Este documento habla sobre construir una verdadera hombría siguiendo los mandamientos de Dios. Menciona varios pecados como la codicia, idolatría, inmoralidad sexual y murmuración que se oponen a una verdadera hombría. También discute la disciplina y obediencia a Dios como formas de enfrentar el pecado. El objetivo final es que los hombres vivan de acuerdo a los mandamientos absolutos de Dios para alcanzar una verdadera hombría.
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Este documento habla sobre construir una verdadera hombría siguiendo los mandamientos de Dios. Menciona varios pecados como la codicia, idolatría, inmoralidad sexual y murmuración que se oponen a una verdadera hombría. También discute la disciplina y obediencia a Dios como formas de enfrentar el pecado. El objetivo final es que los hombres vivan de acuerdo a los mandamientos absolutos de Dios para alcanzar una verdadera hombría.
Este documento habla sobre construir una verdadera hombría siguiendo los mandamientos de Dios. Menciona varios pecados como la codicia, idolatría, inmoralidad sexual y murmuración que se oponen a una verdadera hombría. También discute la disciplina y obediencia a Dios como formas de enfrentar el pecado. El objetivo final es que los hombres vivan de acuerdo a los mandamientos absolutos de Dios para alcanzar una verdadera hombría.
Este documento habla sobre construir una verdadera hombría siguiendo los mandamientos de Dios. Menciona varios pecados como la codicia, idolatría, inmoralidad sexual y murmuración que se oponen a una verdadera hombría. También discute la disciplina y obediencia a Dios como formas de enfrentar el pecado. El objetivo final es que los hombres vivan de acuerdo a los mandamientos absolutos de Dios para alcanzar una verdadera hombría.
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Nombre: Ernesto Fortunato Tenorio Gonzales
PREDICA: “CONSTRUYENDO UNA VERDADER HOMBRÍA”
Sabían que NO ES HOMBRE AQUEL QUE ES MENOS FEMENINO. Así es querida iglesia, nuestra sociedad humana dentro de su fervor natural mantiene la mala y errada idea de que “hombre” es aquel que tiene muchas mujeres siendo soltero, saca la vuelta a su esposa estando casado, maltrata a su esposa e hijos, etc.; y que lo viene trasmitiendo de generación en generación, lo cual en la realidad es una “falta de hombría” consecuencia de la falta de padres en el hogar, convirtiendo en una evidente crisis de hombría. Pero no se preocupen que hay una solución en Cristo Jesús para todos nosotros hijos de Dios, y para su reversión es indispensable darle siempre en primer lugar pidiéndole la ayuda que necesitemos apenas nos levantemos y obedecer su palabra, a fin de vivir una verdadera hombría o semejanza a Cristo. Y para empezar debo decirles que para obedecer la palabra de Dios debemos conocerla, y justamente quiero mencionarles que en 1 Corintios 10: 6-10 Pablo da la clave para identificar claramente 5 pecados que existen en el mundo hoy en día, tales como la codicia, la idolatría, el adulterio, tentar a Dios y la Murmuración. Con los cuales debemos luchar a diario para desecharlos de nuestra vida en Cristo y parecernos cada día más a él. Considerando al monstruo llamado “codicia”, Dios nos habla que no debemos ser codiciosos o satisfacer nuestras necesidades a expensas de nuestros semejantes ya que es uno de los pecados que enferma nuestra alma. Siendo su opuesto “el Amor” y la generosidad que debemos tener con nuestros semejantes satisfaciendo sus necesidades a causa de uno mismo y sin esperar nada a cambio. Incluyendo para esto también en tener un “amor duro” lo que es en amar a nuestro semejante, aunque este no lo merezca; y para ello quiero mencionarles lo que indica Juan 15:13 “No hay amor más grande que el dar la vida por los amigos” Vemos también después de la codicia, Dios no advierte en no rendir cultos a los ídolos, es decir no caer en la “idolatría”, lo cuál es un término que se define en darle importancia y estimación a algo más que nuestra devoción por Dios y estando considerando dentro de ello: -“el amor por el dinero” dándole más importancia al trabajo que ha Dios y olvidándonos lo que él nos dice en Mateo 6:25-34 “Por eso les digo que no se preocupen………...” . - “el ego o el “yo” como por ejemplo exhibirse en una foto para ser reconocido. - “la monofobia” que es la dependencia por el teléfono móvil o uso excesivo o irracional de este aparato dejando de lado dar el primer lugar a Dios, y, además, aunque parezca mentira esto nos puede causarnos mucho daño en nuestra salud y mente como: obtener peores hábitos alimenticios, disminución del tiempo de descanso, aislamiento social, menor rendimiento en los estudios y trabajo, hiperactividad o depresión. - Y por último uno de los más nocivos tipos de idolatría es la “pornografía” la cuál viene sucumbiendo la mente, corazón y alma de las personas rindiéndole culto con el acto de la masturbación. Para conocimiento las estadísticas de este flagelo son muy alarmantes y aunque no se pueda creer más aún en el pueblo de Dios. Para ante todo esto Jesucristo nos advirtió en Deuteronomio 6:5: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” “La inmoralidad sexual” también es otro pecado que está viviendo nuestra sociedad mundana, siendo un gran obstáculo para vivir una verdadera hombría. Y Pablo luego de mencionar a la codicia y la idolatría, nos alerta que “no debemos cometer inmoralidad sexual” ya que esto también nos impide desarrollar una verdadera hombría. Seguramente en alguna ocasión nos hemos visto involucrados en pecados sexuales del pasado, pero consideren que solo existe una forma de dejarlos atrás y es poniéndolo a los pies de la cruz o en las manos del Señor tu Dios, pidiéndole perdón por eso y deja que el Espíritu Santo te limpie por completo. Siendo ahora o nunca. Tener en cuenta que las tentaciones siempre vendrán, pero solo lo que estén dispuestos a dar la lucha a través del espíritu encontrarán la estrategia correcta para no sucumbir. Consideremos que comúnmente los hombres están dispuestos a luchar físicamente en cualquier ámbito, pero mayormente no combaten en “el espíritu” para ganar la batalla siendo este el más importante. Y así lo vemos en la carta de Pablo a los Efesios, 6:12 donde nos dice: “Pues no lluchamos contra enemigos de carne y huesos, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales”. Consideremos que renunciamos a nuestra hombría cuando tenemos relaciones extramatrimoniales. Por ello no caigamos en la cobardía de ser fiel a nuestra esposa y menos a tu Dios. Mantengámonos Alertas. Nuestro espíritu debe estar despierto. La tentación puede estar a la vuelta de la esquina, pero confiemos en Jesucristo, que está dentro de nuestro corazón. Finalmente, Pablo nos dice “tampoco deberíamos poner a prueba al señor…… Y no murmuren…”. Debemos tener presente que “ponemos a prueba Dios” cuando hacemos a propósito lo que sabemos perfectamente que está mal y vamos en contra de nuestra conciencia. Y aun así esperamos que Dios nos bendiga y nos perdone una y otra vez, entonces les pregunto ¿Te parece correcto pedirle a Dios que te perdones por las cosas que sabes que están mal?. Consideremos que poner a prueba a Dios estamos enseñándoles a nuestra familia a transitar en una ruta de desesperanza y pesimismo. Hagamos que nuestra fe , sea la fe de nuestra familia, y que nuestra relación con Dios sea digna de imitar. Por otro lado finalmente tenemos a la “murmuración” lo cual como sabemos es hablar entre dientes, manifestando queja y disgusto por algo. Como los dice en señor en su palabra en Exodo 15:24 “Y murmuro el pueblo en contra de Moises, diciendo: ¿Qué beberemos?. Lamentablemente estamos acostumbrado a escuchar que la lengua murmuradora es un tema de mujeres, sin embargo, es también uno de los elementos que obstaculiza el camino a las promesas de lo que Dios quiera para nosotros. Se convierte en un muro infranqueable que nos solo trae problemas con las personas de quienes murmuras, sino que también amarga nuestro corazón y deforma tu semblante cristiano. Si es así, es de hombres arrepentirse y corregir nuestro camino, pidiendo perdón y estar dispuesto a una corrección fraterna. Permitamos que se nos sustituya todo lo que el enemigo nos quita sin compasión. No permitamos que las bendiciones dejen de llegar a nuestras vidas por un comportamiento necio como lo es la murmuración. Mas bien escuchemos la voz del Señor como lo dice el mismo en Éxodo 15:26 “Si ustedes escuchan atentamente la voz del SEÑOR su Dios y hacen lo que es correcto……..” y que es lo mismo Él quiere decirnos a nosotros el día de hoy. Consideremos QUE DIOS NO NOS INVITA A QUE NOS COMPORTAMOS COMO HOMBRES, sino que nos lo ordena. Tener una conducta responsable no es una opción, esto es una orden que ha sido dada por Dios, porque la conducta responsable es la marca de un hombre. El Señor jamás nos da sugerencia o invitación, Él tiene para nosotros mandamientos. A partir de allí tenemos dos opciones: obedecer y desobedecer. No existe otra opción. No permitamos que ninguno de los pecados arriba mencionados sean el gran obstáculo que, al igual que los israelitas, no nos permitan llegar a la tierra prometida en este tiempo para nosotros.
Prosiguiendo con nuestro mensaje saben CUÁL ES LA PALABRA CON QUE
LLAMAN HOY EN DÍA AL PECADO. Pues ahora los llaman “problema”. La falsa hombría de hoy se escuda detrás de la tendencia de la vida moderna. Así tendemos a llamar como “problema” al pecado. Por ejemplo, un hombre infiel, para muchos es un hombre que tiene un problema de infidelidad. La verdadera hombría sabe que la infidelidad no es un problema que necesite psicólogo, sino un flagrante pecado que necesita arrepentimiento. Y la solución a los pecados, entonces es la confrontación y el arrepentimiento. No existe otra manera de enfrentar estos problemas que socavan la hombría. Entonces conocido esto, acostumbrémonos a llamar a las cosas por su nombre, los hombres no tienen problemas, sino pecados. También el camino correcto para enfrentar al pecado es la disciplina, como el apóstol Pablo defendía la disciplina y era vertical en sus indicaciones según 1 Corintios 5:11 “Lo que quise decir es: no se relacionen con ninguno que afirma ser creyente y aún así se entrega al pecado sexual o es avaro o rinde cultos a ídolos o insulta o es borracho o estafador. Ni siquiera coman con esa gente” Consideremos que la disciplina es un acto de amor no de odio como alguno puede pensar.
Sabían que la “envidia y el egoísmo” NO FORMAN PARTE DE LA SABIDURÍA
QUE PROVIENE DE DIOS. Así es hnos. como lo menciona la palabra de Dios en Santiago 3:13-16 “Pues la envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios……………” Entonces si se trata de maximizar nuestra hombría, inevitablemente debemos aspirar a recibir la sabiduría de Dios. Aquella que tiene buenos frutos y que te inspira a ser una cabeza de familia amable, benigna y pacífica como lo menciona en Santiago 3:17 “Pero la sabiduría que……”
Consideremos también que los MANDAMIENTOS DE DIOS son absolutos
La hombría se ha ido deteriorando a medida que el tiempo pasa. La tendencia actual es encogerse de hombre frente a las demandas de la palabra de Dios y decir “quizá la próxima vez lo haga”. Siendo lo anterior un acto de cobardía a todas luces. Es decir, evadir toda responsabilidad. Un ejemplo claro es el mandato es el evangelio de Juan 13:34 donde nos manda amar diciendo “Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros”. Entonces tenemos que recordarnos que en un mandamiento no hay opciones, solo está en obedecer para hallar la paz. Y uno de los mandatos importantísimos de Dios es “CONFESAR” nuestros pecados para despojarnos de ellos, poniéndolos en manos de Dios por que “Él es fiel y justo para perdonar” y no nos desamparará. Él nos da una nueva oportunidad. Siendo esto muy renovador para todos los hombres a quienes nos cuesta reconocer nuestros pecados. Una falsa hombría nos lleva a encubrir nuestros pecados y nos pueda causar según Proverbios 28:13 a no prosperar como hombre y familia.
Consideremos también que la falsa hombría te invita a no tener
disposición para aceptar la responsabilidad por nuestros pecados. Y debemos tener presente que, si no asumimos la responsabilidad, no seremos capaz de pedir perdón, y si no pides perdón, nunca conoceremos la verdadera hombría. Y es por ello que también los hombres debemos de aprender a perdonar a los que nos ofenden. Muchos hombres lo ignoran, pero la falta de perdón nos ata al pecado del que nos hizo daño. Y esto también nos ordena Dios en Juan20:23 diciendo “ Si ustedes perdonan los pecados de alguien, esos pecados son perdonados; si ustedes no los perdonan, esos pecados no son perdonados. Entonces como lo hemos mencionado inicialmente que “hombría es semejanza a Cristo” ambos son sinónimos. Por lo tanto, el perdonar y recibir perdón es de hombres fuertes, es decir, semejarse a Cristo. Consideremos que los pecados no son hereditarios, más bien a través del espíritu y las marcas que quedan en él, es por eso que los pecados pueden ser pasados de generación en generación debido a la falta de perdón.
La verdadera EXPRESIÓN DE HOMBRÍA EN EL HOGAR es hallar el equilibrio
entre la ternura y firmeza lo cual nos hace semejante a Cristo. Y bajo ningún modo la firmeza no es sinónimo de dureza en el trato. Consideremos además que si aplicamos disciplina sin amor estamos ejerciendo autoritarismo y opresión, y eso no funciona en ninguna familia. Entonces el mejor ejemplo de equilibrio fue y será siempre Jesucristo. El perfecto balance entre ternura y firmeza. Consideremos que la madurez no viene con la edad, sino con la aceptación de la responsabilidad en nuestro hogar. Debemos tener presente, que existe un poder en el hombre del cuál no somos consciente y cargamos ese poder sin saberlo, y es el poder que Dios nos ha dado con la INFLUENCIA DEL SACERDOCIO O MINISTRO DE NUESTRA FAMILIA para liderarla con mucha disciplina, pero con amor y nuestro primer llamado es el de ministrar a nuestra esposa dedicándole el tiempo necesario, escuchándola y abrazándola. La confesión y aceptar nuestra responsabilidad sobre nuestros errores cometidos y perdonarme a mí mismo como ya Jesús nos perdonó, es algo muy importante para liderar de la mejor manera a nuestra familia. Consideremos que toda crisis familiar tiene, la solución siempre se origina en el hombre, por lo tanto, que, si Él cambia, la familia cambia, Él crece, la familia crece. Entonces el hombre es el que establece el modelo a seguir dentro de la familia. Finalmente, la ausencia de hombría en la sociedad es el resultado de la falta de buenos padres en el hogar aun así los haya cerca si no estamos pendiente de nuestra familia siempre el resultado será el mismo. Por lo que recordemos que amar es hacer lo mejor para el ser amado y nuestra familia, aun a expensas de nuestros deseos y necesidades. Y consideramos además que liderar a la familia con amor y en justicia es la responsabilidad primaria del padre. Por último, queridos hnos., tener presente que la obediencia ante Dios es algo que puede hacer un gran cambio en nuestras vidas para liderar a nuestra familia con mucha disciplina, pero con amor y justicia, y es una responsabilidad de la cual no debemos huir para tener un éxito y convertirnos en un verdadero hombre. Gracias y bendiciones a todos ustedes.