Revolución Académica DR CUBILLA
Revolución Académica DR CUBILLA
Revolución Académica DR CUBILLA
Introducción
La realidad política es que nuestra sociedad, poco crítica en cuestiones de cultura, admite
y sostiene el nuevo modelo de universidades privadas al preferirlas sobre las públicas (65 % de
la matrícula nacional en universidades privadas. (D. Rivarola).
Observando las tendencias internacionales antes y después del reporte de la Unesco
sobre educación superior en 1998, resumidas en el trabajo del profesor Philip Altbach (Trends in
Higher Education: tracking an academic revolution, 2006), observamos que tal problemática
también aparece en otras sociedades pero asociada a una serie de otros cambios avasallantes
que han modificado la facies letárgica de la educación superior. El fenómeno es complejo,
sistémico y global, y de tal impacto que pudiera calificarse como el advenimiento de una nueva
revolución académica. La visión tradicional de la universidad está cambiando tan profundamente
que su perfil es probable que ya no sea el mismo en un futuro mediato.
El detonante, que puede verse como algo negativo o positivo, es la masificación
estudiantil, la aparición de nuevas carreras, y las exigencias de la nueva sociedad del
conocimiento y la creatividad. Si bien en Paraguay unos pocos (1 a 5 %) culminan la odisea
educativa de casi 20 años, ese poco no encuentra lugar en el sistema de universidad pública.
Qué sería si tuviéramos como en otros países a 30 % o más de los estudiantes en esa condición.
Existe una expansión humana y estructural que sobrepasa la capacidad académica, económica
y administrativa de las instituciones en casi todos los países, pero al mismo tiempo estudiantes
que antes no accedían a la universidad ahora tienen la oportunidad de hacerlo. ¿Acaso esto no
representa un progreso? No todos lo ven de esta manera.
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Diario ABC. (19/05/2012) En: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/revolucion-academica--vision-sistemica-y-
tendencias-en-la-educacion-superior-403578.html
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totalmente predecible, las políticas de Estado de apoyo a la ciencia deben dirigirse a fomentar
las ciencias básicas fundamentales así como las aplicadas con igual rigor.
Una nueva visión más práctica acorde con la realidad actual sería ya no pretender
introducir la investigación en todas las instituciones de enseñanza superior. El profesor Levy ha
denominado a la tentación de pretender que todas las universidades alcancen este ideal como
el isomorfismo académico. Es que la investigación y, sobre todo, los grandes descubrimientos
científicos otorgan un prestigio inigualable a la institución. Pero una respuesta directa a la
masificación es justamente lo contrario, la necesidad de la creación de sistemas académicos
diferenciados con misiones universitarias diversas. El que todas las universidades paraguayas
sean de investigación hoy es una gran utopía, ni alcanzable ni necesaria, se debe admitir. Hemos
pretendido desde nuestro trabajo en el Congreso la transformación de las universidades hacia el
modelo de las universidades de investigación. Especialmente hemos propuesto que una
universidad, la más tradicional y de lejos la mejor dotada, la Nacional, se convierta por
transformación interna en una institución de investigación. Ha habido algunos esfuerzos aislados
como el salario diferenciado para investigadores en la UNA pero son insuficientes. Una
transformación total hoy sabemos no es posible por la resistencia y conservadurismo extremo de
algunos intelectuales, políticos y notoriamente, directivos y docentes de la universidad (Cambio
y resistencia en la educación superior. Comisión Bicameral para la Reforma de la Educación
Superior, José Nicolás Morínigo y col. 2006). Pero el país, que ya ha logrado en cierta manera
institucionalizar una incipiente comunidad de científicos con el Programa de apoyo a la
investigación del CONACYT (PRONI) sigue necesitando de por lo menos una universidad o gran
instituto de investigación que debe construirse como una nueva institución y no como reforma de
una anterior que persiste en otro modelo. Puede además estimularse que las universidades, por
sus propias características y contar con docentes investigadores de prestigio, desarrollen un área
específica de investigación, es decir, como decía el profesor Garrett, tengan su propio DNA de
investigación y así alcancen la excelencia.
3- Las universidades privadas lucrativas, las privadas sin fines de lucro y las públicas sin niveles
mínimos de calidad serán eliminadas o más probablemente transformadas mediante cambios
significativos (inducidos por alguna agencia de acreditación que trabaje y funcione) en mejores
instituciones y alguna puede alcanzar nivel de élite.
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9- Debido a la creciente masificación, la demanda de profesores aumentará de tal modo que será
imposible mantener una excelencia profesional académica y se seguirá recurriendo al
inadecuado sistema de profesores taxi que no trabajan a tiempo completo.
11- El mejoramiento universitario partiendo de la realidad deberá ser sistémico porque los
componentes de la nueva revolución están interrelacionados: masificación, expansión,
diversidad (de modelos, carreras, docentes y alumnos), necesidad de investigación científica,
insuficiencia de fondos económicos, lo que incide necesariamente en los niveles de la calidad
académica.