Conferencia para Jovenes

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TODO ME ES PERMITIDO

1 Corintios 10:23 TLA


Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que
sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida
cristiana.
En un mundo lleno de opciones y libertades, es fundamental recordar el
principio que nos ofrece la Palabra de Dios: «Todo me es lícito, pero no todo
conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica». Esta sabia enseñanza del
apóstol Pablo es un faro de discernimiento en medio de las aguas turbulentas
de la vida moderna.

La cultura actual a menudo nos presenta un sinfín de opciones y caminos


para seguir. Pero la pregunta clave no es si algo es lícito, sino si edifica. Como
cristianos, nuestra vida debe estar enraizada en la edificación, en la
construcción de nosotros mismos y de los demás de acuerdo con los
principios y valores del Evangelio.

Para entender mejor este principio, podemos observar la vida del rey David.
A pesar de ser un hombre conforme al corazón de Dios, David cayó en
tentación al ver a Betsabé, la esposa de Urías. Aunque lo que hizo podría
considerarse lícito desde una perspectiva cultural, no edificó ni a él ni a otros.
Más bien, condujo a consecuencias dolorosas y alejó a David de Dios.

Este ejemplo nos recuerda que nuestras elecciones, incluso cuando son
permitidas, pueden tener un profundo impacto en nuestras vidas y en la de
los demás. Como cristianos, debemos evaluar cuidadosamente si lo que
hacemos edifica nuestra fe, nuestra relación con Dios y nuestra influencia en
los demás.

La oración es una herramienta poderosa para buscar discernimiento en


nuestras elecciones diarias. Al tomar decisiones, pregúntale a Dios si lo que
estás considerando construirá y fortalecerá tu relación con Él y con los
demás.
Estamos tratando con una generación difícil sin temor a Dios, sin oración, sin
ayuno, sin leer la biblia, ya que todo es normal, las cosas del mundo se han
infiltrado a los jóvenes ideologías, creencias y costumbres que son del mundo
esta generación la han adoptado como algo normal la pregunta que te hago
¿realmente te edifica todas las cosas que practicas?
Hay muchos factores que afectan a nuestros jóvenes en la actualidad
tenemos una generación que puede servir en la iglesia, llegar a la iglesia,
pero el corazón esta desconectado de Dios.
Ese corazón está conectado más con el mundo que con Dios, la etapa de la
adolescencia es una etapa donde hay cambios de la niñez a la adolescencia
temprana y hay muchos cambios tanto físicos como hormonal etapa que
transcurre entre los 10 y 19 años. Normalmente la dividen en dos fases;
adolescencia temprana de 12 a 14 años y adolescencia tardía de 15 a 19
años.
las emociones son impulsos que inducen a la acción. En esta etapa las
emociones son un sube y baja, días que estas bien, días que estas mal, días
que amas, días que odias, sentimiento que todos están en contra de ti que
nadie te quiere y podríamos enumerar muchos impulsos que inducen a la
acción.
(Salmo 139:1-4, dice que Dios conoce todo de nosotros. No hay nada que se
esconda de Él. Por lo tanto, Él conoce nuestros sentimientos. Los sentimientos
fueron hechos por Él y nos ha dado como un regalo para nuestra propia
personalidad.)
Todo me es permitido, pero no todo me conviene “no todo edifica” no
puedes decir a lo malo bueno y lo bueno malo.
Hay factores que afectan nuestra vida espiritual y que muchos están
luchando, que pareciera normal “dirán es normal, todo el mundo lo hace”
“no pasa nada”
La Biblia advierte de serias consecuencias para los que no se arrepienten de
la “impureza” y de los “pecados sexuales”, y condena la “inmoralidad” y la
“impureza” sexual, Si los padres y los líderes del sacerdocio hablan
abiertamente con los jóvenes sobre cuestiones íntimas, sabrán ayudarles a
comprender y a evitar los peligros espirituales, emocionales y físicos de la
pornografía, la fornicación, el darse placer sexual a uno mismo.
En la actualidad, los jóvenes sufren un bombardeo de imágenes explícitas, en
su mayoría carnales y lascivas, pero dada la naturaleza compleja y delicada
de la temática sexual, muchos padres tienen grandes reservas o vergüenza de
abordar este tema con sus hijos. En consecuencia, muchos jóvenes son
instruidos por amigos con nociones equivocadas o por medios de
comunicación y entretenimiento corruptos que suelen conducirles a
desarrollar una perspectiva errónea de la sexualidad. A su vez, esas
perspectivas pueden conducir a conductas inapropiadas.
Sin saber que están abriendo puertas espirituales que si no se arrepiente y
renuncia a este acto impuro vivirán atado y esto se volverá un vicio que no
podrás controlar. la biblia habla del dominio propio tener dominio de tus
emociones de tu cuerpo.
Espiritualmente: el pecado de la pornografía quebranta un mandamiento
(Mateo 5:27-30), esto lleva a alejarse de Dios y su propósito.

Moralmente: porque deshumaniza la intimidad tanto de los actores como de


los consumidores. Se puede llegar al punto de ver a las personas como
objetos sexuales (Brad Salzman).

Éticamente: porque atropella muchos de los valores cristianos (1 Corintios


6:18).

Mentalmente: porque las descargas de dopamina que el cerebro genera por


el placer de la masturbación y el consumo de pornografía son tan altas que
pueden llevar a la depresión y la ansiedad.

Físicamente: según varios estudios científicos el consumo excesivo de


pornografía y masturbación puede causar: disfunción eréctil,
comportamientos compulsivos, anorgasmia, depresión, ansiedad,
aislamiento social, entre otros. Y lo mencionado anteriormente es una
cantidad mínima de los muchos efectos que la pornografía y la masturbación
pueden causar.[1]

Colosenses 3:5 TLA


Por eso, den muerte a todos sus malos deseos; no tengan relaciones sexuales
prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos
Es normal ver pornografía, es normal darse auto placer es normal estamos
adoptando las costumbres del mundo haciendo creer que está bien los que
estás haciendo “la pornografía destruye la psicología (mente) y lo espiritual”
Tú tienes que renunciar ser libre si tienes ataduras si haz practicado este mal
hábito Dios quiere hacerte libre de tu mente y desintoxicarte de ese vicio.
Noviazgo:
La unión desigual
14 No participen en nada de lo que hacen los que no son seguidores de
Cristo. Lo bueno no tiene nada que ver con lo malo. Tampoco pueden estar
juntas la luz y la oscuridad.
¿Puede una cristina tener un novio inconverso o un joven cristiano una joven
inconversa?
A qué edad es la correcta tener un noviazgo según los estudios y psicología
según a partir de los 20 años ya que los jóvenes se encuentren mejor
preparados para elegir bien a la persona con la que desean entablar su
compromiso y así llevar una relación madura de amistad y/o amar con una
persona.
Un noviazgo es un paso al compromiso, pero esta generación es de mente
abierta que no importa la edad y no quieren compromiso. y van en esta vida
como la abejita picando de flor en flor.
LA MÚSICA
Romanos 10:17 Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la
palabra de Cristo.
Las malas amistades
1 Corintios 15:33-34 TLA
¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que «Las malas amistades echan a
perder las buenas costumbres.» Piensen bien lo que hacen, y no sigan
desobedeciendo a Dios. Algunos de ustedes deberían sentir vergüenza de no
conocerlo.

PODER DE RENOVAR NUESTRA MENTE

Lucas 10:27 nos instruye: Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda
tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Hay que amar a Dios con todo, incluyendo la mente, es decir que nuestros
pensamientos deben someterse a un proceso de renovación. Dios puede
multiplicar los buenos pensamientos en bendiciones abundantes pero si a
diario tenemos más pensamientos negativos que positivos, los resultados
serán malos. Los pensamientos nos gobiernan, durante el día definitivamente
dedicamos mucho tiempo a pensar, incluso más que a orar. Constantemente
tomamos decisiones y si no sabemos cómo pensar, no obramos bien y lo que
tenemos en mente nos estorba para recibir aquello que el Señor quiere
darnos.

Salmo 139: 17 nos habla sobre los pensamientos de Dios: ¡Cuán preciosos
me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

Los pensamientos de Dios son preciosos, es decir, tienen un precio muy alto.
Además, son muchos. La Palabra dice que debemos tener la mente como la
de Cristo, con muchos pensamientos valiosos.

Salmo 139: 18 culmina con la gran promesa: Si los enumero, se multiplican


más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

Dios multiplica lo que piensas, por eso debes pensar cosas buenas. Si piensas
en lo malo, eso es lo que el Señor multiplicará. Cuando ministro a la gente,
veo que los malos entendidos se originan de malos pensamientos y éstos
provocan divisiones que se reproducen al infinito. Los conflictos, el
desánimo, rencor y enfermedad se multiplican a consecuencia de un mal
pensamiento. La mente del ser humano asume lo malo muy rápidamente y
debería cambiar hacia lo bueno que también puede multiplicarse en cosas
positivas.

Cómo renovar nuestro entendimiento

Imaginemos que nos falla la computadora con la que trabajamos. Si tenemos


suerte, podemos darle mantenimiento y reinstalarle los programas, pero si ya
está muy desgastada, habrá que cambiarla. En cualquier caso, es necesario
borrar lo que tiene en el disco duro y renovar el contenido. Cuando aprendí
computación, no existía el Windows de Microsoft, sino que el sistema
operativo era DOS. Si por equivocación se le tecleaban dos comandos
contrarios, la máquina se trababa y era necesario reiniciar todo. La
ambigüedad confunde.

Muchas veces nos levantamos optimistas y llenos de energía, con deseos de


hacer todo bien en el señor, pero luego, durante el desayuno, leemos las
noticias y empezamos a contaminar nuestra mente. Al escuchar al mundo,
alimentas tu pensamiento con cosas que compiten con lo que Dios quiere
que pienses, entonces, se inicia un conflicto en la toma de decisiones. A
todos nos pasa, aunque no es recomendable. Debes ser renovado en el
entendimiento, la mente y los pensamientos. Hay que borrar todo y empezar
de nuevo, enfocándonos en lo bueno y positivo.

Romanos 12: 1-3 aconseja: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que
no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

No conformarse con este siglo significa que no debemos quedarnos con los
pensamientos mundanos e imitar lo malo. Es verdad que enfrentamos una
crisis pero tu mente debe enfocarse en lo bueno y las oportunidades de
superación. Cambia tu mentalidad aunque eso te haga parecer diferente a
los demás. Lo peor que puede pasar es que te llamen loco, pero si es por
tener buenos pensamientos, sería maravilloso. La Palabra dice que el
evangelio es locura, así que bienvenido al mundo extraordinario del Señor
que hace lo imposible. Las obras de fe que puedas emprender son producto
del pensamiento renovado que tengas.

Convertirse en un hombre nuevo

Romanos 7:15-21 dice: Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo


que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello,
sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no
mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque
no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo
que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que,
queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

Antes de conocer al Señor Jesucristo, nuestra naturaleza era mala y corrupta


pero luego cambiamos. A veces podemos sentirnos desorientados porque
queremos el bien pero no lo hacemos. Cuando das una instrucción ambigua,
quien debe ejecutarla se detiene y te pide que seas más claro. Nos sucede
igual, cuando nuestros pensamientos y acciones son contrarios, nos
estancamos. Hay momentos cuando vemos que todo se detiene, sentimos
que nuestra vida no avanza, la célula no crece y los negocios no prosperan.
Esto sucede porque tenemos pensamientos contradictorios que nos
detienen. Para poder avanzar y sentir que todo fluye hacia buen puerto,
renueva tu pensamiento y aléjate del pecado.

Deléitate en la alabanza y en la Palabra pero especialmente ponla en práctica


desde tus pensamientos.

Romanos 7: 22-23 continúa hablando sobre nuestra inclinación al


pecado: Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero
veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Ponle un alto a la vieja naturaleza. Elimina al viejo hombre y renuévate,
desecha todo lo que te ate al pecado. Al iniciar un nuevo año o un nuevo
período, tenemos metas, propósitos y anhelos. Piensas en perder peso pero
tienes en mente los chicharrones que almorzarás. Esa guerra de
pensamientos es la que no te deja convertirte en una persona nueva. La
misma ambigüedad se manifiesta cuando luchamos entre el pecado y
santidad o cuando nos debatimos entre la fe en las Promesas o el pesimismo
del mundo. Si Dios te dice que prosperarás y te bendecirá, créelo y llena tu
mente con ese pensamiento aunque las circunstancia te digan que todo irá
mal.

Los pensamientos compiten y debes darle la victoria a todo lo bueno y santo.


Empieza un proceso de renovación de tu mente para liberarte de esa vieja
naturaleza del pecado que te ata y te estanca en un lugar.

Jesús, nuestro libertador

Romanos 7: 24-25 nos revela a quien puede liberarnos: ¡Miserable de mí!


¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Jesús puede liberarte del viejo hombre y darte una nueva naturaleza que
busque Su voluntad. Este es el año de la renovación de tu mente y la
multiplicación de los buenos pensamientos que el Señor tiene sobre ti.
Empieza a pensar bien y obtendrás resultados positivos. Decide ser libre de la
vieja naturaleza que te lleva al pecado y te obliga a tomar decisiones en la
carne y no en el espíritu. En Cristo Jesús, libérate de ese vicio que te
esclaviza, sé libre de esa enfermedad que te aqueja porque por Su llaga
somos sanos.

Paz y vida en abundancia

Romanos 8:5-10 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la
carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no
pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el
Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en
verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la
justicia.

Debemos caminar hacia a Dios, agradándole con cada paso que damos.
Todos queremos vida y paz, para alcanzarlas debemos ejercitar nuestro
pensamiento y tener la mente de Cristo. Busca pensar como Él. Ejercita la
autoridad que Dios te dio cuando lo aceptaste como Señor y Salvador.

Para evaluar tu mente, escribe por lo menos cinco pensamientos positivos


sobre ti, sobre tu cónyuge, tu familia y trabajo; si no eres capaz de hacerlo, es
momento de hacer un alto en el camino y renovarte. Tus buenos
pensamientos deben tener siempre el primer lugar. Antes que el temor y la
amargura deben estar la paz, el gozo y la alegría.

Haz un pacto con Dios y contigo mismo, saca todo lo malo, desecha la
información que no sirve. Borra tu disco duro, límpialo y empieza a
alimentarlo de las Promesas y la Palabra. Piensa las cosas correctas y buenas
que agradan al Señor, llénate de pensamientos de fe y bendición. Declara
que tu mente será libre y te renovarás a través de un proceso que te llevará
de la vida natural en el pecado a la vida sobrenatural de la santidad. Todo lo
que estorbe será quitado y en tu mente quedarán sólo pensamientos que
edifiquen tu vida. Piensa y actúa como hijo del Padre que todo lo puede.

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