Miguel LLobet. Su Huella en La Guitarra Argentina
Miguel LLobet. Su Huella en La Guitarra Argentina
Miguel LLobet. Su Huella en La Guitarra Argentina
MIGUEL LLOBET.
Su huella en la Guitarra
Argentina.
Autor
Autor: Matías Gabriel Romero.
Tutor: Walter Ujaldón
Ujaldón.
ÍNDICE
Introducción. 3
A. Sobre Miguel Llobet, Domingo Prat y María Luisa
Anido. 3
B. Enfoque de la investigación y concierto: 4
C. Objetivos: 5
D. Metodología: 6
E. Marco teórico: 7
I. Repertorio del Concierto. 11
II. Miguel Llobet. 18
A. Infancia e iniciación musical. 18
B. Llobet y la escuela de Tárrega. 20
C. Recorrido artístico de Llobet: itinerario y obras. 25
D. Homenaje a la tumba de Debussy: el rol de Llobet
en la inserción de la guitarra en los círculos
académicos. 31
III. Miguel Llobet en Argentina. 35
A. Contexto: la guitarra en la Argentina hacia el
centenario de la patria. 35
B. Primer viaje: 1910 41
C. 1914: Las Controversias sobre su residencia. 45
D. 1918: Llobet recorre la Argentina. 46
E. 1922: El maestro de María Luisa Anido. 51
1
F. 1925: El dúo Llobet/Anido. 54
G. 1929: La última visita y grabaciones históricas con
Anido. 58
H. Ejemplos de la obra de Llobet en la enseñanza
actual. 62
IV. La Academia Prat. 64
A. Prat, discípulo de Llobet. 64
B. Carmen Farré, la “colaboradora espiritual”. 71
C. El legado pedagógico y bibliográfico de Prat y su
vigencia. 72
V. María Luisa Anido, la “Dama de la Guitarra”. 73
A. Vida y obra. 73
B. Legado pedagógico. 81
Conclusiones y nuevas propuestas. 83
Bibliografía. 87
2
Introducción
Sin lugar a dudas Miguel Llobet es uno de los actores más emblemáticos de la
historia de la guitarra, pues fue el discípulo más famoso del propio Francisco
Tárrega (1852-1909), a quien la historia le ha otorgado el rol de “padre” de la
escuela moderna de este instrumento. A pesar de que Llobet no alcanzaría el
mismo reconocimiento histórico de su maestro, ni tampoco el renombre
internacional que luego obtendría Andrés Segovia, el notable catalán llevaría a
cabo una actividad artística de una magnitud sin precedentes para un guitarrista
en su época. Lleva la nueva corriente guitarrística (que hoy se conoce
comúnmente como “guitarra clásica”) fuera de las fronteras de Europa, y, sobre
todo, trasciende los círculos íntimos en los que su maestro Tárrega se había
desempeñado principalmente, realizando conciertos en las salas más importantes
del “Viejo” y del “Nuevo Mundo”, depositando el renovado instrumento por primera
vez en la consideración de los grandes compositores (no guitarristas).
La Buenos Aires de principios del siglo pasado sería el primer destino fuera de
Europa en donde Llobet daría a conocer sus dotes artísticas en 1910. Desde
entonces los viajes a Argentina (y a toda América) se repetirían a lo largo de dos
décadas llevando a cabo giras extensas y exitosas.
3
Mecanismo Técnico” habrá sido parte de su formación instrumentista -o escuchó
hablar de él, sobre todo en los primeros años de la carrera-.
María Luisa Anido, por su parte, estudiaría con Prat y luego con Llobet en
Argentina. A este último conocería a través de su padre Juan Carlos Anido (quien
gestionaba las giras del artista catalán en este país y quien sería uno de los más
importantes difusores del arte de las seis cuerdas en la región) en una de las
“tournée” del guitarrista por estas tierras. A pesar de su corta edad, Anido
sorprendería a Llobet con sus interpretaciones y este la aceptaría inmediatamente
como alumna. Con los años Anido adquiriría un altísimo éxito internacional y sería
reconocida por la prensa como la “Segovia femenina” o como “Dama de la
guitarra” -este último pseudónimo fue acuñado por Robert Vidal, amigo de Anido y
quien dirigiera un film documental bajo ese título-. Con el correr de los años, y en
paralelo a sus giras mundiales, (que ya incluyen nuevos horizontes para la guitarra
fuera de Europa y América), “Mimita” también formaría sus discípulos en Argentina
y otros países. Como ya mencionamos, el más cercano de ellos en estas latitudes,
y su compañero en muchas de las giras por el mundo, sería Omar Atreo
Buschiazzo, en cuya cátedra (en la Escuela de Música de la Universidad Nacional
de San Juan) inicié mis estudios en guitarra, bajo la tutela de su discípula Lucy
Romero.
4
en cómo estos actores intervinieron para modificar o establecer una nueva escuela
del instrumento.
C. Objetivos:
Por otra parte, se intentarán puntos de conexión entre sus enseñanzas y las
prácticas interpretativas y pedagógicas actuales vigentes en obras, métodos de
estudio y diseños curriculares de algunas carreras de guitarra seleccionadas como
ejemplos, incluido el de esta misma cátedra.
2. ¿Quiénes fueron sus discípulos en este país, y donde ejercieron ellos una
actividad pedagógica?
5
3. ¿Qué literatura perteneciente a Miguel Llobet y a sus discípulos (incluyendo
obras, métodos de estudio y transcripciones) puede rastrearse en diseños
curriculares históricos y actuales de las principales instituciones de formación
musical en el país?
D. Metodología:
6
Se ampliará esta investigación entrevistando a personas del ámbito guitarrístico,
tanto profesores como estudiantes, con el objeto de determinar que injerencia tuvo
el repertorio en cuestión en su propia formación.
E. Marco teórico:
7
en el universo guitarrístico del siglo pasado. Ubica a Llobet como un eslabón
fundamental en la difusión de la “Escuela de Tárrega” a las generaciones
subsiguientes, pero con la pregunta abierta sobre cuánta real influencia de
Tárrega tendría dicha escuela, y cuanto es sólo fruto del propio Llobet. Sostiene
que la figura del catalán ha quedado opacada entre su antecesor Tárrega y su
“sucesor”, Andrés Segovia. Esto lo atribuye, por un lado, a que los grandes
guitarristas del siglo pasado (incluido Llobet) se referían a Tárrega como el “padre”
de la guitarra moderna, y siendo que la historia no nos legó escritos del propio
Tárrega, esta ponderación derivó en diversas especulaciones y en crear una figura
“mítica” del maestro valenciano. Por otro lado, a que la posterior figura de Segovia
pudo hacer mejor uso de la aviación y los medios globales de comunicación para
darse a conocer, convirtiéndolo en el primer guitarrista “famoso” en el sentido
actual de la palabra.
Miguel Llobet, The Ultimate Collection (2018) (“Miguel Llobet, Obra Completa”):
como mencionamos en el Abstracto, esta es la última edición de la obra integral
del artista catalán. Excelso trabajo llevado a cabo por un experto en el asunto, el
guitarrista y musicólogo Stefano Grondona. Aquí se publica un “Triste” argentino,
hasta entonces inédito, así como los ejercicios técnicos (todos compuestos en
estas latitudes), lo cual nos brinda ricos datos y precisiones sobre la estadía de
Llobet en Argentina ya que las partituras poseen notas al pie con fechas, lugares y
8
dedicatorias. El trabajo de Grondona incluye además correcciones a las obras
clásicas de Llobet, hechas a partir de manuscritos originales recopilados en
Argentina, Chile y otros países que transitó Llobet, muchas de ellas aportes de
Omar Atreo.
9
fue el encargado de difundir su escuela por América. Cita al maestro argentino
Julio Sagreras, cuyos métodos para guitarra, escritos en la época, están basados
en el “sistema de Tárrega”. Sin embargo, Ophee establece que las características
de dicho sistema ya eran usadas por los antecesores “compositores guitarristas”
del S XIX.
Las charlas llevadas a cabo en “El Certamen Llobet” han servido como guía
complementaria al transcurso de esta investigación. Dicho certamen, realizado en
la ciudad natal del artista, es dirigido actualmente por el célebre guitarrista y
compositor chileno Eulogio Dávalos, discípulo de José Pavez Rojas, quien fue
discípulo del mismo Llobet.
1
Extracto de la biografía escrita por Ronald Purcell en la introducción de las “Obra Completa” de Miguel
Llobet de la editorial Chanterelle, 1989.
10
I. Repertorio del Concierto
Primeria Parte:
11
Canco de Lladre(Canción del ladrón): La armonización corresponde al año 1927,
las digitaciones respetadas son las de la Edición Chanterelle.
12
Arriba: Scherzo Vals Edición Chanterelle 1989. Abajo: Scherzo Vals Edición
Doberman- Yppan 2018, compases -16 a 18.
Segunda Parte:
Aire Norteño (María Luisa Anido): Obra publicada en 1948 por la editorial Julio
Korn. Se conservan varias grabaciones de la autora. Nos basamos en dos
ejemplares, una en el álbum “Antología única” y otra en el “Concierto magistral”
realizado en la Habana. El guitarrista e investigador Ricardo Jorge Jeckel llevó a
cabo un exhaustivo trabajo de comparación entre estas interpretaciones y la
partitura de Korn, logrando como resultado una versión más fiel a las
interpretaciones de Anido2. Se ha tomado la revisión de Jeckel como base, a la
que se le han agregado algunos bajos de la versión de Korn, por recomendación
de Omar Atreo Buschiazzo, quien aprendió la obra directamente de Anido.
2
JECKEL, Ricardo Jorge. “Aire Norteño. Un Análisis Comparativo entre la Partitura y la Interpretación” en
“María Luisa Anido, Jorge Gómez Crespo y Adolfo Luna. La construcción de un Imaginario del Noroeste
Argentino en la Guitarra Académica de Mediados del Siglo XX”. Tesis de Maestría en Interpretación de la
Música Latinoamericana del S XX. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo, 2010.
13
Triste (Miguel Llobet): Como referimos con anterioridad, esta obra había
permanecido inédita desde su composición en 1929 hasta el año 2018. Llobet la
escribió en el contexto de una gira por el país junto a María Luisa Anido. La
dedicatoria al pie de la página reza: “´Para Mimita. Miguel Llobet. Buenos Aires 16
de Junio de 1929.” Con respecto a la flamante publicación realizada por
Grondona, hemos modificado dos notas, basándonos en el manuscrito original en
manos de Omar Atreo, dos Re que deberían ser naturales (becuadro, la pieza está
en Mi Mayor); uno en una voz intermedia del primer acorde del 5to compás, y otro
en el bajo del compás 21.
“La nit del Nadal (el Desembre Congelat)” (La Noche de Navidad), es una
transcripción bastante tardía, realizada en 1918. Esto queda en evidencia en un
más avanzado lenguaje armónico con respecto a las transcripciones de dos
décadas atrás.
“Mazurka” (Miguel Llobet). Obra del año 1901, y una de las más desafiantes en el
repertorio original de Llobet. Dato curioso es que no se ha encontrado en sus
propios programas de concierto, a diferencia de sus otros originales como
“Variaciones” o “Scherzo Vals” que interpretaba con frecuencia. El enfoque de la
interpretación será básicamente romántica, evocando la clara influencia
Chopiniana de los primeros años de Llobet. Con respecto al “tempo” de esta pieza,
hay muchas opiniones divergentes. Nosotros nos hemos valido de un análisis
hecho por Grondona en base a las “Mazurkas” de Chopin, evocando el lado
“intimista” y “expresivo” de estas obras para encarar nuestra interpretación en un
tempo más distendido (Grondona, 2018, VOL II: 4.). También se respetarán
digitaciones e indicaciones del autor.
14
arpegio y trémolo sobre la nota “mi”. En los pasajes textuales de la obra de Bach
Prat indica digitaciones en posiciones altas, al contrario de lo que haríamos hoy en
día que, para evocar al laúd buscamos digitaciones hacia las primeras posiciones
y mayor uso de cuerdas al aire. Se respetarán las digitaciones del arreglador en
busca de emular la visión que tenían estos guitarristas de principios de S XX de la
música del barroco.
“Variaciones sobre un tema de Sor” de 1909,es una de las obras originales más
difundidas del repertorio de Llobet, y quizás una de las más desafiantes en
términos de extensión y dificultad técnica. También se hizo una corrección en base
a los manuscritos; en Var. IV compases 11 a 13 corresponde un Fa becuadro, en
vez de un Fa# de la edición histórica (ver abajo). En cuanto al tema original de
esta obra, proviene de la “Folias de España” de Fernando Sor, y las tres primeras
variaciones corresponden a dicha obra. Sobre el mismo esquema armónico del
tema, Llobet compone variaciones que exponen técnicas innovadoras para la
guitarra en aquel entonces, y llevan la dificultad mecánica al límite. Por ejemplo,
en la variación IV aparece un trémolo-arpegio mixto, que es una marca registrada
del maestro catalán (será reutilizada por el mismo 14 años después en su
“Impromptu”, dedicado a Anido). En la Variación V hay un trémolo en las dos
primeras cuerdas con que alternan con armónicos naturales en el bajo. La
Variación VI consiste en un arpegio virtuoso con acordes desplegados en varias
posiciones. Luego de esta variación, aparece un “Intermezzo” de carácter
melancólico e intimista (con armonía romántica) que genera una atmósfera
totalmente diferente a lo que se venía desarrollando. Concluido este breve
intermedio, retornan los pasajes virtuosísticos; la Variación VII consiste en una
larga melodía en fusas, presentando un gran desafío para el mecanismo de la
15
mano izquierda ya que predomina el legato. A pesar del claro virtuosismo que
Llobet demanda en esta variación, se puede percibir su evocación constante a la
capacidad tímbrica de la guitarra, sobre la que el mismo estaba innovando. Pues
Grondona propone que el carácter de esta variación no es el lucimiento de la
mano izquierda, si no la particular digitación de mano derecha (medio-anular) que
evoca un timbre de “sordina” y “pedal de una cuerda” del piano (Grondona, 2018.
VOL II: 5). La Variación VIII son arpegios con armónicos naturales, en lugares
inusuales para la guitarra (como trastes 3 y 9). La Variación IX es para mano
izquierda sola, lo que muestra claramente las capacidades técnicas del autor,
indudablemente extraordinarias en la época. La última variación es quizás la más
compleja, dado que se combinan muchas de las técnicas expuestas. A los
arpegios, pasajes de mano izquierda sola, y armónicos naturales, hay que sumarle
grandes traslados de posición. Llevar a cabo una interpretación literal de la obra,
respetando digitaciones es un desafío ya que, al igual que en otras obras del
repertorio, muchos pasajes están pensados para mano izquierda sola, lo que era
mucho más accesible para las guitarras de la época. Sin embargo, se respetarán
todas las indicaciones con rigurosidad. Con esta obra concluirá el concierto.
16
Arriba: Variaciones sobre un Tema de Sor, Var. IV compases 11 a 14, Edición
Chanterelle 1989. Abajo: Variaciones sobre un Tema de Sor, Var. IV compases 11
a 14, Edición Doberman-Yppan 2018.
17
II. Miguel Llobet
“…unos marineros suecos, de paso por Barcelona, visitaron un día el local del tío
de Miguel- un pequeño bar cerca del puerto- donde bebieron más de la cuenta.
Cuando llegó el inevitable momento de pagar la cuenta, resultó que tenían los
bolsillos vacíos y declararon que no podían hacerlo. Ante el justo reclamo del
propietario, que no pensaba permitir que les resultara tan fácil, los marineros
borrachos prometieron que volverían a saldar la deuda (...) y dejaron en garantía
la guitarra que uno de ellos llevaba colgada en la espalda” (2015:24 y ss.)
18
escena como Pedro Lloret, José Tey y Tomás Prat (padre de Domingo).Sobre el
método de enseñanza de Alegre, refiriéndose a la formación guitarrística de su
padre, Domingo Prat escribe:
“El modesto educador con santa paciencia lo guió por el camino de las cifras,
haciéndolo luego por el Carulli y otros textos”.(1934:251)
A partir de esto, podemos deducir la formación sobre métodos del SXIX en las
primeras lecciones recibidas por Llobet de parte de Magín Alegre.
Llobet estudia con Alegre al menos tres años, quien luego, percatado de las
indiscutibles dotes del joven, lo lleva a las reuniones de guitarristas con el fin de
introducirlo a nada más y nada menos que Francisco Tárrega.
“Una tarde del mes de Octubre del citado año, coincidieron en la guitarrería
Tárrega y el pequeño guitarrista (Llobet), quien fue inmediatamente presentado al
maestro. Cuando éste se dio cuenta de las facultades extraordinarias del
muchacho, le abrió las puertas de su hogar para cuantas veces deseara sus
consejos. El sentido musical y artístico de Miguel Llobet, cultivado ya por los
estudios de solfeo en la Escuela Municipal y por el ambiente favorable en que se
19
desenvolvía, le permitió darse cuenta en el acto de la superioridad de Tárrega, y
modificar, en bien de sus ejecuciones, la orientación de su sentido instrumental y
artístico”. (Pujol, 1978)
Pujol cuenta además que ese mismo día Llobet escuchó dos piezas interpretadas
por Tárrega: Granada de Albéniz, y una transcripción de Ouverture Tannhäuser de
Wagner. Pujol afirma que la impresión que “la impresión que recibió fue de
maravilla” (1978).
Es así que, en 1894, cuando contaba con 15 años de edad, Llobet se inscribe en
el Conservatorio Municipal de la Ciudad, donde estaría bajo la tutela de Francisco
Tárrega hasta 1901. El maestro, nacido en Castellón, estaba radicado en
Barcelona desde hacía algunos años ya formando discípulos. Para entender cómo
eran las clases del “padre de la guitarra moderna”, de quien no tenemos registros
más que partituras y el testimonio de sus discípulos, es imprescindible recordar las
palabras del propio Llobet sobre el método pedagógico del maestro valenciano:
“Iba a Tárrega no como cualquier alumno que cada clase recibe un ejercicio para
ejecutarlo delante de él a la clase siguiente. Yo lo encontraba muchas veces
abrazado a la guitarra y ni siquiera sacaba mi instrumento del estuche. Me
sentaba allí tranquilo a escucharlo, a veces durante horas, y después corría a casa
con la cabeza llena de experiencias e impresiones y a veces pasaban semanas
antes de que yo pudiera ponerlas en práctica. Así, más que aprenderla, yo
experimentaba mi técnica en la guitarra”.(Tonazzi, 1966:10)
20
guitarras eran utilizadas por Tárrega y Llobet. Las innovaciones acústicas que
presentaban estos instrumentos serían fundamentales para el cambio de rol que
tendría el mismo dentro de la escena musical, ya que permitirían abarcar públicos
más numerosos que la guitarra romántica. Sin embargo, bajo esta anterior forma,
la guitarra “dieciochesca” había visto pasar una prolífera generación de
compositores guitarristas a principios de siglo que legaron obras originales para
las seis cuerdas y métodos para el estudio técnico: Napoleón Coste, Gaspar
Mertz, Ferrante, Fernando Sor, Giulio Regondi, Ferdinando Carulli, Francesco
Molino, y Matteo Carcassi. Estos métodos estaban ampliamente difundidos entre
los tañedores del instrumento, de tal modo que, como mencionamos ya, el propio
Llobet podría haberlos estudiado antes de conocer a Tárrega.Sin embargo,
muchos guitarristas y musicólogos coinciden en que la síntesis de este repertorio y
métodos debe atribuirse a Francisco Tárrega. De hecho, Domingo Prat, alumno de
Llobet y probablemente del propio maestro valenciano escribe:
Sin embargo, en este mismo texto, Prat hace una profunda crítica sobre la
denominada “escuela de Tárrega” de la cual niega rotundamente su existencia
“por el hecho de que el guitarrista valenciano no nos dejó ningún método o reglas
para el estudio de la ejecución” y agrega que el maestro valenciano enseñaba “por
método de Aguado”. (1934:317).
21
maestros, si no con los de sus alumnos. Sin embargo, de esta extensa descripción
que hizo Prat sobre la pedagogía de Tárrega en su histórico “Diccionario de
Guitarristas” hicimos una lista de aspectos relevantes y la comparamos con lo que
sabemos del método de Llobet por sus propios discípulos y obras:
Tárrega Llobet
Enseñanza por método de Aguado. Inclinación al método de Sor.
22
Búsqueda de sonidos populares y Va más allá en esta búsqueda y arregla
folklóricos en sus composiciones. Jotas, las canciones populares catalanas para
Polkas, Valses, etc. guitarra.
Pese a esta negación constante que Prat hace sobre “La Escuela de Tárrega”, el
pedagogo catalán admite que en su método incluye 3 ejercicios tomados
oralmente del maestro castellonense. Lo mismo podemos decir del célebre
método de Julio Sagreras “Las primeras Lecciones de Guitarra”, que comienza
con la siguiente frase:
23
Para Ronald Purcell “uno de los atributos más importantes que Llobet recibió en su
entrenamiento con su maestro, Tárrega, fue el concepto de explorar y
experimentar con el sonido y el color” y que esto llega a profundizarlo al entrar en
contacto luego con la música expresionista e impresionista, explorando técnicas
como “armónicos, pizzicatos, posiciones de la mano derecha (sul puente, sul
trasto) y digitaciones de la mano izquierda” (Purcell, 1989).
“al hablar de Tárrega no basta con decir fue el primer guitarrista de tal o cual
época, ¡no! Con él la guitarra ha perdido su figura más eminente, la más
culminante de todos los tiempos, de todas las generaciones. Y es porque Tárrega
no fue solamente un ejecutante (como jamás haya existido otro): fue también el
creador de una escuela que casi podría calificarse de nueva era para la
guitarra”.(Llobet, 1910)
“Todas las opiniones sobre Tárrega, cuando entrañan un elogio, son respetables y
dignas de tomarse en cuenta. Pero decir que con él la guitarra ha perdido la figura
más culminante de todos los tiempos y generaciones es un desmedido uso de la
fantasía, imperdonable por la falta de seriedad con que se dice”(1934:315).
24
“Un carácter que podría llamarse “racial”, heredado con las enseñanzas que
recibiera de Tárrega persiste, persiste notablemente en las transcripciones
debidas a Llobet; pero aquel fondo ancestral lo vemos desarrollarse y
engrandecerse cada día por las nuevas y ricas perspectivas que le aporta la
propia erudición, la comprensión profunda de las diferentes modalidades líricas.
En este terreno Llobet no es ya el más excelso artista de la guitarra: es un gran
músico en la acepción más amplia y plena del vocablo.” (1925)
Se podría pensar que el propio Tárrega admitía haber legado su tarea al notable
catalán. Esto se deduce a partir del testimonio de Ana Durá Batllé (nombre
artístico Anita Aguilar), esposa de Llobet, relatando la ocasión de su boda. Se
casaron en Barcelona el 26 de julio de 1907 y uno de los invitados era Francisco
Tárrega, que transitaba los últimos años de su vida. El mismo ante la insistencia
de tocar en la recepción respondió: “yo ya me voy y el (Llobet) queda aquí. En el
he transmitido mi inspiración y fervores”. (Picciano, 2015:86)
Esta discutida relación de sucesión será analizada con mayor profundidad en los
siguientes párrafos.
25
Observando el minucioso itinerario de conciertos extraído del archivo personal de
Llobet3y las biografías que hemos tomado como base a esta investigación,
hicimos un resumen de los eventos más relevantes de la agenda artística del
guitarrista catalán (los detalles de los conciertos en Argentina serán profundizados
en el próximo capítulo).
Sin embargo, el 30 de mayo 1896, Llobet comienza a romper con esta “tradición
tarreguiana” y participa en un importante concierto en el “Centro artístico de
Cataluña”, en donde interpreta el siguiente repertorio: Granada (Albéniz), Capricho
árabe (Tárrega)y Jota aragonesa (Llobet-Arcas)(Marcial, 1896:2).
Sobre esta actitud de Tárrega, Emilio Pujol, discípulo del maestro valenciano y
autor de la primera biografía sobre este, lo cita:
3
Del archivo del guitarrista y musicólogo catalán Josep Mangado y publicado por Julio Gimeno en el foro
web “Guitarra Arte Pulsado”. Más adelante debidamente citado.
26
“A partir de un cierto perímetro en grandes salas la intensidad emotiva de sus
vibraciones se desvanece en el espacio; un oído normal ha de aguzar su atención
para percibir claramente los distintos matices de una cuidada interpretación; y
entonces, el mismo esfuerzo impide el sosiego necesario en la sensibilidad del
oyente para que pueda experimentar libremente la emoción que el artista
transmite” (Pujol, 1978).
Es por eso que cuando Llobet rompe con esta lógica y sale escenarios más
relevantes, la prensa parece “sorprendida” por las cualidades no conocidas (por el
público no guitarrista) del instrumento hasta ese entonces.
“El domingo pasado Miguel Llobet, un joven de diecinueve años (…) dio en el
Orfeo Catalá un concierto de guitarra. Este instrumento (…) adquiere en manos de
Llobet un carácter tan atractivo que sugestiona totalmente. No es lo que hasta
ahora habíamos escuchado, (…). (Picciano, 2015:45)
El año 1899 resultaría muy prolífero en la carrera del joven barcelonés. Compone
un “Estudio Capricho” y “Estudio en mi” que, según Picciano, “introducen
fascinantes novedades en el tratamiento en la gestión de la armonía y el
tratamiento del timbre” (2015).El 8 de diciembre de este año estrena en concierto
sus primeros arreglos de melodías populares catalanas: Plany, La filla del
marxant y La filadora. (Gimeno, 2015).
El año 1900 vería a Llobet traspasar como intérprete las fronteras de Cataluña y
luego de España. Brinda un concierto en el Conservatorio de Valencia, el cual es
mencionado por Ronald Purcell como “la primera aparición pública” de Llobet
(Purcell, 1989).Luego actúa en Castellón, en Gerona y, para consagrar un año
intenso artísticamente, debuta en París en la “Sala musical de redacción de Le
27
Fígaro”.De ese año datan también otros arreglos de canciones catalanas como “El
Testamente de Amelia”,“Lo Rossinyol” y “Lo Fill del Rei”.
En 1905 arregla otra canción catalana “La Pastoreta” en Paris. - luego hizo una
2da versión en agosto del mismo año en Barcelona-. Pero estos años en los que
vive inmerso en la vanguardia parisina se expresan claramente en sus dos obras
originales más grandes: Variaciones sobre un tema de Sor (1908) y el Scherzo
Vals (1909). Ambas composiciones -de “forma”-, serían las primeras de su autoría
28
que Llobet agregaría a sus propios programas de conciertos habituales, y que en
ese entonces ya estaba conformado por variados estilos y compositores como
Beethoven, Chopin, Albeniz, Tárrega, Mendelssohn, Arcas, Sor, Bach y
Tchaikovski.
El 26 de julio de1907 contrae nupcias con la actriz Ana Durá Batllé (Anita Aguilar)
en Barcelona.
En 1910 cruza por primera vez las fronteras de Europa y llega a Argentina, viaje
que será tratado en el capítulo siguiente.
En 1912 toca por primera vez en Alemania y realiza un viaje a las Américas para
dar conciertos en Chile y luego, su primera llegada a Estados Unidos. Allí brindará
un concierto en el “Opera House”, del cual hay una reseña de Purcell:
“ha llegado hasta Boston un español que puede convertir el sonido de la guitarra
en algo que nadie ha escuchado antes”. (Purcell, 1989).
Los años de la guerra son, como veremos, una controversia sobre la residencia de
Llobet. Esta época presenta una caída abrupta del itinerario de Llobet. En 1915 se
registran apenas dos conciertos en Barcelona y Valencia. Los dos años
subsiguientes todos los conciertos son en Estados Unidos.
29
este año armoniza su primer “Estilo (Popular)” Argentino, dedicado a su flamante
discípula.
Desde 1919 hasta 1921 todos los conciertos son en España. A mediados del 21
realiza una extensa gira por Alemania y Austria.
En 1925 realiza su cuarta gira por Argentina. Año en que comienza a publicarse la
“Revista la Guitarra”, de Juan Carlos Anido, y en donde figurarán tres “Estilos
Populares Argentinos”, armonizados por Llobet, dos de ellos compuestos por el
guitarrista local Pedro Quijano. Este año además comienzan los conciertos a dúo
junto a “Mimita”.
En 1929 retorna a la Argentina para realizar la que sería su última gira por
América del Sur. En esta visita realiza las grabaciones históricas a dúo junto a
María Luisa Anido. De este año data la recientemente editado “Triste”, compuesto
por Llobet también para su alumna.
En 1935 compone dos preludios, uno en la mayor y el otro en mi mayor, que serán
su última obra registrada.
Muere en 1938 por una apoplejía, y tal como afirman sus allegados, el cuadro fue
agravado por su profunda angustia tras la ocupación de Barcelona por las tropas
franquistas.
30
Acerca de esto charlamos con Pablo Pellegrini, ex alumno de Carmen Farré,
esposa de Domingo Prat y por ende muy allegada a Llobet. Ella le comentaba a
Pellegrini que la muerte de Llobet tuvo mucho que ver con la caída de Barcelona
en la guerra civil.
4
El autor firma sólo con sus iniciales este artículo de la Revista “Mundial Magazine” Miguel Llobet de 1912.
31
este instrumento. Nada más y nada menos que el célebre “Homenaje a la tumba
de Debussy” de Manuel de Falla, entrañable amigo de Miguel Llobet.
32
a muchos guitarristas-compositores del mundo en buscar una “academización” de
los sonidos de los folklores. El arreglo de “El Mestre”, por ejemplo (1910) presenta
un desarrollo armónico inédito para una obra de guitarra hasta ese entonces, y es
considerado por muchos su obra más emblemática, la que, como mencionamos, le
daría su caracterización de “impresionista”. En este sentido hay que destacar
también sus arreglos sobre las “7 Canciones Populares Españolas” de su amigo
Manuel de Falla, originalmente compuestas para piano y soprano.
“En París (…) las más notorias personalidades del arte fueron mis amigos, entre
quienes mi arte provocó una verdadera revolución, logrando imponer la guitarra en
las esferas más elevadas” (2017:71).
“Llobet (…) hacía años que le insistía a Falla, sugiriéndole la idea de que
contribuyera con una o más piezas para nuestro instrumento”. (Rey de la Torre,
1985).
“Llobet, verdadero discípulo y heredero del arte de Tárrega, fue uno de los
primeros guitarristas contemporáneos que dió dignidad a la guitarra. Es uno de los
primeros artistas que logró hacer de la guitarra un instrumento de concierto. Y hoy,
en esta gira por el mundo, cuando se habla de la guitarra (¡de esta guitarra
ennoblecida!) el nombre de Llobet acude inmediatamente. (Picciano, 2015).
“Creíamos que con Tárrega, el innovador genial que logró para su querido
instrumento la más alta prestancia, la guitarra había dado cuanto de ella es posible
obtener. Llobet, sin embargo, ha ampliado los dominios de las transcripciones
musicales que Sors, Aguado y Tárrega habían iniciado. (…) (Escarrá, 1925)
34
emprender junto a él la batalla para rehabilitar la guitarra. Como decía el mismo,
una cosa es ser guitarrista y otra tocar la guitarra”.(Picciano, 2015)
35
III. Miguel Llobet en Argentina
Juan Alais (1844-1914), a quien Prat define como el primer “guitarrista compositor”
de Argentina (1934:17),Pedro Quijano (1875-n/d), profesor del Conservatorio de la
Capital(de quien Llobet tomaría el “Estilo Argentino”), Antonio Sinópoli (1878-
1964), fundador de la “Academia Tárrega” a principios de siglo (Prat, 1934:295),
Mario Rodríguez Arenas (1879-1949), cofundador de aquella institución, y Julio
Sagreras, autor del ya mencionado método de guitarra a la “escuela de Tárrega”
muy difundido a la actualidad.
36
“Academia de Bellas Artes” en Buenos Aires, donde enseñó a los más
reconocidos maestros. Padre del mencionado Julio Sagreras.
Sin embargo, a pesar del renombre de estos artistas, la guitarra no aparecía en los
programas de conservatorios oficiales ni era un instrumento considerado culto.
Acerca de esto, el guitarrista e investigador Oscar Olmello afirma:
37
Gesualdo en su enciclopedia “Historia de la Música en la Argentina”. En esta lista
se encuentra a Gaspar Sagreras en 1874, ofreciendo servicios de clases
particulares de guitarra, piano y canto, luego a Juan Alais en 1882 (Gesualdo,
1961:665-666).
En 1908 Prat llega por primera vez a Argentina y repetirá sus viajes no sólo en
carácter de intérprete, si no de pedagogo, hasta asentarse definitivamente junto a
su mujer Carmen Farré (también guitarrista) en 1914.
En 1910 este maestro catalán publica en Buenos Aires una obra fundamental para
las escuelas de guitarra académica hasta la actualidad: “Mecanismo de Escalas y
Arpegios”. Durante el transcurso de esta investigación, recibimos el flamante
Volumen III de la mencionada edición de la obra de Llobet hecha por Grondona.
Aquí se establece la hipótesis por primera vez de que muchos de los ejercicios
publicados por Prat este año, eran de autoría de su maestro. Desarrollaremos más
adelante.
Ese mismo año, Prat y los editores Romero y Fernández concretan la primera
llegada de Llobet a Argentina.
5
Consultado en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
39
.
Hay que mencionar que a pesar de este esquema intelectual que se estaba
organizando para la guitarra en el plano local, la prensa rara vez se ocupaba de
los conciertos de este instrumento. A partir de la década del 20 esto comenzaría a
cambiar definitivamente para el instrumento, ya que dos publicaciones seriales
como la revista “La Guitarra” dirigida por Juan Carlos Anido, y la revista “Tárrega”,
dirigida por Carlos Vega, llevarán la tarea de difundir la actividad guitarrística.
En 1921 el concertista Regino Sainz de la Maza llega a Buenos Aires para brindar
un par de conciertos y se termina dando 90, recibiendo una medalla de oro de la
Universidad de Buenos Aires.
En 1923 Hilarión Leloup publica el “Método Elemental para Guitarra” que reza en
la primera hoja “Preparado y digitado de acuerdo con la verdadera Escuela
Moderna de Tárrega”.
40
“La situación de la guitarra en la producción del primer nacionalismo parece a
simple vista una paradoja. Emblema musical de la argentinidad por excelencia,
presencia casi obligada toda vez que se quiere evocar lo “argentino” en las letras y
en las artes plásticas, la guitarra no ha merecido la atención de los compositores
que forjaron el primer canon musical de la Argentina moderna” (Plesch, 1998)
Retrocediendo entonces al período que nos atañe, durante los viajes de Llobet a
Argentina entre 1910 y 1925, la guitarra se vería inmersa en ese largo período
tanto en Argentina como en el Viejo Mundo, en el ingresaría paulatinamente a la
esfera más elevada de la “música culta”, proceso que no será consumado hasta
mediados de siglo. Un artículo del diario La Nación durante la segunda gira de
Llobet en 1918, no da cuenta de cuánto aportó el catalán en este proceso.
“Hemos dicho antes de ahora todo el mérito de este artista y cómo ennoblece y
eleva el humilde instrumento popular con interpretaciones de impecable estilo y de
sorprendente ejecución. Y el concierto de anoche fue nueva demostración de esas
admirables cualidades, que el público no pudo dejar de reconocer, con largas y
frenéticas ovaciones”.(Picciano, 2015:138).
41
concertista, donde tocaría, no como en París conjuntamente con otros artistas.
Sino individualmente, cual cabe a sus merecimientos”.(Prat, 1934:184).
Con estas palabras Domingo Prat relata la concreción de la primera gira de Llobet
fuera de las fronteras de Europa; Argentina.
El concierto debut del célebre artista sería el 27 de Julio de 1910 en el Salón “La
Argentina”, ubicado en la actual calle Rodríguez Peña 361 y que actualmente
funciona como sala de teatro bajo el nombre “Palacio La Argentina”. El programa
ejecutado fue el siguiente:
Minué (Sor)
Serenata á Granada (Albéniz)
Romanza (Mendelssohn)
Mazurka (Chopin)
Mazurka (Tchaikovski)
Scherzo-Vals (Llobet)
Gavota (Bach)
Minué (Schubert)
Dos estudios brillantes (Coste)
Romanza (Rubinstein)
Mazurka (Tárrega)
Jota (Arcas-Llobet) (Gimeno, 2015)
En esta misma Sala se llevan a cabo dos conciertos más, también durante el mes
de julio. De uno no se conserva fecha exacta ni programa, mientras que el último
fue realizado el día 30 y se conserva el programa parcialmente. En el mismo se
observa la inclusión de dos obras fundamentales de Llobet: Canciones populares
catalanas y Variaciones sobre un tema de Sor. Como Bis se interpretó
Jota (Arcas-Llobet). (Gimeno, 2015)
42
Luego viaja a Paraná, Entre Ríos para dar un concierto único el 3 de agosto en el
Teatro 3 de febrero.
Regresando de Entre Ríos actúa en dos conciertos más en la Capital del país. El
primero de ellos fue el 6 de agosto en una sala no especificada en el archivo y de
cuyo programa sólo se conserva la ejecución de Capricho Árabe de F. Tárrega. El
último de los conciertos y que sería el cierre de su primera gira americana, se
llevaría cabo el día 13 de agosto en el célebre Teatro Odeón.
6
Revista Caras y Caretas n° 619 del 13 de Agosto de 1910. Se observa en la parte superior izquierda el
anuncio de la llegada al país de Miguel Llobet, seguido de una breve crítica sobre sus dos primeras
actuaciones en el salón La Argentina y el anuncio del concierto despedida. Archivo digital de la Biblioteca
Nacional de España.
7
Consultado en “Miguel Llobet. La biografía”, de Stefano Picciano. Concierto único en Paraná el día
03-08-1910. Afiche pertenece al archivo personal de Miguel Llobet.
43
44
El célebre catalán retornaría a su domicilio parisino en noviembre de ese año.
45
especulaciones sobre su lugar de residencia durante el conflicto bélico han
conducido a diferentes teorías.
El ya citado primer biógrafo de Llobet, Bruno Tonazzi, afirma que éste volvió en
1914 a residir en Barcelona (1966), lo que coincide con las declaraciones de la
propia Anita, esposa de Llobet, citadas por Stefano Picciano:
Ronald Purcell afirma que Llobet residió en Buenos Aires los años de la guerra y
desde allí continuó haciendo giras (1989), y Michael Phillips sugiere que esta
teoría está ligeramente más apoyada por el itinerario de conciertos, en el que
predominan por esos años conciertos en las Américas (2002:12).
La segunda gira oficial de Llobet por Sudamérica comienza entre fines de mayo y
principios de junio, realizando 3 conciertos en Uruguay.
Menuet (Sor)
Estudio (Sor)
Andante (Mozart)
Dos romanzas sin palabras (Mendelssohn)
Nocturno (Chopin)
Danza española (Granados)
46
Pizzicato (Tárrega)
Dos mazurkas (Tárrega)
Scherzo (Tárrega)
Mazurka (Bufaletti)
Oriental (Albéniz)
Variaciones sobre la Jota (Arcas-Llobet) (Gimeno, 2015)
Esta gira sería organizada por Juan Carlos Anido, padre de María Luisa, con
quienes había entablado ya una profunda amistad. Dos años antes, en septiembre
de 1916, Miguel Llobet había compuesto aquel “pequeño preludio” en Re dedicado
Mimita que, por aquel entonces, con tan sólo 9 años, ya recibía lecciones de parte
de Domingo Prat (a través de un contrato que relataremos en el los próximos
capítulos) y generaba furor en el círculo artístico local.
Buenos Aires, San Nicolás, Córdoba, Rosario durante Junio. Luego, entre
principios de Julio y mediados de Agosto realiza una extensa gira por Chile. A su
regreso brinda conciertos en las provincias del oeste y norte argentino: Mendoza,
San Juan, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Salta. Desde mediados de
septiembre toca en Rosario, Junín, La Plata y luego realiza una serie de conciertos
en Montevideo. A su retorno al país toca en diversas ciudades del sur de la
Provincia de Buenos Aires: La Plata, Gral. Lamadrid, Tres Arroyos, Bahía Blanca.
(Gimeno, 2015)
47
Luego de dos conciertos más en el Uruguay, regresa a Buenos Aires para
despedirse con grandes actuaciones el 1 y 2 de diciembre en el “Teatro de la
Ópera” y en el “Salón Florida” respectivamente.
8
Consultado en la Biblioteca General San Martín en la Ciudad de Mendoza. Diario Los Andes. 24-08;
25-08 y 27-08 en orden respectivo. Fotografía tomada por el autor de esta tesis.
48
Además, se encontró que Llobet firmó el “Libro de Visitas” del Casal de Cataluña
en Buenos Aires9, abierto justamente desde 1918 exclusivamente para los
catalanes célebres que pasaban por Argentina. Llobet firma en la segunda página,
casi inaugurando el libro, lo que da cuenta de la magnitud de su figura. La hoja en
la que Llobet dejó su dedicatoria sería completada un año más tarde por otro
consagrado guitarrista, Emilio Pujol.
Texto:
9
Como dato anecdótico, cabe mencionar que cuando hice la solicitud para revisar este Libro, el director del
Casals estaba totalmente convencido de que la firma de Llobet no podía aparecer porque el Libro estaba
destinado únicamente a las visitas célebres, como el Presidente de la Generalitat. Se vió muy sorprendido -y
ante mi presencia- al encontrar la firma de Llobet en la segunda página.
49
Abajo la dedicatoria de Pujol:
Por otra parte, en aquel año 1918 se tomaría una sesión de fotografías muy
relevantes en la historia de nuestro instrumento. En el domicilio de Juan Carlos
Anido posan de izquierda a derecha: Miguel Llobet, Emilio Pujol, Juan Carlos
Anido, María Luisa Anido y Domingo Prat.
En esta última Todos los célebres guitarristas miran a la joven promesa, “Mimita”.
10
Consultado en la Biblioteca del “Casals de Catalunya” en Buenos Aires. Fotografía tomada por el autor de
esta tesis.
50
Para completar los datos históricos de esta segunda visita de Llobet a Argentina,
cabe destacar que diciembre de aquel año Llobet escribe el Estilo Argentino en Re
Mayor “dedicado a Mimita, como recuerdo de una pequeña maravilla de su tierra”.
Es en esta nueva gira por el país, según testimonio de Anido, que Llobet la
escucharía tocar y quedaría complacido de tal manera que la aceptaría como
alumna y luego como compañera de dúos:
51
Llobet realizó por ese entonces un retrato de quien sería su más preciada
discípula:
52
Al parecer en este viaje, luego de escuchar a “Mimita”, Llobet planea sus arreglos
para dos guitarras que luego le entregó a la joven guitarrista por correspondencia.
Este repertorio sería interpretado en conciertos a dúo en la próxima gira por
Argentina de 1925 y quedaría inmortalizado en las grabaciones históricas de 1929,
las únicas que se conocen de Llobet.
Según el itinerario, esta “tournée”, que durará 6 meses, se inicia con un concierto
en la ya tradicional “Salón La Argentina”, el 3 de mayo, en donde el artista
interpretó el siguiente repertorio:
Minueto (Sor)
Estudio (Sor)
Allegretto “2a. Sonata” (Sor)
Andante (Mozart)
Sueño (Tárrega)
Danza en mi (Granados)
Romance del Pescador “de Amor Brujo” (Falla)
Canción del Fuego fatuo “de Amor Brujo” (Falla)
Homenaje a Debussy (Falla)
Torre Bermeja (Albéniz)
Barcarola (Mendelssohn)
Romanza (Rubinstein)
Alborada (Tárrega)
Danza (Rogelio Villar)
Variaciones sobre la jota (Arcas-Llobet) (Gimeno, 2015)
Este año Llobet recorrería aún más ciudades que en la gira anterior, pues a las
localidades ya visitadas por el artista en 1918, se sumaron conciertos en Monteros
(Tucumán), Gualeguaychú, Concordia (Entre Ríos), Posadas (Misiones), Santo
Tomé y Corrientes, Resistencia (Chaco), Casilda (Santa Fé), Río Cuarto
(Córdoba) y San Luis.
53
Luego de dos conciertos en Montevideo regresa a Buenos Aires para cerrar la gira
en el Teatro Odeón el 17 de noviembre.
Antes de volver a Europa, Llobet escribe una carta a Hilarión Leloup para felicitarlo
por su “Método Elemental para Guitarra”, que contenía 3 estudios compuestos por
el Llobet:
Luego encontramos una llamativa frase: (…) “dada la falta de un método fácil y
progresivo, su trabajo viene a llenar un vacío, prestando un apreciable servicio a
los principiantes y a los maestros que hayan de guiarlos” (2015:169).
A diferencia de su primera visita en 1910, ahora Llobet ocupa una página entera
en la Revista Caras y Caretas.
54
55
Texto:
Dice así (más abajo): “Para la célebre revista CARAS Y CARETAS. Con toda
admiración por la magna obra de divulgación en todo orden de ideas que realiza.
Miguel Llobet.11
11
Consultado en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Revista Caras y Caretas N° 1405
del 05/09/1925.
56
Este año el ya consagrado guitarrista daría conciertos por todo el país y Uruguay,
acompañado por Juan Carlos Anido y su flamante compañera de escenarios,
María Luisa Anido.
“Ante una sala muy concurrida reapareció el gran guitarrista español Miguel
Llobet. Volvieron a renovarse esas magníficas impresiones de arte fino, íntimo,
hondamente sugestivo, que dejara antes el artista aristocrático por excelencia que
es Llobet. Todo esto anoche como otras veces fue saludado con ovaciones
prolongadas. Ningún decaimiento en el artista que conocimos, ninguna falla en su
personalidad, por el contrario, quizá una plenitud que no es posible sobrepasar”.
(Picciano, 2015:199)
Sobre estos dúos, Ramón Escarrá escribió para la revista La Guitarra ese mismo
año:
Cabe destacar, además, que de este año datan sus “Estilos Populares
Argentinos”, armonizaciones de temas del guitarrista Pedro Quijano. Ambos fueron
publicados en la flamante “Revista la Guitarra”, fundada y dirigida por Juan Carlos
Anido.
57
También datan de esta gira algunos de los flamantes ejercicios técnicos, como por
ejemplo “Para Ti", cuyo pie del manuscrito reza: “Córdoba 3357. 22 de Junio de
1925”. (Grondona, 2018: VOL III: 22).
Los primeros discos dobles del artista catalán que se encuentran son:
12
Consultados en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Revista Caras y Caretas
Números 1610 10-08-1929; Nº 1613. 07-09-1929; Nº 1627. 07-12-1929.
58
07 de Setiembre de 1929 (segunda imagen abajo) el disco nº 196046: “Andantino”
(Sor) y “Studio Brillante” (Coste).
59
60
61
A fines de ese año se encuentran los primeros discos dobles del dúo Llobet-Anido:
Disco Nº 196067 “Huella. Danza Argentina” (J. Aguirre), “Romanza nº 25. Óp. 62”
(Mendelssohn).
62
La prensa catalana anunció el regreso de Llobet a su patria el 4 de diciembre de
ese año (Picciano, 2015:204). El célebre catalán ya no regresaría a Sud América.
En todos los casos, notamos que las composiciones Llobet no son tan divulgadas
como las de Tárrega, Sor u otros autores obligados del repertorio guitarrístico. Sin
embargo, sus arreglos sobre las canciones populares catalanas se encontraron en
todos los diseños actuales, específicamente en los niveles iniciales.
63
hecho decisivo en la historia del instrumento. Hoy se la considera una obra
fundamental del repertorio guitarrístico y la encontramos en los niveles avanzados
de la carrera en este instrumento.
64
IV. La Academia Prat
“Recordaré cordialmente que este trovador fue quien en el año 1898 me presentó
a M. Llobet que fue mi único y gran Maestro”. (1934:60).
Las sentencias del propio Prat sobre su única formación guitarrística bajo la tutela
de Llobet se contrapondrían a la teoría de Ricardo Muñoz en “Historia de la
Guitarra” donde establece que Prat habría recibido instrucción también por parte
de Tárrega:
"En el año 1904 Llobet se ausenta a Paris y queda el discípulo en manos de Don
Francisco Tárrega, al cual visitaba para sus lecciones dos veces semanales.
Prat asimiló perfectamente las enseñanzas de que fue objeto y llegó al grado de
ejecutante notable, de dicción correcta y elegante en la purísima escuela del gran
65
Tárrega, quien admirado, al despedirse Prat en el año 1907, para radicarse
definitivamente en Buenos Aires, le entrega su retrato con la siguiente dedicatoria:
"A mi buen amigo el notabilísimo guitarrista Domingo Prat, su admirador". F.
Tárrega - Barcelona 1907".(Muñoz, 1961)
Domingo Prat.
66
“Guardo del gran Tárrega muchos y muy buenos recuerdos: tengo algunos de sus
muy importantes papeles originales, como "Capricho Árabe”, que con su puño y
letra tituló "Capricho Morisco”‘; lleva la fecha 28 de Julio de 1889, Barcelona;
algunas de sus transcripciones, obran igualmente en mi poder y, por último, un
retrato del artista, dado al despedirme de él para ausentarme a América, en 1907,
Este retrato figura y figurará en el sitio de honor de mi casa”.(Prat, 1934:319).
Sin embargo, su discípula María Luisa Anido afirma que Prat, en contraposición a
Llobet, se dedicaba más a enseñar “la escuela Tárrega” y hace la siguiente
comparación entre los dos maestros:
“…Prat era muy severo, un gran maestro, pero severo. Llobet era no, era un
amigo. Era más jovial que yo, que era chica. Muy alegre (…) Prat se dedicaba más
a la escuela, a la técnica, a la Escuela Tárrega, como decía él. Ahora Llobet tenía
una manera de tocar más natural en la forma de poner la mano (…) Prat era
bastante exigente en la posición de la mano izquierda, y a mí me molestaba. Por
ejemplo, el (Prat) quería que yo viera la palma de la mano derecha, y claro,
naturalmente al poco tiempo yo inclinaba la mano hacia afuera, en tal extremo que
cuando llegaron las primeras fotografías del más grande guitarrista del mundo que
era Miguel Llobet, yo dije -¡qué mal pone la mano!-“(Pizarro, 2007)
67
En 1907 Prat llega a Buenos Aires, por primera vez para dar una serie de
conciertos. Según palabras de Carlos Vega, sería el primer guitarrista conocido en
traer la “escuela moderna” de Tárrega a Argentina. (Prat, 1934:330)
En 1910 publica en Buenos Aires la primera edición de su célebre método
“Escalas y Arpegios de Mecanismo Técnico” y “Nueva Técnica de la Guitarra”.
Ambos libros ampliamente difundidos en los diseños curriculares de los programas
de guitarra del país y la región.
En 1919 se casa en Barcelona con su colega Carmen Farré de Ors, de quien nos
ocuparemos a continuación. Se radican definitivamente en Argentina y forman la
“Academia Prat” en Haedo, que sería la más importante del S XX, y por la que
pasarían las figuras más destacadas de la guitarra nacional, tanto de lo que
(posteriormente) se conocería como guitarra académica como del ámbito popular
(folklore).
Pablo Pellegrini nos relató en entrevista que Prat firmó por estos años un contrato
con Juan Carlos Anido para instruir a María Luisa en su domicilio todos los días en
un régimen que era prácticamente “cama adentro”.
68
En 1926 Carlos Vega invita a Prat y 50 alumnos de su Academia a la Universidad
Nacional de La Plata para dar un recital de guitarra. Allí el célebre musicólogo
pronunciaría su histórico discurso sobre la labor pedagógica en el país Prat y el
futuro de la guitarra como instrumento nacional. Esta disertación se tituló “La
guitarra argentina” y citamos un extracto de las palabras de Vega:
69
La labor difusiva que llevó a cabo Domingo Prat es indiscutible, tanto en lo
cuantitativo como en lo cualitativo. Sus métodos de aprendizaje fueron usados en
los programas formación guitarrística durante todo el siglo pasado y aún en la
actualidad, como se describirá más adelante.
70
71
B. Carmen Farré, la “colaboradora espiritual”
En 1919 Domingo Prat contrae nupcias con su colega y compatriota Carmen Farré
Ors, quien sería su “compañera de enseñanza y a la vez colaboradora espiritual” a
lo largo de su carrera. Fue discípula de León Farré Duró, el “más grande y
decidido protector” de Tárrega (Prat, 1934:122). El matrimonio se estableció en
Argentina definitivamente en 1923 y fundaron la “Academia Prat” en Haedo, en la
que compartían la labor pedagógica. Posee un escueto catálogo de piezas
originales que consiste es seis piezas para guitarra sola y dos para canto y
guitarra.
Como dato anecdótico, Pablo Pellegrini, alumno de Farré entre 1966 y 1975, nos
relata que “el proyecto del Diccionario del Guitarrista había minado la economía
del matrimonio Prat-Farré. Pues Domingo había destinado un gran presupuesto
enviando cartas y pidiendo encomiendas a todo el mundo para “enriquecer su
trabajo de investigación”. Cabe destacar que Prat no era un frecuente viajante y en
una época en donde los medios de comunicación globales aún no existían, toda la
información, bibliografía y material recopilado para la realización de semejante
obra se dio a “través de correspondencia”. Pablo nos señala con respecto a este
intenso trabajo de recopilación que Prat había conseguido material de muy alto
valor. Tal es el caso de una foto de Napoleón Coste de fines del SXIX, de la cual
hace una extensa y minuciosa descripción para luego aclarar que: “Esta fotografía
suele ser reproducida en los catálogos de la casa Schott's, pero aunque invitamos
a que se la consulte, no muestra la claridad de la que guardamos en nuestro
poder” (PRAT, 1934:97).
Carmen Farré vivió hasta muy avanzada edad y continuó ejerciendo la actividad
pedagógica. Falleció en 1985 en Buenos Aires.
72
C. El legado pedagógico y bibliográfico de Prat y su
vigencia
La Academia Prat funcionó durante gran parte del Siglo XX en Haedo. Prat muere
en 1944, pero Carmen Farré, que lo sobrevive 41 años, continuaría formando
discípulos en la Capital Federal, aunque para ese entonces, la guitarra ya estaba
totalmente establecida como carrera en muchas instituciones oficiales.
73
V. María Luisa Anido, la “Dama de la Guitarra”
A. Vida y obra
Cuando tenía tan sólo 5 años, Juan Carlos comenzó a guiarla en sus primeros
pasos en la guitarra. Por la casa de los Anido pasaban las grandes de este
instrumento en aquel entonces, en especial del círculo “tarreguiano”; el propio
Llobet, Regino Sainz de la Maza, Emilio Pujol y Josefina Robledo. Esta última
daría lecciones ocasionalmente a “Mimita”.
74
En diciembre de 1914 Juan Carlos contrata a Domingo Prat, quien estaba de gira
por Sudamérica, para que fuera el maestro de la joven artista (Prat, 1943:29). El
concertista catalán quedó asombrado al escucharla tocar y se deshizo de elogios
hacia ella cuando volvió a España. Él fue quien le organizó los primeros conciertos
por Buenos Aires (Cid, 2004).
Probablemente, de los relatos de Prat sobre la niña prodigio, Llobet fue inspirado
en 1916 a componer su “Pequeño Preludio para la Precoz Guitarrista María Luisa
Anido”, ya que, para ese entonces, sólo había estado en el país en 1910, cuando
"Mimita" tenía tan sólo 3 años de edad, por lo cual no pudo haberla oído en
persona aún.
75
En 1918 Anido toca frente a Miguel Llobet por primera vez. El célebre catalán dirá
lo siguiente sobre aquella ocasión:
"María Luisa Anido fue para mí una revelación. La impresión que me produjo no se
borrará jamás de mi mente, pues en realidad es algo que sobrepasa todo lo
imaginable. Ver una niña de once años venciendo y dominando las más grandes
dificultades sin el menor esfuerzo, cual podría hacerlo el más consumado de los
concertistas, es cosa que causa asombro, y lo más admirable en ella, quizá, y que
sin duda alguna constituye el más preciado de los dotes, es la rica intuición
musical que revelan sus interpretaciones, la mayoría de ellas altamente artísticas.
A pesar de las sensacionales noticias que de ella tenía por la prensa de Buenos
Aires, a raíz de sus primeras audiciones y muy especialmente por su eminente
maestro Domingo Prat, tuve, al oírla, la sensación de lo increíble. Desconcierta el
pensar qué es lo que podrá hacer esa maravillosa criatura cuando esté en plena
madurez". (Mayo de 1919, Barcelona)”(Prat, 1934:40).
Desde otra perspectiva, Anido relata entre risas como fue su primera audición con
Llobet:
“…cuando Llobet fue a casa por primera vez (…) yo le quise presumir y puse la
mano muy endurecida, y me dice –no, esa mano está mal- dice –hay que ponerla
más natural-. Yo contenta, respiré porque se me acababan los dolores de la
muñeca”.(Pizarro, 2007).
Cristina Cid en nuestra entrevista, nos cuenta que Anido prefería las indicaciones
de mano derecha de Llobet, que le decía que debía mantener esta ductilidad como
con “manos de relojero”, mientras que las indicaciones de Prat pretendían
mantener una mano rígida en todo momento.
76
I parte:
Minueto en Re (Sor)
Andante (Sor)
Mariposa (Tárrega)
Mazurka N°2 (Tárrega)
Estudio en La (Darras)
Alborada (Cajita de música)
Danza Mora (Tárrega)
Scherzo Vals (Llobet)
II Parte:
Reviere Óp. 15 N° 17 (Schumann)
Claro de Luna (Beethoven)
Escenas Pintorescas (Massenet)
Variaciones (Vieux Temps)
Marcha Fúnebre (Chopin)
Canzonetta (Mendelssohn)
Serenata Española (Malats) (Cid, 2004).
Las lecciones constantes con Miguel Llobet comenzarían en la gira del artista por
estas tierras en 1922. Conformarían entonces lo que sería conocido por los
historiadores como el primer dúo de guitarras del S XX.
77
En 1925 encontramos la primera entrada sobre “Mimita” en la Revista Caras y
Caretas, consistiendo ésta en una entrevista a la joven promesa, bajo el título
“Discípula predilecta de Llobet”.13
13
Consultado en Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Revista Caras y Caretas N°
04-07-1925.
78
79
Este año Ramón Escarrá escribe sobre los conciertos del dúo Llobet / Anido en el
ya citado artículo de la Revista La Guitarra. Abajo, algunas de las líneas del texto
que se refieren específicamente a “Mimita”:
“(…) íbamos a oír por vez primera a María Luisa, era algo insólito que Llobet la
hubiese elegido como su colaboradora en la arriesgada empresa de mostrarlas
primicias de sus transcripciones a dos guitarras. Y en todos despertaban
expectación mayúscula esas transcripciones que - por ser de quien eran –
aseguraban una innovación trascendental. Desde que oímos a María Luisa Anido
juntamente con Llobet, y más todavía desde que pudimos apreciar la labor de ella
sola, en el segundo concierto, toda duda quedó desvaneció. Era la señorita Anido
la concertista ideal para Llobet: nadie mejor que ella podía cooperar en el estreno
de sus versiones guitarrísticas. A sus altos merecimientos, que son hace tiempo -
un tiempo inverosímil dada la extremada juventud de la artista - del dominio del
público argentino, une condiciones inapreciables para aquel empeño: la señorita
Anido supo asimilarse la escuela de Llobet de tan peregrino modo, así su
sentimiento de la música como su mecanismo de ejecución que es obvio ofrezca
su interpretación una fidelidad sin igual a las creaciones llobetianas. Las cuales
tocadas de esta suerte, por dos artistas compenetrados de manera insuperable,
debían ser presentadas en circunstancias únicas para la apreciación y en su
valor estético.” (Escarrá, 1925)
Luego de esta etapa como discípula de Llobet, Anido prosigue en una carrera
como intérprete muy exitosa. Será llamada “La Segovia Femenina”.
80
En 1942 le otorgan la primera cátedra de guitarra en el Conservatorio Nacional.
También dicta clases en la Universidad Nacional del Litoral en Rosario. Ya con la
guitarra como carrera de Bachiller, Anido sería la formadora de un sinnúmero de
concertistas y profesores de un instrumento que ya desde entonces tendría
consideración como profesión, al menos en el círculo musical.
Cuando su madre muere en 1950, María Luisa, ya con 43 años decide retomar su
carrera internacional. Un par de años después, en 1952 viaja por primera vez a
Europa y brinda conciertos en Austria, Italia, Inglaterra. Luego, en 1954 debuta
Japón, brindando 15 exitosos conciertos y abriendo explorando un horizonte
nuevo para la guitarra clásica.
El 8 de mayo de 1956 llega por primera vez a la Unión Soviética, país en donde
brillaría en las salas más importantes y del que ella sentiría profunda admiración.
Ese mismo año, de regreso a la Argentina brinda un concierto en el Teatro Colón.
Estrena en el país el “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo dirigida por Juan
José Castro.
En 1971 graba en Japón para Victor Records, disco que contiene algunas de sus
obras originales, y que hemos tomado como referencia para el concierto de esta
tesis. En 1976, según nos cuenta Omar Atreo, cansada de los golpes de Estado,
abandona Argentina y se radica en España. Durante la década de los 80s viaja
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constantemente a Cuba, y, maravillada, se radica allí en 1987 para dictar cátedra
en el Instituto Superior de Arte en La Habana. (Cid, 2004). 14
B. Legado pedagógico
14
Como dato anecdótico, mencionar que René Izquierdo, un eximio concertista y profesor de guitarra que
tuve durante un año en la Universidad de Wisconsin en Milwaukee, Estados Unidos, conoció a Anido en La
Habana. Evidencia de que el legado de “Mimita” no conoce límites geográficos.
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diseminarían por el resto de los centros de formación musical en el país, como por
ejemplo Jorge Martínez Zárate el célebre maestro de maestros.
En tanto piezas originales, mencionar que “Lejanía” está sugerida para el primer
año de la Licenciatura en esta cátedra. Luego “Variaciones Camperas” y “Preludio
Pampeano” para el segundo año. En el programa del antiguo profesorado
Conservatorio se encuentra también “Preludio Pampeano”, al igual que en el
cuarto año del profesorado del Conservatorio Manuel de Falla. La serie
“Impresiones Argentinas” está sugerida para el sexto año en este último
conservatorio.
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Conclusiones y nuevas propuestas
Sobre los discípulos de Llobet que estudiamos se ha observado que Domingo Prat
tuvo una carrera pedagógica muy superadora a su propia agenda artística. Fundó
la Academia de guitarra más importante de su tiempo y formó a los más célebres
concertistas y profesionales del instrumento en nuestro país en la primera mitad
del S XX, cuando la guitarra no era aún una carrera oficial. Su actividad artística
se vio sumida al ámbito local principalmente. María Luisa Anido, en cambio,
trascendió en los escenarios mundiales al punto de ser llamada la “Segovia
femenina”. A semejante carrera artística complementó con los años una función
docente ya con la guitarra establecida en instituciones oficiales, esto en gran parte
mérito de su figura y de sus maestros catalanes, entre otros grandes intérpretes
de la época. El legado pedagógico de “Mimita” tuvo además gran reproducción por
haber dictado cátedra en 3 de las instituciones de enseñanza musical de mayor
reconocimiento del país; el Conservatorio Nacional, el Conservatorio Manuel de
Falla y la Universidad Nacional del Litoral. Por estas aulas y también por su tutela
particular pasaron un sinnúmero de estudiantes que luego se diseminaron por el
país (y el mundo) y continuaron formando otras generaciones guitarristas
académicos. Ejemplo de esto es mi ex profesor Omar Atreo Buschiazzo, quien
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fundó la primera cátedra de guitarra en la Universidad Nacional de San Juan en el
año 1973 y de la que han egresado muchos profesionales en nuestro instrumento.
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Por último, estas palabras de María Luisa Anido -en la ya citada entrevista del año
1991- expresan quizás en sobremanera lo que este trabajo ha encontrado en
cuanto a la huella más profunda de Miguel Llobet y sus discípulos en nuestro país;
la guitarra establecida en las instituciones oficiales como instrumento profesional y
de concierto:
Sin embargo, hay que destacar que tanto Llobet como sus discípulos, y tantos
otros históricos guitarristas del círculo académico han evocado a través de
arreglos, transcripciones y composiciones los sonidos de la música folklórica y
popular de diversas regiones. Músicas con las que la guitarra y sus antepasados
siempre convivieron. De esta manera nuestro instrumento, que hoy se desarrolla
en tantas esferas de la cultura, no ha abandonado al ingresar a las aulas o salas
de conciertos, la esencia de instrumento popular que ha llevado durante siglos,
como arte transportable, cambiando de formas y tamaños y adaptándose al
hombre y sus circunstancias. Quizás Llobet entendió perfectamente esto cuando
arregló bajo los nuevos parámetros de la nueva guitarra académica las melodías
más populares de su Cataluña natal. Ejemplo que luego seguirían sus discípulos
aquí. Domingo Prat, con su extensa recopilación de piezas folklóricas como por
ejemplo su “Álbum de 6 danzas y Cantos argentinos” y María Luisa Anido con sus
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composiciones como “Vidalita” y “Aire Norteño”, entre muchas obras que evocan la
música popular Argentina. Además, el hecho de que Domingo Prat haya instruido
en la guitarra a Carlos Vega, Victoriano Luna, Atahualpa Yupanqui y Abel Fleury,
quienes pueden considerarse los “creadores” de nuestra concepción actual de
“folklore argentino”, habla a las claras de la clara influencia “tarreguiana” en
nuestra guitarra “folklórica”, y abre la pregunta de cuánto del legado de Llobet
existe en ella, lo cual sería asunto de otra vasta investigación.
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Bibliografía
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Gimeno, Julio. Los conciertos de Llobet (archivo Josep Mangado). “Guitarra, Arte
Pulsado”. 2015. http://guitarra.artepulsado.com/foros/showthread.php?22210-Los-
conciertos-de-Miguel-Llobet.
Llobet, Miguel Solés. Bulletí del’Orfeo Catalá en Revista La GuitarraN°1, pp. 14.
Año 1923.
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Lahudistas, Amateurs, Guitarreros… Danzas y Cantos, Terminología. J. B.
Romero é Hijos (Garrot Tasso y Vita), 1934.
“The Influence of Miguel Lobet on the Pedagogy, Repertorie, and Stature of the
Guitar in the Twentieth Centruy.” University of Miami, 2002, pp. 1-123.
Rey de la Torre, José. Miguel Llobet, El Mestre. Guitar Review, no. 60 (Winter
1985): pp. 24.
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