externos. Sun Tzu nos dice que el
liderazgo determina por sí solo el éxito. Confucio creía que el liderazgo eficaz proviene
de siete características: la autodisciplina, la decisión, el logro, la responsabilidad, el
conocimiento, la cooperación con los subordinados y el ejemplo.
12. Hazlo bien: Toda ventaja competitiva se basa en la ejecución eficaz. La Planificación es
importante, pero los actos son la fuente del éxito. Los ganadores son los que hacen lo
correcto en el momento correcto. Avanza cuando sea ventajoso y detente cuando no lo
sea.
13. Conoce los hechos: Para alcanzar el éxito debes disponer de información confiable y
suficiente. Solo así se tomarán las decisiones oportunas y adecuadas.
14. E lo peor: Prepárate para lo inesperado, no supongas que la competencia no atacará, la
competencia siempre está presente, aún no atacando. Obsérvela de cerca y centra tus
recursos en sus puntos flacos. Refuerza las áreas débiles de tu organización.
15. Aproveche el momento:  Una victoria se puede lograr con una acción rápida.  La
innovación y la velocidad son decisivas. Para vencer haz las cosas de modo sencillo,
siempre que puedas. No derroches tu tiempo y tus recursos
16. Quema las naves: Cuando todos los integrantes están unidos para conseguir un
propósito; nada los detiene. Las personas se motivan por las expectativas de triunfo;
prepárelas, impúlselas y trátelas bien. El líder triunfador empuja a su equipo hacia
delante y después quema las naves tras ellos.  La motivación y el compromiso son las
claves del liderazgo.

Hazlo mejor cada vez: La mejora continua e innovadora, pueden representar la victoria o la
permanencia en el mercado. La innovación es la única arma que te vuelve invencible. El poder de
la innovación hace segura tu victoria

Empujad todos juntos: La organización, la formación y la comunicación son las bases del
éxito, son las armas para lograr la victoria. Empléalas cuidadosamente: así siempre las
personas estarán en su posición y sabrán que hacer ante cualquier situación.

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