Resumen Vendaje Funcional
Resumen Vendaje Funcional
Resumen Vendaje Funcional
FUNCIONALES
INTRODUCCIÓN
Definición
Por vendaje se entiende todo elemento de tela blanda o similar que se fija a una zona
lesionada del cuerpo con una de estas finalidades mecánicas: proteger, comprimir o
inmovilizar. Dentro del concepto de vendaje hay que incluir también los lienzos o trozos
de telas grandes que, sin ser vendas, cumplen fines similares. El vendaje es un recurso
terapéutico, una forma de terapia mecánica.
Aplicación
• Preventiva: principalmente en el campo deportivo, cuando se requiera una
protección específica, con el fin de paliar las molestias ocasionadas por alguna
lesión anterior o pretender evitar lesiones. Hay que evitar la aplicación
sistemática de los vendajes preventivos ya que establece una atrofia de
estructuras estabilizadoras y una dependencia del vendaje.
• Terapéutica: en el tratamiento de lesiones menores de los tejidos blandos del
sistema osteomuscular. Los vendajes funcionales evitan muchos de los
problemas de las inmovilizaciones rígidas.
• Post inmovilización rígida: en aquellas patologías que inicialmente no son
susceptibles de tratamiento blando funcional, que han estado sujetas a una
inmovilización rígida y/o cirugía, en una última fase y de cara al inicio del
tratamiento mediante fisioterapia.
TÉCNICAS DE VENDAJE
Podemos hablar de tres tipos fundamentales, en función al material empleado.
Técnica mixta:
Se emplean tanto materiales elásticos como inelásticos. Es muy utilizada en medicina
del deporte o en personas que tienen una importante movilidad (niños). Primero se
coloca el vendaje funcional con esparadrapo y a continuación, y por
encima del anterior, se aplica un vendaje elástico que fortalece y apoya el primero.
CLASIFICACIÓN FUNCIONAL
Vendajes protectores:
Están destinados a sostener el apósito sobre una lesión, para aislar y prevenir nuevos
traumatismos.
Vendajes compresivos:
Sirven para apretar la zona enferma, y se realizan con vendas de tejido elástico. La
compresión depende en cada caso del objetivo, siendo a veces suave, otras media y
otras intensa; por ejemplo se requiere compresión intensa para detener una hemorragia
parietal, fijar un injerto cutáneo o forzar la reabsorción de un hematoma.
Vendajes inmovilizadores:
Limitan los movimientos de la zona, a menudo no logran la inmovilidad total como lo
hacen los yesos, así que no suele aplicarse en fracturas; pero suelen bastar para poner
en reposo otras lesiones y algunas fracturas particulares.
Vendajes mixtos:
Reúnen dos o tres de las finalidades mecánicas antedichas.
Vendajes medicamentosos:
Son en realidad vendajes protectores que incorporan elementos de acción local (frío,
calor, desinfectantes...).
CLASIFICACIÓN SEGMENTARIA
Los vendajes pueden cubrir uno o más segmentos corporales.
• Vendajes monosegmentarios (por ejemplo, de una mano).
CLASIFICACIÓN DIRECCIONAL
Según la dirección de las vueltas de venda los vendajes pueden ser:
• Vendajes unidireccionales (por ejemplo, vendaje ascendente de brazo).
• Vendajes bidireccionales (por ejemplo, vendaje ascendente y descendente de
brazo).
• Vendajes tridireccionales (por ejemplo, vendaje tridireccional del pie).
• Vendajes multidireccional (por ejemplo, tridireccional del pie combinado con
vendaje ascendente y descendente de la pierna).
Indicaciones
Al efectuar un vendaje, primero hay que establecer claramente su objetivo. Sólo así el
operador podrá determinar el material necesario, su cantidad, la fuerza por aplica, la
extensión por abarcar, los accesorios indispensables, etc.
Los vendajes estarán indicados para proteger, comprimir y/o inmovilizar, tal como se ha
explicado en la clasificación funcional de los vendajes.
3. ACCIÓN PROPIOCEPTIVA. Esta propiedad, que por una vez no está colocada en
primer plano, es omnipresente cada vez que el vendaje determina una tensión
muscular, tendinosa y/o capsular; en efecto, este fenómeno parece entrañar un
aumento del tono muscular de base que puede mejorar la atención del sujeto.
Vendajes funcionales en traumatología deportiva 32
En el caso del vendaje del tobillo y en los de rodilla habrá que proteger las zonas de
máximo roce, para evitar rozaduras y flictenas. Para ello tendremos que proteger los
tendones más superficiales, que en el tobillo serán el tibial anterior y el Aquiles; y en la
rodilla el hueco poplíteo.