Como Construir Un Cuestionario para Evaluar La Doc
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Resumen
El interés de este artículo se centra en la evaluación de la docencia, entendiendo que la evaluación debe
ir enfocada a la mejora y, por tanto, al aumento de la calidad de la práctica docente, acorde con las
nuevas exigencias sociales. El objetivo ha sido cómo construir un cuestionario para evaluar la docencia
universitaria, desde el punto de vista del alumnado, con elevados índices de fiabilidad y validez, de tal
forma que tras la aplicación del cuestionario el profesorado pueda poseer una información confiable de
sus puntos fuertes y débiles respecto a la docencia. El trabajo se enmarca en el paradigma empírico-
sistemático de orientación positivista, teniendo en cuenta el enfoque metodológico, sería una encuesta
de tipo descriptivo. Los resultados obtenidos corroboran la utilización del cuestionario de opinión del
alumnado como instrumento importante en la evaluación de la docencia, debido a que, por un lado,
son instrumentos con un alto grado de fiabilidad y validez, y por otro, porque a partir de la incorporación
al Espacio Europeo de Educación Superior el alumnado adquiere un papel protagonista, siendo su
satisfacción un factor determinante en el establecimiento de la calidad docente.
Palabras claves: evaluación del profesor, enseñanza superior, calidad de la enseñanza, cuestionario.
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Universidad de Málaga
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Universidad de Málaga
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Universidad de Málaga
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UTE. Revista de Ciències de l’Educació Cómo construir un cuestionario para evaluar
2016 núm. 2. Pag. 6-22 la docencia universitaria. Estudio empírico
Introducción
La evaluación es un tema controvertido que se ha analizado desde diferentes ámbitos y desde diferentes
perspectivas, existiendo, por tanto, multitud de enfoques sobre el mismo (Santos, 2002; Stobart, 2010).
Al centrar el interés en la evaluación del profesorado universitario, hay que tener en cuenta que dicha
evaluación se estructura en torno a tres ámbitos: docencia, investigación y gestión universitaria (Jornet
et al, 1996; González Cabarach et al., 1996; Bricall, 2000; Reyero, 2014), aspectos que constituyen tres
partes de un todo, pero que a pesar de ello, en ocasiones se dividen para una mejor comprensión de
los mismos.
En este trabajo, el interés se centra en la evaluación de la docencia, entendiendo que la evaluación debe
ir enfocada a la mejora y, por tanto, al aumento de la calidad de la práctica docente, acorde con las
nuevas exigencias sociales, debido a que el cambio de paradigma educativo en el que estamos inmersos
supone un cambio importante en el rol del profesorado universitario (Díaz, 2016).
Tras realizar una revisión de los diferentes estudios que se han centrado en la evaluación docente
universitaria (De Miguel, 1998; Mora, 1998; Rodríguez Gómez, 2000; Rodríguez Espinar, 2001; Tang et
al., 2002; Bautista, 2012; Medina, 2012; Reyero, 2014; De-Juanas y Beltrán, 2014; Altuna, 2014; Perales,
Jornet, y González, 2014;Ordoñez-Sierra, y Rodríguez-Gallego, 2015;Ducoing, y Orozco, 2016), se decidió
realizar un estudio de esta dimensión, con la finalidad de conocer con mayor profundidad determinados
aspectos que se desarrollan en la actividad profesional de los docentes e intentar darles pistas para su
mejora, porque los temas sustantivos desde el punto de vista pedagógico y los relacionados con el
desarrollo de la enseñanza (acción tutorial, metodología docente, trabajo de los alumnos, evaluación de
los aprendizajes, etc.) siguen sin merecer una adecuada atención en los análisis existentes.
Partiendo de esta premisa, el foco de interés es la construcción de un cuestionario, dirigido al alumnado,
para evaluar la docencia del profesorado universitario. Es importante resaltar que el cuestionario no deja
de ser un instrumento más de evaluación, es decir, no se plantea como la única herramienta eficaz, sino
como una opción dentro del proceso de evaluación en el que es necesario realizar una triangulación
(Rizo, 1999), tanto de técnicas como de instrumentos. Las propuestas en este sentido señalan la
autoevaluación por parte del propio docente (Muñoz, Ríos y Abalde, 2002), observación anual realizadas
por colegas (Reyer, 2014), entrevistas, etc. Aunque lo cierto es que el cuestionario es tanto el modelo
oficial de medición de la docencia del profesorado universitario como el modelo de evaluación más
extendido en la universidad española (González y Grande, 1999; Casero, 2008). Además, mención
especial merece el hecho de que las valoraciones que hacen los estudiantes universitarios, a través de
cuestionarios sobre la docencia impartida por sus profesores/as, constituyen un indicador de calidad
docente que tiene importantes efectos académicos y administrativos para alumnado, profesorado e
instituciones universitarias (Gómez et al, 2013).
En este trabajo, se realizará un breve repaso sobre cuestiones fundamentales relacionadas con la
evaluación de la docencia universitaria y la mejora de la calidad educativa, para seguidamente, analizar
algunas de las metodologías utilizadas para la evaluación de la docencia universitaria. A continuación,
se centrará el tema en el análisis teórico del cuestionario como herramienta de evaluación. Llegados a
este punto, se planteará la descripción y análisis del estudio empírico propiamente dicho, detallando
cada una de sus fases, resultados y conclusiones más relevantes.
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del profesorado hacia todo lo que tuviera que ver con la evaluación (Muñoz, Ríos y Abalde, 2002; Santos,
2010).
Actualmente, debido a la situación social de crisis y cambios que se están produciendo a nivel mundial,
existe una creciente preocupación por la calidad de la enseñanza universitaria en los países
desarrollados, considerándose aún al docente como el “eslabón” fundamental en la “cadena” del sistema
educativo (Gimeno, 1996; Escudero, 2000; Mateo, 2000). A esta convicción, se añade la perspectiva de
que, para que un sistema funcione en su conjunto, es fundamental que funcione cada una de las partes,
y el profesorado puede potenciar desde su aula ese funcionamiento con la inestimable ayuda de su
alumnado como protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje (Santos, 2002; 2010).
Así pues, mientras que, en los inicios, la evaluación se centraba meramente en la valoración de la
adquisición de conocimientos por parte de los alumnos/as, progresivamente se ha pasado a la
consideración holística de la evaluación de la docencia como un elemento imprescindible para la mejora
de la calidad de las instituciones educativas (Muñoz, Ríos y Abalde, 2002).
Esta calidad no puede entenderse meramente como una cuestión que dependa exclusivamente del
docente, en tanto que la enseñanza está condicionada por un conjunto de elementos tanto estructurales
como materiales y organizativos, que inciden directa e indirectamente sobre su desarrollo profesional.
Así mismo, la calidad de la enseñanza depende también de lo que hace el alumnado. Se entiende, pues,
que el concepto de calidad es ambiguo y controvertido.
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desarrollando. A pesar que todavía hoy no existe consenso sobre cuáles son los mejores indicadores
para medir el impacto de la actividad del profesorado (Dorta-González y Dorta González, 2012), lo que
sí parece estar más claro es que las encuestas al alumnado pueden tener, si se usan de forma positiva y
no coercitiva, un efecto beneficioso en la actividad docente del profesorado (García Berro et al., 2011).
Objetivo
El objetivo principal ha sido construir un cuestionario para evaluar la docencia universitaria desde el
punto de vista del alumnado, con elevados índices de fiabilidad y validez. De tal manera que tras la
aplicación del cuestionario el profesorado pueda poseer una información confiable de sus puntos fuertes
y débiles respecto a la docencia.
Diseño metodológico
El presente estudio se puede clasificar dentro del paradigma empírico-sistemático de orientación
positivista. Se ha partido del análisis de los indicadores de calidad que rigen la evaluación institucional
externa, para centrar el interés en la evaluación del profesorado universitario, concretamente en la
evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
El área de interés de esta encuesta es cultura y sociedad, concretamente educación. Siguiendo con López
Romo (1998) el propósito de la encuesta es la evaluación o el monitoreo. A su vez, teniendo en cuenta
el enfoque metodológico, sería una encuesta de tipo descriptivo. El nivel de medición que es intervalar,
planteándose preguntas, por tanto, de tipo escalar (del Rincón et al, 1995). Van a ser preguntas cerradas,
para aumentar su operatividad en el análisis de las respuestas, breves, concisas, claras, que no induzcan
la respuesta, y sobre todo, relevantes con el sentido de la evaluación, exhaustivas, excluyentes y
formuladas con el mayor nivel de medición (López Romo, 1998).
La mejor manera de plantear un cuestionario que reúna estas condiciones es utilizando en sus respuestas
una escala de tipo likert porque presenta un nivel de medida ordinaria, es aditiva permitiendo establecer
si la actitud hacia un objeto es positiva o negativa (Rubio y Varas, 1997) y que las opciones de respuesta
estén graduadas y se analicen desde un punto de vista cuantitativo (Duverger, 1996).
El tipo de levantamiento va a ser de tipo personal, y para registrar la información se va a emplear el
papel y el lápiz. Siendo una encuesta unitaria. En primer lugar se realizó una encuesta piloto y con las
modificaciones establecidas, se planteó el cuestionario definitivo. Para el análisis de datos se ha utilizado
el programa estadísticos SPSS v20.
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Muestra
Para la selección de la muestra en el estudio piloto se ha realizado un muestreo bietápico de
conglomerados. En la primera fase se han establecido los conglomerados, que han sido los estudiantes
de primer curso del Grado en Educación Infantil y del Grado de Educación Primaria. En una segunda
etapa, se ha realizado un muestreo aleatorio simple sin reposición. En este caso para una población N=
150 alumnos/as, a un nivel de confianza del 95% y un error de estimación de .05, el tamaño de muestra
es de 108 alumnos/as. La prueba piloto del cuestionario se realizó durante el segundo semestre del
curso 2013/2014.
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Se ha optado por la selección de estos aspectos de análisis porque estos ámbitos influyen, ya sea de
manera directa o indirecta, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y determinan de una forma
sustancial tanto la satisfacción del docente como la de los estudiantes.
A partir de ellos, se han seleccionado una serie de indicadores que han constituido la base para la
elaboración del cuestionario. Los indicadores de calidad son muy útiles para captar aspectos esenciales
de la profesión docente (Mateo, 2000), determinantes para conseguir una mejora sustancial de dicha
práctica. Estos indicadores se pueden clasificar como subjetivos ya que reúnen información sobre la
satisfacción con la formación recibida por parte del profesorado (Jornet, González y Bakieva, 2012). La
razón de centrar la elaboración del cuestionario en indicadores de calidad se debe a la presumible
utilidad de los mismos para realizar evaluaciones, ya que permiten obtener información concreta,
susceptible de comparaciones y que el profesorado pueda conocer los puntos fuertes y débiles de su
docencia (Mayorga y Madrid, 2008).
Estos indicadores decidieron qué ítems elaborar. Los principios básicos que han regido la construcción
del banco de ítems ha sido: representatividad, relevancia, diversidad, claridad, sencillez y
comprensibilidad (Muñiz et al, 2005). A continuación se elaboró el cuestionario piloto. Dicho
cuestionario constaba de 62 ítems. Las cuestiones suscitadas para la evaluación se presentaban en una
escala tipo Likert con 5 opciones de respuesta, que iban del nada de acuerdo al totalmente de acuerdo.
La práctica aconseja que sea una escala de 7+- 2 el número de categorías en este tipo de escala, ya que
cuanto mayor sea el número de categorías, más precisa será la escala y dicha escala se convierte en
métrica (Grande y Abascal, 2007).
Las características métricas del cuestionario que se plantea en este trabajo han sido las siguientes: 1)
Escala aditiva global (tipo Likert); 2) Puntuación de los ítems: escala de cinco puntos; 3) Formulación de
los ítems en sentido positivo y 4) En sentido sumativo, únicamente se mantuvo como referente la escala
global.
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La fiabilidad de la prueba fue estimada mediante el coeficiente α (alfa de Cronbach), el cuál determina
la consistencia interna, obteniéndose un coeficiente igual a α= ,898, para un nivel de confianza del 95%.
Se observó que si se excluían algunos ítems, la fiabilidad aumentaba. Como se apreció que eran ítems
prescindibles, que no aportaban información relevante se optó por no incluirlos definitivamente. Las
variables no incluidas en el cuestionario definitivo han sido la X7, X8, X9, X10, X11, X12, X13 y X14.
Desechadas estas variables se obtienen los siguientes estadísticos de la prueba:
Tabla 3. Estadísticos de la prueba eliminados los ítems que disminuían la validez con una fiabilidad según
Cronbach de α= ,924
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Tabla 4. Correlaciones de cada ítem con el total de la prueba (aquellas variables que al final se les nombra con TF
son ítems que han sido transformados, debido a que su valor era negativo)
Posteriormente se designó un item criterio, siendo este el item 3, codificado como la variable X16: el
profesor pone en práctica una metodología dinámica y participativa.
A partir de los valores rit y riy se pudieron determinar los índices de fiabilidad (IFi) y los de validez (IVi)
de cada uno de los ítems, siendo α= 0,924 y Rty = 0,71 respectivamente, que vienen definidos por:
IFi= rit x Si IVi= riy x Si
4211,170
Rty= ; Rty= = ,71
5930,021
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Un análisis de tendencia central, donde se calcularon los siguientes estadísticos descriptivos de cada
ítem: la media, la desviación típica y la varianza, permiten averiguar el promedio aritmético de los datos
así como la dispersión de los mismos.En dicho análisis se observó cómo el 44,3% de los ítems del
cuestionario poseían un valor superior a 3,5; por lo que el valor promedio de los ítems es elevado. En la
siguiente tabla se muestran los ítems más valorados por el alumnado (ordenados de mayor a menor):
Se aprecia cómo los estudiantes valoran más el trato personal que el/la profesor/a tiene con ellos, el
conocimiento de la asignatura y la libertad que ellos tienen en el desarrollo de la misma, así como la
evaluación que se va a plantear para superarla.
Respecto a la dispersión hay que señalar que el 31,64% de los ítems del cuestionario poseen una varianza
superior a 1.
En algunos casos, existen hasta 9 años de diferencia entre alumnos/as, lo cual indica que el nivel de
maduración, así como sus expectativas e intereses hacia las diferentes asignaturas puede ser muy
variado.
Por otro lado, el ítem 71 posee una varianza de 2,709, dicho ítem se refiere a si el mobiliario de clase
permite la movilidad para trabajar en equipo, no existiendo demasiado acuerdo en esta cuestión.
Análisis factorial
En este trabajo se decidió realizar un análisis factorial tradicional mediante el método de componentes
principales según la normalización varimax de Kaise, debido a que este tipo de análisis no líneal, que
sería el más común de realizar en una escala de tipo Likert, explica un porcentaje reducido de la varianza
total.
Este análisis factorial ha permitido agrupar los ítems del cuestionario en dimensiones para mostrar
resultados más clarificadores. En la tabla 6 se presentan los valores ʎ asociados a los factores que se han
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retenido para el análisis (el punto de corte se fijó en ʎ=1). Se incluye también el porcentaje acumulado
de varianza explicada por la consideración sucesiva de factores.
El primer factor explica el 33,5% de la varianza asociada a la matriz de correlaciones entre las variables.
Los doce factores considerados alcanzan a explicar hasta un 64,2 % de la varianza total. No resulta fácil
encontrar, en este tipo de análisis, un número de factores tan reducido que dé cuenta de un amplio
número de variables. Por esta razón, las comunalidades explicadas de cada una de las variables (suma
de los cuadrados de la correlación de cada variable con el conjunto de los factores considerados),
pueden considerarse en términos generales como satisfactorias.
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A continuación se muestran los ítems que saturan en cada factor con cargas superiores a 0,328, para
así ofrecer una explicación más clarificadora.
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X36 X65
X40 X66
X41 X67
X42 X68
X44
X46
X47
X48
X49
X50
X51
X53
X61
X62
X65
X66
X68
La lectura de los contenidos de cada ítem, de cada factor, hace que puedan ser definidos de la siguiente
manera:
Factor 3 Relación profesor-alumno: en este factor se incluyen todos los ítems relativos a las
relaciones interpersonales que se establecen entre el docente y los estudiantes
Factor 4 Coherencia didáctica: se refiere a todos los ítems que pretenden analizar la
coherencia de la propia asignatura en sí, es decir, si existe conexión entre los
distintos elementos del programa.
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Factor 7 Recursos y estrategias didácticas: se refiere a todos los recursos de los que dispone
el profesor/a para poner en práctica la asignatura, así como la idoneidad de
determinados aspectos de la asignatura.
Factor 8 Organización temporal: en este factor se abarcan los ítems relacionados con la
organización temporal de la materia, el tiempo que se dedica a la teoría, y el tiempo
que se dedica a la práctica.
Factor 11 Movilidad e interés por la asignatura: en este factor, simplemente se incluyen dos
ítems, uno relativo al mobiliario, es decir, si el mobiliario permite a los alumnos/as
trabajar en equipo, y el otro a la asistencia de los alumnos/as a clase a medida que
avanza la asignatura.
Resultados y conclusiones
El objetivo del presente estudio ha sido diseñar y validar un cuestionario para evaluar la docencia
universitaria desde el punto de vista del alumnado. En general, teniendo en cuenta el análisis de datos
ofrecido en páginas anteriores, se muestra que, tras la aplicación del cuestionario, el profesorado puede
poseer una información confiable de sus puntos fuertes y débiles respecto a la docencia. Si el
profesorado conoce qué variables interfieren de manera relevante en su docencia, tanto positiva, como
negativamente, podrá plantear soluciones de mejora para los aspectos negativos y podrá reforzar los
aspectos positivos. De esta forma se puede conseguir que tanto la enseñanza como el aprendizaje
constituyan partes de un mismo proceso coherente y cohesionado.
Tradicionalmente, la técnica que más se ha empleado en la evaluación docente ha sido la encuesta,
mediante el empleo de cuestionarios, debido a que las facilidades en su utilización superan los posibles
inconvenientes que se plantean, pero no por ello hay que olvidar las dificultades. En este caso, la
principal dificultad ha radicado en cómo seleccionar aquellos ítems que van a permitir obtener una
información precisa; en este estudio se ha salvado dicha dificultad seleccionando los ámbitos más
utilizados en la evaluación de la docencia y concretándolos en indicadores de calidad de la misma, para
posteriormente desarrollar un sólido banco de ítems. Los análisis de resultados presentados en el
apartado anterior muestran que el cuestionario es un instrumento válido y fiable para evaluar al
profesorado mediante la opinión del alumnado y que, además, posee una sólida estructura interna.
En definitiva, se corrobora la utilización del cuestionario de opinión del alumnado como instrumento
importante en la evaluación de la docencia, debido a que, por un lado, son instrumentos con un alto
grado de fiabilidad y validez, y por otro, porque a partir de la incorporación al Espacio Europeo de
Educación Superior el alumnado adquiere un papel protagonista, siendo su satisfacción un factor
determinante en el establecimiento de la calidad docente. La docencia de calidad reside en las
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