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    Cuando Desperto El Dinosario Estaba Alli

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    DIPLODOCUS

    Érase una noche de invierno como cualquier otra,aunque no para Sienna.Sienna era una niña la cual
    con sus doce años estaba experimentando sucesos que sinceramente no eran propios para su edad,esta
    noche era una más en las que tenía uno de sus recurrentes sueños,soñaba con un dinosaurio,un
    diplodocus para ser exactos,el cual la sacaba de casa y la llevaba a un monte cerca de su casa,como he
    dicho anteriormente soñaba,por eso este antiguo animal siempre la llevaba a su espalda hasta el lugar
    deseado y ahí él le leía su libro favorito “Dos lágrimas por Máquina” hasta quedarse dormida.Esta vez
    al despertarse tenía una dinosaurio a su lado,pero no,no es como piensas,era un dinosaurio de peluche
    de color azul con una lazo rojo de regalo en la cabeza,supuso que seria de su abuelo,él sabia cuanto le
    gustaban,le recordo mucho al dinosaurio de sus sueños.Lo siguiente que hizo fue quitarle el lazo y
    bajar con él a desayunar.

    -Buenos días,mamá -saludó.


    -Buenos días,cariño - le respondió su madre dándole un beso en la frente,no tenía buena
    cara,probablemente se haya pasado la noche vomitando por la medicación de la quimioterapia,ella
    tenía un tumor en el pulmón derecho inoperable,ella sabía que era a causa del tabaco por mucho que
    su madre no lo reconociese.
    -El abuelo me ha dejado esto-dijo enseñando su pequeño dinosaurio.
    -¡Qué bonito!,¿te gusta?- preguntó su madre con una débil sonrisa.
    -Si,es muy bonito.Oye mama,¿podría no ir hoy al instituto?
    -Cariño,¿qué pasa?,últimamente no quieres ir-su madre parecía que estaba realmente preocupada,pero
    la verdad era que Sienna no quería ir porque le hacían bullying,no quería decírselo a su madre,no
    quería preocuparla de más.
    -Nada,no importa,iré.
    -Está bien-respondió su madre no muy convencida.

    Al salir del instituto puede que se desviase un poco por el camino hasta llegar al monte con el que
    tanto soñaba,obviamente iba con su peluche y su libro favorito.Cuando se sentó a leer apoyada en un
    árbol que había se paró a pensar en todo lo que sucedía en su vida y las lágrimas fueron cayendo poco
    a poco por su cara hasta llegar al suelo,miró su pequeño peluche y al cual abrazó con su todas sus
    fuerzas.Esto fue sucediendo bastante a menudo y siempre se daba cuenta que cuando terminaba y
    volvía a casa su dinosaurio seguía allí.

    Marian Zambrano Yegros


    1º Bach B

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