Celebrando en Familia - Primer Domingo de Adviento

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Luz y

Amor en la
oscuridad

CELEBRANDO EN FAMILIA
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

¡Estad atentos! (Marcos 13,33-37)

Este subsidio litúrgico ha sido elaborado por los Carmelitas de Australia y Timor-
Oriental pensando en este momento en el que no podemos estar presentes en la
celebración eucarística. Somos conscientes que Cristo no sólo se hace presente en el
Santísimo Sacramento, sino que también está en nuestros corazones. Incluso cuando
estamos solos seguimos siendo miembros del Cuerpo de Cristo.

El lugar que escojáis para esta oración, se recomienda tener una vela encendida, un
crucifijo y una Biblia. Durante el Adviento es apropiado tener una Corona de Adviento.
Estos símbolos ayudan a mantenernos conscientes de lo sagrado que es el tiempo de
oración y a sentirnos unidos con las otras comunidades locales que están orando.

La celebración está organizada para que sea presidida por uno de los miembros de la
familia y los otros miembros participen en ella.

Sin embargo, la parte del presidente de la celebración puede ser compartida por todos
los presentes. Recordad que mientras vosotros oráis en familia los carmelitas os
recordaremos a todos vosotros.

Los carmelitas de Australia y Timor-Leste


www.carmelites.org.au
@carmelitesAET
CELEBRANDO EN FAMILIA
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Señal de la Cruz Que la luz de Cristo brille sobre nosotros,


En el nombre del Padre, del Hijo y que todo el mundo,
y del Espíritu Santo. por medio de esta luz,
Amén. llegue plenamente a la verdad y a la paz.

El Señor está aquí, presente entre nosotros. Cuando se enciende el cirio, todos dicen:
Estamos reunidos con toda la Iglesia en ¡Maranatha, ven Señor Jesús!
este momento de oración.
Oración inicial
Preparémonos para escuchar la Palabra Padre eterno,
Comenzamos el tiempo de Adviento El día de nuestra salvación cada día está más cerca.
preparándonos con la oración para La luz de tu Palabra crece constantemente
descubrir nuevamente el gran regalo a nuestro alrededor para traspasar la oscuridad
que Cristo es para nosotros. de nuestras mentes y encender nuestros corazones
Estamos llenos de una amorosa con tu amor.
esperanza, con un sentido de Con la luz y la palabra nos remodelas,
expectativa. aumentas nuestro anhelo
por Cristo nuestro Salvador
Rogamos a Dios: y haces que nazca tu Hijo en nuestras vidas
“¡Abre los cielos y desciende a nosotros!” para que pueda continuar dando vida al mundo
Somos el barro, tú eres el alfarero, Señor. y, podamos regocijarnos en su presencia,
Continúa modelándonos porque eres el Señor por los siglos de los siglos.
a tu imagen y semejanza. Amen.

Bendición de la corona de Adviento Lectura bíblica – Mc 13,33-37


Dios, te pedimos que tu bendición se derrame sobre En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
nosotros y sobre esta corona, símbolo de esperanza, «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo
amor y promesa. será el momento. Al igual que un hombre que se
ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos,
Dios eterno bendice este circulo verde a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele;
de amorosa esperanza, velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el
sin principio ni fin,
dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche,
que abraza los tiempos pasados
o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que
y aquellos que todavía deben venir,
llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo
que nos recuerda que tu amor para nosotros
que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!»
no tiene fin.
Te lo pedimos en el nombre del Padre, Reflexión
del Hijo y del Espíritu Santo. Nuestro viaje de Adviento comienza hoy. “Las
Amén. lecturas del Adviento forman un rico mosaico de
imágenes centradas en la verdad que Dios ha
Se enciende el primer cirio venido a nosotros. En Adviento no pretendemos
Tu, Señor, eres nuestro Padre, estar esperando que Jesús nazca en un establo. Eso
“nuestro Redentor” es tu nombre por siempre. sucedió una vez en la historia y no volverá a pasar.
Tu has abierto los cielos y has descendido a Recordamos ese nacimiento como recordamos
nosotros en Cristo, tu Hijo. nuestro cumpleaños. El Dios que vino a nosotros
todavía está entre nosotros. La invitación del Danos hoy nuestro pan de cada día;
Adviento es tomar conciencia de esta presencia perdona nuestras ofensas,
de Jesús resucitado como el Emmanuel, Dios con como también nosotros perdonamos
nosotros”. (Break Open the Word. The Liturgical a los que nos ofenden;
Commission, Brisbane.) no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
El Evangelio de esta semana nos llama a “¡Velad!”,
a estar vigilantes y atentos para no perder el
momento en que Dios irrumpe una vez más en la
Oración final
historia de la humanidad. El Dios que vino a Señor, Dios nuestro,
nosotros todavía está en nosotros. En el Adviento te damos gracias por este tiempo que hemos
preparamos nuestros ojos para ver el reino de Dios estado juntos en la oración.
con más claridad, de modo que podamos estar En tu amorosa bondad,
totalmente atrapados en la acción de Dios en el que recuerda a tu pueblo que enviaste
mundo. a tu Hijo para traer la salvación y la luz.
Que seamos ahora tu luz y tu amor
Vivimos en un tiempo “intermedio”, entre la especialmente en este momento de necesidad.
primera y la última venida de Jesús. El pasaje del Por Cristo nuestro Señor.
Evangelio nos exhorta a permanecer despiertos,
alertas, vigilantes y preparados no sólo para el “día Amén.
de la venida del señor” al final de los tiempos, sino
también para cuando la presencia de Dios irrumpa Bendición
en nuestras vidas y en nuestro mundo. Que el Señor nos bendiga,
nos proteja de todo mal
La Oración del Señor y nos conduzca a la vida eterna.
Digamos confiadamente la oración que Jesús Amén.
nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Tiempo de Adviento
La palabra “advenimiento” significa aparecer, llegar, venir. El Adviento es el tiempo de preparación de la Iglesia para
celebrar el don de Dios, su Hijo. Nuestra liturgia recogerá los grandes temas de Adviento de esperanza, expectativa y
preparación. Durante el Adviento recordamos la venida de Cristo a Belén y esperamos su segunda venida al final de los
tiempos. El Adviento es un tiempo de gozosa expectativa.
El color predominante durante el Adviento es el morado. A diferencia de la Cuaresma, el Adviento no es tiempo de
penitencia. El color morado representa esperanza, expectativa, sanación. Es uno de los colores reales. Nos preparamos
para recibir al Rey,
“el Sol de la Justicia con la salud en sus rayos” (Mal 3,20).
La costumbre de la Corona de Adviento comenzó en Alemania en el siglo XVI y simboliza los años que el pueblo de Israel
esperó en la oscuridad la venida del anunciado Salvador. La luz de la corona crece constantemente durante nuestra oración
de Adviento.
El Adviento se divide en dos momentos. Los dos primeros domingos se centran en la preparación de la venida de Jesús al
final de los tiempos. Los dos últimos domingos se centran en la celebración del nacimiento de Jesús.
Los Evangelios de los cuatros domingos de Adviento tienen cuatro grandes movimientos: 1. ¡Estad Vigilantes! 2.
¡Prepararte! 3. ¡Regocijarte! 4. ¡Recibid!
El Adviento es un camino desde el ¡Maranatha!: ¡ven, Señor Jesús! al Enmanuel, ¡Dios con nosotros!

Elaborado por Carmelite Communications para


Los carmelitas de Australia y Timor-Leste
www.carmelites.org.au
@carmelitesAET

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