10 Técnicas de Resolución de Conflictos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

10 Técnicas de Resolución de Conflictos

Por
 Nuria Marín Domínguez https://www.lifeder.com/tecnicas-resolucion-conflictos/

Las técnicas para la resolución de conflictos son oportunas para


solucionar problemáticas que, tanto a nivel personal como profesional,
se pueden dar en momentos determinados y deben ser solventados con
la mayor brevedad posible.

La resolución de conflictos pretende solventar dichas problemáticas,


excluyendo los métodos violentos que en ocasiones son empleadas con
facilidad. Por tanto, se pretende resolver los conflictos para obtener
resultados factibles, de modo pacífico a través de la negociación, siendo
duraderos en el tiempo.



Es importante señalar que para que un conflicto sea solventado, a través


de las técnicas de resolución de conflicto, ambas partes deben adoptar
un cambio de actitud. Por ello, asumir las técnicas de resolución de
conflictos conlleva una modificación en la conducta de la persona.
En este artículo se tratarán diversas técnicas con las que es posible
tratar dichos conflictos. Son herramientas que serán de utilidad para
abordar situaciones complicadas, donde se debe hacer frente y actuar,
ya no solo para salir de la situación momentánea, también para
mantener un clima idóneo de trabajo y relación con la otras personas.

¿Qué técnicas son efectivas para resolver


conflictos?
Según varios estudios, los conflictos son derivados de la competitividad,
la intolerancia, la escasa comunicación, la mala expresión de los
sentimientos y el autoritarismo.

Por ello, autores como Gutiérrez y Restrepo (2016) optan por una
resolución de conflictos donde se debe tener presente las siguientes
cualidades: la cooperación, la comunicación, la tolerancia y la expresión
emocional.

Saber que técnica de resolución de conflictos utilizar está sujeta a cuatro


cuestiones a los que se debe dar respuesta antes de seleccionarla:
¿quién forma parte del problema?; ¿es el momento oportuno para
solventarlo?; ¿qué técnica de resolución de conflictos vamos a utilizar?;
y ¿la resolución la haremos en pública o privada?

Si de algo se pueden caracterizar estas técnicas es por la objetividad


que se obtiene al aplicarlas. Gracias a ellas se puede posicionar a las
personas que intervienen en el conflicto en otro papel, obteniendo así la
posibilidad de que reflexione y de que dé su brazo a torcer de una forma
más rápida y factible.

Antes de comenzar a definir las técnicas, debemos señalar aquella


herramienta que ha sido empleada durante décadas como única y
factible. La resolución de conflictos propiamente dicha, junto a la figura
del mediador, constituyen una de las bases del estudio de las relaciones
interpersonales.
La mediación: una metodología efectiva

Esta técnica de resolución de conflictos implica una metodología donde


ambas partes puede gestionar su problemática, la cual no es
caracterizada como positiva ni negativa, sino neutra, teniendo presente
la búsqueda de una solución eficaz y oportuna al momento.

Todo proceso de mediación constituye una serie de principios


fundamentales:

1. Ambas partes deben admitir, cuando fuera necesario, la


necesidad de ayuda externa al problema.
2. Asumir la responsabilidad ante el problema causado.
3. El respeto propio y hacia el otro debe primar por encima de
todo conflicto.
4. La creatividad puede ser un eje primordial para solventar el
conflicto.
5. Posibilidad de aprender durante el conflicto.

Siguiendo estos pasos, la mediación da la posibilidad de solventar


cualquier conflicto que, desde cualquier área, se de en cualquier
momento determinado.

Por ello, estas técnicas que a continuación presentamos emplea a la


medicación además de contar con la figura del mediador como personaje
principal. Especialmente, se utiliza en los centros educativos como
técnica para resolver los conflictos entre iguales, pues existe la figura del
mediador como representante del grupo / clase, que ha sido elegido
anteriormente por los propios compañeros.

Lo tradicional: la resolución de conflictos


propiamente dicha

Según Sáenz-López, P. (2014), la técnica de la resolución de conflictos


comienza con la reflexión del conflicto.
Por ello, en primer lugar, la persona mediadora tendrá que hacer que
ambas partes den respuesta a las siguientes cuestiones: ¿Por qué nos
estamos enfadando?, ¿qué molestia tengo?, ¿cómo hemos reaccionado
ante la situación?

En segundo lugar, no puede pasar inadvertida la idea de que el ser


humano, por supervivencia tiende a, en un primer instante, realiza el
comportamiento “reptiliano”, o lo que es lo mismo, ataca o huye,
dependiendo del momento.

Para no recurrir a esta situación, la educación juega un papel primordial.


Esto es debido a que se utiliza como herramienta de control
o autocontrol, según se mire.

A partir de aquí, vamos a desarrollar seis pasos que forman la resolución


de conflictos:

1. Tranquilidad: Se utiliza para apaciguar a ambas partes,


generando un canal de comunicación que permita obtener
confianza y se puedan analizar los distintos caminos a recorrer
para buscar la solución al problema. De esta forma se reducen
tensiones y se estabiliza la calma en el contexto.

Es importante destacar que si ambas partes no están tranquilas y


disponibles para realizar la resolución de conflictos, es inapropiado
continuar con el proceso.

2. Empatizar: El mediador pregunta a los afectados por las


emociones que han surgido en el conflicto y por el sentimiento
que los ha llevado al enfrentamiento. Es necesario que
expresen lo que sienten y como está viviendo el momento.
3. Soluciones colaborativas: El mediador deberá analizar el
punto inicial y central del conflicto, acercándolo al pensamiento
común que tienen ambas partes. De esta forma se pretende
que ambas partes vean que tienen en común y facilitar el
camino para que ambos encuentren la solución.
4. Empatizar: Las dos partes deben adquirir empatía y aceptar el
acuerdo establecido, asumiendo sus errores.
5. Compensación: Cuando las partes asumen su error, se debe
dar pie a compensar los daños causados en la otra persona
mientras se ha desarrollado el conflicto. Cuando una de las dos
partes se oponen a este paso, se observa que los anteriores
han mostrado un error. En este caso, el mediador deberá dar la
solución.

10 técnicas de resolución de conflictos


A continuación, enumeradas, presentamos las diez técnicas que, desde
la mediación y teniendo en cuenta los pasos a seguir en la resolución de
conflictos, propiamente dicha, son eficaces para ser empleados en
cualquier contexto.

1- La calma

Es una técnica apropiada para utilizar en momentos de violencia


excesiva, sobre todo en los centros educativos.

Se envía a ambas partes a una esquina del lugar para que se calmen. No
se trata de un castigo, sino que de esta forma se gana tiempo mientras
las partes intentan tranquilizarse para efectuar los pasos oportunos.

Una vez calmados, se debe practicar la respiración interior profunda


contando hasta diez, para que se tranquilicen las partes y se puedan
sentar en silencio a escuchar al otro y al mediador.

Si bien es cierto que con esta técnica no se espera conseguir una


solución rápida, se encarga de posponer. No obstante, suele darse el
caso de que cuando las partes son calmadas, en ocasiones, tienden a
reflexionar sobre la posibilidad de evitar el conflicto.
Dándose este caso, el mediador deberá comprobar que no existe
resentimiento por ambas partes y luego podrán abandonar el lugar.

2- El arbitraje

En este caso, se le da la posibilidad a ambas partes de que cuenten su


punto de vista de la situación generada. Cada persona tiene que decir,
en primer lugar, qué problema es el que está sucediendo, a modo de
titular, y describe que ha pasado. A continuación, el moderador deberá
ayudar a buscar una solución.

A través de esta técnica se le da la oportunidad a la persona de que


escuche del otro lo que ha dicho él mismo. De esta manera, la persona
afectada puede corroborar y modificar su mensaje, pues se está dando
muestra real de lo que ha intentado transmitir.

Se trata de una técnica eficaz que, si no permite resolver el conflicto, da


paso a esclarecer la situación.

Para ello, es necesario empezar con frases como “lo que quieres decir
es…”. Hay que intentar señalar el contenido emocional de la situación,
por ejemplo, “da la sensación de que te estás sintiendo…”. Para ello, es
necesario que se perciba con naturalidad lo que estamos intentando
decir.

4- Contar historias

En este caso se va a normalizar la situación a través del cuento.


Comenzar la historia con, por ejemplo, “Érase una vez…” introduciendo
los nombres de los participantes del conflicto en el relato, y haciéndolo
en tercera persona (de esta forma los implicados pueden analizar la
situación desde fuera).

Una vez que la historia llega al conflicto, los participantes y algunas


personas que se encuentren cercanas al conflicto, proponen como
solucionarlo. De esta forma el cuento se finaliza llegando a una
conclusión, y se les pregunta a los personajes que han participado si
creen que es posible que pongan de su parte para solucionar el
problema. 

5- La discusión objetiva

El mediador deberá relatar la situación de forma serena y tranquila. Es


importante que haga referencia, solo y exclusivamente, a la
problemática sin mencionar situaciones anteriores o posteriores.

En este momento, el mediador deberá decir cómo se siente. Hablar de la


situación siempre enfocándola hacia su malestar sin decir nada que
interfiera en los participantes del conflicto.

A partir de aquí, se les preguntará a las personas involucradas qué


solución debe adoptar, pues de esta forma observarán el conflicto de
forma objetiva.

6- El juicio

Teniendo en cuenta que la situación puede darse en un aula o en un


grupo de trabajo, se contará a todos los integrantes el problema
generado y las personas involucradas deben permanecer en silencio.

Una vez que el mediador ha relatado el problema, se les pedirá que a lo


integrantes que propongan una solución, de esta forma observarán que
piensan los compañeros y obtendrán otros puntos de vista distintos a los
suyos.

7- El cambio de rol

Se lleva a cabo una simulación, donde participan los integrantes del


conflicto una vez que se han calmado. Se genera la situación y, una vez
llegue el momento, se intercambian los papeles.
Una vez invertida la situación, se analiza desde la objetividad el punto
de vista de la otra parte. Asimismo, se les pide que de una posible
solución tras haber observado el punto de vista de la otra persona.

8- El guiñol problemático

Se utilizan muñecos títeres que se presentarán como los portadores de


la solución a los problemas. Los muñecos deben ser personalizados por
todos los niños, ya que deben resultar familiares.

Estos muñecos serán utilizados para dramatizar los problemas que


surjan. Se comenzará a utilizar el guiñol a medida que se va recreando
la situación, haciéndose una parada cuando se hable del conflicto.

Cuando llegue el momento del conflicto, se le pedirá opinión a los


integrantes del grupo de cómo se resuelve el conflicto. Una vez
seleccionada la situación, se les debe preguntar a los componentes del
conflicto si la ven viable. En el caso de ser así, los muñecos se guardará.

9- Lo positivo y lo negativo

Una vez originado el conflicto cada uno de los integrantes deberá decir
que es lo que no le gusta de la otra persona señalando qué es lo que,
según su punto de vista, ha causado el conflicto.

Señalado el porqué del conflicto, cada parte, después de decir lo que no


le gusta de la otra persona debe proceder a dar una posible solución a
ésta. A partir de aquí, tras haberse realizado las propuestas, ambas
partes tienen que decidir cuál es la más idónea.

Finalmente, seleccionado el camino que van a utilizar para cambiar la


situación, cada parte debe resaltar que es lo que más le gusta de la otra
persona y qué destacaría positivamente en esta resolución de conflictos.

10- La silla de pensar


Esta técnica ha sido utilizada tradicionalmente en la escuela, ya que la
silla de pensar cuenta con la posibilidad de que los niños reflexionen
reflexión en niños pequeños.

Para ello, se deben colocar una silla alejada del contexto donde se ha
originado el conflicto. Y una vez que este ha aparecido, el mediador debe
apartar a los niños, enviando a cada una a una silla de pensar distinta.

Finalmente, cuando han transcurrido unos minutos, se les llama para


que cuenten lo que les ha sucedido, otorgándole el turno de palabra a
cada una de las partes, y se llega a un acuerdo común para
solucionarlo. 

Referencias

1. GUTIÉRREZ GÓMEZ, G. Y RESTREPO GUTIÉRREZ, A.


(2016). Material de apoyo para el programa: “Estrategias para
la prevención temprana de la violencia en niños”. 
2. IGLESIAS ORTUÑO, E. (2013). La Mediación como Método para
la Resolución de Conflictos: Concepto, regulación, tipología,
perfil de la persona mediadora e iniciativas en Murcia. Revista
de Trabajo Social de Murcia TSM, 1 (18), (8 – 36).
3. PÉREZ GARCÍA, D. (2015). Resolución de Conflictos. Emotion.
Revista de Educación, Motricidad e Investigación, 1 (4) (79 –
91).

También podría gustarte