La Ciencia Del Sueño

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La ciencia del sueño

¿Cómo influye un buen dormir en nuestra vida cotidiana?


¿Qué es el sueño?
El sueño es algo necesario para sobrevivir y gozar de buena salud, pero todavía no se sabe por qué es
necesario ni cómo nos beneficia exactamente. Uno de los beneficios del sueño es su efecto reparador sobre
la capacidad de las personas para funcionar normalmente durante el día.
Las necesidades individuales de sueño son muy variables y por lo general están entre 6 y 10 horas diarias. La
mayoría de las personas duermen por la noche. Sin embargo, muchas deben dormir durante el día para
adaptarse a sus horarios de trabajo, lo cual ocasiona trastornos del sueño.
La duración del sueño y la sensación de descanso tras despertar están influenciadas por muchos factores,
entre los cuales se cuentan los siguientes:
El nivel de excitación o estrés emocional
La edad
La dieta
El consumo de fármacos
Por ejemplo, algunos fármacos producen somnolencia y otros dificultan el sueño. Algunos componentes o
aditivos alimentarios como la cafeína, los condimentos fuertes y el glutamato monosódico alteran el sueño.
Las personas mayores tienden a dormirse temprano, despertar temprano y ser menos tolerantes a los
cambios en los hábitos de sueño.
Los ronquidos pueden perturbar el sueño, tanto de la persona que ronca como del compañero de cama de
la persona que ronca.

Ciclo del sueño


El sueño no es siempre igual. Hay dos tipos principales de sueño:
Sueño con movimiento ocular rápido (rapid eye movement, REM)
Sueño con movimiento ocular lento (NREM, por sus siglas en inglés), que tiene tres fases
En general, se pasa de forma cíclica por las tres fases de sueño no-REM (NREM) (fases N1 a N3), seguidas
habitualmente por un breve intervalo de sueño REM, cada 90 o 120 minutos, o varias veces cada noche. A lo
largo de la noche, una persona se despierta brevemente (llamada fase W), pero no suele ser consciente de
estar despierta.
Sueño NREM: el sueño NREM representa entre el 75 y el 80% del total del sueño en los adultos. El sueño
progresa de la fase 1 (el nivel más superficial, en el que es fácil despertarse) hasta la fase 3 (el nivel más
profundo, en que es difícil despertarse). En la fase 3, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la
frecuencia respiratoria están disminuidas al máximo. La gente percibe la fase 3 del sueño como sueño de
alta calidad.
Sueño REM: durante esta fase, la actividad eléctrica en el cerebro es excepcionalmente alta, semejante a
la del estado de vigilia. Los ojos se mueven rápidamente y determinados músculos están paralizados, por
lo que es imposible realizar movimientos voluntarios. Sin embargo, puede haber espasmos musculares
involuntarios. La frecuencia y la profundidad de la respiración aumentan.
Los sueños más vívidos se producen durante el sueño REM. El hecho de hablar durante el sueño, los terrores
nocturnos y el sonambulismo suelen producirse durante la fase 3 del sueño NREM (no REM).

Fases del ciclo del sueño


Las personas pasan normalmente por distintas fases del sueño en intervalos que van de 90 a 120 minutos a
lo largo de la noche: tres fases de sueño con movimiento ocular lento (N) y una con movimiento ocular
rápido (REM).
En la fase N1 (sueño superficial) se pasa relativamente poco tiempo. La mayoría del tiempo se pasa en la
fase N2. El sueño profundo (fase N3) se produce principalmente durante la primera mitad de la noche. A
medida que esta avanza se está más tiempo en fase REM. A lo largo de la noche se producen despertares
breves (llamados fase W), pero casi siempre la persona no es consciente de ellos.
Trastornos del sueño y sus síntomas
Los trastornos del sueño afectan a la capacidad para conciliar el sueño, dormir de forma continua o
permanecer despierto, o bien tener comportamientos extraños durante el sueño, como el sonambulismo. El
sueño puede verse afectado por muchos factores, entre los que se encuentran: la irregularidad en la hora de
acostarse y despertarse, las actividades que se realizan antes de dormir, el estrés, la dieta, las enfermedades y
el consumo de algunos fármacos.
Los síntomas más frecuentes de los trastornos del sueño son
Insomnio
Somnolencia excesiva durante el día
El insomnio puede ser un trastorno en sí mismo o bien un síntoma de otro trastorno. La somnolencia diurna
excesiva no es un trastorno, sino un síntoma de diversos trastornos relacionados con el sueño.
Cuando se tiene insomnio, es difícil conciliar el sueño y mantenerse dormido, y al despertar se tiene la
sensación de no haber descansado. Puede que la persona afectada se despierte temprano. La falta de sueño
produce somnolencia, cansancio e irritabilidad durante el día.
Las personas con somnolencia diurna excesiva tienden a quedarse dormidas durante las horas de vigilia.
Algunos trastornos del sueño hacen que la persona no pueda evitar quedarse dormida durante el día.
Algunos trastornos del sueño comportan movimientos involuntarios de las extremidades u otros
comportamientos poco frecuentes durante el sueño (como pesadillas, terrores nocturnos o sonambulismo).
Los movimientos y comportamientos inusuales durante el sueño se denominan parasomnias.
Otros síntomas consisten en problemas relacionados con la memoria, la coordinación y las emociones. Se
rinde menos en el colegio o en el trabajo. El riesgo de sufrir un accidente de tráfico o desarrollar un trastorno
cardíaco aumenta.

¿Cómo dormir bien?


La manera en que vive cada momento sus pensamientos, sus hábitos, la manera en que se comporta con
otras personas afectan su habilidad para dormir, demasiado o mucho de cualquier cosa: comida,
estimulación, dormir, podrían ser perjudiciales. La mejor estrategia para dormir bien es vivir bien. Aunque
muchos tipos de los trastornos del sueño requieren asistencia profesional, hay algunos pasos que puede
tomar por sí mismo.
Pare de tomar drogas que interrumpen el sueño - no use cafeína, alcohol, tabaco, descongestionantes
nasales o cualquier otro estimulante que actúe en el sistema nervioso.
Pare de tomar siestas - cualquier siesta que tome debe considerarla como que le roba el tiempo del sueño
nocturno.
Coma sus comidas a la hora regular - cambie el consumo de la mayoría de su comida a la mañana en vez
de la noche.
Mantenga una rutina regular y preferible en la noche practique procesos de meditación o ejercicios de
relajo de músculos.
Comience un programa de ejercicios - los ejercicios seguros y efectivos deben de ser una rutina regular.
Deshágase de molestias nocturnas - baje de peso si tiene sobrepeso para ayudar los dolores de espalda,
ronqueo, y dolor de hernia, y no beba ningún líquido en la noche para eliminar la necesidad de orinar.

Conclusión
Como conclusión tenemos que el sueño no es más que un estado de reposo muy importante para nuestro
organismo ya que durante él recuperamos energías, ayuda al crecimiento de nuestro cuerpo, también a la
liberación de las toxinas que adquirimos durante el día, ayuda al sistema inmunológico ayudando a combatir
males e infecciones ya que favorece la producción de anticuerpos.
Las clásicas ocho horas de sueño suelen dividirse en otros cinco ciclos y estos se subdividen en etapas.
Además durante el sueño ocurren periodos de movimientos oculares rápidos y también otros procesos que
los cuales le explicamos ampliamente.
Por lo tanto tenemos que el sueño es un proceso primario importante para nuestra vida y salud por lo cual
debemos de cuidar el desarrollo óptimo de éste.

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