Biología 2
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Biología 2
La cavidad bucal está limitada por los dientes, la lengua, el paladar duro y el
paladar blando. Estas estructuras forman la boca y cumplen un papel clave en el
primer paso de la digestión: ingestión. Es aquí donde los dientes y la lengua
trabajan en conjunto con las glándulas salivares para reducir los alimentos a
pequeñas masas que pueden ser deglutidas, preparándolas para su recorrido a
través del tubo digestivo.
La lengua manipula los alimentos masticados para formar una masa pequeña
denominada bolo que luego pasa a la orofaringe. Los pasos siguientes son
involuntarios: el bolo pasa a través de la faringe, la epiglotis cierra la tráquea y lo
direcciona para que descienda por el esófago, y las ondas peristálticas llevan el
bolo hasta el estómago.
El aparato digestivo
El esófago
Es un tubo muscular que transporta los alimentos por peristaltismo, de la faringe hacia el
estómago. Mide alrededor de 25 cm y 2 cm de diámetro.
Cada uno de sus extremos está cerrado por esfínteres (músculos circulares). Estos últimos se
relajan para dejar pasar el alimento y se cierran para evitar que este recorra el camino inverso.
El hígado y el sistema biliar
El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo humano, pesa alrededor de 1,5 kg, es
decir, el 2,5 % del peso total. El hígado y el sistema biliar producen bilis, líquido biológico
que favorece la digestión, específicamente la de los lípidos.
Cada día se produce alrededor de 1 litro de bilis, la mitad del cual se vierte en el intestino
delgado y la otra mitad se almacena en la vesícula biliar, principalmente por la noche.
El estómago
El estómago es una «bolsa» digestiva situada en la parte superior izquierda de la cavidad
abdominal, que se distiende o se contrae según la cantidad de alimento presente en su
interior. Posee 4 regiones: el cardias, el fondo, el cuerpo (parte más ancha) y el antro, que se
une al principio del intestino delgado, también llamado duodeno. El hierro y las moléculas
liposolubles (como el alcohol y algunos medicamentos) se absorben en el estómago. El
peristaltismo permite la mezcla de los alimentos con las enzimas y el ácido clorhídrico
(producido por las glándulas gástricas, presentes en la pared del estómago) y conduce el
líquido resultante (llamado quimo) hacia el intestino delgado.
El nervio vago y el sistema nervioso simpático controlan las secreciones del estómago y sus
movimientos.
Actualmente, se conocen las relaciones entre intestino y cerebro, por lo que se comprende
mejor por qué, en caso de estrés, la digestión se encuentra afectada.
El páncreas
El páncreas es a la vez un órgano digestivo y endocrino, situado detrás del estómago, en la
parte superior del abdomen. El páncreas segrega líquidos digestivos que contienen enzimas
en el duodeno (inicio del intestino delgado), para ayudar a descomponer los alimentos en
moléculas más pequeñas que el intestino pueda absorber. El páncreas segrega también
insulina, que se vierte a la sangre para mantener la concentración de glucosa apropiada.
El colon
El colon, también conocido con el nombre de intestino grueso, es el órgano final del proceso
de digestión. Es responsable de la desecación de los residuos de los alimentos indigeribles.
Para ello, absorbe los líquidos y produce las heces para su eliminación. El colon mide
alrededor de 1,5 m de largo y consta de 6 partes, desde la unión al intestino delgado: el ciego,
el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente, el colon sigmoide y el recto.
El intestino delgado
El intestino delgado es la sección más grande del aparato digestivo, con una longitud media
de 6 m. A pesar de solamente 2,5 cm de diámetro, su área de superficie para la absorción
representa el tamaño de una pista de tenis. Por lo tanto, el intestino delgado puede ingerir
grandes cantidades de nutrientes. Diariamente, es capaz de absorber varios kilos de glúcidos,
hasta 1 kg de lípidos, 500 g de proteínas y hasta 20 litros de agua.
Las células de la mucosa del intestino delgado están altamente especializadas para la
digestión y la absorción de los nutrientes. Casi toda esta asimilación tiene lugar en el intestino
delgado, a lo largo de sus tres subdivisiones: el duodeno, el yeyuno y el íleon.
Apéndice
El apéndice es una pequeña «bolsa» de 5 a 10 centímetros, localizada cerca de la zona donde
se encuentran el intestino delgado y el colon. Los médicos han debatido durante largo tiempo
sobre la función exacta de este pequeño órgano, debido a que su ablación no causa ningún
síntoma particular. Nuevas investigaciones sugieren que este apéndice podría prodigar un
espacio protegido para que las bacterias beneficiosas para la salud pudieran vivir y repoblar
así el aparato digestivo después de una infección intestinal.
Recto
El recto mide alrededor de 20 cm. Está unido al colon sigmoide y al canal anal. Su objetivo
principal es servir de lugar de almacenamiento a las heces.
Ano
El ano se localiza en el extremo del aparato digestivo. Comprende dos esfínteres: uno interno,
que es un músculo involuntario que ayuda a retener las heces en el interior del cuerpo, y uno
externo, que es un músculo voluntario, que se puede controlar.