Dación de Pago (MONOGRAFIA)

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UNIVERSIDAD “SAN PEDRO” HUACHO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIASS POLITICAS

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE


DERECHO

“DACION DE PAGO”

CURSO: DERECHO CIVIL V DERECHO DE LAS


OBLIGACIONES.

ALUMNA:

PANTOJA RIOS FIORELLA EVELYN.

DOCENTE:
Dra. MARIANA OJEDA CHU.

CICLO: VII

HUACHO – PERÚ
2022
DEDICATORIA

Este trabajo va dedicado a mi


familia por su gran apoyo.
A Dios porque ha estado siempre
en cada paso que doy,
cuidándome y dándome
fortaleza para Continuar.
INDICE

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................

DACIÓN EN PAGO...............................................................................................................................

ANTECEDENTES HISTÓRICOS............................................................................................

DEFINICIÓN..............................................................................................................................

REQUISITOS DE LA DACIÓN EN PAGO:.........................................................................

NATURALEZA JURÍDICA....................................................................................................

REGULACIÓN DE LA DACIÓN EN PAGO EN EL PERÚ................................................

EL TRATAMIENTO JURÍDICO DE LA DACIÓN EN PAGO EN EL CÓDIGO ...CIVIL


VIGENTE DE 1984..................................................................................................................

EFECTOS DE LA DACIÓN EN PAGO.........................................................22

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON LA NOVACIÓN OBJETIVA.....23

CONCLUSIONES............................................................................................29

RECOMENDACIONES..................................................................................29

BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................30
INTRODUCCIÓN

Se entiende como obligación a todo vínculo establecido entre dos o más personas, donde

una de las partes llamado acreedor puede exigir de la otra parte, llamada deudor la entrega

de una cosa, el cumplimiento de un servicio o actividad, o el de una abstención, que viene a

ser la prestación. Ambas partes tienen el deber de cumplir con lo convenido dentro de los

parámetros especificados.

Es decir el deudor debe cumplir la prestación correspondiente, y el acreedor deberá

aceptarla, ello de acuerdo con el principio de identidad en el pago, recogido en el artículo 1132°

del Código Civil, norma que resulta aplicable a todo tipo de obligaciones, independientemente

de su naturaleza, por lo tanto ninguna de las partes esta constreñida a recibir o a entregar cosa

distinta de la que se debe.

Es así que con el exacto cumplimiento de la prestación el deudor queda liberado de su

obligación, sin embargo, es posible que las partes convengan en que la misma se cumpla con

prestación distinta a la acordada inicialmente, a éste acuerdo el Código Civil lo denomina

Dación en Pago y lo ha regulado en un capítulo especial, otorgándole la calidad de

figura jurídica autónoma.

En ése sentido, la satisfacción del acreedor podrá llevarse a cabo mediante la “solutio”

(cumplimiento exacto de lo convenido) o, de manera excepcional, a través de la “satisfactio”

(cumplimiento de una prestación distinta a la pactada que por convenio de las partes, satisface

la acreencia y libera al deudor).

La inclusión en el Código Civil vigente de la Dación en Pago fue muy controversial por

el hecho que Manuel Olaechea uno de los ponentes del Libro de Obligaciones, consideró
innecesario que la Comisión Revisora haya decidido mantener un articulado sobre ésta, en

tanto se encuentra perfectamente contenida en la institución de la Novación por cambio de

Objeto.

Siguiendo con la realidad Nacional la cual no ha escapado a la disyuntiva que se viene

describiendo, también se tienen algunas investigaciones con criterios antagónicos como por

ejemplo la realizada en la Pontificia Universidad Católica del Perú en el año de mil novecientos

ochenta y nueve, por el graduando Marco Antonio Palacios Meza, quien tuvo como objetivo

definir si la Dación en Pago era una figura autónoma y diferente de la Novación Objetiva.

A juicio del autor la Dación en Pago es un modo de extinción de obligaciones en donde

el deudor se libera de su obligación, entregando un objeto distinto del originalmente pactado,

con el consentimiento del acreedor.

Señala además que existe un solo momento que es importante dejar establecido: el

acuerdo entre las partes y la ejecución del objeto diverso. Es decir, ambos acontecimientos

constituyen el anverso y reverso de una misma moneda y son inseparables.

Ante eso señala que la esencia y objetivo de la Datio in Solutum es su exigibilidad

inmediata, es decir que el deudor quede liberado de su obligación al instante en que

ejecute la prestación diversa (acuerdo de ejecución).

Así mismo el autor resalta la intención de las partes afirmando que ellas no quieren

mantener el vínculo obligacional, tanto el deudor que ve la posibilidad de liberarse, como el

acreedor, que lo que busca es satisfacer su interés, tienen el medio, el camino que les brinda

ésta figura jurídica para llegar a un acuerdo en que ambos se sientan conformes.

Concluye su investigación afirmando que la Dación en Pago y la Novación por cambio

de objeto deben ser legisladas de manera independiente, ya que no dar cabida a ambas
significaría la prevención a la violación de principios del derecho, evitándose el peligro de

consignar en una sola institución dos figuras que deben ser interpretadas de manera distinta y

con un marco conceptual propio.

Por otro lado con una tesis contraria tenemos a la investigación realizada en el año

2005 en la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo de Cajamarca por la graduanda

Giuliana Janet Valdivieso Pastor, quien concluyó que La Dación en Pago es una forma de

Novación Objetiva, ya que la primera supone inevitablemente sustituir una obligación por

otra.

La mencionada concluye que si el acreedor consiente en sustituir su primitiva acreencia

por otra de objeto diverso, la obligación primigenia se extingue y es reemplazada por una

nueva, sin importar el tiempo recorrido entre el perfeccionamiento y la ejecución del acuerdo

de Dación en Pago.

DACIÓN EN PAGO

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La figura de Dación en Pago procede del Derecho Romano, donde se vislumbró sus

inicios en cuanto a su conformación, así como la forma en que ésta podría celebrarse.

Es el Derecho Romano quien proveyó a la Dación en Pago de una verdadera estructura

sistemática, otorgándonos favorables posibilidades de estudiarla desde sus orígenes, pasando

por la Edad Media para encontrarse después, en los Códigos Civiles actuales, donde se denota

una clara diferencia en cuanto a la voluntad de las partes como elemento fundamental para su

celebración, así tenemos:


Formación De La Dación En Pago En La Época Clásica Del Derecho Romano

La Jurisprudencia Romana logró establecer la Dación en Pago, aproximadamente en el

siglo I, A.C, en ese entonces existía la posibilidad de pagar con cosa genérica o específica en

lugar de una suma de dinero debida, lo que sería dar una cosa por otra.

Es difícil identificar de manera absoluta el momento en el que en Roma se aceptó con

validez por parte del derecho a la Dación en Pago. Lo cierto es que ya Sabinianos y

Proculeyanos discutían al margen del concepto, los efectos que dicha figura producía tanto

sustantiva como procesalmente

La Dación en Pago considerada como una convención entre las partes nace de la

necesidad de facilitar el pago al deudor, en muchas ocasiones por razones del comercio jurídico,

el acreedor prefería recibir cosa distinta a tener que acudir ante los tribunales o correr el riesgo

de sufrir un eventual estado de insolvencia del deudor. Sin embargo no se descartaba la

posibilidad de que el acreedor proponga la operación.

No obstante, en ciertos supuestos, el acreedor podía ser obligado por la ley a recibir

prestación diversa a la originalmente debida, es decir que éste debía resignarse a ser satisfecho

con cosa diferente, se denotaba entonces que se traba más de un acto judicial, que de un

convenio entre las partes.

La más remota referencia en torno a la Dación en Pago necesaria o legal en la

historia de Roma, parece remontarse a la época de la Guerra Civil del siglo I, A.C. Este dato es

interesante, pues aunque no se habla aun de un negocio convencional, significa que de alguna

manera la idea no se encontraba tan lejana de la mentalidad jurídica de ese entonces. (Ledesma,

1999)
DEFINICIÓN

La Dación en Pago es el acuerdo entre acreedor y deudor en virtud del cual, el primero

conviene en recibir en pago, prestación distinta en lugar de debida. (Valencia Zea, 1988)

Existe Dación en Pago cuando el deudor entrega en pago a su acreedor una cosa distinta a

la que debía en virtud de la obligación. Por ejemplo, se adeuda una suma de dinero, sin embargo

se entregan determinadas mercancías en pago de dicha suma, los autores expresan que éste modo

de liberación solamente puede emplearse con el asentimiento del acreedor, pues a éste le asiste el

derecho de exigir lo que estrictamente se le debe, denotándose que el elemento fundamental de

la figura es el acuerdo entre las partes (Planiol & Ripert, 1945)

Según las teorías esbozadas se concluye que la Dación en Pago es considerada como

un medio diferente de pago, porque supone una desviación del destino natural de la obligación

originaria, en tanto previo acuerdo de las partes se entrega una prestación por otra, de acuerdo a

sus efectos, es un medio extintivo de obligaciones.

REQUISITOS DE LA DACIÓN EN PAGO:

Para la configuración de la Dación en Pago se deberá cumplir con los siguientes

requisitos:

1. Preexistencia de una Obligación Válida:

Para poder realizar un acuerdo de Dación en Pago, será necesario que exista

previamente una obligación válida, es decir que sea celebrada entre sujetos capaces y cuyo pago

se halle diferido, no obstante tener en cuenta otros necesarios para la configuración de cada

obligación.
En cuanto a la capacidad de las partes, es necesario recurrir a la teoría del acto jurídico

para diferenciar la capacidad de goce de la de ejercicio cuyas funciones son diversas, en

ese sentido se puede adelantar señalando que la primera es la aptitud del sujeto de derecho

para ser titular de derechos, deberes u obligaciones, mientras que la segunda, es la posibilidad

de adquirirlos o de contraerlos mediante la celebración de actos jurídicos por sí mismo.

Nos dice que la capacidad de goce es inherente a la persona, siendo sujetos de derecho

desde el nacimiento y aún desde la concepción; la capacidad de ejercicio en cambio es la

aptitud de la persona para celebrar actos jurídicos por sí mismo, adquiriendo derechos y deberes

jurídicos. (Vidal Ramirez, 2007)

La capacidad de ejercicio entendida como la facultad de celebrar actos jurídicos

por si mismos tiene como presupuesto al discernimiento, sin embargo ello no basta para

adquirirla plenamente, siendo necesario además, alcanzar la mayoría de edad, que en el Perú se

consigue a los dieciocho años, pues es allí donde el derecho presume que el sujeto alcanza su

desarrollo psíquico e intelectual.

No obstante la mayoría de edad, existen causales de incapacidad de ejercicio que pueden

ser absolutas como la imposibilidad de expresar la voluntad de manera indubitable por

causa de impedimento físico, o de manera relativa como son las causales de retardo mental.

Realizada la diferencia entre ambas capacidades, es preciso anotar que es la capacidad

de ejercicio la necesaria para convenir una Dación en Pago, pues ésta nos permite adquirir y

ejercitar con propia voluntad deberes jurídicos.

Es importante tener en cuenta además que para convenir Dación en Pago no sólo se

requiere la capacidad de ejercicio, sino además la titularidad del derecho sobre el cual se va a
pactar, pues la “datio in solutum”, importa un acto de disposición, no pudiendo transferir a otro,

un derecho que no se tiene.

De optar por la representación también se deberá dar cumplimiento a los requisitos

esenciales para su constitución, para que el representante pueda actuar con todas

las facultades conferidas por su representado, siendo por ejemplo una de éstas la de

acordar Dación en Pago.

2. Entrega de una Prestación distinta a la Estipulada:

(Valencia Zea, 1988)Para que se pueda constituir Dación en Pago es esencial que exista

diferencia entre la prestación originalmente pactada y la que se da en pago, este criterio es

uniforme a nivel doctrinario .

Cualquier prestación a cargo del deudor puede ser reemplazada por una nueva. Así, una

prestación de hacer puede ser reemplazada por una de suma de dinero; una de dinero por una de

hacer, la entrega de un cuerpo cierto, por una de hacer, o por una de dinero.

De este modo, cuando en reemplazo de la entrega de un bien se satisface el interés

del acreedor con la entrega de dinero, según doctrina (Osterling Parodi & Castillo Freyre)se

configura la llamada datio in solutum rem pro pecunia. Mientras que si se entrega un bien

distinto al pactado, se trata de un datio in solutum rem pro re. Así mismo, cuando se ejecuta un

hecho en pago de una obligación de dar bienes, se trata de una datio in solutum rem pro facto.

En este sentido el Derecho Civil Peruano adopta un concepto amplio de tal manera que

cualquiera sea el objeto de la nueva prestación, siempre que se ejecute con el consentimiento

del acreedor en pago de la obligación originaria, configurará Dación en Pago.


3. Consentimiento:

El Consentimiento, es la expresión de aceptación de ambas partes dando lugar a una

convención de Dación en Pago, no responde por lo tanto a una decisión unilateral de cualquiera

de ellos, ni el deudor puede obligar a recibir prestación distinta, ni el acreedor exigir el pago

con prestación diferente.

Como se ha visto desde la evolución de la figura en el Derecho Romano, hasta hoy en

día, la voluntad de las partes en consentir la variación de la prestación primigenia por otra, es el

elemento fundamental para la celebración de la Dación en Pago, siendo así la manifestación de

voluntad puede mostrarse de dos maneras.

Según (Vidal Ramirez, 2007)puede ser expresa o Tácita, se dice que es expresa cuando

los medios empleados por el sujeto tienen por finalidad dar a conocer su voluntad interna

directamente a quien debe conocerla. Tales medios pueden ser orales, escritos o documentales,

así como haciendo uso de la mímica

La manifestación de voluntad formulada oralmente puede consistir en palabras emitidas

por el propio interesado y también por persona distinta, que lo realiza por cuenta de él, puede

consistir también en el uso de medios mecánicos o electrónicos, que sirven de vehículo

transmisor, lo que se requiere es que el destinatario reciba la voluntad que se manifiesta.

Por otro lado la manifestación expresa por escrito o documental se da a través de lo que

se escribe de puño y letra por los interesados, o de lo que escribe otro por cuenta o encargo

suyo, o de lo que escribe mediante el empleo de una computadora u otros medios electrónicos.

Así también tenemos a la manifestación expresa mediante la mímica, que se da cuando

el sujeto recurre a gestos o señas, tales como movimiento de las manos o la cabeza. Según
(Vidal Ramirez, 2007)dentro de ésta debe quedar comprendida la ejecución de hechos dándose

a conocer por este medio de manera directa la voluntad. (Cuando un consumidor entra al

supermercado).

Para ultimar vale decir entonces que la manifestación de voluntad es expresa cuando se

formula oralmente, por escrito o por cualquier otro medio directo, siendo necesaria que la

expresión de éste sea el que de la pauta para establecer el lindero con la manifestación tácita.

Ahora bien, la manifestación de voluntad es tácita cuando se da a conocer la misma sin

que ésta se dirija directamente a quien debe conocerla, quien toma conocimiento de ella, la

deduce de ciertas actitudes o comportamientos, a esto es lo que la doctrina llama

hechos concluyentes, los cuales deberán revelar la voluntad de quien lo realiza.

La doctrina (Vidal Ramirez, 2007)es unánime al señalar las dificultades que presenta

éste tipo de manifestación, por cuanto hay dificultad en la determinación de la misma, es decir

determinar la existencia de los hechos concluyentes, los cuales deben ser unívocos y no

equívocos, es decir incompatibles con la voluntad contraria de la que puede inferirse.

(Vidal Ramirez, 2007) La define como aquellos actos por los cuales se puede conocer

con certidumbre la existencia de la voluntad, en los casos en que no se exige una expresión

positiva, o cuando no haya una protesta o declaración expresa en contrario.

Según el referido autor dos son las condiciones para que exista manifestación tácita:

la primera es, que de los hechos se derive certidumbre en cuanto a la existencia de la

voluntad, y la segunda, que no se exija expresión positiva, es decir manifestación expresa, y que

no haya protesta o declaración expresa en contrario.


No puede considerarse la existencia de manifestación tácita cuando la ley exige

declaración expresa o cuando el agente formula reserva o declaración en contrario.

(Vidal Ramirez, 2007)Se dice también que la manifestación tácita puede implicar un

lenguaje hablado, escrito o mímico, pero sin el propósito del manifestante de dirigirse

directamente al destinatario .

Para concluir se debe tener presente que un sector de la doctrina considera al

silencio como una actitud que puede configurar una manifestación tácita, desde ya se advierte

que el Código Civil Peruano lo descarta, pues al silencio se le otorga otro tratamiento específico.

4. Animus Solvendi:

Este requisito singular en la Dación en Pago está referido a la intención de pagar la

obligación primigenia con la nueva prestación, que previamente ha sido convenida entre las

partes de la relación jurídica.

Este elemento es tan determinante para que se perfeccione la Dación en Pago que no solo

basta el acuerdo entre las partes sino también la intención dirigida para pagar la obligación

primigenia. La doctrina representada por (Ospina Fernandez) señala que el animus

Solvendi, es el elemento que diferencia a la Dación en Pago de otras figuras jurídicas.

Dando paso a un tema muy debatido a nivel de doctrina, es momento de

tratar la naturaleza jurídica de la Dación en Pago, mencionándose las principales teorías sobre

el particular.
NATURALEZA JURÍDICA

1. La Dación en Pago como forma o modalidad de Pago

(Latour Brotons, 1953)Para ésta teoría la Dación en Pago no es más que un modo de

extinción de las obligaciones po r sustitución en el cumplimiento, que posee ciertas afinidades

con otras instituciones jurídicas, sin embargo tiene requisitos propios que la individualizan. .

En ésta línea se ha expresado (Salvat, 1952). Afirmando que la Dación en Pago

constituye una simple modalidad del pago, en virtud de la cual, por una estipulación libremente

convenida, el acreedor consiente en recibir una cosa diferente en lugar de la que le era debida.

La obligación extinguida queda intacta, sin experimentar cambio ni modificación alguna.

2. La Dación en Pago entraña una operación compleja

(Starck, Roland, & Laurent, 1992)Son los que respaldan ésta teoría al señalar que la

Dación en Pago es una operación compleja pues toma prestadas las reglas del pago, la

Novación y la venta.

Ellos refieren que en ciertos aspectos la Dación en Pago se parece a una Novación por

cambio de Objeto, pues el antiguo crédito es reemplazado por otro nuevo. Así también es

similar al pago, ya que éste produce la liberación del deudor. Sin embargo ésta figura no deja

de presentar caracteres propios basados en su ambigua naturaleza (pago y venta) y en suponer

una relación jurídica anterior entre las partes.


3. La Dación en Pago como Convención Liberatoria

Según esta teoría defendida por (Borda Guillermo), la Dación en Pago, entraña una

convención liberatoria, siendo un acto jurídico bilateral con finalidad extintiva de la obligación

preexistente.

El citado autor considera que es exacto hablar de una convención liberatoria

de caracteres propios, que no puede ser identificada ni con el pago propiamente dicho ni con la

Novación.

(Diez Picaso & Antonio)Comparte el mismo pensamiento al señalar que la

naturaleza jurídica de la Dación en Pago es la de un convenio extintivo de obligaciones, por el

cual el acreedor tiene derecho a exigir lo que se ha convenido en pago y el deudor el deber de

prestarlo.

4. Como una Compraventa

Este es el criterio clásico que la doctrina le asigna a la Dación en Pago, donde se cree

que el deudor vende al acreedor la cosa ofrecida en pago, y compensa la deuda con el precio.

Es decir la suma de dinero que debía pagarse equivaldría al precio del bien

efectivamente entregado en pago, por lo que habiéndose determinado bien y precio se

cumplirían los elementos esenciales de una compraventa.

La analogía existente entre estas figuras jurídicas, es que en ambas hay trasmisión de

propiedad, no obstante en la venta se persigue el pago del precio, mientras que en la Dación en

Pago se percibe la extinción de la obligación.


Por último cabe advertir que la razón de vincular a dicha figura con la Compraventa es

la de otorgar al acreedor garantía, en caso de que la cosa dada en pago sufra evicción o vicios

redhibitorios. Después de conocer las diferentes acepciones otorgadas a la Dación en

Pago, se mostrarán que teorías de las antes expuestas han sido adoptadas por el Derecho

Internacional.

REGULACIÓN DE LA DACIÓN EN PAGO EN EL PERÚ

Vistas las tendencias del derecho Internacional en torno a la Dación en Pago,

describiremos como es que ésta figura ha sido regulada en los diversos códigos Civiles

peruanos, es así que no registra antecedentes en el Proyecto de Código Civil del Doctor

Manuel Lorenzo Vidaurre de 1836, ni en el Código Civil de 1852.s el Proyecto del Código

Civil de 1890 quien fue el primero en abordar el tema en su artículo 2928° al estipular: “Una

obligación queda extinguida, cuando el acreedor recibe voluntariamente cualquier objeto

que no sea dinero, en lugar de la cosa que se le debía entregar, o del hecho o servicio que

tenía derecho a exigir”.

Posteriormente el primer Anteproyecto de libro Quinto, elaborado por el Doctor Manuel

Augusto Olaechea en el año de 1925, lo reguló en el numeral 244°: “El pago queda hecho

cuando el acreedor recibe voluntariamente como pago de la deuda, alguna cosa que no sea

dinero, en sustitución de la que se debía entregar, o del hecho que se le debía prestar”.

El segundo Anteproyecto del libro quinto de la Comisión Reformadora de 1926,

señalo en su artículo 233°: El pago queda hecho cuando el acreedor recibe voluntariamente

como pago de la deuda alguna cosa que no sea dinero, en sustitución de la que se le

debía prestar”.
Años después el Proyecto del Código Civil de la Comisión Reformadora de 1936 señaló

en su numeral 1264°: “El pago queda hecho cuando el acreedor recibe como cancelación total

o parcial alguna cosa que no sea dinero, en sustitución de la que se debía entregar, o del hecho

que se le debía prestar”

El Código Civil de 1936 en su artículo 1274° señaló: “ El pago queda hecho cuando

el acreedor recibe como cancelación total o parcial alguna cosa que no sea dinero, en

sustitución de la que se le debía entregar, o del hecho que se le debía prestar”.

Dentro del Proceso de reforma al Código Civil de 1936, la alternativa de la ponencia del

doctor Jorge Vega García, del año 1973 se ocupó de la materia en su artículo 125° donde

estableció: “El pago queda hecho cuando el acreedor recibe como cancelación total o parcial

alguna cosa que no sea dinero, en sustitución de la que se debía entregar, o del hecho que se le

debía prestar”.

La Comisión reformadora, conformada por Felipe Osterling Parodi del año 1980, no

tocó el punto; siguiendo similar criterio el Proyecto de La comisión Reformadora del

año 198

Por su parte el Proyecto de la Comisión Revisora del año 1984, trato el tema en

el artículo 1232°: “El pago queda efectuado cuando el acreedor recibe como cancelación total

o parcial una prestación diferente a la que debía cumplirse”.

El común denominador antes del año 1984, fue la de asignar a la Dación en Pago un

carácter convencional, no obstante se limitaba el mismo, al no permitir convenir dinero,

hecho que hasta hoy se mantiene en algunas legislaciones como la Argentina,

pero que sin embargo en la actualidad el Perú ha superado.


EL TRATAMIENTO JURÍDICO DE LA DACIÓN EN PAGO EN EL CÓDIGO CIVIL

VIGENTE DE 1984

La Dación en Pago se encuentra regulada en el artículo 1265° del Código Civil que

estipula: “El Pago queda efectuado cuando el acreedor recibe como cancelación total o

parcial una prestación diferente a la que debía cumplirse”. (Ledesma, 1999) Cree que es en

un medio no ideal de pago al tratarse de una desviación del destino natural de la obligación

originaria, en la medida en que a través de ella se cumple con una prestación distinta a la

originalmente debida.

Es también considerada como un medio extintivo de obligaciones, ya que a través de

ella la prestación primigenia deja de tener existencia. Es necesario para su constitución el

acuerdo entre el acreedor y deudor para que el primero reciba como cancelación total o parcial

una prestación distinta a la originalmente pactada. Así también en su constitución confluyen

los elementos aceptados por la mayoría de doctrina y que han sido desarrollados al inicio del

presente capitulo.

Por otro lado en el artículo 1266° se especifica que: “Si se determina la cantidad por el

cual el acreedor recibe el bien en pago sus relaciones con el deudor se regulan por las reglas

de la compraventa”.

Se entiende que la razón por la que se incluyó éste artículo en el Código Civil fue la de

lograr que se aplicaran a un contrato al que originalmente no le eran aplicables las

normas sobre obligaciones de saneamiento, si luego de producida la

Dación en Pago aparecía como que se había transferido la propiedad de un bien.

Es clara la tendencia de Compra venta dentro del Código vigente debido a que la Dación

en Pago es entendida sólo como un medio extintivo de las obligaciones, mas no un medio
creador, modificatorio o regulador de las mismas, a pesar que se da una prestación distinta a

la que se debe, ello no determina el cambio en la naturaleza del contrato.

Por tal razón, y dentro de la posición asumida por nuestro Código Civil, el contrato

originario permanecería siendo el mismo, a pesar de que se hubiera pagado con alguna

prestación distinta a la debida.

En este tema la doctrina ha sostenido que la evicción de la cosa dada en pago no hace

revivir la obligación primitiva ni sus accesorios, sino que únicamente le otorga al

acreedor evicto, la acción de saneamiento que compete por igual al comprador o al permutante.

Otros sostienen que esa evicción si revive la obligación primitiva y sus accesorios, tales

como las garantías y que, por consiguiente, el acreedor puede utilizar las acciones pertinentes.

Por último, hay quienes acogen una solución ecléctica y le reconocen al acreedor evicto

opción para ejercer las acciones de la obligación primitiva o para exigir el resarcimiento.

EFECTOS DE LA DACIÓN EN PAGO.

Según el Código Civil la Dación en Pago produce los efectos de un pago regular, es

decir logra la satisfacción del interés del acreedor y la extinción de la obligación.

En principio extingue la obligación erga omnnes, liberando al deudor y satisfaciendo al

acreedor, también se produce este efecto extintivo respecto a las garantías accesorias como

puede ser fianza, o hipoteca, entre otras, liberando así a los fiadores. A manera de resumen se

puede decir entonces que los principales efectos de la Dación en Pago son:
• Extinguir definitivamente la obligación por la ejecución de otra prestación, extinguiendo,

también los derechos accesorios de la misma. Cuando la obligación se extinga con la entrega

de un bien determinado, se mantendrán sobre el deudor las obligaciones de saneamiento.

• Y por último el hecho de asimilación a la Compraventa, en el caso de Dación en Pago con

un bien determinado, el adquiriente está expuesto al ejercicio del retracto legal por los

copropietarios o los colindantes de la cosa dada en pago conforme a lo establecido en el Art

1593 del C.C

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON LA NOVACIÓN OBJETIVA

Para algunos autores la dación en pago equivale a la novación.

Hay una forma de novación, la objetiva en que se produce la sustitución del objeto de la

obligación. Se dice, entonces que en la dación sucede lo mismo, porque el acreedor se le cumple

con una prestación distinta de la que originariamente se convino.

En las dos hay:

1. Cambio de un objeto por otro, pues se substituye el objeto debido por otro.

2. En ambas figuras se precisa del acuerdo del acreedor.

Lo que caracteriza la novación es que la obligación originaria o primitiva se extingue, pero se

extingue mediante la creación de otra obligación distinta. En la novación por cambio de objeto,

el vínculo jurídico entre acreedor y deudor se modifica, porque es modificada la prestación, pero

acreedor y deudor continúan ligados, continúan relacionados o vinculado para el futuro


En la dación en pago nada de esto sucede; la obligación se extingue automáticamente y

definitivamente. Si el acreedor a quien se le adeuda una suma de dinero, el deudor le entrega un

objeto, una cosa que no es dinero, y el acreedor la acepta y el otorga un recibo de liberación, en

ese momento queda extinguida la obligación. Esto significa que no ha surgido ninguna relación

nueva.

En cambio si se tratara de una novación se crearía otra obligación; el deudor que

estuviese obligado a pagar la suma de dinero se reuniría con el acreedor y ambos convendrían

que en el futuro, en lugar de esa suma de dinero el deudor le haría entrega de una cosa. La

obligación que era de dar una suma de dinero quedaría transformada en otra, que queda

pendiente para el futuro, que vendría a consistir en la entrega de una cosa cierta o en la

obligación de dar una cosa incierta no fungible. Eso es novación no dación en pago.

Uno de los principales fundamentos por los que la Comisión Revisora incluyó la

Dación en Pago en el articulado del Código Civil fue por considerar que en ella no se crea un

nuevo vínculo, sino que solo constituye un pago definitivo, por ello se debe diferenciar de la

Novación donde si ocurre tal creación.

En ese sentido se puede deducir que según éste criterio, la sustitución de la prestación

primigenia realizada en el acuerdo de Dación en Pago no significa que se haya creado una

nueva obligación, sino más bien un medio de pago. La doctrina que coincide con tal idea

afirma lo siguiente:

(Ospina Fernandez) En la Dación en Pago solo se sustituye el objeto de pago.

Mientras que en la Novación se crea una nueva obligación que sustituye a la anterior,

en la Dación en pago se extingue la obligación sin que subsista ninguna nueva obligación.

En la Dación en Pago se sustituye únicamente el objeto del cumplimiento por otro,

mientras que en la Novación objetiva se crea una nueva obligación, sustituyendo la relación
obligatoria entera, por consiguiente la Dación en Pago se refiere a la fase de cumplimiento y es

simultáneo a éste, la Novación en cambio está referida a la fase constitutiva.

Comparten la misma idea (Llambias Jorge & Raffo Benegas, 2005) y (Ospina

Fernandez)afirmando que es inexacta la tesis que imbuida por la identificación de la Dación en

Pago con la Novación, pretende ver en aquella un contrato productivo de obligación. Con

igual criterio (Moisset de Espanes, 2004) señala que en la Dación en Pago no hay ninguna

transformación ni modificación, ni ningún cambio. Lisa y llanamente provoca la extinción

definitiva total, no quedando ni rastro de la obligación primitiva, no surgen ni si quiera

apariencias de una nueva obligación. Es de la misma corriente (Palacio Pimentel)

Uno de los representantes de la Comisión Revisora agrega, que la obligación de dar en

pago algo distinto de lo debido, se inserta en la obligación primigenia, creando

solamente un nuevo medio de extinguirla. La nueva obligación, lejos de ser del todo

incompatible con la antigua, presupone la existencia y subsistencia de ésta. (Cardenas Quiroz,

2003)

Otra de las perspectivas del Código Civil, por las que diferencian a la Dación en Pago

de la Novación Objetiva, está referida la rapidez con la que se sucede en el tiempo la

celebración del convenio de Datio in solutum y su ejecución, hecho que no ocurre en la

Novación.

Así (Cardenas Quiroz, 2003)señala que si la Dación en Pago y la Novación fueran lo

mismo, la liberación del deudor no debería quedar sujeta a la ejecución efectiva de la

prestación de entrega, si no que debería bastar para ello el simple hecho de la conformidad del

acreedor para que le sea entregado el bien.


Con la misma perspectiva (Romero Zavala, 2001) respalda tal fundamento, al indicar

que si la ejecución del acuerdo de sustitución de prestaciones se produce inmediatamente, se

estará frente a una Dación en Pago, y si la ejecución se realiza con posterioridad, es decir

después de un plazo es Novación Objetiva por cambio de prestación.

Otro de los elementos que según doctrina diferencian a la Dación en Pago de la Novación

Objetiva, está referido al ánimus solvendi, que no es otra cosa que la intención de desobligarse

más no, la de novar la obligación primigenia.

En la misma línea de pensamiento se considera que la Dación en Pago no es más que la

ejecución de una prestación distinta de la convenida, aceptada por el acreedor, con el animus

solvendi que es el elemento diferenciador. (Vidal Ramirez, 2007).

En tal sentido, se concluye que si no está clara la intención de las partes sobre si la

prestación distinta de la inicial es o no realizada como Dación en Pago, ésta no podría

configurarse.

También se ha agregado que si bien la teoría de asimilar la figura de Dación en Pago a

la Novación Objetiva no causa inconvenientes prácticos, los tiene en el plano teórico, pues

resulta demasiado complicado, ver en la esencia de la Dación en Pago una Novación.

Ello porque con la Datio in Solutum no se piensa en crear ninguna nueva obligación,

sino simplemente se piensa en utilizar un nuevo medio de pago, es decir, existe una obligación

no ejecutada y lo que se quiere es pagar esa obligación con una prestación distinta.

Otro de los rubros defendidos por la doctrina, sostienen que la Dación en

Pago opera únicamente sobre deudas exigibles, toda vez que solo es posible convenir datio

in solutum el día del vencimiento de la deuda y no con anterioridad.

Otro de los criterios manejados asume que para que opere la figura de Dación en Pago,

se tiene que estar ante la imposibilidad de cumplir con la prestación originaria, situación que no

es necesaria para realizar un acuerdo de Novación.


Así también tenemos uno de los rubros más controversiales de la Dación en Pago, que

no es otra cosa que la vinculación que se le hace con la compra venta, aceptada por unos

criticada por otros, pero que sin embargo en nuestra legislación civil peruana ha sido

tipificada en el artículo 1266° del Código Civil vigente.

Este artículo permite la aplicación a la Dación en Pago de las reglas de la Compraventa,

siempre que la cosa dada en pago se haya determinado, es decir cuando se trata de un bien y

queda determinada la cantidad por la cual el acreedor la recibe; se entiende que ésta

cantidad es en realidad el precio de dicho bien.

La doctrina española que comparte este criterio entiende que la datio in solutum es un

contrato equivalente a una verdadera venta, pues se encuentra en ella todo lo esencial de éste

contrato es decir el consentimiento, la cosa y el precio.

De esta manera se entiende que la aplicación de las reglas de la compraventa a la Dación

en Pago fue la de lograr el saneamiento, si luego de producida ésta última aparecía como que se

había transferido la propiedad de un bien.

De la asimilación a la que se viene haciendo referencia, la jurisprudencia ha admitido

que el acreedor que pierda por evicción la cosa recibida en pago puede ejercitar la acción de

garantía por evicción o por vicios ocultos, lo mismo que ampara a un comprador.

Al margen de la postura adoptada por el Código Civil, un representante de la Comisión

revisora del Código Civil y por cierto defensor de la autonomía de la Dación en Pago

(Cárdenas 2000, 696), señaló que no se debe perder de vista además que en la en ésta figura se

presenta una situación similar a la que se produce en las obligaciones con facultad de

sustitución.
CONCLUSIONES

• El principal fundamento por el que se debería derogar la Dación en Pago del Código Civil es

porque en este acuerdo se crea una segunda obligación en razón del cambio de la prestación

objeto de la obligación que es uno de sus elementos esenciales, en tanto no es posible pagar

con prestación diferente sin haber cambiado previamente la obligación primigenia.


• En el acuerdo de Dación en Pago existe voluntad novatoria tácita que se deduce del cambio de

objeto de la obligación, se observa que las partes expresan su voluntad de cambiar una

prestación por otra, que a buena cuenta sería una obligación por otra, cumpliéndose por lo

tanto con el elemento necesario para que se configure la Novación objetiva.

• Algunos de los fundamentos secundarios son, el tiempo que transcurre entre el acuerdo de

Dación en Pago y el cumplimiento de la nueva prestación, pues no cambia que se constituya

un supuesto de Novación objetiva. Así también el hecho que para celebrar un acuerdo de

Dación en Pago la deuda tenga que ser de imposible cumplimiento.

RECOMENDACIONES

 Al haber concluido que la Dación en Pago constituye un supuesto de Novación por cambio de

objeto, se recomienda que se derogue del capítulo especial del Código Civil donde hoy se

encuentra, sin embargo se sugiere realizar un cotejo del artículo 1266° con los dispositivos que

regulan el contrato de compraventa.

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